Filosofía Moderna

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1 INTRODUCCIÓN

La historia ha estado marcada por grandes acontecimientos, descubrimientos y


personas. Después de una larga era, en donde la filosofía era limitada y sesgada
por el juicio de la Iglesia, llega una época, que marcará de manera definitiva el
curso y el pensamiento de la humanidad.

La época moderna es un momento histórico fascinante, pues a pesar de todas las


realidades que encierra se aprecia el despertar del hombre, de un sueño o
aletargamiento intelectual que definitivamente lo había estancado. El modernismo
es sumergirse en el sueño de los grandes artistas que con sus desnudos quisieron
gritar Libertad, es contemplar una nueva literatura, con un enfoque completamente
diferente busca dar nuevos motivos por los cuales soñar.

El modernismo es sinónimo del rompimiento de los esquemas que antes era


inimaginable se pudieran cambiar, modernismo es derrumbamiento de cierta
manera, de una tiranía que tenía represado al hombre.

Sumergirse pues, en el mundo de la filosofía moderna es adentrarse en el


pensamiento Cartesiano, Kantiano y demás, es abrir las ventanas y oxigenar el
hostigamiento intelectual y quizás las concepciones equivocadas que se tengan.

Esbozar los autores de la época moderna, no es nada diferente que navegar en un


mar que aunque encuentra contradicciones y confusiones, con un sentido crítico
da la posibilidad de enriquecer las capacidades y la visión crítica frente al mundo,
el hombre y Dios.
2 ÉPOCA MODERNA

Históricamente se conoce como una de las etapas en la que se divide


tradicionalmente la historia Universal, extendiéndose desde la toma de
Constantinopla por los turcos en el año 1453 hasta el inicio de la Revolución
Francesa en el año 1789.

2.1 CARACTERÍSTICAS DE LA ÉPOCA MODERNA

El Renacimiento:
Se conoce como Renacimiento al gran movimiento de renovación que se produjo
en Europa durante los siglos XV y XVI. Este movimiento hizo que se replantearan
muchas de las ideas que perduraron durante el mundo medieval. Se extendió la
actitud crítica, la observación de la naturaleza, la experimentación científica y se
alcanzaron notables avances técnicos, así como una extraordinaria expansión de
las artes. Italia fue el lugar donde surgió el proceso renacentista. Sin embargo, el
Renacimiento se convirtió en un fenómeno europeo que potenció y difundió las
grandes conquistas de la cultura clásica, como la forma de pensar, el idioma y el
arte del mundo greco-romano. En lo que se refiere al arte, muchos son los artistas
que destacaron en este período, sobre todo pintores y escultores: Botticelli, Miguel
Ángel, Rafael, Durero, El Greco. Pero fue Leonardo da Vinci quien con mayor
fuerza representó el espíritu renacentista. En él se mezclan la curiosidad científica
y la inclinación al arte. Leonardo diseñó máquinas muy ingeniosas para su época,
como lo muestran sus bocetos de helicópteros. Realizó estudios de anatomía, y se
consagró como pintor.

El Humanismo
El aspecto intelectual del Renacimiento se conoció con el nombre de Humanismo.
Éste contenía el conjunto de ideas que desarrollaron los escritores de esa época.
Durante este período, se reafirma el valor del hombre y se lo considera como el
protagonista de la historia, exaltándose la idea del individualismo. Una de las
características de este movimiento, fue el estudio de la Antigüedad Clásica,
especialmente de los idiomas griegos y latín. Entre los grandes humanistas
destacan Erasmo de Rotterdam (1469-1536), que influyó en casi todos los
pensadores y políticos de su época. Por otro lado, gracias a la invención de la
imprenta, fue posible la difusión amplia y rápida de las nuevas ideas e inventos.

Crisis religiosa
La crisis que sufrió la Iglesia Católica en el siglo XVI fue uno de los
acontecimientos relevantes del período, que posteriormente se llamó Reforma

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2.1.1 Dante Alighieri

Nació en Florencia en el 1265 y murió en Rávena en 1321. Poeta italiano. Durante


sus años de estudio Dante Alighieri coincidió con el poeta Guido Cavalcanti,
representante del dolce stil nuovo, unos quince años mayor que él, con quien
intimó y de quien se convirtió en discípulo. Según explica en su autobiografía más
o menos recreada poéticamente Vida nueva, en 1274 vio por primera vez a Beatriz
Portinari, cuando ella contaba ocho años y él tan sólo uno más; el apasionado y
platónico enamoramiento de Dante tendría lugar al coincidir de nuevo con ella
nueve años más tarde.

En 1285 Dante tomó parte en el asedio de Poggio di Santa Cecilia, defendido por
los aretinos, y dos años más tarde se trasladó a Bolonia, quizás a estudiar, si bien
se tienen dudas en lo referente a su paso por la universidad de dicha ciudad. Sí
hay pruebas, en cambio, de su participación, en calidad de «feritore» de a caballo,
en la batalla de Campaldino, en la cual se enfrentó a los gibelinos de Arezzo.

En 1290 murió Beatriz, y un año más tarde Dante contrajo matrimonio con Gemma
di Manetto, con quien tuvo cuatro hijos. En 1295 se inscribió en el gremio de
médicos y boticarios, y a partir del mes de noviembre empezó a interesarse por la
política municipal florentina; entre mayo y septiembre del año siguiente fue
miembro del Consejo de los Ciento, y en 1298 participó en la firma del tratado de
paz con Arezzo. En 1300, y en calidad de embajador, se trasladó a San
Gimignano para negociar la visita de representantes de la Liga Güelfa a Florencia,
y entre el 15 de junio y el 14 de agosto ocupó el cargo de prior, máxima
magistratura florentina.

En octubre de 1301, y tras oponerse al envío de tropas para ayudar al papa


Bonifacio VIII, Dante fue designado embajador ante el pontífice, a quien ofreció un
tratado de paz. El Papa, sin embargo, lo retuvo en Roma en contra de su voluntad,
con la intención de ayudar en Florencia a la facción güelfa opuesta a la de Dante,
sector que a la postre se hizo con el control de la ciudad y desterró a sus
oponentes. Acusado de malversación de fondos, Dante fue condenado a multa,
expropiación y exilio, y más tarde a muerte en caso de que regresara a Florencia.

A partir de esta fecha Dante inició un largo exilio que iba a durar el resto de su
vida: residió en Verona, Padua, Rímini, Lucca y, finalmente, Ravena, ciudad en la
cual fue huésped de Guido Novello de Polenta y donde permaneció hasta su
muerte.

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Obras

 Vida Nueva
 Rime Petrose
 La Divina Comedia

APORTE PERSONAL
Tener la posibilidad de contemplar algunos de los personajes que engalanaron la
antesala de la época moderna, es abrir los ojos a una realidad que definitivamente
cambió la historia de la humanidad y la escribió con amor, dolor, pasión y sin
tapujos de ninguna clase, como se acostumbraba en la edad media; tal es el caso
de Dante, que logra escribir una obra tan majestuosa que lo ha inmortalizado en el
tiempo, que lo ha adornado siendo merecedor de la admiración y los comentarios
de grandes hombres que se han dejado seducir por su Comedia. Dante propone
en su obra una ilustración de lo que al hombre tanto inquieta y ya en esta época
intenta disimular pero no logra eliminar: “Su preocupación sobre lo que hay
después de la muerte”, y es precisamente en la Divina Comedia donde se realiza
una exposición tan dramática y escandalosa (por llamarlo de alguna manera) que
impacta a todos sus lectores hasta nuestros días, convirtiéndose en un hito
literario de la humanidad. Considero pues, que aun en pleno siglo XXI en donde la
tecnología se ha apoderado de gran parte del pensamiento, la reflexión y el tiempo
de las personas de esta era, vale la pena embarcarse en la lectura de La Divina
Comedia, puesto que, hoy no menos que ayer continúa haciendo estremecer a
muchos, escandalizar a otros y por supuesto angustiar a otro tanto de los que
leen, pero en cualquier caso resulta fascinante.

2.1.2 Francesco Petrarca

Nació en Italia en 1304 y murió en Arqua en el 1374. Poeta y humanista. Durante


su niñez y su primera adolescencia residió en distintas ciudades italianas y
francesas, debido a las persecuciones políticas de que fue objeto su padre,
adherido al partido negro güelfo. Cursó estudios de leyes en Carpentras,
Montpellier, Bolonia y Aviñón, si bien nunca consiguió graduarse.

Según relata en su autobiografía y en el Cancionero, el 6 de abril de 1327 vio en la


iglesia de Santa Clara de Aviñón a Laura, de quien se enamoró profundamente.
Se han hecho numerosos intentos por establecer la identidad de Laura, e incluso
sus contemporáneos llegaron a poner en duda su existencia, considerándola una
creación para el juego literario. Petrarca defendió siempre, sin embargo, su

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existencia real, aunque sin revelar su identidad, lo que ha inducido a pensar que
quizá se tratara de una mujer casada. Sí está comprobado, en cambio, que
mantuvo relaciones con otras mujeres y que dos de ellas, cuyos nombres se
desconocen, le dieron dos hijos: Giovanni y Francesca.

La lectura de las Confesiones de san Agustín en 1333 lo sumió en la primera de


las crisis religiosas que le habrían de acompañar toda la vida, y que a menudo se
reflejan en su obra, al enfrentarse su apego por lo terreno a sus aspiraciones
espirituales. Durante su estancia en Aviñón coincidió con Giacomo Colonna,
amistad que le permitió entrar al servicio del cardenal Giovanni Colonna. Para este
último realizó varios viajes por países europeos, que aprovechó para rescatar
antiguos códices latinos de varias bibliotecas, como el Pro archia de Cicerón, obra
de la que se tenían referencias pero que se consideraba perdida.

Con el fin de poder dedicarse en mayor medida a la literatura, intentó reducir sus
misiones diplomáticas, y para ello consiguió una canonjía en Parma (1348) que le
permitió disfrutar de beneficios eclesiásticos. Posteriormente se trasladó a Milán,
donde estuvo al servicio de los Visconti (1353-1361), a Venecia (1362-1368) y a
Padua, donde los Carrara le regalaron una villa en la cercana población de Arqua,
en la cual transcurrieron sus últimos años.

Obras

Su producción puede dividirse en dos grupos: obras en latín y obras en lengua


vulgar. Las primeras fueron las que le reportaron mayor éxito en vida, y en ellas
cifraba Petrarca sus aspiraciones a la fama.
Cabe destacar en este apartado el poema en hexámetros África, que dejó
inacabado y en el que rescata el estilo de Tito Livio, las doce églogas que
componen el Bucolicum carmen y la serie de biografías de personajes clásicos
titulada De viris illustribus. Reflejo de sus inquietudes espirituales son los diálogos
ficticios con san Agustín recogidos en el Secretum.

Petrarca logró en vida una importante fama como autor latino y humanista, tal
como prueba su coronación en Roma como poeta, en 1341. Sin embargo, sus
poemas en lengua vulgar recogidos en el Cancionero fueron los que le dieron
fama inmortal. Aunque él los llamaba nugae (pasatiempos), lo cierto es que nunca
dejó de retocarlos, y preocuparse por su articulación en una obra conjunta, lo cual
denota una voluntad de estilo que por otra parte resulta evidente en cada una de
las composiciones, de técnica perfecta y que contribuyeron grandemente a
revalorizar la lengua vulgar como lengua poética.

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En la primera parte del Cancionero, las poesías reflejan la sensualidad y el
tormento apasionado del poeta, mientras que tras la muerte de Laura, acontecida
según declara el poeta en 1348, su amor resulta sublimado en una adoración
espiritual. Petrarca supo escapar a la retórica cortés del amor, transmitiendo un
aliento más sincero a sus versos, sobre todo gracias a sus imágenes, de gran
fuerza y originalidad. Su influencia se tradujo en la vasta corriente del
petrarquismo.

APORTE PERSONAL
Petrarca juega un papel muy importante en cuanto a que además de todo, se
puede decir que, fundó toda una corriente de pensamiento: “El Petrarquismo” que
se trató de una lírica con un alto espíritu platónico y que sirvió de inspiración a los
temas de amor entre otros, de su época. Petrarca además, proclama la autonomía
de las vivencias humanas al margen de la acción de Dios, y pues no es un error
afirmar que, aun en nuestros días muchas personas de diferentes culturas
continúan llevando un estilo de vida altamente marcado por esta premisa
renacentista, que como es sabido no buscaba otra cosa que romper esquemas y
resaltar las posibilidades humanas, sin una relación tan dependiente de Dios. Sin
embargo, no se puede negar que grandes tesoros de la humanidad se deben a
este tiempo, a sus representantes, como Petrarca, pues, de una u otra forma
contribuyeron en el crecimiento y progreso del mundo.

2.1.3 Giovanni Boccaccio

Escritor italiano. Hijo natural del mercader y banquero florentino Boccaccio da


Chellino, agente de la poderosa compañía financiera de los Bardi, no conoció la
identidad de su madre. Las leyendas que el propio Boccaccio se encargó de
difundir acerca de su vida no permiten determinar si nació en París, Certaldo o
Florencia. Lo cierto es que creció en esta última ciudad, en el barrio de San Pietro
Maggiore, y fue educado por Giovanni Mazzuoli da Strada, quien le inculcó la
pasión por Dante que lo dominaría toda su vida.

Tras demostrar escasas aptitudes para las finanzas y el comercio, fue enviado por
su padre a Nápoles, donde adquirió una sólida formación literaria gracias a las
enseñanzas de los más ilustres eruditos de la corte napolitana: Paolo da Perugia y
Andalo Delnevo. Lo que más le impresionó del ambiente napolitano fueron el
refinamiento y la voluptuosidad que reinaban en la corte de los Anjou, en la cual
convergían las culturas italiana, bizantina y árabe.

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En ese contexto de intrigas y ambiciones cortesanas, amores prohibidos y
sensualidad se sitúa su obra maestra, El Decamerón, centrada en la figura
cambiante y fascinadora de Fiammetta, hija ilegítima de Roberto de Anjou, y en
sus propias aventuras juveniles, debidamente enriquecidas mediante brillantes
ornamentos literarios e invenciones de todo tipo. El personaje de Fiammetta, a
quien el autor pretendió haber amado, recorre obsesivamente toda su literatura
anterior.

La peste que asoló Florencia en 1348 le inspiró la idea de El Decamerón, que


redactó entre ese año y el de 1353. La obra obtuvo un gran éxito, lo cual le valió,
en adelante, ser promovido con frecuencia a cargos oficiales honoríficos.
Desempeñó funciones de embajador, primero en Aviñón y luego en Roma. De
esos años son Poema bucólico, conjunto de dieciséis églogas compuestas en latín
e inspiradas en Virgilio, y dos obras de signo totalmente opuesto: Corbacho,
violenta sátira social y sexual, y De las mujeres notables, que contiene una larga
serie de edificantes biografías femeninas. En 1362, sin haber resuelto sus
problemas financieros, se retiró a Certaldo, donde sufrió una crisis espiritual que lo
llevó a renegar de El Decamerón y a volcarse en el estudio y en las prácticas
piadosas. Tras ser ordenado sacerdote, pasó a ocupar el cargo de confesor en
1360.

El humanismo que caracteriza las obras de madurez de Boccaccio, dedicado a


comentar la obra de Dante en la iglesia de San Stefano de Badia por encargo de
la nobleza florentina y a confeccionar una erudita compilación de la mitología
clásica, se anticipa en buena medida al pensamiento y a la cultura del
renacimiento. Ese giro humanístico y religioso guarda relación con la amistad que
por esos años entabló con Petrarca, cuya muerte, acaecida en octubre de 1374, lo
sumió en una profunda tristeza.

Durante lo poco que le quedaba de vida, todos sus escritos serían un constante
lamento por la pérdida del gran amigo y el abandono espiritual en que lo había
dejado. Pero su legado literario más valioso, el que lo convierte en el fundador de
la prosa italiana, son los cien cuentos que componen El Decamerón, que dan
cuenta de su visión a la vez cínica e indulgente de las flaquezas, los pecados y las
corrupciones de los hombres de su época.

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APORTE PERSONAL

Giovanni Boccaccio se hace grande gracias a que su gran decisión al escribir el


Decámeron le convierte en uno de los más grandes representantes de la literatura
renacentista, en la que trata de manera magistral temas de la tradición griega
clásica y también toca un poco los temas de las virtudes teologales.
Definitivamente considero a Boccaccio como un hombre lo suficientemente
valiente, como para romper los paradigmas sociales y literarios justo cuando
apenas se estaba en el declive de la soberanía eclesiástica.

2.1.4 Nicolás de Cusa

Es un pensador en el que se puede llegar a dar una mezcla lo filosófico, teológico


y místico. Es un cardenal italiano de origen alemán. El tema principal de su
pensamiento es Dios, y desde Dios desciende a todos los seres creados, a la
manera platónica. Su obra más destacada es De Docta Ignorancia.

Recoge la tradición neoplatónica entendiendo a Dios como unidad, síntesis


armónica de las diferencias. De Dios sabemos más lo que no es, que lo que es,
porque la experiencia nos permite ver sólo la realidad finita, y Dios es infinito. La
persona reconoce los límites de su mente y vive en un estado de ignorancia sabia
porque sabe la limitación que tiene el ser finito para conocer lo infinito. Frente al
Dios considerado en sí mismo, se halla oculto, se presenta el universo como su
manifestación. Dios contiene en sí mismo todas las cosas, todo lo que éstas son,
es como la verdad en su imagen. El mundo es una representación o una teofanía
de Dios. El mundo proviene de Dios por emanación.

Nicolás de Cusa representa una figura clave en el pensamiento estético y filosófico


del Renacimiento, revelando las principales tendencias del mismo en su
metafísica. Anticipó algunos de los rasgos de la época moderna, pero sin rechazar
por completo el intelectualismo y el universalismo medievales. La concepción
filosófica de Nicolás de Cusa contiene intrínsecamente una profunda reflexión
estética. El cardenal alemán muestra un gran interés por los problemas de la
creación, la mímesis, la percepción visual y la variedad.
La característica fundamental de su planteamiento es la utilización de metáforas
vinculadas a las artes plásticas, ciencias ópticas y matemáticas. La estética de
Nicolás de Cusa y la práctica artística y teórica del Renacimiento son
componentes de un paradigma común y, aunque los objetivos de la filosofía
mística y el arte son diferentes, los medios para sus logros pueden ser similares y
mutuamente esclarecedores.

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APORTE PERSONAL

Como consecuencia de la edad media, muchos eclesiásticos eran grandes


pensadores e destacados influyentes en la sociedad. Nicolás de Cusa no es la
excepción. Considero que la gran novedad de este personaje, radica en su
doctrina de la docta ignorancia, en donde extiende todo un presupuesto teológico
al afirmar que de Dios sabemos más lo que no es, que lo que en verdad es. Así se
constituye en un precursor del nuevo comentario teológico que se elaborará en la
edad moderna.

2.1.5 Giordano Bruno

Filósofo italiano que combatió la filosofía escolástica y la Iglesia Católica Romana;


propagandista apasionado de la concepción materialista del mundo, entendido
como panteísmo. Después de ocho años de cárcel fue quemado por la Inquisición
en Roma. Obras principales: diálogos filosóficos titulados «De la causa, principio y
uno», «Del infinito, universo y mundos».

Su concepción del mundo se formó bajo el influjo de las ideas de la filosofía


clásica grecorromana (primero, del neoplatonismo y pitagorismo; luego, de los
materialistas Empédocles, Anaxágoras, Epicuro y Lucrecio), del libre pensamiento
materialista italiano del Renacimiento y de la ciencia de su época, en particular de
la teoría heliocéntrica de Copérnico. Identificando con sistemático rigor al dios
infinito con la naturaleza, Bruno afirmaba con más decisión aún que Nicolás de
Cusa –cuya influencia experimentó– la infinitud de la naturaleza misma. Bruno
utilizó el descubrimiento de Copérnico, y se esforzó por concretar el sentido físico
y astronómico de dicho principio filosófico a la vez que eliminaba de la teoría
copernicana insuficiencias muy importantes como la representación tradicional de
la finitud del cosmos, cerrado por una esfera de estrellas inmóviles; la idea de que
el Sol permanecía inmóvil y constituía el centro absoluto del universo. Por este
camino, Bruno llegó a la conclusión de que existe un número infinito de mundos y
de que están poblados.

Afirmó, contra los dualismos filosófico-naturales de la escolástica, la


homogeneidad física del mundo terreno y el celeste como formados por tierra,
agua, aire, fuego y éter. Inspirándose en el neoplatonismo, admitía Bruno la
existencia de un espíritu universal, concebido como principio de la vida y como
sustancia anímica que se halla en todas las cosas sin excepción y constituye el
principio motor de las mismas. En este aspecto, como la mayor parte de los
materialistas de la Antigüedad clásica, se situó en el terreno del hilozoísmo y llegó

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a la conclusión de que la materia constituye una sustancia activa con movimiento
propio, y el hombre, con su conciencia, una partícula de la naturaleza única.

Bruno desarrolló también varias proposiciones dialécticas: sobre la unidad,


conexión y universalidad del movimiento en la naturaleza, sobre la coincidencia de
contradicciones tanto en lo infinitamente grande como en lo infinitamente pequeño.

APORTE PERSONAL

Giordano Bruno juega un papel muy importante en la historia de la ciencia, y de


manera especial en la astronomía, pues al formular sus tres leyes sobre el
movimiento de los planetas, rompe paradigmas y estructuras que en un momento
se pensó era imposible de cambiar. En definitiva podría afirmar, que Bruno es uno
de los más grandes observadores de su tiempo, y a la vez un valiente, puesto que
con sus contemporáneos, afirmar el movimiento de la tierra y la manera cómo lo
hacía era motivo para ser condenado a muerte. Los científicos posmodernos
tendrán siempre que rendir gratitud a los aportes de este gran hombre, pues sin
sus observaciones, faltaría una pieza clave en el rompecabezas en el que se ha
convertido el universo.

2.1.6 Nicolás Copérnico

Nació en Polonia en el año 1473 - 1543; estudió astronomía en Cracovia y luego


en Italia. Vuelto a Polonia fue allí clérigo. Su renacentista cultura universal le
permitió leer textos griegos en los que conoció las ideas del movimiento diario de
la tierra y el de su traslación con los otros planetas en torno al sol. Con el se inicia
la revolución científica que sustituye el geocentrismo por el heliocentrismo,
siguiendo la propuesta de Aristarco de Samos. Su obra más importante es De
Revolutionibus orbium Caelestium. Comparte algunas afirmaciones del sistema
aristotélico – ptolemaico como son: que el universo es finito, que las órbitas son
circulares y que la esfera más exterior del universo es la esfera de las estrellas
fijas. Sin embargo se opone el geocentrismo y fundamenta su heliocentrismo en
tres postulados: A).El sol es el centro del sistema planetario. B). La tierra tiene un
movimiento de rotación sobre su eje y uno de traslación alrededor del sol. C). Los
planetas se mueven en círculos concéntricos y los más cercanos al sol lo hacen
más deprisa que los más lejanos.

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Doctrina
• Una crítica a la ciencia que buscaba salvar las apariencias de la
representación gráfica de un mundo físico que no correspondía al movimiento real
de los planetas.

• Afrontó la discusión entre la verdad matemática, física y religiosa, y la


explicación de fenómenos astronómicos y astrológicos que impiden determinar los
principios que rigen el universo, sus observaciones establecieron nuevos
parámetros para buscar un orden necesario y universal que rige el movimiento de
los astros y de sus órbitas que permitan un nuevo criterio en la visión conceptual
del universo.

• Expresó en fórmulas matemáticas la periodicidad y el recorrido de los


planetas en sus órbitas.

• Sistematizó en tablas de cómputo y cálculo las variaciones del movimiento


de los planetas generando una visión ordenada del universo y una nueva
cosmología que abandonó el principio geostático del geocentrismo y replanteo el
principio heliocéntrico de la circularidad.

• Descubrió el doble movimiento la tierra señalando los límites de una


astronomía sin observación científica y sin definiciones claras.

APORTE PERSONAL

Definitivamente Copérnico es todo un hito en la historia de la humanidad. Sin


temor a equivocarse, se puede hablar de un antes y un después de Copérnico, ya
que su teoría le dio un vuelco a todo lo que se enseñaba en su época, no solo en
el campo científico, sino también en el social, literario, religioso etc. El giro
copernicano, se constituye en uno de los pasos más grandes que el hombre ha
dado en su evolución y desarrollo, y aunque en el principio fue supremamente
condenado, sus consecuencias han sido en gran medida muy buenas.

2.1.7 Johannes Kepler

Nació en Alemania (1571- 1630). Kepler es un entusiasta de las ideas


copernicanas y convencido de que los planetas se mueven según leyes
geométricas sencillas, se propuso encontrar éstas a partir de observaciones. Fue
ayudante de Tycho Brache en Praga, quien le puso en guardia contra la
especulación, y le animó a respetar la observación.

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En su obra Misterio Cosmográfico da una explicación matemática del universo. Lo
describe como un conjunto armónico constituido por las relaciones existentes
entre los seis planetas y los cinco sólidos regulares. Su aportación fundamental
es la formulación de las tres leyes del movimiento planetario, que terminan con la
concepción tradicional de las órbitas circulares y el movimiento uniforme de los
planetas.

Aplicó el método experimental para explicar la nueva teoría del mundo. Explica la
causalidad física a través de la armonía matemática de la conexión necesaria
entre la observación, la experimentación o investigación y afirma: “la experiencia
sin la matemática es ciega, la matemática sin experiencia es vacía”.

Estableció la hipótesis matemática de que la causa de los movimientos planetarios


no es el primer motor sino el sol como fuerza de gravedad; sobre todos los
planetas sin experimentos adecuados no puede haber una correcta investigación y
una suficiente ciencia explicativa de la realidad.

Leyes universales que rigen los planetas:


1. La órbita de los planetas es una elipse con el sol en uno de sus extremos.
2. El radio que va del sol a cada planeta recorre tiempos iguales en áreas
iguales.
3. La razón de los cuadrados de los periodos de los planetas es directamente
proporcional de los cubos de las distancias medias.

APORTE PERSONAL

Podría decir, que ya en este momento de la historia, las matemáticas se han


constituido en un eje fundamental de la sociedad, ya en el futuro se afirmará como
Dios ha escrito el mundo con las matemáticas. Kepler un destacado cosmólogo,
con fundamentos teóricos, físicos y matemáticos, hablará de la forma cómo los
planetas se desplazan y confirmará los dos movimientos de la tierra planteados
por Copérnico. Gratitud intelectual por siempre a Kepler, que sistematizó el
conocimiento del cosmos y lo llevó a los más altos niveles permitidos para su
época.

2.1.8 Galileo Galilei

Nace en Pisa, Italia. Estudió en la Universidad de Padua y es profesor de la


Universidad de Padua y Pisa. A partir del descubrimiento del telescopio en
Holanda, se construye uno que le permite demostrar que el heliocentrismo de

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Copérnico era correcto. Sus descubrimientos provocan un enfrentamiento con la
inquisición que acaba en un juicio y una condena al destierro. Teniendo como
base el principio de inercia, diferencia cuatro tipos de movimiento: movimiento
uniforme, uniforme acelerado, de los proyectiles y movimiento del péndulo. Pero
su mayor aportación a la ciencia moderna es el método hipotético- deductivo que
concilia experiencia y razón.

Galileo rebatió a Aristóteles sobre sus doctrinas cosmológicas generando un


nuevo paradigma que siguiendo a Copérnico afectó o impactó todas las
concepciones filosóficas y teológicas, religiosas y científicas del mundo. Continuó
los estudios de la nueva física, centró sus análisis en los elementos de la realidad
y mantuvo el valor de la experiencia y la observación como el fundamento de toda
ciencia.

Su astronomía es observacional pero puesta en perspectiva de métodos


matemáticos y la ayuda de instrumentos como el telescopio que ampliando la
capacidad de los sentidos abre el entendimiento a nuevas realidades destruyendo
el dogmatismo aristotélico-tomista.

El método de Galileo se denomina hipotético- deductivo, a través del cual investiga


los fenómenos celestes y terrestres, y afianza sus teorías sobre la estática y la
dinámica, generando una nueva cosmovisión y ofreciendo un método propio para
la nueva compresión epistemológica:

1. Utilización de la matemática para el estudio de los fenómenos.


2. La construcción mental de la realidad para buscar sus estructuras
esenciales y esquemas generales.
3. Representación geométrica de las observaciones.

Éste método se vincula a las tradiciones de Arquímedes e incorpora sus fórmulas


enriqueciéndolas con un marco observacional e instrumental que expresa las
propiedades materiales en comprensiones matemáticas.

La nueva metodología utilizada por ciencias físicas trazó líneas de demarcación


que permitieron distinguir las propiedades primarias de las secundarias. Las
propiedades primarias son objetivas, establecidas por leyes, magnitudes y
movimientos cuya validez es universal; mientras que las secundarias son
subjetivas y pueden ser modificadas, superadas y verificadas.

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APORTE PERSONAL

Galileo puede ser calificado como el más grande desarrollador de Copérnico, y al


mismo tiempo uno de los más sufridos e incomprendidos. Este científico explicó y
desarrolló un conjunto de teorías sobre el movimiento pendular y la óptica,
constatando y dejándose fascinar por todo lo que ya en su momento había
propuesto Copérnico. Galileo pasa a la historia, completando el círculo de los
precursores de la ciencia astronómica, y será merecedor de reconocimiento
siempre, ya que con la invención del telescopio, rompió las barreras de lo aparente
para siempre.

2.1.9 Isaac Newton

Nació el 25 de diciembre de 1642 (4 de enero de 1643, según el calendario


gregoriano), en la pequeña aldea de Woolsthorpe, en el Lincolnshire. Estudió en
Cambridge donde posteriormente fue profesor de matemáticas. Fue profesor de la
Universidad de Cambridge en el parlamento inglés en el año 1703, presidente de
la Sociedad Real.

Su obra principal: Principios Matemáticos de La Filosofía Natural, contiene las


afirmaciones básicas de la física.
Descubre el cálculo infinitesimal coincidiendo con Leibniz. Demuestra que las
leyes del movimiento son las mismas para los cuerpos celestes que para los
terrestres, en contra de la física aristotélica y formula la teoría de la gravitación
universal, partiendo de las leyes de Kepler. Su física es un estudio del
movimiento, de la naturaleza que puede deducirse matemáticamente de los
principios de la mecánica.

Defiende una noción de espacio y tiempo absolutos. Los estados de reposo y de


movimiento rectilíneo sólo pueden determinarse en relación con otros cuerpos que
estén en reposo o en movimiento. Puesto que no se puede llegar hasta el infinito
en la referencia a nuevos sistemas de encuadramiento, Newton introduce las
nociones de tiempo y espacio absoluto, que van a suscitar grandes debates y una
viva oposición, y más cuando los considera como sensoria Dei, es decir los
sentidos de Dios, a través de los cuales observa todo el universo.

Propone un método inductivo, siguiendo a Bacon, en el que la matemática es la


auxiliar, el instrumento, una parte de la mecánica. Razón y experiencia han de
tener una relación armónica. El método consta de cuatro reglas:

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1. Sólo se puede admitir las causas verdaderas y suficientes.
2. A los efectos naturales se les debe asignar causas naturales.
3. Las cualidades generales de la materia son: extensión, dureza,
impenetrabilidad, movilidad e inercia.
4. La ciencia experimental es inductiva y deben rechazarse las hipótesis
apriorísticas.

Isaac Newton transforma el apriorismo de Galileo y Descartes en un empirismo


filosófico. A este empirismo se le llamó mecanicismo racional que con el tiempo
llegó a fundar los supuestos de la teoría de la relatividad. Explica los fenómenos
en tres axiomas:

1. Una relación intrínseca entre los términos cuerpo – movimiento.


2. Una relación entre los componentes del fenómeno: fuerza y movimiento.
3. Una elación intrínseca entre los principios que finalizan la realidad: cuerpo –
forma.
Newton afirma que las hipótesis pueden ser metafísicas o físicas pero siempre
deberán proceder por inducción y explicar los fenómenos en un lenguaje
mecanicista y universal que se constituye en un paradigma propio de la ciencia.

APORTE PERSONAL

Podría decir que de las mentes más brillantes que ha conocido la humanidad, es
Isaac Newton, ya que con su Ley de la Gravitación Universal y la Inercia, logró
despejar muchos de los mitos que hasta entonces rondaban todo el ambiente
académico e intelectual de la época. Muy seguramente se privó de muchas otras
cosas en sus estudios y observaciones, gracias a que era un profundo creyente,
pero para la edad moderna puede ser el gran emblema de la ciencia.

17
2.1.10 René Descartes

Nació el 31 de marzo en el 1596 en la ciudad de La Haye, al sur de Francia. Hijo


de Joachim Descartes, un consejero en el Parlamento y e intelectual que se
aseguró de proporcionar un buen ambiente de aprendizaje de su hijo. En 1606, a
la edad de 8, René asistió a la universidad jesuita de Enrique IV, donde estudió
literatura, gramática, ciencias y matemáticas. En 1614, decidió estudiar derecho
civil en Poitiers. En 1616, recibió su bachillerato y licenciatura Licenciado en
Derecho. Aparte de sus estudios de derecho, Descartes también pasó tiempo
estudiando filosofía, la teología y la medicina.

Después de una corta estancia en el servicio militar, Descartes pasó a llevar una
vida tranquila, continuando sus actividades intelectuales, escribiendo ensayos
filosóficos, y explorar el mundo de la ciencia y las matemáticas. En 1637, publicó
"geometría", en la que su combinación de álgebra y geometría dio a luz a la
geometría analítica, más conocido como geometría cartesiana.

Pero la contribución más importante de Descartes fueron sus escritos filosóficos,


Descartes, quien se mostró convencido de que la ciencia y las matemáticas
podrían utilizarse para explicar todo en la naturaleza, fue el primero en describir el
universo físico en términos de materia y movimiento, ver el universo como un
gigante motor diseñado matemáticamente. Descartes escribió tres textos
importantes: Discurso del método de Correctamente Realización de la razón y
buscar la verdad en las ciencias, Meditaciones metafísicas y principios de la
filosofía.
René Descartes siempre había sido una persona frágil, y por lo general se pasan
la mayor parte de sus mañanas en la cama, donde él hizo la mayor parte de su
pensamiento, que acababa de sueños en los que a menudo tenían sus
revelaciones. En sus últimos años, Descartes tuvo que trasladarse a Suecia a tutor
reina Cristina en la filosofía. Por desgracia, la Reina era un madrugador que
querían sus clases a las 5:00 de la mañana. Este nuevo horario no ayudó
Descartes salud frágil, y que contrajo neumonía, de la que murió el 11 de febrero
1650 a la edad de 54 años.

El mismo Descartes nos ha descrito en su discurso del método la trayectoria de


su vida y pensamiento; “hacer ver en este discurso cuáles son los caminos que he
seguido y presentar en él mi vida como en un cuadro, para que cada cual pueda
juzgarla”. En él descubrimos efectivamente sus objetivos. Descartes se ilusiona
con la idea de dar a la filosofía un camino y una construcción a cubierto de toda
inseguridad, de toda duda; sueña con un sistema de filosofía tan claro y tan
consecuente como las verdades matemáticas y geométricas.
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El nuevo punto de partida que establece Descartes es la duda absoluta. Esta
filosofía cartesiana tiene como punto de partida el principio que él mismo expresa:
“Pienso, luego existo”. Pretende elaborar un método basado en el modelo de las
matemáticas y lo presenta como un sistema de principios que derivan otros.

Admite como única certeza o verdad la ciencia que depende de Dios, a partir de
Dios se puede adquirir una ciencia perfecta sin lugar a equivocaciones.
El proceso de duda conduce a una evidencia que la define como ergo sum tan
irrefutable, tan indestructible que ni Dios mismo podría desmentirla.

El mundo material se reduce a la extensión, mientras que el mundo espiritual al


pensamiento; los seres materiales pertenecen a la realidad extensa, mientras que
el hombre se ubica en las dos realidades (extensa y espiritual); son máquinas
simples, mientras que el hombre es una máquina que piensa y expresa lenguaje.

APORTE PERSONAL

Podría afirmar que es propiamente con Descartes con quien inicia en su plenitud
la filosofía moderna. Es considerado por muchos el padre del racionalismo
moderno. Su aporte al pensamiento es de gran valor, y ya con su método de la
duda metódica, propone un nuevo paradigma en la valoración de la realidad y la
manera de comprenderla. Al proponer su Cogito, desarrolla toda la doctrina del
Yo, rescatando diversos elementos que se habían perdido en la edad media. Al
proponer que el hombre es sustancia extensa y pensante, sienta las bases o
esboza las dos corrientes epistemológicas por las que se verá marcado el
modernismo.

2.1.11 Nicolás Malebranche

Nace en París. Después de estudiar en la Sorbona entra en la congregación


religiosa de los Oratonianos. Estudia teología y las Escrituras, conoce la doctrina
agustiniana y es ordenado Sacerdote en 1664. La lectura del libro de Descartes
Tratado del Hombre, lo impresiona, y se dedica algún tiempo al estudio
sistemático de la obra cartesiana. Sus obras importantes son: La Búsqueda de la
Verdad, Tratado de la Naturaleza y de la Gracia.

Crea dos teorías filosóficas llamadas ontologismo y ocasionalismo; con respecto al


ontologismo se pregunta ¿de dónde proceden las ideas universales e inmutables?
No son eternas ni se hallan sueltas, como Platón, ni pueden provenir de los

19
sentidos, qué sólo captan lo singular y lo concreto. Tampoco pueden proceder de
la imaginación, que es meró residuo de las sensaciones; ni de la razón ni del alma,
ya que producir una idea es crearla, y la razón y el alma humana nada pueden
crear; en consecuencia la única explicación del origen de las ideas universales es
que proceden de Dios. Y con respecto al ocasionalismo es un intento de explicar
el problema de la comunicación de las sustancias planteado por Descartes. Dios
emplea los medios racionales según la ocasión y la necesidad del ser dando
origen a la teoría filosófica llamada ocasionalismo que se define como el actuar de
Dios de acuerdo a la proporción y a la necesidad del hombre.

APORTE PERSONAL

El comentario propuesto por Malebranche es uno de los tantos referidos al


problema de Dios; considero de manera particular, que es interesante pero
plenamente discutible. Es posible que pueda existir una estrecha relación en lo
que más adelante filósofos existencialistas- vitalistas como Nietzsche, Marx, etc.
argumentarían: “la religión es el opio del pueblo, Dios surge como necesidad del
hombre, el hombre creó a Dios y no Dios al hombre”; pues Malebranche a través
del movimiento filosófico llamado ocasionalismo afirma que el actuar de Dios es
conforme a la necesidad que tiene la humanidad, por lo tanto llevando este
concepto al campo existencialista se podría deducir que el hombre ha creado a
Dios para satisfacer una necesidad de fe de la cual carece. Sin embargo no es un
pensamiento tan reciente, pues desde los antiguos filósofos griegos – clásicos
viene este argumento.

2.1.12 Baruch Spinoza

Es oriundo de una familia de mercaderes judíos emigrados de Portugal a los


países bajos. Holandés nacido en Ámsterdam. Fue un pensador profundamente
religioso, con una religiosidad abierta y una concepción de Dios grandiosa. Su
doctrina filosófica se centra en un racionalismo panteísta, parte de la definición de
sustancia a la que define como aquello que existe en sí y se entiende por sí
mismo, es decir, aquello cuyo concepto no necesita del concepto de otra cosa
alguna de lo que deba originarse.
La sustancia divina posee bastantes atributos de los cuales el hombre puede
conocer solamente dos: la extensión y el pensamiento.
Los modos del atributo extensión son los cuerpos materiales del universo, con sus
propiedades cuantitativas. Los modos del atributo pensamiento, son las almas
individuales, con sus afecciones, sentimientos, ideas, etc. Pero Dios está en todo,
y está de modo esencial y sustancial.

20
Spinoza distingue tres tipos de conocimiento:

1. El conocimiento empírico o sensible, que se halla ligado a percepciones


sensoriales y a las imágenes, que siempre resultan confusas y vagas. Es un
conocimiento inadecuado e imperfecto, en relación a los tipos siguientes, pero es
prácticamente insustituible, debido a su utilidad.

2. El conocimiento racional es el propio de la ciencia, de verdades universales


y necesarias expresado en las matemáticas, la geometría y la física. A diferencia
del conocimiento sensible, no sólo se captan las ideas con claridad y distinción,
sino también sus nexos necesarios.

3. El conocimiento de intuición intelectual, que consiste en la visión y


percepción de las cosas desde el punto de vista de lo eterno, en su proceder
desde Dios. Es el conocimiento superior el que nos llevará al amor intelectual de
Dios que es lo único que puede brindar la felicidad al ser humano. Es el
conocimiento que nos une con Dios y nos revela que somos partícipes de la
inmutable esencia divina y del amor con Dios mismo perfectamente se ama.

APORTE PERSONAL

Este autor junto con Leibniz, tienen ambos un gran comentario religioso, y de
manera particular, Spinoza que hace referencia a la sustancia en los diferentes
aspectos y dimensiones, afirmando incluso que Dios es la sustancia más perfecta
de todas. Aplicar todas estas doctrinas a la enseñanza de la Iglesia o demás, es
un absurdo, la nobleza de su trabajo se haya más en la valoración del esfuerzo
intelectual que hacen por encontrar respuestas a los interrogantes que han
acompañado a los hombres de todos los tiempos.

2.1.13 Godofredo Leibniz

Nace en 1646 en Leipzig Alemania. En la universidad de su ciudad natal se


familiariza, ya a la edad de 15 años, con la metafísica escolar de procedencia
escolástica.

Al referirse a Leibniz relacionamos de inmediato al concepto de mónada. La


concepción monadológica de este autor está contenida nuclearmente toda su
teoría del ser y del espíritu. Consideremos primero a la mónada como el concepto
central de la metafísica de Leibniz. Cuando se refiere a la mónada argumenta que

21
toda unidad de acción es una suma de fuerzas; y para que sea real dicha suma es
preciso que sean igualmente reales los sumandos que en ella se contienen.
Ahora concebimos los últimos sumandos como algo extenso, en el sentido de
Descartes, entonces no tenemos verdaderos sumandos últimos, pues todo a su
vez divisible infinitum y así nunca encontraremos algo realmente último.

La doctrina filosófica de Leibniz está referida a una armonía pre-establecida que


es uno de los esquemas matemáticos y económicos con los cuales pretende
construir un modo metodológico formal y universal utilizando la comparación de la
sincronía de los dos relojes que como el alma y el cuerpo marchan acordes a un
movimiento pre-establecido.

La armonía pre-establecida es un principio de suprema racionalidad que nos


permite comprender la variedad de los fenómenos que se desarrollan en el
mundo. Supone que debe existir una ley interna de inteligibilidad en todos los
fenómenos. Esta ley suprema de racionalidad postula la existencia de un mundo
en perfecto dinamismo y polimorfa realidad.

La armonía de las mónadas es le modelo abstracto que el hombre puede crear a


micro-mundos categoriales como la economía, la biología y la ciencia.

Mónada: elemento comparado con el átomo, con la célula, poseen dos facultades:
perciben y tienden a algo; la mónada es un espejo viviente que representa el
mundo y que consta de tres principios que la rigen:

1. Son determinadas desde una fuerza cohesional.


2. Carece de movimiento interno.
3. Son cerradas en sí mismas y a otro.

Monadología es el sistema ideal de la organización del mundo según la hipótesis


racionalista de la armonía pre-establecida en el principio.
El principio de razón suficiente nos dice que "todo objeto debe tener una razón
suficiente que lo explique". Lo que es, es por alguna razón, "nada existe sin una
causa o razón determinante".

Existencia de Dios
Leibniz, fiel a su temperamento ecléctico, admite la validez de todos los diversos
argumentos acerca de la existencia de Dios. Él aduce el argumento de la
contingencia del ser finito, reforma el argumento ontológico usado por Descartes, y
añade el argumento de la naturaleza de la necesidad de nuestras ideas. Este
tercer argumento es realmente de origen platónico. Su validez depende del hecho
22
de que nuestras ideas son realmente necesarias, no simplemente en un sentido
hipotético, sino en un sentido absoluto y categórico, y en la ulterior posición de que
una necesidad de ese tipo no puede ser explicada a menos que aceptemos que
exista un ser absolutamente necesario.

APORTE PERSONAL

Dentro de las novedades más propias de Leibniz se encuentra la doctrina de


monadología en la que encuentro una estrecha relación de analogía con la
doctrina de los atomistas.
Como lo mencionaba anteriormente, su comentario sobre Dios y las realidades
religiosas es bastante interesante, porque a pesar de que dista de la tradicional
enseñanza y concepción de Dios, la reviste de todo un carácter racional, que
antes no tenía.

2.1.14 Francis Bacon

Era hijo menor de sir Nicholas Bacon, nombrado guardián del Gran Sello por la
reina Isabel I. Su madre, Ann Cooke Bacon, segunda esposa de sir Nicholas, era
sobrina de sir Anthony Cooke, hablaba cinco idiomas y estaba considerada como
una de las mujeres más ilustradas de su época.

Aunque no se haya establecido con seguridad, hay razones para creer que Bacon
recibió tutorías en su casa durante sus primeros años, y que su salud durante
aquel período, al igual que con posterioridad, era delicada. En 1573, a la edad de
13 años, ingresó en el Trinity College de Cambridge, institución en la que cursó
estudios hasta 1576, período que pasó en compañía de su hermano mayor,
Anthony.

En Cambridge, sus estudios de las diversas ciencias le llevaron a la conclusión de


que los métodos empleados y los resultados obtenidos eran erróneos. Su
reverencia por Aristóteles, de quien, a pesar de todo, no parecía tener excesivo
conocimiento, contrastaba con su desapego por la filosofía aristotélica. A su juicio,
la filosofía precisaba de un verdadero propósito y nuevos métodos para
alcanzarlo. Con el primer germen de la idea que le consagraría, Bacon abandonó
la universidad.

El 27 de junio de 1576 ambos hermanos ingresaron en de societate magistrorum y


unos meses más tarde fueron destinados a Francia como agregados del
embajador sir Amyas Paulet. La situación política y social en la Francia de aquella

23
época, durante el reinado de Enrique III, le proporcionó al joven Francis una
valiosísima experiencia política al verse en la necesidad de llevar a cabo algunas
comisiones diplomáticas delicadas. Aunque vivió en Poitiers, durante su estancia
en el continente visitó París y las principales ciudades francesas, además de
recoger informes sobre los recursos y la situación política de los diferentes países
europeos, informes que se han venido publicando en sus obras bajo el título de
Notes on the State of Christendom (Notas sobre el estado de la cristiandad), a
pesar de que como apuntara el historiador James Spedding, el trabajo parecía ser
autoría de uno de los ayudantes de su hermano Anthony.

En 1579, al conocer la muerte de su padre, Francis regresa a Inglaterra. La


modestísima herencia que le deja su padre, al no poder éste cumplir el deseo de
dejarle a su hijo menor en posición acomodada por sorprenderle la muerte
repentinamente, obliga a Francis a adoptar una profesión que a la postre sería el
derecho.

Con sus estudios en derecho, literatura y diplomacia, Bacon aspira a conseguir un


puesto político de importancia. Esto lo logra cuando Jacobo I de Inglaterra
asciende al trono en 1603, el cual lo designa procurador general en 1613. Su
carrera política avanza y es nombrado canciller de Inglaterra en 1618.
Posteriormente, Bacon se ve envuelto en intrigas políticas que lo acusan de
desprestigiar al rey, y luego en 1621 fue acusado de corrupción y maltrato a sus
subordinados. Sin embargo, Bacon logra salir airoso de esta situación,
acumulando una fortuna durante el ejercicio de la labor pública, con la cual se
retira para ocuparse de sus estudios en filosofía y ciencias.

Murió en Londres en 1626, debido a una neumonía.

2.1.14.1 Teoría de los Cuatro Ídolos

Los ídolos y las falsas nociones que han ocupado ya el entendimiento humano y
han arraigado profundamente en él no sólo asedian las mentes humanas haciendo
difícil el acceso a la verdad, sino que incluso en el caso de que se diera y
concediera el acceso, esos ídolos saldrán de nuevo al encuentro, y causarán
molestias en la misma restauración de las ciencias, a no ser que los hombres,
prevenidos contra ellos, se defiendan en la medida de lo posible.

Son cuatro las clases de ídolos de las mentes humanas. Para mayor claridad les
hemos puesto nombres, de forma que la primera clase la llamamos Ídolos de la

24
Tribu, a la segunda Ídolos de la Caverna, a la tercera Ídolos del Foro y a la cuarta
Ídolos del Teatro.
El remedio adecuado para la expulsión y alejamiento de los ídolos es la obtención
de Nociones y Axiomas por medio de la verdadera inducción. Sin embargo, es
muy útil la indicación de los ídolos, pues la doctrina de los ídolos ocupa con
respecto a la Interpretación de la Naturaleza el mismo papel que la doctrina de las
Refutaciones Sofísticas con respecto a la dialéctica vulgar.

Los Ídolos de la Tribu están fundados en la misma naturaleza humana y en la


misma tribu o raza humana. Pues es falso afirmar que el sentido humano es la
medida de las cosas; muy al contrario: todas las percepciones, tanto las de los
sentidos como las de la mente, son por analogía humana y no por analogía con el
universo. El entendimiento humano es semejante a un espejo que refleja
desigualmente los rayos de la naturaleza, pues mezcla su naturaleza con la
naturaleza de las cosas, distorsionando y recubriendo a esta última.

Los Ídolos de la Caverna son los ídolos del hombre individual. En efecto: cada cual
(además de las aberraciones de la naturaleza humana en general) tiene un espejo
o caverna propia que rompe y corrompe la luz de la naturaleza ya sea por la
naturaleza propia y singular de cada uno o por la educación y trato con los demás
o por la lectura de libros y la autoridad de aquellos que cada cual cultiva y admira,
o bien por la diferencia de las impresiones, según ocurran en un ánimo ocupado
de antemano y predispuesto o en un ánimo tranquilo y reposado. Pues el espíritu
humano [tal como aparece dispuesto en los individuos particulares] es diverso y
está completamente perturbado y procede de forma azarosa, por lo que muy bien
dijo Heráclito que los hombres buscan las ciencias en mundos menores y no en el
mundo mayor o común.

2.1.14.2 Método Científico

1. Observación
2. Experimentación
3. Constatación
4. Formulación de la hipótesis
5. Verificación de la hipótesis
6. Formulación de la teoría

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2.1.14.3 Tablas del método inductivo

La inducción baconiana, a diferencia de la aristotélica, no procede por simple


enumeración, esta pretende comprobar mediante sus conocidas «tablas» cómo
permanece constante un fenómeno, si incluye o excluye a otro, o la influencia de
un fenómeno que puede afectar a otro por estar más o menos presente.

1. TABLA DE PRESENCIA: la cual mide como permanece constante un


fenómeno pese a que cambien otros similares, con lo que llega a la conclusión de
que esa es la forma.

2. TABLA DE AUSENCIA: esta verifica si un fenómeno incluye o excluye a


otro, de modo que el individuo o excluido constituirá la forma o no formara parte de
ella.

3. TABLA DE GRADOS: esta nos dice en qué medida la influencia de un


fenómeno por estar más o menos presente afecta a otro fenómeno.

El método para descubrir las formas es la inducción. Y tiene las siguientes partes:

1. Se reúnen todos los hechos que sean posibles acerca de la «naturaleza» que
se quiera investigar. Por ejemplo, el calor. A esta parte la llama Bacon «Historia
natural y experimental»

2. Se ordenan estos hechos según tres tablas: tabla de presencia (hechos en los
que se da esa naturaleza o fenómeno), tabla de ausencia (hechos en los que no
se da), tabla de grados (hechos en que varía). En la primera tabla se trata de
reunir los hechos más dispares posibles; en cambio, en la tabla de ausencia se
trata de recoger hechos semejantes a los de la primera tabla, pero tales que en
ellos no se manifieste el fenómeno. Ambas tablas deben ir, pues, coordinadas
entre sí. Por ejemplo, en la primera tabla recoge Bacon los rayos del Sol como
primer hecho (en los que se da el calor), y en la segunda, los rayos de la Luna.

3. Se procede a la inducción propiamente dicha, la cual comienza por el


procedimiento de exclusiones: excluir como «forma» aquello que no se encuentra
cuando se da el fenómeno, o que se encuentra cuando no se da, o que aumenta
cuando el fenómeno disminuye, o disminuye cuando el fenómeno aumenta. La
coordinación de las dos primeras tablas facilita las exclusiones: en el ejemplo
citado, Bacon dice que hay que excluir el fulgor y la luz como causa o «forma» del
calor (puesto que hay luz en los rayos del Sol, pero también en los de la Luna). A
26
base de exclusiones, dice Bacon, «quedará como en el fondo, desvaneciéndose
en humo las opiniones volátiles, la forma positiva, sólida y verdadera, y bien
determinada»

4. Ahora bien, Bacon reconoce que este trabajo es muy arduo y supone
muchos rodeos. Por eso propone algunos auxiliares para la inducción. El primero
es lo que llama «esbozo de interpretación», o «primera vendimia», que no es sino
la formulación de una hipótesis provisional a partir de los casos en que la forma
buscada parece encontrarse de un modo más claro. A continuación señala Bacon
nueve auxiliares más para la inducción, de los cuales sólo desarrolló el primero: la
enumeración de veintisiete «hechos preferentes».

APORTE PERSONAL

La ciencia, creo yo, deberá siempre rendir tributo de gratitud a este gran
personaje. Si bien es cierto, anteriormente existían grandes comentarios
científicos, ninguno de manera sistemática había expuesto el método científico.
Francis Bacon, por supuesto se inscribe en los inicios del Empirismo, rechazando
cualquier afirmación sobre las ideas innatas, y promoviendo a grandes gritos su
método. El método científico que propone comprende una completa secuencia
para llegar a una verdad plena con una comprensión palpable que el hombre por
medio de sus sentidos y capacidad inteligible pueda confirmar. Derriba el antiguo
método aristotélico utilizado en la edad media y se impone este novum organum
que se utiliza aún en la actualidad.

2.1.15 Thomas Hobbes

Thomas Hobbes (5 de abril de 1588 – 4 de diciembre de 1679), fue un filósofo


inglés, cuya obra Leviatán (1651) estableció la fundación de la mayor parte de la
filosofía política occidental. Es el teórico por excelencia del absolutismo político.

Más tarde diría respecto a su nacimiento: "El miedo y yo nacimos gemelos", dado
que su madre dio a luz de forma prematura por el terror que infundía la Armada
Invencible española acercándose a las costas británicas.

Ha sido considerado a lo largo de la Historia del pensamiento como una persona


oscura, de hecho en 1666 en Inglaterra se quemaron sus libros por considerarle
ateo. Posteriormente, tras su muerte, se vuelven a quemar públicamente sus
obras.

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La época de Hobbes se caracteriza por una gran división política la cual
confrontaba dos bandos bien definidos:

1. Monárquicos: que defendían la monarquía absoluta aduciendo que la


legitimidad de ésta venía directamente de Dios.
2. Parlamentarios: afirmaban que la soberanía debía estar compartida entre el
rey y el pueblo.

Hobbes se mantenía en una postura neutra entre ambos bandos ya que si bien
afirmaba que la soberanía está en el rey, su poder no provenía de Dios. El
pensamiento filosófico de Hobbes se define por enmarcarse dentro del
materialismo mecanicista, corriente que dice que sólo existe un "cuerpo" y niega la
existencia del alma. También dice que el hombre está regido por las leyes del
Universo. En estos dos conceptos su pensamiento es parecido al de Spinoza, sin
embargo se diferencia en gran medida de éste al afirmar que el hombre es como
una máquina, ya que según Hobbes, el hombre se mueve continuamente para
alcanzar sus deseos; este movimiento se clasifica en dos tipos: de acercamiento,
el hombre siempre se acerca a las cosas que desea y de alejamiento, el hombre
se aleja de las cosas que ponen en peligro su vida. Así dice que la sociedad está
siempre en movimiento.

Escribió Leviatán, un manual sobre la naturaleza humana y cómo se organiza la


sociedad. Partiendo de la definición de hombre y de sus características explica la
aparición del Derecho y de los distintos tipos de gobierno que son necesarios para
la convivencia en la sociedad. El origen del Estado es el pacto que realizan todos
los hombres entre sí, subordinándose desde ese momento a un gobernante, el
cual procura por el bien de todos los súbditos y de él mismo. De esa forma se
conforma la organización social.

Su antropología se fundamenta en el materialismo. Criticando el dualismo


cartesiano, denunciará el paso ilícito del "cogito" a la "res cogitans". Del "pienso"
puede deducirse únicamente que "soy", de lo contrario, de la proposición "yo
paseo" se seguiría análogamente la existencia de una "substancia ambulante", lo
cual es ciertamente un absurdo. El hombre es un cuerpo y, como tal, se comporta
a la manera como lo hacen el resto de los cuerpos-máquinas. El pensamiento o la
conciencia no es una substancia separada del cuerpo: la "entidad" corporal que
somos, y su conocimiento de las cosas proviene y se reduce a la sensación.

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La libertad humana y el libre arbitrio (albedrío) de la voluntad quedan
subordinados y limitados por el feroz determinismo de Hobbes. Ambos están
condicionados por los movimientos de los cuerpos externos.

APORTE PERSONAL

Hobbes es uno de los autores bien interesantes del modernismo, y de manera


especial, me centro en toda su concepción antropológica, donde considera que el
mayor peligro que tienen los hombres, son ellos mismos. Y dedico mi reflexión
sobre este postulado, porque la historia se encargado de demostrar cuan cierta es
esta afirmación. Hobbes con su determinismo, permite esbozar como por
naturaleza los hombres son malos, y son los únicos capaces de planear el mal
contra el otro, su destrucción, su muerte.

2.1.16 John Locke

Nació en Wrington, Somester el 29 de agosto de 1632. Ingresó en el Colegio


Christ Church, de Oxford, en el año de 1652 donde cursó estudios de
Humanidades. Durante un tiempo estudió la filosofía racionalista del francés René
Descartes despertando su interés por la teoría del conocimiento. Locke es
considerado el gran sistematizador del Empirismo, doctrina filosófica iniciada por
su compatriota Francis Bacon, encargada de observar la primacía de la
experiencia en el conocimiento; fue también un eminente teórico político y social
que inspiró a los pensadores ilustrados del siglo XVIII.
Negó la existencia de ideas innatas y sentó el principio crítico empirista, según el
cual, el conocimiento debe mantenerse en los confines de validez de la
experiencia. Vio la limitación de los derechos individuales, por lo que ideó la
posibilidad de construir una sociedad pacífica y ordenada; sostuvo el principio de
la tolerancia religiosa.
En la Edad Media, cuando aún no había estados ni países, los territorios europeos
estaban organizados en Señoríos, gobernados por nobles, que ejercían su
autoridad sin tomar en cuenta más que su propia voluntad, sin preocuparse del
bien común. No obstante, con el tiempo fue creciendo la necesidad de la gente de
participar en las decisiones políticas, pero esto se hizo realidad hasta el año 1789,
cuando los ciudadanos franceses tomaron conciencia de la injusticia que
significaba su marginación del poder del estado.
Con la Revolución Francesa y las ideas de Locke, resurgieron las ideas
democráticas griegas, con muchas mejorías; de esta manera el gobierno se volvió
responsable ante el pueblo de todas las acciones adoptadas, el pueblo se reserva
el derecho de pedirle cuentas, así como de sustituirlo si lo considera preciso.

29
La democracia como forma de organización social y política tiene sus reglamentos
y leyes emanados de la Carta Magna, con el principio básico de soberanía
(capacidad para tener las últimas palabras en leyes o actos de gobierno), no recae
en una persona o grupo sino en el pueblo en su conjunto.
Consideramos que Locke ha dejado abiertamente los principios de la Democracia
en algunas de sus obras como: "Ensayo acerca del conocimiento humano", ideas
de la doctrina empirista para el desarrollo del entendimiento; "Cartas sobre la
tolerancia", donde manifestó que las ideas religiosas sólo podían asumirse de
forma libre; nunca por coacción. "Tratado sobre el gobierno civil", en el que dice
que la libertad es así misma, la esencia de la soberanía política, delegada por el
conocimiento de todos los ciudadanos en el parlamento; también aplicó sus tesis y
doctrinas empiristas al campo de la educación.
John Locke falleció en Oates, Essex el 28 de octubre de 1704. Sus tesis
empiristas radicalizadas por David Hume y su profundo liberalismo, ejercería una
perdurable influencia en el pensamiento occidental.

APORTE PERSONAL

Junto con David Hume, es el más destacado de los empiristas. Locke en su


discurso político, promueve toda una nueva concepción de la democracia y de la
vivencia de la religión. Podría afirmar que es más brusco con la idea de Dios el
movimiento empirista que el racionalista. Locke reviste el argumento empirista de
justificaciones al elaborar su discurso sobre el origen de las ideas, en donde de
manera categórica, rechaza la simple sospecha de la existencia de ideas innatas.
También elimina la posibilidad de la existencia del espíritu.

2.1.17 George Berkeley

George Berkeley (1685-1753) propuso una teoría filosófica que fue denominada
por él "inmaterialismo" y que recibió más tarde el nombre de idealismo. Elabora
una nueva versión metafísica del empirismo al servicio del teísmo cristiano
creacionista. Para lograr tal propósito, utiliza la epistemología empirista,
considerada por él como la mejor para acabar con el materialismo y enaltecer la
infinita y gloriosa potencia divina.

La ontología de un filósofo es su versión acerca de los diferentes tipos de


entidades que, según él, pueden encontrarse en el mundo.
El inmaterialismo de Berkeley es una ontología que sólo admite dos especies de
existencias, la de las ideas que son pasivas y dependientes y la de los espíritus
que son activos, siendo Dios el espíritu supremamente activo, que ha creado todo

30
lo demás. Berkeley niega, pues, la realidad de los corpúsculos materiales. El
inmaterialismo niega la realidad de las sustancias materiales cualesquiera que
sean. Berkeley estaba convencido de que al exponer esa teoría minaba los
argumentos básicos de los materialismos. Berkeley creía que el inmaterialismo
permitía establecer una prueba nueva e irrecusable de la existencia de Dios.

El mundo no es trascendente, no es separado, no es independiente; solamente


existe "en el acto en que" (desde el lado divino) la mente infinita "lo crea" o (desde
el lado humano) la mente finita lo percibe. Esse est percipi. Ser es ser percibido.
Lo físico se "identifica" con lo sensible, lo sentido. Y Berkeley elimina así de golpe,
la dificultad cartesiana de conseguir certeza a propósito del mundo corpóreo (que
sencillamente no existe), y elimina el problema de la relación entre la mente y lo
extenso. Todo es mental.

Berkeley desemboca en la inmanencia absoluta del conocimiento a la conciencia


como se ve en el siguiente texto: "Es evidente, para quien haga un examen de los
objetos del conocimiento humano, que éstos son las ideas. Además de esta
innumerable variedad de ideas u objetos de conocimiento, existe igualmente algo
que las conoce o percibe y ejecuta diversas operaciones con ellas, un ser activo al
que llamamos mente, alma, espíritu, yo.

Es ciertamente extraño que haya prevalecido entre los hombres la opinión de que
casas, montes, ríos, en una palabra, cualesquiera objetos sensibles, tengan
existencia real o natural distinta de la de ser percibidos por el entendimiento. Pues,
¿qué son los objetos mencionados sino las cosas que nosotros percibimos por
nuestros sentidos, y qué otra cosa percibimos aparte de nuestras propias ideas o
sensaciones? Examinando a fondo esta opinión que combatimos, tal vez
hallaremos que su origen es, en definitiva, la doctrina de las ideas abstractas.
Pues, ¿puede haber más flagrante abuso de la abstracción que el distinguir entre
la existencia de los objetos sensibles y el que sean percibidos, concibiéndolos
existentes sin ser percibidos? Todo el conjunto de los cielos y la innumerable
muchedumbre de seres que pueblan la tierra, en una palabra, todos los cuerpos
que componen la maravillosa estructura del Universo, sólo tienen substancia en
una mente; su ser (esse) consiste en que sean percibidos (percipi) o conocidos".

La principal innovación que Berkeley hace a Locke en la línea gnoseológica del


empirismo es la radicalización del nominalismo. El gran error es pensar que la
mente puede elaborar ideas abstractas.

31
APORTE PERSONAL

Ubicar a Berkeley dentro de los empiristas no es lo más docto, pero la historia así
lo ha hecho. Considero que al proponer que nada existe fuera de la percepción, se
desfasa en tal afirmación dentro de las posibilidades que tenía en aquel tiempo
para justificar tal cosa. Berkeley exageró de tal manera los postulados empiristas,
que cayó en realidades que rayan en el fanatismo y quizás la falta de objetividad
conceptual.

2.1.18 David Hume

Filósofo e historiador británico (1711-1776), nacido en Escocia, cuya filosofía -a


través de la influencia de Berkeley-, desarrolló la doctrina de Locke, y llegó a un
total escepticismo. Precisamente esta actitud escéptica sería el aguijón que más
tarde despertaría a Kant del "sueño del dogmatismo".

La primera preocupación de Hume, igual que la de Locke, es la investigación en


torno a las ideas. Como un empirista más, llega a esta conclusión: todo lo que
contiene nuestra mente son percepciones. El grado de intensidad con que éstas
se manifiestan en nuestra mente establece una distinción: las percepciones
podrán ser impresiones e ideas. Las impresiones, percepciones básicas, son
captadas inmediatamente y a ellas pertenecen las sensaciones, las emociones y
las pasiones. Las ideas, por su parte, son copias o representaciones desvaídas de
las impresiones en la mente y guardan cierta semejanza con las impresiones,
pues en realidad vienen a ser imágenes mentales generadas por las mismas.

Por otro lado, las impresiones también pueden ser simples (las que no admiten
distinción ni separación) y complejas (aquellas que admiten divisiones).
Consecuentemente también habrá ideas simples y complejas. Por ejemplo: la
impresión que nos causa la percepción de un chasquido, es una impresión simple,
y a ella se seguirá una idea simple. Sin embargo, al escuchar una sinfonía,
tendremos una impresión compleja (la variedad de notas musicales), que a su vez,
evocará una idea compleja. Es posible, además, distinguir impresiones que son
sensación, las que provienen de los sentidos externos, e impresiones que son
reflexión, las producidas por el ejercicio interno de la mente.

Con el cúmulo de ideas que es capaz de "crear", asimilar y archivar la mente,


elaboramos el conjunto de pensamientos y razonamientos humanos. El sinfín de
ideas que la mente humana puede elaborar, cabe agruparlo en tres modalidades:
relaciones, modos y sustancias. Por relaciones Hume entiende todas aquellas

32
asociaciones susceptibles de comparación, y que son: la semejanza, la identidad,
la relación de lugar y tiempo, la cantidad, los grados de cualidad en común para
dos objetos, la oposición y la relación causa-efecto. Sólo cuatro de esas relaciones
son capaces de proporcionarnos conocimientos ciertos: las de semejanza,
oposición, grados en la cualidad y cantidad o número. Esto supone que solamente
la matemática será capaz de proporcionarnos conocimientos ciertos. Los modos y
las sustancias son agrupaciones de ideas simples que la imaginación une y a las
cuales se les puede asignar un nombre diferenciador.

Puesto que la idea de sustancia no proviene de una impresión concreta, tampoco


podemos poseer la idea de la misma. La idea tradicional de sustancia queda
reducida en Hume a "una colección de ideas simples unidas por la imaginación".
Sólo hay cualidades e ideas de esas cualidades, como ya había dicho Berkeley;
no se da ese algo más, la sustancia, que las soporte. Pero Hume va más lejos que
Berkeley al negar la validez objetiva al yo, al espíritu, el cual no pasa de ser un
manojo de percepciones varias. Por eso afirmará -y en esto recogerá la idea de
Locke- que se ve obligado a creer en el yo, pero sin saber en realidad qué es.

Hume niega la existencia de una "razón práctica" y la posibilidad de una


fundamentación racional de la ética. El objeto de la moral (pasiones, voliciones y
acciones) no es susceptible de ese acuerdo o desacuerdo entre las ideas sobre
las que se basan lo verdadero y lo falso. Si la razón no puede ser la fuente del
juicio de valor, habrá que buscarlo en el sentimiento, que surge espontáneo en
nosotros ante acciones susceptibles de lo que consideramos valoración moral. El
análisis de este sentimiento revela que es una forma de placer o de "gusto". Ello le
lleva a excluir de la moral todo rastro de austero moralismo o de mortificación del
alma o del cuerpo, porque el fin de la moral es la felicidad y el gozo de vivir del
mayor número de hombres posible.

Igualmente duro se muestra Hume ante el problema religioso. Menoscaba la


pretensión de las pruebas de la existencia de Dios, y niega su existencia apelando
al problema del mal en el mundo. La religión tiene su origen en el sentimiento de
miedo de la gente y en la ignorancia de las causas de los eventos terribles de la
naturaleza. En su libro Historia natural de la religión, defiende una evolución a
partir del politeísmo, hasta llegar a la idea abstracta de la divinidad propia de las
religiones monoteístas.

33
APORTE PERSONAL

David Hume es uno de los más destacados dentro del movimiento empirista, ya
que todo su discurso se constituye en norma universal para todos los que se
suscriben bajo estas ideas. Acudiendo al argumento de que si Dios existiera no
hubiese mal en el mundo, niega rotundamente la idea de Dios. Considero que
Hume, en su gran capacidad de argumentación desconoció o ignoró grandes
realidades que por sí solas eran irrefutables, sus argumentos frente al problema
religioso son muy válidos, pero a Dios no se le puede intentar juzgar o acomodar
en los parámetros humanos, pues desde el momento en el que eso se hace, ya se
está cayendo en un error.

2.1.19 La Ilustración

Movimiento cultural y político, surge en Europa a mediados del siglo XVIII


implicado por el auge de la nueva ciencia, por nuevas visiones políticas,
económicas, sociales y la nueva visión del hombre.

Características

• Implantación y desarrollo de la burguesía como clase social dominante.


• Reuniones literarias, culturales y sociales para debatir los temas de la
actualidad.
• La creación y desarrollo de la enciclopedia como obra que compendiaba la
ciencia y los avances científicos de su tiempo.
• El apogeo de la razón y la tendencia a explicar todo a partir de ella con el
descalabro de la fe.
• Una nueva estructura económica que diversificó los oficios y las técnicas
con el auge de la actividad comercial financiera.
• Frase pilar de la ilustración: “ten el valor de servirte de tu propio
conocimiento”.
• El exagerado culto a la razón y el auge del racionalismo como sistema
explicativo del mundo y de los fenómenos.
• La apelación de la ciencia natural como explicación de los grandes
problemas humanos qué puedo hacer, qué debo hacer, qué puedo creer y qué es
el hombre.
• El esmerado afán del progreso.
• El surgimiento de movimientos como el enciclopedismo, romanticismo e
iluminismo.

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Dentro de los principales autores se encuentran:

 Diderot
 Condillac
 Holbach
 Jean Jacobo Rousseau
 Montesquieu

APORTE PERSONAL

No voy a ahondar sobre la vida y la obra de cada uno, sino que valoraré de
manera global lo característico del pensamiento de la ilustración.

No cabe duda que estos hombres fueron grandes pensadores, pues sus
propuestas en los diferentes campos fueron magistrales. Resalto la obra de
Rousseau y Montesquieu, que a mi modo de ver son las dos grandes luces de
este movimiento.

En nuestros días hay altos tintes del aporte y comentario que los hombres de la
ilustración hicieron, así y de manera tangible, el contrato social de Rousseau y el
Emilio, son dos propuestas que tanto los gobiernos como los modelos
pedagógicos en algún momento han empleado. Les han dado el nombre de la
ilustración, porque en definitiva lo son, han logrado hacer una síntesis del
conocimiento y han elaborado su propia propuesta, por supuesto con las
influencias modernas que será imposible evadir. Son en definitiva grandes
recopiladores y entendidos de la realidad que quisieron contribuir también con su
aporte.

2.1.20 Emmanuel Kant

Filósofo alemán. Hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo.


En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg como estudiante de teología y
fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía racionalista de
Leibniz y Wolff, y le imbuyó así mismo el interés por la ciencia natural, en
particular, por la mecánica de Newton.

Su existencia transcurrió prácticamente por entero en su ciudad natal, de la que no


llegó a alejarse más que un centenar de kilómetros cuando residió por unos meses
en Arnsdorf como preceptor, actividad a la cual se dedicó para ganarse el sustento
luego de la muerte de su padre, en 1746. Tras doctorarse en la Universidad de

35
Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la docencia y en 1770, después
de fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y de haber rechazado
ofrecimientos de otras universidades, por último fue nombrado profesor ordinario
de lógica y metafísica.

La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y


rutinaria. Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la
misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en
una especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que la única
excepción se produjo el día en que la lectura del Émile, de Rousseau, lo absorbió
tanto como para hacerle olvidar su paseo, hecho que suscitó la alarma de sus
conocidos.

En el pensamiento de Kant suele distinguirse un período inicial, denominado


precrítico, caracterizado por su apego a la metafísica racionalista de Wolff y su
interés por la física de Newton. En 1770, tras la obtención de la cátedra, se abrió
un lapso de diez años de silencio durante los que acometió la tarea de construir su
nueva filosofía crítica, después de que el contacto con el empirismo escéptico de
Hume le permitiera, según sus propias palabras, «despertar del sueño
dogmático».

2.1.20.1 Estética Trascendental

En la Crítica de la razón pura se parte, asumiendo los resultados del empirismo,


afirmando el valor primordial que se le da a la experiencia, en tanto esta permite
presentar y conocer a los objetos, desde la percepción sensible o intuición
(Anschauung). La capacidad de recibir representaciones se llama sensibilidad, y
es una receptividad, pues los objetos vienen dados por esta. La capacidad que
tenemos de pensar los objetos dados por la sensibilidad se llama entendimiento.
Las intuiciones que se refieren a un objeto dado por las sensaciones se llaman
intuiciones empíricas y el objeto sensible constituido por la sensación y las
categorías a priori de espacio y tiempo impresas por el hombre, se llama
fenómeno (término de origen griego que significa «aquello que aparece»).

Asimismo a las representaciones en las que no se encuentra nada perteneciente a


la sensación se las llama puras. Se sigue que la ciencia de la sensibilidad es
llamada Estética trascendental, que forma parte de la Doctrina Trascendental de
los Elementos en la Crítica de la razón pura.
El empleo del término «Estética» en Kant difiere del uso que hizo Alexander
Gottlieb Baumgarten del mismo término, en cuanto ciencia de lo bello.

36
La Estética trascendental muestra que, a pesar de la naturaleza receptiva de la
sensibilidad, existen en ella unas condiciones a priori que nos permiten conocer,
mediante el entendimiento, los objetos dados por el sentido externo (intuición).
Estas condiciones son el espacio y el tiempo.

Podemos resumir la Estética Trascendental de la siguiente forma:

1. Que son las impresiones (elemento material del conocimiento) las que
ponen en marcha la mente humana.

2. Que las impresiones son condición necesaria, pero no suficiente, para que
se produzca el conocimiento sensible, o sea, para que podamos ver, oír, tocar...
Hace falta algo más.

3. Ese algo más que falta es aportado por el sujeto que conoce, por dos
formas a priori de la sensibilidad: el espacio y el tiempo; con lo que cualquier
acceso a las cosas en sí mismas sería en principio imposible para una mente
receptivamente sensible como es la humana. Lo en-sí hay que suponer que existe,
independientemente de que un sujeto lo conozca o no. Además, es causa de las
impresiones que afectan nuestra sensibilidad, pero cualquier afirmación sobre
ellas carece de sentido.

4. Cuando, gracias al espacio y al tiempo ordenamos las impresiones, se


produce el conocimiento o representación sensible, es decir, podemos ver, oír,
tocar... Se ha realizado entonces la síntesis de aprehensión.

2.1.20.2 Ética

La ética kantiana está contenida en lo que se ha denominado como sus tres obras
éticas: Fundamentación de la Metafísica de las costumbres, Crítica de la razón
práctica y Metafísica de las costumbres. Kant se caracterizó por la búsqueda de
una ética o principios con el carácter de universalidad que posee la ciencia. Para
la consecución de dichos principios Kant separó las éticas en: éticas empíricas
(todas las anteriores a él) y éticas formales (ética de Kant).

Este nuevo planteamiento acerca de la ética provoca importantes


replanteamientos de la ética a partir de Kant.

La razón teórica formula juicios frente a la razón práctica que formula imperativos.
Estos serán los pilares en los que se fundamenta la ética formal kantiana. La ética
debe ser universal y, por tanto, vacía de contenido empírico, pues de la

37
experiencia no se pueden extraer deberes universales, sino solo planteamientos
prudenciales condicionados por la experiencia sensible. Debe, por lo mismo, ser a
priori, es decir, anterior a la experiencia y autónoma, esto es, que la ley le viene
dada desde dentro del propio individuo y no desde fuera. Los imperativos de esta
ley deben ser categóricos y no hipotéticos que son del tipo «Si quieres A, haz B».

En contraposición a la ética a Kant se encuentran las diversas éticas orientadas a


fines y bienes, como las de Aristóteles o Santo Tomás de Aquino.

El imperativo categórico tiene tres formulaciones:

1. «Obra sólo según una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo que
se torne en ley universal».
2. «Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en
la de cualquier otro, siempre como un fin y nunca solamente como un medio».
3. «Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro
legislador en un reino universal de los fines».

Kant sintetiza su pensamiento, y en general «el campo de la filosofía en sentido


cosmopolita», en tres preguntas: ¿Qué debo hacer?, ¿Qué puedo saber?, ¿Qué
me está permitido esperar?, que pueden resumirse en una sola: ¿Qué es el
hombre?

A la primera interrogante trata de dar respuesta la moral. A la segunda, el análisis


de la Crítica de la razón pura en torno de las posibilidades y límites del
conocimiento humano. A la tercera trata de responder la religión.

Kant concluye su estudio epistemológico haciendo especial hincapié en la


importancia del deber, que es donde reside la virtud de toda acción. Al hacer
coincidir la máxima de cualquier acción con la ley práctica, el ser humano habrá
encontrado el principio objetivo y universal del obrar.

2.1.20.3 Tiempo y Espacio

Según Kant, son intuiciones puras de nuestra sensibilidad, mientras que los
conceptos propios de la física como el de causalidad o inercia, son intuiciones
puras de nuestro entendimiento. Lo que en otras palabras sería que el sujeto
experimenta algo real cuya información recibida es procesada, organizada y
analizada por la razón. Aunque debe atenderse a que la realidad es un compuesto
de fenómenos, detrás de los cuales hay cosas hay cosas en sí mismas,

38
noúmenos, a lo cual debe añadirse que los fenómenos son el mundo tal y como
aparece en el noúmeno, un mundo sin espectador.

Para Kant, el espacio y el tiempo son las formas de nuestra sensibilidad o


intuiciones puras, que le otorgan a las cosas que conocemos su estructura.

El espacio es la forma del sentido externo que permite la representación de los


objetos como existentes en el espacio; y el tiempo es la forma del sentido interno
que hace posible percibir los estados internos en una secuencia temporal.

Los objetos externos también deben pasar por el sentido interno para poder lograr
ordenar temporalmente las representaciones recibidas y considerarlas suyas. Por
lo tanto, el tiempo es la forma general de la sensibilidad.

Para Kant el espacio es una condición “a priori” porque conforma nuestra


percepción de la realidad; por lo tanto es la forma de la intuición externa pero
también puede ser el contenido del acto de intuir.

La intuición es la base de la posibilidad de la geometría y de la matemática como


ciencias puras, “a priori”, que no dependen de elementos empíricos; por eso la
geometría puede establecer principios universalmente válidos con respecto al
espacio que no puede ser considerado una característica de los objetos.

Es muy difícil imaginar el tiempo. Si bien constituye la forma del sentido interno, la
intuición del tiempo presupone la intuición externa del espacio.

Las determinaciones temporales presuponen necesariamente la intuición de


espacio con la representación de objetos y la percepción de cambios y
movimientos.
La geometría nos muestra que en cambio las determinaciones espaciales son
posibles sin las determinaciones temporales.
De manera que para Kant el espacio y el tiempo son intuiciones y no conceptos,
porque están antes que cualquier representación conceptual. Por lo tanto les
atribuye la idealidad trascendental.

De modo que la sensibilidad es una de las fuentes del conocimiento; y el otro


elemento es el entendimiento o facultad del pensamiento de producir conceptos.

El conocimiento no puede ser considerado una cuestión sólo receptiva sino que
tiene que presuponer principios “a priori”, independientes de la propia experiencia
que le dan sustento a ésta, o sea que frente a la receptividad de la sensibilidad
39
existe un elemento activo espontáneo que se producirá en ocasión de la
experiencia.

La actividad específica del entendimiento es el juicio que consiste en relacionar un


sujeto con un predicado y los juicios se componen siempre necesariamente de
conceptos.
Mediante los juicios el entendimiento establece una conexión entre un sujeto y un
predicado.

De manera que en el caso de la sensibilidad, el espacio y el tiempo son las formas


de la sensibilidad mientras que el primer paso en el análisis de la forma del
entendimiento es el juicio.

Juzgar es sintetizar y convierten en conocimiento la pluralidad recibida por la


sensibilidad.
El conjunto de los juicios sintéticos a priori constituirán la forma del entendimiento
y a cada uno de estos juicios según la lógica tradicional, le corresponderá un
concepto.
El mundo para Kant es mundo en tanto puede ser conocido y las ideas son el
concepto último al que tiende el conocimiento como totalidad organizada y con
fundamento.

2.1.20.4 Dialéctica Trascendental

En la dialéctica trascendental, Kant se ocupa de la posibilidad de la metafísica, así


como de la naturaleza y del funcionamiento de la razón. Kant rechaza la
posibilidad de la metafísica.
La metafísica –entendida como conocimiento de realidades que están más allá de
la experiencia- es imposible, ya que las categorías solo pueden aplicarse
legítimamente a los fenómenos, a los datos de los sentidos.

La aplicación de las categorías fuera de la experiencia es lógicamente ilegítima y


da lugar a errores e ilusiones. La misión de la dialéctica consiste en mostrar que
tales errores –especialmente los de la metafísica especulativa– provienen de
pasar por alto la distinción entre fenómeno y cosa en sí.

La dialéctica trascendental es, pues, una crítica del entendimiento y de la razón en


su pretensión de alcanzar el conocimiento de las cosas en sí, de lo que está más
allá de la experiencia.

40
Pero si esta aplicación de las categorías es lógicamente ilegítima, es también una
tendencia inevitable de acuerdo con la naturaleza misma de la razón. La razón
tiende a la búsqueda de lo incondicionado, a extender su conocimiento más allá
de la experiencia, a preguntarse por Dios, el alma y el mundo como totalidad.

CONCEPTO PERSONAL

Llegar a Kant, es llegar muy posiblemente a la luz más brillante de la edad


moderna. Todo lo que hasta el momento se había dicho, cae con Kant,
desproporciona de todo valor la realidad, dejando como único juez al sujeto. Con
Kant entra en crisis la metafísica y con ella por supuesto todo lo que sostenía. Con
su constructivismo tira al piso todo lo que Aristóteles y sus predecesores habían
dicho. Lanzar un juicio sobre Kant, es volver la mirada a un hombre que vio con
unos lentes completamente diferentes la realidad. La sociedad posmoderna es
una completa heredera de la doctrina kantiana, ya no hay verdades absolutas, ya
todo depende del sujeto. Ante la persona de Kant gran reverencia, pues
difícilmente el mundo conocerá un hombre con una inquietud y capacidad tales,
que sea capaz de debilitar todo el soporte y la tradición presentes en la realidad.
No se puede dejar pasar tampoco un estudio sobre Kant, sin afirmar como sus
propuestas mal entendidas y exageradas han generado en el mundo grandes
catástrofes y descomposición, pues al hombre ya nada lo regula, él es su única
norma de vida y autocontrol.

2.1.21 Johann Gottlieb Fichte

Filósofo alemán, segunda figura en el tiempo –después de Kant– del idealismo


alemán clásico. Profesor de las Universidades de Jena (de la que fue despedido
por acusación de ateísmo) y de Berlín. Fichte criticaba los privilegios
estamentales, era partidario de la unificación de Alemania y de poner fin a la
fragmentación feudal. Subrayó el significado de la filosofía «práctica» de las
cuestiones relacionadas con la fundamentación de la moral y de la estructura
jurídica del Estado, pero redujo la «práctica» a la actividad de la mera conciencia
moral. Consideraba como premisa de la filosofía «práctica» un sistema teórico
científicamente elaborado, una ciencia sobre la ciencia o «teoría» de la ciencia».
En la base de la «Teoría de la ciencia» de Fichte (1794) se encuentra la
concepción del idealismo subjetivo. Fichte desechó la teoría de Kant sobre la
«cosa en sí» e intentó inferir de un solo principio idealista subjetivo toda la
diversidad de las formas del conocimiento.
Este principio consiste en que el filósofo presupone la existencia de cierto sujeto
absoluto al que atribuye actividad sin fin y al que considera creador del mundo.

41
El «Yo» inicial fichteano no sólo no es un «Yo» individual ni una substancia
análoga a la substancia de Spinoza, sino la actividad moral de la conciencia. De
este «Yo» místico inicial, infiere Fichte el «Yo» singular, por el que entiende no un
sujeto absoluto, sino tan sólo un sujeto humano limitado o «Yo» empírico, al que
se contrapone la naturaleza, también empírica.

De ello saca Fichte en conclusión que la filosofía teórica, después de admitir el


«Yo» y el «no-Yo» los contrapone necesariamente uno al otro en el marco del
mismo «Yo» absoluto como resultado de su limitación o división. Siguiendo este
original método de «admisión» «contraposición» y «síntesis», Fichte desarrolló un
sistema de categorías del ser y del pensar tanto teóricas como prácticas.

El método de Fichte, en el que están desarrollados algunos rasgos de la dialéctica


idealista, se denomina «antitético», pues no deduce propiamente la antítesis de la
tesis, sino que la coloca al lado de ella como su opuesto. Fichte tomaba como
órgano del conocimiento racional la contemplación mental inmediata de la verdad,
es decir, la «intuición intelectual».

En la filosofía de Fichte, al lado de su doctrina fundamental: el idealismo subjetivo,


se encuentran vacilaciones hacia el idealismo objetivo, que se acentuaron en los
últimos años de su vida. En ética, el problema capital, para Fichte, fue el de la
libertad, problema que despertaba un interés creciente en virtud de los
acontecimientos de la Revolución Francesa.

De modo análogo a Spinoza, Fichte no ve en la libertad un acto sin causa, sino


una acción basada en el conocimiento de la necesidad ineludible. Sin embargo, a
diferencia de Spinoza, Fichte no hace depender de la sabiduría individual el grado
de libertad al que pueden acceder los hombres, sino de la época histórica a que el
individuo pertenece. No encontrando fuerzas para superar las ilusiones
engendradas por el atraso de la Alemania de su tiempo, Fichte elaboró un
proyecto utópico para organizar la sociedad burguesa alemana en forma de
«Estado comercial cerrado». Expresando las peculiaridades del desarrollo burgués
de Alemania, dicho proyecto se distingue por una serie de caracteres
reaccionarios, entre ellos el de la excepcionalidad de la nación alemana. Los
clásicos del marxismo-leninismo han valorado profundamente las partes
progresivas y los aspectos reaccionarios de la doctrina de Fichte. Engels citó a
Fichte entre los filósofos de quienes los comunistas alemanes tienen a orgullo
descender.
APORTE PERSONAL

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Este autor junto con Schelling son los dos grandes precursores o predecesores del
idealismo. De manera particular Fichte tiene toda una doctrina en la que discurre
en la libertad y la moral, al igual que los comentarios que tiene sobre el idealismo.
Este fue un autor bien particular, ya en el futuro, será citado por Engels como uno
de los más ilustres alemanes de toda la historia, puesto que su teoría dio gran
fundamentación a la tiranía marxista. Considero que Fichte acertó en muchas de
las realidades que comentó, pero se alejó en muchas otras, de la objetividad
racional.

2.1.22 Friederik Wilhem Schelling

Filósofo alemán. Uno de los máximos exponentes del idealismo y de la tendencia


romántica en la filosofía alemana, su gran precocidad se hace evidente en el
hecho de que a los ocho años dominaba las lenguas clásicas, y que antes de los
veinte había desarrollado ya un sistema filosófico propio.

Su pensamiento pasó por numerosas etapas distintas –tanto gracias a su


precocidad como a su longevidad– que la mayoría de críticos han clasificado en
cinco. Estudió filosofía y teología en el Seminario de Tubinga, donde coincidió con
Hegel y Hölderlin; como ellos, recibió la influencia de la filosofía kantiana y del
pensamiento de Fichte, entonces en boga, como también las ideas de la
Revolución Francesa, y se fue apartando de la teología para encaminarse hacia la
filosofía.

A partir de 1795 fue preceptor en Leipzig, donde se relacionó con el círculo


romántico de los hermanos Schlegel. Este contacto determinó su alejamiento de la
filosofía de la conciencia de Fichte, así como la elaboración de una filosofía de la
naturaleza que reivindicaba su principio activo y vital, frente a la noción de Fichte,
que veía en ella una mera resistencia pasiva frente al sujeto. En 1796 conoció a
Goethe, quien logró para él una cátedra en la Universidad de Jena, donde
compartió la fama con Fichte. Por esa época contrajo matrimonio con Caroline
Schlegel, quien le inspiró una profunda pasión.

El intento de conectar su filosofía de la naturaleza con la de Fichte, que partía del


Yo, lo llevó a elaborar también un idealismo trascendental, en que la relación entre
naturaleza y sujeto se producía a través de la intuición intelectual, que participa a
un tiempo de la inmediatez de la intuición sensible y de la comprensión
(mediación) del intelecto; Fichte no aceptó, sin embargo, sus tesis.

43
En el año 1803 se trasladó a la Universidad de Wurzburgo, donde enseñó hasta
1806. En esta época, su filosofía del Absoluto derivó hacia la llamada filosofía de
la identidad, que afirma la indiferencia entre sujeto y objeto, ambos procedentes
del Absoluto previo a su distinción y en el que son «lo mismo». Hegel, cercano a
las posiciones de Schelling en un principio, se apartó de ellas en la
Fenomenología del espíritu (1807), donde critica la vaguedad y en último término
la vacuidad de sus conceptos de absoluto e intuición.

Desplazado a un segundo plano de la escena intelectual alemana por el éxito del


sistema hegeliano, se retiró de la vida pública y aceptó el cargo de secretario
general de la Academia de Bellas Artes de Munich. La muerte de su esposa, en
1809, le afectó profundamente. Schelling realiza en esta época un giro importante
en sus concepciones, que desemboca en la llamada «filosofía de la libertad», en la
cual niega que la racionalidad sea el fundamento del mundo, y pone en su lugar el
deseo, el impulso vital irracional, con lo cual se anticipa en cierto modo a las
concepciones de Schopenhauer y al vitalismo filosófico posterior. La libertad
humana sólo puede ser tal si es libertad para el bien y para el mal, al que reserva
una entidad positiva, en contra de la tradición agustiniana, que lo concebía
negativamente como ausencia de bien.

Su pensamiento adopta en esta etapa un tono cada vez más cercano a la teología,
y concibe la historia del mundo como el proceso de autoconocimiento de Dios, el
Absoluto, a través de la contraposición de «luz» y «oscuridad», conceptos de los
que el primero corresponde a la transparencia y la apertura a la razón y el bien,
frente al egoísmo y la fuerza centrípeta que domina a cualquier ser; este impulso
desviado del deseo, que tiende a encerrarse sobre sí y a apartarse del Espíritu,
constituye la positividad del mal.

Tras un breve período como docente en la Universidad de Erlangen (1820-1827),


en 1841 regresó a Munich en calidad de profesor de la universidad creada por Luis
de Baviera, con la intención de exponer las teorías que había desarrollado en los
años precedentes, sin publicarlas, para renovar profundamente la filosofía. Sin
embargo, su doctrina no cuajó, dado el auge del hegelianismo; poco después,
abandonó definitivamente la enseñanza. Su pensamiento sólo fue recuperado,
años más tarde, por Heidegger y otros pensadores existencialistas.

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APORTE PERSONAL

Como lo mencionaba anteriormente, este personaje se constituye en uno de los


predecesores de Idealismo Alemán. En su doctrina sobre la Libertad, pienso está
plenamente enfocado en lo que hoy se ha podido definir de ella, puesto que afirma
que ésta es el principio positivo y racional que regula la vida del hombre y gracias
a la experiencia se ha comprobado que así es. Si todo esto se refiere al hecho
religioso, y a la doctrina teológica de la Iglesia Católica, se corroborará, al afirmar
cómo Dios nunca somete al hombre, nunca violenta su libertad. Schelling ha
marcado las páginas de la historia, como parte del grupo de los idealistas que
cierran con broche de oro la época moderna.

2.1.23 Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Nacido en Stuttgart el 27 de agosto de 1770, hijo de un funcionario de la hacienda


pública, Hegel creció en un ambiente de pietismo protestante y estudió a los
clásicos griegos y latinos mientras estuvo en el gymnasium de su ciudad natal.
Animado por su padre para que se hiciera pastor protestante, en 1788 ingresó en
el seminario de la Universidad de Tubinga, donde entabló amistad con el poeta
Friedrich Hölderlin y el filósofo Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling, de
significada filiación romántica, compartiendo con ellos su entusiasmo por la
Revolución Francesa y la antigüedad clásica. Después de completar un curso de
Filosofía y Teología, y decidir que no quería seguir la carrera religiosa, en 1793
comenzó a ejercer como preceptor en Berna (Suiza). En 1797 consiguió un cargo
similar en Frankfurt, pero dos años más tarde su padre falleció, dejándole un
legado cuya cuantía económica le permitió abandonar su trabajo como tutor.

En 1801 se trasladó a la Universidad de Jena, donde estudió, escribió y logró un


puesto como profesor. Allí concluyó la Fenomenología del espíritu (1807), una de
sus obras más importantes. Permaneció en Jena hasta octubre de 1806, cuando
la ciudad, en el transcurso de las Guerras Napoleónicas, fue ocupada por las
tropas francesas, por lo que se vio obligado a huir. Desde 1807 hasta 1809, una
vez agotadas las rentas que le había proporcionado la herencia paterna, trabajó
como redactor en el periódico Bamberger Zeitung de Baviera. Sin embargo, el
periodismo no le agradó y en 1809 se trasladó a Nuremberg donde fue director de
un gymnasium durante ocho años.

Durante los años que residió en Nuremberg, Hegel conoció y contrajo matrimonio
con Marie von Tucher, de quien tuvo tres hijos: una niña (que murió al poco de
nacer) y dos varones (Karl e Immanuel). Antes de su matrimonio, Hegel había

45
tenido un hijo ilegítimo (Ludwig) que acabaría viviendo en el hogar de los Hegel.
Después de haber trabajado en su redacción durante siete años, publicó en
Nuremberg otro de sus más afamados escritos, Ciencia de la Lógica (1812-1816).
En 1816 aceptó la cátedra de Filosofía en la Universidad de Heidelberg y, poco
después, publicó de forma sistemática sus pensamientos filosóficos en su obra
Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1817). En 1818 ingresó en la Universidad
de Berlín, institución en la cual expuso y enseñó el conjunto de su pensamiento
hasta su fallecimiento, ocurrido en esa misma ciudad el 14 de noviembre de 1831.

La última gran obra publicada por Hegel fue La filosofía del Derecho (1821),
aunque algunas notas de sus conferencias y clases, junto con apuntes de sus
alumnos, fueron también publicadas después de su muerte. En el conjunto de
estos trabajos (conocido por el nombre genérico de Lecciones o Lecciones de
Berlín) se encuentran Estética (1832), Lecciones sobre filosofía de la religión
(1832), Lecciones de historia de la filosofía (1833-1836) y Lecciones de filosofía de
la historia (1837).

Muy influido por las ideas de los grandes pensadores griegos, también conoció las
obras del holandés Baruch Spinoza, del escritor francés Jean-Jacques Rousseau
y de los autores alemanes Immanuel Kant, Johann Gottlieb Fichte y Schelling.
Aunque muchas veces sus teorías discreparon de las de los mencionados
pensadores, la influencia que ejercieron sobre él es evidente en sus escritos.

La filosofía de Hegel surge estrechamente vinculada con la situación social,


cultural y filosófica de su tiempo, a la vez que es una respuesta racional a los
problemas plan-teados por esa situación.

2.1.23.1 El ideal de la Polis Griega

La "polis" griega aparece como un modelo frente a la situación de Alemania. En la


polis griega se cumplía la armonización del individuo con la sociedad: la vida del
hombre nacía, se desarrollaba y moría en la vida y en el "espíritu" de la polis,
hasta el punto de que el individuo no era nada separado de la comunidad política,
social y cultural de la ciudad.
En relación con esto, es muy importante el concepto de Volkgeist (espíritu del
pueblo). Este espíritu es el único concreto y efectivo, ya que el espíritu individual
no es sino abstracto. Para Hegel el espíritu del pueblo da plenitud al individuo. Sin
embargo, al parecer de este filósofo, está realización y armonía resulta deficiente y
meramente "formal", ya que el individuo todavía no ha descubierto la conciencia

46
de su propia individualidad y de su libertad. En la polis griega sólo algunos
llegaron a ser realmente libres.

2.1.23.2 La Dialéctica

• Sentido De La Dialéctica
El término "dialéctica", aunque no fue Hegel el prime-ro en utilizarlo (lo habían
hecho ya, por citar dos ejemplos, Platón y Kant), sirve para caracterizar toda su
filo-sofía llamándola método dialéctico o naturaleza dialéc-tica de la realidad.

• Carácter Concreto e Histórico de la Dialéctica


Ya habíamos hablado de que la filosofía de Hegel nacía unida a un marco
histórico y social determinado, en el que Hegel denunciaba la falta de libertad del
hombre. El término "dialéctica" es utilizado por Hegel para comprender y expresar
la situación real del mundo. En la dialéctica de Hegel queda patente, pues, una
voluntad de actuación sobre una realidad escindida, contradictoria y alienaba que
lucha por superar esa situación.

La dialéctica expresa, pues, tanto la contradicción del mundo existente cuanto la


necesidad de superar los límites presentes en un afán de superación movido por
la necesidad de una realización total y de un modo efectivo de la libertad y de la
infinitud.

• La Dialéctica como Estructura de la Realidad


Pero también habíamos visto que la filosofía de Hegel estaba inserta en un marco
filosófico muy preciso. En ese sentido, en cuanto expresión de la filosofía de
Hegel, dialéctica significa la radical oposición de Hegel a toda interpretación
fragmentaria de la realidad y del conocimiento.

El carácter dialéctico de lo real significa que cada cosa es lo que es, y sólo llega a
serlo en interna relación, unión y dependencia con otras cosas y, en último
término, con la totalidad de lo real.

La dialéctica de Hegel concibe la realidad como un todo, sin que ello afecte para
nada a la relativa independencia de cada cosa en su singularidad.

Esta concepción se opone a la interpretación empírica de la experiencia. Frente a


la supuesta autonomía de los hechos tal y como son dados en la experiencia, la

47
estructura dialéctica de lo real acaba por mostrar que los hechos no son sino el
resultado de un juego interno de relaciones que son las que, en última instancia,
constituyen las cosas, a pesar de que aparentemente pueda parecer que los
hechos tengan una independencia.

Pero el carácter dialéctico de lo real no sólo significa que tenga una relación
interna, sino, más profundamente aún, que cada cosa sólo es lo que es en un
proceso continuado. Es decir, la realidad, en cuanto dialéctica, no es fija ni
determinada de una vez por siempre, sino que está en un constante proceso de
transformación y cambio, cuyo motor es, a la par, tanto su interna contradicción,
limitación y desajuste en relación con su exigencia e intención de tota-lidad,
infinitud y absoluto, como la interna relación en que está con otra realidad, que
aparece como su contrario.

La realidad en cuanto dialéctica está, pues, regida y movida por la contradicción,


internamente relacionada y constituida como oposición de contrarios. De este
modo, cada realidad particular remite a la totalidad, al todo, y sólo puede ser
comprendida y explicada en relación al todo. Y, por otra parte, cada realidad, cada
cosa, no es sino un momento del todo, que se constituye en el todo, pero que
también queda asumida y disuelta en el todo. Según sus propias palabras, "lo
verdadero es el todo".

• La Dialéctica como Estructura del Conocimiento.


El carácter dialéctico de la filosofía hegeliana tiene igual alcance en lo que se
refiere al conocimiento o al saber ("conocimiento dialéctico" o "método dialéctico").
Para Hegel, por su propia concepción de la filosofía como "el conocimiento
efectivo de lo que es en verdad", la teoría acerca de la realidad requiere indagar lo
que es el conocimiento, el saber, el pensar (recuérdese que la relación ser –
pensar ha sido una cuestión fundamental a lo largo de la historia de la filosofía.

Para Hegel el conocimiento tiene una estructura dialéc-tica. Y tiene esa estructura,
en definitiva, porque la realidad es dialéctica y, por tanto, el conocimiento también
es dialéctico, en cuanto que es una dimensión de lo real y en cuanto que se
configura dialécticamente al manifestar adecuadamente la naturaleza dialéctica de
la realidad. Pero, en verdad, las distinciones entre conocimiento y realidad, pensar
y ser, etc., son, según Hegel, inadecuadas, justamen-te en razón del carácter
dialéctico de la realidad en general y del principio hegeliano de que "lo verdadero
es el todo". Lo que hay, en cualquier caso, es la relación interna y estructural entre
el ser y el pensar, o, lo que es lo mismo, entre el objeto y el sujeto.

48
• Estructura De La Dialéctica
Hemos visto que para Hegel la dialéctica no se limita a ser un método del
conocimiento, sino que es algo más. La dialéctica constituye la naturaleza y
estructura de lo real, y por ello es por lo que constituye el modo de proceder del
conocimiento.

La estructura y esencia de la dialéctica es un todo complejo constituido por tres


momentos o aspectos implicados entre sí (y es ésta la auténtica interpretación, y
no que sean tesis, antítesis y síntesis --términos, por otro lado, que Hegel nunca
utilizó-- tres pasos sucesivos):

Lo que se ha llamado tesis (el aspecto o momento abstracto o intelec-tual).


Suele interpretarse la tesis como una afirmación cualquiera, una realidad, un
concepto. Pero esta afirmación lleva en su entraña un contrario, ya que la realidad
no es estática, sino dinámica.

Lo que se ha llamado antítesis (el aspecto o momento dialéctico o negativo


–racional). Suele interpretarse como la negación de la afirmación anterior, ya que
es esa contra-dicción el motor de la dialéctica. Este momento negativo es lo que
hace dinamizar la realidad.

Lo que se ha llamado síntesis (el aspecto o momento especulativo o


positivo – racional). Suele interpretarse como la superación del conflicto, la
negación de la negación anterior. Los dos momentos anteriores son a la vez
eliminados y conservados, es decir, elevados a un plano superior. La síntesis
conserva todo lo positivo que había en los momentos anteriores. Por eso la
síntesis es enriquecimiento y perfección, es la seguridad de que la realidad está
en constante progreso. La síntesis se convierte inmediatamente en tesis del
proceso siguientes, a la que se opondrá la antítesis para dar lugar nuevamente a
una síntesis que será a la vez la tesis del proceso siguiente: todo está en
constante progreso dialéctico.

Esto tres momentos de la dialéctica hegeliana están vertebrados y constituidos en


una estructura cuya adecuada comprensión se alcanza mediante lo que
podríamos denominar categorías fundamentales de la dialéctica:

1. Inmediatez – mediación
2. Totalidad
3. Negatividad – contradicción
4. Superación
49
APORTE PERSONAL

Llegar a Hegel, es llegar al culmen de la filosofía moderna, es alcanzar la cima y la


plenitud del pensamiento de esta época. Con Hegel, todo lo que estaba caído y
despreciado vuelve a surgir, hasta llevarlo al máximo ideal, con Hegel todo toma
un sentido mucho más elevado. Aunque su filosofía es compleja, es imposible
desconocer su esfuerzo y su aporte. Este es otro personaje al que debería todo el
mundo de los intelectuales rendir reverencia, por el solo hecho de reconocer su
magna obra. De él solo queda tomar lo que más convenga (el devenir del espíritu
en algunos apartados) e imitar su gran disciplina y dedicación por comprender las
realidades que nos circundan y darles un nuevo sentido.

50
3 CONCLUSIONES

 La época moderna ha marcado un hito en medio de la historia de la


humanidad, puesto que ha logrado derribar las antiguas tiranías, y ha
podido instaurar nuevas formas del pensamiento.

 El renacimiento es una antesala del modernismo, en donde hay un


verdadero resurgir del arte en todos sus campos.

 La ciencia y de manera especial la cosmología logró avances nunca antes


vistos, con personajes como Copérnico, Kepler y Galileo.

 Todo el periodo moderno se ve enmarcado entre el Racionalismo, el


Empirismo y el Idealismo, que marcarán el curso de la historia para
siempre.

 René Descartes es considerado el Padre del Racionalismo Moderno, y


propone toda una revolución conceptual, que proporciona bases tanto al
racionalismo como al empirismo.

 La ilustración y la enciclopedia intervinieron de manera muy positiva en la


recopilación y sistematización de los nuevos conocimientos, al igual que
realizando propuestas tanto en campo social, político como económico.

 Kant es uno de los polos de luz más brillantes de la época moderna, es


imposible hablar de modernismo y no hacer alusión a él. Con su teoría logró
revolucionar todo el campo intelectual que había en su época, propone todo
un nuevo universo de comprensión de la realidad.

 Hegel es el otro polo de luz que concluye el modernismo, y eleva el ser y el


sujeto hasta donde nunca antes había llegado, en el comentario que hace
en su obra el devenir del espíritu da a entender que la filosofía había
llegado ya a su punto más alto, que ya no había nada más para reflexionar.

51
4 BIBLIOGRAFÍA

 Apuntes del cuaderno

52
CONTENIDO

Pág.

1 INTRODUCCIÓN.................................................................................... 1

2 ÉPOCA MODERNA................................................................................ 4
2.1 CARACTERÍSTICAS DE LA ÉPOCA MODERNA .................................. 4
2.1.1 Dante Alighieri ........................................................................................ 5
2.1.2 Francesco Petrarca ................................................................................ 6
2.1.3 Giovanni Boccaccio ................................................................................ 8
2.1.4 Nicolás de Cusa ................................................................................... 10
2.1.5 Giordano Bruno .................................................................................... 11
2.1.6 Nicolás Copérnico ................................................................................ 12
2.1.7 Johannes Kepler................................................................................... 13
2.1.8 Galileo Galilei ....................................................................................... 14
2.1.9 Isaac Newton ........................................................................................ 16
2.1.10 René Descartes .................................................................................... 18
2.1.11 Nicolás Malebranche ............................................................................ 19
2.1.12 Baruch Spinoza .................................................................................... 20
2.1.13 Godofredo Leibniz ................................................................................ 21
2.1.14 Francis Bacon....................................................................................... 23
2.1.14.1 Teoría de los Cuatro Ídolos .................................................................. 24
2.1.14.2 Método Científico.................................................................................. 25
2.1.14.3 Tablas del método inductivo ................................................................. 26
2.1.15 Thomas Hobbes ................................................................................... 27
2.1.16 John Locke ........................................................................................... 29
2.1.17 George Berkeley................................................................................... 30
2.1.18 David Hume .......................................................................................... 32
2.1.19 La Ilustración ........................................................................................ 34
2.1.20 Emmanuel Kant .................................................................................... 35
2.1.20.1 Estética Trascendental ......................................................................... 36
2.1.20.2 Ética ..................................................................................................... 37
2.1.20.3 Tiempo y Espacio ................................................................................. 38
2.1.20.4 Dialéctica Trascendental ...................................................................... 40
2.1.21 Johann Gottlieb Fichte.......................................................................... 41
2.1.22 Friederik Wilhem Schelling ................................................................... 43
2.1.23 Georg Wilhelm Friedrich Hegel............................................................. 45
2.1.23.1 El ideal de la Polis Griega .................................................................... 46
2.1.23.2 La Dialéctica ......................................................................................... 47

3 CONCLUSIONES ................................................................................. 51
4 BIBLIOGRAFÍA..................................................................................... 52
FILOSOFÍA MODERNA

DIRIGIDO A:
PBRO. AUGUSTO SEPÚLVEDA QUINTERO

ELABORADO POR:
JULIO CÉSAR BACERO HERNÁNDEZ

III FILOSOFÍA

SEMINARIO MAYOR DIOCESANO CRISTO BUEN PASTOR


PUERTO SALGAR CUNDINAMARCA
MAYO DE 2016

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