Diseño Como Negocio - Capítulo 1

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Capítulo 1: El diseño como negocio.

Lo que se pretende con este capítulo, desde el punto de vista de los diseñadores

gráfico, es que se pueda tener una visión de negocio que complemente a la modalidad

de trabajo freelance. Es por esto que se tratara en profundidad la gestión del diseño

en función a la influencia y al enlace que generan en el desempeño del diseño grafico

en el ámbito empresarial.

La realidad es que cuando un diseñador realiza una tarea de diseño para un tercero,

en este caso un cliente o comitente, tiene la obligación de ser retribuido mediante una

compensación, generalmente, económica. Por lo general la mayoría de los proyectos

en los que puede trabajar un diseñador son requeridos por empresas con fines de

lucro, haciendo que el vinculo entre el cliente y el diseñador sea solo en términos de

negocios, para Piazza (2004) un diseñador vende soluciones y esto lo convierte en

una empresa de servicios.

En una realidad que al profesional del diseño gráfico por lo general le es difícil pensar

en su profesión como un negocio y todas las acciones que esto genera. Se cree que

esto es una consecuencia, en parte, de la formación académica del diseñador.

El diseñador gráfico acostumbre a ver su profesión desde el punto de su desarrollo

práctico en un proyecto de comunicación visual. Es por esto que Daniel Cinacchi

(2003) dice que es importante considerar que en un estudio de diseño lo importante no

es la cantidad de empleados que tenga, el tamaño y la cantidad de sus clientes o su

locación y sus aptitudes, sino que, lo importante se encuentra en que un estudio de

diseño es un negocio y por lo tanto su objetivo es claramente generar resultados

económicos, es por esta razón que debe ser encarado como tal.

Los proyectos no pasan de una etapa a la otra de manera automática y prolongada

dentro del ámbito del mercado laboral, si no que demandan una inversión de recursos

económicos, humanos y de organización para salir adelante.

El rol de un diseñador que pertenece a una estructura de un estudio establecido, es

distinto al rol que cumple un diseñador que se convierte en director de estudio.

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En el primer caso el trabajo del diseñador se acota a la tarea práctica de resolver

problemas de diseño, todas sus acciones se condicionan en función del cliente por

encima de sus aspiraciones, deseos y gustos personales a cambio de un salario. En el

segundo caso, el del director de un estudio de diseño, incluso, siendo este

unipersonal, el diseñador se convierte en un emprendedor.

Existe una diferencia entre ser un profesional de diseño y llevar adelante una empresa

de diseño. Esta diferencia radica, según Jorge Piazza (2006), en la necesidad de

adquirir conocimientos y manejos de gestión que superan las capacidades propias de

la actual formación del diseñador gráfico.

Las tareas que realiza y los tiempos que maneja un empresario del diseño, se alejan

de cierta forma de la tarea central para la que ha sido formado académicamente

(comunicación visual), apuntando también a materias de gestión, administración y en

muchos casos de venta.

Estas actividades se dividen en dos. De acuerdo con Jorge Piazza (2006) la primera

de esta división es la gestión externa en donde se encuentran todos los tiempos

dedicados al diseño, al cliente, al seguimiento de proveedores y al desarrollo

operativo. La segunda división corresponde a la gestión interna que dedica su tiempo

al manejo de la estructura del estudio y a sus potenciales clientes.

Por otro lado, contemplando el caso de nuestro interés (el diseñador independiente)

nos remitimos a Perkins (2006) que establece que el freelance debe ser entendido

como un negocio de una sola persona (microempersa), el profesional que trabaja por

su propia cuenta, divide sus tiempos y sus tareas a cumplir las funciones prácticas y

las de administración.

Es común que a las microempresas se las relacione con ciertos prejuicios como la

baja productividad, poca participación del mercado, la informalidad, la baja relación

capital-trabajo, entre otras. Sin embargo según Diste (1995) existen micro

emprendimientos que son lo contrario a lo mencionado con anterioridad. Estos estas

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consolidados con alta productividad, utilizan nuevas tecnologías y están totalmente

orientados hacia un mercado formal.

Se cree que en una micro-empresa la voluntad del mismo emprendedor es la única

normativa, por lo cual se la entiende como un negocio flexible. Y también es común

pensar que por esto esa persona es quien debe decidir sus propios límites de

formalidad y su visión de negocio.

Claro está con lo mencionado que el éxito de un micro-emprendimiento como negocio

depende indispensablemente de la capacidad que tenga el emprendedor para definir

sus metas y ambiciones.

Se considera que en el caso del diseñador gráfico freelance se debería recurrir, al

igual que otros negocios a la gestión, la administración y el marketing, con el intención

de cumplir con sus objetivos como emprendimiento.

El “Marketing” es un concepto que muchos diseñadores consideran agraviante, y

además se cree que el marketing no es pertinente en tareas complejas e

individualizadas como lo son las del servicio del diseño. Morgan (1986) disiente y

explica qué al igual que cualquier otro negocio, el emprendimiento en el área de

diseño tiene la necesidad de venderse y promocionarse.

Siguiendo la línea del diseño como negocio, es importante destacar que el sentido

comercial del diseño gráfico es ofrecer una solución a las necesidades de

comunicación de un cliente. Por este motivo es importante que todas las relaciones

comerciales con cada uno de los clientes este planificada en función del diseño

mismo.

En el negocio del diseño gráfico se debe tener en cuenta que la comunicación es el

soporte de las negociaciones. Quién debe tener la habilidad de relacionarse con sus

clientes en términos de negocios y administración, dejando de lado el léxico técnico su

practica profesional, es el diseñador emprendedor.

Todas las relaciones, incluso las comerciales, están basadas en la confianza. Este es

un concepto difícil de medir y estudiar que el diseñador debe ganarse por parte del

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cliente. Es por esta razón que el profesional debe planificar sus estrategias de

comunicación con el objetivo de obtener dicha confianza.

Como micro-empresario, el diseñador grafico, tiene un compromiso doble. Por un lado

las responsabilidades con su negocio, en el cual es trabajador y es administrador. Por

otro lado ser el encargado de las relaciones con sus clientes y del proceso práctico del

diseño, tarea que lo excede desde su formación misma.

La gestión de los proyectos y las relaciones comerciales con los clientes son los

pilares primordiales del diseño como negocio. Aún así, en la actualidad, el diseñador

como empresario no cuenta con los conocimientos necesarios para poder controlar

estos aspectos. La formación post universitaria y la experiencia laboral forman parte

del perfil desarrollado por el diseñador independiente en materias administrativas y de

gestión en función del éxito de su negocio.

1.1 Gestión de diseño

1.1.1 Antecedentes y concepto.

El concepto de “gestión”, encarándolo desde una perspectiva muy general, es

entendido como la acción y efecto de administrar en materia de negocios. Sin

embargo la formal en la que es estudiado en la actualidad, es relativamente reciente.

Su propagación se produjo en los años sesenta en el área de la economía,

desarrollándose en temas como gerenciamiento, planeamiento estratégico, logística y

marketing, como una respuesta dócil de la empresa a un contexto cada vez más

complejo e impreciso. (Leiro, R. 2006)

Este término es muy común en el mundo corporativo de los negocios en el presente.

Existen puestos, personas, nombramientos y esfuerzos específicamente dedicados a

esta tarea en distintas y variadas áreas de acción dentro de una empresa,

relacionadas con calidad, producción, nuevos proyectos, recursos, entre otras.

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Según Kathryn Best (2007), el término “negocio” en el contexto de la empresa y el

diseño, comprende todas aquellas actividades no relacionadas con el diseño práctico,

como los son el marketing, las finanzas, la planificación estratégica y las actividades

operativas, que se requieren para el desarrollo de un proyecto.

El diseño es el objetivo especifico de la gestión de un proyecto pero se debe tener en

cuenta que también forma parte del sistema de acciones y prácticas administrativas

de un negocio o empresa.

Es por esto que un diseñador debe adaptar sus conocimientos y su modalidad

operativa para asumir el protagonismo como integrador de todas la acciones referidas

a un proyecto.

Según Joan Costa (1989) en la planeación para un proyecto la gestión de diseño tiene

dos objetivos generales.

Por un lado, familiarizar a los dirigentes (de una empresa o un cliente) con el diseño y

por el otro, acercar a los profesionales de diseño con la dirección y desarrollar

métodos para integrar el diseño en el entorno empresarial. (Best, K. 2007)

De acuerdo con Leiro, R. (2006) al definir la gestión de diseño en la actualidad

es posible enunciarla como: un conjunto de actividades de coordinación, diagnóstico,

negociación y diseño que se llevan acabo en el ámbito de la empresa, interactuando

con la áreas de la producción, de la programación económico-financiera y de la

comercialización.

En este proyecto se toma a la gestión de diseño como la función del diseñador gráfico,

en la organización de las disciplinas que participan de las etapas y decisiones

involucradas en la producción de un mensaje de comunicación visual determinado.

Se puede identificar gran parte de gestión de diseño en la fase intermedia entre la

planeación de un proyecto y su materialización, es ahí en donde se lleva a cabo gran

parte de la gestión. Para realizar esta tarea, el diseñador gráfico tiene que estar

capacitado para poder transmitir su propuesta y para negociar ante cualquier tipo de

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conflicto que surge entre los intereses de la empresa y los del resultado de dicho

proyecto. (Leiro, R. 2006).

1.1.2 Etapas de la gestión.

En función del análisis acerca de los conceptos que conforman el accionar de la

gestión del diseño se determinaron las etapas y el orden que comprende la

organización y planificación de la gestión del diseño en los proyectos de diseño en

relación con la empresa. El diseñador encargado de la gestión debe organizar y

planificar los siguientes puntos:

1. Definir los objetivos comerciales.

2. Realizar un análisis y comprensión del proyecto, desde la idea inicial, los conceptos

a desarrollar según los requerimientos establecidos por el cliente y el entorno.

3. Hacer una investigación.

4. Organizar la asignación de roles según aptitudes de los profesionales que trabajan

en el proyecto, caracterizándolos como un equipo en función de los objetivos

comerciales, además de definir la pertinencia y necesidad de contar con otras

profesiones diferentes al diseño gráfico, como un trabajo interdisciplinario.

5. Propuestas de diseño.

6. Evaluación de factibilidades.

7. Lograr un optimo manejo de los recursos materiales en función de lo que la

empresa está en capacidad de producir, la comunicación y negociación con

proveedores.

8. Producción.

9. Comercialización.

En complemento a estas etapas la autora Kathryn Best (2007) divide en tres partes la

gestión del diseño donde profundiza en la gestión de las estrategias del diseño, su

proceso y su implantación; La autora comienza por definir la gestión de la estrategia

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de diseño como la fase para crear e inspirar, en esta etapa se conciben los proyectos

y las iniciativas de diseño, consiste en introducirlo en el ámbito estratégico de la

empresa y en identificar las oportunidades para diseñar e interpretar las necesidades

de los clientes y encontrar formas en las que el diseño puede contribuir al negocio de

la empresa. La gestión del proceso de diseño es la etapa que está enfocada a

desarrollar y dirigir el modo en que una estrategia se materializa y se hace tangible

mediante el empleo del diseño. La gestión de la implantación del diseño es la

realización del proyecto y presentación de resultados, se analizan las habilidades para

gestionar proyectos creativos, dirigir y defender proyectos de éxito y desarrollo de

habilidades de comunicación escrita.

1.1.3 Liderazgo: ¿Quién se encarga de la gestión de diseño?

Se estima que el liderazgo es una condición que debe tener el profesional del diseño

para guiar a todos los elementos que ejercen influencia en la proyección de la

empresa o de un mismo producto, ya sean recursos materiales o recursos

provenientes de humanos. La dirección le otorga al diseñador la autoridad para tomar

decisiones apropiadas, con el propósito de dar resultados positivos a la empresa,

como lo expresa Mary McBride en Best (2007), la gestión del diseño consiste en

identificar y asignar los activos creativos de una empresa para crear una ventaja

estratégica sostenible. La gestión del diseño se traduce en liderazgo orientado al

diseño y es el puente entre el diseño y la empresa.

El liderazgo produce una serie de obligaciones que se anteponen al desarrollo del

diseño, en función del aporte del valor del mismo: Best (2007), explica de forma

general que “La gestión del diseño no es una vocación, carrera profesional o

asignatura claramente definida. La gestión del diseño conlleva una función de

liderazgo que comporta describir y demostrar el modo en que el diseño puede aportar

valor a la empresa”. (p 27). En la gestión del diseño, el liderazgo tiene como objetivo

planificar y asignar a los recursos de la empresa labores particulares conformes a sus

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aptitudes, para potencializar los mismos recursos y convertirlos en oportunidades.

En otras palabras se podría decir que el diseñador líder tiene el poder y la capacidad

para elegir y coordinar las acciones de la empresa en función del diseño, mediante la

selección del personal adecuado para realizar tareas específicas según sus

capacidades y lograr un trabajo en equipo en donde sus integrantes aportan según

sus conocimientos.

¿Quien se encarga de la gestión del diseño?

La calidad de los productos y la aceptación de los mismos dependen del proceso de

diseño, y este proceso depende de la gestión que se le haga al mismo. Por ello es

esencial que la gerencia de este proceso la haga el diseñador gráfico. Para que la

intervención en la dirección de una empresa, desde el diseño se considere pertinente

es necesario reconocer su valor, como un factor comunicacional y estratégico. Esta

valoración solamente se obtiene si existe una visión clara de lo que hace el diseñador

y su influencia en el entorno productivo.

El profesional encargado de la gestión del proceso de diseño debe a actuar con

eficacia. Para que suceda esta efectividad, se requiere que en la gestión exista una

retroalimentación de la información que utilizan todas las partes implicadas en el

proceso de diseño, es decir el rol de ser investigadores.

Tanto para la producción como para determinar y lograr los objetivos comerciales, es

necesario tener visión de ser investigadores, del entorno y el contexto del producto y

de la misma empresa, con lo anterior nos referimos al conocimiento de las

singularidades del cliente o usuario, de la competencia, de las fortalezas y debilidades

de la organización. El hecho de entender la trascendencia que tiene el ser

investigadores se traduce a proponer interrogantes en relación con los objetivos

comunes del diseño y el grupo al que se dirige.

El reconocimiento del aporte del diseño y la capacidad de ser investigadores le dan al

profesional mayor criterio para dirigir una empresa. La aptitud de investigación

ocasiona mayor conocimiento y proporciona acotar aspectos relacionados con el

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contexto al cual se dirige la empresa, por lo tanto las decisiones en la organización y la

planificación serán más efectivas.

1.1.4 Características de las funciones del diseñador encargado de la gestión.

El diseñador designado a llevar a cabo la gestión del diseño, debe intervenir para que

las distintas disciplinas o áreas pertenecientes a la empresa, trabajen en conjunto y

hacia los mismos objetivos, e influir en la comunicación de todo lo relacionado con el

proceso de diseño.

También es el encargado de realizar un seguimiento al proceso de diseño aportando

este innovación y generando calidad en los productos. La buena comunicación entre la

empresa y el cliente genera rentabilidad económica.

Para explicar lo anterior nos remitimos al análisis del siguiente autor, que según su

experiencia explica porque el diseñador gestiona y cuál es su función:

Best (2007) desarrolla que no existe una línea que separe a los diseñadores de los

directores de diseño y menciona que en un mercado altamente competitivo, los

diseñadores se ven obligados a aprender y disponer de los conocimientos necesarios

para reforzar sus soluciones de diseño y luchar por el reconocimiento. Los directores

de diseño deben comprender y apreciar el buen diseño y también deben ser capaces

de encontrar los factores más adecuados para cada estrategia de marketing o marca.

1.2 Diseño y estrategia.

La organización y planificación son dos conceptos que definen las estrategias en la

gestión del diseño. La estrategia en la gestión del diseño está asociada con la forma

de idear los métodos para lograr los objetivos comerciales de un proyecto de diseño o

de la empresa misma, a través del uso y la interacción de todos los recursos y

elementos del diseño en función de competir en el entorno al cual van dirigidos los

productos.

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Según dice Best, K. (2007) en cuanto al rol de la gestión en función de la estrategia, la

tarea primordial de la gestión de diseño es entender los objetivos estratégicos de la

empresa o del cliente y comprender cuál será el rol del diseño para cumplir esos

objetivos, poder convertirlos en acciones y así desarrollar los medios, las

herramientas, los métodos, los equipos, la planificación, la pasión y el entusiasmo para

lograr estos objetivos de manera exitosa.

Para Leiro (2006), como adjetivo del diseño, el término “estratégico” destaca la

obligación de tener en claro los objetivos significativos y concretos de un proyecto,

concertando en estos los recursos aptos de la empresa y las características solicitadas

por el mercado, en función del desarrollo del mismo. El autor afirma que la estrategia

es la consecuencia de un conjunto de prioridades aplicadas tanto a la planificación de

un proyecto de comunicación visual como a la concentración de los recursos

necesarios para llevar a cabo su producción.

En la actualidad se estima que las empresas son cada día más conscientes del valor

del diseño como medio para alcanzar sus objetivos estratégicos y corporativos. A su

como dice Best, K. existe también un progresivo interés en las herramientas de

diseño, así como la planificación y el desarrollo necesarios para la buena gestión de

proyectos.

El diseñador debe estar preparado para interpretar las exigencias de su cliente y en

función de esto con su estrategia debe aportar el valor del diseño en relación a los

objetivos de su empresa o negocio.

Tomando en cuenta estos objetivos, el diseñador gráfico debe considerar los aspectos

culturales, económicos y sociales que rodean el desarrollo un proyecto y de esta

forma concentrarse en aquellos aspectos importantes sin perder el foco en el objetivo

central de la producción práctica de su trabajo.

1.3 Plan de negocios

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Se considera pertinente el uso de un plan de negocios en función de registrar todo lo

que participa al comienzo de un emprendimiento para decretar la posibilidad comercial

y económica.

Según lo que afirma Piazza (2004) un plan de negocios es una información escrita. En

esta se encuentran datos como quien es el dueño o los socios de la empresa, que

metas aspira y cuales son los objetivos a cumplir. Es una síntesis detallada sobre la

empresa, los productos y servicios que ofrece, las operaciones comerciales que

desarrolla, los planes a futuro y otras características relevante que se crean

pertinentes. Con otras palabras y de forma más sencilla, se describe al plan de

negocios como un documento que define el desarrollo futuro de un emprendimiento, y

muestra la garantía del mismo, conteniendo este: una breve memoria de la empresa

donde se definirá quién o quienes llevarán adelante el proyecto, el concepto del

proyecto o de la empresa, sus objetivos, los recursos financieros y humanos que

requerirá el negocio, determinar como son obtenidos, por qué la empresa tendrá éxito

y en qué tiempo y cómo piensa pagar los fondos.

Retomando el concepto del plan de negocios, del autor Piazza (2014) este dice que:

“Un análisis conciso de la problemática de emprender la profesión del diseño, vista

como un negocio”, en base a esta cita se observan los beneficios que trae el plan de

negocios.

No se debe perder de vista que un plan de negocios es una planificación que participa

directamente con la realidad a la que esta expuesta el diseñador emprendedor desde

el punto de vista económico y desde los recursos con los que cuenta para llevar a

cabo su emprendimiento

El autor Jorge Piazza afirma en su libro, “el diseño como negocio” (2004), que aunque

existe una intención y visión nítidas de emprender desde la profesión del diseño

gráfico no existen herramientas en el aspecto de la planificación, esta falta puede

dañar a una buena idea de negocio porque no se tiene clara la importancia de la

organización y la estrategia vinculadas con el todo dentro de una organización.

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“El plan de negocios describe el desarrollo futuro de un emprendimiento”, (Piazza

2004, p.68). Esto quiere decir que el plan de negocios se convierte en algo adecuado

e imprescindible en la creación de cualquier emprendimiento. Aproximándonos a la

realidad de la idea y en qué lugar se encuentra, no solo como buena idea sino también

todas las variables que incluyen dentro del proyecto como definir los procesos de

planificación, los objetivos y determinar el estado financiero entre otros. Todo esto se

verá reflejado en el funcionamiento del emprendimiento. Es importante que para el

mejoramiento del emprendimiento se tome como punto de partida un informe detallado

del plan de negocios en cualquier área.

Uno de los objetivos de este proyecto es que se comprenda que surge un

mejoramiento en el desempeño de los emprendimientos dirigidos por profesionales del

diseño mediante la implementación de la gestión del diseño.

Después de analizar las posturas de algunos autores y hacer nuestro propio análisis

del tema se podría decir que el mejoramiento se da en términos de un beneficio para

el que produce como para el cliente además de establecer una diferenciación con la

competencia. Esta mejora se da en todos los aspectos relacionados con el desarrollo

de productos y servicios existentes y la posibilidad de generar nuevos productos.

El diseño gráfico implica un contacto directo con el usuario, con la trasmisión de su

mensaje, además de ser una actividad proyectual y creativa, lo que hace la gestión del

diseño es potenciar las oportunidades de obtener una producción eficiente ya que

implica la organización de las estrategias y los recursos en un determinado contexto.

De esta implementación se logra obtener dos resultados, por un lado el resultado

tangible es decir la materialización del producto, mientras que el otro resultado es

intangible y se ve reflejado en la proyección de la empresa y la respuesta a ésta por

parte de los clientes.

El diseñador grafico emprendedor debe comprender que tiene una responsabilidad

con el cliente en termino de sostener los productos o servicios que genera. Para esto

es necesario una visión estratégica desde el papel de dirección que desempeño el

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profesional encargado de la gestión, acerca de las decisiones acertadas de

suplementar a las actividades del diseño con otras disciplinas que sean requeridas.

Además de estas decisiones, cabe destacar, que es importante regular las estrategias

propuestas para mejor la competitividad orientada a las posibles oportunidades en el

mercado, que de ser posibles pasan a ser una realidad en la medida de la aceptación

de los usuarios, o en otros términos en la afinidad del emprendimiento con el mercado.

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