Motores de Reaccionnnn
Motores de Reaccionnnn
Motores de Reaccionnnn
INTRODUCCION
La mejora en la propulsión de las aeronaves siempre fue una preocupación para los
ingenieros, por las limitaciones impuestas por los motores alternativos o de embolo; las
hélices empezaban a mostrar sus limitaciones y se necesitaban más potencia más velocidad
con menos peso y complejidad; los motores de pistón turboalimentados habían llegado al
límite de su capacidad propulsora, surgiendo así el impulso por desarrollar el motor de
reacción durante la década de los años 30 y 40. Sin olvidar que la aviación se desarrolló
mayormente en el terreno militar.
Era sabido ya que era pertinente utilizar distintos tipos de motores, dependiendo de la altura
y velocidad a las que operan, llegando así alemanes e ingleses a inventar un nuevo sistema
de propulsión. El motor a reacción. En 1929, Frank Whittle, un joven cadete de la RAF diseño
el primer reactor centrifugo, aunque no lo patento hasta 3 años más tarde y no fue montado
en un avión hasta 1941.
Por otro lado, el alemán Hans von Ohain, aparentemente al margen de los estudios de Whittle,
diseño el suyo propio en 1935 y la Alemania Nazi de entonces mostro interés por el por lo
que lo monto en un avión en 1939. El Heinkel He-178. Es así como el primer avión impulsado
por un motor a reacción es utilizado.
Y en 1952 lo hace el Comet de Havilland, primer avión comercial que incorpora estos
motores.
Durante la década de los 50, los motores turbohélice comenzaron a sustituir a los motores
alternativos, fundamentalmente en aviones de peso reducido.
Quizás el reactor más popular de la época fue el primero que entro en combate que fue el
Messerschmitt Me262.
En este se habían montado reactores axiales y conseguía velocidades de vértigo para la época.
Pero pronto los alemanes descubrieron las dos grandes limitaciones de los reactores:
Las altas temperaturas de los gases de salida que machacaban los propios materiales
del motor.
Y el “spool up time”. Un reactor tarda largos segundos en acelerar desde ralentí hasta
máxima potencia. 18 segundos en los Jumo 004-B del Messerschmitt.
I. MOTOR DE REACCION
Entre las varias clasificaciones que pueden realizarse sobre motores mecánicos, hay una
importante que establece dos tipos: endotérmicos y exotérmicos.
Los primeros, entre los que cabe citar el motor de reacción y el alternativo, se caracterizan
porque tanto el órgano donde se realiza la combustión como el encargado de realizar el
trabajo se encuentran dentro (endo) del motor, mientras que, en los exotérmicos, como la
máquina de vapor, el elemento encargado de realizar el trabajo, se encuentra fuera (exo) de
la zona de combustión.
Se denomina motor de reacción al motor térmico en el que la energía liberada en la
combustión se transforma en energía cinética de la corriente del gas que sale del motor. La
fuerza de reacción que se obtiene de dicha corriente (empuje) sirve para impulsar la aeronave.
Esta característica es la que, en principio, diferencia a los motores de reacción de los motores
de émbolo o alternativos. El motor de émbolo transforma la energía de la combustión en
trabajo para mover el eje de la hélice, siendo ésta quien crea el empuje y, por tanto, el órgano
propulsor del avión.
II. FUNCIONAMIENTO
El motor de reacción verifica la propulsión tomando el aire ambiente; una vez comprimido
eleva su temperatura quemando combustible y, finalmente, expansiona los gases en una
tobera de salida, produciéndose un chorro de gases con gran velocidad y en sentido contrario
al del movimiento. En otros tipos no se utiliza el aire ambiente, ya que el motor lleva en su
seno tanto el comburente como el combustible, pero en ambos la propulsión se realiza
mediante el citado chorro de gases en forma análoga a la vena de aire que produce una hélice.
Dentro de la Mecánica, al estudio de la relación entre las fuerzas y los movimientos que
provocan se denomina Dinámica.
Existen tres leyes fundamentales de la Dinámica enunciadas por Isaac Newton en el siglo
XVII.
La primera de ellas se conoce como ley de inercia y establece que: "una partícula libre se
mueve siempre con velocidad constante, es decir, sin aceleración. "
La partícula libre es la que no está sujeta a interacción alguna y aunque no existen partículas
sin dicha interacción en la práctica, a algunos cuerpos podemos considerarlos como
partículas libres.
Los principios fundamentales en los que basa su funcionamiento el motor de reacción, son la
segunda y la tercera leyes de Newton.
La segunda ley dice: "Recibe el nombre de fuerza la variación del momentun (cantidad de
movimiento) de una partícula, con respecto al tiempo." Podemos observar que más que una
ley es una demisión y una consecuencia directa del principio de conservación de la cantidad
de movimiento, y, además, que la primera ley es simplemente un caso especial de la segunda
cuando la fuerza resultante y la aceleración son nulas.
La tercera ley, conocida como "ley de acción y reacción", expresa: "Cuando dos partículas
interactúan, ·la fuerza sobre una partícula es igual y opuesta a la fuerza sobre la otra." No
es posible, por tanto, la existencia de una fuerza única, aislada (Fig. 1).
Es preciso hacer notar que el motor de turbina de gas, como tal, está formado simplemente
por compresor, cámaras de combustión y turbina, que son los elementos básicos para su
funcionamiento. Una turbina, así constituida, encuentra numerosas aplicaciones prácticas en
la industria. Ahora bien, si lo que pretendemos es un motor de reacción, necesitamos
añadir el elemento propulsor, que es la tobera. Dicha tobera equivale a la hélice en los
motores alternativos, como elemento propulsor.
El difusor de entrada es una parte fundamental para las actuaciones y rendimientos del motor,
por lo que generalmente se estudia conjuntamente con él.
Existen motores de reacción, sin ningún uso en aviación comercial, que carecen de los
órganos que componen una turbina de gas.
Fig. 2. Componentes del motor de reacción.
La misión fundamental del conducto de entrada es recuperar al máximo la presión total del
aire y enviarla al compresor con un mínimo de pérdidas a lo largo del mismo.
La cantidad de aire que suministrará el motor dependerá de las r.p.m., de la velocidad del
avión y de la densidad del aire ambiente. Un reactor actual consume de 300 a 600 Kgs/seg.
A pesar de que estos conductos pueden diferir entre sí en la forma del conducto interior,
generalmente tienen forma de conducto divergente (Fig. 21), y cambian la energía de velocidad o
cinética en energía de presión.
A igualdad de velocidad, densidad, forma del perfil, etc. las pérdidas por presión a lo largo
de un conducto son tanto mayores cuanto más largo sea el conducto y mayor sea su
curvatura.
Los conductos subsónicos pueden ser simples y divididos. El conducto simple (Fig. 22), es
el más sencillo y eficaz al estar situado en la parte delantera del motor.
Esta disposición permite una aspiración de aire sin turbulencia y además se puede diseñar
totalmente recto o con una pequeña curvatura. En los monomotores, donde el motor se aloja
en el interior de la estructura, el conducto de admisión suele ser más largo que en los
motores de aviones polimotores, en los cuales, al ir los motores en el exterior, el difusor
de entrada, de aire es sensiblemente más corto.
Fig. 22. Conducto de entrada simple.
El conducto de entrada dividido (Fig. 23) suele emplearse en aviones militares de alta
velocidad en los cuales se ha bajado y adelantado la posición del piloto para permitirle
mayor visibilidad; además la zona frontal va ocupada por equipos de radar, tiro, etc.
Por lo visto anteriormente, este conducto dividido plantea siempre más problemas que el
simple, debido a la admisión de aire y a las pérdidas de presión que ocasiona.
Teóricamente, el valor V¡/V0 debe oscilar alrededor de 0,4, si bien en la práctica se escoge
de 0,7 a 0,8, pues el gasto de aire pudiera resultar pequeño a altos regímenes de motor.
La longitud del difusor y el ángulo que forman las paredes con el eje del motor deben
cumplir determinados requisitos (Fig. 25).
La longitud debe ser adecuada para mantener el flujo de aire sin excesiva resistencia, pues
ya se ha comentado que las pérdidas de presión en un conducto aumentan con la longitud,
entre otros factores. En cuanto al ángulo de divergencia del difusor, no suele pasar los go
para evitar que se produzcan zonas turbulentas. Ambos requisitos condicionan una
admisión insensible a los diversos valores operativos de ángulo de ataque. La separación
del flujo de aire se dificulta cuanto mayor es la longitud del difusor " y menor la relación de
áreas. Así mismo, el rendimiento del difusor aumenta con la velocidad. Los valores
aproximados en las relaciones Longitud-Diámetro y Área de salida-Área de entrada son:
𝑙 𝐴𝑠
= 0.4 ÷ 1.2 = 0.4 ÷ 1.2
𝑑 𝐴𝑒
Se denomina toma adaptada cuando para una determinada velocidad el difusor funciona en
régimen crítico.
Régimen crítico es aquel en el que la onda de choque se produce en la garganta del difusor.
Con este régimen el gasto de aire y la recuperación de presión son máximos.
Una vez que el número de Mach se ha reducido a un valor menor que la unidad, el aire se
decelera aún más en un difusor subsónico para su adecuada entrada en el motor. Es decir, la
velocidad de entrada de aire debe ser subsónica antes de alcanzar el compresor.
El ejemplo más simple de conducto de entrada supersónico es el de tipo Pitot (Fig. 26) en el
cual la compresión supersónica se consigue a través de una sola onda normal de choque y la
compresión se aumenta en un difusor subsónico simple.
El área .de entrada se puede variar a menudo automáticamente por medios mecánicos, para
mantener una sección idónea, de acuerdo con la velocidad del avión. Un conducto de este
tipo recibe el nombre de conducto de entrada de geometría variable.
Como el motor sólo aceptará una cantidad determinada de aire, el exceso que exista durante
la fase transónica será desviado a la corriente de aire libre. Esto se consigue variando el
área de entrada o mediante tubos de vertido al exterior (spül vents) (Fig. 28).
Como se puede observar, son valores cualitativos en los que se aprecia cómo la velocidad
disminuye y la presión y la temperatura aumentan.
4.2 Compresores
Los compresores se pueden dividir en dos grandes grupos, que son: turbocompresores y
compresores volumétricos.
Los primeros se utilizan para comprimir grandes gastos de forma continua a presiones
moderadas. Por el contrario, los compresores volumétricos son más apropiados para
comprimir pequeños gastos a altas presiones de forma discontinua.
Uno de los factores fundamentales que afectan al compresor y a la eficiencia del motor es la
relación de compresión. Relación de compresión (rp12) es el cociente entre la presión total
de salida del compresor y la presión total de entrada en el mismo. Altas relaciones de
presión condicionan motores de mayor rendimiento. El empuje aumenta con rp hasta un
determinado valor en el que empieza a disminuir pues el flujo de aire llegará a cámaras a
una temperatura elevada.
Un compresor ideal debe tener pequeña área frontal, lo que dará lugar a pequeña resistencia
aerodinámica, y alta relación de presión para obtener mayores rendimientos. Debe ser
además, ligero y resistente a los fenómenos de pérdida o inestabilidad (compresor stall).
Son los más sencillos en cuanto a su diseño y forma de trabajo. De ahí que fuesen los
primeros utilizados en motores de reacción.
𝑽𝟎 = 𝒓 𝟎
𝑽𝟏 = 𝒓 𝟏
Dado que la w (velocidad angular), es constante para cualquier punto de la rueda, al ser
𝒓𝟏 > 𝒓𝟎 , V1 > V0 (Fig. 31).
Una vez que se ha conseguido el aumento de velocidad del aire por diferencia de radios, se
cambia en presión en el difusor y de aquí es recogido por el colector para ser enviado a las
cámaras de combustión.
Es evidente que interesan altas velocidades angulares para obtener mejores relaciones de
compresión.
Existen compresores centrífugos de doble cara (Fig. 32), los cuales pueden presentar menor
diámetro debido a que la compresión se realiza por ambas caras, si bien la posterior
disminuye el rendimiento con relación a la anterior.
Fig. 32. Doble cara. Fig. 33. Doble compresor Fig. 34. Triple compresor.
El compresor centrífugo puede ser también doble (dos compresores), (Fig. 33), e incluso
triple (Fig. 34).
El gasto de aire por debajo del cual aparece la inestabilidad, se denomina límite de
pulsación.
4.2.2 Compresores Axiales
El aire en un compresor axial sigue un flujo paralelo completamente al eje del motor sin
ninguna componente centrífuga. El compresor está formado por una serie de escalones,
cuyas componentes fundamentales por escalón son: rotor y estator (Fig. 36).
La misión de los álabes del rotor (movidos por la turbina), es aumentar la velocidad del aire
y la presión dinámica, pues dicho rotor está recogiendo la energía que le entrega la turbina.
La presión estática aumenta también en el rotor, pues en el diseño de los álabes, se les da
mayor sección de salida que, de entrada, haciendo por tanto un efecto de difusor.
En el estator, la velocidad decrece a medida que aumenta la presión estática, mientras que
la presión dinámica disminuye al hacerlo la velocidad, si bien esta disminución queda
compensada por el aumento, ya comentado, en el rotor.
Los motores de bajo índice de derivación (ver pág. 50) suelen llevar en la entrada del
compresor una etapa de álabes guía fijos al soporte del eje y a la carcasa exterior, es decir,
son estáticos. Tienen una doble misión. En primer lugar, dirigir convenientemente el aire al
primer escalón del rotor (de ahí su nombre) y además permitir pasar aire caliente sangrado
de las últimas etapas del compresor cuando se pone antihielo (ENGINE ANTI-ICE).
El conjunto que forman el compresor y la turbina está diseñado de tal forma que sus
actuaciones alcancen el máximo rendimiento en crucero, si bien deben mantener unas
características aceptables en cualquier operación del avión.
El compresor axial, al ser mayor su rendimiento que el centrífugo, obtiene mayor energía
calorífica en el flujo de aire para un mismo consumo, y. por tanto, mayor compresión,
aumento de la velocidad y mayor empuje.
Por el contrario, el compresor axial presenta una gran dificultad en el acoplamiento
compresor-turbina para que su funcionamiento sea estable en toda la gama de operación.
Asimismo, el compresor axial sufre más los problemas de suciedad, erosión y vibraciones.
Un compresor simple se muestra en la figura 39. Dicho motor, en correspondencia, llevará una
sola turbina, independientemente del número de escalones que ésta tenga.
El compresor será doble (Fig. 40) cuando esté formado por dos compresores, denominados
respectivamente de baja y de alta, y estando alimentado cada compresor por su propia
turbina. Entre ambos ejes compresor-turbina no hay ningún contacto mecánico y ambos
giran libremente apoyándose en sus respectivos cojinetes. El tanto por ciento
de vueltas de los compresores se denomina N1 y N2.
Los motores de doble flujo merecen un estudio especial, dada su enorme utilidad.
En ellos (Fig. 41) el flujo de aire que entra en el motor se divide en dos. Por el interior del
motor entra el flujo primario y por el exterior el flujo secundario.
Estos motores suelen denominarse turbofan o by pass, según el criterio americano o inglés
del constructor.
Fig. 41. Motor doble flujo.
Un fan (ventilador) como muestra la figura 42, es por tanto una o varias etapas del
compresor sobredimensionadas, es decir, de mayor diámetro que el resto.
Consiste en dos válvulas situadas en la parte trasera del compresor o en la zona in ter-
compresores, si son dos los compresores.
Actúan por presión diferencial que reciben de diferentes puntos del motor y cuando dichas
presiones se desequilibran, esto es, al aproximarse la pérdida, abren y descargan ese tapón de aire al
conducto del fan, estableciendo una especie de corriente de aire.
Este sistema está formado por una serie de etapas de estator, actuadas normalmente por el
control de combustible. Este recibe, como veremos más adelante, una serie de
informaciones que pueden hacer sospechar una posible entrada en pérdida: Entonces, y por
medio de un varillaje adecuado, gira un cierto ángulo esos álabes del estator, lo que en
definitiva es una corrección del ángulo de ataque.
Fig. 44-b. ESTATOR INCIDENCIA VARIABLE
Si bien cada fabricante dispone de una serie de elementos metálicos y aleaciones para la
fabricación de los distintos elementos del motor, daremos a título de orientación los
materiales más empleados en general en los distintos componentes del motor de reacción,
una vez estudiados dichos componentes.
Los materiales empleados en la fabricación de los álabes del compresor se eligen teniendo
en cuenta los fenómenos de fluencia, fatiga, corrosión y erosión.
Es importante tener en cuenta los esfuerzos a tracción de los álabes del rotor originados por
fuerza centrífuga. Las aleaciones soportan esfuerzos a tracción del orden de 10 kg/mm2 y
en el caso de los aceros de hasta 30 kg/mm2
La razón de que un difusor se localice en esta zona es que permite reducir la velocidad
hasta unos valores apropiados para su mezcla con el combustible en las cámaras. Es decir,
altas velocidades de aire de entrada en las cámaras pueden producir el apagado de llama. La
velocidad del aire a la entrada del difusor es de unos 50 a 120 m/seg., y se reduce
hasta unos 10 ó 20 m/seg.
Del difusor salen unos conductos, en algunos motores, que son salidas de aire para
diferentes servicios en los que se necesite aire sangrado el motor, dado que, en este punto,
la presión y temperatura de la masa de aire son máximas (Sistema Neumático). Por ejemplo,
la Tt4 en el JT8D es de unos 400 ºC a régimen de despegue y a nivel del mar.
En motores de doble compresor axial, suele haber otras salidas de aire en la zona entre
compresores o en la zona intermedia del compresor de alta, que se estudian con detalle en
el Sistema Neumático del avión.
Para que una cámara de combustión sea aceptable, debe tener unas pérdidas de presión
mínimas (ver zona 2-3 del ciclo Brayton), y no debe tener tendencia al apagado.
Las pérdidas de presión en las cámaras suelen ser proporcionales a la relación de presión
del compresor. Es decir, a mayor relación de compresión, mayores pérdidas en las cámaras
hasta valores del 6 por l00 de caída de presión. Se- pretende que dichas pérdidas de presión
sean lo más pequeñas posible.
Aproximadamente, un motor de reacción toma 60 a 100 partes de aire por cada parte de
combustible que entra en las cámaras. De estas 60 partes de aire, solamente 15 se queman
en la combustión, dado que la relación estequiométrica o ideal es de 15 partes de aire por 1
de combustible.
O lo que es lo mismo, solamente el 25 por 100 del aire que entra en el motor combustiona,
y el 75 por 100 restante abandona la cámara sin arder, utilizándose para refrigerar la
superficie de la cámara y para mezclarse con los gases quemados, reduciendo la
temperatura de entrada en turbinas hasta límites permisibles.
Estas 60 partes, para motores de un solo flujo. En motores de doble flujo es superior a las
100 y en los de gran índice de derivación de 300 por cada parte de combustible.
Las cámaras individuales o independientes (Fig.47), en número variable de 5 a 10, son las
más empleadas en motores de compresor centrífugo y en algunos axiales. Constan de una
doble pared o tubo, de las cuales la interior se denomina "tubo de llama" por estar en
contacto directo con la combustión.
Fig. 47. Cámara individual.
Cada cámara de combustión lleva su propio inyector y dos de las cámaras van dotadas de
bujía de encendido. La razón de llevar dos bujías es exclusivamente por seguridad, pues
con una sola sería suficiente.
En realidad, el motor de reacción. no necesita encendido continuo una vez que el motor ha
arrancado, dado que al haber un foco encendido e inyectar permanentemente combustible,
la combustión se mantiene sin necesidad de llevar conectado el sistema. Se conectará en
despegue, toma de tierra y ciertas condiciones anormales de turbulencia, ingestión de agua
volando en lluvia fuerte, etc., y se llevará desconectado en vuelo normal. Para que la
combustión alcance todas las cámaras independientes, éstas van unidas por unos tubos de
propagación de llama (Fig. 48.) denominados interconectares de llama.
El aire de descarga del compresor al entrar en la cámara se divide en dos. El aire primario
(25 por 100 del total) entra por el centro de la cámara para realizar la combustión y el 75
por l00 restante o aire secundario pasa entre el "tubo de llama" y la carcasa exterior de la
cámara.
El "tubo de llama" lleva una serie de taladros por los cuales penetra el aire secundario que
reduce la temperatura de aproximadamente 2.000°C que se alcanzan en la zona de
combustión, a unos 1.300° C que puede permitir la turbina. Además, este aire secundario,
forma una capa de aire de refrigeración entre la cámara y el exterior.
Puede ocurrir, si se presentan averías en algunos inyectores, que los álabes del primer
escalón de estator de turbina estén sometidos a diferencias de temperatura que produzcan
deformaciones en dichos álabes.
Algunos motores de compresor axial llevan este tipo de cámara (Figura 49), sobre todo
motores de gran índice de derivación.
Esta cámara consta de anillos circulares interiores y exteriores alrededor del eje compresor-
turbina. Es, por tanto, una especie de anillo que rodea al motor.
Tienen un rendimiento más alto que las independientes, realizándose mejor la mezcla aire-
combustible y presentando menores pérdidas de presión, así como una mejor refrigeración
de los gases durante la combustión.
Como desventaja, podemos decir que en ellas no puede quitarse normalmente el tubo de
llama sin desmontar el motor del avión, lo cual presenta mayores problemas de costos y
tiempo a Mantenimiento.
Esta cámara (Fig. 50) mantiene las ventajas de las independientes y anulares, evitando
alguna de sus desventajas.
1. Estabilidad del proceso de combustión que asegure un trabajo del motor sin fallo, en
todos los regímenes de vuelo.
2. Valores altos de energía obtenidos por unidad de volumen, lo que implica
dimensiones mínimas para un determinado valor de energía calorífica.
3. Campo uniforme de temperaturas a la entrada de turbinas.
4. Posible reencendido en caso de apagado en cualquier condición de tierra o vuelo.
5. Comodidad de entretenimiento de la cámara, fácil inspección, etc.
Para elegir el material, se deben tener en cuenta una serie de fenómenos, a los cuales están
sometidas las cámaras de combustión durante su funcionamiento, como son, la oxidación,
fatiga, fluencia y que presente buenas propiedades de conductibilidad y fácil soldadura en
caso de fisuras.
Así mismo el material estará sometido a muy altas temperaturas y pequeños esfuerzos
mecánicos, al ser un componente estático y con pequeñas cargas.
Un material muy empleado es el Nimonic 75, cuya base es el níquel (75 por 100), aleado
con cromo, titanio, aluminio y cobalto. Se emplea también el Discaloy, material modificado
del acero inoxidable con la adición de molibdeno, wolframio y titanio, que mejora las
características en caliente, y· el Nimoplay, compuesto por un núcleo de cobre plaqueado
con Nimonic 75.
4.5 Turbinas
1) El gasto de gas en la turbina. es igual a la suma del gasto de aire en el compresor y del
gasto de combustible, sin tener en cuenta la cantidad de aire cedida por el compresor al
sistema de sangrado de aire.
2) El número de revoluciones del compresor es igual al número de revoluciones de la
turbina.
3) El trabajo de la turbina se emplea en el accionamiento del compresor y la caja de
accesorios, bombas de combustible del motor y de aceite, generador, etc.
4) La presión a la entrada de la turbina se diferencia de la presión a la salida del
compresor, en las pérdidas en las cámaras de combustión.
Las turbinas son el órgano a cuyo progreso ha estado subordinado el de los turborreactores.
No han existido grandes dificultades en su proyecto y construcción, sino que donde radica
su problema fundamental es en la cuestión metalúrgica. Debido a las condiciones de trabajo
que les vienen impuestas, los alabes móviles han de funcionar sometidos a grandes
esfuerzos de flexión y tracción, y expuestos a vibraciones.
Ha sido muy difícil encontrar un material apto para resistir esfuerzos del orden de los 2.500
Kg/cm2, y sometido a temperaturas próximas a los 700 °C. Hoy día se ha solucionado el
problema fabricándolos de aleaciones capaces de soportar estas duras condiciones de
funcionamiento, llegando a tener los alabes más de quinientas horas de vida.
Está destinada a recoger los gases procedentes de la turbina y producir en ellos su última
expansión. En la figura 55-1 está fotografiada la tobera de salida del Rolls-Royce Nene. Las
cuatro aletas fuseladas tienen por misión sujetar el cono interior y, además, producir un
enderezamiento de la corriente, a fin de procurar que salga un chorro paralelo con la menor
desviación posible.
Fig. 55-L Tobera de salida del Rolls-Royce Nene.
De esta manera circulan los gases con menor velocidad en la primera parte, necesaria para
producir el enderezamiento de la corriente de gases procedente de la turbina, y al
verificarse la expansión e incremento de la velocidad en una menor zona, se consigue
mayor rendimiento por disminuir las pérdidas de rozamiento.
Fig. 56-1. -Conjunto de la tobera do salida y órganos complementarios en el De Havilland Goblin 11.
Si la tobera está calculada para un salto sub-crítico de presiones, deberá tener forma
convergente (Fig. 66).
Fig. 66. Tobera convergente.
La necesidad de que sea convergente en este caso se explica porque en una corriente
subsónica el aumento de velocidad va acompañado de una disminución relativamente lenta
de la densidad del gas.
Por tanto, este tipo de tobera es el comúnmente empleado en todos los reactores que operan
en régimen subsónico.
En el interior de la tobera van instalados unos montantes o riostras, cuya misión, además de
hacer de soporte a los ejes del motor con la carcasa o cárter exterior, es actuar como guía
para orientar los gases de escape en la dirección más axial posible, evitando la componente
tangencial de la velocidad y canalizan el flujo axialmente.
Conviene recordar que el producto presión por área de salida del motor constituye un
sumando en la fórmula de empuje.
Al ser constante el gasto en todas las secciones de la tobera, el área de la sección deberá
aumentar, pues si se siguiera estrechando una vez alcanzado Mach 1, estrangularíamos la
corriente con las pérdidas de empuje consiguientes. La garganta donde se alcanza la
velocidad sónica se denomina garganta crítica. A altitud constante, al aumentar la
velocidad de vuelo, aumenta la presión en el interior del motor y con ello el grado de
expansión.
Para asegurar la expansión completa en la tobera será preciso aumentar la relación de área
salida/garganta crítica (As/Ag) permitiendo la expansión a velocidad supersónica.
Este tipo d~ tobera se conoce con los nombres de tobera supersónica, convergente-
divergente o tobera de Laval (Fig. 67).
Esta es la razón fundamental por la cual ciertos motores llevan incorporada la tobera de
sección variable.
Dicha tobera, en su forma más simple (Fig. 68), consiste en dos pequeñas placas que
aparecen ,en la parte posterior de la tobera convencional, con lo cual se reduce su sección y
en definitiva se aumenta el empuje.
Otra manera de obtener esa sección variable consiste en retrasar el cono de salida (Fig. 69),
con lo que la sección disminuye.
Finalmente, el tipo más empleado en motores con postquemador consiste en una serie de
láminas o flaps (Fig. 70), mandadas por actuadores neumáticos. Estas láminas abren o
cierran su sección con arreglo a los parámetros que reciben.
Autónomos o cohetes
Los cohetes llevan consigo no sólo el combustible, sino también el oxidante o comburente.
No autónomos o turborreactores
Los turborreactores abarcan los tipos más extendidos actualmente en aviación y a su vez se
dividen en motores de reacción con y sin compresor.
Nos fijaremos solamente en los primeros, pues representan la totalidad de los motores
empleados hoy día en la aviación comercial.
La división que vamos a utilizar es muy simple, pues se refiere al tipo de compresor
utilizado. Así pues, pueden ser: CENTRIFUGOS y AXIALES.
Los primeros tienen un gran campo en pequeños aviones civiles y militares donde no es
fundamental una elevada relación de compresión.