Indigenismos en El Español de América

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 9

De la Garza Castro Alison

Filología hispánica II
Indigenismos en el español de América

El español se ha constituido como la lengua que conocemos ahora debido a diversas


causas en los diferentes países de América; de las cuales, una de ellas es la existencia
de la diversidad de lenguas indígenas que existían a lo largo de todo el continente
americano durante la llegada de los españoles.
La necesidad de los pobladores de América de comunicarse con los mexicas,
hizo que se ordenara a los misioneros aprender las lenguas indígenas como parte de la
tarea evangelizadora y castellanizadora que el gobierno español había asignado a la
Iglesia. De ahí surgió la creación de vocabularios, diccionarios y catecismos en lenguas
indígenas tales como el Lexicón o vocabulario de la lengua general del Perú,
la Gramática quechua de Fray Domingo de Santo Tomás, el Arte de la lengua
castellana y mexicana, entre otros.
En este trabajo se pretende señalar y ejemplificar la influencia que tuvieron las
lenguas indígenas en la formación del español que se practica actualmente en los
diversos países de América; como muestra de dicha influencia, nos encontramos con
diversos indigenismos léxicos que aún perduran en el habla hispana general de dicho
continente, de los cuales, muchos de ellos, los utilizamos coloquial y cotidianamente.
Se hablará brevemente sobre los primeros descubridores y conquistadores de
América, haciendo mención a los principales procesos de hispanización que se llevaron
a acabo sobre los indios durante la época de la Colonia, y el lento proceso que implicó
llegar a una castellanización mayoritaria, pues aún en la actualidad no se puede hablar
de una hispanización total.
De acuerdo a la respectiva lengua indígena predominante en cada uno de uno de
los países de América, fue que el español evolucionó de una u otra manera; dando
como resultado la extensa variedad léxica que existe actualmente en nuestra bella
lengua española.
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II
La colonización de España en América implicó la imposición del español como lengua
oficial en toda ella. Si bien hubo influencia de las lenguas indígenas, estas últimas
quedaron reducidas en la actualidad, y sobreviven únicamente como dialectos. La
diferencia entre dialecto y lengua, de acuerdo a lo que dice Saussure respecto a la
cuestión de que la lengua sólo conoce dialectos y ninguno de ellos se impone sobre
otros, se podría decir que es meramente política; es decir, que un dialecto bien puede
funcionar como lengua según el uso y/o predominio que tenga en una región
determinada.
Pese a que se ha establecido convencionalmente una diferencia jerárquica entre
lengua y dialecto, podríamos considerar a este último como una variedad lingüística al
mismo nivel de la lengua, y no como elemento inferior o anterior a la misma.
El español como lengua oficial en la mayor parte de América latina, ha sufrido
diversos cambios a lo largo del tiempo, propios de las diferentes comunidades
lingüísticas en que se desarrolló. De esta manera nos es posible observar el desarrollo
del español en diversas zonas geográficas con base en el predominio o la influencia
que tuvieron algunas lenguas indígenas sobre las mismas. Algunas variantes del
español con dicha influencia son:

Español Amazónico: En la zona del Amazonas, influyen las lenguas propias de


esa región, de las cuales algunas de las más difundidas son las lenguas caribe o tupí, y
se utilizan principalmente para designar flora, fauna y algunas actividades.

Español Centroamericano: La variante del español de esta zona, así como del
Arahuaco y el Caribe, es empleada en las repúblicas centroamericanas de Costa Rica,
Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, junto con el estado mexicano de
Chiapas. Incorporan vocablos como: bohío, yuca, enaguas, guacamayo, etc.

Español Cordillerano: Desde el Ecuador hasta el trópico de Capricornio, a lo


largo de toda la cordillera de los Andes, se presentan influencias del quechua, del
aimara, y de otras lenguas autóctonas ya extintas. Algunos vocablos perduran en uso,
como por ejemplo del quechua: vicuña, alpaca, guano, etc.
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II

Español Mexicano: La variante dialectal del español hablado principalmente en la


zona centro de México presenta un sustrato indígena mayormente náhuatl, sobre el
cual se depositó la lengua castellana. Si bien las lenguas indígenas no influyeron en
cuestiones gramaticales, sí lo hicieron en buena proporción en cuanto al léxico.
En cuanto al vocabulario, además de los mexicanismos propios con los que se ha
enriquecido la lengua española, tales como: chocolate, jícara, aguacate, petate, tomate,
hule, etc.; también existen diversos nahuatlismos que lo dotan de una personalidad
léxica propia. En ocasiones, la voz náhuatl coexiste con la española, siendo ambos
términos equivalentes; por ejemplo: cuate y amigo, guajolote y pavo, chamaco y niño,
mecate y reata, etc.
Sin embargo, en otros casos, la palabra indígena difiere ligeramente de la
española, produciéndose el fenómeno de la especialización semántica; por ejemplo en
los casos de huarache; éste es un tipo de sandalia, pero no una sandalia como tal;
tlapalería, una variedad de ferretería; molcajete, un mortero de piedra, etcétera. O bien,
en ocasiones, es el indigenismo el que se impone al hispanismo, como por ejemplo:
cempasúchil a flor de muerto, zacate a hierba, jacal a choza, tecolote a búho, entre
otros.

Español Paraguayo: El español empleado en Paraguay, así como en algunas


provincias argentinas como Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco; se caracteriza por
poseer fuertes influencias del guaraní. Paraguay es el único país hispanoamericano que
cuenta con la mayoría de su población bilingüe; así mismo, no difiere demasiado en su
forma escrita con el resto del español del Cono Sur.

Es un error el pensar que el español que actualmente se habla a lo largo de toda


América es un derivado específicamente del idioma que trajo Cristóbal Colón y sus
compañeros en 1492; como si éstos hubiesen plantado una especie de semilla
lingüística que se expandió después a todo el continente americano. Sin embargo,
existe algo de verdad dentro de dicho error, pues en la primer isla en que se asentaron
los españoles, el idioma adquirió diversos elementos que posteriormente se
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II
naturalizaron y extendieron por toda América; de los cuales, los más abundantes fueron
precisamente algunos indigenismos, como por ejemplo: maíz, canoa, ají, hamaca, etc.
Durante los primeros cincuenta años de la época de la Colonia, llegaron a América
un sinnúmero de españoles de muy distintas provincias de España y por tanto con muy
distintos modos de habla. Sin embargo, los que más predominaron fueron los
castellanos y andaluces; después los extremeños, luego los leoneses y por último los
de las demás regiones.
Cada uno de los expedicionarios, al igual que todo hablante, intercalaba su
lenguaje entre el uso local y el uso general. Si cada quien hablase con base únicamente
a su respectivo uso local, el lenguaje se destruiría en esencia como instrumento social
de comunicación. El uso general implica a las lenguas nacionales, y se va imponiendo
de acuerdo a nivelaciones, orientadas generalmente a partir del habla de una región
capital. En el caso de España, Castilla era la que ejercía precisamente el papel de
región capital.
La proporción en que se intercalen ambos usos en un individuo, determina en gran
medida la dirección o matiz que cada uno le otorga a su hablar. Así mismo, el conjunto
de individuos junto con las generalizaciones, establece el rumbo que una lengua tome
en su constante evolución.
La lengua es el principal instrumento social de comunicación y a la vez de acción
interindividual; el hablante elige entre sus posibilidades de expresarse, las que
considere más adecuadas según la intención que tenga sobre su oyente. Cuando el
hablante sale de su región y se dirige a alguien que no es parte de ésta, deja
automáticamente su habla propiamente regional para adoptar una más general que le
sirva para cualquier destinatario; según el destinatario será el tipo de habla que se
utilice, de modo que si éste cambia permanentemente, cambiará también el modo de
hablar. En cuanto a la base lingüística del español en América, se puede decir que "La
verdadera base fue la nivelación realizada por todos los expedicionarios en sus oleadas
sucesivas durante todo el siglo XVI. Ahí empieza lo americano"1.
El español de Castilla específicamente, se consideraba como "el mejor", el más
culto y correcto de todas las provincias de España, y por tanto era el tipo de habla que

1 Alonso Amado, Estudios lingüísticos, temas hispanoamericanos, Gredos, Madrid, 1976, pág. 44
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II
todos consideraban como "general"; podríamos decir entonces, que fue más
concretamente éste la base lingüística del español americano.
Como resultado de las nuevas experiencias de los colonizadores, éstos
incorporaron numerosos indigenismos a su lengua; comenzaron a otorgarles nombres
viejos a cosas nuevas para ellos como una forma de plasmas dichas experiencias, por
ejemplo:
[…] si llaman unos raposa, otros comadreja a un pequeño marsupial
sudamericano, es porque, como la comadreja y la raposa, este animalito
roba y come pollitos, huevos y pájaro; y por razones análogas, más que nada
utilitarias, llamaron gallinas de la tierra a los guajolotes mexicanos, después
rebautizados pavos; y por semejanzas variamente estimadas llamaron
cernícalo, codorniz, ruiseñor, etcétera, a especies zoológicas nuevas. 2

Uno de los procedimientos a través de los cuales se llevó a cabo la hispanización


de América por parte de los conquistadores para la intercomunicación con los indios,
fue el tomar cautivos a algunos de éstos para que fungieran como intérpretes e
intermediarios.
Otro procedimiento podría considerarse como la involucración total de los
españoles a la vida indígena; pues al estar en contacto constante con los indios,
llegaron a aprender sus lenguas, costumbres y demás. La finalidad de la conquista era
en gran medida religiosa, pues se pretendía la conversión de los indios al cristianismo.
Durante el proceso de la catequización, Las Instrucciones Reales ordenaban la
enseñanza del español a los indios, puesto que ésta se practicaba a través del mismo.
Fueron diversos los caminos que llevaron a una verdadera mezcla de español y
lenguas indígenas; los hijos de los caciques comenzaron a aprender el español en las
casas de los conquistadores y colonizadores, y fueron ellos los que influyeron
principalmente para que se produjera dicha mezcla, la cual, a su vez, propiciaron.
En un principio, para cristianizarlos, debían hacerlo en las lenguas propias de los
indios, de modo que evidentemente tenían que primero aprenderlas, para así

2 Alonso Amado, Estudios lingüísticos, temas hispanoamericanos, Gredos, Madrid, 1976, pp. 56 –
57.
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II
predicarles el Evangelio. Los misioneros tomaban esto como parte importante de su
labor apostólica, de modo que se dedicaban gustosos a aprenderlas.
Dentro de dicha labor de catequesis, se encontraban con un gran obstáculo: la
vasta diversidad de lenguas; de modo que los misioneros acordaron que era necesario
establecer una sola que les sirviera como lengua franca. Como tal se tomó al náhuatl,
cuya lengua los mojes se dedicaron a difundir hasta que lograron que se hablase desde
Zacatecas hasta Centroamérica.
Algo similar ocurrió con el quechua, la otra gran lengua del sur; la cual alcanzó su
mayor auge durante el dominio español. En Colombia se adoptó el chibcha como
lengua general, y en Paraguay, el tupiguaraní, el cual a la vez se utilizaba en gran parte
de la Región del río de la Plata y en algunas zonas importantes de Brasil.
Al considerar los misioneros a las lenguas indígenas como medio importante para
tratar con los indios, impulsaron y fomentaron la conservación de las lenguas indígenas,
frenando así, parcialmente, la difusión de la lengua española. Sin embargo, la
catequización en lenguas indígenas no siempre era aplaudida desde el ámbito político;
un ejemplo de esto es un escrito de Carlos III en el que expresaba que tan pronto como
se lograsen extinguir todas las demás lenguas, se adoptara y hablara únicamente el
castellano.
Un factor que contribuyó enormemente al proceso de hispanización, fue el
mestizaje, pues fueron los mestizos los que generalmente fungían como intérpretes y
varios fueron incluso estudiosos de la gramática. No obstante, se considera que el
verdadero aprendizaje del español por parte de los indios, se dio más por el trato y
convivencia constante con los españoles, que por los maestros o escuelas que hubiese,
puesto que tanto estas últimas, como los maestros, escaseaban.
El proceso de castellanización ocurrió demasiado paulatinamente, pues a finales
del siglo XVIII había apenas tres millones de hispanohablantes en toda América; un
número sumamente reducido considerando dentro de éstos a los españoles y criollos
que allí habitaban, cuya lengua madre ya era el español.
La contribución más importante de las lenguas indígenas radica en el léxico. En
cuanto al proceso de penetración de indigenismos léxicos al español, Morínigo
considera que inició en 1492 con la primera llegada de Cristóbal Colón al continente
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II
americano, puesto que ya en el Diario de éste, aparece gran variedad de vocablos
indígenas: canoa, hamaca, caníbal, cacique, caribe, ají, etc.
Alvar, señalaba que uno de los procedimientos que utilizaba Colón para hacer
precisiones léxicas, era el añadir connotaciones: “canoa viene a ser almadía más
‘hecha de un árbol’, más ‘como un barco luengo’, más ‘todo de un pedazo’, más
‘labrado muy a maravilla’, más ‘con capacidad para 40 o 50 hombres’.”3
Así mismo, Pedro Mártir escribió algunas más en latín en su Décadas de Orbe
Novo: batata, guanábana, higuero, iguana, maguey, maíz, manatí, etc.
A mediados del siglo XVI, Fernández de Oviedo concluyó su General y natural
historia de las Indias, en la cual se encuentran más de 500 indigenismos; de todos
ellos, la mayoría corresponde a designaciones de plantas y animales, al mundo nuevo y
peculiar de la flora y fauna americanas. No obstante, este cronista presenta una actitud
que resultó bastante común en todos los españoles en general en cuanto al léxico de
las nuevas tierras: el esforzarse por designar las realidades americanas con nombres
españoles. De modo que es frecuente que se le llame tigre al jaguar, lagarto al caimán,
león al puma, pimiento al ají, pavo al guajolote, cuervo al zopilote, etc.
Entre los siglos XVI y XVII aparecieron los primeros y raros indigenismos en la
lengua literaria del español peninsular; por ejemplo en Cervantes, encontramos los
vocablos: cacao, caimán, bejuco, huracán, caribe y chacona; sin ninguna alusión a su
origen ni asociación a nada americano. Tomás Buesa, considera los siguientes
vocablos como ejemplos de indigenismos del español general:

1) arahuacos: canoa, iguana, guacamayo; 2) arahuacos-taínos:


huracán, sabana, hamaca, enaguas, cacique, carey, yuca, maíz, caoba,
ceiba, miraguano; 3) caribes: caníbal, canoa, piragua, manatí, caimán,
colibrí; 4) caribes cumanagotas: butaca, mico, loro; 5) otras voces de la zona
del mar caribe: tiburón, papaya; 6) náhuatl: jícara, petate, petaca, tiza,
malacate, tequila, chiche, coyote, tomate, cacao, chocolate, cacahuate,

3 Moreno de Alba José G., El español en América, Fondo de cultura económica, México, 1988, pág.
79.
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II
aguacate, jalapa; 7) mayas: henequén, huracán; 8) tupi guaraníes: maraca,
gaucho, bucanero, jaguar, tapir.4

Según un estudio de Lope Blanch, la mayoría de los indigenismos proviene del


náhuatl; documentó únicamente nueve vocablos mayas, cinco tarascos, un otomí, uno
zapoteca y otro cahíta. La mayoría de las voces indígenas en general aluden a cosas
concretas, especialmente referidas a la flora, fauna, utensilios domésticos y la
alimentación. La mayor parte de palabras indígenas se registró tanto en lengua hablada
como en escrita; sin embargo hubo 83 términos que aparecieron sólo en lengua
hablada, y 66 que se documentaron únicamente en lengua escrita.
Las lenguas indias son y fueron en general una importante fuente de léxico, pues
los indigenismos se mezclaron con el español peninsular y se constituyó así el español
hablado en América, el cual ha quedado plasmado en la literatura como parte del
proceso de construcción de las literaturas nacionales.
La hispanización, aun actualmente, se sigue produciendo en aquellas
comunidades cuyo conocimiento del español es todavía muy pobre, al tener como
lengua principal alguna lengua indígena; sin embargo, este proceso se da
principalmente como consecuencia del desarrollo demográfico social, y no propiamente
por las escuelas o instituciones. Así mismo, las lenguas indígenas que aún subsisten,
sufren una fuerte influencia del español; el cual, en ocasiones, corrompe las mismas y
provoca la pérdida de la esencia original de dichas lenguas.
Finalmente la Independencia, el constante crecimiento de los pueblos, los libros, la
organización escolar y actualmente el cine, la radio y todos los medios de
comunicación, han provocado una renivelación del idioma, el cual se encuentra y se
encontrará siempre en constante cambio.
La lengua existirá siempre en la medida que existan los hablantes; en movimiento
constante, cambiante diacrónicamente y como parte de un sistema semiótico propio de
cada cultura; la cual finalmente, buscará siempre “significar”, o bien representar, su
realidad.

4 Moreno de Alba José G., El español en América, Fondo de cultura económica, México, 1988, pp.

88 – 89.
De la Garza Castro Alison
Filología hispánica II
Bibliografía
Alonso Amado, Estudios lingüísticos, temas hispanoamericanos, Gredos, Madrid, 1976,
358 pág.
Moreno de Alba José G., El español en América, Fondo de cultura económica, México,
1988, 332 pág.
Lapesa Rafael, Historia de la lengua española, recuperado de:
https://filologiaunlp.files.wordpress.com/2012/04/rafael-lapesa-historia-de-la-lengua-
espanola.pdf
Variedades del español, recuperado de:
https://variedadesdelespanol.wordpress.com/

También podría gustarte