RESEÑA - La Construccion Del Sexo - Thomas Laqueur
RESEÑA - La Construccion Del Sexo - Thomas Laqueur
RESEÑA - La Construccion Del Sexo - Thomas Laqueur
Thomas Laqueur
El autor comienza contando una historia sobre un monje que asistió al funeral de una bella joven,
esa noche lo dejaron a cargo del cuidado de la difunta, en un momento se acercó al ataúd y
cautivado por su hermosura cometió necrofilia. El monje, avergonzado, dejó la ciudad a la mañana
siguiente, luego de un tiempo volvió a la ciudad y se encontró con la sorpresa de que aquella joven
estaba viva y embarazada. (luego todos vivieron felices para siempre).
A raiz de esta historia (supuestamente real) surgieron dos versiones: 1- Era un fraude, la muerte
fue fingida para escapar de la culpabilidad. 2- en 1836 se consideró como real, pero probando esta
vez que el orgasmo era innecesario para la concepción, la mujer no necesita sentir placer ni estar
consciente para quedar embarazada.
Hacia fines de la ilustración, la ciencia médica dejó de considerar el orgasmo femenino como
hecho relevante para la generación. La concepción podía tener lugar directamente, sin signos
reveladores ni conciencia. Se erradicó la antigua sabiduría de "nada mortal llega a existir sin el
placer" (orgasmo relegado a una mera sensación , prescindible). Esta independencia entre
generación y placer creó un espacio en el que la naturaleza sexual de las mujeres podía ser
redefinida, debatida, limitada o negada.
En la psicología contemporánea se da la inversión de las ideas pre ilustradas que habían asociado
amistad a hombres y sexualidad a mujeres. Ahora la vida sexual de la mujer podría transcurrir
insensiblemente frente a los placeres carnales. La ausencia de orgasmo se convirtió en un
indicador biológico de la diferencia sexual. Ésta llevo a una reinterpretación del cuerpo femenino
en relación al masculino.
Durante miles de años se dijo que las mujeres tenían los mismos genitales que los hombres, solo
que estaban al interior del cuerpo, retenidos, a la inversa (hasta el siglo XVIII no habían palabras
para designar a los órganos del aparato reproductor femenino)
Hacia 1800 escritores de toda índole basaron las diferencias entre hombre y mujer basándose en
distinciones biológicas observables.. A fines del siglo se dijo q la nueva diferencia no podía
demostrarse en los cuerpos visibles, sino en los elementos microscópicos que los constituían,
elementos q determinaron diferencias irreductibles entre los sexos y el lugar de cada uno en la
sociedad (células masculinas: catabólicas, consumen energía. Cél femeninas: anabólicas,
almacenan y conservan energía). Estas formulaciones sugieren un aspecto del cambio en el
significado de la diferencia sexual.
La cultura cambió el cuerpo, que a la sensibilidad moderna le parece tan acabada, autárquico y
fuera del alcance de significado.
El los textos pre ilustrados e incluso en posteriores, el sexo o el cuerpo sea entendido como el
epifenómeno , mientras que el género serpia algo primario, real. El género (Hombre, mujer)
interesaba mucho y formaba parte del orden de las cosas: el orden era lo convencional. En un
comienzo, sexo y género estaban vinculados en el modelo de sexo único dentro de un círculo de
significados desde el cual era imposible escapar a un sustrato biológico. Ser hombre o mujer era
tener un rango social, un lugar en la sociedad, asumir un rol cultural, no ser orgánicamente uno u
otro.
Augus Maclaren: (s. XVIII): No había valoración de los derechos de placer sexual de la mujer,
fueron minimizadas como consecuencia de la elaboración de modelos sofisticados de
reproducción.
El cambio más general en la interpretación de los cuerpos del hombre y la mujer no puede
deberse al próximo sistema científico. Las oposiciones constantes entre mujer y género han estado
claras desde el principio de los tiempos.
Los progresos del s. XIX en anatomía de desarrollo, subrayan los orígenes comunes de ambos
sexos en un embrión morfológicamente andrógeno, por lo tanto, sin diferenciación intrínseca.
Las nuevas formas de interpretar el cuerpo eran resultados de dos desarrollos más amplios desde
una perspectiva analítica.
Este libro trata de la construcción del sexo, no del género (aquí se quiere demostrar que casi todo
lo que se desea decir sobre el seco ya ha sido reivindicado para el género. El sexo, depende de su
situación; solo puede explicarse dentro del contexto de las batallas en torno al género y el poder.
Al margen de aquellas que eliminan el género afirmando que las diferencias culturales son
realmente naturales, ha habido una poderosa tendencia a vaciar el sexo de contenido, afirmando
que las diferencias naturales son realmente culturales (por el contenido)
La creencia, según Ruth Bleier, aprecia equivocadamente las atribuciones del género como
categorías naturales para las que son apropiadas e incluso necesarias las explicaciones biológicas.
El sexo parece desmoronarse, aquello sobre lo que la gente parecía tener opiniones. El cuerpo
reaparece, incluso entre quienes vuelven su atención al lenguaje, el poder y la cultura.
El hecho de que el dolor y la injusticia tengan género y correspondan a signos corporales del sexo
es precisamente lo que confiere importancia a una consideración sobre la construcción del sexo.
Se han hecho claros progresos en la comprensión del cuerpo humano en general y, en particular,
de la anatomía y fisiología de la reproducción. La ciencia moderna y las mujeres modernas son
mucho más capaces de predecir la probabilidad cíclica del embarazo de lo que lo fueron sus
abuelas. La menstruación ha resuelto ser un proceso fisiológico distinto de una hemorroides
sangrante (contrario al pensamiento del s XVIII) y los testículos son distintos de los ovarios.
Cualquier historia de la ciencia debe reconocer esos éxitos innegables y los compromisos que los
hicieron posibles.
La ciencia no se limita a investigar, ella misma genera la diferencia que explora en el libro: la de la
mujer en relación al hombre.
Barbara Johnson: "La diferencia sexual parece estar ya presente en como construimos el
significado; forma ya parte de la lógica que preside la escritura. A través de la literatura se
confieren contenidos. Los textos generan la diferencia sexual y las actitudes hacia esta diferencia
generan textos".
Laqueur: - No existe una serie de hechos acerca del seco históricamente dada que explique como
la diferencia sexual era realmente comprendida en ese momento histórico. Ninguna serie de
hechos implica una justificación concreta de la diferencia.
- Puedo ofrecer materiales que muestran hasta que punto las nociones previas de diferencia e
identidad determinan lo que se ve y lo que se cuenta del cuerpo. El hecho de q grandes
anatomistas persistieron en considerar la vagina como una versión interna del pene sugiere que
cualquier signo de diferencia depende de la teoría subyacente o del contexto para ver si se
aprueba o no como prueba.
No hay representación "correcta" de las mujeres en relación a los hombres, toda la ciencia de la
diferencia es errónea. La idea de que la mujer es lo que es a causa de su útero no es ni más ni
menos cierta que la idea subsiguiente de que es lo que es a causa de sus ovarios.
Cuerpo femenino es problemático, inestable, que o bien es una versión algo completamente
diferente de una cuerpo masculino generalmente estable y no problemático.
Laqueur: "Mi intención es mostrar como una biología de la jerarquía en la que hay un sexo único,
una biología de la inconmensurabilidad entre dos sexos y la idea de que no hay una diferencia
sexual públicamente relevante. o de que no hay sexo, han restringido la interpretación de los
cuerpos y las estrategias de la política sexual durante cerca de 2000 años.
Este capítulo intenta entender gestos corporales de un mundo donde dos géneros
corresponden a un solo sexo.
Como se concebía el cuerpo de sexo único (un sexo- una carne) el cual domino el
pensamiento sobre la diferencia sexual desde la antigüedad hasta fines del siglo XVII.
En este contexto, imaginar a las mujeres como hombres era algo natural
Los órganos genitales del hombre se usaban para tratar de entender la anatomía femenina:
Pene= seria el cuello del útero y la vagina. Es decir, si el pene se invierte hacia adentro, puede dar
forma al útero los testículos serían los ovarios.
GALENO (un científico de la época) hace una comparación entre los órganos genitales y los topos.
Topos: tienen ojos pero no pueden ver ya que no sobresalen, los tienen cerrados.
Genitales femeninos: “ no se abren” quedan cerrados, siendo imperfectos por no
exteriorizarse como los genitales masculinos
Este loco dice que el calor es el instrumento primario de la naturaleza (algo así como lo q hace
funcionar todo) dice que las mujeres tienen ausencia de calor por eso son imperfectas y no se
desarrollan bien.
ARISTOTELES
Plantea que las construcciones sociales del genero eran verdades “naturales”
Es decir, la división del trabajo o los roles específicos serian cosas establecidas de forma
natural
Sexo= existía con el fin de la generación, reproducción
Según Aristóteles, El alma (lo que daba la vida al nuevo ser humano) era transmitida por el
hombre.
GRIEGOS
Su fisiología distinguía entre pene y vagina como cosas distintas, sin embargo,
consideraban a la mujer inferior al hombre.
La mujer y el hombre poseen “semillas” que engendran
La semilla del hombre es más poderosa, porque si no la mujer podría engendrar sola sin
necesitar al hombre.
La construcción del sexo único no era satisfactoria, era poco precisa.
Se tenían dudas sobre si la mujer poseía semilla para la concepción
ARISTOTELES
Planteaba que el esperma del hombre es lo que le otorga su capacidad para gobernar. Lo
constituye como un ser racional y superior
Se asociaba el poder de los hombres como una característica adscrita (natural)
A la mujer la define como la falta de capacidad biológica, falta de autoridad y legitimidad.
Una versión impotente del nombre
SIGLO XIX
Se comprende que la unión de dos células (ovulo y esperma) dan lugar a la concepción
FREUD
EL MODELO UNISEXO
A pesar de los cambios históricos y culturales de la sociedad este modelo se mantuvo hasta el siglo
XVII por: