Fisiologia Veterinaria PDF
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FISIOLOGÍA ANIMAL II
Elaborado por:
Dr. MV Héctor Pérez Esteban PhD,
Profesor Titular de Fisiología Animal
Departamento de Morfofisiología. Facultad de Medicina Veterinaria.
Universidad Agraria de la Habana, Cuba
UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA
FACULTAD DE CIENCIA ANIMAL
DEPARTAMENTO DE VETERINARIA
“Por un Desarrollo Agrario
Integral y Sostenible”
FISIOLOGÍA ANIMAL II
Elaborado por:
Dr. MV Héctor Pérez Esteban PhD,
Profesor Titular de Fisiología Animal
Departamento de Morfofisiología. Facultad de Medicina
Veterinaria.
Universidad Agraria de la Habana, Cuba
Managua, Nicaragua
2013
N
636.089 2
P438 Pérez Esteban, Héctor
Fisiología animal II / Héctor Pérez
Esteban. -- 1a ed. -- Managua : UNA,
2013
145 p. : il. col.
ISBN 978-99924-1-025-7
1.FISIOLOGIA ANIMAL-ENSEÑANZA
2.MEDICINA VETERINARIA
Fisiología Animal II
PROLOGO
Otro obje vo no menos importante está dirigido hacia la adquisición en los es-
tudiantes de hábitos y habilidades para su desarrollo en asignaturas subsecuen-
tes del plan de estudios que permitan formar un profesional de excelencia que
responda al objeto social planteado.
Por otra parte, el texto cuenta con abundante información sobre el tema y fi-
guras que facilitan su comprensión, además al final aparecen un grupo de pre-
guntas de comprobación que permiten que el propio estudiante se autoevalúe.
Por úl mo, solo resta agregar que este material es únicamente un punto de
par da para ser ampliado y perfeccionado en el futuro inmediato a par r de las
sugerencias recibidas.
El Autor
1
INDICE
Páginas
UNIDAD I. SISTEMA RENAL......................................................................3
UNIDAD X. BIBLIOGRAFÍA......................................................................236
Fisiología Animal II
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UNIDAD I. SISTEMA RENAL
INTRODUCCIÓN
• Excreción
3
• Regulación del equilibrio hídrico
• Equilibrio electrolíƟco
• Función metabólica
Fisiología Animal II
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Los riñones sinte zan glucosa a par r de aminoácidos y de otros precursores
en situaciones de ayuno prolongado, la capacidad de los riñones para aportar
glucosa a la sangre durante los períodos de ayuno prolongado es comparable a
la que posee el hígado.
• Función endocrina
EritropoyeƟna
Esta sustancia actúa sobre células precursoras de la serie roja en la médula ósea,
favoreciendo su mul plicación y diferenciación, se sinte za en un 90% en el ri-
ñón, probablemente en células endoteliales de los capilares periglomerulares.
El principal es mulo para su síntesis y secreción es la hipoxia sular.
Vitamina D
Sistema renina-angiotensina
5
Eicosanoides
Los riñones se encuentran formados por una zona cor cal, una medular y la
pelvis renal.
La zona cor cal, de color rojo oscuro, penetra profundamente en la región me-
dular dando lugar a unas formaciones radiadas llamadas pirámides de Ferien. La
sustancia medular, de color más claro, está formada por ocho a catorce masas
piramidales, las pirámides de Malpighi cuyo vér ce se abre en cavidades en
forma de copa llamadas cálices renales que convergen en el uréter. Entre las pi-
rámides de Malpighi, se encuentran unas prolongaciones de la sustancia cor cal
que reciben el nombre de columnas de Ber n.
Fisiología Animal II
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La zona cor cal del riñón presenta una gran can dad de ovillos de capilares
sanguíneos arteriales que se denominan glomérulos. A cada glomérulo entra
la sangre de una arteriola aferente que sale por la arteriola eferente de calibre
más pequeño. Estas dos arteriolas cons tuyen una especie de pedúnculo vas-
cular de sostén.
De esta forma la orina formada en la nefrona transita por todo este sistema
tubular de la nefrona por un mecanismo de vis a tergo, a través de los uréteres
mediante las contracciones peristál cas de su pared y de la vejiga al exterior por
el mecanismo de la micción.
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La médula está dividida en numerosas masas de tejido de forma cónica llama-
das pirámides. La base de cada pirámide nace en el límite entre la corteza y la
médula y termina en la papila que penetra en el espacio de la pelvis renal, una
prolongación de la parte superior del uréter que ene forma de embudo. El
borde externo de la pelvis se divide en pequeñas bolsas de extremos abiertos
llamadas cálices mayores, los cuales se ex enden por abajo y se dividen en los
cálices menores que recogen la orina de los túbulos de cada papila. Las paredes
de los cálices, la pelvis y el uréter enen elementos contrác les que propulsan
la orina hacia la vejiga donde la orina se almacena hasta que se vacía con la
micción por la uretra.
La arteria renal entra al riñón a través del hilio y luego se ramifica para formar
las arterias interlobulares, las arterias arciformes, las arterias interlobulillares
y las arteriolas aferentes, que dan lugar a los capilares glomerulares donde se
filtra el plasma para la formación de la orina. Los extremos distales de los capi-
lares de cada glomérulo confluyen y forman la arteriola eferente que da lugar a
una segunda red capilar formada por los capilares peritubulares que se super-
ponen a los túbulos renales.
Fisiología Animal II
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La circulación renal es peculiar por tener dos lechos capilares, el glomerular
y el peritubular, cuyos capilares están dispuestos en serie y separados por las
arteriolas eferentes, las cuales ayudan a regular la presión hidrostá ca en los
dos grupos de capilares. Una presión hidrostá ca de 60mm Hg permite una fil-
tración rápida, mientras que una presión hidrostá ca mucho más baja en los
capilares peritubulares (13mm Hg), permite la rápida reabsorción de líquidos.
Ajustando las resistencias de las arteriolas aferentes y eferentes, los riñones
pueden regular las presiones hidrostá cas tanto en los capilares glomerulares
como en los peritubulares, modificando de esa manera la filtración glomerular,
la reabsorción tubular, o de una y otra, para responder a las demandas homeos-
tá cas del organismo.
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LA NEFRONA
Cada nefrona consta de los capilares glomerulares que forman glomérulo a tra-
vés del cual se filtra gran can dad de liquido del plasma y un sistema tubular
donde el liquido filtrado sufre cambios de su composición y concentración para
transformarse en orina.
El glomérulo está formado por una red de capilares glomerulares que se ramifi-
can y anastomosan entre si y que, comparado con otros capilares, enen unas
presiones hidrostá cas elevadas. Los capilares glomerulares están recubiertos
por células epiteliales, y la totalidad del glomérulo esta reves da por la capsula
de Bowman. El líquido que se filtra en los capilares glomerulares discurre por
el interior de la capsula de Bowman y, luego, por el túbulo proximal que se en-
cuentra en la corteza del riñón.
Desde el túbulo proximal el líquido fluye al interior del asa de Henle que se
hunden en la medula renal. Cada asa esta formada por una rama ascendente
y una rama descendente. Las paredes de las ramas descendentes y el extremo
anterior de las ramas ascendentes son muy delgadas y, por eso se les llama seg-
mentos delgado del asa de Henle. Después que la rama ascendente del asa haya
retrocedido parcialmente hacia la corteza, sus paredes se vuelven tan gruesas
como las del resto del sistema tubular y por eso se llama segmento grueso de la
rama ascendente.
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Pasada la mácula densa el líquido atraviesa el túbulo distal que, al igual que el
túbulo proximal, se encuentra en la corteza renal. El túbulo distal va seguido del
túbulo de conexión y del túbulo colector cor cal, que termina en el conducto
colector cor cal. Las partes iníciales de 8 o 10 conductos colectores cor cales
se juntan para formar un solo conducto colector más grande que discurre hacia
abajo, penetra en la médula y se convierte en el conducto colector medular.
Los conductos colectores confluyen para formar conductos cada vez mayores
que, finalmente vacían su contenido en la pelvis renal en la punta de las papilas
renales.
11
La membrana de los capilares glomerulares se caracteriza por poseer tres ca-
pas principales: el endotelio capilar, una membrana basal y una capa de células
epiteliales (podocitos) que rodean la superficie externa de la membrana basal
capilar. Estas capas en conjunto, forman la barrera capaz de filtrar varios cientos
de veces las can dades de agua y solutos que suelen atravesar la membrana de
los capilares. La membrana de los capilares glomerulares impide normalmente
la filtración de las proteínas del plasma.
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FUNCIÓN TUBULAR DE LA NEFRONA
TÚBULO CONTORNEADO PROXIMAL
A medida que el filtrado glomerular circula a lo largo del túbulo renal la mayor
parte del agua y de los solutos sufren de un proceso de reabsorción desde la luz
tubular hacia los capilares peritubulares.
Una gran parte de las sustancias que llegan al glomérulo están conjugadas con
proteínas del plasma y resulta di cil su filtración. Las proteínas de bajo peso
molecular que escapan en el filtrado son recuperadas por pinocitosis.
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mo de energía, ello implica siempre consumo de oxígeno, producción de CO2 y
liberación de lactato, la energía proviene del metabolismo celular y es u lizada
por las bombas de transporte. Las bombas son del po ATPasa que u liza la
energía desprendida de la hidrólisis de transformación de ATP a ADP.
El agua sigue en forma pasiva a los solutos reabsorbidos, primero hacia el in-
terior de la célula y luego hacia el capilar peritubular, gracias al gradiente de
presión osmó ca que genera el transporte de los solutos. El cloro se reabsorbe
en forma pasiva debido a un gradiente eléctrico. Por su parte la urea es reab-
sorbida parcialmente en base a mecanismos pasivos, conforme el agua se reab-
sorbe aumenta la concentración de urea en la luz tubular, lo que determina un
aumento del gradiente de concentración, que favorece la difusión de la urea
hacia el interior de la célula.
Por otra parte, son secretadas ac vamente hacia la luz tubular las sales biliares,
el oxalato, los uratos, la crea nina, las prostaglandinas y se eliminan por esta vía
algunos an bió cos, diuré cos y analgésicos.
ASA DE HENLE
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El tránsito de sodio desde el asa al líquido inters cial provoca la hipertonicidad
en el riñón que permite concentrar o diluir la orina para mantener el balance
hídrico del organismo. Esta hipertonicidad del líquido inters cial del riñón se
incrementa a medida que el asa de Henle penetra en la zona medular para al-
canzar un máximo de 1,200 mosm/l en la propia asa de esta porción tubular.
Figura
Fi 6. Representación esquemá ca del
mecanismo de contracorriente renal
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TÚBULO CONTORNEADO DISTAL
MECANISMO DE LA MICCIÓN
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El mecanismo de la micción es un proceso complejo que permite el vaciamiento
de la vejiga urinaria. Cuando la vejiga se encuentra vacía está ligeramente com-
primida por los órganos vecinos y su llenamiento se produce paula namente
hasta que la tensión de sus paredes se eleva por encima del umbral que desen-
cadena el reflejo neurógeno que permite su vaciamiento.
La vejiga ene doble inervación, simpá ca y parasimpá ca, cuyas fibras se dis-
tribuyen profusamente en la musculatura vesical. El sistema parasimpá co, re-
presentado por los nervios pélvicos, formados por fibras parasimpá cas sacras,
produce la contracción de la musculatura de la pared vesical y relajación del
es nter interno. El simpá co, por su parte, disminuye el tono de la musculatura
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de la vejiga e incrementa el tono del es nter interno. El es nter externo está
inervado por fibras nerviosas motoras provenientes de la médula sacra.
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UNIDAD II. PIEL
INTRODUCCIÓN
La piel, tegumento externo del organismo animal que conforma la superficie del
cuerpo que establece relación directa con el medio ambiente, está cons tuida
por tres estratos o capas al empo que presenta un conjunto de estructuras ane-
xas como glándulas sudoríparas y sebáceas, diferentes formas de cubrimiento
corporal según la especie animal (pelos, lana, plumas) y partes quera nizadas
(uñas, cascos, pezuñas, etc.). La piel desempeña diferentes funciones como son:
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2.- Órgano sensorial
En la piel se localizan los receptores del sen do del tacto. Existe una variedad
de receptores para las tres modalidades básicas del tacto: el tacto propiamente
dicho, las sensaciones térmicas y las dolorosas o algiógenas. La distribución y
el nivel de concentración de los receptores en la piel dependen de la especie
animal y del área corporal. Los impulsos nerviosos resultantes de la acción de
los diferentes es mulos ambientales en contacto con los receptores cutáneos
específicos, son conducidos por vías propias hacia los diferentes niveles del sis-
tema nervioso produciendo respuestas de po medular, encefálica baja y ence-
fálica alta como reacción contra agentes exteriores nocivos.
La irrigación sanguínea de la piel cons tuye un sistema muy par cular. En ge-
neral, el número de venas casi duplica al número de arterias debido a ajustes
evolu vos en los animales por la temperatura ambiente. Los plexos subpapila-
res de la piel (corion) y la dilatación de los vasos sanguíneos, principalmente de
las venas, producen un éxtasis sanguíneo que re ene un determinado volumen
de sangre. La inervación simpá ca de la red arterial de la dermis controla el
calibre de los vasos y regula el suministro de sangre hacia los tejidos mediante
vasoconstricción o vaso dilatación con reducción o incremento del flujo respec-
vamente. En caso de necesidad por urgencia como sucede con el estado de
shock, la hemorragia, el ejercicio intenso y prolongado o la reacción de alarma
sica, la respuesta general adapta va determina una es mulación simpá ca
general que repercute sobre el calibre de los vasos produciendo una respuesta
vasoconstrictora que incorpora a la circulación de urgencia volúmenes de hasta
la décima parte de la volemia. Se calcula que en la piel puede depositarse desde
un 10 hasta un 15% del volumen total de sangre de acuerdo con la especie.
Fisiología Animal II
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local con temperaturas frías con el obje vo de es mular una vasoconstricción
periférica que reduzca la pérdida de líquido en el área desprovista de piel.
4.-Órgano de excreción-absorción
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El sebo cutáneo, producto de naturaleza grasosa secretado por las glándulas
sebáceas, protege a la piel contra la humedad y le confiere suavidad y textura.
Este efecto protector ene par cular importancia en el feto donde cons tuye
el principal elemento componente de la capa que lo recubre e impermeabiliza
para impedir la penetración del líquido amnió co.
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(médula espinal, hipotálamo y corteza cerebral) lo que permite el conocimiento
de la temperatura ambiente generando la respuesta térmica adecuada.
Recuerdo histológico
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cutáneos, dependiendo de la especie animal, se desarrollan formaciones apen-
diculares especiales como pelos o plumas, uñas, cuernos, cascos o pezuñas así
como numerosas, escasas o ausencia de glándulas sudoríparas y sebáceas.
En la piel se dis nguen tres estratos: epidermis, parte epitelial o estrato de su-
perficie, dermis, parte conjun va o estrato intermedio profundo, e hipodermis
o tejido celular subcutáneo.
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La epidermis o estrato más superficial de la piel esta formada por epitelio po-
liestra ficado que se cornifica, es más gruesa en las áreas del cuerpo con mayor
irritación mecánica como ocurre en el humano en lo rela vo a la palma de las
manos y planta de los pies. Consta de 5 estratos principales: germina vo, espi-
noso, granuloso, lúcido y córneo.
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- Estrato germinaƟvo
- Estrato espinoso
- Estrato granuloso
- Estrato lúcido
Consta de varias capas de células planas y muertas cuyo citoplasma está im-
pregnado de una sustancia proteica denominada eleidina que no se ñe con co-
lorantes. Estas capas celulares cons tuyen los estados intermedios en la trans-
formación de las células en las escamas córneas que forman el estrato córneo.
- Estrato córneo
Este estrato está cons tuido por muchas capas de células cornificadas o células
muertas, carentes de núcleo y citoplasma con abundante quera na y ampollas
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de aire; estas células también se denominan escamas córneas. Es una capa re-
sistente, impermeable y según las presiones o irritación mecánica que soporte
puede reforzar su cons tución en estratos originando capas gruesas tales como
las almohadillas plantares o también formaciones denominadas callos. La que-
ra na es una proteína con azufre, hasta el 5 %, que se caracteriza por ser muy
estable ante diferentes agentes químicos como ácidos, álcalis, etc. La importan-
cia del estrato córneo radica en el hecho de que posee una gran elas cidad que
le comunica a la piel su propiedad de flexibilidad al empo que es un estrato
mal conductor de calor.
La hipodermis es una capa de tejido conjun vo que fija la piel a los huesos y a
los músculos por debajo de esta, consta de fibras colágenas y elás cas dispues-
tas de forma laxa que permite la flexibilidad de la piel. La función primaria de
esta capa es la amor guación a las presiones externas y permi r el movimiento
libre sobre las estructuras subyacentes. En este estrato también se halla presen-
te una capa de tejido adiposo que puede adoptar la forma de pequeños grupos
de células o de grandes masas que dan lugar a la formación de las almohadillas
o cojines de grasa que reciben el nombre de panículo adiposo. El panículo adi-
poso complementa una importante función termorreguladora para los anima-
les que viven en climas templados al aumentar su grosor en el invierno y servir
como un aislante térmico retenedor del calor.
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Por otra parte, los cascos, las pezuñas, las uñas, los cuernos, los espolones y las
espuelas son estructuras que enen su origen en procesos de quera nización
del estrato córneo con espesor y consistencia diferentes.
En las aves, la piel es delgada, de elevada elas cidad en la mayor parte del cuer-
po y carece de glándulas sudoríparas y sebáceas. En el área desnuda de plumas
de las extremidades, la piel es escamosa y seca. La mayor parte del tejido sub-
yacente a la piel no es muy vascularizado excepto el corion de la cresta y las
barbillas en gallinas y pavos que al contar con un plexo sanguíneo sumamente
desarrollado le comunica a estas zonas un color rojo intenso. La única glándu-
la sebácea es la glándula uropígea localizada encima de la cola. Su secreción
grasosa es empleada en la limpieza, impermeabilización y mantenimiento del
plumaje siendo de mayor desarrollo en las aves acuá cas.
Los tarsos y los dedos de las aves están recubiertos por escamas corneas epidér-
micas cuya disposición es tan caracterís ca que pueden u lizarse para la clasifi-
cación de los diferentes ordenes y géneros de aves. En algunas especies de aves,
los machos presentan, en la parte posterior del tarso un espolón óseo en cada
extremidad rematado por una punta cornea que es u lizado para la defensa del
harén y del territorio.
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En los mamíferos, el corion presenta una rica vascularización que permite el
depósito de la sangre en un volumen variable según la especie animal. Este
volumen de sangre almacenado puede incorporarse a la circulación general
sistémica en casos de urgencia gracias a las anastomosis arteriovenosas. La pre-
sencia de este plexo vascular juega un importante papel en la termorregulación
corporal al responder con vasodilatación e incremento de las pérdidas de calor
por evaporación y sudoración ante elevadas temperaturas ambientales o con
vasoconstricción ante el frío con su efecto retenedor de calor.
Pelos y plumas
El pelo consta de raíz, tallo y la punta que es la parte que sobresale de la piel. Las
raíces de los pelos están rodeadas por una invaginación de los estratos espinoso
y germina vo de la epidermis que se introducen en la dermis de manera que
al situarse en el estrato papilar de ésta se relacionan con los vasos sanguíneos.
La proporción existente entre la capa cor cal y medular del pelo depende de la
especie animal y así vemos que el pelo que cons tuye el reves miento piloso
en el caballo, la vaca, el perro y el cerdo, posee una capa cor cal más gruesa
que el pelo de reves miento en la cabra y el gato. Los pelos finamente rizados
de las ovejas y cerdos, así como en los animales jóvenes el vello prác camente
carece de médula.
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La pluma es una caracterís ca priva va de las aves, cons tuye una estructura
epidérmica que ene como antecedente evolu vo las escamas de los rep les,
están formadas por quera na que permite su resistencia frente a las condicio-
nes adversas del medio. Su estructura es muy ligera y compleja, su parte central
es tubular, se denomina raquis, le sirve de eje y cons tuye una estructura rígida
acorde con la función que realiza.
La muda
En la mayoría de las especies de animales domés cos, la muda del pelo se es-
tablece atendiendo a la duración del fotoperíodo circadiano, por lo que puede
afirmarse que guarda una relación muy estrecha con la ac vidad funcional de
la glándula pineal en su función controladora sobre los relojes biológicos; otro
factor importante es el nivel de alimentación del animal. En el ganado vacuno
en clima templado, la muda para el cambio del pelaje invernal para el pelaje de
verano, comienza en la primavera o al inicio del verano marcando una secuen-
cia de área comenzando por la cabeza, el cuello y las extremidades posteriores
para seguidamente extenderse del cuello hacia la parte anterior del tórax con -
29
nuando a lo largo de la línea del dorso para descender hacia los lados del tronco
correspondiéndoles a las partes bajas del tronco y la línea ventral ser las úl mas
en mudar.
Glándulas sudoríparas
Glándulas sebáceas
Las glándulas sebáceas son de po alveolar, formadas por epitelio estra ficado
presentan secreción holocrina, se distribuyen por toda la superficie corporal y
en zonas específicas como los párpados y el prepucio. Los papeles fisiológicos
del sebo son la protección de la piel contra la humedad y la desecación, evitar
la penetración de microorganismos, permi r la elas cidad y la flexibilidad nece-
saria para el movimiento del cuerpo animal y evitar la fricción en los puntos de
apoyo. Las glándulas sebáceas pueden o no estar asociadas a un folículo piloso.
La producción de las glándulas sebáceas depende del área cutánea, edad, sexo
y alimentación; con el avance en edad hacia la vejez disminuye la producción
de sebo cutáneo perdiéndose la textura y capacidad elás ca de la piel. La con-
sistencia del sebo puede variar en espesor como ocurre con el cerumen que se
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produce en el conducto audi vo externo que sirve como elemento protector
del oído medio; a través de las glándulas parpebrales se produce la secreción
que engrasa el borde libre de estos.
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una dermis re cular más profunda, un mayor volumen de glándulas sudoríparas
con implantación dérmica, por lo que posee una mayor superficie excretora y
una densidad glandular incrementada por área. La Holstein-Friesian se caracte-
riza por tener una piel de menor grosor epidermis más gruesa y dermis re cular
más fina. Es interesante señalar que mientras en la Holstein-Friesian las glán-
dulas sudoríparas enen forma tubular con diferentes grados de torsión, en el
Cebú las mismas se presentan de forma sacular con un alto grado de concentra-
ción por área, lo que asegura un sistema disipador de calor capaz de permi r la
respuesta de adaptación a las altas temperaturas ambientales del trópico.
Fisiología Animal II
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UNIDAD III. TERMORREGULACIÓN
INTRODUCCIÓN
Los mamíferos y las aves son animales homeotermos, capaces de producir y re-
gular la energía necesaria para que las funciones vitales puedan llevarse a cabo
al margen de las condiciones ambientales como ocurre con los animales poiqui-
lotermos, peces, anfibios y rep les, que no poseen esta capacidad por lo que
dependen de la radiación solar u otras fuentes externas de calor para mantener
la temperatura corporal.
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determinadas zonas desér cas del planeta y se conocen respec vamente como
hibernación y es vación. Cuando las temperaturas ambientales se van volvien-
do tolerables, los animales recuperan lentamente su estado habitual y se nor-
malizan todas las funciones animales.
Los animales que habitan aguas frías corren el riesgo de perder rápidamente
la temperatura corporal. La densa capa de grasa subcutánea de todos ellos y el
tupido y denso pelaje de muchas de las especies actúan de aislante térmico de
manera muy efec va. También la morfología corporal de estos animales ende
a reducir la superficie total con el obje vo de reducir las pérdidas de calor.
BASES FISIOLÓGICAS
TERMOGÉNESIS
Fisiología Animal II
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La ac vidad de la musculatura esquelé ca ene una gran importancia en el au-
mento de la producción de calor. La can dad de calor producida puede variar
según las necesidades y el estado fisiológico. El ejercicio sico puede incremen-
tar de forma importante la producción de calor corporal.
Otro mecanismo de producción de calor esta a cargo del aumento del metabo-
lismo celular por efecto de la noradrenalina y la es mulación simpá ca. Este
mecanismo parece ser proporcional a la can dad de grasa parda que existe en
los tejidos. El adipocito de la grasa parda, que posee una rica inervación simpá-
ca, puede ser ac vado por los es mulos procedentes del hipotálamo y trans-
mi dos por vía simpá ca con producción de noradrenalina, la cual aumenta
la producción de AMP cíclico, que a su vez ac va una lipasa que desdobla los
triglicéridos en glicerol y ácidos grasos libres. Estos pueden volver a sinte zar
glicéridos o bien ser oxidados con producción de calor. En el adulto ello ene
una importancia reducida por su escasa distribución de grasa parda, no es así
en los recién nacidos y lactantes donde no existe capacidad para desarrollar el
temblor muscular o adoptar una conducta ante el frío.
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Entre los mecanismos neuroendocrinos que contribuyen a la termogénesis está
la par cipación de la corteza y la médula de la glándula adrenal mediante la
liberación de cor coides que enen como órgano blanco el tejido adiposo, el
músculo esquelé co y el hígado, así como también la acción de las catecolami-
nas.
Por otra parte, la retención del calor producido se origina mediante el incre-
mento del depósito de grasa en el tejido adiposo, los cambios en la capa de
piel, la calidad, can dad del pelaje y la piloerección. Por úl mo, la respuesta
comportamental comprende la exposición de los animales al sol, los cambios de
postura y el enrollamiento del raquis.
TERMÓLISIS
Las vías fundamentales de disipación de calor del cuerpo animal son la radia-
ción, la convección, la conducción y la evaporación.
Radiación
Conducción
Fisiología Animal II
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Convección
Radica en la transferencia de calor desde el cuerpo hasta las par culas de aire
o agua que entran en contacto con él. Estas par culas se calientan al entrar en
contacto con la superficie corporal y posteriormente, cuando la abandonan, su
lugar es ocupado por otras más frías que a su vez son calentadas y así sucesiva-
mente. La pérdida de calor es proporcional a la superficie expuesta y puede lle-
gar a suponer una pérdida de hasta el 12%. El carácter forzado de la convección
cuando se emplean ven ladores en las naves u otros medios de clima zación
incrementa la disipación de calor por este concepto.
Evaporación
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El sistema general de pérdida de calor en el organismo animal comprende las
vías insensibles como la radiación, la conducción, la convección, la evaporación
a través de la piel y el sistema respiratorio, la excreción de orina y de heces fe-
cales. Es de par cular interés en este sen do el jadeo cuya importancia es ma-
yor en especies como el perro y las aves que no poseen glándulas sudoríparas.
Durante el jadeo ingresan pequeñas can dades de aire de forma rápida a los
pulmones. Ello produce la evaporación del agua presente en las vías respirato-
rias y de grandes can dades de saliva desde la superficie de la boca y la lengua,
determinando la pérdida de calor. El control nervioso del jadeo se produce a
par r de la presencia de un centro nervioso localizado en el segmento bulbo
protuberancial.
Por otra parte, la pérdida de calor por vía sensible se produce mediante la su-
doración, de gran importancia en especies como el equino y el bovino. Una vía
alterna va no menos trascendental son las reacciones comportamentales como
la búsqueda de la sombra, la postura y la dispersión de los animales.
Fisiología Animal II
38
Las vías aferentes corresponden al fascículo espinotalámico para el cuello, el
tronco y las extremidades, el quinto par de nervios craneales para la región de
la cara, y para la temperatura de núcleo los fascículos de Goll y Burdach, el espi-
notalámico y fibras vegeta vas.
En los receptores se originan los es mulos aferentes que llegan hasta el hipo-
tálamo posterior y desde allí se ac va el mecanismo necesario para conservar
el calor. La vasoconstricción de la piel por aumento de la ac vidad simpá ca y
piloerección.
Por otra parte, el incremento de la temperatura del área preóp ca provoca su-
doración y vasodilatación en la piel. En consecuencia, se produce una reacción
inmediata de termólisis.
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ZONA DE CONFORT Y CONDUCTA TERMORREGULADORA
Bovino
Si la temperatura ambiental alcanza valores por encima de los 27°C para los
animales de origen templado y 35°C para los de origen tropical, se produce una
falla en los sistemas de termorregulación aumentándose así la temperatura
rectal del animal, una disminución del consumo de alimento, una disminución
de la producción de leche con un cambio en la composición de la misma y en
ganado de carne, posiblemente pérdida de peso que conlleva a retardos en el
crecimiento.
Fisiología Animal II
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conducta del pastoreo sobre los bovinos es importante pues indica la necesidad
de suministrar buen pasto nocturno a los animales que enen que soportar
temperaturas diurnas de 27°C o más, o suministrarles potreros con sombras
(preferiblemente naturales de árboles) en el caso que la variación de tempera-
tura entre el día y la noche sea inferior a 11°C.
41
Los principales mecanismos usados por los bovinos para mantener un balance
térmico en condiciones de estrés calórico son la polipnea, el incremento de la
sudoración y la reducción de la producción térmica mediante la anorexia volun-
taria.
Pequeños rumiantes
Cerdo
Los lechones recién nacidos enen una baja capacidad termorreguladora y re-
quieren de la inges ón de la leche materna.
Fisiología Animal II
42
En el cerdo adulto la temperatura rectal comienza a incrementarse cuando la
temperatura ambiente sobrepasa los 30 C con influencia nega va cuando se
acompaña de elevación de la humedad rela va.
Aves
La zona neutral térmica son aquellos límites de temperatura ambiente entre los
cuales la gallina lleva a cabo cambios mínimos de la producción calórica.
El estrés térmico afecta mucho más a las gallinas alojadas en baterías que a las
de suelo, ya que las primeras no pueden escapar buscando lugares más frescos
en la nave y pierden menos calor por conducción.
43
Cuando se eleva la temperatura ambiente, la ingesta voluntaria de la gallina
disminuye, dado que el ave reduce su producción de calor antes de que tenga
que aumentar su liberación.
Fisiología Animal II
44
UNIDAD IV. SISTEMA NERVIOSO
INTRODUCCIÓN
En los vertebrados superiores el sistema nervioso está formado por un largo ta-
llo y una masa abultada de tejido nervioso rodeado por las meninges y protegi-
45
do respec vamente por las estructuras óseas que forman el conducto raquídeo
y los huesos del cráneo. La capa más externa y resistente de las meninges es la
duramadre, la aracnoides se encuentra por debajo de la anterior y entre ambas
se localiza el espacio subdural. Por úl mo, la piamadre es la hoja más interna y
está ín mamente adherida al sistema nervioso central el cual recubre. Entre la
aracnoides y la piamadre se halla el espacio subaracnoideo, que con ene líqui-
do cefalorraquídeo.
El sistema nervioso (SN) está compuesto por el sistema nervioso central (SNC),
el sistema nervioso entérico (SNE) y el sistema nervioso vegeta vo (SNV).
LA NEURONA
La neurona cons tuye la unidad funcional del sistema nervioso que sirve de
eslabón para la comunicación entre receptores y efectores a través de las fibras
nerviosas. La neurona consta del cuerpo o soma (compuesto por el núcleo, el
citoplasma y el nucléolo), las dendritas que son las terminaciones nerviosas y el
axón, terminación larga que puede alcanzar una longitud variable. El axón suele
tener múl ples terminaciones llamadas botones terminales que se encuentran
en proximidad con las dendritas o en el cuerpo de otra neurona. La separación
entre el axón de una neurona y las dendritas o el cuerpo de otra, es del orden
de 0,02 micras.
Fisiología Animal II
46
el punto de vista microscópico, la neurona presenta un núcleo grande y rico en
croma na, el citoplasma posee un sistema de cisternas paralelas entre las cua-
les hay abundantes ribosomas, mitocondrias y lisosomas. El aparato de Golgi
se encuentra alrededor del núcleo y da origen a vesículas membranosas que
con enen sustancias químicas que se desplazan hacia las dendritas o hacia el
axón y presenta
47
ducen la información de la periferia a un centro nervioso. Las neuronas motoras
son efectoras, conducen la información desde un centro nervioso hacia los ór-
ganos efectores y las interneuronas establecen una relación funcional entre dos
o a mas neuronas.
* Neuronas monopolares: enen una sola prolongación de doble sen do, que
actúa a la vez como dendrita y como axón (entrada y salida).
* Neuronas mulƟpolares: Son las más picas y abundantes. Poseen un gran nú-
mero de prolongaciones pequeñas de entrada, dendritas, y una sola de salida,
el axón.
LA SINAPSIS
Son puntos de unión funcional entre una neurona y otra para enviar ell impul-
so nervioso desde un axón hasta las dendritas o el cuerpo de otra neurona. La
conducción del impulso nervioso es el desplazamiento de un potencial de ac-
ción generado por cambios en la permeabilidad a iones a lo largo a nivel de la
membrana del axón.
En las fibras nerviosas amielínicas el impulso se conduce como una onda con-
nua de inversión de voltaje hasta los botones terminales de los axones a una
velocidad que es proporcional al diámetro del axón y varía de uno a cien metros
Fisiología Animal II
48
por segundo. En las fibras nerviosas mielínicas el axón está cubierto por una
vaina de mielina formada por la superposición o enrollamiento de una serie de
capas de la membrana celular que actúa como un aislante eléctrico del axón.
49
A nivel de la sinapsis, el botón pre y postsináp co permiten el flujo información
el espacio o hendidura sináp ca donde se descarga la sustancia transmisora
por las vesículas de la membrana del soma al recibir el impulso nervioso. El
neurotransmisor actúa a con nuación sobre un receptor que es una molécula
proteica de la membrana de la otra neurona excitándola o inhibiéndola según el
transmisor liberado al espacio sináp co.
Fisiología Animal II
50
NEUROTRANSMISORES
Adrenalina y noradrenalina
ACETILCOLINA
51
El papel de la ace lcolina también es importante en el diencéfalo. En el hipotá-
lamo, la ac vación colinérgica puede provocar hipotermia. También parece ser
responsabilidad de la acción colinérgica la liberación de hormonas como la an-
diuré ca y la oxitocina. En el tálamo, parece prioritaria la ac vidad colinérgica
en el funcionamiento del sistema talámico difuso y, consecuentemente, en la
regulación del nivel de vigilia de la corteza cerebral.
RECEPTORES NERVIOSOS
Mecanorreceptores
Quimiorreceptores
Fisiología Animal II
52
Fotorreceptores
PropiocepƟvos
Las fibras están colocadas en paralelo dentro de las fibras musculares esquelé-
cas. Las fibras intrafusales se encuentran dentro del huso y paralelo a éstas,
están las fibras extrafusales de los músculos
El huso muscular sirve para formar parte del mecanismo feed back nega vo con
la finalidad de controlar la longitud muscular que permite la adecuada postura
corporal en el sostén del cuerpo contra la gravedad. Su función permite con-
trolar la longitud del flexor y del extensor. Para controlar la fuerza muscular es
necesario el órgano tendinoso de Golgi.
53
ACTO Y ARCO REFLEJO
Los reflejos son muy importantes ya que cons tuyen unos de los principales
mecanismos de defensa de los seres vivos que permite desarrollar una serie de
Fisiología Animal II
54
ac vidades involuntarias y vitales para el buen funcionamiento del organismo.
Muchos reflejos sirven de defensa al organismo como la tos, el estornudo, la
variación del diámetro de la pupila, la vasomo lidad arterial y el parpadeo.
Figura 4. Arco reflejo simple
55
dad de aprendizaje, los reflejos condicionados y la ac vidad motora complejas
se integran en el nivel encefálico alto o cor cal.
Los nervios son fascículos, haces formados por conjuntos de axones que siguen
un mismo recorrido a excepción de los nervios sensoriales que están formados
por dendritas funcionales de cierta longitud que viajan desde los receptores
hasta el asta dorsal de la médula espinal. Del sistema nervioso emergen los
nervios craneales y raquídeos que permiten la transmisión del impulso nervioso
hasta los órganos efectores.
Existen doce pares de nervios craneales que se originan a nivel del cuarto ven-
trículo por encima del bulbo en el tronco cerebral que poseen fibras sensi vas
y motoras. Por su parte, los nervios raquídeos están formados por las fibras
nerviosas sensi vas y motoras que emergen de la médula espinal.
Por otra parte, el sistema nervioso vegeta vo (SNV) envía es mulos al músculo
liso, el músculo cardíaco, las glándulas y los órganos. Este úl mo a su vez se
subdivide según su ac vidad funcional en dos sistemas antagónicos que son el
sistema nervioso vegeta vo simpá co (SNVS) y el sistema nervioso vegeta vo
parasimpá co (SNVPS).
El SNVS esta diseñado para las situaciones de estrés o alarma del animal y ene
acción catabólica, mientras que el SNVPS juega un papel decisivo en el proceso
diges vo y posee acción anabólica.
NIVELES DE ORGANIZACIÓN
El sistema nervioso (SN) está cons tuido por los niveles de organización que
forman la médula espinal (NM), el nivel encefálico bajo (NEB), el nivel encefálico
alto (NEA) y los nervios que transmiten el impulso entre estas estructuras.
Fisiología Animal II
56
NIVEL MEDULAR (NM)
La médula espinal es una masa cilíndrica de tejido nervioso que ocupa el con-
ducto vertebral y se ex ende desde el agujero occipital, donde se con núa con
el bulbo hasta la región lumbar. Está protegida por las membranas meníngeas:
piamadre, aracnoides y duramadre y por el líquido cefalorraquídeo.
La médula está compuesta por una sustancia gris formada por cuerpos neuro-
nales, y por la sustancia blanca formada por fibras mielinizadas ascendentes y
descendentes. La sustancia gris presenta las astas dorsales o posteriores y ven-
trales o anteriores según la posición cuadrúpeda o bípeda.
Las fibras ascendentes cons tuyen los haces ascendentes que son sensi vos y
conducen los impulsos que reciben de la piel, los músculos y las ar culaciones a
las dis ntas zonas del cerebro.
Las fibras descendentes cons tuyen los haces descendentes que son motores
y conducen los impulsos que provienen de los centros superiores del cerebro a
otros que radican en la médula o bien a los músculos y las glándulas.
57
Figura 6. Corte transversal
de la medula espinal
Las astas son el lugar de origen de los nervios raquídeos que emergen de la
médula a o largo de la columna vertebral. Las raíces posteriores de los nervios
raquídeos están formadas por los axones de las neuronas situadas en el gan-
glio espinal, estas neuronas recogen las impresiones periféricas sensi vas y las
transmiten a las de las astas anteriores de la sustancia gris de la médula o a las
vías ascendentes hacia los centros superiores, tálamo y corteza cerebral.
Los nervios raquídeos son nervios mixtos por llevar fibras sensi vas y motoras
al mismo empo, la raíz dorsal de cada nervio consta de vías sensoriales que
van a la médula espinal, y la raíz ventral consta de vías motoras que vienen de la
médula espinal y van a los músculos.
Fisiología Animal II
58
Haz de Goll y Burdach
Por esta vía discurre la sensibilidad profunda inconsciente que se origina en los
es mulos provenientes de los receptores propiocep vos, el huso muscular y el
aparato tendinoso de Golgi relacionados con el tono muscular, el mantenimien-
to del equilibrio y la coordinación motora.
59
Fascículo ves buloespinal
Transmisión de impulsos relacionados con los movimientos reflejos para la co-
rrección del equilibrio tanto está co y dinámico.
Por úl mo, los reflejos relacionados con los espasmos o calambres se produ-
cen como una respuesta de la médula espinal frente a es mulos locales que
producen irritación o dolor como los calambres musculares, las contracciones
espás cas de la musculatura abdominal en la apendici s o la peritoni s o en los
casos de fracturas óseas.
Por otra parte, los reflejos de la vida vegeta va responden a la necesidad de sa-
sfacer regulaciones subconscientes del cuerpo animal como el control reflejo
de la ac vidad cardiorrespiratoria, el espasmo vascular de la primera fase de
la hemostasia, el control reflejo de la micción y la defecación, la erección y la
eyaculación.
Fisiología Animal II
60
NIVEL ENCEFÁLICO BAJO (NEB)
La protuberancia está situada inmediatamente por encima del bulbo y por esta
zona discurren fascículos sensi vos y motores.
BULBO Y PROTUBERANCIA
Representa la porción terminal del tallo encefálico, ene forma cónica y actúa
como vía de conexión entre la médula y el resto de los órganos del encéfalo.
Limita por la cara anterior con la protuberancia anular y por debajo se con núa
con la médula espinal, está formado por sustancia blanca localizada por fuera y
sustancia gris en su interior agrupada en fascículos.
61
Por el bulbo discurren los fascículos ascendentes o sensi vos y los descenden-
tes o motores que ponen en comunicación el nivel medular (NM) con el nivel
encefálico alto (NEA). Por otra parte, en el segmento bulboprotuberancial exis-
ten numerosos núcleos o centros nerviosos automá cos y no automá cos. A
este nivel se controlan mediante estos centros nerviosos importantes funciones
relacionadas con el proceso diges vo como la mas cación, la insalivación, la
deglución, el vomito, la succión, el ciclo motor de los preestómagos y el esto-
mago de los rumiantes y la rumia. También este segmento controla importantes
reflejos defensivos como la tos y el estornudo. En la protuberancia se localizan
los núcleos del quinto, sexto, sép mo y octavo par de nervios craneales.
MESENCÉFALO
Está dividido por la sustancia negra o locus niger en dos partes, el cuerpo o
calota con función refleja y conductora y los pies con función conductora. En
la calota se encentra el núcleo rojo que da origen al fascículo rubroespinal, los
núcleos de origen del III par de nervios craneales o motor ocular común que
juega un papel importante sobre el control voluntario e involuntario del mo-
vimiento de los ojos y los tubérculos cuadrigeminos. Estos forman dos pares,
los tu¬bérculos cuadrigeminos anteriores (TCA) y los tubérculos cuadrigeminos
posteriores (TCP) que par cipan en los reflejos visuoespinales y audioespinales
que permiten respec vamente la rotación de los ojos, la cabeza y el cuello para
la localización del es mulo visual o el movimiento del pabellón auricular y el
movimiento de la cabeza y el cuello para la ubicación del es mulo audi vo. Los
TCA también par cipan en el reflejo pupilar para acomodar la re na según la
intensidad luminosa del entorno.
El papel conductor de la calota está dado por los fascículos que hacen recambio
en esta zona.
DIENCÉFALO
Se localiza entre el tronco del encéfalo y el cerebro, consta de dos partes princi-
pales que son el tálamo y el hipotálamo.
Fisiología Animal II
62
El tálamo es una masa ovoidea de tejido nervioso formada principalmente por
sustancia gris situada en el centro del cerebro que actúa como estación de re-
cambio sensorial. En el tálamo hacen sinapsis todas las vías aferentes que van
hacia el cerebro, incluyendo la de los órganos de los sen dos, excepto la vía
olfatoria. A este nivel es que se hacen conscientes los es mulos dolorosos.
FORMACIÓN RETICULAR
63
La FR y el hipotálamo son necesarios para el inicio y mantenimiento del estado
de vigilia y conciencia, es una estructura compleja por la que transitan las fibras
aferentes y eferentes desde y hacia la medula espinal que establecen conexio-
nes a diferentes niveles con las neuronas de la formación re cular y con otros
núcleos del tallo facilitando la ejecución de reflejos.
Las numerosas vías nerviosas entre la FR y los niveles de organización del SNC es
la causa de las variadas funciones que desarrolla esta estructura. En este sen -
do, el sistema ac vador re cular ascendente (SARA) formado por un conjunto
de fibras ascendentes con origen en la formación re cular conducen la informa-
ción sensi va hacia los centros superiores en el diencéfalo y el cerebro.
CEREBELO
Este órgano conoció durante mucho empo como el área silenciosa del encé-
falo, principalmente porque la excitación eléctrica de esta estructura no provo-
caba ninguna excitación evidente. Sin embargo, su ablación conduce a que se
produzca una incoordinación motora caracterizada por una fase inicial de exal-
tación dinámica, seguida por un agotamiento muscular y la muerte.
Fisiología Animal II
64
El cerebelo recibe con nuamente información de la periferia del organismo
para comparar el grado de distensión muscular a cada instante, la posición y el
ritmo de los movimientos del cuerpo animal y ene especial importancia para
controlar las contracciones de los músculos agonistas y antagonistas durante
los cambios rápidos de posición del cuerpo captado por el aparato ves bular.
Contribuye al control de los movimientos voluntarios e involuntarios para lo-
grar precisión y coordinación de la ac vidad motora del músculo esquelé co,
controla los impulsos nerviosos requeridos para llevar a cabo cada movimiento,
su velocidad de ejecución en el empo preciso, predice las posiciones de las
extremidades y juega un papel regulador para el mantenimiento de la postura y
el sostén del cuerpo contra la gravedad para mantener el equilibrio a par r de
la información propiocep va y del aparato ves bular.
El NEA esta protegido por los huesos del cráneo y las meninges. Está integrado
por dos hemisferios delimitados por la cisura y unidos por una base callosa de
sustancia blanca presenta una superficie ligeramente replegada que forma las
circunvoluciones.
En este nivel se proyectan los impulsos nerviosos que provienen de los órganos
de los sen dos y se generan los potenciales de acción en los órganos efectores,
las glándulas o los músculos.
La corteza cerebral presenta áreas con caracterís cas propias según la compo-
sición de las capas de células, su grosor y la can dad de fibras aferentes y efe-
rentes.
65
El área motora se halla situada delante del surco central posee células gigantes
de las que nacen las vías cor coespinal y cor cobulbar con axones que trans-
miten impulsos a la musculatura esquelé ca del organismo animal. Aquí se ge-
neran los impulsos que permiten el movimiento de grandes masas musculares,
así como también otros movimientos de la cabeza y el cuello, la mas cación y
la deglución
Las áreas sensi vas o somestésicas I y II reciben a través del tálamo la informa-
ción sensi va de todo el cuerpo, la discriminación espacial, la discriminación
tác l y los cambios de la temperatura ambiente. La zona frontal par cipa en la
respuesta comportamental, la memoria y la experiencia acumulada como con-
ducta aprendida. Las estructuras del encéfalo que mayor repercusión enen
sobre las bases fisiológicas de la conducta animal son:
El área parietal recibe información sensorial de todas las partes del cuerpo, de
los receptores sensoriales de la piel, los músculos y las ar culaciones.
Fisiología Animal II
66
Figura 8. Zonas del nivel
encefálico alto
El desarrollo de los órganos de los sen dos depende del hábitat, el po de ali-
mentación y la capacidad adapta va de los animales domés cos. Por regla ge-
neral el mayor desarrollo de uno de ellos se produce a expensas de una menor
67
capacidad de percepción de otro, pero todos, el olfato, la vista, el gusto, el tacto
y el oído son necesarios para el desarrollo de la vida y la interacción del animal
con su medio ya que cada cumple con una función diferente pero interdepen-
diente. Los receptores de los órganos de los sen dos están formados por cé-
lulas especializadas para la captación de es mulos que permiten el ingreso de
la información del medio ambiente al sistema nervioso de un organismo. En
general, estos órganos están formados por asociaciones de uno o más pos de
receptores con otros tejidos que enen la función de protección del receptor y
la posible amplificación de su función sensorial.
Vista
Oído
Fisiología Animal II
68
Olfato
La porción posterior de las fosas nasales está equipada con receptores olfato-
rios. La percepción olfatoria está muy relacionada con la memoria y la conducta
de los animales domés cos
La captación de los olores es el primer paso de un proceso que con núa con la
transmisión del impulso a través del nervio olfatorio y acaba con la percepción
del olor por el cerebro. En los animales domés cos se transmite una can dad
importante de señales mediante feromonas asociadas con la reproducción, las
señales de alarma por la presencia de depredadores u otras causas y la territo-
rialidad en determinadas especies.
Gusto
Cons tuye un sen do por contacto de las sustancias solubles con los receptores
gusta vos localizados en la superficie de la lengua. En los animales domés cos
solo se describe el sabor agradable, desagradable o indiferente. Sin embargo,
no son menos importantes la textura, la temperatura y el olor del propio ali-
mento ingerido.
Tacto
A través del tacto se percibe el contacto con sico con el medio ambiente. Los
animales domés cos presentan una amplia población de terminaciones nervio-
sas especializadas en la piel para el sen do del tacto propiamente dicho, las
sensaciones de dolor, presión y de temperatura. Algunas regiones de la piel en
la superficie del cuerpo poseen una mayor sensibilidad en función de su densi-
dad de receptores.
El sistema límbico cons tuye una de las partes filogené camente más an guas
del cerebro. Está formado por una masa de sustancia gris localizada alrededor
69
del hilio de los hemisferios cerebrales, se encuentra cons tuido por las amíg-
dalas, el hipocampo y el núcleo septal y ges ona respuestas fisiológicas de la
conducta animal.
Con este fin, el sistema límbico establece estrechas relaciones funcionales con
el SNV, el hipotálamo, otras glándulas del sistema endocrino, los órganos de
los sen dos y la formación re cular. Además se relaciona con la memoria, las
reacciones de auto conservación como la alimentación, la defensa o la fuga, los
ins ntos sexuales y los estados de ánimo con cambios de la conducta expresada
por el placer, el miedo, la ira y la agresión.
El comportamiento congénito de los animales domés cos está dirigido por una
programación determinada por la carga gené ca a par r de la que se observan
patrones fijos de conducta similares para cada especie. Algunas de estas ac vi-
dades se presentan durante la vida de forma rítmica durante el periodo circa-
diano, mientras que en otros casos los períodos de empo son más largos y las
ac vidades son estacionarias como sucede con la hibernación, la reproducción
y la migración de algunas especies.
Fisiología Animal II
70
la conducta lúdica, la conducta altruista, la conducta estereo pada y de vicio,
aberrante y la conducta de enfermedad.
71
rotransmisor para ambas es la ace lcolina. Los diferentes mensajeros químicos
que se descargan en las terminaciones nerviosas del SNV determinan que el
SNVS este conformado para las reacciones de alarma, la defensa, la lucha y los
estados de estrés, en tanto que el SNVPS se relaciona con sensaciones de pla-
cer. Es probable que una de las acciones más importantes del nervio vago sea el
control del proceso diges vo en el organismo animal.
El SNVPS ene dos niveles de origen el encefálico bajo y a nivel medular. Las fi-
bras del SNVPS se proyectan junto con las fibras nerviosas de los pares craneales
III, V y IX y a nivel del bulbo se ubican los núcleos de origen del nervio vago o X
par que cons tuye el nervio parasimpá co más importante. El segundo origen
es a nivel de S2-S4. En este segmento se origina el nervio pélvico que representa
la innervación del SNVPS de la porción terminal del intes no grueso y el sistema
urogenital.
Fisiología Animal II
72
Papeles fisiológicos principales del SNVS
El SNVS ene mayor ac vidad durante la fase de vigilia del periodo circadiano
donde prevalecen los procesos catabólicos. Sus acciones más importantes sobre
algunos órganos son las siguientes:
- Hígado: glucogenolisis
El SNVPS ene mayor ac vidad durante la fase de sueño del periodo circadiano
donde prevalecen los procesos anabólicos. Sus acciones más importantes sobre
algunos órganos son las siguientes:
73
UNIDAD V. SISTEMA ENDOCRINO
INTRODUCCIÓN
Las acciones del sistema endocrino se desarrollan por las hormonas mientras
que las del sistema nervioso lo hacen mediante los neurotransmisores. Existen
innumerables ejemplos entre los que podemos citar la respuesta de ambos sis-
temas reguladores en los mecanismos de adaptación a los cambios ambientales.
Fisiología Animal II
74
CaracterísƟcas generales de las glándulas endocrinas
La definición clásica de las glándulas endocrinas señalaba que las mismas esta-
ban formadas por células acinares en contacto con una red de vasos sanguíneos.
Este requisito lo cumplen la hipófisis, el roides, la para roides, el páncreas, la
corteza adrenal, y las gónadas. Esta definición eminentemente descrip va su-
frió modificaciones para dar paso a una concepción más amplia y funcional.
Las glándulas de secreción interna están formadas por agrupaciones de células
endocrinas especializadas que enen la función de sinte zar y almacenar en
can dad variable una diversidad de biomoléculas denominadas hormonas que
actúan como mensajeros químicos. Estas glándulas no presentan conductos y
vierten su contenido al medio interno. En síntesis, se considera como célula
endocrina a toda aquella que secreta una hormona con ac vidad fisiológica de-
mostrada.
Las principales glándulas endocrinas que conforman este sistema son el hipo-
tálamo, la hipófisis, el roides, la para roides, las suprarrenales, el páncreas
(islotes de Langerhans) y las gónadas representadas por los tes culos (células
inters ciales) en el macho y por los ovarios en la hembra (folículos de Graff
y cuerpos lúteos). Como vimos anteriormente la descripción anatómica de las
glándulas de secreción interna dio paso a una clasificación funcional y actual-
mente se considera como célula endocrina a toda aquella que secreta una hor-
mona. Se incluyen al hipotálamo formado por neuronas que sinte zan y liberan
a las hormonas liberadoras (GnRH, TRH, CRH, GHRH) e inhibidoras (Somatosta -
na, Dopamina); al corazón que sinte za y secreta la hormona atrial natriuré ca;
75
al pulmón que secreta serotonina y endorfina; al riñón que produce eritropoye-
na, y renina; al hígado que sinte za el factor de crecimiento similar a insulina
(IGF) y también a la eritropoye na; Y al tejido adiposo que produce lep na y
también secreta estrona.
Para que dicho órgano pueda reconocer la acción hormonal es condición sine
qua non la presencia en el mismo de un receptor hormonal. El receptor hor-
monal es la estructura especializada encargada de reconocer la señal química
Fisiología Animal II
76
extracelular. La elevada especificidad hormona receptor es sólo comparable con
la reacción enzima sustrato o con la unión an geno an cuerpo. Cada molécula
de hormona ene una forma específica que puede ser reconocida solo por la
célula blanco a través de los receptores hormonales y en muy bajas concentra-
ciones determina respuestas individualizadas en las células finales específicas
en tanto que otras células ignoran esta señal. Ello garan za que la población de
receptores hormonales en una determinada célula, tejido u órgano blanco sea
quien determine cuales serán las hormonas que podrán ser reconocidas para
que se ejecute su acción a nivel celular. La modificación del metabolismo en la
célula final por la acción hormonal se puede dirigir básicamente en tres direc-
ciones. Puede ser a través de modificaciones en la configuración de las enzimas
con cambios directos de la ac vidad enzimá ca (reguladores alostéricos), inhi-
bición o es mulación de la síntesis de enzimas o cambios en la disponibilidad
del sustrato a las reacciones enzimá cas por modificación de la permeabilidad
de la membrana celular para dicha sustancia.
77
tración de modificar la ac vidad funcional de las propias células glandulares, de
tejidos u órganos vecinos o a distancia de su lugar de producción.
Fisiología Animal II
78
Figura 2. Retroalimentación
nega va corta en el eje
hipotálamo hipófisis
La regulación hormonal nega va larga es sin dudas una modalidad mucho más
compleja que la anterior. En este caso están involucrados el hipotálamo, la hipó-
fisis y otra glándula que interactúan entre sí para contrarrestar el es mulo ini-
cial. En el organismo animal existen 3 opciones conocidas de retroalimentación
nega va larga. Estas están representadas por los ejes hipotálamo hipófisis roi-
des, hipotálamo hipófisis suprarrenal e hipotálamo hipófisis gónadas. En este
caso el hipotálamo libera una hormona que ene por órgano blanco la hipófisis
anterior o adenohipófisis y allí es mula la liberación de una nueva hormona
que se dirige por vía sanguínea a su correspondiente órgano blanco que puede
ser el roides, la glándula suprarrenal o las gónadas. La acción de la hormona
adenohipofisaria que alcanza su órgano blanco por el sistema de transporte de
la sangre es mula finalmente la producción de una nueva hormona que entra a
jugar su papel en la regulación.
El funcionamiento del eje hipotálamo hipófisis roides permite una clara com-
prensión de la estrecha relación funcional que existe entre los sistemas ner-
vioso y endocrino a par r del funcionamiento armónico del área secretora del
factor liberador de rotropina (TRH) y el centro termorregulador hipotalámico.
En el funcionamiento del eje hipotálamo hipófisis roides, el hipotálamo libera
la hormona TRH que alcanza la adenohipófisis por el sistema de capilares portal
hipotalámico hipofisario. La TRH es mula en la adenohipófisis la liberación de
una nueva hormona llamada TSH que alcanza por vía sistémica su órgano blan-
co, el roides. En el roides, la TSH gobierna el metabolismo de la glándula, lo
cual significa que conduce todo el proceso de síntesis, almacenamiento y libera-
79
ción de las hormonas roideas denominadas roxina (T4) y triyodo ronina (T3).
La elevación de la T4 y la T3 circulante en sangre actúa a dos niveles inhibien-
do directamente por retroalimentación nega va larga la liberación de nuevas
can dades de TRH del hipotálamo y de TSH de la adenohipófisis. Otra opción a
considerar es que la elevación de las hormonas roideas T4 y T3 disminuye la
sensibilidad de las células productoras de TSH en la adenohipófisis a la TRH. En
consecuencia, se desprende que al reducirse la liberación de TSH por la adeno-
hipófisis igualmente quedará reducida la síntesis hormonal a nivel del roides.
Existe un control nervioso sobre la ac vidad del sistema endocrino dado en este
caso por la temperatura donde el frío es mula la producción de TRH a través del
centro termorregulador hipotalámico mientras que el calor hace el efecto con-
trario. Por lo antes expuesto podemos decir que tanto la síntesis como la secre-
ción hormonal están some das a un estricto control nervioso y endocrino que
responde a las modificaciones del medio interno con contrarreacciones bien de-
finidas. Por otra parte debemos señalar que la síntesis de hormonas que inter-
vienen en el metabolismo es con nua de forma tal que la circulación sanguínea
las lleva a las células constantemente en can dades determinadas, y cuando las
necesidades del organismo aumentan, la producción de la glándula también lo
hace gracias a la información que por vía nerviosa o endocrina o por intermedio
de receptores situados en las propias células glandulares. Un ejemplo de ello lo
tenemos en la regulación de la glicemia mediante la insulina.
Fisiología Animal II
80
En el eje hipotálamo hipófisis suprarrenal por analogía con el eje anterior en-
contramos una hormona hipotalámica que en este caso se denomina CRH que
alcanza la adenohipófisis por la vía de los capilares del sistema portal hipotalá-
mico hipofisario. En la hipófisis, la CRH es mula la liberación de otra hormona,
la ACTH que ene como órgano blanco la zona cor cal de la glándula suprarre-
nal. Básicamente la acción de la ACTH está dirigida hacia la zona fascicular de la
corteza adrenal para es mular la liberación de un grupo de hormonas denomi-
nadas glucocor coides, de las cuales el cor sol es biológicamente más ac vo.
El aumento del cor sol determina entonces una contrarregulación a nivel de
hipotálamo con disminución de la liberación de CRH, lo cual a su vez reduce la
descarga de ACTH. El cor sol es una hormona que ejecuta un grupo de acciones
encaminadas a comba r el estrés en el organismo.
81
químicos del organismo animal. Dentro de este grupo se encuentran una gran
variedad de pép dos y glucoproteínas con muy variadas funciones a diferentes
niveles. Las hormonas que derivan del anillo del ciclopentanoperhidrofenantre-
no enen como precursor inmediato la estructura cíclica del colesterol del cual
se derivan las hormonas esteroidales o esteroides.
Hipotálamo
Fisiología Animal II
82
factors (IF). El hipotálamo también sinte za otras dos hormonas en los núcleos
supraóp co y paraventricular formadas por ocho aminoácidos cada una. Es una
pareja de pequeños pép dos llamados respec vamente oxitocina y hormona
an diuré ca (an diure c hormone) que se acostumbra a designar como ADH.
Estas dos hormonas alcanzan la hipófisis posterior (LPH) o neurohipófisis donde
se almacenan.
Hipófisis
Glándula Pineal
Tiroides
La glándula sinte za dos aminas derivadas del aminoácido rosina que son la
roxina (thyroxine) o T4 y la triyodo ronina (triiodothyronine) o T3 y la calcito-
nina o rocalcitonina de naturaleza pep dica.
ParaƟroides
83
Páncreas
Tiene a su cargo la síntesis de dos hormonas proteicas que son la insulina (insu-
line) y el glucagón o factor hiperglicemiante glucogenolí co (FHG). También la
glándula elabora las hormonas somatosta na y gastrina.
Corteza Adrenal
Médula adrenal
Tesơculos
Ovarios
Fisiología Animal II
84
Órganos endocrinos transitorios
Placenta
85
El proceso de síntesis da lugar a una molécula proteica cuya formación ocurre
bajo el gobierno de un gen que codifica el proceso. La molécula así formada se
denomina preprohormona y se transforma en prohormona que posteriormente
da lugar a la hormona ac va. Las transformaciones sucesivas a par r de la mo-
lécula de preprohormona a prohormona y finalmente a hormona están bajo un
control enzimá co a par r de la acción, en este caso, de genes diferentes. La
síntesis de las proteínas con acción hormonal se produce de forma análoga a la
de otras proteínas que no enen esta función en el organismo animal. Esta se
inicia en el lado citoplasmá co del re culo endoplásmico granular, si o al que
se encuentran unidos los ribosomas. En una segunda etapa la molécula ingresa
en dicho organelo para con nuar el proceso de síntesis. La entrada de la hormo-
na en formación al interior del re culo endoplásmico está favorecida por una
secuencia hidrófoba de aminoácidos (pép do señal) situada en un extremo de
la cadena. Su función es permi r el paso de la preprohormona a través de la ma-
triz lipoide de la membrana del organelo. Cuando la cadena pep dica ingresa al
organelo se denomina preprohormona hasta tanto se escinda de esta el pép do
señal que favoreció su entrada. La prohormona así formada se traslada a través
de los conductos membranosos que comunican el re culo endoplásmico con el
aparato de Golgi. El aparato de Golgi es prominente en las células glandulares
y es asiento de nuevas transformaciones donde pueden añadirse a la cadena
pep dica grupos prosté cos para dar lugar a diferentes glucoproteínas, o bien
escindirse grupos aminoterminales. La hormona finalmente formada queda en-
vuelta en un granulo de secreción, protegida por una membrana que da lugar
a una vesícula que almacena o libera la hormona en dependencia de las nece-
sidades orgánicas. El proceso de liberación hormonal a par r de los gránulos
secretores se produce mediante exocitosis. El empo es mado total desde el
inicio del proceso de síntesis hormonal hasta su culminación puede ser inferior
a una hora siendo las diferencias dependientes de la glándula en cues ón y la
hormona respec va.
Fisiología Animal II
86
la medula adrenal. La síntesis de hormonas roideas ene lugar en el folículo
roideo que cons tuye la unidad funcional de la glándula que forma dos ami-
nas yodadas que con enen respec vamente 4 y 3 moléculas de yodo formando
parte de su estructura por lo que se denominan roxina (T4) y triyodo ronina
(T3). La síntesis comprende la formación de la roglobulina, glucoproteína que
con ene radicales del aminoácido rosina. El proceso de síntesis se inicia en los
ribosomas del re culo endoplásmico rugoso y prosigue en el aparato de Golgi
donde se añade a la molécula la fracción glucídica. La segunda etapa está repre-
sentada por fenómenos par culares del proceso que comprenden la captación
del yodo de la sangre por la glándula roidea, la síntesis y el almacenamiento
hormonal. Estos aspectos de la biosíntesis de la roxina y la triyodo ronina se
verán mas en detalle cuando se aborde el tema de la fisiología de la termorre-
gulación donde dichas hormonas enen un papel protagónico en la regulación
de esta importante función del organismo animal.
87
dad que permita su transporte en el medio acuoso que representan los líquidos
corporales que integran el medio interno. Las principales proteínas plasmá cas
transportadoras de hormonas son la albúmina, la prealbúmina fracción protei-
ca del plasma que migra electroforé camente por delante de la albúmina, las
globulinas y algunas otras como la proteína transportadora de roxina (TBG,
thyroxine binding globulin), la transcor na (proteína transportadora de gluco-
cor coides), globulinas de transporte para los esteroides sexuales y para la vita-
mina D. La mayor parte de las hormonas de este grupo se unen a la albúmina,
proteína transportadora por excelencia de hormonas liposolubles en uniones
inespecíficas de baja afinidad. Lo anterior facilita la entrada en la célula de la
hormona correspondiente.
No solo los esteroides requieren para su transporte del vínculo con la proteí-
na transportadora. Las hormonas de la roides roxina y triyodo ronina que
estructuralmente son aminas resultan insolubles en los líquidos corporales y
su transporte en sangre depende de la unión de la hormona a tres proteínas
diferentes.
La unión de la hormona con su proteína transportadora o carrier es laxa y se
encuentra en un equilibrio desplazado a favor de la forma unida de la hormona
frente a la forma libre. La forma libre circulante de la hormona puede oscilar
entre un 0,03 a 2,5 % frente a un 97,5 a 99,97% que representa la forma unida
a la proteína transportadora.
Receptores hormonales
Los receptores hormonales enen una elevada capacidad para iden ficar aque-
Fisiología Animal II
88
llas hormonas que son suscep bles de actuar en ciertas células o tejidos, en
tanto que otras células ignoran o desconocen la señal hormonal. El receptor
hormonal reconoce a muy bajas concentraciones determinadas caracterís cas
estructurales de la hormona gracias a su alto grado de especificidad y afinidad.
Los receptores pueden unir hormonas estructuralmente relacionadas pero con
muy baja afinidad. Así tenemos por ejemplo, que el receptor para la insulina
puede unir al factor de crecimiento similar a la insulina (FCSI) con una afinidad
cien veces menor al comparar con la insulina. Si tenemos en cuenta la baja con-
centración a la que circulan las hormonas en el plasma la capacidad de unión en
estos casos es despreciable.
Algunos autores señalan que los receptores cumplen básicamente dos funcio-
nes principales. En primer lugar reconocer la hormona por medio de un acople
con ésta. En segundo lugar, inicia los eventos químicos que dan lugar a la acción
biológica del sistema hormonal específico. Dicho de otra forma, la función del
receptor consiste en reconocer la hormona y simultanear su habilidad para aco-
plar la unión de la hormona con la acción hormonal. Aquellas células u órganos
suscep bles a la acción hormonal se denominan indis ntamente célula final,
target cell del inglés y órgano blanco o diana. Esta alta capacidad de iden fica-
ción se debe a la presencia en la célula final de un receptor hormonal. Se define
como receptor a macromoléculas o aglomerados de macromoléculas, general-
mente de naturaleza proteica, a las que se une en forma altamente especifica
una hormona definida. Esta unión de la hormona (H) al receptor (R) forma el
complejo hormona - receptor (HR) que modifica la ac vidad funcional del órga-
no diana al desencadenar una serie de eventos a nivel celular. La presencia del
receptor hormonal le confiere a la célula final un papel ac vo en el reconoci-
miento de las hormonas.
89
afinidad y especificidad de la reacción enzima sustrato de sustrato especifico
o de la unión an geno an cuerpo. Son los si os ac vos los que establecen la
alta especificidad del receptor con el ligando. La unión entre la hormona y el
receptor determina una adaptación estructural reciproca para ambas molécu-
las que se denomina adaptación inducida. Dicho de otra forma, la hormona y
el receptor entran en una relación complementaria, donde la estructura de la
región ac va del receptor ene no solo la capacidad de reconocimiento para la
hormona, sino al parecer además sufre un cambio estructural de su rasgo dis-
n vo en unión con la hormona.
Fisiología Animal II
90
celular. La adrenalina, hormona producida en la médula adrenal y en el sistema
nervioso es mula la glucogenólisis en el músculo esquelé co y la lipólisis en el
tejido adiposo. Por otra parte, la población de receptores hormonales en un
órgano diana puede sufrir cambios de acuerdo al estado fisiológico. La lactación
en los mamíferos induce un incremento de la síntesis de receptores hormonales
y del grado de sensibilidad de éstos en la glándula mamaria a las hormonas que
intervienen en la síntesis de la leche.
91
cuales son las células que responden, así como también la índole de la ruta efec-
tora intracelular ac vada por la señal hormonal. En síntesis, el primer paso im-
prescindible para que se ejecute la acción hormonal es la unión de la señal quí-
mica hormonal a su correspondiente receptor. El receptor es una proteína que
está presente en la membrana citoplasmá ca plasmá ca, en el citoplasma o en
el núcleo de la célula blanco. Esta unión HR desencadena la respuesta hormonal
en la célula blanco. Aquellas células que no reconocen una hormona par cular
carecen entonces de receptor. La señal química extracelular será transferida a la
célula blanco en dependencia de la estructura química, proteica o esteroidal de
la hormona. Para las hormonas de naturaleza proteica o pep dica el receptor
hormonal se encuentra en la membrana citoplasmá ca
Fisiología Animal II
92
final. La proteína fosforilada puede ser una enzima o bien proteínas de la propia
membrana celular. La proteincinasa A y C fosforilan residuos de aminoácidos
monoaminomonocarboxilicos en proteínas intracelulares (enzimas), dando lu-
gar a transformaciones de la ac vidad enzimá ca con cambios del metabolismo
o de la permeabilidad de la membrana celular para facilitar o bloquear la entra-
da en la célula final de un determinado metabolito.
93
en parte, mediante la enzima fosfodiesterasa que provoca la inac vación del
segundo mensajero al transformarlo en 5’ AMP.
canismo
i
Figura 4. Mecanismo de acción
de acció
ión
ó de
de las
las hormonas
hormonas proteicas
proteicas
i la célula
en la c final
Fisiología Animal II
94
membrana celular para facilitar o impedir el paso de determinadas biomolécu-
las y es mulación o inhibición de la secreción de hormonas.
95
Figura 5. Mecanismo
M cani
Me nism
ism
smo
o de
de acción
acció
ión
ón de
de las
las hormonas
hor
ormo
mona
mo nass esteroideas
na estte
es teroid
teroidea
dea
eass en la
la célula
cél
cé
élu final
De hecho, puede exis r una gran variedad de respuestas a nivel celular. Ello
depende de la hormona unida al receptor citosólico en el correspondiente ele-
mento de respuesta a la hormona en un punto específico del genoma de la
célula. La unión del complejo HR puede inducir o suprimir la expresión de ge-
nes específicos, o bien el complejo HR probablemente pueda unirse a si os de
regulación que controlan diferentes genes de la célula blanco. Así tenemos por
ejemplo que la aldosterona induce la síntesis de una proteína en el tubo contor-
neado distal y colector de la nefrona que ene la función de aumentar la per-
meabilidad para el sodio, mientras que la vitamina D3 a través de otra proteína
influye en el transporte de calcio en el hueso. Por otra parte, los glucocor coi-
des inducen la síntesis de enzimas y provocan cambios de la permeabilidad a
nivel celular que determinan cambios del metabolismo basal. Resulta de interés
la acción de los estrógenos en el tractus reproduc vo del ave al es mular la
síntesis de ovoalbúmina, en tanto que la misma hormona es mula la síntesis de
otras proteínas en el hepatocito.
Fisiología Animal II
96
diversas funciones. Este órgano regula el control de la ac vidad endocrina de la
hipófisis y cons tuye el elemento rector de funciones vegeta vas tales como el
mantenimiento de la temperatura corporal, la conducta del ape to, la sed, el
hambre, las reacciones defensivas, diversos estados de animo como el temor y
la cólera y la conducta sexual entre otros. Igualmente se ha observado que los
cambios de electrolitos en sangre, así como cambios térmicos acentuados pro-
ducen ac vidad en diferentes partes del hipotálamo.
97
Estos son el factor de liberación de la hormona del crecimiento (GHRF), el factor
de liberación de la rotropina (TRF), el factor de liberación de la cor cotropina
(CRF), factor de liberación de las gonadotropinas (GnRH) y el factor de liberación
de la prolac na (PRF). El área paraventricular controla la síntesis de GHRF. El
área preóp ca situada inmediatamente por encima y detrás del quiasma óp-
co ene a su cargo la producción de TRH, mientras que la porción más baja
y posterior del hipotálamo, incluyendo la eminencia media controla la síntesis
de CRF. Finalmente el hipotálamo anterior, el cuerpo mamilar y la porción del
área preóp ca enen a su cargo la secreción de GnRH y por delante del cuerpo
mamilar se encuentra el área encargada de producir el PRF.
La hipófisis es una glándula pequeña situada sobre la base del cráneo en la silla
turca del esfenoides. Se encuentra rodeada por un plexo vascular y está recu-
bierta por una prolongación de la duramadre que forma un pequeño sáculo
que la protege. Presenta un contorno oval, es aplanada dorsoventralmente y
su ancho es aproximadamente de dos cen metros. En el bovino la hipófisis es
más estrecha y gruesa que en el equino, mientras que en los caninos es más
bien circular y de pequeño tamaño, siendo en la gallina una pequeña masa con
Fisiología Animal II
98
ubicación semejante a la de los mamíferos. La hipófisis está unida dorsalmente
al hipotálamo por un pedículo corto que recibe el nombre de tallo hipofisiario
o pituitario, de ahí que la glándula también se denomine pituitaria. Está cons-
tuida por tres lóbulos, anterior, medio y posterior, que presentan un grado
diferente de desarrollo e importancia. Existen diferencias en cuanto al origen
embriológico de los lóbulos que componen la glándula. La adenohipófisis (pars
distalis) o lóbulo anterior (LAH) cons tuye el 75% de la totalidad de la glándula
y presenta una pared intermedia y una pared tubular que rodea al infundíbulo
y las paredes distales. La irrigación del LAH corre a cargo de las arterias hipo-
fisarias superiores que derivan de las caró das internas y del círculo de Willis.
Una parte de estas arteriolas da lugar a una red de capilares en el LAH, mientras
que la otra origina la red capilar que irriga la eminencia media. Esta ul ma red
capilar alcanza las pequeñas vénulas descendentes que rodean al tallo hipofi-
sario para alcanzar finalmente a los capilares del LAH. La interconexión venosa
integrada por los capilares del LAH y los de la eminencia media cons tuyen el
sistema portal hipotalámico hipofisario que ene una decisiva importancia en la
regulación funcional entre el hipotálamo y la adenohipófisis.
99
Resulta de interés el diferente origen embriológico de los lóbulos anterior y pos-
terior de la hipófisis pues ello determina las relaciones funcionales que se es-
tablecen entre la hipófisis y el hipotálamo. La adenohipófisis se desarrolla a ex-
pensas de una invaginación emanada de la pared dorsal de la faringe primi va
llamada bolsa de Rathke y ene por tanto un origen ectodérmico. De esta forma
es que las relaciones anatomofuncionales que existen entre el hipotálamo y la
adenohipófisis son de po vascular a través del sistema de vasos capilares por-
tal hipotalámico hipofisario. A diferencia de este lóbulo, el LPH deriva del suelo
del tercer ventrículo que se prolonga en una formación llamada infundíbulo,
parte del pedúnculo hipofisario que esta directamente en comunicación con
el hipotálamo. El extremo inferior del infundíbulo se desarrolla cons tuyendo
el propio lóbulo nervioso y el tallo nervioso. Este hecho establece una comu-
nicación nerviosa entre el hipotálamo y la hipófisis posterior o neurohipófisis,
formada por células nerviosas, a través de los fascículos supraóp co y paraven-
tricular que se originan en los núcleos hipotalámicos de igual nombre.
Fisiología Animal II
100
Lóbulo anterior de la hipófisis
101
regulando otras glándulas de secreción interna. También recibe el nombre de
hormona somatotropa (STH), aunque esta denominación en los úl mos años
ha caído en desuso. Cons tuye una hormona de gran importancia para la ac -
vación y regulación del crecimiento. Bajo su acción se produce incremento del
número de mitosis con aumento del desarrollo celular. La GH está formada por
una cadena sencilla de 190 aminoácidos, posee una vida media que oscila entre
15 y 30 minutos, ene especificidad de especie y circula en forma libre en los
líquidos corporales. Actualmente se conoce que ejerce su acción al promover
en el hígado y otros tejidos la síntesis de un grupo de pép dos GH dependientes
designados como somatomedinas con acción de crecimiento entre los cuales se
destacan el factor de crecimiento similar a la insulina de po I (FCSI I) y de po II
(FCSI II), el factor de crecimiento epidérmico, el factor de crecimiento del nervio,
el factor de crecimiento de los fibroblastos y el factor de crecimiento ovárico.
La denominación de factor de crecimiento similar a la insulina viene dada por
la gran similitud estructural de estos pép dos con la molécula de proinsulina.
Los FCSI a diferencia de la insulina viajan en sangre unidos a proteínas transpor-
tadoras lo que al parecer se relaciona con la prolongación de la vida media de
estos pép dos.
Fisiología Animal II
102
La biosíntesis y liberación de la GH está gobernada por un conjunto de acciones
hormonales a par r del factor de liberación o GHRF (pép do formado por 40 a
44 aminoácidos) y el factor de inhibición denominado somatosta na, pequeño
pép do formado por 14 aminoácidos (GHIF), el pép do ghrelin, las hormonas
roideas y los glucocor coides. El pép do ghrelin se ha encontrado en el seg-
mento gastrointes nal, hipotálamo, corazón pulmón y tejido adiposo. Su hallaz-
go y purificación permi ó conocer que el mismo facilita la liberación de GHRH
y por consiguiente también de GH. La GHRH y la somatomedina son neurose-
creciones de estructura pep dica producidas a nivel de la eminencia media y
alcanzan el sistema portal en su trayecto hacia la adenohipófisis. El GHRH y el
GHIF son secretadas en forma de pulsos independientes para interactuar des-
pués de conjunto con las otras hormonas mencionadas y generar los pulsos de
secreción de GH.
103
Gonadotropinas
Las gonadotropinas FSH y LH reciben este nombre por su acción trófica sobre
la gónada femenina. Sin embargo, también actúan sobre la gónada masculina.
Resulta probable que esta denominación mas frecuente resulte debido a que
se conocieran sus acciones primero en la hembra. No obstante, la LH ene una
segunda denominación que si resulta más apropiada para el macho donde se
designa como hormona es mulante de las células inters ciales (ICSH).
ProlacƟna (PRL)
Fisiología Animal II
104
ración de ACTH en las células acidófilas de la adenohipófisis se encuentra bajo
el gobierno de la hormona liberadora de cor cotropina (CRH), polipép do de
41 aminoácidos, que cons tuye su factor de liberación hipotalámico. Cuando la
CRH alcanza la adenohipófisis a través del sistema de vasos porta actúa sobre la
molécula precursora de proopiomelanocor na (POMC) a par r de la que no solo
se forma la ACTH, sino además otros polipép dos con acción hormonal como la
hormona es mulante de los melanocitos con sus dos fracciones αy β(MSH), las
fraccionesα y β de la lipotropina (LPH), las endorfinas y las encefalinas. Las en-
cefalinas y las endorfinas son opioides con presencia de receptores que enen
una amplia distribución en el SNC.
Las glándulas adrenales son órganos pares con diferencias morfológicas según
la especie que se encuentran en relación con la parte anterior del borde medial
de los riñones. En el equino la glándula adrenal izquierda es algo más corta que
la derecha a diferencia de los pequeños rumiantes donde la glándula del lado
izquierdo presenta mayor longitud. En el bovino la localización de la glándula
105
adrenal izquierda queda retenida en su posición primi va al no emigrar con el
riñón, mientras que en los caninos la glándula del lado izquierdo tampoco está
en contacto con el riñón. En el cerdo ocupan la misma posición descrita descan-
sando sobre el borde medial del riñón y morfológicamente se caracterizan por
ser largas y estrechas.
Fisiología Animal II
106
abundante de aldosterona puede ocasionar alcalosis.
107
La zona re cular es la capa mas interna de la corteza y se caracteriza por la pre-
sencia de cordones celulares glandulares que se ramifican y anastomosan con
los cordones vecinos para formar un re culo donde quedan incluidos capilares
sinusoidales. La producción hormonal de esta zona cons tuye una fuente ex-
tragonadal de esteroides sexuales que se denominan sexoesteroides entre los
que se han aislado progesterona, andrógenos y estrógenos. Sin embargo, las
concentraciones informadas son tan bajas que no resulta probable que se pro-
duzca masculinización o feminización en especies tales como la vaca, la oveja y
el cerdo. En el hombre, los defectos enzimá cos de la esteroidogénesis adrenal
han sido mejor estudiados. Estos pueden afectar la síntesis de aldosterona, cor-
sol y andrógenos. La secreción aumentada de andrógenos adrenales o síndro-
me adrenogenital conduce a masculinización o pubertad precoz en el hombre,
mientras que en la hembra provoca seudohermafrodi smo, siendo los efectos
en ambos casos dependientes de la edad de presentación.
Médula adrenal
Fisiología Animal II
108
Lóbulo intermedio de la hipófisis
109
Lóbulo posterior de la hipófisis
Fisiología Animal II
110
se encuentra almacenada en la neurohipófisis. Por extensión se plantea que la
descarga de ADH frente al es mulo correspondiente se produce en virtud de un
vis a tergo. De esta forma la elevación de la osmolalidad de los líquidos corpo-
rales dará lugar a la disminución de las perdidas de agua al concentrar la orina.
El restablecimiento de la osmolalidad de los líquidos corporales al rango fisioló-
gico reducirá mediante retroalimentación nega va la descarga de la hormona.
La acción vasopresora de la ADH solo se observa bajo condiciones de una dis-
minución de la volemia como ocurre en casos de hemorragia o por una dis-
minución sensible del riego hipotalámico que determina una mayor descarga
de la hormona. De esta forma, la depleción de la volemia captada por los ba-
rorreceptores de la aurícula derecha, las venas pulmonares, y el cayado aór -
co y caro deo llega a través de los nervios vagos y el glosofaríngeo al sistema
nervioso central y a par r de aquí se es mula la secreción de ADH en mayores
can dades. Otros es mulos que pueden desencadenar la secreción de ADH son
el dolor, el estrés, la emesis, la hipoxia, el ejercicio sico, la hipoglicemia y la
secreción de angiotensina. Los mecanismos integradores neuroendocrinos que
intervienen en la regulación del volumen del líquido extracelular y la volemia
que abarcan las acciones de la ADH, la aldosterona, la hormona natrure ca, los
reflejos barorreceptores, la isquemia del sistema nervioso central y la interven-
ción de los receptores de volumen de la aurícula derecha que desencadenan
reflejos renales que aumentan la eliminación de orina cuando hay exceso del
llenado auricular y las grandes venas se abordan en forma conjunta dentro de la
fisiología del sistema renal.
Oxitocina
111
tores situados en la pared vaginal y el cuello del útero los que desencadenan el
reflejo nervioso para la secreción de oxitocina.
Regulación de la calcemia
Fisiología Animal II
112
encuentra disuelto en los líquidos corporales. De esta pequeña fracción que
aparece en los líquidos corporales, un 40% se encuentra unido a proteínas, ge-
neralmente albúminas y globulinas, en tanto que el otro 60% es el que resulta
filtrable por el riñón. Finalmente, de esta fracción filtrable, aproximadamente
un 80% se encuentra bajo la forma de calcio ionizado que cons tuye la fracción
fisiológicamente ac va y un 20% aparece como fosfato cálcico. Por otra parte,
el análisis porcentual de la composición del hueso compacto da como resultado
que el 75% está compuesto por fosfatos de sodio, magnesio y calcio. Las sales
de fosfato tricálcico forman el carbonato y el fluoruro de apa ta y la hidroxiapa-
ta presentes en diferente proporción en la estructura del hueso y los dientes
y le confieren la propiedad de compresión a dichos tejidos. El otro 25% de la
composición del hueso compacto está cons tuido por la matriz orgánica, de ella
el 95% corresponden a las fibras colágenas que le confieren la propiedad de ten-
sión al tejido óseo, mientras que el 5% restante integra la sustancia fundamental
compuestas por condroi nsulfato, ácido hialurónico y mucoproteínas.
Además del papel osteotrófico del calcio junto al fósforo, otras importantes
funciones son su par cipación en la coagulación formando parte del sistema
intrínseco y extrínseco de dicho mecanismo; su función clave en el inicio de
la contracción de los músculos esquelé co y cardiaco al unirse a la troponina.
En este sen do, el incremento del calcio del líquido extracelular guarda una
relación directa con la intensidad de contracción del miocardio que puede oca-
sionar paro en sístole del corazón. Otras funciones del calcio se relacionan con
113
la liberación de ace lcolina a nivel sináp co durante la transmisión del impulso
nervioso, como cofactor de varias enzimas, en el crecimiento y desarrollo celu-
lar y cambios de la permeabilidad de la membrana celular. Finalmente, el calcio
y la calmodulina desarrollan un papel determinante en la acción hormonal a
nivel celular al traducir la señal extracelular permi endo la fosforilación de una
proteína citoplasmá ca. Por otra parte, la importancia del fósforo sobrepasa su
papel osteotrofico junto al calcio en forma de sales par cipando en las uniones
de alta energía en el ATP y la fosfocrea na para la transferencia energé ca a
nivel celular, en la regulación del equilibrio ácido básico bajo la forma del sis-
tema fosfato monobásico fosfato dibásico que opera en la sangre y en el tubo
contorneado distal de los riñones y en su unión a biomoléculas formando ácidos
nucleicos, fosfolípidos, fosfoproteínas, fosfoglúcidos, innumerables enzimas y
diferentes iones del liquido intracelular.
Fisiología Animal II
114
transito a corto plazo de este macroelemento desde la sangre durante la fase de
deposición de la cáscara.
115
resulta de interés para la homeostasis del fósforo el reciclaje a través de la saliva
y el rumen que anteceden a su absorción intes nal. Con el control del transpor-
te ac vo en el duodeno para el calcio a par r de la acción de la vitamina D y la
PTH se inicia su homeostasis en el organismo animal. Sobre la absorción intes-
nal del calcio influye el carácter ácido o básico de las sales donde éste se en-
cuentra presente, estando más favorecida la absorción en el primer caso, siendo
eliminada a través de las heces fecales la fracción no absorbida. Para el fósforo
la absorción intes nal se produce de forma pasiva. El control de la eliminación
de calcio y fósforo por el riñón es competencia de la PTH que resorbe calcio,
mientras que favorece la excreción de fosfato. El tejido óseo se inserta como un
elemento bufferante en la regulación de la calcemia al permi r el deposito o la
extracción del calcio hacia el liquido extracelular por la acción respec va de la
calcitonina en el primer caso y de la PTH junto con la vitamina D que enen el
efecto contrario.
El transito de calcio por vía placentaria hacia el feto, las pérdidas de este ma-
croelemento durante la lactancia o las que ocurren en aves ponedoras en pro-
ducción escapan al control hormonal y por tanto deben tenerse en cuenta a los
efectos de establecer un adecuado suplemento que contemple la especie, su
estado fisiológico y el fin produc vo.
Fisiología Animal II
116
ma, mientras que la innervación deriva de fibras simpá cas del nervio laríngeo
superior y recurrente.
En las aves la glándula presenta una localización similar a la descrita en los ma-
míferos con diferencias en cuánto al tamaño, grado de in midad con el roides
y entre los cuatro cuerpos secretores. En la gallina los cuerpos glandulares ipsila-
terales se observan uno mayor que el otro y por lo general aparecen fusionados
entre sí, mientras que en la paloma la glándula se ubica por fuera del roides y
los lóbulos pueden aparecer separados uno del otro. La glándula para roidea
también se encuentra presente en anfibios y rep les, sin embargo no se des-
cribe su presencia en los peces. En la rana, la para roidectomía total provoca
una serie de síntomas consecu vos muy similares al síndrome provocado por la
carencia de la PTH en los mamíferos.
Desde el punto de vista histológico sirven de sostén las células re culares, estan-
do la parte funcional de la glándula representada por masas de células epitelia-
les dispuestas en forma de columnas o cordones rodeadas de tejido conjun vo
muy vascularizado. La observación al microscopio permite diferenciar dos pos
de células epiteliales que se denominan respec vamente principales y oxi licas.
Las células principales se caracterizan por ser más abundantes, ricas en glucó-
geno y presentar un menor tamaño al comparar con las células oxi licas que
poseen una amplia distribución de mitocondrias. Por su parte, las células oxi -
licas aparecen aisladas o en pequeños grupos que se alternan entre las células
117
principales. La PTH u hormona paraƟroidea es un polipép do formado por
una cadena de 84 aminoácidos mediante un complejo proceso que comprende
profundas transformaciones de las células principales que son es muladas para
entrar en una fase de ac vación que origina la preprohormona en el re culo
endoplásmico rugoso y su transito posterior al aparato de Golgi donde concluye
el proceso y se almacena para su posterior liberación.
La PTH regula de forma efec va a cada instante los niveles de calcio iónico en la
sangre y los líquidos corporales a través de su unión con los receptores hormo-
nales de membrana en el hueso y el riñón para provocar hipercalcemia. Por otra
parte, la PTH refuerza su acción a la hipercalcemia mediante la es mulación de
la síntesis renal del metabolito final de la vitamina D, el 1, 25 dihidroxicolecal-
ciferol (1,25(OH)2 D3), que actúa en el intes no delgado aumentando la absor-
ción del calcio de la dieta. El efecto hacia la hipercalcemia de la PTH se debe a la
acción directa de la hormona sobre los riñones, el hueso y el intes no delgado.
La hipocalcemia es el es mulo que actúa sobre los receptores sensibles de las
células glandulares del para roides para promover la absorción del calcio. Ello
aumenta la expresión del gen que controla la hormona PTH a través de la libera-
ción de la producción hormonal almacenada en la glándula.
Fisiología Animal II
118
blastos posibilitando la salida del calcio hacia el liquido extracelular. Esta acción
de bombeo de calcio desde el hueso está favorecida por la vitamina D.
Sobre otros iones la PTH en menor grado provoca cierto grado de reabsorción
de magnesio e hidrogeniones, en tanto que disminuye la resorción de sodio y
potasio. Otro efecto de vital importancia de la PTH sobre el riñón consiste en su
par cipación en la regulación final de la síntesis de la vitamina D3 a nivel de las
mitocondrias del órgano. La mayor parte del calcio de la dieta se absorbe en el
intes no delgado por la acción de la vitamina D, mientras que el ajuste fino de
la absorción corresponde entonces a la PTH que no presenta en este caso una
acción tan rápida al comparar con el riñón. De lo anterior se desprende la acción
sinérgica entre ambas hormonas en la regulación de este macroelemento.
Las acciones de la hormona sobre los riñones se producen a corto plazo con lo
que se posibilita el ajuste muy rápido no solo del calcio sino también del fósforo.
Es evidente, que las importantes funciones que desempeñan ambos minerales
en estrecha relación en el organismo animal requieren de un control expedito.
En cambio, la acción de la PTH sobre el hueso ene la par cularidad de dar
119
como resultado una movilización del calcio hacia la sangre que puede ser rápida
o producirse a más largo plazo. En el intes no delgado la respuesta hormonal
aparece a más largo plazo. Este efecto mediato de la hormona sobre el hueso
unido a las pequeñas can dades que se absorben desde el intes no delgado
pudiera tener importancia en el aporte mantenido del macroelemento tal como
sucede en la hembra durante la gestación y la lactancia. De lo anterior pudiera
deducirse que los mecanismos homeostá cos que par cipan en la regulación
de la calcemia expresan dos niveles de control. El primero caracterizado por una
respuesta casi inmediata y el segundo con una presentación a más largo plazo
en forma de meseta.
Como quiera que la regulación del calcio hemá co forme parte de los sistemas
de retroalimentación nega va corta que escapan al gobierno del eje hipotalá-
mico hipofisario, la hipercalcemia, inhibe directamente a las glándulas para -
roideas para la liberación de PTH. En consecuencia, el calcio se deposita en los
huesos y de esta forma se alcanza la normocalcemia. En el caso contrario, la hi-
pocalcemia es mulará la síntesis y liberación de PTH que provocará la salida del
calcio del tejido óseo. El alto grado de especialización de las células que forman
los lóbulos para roideos permite la síntesis, el almacenaje de grandes can da-
des de la hormona, su secreción y la mitosis que garan zan la rápida respuesta
de la glándula para mantener la homeostasis del calcio.
La carencia de PTH pudiera ser reemplazada por una terapia de sus tución con
vitamina D3. Esta vitamina posee efectos muy semejantes a los de la PTH entre
los que se destaca el aumento considerable de la permeabilidad del intes no
delgado para absorber calcio y fósforo y el incremento de la reabsorción de
calcio por el túbulo contorneado proximal y distal de la nefrona. Por otro lado,
en ausencia de vitamina D3 la acción de la PTH sobre el hueso disminuye con-
siderablemente lo que apoya el sinergismo de acción que mencionamos ante-
riormente. La vitamina D3 ejerce su acción a nivel celular en el órgano diana
mediante su unión a un receptor nuclear con una amplia distribución en los te-
jidos del organismo animal mediante la regulación de la transcripción de DNA a
RNA. Sus acciones sobre el intes no delgado, el hueso, el riñón y otros órganos,
mediadas a través de un receptor y su mecanismo de acción a nivel celular son
las causas fundamentales para considerarla una hormona.
Fisiología Animal II
120
La vitamina D3 está representada por un grupo de esteroles cuya síntesis en
una primera etapa se inicia en la piel a través de un proceso lento a par r del
precursor o provitamina D3 bajo la acción de los rayos ultravioleta (UV) de la
radiación solar. En el hombre, la exposición periódica a la radiación solar directa
previene la carencia de la vitamina D3, y al parecer, no resulta necesaria su ad-
ministración en la dieta. No obstante, resulta de interés conocer que en la dieta
del hombre y de los animales existen alimentos que con enen vitamina D3 que
se absorbe por difusión facilitada en el intes no delgado, entre los que se desta-
can los derivados lácteos y cereales for ficados, la yema de huevo y los aceites y
el hígado de pescado. Por otra parte, para el hombre y los animales que habitan
en climas templados donde la radiación solar es escasa durante una gran parte
del año, se debe tener en cuenta la administración de una dieta balanceada o
bien con un suplemento de vitaminas.
121
cumplimentar etapas posteriores en la síntesis hormonal al añadirse un grupo
hidroxilo en la posición 25, por acción de una enzima mitocondrial, dando lugar
a la 25 hidroxicolecalciferol ó 25 (OH) D que posee una vida media que oscila
entre dos a tres semanas. Finalmente, el úl mo paso de la síntesis hormonal se
produce en el riñón a nivel de las células del túbulo contorneado proximal por
una segunda hidroxilación. La enzima 1α-hidroxilasa da como resultado el me-
tabolito mas ac vo de la vitamina D3 hormona que se denomina 1,25 (OH)2 D3
ó 1,25 dihidroxicolecalciferol ó Vitamina D hormona con una vida media que
oscila entre seis y ocho horas y que resulta más reducida que la de su precursor
que aunque triplica su concentración en sangre ene menor ac vidad biológi-
ca. Otros lugares de síntesis de la 1,25 dihidroxicolecalciferol son la placenta y
el propio tejido óseo, mientras que otros metabolitos formados como la 24,25
dihidroxicolecalciferol, el 25,26 dihidroxicolecalciferol y el 1, 24,25 dihidroxico-
lecalciferol son menos ac vos o rela vamente inac vos.
Los receptores para la vitamina D3 presentes en las células epiteliales del intes-
no delgado expresan la acción más importante de la hormona en el organismo
animal. La unión de la hormona con el receptor codifica a través de la maqui-
naria gené ca de la célula, la síntesis de una proteína que se une al calcio y al
fósforo para facilitar su absorción desde este segmento del intes no hacia el
plasma. Otra posibilidad de acción de la hormona consiste en ejercer el mismo
efecto a nivel de la membrana interna de las mitocondrias de los enterocitos,
aumentando la reserva intracelular del calcio a expensas de la salida de sodio de
la célula. En síntesis, esta acción de la vitamina D3 sobre el entericito represen-
ta su papel fisiológico protagónico en el organismo animal ya que la absorción
grosera se produce bajo su gobierno, mientras que, como señalamos anterior-
mente la PTH ene a su cargo la absorción fina que ajusta finalmente el nivel de
calcio hemá co en el organismo.
Fisiología Animal II
122
para la vitamina D3 hormona y la proteína intracelular sinte zada a par r de
la unión hormona receptor. Sin embargo, no tenemos información disponible
sobre las posibles acciones de la vitamina D3 hormona en estos tejidos.
La calcitonina (CT) es una hormona polipep dica formada por una cadena de
32 aminoácidos que se sinte za principalmente en las células “C” o células para-
foliculares del roides. Por regla general, la mayor parte de los textos de Fisiolo-
gía e incluso de Histología no describen la presencia de estas células a pesar de
formar parte del roides, limitándose solo a describir los folículos por cons tuir
la unidad funcional de la glándula y como el epitelio que los rodea y la can dad
123
de coloide contenido en su interior se modifican en dependencia de su ac vi-
dad funcional. No es menos cierto que las células parafoliculares representan
una población menor, así como tampoco que en la homeostasis del calcio y el
fósforo la calcitonina al comparar con la PTH y la vitamina D enen un papel
secundario. Sin embargo, no por ello deja de tener importancia la presencia de
las células parafoliculares en la glándula roidea y su producción hormonal. Lo
anterior fue causa de que durante algún empo se atribuyera la producción de
calcitonina a la glándula para roidea por su acción hipocalcemiante. Sin em-
bargo, cuando se logró esclarecer la función de las células parafoliculares del
roides la hormona también se denominó a par r de entonces como rocalcito-
nina, para subrayar su origen. La CT ene una elevada especificidad de especie
al no compar r una gran parte de la secuencia primaria de la molécula. Por otra
parte, se ha informado por diversos autores que la CT del salmón es alrededor
de veinte veces biológicamente más potente al comparar con otras especies.
Ello ha determinado su uso con fines terapéu cos frente a trastornos del meta-
bolismo del calcio y el fósforo que cursan con hipercalcemia.
Fisiología Animal II
124
La CT ene acción hipocalcemiante y más recientemente pudo observarse que
ene un efecto hipofosforemiante que se hacen más evidentes en animales con
edades extremas. En orden de importancia el órgano final en primer lugar es el
hueso, en tanto que el riñón ocupa un papel secundario. A diferencia de la PTH y
la vitamina D3 no existe una acción importante de la CT sobre la absorción intes-
nal del calcio para que bajo el propio efecto de la hormona quede depositado
en el hueso. Así mismo tampoco la CT ene par cipación en el metabolismo de
la vitamina D3. Se ha informado la presencia de receptores hormonales para
la CT en el hueso, el riñón, linfocitos y neuronas. Se desconoce la significación
que pueda tener este hallazgo en condiciones fisiológicas en células como los
linfocitos, pero en el caso de las neuronas se pudiera hipote zar en virtud de la
función del calcio en la transmisión del impulso nervioso.
El incremento del calcio en los líquidos corporales cons tuye el es mulo que
determina mediante retroalimentación nega va la descarga de CT al torrente
sanguíneo y el depósito de este en los huesos. Así, el exceso de calcio determina
125
un aumento inmediato de la CT e inversamente, la reducción de la concentra-
ción de este macroelemento reprime la liberación de CT. No obstante, algunos
autores señalan que existe una secreción mantenida de CT durante la normocal-
cemia con rápidos incrementos de la hormona cuando se produce hipercalce-
mia. Esto pudiera explicar la rápida intervención de la hormona para restablecer
de forma efec va el nivel de calcio hemá co, lo que pudiera tener importancia
en el impacto de la hipercalcemia aguda sobre el músculo cardíaco. Recorde-
mos que las células parafoliculares enen una elevada capacidad de síntesis y
almacenamiento de la hormona lo cual se corresponde con la observación reali-
zada anteriormente. Otros hallazgos no menos interesantes se relacionan con el
efecto es mulante sobre la descarga de CT por parte de hormonas sulares del
sistema diges vo y del glucagón. La gastrina y la colecistocinina-pancreocimina
(CCK), desarrollan su efecto es mulante en la fase postprandial cuando se ha
ingerido en la dieta una ración rica en calcio. De esta forma se previene la hiper-
calcemia consecu va a esta fase del periodo diges vo.
Fisiología Animal II
126
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127
ciona el perfil hormonal preexistente; el establecimiento de la secreción pulsá l
de estrógenos y andrógenos promueve el crecimiento y la diferenciación sexual
en esta etapa. Ambos grupos de hormonas enen un efecto anabólico proteico.
En la hembra, los estrógenos promueven más temprano el cierre de las epífisis
y diáfisis de los huesos, mientras que en el macho esta acción demora más en
aparecer por el efecto de los andrógenos. Lo anterior explica la mayor talla y
desarrollo osteomuscular observado en el macho al comparar con la hembra
con independencia de la especie.
Regulación de la glicemia
Fisiología Animal II
128
a la glucosa en el mantenimiento normal de la función cerebral. Debido al im-
pacto de la hipoglicemia sobre el sistema nervioso central y la incompa bilidad
de ello con el mantenimiento de la vida, pudiera hipote zarse que el organismo
animal ha desarrollado múl ples mecanismos para enfrentar la homeostasis de
este metabolito energé co de primera línea para el organismo animal. El obje-
vo de este tema esta enfocado en este sen do.
En principio, la glicemia está en relación directa con los ingresos y egresos. Los
ingresos, a su vez, están en concordancia con su presencia en la dieta, lo que
ene grandes variaciones de una especie a otra. A par r de su absorción intes -
nal, algunos factores como la intensidad de tránsito y u lización por los tejidos
extrahepá cos y la capacidad bufferante hepá ca son las principales variables
que inciden sobre su concentración sanguínea. En síntesis, las tres fuentes de
glucosa disponibles en el organismo están representadas por la absorción intes-
nal a par r de su presencia en la dieta y posteriormente por la glucogenólisis
y la gluconeogénesis.
Existe selec vidad por parte de los enterocitos para la absorción intes nal en
forma de monosacáridos de los glúcidos presentes en la dieta. La tasa de absor-
ción es mayor para las hexosas al comparar con las pentosas, al mismo empo
que también es mayor para la glucosa y la galactosa, mientras que la fructosa
y otros azúcares lo hacen a un ritmo inferior. Ello parece estar en relación con
los diferentes mecanismos de transporte ac vo que se ponen en juego en cada
caso.
129
interdiges vo, o bien cuando se almacena la glucosa consecu vamente a la fase
postprandial mediante la glucogenogénesis. Se es ma que de la glucosa que
ingresa en la dieta una fracción mayor a la que se almacena como glucógeno se
transforma en grasas, mientras que el resto se metaboliza al ser u lizada en los
tejidos extrahepá cos.
Fisiología Animal II
130
El control hormonal de la glicemia se atribuyó en un inicio exclusivamente a las
hormonas pancreá cas insulina y glucagón (FHG). Aunque no es menos cierto
que estas hormonas enen una par cipación central muy ac va en el mante-
nimiento de la normoglicemia, muchas otras interactúan y deben tenerse en
cuenta a los efectos de expresar integralmente la forma en que ocurre este ba-
lance. A con nuación veremos como se insertan en esta función las hormonas
pancreá cas, la GH, el FCSI I, la somatosta na, los glucocor coides, la adrenali-
na, las hormonas roideas y los esteroides gonadales en interacción con el uso
periférico de la glucosa y el papel del hígado y los riñones.
En el páncreas se diferencian dos pos de tejidos, los acinis pancreá cos que
segregan su secreción exocrina a través de los respec vos conductos en el duo-
deno y los islotes de Langerhans que representan la porción endocrina de la
glándula y que cons tuye nuestro actual objeto de estudio. Los islotes de Lan-
gerhans representan aproximadamente entre el 1 y el 2 % del peso total del
páncreas y se encuentran separados entre sí de forma incompleta. Las células
que forman los islotes son difusas, poligonales y se encuentran dispuestas en
cordones rodeados por un vasto lecho de capilares sanguíneos. Las diferencias
existentes entre la distribución de los gránulos y la solubilidad de los mismos en
alcohol permi eron diferenciar cuatro pos de células.
131
Las células α secretoras de glucagón, las células α productoras de insulina, las
células α con la síntesis de somatostaƟna y por úl mo las células F que enen a
su cargo la síntesis del polipépƟdo inhibidor pancreáƟco. Las diferencias morfo-
lógicas y ntoriales permiten dis nguir que la mayor distribución corresponde
a las células α con una localización central en los islotes las que se encuentran
rodeadas de los otros pos celulares mencionados. Todas las hormonas pan-
creá cas son de naturaleza polipep dica. Su biosíntesis en los diferentes pos
celulares a nivel del re culo endoplásmico y aparato de Golgi con su posterior
liberación por exocitosis ya fueron abordadas en detalle al inicio del tema. De
aquí que nos referiremos a las par cularidades de las mismas y sus acciones
para alcanzar la normoglicemia.
Fisiología Animal II
132
inhibido al reducir considerablemente su eficiencia. Por otra parte, con el recep-
tor de la insulina se produce el fenómeno de “regulación arriba” (up regula on)
dando como resultado la posibilidad de que la población celular de receptores
hormonales aumente en can dad y afinidad por la hormona. Ello condiciona
mayores ingresos de glucosa a la célula y ene importancia en momentos de
pico energé co en el metabolismo intermediario frente al incremento de la de-
manda.
133
hígado, el tejido muscular y los riñones, al mismo empo que inhibe la ac vidad
enzimá ca del hígado para la ejecución de la gluconeogénesis.
Fisiología Animal II
134
Como quiera que los glúcidos y los lípidos tengan la función de proveer ener-
gía a los tejidos en el organismo animal, la falta de insulina repercute sobre el
metabolismo de los lípidos. Si bien es cierto que no existe una acción directa
de la insulina sobre el metabolismo lipídico, la baja disponibilidad de glucosa
trae como consecuencia que en el orden de prioridades la energía se obtenga
a par r de las grasas. De lo anterior se deduce que bajo condiciones de falta de
glucosa o de insulina se invierten las reacciones de depósito de los lípidos y se
incrementa su catabolismo. De aquí se desprende el efecto cetógeno de la falta
de insulina que repercute sobre el metabolismo de los lípidos. En este caso se
incrementa la ruta catabólica para la obtención de energía a par r de los lípidos,
representada por la β oxidación que además de energía ene como producto
final el ácido acetoacé co. El aumento del ácido acetoacé co en los líquidos
corporales y su fácil transformación en ácido β hidroxibu rico y acetona dan
como resultado la instauración del cuadro de cetosis. Por su parte la acetona,
en virtud de su gran vola lidad es eliminada parcialmente a través del pulmón,
por lo que se puede percibir su olor caracterís co en el aire espirado. Otra con-
secuencia, está dada al estar deprimida la formación del ácido oxaloacé co a
par r del ácido piruvico, lo que reduce el empleo del ácido acetoacé co con su
consiguiente incremento en los líquidos corporales.
135
los aminoácidos sean u lizadas como fuente energé ca. Esto explica en parte
la penuria proteica por ausencia de insulina por un efecto catabólico. Por otra
parte, la insulina al es mular la permeabilidad de la membrana celular para los
aminoácidos es mula el anabolismo proteico.
Existen varias vías que pueden ser u lizadas en el animal para obtener un bio-
modelo de diabetes experimental. La ex rpación de las cuatro quintas partes
del páncreas pudiera mantener la glicemia normal si no se producen sobrecar-
gas de glúcidos en la dieta. Ello permi ría evaluar a par r de que concentración
en la dieta se pierde el control de la glicemia teniendo en cuenta que después de
la intervención quirúrgica solo existe una quinta parte funcional del páncreas.
Fisiología Animal II
136
Otra forma de evaluar el funcionamiento del páncreas es a través de la diabe-
tes provocada por administración de aloxan. Esta sustancia provoca lesiones de
las células beta de los islotes dando lugar a la instauración de una diabetes. La
diabetes metahipofisiaria se produce en forma consecu va a la administración
con nua de GH. Anteriormente señalamos que esta hormona bloquea el uso
periférico de la insulina y determina la presentación de un cuadro diabé co
resistente a la insulina. De forma similar ocurre con el empleo prolongado de
glucocor coides o por la administración de hormonas roideas.
137
trolar la producción de insulina. Existe evidencia experimental que demuestra
que el páncreas aislado cuando se perfunde con una solución rica en glucosa
produce la descarga de grandes can dades de insulina. Por lo tanto, la secre-
ción de insulina por el páncreas cons tuye un mecanismo de retroalimentación
nega vo muy importante, aunque no el único, para el control con nuo de la
concentración sanguínea de glucosa.
Fisiología Animal II
138
Su acción a nivel celular se produce a par r de la unión de la hormona con
el receptor de membrana y la ac vación de la síntesis de proteínas celulares
que dan curso a la ac vación de la fosforilasa que inicia la glucogenolisis. Este
efecto se produce en el hígado y en el músculo esquelé co. La diferencia entre
ambos tejidos estriba en el hecho de que solo el hígado esta capacitado para
permi r por defosforilación y la salida de la glucosa al torrente sanguíneo con
la consiguiente hiperglicemia. La composición de la dieta puede ser otro de losa
factores que modifique la secreción de FHG. Esta hormona aumenta su concen-
tración cuando en la dieta esta presente un alto contenido de proteína y es baja
la proporción de carbohidratos. En cambio, en la etapa postprandial del periodo
diges vo su secreción esta reducida cuando la dieta ingerida es abundante en
glúcidos.
Tal como sucede con otras hormonas y diversos mecanismos de regulación que
hemos citado previamente, en la regulación de la concentración sanguínea de
la glucosa intervienen un par de hormonas con acción antagónica que en este
caso realizan la regulación básica de la glicemia. Ello no significa que este con-
trol se limite a las acciones ejercidas por la insulina y el FHG como veremos a
con nuación.
Las hormonas pancreá cas y otras producidas por otras glándulas endocrinas
enen efectos directos o indirectos sobre la concentración de glucosa sanguí-
nea lo que a SU vez, modifica la secreción pancreá ca de la insulina e interac-
túa en la regulación de este metabolito. Además, bajo ciertas condiciones se
incorpora el riñón para contribuir a la normoglicemia Entre estas hormonas se
encuentran la GH, el FCSI I, la somatosta na, los glucocor coides, la adrenalina,
las hormonas roideas y los esteroides gonadales en interacción con el uso pe-
riférico de la glucosa y el papel del hígado y los riñones. EN LA adenohipófisis se
producen cuando menos cuatro hormonas que actúan directa o indirectamente
sobre la concentración de la glicemia. La GH disminuye la u lización de glucosa
por las células elevando así la glicemia. La hormona luteotrópica ejerce un efec-
to similar al de la GH aunque menos intenso. La ACTH aumenta la concentración
de glucosa en sangre indirectamente a través del aumento de glucocor coides.
Los glucocor coides elevan la glicemia en dos formas En primer lugar es mulan
139
la gluconeogénesis, en segundo lugar enen un efecto similar a la GH, oponién-
dose a la u lización de la glucosa por la célula.
Resulta de interés que la glicemia puede ser controlada desde su absorción por
el intes no delgado. Existen evidencias de que la administración de glucosa pro-
voca un aumento marcado de la insulina, mucho mas pronunciado que por la
administración de glucosa por vía endovenosa. La insulina ene acción hipo-
glucemiante y su secreción es es mulada en la fase postprandrial del periodo
diges vo. En esta etapa, en el hígado y el músculo se incrementa la ac vidad
de la glucogenosintetasa lo que favorecerá la entrada con nua de glucosa y su
deposición en forma de glucógeno.
En este contexto debe de tenerse presente que en interacción con todas las
hormonas que modifican la glicemia y que por ende se integran en el control
de este metabolito par cipan el páncreas, el hígado y la glándula adrenal fren-
te a la hipoglicemia, en tanto que el triangulo funcional páncreas, hígado y ri-
ñón lo hacen frente a la hiperglicemia. En ambos casos el hígado como vimos
Fisiología Animal II
140
anteriormente par cipa como elemento buffer que permi endo la entrada o
la salida de glucosa del hepatocito contribuye per se en la normoglicemia. No
por gusto existen par cularidades en cuanto a la acción de la insulina sobre el
tejido hepá co. Ya abordamos anteriormente las acciones de la insulina y el
FHG en este sen do. Por otra parte la glándula adrenal en su porción medular
a través de las catecolaminas permite establecer una respuesta rápida frente a
casos de urgencia cuando declina la concentración sanguínea de glucosa. Esto
puede formar parte de la respuesta generalizada frente al estrés, o bien ser un
mecanismo protector del sistema nervioso central frente a la hipoglicemia. Esto
úl mo también fue argumentado anteriormente. De esta manera se integran
páncreas, hígado y adrenes en esta respuesta. Por otra parte, la respuesta inte-
gral frente a la hiperglicemia además de incluir el páncreas con la secreción en
este caso de insulina, al hígado en su carácter de órgano de depósito, incluye al
riñón. Es conocido que el tubo contorneado proximal de la nefrona presenta un
máximo de absorción tubular para la glucosa. Este máximo de absorción tubular
para la glucosa representa un mecanismo de protección frente a la elevación de
la glicemia y permite que se eliminen a través de la orina los excesos del meta-
bolito. De todo lo antes expuesto se desprende la importancia y la complejidad
del control de la glicemia en los seres vivos.
141
UNIDAD VI. FISIOLOGÍA DE LA REPRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
En ambos sexos, las gónadas enen una doble función, que consiste en la pro-
ducción de gametos (función exocrina) y hormonas (función endocrina), siendo
estas las responsables de la integración que permite el adecuado desarrollo de
la ac vidad sexual. En la hembra, la función reproductora está circunscrita a
ciclos reproductores que están gobernados por el factor de liberación hipotalá-
mico de gonadotropinas, las gonadotropinas hipofisarias y las hormonas ovári-
cas, siendo la ac vidad sexual mucho más compleja al comparar con el macho
donde prác camente la misma concluye con la deposición del semen en el mo-
mento del apareamiento. La hembra apenas comienza en este punto su par -
cipación en la reproducción, ya que ene a su cargo los cambios en la conducta
asociados con la liberación de gametos (ovulación), la sincronización bajo el go-
bierno hormonal de los cambios bioquímicos y fisiológicos del oviducto y útero
que proveen un medio adecuado en estos segmentos del sistema tubular para
que tenga lugar el encuentro de los gametos y la correspondiente fer lización,
el desarrollo embrionario, la implantación, la gestación y reconocimiento ma-
terno del conceptus, contribución al parto, cambios fisiológicos que acontecen
en el periodo gestación lactancia, alimentación del recién nacido y reinicio de
la ac vidad ovárica en esta etapa. De lo anterior se deduce que las deficiencias
nutricionales así como cualquier po de estrés que ponga en peligro la vida,
determina supresión de la ac vidad reproduc va. Por otra parte, en la hembra
bovina, otros elementos estresores introducidos por la mano del hombre, como
la domes cación y la selección de rasgos específicos como la producción de
Fisiología Animal II
142
leche ha determinado que cada vez sean más comunes el anestro (ausencia de
estro por inac vidad ovárica cíclica), los ciclos de no gestación y los conflictos
entre la ac vidad reproduc va y la producción de leche.
Pubertad
La pubertad cons tuye un proceso gradual que aparece en una etapa del de-
sarrollo somá co, permite el inicio de la ac vidad reproduc va, siendo pico
el incremento marcado en la frecuencia de pulsos de secreción de gonadotro-
pinas, especialmente LH, desarrollo de los genitales y de los caracteres sexua-
les secundarios. En el macho bovino se define como el momento a par r del
cual un torete produce eyaculados que con enen espermatozoides. La puber-
tad antecede a la madurez sexual y esta úl ma se caracteriza por la aparición
de celos ovulatorios, desarrollo de impulsos sexuales que llevan a la cópula y
culmina cuando el animal es capaz de expresar su potencialidad produc va en
forma completa. En otros casos, la pubertad se ha definido como un periodo
de transición caracterizado por un ajuste gradual entre la ac vidad endocrina
del eje hipotalámico hipofisario y la capacidad del ovario para ejecutar al uníso-
no la síntesis esteroidea y el desarrollo folicular. El SNC regula su presentación
mediante la hormona hipotalámica liberadora de gonadotropinas (GnRH) que
controla a nivel hipofisario la síntesis y secreción pulsá l de la hormona folí-
culo es mulante (FSH) y luteinizante (LH), que a su vez gobiernan la ac vidad
cíclica del ovario. Se ha postulado que durante la etapa prepuberal la liberación
de GnRH está frenada por la elevada sensibilidad hipotalámica a las pequeñas
can dades de estrógenos de origen ovárico. De lo anterior se desprende que la
maduración del hipotálamo cons tuye un factor decisivo en la presentación de
la pubertad al ser capaz de responder a las concentraciones crecientes de es-
trógenos, lo que dará como resultado, el pico de LH necesario y suficiente para
desencadenar la ovulación, la luteinización del folículo, y en consecuencia el
establecimiento de la ac vidad cíclica del ovario durante la vida reproduc va de
la hembra. En algunas especies, esta primera ovulación ocurre durante un estro
silencioso, denominado así cuando la ovulación no se acompaña de los signos
exteriores del estro.
143
Factores que afectan la presentación de la pubertad
• Edad y peso
• GenéƟcos
Fisiología Animal II
144
para la Jersey, Guernsey, Friesian y Ayrshire, 8, 11, 11 y 13 meses respec va-
mente. Ello probablemente esté en relación con la maquinaria gené ca que de-
termina el establecimiento de la madurez sexual. En este sen do se ha informa-
do que para el ganado Bos indicus la presentación de la pubertad es más tardía
(6 a 12 meses) al comparar con el Bos taurus.
• Nutricionales y de manejo
• ClimáƟcos
145
En aquellas especies donde la ac vidad reproduc va se relaciona con una de-
terminada estación del año, la edad en que se presenta la pubertad depende de
dicho factor, de forma que si la edad no coincide con la estación en cues ón, el
inicio de la frecuencia de pulsos de LH puede retrasarse hasta el siguiente año.
• Otros factores
Está reportado en la literatura que en el ovino la presencia del sexo opuesto pro-
voca un adelanto de la pubertad, mientras que en el bovino, una vez establecida
ésta, la presencia del macho frente a una hembra en celo determina aumento
de la mo lidad uterina y adelanto del momento de la ovulación.
En este contexto, vale la pena antes de con nuar avanzando, realizar algunas
consideraciones acerca de la repercusión de la acción moduladora de la hormo-
na del crecimiento (GH) sobre la ac vidad reproduc va de la hembra. Indepen-
dientemente de su acción más conocida de promover el desarrollo somá co, la
GH ene una par cipación importante en la diferenciación sexual, la pubertad,
la síntesis de esteroides gonadales, la gametogénesis, la ovulación, la gestación
y la lactancia. Estas acciones pudieran ser por un efecto directo de la propia
hormona, o estar mediados por su inducción sobre la síntesis del factor de cre-
cimiento similar a la insulina de po I (FCSI-I) en el hígado o de forma local en
otros tejidos. Por otro lado, si tenemos en cuenta que la GH se produce además
en las gónadas, la placenta y la glándula mamaria, ello pudiera tener impor-
tancia en la regulación paracrina o autocrina de los procesos fisiológicos que
acontecen en estos tejidos bajo una regulación estratégica de la GH hipofisaria.
• Ovarios
Fisiología Animal II
146
ciclo estral y la especie, ya que para hembras monotocas (producto único de la
gestación) como la yegua y los rumiantes es en general ovoide, siempre que no
esté presente un folículo o cuerpo lúteo, mientras que para las politocas (sui-
nos, caninos y felinos) ene aspecto de racimo de uvas debido a la presencia de
varios folículos o cuerpos lúteos. En el caso de la yegua el aspecto arriñonado
se debe a la fosa de la ovulación que representa el punto donde ocurren todas
las ovulaciones.
El ovario se encuentra formado por una zona cor cal y otra medular sin una
clara delimitación entre ambas. En la corteza del ovario en la hembra adulta se
observan los folículos en diferentes estadios de maduración que pueden hacer
prominencia en la superficie del ovario en forma de una vesícula translúcida y
los cuerpos amarillos.
En los mamíferos, el epitelio que recubre el ovario está cons tuido por una mo-
nocapa de células cuboidales o en forma columnar denominado epitelio ger-
mina vo por debajo del cual se encuentra la túnica albugínea y finalmente la
población de folículos. Por su parte, la zona medular está formada por tejido
conec vo e inters cial que sirven de armazón a la zona cor cal, nervios y va-
sos sanguíneos y linfá cos que penetran por el hilio del órgano que a su vez
cons tuye el punto de unión con el mesovario. En las aves, su carácter ovíparo
determina par cularidades del ovario ya que en esta especie, producto de la se-
lección, la can dad de huevos es muy superior a la necesaria para la perpetua-
ción. Este hecho determina que la nutrición del embrión se produzca fuera del
aparato genital, de aquí la abundante can dad de yema presente en el mismo.
147
que determinan esta respuesta. En las aves, se plantea que en condiciones nor-
males sólo es funcional el ovario izquierdo, ya que el derecho es rudimentario
y en consecuencia no funcional. Esta par cularidad es lo que determina que
si por alguna razón el ovario funcional quedara atrófico, el derecho, pudiera
conver rse en ovotes s y secretar andrógenos con cambios de los caracteres
sexuales secundarios y la consiguiente virilización.
Por otra parte, las trompas presentan contracciones peristál cas en virtud de la
presencia de la túnica muscular intermedia que dependen del balance hormo-
nal, y por tanto de la fase del ciclo estral. De aquí que el descenso ovular a través
del oviducto también sea competencia de la relación estrógeno-progesterona.
En este sen do parece ser, que inmediatamente después de la ovulación, el
óvulo se encuentra retenido en la trompa bajo el efecto de los estrógenos que al
actuar sobre la capa muscular producen una reducción de la luz tubular, mien-
tras que bajo la acción de la progesterona estos músculos se relajan, la luz tubu-
lar se ensancha y el descenso ovular se acelera.
Fisiología Animal II
148
FOLÍCULOS OVÁRICOS
149
granulosa y la teca bajo el gobierno de factores presentes en el propio folículo,
el ovario y las hormonas que regulan dicho evento y desde el punto de vista
cronológico comprende en primer lugar el crecimiento del oocito, seguido de
una preparación final del núcleo y citoplasma que anteceden a la fecundación.
Folículos primordiales
Están cons tuidos por un oocito con localización central, rodeado por una mo-
nocapa de células epiteliales aplanadas que lo envuelve conocida como células
de la granulosa recubierta por la lámina basal. Simultáneamente, las células de
la granulosa desarrollan procesos citoplasmá cos que atraviesan la zona pe-
lúcida dando lugar a zonas de contacto con la membrana plasmá ca del ooci-
to con el obje vo de proporcionar los nutrientes necesarios para su posterior
maduración. Los folículos primordiales se encuentran separados entre sí por
estroma formado por fibroblastos, tejido colágeno y fibras re culares. No pre-
sentan vascularización propia, y también se denominan folículos unilaminares.
Su población sufre con nua reducción a par r de la vida fetal, pubertad y vida
reproduc va y se sugiere que al parecer no existe relación entre la can dad de
folículos primordiales con respecto al tamaño de la camada en hembras polito-
cas o con la duración de la vida reproduc va de la hembra adulta.
Folículos en crecimiento
Fisiología Animal II
150
La can dad de folículos en la superficie ovárica en este estadio es rela vamente
pequeña y dependiente de la etapa del ciclo estral. En general, todos los ele-
mentos celulares alcanzan la lámina basal de la pared folicular lo que al parecer
permite una distribución equita va de los nutrientes para todas las células de
la granulosa.
Folículo de Graaf
151
presencia de gránulos y organelos citoplasmá cos las que posteriormente se
transforman en células cuboides secretoras de hormonas. Ambas tecas presen-
tan una abundante vascularización sanguínea y linfá ca, así como terminacio-
nes nerviosas. La capa más interna de la pared folicular integrada por células de
la granulosa (separan las tecas y el estroma ovárico) se man ene en contacto
con el oocito dando lugar al cumulus oophorus y sufre una diferenciación mor-
fológica que sugiere una función esteroidogénica. A medida que progresa el
desarrollo folicular se observan adherencias y anastomosis de las células de la
granulosa y las de la teca interna, lo que pudiera ser de importancia en el tránsi-
to de diferentes iones y nutrientes de la membrana basal hasta el antro.
En el curso del desarrollo del folículo antral ene lugar la formación del líquido
folicular cuyo aumento provoca separación de las células de la granulosa entre
sí, dando lugar a la formación de pequeñas cavidades que paula namente se
unen para originar el antro. Ello determina su presencia entre las células de la
granulosa y el antro. La composición del líquido folicular comprende sustancias
procedentes del plasma periférico por trasudación a través de la lámina basal
folicular y otras sinte zadas en las células tecales y de la granulosa. El mismo
ene importancia desde el punto de vista bioquímico y fisiológico para la madu-
ración del núcleo y citoplasma del oocito, la regulación de las funciones de las
células de la granulosa, facilita el transporte del óvulo a su paso por el oviducto
una vez ocurrida la ovulación, proporciona factores de capacitación espermá -
ca, preparación del folículo para la formación del cuerpo lúteo y par cipa junto
con las secreciones del oviducto en el desarrollo embrionario temprano.
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Fisiología Animal II
152
Secreción hormonal del folículo
(1) Esteroides
(2) PépƟdos
Inhibinas
153
des denominadas α y β. Esta úl ma presenta a su vez 2 fracciones, A y B. La
combinación de las subunidades determina entonces la formación de 2 pos
de inhibinas que según la nomenclatura empleada se designan como inhibina
de po A (αβ A) y po B (αβ B). Como su nombre lo indica, las inhibinas A y B
frenan la secreción de FSH a nivel hipofisario. En cambio, si se combinan 2 frac-
ciones β se produce es mulación de la liberación de FSH, llamándose en este
caso las hormonas formadas ac vinas que pueden ser de po A (2β A) y de po
AB (βA+ βB). Resulta de interés el hallazgo de que al inmunizar contra formas de
inhibinas con DNA recombinante se observó incremento de la ovulación debido
a que el an cuerpo neutraliza la inhibina endógena lo que corrobora la par ci-
pación de esta familia de hormonas en la regulación del crecimiento del folículo
ovárico.
Gonadocrinina
Fisiología Animal II
154
Relaxina
(3) Proteínas
FolistaƟna
Es una proteína que ene alta afinidad y baja capacidad de unión por la ac vina,
proteína esta úl ma que eleva la secreción de FSH. Debido a su unión a la ac -
vina, la folista na, reduce la secreción de FSH.
155
Tabla 3. Resumen de las acciones de los estrógenos y gestágenos
Fisiología Animal II
156
Control endocrino y paracrino de la foliculogénesis
157
que a su vez refuerza la mitosis desencadenada por la FSH, incrementándose la
población de receptores hormonales específicos para la gonadotropina. A medi-
da que progresa el desarrollo folicular y mediante la acción conjugada de la FSH
y los estrógenos producidos, las células de la granulosa comienzan a evidenciar
la presencia de receptores para la LH con el obje vo de desencadenar la ovula-
ción y la formación posterior del cuerpo amarillo. De esta forma, el incremento
sostenido de estrógenos, determina una retroalimentación nega va para la FSH
a nivel del eje hipotalámico hipofisario con la colaboración del ovario a través de
la inhibina, creándose así las condiciones para que ocurra la liberación pulsá l y
pico preovulatorio de la LH.
El ciclo estral
Cons tuye un complejo proceso que se desarrolla a repe ción a par r de la pu-
bertad y durante la vida reproduc va de las hembras domés cas, regulado por
el eje hipotálamo hipófisis ovario, en el que se producen cambios conductuales,
morfofisiológicos, histológicos y bioquímicos del aparato genital, que permiten
la aceptación del macho. La fase mas significa va lo cons tuye el estro, único
momento en el que la hembra muestra recep vidad sexual a consecuencia del
incremento mantenido de los estrógenos. Convencionalmente se designa el o
días del estro como el día 0 del ciclo con independencia de que su duración
exceda las 24 horas. En la mayor parte de las hembras domés cas la ovulación
ene lugar en esta fase o poco después, como sucede en la vaca.
Fisiología Animal II
158
el incremento de horas de luz, en tanto que en los pequeños rumiantes sucede
lo contrario.
Por otra parte, las especies poliestricas con nuas son la vaca y la cerda. En la
rata y la ratona se produce un hecho singular ya que la ovulación es espontánea,
pero el cuerpo lúteo formado no es funcional a menos que se produzca la cu-
brición, mientras que en la coneja y la gata enen la par cularidad de presentar
la llamada ovulación refleja o inducida. Ello significa que resulta necesaria la
cópula para que se produzca la misma.
La duración del ciclo estral en general, ene en las diferentes especies de ani-
males domés cos, una duración de 16 a 24 días. En la oveja oscila entre 16 a 17
días, en la vaca, la cerda y la cabra de 20 a 21 y de 20 a 24 en la yegua.
159
una meseta hasta la luteólisis, mientras que esta úl ma se ex ende entre los 15
a 20 días del ciclo. Ello significa que aproximadamente le corresponden al estro
de 14 a 18 horas, 4 días al metestro, de 13 a 16 días al diestro y 2 a 3 días al
proestro. No obstante, algunos autores informan que hasta un 30% de los ciclos
estrales pueden tener una duración inferior a 17 o superior a 25 días, aún bajo
condiciones normales.
Estro
Fisiología Animal II
160
final del estro, ya que la fer lidad comienza a declinar poco después de concluir
esta fase. En consecuencia, los mejores resultados se han obtenido cuando la
inseminación antecede de 13 a 18 horas a la ovulación.
Desde el punto de vista clínico, esta fase en la vaca se caracteriza por ansiedad,
intranquilidad, pérdida del ape to, la hembra muge con frecuencia, disminu-
ción de la producción de leche, monta y después monta y se deja montar (re-
flejo de bisexualidad), hiperemia y edema zación de la vulva con presencia de
una secreción glandular de moco viscoso y filante cuyo olor atrae al toro por la
presencia en la misma de feromonas. Esta secreción observada al microscopio
muestra un aspecto pico en forma arborescente.
Metestro
Diestro
Se caracteriza por el desarrollo total del cuerpo lúteo, de aquí que el aparato ge-
nital de la hembra se encuentre bajo el gobierno de la progesterona y cons tuye
la fase más larga del ciclo al final de la cual se produce la luteólisis en caso de no
ocurrir concepción. De lo anterior se deduce el tránsito de esta fase al proestro
para aquellas especies poliestricas con nuas o estacionales en la época repro-
duc va o a una fase prolongada de anestro en especies monoéstricas como la
161
perra, o gestantes de cualquier especie. Debe señalarse además que la causa
más frecuente de anestro es precisamente la gestación, aunque también las
hembras prepúberes o viejas se caracterizan por presentar inac vidad ovárica.
Otras causas frecuentes de anestro pueden ser las condiciones climá cas adver-
sas, las deficiencias en la nutrición, diversos pos de estrés y los desequilibrios
endocrinos.
Proestro
En esta fase concluye la involución del cuerpo lúteo del ciclo anterior y paralela-
mente se produce un rápido crecimiento folicular por acción de las gonadotropi-
nas con incremento progresivo de la concentración de estrógenos y disminución
de la concentración de progesterona. Esta fase sólo se encuentra bien definida
en la perra debido a los cambios observados en la conducta y los genitales ex-
ternos y ene una duración de 7 a 9 días, mientras que en otras especies no se
evidencia clínicamente.
El gobierno del eje gonadal en la hembra se encuentra regulado por una estre-
cha interacción donde par cipan el factor liberador hipotalámico de gonadotro-
pinas (GnRH), las gonadotropinas segregadas en la hipófisis (FSH y LH) y las hor-
monas ováricas. En el caso de los estrógenos, estos son capaces de modificar la
secreción de gonadotropinas a nivel de la hipófisis mediante retroalimentación
nega va y posi va. En el primer caso, las bajas concentraciones de estrógenos
repercuten provocando inhibición en la amplitud de los pulsos de secreción go-
natrópica. Por otra parte, la retroalimentación posi va se asocia con las úl mas
fases del desarrollo del folículo antral cuando la concentración creciente y man-
tenida de estrógenos da lugar al incremento en la frecuencia de pulsos de GnRH
que desencadena la oleada preovulatoria de LH requerida para concluir la ma-
duración folicular y la ovulación. Posteriormente, a par r del establecimiento
del cuerpo lúteo, se produce una retroalimentación nega va donde el aumento
de los niveles de progesterona reduce la frecuencia de pulsos de gonadotropi-
Fisiología Animal II
162
nas. De esta forma, los niveles bajos de estrógenos y altos de progesterona que
caracterizan esta etapa integran la inhibición de la secreción gonadotrópica.
Primera onda
163
Segunda Onda
Tercera onda
Tiene lugar cerca del final del ciclo y en ella el folículo dominante madura y
ovula próximo al final del estro. Ello significa que sólo después que concluye la
involución del cuerpo lúteo del ciclo anterior durante el proestro, es que el folí-
culo des nado a ovular inicia su maduración final.
Ovulación
Fisiología Animal II
164
inducida, la monta sus tuye el efecto de los estrógenos para desencadenar el
pico de LH.
165
tos fisiológicos que determinan la ocurrencia de un nuevo ciclo estral.
Los dos pos celulares que dan origen a las células luteínicas presentan algunas
diferencias funcionales que vale la pena señalar, y que aparecen resumidas en
la siguiente figura.
Fisiología Animal II
166
Figura 1 Resumen de las acciones de los pos de células que forman el cuerpo
lúteo.
167
reconocimiento materno temprano de la gestación bajo la denominación de
early pregnant factors (EPF), siendo más conservadores ya que al parecer, ex-
ceptuando a la hembra bovina, en otras especies, algunas proteínas, esteroides
o la PGE2 sinte zadas por el embrión en desarrollo entre 10 a 20 días pudieran
tener a su cargo esta función. En este caso resulta de par cular interés la perra,
especie en la que fisiológicamente la vida media del cuerpo lúteo de ciclo es
mayor que el empo de gestación, por lo tanto si el cuerpo lúteo normalmente
persiste mas allá de la duración de la gestación no le resulta necesaria ninguna
señal adicional. La gata es asimismo otro caso curioso, ya que el cuerpo lúteo
es ac vo durante aproximadamente los primeros 35 días de la gestación al igual
que en hembras vacías, al cabo de los cuales su mantenimiento ene lugar gra-
cias a una sustancia luteotrópica de origen placentario.
Luteólisis
Fisiología Animal II
168
La PGF2 alfa alcanza el ovario gracias a la disposición anatómica de la vena ute-
rina y la arteria ovárica que permite que se establezca una contracorriente entre
ambos vasos que posibilita su transferencia local útero ovárica para alcanzar el
cuerpo lúteo y provocar la luteólisis. La secreción pulsá l de PGF2 alfa asegura
el desarrollo de la luteólisis mediante vasoconstricción, siendo la isquemia, la
causa de la necrosis de las células lúteas que pierden la capacidad funcional de
con nuar produciendo progesterona. De esta forma el cuerpo lúteo en regre-
sión se transforma en cuerpo albicans y finalmente es invadido por macrófagos
y fibroblastos que dan lugar a tejido conec vo.
Fecundación
Para que tenga lugar la fecundación los espermatozoides deben transitar prime-
ramente por el aparato reproductor del macho durante la eyaculación y poste-
riormente por el de la hembra para su encuentro con el oocito en la ampolla del
oviducto. En la mayoría de los casos éstos son dépositados en la vagina, en tanto
que en la yegua, la cerda y la perra, el eyaculado se deposita directamente en
cérvix y útero. La fecundación requiere una serie de cambios preparatorios del
gameto femenino y masculino gracias a los cuales éste se capacita para llevar a
término este fenómeno. Algunos de estos fenómenos ocurren para los esper-
matozoides aún en el interior del aparato reproductor masculino a medida que
avanzan por el epidídimo al producirse un cambio gradual de su metabolismo
de po aerobio a anaerobio, siendo sólo capaces de metabolizar la fructosa
cuando alcanzan un grado mayor de madurez.
169
coadyuvan en este proceso que se ve favorecido por la liberación de oxitocina
a consecuencia de la es mulación producida durante la monta o inseminación
ar ficial. En general, se plantea que la capacitación espermá ca, la reacción
acrosomal y el incremento de la mo lidad son los 3 eventos básicos gracias a los
que el espermatozoide alcanza una adecuada capacidad fecundante. La capaci-
tación espermá ca como prerrequisito fecundante ene importancia variable
ya que ésta es de mayor relevancia en la oveja y la gata al comparar con la vaca,
la yegua y la cerda. En esencia el fenómeno consiste en la pérdida de glucopro-
teínas de cubierta del espermatozoide que probablemente tengan una función
protectora. Este hecho posibilita la puesta en marcha de la reacción acrosomal
gracias a la cual los espermatozoides liberan enzimas al medio de naturaleza hi-
drolí ca, entre ellas, con acción de reconocida importancia la hialuronidasa. La
liberación enzimá ca por parte del acrosoma permite que la cabeza del esper-
matozoide quede recubierta solamente por la membrana interna del acrosoma
y que la hialuronidasa y la acrosina digieran la cubierta externa o zona pelúcida
del oocito. De lo anterior se desprende la importancia de valorar la reacción
acrosomal como criterio de evaluación de la calidad espermá ca. A los cambios
anteriores se añade la mo lidad rec línea del espermatozoide y se deduce la
importancia de que el semen se deposite cualquiera que sea el método emplea-
do, en el aparato genital de la hembra antes de la ovulación. En ello estriba el
éxito de la fecundación, mientras que las razones apuntadas anteriormente de-
ben ser la causa de que la recep vidad sexual en la hembra anteceda a la ovula-
ción y de que el empo de supervivencia espermá ca supere al del ovocito. Por
otra parte, el ovocito debe completar la primera división meió ca y comenzar
la segunda antes de que ocurra la ovulación, exceptuándose la perra y la yegua
donde el ovocito madura después de la ovulación y antes de ser penetrado por
el espermatozoide. Estas diferencias entre especies se relacionan con el empo
de supervivencia del espermatozoide en el aparato genital de la hembra. Una
vez que los gametos alcanzan en estas condiciones la ampolla del oviducto, el
espermatozoide penetra la zona pelúcida, alcanza la membrana vitelina, se se-
paran la cabeza y la cola y desaparece la membrana nuclear. De esta forma el
núcleo del espermatozoide esta expuesto a los factores citoplasmá cos y queda
ac vado el oocito que reinicia la meiosis, dando lugar al segundo corpúsculo
polar y finalmente al pronúcleo femenino, en tanto que se completa la forma-
Fisiología Animal II
170
ción del pronúcleo masculino. Estos eventos parecen ser la causa del fenómeno
conocido como bloqueo de la polispermia, gracias al cual queda impedido el
paso de un segundo espermatozoide al ovocito en cues ón.
IMPLANTACIÓN O NIDACIÓN
171
en el útero de un cuerpo extraño, otro de po eléctrico a consecuencia de la
irritación del cérvix y el es mulo químico producto de la liberación de histamina
por el endometrio, mientras que el factor específico está dado por la secreción
de progesterona. La implantación ocurre aproximadamente por término medio
en la yegua, vaca, oveja, cabra, cerda, perra y gata a los 37, 20, 14, 18, 15, 14 y
14 días de gestación respec vamente.
Desarrollo de la placenta
Fisiología Animal II
172
amnió co que se localiza en la región umbilical del abdomen. El corion, repre-
senta una membrana delgada que está cubierta por el trofoblasto que ene
a su cargo la nutrición embrionaria y después del desarrollo del alantoides, la
nutrición fetal. El alantoides (saco uterino) se forma de una evaginación de la
parte caudal del intes no primi vo.
Las vellosidades del corion, presentan según la especie una configuración pica.
En algunos casos se encuentran distribuidas en toda la superficie de la placenta,
en tanto que en otros se desarrollan en determinados territorios. De acuerdo
con lo anterior, las placentas se clasifican en simples que a su vez se subdividen
en difusa, zonaria y discoidal y aquellas denominadas múl ples o co ledonea-
nas. Las simples pueden presentar las vellosidades del corion en forma difusa
en toda su extensión (yegua y la cerda), situadas en la zona ecuatorial (perra y
gata) o formando un área circular (mujer y coneja). En la placenta de po múl-
ple las vellosidades del corion como lo indica su nombre se agrupan en forma
de co ledones, siendo caracterís ca de los rumiantes.
De acuerdo con el grado de relación entre las vellosidades del corion y el endo-
metrio se clasifican en epiteliocorial (yegua, cerda y vaca en los 2 a 3 primeros
meses de gestación), sindesmocorial cuando las vellosidades corionicas destru-
yen y penetran el endometrio (rumiantes), endoteliocorial al penetrar las vello-
sidades del corion hasta el endotelio de los vasos del endometrio (perra y gata)
y hemocorial donde la lisis endometrial es mayor y por tanto la relación más
ín ma (roedores, primates y mujer).
173
Si tenemos en cuenta la porción materna de la placenta, la capa de células endo-
metriales modificadas durante la gestación en contacto con el corion (decidua)
puede ser expulsada en el momento del parto. Ello ocasiona una mayor afecta-
ción del endometrio, cursando el parto con una abundante hemorragia. En este
caso se denomina a este po de placenta como decidual y es aquella que está
presente en carnívoros y roedores. En las placentas adeciduales propias de la
yegua y la cerda el grado de invasión endometrial es menor y por ende el parto
cursa de forma más limpia, mientras que ocupan una posición intermedia en
este sen do los pequeños rumiantes.
Fisiología Animal II
174
fuente constante de glucosa al feto. Para los aminoácidos, a pesar del transporte
ac vo no enen gran dificultad para su tránsito, de forma similar a los pép dos
y proteínas de bajo peso molecular, no así para las inmunoglobulinas. De ello se
desprende la importancia de la inges ón del calostro en los mamíferos durante
las primeras horas de vida en virtud de la elevada absorción intes nal de los ele-
mentos calostrales y la débil ac vidad tripsica del cuajar en los rumiantes. Los
requerimientos fetales de vitaminas se garan zan de igual forma, siendo más
fac ble el tránsito de las vitaminas hidrosolubles al comparar con las liposolu-
bles. Las hormonas esteroidales también pueden atravesar la placenta y aunque
el paso de las hormonas roideas a través de la barrera placentaria ha sido muy
controver do ya que algunos autores señalan que la misma resulta poco viable
para la roxina y la triyodo ronina, existen evidencias posteriores que contra-
dicen lo anterior. No obstante, diversos inves gadores informan que el roides
fetal adquiere su localización adulta y su ac vidad funcional al final del primer
trimestre de gestación en el bovino. Ello reviste gran importancia en virtud de la
acción sistémica de estas hormonas y sobre todo por el papel que desempeñan
en el desarrollo del sistema nervioso central desde etapas tempranas de la vida
fetal. Existen evidencias posteriores de que antes de la puesta en marcha de la
función roidea en el feto, los tejidos embrionarios en ratas y en el hombre pre-
sentan receptores para estas hormonas y con enen T3 y T4 de origen materno.
De ahí que la temprana transferencia materno fetal en otros mamíferos parece
jugar un papel importante en el desarrollo intrauterino del sistema nervioso, la
termorregulación y el metabolismo fetal.
El intercambio gaseoso madre feto, aun con ciertas par cularidades, se realiza
en forma semejante al pulmón. Las arterias umbilicales transportan la sangre no
oxigenada del feto a la madre y las venas umbilicales en sen do opuesto, produ-
ciéndose este intercambio mediante gradiente de concentración. A lo anterior
debemos añadir la elevada capacidad de fijación del oxígeno de la hemoglobina
fetal, en tanto que el dióxido de carbono de forma similar a como sucede en
el curso de la respiración externa e interna es altamente difusible en la matriz
lipoide, por tanto su tránsito a través de la barrera placentaria no puede cons-
tuir una excepción.
175
La función endocrina de la placenta en los animales domés cos se establece
básicamente mediante la síntesis de al menos, de estrógenos, progesterona,
lactógeno placentario también conocido como somatotropina corionica y una
gonadotropina extrahipofisaria producida en las vellosidades del corion de la
yegua gestante conocida como pregnant mare serum gonadotropin (PMSG). En
el caso de la mujer se produce también una gonadotropina que se denomina
human corionic gonadotropin (hCG). La presencia de estas gonadotropinas en
la orina desde etapas muy tempranas de la gestación permiten el diagnós co
precoz de la misma, de igual forma que la evaluación de los niveles séricos de
progesterona mediante técnicas de alta precisión y sensibilidad tales como el
radioinmunoensayo (RIA) o el enzyme linked inmunoabsorbent assay (ELISA).
Durante la gestación, los estrógenos promueven el crecimiento del útero que
sufre hipertrofia y deslocalización paula na a medida que aumenta el tamaño
del feto, desarrollan la glándula mamaria para capacitarla para la lactación, rela-
jan los ligamentos pélvicos para facilitar el trabajo de parto y ejercen una acción
anabólica en el feto. La progesterona contribuye a la nutrición del embrión al in-
crementar la secreción de leche uterina, protege al feto al mantener el útero en
estado de inercia y junto a los estrógenos desarrolla la glándula mamaria sobre
todo en el úl mo tercio de la gestación. A ello también contribuye la hormona
lactógeno placentaria o somatotropina corionica que además ejerce acciones
de movilización de nutrientes en la madre que favorecen el metabolismo fetal.
En el caso de la yegua, los niveles circulantes de estrógenos y progesterona se
ven reforzados por la acción de la PMSG que ene una acción luteotrópica y
es mulante sobre el crecimiento folicular.
Gestación
Fisiología Animal II
176
para evaluar su desarrollo desde el punto de vista fisiológico. No obstante, exis-
te un gran caudal de información en las diferentes especies que a con nuación
sometemos a consideración.
177
de ella por entero. Su acceso a través de la placenta se garan za por un mayor
despliegue vascular que garan za la irrigación de la misma. Estos cambios en la
madre se traducen en hiperven lación, aumento del peso corporal, de la eri-
tropoyesis, del gasto cardíaco como fenómeno compensatorio y consecu vo a
la elevación de la volemia e inversión de todas las reacciones de depósito para
facilitar el traspaso de aminoácidos, pép dos, lípidos y glúcidos. Por su parte en
el feto, especialmente en la segunda mitad de la gestación los requerimientos
de Ca y P son aún mayores ya que en esta etapa se produce un rápido desarrollo
óseo. Igualmente son de gran importancia para el desarrollo del esqueleto fetal
las vitaminas A y D. Sólo para tener una idea del crecimiento explosivo del feto
en esta etapa, baste señalar que Kasari, (1994) informó que el mismo triplica su
peso corporal en el úl mo tercio de la gestación en el ganado bovino.
Fisiología Animal II
178
roedores, se es ma como promedio en la rata y la coneja una duración de 23 y
31 días respec vamente.
Parto fisiológico
Los signos inminentes del parto o pródromos del parto varían atendiendo a la
especie, aunque en líneas generales se caracterizan por la aparición de una con-
ducta maternal, inquietud, ansiedad, anorexia y aislamiento. En condiciones na-
turales la cerda y la perra construyen su nido en un lugar aislado, mientras que
la yegua y la vaca se separan del rebaño y la glándula mamaria alcanza un grado
de distensión tal que provoca un goteo de secreción láctea sobre todo en vacas
de razas lecheras. En la yegua esta secreción también puede ser abundante y al
secarse alrededor de los pezones forma lo que se denomina el “sello de cera”
que representa un signo inminente del parto.
179
el ovino es más frecuente en la fase diurna, mientras que la hembra bovina
presenta una distribución más uniforme dentro del periodo circadiano. Como
quiera que el parto se trata de una interacción entre el feto y la madre, donde
esta úl ma a su vez interactúa con el medio ambiente, queda mucho por inves-
gar sobre la influencia que pudieran ejercer todos estos factores sobre la fase
del periodo circadiano con mayor incidencia de presentación de partos según la
especie. Se abren aquí nuevas interrogantes: ¿cómo pudieran influir los relojes
biológicos del feto a termino?, ¿o de la madre al final de la gestación?, ¿o bien,
de la interacción entre ambos?, ¿cómo pudieran influir las condiciones de ma-
nejo y del medio en este sen do?
Fase de dilatación
Fisiología Animal II
180
fetos ubicados más atrás queden entrelazados.
Expulsión de la placenta
181
sión de las membranas placentarias está en dependencia del po de placenta y
de la intensidad de las contracciones del útero.
No cabe duda de que las causas que determinan la presentación del parto no
deben de buscarse en el claustro materno, a pesar de las profundas transfor-
maciones que sufre el útero en esta etapa, sino en el feto, cuya maduración
da la señal para su inicio. En la literatura internacional se refieren numerosos
ejemplos por parte de diferentes inves gadores que abordan el tema. En este
sen do, resulta muy ilustra vo el trabajo desarrollado por Hafner et al., (1991)
Fisiología Animal II
182
quienes reportaron en el bovino el hallazgo de malformaciones múl ples en
el feto de una gestación avanzada de 469 días. Los principales resultados del
examen histopatológico del feto consis eron en hipoplasia adenohipofisaria y
agenesia bilateral de la corteza adrenal que indican la causa del fallo para el
inicio del parto por deficiencia de ACTH y glucocor coides. Por otra parte, en el
análisis inmunohistoquímico no se pudo detectar ACTH, GH o prolac na (PRL)
en la adenohipófisis cuya excesiva reducción de tamaño indicó además una se-
ria deficiencia de TSH que contribuyó a la compleja disfunción endocrina fetal
que propició el retardo del crecimiento y maduración del feto.
183
del es mulo provocado por la presión del feto al distender el cuello del útero.
De ello se desprende que el incremento marcado en la liberación de oxitocina
informado por diversos autores, a par r de la segunda fase del parto juega un
papel decisivo en la expulsión final del feto. De acuerdo con esto, el inicio y
mantenimiento de la ac vidad contrác l del útero depende de la acción de la
PGF2 alfa, mientras que la importancia de la oxitocina es reducida al comienzo
del parto, pero vital al final del mismo.
En nuestro medio García et al., (1983) informaron una alteración del metabolis-
mo esteroideo que se caracterizó por la falta de elevación de estradiol y estrona
en el úl mo tercio de la gestación en vacas de una empresa gené ca con altos
índices de mortalidad perinatal. Este hallazgo evidencia la importancia de las
interacciones hormonales que comienzan al final de la gestación con el obje vo
de preparar la hembra para el desarrollo del parto fisiológico. Se trata pues de
un proceso fisiológico interac vo entre el feto y la madre, de elevada comple-
jidad, regulado por mecanismos neuroendocrinos donde el feto da la señal de
inicio. A par r de aquí la causa que lo origina se torna en un efecto y este a su
vez en una nueva causa, cerrándose así un círculo vicioso a manera de retroali-
mentación posi va que concluye con la expulsión del feto.
Fisiología Animal II
184
En este contexto, las hormonas roideas coadyuvan al incremento de la tasa
metabólica en el neonato (Cunningham, 1994) y el perfil de TSH desarrollado en
cerditos por Trudeau et al., (1991) con valores bajos en las primeras 9 semanas
de vida se corresponde con el fenómeno antes señalado. Esta rotoxicosis fisio-
lógica se acompaña de aumento de otras hormonas calorigénicas como la GH
que persigue igual obje vo (Peeters et al., 1992).
185
UNIDAD VII. FISIOLOGÍA DE LA REPRODUCCIÓN DEL MACHO
INTRODUCCIÓN
El sistema genital masculino está integrado por los órganos sexuales primarios
representados por las gónadas o tes culos; los órganos sexuales secundarios
que comprenden un sistema canalicular cons tuido por la red de tes s, los
conductos eferentes, epidídimo y conductos deferentes; los órganos sexuales
accesorios cuyas secreciones forman el plasma seminal (próstata, vesículas se-
minales, glándulas bulbouretrales o de Cowper y glándulas uretrales o de Li re
y el pene).
Fisiología Animal II
186
dídimo y de aquí al conducto deferente que presenta una dilatación o ampolla
localizada próxima a la glándula prostá ca. A cada lado de la próstata se encuen-
tran las vesículas seminales que vierten su contenido en el extremo prostá co
de la ampolla, mientras que el contenido de la ampolla y la vesícula prostá ca
pasan al conducto eyaculador que atraviesa el cuerpo de la glándula prostá ca
para vaciarse en la porción inicial de la uretra y de aquí salir al exterior. En este
segmento encontramos una secreción mucoide producida por las glándulas de
Li re, localizadas en toda la extensión de la uretra y por las glándulas de los
bulbos uretrales. Estas úl mas son voluminosas y se localizan lateralmente cer-
ca del origen de la uretra. La secreción de ambas glándulas ene como función
limpiar y lubricar la uretra antes de la cópula.
Tesơculos
187
que son la función exocrina o espermatogénica y la endocrina o producción
de andrógenos, siendo ambas controladas por las gonadotropinas hipofisarias
FSH y LH. Se encuentra recubierto por el peritoneo y ene una abundante irri-
gación (arterias epididimaria y espermá ca mayor y menor) e inervación y está
dividido en lóbulos separados por septos que se proyectan hacia la porción más
profunda del órgano donde se localiza el medias no, mientras que el parénqui-
ma del órgano lo integran un gran número de túbulos seminíferos presentes en
cada uno de los lóbulos. De esta forma, el tes culo, se compone básicamente de
tubos seminíferos y tejido inters cial. Los tubos seminíferos son muy sinuosos,
desembocan en la red de tes s y están formados por varias capas de células
superpuestas, limitando externamente con una membrana basal que se en-
cuentra directamente en contacto con los capilares sanguíneos que aportan los
nutrientes necesarios. Estos túbulos son los encargados de elaborar y segregar
los espermatozoides. Para ello constan de dos pos de células, las espermato-
gonias que se encuentran en estrecho contacto con la membrana basal y que
dan origen al gameto masculino y las células de Sertoli, intercaladas entre las
espermatogonias, sirviendo no sólo de sostén (células de sustentación), sino
además con una función trófica aportando elementos nutri vos que posibilitan
su desarrollo inicial. Por otra parte, en los inters cios de los tubos seminíferos
se encuentran las células inters ciales o de Leydig con función endocrina. Estas
enen a su cargo la producción de andrógenos, de los cuales el más represen-
ta vo es la testosterona. La producción hormonal del tes culo como veremos
más adelante es de vital importancia para la adecuada formación de los esper-
matozoides y el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios.
Fisiología Animal II
188
gonadotropinas hipofisarias, indicando que existen otros factores de desarrollo
somá co que desencadenan esta respuesta a la edad requerida. Este proceso
comienza en la mayor parte de las especies entre los 12 y 18 meses de edad
cuando se alcanza la pubertad y se ex ende durante toda la vida reproduc va.
En una primera etapa, las células germina vas, espermatogonias primi vas, de
po A1 o ac vas, sufren una división en 16 células para alcanzar un grado mayor
de diferenciación, transformándose en espermatogonias latentes o de po A2
que experimentan una nueva mitosis, de manera que el proceso se repite inde-
finidamente, exis endo siempre una población disponible de espermatogonias
po A2 que van migrando desde su posición inicial en la membrana basal para
alcanzar una localización más central y quedar envueltas por los pliegues cito-
plasmá cos de las células de Sertoli que le sirven de sostén, protección y nutri-
ción. Posteriormente se produce la primera división meió ca formándose a par-
r del espermatocito primario el espermatocito secundario. La segunda división
meió ca da lugar a 4 espermá des a par r del espermatocito primario original.
Las dos divisiones meió cas ocurridas enen la importancia de posibilitar que
la espermá de así formada tenga la mitad del material gené co contenido en
la espermatogonia que le dio origen. En las semanas posteriores, las espermá-
des se man enen próximas a las células de Sertoli, produciéndose en forma
paula na una serie de cambios morfofisiológicos que dan lugar finalmente al
espermatozoide. Básicamente los eventos consisten en pérdida de una porción
citoplasmá ca, reorganización de la croma na nuclear y recolección de mate-
rial citoplasmá co y de la membrana celular para la formación de la cola. Duran-
te la espermatogénesis el papel de las células de Sertoli es de vital importancia,
porque además de las funciones que mencionamos éstas enen capacidad de
síntesis esteroidogénica y enzimá ca lo que pudiera jugar un papel decisivo en
la maduración espermá ca. De forma similar bajo la acción de la FSH producen
una proteína denominada androgen binding protein (ABP) que ene con eleva-
da afinidad por la testosterona, lo que facilita su captura en el tubo seminífero
y garan za una adecuada concentración de la hormona, condición sine qua non
para la maduración del espermatozoide. Los espermatozoides obtenidos de los
túbulos seminíferos y primeras porciones del epidídimo no enen mo lidad y
en consecuencia poseen bajo poder fecundante. Sin embargo, después de per-
189
manecer un empo en el epidídimo adquieren mo lidad limitada gracias a la
acción de proteínas inhibidoras. En tanto son expulsados al exterior mediante
la eyaculación permanecen en la red tes cular en un medio líquido que actúa
como preserva vo y medio de transporte, en parte aportado por las células de
Sertoli.
Fisiología Animal II
190
nal. Básicamente, el problema estriba en la regulación del área de la superficie
escrotal y ascenso o descenso de los tes culos en las bolsas escrotales lo que
determina su grado de proximidad a la cavidad abdominal donde la tempera-
tura es superior. En este sen do, la túnica dartos y los músculos cremastéricos
regulan el área de superficie escrotal, mientras que la arteria espermá ca y el
plexo panpiniforme permiten un mecanismo de intercambio térmico. De esta
forma, durante la época más calurosa del año, el dartos y los músculos cremas-
téricos se relajan al máximo y los tes culos se alejan de la cavidad abdominal al
descender en las bolsas escrotales con lo que aumentan las pérdidas de calor,
ocurriendo el fenómeno inverso cuando desciende la temperatura ambiente.
Esta respuesta refleja es inducida por los termorreceptores presentes en la pa-
red escrotal que incluso pueden desencadenar una respuesta generalizada en
el organismo. Además la piel del escroto cuenta con glándulas sudoríparas con
inervación adrenérgica.
191
Papeles fisiológicos de los andrógenos
Sus acciones pueden dividirse en 2 grandes grupos, aquellas que enen como
órgano blanco el propio aparato genital del macho y un segundo grupo de accio-
nes que se despliegan sobre el metabolismo en virtud de sus efectos anabólicos.
Los andrógenos es mulan el crecimiento, desarrollo y mantenimientos de la
ac vidad funcional de los órganos sexuales primarios, secundarios y accesorios
incluyendo el pene. Es mulan la líbido y potencia sexual del macho. Así mismo
son responsables del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, lo que
se traduce en el mayor desarrollo corporal que se observa sin excepción en el
macho donde la cintura escapular es más ancha que la pelviana y una distribu-
ción diferente a la hembra de los depósitos de grasa corporal. Un ejemplo muy
ilustra vo es el toro donde el peso corporal del animal maduro con frecuencia
duplica al de la hembra de igual raza. Por otra parte, influyen en la pigmentación
(dicromismo del pelaje) y crecimiento del pelo en los mamíferos y de las plumas
en las aves donde son más oscuros en ciertas regiones del cuerpo, el desarrollo
de los cuernos en los ungulados, la vocalización grave por hipertrofia laríngea y
engrosamiento de las cuerdas vocales y la conducta excretora de micción. Inclu-
so se considera también la producción de feromonas ya que algunas son espe-
cíficas del sexo y dependen de los esteroides gonadales.
Epidídimo
Fisiología Animal II
192
acuerdo con la especie y cons tuye un túbulo único enrollado que consta de 3
partes que son cabeza, cuello y cola. Este segmento tubular esta tapizado por
epitelio cilíndrico ciliado rodeado de tejido conec vo y fibras de músculo liso
que son más abundantes en la cola.
Conducto deferente
Este segmento posee una túnica de músculo liso bien desarrollada. Se ex ende
desde la cola del epidídimo hasta el cuello de la vejiga, desembocando en la
pared dorsal de la uretra junto con los conductos de las glándulas dando lugar
a la formación de una vía común que es el conducto eyaculador. La ampolla del
conducto deferente no está presente en el cerdo y en otras especies ene un
tamaño variable ya que es pequeña en caninos y felinos y de mayor tamaño en
equinos y bovinos.
193
del aparato genital entran en ac vidad tras la aparición de la pubertad, enen
un desarrollo variable de acuerdo con la especie, son palpables en parte por vía
rectal en animales mayores y en los machos castrados son rudimentarias.
VESÍCULAS SEMINALES
PRÓSTATA
Fisiología Animal II
194
tracciones del conducto deferente y las vesículas seminales, de modo que el lí-
quido excretado se une a la masa de espermatozoides. La reacción alcalina de la
secreción prostá ca es esencial para la adecuada fer lización del oocito ya que
neutraliza las secreciones ácidas con las que el espermatozoide entra en contac-
to al ingresar en el aparato genital de la hembra. Esta glándula es voluminosa
en el perro, talvés por ser la única glándula accesoria existente, en tanto que es
proporcionalmente menor en orden decreciente en el equino, bovino, cerdo y
pequeños rumiantes. En el bovino y el cerdo está compuesta de un cuerpo y una
porción difusa localizados en el origen de la uretra, mientras que en pequeños
rumiantes esta formada por dos lóbulos unidos por un istmo. En el hombre de
forma similar a como sucede en el perro la glándula puede sufrir hipertrofia a
edades avanzadas y dificultar la micción por compresión de la uretra, mientras
que la castración produce disminución considerable de su volumen. Por otra
parte, su ex rpación en animales de experimentación no va siempre acompa-
ñada de reducción del poder fecundante, sobre todo si se man ene el funciona-
lismo de las vesículas seminales y de las glándulas bulbos uretrales.
195
GLÁNDULAS URETRALES DE LITTRE
Están a su vez cons tuidas por dos pos de glándulas, las intra mucosas que son
pequeñas, muy numerosas en la región cavernosa de la uretra y localizadas en la
lámina propia y las extra mucosas, de mayores dimensiones con conductos que
suelen abrirse en la uretra formando ángulos agudos. Ambos pos de glándu-
las segregan una sustancia mucoide que conjuntamente con la secreción de las
glándulas de Cowper enen la función de limpiar y lubricar la uretra antes del
paso de los espermatozoides.
CONDUCTOS SEXUALES
Los conductos sexuales o sistema canalicular del tes culo derivan embriológica-
mente de los conductos de Wolff. Este sistema tubular comunica los tes culos
con el exterior a través de la uretra vía común de los sistemas genital y urinario.
Los conductos sexuales se originan en el tes culo y forman la red de tes s in-
tegrada por una serie de túbulos muy finos recubiertos de epitelio y situada en
el medias no tes cular. Del medias no parten 12 o 15 túbulos que son los con-
ductos eferentes, que son rectos al principio y después sinuosos, para reunirse
y formar un solo conducto, denominado epidídimo.
Fisiología Animal II
196
má co atraviesa el anillo inguinal, a cuyo nivel se separa de las arterias, venas,
nervios y otros elementos anatómicos del cordón. Se dirige por la cavidad ab-
dominal hacia la pelvis, y es fundamentalmente un segmento tubular des nado
a la conducción de los espermatozoides desde el epidídimo hasta la porción
pélvica de la uretra.
La uretra es la zona común de tránsito para los productos elaborados por los
tes culos, las vías genitales excretoras y las glándulas accesorias, así como para
la orina excretada.
Se ex ende por la cavidad pelviana y a lo largo del pene para terminar la extre-
midad del glande pasando, en el orificio uretral externo.
Pene
197
de los músculos rectos internos. La región dorsal del cuerpo se caracteriza por
presentar nervios, arterias y un abundante plexo venoso, en tanto que por la
cara ventral discurre la uretra y las caras laterales están tapizadas por un plexo
venoso. Finalmente el glande cons tuye la porción libre y más ancha del órgano
cuya base presenta un reborde prominente denominado corona.
Fisiología Animal II
198
Erección y eyaculación
199
de los espermatozoides y por consiguiente para que se consume la fecundación.
De esta forma, la secreción de las glándulas ves bulo vaginales y las secreciones
uterinas que alcanzan la vagina facilitan la introducción y desplazamiento del
pene en la vagina. Los músculos que rodean la vagina se contraen, comprimien-
do al pene y se producen contracciones peristál cas del cérvix que facilitan el
ascenso de los espermatozoides hacia el oviducto. Los reflejos que desenca-
denan la eyaculación enen como punto de par da la es mulación mediante
fricción de los corpúsculos y terminaciones nerviosas sensi vas del pene. Ello
va antecedido según el caso por las contracciones de la musculatura lisa y los
movimientos peristál cos del epidídimo, conducto deferente y glándulas acce-
sorias que incorporan su secreción, transitando el semen hasta la uretra donde
las contracciones peristál cas de los músculos bulbo e isquiocavernoso que la
rodean determinan su salida al exterior. La coordinación de todas estas acciones
que permiten la ejecución de este complicado reflejo asienta en el centro geni-
toespinal localizado en la región lumbar desde L2 hasta L4. Las fibras simpá cas
procedentes de los pares de nervios lumbares de esta región hacen sinapsis en
el ganglio mesentérico posterior y de aquí inervan las estructuras mencionadas
a través del nervio hipogástrico.
Conducta copulatoria
Fisiología Animal II
200
fibroelás ca del pene en el cerdo este debería poseer un empo de copulación
corto, sin embargo, su abundante volumen de eyaculado que puede alcanzar los
250 ml determina un incremento de esta fase. En el equino, la elevada vasculari-
zación del órgano copulador unido al elevado volumen eyaculatorio, en el perro
la prolongada salida de la secreción prostá ca y el anclaje del bulbo del glande
en la vulva, y en el gato, donde la LH se libera en la hembra para desencadenar
la ovulación producto de un reflejo neuroendocrino, son las razones que en es-
tas especies explican una prolongación en el empo de copulación.
201
caracteriza por un movimiento brusco que se conoce comúnmente con golpe
de riñón. En líneas generales, las caracterís cas señaladas para el bovino son
muy similares a las observadas en pequeños rumiantes. Para el caprino maduro
que puede montar aproximadamente 3 veces al día, el límite de distribución
es de 2 a 3 machos por cada 100 hembras. El cerdo de 1 año de edad puede
emplearse 3 veces por semana y cuando alcanza la madurez no más de 1 vez
al día. En el perro la cópula no debe exceder las 2 o 3 veces por semana. Esta
especie se caracteriza por una prolongada fase preparatoria para la cópula y
por el considerable aumento de tamaño que adquiere el bulbo del glande una
vez producida la máxima erección lo que trae como consecuencia que el macho
quede unido a la hembra al verse imposibilitado de re rar el pene de la vagina
después de eyacular.
Fisiología Animal II
202
ene una acción sinérgica con la LH para la producción de testosterona. Lo cier-
to es que lo anterior siempre ha sido un punto muy controver do ya que la ma-
yor parte de los autores señalan que no existe una absoluta claridad en cuanto
a las acciones de la PRL en el macho.
203
UNIDAD VIII. FISIOLOGÍA DE LA GLÁNDULA MAMARIA Y
LACTACIÓN
ANATOMÍA FUNCIONAL DE LA GLÁNDULA MAMARIA
Se considera como una glándula sudorípara modificada de po lóbulo alveo-
lar y origen ectodérmico. Está formada básicamente por dos pos de tejido, el
parénquima o tejido glandular y el estroma. El estroma está representado por
un sistema de tubos ramificados que terminan en extremidades abultadas, en
forma de alvéolos o acini formando el parénquima. Es una glándula tubulosa
acinosa y se compone en realidad de gran número de glándulas elementales
o lóbulos que a su vez, se subdividen en lobulillos y estos en acini. Cada acini
consta de una membrana propia y de dos filas de células, una interna o hilera
secretora y otra externa compuesta de elementos mioepiteliales. Las células
alveolares epiteliales cons tuyen la unidad funcional de la glándula ya que es
aquí donde se produce la síntesis de los componentes básicos de esta secreción
aunque no se excluyen las células de las paredes de los conductos por tener
cierta par cipación. Las células epiteliales que integran el acini varían su for-
ma en dependencia del estado de repleción alveolar y presentan en la porción
apical numerosas microvellosidades, mientras que la porción basal es rugosa
lo que facilita los procesos absor vos a par r de la red capilar gracias al ín mo
contacto con la membrana basal. Los conductos excretores según su situación,
se dividen en tres grupos: conductos intralobulares, interlobulares y galactófo-
ros o colectores.
Fisiología Animal II
204
Su disposición anatómica toraco abdominal, toraco inguinal o inguinal varía se-
gún la especie animal. En los pequeños rumiantes y en la yegua aparece un
complejo glandular par simétricamente ubicado a ambos lados en la región in-
guinal de forma similar a la vaca donde son dos; en la gata son cuatro dispuestos
en la región toraco abdominal, en la perra y la cerda su presentación es toraco
inguinal en can dad de cuatro o cinco y seis a siete respec vamente.
MAMOGÉNESIS
Su esbozo puede iden ficarse desde los primeros estadios del desarrollo em-
brionario en forma de agrupamientos celulares subepidérmicos denominados
crestas mamarias. Este esbozo inicial al parecer, no requiere de acciones hormo-
nales estrogénicas para su desarrollo fetal en la hembra. Sin embargo en igual
etapa en el macho, la baja concentración de andrógenos tes culares es capaz
de provocar inhibición de su crecimiento al desprender el primordio mamario
de la epidermis.
205
conec vo fibroso y depósito de grasa, no así al desarrollo del epitelio glandular.
El arribo a la pubertad determina un aumento considerable de su volumen por
interacción de la GH y otras hormonas de acción sistémica con la puesta en
marcha del eje hipotalámico hipofisario gonadal que posibilita el sincronismo
funcional de la foliculogénesis y la esteroidogénesis. De esta forma los estróge-
nos ováricos promueven el crecimiento y desarrollo del sistema de conductos
galactóforos, mientras que la progesterona secretada en el cuerpo lúteo actúa
sobre la porción lóbulo alveolar de la glándula. Su máximo desarrollo ene lugar
durante la gestación, momento a par r del cual se prepara para la inminen-
te producción de leche. En el ganado bovino esto se observa sobre todo en el
úl mo trimestre de la gestación. En este periodo el desarrollo se produce en
acción sinérgica con la GH y la ACTH. La elevada concentración de progesterona
refuerza sobremanera la formación de lóbulos de tejido alveolar que garan zan
una mayor producción láctea. Contribuyen además al desarrollo en esta etapa
las bajas concentraciones (niveles basales) de PRL, la hormona lactógeno pla-
centaria que ene ac vidad po GH y prolac nica, los glucocor coides que es-
mulan el crecimiento generalizado y la GH a través de las somatomedinas que
promueve la síntesis y depósito de proteínas. Por otra parte se ha informado
que la PRL y los estrógenos al parecer inducen el crecimiento glandular median-
te mediadores hormonales pep dicos al actuar como factores de crecimiento.
Por otro lado, las hormonas roideas apoyan las profundas transformaciones
morfofuncionales y metabólicas que acontecen en esta etapa en la glándula
mamaria. Los estudios que en forma experimental han intentado reproducir el
crecimiento y desarrollo mamario mediante la administración exógena de hor-
monas han puesto de manifiesto la par cipación de las hormonas antes seña-
ladas y la importancia de los estrógenos y la progesterona en este proceso. En
general se plantea que ene lugar una elevación considerable de la población
de receptores hormonales y de la sensibilidad de estos a la acción de las hor-
monas anteriormente mencionadas.
Las condiciones en que se desarrolla el parto enen una decisiva influencia so-
bre la futura producción de leche y los cambios del perfil endocrino que propi-
Fisiología Animal II
206
cian su inicio comienzan a producirse próximo al parto, dependen de la relación
madre feto y del cambio de la ac vidad funcional de órganos endocrinos transi-
torios tales como el cuerpo lúteo y la placenta. En este sen do se ha informado
que la reducción de los niveles circulantes de esteroides (estrógenos y gestáge-
nos) al ocurrir la expulsión de la placenta determina que la glándula mamaria se
haga más sensible a la acción de las hormonas que integran el complejo galacto-
poyé co, principalmente la PRL por el rol que desempeña mediando la síntesis
de los componentes básicos de le leche y los glucocor coides al incrementar el
desvío de nutrientes y metabolismo de la glándula unido a las hormonas roi-
deas. Estas acciones se refuerzan primero por los es mulos que provienen de
las contracciones uterinas que dan lugar al transito del feto por todo el canal del
parto y después gracias a aquellos que se originan en la propia glándula mama-
ria a consecuencia de la succión y que rebotan hasta el hipotálamo es mulando
la secreción de PRL y CRF.
Lactogénesis
La lactogénesis requiere de una serie de cambios celulares gracias a los que las
células epiteliales del alvéolo pasan a un estado secretor. Este proceso com-
prende una diferenciación citológica y enzimá ca que al final de la gestación
y antes del parto sólo permite la síntesis y eyección de can dades exiguas de
leche.
Cambios celulares
207
y su membrana aparece recubierta por ribosomas. El aspecto microscópico del
re culo endoplásmico que evidencia gran ac vidad se asocia con los intensos
procesos de síntesis de la mayoría de las proteínas de la leche. Existen además
de los ribosomas que están ligados a la membrana una considerable can dad de
estos en su forma libre. Igualmente el aparato de Golgi adquiere gran desarrollo
formando sacos aplanados y se observa la presencia de vesículas hacia su por-
ción periférica y se localiza por encima del núcleo de la célula. Por otro lado se
produce incremento de la can dad de mitocondrias las que además se caracte-
rizan por un gran polimorfismo. En la porción apical del citoplasma se observan
abundantes gotas de grasa, gránulos de proteínas y otros componentes de la
leche y el contorno celular de esta porción presenta abundantes y pronunciadas
microvellosidades.
Cambios enzimáƟcos
Lactogénesis fase I y II
Fisiología Animal II
208
proceso. En la vaca comienza aproximadamente de 0 a 4 días antes del parto
y no es hasta que cesa el efecto inhibidor de la progesterona (alrededor de 48
horas antes del parto en la mayor parte de los mamíferos) al detectarse niveles
circulantes elevados de PRL y glucocor coides asociados con la presentación
del parto que se desencadena una copiosa producción de leche (lactogénesis
fase II). En la mujer la caída de la progesterona sérica no se produce hasta la
presentación del parto, de ahí que la segunda fase de la lactogénesis en muchos
casos no ocurre hasta alrededor de las 48 horas posteriores al alumbramiento.
En cambio, en la cerda la fase II se produce inmediatamente antes o durante el
parto. Por ello, resulta muy di cil obtener en la cerda secreción láctea con an-
telación al parto a diferencia de la vaca donde se puede observar una can dad
apreciable incluso algunos días antes de su presentación.
Galactopoyesis
209
Glucosa
Fisiología Animal II
210
Aminoácidos
Ácidos grasos
Calcio
211
ac vidad osteoclás ca. La regulación de su metabolismo en estas circunstancias
se desarrolla a par r de las acciones de la PTH, calcitonina y vitamina D actuan-
do sobre intes no delgado, riñón y hueso para asegurar niveles adecuados en la
fase de mayor demanda. A lo anterior se añade el hecho de que la PRL es capaz
de incrementar la absorción intes nal del calcio y ejercer una acción regulado-
ra de su metabolismo de forma independiente a la vitamina D. Se es ma que
para vacas lecheras en lactación con un nivel produc vo promedio de 10 kg se
requieren 24 g diarios de calcio. En nuestras condiciones, la principal fuente
de minerales son los pastos cuyo contenido depende entre otros factores de la
edad y po de po de forraje, nivel de fer lización y época del año. La hipocal-
cemia de la vaca lechera, también conocida como “fiebre de la leche” ocasiona
serios trastornos y se caracteriza por la presentación de temblor muscular, exci-
tabilidad, ruptura de tendones, ligamentos, fracturas óseas, depresión, hipoter-
mia y atonía ruminal.
Fisiología Animal II
212
res para la PRL a nivel de la glándula mamaria se incrementa en todas las hem-
bras lo que se encuentra en relación directa con el aumento de las necesidades
de la hormona durante la lactogénesis. Bajo la acción de esta hormona, a nivel
de la célula epitelial alveolar se incrementa el transporte de iones y aminoáci-
dos, aumenta el volumen del aparato de Golgi y la síntesis de RNAm, caseína y lí-
pidos. Por otro lado, también se produce incremento del número de receptores
para los glucocor coides lo que pudiera guardar relación no sólo con su efecto
galactopoyé co sino además con el incremento del cor sol en momento del
parto. De forma similar ocurre con la población de receptores para la insulina,
hormonas roideas y la GH. Recientemente se ha señalado que la reconocida
acción galactopoyé ca de esta úl ma se debe no sólo a su acción anabólica
proteica, sino además al hecho de que promueve la conversión periférica de
roxina a triyodo ronina. Por ello existe convergencia por parte de numerosos
autores al plantear que en esta úl ma acción estriba su verdadero efecto ga-
lactopoyé co.
Es una emulsión de color blanco y opaco compuesta por una fase acuosa de-
nominada suero, una fase sólida formada por glúcidos entre los que se destaca
la lactosa (4,5 a 5,0%), diferentes lípidos, entre ellos, triglicéridos, fosfolípidos,
colesterol y ácidos grasos libres, una fracción proteica (3,2 a 3,5%) compuesta
por caseína, alfa lactoalbúmina, beta lactoglobulina, albúmina e inmunoglobu-
linas, diferentes minerales, vitaminas hidrosolubles y liposolubles y elementos
formes. Entre ellos en orden decreciente aparecen neutrófilos, linfocitos, mo-
nocitos y eosinófilos. La composición de la leche varía con la especie y la fase
de la lactogénesis y depende del efecto de múl ples fuentes de variación y las
interacciones que se establecen entre las mismas. Entre ellas se destaca la in-
fluencia del clima, estado de salud, sistema de manejo, plano nutricional, raza,
individuo y número de lactancias. Su composición en la vaca varía durante la
lactancia y se caracteriza por un incremento proporcional de su contenido en
grasas, proteínas y minerales a medida que esta avanza y que la producción es
menor.
213
Para la secreción de los componentes de la leche desde la célula epitelial glan-
dular del alveolo se postulan cinco vías, de ellas las primeras cuatro son de po
transcelular y la úl ma de naturaleza paracelular. Básicamente la vía o ruta em-
pleada depende de la estructura química de la biomolécula que atravesará la
porción apical de la célula epitelial productora de leche.
Ruta I
Ruta II
Está reservada para la fracción lipídica de la leche cuya síntesis ene lugar en
el citoplasma y re culo endoplásmico. Inicialmente se forman pequeñas gotas
de grasa que posteriormente se fusionan para dar lugar a glóbulos grasos que
por ser solubles en la matriz lipoide de la célula epitelial son ver dos hacia la
luz alveolar.
Fisiología Animal II
214
Ruta III
Es facilitadora para el paso del agua e iones monovalentes. El agua resulta arras-
trada por un gradiente osmó co creado por la lactosa, en tanto que los iones
siguen en su recorrido al agua y generan un gradiente electroquímico a ambos
lados de la membrana celular en su borde apical.
Ruta IV
Esta ruta se encuentra des nada al paso por la membrana de las inmunoglobu-
linas que requieren a dicho efecto la presencia de un receptor. Una vez formado
el complejo receptor-inmunoglobulina este queda incluido en el interior de una
vesícula endocí ca que vierte su contenido hacia la luz alveolar.
Ruta V
215
aspecto viscoso, sabor acre y color amarillento debido a su alta concentración
de albúminas e inmunoglobulinas. Es par cularmente rico en IgG y también
presenta concentraciones elevadas de IgA e IgM. Es secretado y almacenado
en la glándula mamaria en los úl mos 2 a 7 días antes del parto y durante los 2
a 3 primeros días del puerperio, momento a par r del cual su composición se
modifica. La concentración de inmunoglobulinas presentes en el calostro llega a
representar el 50% de la fracción proteica y la misión fundamental de la misma
es la transmisión de estos an cuerpos al neonato gracias a los que adquiere una
inmunidad pasiva que sirve de protección en esta etapa. Ello adquiere mayor
relevancia en especies tales como grandes y pequeños rumiantes, cerda y ye-
gua donde el po de placenta sindesmocorial no es viable a los an cuerpos de
la madre durante la gestación. Los 3 factores básicos que permiten sobre todo
en estas especies la posibilidad de la inmunidad adquirida con mayor calidad
biológica son:
Alta concentración de elementos calostrales. Entre los que se destacan las in-
munoglobulinas, los sólidos totales en general, así como la proporción de grasa
y de la vitamina A.
Fisiología Animal II
216
Otro aspecto que merece destacarse en esta etapa es la habilidad materna que
representa un carácter complejo que incluye la producción de leche y el ins nto
materno. La integración de ambos eventos se traduce en viabilidad y ganancia
de peso del ternero hasta el destete. Aún cuando no cabe duda de que la fase
más importante de este componente es la lactancia, la habilidad materna se
pone de manifiesto desde el nacimiento y comprende los cambios comporta-
mentales de la madre en la que las conductas anómalas como el rechazo de la
cría repercute sobre la supervivencia del ternero y su peso al destete. En Cuba,
resulta de interés con nuar observando este carácter ya que la literatura refiere
que aproximadamente a los 6 a 7 meses de edad el ternero debe alcanzar el
40% de su peso adulto.
Eyección de la leche
Sin lugar a dudas, el es mulo mecánico sobre pezón mediante la succión de las
crías o el ordeño manual o semiautoma zado cons tuye el factor desencade-
nante más importante en la eyección de la leche y el mantenimiento de la lac-
tancia. Esto es el resultado de un complejo reflejo de naturaleza neuroendocri-
na donde además par cipan los reflejos condicionados, gracias a la información
que ingresa a través de los órganos de los sen dos.
217
El arco reflejo que determina su ejecución ene como punto de par da los re-
ceptores cutáneos en forma de terminaciones nerviosas libres ampliamente dis-
tribuidos en el pezón de la glándula mamaria cuyo origen embrionario común
con la piel determina además la presencia de fibras nerviosas de po sensi vo
y motoras de naturaleza simpá ca que provienen de la médula espinal. De esta
forma, el es mulo originado en los receptores transita por un conjunto de vías
espinales ascendentes y probablemente también vías bulbares que integran y
analizan la información para su posterior llegada a las neuronas magnocelulares
de los núcleos supraóptrico y paraventricular del hipotálamo que a su vez trans-
mite el impulso a la neurohipófisis por vía de los fascículos del mismo nombre
para la descarga de oxitocina mediante un mecanismo de vis a tergo. La hor-
mona alcanza la circulación y llega a la glándula mamaria donde la amplia red
capilar que rodea los alvéolos permite su acción sobre las células mioepiteliales.
Los receptores específicos de membrana para la oxitocina en las células blan-
co dan lugar a la formación del complejo hormona-receptor que incrementa la
formación de AMPc y ene lugar la contracción de la célula mioepitelial del al-
veolo, conductos menores de la glándula, relajación de los conductos mayores,
cisterna y pezón que permiten el ensanchamiento de estas estructuras y con
ello alojar el volumen de leche a expulsar. Finalmente la eyección se ve reforza-
da por el incremento de la presión intramamaria por lo que durante el ordeño
o la succión de la cría sólo basta con vencer la resistencia que opone el es nter
del pezón.
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218
UNIDAD IX. PREGUNTAS DE COMPROBACIÓN
6. ¿Considera usted que las funciones del mesencéfalo son importantes para la
regulación del organismo animal?
7. ¿Cuales son los fenómenos que garan zan el transito de la orina por el siste-
ma tubular de la nefrona hasta el exterior a través de la uretra?
8. ¿Cuáles son los principales indicadores del medio ambiente que influyen so-
bre la temperatura corporal en los animales domés cos?
9. ¿Por qué usted considera que la termogénesis cons tuye un sistema de con-
trol eficiente en los animales homeotermos?
10. ¿Qué impacto usted considera que posee el nivel encefálico bajo para el
control de las funciones vegeta vas en el reino animal?
219
12. Desarrolle el control del equilibrio acido básico por la sangre, el sistema res-
piratorio y renal en el organismo animal.
13. ¿Qué importancia usted considera que ene el nivel encefálico alto para la
vida de relación animal?
16. ¿Qué importancia usted le atribuye a los sistemas de control y sus caracte-
rís cas en el organismo animal para el mantenimiento de la vida?
18. ¿Qué importancia usted le concede a la piel para el mantenimiento del me-
dio interno en el reino animal?
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220
23. Describa las principales adaptaciones morfofisiológicos de la piel para el
control de la homeotermia en diferentes especies.
24. Analice la relación entre la estructura y la función de la nefrona así como las
par cularidades circulatorias que caracterizan esta unidad funcional.
25. Desarrolle las caracterís cas anatomofisiológicas del sistema nervioso vege-
ta vo parasimpá co.
26. Desarrolle las caracterís cas anatomofisiológicas del sistema nervioso vege-
ta vo simpá co.
30. Exponga la clasificación y las caracterís cas de los animales domés cos se-
gún su capacidad para el control de la temperatura corporal.
32. Exponga la composición e importancia del pelo y las plumas como estructu-
ras anexas de la piel.
34. Exponga la composición y los papeles fisiológicos generales del nivel ence-
fálico bajo.
221
35. Considera usted que las funciones del nivel encefálico alto enen una eleva-
da significación para el control de la vida animal.
36. Desarrolle los mecanismos de control para la absorción del agua y los elec-
trolitos en el tubo contorneado proximal y distal de la nefrona.
46. Analice las analogías, las diferencias y los principales procesos que UD. con-
sidera que marcan la desigualdad de la composición bioquímica entre la orina
primaria, la orina tubular y la orina defini va.
Fisiología Animal II
222
47. Desarrolle las principales funciones de la nefrona como unidad funcional del
riñón.
48. Exponga las vías directa e indirecta de la termogénesis en los animales ho-
meotermos.
49. Desarrolle las vías sensible e insensible de termólisis en los animales ho-
meotermos.
50. Describa las alterna vas para mantener la homeotermia en aquellas espe-
cies con dificultad para la disipación del calor a través del sudor y el jadeo.
51. Describa los papeles fisiológicos del tubo contorneado proximal y distal de
la nefrona para el mantenimiento de la composición de los líquidos corporales.
56. Evalúe la trascendencia del control de la ac vidad nerviosa del nivel encefá-
lico bajo del sistema nervioso central.
57. Evalúe la trascendencia del nivel encefálico alto y su interacción para la vida
de relación de los animales domés cos.
223
59. Analice la importancia del cambio conductual que apoya la respuesta corpo-
ral para el mantenimiento de la temperatura corporal de los animales domés-
cos.
61. Analice por qué el sistema nervioso cons tuye un sistema regulador de la
homeostasis corporal y la respuesta del cuerpo animal como un todo.
63. Desarrolle las funciones generales de los niveles de organización del sistema
nervioso.
69. Exponga la trascendencia del jadeo en las especies de animales domés cos
con una reducida distribución de glándulas sudoríparas.
Fisiología Animal II
224
71. Desarrolle la vía audi va y exponga su importancia fisiológica para los ani-
males domés cos.
72. Desarrolle la vía gusta va y exponga su importancia fisiológica para los ani-
males domés cos.
73. Desarrolle la vía olfatoria y exponga su importancia fisiológica para los ani-
males domés cos.
75. Desarrolle la vía tác l y exponga su importancia fisiológica para los animales
domés cos.
76. Exponga la importancia y las caracterís cas de los sistemas de control del
cuerpo animal.
79. Exponga la importancia y los papeles fisiológicos del aparato ves bular y el
cerebelo en el sostén del cuerpo contra la gravedad.
83. Exponga la importancia, las par cularidades y los papeles fisiológicos del
sistema nervioso vegeta vo.
225
84. Desarrolle la integración funcional neuroendocrina para la regulación de la
temperatura corporal de los animales homeotermos.
85. Exponga la localización general de las áreas de proyección cor cal de los
órganos de los sen dos y los papeles fisiológicos del nivel encefálico alto.
88. Exponga la importancia del papel reflejo de la medula espinal para la vida
animal.
89. Exponga el papel reflejo del nivel encefálico bajo y su importancia para la
vida animal.
95. Valore la importancia del agua para la vida y desarrolle el equilibrio hídrico
en el organismo animal.
Fisiología Animal II
226
96. Valore la importancia fisiológica del equilibrio entre la sangre, el líquido in-
ters cial y los riñones para el mantenimiento del medio interno.
97. Valore la importancia fisiológica del sistema renal a par r del funcionamien-
to de su unidad funcional.
101. Exponga el concepto y desarrolle los eventos fundamentales del ciclo es-
tral.
227
110. Desarrolle la conducta reproduc va de la hembra.
122. Exponga los papeles fisiológicos del sistema tubular genital de la hembra.
125. Desarrolle los papales fisiológicos de los órganos sexuales accesorios del
macho.
Fisiología Animal II
228
126. Desarrolle los papales fisiológicos de los órganos sexuales secundarios del
macho.
127. Desarrolle los papales fisiológicos de los órganos sexuales primarios del
macho.
138. ¿Qué importancia le atribuye a la influencia del efecto del genofondo sobre
la presentación de la pubertad en los animales domés cos?
229
139. ¿Qué importancia le atribuye a la influencia del efecto del plano nutricional
sobre la presentación de la pubertad en los animales domés cos?
140. ¿Qué importancia le atribuye a la influencia del efecto del clima sobre la
presentación de la pubertad en los animales domés cos?
141. ¿Qué importancia le atribuye a la influencia del efecto del género sobre la
presentación de la pubertad en los animales domés cos?
142. ¿Qué importancia le atribuye a la influencia del efecto del manejo sobre la
presentación de la pubertad en los animales domés cos?
143. Exponga las interacciones de los factores que inciden sobre la presentación
de la pubertad en los animales domés cos.
144. ¿Cuales usted considera que son los factores más importantes que inciden
sobre la presentación de la pubertad en los animales domés cos?
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230
151. Desarrolle las acciones de los estrógenos sobre el sistema tubular genital y
los caracteres sexuales secundarios en la hembra.
157. Desarrolle los cambios del oocito consecu vos a la fecundación y los fenó-
menos de migración y su implantación en el útero.
231
165. Exponga el impacto de las hormonas sobre el desarrollo mamario en el
úl mo tercio de la gestación.
166. Desarrolle las acciones del complejo galactopoye co que garan zan el ini-
cio y mantenimiento de la producción de leche.
168. Desarrolle los principales cambios celulares del lactocito, de las enzimas
que par cipan en la producción de leche y de la población de receptores hor-
monales en la glándula mamaria en esta etapa.
169. Exponga las rutas transcelulares y paracelular para la secreción de los com-
ponentes de la leche del lactocito al lumen alveolar.
172. ¿Por que usted considera que la presencia de personal ajeno durante el
ordeño puede afectar la eyección de la leche?
173. ¿Por qué considera Ud. que la gestación es un estado fisiológico que impo-
ne una sobrecarga metabólica para la hembra?
174. ¿Por qué considera Ud. que la lactación es un estado fisiológico que impo-
ne una sobrecarga metabólica para la hembra?
Fisiología Animal II
232
176. ¿Qué importancia le atribuye al eje hipotálamo hipófisis en el control ge-
neral del sistema endocrino?
178. ¿Cuáles son las principales glándulas de secreción interna y los papeles
fisiológicos generales de sus hormonas?
179. ¿Qué importancia le atribuye al hipotálamo como elemento rector del sis-
tema endocrino?
181. Exponga el control endocrino del eje hipotálamo hipófisis roides y las ac-
ciones generales de la roxina y la triyodo ronina.
182. Exponga el control endocrino del eje hipotálamo hipófisis adrenal y las ac-
ciones generales de los glucocor coides.
183. Exponga el control endocrino del eje hipotálamo hipófisis adrenal y las ac-
ciones generales de los mineralocor coides.
184. Exponga el control endocrino del eje hipotálamo hipófisis tes culo y las
acciones generales de los andrógenos.
185. Exponga el control endocrino del eje hipotálamo hipófisis ovario y las ac-
ciones generales de los estrógenos.
187. ¿Cuales son las principales glándulas endocrinas transitorias del cuerpo
animal y las acciones de sus hormonas?
188. ¿Considera Ud. que existe un antagonismo de acción entre algunas hormo-
nas para el control de la homeostasis en el cuerpo animal?
233
189. ¿Qué importancia le atribuye a la naturaleza química de las hormonas?
192. ¿Por qué considera que las hormonas de naturaleza esteroidal demoran un
poco más de empo en ejercer su acción en el órgano diana al comparar con las
de naturaleza proteica?
193. Desarrolle las acciones generales de las hormonas que par cipan en el
crecimiento del cuerpo animal.
198. ¿Por qué se afirma que la verdadera hormona del crecimiento es la insulina
y no propiamente la GH?
200. ¿Por qué usted considera que el eje hipotálamo hipófisis roides ene una
relación directa con el mantenimiento de la temperatura corporal?
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234
201. Exponga las principales acciones de la PTH, la calcitonina y la vitamina D
sobre el intes no, el hueso y los riñones para el control de la calcemia.
208. ¿Por qué usted considera que el eje hipotálamo hipófisis adrenal ene una
importancia decisiva en la respuesta frente al estrés del cuerpo animal?
209. ¿Cuáles son las principales acciones metabólicas del cor sol en el hígado y
los tejidos extrahepá cos?
211. ¿Por qué considera que las hormonas producidas en el mo enen una
importancia decisiva en la respuesta inmune del cuerpo animal?
212. ¿Por qué considera que la hormona melatonina ene una importancia de-
cisiva sobre los ritmos circadianos y la ac vidad reproduc va de los animales
domés cos?
235
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