El Mason Obrero de Si Mismo
El Mason Obrero de Si Mismo
El Mason Obrero de Si Mismo
1. INTRODUCCIÓN.
Así es como decimos que usamos herramientas. Y son estas herramientas las
mismas que las utilizadas para hacer de la piedra bruta edificios majestuosos, pero
trasladadas a la dimensión del simbolismo, de la capacidad que tienen para inducir
la reflexión y consecuente producción intelectual. La verdad es el producto perfecto
que permite la construcción de realidades dignas de aquellos hombres y mujeres
que también buscamos ser producto perfecto y a través del trabajo en el Taller nos
entrenamos en el Arte Real con tal ambición. Revisar la historia de los gremios de
constructores nos facilita la comprensión del simbolismo de nuestras herramientas y
nuestra forma particular de hacer las cosas.
Decir que esta piedra debe seguir con obligatoriedad algún patrón de forma
impuesto es dogmático y debemos rechazarlo. Por el contrario, la reflexión debe
llevar a un constructor de sí mismo a darse cuenta cuál es la forma más indicada
que necesita esa piedra para lograr su obra maestra, valiéndose de todas las
herramientas adquiridas en los Grados para tal fin. El constructor de si mismo debe
conocer el fin de su proyecto, y someterse a la metamorfosis de los materiales como
libremente lo considere apropiado para ello.
La construcción en tiempos de la Masonería Operativa era un proceso
riguroso y sistemático. Requería de mano de obra calificada, obtenida a través de la
generación y transmisión del conocimiento de los más expertos a los iniciados y
apartando cualquier improvisación, un plan de ejecución que con frecuencia
significaba el paso por el tiempo de varias generaciones para alcanzar la meta.
El Plan Maestro del que el Masón se vale para obrar en si mismo se basa en
los siguientes aspectos que enumero y posteriormente puntualizo:
1) Desarrollar la inteligencia
2) Cultivar la razón
6) Trabajar en Logia
- Desarrollar la Inteligencia.
- Trabajar en Logia.
3. CONCLUSIONES
Trabajar debe ser un privilegio y una honra más que una carga cotidiana
esclavizante. Debemos buscar la satisfacción en nuestras obras, siendo cualquier
retribución monetaria una recompensa por añadidura sin que pierda su
merecimiento.
La edificación de la Gran Obra del G.·. A.·. D.·. U.·. amerita que nos
convirtamos en los materiales de construcción ideales para esta. El Masón debe
trabajar para hacerse inteligente, expresar sus ideas con razón, ser honorable y
moralmente solvente, así como ejemplo de los propósitos de la Masonería dentro
del entorno que se desenvuelve, haciéndose querer y respetar por sus semejantes.
El Arte Real se aprende y se perfecciona en Logia y el avance del Taller no es
posible sin el concurso de sus afiliados. Las Columnas del Templo deben ser
siempre adornadas por la mayor cuantía de los QQ.·. HH.·. convocados a los
Trabajos y esto es lo que las ha mantenido en pie durante todos los siglos de
historia conocida y a pesar de sus avatares y es la promesa de la perpetuación de la
Fraternidad y del progreso de las sociedades.