Facilitación Del Rendimiento Futuro de Los Empleados
Facilitación Del Rendimiento Futuro de Los Empleados
Facilitación Del Rendimiento Futuro de Los Empleados
En Resumen...
El cambio tecnológico, la competencia mundial y la rápida obsolescencia de las habilidades y
conocimientos están ejerciendo presión sobre las organizaciones para formar y perfeccionar a sus
empleados. Esto requiere que se preste una atención especial a las tres fases principales de la
formación y desarrollo:
Análisis de las necesidades.
Creación de programas.
Evaluación del proceso en su conjunto.
A la hora de poner en marcha un programa de formación deben tenerse en cuenta varios criterios,
especialmente la respuesta a las preguntas de ¿quién?, ¿qué? y ¿dónde?
Los directores de formación y desarrollo disponen de una gran diversidad de métodos y medios. Su
elección deberá basarse en:
La adecuación a los objetivos de la formación.
A sus costos relativos.
Con independencia del método por el que se opte, el contenido de la formación deberá:
Diseñarse de forma que se optimice el aprendizaje.
Deberá pensarse en el uso adecuado de reforzadores durante y después del aprendizaje.
No deberá descuidarse la evaluación de la efectividad del programa de formación.
Esto requiere que la empresa se comprometa a realizar un diseño riguroso, preferiblemente
experimental, de evaluación del programa.
OPINIONES:
En nuestra opinión las organizaciones que facilitan una formación para un mejor rendimiento de
sus empleados tienen las siguientes ventajas:
Comprender las fuentes y causas (conocimientos, motivación, habilidades) por las que una
persona rinde más o menos que otra.
Proporcionar a los mandos toda la información necesaria para dirigir mejor a sus equipos.
Medir y seguir la evolución del rendimiento de las personas, buscar oportunidades de mejora y
anticipar posibles problemas.
Conseguir un panel de control que le ayuda a tomar las decisiones estratégicas sobre desempeño.
Comparar el rendimiento de diferentes grupos para descubrir las buenas prácticas y trasladarlas a
toda la empresa.
CONCLUSIONES:
Las empresas que comprenden la conexión entre preparar a su personal para aceptar el cambio y
una efectiva implementación de nuevas iniciativas tienen garantía de ver sus esfuerzos
recompensados y de conseguir los objetivos buscados. Sabemos que con una cuidada planificación
y el apoyo de la formación y desarrollo de los colaboradores, las organizaciones pueden ayudar a
sus personas a adaptarse al cambio y a mantener su ventaja competitiva. Sin embargo, una mala
gestión puede tener consecuencias muy graves.
Por otro lado, otro problema con el que nos podemos encontrar es que las empresas no
consideran la gestión del desarrollo como competencia clave para sus líderes. Como resultado
fracasan en el intento de proporcionar un desarrollo adecuado a sus empleados, limitándose a
ofrecerles cursos aislados que no tienen en cuenta el entorno de la organización o el contexto del
negocio, con poco o nulo seguimiento y escasas sesiones prácticas.
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