Niveles de Lengua
Niveles de Lengua
Niveles de Lengua
sus producciones.
grande de conocimientos.
NIVELES DE LA LENGUA.
ORTOGRAFÍA: Colocar la tilde correctamente:
1. LENGUA HABLADA Y LENGUA ESCRITA
La lengua hablada (oral)
LENGUA ESPAÑOLA
2. LENGUA ESTÁNDAR Y LENGUA SUBESTÁNDAR
Lengua literaria
Lengua culta
Lengua coloquial
Lengua popular
Lengua vulgar
3. DIALECTO E IDIOLECTO
Coloquial
LENGUAS ESPECIALES: ABIERTAS V CERRADAS
Lengua y habla
Sincronía y diacronía
NIVELES DE LENGUA
ORTOGRAFÍA
Colocar la tilde correctamente:
1. La lingüística no es inherentemente difícil, pero hay varios puntos que a menudo resultan difíciles
al principiante*Por una parte se trata meramente una cuestión de terminología pero, por otra,
esas dificultades tienen su origen en la diferencia que existe entre la actitud del profano con
respecto al lenguaje y el enfoque del especialista. (Ch. F. Hockey. Curso fie lingüística moderna.
El arte de hablar en público tiene su origen en Sicilia. La retorica surge propiamente en Siracusa
por obra de Corax y Tisias, y el más importante discípulo aunque no directo, fue Gorgias. (Carlos
Parra Monzón- Los medios de comunicación colectiva y la cultura de masas). La dinámica de grupos
son diferentes formas o técnicas de discusión o debates de temas, en las que se expresan diversas
opiniones y razonamientos en torno a una cuestión con el fin de llegar a unas conclusiones válidas.
(Juan Luis Fuentes. Comunicación, p. 137).
Llamamos niveles de lengua a los distintos modos o usos que se hacen de ella. Estos niveles vienen
determinados por la región geográfica en que se habita; el grupo social al cual se pertenece, a la
profesión ya la situación en que se habla.
En primer lugar, es necesario distinguir entre el nivel hablado y el nivel escrito.
En segundo lugar, precisar los campos de la lengua estándar y la substandard.
1. LENGUA HABLADA Y LENGUA ESCRITA
Deslinde lingüístico
La lengua oral y la lengua escrita constituyen dos niveles totalmente diferentes: nadie habla como escribe ni
escribe como habla. Por tanto, son dos conceptos diferentes en la comunicación y que comportan formas
de codificación de los signos igualmente diferentes (por ejemplo, los sistemas hablados y escritos del chino
y del latín, como casos extremos). En el sistema hablado encontramos fonemas y alófonos; en el escrito,
grafemas y alógrafos.
Esta diferencia, como es sabido, ha sido esclarecida por la Lingüística y por ello no se confunden sus campos
de estudios, a pesar de que hay una relación estrecha: el niño comienza a hablar su lengua materna antes
de aprender a leer y escribir y adquiere la capacidad para esto último sobre la base que le proporciona su
cono-cimiento de la lengua hablada (Hockett, p. 14).
La lengua hablada (oral)
Para la lingüística la lengua hablada es el nivel de estudio por antonomasia, lo que contradice la idea
superficial del lego. Al respecto, existe una distorsión en cuanto a determinar cuál es la más importante: la
hablada o la escribe. Para la persona común y corriente lo más importante es la lengua escrita, es decir, hay
toda una sobre valoración de la grafía con desmedro del sonido, como un reflejo del viejo proverbio latino
verba volant, scripta manent ("las palabras vuelan, los escritos quedan"). Incuestionablemente que en esta
apreciación se da un enfoque con un criterio netamente práctico.
LENGUA ESPAÑOLA
Superestandar Estándar
Subestándar
Al respecto, la ciencia lingüística ha puesto las cosas en su sitio y ha invertido el orden: lo más importante es
el sonido y no su representación. Las razones son obvias.
Por centenares de miles de años, la forma oral ha sido por excelencia la única forma de
comunicación.
Actualmente la mayoría de seres humanos sabe hablar, pero es una minoría la que sabe escribir.
La invención de la escritura -cuya paternidad se atribuye a los sumerios, en la baja Mesopotamia-
se ubica más o menos hacia el año 3100 a. de C. y sobre la cual se sustenta el alfabeto griego.
Para comprender la estructura de una lengua escrita, hay que recurrir constantemente a la
comparación con la lengua hablada o a la conjetura. En conclusión, la escritura es un sistema
sucedáneo de la lengua oral, pero lingüísticamente nunca podrá estar por encima de ella.
LENGUAJE
La lengua escrita
Sin pretender refutar el objeto sustantivo de la lingüística, la escritura es un nivel de lengua que tiene un
valor conceptual relevante y, además, es una poderosísima herramienta del desarrollo de la humanidad.
2. LENGUA ESTÁNDAR Y LENGUA SUBESTÁNDAR
Llamamos lengua estándar a aquella que dentro de una situación dialectal, se impone a las demás. Su
elección se debe generalmente a razones extralingüísticas (políticas/sociales, literarias, etc.).
El proceso por el cual determinado dialecto o forma se impone a los demás se llama estandarización.
Cuando esta obedece a una política consciente se dice que es planeada. Una de las ventajas de la lengua
estándar es su garantía de unidad.
El Dr. Luis Hernán Ramírez al aplicar este enfoque a la diversidad interna y niveles de lengua, plantea el
siguiente esquema.
Lengua literaria
Lengua culta Lengua coloquial Lengua popular Lengua vulgar
Como el mundo social está regido por normas, en los usos de lengua, lo "correcto" serán la lengua literaria,
la culta y la coloquial; en cambio, la lengua popular y vulgar son tenidas como "incorrectas".
Lengua Superestandar. Corresponde a la lengua literaria o artística. Utiliza mayormente el significado
connotado. Su vocabulario y sintaxis son arcaizantes y conservadores. Es un modelo ideal de lenguaje.
Lengua Estándar. Es la lengua tomada como modelo dentro de una comunidad. No se circunscribe a un
lugar ni tiene un carácter cerrado. Se utiliza en la vida cultural y en los medios de comunicación masiva
serios. Comprende a su vez:
a) La lengua culta. Es propia de las personas cultivadas, quienes reflejan una buena formación
idiomática. Es empleada en ceremonias oficiales y formales por maestros, párrocos, conferenciantes, etc.
En ella campea el espíritu conservador y tradicional.
b) La lengua coloquial. Llamada también lengua familiar. Se emplea en las relaciones cotidianas.
En ella prevalece el sentimiento y se da en circunstancias no formales.
Lengua Subestándar. También muestra variantes internas: los que emplean una forma de lengua casi
estándar con una sola porción de formas subestándares; y los que se hallan en las capas más bajas, las
rústicas e inciviles.
Estos grupos también tienen sus propias modalidades lingüísticas de acuerdo con sus actividades u
ocupaciones (obreros, campesinos, artesanos). Aquí se ubican la lengua popular y la lengua vulgar.
a) La lengua popular. Como se ha dicho, es empleada por las capas sociales menos favorecidas y de
bajo nivel cultural. Este estrato es consciente de su limitación lingüística y tratan de usar la forma estándar:
con mayor interés, si mejora su situación económica.
b) La lengua vulgar. Se diferencia de la popular porque incluye los términos llamados "groseros" o
"tacos": pendejo, huevón, jòdelo.
Los vulgarismos son palabras y expresiones obscena las invectivas, blasfemias, jura píen tos vulgares, que
pueden afectar los sentimientos de los interlocutores. No figuran en los diccionarios comunes y corrientes.
3. DIALECTO E IDIOLECTO
¿Por qué se dialectizan las lenguas?
Alguien ha dicho que todo cambio que se opera en una lengua hay que buscarlo en los labios de los
hablantes. Si una lengua cambia es porque ella tiende a adecuarse a una economía en la comunicación,
COLOQUIAL. A buscar una mayor comprensión entre los usuarios de ese sistema.
Externamente, existen dos factores que hacen que una lengua se dialectice:
La dispersión geográfica de los grupos humanos. Este fenómeno se objetiva cuando los integrantes
de un grupo humano -que hablan una misma lengua se dispersan y, al no haber un foco
cohesionado se van generando diferencias internas. Esto es lo que sucedió, por ejemplo, con el
latín y el quechua.
La acción del tiempo. El tiempo genera cambios perceptibles en cada época (por ejemplo, hoy no
hablamos el castellano tal como se hacía en la Edad de Oro).
A) EL DIALECTO. Para entender el dialecto hay que partir de la premisa de que la lengua no es tan
homogénea, tal como lo entendía Saussure; por el contrario, a su interior existen una serie de subsistemas
o dialectos.
Al analizar una lengua observamos que ésta no es un sistema único o invariable; antes bien, vamos
observando variaciones lexicales, fonéticas y gramaticales, de acuerdo a espacios geográficos o a distintos
campos de composición social. Esto es lo que se conoce con el nombre de dialecto, es decir, variaciones de
una lengua. Así por ejemplo, en el caso del Perú, nuestro castellano está bastante dialectizado:
El sonido j (por ej.: en Juan) en la costa es fonéticamente velar (se articula hacia el velo del
paladar), en tanto que en la selva se realiza como f, con el agregado de ser fricativa bilabial (se
aproximan los labios y se deja que por entre ellos salga el aire: fFánj).
En el castellano andino, sintácticamente, el gerundio aparece al final de oración: "Vino por Rosacha
preguntando"; en cambio, en el dialecto costeño o ribereño se dice: "Vino preguntando por
Rosacha".
SISTEMA
Gráficamente, el Dr. Alberto Escobar representa este enfoque de la siguiente manera:
SUBSISTEMAS
El área que ocupa un dialecto se llama área dialectal y las líneas imaginarias que se pueden trazar para
señalar sus límites, isoglosas.
La concepción sistemática nos permite hacer una división más amplia, pues si partimos -por ejemplo- del
español como lengua
España, Perú, Argentina de una comunidad de hablantes, es posible incluir grupos dialectales dentro de
otros mayores. Por este motivo es pertinente decir: dialecto peruano, argentino, peninsular, etc. Veamos
un ligero ejemplo gramatical:
k Vosotros venid conmigo".
'Ustedes vengan conmigo".
Vos vení conmino".
Es necesario esclarecer que dentro de una comunidad en que coexisten varios dialectos, uno de ellos se
impone a los demás por razones extralingüística, especialmente socio-políticas. Este prestigio coincide
normalmente con la ciudad capital, y el modelo elegido se torna estándar. Así por ejemplo recordemos la
ascendencia un modelo limeño, parisino o bonaerense en sus respectivos ámbitos.
B) EL IDIOLECTO. Es considerado como el límite más bajo de la división dialectal, pues el idiolecto no es
otra cosa que la "totalidad de los hábitos del habla de una persona en una época dada". Se ubica entre la
lengua (código común a todos los miembros de la comunidad) y el habla (uso particular de ese código).
Estas lenguas mantienen su forma sintáctica, morfológica y fonética de la lengua general: pero difiere de
ella en su aspecto semántico: bobo ("corazón"), anti cuello ("antecedentes policiales"), arruga ("deuda"),
etc. De acuerdo a los diversos países, la jerga recibe diferentes denominaciones: gemianía o caló (España),
sfang, cant (Inglaterra), argot (Francia), replana (Perú), lunfardo (Argentina), etc.
b) La lengua juvenil. Es un tipo especial utilizado por la gente joven. Generalmente 4 incrementa su
vocabulario con los préstamos de la jerga. Su carácter no delictivo, penetra en el conocimiento de todos.
Apela a recursos de extraños e insólitos cambios semánticos y fonéticos: paltear.se ("k eq ui voc a i se " ),
zanahoria ("tranquilo"), ponerse en onda Cubicarse", "ponerse a la moda"), etc.
conocer algunos de sus más importantes postulados, por ejemplo: lenguaje, lengua y habla, el signo
lingüístico (Cf.p.31), mutabihlfed e inmutabilidad de la lengua
(Cf.p. 128), la lengua como sistema, sincronía y diacronía, relaciones al interior
del sistema y otros. .*
6.1 Lengua y habla
El lenguaje humano abarca dos elementos: la lengua y el habla. La lengua, objeto de la lingüística según
Saussure, es considerada como un sistema de signos que se encuentra en el cerebro de los hablantes, en el
ámbito de la comunidad que habla dicha lengua; el habla es la realización individual de la lengua. La lengua
es de carácter social, comunitario, y psíquico, por cuanto es algo que es común a todos los miembros.
El habla, en cambio, como realización de la lengua, es físico-fisiológica, en cuanto produce sonidos (o
imágenes gráficas en la escritura), y por tanto es individual Por eso es diferencial. Así como cada miembro
de una orquesta tiene la misma partitura pero la interpreta individualmente desde su instrumento musical,
así cada hablante usa la lengua, que es común, según sus capacidades y características individuales.
Ahora bien, Saussure considera que la lengua es un sistema. Éste se entiende como un todo, en donde los
elementos son solidarios unos con otros, de manera que el valor de cada uno depende de la relación de
oposición con los demás. Así la palabra mesa se opone a árbol {mesa / árbol = oposición léxica); el artículo
'el" se caracteriza por oponerse al femenino" la" (oposición gramatical), y el fonema /s/ da significado a la
palabra suena en oposición a otro como /b/ en buena {suena I buena, /s/ / /b/=oposición fonológica). El
ejemplo, por excelencia de sistema que da Saussure es el del ajedrez, en el cual hay unas reglas y unas
figuras, cuyo valor depende de la posición que en un momento dado ocupen en el tablero.
6.2 Sincronía y diacronía
Los estudios del lenguaje en el "eje de las sucesiones en el tiempo", es decir, en su evolución histórica, los
llamó diacronía (del griego dia = a través de, y khronos = tiempo), enfoque que predominó en el siglo XIX,
como ya se dijo. En cambio, llamó sincronía (del griego syn = con, y khronos = tiempo) al estudio descriptivo
del lenguaje en el "eje de las simultaneidades", o sea como objeto constituido por elementos, sin
consideraciones históricas.
Quechua — Quechua Lamista. Quechua del Napa Quechua del Pástázá y Tigre
Arahuaca ~ "" Amuesha Chamicuro Ashsninka Machiguenga Cutina
Piro Momastsigüenga
Jibaro _ Achual
Aguaruna
Candoshi
Huambisa
JibaroPaño — Amahuaca Capanahua Cashtbo-cacatarbo Cashenuhua Isconahua Wayo-
Pisabo. Mayoruna Shipibo-Conibo Yamenahua
Tupi - Guara ni Gocama – Cocamilla Cahuapama — Chayahuíto Jibaro
Lucy Trapnell
Utilizar su lengua como medio de expresión ;la actuación, performance o ejecución, es la materialización de
esa competencia: el acto real del habla por medio de la palabra.
C. DIALECTO E IDIOLECTO
Ambos terminos designan sendas realizaciones concretas de la lengua y su estudio corresponde a la
geolingüiética. El dialecto es una variedad regional o local de la lengua, la cual, por otra parte, también
puede variar "verticalmente", de una clase social a otra, como se puede apreciar en el habla de los sectores
"altos" y el de los hablantes de las zonas marginales de las grandes ciudades, lo cual permite determinar la
existencia de "dialectos sociales". El idiolecto, según Andró Martinet, es "el conjunto de hábitos lingüísticos
de una persona, considerada en lo que tiene de irreductible a la influencia de los grupos a que pertenece el
individuo". La disciplina lingüística que estudia estos fenómenos también se llama dialectología sincrónica.
En último análisis hasta se podría decir que no existen lenguas en sí mismas, sino abstracciones o entidades
ideales y mentales, que solo se concretan en dialectos e idiolectos.
D. LENGUA O IDIOMA^UNA VIEJA CUESTIÓN
Ahora se utilizan ambos términos sin mayor inconveniente: pero no siempre ha-sido así. En un comienzo
dice Domínguez Hidalgo, lengua y habla existen sin materialización gráfica: sin embargo, el hombre, ansioso
de materialización, buscó la forma de dejar huella de sus experiencias, sentimientos, de su sociedad y de su
tiempo, "y viendo que la pintura, la arquitectura, la cerámica, etc., no eran suficientes, inventó la escritura,
que estratificó la lengua en el texto de poemas, ensayos, crónicas, obras científicas y tecnológicas,
alcanzando el rango de idioma, símbolo escrito aristocrático de perfección y medio de división social,
porque sólo daba acceso a los privilegiados que aprendieran el "arte de las letras". Así el idioma se convirtió
en prestigio del dominio lingüístico, a través de cuyo ejercicio sólo los
El intelecto son unas capacidades mentales de la persona, la razón el nivel, el desarrollo intelectual, que
determina su actividades, la habilidad de adquirir ios nuevos conocimientos y es eficaz de ellos aplicar en la
actividad cotidiana. Para la apreciación cuantitativa del nivel de las facultades mentales los psicólogos han
introducido la noción IQ - el coeficiente de) intelecto.
Por el test del coeficiente del intelecto el (IQ-test) es cualquier test que estima el nivel del
desarrollo intelectual. Habitualmente las tareas en tales tests son distribuidas por el nivel de la
complicación.
Las facultades mentales de la persona se desarrollan activamente aproximadamente hasta la los de
13 años, y después, con el transcurso del tiempo el desarrollo se disminuye. En relación a esto
como resultado del test de los grupos grandes diversos de las personas es revelado el significado
IQ medio para los adultos -100 puntos.
Las observaciones numerosas y las investigaciones han mostrado que el límite de carga en el
intelecto cae en los primeros años la vida, e.d. en la infancia. Y por que potente ni era el potencial
hereditario intelectual, él puede encontrarse no reclamada, si los padres no prestan la atención
constante a su desarrollo, a partir del primer día la vida, y más vale - todavía hasta el nacimiento
del chiquitín.
Los tests, porque estiman IQ a los niños, tienen los estándares, y para cada grupo de edad es
determinado el punto medio. Así, IQ de los niño de 10 años, que han mostrado el resultado
esperado de los niños de 12 años, compondrán 120 puntos. Él está determinado por la relación de
la edad "intelectual" a de calendario, multiplicado en 100: usuales), su ubicación geográfica, una
breve descripción de su estado actual y referencias a los programas de mantenimiento y de
educación bilingüe que se están desarrollando. Completan esta valiosa obra el nombre de las
personas que han estudiado la lengua, así como la relación de los diversos tipos de estudios
realizados y de los textos escritos en ella.
Muchos aspectos del libro y de la historia de su producción, que en no pocos casos generó un fructífero
diálogo de la compiladora con las personas responsables de las fichas, y con otras conocedoras del estado
actual de las diferentes lenguas, dan cuenta del rigor y honestidad intelectual de Inés Pozzi Escot. Son
también elocuentes pruebas de esto últimas el esfuerzo que dedicó a obtener más de una ficha por lengua,
con el fin de consignar la mayor cantidad de información posible, y la inclusión de diversos tipos de anexos
que complementan los datos presentados sobre cada una. Entre éstos encontramos referencias históricas
sobre la lengua y sus hablantes, extractos de algunas tesis y de la correspondencia que sostuvo con
diferentes investigadores, así como notas en las que indica las discrepancias existentes entre los datos
presentados en la ficha y los que aparecen en el Censo Nacional de 1993. En este mismo sentido también
valoramos el carácter del libro como texto abierto, inacabado, que invita a una permanente actualización.
Además de los datos que presenta sobre cada lengua en particular, el libro en su conjunto permite al lector
apreciar la magnitud y las múltiples dimensiones que asume el multilingüismo en el Perú y aproximarse a
los retos que plantea.
Una primera cuestión fundamental a la que el libro contribuye tiene que ver con la determinación del
número de lenguas y familias lingüísticas que coexisten en nuestro país.
Este trabajo fue iniciado por la compiladora en 1995, a pedido de los organizadores del Encuentro
Panamazónico sobre Lenguas Indígenas que se realizó en Belém de Para al año siguiente. Con los lingüistas
Gustavo Solís y Fernando García asumió el encargo de elaborar un mapa de las lenguas y familias
lingüísticas de la Amazonia Peruana con propósito comparativo con otros países amazónicos. El diálogo
desarrollado con diversos expertos a raíz de este trabajo los llevó a sugerir cambios en el número de
familias lingüísticas y de sus componentes. Como resultado de este trabajo presentaron en el encuentro de
Belém de Para un total de 17 familias (incluyendo el quechua) y 39 lenguas.
En el prólogo del libro que comentamos, la compiladora indica que ha incluido la lengua sharanahua
marinahua en la familia 'Paño dado que su estatus como lengua está en estudio y que ha separado la lengua
candoshi shapra de la familia jíbaro por recomendaciones de algunos investigadores. De tal manera, la
propuesta de este libro es de 19 familias lingüísticas y 43 lenguas andinas y amazónicas. Sin embargo, como
bien señala Pozzi Escot al inicio de la obra, ésta es provisional y, por tanto, abierta a nuevos cambios y
ajustes por lo complejo que resulta tratar de "trazar las líneas divisorias entre un habla y otra y decidir
cuántas de ellas son lenguas y cuáles dialectos de una lengua".
■ El libro permite, además, una primera aproximación a las variadas situaciones de contacto entre las
lenguas y a las diferentes dinámicas que se establecen entre ellas. De tal manera se aprende que en muchas
regiones y comunidades del Perú coexisten una o más lenguas indígenas con el castellano y, en algunas
áreas específicas, con el portugués. Además se advierte la gran variedad que se presenta en el grado de
vitalidad de las diferentes lenguas* Por un lado se encuentra lenguas como el matsés urarina, achuar,
candoshi y el quechua de Conchucos, que son habladas por la gran mayoría de la población, y, por otro,
aquéllas que ya no son aprendidas por los niños y cuyos hablantes son escasos y siempre mayores de 40
años. Entre éstas están el chamicuro, actualmente sólo hablado por dos personas, el iñapari por cuatro y el
resígaro y el dialecto cauqui de la lengua tupina por once. El libro también presenta el caso extremo y por el
momento único, de la lengua omagua que sólo es entendido pero no hablada por algunas personas
mayores.
La información que presenta el libro también permite identificar situaciones en las cuales las personas se
comunican en más de dos lenguas, como en el caso de algunos chayahuitas, que además de su lengua
materna y el castellano también hablan el aguaruna o el kichwa; y del desplazamiento de una lengua
indígena por otra, como sucede con el ocaina por el bora y con el cashibo cacataibo por el shipibo.
Las iniciativas tomadas por los hablantes de algunas lenguas con el fin de promover su aprendizaje y uso y
asegurar su continuidad son también presentadas por algunos investigadores. Entre éstos encontramos los
casos de quienes han colaborado en la recopilación de su tradicional oral y cuya organización está tratando
de asegurar la capacitación de maestros de su pueblo; de los Yagua, cuya federación también se esfuerza
por promover la educación bilingüe intercultural y de un esfuerzo singular protagonizado por el único
hablante del dialecto cauqui de la lengua tupina, quien estuvo enseñándolo en la escuela de su comunidad
sin recibir ningún apoyo oficial.
También se presentan en las fichas las apreciaciones de los lingüistas respecto al futuro de las lenguas. Éstas
demuestran las discrepancias que existen alrededor del tema, particularmente cuando se trata de lenguas
con entre 100 y 500 hablantes. Mientras algunos señalan que el mayor esfuerzo debe ponerse en
documentar la lengua para la posteridad, otros indican la necesidad de animara la población a apreciar su
idioma y cultura y promover la enseñanza de la lengua en la escuela.
La importancia de la educación bilingüe intercultural en el proceso de mantenimiento y desarrollo de las
lenguas andinas y amazónicas es destacada por los diferentes estudiosos convocados por Pozzi Escot. A
través de sus observaciones se constata que ella abarca a un número limitado de lenguas amazónicas y a
muy pocas variedades del quechua y aimara. También se advierte que esta modalidad educativa está siendo
suprimida en algunas lenguas al favorecer el ingreso de maestros no indígenas en plazas que eran ocupadas
por indígenas o al no garantizar la continuidad de los programas de educación bilingüe en el área andina.
También presentan denuncias sobre "escuelas bilingües" donde sólo se habla castellano, porque los
maestros simplemente ignoran la lengua indígena, y cuestionamientos a las estrategias que siguen
considerando a ésta como instrumento para favorecer el aprendizaje del castellano, y que, por tanto, evitan
su manejo y uso en los grados superiores de primaría.
La información que aporta este libro invita a realizar una serie de reflexiones en relación al estado actual y
al futuro de las lenguas andinas y amazónicas, y plantea algunos retos que comprometen a todos aquellos
que valoran la diversidad lingüística y cultural como uno de los indicadores fundamentales de la riqueza de
un país. Muchas preguntas surgen a medida que uno va leyendo las fichas. ¿Cómo responder a la exigencia
reiteradamente planteada de ampliar la cobertura de la educación bilingüe en el Perú? Si se trata de definir
prioridades, ¿qué criterios deben ser considerados en Multilinguismo en el Perú?
1.-¿Cuál sería la política educativa más adecuada con respecto a las lenguas del Perú?
“Toda comunidad lingüística tiene derecho a decidir cuál debe ser el grado de presencia de su
lengua, como lengua vehicular y como objeto de estudio, en todos los niveles de la educación
dentro de su territorio: preescolar, primario, secundario, técnico y profesional, universitario y
formación de adultos” (art. 24).
“Toda comunidad lingüística tiene derecho a una educación que permita a todos sus miembros
adquirir el pleno dominio de su propia lengua, con las diversas capacidades relativas a todos los
ámbitos de uso habituales, así como el mejor dominio posible de cualquier otra lengua que deseen
conocer” (art. 26).
2.-¿Cuáles son los criterios que definen la oficialidad de una lengua?. Cítalos y explica cada uno de ellos.
Por las consecuencias de posterior pérdida de las lenguas indígenas y por el impulso que da a la
incorporación de los indígenas a la vida nacional, es decir procesos de des indigenización lingüística y
cultural. Ambas formas implican la intención de consolidar estados monolingües, mono culturales y mono
identitarios.
La legislación liberal de la lengua se caracteriza por reconocer la existencia de las lenguas indígenas dentro
del Estado, la libertad individual de su uso con excepción del ámbito de la administración pública y la
designación de espacios geográficos como territorios de las comunidades lingüísticas sin restricciones de
uso fuera de ellos. Es el tipo de legislación expresada en las constituciones y leyes de Bolivia, Chile, El
Salvador, Guatemala (antes de la emisión del decreto de 2003), Honduras, México y Panamá. Esta libertad
lingüística se ve mermada por la falta de recursos humanos y materiales de los pueblos indígenas y porque
es posible practicarla siempre y cuando no afecte a los intereses del Estado. Generalmente, no va a ser el
Estado el que impulse la promoción del uso de las lenguas sino deben hacerlo los propios hablantes,
quienes no practican, por lo general, la costumbre de escribir en sus idiomas y de usarlos en ámbitos
públicos.
3.- Fuentes tomadas de las lenguas ya extintas y su importancia en la actualidad debido a (Exponga por lo
menos dos razones)
En la actualidad las lenguas extintas o lenguas muertas son importante porque gracias a ellas podemos
conocer e interpretar el pasado de una cultura, y averiguar cuáles eran sus costumbres sus ideologías y de
cuál era su cosmovisión del mundo.
El tipo de religión y sus creencias en los pueblos amazónicos y andinos como se fundaron o como se
establecieron en su sociedad
4. ¿Por qué las lenguas amazónicas y andinas se rigen por patrones culturales distintos al castellano?
A mi parecer se basan que las lenguas amazónicas y andinas son autóctonos lo cual no lo es el castellano
que es una lengua impuesto por los españoles.
Lo cual causo que las lenguas andinas y amazónicas una desaparición o extinción, son el caso de varias
lenguas otro caso que rigen las lengua andinas y amazonas son el caso de la pronunciación y escritura que
son cosas marcadas en el castellano
5.- Factores que condicionan la extinción de las lenguas a lo largo de la historia y desde el siglo XVII, XVIII.
Los principales factores a lo largo de la historia son:
* Violencia. Guerras, invasiones y colonizaciones pueden hacer desaparecer físicamente a los hablantes de
una lengua o a cambiarla por otra, con lo que la lengua desaparece con ellos. Es el caso de las lenguas de
Tasmania o algunas de las lenguas indias americanas, sobre todo en América del Norte. Se puede considerar
en este grupo a las violentas políticas de desarraigo seguidas por el gobierno de Australia contra los
aborígenes hasta los años 1960. A veces se habla de «lengüicidio» en estos casos.
Desastres naturales y enfermedades. Desastres naturales como el tsunami vivido en Indonesia o
el terremoto de Haití, pueden hacer desaparecer físicamente a una población o dejarla en tal
estado que sus hablantes tengan que refugiarse en otra cultura, adoptando su lengua y
costumbres. En el caso de las enfermedades, los investigadores modernos deben tener mucho
cuidado en sus contactos con pueblos remotos, puesto que la transmisión de una enfermedad
trivial puede resultar fatal. Esto afecta sobremanera a lenguas habladas por pequeños grupos, por
ejemplo, es bien conocido que el Idioma arauá desapareció en 1877 a causa de una epidemia de
sarampión.
Presión económica. En este caso la desaparición se produce porque los hablantes consideran que
sus hijos tendrán un mejor futuro si aprenden una determinada lengua. En dos generaciones la
lengua original estará en peligro de desaparición. Es el caso de la presión del inglés sobre muchas
lenguas, incluyendo algunas lenguas nacionales como el danés[1] o el noruego,[2] que, en este
caso concreto y de momento, no están en peligro. En el pasado algunas actividades económicas
tuvieron un efecto desastroso sobre los pueblos indígenas así la fiebre del caucho diezmó a
numerosos pueblos amazónicos especialmente en el norte de Perú (záparo, peba-yagua y bora-
witoto).
Prestigio cultural. Este mecanismo a menudo está relacionado con el anterior, puesto que el
prestigio cultural a menudo proviene de la riqueza material. Es uno de los mecanismos más
importantes para la desaparición de lenguas pequeñas. En cuanto una lengua extranjera obtiene
prestigio y la élite cultural o económica comienza a usarla, pasará poco tiempo hasta que este
aprendizaje se desplace hacia la periferia tanto geográfica como cultural y los niños dejen de
aprender lengua propia a favor de la externa. Varias de las lenguas desplazadas por la
romanización habrían experimentado un proceso de este tipo e igualmente el antiguo elamita
substituido por las lenguas iranias.
Cambio voluntario. Es relativamente infrecuente, pero existen casos documentados en los que una
población ha decidido voluntariamente y por asamblea cambiar a otra lengua.[3] En algún
momento entre el siglo XVIII y XIX la etnia norperuana de los cahuates decidió migrar al sur y se
integró junto con los muniches siendo absorbido por éstos.
7.-Diferencia entre diglosia y bilingüismo
*Bilingüismo: puede establecerse desde dos perspectivas. Desde la perspectiva individual, un bilingüe es un
hablante que posee una competencia comunicativa semejante en dos lenguas. Desde una perspectiva
social, el bilingüismo corresponde a una sociedad de lenguas en contacto.
Diglosia: el concepto de diglosia alude a una desigualdad, un desequilibrio entre dos lenguas. La
situación más típica es aquella en la que existe una lengua fuerte, que es la lengua oficial y otra
lengua débil.
Como conclusión sacamos que la principal diferencia es que el bilingüismo, es la capacidad de
hablar dos lenguas diferentes, y que la diglosia son las diferencias que se establecen entre las
distintas lenguas de una zona bilingüe.
Globalización, Multilingüismo y Educación
El caso del Perú
Juan Carlos Godenzzi
En la actual etapa de la globalización, se da una recomposición del panorama cultural e idiomático mundial,
pues aparecen nuevos mecanismos y formas para organizar la unidad-diversidad propia de la especie
humana. Esta situación plantea nuevos desafíos a los Estados, las instituciones, las sociedades y los
individuos. Para los fines de la presente exposición, interesarán los desafíos que se plantean en el terreno
educativo.
Una buena parte de las interacciones humanas alcanza, ahora, una dimensión planetaria y una enorme
velocidad de propagación. Otro conjunto de interacciones tiene una proyección menor, sea regional,
nacional o local. Y todas ellas, eventualmente, se entretejen de diversos modos, creándose así múltiples
flujos y circuitos, en medio de los cuales se producen y consumen discursos codificados y decodificados bajo
las formas de lenguas particulares. Podrían distinguirse, entre muchos otros, al menos cuatro circuitos
socioculturales importantes (1):
b) El circuito de la cultura de elites: producción escrita y visual; literatura, artes plásticas. En ese circuito,
cabe encontrar lenguas de prestigio sociocultural, generalmente de uso internacional, asociadas con el
poder simbólico. Ejemplo: variedades cultas del inglés, alemán, francés, español, italiano o portugués.
d) El circuito de los sistemas de información y comunicación utilizados por quienes toman decisiones: fax,
teléfonos celulares, internet, satélite, etc. En ese circuito, se encuentran variedades cultas y prestigiosas de
lenguas tradicionalmente asociadas con el poder económico y político; inglés, alemán, francés, español,
italiano o portugués.
El mundo cultural humano podría concebirse ahora no tanto bajo la imagen de un “campo de cultivo” con
diversas parcelas bien delimitadas, sino como una atmósfera en medio de la cual numerosos flujos y
circuitos entran en movimiento, contacto e interacción. Esa imagen da cuenta, de modo más apropiado, de
la multiplicidad y complejidad de la ecología social de las lenguas y culturas, tal como se da en la realidad.
Esta situación constituye el ámbito en el que se construyen las identidades, se confrontan las lenguas y
toman forma los discursos y los comportamientos sociales.
2. Multilingüismo y diglosia
Ahora bien, esta diversidad de lenguas en América Latina se ordena socialmente según un patrón diglósico,
instaurado desde el período histórico colonial: las lenguas europeas se erigen en las lenguas del poder y de
la esfera oficial y pública, en tanto que las lenguas indígenas quedan relegadas al ámbito privado y las
expresiones folclóricas. De esas circunstancias se derivan algunas consecuencias:
Los espacios lingüísticos del español, portugués o francés no pueden ser vistos como homogéneos; más
bien, contienen variadas situaciones de contacto con las lenguas indígenas, de lo cual se originan diversos
tipos de transferencias: préstamos léxicos; interferencias gramaticales en ciertas variedades sociales del
francés, español o portugués; variedades criollas, etc.
La tensión que se crea entre las lenguas europeas y las indígenas conduce con frecuencia hacia el
debilitamiento y aun la desaparición de las últimas. Se ha adoptado un mecanismo predominantemente
excluyente, de tal manera que la consolidación de unas lenguas se da expensas de las otras. Y, en relación
con los hablantes de esas lenguas, se ha generado un imaginario y una práctica social en la que se dan
diversas categorías de “ciudadanía”, según la lengua o variedad de lengua que hable, con distintos niveles
en el ejercicio de los derechos democráticos.
El multilingüismo del mundo está atravesado por la diglosia. En el conflicto de las lenguas también suele
imperar la ley del más fuerte y, en consecuencia, en la convivencia social no están ausentes la desigualdad,
la imposición y la exclusión. Se hace necesario, pues, pensar en políticas lingüísticas que moderen la
experiencia del “vivir juntos”.
En principio, resulta válida la recomendación de que se promueva el manejo generalizado, por parte de los
hablantes, de al menos tres lenguas: la lengua materna, la lengua de una comunidad lingüística vecina, y
una lengua de amplio alcance internacional. Y eso porque de ese modo se cubre un espectro realmente
global sin olvido de lo local. Así, por ejemplo, un peruano hispano-hablante, además del desarrollo de su
lengua materna, debiera adquirir una lengua originaria, como el quechua, que le abra a la riqueza de la
cultura andina; y una lengua, como el inglés o francés, que le posibilite transitar por otros circuitos de gran
amplitud. Una iniciativa que apunta a este mismo tipo de preocupaciones es la propuesta de una
Declaración Universal de Derechos Lingüísticos(2). En el título referido al régimen lingüístico general, se
dice:
“Toda comunidad lingüística tiene derecho a que su lengua sea utilizada como oficial dentro de su
territorio” (art. 19).
“Toda comunidad lingüística tiene derecho a decidir cuál debe ser el grado de presencia de su
lengua, como lengua vehicular y como objeto de estudio, en todos los niveles de la educación
dentro de su territorio: preescolar, primario, secundario, técnico y profesional, universitario y
formación de adultos” (art. 24).
“Toda comunidad lingüística tiene derecho a una educación que permita a todos sus miembros
adquirir el pleno dominio de su propia lengua, con las diversas capacidades relativas a todos los
ámbitos de uso habituales, así como el mejor dominio posible de cualquier otra lengua que deseen
conocer” (art. 26).
La Constitución Política del Perú, promulgada en 1993, establece que toda persona tiene derecho
“a su identidad étnica y cultural. El Estado reconoce y protege la pluralidad étnica y cultural de la
nación. Todo peruano tiene derecho a usar su propio idioma ante cualquier autoridad mediante
intérprete” (art. 2, inciso 19). Establece, igualmente, que el Estado “fomenta la educación bilingüe
e intercultural, según las características de cada zona. Preserva las diversas manifestaciones
culturales y lingüísticas del país. Promueve la integración nacional” (art. 17). Además, se declara
que “son idiomas oficiales el castellano y, en las zonas donde predominen, también lo son el
quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes, según Ley” (art. 48).
Ahora bien, esas declaraciones generales no corresponden a una política lingüística real, sea
porque no hay leyes y reglamentos que las operativicen, sea porque entran en colisión con la
práctica social cotidiana del lenguaje. Se hace imprescindible prestar atención a la realidad
multilingüe del país y descubrir los mecanismos de organización social de las diferencias del
lenguaje, marcados por el sustrato colonial. Al mismo tiempo, en esa misma realidad multilingüe
surgen iniciativas, prácticas y agendas que constituyen el soporte de una política lingüística más
pluralista y democrática.
4. La educación bilingüe intercultural en el Perú
En el caso peruano, su realidad multilingüe, multicultural y diglósica constituye el contexto dentro del cual
una numerosa población realiza sus aprendizajes. El papel que juegan las lenguas y la cultura en el proceso
educativo reviste una importancia decisiva y, en razón de ello, resulta necesario impulsar un tratamiento
adecuado de las lenguas y de la cultura en la educación, bajo la modalidad de la Educación Bilingüe
Intercultural (EBI).
En efecto, no todos los niños y niñas del país inician y despliegan su vida en la misma lengua; tampoco
todos tienen los mismos referentes y valores culturales. Sin embargo, todos tienen derecho a ser atendidos
en sus necesidades, considerando sus peculiaridades. Es responsabilidad del Estado la definición de una
política sobre las lenguas y culturas en relación a la educación, a fin de desarrollar plenamente las
competencias comunicativas de todos los educandos y de buscar la pertinencia y el significado de los
aprendizajes.
Miles de niñas y niños peruanos, de regiones andinas o amazónicas, necesitan desarrollar sus procesos
cognitivos y de socialización, sus múltiples competencias y capacidades; y esto sólo es posible en la lengua
propia, aquella en la que uno vive, piensa, se emociona y sueña. Al mismo tiempo, estos niños y niñas
necesitan la lengua común, el castellano, que amplía el espacio de sus redes y oportunidades. Este es el
sentido de la educación bilingüe: conocer e intervenir en el mundo y la sociedad con mayor amplitud de
perspectiva y redoblados instrumentos de coordinación y acción.
El uso de la lengua vernácula y del castellano en la educación abre la puerta a intercambios mutuamente
enriquecedores. Cada lengua aporta su mundo referencial, su tradición histórica, su comunidad de
hablantes. Por ello la educación bilingüe invita al diálogo. Hace que todos los actores educativos (alumnos,
docentes, padres de familia, comunidad, etc.) se conviertan en interlocutores. Cada actor, desde su lugar y
experiencia particular, interviene en la construcción común de los entendimientos y saberes. La relación
docente-alumno deja de ser mera instrucción y se transforma en interacción crítica y creativa en la que
todos aportan y aprenden. Uno de los presupuestos de la EBI es el respeto a la diversidad y su utilización
como recurso. En otros términos, una educación bilingüe auténtica es también una educación intercultural.
En el marco del actual proceso de diálogo por un Acuerdo Nacional por la Educación, se realizó el 2 de
febrero de 2001 una mesa de debate sobre los desafíos que la diversidad étnica, cultural y lingüística
plantea a la educación nacional. Como resultado del encuentro se obtuvo el documento “Los desafíos de la
diversidad”, a partir del cual, en las próximas semanas, se irán proponiendo, a través de diferentes formas
de consulta, los lineamientos claves para una política nacional de educación intercultural bilingüe.
Notas
(1) Cf. SELA - Secretaría Permanente. “Cambio y continuidad en el proceso de globalización internacional:
escenarios de fin de siglo”. Octubre. Caracas: Sistema Económico Latinoamericano-SELA. 1996.
(2) La Declaración Universal de Derechos Lingüístico ha sido elaborada por instituciones y organizaciones
no-gubernamentales, reunidas en Barcelona (6-9 de junio de 1996), bajo la coordinación de Isidor Marí.
El Perú es un país en el que además del castellano se habla aproximadamente unas 60 lenguas. Nuestra
realidad es multilingüe y pluricultural.
El Castellano
Hasta 1975 era la única lengua oficial del Perú. Tradicionalmente ha funcionado como instrumento de
discriminación y marginación de la población nativa, debido al prestigio y privilegio del que se le ha dotado.
El quechua
Es la lengua autóctona más importante, por el número de hablantes y por la extensa área geográfica que
abarca. Está muy dialectizada, así tenemos que el quechua del norte, del sur, del centro, selva son
diferentes entre sí.
El aymara
Es la segunda lengua aborigen más importante, junto con el hagaru y kauki. Actualmente se concentra en el
departamento de Puno, en zonas de Tacna, Moquegua y Arequipa (al sur del país). En la antigüedad fue la
lengua que competía con el quechua.
El jakaru y el kauri
El jakaru se habla en Tupe (Yauyos), convertido en uns especie de isla idiomática y cultura. (2000 personas).
El kauri es una lengua de las tantas que está en vías de extinción (1500 personas)
La mayoría de las lenguas que están en vías de extinción, llegan a ese estado por distintos factores, entre
ellos la alienación cultural; los padres ya no enseñan más su lengua nativa a los hijos porque éstos ya
asisten a escuelas normales y se desenvuelven en el ámbito citadino, donde su lengua materna no es más
que discriminada.
Se dice que cuando muere una lengua, muere toda una cultura.
Lenguas selváticas
En la selva se hablan muchas lenguas, cuyo número es difícil de establecer por proceder de distintas etnias
amazónicas.
La mayoría de etnias que pueblan la selva, no tienen contacto con la civilización, lo cual se da en su mayoría
de casos, porque las comunidades han tenido un primer acercamiento traumático con la sociedad; han
contraído enfermedades, se han visto invadidos, han irrespetado su espacio, su hábitat.
Algunas de las lenguas selváticas son:
Achual, Aguaruna, Amuesca, Amuesha,
Arabela, Bora, Candoshi, Campa,
Cashibo, Cocama, Huambisa, Huitoto,
Iquito, Jíbaro, Machigüenga, Ocaina,
Omagua, Piro, Shipibo, Yagua, etc.
BIBLIOGRAFIA
Súper Biografías del Mundo. Consultado el 14.3.2010]
Escritores, Artistas de la Amazonia Peruana. Consultado el 14.3.2010
Ramirez, Luis Hernán: Estructura y Funcionamiento del Lenguaje. Ediciones Studium. Lima – Perú:
1996.