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A L R E S C A T E D E L
GRAFSPEE INFOGRAFÍA
Qué buscaban
los británicos
Después de la tormenta V.
HISTORIA ·DOCUMENTOS·HALLAZGOS·RELATOS
» Intro.~
La diáspora se inició el mismo 17 de diciembre. Mien-
tras el Graf Spee ardía en el Río de la Plata, los británicos
festejaban la primera victoria en su país. La tripulación
del Spee inició entonces un largo periplo que terminó
con la mayoría de ellos internados y algunos otros fuga-
dos, nuevamente a las órdenes de Hitler. Hubo quienes
se casaron y formaron familias lejos de su país, y otros
que quedaron lisiados o murieron a causa de las heridas
de la batalla. También estuvieron los que decidieron
morir a cualquier otra posibilidad, empezando por Hans
Langsdorff, su capitán. En 1939, la Segunda Guerra se
desató con furia por toda Europa. La odisea del acoraza-
do alemán terminaba, y el destino de sus tripulantes, in-
ternados en Uruguay y Argentina, llevó a que los mis-
mos se convirtieran en observadores y rehenes de la gue-
rra al mismo tiempo.
Esta es parte de su historia.
guay, del mismo modo que los tripulantes drían ingresar a suelo argentino en calidad mento de Concepción), 50 hombres; Pro-
del Graf Spee, que quedaron en condiciones de refugiados de guerra, los tripulantes vincia de Mendoza (en una finca de Carro-
de hacer una vida normal, reportándose se- comprendieron pronto que serían inter- dilla, departamento de Godoy), 100 hom-
manalmente en distintas dependencias del nados. El suicidio del capitán Langsdorff, bres; Provincia de Santa Fe (en un regi-
Ministerio del Interior. el 20 de diciembre de 1939 (ver recuadro) miento de caballería de la misma ciudad y
Los 93 marinos alemanes (sumando los del fue un duro golpe a la moral de los 1.046 en casas particulares), 200 hombres; Isla
Spee y el Tacoma) pudieron disfrutar de su marinos que quedaron en suelo argenti- Martín García (en el casino de oficiales de
calidad de refugiados hasta el 23 de enero de no. Al procederse a la internación de los la escuela naval de la isla y el resto en una
1940, cuando el presidente Alfredo Baldomir oficiales y marineros (por decreto del 16 de escuela primaria), 236 hombres. Total: 986
dispuso su internación en Isla de Flores. Dos marzo de 1940), se comprobó que ya 60 hombres.
años después, Baldomir le «declaró la gue- hombres, entre oficiales y tripulantes, se Los primeros tres fugados fueron el capi-
rra» al eje y dispuso la requisación del habían fugado del arsenal naval donde ha- tán de fragata Paul Ascher, el teniente de
Tacoma, por lo que los alemanes pasaron a bían quedado internados provisoriamente. navío Dietrich Bludau y el teniente de navío
estar custodiados por personal del ejército La dotación restante internada a fines de Hans Dietrich, el 1° de abril de 1940.
en un destacamento de Sarandí del Yi, en el mayo de 1940 quedó distribuida de este Mientras tanto, en la madrugada del 7 de
departamento de Durazno. modo: Capital Federal (talleres de la arma- abril de 1940, once oficiales más huyeron
da en Dársena Norte), 148 hombres; Pro- de Dársena Norte. Entre ellos Wattemberg,
ENE. / ABR. 1940.~ vincia de Córdoba (en dos grupos: uno en Klepp, Rasenack y Mumm.
INTERNACIONES una casona en la ciudad del mismo nom- Recién llegados a Montevideo, los integran-
Y PRIMERAS FUGAS bre y el otro en una casa del departamento tes del Tacoma y el Spee contaron con po-
El arribo a Buenos Aires estuvo plagado de Calamuchita), 252 hombres; Provincia sibilidades de moverse libremente dentro
de contrariedades. Confiados en que po- de San Juan (en una casona en el departa- de la ciudad. En el breve tiempo que estu-
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vieron en libertad, varios de los tripulan- nalmente en la formal «declaración de gue- las cuatro de la mañana. En la quinta es-
tes establecieron vínculos con familias ale- rra» de Baldomir, hubo necesidad de inter- tuvieron muy bien. Ellos se ocupaban de
manas residentes, e incluso algunos tuvie- nar a los integrantes de los barcos en luga- labrar la tierra, tenían una vaca para or-
ron hijos. Al contingente de Uruguay se res donde pudieran estar «vigilados de cer- deñar, tenían caballos, se ocupaban de que
sumaron también algunos que fugaron ca». Por lo que fueron enviados, en princi- la viña estuviera bien, plantaban papas
desde Argentina, pasando la frontera clan- pio, a la Isla de Flores, y luego trasladados a (…)».
destinamente, mientras que otros se fuga- una quinta próxima al parque Tomkinson. Pero luego, cuando la guerra se agudizó,
ron a Alemania por diversos medios, con La viuda de Helmuth Grunow, Elsa Uhrig, los alemanes fueron trasladados a un cuar-
intenciones de seguir prestando servicios cuenta: «Allí estuvieron años. Y nosotras tel de Sarandí del Yi por razones de seguri-
en la guerra. visitándolos sábados y domingos de dos a dad. El coronel Carlos A. Aguiar fue uno
La cantidad de historias vividas por cada seis (…) ahí ya éramos novios (…) el de los militares encargados de custodiar a
uno de los contingentes en Argentina y uruguayito que me pretendía se perdió. los marinos alemanes durante su estadía
Uruguay son innumerables. La experien- Estuvieron en la quinta unos cuatro años. de casi tres años en Durazno. En su libro
cia del contingente de Uruguay puede re- Salían todos los días de dos de la tarde a «Anécdotas de una misión», recogió los
sultar ilustrativa a los efectos de narrar diez de la noche. Si llegaban un poco más pormenores de la vida diaria: «Los prime-
cómo fue la vida de estos marinos durante tarde no había sanción, pero tenían que ros tiempos fueron los más duros para cus-
aquellos años de guerra. estar de mañana cuando los contaban. todias y custodiados. Ellos tenían el firme
Cuando a Helmut h no le dieron más per- convencimiento de que ganarían la gue-
ENE. 1942.~ miso para salir, con cigarrillos o alguna rra, y, en su interior, quizás, pensaran ha-
DEL SPEE A SARANDÍ DEL YI cosita para los guardias, saltaba por el fon- cernos pagar después de este encierro que
Cuando las relaciones entre Uruguay y Ale- do, atravesaba el campo allá en Nuevo sufrían ahora. Recibían todos los diarios,
mania empezaron a tensarse, derivando fi- París, hasta el tranvía y aparecía en casa a tenían radio de onda corta y larga y, en
INFOGRAFÍA
Qué buscaban
los británicos
Alza directora
Reflector
Cañón
Entre el 13 y el 14 de abril de 1940 una tormenta muy elevación y deriva del montaje antiaéreo, una parte del
severa hizo que el casco del Spee volcara y se hundiera sistema neumático antigás de trasmisión de voz, muestras
cada vez más en el barro; esto hizo imposible la remoción de soldadura, metales no ferrosos y planchas protectoras.
de la mayoría de los items requeridos por los británicos,
que finalmente sólo se pudieron llevar a Inglaterra lo Los archivos indican que el 11 de mayo de 1940 la firma
siguiente: uruguaya Regusci & Voulminot envió el montaje doble de
Un montaje doble antiaéreo8 estabilizado
AL RESCATE de 10,5,
DELun GRAF SPEE 10,5 y unas 25 toneladas de material perteneciente al Graf
reflector de 44 pulgadas y el equipo de control, un alza Spee a bordo del mercante británico SS Princesa. Este
periscópica, algunos elementos del anclaje de las arribó a Gran Bretaña el 15 de junio de 1940 y entregó a
estructuras, motores que tenían que ver con el control en un teniente de la marina real del HMS Vernon los mismos.
La lista de abril de 1940
El almirantazgo británico estaba ansioso por descubrir
todo aquello que tuviera que ver con el pecio del Spee.
A pesar de que consideraban poco probable que
pudieran encontrar secretos importantes que estuvieran
intactos.
Una vez extinguido el incendio cular, Julio Vega Helguera. Te- ces para llevar adelante el desguase
del acorazado, durante los días niendo en cuenta el interés britá- y desmontar de la estructura las
posteriores se percibieron deto- nico sobre el buque, se especu- partes que interesaban a los britá-
naciones aisladas. La marina uru- ló mucho acerca de si Vega nicos (ver infografía). La tarea no
guaya comenzó a estudiar los ries- Helguera era o no un testaferro era sencilla dada la existencia de
gos que implicaba tener un bar- de los ingleses, lo cierto es que explosivos y lo intrincado de las
co semihundido en el canal de la operación se llevó a cabo sin estructuras que sobrevivieron a la
acceso al puerto de Montevideo. que el poder ejecutivo uruguayo explosiones.
Los resultados de las inspeccio- tuviese conocimiento. Según el El 11 de de mayo de 1940, Re-
nes realizadas por los técnicos documento de compraventa, el gusci & Voulminot enviaron a Lon-
del servicio de construcciones, monto de la suma que se pagó dres, abordo del mercante SS Prin-
reparaciones y armamento de la por el mismo es reservado. cesa, el montaje doble de 10.5 cm
marina determinaron que algunas El almirantazgo envió entonces y 25 toneladas de material diverso
de las cargas explosivas coloca- a un especialista encubierto del que arribaron al Reino Unido el 15
das durante la voladura perma- cuerpo real de construcciones de junio de 1940. Durante las ta-
necían activas. navales para ingresar al pecio y reas de desguase uno de los bu-
Mientras tanto, los británicos se rescatar toda la información es- zos perdió la vida y se decidió la Juan Domingo ‘Julián’ Odiozábal.
desvelaban por descubrir los se- tratégica posible acerca de los suspensión indefinida de las ta- Como funcionario de la firma Regusci &
cretos tecnológicos de aquella sistemas electrónicos y de las reas. El buque siguió hundién- Voulminot fue uno de los encargados de
desguasar el acorazado.
prodigiosa máquina de guerra. plataformas de tiro. Esta visita dose paulatinamente, y a pesar
Poco había sobrevivido al minu- reveló que algunas partes del de los peligros de detonación no
cioso autosabotaje y posterior barco habían quedado irreco- hubo manera de evitar que las
explosión del acorazado, pero por nocibles e incluso inexplorables embarcaciones particulares de
las dudas, los ingleses conside- luego de la voladura, mientras curiosos y aficionados lo siguie-
raron necesario echar mano a lo que la torre A y el puesto de ran abordando durante mucho
que pudiese quedar. comando de batalla estaban in- tiempo para llevarse algún sou-
El 23 de febrero de 1940, la lega- tactos, ya que las cargas no re- venir del acorazado. Muchos de
ción alemana vendió el casco, «la sultaron efectivas en esa sec- los que hoy se encuentran en
estructura con todos sus acceso- 11 AL RESCATE
ción del buque. ferias,
DEL GRAFremates
SPEE y colecciones
rios y todo lo que en ella se con- La firma Regusci & Voulminot in- particulares. Q
tiene», del Graf Spee a un parti- genieros fue contratada enton-
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El Spee después de la tormenta. Fotografías sacadas por Juan Domingo ‘Julián’ Odiozábal, empleado de la empresa Regusci y Voulminot
contratada para llevar a cabo el desguase de la nave.
Por cierto que David Kelly, embajador bri- centró en la estación Retiro. Desde allí fue- acorazado que los había llevado al Río de la
tánico en Argentina, y John Cabot, encar- ron trasladados a Campo de Mayo, donde Plata siete años antes. Los recuerdos fue-
gado de negocios de Estados Unidos, fue- permanecieron hasta el 15 de febrero. Al ron para su capitán, quien permitió en de-
ron los que más presionaron al gobierno día siguiente fueron trasladados –severa- finitiva que ellos pudieran estar reencon-
argentino con el fin de que se repatriase a mente custodiados– en camiones del ejér- trándose e intercambiando anécdotas y
todos los alemanes sin distinción alguna. cito hacia inmigraciones y finalmente em- sucesos tras siete años disgregados en in-
El «compromiso» tenía su explicación. barcados. ternación. Aquel puerto ya no era extra-
Durante el fin de la guerra se acusó al go- El viaje hasta Europa no iba a ser de placer. ño, ni ajeno.
bierno de Edelmiro J. Farrel –militar ar- En los preparativos para el mismo, los in- La travesía por mar fue muy sufrida. El 11
gentino presidente provisional entre 1944 gleses no perdieron la oportunidad de ha- de marzo de 1946, los alemanes llegaron a
y 1946– de tener inclinaciones totalitarias cer gala de su venganza: El Highland Hamburgo escoltados por los británicos.
y de haber demorado la deportación de los Monarch partió de puerto argentino cus- Lo peor no había pasado todavía.
alemanes. El gobierno argentino tenía aho- todiado por el crucero Ajax, nada menos. Cuando llegaron a Münsterlager (Alema-
ra el firme propósito de limpiar su imagen, En el muelle, 282 familias quedaron a la nia) no la reconocieron. Aquel lugar se
y también el de reequipar su ejército, tra- espera de un retorno que recién se produ- había transformado en una zona de trán-
tando de igualar el nivel de Brasil y Chile. jo años después. sito controlada por los aliados, donde los
El 2 de febrero de 1946 llegó el buque in- Cerca de las 13.00 horas del día 16, el High- militares alemanes no eran más que pri-
glés Highland Monarch con la misión de land Monarch hizo una parada en el puer- sioneros de guerra, para colmo, custodia-
trasladar a los marinos alemanes. Vagones to de Montevideo, donde en un remolca- dos por el ejército británico. Allí les fue-
colmados de marinos provenientes de di- dor fueron llevados otros tripulantes ale- ron confiscadas todas sus pertenencias:
ferentes puntos de Argentina se fueron manes del Spee y el Tacoma. Los marinos cigarros, tabaco, dinero, para luego hacer-
sumando a un mismo convoy, que se con- alemanes pasaron frente a la osamenta del los marchar hacia unas barracas que se
SPEE
Mucho se ha escrito (y filmado) sobre el suicidio del capitán del Graf Spee. Ciertos mitos erróneos se han
ido instalando en la opinión pública con el correr de los años. No faltan quienes, empeñados en exacerbar
o minimizar la condición de nazi de Langsdorff, han recurrido a diversos ardides para demostrarlo. Lo
cierto es que el capitán del Spee, a la hora de pegarse un tiro, tomó la bandera de la Kriegsmarine y no la
imperial como muchos suelen aseverar. TROCADERO. GabineteDDiseño.
Diseño.
Producción Editorial
También es erróneo afirmar que utilizó una pistola Luger. Langsdorff usó para dispararse una Máuser –
Email: [email protected]
Werke, calibre 7.65, número de serie 506.585, que le había prestado el capitán Paul Ascher para defensa
personal. Alejandro Sequeira
Dirección de proyecto
Quien lo halló muerto fue su asistente, el teniente Dietrich (que estaba reemplazando a Diggins, quien
había quedado en Montevideo), y quien comunicó la noticia de la muerte a la tripulación fue el capitán Investigación periodística
Alejandra Rosencof
Walter Kay, primer oficial y sucesor de Langsdorff. Federico Leicht
Daniel Acosta y Lara
Cuando se produjo la inhumación –en un cementerio atiborrado de gente– Ascher portaba en sus
manos las condecoraciones de su capitán. Editor responsable
Federico Leicht
Las últimas palabras escritas por Kay en el libro de bitácora del Spee fueron: «El efecto moral que la muerte
Corrección
voluntaria del Capitán Langsdorff provocó en la opinión pública argentina ha sido extraordinario, extendién- Ana Cencio
dose asimismo a aquellos círculos que anteriormente se habían mostrado hostiles a nosotros». Q
Armado
Santiago Guidotti
Modelado 3D
Subte
Publicación
El País Imp. EL PAIS D.L.N° 331.732
El suicidio.
Reconstrucción fílmica del documental Lost Ships (Zev Guber Productions / Bibo, 1997), donde se
muestran los últimos minutos de Langsdorff en los talleres de la armada. El actor se acuesta sobre la
bandera de la Kriegsmarine (correcto) y se dispara con una Luger (incorrecto).
GLOSARIO
Alza directora: Utlilizada por el oficial Dársena: En aguas navegables, parte Sarga: Tela cuyo tejido forma unas lí-
de artillería para medir los ángulos del resguardada ar tificialmente para neas diagonales. 1
blanco.En los barcos alemanes estaba surgidero o para la cómoda carga y des-
estructurada como un periscopio. carga de embarcaciones.
Fotografías [Datos+créditos]
2: Colección Elsa Uhrig de Grunow. 3: AFP. 4: Colección privada. 5: De Lost Ships de Mensun 3
Bound. 6: Colección Elsa Uhrig de Grunow. 7: De Illustrated London News. 8-9: Juan Domingo
‘Julián’ Odiozábal. Colección Yamandú Vera. 10: Superior_ Colección privada. Inferior_ 1 FOTO DE PORTADA
Colección Elsa Uhrig de Grunow. 11 Juan Domingo ‘Julián’ Odiozábal. Colección Yamandú Sepelio del capitán Langsdorff. Foto: Maubach,
Vera. 12-13: Juan Domingo ‘Julián’ Odiozábal. Colección Yamandú Vera. 14: Juan Domingo Colección Enrique Moneta por cortesía de Diego
‘Julián’ Odiozábal. Colección Yamandú Vera. M. Lascano.