Hacer Sufrir
Hacer Sufrir
Hacer Sufrir
INTRODUCCIÓN 15
FILOSOFÍA DE LA VIOLENCIA 57
Fecha de catalogación: 18/11/2013
1. Agresión mimética 57
2. Sacrificar 63
3. Olvidar el origen 73
IMPRESO EN LA ARGENTINA
4. ¿ Vendetta interminable? 74
Queda hecho el depósito que exige la Ley 11.723
Copyright by Editora Ar S. A. SERVIDUMBRE PUNITIVA 87
Tucumán 927.6° piso 1.Sociedad contra Estado 87
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
2. El comienzo del fin: los paniagudos 94
www.ediar.com.ar
2013 3.Acuerdo y castigo 96
ALEJANDRO ALAUI HACER SUFRIR.
8
'La vida se extingue allí donde existe el empeño de borrar las diferencias y
las particularidades por vía de la violencia':
Vasili Grossman
INTRODUCCIÓN
,tk te.thtl:b“--C)..b
aket-- t.-Z-0 -? Encontrar en la institucionalización dergenociciio la materia de
.-i la que está hecho el castigo retributTvo },- toda pena es una verdadera
1
.í sorprésa, tanto más perturbadora cuando deja ver trazos de una vio-
1.ecn sa.fa
i iiató a natuírz_aalAeozasepauhneicrievnacidaedl egeian os7cloilli
radiiiironzi adlei
para sustraerse ala observación. se n' ad borramienco
4 de la memoria colaboran en el trab de invisibilizacion. ambién,
parece r si o e precio que la sone ad paga por accr de la masa-
cre .estatal un delito de derecho internacional.4 Hecho fundacional
que declara que los mayores peligros para la población tienen origen
en d poderjunitiyo, mientras los juristas siguen abrazados a la idea
de que la pena ilegítima no es pena.
_. Los razg2 .en la masacre estatal no son menos evi-
• dentes que en la penalidad en general. El fogonazo que produce esa
forma extrema de poder saca de la opacidad la pena pública para- mos-
trarse como solución sacrificialiElrlibro que tienen-en-sus-manos-se,
i'7rmisérIé
bi t rni modo en que fro-mbres_y mujeres se relaci<
i n an con un tipo muy particular de sufrimiento distinto a cualquw
j
ocro,Es el resultado de la experiencia en el laboratorio' social que el
genocidiolroduce sis es la siguiente: no es improbable- 70
i ?
. mundo salvaje y que el hombre civilizado . convirtió en modo de vida.
Desde hace alrededor de cinco mil años se vive bajo_arnenaza y padéli
fi cimiento punitivo en la creencia-de que alguien-tiene que sufrir.° mor.it?
para-que-la sociedad-viva.-1
es conocida. Al tratarse de una investigación sobre el derecho enal, ad. 4,41ÁLA„ e enseñanza de una teoría de la pena y del delito en la Facultad de
ii. ~--su-fundamento-y-sentidorlo-primero-que-salta-a-la-vista-es -opacida Derec-lao-clela-rUniversidad-rderBuenosireFináltrieni-enEugerriffe-i-e--.
con la que •esta -materia se•cierra- a-la complejidad de la y Raúl Zaffaroni, mi gran maestro, del que pude aprender que el derecho
Como le ocurre a todo pensamiento doctrinario, sus fundamentos son penal está abierto a las mayores atrocidades pero también a mejores
dogmas, sin que por el hecho de tener origen en la ley del hombre oportunidades para la emancipación humana del trato cruel.
estén menos rodeados de misterios q_u_ e .,__
los de una doctrina religiosa
bien sistematizada.iredu- cida-la-doctrinapenal_a_interpretarrd r nes
Cliernricliér , úbliedide---
ones:clet-alidet-dal.T.IWYD. j
. ióle- neia- ,sacrificial,Trió
-
es~de ellaluna.relactoinTriitliR
puéde---- s n a-n-11ga-
-on--_12-sleire
nas V-rnenos con-el-humpnisa_A. Lcontrariofla doctrina d- e 1---
a autor"
r eirá-
de
punitiva, entre todas, probablemente sea la más negada
---realidad y, en lospocos casos en que una imagen del hombre o de'
a los dató
especulacionerantropológicas-heredadas-deffirfilosofia-polítienlísica._ antropologicas-que-hacen-del-mito-cle-la-pena-pararque-exista-sociedad
Pet-in que importe el origen=de"la orden jurídico-penal, esta un dogma en erque encuentra fundamento a doctrina penal da-er
doctrina que hace de la norma de conducta }, castigo el principal objeto liberal de derecho.
de conocimiento ocupó una posición hegemónica en la cultura punitiva balsideardarimvitatilidad-dfla pena -para - que -exista so-de-dad /
del estado liberal de derecho2 prácticamente hasta el final del siglo XX, humana se renueva-en el-Tratado:7.- de-Soler, en oposicióTITIa-tradttión
momento en el que el escenario académico es sacudido por un vuelco positivivta y más cercana ala-tradición de la filcTsiifía rolítica_dásicarPor
radical con la obra del profesor Eugenio Zaffaroni. lo-tanto no faltanTerresta-primeraiobra_mod~-drderecho pTenal7irnáT
Bajo la influencia de la "nueva criminología" o "criminologica. genes.antropólógicaS7dellitimbrewrimitivoTrcivilizadcrEirérdei -W .o
Záffaroni introduce el poder punitivo COMS) objern_de_cnonciraiwto del F M positivista fue muy común identificar al delincuente con un estado
aerecho enal. Las cosas en la cultura punitiva profesional del país no L volutivo inferiorreo-irigfitiencia dilas ciencias-natúrale~cialmente
Iderlreffibfi-cirolb, se identificó en la ontogénesis del individuo la filo-
volverían a ser como antes, especialmente con la publicación de En busca
de las:penas perdidas en 1989, aunque otra obra anterior de 1983, Muertes génesis de la especie humana. En cambio, en la obra de Soler se llega al
anunCiadas, anticipaba el cambio de rumbo. Nacía Ion dio una doctrina mismo resultado con conclusiones antropológicas que en la época en que
penil que, fundada en datos de realidad, en lugar de legitimar la orga- se escribe (tiene sucesivas ediciones, en 1945, 1963, 1970, 1987 y múlti-
nización pública e sufrimiento, tenía como meta -para ganancia de la ples. reimpresiones hasta 1992) ya hacía tiempo habían dejado de domi-
posición del jurista- reducir el trato punitivo irracional: el peligro para nar el panorama de esta disciplina. Sin embargo, obtiene reconocimiento.
la co-existencia humana no proviene del delincuente ni de su delito, sino Por su marcado etnocentrismo no pudo evitar la conclusión deshumani-
de la reacción estatalpara combatirlos. El marco de realidad que.sirvió ante de una inferioridad humana natural: debemos tratar con reserva
OL
UI
de laboratorio para formular nuevas hipótesis para una teoría del poder t, Is L ro da hipótesis que lleve d'intento de explicarlos fenómenos primitivo.
punitivo Étte el _wat.° punitivo genocida que padecieron grupos enteros '.-SO -IV (de penalidad (...) atribuyendo al hombre salvaje, y aún bárbaro, los mis
en Amérida Latina bajó dictaduras militares, así como también otras no mos sentimientos y modo de pensar nuestros'''. Esta ha sido la visión d
menos graves violaciones sistemáticas de derechos humanos cometidas Ironistas, misioneros-y colonizadores
• de los siglos XVI y XVII. 1,1
en democracia por fuerzas policiales y de seguridad en la guerra al delito, Soler introduce en la cultura penal ajam..ssa rgazer -La ramc
contra trabajadores y campesinos movilizados, o el trato penitenciario de dorada, publicado en 12 volúmenes en Londres entre 1907 y 1914- y a
la región. Por cierto-que la influencia dé la criminología crítica europea Lévy-Bruhl -La mentalidad primitiva, publicado en París, en 1925-, tal
y norteamericana fue un aporte fundamental, porque, aun en olvido de como hizo luego Hans Kelsen en Sociedad y Naturaleza de 1943, para
las manifestaciones más extremas de poder sacrificial, sus investigacio- demostrar la naturaleza irracional y mágica del pensamiento primitivo
nes se enfocaron casi exclusivamente en los procesos de criminalización que le impedía a su sociedad pegar el salto civiliza torio:
primaria y secundaria3, lo que permitió un conocimiento má.s profundo
del ius puniendi estatal. A la vez, facilita un mejor examen de las visiones ... la cultura del hombre primitivo no estaba construida sobre una
base científica, naturalista y experimental, como la nuestra que des-
cansa, ante todo, en los principios de identidad, contradicción y razón
2 Ibíd., p. 13.
3 Sobro estos CORCeptOS, ZAFFARONI, E.; ALAGIA. A. y SLOKAR, A., Derecho Penal,
parte general, ob. cit., p.6 y ss. 4 SOLER. S., ob. cit., p. 39 y ss.
22 ALEJANDRO ALAGIA HAC ER SUFRIR
suficientl.U.lidea.de,causalidad, tan influyente en todas nuestras:" Es la venganza primitiva del salva' iiacio o que_pa
/1_ actividad se muestra totalmente rudimentaria, y gran parte de los impide el pasaje a la sociedad civilizad por efecto del estado perma- oler
n
fenómenosson explicadosnoporesaley-sinopor principiosmágicots nente de guerra de todos contra todos" El manejo que el jurista argen-
----4, tino hace de la información etnológica es parejo al empeño igualmente
CEZTs.lampinión-de•Frazerf -para quien la mente rudimentaria del ciego por legitimar castigo aun cuando a favor de una ficción se sacrifi- -
salvaje razona como digiere un alimento6. De ellorelrnalaltilifii
que la aspiración, nunca abandonada del todo por el penalista, de hacer
que el salvaje repartía casugriliirrniitann
,_ iiiCdiferericir;del_tombrei del derecho penal una disciplina científica. No obstante, debe recono-
cáviliza-dwque,progresa, se hTce racional_y justoLcu_ando conoce-la-regIn
cérsele a Soler el primer intento por asomarse al estudio del conflicto en
otleifi~ión causal rriormativn sociedades sin autoridadtSwirritante etnocentrismo, que_ no es menos)
[El salvaje] recibe sus características del grupo, clan o tribu a que per- pro —irel-57Fifll de los penalistas positivistas con los que polemizó—le
tenece, y el hecho por él ejecutado no tiene el sello de una obra indi- 4 hace afirmar que la nota distintiva delaprohibiciónprimitiva es: p •
vidual propia sino colectiva. La reacción determinada por la lesión no
cae sobre un individuo sino sobre todos aquellos que corresponden al csu.no_.obrrespondeñarninTaoraljérivas, apreT: c dáláriali7
mismo grupo? /`dad científicamente.oLas prohibiciones más severas .no son_ aquellas
.que-corresponcken a los actos _más gravemente amenazantes paTa77:7
Con referencia en el cronista Félix de Azaras, introduce esta descrip- colectividad, sino a los que como tales son juzgados de acuerdo a unt,
ción: "Lo corriente es que estos indios no den razón. de lo que hacen, y f concepción del mundo fuertemente cargada de notas animistas y
/ naturales. Por eso no debemos extrañarnos de_que en muchas tribus"
es bien dificil y aún imposible adivinarlo (:..), no podríamos figurarnos
' cómo tales. ideas pueden haber entrado en la cabeza humana". Otra del el homicidio, aun cuando determine -venganzas, no sea cl hecho más
. ..'
graverkun comprobamos:a veces, como entre los pampas, un ctertej
? mismo tenor corrobora la misma impresión: desprecio a la vida que les hace incurrir en graves-excesos ,....;... miel-
La supuesta ley divina impuestral indio por sus sacerdotes y vidnantes dio nocletermina necesariamente una-situación social d ae'
era siempre prohibitiva, yf.susti
í os y multiformes preceptbs,...)
vie
Aunque reconoce entre los salvajes la existencia de tin me sis-
tema composicionaln, lo consideró extorsivo como aberrante su modo
de imputación". Su descri dón de la forma 'mi "va de' lidiar con el
conflicto intertiren e o Ro_rja,..s_i5l3p:EL
.L..a
sii u.L..k
....)$Lj
ac
klla g.atadak,...512..unto de vista de la civilización.
Pero cuando no se la califica sor lo •ue le lta e k asi• an sr iedades . •
5 Ibrel.
6 Fizsa,JJ La rama &loada: Magia y religión, ob. cit., p. 34. " lbíd., p.66.
7 SOLER. S., ob. 12 El parágrafo 11 dedicado al derecho y la costumbre penal en los pueblos aborí-
11 DE .AZARA, F., Viajes por América Meridional, ob. cir., p. 74, cir. por SOLER, S., genes no distingue entre sociedades primitivas con estado de sociedades salvajes
01). CiL, p. 72 y ss. igualitarias (Ibid., p. 95 y SS.).
9 SO Le E, S., ob. cit., p.98. 13 !bid., p. 98.
Ibid., p. 99.. 14 !bid., p. 105.
24 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 25
ttrantrvoluntazIrcle-rn . . titrrntatiflai,
Encuentra en el undamenro'ea venganza que caracteriza al mundo
. - --TW2lic.j civilizada cagal le Lalialmajersüd5.41,0.2cri4tÑ4os co41- salvaje una-fuerza diabólica': y en la pena pública, racionalidad -ausencia
rraaclas...Pese,i a que la antropología escructural-funcionalista europea y 71777- 6n-, que se apoya 'en la necesidad de mantener una organización
norteamericana de 1940 y 1950 ponen punto final a esta -fantasía racio- dada de relaciones entre los hombres-'81-En las imágenes antro5liall
nalista"; Soler no abandonará -en las sucesivas ediciones del Tratado- la Scire'r y Aral9 la institución del castigo es-Fa-cór idiEióñ-ele
idea de la anarquía primitiva, la visión del hombre salvaje como un ase- ictad de existencia social que increíblemente se niega para los salvajes?
sino irracional, y de la inevitabilidad de la pena pública para que exista , DLomo si la co-existencia humana hubiera nacido con la sociedad esta)
sociedad15. tetal.krunque debe reconocérsele al maestro español haber introducido a,
Al año siguiente de la aparición del Tratado... de Soler, regresaba del („Freud _de _Tótem y tabú, _quelo_llevó a_encontrar en el castigo Público-4a
exilio el profesor español Jiménez de Asúa, quien se convertiría en maes- ifisá.tilfacción suficiente': la cual canaliza racionalmente sentimientos quei
tro de una generación de jóvenes penalistas: su influencia llega hasta hoy (de-oro-moddfproducirían_la.reacción brutal de-las muctid e —
umtres"20,
en 1 anorama de la doctrina penal de la Argentina_ydelatinoarnejsica. Grt embargo,tmiencras él legitimaba pena en la .necesidad de, canaliza
1949 es el año de publicación del segundo Tratado moderno que con, nsé
-CH tirjaálvindicativos para que la sociedad existarel creadordel.psii
tinúa la nueva "etapa dogmática;deliderechorpenak-argentino. Afecado L coanálisis ha-
cía cle esta particular institución decultura una fuente pei-
por.un saber_enc1clopiLic2, que privó asdobra de originalidad, no menó
(germanófilo que Soler,,a1_,:igual que _éste justificó la pena pública en la:
r rnanente de poderoso malestar individual y social.--)
El profesor Edmundo Hendler fue el primero en responder crítica-
(-mismas creencias emocentristas: salvaje irracional y sociedad priMitivi mente a la doctrina del instinto primitivcirvenganza ilimitada que la
dominada por la guerra de todos contra todos por efecto de la vengailga civilización racionaliza con la institución de la pena públicarEn 2
L ilimitada. Sobre el ca ' ctet social de las penas primitivas, sostiene que en
- ea -r
Ç licó 14 -7Taíces arcaicas del derecho-penah-un-texto-que-no-se-act
el hombre -moderno solreviven sus rastros: de la pena sino de la equivalencia .entre los tabúes sexuales y el ordél
-..
... eti- lo un choque erriogonabnos-retrotrae-a-lorticmpos-rnenta- knamiento jurídico21 Fue escrito en polémica con un trabajo anterior de
le.,scarindina personahard corucal_posband5tinrél Roberto de Terán Lomas, Lasnífl _derechoiWalarliat _
stridipericril_ ribWitacciona-colectivamenre contra-cl •
caito-eth-51- nclifiaiff,an el objetivo-de responder a las ideas de Frazer y Lévy-Bruhl
• - transgresor-dela norma, como ado-ñrece errlo-samdila llaniada-Le -r con las de Franz Boas y Lévi-Strau.ss. La tesis cierra definitivamente una •
alEtyt•
tradición penal que funda el derecho de punir en el salto evolutivo de la. raza; tienen en común la falta de dominio de sus emociones, que ceden'
irracionalidad salvaje a la racionalidad civilizatoria, es decir, en el pasaje más fácilmente a un impulso que el hombre civilizado y el de educa-
de la naturaleza a la cultura: ción superior. Esta impresión proviene especialmente de que se olvida
considerar las ocasiones en que formas varias de la sociedad exigen un
... el pensamiento prevaleciente, con mayor o menor variante de deta- fuerte dominio de los impulsos (...) Demasiado a menudo el viajero o
lle, es el de una evolución histórica progresiva cuya transformación el estudioso (...) juzgan el impulso hacia las explosiones de ira según
más significativa fue la asunción por el estado del castigo de las trans- su propio patrón de medida.25
gresiones y la consiguiente conversión en asunto público de lo que
anteriormente fue la venganza privada." Lévi-Strauss, de igual talla que Boas, desde.el Collége de France lan-
zaba sus dardos contra un racismo psicologizante:
En el estudio del profesor Hendler el lugar de Lucien Lévy-Bruhl y de
James George Frazer es ocupado por Franz Boas -Cuestiones fundamen- Nunca y en ninguna parte, el salvaje ha sido, sin la menor duda, ese
tales de Antropología Cultural, 1964- y Lévi-Strauss -El pensamiento ser salido apenas de la condición animal, entregado todavía al imperio
Salvaje, 1962, y Antropología Estructural, 1973-, para quienes no sólo no de sus necesidades y de sus instintos, que demasiado a menudo nos
existe una diferencia fundamental en los modos de pensar del hombre hemos complacido en imaginar y, mucho menos, esa conciencia domi-
primitivo y el civilizado, sino que la causa de la inferiorización salvaje se nada por la afectividad y ahogada en la confusión.26
encuentra en la mentalidad colonizadora del etnocentrismo cultural que --.
rit-ócFr ie r—
esulta maiPerturbador es descubrir que esta inaortzactorif
seniega a reconocer una"matriz común que. hace equivalentes los catálo-
gos de prohibiciones de culturas totalmente diversas"24.
Franz Boas, quien cambió el conocimiento antropológico del siglo
ripsicologizante se renueva con el positivismo jurídico de Hans Keilsen'i
Ly.sue.Soler introduce en el derecho penal para demostrar que lapena
[pública es el progreso civilizatorio que pone fin a la irraciOnalidad vin-
7
XX -especialmentéen los Estados Unidos-, partió de la identidad en la dicativa del salvaje. En 1943, en los Estados Unidos Kelsen escribe una
estructura mental del hombre. The mind of primitive man de 1911 está L extraña obra de investigación etnográfica, Sociedad y naturaleza, Er5,-
iducida al español en 1949 por Jaime Perriaux, discípulo argentino cíen
dedicado a refutar la teoría.que diferencia al ser humano en razas supe-
riores e inferiores. No ignoró las diferencias físicas, étnicas y culturales Ortega y Gasset, abogado de magnates nazis en la Argentina, ministro -1
de los grupos humanos, pero señaló, que la cultura occidental las uti- de justicia de la dictadura del general Levingston e ideólogo de la dicta-
lizó para inventar un concepto de. raza y justificar con ello el abismo que 'dura genocida de 1976-1983. Las conclusiones a la; que arriba son: a) El
r
la doctrina racista introduce entre el salvaje irracional -calificación en la monopolioestataltle-la violencia.queelclerecho organiza es la respuesta
que están incluidos los pobres- y el hombre civilizado: ‘ i evitable que tiene la sociedad para salir del estado de venganza inter- .
mr inable de los salvajcsr; b) Los salvajes son irracionales porque carecen
Es impresión general recogida por numerosos viajeros, y basada tam-
vre la idea de ..--...-.....
causalidad natural qpe es la que domina en el pensamiento
bién en experiencias obtenidas en nuestro propio país, que el hombre
primitivo de todas las razas, y el menos educado de nuestra propia
25 BOAS, E, Cuestionesfundamentales de la antropología cultural, ob. cit„ pp. 140 y 141.
26 LÉVI-.STRAUSS, C., El pensamiento salvaje, ob. cit., p.69.
23HENDI.ER, E, ob. cit„ p. 15.
27 Especialmente este punto de partida en su Teoría general del derecho y del atado,
24 Ibld, p. 54.' ob. cit., p. 24.
1
•
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 29
32 GÓMEZ, E.. Tratado de derecho penal, ob. cit., pp. 85, 248 y ss. y 336 y ss.
' 25 KELSEN, H., Sociedad y naturaleza, una investigación sociológic.a, ob. cit., p. 405. 33 voN LzszT, E, Tratado de derecho pena. ob. cit., p. 19.
29 lbíti., p. 71. 31 lbíd., T. II, p. 4.
3° Ibíd.7p. 79; tambiEn,t;usalidad e imputación", ob. cit.. p. 221. .35 MEZG ea, E., Derecho penal. Libro de estudio, Parte general, ob. cit., p.32.
31 Sobre los orígenes de la ciencia racional en la sociedad primitiva, BERNAL, J., 36 Ibíd., p. 379.
La ciencia en la historia, ob. cir., p.59 y ss.
30 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 31
maestro en la consideración de la mentalidad irracional del salvaje y en su de iaffaroni no elude el desafio por el origen de la pena, aunque, a dife-
idea de que la venganza irracional se organiza con la autoridad punitiva rencia de sus trabajos posteriores que revolucionan las concepciones del
talional: "Cuando el Estado se hace fuerte y comprueba que la venganza poder punitivo y el derecho penal en toda América Latina, en esta obra
de sangre y las demás formas de represión turban la paz de la sociedad y de 1980 en cinco volúmenes" concebiría al castigo igual a como lo hace
destruyen la familia, interviene la pena pública"37. Ricardo Nuñez tam- Welze142. La pena cumple la función posibilitadora de la co-existencia
bién considera que la pena proviene de la venganza sin límites y al talión humana al impedir la guerra civil de todos contra todos" aunque lejos de
lo señala como la primera venganza organizada38. cualquier inferiorización del hombre primitivo.
El problema del hombre primitivo consiste en que actúa y no piensa. Fue una sorpresa que en 1991 apareciera en Buenos Aires una tesis
Por ello.su historia es una larga crónica de crímenes y tonterías. La socie- que resucita la doctrina de la irracionalidad de los salvajes con el propó-
dad primitiva es una sociedad sanguinaria porque sus miembros son sito de justificar castigo sobre conductas sin resultado lesivo. En Teoría
irracionales. El hecho de que se describa al salvaje como cruel e inhu- del delito y disvalor de acción el profesor Marcelo Sancinetti establece que,
mano se debe a que este tipo de antropología de escritorio, como dice si para el salvaje un resultado malo debe castigarse y un resultado bueno
Max Gluckman, sea más impresionable a la venganza resultante de un recompensarse, el hombre civilizado se diferencia en que puede distin-
intercambio o compromiso frustrado que a las disputas que acabaron en guir entre intención y consecuencia, de modo de poder castigar también
distintos tipos de arreglos, además de que señala el poderoso justifica- intenciones sin resultado porque, desde el punto de la mala intención
tivo que la inhumanidad de los salvajes significaba para la "pacificación" (quebrantamiento del deber), las consecuencias son indiferentes para la
colonialista39. regla penal de sumisión". Extraña solución, ya que en la inferiorización
del salvaje irracional frente al conflicto se lo emparenta con la tradición
Desde la tradición iniciada en nuestro país por Jiménez de Asúa, y
penal liberal que conserva de épocas más gloriosas el principio no hay
bajo la influencia^ de. la reformulación dogmática del delito promovida pena sin lesión.
por Hans Welzel en Alemania, en el exilio español Enrique Bacigalupo
escribe un Manual qu.e junto al Tratado de Eugenio Zaffaroni constitui-
rán las obras de doctrina Más influyentes en la enseñanza y orientación
2. Filosofia política clásica
de la magistratura en el período posterior a la dictadura cívico-militarde
1976-1983. En los -quince años que separan la primen de la segunda edi-
ción de 1999 del Manual no hay cambios en Bacigalupo en la idea de que Más de tres siglos antes Tomas Hobbes no necesitó denigrar salvajes
para justificar soberanía punitiva. Cronistas, misioneros y colonizadores
sin castigo para criminales no hay estabilidad ni equilibrio socia142. En
cambio, abierta a la especulación filosófica y a las ciencias sociales, la obra vieron en ellos la anarquía vindicativa que la moderna teoría política des-
cribe como estado natural que precede al estado político. Más tarde, en
castigos, incluso la pena de muerte, para evitar que los hombres —como más recóndito del mundo un caos como desorden innombrable"55. De
en el estado de naturaleza— sean 'jueces de sus propias causas-53. Los todos modos no deja de estar omnipresente entre los griegos la idea que
neocontractualistas del siglo XX, como John Rawls y Robert Nozik, será recurrente en la cultura occidental hasta el presente: que la funda-
siguen apegados a la imagen de la sociedad natural como hellum omnium ción del Estado le debe al derecho y la soberanía punitiva "haber distin-
in omnes, pero en ellos aparece sólo como formulación hipotética, un guido los hombres de los animales que se comen unos a ottos"59.
como si de base sobre el que se legitima la necesidad inevitable de auto-
Cuando la antropología de la segunda mitad del siglo pasado liberó a
ridad punitiva para que exista sociedad54.
la teoría social crítica —marxista y no marxista— de su lastre evolutivo y.
El juicio negativo del hombre primitivo no comienza en la moderni- positivista fue un hecho cultural de significación que despejó el camino
dad. Los filósofos griegos se distinguieron por cómo juzgaban la sociedad para pensar la soberanía punitiva, tal vez, como la mayor de las tragedias
salvaje. Unos la desprecian, al ver en ella el reino de la pasión y la violencia humanas. El origen de la civilización también es origen de un destino
interminable, y en la ley, por el contrario, lo que evita la anarquía. Otros, punitivo trágico que la división social hace inexorable. De un "mundo"
en cambio, la exaltan pues reconocen en el estado natural el reino de la salvaje en el que la autoridad está allí para no mandar y representar al
libertad55. Ésta es también la concepción originaria griega del mundo: primer deudor de la sociedad, se pasa a un "mundo" de soberanía puni-
caos, ley de la aniquilación (physis) en oposición a la ley en y por la ciudad tiva que convierte en deudores de sumisión incondicional a casi la tota-
(nomos). La diferencia radica en que en la cultura griega la justificación de lidad de la población. Dicho de otra manera, mientras que la sociedad
la soberanía punitiva no proviene únicamente del fantasma a un regreso actual está obligada a luchar contra la soberanía punitiva para reducirla
al salvajismo primitivo sino también, y principalmente, de la imagen de o contenerla, si quiere seguir existiendo, entre los salvajes, al contrario, se
su propio mundo, un poco a la manera como Roger Bartra explica el luchaba para impedir que algo así surgiera del interior mismo de la socie-
imaginario del Otro salvaje de los colonizadores por las ideas que tenían dad. Anular de manera casi automática el efecto que los factores históri-
de los "inferiorizados" por ellos en el viejo mundo europeo 56; o como cos podrían tener sobre el equilibrio y continuidad de su sociedad es una
anfes lo había beato el genial Rousseau señalando que el "salvajismo" intención permanente que guía la vida de los salvajes. De allí la distinción
era la perfecta imagen, del individualismo competitivo de la sociedad que hace Lévi-Strauss de sociedades "calientes"; que interiorizan resuel-
burguesa57. Incluso, como dice Comelius Castoriadis con profundidad 1 tamente el devenir histórico para hacer de él el motor de su desarrollo,
psicoanalítica, el caos para los griegos no es simple desorden: "hay en lo y sociedades "frías", conservadoras por naturaleza60. El mal encuentro o
accidente trágico de la sociedad con la soberanía punitiva, en este sentido
de cambio radical, no es menos relevante para la historia humana que la
revolución neolítica para el dominio del hombre sobre la naturaleza.
53 LOCKE, J., Segundo ensayo sobre el gobierno civil, ob. cit., p. 15. La producción de excedentes alimentarios no sólo crea la oportunidad
" RAwrs, J., Teoría de la justicia, ob. cit., p.143 y SS.; NOZICK, R., Anarquía, estado y para el .despegue civilizatorio, también para la soberanía punitiva que se
utopía. ob. cit., p.94 y ss.
TERRAY, E., La política en la caverna, ob. cit., p. 76 y ss. 53 CASTORIADIS, C, Lo que hace a Grecia. 1. De Humero a Herádito, Seminarios
56 BARTRA, R.:Omito del salvuje", ob. cit., p. 88 y ss. 1982-1983. La creación humana II, ob. cit., p. 340.
57 ROUSSEAU,D, Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad de los JAEGER, W, Paideia: los ideales de la cultura griega, ob. cit., p. 274,
hombres, ob. cit., p. 29L 60 LÉVI-STRAUSS, C., Antropología estructural, ob cit., p. 32.
36 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRTR fi
con‘la_división social. Esta tensión entre prograyaedia persistencia no le debe nada a una falsa imagen. Sin embargo, la revolu-
" TeZial se hara conocida intrno-dralérticaTle-la-moderniclatl-que-como ción,interna-qucproduce-en.el_sar stas_seriall castigo
dialéctica civilizatoria. En el Manifiesto Comunista de 1848 .Karl-Marx --como fenómeno-irracional de la política", tiene la impronta de una idea
expresa por primera vez la contradicción en imágenes y sentimientos con de sociedad dominada por la tensión entre pulsión genocida con origen
los que se organizan las primeras asociaciones de oprimidos y explora- en el "estado de policía- y la fuerza contraria proveniente del "estado de
dos. Casi un siglo después, se ocupará de este fenómeno la teoría crítica derecho"; representado por el derecho -penal, que -en tanto técnica
de Adorno y Horkheimer en Dialéctica del iluminismo", expresiva de de interpretación de ley- debe ocuparse de reducir la amenaza punitiva63.
una cultura de izquierda identificada con la rebeldía anticapitalista que Por otra parte, poco se sabe sobre el significado de la pulsión genocida
se extiende a todos los ámbitos de la cultura, incluso en una criminología irracional en el estado de policía. Más recientemente, Zaffaroni califica
crítica. la masacre estatal como hecho 'eminentemente punitivo y sacrificial",
No se trata tampoco de reeditar el mito opuesto del buen salvaje. La con lo que abren perspectivas para extender esta conjetura a la penalidad
en general.
desgracia de la sociedad primitiva es de otro orden; no proviene de la ame-
naza de enemigos internos ni de la autoridad-punitiva que no conocen;
tampoco de la falta de Eátado o de su economía de subsistencia, porque
la sociedad primitiva es sociedad contra el Estado y contra el excedente 3. ?Por qué la antropología política?
en tanto políticas pan impedir la división social y con ello la emergencia
de una autoridad punitiva. Sin embargo, el precio que han de pagar por Los avancei de la investigación etnológica nos convencen cada vez
conservar autonomía, igualdad social y libertad es inmensamente alto: la más de que las sociedades cousideradas atrasadas y primitivas, dejadas
tragedia de la guerra, el de ser sociedades para la g. uerri No es la única de lacio por la evolución, relegadas en regiones marginales y destinadas a
fatalidad salvaje,hay más: el sacrificio, institución primitiva por la que la extinción, constituyen formas de vida social originales perfectamente
alguien es sefialado'-.Ten circunstancias extraordinarias- como objeto de viables siempre' y cuando no sean amenazadas desde el exterior. Sería
padecimiento para qué la sociedad viva: un error, dice Lévi-Strauss, infravaloradas por háberlas conocido en un
estado miserable."Lo que les confiere un valor inestimable, aún empobre-
Desde el momento en' qué la antropología política demuestra que cidas, es que esas miles de sociedades que existieron y de las cuales toda-
entre los 'salvajes la pena nunca dominó para intervenir en el conflicto vía existen cientos en la superficie de la tierra constituyen experiencias
interno ni para cleiener la venganza ilimitada o la guerra de todos contra ya listas-65. Una civilización no puede pensarse a sí misma si no dispone
todos, la pena pública queda huérfana de fundamentación como pro-
greso civilizatorio que hace posible la sociedad humana. Pero la caída
'del mico no detiene el reinado del trato punitivo porque su naturaleza y 62 ZAFFARONI, E., En busca de las penas perdidas, ob. cir., p.73 y u.
63 ZAPFARONI, E.; ALAGIA, A. y SLOKAR. A., Derecho Penal, parte general, ob. cit..
61 HORKI-I El M ER, M. y ADOR.NO T., Dialéctica del iluminismo, ob. cit., p.266 y u. En
p. 3 y SS.
d mismo sentido, HORK H almea. M., Teoría tradicional y teoría crítica, ob, cit., p.89 64 ZA FFARONI, E., Crímenes de tn asa , ob.eic.,p.63 yss., La palabra de los muertos, ob.eit.,
y ss. y Crítica deja razón instrumental, ob. cit., p. 185. Una perspectiva más amplia p.479 y s.s.
de las contradicciones de la modernidad, en BERMA N, M Todo lo sólido se desvanece 65 LÉVDSTRAUSS, C., La antropología frente a los problemas del mundo moderno, ob. cit.,
en 4 aire, ob. cit., p. 94 y ss. p.39.
38 ALEJANDRO A LAGIA HACER SUFRIR 39
para su comparación del punto de vista de otra; ninguna fracción de la lo que hace a las relaciones entre las personas. En cambio, las sociedades
humanidad puede aspirar a comprenderse sino por referencia a otras: que estudian los antropólogos —en oposición a esa imagen de violencia
Los antropólogos están para dar testimonio de que el modo en que interminable que se hizo de ellas el derecho penal— pueden ser consi-
vivimos, los valores en los que creemos no son los únicos posibles; deradas sistemas de baja entropía y "funcionan cerca del cero absoluto
que otros tipos de vida, otros sistemas de valores han permitido y per- de temperatura histórica'', básicamente por ser sociedades igualitarias
miten aún a algunas comunidades humanas alcanzar la felicidad (...) regidas por las reglas de intercambio y de la unanimidad. Este punto de
Hoy en día, sabemos que algunos pueblos designados como primiti- vista, que se opone al etnocentrismo antropológico y jurídico, es explo-
vos, que ignoran la agricultura y la ganadería, o que tan sólo practican rado para indagar la prehistoria del castigo y por ello se sigue, en la espe-
una agricultura rudimentaria a veces'sin conocimientos de alfarería ni ranza de encontrar respuestas que de otro modo seguirían enterradas en
tejido, y que principalmente viven de la caza y de la pesca y la recolec- el dogma clásico que sólo ve entre los salvajes el recuerdo de una anarquía
ción de productos silvestres no están atenazados por el miedo a morir homicida que impide toda sociedad y en la pena pública la respuesta
de hambre y la angustia de no poder sobrevivir en un medio hostil civilizatoria sin la cual el-mundo como hoy se lo conoce, desaparecería68.
(...) Como quedó demostrado con una serie de estudios minuciosos
realizados en Australia, América del Sur, Melanesia y África, de dos
a cuatro horas de trabajo cotidiano bastan sobradamente a sus miem-
bros activos para asegurar la subsistencia de todas las familias.66
1. Intuiciones precursoras
• Albert l-lerrnann Post, per Ursprung des Rechts. Oldenburg 1876 fue el fundador
en Alemania de la jurisprudencia etnológica de carácter emocénerica y evolutiva,
obra de la cual Barreta coma la idea sacrificial de la pena pública.
42 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 43
esa idea acompaña consciente o inconscientemente la ejecución de Esta vía de investigación abierta a fines del siglo XIX había quedado
cualquier pena?
sepultada en el olvido durante más de un siglo hasta que Eugenio Zaffa-
Si lo que motiva el sacrificio es un sentimiento —que tanto Barreto roni la rescató para el estudio de la masacre estatan
corno Post identifican en la agresión vindicativa—, todo intento de la En el universo humano no parece dominar más que violencia sacri-
ciencia jurídica por racionalizar la pena está condenado al fracaso. Esta ficial: un pensamiento inquietante y sombrío del más filósofo entre los
conclusión no le impedía ser Un fervoroso creyente —como en general militantes contrailustrados de Francia revolucionaria. También a _Joseph
lo es el penalista— de la necesidad de castigo para que exista sociedad, de Maistre debe reconocérsele el mérito en descubrir los vínculos entre
pero la base psicológica del sacrificio no se pierde, sino que se continúa pena pública y trato sacrificial. Un capítulo entero de Las veladas de San
como survival en la penalidad modernas. En este punto tuvo la auda- Petersburgo (o Diálogos sobre el gobierno temporal de la Providencia) está
cia de formular la siempre incómoda pregunta del derecho penal: -Si la dedicado al "esclarecimiento en materia de sacrificios': Como ferviente
sociedad, mediante el empleo de medidas represivas contra el crimen devoto no podía aceptar la creencia impía y detestable de los hombres
procede de modo racional y apropiado a su destino, satisfaciendo así de vivir bajo el dominio del poder irritado de Dios, donde el sacrificio
una necesidad que le viene impuesta por la propia ley de su existencia'''. se ofrece como único medio con el cual satisfacer su peligrosa violencia.
Su respuesta no podía ser otra que afirmativa, basado en -la necesidad Anticipándose en un siglo al psicoanálisis, detectó en esta institución
impuesta al organismo social a fuerza de su propio desarrollo-5; pero social —como lo hizo después Tobías Barrero—, un fundamento psicoló-
debe recordarse esta otra conclusión llena de honestidad intelectual: gico: el origen del trato sacrificial no está en el cielo sino en las profundi-
Pueden frases teoréticas encubrir la verdadera fisonomía de la cues- dades más recónditas de la naturaleza humana; el terror que inspira ha
tión pero, en el fondo, lo que resta es el hecho innegable de que punir permanecido siempre al lado del gozo sin que recíprocamente se haya
es sacrificar, Yta sea en todo o en parte, al individuo para el bien de podido destruir8. Se trata de una idea antigua y aceptada en el mundo
fa comunidad social, sacrificio más o menos cruel conforme al grado entero: el delito no puede ser expiado más que con la eficacia del sacri-
de civilización de calo cual pueblo, en esta o en aquella época dada, ficio y la sangre del culpable. Ninguna nación ha dudado sobre la exis-
pero sacrificio necesario que si por un lado no se amolda a la rigurosa tencia de una virtud en el derramamiento de sangre sacrificial, asegura el
medida jurídica, por el otro tampoco puede ser abolido por efecto de filósofo de la contrarrevolución. No obstante, tal vez su mayor descubri-
un sentimentalismo pretendidamente humanitario, que no raras veces miento sea en orden a la selectividad en el uso de la violencia extrema que
quiere ver extintas por amor a la humanidad cosas sin las cuales ésta denomina-dogma de la reversalidadn. La destrucción de algo, de alguien o
tal vez no pudiera existir6.
de un grupo vulnerable puede satisfacer y ocupar el lugar de los verdade-
ros culpables en la crisis de existencia del orden social. Una vida menos
preciosa- se ofrece y acepta por otra.
2 BARRET°, T.:Fundamentos del derecho de punir", ob. cit., p. 30. En su forma menos trágica, la sustitución antigua ofrecía la sangre
3 Ibíd., p. 33. de un animal; ésta, ofrecida en sacrificio, fue llamada por los griegos
4 Ibíd., p. 22
Ibíd., p. 23. 7 ZAFFARONE E., Crímenes de masa, ob. cit., p.67 y ss.
6 Ibíd. 8 DE MAISTRE, J., Las veladas de San Petersburgo, ob. cit., pp. 142, 160.
-cia cugni
qq
Tbkl., p. 171.
p. i72. 13 lit., p. 177.
46 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 47
criminales. De ella resulta la necesaria existencia de un hombre desti- comer, pero otros pensando en la muerte no podían abrir la boca"6. Los
nado a imponer sobre otros castigos decretados por la justicia humana: aztecas, según este pensador inquietante, no hacían la guerra para con-
quistar; hacían la guerra para consumir la sangre, el corazón y la carne del
... toda grandeza, todo poder, toda subordinación descansa en el
verdugo. Es el horror y el nudo de la asociación humana. Quitad enemigo."Los sacrificios humanos constituyen una cima del horror en la
del mundo ese agente incomprensible y, en el instante mismo, el orden cadena cruel de los ritos religiosos"'?. La víctima desde el momento en
deja su lugar al caos, los tronos se hunden y la sociedad desaparece." que es elegida se convierte en la parte maldita destinada a una consumi-
ción violenta, pero el sentido profundo y trágico de la libertad se da en la
El registro religioso del trato punitivo sacrificial se mantiene hasta destrucción, cuya esencia es consumir sin beneficiom. Aunque no podría
bien entrado el siglo XX. La obra de Georges Bataille es un ejemplo de asegurarse si el trato punitivo sacrificial primitivo, antiguo o moderno
ello. Aunque se trata de un trabajo destinado a esclarecer la economía está liberado de toda utilidad, hay razones para pensar lo contrario, aun
politica, La parte maldita de 1949 se detiene en los sacrificios aztecas en el caso de que el único beneficio que pueda reportar no sea más que
para indicar que la hecatombé de prisioneros se debía más a un tipo de una ilusión compensadora. Sin embargo, debe retenerse de Bataille su
sociedad religiosa que militarls. El sacrificio entre los aztecas representa opinión de que en todo trato punitivo está presente la idea de destruir.
aquí un consumo inútil de recursos y por ello ubica moralmente a esta lo que se considera inútil porque sólo a través de la consumición de ese
sociedad en las antípodas de la sociedad burguesa. A través de su amigo, excedente improductivo se hace un bien a la sociedad'). Para la sociedad
el antropólogo Alfred Métraux, conoció el trabajo de Hebert y Mauss de Estado no es inútil el sacrificio, lo que es inservible para el orden social
sobre la función del don en la sociedad primitiva, que le permitió especu- de autoridad son las víctimas sacrificiales, como lo demuestra, en nuestra
lar sobre la Jelación del podad) indígena con la destrucción de víctimas época, la-expresión reglamentaria disposición final, utilizada por los mili-
en el sacrificio azteca, al ver en la destrucción de excedentes y riquezas tares argentinos en las órdenes de exterminio para definir a los "objetos"
un gasto improductivo contra el que se revelará la sociedad orientada a destinados a su destrucción.
la producción. Con datos sobre el procedimiento sacrificial que extrae
de la Historia General-4e las cosas de Nueva España de Bernardino de
Sahagún (1547 en lengtia nahualt, 1582 en castellano), se permite una 2. Encuentro con los salvajes
comparación entre el último día de un prisionero azteca con un . con-
denado a muerte de nuestro tiempo. A ambos prisioneros se. los trata Será la antropología de la segunda mitad del siglo XX la encargada
huinanamente, se les cla alimento y bebida. De un guerrero que trajera de desmitificar. el sacrificio primitivo como el trato punitivo civilizatorio.
un prisionero para después ofrecerlo en sacrificio se decía "que lo había - Es la mirada y el encuentro con la sociedad salvaje agonizante lo que
tenido como a un hijo y él como su padre". En cualquier caso, todas las
diferencias entre viejos y nuevos sacrificios terminaban en iguales senti-
mientos ante el destino inminente: "sólo los muy valientes pensaban en 16 SAFIAGÚN, B. de, Historia general de las cosas en Nueva España, 1. II, ob. cit.,
p. XXXIV.
17 BATAILLE, G., ob. cit., p. 85.
Ibicl., p.94.
14 lbíd, p. 24. 19 Sobre la muerte como exceso en Bataille, BAUDIO CLARO, J., E/ intercambio simbólico
15 BATAILLE, G., La parte maldita, ob. cit. y la muerte, ob. cit, p. 179.
48 ALEJANDRO ALAGI A HACER SUFRIR 49
perrn -tlarese-salrral-observarlarcomo -un-orden-social diferente, • obligadapor un daño cansado a uno de sus miembros más que a un inter-
más cruel, pero tampoco peor a la Sociedárdl-Escado. Por la descripcion cambio reparazior247No-eraninmunes-raleis-ceinflicws.interpersonales, y
etnográfica puede conocerse lo engañoso del discurso jurídico sobre la — una muerte no sólo afectaba a sus deudos -sino ala sociedad enuera22.
anarquía primitiva, sobre la irracionalidad atribuida al indígena, sobre La igualdad de sus miembros y la norma de intercambio a la que estaba
las venganzas interminables que los acosan. La ficción del contrato social, ligada impide la emergencia de una vulnerabilidad social que supone
que se fija en el imaginario social con el poder punitivo como garantía, todo castigo público sacrifical. En esta sociedad no existe institución
proviene de un universo de fantasías sobre lo salvaje y primitivo que toda- más débil y efímera que la autoridad del jefe. En lengua nambiquara"jefe"
vía sobreviven en la doctrina jurídica penal, causa por la cual su discurso • (ulikandé) significa el que une. El origen del poder del jefe está en el con-
no se ha elevado todavía, lamentablemente, por encima del dogma y la sentimiento y no dispone de ningún poder de coerción23. Su fuente de
superstición. Mientras el penalista ve en la sociedad primitiva venganza legitimidad es la generosidad que se espera de él y que acosa al jefe para
interminable por ausencia de norma penal que impide toda sociabilidad, convertirlo en el principal deudor del pueblo. Por ello el asentimiento y
la etnología observa normas de intercambio y orden social. ¿Qué fuente la reciprocidad son el origen y el límite de su poder24. No obstante, tienen
alimenta la doctrina penal para afirmar que la venganza pública centra- prácticas que el pensamiento ilustrado -y también el actual- califica de
lizada es un progreso frente a la venganza privada interminable de los bárbaras, aunque están muy lejos de equipararse a las atrocidades geno-
salvajes, y deducir de ello que el homicidio o el robo que se deja impune cidas practicadas por cualquier sociedad de Estado. Lévi-Strauss pone el
amenaza la existencia de la sociedad? No es sólo en la visión emocéntrica ejemplo del sacrificio antropofágico, que de las instituciones salvajes es
donde lá fantasía del penalista encuentra refugio. ¿No es verdad que en la que más horror y desagrado produce. De dicha práctica dice que no
la sociedad de Estado el trato punitivo es de tal naturaleza selectivo que la: habría más razón para la condenación moral o racional de la que podría
mayoría de los delitos más graves contra la vida y la propiedad quedan hacerse ala civilización por el trato punitivo que Organiza contra el delin-
impunes sin -que por ello corra riesgo de disolución la sociedad, cuya cuente25. Si se deja a un lado la forma alimentaria que reviste la antropo-
- : rantiza en el castigo de los más vulnerables? ¿No es
ce.ntinuidad se ga fagia para algunas sociedades acosadas por el hambre, en su modo más
evident.e que delitos Troces perpetrados por el Estado durante el siglo franco se practica en la convicción de que con la consumición del cuerpo
XX quedaron sin castigo y no por ello países que los padecieron cayeron enemigo se incorporan sus virtudes o se neutraliza su poder. Debemos
en la anarquía y en la guerra de todos contra todos? persuadimos, dice el creador de la antropología estructural, de "quesi un
observador de sociedad diferente considerara ciertos usos que nos son
Por la observación etnográfica comprendemos que difícilmente el
propios, se le aparecerían con la misma naturaleza que esa antropofagia
delito o su impunidad puede .ser la causa de amenaza al orden social;
al contrario, para los salvajes fue el contacto con la sociedad punitiva el prin-
cipio de una tragedia que, para ellos, parece no detenerse. Cuando Lévi-
Stranss se encontró en Brasil con los nambiquara, una sociedad tan pobre
social y politicarnente al punto de decir de ellos -que allí sólo se encontró 21 p. 328.
con hombres-20, observó que ninguna banda se siente colectivamente 22 Ibicl., p. 250.
23 Ibtcl., p. 334.
24 Ibíd., p. 338.
25 !bid., p. 441.
20 Lévi-STRAuss,C., Tristes trópicos, ob. cic., p. 360.
50 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 51
que parece extraña a la noción de civilización"26. Tiene en mente las cos- "muerte anunciada"; la sociedad moderna combina antropofagia y antro-
tumbres judiciales y penitenciarias. poemia28. Esta comunión tampoco es extraña a la sociedad primitiva. Al
respecto se puede mencionar el caso de los indios de la llanura de Amé-
Estudiándolas de afuera, uno se siente tentado a oponer dos tipos
rica del Norte, quienes practicaban antropofagia con el hostis y un poder
de sociedades: las que practican la antropofagia, es decir, que ven en
la absorción de ciertos individuos poseedores de fuerzas temibles el
punitivo moderado en el que el castigo del culpable jamás era concebido
único medio de neutralizarlas y aun de aprovecharlas, y las que, como como una ruptura del pacto social, ni su delito percibido como una ame-
la nuestra, adoptan lo que se podría llamar antropoemia (del griego, naza a la existencia de la sociedad. Al indígena que violaba la ley de la
emein, "vomitar"). Ubicadas ante el mismo problema [nuestras socie- tribu se le destruían sus posesiones personales. Con el daño nacía una
dades) han elegido la solución inversa que consiste en expulsar a esos deuda de la policía que la obligaba a organizar colectivamente una repa-
seres temibles fuera del cuerpo social manteniéndolos temporaria o ración al culpable, y éste, a su vez, se convertía en deudor de la sociedad,
definitivamente aislados, sin contacto con la humanidad, en estable- con lo cual, por este encadenamiento de intercambios, se restablecían los
cimientos destinados a ese uso. Esta costumbre inspiraría profundo lazos sociales afectados por el delito. Sobre ello Lévi-Strauss afirma:
horror a la mayor parte de las sociedades que llamamos primitivas;
nos verían con la misma barbarie que nosotros estaríamos tentados a No sólo esos usos son más humanos que los nuestros, sirio que son
imputarles en razón de sus costumbres simétricasn. más coherentes, aun si se formulan los problemas en términos de
nuestra moderna psicología: en buena lógica la "infantilización" del
Esta conclusión no es menos importante como denuncia al etnocen- culpable, que la noción de castigo implica, exige que se le reconozca
trismo jurídico-penal que como llamada de atención sobre la equivalencia un derecho correlativo de gratificación, sin la cual el primer trámite
entre trato punitivo y violencia. sacrificial. Para pacificar un grave senti- pierde su eficacia, si es que no trae resultados inversos a los que se
iento de desvalimiento frente a la amenaza, en la sociedad primitiva esperaban. Nuestro modo de actuar es el colmo del absurdo, trata-
mos al culpable como a un niño para autorizarnos su castigo y como
se adopta la antropofagia contra enemigos externos, y en la sociedad de
un adulto para negarle consuelo; y creernos haber cumplido un gran
Estado, la.antropoertila contra enemigos internos. Peró esta comparación
progreso espiritual porque, en vez de consumir a algunos de nuestros
sólo es válida en parte, -en tanto no se Considere como trato punitivo la semejantes, preferimos mutilados fisica y moralmente.29
masacre estatal o se considere la penalidad moderna de prisión única-
mente como privación de libertad. Frente al genocidio, la pena de muerte
o la prisión como- grave padecimiento fisico y psíquico, incluso como
3- ¿Pasión desaforada o institución social?
amado a la vez- En antropología del saCrificio esta dualidad tiene origen consumen el crimen y su criminalización. Si la sociedad castiga pobres
diferente: la víctima representa el mal, razón por la cual se la destruye vulnerables pero no se espera de la pena prevención, resocialización o
pero, a la vez, el chivo expiatorio es vehículo de un bien para la sociedad. reparación de daños, ,:qué es la pena?
Hubert y Mauss pusieron el acento en el carácter sagrado de la víctima
El derecho penal parece perdido en un callejón sin salida cuando tiene
sacrificial, pero la ambivalencia también alcanza a la función y naturaleza
por" objeto el hacer sufrir estatal. También cuando tiene como centro al
del acto sacrificial. No parece haber dudas para el caso del genocidio,
delincuente degenerado o al sujeto libre de autodeterminación. Se siente
donde sacrificio y violencia criminal extrema se fusionan en un castigo
seguro en el terreno del injusto culpable, es decir, en la idea y doctrina
salvador para la sociedad en peligro. Si esto es así, no deberían hacerse
del delito. La 'razón para el castigo es el delito y punto. El libramiento
diferencias entre los sentimientos y creencias de pacificación que movi-
de cheque sin fondo tiene que ver poco con el robo con armas o con un
liza la pena genocida con el castigo para el delito común que se funda en
homicidio intrafamiliar, pero tienen en común algo irreparable: la idea de
los mismos afectos e ideas. En la solución del enigma quizás se encuentre
lesión a la obediencia que, como fisura en el mundo, debe ser sellada por
lo más relevante de la naturaleza del castigo. Si lo sagrado del castigo
algo para que la vida de relación no se escape por sus grietas.
está determinado por el bien que se espera a expensas de ofrecer una víc-
tima sacrificial, las distancias que parecen existir entre genocidio y pena
pública tienden a desaparecer. .
Que sea irracional el castigo para el delito común porque no pre-
viene nunca nada, no resocializa al infractor, no repara el conflicto, no
lo interrumpe, implica también ser cauto al momento de sacar conclu-
siones de ello. Paer en la afirmación opuesta del sinsentido de la pena
pública es no retonocer el poderoso influjo de la ilusión en la vida real.
Las ilusiones y fantasmas —como creencias falsas— no dejan de tener
efectos sobre el individuo o la sociedad, en general, de más o menos
padecimiento. El descubrimiento de la neurosis y las raíces del sufri-
miento subjetivo son un claro ejemplo de ello. En casos más extremos,
como en el genocidio, tampoco podría afirmarse la ausencia de razones
sólo porque la sociedad amenazada sea una mera alucinación de los per-
paradores. Ampliar el horizonte de observación más allá del punto de
vista de los protagonistas es un buen comienzo para conocer la función
de la pena en sociedad. A este punto se llega por resultado de la inves-
tigación criminológica sobre la selectividad penal: los pobres no son los
únicos que cometen delitos pero su vulnerabilidad al poder punitivo
los pone en el centro de la escena:Una parte importante de la crimi-
nología "-marxista hizo de los pobres criminales subalternos rebeldes, y
este prejuicio impidió ver hasta ahora las fuerzas y energías Sociales que
EMOSOETA 7L-K...VIOLhN
1. Agresión mimética
kit
1 Convencionalmente, durante el siglo XX la doctrina penal fijó sus elementos cons-
titutivos en los conceptos de tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad. que reuni-
41 dos en la conducta del autor funcionan corno condiciones habilitantes de castigo,
ZAPEARON,. E.; ALAC zw, A. y SLOKAR, A., ob. ch., p.356 y ss.
11.
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR • 59
58
mismo fin de unir corazones y establecer el ordens. De ser esto así,
lo desea"3. La sociedad intenta desviar hacia una víctima Ilrelativamente
indiferente", una víctima "sacrificable", la violencia que amenaza con herir el sacrificio cumpliría una función real. La víctima no sustituye a otra
a sus propios miembros a los que quiere proteger a cualquier precio. Esto persona amenazada, no es ofrecida a tal o cual individuo, sino a coda la
último se hace notar en el desenfreno y brutalidad de la agresión. Sobre comunidad. Es a la comunidad entera a la que el sacrificio protege de su
el origen de esa violencia que el sacrificio canaliza en beneficio de todos, propia violencia, como en la idea hobbesiana de la pena pública. El sacri-
Girard no va más allá de la doctrina política clásica, pero elabora una ficio polariza sobre la víctima unos gérmenes de disensión esparcidos
imagen que ilumina un aspecto importante del sacrificio: el engaño a la por doquier y los disipa mediante una satisfacción parcial. La expresión
violencia para no privarla de una salida o escape. Siempre hay que ofrecer "violencia intestina" es un símil de "guerra civil" que el sacrificio evita.
algo para que se lleve a la boca. Sin embargo, también oculta un dogma Todo esto es primitivo pero también muy humano. Socialmente, la pena
muy antiguo. El sacrificio evita que la agresión termine en una guerra de sacrificial restaura la armonía y la unidad social. El sacrificio institucio-
todos contra todos. Algo hay que perder para mantener unido al grupo nalizado reposa sobre la canalización de la cólera hacia un sujeto vul-
en sociedad. Inchiso ronda la idea de que el sacrificio fundó la sociedad nerable, que como en Grecia del siglo V se perpetuaba, en los períodos
y tiene la función positiva de evitar una violencia interminable, que en de calamidades, bajo la forma del pbarmakos. Se pega al perro para no
agredir al jefe.
su falta seda causa de anarquía asesina& Reprueba a los antropólogos
que afirman que el sacrificio no responde a nada real. Si no es improba- El humano sacrificable tiene que reunir la condición de vulnerable
ble el origen común de sacrificio y pena, habría de tener razón el autor al poder punitivo: delincuentes, prisioneros de guerra, esclavos, niños,
de La violencia y lo sagrado; parece fuera de duda que en ambos casos adolescentes solteros, tarados, desechos de la sociedad, pero también, en
falsas creencias juegan un papel tan importante como las verdades, si la casos excepcionales, al big man en sociedades igualitarias, lo que viene
población cree en ellas, independientemente de si los protagonistas no a demostrar la semejanza del sacrificio con la selectividad penal. Las
saben lo que hacen o actúan bajo el imperio del cinismo o dercomo si", víctimas sacrificables son seres que pertenecen muy poco a la sociedad.
que lejos de ser un defecto o vicio del pensamiento, para el penalista es Girard se pregunta por qué también el rey es sacrificable. Por los afri-
un principio ordenador de su saber. De todos modos, el filósofo de la canistas se sabe que el regicidio se practica para defender a la sociedad
violencia cae en la idea de cohesión y evitación de anarquía asesina que cuando el rey todavía es una figura que le debe más a la sociedad que lo
el procedimiento sacrificial convertiría en realidades, sin preguntarse si que la sociedad le debe a él. Por ello el rey primitivo está fuera de la socie-
ellas mismas, no serian también viejas fantasías. dad6. Lo importante a considerar es que ninguna sociedad olvida divi-
dir a su población entre sacrificables y no sacrificables. Los sacrificables
El sacrificio es una auténtica operación de transfert colectivo que se
efectúa a expensas de la víctima y que actúa sobre las tensiones internas, son aquellos cuya muerte no causa agravio ni en parientes ni en aliados.
los rencores, las rivalidades y todas las veleidades recíprocas <le agresión El sacrificio es una violencia sin riesgo7.
en el seno de la comunidad. Los castigos y las leyes tendrían el único y
5 Ibíd., p. 16.
6 find., p. 20; Cfr. también en BALANDIER, G., Antropología política, ob. cit_, p. 179
e-omo-se-sefialórotro=tasgo-del-sacrificiomes_su_asociación con el cri- existen determinadas crisis que parecen exigirlo especialmente. Estas
"mg
men. Parece generalizado que los sacrificadores licturiterd6rrip-orwe1 crisis-ponen...siempre-ten-cuestión la-unidalderlatcomunidad ...Cuanto
crimen que cometens; remordimiento que cesa cuando el sacrificio 'se - más aguda es la crisis más preciada es la vicrirna.1.9
convierte en pena pública. Por ello no tiene razón Giorgio Agamben en Venganza y sacrificio convivieron en el mundo primitivo de manera
que horno sacer es la persona a la que se puede matar sin cometer homi- independiente: la primera como una suerte de derecho civil compensa-
cidio9. Sin embargo, es. incontrastable que al sujeto sacrificable se lo torio, y lo segundo, como verdadero derecho penal. La venganza en el
puede herir sin peligro, pues no habrá nadie para defender su causa. mundo primitivo aparece cuando la reparación de agravios fracasa. Nin-
Por su parte, René Girard entiende el sacrificio como un penalista guna etnología demuestra la afirmación de que sociedades desprovistas
el castigo, porque la función que le asigna. es la de apaciguar violencias de sistema punitivo están amenazadas de muerte por la venganza privada
intestinas e impedir la interminable venganza de sangre que amenaza con interminable. La venganza interminable aparece en la obra de Girard
destruir ala sociedad. Su respuesta categórica sobre el destierro moderno como un dogma necesario para fundar la *pena pública: cree, como es
de la venganza es la existencia del sistema judicial. El sistema judicial opinión dominante en el derecho penal, que la pena pública mantiene a
—venganza pública— aleja la amenaza de vindicta privada infinita, como raya la amenaza de violencia interminable. El sacrificio o, mejor dicho, la
el sacrificio destierra un malestar que produce un conflicto intestino. No religión en cuyo seno aparece, cumple la gran tarea civilizatoria de evita-
obstante, guarda silencio sobre las descripciones etnográficas que seña- ción de la violencia. También es una legitimación de la pena pública por
lan que la venganza privada en la sociedadyrimitiva es una solución para legitimación de la religión. El poder punitivo es la forma secular de la
el fracaso del intercambio y la reparación, y de ninguna manera una causa violencia sacrificial primitiva. La religión tiende a apaciguar la violencia,
real que amenaza a la sociedad con su disolución. Parece más acertada sti la domestica, regula, ordena, la canaliza a fin de utilizarla contra coda
. opinión de la herencia sacrificial en la pena pública que la relación que forma de violencia propiamente intolerable.
establece entré.sacrificio y venganza privada. Es tajante cuando señala Girard clasifica las formas de protegerse de la violencia interminable
que el sacrificio Primitivo cumple las funciones modernas del monopolio en tres instituciones: sacrificio, composición y sistema judicial. Las des-
de la violencia legítiMa para evitar anarquía: cribe en orden a su eficacia como evolución de lo inferior a lo superior,
En un universo en el que el menor conflicto puede provocar desastres como freno a la venganza, y concluye en la agresión a un criminal bajo el
de la misma manera que la hemorragia en un hemofílico, el sacrificio principio de culpabilidad". Finalmente, lo civilizado estaría dado por-
polariza las tendencias agrésivas sobre víctimas reales o ideales, anima- que en la pena pública el que padece es un culpable, a diferencia de los
das o inanimadas ofrece al apetito de violencia (...) una sustitu- chukchi mencionados por Robert Lowie en Sociedad Primitiva (1970),
ción parcial y temporal y sobre cuya eficacia son demasiado numerosos quienes para evitar una venganza matan a un inocente entre los suyos".
los testimonios positivos como para que pueda ser ignorada. El sacrifi- De todos modos, la naturaleza selectiva de poder punitivo oscurece cual-
do impide que se desarrollen los gérmenes de la violencia. Ayuda a los quier ilusión de progreso, no se priva de matar masivamente inocentes ni
hombres a mantener alejada la violencia. En las sociedades sacrificiales
Fr
no hay situación crítica a la que no se responda con el sacrificio, pero
I° GIRARD, R., La violencia y lo sagrado, ob. cit., p. 25.
S CE MAI!SS, M. y HUBERT, 14., ob. cit., p. 110. II [bid., p. 28.
• AGAMBEN, G.. Horno sacer, ob. cit., p. 87. 12 Ibíd.. pp. 32-33.
ALEJANDRO ALAC A HACER SUFRIR 63
62
de elegir culpables entre los más vulnerables. Ni todo criminal es casti- esta fatalidad en términos de venganza y de represalias. Para escapar de
gado ni el castigo presupone criminales, como lo demuestra el genocidio. este círculo, todos los hombres deberían convencerse de que sólo uno
El mismo Girard no desconoce que en la violencia persecutoria no se de ellos es responsable. Al destruir a la víctima propiciatoria, los hom-
eligen víctimas en virtud de los crímenes que se les atribuyen sino de sus bres imaginarán librarse de su mal, aunque esto no renga la menor efi-
Cuantos más cacia: ilusión y engaño persistentes en la aventura humana, que disimula
rasgos victimarios, que denomina estereotipo de persecución.
signos victimarios posee un individuo, más posibilidades tiene de atraer al hombre la verdad de su violencia. Siempre es probable que del miedo
masivo derive el sacrificion.
el rayo sobre su cabeza/13 y gracias a ello "la angustia y las frustraciones
colectivas encuentran una satisfacción vicaria/14. La misma idea obsesiona al filósofo napolitano Roberto Espósito.
El ejemplo utilizado de una sociedad que se descompondría en la vio- Si lo que los hombres tienen en común y que los hace semejantes es el
lencia interminable son los indios kaingang (botocudos) del estado de hecho de que cualquiera pueda dar muerte a cualquiera, la única alter-
nativa de la communitas es inmunizarse por anticipado al terrible precio
Santa Catarina en Brasil, estudiados por Jules Henry. La venganza
de sangre en este pueblo fue comparada con la peste. 'La venganza se de la soberanía punitiva". La vida es sacrificada para conservación de
extendía, seccionando la sociedad como un hacha terrible, diezmándola la comunidad'''. El miedo no sólo está en el origen de la política, es su
como lo haría una epidemia de peste". Asesinatos en cadena ponen en peli- origen, en el sentido de que no habría soberanía punitiva sin miedo al que
gro la existencia social, la violencia en cadena constituye claramente para se apela no para legitimar destrucción sino para afirmar la conservación
toda la sociedad una amenaza cuyo principio no va unido a la presión de de la vida20. Espósito coincide con Girard en que la comunidad puede
una cultura dominante o cualquier otra forma de presión exterior. Este sobrevivir a la violencia que la atraviesa sólo desplazándola a un enemigo
que pueda atraerla sobre sí21.
principio es interno/15. Se habla de un suicidio social al no disponerse
de ningún procedimiento regular para dominar esas fuerzas internas.
El"temor a ser/matado" es equivalente moderno de la guerra preventiva.
En un universo privado de sistema judicial y entregado a la violencia, 2. Sacrificar
todos tienen motivoS para temer lo peor: "Basta un solo homicidio para
que el homicida entre en un sistema cerrado. Necesita matar una y otra El jefe guayaqui ejerce su autoridad con la palabra que no es porta-
vez, organizar auténticas matanzas, para suprimir a todos aquellos que, dora de órdenes, porque en ese caso nadie lo obedeceria.22. Ningún indio
un día u otro, podrían vengarla muerte de sus parientes/16.El mecanismo aceptada esto y la mayoría de las tribus sudamericanas han preferido la
de la violencia recíproca, según esta descripción, es un círculo vicioso:
una vez que la comunidad entra en él resulta imposible salir. Cabe definir
17 CANETTI, E., Masa y poder, obra completa, 1, ab_ cit., p. 453.
18 ESPÓSITO, R., Communitas. Origen y destino de la comunidad, ob. cit., pp. 33-42.
19 'bid., pp. 42-43.
P GIRARD, R., El chivo expiatorio, ob. cit., pp. 35 y 37.
20 Iba, pp. 56-57.
Ibkl., p. 56.
R., 2' Ibíd., p. 74.
J., Jungla Pcople, Nueva York, 1954, pp. 50-51, citado en
GIRARD,
'5 HENRY,
CLASTRES, P., Crónica de los indios guayaquis. Lo que saben los aché, cazadores
- El chivo expiatorio, ob. cit., p. 60.
22
muerte y la desaparición a sufrir la opresión de los blancos23. Los gua- imposibilidad sociológica. Las sociedades finclius.no estabartlechas
polít7=1;7,separan.radical-
losoriár para eso; y de eso han-muerto.25
--~----tyaquis,- entregados a•ladiliSM2 f i
mente el poder de la violencia. La venganza entre los salvajes nunca es asunto privado. Tampoco los
Para probar que era digno de ser jefe Jyyukugi tenía que demostrar arreglos pacíficos. Ello es evidente a causa del empeño que pone el grupo
que, a diferencia del paraguayo, no ejercía su autoridad de modo coerci- en evitar lo primero y favorecer lo segundo. Más extraño a los salvajes es
tivo; por el contrario, la desplegaba en lo más opuesto a la violencia, con la violencia interna de una guerra de codos contra todos. No hay nada
la palabra. Cuando visitaba en una gira a todo el campamento no decía evolutivo en el pasaje de la venganza privada a la pública que señale el
a los aché nada que no supieran, confirmaba su aptitud para ejercer la salto de la barbarie a la civilización. La venganza privada ilimitada fue
función que le habían investido: una invención, igual que otras, como la acusación de canibalismo, de irra-
cionalidad indígena, hechas a la medida de los intereses de conquista del
¿Impondré a la fuerza este reconocimiento, me pondré en pugna con
ustedes, confundiré la ley de mi deseo con la del grupo a fin que ustedes hombre blanco, no sólo para domesticar salvajes sino para afirmar un
hagan lo que yo quiero? No, pues esa violencia para nada me serviría, principio válido para codas las "razas" y pueblos: una sociedad sin auto-
rechazarían esa subversión, en ese momento dejarían de ver en mí a su ridad sacrificial es una sociedad inimaginable, imposible. Donde no hay
beerugi, elegirían otro, y mi caída sería más dolorosa, pues rechazado autoridad los hombres se comen unos a otros.
por todos estaría condenado a la soledad. Obtendré el reconocimiento
Entre los salvajes la venganza tiene un campo de acción más amplio
que incesantemente debo solicitar de ustedes no por cl conflicto, sino
que el que habilira el fracaso del intercambio frente al crimen. En cl caso
por la paz; no por la violencia, sino.por el discurso. Por eso hablo,
-t hago lo que ustedes quieren, pues la' ley del grupo es mi deseo; quieren de los guayaquis, la venganza sacrificial siempre está allí pan compensar
saber quien soy: yo hablo y se me escucha, yo soy el jef,24 un malestar introducido en el cuerpo social frente al infortunio, espe-
cialmente con la muerte. En la sociedad de Estado la venganza sacrifi-
-t
Para . Pierre Clastres este "discurso imaginario" Constituye la garantía cial no será diferente, pero ella recaerá principalmente sobre conflictos
1
que se ofrece a la s edad de que el poder del jefe nunca amenaza. para los que los primitivos tenían reservada la solución de la reparación.
La venganza sacrificial primitiva es una institución ritual purificadora
Las sociedades salvajes rechazan, por un acto sociológico —y en con-
que no queda circunscripta en su operatividad al fracaso de la obligación
secuencia inconsciente — que el poder del jefe se vuelva coercitivo. Los
tí' • de retribuir una deuda originada por el crimen. La venganza sacrificial
jefes no puéden utilizar su función con fines personales; deben cui-
darse de que sus designios individuales no se sobrepongan nunca a amenaza todo el vasto repertorio de desgracias y eventos conmovedores,
los intereses de la comunidad; están al servicio del grupo, son sus ins- naturales o sociales que, marcados por el exceso o la falta, producen una
trumentos (...) Se ha dicho que el poder corrompe: he aquí un riesgo inquietud de tal modo radical que sólo puede ser pacificada mediante
lit 4; que no corren los indios, no tanto por rigor ético personal como por actos rituales de violencia sacrificial especialmente sobre los más vulne-
rables del grupo. En esta violencia sacrificial la cultura jurídica y política
moderna entrevió la guerra salvaje de todos contra codos por ausencia de
1 1),' • autoridad punitiva centralizada.
1
..1 1.1 23 lbíd., pp. 70-71.
1 24 lbíd., p. 72.
25 lbíd.. p. 73.
66 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 67
¿De dónde extrae la fuerza el mito de la anarquía primitiva desmen- Jakugi es un hombre pacíficon. Cuando siente pena no se pone
tida en la descripción etnológica? ¿Cómo es posible que todavía la cul- violento. Torna su flauta y las cinco notas puras que salen de los tubos
tura jurídica atribuya al modo de vivir salvaje la amenaza permanente de caña acompañan su tristeza. Sin embargo se le llama brupiare, es un
de violencia mimética que impide roda sociabilidad si está fuera de roda sacrificador. Una feroz tormenta de rayos y lluvia anuncia el verano a los
duda que la ley que regula sus relaciones y agravios internos son reglas guayaquis, también una desgracia inminente. Chono, el trueno, lanza su
de intercambio? ¿No es evidente que la autoridad punitiva de la sociedad llamarada alrededor de los aché, "quiere matarlos': El golpe tira a Kimi-
estatal al monopolizar violencia legítima, bajo el pretexto de evitar la ven- ragi, queda viva pero sin energía. El niño, fulminado sobre el seno de
ganza privada, generaliza violencia sacrificial sobre asuntos que los salva- su madre, muere. Así hace pagar el"Trueno Furioso" a los aché la vuelta
jes resuelven mediante arreglos pacíficos? Si se quiere hallar respuesta a de los pájaros. Están aterrados. Primero tienen que huir de los paragua-
las preguntas por el origen de la penalidad estatal, no se la hallará nunca yos y a continuación padecer la cólera de Chono. Los cantos fúnebres
en la venganza privada primitiva ni en la relación que ésta pueda tener de las mujeres aumentan su amargura. Poco a poco la furia se apodera
con la violencia mimética que amenaza todo orden social. del corazón de Rambiangi, hermano de la madre que perdió su hijo. Es
insoportable para él. No sabe guardar la calma, no hay tiempo para sere-
Se está más cerca de saber algo de la pena pública si no se pierde la narlo, está demasiado Desesperado, toma su arco y corre de un
mirada sobre el sacrificio primitivo, que también es una forma de ven- lado á otro por el campamento. Quiere vengar a su sobrino preferido. Los
ganza en el sentido de encontrar en la destrucción una satisfacción que aché saben que va a hacerlo. Cbono, el poderoso de arriba, lo ha ofendido
compensa y restaura un malestar sentido por todos como ameniza a la gravemente, y la fuerza que mueve a Rambiangi desarma a los aché. No
seguridad del grupo. hay nada que hacer, no pueden oponerse, ni se les ocurre. La desgracia
La venganza en el pensamiento de los guayaquis es el contrapeso de les pesa demasiado. Enfrentarse a los hombres, incluso a los más crueles,
las cosas, el restablecimiento de un equilibrio provisionalmente roto, corno los blancos, puede hacerse; pero cuando el enemigo es sobrehu-
la garantía- de que el orden del mundo no sufrirá cambio ¿De qué es mano, cuando toda la vida del mundo se vuelve hostil, entonces ete ikii
venganza el jepy ("vengar")? De cualquier acontecimiento positivo o uno se queda sin cuerpo, sin valor: es la resignación. Las cosas
. . malas
negativo, nqcivo\ o benéfico, procedente del mundo de las cosas o del están en marcha. Tendido sobre una estera duerme el pequeño Achipu-
mundo de los homttes y capaz de introducir en la comunidad de los rangi. Va a morir. Rambiangi ha tomado su gran arco con ambas manos.
aché un exceso o una Carencia. Someter cosas y seres a la regla, trazar o La frágil nuca del pequeño no ofrece resistencia al golpe. La madre con
descubrir-en toda desviación el límite de su despliegue, mantener una las manos en el rostro no mira. Al oír el mido sordo del golpe eleva
y serena la faz, en ocasiones variable, del mundo, tal es el fondo sobre
su gran lamento. Su primogénito fue muerto para vengar. Pero no hay
el que reposa —inquieto ante el movimiento que deforma las líneas— el
pensamiento indio del jepy, medio a la vez de exorcizar la alteración, hostilidad contra el matador, nada de cólera ni rencor. El hombre, cum-
de suprimir la diferencia y de existir a la luz de lo Mismo.26 plido el homicidio, queda estupefacto. Aceptaría cualquier muerte, sin
embargo nadie lo atacará. Pero está en peligro por otras fuerzas. Está
marcado y convertido en marginal, muerto entre los vivos, hasta que el
77 Lo que sigue es una bella y trágica descripdón de una cadena de sacrificios.1bíd p.179 •
26 Ibíd., p. 153. y ss.
68 ALEJANDRO ALAGIA HACER. surfuR 9
---"--rito-de-purificación-lo-vuelva-a-la-sociedadry_scsalve-Estará_a_cargowde_la pone en pie de un salto y corre hacia lo profundo del bosque sin volver la
madre ciieTt o. No cometa absolutaria r. ba•mujer- cabezarEl-matadormo_puedrgól¡Mla,%posterga elrerrifitin-Resresa
1111•111
coge un puñado de barro y se lo mete en la boca; sacudido por la náusea, - al campamento como si nada hubiera pasado. Pero no resiste otranen ee
es preciso que vomite pues quizá el fantasma que persigue al matador despierta, el cansancio la vence. La maté al alba golpeándola en la nuca.
haya penetrado en su cuerpo, como casi siempre, por el ano. No hay odio, No vio nada, estaba dormida': Después de la purificación a la que fue
ni remordimiento. Nadie es culpado porque todo viene desde muy lejos. sometido Jakugi, la vida entre los aché volvió a ser apacible.
Sin embargo la desgracia sólo había comenzado. Rambiangi ha matado
Aquellos más vulnerables son ofrecidos al sacrificio para ahogar con
a un niño al que Jakugi quería de corazón, era su ahijado. Tocaba a éste
destrucción un sufrimiento insoportable. Aunque en el caso de los gua-
cerrar el ciclo de sacrificios abierto por Chono. Sin alegría, tirante en su
yaquis los niños no son los .únicos. También la sociedad civilizada
tristeza, Jakugi contó a Pierre Clastres cómo él se convirtió en brupiare.
contará con mayor repertorio de grupos sacrificables. Entre los aché se
El dolor de Jakugi es profundo como el que torturó a Rambiangi. Este
conocen las hazañas de un famoso jefe, Tcrygi, y las circunstancias de su
último lo ha abolido vengando a su sobrino.
muerte. Su fuerza y valor eran legendarios. Bajo su dirección los aché gata
Ahora bien, ¿por qué la muerte de un niño tiene que sancionar la lucharon contra otros aché y contra los blancos. Vencedores en los días de
muerte de otro niño? Para sanar las heridas que ambos sufren. Chono gloria cuando tenían para ellos la selva infinita, se repartían las mujeres
y los blancos empujan a los aché más allá del dolor, no quieren que ellos de los vencidos. Una de las mujeres de las cuatro que tenía el poderoso
existan. Los aché se sienten extraviados en esta angustia de locura, muerte jefe se llamaba Urugi. Un día su hermano atacado por un oso hormi-
y terror. Los hombres matan a lcis niños, se -destruyen. Es la desgracia guero no volvió de la selva. Entonces Chimbegi, hermano de Terygi, se
india, la fiesta trágica de su fin. ¿Matará Jakugi? El sacrificio del niño sólo volvió loco de furia, mata a flechazos a todos los hijos del muerto.
es la mitad del camino sacrificial que queda por recorrer. Jakugi dice en Pero la suerte para el jefe se acaba cuando una nutria le arranca un brazo
1:
su cantó que al día siguiente para vengar la muerte matará a la muchacha en el río. Había perdido mucha sangre y no tardó en morir. Nuevamente,
tambikella su "ahijada": Chimbegí mata a sus tres hijas con un hacha metálica. A Tokangi, infor-
mante de Clastrés, no le cuesta hablar de los sacrificios que vio .su padre
Yo cantaba muy. lo y la madre de.la muchacha lo oía,-acostada en
su choza. Oía perfectamente mis palabras, sabía que quería matar a su • cotneter ni dé los tres aché que él mismo ha matado: a una abuela, lla-
hija. También el padre oía que yo iba a hacer eljcpy con su hija. - • mada Jarygi por los aché, cuando sus fuerzas la abandonaron a tal punto
• que no podía caminar, y a un muchachito en venganza de la muerte de su
La Mujer canta su pena en soledad, sin rechazo por lo que va a suce- hermano menor a causa de una picadura de víbora. El tercer homicidio
der. Chono ha puesto en movimiento .fuerzas que no pueden pararse. cierra otra secuencia sacrificial iniciada con la muerte de un hermanas-
Los aché lo saben perfectamente, por eso el padre de Kan ting i no inter- tro de Tokangi descuartizado por un jaguar. Para vengarlo, el nuevo jefe
viene si no para lamentarse de un destino inevitable- La víctima ya no Kyrypyragi mata a su mujer más joven de las que recibió en reparto. t
es una pequeña niña, tampoco una mujer. No duerme en toda la noche. para vengarla, un aché hace lo mismo con la hija de Kyrypyragi. Como se
Está sola frente al inmenso terror que va creciendo en ella; su padre y
su madre dulces y generosos cantan junto a ella su triste conformidad
con la sentencia de-muerte. Kantingi ha resistido la fatiga de una noche 211 Por esta razón, se le rcprocha a Clastres no haber prestado suficiente atención a
otras forMas de dominación en las sociedades-aestatales",CE G LED H I LL,J., El poder •
!V en-vela sabiendo que nioriría al amanecer. En cuanto ve al matador s'e y sus disfraces. Perspectivas antropológicas de la politica, ob. cit., p. 58.
11.
ZE
70 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 71
trataba de una -ahijada" de Tokangi, por ello experimenta un gran dolor, Otro ejemplo son los jíbaros del Alta Amazonia. Entusiastas guerre-
se pone by-iii, canta y mara a golpe de arco a la hermana de esta mucha- ros de la "venganza interminable... Para la tribu achuar no es suficiente la
cha, de modo que su madre termina por perder a sus dos hijas. Pero fue guerra contra enemigos, a semejanza de otros pueblos indios amazónicos.
ella, Piragi, la que sometió al matador al ritual de purificación para que el Se embarcan constantemente en conflictos mortales entre vecinos próxi-
fantasma no le asfixiara29. mos y parientes, como si se tratara de "la guerra de todos contra todos"
que describen los filósofos de la modernidad y que los jíbaros parecen
En estos relatos no se esconde nada de la barbarie primitiva que, como confirmar. En esto siempre trabaja la sobreimpresión en la memoria de
Se ve, no tiene origen en el crimen sino al "crimen" como respuesta: Evi- conflictos terminados en violencia frente a la mayoría de asuntos que pot
dentemente, entre los aché, como para cualquier sociedad humana del tipo costumbre se resuelven pacíficamente sin que los protagonistas siquiera
que fuere, la muerte introduce un desorden de naturaleza sociológica, tan lo noten. Para el antropólogo de sociedades primitivas como para el que
profundamente sentida por el grupo que produce una inquietud inso- estudia el conflicto en la sociedad moderna siempre está el riesgo de quedar
portable sin que importe si el infortunio es de origen natural o humano. atrapado en imágenes excepcionales de violencia que tienen origen en
En el caso de los guayaquis, el malestar no termina en la venganza. Su conflictos inrerpersonales. De allí el grave error en ver al poder punitivo
punto final es la antropofagia, como lo descubre Clastres entre el ocul- o a la venganza sacrificial primitiva como el "cemento" que cohesiona la
tamiento deliberado de los indios. No matan para comer, se comen a los sociedad de clase o de iguales.
muertos. La muerte libera el alma del cuerpo retenida como prisionera y
en ese estado es incapaz de dañar a nadie, ya que libre sería una amenaza Ninguna sociedad humana puede funcionar sin normas, pero las
para el grupo, dado que intentaría invadir el cuerpo de un vivo y matarlo reglas no son sacrificiales si no para un número relativamente reducido de
a la vez. He aquí la respuesta consciente a la práctica: para cortar de raíz conflictos o de situaciones que producen malestar insoportable. Aunque
los intentos de alma, hay que comerse el cuerpo del mu . erro". es en la sociedad con autoridad donde el poder punitivo sacrificial
encuentra un terreno menos rugoso para desplazarse sin obstáculos,
• En el pensainiento guayaqui el sacrificio era un deber para aferrarse aun así, no es principalmente el poder punitivo lo que explica el fun-
a su derecho a la vida, para afirmarla. Vemos en Jakugi a un Agamenón cionamiento de la sociedad de autoridad, como erróneamente creen los
salvaje sacrificando a Ifigenia. Tremendo salvajismo provocado por una penalistas. Sensacionalismo antropológico, denominaba Malinowski a la
muerte accidental que, Para los guayaki, nada tenía de azaros-a. Todas excesiva acentuación del conflicto y su solución como rasgo que define
las muertes entre los guayaqui son intencionales y producen un agujero a la sociedad primitiva31. Cierto que la sociedad de clase reemplazó la
que la pasión^trágica sólo permite rellenar con otro cadáver. Falsificadas reparación por pena sacrificial que los salvajes reservaban para diferentes
o deformadas, estas prácticas, irreconocibles para la filosofía jurídica y infortunios. Pero es la filosofia política junto a los penalistas modernos
política, eran la evidencia que demostraba la inferioridad psíquica de los quienes más contribuyeron para definir a los humanos como asesinos
salvajes como de un destino marcado por la fatalidad. potenciales que, sin freno de un poder sacrificial centralizado en el sobe-
rano, caerían en una matanza generalizada.
punitivas modernas rastros de aquella violencia sobreviven en la idea, basada en lo contrario, es decir, en la afirmación dogmática que hace ,de
bastante extendida entre los penalistas, de que cada castigo representa un la venganza privada la regla que gobierna entre los salvajes la solución
acto de refundación de la sociedad32. de querellas.
La gran tradición filosófica moderna siempre intuyó que la cuestión Tarir elige referirnos el último episodio del folletín Ikiam, ese hom-
bre de Copataza cuya desaparición misteriosa alimenta desde hace
del origen de la comunidad linda con la muerte. Los relatos sobre el delito
algún tiempo ya los rumores más contradictorios. Yaur, hermano de
fundacional —crimen colectivo, asesinato ritual, sacrificio— acompañan Ikiarn, parecía convencido de la culpabilidad de Sunpaish, el hom-
como oscuro contrapunto la historia de la civilización sobre el que la teo- bre del bajo Kapawi junto al que Pinik, mujer fugitiva de la víctima,
ría política y jurídica pone esfuerzo en invisibilizar. El salvaje no esconde había hallado un nuevo hogar. En ausencias de pruebas, pues el
la violencia para mantener su sociedad indivisa e igual. En cambio, la cadáver nunca fue encontrado, Yaur supuso que su hermano había
violencia original de la sociedad estatal se sustrae al conocimiento. Como cometido alguna imprudencia tratando de vengarse de su mujer y del
lo pone de manifiesto Eduardo Grüner, la filosofia política clásica repre- hombre que la había arrebatado, y que este último había matado a
senta el esfiierzo en ocultar el trauma fundacional del poder constitu- ficiam por una medida de protección. Parece que Yaur primero tuvo
yente en beneficio de una imagen pacificadora del poder constituido: la intención de vengarse él mismo yendo a matar a Sumpaish —era su
deber imperativo como pariente más próximo de Ikiam—, pero pre-
El Estado modemo y el contractualismo son posibles por la renegación de firió pedir una compensación material consciente de que Sumpaish
la violencia constitutiva de lo político (...) porque la estabilización probablemente había eliminado a su hermano en legítima defensa,
del Estado y de sus leyes requieren del olvido por parte del súbdito de Matar a Sumpaish es ahora una empresa arriesgada, pues el hombre
que fue él quien originariamente ejerció la autonomía de fundar una está doblemente en guardia; es también exponerse a las represalias de
autoridad que ahora lo domina.33 sus parientes que no habrían de admitir la pertinencia de la venganza.
En casos parecidos, la parte lesionada puede demandarle la "deuda
de sangre'', numpa tumash.35
4. ¿Vendetta inteentinable?
La pasión de los jíbaros por el raid de venganza pareciera dar razón
a los penalistas sobre la inevitabilidad de la pena pública para que exista
La descripción que hace Philippe Descola" del modo de vida de la
sociedad. Pero como cualquier otra sociedad salvaje el único peligro a
tribu jíbara achuar es uno de los ejemplos más representativos de relato
. la que está expuesta es a su desaparición por la presión que ejerce sobre
etnográfico que ubica a la vendetta primitiva siempre como resultado de
un acuerdo malogrado frente al crimen. La visión antropológica del dere- ella la civilización punitiva. Entre los jíbaros, el intercambio de bienes y la
cho penal moderno para justificar la institución de la pena pública está vendetta —"intercambio de muertos"— están regidos por principios idén-
ticos. El término tumash se emplea en el trueque para designar la obliga-
ción de dar a cambio un objeto de valor equivalente al que se ha recibido
y, en los conflictos, para caracterizar la situación en la qué se exige al
32 Así, BACIGALUPO, E., ob. cit., p. 39 y ss.,_buccoas, G., Derecho penal, parte general,
ob. cit., p.9 y SS. matador tener que pagar la vida que ha tomado con la suya propia o con
33. GRÜNER. E. La fo- rma de la espada, ob. cit, p. 39 y ss.
3-4 DESCOLA, F., Las lanzas del crepúsculo: Relatos jíbaros. Alta Amazonia, ob. cit.,
2005. 35 Ibicl., p.154.
E ANDRO ÁLAGIA HACER SUFRIR 77
1' 96 Ibíd.
37_ !bid., p. 163. 39 Ibíd.
" Ibíd., p. 271. 40 Ibíd., p. 272.
ALEJANDRO AL AGIA HACER SUFRIR 79
78
en que la igualdad indígena impide la emergencia de esa figura vulnerable que no puede hablarse de un cambio revolucionario sino más bien de
producida en la división social entre los que mandan y obedecen, y entre una -desgracia a cuenta gotas". En general, aquel punto de vista antropo-
los que trabajan para otros y los que se apropian del trabajo ajeno. lógico no difiere del sociológico o jurídico. Por ello mismo, la política y
a utoridad primitiva se miran según los parámetros de la sociedad estatal,
Entre los indígenas tampoco faltan respuestas "penales" sobre indivi-
por las funciones de coerción y monopolio de la violencia legítima. Sobre
duos vulnerables que tienen como origen la muerte violenta accidental
qué hace un gobierno, la respuesta de esta corriente de la antropología
—aunque este concepto es extraño al salvaje—. Si entre los guayagui alguien también es un lugar común. Un gobierno protege a la comunidad contra
moría fulminado por un rayo o despedazado por un jaguar, el aconteci- el desorden y los enemigos internos y externos; está basado en normas de
miento producía un encadenamiento sacrificial que tenía generalmente violencia y en su empleo centralizado. Esta opinión es unánime hasta la
por víctima a un niño o niña unida al matador por lazos de afecto. Del
publicación en 1940 de la obra African Political System, de los profesores
mismo modo que en la pena civilizada, se destruye o se hace sufrir
de Cambridge y Oxford, Meyer Fortes y Evans-Pritchard. Se la consi-
a alguien pan beneficio de la sociedad. Si se omite a la masacre estatal de dera el primer intento de respuesta a la cuestión de si podía reconocerse
enemigos absolutos como trato penal extremo, es posible convenir que alguna sociedad que no tuviera gobierno, una sociedad que, carente de
el mayor progreso civilizatorio en relación con la solución sacrificial esté toda regla de coerción, pudiera subsistir a los conflictos que se suscitaran
en la invención y desarrolló del concepto de delito para fijar condiciones
en su interior42.
de habilitación de trato punitivo. Pero no puede dejar de señalarse que,
aun bajo ese límite menos irracional, la civilización generaliza la práctica Las sociedades carentes de policías y jueces emplean otras influencias
sacrificial sobre un mayor universo de personas o grupos vulnerables con para lograr que la gente se mantenga en paz o al menos en una situación
la intención de hacer sufrir o destruir. todavía previsible. Los nuer como los tallensi de Ghana son los primeros
ejemplos con el que los autores acuñan el concepto de l'anarquía orde-
La antropología de la primera mitad del siglo XX denomina primi- nada". Es el comienzo del fin del mito de la coerción inevitable para que
eiva a la sociedad carente de los adelantos técnicos e institucionales de
la sociedad exista. Igual que en Crimen y costumbre en la sociedad salvaje,
la sociedad occidental moderna. Se pregunta por el gobierno de estos de Malinowski (1926), este trabajo pionero parte de que ningún pue-
pueblos, si conoceá algo parecido a nuestro derecho, ley o política. Lo blo carece de normas. Se trata de saber si hay alguno que pueda existir
que preocupa a los antropólogos es la forma en que estas sociedades sin normas punitivas. Según la doctrina jurídica, donde falta ley penal
resuelven sus conflictos, en la creencia de que una sociedad sólo puede que asegure las expectativai de todos no puede reinar otra cosa que la
mantenerse unida mediante una autoridad que obliga a soportar casti- anarquía y la antisociedad. Para los africanistas que contribuyen a este
gos, imponer impuestos, servidos y trabajos. La antropóloga británica estudio, como después para Lucy Mair, es evidente a la simple observa-
Lucy Mair, en El Gobierno Primitivo (1962), hace una inteligente síntesis ción que la idea de anarquía para los pueblos sin ley penal es un gran-
de este punto de vista en su disciplina. Hay Estado cuando aparecen dioso mito de la filosofia política clásica tributaria de una antropología
en sociedad instituciones que tienen el poder para imponer obediencia de cronistas y descubridores. Los pueblos primitivos que observan en
sobre una población a través de los servicios de un aparato de seguri- África en la década del cuarenta del siglo pasado no sólo no pasan su vida
dadn. Ello -habría ocurrido en la historia de una manera tan gradual
en constantes luchas destruyéndose unos a otros, sino que cuentan con toman prisioneros, no se matan mujetesa n iños_r_ü_se-destruyen-sus----
_
mplejos-sistemas normanvorde rnediacion—yrinIos chozas:lo-que sí se hacereventu-almente; contra otros pueblos.
No es imaginable un grupo humano, así se trate del más pequeño, "Caos aparen te" °d'anarquía ordenada- son términos acuñados por esta
como las. bandas de los actuales bosquimanos, en el que el malestar, la nueva antropología para señalar que es posible sociedad sin ley penal. En
agresión y el conflicto les sean ajenos a sus miembros. Sin embargo, las sociedades igualitarias el delito y la pena no son negocio para nadie.
sociedades sin gobierno ni ley penal no carecen de instituciones y mane-
Un nuer agraviado en sus derechos puede actuar de dos maneras.
ras de actuar para convivir con el agravio sin que esa falta acabe en la
Si le deben ganado, es lícito que se apodere de él. Si el deudor no
anarquía, si esta palabra tiene algún sentido posible o si sólo se nata con pertenece a la aldea, tratará de hurtarle la; bestias mientras pastan en
ella de expresar el sentimiento de terror y desvalimiento que arrastra- campo abierto, evitando el combate; si habita en ella, las sacará sim-
mos como humanos. Los agravios, incluso los más graves, suscitan una plemente del corral. Como todos sabrán que está haciendo y por qué,
reacción en la víctima, la parentela o en la tribu, aunque en este último si la mayoría considera justa su demanda no encontrará resistencia.
caso convendría hablar de guerra. Pero la reacción busca una satisfacción Caso contrario, personas ajenas al conflicto tratarán de persuadir a los
mediante compensación. Lucy Mair pone como ejemplo a los pueblos contendientes para que recurran a los buenos oficios de una especie
ni/áticos, pastores nómades de las zonas anegadizas del Nilo. Un rasgo de mediador profesional. Se trata de un individuo dotado de especia-
que los caracteriza es que entre ellos falta el tipo de personas que definen les poderes rituales, entre ellos, el de celebrar el rito de reconciliación
una sociedad con Estado y gobierno: las personas autorizadas a utilizar para finiquitar una disputa originada en un homicidio, a quien los
la fuerza contra otras pan obligarlas a soportar un sufrimiento-en nom- nuer llaman jefe piel de leopardo; el título no implica ningún derecho
bre de toda la sociedad. a exigir obediencia y sólo alude al de lucir un manto de esa piel como
privilegio y símbolo de su posición.« •
Un pueblq como -el nuer -con el gobierno más ínfimo que se pueda
imaginar--se rigepor el principio-norma de la reparación a la víctima que Aun en los casos más restringidos en que dos hombres se traben en
se obtiene por el ¡Tupo de personas.emparentadas por vía- masculina". lucha porque su honor les prohibe ceder, los espectadores de la misma
A lo mismo se encuentra obligado el linaje del ofensor. Por el conflicto aldea harán lo posible por separados; los más ancianos harán -valer aquí
surgen bbligaciones-deuda que se satisfacen a favor de la víctima con su ascendiente para un arreglo. Si se trata de conflictos en campamen-
ganado y por la fuerza, porque rara vez los obligados lo hacen volunt tarja- tos de hombres provenientes de distintas aldeas, con amenaza de un
mente, no sin antes un debate' público sobre el Monto. a resarcir. Siempre enfrentamiento campal, siempre encuentran tiempo para la conciliación.
hay amenaza de lucha entre parentelas, pero incluso, si hay muertes, la Que de un acto homicida surge para la parentela del muerto el deber
negociación y la reparación son la regla corno fin a un estado de agravio de vengar la muerte, eso debe interpretarse únicamente como refuerzo
causante de Un malestar general que los bandos.se cansan de soportar. para la reparación. Sólo para la mitología moderna de un homicidio cabe
La ley común de los nuer es la que permite pagar una justa compensación esperar una batalla campal de todos contra todos. Una fuerza que no
en caso de homicidio. La muerte en la guerra -entre tribus de un mismo debe subestimarse, además de las que provienen de las reglas de inter:-
pueblo-, en cambio, no genera obligación alguna de reparar. Pero no se cambio, es la del tabú de matar, en la que el autor de un homicidio resulta
contaminado por su hecho. La persona queda separada de la sociedad a hay acuerdo, tampoco la lucha se presenta inevitable. Podía ocurrir que
la que pertenece, no puede comer o beber con los demás, o de lo contrario la parentela inconforme se retire a otro territorio".
morirá por el aislamiento. Éstos son los secretos de que pueblos que no
reconocen ninguna autoridad puedan vivir en una relativa paz consigo Uganda ofrece ejemplos en los que se admite conjuntamente la auto-
mismo sin verse obligados a crear la figura del enemigo interno y encon- ridad de un jefe y el sistema venganza-compensación". Es interesante
trar pacificación con su sacrificio. porque parece remitir al fundamento de la filosofía clásica como prueba
de que la autoridad punitiva representa un salto evolutivo frente a la ven-
Otros pueblos nilóticos, los dinka, arivak y shilluk, frente al homicidio ganza. Según los recuerdos que guardan de su pasado independiente, los
dentro de la misma tribu estiman correcto que los perjudicados encuen- pueblos sometidos a los jefes alur reconocen el derecho a las represalias
tren la reparación por la vía pacífica de la mediación y el pago de una pero carecen de instrumentos formales que les permitan poner término a
compensación". Pero en el lugar del jefe piel de leopardo se encuentra el las hostilidades. Lo curioso es que estos pueblos que no fueron conquis-
señor de la lanza de pesca que, como aquél, no tiene fuerza para hacerse tados piden a los jefes alur que los gobiernen, algunos hasta lo habrían
obedecer. Entre los anuak las disputas internas se dirimen recurriendo al rogado, impulsados principalmente por el deseo de tener un superior que
jefe pero no como juez sino como mediador. dirimiera sus querellas. A partir de ese momento toda lucha desatada
El hecho de que pueda pretenderse vengar una muerte dentro de dentro de su dominio es considerada un desafio a la autoridad. Matar a
los estrechos límites de una aldea anuak es tan inconcebible para uno de los súbditos era agraviar por igual a la familia de la víctima como
ellos como para cualquier otra comunidad diminuta; para evitarlo, el al jefe alur. La justicia es una fuente de ingresos porque la desobediencia
asesino y sus parientes acostumbran emigrar por un tiempo hasta que se paga con el saqueo de ganado y de tierras50. La descripción etnográ-
se apague la ira de itis víctimas." fica fija el origen del delito en el desajuste con la autoridad. Desde el
momento en que aparece la autoridad el homicidio se hace irreparable
Los hatnitó-nilotas, en cambio, no tienen mediadores. Quien se con- porque se convierte en un acto de enemistad con el soberano.
sidera afectado entre los turkana despoja al ofensor de tantas bestias
como le parezca hasta, darse por satisfecho. Ante un homicidio admi- Sin que nunca se haya descripto una situación de anarquía o de vio-
ten la tanto, la negociación Como la venganza (siempre aparecen juntas), lencia indiscriminada, lo único que puede demostrarse es el esfuerzo de
pero "desaprueban la prolongación de una disputa inveterada a través del parentelas enfrentadas por agravios y el de la comunidad, en especial
tiempol'47. Entrelos bantú_ hay un pueblo que habita en el Lago Victoria, a través de algunas instituciones persuasivas, por deponer el estado de
los bantú kavirotido o luhya, en el que frente a un agravio homicida los lucha e irritación. Puede decirse que el estado de venganza hace posible
ancianos no pierden tiempo y corren a reunirse en el lugar del hecho para la reparación. En la sociedad primitiva el intercambio es lo que funda
prevenir peleas, discutir la situación y, en algunos casos, a emitir un fallo, la sociedad humana, y no han faltado autores que han querido ver en
aunque no pueden imponerlo a las partes contendientes. Incluso, si no este sistema el origen salvaje de los contratos civiles del derecho anti-
guo romano y germánico, como de la doctrina del contrato social. Tal
45 Ibíd., p. 50. 48 WAGNER, G., The bantú oí Kavirondo, voL I, 1949, citado por MAIR, L., ob. cit., p.55.
46 p. 51. 49 MAIR, L., ob. cit., p. 59.
47 Ibíd., p. 53. 5° 'bid., p. 60.
84 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 85
fue durante mucho tiempo el único entre los etnólogos que se opuso a la
tesis de la penuria de los cazadores y sus pasos fueron seguidos por otros. SERVIDUMBRE PUNITIVA
Se demostró que para vivir trabajan menos y tienen mayor bienestar que
el que tiene un obrero inglés de la revolución industrial o que los pobres
de países en desarrollo en la actualidad". Los informes sobre cazadores y
recolectores del presente etnológico sugieren un promedio de tres a cinco
horas de trabajo por día de un adulto en la producción de alimentos, por 1. Sociedad contra Estado
lo que el neolítico no representó ningún progreso sobre el paleolítiCo en
cuanto a la cantidad de tiempo per cápita para la producción en función No hay obra antropológica más breve, densa y capital como la de Pierre
de la subsistencia. Incluso hoy día —era del poder tecnológico— se trabaja Clastres. No se ha terminado de medir la "fuerza renovadora" de la idea
más y aun así un tercio de la humanidad se acuesta todos los dial con que hace del mundo salvaje un universo intencionalmente antipunitivo.
hambre. Aunque, cueste creerlo, el hambre y el poder punitivo aumentan Sólo tardíamente la antropología se ocupó de la dimensión política de
en términos relativos y absolutos con el proceso civilizatorio. las sociedades arcaicas. Acostumbrados a verlas como pueblos"sin fe, sin
rey, ni ley'', no se reparó en que el sistema de intercambio cooperativo de
los salvajes puede ser analizado cómo una. deliberada política antiestatal.
El derecho y la filosofia política tendieron a naturalizar la sociedad como
un rebaño de autómatas que siguen a un jefe, como si estuvieran poseídos
por un instinto de obediencia. "Sociedades sin leyes penales" sólo puede
ser un sinsentido para una doctrina de la soberanía, de la cual el derecho
Penal es apenas un apéndice. "Tú harás esto o lo otro bajo amenaza de
pena" es una norma inconcebible para los salvajes. En la sociedad salvaje
no existe la figura del enemigo interno que caracterizará ala sociedad
civilizada. En Clastres y en otros antes que él, sin olvidar al genial La
Boétie2, la pregunta es si el poder sobre otros —en particular el punitivo—
es un hecho natural o cultural. El interrogante es sobre la evitabilidad o
inevitabilidad de esta trágica desventura humana3.
Hay política entre los salvajes como la hay en la sociedad industrial. ,
La política de los salvajes tiene por fin mantener la igualdad, a diferencia
de lo que sucede en la sociedad de clases, donde tiene el fin contrario.
La sociedad indígena no es ajena al conflicto y malestar individual. expresa la bella expresión de Sahlins". En la sociedad indígena, dice
El jefe debe apaciguar peleas y resolver diferendos sin uso de una fuerza Castres, la economía se vuelve economía política o política a secas. La
que, desde luego, no posee ni se le permite poseer. Fiándose únicamente sociedad de iguales trabaja para vivir; sólo con poder punitivo la sociedad
en virtudes de prestigio, equidad y fundamentalmente de 'palabra, más de Estado puede hacer que se viva para trabajar. Cuando aquella relación
que un juez que sanciona, dice Clastres, es árbitro y "apaciguador pro- se invierte el poder punitivo se pone al servicio de la división social del
fesional" que busca reconciliar partes en litigio8. El papel del jefe indio trabajo entre los que producen y los que se apropian de trabajo ajeno.
no se explica sin otro de sus rasgos. Su liderazgo tiene como requisito Sociedad dividida entre dominantes y dominados en la que el poder
la generosidad, que más que un deber parece una servidumbre8. Los punitivo se vuelve persistente, peor aún, se naturaliza por la demanda
etnólogos han observado entre las poblaciones más diversas de América subjetiva, imposible de satisfacer ante el conflicto permanente que pro-
del Sur que esta obligación de dar ala cual el jefe está sometido es vivida duce la división social.
por los indígenas como un derecho para infligirle un pillaje permanente,
El etnógrafo de los guayagui es uno de los más agudos críticos de
sancionado con el redro de prestigio y, por ende, de privilegio. Lo más
notable es que el jefe es aquel que posee menos que todos. Como especu- la tesis marxista ortodoxa que hace de la infraestructura económica de la
lación, Clastres aventura que estas sociedades constituyen su esfera poli- sociedad el factor determinante de la superestructura jurídica-políticau.
ca según una intuición que desempeñaría el papel de una regla: que el El continente americano ilustra a cazadores nómades o agricultores
oder, como lo saben durante la guerra, es esencialmente poder punitivo sedentarios, dos estructuras económicas diferentes que, sin embargo, pre-
ncontrolable y contrario a la igualdad. sentan las mismas realidades sociopolíticas. Mientras la economía no es
determinante para la sociedad salvaje, sí lo es la política. Fue una ruptura
Lejos de ofrecemos la imagen sin brillo de una incapacidad para la política la que colocó al mundo primitivo ante el abismo de la jerarquiza-
política, estas sociedades nos asombran por la sutileza con que han
: planteado. la,cuestión del poder. Rápidamente presintieron que la tras-
ción social:
Cendencia detpo\der encierra un peligro mortal (...) la intuición de esta La verdadera revolución en la protohistoria de la humanidad no es la
• anienaza ha determinado la profundidad de su filosofía polícica.18 del neolítico, ella puede dejar intacta la antigua organización social,
es la revolución política, esa aparición misteriosa, irreversible, mor-
• Los salvajes hacen política para aplazar la irrupción de la política tal para las sociedades primitivas que conocemos con el nombre de
punitiva, es decir, son sociedades contra Estado. Estado'3.
El salvaje quiere uri jefe impotente para dar órdenes e imponer cas- Este marxismo asegura que para que el Estado irrumpa en la socie-
tigos. Su sociedad rechaza deliberadamente la acumulación de exceden- dad es necesario que antes haya división social en clases. Es la hipótesis,
tes y el trabajo forzoso. Contrariamente a lo que de ello podría deducir instrumental del Estado que permite a la clase dominante ejercer su
1,n el punto de vista emocentrista, son sociedades de abundancia, como lo dominación punitiva sobre las clases dominadas. En este esquema, la
2. El comienzo del fin: los paniagudos los suyos el resarcimiento de agravios por la fuerza hasta tanto no.
le hubiesen llevado a él los litigios, pero una vez que pronunciaba el
veredicto, la parte favorecida tenía derecho a buscar la compensación
Entre los nuer algunos individuos son líderes en el sentido de que
debida. Esta situación se planteaba especialmente en los casos de
gozan de respeto y sirven de guía. Los privilegios de convertirse en toro
homicidio, que pedía una venganza de sangre.i8
de campamento son tan escasos que a muchos no les importa perderlo.
Ningún nuer tolera que se le den órdenes, y siguen a su líder si les parece, En la sociedad ganda los homicidios se discutían entre linajes afecta-
pero, como los señores de la lanza entre los dinka, se ocupan de los asun- dos y derivaban en la entrega del asesino por sus parientes, si éstos admi-
tos de la guerra y la paz, como por ejemplo evitar disputas internas-que tían su culpabilidad. Otras fuentes19 informan acerca de los numerosos
debiliten a la comunidad dejándola a merced de los enemigos. Con la "arreglos diplomáticos" —por: así decir— a los que se llegaba mediante un
expansión del gobierno comienza a invertirse esta relación entre pueblo acuerdo entre jefes de linaje sobre el pago de una compensación. Los
y jefe_ Se encontraron ejemplos en el este de África en que el origen de haya recuerdan que cualquier aldeano querellado con algún vecino podía
lá sociedad con obediencia incondicional de súbditos y mando de jefes convocar a los ancianos del poblado para que, reunidos en asamblea, con-
no necesariamente es resultado de la guerra de conquista. Esta eviden- ciliaran la disputa.
da etnológica contradice la opinión evolucionista que ve en los jefes el
Esta costumbre se mantiene vigente entre los nyoro, pese a que hoy día
germen de la sociedad punitiva. El punto de vista de Lucy Mair es que
11940) toda la justicia formal está en manos de tribunales responsa-
el cambio se produce cuando se está frente a un líder capaz de mante-
bles ante el.gobierno de Uganda (...) Los ancianos no gozan de nin-
ner un cuerpo permanente de secuaces .--paniagudos— de quienes puede gún derecho a imponer sanciones, simplemente discuten la demanda
nt
servirse para imponer su voluntad y que a su vez se identifican más -con y deciden quién es el culpable, luego se provee la carne y cerveza nece-
la—itaridad.4ue- ccin dialquier otro sector de la- población. En adelante, sarias para celebrar una fiesta reconciliatoria.w
todo individuo estará sometido a alguna autoridad principal o delegada,
y -los 'que k ejercen castigarán la desobediencia de mandatos, juzgarán Ahora bien, en los estados más extensos existe una modalidad nada
b.1_11 pleitos en el territorio d.e su jurisdicción, recolectarán impuestos y obli- común entre los pueblos carentes de sistema estatal: el castigo. ¿Puede
t;c1
garán al trabajo. interpretarse esto como los albores de una noción de derecho penal? Es
1 Y.' extraordinario que sociedades primitivas que no conciben- la existencia
ifftt A orillas del Lago Victoria existieron unidades políticas y reinos con
de delitos que no pueden purgarse mediante el pago de indemnización
división social én dos clases reconocidas, la dominante y la sometida, la
exigiesen, en cambio, la imposición de un castigo. Quizás como ejemplo
que da órdenes y la que obedece. Socialmente estuvieron representadas
tri • sobresaliente pueda cOnsiderarse el kingolle kamba, ejecución de un indi-
11 por pastores, en un caso, y campesinos considerados inferiores y siervos,
viduo odioso a la comunidad mediante la acción colectiva de todos SUS
en otro. Son tan inamovibles estas posiciones que se llegó a caracterizar miembrosn.
como régimen ,de casta de estilo hindú, tal como ocurre en el reino de
vt-11 Ruanda entre los tursi pastores y los hutus agricultores. •
lÍ4:11:j 18 MA ob. cit., p.146 y ss.
'Aunque en los reinos más extensos sus monarcas y jefes principales
19 Iba
se valían de paniagudos para castigar súbditos desobedientes, en apa-
riencia no los utilizaban como fuerza policial para ejecutar sentencias .20bid., p. 147.
dictadas en las disputas entre vasallos. El rey Ankole les prohibía a 21 Bid.
1,”1
1151:
1-1AeFR S1.4FRAR 97
96 ALEJANDRO-A-LACIA
1
98 ALEJANDRO ALAGIA
HACER SUFRIR 99
a menos que agrade a los salvajes'', y de otro grupo, los naskapis, monta-
con su hijo / Ay-Ay, todos los que me escuchan / Qué piensan de él /
ñeses del Labrador, observaba que el indio "no soportará lo más mínimo Que es grande en su enojo / pero débil en su fuerza / Lloriqueando en
de aquellos que se muestran deseosos de arrogarse una .superioridad vano / Obtuvo lo que se merecía / Aunque fue él quien orgullosamente!
sobre los demásn30. Los jefes eran especialistas para interpretar la opi- Inició esta disputa con palabras estúpidas.33
nión pública, "tienen sil dedo sobre el pulso de la opinión pública'', por-
que no tienen de ordinario recursos morales ni físicos para imponer su Es común entre los esquimales que el ofensor se dé por vencido por-
vo1untad3 i. Esta característica de la jefatura sin poder para obligar será que ya no puede contar con nadie para su causa si quiere continuar con
determinante para el tratamiento del conflicto interno porque el iguali- el litigio. Si lo hace, estará sólo, y si se trata de un rapto de esposas puede
tarismo no impide ni el malestar ni la agresión. Como se señaló, normas vivir a expensas de su habilidad y su fuerza.
de reparación e intercambio regulan la sociedad. Sin embargo, el que-
Entre los australianos los duelistas resuelven las disputan arrojándose
brantamiento de normas, que es normal en estas sociedades, también
azagayas. Desde una distancia prescrita, al acusador se le permite tirar
tenía como Manifestación la desaprobación general o el aislamiento del
mientras que el demandado sólo tiene permitido esquivarlas. El público
delincuente privándolo de la cortesía y del miramiento recíproco32.
puede aplaudir la habilidad en el lanzamiento y la destreza del acusado
En la sociedad igualitaria no hay fuerza fisica que pueda monopoli- para eludirlas. El público va componiendo gradualmente una opinión
zarse contra el recalcitrante. ¿La fuerza es innecesaria porque el peso de la mayoritaria. Cuando esto beneficia al acusado el ofendido deja de arrojar
costumbre es, en reemplazo, un factor disuasivo suficiente? La respuesta azagayas. Pero si es el demandado el que pierde se espera que consienta
es no. Del mismo modo que lo punitivo no disuade nada en la civili- ser herido. Algo tiene que perder, por ello se lo ha denominado "combate
zación, la costumbre tampoco disuade nada en la sociedad igualitaria. expiatorion34. Siempre existe el peligro de que el ciclo de injuria-retribu-
También entre los salvajes hay pasión por violar normas. Frente a la ción no se resuelva hasta convenirse en una disputa grave y a gran escala.
infracción hoque obliga es el arbitraje. Pero hay otros medios distintos a Pero en las sociedades primitivas la gente parece darse cuenta de que
la regla de intatarribio para pacificar. Son los duelos, como las cancio- esto constituye un gran peligro para todos y el esfuerzo por prevenir la
nes eritre los esquirtiaks contendientes. Los duelos de canciones se usan amenaza es mayor. De todas maneras, la venganza que puede convertirse
para resolver todo áloe. de rencillas y disputas, aun frente al homicidio. El en enfrentamiento entre grupos enemistados rara vez termina en batalla
vencedor es el que se lleVa el aplauso más entusiasta y no importa ningún campal o en hecho sangriento.
tipo de restitución. La reparación es la gratificación por el prestigio que
El cabecilla en las sociedades sin poder punitivo, a diferencia de cual-
se obtiene. Una. canción nuit dice:
quier figura de autoridad moderna, ejerce su función carente de poder e
Corrió el rumor / Sobre un hombre y una esposa / Que no podían incapaz de exigir obediencia. Pero esta carencia distintiva es reemplazada
avenirse / ¿Y en qué consistía? / Una esposa que, en su legítimo enojo, / por su capacidad para hablar con más claridad que el resto, y son escu-
Desgarró las pieles de su marido / tomó su canoa / Y se alejó remando chados con una mayor deferencia de lo norrnal.'Sólo pueden persuadir,
nunca imponer su voluntad. Cuando Richard Lee preguntó a los kungsan
3° Ibíd.
31 iba.
33 HARRIS, M., ob. cit., p. 54.
32 Ibíd.
34 SERVICE, E., ob. cit., p. 65 y ss.
100 ALEJANDRO ATLAUFA HACERT;FRIR
si tenían -cabecillas- ene! sentido de un poderoso jefe, éstos le dijeron que y en este esfuerzo opera el jefe. Con su palabra emotiva y convincente, la
¡ put-supuesto-que-los tenemoslDe-hecho„todos_somossabect115«.....) iperlirla-venganza-de-sangre-esttasegurada
cada uno de nosotros-es-cabecilla de sí mismo-25. .• Cuando en la sociedad primitiva el agravio es irreparable, no lo es por-
En la sociedad semai de Malasia, horticultores igualitarios (estudia- que sea atroz o porque provoca indignación general. ni porque la comu-
dos por Robert Dentan), el cabecilla mantiene la paz mediante la con- nidad se sienta agraviada. Su calificación corno delito contra la sociedad
dilación, 'debe ser respetado de lo contrario la gente se alejará de él o indicará solamente una desobediencia a la autoridad, un prototipo de
gradualmente dejará de prestarle atención, es más un portavoz de la crimen deiesa majestad. No es la magnitud de la falta lo que hace esta
opinión pública que un moldeador de ella-36. Lo mismo ocurre en distinción, porque en ese sentido el homicidio de uno de los miembros
la jefatura mehinacu que conoció Thomas Gregor. Se espera de su jefe de la comunidad es irreparable, mientras que un insulto al jefe parece en
que destaque en oratoria. Cada tarde debe situarse en el centro de la comparación insignificante. Sólo como hipótesis el kingolle se reservaba
plaza y exhortar a sus compañeros de tribu a ser buenos ciudadanos. para castigar aquel tipo de faltas que, según la creencia, contaminarían a
Además de orador diestro se espera del jefe que sea un hombre gene- los vecinos del ofensor, en tanto los sujetos impopulares por sus fechorías
rosor. En las situaciones difíciles el cabecilla kapauku (estudiado por eran condenados al ostracismo de un modo más informal. En cuanto
Leopold Pospisil), cuando los principales no están dispuestos a obedecer a los• ganda, existen descripciones que ofrecen gran' cantidad de datos
se vuelve emocional y empieza a proferir reproches; puede llegar hasta sobre brutales castigos físicos40. Pero aun el adulterio con la mujer del
la danza de la furia o'cambiar de táctica y llorar amargamente. Algunas jefe podía compensarse con una indemnización. También entre los sal-
autoridades son can habilidosas en este arte de la persuasión que pueden vajes, cuando fue el caso, el poder punitivo sirvió como poderosa fuente
hasta verter lágrimas sinceras que casi siempre rompen la resistencia de la extorsiva de enriquecimiento. Los nobles anuak se atribuyen el derecho
parte rebelde38. Entre los nuer cl jefe piel de leopardo tampoco' puede dar a embargar los bienes de la gente común en castigo por ofensas que hoy
.órdenes y la sola sospecha de una intención de obligar pondría furioso a -consideraríamos leves y a utilizar su guardia de paniagudos para saquear a
cualquiera. Nadie en el pueblo se somete a ninguna autoridad que coli- quien haya lesionado a otro de sus súbditos por considerarse una ofensa
sione con sus proplos intereses y no se considera vinculado a nadie. Pero contra él mismo. Pero, quizás, lo más importante para destacar en el ori-
frente a un hoMicidio; por ejemplo, el jefe ofrece su casa como santuario gen de las ofensas irreparables es el sentido de tutela del orden o de dios,
para el culpable. La mediación es su función principal en estos casos. A que está detrás de todo castigo por delitos contra la comunidad. En estos
la familia de la víctima se 'deberá pagar cuarenta cabezas de ganado o casos ya no se puede hablar de indemnización43.
más, que servirán para -comprar- una esposa cuyos hijos llenarán el vacío En este punto debe llamarse la atención sobre el sentimiento de horror
.
dejado por la muerte. Están obligados a rechazar la oferta y exigir ven- ante la venganza salvaje, que despertaron relatos de cronistas alimen-
ganza. En la trama interviene la parentela para presionar por el arreglo tando una fantasía que sirvió de material para la fdosofia política clásica
sobre la base de la idea de una violencia anárquica que impide el progreso
civilizatorio. Por el diario personal del explorador John Speke, se conoce En la sociedad igualitaria de acuerdos mutuos, sin enemigos internos,
su testimonio directo de prácticas punitivas aberrantes del Kabala entre el buen salvaje no existe. Viejos y jóvenes, enfermos y sanos, hombres y
mujeres quieren lo que no tienen o no pueden tener, y es común que
los ganda42. Su despotismo sanguinario sirvió al imperio británico para
hacer propaganda contra la barbarie y el salvajismo, y de lo ventajoso que ello desemboque en confrontaciones perturbadoras. El deseo es fuente
resultaría para los africanos pasarse al bando de la máquina de vapor. El de malestar porque siempre lo social importa una restricción, especial-
reparto de África tuvo como telón de fondo la atribución de una inferio- mente la prohibición del incesto y su reverso obligatorio, la exogamia. En
ridad humana en el que la idea de brutalidad primitiva cumplió un papel cambio, lo punitivo parece provenir de ese plus. de malestar que inaugura
destacado para justificar tanto la matanza como la tutela colonialista. la sociedad estratificada y la razón instrumental. Por ello, el materialismo
cultural antropológico señala que existen marcadas diferencias cualitati-
En las crónicas de aventureros y descubridores abundan relatos de vas y cuantitativas entre los tipos de intereses contrapuestos hallados en
crueldades padecidas por quienes desafían o desagradan al soberano, las sociedades igualitarias confrontadas con las sociedades con Estado.
quien, según las descripciones, actúa poseído por el capricho y la desme- Ese plus de malestar se desencadena en el pasaje de sociedades con con-
sura. Sin embargo, la etnología de la segunda mitad del siglo XX pudo flicto a sociedades de conflicto. Las sociedades con conflicto carecen de
demostrar, para beneficio de la verdad, que los salvajes jamás ahorcaron a reyes, reinas, dictadores, presidentes, servicios secretos, policías, cárceles
un reo cargado de cadenas, como se hace con los acusados de lesa majes- o campos de concentración, jueces y fiscales. La sociedad de conflicto
tad en la Inglaterra de los Tudor, que habría de calificar a sus magistra- requiere instituciones que organicen violencia y, paradojalmente, una
dos como "jueces ahorcadores". La nueva antropología levantada contra inmensa legislación nacional e internacional para castigar el abuso y la
la etnología de cronistas y misioneros tiene por seguro el lugar margi- matanza estatal, al inventar una figura desconocida para el mundo sal-
nal que ocupaba el castigo fisico en los pueblos con gobierno mínimo vaje: el enemigo interno, muy diferente al infractor, incluso al recalci-
o inexistente. Por ello, se les planteó por primera vez indagar el origen trante de la sociedad primitiva. La igualdad en el acceso a los recursos y
-del derecho penal en el nacimiento del concepto de tutela de la comuni- medio de vida hace la diferencia; la regla del intercambio y reciprocidad
dad, donde los crímenes se pagan con aflicciones físicas porque la ofensa evita que unos pocos puedan acaparar alimentos, bienes y mujeres, bien-
afecta la validez y eficacia de la autoridad soberana. En las comunidades estar y seguridad, mientras la mayoría vive entre graves privaciones mate-
políticas con gobierno mínimo no hay crímenes en el sentido moderno, riales y subjetivas. En la sociedad salvaje no se conocen restricciones y
no hay agravio, en general,- que no se incluya en el sistema de repara- nadie podría establecerlas para el libre acceso a ríos, lagos, playas, al suelo,
ción-estado de venganza, con la sola excepción del kingolle y el sacrificio. plantas y animales. "Comunismo primitivo" o "propiedad colectiva" de
Puede decirse que el origen del derecho penal está en la generalización de medios de vida son los términos que definen la relación del hombre con
estas dos instituciones primitivas, pues en ambos casos toda la sociedad la naturaleza y del hombre con el hombre en el mundo primitivo. Una
se considera afectada, y el soberano o la ley, en su representación, respon- familia podía considerar la tierra como suya, pero esta relación social no
den con poder punitivo. podía limitar el uso de otros y por lo que hace a los bienes personales
no podía faltar el consentimiento de su "propietario". Es remota la posi-
bilidad de que el hurto o la apropiación indebida de bienes personales
provoquen graves conflictos, porque, pese a que fueron calificadas como
sociedades de mera subsistencia, la característica con la que la distinguieron
-42 SPEKE,J,Journal of the Discovery of the soguee of the Nile, 1864, citado en MAnt.
L., ob. cit., p.137.
104 ALEJANDRO AL—AS[1c - HACER SUFRIR 105
nuevas investigaciones es la abundancia y el ocio relativos, comparados de brujería varían de acuerdo con la disensión y frustración existentes en
—..-.-----corria-rnistris que produce la sociedad moderna42. la comunidadtk-Subembargo elecc-ión, del-culpablernunc-a-es-aza rosa
No faltan en estas sociedades especialistas para el castigo:cuyo talento - — ni impensada, Si hay abuso y el chamán persiste en cometer errores, será
radica en la palabra para movilizar la opinión pública a favor del arreglo y condenado al ostracismo o asesinado47.
la pacificación, pero también a condición de encontrar un individuo vul- Sobre el abuso de poder es relevante el estudio sobre la brujería y la
nerable y despreciado al que hacer sufrir. Se trata de una institución que antibrujería en la política tiv48. En el verano de 1939 la administración
se ampliará en la civilización con la rapidez de una pandemia. Frente al británica y la vida en el país de los tiv se paralizaron a causa de un culto
desastre natural o social, la muerte, la enfermedad o el infortunio,ja tarea que llamaron -carné; con profetas que se enriquecían protegiendo a la
del chamán consiste en identificar culpables. El pueblo exige venganza y comunidad de agentes que tenían poderes psíquicos sobre otros (tsav).
al criminal se le tiende una emboscada y se le mata. La acusación es de Para los tiv los hombres con tsav, con 'poder, son líderes de la sociedad
brujería, igual al modo en que se practicó la matanza de herejes y mujeres tiv, naturales y necesarios, induso con poder de matar y consumir carne.
en la Edad Media. El individuo acusado es "inocente" de brujería, pero es Sin embargo, los tiv no reconocen jefes ni jueces ni ningún cipo de auto-
culpable de otras cosas. No se hace culpable a cualquiera. En esto el cha- ridad, y el culto nace para protección contra la autoridad británica, como
mán se juega su vida porque si el fin es preservare! sentimiento de uni- práctica antiautoritaria. En aquel-año la vida pareció desintegrarse. Paul
dad de la sociedad frente a la desgracia, no podía señalar con el dedo a un Bohannan lo explica de esta manera:
hombreo mujer de prestigio. En general el hombre acusado de hechicería
como el criminal moderno es alguien que cumple varios requisitos". En ... si revisamos la situación en términos generales, podemos ver que
cualquiera que alcance entre los tiv un gran poder obviamente se con-
1966 la antropóloga Gertrude Dole, para el caso de la sociedad igualita-
vertirá en tsav; en la medida en que utilice ese poder de un modo que
ria kuikuro de Brasil, señala que el acusado es responsable de viejas dis-
podríamos llamar constitucional, se le reconoce un tsav real, pero en
putas y pelea's 'dentro de la aldea, cambio de residencia, motivación para
el momento en que empieza a sobrepasar los límites de su poder se
hacer daño y unaibil apoyo del grupo de parentesco, es decir, todas con- convierte en un tsav faisificado. Entonces, los tiv consideran necesa-
diciones de vulnerabilidad que jo convierten en un blanco fácil del escar- rio tomar medidas contra el abuso de poder. A los hombres que han
miehto45. Estos indcléntes violentos pero marginales convencen a todo adquirido un poder demasiado grande o que lo ejercen con negligen-
el mundo de la importaricia en ser amable, cordial, generoso y dispuesto cia se les disminuye ese poder con acusaciones de brujería. El movi-
a cooperar.-Li .norma de ser amable disuade a los individuos de acu- mientoinyambua" fue una acción política por recelo ante el-poder para
sarse mutuamente de delitos. Hay una observación más general a tener preservar el igualitarismo.
en cuenta que ya no está en discusión: la incidencia de las acusaciones
44 Sobre los estereotipos de persecución, especialmente, GIRADO. R., El chivo expía. 46 HARRIS, M., "La gran locura de las brujas-, en Vacas, cerdos, guerras y brujas,
torio, ob. cit., p. 21 y u. ob. cit., p. 242y ss.
45 DOLE, G., *Anarrihy without chaos: altematives co political authority among the 47 Hanaus,h4., Introducción a la antropología general, ob. cit., p. 456.
kui-kuroI, en Swarrrz, M.: Tu RNER, V. W y TUDEN, A. (comp.), Política! authority, 48 BOFIA NNAN, P., "Acontecimientos extra-procesuales en las instituciones políticas
Li Chicago, 1966, pp. 73-78, citado en HARRIS. M.., ob. cit., p. 455. tiv", en LLOBERA, J. R. (comp.), Antropología Política, ob. cit., p. 199 y ss.
106 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 107
4. Pena pública y división social o indirectas de los estados existentes. En cualquiera de estos casos, señala
Morton Fried, la sociedad entera entra por necesidad en un nivel nuevo de
Toda doctrina, para que lo sea, tiene que contar con una gran dosis organización sociocultural de manera lenta, inconsciente e inevitables°.
de obstinación frente a la realidad. En la época en que el estudio del Antes que puedan darse cuenta de los cambios y su significación, la
universo jurídico se consolidaba como ciencia del espíritu, nacía otro población se encuentra en un tipo de sociedad diferente.
saber, la antropología, que como inteligentemente observó el antropó- No es improbable que el paso de una sociedad igualitaria'a una jerár-
logo inglés Michael Smith fue una reacción empírica a las ficciones de quica se deba esencialmente a la sustitución de una economía dominada
la filosofia política". Aunque no se puede asegurar que haya sido exac- por la reciprocidad a otra dominada por la redistribución, capitaneada
tamente así, de cualquier manera los dogmas del derecho penal reciben
una gran sacudida. Con el descubrimiento de formas sociales de vida que
Por un poder con capacidad para hacer cumplir órdenes. Pero, cualquiera
haya sido la causa de esta mutación, la nueva organización demuestra
ante el conflicto interno emplean normas de intercambio y reparación, en ampliamente la superioridad sobre sistemas de reciprocidad simples. Es
las que el castigo es excepcional, queda demostrado que el castigo no es un cambio revolucionario en el que todavía se vive, pero a la vez supone
condición para que la sociedad sea posible, lo que constituye una herida una mayoría de población ligada con la autoridad por la obligación de
irreparable para el dogma penal. Durante más de cinco mil años juristas soportar sufrimiento, y con evidentes impedimentos para acceder a
de toda época, tanto los clásicos griegos y romanos como los moder- recursos fundamentales para la vida. Con la entrada en la sociedad estra-
nos, habían considerado el origen de la sociedad como algo inseparable tificada el hombre penetra en una vida social completamente nueva,
de la autoridad, en el marco de fantasías y ficciones tales como "estado signada por un umbral de malestar desconocido por los salvajes. Si se
de naturaleza" rcontrato social". La sociedad se identifica con el _orden _ . trata de una sociedad con autoridad punitiva de policías, jueces, fiscales,
punitivo y la antropología descubre sociedades acéfalas con un tipo de cárceles, instrumentos de tormento, en fin, con instituciones profesiona-
jefes y autoridades que carecen de poder para dar ordeñes. Un verda- les destinadas al sufrimiento por cualquier tipo de infracciones, ella es
dero contrasentab,para la filosofia y el. derecho moderno. Sociedades resultado de un conflicto interno estructural y permanente que colorea
sin autoridad que nó-implosionan en la matanza recíproca con la que todas las relaciones sociales. Estratificación, Estado, explotación y pena
aterroriza la doctrina pén _ sustituyen al sistema de intercambio recíproco, igualdad y reparación. Lo
¿Hay un origen para el desarrollo del absolutismo aborigen? Una que resulta asombroso 'es que la humanidad parece haberse deslizado,
hipótesis es qué la autoridad para la caza o la guerra de breve duración se sin saberlo o eligiéndolo, siempre por un mal menor ante otro mayor
hizo permanente en los asuntos internos para mantener la ley y el orden, inmediato que la acecha. En todo caso, esta nueva situación es resultado
con auxilio de una fuerza policial y de la asociación entre jefe y divinidad. del fracaso de esa politica salvaje para prohibir la diferencia y la autoridad
Pero parece unánime la opinión de que los únicos estados originales son • punitiva del jefe. El problema es enorme siquiera para intentar abarcar
aquellos que aparecen en los valles de los grandes ríos de Asia y África, y un panorama completo de esta discusión que alcanza a la historia, la
en uno o dos desarrollos comparables en el hemisferio occidental; el resto arqueología y la antropología. De todos modos es importante detenerse
de los estados se habrían desarrollado dependiendo de presiones directas en el aspecto no evolutivo del cambio.
M., "El estudio antropológico de la politica", en LLOBERA, J. R. (comp.), . 5° FRIED, M.,"Sobre la evolución de la estratificación ye! Estado", en LLOBERA, J. R.
49' SMITH,
Antropología Política, ob, cit, p.7. (comp.), Antropología Política, ob. cit., p. 133 y ss.
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 1
108
_--ás-condizionesaocio-ecológicas,no son generalizables para la emer- Entre los sivai de Bougainville de las islas Salomón, estudiados por
gencia arnito civilizatoriflrrnyaía • dularsociedaderigualirarias a-- 54.7eltgran jhomt~lair
- er7.95
Douglasé...)113717- —rfao mumi. No-tiene, -
no siguieron este caYnino. La estratificación social puede tener un origen -- como .enlas sociedades igualitarias, poder.para coaccionar y para que _
fortuitos', lo que no significa que sea accidental su pesadez y persistencia. se hagan cumplir sus órdenes. Tampoco, como en las sociedades estra-
El número de estados originarios donde aparece por primera vez poder tificadas, su nivel de vida en bienestar y seguridad está por encima del
punitivo organizado y permanente es sumamente limitado: cuatro en el resto, pero en tiempos de guerra podía tener bajo su dominio prisioneros
viejo mundo y'clos en el nuevo. El área del Éufrates y el Tigris, la región y castigar al que lo difamara. Para lograr esta posición debe desafiar a
del bajo Nilo, la cuenca del Indo y el curso medio del Huang-ho, donde se otros eh su capacidad para distribuir en festines, carne, mujeres y otros
unen con el Han, el Wei ye! Fen; por último, las áreas separadas de Perú bienes. La jefatura se adquiere y revalida como deudor del pueblo que se
y Bolivia y Mesoamérica. Grecia y Roma son estados secundarios. salda con repetidas donaciones y generosas redistribuciones. Pero en este
sistema los jefes se elevan por encima del pueblo y, aunque no puedan
El pacífico sur y este presenta un contraste de mucho interés para obligar, tienen poder para castigar, porque están rodeados por una patota
el tema: Melanesia (Nueva Guinea, las Salomón, las Bismark) y Poli- punitiva54. A cien millas de distancia, los jefes supremos de las islas Tro-
nesia (Nueva Zelanda, Hawai; Tahití). A diferencia del primer grupo, briand, entre los que vivió Malinowski, heredan su cargo y gobiernan una
este último desarrolla elaboradas formas de jerarquías sociales y jefatu- sociedad desigual a condición de encumbrarse como "gran proveedor':
ras, especialmente en Tonga y Hawai, que evolucionaron por la presión y en esto radicaba la fuente de su poder. Aunque temidos por su pueblo,
externa europea del siglo XIX en verdaderos estados. El "gran hombre" su condición de deudor de alimentos y festines los separani de la autori-
teníi capacidad para hacerse obedecer a través de un séquito, pero sólo dad estatal y del poder punitivo55.
en Polinesialas barreras internas se rompieron a favor de la autoridad
permanente:No eran como los grandes melanesios "pescadores de hom-
bres" qué tenía\que dominar la oratoria. Un jefe supremo polinesio, en 5. Fracaso del andhobbes salvaje
cambio, era obedeCido en la medida que mantenía contento a su pueblo;
la gente no abandonaba a su rey mientras creían que había alimento en su Entre las instituciones que en la sociedad balvaje se oponen a la
almacén52. Un alto jefe 'hawaiano o tahitiano tenía más sanciones com- constitución del poder primitivo, que aquí interesan, están la función
pulsivas que la simple arenga. Controlaba una fuerza fisica organizada, • desgraciada del jefe, la guerra y el sacrificio real. La fatalidad de la
un cuerpo 'armado que le proporcionaba clOrninio sobre las capas más jefatura está asociada principalmente a la función en la guerra. Se
bajas de una comunidad estratificada como "padre del pueblo". En cual- hace la guerra contra el enemigo para mantener la sociedad indivisa.
11 quier aso, como dice Marshall Sahlins, una jefatura bien desarrollada La guerra siempre es exterior para mantener la cohesión interna de
crea en pu interior la resbaladiza paradoja de almacenar rebelión cuanto los iguales e impedir el surgimiento del Estado. Sea como fracaso
más acopia autoridad53.
51 Sobre esta conclusión, v. MANN, M., Las fuentes del poder social, 1, ob. cit., p. 106y ss.
52 HARRIS. M., Introducción..., ob. cit., p. 491.
" HAnnis, M., ob. cit., p.480.
53 SAI-I LINS, M., "Hombre pobre, hombre rico, gran hombre, jefe: cipos políticos en
55 lbíd., p»493.
Melanesia y Polinesia", en L LOBERA, j. R. (comp.), Antropología Política, ob. cit., p.282.
110 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 111
del intercambio66, o para hacer aliados e intercambiar62, en cualquier se activaba un procedimiento para mantener a los guerreros alejados del
caso, requería de una autoridad provisoria y excepcional, una jefatura poder. ¿Cuál era este mecanismo? El del prestigio que la sociedad c6n-
basada en el prestigio. Así se inviste a un individuo de una autoridad cede o retira. El guerrero no puede pensarse como tal si la sociedad no
muy particular, la del jefe deudor de hazañas para su pueblo. En este lo acepta. En el juego entre sociedad y guerrero sólo la tribu detenta
paradojal intercambio de privilegio y deber, el jefe se juega la vida en el dominio de las reglas60. Los guerreros ejercían el monopolio de la
su obligación por preservar la de su pueblo. Aun así, en estos casos violencia legítima sobre enemigos exteriores. Siempre existía el peligro
excepcionales de autoridad el jefe guerrero nunca está en condiciones de que el guerrero pretendiera la posición de lo que en la sociedad civi-
de imponer su voluntad, de hacer valer una orden que sabe de ante- lizada se conoce corno soberanía, especialmente cuando la sociedad se
mano que nadie obedecerá. Las mismas crónicas de viajeros, misione- hace. dependiente de los beneficios del botín de guerra, del guerrero
ros y etnólogos señalan, en unanimidad, que el jefe guerrero no puede como proveedor de seguridad y alimento. Pero el límite que la sociedad
imponer a la comunidad deseos personales de guerra, a riesgo de que- le pone como amenaza de poder punitivo es exigirle una gloria perma-
dar aislado y abandonado, como le pasó a famoso Jerónimo. Al jefe que nente, porque en las sociedades igualitarias el prestigio no se hereda con
quiere hacer de jefe se le vuelve la espalda". un nombre o linaje. El guerrero, en su deseo de reconocimiento, que
Sin embargo, existieron sociedades primitivas donde la actividad siempre importa un estatus y un privilegio, está condenado a las haza-
guerrera está sobredeterminada y una minoría de hombres la hace cons- ñas permanentes. Prisionero de está lógica normativa, siempre quiere
tantemente. Pero tampoco en estos casos la sociedad permanece indi- un poco más. Dominado por la sociedad, el guerrero está condenado
ferente al activismo guerrero. El jefe es celebrado junto a sus hazañas, a su muerte". Organizar expediciones sin cesar para acrecentar presti-
como entre los hurones, iroqueses, cheyennes, sioux y apaches. Lo mismo gio lo ponen en situaciones temerarias. Como el héroe griego Aquiles,
ocurre entre los indios del Chaco, guaraníes, abipones, mocovíes, guaí- el jefe se debe a la gloria, aunque en ello pierda la vida No hay reposo
curú, chulupí. La guerra entres ellos es la actividad más importante y es del guerrero en la sociedad salvaje. Se sabe que entre los tupí-guaraní un
la ocupación de tina parte de los hombres. Los cronistas los compararon prisionero de guerra capturado dejaba de pertenecer a su tribu, quedaba
con una nobleza, pOr.el hecho de que las tribus comen gracias al botín sometido a su destino62. La huida tampoco se perdona, porque se la
que proporciona la guerra". Los beneficios del pillaje eran mejores que considera un crimen. Capturado, deja de existir; la sociedad a la que
los de la paz (caballos, prisioneros, mujeres y niños). Pero esta superio- pertenece lo abandona. Buscando la gloria encuentra la muerte. Bajo
ridad guerrera-no podía exceder la esfera del prestigio. En caso contrario estas reglas el guerrero salvaje está condenado de antemano y la socie-
dad pone limite a una potencial amenaza punitiva.
El esfuerzo salvaje contra el nacimiento del poder punitivo tam-
56 Cfr. LÉV1-STRAUSS, C., Guerre et commerce chez les Indiens L Amérique du
bién puede encontrarse en la conocida obra del Frazer La rama dorada.
Sud, Renaissance, voL 1, New York, 1943, citado en CLASTRES, R, Investigaciones...,
ob. cit., p. 194 y ss. Allí describe al que denomina jefe a plazo fijo, que es elegido para ser
57. CLAstacs, R:Arqueología de la violencia: la guerra en la sociedad primitiva", en
Investigaciones..., ob. cit., p. 211. 60 lbíd., pp. 238-239.
5° CLASTRES, R, -La desgracia del guerrero salvaje en Investigaciones..., ob. cit., 61 lbíd., pp. 242-245.
p 220.
62 MET RAUX, A.,"La antropofagia ritual de los rupinarnbt, en Antropofagia y cultura,
59 'bid_ 226 ob. cit., p. 11.
112 A LEJA ND ROWa HACER SUFRIR jIS
ritualmente asesinado. La jefatura real no puede ser para siempre63. En hacerse comparaciones entre la guerra y lo punitivo, pero sólo al nivel de
realt~drerrÁfrica-banrúrel-rey tarde o temprano-tiene que-ser _:: la- irracionalidad_delos_discursos_dejustificacom4npoderypun ayo
eliminado; su declinación física o sexual pone en peligro la existencia de afecte siempre población indefensa, no obstante, es una diferencia notoria
la sociedad. La aproximación con la lógica del sacrificio es clara. Como a tener en cuenta. Hay una tendencia en la etnograna, al menos posterior
los soberanos de Leré que deben morir para que la sociedad viva64. la segunda mitad del siglo XX, a considerar inexistente la guerra entre
los primitivos. La guerra no figuraría en la vida social de los salvajes. Sin
Cuando la sociedad deja de ser acreedora de las funciones del jefe se
embargo, fue determinante en las observaciones y crónicas de los descu-
produce lo que Luc de Heusch denomina la inversión de la deuda, punto
bridores, exploradores y misioneros. Para ellos el estado de naturaleza
de partida para el nacimiento del Estado63, a partir de la cual fa política
salvaje era una guerra permanente. Los primitivos son seres para la gue-
no pudo ser pensada sin coerción, ni la sociedad sin órdenes ni súbditos.
rra, son no sociedades por ser eminentemente violentas. Las disposicio-
Mientras los hombres vivan sin poder coercitivo común que provea con-
nes agresivas de los salvajes son severamente juzgadas casi sin excepción,
fianza de que no serán agredidos, se encuentran todos en condición de
especialmente en la literatura penal. El predominio de la guerra entre los
guerra de todos contra todos, en estado de aritisociedad. Para que exista
salvajes fue lo primero que llamó la atención de los teóricos de la política,
poder punitivo tiene que haber un estado permanente de guerra interna.
especialmente a Hpbbes, quien veía en ella la confirmación de su teoría.
En esta inversión de la deuda el devorador de hombres es también el que
La ausencia del Estado permite a generalización de la guerra y vuelve
alimenta a los devorados, aunque siempre la división social entre mando
imp.osible la institucionalización de la sociedad. Mundo salvaje es igual a
y súbdito se justificó en el mal menor, en esta transacción voluntaria que
guerra. En la vida de los salvajes y los bárbaros los acontecimientos pre-
de La Boétie llamó "servidumbre voluntaria" y Clastres "fatalidacr,"acci-
dominantes son las guerras.
dente trágico", "mala suerte inaugural'', cuyos efectos no cesan de ampli-
'1 ficarse al - punto de borrar la memoria de lo anterior, al punto de que Puede parecer asombroso, pero Clastres comparte la misma opinión
. el amor-por la servidumbre sustituye al deseo de libertad. Ello ocurre y se pregunta por el silencio de la etnología reciente sobre la guerra entre
bajo presión de que algo debe perderse —por lo general demasiado— para los primitivos67; lo que se aplicada en que ya no existen sociedades pri-
encontrar protección y bienestar. mitivas absolutamente libres sin contacto con el mundo dé los blancos.
Los etnólogos ya no tienen la ocasión de observar sociedades lo sufi-
cientemente aisladas como para que el juego de fuerzas tradicionales que
6. Guerra - las define y sostiene pueda tener libre curso. Si la etnología no habla de
:1 la guerra, es porque cuando se convierten en objeto de estudio ya han
La guerra de todos contra todos es una ficción, pero no lo es la gue- entrado en la vía de la dislocación, destrucción y muerte. Esa universa-
rra entre pueblos o entre tribus de un mismo pueblo. Siempre podrán lidad de la guerra primitiva se convirtió en un pacifismo forzado como
resultado de la conquista y la civilización etnocéntr ca. Según Clastres, la sociedad. Para el antropólogo francés, en cambio, el estado de guerra
existen tres discursos antropológicos sobre la guerra: el naturalista, el tiene el fin de preservar autonomía, motiva alianzas y, por tanto, favorece
economicista y un último vinculado al intercambio". el intercambio de bienes y fundamentalmente de mujeres. La guerra es
política exterior que mantiene unidad interior, igualdad y autonomía'''.
El primero estaría representado por la idea sobre un comporta- Por eso a la guerra se la hace figurar como otra de las instituciones salva-
miento agresivo que pertenece a la realidad humana desde principio jes que impide la emergencia de la soberanía punitiva.
de la hominización. La violencia es un dato natural y, por lo tanto, un
medio de subsistencia inscripto en el organismo para sobrevivir. En
este análisis se establece una correlación entre caza y la guerra. Así, se
disuelve lo sociológico en lo biológico69. El paradigma economicista, en
cambio, se funda en la idea de la escasez primitiva. El conflicto armado
es el resultado de falta de alimento, recursos suficientes para todos.
Finalmente, para el discurso del intercambio, que es la hipótesis de
Lévi-Strauss, los intercambios económicos representan guerras poten-
ciales resueltas pacíficamente y las guerras, resultado de transaccio-
nes desgraciadas, es decir, lo opuesto a Hobbes: la sociedad primitiva
vive del intercambio de todos contra todos. Todas estas explicaciones,
según Clastres, ocultan la universalidad de la guerra primitiva. La gue-
rra, para él, es la condición de posibilidad del ser salvaje, de conservar
autonomía y -libertad.
[La sociedad primitiva] no puede consentir la paz generalizada que
aliene su libertad y no puede abandonarse a la guerra general
que anule su igualdad. Entre los salvajes no es posible ser el amigo de
todos ni el enemigo de—todos. El ser social primitiVo tiene necesidad,
ala vez, de intercambio y de guerra. Por la voluntad de independen-
da política y el dominio exdusivo de su territorio, la posibilidad de la
guerra está inmediatamente inscripta en el funcionamiento de estas
sociedades.m
68 Ibid.
68- Ibid., p.188.
71 CLASTRES, R,"Arqueología de la violencia.]: ob. cit., p. 211.
Ibid., p. 207.
LA.VULNERABILIDADSACR
1. Aviso de incendio
ocurre porque las contribuciones dejan de ser gradualmente voluntarias comunal. Toda mujer y hombre tiene "derecho" a una porción igual de
para convertirse en trabajo forzado campesino y en impuestos. El acceso naturaleza y de autonomía. Todo eso fue arrasado con la aparición
libre a los medios de vida se pierde y los jefes distribuidores se convierten del Estado y significó, en muchos sentidos, el descenso del mundo de la
en reyes y las jefaturas se hacen Estados. En este pasaje de la autonomía libertad a la servidumbre y esclavitud, y a una vida gobernada por la regla
política a la subordinación humana, nace la norma jurídica penal como del trabajo forzado para otros. El capitalismo es, entre todas las socieda-
regla imperativa de determinación morivacional. des de clase, la más revolucionaria y transformadora, pero, al igual que
Este proceso se origina azarosamente en unos pocos lugares. Lejos las anteriores, también es fuente permanente de conflictos en una escala
de cualquier idea evolutiva, se intensifica y expande con la conquista y la desconocida por cualquier sociedad pasada2. Por ello no hay Estado sin
emergencia de imperios con amplios territorios habitados por millones código penal ni enemigo interno. Nunca antes se invirtió tanto esfuerzo
de personas en una dinámica globalizadora que no tiene pausa, donde humano en medios fisicos e ideológicos para el disciplinamiento social
cada cambio sucesivo incrementa o amplifica la tendencia hacia la for- y el castigo de infractores. La regla del intercambio recíproco cambió a
mación de sistemas de coacción punitiva y manipulación psicológica que regla que obliga a padecer sufrimiento, a tal punto que la sociedad con-
se creen naturales e inevitables como único mundo posible. Como hay temporánea se define por su naturaleza punitiva y el siglo XX como el
elección forzada por la servidumbre en un intercambio de seguridad siglo de laamatanza estatal"3.
y bienestar por subordinación y trabajo, también hay elección en la apro- Es una opinión muy extendida que este pasaje de sociedad igualitaria
piación de los medios de vida y en la centralización de los medios de vio- a sociedad punitiva se da en un grupo muy particular de "casos prísti-
lencia. Las jefaturas se hacen hereditarias porque es vía de acceso a una nos". La transición de las jefaturas distributivas a la formación de Estados
posición permanente de privilegio e independencia ante el infortunio y habría tenido lugar como consecuencia de un proceso inconsciente.
el trabajo manual, siempre desvalorizado —desde Platón a Kant— por las Como dice Marvin Harris:
penurias que arrasira y.como causa de embrutecimiento, cuando se tiene
que vivir para trabajanSin embargo, el Estado es más que lo punitivo. El ... los participantes de esta transformación parecen no haber sabido
lo que estaban creando. Mediante cambios imperceptibles en el equili-
Estado es una invención'que puede oprimir cruelmente, pero también
brio redistributivo de una generación a la siguiente, la especie humana
es un formidable recurso para la cooperación. En cambio lo punitivo se
se comprometió con una forma de vida social en la cual la mayoría se
reduce al uso de la crueldad para suprimir, neutralizar y hacer creer que degradaba en nombre de una minoría.4
el único camino para- la paz y el bienestar es el castigo de infractores vul- •
nerables, presentándolos como amenaza para la existencia de la sociedad Coincide con la opinión de, Malcolm Webb cuando señala que al
humana. comienzo del extenso proceso "nadie podía prever el resultado final,
el igualitarismo desaparecía gradualmente sin conciencia de la naturaleza
Cuando se aborda el origen del Estado es imposible dejar de 'señalar
lo ¿pe el hombre perdió con ello. Con una entonación filosófica mirando
al presente los antropólogos nos recuerdan que las sociedades basadas 2 La vulnerabilidad humana como condición de un buen gobierno en los inicios del
en él intercambio recíproco y cooperativo gozan de un grado de liber- capitalismo, en MANDEVILLE, B., La fábula de las abejas o los vicios privados Hacen a
tades económicas y políticas del que hoy sólo disfruta una minoría pri- la prosperidad pública, ob. cit., p. 189.
vilegiada. La tierra, el agua, los vegetales y los animales son propiedad 3 HoossAwm, E., Historia del siglo XX, ob. cit., p. 57.
4 HARRIS, M., Reyes y caníbales, ob. cit., p.83 y as.
ALEJANDRO ALAGIA RA-GER-SUFRTR — 21
120
1bíd.
5 Wenn, M., Ancient Civilization ami Trade. Albuquerque, 1975, citado en HA/1.1315,
M., Reyes y caníbales, ob.cit, p.103.
"Dux, C., Coerción, capital y los Estados europeos 990-1990, ob. cit., p. 114.
9 Cfr. CHILDE, G., ob. cit., p. 229
6 CHILDE, G, Los orígenes de la civilización, ob. cit., pp. 134 y 163:
$
122 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 123
Después de casi cinco mil años de sociedad punitiva la vida embru- del conflicto permanente. Pero el trato punitivo de la autoridad sobre
tecida de trabajadores pobres no es mejor. Como la describe Engels en la población no es de ningún modo un poder exteriormente impuesto a la
1845, no parece excesivo definirla como -asesinato sociarm. sociedad, como algo caído del cielo, ni la realización de una idea moral.
[En la forma de vida capitalista] el desprecio por el orden social se Este poder nace del seno de una sociedad que se ha escindido entre los
muestra en su forma más clara en la delincuencia. Cuando las causas que mandan y obedecen, que se vuelve extraño a ella y necesario a la vez
que desmoralizan al obrero son más fuertes de lo acostumbrado, el para disciplinar almas, como lo entrevió Foucault12, pero también para
obrero se vuelve delincuente con la misma fatalidad con que el agua a hacer creer que sin normas de castigo hay anarquía y venganza de todos
ochenta grados Réaumur se transforma del estado líquido al gaseoso. contra todos.
El obrero, por el brutal y brutalizante trato de la burguesía, se vuelve
realmente algo sin voluntad como el agua, y está sometido igualmente Sobre el origen del poder punitivo no puede evitarse, por su riqueza
a las leyes de la naturaleza, para él cesa hasta cierto punto toda liber- de fundamentación empírica, la obra de Michael Mann, ambiciosa
tad (...) Las noticias de los diarios ingleses son todavía peores, enga- investigación histórica sobre la historia del poder". Aunque con ella el
ños, hurto, rapiñas, peleas de familia se acumulan; tomemos un Times sociólogo trate de refutar a Marx a favor de Weber, la hipótesis central
del 12 de septiembre de 1844, que habla sólo de los hechos de un día, que lo guía hace justicia con el materialismo histórico. Reconoce que en
cuenta de un hurto, de una agresión contra la policía, de una sentencia el desarrollo histórico mundial de las clases sociales debe partirse del
que obliga a un padre a mantener a un hijo ilegítimo, del abandono de dato antropológico incontrastable de que el poder punitivo sólo repre-
un niño por parte de los padres y del envenenamiento de un hombre senta el 0,6 por ciento de la experiencia humana. Como especie los seres
por su mujer (....) En este país la guerra social está declarada, cada
humanos aparecieron hace millones de años y durante la mayor parte
uno piensa en sí mismo y lucha para sí contra todos lo demás, y si
de ese tiempo vivieron en sociedades igualitarias que no instituciona-
debe o- no hacer daño a todos los demás, que son enernigoS declara-
dos, depende.sólo de un cálculo egoísta, ya nadie se entiende en forma lizaron relaciones de clases, estratificación social y, por ende, descono-
- pacífica con su l' semejantes, todas las diferencias terminan en amena- cieron poder punitivo y Estado. Sólo en los últimos cinco mil años de
zas con defensas Personales en el tribunal (...) y esta guerra, como lo aventura humana, lenta pero inexorablemente, la mayoría de mujeres y
prueban las tablas décriminalidad, se hace cada vez más áspera, más hombres pierden su primitiva libertad para subordinarse a- algún tipo
apasionada, más implacable, la hostilidad poco a poco se divide en dos de autoridad y quedar sujetos al poder punitivo en su aspecto material
grandes campos que marchan uno contra otro, la burguesía por aquí y y de sentido. Pero el choque con la servidumbre forzada o voluntaria no
el proletariado-por allá?' supuso ningún desarrollo lineal de la sociedad igualitaria a otra punitiva
y estratificada.
La población vulnerable al poder punitivo no ha dejado de crecer
desde la desaparición de la sociedad salvaje; "domesticados'? los más La transición hacia la civilización, la estratificación y el Estado fue
recalcitrantes sirvieron a la cultura dominante de chivos expiatorios relativamente rara y hasta azarosa. En ello hay que contar que los seres
a la ilusión de pacificación general de una sociedad que lleva el sello humanos consagraron una parte importante de sus capacidades culm-
tales y de organización igualitaria para asegurar que esta "transición" al
lO ENGELS, E, La situacicn
. t de la clase obrera en Inglaterra, ob. cit., p. 100. Igual en
MARX, K., Acerca del suicidio, ab. cit., p.69.
1.2 Foucarn.-r, M., Vigilar y castigar, ab. cit., p. 135 y SS.
" Incas, E, ob. cit., la 128.
13 MANN, M., Ob. Cir., p. 93 y ss.
124 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 125
Estado no ocurra. Sólo aconteció en unos cuantos casos extraordinarios del auxilio de una fuerza punitiva desarrollada. Es una tesis que tiene
conocidos corno "estados prístinos"; porque la mayoría de las sociedades puntos de contacto con la de Clastres. La respuesta al interrogante puede
igualitarias en la que se fue diferenciando una autoridad sobre el resto ser sencilla y plausible: la desigualdad se impone desde afuera mediante
de la población "involuciónaron", se derrumbaron o desaparecieron en la violencia física. El grupo A somete al grupo B y le ofrece, a cambio de
resistenciaTM. Fue una característica distintiva de las sociedades igualita- la vida, un tributo, una servidumbre, quizás nada más que la esclavitud.
rias, por ello denominadas "frías" por Lévi-Strauss o "'sociedades contra Pero esto no habría sido universal. Para ello se vale del estudio de Lucy
Estado" por Castres. Como lo dice Mann: "En las sociedades no civi- Mair sobre el gobierno primitivo en África oriental, donde se demuestra
lizadas era posible escaparse de la jaula social. La autoridad se confería que en muchos casos la sumisión de poblaciones enteras no fue el resul-
libremente, pero era recuperable, el poder permanente y coercitivo era tado de un conquistador extranjero sino de una figura autoritaria con la
inalcanzable"". El cambio daría lugar a sociedades con poder punitivo cual el grupo sumiso ya tenía relaciones de parentesco o territoriales, en
y enjaulamiento soda! irreversible. Aunque el aspecto por la "decisión" la que se cambia subordinación por protección, como ocurrió en la Edad
de una sociedad, o de una parte de ella, a producir más o a la renuncia Media europea entre población y señor, que no implicaba una expropia-
consciente o inconscientemente a ello queda en la oscuridad. En rela- ción extrema sino la exacción de un tributo para el protector y el séquito
ción con esto, dice Mann, que cuanto mayor es el excedente más desea- armado. Aun si esta historia fuera plausible, no se refiere, dice Mann, a
ble aparecía a los forasteros o pastores nómadas rapaces, lo que habría una historia evolutiva de la estratificación social ni del Estado, porque el
forzado a la defensa y a un liderazgo punitivo permanente, que en el desarrollo no se produjo desde las sociedades igualitarias hacia las estra-
tiempo se convierte en elite hereditaria". Las guerras ya no son esporá- tificadas, pasando por las de rangos, ni desde la igualdad hacia el poder
dicas, desorganizadas e incruentas; se hacen generales, organizadas y -de estatal coercitivon.
una mortandad descónocida e inusual para las sociedades igualitarias. La
aparición de losprimeros códigos penales demuestra, también, la genera- El desarrollo hacia la autoridad punitiva es esencialmente ciego y
lización de la guerra interna sacrificial. catastrófico, resultado de bifurcaciones repentinas e imprevistas y siem-
pre reversibles, como observó J. Friedman para- el caso de Oceanía".
¿Cómo fue que un grupo en estas sociedades adquirió autoridad sobre Raras veces d pueblo primitivo ha cedido libertades que - no pudiera
el resto mayoritario, subordinándolo, privándole el acceso a los medios de recuperar, deponiendo al jefe o, en su caso, asesinándolo como un pri-
vida y obligándolo a sufrir castigos por conflictos que antes se repara- mitivo tiranicidio, y cuando ninguna de estas alternativas ataba dispo-
ban? ¿Cómo pierde el pueblo su autonomía? ¿Cómo se obligó el pueblo n.ible ha tenido la chance o se ha visto presionado para huir de esa esfera
a someterse al poder estatal punitivo? Para Mann, lo decisivo es la des- de poder y formar otra sociedad igualitaria, porque la jaula todavía no se
igualdad social, y esto se produce cuando un grupo quiere y puede apro- había cerrado".
piarse de los medios de vida. Si esto puede hacerse, es porque hay ya en
la sociedad, al menos, una estratificación suficiente cuyo éxito depende
17 'bid., p.106.
•••••11 '18 ' •Fninom,stu, J.. Catástrofe y continuidad en la evolución social, Nueva York, 1982,
15 IbieL, p. 67. catado en MANN, M., ob.or., pp. 106-107 y ss.
es rt .•4 4w,71 •
19
126 HACER SUFRIR 127
ALEJANDRO A LACIA
¿Cuáles son las primeras experiencias de enjaulamiento punitivo? La autoridad punitiva territorialmente centralizada y el monopolio también
respuesta de la antropología es unánime: sólo en seis casos indepen- de la producción ideológica cuyo centro fue el templo-almacén sumerjo
dientes uno de otro surgieron, en valles fluviales en los que se practicó como centro ceremonial pero, también, corno lugar del primer estado de
la agricultura aluvial, sociedades con autoridad caracterizadas por el la historia en manos de las familias más importantes. Las murallas de las
cierre de las vías de escape. La autoridad ya no fue reversible como en ciudades estados de la Mesopotamia simbolizaron y materializaban la
el resto de la experiencia humana. La mayoría de la población se vio jaula del poder autoritario de los grandes reyes, como el famoso Gilga-
atrapada en determinadas relaciones sociales y territoriales caracte- mesh, rey de Uruk o Sargón de Aklcad. Así da comienzo el gran negocio
rizadas por la obligación de trabajo para otros y de sufrir venganza de Ifprotección" de la historia política y del trato punitivo: o se acepta la
sacrificiaI2°. Esas fuerzas enjaulantes son el poder político-punitivo, el subordinación, o se enfrenta a una violencia peor.
ideológico, el poder económico y el poder militar. La capacidad de este El enemigo interno no tiene donde huir. Fue el profesor de Columbia,
tipo de sociedad para producir riquezas y dominio sobre recursos natu- Robert Carneiro, quien más ha insistido en la ncircunscripción ambiental"
rales es inseparable a su capacidad para generar tensiones entre la pobla- como origen del Estado y en el carácter nada fortuito de este proceso.
ción subordinada y dominante: guerras, conflictos de todo tipo, pero Para estos casos, el antropólogo norteamericano rechaza la idea de que
especialmente los que la autoridad definirá como delito en las leyes más fuera la invención de la agricultura y la producción de excedentes el motor
antiguas. En este proceso también llamado de circunscripción habrían para el despegue de la autoridad, como lo sostuvo el arqueólogo británico
nacido las sociedades de conflicto. Gordon Childe, porque se ha demostrado en especial que sociedades
En Mesopotamia antigua se enjaulaba gente punitivamente porque indígenas del Amazonis con capacidad técnica para producir excedente
coincidía con una inversión considerable de fuerza -de trabajo en obras no lo hicieron. Con otras pruebas de campo rechaza la tesis hidráulica
de riego para conseguir excedente alimentario. La interacción de riego que Karl Wittfogel desarrolla en El despotismo oriental.(1954)23. Ésta
y territorio llevó a dos tendencias de cercamiento, al auge de la apropia- sostiene que en ciertas zonas semiáridas del mundo -pueblos enteros
ción de los, medios de-vida y al estado punitivo. A medida que crecía el debieron luchar contra la naturaleza e invertir considerables esfuerzos
excedente, algunas familias o aldeas con control sobre tierras regadas se humanos para construir obras de riego para tierras que de otra manera
retiraban de la producción y,ocupaban posiciones de gobierno, subordi- quedarían improductivas. Este tipo de agricultura intensiva habría deter-
nando jornaleros, dependientes, en semilibertad y a esclavos, para colo— minado la creación de un cuerpo de funcionarios para la administración
carse finalmente-en una posición .de clase. En este caso, la estratificación del riego y el monopolio de la violencia legítima de forma despótica y
se refuerza a lo largo de todo el final del cuarto milenio, como lo atesti- burocrática, especialmente en China, donde se concentró la erudición de
guan los restos de tumbas y la arquitectura en diferenciación de riqueza. Wittfogel. Sin embargo., al menos la prueba arqueológica posterior para
Desde el 3.000 a.C. las desigualdades entrañan ya diferencias legalmente tres de los seis casos Prístinos (Mesopotamia, China y México) contra-
reconocidas én cuanto a acceso a los medios de vida: familias princi- dice la hipótesis hidráulica. En estos tres lugares la autoridad se desarrolla
pales, personas libres, trabajadores dependientes semilibres y esclavos. mucho antes de la irrigación a gran escala22.
Estas diferencias de acceso a medios de vida también intensificaron una
Asimismo, en el mundo antiguo no existió un vínculo necesario entre como los anteriores para conservar libertad y autonomía frente a indí-
agricultura hidráulica y despotismo, aunque esta forma de producción genas extraños.
de excedente ejerció una considerable influencia en la organización y
subordinación de grupos humanos, pero no en la escala que imaginaba Lo contrario ocurría en los angostos y cortos valles costeros del Perú,
Wittfoge123. También se pone en entredicho la idea de que el origen del flanqueados por mar, desierto y altas montañas. En ningún otro lugar
Estado está en determinación unilateral con la guerra, al estilo en que hay valles agrícolas más claramente circunscriptos. A medida que las
lo hace Franz Oppenheimer24: la capacidad productiva de agricultores aldeas crecen se ocupan otros valles hasta abarcar coda la tierra fértil para
sedentarios se combinó con la energía de pastores nómades a través de llegar al cultivo en terrazas y al riego. En la región la guerra se inten-
la conquista de los primeros por los segundos. Esta teoría deja fuera a sificó no para la apropiación de mujeres, ni por prestigio o venganza,
América aborigen porque en el continente son desconocidas las socie- sino con motivo de la apropiación de tierras. Pero las aldeas vencidas no
dades de pastores nómades y en el viejo mundo aparecen después de la tenían escape en ninguna dirección. Si se les permitía vivir o permane-
aparición de los Estados. Carneiro reconoce en la guerra un motor en el cer en su tierra, tenían que pagar el precio de la subordinación política
origen de la autoridad punitiva, pero no el único. ¿Cuáles son esas otras y económica mediante un tributo al vencedor o el trabajo forzado para
condiciones? Lo común a las primeras formas de autoridad punitiva que producir más alimentos, obras de riego, caminos, fortalezas, palacios y
aparecieron en los valles del Nilo, Tigris y Éufrates, Indo y en los valles templos. Nace la autoridad centralizada permanente e irreversible, cuya
altos de México y costeros de Perú es que son todas áreas de tierra agrí- última manifestación en la historia andina fue la sociedad inca. También
cola circunscripta, es decir, rodeada por montañas, desiertos o el mar. nace un nuevo tipo de población vulnerable por subordinación a una
Estas áreas son muy diferentes a los bosqu'es del Amazonas o las grandes clase dominante y a la emergencia de la obligación de sufrir trato puni-
llanuras de América del Norte que proporcionan tierras cultivables en tivo. Esta teoría explica por qué los Estados surgieron cuando lo hicie-
forma casi ilimitada. Carnciro utiliza ejemplos contrastantes para pro- ron y por qué no surgieron en otros lugares, pero más que eso explica
bar-la validez de lu tesis de la circunscripción social. En la cuenca del por qué una libertad perdida se vuelve irrecuperable para su población:
Amazonas existen núnierosas sociedades igualitarias que practican una El enjaulamiento ambiental es una rica hipótesis para el origen del trato
agricultura migratoria, ni'. uy dispersas unas de otras. La guerra entre ellas punitivo y su difusión, aunque muy poco pueda extraerse dé- -ella para
fue frecuente, pero por motivos diferentes a la necesidad de apropiación la comprensión de la permanencia de una circunscripción punitiva que
de tierras para la_producción. Los grupos derrotados no eran expulsa- lleva cinco mil años. De todos modos, parece incontrovertible que una
dos de los asentamientos, ni se 'sometía a los vencidos a alguna forma de minoría dominante y organizada en el control de los medios de vida e
servidumbre, esclavitud o tributación, porque no había manera de cerrar ideológicos es irresistible en su poder de impartir obediencia frente a las
las vías de escape al interior del bosque. La guerra producía migraciones, masas vulnerables y desorganizadas. En este escenario de servidumbre
pero no por miedo a la subordinación, sino para evitar nuevos-ataques. se 'clausuran las vías de escape a la autoridad punitiva. La autonomía y
Otros territorios del bosque se abrían tan buenos para la agricultura bienestar se pierde al precio de una inferiorización por vulnerabilidad de
la mayoría de la población.
Si la emergencia de la autoridad punitiva fue un accidente o no en
-IVIM;talit_air,:p.148. la historia humina puede quedar_en suspenso como debate abierto en la
24 CYPPENHEIMER. F., The State, New York, 1975, p. 8, citado en MANN, M., O . antropologia y sociologia. Se tiene la impresión denun-l•desacuerdo
130 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 131
es más terminológico que real, pues en general se reconoce que los 2. Marx y el castigo
seres humanos han pasado la mayor parte de su existencia escapando
a la irrupción, desde el interior de la sociedad o desde el exterior, de _ La crítica de la antropología política al marxismo no es una crítica a
una figura centralizada y permanente con poder de obligar al trabajo o Marx, porque prácticamente el autor del El Capital no se ocupó de las
de sufrir pena. Pero cuando la sociedad punitiva surgió en esos pocos sociedades primitivas. Donde más lejos llegó con la información dispo-
lugares esas mismas circunstancias de enjaulamiento social y ambiental nible en su época26 fue al intento de describir la más arcaica forma de
hicieron imposible volver a la antigua condición de autonomía y libertad. economía precapitalista que denominó "modo de producción asiático",
"Someterse a la autoridad punitiva o sufrir un mal peor" -el mal menor cuya característica sobresaliente es la autosuficiencia y el dominio del
provechoso- es cl sello de la filosofía política clásica y la cultura penal hombre sobre sí mismo, pero nada más que como punto de partida de un.
moderna que llega hasta el presente. progreso histórico hacia el capitalismon. En cambio, el ernomarxismo .
El signo más notable 'de sociedad punitiva fue la escritura, cuyo del siglo XX trasladó -mecánicamente- a la sociedad primitiva catego-
empleo sirvió para fijar en piedra, arcilla o papiro, la apropiación de rías de las sociedades de clase:"modo de producción","fuerzas producti-
recursos naturales y humanos, como las órdenes imperativas de castigo vaCrelaciones sociales de producción","ideología", incluso el concepto de
para la población vulnerable. Narró mitos de fundación para fortalecer "Estado". Este fallo es observado, con particular crudeza, por Clastres28.
la autoridad, convirtiéndose en una técnica ideológica para la subordi- El error más grosero que le atribuye a esta antropología es haber identifi-
nación. Un manual surnerio tardío destaca la necesidad de disciplinar cado el mito y la religión primitiva con la ideología al presentarse al mito
en estos términos: "Se hace especial hincapié en los látigos, los pinchos primitivo como opio de los salvajes. Nada más equivocado. En Marx este
y otros instrumentos disciplinarios pan mantener tanto a los jornaleros concepto está identificado con todo discurso de autoridad política que se
como a los animales trabajando intensa y constantemente"25. Pero, como pone en movimiento únicamente en una sociedad dividida en clases, para
toda obra_huinana, también -el lenguaje escrito puede desligarse del ori- presentar los intereses particulares como necesidades de todos, para hacer. -
gen, especialmente cuando la organización y conciencia de la población de lo particular un interés general o bien común. Pero esto ocurre úni-
vulnerable alcanza tiii.grado de autoestima suficiente en el que el miedo camente en sociedades con población subordinada al poder de otros. Se
a lo clesconoddo- y el prejuicio desaparecen. Si la antropología o la socio- transparenta en la doctrina penal cuando dogmáticamente afirma que no
logía prestan suficiente atención a la organización de la violencia es por • hay sociedad sin pena, cuando en realidad la pena sólo parece inevitablé
la simple.razóñ que Estado y poder punitivo, en su origen, son una y la
misma cosa: monopolio de trato cruel que se hace legítimo por fuerza
de subordinar poblaciones enteras. El lema en el mito fundacional de
26 Cfr. MARX, K. y Hossnawm, E., Formaciones económicas precapitalistas, ob. cit.,
Babilonia, seguridad y obediencia, fue escrito en la lanza de Marduk, hijo p. 23 y SS.; sobre la sociedad salvaje, prácticamente se [Unita a la obra de MORGAN,
del Dios Ea. -, L., Ancient Society, 1887; con prólogo de Alfredo Palacio se publica en La Plata en
1935 corno La sociedad primitiva.
n MARX, K., 'Prólogo" a Contribución a la Crítica de la economía política, ob.
p.383; MARX, K., La ideología alemana, ob. cit, p.19 y ss.; Elementos fundamentales
para la crítica de la Economía Política (Grundrisse, 1857-1858), ob. cit., p. 26 y ss.
28 p.
t65esTa
y sr ,P., 'Los marxistas y su antropología", en Investigaciones..., ob. cit.,
MANN, M., Ob. p.229.
132 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 133
únicamente en la sociedad dividida entre los que mandan y obedecen, en La sociedad primitiva, en cambio, funciona como una ''máquina atui-
un tipo particular de sociedad, la de clases, relativamente reciente. producción", porque la producción nunca es su objetivo30. Es un sistema
esencialmente hostil a la producción de excedentes: adaptado a la pro-
La ideología en general y la cultura punitiva en particular son única-
ducción para la subsistencia, tiene tendencia a inmovilizarse cuando
mente necesarias para una sociedad de conflicto y cuyo sentido es de tri-
alcanza ese punto31. La producción salvaje se engendra a partir de lo
ple velamiento. En primer lugar, al tratar al delito como causa de malestar
político y no a la inversa, como ocurrirá en las sociedades con Estado.
y no como consecuencia del mismo. En segundo término, al presentar el
En otras palabras, "comunismo primitivo" no es una etapa temprana, ni
trato punitivo sacrificial de población vulnerable como bien para que
precapitalista del progreso en la historia; la sociedad salvaje con su regla
la sociedad humana sea posible, cuando en realidad el único bien" IO hace
de intercambio entre iguales y producción para la subsistencia "militó"
para un tipo determinado de sociedad. Finalmente, el encubrimiento
para que ese progreso no ocurra. Se infiere de ello que no es la economía
ideológico, más conocido por la crítica al derecho penal por izfecto del
el origen del Estado y la desigualdad forzada. La economía de apropia-
fracaso del castigo en sus funciones preventivas generales (disuasión)
ción forzada de trabajo ajeno es más bien consecuencia de la irrupción
o especiales (resocialización). Lo importante en este velamiento no es lo
de una autoridad punitiva que se autoinstituye en su función de mandar
que la pena no hace ni jamás podrá hacer, sino lo que hace y la doctrina
sobre otros, porque esa fuerza puede forzar al salvaje al trabajo para otro,
oculta: que la población debe resistirse a la fuerza de los datos de reali-
convertirlo en campesino y obligarlo a sufrir pena. Este poder de obligar
dad y obstinarse en una ilusión. La sociedad salvaje no conoció discurso
ideológico para el maltrato; no aparece en sus mitos. El arreglo y la regla punitivo está en el origen del Estado y no es económico. Sólo la decisión
.4 24.. política puede 'transformar el intercambio recíproco en trabajo alienado.
3 de intercambio para los conflictos y disputas no lo hacen necesario.
Por eso la 'gran trasformación" social se produce cuando el pueblo se
_
La crítica más agnda que recibió el marxismo antropológico radicó, convierte en deudor de otros por el solo hecho de una subordinación
,
como ya se -ha mencionado, en la inviabilidad de la economía "como forzosa. Sin embargo, prestigiosos antropólogos marxistas insisten en la
11,
1 -
-determinación\ en última instancia" de la "superestructura política- sobredeterminición de fuerzas y relaciones de producción para el origen
ji jurídica" para tod\d'tipo de sociedad, pero en especial para la salvaje. Si el del trato punitivo y el Estado. Es el caso de Claude Meillassowc, para
it modo de producción:es, determinante entre los primitivos, cómo explicar
el hecho etnográfico incoritrastable que infraestructuras materiales tan-
quien tampoco las sociedades primitivas escaparían a las férreas leyes
del materialismo histórico"32. En el trabajo de Maurice Godelier puede
diferentes corno la de cazadores-recolectores o de agricultores sedenta- encontrase una descripción del funcionamiento de estas leyes. Para este
rios o nómades en nada puedan influir sobre el carácter igualitario y sin antropólogo, lo que determina la transición del mundo salvaje al civilizado
autoridad de la sociedadprimitiva. El continente americano ilus¿raperfec- son las relaciones de producción entre una naciente aristocracia que se
tamente esta situación. De modo inverso, sociedades meso-americanas, apropia, por fuerza o amenaza, del excedente producido por la población
sociedades con Estado, vivieron de una agricultura por supuesto más
intensiva que las salvajes pero no muy diferente desde el punto de vista
técnico; sin embargo; las superestructuras jurídicas-políticas son radi-
calmente diferentes". " Sobre los.problemas del materialismo histórico y la antropología, SAHLINS, M.,
Cultura y razón práctica. ob. cit., p. 129 y SS.
subordinada33. La misma imagen positivista que define la sociedad salvaje francesa de 1789, al señalar que el cambio no hizo más que aumentar el
como precapitalista es la que ve en el Estado la condición de existencia poder y los derechos de la autoridad pública36. Lo mismo puede decirse
de la sociedad de clases y la política de subordinación34. Alcanza con para la rusa de 191737.
la lógica del pensamiento para señalar que nunca puede aparecer algo
Supervivencias de instituciones de reparación se encuentran tardía-
nuevo que fuerza a la mayoría de la población a someterse a trato puni-
mente en la alta Edad Media entre los germanos, donde una asamblea
tivo si ese grupo de apropiadores y futuros gobernantes no cuentan antes
de hombres libres obliga al culpable al pago del Wergeld. Si hay repara-
con la fuerza suficiente para subordinar. No puede ser de otro modo.
ción no hay guerra: concluye la "pérdida de la paz- para el infractor; o se
Es la fuerza que monopoliza un grupo (el jefe, séquito y clientes) lo que
compra la lanza o se la afronta. Las diferencias de clases que se hicieron
puede hacer aparecer y consolidar la diferenciación de clases de hombres
más pronunciadas fueron la causa de la sustitución de los arreglos por
y el trato punitivo para la sociedad de conflicto. En un texto posterior,
castigtit corporales, volviéndose así a la pena sacrificial. La comunidad
Godelier matiza esta tesis a favor de la política35. En síntesis, lo deci-
germana formada por hombres libres y guerreros, que la misma guerra
sivo es la ruptura política y no el cambio económico. Si se quieren con-
convierte en pobres campesinos, es obligada a lanzarse en brazos de un
servar conceptos de infraestructura y superestructura, habría entonces
protector, simplemente para que la alimente". La antigua comunidad
que reconocer para la sociedad salvaje que infraestructura es lo polírico
germánica queda desarmada e inerme ante un poder aristocrático here-
y superestructura lo económico. El único trastorno estructural, abismal,
ditario con poderes punitivos39. El caso de los germanos es ejemplar,
que puede transformar la sociedad primitiva destruyéndola como tal, es
aunque cuando Tácito escribe sobre ello hacía tiempo que este pueblo
el que hace surgir en su seno o del exterior la autoridad de la jerarquía, la
había dejado de ser una sociedad salvaje4°.
relación de poder, el sometimiento de los hombres, el Estado.
En la doctrina penal y en la criminología hay una creencia generali-
zada sobre la relación de causa-efecto entre la expropiación de los con-
3.1Expropiación 41 conflicto flictos particulares y la consolidación de la autoridad punitiva moderna
durante los siglos XIII y XIV, período en que la fragmentación política
El código de Hárnmtitabi y otras leyes más antiguas son el testimonio da paso a la centralización autoritaria del poder". Esta idea también es
arqueológico del momento en que la historia humana conoce la expro- alimentada por Michel Foucault cuando señala que el pasaje del mundo
piación de conflictos particulares, el fin de la reparación y la sanción de antiguo al moderno se. transparenta en el cambio del procedimiento
los primeros crímenes de "lesa majestad". El ius puniendi encarnará en
adelante figuras de autoridad para hacerse cada vez más fuerte y centra-
36 DE TOCQUEVILLE, A., El Antiguo Régimen y la Revolución, ob. cit., p. 51.
lizado, como lo comprendió Tocqueville, para el caso de la Revolución
37 BLACKBURN, R.:Fin de sikle: el socialismo después de la quiebra", en BLACKBURN,
R. (comp.), Después de la caída, ob. cit., p. 145 y ss.
33 GODELIER, M., Teoría marxista de las sociedades precapitalistas, ob. cit., p. 154 y ss. 35 ANDE as oN, P., Transiciones de la antigüedad al feudalismo, ob. cit., p. 56.
" H/NDESS, B. y Hmst P. Q, Los modos de producción precapitalistas, ob. cit., " 1132., p. 106.
pp. 39-41. ° TÁCITO, C. C, Germania, ob. cit., p. 42.
4
35 GODELIER, M., Comunidad, sociedad, cultura. Tres claves para comprender las iden- En la literatura procesal argentina, MAIER, J., Derecho procesal argentino, ob. cit.,
tidades en conflicto, ob. di. T. 1, B, p. 23 y ss.
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 137
136
penal basado en la contienda a otro eminentemente inquisitivo". La levantasobre las ruinas y el destino trágico de la sociedad salvaje y no
expropiación del conflicto por parte de la autoridad interesó ala doctrina simplemente de una operación mecánica de apropiación de conflictos.
procesal porque marcó definitivamente la desaparición de la víctima del
Esta confiscación es el tema central de los grandes tratados de polí-
escenario forense. En cualquier caso, víctima y reparación se borran con
tica que justifican el triunfo de la civilización sobre la imagen de la
la destrucción de la sociedad de iguales. A ello habría favorecido, tam-
barbarie primitiva, la guerra de todos contra codos, los hombres con-
bién, la centralización de las justicias locales y señoriales por parte de las
vertidos en jueces de sus propios deseos y pasiones. No es difícil caer
monarquías europeas que, a partir del siglo XIII, se convierten en centro
en estas visiones reduccionistas44 tomadas de un relato del viejo dere-
de fuerza qu'e lo absorbe todo, incluso las demandas del pueblo contra la
cho germánico que los textos de doctrina penal repiten. El cuadro en
rapiña feudal". el que el derecho penal legítima confiscación es el siguiente. Modelo
Confiscación dl conflicto privado y monopolio de violencia legí- de solución del conflicto entre los geemanoS de la alta Edad Media es
tima en un centro de autoridad permanente son procesos encadenados: la lucha entre partes en litigio, combate ritualizado, relativamente limi-
no pueden pensarse uno sin el otro. Pero ni la emergencia del Estado tado y regulado por una asamblea democrática, pero estado de guerra
en la historia ni su burocratización moderna pueden por sí solos dar al fin representado por la prueba de Dios y ordalías. El delito genera
cuenta del momento en que el ius puniendi ocupa el lugar de la repa- un 'estado de pérdida de la paz (friedlosigkeit), equivalente al estado
ración de agravios. Pan que esto ocurra otras condiciones tienen que de venganza entre los salvajes. Sin embargo, la historia puede ser otra.
estar presentes. En especial, la capacidad para forzar al trabajo y a sufrir La pena pública o el trato sacrificial para los conflictos nunca fue una
pena; de otro lado, una población inferiorizada y vulnerable. Mientras respuesta al problema de la venganza que nunca existió como tal. Es
existió igualdad y autonomía, la jefatura indígena recibía prestigio a una fantasía doctrinaria divina o secular montada en la demanda de
cambio de una deuda permanente con su pueblo. Con la inversión de la seguridad lo que hace creer que la pena pública remplaza la venganza.
deuda la sociedad pierde su carácter indiviso al caer grupos enteros de Lo único que puede saberse a través de la información etnográfica es
la población en estado de vulnerabilidad por efecto de una servidum- que la pena pública, lejos de rescatar a la sociedad del fantasma ilus-
bre voluntaria. La péttlida de igualdad y autonomía tuvo como, primera trado de la venganza, representó la partida de defunción de- la sociedad
consecuencia la conversión de la mayoría dc la población en recurso salvaje, sociedad de reparación y wergeld bárbaro. La sociedad feudad,
humano o animal del soberano, según se fuera hombre libre o esclavo. mejor estudiada, conoce al mismo tiempo reparación, venganza y pena
Los individuos se constituyen en población objeto de soberanía. Todo pública como resultado de la fragmentación de los poderes públicos y
homicidio será, en adelante, no sólo afectación a una vida particular el desorden qtie produjeron en Europa las últimas invasiones de los
o a sus deudos, sino, principalmente, agravio a la autoridad que detenta la siglos IX y X.
capacidad de obligar a un castigo público en tanto violencia legítima.
La venganza de los germanos salvajes fue un dolor de cabeza para los
La vida humana pierde su arcaica independencia para convertirse en
historiadores del derecho penal alemán. La polémica se genera alrede-
propiedad del soberano. El carácter público del poder punitivo se
dor de la expresión friedlosigiteit o "pérdida de la paz'; que describe un
_
42 FOUCAULT, M., La verdad y las formas jurídicas, ab. cit., p. 63 y SS. 44 Nosotros mismos hemos caído en ese error; ZAFFARONI, 4 ALAGIA, A. y
BLOCH, M., La sone friT a o cit
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 139
138
y el derecho penal que hace del estado punitivo la condición para evitar
estado de vendetta contra el ofensor y su parentela. ¿Es una institución
de derecho o sólo un imaginario de caos y anarquía social? Si la venganza la muerte de la sociedad humana45.
—irracional, instintiva— es en definitiva antinómica con cualquier idea .
de derecho, la institución de los antiguos germanos no puede colocarse
en el puesto de arranque de una historia penal civilizatoria alemana.
De allí que una parte de la historiografia del siglo XIX, espeCialmente
francesa, concluyó que no hubo orden jurídico entre los germanos de
la Edad Media, pese a que la Germanía de Tácito —descubierta cuatro-
cientos arios antes— afirmaba que no eran bárbaros primitivos. Lo que
nunca pudo explicarse es por qué la venganza germana como derecho
o como pasión no en causa de anarquía, corno se figuraba en el caso de
otros salvajes. La explicación que se tuvo para ello fue que minimizaban
la amenaza de caos por imperio de las "buenas costumbres" germanas,
que en verdad no son diferentes a la cultura paleolítica de la composi-
ción que pone fin al estado de venganza. Pérdida de la paz que provoca
un crimen, amenaza de venganza y wergeld frieron consideradas insti-
tuciones para la paz. Karl August Rogge afirmó que los germanos anti-
guos no conocieron el trato punitivo frente al infractor, lo que generó
enérgicas reacciones al qUebrar la relación inequívoca entre estado de
venganza y cabs,. para poner en su lugar otra más verosímil, estado
de venganza y arreglo pacífico, y que por otra parte es la que describiría
un tiempo después la-etnografía de la cultura tribal de la segunda mitad
del siglo XX. Otro representante de la escuela histórica... alemana,_Wil-
. .
• helm Eduard WiMa, es quien introduce el término friedlosigkeit para
referirse a la habilitación de venganza privada, pero la considera pena en
tanto derecho del ofendido reconocido por la comunidad, aunque siem-
pre se podía y debía evitar con reparación. Es en este enredo donde otro
historiador del derecho introduce la idea de un origen común del sacri-
ficio primitivo con la pena pública. Karl von Amira consideró que bajo
lafriedlosigkeit coexistió el sacrificio del culpable a los dioses y el castigo
de los Crímenes comunes. En todo caso, como los antiguos germanos
no desaparecen por efecto de un estado de venganza ilimitada, poco
queda en pie de la antinomia radical elaborada por la filosofia política 45 Dolwr, L. R., - El sistema probatorio medieval de los germanos visto por histo-
riadores alemanes del derecho del siglo XIX y de comienzos del siglo XX'; ob.
pp. 487, 496.
HACER SUFRIR
1 BLOCH,M7~63.
2 M'el ,p..143
142 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 143
la sociedad feudal, no pueda distinguirse con claridad el límite entre la de clase en la que se basaban los cálculos antiguos fue profundamente
venganza de la guerra abierta entre facciones y linajes rivales y poderosos. alterada. Sin embargo, la indemnización o rescate no desapareció, sino
Con frecuencia lo que debía vengarse era una muerte, y todo el grupo que convivió con las penas aflictivas hasta el fin del feudalismo. La Edad
familiar de víctima y victimario participaba en la faide (vieja palabra ger- Media prueba que en una sociedad dirigida por jefes de guerra, en la que
mánica que se extendió por toda Europa). En una sociedad donde la la primera regla de oro es la subordinación de un hombre a otro hombre,
casta que la dirigía era la de los señores de la guerra, poco podían hacer la abrupta desaparición de la autoridad centralizada provoca una caída
los rribunales, y la faide era sinónimo de guerra privada entre casas nobles en la violencia privada entre linajes poderosos. Pero esta venganza de
enemigas y todo el linaje humillado, bajo las órdenes de un "jefe.de la casta, como derecho de jefe y señor de la guerra que los tribunales auto-
guerra", tomaba las armas para castigar la muerte. Los siglos XII y XIII rizan, hace que la violencia que administra resulte más emparentada con
Rieron testigos de estas querellas embellecidas y agrandadas por jugla- facultades punitivas que con la faide de los antiguos germanos, que sólo
res y cantares hasta convertirlas en epopeyas. Impotentes, los poderes se habilitaba, como en la sociedad salvaje, ante el fracaso de la reparación.
públicos reconocieron la violencia privada como un privilegio de casta:
Un hombre que busca protector a quien servir y otro que desea ser
sólo el gentilhombre puede hacer la guerra. Sin embargo otras fuerzas y
jefe y proteger son urgencias que aparecen con la sociedad de clases, pero
sentimientos convergían en sentido contrario: la antigua noción de paz
que en el feudalismo adquieren un carácter original por la flaqueza de
pública vuelve a aparecer en las primeras constituciones urbanas como
instituciones de autoridad soberna más amplias. Por todas partes el débil
"documentos de paz". El jefe territorial cobraba un "precio de la paz" con
y poblaciones vulnerables enteras se lanzan en brazos de un señor pode-
el pretexto de garantizar la seguridad, pero las costumbres y la memoria
roso, pero que ni el prestigio o fortuna le alcanza para mantenerse en
colectiva limitaban su alcance. Con funciones de paz y justicia, el jefe
su posición más que procurándose, por la transacción o la violencia, del
imponía multas, castigaba, confiscaba3.
apoyo de inferiores obligados a servirle.
Se fijaron Mrifas y se prohibieron lugares para la violencia, se dis-
[En la sociedad feudal] ... una parte huía hacia el jefe, otra toma el
tinguieron represalias legítimas del simple bandidaje y se limitaron las mando con frecuencia brutal. Y como las nociones de debilidad y
ofensas que podían vengarse con sangre. Una ordenanza normanda de poder son siempre relativas, se veía en muchos casos a un "mismo
Guillermo el Conquistador la fijó únicamente para la muerte_ de un hombre hacerse simultáneamente dependiente de otro más fuerte
padre o de un hijo. A medida que los poderes públicos se fortalecen sobre y protector de otros más humildes. Así, empezó a edificarse un vasto
la vulnerabilidad-de población, la solución punitiva se afirma en los deli- sistema de relaciones personales, cuyos hilos entrecruzados corrían de
tos flagrantes o contra la paz pública. El antiguo uso de la indemnización un piso a otro del edificio socia1.4
que se hacía de ordinario subsistía sólo en algunos lugares. Las tarifas de
composición de las cuales el poder punitivo se quedaba con una parte, "el Los más vulnerables se hacían simplemente esclavos, y con ellos su
precio del hombre... que las leyes bárbaras elaboraron con mucha preci- descendencia. Una capitular del año 810 expone con singular brevedad
sión, se aplicaban para casos excepcionales. En el desorden de los siglos X expresiva, como dice Marc Bloch, la naturaleza del imperio construido
y XI la autoridad pública perdió la fuerza de reclamar nada y la distinción por Pipino y Carlomagno: "que cada jefe ejerza una acción coercitiva
. sobre sus inferiores, con el fin de que éstos, cada vez mejor, obedezcan de
3 buey, G., Guerreros y campesinos, ob. cit., pp. 218, 220. 4 'bid., p. 164.
144 ALEJANDRO A LACIA HACER SUFRIR 145
biaen grado los mandatos y preceptos imperiales"5. En el Estado franco autoriza pena talional y el deudor insolvente puede ser descuartizado
y hasta principios del siglo IX, se observa una oposición radical entre por los acreedores, pero de ordinario los castigos se evitaban con rescate
hombres libres y esclavos (en latín, serví). Estos últimos, en un número indemnizatorio; al igual que en el caso del autor de lesiones corporales.
no muy elevado, continuaban siendo de derecho, cosa de un amo que La costumbre había establecido una tabla denprecios por el hombre" de la
disponía soberanamente de su vida, desprovistos de todo; tampoco eran que nadie se atrevía a separarse para no atraer la hostilidad de la opinión.
justiciables, porque eran extraños que, si cometían una falta grave, se los La expresión usada para el arreglo era "pacere, pacisi',' y para el acuerdo
libdaba para que cualquiera lo matara sin cometer homicidio, como al final, "pactum", cuya significación originaria ¿s paz o apaciguamiento y
horno sacer romano. El hombre libre era súbdito del rey y hombre enco- fin .de la discordias. No hay razones concluyentes, entonces, para que
mendado a un jefe particular; los matices de la sujeción determinaban la pueda hablarse de venganza- privada cuando ley o costumbre reconocida
condición del individuo hasta llegar a los casos de sujeción más estricta por tribunales autoriza penas corporales o capitales al infractor, pero
en el que el derecho secular autorizaba al patrón a infligir penas corpo- menos aún cuando se fijan, únicamente, para el fracaso de un rescate
rales que antiguamente estaban reservadas para los esclavos. En Francia normaávizado por la ley, como en las XII tablas para la injuria o el robo.
.
se 'estimaba que el siervo no debía tener otro juez que su señor. Un docu- Esta confusión se produce, en parte, por la misma evolución del derecho
mento del siglo XI, que relata la genealogía de una familia servil, cierra romano, hasta que declara que todo delito le pertenece y entra en escena
con la siguiente inscripción:"Nive, que fue degollado por Vial, su señor"6. eljudicium plublicum, la acción penal pública. El error tiene también ori-
A partir del siglo XII las transformaciones que sufre el señorío (entre gen - en el dogma que ve en el castigo público el rescate para salir de la
ellas, la supresión de prestaciones personales) convierten al jefe en un barbarie. La situación del esclavo lo ilustra mejor. El poder punitivo del
órgano de gobierno y de justicia, con la reserva personal de un derecho señor para castigarlo o matarlo nunca se confunde con venganza o pena
de matar inseparable al de llevar armas. Todo jefe quiere ser juez por- privada, por la simple razón jurídica que lo hacía cosa y derecho de pro-
que el poder punitivo permitía mantener eficazmente en el deber a sus piedad. Con todas sus diferencias, el sistema esclavista, la mita, la enco-
subordinados, derecho que a su vez lo enriquece con multas y confisca- mienda y la relación patrón-cliente en el continente americano también
dones. A los campesinos de Inglaterra del siglo XII no les iba mejor, pero pueden calificarse de trato punitivo. La clausura de la reparación frente al
eran los tribunales los que condenaban a penas de multa y de cárcel por conflicto explica más por lo que oculta que por lo que surge en su vacío.
desobediencia deliberada á servidos requeridos por el señor7. -
Es Común, también, quese confunda, en derecho romano, venganza
con poder punitivo bajo el nombre de "pena privada" para los casos del 2. Primeras leyes sacrificiales
deudor insolvente y los delitos cometidos por esclavos o hijos. Si patrón
. o padre no reparan el perjuicio, debía entregarlos al ofendido para que China logró su primera legislación sistemática, según fuentes legen-
éste pudiera castigarlos o convertirlos en esclavos. La ley de las XII tablas darias, durante el siglo XXII a.C. con los emperadores místicos9. Se
trató de una legislación tremendamente cruel en la que el delito más
grave, la rebelión, se penaba con varias formas de muerte. Otra versión
p.+173
6 lbíd., p. 276. nHearwG;R:EI espíritu del derreho romano, oh. cit., p.-67
itrOn7 9 ZAFFARONI, E.; ALAGIA, A. y SLOKAR, A, ob. cir., p. 220.
146 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 147
limita el origen de la primera codificación al siglo VI a.C., lo que es más que se regulaba en función de la gravedad de lo injusto, fue también la
verosímilm. Su característica es la tendencia a preservar el control ético- característica de la legislación penal hebrea.
social, como lo será en el derecho penal moderno. Desde los orígenes, el Siete códigos o recopilaciones de leyes, en escritura cuneiforme son
proceso de criminalización primaria, creación política de reglas puniti- los más antiguos entre los que se tiene noticia. Las leyes de Ur-Namma,
vas, reconduce los delitos a lesión contra la autoridad o a una norma de y las leyes de Lipit-Istar en lengua sumerja, las leyes de Esnunna, las
autoridad, donde la pena cumpliría la función de fortalecer los valores del leyes de Hammurabi, las leyes Asirias y las leyes neobabilónicas en len-
jefe y el grupo dominante, que en la norma penal se presentan como valo- gua acadia; finalmente, las leyes Hititas en esta lengua. A estos docu-
res universales. En esta legislación opera una fusión entre los principios mentos habría que agregar los dos textos de la Biblia (Éxodo, 21.2-22.6;
confusianos y la teoría oficial del Estado, que encontró amplia difusión en Deuteronomio, 21.1-25.11) y el código romano de Las Doce Tablas
la codificación posterior del siglo VIII". Lo mismo puede decirse del (c. 450 a.C). La ley en el antiguo Israel procedería de una tradición de
Código de Manú en la India; éste asigna a la pena una función eminente- códigos cuneiformes con influencia en la primitiva ley romana".
mente moral, toda vez que la facultad de penar era considerada divina, y
la ejercía la autoridad secular por delegación de Brahma. Este texto penal La estructura interna de la norma jurídica más antigua puede equi-
era el puntal de la sociedad hindú, fuertemente estratificada en castas parse a la que se sistematiza en los códigos modernos: una oración
por el brahmanismon. En Japón, el origen de la criminalización prima- subordinada en la que su primer parte describe una situación de hecho
ria tuvo como fundamento el carácter divino de la autoridad. En 1232, (prótasis) y en la segunda una consecuencia (apódosis): "si un hombre
Medioevo japonés, se sancionó La ley de las penas, donde se simplifican comete homicidio, a ese hombre se le da muerte". El cuerpo de los textos
las tipificaciones penales, cuya tabulación es encabezada por los delitos está relativamente sistematizado en un conjunto casuística, precedido
Y. U.
contra el Estado'3. En Egipto, Caldea, Asiria y Persia", al igual que en de un prólogo de autoridad que la dicta, y concluye con un epílogo".
América entrelas aztecas y los incas, la legislación penal fue configu- Estos documentos son obras que hacía inscribir un rey en estela o barro
rada por estados feqcráticos, lo que hizo que las normas penales fuesen para conocitniento de sus logros políticos y de justicia. Los textos no son
radicalniente confiscátorias, dado que todos los delitos constituían faltas legales en un sentido estricto, reflejan únicamente una ley o código de
contra la religión, etrminarca o jefe. Pero la más importante legislación época que se inscriben originalmente en monumentos públicos, como
confiscatoria del derecho penal antiguo fue la legislación babilónica, con el célebre caso de la estela del Museo del Louvre, encontrada en Susa
el célebre código-del rey Hammurabi del siglo XXIII a.C., que fija Penas (Irán), que contiene las leyes de Hammurabi. Si a ello se suman edictos,
drásticas y de aplicación inmediata, pues sólo para delitos menores pre- textos de práctica legal, textos escolares de orden académico, documentos
vea la expulsión de la ciudad. El sistema del talión, como trato sacrificial judiciales y copias de'códigos de leyes", puede afirmarse la rica y compleja
actividad en la organización política y normativa del III milenio a.C.
'° 'bid.
Al primer período imperial de la III Dinastía de Ur (c. 2112-2004 a.C.)
pertenece el primer texto conocido que responde a las características que
"
12 Ibíd., p.221; sobre la pena de muerte,T1-101; L., Historia de las antiguas instituciones
de derecho penal. Arqueología criminal, ob. cit., p. 401. •
16 MOLINA, M. (cd. y trad.). La ley más antigua, textos legales sumerMs, ob. cit., p. 18..
11 _ ZAPEARON!, E.; ALAC?., A. y SLOICAR. A., ob. CiC.
t ' 14 THOT, L., ob. cit., p.400. 16 Ibíd., p. 16.
ni.
ALEJANDRO ALACIA HACER SUFRIR 149
148
se han señalado. Las leyes de Ur-Narnma12 contienen normas que des- (...) Si un hombre iba al huerto de otro hombre y allí era atrapado,
criben actos criminales, la situación jurídica del esclavo, delitos sexuales, pagaba 10 gin de platal 9.
falsas acusaciones, evasión de esclavos, daños u ofensas a personas, fal-
sos testimonios. Pero lo más característico para estas primeras formas Pero el más completo que se conserva es el código Hammurabi 2o.
de gobierno punitivo es el recuerdo de justicia que te;clo rey quiere fijar Con 280 "artículos" testimonia que al poder punitivo parece faltarle his-
en la memoria de los súbditos y que define a las primeras sociedades de toria y progreso. Ni en la estructura de la norma ni en las consecuencias
para la infracción son notorias las diferencias con la "legislación sangui-
conflicto:
naria" inglesa de fines del siglo XV21, el código penal napoleónico de
En ese tiempo (yo), Ur-Namma, rey de Ur, establecí la justicia en el 1810 o el de Baviera de 1813; este último antecedente del primer código
país (...) El huérfano no se lo entregué al rico, la viuda no se la entre- penal argentino.
gué al poderoso, el hombre que sólo posee 1 gin no se lo entregué al
hombre que posee 1 mana, el hombre que sólo posee 1 oveja no se lo En su prólogo, Hammurabi ordena que el"... hombre oprimido, que
entregué al hombre que posee 1 buey (...) No impuse trabajos obliga- tenga un asunto jurídico, que vaya ante mi estatua, la cual me personifica
torios, hice desaparecer la enemistad, la violencia, los gritos de dolor, como rey de orden justo, que lea mi estela escrita y verá sus derechos".
establecí la justicia en el país.18 Lo que diferencia a este cuerpo legal de los antecedentes sutnerios es
la generalización de las ejecuciones (apalear, quemar, ahogar, empalar) y
La idea de justicia nace con el Estado como remedio para un con-
penas aflictivas talionales para los más variados conflictos que antes se
flicto social cualitativa y cuantitativamente diferente a cualquier otro
forzaba a indemnizar. Otra novedad moderna radica en las definiciones
malestar conocido en la sociedad de iguales y, con ello, el trato sacrificial
• en primer término de delitos de lesa majestad:
generalizado:
Si uno ha acusado y embrujado a otro y no puede justificarse, será
. En ese tiempo,,s.i un hombre cometía un homicidio, a ese hombre se le muerto (...).Si uno en un proceso ha dado testimonio de cargo y no
daba muerte (..:).Si un hombre cometía un atraco, se le daba muerte ha probado la palabra que dijo, [y] si este proceso es por un crimen
(...) Si un hombre privaba a otro de libertad (sin que hubiese razón que podría acarrear la muerte, este hombre es pasible de muerte (...)
I",
para ello) ese hombre 'era hecho prisionero y pagaba 15 gin de plata Si uno robó el tesoro del dios o del palacio, recibirá la muerte, y el que
(...) Si un hombre hacía uso de la fuerza y violaba a la mujer de-un hubiere recibido de su mano el objeto robado, recibirá la niue.rte.
gurus [hombre joven, adultol que aún no había sido desvirgada, a ese
hombre se fe daba muerte. - Homicidio, hurto, encubrimiento, deserciónincesto, lesiones dolosas
o culposas fueron objeto de un trato punitivo tan severo como el de épocas
Para- lesiones fisicas establecía penas de multa en plata. En las leyes relativamente recientes:
de Lipit-Istar:
Si uno compró o recibió en depósito, sin testigos ni contrato, oro,
Si se golpeabi a la hija de un hombre y ésta sufría un aborto, él pagaba
plata, esclavo varón o hembra, buey o carnero, asno o cualquier otra
1/2 mana de plata. Si la mujer fallecía a ese hombre se le daba muerte
cosas, de mano de un hijo de otro o de un esclavo de otro, es asimi- El que hiere a un hombre y le causa la muerte, morirá sin remedio
lado a un ladrón y pasible de muerte (...) Si uno robó el hijito de un (...) El que hiere a su padre o a su madre será castigado con la muerte.
hombre libre, será muerto (...) Si uno sacó un esclavo o esclava de El que hiera a su padre o su madre será castigado con la muerte- El que
palacio, será muerto (...) Si uno guarda al esclavo en su casa y se lo rapte a unapersona,yala venda ola tenga en supoder,serácastigado con
encuentra en su poder, este hombre sufrirá la pena de muerte (...) la muerte. El que maldiga a sus propios padres, será castigado con la
Si uno ejerció el bandidaje y es atrapado, recibirá la muerte (...) Si se muerte (...) El que mate en el acto a su esclavo o esclava será severa-
incendió la casa de uno y otro que fue para extinguido se ha apode- mente castigado. Pero no será castigado si sobreviven un día o dos,
rado de algún objeto del dueño de la casa, será arrojado en el mismo. porque son propiedad suya. Si al reñir unos hombres golpean a una
fuego (...) Si un oficial o soldado que recibió una orden de marchar mujer encinta, haciéndola abortar, pero sin causarle otro daño, el cul-
en una expedición oficial, no marchó, aunque hubiese enviado a un pable será multado con la cantidad que el marido de la mujer pida y
mercenario y éste hubiera ido, este oficial o soldado recibirá la muerte decidan los jueces. Pero si se siguen otros daños, entonces se pagará
y su reemplazante recibirá su casa (...) Si la esposa de uno lo hace vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por
matar por causa de otro hombre irá al patíbulo (...) Si uno eligió pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
novia para su hijo y su hijo la ha conocido, y luego él se acostó con ella
y ha sido sorprendido, se lo arrojará al agua (...) Si uno, después de Esta legislación conocía la distinción entre intención e imprudencia,
su padre, se acostó sobre el seno de su madre, serán los dos quemados como la causa de justificación:
(...) Si un hijo golpeó a su padre, se le cortarán las manos (...) Si un El que hiere a un hombre y le cause la muerte (...) sin querer [tendrá]
hombre libre vació el ojo de un hijo de hombre
- libre, se vaciará su ojo un lugar donde pueda refugiarse (...) Si un buey de una cornada mata
(...) Si quebró un hueso de un hombre, se quebrará su hueso (—) a un hombre o a una mujer (...) y su anio no tomó precauciones (...)
Si un hombre libre arrancó un diente a otro hombre libre se le arran- el dueño será condenado a muerte.
cará su diente (...) Si un esclavo de un hombre libre abofeteó un hijo
de hombre se le cortará la oreja (...) Si uno en una riña hirió Los hurtos y robos se indemnizaban, pero "si un ladrón es sorpren-
a otro hombre, jdr.ará ano lo he herido a propósito" pagará el médico dido de noche robando y lo matan de un golpe no se culpará a nadie de
(...) Si un arquiteCto hizo una casa para otro y no la hizo sólida,
su muerte': Los delitos sin víctima contra la autoridad y la religión renían
y si la casa que hizo se\derrumbó y ha hecho morir al propietario de la su respuesta sacrificial: "no dejarás con vida a las hechiceras (...) el que
casa, el arquitecto será Muerto (...) Si ello hizo morir al hijo del pro-
ofrezca Sacrificios a otros dioses distintos del Señor será exterminado".
pietario, se M'atará al hijo del arquitecto22.
Tampoco se ahorraban en penas genocidas:
No. hay razón para dudar la pertenencia a una misma tradición Cuando el Señor tu Dios te haya introducido en la tierra donde vas a
cuando se comparan normas jurídicas penales de sociedades paleobabi- entrar para tomarla en posesión y haya expulsado delante de ti a pue-
lónicas con las que se conocen a través de la Biblia„ especialmente con las blos numerosos, hititas, guergueseos, arnorreos, cananeos, pereceos,
que se mencionan en el Éxodo y en el Deuteronomio: jeveos y jebuseos, siete pueblos más poderosos y fuertes que tú (...)
cuando te los haya entregado y tú los hayas derrotado, los consagrarás
al exterminio. No harás pactos ni tendrás miramientos con ellos.
sin que importe la naturaleza jurídica de bien mueble que hace de una por el sacerdote francés Antoine Biet, de visita en Barbados, registra con
subordinación radical la extensión de un derecho de propiedad absoluto. horror los crueles azotes que son propinados a esclavos por la falta más
Que sean leyes que declaran derechos la causa de una pena, eso mismo leve en las propiedades azucareras. Para el caso de Haití, la joya fran-
pasa con las normas de exterminio del siglo _XX. Son casos en que el cesa de las Antillas, los azotes que espantaron a Biet pueden considerarse
poder punitivo se ejerce a través de normas que son penales por sus con- una reprimenda moderada32. La subordinación extrema del esclavo a
secuencias reales. Todavía hoy se comete el error de creer que el esclavo, la autoridad que Aristóteles —maestro de virtud y civilización— fundó
por carecer de estatus de persona, no era sujeto de subordinación política en la naturaleza encuentra en la economía de Plantación nuevo impulso
aunque la ley autorizaba a su dueño a destruirlo o a cortarlo en pedazos con el racismo biológico de los siglos XVIII y XIX, sepultándose con
frente al acreedor. Esa situación se mantiene en Europa hasta los siglos ello en el olvido otros fundámencos más realistas, que veían al esclavo
VII y VIII, donde el dueño puede castigar a su esclavo cuando quiere29. resultado de la mala fortuna o de la soberanía política, y cuya negación
Si hay una figura extrema y representativa del horno sacer, de aquel que debilitaría los derechos del amo y desafiaría el derecho de los príncipes a
puede ser muerto sin cometer homicidio, ese hombre es el esclavo anti- la obediencia.
guo. De cualquier modo, el debate abierto por Moses I. Finley, y más
Aunque no pueda hacerse estimación precisa de prisioneros esclavi-
recientemente por Gilbert de Ste. Croix, sobre el carácter indispensable
zados trasladados de las costas de África hacia América, sí se ha podido
o no de la esclavitud para la antigüedad clásica plantea convincentemente
demostrar que entre los años 1500 y 1870 no son menos de quince
que los grandes conflictos de la antigüedad que habilitaron enormes
millones, de los cuales dos millones murieron en las migraciones for-
energías de poder punitivo no eran los que producía la relación amo y
zadas, de hambre, por enfermedades y malos tratos33. Servidumbre,
esclavo, sino los que enfrentaron a la aristocracia territorial con el campe-
esclavitud o colonia esclavista de plantación, campo de concentración y
sinado pobre y endeudado". Pero ello no modifica la posición'sacrificial
masacres sistemáticas de autoridad, prisionizaciones masivas de pobla-
del esclavo o la del deudor que cae en ese estado.
ción vulnerable son todas instituciones de trato punitivo radical olvi-
D'abete la esdaitud constituye una relación social determinante y dadas o directamente negadas por el derecho penal y la criminología.
representa, a la vez, un .fenómeno de igual naturaleza punitiva, es en la No importa que el trato punitivo tenga por motivo el beneficio econó-
economía de plantación en América. Sirvió no sólo para el proceso de mico; la pena de galeras también lo tenía. En cualquiera de estas situa-
acumulación originaria capitalista sino que representó, en una escala ciones mujeres y hombres son tratados con crueldad según leyes de
hasta entonces desconocida, *la movilización y el encierro —mediante autoridad soberana y en beneficio de toda la sociedad. Se demostró que
coerción fisica— de millones de afroamericanos en haciendas donde el prisión y fábrica moderna tienen un mismo origen". Con delincuentes
látigo fue la rutina punitiva más benigna". Una crónica de 1654 hecha comunes se enriquecieron capitalistas sin poner en duda la naturaleza
punitiva de las workhouses. Trato punitivo no es únicamente el que tiene
origen en la norma penal; existen muchos tipos de normas que sin ser..
" lijar, G., Guerreros y campesinos, ob. cit., p.40.
3° Igual en Roserninfto, A., Democracia y lucha de clases en la antigüedad, ob. cit.,
p. 46, de otra opinión, ANDERSON, P., Transiciones de la esclavitud al feudalismo, 32 lbíd., P. 251.
ob. cit., p.55; MEIKSINS WOOD, E., De ciudadanos a señores feudales, ob. cit., p. 59. .33 GRONER. E., La oscuridad y las luces..., ob. cit., p. 220.
3' aningEn, E., La oscuridad y las luces. Capitalismo, cultura y revolución, ob. cit., 34 ME LOSS1, D. y PAVA RIN I, M., Cárcel yfábrica. Los orígenes del sistema penitenciario
p. 110. . . (siglos XVI-X/X), ob. cit., p. 29 y ss.
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 157
156
estrictamente punitivas habilitan trato cruel de autoridad. Esa es una de En la época de la mita los indios padecían un régimen de trabajo y
las razones por la que el derecho penal y la criminología contemporánea migración forzosa, pero también contaron con un régimen de protección
consideran al genocidio, la esclavitud o servidumbre sólo como delitos. normativa, al igual que los campesinos frente a la violencia de oligarcas,
Es la resistencia a ver lo que se transparenta en este fenómeno extremo caciques y gamonales latinoamericanos. Se ha escrito suficiente sobre el
de violencia pública: que también la esclavitud o la masacre estatal cons- rol de la violencia en la relación patrón-cliente, y del patronazgo corno
tituyen trato punitivo porque las normas que lo habilitan son de trato una relación de poder que padece una población campesina en aquellas
cruel. La cultura jurídica penal dominante vive en el espejismo, presa de sociedades con estados débiles o inexisrentes37. El campesino latinoame-
lo que la autoridad define como delito en un código o ley penal. Quizás ricano o del sur de Europa de los siglos XIX y XX que sufre crueldad
porque resulte perturbador reconocer que el más grave peligro que pade- de su patrón no reconoce en-esta figura un centro de autoridad punitiva,
cen los humanos no proviene del delito sino de una pulsión genocida que como es el caso de la esclavitud de plantación o la servidumbre antigua
alimenta cualquier tipo de norma jurídica penal. o feudal. Aunque en la casa del señor no faltan -un par de grillos y una
cadena con dos grilletes"; según la descripción de Tulio Halperín Donghi
Eugene Genovese fue el primero que llamó la atención en que la inda- de la hacienda de un aristócrata salteñó.38 El campesino moderno a la
gación sobre el trato a los esclavos revelaría otras perspectivas para com- única autoridad legítima a la que está sometido es a la del Estado. Puede
prender este régimen político de inferiorización y subordinación humana. haber mucha rigidez en la idea que entiende que donde hay burocracia
Incluso para pensar que la causa de esta barbarie punitiva no estaba más centralizada, en términos de dominación racional, no existe patronazgo
fundada en la cuestión racial que en razones de clase35, como es el caso legalmente punitivo, pero no parece una idea equivocada. Con todo, en
de la servidumbre europea o de la esclavitud antigua. Un camino pare- la relación cara a cara entre superior y dependiente la violencia incluso
cido sigue el historiador argentino Enrique Tándeter, quien compara las extrema no estaba ausente, ni tampoco el sentimiento de agravio cuando
migraciones punitivas de trabajadores africanos hacia a América con los términos de intercambio se desequilibraban en contra de lo que
las.movilizacionel,forzadas de poblaciones enteras bajo el sistema coac- se llamó -económía moral de la multitud-39. Pero lo que diferencia a es. te
tivo de la mita indiana36. Sin embargo, en la mita —al igual que en la régimen de subordinación con el trato punitivo antiguo o feudal sobre
relación patrono-dient los castigos físicos están prohibidos, aunque el dependientes es que la violencia del patrón es criminal, no está legiti-
abuso y la crueldad son habituales, en la mayoría de los casos con compli- mada por ninguna norma de autoridad.
cidad del gobierno y magistrados. Autorización normativa para el trato
punitivcies en extremo diferentea la impunidad, aunque en las dos situa-
ciones el mal no se evite. No es mediante la diferencia entre violencia
legítima e ilegítima cómo puede distinguirse trato punitivo del que no
lo es, pero al menos la distinción sirve a la posibilidad de contener poder
punitivo.
1A
ALEJANDRO AL AGIA HACER SUFRIR 159
158
4. Razón moderna de trato sacrificial. inocente para la autoridad, la energía destructiva que consume a la socie-
dad haciéndola desaparecer en una satisfacción patibularia. Esta asocia-
El intento más sistemático por ubicar la violencia institucional como ción de pena con goce es una relación nueva que será de suma importancia
pasaje de venganza indiscriminada al sacrificio racionalizado es el que al momento de establecer su equivalencia con la función preventiva gene-
realiza Eligio Resta en su ensayo sobre el derecho y la pena. Esta inves- ral y la vieja idea de retribución, que vuelven al centro de la escena en la
tigación sigue los pasos de la obra de René Girad pero se inclina hacia doctrina penal. El trato punitivo sacrificial produciría un goce sustitutivo
problemáticas específicas de derecho penal y filosofia política40. Su que ocupa el lugar de un malestar social insoportable. La pena es un mal
punto de partida también es la ambigüedad del trato punitivo, mal para para "satisfacción pública", "satisfacción para el acusador", "satisfacción en
la víctima sacrificada y bien para la sociedad, que despliega a través del la ley". La violencia sobre la Víctima sacrificial compensa todas las violen-
significado de la palabra pharmakon usada en el doble sentido que daba cias a las que hay que renunciar para vivir en sociedad. Idea terrible pero
Platón al acto de escribir: remedio contra el olvido que se convierte en inevitable para conocer los secretos del castigo público. La violencia de
veneno. y alienación del pensamiento". Mientras Girard usa la ambi- todos puede ser canalizada hacia un objetivo simple, próximo, vulnera-
güedad del concepto para explicar el mecanismo del trato punitivo sobre ble. En esta indiferenciación de la violencia como venganza, el sacrificio
el chivo expiatorio. Resta lo emplea para ver en él el origen de la civiliza- encuentra su lugar para impedir la crisis de la comunidad entera, forma
ción moderna, el momento en que la violencia indiscriminada se canaliza sutil y terrible que legitima el monopolio de violencia legítima soberana.
en sistema específico de reglas penales y procesales que hicieron posible El sacrificio "responde puntualmente a la necesidad que la comunidad
el salto de la barbarie al progreso moderno. Ninguno de estos "filósofos experimenta de interrumpir, con una violencia ritual única,. la violencia
de la violencia" sale del horizonte clásico, ambos legitiman que acecha bajo forma de amenaza indiferenciada sobre toda la estruc-
_ pena pública tura comunitaria"43. Este descubrimiento lleva a otro, quizás, de la misma
como progreso frente a la venganza y escriben bajo el sentimiento de
terror ilustrado 'por la amenaza de la venganza ilimitada. Pese a todo, importancia: el esfuerzo que pone la cultura jurídica-política, especial-
introducen al trato Punitivo en la institución sacrificial, abriendo nuevas mente la del derecho penal, por velar o desconocer la realidad de la pena
perspectivas para el conocimiento de la problemática del castigo público. en el sacrificio. Pero es en la ambigüedad de todo trato punitivo donde
puede conocerse la fuente de su legitimación. La ambivalencia de toda
La profimdidadperturbadora a la que llega Resta, acompañada por una violencia sacrificial se encuentra en el hecho patente, acreditado también
riqueza inigualable de ideas de la tradición clásica, merece atención. "No en la doctrina sobre la pena, de reconocerla como mal útil que salva la
podemos hacer -todo lo que deseamos y podemos hacer"42. La sociedad sociedad, que destruye a alguien o a grupos vulnerables en beneficio
no soporta la propagación de la violencia destructiva y encuentra su de todos, que mata y que cura. La sociedad enferma encuentra su reme-
remedio én el sacrificio. El sacrificio protege a la comunidad entera de dio en la destrucción sacrificial (modelo curativo de la pena).
su violencia porque descarga en la víctima, más o menos criminal, nunca
Di En la idea de Resta el pasaje de la violencia indiferenciada de todos
contra todos a una violencia regulada por la autoridad es la transición del
40 RESTA, E., La certeza y la esperanza. Ensayo sobre el derecho y, la violencia, ob. cit., salvajismo sacrificial "caliente" a una civilización sacrificial "fría". Invierte
p. 123 y ss.; también en "El concepto de pharmakon y la legalidad moderna",
ob. p.79 y ss.
41 R.Esta., E., La certeza..., ob. cit., p. 41.
43 RESTA, E., La certeza..., ob. cit., p. 27.
42 Ibíd., p. 20.
HACER SUFRIR 161
160 ALEJANDRO AL AGI A
MEI
(el condenado) será encerrado en un calabozo aislado y oscuro alter- genocidio de 1948, que reconoce por primera vez en la historia humana
nando con pan y agua o con disminución de comida previo informe
médico.48 el peligro que la autoridad pública representa para grupos enteros de
población vulnerable. Menos dudas se tienen de otro movimiento lento,
El aligeramiento humanista de la época puede muy bien ejemplifi- subterráneo, silencioso que desde la baja Edad Media produce el cambio
carse en los castigos corporales: no pueden superar nunca el número de mayor profundidad que haya conocido el trato sacrificial en la Europa
de cincuenta golpes, ellos deben ejecutarse sobre las espaldas desnudas moderna. Es el largo proceso que se acelera con el origen del capitalismo
con un látigo de varas de abedul en haz". Estos programas continuaron y.la formación de Estados nacionales, por el cual la mayoría de la pobla-
haciéndose cada vez más específicos en la confianza de encontrar un ción subordinada se libera del trato punitivo de un jefe particular amo o
equilibro entre el exceso, lo poco o la falta50. señor. Cierto que para caer en otra crueldad punitiva, la de la autoridad
estatal centralizada moderna, que encenderá resistencias reformadoras
Tiene que haber explicación para que la cultura jurídica penal, en contra el uso indiscriminado de la pena de muerte para todo delito por
cualquiera de sus versiones —clásica liberal, conservadora y positivista,
insignificante que fuere, como contra la práctica del suplicio y tortura
simplemente conservadora o socialdemócrata—, quiera ver el momento
judicial. El terror ilustrado a la violencia indiscriminada que se atribuye
de mayor transformación del derecho penal en los programas de huma- a la sociedad sin autoridad es la fuente donde brota la ceguera que coloca
nización de las penas que tiene a la obra de Beccaria de 1754 por su siempre al liberalismo penal en abágado del castigo público y, a la vez, en
mejor representantes'. No se tiene duda sobre la importancia de esta censor de la desmesura.
tradición humanista en la construcción de una nueva sensibilidad hacia
el trato cruel y patibulario. También Hammurabi se presentó ante los Mientras las condiciones de existencia de un sistema penal estatal
suyos como un reformador que liben deudores y esclavos de trato puni- se hallan virtualmente ausentes durante la alta Edad Media, la Penance
tivo y promueve el talión para establecer una proporción sacrificial entre o Wergeld —pena pecuniaria impuesta por una autoridad distinta de la
delito y pena. Tinnos griegos como Licurgo, Solón o Clístenes, empera- judicial— así como la contienda entre litigantes constituyeron el dere-
dores-humanistas én Roma imperial se hicieron conocidos en la historia cho que regulaba el conflicto.entre iguales en estatus y riqueza. En la
antigua por programa\s.dulcificadores para el trato punitivo. En la Edad sociedad agraria germana el homicidio o la lesión fisica grave-era asunto
Media el genocidio de Mujeres detonó dentro y fuera de la misma iglesia de una asamblea de hombres libres que obligaba a una compensación
reacciones similares a las del proceso de humanización penal de la Ilus- económica de modo que erestado de venganza" de la víctima.° los suyos
tración:No es mala la elección que decreta el momento fundacional del se cerraba.-E1 antiguo derecho germánico antepone el acuerdo a la lucha,
derecho penal en el ensayo de Beccaria, pero resulta tan arbitraria como con lo que el agresor recupera la paz perdida a causa del crimen. Al prin-
poner en su lugar la Convención para la prevención y castigo del delito de cipio, las diferencias de clase, que fueron acentuándose entre una aristo-
cracia emergente y un campesinado que se empobrecía cada vez más, sólo
influyeron en la graduación de la pena pecuniaria. Cuando esas distan-
48 Rild., pp., 390- 394. cias se hicieron insuperables y profundas, se volvió irremediablemente
49 lbíd. hacia un sistema sacrificial para los pobres, más indiscriminado que el
ROBINSON, P., Principios distributivos del derecho penal. A quién debe sancionarse y régimen talional de los estados de la antigüedad clásica. La pena pecu-
en qué medida, ob. cit., p. 160 y SS. niaria, reservada para ricos y poderosos, se convierte gradualmente de.
81 - RECCARIA, C., De los delitos y las penas, ob. cit., pp. 219 y 252. composición a la parte afectada en método de enriquecimiento de jueces
164 ALEJAN DRÓ A L ACTA HACER SU1-RTR —165
y magistrados. Todavía en el año 1239 en Suiza un robo se reparaba abolición de la pena de muerte, únicamente la reservaban para los críme-
•- con-60 'jures, pero enlapeinlichegerirbordnung.cleCarlos Vse castigaba con -nesmas_graver se.mata_a_quien matórpern_al querrob&se.le,conhscan.sus
la •muerte52. Es bien conocido el extraordinario incremento de penas de- — bienes.y al que lastimase se lo lastima.
muerte, mutilaciones, quema, azotes y toda forma de suplicios ocurridos
Sin embargo, la pauperización que la revolución industrial produce
durante el siglo XVI.
entre 1780 y 1830 tanto en el campo como en la ciudad, al hacer retro-
El movimiento de norma de intercambio a norma punitiva es el pasaje • ceder el nivel de vida de la población por debajo del que tenía el hombre
de sociedad igualitaria a sociedad con Estado, tanto para lo que aconte- • neolítico, es causa de conflicto, violencia y padecimiento de todo tipo.
ció en la antigua sociedad germánica como para la sociedad salvaje que La autoridad no quiere saber nada de trato punitivo liberal y se ins-
describe la etnografia. Se estima que durante el reinado de Enrique VIII tala una legislación penal de sentido inverso al de los reformadores, de
en Inglaterra 72.000 ladrones fueron colgados y que durante el reinado la que son ejemplos los primeros códigos modernos de 1810 y 1813,
de Elizabeth los vagabundos eran linchados sistemáticamente en hileras . de Francia y Alemania respectivamente. Con ellos se regresa al extermi-
dc 300 o 400 a la vez. Franz Schmidt (1543-1617), el verdugo de Nú- nio patibulario y a la idea sacrificial de que la única manera de lidiar con
remberg, ejecutó durante sus 44 años de servicio a más personas que a las delincuentes y molestos es a través de ejecuciones, azotes, picota, varas y
que mutiló o marcó53. Los métodos de ejecución se volvieron brutales; marcas con hierro candente, administrados con mejor técnica legal pero
la imaginación de la autoridad era inagotable a la hora de hacer sufrir dentro del moderno cuadro talional reforzado con la filosofia del castigo
criminales, herejes, mujeres, judíos o salvajes. Lucero, en plena reforma, retributivo de Kant y Hegel. Sólo un poco después se generalizará en el
insistía en que las ejecuciones masivas no bastaban, que los gobernan- mundo el encierro concentracionario de criminales y en el siglo XX para
tes debían perseguir, golpear, estrangular, colgar, quemar y torturar a los el exterminio en masa de grupos enteros de población. Después de mil
molestos en todas las formas imaginables". Con el proceso de acumu- años de autoridad punitiva se revierte la máxima de Justiniano de que
lación originaria \capitalista el trato sacrificial comenzó a sufrir cambios el encierro sólo, será para seguridad y no para castigo de enemigos del
cuyos efectos todaviasse hacen sentir en el presente. Primero, convirtiendo Estado. Si hoy todavía este principio conserva actualidad constitucional
salvajes, infractores y molestos para la autoridad en recursos inagotables lo es con el único fin de recordar la prohibición de tratos crueles y degra-
de fuerza para el 'trabajo ,punitivo, a través de la esclavitud en galeras, dantes. Mientras exista sociedad punitiva sacrificial habrá reformadores
en la servidumbre penal en talleres, 'casas de corrección, fábricas y colonias que harán valer ideales de justicia y humanismo. El empeñó de acotar
penitenciarias. Cuando estas modalidades punitivas pierden su-beneficio pulsiones sacrificiales no debe ceder, pero sólo en el reconocimiento de
económico, se reinstalan las ejecuciones masivas. En pleno siglo XVIII hallarnos en una empresa imposible puede encontrarse la respuesta para
en Inglaterra existían más de 300 conductas capaces de llevar a alguien a salir del círculo sacrificial. Si la más importante contención de poder
la horca. Entre tanta barbarie punitiva, voces ilustradas se alzan a favor punitivo es obra de salvajes, podrá aprenderse de ellos que en igualdad
de un talión burgués para castigar menos y mejor. No propusieron la social y política es más fácil entenderse con intercambios. Es posible que
no haya otro camino para confinar trato sacrificial que con una drástica
reducción de las condiciones de vulnerabilidad que habilitan la generali-
52 p. 19. zación de pulsiones punitivas.
53 p. 20.
lbfcL p.23.
166 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR
. 167
No es el monopolio racional de trato punitivo el régimen que domes- delitos y enemigos internos), será muy dificil reducir su peso en la socie-
tica y aligera la anarquía sacrificial, como cree Resta. Los momentos de dad. El trato sacrificial centralizado en un figura de autoridad racional
violencia incontenible que la historia feudal describió, en todos los casos no puede reducir violencia interminable que sólo existe en la cabeza de
fueron resultado de un vacío de poder en que los protagonistas de ven- un soberano y sus epígonos de toda época y color. En todo caso, lo único
datas eran señores o condottieri de guerra convertidos al pillaje, la rapiña que se ve como algo real es miedo o angustia. El fantasma de anarquía es
y la matanzas. La anarquía más persistente como guerra de todos contra síntoma y no causa.
todos parece encontrar terreno más fértil en la sociedad burguesa que
en cualquier otro momento histórico. Por su parte, el Estado moderno El propio Resta, en su obsesión por la venganza unánime, termina por
—como demostró el siglo XX, con muy pocas excepciones—, lejos de ali- aceptar la necesidad de un mecanismo de ocultamiento de la violencia.
gerar la carga sacrificial que arrastra toda sociedad de clases, convirtió El tercero que centraliza trato punitivo debe -trascender" su naturaleza
de -contendiente" que resulta inimaginable en una sociedad en la cual se
el planeta en un matadero. Masacres y trato sacrificial extremo contra
herejes, brujas y criminales marcan el inicio de la modernidad europea pudiera practicar la guerra de todos contra todos. Un sistema judicial
durante los siglos XIV y XV, en un contexto de sentimientos apoca- "debe" diferenciarse con la validez de la violencia, engañarse a sí mismo,
lípticos y de desastre. Pero a la vez significó el ensayo general de un única manera en que podrá interrumpirse la cadena mimética de des-
modelo punitivo que el colonialismo exporta a América, África, Oriente trucción. Cuanto más estrecho resulta el entrelazamiento de soberanía
y al Pacífico, contra población inferforizada por doctrinas racistas y de y violencia más decididamente se anuncia la cancelación de sus huellas,
progreso civilizatorio. Las masacres institucionales regresan a Europa tarea que el contrato social está llamado a realizar a través de la refunda-
en el siglo XX y en la segunda mitad se globalizan nuevamente contra los ción de la obligación política 56.
enemigos absolutos que crea la Guerra Fría.-Sin embargo, por fuera de Sin embargo, el mito de la venganza interminable parece requerir algo
estas oleadas punitivas extremas, el Estado moderno no ha dejado pasar más, de orden psicológico. Son las pasiones de la naturaleza humana
un día sin aliménrarse con su dieta diaria de criminales. que elevan la institución punitiva. No faltan referencias a los salvajes y -
No hace falta inventarse un imaginario de anarquía para explicar y primitivos que, insensibles al dolor, "cargan el acento sobrela imitación
justificar necesidad de 'trato punitivo. ¿Qué resulta de legitimar trato recíproca de los antagonismos violentos".
punitivo como defensa y progreso ante un hecho que sólo existe en la [Salvajes y modernos fueron] hechos tan iguales (...) como. para que
imaginación ,sociológica? En. principio no parece el mejor camino para uno de ellos pueda reclamar para sí beneficio alguno que no pueda
el que buscanaligerar" una carga sacrificial. Si el poder punitivo es defensa el otro pretender tanto como él (...) aun el más débil tiene fuerza
inevitable que "enjaula" energía inagotable de venganza, ¿para qué 'imi- suficiente para matar al más fuerte (...) de esta igualdad de capaci-
tarlo? Finalmente, en este cuadro lo que pide mayor esfuerzo de justi- dades surge la igualdad en la esperanza de alcanzar nuestros fines. Y
ficación es el mismo programa de contención de poder punitivo. Si al por lo tanto, si dos hombres cualquiera desean la misma cosa que sin
poder punitivo no se le interrumpe su diera de fantasmas terroríficos
y creencias imaginarias (prevención, resocialización, neutralización de
más que en el ajeno? ¿Es posible, como dice Lacan, que el hombre cons- destinarse únicamente para un grupo muy reducido de casos, sin que
truya a cada instante su mundo por medio de su suicidio?' haya necesidad de hacer de la excepcionalidad puniriva la regla funda-
En el campo de la agresividad humana lo que más llamó la atención mental de la soberanía política. Como no puede ignorarse en los asuntos
de gobierno una pulsión agresiva que hace al humano, tampoco puede
del psicoanálisis no fue la violencia en perjuicio de otro sino la omnipre-
sencia de la autodestructividad humana, aunque de ello se obtenga un ignorarse que esa tendencia se manifiesta más como autodestructividad
que como violencia de guerra de todos contra todos.
beneficio psíquico; lo que parecería, en principio, un sinsentido. A partir
del giro de 1920, Freud en Más allá del principio del placer introduce Más allá del principio del placer quiebra la idea de que el aparato psí-
el concepto de pulsión de muerte y hace de la autoagresión el principio quico está regulado por tin principio de placer (equilibrio o de adaptación).
mismo de la agresividad humana, con la cual el creador del psicoanáli- Este, en tanto ley de la menor tensión, tiene por función mantener lo más
sis destruye la noción clásica de agresividad como un modo de relacio- bajo posible la cantidad de excitación- presente en el organismo3. No es
narse con el otro2. La destructividad ni es expresiva de una única pulsión muy diferente a la idea de sociedad regulada por el principio biológico de
humana ni es dominantemente ejercida sobre otro cuando tiene la pri- homeostasis, donde los subsistemas —entre ellos la pena pública— cum-
macía. Este cambio de perspectiva desarma la alarma vindicativa por plirían la función de reducir inestabilidad proveniente del entorno. Sin
aumento del delito e introduce una nueva posición frente a la agresividad embargo, así como las teorías del conflicto enriquecieron la compren-
violenta, Si la casi totalidad de cualquier población no comete agresiones sión de los fenómenos sociales al señalar la existencia de convenciones
homicidas, la pregunta jurídica o criminológica por el aumento de estos altamente destructivas para la co-existencia (en la apropiación de trabajo
delitos no es menos importante que la Pregunta de por qué no deberían ajeno, la propiedad privada de los medios de vida y acceso a los recur-
cometerse más hechos de este tipo de los que se cometen considerando sos naturales, en el trato sacrificial, etc.), el psicoanálisis descubrió en la
las graves deprivaciones afectivas, simbólicas y materiales que padecen vida anímica una compulsión a la repetición de experiencias penosas de
grupos enteros de unapoblación. La respuesta dogmática del derecho naturaleza autopunitivas que contradicen el reinado absoluto del prin-
penal, que es racionalización de una creencia general, radica en que el cipio del placer en la psique humana. Esta compulsión a la repetición
castigo mantiene a raja las pulsiones de agresividad del humano y que está en contradicción con la ley de la menor tensión y a favor de una
la estadística parece confirmarlo. Siempre los delitos contra la vida son tendencia que hace al hombre un sujeto de padecimiento en el síntoma.
relativamente insignificantes en una sociedad en situación normal. Si no Como si el hombre durante toda su vida estuviera perseguido por un
se mata en sociedad más de lb que se lo hace se debe a la existencia de destino implacablemente penoso, cuando en realidad son ellos mismos
trato sacrificial al homicida. Pero para el psicoanálisis las cosas son quienes sin saberlo se deparan ese destino. La pulsión de muerte —en su
de otro modo: la casi totalidad de la población que no comete homici- modo autodestructivo para volver la vida a un estado previo inorgánico—
dios tampoco los eometería sin amenaza de trato sacrificial y para los parece más elemental que la pulsión de placer que destrona y conduce a
pocos que no se evitan la amenaza de castigo es indiferente. Si esto es así, que el sujeto no sólo no quiera su bien sino que goce en el sufrimiento
la respuesta irracional vindicativa culturalmente condicionada debiera
beópanitivot • en sla cn iterlad rEs-• lo que, el-psicoanálisis, denomina superyó es el resultado de dos factores biológicos: cl desvalimiento de la
ganancia de placer ligada al dísir — -criatura-humana y su dependenciaprolongada,desus-progenitores y.por,
_ .
el hecho del complejo de Edipo. Estas entidades parentales que amamos
En un texto anterior de 1915, Pulsión y destinos de la pulsión, Freud y tememos a la vez más tarde son acogidas en el interior de nosotros
señala la existencia de dos pulsiones que definen los términos de la vida mismos7. Mientras que el "yo- es representante del mundo exterior, de
anímica: las de conservación o yoicas, y las pulsiones sexualess. La esen- la realidad, el "superyó" se le enfrenta como juez inquisidor de potentes
cia en toda pulsión es la fuerza de empuje que nace de la diferencia entre mociones pulsionales del "ello". Las tensiones entre la exigencia de la con-
la satisfacción que tiene como meta y la que obtiene, que siempre es ciencia moral y el-yo", subordinado al vasallaje del principio de placer que
incompleta. Pero, a diferencia de lo que especula la doctrina jurídico- brota del-ello", son sentidas por la conciencia como sentimiento de culpa,
política, los destinos de la pulsión humana no se limitan a la heteroa- por lo cual el-ideal de yo" no ahorra esfuerzo en realizar csa necesidad de
gresión. Una parte de las pulsiones sexuales o agresivas se transforman castigos. El castigo canaliza pulsión de destrucción pero encuentra una
y se ponen al servicio del trabajo cultural, es decir, se subliman. Otras satisfacción sustitutiva en la enfermedad y el padecer (neurosis obsesi-
son objeto de la represión, sepultando en el inconsciente las ideas que vas, melancolías)9. En los textos del período psiquiátrico de la obra de
las representan. Pero otra gran parte tiene como destino la vuelta hacia la Jacques Lacan (1931-1933) también en la psicosis paranoica se identifica
propia persona bajo formas autopunitvas. una satisfacción autopuniriva en el pasaje al acto agresivo que alivia el
Lo que se había anunciado con el giro de 1920 se Perfecciona en un sufrimiento delirantem.
trabajo posterior y la clave se traslada al concepto de-ideal de yo'; instancia No hay duda de que el trato punitivo sacrifica' público canaliza
de donde parece partir la necesidad de autocastigo. Este ideal es herencia emociones vindicativas, tampoco de que estas mociones pueden peli-
del complejo de Edipo. La querella en cl niño entre el deseo por la madre grosamente volverse colectivas: allí están las masacres estatales para con-
y la identificación ambivalente con el padre se convierte en obstáculo del firmarlo. En las primeras décadas del siglo XX La clínica psicoanalítica
goce y se cierra con-e1 complejo de castración. A la vez, esta renuncia bajo halla en la gravedad de este sentimiento inconsciente de culpa la causa
pena es lo que permite la emergencia de un "ideal de yo" que no se agota determinante para agresiones que no buscan otro propósito que el auto'
en la advertencia:"Así (corno el padre) debes ser, sino que comprende la castigo; lo que, por otra parte, no deja de ser otro duro y definitivo golpe
prohibición, Así (como el padre) no te es lícito ser, esto es, no puedes hacer para la idea tradicional de culpa penal. El -superyó" inconsciente se exte-
todo lo que él hace, muchas cosas le. están reservadas"6. El complejo de rioriza como una necesidad de castigo interna mucho antes de cualquier
Edipo se reprime y cl yo infantil se fortalece engendrando dentro de sí noticia de existencia de castigo público. ¿Por qué? En razón de que se
una instancia de reproche punitivo. Este -superyó" conservará el carácter deposita en él pulsión de muerte y no es infrecuente que tenga resultado
de la figura parental. ¿De dónde extrae su fuerza este imperativo cate-
górico que señorea la vida anímica? De acuerdo a su génesis parental, el
7 !bid., p. 37
4 Cosewrino, J.C., Construcción de los conceptos freudianos II, ob. cit., pp. 106-107. 'bid., p. 38.
FREUD, 5., Pulsiones y destinos de las pulsiones, en Obras completas, ob. cit., T. XIV, -7 IbId., p. 50.
p. 119. 10 MUÑOZ, P., La invención lacaniana del pasaje al acto. De la psiquiatría al psicoaná-
6 FREUD, S., El joyel dio, en Obras completas, ob. cit., T. XIX, p. 36. cit., p.35 y u.
lisis, ob.
174 ALEJANDRO ALAGI A HACER SUFRIR 175
en el suicidio. La pulsión de muerte, cuando no se vuelve inofensiVa por producirse sin goce o satisfacción libidinosa13. El beneficio o ganancia
sublimación o por mezcla con pulsiones eróticas o se desvía en otros casos que se obtiene del propio padecimiento es una satisfacCión sustitutiva
hacia afuera, convierte la vida humana en un padecimiento autopunitivo de otra imposible por insoportable, que enciende la señal de angustia y
patológico y por cuya ganancia en el displacer, para ellos más que nin- dispara el mecanismo de defensa. La moción reprimida de su mera se
guno, parece no hacer falta ningún otro refuerzo punitivo. Es asombroso, procura síntomas, como la ganancia en la enfermedad".
dice Freud, que mientras el ser humano más limita su agresión hacia
Las personas no quieren saber nada con la reducción de pena pública,
afuera tanto más severo —y por eso mismo autodestructivo— se torna
corno se resisten a aflojar la severidad de las pulsiones para admitir una
su ideal de "yo". Entre los vasallajes del -yo"; el más significativo es al que
mayor satisfacción'. Quizás sea por eso que al psicoanálisis y al abo-
lo somete el -superyó", y como heredero del complejo de Edipo lleva la
licionismo se los trate como enemigos de la cultura y peligro social.
marca de una terrible amenaza punitiva (amenaza de castración) y de
En cualquier caso, cuanto mayor sea la severidad de la conciencia moral
la intensa angustia que el-yo" atraviesa en esa grave experiencia ominosa,
y más extendido esté el trato sacrificial público, mayores padecimientos
es decir, en la de sentir la figura paternal como un peligro atrozn.
se suman para el destino humano en sociedad, con el agravante de que
La existencia de Una aspiración masoquista desde el punto de visto la necesidad inconsciente de castigo se activa con la sola representación
económico de la vida anímica siempre fue una incongruencia, si al prin- del deseo. Así, se realiza en la vida anímica la tierra prometida del pena-
dpio de placer se le asigna como meta la evitación del dolor o la ganancia lista. En uno de sus más conocidos textos, Freud, luego de insistir en la
en placer. Por esto la relación del principio de placer se supone en corres- absoluta imposibilidad de gobierno pleno del principio de placer en
pondencia con las dos variedades de pulsiones, de muerte y de vida. la vida anímica, señala que éste se ve coercionado por d'Ideal de yo" —que
La tarea de esta última es volver inocua la tendencia a la mortificación subroga el mundo exterior— a conformarse con anteponer la precaución
psíquica patológica o desviarla hacia el exterior (pulsión de destrucción). al instinto16. Frente a esto se le ofrece al hombre, como satisfacción susti-
En el masoquisrño moral la satisfacción de este sentimiento inconsciente tutiva, el refugio en la neurosis, que en la mayoría de los casos se consuma
de culpa es la vía cre,una ganancia en la enfermedad. El padecer que la en la juventud. Lo que se reprimen son pulsiones también agresivas; se
neurosis conlleva es juramente lo que lo vuelve valioso para la tenden- reprime el gusto y placer por la agresión que se interioriza en la con-
cia masoquista: trabajar en favor del propio perjuicion. El sadismo del ciencia moral con la misma severidad agresiva que eryo" habría querido
"yo" y el -masoquismo" del superyó se complementan el uno con el otro; satisfacer en otros17. La conciencia moral es conciencia de culpa y la agre-
sólo así es posible, dice Freud, comprender que de la sofocación de las sión se vuelve autopunición. Este severo código penal interno primero
pulsiones —con frecuencia o en la totalidad de los casos— la necesidad de se forma con la autoridad parental, para la cual Freud utiliza la imagen de
castigo se vuelva tanto más severa cuanto uno más se abstiene de agredir
a los demás. El masoquismo moral (padecimiento y castigo psicológico) '3 Ibíd., p. 176.
es testimonio de la mezcla de pulsiones. Su peligrosidad se debe a que "4 FREUD, S., Inhibición, síntoma y angustia, en Obras completas, ob. cit, T. XX, p. 95.
desciende de la pulsión de muerte, pero ni aún la autodestrucción puede
13 FREUD, S., Las resistencias contra el psicoanálisis, en Obras completas, ob. cit.,
T. XIX, p. 223.
" Ibíd, p. 58. 16 FREUD, S., El malestar de la cultura, en Obras completas, ob. cit., T. XXI, p. 77.
12 FREUD, S., El problema económico del masoquismo, en Obras completas, ob. cit., 17 FREUD, S., Angustia y vida pulsional, 32' conferencia, en Obras completas, ob. cit.,
T. XIX, pp.171-172. T. XXII, pp. 100-103.
ALEJANDRO A LAGIA HACER SUFRIR i77
6
r— „ft” que-no-sólo<a-stiga-por.loque.selace,,linotambién en especial en lo relativo a las masacres genocidas, por lo guerede con-
por lo que se desea .y no se 1Z7r. -mIdo mas se extge•puninnte, ---•siderarse--a-Agambenren-esteraspectoreltcontinuador-del-concepto de
el hombre más se enferma: Finalmente-, la agresión es tan nociva como soberanía como gobierno de la vida de poblaciones humanas enteras a
su represión, como lo ilustra la paradoja de la enfermedad autoimune: la través de la muerte: derecho *a matar y dejar vivir, o hacer vivir y dejar
severidad en la defensa de la vida frente a la amenaza externa se hiper- morir. Su concepto de soberanía no es diferente al de Carl Schmitt 20,
trofia a tal punto que produce la negación de eso que quiere defender°. pero se concentra en sus manifestaciones extremas donde el soberano
Debe resistirse la tentación de comparar el efecto deteriorante de un sacrificador está al mismo tiempo fuera y dentro del ordenamiento jud-
código penal interno con el trato sacrificial. Aunque en la vida anímica dicon. Está dentro del ordenamiento jurídico ante un enemigo interno
individual, como en la colectiva, la necesidad de castigo parece canalizar relativo, criminal ocasional S incorregible, pero en un lugar diferente ante
mociones destrucrivaS de las que se obtiene una ganancia o goce. Son el enemigo absoluto. En este caso, en la emergencia, el poder punitivo
altos los ideales positivos que se tienen respecto de la solución sacrificial no está dentro ni hiera del régimen punitivo soberano. Se activan dis-
para los delitos. Estos sentimientos no pueden estar desfasados de las positivos de excepción para garantizar, frente a una amenaza absoluta,
vivencias y del entrenamiento autopunitivo con ganancia de placer que la existencia de todo el ordenamiento jurídico y, por ende, de la sociedad
experimenta la vida del individuo. Si la experiencia enseña que la crítica en peligro.
a la pena sacrifica] apenas la afecta, en parte se debe a que las creencias
La tesis principal de Agamben, a diferencia de la de Foucault, radica
se generalizan menos por causa de razones que de apegos afectivos que,
en que para el filósofo italiano el campo concentracionario de extermi-
como se ve, poco tienen que ver con el deseo Mimético de agresión de la
nio ocupa en la sociedad moderna un lugar de primer orden en muchos
filosofia Clásica y que Eligio Resta recupera. sentidos. Se trata de un giro radical en el estudio sobre el trato punitivo,
que obliga al derecho penal y la criminología a tomar nota de ello. Uno
de aquellos sentidos permite conocer con más profundidad la figura de
2. Homo sacer , enemigo absoluto, que el poder punitivo pone en bando, a merced de un
trato sin límite, porque es abandonado por el derecho22. Sin embargo,
En la obra de Giorgio Agamben la ambigüedad de lo sagrado se ubica con ello se pasa por alto una circunstancia que se observa en todo geno-
en el linar que corresponde. Se la hace recaer en una figura sacrificial cidio. En ninguna masacre que la autoridad comete en la modernidad
o grupo vulnerible. No es el poder punitivo el veneno que dosificado (la quema de herejes y brujas hasta las ejecuciones masivas de prisione-
funciona como remedio que reduce la venganza ilimitada a su mínimo ros en campos concentracionarios) faltan normas jurídicas que habili-
posible. Es el chivo expiatorio al que se lo ubica en el lugar de sujeto de tan ese trato. Se borran derechos individuales para grupos de población
padecimiento y •vehículo a la vez de pacificación social°. Esta forma vulnerable pero quedan sujetos a normas jurídicas de exterminio. El
extrema de biopolítica extrañamente no es tenida en cuenta por Foucault, trato punitivo extremo sobre enemigos absolutos nunca representa un
18 RECALCATTI, M., Lo homogéneo y su reverso, ob. cit., p. 44; sobre el paradigma 20 Scmmt-r-r, C., Teología política, ob. cit., p.35 y ".
inmunitario,"proteger la vida haciéndole probar la muerte', pós tro, R., In m unitas.
-Protección y negación de la vida, ob. cit., p. 161 y SS. 21 AGAMBEN, G., Estado de excepción, ob.cir., p.23 y ".
quebrantamiento del orden jurídico interno más que en un sentido nadie'', como en la teoría del partisano de Schmitt24. Mientras exista
moral. Es el gran debate del positivismo jurídico con el derecho natural. autoridad pública de por medio nunca habrá ni suspensión ni vacío de
Quizás por esa razón la masacre de autoridad sea uno de los fenómenos derecho. El jefe de cárcel que ordena secretamente la eliminación física
más perturbadores para la doctrina jurídica penal. Toda matanza institu- de un prisionero comete homicidio y aplica pena a la vez, sin que ninguna de
cional, aunque tenga por origen la orden que un dictador susurra al oído estas calificaciones quede por fuera del ordenamiento jurídico. Si en
de un subordinado, es comienzo de ejecución de trato punitivo extremo cambio se considera la orden secreta como suspensión del derecho peni-
ya la vez"norma" que ocupa el centro del orden jurídico en la emergencia tenciario, no se deja ver trato punitivo donde también hay crimen. Lo
punitiva. mismo vale si la emergencia real o imaginaria, declarada normativamente
por la autoridad, apela-al antiguo principio de defensa legítima que dice
El proceso genocida que se inicia en la Argentina antes del Golpe que la necesidad no conoce ley, porque en cualquier caso el orden jurídico
de Estado de marzo de 1976 cuenta con más de diez kilos de normas obliga al funcionario a intervenir y su hecho, en un caso, resulta coacción
secretas de exterminio; lansolución final" decretada contra los judíos bajo administrativa directa conforme a derecho, y, en otro —si la situación de
el nacionalsocialismo, en cambio, apenas conoce unas pocas referencias a emergencia es meramente imaginaria y sacrificial—, en la doble califica-
órdenes escritas. En cualquier caso, proceden del vértice de la pirámide ción de pena y crimen. Por muy perturbadora que sea la norma punitiva
normativa. Que la violencia extrema tenga origen en la excepción no de exterminio —pública, secreta, verbal o escrita— pertenece al orden jurí-
puede negarse, pero siempre a condición de reconocerla dentro del orden dico tanto como la norma que habilita pena al criminal común. Donde
jurídico punitivo y sin importar que la solución sacrificial esté liberada exista autoridad sacrificial habrá derecho.
—en razón de la misma emergencia— de todo limite y garantía. Al colo-
car la violencia estatal extrema en una zona intermedia entre lo legal y En la figura del homo sacer tampoco queda por fuera del orden jurí-
lo no legal o, como dice Agamben, entre la pura violencia y el derecho, dico el sujeto al trato punitivo. Con esa calificación Agamben nombra al
el genocidio pierde,su elemento definitorio, esto es, su carácter punitivo condenado "al -que no se puede sacrificar pero si se lo mata no se comete
estatal. Cuando en h excepción el soberano habilita eliminación fisica homicidio"25. Sin embargo, la fórmula parece acomodarse mejor a una
de categorías enteras de'población (criminales, enfermos, judíos o comu- regla de prohibición de venganza que a una de pena, corno el pariente
nistas) no hay suspensión del orden jurídico, porque el vacío que-deja la de la víctima que no Comete homicidio si anticipa al verdugo. "El que
garantía individual derogada se ocupa con normas sacrificiales de defensa mata a un condenado a muerte, sin estar facultado a la ejecución por la
social. Definir como no derecho la orden militar del presidente de los función o por encargo del Estado, actúa contra el orden público como
Estados Unidos que habilita "detención indefinida" y "comisiones mili- infractor de policía pero no como homicida."26. Pero el filósofo acierta
tares contra extranjeros sospechosos que ponen en peligro la seguridad en el blanco al señalar la ambivalencia del sujeto sacrificial, como hom-
nacional23 es moralmente repugnante, pero constituye un error de enor- bre maldito y abominable por su crimen pero sagrado porque el castigo
mes consecuencias sustraerle a ese trato su carácter punitivo y convertirlo se consagra a un imaginario pacificador divino o secular. Poco importa
en puro señorío de hecho". El perjuicio más grave proviene de legitimar
que un individuo o grupo de la población pueden caer en "tierra de 24 SCHMITT, C., Teoría del partisano. Acotación al concepto de lo político, ob. cit.,
pp. 99 y 106.
25 lbíd., p. 87.
23 Cfr. USA Patriot Act, promulgada el 26 de octubre de 2001 después de los atenta-
dos del 11 de diciembre del mismo año. 26 VON FEUERBACH, A., ob. cir., p. 71.
180 ALEJANDRO ALAGIA
HACER SUFRIR 181
gue-el.sufrimientatque-se_hacepadecer_aLautor comunique a un dios vida es decir, catatliat.vidaJ in de ualor_de_v_idu Ja4in enji6n en_que el
•-.1 1 •
o ala estibiliZaélotiderrilr hervi6-156órnérrrpreque-in pena-sacrificial no exterminio tuvoug rardíce, no es la religi6n nl erdet —alwrino la binpo-
pierda su función dEllevjr satilfacción allí donde hay malestar. Aferrado -lícica dél- oberario28. Que los perpetradores definan la vida indigna de
a la literalidad de una fórmula antigua, entiende la ambigüedad del horno ser vivida en términos étnicos, raciales, religiosos, nacionales o políticos
sacer porque es insacrificable y a la vez se lo puede matar impunemente. no modifica la naturaleza sacrificial del exterminio. La perspectiva de la
No es convincente que se pueda matar impunemente y que ello no sea autoridad es un hecho real porque tiene efectos en el mundo, pero ello
también un acto de sacrificio, si con la pena se persigue aliviar un estado no convierte un imaginario en verdad. Se ha matado por razones raciales,
de malestar social. La situación del horno sacer romano a la que se llegaba' pero las razas no existen, corno no existieron herejes, brujas 9 subversivos
por delitos políticos, por ofensas contrae! padre o el patrón, 'era peor que como encarnaciones de un mal absoluto. El conocimiento del fenómeno
la del enemigo desprovisto de todo derecho, porque era objeto de horror, punitivo nunca puede agotarse en la perspectiva del perpetrador.
de maldición, como un ser infestado, evitado por todo el mundo-27,
y el castigo que podía ejecutar cualquiera del pueblo 'sobre él sin cometer Con más énfasis en el trato punitivo que en el estereotipo de perse-
homicidio tenía por fin aplacar emociones perturbadoras en beneficio cución, desde el marxismo también se pone la atención en el carácter
de la comunidad. El horno sacer es eminentemente sacrificable y su mata- sagrado de la pena estatal como en el goce destructivo que produce. El
dor, si no comete homicidio, es porque lo habilita una norma jurídica de crítico inglés de la cultura Terry Eagleton se esfuerza en recordar que los
exterminio o, en todo caso, porque comete un delito distinto. beneficios del castigo no son gratuitos, tienen un costo altísimo en la vida
anímica de las. personas. La satisfacción que el trato sacrificial produce
La confusión proviene en el uso indiferenciado que se hace de-los • nunca compensa las pérdidas que tienen origen en esa ilusión punitiva29.
conceptos de ley y garantía individual. Así parecen indicarlo varios pasa- Toma la idea freudiana de que existe en la psique un instinto o pulsión
jes de su obra, pn particular cuando relaciona al horno sacer con el banido de muerte por lo cual hombres y mujeres repiten y se esfuerzan incons-
y el fuera de ley, o.friedlos del derecho germánico. Pero si a la -pérdida dé cientemente en actos y creencias que los perjudican y destruyen. En este
la paz- le sigue una-éjecución que no se calificaba homicida, ello es así en marco afectivo encuentra tierra fértil la solución sacrificial. Reconocer el
razón de ese orden jtuttlico y no porque el proscripto haya quedado fuera estremecedor doble filo que contiene el trato punitivo como institución
de la ley de los germanos. Genocidas y verdugos matan impunemente civilizatoria y barbarie es un punto de convergencia con la crítica a la
sólo por causa de una inferiorización normativa de la víctima sacrificial, razón instrumental formulada por Adorno y Horlcheimer en Dialéctica
dentro del orden- jurídico y enr él cumplimiento de una regla de extermi- de la Ilustración". En Eagleton, la influencia freudiana es de mayor peso
nio. Lo único fuera de ley en el poder punitivo extremo son las garan- porque reconoce que. hinguna institución racional es ajena a las pasio-
das o derechos derogados en la emergencia. Agamben es un vehemente nes, incluso sacrificiales. Razón y pasión, como civilización y barbarie, no
opositor a calificar la pena pública o la masacre estatal como sacrificios. son términos que sirvan para pensar realidades que parecen enfrentadas.
Al menos en relación con la solución final decretada contra los judíos
por el régimen nazi, dice que es una irresponsable ceguera historiográfica
porque a los judíos se los mató como -piojos; bajo la calificación de ni-ida
22 AGAMBEN, G., Horno saar, ob. di., p. 135.
29 EAGLETON,T, Terror santo, ob. cit., p. 13 y SS.
22 1H Eru NG, R., ob. cit., p. 98. 30 Aoomo,T y HORXHEIMER, M.,Dia/éctica de la Ilustración, ob. cit.
182 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 183
Lejos de cualquier oposición, conviven en las funciones psíquicas y en las la pérdida."35. Como crítico literario que es, compara el sacrificio con la
instituciones sociales: estructura interna de la tragedia porque se hace de un pedazo de vida
maldita, humilde o despreciable algo especial y poderoso. Recuerda el
En nombre del deseo de seguridad absoluta se destruyen ciudades, se
quema y descuartiza vivos a civiles inocentes y generaciones enteras rito anual de las Targelias en la antigua Atenas, según el cual la corrup-
se vuelven rencorosas y resentidas (...) El vino de Dionisio consuela y ción que la ciudad había acumulado en forma intolerable se purgaba de
engaña a la vez, proporcionándonos esas ilusiones narcóticas denomi- forma ritual. Se escogen dos chivos expiatorios entre los más indigentes
nadas ideologías (...) El terror tiene usos civilizados, pero al igual que y desgraciados, sacados de prisión en algún caso o recurriendo al chivo
el superyó freudiano, siempre corre el peligro de desmadrarse. Igual profesional de la misma condición que la ciudad mantenía, se los casti-
que sucede con un tigre, nunca se puede domesticar del todo.31 gaba o mataba persiguiendo en la crueldad un goce purificador que rege-
neraba la ciudad. Atenas recurría a chivos como víctimas redentoras que
Si se olvida que el lugar de hombres y mujeres está entre las bestias, absorben impurezas y conflictos sociales, por eso la ambigua función de
dice Eagleton, negaremos nuestra condición de criaturas animales y nos santos y malditos, donde la destrucción se transforma en algo fértil para
veremos expuestos al atroz orgullo de una razón apartada del cuerpo y la todos36. Compara la solución sacrificial con procedimientos punitivos
pasión32. En este reconocimiento de lo que hace al humano se halla una de higiene pública, pero advierte que en la modernidad el goce momen-
pista para la comprensión de la figura del chivo expiatorio y de la pena en táneo que ofrece el trato sacrificial no tiene equivalente frente a las con-
tanto trato sacrificial. El acto de castigar, aun en su crueldad, siempre secuencias que resultan de sepultar en el olvido las condiciones que lo
se afana por ganarse el afecto y el amor del público y se pierde, en cambio, producen. No ei improbable que la pena sacrificial sea la técnica más
por descrédito en el exceso33. De allí la tendencia del terror punitivo a la efectiva que la sociedad —de iguales y de clase— encontró para esconder la
clandestinidad y al olvido. pregunta por los conflictos y el desvalimiento humano, porque parece no
En el mecanistno,psicológico e institucional del terror sagrado la figura haber dudas sobre la continuidad paleolítica en el sacrificio civilizatorio.
del sacrificio y del chivo expiatorio no faltan en la hipótesis de Eagleton. Walter Burkert, en su estudio sobre el origen salvaje del sacrificio griego,
Como otros antes que l, señala que en culturas religiosas el procedi- encuentra que la tragedia (tragodía) tiene en su base un rito arcaico de
miento violento tiene por fin aplacar a un dios despiadado "a quien se sacrificio del macho cabrío (tragodoi) que perseguía destruir una vida
soborna con la esperanza de que nos libre de su cólera". Esta práctica para salvar la de todos como medio tradicional para superar cualquier
sacrificial es tan moderna como. antigua. Al igual que sucede en el sacri- forma de crisis social (hambrunas, epidemias, guerras). Los ritos de
ficio de la sociedad arcaica, "el bien debe ser arrancado del mal". Es lo sacrificio rozan los cimientos de la existencia cuando se rompen los lími-
que Georges Bataille denomina, en La parte maldita, "creación mediante tes y se fuerza la mirada al abismo.37
3' Ibíd., pp. 25 y 26. 35 BATAILLE, G., La parte maldita, ob. cit., p. 30.
32 p. 29. 36 Ibia, pp. 150-152.
33 I\. 40
ORE, B., La injusticia: bases sociales de la obediencia y la rebelión, ob. cit., p. 36. 37 Bumcera, W., El origen salvaje. Rito de sacrificio y mito entre los griegos, ob.
34 EAGLETON, T., ob. cit., p. 149. pp. 38 y 70.
ASA-C RE PRIMORDIA
1. Historia y etnografia
En los años cuarenta del siglo XVI, en su Historia general de las cosas
de Nueva España, Bernardino de Sahagún describe como etnógrafo un
sacrificio azteca en estos términos:
Después de arrancarles los corazones y de verter su sangre en una
vasija de calabaza, que recibía el dueño del hombre sacrificado, echa-
ban a rodar el cadáver hacia debajo de los peldaños de las pirámides.
Venían a descansar sobre un pequeño cuadrilátero inferior. Allí, algu-
nos ancianos, a los que llamaban Quaquacuitlin, lo cogían, lo sostenían
y lo llevaban al templo tribal, donde lo descuartizaban y lo dividían
para comérselo.'
Este espectáculo se ofrecía una vez al día durante todo el año; los pro-
tagonistas eran prisioneros de guerra, criminales, mujeres jóvenes y niños;.
funcionarios del estado alimentaban y complacían la demanda de reyes y
dioses para garantizar la existencia del mundo azteca. Pero los cronistas
españoles no respiraban en Tenochtitlán un aire diferente al de la vieja
Europa. Conocieron en su época procedimientos sacrificiales igual de
cruentos, administrados también por jueces y sacerdotes. Descubrieron
una sociedad de la que podían comprender casi todos los aspectos en tér-
minos de su propia experiencia como europeos: esclavitud, servidumbre,
pobreza, reyes, magistrados, ciudades, caminos, comercio, agricultura y
también sacrificios punitivos. Se estima que en los centros ceremoniales
aztecas por año se enviaban 15.000 personas a la muerte, mientras que
en Europa, entre los siglos XV y XVII, entre 200.000 a 500.000 eran
1 DE SAHAGobf, B., Historia general de las cosas de Nueva España, ob. cit., p. 3.
186 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 187
declaradas culpables de brujería, torturadas y quemadas por acusaciones superpusieron físicamente unos con otros. Los conquistadores levanta-
de crímenes contra la religión, la humanidad y elEstado: pacto con el ron horcas y picotas sobre plataformas de sacrificio. El punto de vista
diablo, reunión ilegal en aquelarres, copulación con íncubos y súcubos, indio y el español se reconocían en instituciones comunes. Con todas sus
robar, comer niños, provocar granizadas, destruir cosechas2. Un crítico diferencias, eran sociedades de estado, conocían reyes, verdugos, castigos,
contemporáneo de la caza de brujas, Johann Marthiius Meyfarrh escribió jueces, clases sociales, campesinos pobres y nobles guerreros, comercian-
que daría una fortuna si pudiera desterrar el recuerdo de lo que había tes, empresarios y religión. También la iglesia española se edificó sobre la
visto en las cámaras de tortura: ruina de templo azteca. Todo esfuerzo por distinguir sacrificio de pena
He visto miembros despedazados, ojos sacados de la cabeza, pies pública se viene abajo especialmente si lo único que sostiene la diferencia
arrancados de las piernas, tendones retorcidos en las articulaciones es la perspectiva racionalista. Cuando se acepta que la ejecución sacrificial
(...) He visto cómo el verdugo azotaba con el látigo y golpeaba con como la punitiva ofrecen vidas para salvar la sociedad, el dedo etnocén-
varas, apretaba, cargaba pesos, pinchaba con agujas, ataba con cuer- trico apunta al salvaje irracional, porque su violencia no es en respuesta
das, quemaba con azufre, rociaba con aceite (...) puedo atestiguar de un crimen; en consecuencia son instituciones no sólo diferentes sino
cómo se violaba el cuerpo humano.3 que una es evolutivamente superior a la otra. Habría razón en ello única-
mente si se ignora que el sacrificio humano en la sociedad de iguales es
La inexistencia histórica de una guerra de todos contra todos no marginal y en la sociedad de‘clases esta solución es de aplicación masiva
prueba que la pena pública proviene del sacrificio salvaje que la civi- y si además se pasa por alto otros dos datos de realidad: la masacre esta-
lización generaliza. Más bien por ello quedaría huérfana de origen. tal como fenómeno eminentemente punitivo y la selectividad punitiva
Pero cuando razones y sentimientos que movilizan castigo y sacrificio fundada más en las condiciones de vulnerabilidad que por la ocasión
_ se emparentan puede especularse un origen común e indiferenciado. de delitos. De cualquier modo, las primeras impresiones de españoles
En ambos casos el principio regulatorio recae en el trato cruel en perjuicio e indígenas dicen otra cosa: desde el primer contacto se reconocieron
de alguien- o grupo humano vulnerable para que exista sociedad. Nunca por sus sitios de la muerte, unos y otros vieron indistintamente en los
se esperó encontrar pruebas en un terreno diferente al de las creencias andamios de cráneos el lugar de la horca y la picota. En ambos casos
y afectos que giran en torno al trato cruel que describe la etnología del se hacía sufrir, se mataba y mostraban restos humanos para bien de la
sacrificio, la sociología del castigo o el derecho penal. Por ello fue una sociedad. Las imágenes de los mapas nativos muestran una fusión fisica
sorpresa encontrar en el ámbito de la investigación estética una prueba entre espacio para la muerte indígena y civilizado.
directa de la íntima relación de la pena con el sacrificio a través del estudio
de imágenes del México colonial. Lo que está oscuro en el comienzo de la Podrán encontrarse diferencias en los distintos escenarios del sacri-
historia de la pena se ilumina con dibujos nativos que retratan en mapas ficio punitivo, pero no debe subestimarse lo que tienen en común: a) se
la picota y la horca española como antes de la conquista lo habían hecho generalizan en sociedades con autoridad punitiva, b) la selectividad en
con las plataformas de sacrificio. No sólo eso, los sitios de la muerte se la obligación de hacer sufrir está enfocada sobre grupos vulnerables de la
población, c) la creación por parte de la autoridad de un estereotipo
de persecución como amenaza o peligro absoluto, d) la pena contra la
2 BURUCÚA, J. E., Sabios y marmitones. Una aproximación a la modernidad clásica,
_ ob. cit., p.62 y SS., ZAFFARONI, E., La palabras de los muertos, ob. cit. p.24 y ss.
3 HARRIS, M., Vacas, cerdos, guerras y brujas, ob. cit., p. 230. 4 BLAINE, E., Tzompantli, horca y picota. Sacrificio o pena capital, ob. cit., p. 41
zwIr«,
AtEjltli DRO /11.7A.Col ACER 81/PRift.
183
víctima sacrificial pacifica sentimientos de malestar que tienen origen en sea creído por la población6. La quema de mujeres no evita un mal
,.......causasxrealesrp_ero,que el imaginarlo sadat-Iffitsural estereori • oi-No "nexistente pero pan-la razón de Estado es imporrante-que esa-citen
hubo ni probablemente_pueda.existir sociedad estatal que no recurra a cia exista en la población. Un siglo después, en el momento en que la
_
procedimientos sacrificiales para asegurar el bienestar del pueblo, prote- fiebre sacrificial en Europa comienza a mostrar signos de agotamiento,
ger la sociedad contra el hundimiento en el caos o garantizar la estabili- -se liberan energías reformadoras que estuvieron latentes durante todo
dad normativa dela autoridad. Sin importar que la amenaza tenga origen el período. En 1631 el jesuita Friedrich Spee publica De la prudencia en
en sentimientos de desvalimiento frente a la enfermedad, a catástrofe materia criminal o de los procesos en contra de las brujas, donde se expo-
natural, la crisis económica o el crimen, siempre habrá en la sociedad de nen sistemáticamente reparos contra la conjura demoníaca. En 1671 el
clases el recurso disponible de población vulnerable para martirizar y capuchino Jacques d'Auturi escribe La incredulidad sabia o la credulidad
regenerar creencias o ilusiones. Igual que en el caso del crimen común, la ignorante acerca de los magos y los brujos. Para la época en que publica
selectividad punitiva contra herejes y brujas rara vez amenaza a grupos Spee, el parlamento de París, alarmado por la corrupción y los abusos,
o personas de rango social muy estimados..Cuando alguna vez el sacri- instituyó en todo el reino la apelición automática en codos los procesos
ficio rozaba los nombres de gente respetada, jueces, sacerdotes o brujos por brujería hasta que por una intervención directa del rey se resuelve
—como en la sociedad salvaje—, perdían la confianza del pueblo y se que los tribunales deben aceptar la idea de la falsedad implícita en la
ponían en peligro. El significado práctico en todo trato sacrifiCial consiste noción de crimen de brujería; así. se convierte —bajo Luis XIV— en delito
en un desplazamiento de responsabilidad hacia demonios imaginarios de impostura, a instancia de Colbert7.
con forma humana. A diferencia de la sociedad azteca, la historia europea de los siglos XI
Toda práctica punitiva comunica con algo sobrenaturals, como en la a XVII cuenta con suficientes documentos persecutorios de autoridad
expresión común que dice que no hay bien que por mal no venga. Por eso en los que judíos, herejes, leprosos, homosexuales masculinos y brujas
no es sorpresa que Juan Bodino, el jurista y magistrado flamas autor de Rieron clasificados como enemigos de la sociedad y sometidos a trato
los Séis.libros de ldRepública, rabioso creyente en los poderes de la bruja, sacrificial con el objeto de fortalecer sentimientos populares en favor de la
haya sido en su época...t.l más insistente activista a favor de la ejecución de autoridad y el orden jurídico. En cada caso se construyó un Mito en cuya
mujeres como razón de' estado. Un texto de 1563 escrito por el médico base figura un estereotipo de vulnerabilidad como fuente de contami-
Johannes Weier, Sobre las ilusiones de los demonios, encantamientos y vene- nación y peligro, en tanto el trato punitivo se justificaría en la fuerza
nos, alertaba; po. r primera vez, que la mayoría de las acusadas de brujería contraria de defensa socials. Entre aztecas y contemporáneos europeos el
,1 no eran sino pobres dementes a las que correspondería curar por medio espectáculo de la economía sacrificial sobre un grupo reforZaba la unidad
de la medicina. Mereció de parte de Bodino una repuesta categórica en del resto en términos de subordinación a un centro de autoridad.
La demonomanía de los brujos. En realidad, se sabe que este panfleto a
favor del fortalecimiento de la autoridad punitiva del príncipe, ad usum
principis, constituye una elaboración de un sistema falso a sabiendas, una
especie de razón cínica con el único objeto de que el "complejo satánko" 6 BURUCCIA,1E., ob. cit., p. 65 y SS.
7 Ihíd.
MOORE, R. I., La formación de una sociedad represora. Poder y disidencia en la
VERNANT, J. P., Mito y religión en la Grecia antigua, ob. cit., p. 49. Europa occidental, 9S0-1250, ob. cit., p. 121 y ss.
5
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 191
190
Tanto el ensayo Sobre el sacrificio, de Henri Hubert y Marcel Mauss, de los sacrificios masivos se efectuaban por motivos políticos, con ejem-
plo en la consagración del templo mayor en 148713.
como La rama dorada, de James Frazer, se valen de casos específicos
del México antiguo para formular una teoría general sobre el sacrifi-
cio humano con repercusión en el pionero estudio mesoamericano de
Konrad Theodor Preuss9, quien, por primera vez, establece un vínculo 2. Sacrificio constituyente
entre sacrificio y pena en la sociedad azteca, tesis que un siglo después
retomaría Michel Graulich10 . Para este último todo el sistema sacrificial Lévi-Strauss, todavía en la década del sesenta del siglo pasado, se sor-
tiene por propósito aniquilar rivales internos y externos. Que la práctica prendía que la historia de las religiones y tarribién la etnología a través
punitiva incluyera además de cautivos de guerra infractores condenados de la influencia de Frazer, especialmente con Totemismo y exogamia de
sirvió como "una confirmación más del hecho de que la muerte sacrifi- 1910, siguiera viendo en el totemismo el origen del sacrificio, porque
cial es expiatoria"U. y para inferir que los perpetradores perseguían en para el creador del estructuralismo antropológico pocas instituciones
estos impresionantes ritos ideales de cohesión social, como espera toda primitivas son más contrastantes e incompatibles. En las sociedades seg-
autoridad de la pena pública. Con ello se pone de resalto una caracterís- mentadas cada clan lleva el nombre de un animal o vegetal sobre el cual
tica que se señaló para los sacrificios de brujas y de criminales comunes podía o no practicar alguna forma de sacrificio, por ejemplo, el del perro
durante el feudalismo y el Antiguo Régimen europeo: la tendencia de entre los iroqueses o el buey entre los nuer. Pero ni en uno ni en otro
la corporación punitiva a encontrar en esta práctica de exterminio una caso, perro o buey sirven de epónimos a ningún clan, de.modo que el
. carrera de prestigio, promoción y enriquecimiento. Aunque el sacrifi- sistema de sacrificio es independiente de las afinidades dánicas o toté-
cio humano entre los aztecas se expresa en el miro como en el ritual micas. Sobre todo, dice Lévi-Strauss, porque hay otra razón que hace
en términos estrictamente religiosos, no faltan -trabajos que destacan su que estas dos instituciones sean mutuamente excluyentes. Si se admite que
función política en la' estratificada sociedad teotihuacana. El arqueó- en los dos casos existe una afinidad entre un hombre y un grupo de hom-
higo japonés Saburo Sugiyama12 estableció la relación entre la práctica bres, por una parte, y un animal o un vegetal, por otra, está claro que en
de sacrificios humános y la entronización de un poderoso monarca en el caso del totemismo ninguna otra especie o fenómeno natural puede
la pirámide más in-Tocante de Teotihuacan. En el mismo sentido, la reemplazar al epónimo. Si se es miembro derclan oso" no se puede perte-
etUóloga. Yoloil González'Torres no sólo señala el carácter de domina- necer aludan águila': En el caso del sacrificio ocurre lo contrario. Aunque
ción y de sujeción sobre los súbditos que llegó a simbolizar la Práctica cosas distintas estén destinadas a la divinidad, el principio que lo rige
del sacrificio humano entre los Mexicas, sino que afirma que la mayoría es el de la sustitución. A falta de la cosa prescripta, otra puede cumplir
con la meta que el sacrificio se persigue. En el sacrificio, sea expiatorio o
de comunión, lo que destruye el sacrificante como víctima es un medio
9 PREUSS, T. K., Der Ursprung der tnenschenopfer in Mexico, Globus, 1994, vol. 86,
nútn.7, pp.105-119, Citado en LÓPEZ LUJAN, L. y OLIVIER, G., El sacrificio humano con objeto de desencadenar una satisfacción compensadora que colme
en la tradición religiosa mesoamericana, ob. cit., p. 21. la necesidad para la cual el sacrificio es instituido". El totemismo, en
GRAULICE4, M., Le sacrifice humanin ches les AztEques. París, 2005, p. 203, citado
en OLIVIER. G., Historia Mexicana, ob. cit., pp. 287-301.
13 GONZÁLEZ TORRES, Y., "El sacrificio humano: poder y sumisión", Cu LÓPEZ
n Iba
LUJÁN L. y OLIVIER, G., ob. cit., p. 397 y ss.
12. SUGIYAMA, S., 'Sacrificios humanos dedicados a los monumentos principales de
Teotilmacm", CR LÓPEZ LUJÁN L. y Ouvt ER, G., ob. cit., p.79 y SS. 14 LÉvs-STRAuss, C., El pensamiento salvaje, ob. cit., p. 323.
92 LEJANDROAL-AG,IA--- —HACER—SUFRIR 193
cambio, es un sistema clasificatorio. universal que codifica un régimen El sacrificio al que mayor atención dio fue al del padre de la horda pri-
,—,--¡---de,parentesco,exogarnico
— con Seri tido in Ira-ama-y el-favorecirniento ma-4in como resultadrde su interes en hprohibiflón universal-tlel
al intercambio socialis. Incluso los Paralelos y analogías _que encuentra incesto, al que consideró el primer código penal de la humanidad por
el pensamiento humano en las palabras"coger" y "comer" tampoco sirven el severo régimen de penalidad con el que se castigaba su transgresión.
para fijar más que °metafóricamente una relación entre codificación de Según Freud, "en Australia el castigo corriente por mantener relación
la exogamia y prohibiciones alimentarias que se observan, por ejemplo, sexual con una persona de un clan prohibido es la muerte (...) aunque
entre los tikopia de Oceanía o entre los nuer del África. En lengua yoruba, en algunos casos, si logran eludir la captura durante cierto tiempo, puede
"comer" y "casarse" se expresa con un único verbo, uso simétrico al. fran- perdonárseles el agravio"". No será esta la única vez que Freud se vio
cés que aplica el verbo "consumar" al matrimonio y a la comida. En la •obligado a realizar audaces hipótesis sociológicas para explicar lo que
península del Cabo York, para los koko yao una misma palabra significa debe el padecimiento psíquico a las reglas que hacen funcionar la socie-
"incesto" y "canibalismo", que son formas hiperbólicas de la unión sexual dad. Lo hizo con las mismas imágend antropológicas que están en los
y del consumo de alimentos. Si la ingestión del tótem és una forma de fundamentos de la teoría política moderna. Se le atribuye "a los pueblos
canibalismo, parece fácil comprender el castigo reservado a los infrac- salvajes y semisalvajes una crueldad sin inhibiciones, 'de la que estaría
tores por su violación a la prohibición alimentaria. Al respecto, cita el ausente el arrepentimiento"». Freud se equivocaba al atribuir el origen de
caso de los aborígenes de Australia, que se comen en el seno del grupo la neurosis moderna al momedto di que aparece el primer código penal
totémico al horribre que ha cometido el crimen de llevarse a una mujer primitivo para prevenir el incesto. Sobre la idea que tomó de Robertson
prohibida por la ley de exogamia. Pese a estos lugares comunes, para el Smith, decía que en la base del sistema totémico de parentesco había
sabio francés el lazo que hay entre las dos instituciones nó es causal sino una ceremonia sacrificial; valiéndose de ella y del concepto de horda
-simplemente metafórico, como se piensa también hoy en día la relación primordial darwiniana, establece como "ficción necesaria" que el primer
sexual y la relación alimenticia.16. banquete totémico se produce con el sacrificio que celebra la liga de her-
manos contra un padre amado y tiránico. Connesta hazaña memorable y
La- genialidad ae Freud no alcanzó para sortear el aire de prejui- criminal"20 tuvieron comienzo las organizaciones sociales, las limitacio-
do evolucionista de lás. ciencias naturales y sociales de la época. En su nes éticas y la religión.
interés por las prohibiciónes tabú, especialmente el horror al incesto de
los salvajes, al que creyó carente de toda fundamentación y de origen Los hermanos odiaban a' ese padre que tan grande obstáculo'signifi-
desconocido,•supuso un antécedente infantil en la historia psíquica del caba para su necesidad de poder y sus exigencias sexuales. Tras eli-
hombre moderno y un rastro primitivo observable clínicamente en la minarlo (...) nació una conciencia de culpa (...) y el muerto se volvió
neurosis obsesival7. Con numerosa información etnográfica extraída aún más fuerte de lo que era en vida, todo esto tal como seguirnos
de la monumental obra de Frazer, se topó con el sacrificio de reyes caídos viéndolo hoy en los destinos humanos. Lo que antes había impedido
en desgrada y con'el destino igualmente trágico de guerreros cautivos.
Iba, p. 145.
15 1111132., p. 14.
16 !bid., p. 158. 19 Ibírl., p. 42.
1 17 FR.EUD, S., Tótem y tabú, en Obras completas, ob. cit., T. XIII, p. 27. " 162., p. 144.
e
194 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 195
con su insistencia, ellos mismos se lo prohibieron ahora en la situación los logros que permitieron el salto de la naturaleza a la cultura.23 Que la
psíquica de la obediencia de electo retardado21. cultura humana sea anterior a la autoridad y a la ley penal es inquietante
para los fundamentos de la doctrina penal moderna y contemporánea.
Esta hipótesis no es diferente a las imágenes antropológicas que están
La tesis del tabú sacrificial en relación con el incesto hoy sólo conserva un
en la base de la doctrina política y jurídica clásica que siguen gravitando
valor histórico. En el camino se descubre otro tipo de convención social,
en los fundamentos del derecho penal contemporáneo a través de la
diferente a la punitiva, la que regula la exogamia entre grupos humanos y
ficción del contrato social. Con la hipótesis etnológica de una anar-
posibilita la vida mucho antes de que se tenga noticia del Estado24.
quía fraticida22 se propone que fue el sentido práctico lo que determinó
prevenir, con la norma penal del incesto, futuras violencias que hacen Las imágenes antropológicas de su época hicieron suponer a Freud
imposible la sociedad. Pero la antropología establecerá, a partir de Lévi- que en la base del horror al incesto se hallaba un sacrificio del padre
Strauss, que la relación de parentesco es un artificio que inventan los tiránico de la horda primordial. De todos modos, el error no le impidió
salvajes Cada sociedad, a su manera, universalmente, establece la pro- descubrir en la observación clínica algo fundamental para el análisis del
hibición del incesto con fin práctico, no para evitar una anarquía frati- padecimiento psíquico y la vida anímica que atribuyó al sacrificio pri-
cida, que está en el imaginario etnocéntrico, sino para posibilitar alianza mordial como herencia arcaica: que en la obediencia ala regla exogámica
e intercambio social. No hay en la base del incesto una norma sacrificial, siempre hay una renuncia o represión a lo pulsional como fuente incons-
como especularon Freud y la antropología evolucionista de su época. No ciente de angustia, culpa y autopunición. Por causa de esa renuncia no
hay ley penal prirtiltiva contra el incesto que- pueda presentarse como la hace falta código penal de adultos que reprima con castigo sacrificial una
prehistoria del sepultamiento del complejo de Edipo. Desde el punto pulsión incestuosa. Basta para ello que el niño introyecte penosamente
de vista antropológico, la represión del deseo sexual incestuoso se-ins- una amenaza de castración de los progenitores o de cualquier otraautori-
tituye más podo que posibilita por medio de un complejo sistema de dad y una nueva instancia psíquica inconsciente, ersuperyó", se convierta
hormas de ineercambio que por lo que priva a través de una regla en heredera del complejo edípico en tanto defensa punitiva contra toda
de prohibición saerificial de dudosa existencia entre los salvajes. Si el fantasía incestuosa. El padre representa para el niño su ideal de"yo", pero
interés predominante de la antropología y de los estudios etnográficos a la vez se eleva a obstáculo de sus deseos: "así como el padre debes ser"
estuvo dominado en gran parte del siglo XX por la problemática del y"así como el padre no te es lícito ser': Cuanto más intenso es el complejo
parentesco, ello se debió al interés por las reglas con la que los salvajes de Edipo y más rápido se produjo su represión, más riguroso devendrá
organizaban- sus relaciones exogámicas en términos de ventajas sociales, .el imperio del "superyó" como conciencia moral y también como sen-
demográficas, económicas y ecológicas. Esta inflación sobre los estudios timiento inconsciente de culpa sobre el "yo" que tantas repercusiones
de parentesco fue precipitada al reconocerse la importancia decisiva del
trabajo de Lévi-Strauss, en el cual establece que la regla de parentesco,
que no se limita a la familia biológica, universalmente codifica la prohi-
bición del incesto, y puede considerarse, con la invención del lenguaje,
23 LÉVI-STRAUSS, C., "Reflexiones sobre el átomo del parentesco': en Antropología
estructural..., ob. cita p. 82 y SS. CLASTRES, P., Investigaciones en antropología polí-
tica, ob. cit., p. 169.
11 Ibíd., p. 145. • 24 HARRIS, M., Introducción a la antropología general, ob. cit, p. 420; CLASTRES, P,
22 'bid, nota 50. Sociedad contra Estado, ob. cit., p. 56.
. .
196 —ALEJANDRO'ArAal A--. HACER. SUFRIR 197
tendrá en la vida anímica adulta 25. La severidad punitiva del -supery6' no Id Si el asunto se lleva a cabo fuera de la mirada de terceros, con
•subroga -ninguna •ley-sacrificialrarcaica-,,nmpoco en • el, caso -del -incesto.---_-. cierto ,cleco ro, - y .si And ie. en particular-suscita iclInZültades,„ la .. opinión
Malinowski, mientras estuvo en las Trobiand, conoció un único caso de pública murmurará pero no pedirá un castigo severo. Si por el contarlo,
incesto que terminó trágicamente. Un joven había quebrantado la regla se produce escándalo, todo el mundo, se volverá contra la pareja cul-
de la exogamia con la hija de la hermana de la madre. pable, y por el ostracismo y los insultos, uno de ellos o los dos podrán
ser inducidos al. suicidion27. En fin, parece no haber sacrificio fundante
[Esto era sabido] desde hacía cierto tiempo (...), pero no se había
como origen arcaico del padecimiento neurótico, mucho menos para
hecho nada hasta que un pretendiente despreciado por la muchacha,
instituir la sociedad.
y que por lo tanto se consideraba personalmente agraviado, tomó la
iniciativa. Este rival había amenazado con usar magia negra contra
¿joven culpable, pero esto no había surtido ningún efecto. Entonces
una noche insultó al rival en público y lo acusó de incesto ante la 3. Destruir para reafirmar la sociedad
colectividad, lanzándole ciertos epítetos intolerables para un nativo.
Para el infortunado joven sólo había un remedio, un solo modo de En el mismo año en que Alfred Métraux, amigo de Georges Bataille
escapar a la vergüenza. A la mañana siguiente se atavió y adornó y discípulo de Marcel Mauss, asume la dirección del Instituto de Etno-
con sus galas de los días festivos, subió a un cocotero y se dirigió logía de Tucumán (Argentina), publica en 1928 su tesis, defendida en
a la comunidad hablando desde las hojas del árbol despidiéndose de la Sorbona, sobre la religión de los tupinambá y sus relaciones con otras
ellos (...) y lanzó una acusación velada contra el hombre que le había tribus tupí-guaraní, basándose en observaciones que hicieron cronistas
empujado a su muerte, sobre el que ahora los miembros de su clan
franceses del siglo XVI en la costa brasileña28. Si estudia el sacrificio
tenían el deber de vengarle. Luego, según la costumbre- se lamentó
antropofágico en la cultura tupi, no es para resaltar un arcaísmo salvaje
ruidosamente, saltó del cocotero que tenía unos veinte metros de alto
y se mató eitel acto. A todo esto siguió una lucha dentro del poblado y cruento,. sino para comprender de la observación del pasado las insti-
en la que su rival fue herido.26 tuciones de poder de su época. Lo que se conoce como monopolio de
violencia legítima a través de pena pública no sería superación: ti progreso
Entre los indígenag de Trobiand no sólo no había castigos, sacrificia- sino, al contrario, una traducción moderna del trato sacrificial primitivo
les para el incesto sino que el mismo era tolerado mientras no tomara con el que los tupi reafirman su autoridad sobre el enemigo vencido,
estado publicó, y sólo de la 'exposición a la vergüenza podía resultar un muerto y comido.
destino trágico o gravoso, lo que generalmente se producía por efecto de
El objetivo de los iupinambá en la guerra es capturar prisioneros,
sugestión y creencia en castigos sobrenaturales. Malinowslci descubrió
"mostraban de antemano esa intención porque llevaban consigo sogas
que la violación de la exogamia no es un caso raro ni mucho menos
enrolladas alrededor de sus cuerpos". El cautivo pertenece al hombre que
y que la opinión pública se muestra indulge.nte aunque decididamente
lo ha vencido. Los prisioneros heridos son ultimados y comidos en el
lugar o bien llevados a la aldea. La expedición victoriosa hace su entrada
26 FREUD. S., Psicología de las masas y análisis del yo, ob. cit., p. 99; El yo y el ello,
ob. cit... p. 36; El sepultamiento del complejo de Edipo, ob. cit., p. 181; Esquema del
- psicoanálisis, ob. cit., pp. 187-194. 27 n'id.
26 MAUNOWSKI, B., ob. cit., p.94 y ss. 28 iVi ÉTRAUX, A., ob. cit., p3 y ss.
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 199
198
triunfal en la aldea. Las viejas manifiestan su alegría. Los guerreros entre- para las mujeres, las puntas de los dedos para los huéspedes notables.
gan el prisionero a las mujeres que lo escoltan y lo conducen a una choza Ningún rasgo de las costumbres de los tupinambá, dice Metraux, ha
en medio de bailes y canciones que sólo se interrumpían para golpearlo despertado tanta curiosidad en los antiguos viajeros como este sacrificio
e insultarlo. El trato que seguía contrasta con el odio que produce su antropofágico; cabe suponer que "los tupinambá interpretaban ellos mis-
llegada. Eran libres de ir y venir a su antojo y no se ejerce ninguna vigi- mos la antropofagia como una forma de vendetta (...) para obtener una
lancia por la sencilla razón de que el prisionero, por haber sido vencido, entera satisfacción por la ofensa". Y agrega:
deja de pertenecer a su tribu de origen. Si regresara, sus compatriotas no si tal es la significación que ha cobrado a posteriori la antropofa-
lo dejarían vivo "con mil reproches por no haber tenido valor de soportar gia, no resulta menos cierto que tenía un principio y todavía en el
la muerte entre sus enemigos"29. El destino trágico del enemigo prisio- siglo XVI un carácter más elevado y más profundo (...) al convertir
nero está marcado por la exclusión de todo orden. Pero no todo le es a su enemigo en alimento, el tupinambá no solamente se apropiaba de
negado. Son obligados a trabajar el campo, cazar y pescar para su amo su sustancia, sino que también manifestaba su superioridad sobre
pero pueden tener relaciones sexuales con cualquier mujer no casada el adversario"'
que se le entrega sin dificultad. Sin embargo, ningún esclavo se libra del
Para la misma época en que los tupinambá sacrifican enemigos para
sacrificio ritual y al drama que iba a desarrollarse y le está destinado.
reafirmar su sociedad, Foucault observa que el trato punitivo tiene igual
La duración del cautiverio puede variar meses y años, en algunos casos
sentido frente al criminal común en tanto enemigo interno. Si la descrip-
hasta casi dos décadas. Apenas se anuncia en la aldea el sacrificio, todo el
ción de Metraux hace posible vislumbrar una continuidad de trato sacri-
mundo se pone a trabajar en los preparativos que duran cinco días. Los
ficial que se generaliza en la sociedad con Estado, es decir, en la sociedad
hombres son los encargados de preparar la maza con que será golpeada
de conflicto, no debería sorprender que la víctima de un campo concen-
if la víctima. Atan y encadenan al prisionero "ni más ni menos que como
tracionario del siglo XX declare que a los perpetradores genocidas sólo
hace un verdugo-con un malhechor indecente después de la sentencia de
les restó comerse a sus victimas32. No hace falta señalar que la experien-
• muerte20. El día dé L3 ejecución el verdugo, empuñando una macana con cia_ de una "cocina del sacrificio" no está ausente en las percepciones de
ambas manos, mira a los ojos al prisionero y le pregunta "¿No eres acaso
un detenido-desaparecido en el campo concentracionario. Quizás esta
nuestro enemigo? ¿No M'ataste y comiste a nuestros parientes y amigos?
impresión le deba más ala experiencia nazi, que no ahorró en encontrar
Ahora estás-en nuestro poder y serás matado por mí, luego ahumado y
provecho y utilidad del cuerpo de la víctima, como hacía la sociedad tupi-
comido por todos nosotros". Apenas abatido el prisionero mediante un
nambá con el enemigo prisionero. Sin embargo, la afinidad punitiva entre
certero golpe en la nuca, las viejas se abalanzan para recoger su sangre
antropofagia sacrificial, tortura y ejecución patibularia, horno crematorio
y su cerebro en una calabaza para beberlos calientes. El cadáver es
o desaparición de enemigos viene dada al resultar modos diferentes con
chamuscado al fuego, escaldado, sus miembros cortados. Los trozos son
asados sobre el ahumadero y los cuidados culinarios confiados a las viejas.
Nada se desperdicia: las entrañas se reservan para los hombres, la lengua 33 Ibíd.
para.los jóvenes, la piel del cráneo para los adultos y los órganos sexuales 32 Declaración prestada por un sobreviviente de un campo de detención tortura y
exterminio, el 14 de julio de 2010 en audiencia pública en la causa del Tribunal
'Oral en lo Criminal y Correccional Federal N° 2 de la Ciudad Buenos Aires, cansas
29 - Ibid., p. 11. n° 1668/1663,Miara, Samuel y otros" y"Tepedino, Carlos Alberto Roque y otros;
respectivamente.
3° Iba, p21.
200 "ALEJANDRO MAGIA HACER SUFRIR 201
los que la sociedad, con o sin autoridad, se reafirma a sí misma por sobre cuchillo para cortar nervios y romper a hachazos las coyunturas. El fuego
*Ea
e .una amenaza intolerable;-con.la_dírerznaa decisiva rque,no puede pasarse fue pobre.para quemar la pid.y.al oficial-que ejecutabalas maniobras-4e—
por alto, de que la sociedad de conflicto o de autoridad generaliza trato faltó fuerza para arrancar los trozos de carne que tomaba con las tenazas.
sacrificial sobre grupos enteros de su población, fenómeno imposible Fue más diestro para verter con abundancia la mezcla hirviendo sobre
en la sociedad salvaje aún en dominio de diferentes formas de sacrificio, cada llaga. Damiens se contemplaba cl cuerpo destrozado y entre gritos
incluso humanos. pedía al verdugo Samson que continuase, que nada le recriminaba. Su
cuerpo siguió agitándose hasta que los caballos se llevaron las partes.
A diferencia de Foucault, quien ve en la penalidad moderna el pasaje
de una autoridad que hace morir y deja vivir a otra en que deja morir y Un fasto sacrificial estetizante, público y multitudinario es el que
hace vivir, es decir, de un trato sacrificial patibulario a un trato sacrifi- todavía se conserva en el siglo XIX entre la realeza del estado balinés.
cial de reforma (biopolítica) de enemigos sociales, Metraux, en cambio, No se trataba de un sacrificio punitivo, no se supliciaba ni macaba a nin-
plantea que una sociedad (con ejemplo en los tupinambá y la experiencia gún criminal, sino a tres siervas del marajá recientemente fallecido, pero,
concenrracionaria del siglo XX) puede combinar ambas formas extremas por increíble que pueda parecer, lo que se perseguía no difiere en abso-
de trato punitivo: hacer vivir y hacer morir sacrificialmente. Tiene razón luto con lo que se pone en juego en el sacrificio punitivo. Dramatización
al comparar el rito sacrificial tupinambá con el rito patibulario del que es pública de una ceremonia en que tres mujeres, en "estupendas incineracio-
objeto un criminal en el siglo XVIII. Es el que denuncia la ilustración nes'', eran arrojadas al fuego para reafirmarlas obsesiones dominantes de
penal como-crimen", de la misma manera a como se hace con el genocidio la cultura balincsa: desigualdad sodal y orgullo de rango"34. El Estado' en
en la segunda mitad del siglo XX. Por la intensidad emotiva que la des- el discurso político moderno, según Geertz, no sólo remite a la pareja de
cripción despierta, es 'dificil no evocar el suplicio de Robert F. Damiens ideas asociadas de autoridad y jerarquía. Porque el pstado también con-
con el que Foucault inicia Vigilar y castigar33. A la puerta principal de la densa otro uso etimológico relacionado con la "pompa, grandeza, arro-
Iglesia de París condenado será llevado y conducido en carreta, des- • gancia" que se aprecia en la palabra inglesa stateliness35, sobre lo que da
nudo., con un hacha de cera encendida en la mano, de allí a la plaza de cuenca el teatro público sacrificial balinés para refundar la sociedad frente
Gréve donde se ley-aria el cadalso. Primero, le serán atenaceadas las red- a. la muerte de su autoridad divina. Así narra un cronista lo ocurrido el
lbs, brazos, muslos y pantorrillas, y su mano derecha, con la que cometió 20 de diciembre de 184/7 en la ida:
el atentado contra el rey, será quemada con fuego de azufre: sobre las ... uno de esos espantosos sacrificios (...) Los balineses hacía varios
heridas .se le•vercerá plomo derretido, aceite hirviendo, resina ardiente, anos que no tenían la oportunidad de ser testigos de uno de estos horri-
cera y azufre fundidos juntamente y, a continuación, su cuerpo estirado bles espectáculos, un 'espectáculo que para ellos significaba una fiesta
y desmembrado por cuatro caballos y sus miembros y troncos consumi- envuelta en olor a santidad (...) las mujeres eran llevadas en procesión
dos en el fuego, reducidos a cenizas y sus cenizas arrojadas al viento. La (...) las víctimas de esta cruel superstición no mostraban ningún signo
ejecución de la condena muy poco fue modificada.por los sacrificadores. de miedo del terrible destino, entonces ya tan cercano. Vestidas de
En lugar de cilatro caballos fueron necesarios otros dos para desmembrar blanco, parcialmente ocultas por su largo pelo negro, con un espejo
las Partes pero tampoco fue suficiente, por lo que se debió recurrir al
4 14 Cesan, C., Negara. El Estado-teatro en Bali del siglo XIX, ob. cit., p. 28.
33 FOUCAULT, M., Ob. cit., p.11 y ss. 35 (bid., p. 217.
HACER SUFRIR 203
ALEJANDRO ALAGIA
202
38 . THOMPSON, E., Los orígenes de la ley negra. Un episodio deja historia criminal
t's Inglesa, ob. cit.. p. 25.
iy.
: I
39 lbíd., p. 214.
1-; • 42 FOUCAULT, M., Vigilar y castigar, ob. cit., p. 223.
49. Ibid.. p. 222.
43 ROUSSEAU,i. J., El contrato social, ob. cit.. p.79.
41 162., p. 223.
•11
206 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 207
Debo condenar y condeno a José Gabriel Túpac Amaru a que sea tempranamente en América el principio ilustrado de humanidad contra
sacado a la plaza principal, arrastrado hasta el lugar del suplicio, la práctica del suplicio sacrificial por vía de la piedad cristiana:
donde presencia la ejecución de las sentencias que se dieran a su mujer,
Micaela Bastidas, sus hijos Hipólito y Fernando Túpac Arnaru, a su Vuestra señoría se ha servido pronunciar sentencia condenándole a
cuñado Antonio Bastidas y a algunos de los principales capitanes o que sea vivo atenaceallo con tenazas encendidas y después ahorcado
auxiliares de su inicua y perversa intención o proyecto, los cuales han y descuartizado; y aunque es conforme que las resoluciones definitivas
de morir en el propio día; y concluidas estas sentencias, se le cortará (...) no pueden variarse (...) sin embargo, se observa que las senten-
por el verdugo la lengua y después amarrado o atado por cado uno de cias, de esta naturaleza, se ejecutan, en lo principal, de quitar la vida al
los brazos y pies con cuerdas fuertes de modo que cada uno de éstas se delincuente con la posible brevedad, practicándose con el cadáver las
pueda atar, o prender con facilidad a otras que pendan de las cinchas demás demostraciones de rigor que contienen contra parricidas. Este
de cuatro caballos; para que, puesto de este modo o de suerte que cada modo de ejecutar la pena proviene sin duda (...) por el peligro que hay
uno de éstos tire de su lado, mirando a otras cuatro esquinas, o puntas de que el reo pueda caer en la desesperación al tiempo que se le castiga
de la plaza, marchen, partan o arranquen de una vez los caballos, de y perder miserablemente su alma. Cuyo riesgo ha procurado siempre
forma que quede dividido el cuerpo en otras tantas partes, llevándose evitarse entre nosotros que, como verdaderos católicos, estimamos la
éste, luego que sea hora al cerro o altura llamada Picchu, adonde tuvo salvación de una alma más que lo que vale el mundo'''.
el atrevimiento de venir a intimidar, sitiar y pedir que se le rindiese
esta ciudad, para que allí se queme en una hoguera que estará prepa-
Son asombrosas las identidades que se descubren entre sacrificios
rada, echando sus cenizas al aire, y en cuyo lugar se pondrá un lápida punitivos de sociedades civilizadas y primitivas. Contra enemigos parri-
de piedra que exprese sus principales delitos y muerte, para memoria cidas o delincuentes comunes, disidentes políticos, prisioneros salvajes,
y escarmiento de su execrable acción. Su cabeza se remitirá al pueblo el sacrificio punitivo está sostenido en razones y creencias que reafirman
de Tinta, para que estando tres días en la horca, se ponga después en con la destrucción de la amenaza la superioridad de una autoridad o de la
un palo a la-entrada más pública; uno de los brazos al de Tungasuca sociedad frente al infractor. En cualquier caso, una economía expiatoria
donde fue cacique, y el otro (...) para que se ponga en la capital de la colectiva liga el sufrimiento y la destrucción del enemigo vencido con el
provincia de Carabaya, una pierna al pueblo de Livitaca y la restante beneficio que se espera para la sociedad. Pero una vez comprobado que
a la de santa Rosa...«.. la sociedad de autoridad no subsiste si no liberando energía punitiva,
no por ello la identidad sacrificial con la sociedad salvaje desaparece aun-
Tampoco en este sacrificio los caballos pudieron contra la resistencia
que en ésta sea notoria su marginalidad.
del cuerpo deJoSé Gabriel y el verdugo tuvo que desmembrarlo a cuchi-
llo, haciéndose responsable al corregidor de la ciudad que fue detenido Si se comparan sacrificios punitivos como los que rodeaban a la rea-
por la fa1ta45. Tres años después de la defensa del Protector de Natu- leza divina con los que practica una sociedad igualitaria, las diferencias,
rales de Cuzco contra la pena de suplicio y muerte impuesta al primo por otra parte, obviamente serán muy marcadas, sin que por ello tampoco
hermano del inca Diego Cristóbal, que fue rechazada, se introducía se pierdan los puntos de contactos que hacen presumir, con suficientes
fundamentos, que la pena pública no proviene de la evolución de la ven-
ganza sino del arcaico y antiguo sacrificio. La venganza interminable
es una alocada iantasia / dellibera lismo porque la etnología los sentimientos que moviliza el sacrificio el más consciente es eLque_____
demostró_ queel conflicto inzezno..enla,socie.clad-salvajo está regulado por rekbi á trfafirmacion drInter te ad
las mismas normelEll'Iril:r,zr ie-reg-ulán el conjunto de la relación Hay algo más. La sociedad de Estado se organizará para el sacrificio
social primitiva, donde la venganza irrumpe sólo como excepción a la sobre la base de reglas más o menos restrictivas de imputación y respon-
regla, exactamente al revés de como se piensa y practica en la soberanía sabilidad individual. No habría reafirmación de la sociedad o del derecho
punitiva moderna. en otro caso. Por cierto que la atribución de responsabilidad entre los
Selectividad punitiva por vulnerabilidad de personas o grupos y agre- guayaqui al sacrificar a una niña por una muerte accidental es una sal-
sión cruenta o destrucción de personas o grupos para beneficio de la vajada frente a la precisión dogmática del derecho penal moderno, que
sociedad no proviene del régimen de solución de conflictos para el cual imputa resultados lesivos únicamente al que pueda atribuírsele el hecho
la sociedad salvaje estableció la composición y el arreglo. Selectividad y como obra propia y culpable; aunque en este caso tampoco faltan mis-
agresión pacificadora tienen en la sociedad primitiva diferentes formas terios como las imputaciones con base en fines preventivos de la pena o
de manifestarse punitivamente, pero encuentran en la sociedad con auto- mediante el recurso a la ficción de culpa penal. Por cierto que siempre
ridad el ámbito propicio para que un uso regular de este particular trato una limitación al sacrificio punitivo debe ser tenida como hecho posi-
punitivo se generalice sobre conflictos inimaginables para la sociedad tivo que limita los efectos de una pulsión que de otro modo resultaría
indivisa. El sacrificio punitivo de la sociedad de iguales es expresivo de insoportable, aunque ello está lejos de lograrse si a la culpabilidad penal
un malestar que no es inherente al tipo de entuertos que caracterizará al se la hace recaer en la necesidad estatal de una solución sacrificial. No
sacrificio de la sociedad estatal. Es cierro que la sociedad estatal primitiva obstante, que haya más precisión en la imputación del hecho y en la
conoció diferentes formas de sacrificio además del punitivo, como son responsabilidad individual que hace más "humana" y "civilizada" la res-
los casos de !os reyes occisos o a plazo fijo cuando sus fuerzas decaen. puesta frente al delito en nada modifica su naturaleza sacrificial, porque
Lo que -no deja ,de llamar la atención es encontrar que en todos ellos la siempre en el,trato punitivo alguien tiene que padecer sufrimiento orga-
práctica sacrificiáb.sea punitiva o no, remita siempre a un malestar subje- nizado para que la sociedad exista. Por eso la distancia que separan las
tivo insoportable ante la muerte o anfe la amenaza de un peligro social que "'aberraciones primitivas" del poder punitivo civilizado son más aparen-
se cree inminente. En 'este sentido, no importa que en una .sociedad tes que reales, no sólo para sus manifestaciones extremas sobre enemi-
de cazadores y recolectores como los guayaqui el recurso al sacrificio gos absolutos, sino, principalmente, para enemigos ocasionales cuyas
fuera marginal- o irrumpiera para compensar una muerte que escapa a conductas típicas, antijurídicas y culpables son objeto de trato punitivo
toda comprensión.Tampoco importa que el crimen no sea en la sociedad únicamente en razón de una selectividad por vulnerabilidad y con el fin
de iguales una fuente de malestar insoportable como lo es para la socie- de reafirmar el derecho y la sociedad.
dad de Estado. Pero el sentimiento de malestar que el sacrificio repara Según Frazer, la costumbre primitiva entre los shiluk de matar reyes
es común para cualquier tipo de sociedad como condición que arrastran
divinos a la primera señal de flaqueza es el remedio sacrificial para com-
mujeres y hombres independientemente del modo de organización en
pensar un malestar que tenía origen en los peligros que se anticipaban
que vivan, es dédr, por el solo hecho de existir socialmente. Entre todos
con la debilidad de la autoridad sagrada. Porque al rey no se le puede
consentir que enferme o envejezca temiéndose que al disminuir su vigor
171
ALEJANDRO AL AG IA HACER SUFRIR 211
210
el ganado enferme, las cosechas se pudran y los hombres mueran 48. Algo calles un hombre vestido con pieles, al que apaleaban hasta expulsarlo de
similar ocurre entre los dinka, pueblo pastor en que al "hacedor de la la ciudad, al que llamaban mamurius veturius55. En Grecia antigua, cuna
lluvia" no se le permite morir de muerte natural". En Bunyoro el rey de la paideia occidental, también se estaba familiarizado con víctimas
debía morir por su propia manos°. Parece haber sido una costumbre zulú propiciatorias humanas. La práctica era conocida como la expulsión del
" matar al rey tan pronto como le salieran canas y arrugas, o como en el hombre, generalmente un esclavo. Siempre que Marsella, la colonia más
reino cafre cuando se acreditaba algún defecto persona». Otros reyes preciada de los griegos, era asolada por una plaga, un hombre de la clase
morían en tiempo establecido para no esperar signos de decadencia y pobre era ofrecido para ser expulsado o lapidado. En el caso de los ate-
eran ejecutados violentamente a los nueve años o encontraban sustitutos nienses es conocida la figura del pharmakon, que consistía —como se hizo
para morir en su lugar, como narran tradiciones escandinavas52. Muchas notar— en mantener a expensas públicas unos cuantos seres degradados e
veces el vehículo que se lleva a la destrucción es un animal como víctima inútiles para el momento en que una epidemia o hambre hiciera necesa-
expiatoria. Entre los dinka, una vaca sagrada se abandona en el desierto rio el sacrificio de dos proscriptos para conjurar males y pacificar ánimos.
para ser comida por las fieras cuando el país está amenazado por la gue- Los griegos de Asia Menor en el siglo VI a.C. cuando sufrían pestes ele-
rra, el hambre o cualquier otra calamidad53. En cambio, en sociedades gían una persona deforme o repugnante para que asumiera sobre sí los
estatificadas, en general, la víctima es humana para recordarnos que la
males que afligían a sus vecinos sanos y normales56.
vulnerabilidad de grupos enteros es condición de su existencia. El rey de En un pueblo sin autoridad y de iguales como los nuer el sacrificio no
Uganda para evitar una calamidad que amenazaba, enviaba a una mujer era humano aunque tiene igualmente un carácter expiatorio como todo
con su hijo marcado por alguna enfermedad a la frontera enemiga y allí trato retributivo. Pero entre iguales el propósito sacrificial se sustituye en la
se los abandonaba luego de romperles las piernas54. En Onitsha, sobre figura animal más preciada por un pueblo de pastores: el ganado. Al pue-
el Niger, para limpiar los pecados del país acostumbraban a sacrificar blo nuer, a diferencia de lo que ocurre en el estado primitivo, le importa
anualmente a dos personas enclenques que eran compradas en subasta menos el carácter religioso del sacrificio que caracteriza a su régimen de
pública por- el autor de graves faltas como incendio, robo, adulterio. Así autoridad que el modo festivo de comunión que la ceremonia propicia57.
los criminales del pats subrogaban en otros y bajo su costa la purificación Sin embargo, la diferencia más importante no radica en este rasgo pro-
de los males de la sociedad. Frazer observa que los precursores de la civi- fano de la práctica, sino en el hecho de que entre los nuer el sacrificio
lización europea no eran ajenos a esté trato punitivo sacrificial. En Roma constituye la consumación de un arreglo entre contendientes, mientras
antigua, todos los años el 14 de marzo era llevado en procesión por las que en el estado primitivo el sacrificio humano representa, al contrario,
la imposibilidad de cualquier acuerdo. Evans-Pritchard también usa el
concepto vendetta (feud) para señalar el estado de mutua hostilidad que
48 FIUkZER, J., ob. cit., p. 315. produce un conflicto entre comunidades dentro de una tribu58. En caso
45 Iba., p.318.
5° p. 319.
55 lbíd., p. 651.
54 %íd., pp. 320, 321.
Ibia, pp. 323, 327. 58 Ibíd., p.653.
52
IbrcL, p. 637. 57 EVANS- PRITCHARD, E. E., Los nuer, ob. cit., p. 40.
55
de homicidio se produce un estado de blood feud, en tanto institución de fisión:"en la constitución tribal los dos elementos de una vendetta son
que-ublignaurircompensació:Jor JE rd—dc un temor-que-obra' cu ñu la net-esidlid de-venganza_y Irnedia:legar_a_umarregloS. - -
garantía de un acuerdo59. Es lo que los historiadores .del derecho penal
de la alta Edad Media pasaron por alto con la faida germánica y de ello Entre los salvajes el sacrificio raramente tiene lugar con motivo de un
exageraron hasta convertirla en el miro de la venganza interminable que conflicto que hoy se calificaría de delictivo, pero cuando ello acontece
en la práctica, que entre los nuer sólo afecta al ganado, también reafirma
impide cualquier sociedad, con el claro propósito de justificar la pena
la sociedad como en el trato punitivo civilizado. Sobre ésta y otras obser-
pública sacrificial. Ese estado de vendetta de sangre abarcaba disputas
por ganado, adulterio, apropiaciones de objetos personales sin permiso vaciones etnográficas de sociedades de iguales puede corregirse el dogma
del dueño, peleas por derecho al riego en la estación seca. Ningún nuer largamente afianzado en la doctrina jurídica penal por el cual se afirma
lanza un desafio a otro por cualquiera de estas causas sin estar dispuesto que la pena pública tiene su origen en la evitación racional de la venganza
también a aceptar una compensación en la que está interesada toda mimética. La sociedad primitiva evita la venganza en la composición, que
la parentela y el mismo jefe, que en su condición de tal debe hacer todo lo era lo común. En cambio, la sociedad de autoridad toma prestado el sacri-
posible para lograr un acuerdo incluso maldiciendo a los contendientes60. ficio de los salvajes para destinarlo a todo tipo de conflictos y clausurar
Es en la ceremonia de compensación donde con el sacrificio del ganado con ello, definitivamente, la solución composicional. Pero de cualquier
se sella la paz, pero —como dice Evans-Pritchard— no hay institución modo, sacrificio primitivo y sacrificio civilizatorio reafirma la sociedad
siempre frente a un individuo vulnerable.
que pueda borrar la "hOstilidad de los corazones" entre los parientes del
muerto. Durante años se evitan en las fiestas para no provocar nuevas Cuando el conflicto se convierte en lesión al soberano, como en las
peleas. Pero la compensación en el imaginario de este pueblo igualitario condenas de Damiens y Túpac Ama ru, todo delincuente es a la vez parri-
tiene, conscientemente, •el mismo propósito que la pena pública en un cida, y su muerte sacrificial normaliza el derecho y autoridad puestos
régimen social de autoridad, esto es, evitar que las vendettas terminen en cuestión por el crimen. Se produce así la forclusión civilizatoria 'de
comla vida de todo\ el pueblom. Por otra parte, en la misma aldea las la regla de la composición primitiva. Porque con la civilización no des-
vendettas no se toleriii62, y entre aldeas .vecinas se toleran bastante poco, aparece lo que tiene de sobrenatural la idea de crimen y castigo: alguien
aunque la cercanía acreCienta los conflictos. Cuando aparece y se instala tiene que sufrir para que la sociedad pueda reafirmarse en su existencia.
un estado de ánimo beligerante entre contendientes, contrariamente a lo La aventura de la pena pública en las sociedades con Estado no comienza
que señala el mito de la coerción inevitable de la filosofía clásica, nunca como progreso frente a la venganza sino como generalización de la insti-
un estado de *bloodfeud impide que los contactos ordinarios de la comu- tución más irracional de los salvajes que el estado moderno convierte en
nidad se paralicen. Es importante señalar que la etnología africanista estandarte de civilización. Nada de violencia mimética entre los salvajes
destaca el carácter político del régimen de composición como del estado que tanto preocupó a Hobbes y a los penalistas liberales herederos del
de vendetta. El primero como institución de fusión política y el segundo terror por la antisociedad. Este cuento bien articulado, como el delirio
de un paranoico (idea fija, exaltación maníaca, satisfacción autopunitiva
59%íd., p. 169.
liberadora), cautivó también la mente brillante del fundador del psicoa-
nálisis y lo llevó a decir que el que "viola una prohibición despierta la
• 60 lbíd., p. 172.
61 lbíd., p. 175.
peligrosa aptitud de tentar a otros que sigan su ejemplo (...) todo ejem-
plo contagia su imitación (...) a consecuencia de lo cual la sociedad FANTASMAS GENOCIDAS
pronto se disolvería. Aunque Freud estaba convencido de que la socie-
dad civilizada está permanentemente amenazada con la desintegración
debido a la hostilidad primaria que se muestran los hombres entre sí,
jamás insinuó siquiera que las barreras que debían levantarse para conte-
ner esas pulsiones de agresividad debían ser sacrificiales. La pena pública 1. Irracionalidad salvaje, irracionalidad criminal
como evitación de la anarquía es el gran mito moderno que todavía tiene
energía suficiente para velar afinidades del trato punitivo con el sacrificio Un nuevo elemento del mito de la pena inevitable para que exista
expiatorio. sociedad ha de ser tenido en cuenta. Es la atribución de irracionalidad al
pensamiento salvaje que alimenta al mito proporcionándole más fuerza.
Para calificar la sociedad salvaje como algo diferente a la anarquía que También alcanza al hombre moderno cuando un conflicto despierta
impide toda socialización Evans-Pritchard utiliza la expresión "anarquía estados irracionales que remiten filogenéticamente a una etapa humana
ordenada"65, concepto al que llega a través del modo en que los salva- inferior dominada por la barbarie o el salvajismo, situación en que la
jes resolvían sus conflictos internos para lo cual crearon la institución pasión por la venganza desplazaría la razón cultivada en la civilización.
del "jefe piel de leopardo': Nunca vio actuar a esta figura rodeada de El penalismo moderno y contemporáneo nunca renunció a la idea fraze-
santidad, pero los nuer informaron que, si un_ hombre roba, la víctima riana de los tres estadios evolutivos de la mente humana: magia, religión
puede pedirle que lo acompañe para exigir devolución o para que utilice y ciencia. Tanto en lo que hace a la justificación de la pena pública como
sus habilidades como orador persuasivo y obtener una compensación. _ a las reglas de imputación penal por las que a una persona se le atribuye
Su-tarea está facilitada porque las indemnizaciones son establecidas por un resultado de conducta como obra propia, la imagen antropológica que
normas consuetudinarias. Se pagan diez reses por una pierna rota o una domina para diferenciar sistemas de imputación primitiva y civilizada es
herida en la cabeza:diez reses por la pérdida de un ojo, dos reses por un la de falta en los salvajes de la idea de causalidad y, por ende, de lógica.
Lente y por una heridá ligera no se paga compensación66. Siempre entre Un sector de.la doctrina del delito contemporánea extiende estainferio-
los nuer, el grado de resPonsabiliclad ante la injusticia y la posibilidad rización psicológica del salvaje al criminal, como antes lo hizo el racismo
de arreglo dependen de las personas afectadas en la estructura social, criminológico'.
sea por la distancia que separa a los contendientes, o la riqueza de la
parentela, pero en cualquier caso el "derecho nuer" está dominado por La atribución de pensamiento mágico en las prácticas rituales salvajes
la "obligación moral de repararn67. —en las que las relaciones ideales se aceptan como reales— fue generali-
zada por una antropología pasada de moda y aceptada sin reservas por
la doctrina penal, aunque la etnografía contemporánea demostrase que
el primitivo no se comporta de la misma manera en el resto de sus acti-
64 FREUD, S.. Tótem y tabú, ob. cit., pp. 40-41.
vidades sociales, económicas o técnicas. No parece que el hombre primi-
E. E., ob. cit., p. 200.
tivo haya apelado a la magia para inventar el fuego, el lenguaje, útiles de
65 EVANS-PRITCHARD,
producción, normas de intercambio y de incesto, o para domesticar ani- sacrificados punitivamente en beneficio de reparar un malestar no muy
males-y-plantas.-Corno-lo-ennende.b.vans.:1-Intchardeno_podria_tampoco dilerente-enuntensulaal_que se_vive en la_socieclad_salvaje.
--. y
_ desligarse el culto-ala-razón, la patria o el castigo público con la religiosi-
dad o la magia primitiva2. Fue el antropólogo francés Lévy-Bruhl quien
con más énfasis señaló que a la sociedad civilizada le pertenece una men- 2. El caso argentino (1976-1983)
talidad civilizada ya la primitiva una mentalidad inferior: una dominada
por la lógica y otra por lo irracional, ej decir, por una mentalidad sui Uno de esos eventos de sacrificio punitivo civilizatorio en el que no
generis. Para Frazer el hombre primitivo cree en la magia porque razona faltannoperaciones mágicas" en la mentalidad perpetradora ni en las órde-
erróneamente, pero en Lévy-Bruhl el salvaje razona erróneamente por nes de exterminio son los crímenes de masas cometidos por la dictadura
determinación de creencias colectivas3.. Desde mediados del siglo XX cívico-militar argentina entre 1976-1983. Poder punitivo no reconocido
ningún antropólogo acepta estas teorías: aun cuando el salvaje cree que como tal por el derecho penal y la Criminología. Con contadas excep-
una muerte fue causada por la magia o el embrujo, no excluye que tam- ciones, el debate crítico de los últimos años sobre el significado de un
bién el primitivo observa y es consciente que a la víctima la partió causal- derecho penal de enemigo estuvo lejos de interesarse en esclarecer la natu-
mente un rayo4. Conocen la causalidad tan bien como la puede conticer raleza punitiva de las masacres estatales. Al contrario, por derecho penal
el hombre moderno, sus enormes progresos técnicos lo demuestran, pero de enemigo se comprende, o bien una especie denderecho a la seguridad"
opinan. que a un hombre el rayo no lo hubiera matado sin que a la vez definido por la existencia de normas de emergencia que establecen penas
una fuerza sobrenatural se hiciera presente. Ciando el hombre guayagui para situaciones muy alejadas de cualquier lesividad, o bien la crítica del
sacrifica a su hija como consecuencia de una muerte anterior provocada derecho internacional de los derechos humanos cuando aplica criterios
por un rayo, no ignora el evento causal. Pero algo ¿Cutre en la Profundi- diferentes de perseguibilidad para los crímenes de masas cometidos por
dad insondable'clel alma humana guayaqui para compensar en la dolo- autoridad.- Sir' embargo, entre lo positivo del debate, debe destacarse la
rosa pérdida de lo‘más amado un malestar insoportable que los aqueja revitalización de una valiosa observación formulada por Eugenio Zaffa-
corno sociedad, quizás"..sea la angustia ante el desvalimiento de la que roni que revolucionó hace unas décadas la doctrina penal. en América
habla la psicología profunda. No obstante, antropólogos
. . y juristas vie- Latina. Es la importante distinción entre derecho penal y poder puni-
ron en esta práctica sacrificial un evento rodeado de religiosidad, infanti- tivo como realidades diferentes y de enormes consecuencias prácticas5.
lismo, crudeza insensible comparada casi siempre con la animalidad o la En esa diferencia radica la sustancia que alimenta un programa político-
imbecilidad, sin advertir que el hombre civilizado no sólo no es diferente. jurídico de contención de poder punitivo en sociedad. Al contenido de
en este punto al salvaje, sino que generalizará atribuciones "mágicas" de este programa reductor se lo denomina "derecho penal: Esto no es sim-
daños y peligros sociales que amenazan la sociedad durante casi todo el plemente volver a un derecho protector de criminales, a un derecho penal
siglo XX, y en respuesta grupos enteros de población vulnerable serán como carta magna del delincuente. La profundidad del descubrimiento
encierra el secreto del poder punitivo como hecho irracional de la polí-
tica en la sociedad de Estado que hereda y generaliza del mundo salvaje,
del cual el jurista nene que dar cuenta para reorientar el trabajo práctico
2 EvArrs-Psts-rcHARD,.E. E.. Las teorías de la religión primitiva, ob. cit., p.75.
3 Ibid., p. 141.
4 1bíd.. p. 146. 5 ZAFFARONI, E., En busca de las penas perdidas, ob.cic.
218 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 219
de jueces, fiscales y policías. Esta hipótesis revoluciona también el dere- asesinaban indiscriminadamente. Seleccionaban a sus víctimas de
cho penal porque amplía su horizonte de mirada y con ello se advierte acuerdo a la definición de enemigo proporcionada por las órdenes dic-
que el campo sobre el que debe trabajar es más extenso. El poder puni- tadas por los jefes del Ejército, máximas autoridades del país. Identifi-
tivo no se agora ni en la pena para el delito común ni en el universo de caban al blanco con anticipación. La tortura sistemática de prisioneros
leyes penales manifiestas. En sociedad hay un excedente de poder puni- proporcionaba a los ejecutores la identificación de nuevos blancos para
tivo que el derecho penal convencional no reconoce y que desborda la secuestrar. En las salas de tortura se obligaba al prisionero a confeccionar
problemática común del robo, el homicidio o la estafa. Uno de esos casos una biografia personal —historia política, en el lenguaje del plan geno-
es el de las masacres sacrificiales punitivas organizadas contra enemigos cida—; así se confeccionaban legajos de detenidos y organigramas con
absolutos estereotipados por la autoridad de Estado. nombres de personas secuestradas, nombres de personas trasladadas con
En la Argentina, desde antes del Golpe de Estado de 1976, perpe- la indicación destino final y nombres de persobas buscadas. Los ejecuto-
res operaban en grupo y, según el relato de sobrevivientes, los prisioneros
tradores civiles, militares y de fuerzas de seguridad participaron en el
"pertenecían" a su secuestrador. Los sobrevivientes recuerdan nombres
secuestro y tortura de un grupo de población del país definida en nor-
de guerra utilizados por los perpetradores y otros destabicados —general-
mas de exterminio como delincuentes subversivos. Las víctimas sometidas
mente un grupo muy reducido de prisioneros obligados al trabajo esclavo
a cautiverio en campos de concentración fueron objeto de un plan de
dentro del campo— pueden reconocerlos. No era extraño que el prisio-
aniquilamiento que tenía como propósito destruir a un grupo entero
nero fuese sacado al exterior para identificar otro blanco o para confundir,
de la población civil nacional mediante graves agresiones tanto fisicas
engañar o atemorizar a la familia de la víctima. El grave sufrimiento físico
como psíquicas, y a través de ejecuciones precedidas por traslados masi-
y psíquico que se impuso a los prisioneros no provino únicamente de la
vos. El plan sistemático de tortura y exterminio fue realizado de acuerdo a - —
aplicación de picana eléctrica en ojos, vagina, ano, testículos y otras par-
normas contenidas en planes de batalla que producía el Estado Mayor
tes del cuerpo. El olor a carne quemada que describen los sobrevivientes
General del EjérCito entre febrero de 1976 hasta el final de la dictadura
explica que los perpetradores llamaran parilla ala,mesa metálica utilizada
cívico-militar en didembre de 1983. .
para el uso de picana eléctrica y quirófano a la sala de tormra.-Las golpizas
atraco punitivo tiene comienzo con el secuestro del blanco, expresión con palos, cadenas, puños y patadas eran permanentes. Sumado a lo abe-
usada en las órdenes de exterminio para identificar al enemigo. Sistemá- rrante de esas prácticas, las propias condiciones objetivas del cautiverio
ticamente la persona secuestrada era encapuchada con la misma ropa de constituían en sí mismas hechos objetivos de severos y graves sufrimien-
cama, si era sorprendida en su casa. Las víctimas eran inmediatamente tos: privaciones del sentido de la vista mediante tabiques, de movimientos
llevadas a alguno de los más de quinientos campos de concentración que por el uso de cadenas, falta de alimentación y de atención médica de
operaron en el país6; allí se las mantenía en cautiverio en condiciones heridos, privación del sueño y descanso, hacinamiento, convivencia con
de tormento permanente, hasta el destino final o su liberación contro- el sufrimiento de otros prisioneros y hasta de familiares que padecen la
lada. El cautiverio se podía prolongar por años. Los perpetradores tenían tortura. Como el sufrimiento psíquico que automáticamente producía
conocimiento directo de la mayoría de las víctimas, no secuestraban ni la desaparición en un centro clandestino, todo el universo inhumano de
agresiones representó un grave debilitamiento de la salud mental y física
de los prisioneros hasta el extremo, en algunos casos, en el que perdían la
6- BAYER, 0.; BOR6N, A. y GAMBINA, J., El terrorismo de Estado en la Argentina, capacidad de reconocerse a sí mismos.
ob. cit., p.11.
.77 HACERSUFRIR — 221
220 ALEJANDRO A LACIA
El último tramo en este pies „punitivo fue la organización siste- 3. Normas penales de exterminio
ruin. trica-drim-sladorcarrttrctsmitrizo de ejecución-de homicidios-en-masa.
A diferencia del uso de palabras como parrilla, quirófano o leonera, rela- El plan sistemático de aniquilamiento del grupo nacional subver-
cionadas con sentimientos de horror, el término traslado -sinónimo de sivo tiene origen en la orden de aniquilamiento del decreto 261 del
"ejecución"- fue empleado por los ejecutores por su ambigüedad, su sen- 5 de febrero de 1975, firmado por la presidente Isabel Perón y José López
tido a veces inocuo y hasta liberador para la mayoría de las víctimas7. Rega, que instruye al Corhando General del Ejército para actuar en la
Si había un acontecimiento en la cotidianidad concentracionaria que la Provincia de Tucumán"... a *efectos de neutralizar y/o aniquilar el accio-
alteraba profundamente: ése fue el procedimiento de traslado. La tor- nar de elementos subversivos..." (art. 1). También, por decreto 2772 del
tura se paraliza, la regla de silencio es absoluta. Se los llama por letra mismo año se ordena que la lucha contra el enemigo se extienda a la sub-
y número asignados al prisionero en el momento del ingreso al campo. versión en todos sus aspectos, al que empuñe un arma contra los"valores
Forman fila delante de las celdas. Los ejecutores comunican un viaje en occidentales y cristianos" y a todo aquel que por sus creencias y prácti-
avión a granjas de rehabilitación en el sur o al norte del país. Los prisione- cas políticas, sindicales, estudiantiles y docentes o culturales represente
ros son obligados a desnudarse. La ropa se apila en un rincón del pozo. una amenaza "atea" y "marxista". Por esta norma se amplía el campo de
Una inyección los deja semidormidos; finalmente, encadenados, suben aniquilamiento del grupo humano nacional a todo el territorio del país.
al camión que los deposita en una pista de aviación para la 'disposición Un.mes antes del decreto civil 261 la superioridad del Ejército Argentino
finar Con cada traslado el campo se vacía, para volver a llenarse con por la directiva secreta No 333, firmada por cl Comandante en Jefe del
nuevos desaparecidoss. Ejército Leandra Enrique Anaya, ordenó la implemetitación, demorada
por las autoridades civiles según la directiva, de un plan de aniquila-
En esta tragedia se pone en circulación un imaginario de relaciones miento integral contra la subversión para la Provincia de Tucumán con
ideales como si,fueran reales. Esta magia sacrificial no es sustancial- . las ideas básicas para tener en cuenta el planeamiento y ejecución. de
mente difer'enteá•-cualquier otra del poder punitivo, gcnocida o de vio- la campaña". Pero se ordena a la fuerza que "no debe salirse significati-
lencia regulada. En 'lados los casos, grupos o personas en situación de vamente de los cauces (constitucionales) actuales de la lucha contra la
vulnerabilidad son preiéntados a la sociedad como el mal que amenaza subversión". En febrero de ese año se agrega a la directiva el anexo (1)
su existencia, y a la solución Sacrificial como defensa. El grupo humano de órdenes. Allí se define a la subversión como enemigo de la sociedad y
exterminado o gravemente afectado no fue indiscriminado. La sistemati- se establece -que "combatir a los enemigos del pueblo se convierte en un
cidad no estaba limitada a la organización burocrática de las ejecticiones imperativo de la hora actual" (orden- n° 2). Se declara que los subversi-
y torturas masivas. La organización también alcanzó a una de las carac- vos no serán tratados como prisioneros de guerra ni como criminales
terísticas definitorias de las masacres punitivas sacrificiales. Los blancos comunes, tampoco como prisioneros políticos. Es la primera orden del
se identifican de acuerdo con un estereotipo imaginario dé enemigo Ejército en la que aparece de modo inequívoco la cancelación de derechos
descripto por.el conjunto de órdenes secretas de exterminio. y garantías. También se resuelve "crear un estado de conciencia pública •
contra la subversión, caracterizar ideológicamente al oponente y presen-
7 Sobre ks-reglas del lenguaje" en el genocidio nazi, COHEN, S., Estados de negación,
tarlo como enemigo de la sociedad(orden n° 1). Finalmente, en la orden
ob. cit., p. 101. n° 9, se considera que la "campaña será ardua y dura (...) sólo podrá Era-
8 - Descripción según hechos probados. Cfr. sentencias en las causas n° 1668/1663 ya
- zarse el balance•final, a través del tiempo, cuando hayamos logrado que
citadas.
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 223
222
la subversión no encuentre en el suelo de la patria más refugio que las la "cultura juvenil de izquierda". La subversión, al liberar esa angustia
sombras de la muerte". Las órdenes del anexo 1 están firmadas por el contenida —dice el documento—, se convierte en una amenaza para el
nuevo Comandante en Jefe del Ejército, Jorge Rafael Videla. "estilo de vida argentino occidental y cristiano". La directiva tiene anexos.
El 2 identifica amigos y enemigos de la nación. Los enemigos se deter-
La directiva secreta 334 de septiembre de 1975, denominada "conti- minan por su oposición con las fuerzas armadas, de seguridad, subofi-
nuación de las operaciones en Tucumán" está firmada por Jorge Rafael ciales y tropa, gobierno nacional, provincial y municipal no infiltrado,
Videla, Comandante en Jefe del Ejército. En la página 1, la orden señala iglesia no infiltrada y partidos políticos no marxistas. La directiva 404
que "Tucumán no constituye un hecho aislado e independiente dentro del 28 de octubre de 1975 ordenada por el Comandante en Jefe del
del contexto subversivo nacional (...) [Tucumán] es sólo un eslabón de Ejército Jorge Rafael Videla reitera la organización del ataque sobre la
otros que afecta todos los campos del quehacer nacional". El documento base de las jurisdicciones del plan de capacidades de 1972 para cada
no puede ser más claro en cuanto a la amplitud del grupo humano una de las fuerzas armadas con las excepciones que allí se mencionan
nacional enemigo. Se lo encuentra en "todos los campos del quehacer (p. 13). Todo el anexo 8 está dedicado al reparto de jurisdicciones para
nacional". No se limita ni a los grupos armados ni a los políticos. En el la ejecución del exterminio. El anexo I de inteligencia (p.3) hace constar la
considerando 10 de la página 17, la directiva adopta el término "aniquila- crítica a la forma vacilante con la que las autoridades civiles combaten
miento" y abandona definitivamente la palabra "neutralizar" que todavía la subversión. La firma Roberto Viola como jefe del EMGE. En el anexo 3
se conserva en los respectivos decretos presidenciales, el 261 y 2772, este a la instrucción secreta 335, "continuación de las operaciones en Tucu-
último posterior a la directiva 334. Además, esta sucesión cronológica mán", del 5 de abril de 1976, firmada por el jefe del EMGE, Roberto
de órdenes civiles y militares muestra que a cada directiva secreta del Eduardo Viola, se identifica a la población comprendida entre los 14 y
ejército seguía el correspondiente decreto de la autoridad civil. Debe los 18 años como la más propensa a volverse subversiva.
mencionarse especialmente la Directiva 1/75 del Consejo de Defensa de
febrero de 1975 parla que se designa al Ejército como el responsable pri- La directiva secreta más importante del Ejército para este período es la
mario enla direcciódde las operaciones contra la subversión (punto 4), de febrero de 1976, porque constituye la orden militar para el Golpe del
se establecen las jurisdicciones para el plan sistemático de aniquilamiento Estado y establece el plan general de ataque sobre el grupo nacional iden-
cuya organización en zona, subzonas y áreas será determinante para la tificado como amenaza. Es el Plan del Ejército. Contribuyente al Plan
empresa genocida (pp. 7 y 8). Por ella se establece que policía y servicio de Seguridad Nacional. Comando General del Ejército, doc.VG 252.
penitenciario actuarán como elementos subordinados al ejército. Tam- Copias secretas se remiten a jefatura de personal, operaciones e inteligen-
bién que esta fuerza conducirá el esfuerzo de inteligencia de la comu- cia del EMGE y a la Policía Federal. La destitución del gobierno cons-
nidad informativa contra la subversión, incluso la Armada prestará el titucional y el ataque sobre una parte de la población civil está previsto
apoyo de inteligencia que le sea requerido por el Ejército (punto 7,b1). para el día "D" hora "H". La hora "H" marca el momento de asalto al
El documento dienta también con un plan secreto de "acción psicológica" poder con la destitución del gobierno y la detención de personas según
firmado por Jorge Rafael Videla como Jefe del Estado Mayor General lo establecido en el anexo 3 (procedimiento). El anexo 2 (inteligencia)
del Ejército. Este plan define la situación del país bajo un clima colectivo establece la "determinación del oponente". Ellos son:
con signos de descreimiento a la autoridad. Alerta que una chispa puede ... todas las organizaciones o elementos integrados en ellas existentes
liberar frustraciones contenidas de la población. Considera al enemigo en el país o que pudieran surgir en el proceso, que de cualquier forma
subversivo consecuencia peligrosa de esa frustración y lo identifica con
2-24 A L ~ira A-GTA -IACER SUFRIR 225
se opongan a la torna del poder y obstaculicen el normal desenvolví- ... las huelgas estudiantiles, la ocupación de establecimientos educa-
_go lernorini itar a esablecer.. tivos,-Jos-elernentos-sirripauzantes-quorse„sumen,a;b-lucha-activa. y
pasiva contra el gobierno militar, concentraciones estudiantiles relám-
Entre las orga¿izaciones qUe- se enumeran figuran como oponen- pagos con la clase obrera, apoyos estudiantiles que se gesten én otros
tes activos la Liga Argentina por los Derechos Humanos, la Unión de ámbitos en oposición al gobierno militar, contribuciones de organiza-
Mujeres Argentinas, las juventudes políticas argentinas, organizaciones ciones religiosas con prédica disociadora en facultades colegios, villas
gremiales como la Comisión Nacional Intersindical, la ex CGT de los de emergencia, ligas agrarias, etc. (pp. 7 y 8).
Argentinos, agrupaciones de base, al movimiento sindical de base, al
movimiento sindical combativo, la Coordinadora Nacional de Gremios La orden de ataque no se .detiene en las organizaciones sindicales,
Combativos y Trabajadores en lucha, a organizaciones estudiantiles políticas, estudiantiles, religiosas o sociales declaradas enemigas. Alcanza
universitarias y secundarias, a organizaciones religiosas corno el Movi- también a las acciones individuales. Lo que se destaca en el documento
miento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, a personas vinculadas "con por su radicalidad extrema es el alcance de la negación del derecho a
responsabilidad imputable al caos por el que atraviesa la nación" (pp. 1-5) la vida. La directiva secreta define la fuga al extranjero como acto de
y a cualquier otra agrupación gremial, estudiantil o política que tenga enemistad; también el pedido asilo, el ocultamiento dentro del país,
la sustracción de documentos comprometedores, resistirse a la detención
entre sus fines:
o integrar grupos de resistencia civil que afecten el normal desenvolvi-
[el] rechazo y oposición al nuevo gobierno, a través del recurso a la miento del gobierno militar (p. 9). Sobre "los individuos que intenten
resistencia civil, frentes de oposición, (u) orientar desfavorablemente penetrar en forma subrepticia a una embajada se abrirá fuego mientras
a la opinión pública en la prensa extranjera, por rumores, volantes y
todavía permanezcan afuera de los límites del predio". En el apéndice 3
panfletos, leyendas murales, actos relámpagos, correspondencia etc.,
negar colaboración al nuevo gobierno, crear una imagen desfavorable de la directiva se ordena la confección de listas de detenidos con modelos
formalizados. En el anexo 2 (inteligencia) no sólo se define al oponente.
.del nuevógobiehro, el uso del paro general por tiempo indeterminado,
paralización de los'servicios públicos, ocupación de fábricas que per- El punto 4 crinstrucciones de coordinación': establece quelos respecti-
judiquen su capacidalproductiva. vos comandantes de área elevarán el día D a la hora H+8 y luegokon una
periodicidad de 24 hs, un parte de inteligencia por el canal técnico en el
'También se convierten eh blancos del ataque militar los que partici- cual reseñarán las principales acciones producidas por el oponente desde
pen en la creación de organizaciones para la"resistencia de la clase obrera la iniciación de las operaciones".
contra el gobierno militar" y los que realicen "demandas reivindicatorias
salariales orientadas a provocar la ruptura o el entorpecimiento del nuevo La orden parcial 405/76 (restructuración de las jurisdicciones) de
orden económico, utilizando paritarias, reuniones de fábricas, marchas mayo de 1976, firmada por Roberto Eduardo Viola, jefe del EMGE,
de protesta, paros, retiro, de colaboración, trabajo a reglamento y sabo- define la zona 1 como comando de defensa frente al enemigo que ame-
taje". Todas estas acciones se consideran gravemente califiCadas si afectan naza en esta jurisdicción militar. El punto 2 del documento establece que
a erripresas multinacionales. Recurrir a la "Organización Internacional el ataque sobre la población enemiga de la ciudad de Buenos Aires estará
del Trabajo y similares con la finalidad de crear una imagen desfavorable a cargo Primer Cuerpo del Ejército con sede en el barrio de Palermo.
del gobierno militar" convierte al grupo y a sus integrantes en enemigos a El .17 de diciembre de 1976 el Jefe del EMGE, Roberto Eduardo Viola,
aprueba las reglas operativas secretas para Operaciones contra elemen-
aniquilar. En el mismo sentido se consideran:
tos subversivos, denominado RC-9-1. Estas reglas reemplazan a otras
226 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 227
establecidas en Operaciones contra fuerzas irregulares y en Operaciones berzas legales que oponérseles (...) Para graduar la violencia están las
contra la subversión urbana, emitidas por el Ejército en 1969. En la berzas de seguridad y las policiales". No sólo se establece que el poder
introducción (p. II) se define "la subversión" como "consecuencia de punitivo que se empleará contra el enemigo subversivo será ilimitado.
la ideología marxista que busca la alteración de los principios morales y las Por primera vez en una norma secreta escrita el Ejército ordena no admi-
estructuras que conforman la vida de un pueblo". El punto de vista de tir rendiciones.
los perpetradores, jefes y ejecutores ese! mismo que el de todo sacrificio
La existencia documentada de reglas jurídicas que describen conduc-
punitivo. La sociedad tiene enemigos absolutos que amenazan la exis-
tas y estados a los que se asocia pena de aniquilamiento prueba inequí-
tencia misma de la sociedad humana. Ellos o nosotros. Fuera del Campo
, vocamente la naturaleza punitiva del genocidio argentino. Quien reúne
de la guerra y contra población desarmada, los repetidos genocidios de
características del estereotipo de persecución está condenado a sufrir
la historia con estereotipos de persecución identifican el mal absoluto en
gravemente o a morir sin que la violencia pueda ser contenida en alguna
grupos enteros de la población. Según el texto: medida. Una regla introduce la orden . genocida cuando establece que
... la acción subversiva [que define al enemigo es aquella que está] el enemigo no será tratado como prisionero de guerra ni como prisio-
dirigida especialmente a la conciencia y a la moral del hombre en los nero común o político. Es decir, no se tratará al prisionero bajo ninguna
ámbitos intelectuales, económicos, políticos, religiosos y aún militares norma de derecho, ni del derecho humanitario de la guerra, ni bajo el
a través de actos de resistencia pasiva, huelgas, desórdenes callejeros, derecho internacional de los derechos humanos, tampoco según dere-
sea que abarque estudiantes secundarios, universitarios, grupos obre- chos constitucionales o legales del delincuente común. En definitiva,
ros o juventudes políticas. (p. 30) se declara al oponente amenaza humana que puede destruirse sin por
- En él se señala que "es un error pensar que la subversión militarizada ello cometer homicidio porque se cumple un deber normativo secreto.
constituye_el problema fundamental". En la página 80 se fijan las reglas En la página 109 se dispone que las 'órdenes verbales serán normales".
Así fueron las órdenes para la construcción de los campos como las
para - la selección'tle ejecutores. Sobre las características del personal
militar o seguridad para las tareas de exterminio, .se dice "la selección normas bajo las cuales funcionaron. Los traslados sistemáticos corno
las ejecuciones son registradas.
del personal y la motivación para la lucha serán los aspectos especiales a
- •
considerar en la preparación táctica, técnica, física y espiritual". Se indica Entre las órdenes verbales no pueden dejarse de mencionarse las comu-
también en el documento que se requiere para la tarea "estructuras • de nicadas por cadena nacional el 24 de mayo, el 1 de julio y el 7 de julio
organización flexibles que satisfagan en la mejor forma las exigencias de 1976. El comandante en jefe del ejército, Jorge Rafael Videla, declaró,
de la lucha contra la subversión". En la página 82 se establece el grado de en el primer mensaje, que "la lucha contra el mayor enemigo de la socie- •
violencia a emplear en el ataque: dad requiere medidas drásticas para extirpar definitivamente la subver-
... aplicaciones de poder de combate con la máxima violencia para sión". En el segundo, que "el objetivo inmediato es el aniquilamiento de
aniquilar la subVersión donde se encuentre. El ciudadano debe saber la subversión en todas sus manifestaciones". En el tercer mensaje, "el obje-
que quien cumple la ley y es honesto no será molestado, pero aplicarán tivo es la eliminación total del enemigo (...) por resultar una conspiración
todo el poder de combate a los enemigos del país. contra nuestra civilización y (encarnar) una concepción nihilista, sin Dios
ni lealtad. No se permitirá (ninguna) acción disolvente y antinacional en
- Respecto a los"enernigos del país" y a los "proclives a serlo es necesario la cultura, en los medios de comunicación, en la economía....
comprender", .según dice el texto, "que es más conveniente apoyar a las
ALEJKNDRO-ALAGTA ÑACER SUFRIR 229
228
a directiva secreta 504 del comandante en .jefe del Ejército de abril En el punto c) se establece que el medio más idóneo para obtened:la:u.-
-desta,
E-1977, Continuatita—rdeirluchatntra-la-subversión"rinerece u 'ación delos-blaneora-aniquilar-a-niveSdrbase(wnrision-crin-
carse. El documento reconoce que -militarmente- se ha producido para o cuerpos de delegados de los establecimientos fabriles o empresas) es
esa fecha el 90% de destrucción del enemigo. Pese a ello, en el punto 6 por intermedio de dirigentes gremiales que hayan dado suficientes prue-
insiste en que - la guerra contra la subversión tendrá por objeto a roda la bas de lealtad y apoyo al accionar de las fuerzas armadas. Una persona
ámbitos se convertía en blanco por la falta incondicional de fidelidad a la nueva
población... Se ordena profundizar la ofensiva militar sobre los
industrial, educacional, religioso y barrial del país (p.3). El anexo 3 de este situación creada por el Golpe de Estado. Rasgos de una particular moral
documento, denominado -operaciones en el ámbito industrial relativas a genocida aparecen en el texto. En el mismo punto, en la página 6, las
la directiva 504 para los años 1977-1978; menciona sin rodeos a -cuerpos directivas previenen contra los "escrúpulos" de empresarios que pueden
de delegados y comisiones internas" y ..estructuras de democracia sindical aprovechar en su propio beneficio la "eliminaciónde personal" indiscipli-
paralela" como objetivos de aniquilamiento. Entre las razones señala las nado. Se dispone que-las detenciones se realizarán fuera de las empresas
siguientes:- La caída del salario, los despidos por leyes de prescindibilidad y en forma más o menos simultánea y velada-. El anexo 4 de la directiva
laboral y reforma a los derechos de los trabajadores, ley 21.476, la infla- 504/77 está orientado al aniquilamiento de la subversión en el -ámbito
ción-. En este ámbito el plan de aniquilamiento define al enemigo por su educacional... Allí se expresa que, la educación ha sido objeto de una
oposición a lo que en el texto se denominan -fuerzas amigas": -Ministerio infiltración y captación ideológica en todos los niveles de la enseñanza.
de Trabajo, Ministerio de Economía, estructuras sindicales intervenidas, En el punto 1, el plan de ataque señala como -blanco- al -personal direc-
algunos elementos sindicales y empresarios en-Cuadrados en el proceso de tivo, docentes y no docentes que a través de decisiones, cátedras o charlas
reorganización nadonar. La aplicación del plan sistemático, dice el texto, difundan ideologías subversivas... Se incluyen como -blancos" también a
- s del Estado, empresarias y obreras ideológica:
busca -logr.ar estriactura las -organizaciones estudiantiles secundarias y universitarias y a quienes
mente depuradas: La operación queda a cargo de cada comando de zona utilicen bibliografía y recursos didácticos que en forma objetiva o subje-
sobre los establedMientos de cada jurisdicción. Es una de las actividades tiva sirvan para propagara, según el texto, "ideas extrañas a nuestros prin-
prioritarias en la lucha, contra la subversión - (pp. 1 y 2) ¿Qué operacio- . cipios nacionales- (punto 3b). En este sentido, se fija una consideración
nes comprende? En la página 3 se dan las siguientes directivas:•reunir especial para quienes utilicen en la enseñanza bibliografía que contenga
información sobre la situación de cada establecimiento, en particular conceptos marxistas o subversivos. Se ordenan informes sobe los títulos
sobre cl cuerpó de delegados o comisiones internas; reconocer domici- de los libros, la editorial, la materia de que se trate y el curso o estable-
lios de elementos subversivos y lugares para asegurar el desarrollo de las cimiento 'en cl qu.e se lo utiliza; y lo más importante, se exige.el nombre
operaciones; planear la forma sobre cómo se va a lograr la depuración del docente involucrado (pp. 5 y 6). El anexo 5 de la misma directiva se
marxista en las bases de las estructuras sindicales. ¿Cómo se ejecutan ocupa del ámbito religioso... En el punto 1.c, se identifica a una corriente
estas operaciones? En la página 4 se ordena a los comandantes de zonas de sacerdotes progresistas -enrolados con el enemigo". En la página 2 se
"erradicar los elementos subversivos empleando el método que resulte dice que-la lucha contra la subversión de los elementos del clero Se desa-
más conveniente para el éxito de las operaciones de aniquilamiento de la rrollará con mucho tacto-. Otro anexo 5 de la misma directiva está dedi-
subversión, como neutralizar las posibles reacciones por los métodos ele- cado a la orientación del plan sistemático sobre los barrios. Describe a
gidos". En la página 5 -sobre las pautas" a seguir, se señala que la cantidad un enemigo que se afianza a partir de las insatisfacciones y frustraciones
de-blancos- seleccionados estará en función de los medios disponibles. del barrio. Los objetivos son los clubes, agrupamientos o asociaciones,
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 231
230
grupos cristianos, asociaciones de familiares de presos políticos, peñas Cuando una puerta se derribaba con estas palabras una nueva víctima
folclóricas o culturales. La misión sobre este sector se prescribe en la caía al pozo concentracionario. El anexo 5 define a la subversión como
página 2: "el ejército accionará selectivamente sobre las organizaciones fenómeno de naturaleza ideológica. El apéndice 4 de este anexo dispone
religiosas, culturales, deportivas de fomento y otros nucleamientos de que a los desertores se les garantice el derecho a la vida. El apéndice 5
tipip barrial y erradicará los elementos subversivos': cambia el lenguaje de diferenciación del grupo enemigo por otro vacío de
garantías humanitarias. No debe ser utilizada la palabra:guerra", ninguerra
La orden secreta de operaciones 9/77, de junio de 1977, aporta ele- revolucionaria': ni la palabra "insurgencia" para referirse a la subversión.
mentos importantes para conocer el plan de exterminio en la zo.na 1. Tampoco "guerrillero" ni "revolucionario". El apéndice 7 ordena "velar las
En la página 3 se dispone una orden de "destrucción integral" del opo- operaciones al máximo (...) ante la opinión pública e internacional por
nente en esta zona. Se aconseja la conveniencia de un "replanteo de los la inconveniencia de su reconocimiento". Se dispone caracterizar públi-
métodos y procedimientos hacia objetivos más precisos': Se mencionan camente a las víctimas corno "delincuentes subversivos': "extranjerizantes"
dos: el ámbito laboral y educacional. En el punto 3.d se ordena que las y"materialistas (...) que buscan la destrucción del país, la disolución de la
"operaciones encubiertas deberán procurar mayor precisión" a fin de evi- familia y la negación de Dios" (p. 3). Los medios de comunicación escrita
tar una imagen de abuso si la población experimenta la sensación de ser masiva adoptan este lenguaje, excepto contadas excepciones9.
objeto de ataque por error. En esta orden de batalla, las fases de la ope-
ración de exterminio se señalan de la siguiente manera: "se intensificará La directiva secreta 604/79 "Continuación de la lucha contra la sub-
la producción de información e inteligencia" y se "destruirá sistemática- versión", firmada por el General Cristino Nicolaides en mayo de 1979,
mente y sin solución de continuidad el enemigo a través de la acción declara en la página 2 que -el proceso de reorganización nacional posibi-
militar directa:" (punto 2). El anexo 3 está dedicado a las órdenes para litó una contundente victoria militar (...) pero este éxito no fue acompa-
la inteligencia 'militar; a tal fin se pide en la página 61a - 4eterminación ñado por la 'normalización' de los ámbitos considerados prioritarios, en
dé blancos en el ámbito estudiantil y fabril". Este documento identifica especial, por el 'desprestigio del proceso de reorganización nacional en el
"blancos planeados"‘Como los que se fijan del resultado de una valoración exterior'. En la página 10 de la directiva se hace la enumeración de los
y proceso de la información disponible y los "blancos de oportunidad" nuevos blancos a ejecutar por la jurisdicción a cargo del general Suárez
como aquellos que deben ejecutarse tan rápido como sea posible. Orga- Mason: La Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Asamblea
niza un sistema.de fichas del "blanco" a cargo de la subzona, con siglas y Permanente por los Derechos Humanos, el Movimiento Ecuménico
números. Asimismo, la directiva establece quenel elemento ejecutor debe por los Derechos Humanos, Movimiento Madres de Plaza de Mayo,
elevar informe", pero se ordena que "no deben sacarse copias, ni guar- Comisión de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones
darse archivos del blanco". Esta norma de batalla condene reglas precisas Políticas, el Servicio de Paz rjusticia y el Centro de Estudios Legales y
para resolver conflictos de jurisdicciones que pudieran plantearse en la Sociales. Se los identifica como nuevo enemigo según el texto (p. 13) por
ejecución del ataque. Por ejemplo, establece que si el "blanco" se encuen- "desestabilizar al gobierno nacional para reemplazarlo por un gobierno
tra en ejecución de otra subzona, el informe del blanco deberá contener de izquierda o centro izquierda que revise lo actuado en la lucha con-
un -formulario de requerimiento de área libre" para operar (la cuadra o tra la subversión". El documento considera "problemática" la cuestión
4
la manzana correspondiente al lugar donde operará el grupo de tareas
y las cuadras adyacentes. El área libre se concede por tres horas). Esta 9 BLAUSTEIN, E. y ZUBIETA, M., Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el proceso,
orden fijó que los operativos se hacen en nombre de "fuerzas conjuntas': ob. cit., p. 63 y ss.
IA-G-ER.-SdfRIR —1-35
ALEJANDRO ALAGIA
232
Armadas. En la página 3 se ordena la infiltración de estas organizaciones
_ —dc4os4erechos_humanosaA!naJ se identifica esta demanda para-aétudizar-vegisrn,s-de'inrz my. y lelictioraiirados y bajo -control
con una campana anuargentina. En el punto 7 se-califica esta-conducta los-elementos conocidos" Reaparece en las órdenes la pala bra"neutralizati
como grave peligro para el proceso de reorganización nacional. El docu- que con el Golpe los militares habían reemplazado por la de -aniquilar':
mento tiene un anexo 4 donde actualiza las reglas del plan sistemático En la página 14 se dice que -la subversión puede no mostrarse pero
de ataque sobre el ámbito económico y laboral y donde reitera directivas siempre existe': El anexo 5 (-de acción psicológica-) increíblemente des-
para "completar la depuración ideológica- (p. 2). En el anexo 5, referido cribe en 1983, a pocos meses de terminar la dictadura, los mismos sig-
al "ámbito educativo'; se ordena "mantener y acrecentar las acciones de nos de frustración que había en la población antes del Golpe de Estado.
depuración ideológica marxista o de connotaciones marxistas-. El anexo 6 Sentimientos y creencias a los que los genocidas de toda estirpe y época
se ocupa de los subversivos que se encuentren en la administración apelan para justificar la destrucción del grupo humano identificado por
pública. El anexo 7, -ámbito religioso"; ordena detectar elementos reli- los mismos perpetradores como la causa de ese peligroso estado social.
giosos de corrientes progresistas radicalizados, favorables a la prédica Descreimiento y sentimientos de incertidumbre y desconfianza que van
y_ acción de grupos marxistas en colegios e instituciones educacionales, desde "la apatía hasta las manifestaciones violentas con motivo del dete-
asistenciales y culturales. El anexo 9 vuelve sobre la definición del grupo rioro económico, la corrupción administrativa, la derrota de la guerra, las
a exterminar como aquel que "conquistalas mentes de la población a la denuncias sobre responsabilidad de los mandos militares sobre desapa-
que busca dominar (...) con vistas a destruir los valores de la sociedad-. recidos y víctimas de la lucha contra la subversión" (p. 1).
En la página 2 se mencionan, en claro enfrentarniento con el proceso
de reorganización nacional, a sindicatos; partidos políticos, al "segmento Si se califica este cuerpo normativo como legislación penal anrisub-
inrelectuar en los' que puede detectarse 'posturas de clara inclinación versiva o código penal antisubversivo, se precipita una lluvia de objecio-
marxista". La comunicación social del plan de exterminio está contenida nes académicas; quizá la más leve sea la rudimentaria técnica legislativa
en el anexo 10: Muí se ordena neutralizar y corregir las desviaciones y empleada, muy inferior en este aspecto a cualquiera de los primeros esta-
secuelas negativas de la lucha contra el enemigo subversivo. En la página 6 dos de la historia. Pero al tratarse de leyes penales secretas que no están
se ordena disponer de. todos los medios para "humanizar la imagen de destinadas para uso regular del castigo público en el que intervienen ope-
la institución ante la población general': Esta directiva tiene apéndices': radores del sistema formal de justicia, no hay motivo para detenerse en la
•
crítica formal de estos documentos punitivos. La naturaleza secreta y el
el 2 establece lo siguiente:
hermetismo que rodeó su cumplimiento las privó del orden ylsistemati-
... la guerra continuará para aniquilar la subversión en todos los ámbi-
cidad a los que están llamadas la técnica legislativa y la doctrina jurídica.
• tos, pero en especial eh el cultura (...) el marxismo, haciendo uso de
La clandestinidad normativa también determinó la de los-procedimien-
la libertad de los países democráticos, defiende ideas que socavan la
tos punitivos, pero nunca el secrerismo legal puede borrar el contenido
moral del pueblo para destruir al hombre y la sociedad, traiciona valo-
punitivo de una norma. No sólo describen clases de acciones, como lo
res nacionales y atenta contra las puras tradiciones.
hace cualquier código penal, y determinan un castigo; además estable-
Sobre el final de la dictadura la directiva 704 de 1983 considera cen un procedimiento reglado con cierto grado de formalización para
inevitable el proceso de democratización del país. Aun así identifican la detención, interrogatorio, tortura y ejecución del blanco. También en
al enemigo subversivo y marxista, para esta etapa, en las organizaciones ellas se establece una doctrina de la pena. De estar en lo cierto Zaffaropi
de-derechos humanos. Las fuerzas amigas se identifican en las Fuerzas en hacer del El martillo de las brujas de Kramer y Sprenger objeto de
t.
234 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 235
conocimiento dela -ciencia penal.; merecerían igual tratamiento las órde- Es en el secret smo normativo donde puede hallarse una diferencia
nes sacrificiales contra enfermos mentales e incorregibles bajo el nacio- notoria entre los casi quinientos años que separan a la inquisición
nalsocialismo alemán o las directivas de exterminio del ejército argentino. moderna con la del presente. Por lo demás, las semejanzas del sacrifi-
cio punitivo permanecen inalteradas. a) Maximización de una amenaza
En el primer caso el texto persecutorio de los inquisidores dominicos
criminal: delito de brujería, asociación de la "raza- judía con la crimi-
fue un verdadero best setter con veintinueve ediciones desde 1487 y 1669, nalidad habitual12, delincuente subversivo, incorregibles o delincuencia
lo que indicaría que el teatro sacrificial también puede ser eminentemente
por"conducción de vida"; b) Calificación del delincuente como enemigo
público si hay condiciones para ello. En cambio, el secretismo es regla en'
absoluto porque representa una amenaza radical para la sociedad en el
otras situaciones, como es el caso del programa de eliminación punitiva
imaginario del perpetrador;. c) Declaración de una emergencia y males-
mediante gaseado de enfermos y débiles mentales por el Euthanasiepro -
tar social de tal naturaleza que la pena sacrificial siempre es capital;
gramm für unbeilbaren kranken, aplicado en Alemania entre inicios de d) Naturalización de la idea sacrificial por la que alguien o un grupo
1940 y agosto de 1941, conocido por su nombre cifrado "Aktion T-4"
humano entero tiene que perecer para que la sociedad viva; e) Selectivi-
por la villa alemana de Tiegartenstrasse 4 de Berlín. Se sabe que Hitler
dad sacrificial por vulnerabilidad de personas o grupos en relación con
dispuso no dar forma legal explícita para estas ejecuciones ni para los
el poder punitivo; f) Belicismo discursivo y "guerra sin cuartel- que no
sacrificios de judíos, gitanos, comunistas y antisociales en Europa occi-
admite rendiciones; al enemigo absoluto no se le reconoce derechos de
dental y oriental, en los que Himmler, a principios de 1941, usó los ser-
prisionero de guerra ni de delincuente común; y g) Efecto contagioso
vicios de gasificación del T-4 contra"el lastre almacenado" en el conjunto
de los delitos que se atribuyen. La lista puede hacerse más extensa hasta
del sistema concentracionario. En cualquier caso, los nazis no dejaron
abarcar el empleo sistemático del suplicio, la corrupción y enriqueci-
rastros de normas penales escritas de exterminio. Sólo se conocen cartas
miento de los perpetradores con bienes de las víctimas, el reforzamiento
de jerarcas de las que se puede deducir la existencia de órdenes sacrifi-
de prejuicios sociales a través de la creación de estereotipos alucinados
ciales verbales para la cuestión judía como para la eutanasia radical con-
representativos de un mal absoluto. A la vez, estos textos son también de
tra enfermos mentales. En 1941, seis semanas después del ataque contra
doctrina, porque describen una Función para el castigo que en muy poco
la Unión Soviética, Hermann Goring escribió una carta a Reinhard
difiere con la legitimación del castigo en general de la filosofía clásica y
Heydrich donde le encomendaba a este último proceder a la "solución
de la retribución penal. En ambos casos se evoca una sociedad en peligro
final" del problema judío en Europam. Otra carta es la que permite pro-
de disolución por la conducta subversiva y la pena como refundación
bar la existencia de una orden punitiva verbal para el caso del programa
social o afirmación de una autoridad. Alguien tiene que sufrir o perecer
T-4 contra enfermos mentales". Eh el caso argentino, en cambio, por
para que exista sociedad. Ésta es la insignia por la que se reconoce todo
decreto secreto 2726 de 1983 el último dictador Reynaldo Bignone
sacrificio punitivo.
ordena la destrucción de todos los documentos relativos a la "lucha
Contra la subversión...
4. Delito y pena eh la masacre estatal Las definiciones sobre el genocidio tienen algunos puntos en común.
PrrranTricefralk
i foras-st.3-elgproLizlinr~le
u erter
!eir
No hay otro caso en el derecho penal en que un evento sacrificial como minio masivo unilateral en-grqrm Estado intenta destruir aun grupo
el que se describe sea a la vez pena y delito. Las resistencias del derecho en tanto dicho grupo y sus miembros son definidos por el perpetrador.
penal para incluir al genocidio como parre del repertorio de penalidad Israel Charny" lo define como exterminio masivo de un número sus-
pública son bien conocidas. Incluir al genocidio como sacrificio punitivo tancial de seres humanos, perpetrado fuera del curso de acciones mili-
de un grupo humano definido para que la sociedad exista constituye para tares contra un enemigo declarado bajo condiciones de indefensión y
la academia penal una gigantesca herida al amor propio dificil de digerir abandono de las víctimas. En el mismo sentido, Helen Fein" afirma que
'porque llevaría a reconocer en los fundamentos de la pena genocida el es la acción sostenida e intencionada llevada a cabo para destruir fisica-
fundamento de la penalidad en general. El derecho penal vive a cuenta de mente una colectividad a pesar de la rendición o ausencia de amenaza
un Principio que no puede alterar al precio de perder su base de susten- por parte de la víctima. Jacques Sémelin considera al genocidio como un
tación: a falca de pena mi hay sociedad posible. La resistencia a tratar el proceso particular de destrucción de civiles que apunta a la total erra-
genocidio como clase de pena resulta un total contrasentido si al castigo dicación de una colectividad con criterios de selección definidos por el
en general se lo legitima en sociedad como recurso para su pacificación y agresor". Mark Levenen considera que esta experiencia ocurre cuando
evitación de la anarquía. un Estado, percibiéndose amenatado por un grupo de población, busca
reniediar la situación a través de la eliminación sistemática hasta que deje
En otra parte se indicó que la alucinación que identifica castigo de 'ser percibida como una amenaza. Daniel FeiersteinIg opina que la
público con evitación de la anarquía y el caos social partía de falsas imá- práctica genocida es una tecnología de poder cuyo objetivo radica en
genes antropológicas de época que todavía dominan en el derecho Penal. la destrucción de las relaciones sociales de autonomía, cooperación y
Pero estas visiones no se agotan en la pena ni en la figura del criminal de la identidad de una sociedad por medio del aniquilamiento de una
abs,oluto. Otras'imágenes antropológicas de la misma naturaleza etno- fracción relevante de esa sociedad, sea por su número o por los efectos
céntricas.explicaríaiNa resistencia a la aplicación del delito de genocidio del terror en sus prácticas, para el establecimiento de nuevas relaciones
a los excepcionales caS.01 que en la adtualidad se siguen contra perpe-
ttadores de masacres estatales. Uno de los problemas que más llamó la
atención . de la sociología y antropología fue la de establecer si la clasifi-
cación de la población humana en grupos raciales, étnicos, religiosos y 14 !bid., p. 48.
nacionales, como lo hace el artículo II de la Convención de 1948, es el 14 CHARNY, I. W., "Toward a Generic Definir:ion of Genocide", en ANDREOPOULOS,
resultado de una invención imaginaria de la autoridad o, por el contrario, G. J. (cd.), Genocide: Conceptual and Historial Dimensions, ob. cir, p. 64.
si existe objetivamente en la realidad propiedades naturales de algún cipo 15 FE,.., H.. 'Genocide, terror, Efe integrity and war crimc: che case for discrimina-
tion", en ANDREOPOULOS,G.J.(ed.), Genocide: Conceptual and Historial Dimcnsions,
que definñ a esos grupos como entidades humanas diferentes unas de ob. cit., p. 95.
otras. Por lo general, los más graves errores en la calificación de delitos
16 SEmeuN, J.:Gertocidio", ob. cit., p.75 y ss.
de derecho internacional se comenten cuando se ignoran conclusiones
17 LEVENE, M., "El rostro cambiante de la matanza masiva: masacre, genocidio y
• aceptadas mayoritariarnente por las ciencias sociales en relación con lo posrgenocidio", ob. cit.
que debe considerarse grupo nacional, étnico, racial o religioso. 14 FEIERSTEIN, D., El genocidio como práctica social. Entre el nazismo y la experiencia -
argentina, ob. cit., p. 83.
HACER SUFRIR 239
238 ALEJANDRO ALAGIA
sociales y modelos identitarios diferentes a los representados por los gru- razón de que siempre cabe encontrar excepciones y anomalías para que
pos definidos por los perpetradores como enemigos. un grupo humano pueda convertirse en nación o porque aquellos que lo
son no encajan en tales criterios objetivos. ¿Hay otros criterios? La alter-
Pese a que en ninguna de las definiciones se hace una asociación nativa a una definición objetiva es un concepto de nacionalidad basado
con el trato punitivo, en todas se reconoce que es la autoridad la que en criterios subjetivos. Pero el vOluntarismo tampoco lleva a ninguna
construye el estereotipo de enemistad absoluta del infractor contra la parre. Porque bastaría para constituir una nacionalidad sólo la volun-
sociedad. Sin embargo, por extraño que parezca, tanto la doctrina penal tad de serlo. Insistir en la conciencia o en la elección como criterio de
internacional como la mayor parte de la jurisprudencia de tribunales la: condición de una nacionalidad es subordinar insensatamente a una
que juzgan masacres estatales entienden que para que exista el delito de sola opción las complejas y múltiples maneras en que los .seres huma-
genocidio las víctimas tienen que pertenecer a grupos que no existen nos se definen y redefinen sí mismos como miembros de un grupo,
en la realidad objetiva. Como da cuenta la antropología de mediados del sea esta una identificación nacional, racial, étnica o religiosa. Existe otra
siglo XX, el caso extremo es el del grupo racial. Recuérdese que fueron alternativa más segura, que increíblemente los juristas no siguen. No hay
las leyes Nuremberg, promovidas por Hitler y aprobadas en el Reichstag ley constitucional que no defina a la nacionalidad como una comunidad
en, 1935, las que finalmente determinan quién pertenece a la "raza judía". imaginaria, como resultado de la construcción de ese poder que es el
Al grupo nacional, que es el que presenta menos problemas para su defi- Estado, con capacidad para instituirla. Por ello la nación imaginaria sólo
nición desde el punto de vista jurídico, se lo identifica con el contenido puede identificarse a posteriori del proceso de formación del Estado y
del grupo étnico. No son menores, tampoco, los problemas para definir su constitución política. El uso del lenguaje también registra esta orien-
la existencia objetiva de un grupo religioso. En todos los casos se pasa tación20. El Diccionario de la Real Academia Española en su desarrollo
por alto que todci trato punitivo exige previamente la definición, por histórico no registra el término nación antes de su edición de 1884.
parte de la autoridad y su doctrina, de un enemigo ocasional o absoluto. En fecha anterior "nación" significaba "la colección de habitantes en
El enemigo de la-autoridad siempre es una invención y su estereotipo una alguna provincia, país o reino". Pero a partir de aquel año se comenzó
"realidad" en cabeza de perpetradores, juristas o predicadores mediáticos. a definir como "estado o cuerpo político que reconoce un centro común
En el período 196821998 las investigaciones sobre el concepto de de gobierno" y también como "territorio que comprende a sul individuos
grupo nacional son mayores que las de cualquier período anterior. Pese tomados en conjunto", es decir, la nación es el conjunto de habitantes
a ello, en todas se reconoce la dificultad de descubrir un criterio satisfac- de un país regido por el mismo gobierno. El New Englisb Dictionary de
torio que permita decidir cuál de las numerosas características humanas 1908 señala que el uso reciente recalca el concepto de unidad e indepen-
debería etiquetarse como nacionaP9. Se ha intentado hacerlo mediante dencia política más que cualquier consideración étnica. Este es el con-
criterios vinculados a la lengua o la etnicidad, o una combinación de ellos cepto de nación que aparece con las revoluciones liberales de fines del
con el territorio común, la historia común, rasgos culturales o lo que siglo XVIII y que perdura en toda la tradición jurídica posterior hasta la
fuera. Pero todas estas definiciones objetivas han fracasado por la sencilla fecha. Porque, prescindiendo de cualquier otra cosa que fuera una nación,
nunca falta el elemento de ciudadanía en sentido amplio, es decir, el de
19 Hoossawm, E., Naciones y Nacionalismos desde 1780, ob. cit., p. 12 'y SS.; ANDER-
SON,13., Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del naciona- " Ibíd., p. 23 y SS.; WILLIAMS, R., Palabras claves. Un vocabulario de la cultura y la
lismo, ob. cit., p. 200. sociedad, ob. cit., p. 230.
=. 240
241
1 1habuanu subuidmado a esa ju on po i ica punitiva. a nsti- la de Francis Galton en el siglo XIX, de que la exogamia que practican
alción Nacional argentina no hace depender la nacionalidad ni de_la los-pueblos inferi res-es A-.111zel-eirdempneracioride
lengua ni de ningún otro-eltmento-culturahNo puede ser de otro modo.
superiores y de la ruina de la sociedad dirigida por ellos22. La idea --
Cuando se sanciona la Declaración de Derechos francesa de 1795 pocos
reinante en círculos universitarios y gubernamentales antes de la Segunda
eran los que hablaban esa lengua. El caso más ex'cremo fue el de la nación
Guerra Mundial era que el bienestar y la salud de la población se debían
italiana, donde sólo el 2,5% de la población usaba el idioma oficial en la
asegurar mediante el cuidado de la pureza racial, impidiendo la dege-
vida cotidiana. En conclusión, no hay razón para considerar la lengua
neración hereditaria. Todo genocidio sacrificial es una radicalización
o algún otro criterio cultural como pauta objetiva para identificar al
eugenésica de la autoridad para que viva la sociedad con lo mejor de su
grupo nacional de la Convención de 1948.
población. A partir del enorme trabajo del antropólogo norteamericano
¿Pasa lo mismo con los criterios etnográficos? Éstos casi siempre Franz Boas en el año 1950, los miembros de la Asociación Norteame-
están relacionados con las fuentes extremadamente poco confiables de ricana de Antropología sugirieron abandonar por completo el término
origen y descendencia común entre los miembros del grupo. Hasta bien "raza": Es falso que la identidad racial de un individuo esté determinada
entrado el siglo XX, el criterio político etnográfico de parentesco, sangre por su ascendencia biológica. La construcción de una identidad racial es
y cultura común fue la idea más poderosa para unir lo que está separado. siempre arbitraria: si el padrees negro y la madre blanca, todos los niños
Es la antropología posterior la que hace notar la invariable heterogeneidad que tengan juntos serán identificados socialmente como negros, cuando
de las poblaciones humanas. La imposibilidad de reivindicar un origen la realidad biológica determina que se heredan la mitad de los núcleos
y etnicidad comunes, como lo quiere el viejo y nuevo racismo, supondría celulares del padre y la otra mitad de la madre23.
ignorar los permanentes flujos migratorios de la historia. Cuesta creer
Existe un consenso generalizado en los estudios sobre genocidio en
qué- Se Confiliiida lo na.cidnal con 15 étnico en tantas sentencias Pehales22.
que uno de los momentos de su compleja trama pertenece a la definición
El falso razonamiento puede sintetizarse en lo siguiente: el grupo
de enemigo que hace el perpetrador. Se lo califica de extraño, extranjero,
huinatio afeitadOppr crímenes masivos no es un grupo nacional porque
ajeno al propio territorio o a la ciudadanía. Este momento del genoci-
"las víctimas son dela.misma nacionalidad que la de los perpetradores"; dio es el de la inhumanización, de estigmatización o la de
conitrucción del
aunque desde el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya estereotipo de persecución, como lo llama René Girard en su investigación
en el Caso Nottebohm de '1955 se establece que para q -u
-c eXista-grulid sobre el chivo expiatorio. Esto es muy claro desde el punto de vista lin-
nacional no se requiere ni cultura común, ni lengua u orígenes o antepa- , güístico: los. nazis llamaron ratas a los judíos, el ejército turco
gusanos
sados compartidos. Es decir:el grupo nacional se define únicamente por a los armenios, los taitas llamaron cucarachas a los tutsis y en nuestro
el deber de sumisión de un habitante a la soberanía de. un Estado. país la dictadura calificó la subversión como virus o germen patógeno que
Naturalmente, la Convención de 1948 también debe considerarse debía ser extirpado del organismo social. ¿Por qué entonces la misma
como un repudip universal a la clasificación política y científica de la Convención de 1948 para la prevención y sanción del delito de genoci- ,
especie humana en razas superiores e inferiores y a la afirmación, como dio recaería nuevamente en un concepto sin sentido? La razón .es bien
21 ALAGIA, A., -Día 15; hora "Er: crímenes masivos cometidos en Argentina 22 HAR.R.is, M., Teoría sobre la cultura en la época posknoderna, ob. cit., p. 68.
(1-976-1983) ob. cit. p. 81 y ss. • 23 lbíd.. pp. 69-75.
242 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 243
simple, de cautela como dice Harris, -si debe mantenerse la categoría de basadas en consideraciones raciales, étnicas, sociales o políticas. Que los
raza es porque es real únicamente en el imaginario de los perpetradores"24. perpetradores argentinos participaron en un plan de aniquilamiento de
Negarla lo único que haría es ignorar o subestimar el peligro de nuevas un grupo humano nacional no es ni remotamente novedoso25. El Tri-
tragedias humanas. Puede parecer increíble que estas categorías de cla- bunal Internacional para la ex Yugoslavia, en el caso The Prosecutor vs.
sificación no existan en la naturaleza humana y sin embargo por ellas Goran Jelisic, llegó a la misma conclusión: las definiciones de los gru-
se haya cegado y marcado la vida de millones de personas. Pero que no pos mencionados en el artículo II de la Convención de 1948 siempre
existan en el registro natural o biológico no significa que no tengan regis- son arbitrarias de los perpetradores. El Tribunal Internacional para
tro imaginario en lo político, como lo prueban los crímenes de masas Rwanda, en el caso Akayesu, sostuvo que a los efectos de la aplicación
cometidos en todo el siglo pasado. Para los perpetradores argentinos la de la Convención de 1948 debe considerarse grupo nacional a todo con-
nacionalidad como ciudadanía amplia sólo era compatible con valores junto de personas que comparten lazos legales basados en la ciudadanía
"occidentales y cristianos" que las órdenes secretas de aniquilamiento en sentido amplio. También esta sentencia, invocando la intención de
establecieron. Por ello la vida del grupo nacional aniquilado o afectado los redactores del documento, fijó el criterio de que los grupos protegi-
gravemente fue para los perpetradores indigna de ser vivida. Las órdenes de dos no deben limitarse a los enumerados sino que debe entenderse que
aniquilamiento dividieron a la población nacional entre ciudadanos dig- se encuentran protegidos todos los grupos que tengan la característica
nos de serlo y otros dedarados sin valor de vida, identificándoselos con el de estabilidad y permanencia. Nunca puede faltar el recurso a los datos
cáncer, la infiltración venenosa o con un tumor social que se hace nece- sociales para la interpretación de un texto legal. Por ello también comete
sario extirpar. Los miembros de este grupo nacional quedan reducidos, crimen de genocidio la autoridad que ejecuta un plan de exterminio con-
por órdenes secretas de aniquilamiento, a grupo sacrificable al que se tra enfermos mentales, pobres en situación de calle, jóvenes infractores
puede asesinar sin cometer homicidio en beneficio de la sociedad y para o reincidentes o extranjeros que habitan el país. Cualquiera sea -la cate-
que ésta viva. -, goría de personas declarada sin valor de vida por la autoridad y mientras
En definitiva, pensar el genocidio desde las ciencias sociales pro- se encuentren bajo soberanía del Estado, la ejecución sacrificial deberá
porciona al jurista y a.,los jueces una invalorable orientación. Desde la considerarse como crimen genocida.
Convención de 1948 se ayanzó lo suficiente para insistir en que no hay Rara vez delito y pena tienen igual contenido. Es un hecho extraor-
grupos raciales, étnicos e incluso religiosos que puedan fundar los reque- dinario que merece atención. Sólo recientemente voces aisladas de la
rimientos típicos del delito de genocidio desde un punto de vista estric- criminología reconocen en los crímenes masivos una manifestación
tamente objetivo, porque en todo caso la única categoría que podría de poder punitivo26. Podría decirse que comienza el fin del reinado de
admitirse en las ciencias sociales es la de pluriculturalidad. La vida social
de los últimos doscientos años tiende a disolver viejas identidades artifi-
25Lo mismo ocurre en otras matanzas, como en Guatemala donde, independien-
ciales y crear otras nuevas, como la de clase o género, o como la más gene-
temente de si los perpetradores tuvieron intención de aniquilar al pueblo maya en
ral de todas, la de nacionalidad en tanto ciudadanía en sentido amplio, cuanto tal o por "subversivos", la parte de población afectada pertenece al grupo
que- desde 1789 confronta con las versiones más radicalmente restrictivas nacional identificado como enemigo absoluto; sobre ello, SANFORD, V, Violencia
y genocidio en Guatemala, Guatemala, ob. cit., p. 41. Un panorama internacional,
FOLGUEIRO, H.; FILIPPINI, L. y PARENTI, P., LOS crímenes contra /a humanidad y el
genocidio en el derecho internacional, ob. cit., pp. 215 y 229.
24 - IbicL 26 ZAPEARON', E., La palabra de los muertos, ob. cit., p. 489.
-17 —244 - AL/4 -NDRO-ArAGIA- HACER SUFRIR' — 245
la idea de que la pena ilegal no es pena y que escapa al objeto de estudio prisionizada y en tanto pena —que se obliga a padecer jnra bien de la
• e ladoctrina,penaLyia_ciencia,crimintlórgl,mundo -de representa?_ socirdff.17flerente_nitn .sentido-ni tjecución.a cua 'quiero tro
ciones políticas que fundan el castigo se derrumba cuando las prácticas trato sacrificial. Esta institucionalización masiva de prisioneros se acepta
genocidas se emparentan con el castigo en general. Cuando la autoridad como natural, o poco menos que ordinaria, y en verdad constituye una
destruye parte de la población para que la sociedad exista no hace otra penalidad que no cuenta con más de dos siglos de antigüedad. El derecho
cosa que volver a los fundamentos de la pena para todo delito común 27; penal rápidamente la asoció con un castigo cuyo contenido de mal está
no a la de una pena en particular sino al castigo como institución que unilateralmente ligado a la privación de la libertad ambulatoria que huma-
separa sociedad humana de la imagen terrorífica de anarquía salvaje. En niza sacrificios patibularios de la penalidad clásica, aunque bien pronto
la actualidad conviven estas dos visiones antagónicas: la de una antropo- se verificó que el encierro coricentracionario constituía un trato fisica y
logía política que describe sociedades humanas sin ley penal y otra donde psicológicamente aflictivo. Esto llevó a los primeros severos cuestiona-
doctrina penal y política ven en ello únicamente antisociedad y guerra de mientos y a proyectos de reforma para la supresión de los tratos crueles
todos contra todos. Por el psicoanálisis conocemos la función pacifica- y degradantes". Los cambios estaban destinados al fracaso y se constató,
dora de una ilusión, pero también su carácter sustitutivo de la realidad y desde el mismo momento en que la prisión se generaliza a principios del
sus peligros. El genocidio también permite especular que en toda pena siglo XX, que el encierro concentracionario, lejos de normalizar crimi-
convive una razón determinante para el sacrificio humano: alguien tiene nales, está dotado de un efecto dettriorante y reproduttor de violencia.
que morir para que la sociedad viva. De allí el carácter de horno sacer del Lejos de desaparecer se mantuvo, convirtiéndose en la columna verte-
enemigo interno, ocasional, relativo o absoluto. El compromiso ambi- bral del castigo moderno y en modelo de experiencias concentracion arias
valente del liberalismo penal con los ideales de la pena, y a la vez con >su de exterminio. Las penas cortas de encierro fueron las primeras en ser
regulación, puede explicarse en esa contradicción. Es siempre el mismo objeto de crítica desde el primer congreso penitenciario internacional de
derecho penal de autor donde el principio liberal la necesidad no conoce Londres de 1872, desatando una crítica unánime a lo largo de todo
ley se radicaliza ektlerecho penal del enemigo. el siglo XX29. Su efecto se agravó por el aumento de prisionización
de población vulnerable en todo el mundo, especialmente a partir de
fines del siglo XX en los Estados Unidos y Rusia."
5. Encierro sacrificial Con motivo del fenómeno de inversión del sistema penitenciario, par-
ticularmente grave es la situación de América Latina, donde predomina
Para el enemigo interno relativo la sociedad industrial y de masas creó el número de presos sintondena sobre el de condenados, lo que no deja
la institución total de secuestro. El poder punitivo utiliza múltiples limi- de producir motines seguidos de muerte y ejecuciones. La tendencia va
taciones a la libertad ambulatoria, pero la más aflictiva entre todas es
la prisión. Por los graves padecimientos que produce sobre la 'población
por el crimen. Esta idea nunca desapareció del paradigma del derecho Durante el auge positivista en Europa y en la mayor parte de Amé-
pena 7,13ffserálirifibie la perra inevinble -que escren-la-barde-totba=12 rica L-atina durantaines-del-siglo-XIXtda-primera-mitad-clel -siguiente,
doctrina penal _dominante. Lo radicalmente novedoso es que la idea . — e
d' quiso verse al castigo por fuera de todo contenido punitivo y en favor de
retribución como fin en sí mismo encuentra en la doctrina de la preven- una nueva tecnología terapéutica individual o social. Se denunció a la
ción general positiva el mejor interlocutor para volver al ruedo con otra retribución corno pura metafísica olvidando que la pena le debe más
utilidad: la de hacer creer que la pena, sin importar que evite delitos futuros a las invenciones irracionales del espíritu humano que a cualquier utili-
ni reforme criminales, igualmente es un bien para todos porque sin hacer dad que quiera esperarse de ella en beneficio de la sociedad. El sueño del
sufrir al criminal la sociedad puede deslizarse al caos o a la guerra de todos positivismo, del que' noera ajeno tampoco el pensamiento penal conser-
contra todos. La prevención general positiva como retribución resume el vador para aquellos infractores habituales e incorregibles, fue reemplazar
mito de la pena inevitable para que la sociedad exista. castigo fundado en injusto culpable por medidas de seguridad y encierro
Como lo que se quiere para la pena no coincide con lo que la pena terapéutico en función, únicamente, de un estado peligroso sin delito. Se
propone remplazar pena por medida de seguridad y delito por estado
hace en la realidad, la función punitiva deja ver únicamente el mal que
se obliga a sufrir y muy poco o casi nada de la necesidad del castigo. peligroso o pronóstico de peligrosidad, porque la sociedad de castigo es
incompatible con la idea de progreso y de ciencia aplicada a los conflictos
La "necesidad" de la pena se introduce por vía del mito de su inevitabi-
sociales. El punto de vista cientificista frente al metafísico para la expli-
lidad para que la sociedad exista, que la doctrina de la retribución hace
cación de las causas del crimen y de la delincuencia fue un gran factor de
explícito. En la civilización punitiva no está primero la retribución por-
que así parezca deducirse de los más antiguos textos talionales. Tam- entusiasmo con el que se creyó, por fin, enterrar para siempre las viejas
ideas de delito y pena como supersticiones de un pasado premoderno.
bién desde muy temprano las sociedades de .Estado conocieron ideas
Pero el programa positivista fue tan radical que no sólo resultó irreali-
preventivas y.resocializadoras para el castigo: No obstante, tendrán
que pasar más dedos milenios para que la sociedad industrial despliegue zable para cualquier gobierno en situaciones normales, sino que en_ su
dispositivos institticionales de poder punitivo, impulsados por ideales de versión fuertemente racista y ante la emergencia punitiva desembocó en
verdaderas masacres estatales que dejarán su marca de barbarie sacrificial
progreso y dominio ¿'obre la naturaleza, que pongan en segundo plano
las ideas metafisicas de 'retribución. Pero no hay que confundirse: en la a lo largo de codo el siglo XX.
historia del poder punitivo nunca dejaron de coexistir todas las combi- Puede llegarse a una imagen equivocada de la verdadera influencia
naciones imaginables para atribuir a la pena una función positiva en la del positivismo peligrosista, si sólo se tiene en cuenta su influencia cul-
sociedad; más aún, a la propia doctrina retributiva o de merecimiento tural en medios doctrinarios jurídicos o criminológicos. Pese a la enorme
punitivo s'iempre se la reconoció como defensa social, de igual modo a influencia que tuvieron estas ideas, la práctica punitiva judicial nunca
como lo hace la doctrina de la prevención general negativa (disuasión) dejó de castigar criminales comunes según las ideas tradicionales del
o la prevención especial positiva (resocialización). Entre todos los aspec- delito, como infracción de una norma penal o lesión a un bien jurídico
tos particulares que identifican a cada una de estas doctrinas y sus fusio- tucelado por tipos penales, ni nunca se abandonó del todo la idea del
nes', en la retribución sobresale un apego con la práctica sacrificial del que castigo como merecimiento por el hecho injusto y culpable. La cultura
carecen otras justificaciones. académica y la corporación judicial penal pudieron sentirse amenazadas
por la competencia de médicos, criminólogos, sociólogos y policías, pero
el programa positivista era de por sí impracticable para la normalidad
250 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 251
y de muy difícil legitimación en los casos extremos de intervenciones pura infracción de deber y habilita trato sacrificial cuando lo único que
sacrificiales para vastos grupos de población vulnerable. (Cómo imaginar se afecta es la regla penal de sumisión forzosa. En general, para hacer esta
una gobernabilidad punitiva sobre la base de encierros masivos dictados reducción se desplaza al delito doloso de resultado de su posición de pri-
por pronósticos de peligrosidad? Es cierto que en este período y en el vilegio a favor de otras formas típicas de ilícito —tentativa, imprudencia
que sigue a la crisis del positivismo no dejó de aplicarse poder punitivo u omisión—, en las que predominan la afectación normativa por sobre el
sacrifica' de estas características para enemigos incorregibles o absolu- conflicto lesivo para la configuración de la imputación penal que habilita
tos, pero tanto el grueso de la legitimación de la doctrina penal como la castigo2. Cuando doctrina penal o criminológica renuncian al requeri-
práctica forense continuaron apegadas a la idea clásica de que el castigo miento de conflicto lesivo para alguien como fundamento para habilitar
no puede ser resultado sino de un delito declarado por sentencia judicial trato punitivo sacrificial, poco importa que se lo haga bajo la impronta
condenatoria. Como se entrevió desde muy temprano, la paz entre las del estado peligroso sin delito o del delito como infidelidad a la autori-
escuelas se logra por fuerza de los hechos. Jueces y académicos se afir- dad normativa. Por ambas vías se autoriza poder punitivo sacrificial a
man en el terreno del delito, en el de la fundamentación de la pena y su partir de un síntoma de peligrosidad y para refundar una sociedad ame-
graduación. El positivismo, en cambio, conservará su dominio en el trata- nazada por la disolución en el caso de ausencia de pena. La evolución de
miento penitenciario. Cuando se acepta finalmente una soberanía sobre la doctrina penal tiende hacia posiciones extremadamente antiliberales y
el delito y la pena y otra sobre el delincuente, termina una vieja disputa con ello la idea retributiva o de prevención general positiva de la pena se
de corporaciones por la hegemonía del saber y la práctica sobre el crimen filtra en los requerimientos formales del concepto de delito: la solución
y el delincuente. • sacrificial se hace contenido de la culpabilidad penal. Es suficiente con
señalar aquí que mientras que en el viejo positivismo la fuente de peli-
Por suParte, una criminología sociológica del delito y de la pena será grosidad es el delincuente, en el nuevo positivismo normativista la fuente
heredera da positivismo pero únicamente como disciplina auxiliar del de riesgo para la sociedad es la mera afectación a la regla de sumisión.
poder punítivo,S.en todo caso como crítica. La verdadera novedad en la
Igual que aquel positivismo también éste parece políticarnente irreali-
segunda mitad del'áglo XX es la reaparición del positivismo peligrosista
zable, porque no termina de encontrar respuesta en los códigos penales
1
411 por donde menos se la esperaba. Es la propia doctrina penal que rein- estatales, que siguen mayormente estructurados alrededor de los delitos
troduce la idea de peligro como fundamento y causa de trato punitivo. dolosos de resultado, y porque para la administración de justicia punitiva
No lo hace como pronóstico de peligrosidad basado en criterios crimi- un programa de semejante envergadura sacrificial sería un nuevo motivo
nológicos, la fuente es exclusivamente normativa. Una conducta humana, para el desprestigio, aun bajo fuertes presiones de la opinión pública y la
por el solo hecho de contravenir una norma penal, resulta una falta al criminología mediática.
deber de sumisión expresiva de infidelidad a la autoridad y, por ende, un
peligro para la sociedad que encuentra en el trato punitivo una retribu- El cambio producido en la dogmática del delito en las últimas déca-
ción necesaria para conjurarlo. Un programa irrealizable de estado peli- das tiene un alto contenido sacrificial, lo que obliga a un mayor esfuerzo
groso sin delito para habilitar trato punitivo se reactiva en otra programación teórico y práctico para su contención. La idea del delito como infracción
critninalizante basándose en la idea de delito como infidelidad al deber de al deber de sumisión a la autoridad es tan vieja como el mismo poder
sumisión. El positivismo criminológico, para neutralizar criminales, des-
plazaba el delito por un diagnóstico de peligrosidad. Al mismo resultado
llega el normativismo penal cuando transforma el concepto de delito en 2 ZAFFARONI, E.; ALAGIA, A. y SLOKAR, A., ob. cit., p.444 y ss.
•
52 A LEJANDRO A t'ACTA— HACER SUFRIR— 253
punitivo. Prueba de ello es que en las más antiguas codificaciones penales a estos datos de realidad. Si la penalidad aparece como sacrifipunirivo
-
infideficbtrnárgrave.81 un suhtitrEla que proviene d1 conjunto_de J.en-la-sociedad-denuales4a-gencraliz-a-la-sociedad-cle.Estado-por-efecto-----
definiciones legales de lesa majestad en la que se ve claramente la pena pero. de una división social vercicalizante, su persistencia le debe menos a una
no el delito. El poder punitivo, cuando irrumpe en la historia humana, lo utilidad racional a favor de la sociedad que a un beneficio "irracional"
hace apropiándose de los conflictos particulares como afectación siempre en la economía patibularia de las emociones, de la que siempre resulta
de lesa majestad, situación que hasta el presente no ha cambiado, lo que una grave puesta en peligro pan todos. Poder punitivo es organización
demuestra la existencia de una poderosa pulsión que no deja de presio- consciente de maltrato para satisfacción sustitutiva ante un malestar que
nar para que lo injusto sea tenido como violación al deber de sumisión, se vivencia insoportable. Esta formidable visión introspectiva sobre las
especialmente en situaciones de grave tensión social, es decir, cuando las pasiones que gobiernan la vida psíquica es sistematizada por la filosofia
demandas sacrificiaks se ponen a la orden del día. Es interesante obser- política moderna y el derecho penal ilustrado bajo el imperio de la fan-
var que a los estragos sacrificiales causados por reducción de todo delito tasía: el terror a la anarquía y a la muerte que amenaza coda sociabilidad
a crimen de insumisión siguió generalmente una reacción contraria en la por falta de autoridad punitiva soberana. La retribución está de regreso
misma corporación punitiva, en la académica o en la política, cuando en la doctrina de la prevención general positiva como lobo en piel de
la situación se vuelve más favorable a la crítica y al cambio. Así ocurrió cordero.
con la inquisición penal y sus críticos, con el régimen patibulario clásico El psicoanálisis es el discurso con experiencia clínica y teórica que
y el derecho penal ilustrado, en el derecho penal liberal frente al poder puede hacer frente a esa institución escurridiza. El hecho es que el descu-
punitivo genocida, y en el presente entre derecho penal de enemigos y brimiento del inconsciente panel derecho penal no sólo representa el cer-
derecho penal reductor de poder sacrificia13. Lo que no puede evitarse
tificado de defunción de algunas de las ficciones penales más relevantes,
cuando se racionaliza el delito como infidelidad al deber es que el trato
como la culpabilidad a la que se creía ligada a elecciones pretendidamente
punitivo que lo acompaña adquiera una cualidad eminentemente sacri- incausadas, sino, fundamentalmente, es el responsable del desmoro-
delito cie‘insumisión le sigue un mal equivalente para salvar la namiento definitivo de la "alocada fantasía" de que el único destino
sociedad en peligro.‘kla vez que se hace del delito una infracción al deber,
de la pulsión de agresión es el homicidio doloso y el miedo' a la muerte
no faltan sistematizaciones que hacen de la culpabilidad por el ilícito una
la única fuente de grave malestar que está en la base del mito de la pena
verdadera razón de estado'para castigar en la medida que sea necesario
inevitable para que exista sociedad; sin olvidar tampoco qu'e para el psi-
para estabilizar la vigencia normativa que la insumisión pone en entre-
coanálisis no habrá satisfacción pública más que como solución de com-
dicho. Con cita culpabilidad como razón de estado, la pena está allí para
promiso de una satisfacción individual, que es la razón que hace a la pena
refinidar autoridad frente a lo injusto. Como ilusión o imaginario la idea
verosímil y persistente en el tiempo.
retributiva no puede ser confrontada ni por el fracaso en la prevención
de delitos. futuros ni por el fallido ideal resocializado'r. 'No hay razones En este sentido, es preciso volver sobre la descripción crítica de los
que puedan contradecirla. En tanto mico, el sactifició punitivo es inmune discursos legitimantes de poder punitivo por dos razones. En primer
término, porque aún en ausencia de corroboración empírica ' conservan
vigencia en la creencia de legos y especialistas, con frecuencia en com-
3 ZAFFARONI, E., En busca de las penas perdidas, ob. cit., p. 39 y SS.; PAVARIN1, M., binaciones marcadas por el eclecticismo y la hibridez. En rigor, no hay
Control y dominación, ob. cit., p. 33 y ss., BARATTA, A., Criminología crítica y crítica nuevos discursos sino simples enunciaciones de lo viejo y tradicional.
al derecho penal, ob. cit., p. 1.67 y ss.
-
254 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 255
En segundo lugar, por la marcada disparidad que da lugar a construccio- delito que habilita castigo y la medida de la pena en tanto destrucción o
nes por completo diferentes e incompatibles, lo que evidencia una crisis intensidad de dolor.
permanente en el discurso, que en la práctica se traduce en una pluralidad
La retribución, como "teoría" absoluta, quiere una satisfacción pública
de justificaciones que permiten racionalizar cualquier decisión sacrificial
mediante un mal en respuesta compensatoria, en los límites del talión,
con algún discurso apropiado para la ocasión punitiva. Las asignaciones de
a un mal previo que no puede quedar sin respuesta a riesgo de disolverse
funciones manifiestas al trato punitivo son variables de la general función
la sociedad. La doctrina de la prevención general negativa se acerca a la
de defensa social. Incluso las construcciones que renuncian a todo con-
absoluta cuando pretender disuadir para evitar el efecto de contagio y
tenido empírico o pragmático, como la idea retributiva o de prevención
mimético de las agresiones interpersonales mediante una intensidad de
general positiva, no pueden eludir presentar la pena como defensa frente
castigo en relación con el injusto y la culpabilidad. Se aproxima aún más
al caos social que implicaría su renuncia. Todas las asignaciones de Rin-
a la retribución cuando la disuasión tiene por objetivo la tutela de bienes
dones manifiestas se clasifican de modo análogo desde 18304 y legitiman
jurídicos de la población a través del imperativo de sumisión incondi-
la confiscación del conflicto entre partes en favor de la solución puni-
cional del habitante a la autoridad, que se deduce de la norma penal, y
tiva en el imaginario de defender, tutelar, conservar, refimdar la sociedad
cuando al delito que la habilita se lo reduce a mera desobediencia. La
a través de la protección de la autoridad normativa.
intensidad de la pena se establece por la medida que se crea necesaria
Existen dos grandes grupos de modelos legitimantes de poder puni- para restaurar la obediencia. La "teoría" de la prevención general positiva,
tivo, construidos a partir de funciones manifiestas asignadas por la doc- en su versión etizante, pretende reforzar simbólicamente internalizacio-
trina: los que pretenden que el valor positivo de la criminalización actúa nes valorativas del sujeto no delincuente para conservar valores éticos-
sobre los que no han delinquido, llamadas teorías de las prevención gene sociales de la autoridad frente a acciones que los ponen en crisis y .en
raf y que se subdividen en negativas (disuasorias) y positivas (reforzado- las que la intensidad de la pena tiene el límite que le fija la necesidad
ras de la autoridad), y los que afirman que la pena actúa sobre los que han del reforzamiento. Se liga al funcionalismo sociológico cuando quiere
delinquido, llamadas teorías de la prevención especial, y se subdividen hacerse de la pena un ritual de refinidación de la sociedad. El derecho se
en negativas (neutraliiántes) y positivas (resocializadoras). Cada una de estabilizaría con sufrimiento que se obliga a padecer a quien se atribuye
las teorías abarcadas en estos grupos está sometida a la crítica desde dos un acto de enemistad y en la medida necesaria para el reequilibrio del sis-
perspectivas: la que proviene de los datos sociales respecto de la fun- tema social. La "teoría" de la prevención especial negativa asigna a la pena
ción consciente asignada y la que atiende las consecuencias de una legi- la función de eliminación o neutralización fisica del criminal al que se
timación del sufrimiento fisico o psíquico de la población bajo soberanía considera irrecuperable por su degeneración biológica, lo que permitiría
punitiva. En cada uno de estos conjuntos es necesario no perder de vista conservar la sociedad, considerada como organismo biopsicosocial que
la función manifiesta atribuida a la pena y sus consecuencias en cuanto se altera con delito como un cuerpo sano frente a una invasión pató-
a la forma"en que conciben la defensa social que postulan, la esencia del gena. Estos modelos suelen combinarse con la prevención especial positiva
que atribuye al castigo la función de reparar la inferioridad peligrosa del
criminal en la medida necesaria para su rehabilitación social. No falta
4 ZAFFARONI, ALAGIA, A. y SLOKAR, A., ob. cit., p.53; JESCHECK, FI. H., Tratado tampoco que todas combinen con una forma de positivismo etizante
de derecho penal Parte general, ob. cit., p. 53 y SS.; RoxiN, C., Derecho penal, parte donde el delito es expresivo de una degeneración moral y el castigo, en la
general, oh_ cit., p. 78 y SS.; jiutons, G., Derecho penal, parte general Fundamentos
y teoría de la imputación, ob. cit., p. 20 y ss.
ALEJANDRO ALAC HACER SUFRIR 257
256
proporción necesaria, un mal con el que se quiere reparar aquella infe- desafio. En otros casos, los autores operan en circunstancias poco propi-
1 •••- -~rieridad ¿CICA
cias-para-eljuicio-crítico-sobret-amennza-penabeinnayoría-cle-losito
cidios dolosos) o porque sus motivaciones son fuertemente inconscientes —
o patológicas (abuso sexual). Las únicas experiencias de efecto disuasivo
2. Prevención general negativa del poder punitivo que se pueden verificar son las de las masacres esta-
tales y por el tiempo que el grupo perpetrador permanece en el poder.
La prevención general negativa, en su versión pura, aspira a la disua- Es verdad que eventualmente, sobre todo en casos de delitos de menor
sión de la población vulnerable que no es objeto de poder punitivo, pero gravedad, la .criminalización primaria puede tener efecto disuasivo sobre
puede sedo en el futuro, tentada por efecto de la agresión mimética. Con •alguna persona, pero esta excepción no autoriza a generalizar su efecto
este discurso el castigo asume una función utilitaria, libre de toda con- . extendiéndolo arbitrariamente a toda la criminalidad grave. El exitismo
sideración metafísica y, por tanto, su medida es la necesaria para intimi- de la teoría proviene de la ilusión punitiva fundada en la inexistencia de.
dar con ejemplo punitivo. Se parre de una idea de humano como ente sociedades sin normas penales para sus conflictos. Pero se pasó por alto
racional, que especula con costos y beneficios. La antropología básica es que en la sociedad de conflicto la mayoría de la población evita conductas
la misma de la lógica del mercado, e incluso se la ha racionalizado expre- aberrantes y lesiva's por una compleja red de motivaciones inconscientes
samente aplicando el modelo económico al estudio del delito, dando por y conscientes, muchas de ellas originadas en limitaciones Pormativas de
sentado que el delincuente, previo al acto injusto, hace un cálculo racio- muy diferente origen al punitivo y que nada tienen que ver con el temor
nal entre beneficio esperado del crimen y costo de una eventual pena5. a la criminalización secundaria. Para las ciencias humanas está claro que
De los datos de la observación empírica puede concluirse que la crimina- no hay sociedad sin norma, pero la ley de la socialización humana no es
lizaciPn pretendidamente ejemplarizante, al menos respecto del grueso de naturaleza sacrificial. Por el camino contrario, el concepto de cultura
de la población erirninalizada por delitos con finalidad lucrativa, sigue la se reduce a poder punitivo. Cuando una catástrofe natural, una epidemia
regla selectiva de la‘escructura punitiva que siempre recae sobre grupos o o la guerra alteran en profundidad todas las relaciones interpersonales,
individuos vulnerablesTor ende, la disuasión está guiada por la vulnera- no es improbable que la autoridad apele a la prevención general disuasiva
bilidad y respecto a los delitos que aquéllos suelen cometer. La irrealidad con medidas ejemplarizantes para el robo u otras agresiones en interés
detprograma resulta, incluso entre población vulnerable, porque la crimi- de evitar males mayores. Pero aun en estos casos extremos en que se
nalización secundaria es selectiva de modo inverso a la habilitad para los aniquila las verdaderas bases culturales de la disuasión, no basta con res-
delltos específicos. Cuando el poder punitivo selecciona hechos de fácil tablecer poder punitivo ordinario para volver a la normalidad.
criininalizaeión, lo que la amenaza de pena impulsa es una mayor. elabo- En la práctica, la ilusión de prevención general negativa hace que las
ración delictiva como regla de supervivencia del potencial autor. Respecto agencias políticas eleven los mínimos y máximos de las escalas pena-
de otras formas más graves de criminalidad, el efecto de disuasión parece les, en tanto .que las judiciales —presionadas por la empresa comunica-
ser aún menos sensible. Cometidos por personas de baja vulnerabilidad cional— impongan penas irracionales a unas pocas personas de mayor
al poder punitivo (cuello blanco., corrupción o genocidio), por lo general vulnerabilidad y poco hábiles que resultan cargando todo el mal como
éstas no consideran la amenaza de pena menos come.> límite que como entes sacrificiales. Se trata, entonces, de una racionalización propiciatoria
de degradación funcional de los operadores judiciales. En el plano polí-
tico y teórico-esta enunciación permite legitimar la imposición siempre
5 Sobre ello, ampliamente, en RoszNSON, P., ob. cit., p.61 y ss.
HACER SUFRIR 259
258 ALEJANDRO ALAGIA
de sufrimientos más graves, porque la disuasión siempre es una carrera intimida con pena retributiva) y los patológicos que requieren una pre-
cuya mera nunca termina de alcanzarse, ni siquiera en la eliminación vención especial ilimitada, concluyendo en algún sistema que combine
física de los enemigos del derecho. El discurso intimidatorio ejemplifica- penas limitadas para los normales y penas ilimitadas para los anormales.
dor coherentemente desarrollado hasta sus últimas consecuencias agota La cultura punitiva disuasoria exige que se impongan penas mayores
el catálogo de penalidad en la de muerte. En este esquema disuasivo, el a los que registran condenas anteriores. Con frecuencia la vulnerabili-
delito pierde su esencia de conflicto lesivo para alguien para reducirse dad del reincidente al poder punitivo es mayor frente a infractores que
a una infracción formal .o lesiva de un único derecho subjetivo, el del no padecieron encierro concentracionario. Para sostener el fundamento
estado a exigir obediencia. Se afirma al poder judicial en una posición de punitivo de la reincidencia se debe renunciar a una culpabilidad penal
perpetrador sacrificial restándosele capacidad para limitar trato punitivo por el acto y, en cambio, propiciar una culpabilidad de autor entendida
irracional. Por otra parte, el grado de dolor que debe aplicarse para hacer como reproche de existencia. Con ello cuantifican pena en razón a la
internalizar miedo no depende menos de lo que se haga con el culpa- "conducción de vida", convirtiendo a las agencias judiciales en vehículos
ble que de un estado de terror construido externamente al conflicto. Por de una razón de Estado que sacrifica población vulnerable con motivo de
ello, debe convenirse que bajo esta perspectiva las penas aumentan en una alteridad social inevitablemente defectuosa.
razón directa a la frecuencia de los hechos y al modo de tratamiento de
la empresa cornunicacional para instalar miedo y terror entre la pobla-
ción. En este cuadro la pena para el infractor no guarda ninguna relación 3. Prevención general positiva
con el contenido injusto del hecho cometido; su medida depende de la
percepción general, de la criminalidad. En situaciones ,críticas de grave Frente a lo insostenible que se hace, ante los datos de realidad, la tesis
conflicto social, cuando aumentan los delitos contra la propiedad y las de la prevención general negativa, en las últimas décadas ha tomado
agresiones_ físicas, esta lógica intimidatoria amplifica penas para pobla- cuerpo la legitimación discursiva que pretende volver sobre el aspecto
ción vu
" kerable facilitando la solución sacrificial. afirmativo del orden social de la venganza retributiva pero renovada con
Se ha sostenido qu'e la función de prevención general trata al infractor elementos de la sociología funcional sistémica6. En este sentido, la crimi-
como sujeto racional, pero esta opción es falsa. Por lo general, la- raciona- nalización se funda en su efecto positivo por el valor simbólico productor
lidad se ejerce en razón inversa a la gravedad del injusto cometido. Dar de consenso y reforzador de confianza en el sistema social general y en el
por sentado queel ser humano hace un frío cálculo de costo-beneficio sistema penal en particular. El poder punitivo se ejerce porque el delito
frente a cada impulso delictivo es otra ficción del penalista. Debido al pone en cuestión la validez del orden normativo y la configuración de
tremendo colapso ético que significa este utilitarismo, los partidarios la sociedad conforme a esas pautas. Se hace sufrir sin fines de mejora-
del discurso de la disuasión tratan de limitar la medida de la .pena de un miento, sin que la reparación a la víctima interese y por fuera de todo
modo diferente al que señala la lógica misma de la intimidación; para objetivo intirnidatorio sobre la población. La pena se convierte en ritual
ello piden en préstamo un aspecto de la vieja idea de venganza retribu-
tiva. De este modo se produce una contradicción insalvable. Si la medida
6 BARATTA, A., " Viejas y nuevas estrategias en la legitimación del derecho penal:
del talión retributiva no alcanza para aterrorizar a la población inocente, ob. cit., p. 77 y SS.; ZAFFARONI, E., "La Crítica sociológica al derecho penal y el ,
la pena pierde su destino. Para cumplirlo, tiene que superar el límite del pOLVeFLF _eI .2 Logrn..--Ca.
41-i i,11.--Ca,7 0_.
lin C-L, p.1__ y u.; ZArriutom, E.; ALAGIA, A.
talión, o bien, debe distinguir entre la parte sana de la población (que se y SLOKAR, A., ob. cit., p. 57.
260 ALEJANDRO A LAGIA HACER SUFRIR
261
expiatiq.ey_no comunica nada sobre cómo el mal que se hace padecer suficiente para la cohesión sarial.ron.12-que-el-Estado-evita-la-gu rra e
altúlpable produce bimp-cria-so-dedaTiSEhrlelito es un mal que-afecta todos-contra rodur,Por-esn mezcla de
se otorga valor social
la existencia misma de la sociedadry la- pena es otro mal de naturaleza-- -• - mente positivoa láttinicióh -ejemplarilance de un chivo expiatorio como
pública: la respuesta contrafáctica rcstaurativa de un orden social en peli- creador de consenso, sin preocupación de que no suceda nada respecto
gro de caos en caso de impunidad. La pena en concreto debe superar del universo de personas que protagonizan injustos más graves, que por
la perturbación producida por el conocimiento público del crimen, que su diferente entrenamiento social o mayor habilidad y poder no resultan
es lo único que interesa comunicar. Un sentido pacificador que cierra sujetos del poder punitivo. En cualquier caso, las consecuencias sociales
la grieta abierta por el hecho injusto en los sentimientos y creencias. de esta lógica punitiva no difieren de la prevención general negativa: el
En definitiva, el delito es para esta doctrina una mala propaganda que conflicto social es inversamente proporcional al consenso y el delito se
pone en peligro la existencia de la misma sociedad y la pena una forma en presenta más como causa de crisis que como consecuencia. A ello le sigue
que el poder punitivo sacrificial hace publicidad neutralizante. Esta doc- la imposición de mayores penas, tanto para satisfacer la ilusión de mayor
trina se diferencia poco de las ideas absolutas que Kant y HegeF tenían confianza en el orden social como para afirmar la primacía del derecho
sobre la pena, y lo mismo puede decirse de los filósofos neocontractua- en el desorden.
listas, como es el caso de Robert Nozik, pan quien el miedo general
justifica prohibir aquellos actos que producen temor en la población, La idea que hace de la criminalización de los más torpes y vulne-
aun cuando las víctimas saben que serán indemnizadas, porque el miedo rables un medio para el reforzamiento del orden social es insostenible.
puede administrarse a favor de la seguridad públicas. Es verdad que la pena provoca consenso en la medida en que la gente cree
en ella, pero no porque refuerce valores éticos o sociales de la población
Desde la realidad social esta doctrina se sustenta en mayores datos y menos aún porque el crimen ponga alguna vez en peligro la existencia
reales que la anterior. Para la prevención general positiva el orden social social. Al contrario, la selectividad punitiva refuerza la convicción de que
tiene su fundamento también, y principalmente, en las creencias y ape, pueden seguir - cometiéndose impunemente en tanto el castigo continúe
gos afectivos de fatoblación. Por esta característica se indiferencia de la recayendo sobre los más vulnerables, sin que este dato de realidad pueda
venganza retributiva'..Una persona es criminalizada porque de. ese modo ser controvertido por la queja del penalista de que lo que falla no es la ley
se normaliza la opinión pública. Desde esta perspectiva, como los críme- sino su aplicación. En la práctica, esta doctrina conduce a la-legitimación
1 nes de cuello blancri no alteran el consenso mientras no sean percibidos de poder sacrificial. Se renueva el despotismo ilustrado en términos de
¡ fu como conflictos delictivos, criminalización no tendría sentido. En la razón cínita. Lo relevante para su legitimación está en su capacidad para
práctica, se trata de otra ilusión mejor sistematizada que se mantiene el engaño. Desde lo teórico, la criminalización se presenta como ritual
en la opinión profesional y mediática; la gente cree en ella y alimenta simbólico pan bien de la sociedad. Nada diferente a la ceremonia sacri-
la fantasía del mito de inevitabilidad de pena para que exista sociedad. ficial primitiva. La medida de la pena para este derecho penal es la que
Es la cornbinación perfecta entre la idea instrumental de una religión paci- resulte adecuada a la renormalización de una ilusión, aunque el grado de
ficadora de corazones con la tesii secular que ve en la pena una respuesta desequilibirio del sistema no dependa del contenido injusto • o culpable
de la conducta del sujeto sacrificial. El monto de padecimiento se hace
depender del esfuerzo necesario para consumar una fantasía colectiva.
ZAFFARONI, ALAGIA. A.y SLOKA Ft, A., ob. cit., p.58. . La lógica de la prevención general positiva indica que. cuando un sis-
8 NOZICK, R.. Anarquía. estado y utopía, ob. cit., p. 78. tema social se encuentra muy desequilibrado por defectos estructurales,
ALEJANDRO A L AGI A HACER SUFRIR
262
263
por injusticia distributiva, de privaciones relativas, por la selectividad del importantes valores para la vida humana como si la sociedad de Estado
poder, etc., será necesario mayor dosis de sufrimientos sacrificiales para hubiese sido creada para el libre desarrollo de todos y cada uno.
crear confianza sin ahorro en criminalizaciones eventualmente atroces
y medios de criminalización inquisitorios. La tendencia es privilegiar la No sorprende que el valor positivo que la doctrina atribuye al trato
ilusión de eficacia sacrificial en los casos de mayor visibilidad mediática punitivo esté ligado a visiones de orden social provistas por las ciencias
y a olvidarse del resto de la conflictividad penal que no es promocionada naturales. Se equiparó a la sociedad con la vida de un organismo, al que
por la empresa comunicacional. se considera regulado por un principio de equilibrio para el que intervie-
nen en su favor las funciones de sus partes o subsistemas. Este paradigma
En verdad, la prevención general positiva asentada en una concep- compite con otro que dice que en la vida natural, para la materia y los
ción de la sociedad como sistema fue precedida por otra en el marco asuntos humanos en sociedad, e incluso en el funcionamiento de la psi-
de una etización del discurso pena19. Esta versión etizante pretende que que, la tendencia es al desorden, ala falta de equilibrio o a la destrucción19.
el poder punitivo sea un agente cultural, donde con pena sacrificial se Orden social y anarquía parecen describir situaciones que existen sólo en
retuercen valores ético sociales como si el Estado fuera un hipermer- la imaginación, bien como esperanza pacificadora o fantasía terrorífica,
cado del maltrato y la sociedad de clases —por la que el Estado existe— porque ni el delito tiene la capacidad para destruir una sociedad ni el
la fábrica de valiosas mercancías. El sacrificio humano al servicio de la trato punitivo posee atributos para refundarla pese a todo el empeño que
educación del pueblo constituye el absurdo y la tragedia más grandes de se pone en ello. El penalista también debería tomar nota de que entre
la especulación profesional sobre los asuntos humanos. La razón cínica las más generales justificaciones y negaciones que hace el condenado
se corona cuando La eticidad se refuerza con el sacrificio punitivo de la de su hecho, cuando se trata de un delito común, en ningún caso surge de
parte maldita de la población. ellas una impugnación consciente al orden social ni una motivación para
La única conexión que puede tener el derecho penal con la ética no destruirlon. El delincuente de la selectividad punitiva no es un rebeldeu
proviene de la legitimación del poder punitivo frente al delito como caída situación que la Criminología crítica demoró en reconocer, en parte, por el
moral, sino precisaMente de su contención y limitación por tratarse esfuerzo consumido en erradicar la imagen del delincuente degenerado y
de una ilusión saCrificiil con enormes perjuicios sociales' en términos de en colocar en su lugar al poder punitivo en tanto causa de los verdaderos
destrucción de vidas humanas y de arrasamiento de la subjetividad. Una peligros para la sociedad humana.
práctica fundada en esta particular doctrina no sólo no refuerza ningún
- En el plano teórico, cabe deducir —de esta versión etizante o socio-
valor ético sino que, al contrario, fomenta la certeza de que quienes son lógica— al delito como un síntoma de enemistad y poco o nada como
invulnerables al poder punitivo lo seguirán siendo, agravándose la crisis
de moralidad en un círculo sacrificial para el cual la sociedad de clases
cuenta con la reserva de suficientes 'chivos expiatorios. Sin embargo, la 10 Desde una perspectiva antropológica, BALANDIER, G., El desorden. La teoría del
mayor aberración de esta doctrina proviene del hecho de considerar que caos y las ciencias sociales, ob. cit., p.87 y ss.
la ley penal recoge desinteresadamente para la tutela sacrificial los más SYKES, G. y MATZA, D.,"TEChEintleS of neutralizatioil: ob. cit., pp. 664-670; las
aplica para los perpetradores de genocidio, Cori EN, S., Estados de negación. Ensayo
sobre atrocidades y sufrimiento, ob. cit., p.81 y ss.
12 You
NG, J. y LEA, j., ¿Qué hacer con la ley y el orden?, ob. cit., p. 261. El delito como
reacción a las condiciones de la sociedad capitalista, en QuiNNEY, R., Clases, Estado
9 Ibid., p. 59. y delincuencia, ob. cit., p. 88.
117CCE1tSU RIR
ALEJANDRO ALAGIA
18 Sóbre esta modalidad de pena prohibida en la Argentina, ZAFFARONI, E.; ALA- 17 GARDNER, J., Ofensas y defensas, ob. cit., pp. 233 y 236.
CIA. A. y SLOKAR, A.. ob. cit. p. 878.
28 CE. FE RRAJOLL L., Diritto e ragione. Teoria del garantismo penale, ob. cit., p.331 y ss.
A LII:JANI3RO-ALKGIC - 'HACER SUFRIR - 269
-268
reducción radical del poder punitivo a través de una amplia descriminali- cuanto más se permanece en ese estado e insiste en su condición errada
-zacion-de-conductas.SnWneMb . tecen_forzar,a,Win:p211- de-vidarmás-clifícil--tesula-salir7-mtuo,diberrad-rien,p.z a hace'. lorpero
ticas para reducir criminalización .primaria .a los pocos casos graves en como fue libre de elegir se lo hace responsable o. En consecuencia, se le
que el castigo resulte inevitable por no haber una mejor solución cultu- reprocha ese estado de pecado penal y la pena debe adecuarse al grado
ralmente viable. Sólo habría que tener presente que la solución sacrificial de perversión pecaminosa que haya alcanzado su conducción de vida.
es indiferente a una distinción de delitos graves, leves o simples desobe- El delito no es más que el estigma de autor que lo hace culpable. Cuando
diencias. Lo que el minimalismo propone es todo lo contrario a lo que la relación del autor con el delito es de naturaleza psicofisica, el delito
sucede. Lo peor que puede pasarle a un derecho penal orientado. a- la es síntoma de la falla de un sistema complejo, que no pasa de ser una
reducción de poder punitivo es postular una práctica para una sociedad complicada pieza de otro sistema de entidad superior: el orden social.
que no existe. Esta Ella del mecanismo pequeño importa un peligro para el mecanismo
mayor e indica un estado de peligrosidad. Las agencias jurídicas penales
constituirían para esta visión aparatos funcionalmente determinados a la
corrección, neutralización o eliminación de enemigos, según se los cali-
7. Enemigo absoluto o derecho penal de autor
fique de ocasionales, incorregibles o absolutos. La expresión más frontal
La clasificación de discursos legitimantes de trato punitivo sacrificial de un' derecho penal para la individualización ondea de criminales afirma
—desde la perspectiva de las funciones manifiestas 'que se le atribuyen— que la ciencia penal tiene por objeto la defensa de la sociedad contra ene-
puede reordenarse desde cualquiera de las consecuencias que se derivan migos naturales. Si mediante matanza en el ampo de batalla la nación se
de ellas: concepto de injusto penal, responsabilidad por el hecho, cuin- defiende de enemigos exteriores, mediante ejecución capital se defiende
tificación del sufrimiento. Si se elige comenzar por el concepto de delito, de los enemigos interiores. El criminalizado es un ser inferior al que
la dasificación Puede reordenarse en razón de las dispares concepciones se mata o se hace sufrir para bien del organismo o sistema sociaL
de la relación del delito con d autor. En esta clave, el delito se define en Fuera dé estas formas tradicionales y puras, en las últimas décadas un
la lesión a un bien ju'rí.dico —cualquiera sea su contenido— o como sín- nuevo derecho de autor hizo aparición a través de la idea de deliro como
toma de inferioridid mdral, biológica o psicológica. Para los primeros, riesgo desaprobado normativamente. Conductas no lesivas para nadie
el desvalor se agota en el acto mismo de lesión, sea en perjuicio de una pero por el solo hecho de resultar expresivas de un riesgo soh considera-
persona de carpe-y hueso o siMplemenre normativa en tanto infidelidad das consumativas de una lesión a la norma penal, de lo que esta doctrina
al derecho. Para los segundos, el delito es sólo una lente que permite ver deduce que la esencia del delito es su tentativa, o que éste se consuma
algo en lo que se deposita el desvalor y que se halla en una característica en la violación subjetiva a un deber de lealtadw. La generalización de la
del autor. Radicalizada esta doctrina, se llega a que la esencia del delito idea de riesgo para formar el juicio de injusto penal que habilita pena
radica en una anormalidad del autor. Este derecho penal imagina que no es sino una nueva versión normativa de la vieja peligrosidad médico
el delito manifiesta un estado, siempre inferior del 'resto de las perso- policial. En este caso el delito no es síntoma de una inferioridad o estado
nas normales. Este estado tiene, para unos, naturaleza moral y, por ende,
se trata de una versión secularizada de un estado de pecado jurídico; en
tanto, para otros, es de naturaleza psicofisica y, por lo tanto, se trata de un ZAFFARONI, E.; A LACIA, A. y SLOKAR. A., ob. cir., p. 63.
estado peligroso..La caída en el pecado jurídico se elegiría libremente, pero 20 Cfr. JAKoss, G., Derecho penal del enemigo, ob. cies., p. 31.
HACER SUFRIR 271
270 ALEJANDRO ALAGIA
peligroso de naturaleza psicofisica; se alucina en su lugar un fantasmal peligroso, que fusiona los dos anteriores: en ciertos casos, permite que
estado motivacional de enemistad de autor con el orden social, inobserva- las penas neutralizantes reemplacen a las retributivas y, en otros, se impo-
ble a la criminología y a las ciencias sociales en general. nen conjuntamente. Éste fue el sistema adoptado por el llamado código
penal tipo latinoamericano producto de la confusión reinante en la década
de los años sesenta del siglo pasado. Con razón se afirma que la lucha de
escuelas europeas con impacto en América Latina años después fue sim-
8. Fusión punitiva
plemente nominal.
La incapacidad de las doctrinas puras para dar cuenta de la realidad Entre el positivismo de von Liszt y el retribucionismo de Karl Binding
punitiva no podía sino provocar una complicadísima serie de tentativas no había diferencias de fondo porque por ambos caminos se proponía la
de justificación que procuran neutralizar la crítica, combinando elemen- inocuización o eliminación de los incorregibles o de aquellos cuyas vidas
tos de una doctrina con los elementos de otra, por lo que las tesis puras fueron declaradas sin valor por la autoridad, resultando indiferente que a
prácticamente desaparecen, con algunas excepciones. Quienes postulan esa solución se llegue con penas de muerte retributivas o medidas neutra-
un derecho penal de culpabilidad y otro de peligrosidad de autor no pue- lizantes de exterminio. Ambos coincidían en que la amenaza para la exis-
den compatibilizar puntos de vistas porque se apoyan en antropologías tencia de la sociedad proviene del proletariado, en el cual los delincuentes
inconciliables. Los culpabilistas siempre consideraron a la pena como habituales sori su estado mayorn. Liszt, el más jurista entre los posi-
retribución del uso que hacen los hombres de su autodeterminación, tivistás, proponía penas intimidatorias o resocializantes para enemigos
sea que se la considere como ficción jurídica o se invente para ella una ocasionales pero establecía para los incorregibles, enemigos absolutos,
realidad psíquica. Por su parte, los peligrosistas cambian la etiqueta de • penas eliminatorias, que se hacen realidad en la ley nazi de 1933 sobre
castigo por otra que lleva el nombre de medida de Seguridad para nen.-- delincuencia habitual. La legitimación de la categoría de delincuente
tralizar peligró: No obstante, la imaginación discursiva no cejó en los habitual se formalizó a través de medidas de seguridad, negándosele
intentos dé una 'conciliación imposible entre espiritualismo, materia- carácter de trato punitivo porque se fundan independientemente de
lismo, objetivismo y s'ubjetivismo valorativo, nominalisrno y realismo, etc. la acción delictiva, en función únicamente de un pronóstico o estado
El resultado fue una docirina que considera al humano como un ente que de peligrosidad: no se trata de imponer una punición a nadie por su con-
produce un mal atribuible.a su autodeterminación y al mismo tiernpo un ducta culpable, sino tratarle de modo adecuado a su estado. Esta moda-
ente causante de_mal que debe sufrir para bien de la sociedad. La fusión lidad decide sobre la forma y duración del tratamiento. Los enemigos no
de antropologías incompatibles se conoce con el nombre de"sistema plu- se agotan en los criminales sino que abarca a molestos, pequeños ladro-
ralistf. El de la doble vía (código italiano de 1930, uruguayo de 1933, nes, prostitutas, homosexuales, ebrios, vagabundos, anarquistas, socialis-
brasileño de 1940) impone trato sacrificial retributivo a los imputables y tas, artistas o intelectuales, etc. Caracterizados como mala vida o clases
penas neutralizantes —medidas de seguridad— a los inimputables, pero, peligrosas desde la época de la revolución industrial europea, las elites
según el caso, éstos pueden ser objeto de penas retributivas y neutralizan- latinoamericanas no demoraron en adoptar este discurso.
tes a_ la vez, en ese orden El llamado sistema vicariante impone castigos
retributivos a los imputables y castigos neutralizantes a los inimputables,
pero en algunos casos se habilita el reemplazo de las retributivas por las
neutralizantes. No faltó un tercer sistema, que es el más incoherente y 21 VON LLSZT, E, La idea de fin en el derecho penal, ob. cit., p. 116_
•-•••r--272 - AtEJANDRO gt1:7VG171,-- HACER SUFRIR.
En la Argentina, José Ingenieros califica al enemigo del país como esto último se explique la renuncia del derecho penal a extraer alguna
•—horclude ext~orriles-derirm-de-su-propio-terruño22:-L--e-fue-fácil enseñanza-parark-ciencircle-14 txpuriencia-genotiarColirdemues-
a las dictaduras europeas de entreguerras echar mano de esas categorías f
tra la amplia -diatsión- de laobra de Hans Welzel, a partir de la segunda
y de otras como la culpabilidad por la conducción de vida de Mezger para mirad del siglo pasado no se tienen dudas de que la pena está reservada
hacer de la masacre estatal una forma corriente de trato punitivo sacri- para autores ocasiones pero no es suficiente respecto de la peligrosidad
ficial. Este jurista alemán, de marcada influencia para la cultura puni- de autor26. Para ellos la pena deber ser complementada por medidas de
- táva hispanoparlance, participó junto a Franz Exner en la elaboración seguridad cuya base no está en la culpabilidad sino en la peligrosidadv.
de un proyecto sobre extraños a la comunidad destinados a exterminio Esta herencia en la actualidad se continúa en la doctrina de un derecho
en Campos de concentración23. El extraño a la comunidad es quien por su de seguridad o derecho administrativo policial, disciplinas ajenas -según
personalidad o por su forma de conducción de vida, especialmente por este punto de vista- al campo de conocimiento del derecho penal28.
sus extraordinarios defectos de comprensión o de carácter, es incapaz de
cumplir con sus propias fuerzas las exigencias mínimas de la comunidad Prácticamente no hay legislación nacional que desconozca trato cruel
del pueblo. No ahorró en el uso de conceptos equivalentes para indivi- basándose en medidas predelicruales o postdelictuales. Las primeras,
dualizar sujetos sacrificiales, "enemistad al derecho"; "ceguera al derecho'; consecuencia del estado peligroso y en definitiva de todo derecho penal
los cuales indican una contrariedad con la sana intuición del pueblo sobre de autor. A falta de leyes que castigan la mala vida (marginalidad social
lo justo 'y lo injusto que habilita la punición". y vagancia, indocumentados, comercio callejero, prostitución, la depen-
denCia tóxica, juego, etc.), la función es, en general, suplida por penas
Desde la escuela retributiva las cosas no son mejores. El padre alemán contravencionales. Las segundas son penas neutralizantes irracionales,
de la doctrina de las normas penales, Karl Binding, también es el creador tanto porque remiten a una ptilsión sacrificial como por la falta de toda
de un concepto clave del trato sacrificial, el de vida sin valor de vida25, proporción con la culpabilidad por el acto y con la magnitud del injusto.
que sirvió de antecedente argumentativo para la eliminación masiva de Las legislaciones las autorizan para reincidentes, habituales, profesio-
enfermos ntentalespor el peligro que la degeneración humana represen- nales, incorregibles, con reclusión por tiempo indeterminado, así como
taba pará la nación alemana. De allí que sea válida la afirmación de que también para personas con grave padecimiento psíquico, a través de la
el nacionalismo alettánmo supuso una ruptura de pensamiento 'penal internación manicomial No es diferente el trato a menores inimputables
de la época de Weimar. Se trató del pasaje al acto de una ideología. and- -en razón a la edad- a los que se prisioniza en establecimientos especia-
liberal histórica alemana pero .que a la vez es patrimonio de una cultura les con motivo de una situación de abandono o peligro moral.
punitiva más O menos contenida en toda sociedad de Estado. Quizás por
9. Reacción abolicionista el abolicionismo propone que los delitos se traten corno conflictos entre
partes sin pensar en la respuesta punitiva más que frente al fracaso de
Esta corriente cultural tiene el mérito de haber señalado que en todo un "arreglo". Ello no obsta al reclamo de la abolición del sistema penal en
delito, por leve que sea, hay un conflicto con historia, y en el trato sacri- su totalidad, pues —como señala Louk Hulsman— las penas son castigos
ficial, un obstáculo para comprender29. Su esfuerzo por desacralizar la sin sentido, penas perdidas que deben abolirse”. Las razones de ello son
idea de delito y de castigo es pareja con la resistencia del derecho penal que el sistema penal en su conjunto causa sufrimiento innecesario, está
a todo contacto con una realidad de la que toma prestado únicamente lo desigualmente repartido y expropia el conflicto a la víctima, que queda
que sea necesario a las ilusiones vindicativas de la población. El abolicio- muda frente al hecho que la afecta. ¿Cuáles serían los efectos de la aboli-
nismo confronta al derecho penal y le devuelve una imagen de religión ción de poder punitivo? Los abolicionistas responden: la eliminación de
secular incapaz de dar cuenta de que con pena al conflicto lo menos que los problemas asociados con el sistema, como la fabricación de personas
produce en sociedad es la renuncia al pensamiento. Esta corriente teó- culpables, la estigmatización de prisioneros, sospechosos y condenados,
rica y práctica, producto de la misma política contracultural de los años la marginalización de grupos enteros de población vulnerable y, funda-
sesenta que dio origen al radicalismo de la teoría del etiquetamiento y mentalmente, la reducción de dramatizaciones mediáticas que publícitan
de la nueva criminología o criminología crítica, es la primera en señalar la solución sacrificial. La ausencia del sistema penal estatal, con sus esque-
que en la evolución de la sociedad humana la anarquía ordenada" de las mas de interpretación reduccionistas y soluciones estereotipadas, abriría
comunidades sin instituciones centralizadas es más, pacífica que todo lo posibilidades de otras soluciones para la situación problemática: com-
que puede acontecer en las que se caracterizan por el Estado, la domina- posicionales, terapéuticas, asistenciales, etc. Ello no significa la renuncia
ción política y la división de clases30. Sin quedarse paralizado a la espera a otras formas de coerción, como la policial por ejemplo, para el manejo
de un cambio radical; él abolicionismo establece un programa para redu- de los conflictos y situaciones no deseables. A largo plazo propone cam-
cir sufrimientopunitivo; aunque las condiciones de época cambiaron en biar el pensamiento general respecto al castigo y reemplazar el sistema
todo el mundo a favor de la solución penal, incluso en los países escandi- carcelario32. A corto plazo, derribar los muros que no sean necesarios y
navos, de- donde proceden la mayoría de los abolicionistas. humanizar las distintas formas de detención y aliviar el sufrimiento que
Algunas propuestas distintivas de este pensamiento son las siguien- la autoridad hace padecer a los detenidos.
tes: cambio en la rigidez téCnica del concepto de delito por el de "situa- Aunque debe aclararse que el movimiento abolicionista no es una teoría
ción problemática"; mayor grado de conocimiento mutuo de las personas . acabada ni homogénea, podrían suscribirse sus postulados principales a
involucradas en el conflicto; quita de poder a las personas que son reque- condición de señalar, como déficit importante, la renuncia a interesarse
ridas para intervenir; vulnerabilidad de la policía, jueces y fiscales ante la en el sistema de doctrina para la interpretación de la ley penal bajo el
sociedad; alternativas a la prisión; uso de valores donde la aplicación de dominio de una idea reductora de poder punitivo. No es menos relevante,
dolor resulte una idea extraña. Sin la obsesión por la culpa y el castigo, a los fines de la abolición, el conocimiento crítico de la dogmática jurídica
penal que el que se tiene del sistema concentracionario, en tanto jueces,
" Un reciente desarrollo del abolicionismo en el cuadro general de la criminología
una criminología crítica,
crítica, en VAN SWAANINGEN, R., Perspectivas europeas para 31 HULSMAN, L. y BERNAT DE CELI5.J.. Sistema penal y seguridad ciudadana: hacia
ob. cit, p.176 y ss. una alternativa, ob. cit., p43 y ss.
3° SCHEEI,;ER, S„-Hacia el abolicionismo", ob. cit., p. 23. 32 MATHIESEN, T.Juicio a la prisión, ob. cit., p. 229 y ss.
---276 - - ALEJANDRO ALAGIA
manifestac-i6trirracional-humana.sinolundarnentalmentc a causa de un La_socjedactsalvaje, está allí para testimoniar que en la igualdad el delito
_
agravamiento del malescarinterno prefecto de la división. social 1 a 116 Sólizi fió "desaparece- sino glte. rarrrpo-co -excluye traro,sacrificial-sobre.--.— _
irracionalidad humana frente al malestar no desaparece con la civiliza- personas vulnerables frente a conflictos internos con capacidad de pro-
ción, al contrario, es en esta sociedad donde encuentra el mejor ambiente ducir malestar, vivenciado como mal radical. Lo que queda sin resolver,
para reinar como amo y señor frente a una cada vez mayor cantidad de por tanto, no es para qué sirve la pena sino por qué persiste la ilusión de
conflictos internos que una sociedad dividida no deja de producir. que en el sufrimiento de otro se obtiene de ello un beneficio.
Cuando la filosofía crítica de la modernidad identifica la irracionalidad Sobre la causa de esta creencia no podríamos agregar más de lo que se
sacrificial del siglo XX lo hace porque considera esta pulsión de agresivi- conoce por la crítica ideológica y el psicoanálisis aplicado a las relaciones
dad extrema como radicalización de una razón instrumental vuelta sobre de la autoridad. La fuerza de la ilusión punitiva no descansa en razo-
sí misma. El doble efecto civilizatorio, especialmente de la sociedad capi- nes; ésa es la mejor defensa de la venganza retributiva frente a la crítica.
talista, produciría progreso en el dominio del hombre sobre la naturaleza Tanto en la vida anímica individual como en las vivencias colectivas una
como barbarie sacrificial en las relaciones humanas, al extremo de poner pulsión de destrucción, bien humana, se exterioriza en la necesidad de
en peligro la humanidad que la razón posibilita. Sólo en el psicoanálisis castigo, propio o ajeno, del que se obtiene una ganancia de placer. Lo que
la irracionalidad encuentra el lugar al que pertenece: como pulsión de parece más significativo en ello atá dado en la relación entre vida afectiva
destrucción que, junto a la pulsión de vida, nos hace humanos. El costo -que no desconoce el beneficio psíquico que se obtiene de la necesidad
que se paga por su negación se padece con más irracionalidad vindicativa, de autopunición- y creencias positivas en el trato sacrificial público. La
de la que es muy dificil salir si a la vez se espera de la ilusión sacrifica' resistencia del trato punitivo a la crítica es pareja a la fuerza de la pulsión
un beneficio pacificador. Cuanto mayor esfuerzo por racionalizar, más de muerte que domina la vida anímica. Más presión ejerce ésta sobre la
ilusión se deposita en la idea de que algo valioso debe perderse para bene- ilusión si por ella Se espera y se logra un beneficio.
fiel° de codos, corno a la persona sana que se le amputa una mano para
salvarle la vida. Si ata tendencia domina, menores son las posibilidades No debería subestimarse otra enseñanza que arroja la tesis psicoanalí-
de contención de irraasnalidad vindicativa. Por el camino contrario, en tica de las pulsiones. De ser cierta la existencia de una pulsión de muerte
el de reconocer que la irracionalidad humana se alimenta con afectos de que trabaja para la autodestrucción con ganancia de placer, una parte del
desvalimiento y_ malestar que crecen en proporción directa a la división objeto de estudio del derecho penal y la criminología debiera trasladarse
social, es posible que el dereCho penal encuentre una mejor posición de de la excepcionalidad del delito a la normalidad de la obediencia. Sólo así
fuerza para cumplir su meta de pacificación social mediante contención nos aceraríamos a la posibilidad de comprender la fuerza de la ilusión
de poder punitivo. Seria otra vana ilusión sustitutiva de graves con- punitiva y la clave de su persistencia y demanda permanente contra toda
secuencias que se aperase de la desaparición de la sociedad de clases, crítica. Porque si la creencia en la pena se sostiene en su ligazón con la
4 experiencia inconsciente de necesidad de gozar en el castigo prop.io que
o incluso del Estado, una vida sin delito. La criminología crítica hizo su
exterioriza la pulsión de muerte, también la obediencia se explicaría por
9 mejor aporte al señalar que el mayor peligro para la sociedad proviene
de la reacción frente al delito. Pero el salto cualitativo logrado por este un apego patológico a la autoridad. Son las oleadas de sumisión incondi-
4
nuevo horizonte de conocimiento fue empañado por dos deducciones cional a la ley las que empujan a favor de la solución sacrificial. Castigo y
It
equivocadas: que d delito es una invención de la sociedad de clase y que obediencia son las caras de una misma moneda. En el apego patológico
por su abolición desaparecerá automáticamente toda respuesta punitiva. a la autoridad se anuda tanto la solución sacrificial como la normalidad
HACER SUFRIR 283
282 ALEJANDRO ALAGIA
primer contacto de la criatura humana es una figura de autoridad sígnicos construidos socialmente alimentan y posibilitan la vida interior,
(paterna Orstibtla rualrporarrfsentirmenros-rarribivalentes-de-amott-y esto es,Ja_conciencia_r_que,seru ica entre e organismo y e mullo ene-
hostilidad. De modo análogo:en-la-vida-adulta esa figura es ocupada por rior. Ellas pertenecen al campo ideológico porque las palabras en toda
la soberanía punitiva, porque de toda autoridad se espera violencia pero su elasticidad, entonación expresiva y acentos de orientaciones diver-
también protección. A esta altura de la crítica ideológica, resulta evidente sas acompañan a toda la creación ideológica en general, y justamente
que las ideas que representan a la autoridad punitiva y lo que la autoridad ésta es la razón que hace vivo y cambiante al signo ideológico, también
hace creer del fenómeno del delito y la pena se vivencia independiente- como medio refractante y distorsionador de la existencif. En este sen-
mente de si ellas son una ilusión o si son verdaderas. La autoridad pare- tido, ideología no debe confundirse con ideología dominante, como lo
ciera poseer una cualidad enigmática por la cual haría creer cualquier demuestra la descripción etnográfica que identifica culturas sacrificia-
cosa que se propusieras. Pero no es seguro que sea así. Hay límites para les salvajes sin observar división social. Para convertirse en ideología el
la obediencia, como lo deernuestra la lucha de clases y la revolución soCial discurso punitivo tiene que imaginar relaciones reales donde no las hay
y política tanto en la historia moderna como en el presente. Sin embargo, (pena = existencia social), pero éstas no necesariamente tienen que ser
ninguno de los más grandes procesos de ruptura con creencias tradicio- relaciones de dominación. Destruir una persona vulnerable para bien de
nales o modernas pudo acabar con el reinado de la ideología punitiva. la sociedad o destruir al otro para que viva la ley8 puede pensarse como
No hay revolución que no haya tenido al escenario punitivo del antiguo una solución sagrada o racional, según se trate de una sociedad salvaje
régimen como motivo de agravio general y su abolición corno promesa de o una sociedad de Estado, pero la estructura de sentimiento que naru-
humanidad. N6 obstante, en todos los casos el campo concentracionario raliza trato cruel, en uno y otro caso, le debe menos a razones públicas
fue la herencia sacrificial del viejo trato patibulario. La autoridad punitiva que a potentes mociones pulsionales que aquella creencia pone en movi-
aparece revestida de una condición de inexorabilidad para ciue la socie- miento. La sociedad humana invierte un enorme esfuerzo tanto en ideas
dad exista. Es Cierto que una ilusión sacrificial ofrece mayor resistencia como en afectos para su infelicidad y padecimiento. El caso del sacrificio
cuando pierde magnetismo en situaciones revolucionarias que cundo punitivo es ejemplar.
señorea la nármalidad, pero siempre la situación extraordinaria favorece El malestar que envuelve al crimen, la pérdida irreparable, el accidente
el exceso de fe punitiva. 'este es el caso de la ideología penal. fatal que no encuentra explicación son conflictos propicios para canalizar
La doctrina de la pena en tanto trato cruel para bien de la sociedad ilusiones patibularias y vivenciar la solución vindicatáva aamo respuesta
es ideológica si por ello se entiende la promoción de una creencia orien- verosímil culturalmente condicionada. Se hace hincapié, volviendo a
tada a la acción ruinosa al presentar lo falso como verdadero, la crueldad Aristóteles, en que toda ideología, aunque no sea un sistema coherente,
como "bello tratons. La racionalización de la pena para que exista socie- tiene que ser plausible para ser creída. El elemento de verdad en todo cas-
ti dad puede asimilarse a la conducta de poner señales de autopista en un tigo reside en el malestar irrevocable que suscita un conflicto real o ima-
camino sinuoso de montaña. ¿Dónde arraiga esta disputa de sentido? ginario que lo tiene por causa y en la satisfacción sustitutiva que ofrece
fi Pena7,"castigo'1sacrificio" son palabras que por el hecho de ser materiales a cambio. Una doctrina es eficaz si a la vez resulta atractiva y lo bastante
5 SLOTERDIJK, P., Crítica de la razón cínica, ob. cit., p. 30. 7 VOLOSHINOV, V. N., El marxismo y la filosofía del lenguaje, ob. cit., pp. 49-52.
6 También como medicina pan el alma enferma, en PLATÓN, Gorgias, ob. cit., 476 e. 8 Expresión utilizada por Iholou, A., Teoría del sujeto, ob. cit., p. 199.
286 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 287
"real" para identificarse con ella en la vida práctica cotidiana:"Las ideolo- ¿Representa este giro la muerte del sujeto, prisionero de un mundo
gías dominantes pueden conformar activamente las necesidades y deseos imaginario alimentado con el discurso del Otro? En principio, para el
de las personas sometidas a ella, pero también deben implicarse signifi- psicoanálisis esto es incontrovertible si por sujeto se entiende una enti-
cativamente con las necesidades y deseos que la gente ya tiene, captando dad cuya naturaleza es la autonomía y racionalidad. La vida humana
esperanzas y necesidades genuinas"9. La doctrina de la pena está sobre- es efecto de estructuras, incluso y fundamentalmente inconscientes:
impresa en la experiencia viva de todos los días. "circunscripción social" para la antropologíalaula de hierro" para la socio-
La ideología en general interpela sujetos construyendo una identidad logía y "discurso amo del otro" para el psicoanálisis atrapan a hombres
singular y colectiva. Con anxilio en el beneficio psíquico del castigo Pro- y mujeres a estructuras materiales y subjetivas de un orden total, pero
pio o ajeno, la población internaliza que sin trato cruel no hay sociedad no por ello pierden toda posibilidad de elección y cambio de posición.
posible. Fue Althusser el primero que desde el marxismo señala el conte- Que el sujeto sea efecto de aquellas determinaciones no necesariamente
nido afec-tivo e inconsciente de toda ideología dominarnew. La creencia, significa que sus acciones, modos de.conciencia y deseos se encuentren
para ser' eficaz, debe ser lo suficientemente plástica para dar con todas completamente afectados por las relaciones de poder ni por el incons-
las combinaciones posibles de razón y pasión. Tiene que sintonizar con ciente. El marxismo postestructuralista es la corriente cultural que más
el deseo o la esperanza aunque ello contradiga la realidad y la distorsión ha contribuido en este último tiempo a teorizar esta perspectiva que tiene
sea fuente de otros males mayores futuros todavía no generalizables ni a Alain Badiou por uno de sus representantes, y cuyo punto de partida
inmediatos. La teoría afectiva de la ideología abrió nuevos campos de bien puede sintetizarse en lo siguiente: "En la historia sucede siempre
investigación. La interpelación ideológica nos hace ser lo que somos es una más o menos lo que está contenido en los datos previos (...) Sobre este
afirmación. que el psicoanálisis suscribe, especialmente si proviene de más o menos se encuentran los hombres"13.
una lectura lacaniana de Freudn. Ser"subjetivado" es sersometido", que- Los verdugos y burócratas del campo de concentración reducen a sus
' esta condición la ley está tan profundamente inscripta
dar. Sujeto. Bajo víctimas a animales destinados al matadero, pero los testimonios de los
en los sujetos, tan íntimamente ligada al deseo que voluntad se con- sobrevivientes demuestran el esfuerzo inaudito por resistir la investidura
funde con autonomía o libertad. Baruch Spinoza recuerda que hombres sacrificial de ser para /a muerte. En las peores situaciones también hay
y mujeres combaten.por su. esclavitud como si combatiesen por su libe- elección. En esta perspectiva el sujeto no es efecto incondicional de las
ración haciendo de los deseos del amo los suyos propios12. estructuras. Al contrario, plantea que la idea de lo humano es algo
que surge de las estructuras pero que supone a la vez acontecimientos
de ruptura que dan cuenta de fenómenos de creación, novedad y cura".
Tambiénaposible quelaideología tenga menos peso en la vida coti- Si uno ,de los secretos del dominio de la pena radica en la dependencia
diana efrque-sc crec-que-rtiencisrQuizáslo-que-no..hace-la-ideologiaJo —emocional-con-la-autoridadresalig-az-ón.nunca.aáltabiMente;_no _
haga la necesidad regulada por la elección del mal menor: es mejor estar falta en ella, tampoco, hostilidad y rechazo. Por ello, el poder ideológico
vivo y obedecer que estar muerto. La observación antropológica la con- que refuerza la solución vindicariva también contribuye a combatirla.
vierte en tesis bajo el nombre de "circunscripción ecológica" para explicar Si normalmente no acontece es porque la sumisión a este imaginario
el. origen del Estado y que la teoría sociológica del costo-beneficio con- • recibe un permanente apoyo de fuerzas libidinales. Sin embargo, estas
sideraría como elección racional16. En este sentido, los afanes de la vida fuerzas inconscientes que invisten reprelentaciones de trato cruel —auto
humana en sociedad parecen únicamente posibles como resultado de una y heteropunitivas— son las mismas que impulsan a su rechazo: "Si ama-
transacción más o menos penosa entre el deseo y las exigencias de la rea- mos y deseamos la ley, también acariciamos una intensa animadversión
lidad externa. Por esta idea, la ligazón afectiva —amor incondicional— de hacia ella (...) en este sentido el poder que sostiene la civilización tam-
la población con la autoridad y sus prácticas pierde relevancia a favor de bién contribuye a destruirlann.
una relación sostenida por conveniencia mientras la fuerza de la situación
La solución vindicativa es una solución de compromiso, defensa con-
se presente irresistible. En la historia los pueblos han soportado más a
tra la angustia insoportable, respuesta imaginaria para afrontar y resolver
la autoridad de lo que la han amado. Si es racional' contentarse con una
problemas reales al precio de convertir esa defensa en otro grave pade-
ambigua mezcla de miseria y placer marginal en una situación desfavo-
cimiento singular con iguales consecuencias sociales'8. Si la ideología
rable, es igualmente racional rebelarse cuando las privaciones tienen cla-
de la 'pena es el muro que se levanta contra la fantasía de la violencia
ramente un peso mayor que las gratificaciones y cuando parece próbable
mimética que impide toda sociedad, .sus efectos reales se hacen sentir
que con ello, en un futuro, las ganancias serán mayores que los padeCi- •
como si se viviera aplastado por una montaña de ladrillos civilizatorios.
mientos. Esta tesis podría tener razón para los casos de resignación total
La clínica psicoanalítica puede atestiguar que del sufrimiento neurótico
y esperanza radical, pero la vida en su mayor parte sólo excepcionalmente
grave se sale atenuando el rigor de la ley subjetiva internalizada. No es
discurre entre esc;1.•extremos. Incluso la pasividad como la rebelión no
absurdo, entonces, esperar un aligeramiento de la carga sacrificial cuanto
parecen depender únicamente de la estrategia racional de los participan- .
más libre se esté de los •discursos que versan sobre la muerte' y el sufri-
tes, aun cuando la docilidad política del pueblo tenga muchas veces' como
miento reconciliador. Pero para que ello sea efectivo primero habría que
causa menos la interpelación ideológica que la preoca-Pación porque el
reconocer la dimensión de goce que hace de la solución sactificial civili-
salario alcance hasta fin de més. El psicoanálisis revela que' no son racio-
zatoria una ideología de la vida coridianat9. Antes que el psicoanálisis
nales las poderosas fuerzas que Se rebelan en el individuo contra la tiranía
descubriera en la clínica el beneficio psíquico en la defensa autopuniriva,
del ideal de yo cuando ellas se vuelven excesivamente insoportables para el Nietzsche hacía derivar la pena de un sentimiento reactivo de venganza
yo, y es probable que algo igual acontezca en la relación del sujeto con la
autoridad externa tanto en la sumisión como en la revuelta.
EAGLETON, T., Ideología..., ob. cit., p. 228.•
15 A me ROM 01E. N4 Hiet.S.y Tu RN e ft, B.. La tesis deja ideología dominante, ob. cit., 18 La defensa extrema siempre es señal de mala salud psicofisida, a causa deun conflicto
'pp. 213 y as. . • insoportable en el que no se está consciente de lo que ocurre. WINNICOTT, D. W.
16 Etk-rEa. J., Tuercas y iarrüllos. Una introducción a los conceptos básicos dejas ciencias La naturaleza Humana, ob. cit., p. 79.
sociales, ab. cit., p. 31 y ss.; Ulises y las sirenas. Estudio Sobre racionalidad e irraciona- 19 La lectura lacaniana sobre el beneficio en la pulsión 'de muerte. en LAC A N, J., La
lidad, ob. cit., pp. 34 y 35. ética del psicoanálisis. Libro 7, ob. cit, p. 248y ss.
I
290 HACER SUFRIR 291
ALEJANDRO ALAdIA
y se preguntaba cómo el dolor de otro puede resultar pacificador. Llega a camino más prometedor que este para la comprensión de la persistencia
comprender la cruel ecuación pena infligida = dolor sufrido al introducir de la ilusión sacrificial. Las investigaciones sobre el pánico moral reali-
zadas en la década del sesenta del siglo pasado no subestimaron la fibra
un tercer término: el placer que se experimenta al infligir o contemplar
emocional que sacuden las campañas estatales de pena y orden, tanto en
dolor: 'Cómo el hacer sufrir puede ser una reparación? He aquí lo que le
lo que afecta a la población como a los agentes de criminalización, pero
falta a la mayoría de las teorías: demostrar hasta qué punto de vista hacer
no salen de la crítica ideológica tradicionaln.
sufrir provoca placer"20.
Es cierto que las ilusiones punitivas son profecías que se cumplen:
"si los hombres definen las situaciones como reales aunque no lo sean,
3. Apegos patológicos a la autoridad las consecuencias son reales". La pena no salva la sociedad de su aniqui-
lamiento, pero basta con creerlo para levantar guillotinas y campos de
Si en situaciones normales, por fuera de agravios extremos de autori- concentración. Éste ha sido siempre el problema de la servidumbre sub-
dad punitiva, la población de un país no ofrece resistencia a las ilusiones jetiva. No alcanza la denuncia de la autoridad política, académica o del
sacrificiales de la autoridad como a la cultura profesional y mediática que monopolio mediático cuando apelan al miedo o al terror para justifi-
la asiste, aa qué debe su energía esta servidumbre subjetiva? El concepto car castigo. En el fundamento jurídico-político del mito moderno de la
de apego patológico al discurso de autoridad puede ser de gran utilidad inexorabilidad del castigo para que la sociedad exista no faltan recursos
para conocer la resistencia a la crítica y al cambio en la manera de relacio- emocionales para atemorizar con la amenaza de caos, guerra de todos y
narnos con el conflicto. No hay representación ni idea que no esté ligada. venganza homicida ilimitada. Pero este conocimiento deja sin responder
- - --aun monto-de afecto o'emOción; éste es otro de los grandes descubrimien por qué la población cae repetidamente en la trampa de la ilusión puni-
tos dél psicoanálisis para los procesos mentales tanto inconscientes como tiva e incluso de ella obtiene un goce sustitutivo.
conscientes y que eidas últimas décadas a la teoría política le ha sido de
utilidad para la crítica. ideológica de los conceptos. Las razas no existen,
son una construcción al igual que la idea de nación, pero contra viento 4. Amor al castigo
y marea estas creencias forman parte de un sentido común -por -el-que
todavía los hombres viven y se matan. No es muy diferente la situación Para que la sociedad viva alguien tiene que padecer es el lema de una
para la ilusión sacrificial. Parece que todo lo que el proyecto de la moder- creencia sacrificial heredada de la sociedad salvaje masificada en la socie-
nidad relegan a la periferia de la vida humana por irracional (la emoción, dad punitiva. De no existir alguna fuerza emocional ligada a aquella
el afecto, la pasión) ha retornado al centro de la escena, y muy mal se creencia, no podría seguirle tampoco un beneficio de la misma natura-
haría en no contar con ello, porque —como se sabe ahora— no alcanza leza que haga posible la persistencia de la solución punitiva en la vida
con acuerdos discursivos para ligar creencias y motivar acciones. La iden- humana. El psicoanálisis detectó una pulsión de muerte que trabaja muda
tificación con creencias punitivas provendría de un apego emocional, de en la vida anímica para la autodestrucción y la agresividad, de la que
lo que se conoce suficiente por las poderosas mociones vindicativas que se logra una ganancia de placer y cuyo agente es el ideal de yo, herencia
se movilizan en la:respuésta sacrificial. Por el momento, parece no haber
21 YoUNG, J.," El pánico moraL Su origen en la resistencia, el ressentiment y la traduc-
ción de la fantasía en realidad; ob. cit., p.7 y ss.
2° NIETZSCHE, F., La genealogía de la moral, ob. cit., p. 75.
292 ALEJANDRO ALAG1A
HACER SUFRIR 293
n FRquo, S., Piscología de las masas y análisis del ya, ob. cit., p. 110.
23 Ibíd., p. 67. 24 1131d., p. 92.
ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 295
294
\
296 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR - 297
— —implica-eltroGeso-ternprano-deldeutificación_y apego_con una figura de subordinación —como promesa de existencia— ni la autoridad se vade de
autoridadJUith Butnica acertadamente. ese dese de-existencia o-miedo-ante-la-muerte parrdurnesrirat incondi-
cionalmente en la orden a la manera en que' Hegel lo creía para la relación
... ningún sujeto emerge sin un vínculo apasionado con aquellos de del amo y el esclavo32. Pero la vida anímica puede jugar en favor de ello.
quienes depende de manera esencial. Aunque la dependencia del niño
no sea subordinación política en un sentido habitual, la formación de La vulnerabilidad al poder punitivo no es sólo de quienes lo padecen.
la pasión primaria en la dependencia lo vuelve vulnerable a la subor- En ese caso, el derecho penal debe tomar nota de una vulnerabilidad
dinación y la explotación (...) esta situación de dependencia prima- humana a la ilusión sacrificial portadora de goce.
ria condiciona la formación y la regulación política de los sujetos y se En 1918, poco antes de -que Freud introdujera la noción de pulsión
convierte en el instrumento de su sometimiento. Si es imposible que
de muerte como principio regulativo de la vida anímica, George Mead,
el sujeto se forme sin vínculo apasionado con aquellos a quienes está
subordinado, entonces la subordinación demuestra ser esencial parad filósofo y psicólogo social de la Universidad de Chicago, publicó La psi-
cología de justicia punitiva 33, en el cual las emociones ocupan el centro de
devenir del sujeto (...)prefiero existir en la subordinación que no existir,
ésta sería una de las formulaciones del dilema". la escena para explicar la naturaleza del castigo y la forma en la que los
humanos se relacionan con la venganza pública. Allí indaga el origen de
Sin embargo, esta inteligente observación merece algunas reservas. la creencia común y profesional de que sin trato punitivo, "con todos sus
La dependencia de la criatura humana a la autoridad de sus progenito- efectos perversos y desintegradores1; la sociedad misma seria imposible.
res o cualquier otra equivalente y su introyección como ideal de yo en el Desde una perspectiva social en el estudio de los instintos, renueva la
complejo edípico deparará más o menos sufrimiento, y es tal vez el más orientación del viejo conductismo de la psicología norteamericana y,
formidable coridicionamiento para que el beneficio en el castigo, propio como Freud, descubría la existencia de dos grupos opuestos de instin-
o ajeno, sea sentido con "afecto familiar". Parece no haber dudas sobre tos: hostiles (destructivos) y amistosos (parentales y sexuales), de cuya
las consecuencias pie \esto produce para hacer de la ilusión punitiva un combinación se organiza la conducta social. El sufrimiento retributivo
motivo de goce, tanto 'tomo para convertir humanos en súbditos. Sin que se obliga a padecer al sujeto sacrificial, come la creencia de que por
embargo, el complejo de identificación parental que describe el psicoaná- su intermedio se reafirma una sociedad amenazada de peligro de exis-
lisis, y del que resulta más o menos padecimiento para la-vida de relación tencia, se explican como respuestas emocionales al instinto de destruc-
del individuo, es consecuencia inevitable de lo que el hombre tiene que ción: las emociones que se despiertan son de batalla y la pena —contra
perder para vivir -en sociedad. En ea ' mhio, la identificación ernocional con los enemigos de la sociedad— responde a esos sentimientos de hostilidad.
la ilusión punitiva de atitoridad no parece del mismo modo inevitable Aunque, sin reparar en la ganancia psíquica dé la que el trato sacrificial
para hacer posible la vida de relación. Por otra parte, como se señaló, obtiene su persistencia, Mead enfatiza que nunca el criminal hace peli-
la servidumbre voluntaria a una figura de autoridad política punitiva grar la existencia de la sociedad y denuncia una estimación exagerada
es una condición humana representativa sólo de un pequeño fragmento de la respuesta vindicativa para la cohesión social. Gran reformador en
de la existencia social, lo que demostraría que para devenir sujeto no una época de guerras y destrucciones masivas de vidas, propone lidiar
hace falta "ni rey, ni fe, ni ley". El hombre no cae automáticamente en la
con las causas del crimen "desapasionadamente" para reducir sufrimiento aun bajo una"máscara." preventiva, es el resultado ideológico de una vida
humano cambiando la atención que se mueve desde el enemigo hacia la humana dominada por pulsiones. El racionalismo penal vive de y por las
reconstrucción de las condiciones sociales. pasiones humanas.
La pena pierde en argumentación racional por su lado emocional,
y por ende retributivo. Que alguien tiene que sufrir para que la socie-
dad viva, como fórmula de la ideología penal, carece de todo sentido
para prevenir crímenes y resocializar delincuentes, y no por ello esta
"máscara" de realidad deja un vacío en la cultura punitiva. ¿Qué ocupa
el lugar de las razones en el castigo? Se mencionó el aporte que hace la
crítica ideológica al detectar en el interés y las motivaciones de una clase
social dominante la voluntad deliberada de hacer de la parte el todo. Sin
embargo, la ideología penal es algo más, como lo hace saber el hecho de
que al caerse las "máscaras" utilitarias o preventivas, legas o profesiona-
les, la creencia patibularia apenas se resiente con ello. La ideología de la
pena, además de ser creencia razonada —en la que no falta parcialidad,
ultrasimplificación y prejuicios—, tiene como nota distintiva un len-
guaje de naturaleza emotiva. Por ello el estudio de la ideología penal no
puede desconocer este otro aspecto que la caracteriza, el de_vía de escape
de ansiedad colectiva. La ideología suministra "una salida simbólica" a
las agitaciones emocionales generadas en el malestar social e individual
frente al conflicto real o. imaginario. Como dice Clifford Geertz, una
ideología transforma la erribeión en creencias compartidas, y hasta uni-
versaks34, pero no por ello li, solución sacrificial debejustificarse. Los
datos de realidad no determinan ningún inevitable deber ser y menos
aún:si la respuestrptinitiva frente ál conflicto está fundada en el mito de
la pena para que la sociedad exista.
Es probable que el psicoanálisis no sea el único camino abierto para
hallar una respuesta plausible al interrogante que se plantea; se 'frito-
duc- e- a falta de una hipótesis" mejor, sin dejar de sentir inquietud ante la
reducción mecanicista que hace de la necesidad inconsciente de castigo
la explicación de la persistencia de la ilusión punitiva. La retribución,
ello población vulnerable a la solución sacrificial. Desaparece la regla de una condición humana. Desviarla sobre grupos o individuos vulnerables
reparación y roda falta se paga con sufrimiento, porque roda infracción impide a la sociedad salir del círculo sacrificial. Eliminar las condiciones
es considerada acto de enemistad a la autoridad y al derecho soberano. sociales propiciatorias para la ilusión sacrificial no es tarea de la que el
La sociedad primitiva no conoce pena pública; tiene experiencia de trato jurista deba hacerse cargo. Al menos corresponde señalar, a quien vea
sacrificial que no difiere del castigo moderno más que en la masificación en el derecho penal un programa reductor de poder punitivo, que no
de la práctica que produce el evento civilizatorio. puede subestimarse la fuerza del apego afectivo por la solución sacrificial
mientras exista población vulnerable que alimente con su vida esa trágica
La doctrina moderna del delito y la pena tienen muy bien escondido necesidad de gozar en el castigo.
su origen. Es el encubrimiento más grande de la historia del derecho
penal. No se deja ver en el delincuente circunstancial, pero un poco del
pasado arcaico se muestra en el delincuente habitual. Donde el sacrificio
punitivo se muestra sin censuras civilizatorias es en el genocidio, en el
que crimen y pena se prestan a un juego de sustituciones paradojales.
En el crimen común el hecho punible es causa de la pena a condición
de un estado y situación de vulnerabilidad. Pero en las masacres delito y
crimen se solapan.
La pena pública regulada o extrema no es resultado de la superación
de la venganza privada que nunca existió, sino de la generalización de
una práctica sacrificial salvaje sobre personas vulnerables cdñ el firi
de impedir que la comunidad se ahogue en el malestar. Se generaliza el
sacrificio en la pena pública porque la civilización es una sociedad de con-
flicto, pero fundamentalinente porque en el sacrificio punitivo, salvaje y
moderno, no falta una satisfacción o goce que lleva tranquilidad y paci-
ficación interna, aun cuando Sto último sea pasajero y causa de peores
padecimientos. El derecho penal que legitima pena, en este cuadro, hace
Propaganda de 'violencia sacrificial. Se sabe que el castigo no previene
nada, no refunda la Sociedad o el derecho, pero es necesario que se vea
así. ¿Por qué tanta adhesión? ¿Dónde reside el magnetismo pacificador
de la destrucción sacrificial?
• -
Así como el saber etnográfico sirvió a la desmitificación de la natura-
leza civilizatoria de la pena pública, el psicoanálisis, por su parte, ofrece
una explicación plausible para la persistencia de la solución sacrificial
en la sociedad humana. La agresión o pu/sión de muerte pertenece a la
vida mímica, no como algo simplemente irracional o arcaico, sino como
Asals, M., Antropología de la globalización, Ediciones del Sol, Buenos
Aires, 2012.
ABERCROMBIE, N.; Hm., S. y TURNER, B., La tesis de la ideología domi-
nante, Siglo XXI, Madrid, 1987. .
ADLER, A., "La guerra y el Estado primitivo", en ABENSOUR, M. (ed.),
El espíritu de las leyes salvajes, Ediciones del Sol, Buenos Aires, 2007.
ADORNO, T. W; FRENKEL-BRUNSWIK, E.; LEVINSON, D. y NEVITT
itNFORD, R., "La personalidad autoritaria (Prefacio. Introducción
y' Conclusiones)", en Empiria, Revista de Metodología de Ciencias
Sociales, n° 12, julio-diciembre de 2006.
AGAMBEN, G., Estado de excepción, Adriana Hidalgo, Buenos Aires,
2003.
[__—, Homo
- --
sacer, I, EditoraNacional, Madrid, 2002.
?
LALAGIA, odos
A.,"Día'D; llora 'I- r, crímenes masár-SZo en Argentinn
(1976-1983)", enevista
_R de derecho penal y criminología, año-11,-nU,../
Buenos Aires, Éebrero de 2011-___,)
ALTHUSSER, L., La filosofla.como arma-de.la•revolución, Pasado_y Pri-
17 sente, México,,19842
ANDERSON, B., Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y
la difusión del nacionalismo, Fondo de Cultura Económica, México,
2007.
ANI3ERSON, P, Transiciones de la antigüedad al feudalismo, Siglo XXI,
. México, 1983.
306 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 307
ANDREOPOULOS, G. J. (ed.). Genocide: Conceptual and Historiad Dimen- BERMAN, M., Todo lo sólido se desvanece en el aire, Siglo XXI, México,
sions, University oí Pennsylvania Press, Pennsylvania, 1994. 2008.
ANiTuA, G. L, Historia de los pensamientos criminológicos, Del Puerto, BERNAL, J., La ciencia en la historia, Península, México, 1959.
Buenos Aires, 2006.
-- BIAG /NI, H. (comp.), El movimiento positivista argentino, Punto Sur,
LBt
ACIGALUPO, E., Manual de derecho penal, .Temis, Bogotá, 19_84,yhlamil Buenos Aires, 1985.
murabi, Buenos Aires, 1994
BLACKBURN, R. (comp.), Después de la caída, Crítica, Barcelona, 1993.
}homo, A., Teoría del sujeto, Prometeo, Buenos Aires, 2009.
BLAIN, E., Tzompantli, horca y picota. Sacrificio o pena capital. Anales del
—,El ser y el acontecimiento, Manantial, Buenos Aires, 1999. Instituto de Investigaciones Estéticas, vol. XXVIII, n° 88, México,
BALANDIER, G., Antropología política, Ediciones del Sol, Buenos Aires, 2006.
2005. BLAUSTEIN, E. y ZUBIETA, M., Decíamos ayer. La prensa argentina bajo
— , El desorden. La teoría del caos y las ciencias sociales, Gedisa, Barcelona, el proceso, Colihue Buenos Aires, 1998.
1993. BLOCH, M., La sociedad feudal, Alta], Madrid, 2002.
[13.knicry A, J:s.„„griminoiogía crítica y crítica al derecho penal, Siglo XXIT,:i BoAs, E, Cuestiones fundamentales de la antropología cultural, Solar,
LMéxico, 19917_1 Buenos Aires, 1964.
caLes.r.tategiasciikkgitimación_del derecho penal", en BRITO, R. y FRE/TAS, A., As razoes do positivismo no Brasil, Río de
Foderiponirol, n° 0, 1986. Janeiro, 2002.
BARRETO, T., "Fundamentos del derecho de punir': en Introducción al BURCKHARDT, J., La cultura del Renacimiento en Italia, Akal, Madrid,
estudio 'del derecho P'enal, trad. de Pablo Vega, Hammurabi, Buenos 1992.
Aires, 2009.
Bu RKERT, W, El origen salvaje. Rito de sacrificio y mito entre los griegos, El
BATAILLE, G., La parte maldita, !caria, Barcelona, 1987. Acantilado, Barcelona, 2011.
BARTRA, R., "El miro del salvaje"; en Revista de cultura científica de la BuRucúA, J. E., Sabios y marmitones. Una aproximación al problema de la
Facultad de Ciencias de la UNÁM, nos. 60-61 octubre de 2000 - modernidad clásica, Lugar Ed., Buenos Aires, 1993.
marzo de 2001.
UTLER,J., Mecanismos psíquicos del poder, Cátedra, Madrid, 2001.
BAUDRILLARD, J., El intercambio simbólico y la muerte, Monte Ávila,
ALETTCS. (comp.), Sujeto, política, psicoanálisis, Prometeo, Buenos
Caracas, 1992.
Aires, 2011.
0.3C_,YER, O.; BOBÓN, A. y PArvismA, J., El terronsmo drEstado, Institutd
CANETTI, E., Masa y poder, Obra completa, 1, Debolsillo Barcelona, 2011.
Espacio para la Memori . a, Buenos Aires, 2011._
CA RNEIRO, R., "Una teoría del origen del Estado", en Science, New Series,
4113EccArtiA, C., Dr los delitos y las penas, Arayú, Buenos Aires, 1955. y v. 169, 1970.
308 ALEJANDRO ALAGTA 14NCER-SUFR1R 309
—C---A-R:R-A-R-AyF.,Programade_derecho_crirninal, Parte General, vol. 1, Temis, DE HEUSCH, L., "La inversión de la deu a proposiciones acercFis
Bogotá, 195 realezas s i1d2s-ofrieariasFren-AssNsouarIVI.-(t.d.), Fl nliíritu.rde
las leyes salvajes, ob. _
CAssiN, E.; BOTTÉRO, J. y VEncouTTER, J., 1,05 imperinel antiguo
oriente, Siglo XXI, México, 2006. DE LA BOÉTIE, E., El discurso de la servidumbre voluntaria [1578], Uto-
pía Libertaria La Plata, 2009.
CASTORIADIS, C., La ciudad y las leyes. Lo que hace a Grecia, 2, Fondo de
Cultura Económica, México, 2012. DE MAISTRE, J., Las veladas de San Petersburgo, Imprenta de J. Gimen°,
Valencia, 1832.
—, Lo que hace a-Grecia. I. De Hornero a Heráclito. Seminarios 1982--
1983. La creación humana II, Fondo de Cultura Económica, Buenos • DE ROIVIILLY, J., La ley en la Grecia clásica, Biblos, Buenos Aires, 2004.
Aires, 2006. DE TOCQUEVILLE, A., El Antiguo Régimen y la Revolución, Alianza,
CFIALK, E, y JoNass OH N, F., Historia y sociología del genocidio, Promeieo, Madrid, 2004.
Buenos Aires, 2010. DELEUZE, G. y GUATTARI, F., Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia,
.E, G., Los orígenes de la civilización, Fondo de Cultura Económica,
CHILD Pre-Textos, Valencia, 1988.
Buenos Aires, 1992. DESCOLA, E, Las lanzas del crepúsculo: Relatos jíbaros. Alta Amazonia,
CLASTRES, P., Sociedad contra Estado, Caronte, La Plata, 2008. Fondo de Cairina Económica, México, 2005.
—, Crónica de los indios guayaquis. Lo que saben los aché, cazadores nóma- DONAT. L. sistema probatorio medieval dalos germanos visto por
das del Paragúay, Alta Pulla, Barcelona, 1986. historiadores alemanes del derecho del siglo XIX y de comienzos del
siglo XX'', en Revista de estudios históricos-jurídicos, n° 34. Valparaíso,
—,Investigaciones eh antropología política, Gedisa, México, 1987. 2012.
CÓDIGO DEHAMNIURABY, Madrid, 2008.
DONGHI, T. H., Revolución y guerra. Formación de una élite dirigente en
C-
(Coi-r37,ÉrOr taade negación. Ensayo sobre atroadades rsufrtmtent la Argentina criolla, Siglo XXI, Buenos Aires, 1972.
L-Facultad de Derecho UBA,_Buenos Aires, 2005,-1 DUBY, G., Guerreros y campesinos, Siglo XXI, México, 1999:
COSENTINO, J. C., Coñstrucción de los conceptos freudianos II, Manantial,
Buenos Aires, 1999.
CI /VI, E., La división social del trabajo, Shapire, Buenos Aires,-1987.
CREAZZO, G., El positivismo criminológico italiano en la Argentina, Ediar, CEAGLETON, T.rldeologran-a---
introducción, Paidós, Buenos Aires, 19977
ja-1
Buenos Aires, 2007. —, Terror santo, Debate, Barcelona, 2008.
krsek615-
RISTIE, N., La industria del control del delito. ¿La nueva forma clél
sto?, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1993C
tau-
ELSTER, J., Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos básicos de '
las ciencias sociales, Gedisa, Barcelona, 1991.
t_ ____---
DE AZARA, E, Viajes por:América Meridional, Espasa Calpe, Madrid, —, Ulises y las sirenas. Estudios sobre racionalidad e irracionalidad, Fondo
1923. 'de Cultura Económica, México, 1989.
310 311
ENGELS, E, La situación de la clase obrera en Inglaterra, Ed. Esencias, GEERTZ, C., La interpretación de la cultura, Gedisa, Barcelona, 2003..
Buenos Aires, 1974.
—, Negara: El Estado-teatro en Bali del siglo XIX, Paidós, Barcelona,
EsPósiro, R., Communitas. Origen y destino de la comunidad, Amo- 1999.
rrortu, Buenos Aires, 2007.
GELLNER, E. y otros, Patronos y clientes, JUGAR Universidad, Madrid,
—, Inmunitas. Protección y negación de la vida, Amorrortu, Buenos Aires, 1986.
2005.
GENOVESE, E., Esclavitud y capitalismo, Ariel, Barcelona, 1971.
EVANS-PIUTCHARD, E. E., Las teorías de la religión primitiva, Siglo XXI,
C GIRARD, R., El chivo expiatorio, Anagrama, Barcelona, 190.
Madrid, 1991.
Civiolencia y lo sagrado, Anagrama, Barcelona, 2005?
—, Los nuer, Anagrama, Barcelona, 1992.
GLEDHILL, J., El poder y sus disfraces. Perspectivas antropológicas de la
FEIERSTEIN, D., El genocidio como práctica social. Entre el nazismo y la
política, Bellaterra, Barcelona, 2000.
experiencia argentina, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires,
2007. GrOGICMAN, 191,7P51ífire—derwhu-i—
yritiglri ada-51 tribal,_Alcal?
Madrid, 1978. ir
ERRAJOLI, L., Dua
l° e ragzone. Teoría del garantismo penale, .Larerza,7
Roma, 1989/J piso. m., Comunidad, sociedad, cultura. Tres clavei para compren-
qFrOLGUEIRO, H.; FILIPPINI, L. y PARENTI, P., Los crímenes contra la e-7 --i ---
derlas identidades en conflicto, CNRS Editions, París, 2009.
-humanidad y el genocidio en el derecho internacional, Ad Hoc, Buenos jk,'
Iloríakt;"-iarx/FliGiéclátaes Iriáa;Barcelcá
iá71975".b
Aires, 2007. GÓMEZ, E., La mala vida en Buenos Aires, Ediciones Biblioteca Nacio-
iFiSffirSALESTRA,- .G., Tratado_de derecho penal_ [1966], .Abeledo nal, BuenoS Aires, 2011.
LPC"Prot, Buenos AireS,1995./— --••••.....
4 Tratado-de derecho penal, Cía. Argentina de Editores, Buenos Aires,
F0RTES, M. y EVANS-PRIT\CHARD, E. E., "Sistemas políticos africanos': 1939..
en LLOBERA, J. R. (comp.); Antropología política, Anagrama, Barce- GRUNER; E., La forma de la espada, Colihue, Buenos Aires, 1997.
lona, 1978. , - • ---1 —, La oscuridad y las luces. Capitalismo, cultura y revolución, Edhasa,
57.FoUGAULT, M., La verdad y las formasjurídicas, Gedisa, México, 19831 Buenos Aires, 2010.
4.4
—,-Vigilar y castigar, Siglo XXI, México,_1989. . . —,"Pierre Clastres, o la rebeldía voluntaria'', en ABENSOUR, M. (comp.),
FRAZER, J., Lit rama dorada. Magia y Religión, Fondo de Cultura Econó- El espíritu de las leyes salvajes, Ediciones del Sol, Buenos Aires, 2007.
mica, Madrid, 1981. HARRIS, M., IntrodUcción a la antropología general, Alianza, Madrid,
FREUID; 5., Obras completas, Ainorrortu, Buenos Aires, 2003. 1991.
GARDNER, J., Ofensa; y -defensas, Marcial Pons, Madrid, 2012. Reyes y caníbales: Los orígenes de la cultura, Salvat, Barcelona, 1986.
312 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 3
Itacas,.terclos_guerras y brujas Alianza, Madrid 2011. —,Estudios de Derecho Penal, Cívicas, Madrid, 1997.
— , Teoría sobre la cultura en la época posmoderna, Critica, Barcelona, JescHeck, 971T.77-ifircidórcleWeliCpers5/7Parte generaITC,
2000. nada, 1993.
REDEL, G. W F., Fenomenología del espíritu, Fondo de Cultura Econó- JIM ÉN EZ DE A SÚA, L., Tratado de derecho penal, Losada, Buenos Aires,
mica, Madrid, 1983. 1950.
— , Filosofía del derecho, UNAM, México, 1985. —, Psicoanálisis criminal, Depalma, Buenos Aires, 1947.
._ __ ,
r_
i HENDLER, E., Lawíc aes arcaicas.del derecho penal, CorporaciónEdicora s .tiCaociedad y naturaleza, una investigación sociológica, Depalma,
Buenos Aires, 1949.
Nacional, Ecuador, Quito,1995.
HILTON, R., Conflicto de clases y crisis del feudalismo, Crítica, Barcelona, Teoría del derecho_y_del Estado,_UNAM,Méxicor1988,-1
1988. —,"Causalidad e imputación'', en ¿Qué es la justicia?, Ariel, Buenos Aires,
HINDESS, B. y Hirtst, P. Q., Los modos de producción precapitalistas, 1993.
Península, Barcelona, 1979. KOJ ÉVE, A., La noción de autoridad, Nueva Visión, Buenos Aires, 2004.
OBRES, T:Levtatan, Fondo de Cültüta .Etoriómica7Méxia ' LACAN, J., Escritos, I, Siglo XXI, Buenos Aires, 1988.
,.
HoeseAvim, E.,1-listoria _del siglo_XX, Crítica, Barcelona, 1997. 0 —, La ética del Psicoanálisis, El seminario, Libro 7, Paidós, Buenos Aires,
—;Naciones y NacionalisMos desde 1780, Crítica, Barcelona, 1998: 2011.
HORKHEIMER, MjerítiCCI de Id ratón instrumental, Sur, Buenos Aires, LAPLAN CH E, J. y PONTALIS, J., Diccionario de Psicoanálisis, Paidós, Bue-
1973. • nos Aires, 1999.
—, Teoría tradicional y teoría. erítica, Sur, Barcelona, 2000. LAURISTON SHARP, L. R., "Pueblos sin política': en LLOIE /1.A, J. R.
(comp.), Antropología Política, Anagrama, Barcelona, 1978.
— y ADORNO, T., Dialéctica de la Ilustración, Sudainerieára, .Buerios
Aires, 1987. , LEVENE, M.," El rostro cambiante de la matanza masiva: masacre, geno-
cidio y postgenocidion, en Revista internacional de Ciencias Sociales,
HI.1.1 y3BÉRNAT'ISE -CEtts1,7Siften~cillreFFiditratTcralli
n° 274, diciembre de 2002.
Ldan.a: hacia una ti/trnatlia,-Afiéniktottf98-4!
Lévt-Sakuss, C., Antropología estructural, Siglo XXI, México, 2008.
IáRRING, R., El espíritu del derecho romano, Marcial Pons, Madrid,,2005.
—,El pensamiento salvaje, Fondo de Cultura Económica, México, 2006.
JAEóert., W. Paideia los ideales de la cultura griega, Forido de Cultura
•Económica, México, 2000. —, La antropología frente a los problemas del mundo moderno, Libros del
Zorzal, Buenos Aires, 2011.
Axons, Derecho penal, parte genera 71vIittiál Pórii7Mielliel71957.
r
- Tristes trópicos, Paidós, Buenos Aires, 1988.
—,Derecho penal del_enemigos_Hammuralat, Buenos Atear20053
$715
•
314 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 315
LEWIN, B., Túpac Amaru en la independencia de América, Plus Ultra, MEAD, G. H.,."The American Journal of Sociology", V. XXII, marzo,
Buenos Aires, 1979. 1918, n° 5, en Delito y Sociedad, Revista de Ciencias Sociales, Buenos
Aires, nos. 9/10, año 1997.
LOCKE, J., Segundo ensayo sobre el gobierno civil, Losada, Buenos Aires,
2002. MEI KSI NS WOOD, E., De ciudadanos a señores feudales, Paidós, Madrid,
2011.
LÓPEZ LuJAN, L. y OLIVIER, G., El sacrificio humano en la tradición reli-
giosa mesoamericana, INAH-UN AM, México, 2010. MEILLASSOUX, .C., Mujeres, graneros y capacites, Siglo XXI, México, -
1999.
C_MA TER, J., Derecho procesal_argentino-Hamrnurabi, Buenos Aires, 1989.7
MELOSSI, D. y PAVARINI, 'Vi., 'Cárcel y fábrica. Los orígenes del sistema
MAIR, L., El Gobierno primitivo, Amorrorni, Buenos Aires, 1970. penitenciario (siglos XVI-XIX), Siglo XXI, México, 1985.
9
y costumbre en la sociedad salvaje, Planeta-
QIVIALIN-ÓWSKI,
...... __...2B,?/Critneti
.- MÉTR.Aux, A., "La antropofagia ritual de los rupinambr, en Antropofa-
`Agostiiii:Barcelona, 1985. . gia y cultura, El Cuenco de Plata, Buenos Aires, 2011.
MANDEVILLE, B., La fábula de las abejas o vicios privados hacen la prospe- il-IVI-E-Z-GER, E,-Derechoal, Libro de esturdío-,-Panrgeneral;Revisra-de7
ridad pública, Fondo de Cultura Económica, México, 2001. Derecho Privado, Madrid,z1-959
MANN, M., Las fuentes del poder social, I, Alianza, Madrid, 1991. MOLINA, M. (ed. y trad.), La ley más antigua: textos legales sumerios,
Mioxx, K., "Prólogo" a Contribución a la Crítica de la economía política.. Troica, Barcelona, 2000.
en MARX, K. y ENGELS, E, Obras escogidas, vol. 1, Cartago, Buenos MOLINARI°, A.,"Las penas privativas de libertad de corta duración': en
Aires, 1984. Revista penal y penitenciaria, VI, 1941.
—, Aterca del sificidió;.Las cuarenta, Buenos Aires, 2012. MONTAIGN E, M., Ensayos completos, Cátedra, Madrid, 2005.
—, El capital, L. 1,T. III, Siglo XXI, Madrid, 2000. MOORE, B., La injusticia: bases sociales de la obediencia y - Ici. rebelión,
— , Elementos fundamentales para la crítica de la Economía Política (Grun- UNAM, México, 1989.
drisse, 1857-1858), Siglo XXI, Buenos Aires, 1973. MOORE, R. I., La formación de una sociedad represora. Poder y disidencia
—, La ideología alemana, Pueblos Unidos/Cartago, Buenos Aires, 1985. en la Europa occidental, 9.50-1250, Crítica, Barcelona, 1989.
— y HOBSBAWM, E., Formaciones económicas precapitalistas, Siglo XXI, MORGAN, L., La sociedad primitiva (Ancient Society,.1887), Ediciones de
México, 1989. la Universidad Nacional de La Plata, 1935.
_ 7o- diar, Buenos Aa2003-7 MUÑOZ, P., La invención lacaniana del pasaje al acto. De la psiquiatría a/
thibvri-lIESEN, T.Jutctralcip7Ts psicoanálisis, Manantial, Buenos Aires.
Mauss; M., Ensayo sobre el don. Forma y función del intercambio en las
sociedades arcaicas, ICatz, Madrid, 2010. MUÑOZ CONDE, F., "El proyecto nacionalsocialista de los extraños a la
comunidad", en Revista penal, n° 9, Barcelona, 2002.
—y Hussitr, H., El Sacrificio. Magia, mito y razón, Las cuarenta, Buenos
Aires, 201Q.
ALEJANDRO ALAGÍA HACER SUFRIR 31
,..-...erEdinunclaezger_y_el'aerelho pena -dErü Rcustbrsw P. Principios distributivos del derechoienal. A juién debe sán-
Valencia, 2003. tonarse y errTijurnreclidariVlarciabPons-,=IVIadrid7 201.-2,
-
chltrrzscnE7F.7-fra-gencalogía-cida~,-Alirtria:Buenos AilE-199571
_ ROSENBERG, A., Democ-racia- y lucha de cla'ses en la antigüedad, El Viejo
Topo, Madrid, 2010.
Nozicx, R., Anarquía, estado y utopía, Fondo de Cultura Económica,
México, 1988. Roussnau, J. J., Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigual-
dad de los hombres, Losada, Buenos Aires, 2008.
UN nz;41:7-Tratado-de-derechopenal,-Lerner,Buenos Aires,1959,-,1960
—, E/ contrato social, Alianza, Buenos Aires, 1998.
OLIVIER, G., Historia Mexicanajulio-sepriembre, año/vol. LVI, n° 1, El ,
colegio de México, México, 2006. cR:oxfici7CCDere-eho, parte general, T.", Civitas,_Madrid, 1997.
Paro, E., "El marxismo postestructuralista y la teoría del (no) sujeto': en tRuscHerGylCh
-t-Ej-
------
Envilea70., Pena y estructura social, Temis, Bogota,
El Podaballopaño VII, n° 13, Buenos Aires, 2001. Ç 1284.r
Puáróig, GorgiaAguilar, Buenos Aires, 1964. SAHAGÚN, B. de, Historia general de las cosas de Nueva España, Porrúa,
Madrid, 1984.
PAVARINI, M., Control y dominación, Siglo XXI, Buenos Aires, 1983.
M., Cultura y razón práctica, Gedisa, Barcelona, 2006.
QUINNEY, R., Clases, Estado y delincuencia, Fondo de Cultura Econó-
mica, México, 1985. — , Economía de la edad de piedra, Akal, Madrid, 1983.
RaviLsi. Tejría de la justicia. Fondo de Cultura Económica, Madrid, —, La ilusión occidental de la naturaleza humana. Con reflexiones sobre la
1979. larga historia de la jerarquía, la igualdad y la sublimación de la anarquía
en Occidenté, y notas comparativas sobre otras concepciones de la condi-
RECALCATTI, M., Lolomogéneo y 51.1 reverso, Miguel Gómez Ediciones,
ción humana, Fondo de Cultura Económica, México, 2011.
Málaga, 2007.
cSági_INErnivt:Teoriaérdelito y div`c7lot
-rde acciónr
epalma, Buena
RESTA, E., La certeza y la esperanza. Ensayo sobre el derecho y la violencia,
(Aires, 1991.1—
Paidós, B.arcelona, 1995.
SANFORD, V., Violencia y genocidio en Guatemala, F&G, Guatemala,
—, "El concepto de pharmakon ria_legalidad,moderna;..en OÑxrl
2004.
INTERNATIONAL INSTITUTE FOR THE SOCIOLOGY OF LAW, Socio-
logy of Penal Control Within the Framework of the Sociology of Law, SCHEERER, S., "Hacia cl abolicionismg; en Abolicionismo penal, Ediar,
1991. Buenos Aires, 1989.
REVAULT D'ALLONNES, M., Lo que el hombre hace al hombre. Ensayo ScH min., C., El Leviathan, en la teoría del estado de Tomás Hobbes,
sobre' el mal político, Amorrortu, Báenos Aires, 2010. Sruhart & Cía., Buenos Aires, 2002.
RINESI, E., Política y tragedia. Hamlet, entre Maquiavelo y Hobbes, Colihue, Teología política, Sruhart & Cía., Buenos Aires, 1985.
'Buenos Aires,-2011.
/
318 ALEJANDRO ALAGIA HACER SUFRIR 319
—, Teoría del partisano. Acotación al concepto de lo político, Stuhart & TERÁN, O., Positivismo y nación en la Argentina, Punto Sur, Buenos
Cía., Buenos Aires, 2005. Aires, 1987.
SEMELIN, J.,"Genocidid; en Revista de derecho penal y Criminología, año TERÁN LOMAS, R., "Las raíces del derecho penal en la sociedad primi-
II, n° 1, febrero de 2012. tiva'; en Revista de derecho penal y criminología, n° 3, julio-sepriembre
de 1971.
SERVICE, E., Los orígenes del Estado y de la civilización, Alianza, Madrid,
1984. TERRAY, E., La política en la caverna, Ediciones del Sol, Buenos Aires,
SLOTERDIJK, P., Crítica de la razón cínica, T. I, Editora Nacional, Madrid, 2009.
2002. THOMPSON, E., Los orígenes de la ley negra. Un episodio de la historia
criminal inglesa, Siglo XXI, Buenos Aires, 2010.
—, El desprecio de las masas, Editora Nacional, Madrid, 2002.
SOLER, R., El positivismo argentino, Paidós, Buenos Aires, 1968. —, Tradición, revuelta y conciencia de clase, Crítica, Barcelona, 1979.
THOT, L., Historia de las antiguas instituciones de derecho penal. Arqueolo-
SOLER, S., Tratado de derecho penal, T. I, TEA, Buenos Aires, 1970.
gía criminal, Talleres de Impresiones Oficiales, La Plata, 1940.
Sozzo, M., "Los exóticos del crimen. Inmigración, delito y criminología
Timm, C., Coerción, capital y los Estados europeos 990-1990, Alianza,
positivista en la Argentina (1887-1914)'; en Delito y Sociedad, Revista
de Ciencias Sociales, n° 32, UBA — Universidad Nacional del Litoral, Buenos Aires, 1993.
segundo semestre de 2011. . . VAN SWAANINGEN, R., Perspectivas europeas para una criminología crí-
. . .
tica, D de F, Buenos Aires, 2011.
SPINOZA, B. de, Tratado político, Quadrata, Buenos Aires, 2004.
VERNANT, J. P., Mito y religión en la Grecia antigua, Ariel, Barcelona,
STAVRA-ICAKIS, Y., La -iquierda lacaniana. Psicoanálisis, teoría, política,
Fondo derultura Económica, México, -2010. 1991.
STEIN, P., El derecho romano en la historia de Europa, Siglo XXI, Madrid, VOLOSHINOV, V. N., El marxismo y la filosofía del lenguaje, Alianza,
Madi-72,-1992.
2001.
(I7VoN__F-EUERBACIII, A., Tratado de derecho penal, Hammurabi, Buenos
STRAUSS, L., La filosofía política de Hobbes. Su fundamento y su génesis,
Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2011. ‘11: -, d'Aires, 1989:{'
11----.- - - - } i
SYKES, G. y MATZA, D., "Techniques of neutralization", en American W ON LISZT, E, La idea definen el derecho penal, Edeval, Valparaíso, 1984.
1 ,k, .„--:".. .,'
Sociologi cal Review, 22, 1957. LT-fatado de derecho penal, T. I, Reus, Madrid, 1937.
'§,,
Tharo, C. C., Germania, Losada, Buenos Aires, 2007. (.:7WazEi.., \H., Derecho penal alemán, Editora Jurídica Chile, Santiago de
II
' Chile, J.993.
TÁNDETER, E., Coacción y mercado, La minería de la plata en el Potosí
Colonial, 16924826, Siglo XXI, Buenos Aires, 1992; WILLIAMS, R., Palabras claves. Un vocabulario de la cultura y la sociedad,
• Nueva Visión, Buenos Aires, 2000.
A 1.-EJA-NDRO A I. AG I Á
W.71,a PairlósrBuenoscAiresr2011--
NI_
. _ natural
__
1 E1 pánico moral. Su origen en la resistencia, el ressentiment y
iteiviTc71;5
•
laTracción de la fantasía en realidad", en Delito y Sociedad, Revista
de Ciencias Sociales, año 20, n° 31, Buenos Aires, 2011.
—,El vértigo de la modernidad tardía, Didot, Buenos Aires, 2012.
—, y LEA, J., ¿Qué hacer con la ley y el -orden?, Ediciones del Puerto, Bu.e-
nos Aires, 2001.
(ZAPEARON!, E., Crímenes de masa, _ Ediciones Madres de Plaza de Mayit
nos Aires, 2010.
7.1C-