Trabajo Editado
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Este principio contractual del pacto arbitral considera al árbitro como mandatario
de las partes, donde el laudo arbitral que dicte no tiene carácter de sentencia,
puesto que, viene a ser una simple ejecución del mandato por el compromisario.
Podemos señalar entonces, que bajo este principio, se sostiene que la función
jurisdiccional otorgada a los tribunales estatales instituido por ley, es ejercida de
forma excepcional y temporal por los jueces privados que son los árbitros.
Laurent, Glasson, Tissiel, Morel, entre otros justifican esta posición cuando
advierten que “si bien es cierto que el arbitraje deriva su poder del compromiso
de las partes en lo que pudiera asimilarse al mandatario, sin embargo
desempeña su función como juez, y como tal, es independiente y autónomo.
Solo tiene en cuenta los intereses de la justicia y dicta su fallo en derecho o en
equidad; y, sin otras consideraciones que su conciencia y la ley, desempeñan en
tal carácter su función jurisdiccional, lo cual da lugar a que las resoluciones
tengan el carácter de verdaderas sentencias”.
Autores como Fenech, Alcalá Zamora, Carreras, Serra y Montes argumentan que
la decisión arbitral ostenta todas las notas esenciales de la cosa juzgada,
obligatoriedad, ejecutoriedad, imperatividad y que además la excepción procesal
para hacerla valer es la de cosa juzgada, además aluden que los árbitros gozan
de “autoritas” no de “potestas”.
Para concluir diremos que el arbitraje para la tesis jurisdiccional no es en sentido
estricto un juicio sino que es un proceso que se equipara al juicio ya que el árbitro
cumple la función de juez al decir el derecho (ius decire), y por tanto ejerce una
función jurisdiccional, función que tiene similares características a la de los
órganos jurisdiccionales estatales.
Para la Dra. María de los Ángeles Nahid Cuomo, la teoría mixta o también
llamada conciliadora considera el arbitraje como una institución sui generis, de
naturaleza mixta o híbrida, en la que conviven, como un todo indisoluble, el
origen contractual del mismo y la teología jurisdiccional que explica su aparición,
institución contractual por su origen, procesal por sus efectos.
Por lo expuesto anteriormente diremos que para la tesis mixta el arbitraje y los
actos que lo rodean son un verdadero proceso, ya que se trata de una contienda
entre partes sometidas a la resolución de un tribunal, pero también tiene un
origen contractual dado que las partes suscriben un convenio donde manifiestan
su renuncia a someter un conflicto surgido o por surgir ante los tribunales
ordinarios, y por tanto someterla a la decisión de un tribunal creado por la
institución jurídica del arbitraje.
d) Teoría Autónoma
Para el autor peruano Ulises Montoya, existiría una cuarta teoría que la
desarrollo la autora francesa Madame Rubellin Deviche, y que la denomina la
Teoría Autónoma, por la cual el arbitraje es autónomo por el uso y su propósito,
por lo que no puede ser considerado como contractual, jurisdiccional y menos
mixto por no estar de acuerdo con la realidad, pues al arbitraje hay que mirarlo
per se, es decir cómo es, en qué consiste, la forma y modo como funciona, las
leyes que se han dictado para ayudar y facilitar su desenvolvimiento.
El jurista peruano Fernando Vidal Ramírez expone que el arbitraje tiene como
supuesto un conflicto ínter subjetivo de intereses que resulta de una pretensión
a la que se le opone rechazo. Así planteado el conflicto se hace necesario
solucionarlo y para esta solución el Estado otorga directamente la tutela
jurisdiccional o la delega, a fin de que las mismas partes del conflicto nominen al
árbitro o árbitros a los que confieren la facultad de dirimir la controversia. De este
modo, el arbitraje se constituye en un medio de solución de conflictos alternativo
al Poder Judicial y con características muy propias y diferenciales de otros
medios de solución.
Para dar un último concepto, debo citar a la Dra. Maria de los Ángeles Nahid
Cuomo, quien considera que “el arbitraje es un medio de resolver conflictos o,
como preferimos decir, de administrar justicia, elegido por las partes de una
controversia actual o eventual, en relación a derechos disponibles, mediante una
o más personas imparciales, privadas, quienes dictarán un laudo obligatorio para
ellas”.
Con los diversos conceptos, de distintos autores, expuestos, y con todos los
elementos extraídos, nos animamos a destacar los elementos o características
más esenciales del arbitraje:
4. Materia Arbitrable