Filósofos de La Edad Media

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 17

Filósofos de la edad Media

Tomás de Aquino (1225 – 1274, Italia)

(Llamado Doctor Angélico; Roccaseca, actual Italia, 1224 - Fossanuova, id., 1274)
Teólogo y filósofo italiano. Máximo representante de la filosofía escolástica
medieval, abordó brillantemente una profunda y perdurable reformulación de la
teología cristiana, que apenas había recibido aportaciones relevantes desde los
tiempos de San Agustín de Hipona, es decir, durante los ocho siglos anteriores.

Hijo de una de las familias aristócratas más influyentes de la Italia meridional,


estudió en Montecassino, en cuyo monasterio benedictino sus padres quisieron
que siguiera la carrera eclesiástica. Posteriormente se trasladó a Nápoles, donde
cursó estudios de artes y teología y entró en contacto con la Orden de los
Hermanos Predicadores. En 1243 manifestó su deseo de ingresar en dicha Orden,
pero su familia se opuso firmemente, e incluso su madre consiguió el permiso de
Federico II para que sus dos hermanos, miembros del ejército imperial, detuvieran
a Tomás. Ello ocurrió en Acquapendente en mayo de 1244, y el santo permaneció
retenido en el castillo de Santo Giovanni durante un año. Tras una queja de Juan
el Teutónico, general de los dominicos, a Federico II, éste accedió a que Tomás
fuera puesto en libertad. Luego se le permitió trasladarse a París, donde
permaneció desde 1245 hasta 1256, fecha en que obtuvo el título de maestro en
teología.

Durante estos años estuvo al cuidado de San Alberto Magno, con quien entabló
una duradera amistad. Les unía -además del hecho de pertenecer ambos a la
Orden dominica- una visión abierta y tolerante, aunque no exenta de crítica, del
nuevo saber grecoárabe, que por aquellas fechas llegaba masivamente a las
universidades y centros de cultura occidentales. Tras doctorarse, ocupó una de las
cátedras reservadas a los dominicos, tarea que compatibilizó con la redacción de
sus primeras obras, en las cuales empezó a alejarse de la corriente teológica
mayoritaria, derivada de las enseñanzas de San Agustín de Hipona.

En 1259 regresó a Italia, donde permaneció hasta 1268 al servicio de la corte


pontificia en calidad de instructor y consultor del Papa, a quien acompañaba en
sus viajes. Durante estos años redactó varios comentarios al Pseudo-Dionisio y a
Aristóteles, finalizó la Suma contra los gentiles, obra en la cual repasaba
críticamente las filosofías y teologías presentes a lo largo de la historia, e inició la
redacción de su obra capital, la Suma Teológica, en la que estuvo ocupado entre
1267 y 1274 y que representa el compendio último de todo su pensamiento.

Tomás de Aquino supo resolver la crisis producida en el pensamiento cristiano por


el averroísmo, interpretación del pensamiento aristotélico que arranca del filósofo
árabe Averroes (1126-1198). El averroísmo resaltaba la independencia del
Filósofos de la edad Media

entendimiento guiado por los sentidos y planteaba el problema de la doble verdad,


es decir, la contradicción de las verdades del entendimiento y las de la revelación.

En oposición a esta tesis, defendida en la Universidad de París por Siger de


Brabante, afirmó la necesidad de que ambas fueran compatibles, pues,
procediendo de Dios, no podrían entrar en contradicción; ambas verdades debían
ser, además, complementarias, de modo que las de orden sobrenatural debían ser
conocidas por revelación, mientras que las de orden natural serían accesibles por
el entendimiento; filosofía y teología son, por tanto, distintas y complementarias,
siendo ambas racionales, pues la teología deduce racionalmente a partir de las
premisas reveladas.

A medio camino entre el espiritualismo agustiniano y el naturalismo emergente del


averroísmo, defendió un realismo moderado, para el cual los universales (los
conceptos abstractos) existen fundamentalmente in re (en las cosas) y sólo
formalmente post rem (en el entendimiento). En último término, Tomás de Aquino
encontró una vía para conciliar la revalorización del mundo material que se vivía
en Occidente con los dogmas del cristianismo, a través de una inteligente y bien
trabada interpretación de Aristóteles.
Filósofos de la edad Media

Maimónides (1135 – 1204, España)

"Si Doctores más sabios que yo quieren ayudarme a entender, concédeme Señor
el deseo de aprender de ellos, pues el conocimiento para curar no tiene límites"

Conocido también como Rabí Mosheh ben Maimon.

Nació el 30 de marzo de 1135 en Córdoba, en el seno de una distinguida familia,


su padre ejercía como letrado y príncipe de la judería.

En la escuela sinagogal recibió su primera educación. Sus estudios sobre


matemáticas y medicina los realizó en la enseñanza árabe.

Conquistada Córdoba en 1148 por los almohades, impusieron las leyes del Islam
tanto a cristianos como a judíos, la familia de Maimónides se exilió.

Errantes durante años, se radican en Egipto, donde Maimónides llegó a ser rabino
principal de El Cairo y médico de Saladino I, sultán de Egipto y Siria.

Su contribución a la evolución del judaísmo le dio el sobrenombre de segundo


Moisés.

Su gran obra en el campo de la legislación judía es el Mishneh Torah, desarrollada


en 14 libros y escrita en hebreo (1170-1180).

También formuló los Trece artículos de fe.

Está considerado como el filósofo judío más importante de la edad media.

En Guía de perplejos, escrita en árabe (c. 1190), intentó armonizar fe y razón. La


obra tuvo una gran influencia en filósofos cristianos como
santo Tomás de Aquino.

Su utilización de un método alegórico, aplicable a la


interpretación bíblica, que minimizaba el antropomorfismo,
fue condenada durante varios siglos por muchos rabinos
ortodoxos.

Su fama como médico igualaba a la de filósofo y autoridad


en la ley judía. Además escribió sobre astronomía, lógica y
matemáticas.
Filósofos de la edad Media

Jean Buridan (1300 – 1358, Francia)

Fue un influyente del siglo 14 parisino filósofo. Buridan fue profesor en la facultad
de artes de la Universidad de París durante toda su carrera, centrándose en
particular en la lógica y las obras de Aristóteles. Buridan sembró las semillas de la
revolución copernicana en Europa. Desarrolló el concepto de ímpetu , el primer
paso hacia el concepto moderno de inercia y un desarrollo importante en la
historia de la ciencia medieval . Su nombre es más familiar a través del
experimento de pensamiento conocido como el culo de Buridan , sin embargo,
este experimento de pensamiento no aparece en sus escritos existentes.

Educación

Buridan nació en algún momento antes de las 1300 en o cerca de la ciudad de


Béthune en Picardía , Francia . [8] Recibió su educación en París, primero en el
Collège Lemoine y luego en la Universidad de París , recibiendo su título de
Maestría en Artes y una licencia formal para enseñar en este último a mediados de
la década de 1320.

Inusualmente, pasó toda su vida académica en la facultad de artes, en lugar de


obtener el doctorado en derecho , medicina o teología que típicamente preparaba
el camino para una carrera en filosofía . [8] También inusual para un filósofo de su
época, Buridan mantuvo su independencia intelectual al permanecer como clérigo
secular , en lugar de unirse a una orden religiosa . Una carta papal de 1329 se
refiere a él simplemente, " clericus Atrebatensis diocoesis, magister in artibus [un
clérigo de la Diócesis de Arras y Maestro de Artes]". [9]Como los estatutos de la
universidad solo permitían a aquellos educados en teología enseñar o escribir
sobre el tema, no hay escritos de Buridan sobre asuntos teológicos o comentarios
de las oraciones de Peter Lombard

La especulación sobre sus razones para evitar asuntos religiosos ha permanecido


incierta. [10] [11] [12] La mayoría de los estudiosos piensan que es poco probable
que haya pasado desapercibido, dados sus talentos filosóficos. Además, es poco
probable que no pueda estudiar teología, dado que recibió varias becas y
estipendios. De hecho, él figura en un documento de 1349 como uno de los
maestros capaces de mantenerse a sí mismos sin la necesidad de asistencia
financiera de la Universidad. [8] Zupko ha especulado que Buridan "eligió
deliberadamente permanecer entre los ' artistas [artistae]'" [8]posiblemente
vislumbrando la filosofía como una empresa secular basada en lo que es evidente
tanto para los sentidos como para el intelecto, en lugar de las verdades no
evidentes de la teología reveladas a través de las Escrituras y la doctrina. [8]
Filósofos de la edad Media

La última aparición de Buridan en documentos históricos llegó en 1358, donde fue


mencionado como el adjudicador en una disputa territorial entre las naciones
inglesa y picarda. [8] Se supone que murió poco después, ya que uno de sus
beneficios fue otorgado a otra persona en 1361.

El obispo Alberto de Sajonia , reconocido como lógico , se encontraba entre los


más notables de sus alumnos.

Una ordenanza de Luis XI de Francia en 1473, dirigida contra los nominalistas ,


prohibió la lectura de sus obras.

Historias apócrifas

Las historias apócrifas abundan sobre sus afamados aventuras amorosas y


aventuras que son suficientes para demostrar que disfrutaba de una reputación
como una figura glamorosa y misteriosa en la vida de París. [14] Ninguna de las
historias puede confirmarse, y la mayoría contradice la información histórica
conocida.

Algunos rumores sostienen que murió cuando el rey de Francia lo metió en un


saco y lo arrojó al río Sena después de que su romance con la reina saliera a la
luz. François Villon alude a esto en su famoso poema Ballade des Dames du
Temps Jadis . Otros sugieren que fue expulsado de París debido a sus
enseñanzas nominalistas y se mudó a Viena para fundar la Universidad de Viena .
Otra historia habla de él golpeando al Papa Clemente VI con un zapato.
Filósofos de la edad Media

Pedro Abelardo (1079 – 1142, Francia)

Fue un filósofo, teólogo, poeta y monje francés.

En la controversia filosófica, característica de la Edad Media, acerca de la


naturaleza de los universales (en esa discusión se manifiesta la lucha entre
materialismo e idealismo), sostenía las ideas del conceptualismo, próximas al
materialismo. Al mismo tiempo, polemizaba denodadamente contra el realismo
escolástico, (Realismo medieval). En su libro "Sic et Non" proponía que la fe
religiosa fuera limitada por unos "principios racionales", ponía al descubierto las
contradicciones irreductibles contenidas en los juicios de las autoridades de la
Iglesia, lo cual era de signo progresivo en las condiciones de aquella época. Sus
concepciones fueron condenadas como heréticas por la Iglesia Católica.

Es reconocido por la crítica moderna como uno de los grandes genios de la


historia de la lógica, de la que hacía uso a través de los géneros y técnicas de la
diatriba dialéctica y un dominio silogístico profundo. Abelardo es también
recordado, siglos después, en pleno Romanticismo, por la relación amorosa
mantenida con Eloísa. A la vez autor de numerosos poemas, dedicó gran parte de
su vida a la enseñanza y al debate.

Al parecer Abelardo, conocido en el Medioevo como Golia ('demoníaco'), estuvo


particularmente orgulloso de este sobrenombre, firmando con él algunas de sus
cartas.

Vida

Abaelard und seine Schülerin Heloisa, cuadro del pintor Edmund Blair Leighton del
año 1882.

Gran parte de su vida es conocida gracias a su autobiografía, Historia de mis


calamidades un escrito a modo de consolatoria como si lo escribiese a un amigo
desafortunado. Aunque en ella se da una visión victimista por parte de su autor,
nos sirve para hacernos una idea de la interesante y polémica vida de este
peculiar genio.

Relación con Eloísa

Además de la práctica de la enseñanza, Abelardo se dedicó a la música


componiendo en lengua romance y lenguaje sencillo canciones que solazaban
extraordinariamente a las damas y divertían sobremanera a los estudiantes.
Filósofos de la edad Media

En 1115 conoció a Eloísa, sobrina de Fulberto, canónigo de la Catedral de París,


quien le confió su educación. Eloísa y Abelardo se convirtieron en amantes
manteniendo su relación en secreto hasta que en 1119 Eloísa tuvo un hijo, que
sería llamado Astrolabio.

Retorno a la enseñanza y concilio de Soissons

En el año 1120, ya recuperado del trauma, marchó a Provins donde volvió a la


enseñanza consiguiendo reunir numerosos discípulos. Allí protagonizó la polémica
con Roscelino, plasmada en el De unitate et trinitate divina.

Entre 1121 y 1122 su obra y su persona fueron cuestionadas a raíz de denuncias


formuladas por Alberico y Lotulfo, alumnos de los ya fallecidos Guillermo y
Anselmo de Laon por lo que se lo invitó a dar explicaciones ante el Concilio de
Soissons. Al llegar Abelardo comprendió que le habían tendido una trampa y que
sus enemigos ya habían convencido al pueblo y a los jueces de que era un hereje.
Al presentarse ante los jueces no se le dejó hablar y sin posibilidad de defenderse
debió escuchar su veredicto, verse obligado a quemar personalmente su obra y la
prohibición de enseñar.

El Paracleto

Durante el periodo comprendido entre los años 1123–1125 y pese a las


acusaciones, su fama le permitió reunir un gran número de discípulos. Provocó
nuevas polémicas, sobre todo con san Norberto, fundador en 1120 de la orden de
canónigos regulares, con la orden de los premonstratenses y con Bernardo de
Claraval, abad de Clairvaux, cercanas a la escuela del Paracleto. Bernardo, quien
había fundado pocos años antes el monasterio de Claraval, era de un rigor y
severidad extremos y encabezaba una corriente de fuerte crítica a la influencia
helénica y arábiga sobre la teología cristiana. Su vehemente crítica de la
metodología y enseñanzas de Abelardo le hicieron temer justificadamente una
nueva acusación de herejía.

Aportaciones

Su método es a la vez causa y consecuencia de su epistemología. El


conceptualismo, influido por el nominalismo de Roscelino, supone una crítica
frontal al realismo ingenuo de la visión agustiniano-neoplatónica. Abelardo
considera el lenguaje como un mundo interdependiente del sujeto y de la realidad
externa, algo completamente original para su época, es un pequeño giro
lingüístico dentro de su época. Frente al problema de los universales, el realismo
imperante, fuese ingenuo o crítico, consideraba que los universales existen como
entidades, mientras que para el nominalismo sólo existen en la mente. Para
Filósofos de la edad Media

Abelardo los universales son categorías lógico-lingüísticas que relacionan el


mundo mental con el físico.

Su aportación en ética es también sumamente original, ya que afronta una tarea


sin precedentes. Con su peculiar libro, Abelardo pretendía, por un lado, terminar
con el moralismo preceptivo de la moral penitencial, y por otro, superar el
pesimismo agustiniano. Fiel a su método, parte de un análisis de conceptos tales
como pecado o virtud para redefinir así la ética. Es sin duda una obra que rompe
con la tradición cristiana, que no hacía más que recopilar y repetir textos. Las ocho
sentencias condenadas en Sens a instancia de Bernardo de Claraval estaban
totalmente descontextualizadas.
Filósofos de la edad Media

John Duns Scoto (1266 – 1308, Escocia)

(John o Juan Duns Escoto o Scoto, llamado Doctor Subtilis; Maxton, actual Reino
Unido, h. 1266-Colonia, actual Alemania, 1308) Filósofo escocés. Estudió en París
(1293-1296) y más tarde se trasladó a Oxford. En 1302 regresó a París, aunque
fue desterrado al año siguiente por haber apoyado al partido pontificio contra
Felipe IV, tras lo cual enseñó en Colonia hasta el fin de sus días.

Sus textos más importantes son los Comentarios sobre las Sentencias, realizadas
a partir de las Sentencias del teólogo italiano Pedro Lombardo, y algunos tratados,
entre ellos Quaestiones quodlibetales y Sobre el principio primero. El suyo es,
junto al de Tomás de Aquino, el sistema más influyente de la escolástica medieval,
y dio origen al escotismo, que compitió largo tiempo con el tomismo.

Distinguió, como Santo Tomás, la teología de la filosofía, considerando que ambas


eran complementarias y nunca podían entrar en contradicción, aunque se apartó
de aquél al considerar que la teología era ante todo una ciencia práctica, y no
especulativa. Dio también mayor peso que Santo Tomás de Aquino a los
particulares en la teoría del conocimiento, y destacó en la libertad de la voluntad
tanto humana como divina.

Su obra filosófica

Entre sus obras destacan Ordinatio (Opus oxoniense) y Reportata parisiensa


(Opus parisiense). Respecto a sus obras menores, la de mayor trascendencia es
Tratado del Primer Principio. En ella, utilizando la aplicación de la lógica deductiva
en el terreno metafísico, intenta demostrar la existencia de Dios y la de sus
atributos fundamentales. Sus argumentos giran alrededor de las esencias, los
inteligibles y el orden ontológico que se puede establecer entre ellos. Uno de los
aspectos más interesantes es la agudeza con que demuestra que el Primer
Principio (Primer Eficiente o Causa Incausada), por ser infinito, por su propia
naturaleza, está dotado no solo de inteligencia, sino también de voluntad. Con lo
cual la Creación no es un acto de necesidad metafísica, sino de plena libertad
divina. La obra avanza "more geométrico", a partir de premisas y conclusiones
iniciales que se van encadenando hasta el final para construir todo el edificio. Más
adelante, Spinoza utilizará este modo de filosofar en su Ética.

Obras

 Parva logicalia:
 Quaestiones super Porphyrii Isagogem
 Quaestiones in librum Praedicamentorum
 Quaestiones in I et II librum Perihermeneias
Filósofos de la edad Media

 Octo quaestiones in duos libros Perihermeneias


 Quaestiones in libros Elenchorum
 Lectura
 Quaestiones super libros De anima
 Quaestiones super libros Metaphysicorum Aristotelis
 Expositio super libros Metaphysicorum Aristotelis
 Ordinatio
 Collationes oxonienses et parisienses
 Reportatio parisiensis
 Quaestiones Quodlibetales
 De primo principio
 Theoremata
Filósofos de la edad Media

San Alberto Magno (1206 – 1280, Alemania)

(Lauingen, c. 1193 - Colonia, 1280) Filósofo y teólogo alemán. Acaso


descendiente de los condes de Bollstädt, Alberto Magno estudió filosofía,
matemáticas y medicina en París y en Padua y cursó teología en Bolonia. Fue
profesor en Colonia (donde tuvo como discípulo a Tomás de Aquino) y en otras
ciudades.

Rector de la Universidad de Colonia (1249), provincial de los dominicos alemanes


(1254) y obispo de Ratisbona (1260), Alberto renunció al episcopado a los dos
años; en 1274 predicó en Alemania y en Bohemia la cruzada de Gregorio X y
asistió al Concilio de Lyon.

Sin su aportación enciclopédica (sirviéndose de los filósofos, teólogos,


matemáticos y médicos musulmanes y judíos), la síntesis de su discípulo Santo
Tomás de Aquino hubiera sido imposible. San Alberto Magno distinguió y exigió
delimitar los ámbitos de la fe y de la razón, se dedicó a estudios experimentales y
fue un gran investigador (sobre todo en química, campo en el que se le deben
descubrimientos). Conocido como Doctor universalis, es doctor de la Iglesia y fue
canonizado en 1931. Su festividad se celebra el 15 de noviembre.

portes de San Alberto Magno

· Durante su vida académica, trato de fortalecer sus conocimientos con el


deseo de comprender las cosas por sí mismo y por la interacción con los
individuos que lo rodeaban. En general dedicó su vida el estudio profundo de la
naturaleza por medio de la observación, la especulación y la práctica
experimental. (Rousselot, 1950)

· Su enseñanza externa a la universidad donde se desempeñaba como maestro


era más libre y completa de lo que eran las demás universidades de París de la
época. (Rousselot, 1950)

· Así como la educación integral con la que se educa en la Universidad de Los


Andes, San Alberto Magno era naturalista, observador erudito, alquimista,
historiador y muchos otros campos a los que dedicó su estudio. (Rousselot, 1950)

· Uno de los aportes más importantes fue su pensamiento vanguardista, al tener


un pensamiento adelantado a su época al pensar que la ciencia y la religión
debían funcionar juntas como un medio para la enseñanza.
Filósofos de la edad Media

· Fue uno de los mayores precursores de la ciencia moderna en la Edad Media,


reintroduciendo y parafraseando gran parte de la literatura Aristotélica de la
filosofía natural y que su enseñanza era condenada mientras vivió.

· Como el lema de la Universidad de Los Andes, fue más allá del deber
tratando más temas de los que le habían pedido sus superiores Dominicanos
estudiando no sólo la naturaleza sino también la lógica, las matemáticas, la
política y la metafísica entre muchos otros temas más.

· Fue un gran precursor de la ciencia empírica, en donde la experimentación por


media de la experiencia y de los resultados observables cobraban mayor
importancia, siendo así una de los primeros en iniciar un método científico
prematuro.
Filósofos de la edad Media

Roger Bacon (1220 – 1292, Inglaterra)

(Ilchester, c. 1220 - Oxford, 1292) Filósofo, científico y teólogo inglés cuyos


acercamientos a la ciencia desde una perspectiva experimental preludiaron la
crisis que experimentaría en el siglo siguiente la filosofía escolástica. Roger Bacon
estudió en Oxford y se trasladó a París en 1236; tras hacerse franciscano,
comentó las obras de Aristóteles y, desde 1247, se dedicó a estudios científicos.

De nuevo en Oxford (1251), escribió los tratados De los espejos y De la


multiplicación de las especies, y una Metafísica; sin embargo, en 1257, se le
prohibió enseñar y volvió a París. A instancias de su protector, el papa Clemente
IV, emprendió los Communia naturalium (un balance de la ciencia de su época),
que abandonó para escribir el Opus maius (1267-1268), obra que envió al papa
junto con la ya citada sobre las especies y otras dos (Opus minus y Opus tertium),
y escribió también un Compendio del estudio de la filosofía.

En 1277 el general de los franciscanos, Jerónimo de Ascoli, tachó de sospechosas


sus obras (sobre todo por sus ataques a San Alberto Magno y a Santo Tomás de
Aquino); condenadas sus tesis, estuvo en prisión hasta 1292. Ya en libertad, no
pudo concluir su Compendio del estudio de la teología.

Científico avanzado a su tiempo, captó los errores del calendario juliano, señaló
los puntos débiles de la astronomía de Ptolomeo, indicó en óptica las leyes de
reflexión y los fenómenos de refracción, comprendió el funcionamiento de los
espejos esféricos, ideó una teoría explicativa del arco iris, describió ingenios
mecánicos (barcos, coches, máquinas voladoras) y tomó de los árabes la fórmula
de la pólvora de cañón.

Difusor (en París) y luego crítico de Aristóteles, Roger Bacon adoptó una doctrina
de los universales de tipo conceptualista y propuso la «ciencia experimental»
como alternativa a la dialéctica escolástica; sin embargo, todo ello se basaba en
una cosmovisión creyente, según la cual la ciencia se apoya en la teología (don
divino) y la filosofía -su servidora- procede de la revelación desde Adán.

Vida y trabajos

El entrenamiento científico que Bacon había recibido le mostró los defectos del
debate académico existente. Ninguno de los profesores aprendía griego.
Aristóteles era conocido solamente a través de malas traducciones; lo mismo era
cierto para las Sagradas Escrituras. La ciencia física no estaba dirigida por
experimentos a la manera aristotélica, sino por argumentos basados en la
tradición. Bacon se retiró de la rutina escolástica y se hizo devoto del estudio de
las lenguas y la investigación experimental.
Filósofos de la edad Media

Al único profesor que respetaba era Peter Peregrinus de Maricourt, autor del
célebre tratado De Magnete, custodiado en la Biblioteca Imperial de París. El
contraste entre la oscuridad de ese hombre y la fama de la que se beneficiaban
los jóvenes doctores despertó la indignación de Bacon. En la Opus Minus y Opus
Tertium arremete contra Alejandro de Hales y otro profesor, que, dice, adquirieron
su aprendizaje por enseñar a otros, y adoptó un tono dogmático, que originó que
fuese recibido en París con aplausos, como alguien igual a Aristóteles, Avicena o
Averroes.

Bacon fue siempre fiel a sus opiniones, mantenía lo que creía que era verdad y
atacaba a quien estaba en desacuerdo, lo que le causó repetidamente grandes
problemas. En 1256 fue designada una nueva cabeza de la rama científica de la
orden franciscana: Richard de Cornwell, con quien Bacon había estado
fuertemente en desacuerdo en el pasado. Pronto Bacon fue trasladado a un
monasterio en Francia, donde durante cerca de 10 años solo pudo comunicarse
con sus colegas intelectuales mediante escritos.
Filósofos de la edad Media

Roberto de Grosseteste (1175 – 1253, Reino Unido)

(Stradbroke, c. 1168 o 1175 - Buckden, 1253) Eclesiástico y erudito inglés.


Roberto Grosseteste o Robert Greathead, conocido también por Lincolniensis o
Capito en las crónicas latinas, desempeñó un importante papel en la historia
eclesiástica de Inglaterra. Obispo de Lincoln, fue tan excelente pastor como
teólogo y sabio, y poseyó un dominio sorprendente de todas las ciencias de su
tiempo.

De familia modesta, logró gracias a la generosidad de los amigos poder ir a


estudiar teología en Oxford, y probablemente también medicina y derecho. Es
asimismo posible que cursara sus estudios durante algún tiempo en París; no
obstante, hacia 1200 le encontramos de nuevo en Oxford, donde, después de
haber superado las pruebas de su doctorado, es nombrado "rector scholarum" o
vicecanciller de la Universidad. Probablemente datan de esta época sus
comentarios a Aristóteles.

Ante la solicitud del provincial de los franciscanos, Agnello de Pisa, fue nombrado
en 1224 rector de aquella orden que acababa de llegar con ánimo de establecerse
en Oxford; profesó algunos cursos en el convento de los franciscanos y les
exhortó a proseguir sus estudios sobre la Biblia y las ciencias naturales. Poseía
varios beneficios, a los cuales renunció, reservándose tan sólo uno, en 1232, tras
una grave enfermedad. Pasó la mayor parte de su vida en Oxford, escribiendo
obras matemáticas, teológicas o de estudios bíblicos, y profesando sus cursos,
cuyo contenido se conserva manuscrito bajo el título de Dicta Roberti.

Como prelado, Robert Grosseteste desplegó una importante actividad; riguroso en


las visitas pastorales y en las inspecciones realizadas en los conventos, e
infatigable predicador, en latín a su clero y en inglés al pueblo, dio un poderoso
impulso al renacimiento religioso de su diócesis y de toda la isla. Cuidó, además,
los intereses materiales de los fieles, ayudó ampliamente a los necesitados y
reprimió cualquier abuso; estableció en Oxford una "Caja" que facilitaba préstamos
sin interés a los estudiantes pobres, a quienes libraba, con ello, de los usureros.

Al morir San Hugo de Wells, en 1235, Grosseteste fue elegido obispo de Lincoln,
la mayor y más poblada de las diócesis de Inglaterra. Es entonces cuando
empieza una fuerte campaña contra los numerosos abusos de la vida clerical y
monacal, y gana con ello tantas enemistades que es incluso objeto de una
tentativa de envenenamiento. El papa Inocencio IV le apoya en su lucha en 1245,
pero le retira su ayuda cuando en 1250 el enardecido Grosseteste llega a
denunciar también los abusos de la curia romana. Durante los últimos años de su
vida sostuvo duras luchas con el rey Enrique III acerca de los diezmos y contra la
Filósofos de la edad Media

asignación de beneficios eclesiásticos ingleses a prelados italianos; en 1252 entra


en liza contra monarca inglés, y alcanza la victoria. Al año siguiente le toca el turno
al mismo Sumo Pontífice, a causa de un nombramiento abusivo que este último
exigía de él. Parece que el papa reconoció, hasta cierto punto y contra su
voluntad, la razón de las amonestaciones que le hizo el obispo.

Su saber enciclopédico le valió el sobrenombre de The great clerk Grosseteste. Su


obra literaria es enorme. Es cierto que se le atribuyeron erróneamente muchos
escritos, pero aquellos cuya autenticidad no ofrece dudas son ya suficientes para
permitir que se le considere como uno de los espíritus más fecundos y
enciclopédicos de la Edad Media. Aparte de sus comentarios sobre Aristóteles,
Boecio y otros filósofos, poseemos numerosos escritos suyos sobre historia
natural, por ejemplo sobre el calor, el movimiento, el sonido, los colores, la luz, la
presión atmosférica, el arco iris, el astrolabio, los cometas, la nigromancia, la
brujería, o incluso sobre la agricultura (Regulae agriculturae per menses digestae).

Las traducciones del griego debidas a él y a colaboradores griegos que hizo venir
del sur de Italia difundieron por Occidente obras sacras (San Ignacio de Antioquía,
seudo Dionisio Areopagita, San Juan Damasceno) y profanas (la más importante
de éstas la Ética a Nicómaco de Aristóteles, con los comentarios de diversos
autores). Del examen cuidadoso de sus traducciones en latín resulta
verdaderamente que debió de conocer el griego a la perfección, aunque por un
prejuicio y criterio propio suyo prefirió mantener ante el original una fidelidad
extremadamente rigurosa, en perjuicio a veces de la sintaxis y de la elegancia del
estilo, pero nunca de la inteligencia del texto, como en cambio hallamos a veces
en otros traductores medievales famosos. A pesar de ello son absolutamente
característicos y de mucho interés sus prólogos, sus comentarios y, por otra parte,
las glosas ("notulae") que acompañan sus versiones, todo ello provechoso para
ilustrar el contenido de la obra, pero también importante desde un punto de vista
filológico.

De Grecia y de Italia (de la meridional) había mandado traer, como lo atestigua


Rogerio Bacon, códices griegos y gramáticas: y había llamado junto a sí a griegos
e italianos de lengua griega como colaboradores bajo su dirección. Esta actividad
de Grosseteste parece deber colocarse, observando la cronología aproximativa de
las traducciones, entre 1235 y 1253, en los años de su episcopado.

Las versiones de que tenemos positiva información son las Epístolas de San
Ignacio de Antioquía, de un códice perteneciente a una redacción no común; las
obras del pseudo Dionisio Areopagita; los Escolios de San Máximo a los escritos
del pseudo Dionisio Areopagita, traducidos por Grosseteste sin saber quién era su
autor; el De orthodoxa fide y el De hymno Trisagio de San Juan Damasceno; los
Filósofos de la edad Media

anónimos Testamenta XII Patriarcarum; el anónimo De vita monachorum,


extractos más que traducciones de la obrita entera; la Ética de Aristóteles, de
influjo vastísimo en la escolástica, y los Comentarios a ella de Eustacio, Miguel de
Éfeso, Aspasio y el Anónimo; el Del cielo de Aristóteles, parcialmente traducido;
los pseudoaristotélicos De virtutibus et vitiis y De invisibilibus lineis; los extractos
del Léxico de Suidas, del cual quizás solamente Grosseteste, en el siglo XIII y en
el occidente latino, pudo obtener una copia.

Su labor de comentarista y sus textos originales (de filosofía, teología y ciencia en


general) hacen de él uno de los hombres más doctos del siglo, y le confieren una
talla sin duda no inferior, aun cuando sí lo sea su fama, a la de San Alberto
Magno. Entre sus discípulos figuró Rogerio Bacon, el cual inició en el campo
filosófico la orientación científico-experimental que habría de tener una capital
importancia en la historia del mundo moderno. Grosseteste enriqueció además los
estudios matemáticos con trabajos como De sphaerae y De arte numerandi. Hacia
1231 compuso un escrito de carácter polémico contra los judíos: De cessatione
legalium. Conocía la medicina, compuso poesías y fue un virtuoso del arpa. Las
obras de Robert Grosseteste, que no han sido impresas todavía, llenarían varios
volúmenes. Suman un total aproximado de 200 a 300 sermones, de 60 a 70
tratados de mayor o menor longitud, y 147 conferencias o Dictae. Su conocimiento
de la Sagrada Escritura es extraordinario y aparecen citas en todas sus obras y
cartas. La lista completa de sus escritos, en su mayor parte inéditos, conservados
en el Trinity College de Cambridge, ocupa 23 páginas impresas en cuarto.

También podría gustarte