San Felipe
San Felipe
San Felipe
Crisol de la Independencia
José Hernández Salazar
José Aguirre Bárcenas
San Felipe
Crisol de la Independencia
Colección Monografías
Municipales de Guanajuato
Guanajuato 2010
Primera Edición, 2010
La historia del pueblo de San Felipe “Torres Mochas” como sociedad organizada e identificada
como sanfelipense abarca cerca de 450 años, y en este lapso, nuestros antepasados y nosotros hemos
vivido una serie de sucesos que nos identifican como originarios de éstas hermosa tierra que en su
conjunto nombramos municipio de San Felipe. Pero estos sucesos, no siempre fueron registrados
(sobre todo en los primeros siglos) y otros se perdieron, por lo que existen pocos documentos que sólo
nos permiten conocer parcialmente algunas anécdotas, acontecimientos o hechos que vivieron los
sanfelipenses que nos precedieron, pero que, en conjunto, lograron mantener vivo al pueblo de San
Felipe a lo largo de estos casi cuatro siglos y medio.
Otro hecho es que, antes de que en esta tierra se fundara la Villa de San Felipe en honor del rey
de España Felipe II en el año de 1562, estuvo habitada por clanes de nómadas recolectores y grupos
sedentarios prehispánicos que habitaron este valle dejando sólo la huella de su paso en cuevas, laderas,
cerros y planicies. Así, el estudio de todos estos registros y rescate de documentos históricos en
diferentes archivos, junto a lo que algunos historiadores y personas identificadas u originarias de este
municipio han escrito o comunicado a sus descendientes a lo largo de muchos años, y que nosotros
(los sanfelipenses) hemos podido rescatar en forma visual, oral o documental, es la sustancia de lo que
ahora forma esta semblanza histórica que abarca, a grandes rasgos, un relato cronológico desde las
primeras manifestaciones culturales del paso del hombre por territorio sanfelipense, hasta los
acontecimientos registrados a finales de la década de los años 60`s del siglo XX, etapa en que las
instituciones municipales se consolidan con una mayor representatividad ciudadana en sus órganos
de gobierno y se inicia el desarrollo social y económico del Municipio de San Felipe. De esta manera, a
lo largo de estas páginas que a continuación presentamos, veremos desfilar diferentes sucesos que
ocurrieron durante la época prehispánica, colonial, independencia, Revolución Mexicana y post-
revolución, temas que no obstante ser conocidos por formar parte de la esencia del legado histórico
común de todos los mexicanos, en general son poco conocidos, pero que en esta ocasión se observan
con la particular mirada de un pueblo que le tocó transitar y vivir por todas estas etapas.
Sólo esperamos que lo que aquí se narra sirva como orgullo de identidad de los niños, niñas,
jóvenes y viejos sanfelipenses que, por adopción o por destino, viven en y de esta hermosa tierra que,
mal que bien, hemos heredado de nuestros antepasados y que ahora toca a la generación actual,
conservar para las futuras generaciones y, como obligación de éstas, será la de transmitir el legado
recibido por la gente que nos precedió.
Respecto al texto en sí, éste se presenta, como ya dijimos, en su mayor parte cronológicamente,
con una serie de capítulos y subtítulos que nos dan idea de lo que se va a tratar, además de ser escritos
(eso esperamos), en un lenguaje que creemos entendible, independientemente del nivel cultural
5
propio, ya que la finalidad de ésta semblanza es que sea leída por el mayor número de personas, y sólo
deseamos haberlo conseguido. Finalmente, hacemos la aclaración que existen una serie de “Notas”
que se identifican con un número al final de algún párrafo o frase, por las que no es necesario
interrumpir la lectura, ya que se refiere a la fuente de la que se ha extraído el hecho histórico del que se
trata, pero que se indica para aquellas personas que deseen abundar más en el estudio completo sobre
lo allí escrito. Las “Notas” aparecen al final del texto, junto a la bibliografía empleada.
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SAN FELIPE EN LA ACTUALIDAD
La ciudad de San Felipe Torres Mochas es la cabecera del municipio de San Felipe, que se ubica
al centro del país y en la parte norte del Estado de Guanajuato al que pertenece. A pesar de que a lo
largo de su historia, antes y después de su fundación, ha ostentado varios nombres, como el de Ojos
Zarcos, Villa de San Felipe, Presidio de San Felipe, San Felipe de los Herreros, Ciudad González,
Ciudad Dr. Hernández Álvarez, desde finales del siglo XVII ha sido conocida, exterior e interiormente,
como “San Felipe Torres Mochas”.
De acuerdo al censo realizado en 2005, la población total del municipio es de 95,896 habitantes,
los cuales se encuentran distribuidos entre 434 comunidades o rancherías que se asientan en una
superficie de 2691.9 kilómetros cuadrados, lo que hace que territorialmente el municipio de San Felipe
sea el más extenso de los que conforman el Estado de Guanajuato. Colinda al norte con el Estado San
Luis Potosí; al sur, con los municipios de León, Silao y Guanajuato; al sureste, con el municipio de
Dolores Hidalgo; al este, con el municipio de San Diego de la Unión; y al oeste, con el municipio de
Ocampo y el Estado de Jalisco.
Dentro de esta configuración destacan por su elevación sobre el nivel de mar: el Cerro de la
Giganta con 2,960 mts., el Cerro del Jardín con 2,950 mts, Cerro Grande con 2,930 mts., y La Sierra del
Cubo con 2,880 mts., todos localizados al sur y este del municipio.
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La flora y fauna del municipio son las propias de un clima predominantemente templado,
siendo los principales productos agrícolas el maíz, frijol, trigo, cebada y alfalfa; en las partes altas los
bosques se componen principalmente de pino piñonero y encino blanco; y en las zonas bajas dominan
el pirul, mezquite, huizache, nopal y maguey. Entre la fauna se encuentra el mapache, liebre, conejo,
zorrillo, coyote, venado, codorniz, víbora de cascabel, peces como tilapia-mojarra, carpa, lobina y
bagre, y varios tipos de aves como águila, halcón, lechuza, tordo, etc.
Por otro lado, las grandes extensiones de pastizales han permitido que el municipio destaque
como productor de ganado en el Estado, y en la cabecera municipal se ha desarrollado la
infraestructura necesaria para que se puedan instalar empresas maquiladoras, fábricas y comercios de
todo tipo, procurando empleo a gran cantidad de sanfelipenses, además de que últimamente y debido
los sitios de interés histórico como haciendas, iglesias, accidentes geográficos, bosques y en general
paisajes con una belleza natural envidiable, se ha empezado a desarrollar una industria turística que
augura nuevas fuentes de empleo.
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CAPÍTULO I
ÉPOCA PREHISPÁNICA
Los primeros pobladores.
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San Felipe, Crisol de la Independencia
arqueológico del sitio, existen vestigios arquitectónicos donde a simple vista se puede apreciar una
serie de plataformas y montículos que, junto a los restos de cerámica, ídolos de barro y piedra, piezas
de obsidiana y utensilios de molienda como metates y manos, etc., permiten asegurar que en esta zona
existió un asentamiento importante que tenía intercambio comercial con otras culturas fuera de su
entorno sanfelipense, pero esto ya será determinado cuando se hagan los estudios correspondientes.
Respecto al segundo sitio de “El Picacho” o “Las Placitas”, donde ya se realizó una visita de
inspección en el año del 2007 por parte del personal del INAH, se dió a conocer un estudio preliminar
que nos habla de un "sitio arqueológico sin saqueo y afectaciones, en magnífico estado de conservación" en el
que se asienta un “Complejo monumental con Patios Hundidos, Áreas Habitacionales y Estructuras
Vigía”, además de que "Se apreciaron in situ una gran variedad de herramientas líticas, y también una
considerable cantidad de tiestos cerámicos concentrados en determinadas áreas". Por el momento, este sitio
fue datado cronológicamente entre 650/900 - 1200 d.c. 2
Sobre esta fase aldeana, donde por primera vez en nuestro municipio se establecieron
sociedades organizadas, no existe estudio alguno que nos permita conocer su forma de vida, ni el
porqué estos antepasados sanfelipenses abandonaron estos sitios, pero es claro que dichos pueblos se
relacionaron con las culturas del altiplano central y del occidente de México.
Además de lo anterior, y diseminados por todo el territorio municipal, se encuentran algunos
“coecillos” en las cima de los cerros y en los valles, así como un sinnúmero de artefactos de piedra y
obsidiana como hachas, raederas, navajas, puntas de flecha y figurillas de barro y piedra de diferentes
tipos y estilos que utilizaron los primeros sanfelipenses que se asentaron en esta región antes de la
llegada de los españoles.
Los chichimecas.
No se puede determinar en qué periodo grupos de seminómadas norteños de cazadores-
recolectores llegaron a nuestro territorio y si esta invasión influyó en la desaparición de las sociedades
sedentarias que se desarrollaron en territorio sanfelipense, pero es un hecho que mucho antes de la
llegada de los españoles, estos bárbaros norteños ya eran conocidos con el nombre genérico de
chichimecas, vocablo "compuesto de chichi, que quiere decir perro, y mecatl, cuerda u soga, como si dijesen
perro que trae la soga arrastrando" y que fue "puesto por los mexicanos en ignominia a todos los indios que
andan vagos, sin tener casa ni sementera", 3 aunque entre ellos había una clara denominación de su grupo
étnico o nación en base al territorio que ocupaban en sus correrías dentro de su búsqueda de alimento,
contando entre las etnias más representativas, por su población y la extensión territorial que
ocupaban, a las de los Zacatecos, Guachichiles, Guamares y Pames.
Al territorio que habitaron estas naciones Chichimecas, los españoles le denominaron “La
Gran Chichimeca”; una extensa área que abarcaba desde Saltillo al norte, hasta el río Lerma al sur; y de
Durango y Guadalajara al poniente, hasta el río Pánuco al oriente. Así, en la época en que los españoles
llegaron a donde hoy se asienta el municipio de San Felipe, convergían los territorios, al norte y al sur,
de dos tribus o naciones chichimecas identificadas como “Guachichiles” y “Guamares”.
10
Epoca Prehispánica
No se sabe el significado del vocablo guamar, pero una parte de ellos eran conocidos como
chichimecas blancos, por la blancura alcalina de las tierras que habitaban; en cambio, la palabra
guachichil fue puesta por los mexicanos (aztecas) cuyo significado es “cabezas pintadas de rojo”, en
referencia a los gorriones que tienen un penacho de ese color y que abundaban en el entorno.
Respecto a los Guachichiles, nos dice que su centro principal de reunión era el denominado
“Tunal Grande”, en el que a fines del siglo XVI se fundaría la ciudad de San Luis Potosí y donde
abundaban las tunas, los mezquites y los cactus.
Sobre la alimentación básica de estos pueblos chichimecas nos dice que no desdeñaban
ninguna fuente de sustento, y así se alimentaban de gusanos, ranas, víboras, ratas, aves, peces y ciervos,
que comían crudos o asados.
Su arma principal fue el arco y flecha con las cuales cazaban o se defendían de sus enemigos. El
arco era largo y se extendía de la cabeza a las rodillas; usaban flechas largas y finas con puntas de
obsidiana y sílices que pulían y tallaban. También usaban macanas, hachas y cuchillos, y elaboran
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San Felipe, Crisol de la Independencia
utensilios de mimbre, caña y de otros materiales para el transporte de los pocos enseres con que
contaban.
"Sus pasatiempos son juegos, bailes y borracheras. De los juegos el más común es el de la pelota, que acá
llaman 'batey', que no es una pelota tamaña como las de viento, sino que es pesada y hecha de una resina de árbol
muy correosa, que parece nervio y salta mucho; juegan con las caderas y arrastrando las nalgas por el suelo,
hasta que vence el uno al otro... Sus bailes son harto diferentes de todos los demás que acá se usan. Hácenlos de
noche alrededor del fuego, encadenados los brazos unos con otros, con saltos y voces, que a los que los han visto
parecen desordenados, aunque ellos con algún concierto lo deben de hacer. No tienen son ninguno, y en medio de
estebailemetenalcautivoquequierenmatar..." 6
12
Epoca Prehispánica
Fué el jueves santo del año de 1519 cuando Hernán Cortes puso pie en las costas del Golfo de
México y funda el primer ayuntamiento en la ciudad de la Villa Rica de la Vera Cruz. Después, sólo
bastaron poco más de dos años para que al frente de un grupo de españoles y miles de aliados
indígenas tomara (13 de agosto de 1521) la ciudad de México-Tenochtitlan, sede del mayor imperio
conocido en el nuevo mundo: el Azteca.
A partir de ese momento, los españoles, junto a sus aliados indígenas, inician viajes de
exploración y conquista por todo el territorio mexicano, siendo entre 1529 y 1536 cuando Nuño
Beltrán de Guzmán se adentra por el actual estado de Michoacán y parte sur de Guanajuato hacia
Jalisco, Nayarit y sur de Sinaloa, fundando las ciudades de Guadalajara y Tepic Estas primeras
incursiones motivadas, principalmente, por la búsqueda de metales preciosos como el oro y la plata,
que era lo que todo español llegado a la Nueva España anhelaba poseer, fue el comienzo, para que
otros españoles, se adentraran en las tierras norteñas de la “Gran Chichimeca”, estableciéndose así el
primer contacto con nuestros antepasados indígenas en un arroyo que ellos bautizaron como “Río de
las Cocinas”, ya que a lo largo de su ribera se encontraban chozas construidas por los indígenas a base
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San Felipe, Crisol de la Independencia
de paja y lodo, de las cuales salía humo que identificaron como cocinas de los naturales y que ahora
conocemos simplemente como “Río Cocinero”.
En esta aventura hacia tierras extrañas, donde también se sumaron grupos de religiosos que se
habían echado a cuestas la tarea de atraer a los pueblos indígenas a la fe cristiana, se fundaron varias
misiones, entre ellas, la erigida a principios de la década de 1540 por la orden de San Francisco en el
pueblo de San Miguel (hoy de Allende), lugar del que partieron los primeros evangelizadores, siendo
el primero de ellos fray Bernardo Cosín, quien “se metió por la tierra de estos chichimecas, con doce
pilhuanes, que son indios mozos ya dotrinados, y anduvo entre todas estas naciones dichas,
dotrinándoles y procurando juntarles, y bautizó muchos de ellos”.12 En estas correrías, Fray Bernardo
tocaría el sitio donde actualmente se ubica San Felipe Torres Mochas y en el que posteriormente se
erigiría un convento franciscano en el sitio que hoy ocupa la escuela primaria Miguel Campuzano.
Pocos años después, pero antes del descubrimiento en 1546 de los ricos yacimientos de plata
en Zacatecas y de las minas en Guanajuato en 1554, el sitio donde más tarde se fundaría la “Villa de San
Felipe”, ya era conocido como “Ojos Zarcos”, debido al azul del agua de los manantiales que se
encontraban cerca del “Río de las Cocinas”.
Pero fue a partir de que se dieron a conocer estos hallazgo que los “Ojos Zarcos” adquirió gran
importancia, ya que se inició un creciente tráfico de hombres y mercancías que pasaban por este lugar
hacia y desde la ciudad de México a los depósitos ricos en plata de Zacatecas.
Lo anterior, aunado a la necesidad de conducir cada vez más un mayor volumen de productos,
empleando para ello carros de tiro, como las carretas, en lugar de utilizar a los “Tamemes” (cargadores
indígenas) o recuas de mulas que limitaban el transporte de mercancías, obligó a personajes de visión
comercial como al fraile Sebastián de Aparicio y al carretero Pascual Carrasco, que continuamente
pasaba por San Felipe y quien ya en el año de 1553 “presumía de haber sido el primero en usar carros
en el camino México Zacatecas”,13 al mejoramiento y/o construcción de nuevos caminos hacia esos
yacimientos, por lo que ya en “ mayo de 1550, se estaban iniciando los trabajos mas allá de San Miguel
en el nuevo camino que está abriéndose y está destinado hasta llegar a Zacatecas",14 mismo que fue
conocido como “Camino Real México-Zacatecas”, quedando inmerso entre él los “Ojos Zarcos”, que al
poco tiempo se convirtió en un lugar de descanso y de abastecimiento, tanto para hombres como para
animales.
Pero el continuo paso de españoles e indígenas aliados que transitaban por el “Camino Real
México-Zacatecas” que, entre otras cosas, dio origen a los primeros asentamientos formales en lo que
hoy es el pueblo de San Felipe Torres Mochas, también trajo consigo una serie de problemas con los
Guamares y Guachichiles -sus habitantes originales-, quienes veían cómo los nuevos colonos invadían
sus tierras, por lo que en un acto de salvaguardia de sus territorios “se defendían y ofendían con
matanzas y destrucción de ganados con el fin de echar de su tierra a los intrusos, impedir que les
cautivaran sus mujeres e hijos y detener el daño del ganado que proliferaba desmedidamente en las
nuevas estancias destruyéndoles sus ciudades, viñas y olivares que son sus rancherías, tunas y
mezquitales, que el robar y saltear es anexo a la guerra.”15
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Epoca Prehispánica
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San Felipe, Crisol de la Independencia
chichimecas" 18 y "La que tiene más gente y tierra que otra nación chichimeca y que más daño ha hecho y hace a los
españoles,comogentemásapartadaymenosdoctrinada". 19
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CAPÍTULO II
LOS ESPAÑOLES
La “Guerra Chichimeca” en la que quedó inmerso el pueblo de Ojos Zarcos y más tarde la Villa
de San Felipe, se caracterizó por ser una lucha sin cuartel, en donde por primera vez, los
conquistadores españoles que tenían la seguridad de una superioridad absoluta sobre los naturales de
la América india (en poco más de dos años conquistaron el mayor imperio de la época: los aztecas), se
enfrentaron a grandes guerreros que además del conocimiento que tenían de sus ancestrales zonas de
caza y guerra, hacían súbitos ataques y retiradas (guerra de guerrillas), que impedían que los
españoles libraran una guerra frontal como hasta esos momentos habían empleado en contra de los
pueblos indígenas del altiplano central.
- Atacaban usualmente por cuadrillas de 40 ó 50 Guerreros, aunque este número podía variar
desde cuatro o cinco hasta 200.
- Su táctica favorita era la emboscada preparando la trampa en un cañón estrecho, terreno
rocoso o de difícil acceso, o en un lugar boscoso, con el fin de ocultarse de sus atacantes.
- Su hora preferida para el ataque era la del alba o del crepúsculo, que acompañaban con unos
gritos que helaban la sangre y de una inmediata lluvia de flechas.
- Antes del combate se preparaba con prolongadas libaciones, consumo de drogas (peyote,
vino y otras yerbas) y danzas (mitotes), y de la misma manera celebraban la victoria.
- Su arma principal era el arco y la flecha, y su habilidad con ellos fue causa de admiración entre
los españoles y sus aliados indios (los niños chichimecas eran enseñados a utilizar el arco desde que
podían andar y practicaban tirando contra insectos y pequeños animales), por lo que los españoles
dieron en amputarles el pulgar y un dedo a todos los cautivos.
- De mayor importancia fue el hecho de que algunas tribus pronto aprendieron a valerse de los
caballos, con el resultado de que su tipo de guerra se volvió más peligroso, porque a caballo atacaban y
huían con gran celeridad.
Esta forma de hacer la guerra, aunada a los informes de prácticas de canibalismo y un célebre
refinamiento en la tortura de los cautivos (abrían el pecho de la víctima y le sacaban el corazón aún
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San Felipe, Crisol de la Independencia
establecer una política de poblados defensivos integrados por españoles e indios aliados que tenían la
finalidad de contener estas agresiones, porque ya no bastaba que se les combatiera en una "guerra a
fuego y a sangre" y que a los prisioneros chichimecas se les ejecutara o se les sentenciara "a la amputación
2
delpulgarydeotrodedoparaquenopudieranusarmáselarcoylaflecha".
La ordenanza emitida por el virrey Velasco la llevó a cabo su medio hermano Francisco de
Velasco, quien ante un reducido grupo de españoles, indios amigos, algunos frailes y el escribano del
cabildo Antón Gaytán, se presenta el 21 de enero de 1562 en la pequeña explanada de lo que después
sería el centro de la población, para levantar el acta de fundación de la nueva Villa, misma que tenía
como fin "... de nuevo Poblar una población de españoles e indios amigos en las chichimecas camino Real de las
Zacatecas para asegurar aquel camino y así mismo para dar a la población título de Villa con las libertades y
franquicias, privilegios que tienen las ciudades y villas de los reynos de su Majestad y otras cosas que a mi
parecieren convenir para que la dicha población vaya adelante y aumento y honra por la gran necesidad que de
la dicha población hay en aquellas partes por los grandes males y muchas muertes de españoles e indios amigos
tratantes que por allí han sido muertos y robados de los chichimecos, por la presente en nombre de su Majestad
para ahora y todos los tiempos venideros otorgo y concedo a los moradores que ahora de nuevo yo pueblo, y a todos
los que en los tiempos advenideros en la dicha provincia se poblaren y avecindaren
3
los capÌtulos siguientes,
yendoaquíinsertaladichacomisiónqueyohagoparaellotengoinstruzion...".
18
Los Españoles
En cuanto a sus límites territoriales se le concedió a la nueva villa "por término 5 leguas (aprox. 28
kms.) de cada parte las cuales quedan amojonadas dentro del cual término la justicia y regimiento tenga toda la
Autoridad para dar suerte de tierras y huertas y lo demás que tienen todos los Regimientos y justicias de las
ciudades y villas de los reynos de su Majestad a los que de nuevo vinieren a avecindar y avecindaren en dicha
Villa...". 4
Este término de 5 leguas fue ampliado en 1580 a ocho leguas por el virrey Martín Enríquez de
Almanza (1568-1580), a solicitud de los vecinos de la villa "dado que estaban en frontera de chichimecas
salteadores y se hallaban muy pobres y necesitados, se les concediese pastar y criar ganados mayores y menores
eneltérminodeocholeguas". 5
19
San Felipe, Crisol de la Independencia
Y de las primeras concesiones para cría de ganado de que se tiene noticia (16-12-1562), y que
seguramente se les concedió por haber estado presentes en la fundación de la villa, fue a favor de
Esteban García, y se refiere a "una estancia de ganado menor que nombran e dicen la Estancia Quemada que
está junto al río que va a San Miguel y alinda con el camino real que va de México a esta villa... vecino de la dicha
villa de San Felipe", otorgada por Juan Sánchez de Alanís, primer justicia mayor de la villa de San Felipe,
en nombre del "YlustrísimoseñorDonLuisdeVelascovisorrey". 7
Esta estancia, seguramente se refiere a la actual hacienda de San José de la Quemada que,
según comenta el pbro. Ibarra grande en su obra “La Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas, tal
vez fue incendiada por los agresivos chichimecas antes de la fundación de San Felipe.
La fundación de la Villa de San Felipe no fue un impedimento para que los ataques de los
chichimecas continuaran y se extendieran más allá del “Camino Real México-Zacatecas”, al contrario,
los asaltos a las caravanas se incrementaron y entre los españoles aumentó "el miedo a los guerreros
chichimecas era tan grande que los arrieros y carreteros que llevaban provisiones y mercancías a las minas no
podíanviajarsinunafuerteescolta,dedíaydenoche". 8
Y fue así que en la década de 1570-80 el virrey Enríquez inició la construcción de presidios en
"La parte más peligrosa de este camino se hallaba entonces entre San Miguel y Zacatecas, donde el camino corría
paralelo a los bordes del territorio de los guachichiles", región en la cual se presentó el "escenario de las más
grandesdepredacionesguachichiles". 10
De esta forma, los primeros presidios que se erigieron fueron los de Ojuelos ubicado en el
actual Ojuelos Jal.; el de Portezuelo entre la Sierra de San Pedro y la Sierra del Pájaro, en los límites de
los municipios de San Felipe y Ocampo; y el de la propia villa de San Felipe, cuya población en 1571"no
excedía de 30 vecinos españoles y algunos tarascos con sus familias, los que vivían en cuartos aparte fuera de los
muros. Sin embargo mucha gente pasaba con sus carretas camino de Zacatecas, por lo que varios mesones se
establecieronenlavilla,conloquelaactividadcomercialseincrementó". 11
20
Los Españoles
Estos primeros presidios "fueron unos fuertes pequeños y cuadrados, construidos con adobe,
planeados como estructuras relativamente temporales, y suficientes para albergar de seis a doce soldados, al
mando de un capitán o caudillo con espacio para algunos viajeros y sus animales", aunque ya para 1576 se
hablaba de un presidio de forma tal que en su recinto "puedanrecogertodaslasrecuasyarriasquevinieren,
aunqueseadedoscientasbestiasymásytendránrefugiolospasajerosysoldados".12
- Habitaciones para soldados y capitanes: Eran cuartos comunes para soldados solos... Estos cuartos
eran suficientes para 10 o 15 soldados, que dormÌan en el suelo, entre estera o petates. El capitán
disponíadeunespacioprivado..."
- Caballerizas: Como los caballos eran lo más codiciado por los indios debían protegerse de los robos,
entoncessehacíancaballerizasocorralesvigilados..."
- Corrales: Además de los caballos y las mulas, debían guardarse animales de tiro y ganado lanar y
vacuno que se utilizaban en las expediciones (como alimento) y que se guardaban para intercambio
conlosindios.Asimismo,elganadodelosincipientespobladoresycolonosseprotegía...”
- Serviciosgenerales: Habíadiversasdependenciasdeapoyoalapoblaciónyalossoldadosdelpresidio,
talescomolaherreríaylacarpintería...”
- Patio de armas: Su principal función era la de ser “Plaza de armas” para revistas, maniobras y
formaciones de tropa y como espacio común de la vida cotidiana, donde se hacían transacciones
comerciales, entrega de alimentos, fiestas y patio de enseñanza y entretenimiento en la etapa de
pacificación, o como recinto abierto para ceremonias, misas, avisos y castigos... La plaza se convirtió en
elemento de fusión de la futura villa y del presidio; este es el caso de San Felipe, Aguascalientes, San
Francisco(VilladeReyes)...Laplazadel presidioseríaconeltiempolaplazadelpueblo”.
- Capilla o conventuelo: En casi todos los presidios había una pequeña capilla para los oficios
religiosos...”
21
San Felipe, Crisol de la Independencia
- Bastión o reducto: Era el cuarto más fuerte y resistente de todos... Era el lugar donde se refugiaban las
mujeres y los niños si el presidio estaba apunto de perderse; también los indios pacificados se protegían
allí,yaquelosataquescontraelloseranmáscruelesquecontralosmismosespañoles...”
- Torres y cubos: Las torres tenían la función de vigilancia de las partes importantes de la muralla y el
bastión...casitodoslospresidioscontabanconunaovariastorres...”
- Muros: Los muros que rodeaban al presidio señalaban las dimensiones de éste y aún los construidos en
plena guerra como el de Santiago, en Sinaloa, alcanzaba a tener buenas dimensiones. Este es el caso de
SanFelipequefuetodounpuebloamurallado...”.13
Durante el amurallamiento de la Villa de San Felipe, o al término de ésta, ocurrió un hecho que,
una vez conocido, aumentó el terror que ya sentían los habitantes de San Felipe hacia los bárbaros
chichimecas, los cuales eran tildados de extremadamente crueles, ya que de acuerdo a ciertas crónicas
que circulaban por esa época, los describían como gente que arranca el cuero cabelludo: "A la persona
queprenden,oraseahombreomujer,loprimeroquehaceneshacerlesdecorona,quitandotodoelcueroydejando
todo e casco mondo, tanto como toma una corona de un fraile, y esto estando vivos... Traen colgadas por detrás las
cabellerasdelascoronasquequitanyalgunashansidodemujereshermosasconcabellosrubiosybienlargos..." 15
22
Los Españoles
espantoso alarido con que siempre acometen, les faltó el aliento a los pocos soldados que venían de escolta de los
religiosos y huyeron despavoridos, cada uno por donde pudo escaparse, dejando a los desarmados religiosos
expuestosalavoracidaddeaquelloscarniceroslobos".
Sabiendo que iban a morir "se abrazaron cada uno de los santos crucifijos, puestos de rodillas a sus
sacratísimos pies; y acometiendo sobre ellos los bárbaros, los cubrieron todos de flechas hasta que vertiendo por
cada herida un plumero (reguero) de sangre, cayeron muertos. Desnudáronles las pieles cruentas de sus pobres
hábitosaaquellosyasacrificadoscorderos;yhaciendoescaramuza,segloriabandelimpíodestrozoquemiraban
con triunfo. Llegaron después a los venerables cuerpos y les aserraron por el casco las cabezas con el cerquillo de
las coronas y se las ponían a modo de capacete, mojando aquellas insignias sacerdotales, que en dignidad y
apreciohacenventajaalasimperialesdiademas".
Un soldado de la escolta que fue herido en la refriega y que vio todo el sacrificio que sufrieron
los frailes, llevó la noticia a los vecinos de la Villa de San Miguel (hoy de Allende), de donde resolvieron
“salircontodoelpueblopararecogeraquellosvenerablesdespojos”.
Al llegar al lugar "apenas daban lugar los ojos ocupados por las
lágrimas al registrar los destrozos de la b·rbara tiranía, ni reconocer por
las señas a aquellos dos venerables sacerdotes...", y de allí los levantaron y
los llevaron en procesión de regreso a la Villa de San Miguel, lugar en el
que"dieronsepultura a aquellosvenerablescadáveres" .16
Ataques como éste y otro tipo de asaltos alcanzaron su clímax entre 1580 y 1585, mismos que
quedaron registrados en los reportes oficiales de esa época, los cuales hablan, entre otra información,
del abandono de algunas minas; de que poblados tan al sur como Querétaro y San Juan del Río se
estaban quedando rápidamente despoblados; y finalmente se documenta que para el año de 1585, los
chichimecas ya usaban caballos para sus depredaciones, intensificando, aún más, el peligro sobre los
asentamientos blancos y el tráfico de los caminos.
23
San Felipe, Crisol de la Independencia
Esta situación empezó a cambiar con la llegada del virrey Álvaro Manrique de Zúñiga, primer
Marqués de Villamanrique (1585-1590), quien en lugar de continuar con la “Guerra a sangre y fuego”
que los virreyes anteriores habían implantado en conveniencia con los españoles residentes en la
Nueva España, que pregonaban por el exterminio total y la esclavitud de los guerreros chichimecas,
pero que en realidad lo hacían para satisfacer sus intereses particulares, ya que "la mayor causa de la
guerra en el país chichimeca eran los soldados españoles (tanto los regulares como los reclutados para entradas
pacíficas) que parecían dedicados a lucrar con esclavos, pensando poco o nada en la importancia de una
pacificación genuina" 18 inició un proceso de pacificación, cuyos ejes principales se basaron en tratados
de paz a cambio de alimentos, eliminación de los soldados españoles que sólo producían fricciones en
la frontera chichimeca, colonización defensiva mediante la introducción de indígenas sedentarios a
territorio chichimeca y, el establecimiento de poblados y misiones de religiosos ìcerca de los pasos donde
los chichimecas efectuaban sus ataques más dañinos y frecuentes... para atraer a los salvajes mediante suave
persuasión".19
Este cambio de rumbo en busca de una paz duradera "mediante persuasión, mediante compra,
medianteconversiónreligiosaycolonizacióndefensiva",20 se consolidó con el nombramiento de virrey en la
persona de don Luis de Velasco y Castilla (1590-1595), hijo del segundo virrey del mismo nombre y
fundador de la Villa de San Felipe, quien al vivir buena parte de su vida en la Nueva España, tenía
experiencia en la guerra contra los chichimecas y sabía del gran influjo que ejercía la provisión de
alimentos y ropa entre los guerreros chichimecas, por lo que decidió proseguir con el proceso de paz
iniciado por el virrey Villamanrique, aumentando el abastecimiento de estos productos y teniendo un
contacto más estrecho con indígenas sedentarios y religiosos franciscanos que, paulatinamente,
atrajeron a las tribus chichimecas hacia las misiones, donde además de catequizarlos se les enseñó
agricultura.
24
Los Españoles
25
CAPÍTULO III
ÉPOCA COLONIAL
Litigio territorial con San Luis Potosí, visitas pastorales, parroquia de San Felipe Apóstol, el mote de
“Torres Mochas” y otros nombres de San Felipe.
Este ultimo hecho ocasionó que en los albores del siglo XVII, se diera un suceso que acaparó la
atención del cabildo sanfelipense y del pueblo en general, y éste fue, el largo litigio territorial que tuvo
la Villa de San Felipe con San Luis Potosí que reclamaba para sí la posesión del Valle de San Francisco
(Villa de Reyes) como parte de su jurisdicción territorial.
27
San Felipe, Crisol de la Independencia
se hizo y el otro cabo se tiró por el dicho Lorenzo García Serrato, medidor, por el camino adelante que va de esta
villa al dicho pueblo de San Luis, que es el señalado por las dichas partes, y el dicho Francisco Martín Manzano se
estuvo parado a la puerta de dicho torreón, teniendo el dicho cabo del dicho cordel en la mano hasta que el dicho
Lorenzo García Serrato que llevaba la punta y cabo delantero llegó con el dicho cabo hasta que dicho cordel
1
estuvotirante...Ydeestamanerasefueprosiguiendoladichamedidaporeldichocaminoadelante...".
Al día siguiente, 5 de abril, se alcanzaron las ocho leguas en el "paraje de una quebrada donde
dicen está Alejos Jil, que está al este, al sureste con la boca que llaman de Atotonilco donde se hicieron cuatro
mojoneras y señales de piedra a los lados del camino, dos montones de ellas a cada parte y en los dos de ellos se
pusieron dos cruces de madera lo cual es antes de llegar a un arroyo seco que tiene algunos mesquites y tunales,
que está antes de llegar al río de los Bledos", 2 por lo que de esta manera se vio que el Valle de San Francisco
estaba fuera de los términos de la Villa de San Felipe, y tocaba, por ende, a San Luis Potos".
Esta resolución, fue apelada por el cabildo sanfelipense que objetó la medida porque se había
hecho siguiendo el camino que va a las minas de San Luis y no "en su derecera y por el aire hacia el norte", y
con esto siguió el litigio, hasta que en el año de 1630 definitivamente se le dio la posesión del valle de
San Francisco a San Luis Potosí.
Por las décadas de los años 30's y 40's del siglo XVII, ya sin el acoso de las tribus chichimecas a
la Villa de San Felipe, aunque no exenta de hechos delictivos aislados, como lo fue la rebelión de un
grupo de indígenas en los alrededores de la jurisdicción de las villas de San Miguel (de Allende) y San
Felipe, para la cual se designó a don Fernando Álvarez Serrano Alcalde Mayor de estas villas con el fin
de "reducirlos y castigarlos"; y en 1643 la persecución de "salteadores y bandoleros que andan cometiendo
delitos en el campo impidiendo el pasaje y trajino de los caminos de que resultan graves daños en perjuicio de los
vasallos de su majestad que deben tener entera seguridad para sus contrataciones y correspondencia"; 3 la
mayoría de la sociedad sanfelipense llevó una vida más relajada, pudiéndose dedicar a otro tipo de
tareas y a una convivencia más activa.
Por las visitas pastorales de las que se tiene registro (1641, 1651 y 1672), se sabe que éstas se
prolongaban por varios días, en las cuales se inspeccionaba el estado físico de las iglesias y
ornamentos sagrados, se revisaban los libros de bautismo, casamientos y difuntos, y celebraban
confirmaciones.
En estas pocas ocasiones, también los actos litúrgicos y seglares eran profusos, y así, el
recibimiento del “Ylustrismo señor obispo” era encabezado por el "Padreguardiánydemásreligiosos,en
la puerta de la iglesia... con cruz alta... y el padre guardián" " iba revestido con las ceremonias que dispone el
28
Época Colonial
manual, y en procesión" entraban "a la iglesia acompañado de gente española y demás naciones (indígenas)
que" concurrían; después, el obispo subía "al altar mayor y echó la bendición episcopal y concedió cuarenta
días de indulgencia a los que se hallaron a ella". Otro día, después de que el obispo oyó misa "se puso
insignias episcopales, la mitra y el báculo y visitó el Santísimo Sacramento que estaba colocado en el sagrario en
una urna de plata con una hostia grande y otras pequeñas, adoróle y volvióle al pueblo, para que lo adorase con
las ceremonias que dispone el manual"; en seguida "fue al baptisterio y visitó la pila baptismal que estaba con
agua y limpia y decente... salió al cuerpo de la iglesia y dijo un responso general cantado, por los difuntos; y luego
se leyó el Edicto General de la visita en lengua castellana y mexicana... y a la tarde, celebró confirmaciones y los
mismo hizo al día siguiente" Los otros días de visita, se empleaban en inspeccionar los estados de cuentas
de las diferentes cofradías religiosas, como las de Nuestra Señora del Rosario y de las Ánimas del
Purgatorio, ambas fundadas por españoles, y la de Nuestra Señora de la Soledad fundada para el favor
espiritual de los indios del "pueblito" de San Francisco de Analco.
En la segunda visita efectuada en 1651, el obispo, al saber que "no estaba en costumbre que los
españoles y otras personas que se entierran en la iglesia parroquial de esta villa, pagasen los derechos de
sepultura que pertenecen a la fábrica de dicha iglesia", ordenó que "desde las gradas del altar mayor a lo que
hace Capilla mayor, por cada sepultura se han de dar ocho pesos de limosna; y desde la capilla hasta dos varas
abajo del púlpito, a cuatro pesos... y lo restante del cuerpo de la iglesia dos pesos; y por lo menos doce reales, y estas
4
limosnashandeentregarsealmayordomoqueesofueredelacofradíadelSantísimoSacramento" .
En este marco de convivencia religiosa por las visitas pastorales, ya se hablaba de la parroquia
de San Felipe, y aunque es difícil determinar la fecha exacta en que inició su edificación, existe, como
ya dijimos, el auto de la visita pastoral efectuada el 30 de julio de 1641 por el obispo fray Marcos
29
San Felipe, Crisol de la Independencia
Aquí, es necesario apuntar que existe otra hipótesis para explicar el mote de “Torres Mochas”.
Esta teoría esgrimida por don Enrique Guzmán Romero en su escrito “El Porqué de Torres Mochas”,
se refiere a que, al término de la construcción de la muralla que dio forma al “Presidio de San Felipe”,
nunca se concluyeron por completo los torreones que debían de erigirse en las esquinas y en los
portones de entrada, de acuerdo a los planos de esa época que se tenían como guía para este tipo de
edificaciones.
Abriendo un paréntesis en este capítulo, le adelantamos que los diferentes nombres con los
cuales se conoció San Felipe, se iniciaron el 30 de septiembre de 1889 mediante un decreto expedido
en 1889 por el Congreso del Estado, decreto en el que se ordenaba la publicación en el Periódico Oficial
30
Época Colonial
A inicios del siglo XVIII, la Villa de San Felipe contaba con "alrededor de 3500 habitantes",
diseminados entre "la Villa, pueblo de San Francisco de Analco, haciendas, estancias y ranchos" y "el promedio
enlosmatrimonioserade6 ó 7 hijosyhabíayaungeneralizadacriollizaciónyunfuertemestizaje". 8
Para la mayoría de estos ancestros sanfelipenses de la Villa de San Felipe, la vida social que
llevaron durante este siglo fue "en general, pacífica, tranquila, sin más novedades que las fiestas públicas -
religiosas y civiles- y privadas, como el nacimiento de un príncipe heredero de la corona de España o la muerte de
un Rey; el advenimiento de un virrey -hechos que se conocían a los varios meses del suceso-; el flagelo de una
epidemia; el azote de una hambruna que se cebaba en los más necesitados económicamente; el asalto a una
31
San Felipe, Crisol de la Independencia
Epidemia de sarampión “Los medios de comunicación en estas épocas fueron los caballos y las
o Matlazáhuatl mulas,quearrastrabancarrosycarretasporelcaminoreal”. 9
De las epidemias de que se tienen noticias sufrieron los pobladores de la Villa de San Felipe y
su jurisdicción, se menciona la de matlazáhuatl que ocurrió durante 1737 y 1738, presentándose en sus
dos variantes: fiebre tifoidea y tifo, y fiebre tifoidea con hepatitis epidémica, registrándose en las actas
parroquiales de defunción 907 y 540 muertes respectivamente, mientras que en al año anterior de 1736
sólo se habían registraron 74 defunciones. Y lo mismo sucedió en el año de 1786, cuando la epidemia
de sarampión llegó a 1,222 fallecidos.10 De las hambrunas, o cuando menos de la falta de granos de que
también se tiene noticia durante este siglo XVIII para la alimentación de los más necesitados, una se
presentó en el año de 1714, y tuvo como personaje principal a don Martín de Alarcón, Alcalde Mayor
de las villas de San Miguel y San Felipe, quien solicitó licencia al virrey Fernando de Alencastre
Noroña y Silva, Duque de Linares (1710-1716), para la compra de granos donde los hubiera, ya que:
"No puedo negarme a cumplir con mi obligación con la necesidad presente que padecen estas villas por
la falta de cosechas, y habiendo hecho varias diligencias, entre ellas fue recoger una porción de pesos entre los
vecinos y se dio providencia que fuesen a comprarlo al valle de Toluca o en donde lo topasen, y se compró parte
deÉl en dicho valle, y al tiempo de sacarlo la justicia de dicho partido y de otros, lo impidieron dicha saca, y se
perdieron los fletes, por cuyo motivo suplico a V.E. (vuestra excelencia)
tenga presentes estas dos villas que se componen de más de cuarenta mil
personas, y de este número no hay cien españoles. Discurra Vuestra
Excelencia tanta plebe, y la necesidad tan precisa que se puede originar, y
así suplico a V.E., conceda permiso para que se saquen de dicho Valle de
Toluca y de otra cualquiera parte hasta en número de cuatro mil fanegas de
maíz que con estas podrá socorrerse en parte la necesidad presente, pues de
la mía he puesto el cuidado de recoger este caudal para esta porción, como es
mi obligación, y en ningún tiempo se pueda discurrir falte a ella en lo que
está de mi parte que asegún sabe, que da a V.E., que da horror y lástima ver
como se hallan estos lugares y la necesidad que padecen., que vista esta
representación, por V.E., determinará lo que tuviere por más conveniente
que será como siempre lo mejor...". Baste decir que el virrey concedió la
licencia solicitada y dio órdenes para que se procediera a esta
Virrey Conde de la Fuenclara
diligencia.11
32
Época Colonial
Otra hambruna, fue la que acaeció en el año de 1750, donde don Miguel de Berrio y Saldívar,
Marqués del Jaral, prestó socorro a la población de Guanajuato y San Luis Potosí, enviando gran
cantidad de carne y semillas. Es conveniente hacer notar que la dieta básica de los indígenas era el
maíz (tal y como lo es ahora para la mayoría de los mexicanos), por lo que en la Villa de San Felipe, los
más afectados eran los naturales avecindados en el “pueblito” de San Francisco de Analco, que además
de sufrir estas calamidades, eran constantemente acosados por los españoles y criollos,
restringiéndoles sus derechos jurídicos esenciales otorgados por la corona española, mismos que a lo
largo de toda la época de la colonia se les desconoció y, como consecuencia, recurrentemente acudían
al virrey en turno para solicitar defensores que velaran por sus derechos, como sucedió en el año de
1715 en que Mathías de Cisneros, indio principal, recurre al mismo virrey duque de Linares, para que
se nombre "por defensor de los naturales de las villas de San Miguel el Grande y San Felipe a Domingo de Arteta
en los autos que siguen contra los vecinos de las mismas sobre vejaciones y pleitos, por ser inteligente en materias
judicialesypersonaquecontodoempeñodefenderáamispartes".12
No obstante lo anterior, las vejaciones y pleitos a los naturales del “pueblito” continuarían, y
no sólo eso, sino que se incrementaron a partir de que en 1740 sus habitantes decidieron enviar una
petición para que "la Real Audiencia les reconociera su carácter de pueblo, lo cual les habría permitido obtener
600 varas de fundo legal; pero las autoridades españolas los habían hostigado, encarcelado a sus autoridades y
confiscandomandamientosfavorables" .13
Estas arbitrariedades obligaron a las autoridades de la Nueva España a enviar una ordenanza
en 1746, en donde el virrey Pedro de Cebrián y Agustín, conde de Fuenclara, ordena a las “Justicias” de
la villa de San Felipe que "los indios alcaldes Miguel Antonio Suárez y Jacinto Velásquez, de Analco, sean
14
puestosenlibertadporserfalsaslasacusacionesdelregidorFranciscoAntoniodelaPuente" .
33
San Felipe, Crisol de la Independencia
cementerio se encontraba en el frente de la iglesia) para prender al prófugo, los vecinos comenzaron a
apedrearlos.Lapartidadeltenientetuvoqueretirarsedespuésquevariosdesusintegrantesfuerongolpeados". 15
Este preludio de rebelión se mantuvo latente durante los meses de junio y julio de ese mismo
año, en los que el “mestizo de casta” Asensio Martín, quien en 1761 ya había protagonizado un motín
para liberar de la cárcel de la Villa "a un tal Lucio con gritos de que después pasarían a acabar a fuego y sangre
con los gachupines, pero lo impidió la oportuna presencia de unos comisarios de la Acordada",16 aprovechó la
situación reinante en ese año de 1767 para presidir agitadas reuniones en el barrio de Analco, donde
incitaba a los indígenas a rebelarse en contra de los españoles de la Villa de San Felipe, además de
declarar que "el virrey era un judío porque no tenía más gusto que ver ahorcar y ver los gestos de los ajusticiados
yqueigualseríaelrey". 17
Así lo hicieron y el 28 de julio cayeron sobre el pueblo de San Francisco de Analco prendiendo a
Asensio Martín y sacaron al Alcalde indio Suárez de su asilo de la iglesia de la soledad.
Junto a Asensio Martín fueron apresados "otros diez que resultaron motores y cómplices de la
premeditada conmoción", y trasladados a San Luis Potosí, donde el 2 de septiembre de 1767 fueron
condenados por el visitador de Gálvez, de la manera siguiente: "a Asensio Martín en la pena ordinaria de
horca como sedicioso; pero atendida la gravedad del delito de blasfemo, mandé que después de separada la
cabeza de su cuerpo para ponerla en una picota en el rancho donde él vivió, se quemase el cuerpo y se diese al
34
Época Colonial
viento sus cenizas, esto con el fin de contener y escarmentar a los muchos blasfemos y sacrílegos detractores que se
oyen en este tiempo. Y de los otros delincuentes condené a tres a presidio perpetuo, cinco por tiempo de ocho años y
uno por seis; pero al alcalde ordinario de españoles, don Miguel de la Puente, que tuvo alguna inteligencia con el
alcalde indio del barrio de Analco, le multe con dos mil pesos y fue confinado por ocho años en el puerto de
Acapulco".19 Así mismo, por orden del visitador José de Gálvez se disolvió la República de naturales de
San Francisco de Analco o pueblito de Analco. Estos sucesos, a la larga serían uno de los varios motivos
que se dieron para la incorporación de mestizos e indígenas sanfelipenses a la causa de la
independencia.
Por esta razón, el registro que arrojó el padrón en la Villa de San Felipe fue de 285 familias con
un total de 1,165 habitantes, entre mujeres, hombres, niñas y niños, pero si tomamos en cuenta a las 826
familias de las haciendas y ranchos de la jurisdicción, este total se eleva a 4222 habitantes, aunque es
claro que si también a este padrón se incorporaran las demás castas, este resultado cuando menos
podría duplicarse.
35
San Felipe, Crisol de la Independencia
que, junto a la fundación de la Villa, representa uno de los hechos más relevantes en la historia de este
municipio, ya que don Miguel Hidalgo y Costilla, durante su estancia de 10 años en la Villa de San
Felipe, dio forma a las ideas independentistas que aplicaría después del llamado “Grito de Dolores”,
ya que "en su curato de San Felipe de los Herreros, inicia su trascendental obra de cultura y civilización, la cual
prosigueluegoenDoloresynolaabandonasinoparalanzarsealaempresarevolucionaria". 21
Este último "tan luego que llegaron a San Felipe, se ocupó de formar una orquesta, la que servía tanto
paraelserviciodelaiglesiacomoparalosbailesydiversionesquehabíaconfrecuenciaenelcurato". 23
En esta casa de la Alcantarilla que habitó durante los años que vivió en San Felipe, don Miguel
Hidalgo, que era un "sacerdote dinámico, socialmente inquieto, festivo, comunicativo, con relevantes
cualidades humanas, inclinado a ayudar a la gente humilde", 24 instaló pequeños talleres y huertos donde
enseñaba, sin distinción de españoles ni indios, ni ricos ni pobres, la industria de la alfarería,
curtiduría y forja, el cultivo de la vid para su
aprovechamiento y para la elaboración del vino, y el de la
morera para la crianza del gusano de seda. Ya por la tarde-
noche, en esta misma casa, organizaba veladas músico-
literarias en las que se "reunían los principales vecinos de la
población y sus familias, y allí se bailaba, se jugaba malilla,
tresillo, mus y algunos juegos de estrado",25 y se discurría sobre
artes, ciencias e industrias; se leían periódicos y obras -
principalmente de autores franceses- y se comentaban los
asuntos políticos del virreinato. Casa de la Alcantarilla en San Felipe
36
Época Colonial
Con alguna frecuencia, también, en estas tertulias, se representaban obras de los dramaturgos
franceses Moliere y Racine, escenificadas por los mismos contertulios, tal es el caso de la hija de don
José Dionisio Quintana y doña María Días de Castañón, vecinos de San Felipe, de nombre Josefa
Quintana que era la estrella de las representaciones teatrales y con la que Hidalgo tuvo sus relaciones y,
"como fruto de ellas, dos niñas, Micaela y Josefa Hidalgo Quintana quienes vivieron en Dolores con su padre y sus
tíasydespuésfueronllevadasaPénjamo". 26
Por todas estas actividades que se desarrollaban en dicha casa y por la "igualdad con que se
trataba a todos", 27 dicha finca acabó por ser conocida como “La Francia Chiquita”, misma que en la
actualidad alberga el “Museo Casa Hidalgo”.
Finalmente, en 1801, el cura Hidalgo, agobiado por una serie de deudas contraídas con
anterioridad, resuelve solicitar al obispo de Michoacán la separación temporal del curato de San
Felipe y se retira a su hacienda de Jaripeo con el fin de reunir los fondos necesarios para el pago de esa
deuda, y es allí, en el mes de septiembre de 1803, donde recibe la noticia de la grave enfermedad que
sufre su hermano José Joaquín Hidalgo, cura del pueblo de Dolores, enfermedad que a la postre lo
llevó a su muerte. Poco después, concretamente el 3 de octubre de ese año, toma posesión del curato
que deja vacante la muerte de su hermano, y sólo regresa a San Felipe a preparar el traslado de su
familia que aún vivía en la casa de la Alcantarilla.
37
CAPÍTULO IV
También se dice que este grupo de sanfelipenses alcanzó al cura Hidalgo en la Hacienda de la
Erre -primer descanso que hizo desde su salida del pueblo de Dolores-, donde éste los recibió
3
diciéndoles: "¡YosabíaquemisamigosdeSanFelipenomeibanafallar!".
39
San Felipe, Crisol de la Independencia
40
La Independencia en San Felipe
Convencido Hidalgo por la promesa del conde de Jaral, del cual Ignacio Allende ya le había
informado que se contaba con él para el inicio del movimiento de independencia, resolvió regresar a la
ciudad de Guanajuato, dejando parte de la gente "bajo las órdenes de don Juan Aldama, quien recorrió todos
los pueblos de la falda de la sierra desde San Felipe pasando por San Miguel, tanto para estar en observación de
lo que Calleja intentase, cuanto para reunir mayores fuerzas, con las cuales fue a unirse de nuevo con Hidalgo",9
sin saber que el regimiento de los “Dragones de Moncada” formado y sostenido por el marqués de
Jaral, vecino de San Felipe, ya se había aliado con Calleja para enfrentar a los insurgentes.
Los excesos cometidos después de la ocupación de la ciudad por la tropa insurgente sobre los
habitantes de la ciudad de Guanajuato, y que a la larga le restarían el apoyo de algunos criollos, éstos
también se hicieron sentir en San Felipe, ya que en una carta escrita el 8 de diciembre por el Virrey
Venegas, dirigida al General de la Cruz, le manifiesta que: "Se hace cada día más indispensable el castigo de
los revoltosos, que se han propuesto el inicuo sistema de exterminar a todos los Europeos. (ya que) Me aseguran
que degollaron a sangre fría, una gran porción que extrajeron de Valladolid, y en San Felipe dieron igual muerte
a ciento y treinta, cuando llegó la noticia de la toma de Guanajuato";10 además de que, con antelación, el Lic.
Ignacio Aldama, quien se reunió con Don Miguel Hidalgo a principios del mes de noviembre después
del triunfo de la fuerzas insurgentes en la batalla de “El Monte de las Cruces” ocurrida el 30 de octubre,
le había informado que: "... los indios están muy alzados: al pasar por el pueblo de San Felipe, he encontrado
despedazados tres europeos y un criollo, todos con un papel de seguridad de V. E., y no permitieron que el cura les
dierasepultura:sinosecastiganestosexcesos,estamosmalycuandosequiera,nohabrá quienloscontenga". 11
Por otra parte, después de la derrota sufrida por los insurgentes a manos del ejercito realista en
las inmediaciones del pueblo de Aculco, que dispersó a los mandos del ejército independentista,
dirigiéndose don Miguel Hidalgo a Guadalajara e Ignacio Allende hacía la ciudad de Guanajuato; el 11
de noviembre los insurgentes Fray Luis de Herrera, Fray Juan de Villerías y otros más ocupan la ciudad
de San Luis Potosí, donde más tarde se incorporaría, desde Zacatecas, Rafael de Iriarte, a fin de salir en
ayuda de Ignacio Allende que defendía a la ciudad de Guanajuato de los embates de Calleja.
En su trayecto hacia esa ciudad, se posesionaron violentamente de la Villa de San Felipe, pero
al llegar a la hacienda de San Juan de Llanos, se enteraron que ese mismo día (24 de noviembre) el
ejercito realista había tomado la ciudad de Guanajuato y Allende y su gente se habían dispersado, por
41
San Felipe, Crisol de la Independencia
lo que Rafael de Iriarte dio la orden de retroceder a la Villa de San Felipe "dondenosestuvimosdíaymedio
hastaquesereunieronlosseñoresAllende,AldamayJiménezyvariosoficiales". 12
42
La Independencia en San Felipe
Una de las medidas que se implementaron para detener estas embestidas insurgentes, fue la
creación de compañías urbanas formadas por los mismas autoridades del cabildo y vecinos de las
poblaciones, tal y como sucedió el 9 de marzo de 1811 en la Villa de San Felipe, cuando el teniente
coronel don Miguel del Campo, acantonado en esta villa para "mantener la paz y tranquilidad en ella",
antes de salir hacia la ciudad de Guanajuato, convocó a una "juntageneraldelosvecinosyelilustrecabildo".
En dicha reunión, en la que también asistieron "el Sr. Cura párroco licenciado Don Rafael de Crespo
y demás señores eclesiásticos" se acordó que: "para extinguir y perseguir las pérfidas, y abominables tropas de
bandidos insurgentes enemigos de la Ley Santa de Dios y de la ciega obediencia que debemos a Nuestro Amado
Monarca, y Deseado Soberano el Sor. Don Fernando 7∫ (Q.D.G) (Que Dios Guarde) se nombre una junta mayor y
subdelegado provisional de Hacienda y Guerra en quien se deposite y deleguen, todas las amplias facultades, de
ajusticiar a los protervos malhechores, dividiendo las cabezas de sus hombros, y poniendo sus cadáveres en lugar
público para ejemplo, sustanciados sus delitos; igualmente pueda aplicar otras penas que al efecto convengan,
sin limitación alguna: el citado Sr. Teniente Coronel y Comandante, dio facultad al ilustre cuerpo, señores
eclesiásticos y vecindario para nombrar el sujeto a su arbitrio para el dicho empleo: y salió electo nemine
discrepance Don José Antonio Torrescano vecino de esta Villa en Justicia Mayor y subdelegado provisional de
HaciendayGuerra...
43
San Felipe, Crisol de la Independencia
caso de ser invadidos, haciéndose responsables con sus vidas y haciendas; y para que tenga efecto ésta promesa
acordaron poner un cuerpo de tropa de la patricia socorridos con los fondos públicos de esta Villa y las ofertas que
constan de la lista adjunta a ésta acta; igualmente que el subdelegado sustituya sus facultades amplias, y sin
limitación a todos los dueños de haciendas, Administradores y Mayordomos para que puedan aprehender a los
insurgentes sean de la clase, calidad, y condición que fueren; y para ello podrán al armar su gente y vecinos
inmediatos por fuero de justicia, siendo éstos obligados en contrario caso a la responsabilidad de sus vidas y
Haciendas, portándose en todo como leales vasallos de Nuestro Amado Rey y fidelidad al Supremo Consejo de
regencia que en su real nombre nos rige y gobierna: Todo lo cual aprobó y confirmó el Sor. Comandante en Jefe
DonMigueldelCampoylofirmaron...". 14
Estas medidas no fueron obstáculo para que en diciembre de ese mismo año, la Villa de San
Felipe fuera atacada por el Coronel Núñez, quien al mando de una partida de insurgentes entró a la
villa "dando muerte a cerca de treinta personas, quemando el cuartel y algunas casas. Un día y una noche se
defendió allí don Francisco (Díaz) Barriga con su compañía urbana; pero después que murieron de los suyos un
capitán y diez soldados, se retiró a la hacienda del Jaral, acompañado de algunos vecinos".15 A este insurgente
también se le atribuye el incendio que sufrió el templo parroquial durante el movimiento de
independencia.
En estos ataques de las partidas insurgente que mantuvieron en zozobra durante este periodo
a los habitantes de la Villa de San Felipe y su jurisdicción, descollaron los hermanos Ortiz
(Encarnación, Francisco y Matías), oriundos de Pinos, Zac., llamados los “Pachones”, que ya habían
participado, desde su inicio, en el movimiento independentista, y que, después de la dispersión del
ejercito insurgente, asentaron sus reales en esta región hostigando constantemente a las partidas
realistas.
Esta situación perduró hasta principios de 1814, cuando el mando de la comandancia general
de las tropas realistas de la intendencia de Guanajuato recayó en el entonces coronel Agustín de
Iturbide -posteriormente junto a Vicente Guerrero consumador de la independencia y emperador de
México-, quien tenía su cuartel general en Irapuato, y que en poco tiempo había organizado la defensa
de varios pueblos de la provincia construyendo fortificaciones, levantando gente y siendo inexorable
con los prisioneros, de los cuales la mayoría fueron fusilados "sin que el sexo débil lo eximiese de aplicar
estapena".
Con la implementación de estas medidas, entre marzo y abril de ese año, puso en fuga a las
partidas de insurgentes que pululaban en esta zona, entre los que se encontraban “Los Pachones” a
quienes persiguió hasta los confines de San Luis Potosí, logrando apaciguar por un tiempo las
operaciones rebeldes. Estas acciones emprendidas por Iturbide para la pacificación de la región
guanajuatense, lo llevaron a la Villa de San Felipe, lugar desde el cual, el primero de mayo de 1814,
escribe un oficio dirigido a Félix María Calleja, que para entonces era el virrey de la Nueva España,
solicitándole se premiara al soldado que había hecho prisionero a don Mariano Matamoros, en la
batalla de Puruarán.
44
La Independencia en San Felipe
Después de esta triste derrota para los insurgentes, de la cual logró salir ileso Encarnación
Ortiz, las fuerzas realistas se acantonaron en el pueblo de Dolores (Hidalgo), pero una vez que lo
abandonaron, Encarnación, con cerca de 300 hombres, se volvió a posesionar de él. Pero fue poco el
tiempo que permanecieron en dicho pueblo, ya que el 12 de septiembre del mismo año, nuevamente
fueron atacados por Orrantía quien los "sorprendió a las cuatro y media de la tarde... matándole cuarenta y
uno de los suyos y haciéndole cincuenta y seis prisioneros que fueron fusilados, entre ellos siete oficiales y el
secretario de Ortiz. Tomóle además trescientos nueve caballos, doscientas cincuenta sillas y algunas armas y
municiones. Ortiz huyo en un caballo en pelo, y los que pudieron escapar a píe, se ocultaron entre las viñas de las
inmediaciones".18
45
San Felipe, Crisol de la Independencia
Estas luchas fraticidas cada vez se hacían más encarnizadas, y los insurgentes al ver que no
podían mantener por mucho tiempo los pueblos o villas que atacaban, se retiraron a puntos
fortificados en la sierra de Guanajuato.
Fuerte del Sombrero Esta “Mesa de los Caballos” localizada a unos 20 kms.
al sur de la cabecera municipal de San Felipe, la describe don
Lucas Alaman (1792-1853), de la siguiente manera: "conócese
con este nombre, una superficie plana de unas dos leguas de
circunferencia, levantada sobre las llanuras y montañas inmediatas,
provista de agua, con abundancia de madera para hacer carbón y leña,
fácil de defender por estar rodeada de un precipicio y en las subidas
accesibles, pero escabrosas y empinadas, defendida por trincheras y
cortaduras".20
46
La Independencia en San Felipe
el día 10 agregó a estas columnas el regimiento que mandaba el coronel Felipe Castañón y dio un
nuevo ataque, ahora con tres columnas formadas por cerca de 500 hombres cada una: "la resistencia por
todos los puntos fue obstinada, siendo el primero de pisar el plano de la mesa, Castañón con su columna,
penetrando por las mismas troneras de los baluartes que defendían la entrada principal.... entrado este punto,
todas las columnas ocuparon sin dificultad la mesa. En ninguna parte se habían manifestado tan despiadados
los vencedores: todos los que se encontraron en la mesa, de toda clase y sexo fueron pasados a cuchillo, escapando
convidamuypocosdelosque,porlibrarsedelamatanza,searrojaronalprecipicioquecircunvalabalamesa".21
Uno de los pocos que lograron ponerse a salvo de esta matanza, fue Encarnación Ortiz, del que
se cuenta que, viéndose arrinconado entre las fuerzas realistas y una barranca de gran altura que se
nombra “del Jardín”, desde ahí "se lanzó 'El Pachón' montado a caballo, llegando ileso al pie de la barranca en
forma increíble, escapando a la serranía de Comanja, hecho de los que le dieron fama como hombre protegido por
Satanás, burlando así a numeroso grupo de soldados virreinales que le acosaban, tratando de aprehenderlo vivo,
incapacesdecreerqueselanzaraalabismo". 22
A los pocos meses de la cruel derrota sufrida por los insurgentes en la Mesa de los Caballos, los
insurrectos tuvieron la oportunidad de vengar a sus muertos con la ayuda de Francisco Javier Mina,
quien habiendo combatido denodadamente contra las tropas invasores de Napoleón en su natal
España, pensaba que había "llegado el tiempo de que las Américas se separen...
como toda colonia del mundo se separó de su metrópoli luego que se bastó a sí
misma". 23
47
San Felipe, Crisol de la Independencia
Caminaron el resto de la tarde y, por la noche, Mina acampó en las ruinas de una hacienda. En
este punto se le reunieron "cuatrocientos insurgentes de infantería, en tan tristes condiciones, que sus fusiles
eran viejos, los mas sin bayonetas, unos con las llaves descompuestas y otros sin piedra de chispa: el traje de
soldados correspondía al armamento, pues se reducía a unos calzoncillos y una frazada, y además de esta
miserableapariencia,aquelloshombresnoteníanlamenorideadedisciplina". 24
Con estas fuerzas tan disímbolas, reanudó su marcha el día 29 de junio a las siete de la mañana,
y cuando llevaba recorridas cerca de tres leguas, avistó a lo lejos el destacamento realista que
comandaba el Coronel Ordoñes que marchaba por el camino Real sobre una llanura en dirección a la
hacienda de San Juan de Llanos, distante tan solo cinco leguas de la Villa de San Felipe.
"La guardia de honor, el regimiento de la Unión y la infantería de Moreno, formaron una columna de
noventa hombres, que Mina puso a las órdenes del coronel Young: el primer regimiento de línea, con la infantería
de los insurgentes, formaba otra bajo el mando del coronel Márquez. Young con su columna, se adelantó contra
los realista con rapidez en medio de un vivo fuego, y después de una descarga cerrada cargó a la bayoneta,
mientras que el mayor Maylefer con la caballería, en número de noventa hombres, se echó sobre la enemiga y la
puso en completo desorden: los lanceros de (Encarnación) Ortiz, viendo que los realistas cedían, acometieron con
furor y la derrota vino a ser general. Ocho minutos bastaron para decidir la acción, siguiéndose después el
alcance matando a los fugitivos. Los coroneles Ordoñez y Castañón fueron muertos... quedaron en el campo de
batalla trescientos treinta y nueve cadáveres. Se hicieron doscientos veinte prisioneros y solo escaparon ciento
cincuenta hombres de la mejor caballería que pudo reunir el teniente coronel Calderón. Mina solo tuvo ocho
muertos y nueve heridos, pero entre los primeros se contó la del mayor Maylefer, cuya pérdida era de tanta
importancia, que ella sola equilibraba las ventajas de la victoria. Mina regresó al fuerte del Sombrero llevando
por trofeo de su triunfo dos cañones tomados de los realistas, quinientos fusiles, porción de uniformes y cantidad
de municiones, haciéndose notable que durante la acción los artilleros realistas no teniendo a la mano la
metralla, cargaron los cañones con pesos duros. Una descarga de la artillería del fuerte, anuncio a los realistas
de la villa inmediata de León el triunfo de Mina, cuya noticia se celebró en Jaujilla y en todos los lugares
ocupadosporlosinsurgentesconTeDeum,salvas,músicaeiluminaciones..." 25
Después de este triunfo y con el sabor de la victoria a flor de boca, la Villa de San Felipe quedó
en manos de los insurgentes, y saldada la derrota sufrida meses atrás en la mesa de los caballos con la
muerte de los principales comandantes (Ordoñes y Castañón) responsables de tal matanza. Dueños
los insurgentes de esta región, enfilaron sus miras hacia la hacienda de Jaral de Berrios, cuyo
propietario, don Juan Nepomuceno de Moncada y Berrio, conde de Valparaíso y marqués del Jaral,
aliado de la fuerzas realistas y considerado como uno de los hacendados más ricos de la Nueva España,
guardaba parte de su fortuna en dicha hacienda, recursos que le eran necesarios a los insurgentes para
48
La Independencia en San Felipe
A los pocos días de estas previsiones, la gente de Mina, Moreno y “Los Pachones”, fueron
avistados por los vigilantes del marqués, que al saberlo decidió no hacerles frente y optó por retirarse
con su “Regimiento Moncada” a la hacienda del Biscocho (hoy San Diego de la Unión), pero, no sin
antes "recomendarle a su capellán que, en caso ofrecido él recibiese a
los cabecillas, atendiéndolos en todo; pero que le suplicase no cometiese
pillaje,niatropellosconlosvecinos". 26
49
San Felipe, Crisol de la Independencia
regresar al (fuerte del) Sombrero, y añadiendo el insulto al saqueo, dejo dicho al marqués por medio de su
capellán, que sentía mucho no haberlo conocido, y que volvería dentro de algunos días a hacerle una visita: el
dinero se puso en los carros de la hacienda tirados por bueyes, mas siendo demasiado lento su paso se tomaron
paraconducirloconasnosenelpueblodeSanFelipe..." 27
Esta y otras acciones encabezadas por Francisco Javier Mina, Pedro Moreno y Encarnación
Ortiz en los alrededores de la Villa de San Felipe, pusieron en alerta al virrey Juan Ruiz de Apodaca,
quien receloso de que los insurgentes se apoderaran de la ciudad de Guanajuato, dio orden a los
oficiales apostados en esta provincia para que observaran de cerca sus movimientos. Entre estos
oficiales se encontraba el marqués del Jaral que ostentaba el grado de coronel de los Reales Ejército,
quien aparte de esa orden, recibió una acalorada reprimenda del virrey por "haberse retirado de su
haciendasinhacerresistenciaalguna,pareciéndoleademásalvirreygrandeindiscreciónnohabertrasladadoa
San Luis (Potosí) en tiempo oportuno, el dinero de que Mina se apoderó en ella",28 y por otra parte, al mismo Mina,
mediante una proclama emitida el 12 de julio de 1817, lo declaró "sacrílego malvado, enemigo de la religión,
traidor a su rey y a su patria, que había venido a alterar la tranquilidad de un país que estaba tocando al término
desuenterapacificación".29
Como los ataques perpetrados por Mina junto a los hermanos Ortiz y Pedro Moreno no
disminuían, el gobierno virreinal destinó mas hombres a su persecución, pero esto no los detuvo y así,
en la madrugada del 25 de Octubre, evadiendo el acoso de sus perseguidores, entró sin ser sentido con
dos columnas hasta las calles de la ciudad de Guanajuato, pero encontrándose con una ronda en la
calle de los Positos, se dio la alarma y la guarnición realista se puso en movimiento atacando a los
insurgentes: "Mina sin conocimiento de la población y perdidos sus guías en medio de la confusión, no sabía
como salir del intrincado laberinto que formaban aquellas estrechas calles: su gente comenzó a huir tan en
desorden que ella misma se estorbaba en las angosturas por las que tenía que transitar, y al paso por Valenciana
50
La Independencia en San Felipe
el propio Francisco Ortiz, que poco tiempo antes asaltó aquella mina, pego
fuegoaltirogeneraldeella". 30
Esta recomendación la cumplió a medias, pues a los tres meses de iniciada su nueva asignación,
pactó una alianza con el caudillo sureño Vicente Guerrero y, el 24 de febrero, reunidos en la ciudad de
Iguala, firmaron el llamado “Plan de Iguala” en el que invitaban a los Americanos "bajo cuyo nombre
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San Felipe, Crisol de la Independencia
comprendo no sólo a los nacidos en América, sino a los europeos, africanos y asiáticos que en ella residen... a la
independenciaabsolutadeEspañaydetodaotranación".31
52
CAPÍTULO V
MÉXICO INDEPENDIENTE
Aunado a la destrucción y miseria en que se encontró el pueblo de San Felipe y siendo párroco
don Manuel Tiburcio Orozco, en 1833 se desató en todo el territorio mexicano la epidemia del cólera
morbus, que en San Felipe alcanzó su mayor virulencia en los meses de agosto y julio, dejando un saldo
de 99 y 167 muertos respectivamente, de acuerdo a los registros del libro de defunciones del archivo
parroquial, aunque el total de fallecimientos a causa de esta epidemia debió ser mayor, ya que era
indispensable que a la mayor brevedad se enterraran las víctimas en fosos largos colocados unos sobre
otros, separados apenas por una ligera capa de tierra para evitar mayor contagio.
53
San Felipe, Crisol de la Independencia
54
México Independiente
Así mismo, y a pesar de que los sanfelipenses habían sufrido los estragos de estos conflictos armados,
en términos generales su población se comportaba de modo sencillo y era "de costumbres muy puras; en
tiempodelcumplimientodeiglesialleganacomulgarhastadiezmilpersonasensololaiglesiaparroquial". 3
A pesar de que en esta conflagración el triunfo se dio a favor del grupo liberal, los perdedores,
que eran los conservadores, aliados con la jerarquía de la iglesia católica siguieron conspirando, pero
ahora en Europa, para la instauración de un imperio en territorio mexicano, logrando a la postre su fin
cuando el emperador francés, Napoleón III, llamado “el pequeño”, decidió apoyar con sus tropas el
establecimiento de un imperio mexicano encabezado por Maximiliano de Habsburgo, iniciándose
nuevamente un conflicto armado que duraría 5 años, con la consiguiente cuota de sangre de muchos
mexicanos, entre ellos varios sanfelipenses.
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San Felipe, Crisol de la Independencia
Después de esta visita de paso a la villa de San Felipe del presidente Juárez, forzada por las
circunstancias antes mencionadas, en el mes de diciembre de 1863, los habitantes del pueblo de San
Felipe y sus aledaños presenciaron el paso -en un lapso de pocos días-, de las tropas conservadoras que
iban en persecución de Juárez, encabezadas por el general Tomas Mejía con más de 1,500 hombres,
seguido del general Castany con su tropa de mas de 1,000 franceses, y poco después la retaguardia
presidida por la brigada del coronel Aymard, compuesta de 700 soldados y 120 cazadores de África.
Todas estas tropas debieron impresionar a los habitantes de San Felipe, además de dejarles un
mal sabor de boca, ya que en varios documentos se consignan las tropelías que causaban estos
soldados imperiales a los pobladores de las comunidades por donde transitaban, debido
principalmente a las exigencias que hacían para la obtención de alimentos y hospedaje, requisición de
animales de tiro y carga, y el mal trato que recibían los lugareños, pero no por esto algunos
sanfelipenses dejaron de enlistarse en este ejército.
Así mismo, a finales del mes de enero y principios de febrero de 1867 -cinco meses antes de que
nuevamente pernoctara el presidente Juárez en la Villa de San Felipe-, los vecinos sanfelipenses
tuvieron la oportunidad de ver el paso de los 15 mil hombres que componían el llamado “Ejército del
Norte” comandado por el general Mariano Escobedo, que después de varios triunfos sobre el ejercito
imperial de Maximiliano, se dirigían por el camino real de San Luis a México con el fin de sitiar la
56
México Independiente
Otra consecuencia, y no precisamente del paso de don Benito Juárez por San Felipe sino de su
ejercicio como presidente de la república, fue la aplicación que a nivel nacional hizo de las leyes de
Reforma respecto a la nacionalización de los bienes del clero que, en la Villa de San Felipe, afectaron
las propiedades de la iglesia, según se consigna en un documento de fecha 23 de octubre de 1879
conservado en el archivo parroquial de esta ciudad, que bajo el título -por demás insinuante- de "Bienes
Inmuebles de la parroquia de San Felipe, que en virtud de las leyes del ladrocinio se lo ladronearon los ladrones",
se consigna un listado de algunas propiedades y efectos que se quitaron al clero para vender a
particulares o se decretaron como bienes de utilidad pública.
En este listado, entre otras propiedades, se encuentran: "Rancho de Tepeaca (que) es de Nuestro
Amo; Rancho de Santa Teresa (que) es del Señor de la Conquista; Rancho de la Virgen de la Soledad; Huerta de la
Virgen del Rosario; Solar de la Virgen de la Soledad; Rancho de los Montieles; Hacienda de Payan; Hacienda de
la Obra; Rancho de Peña Redonda y Aranjuéz; Rancho de Barreto del Señor de la Conquista; Capellanía de La
Quemada; La Virgen de la Soledad del pueblito de San Francisco de Analco es dueña por real donación de todo el
terreno del mismo pueblito de San Francisco de Analco desde el río de la cocina hasta el camposanto. Las casas
sondelosquelashicieron,peroelfundoesdelavirgen;Tierrasdepanllevar.LaVirgendelaSoledadesdueñapor
donación del rey de España de dos caballerías de tierra, al poniente, comenzando desde la orilla del pueblo hasta
7
cercadelFraileyCañadadeLeón,PeñaRedondayJolla;etc,etc,etc".
57
San Felipe, Crisol de la Independencia
Estas propiedades de la iglesia, fueron adquiridas al gobierno por particulares que desde
entonces las usufructuaron a regañadientes de la iglesia católica que amenazó con la excomunión de
los nuevos dueños, pero todo fue en vano y la iglesia se quedó sin los bienes que por siglos disfrutaron.
“El 7 de julio de 1867, concedió el Ilustrísimo Señor Obispo licencia por cinco años para que en esta
capillaseexpongaelSantísimotodoeldía13decadames...
“Con fecha 6 de junio de 1872, refrendó el Ilustrísimo Señor Obispo la anterior, en los mismos términos,
agregandoquesecubraelSantísimosifaltan12veladores...
“Todos los años ha habido exposición del Santísimo en la Capilla del Señor San Antonio el 13 de junio en
lafiestatitular.
“He encargado que cuide al Santísimo todo el día a un eclesiástico. Dos años lo cuidó el padre don
Concepción Rodríguez; otro el padre don Francisco Pérez; otro el Señor cura don Jesús Alcaraz; y dos el
padredonMiguelCampos.
“Estos eclesiásticos me han dicho que van a cometer injurias al Santísimo los impíos y borrachos. “Los
primeros llevan catrinas copetonas de dos cabezas y cola larga, del brazo y sólo se va a divertir; que otros
chupan(bebenlicor)enlapuertadelacapillaconelsombreropuesto.
“Quelossegundossemetenebriosaplaticar.
“QuelamultitudporatenderdanzasdelosindiosdanlaespaldaalSantísimoSacramento.
“El señor Alcaraz tuvo una vez que repartir bofetadas. “El Padre Campos en una ocasión cubrió el
Santísimoyllevólasagradaformaaunenfermoencalidaddeviático.
“Y siendo más agradable a Dios evitar el mal que hacer el bien, prohibí las exposiciones para lo
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México Independiente
subcesivo; y ya este año de 1877 no la hubo, ni deberá de haber, si no es que el mayordomo lleva una
patrulladeinfantesqueesténenelcementeriotodoeldíabajolasórdenesdeuneclesiástico”
Y por último, “El 2 de diciembre de 1880, concedió el Ilustrísimo Señor Obispo licencia para que en la
Capilla del Señor San Antonio se exponga a la veneración pública el Santísimo el 12 de diciembre de
cadaaño...”. 8
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San Felipe, Crisol de la Independencia
"Anualmente, el día de San Miguel, se verifican fiestas religiosas muy originales en el barrio de San
Miguel y en el rancho de Cieneguita; en el primero los romeros se disfrazan de apaches, de salteadores de caminos
y de soldados, simulan persecuciones, asaltos y combates esencialmente ridículos (las mujeres con insignias y
arreos militares evolucionando en filas), terminando las funciones de armas por el triunfo de San Miguel, cuya
figura se ostenta en los estandartes, para que luego penetre al templo el tumulto de guerreros a depositar, uno a
uno, la limosna en sí, o como resultado de la conmutación de las mandas. En el segundo lugar, la ilustración de los
dueños de la hacienda a que pertenece Cieneguita, ha venido cambiando las costumbres idólatras de los indios
dueños y conservadores de la fiesta, hasta convertirla en un gran combate de flores y paseos triunfales de los
gruposcontendientes,puesfigurancercadediezmilpersonasarrojándosesáchilesunoscontraotros". 9
Tomando en cuenta estos documento, podemos inferir que dicha celebración, cuando menos,
tiene 277 años de escenificarse anualmente, además de que sus primeras representaciones se iniciaron
en la comunidad de “La Labor”, lugar de donde al paso del tiempo y por disposición del Señor Obispo
Díez de Sollano y Dávalos, en el año de 1867 se ordena que por los "desordenes -borracheras, juegos y
demás- en la función y fiesta de San Miguelito" producidos por "los mayordomos indios y la comunidad en
general" y porque "los indios la han fomentado para lucrar con mil escándalos, supersticiones, crímenes y
desobediencia hacia las autoridades sin haberlo podido remediar por más de cuarenta años... mejor se recogiese
la imagen de San Miguel de la Laborcilla y se trasladase, con todo y
fiesta, a la villa de San Felipe. Por este motivo, empezó a levantarse, en
1869, el templo dedicado al Arcángel San Miguel, en la Villa de San
Felipe".11
60
México Independiente
encerrarados en la capilla que convirtió en cárcel un tal don Mariano Garibay que “esquilma y
alborota” a los indios, y en marzo 11 de 1880, el Obispo Díez de Sollano le dice al vicario de San Felipe
que "HabiendoUd.AgotadolosmediosparaarreglarlaentregadelamayordomíadelaLaborcilla,suspendaUd.
el culto divino y la colectación de limosnas, todo bajo el padre Vicario de la Quemada hasta que los indios se
sometan a lo que Ud. les manda y rindan la cuentas de lo colectada y su inversión...", sin embargo, en el mes de
junio del mismo año, el obispo les refrendó la licencia que les había dado para decir misa.12
Pero independientemente de que la imagen del señor “San Miguelito” fuese retirada o no de la
Capilla de La Labor y traída a la Parroquia de San Miguel en San Felipe, la “Función de San Miguel” se
sigue efectuando, a la par, en los dos lugares y en la misma fecha, y cada feligresía alega que cuenta con
la imagen original del “niño san miguelito”.
Con esta información, podemos deducir que por esos años se terminó el
templo y ya se efectuaban las “Funciones de San Miguelito” en San
Felipe, siendo desde entonces la sede oficial de los festejos que se llevan
actualmente en San Felipe Torres Mochas y en la que participan
numerosos contingentes-peregrinos de diferentes lugares de la
República Mexicana, que vienen a agradecer los innumerables favores o
milagros recibidos por “San Miguelito”, imagen que en contraste con
otras que se veneran, ésta, tiene la característica de que se representa
como un niño príncipe de los cielos.
En lo que concierne a los eventos con los que actualmente se lleva a cabo
la “función de San Miguel”, estos no han variado mayormente desde la
primera representación efectuada en San Felipe Torres Mochas a
Imagen del
Arcángel San Miguel en la
finales del siglo XIX, ya que su organización sigue recayendo en una
parroquia de San Miguel estructura castrense conocida como “La Milicia de San Miguel
(1925)
Arcángel”, donde existen todos los rangos militares, desde el
Comandante General y Generales de División que forman el Estado Mayor, hasta los simples soldados.
Del mismo modo, el inicio de la “función” se da el día 19 de septiembre con un novenario en honor de
San Miguel, y el día 28 por la mañana con la concentración de los batallones en el predio conocido
como “La Reina de las Flores” de donde parten los diferentes escuadrones de la zona sur hacia el
santuario de la parroquia de San Miguel y, por la tarde, se da otra entrada con los batallones
provenientes de la zona norte.
61
San Felipe, Crisol de la Independencia
Ya en el gobierno encabezado por don Porfirio Díaz, que duró más de 30 años y que fue
conocido como la dictadura porfirista, un suceso que afectó jurisdiccionalmente al municipio de San
Felipe, antes de finalizar el siglo XIX, se refiere a la decisión que tomaron los diputados
guanajuatenses con el “decreto No. 35 del congreso de Guanajuato en 1875”, cuando se otorgó la
62
México Independiente
categoría de municipio al pueblo de la Estancia del Vaquero y sus alrededores, dándole el nombre de
Ocampo, en honor y memoria del ilustre liberal don Melchor Ocampo,16 con lo cual nuestro municipio
perdió una cuarta parte de su territorio.
Durante este lapso, la Parroquia también se engalanó con la puesta en operación del reloj de
fabricación alemana “JOh. Neharin Mûnchen-1875” que hasta hoy vemos y oímos a diario, mismo que
ostenta una placa que dice: “Este reloj fue comprado y puesto en este lugar a expensas de varios
vecinos del municipio. Su costo fue de $2,000.00 y se puso al servicio público desde el día 25 de febrero
de 1879, quedando a cargo del Ayuntamiento como representante del pueblo a cuyos esfuerzos se debe
esta importante obra”. Igualmente, el 5 de noviembre de 1881 se plantaron los ahora grandes cipreses
que adornan el atrio de la actual parroquial.18
63
San Felipe, Crisol de la Independencia
extremos de la línea que ha de unir al Saltillo con San Miguel de Allende. (y) En el tramo de San Miguel a San
Luislostrabajosavanzanconmucharapidez...".19
De acuerdo al trazo aprobado para la construcción en el municipio de San Felipe del tramo de
San Miguel a San Luis Potosí, se edificaron las Estaciones de la Quemada, San Felipe o del Ipazote,
Chirimoya y Jaral de Berrios, pero fue en el lugar conocido como “La Boquilla” (3 kms. al norte de la
Estación San Felipe que a su vez se encuentra a 7 kms. de la cabecera municipal), donde "el viernes 28 de
septiembre de 1888 a las 5:30 de la tarde", se encontraron "las dos cuadrillas
20
de trabajadores que venían
construyendolavía,unadesdeSaltilloyotradesdeSanMigueldeAllende".
Como recuerdo de este acontecimiento se levantó en ese sitio un bloque de piedra de cerca de
dos metros de alto que se conoció entre los sanfelipenses como la “Piedra Parada”, pero con la
desaparición de dicha vía por la construcción de la carretera asfáltica San Felipe-San Luis Potosí en
1971, fue retirada, sin mediar ninguna explicación, y llevada a la entrada de la estación ferroviaria en
esa ciudad de San Luis, lugar en el cual aún hoy se puede apreciar la inscripción que en idioma español
e inglés tiene en cada unos de sus caras y que es la siguiente: "FERROCARRILES NACIONALES DE
MÉXICO SE COMENZO EN SEPTIEMBRE 5 DE 1887 SE TERMINO EN SEPTIEMBRE 28 DE 1888 A LAS 5.30
DELATARDE"
De este encuentro ferroviario, el padre Ibarra Grande nos narra lo que debió haber sido para
los sanfelipenses y demás actores testigos de este acto, presenciar este acontecimiento:
64
México Independiente
días, pero con la alegría de la victoria, sonriente con la multitud que lo rodeaba..., un grito estentóreo
brotódelospechosdetodosloscorazonesdeaquellosmexicanosreunidos.
Fueungritoqueensusublimesencillezsonócasiaepinicionacional:
-¡¡¡VivaMéxico!!!--¡¡¡VivaMéxico!!!-fuelarespuestamultitudinaria.
“Los trabajadores de ambas cuadrillas, con efusión se saludaban mutuamente y levantaban en alto sus
brazos,sussombreros,picos,palas,martillosydemásinstrumentosdetrabajo.
“Losmás,congritosdejúbiloenaquellagloriosatarde,arrojabanaloaltosusanchossombrerosdepaja.
Muchos de los espectadores lanzaban también al aire flores de 'cempaxúchil', tan pródigas por esos días
enlossembradíosdelaregión.
“Elestruendosoaplausosefueapagando;peroaúnhervíalaeuforia.
“La expectación creció, cuando minutos después, aparecieron por ambos lados de la vía, en sentido
contrario, dos locomotoras manejadas por maquinistas norteamericanos, remolcando varias
plataformasconpersonalytécnicosextranjeros.
“Elzumbidodesuscalderasaumentaba.
“Supervisando y comprobando la solidez de la obra, rodaron lentamente hasta encontrarse, frenándose
luego, al tiempo que hendían los aires con sonoros y prolongados silbidos, saludando de este modo a la
multitudycelebrandotambiéneltriunfo.
“Días después, al ver rodar aquellas gigantescas moles de acero -negros dinosaurios antediluvianos-,
con la viva impresión de que, al correr, agrandándose su negra silueta, se les echaba encima, muchas
gentes sencillas que aun no conocían el tren, se intimidaban y, agazapándose, buscaban refugio entre los
matorrales...”. 21
De esta forma los sanfelipenses conocieron el tren en el que saldrían por primera vez a conocer
otras ciudades y otra gente, y que les abriría las puertas a un mundo hasta esa hora desconocido para la
mayoría de los vecinos sanfelipenses.
65
San Felipe, Crisol de la Independencia
1893), de los cuales, la mayor parte se la pasó ausente solicitando licencias para retirarse a disfrutar su
hacienda de Chapingo, no obstante lo cual, a su muerte, el Congreso local decretó en Guanajuato "un
duelodetresdíasyseizóelPabellónNacionalamediahastaenlosedificiospúblicos". 23
Y a pesar de que este nombre, a partir de ese día, apareció en los registros oficiales de las
correspondencia municipal y estatal, el pueblo de San Felipe, al que nunca se le pidió su opinión para
llevar a cabo dicho acto, siguió nombrándole “San Felipe Torres Mochas”, pero el daño ya estaba
hecho y la ex-villa sanfelipense recibió el siglo XX con el arbitrariamente impuesto nombre de “Ciudad
González”.
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CAPÍTULO VI
LA REVOLUCIÓN
A inicios del siglo XX el municipio de San Felipe contaba con 42,901 habitantes, concentrando
la mayor población su cabecera municipal con 6,095, mientras que en ocho haciendas vivían 8,573,
siendo las mas pobladas la de Jaral con 2,275, San Pedro de Almoloyan 1708, Laguna del Blanquillo,
hoy Laguna de Guadalupe 1006, la Quemada con 900 habitantes y el Cubo con 533; y 190 ranchos con
28,233 habitantes, destacándose por su población el de San Bartolo con 1273, Mina de Providencia con
781, Puerto de la carreta con 655, El Madroño con 651, El Zapote con 490 y Molino de San José con 489.
Para el año de 1908 y hasta 1911 el cargo de “jefe político” lo mantuvo don Cipriano Espinosa,
quien seguramente lo venía ejerciendo desde años anteriores, ya que en esa época era una de las
personas con mayor poder económico en San Felipe. Entre sus colaboradores en las tareas del
gobierno municipal de esos años se pueden mencionar a: “Manuel Cervantes I., Manuel Contreras, J.
Dolores Pérez, Luis Aguirre, Isaac Álvarez, Dr. Felipe Ortiz, Prof. Miguel Campuzano y Alfonso
Muñiz”. 2
En el campo de la instrucción pública el atraso educativo en San Felipe, al igual que en todo el
país, era alto, ya que sólo existían "dos escuelas para ambos sexos en la cabecera, dos en el Jaral y una para
niñas en la Quemada", y fuera de estos lugares "casi no hay quien sepa leer", y aunque la mayor parte de la
67
San Felipe, Crisol de la Independencia
población ya hablaba el castellano, todavía algunos indígenas se comunicaban a través del otomí "en
losbarriosdelapoblación,enCieneguitayenotroslugares". 3
-2 fabricas de cigarros: una llamada “El Muey” propiedad de don Pedro Godínez, que estaba a
un costado del atrio de la parroquia, y otra “La Negrita” perteneciente a don Severiano Guzmán,
localizada abajo de los palcos de la plaza de toros que estaba en la segunda cuadra de la Calle Real (hoy
Madero), en donde empleaba a "unos 40 torcedores de cigarros que amarraban los cigarros por docenas y
gruesasentipooloterasyasísalíanalaventa".
-11 talleres con telares: destacándose el taller de cobijas en el barrio de la Tenería de Fermín
Martínez “que era el mejor obrajero”; 5 fábricas de mezcal; y 2 fábricas de pólvora, una en el barrio de
San Miguel, de don Diego de Haro, y otra de don Anselmo y Marcos Sandoval por el puente del río
Cocinero.
-6 carpinterías: una ubicada en el jardín del “Pueblito” cuyo dueño era don Catarino González,
y la de "Felipe, que era sobrino del padre Dionisio Escobedo, quien atendía el templo de la Soledad"; 5 fraguas,
68
La Revolución
siendo una de ellas la de don Desiderio Rodríguez cerca del “Pozo común”, hoy Calle de Obregón; una
hojalatería; 2 platerías donde se elaboraban “anillos de plata a la medida, pero sobre todo se hacían
milagros de plata que le mandaban hacer la personas que decían que tal o cual santo les había hecho un
milagro” y la otra, "quetambiéntrabajaba'lahojadelata'yhacíantodaclasedeutensiliosdomésticos".
-5 sastrerías: la más conocida de don Ramón Olvera, del que "fueron discípulos Rosalío Ortiz y
Cruz Pérez"; 7 zapaterías: una de las cuales pertenecía a don Viviano Borja, cuya curtiduría estaba en la
calle de Zaragoza en donde se "hacían zapatos a la medida para vender" y la de don Demetrio por la calle
Escobedo y, por último, un molino de harina "que contaba con maquinaria hidráulica" en la hacienda del
Molino.4
-4 fondas: la de doña Felipa Campos en la calle Real (Madero), y las de doña Lucía, doña Juanita
y doña Petra, que se encontraban en lo que hoy es el Mercado Hidalgo. En éstas, según cuentan: "se
pagaban3centavosporunplatodesopaodefrijoles,yelcaldode4centavoscontodoytortillas".
-2 montepíos: el de don Félix Espinosa y el de don Severiano Guzmán, que estaba en la esquina
de Madero y Praxedis Guerrero, donde se empeñaban "machetes, cuchillas, palas, azadones, ropa,
máquinas de coser y muchas cosas más... Cuando se llegaba el plazo de que se vendían las cosas, hacían remates
en la calle; sacaban todas las cosas y hacían un tendedero ahí en la calle y era cuando uno podía comprar estas
'chácharas'másbaratas";
69
San Felipe, Crisol de la Independencia
-4 panaderías: La de don Miguel Loredo que estaba en el jardín del Pueblito, donde "el pan
costaba a un centavo los alamares y las semitas; a dos centavos las otras piezas; pero si compraba uno tres, se las
daban a tres por cinco centavos"; La de Elías Moctezuma por la calle Pino Suárez; “Panadería La Luz” de
don Gabriel Loredo, en la calle Allende, a un costado de la Parroquia; y la de Daniel Moctezuma en el
jardín Principal.
-11 tiendas mixtas: en el Jardín Principal se encontraban tres; “El Sol” de don Juan Aguirre, “El
Águila de Oro” de don Sebastián Aguirre y “El Nuevo Mundo” de don Miguel Romero, en las que se
vendían ropa, abarrotes, mescalito y el alcoholito con refresco, pero la que más vendía era la tienda de
don Severiano Guzmán porque “tenía más surtido de abarrotes”, además de que se podía comprar
"tabaco, jarcia con todos los aperos, manta y también vendía mucho maíz". En esa tienda de don Severiano,
había un dependiente que se llamaba "Juan Ortiz y la gente le decía 'La Miseria', porque, al despachar no
daba 'pilón' en lo que la gente compraba" y “los empleados entraban a las 7 de la mañana y salían a las 9 de
la noche”. Otras tiendas eran “El Ferrocarril” de don Cipriano Espinosa, “Las Palomas” y “La
Guanajuatense” en el jardín del Pueblito, esta ultima de don Federico Velázquez, y “El Cuatro” de don
Sixto Murillo en la calle Juárez.
Por último, existían en San Felipe varias familias que vendían sombreros corrientes de palma
en sus casas, entre estas se encontraba don Miguel Loredo, quien "tenía mucho movimiento de sombreros,
porquehacíamuybuenossombreros". 5
En lo que respecta a las vías de comunicación de principios del siglo XX, San Felipe o Ciudad
González, contaba, como ya dijimos, con el Ferrocarril que transitaba de la ciudad de México a Laredo,
un tranvía que recorría 7 kms. y hacía el servicio de carga y pasajeros desde la cabecera municipal
hasta la estación del ferrocarril San Felipe. Respecto a este tranvía, que prestó servicio hasta que dejó
de pasar el tren, cuando fue inaugurado el 13 de junio de 1904, sucedió una desgracia que aún
recuerdan algunos viejos sanfelipenses: "se mató un chiquillo que
andaba echando 'mosca' y se cayó en los rieles; y como al tranvía lo iban
jalando las mulas, las ruedas del tranvía le pasaron por encima. Este
muchacho era del barrio de San Antonio y se llamaba Catarino
Hernández". 6
70
La Revolución
Quemada y Monjas; y los caminos de Herradura a Guanajuato, León, la Luz, y a San Diego de la Unión,
por San Juan del Pan de Arriba.
Otro tipo de comunicaciones de que disponían los sanfelipenses de esta época, era la oficina
del Telégrafo Federal, inaugurada por el emperador Maximiliano en junio de 1866, y de teléfonos de
las líneas del Estado que se encontraba instalado en la sede de la jefatura Política, pero para la
comunicación regional fue mas importante la red de teléfonos particulares que conectaban a las
haciendas con las cabecera del municipio, como lo fueron las líneas de San Felipe a la estación; de San
Felipe a las haciendas del Cubo, del Carrizo, La Obra y Buenavista; y de San Felipe a la de Trojes de
Santa Bárbara, al rancho de Tlachiquera y al pueblo de Ocampo.
En general se habla castellano, sin que por ello los indios dejen de hablar el otomí en los barrios de la
población, en Cieneguita y en otros lugares. Los habitantes del distrito son católicos en su mayor parte, pero más
dados a las supersticiones por sus antiguas costumbres, y porque el catolicismo les sirve solo para las frecuentes
fiestasylosdesmedidosgastos;haytambiénmuchosindiferentesyalgunosespiritistas". 7
Por la recopilación oral que hizo don Enrique Guzmán en 1987, sabemos que las banda de
música de principios de siglo que daba las serenatas en la plaza de armas del jardín principal a que se
refiere don Pedro González, fue la formada por don Manuel Velázquez que también tocaba frente y
dentro de la plaza de toros de don Severiano Guzmán.
Contemporáneas a ésta, fue la banda de los “Siete Bichos”, que le decían así porque “les
gustaba mucho el licorcito” y la formaban los tíos de los hermanos Pérez, que poco antes de 1920
formarían el trío de los “Hermanos Pérez”; y el conjunto musical “La Típica”, integrado por “señoritas
de esta ciudad” que al son de sus guitarras y mandolinas, participaban en eventos artísticos y
familiares.
71
San Felipe, Crisol de la Independencia
Este panorama general de principios de siglo que hasta aquí se ha presentado, nos da una
visión de una vida sanfelipense en la que aparentemente todo se desarrollaba en un ambiente de
tranquilidad, derivada del “Orden y Progreso” que durante las primeras dos décadas del porfiriato se
había implantado en todo el país, permitiendo hacer de México una nación económicamente fuerte y
próspera, y en franco proceso de industrialización.
"En las Haciendas era una 'inquisición' muy dura. Levantaban a los peones a las tres de la madrugada;
ya estaban listos los 'capitanes' de las haciendas pa' llevárselos a trabajar desde las cuatro de la mañana y era
trabajar todo el día bajo los rayos del sol, echando niveles pa' los tanques; en fin, pa' todas las 'fainas' del campo
que son menester. Nomás paraban para comer; pero eran ratos cortos y a trabajar hasta que cantaba el 'grillo',
después de la 'oración', ya oscuriando. Luego les decían: 'hínquense a rezar el rosario y cantar el alba'; y ya bien
cansados de todo esto, se iban a dormir como hasta cerca de las nueve de la noche. Entonces había un 'pión' que
traiba un pito y se colgaba un tambor y a las tres de la madrugada empezaba con el pito y con el tambor a 'voy y
voy' por los callejones donde se encontraban las chozas de los piones que a esta hora se encontraban dormidos; y
al que no se levantaba o empezaba a 'retobiar', entonces le avisaban al 'patrón' y éste le mandaba avisar al Jefe
Político.Leperdonabanunafaltadeésas;yalasegunda,alValleNacional. *
"Don Claudio Mendoza, administrador de la hacienda de San Bartolo de Berrio, salía con el rifle al
campo; miraba ansina lejos a algunos hombres haciendo leñita y pos... se los sonaba. No había ni quien dijera
nada,niestonilootro..Maneraquepostodoestabamuytemido...". 8
Bajo estas circunstancias locales que eran reflejo de lo que acontecía en toda el país, aunada a
la persecución que sufrían los primeros grupos de oposición abierta al régimen porfirista, que sólo
pretendían mayor distribución del poder político, o a los que deseaban revolucionar el orden social
imperante, llevó en el mes de febrero de 1901 a la celebración del primer Congreso Liberal en la ciudad
de San Luis Potosí, donde se dieron cita 57 delegados de los 49 clubes liberales que tenían sede en 14
estados de la república, participando como único representante del Estado de Guanajuato el "Club
LiberalFelipense" de San Felipe Torres Mochas y cuyo delegado fue don Mariano González. 9
* Valle Nacional Oax. En este sitio se confinaba a todos los opositores o rebeldes al porfiriato y ahí eran vendidos y sometidos a trabajos forzados, muriendo
en las peores condiciones en el lapso de un mes a un año. No había supervivientes en Valle Nacional.
72
La Revolución
Este primer y único congreso fue la semilla para la formación de los partidos de oposición,
entre ellos el Partido Nacional Antirreleccionista de Francisco I. Madero, que participaría en los
comicios presidenciales de 1910 donde se dio el consabido fraude electoral perpetrado desde gobierno
porfirista, lo que obligó a Madero a iniciar la lucha armada contra el régimen dictatorial de Porfirio
Díaz que fue conocido como Revolución Mexicana, misma en la que los habitantes del municipio de
San Felipe quedaron inmersos.
Praxedis Guerrero.
En busca de estos ideales, a la edad de 17 años incursiona como periodista enviando sus
primeros artículos a los periódicos “El Heraldo del Comercio” de León y al “Despertador” de San
Felipe Gto. Estas colaboraciones en periódicos de provincia le abrieron las puertas para que, en 1901,
el periodista liberal Filomeno Mata lo nombrara corresponsal del diario capitalino opositor al
gobierno de Porfirio Díaz “El Diario del Hogar”, pero en ese mismo año y dando un giro completo a su
vida, entra a formar parte en la Segunda Reserva del Ejercito que venía organizando el general
Bernardo Reyes, ministro de guerra del presidente Díaz, alcanzando el grado de subteniente de
Caballería, pero en 1903, después de que el ejército porfirista disparara contra una manifestación de
liberales en Monterrey renuncia a su cargo en las fuerzas armadas.
73
San Felipe, Crisol de la Independencia
“Alba Roja”, el cual poco después es suprimido por las autoridades yanquis, mismo destino 11 que
seguirían otros rotativos fundados por él. Ya en 1906 entra a formar parte de la Junta Organizadora del
Partido Liberal Mexicano, organización dirigida principalmente por Ricardo y Enrique Flores Magón,
y opositora a la dictadura de Porfirio Díaz, y ese mismo año, funda la Junta Auxiliar "Obreros Libres"
en una mina de Morenci, Arizona, primera de una serie de asociaciones de resistencia obrera que
fundaría para la defensa de los trabajadores.
Durante los siguientes años (1907-1909), publica el periódico “Revolución” que es clausurado
por los gringos en 1908, mismo año en que participa en la acción armada llevada a cabo en el poblado
de Palomas Chih., combate en el que muere su gran amigo Francisco Manrique y en el que él es herido,
regresando a Estados Unidos para restablecerse.
Una vez recuperado de sus heridas, a principios de 1909 regresa a México en una gira política
subrepticia, con el fin de lograr que los grupos liberales entrasen a la lucha armada, situación que
aprovecha para venir a visitar a su familia en San Felipe, permaneciendo de incógnito en los Altos de
Ibarra, donde en un acto de congruencia a sus ideales de justicia social, reparte entre los trabajadores
de la hacienda la tierra que por herencia le había dejado su padre fallecido en ese mismo año.
De regreso a Estados Unidos se dirige al Paso Tex., donde promueve la huelga general
revolucionaria a través del semanario “Punto Rojo” que aparece por primera vez en agosto de 1909 y
que llegó a tener un tiraje de 10,000 ejemplares.
Este semanario, al igual que todos los que editó en los Estados Unidos, fue clausurado en mayo
de 1910 por las autoridades yanquis, fecha en que la dictadura porfiriana ya ofrecía 10,000 dls. por su
captura, con lo que se inicia una persecución en su contra siendo arrestado por el gobierno
estadounidense. Pocas semanas dura en la cárcel y en agosto es puesto en libertad.
Praxedis, hombre de acción, quien había sido nombrado Jefe de Operaciones del Ejército
Libertario Mexicano en la República Mexicana, decide por sí mismo organizar un grupo armado en el
74
La Revolución
Paso Texas e internarse en México aun con la desaprobación de la Junta Organizadora del PLM que lo
requería como organizador y escritor; y así, al frente de 32 hombres se dirige, primero a Casas Grandes
Chih. para tomarla, pero al ver que la guarnición de esa ciudad esta compuesta de más de 450 hombres,
decide atacar el poblado de Janos Chih., lugar al que llega el 29 de diciembre de 1910.
De inmediato se inicia la lucha y después de dos horas de combate “el grupo revolucionario
sale victorioso, haciendo prisioneros al presidente municipal y al teniente de rurales”.12 Al día
siguiente (30 de diciembre), llegan refuerzos federales de Casas Grandes y se inicia un nuevo combate,
donde a pesar de la victoria de los revolucionarios mueren en combate 12 rebeldes, entre ellos el
revolucionario sanfelipense Praxedis G. Guerrero de tan sólo 28 años de edad, quien veía a la muerte
de esta manera:
"Y todavía no puedo dar crédito a la terrible realidad. A cada rato me parece que va a llegar un telegrama
consolador dando cuenta de que Praxedis está vivo. La verdad brutal no puede aniquilar en el fondo de mi
corazón un resto de esperanza que arde como una lámpara de aceite próxima a apagarse. Y mi torturado espíritu
cree encontrar todavía en sus sitios favoritos, en la oficina, donde tanto soñamos con el bello mañana de la
14
emancipaciónsocialélyyo,almártir,inclinadoensumesadelabores,escribiendo,escribiendo,escribiendo".
En la actualidad, en la cabecera municipal de San Felipe, existen una calle y una escuela
secundaria que llevan su nombre, pero es vergonzoso que la casa de los Altos de Ibarrra, donde nació y
vivió, esté en ruinas y sin una placa u otro motivo que identifique tal acontecimiento.
75
San Felipe, Crisol de la Independencia
76
La Revolución
calle de la Independencia (antes Real y hoy Madero), hasta la jefatura política en el centro de la ciudad, en medio
degrandesmuestrasdeentusiasmoyalegríadelosvecinossanfelipenses.
Poco fue el tiempo que permaneció Cándido Navarro en San Felipe, pues el
15 de mayo ya estaba situado en las afueras de la ciudad de Silao que ocupó el
mismo día (hecho de armas en el que murió el sanfelipense don Luis L. Osollo, quien
se había enrolado en sus filas), y el 17 por la tarde ya estaba de regreso en San Felipe
con el fin de cortar el tránsito ferroviario para evitar el envió de tropas federales,
pero al llegar se le informó que en la hacienda de la Quemada, propiedad del
gobernador de Guanajuato, Joaquín Obregón González, "se había levantado la
peonada con ánimo de incendiar y saquear el feudo", por lo que tuvo que salir
inmediatamente con las "fuerzassuficientespararestablecerelorden". 15
Francisco I. Madero
Restablecida la paz en dicha hacienda, el general Navarro retornó al pueblo de San Felipe,
donde " recibió un mensaje telegráfico del jefe de la revolución Francisco I. Madero, participándole que la paz
había sido firmada ordenándole la cesación de las hostilidades", 16 ya que Madero en esos momentos ya
había concertado la renuncia y posterior salida del país de Porfirio Díaz.
Las diferencias políticas que surgen en los siguientes meses entre Madero y algunos jefes
revolucionarios (de los que formaba parte Cándido Navarro), porque consideraban que Madero no
cumplía con lo estipulado en la Plan de San Luis, documento que había servido de base para aglutinar a
las fuerzas revolucionarias en contra de Porfirio Díaz, hacen que el general Navarro, como
representante de los jefes inconformes, se traslade a la ciudad de Tehuacán, para entrevistarse con
Madero y exponer sus desacuerdos.
Después de esta entrevista, que se dio en el mes de agosto de 1911, y que no fue para nada
fructífera ni cordial, el general Cándido Navarro regresa a la ciudad de México, donde es aprehendido
inmediatamente al bajar del tren y conducido a la penitenciaría de la ciudad de México, sitio del que
será liberado hasta abril de 1913 cuando ya se había consumado el asesinato de Madero (feb-21-1913)
por orden de Victoriano Huerta.
Una vez en libertad, Cándido Navarro se reintegra de inmediato a las filas revolucionarias,
ahora comandadas por Venustiano Carranza, pero el 28 de agosto de ese mismo año, en un
77
San Felipe, Crisol de la Independencia
enfrentamiento que se libra contra las fuerzas federales de Huerta en la hacienda de Santiago,
jurisdicción de Santa Bárbara del municipio de Ocampo, es abatido y su cadáver profanado y expuesto
públicamente por los mismos huertistas en la ciudad de San Luis Potosí.
Durante los escasos dos meses que duró el gobierno municipal de Anguiano, surgieron
conflictos con el recién nombrado (4 de junio 1911) gobernador interino de Guanajuato, Juan B.
78
La Revolución
Castelazo quien, sin consultar a los vecinos sanfelipenses, a la usanza porfiriana, nombró como "Jefe
Político de este distrito a una persona acaudalada de la ciudad, la que no aceptó por quebranto de su salud. Más
tarde designó por la vía telegráfica al C. Juan I. Aguirre para que convocara a los vecinos a fin de que dijeran qué
persona les parecía conveniente para Jefe Político y según sabemos la mayoría de los concurrentes manifestó que
habiendo ya votado un Presidente Municipal se abstenía de votar Jefe Político, aduciendo también que no sabía
si el Gobernador que ordenaba la reunión correspondía al elemento del antiguo régimen (porfirista) o era el
regeneradortraídoporlarevolución(maderista)".
Tanto el capitán de dragones como el señor Alamán, haciendo caso omiso de las autoridades
municipales, se presentaron directamente ante el jefe político depuesto, Cipriano Espinosa, situación
que no agradó al ayuntamiento recién elegido y alentó los rumores de que dichos enviados venían con
la consigna de “imponer autoridad política” y reinstalar a los empleados municipales depuestos.
El sigilo que cubrió la llegada de estos personajes y la convocatoria que lanzó Agustín Alamán
al pueblo de San Felipe, citándolo para el domingo 11 de junio a las 7 p.m. para tratar un “asunto que le
había confiado el Gobierno del Estado”, abonó la incertidumbre que sentían sus habitantes por los
acontecimientos de armas recientes, mostrándose intranquilos.
Como de antemano, y para el mismo día 11, varios vecinos habían organizado un “paseo
vespertino y una serenata en honor del C. Francisco I. Madero y demás jefes de la revolución”, aunado
a la excitación que provocaban las fuerzas del Estado entre la población, dio pábulo para que el Sr.
Alamán se retractara de su convocatoria y avisara a los convocados que se aplazaba la reunión para
una mejor oportunidad, decisión que alivió un poco la tensión que ya se sentía en el pueblo.
Para el domingo, tal y como estaba programado, se llevó a cabo el festival, pero por la noche,
cuando la población se reunió en el jardín principal para escuchar la serenata, se presentó, “en son
provocativo”, el capitán con algunos de sus soldados, lo que enardeció a la multitud que muy quitada
de la pena deambulaba con sus familias escuchando la música, obligando a la autoridades municipales
a reconvenir al capitán para que se retirara de la plaza.
79
San Felipe, Crisol de la Independencia
El capitán hizo caso omiso a este llamado y siguió en su afán provocador, excitando aún más a
la población, por lo que nuevamente se le reconvino con mayor preponderancia para que se
acuartelara con sus soldados. Esta vez, el capitán lo consultó con el Sr. Alamán y poco después se retiró.
Basta decir que una vez que los soldados y el capitán se retiraron del jardín principal, el pueblo,
ya contrariado por la presencia de los soldados, y por la presunción de que venían a imponer
autoridades municipales en San Felipe, en protesta "disparó al viento centenares de proyectiles", hecho
que fue suficiente para que el día siguiente se fuera el Sr. Alamán y, un día después, a la una de mañana
y en total sigilo, se retiraran los dragones de la fuerzas del Estado junto a su rijoso capitán.
Después del fallido intento del gobernador provisional, el presidente municipal M. Rosalío
Anguiano apoyado por el general Cándido Navarro, enfocó sus esfuerzos a atender los asuntos locales,
como lo fue el seguimiento y aprehensión de infractores de delitos del orden común, los
nombramientos de jueces auxiliares en las comunidades rurales y la designación de Hilario Velázquez
Romo como jefe de acordada.
Este nombramiento de jefe de Acordada era importante debido “a los acontecimientos ocurridos
por esos puestos ( comunidades sanfelipenses como La obra, Tapona, Payán, Arrastres, Deseada, San José de los
Barcos, etc.) por algunos bandoleros que a la sombra de la Revolución se empeñan en cometer depredaciones, y a
fin de conservar el orden, tranquilidad y seguridad pública en cuanto sea posible... facultándolo ampliamente
paraquepersiga,aprehendayremitaadisposicióndeestapresidenciaatodoslosbandidos".20
80
La Revolución
Miguel Campuzano.
Esta tarea educativa la ejerció hasta el 3 de julio de 1911, fecha en que ya ejerce el cargo de
primer regidor del cabildo sanfelipense, designándose al C. Agustín R. Lerma como director de la
escuela Benito Juárez, para posteriormente, como ya dijimos, ser electo, mediante el voto popular,
como presidente municipal o jefe político de San Felipe o Ciudad González.
El mismo día de su elevación como alcalde (23 de julio 1911), el encargado provisional de la
presidencia, don Joaquín Mendoza Soto, le entrega un listado de los “muebles útiles y demás objetos”
que fueran el patrimonio de los bienes de la presidencia municipal de aquella época y que, por su
singularidad, en relación a los de ahora, aquí se reproducen:
"9 mesas; 12 sillas; 1 máquina de escribir con mesa; 1 prensa de copiar; 2 banquitos; 1 relox; 1 lámpara; 1
candelabro; 1 tripié de fierro; 1 varilla de fierro; 1 pabellón; 1 bomba de cristal (grande); 9 bombas (chicas); 13
machetes; 1 hoja de cortina; 1 farol; 8 pistolas de propiedad particular; 1 confidente; 1 caja de fierro (del correo); 1
pedazo de alfombra; 1 silla de bejuco; 2 confidentes de bejuco; 1 cama de madera; 1 lavadero; 3 cajones; 1 tina; 1
generador; 1 mesa; 1 cómoda; 1 azadón; 1 bote de carburo; 1 manguera; 1 máquina de cortar zacate; 1 asta
bandera; 3 regaderas; 8 faroles grandes; 1 escusado (inglés); 7 botes de petróleo (vacíos); 2 botes de carburo; 1
barril; 7 tubos de fierro; 2 carretillas; 1 mesa en el hospital; 8 camas; 1 estante; 1 banca de madera; 1 silla de
montar (del juzgado de letras); 2 escritorios; varios objetos para devolver; 1 bomba para extraer agua; 2 carros
para el servicio de policía; 2 mulas para el mismo servicio. En este inventario también se incluyen: 24 presos,
cincocorreccionalesy19diecinueveconsignadosajueces". 23
Después de recibir los flacos bienes con que contaba la Presidencia Municipal de San Felipe,
don Miguel Campuzano hace del conocimiento al Secretario de Gobierno del Estado que "Tengo la
honra de participar a Ud. para conocimiento del C. Gobernador del Estado, que hoy, previa la protesta de ley, he
tomado posesión del cargo de jefe político de este distrito, en virtud de haber sido favorecido por el voto popular,
en las elecciones verificadas ayer, con la intervención de los delegados de paz Señor Manuel Vértiz y General
Bonifacio Soto nombrados al efecto por la superioridad... Cd. González. Julio 24 de 1911". Este mismo aviso lo
hace llegar al Tesorero Municipal, Administrador de Correros, Jefe de la Oficina Telegráfica Federal,
81
San Felipe, Crisol de la Independencia
Entre otros problemas que tuvo que enfrentar don Miguel Campuzano en su administración y
muy de acuerdo con los tiempos de la revolución, está el surgimiento, en el mes de agosto de 1911, de
una banda de malhechores, residuos de aquellos grupos "armados y montados que se dicen maderistas",
que hacían sus correrías por la Sierra de Guanajuato, en donde además de robar, golpeaban a
ciudadanos inermes, como fue el caso del C. J. Refugio Rangel del rancho El Duraznillo, y los atracos
cometidos en contra de los habitantes de las comunidades de Arroyo Grande y Santiaguillo de la
jurisdicción de San Felipe.
Esta situación hizo que don Miguel Campuzano enviara telegramas de urgente ayuda al
general Bonifacio Soto que se encontraba en San Miguel de Allende para que "el teniente Villegas salga
inmediatamente" en su persecución, y al Gobernador de Guanajuato para que se "dispongan 20 hombres
del destacamento de esa ciudad" y también salgan al alcance de esos bandoleros. Sobre este hecho, sólo se tiene
conocimiento de la dispersión de estos bandidos por las fuerzas del Estado y la aprehensión de Teodoro Estrada
comopresunto"sospechosodecomplicidadeneldelitoquesetrata".25
En otro tenor, una de las gestiones que realizó don Miguel Campuzano como presidente
municipal y que le significaron el reconocimiento de la mayoría de los sanfelipenses,
independientemente de su labor docente, fue la iniciativa que tuvo para la introducción de la luz
eléctrica al pueblo de San Felipe. Ésta se inició cuando, a escasos cinco días de la toma de posesión,
envía un oficio al Gerente de “The Guanajuato Power and Electric Company”, en el que le solicita lo
siguiente: "Muy Señor Mío: He de merecer a Ud. me sirva informarme el costo de la instalación de una línea a
esta población, para utilizarla en la transmisión de luz y fuerza Motriz, dándome los mayores datos posibles y
remitiéndome, si a bien tuviera, un presupuesto; bajo el concepto de que las torres de la línea para San Luis Potosí,
pasana5kilómetrosdeestelugaraproximadamente".
Como complemento a esta solicitud, el 8 de agosto de 1911, envía a don Sebastián Aguirre el
siguiente comunicado: "Teniendo en proyecto el H. Ayuntamiento que presido, la instalación de luz y fuerza
motriz en esta ciudad, esta misma I. Corporación ha tenido a bien nombrar a Ud. comisionado, para que, en unión
82
La Revolución
del ciudadano Mónico Rangel, se sirva presentar un presupuesto del número de focos que pudiera pagar el
comercioyparticulares...".26
Es poca la información que se tiene sobre la administración de don Miguel Campuzano como
presidente municipal, así como el tiempo exacto que permaneció en el cargo, pero es un hecho que en
agosto de 1913, cuando ya se había instalado en la presidencia de la república el usurpador Victoriano
Huerta y el gobernador de Guanajuato era el general Rómulo Cuellar, personaje incondicional de
Huerta, y quien sustituyó en junio de ese mismo año al gobernador electo Víctor J. Lizardi; el
ayuntamiento de San Felipe estaba conformado por el capitán Ramón Velarde, jefe político; Salvador
D. Rodríguez, Secretario del ayuntamiento, y los regidores: Miguel Campuzano, Manuel Contreras,
Juan Palomares, Mónico Rangel, Rosalío Anguiano, Sebastián Aguirre y Clemente Murillo.
A este cabildo sanfelipense, del cual no se sabe la fecha en que fue elegido, le tocó lidiar con los
levantamientos armados que se suscitaron en esta región después del asesinato del presidente
Francisco I. Madero y del vicepresidente Pino Suárez por órdenes del propio Victoriano Huerta y que,
desde el mes de mayo afectaban al norte del Estado.
83
San Felipe, Crisol de la Independencia
De esta manera los personajes antes citados, con excepción de Sebastián Aguirre, Clemente y
Sixto Murillo, fueron conducidos a la cárcel municipal, donde poco después fueron notificados de que
quedaban a disposición del jefe militar de la plaza, lo que los ponía en una situación por demás
alarmante, ya que bajo la responsabilidad militar sólo les quedaba aguardar la sentencia de
incorporación al servicio militar, la deportación o el fusilamiento.
Bajo estas perspectivas, la mañana del 24 de agosto, fueron escoltados a la estación del
ferrocarril para ser llevados a la ciudad de Querétaro, donde arribaron el mismo día y, al día siguiente,
fueron embarcados hacia la ciudad de México y confinados en el cuartel de la Canoa, para después ser
conducidos al cuartel de San Idelfonso; sitio del cual fueron sacados en la madrugada del 27 de agosto,
junto con otros presos para ser llevados a la estación del Ferrocarril Mexicano y tomar el tren que los
llevaría a la ciudad de Veracruz y de ahí, ser deportados a Quintana Roo, lugar del que se decía que los
allí recluidos no aguantaban más de tres meses con vida.
84
La Revolución
deportación tan temida y en su lugar fueron conducidos nuevamente a la ciudad de México, donde una
vez más fueron recluidos en el cuartel de San Idelfonso.
Finalmente, en el año de 1916, don Miguel Campuzano “pasó a San Luis de la Paz, su tierra
natal, con el deseo de abrir nuevos horizontes en su solar nativo, haciendo uso de su entusiasmo;
desgraciadamente no pudo lograr sus anhelos, la hora inexorable lo sorprendió siendo presidente
municipal”, en una fecha aún indeterminada.31
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San Felipe, Crisol de la Independencia
“El grueso de las tropas iba bien pertrechado, aprovisionado; los jefes, a
caballo; otros no en caballos magníficos y ágiles, sino en caballejos de costillas
salientes, cansados; la retaguardia y la resaca, sobre todo, los últimos que cerraban la
fila,ibanenburro,apie,llevando,amásnopodermachetes,palosensusmanos...
“A veces, acampaban un poco por contadas horas, con gran azoro de muchos
Revolucionarios
pacíficos vecinos quienes llegaron a esconder a sus hijas doncellas... en las en el Tren
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La Revolución
anfractuosidades de la cercana sierra y aún en los socavones de los pozos, como lo hicieron en el casco de la
haciendadeSantaRosa.
"La gente elevaba sus manos al cielo en acción de gracias por aquellas dádivas revolucionarias. Latían
rebeldíasoscurasyanhelosderedenciónentreelpueblo,entreloscampesinos.
"Los jefes ordenaron matar a balazos reses de la hacienda para que la tropa comiera carne y caldo. Se
proveyeron de casos y peroles, para la condimentación del rancho. En una ocasión, al urgente toque del bélico
clarín, se levantó la tropa muy de mañana, abandonando trozos de carne de res sobre las cercas de adobe de las
corraletas y colgados de las ramas del centenario mezquite que aún se mantiene en pie a un lado de la puerta de
la casa de la hacienda de Santa Rosa; abandonando ollas de caldo a medio hervir; linternas de petróleo
33
encendidasymásdeunaarmadefuegoyotrosenseres".
Después del triunfo de las fuerzas revolucionarias, don Venustiano Carranza convocó a una
reunión a todos los jefes revolucionarios que tenían fuerzas armadas bajo su mando, pero
inmediatamente surgieron desacuerdos, sobre todo, de los dos caudillos más importantes de la
revolución: Zapata y Villa.
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San Felipe, Crisol de la Independencia
Ante esta situación, Carranza desconoció los acuerdos tomados en dicha Convención y se
retiró a Veracruz donde estableció su gobierno, iniciándose una vez más la lucha armada, ahora, entre
los llamados constitucionalistas que apoyaban a don Venustiano Carranza, entre ellos Álvaro
Obregón, y los convencionistas de Emiliano Zapata y Francisco Villa.
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La Revolución
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San Felipe, Crisol de la Independencia
¡Quétiempostanfeosaquéllos!JuanitaSalazarRelata:
"En el tiempo de la Revolución, una vez que entraron los villistas a San Felipe ya casi de noche y sabiendo
la gente de los desmanes que cometían estos revolucionarios, cerraban las puertas de sus casas y se quedaban
pendientes,alaexpectativa.
El señor cura Morales con sus dos hermanas, el sacristán y su señora, ya noche, llegaron a la casa donde
yovivíaconmispapás,paraarribadeEsquipulas.Poresacallenomáshabíadoscasasdondevivíamosnosotrosy
otromásarriba.Todoaquelloeransolaresconpozos.
Luego que llegaron un poco asustados, mi mamá les dio un tecito, pero de comer no teníamos nada. Así lo
único que les ofrecimos fue un poco de atole con piloncillo y allí se quedaron a pasar la noche. Sepa Dios cómo le
hicimos para caber todos en esos cuartitos tan chiquitos. Al día siguiente, parecía que -según decía la gente- los
villistas nomás habían trasculcado algunas casas de ricos que se estaban preparando para irse. Así que ya
despuéssefueelseñorcuraconsufamiliaalaparroquia.
Cuando entraron los carrancistas, los villistas salieron, largando maletas, ropa, y cosas; y salían con
todoymujeres,acaballo.Entrabanunosysalíanotros.
35
AsífuetodoeltiempodelaRevolución...".
90
La Revolución
durante el largo conflicto armado, ya que al igual que el país entero, San Felipe sufrió una inflación
galopante, desempleo y una escasez y aumento en los precios de las mercancías y artículos de primera
necesidad, que afectaron, como siempre, a la gente humilde y desamparada, tal y como nos narra,
nuevamente don Delfino Contreras:"Elsufrimientodetantarevueltavinodespués:elhambre.
Cuando el año del hambre, don Severiano Guzmán y su señora, doña Lola, vendían maíz ahí en su casa
de la Calle Madero. Entonces se hacían las colas de gente para comprar maíz. Necesitaba uno hacer cola para
que le vendieran medio cuarterón de maíz o un cuarterón. Lo vendían por la ventana. Fue este señor que cuando
menos aquí en el pueblo de San Felipe no nos dejó que nos faltara maíz. Y luego cuando descargaba los carros de
maíz, lo querían robar. La misma gente lo defendía, para que no se lo quitaran y así poder comprar para todos, pos
era nuestro alimento; pero entonces la gente era otra, y no como ahora. Yo me acuerdo que la gente decía: 'Dios le
dé el cielo a don Severiano y a doña Lola...' tenía una tienda grande, pero él atendía mejor el maíz. Sí la abría en
ratos, pero qué vendía, si la gente no tenía dinero para comprar un mandado; sino que apenas para el piloncillo y
la sal, un poco de frijol. Luego estaba llueve y llueve y doña Lola y don Severiano, todos mojados, seguían
vendiendo el maíz por las ventanas y también la gente aguantaba los aguaceros y los fríos con el fin de comprar el
maíz.FueloquenosfavorecióenelpueblodeSanFelipe,porquenadiemásvendíamaíz...".36
91
CAPÍTULO VII
El Mayor Bulmaro.
93
San Felipe, Crisol de la Independencia
distrito, que en este tiempo abarcaba los municipios de Ocampo y una parte del de León, y que son los
siguientes: "En la cabecera 4 templos: La Parroquia, La Soledad, San Miguel y la Santa Cruz (tenería). Capillas
2, San Antonio y el Señor de Esquipulas. En Ocampo 2, la Parroquia y el Santuario de Guadalupe. En la Vicaría
cural de Jaral de Berrio 2, la Parroquia y el templo de nuestra Señora de las Mercedes. En la fincas rústicas o
haciendas: en las principales, como La Quemada, San Bartolo, El Cubo, San Juan de Llanos, Mineral de
Providencia, Tlachiquera (actualmente pertenece a León), Santa Bárbara, Ibarra, San Isidro (las tres de
Ocampo), Laguna del Blanquillos (hoy Laguna de Guadalupe) y (en) San Pedro de Almoloyan, hay una capilla
demásomenosdimensionessegúnsucuantíaynúmerodevecindario". 3
Otra de las acciones que tomó el gobernador Siurob para la reorganización administrativa, fue
la de nombrar "Juntas de Administración Civil en todos los municipios del Estado y autoridades municipales
menores hasta en los pueblos más pequeños; entretanto se procedía a la implantación y organización del
municipio libre y a la rehabilitación del gobierno de los municipios con base en las disposiciones constitucionales
yleyessecundaríasquedespuésseexpidieron". 4
A este respecto, la Junta de Administración Civil de San Felipe fue presidida por el Mayor
Bulmaro E. Covarrubias, a quien se encomendó como principal tarea la de limpiar esta región de los
grupos de gavillas que asolaban el municipio y a contener las tropelías que contra la población
cometían los "oficialesopersonasquedicenseroficialesdelejércitoconstitucionalista".
Las medidas que tomó el Mayor Bulmaro en San Felipe para "hacer renacer la calma y
tranquilidad tan necesarias para proseguir la grande obra de reconstrucción nacional", fue mandar fusilar a
los salteadores que agarraban “in fraganti”, como al “Capitán de bandoleros Vicente Gaytán”
ejecutado en febrero, o en su caso pedir instrucciones a la jefatura de armas del Estado, para los
detenidos que tenía en la cárcel municipal acusados de robo, como fue el caso de Efrén Escobedo, del
cual se describen sus fechorías de esta manera:
“Cuando fue soldado al mando del capitán 2º. Manuel Cordero, cometía a ciencia y paciencia del mismo
capitán Cordero iguales delitos, (y) no sé porque motivo, quedó acostumbrado a llamarse Policía Secreta de esta
propia oficina, aprovechando esta circunstancia para robar carteras, relojes y jalar a cualesquiera la cobija o
frazada que portaba, diciéndoles, más o menos así: 'yo soy policía secreta de la presidencia', metiéndoles las
manos luego luego, sacándoles carteras, relojes y yéndose en precipitada fuga. Esta individuo ha sido castigado
por las autoridades, militares y civiles en más de tres veces o más; y como no se corrige, lo pongo en su superior
conocimiento a efecto de que si creé de justicia que se fusile por incorregible en el robo, se sirva usted decírmelo,
pues temo y con bastante fundamento, que al salir se vaya con los bandidos, porque a más de serlo ya él, es
probable tome venganza de tantos castigos que se le han hecho”. Esta solicitud de fusilamiento no fue
aceptada y el detenido fue remitido al Jefe de Armas.5
Así mismo, para detener las tropelías de las “Gavillas” que “en número de doscientos cincuenta
más o menos se hallan diseminadas, según noticias fidedignas, en Comanja, San Antonio de las Alazanas, El
Cerrito, Altos de Ibarra, San Nicolás del Granado, y Santo Domingo", propone al Gobernador y Comandante
Militar del Estado "la conveniencia de un ataque combinado, en la forma siguiente: una columna volante de
cien hombres, que usted se dignará facilitarnos, unida a las guardias rurales de este Distrito (San Felipe),
94
San Felipe Postrevolucionario
Fusilamiento de bandidos
Estas partidas que se hacían en busca de los bandidos que asolaban las propiedades y familias
sanfelipenses, traían como consecuencia que varios miembros de los cuerpos rurales o del ejército
resultaran muertos, dejando desamparadas a sus familias, como fue el caso de la vecina sanfelipense,
Sra. Pioquinta Hernández, a quien le mataron a su esposo el comandante José G. Rodríguez, quien
murió en un combate con "bandoleros que merodeaban en el distrito", y por lo cual solicita "una pensión
vitalicia con la cual recibiré gracia y justicia para mi numerosa familia que ha quedado huérfana en la
indigencia".7
Además de los asuntos anteriores, el Mayor Bulmaro atendió otros de menor envergadura,
pero que mantenían el interés de los sanfelipenses en sus autoridades y fueron:
- El cierre del Colegio particular para niñas de la maestra señorita Ma. Pantaleona López, que
debido a una visita efectuada el 19 de enero de 1916 por el inspector de escuelas rudimentarias,
95
San Felipe, Crisol de la Independencia
-Se conceden las primeras “mercedes de agua para casa habitación” dejando a los particulares
el compromiso de adquirir la tubería y hacer los trabajos de conexión hasta sus casas, desde “la fuente
de la Plaza Principal o punto más cercano a ella”, que en ese tiempo se encontraba en el centro de la
plaza y que era traída “por un caño desde la alameda”, donde actualmente está la Secundaria Praxedis
Guerrero. Las primeras personas beneficiadas fueron: Juan Pérez, Juan Guzmán y Pascual Velázquez.
-Y finalmente, con el fin de abatir el desempleo y mejorar la situación de los obreros agrícolas
sanfelipenses, el Mayor Bulmaro, envía entre el 13 y el 23 de marzo de 1916, sendos comunicados a los
administradores o dueños de las haciendas, como el remitido al “Propietario o Encargado” de la
hacienda de La Obra en el que le advierte:
"En vista de la situación tan difícil por que atraviesan los agricultores debido a la carencia casi absoluta
de trabajo, recomiendo a Ud. se ponga de acuerdo con esta Presidencia a fin de que el trabajo se mueva desde
luego, bien sea por parcelas o simplemente dándoles terreno en arrendamiento, pues estoy informado de que
estándispuestosahacercualquiersacrificioparatrabajarporsucuenta.
Espero manifieste Ud. de esta manera no ser enemigo del pueblo, sino seguir los ideales de la revolución
queson:ayudaralpuebloysacarlodelapretorianaesclavitudaqueestánsumisos.
Si Ud. se niega a satisfacer las justas aspiraciones del pueblo, complicando de este modo más la situación
actual, me veré obligado a obrar con la energía que se debe en estos casos para hacer que termine el estado de
miseriaaqueestánreducidaslasclasestrabajadoras”. 9
96
San Felipe Postrevolucionario
Aquí es necesario aclarar que las “carreras de cintas”, es un juego en que a una altura
conveniente se coloca un mecate atravesado sobre la calle, del que penden unas cintas y en su parte
inferior tienen un aro con un diámetro de un poco más de un peso de plata; de esta manera, los
hombres a caballo y a toda velocidad con una vara enganchaban el aro, ganando el que mas cintas
recogía. Por lo que respecta a la Calle San Luis Potosí, es la actual calle 5 de mayo en el barrio de la
Tenería.
97
San Felipe, Crisol de la Independencia
cualquier culto en el establecimiento o dirección de las escuelas de instrucción primaria; el 27, que
establece que todas las tierras y aguas del territorio mexicano son originalmente propiedad de la
Nación y el Estado, y será el Estado el único que puede otorgarla a particulares, prohibiendo a los
extranjeros y corporaciones religiosas a adquirir tierras y sociedades comerciales; el 123, que contiene
todo lo referente a los derechos laborales como salario mínimo, jornada máxima de trabajo, descanso
obligatorio, derecho a huelga, etc., donde participó activamente el sanfelipense Luis Fernández
Martínez; y el 130, que prohíbe a los ministros de culto extranjeros ejercer su ministerio y la
participación política a todos los religiosos.
Así mismo, don Pedro Acosta, recuerda que “a fines de 1917, los hermanos Galán y otros
muchachos formaron el Club “Olímpico y Esparta” que practicaba en el “Campo Marte”, que así se
llamaba lo que ahora conocemos como "Campo Esparta" inaugurado en 1918, y que en esa época no era más
que un solar "con una barda que daba al camino de la Estación del Ferrocarril; pero que este Club lo acondicionó
para poder jugar al béisbol". En este deporte, que llegó a ser el más popular entre los sanfelipenses, el
equipo “Torres Mochas” llegó a ser campeón del Estado en 1933.10
También en este año de 1918, y teniendo como fondo la primera guerra mundial que se inició
en 1914 y terminó en noviembre de 1918, entró a México el virus de la “gripa” que, por haberse
originado en España se conoció como “La Influenza Española”, el cual se propagó rápidamente por
todo el territorio nacional, alcanzando su virulencia mortal por lo meses de septiembre y octubre de
ese año.
Esta pandemia que afectó a todo el país y que cobró la vida de 15 millones de personas en todo
el mundo, causó grandes estragos en el municipio de San Felipe, registrándose en el libro de
98
San Felipe Postrevolucionario
defunciones de la iglesia de San Diego del Jaral, hasta 15 defunciones por día en la primera quincena
de octubre, y aunque en la cabecera municipal el libro parroquial solo registra 57 muertes “de fiebre-
gripe” entre el 12 y 25 de Octubre, el sanfelipenes Delfino Contreras narra lo que fue esta epidemia en
el pueblo de San Felipe: "... Traían a los muertos de los ranchos atravesados en los burros, hasta de dos
muertitosparaelpanteón.
"Aquí en el pueblo de San Felipe, había en la iglesia de la Soledad las 'medidas', que eran cajones de
diferentes medidas, según el tamaño del muertito y las alquilaban para que llevaran a enterrar al 'dijunto', y
luego entregaban la 'medida'. La medida era como mortaja de tablas con unos palos para cargarlos entre cuatro,
parallevarlosalpanteón.
“También andaban carros de mulas, de esos 'jaloncitos', y se paraban en las esquinas y el que llevaba el
carro sonaba una campana; luego salía la gente con el muertito o muertita y pa'rriba del carro los echaban, como
cayeran.Asíigualmentelosechabanbocabajoobocaarribaoengarruñaosypa'prontotaparloscontierra”.12
Aunque a principios de 1919 aún aparecen casos aislados de muertes debido a la “Influenza
Española”, la población sanfelipense vuelve poco a poco a recobrar su tranquilidad, situación que no
sucede en algunas partes del territorio nacional, ya que desde la ascensión a la presidencia de la
república de don Venustiano Carranza en 1917, éste no logró la pacificación completa del país,
permaneciendo grupos de “levantados” en el norte y sur del país comandados por Francisco Villa y
Felipe Ángeles en Chihuahua, y Félix Díaz y Emiliano Zapata, en los estados de Oaxaca y Morelos.
Ante esta situación, Carranza lanzó la candidatura de Ignacio Bonillas, un civil desconocido,
que el propio Carranza apadrinó con la adhesión de 16 gobernadores fieles a su régimen. Esto le
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San Felipe, Crisol de la Independencia
acarreó una abierta hostilidad de los grupos inconformes con su política, por lo que, el 25 de abril de
1920, el gobernador de Sonora Adolfo de la Huerta, tomando como pretexto el envió de tropas
federales a su Estado, lanzó el “Plan de Agua Prieta”, en el que se desconocía a Carranza como
Presidente de la República.
Este movimiento armado se extendió rápidamente por todo el país, y Carranza, prácticamente
abandonado por sus antiguos correligionarios, decidió trasladar su gobierno a Veracruz, pero
temiendo que sus enemigos le prepararan una emboscada si utilizaba el ferrocarril, partió de la ciudad
de México por la Sierra de Puebla, pernoctando, el 2 de mayo de 1920, en un jacal de la ranchería de
Tlaxcalantongo, lugar donde fue acribillado, mientras dormía, por su propios acompañantes.
Durante la gestión de don Miguel Villanueva, por primera vez se le asignó a San Felipe un
defensor de oficio en apoyo a las personas de escasos recursos que no podían pagar un abogado
particular, y se organizaron las defensas civiles del municipio que tenían como objetivo la de prevenir
y castigar los abigeatos y robos, y perseguir a los bandoleros que aún asolaban a las rancherías y
haciendas de la región.
Por otra parte, en una visita efectuada por el Gobernador Antonio Madrazo a los municipios de
Ocampo y San Felipe a mediados de 1921, éste se entrevista con varios de los vecinos de ambas
jurisdicciones y les plantea la necesidad de llevar a cabo la construcción-rehabilitación del camino
carretero que une entre sí a estas dos poblaciones, para lo cual, se crea un comité que, con la aportación
de la tercera parte del costo total de la obra por el gobierno estatal, concluye el camino al siguiente año.
100
San Felipe Potrevolucionario
Antes de terminar el año, el gobierno de Álvaro Obregón realizó un censo a nivel nacional que
reveló que, luego de once años de revolución (1910-1921) la población de México había disminuido en
más de un millón, mientras que en nuestro Estado, pasó de 1 millón 81 mil a solo 860 mil habitantes,
dejando en el camino a 221 mil guanajuatenses, que fue la cuota (por encima de la media nacional) que
pagó el Estado en la gesta de la revolución mexicana.
Así mismo, el gobierno del estado envía en este año tubería y otros materiales para la
conducción de agua potable, y recursos para la instalación de nombres y números de calles en nuestro
pueblo, además de instalar una Junta de Conciliación y Arbitraje, que entre otros asuntos, ventiló el
conflicto laboral suscitado entre los trabajadores y los patrones de la compañía minera “San Juan de la
Luz y Anexas” establecida en lo que hoy conocemos como San Juan de la Chica, determinando el pago
de 4,156.13 pesos a sus trabajadores y empleados, por sueldos y salarios insolutos desde el mes de
febrero del mismo año.
101
San Felipe, Crisol de la Independencia
Este exceso de trabajo no la marginaría de su pasión creadora que fue la poesía, publicando en
1956 y 1957 “Casa en la Niebla” y “Cristal Adentro” respectivamente, y en la década de 1960 “Rebelión
de Ceniza” (1960), “La Imagen y su Espejo” (1962), “El Rostro Imposible” (1963), “Adán en Sombra”
(1964) y “Lumbre Cautiva” (1968).
En 1972 publica “Señales”, en el que el escritor Salvador Calvillo Madrigal, en su prólogo a este
libro, cita al escritor y ensayista fundador del Ateneo Cultural, Alfonso Reyes, quien se expresó así de
102
San Felipe Postrevolucionario
Margarita: "Qué deliciosa inmersión en aguas puras y hondas. Su voz, es a la vez, universal y propia, de
intachablealientoydecalidadsostenida.Siyonoconocieralosnoblesengañosdelarteysusagobiadorasfatigas,
caeríaendecirquebrotasola.Talessuautenticidad"; 14
En 1973, teniendo como fondo el golpe de Estado efectuado en Chile contra el gobierno
democrático de Salvador Allende, publica “El Crimen fue en Santiago” (1973); y en 1976 “Otra vez la
Muerte”, obra sobre la que la poetisa y escritora Margarita Michelena delinea la obra de la
sanfelipense de esta manera: "Cuando Margarita Paz Paredes toca el tema del amor -teme ineludible para el
poeta-, lo toca con manos de madre terrenal, intensa. Siguen subiendo por esos poemas los jugos, las esencias, los
misterios germinales de la tierra, a conjugarse en una esfera de lácido pensamiento, con una estremecida ternura
deespíritu..."; 15
Para 1978, el poeta Elías Nandino, en la presentación que hace de la “Puerta de Luz Líquida,
Poemas del espejo”, nos habla de una Margarita cuya poesía es "búsqueda animada entre las únimas; sed
que anhela saciarse en los resecos vidrios azogados que semejan el espejismo vacío. Es resignación que no puede
prescindir de la esperanza. Ya lo dijo Jean Cocteau: 'los espejos son el escondite de la muerte'. Espejos: abismos en
éxtasis, silencios congelados, luz anestesiada, pozos de mirada fría. Sí, son los espejos los que escuchan lo que
pensamosylosquesabenllorarconnuestraslágrimas".16
Finalmente, el 1983 se publican dos poemas póstumos que Margarita escribió un año antes de
su fallecimiento en un hospital de la ciudad de México, ocurrido el 22 de mayo de 1980. Estos son
“Memorias de Hospital” y “Presagio”.
(Aquí es necesario apuntar que Margarita efectuó frecuentes viajes a San Felipe, siendo uno de
ellos el realizado en 1962, con motivo del 400 aniversario de la fundación de San Felipe, participando
en la coronación de la Reina “Yolanda I”, declamando en el “Teatro Díaz de León” con “voz suave y
sentimental” los versos de su poema “Los Aguadores”, reminiscencias de su pasada vida infantil.
103
San Felipe, Crisol de la Independencia
También al final de esta dedicatoria, el poeta Efraín se despide así de Margarita: "Amiga que te
vas:/quizá no teveamás"
"Falsísimo. Nos volveremos a ver, bajo una lentísima, fresquísima lluvia, en un bosque de horas, entre
encinos, robles, alisos y álamos. Para encontrarnos nos guiarán las huellas de los cervatillos sobre la tierra
húmeda.
"Tú llevarás una rosa roja de sangre en las manos. Tendrás dieciséis años y serás trémula Margarita de
laLuz".17
104
San Felipe Postrevolucionario
LOS AGUADORES
Reía la vida
con su primera risa de espejo sorprendido;
los granos de maíz
bailaban su alegría
sobre las negras piedras del molino.
Ni sombras ni neblina...
La noche estaba lejos:
reían las estrellas,
el sol, el agua, el viento,
y la vida reía...
¡Ay!, pueblo, pueblo mío,
desde el lunes al sábado
mi amor era muy tibio.
Todos los días la escuela y el rosario;
pero te amaba tanto los domingos
aguamiel y duraznos
y un rumor de almidón en los vestidos
Y sobre todo,
me hacían tan feliz los aguadores
llenando hasta los bordes
la humilde fuente de mi casa.
Cinco, diez, veinte veces,
el aguador de calzoncillo blanco,
serio, moreno, mudo,
perfilaba a lo lejos su silueta
de Adán crucificado,
con sus brazos en cruz sobre el madero
que sostenía los botes cantarinos,
y dejaba a su paso
un reguero de espuma, que al salpicar las piedras, parecía
roja huella de sangre
por el camino del calvario
Veinte viajes para llenar mi fuente,
veinte centavos al aguador,
veinte veces bajo el sol inclemente
su silueta de Adán crucificado,
el agua y el sudor...20
105
San Felipe, Crisol de la Independencia
También en este año del 23, y como resultado de la puesta en práctica de la “Constitución de
1917” que caracterizó al gobierno del general Obregón, se promulgaron la Ley de Ejidos y un
Reglamento Agrario, que motivó a varios estados de la república, entre ellos Guanajuato, a brindar
apoyo a los campesinos en el reparto de tierras, por lo cual en San Felipe se dio curso, a través de la
comisión local agraria del estado, a los expedientes de ejidos solicitados por los vecinos de las
comunidades de San Juan de Llanos y el Ancón.
106
San Felipe Postrevolucionario
A nivel nacional, en el mes de enero de 1923, el viejo conflicto entre Iglesia católica y Estado
que venía por la aplicación de las Leyes de Reforma, y ahora de la Constitución de 1917, se desata
nuevamente teniendo como detonante el gran despliegue público
que hace la jerarquía eclesiástica con motivo de la colocación de la
primera piedra para el monumento a Cristo Rey en el cerro del
cubilete, municipio de Silao, lo que considera el presidente Álvaro
Obregón como un acto de provocación, decretando la expulsión del
delegado apostólico Ernesto Philippe que la había presidido.
107
San Felipe, Crisol de la Independencia
propaganda para modificar los artículos 3º, 24º y 130º de la Constitución de 1917, que de acuerdo a su
visión, limitaban la libertad de culto, el ejercicio del ministerio sacerdotal y los derechos civiles de los
sacerdotes, respectivamente; y por el otro lado, la actitud de algunos gobernadores que se
manifestaban abiertamente anticlericales, como el gobernador Tomás Garrido de Tabasco que llegó a
incendiar templos y, por decreto, exigió que los sacerdotes contrajeran matrimonio para poder oficiar.
Lo anterior, aunado al apoyo que en 1925 recibió el patriarca Joaquín Pérez por parte del
gobierno de Calles para formar una Iglesia Cismática Mexicana que, entre sus primeras acciones está
la ocupación de la parroquia de la Soledad en la capital del país, provocó un motín en la ciudad de
México y pequeños disturbios en varias ciudades, como los ocurridos en la región situada entre los
municipios de Dolores Hidalgo, San Diego de la Unión y San Felipe que tenía en esa época como
presidente municipal interino a don Jesús Hernández Álvarez, pero que fueron sofocados
rápidamente por las Defensas Civiles, anulándose las elecciones en algunos municipio del Estado de
Guanajuato.
108
San Felipe Postrevolucionario
que el 16 de agosto el Comité Episcopal trató de remediar esta situación pidiéndole al presidente
Calles que solicitara las reformas a la Constitución, y más tarde repetía esa súplica a las Cámaras de
Senadores y Diputados, la violencia popular ya se había encendido, y al grito de ¡Viva Cristo Rey!
algunos grupos de fieles católicos se levantaron en armas en los estados de Colima, Nayarit, Jalisco,
Zacatecas, Michoacán y Guanajuato, iniciándose así lo que se dio en llamar “Guerra Cristera” o “La
Cristiada”.
Estas acciones cristeras que se dieron durante este año, obligaron a que el gobernador, Agustín
Arroyo Ch., designara nuevamente, en febrero de 1928, Juntas de Administración Civil en varios
municipios, entre ellos, el de “Ciudad González” o San Felipe, que tuvo como presidente municipal a
Cesáreo Alatorre Chico hasta 1929.
109
San Felipe, Crisol de la Independencia
también se daban tiempo para asistir a las representaciones teatrales que varios actores sanfelipenses
montaban para los amantes de este tipo de espectáculos en el “Salón Estrella”, ubicado a un costado de
la presidencia municipal, en la calle de Ayuntamiento o Dr. Hernández Álvarez.
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San Felipe Postrevolucionario
Guzmán, aún persistían los movimientos de rebeldes cristeros en la zona norte y noreste, comandados
por José Padrón, Heliodoro Alba, Canuto Arellano y otros, a quienes combatió y derrotó el mayor
Salomé Araujo, pero, uno de los líderes sublevados que más preocupaba al gobierno del Estado, fue
José Claro de Anda, quien organizaba circuitos en ciudades y rancherías para levantar gente y
recolectar fondos para su causa.
Este líder fue aniquilado en la ciudad de León, en compañía de sus más cercanos colaboradores,
por las fuerzas de la Policía del Estado, encontrándose dentro de sus pertenencias, documentos que lo
identificaban como el autor intelectual de la volcadura del tren presidencial ocurrido en 1929 en el
municipio de Comonfort, donde viajaba el Presidente la República Emilio Portes Gil, además de
descubrir que su verdadero nombre era el de José Isabel Salinas, miembro del clero católico.
Finalmente, para 1933, siendo presidente municipal de San Felipe el Lic Juan R. Hinojosa, el
gobernador de Guanajuato Melchor Ortega, informa que: "En los Municipios de Ocampo y Ciudad
González, se inició una sublevación de naturaleza 'cristera', ramificándose en el Municipio de San Luis de la Paz
y parte del de León, con la ayuda indudable de elementos extraños al Estado", para lo cual se constituyeron
defensas rurales en los puntos adecuados de dichos municipios para que salieran en persecución de
los rebeldes.
Estas fuerzas rurales, en unión de las federales, consiguieron abatir los focos de rebelión
cristera en la región norte del estado, logrando la pacificación y dando por terminada la llamada
guerra cristera, guerra que dejó un saldo -de acuerdo a las “Memorias” del presidente Emilio Portes
Gil-, de “800 a 1000” muertos mensuales por ambos bandos.
111
CAPÍTULO VIII
Por un informe elaborado en junio de 1930 por el cura Patricio Arroyo y enviado al obispo
Emeterio Valverde, sabemos que en ese año la jurisdicción parroquial contaba con aproximadamente
28,019 feligreses y celebraba 130 bautismos mensuales en 29 templos y capillas, tanto urbanas como
rurales. Dentro de las urbanas se citan los templos de la Parroquia (San Felipe Apóstol), La Soledad,
San Miguel, San Antonio, la Santa Cruz, (Tenería), y las capillas de Esquipulas, y la Cuevita Santa (El
Santuario).
También durante este periodo, el uso de vehículos a gasolina empezaba a dejar atrás la
utilización de mulas, burros, caballos y bueyes para el transporte de personas y trabajos agrícolas, por
lo que los automóviles, camiones y demás maquinaria de combustión interna se abastecían
directamente de los tambos de 200 litros y, poco después, de una bomba de palanca de mano que se
encontraba en el “Pilar donde empieza el Portal Prado” que hacía lenta y costosa la distribución de este
113
San Felipe, Crisol de la Independencia
Esta caseta subsistió hasta mediados de los años setentas, en que el gobierno municipal la
derribó al iniciar los trabajos de remodelación de esta plaza.
114
Los Años 30's
La caída del gobierno del Dr. Hernández Álvarez significó el desplazamiento del grupo de los
“verdes” en el Estado, asumiendo el poder el emergente grupo de los “rojos”, del cual era
representante el gobernador provisional José J. Reynoso. En el corto periodo de este gobernador (del
30 de mayo al 26 de septiembre de 1932), y a consecuencia de la inestabilidad política que prevalecía en
Guanajuato, fueron renovados los ayuntamientos en los 44 municipios del estado, nombrándose
Juntas de Administración Civil, designándose en Ciudad González o San Felipe Torres Mochas a Juan
R. Hinojosa, del grupo de los rojos, como presidente municipal, y era tan acendrada “la rivalidad entre
'rojos' y 'verdes' que al triunfar cada fracción se procedía a pintar del color respectivo las bancas de los
parques”, 1 tal y como sucedió en San Felipe.
115
San Felipe, Crisol de la Independencia
primer gerente el Sr. Antonio Sarmiento Cossío, quien más adelante sería sustituido por don Pedro C.
Aguirre. Esta institución cerró sus puertas en agosto de 1935.
El siguiente fue Jorge Lámbarri, del primero de enero al 28 de mayo de 1935; Dr. Salvador
Sánchez Pérez, del 29 de mayo a 28 de octubre de 1935; del 29 de octubre a principios de 1936 se
suceden por cortos días Ramón Sánchez, Agustín de Jesús Pérez y Gerardo Catalán. Este último
entrega la presidencia municipal a don José Martínez que se mantiene en la alcaldía hasta febrero de
1938, mismo mes en que es sustituido por don Jesús Hernández Álvarez.
116
Los Años 30's
derechos de los trabajadores y la reforma del artículo 3º constitucional para impartir una educación
socialista.
Cárdenas como candidato realizó una extensa campaña por todo el territorio nacional
ganando los comicios efectuados en 1934 y tomando posesión como Presidente de la República el
primero de diciembre de ese año. Días después, el Congreso reformó la Constitución para implantar la
educación socialista, misma que fue ratificada por todas las legislaturas estatales. Con esta reforma,
ahora el artículo 3º ordenaba que: “La educación que imparta el Estado será socialista y, además de excluir
toda la doctrina religiosa, combatirá el fanatismo y los prejuicios, para lo cual la escuela organizará sus
enseñanzas y actividades de forma que permita crear en la juventud un concepto racional y exacto del universo y
lavidasocial".3
117
San Felipe, Crisol de la Independencia
Debido a esta agresión, los maestros tomaron el acuerdo de efectuar, el domingo 29 de marzo
de 1936 en el kiosco del Jardín Principal, una “Asamblea Pública”, con el fin de informar a la
ciudadanía sanfelipense sobre las virtudes de la educación socialista y el mejoramiento de la vida de
los campesinos que a través de las misiones culturales y escolares, integradas por ingenieros
agrónomos, funcionarios de gobierno y los propios profesores, difundían a la población.
Al conocerse que los maestros efectuarían una reunión, algunos padres de familia y socias de
Acción Católica, con el beneplácito del cura Refugio Méndez y una participación muy activa de “doña
María Herrera, esposa de don Pedro Bárcenas”, planearon hacer una “manifestación ordenada” para
pedir el “apoyo a sus derechos que, al parecer se veían atacados por la escuela socialista”, por lo que se
mandó “hacer un tiro de volantes considerable”, y aunque después el señor cura Méndez, al parecer ya
no estuvo de acuerdo porque "no quería ningún ruido, ninguna manifestación porque en mí puede repercutir
eso", les ordenó que "siempre no se reuniesen en la plaza (principal) como se había convenido", pero ya muchos
de los volantes habían sido repartidos, inclusive distribuyéndolos "hasta por las rendijas de las puertas" de los
vecinos. Mismos volantes -según afirman los maestros- que horas antes del inicio de la asamblea
anduvieron repartiendo "dos o tres monjitas disuadiendo a las personas que ahi" se encontraban o que pasaban
por ahí(para)quenoasistieranalareunión".
Esta versión de algunos miembros de Acción Católica sobre el inicio del zafarrancho, es
negada por los maestros, que a su vez narran que "en ningún momento se ofendió el sentimiento religioso del
pueblo creyente" con caricaturas que denigraran a los sacerdotes, ni se atacó el nombre de Dios, ya que
de lo poco que se habló en la asamblea fue respecto al “mejoramiento de la vida del campesino en el
renglón de la economía, de la higiene, de la cultura (y) sobre la educación de la niñez” y que la “trifulca”
comenzó cuando “sonó un disparo” que al parecer procedió “de la azotea de la casa de los Bárcenas” -
actualmente “Zapatería Jardín”- y al mismo tiempo se escuchaba un “campanazo en la torre de la
iglesia parroquial”.
118
Los Años 30's
Esta masacre dejó un saldo “oficial” de 18 muertos y 25 heridos, pero la conseja popular refiere que hubo
una cantidad por encima de los 100 muertos y heridos que fueron llevados a sus casas, levantados en carreta o
trasladados a las instalaciones de la escuela Miguel Campuzano, donde fueron atendidos por los doctores
Cástulo Betancourt, Pablo Torres y Roberto Gómez Montelongo y que, de la funeraria local se agotaron en un
santiaménlas“cajasterminadas,cajasforradasensuinteriorcontelacorrienteycajasamediohacer,sinpintar;
cajasvendidasycajasfiadas”.
Al día siguiente, muy temprano, se presentó el presidente municipal, José Martínez, quien
había salido la víspera de la masacre a San Luis Potosí, y cerca de la tres de la tarde, el Presidente de la
119
San Felipe, Crisol de la Independencia
República, Lázaro Cárdenas, quien el día del zafarrancho se encontraba en la ciudad de Querétaro, y se
apersonaba en la estación del ferrocarril de San Felipe, enviando en seguida a un grupo de
funcionarios para que hicieran las primeras investigaciones de la masacre y recibiendo a un grupo de
maestros de las misiones culturales que lo enteraron de lo ocurrido.
"Quise venir personalmente a darme cuenta de los acontecimientos registrados ayer en esta ciudad,
porque como responsable de los intereses de toda la Nación, juzgo de mi deber hacer acto de presencia en todos los
lugaresdondeocurrensucesososeplanteanproblemasnacionales...
120
Los Años 30's
“Sinembargo,pordesgraciaparaelpaísyparabochornodeestapoblación,lamultitudquesecongregóen
este recinto fue azuzada por quienes nada tienen que ver con nuestros problemas de orden económico y social,
lanzándola en contra de los maestros que tienen una misión redentora. Y, como consecuencia de tan incalificable
provocación, cayeron abatidos muchos hombres del pueblo, gentes humildes, algunos luchadores y otras tantas
personas que se debaten en el dolor, auxiliados por los cuidados oficiales. “¿Y quienes son los responsables de tan
abundantederramamientodesangre?...
“No lo son los maestros, que van recorriendo el país para despertar la conciencia del pueblo, repito, en el
desempeño de una misión noble, cual es la de enseñara los niños en qué consisten sus obligaciones...
“Es mentira que la enseñanza socialista sea agente de disolución de los hogares; y mentira también
que ella pervierta a los hijos y los aparte de los padres.
“La educación socialista prepara al niño para que sepa cumplir, cuando hombre, con sus deberes de
solidaridad dentro de un espíritu fraternal para sus compañeros de clase.
“Los culpables son los señores, los dos sacerdotes presentes, los que viven cómodamente yazuzan a las
clases trabajadoras, empujándolas contra sus hermanos de clase. “Los que son empresarios y principalmente
los hacendados que por mantener sistemas inhumanos de explotación, provocan estos derramamientos de
sangre que llenan de luto a toda la Nación.
“Y ya quesehadichoqueestoslugares-lostemplos-sehanerigidoparadecirlaverdad,encontraste con la
obra de mentira y de engaño y de provocación que ayer partió de aquí mismo, yo vengo a decir laverdad...
“Si ponemos las armas en sus manos, es para que puedan defender el patrimonio que les va entregando la
Revolución; y actos, como el de ayer, son los que más justifican esta política del gobierno...
“Nadie ataca la libertad de conciencia; pero que sepan estos señores sacerdotes que ellos tienen
también deberes que cumplir y normas a las cualesdeben ajustarse.
121
San Felipe, Crisol de la Independencia
“Si las mujeres tienen sus creencias, para ello cuentan con la iglesia y con su casa.
“Y ustedes cumplan con sus deberes de hombres”
Y hasta aquí dejamos las partes del discurso pronunciado por el presidente Lázaro Cárdenas
en el interior del templo parroquial de San Felipe. En cuanto a los sacerdotes que exhortó a que
salieran de nuestro pueblo en un término máximo de 24 horas, se refiere a Estanislao Velázquez
Rodríguez y al cura párroco José Refugio Méndez.
Con este grito se relajó el ambiente y el presidente Cárdenas se encaminó por el pasillo central
hacia la salida de la iglesia extendiendo sus manos a todas las personas que lo saludaban.
Respecto a las indagaciones que se hicieron después de que el presidente abandonó San Felipe,
desde su inicio se llevaron en forma deficiente y se dirigieron principalmente a establecer quién o
quiénes de las asociaciones religiosas sanfelipenses habían participado en la elaboración de los
volantes y azuzado a la gente en contra de las misiones culturales, deteniendo a algunas personas de
Acción Católica como Carmelita Rosillo y Alejandra Méndez Bueno, entre otras.
Esta última fue condenada a un mes de cárcel y a un pago de 500 pesos de multa, que fue pagada
por la Sra. María Soledad Sánchez de Myers, pero nunca se aclaró quienes fueron los responsables
directos de la masacre.
122
Los Años 30's
Para el mes de diciembre de 1936, los sanfelipenses, con los ánimos más tranquilos, después de
la regañada del presidente de la república y el jalón de orejas que propinó al clero sanfelipense por su
participación en el “zafarrancho”, el Partido Nacional Revolucionario (P.N.R.), organizó uno de los
primeros plebiscitos de su historia para elegir al candidato que contendría por la gobernatura del
Estado de Guanajuato. Este plebiscito causó gran alboroto en San Felipe y fue el motivo para organizar
una verbena popular en la plaza de toros “El Caballo Blanco” asistiendo como invitado de honor el
precandidato a gobernador, Lic. Luis I. Rodríguez, que a la postre ganaría las elecciones efectuadas el
año siguiente.
También en los últimos meses del año del Acto de campaña del precandidato
“Zafarrancho” y bajo el gobierno del presidente municipal a gobernador del estado.
Lic I. Rodríguez en la Plaza de Toros
José Martínez, se iniciaron los trabajos de remodelación del el Caballo Blanco.
jardín principal que concluyeron al siguiente año.
En esta remodelación se sustituyó el viejo piso de loseta (de principios de siglo) por mosaico,
dejando los pasillos centrales de cemento; se cambiaron las vetustas bancas de madera por unas
metálicas; se iluminó el jardín con cuatro arbotantes que se colocaron en los pasillos centrales y, para
adornar los prados, se trajo de la ciudad de Acámbaro a un jardinero de apellido Pantoja, que con su
trabajo causó la admiración de los sanfelipense, ya que de la plantación que hizo de cedros, una vez
que crecían, los podaba para darles diferentes formas que semejaban águilas, elefantes, osos, ardillas,
aviones e inclusive canastas; además de esto, plantó una gran variedad de flores, como pensamientos,
rosas y amapolas, que mantuvo siempre en muy buen estado para deleite de los paseantes y
enamorados que de vez en cuando robaban una flor.4
En el año de 1937, y ya con la idea fija de embellecer a nuestro pueblo, el presidente municipal,
José Martínez, mandó remodelar el jardín del “Pueblito” de Analco, colocando bancas de cemento y el
piso de la plaza, además de darle una manita de gato a los prados que también lucieron llenos de flores
y, para gozo de los niños de varias épocas, emprendió la construcción, en la explanada al frente de la
iglesia de la Soledad, de un parque guarnecido por una pequeña barda en el que se instalaron toda
clase de juegos para los infantes, como columpios, pasamanos, sube y baja, argollas y otros.
123
San Felipe, Crisol de la Independencia
Igualmente, a mediados de ese año, el monumento a Hidalgo, que hasta entonces se mantenía
en su lugar original, que era en las afueras de atrio de la parroquia, se trasladó al camellón que se
construía al centro del arroyo de la prolongación de la calle Hidalgo, frente a lo que hoy es la
“Farmacias Similares”, y, según cuentan, este cambio obedeció a que llegó a oídos del presidente
124
Los Años 30's
Después de la toma de posesión de don Jesús Hernández, los beneficios que traía consigo ser
parte de la administración federal, que era el caso del Dr. Hernández, se hicieron sentir en San Felipe,
ya que a los pocos meses, el doctor envió a San Felipe una gran cantidad de artículos, como telas para la
confección de camisas y enaguas, además de prendas como rebozos, sandalias, overoles, pantalones
de mezclilla, cobijas, guaraches y dinero en efectivo. Estos artículos fueron donados entre los
sanfelipenses de bajos recursos y distribuidos en el portal “Prado” causando un gran tumulto.
En lo que respecta a la obra pública de la que se benefició San Felipe durante el periodo de
gobierno de don Jesús Hernández Álvarez (1938-1939), fue la inauguración del nuevo mercado
“Hidalgo”, en la segunda calle de Madero, donde sigue funcionando actualmente, ya que para esas
125
San Felipe, Crisol de la Independencia
fechas, el mercado que se había puesto en servicio en 1925, en donde hoy se encuentra el ITEC, había
sido abandonado por la mayoría de los locatarios por encontrarse en malas condiciones.
Desde la toma de posesión de don Jesús Hernández Álvarez como presidente municipal, éste
dispuso la formación de una nueva banda municipal que amenizara con su música las tardes-noches
de los domingos en la plaza principal, por lo que encomendó esta tarea a don Apolonio Moreno para
integrarla.
126
Los Años 30's
127
CAPÍTULO IX
Al ver el apoyo que el presidente Cárdenas dispensaba a Ávila Camacho, Francisco J. Mújica
decidió retirarse de la contienda, no así Andrew Almazán, quien junto a importantes veteranos de la
Revolución Mexicana formaron el Partido Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN),
logrando las adhesión de buena parte de la ciudadanía, entre ellos algunos sanfelipenses, que
aprovechando su paso por la estación de ferrocarriles en San Felipe, se subieron al tren y lo
acompañaron hasta la ciudad de México.
En las elecciones efectuadas en el mes de julio los resultados favorecieron a don Manuel Ávila
Camacho, y a pesar de que en varias partes de la república se escenificaron actos de violencia, en
Guanajuato, el gobernador Enrique Fernández Martínez informó a la ciudadanía que en el Estado los
comicios “se llevaron a cabo sin alteración del orden público”.
La política que desarrolló don Manuel Ávila Camacho desde su toma de posesión como
Presidente de la República, en diciembre de 1940, fue encaminada a consolidar la estabilidad política,
el crecimiento económico y la unidad nacional, mediante el equilibrio de las diferentes fuerzas
sociales que componían el México de esa época, por lo que el presidente empezó por acallar el
malestar que inquietaba a los católicos por la política anticlerical de Cárdenas, declarándose creyente,
además de patrocinar la industrialización del país para sustituir las importaciones de las que los
mexicanos se vieron privados por la Segunda Guerra Mundial, iniciada en septiembre de 1939, y
poniendo en marcha una campaña vigorosa contra el analfabetismo, que era uno de los principales
obstáculos para el desarrollo del país.
129
San Felipe, Crisol de la Independencia
La Olla.
Cristina Pacheco.
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San Felipe en los Años Cuarenta
Congreso Eucarístico.
Este Congreso, en que participaron activamente las asociaciones católicas locales, fue
organizado por el cura párroco José Refugio Méndez -el mismo que en 1936 fue expulsado de San
Felipe por el presidente Cárdenas-, y contó con la presencia de lo más granado de la jerarquía católica,
como el Obispo diocesano de León don Emeterio Valverde y Téllez, quien inauguró el evento; don
Manuel Villanueva, Monseñor Prelado de su Santidad el Papa Pío XII; y una delegación del “Muy
Ilustrísimo y Venerable Cabildo de la Santa Iglesia Catedral Basílica de León”, así como varios
sacerdotes de otras parroquias de la Diócesis.
131
San Felipe, Crisol de la Independencia
132
San Felipe en los Años Cuarenta
133
San Felipe, Crisol de la Independencia
sanfelipenses, encabezados por los jóvenes de esa época: Pablo Hernández, Director, quien
posteriormente fue presidente municipal; José Vivanco Jasso, Jefe de Redacción y Carlos Sánchez
Romo como Secretario de redacción. Esta revista, que se mantuvo en circulación por cerca de tres
años, instaló sus oficinas de redacción en la calle de Allende No. 14 bis, y tuvo como fin el "dedarunavoz
alta a nuestro pueblo. De ofrecer al rincón que nos viera nacer, jugar y luchar a brazo partido con la vida, un
esfuerzo enderezado al bien común; un afán noble de llevar nuestro conocimiento, de profundizar nuestra
íntima inquietud: de dejar una obra -pequeña si se quiere, pero una obra-, a los que vengan después de nosotros.
Ese ha sido el verdadero aliento, poderoso, razonable que nos empujó y nos sigue empujando, que nos levanta y
nos anima; que nos justifica a los ojos de nuestros mayores e ilumina el camino de la joven generación que trabaja
4
ysueña;quecantaysufre..."
134
San Felipe en los Años Cuarenta
“Los habitantes de este Distrito compenetrados de la real situación tanto climatérica como de la pobreza
de las tierras, a costa de innumerables sacrificios y altas erogaciones se ha logrado mejor producción,
cimentando de esta manera el patrimonio de las familias sanfelipenses sobre todo en esta era de paz y de trabajo
dondeexisteelvínculofraternalquehanhechoobscuridadesalaboresruinesdebastardosintereses.
“La honrada administración que preside el recto revolucionario Ciudadano José Rodríguez Reyes,
amante de la justicia y el derecho social, fiel intérprete del sentir del Gobierno de Guanajuato, ha logrado la
adquisición de más de cincuenta toneladas de cemento para llevar a cabo un programa mínimo de mejoramiento
de la ciudad, que consistirán en la total reconstrucción del Rastro Municipal que se encontraba en condiciones
malísimas; el acondicionamiento del depósito de agua en el Jardín Aquiles Serdán en beneficio de la salud
pública de los industriosos barrios de 'El Pueblo' y 'Esquipula'; así como también la pavimentación de las calles
deljardínprincipalyotrasimportantesobrasencartera.
“Su obra en el aspecto educativo es encomiástica, ya que por sus gestiones ante el caballeroso educador
Eduardo Zarza Ocampo, Director de Educación Federal en el Estado, se ha llevado a cabo la formación de varios
centros escolares, entre los que podemos contar: 'La Palma', 'Manzanillas', 'Cieneguita' y 'El Carretón', con
satisfactorios resultados para las clases laborantes. La Campaña Alfabetizadora, ha alcanzado un éxito
grandioso,pueshastalafechasehaninstaladocercadedoscientoscentroscolectivosdeenseñanza.
“La labor del C. Presidente Municipal en síntesis, ha sido honrada y progresista, ya que sus gobernados
vivenencompletacalmaydedicadosintensamentealamejorproduccióndelamadretierra” 5
Sobre este artículo y en referencia a la alfabetización, hay que decir que en todos los municipios del
Estado funcionaba una Junta Municipal de Alfabetización como parte de la “Campaña Nacional Contra el
Analfabetismo” que tenía el deber de brindar a sus ciudadanos “el derecho de enseñar a leer y la obligación de
aprenderaleer.”
Además de la revista “Horizonte”, en San Felipe se han editado otras publicaciones a lo largo
del siglo XX, alguna de ellas mencionadas en el capítulo 53 del libro “Villa y Ciudad de San Felipe
Torres Mochas” del Pbro. Jesús Ibarra grande, mismas que ahora presentamos y ampliamos gracias a
la estrecha colaboración de don Enrique Guzmán Romero: El “A B C”: Aparece a finales de 1919,
siendo los principales redactores el Sr. Alberto Camacho y la Sra. Josefina Baquedano, padres de la
poetisa Margarita Paz Paredes. Este periódico “era de tendencia política de partido”, por lo que al
"salir triunfante el partido contrario; mandaron al destierro a algunos de sus adversarios, entre ellos, a los
propiosredactoresdelreferidoperiódico"
“Unión Popular Instructiva” de 1921, fundada por don Pedro C. Aguirre y el Lic. Miguel Hernández
Garibay.
"La Escoba": Aparece antes de finalizar los años 20's teniendo como director al Sr. Salvador
Rodríguez. Este periódico tenía una línea "satírico política, que no perdonaba a nadie con sus
escobazos", y que siendo partidario del grupo de los "rojos", al triunfar en San Felipe el grupo de los
"Verdes", escenificaron una revuelta local, atrincherándose como protesta en la "Casa Hidalgo" que
135
San Felipe, Crisol de la Independencia
“Nopal”: Este periódico emite su primer número el primero de octubre de 1953 y bien puede
considerarse como la primera publicación ecológica de San Felipe, ya que además de tratar asuntos
sobre la escasez de agua para el servicio doméstico y la construcción de presas, llamó la atención de
nuestros paisanos respecto a la aridez de los campos y la defensa de los montes y bosques del
municipio. Su director fue Manuel Fernández Castrejón y estuvo en circulación poco menos de un año.
136
San Felipe, Crisol de la Independencia San Felipe en los Años Cuarenta
“La voz de San Felipe”: En diciembre de 1955 nace este informativo “Órgano de la Agrupación
Autónoma Factores Sanfelipenses Unidos” creada en el año de 1949, conformando el grupo editorial
su Director Sr. Alberto Martínez Moya; Subdirector, J. Jesús Gómez Carranza; Gerente, Ignacio Ruiz
Morelos; y Alfonso Martínez S. como Jefe de Redacción.
En su primer número, que sale a la venta con un costo al público de 15 centavos, el encabezado
lo titula “Presentación“, escrito en el cual delinea el objetivo de este periódico: "luchar por el progreso
integral de nuestro pueblo histórico por antonomasia para el servicio del pueblo que había sido olvidado...", y en
él colaboraron, además de los ya mencionados, el “joven” Francisco Morelos González, la Srita. Ma.
Dolores Guzmán H., Ing. Luis Benton Cuellar y la Sra. Ma. Del Socorro H. de Álvarez.
Este informativo es el que más tiempo se ha mantenido en circulación (48 años), ya que a la
muerte de su director fundador, acaecida en octubre de 1987, es tomado por sus hijas, las Señoritas
María Altagracia, María Isabel y María del Refugio Martínez Sánchez, apareciendo su último
ejemplar en noviembre del 2003, exhibiendo como nota principal el “93 Aniversario de la Revolución
Mexicana”.
137
San Felipe, Crisol de la Independencia
por Mauro Javier Gutiérrez, Editor; Profr. Eduardo Cansino López, Director; Martín Carcaño Carcaño,
Subdirector; Rosa María de Sánchez, Subdirectora Asesora de la Dirección; y José Isabel Moreno,
cartonista.
En el segundo ejemplar (Año 1, Número 1) con un costo de 700 pesos debido a la inflación de
esos años, la noticia principal se titula “¡Ataque de abejas!” y refiere la afectación de 45 personas
atacadas y el pánico ocurrido entre los vecinos del barrio de San Miguel. Esta publicación se sigue
editando con una periodicidad de tres ejemplares por semana. “Siglo XXI”: En Enero de 1993 aparece
este semanario integrado por Salvador Lepe, Director; Altagracia Monjaraz Subdirector; Lic. Rolando
Durán de Jesús, Asesor Jurídico; y Lucía del Carmen Lepe, Publicidad. En su primer número tiene
como cintillo principal “Conmemora San Felipe 431 Aniversario de su Fundación”, en que hace un
breve resumen histórico de nuestro pueblo, y consigna la participación del gobernador Carlos Medina
Plascencia en estos festejos. Este periódico tuvo un costo de 1.50 pesos y sólo se publicaron cinco
números.
“El Torreón”: Sale a la luz pública el 24 de septiembre de 1998, teniendo como tema central el
primer Informe de Gobierno rendido ante la ciudadanía sanfelipense por el presidente municipal
Juan Ramón Hernández Araiza.
138
San Felipe en los Años Cuarenta
varios equipos locales hasta llegar a formar parte de la mejor novena beisbolera de San Felipe, el
“Torres Mochas”, con el que llegó a ser campeón estatal; hecho que le brindó la oportunidad de
enfrentarse a los grandes equipos de la Liga Mexicana, entre ellos “El Celaya”, conformado por
“peloteros cubanos de gran calidad a los que dominó a lo largo de las nueve entradas”. Esta actuación
le valió que el “El Celaya” lo contratara para jugar con ellos, permaneciendo en el equipo por cerca de
dos años y medio.
A raíz de sus actuaciones en la Liga Mexicana, fue seleccionado nacional para participar en el
mundial celebrado en la ciudad de la Habana, en Cuba, torneo en el que México conquistó el segundo
lugar, sólo detrás de los anfitriones, con una buena actuación por parte de don Toño Ordaz, lo que le
significó que el también guanajuatense manager, Alberto Romo Chávez -considerado como uno de los
pitchers de más clase y de mejor control que ha habido en México- lo contratara para jugar con los
“Indios” de Ciudad Juárez, que él dirigía, donde lanzó su único juego sin hit ni carrera contra el equipo
de “Saltillo”.6
Bajo los auspicios de este gran pitcher mexicano, don Toño aprendió los secretos de lo que
debe saber un pitcher profesional, y poco después fue contratado por el quipo de las Ligas Mayores de
Estados Unidos “Cachorros de Los Ángeles”, donde permaneció un tiempo, debiendo dejar este
equipo por problemas de su vista, reintegrándose a la Liga Mexicana con los “Lechugueros de León”,
novena que tuvo que dejar en el año de 1948, obligado por una intervención quirúrgica que lo retiró
definitivamente del béisbol profesional.
139
San Felipe, Crisol de la Independencia
Entre los problemas que enfrentó esta administración, está la epidemia de viruela que sufrió el
Estado de Guanajuato de septiembre de 1946 a junio de 1947, epidemia que en el municipio de San
Felipe alcanzó mayores proporciones debido a que según datos registrados por los “Servicios
Coordinados de Salud Pública” estatal, solo el 40 % de la población se encontraba vacunada para
enfrentar este mal, afectando con mayor virulencia a las comunidades de El Vergel, El Cerrito y El
Estanque, obligando a las autoridades de Salud a implantar una campaña de vacunación en todo el
territorio municipal.
Aunado a lo anterior, en el mes de enero aparecen los primeros brotes de fiebre aftosa,
enfermedad viral muy contagiosa que ataca a los animales de pezuña hendida como reses, cerdos,
ovejas, cabras, etc. Ante esta situación, el gobierno estatal se puso en contacto con el “Comité Nacional
de Lucha Contra la Fiebre Aftosa” y la “16va. Zona Militar”, para coordinar las actividades tendientes a
detener el avance de dicha enfermedad, girando una circular a todos los municipios para que se
constituyeran “Comités Regionales” compuestos principalmente por agricultores, ejidatarios y
ganaderos.
A estos comités, tal y como sucedió en San Felipe, el gobierno estatal les señaló las siguientes
funciones: "1-. Cooperación activa para la campaña de epizootia (enfermedad que ataca a una o más especies
140
San Felipe en los Años Cuarenta
animalesenunterritoriodeterminado)endondeyahubieraaparecido;
2-.Proteccióndelaszonasnoinfectadasy
3-.Estudiodelarecuperacióneconómicadelaszonasdamnificadas". 7
Atendiendo este problema de la fiebre aftosa, en 1948 se inicia la primera etapa de vacunación
de todos los animales sanos y con esto empieza a declinar la enfermedad, pero el daño ya estaba hecho,
puesto que en el informe de gobierno rendido en septiembre de 1947 por el gobernador, Nicéforo
Guerrero, se da a conocer que "El número de animales sacrificados en la Entidad hasta el 31 de agosto de 1947
asciende aproximadamente a un total de: 81,000 cabezas de ganado mayor; 38,000 de ovicaprino y 20,000
cabezasdeporcino". 9
Por otro lado, a mediados de 1946, y ante el resultado negativo sobre la búsqueda de mantos
acuíferos para abastecer de agua a la población de San Felipe que rindió la Dirección de Ingeniería
141
San Felipe, Crisol de la Independencia
Sanitaria del Estado, las autoridades encabezadas por don José Velázquez y los vecinos, decidieron
continuar por su propia cuenta con los trabajos de localización de algún manto. Este esfuerzo se vio
recompensado antes de finalizar el año, al encontrar una fuente de agua a un costado del Río de
Piedras, por donde termina la calle Guerrero, y que se
conoció como el pozo de San Miguelito.
142
San Felipe en los Años Cuarenta
Por otra parte, en el último año de gobierno (septiembre de 1949) de don Pablo Hernández, se
levantó en San Felipe el Acta Constitutiva de la Agrupación Autónoma Factores Sanfelipenses Unidos,
siendo su primer presidente el señor Alberto Martínez Moya.
Esta agrupación estaba integrada por gente representativa de la sociedad civil y de las diversas
organizaciones que en este tiempo existían en San Felipe, como la Cámara de Comercio, Fabricantes
de loza de barro, Clubes Sociales, Liga de Comunidades Agrarias y Unión de Trabajadores del Volante,
entre otras.
Entre las obras que se tramitaron en coordinación con las autoridades municipales, se
encuentran: la construcción de la primera cortina de la Presa de “Los Reyes”, que en un principio se le
llamó “Presa de Cristo Rey”; la construcción del canal para irrigación que partía de la presa de
Buenavista hasta la cabecera municipal y que sólo sirvió para irrigar algunas parcelas en su trayectoria,
siendo insuficiente para llegar hasta la ciudad; la construcción de las carreteras Dolores Hidalgo - San
Felipe - Ocampo - Ojuelos, la carretera León - San Felipe, el rescate de la “Casa de Hidalgo” o Francia
Chiquita, que con el tiempo sería convertida en Museo, y otras acciones más que fueron gestionadas
por esta agrupación.
143
CAPÍTULO X
145
San Felipe, Crisol de la Independencia
A nivel Estatal, siendo gobernador don José Aguilar y Maya (1949-1955), los salarios mínimo se
establecieron en 4.50 pesos para la ciudad y 3.50 para el campo y el Congreso del Estado, mediante el
Decreto No. 99 del 16 de noviembre de 1951, llevó a cabo la reforma a la Constitución Política Local
para ampliar el ejercicio de los Ayuntamientos a tres años.
Don Carlos Acosta, Dr. Alfonso Myers y La Casa Hidalgo o Francia Chiquita.
Al tenor de esta reforma a la Constitución local, el tercer domingo del mes de diciembre de 1951
se celebraron las elecciones de ayuntamientos para el periodo del primero de enero de 1952 a1 31 de
diciembre de 1954. En San Felipe, como en el resto del Estado, estos comicios se desarrollaron en un
ambiente de tranquilidad y civismo, correspondiendo a don Carlos Acosta Arias, ser el primer
Presidente Municipal que gobernaría nuestro pueblo por tres años.
Durante el primer año de gobierno de don Carlos, y debido a la conmemoración de los 390
años de fundación de la “Villa de San Felipe”, don Carlos Díaz Aguirre, ideó y confeccionó el primer
escudo de “San Felipe Torres Mochas”, mismo que sufrió algunas pequeñas variaciones respecto al
que actualmente se tiene por insignia de este pueblo, pero que en 1952 se publico así: “El escudo de San
Felipe es un símbolo que le concierne en particular a esta ciudad del Estado de Guanajuato, y así lo
expresa su divisa: 'SAN FELIPE TORRES MOCHAS' “No es heráldico porque no se ajusta al
convencionalismo del arte del blasón.
“El Blasón es una forma española, porque esta ciudad es de origen español;
y está dividida en cuarteles, representando cada uno de ellos una de las cuatro
principalesépocasquesabemoshatenidoellugarqueocupalaciudad.
“En este cuartel hay una carreta parada en medio del camino, la cual significa que aquí fue lugar de
descansodeloscarreterosquetransitabanporelcaminodeMéxicoaZacatecas.
146
San Felipe en los Años Cincuenta
"El cantón diestro de la punta (cuartel izquierdo inferior), tiene pintada una iglesia con la torre mocha.
Esta iglesia es la parroquia, que por haber permanecido por unos 243 años con su torre inconclusa, le ganó al
puebloelprovincialísimomotedetorresmochas,conlaquehoyseconoceaesteSanFelipe.
“El cantón siniestro de la punta (cuartel inferior de la derecha), significa el San Felipe actual,
representado por un alfarero. Porque siendo la alfarería la industria que heredó en este siglo XX, el primer lugar
que en centurias anteriores tuvo en esta ciudad la industria carrocera, bien caracterizado queda por un alfarero
elSanFelipemoderno.
“El torreón almenado que esta detrás del blasón, simboliza el Presidio de San Felipe, erigido por el año de
1570, para resguardo de los carreteros y mineros viandantes en contra de los asaltos de los guachichiles. El San
FelipedelsigloXVItuvomásbienelaspectodefuertemilitarquedevilla.
“El fraile franciscano representa el beato Sebastián de Aparicio, primer empresario carretero de la
América,quienconsucarroycarretasabrióelcaminodeMéxicoaZacatecaspasandoporSanFelipe.
“El indio significa, por su indumentaria a un caudillo chichimeca jefe de la tribu que habitaba en este
sitio.
"Lasfechasdelosañosde1562y1952correspondenrespectivamentealadelafundacióndelavillayala
delañoactualenqueelseñorCarlosDíaz Aguirredibujóesteescudo". 2
Otras noticias que se tienen del trienio de don Carlos Acosta, son de que
se llevó a cabo la reparación total y ampliación de la Escuela Primaria No. 1
“Profesor Miguel Campuzano”, con una inversión de 60 mil pesos y que a él se
debe “lo hermoseado” del actual Palacio Municipal, pero desgraciadamente,
según comentan algunos de sus críticos, “cometió la torpeza de interrumpir
mañosamente los trabajos de construcción” de la presa de Los Reyes.
Por otra parte, el Gobierno de la República encabezado por don Adolfo Ruiz Cortines, quien
había ganado las elecciones presidenciales efectuadas el 6 de julio de 1952, concedió en 1953 el voto a la
mujer y, en 1954 "expidió un decreto concediendo un subsidio a los pequeños y medianos productores mineros",
147
San Felipe, Crisol de la Independencia
con el propósito de ayudarlos en sus trabajos de explotación, ya que era considerable la cantidad de
denuncios mineros que se habían hecho en el país, como en el caso de Estado de Guanajuato en que
existían yacimientos de cobre, mercurio y estaño, por los que resultaron beneficiados varios
municipios, entre ellos San Felipe.
A la par de este comité de Pro-damnificados que funcionó hasta los primeros meses de 1956,
también alcanzaron realce las acciones llevadas a cabo por el Patronato de Alfabetización integrado
por el Presidente Municipal Alfonso Myers, teniendo como secretario y promotor de la campaña de
alfabetización al Prof. Ángel Ixta; Tesorero, Lamberto Moncada y como vocales a José Medellín, Velio
Guerrero y Alberto Patlán.
148
San Felipe en los Años Cincuenta
Otro patronato que formó el Dr. Myers fue el “Comité Pro-construcción Presa Los Reyes” que
se fundó con la finalidad de que esa presa aliviara la necesidad de agua potable de los sanfelipenses, y
aunque no se concretó su cometido, sí logró que el gobierno del Estado y la Secretaría de Recursos
Hidráulicos aportaran fondos por una cantidad total de 200 mil pesos para la realización de esta obra.
Finalmente, en el último año de gobierno del Dr. Myers, el anhelo de preservar la memoria de
don Miguel Hidalgo, sobre su estadía en nuestro pueblo, se ve recompensada por el Presidente de la
Republica, don Adolfo Ruiz Cortines, quien el 13 septiembre de 1957 emite un decreto de expropiación
por causas de “utilidad pública”, de una parte de la casa que habitó el cura por cerca de 10 años en la
149
San Felipe, Crisol de la Independencia
calle de la Alcantarilla, ya "Que es conveniente conservar con todas sus características la casa número 9 de la
calle de Hidalgo, ubicada en San Felipe, hoy Ciudad González (sic), del Estado de Guanajuato, declarada
Monumento Histórico por haber sido habitada por el señor Cura don Miguel Hidalgo y Costilla durante su
permanenciaendichapoblación" 4
Este Decreto se publicó en Diario Oficial de la Federación hasta el 25 de abril de 1958, por lo
que fue hasta el 28 de julio de 1959 que este inmueble pasó a formar parte de los bienes del Instituto de
Antropología e Historia, registrándose como propiedad federal de predios Urbanos del Estado de
Guanajuato en julio de 1961.
Así mismo, se “dio lectura al Acta de la toma de posesión del inmueble” e hicieron uso de la
palabra el ya para entonces presidente municipal, J. Trinidad Manteca, quien después de “rendir un
justo homenaje” al historiador ing. Jesús Tomás Aguirre Valle, fallecido el 13 de abril de ese mismo año,
dio apertura al libro de visitas dejando "unas páginas especialmente para los sanfelipenses distinguidos que
radican fuera de nuestro pueblo", siendo el primero en firmar estas páginas, el sanfelipense Gabriel
Aguirre Palomares, Cónsul en Guatemala, quien al año siguiente donó dos pinturas para ser exhibidas
en lo que sería el museo Casa Hidalgo.
150
San Felipe en los Años Cincuenta
Las viudas eran las señoras Antonia Mendoza Vda. de Carreón, de 80 años y Petra Mendoza Vda. de
Contreras, de 50 años.
Al efectuarse los comicios el tercer domingo de diciembre, como ya era un hecho por esas
épocas, los resultados favorecieron al PRI, tomando don David posesión de la presidencia el primero
de enero de 1958.
A Don David, que nació en Nuevo Valle de Moreno, siempre se le consideró sanfelipense de
origen, ya que desde muy pequeño llegó con su familia a radicar en San Felipe, donde inició y terminó
sus estudios primarios, para después pasar al Seminario de la ciudad de León, carrera sacerdotal que
no terminó, por lo que regresó a su pueblo dedicándose a diversas actividades y, como hemos visto ya,
formar parte en diversos patronatos.
151
San Felipe, Crisol de la Independencia
Al entrar a la presidencia -según cuenta don David-, sintió que entre los miembros que
integraban su ayuntamiento se palpaban algunas diferencias, mismas que con el tiempo se fueron
limando, permitiendo que los esfuerzos se encaminaran a resolver los problemas que afectaba al
municipio, siendo los principales “la falta de agua” y “la falta de vigilancia”.
152
San Felipe en los Años Cincuenta
que otra vez también los tortolitos que buscan la oscuridad”, y recomienda que lo vecinos deben
cooperar con la policía para cuidar el alumbrado que se paga con “nuestros impuestos”.6
153
San Felipe, Crisol de la Independencia
con la mira de instalar una planta armadora en nuestro municipio, por desgracia este sueño nunca se
realizó por la falta de agua.
Lo que sí se llevó a cabo fue la investigación de un “Cuantioso Contrabando” por parte de los
agentes de la Procuraduría General de la Republica, debido a que en ese año, don Alfonso Trillo, jefe de
la Oficina Subalterna Federal de Hacienda, reportó que en varias ocasiones se había visto una avioneta
que aterrizaba en un campo improvisado por el rumbo de la comunidad del Aposento, donde era
esperada por dos camionetas que recibían lo que se estimaba era contrabando, y según información
proporcionada por el propio jefe de hacienda "en una de esas ocasiones en que se vio la referida avioneta, de
inmediato se trasladó a 'El Aposento', logrando ver las dos camionetas, a las que pretendió darles alcance, pero al
llegar a unos cuantos metros de distancia, desgraciadamente se le ponchó la llanta del coche que tripulaba y
estasdesaparecieronenlacarreterarumboa DoloresHidalgo".8
Pero un hecho que por estos días causó la indignación de algunos sanfelipenses, fue la golpiza
que la policía municipal propinó al señor Miguel Ortiz, quien trabajaba como cantinero en la “placita
de las tunas”, y que, según cuentan, por órdenes del entonces jefe de policía, J. Sacramento Figueroa
Solorio, dos policías lo sujetaron de los brazos, mientras el propio jefe Figueroa lo azotaba en la
espalda y demás partes del cuerpo, hasta que perdió el conocimiento, siendo necesario llevarlo al
doctor Luis Delgado para su atención. Como resultado de esta y otras acusaciones de abuso de
autoridad, el jefe Sacramento, un día simplemente desapareció de San Felipe, dejando acéfalo el cargo
y en su lugar fue nombrado el señor Gonzalo Rojas.
154
San Felipe en los Años Cincuenta
155
San Felipe, Crisol de la Independencia
San Felipe una población total de 51, 803 habitantes, de los cuales 26,347 (50.9 %) eran hombres y
25,456 (49.1 %) mujeres, y que en relación al censo efectuado en 1950, la tasa de crecimiento para San
Felipe alcanzó el 10.7 % (4,426 nuevos ciudadanos), concentrándose la mayor parte de habitantes en la
cabecera municipal con 8,078 habitantes.
Con motivo de los festejos del “Día del Maestro”, en San Felipe se comentó y festejó la entrega
de la medalla de oro “Ignacio M. Altamirano”, que el 15 de mayo en el “Palacio de Bellas Artes” de la
ciudad de México, hizo el Presidente de la República, Adolfo López Mateos, a la Profesora María
Pantaleona López, por sus más de 50 años de servicios en el magisterio, de los cuales pasó 28 años
(1908-1936), instruyendo en las primeras letras a varias generaciones de sanfelipenses, para después
instalarse en el Distrito Federal, donde prosiguió su labor educativa a favor de la niñez, falleciendo en
este lugar el 27 de mayo de 1961 a la edad de 73 años.
Con la puesta en servicio de esta carretera, que tenía un cuarto de siglo de haber sido
proyectada y mas de 6 años de haber iniciado su construcción, se cumplió el sueño de muchos
sanfelipense que ocuparon tiempo y recursos en gestionar esta obra ante todas las instancias de
156
San Felipe en los Años Cincuenta
gobierno, además de que, a partir de ese momento, se pudieron establecer corridas diarias hacia la
ciudad de México a través de las líneas de transporte “Corsarios del Bajío” que tenía dos salidas (9 a.m.
y 14 horas) y “Herradura de Plata” con tres (7 a.m., 12 y 14 horas).
157
CAPÍTULO XI
Desde el mes de abril de 1960, San Felipe fue un hervidero de pasiones y golpes bajos, debido al
gran número de ciudadanos sanfelipenses que “suspiraban” por obtener la candidatura a la
presidencia municipal, cobijados bajo las siglas del PRI, que en esa época era garantía de un triunfo
seguro.
Esta pasión, además de las habladurías de la gente que se reflejan también en los artículos que
se escribían en la prensa de esos meses decían: "Hay aquí, como en todas partes, 'apóstoles' que aúllan de
gozo, y se relamen y no duermen pensando en el banquete de tres años, que si llegan a ser presidente municipal se
vanadarconelpresupuestomunicipal". 1
Pero fue hasta el mes de octubre en que el PRI lanzó su convocatoria para saber
definitivamente quién suspiraba por la presidencia municipal, inscribiéndose los precandidatos
siguientes: Anselmo Loredo Nava, José trinidad Manteca Mata y Ricardo Rangel Andrade, apoyados
por “las fuerzas vivas de San Felipe”; Velio Guerrero y Prof. Angel Ixta, "invitados a tomar parte por el
diputado local, Manuel Fernández Castrejón; y don Aurelio Torres Pérez, del que se decía que "nadie lo llamó y él
porsucuentayriesgosehaofrecido".
De todos los precandidatos anteriormente señalados, la dirigencia del PRI designó como su
abanderado a la presidencia municipal “al quien nadie llamó” Sr. Aurelio Torres Pérez, quien el tercer
domingo de diciembre, al efectuarse las elecciones, como era de esperarse, fue elegido como alcalde de
San Felipe para el periodo de 1961-1963, tomando posesión de su cargo el primero de enero.
Esta designación, que en realidad fue apoyada tan sólo por el sector
obrero del PRI, a través de la CTM local y estatal, aunque fue aceptada por las
llamadas “Fuerzas Vivas” del partido en San Felipe y de los precandidatos
antes mencionados que, por un acuerdo interno, algunos de ellos pasaron a
formar parte del ayuntamiento, causó que un grupo representativo de esas
mismas fuerzas lo vieran como una imposición, que a la larga se tradujo en
un alejamiento de esta administración municipal, cuestionando todo lo
hecho y por hacer del nuevo presidente municipal y, finalmente, después de
10 meses se dio su remoción.
Don Aurelio Torres Pérez
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San Felipe, Crisol de la Independencia
De esta manera, la situación antes descrita y los preparativos para la organización de los
festejos para la conmemoración del 400 aniversario de la fundación de San Felipe, se robaron la
atención de los sanfelipenses durante este año de 1961. En lo que respecta a la situación, y de acuerdo a
los relatos orales y escritos que con este fin se han recopilado: “En enero del año en curso, después de
haber tomado posesión el presidente municipal señor Aurelio Torres Pérez”, una de sus primeras
medidas que causaron las primeras críticas fue que “sin causa justificada, separó de sus empleos a
varias personas”, entre ellos se mencionan a “Felipe Juárez, Srita. Josefina Hernández Moctezuma,
Álvaro Banda Jr., Samuel Sánchez, y Francisco Gaitán”, además de que a partir de primer domingo de
su gestión, en la plaza principal dejaron de “escucharse las notas musicales” de la banda municipal por
falta de presupuesto (46 pesos, cantidad que cobraban por dos horas de música), y por eso “el jardín
principal los domingos parece un velorio”.
160
San Felipe en los Años Sesenta
ayuntamiento, fue cuando sin previo aviso se instaló en el Salón del Cabildo para atender a los
sanfelipenses que se inscribían para el programa de trabajo de braceros en Estados Unidos, sitio que
ha “sido convertido en buffete de litigios, en donde se contempla un verdadero desplumadero”, ya que
los “vivales quieren cincuenta o cien pesos” por el registro.3
Estos y otros antecedentes, originaron que, el 6 de noviembre, se presentaran por la mañana en
la presidencia municipal de San Felipe el Secretario de Gobierno del Estado, Dr. José Castillo
Hernández y el Lic. Manuel Orozco Yrigoyen, Secretario Particular del Gobernador Juan José Torres
Landa, quien el 26 de septiembre de ese mismo año de 1961 había tomado posesión de la gobernatura.
Estos representantes del Gobernador, después de preguntar por el presidente don Aurelio
Torres, que en esos momentos se encontraba en su casa tomando el desayuno, pidieron que fuera
llamado. Al presentarse, los funcionarios estatales le solicitaron que citara a los miembros del
ayuntamiento para celebrar una sesión de Cabildo, mientras ellos platicaban con el presidente. Los
integrantes del ayuntamiento que se presentaron fueron el síndico suplente Sr. Alberto Martínez
Moya, por gozar de licencia el síndico propietario; y los regidores Dr. Francisco Alfonso Myers,
Porfirio Loredo Nava, Velio Guerrero, Srita. Prof. Lucina Soria Lesso y Eusebio Barrientos.
Sobre lo tratado en la sesión del cabildo no se tiene información, ya que hasta ahora no ha sido
posible localizar esa acta, pero el resultado fue que al término de la misma, don Aurelio Torres Pérez
“en su carácter de Presidente Municipal, solicitó licencia de tiempo indefinido por una crónica
enfermedad”, y el H. Ayuntamiento procedió a elegir como presidente interino por el resto de este
periodo al señor José Trinidad Manteca Mata, que en el Ayuntamiento era el Síndico Propietario, y así
terminó la efímera administración municipal de 10 meses de don Aurelio Torres.
Antes de pasar al asunto sobre los preparativos en la organización de los festejos por el 400
aniversario de la fundación del pueblo de San Felipe, es necesario apuntar que durante los diez meses
que estuvo al frente de la administración municipal don Aurelio Torres -independientemente de lo que
ya consignamos-, en nuestro municipio se llevaron a efecto otras actividades y obras, como fue la
introducción de la corriente eléctrica a la Estación de Ferrocarriles, que dista siete kilómetros de la
cabecera municipal; se dotó de terrenos ejidales a los poblados de El Mastranto, San Antonio de las
Alazanas, El Huizache y La Manguita; y se ejerció la resolución presidencial a favor del “poblado de
Chirimoya” que databa del año de 1930, otorgándole 1'090,500 metros cúbicos de aguas broncas que se
tomarán íntegramente del arroyo denominado “la Boquilla”, para riego de 80 hectáreas de tierra de
temporal.
Así mismo, en el mes de julio, la comunidad de San Pedro de Almoloya se vistió de luto por la
muerte de un ejidatario de nombre J. Jesús Aranda Palomo, debido a un problema añejo sobre la
utilización de los pastos del ejido. Este problema, que resurgió en esos días, llevó a la confrontación
que se dio entre los “hermanos Sánchez” dueños de la finca, apoyados por el llamado ejido blanco, que
era “un grupo de ejidatarios incondicionales” a ellos, y otro grupo de ejidatarios conocidos como ejido
rojo, que "parece que empiezan a abrir los ojos y sacudirse de la intervención de los dueños de la finca que nada
tienenquéverconelejido".
161
San Felipe, Crisol de la Independencia
La muerte de Jesús Aranda a manos de Ricardo Muñoz, del ejido blanco, fue la culminación de
una serie de agresiones entre los dos bandos, que se arrastró desde 1959 cuando fueron agredidos
miembros del ejido rojo, como fue el caso Sr. José Piña, quien fue “herido mortalmente” a machetazos
y las lesiones sufridas por los señores José López de Nava Palomares, promotor ejidal, y Agustín
Contreras Negrete. A su vez, en 1960, el ejido rojo, por mano de los hermanos Valadez (Ventura y
Adrián) y José Cázares cobra venganza dando muerte a Lucio Muñoz Medina, padre del “ahora
prófugo” Ricardo Muñoz.
Estos desencuentros entre vecinos, que como ya dijimos, llenaron de luto al poblado de San
Pedro, terminaron cuando a finales de ese año (1961) quedó “al frente de la ex-hacienda don Juan
Sánchez Romo”.
También, por estas fechas se organizó el sector femenil para los mismos festejos, quedando
integrado, entre otras, por Ma. Del Carmen y Ma. De Lourdes Aguirre Velázquez; Ma. Guadalupe y
Lucía Morelos González; Lucila Solórzano, Marilú y Gloria Manteca R., Dra. Estela Luna D., María del
Pilar Bucheli y varias más”.
Entre las actividades que realizaron estos comités para recabar fondos, está la venta de "jugos
naturales y refrescos en el Portal Aguirre, todos los domingos de 12 a 15 horas", "tardeadas dominicales, cada dos
semanas", kermeses y funciones teatrales, venta de boletos para la rifa de una pistola, encuentros
deportivos (beisbol, básquetbol y voleibol), además de que se mandaron imprimir 1,000 calcomanías
que llevaban el escudo de San Felipe, mismas que fueron vendidas en 5 pesos cada una.
Por otro lado, se comisionó al Ing. Jesús T. Aguirre para que prepare "un folleto histórico
geográfico del municipio de San Felipe", y al señor Ricardo Rangel para que elabore “una revista
162
San Felipe en los Años Sesenta
Ya en los últimos meses del año, se designó a la señorita Yolanda Martínez Tejada como Reina
Electa para los festejos del 400 Aniversario de la fundación de San Felipe, misma que sería coronada el
primer día de los festejos, y por acuerdo del ayuntamiento, se invitó a todos los vecinos a que "todas las
fachadas de los edificios del primer cuadro de la ciudad, fueran arreglados o pintados, según fuera necesario"; y
finalmente, en el mes de diciembre, se informó que “Los locales de la Diosa Venus” que se
encontraban en la “la zona de tolerancia”, como los llamados “Guadalajara de Noche”, “El Guajiro” y
otros lugares clandestinos, serían cambiados "a una de las orillas de la ciudad, siguiendo el ejemplo de otras
ciudades".
Durante los días 19 y 20 se llevaron a efecto distintos actos, como fue la competencia charra
entre la asociación local y asociaciones foráneas; misa solemne a las 8 de la mañana y por la tarde la
hora expiatoria en el templo parroquial de San Felipe; y el día 20, solemne vigilia general
extraordinaria de la adoración nocturna mexicana”.
163
San Felipe, Crisol de la Independencia
Siguiendo con el programa de festejos de este día, a las 13 horas se inaugura el local de la Cruz
Roja en San Felipe, que tuvo como acto significativo la donación que hizo la “Colonia sanfelipense de
León Gto.” de la primer ambulancia, misma que entregada al recién formado comité de la Cruz Roja
encabezado por el Dr. Francisco Alfonso Myers.
A las 5 de la tarde, las notas del órgano tubular, cuya ejecución corrió a cargo del maestro
Miguel Matehuala Arredondo y las voces del coro de la Escuela Diocesana, dirigido por el presbítero
Silvino Robles G., llenaron con sus vibraciones musicales el espacio del templo parroquial con un
“Gran concierto de Música Sacra”, interpretando la “Suite Gótica Boellman, Tocata y Fuga en Re
Menor de J. Sebastián Bach, Canto Gregoriano, Polifonía Musical Clásica y Música Sagrada Moderna”.
A propósito de los grupos de rock and roll como los Locos del Ritmo
y Los Tribunos que actuaron en nuestro pueblo ese día, abrimos un
Órgano tabular de la
Parroquia de San Felipe
paréntesis, con el fin de dar a conocer lo que la sociedad sanfelipense de los
60's opinaba sobre la juventud que gustaba de estos grupos, opiniones que
no difieren mucho con los juicios que en diferentes épocas se han dado a los
estilos de música que gustan a la juventud y que aquí, fueron recogidos por
la Voz de San Felipe en diferentes números.
164
San Felipe en los Años Sesenta
165
San Felipe, Crisol de la Independencia
Esta escuela estuvo funcionando en la calle de Madero hasta mediados del año de 1968 en que
se inauguró el nuevo edificio de la Escuela Secundaria Oficial del Estado en los terrenos de lo que fue la
Alameda de San Felipe, ubicada en la calle Morelos, sitio en el cual se encuentra actualmente y que
lleva el nombre de Secundaria Federal Praxedis Guerrero.
Estos asesinatos, se suscitaron entre las dos y tres de la madrugada del 20 de noviembre dentro
de las instalaciones del mencionado hotel, que también servía como terminal de la línea de “Autobuses
Herradura de Plata” que en esa época se encontraba frente al jardín principal, en los portales Prado y a
un costado del edificio de la Presidencia Municipal, donde actualmente se encuentra Banamex.
De acuerdo a las crónicas periodísticas de ese tiempo que encabezaron sus titulares con
leyendas como: "BESTIAL CRIMEN EN SAN FELIPE", "AHORCAN A UN MATRIMONIO DE ANCIANOS
166
San Felipe en los Años Sesenta
Y AL VELADOR DEL HOTEL DEL QUE ERAN DUEÑOS, PARA ROBAR", "LOS CRIMANALES
ATORMENTARON CON LUJO DE CRUELDAD A SUS VICTIMAS ANTES DE REMATARLOS", o "TRAGICO
20DENOVIEMBREENSANFELIPETORRESMOCHAS".
Los cadáveres de estos ancianos fueron descubiertos por Ramón Robledo e Isidro Cabrera,
ayudante e inspector de la línea “Herradura de Plata, quienes llegaron a San Felipe en “la unidad
número tres” procedentes del vecino pueblo de Ocampo, rumbo a la ciudad de México. Al estacionarse
y apearse para registrar su llegada y próxima salida, se percataron de que la puerta de dicho hotel
estaba cerrada, pero al empujarla, ésta cedió. Sin sospechar cosa alguna, entraron de inmediato para
hacer uso de los sanitarios. Isidro, el inspector, se dirigió al baño de hombres, mientras Ramón, el
ayudante, por la urgencia del caso, se fue hacia el de mujeres.
167
San Felipe, Crisol de la Independencia
“Estaba vestido, con zapatos, calcetines, pijama, abrigo y una bufanda, teniendo en su bolsillo la llave
delcuarto7 yensumanoderechaladel6”.5
El siguiente paso, fue la búsqueda de doña Felicitas, esposa de don Agustín, misma que "Fue
encontrada en la pieza de la entrada del hotel, ahorcada con el delantal y solamente vestida con su camisón.
Estaba sobre la cama; y la cabeza, a los pies de la misma; y tanto su lecho como los roperos, horriblemente
desbarajustados,señalquelosasesinosbuscarondineroyalhajasdelosancianosqueeranahorrativos."
La noticia del múltiple asesinato, corrió como reguero de pólvora entre los habitantes, que se
encierran en sus casas, temerosos de ser víctimas de un caso similar al acontecido en el Hotel Favorita”
y por las noches se ven las calles vacías.
Fue hasta el 22 de diciembre, después de 32 días de cometidos estos asesinatos, cuando el “Sol
de León” exhibió en su portada los siguientes encabezados: "ESCLARECEN EL CRIMEN DEL HOTEL
FAVORITA DE SAN FELIPE"; "LA FEROCIDAD DE LOS ASESINOS FUE INÚTIL: NO HALLARON
TESORO";y"LAPOLICÍAGUANAJUATENSESEANOTAGRANTRIUNFO".
El esclarecimiento de estos asesinatos se debió a las pesquisas realizadas por el comandante
Alberto Martínez Soto, subdirector de la policía Judicial de Estado, que se hizo cargo de las
investigaciones desde su inicio; pesquisas que culminaron con la aprehensión en el Hotel Mixcoac, en
la ciudad de México, de J. Ángel Flores Delgado, alias “El Pachuco”, no sin antes mediar un tiroteo
entre él y los agentes judiciales que lo detuvieron y lo trasladaron a Celaya para su interrogatorio.
De acuerdo a la confesión rendida por el “El Pachuco” ante el Agente Auxiliar de la
Procuraduría de Justicia del Estado publicada en el “Sol de León”; días antes del 20 de noviembre, llegó
a Silao “a visitar a unos amigos y uno de ellos” le informó “que en San Felipe había unos viejitos dueños
de un hotel a quienes era fácil robar”, aunque no estaba seguro de si tenían dinero o no.
Con esta idea en la cabeza, regresó a México y estando ya en la ciudad, contactó a unos amigos
con los cuales se puso de acuerdo y “planeamos la cosa”, saliendo de esta ciudad el 19 de noviembre
“en un auto de mi propiedad, marca Buick, modelo 1949”, hacia el poblado de Silao, donde recogieron
a otros amigos y juntos se dirigieron a San Felipe, sitio al que llegaron “a eso de las dos de la mañana”,
parando el vehículo frente al hotel.
De ahí, uno de sus amigos se bajó a tocar la puerta del hotel en solicitud de una habitación.
Abrió Juan Saucillo, el velador, quien los hizo esperar para ir a despertar al dueño del hotel, don
Agustín Gómez, que era el que tenía las llaves de los cuartos.
Una vez que don Agustín salió de su cuarto, “El Pachuco” y cuatro de sus cómplices lo
acompañaron "hasta el fondo del hotel, a mano Izquierda" donde les mostraría las habitaciones. En este lugar
"dos de mis compañeros se metieron al cuarto con el viejito y otros dos se apoderaron del velador, en tanto que yo
me iba al cuarto de donde había salido el dueño del hotel", mientras que "otro más de mis amigos se quedaba
afuera,<echandoaguas>".
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San Felipe en los Años Sesenta
De la forma en que sus amigos mataron “al viejito, dueño del hotel y al velador”, dijo no saber nada, ya
que él se “fue directamente al cuarto del anciano, encontrándose con la sorpresa de que ahí estaba una anciana,
al parecer, paralítica; y como al verme, quiso gritar, le metí un delantal en la boca. Luego quise atarla y se opuso,
por lo que le eché un chal al cuello y la detuve; pero luego se quedó quieta y ya no hizo nada, por lo que la deje allí
tiradaenelsueloyprocedíaregistrartodo”.
Del registro llevado a cabo en la habitación doña Felicitas Rangel, esposa de don Agustín,
según “El Pachuco”, sólo encontraron en uno de los roperos “una caja de monedas de plata de cinco
pesos”, y aunque “con ayuda de sus amigos abrieron otras cómodas” no encontraron “dinero, ni
alhajas, sino ropa”, por lo que él decidió destornillar "una máquina Singer y se apoderó de ella, en tanto que
losdemássellevabanunamaquinadeescribiryotrosobjetosmás".
Cuando terminaron de registrar toda la habitación sin encontrar más objetos de valor, salieron
sigilosamente del hotel cerca de la cuatro y media de la mañana, dejando la puerta entrecerrada y
llevándose el magro botín, que "por cierto fue muy poco, pues nos tocó de ochocientos pesos por cabeza, al
hacerelrepartoenDoloresHidalgo".
De esta ciudad, los cómplices de “El Pachuco” partieron rumbo a su lugar de vecindad,
mientras él se “fue tranquilamente a la ciudad de México”, despreocupándose completamente de la
policía de Guanajuato, porque creía “no haber dejado huella alguna, ni que sospecharan de él” y al
final de su confesión dijo que relataba todo esto, "para verse libre de remordimientos de conciencia que lo
agobiaban; y que esperaba poder salir de prisión, pues ciertamente no había matado a nadie y solo había
participadoenloscrímenesyasaltos...". 6
Sobre el fin que tuvieron los cómplices de “El Pachuco”, no sabemos si finalmente fueron
detenidos y juzgados, pero lo que sí sabemos es que la psicosis desatada por la duda que existía de que
un vecino de San Felipe fuera parte de los asesinos que cometieron los crímenes en el “Hotel Favorita”,
se calmó, y con la aprehensión de J. Ángel Flores Delgado, alias “El Pachuco”, los habitantes de
nuestro pueblo de San Felipe pudieron salir a pasear por sus calles a cualquier hora de la noche sin
temor alguno, pero sobre todo, pudieron dormir más tranquilos.
Esta obra se debió, además de otros más, al Integrantes del equipo "San Felipe" en 1963
Ricardo Monjaras "Chonquis", Sergio Andrade,
entusiasmo mostrado por este deporte de don Roberto Federico Velázquez, Ramón Torres, Noél Vaquera,
Joel Estrada y Sentado Roberto Camarena
169
San Felipe, Crisol de la Independencia
Camarena y el Pbro. Vicente González, siendo los directivos de la liga futbolera Gil Cervantes y
Alfonso Jasso, pero sobre todo a la generosidad de don Teodoro Hernández, quien a pesar de que
nunca practicó este deporte ni tenía interés en él, hizo la donación de este terreno a favor de los
deportistas sanfelipenses.
170
San Felipe en los Años Sesenta
conformó su ayuntamiento con don Juan D. Ontiveros como síndico, y los regidores propietarios J.
Jesús Díaz Aguirre, Juan Rojas Palomares, Agapito Torres Vázquez, Dionisio Ramírez Rosas, Miguel
Gómez Cortés, Srita. Carmen O. Díaz Infante y Anselmo Loredo Nava.
"Con las últimas disposiciones del C. Gobernador del Estado, desaparecieron totalmente los centros de
prostitución de este lugar, pasó a la historia aquel denominado 'Guadalajara de Noche', como también 'El
Guajiro', ambos allá por el lugar conocido vulgarmente por 'La placita de las Tunas'. En las orgías que se
celebraban en dichos lugares, hacían acto de presencia algunas autoridades de pasadas épocas, salvo honrosas
excepciones, en el lugar hasta parecían que andaban partiendo plaza, eran los amos y señores en esos lugares de
prostitución,poresarazóneranintocablesesoscentros". 7
171
San Felipe, Crisol de la Independencia
En relación a las obras que se realizaron durante el periodo del gobierno municipal
encabezado por don Emigdio Martínez, muchas de ellas con recursos de su propio peculio, se
enumeran, entre otras, el “Desayunador Escolar” que se construyó en la esquina de las calles Álvaro
Obregón y 16 de septiembre, en lo que ahora es el Centro de Atención para el Desarrollo Infantil
(CADI); la reconstrucción del depósito de agua potable que se encuentra a un costado del pozo de San
Miguel, ya que el depósito de mampostería, que se construyó en el año de 1948, se partió en dos y el
cuarto donde se encontraban las bombas se vino abajo.
También durante este periodo ocurre la invasión de un grupo de cien personas, llamados
“paracaidistas”, que se posesionan de unos predios rústicos en San Bartolo de Berrio, con la
consecuente alarma de los propietarios de tierras en el municipio, pero que sin pasar a mayores
conflictos, finalmente los campesinos de ese rumbo obtienen la dotación de tierras y se crea el ejido de
San Bartolo; y en el mes de abril de 1965, se recibe la mala noticia de que la gerencia de ferrocarriles ha
decidido cambiar la ruta de la vía México-Laredo, que por más de100 años pasó por la vieja estación de
San Felipe, con el fin de “economizar varios kilómetros y suprimir cantidad de curvas”, no obstante se
hace la promesa de que una vez que se levante la vía, por ese mismo trayecto se construirá la carretera
asfáltica San Felipe-San Luis Potosí, promesa que a la larga se cumplió.
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San Felipe en los Años Sesenta
Finalmente, y como cada tres años, el primero domingo de diciembre de 1966, se llevaron a
efecto las elecciones para la presidencia municipal, resultando electo el C. don Velio Guerrero
Ramírez, mientras que el ayuntamiento quedó conformado por José Ortiz Soto como Sindico, y los
Regidores propietarios Benjamín Rodríguez, Dr. Francisco Alfonso Myers Sánchez, Srta. Ma. Luisa
Balderas, Juan García Arias, Leonardo Rocha Hernández, Martín Reséndiz Saavedra y Prof. Agustín
Martínez Espinosa.
Durante esta administración entró en servicio la tan anhelada carretera San Felipe-Ojuelos,
dejando atrás las épocas en que los sanfelipenses y la gente del vecino pueblo de Ocampo requerían de
cuatro horas para la trasladarse entre estas dos ciudades, acortando el tiempo de 4 horas -siempre y
173
San Felipe, Crisol de la Independencia
cuando no lloviera-, a tan solo media hora; además de que por otro
lado se iniciaron los trabajos de pavimentación de la carretera San
Felipe-León, que junto a la vía pavimentada a Dolores Hidalgo, abrió
un gran campo para el desarrollo económico de San Felipe En el
sector salud, se prosiguieron las campañas profilácticas de vacunación
en la población infantil como viruela, tosferina, poliomielitis,
tuberculosis pulmonar y sarampión, dando como resultado que, por
Carretera San Felipe-Ojuelos
primera vez, la población infantil del municipio de San Felipe no
registró ningún caso de poliomielitis y viruela: además de que se llevó a cabo una “Campaña contra la
Garrapata” que afectaba la producción de leche en el ganado vacuno, estableciéndose varios “Baños
Garrapaticidas” a lo largo del municipio para evitar su propagación Respecto a la educación,
finalmente el sueño de tener un plantel adecuado para los alumnos sanfelipenses que proseguían sus
estudios al terminar la primaria, se ve recompensado con la puesta en servicio de la Escuela
Secundaría en lo que fue la Alameda Municipal, dejando a un lado el inmueble de la calle Madero que
no tenía la infraestructura adecuada para esos estudios, pasando los alumnos a ocupar las nuevas
instalaciones a mediados de 1968; así mismo, en septiembre de 1969, se terminó la edificación de la
nueva Escuela Primara Federal “Justo Sierra” que se localiza en la calle 16 de septiembre.
Otros obras de servicio que se llevaron a cabo fue el inicio de la construcción del edificio de la
Delegación de la Cruz Roja en el terreno que actualmente ocupa, mismo que fue donado por don
Rafael Tovar, que en ese entonces fungía como presidente de ese organismo, y la renovación del
tendido eléctrico y postería del alumbrado público que alivió un poco la penumbra en se encontraban
las calles de San Felipe.
Sobre el añejo problema del abastecimiento de agua potable que sufrían los habitantes del
pueblo de San Felipe, se desecha el proyecto que por tantos años se propuso, y que era el de utilizar la
presa de “Los Reyes” como fuente de suministro, así como la última propuesta de construir una presa
por el rumbo de los Hornillos para este mismo fin, y se determina que lo más conveniente es la
perforación de un pozo profundo en la comunidad de Santa Rosa, mismo que se inicia el 15 de
septiembre de 1969.
174
San Felipe en los Años Sesenta
En este año, también la Liga Municipal de Básquetbol organiza el primer campeonato de este
deporte y, por vez primera en el baile de la feria de San Miguel, se presenta la actuación musical del
“magnífico” organista, oriundo de Ocampo, Juan Torres “sensación del momento a nivel nacional”, y
que a partir de esa fecha y por muchas más, estaría presente en este evento (sin cobrar honorarios),
dejando recuerdos inolvidables para los sanfelipenses de aquella época.
Así mismo, debido a la intensas lluvias que se dieron en los meses de agosto y septiembre de
1967, el pueblo de San Felipe sufre una de las pocas inundaciones de que se tiene noticias, ya que “un
buen día, a eso de haber pasado la media noche, empezaron a sonar las campanas de los diferentes
templos del lugar, lo que dio motivo para que la ciudad que dormía, entrara en alarma al escuchar la
noticia de que la ciudad se inundaba”,9 resultando notoriamente afectadas todas las construcciones de
las familias sanfelipenses que se encontraban ubicadas en las riberas del río cocinero, el barrio de
Esquipulas y la población del Rancho de los Díaz.
En febrero de 1968, la iglesia católica y los “ciudadanos honorables” de San Felipe, inician una
cruzada contra la minifalda que por esa época empezaban a usar algunas jóvenes mujeres, ya que
desde su punto de vista “a la fecha es posible contemplar que en contradicción a aquellos sanos
consejos y en plena desobediencia, la mujer, salvo honrosas excepciones, ésta ya tiro el velo, la trenza y
las faldas y se puso un taparrabo llamado modestamente minifalda, la blusa hasta el cuello substituida
por una venda a media espalda. Pero hay que admirar su valor inmoral para así entrar a los templos y
postrarse ante el Cristo Crucificado”10 afortunadamente esta cruzada no pasó a mayores y la condena
pública a esta manifestación de las mujeres solo quedó en pequeñas recriminaciones personales de
175
San Felipe, Crisol de la Independencia
algunas ciudadanas y ciudadanos “honorables” sobre aquellas mujeres que se atrevían a desafiar el
estatus quo imperante de aquella época.
Otra campaña que se inició, pero en el mes de julio de este año de 1968,
fue contra el movimiento estudiantil que surgió en la ciudad de México,
ese mismo mes de julio, que “La Voz de San Felipe” dio a conocer a través
de sus editoriales de julio y agosto, bajo los siguientes encabezados: - "La
Patria Cifra sus Esperanzas en la Juventud estudiosa": ... debe de cuidarse esa
juventud del estudiantado universitario, vigilando esos planteles hasta
Mujeres jóvenes Sanfelipenses donde sea posible, evitando la presencia de propagandistas de ideas
exóticas.
-"MéxicoysusMexicanosnoTienenporqueConmemorarlosLaberintosyAsonadasdeOtrasNaciones":
Con motivo de los últimos acontecimientos debidos al problema creado en su origen por algunos
estudiantes, los oportunistas antipatriotas han llegado hasta el colmo de que en la legendaria e
histórica plaza, ahora denominada “plaza de la Constitución”, vulgarmente conocida como el Zócalo,
se conmemoren los laberintos o asonadas de otras naciones, además de que el lugar únicamente
dedicado al Lábaro Patrio de los tres hermosos colores, este sea ocupado por un trapo (en la asta
bandera del zócalo se izó el estandarte rojinegro de huelga) que no significa nada para México y su
historia; estos atropellos deben ser castigados de acuerdo a los preceptos de nuestra Constitución
Política Mexicana, esto en forma enérgica...11
Baste decir que a dos días esta publicación (2 de octubre de 1968) se dio la matanza de
Tlatelolco sobre aquellos jóvenes que no les gustaba “este imperfecto mundo”.
176
San Felipe en los Años Sesenta
el fin de crear conciencia ecológica entre la población; y por el mes de diciembre, y después de más de
13 años al frente del curato en San Felipe, el Sr. Cura Francisco Javier Martínez, es sustituido por el
Presbítero Eusebio Salas Gómez, pasando el Canónigo Francisco Javier a ocupar el curato de San
Miguel de Allende, donde fallece pocos años después.
Esta visita del candidato priísta a la Presidencia de la República duró aproximadamente una
hora, tiempo suficiente para realizar una visita a la Casa del Padre Hidalgo o Francia Chiquita, firmar
el libro de visitantes distinguidos, escuchar el discurso de bienvenida que le dirigió el Dr. Alfonso
177
San Felipe, Crisol de la Independencia
178
EPÍLOGO
La intensiva búsqueda de todas las administraciones municipales que desde finales de los años
40's, empeñaron sus mejores oficios por encontrar una fuente que suministrara de agua potable al
pueblo de San Felipe Torres Mochas, al fin fue resuelta en la década de los 70's, concretamente en el
año de 1971, con la perforación del pozo ubicado en la comunidad de Santa Rosa.
Este hecho, aunado a nuevas fuentes de suministro que se trabajaron en las siguientes años,
determinó que los sucesivos gobiernos municipales pudieran ofrecer a los vecinos ya establecidos, y a
los que emigraron posteriormente, un suministro seguro de este vital líquido, pero sobre todo, abrió el
camino para que se desarrollaran nuevos negocios e industrias que sin este suministro hubiera sido
imposible.
Con este desarrollo, que como ya dijimos, se abrió a partir de la década de los 70's, se iniciaron,
poco a poco y entre otras cosas, la creación de nuevos empleos que redundaron en una mejor calidad
de vida de los sanfelipenses para llegar a lo que es hoy el San Felipe de nuestros días, pero eso es otra
historia que aquí no se cuenta hasta tener toda la información necesaria que permita una mejor
perspectiva sobre estas últimas cuatro décadas del transitar histórico de nuestro municipio.
Así, por el momento, hasta aquí llega la semblanza y anecdotario de los cerca de 450 años de
historia de la fundación del Pueblo de San Felipe Torres Mochas, tiempo en el que nuestros ancestros
forjaron lo que es hoy el municipio de San Felipe Gto., y que, lo queramos o no, llevamos en la sangre
esa herencia… herencia que nos obliga a dar un mirada hacia ese pasado, porque en nuestra vida diaria,
mucho depende de ese conocimiento para poder enfrentar con mejores decisiones las situaciones que
a cada paso se nos presentan, evitando, aunque sea en mínima parte, cometer los mismos errores que
nuestros antepasados tuvieron, y que, como seres humanos que fuimos y somos, estamos propensos a
incurrir en ellos nuevamente.
En fin, nuestro deseo al dar a conocer esta semblanza, es que la generación actual de
sanfelipenses tenga la paciencia necesaria para conocer un poco de su pasado, porque son pocos los
pueblos de nuestra república mexicana que tienen tal legado histórico, legado que incide en nuestras
actuales usos y costumbres particulares, y que, en buena medida, nos dan identidad como habitantes
de una pequeña región que con orgullo podemos mostrar en cualquier lugar de este planeta llamado
Tierra.
Finalmente, no podemos afirmar que este trabajo sea obra de una sola persona, ya que para
llevar a cabo esta tarea, se contó con la participación de todos el personal de la Casa de la Cultura y de
179
San Felipe, Crisol de la Independencia
180
NOTAS
181
Capítulo III. Época colonial.
(1) Guzmán Romero, Enrique. Fundación de la Villa de San Phelipe, 21-I-1562, y Otros Documentos. 3ra. Edición, 2003, p.
94.
(2) Idem, op. cit., p. 130.
(3) Archivo General de la Nación. Grupo documental General de Parte, V. 9, exp. 100, fojas 65 a 66v.
(4) Ibarra Grande, Jesús Pbro. Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas. México, 1989, pp. 139 a 145.
(5) Idem, op. cit., p. 154.
(6) Idem, op. cit., p 139.
(7) Guzmán Romero, Enrique. El Porqué de Torres Mochas. México 1998, p. 9.
(8) Gutiérrez, José Antonio. El Pasado en el Presente de Ocampo. Ediciones Acento, México, 2000, p. 55.
(9) Ibarra Grande, Jesús Pbro., op. cit., p. 163.
(10) Archivo General el Gobierno del Estado de Guanajuato. Mortalidad Anual en San Felipe 1700-1749 y 1750-1797.
(11) Archivo General de la Nación. Grupo documental General de Parte, V. 21, exp. 136, fojas 163v y 164.
(12) AGN. Grupo documental: Indios, V. 22, exp. 104, fojas 149 y 149v.
(13) Guzmán Romero Enrique. Fundación de la Villa..., 0p. Cit., p. 159.
(14) AGN. Grupo documental: Indios, V. 55, exp. 366, fojas 364 y 364v.
(15) Guzmán Romero Enrique, Fundación de la Villa..., op. cit., p. 160 y 161.
(16) Idem, p. 160
(17) Idem, p.162.
(18) De Gálvez José. Informe Sobre Las Rebeliones Populares de 1767. UNAM, Instituto de Investigaciones históricas,
México, 1990, p. 46.
(19) Idem, p.46 y 47.
(20) Archivo General de la Nación. Grupo documental: Padrones, V. 34, sin exp., fojas 1-224.
(21) García Ruiz, Alfonso. Ideario de Hidalgo. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 1992, p. 63
(22) Lara Valdés José Luis. Casa Hidalgo en San Felipe, Gto. La Francia Chiquita. Talleres Gráficos del Gobierno del
Estado de Guanajuato, México 2003, p.30.
(23) De la Fuente José M. Hidalgo Íntimo. Talleres Gráficos del Estado de Guanajuato, México, 2003, p. 133
(24) Ibarra Grande Jesús Pbro., op. cit., p.194
(25) De la Fuente José M, op. cit., p 133 .
(26) Idem, p.134
(27) Idem, p. 137
Capítulo IV. La independencia en San Felipe.
(1) Lara Valdés José Luis. Casa Hidalgo en San Felipe, Gto. La Francia Chiquita. Talleres Gráficos del Gobierno del
Estado de Guanajuato, México 2003, p.78
(2) Idem.
(3) Cabalgata por la Ruta de la Independencia. Vidaurri Aréchiga José Eduardo. Talleres Gráficos del Gobierno del
Estado, Guanajuato 2003, p 54.
(4) Rionda Arreguín Isauro. Don Miguel Hidalgo y Costilla en la Intendencia de Guanajuato. Archivo General del
Gobierno del Estado de Guanajuato, México, 2003, pp. 75 y 76, y 113.
(5) Ibarra Grande Jesús Pbro. Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas. México, 1989, p. 199
(6) Alamán Lucas. Historia de México. Editorial Jus, V. I, México 1972, p. 244.
(7) Rionda Arreguín Isauro. Op. cit., p. 241.
(8) Idem., p. 244.
(9) Alamán Lucas, op. cit., p.289
(10) AGN. Operaciones de Guerra, V. 142, exp. 46. f. 74
(11) Alamán Lucas, op. cit., p. 387.
(12) Ibarra Grande Jesús Pbro., op. cit., p. 202.
(13) Velázquez, Primo Feliciano. Historia de San Luis Potosí. Archivo Histórico del Estado de S.L.P./Academia de historia
potosina, México, 1982, Cap. LXII, pp. 73 y 74.
(14) Archivo General de la Nación. Operaciones de Guerra, Vol. 136., sin exp., f. 33 a 34v.
(15) Velázquez, Primo Feliciano, op. cit., cap. LXV, p. 117
(16) Alamán Lucas, op. cit., tomo IV, p. 166.
182
(17) Idem, p. 176.
(18) Idem, p. 177
(19) Idem, p. 318
(20) Idem, p. 317 y 318.
(21) Idem.
(22) Aguirre Jesús T. Apuntes para monografía
(23) Vázquez, Zoraida Josefina. Una historia de México. Editorial Patria/ SEP, México,1995, p. 243.
(24) Alamán Lucas, op. cit., p. 341
(25) Idem, pp,341 y 342.
(26) Ibarra Grande Jesús. Jaral de Berrio y su Marquesado. Alfa Color, México, 2002, p. 234.
(27) Alamán Lucas, op. cit., pp. 342 y 343.
(28) Idem, p. 347.
(29) Idem, p.347.
(30) Idem, p.361
(31) Proclama con que Iturbide anunció el Plan de Iguala
(32) Alamán Lucas, po. Cit, Vol. V, p. 172
(33) Rionda Arreguín Isauro. Pedro Moreno y Francisco Javier Mina y los Fuertes del Sombrero y los Remedios en la
insurgencia guanajuatense, 1817, p. 31.
Capítulo V. México independiente.
(1) Ward George. México en 1827. Fondo de Cultura económica, México, 1995, pp. 578 y 579.
(2) Monroy Castillo, María Isabel y Calvillo Unna, Tomás. Del estruendo de la guerra al Estruendo de la Máquina,
México, Fideicomiso Historia de las amécias, Colegio de San Luis Potosí, FCE.
(3) Romero, José Guadalupe. Noticias para formar la Historia y la Estadística del obispado de Michoacán (Estado de
Guanajuato), pp. 122-124.
(4) Ibarra Grande Jesús. La Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas. México, 1989, p. 233.
(5) Idem, p. 234
(6) Idem, p. 239 y 240.
(7) Archivo parroquial, San Felipe, Gto.
(8) Ibarra Grande Jesús, op. cit., pp. 249 y 250
(9) González, Pedro. Geografía local del Estado de Guanajuato. Ediciones La Rana, México 2004, p. 474
(10) Archivo parroquial, San Felipe, Gto.
(11) Ibarra Grande Jesús, op. cit., p. 245
(12) Idem, p, 247
(13) Idem, p. 248
(14) “Feria regional de San Miguel y de la alfarería”. Revista conmemorativa CDXXV Aniversario de la fundación de San
Felipe, Gto., p. 36
(15) “La corrida de San Miguel”. Revista 435 aniversario de la fundación de San Felipe Torres Mochas Guanajuato H.
Ayuntamiento '95-'96. San Felipe Gto, 1997, p. 59
(16) Gutiérrez, José Antonio. El pasado en el presente de Ocampo. Ediciones Acento, México, 2000, p. 95
(17) Aguirre, T Jesús. “Torres Mochas, províncialísimo apellido de San Felipe”. HORIZONTE, San Felipe, Gto., Edición
Extraordinaria, 11-12, México, Septiembre 1945, p. 11.
(18) Ibarra Grande Jesús. Op. cit., pp. 259 y 260.
(19) Idem, p. 262.
(20) Idem,
(21) Ibarra Grande, Jesús. Jaral de Berrio y su Marquesado. Alfa Color, México, 2002, pp. 326-329.
(22) Archivo Histórico del Estado de Guanajuato. Diario Oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato
(23) Moreno, Manuel M. Guanajuato cien años de historia. Gobierno del Estado de Guanajuato. México, 1989 p. 57.
Capítulo VI. La Revolución.
(1) González, Pedro. Geografía local del Estado de Guanajuato. Ediciones La Rana / Instituto Estatal de la Cultura de
Guanajuato, México, 2004, pp. 473-475.
(2) Guzmán Romero, Enrique. Historia Gráfica y su Gente de San Felipe Torres Mochas 1903-1962, p. 12.
183
(3) González, Pedro, op. cit., pp. 475 y 476.
(4) Información tomada de González, Pedro, p. 477 y de Guzmán Romero, Enrique de su Historial oral recopilada en
1987. (5) Idem.
(6) Guzmán Romero Enrique. Historia oral recopilada en 1987.
(7) González, Pedro, op. cit. pp. 473-475.
(8) Guzmán Romero, Enrique. Historia oral, recopilación, 1987.
(9) Regeneración, Periódico Independiente de Combate. Directores: Flores Magón, Enrique y Flores Magón Ricardo,
Tomo II- Num. 27, Ediciones Gobierno del Estado de Guanajuato, 1ª. Edición, junio de 1979.
(10) Moreno Manuel M. Guanajuato Cien Años de Historia. Gobierno del Estado de Guanajuato, Autores de Guanajuato,
México 1989, pp. 76 y 77.
(11) Idem, p. 77.
(12) López, Chantal y Cortés Omar. Cronología de Praxedis G. Guerrero. http // www. Antorcha.net / biblioteca_ virtual.
(13) Guerrero, Praxedis G. Pensamientos, publicado en periódico “Regeneración” No. 25 del 18 de febrero de 1911.
(14) Flores Magón, Ricardo. Artículo publicado en el periódico “Regeneración” del 14 de enero de 1911
(15) Moreno Manuel M., op. cit., p. 146.
(16) Idem.
(17) Archivo Municipal de San Felipe. Documentos Libro copiador 1911, Informe al ciudadano Secretario de Estado y del
Despacho de Gobernación, México D.F.
(18) Idem.
(19) Idem.
(20) Archivo Municipal de San Felipe. Documentos Libro copiador 1911 (correspondencia general)
(21) Idem.
(22) Archivo Registro civil de San Felipe. Acta de nacimiento de María Altagracia de los Ángeles Campuzano.
(23) Archivo Municipal de San Felipe. Documentos Libro copiador 1911 (correspondencia)
(24) Idem.
(25) Idem.
(26) Idem.
(27) Guzmán Romero, Enrique. Historia oral, recopilación, 1987.
(28) Moreno Manuel M. Op. cit, p. 179.
(29) Rodríguez Salvador. Relato del “Cuartelazo Municipal” dado al H. Ayuntamiento de Cd. González por el esbirro
huertiano capitán Ramón Velarde en el año de 1913, pp. 8 y 18.
(30) Idem.
(31) Artículo periodístico: “San Luis de la Paz y sus hombres”.
(32) Moreno Manuel M, op. cit., p. 188.
(33) Ibarra Grande Jesús, op. cit., pp. 307 y 308.
(34) Moreno Manuel M., op. cit., p. 208.
(35) Ibarra Grande, Jesús, op. cit. P. 479.
(36) Idem, p. 480.
Capítulo VII. San Felipe postrevolucionario.
(1) Moreno Manuel M. Guanajuato Cien Años de Historia. Gobierno del Estado de Guanajuato. México, 1989, p. 235.
(2) Archivo Municipal San Felipe Gto., Gobierno y Justicia 1914-1916.
(3) Idem.
(4) Moreno Manuel M, op. cit., p. 236.
(5) Archivo Municipal San Felipe Gto., Gobierno y Justicia 1914-1916.
(6) Idem.
(7) Idem.
(8) Idem.
(9) Idem.
(10) Ibarra Grande Jesús. La Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas. México, 1989, p. 467.
(11) Guanajuato en la Vos de sus Gobernadores, Compilación de Informes de Gobierno 1917-1991, V.I. Talleres Gráficos
del Estado, México 1991, pp. 92 y 93.
(12) Ibarra Grande Jesús, op. cit., p. 480 y 481.
(13) Guzmán Romero Enrique. Historia Gráfica y su Gente de San Felipe Torres Mochas 1903-1962, p. 47
184
(14) Paz Paredes, Margarita. “Señales”. Editorial Oasis, segunda edición, México, 1972, p. 8.
(15) Paz Paredes Margarita.“Otra vez la Muerte”. Firmamento, México 1976.
(16) Paz Paredes, Margarita. “Puerta de Luz Liquida, poemas del espejo”. Ediciones Master, México 1978, p. 8.
(17) Paz Paredes, Margarita. “Memorias de Hospital & Presagio”. Editorial Miguel Ángel Porrúa. México 1983, p. 8.
(18) Ibidem, p. 45.
(19) “Han sido reeditados poemas de Margarita Paz en México y Centroamérica”. http://www.e-
mexxico.gob.mx/wb2/eMex, (24 agosto 2009)
(20) Paz Paredes, Margarita. “Litoral del tiempo”. Ediciones La Rana, México 2006, p. 33 y 34.
(21) Guanajuato en la Vos de sus Gobernadores, op. cit., V. I., pp. 258 y 259.
(22) Vázquez, Josefina Zoraida. Una historia de México. SEP, Editorial Patria, México 1996, p. 374
(23) Ibarra Grande, Jesús, op. cit., p. 322.
(24) Meyer, Jean. La Cristiada. Siglo Veintiuno Editores, primera edición, México 1973, p 180.
(25) Espinosa Díaz, Luis Humberto. “Por un reinado completo no a medias: José de León Toral”.
http://www.uag.mx/item/jun04
(26) Ibarra Grande, Jesús, op. cit., p.324
Capítulo VIII. Los años 30's.
(1) Guanajuato en la Vos de sus Gobernadores, Compilación de Informes de Gobierno 1917-1991, V.I. Talleres Gráficos
del Estado, México 1991, p. 39.
(2) Información tomada basicamente de Ibarra Grande, Jesús Pbro.,“La Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas.
México, 1989, capítulos 48,49 y 50, a menos que se especifique lo contrario.
(3) Vázquez, Josefina Zoraida. Una historia de México. SEP, Editorial Patria, México 1996, p. 379.
(4) Guzmán Romero, Enrique. Historia Gráfica y su Gente de San Felipe Torres Mochas 1903-1962. México, 2005, p. 118.
(5) Idem, p. 119.
Capítulo IX. San Felipe en los años cuarenta.
(1) Ibarra Grande, Jesús. La Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas. México, 1989, p. 373.
(2) Idem, p. 374.
(3) Guanajuato en la Vos de sus Gobernadores, Compilación de Informes de Gobierno 1917-1991, V.I. Talleres Gráficos
del Estado, México 1991, p. 639.
(4) Revista HORIZONTE, San Felipe, Gto.,Edición Extraordinaria, 11-12, México, Septiembre 1945, p 3.
(5) Idem, p. 6
(6) Guzmán Romero, Enrique. Historia Gráfica y su Gente de San Felipe Torres Mochas 1903-1962. México, 2005, p. 118.
(7) Guanajuato en la Vos de sus Gobernadores, op. cit., p. 725.
(8) Gutiérrez, José Antonio. El pasado en el presente de Ocampo. Acento Ediciones, México, 2000, p. 142
(9) Guanajuato en la Voz de los Gobernadores, op. cit. p. 727.
Capítulo X. San Felipe en los años cincuenta.
(1) Ibarra Grande, Jesús. La Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas. México, 1989, p. 407.
(2) “EL ESCUDO DE SAN FELIPE”. Revista Pinceladas de San Felipe, San Felipe Gto., Num. 2, 20 de diciembre de 1952.
(3) Guanajuato en la Vos de sus Gobernadores, Compilación de Informes de Gobierno 1917-1991, Tomo II. Talleres
Gráficos del Estado, México 1991, p. 931.
(4) La Voz de San Felipe. Publicación Mensual, Num. 22, Noviembre 31 de 1957, p. 1
(5) Idem, Num. 88, 30 de mayo de 1963, pp. 1 y 4-7.
(6) Idem, Num. 32, 1º. de septiembre de 1958, p. 10
(7) Idem, p. 9
(8) Idem, Num 41, 30 de junio de 1959, pp. 1 y 7.
Capítulo XI. San Felipe en los años sesenta.
(1) Ruiz M, Ignacio. “Nuestro Municipio frente al problema de la sucesión edilicia”. La Voz de San Felipe, Num. 51, abril
30 de 1960, p. 2.
185
(2) “Obras Realizadas del Primero de Enero al Treinta de junio”. La Voz de San Felipe, Num. 65, 30 de junio de 1961, p. 1.
(3) “Falta de Responsabilidad”. La Voz de San Felipe, Num. 68, 30 de septiembre de 1961, p. 4 y Num. 70, 30 de noviembre
de 1961, p.8.
(4) Ibarra Grande, Jesús. La Villa y Ciudad de San Felipe Torres Mochas. México, 1989, p. 410.
(5) “Trágico día 20 de Noviembre en San Felipe Torres Mochas”. La Voz de San Felipe, Num. 82, 30 de noviembre de 1962,
p. 2.
(6) Ibarra Grande, Jesús, op. cit., pp. 420 y 421.
(7) “Editorial”. La Voz de San Felipe, Num. 96, 31 de Enero de 1964, p. 3.
(8) “Los Platillos Voladores Visitan San Felipe”, op. cit., Num 116, 31 de sept. De 1965.
(9) “Con los Ciclones de Cada Diez Años es Cuando le Llega Suficiente Agua a San Felipe”. La Voz de San Felipe, Num.
140, 30 de Sept. de 1967, p. 9.
(10) “Cuento que es Realidad en la Vida de la Mujer”. La Voz de San Felipe, Num. 145, 29 de febrero de 1968, p. 6.
(11) La vos de San Felipe, Num. 150, 31 de Julio de 1968, p. 3. y Num. 151, 31 de Agosto de 1968, p. 3
(12) “Agradecimiento del C. Presidente de la República D. Gustavo Díaz Ordaz a la agrupación Factores Sanfelipenses
Unidos”. La Voz de San Felipe, Num. 152, 30 de Sept. de 1968, p. 1.
BIBLIOGRAFÍA
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- Paz Paredes, Margarita. “Memorias de Hospital & Presagio”. Editorial Miguel Ángel Porrúa. México 1983.
- Paz Paredes, Margarita. “Litoral del tiempo”. Ediciones La Rana, México 2006.
- Rionda Arreguín Isauro. Don Miguel Hidalgo y Costilla en la Intendencia de Guanajuato. Archivo General del Gobierno
del Estado de Guanajuato, México, 2003.
- Rionda Arreguín Isauro. Pedro Moreno, Francisco Javier Mina y los Fuertes del Sombrero y los Remedios en la
insurgencia guanajuatense, 1817. Talleres de Imprenta y Papelería Germaz, México, 2000.
- Rodríguez Salvador. Relato del “Cuartelazo Municipal” dado al H. Ayuntamiento de Cd. González por el esbirro
huertiano capitán Ramón Velarde en el año de 1913, sin fecha de edición.
- Romero, José Guadalupe. Noticias para formar la Historia y la Estadística del obispado de Michoacán (Estado de
Guanajuato), Gobierno del Estado de Guanajuato, México.
- Velázquez, Primo Feliciano. Historia de San Luis Potosí. Archivo Histórico del Estado de S.L.P./Academia de historia
potosina, 4 vols. México, 1982.
- Vázquez, Zoraida Josefina. Una historia de México. Editorial Patria/ SEP, México,1995.
- Vidaurri Aréchiga, José Eduardo. Cabalgata por la Ruta de la Independencia. Talleres Gráficos del Gobierno del Estado,
Guanajuato 2003
- Ward, Henry George. México en 1827. Fondo e Cultura económica, México, 1995.
187
PERIÓDICOS Y REVISTAS
- Periódico La Voz de San Felipe. Publicación Mensual
- Periódico Regeneración, Periódico Independiente de Combate. Directores: Flores Magón, Enrique y Flores Magón
Ricardo, Tomo II- Num. 27, Ediciones Gobierno del Estado de Guanajuato, 1ª. Edición, junio de 1979.
- Revista conmemorativa CDXXV Aniversario de la fundación de San Felipe, Gto.,
- Revista 435 aniversario de la fundación de San Felipe Torres Mochas Guanajuato H. Ayuntamiento '95-'96. San Felipe Gto,
1997.
- Revista HORIZONTE, San Felipe, Gto., Edición Extraordinaria, México, 1945.
- Revista Pinceladas de San Felipe, San Felipe Gto., 1952.
ARCHIVOS
- Archivo General el Gobierno del Estado de Guanajuato. Mortalidad Anual en San Felipe 1700-1749 y 1750-1797
-Archivo General de la Nación (AGN). Grupos documentales: General de partes, indios, operaciones de guerra, padrones.
- Archivo Histórico del Estado de Guanajuato.
- Archivo Municipal de San Felipe, Gto.
- Archivo parroquial de San Felipe, Gto.
- Archivo Registro civil de San Felipe.
OTROS
- Aguirre Jesús T., Apuntes para monografía
-Espinosa Díaz, Luis Humberto. “Por un reinado completo no a medias: José de León Toral”.
http://www.uag.mx/item/jun04
- “Han sido reeditados poemas de Margarita Paz en México y Centroamérica”. http://www.e-mexxico.gob.mx/wb2/eMex,
(24 agosto 2009)
- López, Chantal y Cortés Omar. Cronología de Praxedis G. Guerrero. http // www. Antorcha.net / biblioteca_ virtual.
- Zepeda García Moreno, Gabriela. Informe de la visita de inspección Sitio Arqueológico Las Placitas, San Vicente. Abril
2007.
188
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................... 5
CAPÍTULO I
ÉPOCA PREHISPÁNICA
Los primeros pobladores…………………………………….….……........................................................... 9
Los chichimeca....................................................................................................................... 10
El Río de las Cocinas y los Ojos Zarcos……………………....……................................................... 13
CAPÍTULO II
LOS ESPAÑOLES
Fundación de San Felipe…………………………………………………….…..……………….……....………................. 17
Presidio de San Felipe, el Señor de la Conquista y fin de la Guerra Chichimeca……..….……... 20
CAPÍTULO III
ÉPOCA COLONIAL
Litigio territorial con San Luis Potosí, visitas pastorales, parroquia de San Felipe Apóstol, el
mote de “Torres Mochas” y otros nombres de San Felipe......................................................... 27
La rebelión de Asensio Martín.................................................................................................. 31
Don Miguel Hidalgo párroco de San Felipe Torres Mochas.……...........….................................. 35
CAPÍTULO IV
LA INDEPENDENCIA EN SAN FELIPE
189
CAPÍTULO V
MÉXICO INDEPENDIENTE
CAPÍTULO VI
LA REVOLUCIÓN
CAPÍTULO VII
SAN FELIPE POSTREVOLUCIONARIO
El Mayor Bulmaro………………………............................................................................................. 93
La influenza española, don Miguel Villanueva y Margarita Paz Paredes............................... 97
Margarita Paz Paredes.................................……………………………………………................................. 102
La Cristiada en San Felipe........................................................................................................ 106
CAPÍTULO VIII
LOS AÑOS 30'S
CAPÍTULO IX
SAN FELIPE EN LOS AÑOS CUARENTA
La Olla..........................................………………............................................................................. 130
Cristina Pacheco....................................................................................................................... 130
Congreso Eucarístico........................................................................……………………………............ 131
190
"Horizonte" y Periódicos y revistas del siglo XX……………....………............................................ 133
Juego sin hit ni carrera.……………………………………………................................................................. 138
Don José Velázquez Orozco y Pablo Hernández Ortiz.……….……….......................................... 140
CAPÍTULO X
SAN FELIPE EN LOS AÑOS CINCUENTA
Don Carlos Acosta, Dr. Alfonso Myers y La Casa Hidalgo o Francia Chiquita…................... 146
Don David Hernández Chávez................................................................................................ 151
CAPÍTULO XI
SAN FELIPE EN LOS AÑOS SESENTA
EPÍLOGO......……………………………………………………................……………………………............................. 179
NOTAS........………….............................................……………………………………………………………………….. 181
BIBLIOGRAFÍA…….............................................………………………………………………………..……….….. 187
ÍNDICE........………….............................................…......…………………………………………………………….. 189
191
San Felipe, Crisol de la Independencia,
editado por la Comisión Estatal para la Organización de la Conmemoración del Bicentenario
del inicio del movimiento de Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana
del Gobierno del Estado de Guanajuato, se terminó de imprimir en el mes de Julio de 2010,
en Padilla Hnos. Impresora Oceano Indico 501 Col. Lindavista, Leon, Gto.
La edición consta de 1ooo ejemplares.