La Infancia
La Infancia
La Infancia
El texto La infancia como construcción social de Sandra Carli nos permite hacer una reflexión
acerca de la sociedad contemporánea y la nueva visión del niño como un sujeto en crecimiento
y constitución.
La infancia como etapa importante en la constitución de los sujetos nos lleva a replantear y
redefinir políticas públicas, lógicas familiares, sistemas educativos que van modificando las
condiciones en las cuales se construye la identidad de los niños. También cabe hablar no de una
infancia sino de múltiples infancias, diferentes tránsitos de las mismas y cada vez más afectadas
por la desigualdad.
Esta multiplicidad de infancias están caracterizadas por las políticas sociales de los Estados, por
la incidencia creciente de los mercados y de los medios masivos de comunicación afectando la
escolaridad pública y la vieja imagen del alumno. "Los niños ya no son como antes" es un dicho
común que denota una percepción o interpretación de los adultos que se han quedado con la
imagen o recuerdo de sus infancias que ya no son más que parte de su memoria. Deberíamos
afirmar que la infancia no ha desaparecido, sino que "nuestra" infancia ha desaparecido y a la
que recordamos con anhelo o melancolía los que ahora somos los encargados de construir la de
otros. No se carece de niños sino de un discurso adulto capaz de plantear un horizonte futuro,
partiendo de las problemáticas actuales por las que atraviesan nuestros niños, un discurso que
oferte sentidos para un tiempo de infancia que está aconteciendo en nuevas condiciones
históricas.
Los niños por-venir: Los niños siempre son testigos y contemporáneos de un presente histórico
frente al cual percepción e interpretación de los adultos se hallan más mediadas por la
inscripción del pasado en su memoria generacional.
El niño como sujeto en crecimiento: Educar en la sociedad contemporánea requiere en buena
medida volver a considerar al niño como sujeto en crecimiento, como un sujeto que se está
constituyendo, que vive, juega, sufre y ama en condiciones más complejas diversas y desiguales.
Infancia y modernidad. ¿Se perdió algo?: Según Aries en la modernidad la socialización familiar
reemplaza a la sociedad comunitaria, produciéndose una “revolución sentimental y escolar”.
La escolarización de la infancia: La obligatoriedad de asistencia a la escuela incidió en la
constitución de los niños como sujetos. Los niños se inscribieron, a través de la escuela en
orden público.
Los niños en el siglo xx entre la permisión y la represión: La pretensión de sujetar al niño a un
orden instituido ( en este caso el escolar) y de definir desde allí su identidad, no llega a ser
total, en la medida en que, como toda identidad, la del niño es siempre precaria, relacional y
abierta. En el siglo xx las miradas a la infancia han oscilado entre la libertad del niño y la
autoridad del adulto.
La tesis sobre el niño: Acompañando la controversia acerca de la condición infantil o adulta del
niño, se reeditan otras tesis relacionadas con la maldad o inocencia y con la autonomía o
heteronomía del niño.
Aquí se introduce la idea de Gramsci de que la educación de la infancia debía concebirse
como una tarea política.
La cadena de las generaciones. …Ya no es la escuela la que produce “las” definiciones acerca de
la infancia o discute críticamente las definiciones heredadas, sino que son los niños los que
desafían a redefinir las escuelas, presentando diferentes problemáticas como por ej. prob.
culturales y sociales; conflictividad escolar (violencia),et. La cuestión que se debe profundizar
radica en cómo configurar una nueva mirada pedagógica de la infancia.
Aunque la escuela permanezca como institución, nunca será la misma en la experiencia de las
distintas generaciones, ni los sentidos que en ella se transmitan podrán escapar a esta sujeción
temporal del sentido.
El ritual y la normativa social
… ese niño se incorpora a la escuela, y en ese espacio y tiempo de su vida aprenderá diversas
prácticas en las cuales se transmiten, mediante rituales, normas de comportamiento social.
Acerca de los rituales
Peter McLaren; analizó la práctica escolar desde la vinculación entre rituales, cultura y escuela,
en particular de lo que él mismo denominó las “dimensiones rituales de la escolaridad”: De
acuerdo con este autor, la cultura se manifiesta en un conjunto de símbolos transmitidos
históricamente de generación en generación a través de los cuales se comunican percepciones y
se desarrollan conocimientos.
Compartir las significaciones
El espacio y el tiempo de la escuela deberán dar respuesta, poblar de significaciones el hecho de
asistir a ella para que este período de vida ayude a los niños a incorporarse, real e
imaginariamente, como miembros de la sociedad de la que forman parte. Por ejemplo: Empezar
el día, entrar al aula y salir al recreo, las despedidas y las promociones.
A modo de síntesis
[Este libro realiza buenos aportes parta tratarlo en los días previos a iniciación de clases y
desde esta perspectiva discutir la visión de la escuela que se quiere construir, o sea establecer
el proyecto identificatorio “su contrato narcisista”, teniendo en cuenta la problemática social y
cultural del contexto local; realizando esta tarea a nivel institucional y luego con cada grupo de
alumnos, planificando en forma motivadora, que lleve al niño a investigar, aplicando las TIC, sin
olvidar las problemáticas sociales y familiares para que ese contenido sea enriquecedor y
aplicable en la vida cotidiana.
Es más tener en cuenta todo lo desarrollado anteriormente para la construcción de los diseños
curriculares y los mismos sean elaborados por docentes que están frente al aula para que sea
aplicable hoy y ahora a nuestro país y sea flexible adecuándolo a cada región y no se vuelva a
cometerlos errores de aplicar leyes educativas o diseños que han fracasado en otros países.
Llamo a los docentes a animarse y revalorizar la tarea educativa con nuevos enfoques, nuevas
estrategias que sean atrayentes para los niños y adolescentes, para lograr formar personas
críticas, capaces de plantear y resolver problemáticas actuales, cotidianas, del medio
ambiente…LA ESCUELA NO ES SÓLO TRANSMITIR CONOCIMIENTO,SINO ENSEÑAR A
PENSAR.]
T.A. ¿Es correcto inferir, desde tu perspectiva, que los medios construyen infancias
obstruyendo el diálogo con ellas y adjudicándoles valores solo desde una visión adulta?
S.C. Me parece que, hay construcciones visuales, epistemológicas, sobre la infancia que los
medios realizan cotidianamente. Hay ciertas representaciones sobre la infancia que los medios
producen. Me parece que habría que ver en qué casos y en qué medida, los programas
contemplan la voz de los niños; los relatos que ellos pueden hacer. Se da inclusive, a veces, en el
tratamiento de ciertos temas que afectan a los niños (como la violencia escolar, el delito infantil
o abuso, o cualquier problemática grave) que ellos son obviados como interlocutores. Entonces,
ahí me parece que hay una veta interesante para explotar: ¿Cómo puedo introducir la voz del
niño en los medios? y ¿Cómo contemplar a través de los medios los derechos del niño?
Y, ¿Cómo la declaración Universal de los Derechos del Niño, que están establecidos
internacionalmente, tiene que ser contemplada desde el punto de vista de los medios?
Infancia y procesos históricos en los 80, 90 y actualidad
T.A. En tu libro, La cuestión de la Infancia, sostenías que entre los ’80 y los ’90 se produce
una mutación en la esfera sociopolítica, vinculado a un proceso de exclusión social,
acompañado de un proceso de homogeneización cultural propio de nuestras sociedades
globalizadas. En este marco, la infancia queda atravesada por la lógica del “niño
consumidor” y el “niño de la calle”. ¿Podes explicar un poco esas nociones y qué
dispositivos incidieron dentro de esa construcción social?
S.C. Me parece que ahí hay dos fenómenos:
- El primero, que a partir de los años ’80 explota como fenómeno que es la presencia de
chicos en la calle, que coincide con un proceso de empobrecimiento de la familia, de aparición
de problemáticas nuevas –quizás un poco más tarde- ligadas con la drogadicción o el consumo
de alcohol. Es decir, problemáticas que van generando procesos de expulsión de los chicos.
También el aumento del desempleo, el desarmarse del núcleo familiar y del sostén que daba el
padre o la madre, abre las puertas de la casa a la salida del pibe a la calle, a un aumento de la
desprotección de los chicos. Entonces, la explosión de ese fenómeno hace que el tema de los
niños de la calle sea un tema muy importante de las políticas sociales. Es un tema que empieza
a estar en la agenda en los años ’80 y continúa en los ’90, con distintos tipos de alternativas de
abordaje a ese problema.
En algunos casos, la propuesta es la judicialización o la inclusión a instituciones, en otros casos
es un tipo de trabajo en la calle misma; lo que entonces se llamaban los “operadores de calle”.
Ahí, me parece que empieza a estar el tema en los medios. Inclusive, si uno hace un recorrido
periodístico, el tema de los niños de la calle es un tema constante en el ciclo democrático.
S.C.: -Claro, me parece que la incidencia en el peso del consumo de ciertos productos aparece
como demanda a los padres, más allá de las posibilidades económicas que tengan de acceder a
esos productos. Hay una demanda infantil que uno puede registrar cuando va por la calle en
cualquier circunstancia de la vida cotidiana. La idea de una demanda.
S.C.: -Ahí, la cuestión de la memoria de la infancia –que yo trabajo en uno de los capítulos- es un
tema que surgió a partir de la invitación a un evento chiquito que se hizo en el instituto, donde
yo trabajé Memoria y Experiencia Infantil. Me parecía que la memoria de la infancia era un
tópico bastante interesante para indagar. Por eso el recorrido de distintos aportes teóricos que
auxiliaron al tratamiento. La literatura –aunque también podríamos explorar otros géneros-
tiene un material inagotable para explorar cómo se recuerda ese tiempo de la infancia.
Entonces la literatura autobiográfica, más ficcionalizada o menos, me parece que es un material
muy rico; porque recupera algo que tiende al olvido, a ser olvidado; recupera una sensibilidad
infantil.
T.A ¿Cómo relacionás la recuperación de una sensibilidad infantil, con el hecho de que
esos relatos son realizados por el adulto?
S.C. En realidad siempre el acceso a la memoria infantil es a través del adulto. A menos que uno
accediera a cierto registro de la memoria, no sé, los diarios infantiles, un material escrito en su
momento que puede darte un registro de la experiencia infantil. Quiero decir, utilizar como
historiador el género diario íntimo, que es un género muy particular y de una determinada
época.
S.C.: -La idea de historizar la infancia es entender que la misma no es una categoría con un
sentido unívoco. Digamos que hay una dimensión de espacio y tiempo que la atraviesa.
Entonces, la idea de historizar implica un poco imitar al relato, reconstruir las condiciones de la
experiencia infantil, no solo cómo fueron vividas, sino las condiciones epocales en que se
desarrollan. Como esa experiencia histórica del crecimiento de un niño y de tránsito por un
tiempo se producen, en qué condiciones materiales, simbólicas, afectivas, imaginarias.
Infancia y T.V
T.A. ¿Cuáles son desde tu mirada las representaciones sobre la infancia que se
configuran a través los programas de TV dedicados a niños, niñas y adolescentes?
S.C. No he visto mucho últimamente. Me parece que en los ’90 hubo una especie de boom, de
estetización de cierta imagen de niños y de los adolescentes en particular muy estereotipada,
ligada a cierto sector social, la clase media en ascenso con cierta capacidad de consumo. Me
parece que ahí hubo una construcción un poco complicada, sobre todo porque ese tipo de
construcciones se difundió en una época con índices sociales bastante densos referidos al
aumento de la pobreza.
Me estoy acordando del comentario que hizo la mujer de este jugador argentino que juega en
Inglaterra.[1] Tevez fue al programa de Susana Gimenez, él había salido con una actriz que
trabajaba en un programa para adolescentes, y ella dijo que no era tal tipo de adolescente, sino
tal otro. O sea que esta chica dijo (siendo de Fuerte Apache,) que no era nerd, sino otra cosa.
Me parece que ese tipo de dichos da indicios de la audiencia, esa audiencia conformada por
jóvenes o niños de distintos sectores sociales. Se debería estudiar cómo se perciben y se leen
este tipo de productos. Me parece que hay ahí investigaciones para hacer.
En el ejemplo que di se puede observar con qué se identificaba la chica, que no era de tal grupo
de adolescentes, sino de tal otro. Por eso digo, teniendo en cuenta ese comentario suelto que yo
escuché, pienso que las investigaciones sobre la recepción, son interesantes para explotar. Qué
piensan los chicos cuando ven esos programas, creo que son conversaciones necesarias a tener
con ellos.
S.C.: -Así es, hay ciertos autores que tienen una especie de confianza en el papel activo del
sujeto en el momento del consumo y de la recepción. Que se apropian de determinada manera.
Entonces, explotar eso me parece un ejercicio que siempre está pendiente, en realidad siempre
se suele analizar más la oferta, que el consumo.
T.A. ¿Cómo crees que la nueva Ley de Medios, implementada por el Gobierno Nacional,
ayuda a desandar una configuración dominante que se fue construyendo a partir de los
’90, sobre la imagen del niño consumidor?
S.C. Me parece que hay una preocupación por los contenidos, la creación de canales como Paka-
Paka y Encuentro dan cuenta de ello. Hay iniciativas de políticas bastante activas, en el sentido
de meterse en un terreno que estaba librado al juego de mercado, a las ofertas existentes en los
canales privados. Creo que ahí se establece como un parámetro de calidad que hay que ver qué
efectos genera. Esto levanta la apuesta.
T.A. ¿Y para ver los efectos que genera es necesario hacer un análisis de la recepción de
estos tipos de programas?
S.C. Si, indagar ¿Qué pasa con chicos cuando ven Paka-Paka?”. Hay ahí, investigaciones
exploratorias a hacer. Porque también se da un consumo ya domesticado ligado a ciertos
canales de dibujos animados, canales internacionales. Hay un hábitus adquirido en ese terreno
que es complicado y cada vez más fuerte.
Y lo mismo pasa con los adultos. El acostumbramiento a ver programas tipo Tinelli genera una
especie de acostumbramiento a ciertos programas más banales, en desmedro a la valorización
de otros. El tema de la calidad estética es un tema importante a tener en cuenta.
T.A. ¿Y qué opinión te merece una señal como Paka-Paka, aunque algo de esto se
desprende de lo dicho anteriormente. Me refiero a la posición política de recuperar
imágenes más heterogéneas de la infancia.
S.C. Sí, Me parece que acá lo que también se pone en juego es poner en primer plano otro tipo
de producciones internacionales (como por ejemplo las latinoamericanas) que muchas veces
quedan en cuarto plano. Pero también la revalorización de la producción local. Me parece que
en muchos programas hay un esfuerzo de experimentación bastante inicial de una producción
propia. Hay ahí, una apuesta interesante para los productores que realizan productos para
niños.
T.A. Hace un momento hablaste de contenidos de calidad. ¿Cómo definís ese concepto,
“contenidos de calidad” en la programación de televisión dedicados a las audiencias
infantiles?
S.C. De calidad estética, un producto que sea hecho por profesionales, a eso me refiero. Que
pueda contemplar las cuestiones estéticas, también las de contenido… hay cierta banalidad en
los contenidos. No hablo de que el programa sea para instruir, pero sí que la dimensión del
contenido pueda ser pensada; planteándola con el formato que sea.
S.C. Yo no soy especialista en televisión, pero te diría que si yo pienso un producto tengo que
pensar sobre las dimensiones estéticas, tener hipótesis sobre su recepción, es decir: conocer
ese niño al cual va dirigido. Muchas veces se piensan productos desconociendo al público que
los va a consumir. Es decir, por ejemplo, tener idea que se trata de un chico de 8 años. Me
parece que en algún momento hubo un trabajo bastante interdisciplinario en los ’70, entre
psicoanalistas, gente de los medios, pedagogos. Digamos, recuperar ese tipo de experiencias de
trabajo en equipo que permitan miradas complementarias. Yo no sé si eso se produce hoy.
Desde mi perspectiva, es fundamental en el proceso de escritura considerar al público al que
van destinados los programas. En la escritura de un texto hay un momento en el que uno debe
considerar al público, al lector, tener hipótesis sobre ese lector. Me parece que con los
programas para chicos muchas veces se dan por sentado supuestos sobre la recepción de
cualquier producto, sin considerar las características propias de las diferentes infancias.
Entonces, es fundamental incorporar el conocimiento sobre el niño. Por eso me parece
importante el trabajo interdisciplinario con maestros, pedagogos, psicólogos y distintos
especialistas, que pueden dar elementos para establecer hipótesis sobre ese público.
T.A. Sí, también el tema del contenido de calidad apunta o abre una dinámica sobre cuál
es la posición del adulto con respecto a la transmisión de valores hacia la infancia; lo
que implica pensar qué rol debe cumplir la TV y de qué manera
S.C. Sí, porque siempre hay una decisión sobre los contenidos, velada o no. Siempre hay una
decisión. Entonces, me parece que reparar sobre esta decisión es una cosa importante. Si yo
quiero trabajar determinados valores como el de la solidaridad, el del juego, el de jugar con los
compañeros, se puede pensar esa dimensión a través de deferentes procesos muy creativos.
Infancia y Cine
T.A. ¿Crees que el cine es una expresión artística importante y que a los chicos los
enriquece gozar de los films en las salas hoy?
S.C. Me parece que sigue siendo una experiencia impactante. Yo creo que el cine siempre
genera cierta fascinación. No sabría decirte mucho más… no sé cuantos son los datos sobre el
consumo de cine en los chicos, qué edades, ese tipo de estadísticas habría que mirarlas.
T.A. ¿Cómo percibís las consecuencias, en los espectadores niños y jóvenes, ante la casi
única presencia de las películas norteamericanas en las salas, sobretodo en las
vacaciones de invierno y verano, impidiendo la exhibición de películas infantiles
nacionales?
S.C. Sí, que están muy poco tiempo. Y con los adultos pasa lo mismo. Esa es la dinámica
internacional económica en el cine. Escuché varias veces el planteo que hacía Liliana Mazure
sobre una legislación que establece que las películas nacionales van a estar más tiempo.
T.A. La regulación de la cuota de pantalla.
S.C. Exactamente, y que iban a incorporar otro tipo de películas internacionales, pero de menor
tirada; aplicable no solo a lo nacional, sino también a películas latinoamericanas, que son
equivalentes a las nacionales.
S.C.-Me parece fundamental apuntar a éste tipo de políticas que vaya por lo menos pensando
en cierto público y que en algún momento se pueda ir ampliando. Se ha hecho mucho en el
campo de la literatura infantil con las ferias del libro y en el teatro infantil el cual tiene una
larga experiencia de festivales. ¿Por qué no en el cine, si el cine tiene un atractivo
particular? Por ejemplo, el hecho de instalar un par de salas en la ciudad que sean exclusivas
para chicos permite activar una dinámica que, si el lugar no estuviera, no se activaría.
Establecer el alcance que puedan tener estas políticas, es una cosa a explorar en el tiempo.
[1] [1] El programa al que se refiere es Patito Feo. La chica es Vanesa, la madre de los hijos de
Tevez (que salía con Brenda Asnicar, actriz que interpretaba a una adolescente concheta
integrante del grupo “las divinas”, rivales de “las populares”). Está a partir del minuto 1:00.
http://youtu.be/R7ofNdOjW98