CONVIVENCIA Aportes A Considerar
CONVIVENCIA Aportes A Considerar
CONVIVENCIA Aportes A Considerar
GOBIERNO DE CÓRDOBA
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
DIRECCIÓN DE PROYECTOS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS
PROGRAMA CONVIVENCIA ESCOLAR
CONVIVENCIA ESCOLAR
APORTES A CONSIDERAR PARA EL QUEHACER
INSTITUCIONAL EN LA ESCUELA
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
Nuestro país está impulsando, desde hace algunos años, una fuerte transformación
educativa. La misma incluye todas las dimensiones de la tarea pedagógica y no
simplemente aquello que tiene que ver con la enseñanza de las disciplinas
acostumbradas; en consecuencia, revisa y rediseña nuevas alternativas de gestión
institucional y también modalidades más confiables para regular convenientemente la
convivencia escolar. Tenemos la convicción de que una real transformación
pedagógica contribuirá decididamente a mejorar la convivencia institucional y social.
He aquí algunas de las razones que motivan la elaboración del presente documento.
Estamos frente a una temática de crucial importancia no solo para la vida académica,
sino también para la vida social. Las organizaciones educacionales son lugares
altamente indicados para trabajar sostenidamente en este sentido. Ahora bien, caben
algunas precisiones en relación al material que ponemos a disposición de los
maestros:
La ausencia de marcos explicativos que puedan dar cuenta de ella -lo que pareciera
ser más una dificultad estructural que de desarrollo provisorio de la ciencia- ha
redundado en explicaciones parciales cuando no reduccionistas. Con frecuencia se
han materializado en manuales de procedimientos, un cuerpo de regulaciones
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Otro elemento a tener en cuenta en este punto, es que los alumnos no se apropian de
tales pautas por la mera acción de un acto de enseñanza conceptual sobre valores, dis-
valores o anti-valores, sino por ponderación de los comportamientos de los adultos
significativos más próximos (esto es, familia, maestros, mass-media). Si ante
situaciones críticas, tales adultos reaccionan descontrolándose, pues muchos de ellos
aprenderán que esa es la respuesta adecuada y/o esperada en situaciones difíciles, y si
perciben una distancia importante entre lo que sus docentes dicen y lo que hacen, no
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sólo se percatarán de tal distancia sino que aprenderán que se puede perfectamente
afirmar una cosa pero hacer otra.
Si nos atenemos a lo que los diccionarios nos dicen, diremos que si la vivencia (*)
alude a vicisitudes subjetivas que contribuyen a definir una cierta manera de ser, la
asociación de subjetividades y la participación activa de éstas producen modos de
relación que contribuyen a construir la personalidad de los sujetos, no sólo de los
alumnos, ni sólo en relación a contenidos curriculares bien secuenciados, ni sólo a
partir de la enunciación eufórica o abúlica de valores y virtudes, sino de hechos que
pongan de manifiesto el ejercicio efectivo de éstos.
Será relevante, entonces, repensar los modos de vinculación al interior del centro
educativo, otorgar nuevo sentido a la enseñanza, reconstruir las claves con que
contamos para descifrar los comportamientos infantil y adolescente - en función de
que aquellas con las que contábamos hoy se muestran insuficientes-, favorecer la
pertenencia a la institución, reconstruir normas de convivencia explícitas y
consensuadas, poner límites a los comportamientos inadaptados procurando que
aquellos guarden algún tipo de vinculación con la transgresión cometida, recuperar la
historia de la institución y del medio inmediato en el que la misma está inserta,
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Todos sabemos que no hay un modelo único o estandar que permita abordar las
múltiples demandas generadas por situaciones conflictivas en el marco de la
institución escolar, y que además conjugue la diversidad de intereses de los actores
involucrados. Existe sí un sentir colectivo en nuestro medio, que se expresa en la
intención de invertir tiempo y esfuerzo para encontrar modos más pacíficos de
relacionarse. Esto se traduce en la necesidad de hacer pausas en la vida institucional,
a fin de acordar y producir algunas alternativas que propicien la consolidación de
vínculos más favorables.
¿Para qué?
¿Quiénes participan?
Todos los actores (sin excepción) que integran la comunidad educativa; es decir, los
directivos, los preceptores, los docentes, los alumnos, los padres, los auxiliares, los
administrativos y los técnicos. Eventualmente pueden participar también consultores
externos o personas significativas en la institución.
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¿Cuándo y dónde ?
El Proyecto de Convivencia es una constante del PEI, por esta razón cada año está
sujeto a revisión a fin de poder reajustarlo y resignificarlo según las necesidades y las
demandas institucionales.
¿Cómo?
El equipo base o equipo específico “no es el dueño del proyecto”; generar esta
representación en el imaginario de la comunidad educativa es una tarea principal y
continua de este equipo. Él es quien dinamiza y renueva el entusiasmo inicial
atendiendo a las problemáticas convocantes.
Estrategias de desarrollo
A nivel Institucional:
A nivel Curricular:
En cada una de estas etapas podemos cometer ciertos errores o descuidar cuestiones
importantes. En este apartado expondremos, a partir de experiencias previas, algunos
de estos errores u omisiones que pueden hacer fracasar nuestro proyecto.
Comencemos por el principio:
Estos son algunos de los problemas más comunes a la hora de proponernos realizar un
proyecto; si no podemos revertirlos o al menos tomar conciencia e intentar mitigarlos
será muy difícil que el proyecto “llegue a buen puerto”. Ahora bien, suele suceder que
estas condiciones previas sean óptimas y encontremos dificultades en la próxima
etapa. Veamos:
• Nos olvidamos de prever cómo vamos a evaluar; realizamos las acciones y nunca
sabemos si fueron eficaces o no...
Por último, suele suceder que el diseño sea correcto, el proyecto esté muy bien
redactado, y no se nos haya pasado nada por alto, pero las dificultades aparezcan en el
paso siguiente:
Advertencia indispensable:
El siguiente es sólo un modelo o esquema tipo, que seguramente Ud. sabrá mejorar,
recrear y adecuar no sólo a sus necesidades sino a su estilo y modalidades de trabajo.
3. Como seguramente no será la única actividad del año sobre el tema (sabemos
todos que con un taller no solucionamos mágicamente los problemas que tenemos,
sobre todo los que son complejos) les recomendamos que abran un bibliorato,
caja, etc., para ir guardando todo lo trabajado durante el año y poder darle una
secuencia y continuidad.
1. OBJETIVOS
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Estas opiniones se han formado en nuestra experiencia de vida, y por eso tienen
mucha importancia, pero como pasa en otros ámbitos, desde la matemática hasta la
historia, hay quienes se han dedicado sistemáticamente a pensar e investigar sobre
esta temática, por lo cual sería conveniente que nos planteemos un segundo objetivo:
Lograr el tercer objetivo no es fácil porque todos tenemos que resignar algo de
nuestras pretensiones, pero es imprescindible para poder trabajar juntos. Si no lo
alcanzamos, deberemos seguir intentándolo hasta lograrlo; si lo hemos alcanzado
aunque sea en algunos puntos, podremos plantearnos el cuarto objetivo:
1. ACTIVIDADES:
En este punto sugerimos posibles consignas de trabajo para alcanzar los objetivos del
taller (no haría falta aclarar, pero no está de más repetir que el equipo que lo coordina
puede plantear otras más adecuadas a su realidad).
Actividad 1. Introducción.
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El equipo coordinador del taller plantea al resto del personal la actividad planificada
para la jornada: fundamentalmente los objetivos y el cronograma de trabajo, para que
todos conozcan de antemano el tiempo que se dedicará al taller y la finalidad del
mismo (es conveniente no utilizar este momento para dar informaciones
administrativas; si las hubiera, dejarlas para el final del encuentro).
Consigna 1: ¿Qué entiende cada uno por convivencia escolar? Para profundizar en
este interrogante le proponemos algunas preguntas guía: ¿Cómo imaginan una buena
convivencia? ¿Es una cuestión solo de los alumnos? ¿ Cómo están involucrados los
adultos de la escuela? ¿La convivencia se logra teniendo reglas y sanciones o hay
otros aspectos? ¿Cuáles, por ejemplo? ¿Se puede enseñar y aprender a convivir
adecuadamente? Si es posible, ¿quiénes pueden enseñar? ¿Quiénes deben aprender?
¿Cómo se hace para aprender y enseñar a convivir? ¿Es una tarea de la escuela? ¿Por
qué? ...
ESTAMOS DE NO ESTAMOS DE
ACUERDO EN... ACUERDO EN...
Qué entendemos por
convivencia...
Quiénes están
involucrados en ...
Cómo se enseña y se
aprende a convivir....
Etc. ........
Esta actividad debe ser un plenario o puesta en común de lo producido en cada grupo
. Es la actividad más importante, pero también la mas difícil de coordinar (ha dado
buenos resultados grabar esta instancia, ya que se plantean cosas importantes que
muchas veces no se registran y se pierden).
Se trabajará con las respuestas a la Consigna 3. Cada grupo planteará a qué acuerdos
ha arribado y en qué se discrepa aún.
La actividad específica del plenario será realizar un cuadro como el anterior que
sintetice la posición de toda la institución (por supuesto, planteando acuerdos y
discrepancias). Una vez terminado el cuadro, corresponderá que nos preguntemos si:
La respuesta honesta a estas preguntas será la condición para que sigamos adelante o
tengamos que darnos una nueva instancia de negociación entre nosotros. Si la
respuesta a la primera pregunta es afirmativa las acciones posteriores tendrán grandes
o pequeños resultados, pero seguramente serán positivos. Si por el contrario,
descubrimos que las diferencias son tales que pueden ser un obstáculo importante,
aunque escribamos un proyecto fantástico y nos pongan de ejemplo en la zona, lo más
probable es que en la práctica no tenga ningún efecto, y al poco tiempo nos
desalentemos ...
Recordemos que esta última actividad tiene por objetivo “Planificar las próximas
acciones o actividades sobre la temática”. Sabemos que es muy difícil planificar entre
muchas personas, por lo que sugerimos plantear ¿Qué hacer para seguir trabajando?
Y, además, realizar una “lluvia de ideas” anotando en el pizarrón cada propuesta
(también suele ser útil grabar esta instancia para que no se nos pierdan algunas ideas
interesantes). Concluido este paso se elige por mayoría una de las actividades
propuestas y se proponen 3 ó 4 responsables para realizar un borrador a partir del cual
se trabaje en el próximo taller. Lo más recomendable es que los responsables no sean
los mismos que tuvieron que organizar y coordinar el taller que está concluyendo,
sino otros, que vayan rotando para que nadie se sobrecargue de tareas o alguien se
sienta excluido, hasta tanto se conforme un equipo base o específico que asuma la
responsabilidad de coordinar (durante el ciclo lectivo), las acciones desarrolladas en
los talleres a los efectos de lograr un Proyecto de Convivencia.
1. EVALUACION:
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No hace falta abundar en razones para justificar la necesidad de evaluar cómo hemos
trabajado. En síntesis, en la única forma de crecer, mejorando nuestros logros y
rectificando nuestros errores.
¿Qué aspectos del taller deberíamos evaluar? Por lo menos:
• El clima de trabajo: si nos hemos sentido cómodos, si hemos sido escuchados y
hemos podido escuchar ...
• La pertinencia: si hemos respetado las consigna y no nos hemos ido por las ramas
o contando anécdotas...
• La producción: si se ha logrado arribar a algo en concreto...
• La participación: si se dio lugar para que todos pudiéramos plantear nuestros
puntos de vista...
• Y, por supuesto, relevar sugerencias y críticas constructivas.
Suele ser aconsejable que se haga por escrito individual o grupalmente, y anónimo o
no según crean conveniente.
Muy especialmente:
Artículo 5 inciso f, r, t, u y v.
Artículo 6.
Artículos 41, 42 y 43 incisos a, b y e.
Artículo 44 inciso b
Artículo 45 inciso c
Artículo 47 incisos a, b y c
Muy especialmente:
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Artículo 3 Inciso b, c y g.
Artículo 6 Inciso a y e
Artículo 7 Inciso a, b, e y f
Artículo 8 Inciso a, c y e.
Artículo 9 Inciso a y c.
Artículo 10 Inciso a y b
Artículo 11 Inciso b y c
Artículo 12
Artículo 15 Inciso a y e
Artículos 70 y 71
Revistas:
- Ida y vuelta. Plan Social Educativo. Programa I. Mejor Educación para Todos.
Acciones compensatorias en Educación.
- Revista Desafíos Urbanos: “La juventud Marginada”. Artículos: “Localidades
agotadas” y “Lo que te queda es bajar la cabeza” Editada por CECOPAL.
Pcia. de Córdoba. 1997.
- Ministerio de Cultura y Educación. Proyecto Educativo Institucional. Una
herramienta para la transformación.
- Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. Módulo I: Organización del
tercer ciclo de la EGB. Acerca de la transformación.
- Secretaría de Programación y Evaluación Educativa. Ministerio de Educación
de la Nación. La Evaluación, una herramienta para mejorar la calidad
institucional.
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Cuadernillos:
- Semana por los Derechos del Niño y el Adolescente. Campaña Pedagógica
Comunicacional Argentina. Ministerio de Cultura y Educación de la
Nación.1995.
- La Prevención de la Violencia en el Ámbito Educativo. Ministerio de
Educación y Cultura. Provincia de Córdoba.1998.
- ¿Qué puede y qué debe hacer la escuela frente al maltrato infantil? Programa
Nacional por los Derechos del Niño y el Adolescente. Ministerio de Cultura y
- Educación de la Nación.
- Cuadernillo “Trabajo en Equipo” Ministerio de Cultura y Educación de la
Nación. Secretaría de Programación y Evaluación Educativa.
G L O S A R I O
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Vemos así cómo en la propia definición de disciplina están especificados los dos
sentidos en los que este término es empleado en la escuela: como arte, facultad o
ciencia o como conjunto de reglas que versan sobre la subordinación de los
discípulos. La limitación que su uso nos implica alude a que no incluye toda la trama
institucional de relaciones que se ejercitan en los escenarios institucionales.
Conocer las variadas acepciones de este término, nos ayuda además a interpretar
mejor los dichos del Dr. Bruno Bettelheim en su texto No hay padres perfectos.
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Práctica: vinculado al término “Practice”, propio del latín, que a su vez proviene del
griego “Praktike” en tanto ciencia práctica. Un dato significativo que acota el autor es
que dicho término es el correspondiente femenino de “Praktikós”, en tanto activo, que
obra.Aparece entonces una clara homologación entre un principio de actividad, ligado
al género masculino, y un resultado de dicho obrar, ligado a la pasividad y al género
femenino. Por otro lado tiene una fuerte vinculación con el “obrar humano”,
diferenciándose así de un accionar supra-humano, providencial.
- acción de ejercer o realizar un trabajo / facultad o habilidad que se adquiere con la
repetición o continuidad de un ejercicio / uso, costumbre o manera de hacer una cosa /
aplicación de los conocimientos adquiridos.
Vemos aquí que mientras en la primera acepción se rescatan los conceptos de acción,
ejercicio, realización y trabajo, en la segunda se enfatiza en la competencia para
realizarlo, pero además se formula toda una concepción respecto de cómo se adquiere
tal habilidad: repetición o continuidad de un cierto ejercicio. En la tercera acepción
se añade, la costumbre por un lado, mientras que por otro se introduce una cuestión de
modalidad o estilo. Por último, el término se vincula fuertemente con la aplicación de
lo adquirido ¿de un conocimiento adquirido no-prácticamente? y si ello es así, en la
acción de ejercer, acaso no hay conocimientos conceptuales que son puestos en
juego?
Lo primero que salta a la vista en este término y sus derivados, es que constituyen una
herencia directa del “régimen” monárquico, previo a la revolución de 1789. Pero hay
que rescatar 2 cuestiones más importantes: la primera que es una “operación” (con lo
que el conjunto de operaciones constituirían un “reglamento” para hacer recto el
camino) la segunda, que es un camino que puede desandarse, esto es que no implica el
agravamiento de una cierta situación, sino la posibilidad de repararla para volverla a
su situación inicial.