Elena de White practicó el vegetarianismo pero no de forma estricta. Comió carne ocasionalmente en situaciones de emergencia como viajes largos donde no había comida vegetariana disponible. Promovió el vegetarianismo como una dieta más saludable pero no lo vio como un requisito obligatorio. Su práctica personal fue consistente con sus enseñanzas sobre una dieta basada principalmente en vegetales pero que permitía el consumo ocasional de carne bajo circunstancias inusuales.
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Elena de White practicó el vegetarianismo pero no de forma estricta. Comió carne ocasionalmente en situaciones de emergencia como viajes largos donde no había comida vegetariana disponible. Promovió el vegetarianismo como una dieta más saludable pero no lo vio como un requisito obligatorio. Su práctica personal fue consistente con sus enseñanzas sobre una dieta basada principalmente en vegetales pero que permitía el consumo ocasional de carne bajo circunstancias inusuales.
Descripción original:
que realmente dijo elena white fundadora de la iglesia adventista del vegetarianismo
Elena de White practicó el vegetarianismo pero no de forma estricta. Comió carne ocasionalmente en situaciones de emergencia como viajes largos donde no había comida vegetariana disponible. Promovió el vegetarianismo como una dieta más saludable pero no lo vio como un requisito obligatorio. Su práctica personal fue consistente con sus enseñanzas sobre una dieta basada principalmente en vegetales pero que permitía el consumo ocasional de carne bajo circunstancias inusuales.
Elena de White practicó el vegetarianismo pero no de forma estricta. Comió carne ocasionalmente en situaciones de emergencia como viajes largos donde no había comida vegetariana disponible. Promovió el vegetarianismo como una dieta más saludable pero no lo vio como un requisito obligatorio. Su práctica personal fue consistente con sus enseñanzas sobre una dieta basada principalmente en vegetales pero que permitía el consumo ocasional de carne bajo circunstancias inusuales.
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QUIERO SABER / ESPÍRITU DE PROFECÍA - Enero 2008
Elena de White y el vegetarianismo
)Fue vegetariana Elena de White?
Responde DANIEL OSCAR PLENC director del Centro de Investigaciones White en la Argentina.
Existe, en los archivos del Centro de Investigación White, un buen documento
titulado AElena de White y el vegetarianismo: )Practicó ella lo que predicó?@ Una síntesis de este material escrito por el Dr. Roger W. Coon se presenta aquí, en beneficio de los lectores de la Revista Adventista. Un complemento excelente puede leerse en el apéndice AExperiencia personal de Elena G. de White como reformadora en pro de la salud@, del libro Consejos sobre el régimen alimenticio. Por el año 1908, cuando la Sra. de White vivía, se iniciaron cuestionamientos referidos a una presunta falta de armonía entre lo que ella enseñaba sobre el vegetarianismo y lo que practicaba en su vida privada. Se la acusó de haber enseñado un régimen alimentario sin carne mientras que, al mismo tiempo, consumía carnes limpias e inmundas en los siguientes treinta años. El conocido crítico D. M. Canright aseveró haber visto a los esposos White comer carne de cerdo en su propio hogar. Siendo que Canright entró en contacto con los White en 1859, su afirmación podría aceptarse como verdadera. Jaime White lo había adoctrinado y bautizado. En adelante, Canright visitó con frecuencia la casa de los White. No fue sino hasta cuatro años más tarde que Elena de White recibió la primera visión acerca de la reforma pro salud y comenzó a abstenerse de la carne en general y del cerdo en particular. Es muy probable que antes de esto ella comiera cerdo, y pudo haberlo servido en su mesa. También es verdad que los White abandonaron el consumo de cerdo al recibir luz sobre el particular. Una acusación similar realizó Fanny Bolton al afirmar que, a escondidas, Elena de White comía ostras crudas con vinagre, pimienta y sal. Fannie Bolton también informó que, durante un viaje en ferrocarril, la Sra. de White comió bistec. Es verdad que, en ocasión de un retrasado viaje de muchos días desde Battle Creek, Michigan, hasta Oakland, California, los alimentos escasearon y en una parada Guillermo White descendió del tren y compró un pedazo de carne de novillo recién faenado que les sirvió de alimento. Las palabras del pastor Guillermo White son esclarecedoras: ADurante años, los miembros de la familia White hemos sido vegetarianos, pero no abstemios totales. Siempre hemos considerado que, en casos de emergencia, es justificable consumir carnes limpias en pequeñas cantidades [...]. Este (caso) ocurrió unos ocho o nueve años antes de que la Hna. White decidiera, durante el encuentro campestre de Melbourne (Brighton, enero de 1894), abandonar definitivamente el consumo de carnes [...]@. AUsted encontrará en los escritos de la Hna. White varios pasajes en los que ella afirma que la carne no se sirve en nuestra mesa, algo que era cierto. No obstante, durante cierto número de años, las raras ocasiones en las que pequeñas raciones de carne fueron servidas ocurrieron porque se lo consideró una emergencia@ (Carta de W. C. White, del 24 de agosto de 1933). Las primeras revelaciones otorgadas a Elena de White no tuvieron que ver con la salud o el vegetarianismo. La primera visión relacionada con la salud fue dada el 21 de octubre de 1848. Pero la visión completa sobre la reforma pro salud fue dada el 6 de junio de 1863. Para 1844, la salud de Elena era muy frágil. Sufría languidez estomacal, desvanecimientos, pérdida del apetito y debilidad progresiva. En esa época, ella se describió a sí misma como Auna gran consumidora de carne@, y consideraba la carne como su Aprincipal artículo alimenticio@. La Sra. de White entendió las instrucciones recibidas en 1863 como una Agran luz del Señor@, que aceptó Atal y como me fue dada@. Desde entonces, dijo, Ahe dejado el uso de la carne@. No hubo dilación. ADe inmediato eliminé la carne de mi menú@. Estos decisivos cambios la favorecieron personalmente. En 1909, cuando contaba con 82 años, expresó: ATengo mejor salud ahora, a pesar de mi edad, de la que tuve en mis días más jóvenes@. El abandono de la carne significó para ella Auna batalla especial@. En 1864 dijo que había vivido Asin carne por casi un año entero@. Cinco años después escribió a su hijo Edson: AEn lo tocante a la dieta, hemos seguido estrictamente la luz que el Señor nos ha dado [...]@ (Carta 5, 1869). En 1870 afirmó: ANo he cambiado mi conducta ni en un ápice desde que adopté la reforma pro salud. No he dado ningún paso de retroceso desde que la luz del Cielo sobre este tema brilló por primera vez en mi camino. Abandoné todo de inmediato [...]@. )Significa esto que nunca más probó un pedazo de carne? No; tampoco trató de ocultarlo. En 1890, escribió: ACuando yo no podía obtener el alimento que necesitaba, a veces he comido un poco de carne [...]@ (Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 472). En 1901, ella habló de ocasiones en las que Ame veía obligada a comer un poco de carne@. Pero esas ocasiones en que comió carne fueron excepciones a su práctica habitual. Especialmente ocurría durante los viajes. En sus amplias giras misioneras dependía de sus anfitriones, que no siempre pudieron proveerle una alimentación vegetariana. Los medios de transporte de la época producían dificultades a la hora de prescindir de la carne como alimento. A veces, las dificultades tenían que ver con su presencia en regiones lejanas o aisladas. En un campamento realizado en un lugar remoto de las montañas de Colorado, cuando se estaban quedando sin provisiones, un cazador le compartió carne de venado y Willie mató un pato para suplir la necesidad (Manuscrito 11, 1873). Cinco años más tarde, en la misma región, Guillermo tuvo que pescar y cazar para obtener alimentos (Carta 1, 1878). En la Navidad de 1878, en una zona pobre de Texas, los White comieron carne de venado junto a una familia indigente, y todos lo disfrutaron mucho (Carta 63, 1878). Muchos años después, en Australia, no sintió que era su deber sermonear a familias numerosas y pobres por alimentarse con pan y sopa de carne (Carta 76, 1895). A veces, en la propia casa de los White se debió abandonar durante unos días la comida vegetariana, cuando llegaba una nueva cocinera que aún no sabía cocinar de otra manera. Hubo instancias en las que usó By permitió el usoB de carne bajo situaciones de emergencia médica. Escribe Elena de White: AUn régimen de carne no es el más sano, y sin embargo yo no asumiría la posición de que la carne debe ser descartada por todos. Los que tienen órganos digestivos debilitados pueden a menudo usar carne, cuando no pueden comer legumbres, hortalizas, frutas o gachas@ (Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 472). Durante un encuentro campestre realizado en Brighton, Australia, en 1894, la Sra. de White asumió una postura más estricta respecto de la carne. Decidió eliminarla absolutamente, dentro o fuera de su casa. Para ratificarlo, escribió y firmó un compromiso formal Ade no comer más carne@ (Carta 76, 1895). Dos años más tarde, afirmó: ANi una partícula de carne se coloca en la mesa@. La decisión se mantuvo intacta en el futuro. En 1903, dijo: ATodavía sigo la luz que me fue dada hace 35 años@. Por otro lado, debe admitirse que la comprensión acertada acerca de los pescados y los mariscos fue más lenta dentro de la iglesia. Por mucho tiempo no resultaba claro que los mariscos eran animales Ainmundos@. En 1882, Elena de White encargó a su nuera cajas de arenques y latas de ostras (Carta 16, 1882). Aparentemente, ella no abandonó el consumo de peces en el mismo momento en que eliminó la carne roja. Sin embargo, para 1895 reconocía que aun el pescado era perjudicial. Dijo: ANosotros raramente tenemos pescado en nuestra mesa@ (Carta 76, 1895). Para Elena de White, el vegetarianismo es un estilo de dieta basado en vegetales, con un consumo ocasional de carne bajo condiciones inusuales. En general, su postura fue la de una vegetariana, pero no la de una abstemia total. Su práctica era consecuente con su prédica. En 1908, escribió: AAlgunos informan que yo no he vivido a la altura de los principios de la reforma pro salud, tal como los he presentado con mi pluma. Pero puedo decir que hasta ahora, por todo lo que yo sepa, no me he apartado de esos principios@. De nuevo, en 1909: AAlgunos han informado que yo no he seguido los principios de la reforma pro salud tal como los defendí con mi pluma; pero puedo decir que he sido una fiel reformadora en pro de la salud. Los que han sido miembros de mi familia saben que esto es cierto@. Para la Hna. White, el vegetarianismo no era un principio universal: ANunca he sentido que era mi deber decir que nadie debería probar carne bajo ninguna circunstancia. Decir esto [...] sería llevar las cosas a los extremos. Nunca he sentido que era mi deber hacer afirmaciones avasalladoras@ (Carta 76, 1895). A su entender, el vegetarianismo no debe convertirse en prueba de Adiscipulado@ [membresía] para la iglesia (Testimonies, t. 9, p. 159). Los principios que la movían eran los de Apreservar una salud óptima@ (Consejos sobre el régimen alimenticio, p. 472) y hacer lo mejor posible, bajo cada circunstancia inmediata, para promover la vida, la salud y las fuerzas. Enseñó que, Aen aquellos países donde hay frutas, granos y nueces en abundancia, la carne no es el mejor alimento para el pueblo de Dios@ (Testimonies, t. 9, p. 159). Aconsejó no comer carne, Ano porque sea considerado un pecado comer carne, sino porque no es saludable@ (Manuscrito 15, 1889). También debe decirse que la adopción de una dieta vegetariana era más dificultosa en los días de Elena de White. Especialmente para personas que debían viajar con frecuencia. No existían refrigeradores, y no había disponibilidad permanente de frutas y de verduras. Los cereales secos para el desayuno, la mantequilla de maní y los alimentos naturales que sustituyen a la carne surgieron para el consumo recién en la década de 1890. En sus días, Elena de White fue acusada de copiar los escritos de otros reformadores de la salud. También fue acusada de no practicar lo que enseñaba respecto de la alimentación saludable. La información disponible permite afirmar que estos argumentos carecen de fundamento y justificación.