La Correferencia
La Correferencia
La Correferencia
Ejemplos de textos:
• Texto de una palabra: Silencio. Puesto en la pared de un hospital, da un mensaje claro: En este lugar se debe
guardar silencio.
• Texto formado por una frase: Viña del Mar. En un anuncio carretero, indica: Usted ha llegado a la ciudad de
Viña del Mar.
• Texto constituido por una oración: Tanto va el cántaro al agua, que al fin se quiebra. La oración entrega una
recomendación, como la de no incurrir en abusos u otra similar. Los refranes y las adivinanzas suelen constituir
este tipo de textos.
Son los que están formados por dos o más enunciados. Normalmente están compuestos en su mayor
parte por oraciones, pero suelen incluir los otros tipos de enunciado (palabras, frases). Se los puede clasificar
desde diferentes puntos de vista:
• Discursivo: dialógicos, expositivos (narrativos, descriptivos, del comentario), argumentativos.
• Formal (por la forma que adoptan): libro, folleto, tríptico, afiche, señalética, etc.
Hay otras clasificaciones y modos de entender los textos, en especial en su relación con el discurso, pero
en este caso, el planteamiento presentado está hecho únicamente con el fin de entender el funcionamiento de la
correferencia.
1. Correferencia estricta
Podemos distinguir una correferencia estricta. Esta consiste en la sustitución dentro de enunciados,
oraciones o textos (correferencia textual) de algo ya nombrado por un término o expresión que lo reemplaza.
Se distingue de la correferencia amplia que está dada fundamentalmente por el sentido, la posición en el texto,
las desinencias, los conectores y otros recursos textuales.
Ejemplo de correferencia dentro de una oración: La enferma sabía que el doctor la había salvado.
Más adelante se muestran correferencias textuales, que se dan entre oraciones u otros elementos de un texto.
Aditivos: Expresan suma de ideas; y, además, también, asimismo, por añadidura, igualmente.
Intensificativos: encima, más encima, es más, más aún, y lo que es peor, incluso, hasta, para colmo.
Opositivos: Expresan diferentes relaciones de contraste entre enunciados; en cambio, por el contrario.
Concesivos: con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cualquier modo, al mismo tiempo.
Restrictivos: pero, sin embargo, no obstante, en cierto modo, en cierta medida hasta cierto punto, si bien, por
otra parte.
Excluyentes: dejando fuera, sin contar.
Causativos-Consecutivos: Expresan relaciones de causa o consecuencia entre los enunciados.
Consecutivos: por tanto, por consiguiente, de ahí que, en consecuencia, así pues, por consiguiente, por lo tanto,
por eso, por lo que sigue, por esta razón, entonces, entonces resulta que, de manera que .
Causales: porque, pues, puesto que, ya que.
Comparativos. Subrayan algún tipo de semejanza entre los enunciados: Del mismo modo, igualmente,
análogamente, de modo similar.
Reformulativos. Indican que un enunciado posterior reproduce total o parcialmente, bajo otra forma, lo
expresado en uno o más enunciados anteriores: En otras palabras, dicho de otro modo.
Explicativos: es decir, o sea, esto es, a saber,
Recapitulación: en resumen, en resumidas cuentas, en suma, total, en una palabra, en otras palabras, dicho de
otro modo, en breve, en síntesis.
Ejemplificadores: por ejemplo, así, así como, verbigracia, por ejemplo, particularmente, específicamente.
Correctivos: mejor dicho; expresándome mejor; perdón, quise decir.
Marcadores discursivos
Los marcadores discursivos pueden entenderse como recursos lingüísticos para aclarar el modo de
organizar las ideas dentro de un texto. Indican, por ejemplo:
Orden. Señalan las diferentes partes del texto: En la primera parte de mi discurso
Inicio: ante todo, para comenzar, primeramente
Cierre: en fin, por último, en suma, finalmente, por último, terminando, para resumir, en resumen, en pocas
palabras.
Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación, acto seguido, después.
Digresión: por cierto, a propósito, a todo esto.
Tiempo: después (de), después (que), luego, desde (que), desde (entonces), a partir de.... antes de, antes que,
hasta que, al principio, en el comienzo, a continuación, inmediatamente, temporalmente, actualmente,
finalmente, por último, cuando.
Espacio: más arriba, más abajo, hacia el final, en el fondo, profundizando lo dicho.
Hay muchos otros marcadores discursivos y conectores textuales. Aquí se mencionan solo por su capacidad de
relacionar (correferir) una parte del texto o discurso con otras. En los ejemplos para el profesor y para los
estudiantes se verá el funcionamiento de algunos de estos recursos.
Conclusión
La correferencia es el principal mecanismo que da cohesión a los textos. Es una herramienta
fundamental para la comprensión de la lectura, ya que está presente en todos los textos y permite ver las
relaciones que se establecen entre sus componentes.
Es importante tener en cuenta que su concepto y tipificación no deben ser enseñados como contenidos,
sino aplicados como ayuda para comprender lo que se lee o dice.
La correferencia textual se complementa con otros aspectos propios de las situaciones comunicativas,
como la audiencia, el propósito del emisor, el contexto próximo y remoto. Un enunciado como Ven, solo se
entiende cuando está claro quién es el emisor, con qué intención lo dice, quién es el destinatario, a dónde se
está invitando a ir, dónde se está, y otras circunstancias.
2. Sentido de su aprendizaje
La correferencia es el principal mecanismo de la comprensión de la lectura y producción de textos
escritos. Sin manejo de la correferencia no se entienden las oraciones en las que aparecen pronombres o
sinónimos y otros modos de denominación que permiten relacionar palabras. Sin embargo lo más importante es
la correferencia textual que permite dar sentido a lo que se lee o escribe, ya que, normalmente, lo propio de un
texto es mantener un sentido a lo largo de muchas oraciones.
La correferencia es un factor fundamental de la escritura porque permite producir textos cohesionados y
coherentes. Sin apelación a la correferencia, un texto escrito puede llenarse repeticiones innecesarias o
presentar las ideas en formas totalmente desorganizada
3. Niveles o ciclos en que se aborda.
La correferencia es un fenómeno siempre presente en el uso del lenguaje, de modo que debe ser
abordada en todos los niveles de la educación escolar. Aunque su concepto no debe ser objeto de enseñanza
directa en la educación básica, puede ser recomendable que a partir de le enseñanza media, los estudiantes
dominen este concepto y lo manejen tanto en la lectura como en la escritura.
4. Contenidos y eje curricular al cual corresponde, según el Marco Curricular
La correferencia es aludida constantemente cada vez que se habla de establecimiento de relaciones entre
elementos de los enunciados en los tres ejes. También se alude a la correferencia cada vez que se habla de
concordancia, cohesión y coherencia. Sus menciones explícitas aparecen el eje Escritura.
Fuente: www.educarchile.cl