Arte Imaginación y Juego - Graciela Quinteros PDF
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Graciela Quinteros
M. Cole, 1996
En este escrito voy a remitirme a las voces de diversos artistas y las voy a entrelazar con
voces que se adentran en los mecanismos psicológicos que dan cuenta de la naturaleza
humana de las prácticas creativas, con el fin de mostrar que estas prácticas culturales
son constitutivas de la subjetividad. La importancia de este juego de voces reside en tres
cosas:
Cualquier proyecto de intervención con la infancia, que parta del respeto de los niños
como sujetos sociales, significa integrarlos al proceso de forma consciente y
participativa: la representación de un problema es así la primera tarea que es necesario
enfrentar en un proceso organizativo. Con respecto a este punto trataré de mostrar que el
valor de la imaginación y la actividad creativa reside en su poder para crear mundos
posibles y permitir que el sujeto exprese libremente su propio misterio.
1
Sawyer, R. “Creativity as mediated action”. Mind , culture and activity, vol 2, 3,summer 1995.
1
posibilita por la organización semiótica de la conciencia, como un acto social ("social
act") (Mead, 1934) o una acción compartida ("joint act") (Blumer, 1969) –retomando
los términos del interaccionismo simbólico. En otras palabras, como una actividad que
puede entenderse en tanto un proceso, un "evento interactivo y mediatizado por
símbolos", a diferencia de otras aproximaciones que buscan su explicación en los
productos creativos. Lo importante en un proceso creativo no reside en el valor social
que adquiere una obra por su reconocimiento, sino que lo esencial está en que la obra le
permite al sujeto expresarse significativamente, abriendo un espacio desde el cual puede
vincularse con los otros y consigo mismo de forma profunda.
En tercer lugar, esta perspectiva nos posibilita romper la falacia de pensar que la
creatividad es una zona insondable; lejos de eso, podemos encontrar aproximaciones
que, al relacionar la imaginación con el mecanismo de la semiosis, de las prácticas
culturales, del deseo y la cognición humana, nos permiten entenderla como una
capacidad liberadora de la vida humana.
Participación infantil
Diversas son las metodologías que se utilizan en las experiencias organizativas con
niños; casi todas coinciden en la importancia que tiene la participación activa –no
simulada– de los niños en la solución de los problemas. La participación es el derecho
fundamental de la ciudadanía.
Las experiencias organizativas con niños más serias y respetuosas a sus formas de ser,
en general, plantean la necesidad de que se integren al desarrollo de un proyecto de
forma consciente. Tal es el caso de la metodología "De niño a niño" reportada por
Margarita Griesbach Y Gerardo Sauri en su libro "Con la calle en las venas":
... El grupo elige el problema que desea trabajar primero... Los niños deben
iniciar el proceso con pleno conocimiento de los pasos que seguirán después y el
para qué de las actividades... Utilizando técnicas divertidas de análisis, el
2
problema elegido por el grupo es estudiado para proponer un plan de solución
adecuado... (Griesbash, Sauri, 1997: 172)2
En esta propuesta, como en tantas otras, se pone de manifiesto la importancia que tiene
iniciar un proceso organizativo a partir de una fase diagnóstica cuyo objetivo es la toma
de conciencia de un problema, a partir de lo cual es posible una representación
compartida de un sector de la realidad que les preocupa o que es de interés para ellos. El
principio que guía esta propuesta es que los niños tienen que tener pleno conocimiento
de los problemas como fase inicial para lograr delinear acciones y estrategias para
superarlos. Los objetivos que persigue esta fase diagnóstica tienden a permitir el estudio
objetivo y colectivo de la realidad que estudian y marcar el punto estratégico de entrada
y su posible solución. Diversos estudios sobre el desarrollo del niño avalan esta
posición.
Cuando la psicología abandonó un análisis centrado en lo que el niño "no" puede hacer,
a uno que investigó lo que "sí" puede hacer, se modificó notablemente nuestra
concepción sobre la capacidad de los niños. Este cambio de posición permitió
demostrar que un niño es más competente "cuando es capaz de definir la tarea,
establecer el objetivo y responder a las demandas de esta tarea, en sus propios
términos." (Bruner, 1990: 18). De Loache y Brown, por ejemplo, han demostrado que
los niños se entregan más a la tarea cuando trabajan con problemas que ellos mismos
han planteado. En las actividades familiares de la vida cotidiana son capaces de hacer
más de lo que normalmente se espera de ellos. Su trabajo contribuye a un modelo
teórico que considera al niño como un ser con iniciativa propia y autogobierno, pero
también tiene importantes implicaciones metodológicas en cuanto a la forma de realizar
las investigaciones sobre los niños pequeños.
Estos ejemplos presentan un tema común: cuando el niño define un problema por
sí mismo, o tiene una intención autogenerada que requiere el superar un
obstáculo intermedio, su forma de manejo es mucho más completa que cuando
tiene un problema y una intención impuestos por el experimentador. Sus
estrategias para conseguir sus propios objetivos muestran el típico ensayo y
error, autocorrección y sensibilidad a estrategias alternativas. (Bruner, 1990, 20)
2
Griesbach, M.; Sauri ,G. (1997) Con la calle en las venas. Fundación Etnica.
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La necesidad de que los niños reflexionen de una forma objetiva sobre un problema que
les aqueja es obviamente un punto de partida coherente en un proceso organizativo de
niños tendiente a la planificación de soluciones posibles. Sin embargo varios son los
aspectos que es necesario tomar en cuenta de este proceso reflexivo diagnóstico basado
en la problematización y la objetivación de una realidad social. Entre ellos:
4
Puede suceder que en muchas movilizaciones a gran escala, aunque los niños
puedan no haber iniciado el proyecto, puedan estar bien informados, tener un
sentido de apropiación del asunto, y aún tener alguna reflexiones críticas sobre la
causa. Mandar a una tropa scout a recoger la basura después de un evento
deportivo no sería participación. Sin embargo, si se le informa a la tropa scout
sobre el problema y sus causas con anterioridad al proyecto, y si ellos
comprenden por qué se les pidió ser voluntarios, entonces esto se podría
clasificar en el primer peldaño de participación de la Escalera. (Hart, 1993:12)3
3
Hart, Roger (1993) La participación de los niños. De la participación simbólica a la participación
auténtica. Editorial Gente nueva, Unicef, Colombia, junio de 1993.
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al niño o a la niña: "dime cómo es tu realidad", sino también abriendo un espacio en
donde el sujeto pueda “soñarla”, “imaginarla” o “jugarla” de manera libre y creativa. De
esta forma “dime cómo es tu realidad” y “cómo te gustaría que fuera”, se visualizan no
como dos momentos sino como parte de un mismo proceso gracias al encuentro entre el
principio de realidad y el principio del placer. Por algo decía Freud (1911) que el arte
da lugar a una reconciliación peculiar entre los dos principios (el del placer y el de
realidad):
Para explicar esto, propongo iniciar con una analogía. Imaginemos este espacio de
reflexión y representación de un problema (con el fin de encontrar soluciones posibles),
como si fuera un espacio escénico. Tal espacio obviamente se posibilita sí y sólo sí se
abre otro espacio, desde el cual el sujeto es capaz de pensar en sus términos: se trata, en
realidad, de abrir un escenario interior. Dice Brunella Eruli (1991:1) 5
4
Freud, S. (1911) Los dos principios del funcionamiento mental. Obras completas. Madrid: Biblioteca
nueva (edición 1980).
5
Eruli, Brunella (1991) Rupturas en escala. Cuerpos en el espacio, Puck, 4. Editions Institut International
de la Marionnette/Centro de documentación de títeres de Bilbao.
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volver a empezar desde cero cuando creíamos tener una sólida experiencia. En
una palabra, tendremos que construir un mundo, cuando creíamos asistir a un
espectáculo.
Ese espacio interno que se aleja de una realidad o de “ese marco referencial conocido”,
ese espacio desde donde el sujeto puede significarla y reconstruirla, no se refiere a un
estado sino a un tiempo qe se suspende, a una acción que se posterga, a un proceso de
significación que se inicia de forma consciente. Ese proceso no puede tener nunca como
producto, una una copia fiel de la realidad. Representar un problema no puede ser nunca
buscar una copia pasiva de la realidad. La objetivación de una realidad nos aleja de ella
aún cuando también nos acerque más profundamente.
Uno de los aportes fundamentales de Piaget, por ejemplo, ha sido el comprobar que
desde los niveles más elementales del desarrollo, el conocimiento no es jamás copia
pasiva de la realidad externa, pálido reflejo de la transmisión social, sino creación
continua, asimilación transformadora. La asimilación confiere significados a lo que es
percibido o concebido por un sujeto y es transformadora de esos objetos a través de la
incorporación de significados.
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El papel de la imaginación en los procesos del pensamiento, no sólo es visualizado por
los artistas, ni se refiere a una dote especial en determinados seres humanos. Otro autor,
Vygotsky, es tal la importancia que daba a la imaginación, que al momento de teorizar
sobre su naturaleza, relaciona a esta función con la actividad del pensamiento y todo el
sistema psicológico con la libertad, como un aspecto esencial de la vida psíquica
humana. Imaginación y pensamiento, al contrario de lo que muchos creen, son dos
aspectos del psiquismo humano que son indisociables. En sus palabras:
Toda penetración más profunda en la realidad exige una actitud más libre de la
conciencia hacia los elementos de esa realidad, un alejamiento del aspecto
externo aparente de la realidad dada inmediatamente en la percepción primaria,
la posibilidad de procesos cada vez más complejos, con ayuda de los cuales la
cognición de la realidad se complica y enriquece... la conexión interna existente
entre la imaginación y el pensamiento realista se complementa con un nuevo
problema, estrechamente ligado al de la voluntad o la libertad en la actividad del
hombre, en la actividad de la conciencia humana. ... Las posibilidades de actuar
con libertad, que surgen en la conciencia del hombre, están estrechísimamente
ligadas a la imaginación, es decir, a tan peculiar disposición de la conciencia
respecto a la realidad, que surge gracias a la actividad de la imaginación.
(Vygotsky, 1982:438)6
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suspendiendo su acción sobre ella. Por tal razón la define como una actividad
relativamente autónoma de la conciencia. Esta entrega del sujeto a determinadas
lucubraciones mentales, más o menos conscientes, posibilita las más diversas y
complejas combinaciones, conexiones y relaciones que el sujeto puede establecer entre
diferentes elementos de la experiencia. De hecho, la imaginación no es otra cosa que el
establecimiento de nuevas combinaciones y relaciones entre "viejas" imágenes e
impresiones. La condición necesaria reside en la suspensión o alejamiento de las
impresiones inmediatas, la posilibidad de suspender-se y abrir-se un espacio.
Graciela Montes nos explica la apertura de un espacio creativo, condición básica del
sujeto humano de otra forma: aborda el papel central del arte –la literatura– y la
mediación simbólica e imaginaria recordándonos a Winnicott. En su voz reconocemos
otra condición: para dar lugar al "hacer personal" es necesario crear un espacio entre el
yo y el no-yo. Ese espacio es caracterizado por Winnicott como la "tercera zona", como
una zona transaccional, un lugar potencial, un territorio necesario y saludable, único
margen donde realmente se puede ser libre; como un espacio que está en constante
conquista:
6
Vygotsky, L. Obras escogidas, Tomo II.
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A esa zona pertenecen los objetos que Winnicott llama transicionales –la manta
cuyo borde se chupa devotamente, el oso de peluche al que uno se abraza para
tolerar la ausencia–, los rituales consoladores, el juego en general y, también, la
cultura...
La literatura, como el arte en general, como la cultura,como toda marca humana,
está instalada en esa frontera. Una frontera espesa, que contiene de todo, e
independiente, que no pertenece al adentro, a las puras subjetividades, ni al
afuera, el real o mundo objetivo. .. La condición para que esta frontera siga
siendo lo que debe ser es, precisamente, que se mantenga indómita, es decir... que
no esté al servicio del puro yo ni del puro no yo. (Montes, G., 1999:52)7
Otro autor, Mead, un poco olvidado por las modas de la época, ofrecía una teoría
del insteraccionismo simbólico, que mostraba cómo el pensamiento nacía de una
suspensión del gesto. La idea de partida, es que cuando dos animales, 2 perros
por ejemplo, se ponen a pelear, pueden evitar el combate suspendiéndolo para
imitarlo. Haciendo gestos que son el comienzo del combate, se tantean, se miden,
no necesitan pasar al acto para saber quién es el más fuerte. Y, siguiendo esta
metáfora, Mead muestra que el desarrollo del pensamiento nace en ese momento.
En el hombre, que tiene la facultad de la simbolización mucho mayor que la del
animal, es el principio de una gran aventura psíquica. Dos niños que se
encuentran pueden simbolizar el combate potencial hablando de su
7
Montes, Graciela. La frontera indómita, FCE, 1999.
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simbolización: es el advenimiento del lenguaje y del pensamiento. (Perret
Clermont, 1992)8
Se trata de dos niños que se encuentran y suspenden su acción física para poder iniciar
una gran aventura psíquica en el que puedan compartir un estado mental y una
intención: saber quién es más fuerte. Esta suspención tiene un resultado casi milagroso:
permite crear un espacio en donde dos sujetos físicamente enfrentados terminan
compartiendo un mundo simbólico y crean un estado intersubjetivo en el que logran
compartir no sólo acciones sino intenciones: gestos. La mayor parte de las relaciones
humanas tienen el propósito de modificar el mundo mental del otro y son de orden
declarativas. El mecanismo de la semiosis consiste en dejar un vacío, en dejar en
suspenso una actividad para que el otro la termine. La semiosis está hecha sobre un
agujero, sobre algo que falta, igual que el deseo y el pensamiento. En el origen de lo
esencialmente humano, en realidad, hay un agujero.
La particularidad del jugo teatral con títeres, nos dice, consiste en aceptar la paradoja
de un objeto que al mismo tiempo es y no es.
Esta paradoja se tiene que respetar y mantener siempre, si no se quiere caer en dos
situaciones absurdas igualmente alejadas del juego: o es realmente un lobo o no es
más que un objeto vacío de sentido: saber soportar esta paradoja sin querer
resolverla a toda costa es la base de la inteligencia humana: es lo que hace posible
el símbolo, la metáfora, la hipótesis. 9
Este autor relata cómo el enfermo mental no es capaz de soportar esta paradoja,
suspender-se en un juego de máscaras, títeres, disfraces para jugar con la propia
8
Perret Clermont A. Les implicites dans le situation d’apprentisage. Conference. 1992
9
Dolci, Mariano, Tener miedo dar miedo Juego con su identidad.
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identidad o con la de otros para conocerse mejor. Este tipo de juegos ha sido un factor
determinante para acceder a la conciencia desde tiempos remotos de la humanidad: las
ceremonias en las que se utilizaban máscaras y muñecos animados eran el puente que
se tendía entre la naturaleza y la cultura. Si esta paradoja está en la base de la creación
y el placer estético, lo está porque resulta ser un mecanismo semiótico fundamental de
las prácticas culturales, incluído el juego con su valor funcional de transformar la
realidad según los deseos y las intenciones.
Mireya Cueto al respecto nos dice que en el evento teatral, el títere se carga de los
poderes emocionales e inconcientes más profundos, y se transforma en el objeto donde
se inscribe la historia que se ignora para luego leerla. De allí la fascinación que los
títeres pueden ejercer en niños y adultos sensibles, aún en nuestros tiempos en que los
títeres han sido desritualizados, desacralizados. En esto consiste el poder mágico de los
títeres, del universo paralelo del juego y de la literatura; de la libertad, del absurdo e
incluso de la transgresión, de la burla, que fueron su alimento durante tantos siglos. 10
Generalmente un niño se subordina a las reglas renunciando a algo que desea. Esto es
difícil para el niño. En el espacio del juego el niño puede hacer esto sin que le cueste
tanto porque la subordinación a la regla no conlleva renunciar al deseo. Por el contrario
en el juego la subordinación a las reglas es necesario para alcanzar el máximo de placer
10
Cueto Mireya. Magia y poder de los títeres. Tierra adentro.
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en el juego. El juego brinda al niño una nueva forma de deseo y esto le ayuda a
desarrollar su capacidad de adaptación al medio que lo rodea. El juego le permite al
niño algo que en otras situaciones le cuesta mucho: controlar sus impulsos y controlar el
medio que lo rodea. El juego es el reino de la espontaneidad y de la libertad, aún
cuando está sometido a reglas que el niño debe cumplir para poder darle una forma y
organizar su juego. El juego siempre "empoderiza" al niño, aún cuando conlleve
elementos culturalmente definidos, basados en las experiencias reales del niño.
Symbolic play arises from the development of the symbolic function, for recapturing
and reconstituing experiencie, as well as the pleasure derived from mastery and
power of being the cause
Al inicio planteaba que este escrito culminaría con una reflexión sobre la necesidad de
abrir espacios en el que los mundos posibles tengan cabida para los niños, en donde la
imaginación permita a los niños y niñas enfrenten cualquier desafío y el sujeto exprese
libremente su propio misterio, ya que esto es una forma de respetar y "empoderizar" a la
infancia.
Por tales motivos, creemos que promover el uso de estas formas alternativas al lenguaje
oral como estrategias para que los niños representen un problema en la fase inicial de un
proyecto es una tarea de gran relevancia, no sólo práctica (en el sentido de apoyar
acciones a favor de la infancia) sino también teórica; porque la producción de sentidos y
la creación de mundos posibles son temas que las ciencias sociales aún no han logrado
delinear claramente.
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