Trabajo Administrativo 3 Puntos
Trabajo Administrativo 3 Puntos
Trabajo Administrativo 3 Puntos
PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO LABORAL
Participantes Equipo3:
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Los Actos Administrativos
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deberán ser ejecutados por la Administración en el término establecido, y a falta
de éste su ejecución deberá ser de manera inmediata. Debiendo ser motivados
los actos de carácter particular, a excepción de los de simple trámite, o salvo
disposición expresa de la Ley, debiendo hacerse referencia a los hechos y
fundamentos legales del acto.
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justifique, se podrá disponer mediante decreto, que la firma de los funcionarios sea
estampada por medios mecánicos que ofrezcan garantías de seguridad.
Procedimiento Administrativo
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hubiere de iniciar las actuaciones lo notificará al presentante, comunicándole
las omisiones o faltas observadas a fin de que en el plazo de quince (15) días
proceda a subsanarlos. Si el interesado presentare oportunamente el escrito o
solicitud con las correcciones exigidas, y ésta fuere objetada por la
administración debido a nuevos errores u omisiones, el solicitante podrá
ejercer el recurso jerárquico contra la segunda decisión o bien corregir
nuevamente sus documentos conforme a las indicaciones del funcionario.
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de funcionarios del mismo organismo y de veinte (20) días en los otros casos.
Si el funcionario requerido considerare necesario un plazo mayor lo
manifestará inmediatamente al requeriente, con indicación del plazo que
estime necesario, el cual no podrá exceder en ningún caso del doble del ya
indicado.
10. La omisión de los informes y antecedentes señalados en los artículos
anteriores no suspenderá la tramitación, salvo disposición expresa en
contrario, sin perjuicio de la responsabilidad en que incurra el funcionario por la
omisión o demora.
11. Los informes que se emitan, salvo disposición legal en contrario, no serán
vinculantes para la autoridad que hubiere de adoptar la decisión.
12. Los hechos que se consideren relevantes para la decisión de un procedimiento
podrán ser objeto de todos los medios de prueba establecidos en los Códigos
Civil, de Procedimiento Civil y de Enjuiciamiento Criminal o en otras leyes.
13. Los interesados y sus representantes tienen el derecho de examinar en
cualquier estado o grado del procedimiento, leer y copiar cualquier documento
contenido en el expediente, así como de pedir certificación del mismo. Se
exceptúan los documentos calificados como confidenciales por el superior
jerárquico, los cuales serán archivados en cuerpos separados del expediente.
La calificación de confidencial deberá hacerse mediante acto motivado.
14. La tramitación y resolución de los expedientes no podrá exceder de cuatro (4)
meses, salvo que medien causas excepcionales, de cuya existencia se dejará
constancia, con indicación de la prorroga que se acuerde.
15. La prórroga o prorrogas no podrán exceder, en su conjunto, de dos (2) meses.
16. El término indicado en el artículo anterior correrá a partir del día siguiente del
recibo de la solicitud o instancia del interesado o a la notificación a éste,
cuando el procedimiento se hubiera iniciado de oficio.
17. El acto administrativo que decida el asunto resolverá todas las cuestiones que
hubieren sido planteadas, tanto inicialmente como durante la tramitación.
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18. El procedimiento se entenderá terminado por el desistimiento que el interesado
haga de su solicitud, petición o instancia. El desistimiento deberá formularse
por escrito. En caso de pluralidad de interesados, el desistimiento de uno de
ellos no afectará a los restantes. El funcionario que conozca del asunto
formalizará el desistimiento por auto escrito y ordenará el archivo del
expediente.
19. Si el procedimiento iniciado a instancia de un particular se paraliza durante dos
(2) meses por causa imputable al interesado, se operará la perención de dicho
procedimiento. El término comenzará a partir de la fecha en que la autoridad
administrativa notifique al interesado. Vencido el plazo sin que el interesado
hubiere reactivado el procedimiento, el funcionario procederá a declarar la
perención.
20. La declaratoria de perención de un procedimiento no extingue los derechos y
acciones del interesado y tampoco interrumpe el término de la prescripción de
aquéllos.
21. No obstante el desistimiento o perención, la administración podrá continuar la
tramitación del procedimiento, si razones de interés público lo justifican.
Procedimiento Sumario
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Procedimiento en Casos de Prescripción.
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3. Las notificaciones que no llenen todas las menciones señaladas en el artículo
anterior se considerarán defectuosas y no producirán ningún efecto.
4. La notificación se entregará en el domicilio o residencia del interesado o de su
apoderado y se exigirá recibo en el cual se dejará constancia de la fecha en
que se realiza el acto y del contenido de la notificación, así como del nombre y
Cédula de Identidad de la persona que la persona que la reciba.
5. Cuando resulte impracticable la notificación en la forma prescrita en el artículo
anterior, se procederá a la publicación del acto en un diario de mayor
circulación de la entidad territorial donde la autoridad que conoce del asunto
tenga su sede y, en este caso, se entenderá notificado el interesado quince
(15) días después de la publicación, circunstancia que se advertirá en forma
expresa. Parágrafo único En caso de no existir prensa diaria en la referida
entidad territorial, la publicación se hará en un diario de gran circulación de la
capital de la República.
6. Si sobre la base de información errónea, contenida en la notificación, el
interesado hubiere intentado algún procedimiento improcedente, el tiempo
transcurrido no será tomado en cuenta a los efectos de determinar el
vencimiento de los plazos que le corresponden para interponer el recurso
apropiado.
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Cuando se trate de actos susceptibles de ejecución indirecta con respecto al
obligado, se procederá a la ejecución, bien por la administración o por la
persona que esta designe, a costa del obligado.
Cuando se trate de actos de ejecución personal y el obligado se resistiere a
cumplirlos, se le impondrán multas sucesivas mientras permanezca en
rebeldía y, en el caso de que persista en el incumplimiento, será sancionado
con nuevas multas iguales o mayores a las que ya se le hubieren aplicado,
concediéndole un plazo razonable, a juicio de la administración, para que
cumpla lo ordenado. Cada multa podrá tener un monto de hasta diez mil
bolívares (Bs. 10.000,00), salvo que otra ley establezca una mayor, caso en
el cual se aplicará ésta.
Existen en las Inspectorías, diferentes salas para prestar atención a los usuarios o
interesados.
La sala de Reclamos o acuerdos, es adonde acuden el trabajador afectado y el
patrono de manera de que puedan llegar a un convenio o a una conciliación; de no
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terminarse el conflicto allí, sí tienen que ir a una sala jurisdiccional es decir a los
Tribunales Laborales.
11
Por lo general se le realiza un seguimiento hasta que el trabajador esté en
su puesto de trabajo.
“La Ley no establece una medida de peso, solamente la multa para hacer
que el patrono cumpla con las exigencias administrativas, nuestro reglamento
jurídico no es tan fuerte como en materia judicial para establecer arrestos o
cierres. Cuando incumplen, sólo se practica el procedimiento de sanciones, es
bueno señalar que se debe solicitar la paralización de la Solvencia Laboral o la
revocatoria de la misma si ya ha sido concedida, ante la Inspectoría, por lo que no
podrán optar a licitaciones, convenios o contratos con Instituciones u Organismos
del estado Venezolano.
Por lo general el Tribunal obliga a la empresa que tenga una prueba fuerte para
realizar un procedimiento, el cual debe terminar en un lapso de cuatro meses
como lo señala la ley, para que llegue a un acuerdo con el trabajador.
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De ese tiempo establecido no debe excederse, por lo general cuando se va a
juicio es cuando hay una causa muy fuerte entre el patrono y el trabajador.
El que tiene para pagar un abogado particular y quiere ver los frutos de manera
rápida lo hace por Tribunales, pero los procedimientos de reenganche no los tiene
esta instancia, por supuesto una vez que se agota la vía administrativa se abre la
vía jurisdiccional.
13
u orden lógico dividido en una serie de fases distinguidas como iniciación,
sustanciación y decisión.
14
Por último, la fase decisión se encuentra representada por la expresión de la
voluntad de la administración pública mediante un acto administrativo que resuelva
todas las cuestiones planteadas durante las etapas previas, la cual no puede
exceder de cuatro meses salvo las prórrogas de ley. Al respecto Moya (2006)
justifica la existencia de este tipo de procedimiento señalando que es “necesario
un proceso para que el ciudadano pudiera fiscalizar la autodefensa administrativa”.
Por su parte Hernández (2012), describe esta institución como el:
“Cauce a través del cual la administración desarrolla toda su actividad (no solo
dictando el acto administrativo), permitiendo así la libre participación de los
ciudadanos en el marco del concepto de administración vicarial, contemplado en el
artículo 141 de la Constitución”.
15
Se puede definir el derecho administrativo laboral, de manera general, como las
normas que regulan la intervención del Estado en las relaciones del trabajo, en
las condiciones y medio ambiente del trabajo y en materia de seguridad social.
La Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de Justicia en Sentencia
del 10.01.1980, Caso “Entidad de Ahorro y Préstamo”, en lo relativo a las
relaciones del trabajo, señala que la intervención de la Administración no se
limita a los casos de despidos de los trabajadores, sino que consiste en “la
función pública de más amplias proporciones y de innegable interés colectivo”
para garantizar el pleno empleo, la estabilidad de los trabajadores y el control de
las condiciones de trabajo.
Se ha señalado que derecho administrativo del trabajo “es aquél que regula la
actividad de la Administración en la aplicación de las normas de la Ley Orgánica
del Trabajo y demás disposiciones de carácter laboral”. La consecuencia de la
regulación por normas laborales de esa función interventora es la existencia de un
derecho administrativo laboral, y, por ende, de una Administración Pública
Laboral, de una actividad administrativa laboral y de procedimientos y actos
administrativos laborales. Además, es un hecho histórico que desde las primeras
normas laborales han existido órganos administrativos que ejercen esa función
de intervención. La propia Ley Orgánica del Trabajo en su Título IX, Capítulo I;
se refiere a los organismos administrativos del Trabajo.
16
Administración del Trabajo. Y de manera específica, la Administración Pública
de la Prevención en el Trabajo, son los organismos que dentro de la
Administración del Estado (criterio orgánico) realizan la función de aplicar la Ley
de la materia, para garantizar la prevención de los infortunios por causa del trabajo
y la prestación y el cumplimiento del régimen prestacional de seguridad y salud
del trabajo (criterio material). Asimismo, Administración Pública de la Seguridad
Social son los órganos que dentro de la Administración del Estado tienen a su
cargo la rectoría, la organización, el funcionamiento y la prestación del servicio
público de la seguridad social.
Fuentes constitucionales
17
Todo el ordenamiento jurídico que regule las competencias de la Administración
en materia de las relaciones de trabajo, de las condiciones y medio ambiente del
trabajo y de la seguridad social, cabe dentro del ámbito del derecho administrativo
laboral. Es decir, comprende la actividad y la inactividad de los órganos de la
Administración en ejercicio de sus competencias en materia laboral. Esas
competencias pueden ser: A) De carácter normativo: Es decir, las competencias
que el legislador atribuye a la Administración para regular determinadas materias
a través de su potestad reglamentaria. Y B) Estrictamente ejecutivas: Las
competencias que el legislador atribuye a los organismos administrativos del
Poder Ejecutivo Nacional para inspeccionar en las relaciones de trabajo, en las
condiciones y medio ambiente del trabajo y en las obligaciones de la seguridad
social, y para dirimir controversias entre patronos y trabajadores, así como para
promover o fomentar el empleo, e, igualmente, para suministrar prestaciones de
seguridad social, y, finalmente, la competencia sancionatoria como consecuencia
de su función de inspección y de control. Así, por ejemplo, son
típicas actividades administrativas principales del ejercicio de las funciones de
gestión de prevención en el trabajo, las señaladas en el artículo 18 de la Ley
Orgánica de Prevención Condiciones y Medio Ambiente del
Trabajo[3] (LOPCYMAT), es decir, las funciones de inspección de condiciones de
seguridad y salud en el trabajo para dictar ordenes y plazos de cumplimiento de
normativa vigente violada; la aplicación de las sanciones administrativas
establecidas en dicha Ley; la calificación del grado de peligrosidad de las
empresas, establecimientos, explotaciones y faenas; la investigación de
accidentes y enfermedades ocupacionales; la calificación del origen ocupacional
de las enfermedades o accidentes; dictaminar sobre el grado de discapacidad de
los trabajadores; los registros y acreditación de los Comités de Seguridad Social
Laboral; los Servicios de Seguridad y Salud en el Trabajo y de entes o
personas que prestan servicios en estas áreas; y la tramitación de prestaciones
de los trabajadores ante la Tesorería de la Seguridad Social
18
En razón de esas competencias, teniendo presente el artículo 7° de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, puede definirse como acto
administrativo laboral, toda declaración general o particular emitida con las
formalidades y requisitos establecidos en la Ley Orgánica del Trabajo o en la
LOPCYMAT y demás disposiciones laborales, por los organismos administrativos
del trabajo, de las condiciones del medio ambiente del trabajo y de la seguridad
social[4]. La Sala Política Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, en
Sentencia del 17.04.1991, Caso “Auto Mercado Santa Rosa de Lima”; la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en su Sentencia del
20.11.2002, Caso “Ricardo Baroni”, y la Sala Plena del Máximo Tribunal, en
Sentencia Nº 9 del 02.03.2005, Caso “Conflicto de competencia “Universidad
Nacional Abierta”, han reconocido jurisprudencialmente la existencia de actos
administrativos laborales. Por otra parte, por procedimiento administrativo
laboral se entiende, el trámite obligatorio establecido en la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos y en las leyes especiales laborales y en las
condiciones y ambiente del trabajo para el ejercicio de las competencias
administrativas de la Administración Laboral. Al respecto puede señalarse que el
vigente Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo[5] en su artículo 5° se refiere
a los procedimientos administrativos laborales. Y la Ley Orgánica del Sistema de
Seguridad Social de 2002, que es un buen precedente, en su Artículo 142, se
refería a los procedimientos administrativos de los regímenes prestacionales del
Sistema de Seguridad Social, que deberán ser breves para hacer efectivo el
derecho de las personas a la seguridad social.
Existen, pues, en materia laboral, los tres elementos que definen al derecho
administrativo: Administración pública laboral, acto administrativo laboral y
procedimientos administrativos laborales.
19
Cuando el principio de la separación de los poderes públicos del Estado no es
exclusivo, ni excluyente de sus funciones propias, la función jurisdiccional del
Estado para dirimir controversias, por mandato del legislador, puede ser
encomendada a organismos del Poder Ejecutivo, en determinados casos. La
función jurisdiccional dentro del Estado es la función propia del Poder Judicial,
que la presta a través de los tribunales, mediante procesos judiciales y por
sentencias, pero, en casos específicos, el Estado la ejerce a través de
organismos administrativos mediante procedimientos y por actos administrativos.
De allí que cuando la función jurisdiccional la prestan tribunales, es de naturaleza
judicial y sus decisiones son sentencias. Y, cuando la ejercen órganos de la
Administración, es de naturaleza administrativa y sus decisiones son actos
administrativos. Y dentro de la clasificación contenida en el artículo 14 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, a estos actos se les califica de
“providencias”. Por otra parte, desde un punto de vista orgánico, por Justicia se
entiende la organización que lleva a cabo la función jurisdiccional. Así, entonces,
la Justicia será judicial cuando esa organización la integran los tribunales
y administrativa cuando se compone por los órganos de la Administración
Pública.
Teniendo presente lo anterior, en materia laboral, es posible distinguir: Una
justicia judicial laboral, a cargo de los tribunales que dentro del Poder Judicial
tienen competencia para dirimir las controversias que surjan en las materias
laborales mediante procesos y sentencias judiciales. Y, una Justicia
Administrativa Laboral, cuando esa competencia está atribuida por el legislador
a los organismos administrativos laborales que la ejercen a través de
procedimientos y providencias administrativas. El Reglamento de la Ley Orgánica
del Trabajo, en su citado artículo 5°, incluso, se refiere a la competencia que
corresponde a los funcionarios de la Administración del Trabajo para
“dirimir conflictos intersubjetivos entre particulares”, que no es otra cosa que la
función jurisdiccional que ejercen tales funcionarios.
20
Naturaleza administrativa de los actos dictados por la Administración Labora
en ejercicio de función jurisdiccional:
21
unidades técnicas administrativas subalternas ante el Presidente del Instituto
Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales, (Art. 22, Nº 11 y 77); y
recursos judiciales contra las decisiones de este Instituto (Art. 77, idem).
22
hecho, es decir, de la prescindencia del procedimiento legal (Artículo 14, numeral
4; eiusdem). Y, en el caso de los actos administrativos sancionatorios estos
actos están sujetos a los principios de la tipicidad, de la presunción de inocencia,
de la prescripción, de la plenitud probatoria y de la prohibición de nuevos
juzgamientos por los mismos hechos.
23
disposiciones contenidas en las leyes laborales. Y, en segundo término, como
fuentes generales y supletorias se aplican la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos y el Decreto con fuerza de Ley Orgánica de la Administración
Pública y el Decreto con fuerza de Ley de Simplificación de Trámites
Administrativos. Las leyes procesales, dada la naturaleza administrativa de las
providencias laborales, sólo son aplicables como principios generales del
Derecho, pero no como fuentes directas de estos procedimientos. Por ello,
resulta impropio el artículo 5° del Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo que
atribuye prelación a la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y al Código de
Procedimiento Civil sobre la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.
Igual ocurre con el Reglamento Parcial de la LOPCYMAT; cuyo artículo 7°,
respecto de la prelación de las fuentes de los procedimientos administrativos
que contempla, establece el siguiente orden: 1°) Las disposiciones de la
propia LOPCYMAT. 2°) Las disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo y su
Reglamento. 3°) Ley Orgánica Procesal del Trabajo. 4°) Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos y 5°) Las disposiciones del Código de
Procedimiento Civil
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a admitir la competencia de los tribunales laborales para conocer demandas de
nulidad contra los actos administrativos laborales. En efecto, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en Sentencia del 23.09.2010,
Caso “Bernardo Jesús Santeliz Torres y otros en amparo constitucional vs. Central
la Pastora, C.A.”,con base en el artículo antes citado de la Ley Orgánica también
mencionada, cambió el criterio contenido en su Sentencia Nº 1318/2001, respecto
de la competencia de la jurisdicción contencioso administrativa para conocer de la
nulidad de los actos dictados por las Inspectorías del Trabajo; y señaló, que:
25
3ª) 1992-2001: Control de los actos de la Inspectoría del Trabajo por la jurisdicción
laboral (Sentencia de la misma Sala Nº 61 de fecha 09.04.1992, Caso
“Bamundi”).
4ª) 2001-2010: Control de los actos de la Administración del Trabajo por la
jurisdicción contencioso administrativa (Sentencia de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia Nº 1318 del 02.08.2001, Caso “Teresa Suárez de
Hernández” y Sentencia de la Sala Plena de dicho Tribunal Nº 9 del 02.03.2005,
Caso “Resolución de conflicto de competencia en demanda de la Universidad
Nacional Abierta”).
5ª) 2010: Control de los actos de la Administración del Trabajo por la jurisdicción
laboral. (Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y Sentencia
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia del 23.09.2010). Solo
puede agregarse a esta Sentencia, que los competentes, en primera instancia,
serían los tribunales de juicio.
26
competencia de los juzgados superiores del trabajo para conocer de los recursos
de nulidad contra las decisiones emanadas del Instituto Nacional de Prevención,
Salud y Seguridad Laborales.
27
Social (Gaceta Oficial número 5.891 Extraordinario de fecha 31 de julio de 2008),
en su artículo 130, mientras dure la transición hacia la nueva institucionalidad de
dicho Sistema, seguirá en vigencia la Ley del Seguro Social, y ocurre que esta
Ley, reformada parcialmente mediante decreto con fuerza de ley, publicada en
Gaceta Oficial Nº 5.976, de fecha 24.05.2010, dispone que las controversias
suscitadas por la aplicación de esta última Ley y su Reglamento, serán
sustanciadas y decididas por los Tribunales del Trabajo, de conformidad con la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo. Con anterioridad, la Ley Orgánica de
Seguridad Social de 2002, en su artículo 141, atribuyó a la jurisdicción laboral lo
concerniente a las controversias derivadas de la aplicación de dicha Ley.
Evidentemente que dentro de esas controversias caben las de naturaleza
contencioso administrativa.
Por ello, si bien la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, en su artículo
146, atribuye a los tribunales de primera instancia en lo civil la competencia
para conocer de las demandas en protección de los derechos e intereses
colectivos y difusos, sin embargo, según la interpretación de la Sentencia, antes
citada, los competentes, por el contrario, serían los tribunales laborales de juicio,
en el supuesto de violaciones de derechos colectivos o difusos relativos al
trabajo.
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Quisiera agregar otro comentario, relativo a la competencia de los tribunales
laborales para conocer de los recursos de habeas data. En efecto, este recurso se
atribuye, según la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia[8], en su
artículo 169, de manera general, a los tribunales contenciosos administrativos
municipales, pero en atención a la interpretación de la Sentencia de la Sala
Constitucional del Máximo Tribunal, del 23.09.2010, en el Caso “Bernardo Jesús
Santeliz Torres y otros en amparo constitucional vs. Central La Pastora, C.A.”,
antes mencionada, esta competencia en los supuestos de acciones de habeas
data relativos a derechos laborales, correspondería a los tribunales laborales de
juicio.
29
de las leyes anteriores que regulaban el contencioso administrativo, la Ley vigente
no contiene una disposición como, por ejemplo, la del artículo 130 de la Ley
Orgánica de la Corte Suprema de Justicia de 1976, que expresamente señalaba
que en su sentencia el juez contencioso administrativo, si así se solicitaba en la
demanda, además de declarar la nulidad del acto impugnado podía condenar al
pago de sumas de dinero.
30
competencia tanto para declarar la nulidad de los actos administrativos contrarios
a Derecho como para dictar sentencias de condena al pago de sumas de dinero o
al pago de daños y perjuicios. Yo hubiera preferido que la Ley contemplara una
disposición relativa a la procedencia de esta acumulación de estas pretensiones
y otra disposición para los casos de protección de derechos constitucionales
fundamentales, que permitiera la aplicación de un procedimiento sumario
31
En ese mismo orden de ideas, se constató que durante la tramitación del
procedimiento para la certificación de una enfermedad ocupacional se vulnera la
presunción de inocencia y el derecho a ser oído del patrono, al no existir una
oportunidad legalmente establecida para que las entidades de trabajo puedan
advertir al ente sobre cualquier situación de hecho o de derecho, que de alguna u
otra manera, pueda enervar el resultado definitivo del procedimiento que es la
certificación de la patología sufrida por el trabajador como de origen ocupacional.
Como por ejemplo, la preexistencia de una hernia discal, que quizás el funcionario
de salud se pudiera percatar de tal circunstancia a través de la lectura de un
examen médico pre empleo que reposa en el expediente del trabajador; lo cual
bajo ningún escenario se puede considerar como un pretexto que exima al ente
actuante para no procurar un procedimiento administrativo revestido de las
garantías constitucionales analizadas y estudiadas con profundidad en la presente
investigación.
“El derecho al debido proceso ha sido entendido como el trámite que permite oír a
las partes, de la manera prevista en la ley, y que ajustado a derecho otorga a las
partes el tiempo y los medios adecuados para imponer sus defensas”.
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la investigación llevada a tal efecto por el funcionario del INPSASEL, ni mucho
menos se le permite promover aquellos medios probatorios legales y pertinentes
que a su criterio, pudiesen enervar la calificación de la supuesta enfermedad
sufrida por el trabajador como de origen ocupacional.
En el caso bajo estudio, las entidades de trabajo, tan solo reciben dos
notificaciones durante toda la investigación: la visita o inspección del puesto de
trabajo y la boleta de notificación acompañada de la certificación médica. Por ello,
ni siquiera se garantiza un tiempo suficiente para que los patronos reciban
asesoría legal en cuanto al tratamiento o estrategias legales que pudiesen
emplear para que el acto administrativo emanando del INPSASEL, resulte en un
pronunciamiento objetivo y ajustado a la real
Bibliografía
33
Instituto de Derecho Público. El Derecho Administrativo.
Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas. Caracas 1983.
Trabajo de M. Sc. Freddy Mora Bastidas/ Prof. Faces-Facijup (ULA).
Abogado.
34