Actividades para Realizar en La Biblioteca Escolar
Actividades para Realizar en La Biblioteca Escolar
Actividades para Realizar en La Biblioteca Escolar
Acciones que buscan unir afectivamente al niño o niña con la biblioteca escolar para que
conecten con el espacio bibliotecario y con los libros.
1. Carné de lector/a: Puede ser un sencillo documento personalizado, en el que el niño escribirá el
título y el autor de cada libro leído.
2. Carné del Club de Amigas y Amigos de la Biblioteca Escolar: para pertenecer a este club el
niño/a tendrá que cumplir con algunas obligaciones: tratar bien los libros, no desordenarlos,
acudir frecuentemente a la biblioteca, leer, contar lo que hemos leído...
4. Edición de una revista con las novedades, noticias de la biblioteca, noticias culturales y
experiencias que se van desarrollando en las clases. Es importante que llegue a las familias para
potenciar la valoración familiar de la lectura y del funcionamiento de la biblioteca escolar.
5. Regalo de un retrato lector. Podemos regalar a cada niño o niña una fotografía en la que esté
leyendo, montada en una cartulina con algún texto e ilustración que hagan referencia a la lectura y
que les sirva de recuerdo y estímulo permanente.
8. Ofrecer a los niños y niñas de los cursos altos la posibilidad de ejercer de bibliotecarias y
bibliotecarios para ordenar los fondos, formalizar préstamos y devoluciones, orientar a los
pequeños, colaborar en algunas actividades...
9. Convocar un concurso entre los alumnos para elegir una mascota que represente a nuestra
biblioteca escolar.
2. Posibilidad de préstamo de libros. El préstamo alarga hasta la casa familiar el contacto con los
libros.
3. Acudir al lugar de lectura en grupo acompañados del tutor o tutora, al menos una hora a la
semana. Los niños y niñas tendrán total libertad para elegir el libro que quieran y para cambiarlo si
no les gusta.
4. Lecturas en voz alta, por parte del maestro o maestra de cuentos, poemas, noticias de prensa
etc.
6. Mesas redondas. Cuando 3 ó 4 niños y niñas han leído un mismo libro, se pueden hacer mesas
redondas para contrastar opiniones. Es conveniente disponer de media docena de ejemplares de
algunos libros para hacer posible esta actividad.
8. Promover actos de recitación o de dramatización de poemas, libros, cuentos, etc. ante el resto
de compañeros y compañeras de la clase. Preparar recitaciones o lecturas para cursos pequeños
que acuden a la biblioteca a escucharlos.
9. Realizar “yincanas” investigadoras, en las que se presenten varias pistas que lleven unas a
otras y que requieran una búsqueda entre los recursos de la biblioteca. Cada pista resuelta se
premiará con puntos, para canjearlos por libros cuando se acumulen un número determinado.
10. Taller de animación a la lectura con padres y madres: este taller, encaminado a poner en
contacto a padres y madres de nuestro centro con la lectura. Se muestra como un
mecanismo muy interesante en la motivación de aquellos niños/as cuyos padres lean en casa. El
colegio se beneficiará también si de este taller se deriva una nueva actividad, consistente en que
los padres dramaticen o representen mediante guiñol, teatros, etc. alguna obra para los
niños/as.
La biblioteca debe ser un lugar donde se potencia la cultura. Para ello, es necesario iniciar una
serie de acciones como las siguientes:
1. Crear espacios para la exposición de publicaciones que se van haciendo en las clases: libritos de
poesía, revistas de clase, monografías, etc. Mantener una sección en la biblioteca donde se
archiven todas las publicaciones que se hacen en el colegio.
4. Colocar por diferentes lugares de la biblioteca “citas lectoras”, párrafos significativos de libros
que hay en la biblioteca y que pueden servir de reclamo para que niños y niñas busquen el libro
del que han sido sacadas y quieran leerlo.
6. Ofrecer una sección de libros para adultos, para el profesorado y para madres y padres, con el
fin de que niños y niñas vean que también los mayores acuden a la biblioteca.
Libro viajero: como su nombre indica, este libro “viaja”, es decir, visitará cada uno de los
hogares de nuestros niños. Será escrito tanto por los niños como por los familiares, por lo que se
convierte en un puente de comunicación y de creación entre la escuela y la familia.
Los niños en la etapa de educación infantil están iniciándose en la escritura, por lo que, aunque
el contenido sea inventado tanto por los niños como por los padres, serán éstos los lo escriban.
Los más mayores (cinco años pueden comenzar a escribir con ayuda de los padres).
El libro viajero lo podemos usar en cualquier curso, siempre y cuando lo adaptemos a las
características de nuestros alumnos.
Cualquier tema es válido. A veces se pueden incluir diferentes tipos de textos. En Educación
Infantil y en primer curso de Primaria se suele usar un libro viajero “genérico” donde los niños
pueden escribir libremente lo que quieran: adivinanzas, trabalenguas, canciones, noticias,
refranes, poesías, anécdotas, chistes, cuentos breves, etc.
Pero también puede haber libros viajeros que aborden una temática concreta o unos tipos de
textos determinados. Por ejemplo:
• Libros viajeros de Recetas
• Libros viajeros donde los niños van desarrollando una historia propia.
En mi opinión, los libros viajeros de cuentos son de gran utilidad, ya que fomentan en gran
medida la creatividad e imaginación de los niños. Además es muy divertido para los niños leer el
libro al finalizarlo, ya que se crean historias muy divertidas.
Cómo preparamos el libro viajero antes de que los alumnos comiencen a usarlo:
En realidad no hay una norma fija pero si podemos tener en cuenta las siguientes orientaciones:
1. Una vez elegido el tema el maestro, individualmente o con los alumnos, prepara el libro.
Puede hacer una portada llamativa donde también incluirá el título del libro viajero, el grupo de
alumnos que lo lleva a cabo, el colegio, etc…. (En el caso de que hagamos un cuento,
escribiremos el título al final, ya que en principio no sabemos de qué irá el cuento).
3. Las páginas del libro viajero pueden ir totalmente en blanco, con renglones o tener un
formato determinado en función del tipo de texto.
4. La cantidad de páginas del libro estará determinada por el número de alumnos que
trabajen en el libro viajero y la cantidad de veces que queremos que un alumno se lleve el libro.
En la última página podemos incluir un registro dónde anotaremos las veces que cada alumno lo
ha utilizado y quién lo tiene en cada momento. Además podemos poner fotos de los autores y
los nombres de éstos.
5. Explicamos a la clase en que consiste el libro viajero, como usarlo y cuánto tiempo lo puede
tener cada alumno.
6. Podemos tener una reunión con los padres y con los niños para que les quede claro el
funcionamiento del libro.
1. En primer lugar tenemos que tener claro el orden en el que se llevarán los niños el libro. Para
ello podemos seguir la lista de clase, en la que podemos poner una señal (librito) al lado del
alumno que deba llevárselo cada semana.
4. El libro viajero solo reclama imaginación, de ganas de crear juntos, de cuidar un libro, de
inventar una historia continuando aquella que fue comenzada por otra familia.
5. Todos los lunes en la asamblea leeremos la nueva aportación del libro y el niño nos
explicará su parte de la historia, quién la ha inventado, ilustrado y escrito, etc.
6. Una vez acabado el libro podemos mostrarlo por todo el colegio y al final puede formar
parte de la biblioteca de aula, o de la biblioteca del colegio. Además podemos hacer actividades
a partir de él, como por ejemplo representarlo, grabarlo y colgarlo en el blog de la clase, lecturas
de los niños y grabarlas, etc.
Estrategias de ESCUCHA ACTIVA: Persiguen lograr que los niños y las niñas escuchen con
atención. un ejemplo de esta actividad podría ser que un alumno imitara la voz de
alguno de los personajes del cuento y el resto de compañeros lo tuviera que adivinar.