Los Poderes - Desconocidos

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INDICE

INTRODUCCIÓN 6

VIEJAS INCÓGNITAS 8
Desde los tiempos más remotos, el hombre ha utilizado
símbolos y ritos en su afán de explicar y dominar los
múltiples fenómenos que escapan a su comprensión.

SANTUARIOS DE TIERRA 26
Desde los pilares de Stonehenge hasta las líneas de
Nazca, en Perú, misteriosos monumentos legados por
el hombre prehistórico nos asombran y maravillan.

LA ATLÁNTIDA 44
De las innumerables leyendas de tierras desaparecidas,
la más sugestiva sigue siendo la crónica griega del pa-
raíso devorado por el mar.

LAS ARTES MÁGICAS 60


Aunque a la mente moderna pueda parecerle un wn-
junto de absurdos misterios, la magia fue practicada
D.R. © 1983 Reader's Digest México, S.A. de C.V. durante siglos por sabios que buscaban la verdad.
Av. Lomas de Sotelo 1102
Col. Loma Hermosa BRUJERíA 74
Delegación Miguel Hidalgo Barbarie, miedo y religión se entremezclaron en la
C.P. 11200, México, D. F. caza de brujas que durante trescientos años costó la
vida a millares de hombres y muj~res.
Derechos reservados en todos los países miembros de la
Ccnvención de Buenos Aires de 1910, MONSTRUOS 90
de la Convención lnteramericana y de la Convención Frente a serpientes de mar, vampiros, hombres-lobo y
Universal sobre Derechos de Autor. dragones, los monstruos más espeluznantes pueden ser
los inventados por el hombre.
Prohibida la reproducción total o parcial
ADIVINACIÓN 114
Editado en México por Reader's Digest México, S.A. de C.V. - En su impaciencia por saber lo que le aguarda, el hom-
bre ha hecho un arte de la lectura del futuro mediante
ISBN-968-28-0044-7 complicados sistemas de su invención.
Impreso en México
Printed in Mexico ASTROLOGÍA 134
La presunta relación entre los movimientos siderales y
Primera edición: diciembre de 1982 (60 000 ejemplares) el destino del hombre ha intrigado a la humanidad si-
glo tras siglo.
Esta segunda edición se terminó de imprimir el 15 de abril
de 1983, en Impresora y Editora Mexicana, S.A. de C.V., REENCARNACIÓN 150
San Mateo Tecoloapan, Estado de México. Impresionantes testimonios de reencarnación reflejan
el ansia de inmortalidad, pero no prueban el retomo
Se tiraron 30 000 ejemplares de las almas.

SECCIONES ESPECIALES
1
LA PIRAMIDE DE KEOPS, TUMBA MISTERIOSA 16 CAMARAS Y SONAR BUSCAN A NESSIE 112
LOS ANTIGUOS PODERES DE LOS MODERNOS CHAMANES 22 LOS INEXPLICABLES EXITOS DE LA RADIESTESIA 126
VUDU: EL LADO OSCURO DE LA MAGIA 24 LAS PROFECIAS: EXITOS Y FRACASOS 130
PRESENCIAS ENIGMATICAS 4-0 EL INTRINCADO ARTE DEL HOROSCOPO 142
VELJKOVSKY: TEORIAS EN COLJSION 58 EL INFLUJO DE LA LUNA 148
LA BUSQUEDA DE LA PERFECCION POR LA ALQUIMIA 66 CHARLES FORT Y LOS FORTEANA ¿POR QUE NO? 164
LAS ARTIMAÑAS DE LA cGRAN BESTIA• 72 LA FOTOGRAFIA DE ESPIRITUS 174
EN BUSCA DE LOS PODERES PERDIDOS 88 UN FANTASMA ARTIFICIAL LLAMADO PHIUP 182
LOS MARAVILLOSOS MONSTRUOS DEL CINE 106 LOS MISTERIOSOS' PODERES DE MME. BLA VATSKY 194
FANTASMAS Y ESPÍRITUS 166
A~ cabo de mil y una historias, se diría que los únicos
que todavía temen a los fantasmas son los que no han
visto ninguno.

ESPIRITISMO. 184
La idea de que los vivos pueden comunicarse con los
muertos sigue siendo fuente de tormento y frustración
para quienes desearían creerlo.

PSI Y CIENCIA 202


Ciencia y psi, términos para muchos contradictorios,
fueron aliados por J. B. Rhine en su laboratorio.

EL PODER DE LOS SUEÑOS 222


En el mundo del sueño, el subconsciente se puebla
de extrañas visiones, sucesos inexplicables y mensajes
del yo.

PSI ANIMAL 238


éPoseen los animales facultades especiales que les per-
miten captar el pensamiento humano y presentir de-
sastres?

PSICOCINESIA 252
éPuede la mente humana influir físicamente sobre ob-
jetos inanimados y complicados ingenios electrónicos?

EXPERIENCIAS EXTRACORPÓREAS 270


Miles de personas han descrito con todo detalle sus
viajes fuera del cuerpo. éSon reales o simples respues-
tas alucinatorias a momentos de crisis?

CURANDEROS Y CURACIONES 286


La fe religiosa, la imposición de manos y la bioautorre-
gulación parecen estimular la notable capacidad del
cuerpo para curarse a si mismo.

EL ENIGMA DE LOS OVNIS 304


Durante siglos, los hombres han consignado y tratqdo
de explicar la presencia de extraños objetos en los La exploración de lo desconocido es una conti-
cielos.
nua preocupación humana, a menudo decep-
PSI Y EL CEREBRO 326 cionante. Pero en ocasiones misterios de toda la
Si los fenómenos paranormales son auténticos, su cla- vida se resuelven, al menos en parte, de un
ve puede hallarse en el estudio del cerebro humano.
modo insospechado. Sobre estas líneas, como
MISCELÁNEA DE LO DESCONOCIDO 334 un bello mosaico, una fotografía tomada por el
Voyager I desde una distancia de 17 millones
de kilómetros muestra el delicado aspecto de
BIBLIOGRAFíA 342
Saturno. y la fina tracería de los centenares de
ÍNDICE ALFABÉTICO 344
anillos que lo circundan.
AGRADECIMIENTO E ILUSTRACIONES 351

PIONEROS DE LO DESCONOCIDO 200 AS! LOS VIERON: DIBUJOS DE OVNIS 318


AYERIGOE SUS DOTES PES 216 EL TRIANGULO DE LAS BERMUDAS: iMITO O REl\UDAD? 324
EL DECEPCIONANTE CASO DE LOS MEDIUMS DETECTIVES 220
EL CEREBRO QUE SUE~ OBJETIVO DE LA TELEPATIA 232 SECUENCIAS GRÁFICAS
COINCIDENCIAS EXTRAÑAS 236 GRANDES CABEZAS DE PIEDRA Y MISTERIO 38
iPUEDE COMUNICARSE EL HOMBRE CON LAS PLANTAS? 250 EL DIABLO, DOCTOR EN BRUJERIA 78
ELARTESECRETODEANDARSOBREELFUEGO 266 ANIMALES FABULOSOS DE MAR Y TIERRA 96
LA EXTRAÑA AURA DE LOS KIRLIOGRAMAS 284 EL ARTE DEL TAROT 118
POSESION Y EXORCISMO 302 LA CAMARA LOS CAZA AL VUELO 314
INTRODUCCION

E
N el dilatado y creciente almacén de lo desconocido, todo, lo raro y lo
curioso, lo revolucionario y lo extravagante, lo antiguo y lo moderno,
suscita y mantiene un interés aunque sólo sea pasajero. Pero en ese
notable acervo, tan rico en casos extraños, pretensiones insólitas y teorías su-
gestivas, hay una presencia constante: la del espíritu humano. Porque casi
todo cuanto abarca lo desconocido, por fantástico que sea, se relaciona de al-
gún modo con las percepciones del hombre y con lo ine ludible de su concien-
cia individual y su condición mortal.
De modo que si algo en las páginas que siguen parece merecer la acepta-
ción o el rechazo instantáneos, no se precipite a l juzgar. El reino de lo desco-
nocido es complicado y engañoso, y a menudo se consigue mayor fruto al re-
correrlo si nos fijamos más en las ideas que en las pruebas, en las preguntas
que en las respuestas. Aunque esas respuestas brillen a veces por su ausencia
y esas pruebas resulten poco convincentes, abundan las ideas y los interrogan-
te~ que juntos forman un retrato notablemente rico de la condición humana.
Por eso no sorprende que muchos de los intentos del hombre para desen-
trañar lo inexplicable hayan sido tan descaradamente egocéntricos. Las com-
plicadas permutaciones astrológicas sugieren que los cie los se interesan por el
d estino de cada individuo, y las múltiples formas de la adivinación postulan
una marcada correspondencia entre el hombre y la naturaleza. La creencia en
la reencarnación da por supuesta la inmortalidad del hombre, y el espiritismo
es a su modo una protesta contra la fatalidad de la muerte. Que los objetos
voladores no identificados puedan ser naves de otros mundos les parece a
muchos normal. ¿Acaso no vale la pena cruzar el universo para echar una
ojeada al hombre?
El hombre primitivo era menos egocéntrico en sus especulaciones, y ape-
nas hacía distinción entre él y el universo, o entre los fenómenos naturales y
los espirituales. A medida que se desarrollaban las civilizaciones, las múltiples
vías de conocimiento fueron entremezclándose, y así permanecieron casi has-
ta nuest ros días. La ciencia, la hlosofía, la religión y la magia han buscado si-
m u ltáneamente respu esta a los interrogantes sobre la posición del hombre en
e l cosmos o la razón de su breve estancia en la Ti.e rra. En r ealidad, los magos
de la Edad Media eran científicos que perseguían la explicación del mundo fí-
sico. Que esperasen hallar la respuesta en las fórmulas cabalísticas o tratasen
de comprender la fuerza vital por medio de la alquimia, y que el hombre mo-
derno no lo haga así, sólo viene a decirnos hasta qué punto hemos cambiado
de perspectiva.
En la época moderna el hombre ha definido con mayor precisión qué vías
de conocimiento son apropiadas y cuáles no, y, como en todas las épocas, ha
creado nuevas certezas. Al ser la suya una sociedad tecnológica, esas certezas
son hoy eminentemente prácticas. Para la mayoría, lo real es lo que puede ser
probado en el laboratorio, leído en la computadora o derivado del cálculo ma-
temático. Los fenómenos que no encajan en las leyes o principios vigentes o
parecen desafiarlos suelen ser relégados a la categoría de lo oculto o anómalo.
Uno de esos exiliados ha sido el campo de la parapsicología, ampliamente exa-

6
minado en estas páginas, que se ha visto rechazado por unos, ignorado por
otros y a menudo criticado por su falta d e teorías convincentes y experimen-
tos repetibles.
Pocos serán los que deseen volver a la ignorancia o abjurar del método
científico, pero no hace falta llegar a esos extremos para lamentar la pérdida
de aquella íntima relación entre el hombre y su medio. Toda prueba, incluso
la que puede ser llamada científica, es con frecuencia relativa: teorías un día
sustentadas por todas las pruebas deseables se han derrumbado, e hipótesis
imposibles en apariencia han llegado a ser dogmas de plena confianza.
En época reciente, y sobre todo en materia de salud y filosofía personal,
hay quienes ha n e mpezado a atisbar más a llá de las pruebas existentes y las
realidades aceptadas para buscar soluciones a problemas al parecer insolu-
bles. ¿cómo puede el lector utilizar este libro en semejante búsqueda? Ante
todo, deberá leerlo con cuidado y paciencia, atento a las ideas y las preguntas,
porque e llas son la esencia de lo desconocido. En segundo lugar, deberá tener
muy en cuenta expresiones como «al parecer» o «Se dice» y adjetivos como
«supuesto» o <<pretendido», que introducen importantes restricciones y apare-
cen en el libro porque son vitales para presentar de modo justo y ponderado
un tema tan complejo como controvertido. Su presencia indica que los hechos
a que se refieren, por impresionantes que resulten las correspondientes histo-
rias y relatos, no han sido totalme nte comprobados. En tercer lugar, e l lector
deberá considerar ambas caras de la moneda. Tan importante es la abundan-
cia de supuestos ovnis como el hecho de que los investigadores pueden expli-
car por causas normales casi todas esas apariciones. Por último, cualesquiera
que sean las pruebas en pro y en contra, es al lector a quien toca decidir por
sí mismo, pues las percepciones y experiencias varían enormemente y el viaje
a lo desconocido es algo personal y único.
Cualquiera que sea la ruta que el lector elija, irá en buena compañía. La
curiosidad acerca de la otra vida, el interés por las formas inexplicables que
aparecen en e l cielo o el afán de saber los porqués y los cómo han sido rasgos
característicos de los mejores espíritus de la historia. El progreso debe mucho
al tesón con que hombres y mujeres como Newton, Darwin, madame Curie o
Einstein persiguieron pensamientos impensables por caminos en apariencia.
inexistentes. Lo desconocido, lejos de infundirles temor, les incitaba a seguir
adelante. Una de las posturas más razonables ante lo inexplicado puede ser la
que sugería hace más de ciento cincuenta años un matemático y astrónomo
francés, el marqués Pierre Simon de La place, cuando escribía: «Estamos tan
lejos de conocer todas las fuerzas de la naturaleza y sus diversos modos de ac-
tuar que sería indigno del filósofo negar los fenómenos sim plemente porque
sean inexplicables en el estado actual de nuestros conocimientos. Cuanto más
difícil nos resulte admitir la existencia de un fenómeno, mayor es el cuidado
con que deberemos estudiarlo». Ese es el espíritu que nos guia al ofrecer al
lector este libro como compañero en su viaje a lo desconocido.

7
Desde los tiempos más remotos, el hombre
ha recurrido a la magia y al rito en sus intentos
de conquistar lo inexplicado.

VIEJAS INCÓGNITAS

las grandes pinturas ru- sistible necesidad de creer que ciertos


E NTRE
pestres de la Europa occidental
aparecen con frecuencia, unas veces
fenómenos naturales están relaciona-
dos con la vida y la conducta humanas
en silueta, otras coloreadas y en oca- y que el curso de los acontecimientos
siones con señales de mutilación, im- puede depender, por caminos extra-
presiones de manos del hombre pri- ños y misteriosos, de la manera en
mitivo. Aun tratándose de algo tan que decidamos pensar sobre ellos.
simple y familiar, nos hablan, con la Estas dos ambiciones -hallar sen-
misma elocuencia que las magníficas tido al vasto e impredecible mundo
pinturas de animales que las rodean,· La asombrosa huella de una en que vivimos y conseguir así un
de la existencia y las preocupaciones mano pe1filada con ocre es la cierto control sobre nuestro destin~
de los hombres y mujeres de hace firma de un artista paleolítico. han actuado como 6rierzas conducto-
quince mil años. ffirma de artista sa- ras durante toda la historia humana.
tisfecho? ¿símbolo mágico? ¿señal de Y a lo largo de millares de años el me-
sacrificio? Nadie puede afirmarlo con certeza, pero dio por el que el hombre intentó satisfacer su cu-
esas manos abiertas parecen tender hacia viejas in- riosidad y consumar su poder fue sobre todo el uso
cógnitas que incluso ahora, a pesar de los tremen- de la magia, un arte antiguo, ciertamente, pero que
dos avances tecnológicos y los incontables refina- aún continúa ejerciendo influencia sobre muchas
mientos en todos los aspectos de la vida, continúan personas.
obsesionando y fascinando al hombre. Hace tal vez más de cincuenta mil años, antes
¿Qué es la vida? ¿Qué nos espera después de la incluso de que los artistas rupestres pintasen su
muerte? ¿Cuáles son las relaciones entre nuestra epopeya animal sobre las ásperas paredes de es- ·
especie y el universo? ¿Qué influencia ejercen e l condidos reductos, empezaba el hombre .de Ncan-
Sol y la Luna, los planetas y las estrellas en los derthal su viaje a lo desconocido. Armado con una
asuntos humanos? creciente conciencia de sí mismo y del paso del
Estas preguntas, tan antiguas y tan actuales, na- tiempo, llevó a cabo sus primeros intentos rudi-
cidas del ferviente deseo que la humanidad tiene mentarios de adaptación al inevitable final de la
de comprender y enseñorear su destino, exploran vida: la muerte. En antiquísimas sepulturas de
realidades fundamentales de la naturaleza, el tiem- Oriente Medio han aparecido restos de hombres
po y el destino, de la vida y la muerte. Nos recuer- de Neanderthal enterrados cuidadosamente en
dan, también, otra consta!lte humana, la casi irre- zanjas abiertas en el suelo de la caverna, con ali-
mentos y armas en torno suyo. En excavaciones
del Asia Central se han encontrado y analizado va-
Los cazadores paleolíticos pretendían capturar a sus presas riedades de polen que indican que esos hombres y
por medios mágicos, y para conseguirlo representaban esos mujeres primitivos no sólo enterraban con toda so-
animales en lo más recóndito de las cuevas. licitud a sus muertos, sino que trataban de embe-

9
llecer sus restos con flores y plantas alimenticias. ción, que se hace patente a primera vista e n la cue-
En un antiguo sepulcro checoslovaco, 14 esquele- va española de Altamira y las francesas de Pech-
tos, sepultados bajo una capa protectora de pie- Merle, Lascaux y Les Trois Fréres, y une a quien .
dras, aparecieron juntos, con sus restos reunidos, hoy las contempla y al artista rupestre paleolítico a
quizá para asegurarse la continua comunicación en través de quince mil años de existencia humana.
la otra vida. En otro lugar moravo se e ncontró e l Sin embargo, una de las paradojas del antiguo
cuerpo de una mujer enterrado bajo los gigantes- arte rupestre es que las figuras en sí pueden haber
cos omoplatos de un mamut y cubierto con polvo sido menos significativas que e l lugar donde se ha-
de ocre rojo. El ocre rojo, posible símbolo de la lla la pared en que fueron pintadas y la situación
sangre vivificante, se usaba a menudo e n las sepul- que cada una ocupa en e lla. Porque gran parte del
turas europeas espolvoreado sobre los cuerpos, a arte rupestre paleolítico no se encuentra en las zo.
veces enterrados en posiciones acurrucadas o feta- nas superficial es de habitación, sino en recónditas
les, tal vez en un intento de imitar las posturas que cámaras de piedra de difícil localización y acceso
el difunto ado ptaba e n vida o de prefigurar un po· peligroso. Como escribirían los arqueólogos Jac-
sible renacimiento quetta Hawkes y sir Leonard Woolley en su H istory
Pero mientras el hombre primitivo trataba de of Mankind, «Cuando se recuerda que los artistas
mitigar su miedo a la muerte y quizá también de tuvieron primero que adentrarse por esas peligro-
encontrar una nueva meta para su vida, trabajaba sas e impresionantes galerías, refugio del león y
con sus manos huesos y piedras blandas, dando del enorme oso de las cavernas, para ponerse des-
cuidadosamente forma a efigies de mujeres fecun- pués a ejecutar sus obras sin otra luz que la de an-
das y a renos, caballos y bisontes, símbolos de la torchas y lamparillas de sebo o grasa, y proba ble·
vida que se repiten una y otra vez y alcanzarán su mente sin medios más seguros de volver a encen-
cumbre artística en las paredes de las grutas fran- derlos. que un trozo de pedernal o una laja de pirita
cesas y del norte de España. de hierro, es eviden te lo dec ididos que estaban a
Apenas cabe dudar de que tanto estas· pinturas, reproducir sus imágenes animales en las entrañas
ágiles y bellamente coloreadas, como las primiti· de la tierra... muy lejos del mundo exterior y de la
vas manosA"y las posteriores figuras humanas es- vida doméstica que se desarrollaba a la entrada de
quemáticas que aparecen a veces entre e llas tenían la caverna».
un significado mágico. Tanto lo delicado de su di- La suposición de que fueron creadas con fines
seño y sombreado como la sensación de movimien- mágicos no es el único enigma que rodea a esas fi-
to y vida de sus formas y el refinamiento de los ins- guras. Muchas de las imágenes fueron pintadas a
trumentos utilizados para crearlas -barras de alturas sólo accesibles con ayuda de bases de tie-
ocre rojo y amarillo y óxido de manganeso negro, rra, o quizá de madera, materiales que tendrían
pinturas en polvo y líquidas, pinceles de pelo y de que ser arrastrados hasta las profundidades de la
musgo- atestiguan el carácter especial de su crea- cueva. Además, modernos análisis han mostrado
que ciertas pinturas que aparecen juntas fueron
ejecutadas en épocas diferentes -algunas con in-
tervalos de más de una década- y pintadas sobre
Ha ce unos veinticinco mil años, los cazadores europeos otras anteriores, como si éstas hubiesen perdido ya
comenzaron a decorar ins1rwnentos para lanzar dardos su importancia. No menos intr igante es e l descu-
(dcha.) y trozos de marfil (abajo). Sus exagerados emblemas
de la fecundidad (izda.) no eran puramente ornamentales. brimiento de que los animales peligrosos, como el
Como expresiones de un ideal fntimo, anun- bisonte y el rinoceronte, eran r epresentados con
ciaban la aparición de las religiones. más frecuencia (quizá con la intención de contra-
rrestar sus poderes) que los destinados a la alimen-
tación, como el reno, cuyos huesos se encuentran
casi siempre en las zonas habitadas. Y hay ind icios
desconcertantes de que e n las impresiones de ma-
nos, a lgunas de las cuales aparecen con dedos mu-
tilados, la izquierda solía ser una simple silueta
mientras que a la derecha se le daba un color uni-
forme.
A pesar de la profusión de claves y teorías, si-
guen en pie cuestiones básicas relacionadas con la
fin a lidad de esas magníficas pinturas primitivas.
Los especialistas contemporáneos ofrecen dos in-
terpretaciones, ambas capitales en el estudio de la
magia primitiva, y un seductor conjunto de especu-
laciones sobre ellas. Las figuras animales pueden
haber sido tótems, posiblemente dibujados duran-
te alguna· ceremonia de iniciación para grupos o
clanes que se identificaban con los poderes y cuali-
dades de las figuras representadas. Las pinturas
pueden haber sido también símbolos mágicos des-

10
Se cree que fue la búsqueda de poderes mágicos lo que ins-
piró a los artistas primitivos. A la izquierda, guerreros en un
grabado rupestre sueco (hacia 1500 a. JC.). Arriba, w1 petro-
glifo ejecutado por los indios de Utah hacia 1000 d JC.

tinados a propiciar el éxito de los ca7.adores o a ha- prender y definir conceptos que para los pueblos
cer más abundantes las especies representadas. anteriores a la escritura debieron ser relativamen-
Ninguna de estas hipótesis puede ser probada de te simples y obvios. Ese cuerpo de ideas rudimen-
modo concluyente, y pudiera ocurrir que, como en tarias es probable que admitiese que todos los fe-
las sociedades prim itivas de nuestros días, ambas nómenos naturales estaban bajo el control de espí-
teorías sean válidas. El profesor Franc;ois Bordes, ritus invisibles, que esos espíritus hacían uso de
de la Universidad de Burdeos, las ha conjugado en poderes mágicos, y que el hombre, también me-
la interpretación de una pintura de Lascaux que diante formas apropiadas de magia, puede a veces
representa a un rinoceronte, un bisonte que ataca dominar los acontecimientos naturales influyendo
cosido ya a flechazos y lanzadas y un hombre con en los espíritus que tras ellos se ocultan.
máscara de pájaro que cae hacia atrás ante la aco- Pero ¿qué tipo de magia será el más eficaz? La
metida del bisonte. «Permitidme que os dé mi ver- interpretación más famosa, y también una de las
sión de esa pintura -dice Bordes-, una historia más sencillas, es la que el antropólogo escocés sir
de ciencia ficción. En cierta ocasión, un cazador James Frazer nos ofrecía en su obra ya clásica La
que pertenecía al tótem del pájaro fue muerto por rama dorada. «Si arfalizamos los principios en que
un bisonte. Uno de sus compañeros, miembro del se basa la magia -decía Frazer- , probablemente
tótem del rinoceronte, penetró en la cueva y dibu- encontraremos que se reducen a dos: primero, que
jó la escena de la muerte de su amigo y de la ven- cada cosa produce su igual, es decir, que el efecto
ganza que de ella tomó. El bisonte tiene lanzas y se parece a la causa; y, segundo, que las cosas que
flechas clavadas y el vientre abierto, probablemen- han estado en contacto continúan influyéndose
te por el cuerno del rinoceronte.» mutuamente a distancia una vez que ese contacto
Si los dibujos de las cavernas nacieron de ese físico ha cesado.» A la magia del primer tipo la lla-
modo, parecen deducirse dos cosas: que pudieron ma Fra7.er homeopática o imitativa: el dibujo ru-
haber tenido lugar ceremonias rituales en la cueva pestre de un reno alanceado a fin de conseguir tan
mientras se preparaban o ejecutaban las pinturas y codiciada presa. A la segunda, contagios~: la garra
que sus autores tal vez fueron considerados como de un león de las cavernas puede llevar consigo el
personas especiales, mágicas, acaso los primeros poder y la ferocidad del animal al que perteneció.
chamanes o magos. En la cueva de Les Trois Fre- Cada cosa produce su igual y las cosas que han
res, en los Pirineos franceses, hay una figura mitad estado en contacto perpetúan esa interacción: tales
hombre, mitad animal que puede representar a fueron algunos de los principios mágicos que se
uno de esos chamanes. Con grandes ojos, corna- desarrollaron a medida que las sociedades agríco-
menta, zarpas de oso y cola de caballo, esta crea- las nacían al este del Mediterráneo. Los agriculto-
ción casi humana flota en lo alto de una pared en res, más sedentarios que los cazadores, eran por
un pequeño nicho, a unos cuatro metros del sue lo, ello más dependientes de los cambios de estación,
y parece contemplar todavía escenas de antiguos del flujo y reflujo de los fenómenos naturales. En
ritos y ceremon ias. Egipto, Grecia y Roma llegó a ser tal la profusión
Entre tantas especulaciones, lo que puede afir- de ritos, la ferviente dependencia de la asfrología y
marse es que los hombres y mujeres primitivos vi- la adivinación, que en el siglo Id. JC. Plinio el Viejo
vían en un mundo que creían lleno de espíritus se lamentaba de que la magia, habiendo cautivado
-animista es la palabra con que hoy lo designamos-, los sentimientos del ho.mbre mediante la triple ca-
y en e l que mediante símbolos y ritos trataban dena del temor a la enfermedad, a los dioses y al
de influir para mejor sobrevivir a los múltiples pe- futuro, «ha llegado a tal extremo que impera sobre
ligros de su existencia cotidiana. el mundo entero y en Oriente gobierna al Rey de
Los modernos especialistas han intentado com- Reyes».

11
Mucho antes, quizá ya en el milenio IV a. JC., y una aparición, eso no prueba que exista tal cosa,
aproximadamente· en la zona que hoy os;upa. Irak, pero tampoco podemos suponer que quien lo afir-
el papel de la magia creció con los antiguos sume- ma no ha «Visto» algo ni ha sido influido por ello.
rios y sus .sucesores, los asirios y babilonios. Por- Aunq.ue los mesopotámicos viviesen en un mun-
que los sumerios inventaron una escritura y cons- do de fantasmas y demonios, también se interesa-
truyeron ciudades, pero también veían, o creían ban mucho por el futuro. Entre las prácticas adivi-
ver, fantasmas y demonios en cada rincón y portal, natorias más primitivas estaban las relacionadas
en cada encrucijada y cada tumba. Llenaron· lo~ con la interpretación de los sueños. Aparecen en la
ciek>s de dioses de todas clases, desde Anu, di~s llamada epopeya de Gilgamés, Ja historia de un
del cielo, hasta Inanna (Isthar) reina sideral 'YJ dios entre animal y humano que se re.monta, en la
miembro del reducido grupo de diosas sumer~,~s tradición oral, aproximadamente al año 4000 a. JC.
importantes. Pero estas figuras celestiales eran dei- En uno de los relatos de la crónica, Gilgamés consi-
dades lejanas que no afectaban a la vida diaria· de gue dar muerte a una gran bestia, el monstruo con
los mesopotámicos. En cambio, los fantasmas y los figura de dragón que puede haber sido precursor
demonios sí. Porque ellos, como las fuerzas- de los dragones de las leyendas del rey Arturo. En
espíritus del mundo animista del hombre neolítico, otro, se dispone para la lucha final contra su ene-
estaban en todas partes e incluían,· junto a los es- migo, Enkidu. Antes de la batalla, Gilgamés ve en
pectros errantes y rapaces de las víctimas de muer- sueños el avance de su··e nemigo. Se lo dice a su ma-
tes violentas o trágicas, terroríficos monstruos no dre, y ella, en la más antigua interpret~ción de sue-
humanos como el «Agazapado» y el «Raptor».
Nada podía detenerlos, como advierten estas anti-
guas palabras: El rey sumerio Gudea buscó en los oráculos y en los sueños
instrucciones para levantar un templo a Ningirsu, quien
No hay puerta que les corte el paso veló desde entonces por la prosperidad de su pueblo.
ni cerrojo que los haga volver atrás
se deslizan bajo la puerta como la serpiente,
se meten por las bisagras como el viento,
y arrancan a la esposa de los brazos del marido
y al hijo de las rodillas del padre.
No es de extrañar la profusión de ritos y conju-
ros, a menudo destinados expresamente a exorci-
zar a los espíritus merodeadores. Para uno de esos
ritos, destinado a mantener a raya a los muertos,
hacía falta una poción compuesta de vinagre, agua
de río, agua de manantial y agua de acequia, mez-
clados y bebidos en un cuerno de buey mientras se
sostenía una antorcha y se dirigían a los dioses sú-
plicas apropiadas. Sumerios y babilonios fueron
.también probablemente iniciadores de otro gran
capítulo de la magia, los sortilegios en que «pala-
bras de fuerza» eran repetidas omitiendo cada vez
una letra, hasta que sólo quedaba una. Ep. una anti-
gua tablilla sumeria aparece un sortilegio de esa
clase: «Abrada Ke Dabra», que significa «muere
como la palabra». En la época romana volvemos a
encontrar el conjuro ya escrito, como hoy, abraca-
dabra. Estos ritos y palabras mágicas fueron rehe-
chos para convertirlos de protectores en malignos,
y así nació la magia negra o dañina. En un sello ci-
líndrico contra las brujas puede leerse esta impre-
cación: «iOh bruja, que, como gira este sello, gire tu
cara y se vuelva verde!». Hacia el año 2000 a. JC.,
tales procedimientos fueron proscritos por las
leyes de Hammurabi.
¿Daban resultado esas prácticas mágicas? Es
casi seguro que sí, al menos en un sentido, y por
una razón convincente. Puesto que los demonios y
fantasmas que los mesopotámicos trataban de
exorcizar eran en buena parte creaciones de su
pro.pía mente, era normal que se viesen afectados
por los cantos y ritos de quienes estaban convenci-
dos que así sería. Incluso en nuestro tiempo, lo que
parece real depende en gran medi4a de las percep-
ciones del espectador. Si alguien cree haber visto

12
Los adivinos babilonios se
servían de este modelo en ar-
cilla de un hígado para ense-
ñar a sus discípulos a inter-
pretar el futuro.

Cuando los intestinos de un


cordero formaban el rostro
de Rumbaba, los adivinos
predecían males.

Con la ayuda de dioses sumerios propicios, Gilgamés, medio


hombre medio dios, luchó con fieras y monstruos y, ya rey,
gobernó una poderosa ciudad.

ños conocida, profetiza que su lucha terminará en cos, variante de l primitivo tema de que lo semejan-
amistad. Así ocurre, y Jos amuletos de Gilgamés, te produce lo semejante: el de que «lo que ocurre
que a veces muestran a los dos adversarios luchan- arriba ocurre abajo». Que babilonios y asirios fue-
do, serían usados después durante miles de años. sen dados a contemplar las estrellas no puede sor-
Hubo otras formas de ·adivinación más popula- prendemos, pues es región de cielos despejados y
res entre los primitivos mesopotámicos, siendo la noches espléndidas, y los primitivos mesopotámi-
más común una de las más extrañas: la hepatoman- cos formaban una rica sociedad de cultivadores y
cia o examen del hígado. Los babilonios creían que cosecheros que dependían de las estrellas para or-
el alma residía en el hígado, y utilizaban el de los ganizar sus labores. No obstante, la idea de relacio-
corderos (tal vez por ser más fácil de localizar y ex- nar el firme y ordenado tránsito de los astros noc-
tirpar) para efectuar todo tipo de predicciones ba- turnos de este a oeste con los asuntos humanos fue
sadas en su forma y en el número de lóbulos y va- a lgo extraordinario, un paso que también produjo
sos sanguíneos. Estas técnicas adivinatorias siguie- tempranos e importantes avances científicos. Uno
ron empleándose durante cerca de tres mil años. de ellos fue la creación del círculo de 360º, basado
La práctica de otra de estas sangrientas artes pre- en la idea sumcria de un año de 360 días, a lo largo
dictivas, la adivinación por los intestinos, condujo del cual las estrellas se movían a razón de un grado
a reflexiones sobre la clase de tripas que un animal por noche. Ese movimiento condujo también a la
podía tener. Un antiguo texto afirmaba que los cor- creación por los babilonios del zodiaco y sus doce
deros de cuello grueso y ojos rojizos tenían intesti- casas, y al desarrollo de una clase especial de m a-
nos con 1.4 vueltas, mientras que los animales gran- gos, los astrólogos, tan astutos en sus técnicas pre-
des y estrábicos carecían totalmente de ellos. Los dictivas como los arúspices que leían hígados e in-
asirios incluso rindieron culto a un gigante llama- testinos. El horóscopo individual tal como hoy lo
do Rumbaba, cuyos rasgos faciales estaban forma- conocemos no era muy empleado, y en toda Meso-
dos por los giros y circunvoluciones de unos intes- potamia no se han encontrado más de 20. El estu-
tinos. dio de los movimientos astrales se hacía sobre
Tales supuestos y métodos nos parecen hoy ab- todo al servicio de la realeza. La «sabiduría» ·de
surdos. Sin embargo, babilonios y asiriós practica- que hacían gala esos horóscopos puede deducirse
ron una forma de adivinación a la que millones de del siguiente ejemplo: «Durante la noche, Saturno
personas siguen siendo adictas, aunque los científi- se aproximó a la Luna. Saturno es la estrella del
cos discutan su legitimidad. Se trata de la astrolo- Sol. He aquí la solución: es favorable al rey, porque
gía, e l arte de leer el futuro en el movimiento de el Sol es la estrella del rey». Otro, obra de un pri-
planetas y estrellas. Es una forma de adivinación mitivo astrólogo que probablemente sabía de so-
que sigue uno de los más antiguos principios mági- bra cuándo iba a salir la Luna, decía: «Si la Luna

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aparece e l decimoquinto surgía a cada paso en los actos más simples de la
día, Acad prosperará y a rutina hogareña, de manera tan natural como el
Subartu le irá mal; si sueño o la preparación de los alimentos». Egipto,
aparece el decimosexto no lejos de Mesopotamia y bendecido por el Sol y
día, a Acad y Amaru les las crecidas del Nilo, hizo de la magia un arte de
irá mal y Subartu pros- grande y ubicuo esplendor. Pues si los mesopotá-
perará, si aparece el de- micos empleaban sobre todo sus ritos y conjuros
cimoséptimo día, Acad y para defenderse de monstruos y espectros, los
Amaru prosperarán y a egipcios utilizaban las artes mágicas con fines casi
Subartu le irá mal». opuestos: para conseguir, en una nación obsesiona-
Fue en torno al año da por la muerte, el feliz tránsito a una gozosa vida
200 a. JC. cuando se po- futura en las míticas tierras del Sol Poniente.
El escarabajo, símbolo del pularizaron los horósco- En el fondo de los procedimientos mágicos
dios solar Ra, adorna un pos individuales, a cargo egipcios anidaba una creencia que hoy aún sobre-
dije de Tutankamen.
de griegos macedonios vive: que ciertas palabras o grupos de palabras, dis-
que vivían en Alejandría. puestas en cierto orden y empleadas del modo
Y hubieron de transcurrir otros trescientos años apropiado, poseen una fuerza incoercible. Son las
hasta que, en Roma, Cicerón y después Plinio el llamadas «palabras poderosas», y en la forma en
Viejo señalasen ciertos defectos graves en el razo- que las usaban los magos egipcios se las creía capa-
namiento astrológico, defectos que siguen en pie y ces de desencadenar acontecimientos extraordina-
nadie ha explicado satisfactoriamente. Argüían rios. Un antiguo manuscrito describe así el trabajo
esos autores clásicos que, por ejemplo, los geme- del mago Teta: «Después alguien le trajo un ganso
los nacidos bajo la misma estrella debían tener y, tras decapitarlo, dejó el cuerpo en el lado occi-
destinos idénticos, pero rara vez ocurre así; que dental de la columnata y la cabeza en el lado orien-
los astrólogos eran a menudo robados e incluso tal. A continuación, Teta se puso en pie y pronun-
muertos sin que hubiesen previsto esas desgracias, ció ciertas palabras dotadas de poder mágico, a
y que era muy extraño que las estrellas ejerciesen cuyo conjuro cuerpo y cabeza empezaron a mover-
por primera vez su influencia en el momento del se, acercándose cada vez más uno a la otra, hasta
nacimiento y no en el de la concepción. que al fin la cabeza ocupó su debido lugar en el
Como escribía un famoso especialista egipcio ave, que inmediatamente rompió a graznar». Ni el
hace más de medio siglo, «al espíritu moderno le mejor cirujano de nuestros días sería capaz de
cuesta trabajo comprender hasta qué punto la emular la hazaña de Teta, y sin embargo probable-
creencia en la magia era algo que impregnaba la mente como resultado de algún tipo de superche-
vida entera, dominaba las costumbres populares y ría favorecido por la excesiva credulidad, los egip-

Anubis, el de cabeza de chacal, que guiaba las almas a la otra vida, y Horus, de cabeza de
halcón, hijo de un dios subterráneo, pesan el corazón de un egipcio en el juicio final.

14
l
'~
cios estaban convencidos de que tales cosas podían
suceder.
manas como los símbolos pódían ser animados
mediante palabras mágicas, y por eso era frecuente
Los egipcios pensaban que la magia de las pala- celocar en las tumbas efigies de los muertos en
bras con poder podía ser transferida a objetos tales piedra y madera, llamadas ushabti, dispuestas para
como los amuletos, de los que se hacía un uso muy trabajar en el otro mundo. Se dice que la tumba de
parecido al que el hombre primitivo debió hacer Seti 1 contenía unos setecientos de esos futuros
de sus figurillas de mujeres fecundas y animales: el trabajadores. Los egipcios introdujeron también
de símbolos dotados de ciertos poder~s. Se cree una técnica mágica que ha sido muy imitada y to-
que e n Egipto no había hombre, mujer o niño que davía se emplea con fines aviesos: la figura de cera.
no llevase al menos un amuleto. Algunos de éstos Una antigua historia cuenta que el rey Nectane-
. adoptaban la forma de exquisitas joyas; otros iban bo II libraba batallas contra marinos y flotas de na-
escritos y sujetos a la ropa. Había incluso bebidas víos de cera en un recipiente con agua. El rey creía
mágicas, hechas con el agua en que se había disuel- que cuando hundía a uno de sus adversarios lo ha-
to la tinta de las palabras mágicas escritas en un cía también con sus enemigos reales, hasta que los
amuleto. En las envolturas de la momia de Tutan- dioses, enojados por tales manipulaciones, intervi-
khamen se encontraron cerca de ciento cincuenta nieron e hicieron que fuesen las figuras de cera las
amuletos. vencedoras. El relato cuenta que Nectanebo huyó a
Tanto el Ojo de Horus como la Hebilla de Isis Grecia, donde se estableció como médico y mago.
eran amuletos famosos. Pero el más conocido y po- La creencia en el poder de las palabras mágicas
deroso era el escarabajo, símbolo de la vida, dedica- o conjuros tuvo su expresión más extraordinaria
do a Ra, el dios solar, y que tuvo como modelo al en los textos funerarios egipcios. Los más antiguos,
humilde escarabajo pelotero. En los ritos funera- conocidos como Textos de las Pirámides porque
rios, el escarabajo era utilizado para reemplazar el fueron escritos en jeroglífico en e l interior de las
corazón, y solía llevar grabado en el dorso un con- pirámides de Sakkara hacia 2500 a. JC., forman un
juro mágico, a menudo una petición de inmortali- libro de hechizos, himnos, conjuros, maleficios y
dad dirigida a un dios. Con el tiempo, el propio es- fórmu las especiales, destinadas a ayudar al faraón
carabajo pelotero llegó a ser relacionado con esos muerto a alcanzar la otra vida. Colecciones poste-
poderes,. y las mujeres estériles secaban el insecto riores pintadas en los costados de los sarcófagos
y lo molían, con la esperanza de que una bebida (continúa en la pág. 18)
hecha con ese polvo las ayudaría a concebir. El anj,
una cruz de cabeza en anillo, aparece con tanta fre-
cuencia como el escarabajo y representaba tam-
bién la vida y la inmortalidad.
Los egipcios creían que tanto las imágenes hu-

Los egipcios creían que las palabras mágicas convertían las estatuas o
ushabti (izda.) en útiles sirvientes en la otra vida (arriba).

15
Apariencia y realidad

La pirámide de Keops, tumba Ynisteriosa


gran mole inanimada e inmutable, fasci-
E STA
nadora y desafiante tanto para el hombre ra-
cional como para el proclive a lo mágico, invita a
las más fabulosas especulaciones, y ha sido objeto
de una investigación tan rigurosa como imaginati-
va. Pero, al final, la Gran Pirámide de.Keops, termi-
nada hacia 2570 a. JC., conserva su característico
aire de misterio.
La tradición, y no pocas pruebas, definen esta
pirámide como e l lugar destinado al reposo del rey
egipcio ~eops o Jufui, cuyo reinado de aproxima-
damente veintidós años terminó unos doce siglos
antes que e l de Tutankhamen. En las profundida-
des de la masa de piedra prácticamente maciza de
la pirámide hay cámaras destinadas probablemen-
te a conte,ner los cuerpos, y el tesoro, de Keops y
su esposa. Escrituras en los grandes bloques de
piedra del interior de la pirámide contienen el
nombre del rey. Sin embargo, en la primera explo-
ración conocida, el año 820 de nuestra era, no se
encontró ni tesoro, ni momias, ni señales de que laberintos de pasadizos secretos destinados a bur-
monarca alguno hubiera sido jamás enterrado allí. lar a los saqueadores. Previendo el largo viaje de
Este enigma, así como el enorme tamaño, la in- los muertos al país de los espíritus, en las sepultu-
trincada construcción y la forma arquetípica de la ras se depositaban alimentos y bebidas, joyas, ar-
Gran Pirámide, han inspirado en el transcurso de mas, un barco sagrado y estatuas que podían co-
los siglos numerosas teorías sobre sus fines y pode- brar vida.
res. Se ha aventurado que la Gran Pirámide, al En el año 820 de nuestra era, en busca de tales
igual que otras menores, fueron observatorios as- tesoros y de los valiosos materiales científicos que
tronómicos; que albergaban una biblioteca del sa- suponía también allí sepultados, e l joven Abd Allah
ber antiguo, incluido el secreto de la Atlántida; que a l Mamun contrató a un grupo de hombres para
son la clave de una fuente de energía perdida y que entrar en la tumba del faraón por la pared norte.
constituyen el generoso y desconcertante legado Cuando habían avanzado unos treinta.metros en el
de visitantes del espacio exterior. En años recien- interior de la pirámide, el túnel que abrían desem-
tes, ha tenido amplio eco la hipótesis de que la bocó en un pasadizo descendente, que más adelan-
forma de la pirámide ejerce efectos mágicos so- te subía y conducía a las criptas donde creyeron
bre la materia orgánica y puede acumular energía que reposaban Keops y su esposa. Pero en ninguna
psíquica. de ambas cámaras había tesoros ni cuerpos, nitra-
La Grari Pirámide de Giza o Gizeh contiene zas de que los sellos hubiesen sido rotos en una in-
aproximadamente 2,3 millones de bloques de cali- cursión anterior.
za rectangulares, con un peso promedio de 2,5 to- Sin cadáveres que acreditasen su supuesta con-
neladas. Es más alta que un edificio de 40 pisos y dición de tumba, hubieron de aducirse nuevas ra-
se calcula que podría engullir la catedral de San zones para justificar la existencia de la Gran Pirá-
Pablo y la abadía de Westminster de Londres, San mide. El matemático francés Edme-Fran~ois Jo-
Pedro de Roma y las catedrales de Florencia y Mi- mard, llevado por Napoleón en 1798, estudió aten-
lán sin perturbar la turgencia de sus lisos costados, tamente el monumento y dictaminó que era una
que se alzan en un ángulo uniforme de 51º. La cons- especie de recopilación de un antiguo sis.tema mé-
trucción de la pirámide duró unos veinte años, y trico. En 1859, el inglés John Taylor determinó que
según cálculos del historiador griego Herodoto, el arquitecto de Keops había utilizado como uni-
que visitó Egipto en el siglo V a. JC., necesitó el tra- dad de medida el mismo codo bíblico empleado en
bajo de 100.000 hombres por-año. Sus bloques es- la construc<;ión del arca de Noé (teÍminada, según
tán tan bien encajados que sería difícil introducir él, tres.cientos años antes que la pirámide). Ese
la hoja de un cuchillo en sús juntas sin argamasa. codo sagrado tenía unas veinticinco pulgadas y se
Como la antigua religión egipcia afirmaba que basaba en el eje de la Tierra: dividiendo la longitud
el disfrute de la otra ºvida dependía en gran medida de éste por 400.000, e l resultado es un codo bíblico.
de que el cadáver· no· fuese perturbado, las tumbas Otro aficionado a las mediciones, el astrónomo
se proyectaban para que durasen eternamente, con real de Escocia, Charles Piazzi Smyth, descubrió en
La Gran Pirámide de ción de la pirámide no ha podido ser explicada sa-
Keops (pág. opuesta), tisfactoriamente por quienes creen que se trata de
con sus 2,3 millones un observatorio.
de bloques de piedra y La teoría moderna más popular acerca de la
su colosal Gran Gale- Gran Pirámide se refiere a los supuestos poderes
ría de 8,5 metros de al-
tura (iz.da.), ha sido un inherentes a su forma, y ha sido defendida sobre
motivo secular de todo por el ingeniero radiotécnico checoslovaco
asombro y misterio. Karel Drbal. En los años cuarenta, Drbal leyó que
un francés llamado Antaine Bovis había construi-
do una maqueta de la pirámide de Keops y la ha-
bía utilizado para impedir la descomposición y fa-
vorecer la momificación de alimentos y animales
muertos colocados ante ella. Drbal creía que la
energía derivada de la forma de la pirámide podía
lograr que una hoja de afeitar usada, orientada de
Las tres cámaras va- este a oeste, se convirtiese en un ente vivo y recu-
cías de la pirámide perase su filo. Tras probar «con éxito» su teoría,
(abajo) están unidas
por pasadizos, entre patentó un modelo en cartulina del afilador de ho-
ellos uno de salida jas. Ningún otro investigador ha podido repetir sus
para los obreros que hallazgos y la técnica piramidológica ha caído en e l
cerraron hermética- más absoluto descrédito.
mente la tumba empu- Otro piramidologista, el doctor Carl Schleic her,
jando bloques de pie- de la Mankind Research Unlimited de Washington,
dra desde la Gran Ga- afirma que las pirámides favorecen el desarrollo
lería al interior del pa- de las plantas. Para probar su teoría, Schleicher
sadiw ascendente.
plantó muestras de diversas legumbres bajo una
pirámide, bajo un cubo y al descubierto, e informó
que las colocadas debajo de la pirámide crecieron
1,5 veces más deprisa que las descubiertas y 1,129
veces más que las situadas bajo el cubo. Sin embar-
go, experimentos semejantes llevados a cabo por el
departamento de horticultura de la universidad ca-
nadiense de Gue lph indicaron que las pirámides
no afectan para nada al desarrollo de las plantas.
Como es de rigor, tales resultados negativos no
han conseguido disuadir a los crédulos fanáticos, y
son muchos los que continúan atribuyendo a las
pirámides poderes y fines de imposible comproba-
ción. Entre tanta especulación, los especialistas en
el antiguo Egipto son muy concretos en cuanto al
cómo y el porqué de la construcción de las aproxi-
1865 que la base de la pirámide dividida por la an- madamente. treinta y cinco pirámides tradidona-
chura de una piedra de la cubierta era 365, el nú- les: no eran ni más ni menos que tumbas hechas
mero de días del año, y calculó además que una por la mano del hombre.
pulgada piramidal, la veinticincoava parte de una Con la esperanza de que esa certeza resulte al-
losa del suelo, equivalía a la diezmillonésima parte gún día aplicable a la Gran Pirámide de Giza, los
del radio polar de la Tierra. Aplicó la pulgada pira- científicos han venido midie ndo, explorando, lle-
midal a todas las dimensiones de la Gran Pirámide vando a sus planos y sometiendo a rayos X y radia-
y formuló una suposición espectacular, aseguran- ción gamma al gigante de piedra, sin ningún resul-
do que si contaba cada pulgada como un año, po- tado. No obstante, en 1954 se vieron sorprendidos
día calcular las principales fechas del pasado ... y por e l hallazgo bajo la arena, fuera de la pirámide,
del futuro de la Tierra. de una embarcación de cedro de 43 metros de eslo-
Considerablemente menos absurda, a la vista ra, con su camarote y aparejos dorados que es pro-
de lo que hoy conocemos del saber astronómico de bablemente el «barco del sol» construido para tras-
los egipcios, es la teoría de que la Gran Pirámide ladar al faraón en su largo viaje a la otra vida. La
era un observatorio astronómico. La prueba prin- espléndida embarcación sigue siendo el único su-
cipal en apoyo de esta teoría es que se ha demos- puesto vestigio de l tesoro de Keops, y las cuestio-
trado que los pasadizos ascendentes y descenden- . nes fundam entales acerca del monarca y su pirá-
tes del interior del monumento están construidos mide siguen sin respuesta. ¿Dónde está el faraón
en un ángulo preciso que dirige la mirada hacia las Keops, y por qué no fue enterrado en su fabuloso
principales constelaciones. La contradicción que monumento? En el corazón de la Gran Pirámide
supone el hecho de que los pasadizos sólo perma- subsisten, pues, los ecos de una tumba vacía y un
neciesen abiertos el tiempo que duró la construc- misterio humano indescifrado.
'
de madera y conocidas como Textos de los Sarcó-
fagos, tratan de la necesidad que el difunto tiene
de alimentos, bebidas y aire fresco. El más famoso, La Espiral áure~
el Libro de los Muertos, fue escrito sobre papiro y
contenía ilustraciones y hechizos para uso del di-
funto en la otra vida, oraciones para defenderse de
los demonios y conjuros destinados a reforzar el
poder de los amuletos, con objeto de mantener a
raya a los gusanos, los ladrones de tumbas e inclu-
so el mildiú.
¿Hasta qué punto creían los egipcios en el po-
der de sus palabras y amuletos y en la realidad de
esa otra vida a cuyo servicio pusieron todas sus do-
tes artísticas? Es evidente que su fe tenía que ser
grande, y el mejor testimonio nos lo brindan las la Espiral áurea, que a menudo encontramos en la natura-
que los egiptólogos denominan «Cartas a los muer- leltl, como en esta concha de naurilus, nace de las subdivi·
tos». Eran éstas mensajes que aparecen con fre- siones del Rectángulo áureo.
cuencia escritos en las vasijas de cerámica utiliza-
das para proporcionar alimento a los difuntos. Al- La antigua cultura griega estaba impregnada de ve-
gunas de esas cartas instaban a los muertos a ayu- neración por la armonía del universo. Tanto el
dar a los vivos; otras eran defensivas e incluso inti- arte como la ciencia y la filosofía griegos reflejan el
midatorias, advertencias de que los muertos po- intento de trasladar a las empresas humanas la si-
dían volver para vengarse. Una inscripción insólita, metría y el equilibrio de la naturaleza. Uno de los
fechada en el año 71 a. JC., contiene el supuesto principios estéticos en que vino a encarnar ese de-
seo fue la proporción matemática llamada Sección
mensaje de .una mujer egipcia fallecida, a su mari- áurea Para los griegos, esta proporción represen-
do, aún vivo. Este texto conmovedor revela que las taba lo perfecto, y era buscada en todo, desde la
palabras mágicas no bastaban para acallar el mie- figura humana a la relación del individuo con la
do a la muerte. Dice .así la inscripción: «Ya no sé sociedad.
dónde estoy, ahora que he llegado al valle de los La Sección áurea es una forma de dividir una lí-
muertos. Ojalá pudiese beber agua de un arroyue- nea --o cualquier otra cosa- en dos partes de tal
lo ... o estuviera mi rostro vuelto hacia el viento modo que la menor tenga con la mayor la misma
norte... para que su frescor aquietase la angustia de relación que ésta tiene con el todo. Esa proporción
mi corazón». -que, a propósito o no, se verifica en arquitectura
al menos desde los antiguos egipcios y sigue fasci-
¿Qué ocurrirá después? De todas las preguntas nando a los matemáticos- aparece, a veces en sus
que hombres y mujeres se han formulado en su formas derivadas, en numerosos seres vivos y ha
sido adaptada incluso a la composición musical,
en la que lo subdividido no es el espacio sino el
El oráculo de Delfos, en el monte Parnaso, era el más im· tiempo.
portante de la antigua Grecia. Durante mil años intentó sa· La Sección áurea determinaba las proporciones
tisfacer la necesidad humana de conocer el futuro. del cuerpo humano en la escultura griega clásica.
Por ejemplo, el ombligo divide las partes superior e
inferior del cuerpo en dos Segmentos áureos. En su
forma de Rectángulo áureo - rectángulo cuyo lado
corto es al lado largo como éste a la suma de am-
bos- la proporción mágica dictaba las dimensio-
nes de la arquitectura griega. El Rectángulo áureo
sigue siendo una constante en el arte occidental y
para muchos una de las formas más gratas del
mundo moderno.
Una característica del Rectángulo áureo es que
puede dividirse mediante una sola línea en dos par-
tes, de las que una es un cuadrado y la otra un Rec-
tángulo áureo más pequeño. Si trazamos sucesiva-
mente rectángulos menores uno dentro de otro, y
después una curva desde el final de cada una de las
líneas divisorias a la siguiente (véase arriba), se ob-
tiene una Espiral áurea. ¿obtuvieron los griegos
esta graciosa voluta de sus cálculos o la copiaron,
ellos o pueblos más antiguos, de las formas de los
seres vivos? Nadie puede asegurarlo con certeza. Y
sin embargo la Espiral áurea es un motivo frecuen-
temente repetido en la naturaleza por las hojas en
torno al tallo, las semillas dentro de la flor, las con-
chas marinas e incluso las ramificaciones de la Vía
Láctea.

18
búsqueda de lo desconocido, qmza ninguna más los objetos para que apareciesen y desapareciesen
constante y apremiante que ésta. Y fue en la anti- a su antojo. Creía también en las artes curativas, en
gua Grecia donde halló su máxima expresión una las que utjlizaba canciones y ritos, y aseguraba re-
idea adivinatoria ya presente en Mesopotamia cordar otras formas en las que había encarnado,
y Egipto. Se trata de la creencia de que, aunque creencia semejante a las ideas orientales sobre. la
el hombre no puede prever el futuro, sí le es po- metempsícosis o reencarnación.
sible, durante el sueño o en cualquier otro es- Pero fue con los números con lp que Pitágoras
tado de conciencia alterada, adivinar sucesos por trató de explicar la existencia humana, ofreciendo
venir. un orden capaz de abarcar mucho más que el ima-
El oráculo más famoso de Grecia era el de Apo- ginado por los primitivos astrólogos. En su Metafí-
lo, en Delfos, situado en la lade ra meridional del sica, Aristóteles, aunque enemigo de los pitagóri-
monte Parnaso y construido sobre una pro.funda cos, trató de explicar su filosofía. Según él, creían
grieta volcánica, que lo envolvía en sus humaredas que todas las cosas son números, y que «tal modifi-
sulfúricas. La gran sacerdotisa del oráculo, la Pitia, cación de los números es la justicia, tal otra el alma
estaba sentada en un trípode áureo entre los vapo- y la razón, tal otra la oportunidad y así sucesiva-
res, y cuando hablaba echaba espuma por la boca mente, pues casi to.das las demás cosas son expre-
y sus palabras. brotaban en desorden. Era la mejor sables numéricamente».
prueba de que se hallaba en trance y se había con- Cierta historia señala que el interés de Pitágo-
vertido en la médium por cuya boca hablaba Ape- ras por los números nació al descubrir la relación
lo. Lo corroboraban el tono alterado de su voz y el existente entre las cuatro notas principales de la
hecho de que al recobrar la conciencia normal no escala musical griega. Según ese relato, pasaba Pi-
recordase nada de sus palabras proféticas. Sus tágoras por la fragua de un herrero cuando vjo a
mensajes eran tan confusos y ambiguos que ha- cuatro hombres golpeando cuatro yunques de dife-
cían falta sacerdotes para interpretarlos, a menu- rentes tamaños, que producían cada una de esas
do en verso. En casos especialmente delicados, es notas sonoras. Al pesar los yunques, Pitágoras ha-
indudable que esos sacerdotes daban las respues- lló que guardaban proporción con los números 6,
tas más favorables a sus intereses. 8, 9 y 12. En consecuencia, llegó a creer que en
El oráculo délfico era caro y, a pesar de que toda la creación se observaba una interrelación nu-
empleaba a tres Pitias en las épocas de mayor acti- mérica semejante. De modo que, según Aristóteles,
vidaq, no siempre accesible a los peticionarios ca- los pitagóricos «Suponían que los elementos de los
rentes de influencia. Otro oráculo, situado en Do- números eran también los de todas las cosas, y el
dona, en la parte occidental de Grecia, y dedicado cielo entero una escala musical y un número».
a Zeus, parece haber estado más al servicio del Semejantes creencias pueden parecernos hoy
hombre común. En Dodona a los consultantes se ingenuas, pero en su época, Pitágoras, familiariza-
les proporcionaban unas tiras de plomo para que do con la magia y la astrología, las matemáticas y
escribiesen en ellas sus preguntas de modo que pu-
dieran ser contestadas con un sí o un no. Esas tiras. En este detalle de una pintura de Rafael, el griego Pitágoras
iban envueltas para ocultar la pregunta, y eran co- escribe mientras un estudiante sostiene una pizarra con el
locadas en una vasija de donde una sacerdotisa iba tetraktis, pirámide de números sagrados.
sacándolas por turno e indicando si la respuesta
del dios era afirmativa o negativa. Es una técnica
tan familiar como nos son muchas de las pregun-
tas, aunque tengan miles de años. «Lisanias pre-
gunta a Zeus si es suyo el hijo del que está preñada
Anila», dice una; y otra: «Leoncio consulta si su hijo
León sanará de su enfermedad del' pecho».
Una de las figuras más extraordinarias de la an-
tigua Grecia no era ni sacerdote ni médium, sino
un filósofo llamado Pitágoras, más famoso hoy por
el teorema que lleva su nombre y que permite cal-
cular la longitud de la hipotenusa, o lado más lar-
go, de un triángulo rectángulo. Pero Pitágoras era
también versado en saberes ocultos, y como tal
unió ciencia y magia de un modo tan notable como
intrigante aun en nuestros días. Nacido en la isla
griega de Samos en el siglo VI a. JC., se ciee que
viajó mucho, y d esde luego a Egipto y quizá a
Oriente. Establecido finalmente en Crotona, colo-
nia griega d e l sur de Italia, hacia el año 530 a. JC.,
fundó una sociedad secreta dedicada a difundir su
filosofía. Las Leyendas que rodean su existencia
afirman que poseía extraordinarios poderes: podía
h acerse invisiqle, andar sobre el agua y conjurar a
iba desplazándose a Roma, todo lo anterior, desde
los fantasmas y monstruos de los mesopotámicos
hasta las palabras mágicas egipcias y los esquemas
numéricos griegos, parecía mezclarse y cobrar nue-
va fuerza. En Roma los fantasmas constituían una
preocupación constante. A finales del siglo I de
nuestra era contaba Plinio el Joven que un filósofo
llamado Atenodoro había alquilado muy barata
una casa en la que todas las noches le molestaba
un ruido de cadenas. No tardó en presentarse un
viejo, «demacrado y mugriento, con una larga bar-
ba y el cabello erizado», que llevaba cadenas en to-
billos y muñecas. El anciano condujo a Atenodoro
hasta el patio y allí se desvaneció. A la mañana si-
guiente, Atenodoro y las autoridades por él avisa-
das cavaron en aquel lugar y descubrieron un es-
queleto, encadenado en muñecas y tobillos, al que
4ieron adecuada sepultura, con lo que no volvió a
verse al fantasma. No se trataba de un incidente
aislado, pues en la época imperial había que apaci-
guar constantemente a los muertos. Ovidio nos
cuenta lo que ocurría cuando se dejaba de celebrar
una de sus festividades. «Los habitantes de la ciu-
dad oían a sus antepasados lamentarse en el silen-
cio de la noche, y se contaban unos a otros cómo
el tropel incorpóreo de monstruosos espectros
salidos de sus tumbas corría gritando por calles y
campos.
Se creía que espíritus y fantasmas estaban en
todas partes, y no había acto cotidiano que no tu-
viese su correspondiente espíritu y nombre: Ednea
para la comida, Potina para la bebida, Pecunia para
el dinero, Cloacina para las alcantarillas y Mefitis
para los malos olores. Constantemente se veían
portentos y augurios en el aspecto del Sol, en las
descargas eléctricas de una tormenta o en el soni-
do de voces de ultratumba. Se practicaban todo
tipo de adivinaciones. Los sacerdotes llamados
Este mosaico de una mesa de Pompeya parecía mofarse de
quienes la usaban mostrándoles los símbolos fatídicos de la arúspices consultaban no sólo el hígado, sino tam-
calavera y la rueda de la fortuna. bién el bazo, los riñones, los pulmones ·y el cora-
zón. Incluso un escritor como Plutarco creía en la
adivinación, y escribía que el alma humana tiene
la música, ofreció un sistema que proporcionaba una facultad de predecir el futuro que puede ad-
orden y facultad de adivinación. Se fundaba en la quirir gran preponderancia en ciertos momentos.
créencia de que todas las cosas tienen números y Se concedía especial importancia a los sueños, en
que el número de un objeto tiene, como su nom- los que se creía ver visitas de las almas de otras per-
bre, un significado especial y mágico. Por ejemplo, sonas, vivas o muertas, a los durmientes. También
se podía determinar el número básico del nombre la astrología gozaba de gra.n predicamento en
de una persona y después utilizarlo para describir Roma, donde los magos vivían en las casas de los
su carácter y predecir su futuro. Para ello, y si- ricos y poderosos. Los astrólogos romanos afirma-
guiendo diversos sistemas, a cada letra del alfabeto ban que el cielo estaba formado por sucesivas ca-
se le asigna un número y esos números se suman. pas o esferas de cristal perfectas, cada una de las
Si el resultado es de dos dígitos (16, por ejemplo), cuales giraba en torno a la Tierra llevando en su
se suman sus cifras y esa suma (7) es el número bá- superficie al Sol, la Luna o uno de los planetas.
sico. En las diversas escalas numerológicas, el 7 tie- Más allá había otra inmensa· esfera transparente
ne diferentes valores, pero según una de ellas es el que contenía las estrellas inmóviles.
número de las personas solitarias, introvertidas y Las brujas y sus ritos formaban también parte
con un gran dominio de sí mismas, el de los intelec- de las creencias romanas. Horado describe las ma-
tuales y los místicos. En cambio, el 5 caracteriza a quinaciones de dos brujas que aprovechan la Luna
los nerviosos e hipertensos, mientras que el 2 es, nueva para ir en busca de hierbas, se dan un ban-
según ciertos sistemas, el número de las mujeres y quete de cordero negro y arrojan al fuego imáge-
también el del mal. nes en cera de sus víctimas.
A medida que el centro del mundo civilizado No es extraño que Plinio el Viejo volviese a es-

20
Jóvenes satiros y un corpulento espíritu rústico -todos utilízan una máscara y un cántaro de vino para adivinar el
ellos seguidores legendarios del dios del placer, Dionisos- incierto futuro en este detalle de un fresco de Pompeya.

cribir sobre magia, afirmando que «SU autoridad frentarse al peligro de morir envenenado y resistir
ha sido muy grande, pues es la única de las artes a los encantos de unas danzarinas. Por último, si
que ha abarcado y reunido en sí los tres temas que salía victorioso, e ra instruido en los deberes del
más atrae n a los humanos». Se refería a la medici- Celote, que era e l rango que había alcanzado. Des-
na, la religión y las artes adivinatorias. pués se le hacía una demostración de lo que podía
A un filósofo griego que vivió en Egipto en el si- ocurrir a quienes quebrantaban el juramento de
glo IV de nuestra era, cuando ya el Imperio Romano guardar secreto que prestaban los magos: «Enton-
había entrado en su descomposición y ocaso defi- ces abrían al pie del altar una trampilla de bronce
nitivos, se atribuye una de las más intrigantes his- que daba a un pozo del que llegaba ruido de cade-
torias acerca de la magia y quienes la practican. Se nas y forcejeos, seguido por los rugidos de un ani-
llamaba Yámblico, y a él debemos el relato de las mal y un grito humano de agonía, y después ... nada:
ceremonias ejecutadas para iniciar a los nuevos sólo un ;>ilencio sepulcral».
miembros de los magos, la famosa sociedad secre- ¿Tenían los magos un saber tan extraordinario
ta persa que dio nombre a ese arte. Según Yámbli- que valía la pena afrontar la tortúra y la muerte
co, cuyo relato puede ser pura invención, el inicia- con tal de poseerlo? ¿Existe realmente un saber
do debía cruzar la maciza puerta situada entre las así? Hoy, científicos e historiadores nos dirían que
patas delanteras de la esfinge y pasar después por no. Sin embargo, los creyentes pueden replicar qué
una serie de trances que ponían a prueba sus ner- el viaje del hombre por lo desconocido ha implica-
vios. Tenía que enfrentarse a un monstruoso espec- do siempre la búsqueda de poderes mágicos, y si
tro mecánico, arrastrarse por un túnel cada vez tales secretos aún no le han sido revelados al hom-
más estrecho, atravesar un estanque que parecía bre moderno, puede ser porque todavía no ha lle-
no tener fondo, colgarse de una anilla de latón, en- gado el momento de hacerlo.

21
Realidad y apariencia

Los antiguos poderes de los modernos chamanes


de lo que hoy sabemos de la magia anti- dir a un espíritu para que se instale en uno de esos
M UCHO
gua no procede de los estudios arqueológi-
cos, sino de investigaciones llevadas a cabo por los
lugares, es más fácil contener su poder, e incluso,
con un poco de suerte, el espíritu llegará a intere-
antropólogos en ciertos grupos étnicos actuales. A sarse por los asuntos de los constructores del san-
pesar de las diferencias entre las diversas culturas, tuario. Así, en las montañas de Nueva Guinea, los
la magia que hoy practican esos grupos en todo el nativos suelen construir pequeños santuarios o
mundo parece basarse en conceptos que no han «Casas de espíritus», con alimentos dentro, junto a
experimentado cambios importantes en el trans- sus pocilgas. Si ese lugar santo consigue atraer a
curso de más de veinticinco mil años. Temas tan un nakondisi (espíritu del bosque). probablemente
clásicos como el animismo, el miedo a los muertos los nakondisi acabarán por ayudar al que lo cons-
y los principios de las magias imitativa y contagio- ·truyó a guardar sus cerdos.
sa parecen ejercer sobre los hombres de algunos De los mil espíritus que pueblan el mundo de la
pueblos africanos actuales una influencia tan pro- imaginación tribal los más omnipresentes y preo-
funda como la que ejercían sobre los cazadores y cupantes son los de los muertos (que, gracias a la
recolectores de Cro-Magnon. muy extendida creencia en la reencarnación, pue-
En el fondo de tales creencias subsiste la con- den ser también espíritus de los aún no· nacidós).
vicción d.e que dentro de todas las cosas, vivas o Para muchos pueblos muerte y vida casi se confun-
inanimadas, habita un espíritu, invisible pero cons- den. Sus aldeas están pobladas de generaciones de
ciente, y con frecuencia muy poderoso. Así, cuando fantasmas, a los que creen tan preocupados por los
un indígena brasileño mata un jaguar, no ha termi- asuntos de la comunidad corno antes de morir. En
nado con la fiera; aún le falta aplacar al espíritu del realidad, la única diferencia importante que ven
animal para evitar su posible venganza. Por la mis- entre los muertos y los vivos es que los muertos
ma razón, un ashanti de Ghana no cortará un árbol son incorpóreos y, en algunas culturas, poseen
sin aplacar antes a su espíritu con ritos apropiados. mayor poder mágico. Quien duda de la inmanencia
Un método casi universal de enfrentarse con las de los muertos, dicen los congoleños, es un insen-
multitudes de espíritus invisibles consiste en le- sato: basta aplicar e l oído a la tierra para oír el lú-
vantarles altares o santuarios. Si se puede persua- gubre redoblar de sus tambores.

.,
~
• ••1
~.

En penumbra y envuelto en una sábana, un hechicero siux


(arriba) escucha, tendido en el suelo, el susurrar de los espí-
ritus que le guían.

Las pinturas faciales de este joven iniciado de los kisi libe-


rianos (arriba, izda.) leprotegen contra el mal.

Aldeanos de Mandefehufo, en Nueva Guinea (dcha.), provis-


tos de extrañas máscaras de barro, danzan la pantomima de
una batalla que al parecer ganaron sus antepasados.

Aborígenes australianos, con pinturas ceremoniales, inter-


pretan una de sus complicadas danzas rituales. ,,,
No ha de sorprender, pues, que la persona a la espontáneas de su vocac1on, su poder se deriva
que se atribuye poder para tratar con el mundo de ante todo de su aparente capacidad para comuni-
los espíritus en nombre de la comunidad consti- carse con los espíritus, generalmente por medio de
tuya un capital valioso, e incluso vital, para la so- un trance, durante el cual su cuerpo parece poseí-
ciedad en que vive. Todo grupo étnico tiene una de do por un espíritu mágicamente convocado para la
esas personas, llámese hechicero, sacerdote, ngan- ocasión.
ga, houngan o chamán, palabra usada por los tun- Parte de esos poderes tienen explicación cientí-
gusos de la Siberia oriental y adoptada por los fica. Por ejemplo, el análisis bioquímico de muchas
científicos modernos para designar a esos sacerdo- <le las hierbas utilizadas tradicionalmente por los
tes tribales. El chamán de una comunidad es su chamanes en sus curaciones ha revelado que se
mago mayor, el que hace llover, cura, adivina, pro- trata de medicamentos extremadamente eficaces.
tege y se comunica con el mundo de los espíritus. Una de esas plantas, Aloe vera, no falta en el reper-
Sin él, la comunidad estaría perdida. torio de los actuales herbolarios, que la utilizan
La mayoría de las prácticas de los chamanes para las quemaduras, mientras que los laborato-
pertenecen a uno de los géneros tradicionales de rios farmacéuticos elaboran con ella ungüentos
magia: la imitativa, como lanzar agua al aire a fin contra las quemaduras del sol.
de hacer llover, y la contagiosa, por ejemplo mal- Más difícil de medir, y en último extremo más
decir un pelo o cualquier objeto personal de un intrigante, es la relación entre mente y cuerpo, re-
enemigo para acarrearle algún mal. No hace mu- lación que los chamanes parecen haber compren-
chos años que el miedo a la magia contagiosa hizo dido siempre de modo instintivo y que la ciencia
que los partidarios del rey africano de Bu'g anda de- moderna continúa explorando. Como pueden ates-
clinasen la sugerencia de enviarle a su exilio como tiguar muchos psiquiatras, la mente tiene una ex-
homenaje una almohada rellena con el pelo de sus traña capacidad para influir en los males físicos.
barbas, ante el peligro de que el regalo cayese en En la sociedad cerrada que es el clan, en la que
manos de chamanes enemigos. casi todos comparten la creencia en el poder del
Tanto si una persona llega a ser chamán por he- chamán, tales fuerzas mentales invisibles contri-
rencia, por aprendizaje o por haber dado muestras buyen poderosamente a la eficacia de su «magia».
Realidad y apariencia

Vudú: El lado oscuro de la magia


T A sola palabra vudú evoca es.peluznantes imá- guas ininteligibles y acaban por caer al suelo. Será
L genes de muertos que andan, muñecas de la señal de que el loa ha concedido las peticiones
cera con alfileres clavados y extraños ritos de me- de sus fieles.
dianoche en la espesura de las selvas haitianas. Pero es la cara oscura del vudú la que se ha he-
Pero en el vudú hay algo más que maldad o simple cho más popular en el mundo. Y es que este siste-
magia negra. Su forma originaria fue llevada en el ma de creencias basado en el miedo tiene realmen-
siglo XVI por los esclavos africanos a Haiti, donde te aspectos tenebrosos. Ciertas sociedades secretas
entró en contacto con la religión católica de los del vudú, conocidas como sectas rojas, no son aje-
propietarios de esclavos de la entonces colonia nas a prácticas tales como el asesinato ritual, el ca-
francesa. El resultado fue que el vudú absorbió nibalismo y la magia negra. Los hechiceros llama-
muchas de las complejidades del catolicismo sin dos bokos cobran por invocar al barón Samedi
perder nunca su naturaleza esencialmente pagana. para que lance sobre los vivos maldiciones fatales
Como en tantas religiones de orientación mági- e incluso otras aún más temibles sobre los que aca-
ca, la idea esencial del vudú es que la realidad ente- ban de morir, porque éstos pueden ser convertidos
ra es una especie de fachada tras de la cual actúan en zombis, cadáveres reanimados condenados a
fuerzas espirituales mucho más importantes. Los servir para siempre a sus amos en calidad de escla-
árboles pueden ser morada de espíritus poderosos; vos inconscientes. Se dice que el difunto dictador
enfermedad y muerte no son nunca algo fortuito, haitiano Fran9ois Duvalíer, alias «papa Doc», llegó
sino castigos de origen divino o mágico, y un cruce a recurrir a esta cara oscura del vudú para mante-
de caminos es un lugar de encuentro del hombre ner el dominio sobre ciertos estratos de la socie-
con los espíritus. dad haitiana. Duvalier, a quien algunos creían
El mundo de las divinidades del vudú está pre- houngan por derecho propio, llamaba a su sinies-
sidido por Legba, mediador e ntre e l hombre y los tra policía secreta los tonton macoutes, nombre que
espíritus. Otros loa, o dioses importantes, son el se da en Haití a los magos itinerantes. Enmascara-
dios serpiente Damballah, fuente de virilidad y dos por las gafas oscuras que jamás se quitaban en
fuerza; Erzulie, diosa del amor, los celos y la ven- público, sus rostros tenían realmente el anonimato
ganza, y Guede, quien, junto con ayudantes tan si- de las calaveras.
niestros como el famoso barón Samedi, preside los Aunque las creencias y prácticas mágicas del
misterios de la muerte y la magia negra. Por debajo vudú se hallan sobre todo concentradas en la isla
de esos dioses hay divinidades menores, a veces de Haití, se difundieron también en Estados Uni-
llamadas petro, y más abajo aún incontables espíri- dos a través del comercio de esclavos, consiguien-
tus, entre ellos muchos que antes fueron humanos. do su primero y más poderoso centro en Luisiana
En el complicado ritual del vudú, los fieles invo- e n el siglo XVIII. A mediados del XIX, la influencia
can a esos loa y espíritus, esperando llegar a estar del vudú era allí tan grande como para permitir a
poseídos por uno que les traiga buena suerte, los.li- una supuesta mambo, Marie Laveau, convertirse
bre de una enfermedad, apacigü~ el alma de un en auténtica celebridad local, con el beneplácito
muerto, los preserve del mal, consagre a un sacer- de blancos y negros. Desde Luisiana, Georgia y Ca-
dote o preste algún otro servicio mágico. rolina del Sur, el vudú se extendió hacia el norte, a
La típica ceremonia vudú tiene lugar un sábado los guetos y barrios humildes de las grandes ciuda-
por la noche en un houmfor, templo de la selva hai- des industriales. Todavía en 1978, Hugh J. B. Cassi-
tiana. El houmfor suele estar compuesto por un pe- dy, antiguo jefe de policía del distrito 77 de Nueva
queño edificio en el que se guardan reliquias sagra- York, calculaba que en Brooklyn, en la zona Bed-
das, una dependencia rodeada de celosías y un pa- ford-Stuyvesant, había 30 houmfor secretos y ejer-
tio o claro en la espesura donde se reúnen los fie- cían no menos de cien houngan y mambos.
les. Un sumo sacerdote llamado houngan (o mam- ¿Tiene efectos reales la magia del vudú? Al me-
bo, si e.s mujer) inicia las ceremonias en el exterior nos en un sentido hay que reconocer que sí. En su
con oraciones, conjuros y libaciones propiciatorias. conocido estudio Voodoo Death, el fisiólogo de
Dibuja en el suelo símbolos mágicos, los llamados Harvard Walter B. Cannon describía' el proceso
veves, especiales para el loa al que quiere convocar por el que un creyente en el vudú puede, si se cree
esa noche. Los fieles empiezan a cantar y bailar y a víctima de una maldición, hacerse a sí mismo mo-
medida que crece su frenesí se ofrecen sacrificios a rir de miedo. El shock autoinducido, que paraliza la
los dioses, generalmente pollos o cabritos. Llegará circulación y determina que los órganos vitales de-
un momento en que, si todo ha ido bien, los cuer- jen de funcionar, faltos de oxígeno, puede ser pro-
pos de a lgunos de los fieles se verán poseídos por vocado simplemente, según el doctor Cannon, por
el loa. Estos posesos se retuercen sin poder domi- el «funesto poder de la imaginación obrando a tra-
narse, hablan con voces extrañas y a veces en len- vés de un terror desenfrenado».
Adeptos del vudú como este joven haitiano lo practican
para conseguir que sus almas sean poseídas por un loa o es-
píritu benévolo, y no caigan bajo el poder de algún malva-
do hechicero.

Esenciales en las ceremonias del vudú (dcha.) son el agua,


verdadero imán para los espíritus, y una maraca mágica,
adornada con cuentas, con la que el sacerdote puede domi-
nar las fuerzas primi(ivas.
Al pasar sus brazos por las llamas sin quemarse -aspecto
importante del rito de iniciación del vudú- , una danzarina
demuestra estar protegida por un loa favor4ble.

.
f
1
!
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r

El hombre primitivo creó impresionantes


estntcturas de tierra y piedra para honrar
a sus muertos y explorar los cielos.

SANTIJARIOS
DE TIERRA

os hablan de mitos y leyendas, también indicios de que esos impo-


N de una época anterior a la his-
toria escrita, cuando el hombre trata-
nentes santuarios servían para fines
más extraños, idea que ha fascinado a
ba de llegar a lo desconocido y emi- los observadores durante siglos.
nente a través de lo tosco y familiar. Los investigadores modernos, al
Se encuentran en todos los lugares de haber datado con mayor precisión la
la Tierra, como antiguos productos de mayoría de esas obras, han formulado
culturas dispares. Su grandeza adopta también nuevas teorías acerca de sus
formas magníficamente variadas, repi- orígenes, sus posibles fines y sus crea-
tiendo y reinterpretando la geometría dores. Estudios llevados a cabo en
de la propia naturaleza. Son los im- nuestro siglo han demostrado con ra-
presionantes pilares de Stonehenge, zonable convicción que muchos de los
dispuestos en un gran círculo sobre el grandes anillos de piedra de las islas
llano de Salisbury; el «regimiento de pida Esta efigie de Antioco !, escul- Británicas, de los que Stonehenge es
hace dos mil años, se ha-
piedras» que se diría congelado en su lla en Turquía. sólo el más famoso, fueron, entre
marcha neolítica a través de Bretaña; otras cosas, primitivos observatorios
los grandes montículos de tierra que astronómicos. Afirmaciones semejan-
surgen del suelo como pirámides egipcias en el va- tes se han expuesto a propósito de los alineamien-
lle del Mississippi o las grandes líneas de Nazca, tos en cuadrícula, formados por unas tres mil pie-
que se extienden sin interrupción a través de kiló- dras, de Carnac (Francia), y de las ruedas mágicas
metros de desierto y terrenos abruptos en el sur de los indígenas de Norteamérica. Las observacio-
del Perú. nes aéreas de inmensas obras pictográficas de ese
¿Qué antiguos pueblos construyeron esos «San- tipo -observaciones imposibles antes de este si-
tuarios de tierra» y con qué fin? ¿Esperaban tras- glo- suscitan todavía otra preocupante cuestión.
cender con sus empresas la corta vida concedida al ¿para quién creó el hombre primitivo esas extraor-
hombre prehistórico o acaso ordenar el mundo dinarias imágenes de tierra y piedras, sólo visibles
que veían en torno suyo? Muchas de esas compli- en su totalidad desde el cielo?
cadas obras de tierra parecen haber servido como Entre las múltiples construcciones de esa espe-
centros de enterramiento y ceremonia, cuyas es- cie, las estructuras megalíticas, las más familiares y
tructuras fueron modificadas por generaciones su- hasta hoy las mejor estudiadas, son probablemente
cesivas de acuerdo con sus necesidades. Pero hay también las más antiguas. Se encuentran megali-
tos, palabra que procede del griego y significa
«grandes piedras», en Japón, Ja India y Cerdeña.
La alineación de algunas de sus grandes piedras con la sali- Pero su mayor concentración -unas 50.000 cons-
da del Sol en el solsticio de verano indica uno de los posibles trucciones independientes- se halla en una ancha
usos de Stonehenge, construido por agricultores neollticos franja que se extiende desde Escandinavia hasta
hace más de cuatro mil años. Italia pasando por las islas Británicas. Algunos de

27
Dibujos geométricos (dcha.) muy parecidos a los del neolíti-
co británico cubren las paredes de este pasadizo de un tú-
mulo sepulcral prehistórico en una isla bretona.

Formados en hileras que se extienden a lo largo de 800 me-


tros entre los restos de dos círculos de piedras, los 3.000
menhires de Carnac (abajo) disminuyen gradualmente de
altura, desde 6 m hasta 60 cm

estos megalitos datan de unos cinco mil años antes


del nacimiento de Cristo y más de dos mil antes de
la construcción de la Gran Pirámide de Giza. Sin
embargo, fueron proyectados y erigidos por hom-
bres del neolítico, en apariencia simples agriculto-
res que construían y araban sin conocer la rueda y
cuya vida era tan corta -menos de treinta y seis
años para los hombres y treinta para las mujeres-
que ningún proyecto constructivo de envergadura
comenzado en vida de un hombre podía ser termi-
nado por su hijo o su nieto. ·
A efectos de la investigación, esos monumentos
de piedra se dividen en dos grandes categorías: los
dólmenes y los menhires o piedras enhiestas. Los
dólmenes son como casas de naipes levantadas con
grandes piedras y cubiertas a veces por montículos
de tierra. Tales cámaras primitivas varían en tama-
ño desde pequeños recintos con tres losas laterales
cubiertas por otra hasta enormes bóvedas forma-
das con gran número de piedras, como el dolmen
de Bagneux, en el oeste de Francia. Esta gran cá-
mara, de 18,5 metros de longitud y 6 de anchura,
está formada por 13 losas verticales cubiertas pur
cuatro grandes piedras, la mayor de las cuales pesa
86 toneladas, es decir, como una ballena azul de ta-
maño medio. Un almirante inglés calculó que hicie-
ron falta al menos tres mil hombres para colocarla
donde está situada.
La mayoría de los dólmenes parecen haber sido
sepulturas colectivas, al igual que los túmulos que
salpican el campo británico sirvieron un día como
cementerios tribales o familiares para el pueblo de
Windmill Hill, antiguo grupo neolítico. Hasta 300
cuerpos han llegado a encontrarse amontonados
caóticamente dentro de un solo dolmen, lo que pa-
rece indicar que la tumba era abierta a intervalos
para recibir nuevos cadáveres.
Sin embargo, no todos los dólmenes contienen
x:estos humanos, y algunos especialistas sospechan
que ciertas cámaras eran utilizadas como templos
funerarios más que como sepulturas. El hallazgo
de dólmenes-tumba en desorden y el descubri-
miento de cráneos rotos en cierto número de ellos
ha suscitado truculentas especulaciones sobre sa-
crificios humanos y canibalismo. No obstante, hay
explicaciones más sencillas, pues el hombre pre-
histórico creía probablemente que el espíritu del
cuerpo habitaba en la cabeza, por lo que cualquier
forma de ruptura ceremonial del cráneo puede ha-
ber sido respetuosa y destinada sólo a liberar el es-
píritu del muerto.
El segundo tipo de monumento megalítico, el
r.nenhir -una sola piedra plantada verticalmen-

28
Este dolmen o cámara de pieqra de Essay es uno de los
4.000 existentés en Francia. Del estilo más típico, grandes
megalitos soportan el peso de enormes dinteles.

Los dibujos en copa y anillo que se encuentran en Gran Bre-


taña y Francia se repiten a mayor escala en este laberinto de
piedra y vegetación (abajo, izda.) existente en la isla sueca
de Gotland

te-, aparece asociado con menor frecuencia a los


enterramientos en masa, aunque probablemente
servía también como tótem del ciclo vital. A veces
los menhires aparecen aislados o muy dispersos,
como el Gran Menhir Brisé de Locmariaquer, en
Francia. Este impresionante bloque de 340 tonela-
das tenía una altura de 18 metros cuando estaba
intacto. Es más frecuente que los menhires se ha-
llen agrupados en círculos o anillos, los llamados
henges, como en Stonehenge o en Avebury, 29 kiló-
metros al nordeste. Las islas Británicas contienen
más de novecientos de esos círculos de piedra, to-
dos de dimensiones diferentes.
El misterio de esos anillos ha exacerbado la
imaginación humana durante siglos. En la Edad
Media, cuando ésas piedras debían de resultar más
imponentes al sobresalir más del terreno, se las
consideró dotadas de poderes malignos y benéfi-
cos, estos últimos curativos y fecundantes. Se dice
que las brujas celebraban sus aquelarres en torno
a ellas. Jóvenes doncellas en busca de fecundidad
se deslizaban desnudas por esas piedras, que en
Bretaña untaban de miel o aceite pára suavizarlas.
En una violenta reacción contra la profusión de
tales costumbres paganas, las autoridades cristia-
nas trataron de desmitificar los menhires. Los
arrancaron para incorporarlos a la piedra de sus
iglesias, y en ciertos casos los círculos de tierra y
piedras fueron ocupados por monumentos y vi-
viendas cristianos. También, en una curiosa aplica-
ción de los hábitos inquisitoriales, la Iglesia fomen-
tó la flagelación y mutilación rituales de los menhi-
res. En el siglo XVIII tuvieron lugar en Avebury ce-
remonias de destrucción presididas por un granje-
ro llamado Robinson y al que llamaban Matapie-
dras. Tan extravagantes peregrinaciones fueron
presenciadas por el doctor William Stukeley, cléri-
go e historiador aficionad0 que las calificó de «Vi-
sión tan terrible como la de un auto de fe español».
No obstante, fue el doctor Stukeley quien popu-
larizó el mito más persistente que rodea a los men-
hires. «Los círculos de piedra -escribía- fueron
erigidos como templos por los druidas, los sumos
sacerdotes de los pueblos celtas que vivieron en
las islas Británicas y la Europa occidental siglos
antes de Cristo.» Otra teoría duradera acerca de
los megalitos fue la propuesta más reciente.mente
por Alfred Watkins, un acaudalado cervecero in-
glés, entusiasta arqueólogo aficionado. En el vera-
no de 1921, Watkins recorría a caballo su Hereford-
shire natal cuando le asaltó una intuición. Como ha
escrito uno de sus discípulos, «la barrera del tiem-
po se fundió y Watkins vio, extendida por todo el

29
centró en Stonehenge, y, a partir de 1950, una déca-
da de excavaciones -las primeras a gran escala en
el lugar-, demostraron que el monumento había
sido construido en el transcurso de más de mil
años y en tres fases diferentes, cada una de las cua-
les supuso un esfuerzo extraordinario.
Tras la excavación de Stonehenge, los avances
en las técnicas de datación por radiocarbono facili-
taron un descubrimiento aún más sorprendente:
esas construcciones se habían iniciado hacia el año
2700 a. JC. Revisiones semejantes dataron los me-
galitos europeos hasta en el año 5000 a. JC. Se llega
así a la conclusión de que los megalitos son ante-
riores a las legendarias pirámides y otros monu-
mentos mediterráneos, y que fueron los pueblos de
Europa occidental, esos primitivos agricultores
descartados por anteriores arqueólogos, quienes
los construyeron sin ayuda de consejeros egipcios
o griegos.
Además, llevaron a cabo una hazaña de ingenie-
ría aún más asombrosa en Avebury, a sólo 29 kiló-
metros al nordeste de Stonehenge. Allí se encuen-
tra el mayor círculo de piedras del mundo, que, en
palabras de John Aubrey, su descubridor durante
Las volwas de esta camara sepulcral de Ne1Vgrange (Irla11- una cacería de zorros en 1649, «Supera tanto a Sto-
da) reaparecen en muchos megalitos británicos. Dentro de nehenge como una catedral a una vulgar iglesia pa-
la tumba hay un segundo dibujo visible una vez al afio, rroquial».
cuando en él incide el sol del solsticio de invierno. Avebury mezcla túmulos y menhires en una fa-
bulosa estructura, pero su rasgo más impresionan-
te, que se aprecia mejor desde el aire, es el gran
país, una telaraña de líneas que unían los santos lu- foso en talud que la circunda, y que la convierte en
gares de la antigüedad. Túmulos, viejas piedras, un hito importante del paisaje. Dentro de ese enor-
cruceros, iglesias alzadas sobre solares precristia- me perímetro, de casi cuatrocientos metros de diá-
nos, árboles legendarios, fosos y fuentes sagradas metro, se encuentran las piedras «Supervivientes»
aparecían formando alineamientos exactos». de dos círculos más pequeños (en cualquiera de los
Watkins dio a esas rutas prehistóricas el nom- cuales cabe de sobra Stonehcnge) y la mitad sep-
bre de «antiguos caminos rectos» o leys, este últi- tentrional de un pueblo que ha ido formándOsf. ~n
mo porque la palabra ley aparece en muchos viejos los tres últimos siglos. Kilómetro y medio al sur del
topónimos. En 1925, Watkins, que contaba ya se- círculo se alza una construcción con él relacionada
tenta años, publicó su teoría en un libro, The Old y aún más enigmática, llamada Silbury Hill. Su
Straight Track, y pronto millares de entusiastas enorme tamaño (tiene más de 150 metros de diá-
hormiguearon en torno a los megalitos y vestigios metro y 40 de altura) sugiere que pudo haber sido
antiguos en busca de leys. el sepulcro de un jefe importante, función que lo
Por absurdas que algunas de estas teorías pue- relacionaría con los grandes túmulos cónicos de
den parecer hoy, no es sorprendente que fuesen los indígenas norteame ricanos, aunque las excava-
admitidas, pues las pruebas arqueológicas disponi- ciones en el túmulo inglés no han permitido hallar
bles eran escasas y la mayoría de los especialistas restos humanos.
creían que los habitantes prehistóricos de Gran Los historiadores han tenido más suerte con las
Bretaña y Europa occidental eran simples agricul- principales obras de Avebury. El lugar es rico en
tores primitivos, lo que les inducía a pensar que el vestigios arqueológicos que indican claramente su
genio necesario para levantar los megalitos tenía uso prolongado como importante centro religioso
que proceder de las más adelantadas civilizaciones y cívico. En su libro sobre Avebury, el historiador
del mundo mediterráneo. inglés Aubrey Burl se hace eco de las palabras que
En ese estado permaneció la cuestión hasta reverberan en todas las exploraciones serias de an-
bien entrado nuestro si~lo, sin grandes cambios tiguos santuarios de tierra: «Muerte y regeneración
desde la época en que Daniel Defoe, dos siglos an- son el leitmotiv de Avcbury - escribe-. El mundo
tes, escríbía de los megalitos: «Todo lo que pode- neolítico era un lugar lleno de espíritus y símbolos,
mos saber de ellos es que ahí están». Sin embargo, en el que un puchero roto deliberadamente asu-
en las últimas tres décadas los investigadores han mía una nueva existencia tan real como la que aca-
empezado a revelar los secretos de esos santuarios baba de abandonar. Era un mundo en el que los
de piedra, para asombro de teóricos aficionados y muertos eran necesarios y vida y muerte no esta-
de arqueólogos. ban separadas, sino que eran reflejo una de otra».
Gran parte de la moderna investigación se con- La construcción de Avebury abarcó un período

30
Avebury, el mayor de los grandes círculos de piedras británi- ra, quedan, junto a una aldea, restos de dos anillos del tama-
cos, antecede en quinientos años al primero de los erigidos ño del de Stonehengé. El foso circular tiene un misterioso sa-
en Stonehenge. Dentro de sus 11,5 hectáreas, delimiladas por télite: Silbury Hill (en el ángulo superior dcha. de la foto),
un foso de más de seis metros de profundidad y 21 de anchu- montículo de tierra de 40 metros de altura.

de quinientos años (unas veinte generacion_es neo- conocidos por los hoyos de Aubrey, en recuerdo
líticas), época en que la población de la región fue de John Aubrey, el inglés que los descubrió en el si-
aumentando y el lugar se convirtió en importante glo XVII. Según la teoría de Hawkins, trasladando
centro de culto religioso mientras sus habitantes señales de piedra o madera de hoyo en hoyo, los
prosperaban. El deseo de las gentes de Stonehenge antiguos astrónomos pudieron seguir el curso de la
de poseer un centro propio debió de ser imperio- Luna y predecir los eclipses.
so, pues construyeron un santuario claramente di- El libro de Hawkins molestó mucho a los ar-
ferenciado, con un costo aún mayor de tiempo y vi- queólogos. No obstante, empezaron a surgir
das. El secreto más importante que los estudios de apoyos a su tesis, aunque no a todos sus detalles.
Stonchenge nos revelan puede ayudar a explicar El astrónomo más famoso de Inglaterra, Fred Hoy-
por qué los agricultores locales pusieron tanto le, hizo sus propios cálculos sin computadora y
afán en tallar y disponer en círculos sus piedras. convino en que Stonehenge era realmente un ob-
Una de sus claves la había proporcionado en 1740 servatorio. Incluso secundó la idea de que los agu-
el doctor William Stukeley, el clérigo que populari- jeros de Aubrey permitían predecir los eclipses de
zó el mito de los druidas. Este obseryó que e l eje Luna. Los hoyos -sostenía Hoyle- representa-
de la estructura apuntaba precisamente al nordes- ban la ruta del Sol, mientras que las señales situa-
te, al lugar por donde salía el Sol el 21 de junio, das en ellos querían representar el Sol, la Luna y
solsticio de verano. el día más largo del año. Inves- ciertos puntos de la órbita lunar. «Tuvo que ser
tigadores posteriores hallaron pruebas de otros ali- obra de un auténtico Newton o Einstein -escribía
neamientos semejantes. pero fue un astrónomo Hoyle-; pero ¿por qué no?»
norteamericano nacido en Inglaterra, Gerald S. S't onehenge no fue en modo alguno el único
Hawkins, quien formuló una teoría completa del monumento investigado por los partidarios de la
significado astronómico de Stonehenge. En Stone- teoría astronómica. En los primeros años de la dé-
henge Decoded, publicado en 1965, Hawkins argüía cada de los treinta, un escocés práctico e incansa-
que prácticamente todas las piedras estaban situa- ble, Alexander Thom, profesor honorario de inge-
das de modo que proporcionaban visuales de la sa- niería en Oxford, inició un meticuloso estudio so-
lida y la puesta del Sol en fechas clave, tales como bre el terreno de los megalitos británicos, con re-
los solsticios de verano e invierno. Utilizando una sultados aún más sorprendentes. Durante cuarenta
computadora, Hawkins llegó a la conclusión de años estudió más de seiscientos círculos y alinea-
que Stonehenge era nada menos que un observato- mientos de piedras en Gran Bretaña y Europa occi-
rio prehistórico provisto de un tosco mecanismo dental, en un intento de demostrar que todos ellos
de cálculo: los 56 misteriosos hoyos, repartidos por habían sido dispuestos para facilitar el estudio del
la parte interna del talud que rodea Stonehenge y Sol, la Luna y las estrellas. Thom halló que el típico

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menhir venía a ser una especie de mira de piedra chard Atkinson, el experto en Stonehenge, que ya
que, alineada con algún accidente natural del hori- no las considera disparatadas y se ha convertido
zonte, como un pico o barranco, apuntaba a un en un entusiasta de la astroarqueología. Los mega-
acontecimiento celeste de importancia. En el des- lítos, escribe el astrónomo E. C. Krupp, «son prue-
concertante caso de las 3.000 piedras de CéM'nac, en bas mudas pero elocuentes del gran interés que
Francia, Thom descubrió alineamientos que pare- por el cielo y los astros sintieron nuestros antepa-
cían formar una especie de papel cuadriculado so- sados. Suponen el mismo tipo de compromiso que
bre el que los astrónomos prehistóricos podían ha- nos ha hecho llegar a la Luna, y a nuestras naves
ber señalado las posiciones de los cuerpos celestes, espaciales a la superficie de Marte».
aunque esta teoría es la menos compartida. Thom Las espectaculares creaciones del pueblo neolí-
postuló también el uso por los ingenieros megalíti- tico atlántico no se limitaron a piedras y túmulos.
cos de una unidad de medida de 2,75 pies (83 cm) El asombroso Caballo Blanco de Uffington, de 110
a la que llamó «yarda megalítica». La forma de los metros de longitud, galopa por la ladera de una co-
anillos de piedras -verdaderos círculos unos, lina en el oeste de Inglaterra, con sus relucientes
otros elipses- sugirió a Thom que sus constructo- contornos formados hace unos dos mil años, arran-
res conocían también una geometría rudimentaria. cando cuidadosamente la tierra vegetal para dejar
La obra de Thom, Hawkins y otros ha sentado al descubierto el terreno cretáceo subyacente. ¿y
las bases de una nueva ciencia, la astroarqueología, por qué un caballo blanco, una de las varias efigies
que explora los conocimientos astronómicos de los de su tipo que salpican el paisaje británico? ¿Es un
pue\)los antiguos. Las pruebas de ese saber resul- símbolo, un lugar sagrado o solamente una mues-
tan hoy tan evidentes que son aceptadas por un tra de arte depurado?
creciente número de especialistas, incluido Ri- La mayoría de las inquietantes preguntas ar-

Stonehenge, el más famoso de los círculos megalíticos, es Heel Stone, alinea aproximadamente el centro con la salida
producto de mil años de esfuerzos. Comenzó como una gran del Sol en el solsticio de verano. El monumento hoy existente
zanja circular y al menos tres monolitos, uno de los cuales, la sustituyó a un doble círculo de megalitos.
queológicas y filosóficas que suscitan los santua-
rios de tierra del Viejo Mundo son aplicables a los Los enigmáticos druidas
de América. Pero las diferencias que nos sorpren-
den en los túmulos americanos son su gran tamaño Los ritos secretos de los druidas, celosamente ocul-
y lo notable de sus formas. Unos eran suavemente tos a los extraños, han intrigado a los estudiosos
redondeados, otros adoptaban precisas formas de lo desconocido durante siglos. En realidad, si
geométricas -drculos, cuadrados e incluso octá- no hubiera sido por la curiosidad de sus contem-
poráneos griegos y romanos, los exóticos meneste-
gonos-, mientras que algunos eran esculpidos res de los druidas se hubieran sumido definitiva-
para representar aves, reptiles y otros animales. mente en el olvido. En el siglo I a. JC., Julio César
Los arqueólogos actuales creen que son obra de fue uno de los primeros en informar sobre los drui-
sucesivas culturas indígenas, y se inician hace unos das de blancas túnicas y sus siniestras actividades
tres mil años. La primera de ellas, la de los adena, en remotas cavernas y recónditas oquedades de ro-
tenía su centro en el sur de Ohio. Los objetos halla- bles. Aunque no lo mencionó, los druidas pudieron
dos en sus túmulos, y estos mismos, nos hablan de haber celebrado sus cultos en Stonehenge, pues ya
un pueblo cuyas costumbres religiosas, como las se había construido.
de sus homólogos europeos, estaban dominadas Como sacerdotes de los antiguos celtas, quepo-
blaban gran parte de Francia y Gran Bretaña, los
por el tema de la muerte. La segunda cultura de los druidas intervenían a menudo como árbitros y jue-
túmulos, la de los hopewell, empezó en Illinois y se ces, resolviendo disputas, emitiendo juicios e impo-
extendió rápidamente, suplantando a la de Adena niendo castigos. Además, les estaba encomendado
unos doscientos años después del nacimiento de en ocasiones honrar a los dioses mediante sacrifi-
Cristo. Los hopewell llevaron al extremo su obse- cios ~asi siempre animales, pero en ocasiones hu-
sión por la muerte. A la manera de los antiguos manos- y vigilar la misteriosa actividad de almas y
egipcios, enterraban a sus muertos en compañía de espíritus. Los celtas consideraban la cabeza huma-
tesoros' finamente labrados, generalmente de co- na sede del alma; también creían que la cabeza con-
bre y mica, y a veces de oro y plata, y, como los tinuaba viviendo después de separarse del cuerpo
y que podía ayudar a quien la poseyera. Un escritor
egipcios, también desarrollaron una gran tradición griego, Diodoro, reveló que los celtas guardaban
artística y comercial en torno a sus creencias. Dis- como trofeos cabezas en arcas de cedro y no se des-
ponían de una extensa red comercial, al parecer prendían de ellas ni por su peso en oro. Después de
con el exclusivo fin de adquirir los componentes las batallas, las cabezas de los héroes y de los pri-
de ese ajuar funerario. En sus túmulos se han en- sioneros eran clavadas en pértigas como adorno.
contrado dientes de caimán de Florida, obsidiana En todos los asentamientos celtas se han encontra-
de regiones tan occidentales como Yellowstone y do cabezas esculpidas en piedra y cabezas huma-
ornamentos hechos con cobre obtenido en los ale- nas desecadas.
daños del lago Superior. Sus túmulos funerarios Otro importante deber de los druidas era el
aplacar el espíritu de los muertos. Sobre todo, la
sirvieron probablemente como grandes centros ce- víspera del Samain, el último día de octubre, se con-
remoniales. En Newark (Ohio), los terraplenes di- sideraba momento de gran peligro porque, al debi-
bujaban un conjunto ritual compuesto por gigan- litarse el poder del Sol, los espíritus vagaban por la
tescos círculos, cuadrados y un octágono, unidos Tierra
por avenidas y que ocupan más de cuatro kilóme-

El gran caballo de Vffington, de 110 me1ros de longitud y 40 para dejar al descubierto la creta que hay debajo y se conser-
de alzada, ha sido visible en la campiña británica desde los va gracias a los habitantes del lugar, que se reúnen cada siete
tiempos de Cristo. Se dibujó raspando la tierra superficial años para limpiarlo de hierbas invasoras.

33
Ruedas como ésta de los montes Bighorn, acaso permitían cono-
Millares de piedras amontonadas componen la figura de un
águila de 36 metros de envergadura en lo alto de este mon-
tículo de Georgia, que data de hace mil quinientos anos. El mágica de Big Horn. Esta rueda, situada en la cima
propósito de su construcción sigue siendo un misterio. de un remoto pico montañoso de los montes Big-
horn de Wyoming, se halla tan distante en su es-
tructura de los túmulos sepulcrales y ceremoniales
tros cuadrados, unas tres veces el tamaño del Cen- como lo está geográficamente. Atribuida a diversos
tral Park neoyorquino. pueblos del Oeste -cuervos, cheyenes, shoshones
Una sociedad posterior. la del Mississippi, se ex- o arapajos-, la rueda es una tracería irregular de
tendió hacia el sur alrededor del 700 de nuestra era simples piedras, de unos veinticinco metros de diá-
y levantó monumentales obras de tierra que por su metro. En torno al círculo aparecen a intervalos re-
forma de pirámide truncada y los objetos ~n ellas gulares seis pequeños montones de piedras, o
encontrados sugieren una marcada influencia de cairns, y 28 «radios» pétreos se entrecruzan en su
los olmecas mexicanos. Uno de los principales cen- centro. Un estudioso de la rueda ha señalado que
tros avanzados de su cultura se hallaba en Cahokia círculos de piedra semejantes pueden verse en
(Illinois), cerca de San Luis. Cahokia, que data de otros distritos indígenas-,--y que el de Big Horn pue-
hacia el año 1000 de nuestra era, tenía centenares de haber sido una recreación simbólica y unidi-
de túmulos, el mayor de los cuales ocupaba más de mensional de las catedrales de madera de los pue-
seis hectáreas y tenía cerca de treinta metros de al- blos del Este, llevada a cabo por un grupo étnico
tura. Este enorme montículo de cima plana, en la que carecía de ese material.
que cabrían media docena de campos de fútbol, A excepción de los túmulos, apenas quedaban
probablemente sirvió como templo para ceremo- vestigios de la civilización del Mississippi cuando
nias religiosas. Hallazgos recientes hacen pensar
que los habitantes de Cahokia, como los de la Eu- "'"',.,.
ropa occidental, pudieron haber sido sagaces estu- •00--------------------~

diosos de los cielos. Los arqueólogos han descu-


bierto allí un woodhenge, círculo de 125 metros de
diámetro formado por agujeros en los que pudie-
ron hincarse postes de madera que proporciona- ~--11111-------,------------"1

ban las visuales de un observatorio. Más probable 200- -

parece que esos hoyos fuesen los cimientos de un


gran edificio público, una imponente «catedral de
madera». Se han hallado vestigios de construccio-
nes de ese tipo en diversas culturas indígenas
como la cherokee, así como entre los constructores
con piedras británicos.
Tanto la teoría del'<«:>hservatori0»-como la de la
«Catedral» han sido propuestas para explicar uno Los momumentos de tierra, aquí comparados con la torre
de los más anómalos santuarios de tierra: la rueda Eiftel, se caracterizan por su gran tamaño.

34
cer la llegada de los solsticios.
A diferencia de la mayoría de los túmulos icónicos indíge-
nas, el de la Gran $erpienle de Adams Counly, en Ohio, no
llegaron los primeros exploradores blancos en los tenía enterramientos, lo que lo convierte en un enigma para
siglos XVII y XVIII. El porqué sigue siendo un miste- los investigadores.
rio, como lo es la súbita decadencia de las dos cul-
turas anteriores, las de los adena y los hopewell.
Otras incógnitas no contestadas por los arqueó- efigies se han descubierto restos humanos escondi-
logos se refieren a obras en tierra norteamerica- dos en puntos anatómicos críticos, como el cora-
nas que no encajan claramente en esta secuencia zón, la cadera o la rodilla. Sin ninguna clave so.b re
cultural. las culturas a las que se deben esas figuras, los in-
Así ocurre con el espectacular conjunto de seis vestigadores sólo pueden formular conjeturas so-
largos túmulos de Poverty Point, en Luisiana, que bre su significado. ¿construía cada gran familia o
se cree son anteriores incluso a las primeras obras clan su propio montículo con la imagen de su tó-
de los adena en Ohio. Observaciones fotogramétri- tem? ¿Reflejaba el entierro de un miembro del clan
cas aére as permiten pensar que, antes de que la en la anatomía de la efigie su rango y hazañas, o la
parte oriental de este complejo de Luisiana fuese forma de vida .en que esperaba reencarnar?
borrada por un cambio en el curso del río Arkart- La mayor y más difícil de interpretar de esas fi-
sas, se componía de seis octágonos concéntricos. guras, el túmulo de la Gran Serpiente, en el sur de
En conjunto, los caballones de tierra pueden haber Ohio, no contiene señales de enterramientos. Este
medido más de diecisiete kilómetros de longitud, gran reptil de tierra, de unos seis metros de anchu-
con un contenido de 400.000 metros cúbicos de tie- ra y uno y medio de altura, serpentea a lo largo de
rra, 35 veces el volumen de la Gran Pirámide de casi cuatrocientos metros por una zona boscosa.
Keops. La enormidad del esfuerzo necesario ·para Sus mandíbulas abiertas .
construir los montículos de Poverty pueden com- parecen atenazar un
prenderse mejor expresado en cestos de tierra, de montículo cónico que tal
los que se calcula que fueron transportados 20 mi- vez represente un huevo
llones. Los especialistas creen que Pover~ Point o una rana. Los orígenes
fue una ciudad sagrada destinada al culto. Pero de esta extraña obra es-
¿por quiénes? ¿y cómo adquirieron-sus constructo- ~apan a los especialistas,
res el saber geométrico que les permitió traz.a_r los Y\ no . puede datarse por
octágonos con ésa precisión? no haber:se encontrado
Preguntas semejantes suscitan los bellos y mis- e d ella objetos manufac-
teriosos contornos de los túmulos figurativos que tu~~dos, aunque un tú-
han de ser contemplados desde el aire para poder- mulo sepulcral cercano,
los apreciar plenamente. Sólo en el sur de Wiscon- de forma cónica, puede
sin hay unos cincó mil de esos relieves térreos, que relacionarla con la cultu-
reproducen formas humanas y animales, Hay una ra adena. Un ministro Esta figura de·mica se rela/
pantera de 175 metros de longitud y un gran pájaro bautista de Ohio sostuvo ciona con el culto a la ser-
con 190 metros de envergadura. En muchas de las en tiempos que era Dios piente de los hopewell.__

.}5
quien había creado la Gran Serpiente para señalar trazadas las señales. Los dibujos de plantas y ani-
el lugar de la tentación de Adán y Eva. 'Un investi- males son perfectamente proporcionados, y las lí-
gador moderno asegura que no es la efigie de una neas rectas avanzan como flechas durante muchos
serpiente, sino la representación de la Osa Menor. kilómetros, salvando alturas y hondonadas con
En cualquier caso, era un monumento que se veía mayor precisión de la que permitirían las técnicas
mejor desde el cielo, y si se trata de un símbolo re- de levantamiento topográfico aéreo de Hawkins.
ligioso, como hoy sospechan muchos especialistas, Aunque los nazcas pudieron lograr esa preci-
puede haber sido a esos lejanos cielos a quienes sión oteando desde las cumbres cercanas y utili-
los antiguos constructores intentaban aplacar o zando señales de madera, se han aventurado teo-
atraerse. rías más fascinantes. Una de ellas llega a suponer
Esta inquietante característica -que muchas que fueron visitantes extraterrestres quienes inspi-
de las obras de los primitivos habitantes de la Tie- raron la idea de esos dibujos a los indígenas. Según
rra pueden ser vistas mejor desde el aire-!... es uno esta teoría, sugerida por Erich von Daniken, un po.-
de los rasgos que comparten monumentos anti- sadero suizo dedicado al estudio de la prehistoria y
guos de todo el mundo. En ninguna parte es tan autor de libros de gran éxito, esos invasores deja-
patente la importancia de la visión aérea como en ban marcas con sus naves espaciales, y fueron tales
las curiosas señales que decoran el desierto de huellas las que imitaron los nativos. Las primeras
Nazca, en la costa meridional de Perú. Esas seña- señales pudieron haber sido producidas, según
les, lineas rectas, formas geométricas y dibujos Von Daniken, por el aterrizaje de un solo vehículo
enormes, se trazaron quitando meticulosamente extraterrestre, posiblemente con sistema de col-
las pequeñas piedras oscuras para dejar al descu- chón de aire, cuyo chorro dispersó arena y piedras.
bierto franjas, eo muchos casos de sólo unos centí- La marcha del vehículo dejaría nuevas señales. Los
metros de anchura, que presentan el característico indígenas vieron esas huellas del aterrizaje y del
color blanco amarillento de la tierra. El dibujo que despegue y, por respeto a esos «dioses flamígeros»
forman el suelo desnudo y los pequeños montones de los cielos, empezaron a construir sus pistas lar-
de piedras apilados a lo largo de él pueden resultar gas y rectas y a proteger y venerar tales señales.
invisibles para quienes recorren el terreno, aun Otra teoría, debida a Bill Spohrer, explorador nor-
cuando las señales ocupan una zona de casi cin- teamericano residente en Perú, parece no menos
cuenta kilómetros de longitud y hasta dieciséis de inverosímil pero reviste particular atractivo para
anchura. Poco antes de la segunda guerra mundial, un mundo ya casi olvidado de lo poco que hace
los pilotos que sobrevolaban estas regiones deshabi- que e l hombre moderno dominó los cielos. Spoh-
tadas divisaron los dibujos y atrajeron hacia ellos rer llegó a suponer que los indígenas pudieron tra-
La atención de los especialistas. zar sus señales elevándose en globos de aire caliente.
Los arqueólogos creen que esas señales fueron Naturalmente, Spohrer sabía que el primer vue-
hechas hace unos dos mil años por los indios naz- lo en globo no tuvo lugar hasta 1709 en Lisboa,
ca, cultura preincaica que adornaba su cerámica cuando las señales de Nazca llevaban hechas unos
con dibujos parecidos. Las investigaciones de los diecisiete siglos, pero basó su teoría en varias cla-
expertos se centran en los notables dibujos hechos ves y un atrevido experimento. Una de esas claves
en el suelo, que se extienden centenares de metros era la frecuente representación en la antigua cerá-
y representan una gigantesca flor estilizada y otras
plantas, un lagarto, un cóndor, una araña y un Figuras tan maravillosamente precisas como ésta - un
mono. Se ha aducido que pueden ser símbolos as- enorme pájaro de 128 metros de envergadura- dan pábulo
trológicos o tótems de grupos indígenas emparen- a la leyenda de Nazca.
tados.
Otros especialistas, como María Reiche, mate-
mática alemana que ha estudiado las señ.ales du-
rante cuarenta afios, sospechan que esas líneas
pueden tener un significado astronómico. Muchas
de ellas parecen apuntar a la salida y la puesta del
sol en días cruciales del año, como el solsticio de
verano. Si así fuese, los centenares de pequeños
montículos de piedras que Reiche encontró cerca
de las líneas pueden haber servido corno sistema
de cómputo para marcar los días del año. No obs-
tante, cuando Gerald S. Hawkins, el astrónomo
norteamericano que calculó los alineamientos de
Stonehenge, llevó a cabo una extensa exploración
fotográfica aérea de Nazca y analizó sus resultados
en una computadora, no pudo hallar la menor
prueba de que las señales tuviesen un significado
astronómico.
Desde luego, en Nazca, tan intrigante como su
diseño y orientación es la precisión con que están

36
mica nazca de una especie de globos o cometas, ras encendidas para calentar el aire destinado a
que vuelan con sus colas al viento. Una segunda llenar grandes globos.
clave es la textura excepcionalmente fina de los te- En .1975, Spohrer y algunos colegas pusieron su
jidos nazca descubiertos en tumbas cercanas a las teoría a prueba. Construyeron un globo, el Cón-
señales. Ese tejido es incluso más ligero que el ma- dor !, utilizando sólo los materiales y técnicas que se
terial sintético utilizado en los globos modernos, y cree poseían aquellos indígenas. Después, con sus
las pruebas a que fue sometido demostraron que dos tripulantes acurrucados dentro de una barqui-
es aún más compacto que el empleado en los para- lla de junco, la tosca nave se elevó sobre el desierto
caídas. Una tercera clave sería la costumbre tan an- de Nazca.
tigua como pertinaz que existe en muchos grupos Pero aunque el notable vuelo del Cóndor I pro-
indígenas de América Central y del Sur de soltar bó que las señales podían haber sido proyectadas
pequeños globos llenos de aire caliente como colo- con ayuda de globos, sus fines continúan siendo un
fón de sus fiestas religiosas. Cuando Spohrer supo misterio. Quizá, como parecen insinuar antiguas
del relato de una legendaria batalla inca en el que leyendas, los jefes nazcas eran enviados a los cielos
se habla de heroicos vuelos de reconocimiento so- después de su muerte, y se perdían en las alturas
bre las líneas enemigas llevados a cabo por un mu- mientras el sol calentaba los globos que transpor-
chacho, su teoría pareció aún más plausible. La úl- taban sus cuerpos. De ser así, esas señales pueden
tima prueba indirecta aportada por Spohrer fue- haberles proporcionado una guía simbólica o tal
ron las piedras ennegrecidas encontradas en gran- vez un mensaje de despedida.
des formaciones circulares al extremo de muchas ¿Hay alguna relación entre las figuras de los
de las líneas nazcas. Los análisis demostraron que nazcas y las efigies norteamericanas, que tal vez
ese ennegrecimiento pudo ser debido a las hogue- apuntase a la existencia de una red invisible que
unía a los indígenas peruanos con quienes trazaron
Las intrincadas señales de Nazca ocupan más de quinientos las efigies norteamericanas y quizá incluso las eu-
kilómetros cuadrados de desierto y sólo son plenamente vi- ropeas? Muchos especialistas dirían que -, recha-
sibles desde el cielo. zando tales especulaciones por absurdas e infunda-
das. Y sin embargo no parece exagerado afirmar
que los hombres primitivos, si no comunicados
realmente, sí estaban ligados por dos impulsos tan
básicos como contradictorios: la necesidad de afe-
rrarse a la solidez y seguridad de la tierra mientras
tendían esperanzados los brazos hacia las misterio-
sas lejanías celestes.

Al sobrevolar Perú a 925 kilómetros de altura, una cámara


de la NASA captó el tenue entramado que forman las líneas
de Nazca (círculo blanco).
Grandes cabezas de piedra y misterio
El antiguo afán por crear toscos monu- dedor como abandonadas súbitamente a media fae-
m entos de piedra y tierra se expresó ·a na? ¿Y qué significado tienen los ojos de coral blan-
veces en cabezas escultóricas de peso y co y lava roja, no encontrados hasta hace poco,
tamaño colosales y no menor misterio. que debían encajarse en las órbitas de las estatuas?
En Córcega, hace unos tres mil quinientos años, los La mayoría de los especialistas creen que la isla
simples menhires o piedras erectas utilizados du- de Pascua fue habitada por polinesios que llegaron
rante mucho tiempo para marcar las tumbas fue- a ella en sus grandes canoas en el siglo XII. Según
ron gradualmente reemplazados por figuras de e l folk lore isleño, hubo dos oleadas migratorias.
guerreros claramente esculpidas. Las costas de la Primero llegaron Jos «Orejas largas», pueblo que se
isla están sembradas de unas sesenta de esas esta- deformaba los lóbulos auriculares con pesados dis-
tuas gigantes, conservadas gracias a que fueron de- cos de adorno, y que empezó a esculpir y levantar
rribadas y utilizadas para construir las fortificacio- las primeras estatuas, los moai, para honrar a sus
nes en las que han permanecido intactas durante muertos. Más tarde llegaron los «orejas cortas», a
siglos. Antes, en Guatemala, artistas prehistóricos los que convencieron para que ayudasen a trans-
esculpieron colosos de tal corpulencia que hoy se portar y tallar las esculturas. Una leyenda relata el
les conoce por los Muchachos Gordos. Además, los triunfo de la rebelión de los orejas cortas, durante
investigadores han informado recientemente que la cual los orejas largas perecieron ante la muralla
algunas partes de la anatomía de esos «mucha- de llamas procedente de un ancho foso. Pero la an-
chos» - las sienes y el ombligo- generan un débil tigüedad de los materiales quemados encontrados
campo magnético. Se cree que los escultores preol- en ese foso, tras su datación por radiocarbono, se
mecas descubrieron por a lgún motivo que ciertas fija en 1680, casi un s iglo antes de que las estatuas
piedras contenían zonas magnéticas naturales, gigantes fuesen volcadas.
aprovechando lo cual tallaron al menos una doce- Thor Heyerdahl, el antropólogo y aventurero
na de figuras de modo que el ombligo o las sienes noruego que organizó una expedición arqueológica
(tal vez como centros de fuerza o energía vitales) a la isla de Pascua durante la década de los cin-
estuviesen compuestos de esa roca magnética. Y lo cuenta, mantiene sus propias y polémicas ideas so-
hicieron así por lo menos dos mil años antes de las bre los constructores de estatuas y el destino de
primeras noticias de experimentos chinos sobre sus creaciones. S~gún é l, los primeros pobladores,
magnetismo. los orejas largas, no procedían de Polinesia, sino de
Pero ni en tamaño y número ni en el imponente Perú, y llegaron en fecha tan temprana como el
aspecto de su car-a y torso pueden compararse nin- año 300 de nuestra era. Como prueba exhibe e l pa-
guno de estos colosos con los gigantes de piedra recido de los colosos de la is la de Pascua con anti-
esparcidos por las praderas y volcanes de la isla de guas estatuas encontradas en Sudamérica. Una se-
Pascua. Unas seiscientas estatuas, desde un metro gunda clave es la abundancia en la isla de ideogra-
escaso de altura hasta más de veinte, dominan esta mas tallados en madera, todavía sin descifrar, ins-
avanzada oriental de las islas polinesias, de 1J6 ki- critos en tablillas de madera dura a las que los isle-
lómetros cuadrados, hoy dependencia de Chile, del . ños llaman rongo-rongo. Heyerdahl señala que, a
que dista 3.700 kilómetros. diferencia de los peruanos, los pueblos de la anti-
Cuando en 1722 los primeros europeos -ho- gua Polinesia carecían de ese lenguaje escrito. Pero
landeses- pasaron en la isla un Domingo de Pas- el argumento más contundente de Heyerdahl en
cua, aproximadamente la mitad de las extrañas es- favor del origen peruano es el derivado de su tesis
tatuas, a las que los nativos llaman moai, estaban -demostrada con el famoso viaje en su balsa Kon-
plantadas en las laderas volcánicas, mirando al cie- Tiki en 1947- de que Polinesia fue originalmente
lo o a alta mar. La mayor parte de las restantes mi- poblada por indígenas procedentes de Sudaméri-
raban hacia el interior, colocadas sobre platafor- ca, y no por asiáticos venidos del este.
mas de piedra y rematadas por rodetes de piedra Cualquiera que fuese el origen de los construc-
roja en forma de pukao, el peinado predilecto de tores de los moai, la tarea debió de exigir el trabajo
los nativos. Pero cincuenta y dos años más tarde, coordinado de toda la población de la isla. Un ex-
cuando arribó a la isla el navegante inglés James perimento llevado a cabo por Heyerdahl demostró
Cook, las estatuas que miraban hacia el interior ha- que hacían falta 180 hombres para mover una sola
bían sido derribadas de sus pedestales, posible- de las estatuas. ¿cuál pudo ser el móvil de seme-
mente como resultado de una enconada guerra ci- jante esfuerzo? Los modernos psicólogos han suge-
vil entre los habitantes de esta isla volcánica. rido un motivo que podría explicar la creación de
El carácter de este conflicto es uno de los mu- los moais. La isla de Pascua -dicen- era tan ári-
chos en~gmas que rodean a las estatuas. ¿Por qué, da que apenas había animales que cazar y tan re-
por ejemplo, unos ochenta de los moai permane- mota que no existían pueblos vecinos a los que
cen sin terminar en el cráter de roca volcánica gris combatir. De modo que canalizaron sus esfuerzos
amarillenta del que estaban siendo cortados, con hacia una empresa cuyas connotaciones mágico-
las herramientas de sus escultores esparcidas aire- religiosas resultan más que evidentes.

38
Los famosos colosos de pie-
dra volcánica de la isla de
Pascua (arriba) vigilan des·
de lo alto de una enorme
plataforma sepulcral.

El dios de abajo, viejo y des-


dentado, se halla entre las
ruinas de Copán (Hondu-
ras), importante centro reli-
gioso y astronómico maya.

Una de las gigantescas cabe-


zas o/mecas de La Venta
(México), tallada en basalto.
Pesa 18 toneladas.

Figura de guerrero (abajo)


de San Agustín, en Colom-
bia, tocado con la imagen de
un dios protector.

Agricultores de Córcega es-


culpieron hace tres mil años
esta figura de un victorioso
guerrero enemigo, de más
de dos metros de altura.

El coloso preincaico de arri-


ba, a la derecha, es uno de
los muchos de hasta siete
metros que se alzan en Tia-
huanaco (Bolivia).

Uno de los Muchachos Gor-


dos de Guatemala (dcha.), de
cuatro mil años de antigüe-
dad y 1,80 m, contenía mag-
netita en sienes y ombligo.

39
Realidad y apariencia

Presencias enigmáticas,
D ostiene
grandes cajas, cada una de las cuales con-
un esqueleto completamente revestido
tiempo, Raimondo di Sangro fue gran maestre de la
Gran Logia Masónica de Nápoles, que abandonó
con sus venas y arterias, un cráneo de cristal de ex- para dedicar todo su tiempo a sus queridos experi-
quisito acabado, algo que parece una pila eléctrica mentos de alquimia. Su primo, el caballero de
igualmente antigua y lo que pudiera ser una Aquino, que acompañó a Cagliostro de regreso al
computadora de dos mil años de antigüedad susci- continente tras su estancia en Malta de 1766 a 1767
tan inquietantes cuestiones acerca de la más ele- invitado por Pinto de Fonseca, gran maestre de los
mental de las incógnitas: el poder de la mente hu- caballeros Hospitalarios, era también aficionado a
mana. Al desafiar tanto la capacidad de los moder- las «Ciencias ocultas».
nos investigadores como los conceptos históricos Más difícil de explicar o aceptar es en muchos
tradicionales, objetos tan extraños y anómalos son · aspectos la calavera de cristal de la página conti-
la prueba -a menudo controvertida- de que el gua. Poco después de su descubrimiento en Lu-
cerebro humano ha sido desde tiempos remotos baantun (Belice) en el año 1927, la prensa empezó
capaz de logros asombrosos. a relacionarla con cierto número de muertes inex-
Examinemos primero las dos reliquias huma- plicables.
nas, halladas en un angosto «laboratorio» situado Para ciertos observadores científicos, la princi-
junto a la sacristía de la espléndida Capilla de San- pal incógnita del cráneo es de tipo logístico. ¿Cómo
ta María de la Piedad en Nápoles. Entre los años llegó al interior del templo maya de hace mil años
1749 y 1770, el príncipe Rai- donde fue encontrada? La cala-
mondo di Sangro encargó la vera, tallada de una sola pieza
terminación y embellecimiento de raro cristal de cuarzo (tiene
de la iglesia, construida por su 12,7 cm de altura y pesa más de
familia a fines del siglo XVI. 5 kg), según dichos observado-
Pero mientras inspirados artis- res rebasa los límites de la tec-
tas decoraban el templo con es- nología maya. Los prismas ocul-
tatuas que se prestaban a más tos en la base y las lentes puli-
de una interpretación, el prín- das a mano de los ojos se com-
cipe se ocupaba de extraños ex- binan para producir un brillo
perimentos, tanto mentales cegador.
como físicos, atormentado en- Sin embargo, los investiga-
tre su anhelo de una vida ascé- dores no han encontrado indi-
tica y su naturaleza veleidosa y cios del uso de herramientas
hasta inmoral. modernas. Ni siquiera se tuvo
Los resultados más tangi- e n cuenta la estructura cristali-
bles de su investigación apare- na del cuarzo al trabajarlo, lo
cen contenidos en dos cajas de que jamás haría un lapidario
cristal: los cuerpos de un hom- moderno. ¿Es el cráneo una su-
bre y una mujer, de los que se perchería o la prueba de que la
han retirado todas las partes tecnología maya estaba mucho
blandas, con la excepción de los más avanzada de lo que suele
vasos sanguíneos, conservados creerse? Como muchas de estas
por un procedimiento hasta la anomalías, la calavera suscita
fecha desconocido. Segúñ-Ia más preguntas de las que puede
moderna investigación, el méto- responder.
do consistió casi 6on toda certe- Otras presencias no menos
za en verter metal fundido en enigmáticas de posibles civiliza-
los vasos sanguíneos. Dos im- ciones desaparecidas son los
portantes observaciones en la presuntos vestigios de una cal-
mujer, Iqs ojos resultan todavía culadora mecánica encontrada
sorprendentemente luminosos A mediados del siglo XVIII, en plena /lus- entre los restos de un barco
y en ambos cuerpos el estóma- tración, alguna misteriosa sabiduría per- griego naufragado hace dos mil
mitió al príncipe napolitano Raimondo di años y una vasija, de barro
go y los intestinos parecen in- Sangro desafiar las leyes naturales de la
tactos, gracias al excelente esta- descomposición de los cadáveres, como -que bien pudiera ser una
do de conservación de sus va- muestra esta fotografía. iDe qué extrañas pila eléctrica seca- hallada en
sos sanguíneos. Otro interesan- fuentes -de qué lejanos horizontes- pro- las excavaciones de una ciudad
te dato es que, durante algún cedía esa «ciencia», inigualada todavía? parta de la misma época.
.

,
Este cráneo de cristal de cuarzo, de tamaño natural, forma femenina y supuestos poderes sobrena-
turales, pudo servir de oráculo divino entre los mayas de h.ace más de mil años. Aunque la investi-
gación de su superficie y estructura interna tiende a confirmar su origen antiguo, su creación supo-
ne notables conocimientos de óptica y una increíble técnica lapidaria.
Realidad y apariencia

Antiguas maravillas: computadora, brújula y batería


Un artefacto -la calculadora mecánica cuya reconstrucción vemos aba-
jo-, encontrado en los restos de un barco griego hundido hace dos mil
años, puede revolucionar las modernas ideas sobre la tecnología helénica.
Parece ahora que los antiguos griegos eran capaces de construir y manejar
complicados instrumentos de cálculo. Cuando el especialista norteamerica-
no Derek de Solla Price examinó a los rayos X fragmentos del aparato
(como el redondo y metálico de la izda., cubierro de costra), llevó a cabo
un descubrimiento emocionante: el número y relación de sus más de trein-
ta engranajes hacían probable que el aparato fuese utilizado para «Calcular
y mostrar los movimientos del Sol y la Luna y probablemenLe también de
los planetas».

HI
Este fragmento de metal dotado de magnetismo natural
-encontrado en un túmulo o/meca de hace tres mil años
en Veracruz (México)- señala en flotación 35,5º al oeste del
norte magnético. los o/mecas pudieron haberlo usado
como brújula, colocándolo sobre una esterilla en el agua o
flotando en mercurio, que obtendrían calentando el cina-
brio. Si lo utilizaban como brújula, tal vez para orientar ha-
cia el norte los templos, antecedería en mil años a las brúju-
las chinas, consideradas hasta hoy las más antiguas.

Cuando el arqueólogo alemán Wilhelm Konig exploraba


una ciudad parta de dos mil af'los en el lrak actual, descu-
brió una vasija que contenía una barra de hierro dentro de
im cilindro de cobre (véase arriba una reproducción). Su
disposición le recordó la de una pila seca, idea reforzada
por el descubrimiento de barras al parecer corroídas por un
ácido (posiblemente vinagre o vino). Conclusión de Konig:
los partos pudieron haber generado electricidad mil seis-
cientos años antes de la primera pila, producida en 1800.

El análisis del mineral del yacimiento de uranio de la dere-


cha, situado en la república africana de Gabón, mostró una
anomalía tan extraordinaria como espontánea_· una reac-
ción nuclear natural. Como las muestras de mineral ofre-
cen un contenido insólitamente reducido de U-235 (el isóto-
po que se escinde durante la fisión nuclear), y abundancia
de productos de fisión, parece que hace dos mil millones de
años, cuando el uranio rico en U-235 se hallaba mucho más
concentrado, se reunió el su{iciente para desencadenar una
reacción en cadena. Ríos prehistóricos puaieron acumular
el uranio y mantenerlo húmedo para prolongar durante
años la fisión.
En sus Diálogos, Platón anunció la que
iba a ser perenne aventura del paraíso perdido
y fuente inagQtable para la fantasía.

LA ATLÁNTIDA

todos los misterios que rutilan Martin, autoridad francesa en el estu-


D E
como estrellas en la lobreguez dio de Platón, se burlaba el siglo pasa-
do de esos sabios que «Se hacen a la
de lo desconocido, más allá del alcan-
ce de cualquier demostración científi- vela en busca de la Atlántida con un
ca, pocos pueden competir en fascina- cargamento más o menos grande de
ción con las tierras pe.rdidas y las civi- erudición, pero sin otra brújula que su
lizaciones desaparecidas, especial- imaginación y su capricho». No obs-
mente aquellas que, según se dice, se tante, la creencia en tierras desapare-
hundieron en los abismos del mar. To- cidas bajo el mar es demasiado anti-
davía hoy se especula sobre la existen- gua y extendida para atribuirla tan
cia de fabulosas ciudades sumergidas sólo a la insensatez de un puñado de
a lo largo de las costas inglesas o en pedantes equivocados. Porque tales
aguas de Bretaña, y la historia de la Al filósofo griego Platón se de- creencias son y han sido siempre par-
ben los primeros relatos escri-
Atlántida, campeona indiscutida del tos sobre la Atlántida. te esencial de la existencia humana, y
misterio de los mundos sumergidos, aunque parezcan más hijas de la emo-
resulta más incitante que nunca. La ción y del deseo que de Ja realidad y
crónica de la Atlántida, narrada por los descubrimientos tangibles, han
primera vez por el filósofo griego Platón, tiene ya servido a lo largo de los siglos para acrecentar el
más de dos mil años. Sin embargo, a cada paso vie- tesoro, tan rico como revelador, de la invención y
nen a sumarse nuevos libros a los más de dos mil Ja investigación humanas.
ya impresos sobre el tema, y equipos de arqueólo- La mitología celta abunda en historias de tie-
gos pretenden haber descubierto pruebas de su rras hundidas. Según u na de esas tradiciones, la es-
existencia a ambos lados del Atlántico y en el Me- trecha faja del océano Atlántico que separa la costa
diterráneo. inglesa de Cornualles y las islas Scilly fue un día el
¿Qué influencia especial ejercen tales leyendas reino del Lyonnais o _Lioncsado, patria de Tristán
sobre la imaginación humana? ¿Por qué son tantos de Leonís, y estaba cubierta de prósperas ciudades
los que siguen empeñados en creer en la realidad y hermosas iglesias. El relato afirma que en algún
de esos mundos sumergidos, impávidos ante la fal- momento del siglo V el océano invadió repentina-
ta de pruebas e incluso ante pruebas muy persuasi- mente esas tierras y sólo un hombre, llamado Tre-
vas en contrario? Los escépticos se apresuran a ha- vilian, logró salvarse y pudo contar lo sucedido. El
blar de la capacidad que incluso los hombres más escudo de armas de sus descendientes ostenta to-
cultos tiehen para creer en lo absurdo. Así, Henri davía la efigie del caba llo blanco en el que según se
dice escapó Trevilian de la catástrofe.
Historias semejantes se cuentan de reinos su-
Fuerzas volcánicas como las que vemos a la izquierda pu- m ergidos frente a la costa de Gales y de la desapa-
dieron destruir la isla·de la Atlántida, ·sede legendaria de un recida ciudad francesa de Ys, frente a Bretaña.
imperio más antiguo, rico y poderoso que ninguno. Aunque es muy improbable que ninguno de esos

45
lugares, si existieron, hubiera podido ser inundado cernie nte a Lemuria al Libro de Dzyan, obra que so-
repentinamente, sí es remotamente posible que la brevivió a la destrucción de la Atlántida. Según esa
vieja tradición se refiera a tierras que fueron que- señora, los habitantes de Lemuria, grandes criatu-
dando poco a poco bajo el nivel del mar en e l cur- ras rojas, ovíparas y con cuatro brazos, tres ojos,
so de los siglos. En cualquier caso, nunca se han ningún intelecto y facultades psíquicas bien desa-
descubierto pruebas claras de su existencia. rrolladas, fueron los antepasados tanto de los
De la de Atland, isla-reino prehistórica supues- atlantes como de las razas humanas. Otro ocultista,
tamente hundida en el mar del Norte, no hay si- James Churchward, pretendía haber tenido noti-
quiera tal tradición, y mucho menos pruebas ar- cias de Lcmuria o, como él la llamaba, Mu por
queológicas. La única fuente de la historia de unas supuestas «tablillas de Naacal» encontradas
Atland es un manuscrito en frisón - antigua lengua en un monasterio de la India.
germánica- , que se dice descubierto e n Holanda Esas especulaciones, algunas bien intenciona-
en 1871. El manuscrito habla de una sociedad alta- das, otras descabelladas, llegaron a mezclarse de
mente civilizada que vivía en una gran masa de tie- modo incidental, y la gente empezó a dar el nom-
rra semicircular situada al noroeste de las islas bri- bre de Lemuria a un supuesto continente perdido
tánicas. Según ese texto, una catástrofe cósmica no en el Pacífico. Un atlantólogo de principios de si-
explicada destruyó totalmente Atland en e l año glo, Lewis Spence, utilizó tales argumentos para
2193 a. JC. defender la existencia de varias masas de tierra en
Pocos son los que han oído hablar de Atland, y el Pacífico. Spence pretendía incluso que Qwetzal-
aún menos los que creen en e lla. Pero con poca cóatl, e l legendario dios civilizador de Mesoaméri-
más información objetiva ca, tenía todo el aire de
en que basarse, sí parece un sacerdote budista lle-
que hay muchos que si- gado al Nuevo Mundo
guen creyendo en la rea- para hacer proselitismo
lidad de dos fabulosas is- entre los indígenas que lo
las desaparecidas, Lemu- habitaban.
ria y Mu. Los orígenes de La mayoría de las his-
estas tierras quiméricas torias sobre Lemuria y
residen en la embrollada Mu apenas necesitan re-
confluencia de varias lí- futación. Son, cuando
neas de pensamiento. Al- más, reliquias· mutiladas
gunos partidarios deci- de teorías que cuentan ya
monónicos de las teorías más de cíen años. Pero la
de Charles Darwin pensa- Atlá ntida es otra cosa.
ron que a causa de las se- Sus an tecedentes, su his-
mejanzas en los hallazgos toria y la profusión de
fósiles de Africa y Brasil emplazamientos que se
tuvo que haber lazos te- le han atribuido en el
rrestres entre ambas tie- curso de los siglos impre-
rras. Ciertos biólogos y sionan e intrigan. Si la
paleontólogos de la mis- Atlá ntida sigue, y proba-
ma época explicaron esas blemente seguirá, siendo
semejanzas como conse- más fruto de la imagina-
cuencia de «puentes de ción que algo tangible, a l
tierra» que se hundieron Este mapa medieval consigue algo que envidiarían los menos es lo mejor en su
sin dejar rastro. Uno de atlantólogos~ situar el Paraíso -el Jardín del Edén- especie: un impresionan-
esos eslabones, un su- que vemos en lo alto def mundo. te imperio fantasma al
puesto tercer continente que tan pronto se sitúa
desaparecido en el océano Indico, recibió el nom- en Mongolia como en Brasil, Groenlandia o Ce ilá n.
bre de Lemuria, por los lémures, pequeños mamí- Porque, a pesar de las pruebas que insinúan que la
feros peludos comunes en Madagascar, pero que se Atlántida es poco más que un sueño, su historia se
creía abundaban también tanto en Africa como en sustenta en una innegable posibilidad: la de que,
Asia. Ernst HaeckeJ, botánico-zoólogo alemán, como Troya y Jas ruinas minoicas de Creta, puede
aprovechó la idea de una Lemuria en el océano In- aparecer cualquier d ía.
dico no sólo para explicar la propagación de plan- ¿cuáles son, según lo que hoy sabemos, los da-
tas y animales, sino también para situar allí e l pa- tos reales sobre la Atlántida? No deja de ser impre-
raíso, la «primitiva morada del hombre». sionante que la primera mención conocida del con-
Las tierras perdidas han sido también blanco tinente perdido aparezca en una de las obras cum-
del oportunismo de los teóricos de las ciencias bre de la filosofía occidental: los Diálogos de Pla-
ocultas y los que presumen de un saber especial. tón. La historia se narra en dos de los últimos diá-
Por ejemplo, se supone que Helena Blavatsky, la logos, compuestos en torno al año 350 a. JC. El pri-
pintoresca fundadora de la Teosofía, debía su sa- mero, el Timeo, es la minuta de una conversación
ber sobre la creación, la evolución y todo lo con- que se supone tuvo lugar en Atenas en 421 a. JC.

46
entre el filósofo Sócrates y tres de sus discípulos. 1.200 naves, algunas de sus ceremonias y los es-
En el curso de la discusión, uno de éstos, Critias, plendores de su arquitectura. Pero estos detalles
relata a los otros una historia que a su abuelo le eran de menor cuantía. La Atlántida y su pueblo,
había contado Solón, famoso poeta, político y legis- resume, desdeñaban «cuanto no fuese la virtud y
lador ateniense. Al parecer, durante úna visita a tenían en poco la prosperidad de que disfrutaban».
Egipto, Solón conoció en la ciudad de Sais a ·un Por desgracia, ésta no duró. Por el contrario,
sacerdote que le dijo que las crónicas egipcias con- dice Critias, «Cuando e l elemento divino que había
tenían el relato de una gran guerra librada en tiem- en ellos empezó a debilitarse debido al cruce cons-
pos muy antiguos, en torno al año 9600 a. JC., entre tante con los mortales y predominó el tempera-
Atenas y «una poderosa hueste que, partiendo de mento humano, no pudieron seguir siendo dignos
un lugar lejano del océano Atlántico, avanzaba in- de su suerte, y empezaron a comportarse de modo
solente para atacar a toda Europa, y a Asia por aña- indecoroso». Llegó un momento en que Zeus, rey
didura». Los invasores, según le dijo el sacerdote, de los dioses, resolvió infligir a la Atlántida un cas-
procedían de una isla llamada Atlántida, situada tigo que calmase sus ambiciones terrenas y la hi-
más allá de las Columnas de Hércules (el estrecho ciese volver a la piedad. Para ello «reunió en su
de Gibraltar). Esa isla, mayor que Africa del Norte muy honorable residencia a todos Jos dioses, inclu-
y el Asia Menor juntas, era el centro de un podero- so al que está en el centro del mundo y puede ver
so imperio que comprendía no sólo muchas islas cuanto en él sucede, y una vez que los tuvo allí reu-
atlánticas vecinas, sino también grandes porciones nidos les dijo ... » Y aquí se interrumpe el diálogo de
del continente («Libia hasta Egipto» y «Europa Platón.
hasta Ja Toscana»). No obstante, Grecia «destacaba ¿cómo hemos de interpretar esta historia, tan
por su valor y destreza militar, y estaba a la cabeza rica en detalles y a la vez tan inverosímil? ¿fue una
de los helenos. Y cuando la defección de los demás simple invención de Platón o se trata de un relato
la obligó a resistir sola... derrotó a los invasores, fantástico urdido por Critias, Solón o el sacerdote
salvó de la esclavitud a los que aún no habían sido de Sais? ¿Por qué no hay referencias directas a la
subyugados y liberó generosamente a los demás... Atlántida en los textos históricos y mitológicos de
que habitaban dentro de las Columnas. Pero des-
pués hubo violentos terremotos y pleamares, y e n
un día y una noche de desgracia todos... aquellos Para algunos autores, el mapa de Piri Reís, de 1513, que
muestra partes de América y Africa, debió hacerse con ayuda
hombres belicosos se hundieron como un solo de una cultura adelantada, como la de la Atlántida.
cuerpo en la tierra, y la propia isla de Atlántida de-
sapareció en las profundidades del mar. Razón por
la cual el mar es en esas partes intransitable e im- ../
penetrable, pues hay en medio un banco de barro,
causado por el hundimiento de la isla».
Nada más nos dice Platón sobre la Atlántida en
el Timeo; pero en un diálogo posterior que no llegó
a terminar, titulado precisamente Critias, hace que
éste se ocupe otra vez del tema. En esta ocasión
Critias es más descriptivo y concreto. La Atlántida,
dice, era una isla de costas escarpadas, pero que
iban descendiendo hasta una amplia y fértil llanu-
ra central. Abundaban en ella toda clase de mine-
rales, así como caza (incluso elefantes), madera y
alimentos vegetales. La antigua metrópoli era una
maravilla por sus riquezas y su técnica. En el cen-
tro estaban el palacio real y un templo dedicado al
dios marino Poseidón, patrono de la Atlántida. El
templo estaba ricamente decorado con oro, plata,
marfil y un misterioso metal parecido al bronce, el
oricalco, que según Critias «relucía como el fuego».
La isla central estaba rodeada totalmente por un
canal circular de 180 metros de anchura, que tenía
en torno un círculo de tierra de 360 metros de
ancho, a su vez circundado por un canal de 360
metros, después pór otro anillo de tierra de 550
metros, y finalmente por un canal de esa misma
anchura, en el que cabían cómodamente grandes
naves. Este anillo múltiple estaba atravesado en . ¿¡
uno de sus lados por otra vía de agua que desde el
centro llegaba al mar abierto. )'
Critias describe minuciosamente la organiza-
ción administrativa de la Atlántida, su flota ele

47
la época de Platón? ¿Es posible que en realidad hu- ca de la Atlántida fueron recogidas por viajeros en
biese un estado ateniense importante en 9600 una isla remota, y que el tema había sido durante
a. JC., o que las crónicas egipcias se remontaran a mucho tiempo objeto de vivas discusiones en la
época tan remota, casi diez milenios antes del naci- academia de Alejandría, en· Egipto. Desgraciada-
miento de Cristo? ¿y por qué Aristóteles, el discí- mente, el manuscrito se ha perdido y no hay modo
pulo más eminente de Platón, despachó el tema de de corroborar las afirmaciones de Marcelo.
la Atlántida con una simple frase: «Quien la creó la Las cabalas sobre la Atlántida se debilitaron
destruyó también»? hasta desaparecer a lo largo del tumultuoso mile-
Estas y otras preguntas análogas debieron sin nio que siguió a la caída de Roma, y durante casi
duda ocurrírseles a los contemporáneos y los suce- seis siglos ninguna prueba ni idea importante vino
sores inmediatos de Platón, y sin embargo, aparte a reanimar la controversia. Sin embargo, con el co-
de Aristóteles, apenas queda huella de las conclu- mienzo de la época de las exploraciones renace el
siones a que llegaron. Porque la siguiente referen- interés por el fabuloso continente perdido. Cuando
cia a la Atlántida que ha llegado hasta nosotros españoles y portugueses s~ lanzan a surcar los
aparece trescientos años más tarde en la obra del océanos, algunos sugieren que la Atlántida pudo
geógrafo e historiador Estrabón, contemporáneo no haberse hundido bajo las olas y que las tierras
de Cristo, que dudaba de la autenticidad de la his- recién descubiertas por Cristóbal Colón son en
toria. Autores importantes de principios de la era realidad la isla soñada. Otros, adoptando una pos-
cristiana adoptan posturas encontradas sobre la tura más tradicional, se contentan con ver en las
Atlántida: Filón de Alejandría creía en ella, Plinio el Indias Occidentales, las Azores, las Canarias y otras
Viejo se muestra escéptico y Plutarco evasivo. islas atlánticas los restos de la tierra del bruñido
Pero, con sólo una excepción, ninguno cita a este oricalco y las extrañas islas circulares tragadas por
respecto otra autoridad que Platón. Esa excepción el mar según Platón.
fue un filósofo del siglo V llamado Proclo, que ha- Durante los siglos XVI, xvn, xvrn y XIX proliferó
bla de un manuscrito del historiador y geógrafo la especulación en torno a la Atlántida. Utilizando
Marcelo en el que se decía que las tradiciones acer- como fuentes la Biblia, la literatura clásica, los an-

..
~
1 _1~· .1~ ~-!~-· ....,

Bory de Saint-Vincent, naturalista y viajero francés, publicó este En este mapa de 1678, el padre Athanasius Kircher,
mapa en .1803 para ilustrar su teoría de que la Atlántida había es- fiel a Platón, situó la Atlántida en medio del Atlántico.
rado al oeste de Africa. Sostenía que los restos de aquel gran impe- Por una razón inexplicable invirtió- los polos, ponien-
rio eran las islas Canarias, Madeira y Azares. do el Norte en la parte baja del mapa.

48
tiguos mitos y algún libro de vulgarización arqueo- arqueología, la oceanografía, la filología, la geolo-
lógica, esos teóricos encontraron razones para si- gía, la historia, la mitología, la etnología, la zoolo-
tuar la Atlántida no sólo en el Atlántico, sino en gía y la botánica para convertirlas en una compleja
Suecia, el mar del Norte, el Mediterráneo e incluso secuencia de argumentos que no sólo par ecían co-
el Sahara. Los atlantólogos de hoy pueden sonreír rroborar la historia de Platón en casi todos sus ex-
ante hipótesis tan fantásticas -que tampoco en su tremos, sino que añadían muchos detalles nuevos e
época fueron tomadas muy en serio-, pero hay al incitantes.
menos alguien cuyas ideas no pueden desechar se a Según Donne lly, gran cantidad de pruebas indi-
la ligera. rectas parecían demostrar que en tiempos prehis-
Ignatius Donnelly no era científico, explorador tóricos existió en el océano Atlántico un gran im-
ni historiador profesional, sino político, un congre- perio altamente civilizado. Su centro -razonaba
sista norteamericano que había sido vicegoberna- Donnelly- era una gran isla-continente situada a
dor de Minnesota. Era también una persona inteli- occidente del estrecho de Gibraltar. Cadenas de is-
gente y de curiosidad infatigable -tenía fama de las menores y escollos, a manera de pasaderas, la
ser el miembro más instruido del Congreso- que unían tanto al Viejo como al Nuevo Mundo. Lasco-
había leído a Platón con toda seriedad. Su libro lonias del imperio se extendían por occidente has-
Atlantis: The Antediluvian World, publicado en ta Perú y el valle del Mississippi y por oriente hasta
1882, no tardó en convertirse en éxito internacio- el Mediterráneo, Egipto incluido, y llegaban por el
nal, es todavía m uy leído y sigue siendo el modelo norte a Irlanda. Sus contactos económicos y cultu-
en que se inspiran la mayoría de las teorías con- rales llegaban a l parecer hasta la India y China.
temporáneas sobre la Atlántida. Los habitantes de ese imperio - decía Donne-
Donnelly no ofrecía nuevas pruebas de la exis- lly- pertenecían a tres grupos raciales. El más ci-
tencia de la Atlántida, sino una sín tesis tan brillan- vilizado estaba compuesto por personas de esque-
te como persuasiva de las ya existentes, echando leto pequeño y piel de un moreno rojizo, parecidas
mano de informaciones al parecer sin relación en- a los indígenas mesoamericanos, bereberes o
tre sí, procedentes de campos tan diversos como la egipcios actuale~. El segundo grupo era el de los

'

. (

En los dos mil años transcurridos desde que Platón descri- res de especialistas y aficionados /"as han buscado. El mapa
bió por primera vez las maravillas de la Atlántida, centena- muestra algunos de los posibles emplazamientos.

49
Palacio Templo de Poseidon

paraíso de la Biblia, los


Campos Elíseos de Ho-
mero, la Asgard de la mi-
tología nórdica; l los
panteones de los anti-
guos dioses en lugares
tan dispersos como Gre-
cia, Escandinavia, Fenicia
y la India nQ eran en rea-
lidad sino recreaciones
míticas de los reyes y rei-
nas que un día vivieron
en la Atlántida.
Hoy sabemos que
gran parte de la informa-
ción en que se basó Don-
nelly no era exacta, aun-
que esto fuese menos cul-
pa suya que defecto del
saber científico de su
época. No obstante, sí fue
él quien exageró e inter-
Según Platón, la capital de la Atlántida era un conjunto de canales, murallas, jardines, pretó erróneamente mu-
cuarteles y un hipódromo público que ocupaban una anchura de 22,5 kilómelros y se chos de los datos que
abrían en círculos en torno al palacio real y el templo del dios marino Poseidón. poseía. Como escribía se-
tenta años más tarde el
atlantólogo L. Sprague de
Camp, «Como la formi-
hijos de Sem, posiblemente amarillos o de raza tu- dable erudición de Donnelly puede hacer que el
rania. El tercero, mayor y de piel blanca, se parecía lector medio tome al pie de la letra sus afirmacio-
a los modernos griegos, escandinavos o celtas. A nes, es necesario examinar atentamente· su obra
pesar de algunas luchas por la supremacía, los dife- para mostrar lo descuidada, tendenciosa y en ge-
rentes grupos colaboraron en la creación de una neral falta de rigor crítico que es». Más grave aún
cultura del bronce excepcionalmente perfecciona- para el razonamiento de Donnclly es el que hoy
da, y estaban ya muy adelantados en la tecnología muchos antropólogos rechacen una teoría difusio-
de la Edad del Hierro cuando los sorprendió la nista tan rotunda, arguyendo que hay pruebas de
gran catástrofe. que las culturas tienden con frecuencia a evolucio-
¿Qué pruebas condujeron a Donnelly a esas nar de modo semejante (como afirma la teoría de
conclusiones? Principalmente se basó en lo que los la convergencia), tengan o no contacto entre sí.
antropólogos llaman hoy la teoría difusionista, que Otro problema se refiere a la naturaleza de la
sostie ne que si en lugares geográficamente muy catástrofe que se supone destruyó la Atlántida.
apartados surgen culturas parecidas, el hecho no Donnelly se contentó con atribuir el fin de la Atlán-
suele ser casual, sino que se debe a contactos di- tida a una combinación de terremotos, erupciones
rectos o indirectos. Cuando Donnelly descubrió las volcánicas e inundaciones, pero los geofísicos mo-
que consideraba asombrosas semejanzas entre los dernos consideran inimaginable que una convul-
templos y pirámides de Yucatán, Egipto y Oriente sión de ese tipo pudiese destruir todo un continen-
Medio, supuso que esa arquitectura debía proce-
der de una fuente común. Del mismo modo, cuan-
tas semejanzas pudo encontrar entre aperos de la-
branza de la Edad del Bronce suizos y africanos, o
entre palabras utilizadas por los indígenas ameri-
canos y los chinos, se convirtieron en agua para su
molino difusionista. Y como no era fácil que la cul-
tura de la Edad del Bronce hubiera pasado de Eu-
ropa a las Américas salvando 3.000 millas de océa-
no vacío, Donnelly adujo dos suposiciones a cual
más fabulosas: que la Atlántida debió de estar en
medio del Atlántico para servir de puente, y que su
papel no se limitó a eso, sino que fue también la
gran fuente cultural de la Edad del Bronce. Existen muchos paralelismos entre la mítica Atlántida de
La Atlántida -señalaba Donnelly de manera Pla1ón y la cullura minoica de Cre1a. Ambas enlazaban to·
tan sugestiva como errónea- era en realidad la ros, como muestra la copa minoica de la izquierda, y adora-
síntesis de todos los mundos legendarios, el ban a Poseidón, representado en la moneda griega.

so
te, y mucho menos en cuarenta y ocho horas. Algu-
nos autores modernos han tratado de refutar esa
objeción mediante otras hipótesis sobre el carácter
de la catástrofe. Immanuel Velikovsky, por ejem-
plo, aventura en su libro Mundos en colisión que la
leyenda de la destrucción de la Atlántida puede re-
ferirse a un desastre mundial causado cuando un
cometa gigante -hoy el planeta Venus- Rasó ro-
zando la Tierra. También el físico alemán Otto
Muck reunió pruebas de que la Atlántida fue des-
truida por un g~an asteroide. Pero todas estas su-
posiciones no están probadas y han encontrado es-
caso apoyo donde tenían que encontrarlo: en la co-
munidad científica. En último extremo, por inge-
niosas y complicadas que sean Jas explicaciones,
sólo el descubrimiento incontrovbrtible, real y físi-
co de la Atlántida podrá convencer a los escépti-
cos, sean o no científicos.
El Atlántico medio, frente al estrecho de Gibral-
tar, parece ser la zona en que según Platón estaba
la Atlántida, y es por tanto donde los atlantólogos
más tradicionales suponen que puede encontrárse-
la. Como tantos antes y después, Donnelly argüía
que las Azores deben de ser las montañas que cir-
cundaban la sede de la ciudad real. Pero hasta aho-
ra ni las investigaciones arqueológicas en las Azo- La Atlántida era famosa por su flota, otra semejanza con los
rninoicos, cuyas naves, corno la trirrerne de este bajorrelieve,
viajaban regularmente a Egipto, Asia Menor y Sicilia.

El paraíso de Platón res ni las exploraciones oceanográficas del lecho


marino circundante han proporcionado la menor
Los relatos que Platón hi<.0 de la Atlántida incluían prueba de una civilización perdida o una gran isla
descripciones tan exuberantes corno esta del Critias: sumergida. En realidad, las teorías geológicas ac-
tuales hacen extremadamente improbable que
Aunque su imperio les proporcionaba grandes ren-
tas, era la propia isla la que proveía a todas sus ne- esas pruebas puedan hallarse nunca.
cesidades. En primer lugar, les brindaba todos Según la idea más en boga entre geólogos y
los productos de la industria minera, tanto s61idos oceanógrafos, América del Norte y del Sur estuvie-
como de fundición, incluido uno que hoy es sólo un ron un día unidas a Europa, Asia y Africa, y todas
nombre, el oricalco, extraído en varios lugares de la estas tierras . han ido separándose en los últimos
isla y que sólo cedía en valor al oro. Sus bosques 180 6 200 millones de años. Dicho con mayor preci-
proporcionaban cuantas maderas son útiles al car- sión, se han visto separadas por la fuerza de la gra-
pintero y el constructor, y mantenían suficientes vedad y el empuje de los materiales ígneos que vo-
animales tanto salvajes como domesticados. Inclu- mita una gigantesca grieta de la corteza terrestre. A
so abundaban los elefantes; las mayores y más vo-
races de entre las bestias encontraban alimento su- través de esta fractura en el fondo oceánico, que
ficiente, no menos que todas las demás criaturas separa los hemisferios oriental y occidental, el
de pantano, lago y río, montaña)y llanura. Además, magma fundido se ha abierto paso desde el centro
su suelo producía en raíces, taJlos, cañas y resinas candente de la tierra. La roca ya fría, empujada
exudadas por flores y frutos cuantas sustancias aro- constantemente para dejar sitio a nuevos materia-
máticas se encuentran todavía en la tierra, a las que les en fusión, ha ido extendiéndose hacia el este y
eran muy aficionados. En cuanto a frutos cultiva- el oeste y formando llanuras oceánicas. Y es el
dos, desde el seco destinado a provisión alimenti- constante y rápido desarrollo de esos bancos íg-
cia... hasta el carnoso que nos da a la vez comida, neos, junto al efecto de la gravedad, lo que ha apar-
bebida y aceite, pasando por las frutas que los ár-
boles nos regalan para nuestro placer y contento y tado cada vez más unas plataformas continentales
tan difíciles son de conservar, y que servidas como inicialmente unidas.
postre al hombre ahíto disipan su saciedad como Si tan espectacular panorama es real, como creen
por encanto; todos los producía aquella sagrada la mayoría de los científicos, en el océano Atlántico
isla, entonces acariciada por el sol, con maravillosa no hay ninguna masa de tierra hundida. Por ejem-
hermosura y abundancia inagotable. De modo que plo, las Azores se habrían formado casi con toda se-
los reyes empleaban todos esos dones de la tierra guridad, no al desaparecer un continente montaño-
para construir y embellecer sus templos, residen- so bajo las olas, sino cuando volcanes relacionados
cias, puertos, dársenas y dominios.
con la grieta centroatlántica se alzaron desde el lt:;-
cho marino. Y aun cuando otras islas volcánicas

51
cercanas a esa fractura puedan haber llegado a su- 1968 un equipo de exploradores submarinos descu-
perar el nivel del mar y vuelto después a hundirse, brió lo que parecía una construcción de 580 me-
su tamaño nunca pudo rivalizar con el de la magní- tros de longitud y forma de J, hecha de enormes
fica isla en anillos descrita por Platón. piedras rectangulares que descansan en el fondo, a
Curiosamente, la prueba que los atlantólogos media milla de Paradise Point, en Bimini Norte,
tradicionales buscaron en vano en el Atlántico me- una de las islas Bahamas.
dio puede haber aparecido a lo largo del borde oc- Aunque muchos geólogos se apresuraron a des-
cidental del Atlántico, en la plataforma continen- cartar esas piedras considerándolas.una formación
tal. Cualquiera que sea su significado -y puede no rocosa natural un tanto insólita, otros, incitados
tener nada que ver con la Atlántida-, la historia por buen número de arqueólogos y atlantólogos
de su descubrimiento es una de las más fantásticas aficionados, se mostraron no menos seguros de
en los anales de la moderna arqueología. que habían sido colocadas· allí por el hombre. En
En 1933, el popular adivino y supuesto vidente los últimos años, el investigador más tenaz de la
norteamericano Edgar Cayce hizo esta predicción zona ha sido el doctor David Zink, que se interesó
hallándose en trance: «En la parte hundida de la por el hallazgo de Bimini cuando enseñaba inglés
Atlántida o Poseidia... puede aún descubrirse parte en la Academia de las Fuerzas Aéreas estadouni-
de los templos bajo el fango acumulado por tantos denses. Desde 1974, Zink ha dirigido repetidas ex-
siglos en el mar, cerca de lo que llaman Bimini, ploraciones submarinas frente a Bimini Norte y ha
frente a la costa de Florida». Lo curioso es que en conseguido localizar algunos otros parajes. Entre
los hallazgos de que ha dado cuenta figuran una
piedra labrada y con los bordes machihembrados,
Bloques submari- un trozo de mármol muy erosionado que podría
nos de piedra que ser una cabeza esculpida, y pautas geométricas en
parecen restos de la colocación de las piedras que contienen, según
calzadas y mura- Zink, referencias astronómicas a las siete estrellas
llas han inducido a de la constelación de las Pléyades, situadas a unos
suponer que la cuatrocientos años luz de la Tierra. Según Zink, se
Atlántida yace jun- trata de piedras muy antiguas y que no existen en
to a las costás de esa zona, y aunque no pueda relacionárselas con
Bimini, pero la
mayoría de los geó- ninguna cultura conocida en países ni siquiera re-
logos y oceanógra- motamente cercanos a donde ahora están, tienen
fos creen que esos que haber sido talladas y puestas allí por la mano
bloques son forma- del hombre.
ciones naturales. Pero, aunque así fuese, üienen esas piedras
algo que ver con la Atlántida? El que hoy se en-
cuentren bajo el agua no supone necesariamente
una pasada catástrofe. El lecho marino sobre el
que descansan las misteriosas piedras no forma
parte del fondo abisal del océano Atlántico, sino de
la relativamente somera plataforma continental
norteamericana. El continuo ascenso del nivel del
mar desde la última glaciación basta para explicar
la profundidad a que se encuentran las piedras,
aunque bien pudieron hallarse en terreno seco
hace tan sólo seis mil años. Tampoco muestran las
piedras de Bimini -suponiendo que sean obra del
hombre, lo ·que ya es mucho decir- rastro de los
primores arquitectónicos que Platón atribuyó a la
Atlántida. Si de verdad son restos de una cultura
megalítica desconocida, ésta no debió parecerse en
nada al fabuloso imperio capaz de armar una flota

Las Azores (cuyo lago volcánico de Sao Miguel vemos arri-


ba) se han relacionado frecuentemente con la Atlántida. La
teoría de la deriva continental niega esa posibilidad.

A través de una enorme grieta en el fondo oceánico, la Dor-


sal Atlántica central (dcha., centro), irrumpen materiales en
fusifm que contribuyen a separar los continentes. Ningún
continente pudo desaparecer en esa zona, ya que las masas
continentales se han apartado a la vez que iba formándose
el fondo oceánico con nuevas erupciones.

52
La tectónica de placas: No hay sitio para la Atlántida
El mayor obstáculo a la posibilidad de que las ruinas ra. El resultado es que cuando la roca en fusión de la
de la Atlántida se encuentren en las profundidades astenosfera irrumpe por la grieta que separa dos pla-
del océano Atlántico procede de una complicada teo- cas, obliga a éstas y los continentes que hay sobre
ría geoñsica denominada tectónica de placas. ellas a separarse. Después, ya fría, esa lava se endure-
A pesar de lo intrincado de sus argumentos y prue- ce y pasa a formar parte de la litosfera.
bas, esta teoría, a veces llamada de la deriva continen- Pero, si la roca astcnosférica se abre paso constan-
tal, parte de una observación que cualquiera pudo ha- temente por entre las placas, ¿cómo es que éstas no
cer en los mapas escolares: la de que los bordes de los acaban por amontonarse, faltas de espacio para mo-
continentes que se enfrentan separados por el mar verse? La, respuesta es que hay también unos «sumi-
podrían encajar como las piezas de un rompecabezas. deros», las grandes fosas llamadas zonas de subduc-
Sin embargo, para los geólogos, el corolario de esta ción. La gravedad, que actúa en ellas arrastrando los
observación, la idea de que todos los continentes de- bordes de las placas hacia el interior de la Tierra, re-
bieron de estar unidos en otros tiempos, fue durante sulta así una fuerza tan importante en el movimiento
siglos tan inaceptable co·
mo incómodo, pues no
'ablan cómo expHcac un -41!/íM~~ #
í/ ,\
de los continentes como el
empuje hacia arriba de la
roca en fusión. Las zonas
desplazamiento semejante.
Cuando el meteorólogo
alemán Alfred Wegener di-
bujó en 19 15 el aspecto
que pudo tener la Tierra
1 \
;
(\. ¿
LA U
de subducción se desarro-
llan siempre que dos pla-
cas chocan con tal fuerza
que el borde de una de
ellas se sumerge bajo el de
prehistórica (derecha) con la otra, más resistente.
sus masas unidas, fue ridi- , __-_.:..__-===~ Según este n uevo con-
culizado por algunos de cepto, el océano Atlántico
sus colegas y tenido por va expandiéndose al este y
loco. Actualmente se ha al oeste de la grieta conoci-
llegado a proponer su da por Dorsal Atlántica
nombre, como padre de la Central. Esto quiere decir
teoría de la deriva conti- que la cuenca atlántica a
nental, para uno de los ambos lados de esa grieta
cráteres de la Luna. es un campo de roca en-
Hasta la década de los Los geólogos creen que los continentes pudieron empe'l.llr friada en continua expan-
sesenta no empezaron los siendo una sola masa, que el meteorólogo Alfred Wegener de- sión. Tres placas gigantes-
geólogos a encontrar pruc- 11omin6 Pangea. cas, la norteamericana, la
has que apoyasen las hipó- sudamericana y la africa-
tesis de Wegcncr. El resultado, basado en modernas na, son empujadas constantemente por la lenta ex-
técnicas topográficas y de obtención de muestras por pansión de ese campo.
sondeo, ha sido una imagen diferente y más d inámica La conclusión inevitable -tan perjudicial para los
de la corteza terrestre. Según la vieja concepción, un atlantólogos- es que en la cuenca atlántica n unca
corte de nuestro planeta nos mostraría un n úcleo sóli- pudo existir una masa de tierra del tamaño de un con-
do rodeado de plomo fundido y capas de roca en gra- tinen te, pues en toda la cuenca no hay más zona de
dos decrecientes de licuefacción, todo e llo envuelto subducción que una pequeña en el Caribe, que parece
por una corteza fina y rígida. En el concepto moder- servir para equilibrar la tensión entre las dos grandes
no, el cambio crucial consiste en que la corteza, aun- placas norte y sudamericana. Si existió una Atlántida
que compuesta de elementos rígidos, es móvil. Se de proporciones continentales, ¿se movía sobre una
cree que las partes superiores de la corteza, como los placa? Y, de ser así, ¿qué fue de ésta? Si aceptamos la
continentes y las grandes islas, cabalgan sobre blo- moderna tectónica de placas, como la gran mayoría
ques más profundos en forma de placas, que consti- de los geofísicos y oceanógrafos, la Atlántida no pudo
tuyen la llamada litosfera y flotan a su vez en un mar estar donde siempre se dijo que había estado: en el
semifundido de materia cristalina llamada astenosfe- Atlántico.
de 1.200 barcos y amenazar a las civilizaciones que
salpicaban el mundo mediterráneo.
El problema de encontrar vestigios que coinci-
dan con la descripción platónica de la Atlántida ha
inducido a los investigadores a volver una y otra
vez al Mediterráneo, cuna de la civilización clásica.
En 1909 el profesor K. T. Frost, de la Queen's Uni-
versity de Belfast, propuso la teoría de que la
leyenda de Platón podía referirse en realidad a Ja
civilización minoica que floreció en Creta hasta
aproximadamente el año 1400 a. JC. Creta, decía
Frost, fue una isla imperial que dominó el antiguo
Mediterráneo por el comercio y la fuerza de las ar-
mas . .Además, su capital, Cnosos, tenía a l parecer
cierta semejanza con la ciudad descrita por Platón,
y algunas ceremonias cretenses, en especial sus
taurobolios, se parecen a las mencionadas en el
Critias. Pero la hipótesis de Frost presenta muchas
dificu ltades, entre las que no es la menor el hecho
evidente de que Creta no se hundió en el mar a
consecuencia de una calamidad devastadora.
En 1939, el arqueólogo griego Spyridos Marina-
tos intentó salvar esta objeción proponiendo que
la gigantesca erupción volcánica que en 1470 a. JC.
destruyó parcialmente la isla egea de Thera, a uno~
cien kilómetros al norte de Creta, pudo provocar e'.
colapso de la civilización minoica. Hubo un <levas-

MAR EGEO

~ "-----....._
Cabo Coloumbos

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Menor.

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CaboAkro11n '-U-~;J.J.krotiri ( Voono

' . ~ / Bahia de
-. / Perissa

o 2 3 4 5
1 1 1 1 1
MAR MEDITERRANEO

La erupción volcánica de Santorín en 1470 a. JC. sepultó la


cólottia minoica allí establecida. Al derrumbarse el cono
volcánico se formaron acantilados y una bahía salpicada
de islas (arriba). Algunos atlantólogos han señalado que los
colores rojos y negros de esos acantilados (izda.) se corres-
ponden con los tonos de edificios descritos por Platón.
tador torrente de cenizas y después una gran erup-
ción volcánica, seguida de maremotos y terremo-
tos. La idea de Mar inatos ha recibido considerable
apoyo e n años recientes con el descubrimiento de
gran número de objetos minoicos e n los restos del
desplomado volcán de Santorín. Estos descubri-
mi entos han inducido a muchos e ruditos a defen-
der la teoría hoy más e n boga sobre la Atlántida.
- Santorín, afirman, debió de ser la propia Atlán-
tida, antigua capital del imperio minoico. Y no hay
duda de que ciertos hechos parecen encajar. La ci-
vilización minoica de Santorín estaba probable-
mente adelantada hasta el extremo de correspon-
der a la descripción platónica de Jos civilizados
atlan tes. También la forma circular que entonces
tenía la isla parece ajustarse al tamaño y aspecto
atribuidos por Platón a la antigua capital de la
Atlántida. Y, Jo que es aún más satisfactorio para
los atlantólogos, la violenta erupción de Santorín
viene a proporciona r una catástrofe verosímil
como epílogo de esa civilización.
Todo ello resu lta sin duda persuasivo. Pero ¿es
suficiente? Si creemos que Santorín era Ja Atlánti-
da, hemos de creer también que Platón se equivo-
caba palmariamente no sólo en su situación, sino
también en su tamaño y la fecha de su destrucción.
Algunos investigadores han sugerido que como
esta historia apareció por primera vez en relatos
egipcios pudo sufrir grandes transformaciones has-
ta ll egar a oídos de Platón. Otros creen que pudo
ser un error de traducción e l que multiplicó por
diez tanto las dimensiones de la Atlántida como la
fecha de su destrucción. Pero, a l ser Platón la única
autoridad conocida en la materia, parece demasia-
do oportunista dar por buenos los hechos que con- !.As casas de la isla de Thera estaban lujosamente decoradas
viene y cambiar los que no, aduciendo, por ejem- con enormes frescos, como el de estos niños luchando, qui-
plo, que cuando Platón habla de «Columnas de zá la primera representación del boxeo con guantes.
Hércu les» no se refiere al Atlántico pasado Gibral-
tar sino al mar Egeo. Además, lo poco que sabemos
sobre la historia minoica nos impide asegurar que de conexiones que relacionan los diez mil millones
la relación entre los imperios minoico y atlante sea de células de nuestro cerebro?
ta n directa como puede parecer. Algunos estudio- Nadie puede afirmarlo con certeza, pero es evi-
sos dudan de que realmente haya existido un impe- dente que el peso mismo de tantos esfuerzos y cá-
ri o minoico en el sentido moderno del término; balas como rodean a la Atlántida ha desatado' un
otros afirman que hay buenas razones para creer sinfín de especulaciones, a veces a cargo_de serios
que la civilización minoica siguió floreciendo tras profesionales. En realidad, puede ser que necesite-
la explosión de Santorín. Las investigaciones ar- mos tales historias para escapar a las preocupacio-
queológicas en curso en Thera y Creta pueden ayu- nes cotidianas. «Si bien puede haber un temor a lo
dar a resolver algunos de estos misterios. No obs- desconocido - dice la psicóloga estadounidense
tante, una de las mayores incógnitas que plantean Gertrude Williams-, la psique humana está imbui-
los testimonios apócrifos sobre la Atlántida excede da de un ansia por lo incógnito, de un deseo de ex-
a los hechos mismos y suscita cuestiones acerca de plorar cuanto se aparta de lo trillado.»
la mente y el pasado del hombre tan apasionantes Los especialistas en mitología llaman la aten-
como las nacidas de la propia leyenda. ción sobre otro punto, a l subrayar.que en la mayo-
¿Por qué la cautivadora historia de la Atlántida ría de las culturas hay leyendas que hablan de pa-
se conserva hoy con tal vigor, al cabo de dos mile- raísos terrenales. Como ha señalado el famoso mi-
nios de haber sido relatada por vez primera? ¿será tólogo Mircea Eliade, es casi universal el mito de
acaso una especie de mito perfecto, que pulsa vie- «la perfección de los orígenes», del ·paraíso terre-
jas y nuevas cuerdas tan sintonizadas con las nece- nal o edad de oro que existió cuando Dios y el
sidades humanas que resulta irresistible? ¿Refleja hombre e staban en armonía. Pero, como sugiere
acaso, en un elemental plano biológico, el ansia de Eliade, «cuando el cielo fue violentamente «se-
retorno a nuestros orígenes acuáticos, y estarían parado» de la Tierra, cuando se convirtió en algo
esas remotas influencias incorporadas a los miles tan «lejano» como hoy lo está ... la etapa paradi-

...
55
siaca concluyó· y la humanidad entró en su esta-
do actual».
Conectado con este tema aparece a menudo el
del apocalipsis. El cielo, ofendido por alguna culpa
o pecado humano, pone fin a la edad de oro con un
holocausto de fuego y agua. Epocas posteriores del
hombre pueden, por razones semejantes, acabar de
un modo parecido. ¿Significa esto, como han inferi-
do a lgunos, que la mayoría de las leyendas de mun-
dos sumergidos son versiones mitificadas de acon-
tecimientos reales ocurridos en tiempos anteriores
a la historia escrita? Casi todos los mitólogos mo-
dernos dirían que no. Los mitos, afirman, se preo-
cupan sobre todo de explicar las relaciones del
hombre con el mundo natural y sobrenatural que
le rodea. Aun cuando pueda parecer que. describen
lo que sucedió, su verdadero propósito es revelar
e l cómo y el porqué de ello. Por eso tienden a pro-
liferar en torno a ciertos temas básicos, y uno de
los que se han repetido con frecuencia sorprenden-
te es e l de los mundos sumergidos.
Ciertos especialistas aventuran que, por ejem-
plo, la idea entera de la Atlántida puede remontar-
se no a ninguna realidad histórica, sino a los mitos
de la edad de oro y el apocalipsis que florecieron
en Oriente Medio mucho antes de la época de Pla-
tón y de los que proceden algunos mitos griegos.
Platón, argumentan, se limitó a tomar esos mitos,
los combinó con las ideas filosóficas entonces de
moda e n Grecia que hablaban de ciclos alternati-
vos de auge y decadencia, y urdió para sus lectores
una fábula moral acerca de lo que puede suceder
cuando una sociedad virtuosa y próspera disgusta
a los dioses. De ser esto cieno, Platón tenía una
idea más profunda de la función del mito que mu-
La expulsión del Jardín del Edén (arriba), pintada en el
chos de sus sucesores atlantólogos.
siglo V por el artista italiano Ciovanni di Paolo, forma El verdadero elemento mítico de la historia de
parte de los mitos del paraíso perdido presentes en tantas la Atlántida, el del paraíso destruido por una catás-
culturas. trofe, sigue siendo plenamente actual. No es extra-

Los hombres han navegado hasta islas perdidas entre brumas - como esta cercana a Sudamérica-, rastreado las selvas y
ño el interés por la Atlántida en un mundo de nota-
bles logros y a la vez amenazado por el desastre
nuclear. Tampoco puede sorprendernos la popula-
ridad de otras historias de desastres, cualquiera
que sea su pretexto. Los relatos de ficción científi-
ca, de invasión por ejércitos extraterrestres, las his-
torias de guerras casi míticas e incluso la tan repe-
tida del hundimiento del lujoso e invulnerable Ti-
tanic contienen claramente lo esencial de la cróni-
ca de la Atlántida y, por implicación, del curso de
la propia vida humana.
Según otros teóricos modernos, los mitos pue-
den influir en nosotros aunque nunca los hayamos
oído. El psiquiatra y filósofo Car! G. Jung decía que
hemos nacido con ciertas ideas míticas arquetípi-
cas impresas en nuestras mentes tan seguro como
que hemos nacido con dedos en manos y pies. Ese
depósito de saber mítico heredado afín al cerebro
lo denominó Jung el «Subconsciente colectivo».
Quizá no haya modo de probar lo afirmado por
Jung, pero algunos investigadores contemporá-
neos, sobre todo en los campos de la etnología y la
lingüística, han encontrado pruebas suficientes
para insinuar que tal vez no anduviese del todo La supuesta presencia de seres extraños en la cima del
descaminado. m9nte Shasta, en California, ha dado pábulo a conjeturas
A tales especulaciones psíquicas añade la mo- tan fantásticas como la de que podrían ser lemurianos, an-
derna teoría geológica una inquietante nota a pie tiguos habitantes de un mítico continente del Pacífico.
de página. Los geólogos creen hoy que un período de
inundaciones extraordinario pudo ser la causa de
que e l Mediterráneo se llenase hace unos cinco realmente extraordinario, que desencadenó un di-
millones y medio de años, aproximadamente la luvio que duró mil años, con un estruendo cente-
época en que el hombre primitivo pugnaba por lo- nares de veces más atronador que el de las mayo-
grar la posición erguida en las llanuras africanas. res cataratas actuales.
Que tales prototipos humanos pudiesen asimilar ¿Es el mito de la Atlántida eco de tales realida-
recuerdos del acontecimiento, ni siquiera darse des o se trata de un cuento repetido a menudo
cuenta de él, parece altamente improbable, e inclu- para animar el tedio de la existencia humana? La
so ridículo. Y sin embargo, la inundación de la en- mejor respuesta es probablemente la de que refleja
tonces vacía cuenca mediterránea a finales de la ambos elementos, y como tal seguirá perdiéndose
época miocénica debió de ser un acontecimiento y resucitando una y otra vez en la mente humana.

explorado las profundidades del mar en busca de paraísos terrenales, mito casi universa/ del que la Atlántida es sólo _un ejemplo.
Realidad y apariencia

Velikovsky.~ Teorías
en colisión
vida de Yao, el Sol no se puso durante diez
E N
días completos y todo el país fue invadido...
[por una inmensa ola] que llegó al cielo...
-Cánones del emperador [chino] Yao, h. 2400 a. JC.

Al mismo tiempo que se desencadenaban inmensas


. mareas, tenía lugar en el cielo un espectáculo que a ,
quienes lo veían. horrorizados desde la Tierra debió
parecerles una gigantesca batalla.
-Immanuel Vclikovsky, Mundos en colisión, 1950.

Hasta época relativamente reciente, muchos creían


que la historia de nuestro planeta podía ser mejor
comprendida imaginándola como una serie de ca-
tástrofes a esc!lla mundial. ¿Cómo, si no, explicar el
misterio de las ciudades perdidas bajo el mar, los
rastros de cultivos en medio de los desiertos o los
huesos de animales extinguidos? Los fabricantes de
mitos prehistóricos y los refinados filósofos natura-
les del siglo xvm podían diferir en cuanto a los
agentes causantes de tales paroxismos cósmicos,
pero estaban acordes en un punto esencial: tuvo
que ocurrir algo catastrófico.
Sin embargo, a mediados del siglo pasado esas
ideas se vieron sometidas a revisión. En el siglo
XVII, sir Isaac Newton (1642-1727) había proporcio-
nado al mundo científico un modelo de mecánica
celeste tan sereno y ordenado como un mecanismo
de relojería. Por su parte, el evolucionista Charles
Darwin (1809-82) y el geólogo sir Charles Lyell
(1797-1875) hicieron algo muy parecido con la his-
toria de la Tierra. Todas las fuerzas que han actua-
do sobre nuestro planeta, decían, continúan ha-
ciéndolo, aunque de modo tan lento que resulta di-
ficil advertirlo. Las especies vivas siguen evolucio-
nando, aumentando, disminuyendo e inclµso extin-
guiénfiose. Montañas, mares y desiertos están en
constante proceso de formación y desaparición.
Por doquier hay cambio, pero uniforme y lento, no suprimir el libro antes de su publicación, y poste-
cataclismal. A mediados del siglo XX, ese unifor- riormente que su editor, Macmillan, cediese el con-
mismo se había convertido en principio científico trato a otra firma. Entretanto, para furor de los ad-
ortodoxo. versarios de Velikovsky, Mundos en colisión alcan-
Y fue entonces cuando, en 1950, con la publica- zaba un singular éxito en todo el mundo.
ción de su obra Worlds in Collision (Mundos en co- ¿Por qué reaccionaron los científicos tan violen-
lisión), Immanuel Velikovsky (1895-1979) introdu- tamente contra las ideas de un emigrante ruso de
jo la teoría catastrófica más asombrosa y sugestiva cincuenta y cinco años? Posiblemente porque, a di-
jamás propuesta: que, en contra de lo que se cree, ferencia de la mayoría de los catastrofistas recien-
el planeta Venus es una adición reciente a nuestro tes, Velikovsky estaba lejos de ser un chiflado. Con-
sistema solar y provocó por dos veces grandes cam- sumado lingüista y con una excelente formación en
bios en la Tierra. El estamento científico reaccio- derecho, medicina e historia antigua, había sido
nó, en palabras del periodista Russell Lynes, como psicoanalista en Israel y Europa antes de trasladar-
<<picado por una avispa extraterrestre». Se intentó se a Estados Unidos en 1939. Mientras preparaba
' • 1
'
/mmanuel "Velikovsky afirmaba que el paso de Venus certa
.
'~

de la Tie,rra, hace unos tres mil quinientos años, explicar:ía


fenómenos tan legendarios como la separación de las aguas
del mar Rojo. Sus muy discutidas teorías suponían que
Venus, fragmento desprendido de Júpiter, hiza estragos
en nuestro sistema planetario antes de situarse en su órbi-
ta actual.

del nacimiento de Cristo, y, tras vagar errante por


el sistema solar como un gigantesco cometa, pasó
en torno a 1500 a. JC. lo bastante cerca de la Tierra
para provocar huracanes, temblores de tierra, llu-
vias de meteoros, maremotos, la destrucción de
continentes enteros (entre ellos tal vez la Atlánti-
da) e incluso una violenta inclinación en el eje de
rotación de la Tierra. Posteriormente, hacia co-
mienzos del siglo VIII a. JC., Venus pasaría tan cerca
de Marte que debió lanzar a este planeta fuera de
su órbita y produjo con ello una serie de peligros
de colisión entre la Tierra y Marte que terminaron
en 687 a. JC. Con el tiempo, Venus se situó en una
órbita estable, aunque conserva muchos rasgos in-
sólitos - rotación anómala, alta temperatura su-
perficial y atmósfera muy densa- que, según Veli-
kovsky, atestiguan sus violentos orígenes y su ex-
traña historia.
La teoría de Velikovsky, indudablemente suges-
tiva, resulta insostenible tras las últimas explora-
ciones espaciales y los datos aportados por la ra-
dioastronomía. Si la Tierra hubiera sufrido, como
postula, un frenado en su rotación, toda la energía
cinética se hubiera conv.ertido en calor, los océaos
hubieran hervido y la vida se hubiera borrado del
planeta. Por otra parte, fas supuestas anomalías de
Venus tienen hoy otras explicaciones que no guar-
dan relación alguna con la etiología catastrofista.
Sin embargo, los recientes experimentos espacia-
les han confirmado algunas de las predicciones as-
trofísicas de Velikovsky. Los científicos han com-
probado que Venus está caliente y tiene en efecto
una rotación anómala, y el electromagnetismo está
resultando. ser un elemento tan esencial como la
gravedad en la mecánica celeste. Júpiter emite se-
ñales de radio y las piedras de la Luna son magné-
ticas. Pero otras muchas predicciones de Velikovs-
ky siguen sin confirmarse, y algunas, como la que
señalaba que los casquetes polares de Marte se
un tratado sobre los héroes de Freud le llamaron c0mponen de hidratos de carbono helados, pare-
la atención la universalidad y semejanza de las an- cen descartadas.
tiguas leyendas de catástrofes, y empezó a pregun- En las múltiples controversias en que se vio en-
tarse. como Ignatius Donnelly y otros antes que él, vuelto, Velikovsky pudo a veces defenderse con
si esas leyendas no serían reflejo de una verdad éxito contra déterminadas críticas de astrónomos
histórica. Pero, a diferencia de Donnelly, Velikovs- de renombre mundial como Carl Sagan y el desa-
ky pudo aportar a sus conjeturas un formidable parecido Donald Menzel. Pero, gracias a Velikovs-
aparato cultural y científico. ky, muchos astrónomos son casi con certeza menos
El resultado de las especulaciones de Velikovs- inflexiblemente uniformistas que antes. Com.o Ro-
ky, la teoría presentada en Mundos en colisión, y bert Jastrow, famoso director del Instituto de Estu-
desarrollada en Earth in Upheaval (Tierra en cata- dios Espaciales de la NASA, hubo de reconocer
clismo), Ages in Chaos (Edades en caos) y otras poco después de la muerte de Velikovsky, «tal vez
obras, fue sorprendente. Afirmaba que el planeta tenía el don de adivinar la verdad aunque no pu-
Venus fue desgajado de Júpiter miles de años antes diese apoyarla en pruebas convincentes».
Hombres y mujeres han temido durante siglos
el supuesto poder de las ciencias ocultas
y las sociedades secretas.

LAS ARTES MÁGICAS

magia tiene poder para experi-


L A
mentar y comprender ·cosas inac-
cesibles a la razón humana. Porque la
favor del mundo intelectual. Se la to-
lera como espectáculo, pero como sis-
magia es un gran saber secreto, como la tema de creencias se la califica de ar-
razón una gran locura pública. caica y trasnochada.
Y sin embargo hubo una época en
-Paracelso (1943-1541)
que el arte mágico y la meticulosa y a
La. magia es la ciencia tradicional de los menudo secreta indagación de sus sa-
secretos de la Naturaleza heredada de beres y sus ritos, sus adminículos y
los magos. Mediante ella el adepto que- sus principios fundamentales ocupa-
da investido de una especie de omnipo- ron la mente de grandes sabios de
tencia relativa y puede actuar de mane- toda Europa. Y si sus dogmas -que el
ra sobrehumana, es decir, de un modo hombre es a su escala una reproduc-
que trasciende las posibilidades norma- ción del universo natural, que todo lo
les del hombre. existente se relaciona en términos de
-Eliphas Lévi (1810-75) oposición y correspondencia, que eJ
La unión de los contrarios
El afán del hombre por comprender representada en un texto ale- pensamiento intuitivo puede ser mu-
y controlar las fuerzas invisibles del mán de alquimia. cho más eficaz que el racional y que
universq es una de las grandes cons- en todas las épocas ha habido hom-
tantes de la historia humana. En el bres poseedores de un saber secreto
curso de los siglos, hombre.s y mujeres han creado capaz de liberar fuerLas sobrenaturales- resultan
notables sistemas de pensamiento y fe, todos ellqs hoy difíciles de aceptar, continúan provocando un
capaces de explicar e interpretar el mundo, de interés considerable en un mundo cada vez más
ofrecer una realidad ordenada y comprensible. fascinado por las investigacion_es parapsicológicas.
En nuestro tiempo siguen florecientes tres de Ya antes del auge de los magos sabios y la dedi-
esos sistemas - religión, ciencia,' filosofía-, apoya- cación a la magia ritual en la Europa del Renaci-
dos en la respetabilidad histórica y sustentados en miento, aparecieron en el extremo oriental del Me-
su capacidad de adaptarse a medida que el hombre diterráneo hombres dotados de poderes especiales
penetraba los misterios del mundo natural y pug- cuyas activ~dades chocaron a menudo con los siste-
naba por refinar su capacidad social e intelectiva. mas de creencias vigentes.
Sólo el arte de la magia, en tiempos una disciplina ~<De tiempo atrás venía practicando la magia en
tan digna y valedera como las otras, ha perdido el la ciudad un tal Simón, que tenía enloquecida a la
gente de Samaria, diciendo que él era algo grande.
Todos, chicos y grandes, le seguían. "Este es -de-
Las promesas de la magia: desde conjurar a un demonio cían- la fuerza de Dios, la que se llama Gran-
-al que vemos como «un rey barbado cabalgando sobre un de".» Así se lee en los Hechos de los Apostoles, del
dragón» en el texto de Francis Barrett El mago, de 1801- Nuevo Testamento. Según otros primitivos textos
hasta encontrar la verdad eterna. cristianos, el mago Simón podía hacerse invisible,

ól
adoptar la forma de otras personas o de animales, guos sistemas de pensamiento místico del mundo.
atravesar muros de piedra, cruzar el fuego sin que- Una de sus doctrinas esenciales es que el ser huma-
marse y volar por los aires. Uno de esos relatos no posee un «Cuerpo espiritual» que puede sepa-
describe cómo, tras haber sido condenado a muer- rarse del mortal y ascender a un plano superior.
te por el emperador Nerón, sobrevivió a la decapi- Avanzando hacia el norte a través de países bár-
tación y se convirtió en brujo de la corte imperial. baros, varias formas de saber secreto llegaron a los
Pero quizá la más famosa de las historias acerca de enclaves celtas. británicos e irlarideses, donde ya
Simón sea la que narra las circunstancias de su caí- florecía el druidismo, con sus prácticas mágicas.
da final: había desafiado al apóstol Pedro a un· due- Raro era el pueblo que no tenía sus canny folk,
lo mágico y estaba a punto de salir volando por practicantes de una magia primaria, y todavía en
una ventana cuando Pedre, con sólo el poder de la 16J8 un documento británico hablaba de «la tía
oración, hizo que cayese y se estrellase. · Nottingham, que en sus tiempos era muy hábil en
Poco se sabe sobre la vida real de Simón el conjurar las aguas ... y un tal Hatfield, de Pepper
Mago o Simón Magus. Algunos estudiosos Jo han Alley, que es muy bueno para las cosas perdidas.
identificado con Simón el Gnóstico, cabeza de una Hay otro en Coleharbour que es hábil con los pla-
temprana secta cristiana herética que creía que el netas».
camino de la salvación pasaba por la práctica de Pero junto a esta magia de conjuros fue surgien-
las ciencias ocultas. En vista del celo con que los do, inspirado en los libros y en la penetración de
primeros padres de la Iglesia destruyeron los tex- sistemas foráneos de saberes ocultos, un grupo de
tos heréticos, es probable que jamás sepamos la hombres de vasta cultura en quienes la magia pa-
verdad. recía ser un medio para fines más altos: el descu-
Pero, cualquiera que fuese la relación entre Si- brimiento y dominio de las fuerzas sobrenaturales.
món el Mago y los gnósticos, ni el triunfo de Pedro Algunos eran sabios cuyas jndagaciones les lleva-
ni la destrucción de los textos del gnosticismo con- ron a penetrar profundamente en el mal conocido
siguió acabar con algunos de sus dogmas. Y si el reino de la mente, hasta el punto de que las pala-
primitivo cristianismo debió mucho al judaísmo, bras sabio y mago resultaron a menudo sinónimas;
probablemente el gnosticismo se nutrió de primiti- otros eran charlatanes simpáticos, y otro, en fin, un .
vas creencias orientales y paganas, en las que los santo católico cuyas demostraciones fueron consi-
sistemas mágicos eran práctica aceptada y los con- deradas milagros por la Iglesia. Pero, no obstante
juros y la numerología o mística numérica, comu- sus muchas diferencias, todos manejaban con sol-
nes. Además, cuando el judaísmo se vio proscrito, tura ese idioma evasivo al que llamamos magia.
buscó refugio espiritual en su cuerpo de saberes Con la posible excepción de] Legendario Merlín,
esotéricos, la cábala, que prometía, estudiada debi- a quien algunos creen un bardo galés del siglo VI
damente, revelar los secretos de la vida. La cábala, cuyas hazañas en la corte del rey Arturo fueron
que seguramente debe mucho a los principios de pura invención literaria, nadie encarna tan bien la
los gnósticos, es tenida por uno de los más anti- idea popular del mago como Fausto, cuyo nombre

Según la leyenda, Simón el Mago fue derrotado cuando las mal que lo sostenían durante una demostración de levita-
plegarias del apóstol San Pedro vencieron a las fuerzas del ción. El hechicero cayó al suelo y murió.
evoca la venta del alma al diablo a cambio de cien-
cia y poder. La leyenda fue creciendo desmesura-
damente con el paso del tiempo, pero se sabe de La «sabiduría oculta»
un supuesto mago llamado Fausto, cuyo nombre de la cábala
de pila era Johann o Georg, nacido a finales del si-
glo XV y de fama nada envidiable. El 20 de agosto La palabra cábala significa en hebreo nada me-
de 1507, el docto físico Johannes Tritheim decía a nos que «palabras recibidas» o «sabiduría oculta»,
y designa un cuerpo de tradición esotérica judía
su colega Johannes Virdung, profesor de Astrología
que pretende ofrecer un camino hacia la comrren-
en la Universidad de Heidelberg, acerca de Fausto: sión de Dios y de los múltiples misterios de uni-
«El hombre del que me escribisteis, que ha osado verso. Los orígenes de la cábala rto pueden fijarse
llamarse príncipe de los nigromantes, es un vaga- con precisión, pero, como una de las formas del
bundo, un charlatán y un pícaro». Las actas muni- misticismo judío, se cree que se remonta al menos
cipales de Ingolstadt del 17 de junio de 1528 con- a la época de Cristo. La cábala, tradición oral du-
tienen también una breve referencia al indeseable rante siglos, no es en su forma escrita un texto úni-
personaje: «A cierto hombre que se llama a sí mis- co y global, sino una colección de ellos, general-
mo doctor Georg Faust de Heidelberg se le mandó mente complementarios pero a veces contradicto-
salir de la ciudad, y él se comprometió a no tomar rios. Los más importantes son el Libro de la Crea-
ción, escrito entre los siglos u y VI de nuestra era,
venganza de las autoridades ni hacer burla de ellas y el Esplendor, debido al español del siglo XIII
a causa de esta orden». Moisés de León.
Ninguno de los dos textos explicaba cómo se La principal doctrina de la cábala se refiere a
había hecho Fausto acreedor a tal menosprecio una realidad oculta sólo accesible por la vía místi-
por sus actos «mágicos», pero datos posteriores ca y m ediante el estudio ritual. La cábala intenta
aclararon las posibles causas. Se decía que Fausto reconciliar las aparentes contradicciones entre el
había amenazado cierta vez a un clérigo asegurán- Dios panteísta e incognoscible y el que se da a co-
dole que podía hacer que todos los cacharros de su nocer; entre un Dios bueno y un mundo en el que
cocina salieran volando por la chimenea. Según florece el mal; entre un Dios infinito y eterno y un
mundo tan obviamente finito y condenado. El eje
otro relato -al parecer, llevaba a cabo buena par- de la cábala es un diagrama, llamado el árbol de la
te de su magia en las tabernas-, podía invitar a vida, que se compone de diez «emanaciones» de
sus compinches a inte rminables rondas practican- Dios y las múltiples relaciones entre ellas. La cá-
do agujeros en e l tablero de una mesa y haciendo bala incluye también una ciencia de los números
que brotasen por ellos los mejores vinos. llamada gematría, mediante la cual pueden efec-
Muchas de las historias fáusticas despiden el tuarse todo tipo de interpretaciones secretas de la
clásico olor a azufre. Se decía que Fausto debía su Escritura. La cábala, una de las grandes contribu-
saber y poder a un pacto con el diablo. Martín Lu- ciones al resurgimiento del misticismo hebreo y
cristiano en el Renacimiento, sobrevive hoy entre
tero, contemporáneo suyo, lo creía, y Fausto nunca los judíos de Europa central y, aunque en forma
lo negó. Pero hay indicios de que pudo ser él quien distorsionada, dentro de la propia tradición ocul-
propaló la especie, con la esperanza de sacarle al- tista.
gún provecho.
Fausto puede haber sido un personaje de paco- Un sabio medita sobre el significado del árbol de la
tilla, pero hay algo admirable en su búsqueda del vida en la edición de 1516 de una obra cabalística.
saber. Como dice Colin Wilson en la introducción
de su obra The Occult, «Fausto puede ser conside-
rado el mayor drama simbólico de Occidente, pues
es el drama del racionalista que se ahoga en el re-
ducto polvoriénto de su conciencia personal, preso
en e l círculo vicioso de la futilidad ... El anhelo de
Fausto por .lo "oculto" es un deseo instintivo de
creer en fuerzas invisibles, en significados más am-
plios capaces de interrumpir el circuito».
Muy bien puede ocurrir que sean precisamente
los confusos antecedentes del Fausto histórico los
que lo hacen tan atractivo. Menos maleables son
las historias de dos figuras vagamente contempo-
ráneas de Fausto y que encarnan al verdadero y
encomiable mago-sabio renacentista: Cornelius
Agrippa, a lemán como Fausto y nacido en Colonia
en 1486, y e1 doctor John Dee, inglés nacido
en 1527.
Agrippa, cuyo verdadero nombre era Heinrich
Comelis, fue un genio con mala suerte cuya cele-
bridad trascendió de su época. De joven asistió a la
Universidad de Colonia, donde estudió a los neo-
platónicos, en especial la obra de Proclo, y descu-

63
brió la cábala. A partir de ambas fuentes iba a y moviendo al espíritu hacia lo alto o lo bajo, lo in-
forjar Agrippa la idea que guió la obra de toda su terior o lo externo».
vida: la posibilidad de unión de la conciencia Es difícil afirmar hasta qué punto hizo uso
humana con el Uno o Divinidad, centro de todas las Agrippa de esas intuiciones y si practicó una forma
cosas. de magia psíquica basada en su comprensión del
A los veinte años. Agrippa era secretario de cor- funcionamiento de la mente. Las leyendas que nos
te de Maximiliano. cabeza del Sacro Romano Impe- han llegado de su «magia» participan de lo cómico
rio, quien al parecer lo envió a París como espía. y lo fáustico. La más famosa se refiere a un pobre
Durante su estancia allí, Agrippa continuó sus estu- estudiante que se introdujo en el aposento de
dios en la universidad, pero no tardó en verse mez- Agrippa hallándose éste ausente. Estaba leyendo el
clado en las intrigas de unos italianos, que tuvieron libro de conjuros de su maestro cuando se vio ante
mal fin. Tras un viaje errático por Europa, se esta- un demonio al que había conjurado sin querer. El
bleció durante algún tiempo en la Universidad de aparecido, furioso por aquella llamada sin objeto,
Dóle, en Francia, donde logró fama como expositor zarandeó al muchacho por el cuello hasta estran-
de la cábala y recibió el grado de doctor en Teolo- gularlo. Cuando Agrippa volvió, ordenó al demonio
gía. Su público interés por los estudios cabalísti- revivir a su víctima el tiempo suficiente para lle-
cos, y en especial por la gematría, «ciencia» que varlo a la plaza del pueblo, donde un colapso a la
trataba de estudiar el valor simbólico-numérico de vista de todos bastaría para explicar su muerte. Así
las palabras, llegó a despertar la cólera de los orto- lo hizo el demonio, lo que no impidió que estallase
doxos, y la presión clerical hizo que su protectora, el escándalo.
la hija de Maximiliano, Margarita de Gante, le reti- Con el tiempo. Agrippa se apartó de la magia
rase su favor. para dedicarse al estudio de la Teología. En 1530
Aunque el libro tardó veinte años en publicarse publicó De la vanidad de las ciencias y las artes,
fue en Dóle donde Agrippa escribió, cuando tenía obra en la que, desengañado. afirmaba la futilidad
veinticuatro, la obra maestra de magia por la que de buscar el saber. Pero Agrippa fue tan inoportu-
aún se le recuerda. De occulta philosophia es un tra- no como para publicar al año siguiente sus prime-
tado en tres volúmenes considerado aún como uno ros y jubilosos estudios sobre magia, tan contrad ic-
de los textos capitales sobre el tema. En él exponía torios con el libro anterior que hicieron que éste
Agrippa su creencia de que la magia no tiene nada fuese tenido por insincero. Agrippa, que acabó
que ver con el diablo o la hechicería, sino con las siendo historiógrafo de Carlos V sin que consiguie-
capacidades ignoradas de la mente. Postulaba la ra de su tesorero el abono de sus haberes, murió
supremacía del espíritu sobre e l cuerpo y anticipa- amargado por la incomprensión, a los cincuenta
ba indirectamente la moderna teoría psicosomáti- años, prematuramente envejecido y en la más com-
ca al afirmar que «la fantasía o capacidad imagina- pleta indigencia.
tiva posee un dominio sobre las pasi0nes del alma, No obstante, la chispa de su interés inicial para
a l hallarse éstas ligadas a las percepciones senso- la magia y los mecanismos de la mente sobrevivió
riales... Porque la imaginación puede, por propio en De occulta philosophia, que ejercería notable
acuerdo y según las diversas pasiones, ante todo influencia en generaciones posteriores. A ellas
cambiar el cuerpo físico mediante una transmuta- pertenecía e l famoso mago inglés John Dee. En
ción sensible, alterando los accidentes del cuerpo, contraste con las conjeturas que rodean a Fausto

Se cuenta que Fausto cabalgó por arte de magia sobre .un barril de vino, que subió de esta guisa desde la bodega.

64
Como protección contra los demonios, el
y Agrippa, la vida de Dee está bien documentada mago-sabio Agrippa ideó un círculo mágico
compuesto por los tres anillos de los conju-
por su propia mano y por muchos conocidos, entre radores y el sello de Salomón.
los que se contaron al menos cinco reyes ingleses.
Dee, nacido en 1527 e hijo de un modesto fun-
cionario de la corte de Enrique VIII, fue admitido
en Cambridge a los quince años. Durmiendo sólo gía y geografía, y en el año 1583 formuló un plan
cuatro horas diarias, logró asimilar un increíble para la colonización de América. Pero nunca pudo
caudal de conocimientos, y a los diecinueve años encontrar el saber más profundo a que aspiraba.
fue nombrado profesor ayudante en el recién fun- «He dedicado toda mi vida a aprender -escri-
dado Trinity College, donde se sintió fascinado so- bía- para acabar descubriendo que no hay perso-
bre todo por las .matemáticas. Prosiguió sus estu- na ni libro capaz de enseñarme las verdades que
dios en las grandes universidades de Lovaina y Pa- ansiaba.»
rís. Tenía ya conocimiento de alquimia, astrología Si Fausto había recurrido al diablo, Dee, hom -
y, probablemente, había estudiado el contenido bre devoto, trató de comunicarse con los ángeles.
mágico de la cábala. Buscando un adivino, alguien con poderes ocultos
Cuando volvió a Inglaterra a los veinticuatro que le ayudase en su búsqueda de lo escondido, eli-
años, ya con fama .de sabio, fue detenido, acusado gió a un joven irlandés de mala fama llamado Ed-
de traición y enviado a la cárcel. Era creencia co- ward Kelley, a quien su anterior oficio de falsifica-
mún entonces que la posición y movimiento de los dor había costado ambas orejas. A pesar de su tara,
cuerpos celestes ejercía efectos sobre las personas Kelley lo convenció de que podía hablar con los es-
y los acontecimientos terrenos. El error de Dee ha- píritus. En su primera tentativa, dijo que veía un
bía sido utilizar su saber astrológico para satisfacer ángel, al que gracias a su saber cabalístico Dce
el deseo de la reina María Tudor de conocer su fu- pudo identificar como Uriel. No tardó Dee en sen-
turo. Desgraciadamente, a la reina, conocida tam- tirse fascinado por los ángeles de Kelley, y para
bién por María la Sanguinaria, no le gustó el horós- ayudarle en su tarea construyó una tabla pintada
copo que hizo Dee, quien al fin fue declarado ino- de colores brillantes en la que estaban inscritos le-
cente y puesto en libertad en 1555. mas apropiados, Incluía los nombres de los siete
Isabel, hermana menor y sucesora de María, se ángeles más poderosos: Zabathiel, Zedekiel, Madi-
portó mejor con Dee y recurrió a él para elegir el miel, Seineliel, Nogabel, Corabiel y Lavaniel. Se su-
día más favorable para su coronación. Más tarde, ponía que mediante ese artilugio Kelley era capaz
cuando la corte se estremeció por el descubrimien- de hablar con los espíritus, y Dee anotaba cuidado-
to en los lnn Fields de Lincoln de una efigie en samente sus conversaciones. Gran parte del conte-
cera de la reina con el pecho atravesado por una nido resultaba ininteligible, pero había fragmentos
aguja, consultaron a Dee, quien, tras examinar la interesantes. En una ocasión, Dee consignó con
figurilla, convenció a la soberana de que se trataba todo detalle la descripción .de la decapitación de
de una broma sin importancia. una mujer alta y hermosa. Otra fue la advertencia
Dee acabó retirándose al campo, donde reunió del ataque por mar de una potencia extranjera. Ma-
una biblioteca de unos cuatro mil volúmenes, haza- ría Estuardo fue ejecutada en 1587 de la manera
ña asombrosa si se considera que la de Cambridge descrita por Dee, y la Armada Invencible española
se componía entonces de 451 libros y manuscritos. se hizo a la mar contra Inglaterra en 1588. Las ano-
Escribió profusamente sobre matemáticas, astrolo- taciones en el cuaderno de Dee databan de 1583.
(continúa en la pág. 68)

65
Realidad y apariencia

La búsqueda de la perfección por la alquimia


las figuras familiares de la historia de la
E NTRE
magia y de los magos destaca la del viejo arru-
gado y barbado que, cubierto con una capa hara-
San Alberto Magno, Rogerio Bacon y sir Isaac
Newton figuraron entre los grandes hombres que
estudiaron la alquimia. Aunque Newton sea justa-
pienta, masculla extraños conjuros mientras re- mente conocido como figura culminante de la re-
mueve al fuego una extraña mixtura que espera volución científica, en los primeros años de su ca-
convertir en oro. Es el alquimista, todo lo m'ás un rrera estuvo influido por la tradición hermética, y
tipo cómico e iluso, cuando no un charlatán em- siguió ocupándose de la alquimia como parte de
baucador de crédulos. sus investigaciones. En una de sus obras más im-
Si este retrato, tan poco halagador como ine- portantes, el Tratado de óptica, observaba que «la
xacto, es cuanto ha sobrevivido de una búsqueda Naturaleza ... parece complacerse en las transmuta-
intelectual que ocupó a algunas de las mejores ciones», lo que llevaba al gran investigador racio-
mentes del mundo durante veinte siglos, la culpa nalista a suponer que esa transmutación debería
corresponde en buena parte a los propios alqui- extenderse a todos los elementos de la naturaleza.
mistas. Debido a que tanto el Estado como la Igle- La infructuosa búsqueda atrajo inevitablemen-
sia los miraban con recelo, quisieron hacer de sus te a buen r¡úmero de falsarios y estafadores. Uno
actividades un misterio para los no iniciados, e in- de ellos. un químico alemán llamado Johann Ru-
ventaron un lenguaje complicado y oscuro para dolf Glauber, del siglo XVII, consiguió convencer a
describir lo que hacían. Sólo cuando los especialis- algunos de sus contemporáneos de que había des-
tas desentrañaron esa jerga y su simbolismo empe- cubierto el principal elemento del elixir de la vida
zaron a esclarecerse los logros de la alquimia. en las aguas de cierta fuente mineral. Quienes lo
«La alquimia - escribía Lynn Thorndike en su creyeron pueden no haber alcanzado la perfección
monumental Historia de la ciencia mágica y experi- espiritual, pero al menos el fraude no les hizo daño
mental- nació tal \'ez, por una parte, de las prácti- y quizá sí algún bien. El mineral de ese manantial
cas de los orfebres egipcios... que experimentaban ha sido más tarde identificado como sulfato sódico
con aleaciones, y por otra de las teorías de los filó- y, con el nombre de sal de Glauber, sigue usándose
sofos griegos sobre los fundamentos del mundo, la como laxante, ya que no como elixir vital.
materia primigenia y los elementos.»
Uno de los más grandes entre esos filósofos,
Aristóteles, había enseñado -y pasarían dos mil
años antes de que alguien disintiese- que la mate- Paracelso, al que vemos disertando sobre el elixir de la vida, faci-
ria entera estaba compuesta por cuatro elementos: litó el tránsito de la alquimia medieval a la química moderna.
tierra, aire, agua y fuego, que juntos poseían las
cuatro propiedades básicas: calor, frío, humedad y
sequedad. Diferentes combinaciones de esos ele-
mentos explicaban todas las formas de materia co-
nocidas. Además, su proporción podía alterarse
para transmutar la materia de una forma en otra.
Que esto no sólo era posible sino que sucedía a
cada paso era evidente para cualquier persona ob-
servadora. ¿Acaso el agua, suficientemente calenta-
da, no se convertía en aire? ¿y no era la naturaleza
capaz a su albedrío de convertir las hierbas en flo-
res y frutos con sólo añadirles agua?
La imagen que muchas personas tienen de la al-
quimia está vinculada al hallazgo de la piedra filo-
sofal: un proceso o sustancia capaz de transmutar
un metal de baja ley en oro. Pero los alquimistas
perseguían otros objetivos no menos ambiciosos:
el «arcanum» o panacea universal para todas las
enfermedades; el elixir de la vida, fuente eterna de
juventud que nos liberase de la vejez y la muerte;
la creación del «homúnculo» o ser humano artifi-
cial. Esas metas constituían la faz exotérica (exter-
na) de la doctrina. El críptico o esotérico ideal de
estos investigadores era la perfección suprema del
hombre, la transmutación del espíritu.
A veces las consecuencias de la alquimia fueron dicos- que cualquier pelo de mi cuello sabe más
trágicas, como en e] caso del químico inglés James que vosotros y todos vuestros escribas, las hebillas
Price, quien, en fecha tan tardía como 1782, asegu- de mis zapatos son más doctas que vuestros Gale-
ró haber convertido mercurio en oro. Tan convin- no y Avicena, y mi barba reúne más experiencia
cente fue que el propio rey Jorge III examinó una que tod'JS vuestros encumbrados colegios.» Tam-
muestra del oro recién conseguido y, encontrándo- bién se indispuso con sus colegas por explicar i::n
lo auténtico, naturalmente le pidió más. Price ale- su nativo alemán suizo en vez de en latín, la lengua
gó que se le había terminado el polvo necesario de los cultos. A pesar de esos problemas, que le hi-
para la transmutación, pero la Royal Society lo cieron difícil hallar asiento en parte alguna, Para-
acosó hasta convencerle para realizar una nueva cclso escribió mucho, y frecuentemente con gran
demostración. El día señalado, Price saludó a los agudeza. Entre sus aportaciones figura la afirma-
cultos caballeros reunidos en su laboratorio, pidió ción de que las enfermedades venéreas, que enton-
que le excusasen un momento, tomó un veneno y ces hacían su aparición en Europa, podían ser tra-
volvió para morir a sus pies. tadas con un compuesto de mercurio, técnica que
Pero el más famoso y, de creer en sus palabras, llegó a ser admitida y estuvo en uso hasta el descu-
el más cumplido practicante de la alquimia, ade- brimiento de los antibióticos. También trabajó en-
más de médico y naturalista, fue Philippus Aureo- tre los mineros durante un año, y compuso más
lus Theophrastus Bombastus von Hohenheim, más tarde el primer tratado médico en que se habla de
conocido por Paracelso. enfermedades profesionales.
Nacido en Suiza en 1493, aprendió por su cuen- En el siglo XIX, los supuestos en qu~ se basaba
ta cuanto allí podía aprenderse de medicina, astro- la alquimia se desplomaron ante las pruebas de
logía y las ciencias con ellas emparentadas, y mar- que había muchos más de cuatro elementos bási-
chó después a practicarlas y enseñarlas por toda cos. La idea de que alguien pudiese jugar con esos
Europa y Oriente Medio. La modestia no era una elementos y cambiar uno en otro quedó relegada a
de sus virtudes. «Permítidme que os diga - ase- poco más que una superstición medieval, hasta el
guró cierta vez a un auditorio de distinguidos mé- inicio de la era atómica en el siglo XX.

Discurrió nuevos procedimientos, que utilizó para elaborar medi-


nnas en vez de tratar de obtener oro.

Los alquimistas perseguían fines materiales y espirituales,


dualidad reflejada en sus procedimientos. El dominio de las
fuerzas espirituales lo abordaron con técnicas científicas,
como vemos en esta iluminación de 1589, en la que el
maestro estudia sus textos sin descuidar el fuego.
Cuando murió su cómpañero Kelley, al parecer Ta les sucesos podían haber quedado en una
en la cárcel, Dee continuó solo su búsqueda, hasta leyenda más de no haber asegurado gran número
morir a su vez en 1608, a los ochenta y un años. de personas de excepción haber sido testigos de
Aunque no alcanzase la gran meta de su vida, con- las levitaciones del sacerdote italiano. Una de ellas
tribuyó a abrir el camino al racionalismo. Fue el era el luterano duque de Brunswick, ilustrado pro-
verdadero fundador de la doctrina espiritista, ade- tector del filósofo Leibniz; y estaban también Fré-
lantándose en doscientos años a su época. déric Maurice de la Tour d'Auvergne, distinguido
En temperamento, intelecto y logros, sería difí- aristócrata francés, y la infanta María, hija del du-
cil imaginar a alguien menos parecido al doctor que de Saboya. Tan difícil como creer en las haza-
Johnn Dee que Giuseppe Desa, nacido años antes ñas del «fraile volador» es imaginar a tales perso-
de morir Dee en la aldea de Copertino, en el talón najes cómplices de una superchería. Sí da pábulo a
de la bota italiana. Pero si lo que da la medida de todo tipo de conjeturas un detalle que se repite en
un mago es su fama de haber llevado a cabo actos los relatos de los testigos oculares: durante los vue-
misteriosos e inexplicabl es, este humilde clérigo los del padre José, los hábitos no se le despegaban
italiano, antítesis del sabio, merece ser incluido en- del cuerpo, como si una mano invisible velase por
tre los grandes nombres de la historia de lo sobre- su decoro.
natural. La falta de ate nción y comprensión de El padre José murió el 18 de septiembre de
Desa en la escuela de pueblo a la que asistió por 1663. «Esta vez -comentaba su biógrafo- fue el
poco tiempo, más tarde interpretada como signo espíritu lo que voló, dejando atrás el cuerpo.» Un
de comunicación mística, le valió el
apodo de «Boca Abierta». Cuando
tenía diecisiete años, decidió que
su único refugio era la religión. Se
ofreció a los capuchinos, que lo pu-
sieron a trabajar en e l refectorio,
pero fue despedido porque rompía
demasiada loza. Después ingresó
e n los conven tuales, donde trabajó
como mozo de establo. Al fin, su
vida piadosa hizo que en 1625 fuese
recibido como hermano en la or-
den de San Francisco, y en 1628 ele-
vado al sacerdocio.
La extraña conducta del padre
José y sus éxtasis que interrumpían
la misa, le a traje ron e n Nápoles la
atención del Santo Oficio, que lo
convocó a examen; tras de lo cual
las acusaciones fu e ron retiradas y
se le permiti ó decir misa en San
Gregorio de Armenia. Fue en esta
iglesia de Nápoles donde se dijo
que había tenido lugar su primer
éxtasis. El padre José estaba rezan-
do en un rincón de la iglesia cuan-
do de pronto se levantó, alzóse del
suelo y se e levó hasta el altar. Des-
de allí, tras salir inde mne de e ntre
las velas encendidas, regresó en
vilo a su lugar de oración. Cuando
sus asombrados superiores lo lleva-
ron al Vaticano, repitió su hazaña
para el papa Urbano VIII, y perma-
neció suspendido en el aire hasta
que el padre superior de la Orden
le mandó bajar.

El adivino británico Edward Kelley enga-


ñó a un acaudalado protector, posible-
mente mediante la ventriloquia, haciendo
que un cadáver recién desenterrado de un
cementerio fingiese predecir el futuro.

68
siglo más tarde, en 1767, tras exhaustivo
examen por la Congregación de los Ri-
tos, fue canonizado con el nombre de
San José de Copertino y su festividad se
conmemora el 18 de septiembre.
No obstante su fragilidad y la falta de
pruebas que las rodea, las proezas de
Agrippa, Dee y el padre José inspiran sin-
ceridad. Si lo que hicieron nos suena hoy
a inverosímil, al menos parecen haberlo
hecho sin ánimo de engañar a nadie.
Pero a comienzos del siglo xvm quienes
pretendian ser magos parecieron perder
tales escrúpulos. Con esta transforma-
ción creció la popularidad de los grimo-
rios, esos «manuales del perfecto mago»,
a la vez que el apoyo en símbolos, encan- Cuando John Dee se dedicó a la magia, utilizó una bola de cristal y una
tamientos y rituales, utilizados la mayo- mesa pintada de vivos colores en la que figuraban cuatro sellos redon-
ría de las veces para invocar a los demo- dos y con inscripciones mágicas, eomo el que vemos arriba. Según Dee,
nios. las inscripciones le habían sido reveladas durante visiones.
Entre los múltiples símbolos utiliza-
dos en los conjuros era esencial el círcu-
lo mágico, un perímetro cuidadosamente situado y que hay delante del Trono y que tienen ojos delan-
dibujado que servía no sólo para proteger al mago te y detrás... por el Sello de Basdathea, por el nom-
de las fue rzas que convocaba, sino para concentrar bre Primematum que pronunció Moisés e hizo que
sus propios poderes. Según una edición de la Claví- la tierra se abriese y tragase a Coré, Datán y Abi-
cula de Salomón, uno de los grimorios más in- rón, responde a mis demandas y haz cuanto deseo.
fluyentes, el círculo solía trazarse con un cuchillo Ven en paz, visible y sin demora».
mágico atado a una cuerda de tres metros de largo. Un ejemplo fascinante de personaje que se hizo
Con frecuencia se dibujaba un segundo círculo famoso y vivió del prestigio que rodea a la magia
dentro del primero, y en la franja situada entre am- sin haber hecho nunca nada realmente «mágico»
bos se colocaban objetos de especial significación: es el misterioso conde de Saint-Germain. Apareció
plantas que los demonios evitaban, recipientes con de repente, a mediados del siglo XVIII, y se introdu-
agua bendita, palabras mágicas, cruces y otros sím- jo en la corte de Luis XV. Presumiendo de haber
bolos. No se podía romper el círculo: una vez el conocido a fondo y de primera mano la corte de
mago dentro del anillo, éste quedaba definitiva- Babilonia y a la reina de Saba, daba a entender que
mente sellado. tenía la edad de Matusalén y un futuro ilimitado.
Antes de entrar en el círculo mágico, el mago La fama del conde parece debida sobre todo a los
tenía que prepararse y disponer sus utensilios. En- rumores que sobre su persona se difundían. Decía-
tre los objetos imprescindibles figuraban una vara se de él que había transmutado en oro la plata de
verde de avellano, una espada, un cuchillo y una una moneda, mas no se sabe de otro acto de magia
túnica. La Filosofía secreta de Agrippa recomenda- unido a su nombre. No obstante, sus contemporá-
ba que ésta fuese de hilo blanco, hasta los pies y neos aseguraron una y otra vez haberlo visto vivo
con ceñidor. Se evitaban toda clase de botones, he- mucho tiempo después de su muerte, y todavía
billas y nudos, pues podían perturbar la concentra- hoy, casi doscientos años más tarde, seguidores ilu-
ción de los poderes del mago. También se conside- sionados dicen que goza de una salud envidiable y
raban importantes las oraciones, el ayuno, la absti- reside en el Tíbet.
nencia sexual y las abluciones. Como prescribía un Si Saint-Germain consiguió fama de ocultista a
antiguo grimorio: «El oficiante debe permanecer fuerza de personalidad, un casi contemporáneo
limpio y puro desde nueve días antes de comenzar suyo, el supuesto conde Alessandro di Cagliostro,
su tarea; debería estar también confesado, y recibir lo logró por pura industria. Cagliostro, cuyo verda-
la Sagrada Comunión». dero nombre era Giuseppe Balsamo, había nacido
Cuando todo estaba dispuesto, la invocación co- en Palermo (Sicilia) en 1743. Una falsificación de
menzaba entonando algunos conjuros. El ritmo iba oro más bien chapucera le obligó a escapar, siendo
acelerándose a medida que el mago concentraba el muy joven, a Medina, en Arabia, donde conoció a
poder de su mente y tra"taba d e hallar un conjuro un griego llamado Althotas, consumado «alquimis-
que diese resultado. Una y otra vez se repetían las ta» y timador experto. Juntos pasaron varios años
fórmulas, en las que los intentos de engatusar al in- viajando por el Cercano Oriente y Africa. En Egip-
vocado se mezclaban con amenazas y órdenes, to, según él mismo cuenta, Cagliostro «trabó amis-
como en esta impetración del Lemegeton, un gri- tad con los sacerdotes de sus templos, que tuvie-
morio del siglo XVI: «Por el espantoso Día del Jui- ron la condescendencia de introducirme en luga-
cio, por el Mar de Cristal que está delante del ros- res donde ningún viajero ordinario había entrado
tro de Su Divina Majestad, por los cuatro animales hasta entonces».

69
Al v,olver a Italia con veintitantos años, Caglios-
Los evasivos rosacruces tro se casó con una beldad de catorce, Lorenza Fe-
liciana, hija de una familia noble y sin dinero, y los
nuevos condes de Cagliostro se lanzaron a ganarse
la vida como magos itinerantes. La pareja llevó una
existencia aperreada hasta que al conde se le ocu-
rrió la idea de crear la que denominó Masonería
egipcia. Afirmando haber conocido esa exótica
rama de la hermandad masónica por la lectura de
un manuscrito descubierto en un puesto de libros
viejos de Londres, Cagliostro se convirtió en la úni-
ca autoridad en sus preceptos y promesas. El con-
tenido de la Masonería egipcia es más bien oscuro.
En teoría, sus ritos eran secretos, pero las escanda-
losas historias que sobre ellos circularon sirvieron
para enriquecer el negocio. Fue entonces cuando,
con visión de promotor, Cagliostro amplió la mili-
tancia para admitir a las mujeres y a personas de
cualquier religión.
El ritual era muy complicado, y durante él, el
La rosa y la cruz. símbolo de los rosacruces, apareció en una Gran Copto (Cagliostro) descendía a la sala sobre
obra de Robert Fludd, adepto del siglo XVJJ. una esfera dorada, desnudo y con una serpiente en
la mano. Se cuenta que pidió a sus discípulas que
Las sociedades sec::retas han sido durante mu- «perdonasen lo atrevido del atuendo, pero que si
cho tiempo ingrediente esencial en la fascinación habían de recibir la verdad, debían estar tan des-
ejercida por el arte y el poder de la magia. Una de nudos como la vida misma». Cagliostro prometía
las más evasivas, aunque mencionada con frecuen- aún más: la Masonería egipcia conduciría a sus
cia, es la Fraternidad de la Rosa Cruz, la orden de
los rosacruces o rosicrucianos, que tuvo como pre- adeptos a Ja perfección física y moral mediante la
cursor un pequeño folleto publicado en Kassel regeneración, los devolvería al estado de gracia
(Alemania), probablemente en 1614. Este opúsculo perdido por culpa del pecado original. Para conse-
anónimo, titulado Fama fraternitatis, cuenta la his- guir esos fines, proponía un régimen de cuarenta
toria de Christian Rosenkreuz, joven piadoso y cul- días de ayuno y mortificación, a cuyo término el
to que había viajado durante años por el Cercano afortunado devoto tenía asegurados al menos 5.557
Oriente y regresó a Alemania convertido en maes- años de vida.
tro de matemáticas y ciencias naturales, así como Tan elaborada superchería se granjeó notable
en poseedor de un cierto saber esotérico. Según
ese relato, Rosenkreuz consiguió reunir siete discí- éxito en París, y Cagliostro y Lorenza (que dirigía
pulos, que Je ayudaron a constituir una gran biblio- la sección femenina) vivieron ostentosamente con
teca, tras de lo cual cinco· miembros se lanzaron las cuotas de iniciación. Después, un escándalo re-
por el mundo a practicar buenas obras, prometien- lacionado con un collar de diamantes y la reina
do reunirse anualmente, buscar sucesores de valía María Antonieta dio con la pareja en la Bastilla.
y mantener el secreto durante cien años. Conde y condesa fueron absueltos, pero al llegar a
La Fama seguía relatando el descubrimiento del Roma tuvieron la malhadada idea de tratar de
cuerpo perfectamente conservado de Christian Ro- abrir una sucursal de la Masonería egipcia a la
senkreuz ciento veinte años después de su muerte, sombra de San Pedro. Cagliostro fue juzgado por la
acaecida a la edad de ciento seis. Un segundo
opúsculo, Confessio fraternitatis, aparecido en 1615, Inquisición y hallado culpable de herejía y hechice-
explicaba los fines de la hermandad, y un tercero, ría. Se le condenó a muerte (más tarde conmutada
fechado en 1616, contenía una misteriosa alegoría por cadena perpetua), y Lorenza fue detenida y en-
con alusiones esotéricas acerca de un Christian Ro- viada a un convento. Como Saint-Germain, Caglios-
senkreuz, al parecer distinto al anterior. Estudios re- tro fue en cierta medida el catalizador de la necesi-
cientes han atribuido este tercero y último opúscu- dad ajena de creer en algo o en alguien. No obstan-
lo a un conocido teólogo alemán de la época, Jo. te, sigue siendo uno de los favoritos de las últimas
hann Valentin Andrea. Se cree que Andrea pudo hornadas de ocultistas, y el rimbombante mago del
haber escrito también la Fama y la Confessio, pero siglo XX Aleister Crowley aseguraba ser su reencar-
se ignora si con intenciones satíricas. En cualquier
caso, el efecto de su invención en la Europa del si- nación.
glo XVII fue electrizante. La gente se desvivfa por'in- El último brote de saber mágico en la tradición
gresar en una sociedad tan selecta, aunque nadie de Agrippa y John Dee fue protagonizado por un
consiguió dar con ella. Se anunciaban aspirantes a gran personaje, Eliphas Lévi, nacido en París en
miembros, mientras que otros más imaginativos 1810 y cuyo verdadero nombre era Alphonse Louis
aseguraban pertenecer ya a ella. El fenómeno era Constant. Lévi, hijo de un pobre zapatero, mostró
cosa pasada hacia 1620, en Alemania al menos, aun- desde niño un sincero interés por la religión, por lo
que la Rosa Cruz haya conservado su atractivo has- que ingresó en el seminario de San Sulpicio. Pero,
ta nuestros días.
aunque devoto, era también original e indepen-
diente, y acabó expulsado de la institución por pro-

70
fesar «extrañas doctrinas», de cuyo contenido nada
se dijo.
Tras dejar el seminario, Lévi estuvo mez.clado La Golden Dawn
durante corto tiempo con una pequeña secta dedi-
cada a la restauración de la monarquía, y vivió de
escribir sobre temas religiosos. Esta aparente con-
tradicción, teniendo en cuenta lo ocurrido en el se-
minario, se repetiría en el curso de su vida, y no re-
vela hipocresía por su parte, sino un sincero es-
fuerzo por conci1iar su devota fe cristiana con la
teoría mágica.
A los treinta y tantos años, Lévi se casó con una
muchacha de dieciséis, pero la unión fue breve y
ella lo abandonó. Durante los diez años siguientes,
Lévi se aplicó al estudio del ocultismo, y a princi-
pios de la década de 1850 publicó Dogma y ritual de
la alta magia, brillante síntesis de muchas de las
doctrinas mágicas y ocultistas existentes. En com-
paración con las serias investigaciones de Agrippa
y Dee, lo aportado por Lévi resulta escaso y secun-
dario, y su interés parece concentrarse más en la El Alba Dorada bebió en fuentes de la cábaú¡, el Libro de los
mecánica que en los preceptos de la magia. Sus Muertos y la astrología, cuyos simbo/os adornan esta insignia.
obras -pues hubo varias después del Dogma y ri-
tual- deben poco a su vida. En realidad, sólo se
sabe de una ocasión en que probase sus dotes má- Si la Fraternidad de la Rosa Cruz fue probable-
mente poco má,s que una fantasía utópica, esta im-
gicas, y su relato del intento de materializar el fan- portante organización ocultista de finales del siglq
tasma de Apolonio de Tiana resulta bastante ambi- pasado tenía miembros reales e identificables y
guo. Da la impresión de que el tipo rechoncho y so- una historia tangible. La Hermética Orden del Alba
litario que era Lévi no podía creer en su éxito, y Dorada (Golden Dawn) fue fundada en 1887 por
aunque cuenta la aparición de un hombre «envuel- tres mason.es británicos -el doctor William Wynn
to de pies a cabeza en una especie de sudario que Westcott, oficial de Justicia de la Corona; S. L. Mac-
parecía más gris que blanco; era delgado, melancó- Gregor Mathers, traductor de textos ocultistas, y el
lico y lampiño», admite también estar tan asustado médico William Robert Woodman- , que eran tam-
que fue incapaz de dirigir al espectro las dos pre- bién miembros de la Sociedad Rosicruciana ingle-
sa. Como era inevitable, la Golden Dawn debía mu-
guntas que pensaba. cho a las tradiciones masónicas y de los rosacruces,
«No explico las leyes físicas por las que vi y to- pero sus fundadores afirmaban· que se basaba prin-
qué -escribía Lévi más tarde-; sólo afirmo que vi cipalmente en un manuscrito cifrado descubierto,
y toqué, que vi clara y distintamente, sin sombra como era de rigor, en una librería de viejo de Lon-
de sueño, y ,eso basta para probar la eficacia real dres. El manuscrito, obra indudable de alguien fa-
de las ceremonias mágicas. Recomiendo la mayor miliarizado con la cábala, la alquimia, la astrología
precaución a quienes se proponen dedicarse a ta- y las ·teorías mágicas de Eliphas Lévi, proporcionó
les experiencias, pues producen un enorme agota- el tosco plan general de la nueva orden. Sus tres
miento, y con frecuencia un sobresalto suficiente fundadores, ayudados por los mensajes telepáticos
de una misteriosa, y probablemente ficticia, alema-
para causar una enfermedad.» na llamada Anna Sprengel, hicieron el resto.
Los detalles de la vida de Lévi sugieren una La G-olden Dawn era un refugio elegante para
imaginación tan fértil como pueril, que debió de ocultistas exquisitos interesados en lo que denomi-
aislarlo en el París del siglo XIX. Pero su obra escri- naban «saber rechazado», que era el desdeñado
ta creció en popularidad después de su muerte, por la ciencia oficial por estar basado en la magia o
granjeando a su autor la simpatía de los seguidores la superstición. La sociedad ofrecía rituales de una
de la magia más convencional, tanto dentro como liturgia maravillosamente orquest.a da y el ascenso
fuera de Francia. ordenado por los peldaños de una jerarquía com-
puesta por diez grados y tres órdenes. Pretendía
Eliphas Lévi murió en 1875, unos cuatrocientos. también un noble propósito: «Conseguir el domi-
años después del nacimiento de Fausto. En ese nio de mi naturaleza y de los poderes que hay en
tiempo Europa se había visto transformada no una mí». Entre sus muchos miembros eminentes figura-
vez, sino varias, y el maravilloso cuerpo de conoci- ban el joven poeta W. B. Yeats y la actriz Florence
mientos que un día pareció aguardar tan sólo una Farr. Al principio la orden prosperó lo suficiente
gran revelación se había escindido en muchas par- para abrir varias sucursales, incluida una en París,
tes, todas ellas lo suficientemente ricas y complejas dirigida por el ahora expatriado Mathers. Pero
para ocupar la vida entera de un estudioso. Como todo ello no impidió que la Golden Dawn se fuese a
resultado, la creencia en la magia como vía hacia la pique rápidamente, y que al cabo de menos de
sabiduría y la comprensión integrales había dejado quince años acabasen con ella las disputas internas
y la lucha por su control.
de figurar entre las posibilidades del hombre ra-
cional.

71
Realidad y apariencia

Las artimañas· de la «Gran Bestia»


L que llegó a ser tal vez el mago ocultista taba «la mujer vestida de púrpura y de escarlata ...
E más famoso del siglo hubo <le hacer
XX
frente a un problema consustancial a nuestra
q ue tenía en la mano una copa de oro». En los ri-
tuales de la Silver Star no escaseaban ese tipo de
época: cómo anunciarse mejor. Pocos magos lo han mujeres, a pesar del mordaz comentario de Crow-
resuelto en la historia de manera tan espectacular ley de que deberían «traerlas por la puerta de
como Aleister Crowley, la supuesta Gran Bestia. atrás, como la leche».
Muy pronto decidió llamar la atención escandali- A medida que progresaba en su carrera, Crow-
zando, y llegó a granjearse tal éxito que lo expulsa- ley hizo largos viajes a Egipto, la India, México y
ron de tres países y, en la cumbre de su carrera, la Estados Unidos, donde pasó Ja primera guerra
prensa lo llamaba «el rey de la depravación» y el mundia l escribiendo rencorosa propaganda anti-
«hombre más malvado de l mundo». Y todo ello a brilán ica. Durante su esla ncia e n Nueva York llevó
pesar de una seria desventaja: en los millones de a cabo un hecho notable, que pudo tener visos de
palabras escritas por o sobre é l, no figura ni un mágico. Un amigo, e l escritor William Seabrook,
solo ejemplo de algo que, pueda ser considerado accedió a presenciar una exhibición de sus pode-
como auténtica magia. res. Cro,.vley lo llevó a la Quinta Avenida y comen-
El padre de Crowley, un próspero cervecero in- zó a andar detrás de un transeúnte \' a su mismo
glés de Leamington, lugar cercano a Stratford-on- aire. «Sus pasos empezaron a sincrÓnizarse -es-
Avon, descubrió la religión tardíamente y se hizo cribía Seabrook- y observé cómo Crowley... de-
evangelista seglar. En cuanto a su madre, era, en jaba caer los hombros y echaba la cabeza un poco
palabras del propio Crowley, «una beata sin dos adelante, como el hombre a quien seguía. Después
dedos de fre nte». El mago mismo, tras una niñ ez e mpezó a balancear los brazos a su mismo compás,
no muy feliz, ingresó e n Cambridge en 1895 y dedi- corno una sombra o cuerpo astral de l otro.» De
cóse a escribir una poesía incomprensible y le- pronto Crowley dobló las rodillas, estuvo un se-
vemente erótica. «Es una extraña coincidencia gundo agachado y vo lvió a levantarse. El hombre a
-comentaría más tarde- que un pequeño conda- quien imitaba «Cayó como si le hubiesen segado las
do haya dado a Inglaterra sus dos máximos poe- piernas». Seabrook, q ue sabía mucho de magia es-
tas, pues no hay que olvidar a Shakespeare.» cénica, consideró las posibles explicaciones racio-
Como sus profesores no compartían esta opi-
nión, Crowley dejó Cambridge y se estableció en Con casi cuarenta m1os, Aleis1er Crowley había empezado a
Londres. Allí empezó a interesarse por la magia saborear el éxito, y su credo del «haz lo que quieras» iba
negra. Ingresó en una de las sociedades secretas conviniéndose en la fuer-;.a do111i11a111e en su vida.
entonces de moda, la Hermética Orden del Alba
Dorada; pero cuando, en los primeros años d el si-
glo XX, intentó hacerse con e l control de la organi-
zación, fracasó y fue expulsado. Su reacción fue
fundar en 1905 su propia sociedad secreta, la As-
trum Argentinum o Sil ver Star.
Distinguía al grupo recién formado la práctica
de lo que Crowley llamaba «magia sexual». Aunque
ya antiguos magos habían subrayado la relación
entre la sexualidad humana y la fertilidad de cam-
pos y rebaños, las pingües cosechas estaban · muy
lejos de los propósitos de Crowley. Para é l, el sexo
era, como las drogas, un med io para destruir tem-
poralmente el yo moral consciente y abrir la psi-
que a la posesión por primitivas y poderosas e nti-
dades sobrenaturales.
A Crowley le habían atraído siempre mucho las
mujeres, y en su autobiografía admite haber con-
traído la gonorrea a los diecinueve años. Su nom-
bre de guerra, la Gran Bestia, lo había tomado del
Apocalipsis: «Vi surgir del mar una Bestia que te-
nía d iez cuernos y siete cabezas ... y sobre sus cabe-
zas nombres blasfemos». Qui enes han leído el Apo-
calipsis, recordarán que sentada sobre la bestia es-
Crowley tomó esa idea del escritor francés
Frarn;ois Rabelais, que en Gargantúa y Pantagruel
había hecho de ella el lema de su mítica abadía de
Theleme. En 1920, Crowley fundó su propia abadía
de Thelema, una ruinosa quinta en las afueras del
polvoriento pueblo de Cefalú, en la costa norte de
Sicilia. A diferencia de la de Rabelais, no se convir-
tió en un centro de saber, pero sí atrajo el interés
de los periodistas, uno de los cuales relató en el
Sunday Express londinense que los cursos consis-
tían en «Orgías incalificabl es, imposibles de descri-
bir... Baste decir que son peores de lo que pueden
imaginar las personas decentes». Rumores, en su
mayoría de dudoso origen, apuntaban a sacrificios
sangrientos, bestialidad e incluso infanticidios.
Cuando noticias tan espantosas llegaron a oídos de
Benito Musso lini, recién ascendido al poder, Crow-
ley y sus discípulos recibieron orden de abandonar
el país, lo que hicieron en 1923.
Crowley se trasladó entonces a Francia, pero
fue también expulsado por traficar con heroína. En
1914 había ingresado en la Orden de los Templa-
rios de Oriente (OTO), grupo alemán que prometía
a los posibles conversos: «Nuestra Orden posee la
LLAVE de todos los secretos masónicos y herméti-
cos, es decir, la enseñanza de la magia sexual, ense-
ñanza que explica, sin excepciones, los secretos de
la Naturaleza y todo el simbolismo de la masonería
y de los sistemas religiosos». Crowley, declarado
persona non grata en Italia y Francia, se refugió en
Alemania como líder de la OTO. Por último, la
Gran Bestia volvió a Inglaterra. Durante algún
tiempo se vio obligado a vender un elixir curaloto-
do de su invención, y finalmente se retiró a una
casa de huéspedes de Hastings, en el Canal de la
Crowley eleva la lámpara del saber arcano en uno de sus Mancha. Allí murió tranquilamente en su lecho el
siete «ritos de Eleusis,., con los que intentaba resolver los 1 de diciembre de 1947.
enigmas de la existencia freme a su auditorio. El moderno historiador del ocultismo Colín
Wilson, una de las pocas personas capaces de ha-
llar un argumento favorable a Crowley, afirma: «De
nales. Tal vez aquel hombre estaba de acuerdo con lo que Crowley se dio cuenta instintivamente fue
Crowley, o éste había utilizado algún truco basado de que la magia está relacionada de algún modo
en la resonancia física o psíquica ... Pero Seabrook con la voluntad humana, con la verdadera, la instin-
concluía su relato diciendo: «Creo que conozco to- tiva y más profunda. El hombre es una criatura pa-
das las respuestas posibles, pero ninguna me satis- siva porque vive demasiado inmerso en la concien-
face». cia racional y las triviales preocupaciones cotidia-
En el curso de sus viajes, Crowley escribió El/¡. nas. Crowlcy, con su devoción por el satanismo y
bro de la Ley, que afirmaba le había sido dictado sus vigorosos impulsos sexuales, vislumbró la ver-
por su ángel de la guarda, Aiwass, ministro del dios dad que quiso expresar Nietzsche al hablar de lo
egipcio Hoor-Paar-Kraat. La obra es de difícil lec- mucho que aún no ha sido dicho ni pensado».
tura, pero su mensaje principal, «Haz lo que quie-
..._
<
ras: esa será la única Ley», era una clara referencia
Sea co1110 fuere, no puede decirse que Crowley
favoreciese la causa de la magia. Si es posible verlo
al dogma básico de Crowley, el de que el camino como a un celebrante de los oscuros poderes de lo
de la iluminación pasa inevitablemente por el irracional, más fácil resulta considerarlo como un
abandono orgiástico. charlatán automagnificante.
Aún siguen en pie inquietantes dudas
acerca del poder de las antiguas brujas
y las persecuciones que sitfrieron.

BRUJERÍA

principios de marzo de 1620, en el na hecha un arc0, apoyada en su bastón;


A pintoresco pueblo belga de Waret-
la-Chausée, una mujer llamada Anne de
los ojos hundidos, desdentada, .la cara
surcada de arrugas, los miembros tem-
Chantraine fue detenida y acusada de blones por la parálisis y hablando entre
brujería. dientes por las calles». Y efectivamente,
Aunque admitió de buen grado sus entre los millares de mujeres torturadas
r.1alas acciones, que incluían sucesos tan y quemadas como brujas, muchas eran
extraordinarios e imposibles como vue- realmente pobres viejas solitarias, medio
los nocturnos e intimidades con el dia- locas y .físicamente repelentes. Pero
blo, el magistrado que la interrogaba Anne de Chantraine, en la época de su
quiso reunir más información, por lo que detención, contaba diecisiete años y, se-
ordenó que se le aplicase la «Cuestión de gún las crónicas, era una muchacha vi-
tormento». Por tres veces fue sometida vaz, inteligente y de belleza poco común.
Anne a los interrogatorios más brutales y «Para comprender la brujería -es-
crueles antes de que .el tribunal, satisfe- Lo que distinguía al cribía Jeffrey Burton Russell en su eru-
cho al fin, la condenase a muerte por sus brujo del mago o he- dita obra Witchcraft in the Middle Ages
supuestas maldades. Pero la sentencia chicero era el pacto (La brujería en la Edad Media)- hemos
no fue ejecutada inmediatamente, y con el diablo. de descender a las tinieblas de los más
Anne languideció en prisión más de un profundos abismos de . la mente.» Ese
año. Durante ese tiempo surgieron inte- descenso explora un extraño y bárbaro
rrogantes sobre su cordura, y su carcelero atesti- capítulo de la historia humana y nos depara un
guó que «la reclusa era tonta y no se entendía lo desconcertante examen de fueTZas que, a pesar de
que decía, aunque a ratos parecía estar en su sano su continua disquisición, no pueden todavía ser ex-
juicio». Al fin, el 18 de octubre de 1622, Anne fue plicadas satisfactoriamente por los modernos estu-
quemada en la hoguera. diosos. Porque durante los siglos XV. xv1 y xv11,
Hoy, en parte gracias al paso del tiempo, la po- época de grandes logros humanos en toda Europa,
pularidad de cuentos como los de los hermanos la creencia en las brujas condujo a la despoblación
Grimm y la fantasía de los dibujantes de historie- violenta de pueblos enteros y a la muerte .atroz, se-
tas y dibujos animados, podernos imaginar a la gún cálculos ampliamente aceptados, de 200.000
bruja como una arpía de risa aguda y, como escri- seres humanos, en su mayoría mujeres.
bía en 1603 el arzobispo Samuel Harsnett, con «la ¿Quiénes eran esas patéticas y tan temidas vícti-
barbilla y las rodillas juntas por la edad, que cami- mas? ¿Qu~ podían hacer y qué hicieron con su ma-
gia, su hechicería o sus otras artes secretas para
merecer un trato tan cruel? ¿y por qué su insopor-
Las brujas celebraban la Noche de Walpurgis (víspera del table situación ocupó a los más grandes espíritus
primero de mayo), según se creía, volando hasta los aquela- de la época y exigió la atención inquieta de las más
rres en los que retozaban y adoraban al diablo. altas jerarquías de la Iglesia y el Estado?

75
Aún hoy; a pesar de todos los avances del saber, tada la creencia en que ciertas mujeres (no por
la respuesta no es fácil, porque los horrores de la fuerza viejas siempre) eran capaces de transfor-
brujería se derivaron de un conjunto de causas, de marse a voluntad y transformar a los demás en ani-
un mosaico formado por antiguas creencias y una males, que podían también realizar vuelos noctur-
demonología cristiana en continua evolución, leyes nos y meterse en los sitios más recónditos, hacién-
cambiantes e intolerantes procedimientos inquisi- dose incorpóreas, eran expertas en la fabricación
toriales, la magia popular y los complicados ritua- de hechizos para hacerse amar o para hacer abo-
les de los magos-sabios, catástrofes naturales y la rrecer a una persona, podían provocar tempesta-
preocupación humana por la riqueza, la sexualidad des y enfermedades, tanto en hombres como en
y el poder. Sin embargo, hay una serie de constan- animales, y dar sustos o gastar bromas terroríficas
tes, y dos de las más significativas figuran también a sus enemigos».
entre las más antiguas. Porque desde el principio Los maleficios eran la expresión del maligno
de los tiempos las sociedades han creído que cier- poder de esas mujeres sobrenaturales. «Las desgra-
tas mujeres poseían poderes y deseos inconfesa- cias, daños y calamidades sufridos por personas,
bles, y que esas brujas podían infligir los llama- animales o cosas y a los que no se podía encontrar
dos maleficios, actos perjudiciales llevados a cabo explicación inmediata -escribía Rossell Hope
contra otros por medios ocultos y sólo de ellas Robbins en Ja Enciclopedia de brujería y demonolo-
conocidos. gía- eran llamadas maleficios. Esas desgracias
Al menos en el mito y la ficción, ha habido eran atribuidas a la vengativa maldad de las bru-
siempre mujeres como la Circe de Homero, que se- jas.» Los maleficios como tales se remontan a la
ducía a los hombres y los convertía en cerdos; Me- antigüedad. El término, posiblemente utilizado
dea, que usaba hierbas, alas de lechuza y tripas de por vez primera con connotaciones esotéricas en el
hombre-lobo para sus conjuros; las strigae de auto- siglo IV, servía a finales de la Edad Media para ex-
res latinos como Ovidio y Apuleyo, que volaban en plicarlo todo, desde la leche cortada al ternero na-
medio de la noche a sus empresas amorosas o cri- cido muerto. En algunos casos no se aludía a los
mina1es; las lamias, cuyas ansias de amor y carne medios por los que podían haberse provocado esos
humana fueron inmortalizadas por el poeta John hechos en apariencia espontáne0s; en otros se bus-
Keats; las valquirias, que podían transformarse a caban las causas ocultas en los tradicionales prepa-
voluntad en el curso de sus salvajes cabalgadas; rados mágicos: pociones y figuras de cera, cuerdas
y, antes que todas ellas, la arquetípica Lilith, de be- anudadas, clavos y horquillas. En un ejemplo del
lleza sobrehumana, pero cuya verdadera natura- siglo XVI, se atribuyó la pérdida de las cosechas a
leza revela un solo defecto: sus pies eran garras una pócima elaborada con las cenizas de un niño
afiladas. quemado. «Mezcladas con rocío sacudido de las es-
Estaba también Diana, la virginal diosa romana pigas de trigo y los tallos de hierba, formaban una
de la caza, pero también de la Luna, instigadora de masa fácil de pulverizar, y rociaban con ellos viñas,
todo tipo de extraños acontecimientos. La Biblia cosechas y árboles, haciendo que sus flores se mar-
cuenta que «cuando Saúl vio el campamento de los chitasen e impidiéndoles dar fruto .» En otro caso,
filisteos tuvo miedo, y su corazón fue presa del pá- la bruja se ayudaba de la invisibilidad: «Cuando el
nico»; de modo que fue a pedir consejo a la nigro- amo traía los caballos de pastar e iba montado des-
mante de Endor. Como escribe Julio Caro Baroja, cuidadamente en uno de ellos, vinieron ella y su
uno de 1os grandes estudiosos modernos del tema, familiar, invisibles, y se apoyaron en el cuello del
en Las brujas y su mundo, «en suma, durante varios caballo, y el jinete cayó al suelo y se rompió una
siglos de Ja antigüedad clásica hallamos documen- pierna; y todavía estaba cojo e impedido por la
caída cuando compare-
ció como testigo contra
la bruja».
La creencia en el mal
inducido por medios
ocultos y en el poder so-
brenatural de ciertas mu-
jeres había existido des-
de tiempo inmemorial
sin que se produjese la
explosión de barbarie de
los siglos XV, XVI y XVII.
Para provocar el desastre
hacían falta otros ele-
mentos. Lo curioso es
que, desde aproximada-
Las brujas míticas eran seres malvados, como Circe
(arriba), que convirtió en cerdos a los compañeros de mente el año 800, la idea
Ulises. Algunas acusadas de brujería en la Edad Media de la brujería que circu-
pudieron ser adoradoras de un dios de los bosques, laba por Europa era sor-
como muestra la cabeza tallada de la derecha. prendentemente benigna.

76
Ciento setenta años más tarde, en Irlanda, y en
uno de los casos más curiosos de la historia de la
brujería, esa frágil barrera verbal se derrumbó al
mezclarse de modo inextricable la hechicería y el
naciente concepto religioso del demonio. La vícti-
ma de ese proceso, la primera bruja importante de
Irlanda, no era una pobre anciana indefensa, y la
codicia de sus bienes y su poder fue sin duda uno
de los principales motivos de su proceso. Porque
lady Alice Kyteler era la mujer más rica de Kilkcn-
ny cuando en 1324 fue acusada de bruja; y su acu-
sador, el obispo Ricardo de Ledrede, franciscano
educado en Francia, era en esa época probable-
mente menos poderoso que ella. Entre otras acusa-
ciones figuraban las de negar acatamiento a la Igle-
sia, sacrificar animales, parodiar las ceremonias re-
ligiosas utilizando las palabras «Fi, fi, fi, amén», ela-
borar polvos y ungüentos que contenían «horribles
gusanos», hierbas, vísceras de muertos y niños no-
natos, y tener relaciones íntimas con un hombre
que se le aparecía en figura de gato y de un perro
negro y peludo.
Aunque indudablemente implicada en la prácti-
ca de algún tipo de magia ritual, lady Alice luchó
enfrentándose a esas acusaciones y contra el obis-
po antes de acabar refugiándose en Inglaterra. Por
desgracia, no se llevó a su doncella Petronilla, a la
que torturaron hasta que confesó que su ama era
una hechicera portentosa y participaba en grandes
orgías nocturnas. Petronilla, quemada viva el 3 de
noviembre de 1324, fue una de las primeras vícti-
mas de la locura que iba a alcanzar proporciones
El hada Morgana, hennana del legendario rey Arturo, apren- devastadoras en Europa unos doscientos años más
dió sus artes hechiceriles de Merlín, el mago de la corte. tarde.
Crucial en el proceso de lady Kyteler fue un ter-
Hacia ese año, el Sínodo irlandés se limitó a re- cer elemento del mosaico de la brujería: el seduc-
cordar que los vuelos nocturnos eran incompati- tor dotado con rasgos animales. La aparición de
bles con la fe cristiana, y algunos autores de los esa figura satánica anunciaba un cambio radical
primeros siglos medievales los calificaron, muy en las ideas medievales sobre demonios y demono-
acertadamente, de ilusorios. El primer documento logía. Como escribían Alan Kors y Edward Peters
cristiano que se ocupa de brujería es el Canon en su introducción a Witchcraft in Europe,
Episcopi, aparecido hacia el año 906, aunque pudo 1100-1700, «antes de la obra de los filósofos esco-
ser compuesto siglos antes. Pretendía ser una guía lásticos y los teólogos sistemáticos el papel de los
para uso de los obispos, y como tal prevenía de demonios en los asuntos humanos formaba parte
que «Ciertas mujeres perdidas, pervertidas por el de un abigarrado folklore, y sus actividades com-
diablo, seducidas por ilusiones y fantasmas de de- prendían desde lo horrendo y totalmente diabólico
monios, creen y profesan abiertamente que de no- a la simple picardía y travesura, a menudo muestra
che vuelan sobre grandes extensiones del país, y de un humor peregrino. En Tomás de Aquino y sus
obedecen sus mandatos». El texto seguía diciendo contemporáneos ese folklore se convirtió en com-
que muchas personas tenían por ciertas tales histo- pleja y rigurosa doctrina de la Iglesia. Los demo-
rias, «por lo cual Jos sacerdotes de todas sus igle- nios eran ángeles malos... un ejército jerárquica-
sias deben predicar con toda insistencia al pueblo mente organizado que, al servicio de Satán, traba-
para que sepa que eso es del todo falso». jaba por la perdición de los fieles. Satán y sus hues-
De modo que la primera mención oficial de la tes podían tentar a los humanos para que entrasen
brujería en el cristianismo negaba su existencia. En a su servicio, y esos humanos convertirse en las
1154, un docto clérigo inglés llamado Juan de Salis- brujas de los teólogos, agentes visibles del poder
bury reiteraba la posición de la Iglesia. Repetía al- diabólico».
gunas de las historias sobre actos de brujería y pre- El pacto con el diablo y la confesión bajo tortu-
guntaba: «¿Quién puede ser tan ciego para no ver ra fueron también ingredientes esenciales en otro
en todo ello una pura manifestación de maldad temprano proceso de brujería que tuvo lugar en
causada por demonios enredadores? Por ello es Suiza a prindpios del siglo XIV, esta vez a cargo de
obvio que sólo pobres viejas y los hombres más un juez secular. El acusado era un tal Stedelen, y
simples incurren en tales creencias». tras repetidas torturas admitió que él y miembros
(continúa en la pág. 80)

77
Entre las múltiples apariencias
del diablo estaba Belfegor, patro-
no de los «ingeniosos descubri-
mientos e invenciones».

En el Juicio Final, de Luca Sig- La descomunal apariencia humana otorgada por Miguel Angel
norelli, pintado hacia 1500, un a figuras como la de Caronte, en su Juicio Final, reflejaba una
demonio alado se lleva a una mu- clara ruptura con las tradiciones artísticas medievales.
chacha.
En esta ilustración del siglo XV, un demonio arrugado
y quimérico arrastra al Infierno a un al>na perdida.

El diablo, doctor en brujería


Para los cristianos medievales, el La vívida imagen que los cristianos tenían de
diablo era un enemigo real y actuante, este entrometido omnipresente procedía en parte
a cuyo poder y maldad podía atribuir- de la Biblia y la doctrina de la Iglesia, pero debía
se cualquier contratiempo, desde un verdadero de- también mucho a viejas figuras paganas, como Pan,
sastre a la molestia más insignificante. Las inunda- el dios con cuernos y patas de cabra, o Loki, divini-
ciones eran obra de los diablos acuáticos, las tor- dad teutónica del fuego y padre de He!, guardián
mentas de los celestes. Un monje contaba que los del mundo subterráneo.
demonios le hacían estar soñoliento y sentirse en- La creencia a pies juntillas en el demonio no se
fermo cuando había comido con exceso. Como el limitaba a los ignorantes. Los escritos de Martín
Dios a quien se oponía, el diablo se interesaba por Lutero están llenos de relatos de sus penosas bata-
todo tipo de hombres, encumbrados o humildes, y, llas con los demonios que trataban de distraerlo.
como los dioses del mito antiguo, intervenía a cada Pero para Lutero y sus contemporáneos, la mayor
paso, personalmente o por medio de sus legiones, amenaza del demonio era su implacable decisión
en los asuntos humanos. de apoderarse de las almas.

78
El artista flamenco Hie:rony-
mus Bosch, más conocido por
El Bosco, pintó a este escuáli-
do demonio espiando la ago-
nía de un moribundo.

Demonios en figura de Pan y


brujas cómplices bailan en
torno a un círculo mágico en
esta escena del siglo XVI/.

Lucifer, el orgulloso y cavilante ángel


caído, fue en el siglo XVII el protagonis-
ta de la 1ragedia de Milton El Paraíso
Perdido.
El legendario pacto entre Mefistófeles y Fausto garantizaba
al doctor alemán riquezas, saber, poder y amor, pero le cos-
tó el alma para toda la eternidad.

En su incansable
campaña en busca
de almas, el demo-
nio trata de incli-
nar a su favor la
balanza del juicio.

79
de su secta secreta podían hacer maleficios ente- porciones monstruosas. Se han propuesto diversas
rrando un lagarto bajo el umbral para provocar es- etimologías para esa palabra, pero lo más probable
terilidad o sacrificando un gallo negro al príncipe es que proceda del hebreo Shabbat -sobre todo si
de los demonios en un cruce de caminos a fin de pensamos que la ceremonia se había llamado antes
atraer granizadas sobre las cosechas. «sinagoga»-, lo que le otorga visos de paganismo
Al final de este proceso, todos los malos pode- y herejía. Aquelarre es una voz de origen vascuen-
res atribuidos a las brujas quedaban ya delineados. ce que significaría «macho cabrío en el prado».
Como señalaba Norman Cohn-, gran analista moder- Aunque las brujas pueden reunirse en cualquier
no de la brujería, en Los demonios familiares de Eu- momento, había, según esa ciencia de la brujería
ropa: «La bruja o brujo era imag inado como: nacida de la tortura, cuatro grandes aquelarres al
l) un individuo que hacía maleficios, es decir, año, que llevaban a cabo sus ritos secretos e infa-
daño por medios ocultos; 2) alguien ligado al dia- mes con arreglo a un orden estricto. Estaba prime-
blo como sirviente suyo; 3) un ser misterioso que ro la asamblea en sí, que el experto en brujería Pie-
de noche volaba por los aires con fines malvados, rre de Lancre .ha descrito como «una especie de fe-
tales como devorar niños, y al que se relacionaba ria en la que se mezclaban, furiosos y medio enlo-
con los lugares yermos y desolados; 4) un miem- quecidos, llegados de todas direcciones, unos cien
bro de una sociedad o .secta que celebraba reunio- mil devotos de Satán». La cifra parece enorme
nes periódicas, los sabbats». para los tiempos medievales, sobre todo si tene-
Cuando inquisidores, clérigos y funcionarios se- mos en cuenta que la mayor asistencia jurada por
glares empezaron a torturar en Francia y Suiza du- uno de los partícipes fue de l 0.000, y de creer la
rante la primera mitad del siglo XV, fue esta última mayoría de los relatos oscilaba entre SO y 100.
creencia, tremendamente exagerada en cuanto a la Venía después el homenaje al diablo, quien po-
concurrencia, frecuencia, poderes y obscenidades día aparecerse en formas muy variadas. Una vez
atribuidos al sabbat o aquelarre, la que cobró pro- sentado en su trono, las brujas iban acercándose a
él de varios modos, «unas se arrodillaban como su-
plicantes --explicaba un relato-; otras de pie dán-
dole la espalda, y otras levantaban mucho las pier-
Los familiares, esos traviesos nas, de modo que tenían la cabeza echada hacia
secuaces atrás y con la barbilla señalando al cielo». Pero de
cualquier forma que se le acercasen, el homenaje
Según la tradición, las bru- consistía siempre en el osculum infame, el beso in-
jas eran con frecuencia fame. Jean Bodin, cazador de brujas, lo describía
servidas por «familiares»
-trasgos o diablos me- como dado «en aquel sitio que el decoro prohíbe
nores bajo la forma de pe- escribir o decir».
queños animales, como Después venía el banquete. «Hay mesas prepa-
gatos, perros, hurones, radas -decía un relato-, y se sientan y empiezan
ratas y sapos- que les a comer de los manjares que ha provisto el demo-
ayudaban en los conju- nio o que ellas mismas han traído.» El menú con-
Los gatos pueden ser
ros y cumplian todo géne- sistía en platos tales como «carne de niños peque-
«familiareS». ro de recados. En uno de ños que cocinan y preparan en la sinagoga», así
los primeros procesos in- como «manjares de un aspecto y olor asquerosos,
gleses por brujería, Elizabeth Francis, juzgada en que darían náuseas al estómago más hambriento».
Chelmsford en l 566, confesó que el diablo le había
dado un familiar «con el aspecto de un gato con Las primitivas historias de aquelarres tienen
manchas blancas... llamado Satán». Se dijo enton- aún otro ingrediente muy capaz de desencadenar
ces que cada vez que Satán hacía algo para Eliza- las persecuciones que siguieron. En 1484 escribía
beth, «le pedía una gota de sangre, que ella le daba el papa Inocencio VIII, en su Summis Desiderantes
haciéndose una punción». Affectibus: «Ha llegado recientemente a nuestra
La idea de que la hechicera alimentaba a su fa- atención, no sin hondo dolor, que muchas perso-
miliar con su propia sangre o leche era un elemen- nas de uno y otro sexo, sin pensar en su salvación y
to de prueba importante en los procesos de bruje- desviándose de la fe católica, han tenido comercio
ría británicos. Se creía que el punto del cuerpo de
la bruja del que obtenía su sustento el familiar esta- infame con demonios machos y hembras, y, me-
ba señalado por una protuberancia -la «señal de diante sus encantamientos, conjuros, sortilegios y
las brujas»- que era insensible. A la acusada que otros horribles hechizos, enormidades y ofensas,
podía ser aguijoneada en una de esas marcas sin destruido el fruto del vientre de las mujeres». En
sentir dolor se la suponía culpable. Matthew Hop- consecuencia, anunciaba el Papa, «nuestros amados
kins, Pesquisidor General de Brujas de Inglaterra, hijos Henrich Institor y Jakob Sprenger, profesores
famoso por su habiHdad para encontrar esas seña- de Teología de la orden de los frailes predicadores,
les, tomaba nota de los familiares que descubría, y han sido designados inquisidores de tales deprava-
registró nombres como Pynewacket, Vinegar Tom, ciones heréticas».
Sack and Sugar, Greedigut y Peckin the Crow. Como
se trataba de nombres «que ningún mortal podía Lo que ambos dominicos hicieron fue escribir
inventar», decía Hopkins, era evidente su origen una obra, e l Malleus Maleficarum o Martillo de
diabólico. Brujas, que George Lincoln Burr, uno de los pione-
ros norteamericanos en el estudio de la brujería,

80
Los adminículos de las brujas
Todas las brujas, fueran alemanas, francesas, italia- de un ahorcado. Las actas de su proceso no aclaran
nas, españolas, inglesas o escocesas, empleaban los para qué lo usaba, pero es evidente que para nada
mismos adminículos para hacer cosas parecidas. Qui- bueno.
zá sea esta coincidencia, basada en su mayor parte en Modernos investigadores han desentrañado el
mitos, estereotipos clericales y confesiones logradas misterio del ungüento de brujas. Acónito, belladona,
bajo tortura, lo que más ha contribuido a inculcar la beleño y estramonio, así e.orno el cannabis indica y la
figura de la bruja en la imaginación occidental. digital, intervenían en la composición de esta poma-
Por ejemplo, el folklore abunda en historias de da. Sus efectos narcóticos y alucinógenos creaban la
brujas montadas en escobas. La tradición parece ser ilusión del «vuelo nocturno» y pseudopercepciones
antigua, tal vez incluso precristiana, y las actas de los que explicarían la asistencia al aquelarre.
procesos de brujería de Jos siglos XVI y XVII están lle- Entre los accesorios que las brujas necesitaban
nas de referencias a ella. Así, el · para sus · aquelarres figuraban
cazador de brujas francés de fi- las velas. En su proceso de
nales del siglo XVI Henri Bo- 1616, el brujo Barthélemy Min-
guet consignaba que «Fran~oi­ guet, de Brécy (Francia), descri-
se Secretain confesó que para bía así una ceremonia: «Cuando
ir al sabbat se montaba en un los fieles van a la ofrenda llevan
bastón blanco y después pro- en sus manos velas de pez ne-
nunciaba ciertas palabras, con gra (chapopote) que les son da-
lo que era llevada por los aires das por el diablo». Parte del ri-
a la reunión de brujas». La bru- tual del sabbat era también un
ja escocesa Isobel Gowdie llegó círculo trazado en el suelo con
a confesar su fórmula para vo- la punta de un cuchillo mágico,
lar en una escoba, una rama de que servía para concentrar los
El «ungüento para alubias o un haz de paja: «Horse poderes de las brujas. Las bru;as medievales
volar» contenía bella- and hattock, horse and goe,/hor- La bruja podía guardar los pudieron creer que
dona. se and pellattis, iho! iho!». Una brebajes para sus conjuros en volaban.
bruja confesa de la Saboya una botella común y corriente
francesa dijo a los inquisidores que se limitaba a orde- o una jarra de cara barbuda.
nar a su escoba: <dAdeJante! iAdelante en nombre del Tras la última guerra aparecieron en Londres varias
diablo!». de esas jarras enterradas en los cimientos de casas
Accesorios no menos familiares eran la larga capa bombardeadas. Contenían cabellos humanos mezcla-
negra con capucha y el caldero burbujeante. La capa, dos con clavos, recortes de uñas y trozos de tela en
aunque de origen antiguo, no parece haber tenido forma de corazón atravesados por alfileres.
función especial, aparte la de ayudar a mantener el Otra muestra de los adminículos de las brujas se
anonimato de la bruja, pero el caldero era un lugar descubrió en 1886. Según una revista de folklore, en
común de la magia. De los insípidos brebajes que pre- Somerset (Inglaterra) unos constructores descubrie-
paraba en él podía extraer la bruja venenos letales y ron en un aposento secreto una cuerda de metro y
pociones y ungüentos encantados. Anne Marie de medio en Ja que había clavadas plumas de ganso,
Georgel, bruja francesa de Toulouse del siglo XIV, ad- cuervo y grajo. Preguntado un viejo de la localídad,
mitió hacer un guiso de hierbas venenosas, trozos de dijo que se trataba de una guirnalda de bruja, y que se
cadáveres de hombres y animales y jirones de la ropa usaba para echar maldiciones.

La escoba y el cuchillo mágico fonnaoan parte del aquelarre, como vemos en esta interpretación de David Teniers el Joven.

81
describía como «el terrible libro del que se ha di- del diablo, que con ellas no sólo hace daño a los
cho, acaso con verdad, que causó más sufrimientos hombres sino que a veces, con permiso de Dios, los
que cualquier otro escrito por pluma humana». Es destruye».
una obra voluminosa, de unas doscientas cincuen- Las persecuciones contra las brujas estaban
ta mil palabras, y de un razonamiento tan denso muy cerca. ¿Quiénes fueron sus víctimas?
que hace difícil seleccionar párrafos sueltos. La Como indica el éxito internacional del Malleus,
primera parte describe las condiciones necesarias el paroxismo de la caza de brujas se extendió indis-
para que se dé la brujería y refuta sistemáticamen- criminadamente salvando las fronteras europeas.
te los argumentos que niegan su existencia. La se- Incluso dentro de un mismo país, el fenómeno era
gunda trata de «los métodos por los que las obras inconexo, y una región que nunca había condena-
de brujería son mandadas y puestas e n práctica, y do y quemado a una bruja comenzaba de repente a
cómo· pueden ser anuladas y disueltas con éxito». matarlas pctr centenares, mientras una zona famo-
La tercera, «relativa al procedimiento judicial... sa por sus persecuciones quedaba no menos repen-
contra las brujas», explica en detalle cómo deben tinamente tranquila. Había, no obstante, peculiari-
ser esas desgraciadas descubiertas, acusadas, juz- dades nacionales en los espantosos tormentos a
gadas, torturadas, declaradas culpables y senten- que se sometía a las acusadas.
ciadas. En España, donde la Inquisición llegó a asumir
Tanto la novedad como el propósito contri- su forma más extrema, hubo pocos procesos por
buyeron al gran daño que hizo el libro. Como ob- brujería. En Inglaterra la primera bruja no fue eje-
serva Russell en La brujería en la Edad Media, «fue cutada hasta 1566, y aun entonces ahorcada en vez
una desgraciada coincidencia que se inventase la de quemada; y en conjunto se juzgó y condenó a
imprenta precisamente cuando la fiebre de los ca- menos de mil. Al no verse incitadas a las complica-
zadores de brujas estaba en ebullición». La prime- das y satánicas confesiones que se especializaron
ra obra impresa sobre brujería, Fortalicium Fidei, en inventar los inquisidores franceses, se diría que
apareció en 1464, ocho años después de la primera las brujas inglesas llevaban en comparación vidas
Biblia de Gutenberg. El Malleus Maleficarum se relativamente normales.
publicó en 1486 y tuvo un éxito que cualquÍer au- En Alemania fue diferente. Un sorprendido via-
tor moderno envidiaría: 16 ediciones sucesivas en jero contaba en 1600 que el país «está casi por en-
alemán, 11 en francés, 6 en inglés y 2 en italiano. Su tero ocupado en levantar hogueras para las bru-
atractivo no se limitó a los lectores católicos. Mar- jas», y el canciller del príncipe-obispo de Würzburg
tín Lutero dejó esto en claro cuando, en su comen- relataba alarmado en 1629: «Seguramente un ter-
tario a la Epístola a Los Gálatas de San Pablo, escri- cio de la ciudad está implicado... Hace una semana
bía que «brujería y hechicería son por tanto obra fue quemada una muchacha de diecinueve años de

En el siglo XIX, Goya imaginó así el aquelarre, con las brujas reunidas en torno a la maligna figura de un macho cabrio. Según
la que en todas partes se decía que era beilísima y Sin embargo, ñombr~ valientes empezaron a
de un recato y pureza excepcionales». hablar claro, aun a riesgo ,de sus vidas. Uno de ellos
En la ciudad de Bamberg, la caza de brujas se fue Johann Wier, a quien se ha calificado a veces
convirtió en la gran industria local. En 1627 fue de padre de la psiquiatría. En un libro publicado
construida una cárcel especial, la Hexenhaus, para en 1563, Wier afirmaba que el engaño y la supersti-
las sospechosas de brujería. Dibujos de la época ción convertían a juristas y teólogos en asesinos,
nos muestran un bello edificio de piedra con facha- que las acusadas necesitaban un trato humano y
da ornamental. Dentro había dos capillas, una cá- ser vistas por un médico, y que las enfermedades
mara de tortura y acomodo para 40 brujas, todo mentales desempeñaban un papel crucial en algu-
ello dispuesto con tal eficiencia que en cuatro años nos casos de brujería. Los católicos incluyeron a
pasaron por allí 400 acusadas. Como industria, la Wier en el Indice y los protestantes quemaron sus
caza de brujas era provechosa. Se acostumbraba libros.
confiscar los bienes de las condenadas y, tras dedu- El jesuita Friedrich Spee se enfrentó valiente-
cir los gastos del proceso y ejecución, entregarlos a mente a los fanáticos inquisidores en un libro que
las autoridades. editó anónimamente en 1631: Cautio crimina/is sive
A medida que se incrementaba la tortura se liber de processu contra sagas. Este religioso, que
hizo común el «decir nombres», el implicar a otros. había asistido en sus últimos y atribulados momen-
Al examinar los casos de 300 brujas, un estudio de- tos a cerca de doscientas víctimas muertas en la
mostró que cada una de ellas había nombrado hoguera, razona que, mediante la tortura, cual-
como promedio a otras 20, produciendo así una lis- quier inocente, sea obispo, jesuita o laico, acabará
ta de 6.000 víctimas en un solo tribunal local y en por ser condenado.
un lapso de seis o siete años. Uno de los ejemplos Spee explicaba por qué las víctimas inocentes
más impresionantes de la tragedia que supuso esa se negaban a retractarse de sus confesiones en la
implicación mediante la tortura son las palabras hoguera. Si lo hacían, las quemaban vivas, mien-
de una víctima alemana al encontrarse con la espo- tras que· si no se retractaban eran primero estran-
sa de un vecino, mujer totalmente ajena a cual- guladas, muert~ mucho más compasiva. Poco a
quier manejo misterioso: «Nunca te he visto en un poco, a medida que alzaban su voz más hombres y
aquelarre, pero para acabar con la tortura tenía mujeres, empezaron a surgir las dudas entre los ca-
que acusar a alguien. Me acordé de ti porque cuan- zadores de brujas, seglares y clérigos, y las muertes
do me llevaban a la cárcel te cruzaste conmigo y di- y torturas disminuyeron. Inglaterra abolió las per-
jiste que nunca hubieras creído tal cosa de mí. Te secuciones de brujas en 1684, Francia en 1745, Ale-
pido perdón, pero si volviesen a torturarme volve- mania en 1775, España en 1781, Suiza en 1782 y Po-
ría a acusarte». lonia, donde fue ejecutada la última bruia en 1793.

los testimonios arrancados por la tortura en los procesos, en esas reuniones se celebraban ceremonias satánicas, festines y orgías.
¿cuántas personas sufrieron y murieron duran- chosas de brujería -decía el autor-. Uno era la
te los siglos que duró la caza de brujas? Aun hoy, melancolía, un estado depresivo acompañado a ve-
después de numerosos estudios sobre el tema, es ces de palabras oscuras o amenazadoras y una con-
difícil dar de talles, a pesar de que se ha calculado ducta extraña ... El otro atributo peligroso era la so-
que hubo 200.000 víctimas. Como los datos proce- ledad.» En un trabajo titulado «Quiénes eran las
den de los propios cazadores de brujas, la informa- brujas: El papel social de las acusadas en los procesos
ción es muy parcial. En muchos casos, por supues- de brujería europeos», Richard A. Horsley, profe-
to, la verdadera condición del acusado apenas con- sor de la Universidad de Massachusetts señalaba
taba una vez en marcha la tortura y los procedi- un tercer punto, extraído de documentos de Aus-
mientos persecutorios. En un estudio fascinante, el tria, Lucerna, Lorena e Inglaterra. Era que los pa-
historiador británico Alan MacFarlane revisó unos peles de hechice ro y de adivino-curandero no so-
mil doscientos casos de brujería tomados de docu- lían coincidir en las comunidades rurales, y de los
mentos judiciales y opúsculos del condado de Es- dos eran estos últimos (casi siempre mujeres, in-
sex y fechados en los 120 años siguientes a 1560. Lo cluidas las parteras) los acusados más a menudo.
que descubrió fue que en el tipo de acusación más ¿Por qué? Por e l carácter de parias, de proscritos,
común aparecía siempre una persona de la loca- que tenían ya en la sociedad. «En algunas zonas de
lidad que había negado algo a un vecino, a veces a Europa -escribía Horsley-; a juzgar por las prue-
una anciana o una persona que vivía sola, y al bas disponibles, casi la mitad de las víctimas perte-
creerse víctima de algún maleficio lo atribuía a la necían a esas adivinas y curanderas.»
persona a quien había negado el favor. Como escri- ¿Hubo verdaderamente reuniones de brujas?
bía MacFarlane, «era la víctima del supuesto male- ¿Tenían a lgún fundamento las obscenas fantasías
ficio, y no la bruja, quien había faltado a las nor- del aquelarre? Es difícil encontrar relatos creíbles,
mas de buena vecindad, quien tenía razones para pero hay un caso que merece atención. Se refiere
sentirse culpable e inquieta por haber negado ayu- al pueblo de Bernau, en e l sudoeste de Alemania, y
da a un vecino, mientras que el sospechoso podía al año 1588. Según cuentan, por razones inexplica-
llegar a ser odiado como causante de ese senti- bles, el vino desaparecía de una taberna local. Tra-
miento». tando de aclarar e l misterio, el tabernero se escon-
En otro importante estudio, llevado a cabo por dió en la bodega, y esa noche presenció cómo 17
H. C. Erik Midelfort y referente a procesos en el su- viejas «Se servían vino y bebían alegremente juntas
doeste de Alemania desde 1562 hasta 1684, apare- como era su costumbre». Al ser acusadas, se dice
cían otros factores. «Dos atributos de las mujeres que admitieron haber venido haciendo tales cosas
aumentaban la probabilidad de que fuesen sospe- durante años. Fueron condenadas a la hoguera, y
sus parientes tomaron represalias mediante el fue-
go, lo que causó la destrucción de unas ciento vein-
te casas en el pueblo. ¿un grupo activo y organiza-
do de brujas o una simple leyenda popular que ex-
Reginald Scot presa las tensiones entre los habitantes del campo
y de los pueblos en la Selva Negra? Posiblemente
Aunque la tortura y las increíbles injusticias que ambas cosas.
acompañaron a la caza de brujas no habrían de ter-
minar hasta el siglo xvm, en el XVI se alzaron voces Otro relato, éste italiano, localizado en torno a
ilustradas en contra de esa locura. En 1584, un ha- Venecia y basado en el examen de archivos llevado
cendado del condado inglés de Kent, Reginald a cabo por Cario Ginzberg, revela algo muy dife-
Scot, publicó un libro, Discoverie of Witchcraft, que rente. Hacia mediados del siglo XVI, los benandanti
denunciaba sin reservas los procesos por hechice- eran un grupo de hombres y mujeres que represen-
ría como irracionales y basados en interpretacio- taban a nua lmente cierto número de batallas sim-
nes erróneas del diablo y sus poderes. El libro lle- bólicas contra las fuerzas del mal, demonios, espí-
gaba incluso a ridiculizar los espantosos métodos ritus y demás genios sobrenaturales, generalmente
procesales y de tormento comunes en la época para proteger las cosechas. Con frecuencia salían
Se cree que la obra de Scot fue en parte reac-
ción contra el famoso proceso por brujería que de noche a defender la fertilidad de sus campos.
tuvo lugar en 1582 en St. Osyth (Inglaterra), duran- Pero la Inquisición empezó a preguntarse qué ha-
te el cual catorce mujeres fueron acusadas y dos cían por ahí unos fieles cristianos a tales horas
ejecutadas basándose en el testimonio de unos ni- cuando debían estar durmiendo, y cómo podían
ños. El razonable y burlón ataque de Scot indignó combatir a las brujas sin recurrir a su vez a la bru-
tanto al rey Jacobo 1 que en 1603 ordenó la destruc- jería. El resultado fue, según Ginzberg, que entre
ción de todos los ejemplares de su obra, cuya se- 1620 y 1650 los benandanti llegaron a considerarse
gunda edición no apareció hasta 1651. Aunque más una secta brujeril que una orden protectora
el Discoverie apenas consiguió modificar la opi- de la fertilidad.
nión popular, se cree que sirvió de modelo a las
brujas de Macbeth, de Shakespeare. El historiador Quizá el mejor camino para comprender la
Henry C. Lea ha señalado que el Discoverie «tiene el identidad de las víctimas que provocó la caza de
honor de ser la primera de las obras polémicas brujas sea el seguido por Lucy Mair en su obra
que negaron resueltamente la realidad de la brujería Witchcraft, donde sugiere la existencia de seis am-
y el poder del diablo». plias categorías de víctimas: los desheredados, los
afectados por taras físicas, las personas de éxito,

84
Los cazadores de brujas, verdugos despiadados
La locura de la caza de brujas que convulsionó a la como una de las grandes obras jurídicas de la época.
Europa occidental durante los siglos xv, xvr y xvn Pocas voces se alzaron para oponerse a tan sangriento
pudo no revelar la existencia de demonios sobrenatu- oficio. Cuando el sabio holandés Cornelius Loos, ho-
rales, pero sí engendró una nueva especie de mons- rrorizado ante la enormidad de los crímenes con res-
truos. humanos: los cazadores de brujas, hombres de paldo legal de Binsfeld, intentó protestar en nombre
rectitud patológica dedicados a descubrir a las su- de la humanidad, fue condenado y obligado a retrac-
puestas servidoras del diablo. La biblia de esos maca- tarse en público.
bros asesinos era el infame Malleus Maleficarunt (Mar- El hecho de que la mayoría de los cazadores de
tillo de Brujas), obra de dos fanáticos dominicos pu- brujas creyesen sinceramente en la rectitud de sus
blicada en 1486. Para los autores del libro no había criminales actividades no hace menos espantosos a
engaño demasiado tortuoso ni tormento excesivo con la luz actual su perversa lógica, sus desbordados pre-
tal de obtener confesiones. Tampoco cabían el escep- juiCíOs y sus métodos inhumanos. Henri Boguet
ticismo ni la moderación, pues, como (1550-1619), jurista francés al que se
rezaba el lema del libro, «No creer en atribuye el exterminio de unas seis-
brujas es la mayor de las herejías». cientas brujas, fue capaz, por ejemplo,
Uno de los más famosos discípulos de ayudar a condenar a un hombre de
del Malleus fue el jurista y filósofo reconocida devoción basándose en
francés Jean Bodin (1529-96), tal vez que el crucifijo de su rosario tenía
el primero en formular una definjción una grieta diminuta, claro indicio, de-
«legal» de la bruja -«alguien que, co- cía, de que su dueño estaba aliado con
nociendo la ley de Dios, trata de hacer el diablo.
algo mediante un pacto con el dia- Pierre de Lancre, cazador de bru-
blo»- y hombre monstruosamente jas oficial del rey francés Enrique IV
eficiente en la persecución de las sos- en el País Vasco, no ·era menos hábil
pechosas de hechicería. En su afán de en detectar la presencia del satanis-
lograr confesiones, torturaba perso- mo. Por razones oscuras, pero que pa-
nalmente a niños e inválidos, y protes- recen haber tenido morbosas conno-
tó de que se quemase a las brujas por taciones sexuales, Lancre llegó al con-
ser esa una muerte demasiado rápida, Matth.ew Hopkins, Pesquisidor vencimiento de que los 30.000 habi-
ya que apenas duraba media hora. En General de Brujas de Inglaterra. tantes del Labourd, incluidos los cléri-
1580, al final de su vida, Bodin escri- gos, eran brujos. Cuando trascendie-
bió una obra propia, Demonomanie, todavía más dura ron sus conclusiones, millares de personas huyeron
y capciosa que el Malleus, que fue bien recibida y muy de sus casas, y algunos emigraron incluso a Terranova
leída. para escapar a lo que se avecinaba. En sólo cuatro
El inquisidor de Lorena, Nicolás Remy, fue con- meses, Lancre quemó a unos seiscientos de los que se
temporáneo de Bodin y Stl digno émulo, si no en lo in- habían quedado y volvió triunfante a París para ser
telectual, sí como perseguidor. En los quince años que nombrado consejero de Estado del agradecido mo-
juzgó casos de brujería, fue responsable de la ejecu- narca.
ción de unas novecientas personas. Cuando en 1582 El más famoso de Jos cazadores ingleses de brujas
murió su primogénito, sospechó, fue un puritano, jurista fracasado, lla-
como era de rigor, un maleficio, y acu- mado Matthew Hopkins. A diferencia
só y condenó a un mendigo a quien de algunos de sus colegas del resto
había negado limosna poco antes de de Europa, Hopkins, que tuvo su apo-
morir su hijo. Como bien explicaba geo durante un período relativamen-
Remy, «los brujos tienen un modo te breve de la década de 1640, sólo con-
muy traidor de aplicar su veneno, siguió dar muerte a unos cuantos cen-
pues, tras untarse las manos con él, tenares de personas. Además, por de-
agarran... la ropa de una persona creto del Parlamento, fue obligado a
como si fuese para implorada encare- renunciar a su primitivo método de
cidamente». Como Bodin, Remy se re- identificar a las brujas, que consistía
tiró con todos los honores y escribió en arrojar a las sospechosas, atadas, a
un libro sobre sus experiencias, en el un lago-o río para ver si flotaban, en
que confesaba lamentar sobre todo cuyo caso eran consideradas culpa-
no haber matado a más hijos de las bles. No obstante, su recuerdo sigue
brujas. siendo especialmente odioso. Acom-
El más mortífero de los cazadores Instrumentos de tortura en un pañado por un grupo de estudiantes,
de brujas fue con mucho un discípulo grabado alemán de 1508. este autoproclamado Pesquisidor Ge-
de los jesuitas, Peter Binsfeld, obispo neral se trasladó al este de Inglaterra,
sufragáneo de Tréveris, en Alemania, a finales del si- donde exigía contribuciones a los pueblos por lim-
glo XVI. Se dice que este perseguidor implacable de piarlos de brujas. Uno de)os métodos que utilizaba
las brujas~ que afirmaba que dar tormento «leve» era con mayor éxito era una forma de tortura psicológica
igual que no darlo, fue responsable de la muerte de consistente en obligar a sus víctimas a andar constan-
unos seis mil ·quinientos hombres, mujeres y niños. Su temente, sin comer ni dormir, hasta que, agotadas o
Tratado sobre las confesiones de malhechores y brujas delirantes, confesaban su delito con tal de verse libres
fue considerado por muchos de sus contemporáneos de su suplicio.

85
los que llevaban camino de hacerse ricos, los ene- vivía tiempos catastróficos, fue también tenida por
migos personales y los intrusos. Todos ellos pro- herejía o negación de la Iglesia, amarga verdad
porcionaron víctimas a los cazadores de brujas, que, según ciertos estudiosos, la sustrae de la esfe-
aunque a veces influyese también, como un factor ra del folklore, la sociología y la antropología para
más, la práctica de la magia. Porque había quienes colocarla irrevocablemente dentro de la teología.
practicaban Ja magia, y aunque su número puede Como escribía Georgc Lincoln Burr, «conviene te-
haber sido pequeño entre las víctimas, ejercían, ner muy presente el hecho de que la brujería era
aunque sólo fuese por la fuerza de la sugestión, un herejía y la acusación de brujeráa una acusación
cierto poder. Como escribía John W. Connor en un de herejía, porque es lo esencial del problema».
artículo titulado «La realidad social y psicológica Un estudio reciente de la brujería en Rusia ayu-
de la creencia en las brujas en Europa», «para las da a subrayar, por comparación, los efectos solapa-
gentes de esa época, la brujería y los poderes de dos de esa justificación religiosa. En ciertos aspec-
Satán eran tan reales, tan racionales, y a la vez tan tos, la brujería era en Rusia sorprendentemente
misteriosos, como lo son para la persona normal parecida a la europea. Ya en el siglo xn un viajero
de nuestro tiempo las vitaminas, la electricidad y árabe relataba que «cada veinte años las viejas de
la energía atómica». este país se hacen culpables [¿sospechosas?] de
Pero, de todas las características de -las vícti- brujería, lo que causa gran preocupación entre las
mas, la más obvia es tambié n la más estremecedo- gentes. Entonces atrapan a todas las que e ncuen-
ra. La gran mayoría eran mujeres, factor que toda- tran en esa zona y las arrojan atadas de pies y ma-
vía hoy sigue siendo profundamente preocupante. nos a un gran río [lel D'ni e per?J que pasa por allí.
Y es q ue la depravación de las persecuciones pare- Las que flotan son tenidas por brujas y quemadas;
ce muy superior a la suma de sus causas. ¿Por qué? por el contrario, las que se hunden son declaradas
Algunos autores, teniendo en cuenta las teorías inocentes y puestas en libertad».
freudianas, han propuesto respuestas psicológicas. Lo que revela que en Rusia se utilizaba la prue-
La base de sus conjeturas es precisamente e l hecho ba del agua tres siglos antes de las persecuciones
de que probablemente el 85 por 100 de los acusa- europeas. Pero, en su trabajo «Procesos de brujería
dos fueron mujeres. La actividad sexual ocupaba en la Rusia del siglo XVll», Russell Zguta expone las
lugar prominente en las creencias brujeriles. El notables diferencias de la caza de brujas rusa: la
método del diablo para reclutar adeptos era la se- frecuencia con que los hombres sobrepasan e n nú-
ducción, y las orgías y aquelarres periódicos la mero a las mujeres e n los procesos, el porcentaje
recompensa para sus fieles servicios. «Los jueces relativamente alto de absoluciones en algunos, la
-escribía el historiador Henry C. Lea- sentían a usencia de niños e n las persecuciones y que nadi e
una curiosidad insaciable por los detalles de esas veía a las brujas como herejes. «Sin Satán y sin e l
re laciones sexuales, y su diligencia en forzar los sabbat -dice- las brujas rusas tenían poca seme-
interrogatorios se veía recompensada con todo janza, y a veces ninguna, con el resto de las euro-
tipo de sucias fantasías.» peas. La bruja rusa podía ser juzgada y castigada,
Por orro lado, historiadores como Hugh Trevor- como la inglesa, por el delito secular de hechicería,
Roper han sugerido que aquella manía -pues eso pero no por herejía.»
era, en su opinión- fue consecuencia de grandes
presiones sociales. Los hombres empezaro11 a des-
cubrir y castigar a las brujas en una época e n que
las condiciones de vida había n llegado, como ya di-
jimos, a ser degradantes. Los Cuatro Jinetes del
Apocalipsis andaban sueltos por la Tierra. La Peste
Negra, que barrió Europa en 1348, afectó a tantos,
sin esperanza de curación, que hicieron falta dos
siglos para recuperar los niveles de población ante-
riores. Las guerras eran endémicas, y la mera su-
pervivencia dependía de un equilibrio tan precario
que una mala cosecha podía condenar a regiones
enteras a la muerte por hambre, lo que explica que
e l provocar granizadas fuese considerado como
uno de los más atroces crímenes de las brujas.
El psiquiatra Gregory Zilboorg añade la hipóte-
sis de que la gran cacería de brujas fue «una reac-
ción contra los inquietantes indicios de inestabili-
dad en el orden establecido». Incluso en nuestra
época, es corriente buscar chivos expiatorios cuan-
do se produce un desastre. En Japón, en 1923,
hubo quienes culparon del terremoto de Kwanto a
los emigrantes coreanos que vivían en Tokio.
La brujería, aunque víctima de la misoginia y Hécate, diosa griega de los fantasmas y hechiceras, aparece
afectada por las convulsiones de una sociedad que en este cuadro junto a sus espectrales secuaces.

86
Juicio a la locura: las brujas de Salem

George Jacob· fu e ahorcado tras declarar algunas 11111chachas de Stde111 que era el demomo y el causcmte de los ataques que padecían.

Aunque se sabe de casos aislados de brujería en y Sarah Osbome, que había escandalizado al pueblo
las colonias inglesas de América durante el siglo xvn, al convivir sin tapujos con un hombre no estando ca-
ninguno pudo compararse con la locura de la caza de sados. En una audiencia celebrada a principios de
brujas que se había apoderado de Europa... hasta los marzo, Tituba confesó que era bruja y que había sido
sucesos de Salero. ella --o más bien su espectro- quien había atacado a
Los incidentes de Salero empezaron, en medio del Ann Putnam con un cuchillo. Y, lo que es más sor-
rudo invierno de Nueva Inglaterra, en 1692, año de in- prendente, dijo que era sólo una de las muchas brujas
certidumbre política en toda la colonia de la bahía de del pueblo, y que un «hombre alto de Boston» le ha-
Massachusetts. En la cocina de la casa parroquial de bía enseñado un libro en el que figuraban todas las
Salero, una esclava de las Antillas llamada Tituba dis- brujas de la colonia.
traía a la hija del ministro, Elizabeth Parris, de nueve No hizo falta más para que se desatase en Salero la
años, y a su inquieta prima Abigail, de once, con tru- caza de brujas. La precoz Ann Putnam y su madre
cos, sortilegios y cuentos de misterio. A veces Tituba acusaron de infanticidio a una mujer de 71 años, Re-
decía la buenaventura consultando las configuracio- becca Nurse. Susanna Martín fue acusada de embru-
nes de la clara de huevo en un plato, pasatiempo que jar los bueyes de su vecino a raíz de una riña entre
para los puritanos del siglo xvn era cosa del diablo, ambos. El reverendo George Burroughs, antiguo mi-
pero que encantaba a las adolescentes del barrio que nistro del pueblo, fue citado como el cabecilla de las
visitaban la cocina de Tituba. ' brujas, y el capitán John Alden identificado como el
A medida que pasaba el invierno, las muchachas «hombre alto de Boston» de Tituba.
empezaron a comportarse de manera extraña: Eliza- En siete meses fueron ejecutados 7 hombres y 13
beth tenía frecuentes arrebatos de llanto, y Abigail co- mujeres, muchos de ellos sin más base que el <<testi-
rría a cuatro patas, ladrando como un perro. Las de- monio» de fantasmas y espectros. El reverendo Bu-
más adolescentes sufrían ataques, y cierto día Ann rroughs fue ahorcado el 19 de agosto, y a Giles Cory,
Putnam, de doce años, contó la lucha frenética que de ochenta años, que se negó a declarar, lo ·aplastaron
había sostenido con una bruja que quería cortarle la con grandes piedras. Como sólo se daba muerte a
cabeza con un cuchillo. Como el médico del pueblo quienes no confesaban, .Titµb<1, s.e_.salvó_y fue má~ tar-
no pudo encontrar en las chicas ningún mal físico, de vendida por los Parris.
dictaminó que aquello era obra del demonio. Cuando las frenéticas acusaciones alcanzaron a la
En vano el reverendo Parris rogó a las afligidas crema de la sociedad colonial -fue acusado im:luso
muchachas que dijesen quiénes eran las brujas que el presidente de la Universidad de Harvard-, la opi-
las atormentaban. Y cu.ando supo de un «pastel de nión pública reaccionó. A los dieciocho meses de ini-
brujas» hecho por el marido de Tituba (de ~arina de ciado el episodio, el gobernador William Phips perdo-
centeno cocida con orines de niño), promovió tal es- naba a todos los sospechosos de brujería que aún no
cándalo que a Elizabeth se le escapó el nombre de Ti- habían sido ejecutados. Incluso los muertos fueron
tuba. Las otras muchachas se apresuraron a añadir exonerados, lo que no impidió que el nombre de Sa-
los de Sarah Good, una mendiga que fumaba en pipa, lero se convirtiese en símbolo de la locura colectiva.

87
Realidad y apariencia

En busca de los poderes perdidos


siglos... el brujo fue honrado y queri- adeptos que pasa casi desapercibida. En Witchcraft
«D
URANTE
do. Hombre o mujer, era consultado por and Sorcery, el antropólogo John A. Rush estudió la
todos, en busca de remedio para la enfermedad, moderna práctica de la brujería e ntre los emigran-
consejo en las dificultades o luz sobre el futuro.» tes italianos de Toronto (Canadá), así como en va-
En 1921 la antropóloga inglesa Margaret Murray rios pueblos europeos y africanos, y halló que afec-
formuló la sorprendente teoría de que la bruje- ta constantemente a la vida y el pensamiento de
ría, lejos de ser invento de la imaginación medie- sus adeptos. Cuando un hombre de Toronto que te-
val, era una poderosa y antigua religión pagana nía la cara ulcerada no pudo ser curado por el mé-
cuyas raíces llegaban hasta los trogloditas paleolí- dico de la familia, su mujer consultó a un brujo,
ticos. q ue le dijo que cubriese las llagas con cera fundida
Los modernos especialistas han desautorizado de una vela de iglesia bendecida, y el remedio re-
e n gran medida las teorías de Margaret Murray, sultó, al parecer, eficaz. Los periódicos dieron
pero los libros de ésta hic ieron que muchos se sin- cuenta de l caso de un muchacho lisboeta al que los
tieran fascinados por la antigua práctica de la bru- médicos dijeron que debía operarse de las pie rnas,
jería. Cuando el sedicentc brujo Gerald Gardner y él, tras consultar a una bruja, decidió no hacerles
anunció que pertenecía a una asamblea o coven caso, sin que al parecer le ocurriese nada. Cuando
cuya tradición oral databa de los tiempos precris- la bruja, una analfabeta de cincuenta y cuatro años,
tianos, los devotos afluyeron a su sede. fue acusada de ejercicio ilegal de la medicina, aca-
Raymond Buckland, «Sumo sacerdote» y autor bó absuelta al ser considerada por el tribunal
de Witchcraft From the lnside, es uno de los segui- como «psicoterapeuta rural».
dores de Gardner. El coven de Buckland celebra al En comunidades en las que la brujería despier-
año ocho sabbats, y en 1969 se reunió en su centro ta las mismas esperanzas y terrores que hace seis-
del estado de Nueva York para festejar la víspera cientos años, no se la toma a la ligera. En 1945, un
de Todos los Santos, e l Halloween sajón. Como caso de asesinato en los Cotswolds ingleses no
preparación para la ceremonia, los 13 miembros p udo ser resuelto debido principalmente al muro
del coven se despojaron de sus ropas (que creen in- de silencio con que toparon los investigadores en-
hiben sus poderes) y se purificaron lavándose con tre la gente del pueblo que había conocido al
agua salada. Después, skyclad, como llaman a esa muerto. Pero el carácter ritual del crimen -lo ha-
desnudez ritual, se reunieron dentro de un círculo bían atravesado con un bieldo y le habían grabado
de tres metros de diámetro para cantar, bailar y es- cruces en el pecho- y su momento, el día de la
cuchar a la gran sacerdotisa del coven la lectura Candelaria, convenció a los familiarizados con la
del Libro de las Sombras. Muchos piensan que tales tradición brujeril que había sido muerto por perso-
ceremonias son poco más que pretextos para la li- nas que temían que fuese brujo. Cuando una mu-
cencia sexual, pero, según Sybil Leek, una de sus chacha alemana de la Baja Sajonia enfermó grave-
más famosas practicantes, representan la «vuelta a mente de tuberculosis, su padre, creyéndola maldi -
una religión natural» que «enseña al hombre su lu- ta por una bruja, lapidó brutalmente a la mujer de
gar en el universo». Sus antepasados, dice, lo prac- la que sospechaba.
ticaron en el siglo xu, y ella se lo ha enseñado a sus Incluso personas que no llegan a tales extremos
hijos. pueden seguir prácticas seculares para protegerse
Muchos brujos del tipo de Buckland· aseguran de la brujería. En muchas comunidades italianas, a
que su magia no es mala, y señalan la diferencia los niños pequeños se les cuelgan amuletos en for-
entre esa brujería blanca y la negra, practicada, ma de cuerno para desorientar a las brujas que se
por ejemplo, por el famoso satanista de California acercan, y de noche se ponen las escobas junto a
Anton La Vey. La Vey y la iglesia por él fundada los ojos de las cerraduras para que, si entra una
adoran a Satán mediante ceremonias en las que, bruja, quede fascinada, empiece a contar las pajas
por ejemplo, una mujer desnuda sirve de altar . de la escoba y no tenga tiempo de hacer daño. Los
Tanto los brujos «blancos» como los «negros» escépticos se ven a veces en aprietos. En cierta
afirman que la brujería es la respuesta a las prohi- ocasión, en Rusia, la prensa de una revista se ave-
biciones e hipocresías de que está plagada la socie- rió precisamente cuando iba a publicar un artículo
dad moderna. Publican libros, dan conferencias y, denunciando a una mujer del lugar que aseguraba
especialmente cuando se acerca Halloween, conce- poder valerse de la brujería para que las esposas
den entrevistas y disfrutan de cierta celebridad. recuperasen el amor de sus maridos. Como mu-
Pero, a años luz de este tipo de brujería- chos devotos seguidores del antiguo arte, tenía al
espectáculo, su práctica tradicional por la gente siete por su número de la suerte, y, en efecto, a los
sencilla continúa como lo ha hecho durante siglos, siete días de su detención se promulgó una amnis-
y forma hasta tal punto parte de la vida de sus tía general.
Ann Stewart fue despedida de En un famoso juicio celebrado en
una escuela de Tucson (Arizo· Cornwall (Inglaterra) en 1965,
na) tras ser acusada en 1970 de Harriet Richards fue acusada por
«enseñar brujería». Posterior- sus víctimas de practicar la bruje-
mente fue rehabititada. ría. Se la condenó por robo.

En los páramos del Yorkshire inglés, brujas que consi-


deran su arte como la vuelta a una religión precristia-
na llevan a cabo una ceremonia para «bajar la Luna»,
rito descrito por los antiguos griegos y romanos.

Los practicantes de la magia negra que siguen a Anton


La Vey pretenden aliarse con el diablo. También lle-
van a cabo ceremonias q1tte son una parodia de las re-
ligiones aceptada:S'.

.,
Las deformaciones grotescas de animales y personas
han sido siempre producto de la fantasía popular...
y en ocasiones del m\Uldo real.

MONSTRUOS

despabiló una especie de sil-


«M
E Las visiones de «monstruos marinos»
bido a estribor -escribía el han sido acogidas durante siglos con
capitán Jonh Ridgway, que había esta- incredulidad. Cuando, en el siglo pasa-
do medio dormido a los remos de un do, pescadores escandinavos dijeron
bote abierto de seis metros de eslora haber visto un calamar gigante, la
cuando navegaba suavemente en ple- mayoría de la gente pensó que habría
na noche por el Atlántico norte-. sido con ayuda de unos buenos tragos.
Miré al agua y de pronto vi la forma El más lego sabe que ningún calamar
retorcida, contorsionada, de una gran sobrepasa los veinte centímetros. Y
criatura. La enmarcaba Ja fosforescen- Hombre-animal ruso con cuando el comandante y toda la tripu-
cia del mar, como si llevase colgada alas, garras y cuernos de al- lación de la corbeta francesa Alecton,
una guirnalda de luces de neón. Tenía rededor del año 500 a. JC. que se dirigía de Cádiz a Tenerife a fi-
un tamaño enorme, unos diez metros nales de 1861, relataron su intento de
o más de largo, y se acercaba veloz- capturar un calamar gigante con ten-
mente. Debí de contemplarla durante unos diez se- táculos de casi dos metros de longitud, la Acade-
gundos. Vino derecha a mí y desapareció debajo de mia de Ciencias francesa dictaminó que los testi-
donde yo estaba.» gos habían sido víctimas de una alucinación colec-
Fuera lo que fuese, se eclipsó bajo la ligera em- tiva.
barcación en la que Ridgway y su compañero, el Pero el capitán John Ridgway vio su monstruo
sargento del ejército británico Chay Blyth, enton- marino en 1966, y no era hombre proclive a fanta-
ces dormido, intentaban atravesar a remo el Atlán- sías. El y Blyth eran paracaidistas del Ejército bri-
tico. tánico que disfrutaban de un permiso para llevar
«No soy hombr~ imaginativo -proseguía el re- a cabo en el Atlántico una prueba de superviven-
lato por escritó de Ridgway- y busqué una expli- cia, y que después contaron la historia de sus 92
cación racional... Chay y '}o habíamos visto balle- angustiosos días en el mar con toda sobriedad.
nas, tiburones, delfines, marsopas, peces voladores, «Sólo puedo decir lo que vi con mis propios ojos
toda clase de animales marinos, pero aquel mons- -informaba Ridgway-, y que he dejado de ser in-
truo nocturno no se parecía a ninguno de ellos. crédulo en la materia.» Y en cierto sentido no hay
Sintiéndolo mucho, tuve que pensar que sólo po- razón para dudar de la sinceridad de su relato,
día ser una cosa: una serpiente de mar.» pues hasta el más conservador de los científicos
Las dudas del capitán son bien comprensibles. modernos sabe que en el mar pueden existir seres
enormes y monstruosos, y no en regiones inex-
ploradas de la mente, sino en la realidad más pal-
Las fauces y los colmillos de un monstruo gatuno forman pable.
las puertas del Infierno, dispuestas a recibir a las almas que Eso es lo malo de los monstruos: ¿cómo puede
empujan los demonios, en esta iluminación del Libro de alguien como John Ridgway saber si la cosa mons-
Horas de Catalina de Cleves, manuscrito del siglo XV. truosa que está viendo es producto de su imagina-

91
c1on, la proyección de horrores psíquicos larga- la que este autor inglés describía cómo un dragón
mente reprimidos, o prueba realmente la existen- podía enroscarse a un animal salvaje de considera-
cia de alguna criatura desconocida? Desde los dra- bles dimensiones - un e lefante, por ejemplo- y
gones con escamas que vomitaban fuego y las ser- oprimirlo implacablemente hasta matarlo. Des-
pientes con cabezas de hidra de la antigüedad hasta cripción }10tablemente exacta de cómo una gran
las misteriosas criaturas submarinas y hombres- pitón, a veces de hasta nueve metros de longitud,
mono actuales, monstruos de dudosa existencia acecha a su presa y cae sobre ella.
han venido planteando una y otra vez tales cuestio- Eran pocos los europeos que llegaban a ver pi-
nes. Esa especie de criaturas de otro mundo, gene- tones, pero viajeros de épocas anteriores habían
ratmente enormes, casi siempre repulsivas y ame- vuelto con relatos de animales extraordinarios que
nazadoras y a veces instantáneamente mortíferas, hoy podemos reconocer como reales, entre ellos e l
han desempeñado un doble papel desde los cuen- elefante, la jirafa, el tigre de Bengala, el hipopóta-
tos más primitivos. Fascinan· y repelen, inspiran mo y el cocodrilo. En los siglos v y IV a. JC., los via-
valor y miedo, actúan como símbolos de fuerzas jeros que volvían de sus correrías por el mundo
naturales de otro modo inexplicables y sirven de cautivaban a sus oyentes con descripciones de ra-
blanco al espíritu heroico del hombre. Y, reales o rezas humanas aún más notables que los enormes
irreales, satisfacen sin duda una necesidad. reptiles y los cuadrúpedos cornudos de piel impe-
El psicólogo infantil Bruno Bettclheim, que ha netrable. Lo que esos exploradores decían haber
estudiado la importancia psicosocial de los cuen- visto eran personas con cabeza de perro o sin cabe-
tos de hadas, afirma que el hombre crea monstruos za; seres semihumanos con un solo pie enorme o
para dar forma a sus temores. «Las ansiedades in- pezuñas de cabra; tribus con las orejas enorme-
nominadas son mucho más amenazadoras que algo mente dilatadas, labios colgantes, picos de ave, ho-
a lo que podemos dar nombre y forma -dice Bet- cicos de cerdo, un solo ojo o colas largas y peludas.
telhcim-. Cualquier cosa que sabemos o creemos Es posible que los relatos sobre tales razas na-
saber es más reconfor tante que lo desconocido.» Y ciesen de observaciones erróneas de seres defor-
es más fácil tratar con los aspectos menos atracti- mes, ya se tratase de monstruos genéticos o de in-
vos de la psique humana cuando los proyectamos dividuos víctimas de mutilaciones tribales. Añáda-
en alguna otra criatura, real o ficticia. se a ello la posible visión de ceremonias en las que
El hombre primitivo, temeroso de lo desconoci- se utilizaban máscaras, el fugaz atisbo de monos
do, imaginó un inframundo maligno y tenebroso caminando sobre sus patas traseras o las imágenes
en el que desaparecía el sol todas las noches. De distorsionadas de grandes aves erguidas con el
este abismo laberíntico salía el dragón que respira- pico abierto o la cabeza bajo el ala y habrá nacido
ba fuego, el imaginario monstruo primigenio y pro- el monstruo con figura humana. En realidad, la
totípico del hombre, gigantesca criatura de un combinación de lo visto realmente y lo añadido
mundo inferior poblado por figuras reptilianas, para agregar pintoresquismo es común a todo tipo
desde pequeños lagartos y serpientes venenosas de monstruos. «Las formas de los monstruos se ba-
hasta grandes pitones y boas. Cuando se mezclaron san siempre, en última instancia, e n la observación
y agrandaron las características del lagarto y la ser-
piente, sobreponiéndoles un aura maligna, se fra-
guó el mítico monstruo llamado dragón.
En diferentes lugares y épocas, los dragones de
todo el mundo aumentaron de tamaño, les nacie-
ron alas, les brotaron nuevas cabezas, exhalaron
vapores nocivos, se dividieron en criaturas terres-
tres y acuáticas y llegaron a ser unas veces buenos
y otras malos. Aparecen en Egipto y Mesopotamia
hacia el año 3000 a. JC., y en la India poco más tar-
de. La mitología clásica de griegos y romanos
abunda en estremecedores relatos de combates en-
tre héroes sometidos a duras pruebas y horribles
criaturas, compuestas de partes mal casadas de
animales monstruosos, o mitad bestia feroz y mitad
malvado ser humano. Bien entrada la Edad Media,
los europeos seguían considerando a los dragones
como la encamación de todo mal, e incluso los cul-
paban de las terribles epidemias que afligían a
gran parte del mundo. Ignorantes de la existencia
de los microorganismos, creían que era la cólera
divina la que dictaba al dragón sus estragos.
Los relatos inverosímiles, hijos de la ignorancia
y la superstición, son fáciles de desechar. Más difí-
cil resulta hacer otro tanto con la Historia de las En el Líber Chronicarum, de 1493, aparecen seres grotes-
serpientes, de Edward Topsell, fechada en 1608, en cos de los que habían dado noticia viajeros como Herodoto.

92
,...
de la naturaleza -dice Heinz Mode en Animales y
demonios fabulosos_..:::_, Por otro lado, lo caracterís-
tico es la ex:ageración y mezcla ele formas, la com-
binacipn de las cualidades y facultades de diversos
ser~s naturales en una figura mixta, proceso que
sólo puede tener lugar en la imaginación humana.»
Y efectivamente, un toque de imaginación, que
barniza de fantasía un fondo de realidad, se perci-
be con frecuencia en los más antiguos relatos de
monstruos marinos. «En Libia - escribía Aristóte-
les en su Historia Animalium, del siglo IV a. Je.-
las serpientes son muy grandes. Marineros que na-
vegaban a lo largo de esa costa cuentan haber visto
los huesos de muchos bueyes que parecían haber
sido devorados por 1as serpientes. Y, al paso de sus
barcos,'¡los reptiles venían a atacarlos, y algunos se
arrojaron sobre una trirreme y la hicieron zozo-
brar.» A esas criaturas marinas, ampliamente des-
critas por los autores clásicos, les fueron añadidos
nuevos detalles en la Edad Media.
Olaus Magnus, arzobispo de Uppsala, habla de
un aterrador monstruo marino en su Historia de los
nórdicos, aceptada por quienes la leyeron en 1555 Este troquel escandinavo del siglo VI muestra a un berser-
como el serio estudio que pretendía ser. La ser- ker, guerrero vestido de lobo.
piente escandinava, según el arzobispo, medía
unos sesenta metros de longitud por seis de espe- Esperanza, en el_estrecho de Davis-. El día 6 apa-
sor, y fue vista con frecuencia por los marinos que reció un animal marino muy terrible, que se levan-
costeaban el litoral noruego. «Tiene en el cuello tó tanto sobre el agua que su cabeza sobrepasaba
crines de un codo de largo, y escamas puntiagudas, nuestra cofa mayor. Tenía un hocico largo y agudo
y es negra, y echa fuego por los ojos.» y resoplaba como una ballena; tenía aletas anchas
Algo no mucho menos inquietante fue visto por y grandes, y el cuerpo estaba, como si d.ijésemos,
un misionero noruego llamado Hans Egede en el cubierto de piel durn... Además, en su parte baja te-
curso de un viaje a Groenlandia, unos dos siglos nía forma como de serpiente, y cuando volvió a su-
más tarde. «Julio de 1734 -anotaba mientras su mergirse se combó hacia atrás, y al hacerlo levan-
navío se aproximaba a la colonia danesa de Buena tó del a:gua una cola del largo de un navío.»
De las serpientes de mar legendarias, la más
terrible era con mucho el temido kraken. «Entre
las muchas cosas grandes que hay en el océano
-escribía Erik Pontoppidan, obispo de Bergen, en
su Historia Natural de Noruega, de 1755- ...está
el kraken. Esta criatura es la mayor y más sor-
prendente de toda la creación animal.» Según los
relatos populares, cuando salía a la superficie, el
kraken ocupaba una clistancia de milla y media.
A veces los marineros, confundiéndolo con una isla,
desembarcaban en él, encendían hogueras y se ·
disponían a pasar la noche; y no era infrecuente
que el kraken, molesto, se sumergiese, dejando a
los asombrados visitantes flotando en el agua.
De otro terrible monstruo marino dio noticia el
teniente Bouyer, comandante de la corbeta france-
sa Alecton, al comunicar a su ministro de Marina
un singular incidente ocurrido durante un viaje de
Cádiz a Tenerife a finales de 1861. «El 30 de no-
viembre, a 100 millas al NE. de Tenerife, a las 2 de
la tarde -escribía el oficial francés-, encontra-
mos un· animal monstruoso que reconocí como el
pulpo gigante cuya existencia ha sido tan discutida
y parece hoy relegada a los dominios del mito.»
Los hombres de la Alecton arponearon a aquel ser

Un relato de los viajes de Marco Polo por la India en el.si-


glo XIII habla de humanos con cabeza de perro.

93
. ·- ~ -
de múltiples tentáculos y p~saron un lazo alrede-
dor de lo que parecía ser la cola. Pero, con una vio-
lenta arremetida, el animal rompió el arpón y que-
dó libre, y cuando la tripulación haló la cuerda no
encontraron más que un fragmento de unos veinte
kilos del terrible monstruo a l que habían intentado
dar eaz;:i..
No obstante, contaba Bouyer, «vimos al mons-
truo lo bastante cerca para poder dar su descrip-
ción exacta. Era realmente un calamar gigante, El artesano esqui-
pero la forma de la cola hacía pensar que pertene- mal añadió una ca-
cía a una especie aún no descrita. Su ·cuerpo pare- beza de mujer al
cía medir de cinco a seis metros de longit.ud. La ca- pez de esteatita
beza tenía un pico como de loro, rodeado por ocho para simbolizar el
brazos de uno y medio a dos metros. Su aspecto lazo entre la cria-
era es'pantoso; de color r ojo ladrillo, informe y vis- tura marina y el
mundo de los espí-
coso, su forma era repulsiva y terrible». Por desgra- ritus.
cia, el pedazo de carne que podía haber probado el
relato se pudrió antes de que los hombres de l
Alecton llegasen a puerto, y, a pesar del relato de
Bouyer, la Academia de Ciencias francesa sólo
pudo dictaminar que él y sus hombres habían sido Esta tortuga escul-
víctimas de una alucinación colectiva. pida por los azte-
A pesar del escepticismo oficial, las noticias de cas tiene cabeza y
increíbles monstruos marinos continuaron. Un cé- manos de hombre.
lebre relato se refería a una lucha mortal entre una
serpiente de mar y una ballena, ocurrida ante las
costas del Brasil y de la que daba cuenta el Jllustra- piares mayores, los balleneros han hablado a me-
ted London News del 20 de noviembre de 1875. «El nudo de cachalotes capturados que presentaban ci-
capitán Drevar, de la bricbarca Paulíne, cargado catrices de ventosas de unos cincuenta centíme-
con carbón de los almacenes navales de Su Majes- tros de diámetro, lo que ha de atribuirse a un au-
tad en Zanzíbar -comenzaba la historia-, vio tres téntico monstruo tipo · kraken de unos setenta y
grandes cachalotes, uno de los cuales llevaba en- cinco metros.
roscada al cuerpo con doble vuelta lo que parecía Pero no todas las manifestaciones de mons-
ser una enorme serpiente. Tenía el lomo pardo os- truos marinos conocidas responden a las señas del
curo y el vientre blanco, y la cabeza y la boca in- kraken, ni pueden los muchos centenares de avis-
ll)ensas, y ésta siempre abierta. I,;-a cabeza y la cola tamientos de monstruos en el curso de los años y
tenían una longitud, aparte los anillos, de unos en todo el mundo ser cmnsiderados auténticos. A
nueve metros, y su circunferencia de dos y medio a pesar de ello, parece que en Ja mayoría de los ca-
tres metros. Utilizando sus extremidades como pa- sos sí se vio algo sorprendentemente insólito. El
lanca, la serpiente hizo girar en redondo a su vícti- zoólogo belga Bernard Heuvelmans, autor de Tras
ma una y otra vez durante unos quince minutos, y la estela de los monstruos marinos, sugiere que no
de pronto la arrastró de cabeza al fondo.» es uno sino varios tipos de animales desconocidos
Menos de veinte años después del episodio del los que han sido vistos y calificados de «serpientes
Alecton y su desacreditado calamar, aparecieron de mar» a falta de un nombre mejor.
pruebas irrefutables de que al menos una clase de Heuvelmans reunió y examinó cuidadosamente
monstruo marino «imposible», el calamar gigante, 587 relatos de avistamientos de monstruos mari-
vivía realmente en las profundidades. En la década nos fechados desde 1639 hasta 1966. Tras eliminar
de 1870 hubo una verdadera epidemia de restos de probables errores, supercherías deliberadas y rela-
grandes animales tentaculados arrojados a las tos demasiado vagos para tener algún valor, le que-
playas del Atlántico norte, y al menos uno de esos daron 358 casos convincentes. Trasladó cada deta-
monstruos fue recuperado vivo. El 2 de noviembre lle de esos avistamientos que le merecía confianza
de 1878, tres tripulantes de un pesquero de Thim- a tarjetas perforadas y llevó a cabo un análisis por
ble Tickle (Terranova) vieron a un enorme animal computadora que brindó una clasificación de nue-
marino luchando contra la marea ascendente. En- ve tipos de criaturas subacuáticas hasta entonces
gancharon al monstruo con un arpón provisto de desconocidas, todas ellas de gran tamaño y ex-
lengüeta y, cuando las olas lo subieron a la playa, traordinarias, aunque verosímiles en una sima hú-
lo ataron a un árbol de la orilla. Su cuerpo medía meda que alberga calamares de 18 metros y balle-
seis metros y sus tentáculos más de diez. El cala- nas de 30.
mar de Thimble Tickle, que tenía en los tentáculos Pero, por extraños y aterradores que puedan
ventosas de unos diez centímetros de anchura, re- ser los monstruos reales o míticos de las profundi-
sultó ser una versión reducida del kraken de la . dades, carecen de un último elemento terrorífico
leyenda; y aunque nunca se han encontrado ejem- que poseen numerosas criaturas terrestres: un in-

94
quietante parentesco con el hombre. Hace falta un convertía en lobo a voluntad. Ambos fueron ejecu-
ser vagamente reconocible como uno de nosotros tados, en compañía de otro hombre-lobo de menor
-un monstruo de forma humana o semihumana- cuantía
para que surja el aura aterradora de la maldad au- Un episodio a lgo parecido tuvo lugar en 1573,
téntica. cuando un pueblo francés cercano a Dóle ·se vio
Entre las manifestaciones más antiguas y per- aterrorizado por una · criatura monstruosa que
sistentes del hombre-monstruo destaca el que cam- mató y devoró en parte a varios niños. Cuando un
bia de forma, el hombre-animal. Trátese de un grupo de aldeanos sorprendió a un enorme lobo
hombre-lobo, un hombre-jaguar, un hombre-pan- en trance de atacar a un pequeño, les llamó la aten-
tera o un hombre-oso -porque sus características ción su vivo parecido facial con un solitario vecino
varían con la geografí~-. es siempre la proyección llamado Gilles Garnier. Detenido y juzgado, el sos-
física de rasgos humanos bestiales. En vez de refe- pechoso confesó que la pobreza y el hambre le ha-
rir sus terrores a algún temido depredador o un bían inducido a hacer un pacto con un espíritu
ser de pesadilla, el individuo cree que él mismo se malvado a quien encontró en un sendero del bos-
convierte en monstruo y adopta la forma, pelaje, que. El espíritu le había dado una pomada que,
colmillos y garras de un animal. aplicada en su cuerpo, lo convertía en lobo, para
La gran mayoría de los hombres-lobo han apa- que así pudiese saciar su hambre carnívora. Oída
recido en Europa. Para nuestros antepasados, que su historia, Garnier fue quemado vivo.
vivían en tiempos en que la población humana era En la pequeña ciudad alemana de Bedburg, en
escasa y dispersa y los bosques densos y hostiles, el 1589, se reunió una muchedumbre de 4.000 perso-
lobo era un motivo de terror inmediato y omnipre- nas para presenciar otra ejecución, la del famo~o
sente. Conocido por su desmedida ferocidad, su Peter Stubb o Stump, a quien un opúsculo contem-
sed de sangre, su astucia y su fuerza, no hacía falta poráneo describía como «Un malvado hechicero,
dejar volar la fantasía ni· incurrir en la psicosis que en figura de lobo cometió muchos crímenes,
para investirlo con los rasgos aterradores que ya continuando su práctica diabólica durante veinti-
poseía naturalmente. cinco años, mata.ndo y devorando a hombres, mu-
A lo largo de la historia, los episodios de hom- jeres y niños». Bedburg había vivido aterrorizada
bres-lobo se cuentan por decenas y tal vez centena- por lo que sus ciudadanos creían era un lobo soli-
res de miles. En el período álgido de 1520 a 1630, tario, que mataba a veces ovejas y otro ganado,
sólo en Francia hubo 30.000 casos registrados. Uno pero mostraba preferencia por los humanos.
de los más clásicos fue e l de Pierre Bourgot, de Po- Stubb, un leñador bestial, había sido acorralado
ligny, un pastor juzgado en 1521 por una serie de en un barranco del bosque por una gran partida de
atrocidades. En su confesión, atestiguó que dieci- caza con su jauría. A cuatro patas, escarbando la
nueve años antes estaba buscando una oveja perdi- tierra a su alrededor, lanzando mordiscos y gru-
da en medio de una gran tormenta cuando se le ñendo como una bestia feroz, luchó con fuerza so-
acercaron tres jinetes negros y le preguntaron qué brehumana hasta que pudo ser dominado. Más tar-
le ocurría. Bourgot se lo dijo, y uno de ellos al pa- de, cuando fue juzgado en Colonia, refirió la cono-
recer replicó: «Ten valor. Si demuestras tener fe, cida historia del pacto con el diablo, quien le había
mi Señor protegerá a la oveja perdida.» dado un cinturón de piel de lobo, junto con la pro-
Al parecer Bourgot demostró fe suficiente, pues mesa de protegerlo mientras cometiese «horribles
no tardó en encontrar a su oveja. Pocos días más maldades contra hombres, mujeres y niños bajo la
tarde volvió a aparecérsele el jinete negro y le invi- forma de algún animal».
tó a convertirse en servidor del diablo a cambio de Los rasgos del diabolismo destacan en la histo-
protección y riquezas. «Caí de rodillas y rendí vasa- ria de Jean Grenier, un joven sin hogar juzgado
llaje a Satán», dijo Bourgot al tribunal. como hombre-lobo en Burdeos en 1603 y que, en
En figura de lobo, y acompañado a veces por una confesión rebosante de jactancia, atribuyó sus
otro hombre-lobo llamado Michel Verdung, Bour- fechorías· al encuentro casual con un jinete alto y
got cometió gran número de atrocidades, siendo tenebroso llamado el Señor del Bosque, un foraste-
sus víctimas favoritas las jóvenes, entre ellas una a ro de manos como el hielo que le había hecho ju-
la que fracturó el cuello con los dientes antes de rar que le serviría y le dio los medios para cambiar
cercenarle la garganta. Sus repugnantes correrías de apariencia. Transformado mediante un ungüen-
terminaron cuando Verdung, en forma de lobo, sal- to mágico y una capa de piel de lobo, el muchacho
tó sobre un viajero que se defendió y le hirió. El había salido de caza en incontables ocasiones con
lobo huyó a los bosques, dejando un rastro de san- otras nueve bestias humanas de su misma secta.
gre que el viajero pudo seguir. A su final encon- Incluso despues de ser capturado, corría a cuatro
tró una cabaña, y en ella a Verdung en forma hu- patas y confesó su preferencia por el gusto de las
mana, a quien su mujer restañaba la sangre de la jóvenes. Un tribunal asombrosamente comprensi-
herida. vo encontró que Grenier tenía tanto de víctima
El fascinado tribunal oyó contar a Pierre Bour- como de criminal y lo condenó a vivir recluido en
got cómo se transformaba en lobo desnudándose y un monasterio.
frotándose el cuerpo con un ungüento proporcio- Los investigadores de este fenómeno están cada
nado por el secuaz del diablo, mientras Verdung, vez más convencidos de que sus vícümas sufrían
sin duda con mejores dotes naturales, al parecer se de la enfermedad mental llamada licantropía. Los
(continúa en la pág. 98))

95
De Alejandro Magno se de-
cía que había 111att1do a un
dragón, como 111ues1ra es1e
1apiz italiano del siglo XV.

En esta visión normanda


del Apocalipsis, del siglo
X IV, un dragón y 01ros
animales son arrojados al
Infierno.
~· -·D ~.,~ . •'

En su Histoire naturelle générale et particuliere


des mollusques, publicada en el siglo XIX, el na-
/Uralista francés Den is de Montfort describe un
ataque del monstruoso poulpe colossal.

Animales fabulosos de mar y tierra


La leyenda babilónica cuenta cómo al infierno. Incluso en el siglo XV los europeos que
Marduk dio muerte a los ejércitos de partían a la conquista del Atlántico temían que pu-
dragones de una malvada diosa, Tiamat, diera estar lleno de terribles monstruos escamosos
a fin de crear el universo y ponerse. a su frente. En devoradores de hombres.
una saga escandinava. Sigurd lucha con el dragón ¿cómo pudieron aparecer los relatos de tales
Fafnir para conquistar un tesoro y un anillo maldi- animales en tantas culturas y sobrevivir durante
to que al final desencadena una catástrofe sobre el tantos siglos si nadie los había visto jamás? Ri-
mundo. También la cristiandad ha luchado con sus chard Carrington, autor de Sirenas y mastodont es,
dragones. De San Jorge se dice que mató a uno a supone que los monstruos representan un intento
fin de liberar a una aterrada población pagana y de enfrentarse con «lo miste rioso e inmenso del
convertirla al cristianismo y, según el Apocalipsis universo ». Sólo disfrazando esos temores de dra-
de San Juan, al fin del mundo los dragones y otras gones a los que se puede dar muerte pudo superar
bestias serán definitivamente vencidos y arrojados el hombre su aparente insignificancia.

96
Según la obra que sobre el tema publicó en el siglo
XVI Olaus Magnus, las aguas escandinavas her-
vían de monstruos devoradores de hombres.

De muchos monstruos se decía que


tenían siete cabezas, como la hidra
de este tapiz del siglo XIV.

Una vieja balada inglesa refiere cómo


More mató al dragón de Wantley.

En esta pintura renacentista, Andró-


meda es rescatada por Perseo.

97
infelices, generalmente subnormales y tal vez bajo
la influencia de drogas alucinógenas, creían real-
mente que podían cambiar de forma. Esta convic-
ción, unida a un ardiente deseo sádico por la carne
y la sangre, era suficiente para convertir al hombre
en monstruo y convencer a los testigos, que lo
veían a través de un velo de leyenda y superstición,
de que estaban realmente oyendo gruñir a un ani-
mal canino de cuatro patas.
Pero ni la creciente interpretación de la lican-
tropía como enfermedad ha conseguido borrar la.
figura del hombre-lobo de l~ mente y la sociedad
humanas. En una cálida noche de verano de 1949,
la policía hubo de acudir a investigar la presencia
de un hombre-lobo en un jardín de Roma. Una pa-
trulla descubrió a un joven que, a cuatro patas, au-
llaba cubierto de barro y escarbaba el suelo con
sus uñas largas y afiladas. Más tarde contó en el
hospital que solía perder la conciencia cuando ha-
bía Luna llena y al despertar se encontraba vagan-
do por las calles, movido por un impulso descono-
cido.
Un interrogante queda en pie: ¿cómo puedé al-
guien desear ser lobo? John Godwin, autor de Un-
solved: The World of the Unknown, ofrece una posi-
ble explicación: «Individuos arrastrados y ator-
mentados por deseos que saben infrahumanos
pueden querer escapar de la forma humana, que
les prohíbe satisfacerlos. Al transformarse psicoló-
gicamente en bestias, podrían liberarse de los ta-
búes inculcados y consumar, sin culpa ni miedo, to-
dos los anhelos perversos que arden en sus men-
tes, pues los tabúes humanos no rigen para los ani-
males».
Pero a veces el ser humano no necesita trans-
formarse en animal para ignorar esos tabúes. Es ya
un monstruo, un animal de presa sobre dos pies
sin asomo de sentimientos humanos. Así ocurre
con el vampiro, surgido de entre los muertos y an-
sioso de sangre, pero con un extraño atractivo eró-
tico para sus víctimas.
Las opiniones sobre la naturaleza del vampiro
tradicional varían. Algunos creen que se trata de
un mal espíritu que se introduce en el cuerpo de
alguien que acaba de morir; otros, que es un cadá-
ver animado por el alma que tuvo en vida. Para
sustentarse necesita el más vital de los ingredien-
tes corporales: la sangre. «Los vampiros -escribía
en 1733 John Heinrich Zopft- salen de sus tumbas
de noche, atacan a las personas que duermen tran-
quilamente en sus lechos, les chupan la sangre y
las destruyen.»
El vampiro capturado o desenterrado suele ser
de cara rubicunda, bien alimentado y aparente-
mente rebosante de salud. Lo que afea su aspecto
son las uñas largas y curvas, crecidas en la tumba,
y las manchas de sangre en la boca. Según la mayo-
ría de las leyendas, el único modo de acabar con
esos cadáveres ambulantes es hundirles una estaca
en el corazón, lo que hace que profieran un terrible
Esta giganta de la pintora Leonora Carrington, serena e in- alarido y brote la sangre robada, y después quemar
fantil, preside una ingenua escena campestre, que desmien- los restos ensangrentados del cadáver hasta redu-
te el carácter amenazador de los gigantes legendarios. cirlos a cenizas.

98
Gigantes: Tamaño sobrenatural
El gigante humano es quizá el más familiar de los
monstruos creados por el hombre. Hecho a su propia
imagen, investido con sus pasiones y defectos, pero
ampliado a un tamaño desmesurado, aparece en
leyendas del mundo entero. Por ejemplo, en la histo-
ria de Gog y Magog, estos últimos miembros de una
raza vencida de gigantes británicos son obligados por
Bruto, su vencedor, a montar guardia a la entrada de
su palacio en la recién fundada ciudad de Londres.
En la mitología griega, titanes, cíclopes y gigantes son
el fruto maléfico de la unión de los ángeles caídos con
mujeres, mientras que en el mito nórdico se les atri-
buye la creación de la Tierra y el inicio de la raza hu-
mana. En la Odisea, el infame y caníbal Polifemo, gi-
gante de un solo ojo, es fácilmente engañado por el
valiente y astuto Ulises. En un relato bíblico análogo,
la victoria de David sobre Goliat simboliza el triunfo
no sólo de la inteligencia sobre la fuerza bruta, sino
del bien sobre el mal, moraleja que sobrevivirá en la
Europa medieval.
También los cuentos infantiles abundan en gigan-
tes. El psicólogo Bruno Bettelheim decía en Psicoaná-
lisis de los cuentos de hadas que los niños se identifi-
can fácilmente con los héroes pequeños, pero inteli-
gentes, que engañan a poderosos gigantes. Bettelheim
cita a un pequeño que, tras escuchar «Jack el Matagi-
gantes», dijo: «Los gigantes no existen, ¿verdad? Pero
están los mayores, que son como gigantes».
En la vida real. los gigantes han sido criados, sol-
dados y monstruos de feria. Gigantes humanos fueron El gistante que amenaza una España asolada por la guerra en
obligados a servir de porteros a los monarcas británi- este lienzo de Gaya revela también los temores íntimos del artista.
cos desde Isabel I a Jorge IV, y a combatir bajo las
banderas rusas y prusianas. Oliverio CromweJI tenía
su gigante, un maniático de la religión llamado Da- Geoffroy Saint-Hilaire, cofundador de la teratología o
niel, que acabó sus días predicando un extraño evan- ciencia de las malformaciones. Geoffroy describía a
gelio tras las rejas de un manicomio. los gigantes como «inactivos, carentes de energía, len-
Hasta mediados del siglo xrx, la novelería.Yla falta tos de movimientos ... en·una palabra, débiles tanto fí-
de conocimientos científicos se concitaron para oscu- sica como intelectualmente». A mediados del siglo se
recer el evidente origen patológico deLgigantismo hu- conocía ya e l proceso de formación de los huesos,
mano. Uno de los primeros en señalar la discrepancia pero los científicos aún no habían identificado los fac-
entre fantasía y realidad fue el zoólogo francés !sidore tores que lo regulaban. Cuando se encontró la causa
de la enfermedad llamada acromegalia en los tumo-
res de la pituitaria, se hizo evidente su posible rela-
ción con el gigantismo, muchas de cuyas víctimas pre-
sentaban síntomas acromegálicos tales como el espe-
samiento de los rasgos faciales, y en los adultos au-
mentos alarmantes en el tamaño de cabeza, manos y
pies.
La vida de la mayoría de los gigantes naturales o
genéticos se ha caracterizado por una soledad acom-
pañada de grandes padecimientos. Víctimas de su
propio cuerpo y de la mirada cruel de la sociedad,
rara vez sobreviven más allá de los primeros años
adultos, y sufren tanto física como mentalmente. Cua-
tro gigantes irlandeses del siglo XIX (tres de los cuales
se llamaban Patrick O'Brien) vivieron con el terror de
ser disecados por los Gientíficos a su muerte. Y la vida
del gigante más alto conocido, Robert Wadlow, de Illi-
nois, transcurrió en un perpetuo dolor, causado por
su crecimiento incontrolable. A los diez años medía
ya 1,95 metros, y a los veintidós, cuando murió, más
En 1936, cuando estaba aún Anna Swann, de 2,40 m de esta- de 2,70. Su cerebro estaba tan lejos.de sus pies que no
en la escuela secundaria, tura, fue exhibida en la «galería pudo sentir el dolor que indicaba el avance de una in-
R. Wadlow media 2,70 m. de las maravillaS» en 1865. fección mortal.

99
Las. leyendas de vampirismo, como las de los basta una breve exposición a la luz solar para su-
hombres-lobo, se basan en temores ancestrales y frir un comezón insoportable, enrojecimiento, ede-
en algunos hechos. Uno de esos temores era el de ma y grietas sangrantes en la piel. Quienes lo pade-
que los muertos podían volver a su antigua mora- cían tendían naturalmente a evitar los paseos diur-
da, especialmente si habían sido suicidas, licántro- nos y sólo salían de noche. La enfermedad no fue
pos, excomulgados o desgraciados e nterrados sin diagnosticada hasta el siglo XIX, y hasta esa época
los ritos de rigor. ·Ciertos cas0s de locura necrofíli- no era sorprendente que los individuos afectados
ca o alguna otra perversión que implicaba el robo fuesen objeto de una repulsión que rayaba en mie-
de cadáveres proporcionaron la prueba aparente do supersticioso.
de que algunos muertos podían salir de sus tum- Pero probablemente el origen más común de la
bas. Otros seres anormales, por fortuna aún más idea del vampiro fueron los entierros prematuros.
raros, mostraban una sed de sangre patológica o fi. No era infrecuente que personas en coma, embria-
siológica, con lo que aportaban un elemento más a gadas o en estado de catalepsia fuesen enterradas
las historias de vampirismo. vivas.
Sucesos terribles y misteriosos, como crímenes Posiblemente a causa de tales entierros precipi-
en masa no resueltos y brotes de peste, eran a me- tados, las historias de exhumaciones reforzaron
nudo atribuidos a una invasión de vampiros, cuyo con detalles espantosos la leyenda del vampiro. A
supuesto hedor era indistinguible del emanado principios de 1732, lo que parecía una epidemia de
por los cuerpos en putrefacción de las víctimas. vampirismo se extendió por los alrededores de Me-
Las personas de mejillas rubicundas, a las que no duegya, en Serbia, provocando tal pánico que el
obstante se veía rara vez de día, eran víctimas pro- Gobierno envió un destacamento de soldados, con
piciatorias para tacharlas de malvadas, y esas per- tres médicos militares, para abrir las tumbas de los
sonas abundaban. A fines de la Edad Media, cuan- fallecidos recientemente. El equipo investigador
do hizo su primera aparición en las regiones esla- abrió 13 sepulturas. Sólo tres de los cadáveres ex-
vas y los estados bálticos de la Europa' oriental e l humados habían experimentado e l proceso normal
fenómeno del vampirismo, la endogamia entre los de putrefacción. Los otros 10, algunos de los cuales
nobles eslavos condujo a numerosos desórdenes llevaban enterrados más tiempo que los descom-
genéticos, entre ellos una rara enfermedad llama- puestos, tenían la carne firme y buen color en las
da protoporfiria eritropoyética. Se trata de una mejillas, y la autopsia reveló que contenían sangre
anomalía de los pigmentos: el organismo p'r oduce fresca. Los 10 fueron inmediatamente decapita-
un exceso de protoporfirina, sustancia básica para dos y quemados, hasta que no quedaron de e llos
los glóbulos rojos de la sangre. Como resultado, más que cenizas.
Este episodio y otros muy parecidos fueron di-
fundidos por los viajeros en toda Europa, y las con-
notaciones de erotismo oral y atracción-repulsión
del letal mordisco ejercieron su efecto sobre poe-
tas y escritores. Entre los que contribuyeron a cele-
brar literariamente al vampiro estaban Goethe,
Tolstoi, el poeta Robert Southey, lord Byron, Teófi-
lo Gautier y Alejandro Dumas padre. En 1847, un
foll etinista llamado Thomas Prest produjo un best-
seller del género (868 páginas lle nas de truculen-
cias) que tituló Varney el Vampiro o Festín de san-
gre. Tras un éxito increíblemente prolongado, esta
«novela apasionante» se vio arrinconada de la no-
che a la mañana con la publicación, en 1897, del es-
peluznante Drácula del autor irlandés Bram Sto-
ker, el más famoso de los relatos de vampiros.
El Drácula de la ficción ha llegado a ser el epíto-
me del vampiro. Pero infinitame nte más horrible
que ningún conde transilvano chupador de sangre
fue el personaje histórico que inspiró a Stoker su
antihéroe.
Vlad Basarab nació en la ciudad transilva na de
Schassburg hacia 1430. A su padre, famoso por su
crueldad, lo llamaba el príncipe Dracul, nombre
que puede ser indistintamente traducido por «dra-
gón», «diablo» o «vampiro». Pero si Vlad Dracul
era cruel, resultaba un simple aprendiz comparado
con el joven Vlad, conocido por Drácula (hijo de
Dracul).
La cruz que sostiene la muchacha no consigue protegerla Drácula fue príncipe de Valaquia, parte de lo
de un voraz hombre-lobo en este grabado del siglo XVII J. que hoy es Rumania meridional, en 1448, desde

100
Las competiciones de salto nocturnas caracterizaban mu- Maurice Sand (1858), describen la tapia de un cementerio
chas historias de hombres-lobo. Las Légendes rustiques, de donde «se reunían para poner a prueba su agilidad».

1456 hasta 1462 y de nuevo en 1468. Aunque famo- la, y su cabeza fue llevada a Constantinopla por
so por su valor en la guerra contra los turcos, su uno de los turcos:victoriosos.
sobrenombre no lo ganó como guerrero, sino Las leyendas del sanguinario tirano persistie-
como asesino depravado cuyo sadismo resultaba ron a través de los siglos, dando visos de realidad a
excesivo incluso para sus sanguinarios contempo- la idea de que era un vampiro. La verdad es que no
ráneos. Para ellos Drácula era Vlad Tepes, o Vlad pasaba de ser un desalmado que se deleitaba ver-
el Empalador, así llamado por su deporte favorito tiendo sangre, pero a quien al parecer nunca se le
de ensartar a sus víctimas en estacas. ocurrió la idea de beberla. En cambio, la bella con-
En la época del gobierno de Vlad, el trono de desa transilvana Isabel Bathory no sólo bebía san-
Valaquia estaba amenazado desde el exterior por gre humana, sino que se bañaba en ella.
turcos y húngaros, y en el interior por unos nobles Isabel nació en 1560 en el seno de una de las
hambrientos de poder que luchaban entre sí con más ricas e ilustres familias europeas. Su primo
bestial ferocidad. Vlad consiguió sortear todas las hermano era primer ministro de Hungría, otro pa-
amenazas a su corona dando muerte a sus adversa- riente cercano era cardenal, y su tío Esteban, prín-
rios políticos, así como a sus familiares y amigos, y cipe de Transilvania, llegaría a rey de Polonia. A su
traicionando a sus colegas. Al ostentar el poder su- vez, otro de sus tíos era un satanista que practicaba
premo durante años y tener a mano multitud de la brujería, su hermano un conocido sátiro, y su tía
cautivos, pudo permitirse un placer mucho más ex- predilecta una lesbiana no menos famosa.
quisito que las emociones del combate: ver morir Isabel se casó en 1575, cuando tenía quince
lentamente a personas aterrorizadas. Acostumbra- años, y fue a vivir con su apuesto marido, el conde
ba a seleccionar sus juguetes humanos al azar, cor- Ferencz Nadasdy, conocido como el Héroe Negro
tarles manos y pies y empalarlos después en agu- por sus proezas en el campo de batalla, al castillo
das estacas de madera. Apenas necesitaba pretexto de Csejthe, en las solitarias colinas del noroeste de
para que SO personas enloquecidas por el dolor lo Hungría. El conde Ferencz no tardó en partir a la
entretuviesen a \JO mismo tiempo, y las crónicas guerra, e Isabel sintióse desasosegada. El escapar-
cuentan que durante uno de sus accesos de furor, se con un pálido y joven noble con fama de vampi-
30.000 de sus 'innumerables enemigos murieron de ro no fue más que una distracción pasajera, y a su
ese modo. vuelta al castillo la recién casada buscó nuevas di-
El año 1'476 fue su culminación y final. Todos versiones.
los horrores del pasado habían sido un mero prelu- Empezó a coquetear con los sirvientes, especial-
dio a la atrocidad de la última orgía de Vlad. Había mente las muchachas. Al principio las doncellas no
cadáveres empalados en todas las encrucijadas, pasaban de ser cómodos juguetes; pero cuando Isa-
otros desparramados en torno al palacio, y cabezas bel fue iniciada en las artes de la magia negra y la
y miembros cortados apilados y en barreños. En brujería por su criado Thorko y una nodriza llama-
esta escena de pesadilla irrumpieron el sultán Mo- da Ilona Joo, los juegos se convirtieron en extraños
hamed II y su ejército, llegados no por venganza ni rituales.
para destruir a un monstruo incalificable, sino Cuando, en 1600, murió el Héroe Negro por
para castigar al válaco por negarse a pagar tributo. causas indeterminadas, Isabel expulsó del castillo
En el choque de ambos ejércitos cayó Vlad J?rácu- a su suegra, mandó a sus cuatro hijos con unos pa-

101
unos cincuenta cadáveres. Isabel, que como noble
gozaba de ciertos privilegios, fue recluida en el cas-
tillo, mientras unos dieciséis miembros de la servi-
dumbre -sus cómplices hechiceros y torturado-
res- fueron llevados a la cárcel de Bitcse. Isabel
se negó a testificar y a defenderse cuando fue juz-
gada por sus crímenes.
Todos los acusados fueron declarados culpa-
bles, decapitados e incinerados excepto dos, que-
mados vivos. La condesa fue emparedada en su
dormitorio, dejándole sólo una pequeña ranura
para permitir el paso de comida, agua y aire, y allí
sobrevivió durante cuatro años.
Por supuesto, crímenes tan monstruosos no han
sido sólo atributo de tiempos lejanos. Por ejemplo,
Fritz Haarmann, «el Vampiro de Hanover», fue juz-
gado en Alemania en 1924 por el asesinato de 24
muchachos, a la mayoría de los cuales mató de un
salvaje mordisco en la garganta. También un inglés
llamado John George Haigh, angelical niño de coro
Aunque en su tumba sean viejas arpías, los vampiros hem- de la catedral de Wakefield en su infancia y ahor-
bra pueden aparecer hermosas jóvenes sedientas de sangre. cado en 1949 por asesinato, confesó haber dado
muerte a nueve personas y destruido sus cuerpo~
sumergiéndolos en barriles de ácido sulfúrico. Su
rientes y se entregó de lleno a sus macabros place- principal motivo había sido, según dijo, beber la
res. Un día, una camarera tiró accidentalmente del sangre de sus víctimas, extraña sed que le valió
pelo a la condesa mientras le ejecutaba el compli- el título de «el Vampiro de Londres». Casos tan
cado peinado de costumbre. Isabel le dio tal bofe- siniestros no trascienden de su época y lugar, y
tada que se salpicó la mano con la sangre de la pei- una vez encarcelados o muertos los culpables
nadora. La gran preocupación que sentía por su as- -criaturas humanas que actúan movidas por su
pecto le hizo pensar que la piel donde había caído propia y monstruosa depravación- pierden su ca-
la sangre de la muchacha parecía más fresca, suave pacidad de aterrorizar. Las que nunca la pierden
y tersa de Jo que había estado en muchos años. In- son esas demoniacas formas humanas que anidan
mediatamente envió a buscar a dos de sus secua- en las sombras de toda mente. Hubo una muchacha
ces, el mayordomo Ujvary y el brujo Thorko, que apenas salida de la adolescencia quien dio suelta a
cortaron las venas de la aterrorizada muchacha y uno de los monstruos más terribles jamás concebi-
vertieron su sangre en una tina para que Isabel pu- dos, una visión que le había asaltado mientras in-
diera bañarse en ella. tentaba conciliar el sueño.
Este primer baño de sangre de la condesa fue el «Cuando recosté la cabeza en la almohada
comienzo de una orgía que duró diez años. Cómpli- -escribía más tarde- no me dormí, ni puede de-
ces masculinos y femeninos recorrían los campos cirse que pensase. Mi imaginación, sin que yo la in-
en búsqueda de las muchachas solteras cuya san- vitase a ello, me poseía y guiaba, dotando a las imá-
gre reclamaba Isabel, para llevarlas al castillo con genes que iban surgiendo en mi cerebro de una vi-
el señuelo de trabajar como sirvientas. Con el tiem- veza que superaba con mucho a la usual en los sue-
po, Isabel fue tornándose más descuidada, y en vez ños. Vi -con los ojos cerrados, pero la mente muy
de enterrar los cuerpos utilizados hacía que los
arrojasen por el campo para que diesen cuenta de
ellos los lobos. Pero una noche de invierno los lo-
bos tardaron más que de costumbre, y los lugare-
ños madrugadores encontraron bajo las murallas
del castillo cuatro patéticos cadáveres y promovie-
ron un alboroto que llegó hasta el rey. Un primo de
Isabel, el conde Gyorgy Thurzo, recibió orden de
presentarse por sorpresa en el castillo de Csejthe
con un destacamento de soldados, la noche del 30
de diciembre de 1610.
Allí se encontrarían con una escena tan grotes-
ca como increíble. En el gran salón del castillo ya-
cía una muchacha muerta y sin sangre. Otra, toda-
vía viva, tenía en su cuerpo miles de señales de
punciones, y una tercera, también moribunda, ha-
bía sido terriblemente torturada. Bajo el castillo y Vlad el Empalador, auténti· Isabe/ Bathory gustaba de
en sus alrededores los soldado~ desenterraron coy cruel conde Drácula. bañarse en sangre.

102
despierta- al pálido estudiante de impías artes Uno de ellos era la leyenda alemana de un amante
arrodillado junto a aquel ser que había ensambla- inconstante que cuando besa a su novia la noche
do. Vi el horrible espectro de un hombre tendido, y de bodas la ve metamorfosearse en el cadáver pu-
cómo después, por acción· de alguna poderosa má- trefacto de la mujer a la que había abandonado.
quina, daba señales de vida, y se agitaba con movi- Otro era Christabel, un poema de Coleridge inspira-
mientos espasmódicos, casi vivos.» do en la historia real de Mary y su madre. En el
Mary Godwin, la creadora de la leyenda de poema de Coleridge, la madre, mezcla de hechice-
Frankenstein, nació en Londres en 1797, hija de ra y vampiro, destruye a su marido y a su hija
Mary Wollstonecraft, la feminista más fogosa de In- Christabel. Todo estaba, pues, a punto para que
glaterra, y de William Godwin, un intelectual radi- lord Byron sugiriese que cada uno de los presentes
cal. Debido en buena parte a que su esposa se negó escribiera un relato terrorífico.
a ser atendida por médicos varones hasta que fue Resultó después que los poetas no tardaron en
demasiado tarde, Godwin enviudó diez días des- perder interés por el desafío, pe:r.o no así Mary, que
pués de nacer su hija. Apenas tuvo ésta edad para iba a convertirse en señora Shelley tras el suicidio
comprenderlo, le explicó que era culpable de la de Harriet. Las ideas gemelas de muerte y creación
muerte de su madre y tendría que. repararlo de- la obsesionaban. Había matado a su madre sin lle-
mostrando tanta brillantez intelectual, valor moral gar a reemplazarla, había intentado devolver la
y capacidad literaria como ella; convirtiéndose en vida a su hijo muerto y escuchado hora tras hora
la imagen fiel de su madre muerta. las especulaciones sobre nuevas formas de inmor-
A Mary -la vida se le complicó terriblemente a talidad ideadas por modernos Prometeos. Además,
medida que iba creciendo. En 1814, cuando tenía sabía por sus lecturas de una criatura legendaria
diecisiete años, se fugó con el poeta Percy B. She- llamado el golem, figura hecha de arcilla por el
lley, llevándose a su hermanastra Jane (más tarde hombre y a la que se infundía una especie de vida
Claire) Clairmont. Shelley estaba casado y su mu- por medios mágicos. Tanto psicológica como inte-
jer, Harriet, encinta, pero sólo a ella parecía preo- lectualmente estaba a punto para inventar al bri-
cuparle. Mary tuvo su primer hijo de Shelley en fe- llante y joven e,studiante Víctor Frankenstein, que
brero de 1815, una niña prematura que murió al llegó a descubrir el medio de animar la materia
mes siguiente. «Soñé que mi pequeña volvía a la inerte y al contemplar su obra quedó espantado.
vida -escribía Mary en su diario el 19 de marzo- ; «Fue una triste noche de noviembre cuando vi
que sólo se había enfriado, y la reanimamos dándo- coronados mis esfuerzos», hace decir a Víctor de
le friegas junto al fuego.» Pero no fue así, y tampo- su obra. La lluvia golpeaba los cristales de las ven-
co el niño nacido en enero siguiente vivió. tanas mientras el agotado joven reunía el instru-
El joven estudiante de ciencias Víctor Fran- mental con el que iba a tratar de infundir vida a la
kenstein fue concebido en 1816, y co·n él su mons- criatura que había fabricado, un humanoide de
truo sepulcral. Mary, Percy y la inevitable Claire más de dos metros de estatura construido con par-
veraneaban en esa época en Ginebra, en una casa tes del cuerpo robadas de tumbas. «Vi cómo se
junto al lago, a poca distancia de la elegante villa
Diodati, ocupada por el libertino lord Byron y su
amigo John Polidori. Cuando hacía buen tiempo
salían todos juntos a pasear en barco por el lago,
pero el clima era casi siempre húmedo y tristón. La
lluvia incesante los mantenía encerrados durante
días, generalmente en la amplia villa.
«Se trataban diversas doctrinas filosóficas
-escribía Mary más tarde- y entre ellas la natura-
leza del principio de la vida, y si había alguna pro-
babilidad de que llegase a ser descubierto y cono-
cido. Hablaron de los experimentos del doctor
Darwin, quien [creían ellos en esa época] conservó
una muestra de fideos en una caja de cristal hasta
que, por algún medio extraordinario, empezaron a
agitarse con movimientos voluntarios.» Pero aquello
no pareció a los poetas-filósofos un método prome-
tedor para crear vida. El anatomista italiano Luigi
Galvani había descubierto que los músculos de las
patas de ranas disecadas podían moverse excitando
la médula espinal con una corriente eléctrica; de lo
que se deducía que «tal vez fuese posible reanimar a
un cadáver; el galvanismo era la prueba; quizá se pu-
diera fabricar y ensamblar las diversas partes de una
criatura e insuflarles aliento vital».
Durante esa misma temporada lluviosa, lord Las víctimas de los elegantes vampiros victorianos eran
Byron empezó a leer en voz alta relatos macabros. casi siempre muchachas de gran belleza y virtud.

103
abría el ojo amarillento y apagado de aquel ser;
Gente menuda respiraba fuerte, y un movimiento convulsivo agi-
taba sus miembros.» Esperaba que fuese una cria·
tura de gran belleza, pues cada una de sus partes
había sido seleccionada en busca.de armonía y per·
fección. Pero... «iBello! iDios mío! Su piel amarillen-
ta apenas velaba el movimiento de los músculos y
arterias que latían debajo; el cabello era suelto y
de un negro lustroso, y los dientes tenían una blan-
cura perlada, pero esas perfecciones sólo servían
para hacer más horrendo el contraste con sus ojos
acuosos, que apenas se distinguían del color blan-
quecino de las órbitas, su cutis apergaminado y sus
labios rectos y negruzcos.»
Mary Shelley -nombre de la escritora cuando
en 1818 se publicó su obra Frankenstein o el moder·
Hasta qué punto la imagen m(tica del hada y el trasgo han no Prometeo-- había buceado en sus miedos más
impregnado la mente de muchas personas lo demuestra este íntimos para dar forma a una grotesca figura hu-
curioso truco fotográfico realizado por personas afectas a la manoide que todavía hoy pulsa una fibra de horror
niña Elsie Wright, que llegó a sorprender la buena fe del es·
critor Conan Doy/e. y repulsión casi universal, porque seguimos te-
miendo que la creación de un monstruo semejante
Pueblan, en las tierras nórdicas, un universo para- se halle peligrosamente al alcance de la capacidad
lelo de luces y sombras, tan familiar como los humana. Esta sospecha de que el hombre pueda
cuentos de la infancia, pero que se desvanece siem· provocar un día una aberración así se ve reforzada
pre como un sueño a medias recordado. Son gente por el conocimiento de que la propia naturaleza es
encantadora, un poco loca, seductora y traviesa, a capaz de producir extrañas criaturas híbridas, qui-
medio camino entre los demonios y nosotros, y de zá menos macabras que el fúnebre engendro de
una variedad caleidoscópica. No obstante, los espe· Mary Shelley, pero aun así amenazadoras en su
cialistas se han esforzado por clasificarlos en dos perversión de la forma humana.
grupos principales. El primero lo forman todos los
que pertenecen a la raza o nación de las hadas, ha- Una noche, a finales de junio de 1973, Randy
bitantes de un reino intemporal y oculto, goberna- Creath y Cheryl Ray oyeron moverse algo' entre
do por una real pareja. Son la aristocracia de la es- unos matorrales cercanos. Cheryl alcanzó su linter-
pecie. Estas criaturas aladas y risueñas, general· na y Randy se levantó a mirar. La noticia, proce-
mente diminutas y delicadas -piénsese en Titania, dente de Murphysboro (Illinois), continuaba: «En
Oberon o Campanita-, viven entre oro y plata y se ese momento, aquello salió de la maleza. Ante la
alimentan de exóticos manjares inasequibles. Los pareja de adolescentes que lo contemplaban con
incautos que las encuentren cantando y bailando a ojos desorbitados se erguía un monstruo semejan-
la luz de la luna probablemente sucumbirán a su te a un gorila. Tenía cerca de dos metros y medio
sutil sortilegio, con resultados a veces agridulces: la
persona que vive en el país de las hadas puede de estatura y pelo largo y enredado de un blanco
creer que sólo ha estado allí un día cuando en reali- sucio, y apestaba como a fango del río». Al cabo de
dad han transcurrido cientos de años y su vida un momento que les pareció interminable, el extra-
mortál ya ha terminado. No es que las hadas quie- ño ser dio media vuelta y se internó en la espesura,
ran que ocurran tales cosas; tienen pocos motivos camino del río Big Muddy.
pará molestar a los humanos y cuando, por necesi· Aunque Randy, de diecisiete años, era hijo de
dad, secuestran a un niño o a una partera, los com- un miembro de la Policía Montada, pudieron no
pensan religiosamente con un pequeño elfo. A la creer su historia de haber sido él y Cheryl los úni-
gente menuda del segundo tipo les gusta entrome-
terse en los asuntos humanos, unas veces como be- cos testigos. Pero el monstruo fue visto más veces,
nefactores, otras por puro afán de alborotar. Cada en un período de varias semanas, por otras perso-
cual tiene una función, un hábitat o un oficio: los le- nas, entre ellas tres trabajadores de una feria am-
prechauns remiendan los zapatos por las noches, bulante, gente difícil de engañar, un niño de cuatro
los gnomos cavan en busca de oro, los banshees años y una pareja adúltera, nada inclinada a llamar
anuncian la muerte con sus gemidos. Brownies y la atención. Los testigos -aparte del niño, que dijo
kobolds son duendes que hacen las tareas mientras haber visto «un fantasma muy grande»- coincidie-
la familia duerme, pero pueden también esconder ron independientemente en describir a un mons-
una escoba o volcar el bote de la harina si se les an- truo de unos 2,40 metros de altura y 140 a 180 kilos
toja. Al viajero que se extravía se dice que lo enga-
ñaron los pixies, mientras que los trolls aterrorizan de peso, cubierto de un pelo claro y enmarañado.
a los transeúntes y los gremlins bailan sobre las alas Toda la Policía de Murphysboro, compuesta por
de los aviones y desvían de su ruta a los pilotos. Al- 14 hombres, se internó en la espesura guiada por
gunos han pensado que esta tropa mágica es el últi- un perro rastreador en busca del misterioso mons-
mo vestigio de una raza preadámica; otros prefie- truo. Encontraron un rastro de ramas rotas y hier-
ren no meterse en su vida: cierran los ojos y espe· bas aplastadas, sobre el que había gran cantidad de
ran su visita. barro negro, que recordaba el fango de alcantari-
llado de los depósitos situados entre la casa de
(continúa en la pág. 108)

104
Los monstruos simulados
El viajero del siglo XIII, a su regreso tras diecisiete letos para defenderse de las enfermedades anuncia-
años en China, tuvo duras palabras para la desagrada- das por la ext.r aña criatura antes de su •muerte».
ble industria que había visto a su paso por Sumatra. Pero por seductores que puedan ser esos raros
«También quiero que sepáis -escribía Marco Polo- ejemplares acuáticos, todo falsificador que se respete
que los pigmeos que algunos viajeros aseguran traer sabe que el hombre sigue interesándose sobre todo
de la India son una mentira y un engaño, porque yo por el hombre, y desde los tiempos de Darwin nada
puedo deciros que ésas criaturas, a las que llaman ha fascinado tanto a la humanidad como el descubri-
ho111bres, soi:i fabricadas en esa isla, y os diré cómo.» miento de un eslabón perdido, de un hipotético pri-
Marco Polo describía después la ingeniosa falsifi- mer pariente tanto del hombre como del simio. El
cación de pequeños cadáveres de mono que los ha- Hombre Mono de Sumatra, u orang pendek, como le
cían parecer seres humanos reducidos, pero su indig- llamaron los colonizadores holandeses, fue uno de los
nada denuncia ejerció escaso efecto sobre el tráfico primeros en aparecer. Esa criatura antropoide fue
de pigmeos de Sumatra. «Dar al público lo que pide» «Vista» durante generaciones en la selva, y se dijo que
era entonces un lema tan vigente como ahora, y al pú- medía entre 75 cm y 1,50 metros de altura, tenía piel
blico le han encantado siempre los monstruos, aun- rojiza, unas veces sin pelo y otras con él, y caminaba
que sean falsos. Los europeos del siglo XVI se sentían erguida, aunque con los talones hacia delante. Un po-
c·autivados por los dragones y dragones les daban, a sible ejemplar fue encontrado en mayo de 1932, pero
veces confeccionados mutilando una especie de lagar- después se comprobó que se trataba de un lotong, es-
to volador importado del Lejano Oriente, pero más a pecie de mono, afeitado y con los pómulos aplastados
menudo con el tlexible esqueleto de una variedad de para darle aspecto humano. Vino después el hombre
raya, la llamada «guitarra» (Rhinobatus panduratus), de Piltdown, cuyos fragmentos fueron descubiertos
pez plano de forma romboidal. Incluso en su estado en Sussex entre 1908 y 1913 y, según se dijo, compro-
natural, fa ºbarriga de esos peces y bados por científicos del Museo
de sus parientes las rayas comunes Británico como pertenecientes a
presenta rasgos que tienen una ex- una especie intermedia. Al menos
traña semejanza con la cara huma- así se creyó hasta 1953, cuando la
na. ReUénesele hasta darle gordura comunidad científica supo que nue-
de dragón, vístasele con una colum- vas pruebas revelaban que esos
na vertebral erizada de espinas, sé- fragmentos procedían de un oran-
quele al sol como una pasa y, como gután y un esqueleto paleolítico, y
por arte de magia, aparecerá una su pátina antigua no era producto
auténtica «Cría de dragón», aunque de la oxidación sino artificial, debi-
muerta. da probablemente a la aplicación
Esos monstruos de pacotilla son de un pigmento.
conocidos como Jenny Hanivers La era científica ha sido dura
(nombre que puede proceder de con los animales simulados, pero
Anvers, Amberes, donde se ven- no por ello se han extinguido. El
dían), ya se hagan pasar por drago- Hombre Helado de Minnesota pro-
nes o por variantes del temido basi- vocó un enorme revuelo cuando
lisco, monstruo mítico con forma fue exhibido en los años sesenta.
de serpiente. Los pescadores nor- Este increíble animal estaba cu-
teamericanos, sin respeto por su cs- bierto de piel como un mono, pero
clarecida historia, vendían todavía su cuerpo, incluidos manos y pies,
en los años treinta Jennys de con- parecía un cruce de mono y hom-
fección casera. bre. Su exhibidor aseguró primero
La asombrosa facilidad con que que había sido descubierto helado
el fanático de los monstruos es en- en un bloque de hielo a la deriva
gañado por animales simulados se ante las costas de Siberia, pero más
advierte comparando las sirenas tarde dijo que él mismo lo había
del mito con la prototípica y com- matado y congelado. Un científico,
puesta que P. T. Barnum exhi.bía a tras observarlo a través del bloque
mediados del siglo XIX. La Sirena de hielo en que estaba encerrado,
de Feejee, como llamaban a esta quedó tan impresionado que decla-
beldad fraudulenta, era en realidad ró que era una nueva especie; pero
un híbrido de mono y pez, de 60 estudiosos posteriores comproba-
centímetros de altura y con aspecto ron que se trataba de una super-
de. momia. Aunque su origen con- chería más, esta vez hecha de plás-
creto sea desconocido, se parecía tico. Y no hace mucho una mujer
mucho a las que solían fabricar los británica compró «una rarísima
pescadores japoneses, que acos- trucha con pelo», para descubrir,
tumbraban cobrarlas dos veces: cuando la llevó a un museo, que
por permitir contemplar el engen- Falso monstruo compuesto por fragmen- sencillamente Ja habían cubierto
dro y más tarde al vender los amu- tos de diversas especies marinas. con piel de conejo.

105
Realidad y apariencia

Los maravillosos monstruos del cine


PENAS contaba dieciséis años la industria ci- mos monstruos, en incontables variaciones, junto a
A nematográfica cuando un vampiro había ya
chupado sangre en las pantallas fran cesas (El casti-
momias, hombres-lobo y zombis, han venido ate-
rrorizando a los públicos desde entonces.
llo del diablo, 1896), el doctor Jekyll se había trans- ¿Nos gusta que nos asusten o hay algo más pro-
formado en míster Hyde en una película de 1908, fundo en nuestra devoción por el horror? Desde
filmada en Chicago, y la monstruosa creación del luego, en las películas de monstruos está garantiza-
doctor Frankenstein había sobrecogido a los aficio- do el triunfo del bien sobre el mal y en la oscuri-
nados en 1910, todo ello gracias al ge nio de los her- dad de un cine, incluso la persona más racional
manos Lumiere y Thomas Alva Edison. Esos mis- puede zambullirse e n lo fantástico.

El criminal míster Hyde fue interpre·


tado por Fredric Marchen 1932.

El que asiste a un baile de máscaras disfrazado de esqueleto es el Fantasma de la


Opera, ser horriblemente desfigurado que se oculiaba en los sótanos de la Opera
de París, hasta que se enamoró de una hermosa cantante.

Be/a Lugosi creó el primer vampiro


apuesto, el elegante conde Drácula, en
una obra maestra de 1931.
lon Chaney, en el Fantas- Lon Chaney hijo, de Boris Karloff en El case-
ma de la Opera (1925) Hombre Lobo (1941) rón de las sombra~
El monstruo
de Frankens-
tein por Boris
Karloff (izda.)
y Max Sch-
reck en el
conde Orlock
de Nosfcratu,
filmada en
1921.

Lon Chaney interpretó a Quasimodo, el deforme cam- La momia egipcia Kharis, 1nantenida con vida gracias a la in-
panero que se enamoró de una gitana, en la versión de fusión de las mágicas hojas de ta na, venga la profanación de
1923 de El jorobado de Notre Dame. la 1umba de su amada en La maldición de la momia (1945).

Be/a Lugosi en el vam- El monstruo de Boris Kar- lon Chaney en La casa Christopher Lee como conde
piro conde Drácula. loff en Frankenstein (1935) del horror (1927) Drácula, en 1958
Cheryl Ray y el río. El rastro conducía a un establo las nieves, conocido como el ye teh en el dialecto
abandonado, donde se perdía por completo. sherpa, pero añade que él nunca llegó a verlo.
. Más tarde se oyó varias veces un grito chirrian- Los descubrimientos aislados de rastros sor-
te, y aparecieron extrañas huellas de pisadas en el prendentes, atisbos de humanoides inidentifica-
barro a orillas del río. Los perros notaban un olor bles y noticias de extraños ataques de supuestos
no familiar y les acometía el pánico. Acudió todo yetis fueron aumentando en el segundo cuarto del
un enjambre de cazadores a la zona, con rifles y es- siglo XX, pero la mayoría de los occidentales creían
copetas, pero la misteriosa criatura no apareció. que el verdadero hábitat del hombre de las nieves
Algunos investigadores creen que una desvia- era el reino de la fantasía. Después, en noviembre
ción genética de un gran simio puede ser el origen de 1951. los alpinistas británicos Eric Shipton y
de una familia de seres erectos, cubiertos de pelo, Michael Ward descubrieron una serie de huellas
esquivos y casi siempre malolientes, que muestran de enormes pisadas en la nieve. Los dos alpinistas,
gran semejanza con el hombre y son conocidos al regreso de una expedición de reconocimiento al
como sasquatch, Pie Grande, yeti, Abominable Everest, estaban explorando el glaciar de Menlung,
hombre de las nieves, Mono de los pantanos y a 5.500 metros de altitud, cuando encontraron un
Mono mofeta. Otros se inclinan por la alucinación, rastro reciente de más de kilómetro y medio al
el exceso de alcohol o la imaginación desatada. borde de la masa de hielo.
En su versión de Abominable hombre de las A medida que descendían a nieve más superfi-
nieves o yeti, ese homínido peludo es conocido por cial y cristalina, las huellas iban haciéndose más
los aldeanos del Himalaya desde hace al menos firmes y netas. Shipton seleccionó la m-á s diáfana y
dos siglos, y los tibetanos lo incluyen siempre en- la fotografió dos veces, utilizando como escala en
tre la fauna local, junto a osos, onzas, civetas y mo- una de ellas el pie de Ward y en otra una piqueta.
nos. La tradición del yeti llegó al mundo occidental Las fotos de Shipton, tomadas desde encima y con
en 1832, cuando B. H. Hodgson, residente británico exposición y enfoque perfectos, muestran un pie
en la corte de Nepal, contó en un artículo que sus de cinco dedos, con 33 centímetros de longitud por
porteadores nepaleses habían huido aterrorizados 20 de ancho y un talón de anchura excepcional.
de un ser al que describieron como erecto, sin cola Si las huellas no eran de un yeti, pertenecían a
y cubierto de pelo largo y oscuro. Hodgson pensó algún otro animal erecto no identificado. Shipton,
que se trataba de un orangután, pero los nativos in- familiarizado con las huellas en la nieve y los efec-
sistieron en que habían visto un demonio. tos de la fusión de los cristales de hielo, se declaró
Ocurría esto más de cincuenta años antes de convencido de «la existencia de una gran criatura
que otro europeo encontrase pruebas que corrobo- simiesca, totalmente desconocida para la ciencia o
raban la existencia de un animal desconocido en al menos no incluida en la fauna de Asia central».
los Himalayas. El mayor L. A. Waddell, médico mi- La caza del yeti se puso de moda durante Jos
litar británico, doctor en Derecho y miembro de la años cincuenta y sesenta, pero decayó ante la falta
Sociedad Linneana, observó unas enormes huellas de resultados. Después, en 1970, Don Whillans, se-
en las nieves de Sikkim, a 5.000 metros de altitud, y gundo jefe de la expedición británica que escaló la
sus porteadores le dijeron que eran del yeti. En su cara sur del Annapurna, encontró y fotografió en
libro Among the Himalayas habla de la profunda Nepal, a 4.000 metros de altitud, un rastro descon-
creencia de los tibetanos en un peludo hombre de certante. Más tarde, ya de noche, vio desde su tien-

El ce/acanto, pez prehistórico que data de hace al menos Los murciélagos vampiros de Méxi~o succionan la san-
350 millones de años, se creyó extinguido hasta que en 1938 gre de sus presas por el tubo que forman su lengua y su
unos pescadores caplLlraron un ejemplar frente a las costas labio inferior. En la fotografía la lamen a lengiietazos de
de Africa del Sur. una bandeja del laboratorio.

108
da, bajo la brillante Luna a una criatu- cerca de la aldea de Machermo, junto
ra parecida a un simio que se alejaba al Everest, en julio de 1974. La mucha-
saltando a cuatro patas por la cresta cha, Lhakpa Domani, había estado
de un risco. La vio sólo una vez y fu- cuidando los yacs en unos pastos de
gazmente, pero ese testimonio de un montaña cuando oyó una extraña tos.
alpinista de fama ínternaeional ani- Al volverse vio a un enorme ser de co-
mó a los amantes de los monstruos en lor pardo rojizo, parecido a un mono y
todo el mundo. con grandes ojos y pómulos salientes.
Otra prueba de que algo inexplica- Ante su grito de sorpresa, el extraño
ble hay en los Himalayas surgió en di- la levantó y la arrojó bruscamente a
ciembre de 1972, cuando miembros un lado. Después el yeti -pues no era
de una expedición ecologista al valle otra cosa según los aldeanos y el poli-
del Arun efectuaban una marcha de cía del pueblo- se dirigió hacia los
reconocimiento desde la rica cuenca La. hipertricosis puede cubrir yacs, a uno de los cuales mató a puñe-
de ese río, entre el Everest y Kanchen- el cuerpo de pelo. tazos y a otro retorciéndole los cuer-
junga, hacia las cumbres hasta enton- nos hasta romperle el cuello. A conti-
ces inexploradas que rodean la montaña de Kong- nuación comió parte de su carne y se fue, tras aña-
maa La. El 17 de diciembre, el zoólogo Edward W. dir un nuevo episodio a la reciente colección de re-
Cronin, el doctor Howard Emery y dos sherpas latos de monstruos humanoides.
acamparon a 3.600 metros de altitud. La nieve en En contra de la existencia del yeti se yergue la
torno a sus dos tiendas ligeras era crujiente y firme realidad de que ni on solo ejemplar ha sido captu-
y no había trazas de otras huellas que las suyas. rado vivo ni muerto. La misma falta de pruebas
Al día siguiente, antes de amanecer, Cronin fue concluyentes se registra en su homólogo occiden-
despertado por un grito de Emery, que se había le- tal, comúnmente conocido por Píe Grande (Big-
vantado muy temprano. Entre ambas tiendas apa- foot). Para los indígenas de la Columbia Británica y
recía un conjunto de huellas frescas, aparentemen- el noroeste del Pacífico es el sasquatch, y otros nor-
te no humanas. Al investigar, comprobaron que lo teamericanos lo llaman el Mono mofeta de los
que había dejado aquel rastro había trepado por Everglades, o Momo el Monstruo de Míssourí, pero
una ladera extremadamente empinada y peligrosa, con cualquier nombre sigue siendo Pie Grande.
que exigía una fuerza y agilidad inusitadas. Los dos Se trata también de un misterio tan duradero
científicos fotografiaron las huellas antes de que el como ubicuo, que ha formado parte de la tradición
sol las fundiese y, ya entrado el día, Jeffrey Mac- indígena norteamericana durante siglos y servido
Neely, especialista en mamíferos de la expedición, de tema en Canadá y Estados Unidos a 245 leyen-
obtuvo moldes en yeso. Todos reconocieron que das de las más diversas procedencias. La primera
las huellas presentaban una asombrosa semejanza noticia de las supuestas huellas de Píe Grande data
con las fotografiadas por Eric Shipton, y parecían de 1811, cuando un conocido explorador y comer-
pertenecer a un enorme mono erecto. ciante llamado David Thompson, que intentaba lle-
Pero ¿había alguna razón para considerarlo un gar a la desembocadura del río Columbia cruzando
monstruo temible? Es posible. Un ser que dejaba las Rocosas cerca de lo que hoy es Jasper, en Alber-
huellas parecidas atacó a una muchacha sherpa ta, encontró un rastro de huellas que medían unos
asombrosos 35 centímetros de largo por 20 de an-
cho. Los indios le dijeron que debían de haber sido
hechas p.or uno de los gigantes que vivían en la isla
de Vancouver.
Thompson no encontró al gigante, pero desde
esa época al menos 750 personas han visto lo que
creyeron un sasquatch o un pariente cercano suyo,
y probablemente otras tantas han encontrado
grandes huellas que desafían cualquier explica-
ción. Esos hallazgos han tenido lugar desde la Cos-
ta del Pacífico hasta Michigan y del Yukón a Méxi-
co, y enormes animales de dos patas, peludos y
malolientes, parecen haberse infiltrado en diversos
pantanos y zonas montañosas de Arkansas, Florida,
Mississippi, Missouri, Ohio, Oklahoma, Oregon,
Washington e incluso Dakota del Norte y del Sur.
· Los ejemplos se acumulan para confusión de
los escépticos. En 1924, un minero llamado Fred
Beck, que trabajaba en el cañón de Aple, en el es-
Deformaciones genéticas naturales pero insólitas, como el tado de Washington, a unos cíen kilómetros al nor-
bicefalismo, que se da en ocasiones entre las serpientes y te de Portland (Oregon), disparó sobre una enorme
otros animales, como en el caso de la fotografía, fascinaban criatura parecida a un mono que apareció inespe-
a los europeos del siglo XIX. radamente al borde del cañón. Esa noche una hor-

109
da de criaturas semejantes atacó la cabaña donde Durante años se creyó
vivía Beck con varios compañeros de prospección, que el gorila de monta-
golpeando el techo y las paredes, al parecer con in- ña, de 270 kilos de
tención de entrar. Al cabo de cinco horas, los frus- peso, era un animal mf-
trados visitantes se alejaron, dejando centenares tico. Pero en 1903 Os-
ear von Beringe mató
de enormes huellas como prueba de su asedio. uno en Africa y mostró
En 1962, un ferroviario jubilado llamado Harlan su piel en Europa.
Ford y su amigo Billy Mills se construyeron una ca-
baña de caza en Honey Island Swamp, una extensa
zona cenagosa entre Mississippi y Louisiana. Una
mañana, cuando volvían con provisiones, los dos
cazadores vieron a un ser enorme escarbando en el
barro a unos diez metros de allí. Se alzó sobre dos Esta criatura fue muer-
pies y los miró. Tenía un pecho y unos hombros ta en 1920 junto a la
frontera de Colombia y
impresionantes y e l cuerpo cubierto de cerdas de Venezuela. A diferencia
un gris sucio, pero su cara parecía extrañamente de cualquiera de los
humana. Al cabo de un momento se dio la vuelta y monos de Sudamérica,
desapareció e n la espesura. medía, según su descu-
Ford y Milis no pudieron volver a acercarse lo bridor, 1,50 metros de
suficiente a la criatura para dispararle una bala, altura y no tenla cola.
pero encontraron muchas huellas suyas e hicieron
moldes de yeso de un pie parecido al del yeti que
dejó estupefactos a los investigadores. Una vez se
toparon con un gran jabalí moribundo, con el cue-
llo destrozado por algo que no era posible que vi-
viese en la ciénaga, pero evidentemente vivía. Oliver, que se dice es
No pocas de las supuestas huellas de Pie Gran- un ejemplar vivo ocul-
to en una granja por su
de y los moldes en yeso de pisadas enormes han re- propietario, tiene al pa-
sultado ser falsificaciones, pero el especialista en recer un cromosoma
primates John Napier está convencido de que el menos que los monos y
sasquatch existe. Una prueba particularmente con- uno más que el hom-
vincente para él fue la serie de huellas descubier- bre.
tas en Bossburg (Washington), en octubre de 1969,
por un carnicero llamado Joe Rhodes, de las que
informó a los especialistas en sasquatch lvan Marx
y Rene Dahinden. Analizando el material reunido
por ambos investigadores, a Napier le llamó la res. En 1954 había logrado reunir 19 de esos enor-
atención el hecho de que se hubiesen descubierto mes dientes y los paleontólogos chinos habían de-
nada menos que 1.089 huellas. Con 44 por 17 centí- senterrado otros 47. Como eran virtualmente idén-
metros, eran grandes incluso para un sasquatch, ticos a los humanos, aunque seis veces mayores,
pero su característica más notable era que al pare- Von Kocnigswald pensó que debían pertenecer a
cer habían sido hechas por un lisiado. El pie dere- una especie de mono gigante, al que denominó gi-
cho del sasquatch de Bossburg estaba contrahecho, gantopithecus. Descubrimientos posteriores de fó-
y Napier lo consideró resultado de una herida por siles en Asia convencieron a los investigadores de
aplastamiento sufrida en la primera infancia. que habían descubierto un hombre-mono de 2,75
Si la criatura a que nos venimos refiriendo es metros de estatura y 270 kilos de peso, cuya vida
real, ¿de qué se trata? Quizá, como sugiere lo en- se inició hace unos ocho millones de años para ex-
contrado en cierta tienda china, de un antropoide tinguirse, al parecer, en el último medio millón.
marginal, un ser que evoluciona aisladamente. En Pero ¿se extinguió realmente el gigantopithecus?
1935, el paleontólogo holandés Ralph von Koenigs- Algunos entusiastas del monstruo creen que no... o
wald entró en una farmacia durante una visita a al menos tal vez no. El zoólogo Edward Cronin se-
Hong Kong. Mientras esperaba a que le atendie- ñala la posibilidad de que durante el Pleistoceno
sen, echó un vistazo a la colección de huesos y medio, el gigantopithecus buscase refugio contra el
dientes fósiles que, una vez molidos, se vendían Horno erectus en los valles de los Himalayas.
como medicina. En un recipiente que había sobre En cuanto al Pie Grande norteamericano, pue-
el mostrador encontró un tercer molar inferior de de ser o no una variante del gigantopithecus asiáti-
enorme tamaño, al parecer perteneciente a un pri- co. Que también é l haya eludido a los cazadores
mate, pero de dos veces el tamaño del mayor dien- durante tanto tiempo no es sorprendente. Peter
te de mono encontrado hasta la fecha. El farmacéu- Byrne, fundador de la International Wildlife Con-
tico no tenía idea de dónde procedía ni del tiempo servation Society y director del Centro de Informa-
que llevaba allí, pero a Von Koenigswald le enarde- ción sobre el Bigfoot de Hood River (Oregon), se-
ció tanto el hallazgo que se pasó gran parte de los ñala que el sasquatch y sus parientes han sipo vis-
veinte años siguientes buscando nuevos ejempla- tos en una región de unos doscientos sesenta mil

110
es probable que la búsqueda racional de esas cria-
turas misteriosas acabe por dejar e l mundo de los
monstruos poblado sólo por animales naturales de
extraño aspecto que no tengan nada de pesadilla.
Hay algo remoto e incomprensible en lo que llama-
mos monstruos, algo más que sus cuerpos físicos.
Francis Hitching, investigador de lo misterfoso, lle-
ga a la conclusión de que «cuanto más investiga
uno este tipo de temas, más seguro está de que hay
en acción algo más que el modelo de universo con
el que nos hemos familiarizado».
Ese «algo más» es el verdadero misterio y el au-
téntico monstruo. Aunque todas las manifestacio-
nes físicas nos fuesen explicadas, aún nos queda-
rían los terrores amorfos de la mente y nuestra ne-
cesidad de darles forma. Mary Shelley lo sabía, y
cita el Poema del viejo marino, de Coleridge, para
expresar la «enfermedad del miedo» que iba apo-
derándose del joven Frankenstein mientras ºinten-
taba eludir, y a la vez ignorar, el horror creciente:
Como quien, por sendero solitario,
camina temeroso,
y, habiendo vuelto la cabeza, sigue
sin volverla ya nunca,
pues sabe que un terrible
demonio, muy de cerca, sus huellas va pisando.

Este sasquatch (izda.) se filmó en California en 1967, pero


muchos especialistas dudan de su autemicidad. Hay tam-
bién numerosos moldes de huellas, como el de abajo.

kilómetros cuadrados, en gran parte terreno mon-


tañoso o de espeso bosque, con escasa población y
zonas virtualmente impenetrables. Y a este propó-
sito recuerda que una tribu de la Edad de Piedra,
los tasaday, vivieron sin ser vistos en las selvas de
Filipinas hasta 1971.
Los días de los descubrimientos zoológicos pue-
den estar contados, pero aún no han concluido.
Cabe pensar que, con un 10 por 100 de la su-
perficie de la tierra todavía sin explorar - aparte
el fondo del mar-, pueden quedar muchas criatu-
ras por descubrir, enormes mamíferos o reptiles
en lo profundo de los mares y hombres-mono pelu-
dos o cuadrúpedos inimaginables ocultos en una
de las grandes zonas pantanosas que aún subsisten
o en un valle remoto. En los últimos ciento cin-
cuenta años, gran número de antiguos mitos se han
transformado en hechos científicos. Los rumores
sobre animales como el gorila, el panda gigante, el
hipopótamo pigmeo, el tiburón ballena, el okapi, el
ornitorrinco o el lagarto parecido a un dragón de
Komodo hicieron reír a nuestros antepasados has-
ta que fueron confirmados.
Pero la humanidad no gana nada con creer que En 1951, el veterano alpinista británico Eric Shipton foto-
todos los espectros que pueblan nuestros temores grafió esta huella en el Himalaya, reducto del legendario y
y fantasías pueden ser grandes cefalópodos mari- aún no descubierto Abominable hombre de las nieves. Me-
nos u hombres-mono gigantescos y malolientes. No día 33 centímetros de longitud por 20 de anchura.

111
Realidad y apariencia

Cámaras y sonar buscan a Nessie


S I hemos de dar crédito a las noticias de avis-
tamientos, una de las clases de monstruos
más numerosa no vive ni en el mar ni en la tierra.
En un estudio reciente, los autores británicos Janet
y Colin Bord comprobaron que han sido vistos
monstruos acuáticos en no menos de 265 lagos y
ríos del mundo. De este total, 24 están en Escocia, y
uno de ellos es probablemente el más famoso hábi-
tat de monstruos del mundo.
Loch Ness es un lago alargado y estrecho (38
por 1,6 km), situado en el fondo de una gran falla
geológica que corta las montañas septentrionales
de Escocia. A pesar del frío, el lago no se hiela nun-
ca y es muy profundo: 297 metros en un lugar al
menos. Sus aguas están tan cuajadas de turba que
la visibilidad bajo ellas sólo alcanza a unos cuantos
metros; pero, no obstante, el loch sustenta una
abundante vida acuática, especialmente salmón,
trucha, umbr~s y anguilas, a veces de gran tamaño.
Nadie sabe cuándo se observó por primera vez
un monstruo en Loch Ness, pero se dice que en el
año 565 de nuestra era el misionero irlandés San
Columbano salvó por los pelos la vida de uno de
sus criados atacado súbitamente por el monstruo
cuando se bañaba en el lago. Desde entonces se
calcula que ha sido visto unas diez mil veces, y e l
monstruo de Loch Ness atrae a incontables visitan-
tes al misterioso lugar.
La fama moderna del monstruo puede decirse
que data de mayo de 1933, cuando un corresponsal
del Courier de Inverness dedicó un artículo al últi- La cabeza y el cuello del monstruo parecen emerger del
mo avistamiento producido hasta entonces. En ju- lago Ness en esta fotografía tomada en 1934.
lio, alguien comunicó un nuevo avistamiento y en
octubre había ya 20 más. De pronto Nessie, como
entonces se bautizó al monstruo, fue noticia de pri- la foto de Wilson se parece mucho a un plesiosau-
mera plana en todo el mundo. rio, familia de grandes reptiles marinos que se cree
Durante los primeros meses de 1934 siguió la extinguida hace más de setenta millones de años.
inevitable reacción negativa. Eminentes científicos En los años que siguieron a la publicación de la
y académicos se burlaron de las noticias sobre Nes- hoy famosa foto de Wilson continuaron multipli-
sie, y al menos en uno de los casos se descubrió cándose los informes de avistamientos, pero hasta
que las pruebas de su existencia habían sido falsifi - 1960 no volvió a tomarse una fotografía del mons-
cadas. Pero quizá lo peor era que la prensa empe- truo, no menos impresionante que la primera. Ese
zaba a perder interés por el tema. Y fue precisa- año, en abril (por lo visto un buen mes para los
mente entonces, en abril de 1934, cuando el tenien- que acechan a Nessie), un ingeniero aeronáutico
te coronel R. K. Wilson, médico de Londres, captó inglés llamado Tim Dinsdale, impresionó unos
una fotografía que al parecer mostraba la cabeza y quince metros de película de 16 mm en la que se ve
el cuello de Nessie (arriba dcha.). Aunque no se una gran forma negra y jibosa que se mueve por el
pudo probar el tamaño, la foto no fue tomada en loch a menos de siete millas por hora. La película
serio en la época. Sin embargo, sigue siendo uno de Dinsdale fue analizada por e l Joint Air Recon-
de los mejores retratos del monstruo. naissance Intelligence Center de las Reales Fuerzas
La criatura de tonos oscuros que se ve en la Aéreas, cuya conclusión fu e que «probablemente
foto de Wilson coincide con la mayoría de los rela- se trata de un objeto animado». .
tos de testigos oculares anteriores y posteriores. En 1972 la caza de Nessie entró én una fase más
De lo que parece ser un gran cuerpo oval, sobresa- refinada. En agosto,. un equipo de científicos de la
le un cuello de forma de cisne rematado por una Academia de Ciencias Aplicadas estadounidense,
cabeza pequeña y plana. En realidad, la Nessie de por medio de un tipo ultramoderno de cámara es-
troboscópica submarina combinada con un equipo una nueva expedición al loch .. Pero, a pesar de las
de sonar Raytheon, obtuvo imágenes visuales y só- nuevas pruebas aportadas por el sonar y las cáma-
nicas de «algo que se movía» en el loch. Al ser más ras, no hubo modo de localizar de nuevo a Nessie.
tarde tratadas por las computadoras de la NASA, Sin desanimarse, la Academia estudió la posibili-
apareció una imagen que muestra una aleta unida dad de entrenar delfines para que colaborasen en
a un objeto mayor, tal vez un gran animal. La Aca- la búsqueda.
demia, animada por el resultado, envió otra expe- Por muy sensacionales que fuesen los hallazgos
dición a Loch Ness en 1975 y obtuvo nuevas prue- de 1972 y 1975, la mayoría de los científicos siguen
bas. Según el técnico que llevó a cabo el análisis de escépticos. La mayor parte de los informes, dicen,
las imágenes de 1975, «una de las fotos mostraba no merecen ninguna confianza, e incluso las mejo-
un cuerpo con un cuello muy largo y dos gruesos res· fotografías resultan demasiado ambiguas para
apéndices ... La segunda toma parecía mostrar un constituir una prueba. Así pues, la controversia
cuello y su cabeza ... El cuello era reticulado». Con- continúa, sin solución posible hasta que de verdad
clusión de la Academia: «Hay una especie de gran se encuentre a Nessie. Hasta entonces, lo mejor
animal acuático en Loch Ness». será seguir considerando todo este asunto sin pre-
Fue tal la conmoción que provocaron los hallaz- juicios. Como dijo en cierta ocasión G. K. Chester-
gos de la Academia que en 1976 el circunspecto ton, «han ahorcado a muchos con menos pruebas
New York Times contribuyó con 25.000 dólares a de las que hay a favor del monstruo de Loch Ness».

La Academia de Ciencias Aplicadas de Bos-


ton utilizó el sonar para buscar al monstruo
de Loch Ness durante sus investigaciones.

Una fotografía submarina (izda.), tomada


por el equipo de la Academia, muestra una
forma vaga que pudiera ser la de Nessie.

Esta foto submarina podría ser Esta interpretación del fondo de la bahía de
de la cabeza y la boca abierta Urquhart, en loch Ness, refleja el laberinto
del monstruo frente a la cáma- de profundos valles en el que una criatura
ra. Tras analizar la imagen, el submarina puede ocultarse y escapar a la de-
naturalista Peter Scott dibujó tección electrónica. La escala vertical del dia-
la reconstrucción de la dcha. grama se ha exagerado para mayor claridad.
Utilizando animales, cartas extrañas
y el propio cuerpo humano, hombres y mujeres
han tratado siempre de predecir el futuro.

ADIVINACIÓN

El sistema religioso de los amazu- La adivinación, el esfuerzo del hom-


E N
lu, el especialista británico Henry bre por conocer los misterios del pre-
sente y predecir el futuro, ha sido prac-
Callaway citaba un cuento referido por
un sudafricano preocupado por su ca- ticada en todo el mundo desde el des-
bra preñada. «Fuimos al adivino, el her- pertar de la historia. Aunque los ritos
mano de Umatüla, que adivinaba con adivinatorios hayan cambiado con el
huesos ... Tomó un poco de medicina y la paso del tiempo, su intención ha perma-
masticó, y después sopló en la bolsa en necido constante: conseguir, a ser posi-
que guardaba los huesos; los frotó y los ble por medio de canales divinos, un sa-
esparció por el suelo, los removió y dijo: ber oculto que pueda ayudar a resolver
"Oh, ¿qué significa la cabra? Veo dos los grandes y pequeños problemas de la
crías, una blanca y la otra ... sí, eso es, vida. Los reyes consultaban los orácu-
gris. ¿Qué significan?" Es1a cana de tarot del Re- los para decidir la estrategia más eficaz
»Le respondimos: "No lo sabemos, nacimiento francés puede en sus campañas militares, los caza-
amigo. Queremos que nos lo digan los predecir un desastre. dores tribales trataban de d~scubrir
huesos". dónde sería más abundante la caza y los
»Y é l dijo: "Esta cabra, que es negra, está pa- enamorados adivinar el tiempo, lugar y medios
riendo. Pero es como si no hubiese parido todavía. más apropiados para conseguir el afecto y los favo-
Porque, ¿qué decís vosotros? Decís que la cabra res del ser amado.
está en apuros. Yo, por mi parte, veo lo que dicen ¿Responden las artes ad ivinatorias a una co-
los huesos, y lo que veo es que las crías han naci- mún intuición de que ni la causalidad ni el tiempo
do... Los huesos dicen: 'Cuando lleguéis a casa la son exactamente como nosotros los percibimos?
cabra habrá parido dos crías..."'. El poeta T. S. Ell'iot escribía:
»Le dimos el dinero y volvimos a casa -pro- Presente y pasado
seguía el relato del sudafricano- sin que yo creye- están quizá presentes en el futuro,
se una palabra de todo aquello, porque los huesos y éste contenido en el pasado.
no habían hablado... Cuando llegamos a casa en- Si todo tiempo es eternamente presente
contramos a la cabra en la puerta con dos crías, no hay remisión posible.
una b~anca y la otra gris. Al momento se me pasó el Lo que pudo haber sido es sólo una abstrae-
mal humor. Hicimos sacrificios y dimos gracias al . [ción.
Ama tongo.» De ser esto cierto, en teoría la adiyinación pue-
de funcionar. Sería sencillamente un método para
Ocho fuerzas de cambio, simbolizadas-por los trigramas de detectar un futuro que se encuentra perfectamente
tres líneas encerrados en el círculo en esta tabla china, se definido y firmemente incurso en el presente. ¿o
combinan en el I Ching para predecir el futuro. El yin y el tal vez la adivinación, actividad humana a un tiem-
yang del centro del círculo y el tigre ovalado repres~ntan la po tan antigua y tan universal. no hace sino probar
fusión de los contrarios. · la vulnerabilidad del intelecto humano al constan-

115
te acicate del deseo y el antes de acabar 1976 mo-
temor? Dejando aparte ría el presidente Mao y
cuestiones t~n complejas, se iniciaba un largo pe-
hay un problema más ríodo de agitación.
primario: (Es posible la Es sorprendente el
adivinación? Al menos atractivo que en el mun-
sus anales resultan fasci- do entero ejerce la adivi-
nantes. nación. N. Mkele, autori-
Entre las civilizacio- dad sudafricana en mate-
nes más adelantadas e ria de adivinación y adi-
ilustradas de la antigüe- vinos, ha escrito que «en
dad figuran las de Grecia el pensamiento africano
y China. Dos ejemplos, es básica la idea de una
uno antiguo y otro de realidad regida por leyes
nuestros días, atestiguan analógico-mágicas y sus-
la ininterrumpida tradi- ceptible de ser sometida
ción adivinatoria de esas al control humano». Gran
dos cunas de buena parte parte de la adivinación
Una de las formas de augurio romano mediante animales con-
del pensamiento, la lite- sistía en soltar un gallo entre granos de maíz dispuestos junto a africana tiene por obje-
ratura, la ciencia y la téc- un círculo de letras. Las letras que dejaba intactas servían de to encontrar las causas
nica modernos. base para las predicciones. de las enfermedades. Se-
El historiador griego gún Mkele, los xhosas y los ·
Herodoto recogió la his- zulúes creen que el adivi-
toria de una predicción hecha al rey Creso de Li- no tiene «facultades cognitivas supranormales que
dia, famoso por sus fabulosas riquezas, que acuña- lo capacitan no sólo para describir el curso de la
ron la frase «tan rico como Creso». Ante·s de em- enfermedad, sino también para saber si el paciente
prender una campaña militar contra Persia en el ha sido embrujado y por quién, o si su enfermedad
siglo VI a. JC., Creso quiso elegir el oráculo más dig- es de carácter religioso o debida a causas natura-
no de confianza. Probó a varios, preguntándoles en les». Creen que el adivino tiene acceso a los dioses
qué secreta acción estaba ocupado. La mejor des- ancestrales y «nada hay oculto para él».
cripción fue la del oráculo de Delfos, una de cuyas Prácticas análogas se registran entre los nyoro
sacerdotisas dijo que el rey estaba «Cociendo jun- de Uganda. Según John Beattie, autor de un ensayo
tos un cordero y una tortuga en una vasija de co- sociológico sobre la adivinación en Bunyoro, los
bre con tapa de Jo mismo». Complacido por la res- nyoro «consultan a los adivinos cuando tienen pro-
puesta -pues eso es lo que estaba haciendo aquel blemas y quieren conocer sus causas y sus reme-
día-, Creso pidió después una predicción sobre su dios mágicos. Como el problema más común es la
plan de ataque contra los persas. La sacerdotisa enfermedad; la mayoría de las consultas se refieren
respondió que, si el rey cruzaba el río Halys _:_¡o a la salud del cliente o a la de sus hijos y otros fa-
que equivalía a desencadenar el ataque- , «destrui- miliares». Como en otras muchas tribus africanas,
ría un gran imperio». Desgraciadamente, el impe- en las prácticas adivinatorias de los nyoro desem-
rio que Creso destruyó cuando lanzó a sus tropas peñan un papel fundamental las conchas de cauri.
contra Persia fue el suyo. Aunque en el mejor estilo Las artes predictivas se basan en el modo en que
sibilino, la predicción había sido acertada. esas conchas caen al suelo. El adivino puede tam-
Un caso moderno de adivinación tuvo lugar en bién formular cualquier pregunta a úna concha y
julio de 1976, cuando la zona del nordeste de Chi- acercársela después al oído para escuchar su res·
na, donde se halla la ciudad industrial de Tangs- puesta.
han, sufrió uno de los más graves terremotos de la Un nexo fascinante con las técnicas adivinato-
historia del país. Aunque los comunicados oficiales rias de la antigüedad es el uso que hacen los nyoro
fueron muy vagos, la noticia del desastre se difun- de las entrañas de animales (aruspicina), procedi-
dió y fue interpretada por muchos como un augu- miento que, según sabemos por las tablillas cunei-
rio de la muerte inminente del presidente Mao formes, se empleaba ya en Babilonia. El adivino .
Tse-tung, a la que seguirían grandes desórdenes. nyoro suele utilizar un ave que abre cuidadosa-
Las autoridades de Pekín se alarmaron ante esa mente para no dañar los intestinos. En general, es
tendencia a recaer en la costumbre tradicional de de buen augurio que los órganos internos se hallen
atribuir sentido sobrenatural a cualquier suceso en buen estado, y lo contrario puede anunciar des-
extraño o catastrófico. Para contrarrestarla, la gracias. Los órganos con manchas o tumefacciones
prensa oficial, incluida la publicación científica y, por supuesto, los que se encuentran en desorden
Scientia Geologica Sinica, lo denunció como mues- son de mal agüero, pero «Si no hay máculas y las
tra de superstición primitiva y antimarxista. La re- vísceras están en su posición normal, el paciente
vista geológica recordó que algunos discípulos del sanará».
filósofo Confucio habían aprovechado la caída de Algunos antropólogos han pensado que la adivi-
un meteoro en 1064 «para confundir a las masas nación por el examen del hígado o los huesos calci-
con rumores catastróficos» . .Pero lo cierto es que nados puede provenir de los sacrificios de anima-

116
les, y aunque no hay pruebas escritas, como esos cuchara, lo vierten en agua y leen su futuro en las
sacrificios eran muy comunes, es posible que se hi- extrañas formas que adopta al solidificarse. Los
ciesen augurios antes o después de tales ceremo- folkloristas creen que esta práctica, hoy simple di-
nias. versión al despedir el año, es anterior a la era cris-
Los huesos se utilizan para adivinar, como se tiana.
hace en diversas culturas con las conchas, las hojas En muchas partes del mundo, incluso en los Es-
de té, los posos de café y los dados. De hecho, los tados Unidos, se utiliza un procedimiento afín que
dados modernos pueden proceder de los cubos sustituye el plomo por cera fundida. En la revista
que se empleaban en las artes predictivas. Ciertos Fate de junio de 1973, James R. Cole recomendaba
dados encontrados en China parecen confirmar cómo usar e interpretar la cera de vela: «El cliente
esa evolución, y dados con marcas muy semejantes enciende la vela a la vez que, en su fuero interno,
a las de los actuales han aparecido en tumbas egip- hace una pregunta o formula un deseo. Después se
cias de hasta el año 2000 a. JC. Pero nadie está se- inclina levemente la vela de modo que caigan gotas
guro de qué fue primero, la adivinación o el juego. de cera en el agua que hay en un recipiente. Esas
Otro método adivinatorio se basa en las figuras gotas se solidifican en pequeñas esferas que flotan
que forman los líquidos. En Louisiana todavía es en el agua. Las primeras gotas van derechas al bor-
frecuente partir un huevo para obtener una predic- de del recipiente como atraídas por un imán, y
ción por el modo en que yema y clara se separan. poco a poco lo van cubriendo. A medida que sigue
Este método ha sido descrito por Tracey Peterson, cayendo cera, las gotas empiezan a formar símbo-
quien recordaba que su bisabuela, Alexina Char- los o arabescos en la superficie del agua. A veces el
pentier Renaud, muerta en 1955 a los ochenta y· adivino inexperto no deja caer suficiente cera,
siete años, practicaba esa forma de adivinación pues cuanta más caiga más símbolos se forman y
acadiense. Solía partir tres huevos en sendos vasos más completa es la predicción».
de agua y decía que veía cosas en las hebras que La acumulación de cera en los bordes del reci-
formaban. piente brinda al adivino las primeras claves. Si se
En una ocasión recurrió a ese método para lo- forma una línea continua, eso indica una respuesta
calizar a su hijo Randolph, soldado en Francia du- positiva a la pregunta del cliente. El ribete sinuoso
rante la primera guerra mundial. Había escrito con indica duda, y el fragmentado no augura nada bue-
regularidad hasta el Armisticio, pero después no se no. Cada adivino parece tener sus símbolos favori-
supo más de él. Su madre decidió «consultar a los tos en que apoyarse. Cuando Cole ve en la cera
huevos», y al hacerlo aseguró que se formaba «la fundida algo parecido a un gato, lo considera indi-
imagen diminuta de un tren», con viajeros y todo. cio de engaño; una pistola indica desastre y posible
Cuando Randolph volvió, confirmó que en ese mo- muerte; una imagen de Venus, paz, amor o ambas
mento estaba «en la costa Este, camino de Louisia- cosas; una figura saltando indica cambio, y un bar-
na en tren». co anuncia noticias de un lugar lejano o un viaje.
En Europa central aún pervive una tradición se- Cole nunca funde una vela negra porque advier-
mejante en Nochevieja. AJ sonar las doce, los reuni- te en ese color «vibraciones negativas». Desde lue-
dos, en especial los jóvenes, funden plomo en una go, si puede atribuirse a los colores un simbolismo
(continúa en la pág. J20)

En el Infierno de Dante los adivinos estaban condenados a mirar siem-


pre hacia atrás, según vemos en esta ilustración italiana del siglo XV.

La.s múltiples manos de esta diosa de la fortuna medieval simbolizan la


ayuda y protección que se suponía dispensaba a los necesitados.

117
Aleister Crowley creó una bara¡a de ta- Este caballo de copas pertenece
rot -una de cuyas cartas representa- a los arcanos menores de un
ba a un diablo-macho cabrío-- en tarot bávaro del siglo XVIII.
apoyo de sus ideas ocultistas.

La gran sacerdotisa que vemos


a la derecha forma parte de una
baraja de tarot diseñada para
Vive y deja morir, película de
James Bond de 1973.

El arte del tarot


«Los gitanos poseen una Biblia; sí, ese jue- mercaderes. Pero los cortesanos franceses del si-
go de cartas llamado tarot que usan los gi- glo XIX atribuí~n también carácter profético a esos
tanos es la Biblia de las Biblias», escribía símbolos, de los que los bastos predecían sorpre-
en 1889 Gérard Encausse. En cambio, An- sas, las copas f<:;licidad, las espadas muerte y los
toine Court de Gébelin, uno de los más famosos oros dinero. Lo i'.mico que se sabe de los arcanos
teóricos del tarot, decía en 1781 que los dibujos de mayor.es es que el dibujo de la baraja más antigua
las cartas rezumaban saber egipcio. que se.conoce, y que data de 1392, apenas ha cam-
En realidad, poco se sabe con certeza de la his- }:>iado ~on los años. Aunqu,e los secretos y el origen
toria de las dos barajas del tarót. Los arcanos me- del tarot siguen siendo oscuros, en 1601 al menos
nores, las cartas con figuras y números de las que una persona se vio obligada a tomar en serio esas
se derivan nuestros naipes modernos, parecen re- cartas. El 1J de marzo de ese año, Henry Cuffe, se-
presentar no sólo a reyes, reinas y pajes, sino tam- cretario qel conde de Essex, fue hallado convicto
bién a otros sectores de la sodedad medieval: el de traición 'y,.ahorcado, y se rumoreó que su futuro
.basto simboliza a los campesinos, la copa al clero, había sido predicho por tres cartas: un preso, un
la espada a los nobles y la moneda de oro a los juez y una horca.

118
las cartas de taro/ no sólo se utilizaron para decir la bue·
nave111ura, sino también en juegos de moda como el ta·
rochino, introducido en Italia en el siglo XV.

!As carras minchiate italianas, como éstas del siglo XVIII,


mostraban virtudes, signos del zodiaco y un cordero sacri·
ficado, así como figuras tradicionales del tarot.

El colgado y el carro que aquí vemos perle·


necen a la baraja de taro/ más antigua que
se conoce, y que se cree fue hecha en 1392
para el rey loco francés Carlos VI.

Este emperador, que representa el po·


der, la fuerza y el éxito terrenal, perle·
necea la baraja francesa de Marsella.

119
adivinatorio, ninguno como el negro, el color de la En los últimos tiempos, psicólogos y neurofisió-
oscuridad y de la muerte. logos han dedicado gran número de estudios a los
Al cuervo negro cantado por Poe se le han atri- llamados estados alterados de la conciencia. Se tra-
buido siempre malos presagios. De las aves negras ta de estados mentales que difieren de los reputa-
suele decirse que son «de mal agüero». La casa real dos como normales, y entre ellos figuran diversas
de Hesse, emparentada con las familias reales bri- formas de percepción consciente y control orgáni-
tánica y rusa, ha estado expuesta a esa terrible co en estado de vigilia. Es evidente que la persona
amenaza desde el siglo XIX. Se dice que su castillo dormida tiene una forma de conciencia muy dife-
cercano a la ciudad alemana de Darmstadt ha sido rente a la despierta, pero hay muchos estados rela-
escenario de varias apariciones de cuervos. cionados con aquélla, incluidos la hipnosis en di-
En 1873, dos jóvenes príncipes estaban jugando versos grados, los trances y el estado de conciencia
en su habitación del castillo cuando un cuervo confusa que precede al sueño. Los antiguos orácu-
vino a posarse en el borde de la ventana. Uno de los pueden haber conseguido ese estado alterado
los niños, el príncipe Frederick, se asomó a verlo, respirando vapores mefíticos de la tierra, como en
cayó al vacío y se mató. Cinco años después fue Delfos. Otras formas de disociación de la personali-
descubierto otro cuervo negro volando en el cuar- dad pueden lograrse mediante la autosugestión, a
to de los niños de la familia, enfermos de difteria. menudo mirando fijamente un objeto brillante,
Una de las niñas murió como e l fuego, una vela o
poco después, y ese mis- una bola de cristal, o in-
mo año volvió a v~rse un cluso e l sol.
pájaro de negro plumaje En la historia de la
poco antes de que la adivinación ocupa un lu-
Gran Duquesa de Hesse, gar aparte el l Ching o El
segunda hija de la reina libro de las metamorfosis.
Victoria de Inglaterra, Este sistema, a la vez an-
muriese en el castillo. Se tiguo y moderno, primiti-
dice que el médico de la vo y sofisticado, se ha uti-
corte había oído al cuer- lizado en China durante
vo picotear en la ventana. miles de años y se ha
Aseguran que esas aves granjeado notable favor
han vuelto a aparecer va- en el mundo occidental
rias veces en . el castillo, en nuestro siglo. La técni-
siempre como presagio ca básica del l Ching, el
de desgracia o muerte in- «echar» las varillas, tiene
minentes. mucho en común con
Por supuesto, las aves otros métodos adivinato-
son sólo una de las múlti- rios, pero mediante esos
ples especies animales en En una obra ocultista de 1831, La bruja de Rafael, palillos el adivino va a
cuya conducta ha preten- figuraba como ilustración esta rueda para adivinar manejar una serie de
dido el hombre leer el fu- mediante los números. complejos principios filo-
turo. Hay un sinfín de sóficos.
creencias premonitorias asociadas a perros, gatos, Mientras que la historia del l Ching es mal co-
cabras, corderos, peces, ratas, ratones e incluso nocida, El libro de las metamorfosis que lo resume
arañas. (Según un viejo dicho alemán, la araña, vis- ha sido atribuido a l emperador chino Fu Hsi, figu-
ta por la mañana, depara enfermedad y penas; vis- ra también legendaria. Esa relación permitiría da-
ta por la tarde, salud y buena suerte.) Pero en la tar el l Ching en el tercer milenio a. JC. El libro de
mayoría de los casos la supuesta relación entre lo las metamorfosis fue simplificado por King Wen
que hace un animal y lo que esa acción augura es Wang hacia 1100 a. JC. y alterado por su hijo, el du-
totalmente mágica, es decir, no demostrable cientí- que de Chou. En el siglo V a. JC. fue interpretado
ficamente. Aunque en ciertos casos pudiera haber por Confucio, de quien se dice que utilizó ese siste-
algo de verdad, pues los animales demuestran a ve- ma toda su vida. A Confucio se le atribuye el dicho
ces una misteriosa capacidad para presentir cam- de que el libro tiene «tantas capas como la misma
bios de tiempo, calamidades naturales y otros su- tierra», juicio con el que estarán de acuerdo mu-
cesos semejantes. Los científicos son todavía inca- chos estudiosos contemporáneos del sistema.
paces de explicar por qué algunos animales pare- Pero, aun dejando aparte Ja complejidad del vo-.
cen barruntar la inminencia de un terremoto horas cabulario filosófico y lo complicado de traducir de
e incluso días antes de que ocurra, aunque el enig- una lengua tan arcaica como diferente en estructu-
ma está siendo estudiado muy en serio. Sin duda ra a la nuestra, El libro de las metamorfosis sigue
es un problema de sensaciones, pero hay gran dife- siendo de difícil compren,sión. El resultado es que
rencia de que los animales utilicen simplemente mientras los especialistas interpretan sus significa-
sus cinco sentidos, aunque en forma muy amplifi- dos de mil formas, la propia dificultad de la obra
cada, a que hagan uso de sensibilidades especiales ha acrecentado su misterioso atractivo.
de las que nada saben los investigadores. Gran parte de la popularidad de que hoy goza

120
La interpretación de los signos corporales
De los muchos ejercicios de autointerpretación del
hombre, quizá ninguno sobrepuje en seriedad a los
métodos que ha inventado para adivinar su futuro y
carácter mediante la lectura de diferentes partes del
cuerpo. El más conocido y ampliamente practicado es
la quiromancia o estudio de la mano. Pero en épocas
pasadas se dio mucha importancia a la fisiognomía,
que analizaba el carácter a través de los rasgos facia-
les y el estudio de los nevus o Junares, así como a la
onicomancia, o adivinación por el examen de las
uñas, y la frenología, que otorgaba gran trascendencia
a las áreas cerebrales.
El origen de la quiromancia es incierto, aunque se
cree que comenzó en la India o en China, donde se
dice que estaba ya en uso en el año 3000 a. JC. Aún
es ampliamente practicada entre las poblaciones del
Extremo y el Medio Oriente, a veces combinada con
la podoscopia o adivinación por el estudio de los pies.
La quiromancia comienza por el examen de gran-
des áreas palmares y llega, a través de intrincadas in-
terpretaciones de las líneas que surcan la piel, hasta
los mínimos detalles. Sus conclusiones no se expresan Los frenólogos crefan que las protuberancias del
como certezas, sino como probabilidades y tenden- cerebro predecfan desde el talento hasta el amor.
cias. Un quiromántico serio empezará por examinar
ambas manos: en el sujeto diestro la izquierda es teni-
da por la mano «del nacimiento» -la que muestra las
predisposiciones heredadas-, mientras que la dere- También se toman en consideración los dedos. Un
cha se cree que refleja la individualidad, la flexibili- pulgar de implantación baja, muy angulado con la
dad y las posibilidades. Con los sujetos zurdos ocurre mano, revela un tipo descuidado, mientras que el de
lo contrario. inserción alta denota un carácter precavido, y posi-
Para un quiromántico la forma general de las ma- blemen~~ incluso inflexible. Los dedos largos sugie-
nos es la primera clave del carácter y el destino. Una ren afic1on al detalle; los cortos, una personalidad im-
ma~o.cuadrada indica una persona práctica, enérgica,
petuosa, impaciente.
dec1d1da, capaz de conseguir el éxito. La mano afilada, Los quirománticos consideran todos estos aspec-
llamada cónica en la jerga de los quirománticos, es tos de la mano y otros más antes de llegar al paraíso
probable que pertenezca a un artista, a un alma jovial, de su arte: ese rico conjunto articulado de planos,
entusiasta y sensible. La mano en forma de pala pare- protuberancias, líneas y señales que forman la palma.
ce estar moviéndose incluso en reposo, y denota a un El paisaje de la palma está dominado por los montes,
propietario enérgico, para quien la acción constituye abultamientos carnosos situados en la base de cada
una necesidad. La mano puntiaguda es propia del dedo y a lo largo del borde exterior de la mano. Tam-
idealista, del a veces poco práctico amante de la belle- bién son muy importantes los tres grandes pliegues
za. En cuanto a la mano larga, de articulaciones nudo- de la palma, que la cruzan y se denominan, de arriba
sas, denota al pensador o filósofo. La mayoría de las abajo, línea del Corazón, línea de la Cabeza y linea de
personas tiene una mano mixta, mezcla de rasgos de la Vida. Las relaciones entre quiromancia y astrología
dos o más de estas formas clásicas. Aparte la forma, resultan patentes en e l nombre de los montes y regio-
hay que tener en cuenta la flexibilidad. Si ésta es mo- nes de la mano, que desde el monte situado bajo el ín-
derada, denota una personalidad razonable; la muy dice hacia fuera son: Júpiter, que representa la ambi-
grande indica ausencia de convencionalismos, y una ción; Saturno, la sobriedad; Apolo, el talento y el gusto
gran rigidez corresponde a un carácter obstinado. artístico, y Mercurio, la esperanza y la inteligencia
Marte superior, debajo de Mercurio, denota perseve-
rancia; la Luna, que está en la base de la mano, fuerza
~rea~ora, imaginación e intuición; Venus, en la parte
mfe_nor del pulgar, amor y pasión; y por último, por
encima de Venus, Marte inferior revela frialdad y
cálculo. En el centro de la mano está el Plano de Mar-
te, que representa dominio sobre sí mismo, nerviosis-
mo o negatividad, según su forma ·
Más allá de tales complejidades, las combinacio-
nes de marcas o señales en una mano, con sus óvalos,
estrellas, cruces y cuadrados, son infinitas. Siri embar-
go es precisamente este número infinito d.e posibili-
dades lo que busca quien va al quiromántico, no nece-
Símbolos relacionados con la cábala (izda.), la ciencia del sariamente para conocer su futuro o su carácter ocul-
siglo XV, y el 1 Ching han influido en la quiromancia. to, sino para confirmar lo inconfundible de su perso-
nalidad.

121
el libro se debe ¡:tl entusiasmo del psicólogo y filó- 'lianos, tal vez venecianos, superpusieran su inter-
sofo suizo Carl G. Jung, cuyo si~tema de psicología pretación de antiguos símbolos en tarjetas que pu-
analítica utiliza el concepto de sincronicidad o dieron ser utilizadas en relación con la alquimia o
coincidencia significativa. En su prefacio a la tra- para fines más mundanos, que nadie conoce con
ducción por Richard Wilhelm de El libro de las me- certeza.
tamorfosis, Jung confiesa su interés de toda la vida En The Black Arts decía Rfchard Cavendish:
por «esta técnica del oráculo y método de explora- «Hay algo extraordinariamente fascinante en el ta-
ción del subconsciente» y su relación con el con- rot. Abre extrañas ventanas a un mundo en el que
cepto de sincronicidad. Decía que el uso del' las cosas nunca son del todo lo que parecen, nunca ,
I Ching parte de que «la coincidencia espaciotempo- pueden ser comprendidas del todo; a un soleado
ral de acontecimientos supone algo más que mera paisaje medieval de figuras diminutas que se mue-
casualidad, a saber, una peculiar interdependencia ven como maravillosos juguetes: el Loco del gorro
de ciertos sucesos ·objetivos entre sí» y con los esta- y los cascabeles, el Emperador y la Emperatriz con
dos psicológicos subjetivos «del observador u ob~ su brillante séquito, la Muerte dedicada a su trági-
servadores». ca siega, el Ermitaño con su bácµlo y su lámpara, el
El libro de las metamorfosis puede ser consulta- Colgado balanceándose de la horca, la pálida Torre
do de diversos modos. En el método clásico se uti- viniéndose abajo».
lizan 50 varillas hechas de tallos de milenrama, que La baraja normal de tarot se compone hoy de
se dividen en montones al azar y después se cuen- cuatro series de 14 cartas cada una. Esas 56 cartas
tan. Los números resultantes de los repetidos con- forman ·los arcanos menores. Los arcanos mayores
teos revelan qué hexagrama, o figura de seis líneas
paralelas, hay que consultar en el libro. Cada uno
de los 64 hexagramas se refiere a una o más sen-
tencias enigmáticas, de las que puede conjeturarse
un mensaje que aconseja y advierte. Un sistema
hoy popular para <;:onsultar los hexagramas consis-
te en tirar tres monedas media docena de veces
para obtener las seis líneas de la figura.
Tradicionalmente, el I Ching es utilizado de un Yü
modo que hace pensar y fomenta el examen de El Entusiasmo
conciencia. Incluso puede utilizarse para provocar
un estado de conciencia semejante a la meditación.
Los expertos recomiendan concentrarse, pues las
sentencias que se van a interpretar pueden ser os-
curas. Por ejemplo, el hexagrama 14, Ta Yu (Abun-
daiwia), dice que «habrá grandes progresos y éxi-
tos», y «el Hombre Superiol" reprime el mal y da El Entusiasmo. Es prove-
preferencia a lo que es bueno». Los convencidos choso para buscar cola-
·piensan que sólo la sabiduría del lector y el com- boradores y poner en
marcha los ejércitos.
pleto conocimiento de las interpretaciones secula-
res proporcionan la clave de una lectura verdade-
ramente provechosa.
Un equivalente del J Ching, difundido en occi-
dente, es la baraja llamada tarot. Aunque sus cartas

''"~
ostentan algunos de los símbolos familiares en los
naipes modernos, poseen algo especial: un halo ar-
caico capaz de inspirar temor. Sus dibujos l]:ledie-
vales parecen a veces deliberadamente espantosos
-la muerte, el diablo, el colgado-, aunque los hay WeiChu
más atractivos, como los enamorados, el mago, el Antes de Ía
carro, la justicia, la rueda de la fortuna, el sol, la
luna y las estrellas. La baraja española, con sus
Consumación
oros, copas, espadas y bastos, ha conservado algu-
nos de los primitivos dibujos del tarot, dulcificaelos
· con el tiempo. en los diamantes, corazones, picas y
tréboles de otros naipes. De modo que, así como el
antecedente más probable de los dados modernos Antes de la Consumación.
Exito. Empero, si al pe:
son los cubos del adivino, las cartas modernas re- queño zorro, cuando está
flejan la existencia de símbolos más antiguos. Se- El mítico Li T'ieh-Kuai, inmor- a punto de completar la
gún la tradición ocultista, el tarot puede ser origi- tal pero vivo en forma de men- travesía, se le moja la
nario de Egipto, o haber sido S,US cartas dibujadas digo lisiado, ilustra la unión de cola en el agua, nada será
por los cabalistas norteafricanos en el año 1200 de los contrarios, filosofía que sir- favorable.
-nuestra era. También es posible que ocultistas ita- ve de base al 1 Ching.

122
o triunfos tienen otras 22 cartas, decoradas con fi. imponerse. Cuando, una vez echadas las cartas, se
guras que representan Jeyes naturales, elementos, inicia su interpretación, entran en juego la perso-
virtudes y vicios. La figura no numerada del loco nalidad, actitud e inclinaciones del cartomante.
ha pasado a ser el comodín de las barajas france- Como en cualquier otro método, un estado de con-
sas. ciencia alterado puede ser una contribución muy
Aunque los especialistas admiten numerosas valiosa. El autor británico Colin Wilson dice en The
versiones en cuanto al orden d e los triunfos, ésta Occult que el intérprete debería procurarse un es-
es una de las más ampliamente aceptadas: O El tado de ánimo medieval, con la mente impregnada
loco; 1 El mago; 2 La sacerdotisa; 3 La emperatriz; de imágenes de catedrales y vidrieras góticas, «pe-
4 El emperador; 5 El sumo sacerdote; 6 Los aman- queñas ciudades rodeadas de campo y artesanos
tes; 7 El carro; 8 Justicia; 9 El ermitaño; 10 La rue- entregados a su tarea».
da de la fortuna; 11 Fuerza; 12 El colgado; 13 Los adivinos tienen sus preferencias en cuanto
Muerte; 14 Templanza; 15 El diablo; 16 La torre; 17 a la forma de disponer mejor las cartas ante e llos.
La estrella; 18 La luna; 19 El sol; 20 El Juicio; 21 El Uno de los mé todos más populares consiste en sa-
mundo. car siete cartas. Aunque existen interpretaciones
La adivinación mediante el tarot es algo tan
personal como la que se practica mediante la bola
de cristal o cualquier otro de los sistemas hoy po- Consulta del I Ching por el sistema de dividir y contar repe-
pulares. Aunque se han publicado muchos libros tidamente grupos de varillas de milenrama. Los números
sobre la técnica del tarot, ninguno ha conseguido resultantes determinan cuál de los 64 hexagramas de seis lí-
neas (cuatro de los cuales vemos a la izquierda con sus sig-
nificados) contienen consejos para el futuro.

Chung Fu
La Verdad
interior

La Verdad interior. Cer-


dos y peces. iBuena fortu-
na! Es provechoso cruzar
la Gran Agua. La perseve-
rancia es favorable.

Pi
La Gracia

La Gracia tiene éxito. Es


favorable emprender pe-
queños asuntos.
básicas del valor de cada una de ellas, no hay
acuerdo sobre su significado en las diferentes si-
tuaciones. El loco puede simbolizar, sencillamente,
la enajenación mental; el mago o ilusionista, una
fuerza vital primitiva (o, en lenguaje psicológico
moderno, el ego), y la sacerdotisa la dualidad feme-
nina, ·el equilibrio de los contrarios mediante la
prudencia y el sentido común. La rueda de la fortu-
na de siete radios es considerada a menudo símbo-
lo del nacer y renacer, el ciclo siempre renovado
de la naturaleza. La justicia, la clásica figura feme-
nina que sostiene una balanza, se muestra inaccesi-
ble al temor y el favor. La carta más controvertida
es quizá el colgado,. y los estudiosos del tarot han
sugerido como alternativa para su macabra ima-
gen los temas de la renovación y la resurrección.
Las cartas del tarot difieren de los na(pes en
que sus mitades superior e inferior tienen valores
diferentes. Si se colocan las figuras cabeza arriba
tienen un sentido, y su contrario cuando están ca-
beza abajo. Así, Angus Hall, en La adivinación del
futuro, brinda esta interpretación de la carta del
mundo cuando aparece cabeza arriba: «Realiza-
ción; cambio definitivo; culminación; éxito; la ad-
miración de los demás. Triunfo». Y cuando esa mis- La contemplación de las imágen.es deformadas por un cris-
ma carta está cabeza abajo la interpreta como sím- tal, como las que vemos en esta bola del siglo XVII, puede
bolo de «imperfección; falta de visión. Incapacidad alterar las percepciones de la mente.
para acabar lo empezado».
Pero, a pesar de su antigüedad y prestigio, es
probable que el tarot deba ceder la primacía en cia, refiere Pausanias que cerca de Patrai, o Patrás,
Occidente a otra forma de adivinación: la catoptro- había una fuente en la que la gente solía «atar un
mancia, más conocida por su elemento básico, la espejo a un cordel y dejarlo colgar de modo que no
bola de cristal, aunque también aplicada a la adivi- se hundiese, sino que su borde quedase rozando la
nación por medio de un reflector, como el agua o superficie del agua. Después, tras rogar a la diosa y
un espejo. Los humoristas han popularizado la quemar incienso, miraban al espejo, y éste les mos-
imagen del adivino con turbante y rodeado de ac- traba a la persona enferma viva o muerta. Tan ve-
cesorios exóticos, diciendo las cosas más s~rpren­ raz es el agua». Nostradamus (Michel de Nostre-
dentes y desconcertantes a un cliente del que le se- dame), el fomosc). médico y vidente francés del si-
para una mesa con una esfera de vidrio. La catop- glo XVI, utilizaba también el agua y los espejos
tromancia parece derivarse de algo aún más anti- para adivinar. Solía contemplar la superficie del
guo: las propiedades obsesionantes de las imáge- agua de un recipiente hasta que creía ver imágenes
nes reflejadas. Los antiguos griegos utilizaban la de acontecimientos futuros.
superficie tranquila de un estanque, y más tarde un En la tradición árabe, que en muchos aspectos
espejo, para entrar en trance, lo que les permitía actuó como puente cultural entre la antigüedad y
«ver» su futuro o el de otra persona. Cualquier su- el Renacimiento, se citan varias formas de catop-
perficie reflectante puede crear ese estado transi- tromancia. Un autor del siglo XIV, Abd al-Rahmán
torio de conciencia alterada, y la tradición árabe Ibn Jaldún, habla de «los que miran a cuerpos diá-
dice que los guerreros utilizaban para ello las bru- fanos, tales como espejos, jofainas con agua y líqui-
ñidas hojas de sus espadas. dos», y califica de «equivocados» a los adivinos que
El uso de un espejo como instrumento adivina- creen que la imagen «aparece realmente en la su-
torio forma parte del folklore universal. El famoso perficie del.espejo». Más bien, pensaba él, «el adivi-
cuento Blancanieves, basado en la tradición popu- no mira fijamente·a la superficie hasta que ésta de-
lar europea, pinta a la malvada madrastra pregun- saparece y un velo como de niebla se interpone en-
tando: «Espejito, espejito, ¿quién es la más hermo- tre sus ojos y el espejo», y «en esa cortina se for-
sa?» Mientras el espejo le dice que no hay ninguna man las imágenes que desea ver».
tan guapa como ella, todo va bien; pero cuando En la Encyclopaedia of Religion and Ethics el
tesponde que ese cetro ha pasado a Blancanieves, procedimiento es descrito por Andrew Lang en tér-
la madrastra trata de acabar con la muchacha dán- minos parecidos: «En la práctica el método más fá-
dole una manzana envenenada. cil consiste en mirar fijamente durante unos cinco
Para reflejar el brillo de un manantial, los anti- rrtinutos a una ,bola de vidrio o de cristal de roca
guos griegos dirigían un espejo hacia la superficie colocada sobre una superficie oscura, a Ja distancia
del agua, el mejor modo de captar cualquier ima- a que suele ponerse el libro que se lee. Si el obser-
gen que apareciese allí. En su Descripción de Gre- vador tiene facultades para ello, suele ver que una

124
especie de niebla u oscuridad lechosa va cubrien-
do la bola, que parece volverse de una negrura ter-
Adivinos de manos trémulas sa, y es entonces cuando surgen las imágenes. A ve-
ces la bola deja de estar presente a la conciencia
Los navajos de Estados Unidos practican una del contemplador, que cree estar contemplando
de las más misteriosas entre las múltiples formas una escena real».
de adivinación, una técnica que depende de un Si todo, desde la cera fundida a las cartas de ta-
estado de ausencia de control físico parecido al rot y las bolas de cristal, puede servir en las man-
trance y que se conoce como hand trembling o das o artes adivinatorias, ¿dónde encontrar su co-
temblor de manos. El antropólogo norteamerica- mún denominador? Para empezar, nos enfrenta-
no Clyde Kluckhohn ha expuesto sus experien- mos al hecho indudable de que gran parte de lo
cias personales con uno de estos adivinos nava- que se llama adivinación es puro engaño destinado
jos llamado Gregario.
Kluckhohn y su mujer visitaron una reserv~· a sacar dinero a gente crédula, desesperada o sim-
de los navajos durante una excursión campestre!. plemente curiosa. Los que buscan la ayuda de un
Como oyesen hablar de las facultad es de Greg9- adivino o una pitonisa lo hacen a menudo sin otro
rio, decidieron unir lo práctico a lo académico/ y motivo que el que expresaba el poeta y dramatur-
le pidieron que intentase localizar el bolso que1 la go británico John Dryden al decir: «Qué fácil nos es
señora Kluckhohn había perdido pocos días an- creer lo que deseamos». Sobran personas dispues-
tes. Tras escuchar las explicaciones del matrimo- tas a encontrar sentido a vagas generalidades que
nio, Gregario se remangó, se lavó cuidadosamen- puedan ser interpretadas de mil modos. Los sedi-
te brazos y manos y subió despacio a la cima de centes adivinos suelen ser maestros en el arte de
una colina. Allí, mirando al norte, espolvoreó po-
len de maíz en su mano derecha, que empezó a hacer hablar a sus clientes, espiar sus reacciones y
temblar. Después se frotó las palmas de ambas decirles lo que les gustaría oír.
manos, y al poco rato la izquierda empezó tam- Ray . Hyman, psicólogo de la Universidad de
bién a temblar. Repitió varias veces. la ceremo- Oregon, ha estudiado los métodos de interpreta-
nia con los ojos cerrados. Después movió lenta- ción instantánea; la técnica mediante la cual el su-
mente ambas manos como para formar el con- puesto vidente «cala» inmediatamente al cliente
torno del bolso perdido. Por último explicó a los por su apariencia y su modo de hablar. Sus hallaz-
Kluckhohn que el bolso estaba en la factoría del gos los resumió en un artículo titulado «Cómo con-
pueblo. Y allí apareció. vencer a un extraño de que usted lo sabe todo
Los Kluckhohn descubrieron que los adivi-
nos como Gregorio consideran el temblor de sus acerca de él», en el que describe el método de «in-
manos algo que escapa a sus poderes y control. terpretación del carácter» desarrollado por su co-
Y sea cual sea el valor de lo que realizan, sus fa- lega Norman D. Sundberg y aplicable a la mayoría
cultades parecen muy reales y logran a menudo de los universitarios varones. El modelo dice más o
aciertos impresionantes. En 1976, Richard Reich- menos así: «Es usted una persona muy normal en
bart escribía en la revista de la Sociedad Nortea- sus actitudes, conducta y relaciones con los demás.
mericana de Investigaciones Psíquicas que el Se lleva bien con todos sin esfuerzo. La gen te le
hand trembling <«Sigue floreciendo» de manera no- quiere de un modo natural, y no es usted demasia-
table en los 57.000 kilómetros cuadrados de re- do crítico con los demás ni consigo mismo. No es
. servas de los navajos que se extienden por el nor-
deste de Arizona, el noroeste de Nuevo México, muy convencional, ni tampoco excesivamente indi-
el sudeste de Colorado y parte del sur de Utah. (continúa en la pág. J2Í3)
Decía también que el gran aislamiento de la re-
gión «había permitido la continuidad de las cos-
tumbres tradicionales de los navajos, quizá más
que en el caso de otros pueblos menos aislados».
Como muchos otros métodos de adivinación,
el temblor de manos suele aprovecharse con fi-
nes prácticos, como el hallazgo de animales o
personas perdidos y de cosas robadas o extravia-
das. Visitantes de los navajos han contado la re-
cuperación de joyas valiosas, caballos de silla y
un collar robado. No obstante, el tratamiento de
las enfermedades figura también entre las artes
del temblador navajo, y los indios lo consultan
cuando se ven asaltados por sueños premonito-
rios. Se cree que la simple narración de un mal
sueño a uno de esos tembladores basta para evi- ·-....;
tar sus consecuencias, o bien el temblador acon-
seja la. ceremonia más conveniente. La relación Cuando le robaron su bola de cristal, la
entre estos tembladores y los zahoríes parece vidente británica Madame du Barry uti-
obvia, y en el pasado fue muy directa, pues era lizó una de repuesto para averiguar
frecuente aprovechar su estado de aparente des- cuándo podría recuperarla.
control físico para detectar la existencia de agua
subter ránea. Ngombe Francis, médico de Zambia,
emplea en su trabajo una bola.

125
Realidad y apariencia

Los inexplicables éxitos de la radiestesia


primera vista -escribía en 1897 sir William En tiempos recientes, un radiestesista norteameri-
« A Barrett, profesor del Royal College of Science cano ha utilizado su varilla para diagnosticar las
de Dublín-, pocos temas parecen tan indignos de averías de motor en su estación de servicio de Con-
ser tomados en serio y1tan por debajo de la investi- necticut.
gación científica como el de los zahoríes.» Pero en Y sin embargo, esa práctica sigue siendo un
ese momento Barrett, hasta entonces escéptico, es- misterio para la ciencia del siglo XX. No sólo no se
taba a punto de convertirse al misterioso arte. corresponde con ningún principio físico, sino que
A instancias de un colega, había emprendido un los propios radiestesistas suelen acoger con indife-
estudio «científico» de esa antigua práctica, «a re- rencia las teorías que intentan explicar su arte.
gañadientes e incluso con repugnancia», y con la «Las razones por las que el procedimiento funcio-
esperanza de poder despachar pronto el tema a ese na - señala un folleto de la Sociedad norteameri-
«gran limbo también llamado el paraíso de los ton- cana de radiestesistas- son totalmente desconoci-
tos». Pero lo que descubrió le pareció tan asombro- das.» El método más común consiste en caminar
so como desconcertante. Le impresionó sobre todo despacio por el terreno que se dispone a inspeccio-
el trabajo de un zahorí llamado John Mullins, con- nar, sosteniendo frente a sí una horqueta llamada
tratado en 1889 por la Waterford Bacon Factory baqueta, un par de varillas o un péndulo. (Por tra-
para localizar agua subterránea en sus terrenos. dición, la baqueta debería ser de avellano, pero los
Los geólogos profesionales habían fracasado en la zahoríes modernos utilizan casi cualquier cosa, in-
empresa, tras numerosaS' perforaciones a profundi- cluso perchas [ganchos para la ropa] de metal.)
dades de hasta 300 metros. Cuando Mullins llegó a Mientras camina, el radiestesista debe concentrar-
Waterford, anduvo de acá para allá, sosteniendo se en la naturaleza concreta y la profundidad de lo
frente a sí una ramita ahorquillada. En un lugar si- que busca, y aún mejor: decirlo e n voz alta. Cuando
tuado a sólo pocos metros ae una de las perfora- da con el sitio, según el objeto emRleado, la hor-
ciones, la rama se torció con tal violencia que se . queta se inclina de repente hacia abajo, los palillos
rompió. Aquí, dijo Mullins a los presentes, a una se cruzan o divergen, el péndulo empieza a balan-
profundidad de 25 a 30 metros, los propietarios de cearse de modo irregular.
la fábrica encontrarán agua. Y así fue. Desde los tiempos de Barre tt, observadores es-
Nadie sabe cuándo empezó a practicar su arte cépticos han advertido que el movimiento de la
el primer zahorí, nombre que recibe quien por me- rama, varillas o péndulo puede ser consecuencia
dios aún no explicados puede localizar agua subte- de involuntarias contracciones musculares de los
rránea, minerales, petróleo, tesoros e incluso a per- brazos y manos de quien los sostiene. La mayoría
sonas perdidas. Una pintura de una cueva del Saha- de los radiestesistas lo admiten de buen grado, y la
ra que data aproximadamente del ano 6000 a. JC. verdad es que apenas explica nada. El misterio re-
muestra una silueta que sostiene lo que parece side en el propio zahorí. ¿Es éste, como algunos
ser u"na varilla de zahorí, aunque no es seguro. han pensado, sensible a las pequeñas variaciones
Igualmente incierto es si ya se practicaba ese arte electromagnéticas que pueden producir las sustan-
en los tiempos clásicos. Las literaturas griega y la- cias ocultas? ¿Puede detectar sutiles cambios en la
tina contienen muchas referencias a la rabdo- temperatura del suelo? ¿se basa en alguna combi-
mancia -la adivinación por medio de varas, basto- nación de los cinco sentidos o interviene algún
nes y flechas-, pero es discutible si se parecía a la otro sentido o instinto que aún no conocemos?
que hoy practican los radiestesistas. Lo único segu- Hay al menos un aspecto del arte de los zaho-
ro es que esta práctica, en forma parecida a la ac- ríes que sólo cabe explicar hablando de percepción
tual, ofrece los primeros testimonios escritos y grá- extrasensorial. Se trata de la telerradiestesia, pro-
ficos en la Edad Media. Sabemos, por ejemplo, que cedimiento que permite la detección de personas o
en la Alemania del siglo xv había prospectores que yacimientos minerales sosteniendo el péndulo so-
utilizaban la varita para localizar minerales en el bre un mapa o plano de la zona que se desea explo-
macizo del Harz; que Martín Lutero condenó esa rar. Uno de los telerradiestesistas más famosos es
práctica como sospechosa de brujería, y que Georg Henry Gross, celebrado en artículos y libros por su
Agrícola se refiere a ella en su tratado de minería y aún más famoso admirador, e l novelista Kenneth
metalurgia De Ra Metallica, publicado en 1556. La Roberts. Gross llevó a cabo una de sus más aclama-
policía francesa solicitó en 1692 al famoso zahorí das hazañas durante una velada con amigos en
Aymar que le ayudase a resolver un espantoso ase- Maine, en octubre de 1947. La conversación recayó
sinato a hachazos seguido de robo que había teni- sobre Bermuda, y alguien dijo que los geólogos ha-
do lugar en Lyon. El zahorí los condujo a una ciu- bían llegado a la conclusión de que en esa isla no
dad lejan~ e identificó allí a un ladronzuelo que había agua dulce. Gross pidió un mapa de Bermu-
más tarde confesó haber participado en el crimen. da, lo desplegó y, tras unos cuantos pases con una
varilla, indicó cuatro sitios donde podía encontrar- En 1967, el corresponsal militar del New York Ti-
se agua dulce. A Jos pocos meses, durante un perío- mes, Hanson W. Baldwin, contaba desde Camp
do de gran sequía, se descubrió agua dulce en tres Pendleton, en California, que a los marines del 13.0
de los cuatro lugares que Cross había señalado en batallón de ingenieros de la S.ª división les estaban
el mapa. enseñando a utilizar baquetas de zahorí. Baldwin
La Sociedad norteamericana de radiestesistas informaba de que «el uso no oficial de ese artefac-
estima que hay no menos de 25.000 practicantes en to se ha extendido, y aquí los hombres creen en él
el país. Y sus éxitos son frecuentes. Como señalaba a pie juntillas. No saben por qué funciona, pero es-
Christopher Bird en The Divining Hand, los zaho- tán convencidos de que lo hace».
ríes . han sido utilizados incluso para descubrir ¿Son los radiestesistas algo más que geólogos
petróleo. . «La Occidental Petroleum Corporation natos? Esta y otras cuestiones semejantes siguen
-escribe- irrumpió en la industria petrolera siendo muy debatidas, pero algo es seguro: si nos
cuando compró diez pozos ya en producción atenemos a la eficacia, ninguna otra forma de adi-
que habían sido encontrados por ese método.» vinación ha desafiado tanto a sus detractores cien-
Inclu's o la infantería de marina lo ha utilizado. tíficos.

la manera de usar la baque-


ta de <.ahorí tradicional, una
rama en forma de horqueta
(dibujo de la izda.}, aparecía
ya descrita en una obra fran-
cesa de 1693.

Un radi~tesista busca agua


sosteniendo un péndulo so-
bre un mapa, técnica que de-
safía cualquier explicación
pero que al parecer ha dado
resultado.

Este zahorí no utiliza baqueta,


.sino que exp_erimerita dolorosas
«descarg(!.S» cuando camina so-
bre un lugar en que puede en-
contrarse agua. Le humedecen
los pies para aliviar el dolor.

El perforador de pozos del esta-


do de Washington que vemos a
la izquierda, tras haber descu-
bierto la utilidad de la radieste-
sia para su negocio, enseña a
un cliente a bµscar agua con la
baqueta.
vidualista. Predominan en usted el optimismo y el
afán constructivo, y no sufre períodos de depre-
El arte de la instantánea sión, enfermedad psicosomática o trastornos. ner-
psíquica viosos».
Sundberg comprobó que a las muchachas «les
«Hay que fijarse en la persona entera -dijo Zínga- complacía aún más» un tipo de carácter algo dife-
ra la adivina-. ¿Es gruesa o delgada? ¿ne dónde es rente: «Parece usted una persona alegre y equili-
gruesa? ¿y los pies? dndican vanidad o apuro? brada. Aunque tiene cambios de humor, en este
¿Luce los senos o se encorva para disimularlos? momento esas oscilaciones no son extremas. Su sa-
¿saca el pecho o el estómago? ¿se inclina atento lud apenas le causa problemas. Es usted sociable y
hacia adelante o es uno de esos tipos ".echados para se lleva bien con los demás. Se adapta bien a cual-
atrás"?... quier ambiente. Le gusta correr riesgos y se intere-
»Lo último es el rostro. ffeliz? Probablemente
no. Entonces, ¿qué le ocurre? ¿Preocupación? ffra- sa por todo. Tiene bastante confianza en sí misma
caso? ¿Dónde tiene las arrugas? Hay que verlo todo y acostumbra pensar con claridad».
y al instante ... Decirles en seguida que están preo- Sundberg descubrió también, en palabras de
cupados. Y claro que lo están; si no ¿por qué iban a Hyman, que «Un esquema falso y válido para cual-
venir a una adivina de feria? Hay que observarlos y quiera puede ser considerado mejor descripción
darles oportunidad de hablar. En seguida sabe una de uno mismo que otro hecho a medida por psicó-
cuándo ha puesto el dedo en la llaga.» logos expertos y basado en cualquiera de los mejo-
Aunque Zíngara sea una ficción, un personaje res métodos de psicodiagnóstico de que dispone-
novelesco del escritor canadiense Robertson Da-
vies, su descripción de cómo el adivino valora los mos». Sundberg había distribuido un conocido test
rasgos psicológicos de su cliente cuando lo tiene en- de personalidad entre un grupo de 44 estudiantes y
frente es perfecta. les había facilitado después los resultados. Al pre-
Esa habilidad es el abecé del oficio y el seguro guntarles si les parecían más o menos acertados
de vida del vidente profesional. Se basa en la cuida- que los conseguidos por el otro procedimiento, 26
dosa observación y la aguda interpretación de lo (el 59 por 100) prefirieron los anter iores. «Los
obvio, y evidencia al menos tres supuestos acerca clientes -comentaba Hyman- no obran necesa-
de la naturaleza humana: primero, que la mayoría riamente de un modo irracional cuando encuen-
de las personas reflejan involuntariamente su clase tran sentido a lo que les dice el adivino, pues ese
social, ingresos, educación y formación cultural, y a sentido es una mezcolanza de expectativas, contex-
través de sus gestos, maneras y atuendo revelan
gran cantidad de información sobre sí mismos; se- to, memoria y afirmaciones concretas.»
gundo, que la mayoría de la gente prefiere escu- Dejando a un lado la manipulación y la false-
char lo que desea oír que lo que le dicen; y tercero, dad, por comunes que sean, debe de haber razones
como decía Zíngara en World o/ Wonders, «que las más profundas que expliquen la permanencia secu-
personas tienen mucho más de común que de dife- lar de la adivinación. Algunas autoridades atri-
rente». buyen su universalidad, en una u otra forma, a uno
Antes de que el cliente haya calentado la silla, de los más fundamentales anhelos · humanos: la
un adivino diestro ha anotado mentalmente una precognición como medio para controlar el propio
docena de claves y deducido los suficientes hechos
probables para empezar a trabajar. Frases tan ob- destino.
vias como «Sus verdaderas dotes aún están por Pero esto sólo sugiere que la gente desea cono-
descubrir» o «Es usted cauto para revelar sus ver- cer su futuro. ¿y el vidente? El único denominador
daderos sentimientos» sirven para sonsacar al común que existe -más claramente en el caso de
cliente. Los tópicos que caen en el vacío se abando- las visiones en bola de cristal- es el uso por el adi-
nan, y se insiste en los que provocan un vivo asenti- vino de un medio para conseguir un estado de con-
miento o un tic nervioso. Es fácil encontrar un ciencia parecido al trance. Douglas Hill y Pat Wi-
tema a la medida. ¿A quién no le preocupan los lliams afirmaban en Más allá de lo natural, a propó-
asuntos del corazón, la riqueza o el éxito? El adivi- sito del tarot, que las cartas estimulan el «incons-
no masculla generalidades, esperando que el otro
las adapte a su caso. Se limita a insinuar sutilmen- ciente de la persona que pretende adivinar. .. Puede
te, y el cliente hace el resto. decirse que ésta es la base de todos los métodos
El procedimiento es.asombrosamente fáci l, y no adivinatorios. Por eso a menudo quienes los practi-
sólo en una caseta de feria. Como prueba psicológica, can con más éxito son videntes que utilizan naipes,
se ha conseguido que los sujetos acaben por con- grafología, el examen de la mano o el horóscopo
vencerse de que esbozos caracterológicos confu- como foco y canal mediador entre su "intuición"
sos, y que en realidad son válidos para cualquier -el subconsciente- y el mundo exterior».
persona, han sido preparados especialmente para Si esta interpretación es acertada, la mayoría
cada uno de ellos. En un ejemplo ya clásico, se pi-
dió a todos los estudiantes de una clase que valora- de los complicados instrumentos de adivinación
sen una supuesta descripción del carácter de cada -los huesos, el plomo derretido, las entrañas pal-
uno compuesta en realidad de trozos tomados de pitantes, los animales, los tallos de milenrama y las
un libro de astrología. Dieciséis de los 39 estudian- frases enigmáticas del I Chin~ no hacen al caso.
tes consideraron ese esbozo general como un juicio Si los seres humanos pueden leer el futuro, esa fa.
casi perfecto sobre su carácter. Sólo cinco no lo en- cultad reside en su mente, no en símbolos exter-
contraron satisfactorio. nos; se encuentra, como escribe Shakespeare, «no
en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos».

128
Hf\ND'WRITIN C -
AN l\Lrsis··READER
AOVLrER.

El arte de la ·adivinación, en constante adaptación a los


tiempos modernos Y. al afán humano por conocer el futuro,
florece erí todas partes. En Nueva York, anuncios en los es-
caparates ofrecen análisis grafológicos. En París, en los
años treinta, Madame Athena leía la mano a sus clientes y
les echaba las cartas. En la India se consulta un toro defor-
me, que responde sí o no tocando con su hocico el puño de-
recho o izquierdo .del que pregunta. En Madagascar, los
adivinos leen el futuro mediante semillas. La creencia en
las profecías sobrevive de forma parecida en todas partes,
incluida .la tradición popular que hace depender la fideli-
dad amorosa del dedo en que se lleva el anillo.

Pero itiene la mente humana esa capacidad vía dependen de modo decisivo de sus adivinos,
predictiva? Los anales de la adivinación ofrecen pues la adivinación facilita «la decisión cuando re-
· muchos casos intrigantes, pero no respuestas segu- sulta djficil adoptar un determinado plan de ac-
ras. Si esas respuestas existen, quizá los métodos ción». Estudios modernos han demostrado que si
laberínticos de la adivinación tradicional sean me- muchas sociedades confían en ella no es sólo por-
nos apropiados para dar con ellas que la investiga- que sus miembros sean supersticiosos o fáciles de
ción en curso sobre parapsicología y percepción engañar. En tales culturas nadie suele seguir ciega-
extrasensorial. Los esfuerzos organizados de la mente las instrucciones de un vidente cuando se
ciencia pueden todavía confirmar una verdad que trata de su vida cotidiana. Lo que sí hace es consul-
los adivinos tradicionales sólo present,ían. Aunque tar a un respetado adivino tribal cuando ha de re-
también es posible que la historia de la adivinación solver un problema difícil, y busca consejo de una
se nos revele como un simple capítulo más en la o varias fuentes hasta que recibe el que le parece
historia del absurdo humano. más práctico y útil en su situación. En ese sistema,
Si adoptamos la opción del absurdo, eno podrá la consulta al adivino es un medio para obtener un
decirse nada válido de la adivinación? Al menos amplio abanico de opiniones de las personas teni-
podrá hacerse una observación positiva. Por ex- das por más sabias en la comunidad. Y el consejo
traño que parezca, la práctica adivinatoria puede del adivino posee todavía otra ventaja: cuando se
haber contribuido al desarrollo del método cien- ha llegado a una decisión, es más fáeil justificarla a
tífico. En las dos sociedades a las que con mayor los ojos de la sociedad, pues se debe a los dibujos
seguridad se remontan las raíces de la civilización de la palma de la mano, los huesos o las conchas
moderna, la antigua China y Mesopotamia, la adi- marinas y no a un capricho personal.
vinación estuvo a cargo de una élite relativamente En definitiva, muchas personas toman en nues-
educada, de un grupo que no sólo desarrolló el tros días sus decisiones basándose en las artes adi-
ritual, sino que proporcionó la primera estructura, vinatorias. Como sabe cualquier ejecutivo moder-
racional o pseudorradonal, destinada a vaticinar no, toda decisión importante suele ser adoptada
acontecimientos importantes para la sociedad. sin el apoyo de datos suficientes. Al final, la intui-
Esos empeños fomentaron la observación, la ano- ción de ese ejecutivo, unida a su capacidad técnica
tación, el cálculo y el análisis, y crearon un marco para actuar, puede ser más importante que todos
de causa (aparente) y efecto. los elementos de juicio de que dispone. En este
E hicieron tal vez algo más. El doctor George K. sentido, la adivinación puede ser más ampliamente
Park escribía en el lournal of the Royal Anthropolo- practicada hoy día de lo que creemos, aunque nos
gical Jnstitute, a propósito de la adivinación y sú hayamos acostumbrado a llamarla «toma de deci-
contexto social, que algunos sistemas sociales toda- siones».

129
Realidad y apariencia

Las profecías: Exitos y fracasos


AS justas que celebran dos matrimonios en dudó de quién era el destinatario de esa maldición.
L la familia real francesa se hallaban en pleno
apogeo el 1 de julio de 1559. Al anochecer, el rey
Se llamaba Michel de Nostredame (1503-66), o más
sencillamente Nostradamus. Desde entonces se ha
Enrique II se enfrentó, jinete en su caballo magnífi- convertido en el profeta más famoso de la historia.
camente engualdrapado, con Gabriel de Lorges, Nostradamus publicó a lo largo de su vida 1O
conde de Montgomery. Los jueces dictaminaron ta- volúmenes de cuartetas proféticas, en total 942 es-
blas, y Enrique insistió en que hubiese un desem- trofas. Su plan era que cada volumen contuviese
pate. Momentos más tarde, ambos contendientes lOO cuartetas, y por eso llamó Centaines a las que
rompían sus lanzas sobre el contrario, y la de hoy se conocen popularmente por Centurias. La es-
Montgomery, después de atravesar la visera de trofa 35 de la primera Centuria, publicada cuatro
oro del monarca, le entraba a éste por un ojo. El años antes de las justas reales, contenía este men-
rey murió a los nueve días. saje:
En el silencio que siguió al desgraciado final del El león joven vencerá al viejo
torneo, un miembro del séquito real, la condesta- en el campo de batalla en singular combate.
blesa Anne de Montmorency, exclamó: «iMaldito Le sacará los ojos en una jaula de oro;
sea el adivino que tan aciagamente acertó!» Nadie dos heridas, y al cabo morirá de muerte cruel.

Según Erika Cheetham, estudiosa de su obra, Nostrada-


mus predijo el gran incendio de Londres de 1666. «la
sangre del justo le será exigida a Londres -advirtió-,
consumido por el fuego en tres veces veinte más seis.»
Ya antes de la muerte de Enrique 11 había sido pretación ·ha aumentado el atractivo de las profe-
Nostradamus víctima del temor y desprecio de sus cías de Nostradamus. En Nostradamus: Vida y lite-
contemporáneos a causa de sus asombrosas dotes ratura, Edgar Leoni recordaba que el propio Nos-
proféticas. Tras la muerte del rey, en un suburbio tradamus comentó las leyendas que envuelven su
de París la multitud encolerizada quemó en efigie a obra, proclamando modestamente que sus profe-
Nostradamus y pidió que el profeta del desastre cías seguirían siendo válidas hasta el año 3797.
fuese enviado al patíbulo. Pero entre los centena- Leoni subrayaba también la útil ambigüedad de las
res de estrofas proféticas escritas por Nostradamus estrofas del médico francés, que hace que «muchas
había muy pocas precisas o que pudieran ser inter- de sus profecías se presten a interpretaciones repe-
pretadas con tal exactitud. Como sucede con fre- tidas, que las mantienen en perpetua actualidad».
cuencia en los casos' de acierto profético, el enig- La palabra profecía es de origen griego y signifi-
mático lenguaje de las cuartetas de Nostradamus, ca «decir antes». Hoy es frecuente utilizar los tér-
unido al gran número de profecías que formuló, minos profecía y adivinación de un modo lato y a
aumentaba las probabilidades de que al menos al- menudo como sinónimos, referidos a predicciones
gunas resultasen acertadas. de sucesos futuros. Pero en su origen la profecía
De lo que no hay duda es de la capacidad de tuvo un sentido más básico, claramente ajeno a los
Nostradamus como médico, en especial durante adornos y mecanismos con que la disfrazan los adi-
las repetidas epidemias de peste en el sur de Fran- vinos pasados y presentes. En los tiempos bíblicos,
cia, ni de su erudición y dotes como .escritor prolí- los profetas no eran intérpretes del futuro sino en-
fico. Aparté las diez Centurias, publicó almanaques viados y portavoces de un dios, generalmente Yah-
muy leídos, hizo horóscopos y preparó cosméticos vé, el Dios de Israel.
para un grupo de ricos protectores y admiradores. Investidos de la fuerza que les confería esa co-
En el curso de los siglos, la constante reinter- municación directa, los profetas bíblicos servían a
menudo como consejeros de reyes y cortesanos. El
Antiguo Testamento los cita con frecuencia, al)a-
diendo que .sus mensajes «Ocurrieron», indicación
al parecer de que una determinada profecía, como
la del león joven y el viejo, resultó acertada. Los
profetas también anunciaban desastres, especial-
mente cuando los monarcas o sus pueblos pare-
cían hacer oídos .sordos a la palabra divina. Por
ejemplo, Jeremías, el autor de las Lamentaciones,
vaticinó la destrucción de Israel y la dominación
babilónica.
Aunque el tema de la inspiración divina llegó
hasta el período clásico, Grecia y Roma desarrolla-
ron formas de profecía con claras aplicaciones se-
culares. Los profetas bíblicos solían ser hombres;
pero, como observaba Richard Lewinsohn en Cien-
cía, profecía y predicción, en Grecia, «donde las mu-
jeres acostumbraban llevar vida retirada, fueron
ellas las elegidas para el encumbrado oficio de pro-
feta oficial». La Pitia, sacerdotisa del oráculo de
Delfos, tenía que ser célibe, condición que se repite
casi siempre en el mundo antiguo. Lewinsohn de-
cía que en Egipto «las profetisas-sacerdotisas figu-
raban entre los más altos dignatarios del Estado, y
en Babilonia y otros países del Cercano Oriente
eran fenómeno común».
(continúa en la pág. siguiente)

Algunos creen que otra de las profecías de Nostradamus se


cumplió en 1936, cuando abdicó Eduardo V/11: «Por haber
consentido en el divorcio que... será tenido por indigno, el
Rey de las Islas se verá obligado a huir>>.
Realidad y apariencia

Las profecías: Exitos y fracasos


En Europa, durante los primeros siglos medie- pasado resultó sorpren-
vales, la profecía, menos relacionada con la revela- dentemente profética.
ción divina pero todavía en buena medida libre de En Futility, publicada en
los atavíos de la adivinación, se convirtió una vez Nueva York en 1898,
más en cosa de hombres, en ocasiones con resulta- Morgan Robertson pre-
dos sorprendentes. En un arrebato profético tan dijo con todo detalle el
singular como poco conocido, el monje y científico hundimiento del Titarzic
Rogerio Bacon sobresaltó a los últimos nigrománti- catorce años más tarde,
cos ingleses al pronosticar la aparición de «navíos el 14 de abril de 1912.
de alta mar» que se moverían «gobernados por un Como en el desastre
solo hombre, y a mayor velocidad que si fuesen lle- real, el barco del relato
nos de gente para manejarlos». También anticipó había sido considerado
la existencia de· vehículos «no tirados por anima- insumergible, y no obs-
les» y de máquinas voladoras con «un solo hombre tante se hundía un mes
sentado en medio». En otras profecías, Bacon ima- de abril. En la novela de
ginó la creación del microscopio y el telescopio. Robertson eran 3.000 las personas que iban a bor-
Casi dos siglos más tarde, Leonardo da V~nci tras- do, que en la realidad fueron 2.207. En la novela,
ladó los logros arquitectónicos e ingenieriles soña- los botes salvavidas eran 24 y de hecho fueron 20.
dos por Bacon a dibujos muy concretos, en los que El novelista hacía viajar al barco a una velocidad
anticipó con acierto toda una serie de armas, ve- de 25 nudos, que en la vida real fueron 22,5. En fin,
hículos, máquinas y edificios futuros. el barco de Robertson tenía 800 pies de eslora, y el
A lo largo de los siglos la expresión profética ha Titarzic medía 882,5.
mostrado siempre preferencia por dos temas: ca- A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX apa-
tástrofes e inventos. Por ejemplo, en 1661 el inglés rece la profecía en estado hipnótico, derivación del
George Fox predijo la peste que asoló a Londres en mesmerismo, técnica de la que fue pionero el aus-
1665. En 1856, en su obra Perzetralia, Andrew Jack- triaco Franz Anton Mesmer. Uno de sus discípulos,
son Davis pronosticó detalladamente tanto el auto- el marqués de Puységur, era capaz de provocar lo
móvil como un extraño modelo de máquina de es- que llamaba «Sonambulismo artificial». Una mu-
cribir, que explicaba así: «Estoy casi decidido a in- chacha de la región alemana de la Selva Negra a la
ventar un psicógrafo automático, es decir, una es- que había sumido en trance profético fue capaz de
pecie de amanuense artificial del alma. Puede ser predecir los violentos sucesos que iban a acompa-
parecido a un piano, en el que un teclado sirva ñar a la Revolución francesa. Casi cien años.... más
para los sonidos elementales, otro para combinar- tarde, el norteamericano Edgar Cayce se hizo fa-
los, y otro más permita una recombinación tan rá- moso como «el profeta durmiente». Cayce, que
pida que en vez de interpretar una pieza musical se pasó la mayor parte de su vida en Virginia Beach,
pueda tocar un sermón o un poema». La guerra, formuló pronósticos sobre la salud y la carrera de
los desastres y la muerte de un jefe de Estado han quienes le consultaban, y predijo cambios geológi-
sido siempre temas predilectos de la actividad pro- cos de gran envergadura y magnitud continental.
fética. En 1853 un niño de nueve años, Daniel Of- Para un período que termina -en 1998, las espeluz-
ford, predijo una epidemia de cólera para dos me- nantes profecías de Cayce incluyen una ruptura «en
ses después, y el Spiritual Telegraph de Yorkshire la porción occidental de América)) y cambios en «la
informaba: «Exactamente al cabo de dos meses se parte superior de Europa», mientras que «la mayor
produjo la notificación oficial». El asesinato del parte del Japón se sumergirá en el mar».
presidente Lincoln fue predicho por Daniel Home El suplement0 dominical Parade del 13 de mayo
en Dieppe (Francia) en 1863, y la muerte de los de 1956 anunciaba: «En cuanto a las elecciones de
reyes de Serbia en 1903 prevista por una tal señora 1960, la señora Dixon cree que estarán dominadas
Burchell, profetisa de Yorkshire. En febrero de por los problemas laborales y ganará un demócra-
1914, sir Arthur Conan Doyle, a quien fascinaba el ta. Pero será asesinado o morirá en el cargo, aun-
ocultismo, recibió este mensaje de una médium que no necesariamente en su primer mandato».
australiana: «Aunque actualmente no se habla de Esta profecía de la washingtoniana Jeane Dixon
una gran guerra europea, quiero prevenirle de que fue muy recordada cuando el presidente Kennedy
antes de que acabe este año de 1914 Europa estará fue asesinado en Dallas el 22 de· noviembre de
bañada en sangre». 1963. Jeane Dixon hizo otras muchas profecías de
Aunque no se tratase de una guerra ni de la este género, algunas de ellas totalmente erróneas,
muerte de un jefe de Estado, una novela del siglo como la de que la China comunista «sumirá al
El profeta bíblico Daniel predijo el auge y caída de
reyes y reinos y de la nación israelita, así como la
profanación de su templo, representada en este ta-
piz flamenco del siglo XVI.

¿Hay alguna explicación razonable, que no con-


tradiga los principios científicos vigentes, para in-
cidentes en apariencia tan inexplicables y en los
que intervienen el futuro y la coincidencia? En
Prophecy in our Time, Martín Ebon, proüfico autor
de temas paranormales, apuntaba una posibilidad
tan intrigante como fácil de comprender. «Hay una
analogía muy sencilla para explicar esas profecías
-decía-. Si está usted dando vueltas a una mon-
taña en un helicóptero y ve a dos trenes que en la-
dos opuestos de ella marchan uno hacia el otro,
puede prever el choque como si poseyese un saber
sobrehumano, al menos comparado con los viaje-
ros y maquinistas de esos dos trenes. Se trata de
una analogía muy clara que no exige alterar los
_ mundo en la guerra» en 1958, que la Unión Soviéti- conceptos tradicionales de tiempo y espacio. Pero
ca invadirá Irán en 1953 y que el primer ministro ¿podemos conseguir una percepción de nuestro fu-
cubano Fidel Castro estaba «O en China o muerto» turo semejante a la del pasajero del helicóptero?
en 1966. Sin duda alguna, en la medida en que cada uno de
Sin embargo, como ocurrió con la predicción nosotros consiga hacerse una idea más exacta de sí
de Nostradamus sobre la muerte del rey Enrique, mismo, porque no somos tanto los dueños como,
lo que ha quedado en la memoria del público es su de manera inconsciente, los imanes de nuestro
profecía sobre el asesinato del presidente Kenne- destino.»
dy. Las «muertes de reyes» parecen atraer, y a me-
nudo reivindicar, a los profetas. Sin embargo, hay
incidentes anecdóticos más desconcertantes que
esas profecías de muerte. Por ejemplo, cuando la
Sociedad Norteamericana de Investigaciones Psí-
quicas emprendió un estudio sobre los fenómenos
psíquicos espontáneos, incluidos los casos de pre- lA astróloga Jeane Dixon
cognición, la señora Paul H. McCahen, de Ingle- afirma haber tenido noti-
wood (California), relató una aventura extraña- cia del asesinato de John
Kennedy por «visiones»
mente profética. Durante una visita al Gran Cañón experimentadas unos tre·
del Colorado el 4 de septiembre de 1956, el matri- ce años antes de que ocu-
monio McCahen vio al oscurecer a una mujer que rriese y haber pronostica-
entraba a una de las cabañas acompañada de un do la muerte de Franklin
hombre y un niño. La señora McCahen dijo a su ma- D. Roosevelt.
rido: «Ahí está la señora Nash, que fue compañera
mía de jurado hace un año. A su marido le falta un
brazo. Iré a verla por la mañana, porque estará can-
sada».
En su carta a la Sociedad de Investigaciones
Psíquicas, la señora McCahen añadía: «Al día si-
guiente la vi sentada en el porche y· fui a hablar
con ella. Nos presentó a su marido y tuvimos una
agradable charla, hasta que dije que los había visto
la noche anterior, aunque no me decidí a hablarles.
Los Nash se miraron asombrados y nos dijeron que
acababan de llegar en un autobús de turistas. El no
conducía a causa de su brazo».
McCahen confirmó el relato de su mujer y ex-
plicó que su esposa le bahía señalado a la señora
Nash el día anterior, aunque ella afirmase que eso
era imposible porque habían llegado aquella mis-.
ma mañana.
El ordenado tráfico celeste
ha fascinado al hombre desde
hace por lo menos cincuenta siglos.

ASTROLOGIA

Eentre los seres vivos, sólo al arte que ha atraído desde entonces
D hombre le obsesiona y enri-
quece el conocimiento del futuro.
la atención de cultos e ignorantes.
La astrología, la creencia de que
Porque hombres y mujeres poseen los movimientos del Sol, los plane-
el sentido del paso del tiempo y me- tas y las estrellas influyen en los
dios para medir las horas, los días e acontecimientos de la Tierra, sigue
incluso los años con precisión de floreciendo incluso en nuestra épo-
fracciones de. segundo. Pero, a pe- ca científica. En 1978, según una en-
sar de la superior sensibilidad tem- cuesta Gallup, 1.200 de los 1.750 pe-
poral del hombre, e incluso de sus riódicos estadounidenses publica-
refinadas técnicas, complicados ban una sección de horóscopos. La
planes y grandes rroyectos, la natu- En este horóscopo de un príncipe astrología es ante todo un firme sis-
raleza exacta de futuro escapa a indio del siglo XIX, e./ signo zodia- tema de creencias, y por modernos
toda la definición. Ignoramos las cal de Tauro está representado por y científicos que seamos hay toda-
cosas futuras, grandes y pequeñas, un toro brahmánico. vía en muchos de nosotros algo que
y eso nos impulsa a preguntarnos cede a la tentación de leer el futuro
constantemente por ellas. en los cielos.
La lucha de la humanidad por predecir y así Para consternación de los escépticos, se sabe de
controlar el futuro es probablemente tan antigua astrólogos que han interpretado los portentos de
como la sociedad misma, y seguramente anterior a los cielos con notable acierto. ¿cómo, si no por acer-
cualquier sistema científico estructurado._ Los últi- tadas lecturas astrales, podemos explicarnos, por
mos descubrimientos antropológicos parecen de- ejemplo, la asombrosa perspicacia de Evangeline
mostrar que, 32.000 años antes del nacimiento de Adams? Descendiente del presidente John Quincy
Cristo, el hombre de Cro-Magnon ya observaba el Adams, había nacido en Boston y, siguiendo los
cielo y señalaba las estaciones tallando muescas en consejos de su horóscopo, se trasladó a Nueva York
huesos. Pero ¿}legó a creer que era necesario un en 1899. El mismo día de su llegada al hotel infor-
cierto número de lunas llenas para hacer que emi- mó al dueño que pronto ocurriría un desastre. Al
grase el reno y crecieran las plantas? De ser así, el día siguiente, el hotel fu.e pasto de las llamas, el
hombre de Cro-Magnon puede haber sido uno de nombre de Evangelina saltó a las primeras planas
los priJ:!leros astrólogos, y como tal practicante de un de los periódicos y la difusión de la noticia la puso
en camino de convertirse en uno de los más nota-
bles astrólogos norteamericanos modernos.
Un mapa celeste del siglo XVII rodeado por la concepción to- Sin embargo, su fama no la libró de ser detenida
lomeica del universo (arriba, dcha), una esfera astrológica en 1914 por ejercer la profesión de adivina, aunque
romana (abajo, dcha.), una iluminación francesa del siglo sus dotes astrológicas la salvaron de ser condena-
XV. que relaciona a cada planeta con sus signos (abajo, da. Al declarar ante el tribunal, empezó por descri-
izda.), y una moneda griega con signos del zodiaco (arriba). bir con detalle cómo hacía sus predicciones. Des-

135
Puntos de vista sobre
la astrología
La astrología, como la religión y la política, es uno
de esos temas de los que todo el mundo quiere
opinar y parece inspirar tanto a creyentes como
a escépticos toda suerte de excesos y deliquios
poéticos.
Por ejemplo, para Calvino, cualquiera que
creyese que «la felicidad o la desgracia dependen
de los decretos y presagios de las estrellas» era un
hereje, mientras que el puritano Increase Mather
veía la mano de Dios en el brillante cometa que
cruzó sobre Nueva Inglaterra en 1682 y escribía
que «anuncia un invierno frío y tedioso, mucha nie-
ve, y en consecuencia grandes crecidas».
El poeta romano Juvenal y el escritor Aldous
Los s{mbolos mágicos del astrólogo, un monstruo y una ca- Huxley, separados por casi dos mil años, coinciden
lavera con las tibias cruzadas, en un grabado del siglo XVI. en que es posible inferir el carácter de una mujer
de su creencia en la astrología. «Huye de Ja dama
que no se separa de su Manual de Astrología, ya
pués se brindó a efectuar una demostración. Haría, más sobado que encía irritada y con las hojas riza-
dijo, e l horóscopo de un desconocido, cuyo nombre das por su incansable pulgar», decía Juvenal. Y
no necesitaba saber. El juez fue tan amable como Huxley dio vida en Crome Yellow a la «alegre y de-
para ofrecerle a su hijo, y quedó tan impresionado senvuelta» Priscilla, que se pasaba el día haciendo
por lo acertado del horóscopo que en su fallo afir- horóscopos a los caballos para poder invertir
maba: «La acusada eleva la astrología a la dignidad «Científicamente su dinero, al dictadó de las es-
de una ciencia exacta». La Adams sintióse libre trellas».
En el Rey Lear, Shakespeare pone en boca de
para seguir culüvando su «ciencia», y no tardó en uno de sus personajes una sagaz burla de la astrolo-
poner su talento al servicio de clientes tan ilustres gía. «Es tal la presunción que hay en el mundo
como J. P. Morgan, Enrico Caruso, el duque de -dice Edmundo-, que cuando nos hallamos mal
Windsor y la actriz Mary Pickford. con la Fortuna, a menudo por excesos en nuestra
En 1931, Evangeline Adams hizo una predicción conducta, culpamos de nuestras desgracias al Sol,
sorprendente -que los Estados Unidos entrarían la Luna y las estrellas... iNo e.s mala disculpa para el
en guerra en 1942-, pero no vivió para verla cum- putañero cargar a cuenta de un astro su depravada
plida. Muric5 en noviembre de 1932, a los cincuenta condición!»
y nueye años, tras haber rechazado una gira de con- El sabio y mago renacentista Cornelius Agrippa
renunció a la astrología cuando años de experi-
ferencias que le proponían para ese otoño. Se. ha di- mentos serios, pero al cabo desilusionadores, le lle-
cho que fue su carta astrológica la que le advirtió varon a la conclusión de que «Se basa en simples
que no podría cumplir el compromiso. fruslerías y fingimientos de la imaginación».
El historial de la Adams puede considerarse ex- En su obra de 1946 El ver~adero arte de la astro-
cepcionat pues la historia de la astrología está pla- logía, Robert Eisler reconocía su atractivo y señala-
gada de predicciones incumplidas. Cuando Alfred ba a la vez su vaciedad, al calificarla de «residuo es-
Witte, un astrólogo de Hamburgo, fue reclutado al tancado y supersticioso de lo que un día fue una
estallar la primera guerra mundial, se apresuró a gran religión panteísta y un glorioso intento filosó-
echar mano de su arte para tratar d e seguir vivo. In- fico de comprender y explicar racionalmente el
universo».
tentó prever la llegada de fuego artill ero ruso estu- Aunque los años han ido acumulando críticas
diando las circunstancias astrológicas relacionadas sobre los imposibles dogmas astrológicos, la creen-
con los bombardeos enemigos. Cuando sus prime- cia en ellos persiste. Uno de los más asombrosos
ras predicciones no resultaron lo bastante precisas, pronunciamientos modernos sobre el tema apare-
Witte volvió a sus cartas y tablas, que le permitie- ció en 1974 en el Post, de Washington, como parte
ron determinar que un planeta desconocido llama- de una denuncia sobre discriminación laboral
do Cupido distorsionaba sus cálculos. Witte pensa- imputada a miembros del Congreso. Para contratar
ba que Cupido estaba más allá de la órbita de Nep- a su personal, los congresistas telefonean a una ofi-
tuno. Muchos años más tarde, en 1930, los astróno- cina de empleo, donde toman nota de sus preferen-
cias, incluidos los requisitos que se exigen para el
mos identificaron un nuevo planeta, efectivamente puesto. Uno de los congresistas precisaba: «Signos
situado más allá de Neptuno, al que denominaron acuáticos no», añadiendo que esos signos eran Es-
Plutón. corpión, Piscis y Cáncer. Otro pedía personas
Pero el aparente triunfo de Witte tuvo sus defectos. «atractivas, inteligentes, jóvenes y que no sean ca-
En primer lugar, el curso de Plutón difiere mucho tólicos ni de signo acuático». Al parecer, habrá
de la órbita calculada para Cupido. Pero aún más siempre quienes prefieran ver el mundo a través
grave para el historial de Witte es que, tras la inven- del prisma de la astrología.
ción d e Cupido, él y un colega, Friedrich Sieggrün,

136
identificaron otros siete planetas desconocidos: Ha- los modernos astrólogos les gustaría basar su prác-
des, Zeus, Cronos, Apolo, Admeto, Vulcano y Posei- tica en una serie aceptada de antiguos principios,
dón, especie de vagabundos celestiales de los que los estudiosos han sido incapaces de determinar
aún no se ha encontrado el menor rastro. con precisión dónde nacieron esos principios. Algu-
No obstante, Witte utilizó sus cálculos sobre Cu- nos atribuyen la primera sistematización de las ob-
pido para perfeccionar sus pronósticos sobre los servaciones astrales - tanto la ciencia de la astro-
bombardeos rusos, y aseguró que su precisión ha- nomía como el arte de la astrología- a los babilo-
bía mejorado mucho. No llegó a la infalibilidad, por nios. Otros afirman que la astrología es el legado de
supuesto, pero sobrevivió a la guerra y fundó un un pueblo rilesopotámico anterior, los sumerios,
nuevo tipo de astrología conocido como Escuela de para quienes los cuerpos celestes eran representa-
Hamburgo. El sistema de Witte, que incluye en sus ciones de sus dioses. No obstante, muchos especia-
pronósticos la influencia de sus ocho nuevos plane- listas están de acuerdo en que los caldeos, tribu su-
tas, se emplea todavía, especialmente en Austria y cesora de los sumerios, practicaban ya en forma
Alemania. A finales de los años cincuenta, un discí- identificable Ja ástrología. Instalados en lo alto de
pulo de Witte, Ludwig Stuiber, publicó ejemplos atalayas llamadas zigurats (una de las cuales, la bí-
de la precisión del sistema. En uno de los casos, a blica torre de Babel, medía más de noventa metros
un astrólogo de la Escuela de Hamburgo le dieron de altura), los sacerdotes-astrólogos caldeos estu-
la hora, día y lugar del nacimiento de una mujer diaban el cielo y hacían predicciones para sus
desconocida, preguntándole qué le había ocurrido reyes. La suya era la llamada astrología judiciaria,
en Viena a las 4 de la tarde del 4 de marzo de 1954. más preocupada por el destino de las naciones,
El astrólogo aplicó a esos datos el sistema de Witte las cosechas y los gobernantes que por servir de
y respondió que había recibido un tiro en la espal- compañía y consuelo al individuo.
da, lo que, según Stuiber, era absolutamente cierto. Si bien la mayoría de los especialistas conside-
Hazañas como ésta -y hay muchas- son una ran a los caldeos como los fundadores intelectuales
de las razones por las que la creencia en la astrolo- de la astrología, nuevas formas de este arte surgie-
gía ha sobrevivido. Otra es la casi misteriosa capaci- ron en otros lugares del mundo. Los antiguos egip-
dad que ha mostrado la astrología para adaptar- cios, cuya supervivencia dependía de· las crecidas
se a las nuevas tendencias y descubrimientos en los del Nilo, que fertilizaban sus campos, no tardaron
ámbitos de la religión y de la ciencia. De hecho, en observar que la subida de las aguas coincidía
hubo un tiempo en que era imposible distinguir en- con la salida de la estrella Sirio seguida por la as-
tre religión, astrología y ciencia, que juntas forma- censión del Sol. También en la religión y la filosofía
ban un cuerpo único, y en apariencia indivisible, de indias pueden hallarse indicios del pensamiento as-
S(lber y fe. trológico, y en cuanto a los emperadores chinos, en
El resultado es que, a pesar de lo mucho que a torno al año 2000 a. JC. eran conocidos como «hijos

Engranajes ocultos fuera del universo mueven el Sol, la


Luna y las estrellas en este grabado alemán del siglo XVI.

Esta iluminación de un manuscrito del siglo XIV muestra a


antiguos filósofos paganos, entre ellos Séneca, relacionados
con la fuerza cósmica de diversos cuerpos celestes..
del Cielo». Los gobernan- un pronóstico hecho cuando nació. Un astrólogo
tes chinos se mudaban ri- llamado Nigidio dijo que sería «dueño del mundo»,
tualmente de una parte y su profecía pareció cumplirse cuando llegó a ser
de sus palacios de planta cabeza del Imperio Romano. Impresionado por el
cuadrada a otra, en la acierto de esa predicción, Augusto hizo acuñar mo-
creencia de que los cua- neda con su signo natal, Capricornio.
tro puntos cardinales es- El más importante libro de astrología fue escri-
taban estrechamente re- to en e l a ño 200 de nuestra era por el máximo astró-
lacionados con las cuatro nomo de la época, Claudia To lomeo, que en Jos cua-
estaciones. Vivían en la tro volúmenes del Tetrabiblos consignó cuanto e n-
parte este en primavera, tonces se creía saber sobre ese arte. Tolomeo consi-
la sur en verano, la oeste deraba la astrología como compañera legítima y en
en otoño y la norte en in- pie de igualdad con la astronomía, y sus cartas y des-
vierno. cripciones de las influencias planetarias serían
La civilización maya aceptadas prácticamente sin cambios hasta el si-
de México produjo, como glo xvn. Gran parte de lo que los. astrólogos de
la caldea, una clase de hoy creen y practican se basa en Tolomeo, quien es-
sacerdotes astrónomos, cribió: «Que una cierta fuerza, derivada de la natura-
pero fueron los antiguos leza etérea, se difunde por la atmósfera de la Tierra
Los signos del zodiaco ro- griegos quienes, como ex- y la impr egna por completo, es algo evidente para
dean a una diosa egipcia
-en este sarcófago proce- presión de sus ideales de- cualquiera».
dente del siglo /l. mocráticos, pusieron la Pero lo que era obvio para Tolomeo no lo era
astrología a l alcance de tanto para el obispo de Hipona, más conocido como
todos. El horóscopo dejó San Agustín, quie n en el siglo IV asestó a la astrolo-
de estar destinado exclusivamente a los reyes y gía un golpe que la dejó tambaleante durante siglos.
cualquier ciudadano podía tener e.I suyo si estaba En tiempos de San Agustín, el cristianismo era la
dispuesto a pagarlo. Ellos fueron quienes, al rees- religión oficial del Imperio Romano, y sus crite-
tructurar y conferit nueva apariencia a la astrolo- rios sobre cuestiones religiosas tenían casi la fuerza
gía, pusieron en marcha lo que iba a convertirse en de algo revelado. De joven había creído en la astro-
lucha secular de este arte por ser aceptado.
Como Lawrence E. Jerome-, adversario declara-
do de la astrología, afirma en su obra Astrology
Disproved, «los griegos consideraban el universo
como una unidad cosmológica, un solo organismo
viviente evolucionado, como si dijésemos, a partir
del Huevo primigenio... Se suponía que cada parte
del cosmos estaba ligada a las demás mediante co-
rrespondencias de orden analógico entre lo de arri-
ba y lo de abajo, entre cielo y tierra... Los griegos
aplicaron a este sistema una geometría matemáti-
ca, ~tribuyendo esas corr espondencias a interaccio-
nes e interconexiones físicas entre las diversas esfe\
ras celestes y la Ti e rr~». . ,
Además, los griegos decidieron que los porten-
tos de la astrología no gobernaban la existencia hu-
. mana, sino que únicamente influían en ella, sugi-
riendo, por ejemplo, el momento más favorable
para un proyecto, pero sin garantizar su éxito. Un
subproducto del sistema griego, la llamada astrolo-
gía catárquica, tuvo por objeto evitar conflictos con
los teólogos y filósofos posteriores. El sistema so-
brevivió y aún se practica, y es el que permite decir
a los astrólogos, especialmente cuando una predic-
ción resulta errónea, que «las estrellas incitan, pero
no fuerzan».
. Como tantos otros frutos de la cultura griega, la
astrología pasó a Roma, donde el recurso al horós-
copo era común entre todas las clases. Augusto, pri-
mer emperador romano, creía en ella, incitado por

La Luna entrelai.ada con Cáncer, el Cangrejo, en una edición


árabe de un manuscrito astrológico iraquí del siglo IX.

138
Piscis es uno de los 12 signos astrológicos que, junto con es- deambulatorio de la catedral francesa de Chartres (siglo XIII).
cenas de diversos· trabajos, decoran esta vidriera de un La vidriera fue donada por un conde local.

139
logía, pero en la época en que escribió La ciudad de reduce a los signos solares, los tradicionales signos
Dios bahía cambiado de idea: «A los que sostienen del zodiaco: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Vir-
que los astros dirigen nuestras acciones o pasiones, go, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario
buenas o malas, sin intervención divina hay que ha- y Piscis. Las secciones de astrología de los periódi-
cerlos callar y no prestarles oídos ... Porque ¿qué cos suelen brindar consejos y advertencias basa-
hace esa opinión sino excluir a la divinidad?» De dos exclusivamente en tales signos. Sin embargo,
modo que, según San Agustín, aceptar la influencia para un astrólogo expe1'o, car~cterizar a una per-
de los planetas era negar el poder de Dios. sona por su signo solar sin edi~r mano de todo el
Teología aparte, San Agustín había llegado a su abanico de influencias astrológicas es casi una
severa opinión sobre la astrología mediante un cui- blasfemia. Un horóscopo complt!to se basa en las
dadoso razonamiento. Creía, por ejemplo, que se- posiciones relativas de centenares··de-.estrellas y
gún la teoría astrológica los niños nacidos en mo- planetas en un momento determinado. Y puede
mentos virtualmente idénticos, los llamados hoy ser esta relación con la astronomía la que ha logra-
gemelos astrales, habrían de tener vidas casi para- do que, entre todas las artes predictivas, la astrolo-
lelas; y, considerando los nacimientos simultáneos gía haya tenido tan larga vida y atraído con tanta
del hijo de un noble y el de un esclavo, no veía mu- persistencia la atención pública.
cho paralelismo en las vidas que a ambos les esta- Es esta persistencia lo que más preocupa a algu-
ban reservadas. Las afirmaciones a que ello le con- nos científicos. En 1975, un grupo de 186 de ellos,
dujo fueron tomadas con toda seriedad, y la prácti- incluidos varios astrónomos, creyeron necesario
ca de la astrología decayó, para no volver a recupe- hacer una declaración pública cens.u rando el traba-
rar un cierto ascendiente hasta el siglo XII, cuando ' -jo de los astrólogos: «Pensamos que ya es hora de
estudiosos europeos empezaron a traducir textos oponerse de modo directo y contundente a las pre-
árabes sobre el tema. · tenciosas afirmaciones de la charlatanería astroló-
En el siglo XVI, Johannes Kepler, uno de los más gica». Sio embargo, en un artículo complementario,
ilustres astrónomos del Renacimiento, se esforzó uno de los firmantes decía también: «He llegado a
por conciliar astrología y astronomía. Ya Copérni- la conclusión de que la astrología no puede ser de-
co había empezado a socavar las antiguas opinio- tenida sólo con argumentos científicos, pues para
nes astrológicas al afirmar que la Tierra no era el algunos constituye una especie de religión».
centro del sistema solar. Kepler (que también tra- Muchos astrólogos suscribirían esta opinión,
bajó como astrólogo, acaso más por necesidad que pues a su juicio la mayoría de los científicos igno-
por convicción) elaboró un atrevido intento de des- ran todo lo que encierra una interpretación astroló-
cribir los movimientos de los planetas a base de re- gica. Algunos astrólogos consideran su trabajo
laciones geométricas. No lo consiguió, pero pasó a como afín a la psiquiatría, y otros lo describen
formular sus leyes del movimiento planetario. Des- como una ayuda al individuo en su lucha por con-
pués vinieron el descubrimiento de la gravedad por quistar el futuro o por reafirmar su singularidad e
Newlon, Darwin y su teoría de la evolución y Men- identidad personal. Como ha dicho un estudioso
del con sus leyes genéticas. Cada nuevo descubri- del fenómeno astrológico, «Si los periódicos publi-
miento científico importante ha contribuido a desa- casen un horóscopo en el que todos los pronósticos
creditar los axiomas de la astrología y de la magia. fuesen iguales, sus lectores se sentirían defrauda-
Hoy, para la mayoría de la gente la astrología se dos, sin tener en cuenta los razonamientos astroló-

140
.. ....
.·· .•
•*
En el Siglo de las Luces, algunos pensado-
res trataron de conciliar las ideas científi- .....
... ; "' • •
cas con las creencias religiosas. El filósofo "'1.;'"'
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i h ... •: ' .. "' • ...
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naturalista británico Thomas Wright sostu-
'// •
vo en 1740 que innumerables esferas, re-
presentadas en el grabado en blanco y ne-
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gro de la izquierda, rodeaban a un centro o
región divina, donde se hallaba Dios. !• • ....... *• ~
4
~

Cuando en 1660 se publícó el mapa de la


izquierda acababa de ser aceptada la idea

.. • •
• .. *

de Copérnico de que la Tierra giraba alre-
dedor del Sol, noción que sucedería al uni-
verso geocéntrico descrito por Tolomeo. ..• ·*• •
.•*
En su obra de 1610 Sidereus nuncius
~
(dcha.), Galileo explicaba cómo, con ayuda
··- .
,),
del telescopio, había visto muchas estrellas

.. .. ..•
ignoradas hasta-entonces y cuatro nuevos ~·
planetas (que más tarde resultaron ser lu-
nas de Júpiter). Todos ellos eran desconoci-
dos de los antiguos y no fueron tenidos en ... •
cuenta en la teoría astrológica de la época.

gicos que pueden hacerse para justificar esa unifor- Saturno, mientras que Júpiter estaba a menudo en
midad. Leen los horóscopos no para conocer su fu- su cenit cuando nacían deportistas de equipo, mili-
turo, sino para entrar en contacto con un entrama- tares, ministros, actores, periodistas y dramaturgos.
do que apoye la intuición de que su futuro es distin- El asombro de Gauquelin fue aún mayor cuando
guible de otros, como por supuesto lo es. En este otros analizaron la exactitud de sus cálculos, y
sentido, la astrología es una especie de etnicidad cuando estudios posteriores condujeron a iguales
instantánea, y sirve a los mismos fines que la afir- resultados. Pero aun en presencia de tales cifras, no
mación del particularismo cultural o étnico». podía creer que los planetas decidiesen nuestra
Pero, más que los métodos, lo que condenan los elección de ocupación, y empezó a pensar en una
científicos son los supuestos de que parte la astro- posible relación entre las profesiones y la genética.
logía. Una de esas grandes premisas es, por ejem- Al cabo de otros cinco años de investigaciones,
plo, que los planetas ejercen su influencia en el mo- Gauquelin formuló su hipótesis de la «herencia pla-
mento de nacer. Pero cuando el científico intenta netaria», que sostenía que, en efecto, ciertos facto-
determinar tales influencias, descubre que, en res hereditarios desconocidos pueden influir tanto
cuanto a las fuerzas que le es dado medir -la gra- en la profesión que un niño acabará por elegir
vedad, por ejemplo-, los médicos, las enfermeras y como en el momento de su nacimiento. Decía Gau-
el equipo de la sala de partos influyen mucho más quelin de esas tendencias: «La razón parece ser,
que los cielos. ¿y por qué, pregunta e l científico, es simplemente, que a esas personas les son inheren-
tan importante el instante del nacimiento? ¿No es tes ciertos e lementos constitucionales (y en conse-
acaso el de la concepción mucho más apropiado cuencia hereditarios) que las inclinan naturalmen-
para que intervengan los astros? te a un cierto modo de vida que les resulta especial-
El descubrimiento de Urano, Neptuno y Plutón mente adecuado».
en 1781, 1846 y 1930, respectivamente, plantea otro Quedaba una última cuestión, la más difícil: si
posible problema. A esos planetas les han sido asig- son elementos hereditarios los que nos guían hacia
nadas nuevas influencias, que se utilizan hoy para una determinada profesión, ¿cómo pueden, ade-
formular ciertos horóscopos. Poco se ha dicho, e n más, influir en cuándo nace un niño? La arriesgada
cambio, sobre la validez de los anteriores, que no respuesta de Gauquelin invertía el pensamiento as-
las tomaban en cuenta. trológico tradicional para sugerir que la criatura,
No obstante, e n ocasiones el estudio científico provista de una determinada estructura genética,
ha dado resultados sorprendentes. El psicólogo y puede percibir desde el vientre de su madre el mo-
estadístico francés Michel Gauquelin analizó me- vimiento de los planetas compatibles y, tal vez me-
diante técnicas estadísticas las tradicionales asocia- diante secreciones hormonales, acelerar o retrasar
ciones astrológicas sin encontrarles el menor fun- su salida al mundo.
damento. No obstante, al compilar sus investiga- No es sorprendente que Gauquelin fuese el últi-
ciones, efectuó un descubrimiento inesperado. En- mo en pretender dar valor predictivo a sus comple-
contró lo que parecía ser una íntima relación, muy jas teorías. «No hay, ni habrá nunca, un "planeta de
distante de lo casual, entre ciertos movimientos las profesiones" -escribía-, ni siquiera un "plane-
planetarios y determinadas ocupaciones. Hombres ta del carácter", sino sólo relojes o "cronometrado-
de ciencia y médicos parecían nacer más frecuente- res" cósmicos que operan de un modo aún desco-
mente cuando el planeta ascendente era Marte o nocido, pero que parece estar relacionado con la
(continúa en la pág. 144)

141
Realidad y apariencia

El intrincado arte del horóscopo


un horóscopo moderno supone en mu- la esfera en gajos como los de una naranja. Desde
H ACER
chos aspectos retroceder en e l tiempo hasta
el observatorio mesopotámico en que los sacerdo-
un punto cualquiera de la Tierra, las casas solían
numerarse comenzando por el horizonte oriental,
tes astrónomos creían ocupar el centro del univer- siendo la' primera la situada bajo él; y el orden con-
so. Aunque esa suposición fuese errónea, los ali- tinuaba alrededor y por debajo de la Tierra hasta
neamientos celestiales que ellos trazaron siguen alcanzar e l horizonte occidental y llegar, sobre la
siendo claramente visibles hoy día. Y detrás de las cabeza del observador, a enlazar con el oriental.
cartas y tablas que constituyen las herramientas Así se extendían en torno a la esfera, dividiéndola
básicas del astrólogo moderno están esos fenóme- en 12 secciones celestiales o casas, que forman el
nos celestes, que para quienes creen en la astrolo- fondo sobre el que se mueven planetas y signos.
gía parecen influir en el destino humano. Cada casa se relacionaba con algún aspecto de la
Como los astrónomos modernos, los antiguos vida. Por ejemplo, la primera representa la perso-
dibujaron los cielos como si las estrellas estuviesen nalidad; la segunda, dinero y riqueza; la tercera, las
sobre la superficie de una única esfera transparen- cosas afines; la cuarta, la familia.
te. Las 12 casas del zodiaco que consultan hoy los Los antiguos dividían tambié n el plano orbital
astrólogos son obra de remotos antecesores suyos de la Tierra, llamado zodiaco, en 12 secciones igua-
que delimitaron los segmentos celestes dividiendo les de 30º cada una. A cada sección se le asignaba
un signo, que se creía proyectaba ciertas influen-
cias: Aries, Tauro, Géminis, etc. (nombres deriva-
VJ8GEN
dos de los de las constelaciones). El movimiento
aparente de la franja del zodiaco en torno a la Tie-
rra (resultado de la rotación de ésta) proporcionó
uno de los elementos más importantes del horós-
copo: el signo ascendente, que es el que aparece en
el horizonte oriental en el momento del nacimien-
to. Se creía que al nacido bajo él no sólo le confería
muchas de sus cualidades, sino que transmitía su
poder a su primera casa. Así, si el signo ascendente
era Tauro, asociado a la sensibilidad y la perseve-
rancia, el carácter de ese individuo, representado
por la primera casa, sería ordenado y tenaz. La se-
gunda casa, que representaba las cuestiones econó-
micas, estaría regida por Géminis, y cada una de
PECES las demás por el signo que por su orden le corres-
El movimiento de la Tierra determina que el Sol, la Luna y
pondía.
los planetas parezcan cruzar por las constelaciones de la Pero tan importante como el signo ascendente
franja del zodiaco. En él se basa la predicción astrológica. se consideraba el signo solar. Los signos solares na-
El horóscopo de la era nuclear, iniciada el 2 de diciembre
de 1942 con la primera reacción en cadena, muestra a Tau-
ro como signo ascendente y primera casa. úi relación de
Saturno y Urano con Neptuno y la Luna es favorable.

gos basan sus cálculos en las relaciones actuales


Tierra-estrellas, la mayoría usa el zodiaco tal como
fue establecido hace milenios. Igual que el Sol, se
cree que la Luna y los planetas rigen uno_o más sig-
nos y son por ello factores de la mecánica as~roló­
gica. Los antiguos astrólogos calcularon y tuvieron
en cuenta los ángulos (llamados aspectos) que for-
man los planetas con la Tierra como vértice. Por
ejemplo, se creía que dos planetas separados P?r
60 o por 120 grados ejercían una influencia bemg-
na, mientras que los situados en ángulo recto (90º)
o en oposición (180º) eran considerados de mal
agüero. Dos planetas en conjunción (un aspecto
de Oº) suman sus efectos si son compatibles, pero
podrían resultar perjudiciales si no lo son.
La mayoría de los astrólogos modernos calcu-
lan y ponderan todas esas relaciones celestres -sig-
cieron porque los antiguos veían al Sol moverse nos, planetas, casas y otros factores-, no observan-
por los cielos siguiendo el mismo camino que las do el cielo, sino consultando cartas y tablas astro-
constelaciones del zodiaco, y calcularon que tarda- lógicas. Suelen reunir la información en un diagra-
ba aproximadamente un mes en pasar de una a ma circular subdividido en las 12 casas. Pero al te-
otra. El signo que el Sol parecía estar atravesan~o ner que tomar en cuenta tantas alineaciones ce-
durante el mes en que nacía una persona se convir- lestes, y como además se afirma q~e c~da u~a de
tió así en un elemento más de su horóscopo, en su ellas implica y sugiere pero no predice -mequ1voca-
signo solar, que es el que la mayoría de la gente co- mente, la interpretación es decisiva en ese arte tan
noce hoy. subjetivo que es la astrología. No obstante, el atrac-
Pero la posición de los signos y las estrellas no tivo de la astrología sigue siendo muy grande,· y
es ya la misma que en la antigüedad, a pesar de lo concita la atención de millones de seguidores que,
cual la mayoría de los astrólogos modernos calcu- aunque no se guíen en su vida por los consejos de
lan que el Sol entra en el primer sigi:io, A~ies haci~ los astrólogos, no pueden evitar preguntarse si los
el primer día de primavera (el equinoccio de pri- ciclos celestes no encerrarán realmente algún
mavera), como hacían los antiguos. Debido a un mensaje para ellos.
desplazamiento gradual en el eje terráqueo que
origina la llamada precesión, eso ya no es cierto, y
como resultado el primer día de primavera no lle-
ga cuando el Sol está entrando en Aries, sino cuan- úis constelaciones de abajo, vistas tal como aparecen desde
la Tierra, son las de la franja del Zodiaco. Hace unos dos
do está en trando en Piscis. De hecho, debido a la mil años el Sol entraba en Aries él 21 de marza, como ve-
precesión, el Sol pasa hoy por cada constelación mos por las fechas que figura~ sobre lf! fr~nja. Pero hoy el
aproximadamente un mes más tarde que lo h~cía Sol entra en Aries el 20 de abril, como md1can las fechas de
entonces, y sin embargo, aunque algunos astrolo- la parte inferior.
Fecha de entrada del Sol en la constelación hace 2.000 años
Il 21 May. tl 21 Abr. ~ 21 Mar.

20 Jun. 20 May.
Fecha de entrada del Sol en la constelación hoy
Horóscopos por correo

Aunque la astrología sea hoy en los países occi-


dentales un gran negocio, continúa operando más
como una. industria artesanal que como una em-
presa moderna. Miles de astrólogos independien-
tes ofrecen su popular oficio en escaparates, perió-
dicos y puestos de libros, pero sobre todo median-
te unas cuantas líneas en las secciones de anuncios
por palabras de la prensa sensacionalista en mu-
chas grandes ciudades.
Evangeline Adams, detenida eñ 1914, impresionó tanto al «El secreto de una vida más próspera y feliz está
juez con sus dotes astrológicas que la puso en libertad. Cua- en las estrellas. itlamen o escriban a Naru ahora!...
renta años más tarde, Mtéhel Gauquelin halló relaciones es- $3.00.» «Estudios astrológicos... Notables resulta-
tadísticas entre el signo astrológiCo y la profesión. dos... Hermana Anna... Llame o escriba... $3.00.»
«Astrólogo psíquico de la India. La madre Ora le re-
vela su futuro aunque esté a miles de millas. $4.00.»
Suponiendo que uno esté realmente interesado en
rotación de la Tierra... Estamos rodeados de miste- lograr una «vida más próspera y feliz», e incluso
rio y sólo podemos avanzar a tientas. Nuestra situa- «notables resultados», ¿quién pensaría conseguir
ción es un poco la del preso que, tras hacer un agu- cualquiera de esos dones carteándose con Naru, la
jero en la pared de su celda, todavía no sabe si ese hermana Anna o Ja madre Ora? InclUso muchos_
boquete conduce a la iibertad o al despacho del al- creyentes en la astrología dudarían de poder obte-
caide.» ner lo que desean a ese precio y de tales fuentes.
Pero cuando dos psicólogos de la Northwestern
El método estadísticó ideado por Gauquelin pa- University decidieron en 1968 averiguar lo que po-
a
recía remitir la pizarra del matemático, y en 1975 dían comprar por tres o cuatro dólares en el mer-
Lawrence E. Jerome publicó ua artículo que expo- cado de ventas por correo, los resultados fueron
nía 1os errores metodológicos de Gauquelin. Sus mucho mejor de lo esperado.
manipulaciones estadísticas eran perdonables, de- Los profesores Lee Sechert y James H. Bryan li-
cía, pero había aplicado mal ciertos cálculos de mitaron su investigación a una pregunta -si de-
probabilidad, «llegando así a probabilidades en bían aceptar una propuesta de matrimonio- y eli-
contra del orden de cien mil a uno para fluctuacio- gieron a 18 astrólogos cuyos anuncios indicaban es-
nes estadísticas que en realidad no exceden del ni- pecialización en temas matrimoniales. Redactaron
cuidadosamente tres tipos de cartas, que enviaron
vel de lo casual». Aunque las afirmaciones de Gau- bajo nombres diversos. El primero era neutro y
quelin siguen siendo controvertidas - estudios sólo proporcionaba información básica -edad, lu-
posteriores apenas han contribuido a probarlas o gar y hora de nacimiento, etc., de la novia y el no-
rebatirlas-, las conclusiones de Jerome eran muy vio-, sin brindar ninguna clave sobre lo que pen-
severas: «Los estudios estadísticos serios sobr.e la saba acerca de ese matrimonio el consultante. Los
astrología no han hallado la menor correlación en- otros dos modelos de carta revelaban una actitud
t re las posiciones y movimientos de los cuerpos ce- . positiva o negativa por parte del cliente. A cada as-
lestes y las vidas humanas». trólogo se Je enviaron una carta neutra y otra posi-
tiva o negativa. Con gran contento de los investiga-
En el curso de los siglos, escribía también Jero- dores, a quienes preocupaban sobre todo la calidad
me, la adaptabilidad de los astrólogos ha hecho de los consejos dispensados, las respuestas que re-
que supuestos puramente mágicos, como el «prin- cibieron estaban notablemente libres de teoría y
cipio de las correspondencias», queden disimula- jerga astrológicas. El consejo no se basaba sólo en
dos. «Esta confusa situación es precisamente Jo las cartas astrológicas, sino que tenía en cuenta la
que buscan los astrólogos: mientras puedan encu- propensión afirmativa o negativa del cliente, y su-
brir el hecho de que la astrología no es otra cosa peraba los seis criterios previamente establecidos
que magia y no guarda la menor relación con la para considerarlo como «bueno». En general la res-
ciencia física, seguirán encontrando clientes dis- pue.sta fue inmediata y el consejo pertinente y prác-
puestos a malgastar lo ganado con tanto esfuerzo. tico, aceptabl~. bien fundado, barato y, lo que es
aún más importante, amable y lleno de interés. En
Porque, al fin y al cabo, qué duda cabe de que la as- ocasiones fue también importante y completo.
trología es un "arte" práctico, cuando ·ha permitido Hubo quien envió una respuesta de 450 palabras a
vivir bien a tantos astrólog.os.» una de las consultas y de 750 a la otra, cobrando 50
La crítica de Jerome subrayaba las raíces mági- centavos por cada una. Sólo uno de los astrólogos
cas de la astrología, y en efecto, todavía hoy mu- redactó su respuesta en términos puramente astro-
chos nos .aferramos a la creencia de que los cielos lógicos, pero lo compensó más que de sobra otro
nos gobiernan. La pregunta sobre el signo bajo el que, tras una buena regañina, conminaba al cliente
que ha nacido un extraño anima la conversación, y a «abandonar una idea tan insensata, pues el matri-
monio es cosa personal y no pueden predecirlo los
las generalidades que publican los periódicos re- astros».
sultan divertidas, aparte de que en ocasiones es po-
sible encontrar atisbos de acierto en sus vagas pre-

144
dicciones. Tampoco importa gran cosa que consul- de cinturón de la Tierra, fuese resbalando, de
temos en los periódicos un signo que no es el nues- modo que al iniciarse el equinoccio de primavera
tro, debido a que muchos astrólogos siguen utili- -el comienzo de la franja, según la definición anti-
zando cartas celestes basadas en cálculos del siglo rr, gua- el Sol ya no entra en Aries sino en Piscis. El
y no las que reflejan el cielo que preside hoy los zodiaco ha retrocedido, de manera que el Leo de
nacimientos. La razón es que la Tierra no es una ayer es hoy un Cáncer y el Escorpio un Libra. ~lgu­
esfera perfecta; está achatada por los polos y en nos astrólogos han intentado compensar ese trán-
consecuencia «se bambolea» ligeramente sobre su sito celeste utilizando en sus cálculos un zodiaco
eje. El resultado es un proceso, la llamada prece- móvil, pero la idea no ha tenido gran aceptación.
sión de los equinoccios, que a lo largo de miles de Como argumento contra ella, el conocido astrólo-
años ha provocado cambios cruciales. El efecto es go norteamericano Dane Rudhyar señalaba: «No
el mismo que si la franja del zodiaco, esa especie creo que ese tipo de astrología sea la que necesita-

La parte occidental de Estados Unidos, en la que un califor- porcionaba en 1975 el mayor número de adeptos a·la astro-
niano llegó a decorar su piscina con signos del zodiaco, pro- logía. Otras zonas del país no le iban muy a la zaga.
mos hoy; es decir, que no satisf~ce las necesidades
El «poder astrológico» y las psicológicas del hombre actual».
Como era de esperar, los psicológos han caído
encuestas sobre la astrología, intentando explicar por qué la
gente sigue creyendo en ella frente a tantas prue-
En 1976, poco después de que un grupo de 186 bas en contrario. En un estudio de 1964, el psicólo-
científicos en el que había 18 premios Nobel publi- go francés L. H. Couderc ofreció mediante un
casen una declaración afirmando que la astrología anuncio sus servicios como astrólogo, y a todos lbs
no tiene nada de científica, el Instituto Gallup
anunció los resultados de una encuesta sobre la fe que contestaron les envió el mismo horóscopo, de-
de los estadounidenses en la astrología. Más de un liberadamente general y ambiguo. Recibió más de
corazón· racionalista se habrá decepcionado, pues doscientas cartas agradeciéndole su clarividencia y
casi una cuarta parte del público confesó creer en acierto. Otro estudio llevado a cabo diez años más
la influencia de los astros. Esto suponía un retroce- tarde por el psicólogo clínico C. R. Snyder en la
so con respecto a un año antes, cuando,. según una Universidad de Kansas demostró que cuanto más
encuesta Roper encargada por el National Enqui- completa es la información que se pide a l cliente
rer, el 45 por 100 de los entrevistados dijeron que más probable es que crea en las predicciones re-
creían en la astrología o en algún aspecto de ella. sultantes. Un horóscopo presentado como «gene-
Pero cuando en 1978 emprendió Gallup una gran
encuesta acerca de la creencia de los estadouni- ralmente exacto para la mayoría de las personas»
denses en -una amplia gama de fenómenos para- de un determinado signo no es tan digno de crédi-
normales, nada menos que el 29 por 100 dijeron to para el cliente como otro que supone hecho ex-
creer en la astrología. presamente para él. Por esta razón, los astrólogos
Tan saturada había llegado a estar la cultura modernos piden no sólo el año, mes, día y lug~r,
popular de saber astrológico que en 1976 Gallup sino incluso el minuto en que nació el oliente.
halló que el 76 por 100 de la población conocía su El concepto básico de la astrología se ha visto
signo astral. La creencia era mayor entre las muje- reforzado una y otra vez por nuevas ideas, por tan-
res (26 por 100 frente al 18 en los hombres), las mi- genciales a él que fuesen. Por ejemplo, un campo
norías étnicas (41por100 frente al 20) y los que ha- que hoy viene propiciando interesantes investiga-
bían terminado los estudios secundarios (26 por
100 frente al 14 de los universitarios y el 21por100 ciones es el de las influencias físicas de los cuerpos
de los que sólo tenían estudios primarios). Los ha- celestes sobre la vida en la Tierra. Esos estudios no
bitantes del Oeste creían en mayor número (25 por respaldan la afirmación de que los planetas in-
100) que cualquier otro grupo regional, siendo los fluyen en el destino humano, pero sí han sugerido
más escépticos los del Medio Oeste (19 por 100). que tienen que ver más con las formas de vida te·
Los más crédulos por edades eran los de dieciocho rrestres de lo que hasta ahora se sospechaba.
a veinticuatro años, y los menos los de treinta a Un buen ejem.plo nos lo brinda la historia de los
cuarenta y nueve. Al crecer la renta disminuía la minuciosos cálculos del médico japonés Maki Ta-
creencia: el 26 por 100 de los que ganaban menos
de 3.000 dólares al año dijeron creer, mientras que kata. Antes de la segunda guerra mundial, Takata
sólo fueron el 17 por 100 de los que ganaban más había desarrollado un método para conocer la pre-
de 20.000. Los demócratas superaron a los republi- sencia del ciclo ovulatorio en la mujer por medio
canos por un 26 a un 14 por l OO. La religión no pa- de una delicada medida de los cambios bioquími-
rece ser siempre obstáculo para creer en la in- cos en la sangre. En las mujeres esos cambios tie-
fluencia de los astros, pues el 19 por 100 de los nen lugar regularmente cada mes, mientras que la
consultados dijeron creer en la astrología y a la vez composición de la sangre del hombre no varía pe-
asistir regularmente a la iglesia. Además, católicos riódicamente. La Reacción de Takata resultó útil
(21 por 100) y protestantes (22 por 100) dieron por- para los ginecólogos y fue aplicada exclusivamente
centajes de creencia muy parecidos. Confiaban en a las mujeres. No es extraño que Takata quedase
las estrellas más obreros manuales que profesiona-
les, y más gente de la ciudad que del campo. Casi el asombrado ante los informes que en. 1938 le llega-
doble de solteros (33 por 100) que de casados ron de todo el mundo: su prueba era inútil porque
creen, aunque Gallup no precisaba cuánto tiempo ni la química sanguínea de las mujeres ni la de los
después del matrimonio surgía ese desinterés. . hombres estaban comportándose como debían.
La afición a la astrología no es exclusiva del pú-
blico estadounidense. Los japoneses compraron en
1960 ocho millones de horóscopos o Koyoni, y, se-
gún un estudio realizado a mediados de los años
cincuenta, el 30 por 100 de los alemanes occidenta-
les creían en ellos. Pero al parecer los más intere-
sados son los franceses, de los que el 53 por 100 ad-
mitían en 1963 leer regularmente su horóscopo.

Esta fotografía obtenida por el Observatorio Naval de Esta-


dos Unidos registra el paso de un satélite frente a las estre-
llas de Sagitario y las nubes galácticas que enmascaran la
Vía Láctea.

146
Takata estudió los repentinos cambios bioquí- A pesar de sus defectos, grandes y pequeños, es
micos de la sangre masculio.a y halló que tenían lu- difícil pensar que la astrología vaya a desaparecer.
gar al mismo tiempo en todas partes. La causa de- La necesidad ·que el hombre tiene de creer es de-
bía de ser, pues, sideral. Pero ¿cuál? Su conclusión, masiado real, aunque la envuelva en sonrisas ex-
tras diecisiete años de investigación, fue que «el culpatorias o la emplee como juego de sociedad.
hombre es una especie de reloj de sol viviente». Por ejemplo, en época tan reciente como la segun-
Porque el médico japonés descubrió que los cam- da guerra mundial, los gobernantes británicos,
bios apreciados en la sangre del hombre variaban pensando que Hitler podía estar utilizando astrólo-
con los movimientos de las manchas del Sol hacia gos, contrataron a otros para tratar de descubrir
el meridiano central del astro. Cuanto más cerca qué predicciones se estaban haciendo en la Alema-
del Sol estaba un hombre, más cambiaba su san- nia nazi.
gre. Takata comprobó el fenómeno haciendo subir No era la primera vez que se relacionaba a Hi-
a un familiar suyo a un avión y obteniendo mues- tler con la astrología. En 1923, la astróloga Elsbeth
tras de su sangre a diversas altitudes. En tal caso, Ebertin escribía en el almanaque A Glirnpse lnto
¿por qué habían sido los resultados tan fiables al the Future: «Un hombre de acción nacido el 20 de
principio? Una posible explicación es que en 1938, abril de 1889, con el Sol en el grado 29 de Aries en
el año en que los cambios en la sangre se hicieron el momento de su nacimiento, puede exponerse a
tan notorios, el nivel de actividad solar, y en espe- un peligro personal por una acción demasiado
cial el movimiento de las manchas, aumentó nota- apresurada, y podría muy probablemente desenca-
blemente. denar una crisis incontrolable. Sus constelaciones
La experiencia de Takata no fue ni mucho me- muestran que hay que tomar muy en serio a ese
nos única. El hombre ha sabido durante siglos que hombre. Está destinado a desempeñar el papel de
el Sol desempeña un papel decisivo en los cambios caudillo en futuras batallas... El hombre en quien
de estaciones y de meteorología, en el desarrollo pienso, con esa intensa influencia de Aries, está
de la vegetación y en cuanto depende de esos acon- destinado a sacrificarse por la nación alemana, y
tecimientos. La Luna, y en menor grado el Sol, de- también a hacer frente a cualquier circunstancia
terminan las mareas de nuestros océanos. Pero con audacia y valor, aun cuando se trate de un
¿qué decir de los hallazgos de Jonh H. Nelson acer- asunto de vida o muerte, y a ejercer un impulso
ca del modo en que la posición de los planetas pa- que estallará repentinamente... Pero no quiero an-
recen influir en el movimiento de las ondas de ra- ticiparme al destino. El tiempo lo demostrará».
dio que surcan el espacio? Poco después de esta predicción, Hitler -na-
Nelson, ingeniero de la Radio Corporation of cido el 20 de abril de 1889- trató de derrotar al
America, descubrió a principios de los años cin- gobierno alemán con su Putsch de Mi.mich. Fue a la
cuenta que se producían perturbaciones en las cárcel, pero llegó a ser Führer y a desencadenar
transmisiones radiofónicas cuando dos q más pla- una crisis incontrolable.
netas formaban con la Tierra un ángulo de 90º o de Son estos atisbos de acierto los que continúan
180º. Lo sorprendente es que esto coincide con la provocando a la imaginación. Sería difícil decir si
idea astrológica de que esos ángulos presagian des- el tono de Michel Gauquelin era de resignación o
gracia. Para mayor confusión, se observó que las de triunfo cuando escribía: «Para ellos [los astrólo-
transmisiones de radio eran más fáciles cuando los gos del siglo XX], la astrología no es más•que un
planetas se hallaban en las relaciones angulares eco, una idea muerta. El río majestuoso que fue el
que los astrólogos consideran de influencia benig- primitivo pensamiento del hombre sobre su uni-
na. ¿y por qué, para hablar de otro enigma científi- verso se ha perdido en un desierto de disparates. A.
co, el comportamiento de las bacterias en los tubos pesar de ello, tal como es, y aun estando muerta
de ensayo se modifica con las variaciones de los para nuestro modo de pensar, la astrología debe
rayos solares? ¿cómo se explica que esos cambios seguir mereciendo respeto. Hay que respetar a los
ocurran incluso cuando las bacterias están protegi- muertos. Honremos la memoria de esa vieja dama,
das de las variaciones de temperatura y de presión un tanto chiflada, que tan viva estuvo en su mo-
atmosférica? mento».
Realidad y apariencia

El influjo de la Luna
Collier fue durante muchos años uno de
O SCAR
los más destacados agentes literarios de
Nueva York. Siempre que celebraba una subasta
importante, en la que invitaba a Jos editores a pu-
jar por un nuevo manuscrito prometedor, trataba
de hacerlo cuando había Luna llena. «No creo en el
ocultismo -dice-, ni tengo ninguna teoría cientí-
fica sobre cómo influye la Luna en las personas. Mi
método para elegir los días de subasta era pura-
mente pragmático. En el curso de los años descu-
brí que las pujas eran siempre más animadas y el
precio final más alto cuando había Luna llena. No
puedo explicarlo, pero habría sido tonto ignorarlo.
Son muchos los que comparten el punto de vis-
ta de Collier. Por ejemplo, entre policías, bombe-
ros y conductores de ambulancias es notorio que
los días más ocupados --o, más concretamente, las
noches- son los de Luna nueva o llena, porque es
cuando suicidios, crímenes pasionales, incendios
intencionados y todo tipo de conductas humanas
aberrantes parecen encresparse. «Esas noches hay
un verdadero caos de accidentes y crímenes vio-
lentos», dijo un conductor de ambulancia neoyor-
quino al psiquiatra Arnold L. Lieber, autor de El
influjo de la Luna.
La idea de que la Luna puede ejercer efectos
perniciosos sobre el comportamiento humano no
es nueva. Forma parte inmemorial del folklore
oriental y occidental, se habla de ella eri la Biblia,
el Talmud y el Corán y ha estado presente en la li-
teratura médica y filosófica de Occidente al menos
desde el año 400 a. JC., en tiempos de Hipócrates,
padre de la medicina. Hasta fecha reciente, la Luna
fue incluso aceptada por los tribunales como causa
de locura. Así, el gran jurista inglés del siglo XVIII
sir William Blackstone escribía: «Un lunático o
non campos mentis es alguien que ha... perdido el
uso de la razón y que tiene intervalos lúcidos, y
unas veces está en su sano juicio y otras no, lo
que con frecuencia depende de las fases de la
Luna». Se dice que en un juicio por homicidio del
siglo pasado, el acusado, Charles Hyde, se decla-
ró inocente basándose en que siempre que había
Luna nueva o llena se volvía loco. Al parecer, Hyde
no logró que su alegato prosperase, pero consiguió
una especie de inmortalidad, pues puede haber na se convierten en lobos carniceros? Algunos re-
sido el modelo de Robert Louis Stevenson para el cordarán incluso la advertencia en verso que la si-
alter ego criminal del doctor Jekyll. niestra gitana hacía a Lon Chaney hijo en El hom-
Donde quizá está mejor recogida la capacidad bre-lobo (1941).
de la Luna para afectar negativamente a los se- Incluso un hombre de corazón puro
res humanos es en la leyenda del hombre-lobo, la y que reza todas las noches al acostarse
viva metáfora (si no es algo más) de lo que se su- puede convertirse en lobo cuando florece el
pone es el sutil poder de la Luna para liberar cuan- [acónito
to en el hombre hay de bestial e irracional. ¿Quién y brilla la Luna llena.
no creería en tales cosas tras haber visto en el cine Considerando cuántas personas y a lo largo de
horribles escenas de hombres que con la Luna lle- cuántos siglos han creído en la locura provocada
Además de poesía romántica, la Luna puede inspirar, según
estudios muy controvertidos, incrementos notables en la
violencia, la locura y los suicidios.

el psiquiatra Arnold Lieber, que en El influjo de la


Luna sugiere que la gravitación lunar puede afec-
tar de algún modo a nuestras «mareas» o ritmos
biológicos internos, de modo semejante a como lo
hace con el mar. También cree que la influencia de
la Luna sobre el campo electromagnético de la Tie-
rra puede tener consecuencias desconocidas para
el hombre. De ese modo, piensa, la Luna podría in-
fluir no sólo en nuestras emociones, sino también
en nuestro metabolismo y fertilidad.
Especulaciones aparte, la prueba principal adu-
cida por Lieber son dos estudios estadísticos que
llevó a cabo en colaboración con la doctora Caro-
lyn Sherin. Ambos tabularon los homicidios ocurri-
dos en el condado de Dade (Florida) entre 1956 y
1970, y en el de Cuyahoga (Ohio) entre 1958 y 1970.
En el estudio de Florida, los investigadores halla-
ron la que denominaron «periodicidad lunar esta-
dísticamente significativa», en virtud de la cual te-
nían lugar más crímenes en los períodos de Luna
nueva y llena. El hecho de no haber encontrado
esa periodicidad en el estudio de Ohio les pareció
también alentador, pues según ellos era probable
que la intensidad de la influencia lunar variase con
la ubicación del sujeto.
Los críticos científicos de Lieber han eludido
el discutir muchas de sus teorías, pero han sido
muy duros al tratar de las estadísticas que reunió
en los condados de Dade y Cuyahoga. Aducen que
los datos eran incompletos, y que incluso cuando
las cifras eran suficientes, el método estadístico se-
guido por Lieber resultaba tan inadecuado que los
resultados que juzgó «significativos» no eran tales.
Y, lo que es aún peor, los intentos de repetir su es-
tudio, ya fuese con respecto a los homicidios, los
ingresos en hospitales o la frecuencia de las llama-
das telefónicas recibidas por un servicio de aseso-
ramiento psiquiátrico, han producido resultados
negativos o, cuando menos, demasiado ambiguos.
Para esos investigadores, los esfuerzos de Lieber
por comprobar lo que todo policía «sabe» han fra-
casado.
¿será que la idea de la «locura lunar» no pasa
de ser un antiguo error popular? Ni los críticos
más vehementes de Lieber llegan tan lejos, pues
por la Luna, cabría razonablemente esperar que la la mayoría están de acuerdo, aunque sea a rega-
ciencia moderna se hubiese pronunciado de mane- ñadientes, en que harían falta muchos más estu-
ra definitiva sobre el tema. Y efectivamente, la dios cuidadosamente controlados para poder afir-
ciencia ha mostrado que algunos organismos vivos mar con certeza que esa creencia ha sido demos-
responden a las fases de la Luna: el cangrejo violi- trada o refutada. Entretanto, la errática Luna se-
nista, por ejemplo, cambia de color en relación con guirá, como lo ha hecho durante casi una eterni-
esas fases, y el ciclo alimenticio de la ostra está dad, surcando el cielo nocturno y haciendo su es-
también influido por ellas. Pero en cuanto a la sen- clava, si no a nuestra cordura, sí al menos a nuestra
sibilidad lunar del hombre, el veredicto de la cien- imaginación. Que en ella está, y no en otra parte, la
cia es cuando menos ambiguo. Probablemente el respuesta a la pregunta de Keats: «¿Qué hay en ti,
principal defensor de la teoría de la locura lunar es Luna, para que así conmuevas mi corazón?»
La necesidad de creer y la falta de pruebas
concluyentes polarizan la eterna pugna del hombre
por saber si hay vida después de la muerte.

REENCARNACIÓN

e UANDO la niña india Shanti Devi


tenía sólo tres años de edad, so-
bresaltó a sus padres al hablar con
milia, la niña proporcionó un extraor-
dinario conjunto de detalles sobre su
supuesta vida anterior. Dijo, por ejem-
toda naturalidad de su marido y sus plo, que en esa otra vida se llamaba
hijos. Al fin la madre le preguntó Ludgi, y que había muerto al dar a
quién era ese marido del que hablaba luz tras «un embarazo difícil». Con-
tan a menudo, y aunque la pequeña tó cómo se sentía cada vez peor, y al
había nacido en la antigua Delhi, capi- llegar el momento tuvo un mal par-
tal de la India, en 1929, respondió sin to del que murió, aunque el niño se
dudar: «Mi marido se llama Kendar- salvó.
nath y vive en Muttra. Nuestra casa Durante cuatro años los padres de
está pintada de amarillo, con grandes Shanti tuvieron que vivir con la turba-
puertas en arco y ventanas con celo- dora paradoja que suponían los relatos
sías. Tenemos un gran patio, lleno de Esta antigua lápida sepulcral de la niña sobre su vida en Muttra, su
caléndulas y jazmines, y por las pare- griega muestra un alma va- postrer embarazo y su muerte. Des-
des trepan buganvillas escarlata. Sole- gando por el otro mundo. pués, un familiar cercano, el profesor
mos sentarnos en la veranda y con- Kishen Chand, decidió enfrentarse a
templar a nuestro pequeño jugando lo que parecían fantasías de la niña es-
sobre las baldosas. Nuestr.os hijos siguen allí con cribiendo a su supuesto viudo. Este, Kendarnath,
su padre». sospechando una maquinación interesada, pidió a
Por supuesto, la niña no empleó exactamente un primo suyo de Delhi que hiciese averiguacio-
esas palabras, ni poseía un vocabulario tan rico. nes. Pero cuando el primo visitó a la familia Devi,
Quien lo contó así fue la prensa india, que informó Shanti le saludó llena de alegría. No sólo le reco-
ampliamente del caso y reprodujo muchas conver- noció sino que habló de cuando se había mudado
saciones entre la pequeña y sus padres. Como re- de Muttra a Delhi siendo ella mujer de Kendar-
sultado, Shanti Devi se convirtió en uno de los ca- nath. El siguiente capítulo de la crónica de Shanti
sos de reencarnación más comentados de la India -la visita del propio Kendarnath, acompañado de
moderna. Pero, entre la hojarasca publicitaria que su hijo, a casa de los Devi- fue aún más singular,
rodeó los relatos de Shanti, surge todo un conjunto pues durante esa «reunión familiar» Shanti se com-
de circunstancias misteriosas y coincidencias ines- portó a la vez como sumisa esposa con Kendarnath
quivables tan fascinantes como difíciles de expli- y madre amorosa para su hijo.
car. Porque, según- sus padres y el médico de la fa. No tardó en propalarse el caso, y la AH-India
Newspaper Association decidió investigar directa-
Los budistas creen que el alma en sus reencarnaciones va mente. Bajo la dirección de su presidente, el parla-
pasando por una serie de esferas o reinos, simbolizados en mentario Desh Bandu Gupta, la familia Devi fue
las seis escenas de esta rueda tibetana de la vida. Por último llevada a Muttra, acompañada por un comité de
se libera y puede alcanzar la perfección. observadores experimentados.

151
A su llegada a Muttra, Shanti superó con éxito genes de la costa noroeste de América, entre ellos .
una prueba crucial. Fue capaz de guiar al grupo los tlingit, fueron los últimos emigrantes de Asia».
desde la estación a la casa que aseguraba había Observaba también que la creencia de los tlingit en
sido su hogar durante su vida anterior. Al parecer, la reencarnación no es debida a la influencia euro-
ya frente a ella, dijo: «En mis tiempos era amarilla, pea, sino que se asemeja al karma hindú. En sus
y no blanca como ahora». Lo que Shanti contaba estudios entre estos pueblos del sudeste de Alaska,
de su vida anterior acerca de su casa, sus hijos y la Stevenson descubrió un caso tan interesante desde
propia ciudad resultó sustancialmente acorde con el punto de vista hindú como del occidental. Se tra-
la realidad. Y así fue cómo, para bien o para mal, taba de un ejemplo de «predicción de reencarna-
gracias a la fascinación humana por la posibilidad ción antes de la muerte». Un aborigen llamado Wi-
de otra vida y al deseo de aumentar las tiradas de llian George, conocido como gran pescador, dijo en
prensa, Shanti Devi se convirtió en celebridad na- cierta ocasión a su hijo George y a su nuera: «Si
cional. hay algo de cierto en eso de la reencarnación, vol-
Décadas después de haber sido niña famosa, veré y seré vuestro hijo». También les dijo que po-
propusieron a Shanti Devi escribir sus memorias. drían reconocerle «porque tendré las mismas man-
«No quiero revivir mis vidas pasadas -dijo a sus chas de nacimiento que ahora».
visitantes-, ni ésta ni mi anterior existencia en Los hechos parecieron confirmar las palabras
Muttra. Me ha sido muy difícil enterrar el deseo de de William George. En agosto de 1949, desapareció
volver con mi familia. No quiero abrir de nuevo durante una excursión de pesca y se le dio por
esa puerta cerrada.» muerto. Poco después su nuera quedó embarazada
Pero por muy dramático que pueda parecer el y dio a luz un niño. El pequeño tenía marcas corpo-
caso de Shanti Devi, es sólo uno de los miles de rales parecidas a las de su abuelo, y no es extraño
ellos documentados en décadas recientes. Y aun- que le pusiesen su mismo nombre. A medida que
que la India septentrional sea especialmente prolí- crecía el niño, sus padres creyeron observar en él
fica en este aspecto, noticias de personas que re- ciertas características que, en palabras de Steven-
cuerdan sus vidas pasadas se registran en muchas son, «reforzaron su convicción de que Willian
partes del mundo, como América Latina, Europa George había vuelto». Por ejemplo, el niño andaba
occidental, el sur de Asia y lugares del Medio de una manera muy parecida a como le obligaba a
Oriente y Estados Unidos. Incluso hay indicios, ba- hacerlo a su abuelo una antigua lesión de sus tiem-
sados en la tradición folklórica, de que los relatos pos de jugador de baloncesto. Como el viejo Wi-
de reencarnación, en forma de mito y leyenda, pue- lliam George, el pequeño tendía a preocuparse por
den ser anteriores a la fundación de las principales todo y a advertir a los demás de toda clase de peli-
religjones. gros, y mostraba un conocimiento precoz de la pes-
Esencial a todas esas concepciones, ya sean mo- ca y las embarcaciones, así como de personas y lu-
dernas o anteriores a la invención de la escritura, gares, que en opinión de su familia no podía haber
orientales u occidentales, es la creencia de que tras adquirido por medios normales.
la muerte permanece alguna esencia de vida indi- Otro elemento extraño del caso fue lo sucedido
vidual que puede abandonar la forma corporal que con el reloj de oro que William George había rega-
ha perecido, y retornar a nuestro mundo bajo una lado antes de morir a su hijo, e l padre del chiquillo.
apariencia física igual o diferente. Entre las religio- Cierto día, cuando la madre estaba ordenando sus
nes organizadas, en el hinduismo es donde mayor
importancia reviste la creencia en la reencarna-
ción, doctrina que probablemente nació en la India
hacia el siglo VI a. JC., tal vez al adaptar sus habi-
tantes tradiciones más antiguas referentes al alma
y al ciclo de la existencia. Fundamental en el. credo
hindú es la idea del karma, según la cual, cada
reencarnación es el castigo o recompensa por los
actos de una vida anterior. El hindú cree también
que el alma puede ir purificándose a lo largo de
esa serie de vidas hasta alcanzar un mundo divino.
La creencia asiática en la reencarnación pudo
ser llevada a América del Norte por emigrantes
que cruzaron el estrecho de Bering hace miles de
años, cuando era más angosto que ahora o una len-
gua de tierra unía el continente americano con Si-
beria. El doctor Ian Stevenson, director de la Divi-
sión de Parapsicología del Departamento de Psi-
quiatría de la Universdiad de Virginia y figura des-
tacada en la moderna investigación sobre reencar::
nación, lo subrayaba en su obra Twenty Cases Sug- Los egipcios creían que el alma, representada en esta pintu-
gestive of Reincarnation. La mayoría de los etnólo- ra como un ave, abandonaba el cuerpo al morir, pero se-
gos, decía, creen que «los antepasados de los aborí- guía necesitando alimentos y atenciones en la otra vida.

152
joyas, el niño vio el reloj y lo tomó diciendo que
era suyo. Se aferró desesperadamente a él, y a su
madre le costó mucho convencerlo para que lo de-
jase. Aun así, el niño seguía sintiendo aquella mis-
ma atracción por el reloj en su adolescencia, cuan-
do, observaba Stevenson, había «perdido en gran
parte la anterior identificación con su abuelo».
Los modernos investigadores tratan de compro-
bar los relatos de reencarnación corroborando me-
diante entrevistas y documentos históricos los su-
puestos recuerdos de una vida anterior. Stevenson,
que fue quien introdujo la evaluación cuantitativa
en este campo, publicó como apéndice al caso
George una tabulación de nueve puntos importan-
tes de correlación. Con fines de comprobación,
comparó cuidadosamente afirmaciones tales como
las relativas a las marcas y lunares de abuelo y nie-
to. Pero esas comparaciones nunca pueden ser del
todo completas ni concluyentes. Como ha dicho
Stevenson, «aunque puedo imaginar el "caso per-
fecto", no espero encontrármelo».
Un caso totalmente diferente y más de nu~stros
días, aunque tampoco perfecto, es el de Dolores
Jay, entonces vecina de Gr_e enbush (Ohio), quien el
21 de abril de 1970 empezó a tener visiones de una
vida anterior. Creía haber sido Gretchen Gottlieb,
una alemana def siglo pasado. Todo empezó cuan-
do su marido, el reverendo Carroll E. Jay, ministro
metodista que había utilizado la hipnoterap.ia para
aliviar los dolores que su mujer sentía en la espal-
da, la oyó hablar una noche, con «una voz extraña,
ajena», en un idioma que resultó ser alemán.
Esa conversación, y las muchas que siguieron,
parecían indicar que la señora Jay se veía como
Gretchen, hija de Hermann Gottlieb, alcalde de la
ciudad alemana de Eberswalde. Los Gottlieb ha-
bían estado reñidos con el Consejo fed eral (Bun-
desrat) alemán, y su hija había sido asesinada. Sin
embargo, la visión que Dolores Jay tenía de sí mis-
ma como Gretchen era, según decía el reverendo

Los chinos
del siglo 11 a.
JC. trataban
de preservar a
los muertos
encerrando
sus restos en
jade y oro
-ambos
asociados con
el yang,
principio
activo del
universo--,
como en este
traje fúnebre
hecho para
una reina.

Según vemos en esta pintura sobre corteza, los aborígenes


australianos creen que el alma debe vencer muchos obs-
táculos en su camino hacia el país de los muertos.

153
Jay en su obra Gretchen, I Más tarde, tras abandonar Ohio para ser pastor
Am, la de una muchacha en una iglesia metodista de Gretna, en Virginia, Jay
atractiva y menuda, de admitió que en el caso de Gretchen «las primeras
pelo castaño trenzado en observaciones parecen indicar reencarnación». No
moño, «montada en una obstante, dijo que había considerado también la
preciosa yegua baya a la posibilidad de que su mujer hubiera sido poseída
amazona, con una falda por el alma en pena de Gretche n. Tampoco la seño-
oscura que le llegaba a ra Jay pudo aclarar mucho más, pero concluyó:
los tobillos». «Gretchen es parte de mi vida. No le pedí que vi-
Los investigadores, en- niese, pero lleva tanto tiempo con nosotros que ya
tre ellos Stevenson, que- casi forma parte de la familia».
daron impresionados por Tales son los problemas de la reencarnación, un
el buen ale mán de la se- campo que todavía rehúyen muchos investigado-
ñora Jay y su capacidad Los primitivos cristianos res de la parapsicología. Como posible explicación
para entender las pre- censuraron a Orígenes por a los fenómenos de ese tipo se han aventurado tan-
guntas en ese idioma y dudar de la condena eter-
na del alma. to la posesión por un espíritu como la telepatía de
responderlas correcta- espíritu a persona viva. A veces estas explicaciones
mente. La experiencia, se ofrecen combinadas, y otras solas, como en el
no obstante su carácter aparentemente espontá- caso de la supuesta posesión de la señora Jay. Las
neo, trastornó el hogar de los Jay. Los primeros in- creencias religiosas y culturales han ejercido tam-
tentos de descubrir y comprobar los datos de los bién gran influencia en la manera de presentar tan-
Gottlieb en Alemania resultaron infructuosos. Aun- to las teorías como los hechos de la reencarnación.
que había varios lugares con nombres parecidos a Por ejemplo, Stevenson halló que el intervalo en-
Eberswalde, ninguna había tenido un alcalde lla- tre la muerte y la supuesta reencarnación varía de
mado Hermann Gottlieb. Al fin, los Jay se fueron a un país a otro, y supone un promedio de nueve me-
Alemania en busca de «las raíces de Gretchen», y ses en los casos de Turquía, en contraste con los
allí encontraron ciertas correlaciones entre nom- de Sri Lanka (21 meses), India (45 meses) y los tlin-
bres reales de personas y lugares y los menciona- git de Alaska (48 meses). Además, aunque entre las
dos por Gretchen a su manera fragmentaria y llena supuestas personalidades anteriores hay gran nú-
de ansiedad. A pesar de lo limitado del éxito, el re- mero de muertes violentas, su porcentaje difiere
verendo Jay anunció que la búsqueda de pruebas de aproximadamente el 40 por 100 en Sri Lanka a
de fechas y lugares exactos debía continuar. casi un 80 en ciertas zonas del Líbano y Siria. El
cambio de sexo en el curso de la reencarnación y
la frecuencia de los «Sueños premonitorios», en los
que se supone que una mujer embarazada recibe
un mensaje de un espíritu desencarnado anuncián-
dole su intención de retornar al mundo como hijo
suyo, son también reflejo de influencias culturales.
Sin embargo, hay en este campo ciertas cons-
tantes, elementos que se registran con carácter
casi universal y sugieren a algunos investigadores
que el conjunto de las tradiciones acerca de la
reencarnacion, aunque sin pruebas concluyentes
ni apenas posibilidades de obtenerlas, refleja una
común experiencia humana y no puede por ello
ser ignorado. Entre esos rasgos recurrentes figuran
la edad muy temprana (dos a cuatro años) a la que
muchos sujetos expresan su creencia de haber vivi-
do otras vidas, la edad (cinco a ocho años) en la
que tienden a cesar esas comunicaciones y los in-
tensos recuerdos en torno a Ja muerte de la su-
puesta personalidad previa. La permeabilidad de
esos temas fue puesta de relieve por el profesor C.
J. Ducasse, de la Universidad Brown, en su trabajo
«La doctrina de la reencarnación en la historia del
pensamiento», en el que afirmaba que la idea de la
reencarnación «ha ganado a muchos pensadores
distinguidos desde la antigüedad hasta el presen-
te». En términos biológicps elementales, esa idea
puede reflejar tanto la conciencia de sí mismo, ca-
Orígenes sugirió que por las Escrituras podía saberse si los racterística del hombre, como su resistencia a
judíos cre(an que Juan el Bautista, a quien vemos en esta creer que ese gran triunfo neurofisiológico pueda
interpretacién rusa del siglo XVI, era Elías. terminar con la muerte.

154
Las ideas griegas sobre la reencarnación, posi-
blemente derivadas de sus contactos con la India,
estaban ya muy desarrolladas varios siglos antes
del nacimiento de Cristo. De Pitágoras, que vivió
en el siglo v a. JC. y es más conocido como mate-
mático, se cuenta que dijo a un hombre que gol-
peaba a un cachorro: «No le pegues, es el alma de
un amigo mío. Lo reconocí al oírle gritar». Ducasse
esclarecía las ideas de Platón sobre el tema resu-
miendo el mensaje del Fedro: «El alma que ha visto
la mayor abundancia de verdad encarnará como fi-
lósofo, artista, músico o amante; la que ha visto la
verdad en segundo grado será un rey justo, un gue-
rrero o un señor; la de la tercera clase, político,
economista o mercader; la cuarta, aficionada a los
ejercicios gimnásticos o médico».
El grado noveno o último del alma es, según
Platón, el tirano. El profesor Ducasse, al parafra-
sear las ideas platónicas sobre los grados, añadía
que «Se irata de etapas de prueba, en las que quie-
nes viven rectamente mejoran y quienes lo hacen
de manera inicua e mpeoran su suerte»: A su jucio,
Platón creía también que el alma humana «puede
pasar a vivir en un animal, o del animal nuevamen-
te a un hombre».
La aplicación de esta idea en siglos posteriores,
cuando en Occidente religión y filosofía procedían
ya de la tradición judeocristiana, suscitó muchas
discusiones teológicas. El Antiguo Testamento sólo
contiene referencias periféricas a las creencias
reencarnacionistas. En el Nuevo Testamento se
alude a ellas con más frecuencia, pero dependen
en gran parte de l contexto y la interpretación. Así
lo reconocía Eddgar Cayce, e l supuesto vidente
cuyas revelaciones de vidas anteriores de otras
personas tanto contribuyeron a popularizar la
reencarnación en Estados Unidos en las primeras
décadas de este siglo. «Tal vez yo vea en la Biblia la
reencarnación que no hay -<lecía-, pero tal vez
vosotros suprimáis la que hay.»
En contraste con la idea de que el alma se puri-
fica a través de sucesivas encarnaciones hasta al-
canzar finalmente un mundo divino, el cristianis-
mo sostiene que los muertos resucitarán el día de l
Juicio Final para reunirse con Jesucristo. Para los
historiadores, el cambio crucial en el concepto
cristiano de la reencarnación se produjo durante el
segundo concilio de Constantinopla (quinto ecu-
ménico de la Iglesia), celebrado el año 553, en el
reinado del emperador bizantino Justiniano l. Uno
de los catorce anatemas pronunciados por ese con:
cilio decía: «Si alguien afirmara la fabulosa preexis-
tencia de las almas, así como la monstruosa restau-
ración que le sigue, sea anatema». Sin embargo,
teólogos modernos han expuesto sus dudas de que
los anatemas pronunciados por ese concilio deban
ser vinculantes para los cristianos actuales.
Gran parte de la atención del segundo concilio
recayó sobre Orígenes, teólogo de la primitiva Igle-
sia a quien se acusó de defender conceptos que se
La fe cristiana enseña que las almas no se reencarnan, sino apartaban de la ortodoxia. Puesto que los escritos
que son condenadas o gozan de Dios y sus ángeles eterna- de Orígenes, en la medida en que hoy sabemos de
mente, como vemos en esta pintura de El Bosco (s. XVI). ellos, eran voluminosos, discursivos y en gran par-

155
te simples tanteos doctrinales, sus críticos parecen El deseo de continuidad tras la muerte, de una
haberle acusado de opiniones que tal vez discutió y «segunda oportunidad», es sin duda un anhelo hu-
toleró, pero ni aceptaba plenamente ni respaldaba. mano que la doctrina de la reencarnación viene a
Entre ellas destaca la de la reencarnación, a la que satisfacer. Las person~s que viven una existencia
Orígenes se refiere en un pasaje como «la falsa gris pueden hallar consuelo en la creencia de ha-
doctrina de la transmigración de las almas a los ber tenido otras más colmadas en encarnaciones
cuerpos». Según Geddes MacGregor, profesor de anteriores, o de que vidas futuras en las que serán
Filosofía en la Universidad de Califonia del Sur, ricos e importantes les recompensarán de su pre-
Orígenes pudo haber llegado a atacar «la idea, sente sufrimiento. Pero, como afirman que dijo, de
muy extendida en su época, de que el alma de un manera tan oportuna como impertinente, el mé-
ser humano podía verse aprisionada en el .cuerpo dium británico Daniel Dunglas Home, «he tenido
de un animal, lo que consideraba impropio de una el gusto de conocer por lo menos doce María Anto-
criatura hecha a imagen de Dios». nieta, seis o siete María Estuardo, toda una tropa
En su obra Reincarnation in Christianity, decía de Luises y otros reyes y unos veinte Alejandro
MacGregor que Orígenes parece haberse sentido Magno, pero nunca a un sencillo John Smith. Les
atraído por el reencamacionismo, pero que algu- aseguro que me gustaría echarme a la cara una ra-
nas de sus formas, que le eran familiares, le resul- reza así».
taban sospechosas. MacGregor recuerda que Orí- Otra pregunta a la que la reencarnación parece
genes discutía la «Supuesta identidad» de Juan el responder, aunque sea con meras especulaciones,
Bautista con Elías, cuya vuelta se esperaba. La idea es la que suscita la aparición de niños prodigio con
de que Juan era la reencarnación de Elías se basa dotes que normalmente exigen toda una vida de
en la descripción que hace el Nuevo Testamento aprendizaje. Los niños que llevan a cabo insólitas
del recibimiento dispensado a Juan el hazañas memorísticas o complicados
Bautista cuando vino a declarar a fa- cálculos matemáticos, o que demues-
vor de Cristo (Juan 1 19-28) y le pre-
1 tran gran dominio de idiomas o un
guntaron si era Elías. El reverendo asombroso talento musical, son cita-
Leslie Weatherhead, ministro meto- dos con frecuencia por los reencarna-
dista del City Temple londinense des- cionistas como prueba viviente de sus
de 1936 hasta 1960, citaba este pasaje doctrinas. Los recordados más a me-
bíblico en su folleto The Case of Rein- nudo son Wolfgang Amadeus Mozart,
carnation. Cristo nunca enseñó direc- que componía sencillas piezas musica-
tamente la reencarnación, escribía, les a los cuatro años, y el matemático
pero «parece haberse referido a ella del siglo XVII Bias Pascal, que al cum-
como parte de las ideas aceptadas en plir los once había esbozado ya un
su tiempo» y «nunca la repudió ni la nuevo sistema geométrico.
negó, ni enseñó que fuese falsa». La controversia actual sobre los
Weatherhead se refería también a métodos utilizados para reunir infor-
un pasaje de Juan 9, «donde leemos mación acerca de la reencarnación
que un hombre ciego de nacimiento afecta tanto a la validez de los datos
fue llevado a Jesús con la pregunta: obtenidos como a Ja posibilidad de
Maestro, ¿quién pecó, este hombre o que esos métodos puedan tener efec-
sus padres, para que naciera ciego?» tos psicológicos dañinos. Y es que
Y comentaba Weatherhead: «Lo im- para ayudar a recordar supuestas ex-
portante aquí es darse cuenta de la vi· periencias de reencarnación se ha re-
gencia que tenía la idea de la reencar- El dios tibetano Vajrapani, currido a las drogas, la hipnosis y las
nación. Si se pensaba que alguien cie- protector de los saberes se- técnicas de meditación. Por ejemplo,
go de nacimiento podía estar siendo cretos. en 1956 despertó gran interés un libro
castigado con la ceguera a causa de titulado La búsqueda de Bridey Mur-
un pecado, ese pecado tuvo que come- phy, en el que Morey Bernstein, ejecuti-
terlo en una vida anterior». Esta interpretación su- vo de una gran compañia, aseguraba que un ama
giere que ideas parecidas al karma -según el cual de casa de Colorado había proporcionado, en esta-
los pecados cometidos en una encarnación son pa- do hipnótico, información sobre su vida en Irlanda
gados en otra posterior-, eran hasta cierto punto un siglo antes, cuando se llamaba Bridey Murphy.
corrientes y aceptables en los tiempos de Cristo. Ese arna de casa, Virginia Tighe, había retrocedido
Orígenes parece haber sido influido por Platón, a su pasado de la mano de Bernstein, mientras es-
y entre sus condiscípulos en Alejandría, la metrópo- taba hipnotizada, y en ese estado pareció reco1 dar
li egipcia del saber, figuraba Plotino, destacado detalles exactos de su vida anterior, la de una mu-
neoplatónico. Según Plotino, diferentes tipos de ex- chacha que se casó muy joven, no tuvo hijos y
periencias ayudan a perfeccionar el alma, lo mis- murió a la edad de sesenta y seis años.
mo que «la experiencia del mal lleva a un conoci- Mientras estaba hipnotizada, la señora Tighe
miento más claro del bien», especialmente en las contó a Bernstein, con un marcado acento irlan-
vidas de quienes «no pueden, sin esa experiencia», dés, que en su encarnación de Bridey era hija de
comprender lo que es mejor. Kathleen y Duncan Murphy y había nacido en

156
La insólita búsqueda
del Dalai Lama
En el año del ave acuática, tras un tante, mientras que el verdadero
largo y fructífero reinado como jefe, el lama Kewtsang Rinpoché,
jefe espiritual y temporal del Tíbet, del monasterio de Sera, se hacía pa-
Thupten Gyatso, decimotercer Da- sar por un criado. Así describía la
lai Lama, murió en su palacio de visita el decimocuarto Dalai Lama:
verano de Lhasa, la capital. En el «En la puerta de la casa, los fo-
mundo exterior era 1933, y la muer- rasteros fueron recibidos por mis
te del Dalai Lama puso en marcha padres, que invitaron a entrar a Lo-
el largo ceremonial de la búsqueda sang, creyéndolo el señor, mientras
del niño que los tibetanos creían que el lama y los demás eran lleva-
iba a nacer poco después como su dos a las habitaciones del servicio.
sucesor reencarnado, último de un Allí se encontraron con el hijo de la
linaje, ininterrumpido desde 1391. familia, y en el momento en que el
Entretanto, el país sería gobernado pequeño vio al lama, fue hacia él y
por un regente. quiso sentarse en sus rodillas. El
Los grandes lamas a quienes co- lama se había disfrazado con un
rrespondía la tarea de localizar al manto ribeteado con piel de corde-
nuevo jefe consultaron oráculos, in- ro, pero llevaba al cuello un ros~rio
terpretaron sus visiones y buscaron que había pertenecido al decimo-
augurios alentadores que guiasen tercer Dalai Lama. El pequeño pa-
su búsqueda, pero las primeras cla- reció reconocer el rosario y pidió
ves las tenían a mano. A la muerte que se lo diesen. El lama le prome-
del Dalai Lama, su cuerpo había tió dárselo si era capaz de adivinar
sido colocado en un trono orienta- quién era él, y el niño respondió
do hacia el sur, dentro de un san- que Sera-aga, que en el dialecto lo-
tuario en forma de pabellón. Pocos cal significa "un lama de Sera". El
días más tarde se dieron cuenta de lama Je preguntó después quién era
que su cara estaba inclinada hacia el "señor", y el niño dijo el nombre
el este y un gran hongo en forma de de Losang. También supo decir el
estrella había brotado en una de las nombre del verdadero criado, que
columnas de madera que había en era Amdo Kasang.
el ángulo nordeste del santuario. »El lama pasó todo el día obser-
· Como escribiría más tarde el de- vando al niño con creciente interés,
cimocuarto Dalai Lama en su auto- hasta que fue hora de que el peque-
biografía Mi país y mi pueblo, esas ño se acostase. Pernoctaron todos
dos señales dieron a entender que en la casa, y por la mañana tempra-
el niño que se había convertido en no, cuando se disponían a marchar-
la última encamación del «Océano se, el niño se levantó e insistió en
de Sabiduría» estaba al nordeste de que quería ir con ellos.»
Lhasa. En 1935, el regente fue al El grupo volvió una segunda vez
lago sagrado de Lhamoi Latso en para llevar a cabo nuevas pruebas,
busca de una visión en la superficie y pudo ver cómo el niño elegía sin
del agua. Al cabo de algún tiempo vacilar varios rosarios, un tambor y
de oración y meditación, tuvo visio- El Dalai Lama durante una visita a San un bastón que habían pertenecido
nes en las que aparecían tres letras Francisco en 1979. al Dalai Lama. En cuanto a las tres
tibetanas: Ah, Ka y Ma.. Vio también letras tibetanas de la visión, la inter-
un monasterio con tejados de jade pretación fue que se referían a la Ah
verde y oro, y una casa de azulejos color turquesa. de Amado, nombre del distrito en que vivía la familia
Las visiones del regente sirvieron de guía a los al- del niño, y la Ka de Kumbum; o bien, según otros, Ka
tos lamas y otros dignatarios, que viajaron por todo el y Ma aludían al cercano monasterio de Karma Rol-
territorio tibetano en busca de un monasterio y una pai Dorje.
casa como aquéllos. En 1936, a los tres años de la muer- Tras largos aplazamientos debidos no sólo a las ne-
te del decimotercer Dalai Lama, un grupo de búsque- cesarias cautelas sino a las intrigas de algunos lamas,
da que viajaba hacia el nordeste informó del descu- en 1939 el pequeño fue llevado a Lhasa, escoltado por
brimiento de los tejados verdes y dorados del monas- una caravana de SO personas y 350 caballos y mulas.
terio de Kumbum y de una casa con azulejos azul tur- La asamblea de Lhasa aceptó que el hallazgo se había
quesa en la cercana aldea de Taktser. En la casa vivía logrado de acuerdo con el consejo de los más eminen-
un matrimonio con un niño que aún no había cumpli- tes oráculos y lamas y gracias a las indicaciones del
do dos años. decimotercer Dalai Lama acerca del lugar donde que-
Un grupo de sabios visitó a la familia, esforzándose ría reencarnar, y el decimocuarto día del primer mes
por ocultar la importancia de su indagación. Un joven del año del dragón de hierro (1940) el niño ascendió al
mjembro del grupo, Losang Tsewang, llevó la voz can- Trono del León.

157
Cork el 20 de diciembre de 1798. Vivían en una Murphy, no prueba en absoluto la tesis de la reen-
granja llamada Meadows, y su padre era abogado. carnación. El subconsciente humano se ha revela-
De niña había ido a la escuela de la señora Strayne do en multitud de ocasiones como excelente fabu-
y estudiado «los menesteres de la casa, lo pro- lador capaz de engañar tanto al sujeto como al hip-
pio de una niña». Entre sus recuerdos figuraba el notizador.
de una fiesta en honor de una amiga llamada Gene- La fama de Stevenson como investigador de la
vieve. reencarnación le ha atraído numerosas consultas
Dijo también que Bridey conoció a su futuro ma- sobre el tema de la regresión hipnótica. Eso le ha
rido, Brian MacCarthy, cuando ella tenía diecisiete inducido a escribir que «personas que no otorgan
años y él dicienueve. Tres años después se casaron, la menor ·i mportancia a sus sueños -pues com-
pero a sus padres «les sentó mal», pues pensaban prenden que la mayoría son simples imágenes del
«que me perdían». El matrimonio se instaló en una propio subconsciente, sin correspondencia con nin-
pequeña quinta de Belfast, detrás de una casa que guna otra realidad- , creen no obstante que cuanto
pertenecía a la abuela de MacCarthy. El marido de se dice durante la hipnosis puede ser tomado al pie
Bridey ejerció el Derecho, enseñó en la Queen's Uni- de la letra». Pero, en palabras de Stevenson, «el es-
versity y colaboró en la News-Letter de Belfast. tado de la persona hipnotizada se parece en mu-
Bridey fue menos· expresiva en los detalles de chos aspectos al de la que sueña. Las zonas sub-
su vida de casada, quizá con motivo, pues lo que conscientes de la mente se ven libres de sus inhibi-
mejor recordaba la ·hipnotizada era que Bridey ciones ordinarias, y pueden revelar en forma dra-
MacCarthy cocinaba con frecuencia el plato favo- mática una nueva "personalidad''. Si la persona ha
rito de su marido: estofado de buey con cebollas. sido instruida -explícita o implícitamente- por
Parece que la vida de la pareja no fue muy amena el hipnotizador para que regrese a otro lugar y
aunque Bridey recordaba haber bailado con su época o ha recibido alguna otra indicación seme-
marido la «jiga del brujo». También se acordaba de jante, la nueva "personalidad" puede resultar tan ve-
que el padre John, confesor de la familia, les visita- rosímil para ella como para quienes la observan».
ba con frecuencia. Tal «personalidad» provocada mediante la hip-
Según grabó en cinta Bernstein, la señora Tighe nosis suele ser, ·e n opinión de Stevenson, «total-
evocaba, en su personificación de Bridey, haberse mente imaginaria, como lo es el contenido de la
caído por las escaleras de su casa, haberse roto la mayoría de los sueños>>. No obstante, decía, pue-
cadera y haber sentido como un «peso». Entró en den surgir detalles históricamente exactos, aunque
un estado de depresión en el que «Se iba como con- estén basados en información adquirida mediante
sumiendo», y un domingo, mientras su marido es- la lectura, la radio o la televisión. El psiquiatra aña-
taba en la iglesia, murió. día una precaución más: «Este procedimiento de
Era tal el cúmulo de detalles exactos que conte- regresión a vidas anteriores no está exento de ries-
nían las seis sesiones grabadas con Virginia Tighe gos. Se han dado casos en que la personalidad an-
que varios investigadores, entre ellos algunos pe- terior no se "marcha" cuando se le ordena, y el su-
riodistas, viajaron a Irlanda para tratar de confir- jeto sigue en un estado de personalidad alterado
mar los datos de Bridey. Pero la información que durante varios días e incluso más tiempo, antes
consiguieron no pasó de algún detalle suelto. Y si de volver a su personalidad normal».
desde las conversaciones en los parties hasta las A pesar de ello, en un artículo titulado «La reen-
canciones populares se hicieron eco del enorme in- carnación artificial mediante la hipnosis», el médi-
terés que el caso suscitó en Estados Unidos, las co ruso Vladimir L. Raikov ha explicado cómo uti-
pruebas apenas sir.vieron más que para convencer lizar «el fenómeno hipnótico de la sugestión men-
a los ya convencidos. Para quienes no creían la his- tal» en la enseñanza. Raikov llamó a su método
toria de Bridey, ni aceptaban la validez de los mé- reencarnación artificial porque induce a los sujetos
todos de regresión hipnótica, el caso seguía sin es- hipnotizados a actuar como si fuesen las personali-
tar comprobado. Uno de los investigadores aventu- dades históricas que les han sido adjudicadas. Cita-
ró que la historia se basaba en la vida de una fami- ba el ejemplo de una muchacha que estudiaba vio-
lia irlandesa a la que la señora Tighe había conoci- lín y a la que se le dijo que era el gran violinista
do en su infancia. Fritz Kreisler. Raikov observó que su manera de
No obstante~ ,la técnica de recabar datos sobre tocar cuando estaba hipnotizada empezó a pare-
reencarnación de una persona sometida a hipnosis cerse a la de Kreisler. Otro de los sujetos fue un in-
mantuvo su predicamento y aún se utiliza en mu- geniero aeronáutico que, al ser informado de que
chas investigaciones paranormales, entre ellas las era un famoso pintor ruso, consiguió pintar con
destinadas a evocar contactos personales con ov- gran destreza al ser sometido a influencia hipnóti-
nis. Mediante la hipnosis se puede hacer regresar a ca. Por el contrario, un estudiante a quien se con-
los sujetos a una época anterior de su vida, de venció de que era un niño de cinco años sólo consi-
modo que pueda parecer que recuerdan sucesos
olvidados o reprim'idos, posiblemente de carácter
traumático. Hacerlos volver por vía hipnótica a Visnú, dios supremo de la India, es en su octava encarna-
una supuesta vida anterior es también relativa- ción el dios Krisna, famoso por su capacidad de amar y de
mente fácil. Sin embargo, el material que surge en inspirar amor, especialmente en la hermosa pastora Radha,
un trance hipnótico, como en el caso de Bridey con quien lo vemos en esta pintura india del siglo XVIII.

158
guió dibujar un hombre y un gato como lo haría un
niño de esa edad.
Estados Unidos ha llegado a ser un país con un
gran interés científico y popular por la reencarna-
ción. Por una parte, investigaciones exigentes
como las de Stevenson han puesto el acento en
ciertos datos que «sugieren reencarnación». Por
otra, periódicos y semanarios publican regular-
mente animados relatos de experiencias en vidas
anteriores. Un tercer campo es el que se refiere a
las aplicaciones terapéuticas de tales afirmaciQnes
o fantasías de reencarnación.
En 1978, el doctor Arthur Hastings decía en el
boletín de la Association for Transpersonal Psycho- El doctor Ja n Stevenson ha El doctor Leslie Weather-
..
logy que «el interés actual es de tendencia más po- analizado centenares de re- head buscó en la Biblia indi-
pular que científica», y añadía: «Una de sus facetas latos de vidas anteriores. cios de la reencarnación.
es la curiosidad, y tal vez la satisfacción del amor
propio. Saber que uno fue un día princesa de Egip-
to o sufí puede ser emocionante, añadir sabor a lo cia de la "base real" del recuerdo», porque cual-
que pensamos de nosotros mismos, o confirmarnos quier recuerdo de una vida pasada puede tener
que nuestra vida no carece de sentido». «Un valor simbólico referido a experiencias vitales
Hastings describía después los dos grandes cana- actuales».
les por los que la gente busca información sobre En su obra Past Lives Therapy, escrita en colabo-
sus vidas pasadas. «Actualmente, esa información ración con Nancy Shiffrin, Morris Netherton afir-
suele sernos proporcionada por alguien que pre- maba que sus pacientes «han acabado casi siempre
te nde estar dotado de ciertos "poderes", o bien por descubrir que su angustia mental en esta vida
sale a luz durante un ligero trance provocado por podía ser atribuida a una determinada situación fí-
un guía, en el que el participante "recuerda" expe- sica de una vida anterior». Si un paciente de Net-
riencias que son interpretadas como procedentes herton sufre de un temor insoporta.ble a las altu-
de una vida pasada. Esas experiencias son a .menu- ras, es muy probable que «descubra que ve en ellas
do tan vívidas como verosímiles, pero creo un deber la repetición de situaciones de una vida pasada en
manifestar que no suele haber pruebas confiables la que murió al precipitarse de gran altura». Net-
de que se trate de recuerdos de una vida pasa- herton admitía que, aunque tales visiones del pa-
da. También podrían ser invenciones de nuestra sado pudieran ser meros «ensueños creadores»,
imaginación, en respuesta a lo que nos pide el guía él creía que «la reencarnación tiene realmente
mientras nos hallamos en ese estado de relaja- lugar».
miento o fantasía dirigida. Del mismo modo, el También la doctora Edith Fiore escribía en You
"dotado" puede estar inventándose una experien- Have Been Here Before que llegó a convencerse
cia o una personalidad, basadas en su percepción cada vez más de que los recuerdos de sus pacientes
del otro individuo, que interpreta como vida pasa- no eran simples fantasías. Se fundaba para ello en
da en vez de creación actual.» que la «remisión de síntomas» en sus pacientes era
De esta segunda categoría decía Hastings: «Los «prueba casi concluyente» de la reencarnación.
psicoterapeutas ... cuentan que traumas o proble- Fiore trataba asimismo de la delicada cuestión de
mas neuróticos se han resuelto cuando el paciente cómo las relaciones personales en una ·vida ante-
recordó un incidente traumático aparentemente rior pueden afectar al matrimonio y las relaciones
ocurrido en una vida pasada». Y aducía este ejem- sexuales de hoy. «Uno de mis pacientes descubrió
plo: «Un paciente que tenía miedo a salir de casa que en su vida anterior había asesinado a su es-
recordó una "vida pasada" en la que, siendo coloni- posa cuando ésta hizo alarde de sus aventuras
zador, abandonó su hogar para encontrarse a l vol- extramaritales. Ahora [en su vida actual] vive
ver con que su esposa y toda su familia habían con ella, a pesar de las tremendas dificultades ma-
muerto en un incendio. La conciencia de este "su- trimoniales que esto le causa. Está pagando una
ceso" le permitió superar con más facilidad su te- deuda.»
mor precedente». Otros investigadores han informado que los re-
Hastings observaba también que la mayoría de cuerdos de vidas pasadas pueden crear dificultades
los terapeutas se interesan menos por las teorías en el matrimonio, porque las supuestas relaciones
sobre la reencarnación que por lograr un cambio en vidas anteriores pueden servir para justificar re-
terapéutico. Además, y eso puede ser alarmante, laciones extramatrimoniales en el presente. Net-
parecen discrepar de Stevenson en su idea de que herton apuntaba que las personas que no sufren
las pruebas de reencarnación obtenidas bajo re- desórdenes de conducta tampoco deberían aden-
gresión hipnótica no son más dignas de confianza trarse en problemas de vidas pasadas ni «remover
que el simple haber soñado con una vida anterior. su subconsciente». Sin embargo, la psicóloga Hclen
No obstante, Hastings señaló que tales técnicas Wambach, de Walnut Creek (California), considera
«pueden tener valor terapéutico con independen- la regresión hipnótica un medio válido para obte-

160
ner y estudiar relatos de anteriores encarnaciones. piel clara, aunque creían estar viviendo en regio-
Tras examinar más del mil descripciones de vidas nes cercanas al Cáucaso. Sólo más tarde supieron
precedentes tomadas de otros tantos individuos in- que siglos atras el Cáucaso había albergado una
formaba que el 90 por 100 de los hipnotizados ha- gran variedad de tipos físicos.
bían sido capaces de «recordar con gran viveza es- A Wambach le impresionó también que las
cenas y e mociones de sus vidas pasadas». 1.088 descripciones de vidas anteriores que reunió
Wambach emprendió su estudio con la espe- reflejasen con precisión los porcentajes que com-
ranza de que, al examinar gran número de relatos ponen la población del mundo. Por ejemplo, hom-
de encarnaciones previas provocados hipnótica- bres y mujeres estaban siempre representados por
mente, podría hallar pruebas de que había en ellos igual en los relatos de vidas pasadas provocadas
algo más que fantasía. Comenzó sus experimentos por vía hipnótica, hubiese o no igual número de
hipnotizando simultáneamente a varias personas y hombres que de mujeres en el grupo de hipnotiza-
preguntándoles cuál de las fechas que mencionaba dos. También los datos socioeconómicos parecían
traían a su mente alguna escena o imagen. En otras corresponder a poblaciones reales. El análisis esta-
ocasiones pedía a los sujetos que observasen un dístico mostró que sólo un 10 por 100 de las vidas
mapa y eligiesen los lugares que parecían tener anteriores descritas eran de personas de la clase
particular atractivo para ellos. Después les pedía alta, mientras que la gran mayoría -del 60 al 77
que describiesen lo que veían y sentían. Buscaba por 100 según .el siglo- pertenecían a individuos
información detallada que no e ra fácil encontrar de las clases inferiores, muchos de ellos campesi-
en libros, revistas o películas, preguntándoles, por nos. La gran mayoría de las descripciones recogi-
ejemplo, acerca del paisaje y el clima. También les das revelaban vidas sencillas y arduas, con proble-
pedía descripciones del aspecto de las personas, mas de alimentación y vivienda. Pero, curiosamen-
los utensilios de mesa y cocina, el atuendo y la mo- te, e l porcentaje de descripciones de vidas de clase
neda, así como de la vida doméstica y urbana. media iba aumentando a medida que pasaban los
Aunque las vivaces descripciones de sus sujetos siglos y el mundo se tornaba más próspero. Sólo
no resultaban sorprendentes -es de suponer que un puñado de individuos describieron vidas ante-
el hipnotizado imagina gráficamente cuanto el hip- riores en las que ejercieron a lgún liderazgo, como
notizador le sugiere-, el hecho d.e que muchos de jefes de tribu u oscuros reyes y príncipes, y sólo
los detalles resultasen histórica o arqueológica- uno había sido un personaje famoso: el presidente
mente ciertos resultó para Wambach sumamente de los Estados Unidos James Buchanan.
significativo. El número de vidas pasadas de cada época pa-
En ocasiones los sujetos se asombraban de lo recía reflejar también el crecimiento gradual de la
que habían dicho, pues, de acuerdo con sus conoci- población mundial. Había dos veces más de los
mientos, estaban convencidos de que sus descrip- años en torno a 1500 que de los cercanos al año
ciones tenían que ser equivocadas, pero investiga-
ciones posteriores probaron que no era así. En un
caso de especial interés para Wambach, varios su- Annie Besant (dcha.), feminista y
jetos se describieron a sí mismos como rubios y de dirigente de la Sociedad Teosófica
de Londres, estaba convencida de
que se reencarnaría.
En estado hipnótico, Dolores El general Patton
lay dijo haber sido una joven crefa haber sido un
alemana del siglo XIX asesina- guerrero romano en
da a los dieciséis años. una vida anterior.

Virginia Tighe,
ama de casa de
Colorado, decía
Hay quien piensa que los haber sido ir-
niflos prodigio, como Mo- landesa en una
zart (dcha.), pueden ser vida anterior.
reencarnaciones de talen-
tos de otras épocas.

161
100. Las vidas del siglo XIX eran dos veces más nu-
merosas que las del XVI, mientras que las del XX
Indicios reales de otras cuadruplicaban las del XIX.
vidas Más adelante, Wambach comenzó a preguntar a
sus sujetos por su existencia entre una y otra vida.
Aproximadamente el 40 por 100 no tenían recuer-
¿Tienen alguna base sólida las supuestas experíen- dos de ese período de transición, y no respondie-
eias de reencarnación? Edwin S. Zolik, entonces ron a sus preguntas o cayeron en un estado de
profesor adjunto de psicología en la Universidad somnolencia. Sin embargo, de los demás, el 95 por
estadounidense de Marquette, emprendió en 1956
una investigacíón destinada a descub1ir los víncu- 100 creían haber elegido reencarnarse, posible-
los existentes entre aspectos importantes de las mente como parte de una especie de elevación es-
fantasías de «Vída anterior» y recuerdos subcons- piritual paulatina. Muchos creían que, aunque no
cientes relativos a la personalidad del sujeto. Uno deseaban realmente reencarnar, los habían empu-
de éstos, sometido a hipnosis, se vio en 18-75 como jado a tomar esa decisión almas gemelas, amigos y
un hombre llamado Dick Wonchalk, que navegaba maestros. Algunos dijeron que habían vuelto a este
por un río en una chalana. El retrato que hizo de sí mundo movidos por un sentimiento de compasión
inismo era el de un solitario, que estaba siempre al hacia quienes no conocían otro.
aire libre. Wambach cree, como Stevenson, que las encar-
El sujeto dijo que Wonchalk había nacido en
1850, y vivió sin apenas amigos en el río, cazando naciones anteriores pueden ayudar a explicar cier-
con un viejo rifle. Sólo de tarde en tarde se sentaba tas perturbaciones emocionales. «Por ejemplo, las
en alguna taberna, «aguas abajo», cuando hacía personas que cometieron un asesinato en una vida
frío. Por lo que recordaba de su «existencia ante- anterior sufren a menudo trastornos emocionales.
rior» había muerto en 1876, tras un mes de enfer- Una vez que se les revela su pasado y conocen el
medad sin nadie que lo cuidase. Lamentaba no ha- · motivo de su trauma, pierden el sentimiento de
her hecho suficientes amigos y no haberse esfor- culpabilidad y pueden observar una vida normal.»
zado en «tratar gente». Aunque su enfoque difería sustancialmente del de
Zolik confrontó este relato no con una vida an- Stevenson, quien ha estudiado muchos casos de ni-
terior, sino con una película que el sujeto había vis-
to (recordaba incluso el cine en que Ja habían ños que dicen recordar vidas pasadas, Wambach
proyectado), y halló que la situación del protago- compartía su opinión de que esos recuerdos tien-
nista, que había perdido a sus padres durante una den a borrarse. Descubrió que «los menores de
incursión de los indios, «provocó una fuerte identi- cinco· años pueden con frecuencia recordar vidas
ficación emocional, acentuada por los factores de pasadas», pero «ese recuerdo suele perderse a los
soledad e independencia del argumento». El su- seis o siete años, y en la etapa adulta ha desapar~ ­
jeto se ha:bía sentido aislado de sus padres desde la cido por completo». Pensaba que se debe a que los
infancia, cuando aún vivían. Zolik dedujo que el su- niños muy pequeños «están mucho más cerca de
jeto estaba «preocupado por su soledad y por ser las personas que un día fueron en otro lugar y otra
aceptado por los demás», pero tenía también un época».
miedo muy vivo a verse abandonado por todos, y
su fantasía de reencarnación le servía para presti- Stevenson ha utilizado algunos casos de reen-
giar esa imagen de sí mismo. carnación de un modo especialmente fascinante:
para ayudar a interpretar «Ciertos rasgos de la per-
sonalidad y la biología humanas que las teorías
hoy vigentes no aclaran lo bastante». Citaba casos
que pueden explicar temores y preferencias in-
comprensibles de la infancia, capacidades no
aprendidas, anomalías en las relaciones con los
progenitores, la sexualidad infantil y la confusión
de sexo, señales y deformidades congénitas, dife-
rencias de personalidad entre gemelos idénticos e
incluso ciertos antojos disparatados de las embara-
zadas. ·
Además, Stevenson ha aventurado Ja sensacio-
nal hipótesis de que Ja personalidad de un indivi-
duo puede haber empezado a formarse «mucho an-
tes de la concepción y el nacimiento».. Stevenson
subrayaba que no ofrecía la reencarnación como
e;icplicación de cuanto ignoramos sobre el desarro-
llo del niño y de la personalidad humana, sino
como un complemento a los conocimientos en esas
materias. La consideraba un tercer factor digno de
tenerse en cuenta junto a las influencias genéti-
Cierras alucinaciones como la reflejada 1m.esta obra de René cas y del medio.
Magritte, pueden fomentar la creencia en vidas anteriores. Stevenson ha investigado muchos de esos casos
en el transcurso de los años. Descubrió miedo al

162
agua en personas que dijeron haberse ahogado en
vidas anteriores, y, como un ejemplo de fascinacio-
nes inexplicables, citaba los casos de dos indivi- Reencarnación y déjd vu
duos de vivos sentimientos religiosos que decían
recordar haber sido mujeres muy piadosas y dadas iTiene la reencarnación algo que ver con el déja
a las cosas de iglesia. También registró impulsos de vu (ya visto), esa sensación de haber estado ya an-
carácter dañino, entre ellos una sorprendente afi- tes en un sitio, acaso durante una vida anterior,
ción al alcohol entre niños que decían recordar ha- como piensan los creyentes en la reencarnación?
ber sido grandes bebedores. Las explicaciones neurológicas de tales sensacio-
Como ejemplos de capacidades que pudieran nes resultan fascinantes, pero no parecen adecua-
haber sido adquiridas en una vida anterior, Steven- das para historias como la que cuenta William,
Chapman White y que se refiere a un matrimoniO
son anotaba casos de experiencia en motores mari- estadounidense, los Bralome1 que al desembarcar
nos, canto y bailé, empleo de la máquina de coser o durante un crucero en Bombay (India) tuvieron
tejido de palmas de cocotero para elaborar te- una extaña experiencia.
chumbres. También encontró entre sus «casos que «Puesto que nunca había salido de América
sugieren reencarnación» una notable incidencia de ~uenta el señor Bralome- era obvio que nunca
muertes violentas en las personalidades anteriores. había estado en Bombay, pero apenas desembar-
En su opinión, tales casos pueden conllevar un camos tuve una extraña sensación. Nada más em-
deseo de venganza si el niño ha nacido, como pezar a andar por las calles, dije a mi mujer: "Al
ocurre a menudo, en la misma cultura y cerca de la doblar esa esquina está la iglesia afgana" y poco
después: "Dos calles más abajo encontraremos De
comunidad en que vivió y murió su anterior perso- Lisle Road". Me miró extrañada y dijo: "No cabe
nalidad. duda de que sabes orientarte. iO será que tienes la
Además, Stevenson cree que marcas corporales sensación de haber estado aquí antes?"
inexplicables desde el punto de vista genético pue- »Me quedé asombrado, porque ésa era precisa-
den explicarse en ocasiones por la reencarnación. mente· Ja sensación que experimentaba. A medida
El tuvo ocasión de examinar al menos 200 de esas que pasaba el \'.lía nos sentíamos más desconcerta-
señales, «rastro de las heridas de bala o arma blan- dos. Recorrimos la ciudad como si conociésemos
ca que acabaron con esos sujetos en vidas anterio- de siempre sus calles y sus viejos edificios o hubié-
semos vivido allí otra vida».
res que al parecer recordaban». Suelen ser mucho En un nuevo paseo por la ciudad, los Bralorne
mayores que las pecas o los lunares comunes y a preguntaron a un guardia si no había al pie de la
menudo conservan la apariencia de cicatrices. colina de Malabar una hermosa casa que tenia en-
En cuanto a la creencia, tan extendida entre los frente una gran higuera de Bengala El policía, les
reencarnacionistas, de que los niños prodigio pue- dijo que efectivamente esa casa había estado allí,
den explicarse por existencias anteriores y que en pero la habían derribado hacía ya noventa años.
ello interviene el karma, los hallazgos de Steven- Pertenecía a la familia Bhan, y el padre del polícia
son fueron en cambio inequívocamente negativos. había servido de criado en ella. Y, en efecto, enfren-
«Ningún niño prodigio occidental ha dicho que re- te se alzaba un soberbio baniano. Los Bralome
se acordaron entonces de su hijo Bhan, al que
cordase una vida anterior». Tampoco encontró habían puesto ese nombre porque «parecía el que
«base empírica alguna para el concepto de karma mejor le iba».
justiciero». Comparando las personalidades ante-
riores con las actuales, no halló «grados de maldad
o bondad que permitan explicar las grandes dife-
rencias entre las circunstancias del sujeto y las de
la personMidad anterior con él relacionada». Sub-
rayaba que los occidentales que consideran la
reencarnación y el karma como inseparables igno-
ran que muchos grupos que creen en la reencarna-
ción «no tienen sobre ella un concepto que se co-
rresponda con la idea del karma que hallamos en
el sudeste asiático».
Con todo ello, y tras examinar unas mil seis-
cientas presuntas vidas anteriores, Stevenson, sin
duda una figura controvertida en este dominio, se
ha forjado la siguiente idea de la reencarnación:
«Nunca podemos demostrar que no se produce, ni
es probable que obtengamos jamás pruebas con-
cluyentes de que sí. Todos los casos que he investi-
gado hasta ahora presentan algún defecto, con fre-
cuencia grave. Ninguno de ellos ni todos juntos
ofrecen nada que se parezca a· una prueba de la
reencarnación. Lo que sí brindan es un conjunto La .sensación de déja vu, a;:¡uí expresada artísticamente, es
de pruebas sugeridoras de reencarnación que pa- para algunos consecuencia de la reenc;arnación.
rece ir creciendo en cantidad y calidad».

163
Realidad y apariencia

Charles Fort y los forteana: ¿por qué no?

«E
N dos palabras: im-posible.» Pocos dejarían
de utilizar la famosa frase del productor ci-
nematográfico Samuel Goldwyn al toparse con no-
ticias de lluvias de ranas y peces, combustión hu-
mana espontánea, teleportación de animales y hu-
manos, bolas de fuego, estigmas y fantasmas. Pero
no el indomable Charles Fort, que, aunque nunca La rana de la izquierda
llegase al extremo de afirmar que lo creía, era muy fue encontrada, aparen-
dado a frases como «Pudiera ser», «¿Quién sabe?» y temente momificada, en
«¿Por qué no?» al enfrentarse a tales rarezas. un trozo de carbón. Del
Charles Fort fue un connaisseur de lo imposible sapo de arriba se dice
que sobrevivió cinco se-
y el padre de la moderna xenotología. Consideraba manas tras ser liberado
con espíritu siempre abierto fenómenos tan varia- de otro fragmento de
dos, inconexos e inexplicables como las lluvias de carbón.
ranas, por lo que estas y otras anomalías naturales
son llamadas a veces forteana por los modernos es-
tudiosos de esos extraños, dive rtidos y casi siem-
pre indemostrables sucesos.
A Fort le fascinaba todo lo «Condenado» por la tores, pájaros carpinteros y un ave desconocida pa-
ciencia, es decir, lo que esa ciencia no podía expli- recida al canario. Veinte años antes, el Scientific
car con arreglo a sus cánones. Frente a la afirma- American había informado de un chaparrón de pe-
ción de que ciertos fenómenos e ran inadmisibles dazos de carne en Kentucky. Los trozos de carne, to-
con arreglo a los principios físicos conocidos, Fort davía fresca, cayeron en un campo de 90 metros, y
sugería la existencia de una serie de principios físi- un testigo que se aventuró a dar un bocado dijo
cos desconocidos. Tanto como el escepticismo de que sabía como a venado o cordero. Después, e n
los científicos le exasperaban las explicaciones con 1877, se produjo la asombrosa aparición de cule-
las que trataban de encasillar esos fenómenos den- bras -millares de ellas en una zona de dos blo-
tro de lo aceptado y aceptable. Fort desafiaba con ques de casas- tras un gran temporal en Memphis
frecuencia a los investigadores tradicionales con (Tennessee); la notica la facilitó la Mon thly Weather
explicaciones irónicas de su cosecha. Para justifi- Review. El fenómeno favorito de Fort era la lluvia
car las frecuentes noticias de lluvias de animales y de ranas, y pudo reunir multitud de casos antes de
desechos, que los científicos atribuían a trombas o su muerte, ocurrida en 1932. De haber vivido más,
volcanes, inventó el supermar de los Sargazos, una no le hubiesen faltado ejemplares para su colec-
zona situada en algún lugar del globo a la que eran ción: en el Sutton Park de Birmingham (Inglaterra)
inexplicablemente atraídas todo tipo de materias, tuvo lugar, según un testigo, una espectacular llu-
para ser después devueltas a la tierra por tormen- via de ranas en 1954, y el News de Camden (Arkan-
tas y chaparrones. sas) publicó en enero de 1973 el relato de un caddie
Fort, nacido en 1874, comenzó a catalogar esos sobre el «chaparrón de ranitas como del tamaño
fenómenos cuando, a sus cuarenta y dos años, una de una moneda» que cayó e n el campo de golf. Uno
modesta herencia lo liberó de la necesidad de ga- de los aspectos más curiosos de esas lluvias es su
narse e l sustento como periodista. Durante veinti- pureza: las ranas nunca van acompañadas del resi-
siete años investigó en el Museo Británico y en la duo fangoso de las charcas, ni los peces (casi tan
Biblioteca pública de Nueva York, registrando a ubicuos como las ranas) de plantas marinas y al-
fondo toda suerte de relatos científicos y populares gas. En cambio, ambas especies han de competir
en busca de esas anomalías y de las extrañas expli- con un variado surtido de lluvias anómalas, inclui-
caciones que habían recibido. dos chaparrones de gotas gelatinosas, mejillones,
Cualquier aficionado a los forteana comprende semillas de ciclamor, sangre y piedras, así como
la necesidad del supermar de los Sargazos, pues las fragantes aguaceros con olor a madera de sándalo
lluvias de animales y objetos son elementos bási- o aroma de pimienta.
cos de la xenotología. El Sun de Nueva York infor- Muchos forteana parecen encajar en lo que al-
maba en 1892 de una lluvia de anguilas en Coal- gunas religiones tienen por milagroso. Los estigmas
burg (Alabama). El Times de Filade lfia daba cuenta -reproducción aparentemente preternatural de
en 1896 de que en la ciudad de Baton Rouge, du- las llagas de Cristo- se explican hoy como reaccio-
rante un día despejado, había caído un chaparrón nes psicosomáticas de algunas neurosis. Los segui-
de aves muertas y no todas de la misma especie, dores de Fort no extraen conclusiones, pero citan
pues había entre ellas patos silvestres, tordos can- episodios no relacionados con la tradición cristia-
na, como una epidemia de señales de latigazos en
el cuello registrada en Japón, o una paloma de Fili-
pinas a la que parecieron salirle estigmas iguales a
las marcas de otra que había sido acuchillada. Un
asombroso caso moderno de estigmatización fue el
de una niña protestante de diez años, de Oakland
(California), que en 1972 sangró espontáneamente
por las palmas durante los diecisiete días anterio-
res a la Pascua de Resurrección. Hay otros dos fe-
nómenos de este tipo que ofrecen tanto interés
par~ los ccforteanos» como para las personas reli-
giosas. El fenómeno de las imágenes que lloran, su-
dan o sangran es conocido al menos desde la anti-
gua Grecia y ha sido muy común en nuestro siglo.
Casos de personas que irradian luz aparecen tam-
bién documentadas a lo largo de la historia. Los
Charles Fort reunió millares de re- halos suelen atribuirse a santos y profetas (la Bi-
latos increíbles en los veintisiete blia dice que cuando Moisés volvió de recibir las
años que pasó revolviendo biblio- tablas de la ley «Su tez aparecía radiante»), pero se
tecas en busca de historias como sabe de almas más humildes que también irradia-
las lluvias de gusanos registradas ban luz. En Italia, en 1934, el sudor de la señora
en Suecia o los granizos explosi- Monaro -el caso fue estudiado por e l doctor Prot-
vos de Missouri. ti, de la Universidad de Padua- presentaba una
extraña luminiscencia. Por las noches, la paciente
En una delas versiones del truco indio de fosforecía hasta hacerse visible en la oscuridad. Es-
la cuerda, un niño y un mago provisto de tos fenómenos son tan poco frecuentes como los
un cuchillo parecen trepar por una soga y «rayos bola»: discutidos en siglos pasados por los
desaparecer. Empiezan a caer miembros hombres de ciencia, son admitidos por la moderna
ensangrentados y al final mago y nif10 meteorología como condensaciones de plasma (gas
reaparecen incólumes. La explicación ba- ionizado).
sada en la alucinación colectiva no es Posiblemente el tipo más espantoso de forteana
convincente. sea el descrito por Dickens en La casa solitaria: la
combustión humana espontánea. Consiste en la
Entre los millares de objetos supuesta- consunción rapidísima del cuerpo humano a cau-
mente caídos del cielo figuran piedras en sa de un calor intenso sobrevenido sin aparente
la India, balas sobre Carolina del Sur, ob- causa exterior. Se ha sugerido que puede tratar-
jetos metálicos en Rusia y una sustancia se de una forma de autoincineración, pero resul-
salada en Turquía. Esta especie de bala ta totalmente inexplicable. En un caso típico y
de cañón, encontrada en Nueva Zelandia bien documentado ocurrido en 1951, una mujer
en 1972, se dice que también cayó de lo alio. de Florida de sesenta y siete años apareció reduci-
da a un montón de cenizas y fragmentos de hueso,
aunque el resto de su apartamento no mostraba se-
ñales de fuego y una pila cercana de periódicos ha-
bía quedado intacta.
El mundo de los forteana comprende también a
las «personas electrizadas», de las que se dice que
pueden perturbar el funcionamiento de brújulas e
instrumentos de medida, y una rana que sobrevi-
vió millones de años, es de suponer que embalsa-
mada, incrustada en carbón a más de cien metros
de profundidad, y que fue exhibida en 1862 en la
Exposición Universal de Londres. También incluye
las piedras que ruedan solas, los ataques de baile
que acometen a ciudades enteras y otros muchos
sucesos inverosímiles, de esos que inspiraban a
Charles Fort su estribillo favorito: «¿Por qué no?»
Historias de aparecidos, almas en pena
y formas fantasmales han expresado durante miles de años
el miedo del hombre a la muerte.

FANTASMAS
YESPIRITUS

ERM1TANME decir ante todo que simplemente que en 1963 había visto
«P soy incrédulo por naturaleza, y un fantasma.
nada supersticioso. Nunca me ha También los vio Nathaniel Hawt-
preocupado el número 13, ni ninguna horne. En realidad, el escritor nortea-
de las supersticiones que puede alber- mericano vio más de uno a lo largo de
gar el corazón humano cuando le falta su vida, y creía que la casa en que vi-
la fe ... » vía estaba encantada. Pero la forma
«Pero el difunto C. S. Lewis, a fantasmal que percibió más a menudo
quien apenas conocía y había visto fue la del reverendo doctor Harris, un
vivo sólo una vez, pero con quien- me anciano clérigo que había compartido
había carteado bastante, me propor- Extraños fuegos, como éste su afición por la sala de lectura del
cionó una experiencia insólita. Pocos en una granja francesa, sue- Ateneo de Boston. Una noche, Hawt-
días después de su muerte, estaba yo len atribuirse a espíritus horne se quedó sorprendido al ente-
viendo la televisión cuando se me malignos. rarse de que Harris había muerto re-
"apareció" sentado en una silla que cientemente, pues estaba seguro de
había cerca de mí, y me dijo cosas haberlo visto en el Ateneo ese mismo
muy oportunas en la difícil situación que por en- día. A la mañana siguiente volvió a la sala de lectu-
tonces yo atravesaba. Estaba más rubicundo que ra y vio de nuevo a Harris leyendo tranquilamente
nunca, sonriente y rebosante de salud. Lo curioso junto a la chimenea. Hawthome se acomodó al
fue que yo no había estado pensando en él en abso- otro lado de la sala y observó disimuladamente a
luto... Semanas después, esta vez cuando me en- Harris durante un rato para asegurarse de que era
contraba leyendo en la cama, a punto de dormirme, él. Notó que ningún otro de los presentes, ni siquie-
se me apareció de nuevo, aún más colorado y ra- ra los más amigos de Harris, parecía darse cuenta
diante, y me repitió el mensaje, que fue muy im- de la presencia del fantasma. Las visitas diarias de
portante para mí en esos momentos. Confundido, la aparición continuaron durante semanas, pero
se lo conté a un piadoso obispo que entonces vivía Hawthorne no observó indicios de que nadie lo no-
retirado en Dorset, y su respuesta fue: "Mi queri- tase. Pensó en diversos modos de comprobar su vi-
do J., esas cosas ocurren a cada paso".» sión, pero los rechazó uno tras otro. Como escribía
Fuera lo que fuese lo que el obispo entendía más tarde, «quizá tuve miedo a destruir la ilusión y
por «esas cosas», para el canónigo anglicano J. B. robarme a mí mismo tan buena historia de fantas-
Phillips, destacado teólogo, lo ocurrido significaba mas, acaso explicable del modo más vulgar». Aun-
que a Hawthorne le pareció notar en el fantasma
de Harris un creciente interés por su persona, y
Entre las supuestas fotografías de espectros, una de las empezó a sospechar que quería decirle algo, ambos
más famosas (recuadro) fue tomada en 1936 en Raynham siguieron observando las costumbres del recinto,
Hall, la mansión inglesa de la izquierda. La figura fantas- en el que, como dice Hawthorne, «la conversación
mal es conocida por la Dama Morena de Raynham está estrictamente prohibida y me era imposible

167
r
1

interpelar a la aparición sin atraer la atención y las andaba por el jardín de noche si alguien no vigila-
iras de los ancianos soñolientos que me rodeaban... ba desde la puerta principal. Tampoco los huéspe-
iY qué papel hubiese hecho... hablando con lo que des eran inmunes. Un muchacho contó que poco
a los ojos de todos era... una silla vacía! Además, no antes del amanecer le había despertado una mujer
me habían presentado nunca al doctor Harris». Da con gola y larga túnica, y lady Randolph Churchill,
la impresión de que los fantasmas se aparecen sólo Ja madre de sir Winston, encontró uno de Jos cuar-
a quien ellos quieren, sean amigos, familiares, co- tos de huéspedes tan agobiantemente ocupado por
nocidos o incluso personas extrañas. otro ser, invisible y desgraciado, que huyó de allí en
Cuando Diane Norman preparaba su obra The plena noche y se fue a dormir con su hermana Cla-
Stately Ghosts of England, se preguntó si el mejor ra. Pero era la prima de Frewen, Margaret Sheri-
coto de caza de fantasmas no sería una vieja casona dan, la que había tenido los encuentros más extra-
inglesa. Para probar su teoría, escribió a los propie- ños con los fantasmas.
tarios de 30 de esas impresionantes mansiones Margaret se había encontrado con su primer
preguntándoles si tenían allí algún fantasma. Entre fantasma no en Brede, sino en Frampton, residen-
los 28 que respondieron seria y afirmativamente cia de su familia paterna. Su madre la había lleva-
figuraban los entonces dueños de Brede Place, en do allí junto con su hermano para esperar noticias
Sussex. de su padre, oficial del Ejército británico destinado
Los antepasados de Roger y Alexandra More- en el frente alemán en la primera guerra mundial.
ton-Frewen habían vivido en Brede durante bastan- «Cuando bajaba al salón a la hora del té -es-
te más de doscientos años. La propiedad databa cribía más tarde Margaret- me encontré en la
de 1350, pero sólo después de que los primeros escalera con un chiquillo. Llevaba un traje blanco
Frewen se hicieron cargo de ella en 1708 empe- de marinero y un sombrero de paja redondo en la
zó a adquirir su reputación de casa «encantada». nuca. Nos mir.fil!JOS y pasamos sin decir palabra. Mi
Las historias que se contaban hablaban del fan- nanny me había inculcado el no hablar nunca con
tasma de un gigante que de noche devoraba a los extraños. Supuse, no obstante, que habría venido a
niños del contorno, aunque se sospechaba que jugar conmigo.
eran invención de un contrabandista local que es- »Apenas entré en el salón, me apresuré a anun-
peraba con ello mantener alejados a los curiosos. ciar~ "He visto a un niño vestido de marinero~'. Es-
Pero había historias más serias. A casi todos los peraba una explicación y repetí: "Un niñc vestido
miembros de la familia les daba miedo algún rin- de marinero". En el helado silencio que siguió, mi
cón de la propiedad. Había un tío que evitaba de abuela procuró dirigir mi atención hacia la bande-
noche ciertas habitaciones del piso alto; el padre ja de tostadas. Le temblaban las manos. Sólo mu-
de Roger Frewen, el propietario, prefería no hablar cho más tarde supe que el Pequeño Marinero era
de lo que había visto en la bodega, y su abuelo no un visitante de mal agüero para la familia Sheri-

Los antiguos chamanes tribales cantaban y bailaban para creían los perseguían, como vemos en esta ilustración de
entrar en trance y poder así vencer a los fantasmas que un manuscrito turco del siglo XV.
dan. Se trataba de un antepasado que había muer- noestadounidense publicó un libro de gran éxito,
to ahogado siendo guardia marina y que sólo se Woman Warrior, subtitulado Memorias de una niñez
aparecía en Frampton para anunciar la muerte del entre fantasmas. Sin molestarse en dar muchas ex-
primogénito. Lo curioso era que en su retrato apa- plicaciones, la autora, Maxine Hong Kingston, re-
recía un muchacho de dieciséis o diecisiete años, cordaba la tremenda lucha nocturna que su madre,
y sin embargo a quien yo había visto -y con toda Orquídea Valiente, había sostenido cierta vez con
claridad- era a un niño poco más o menos de mi un temible Fantasma Sentado, uno de los miem-
edad. bros de la caterva de espíritus chinos, que com-
»Poco después llegó la carta.» Al padre de Mar- prende no sólo fantasmas de antepasados sino
garet Sheridan lo habían matado en el frente. todo un panteón de horribles monstruos.
Cuando Diane Norman y su colaborador en Sta- «Era mayor que un lobo -contó Orquídea Va-
tely Ghosts, el «dotado» Tom Corbett, visitaron a liente a su hija- , mayor que un mono, y seguía cre-
los Frewen en Brede en 1969, fueron invitados a ciendo. Lo habría apuñalado, lo habría hecho pica-
inspeccionar la casa antes de hablar de los varios dillo y estaríamos ahora limpiando sangre, pcró, al
fantasmas que la familia había identificado ya por tratarse de una mutación de Fantasma Sentado, te-
su cuenta. Tras un completo recorrido, Corbett nía un tercer brazo, que me sujetó la mano sin de-
adelantó su dictamen de que en la mansión se apa- jarme alcanzar el cuchillo. Hacia las tres de la ma-
recían al menos tres fantasmas: un hombre y una drugada me morí un rato. Iba vagando por el mun-
mujer que andaban por los dormitorios de la mitad do y cuanto tocaba se convertía en arena... Diez
oriental de la casa, y otro varón -Corbett opinaba años anduve perdida. Casi me había olvidado de
que un clérigo- que parecía ocupar la capilla del ti ... Pero volví. Caminé desde el desierto de Gobi
lado occidental y la pequeña estancia construida hasta este cuarto del colegio To Keung. Eso me
sobre ella. Corbett pensaba que «la influencia pre- costó otros dos años, pues por el camino tuve que
dominante en la casa, por cierto benéfica », era la burlar a los Fantasmas de las Paredes.»
del clérigo. Aunque la explicación de Orquídea Valiente sea
Tras afirmar que lo dicho por Corbett era total- tanto una alegoría como una evocación de su en-
mente acertado, el dueño le mostró un aluvión de cuentro con un fantasma, queda claro que tanto
documentos familiares que atestiguaban la larga para ella como para su hija, muchacha de educa-
convivencia de los Frewen con esos tres fantasmas ción moderna, los Fantasmas Sentados, los de las
y algunos más. Paredes y cuantos puedan hacerse de pronto visi-
Si los ingleses pueden toparse con sus antepasa- bles son perfectamente reales. Y que, como suele
dos. en viejos corredores, no existe cultura en la ocurrir en la abundante literatura sobre fantasmas,
que no se conozcan espeluznantes historias de es- el encuentro de una mujer con uno de ellos es una
pectros visibles e invisibles. En 1976, una joven chi- experiencia sonada.

En este cuadro de F. Remington, un guía francoindio es atraído hacia la helada in-


mensidad por el fantasma de una doncella que lo tienta con una olla de comida.

En esta escena japonesa, un monje


convertido en rata fantasmal devora
las escrituras de un templo rival.

169
r

Alegorías, im~ginación y literatura aparte, cno y agotador. ¿fue ese estado el que le impulsó a ele-
es la idea misma del fantasma un desafío tanto al gir a Lewis como sujeto de una alucinación recon-
concepto racional de la realidad como a las moder- fortante u ocurrió todo lo contrario? ¿Sería Lewis
nas convicciones occidentales 'Sobre la mente, el quien eligió a Phillips como el rec·e ptor más ade-
cuerpo, la vida y la muerte? ¿cómo pueden los cuado debido al período de hipersensibilidad por
muertos aparecerse a los vivos, y qué queremos de- el que atravesaba el c~nónigÓ? Y si fue así, ¿por
cir realmente cuando afirmamos que hemos visto qué? ¿Qué pretendía?
un fantasma? Aun hoy es difícil imaginar una res- Otro tanto ~abría preguntarse de Ja experiencia
puesta satisfactoria a esas preguntas. · de Nathaniel Hawthorne. ¿Qué necesidad o deseo
De todas las ciencias, sólo la psiquiatría ha ofre- insconsciente le hizo persistir día tras día en tener
cido una explicación plausible, al sugerir que los como alucinación a alguien a quien apenas cono-
fantasmas son proyecciones alucinatorias de una cía? El propio Hawthorne se preguntaría más tar-
mezcla de deseos inconscientes, sentimientos de cul· de si no era razón suficiente su afición a las buenas
pabilidad y otros contenidos psíquicos fragmenta- historias, pero es indudable que en ese caso la ima-
dos. Tan convencidos hemos llegado a estar del po- ginación del escritor hubiese ~ado al episodio un
der del subconsciente para influir en nuestra con- desenlace mejor. ¿y qué · deseo inconsciente de la
ducta consciente que nos parece muy posible que pequeña Margaret Sheridan pudo ser capaz de ma-
una viuda enloquecida por la soledad conjure en terializar un secular fantasma familiar del que
una noche de tormenta la imagen bidimensional nada sabía?
de su marido, o que cualquier otra persona pueda Una explicación plausible a estas apariciones la
invocar en un momento de crisis al «fantasma» de brindan hoy algunos parapsicólogos. Así, la visión
un ser querido muerto hace tiempo. del pequeño marinero habría sido inducida por la
Pero ¿qué pudo inducir al bueno del canónigo madre o la abuela. Pensando subconscientemente
Phillips a conjurar a un C. S. Lewis vestido no con en la temida superstición familiar transfirieron te-
ropas de clérigo, como se habían conocido, sino lepáticamente esa fábula a la mente de una criatu-
con un «traje de mezclilla muy gastado» que sólo ra muy impr~sionable. Ella a su vez captó la infor-
más tarde supo que era su atuendo ordinario? Al mación y, tras una compleja elaboración incons-
considerar su experiencia, Phillips recono- . ·Ciente, logró proyectarla en forma de alu-
cía haber sentido por Lewis la misma sim- cinación, simbolizando además la imagen
patía que inspira alguien a quien se admira, del guardia marina en un niño de su edad.
pero cuyas opiniones son a menudo difíci- Aunque subsiste el inquietante desenlace
les de aceptar, y recordaba también que en de la historia, el hecho de que el primogé-
esa época estaba sufriendo una inquietan- nito de la familia murió realmente.
te depresión tras concluir un trabajo largo La telepatía ha sido también la explica-

Posible retrato de Ana Se dice que el espectro


Bolena, cuyo fantas- de lady Louisa Carte-
ma se dice ronda por ret frecuenta este pa-
la Torre de Londres, a sadizo, donde su
la que pertenece esta amante fue muerto en
capilla. duelo.

Tanto Clara Jerome Frewen (arriba)


como su nieta creían que su mansión
familiar, Brede, estaba encantada.

170
Defoe y su verídica historia de fantasmas

El escritor Daniel Defoe, a quien vemos en la picota por sus ideas religiosas, fue autor de una verídica historia de fantasmas.

La historia es a la vez misteriosa y real y, según re- pitán Watson y a su mujer, parientes de la señora
firió Ja señora Bargrave, el detalle que más le había Veal. Los Watson acababan de enterarse de que ésta
impresionado era el bonito vestido que su vieja ami- había muerto el viernes ant'erior a mediodía, unas
ga la señora Veal llevaba el día que fue a visitarla. Se veinticuatro horas antes de que apareciese por casa
lo había hecho después de su última visita y era de de la señora Bargrave. Esta, asombrada, les contó la
seda lavada. Durante las casi dos horas que estuvie- visita y no olvidó mencionar el vestido que llevaba
ron hablando se inclinó en más de una ocasión para su amiga. La esposa del capitán lo conocía bien; ha-
tocar el tejido. bía ayudado a la señora Vea! a confeccionarlo, y sólo
Las dos mujeres habían sido muy amigas en Do- ellas dos sabían que la seda había sido lavada con
ver, pero hacía dos años y medio que no se veían. La agua caliente para quitarle el apresto.
señora Veal se disculpó por su desidia y explicó que Este modesto relato de fantasmas, publicado anó-
había venido porque salía de viaje y quería reanudar nimamente en 1706 con el título «Verdadera relación
su amistad. La señora Bargrave se sorprendió de la de la aparición de una tal señora Veai», se debía a la
noticia, pues sabía que su amiga sufría ataques epilép- pluma de Daniel Defoe, y como sus obras más exten-
ticos y rara vez viajaba, salvo cuando estaba libre su sas, Moll Flanders, Robinson Crusoe y el Diario del año
hermano para acompañarla. Cuando se lo hizo notar a de la peste, fue ampliamente leído en el siglo XVIII y te-
la señora Veal, su respuesta fue un tanto extraña: «Di nido por pura ficción.
esquinazo a mi hermano». En realidad, Defoe tomaba sus personajes de la
Ambas mujeres charlaron de Jos malos ratos pasa- vida real, como han demostrado las investigaciones
dos, del consuelo que se habían dado mutuamente y conducentes a descubrir los modelos. Fue en 1955
de su salud. La señora Veal preguntó con ansiedad a cuando un profesor de literatura inglesa se tropezó
su amiga si no la encontraba muy estropeada desde la con cierto periódico londinense de la época de Defoe.
última vez que se vieron. Su interlocutora respondió: Sólo encontró los ejemplares correspondientes a cua-
«No, yo la encuentro tan bien como siempre». Des- tro meses, de noviembre de 1705 a marzo de 1706;
pués la señora Veal preguntó a su amiga por su hija, y pero allí, en una página del número del 24 de diciem-
ésta salió en busca de la muchacha. Cuando volvió sin bre, el Loyal Post publicaba la noticia de la visita de la
ella encontró a su amiga esperando, dispuesta a mar- señora Veal a una tal señora Bargrave. En lo esencial,
charse. incluido el decisivo intervalo de veinticuatro horas,
La señora Vea! se marchó calle abajo, y su amiga la coincidía con el relato de Defoe; peto mientras éste
siguió con la vista hasta que dobló la esquina. El reloj se ocupó de poner en boca de las dos amigas una
acababa de dar las nueve cuando llegó y ahora marca- conversación apropiada, el Loyal Post se interesaba
ba la 1.45. Era un sábado, 8 de septiembre de 1705. más por la descripción que hizo la señora Bargrave
Dos días más tarde, la señora Bargrave visitó al ca- del vestido de seda lavada que lucía su amiga.

171
ción propuesta para un incidente ocurrido en 1964
en una fábrica de automóviles de Detroit. Un ajus-
Fantasmas de animales y cosas tador que trabajaba en una cadena de montaje es-
tuvo a punto de morir aplastado cuando una enor-
Una de las leyendas marineras más antiguas y ex- me pieza de maquinaria puesta accidentalmente
trañas es la del Holandés Errante, un barco fantas- en movimiento fue a caer sobre él. Como más tar-
ma condenado a navegar eternamente, con sólo un de explicó a sus compañeros, le había puesto a sal-
esqueleto por tripulación, por haber intentado su vo el súbito empujón de un hombre alto, vestido
capitán dar la vuelta al cabo de Buena Esperanza de negro y con la cara quemada. El hombre no apa-
desafiando la advertencia divina de volverse atrás. reció por ninguna parte, ni el ajustador lo había
Pero el Holandés es sólo uno de los muchos navíos visto antes en la fábrica; pero algunos de los traba-
espectrales de que hay noticia, pues los fantasmas jadores más antiguos reconocieron en él a un obre-
de cosas -barcos, edificios, castillos, lagos, violi-
nes, coches y carros tirados por caballos- abun- ro que había muerto decapitado veinte años antes,
dan. Otro tanto ocurre con los fantasmas de anima- en la misma sección de la fábrica, al adormecerse
les, especie bastante popular. mientras trabajaba debido a las largas jornadas im-
Esos fantasmas tan irregulares pueden resultar puestas por la guerra. El ajustador nunca había
no menos inquietantes que una inesperada apari- oído contar esa historia, ni hablar de la muerte de
ción humana, y a veces incluso más. Al fin y al cabo, su fantasmal salvador.
los fantasmas humanos tienen cierta lógica, ya que Los partidarios de la teoría telepática sugieren
el hombre puede esperar seguir existiendo después que uno de los antiguos trabajadores de la cadena,
de sus años mortales; pero ¿cómo explicar la exten-
sión de ese privilegio a gatos, perros y caballos? ¿y al ver el apuro en que se hallaba su compañero y
a la argamasa y los ladrillos? Lo cierto es que, por que no podía hacer nada por él, había transmitido
impensables que parezcan, tales historias nacen y telepáticamente una imagen tan poderosa de la an-
persisten. terior víctima que el ajustador fue arrebatado del
En 1892, una mujer contó que, tras decidir aca- peligro. Pero ¿por qué estaba éste convencido de
bar con los sufrimientos de un gato ahogándolo, haber sido empujado físicamente? Recordaba muy
quedó horrorizada al ver al animalito, de rayas gri- bien que su salvador tenía «una fuerza enorme, y
ses y blancas, aparecer, «más flaco y chorreando me quitó de en medio como si yo fuese un peso
agua», en su puerta. Mandó a un criado que se lo pluma».
llevase de allí, pero el hombre le dijo que no veía
gato alguno, y que además había sido testigo del en- Aunque no debería extrañarnos que en los en-
tierro del animal. cuentros con fantasmas se repitan imágenes del
En otra ocasión, un hombre caminaba por un pasado, la exactitud con que los aparecidos conser-
paraje australiano desconocido para él cuando se van los d etalles de su época sí puede resultar sor-
topó con «una serie de edificios grises y grandes tu- prendente. El escritor ingles Paul Bannister cuenta
berías» y oyó «ruidos de agua corriendo a borboto- en Strange Happenings la aparición verdaderamen-
nes». Se lo contó a su padre, que fue a verlo por sí te anacrónica de una legión romana. El guardia
mismo y sólo encontró «una hondonada seca y pe- Harry Martindale, escribe Bannister, «es un hom-
dregosa». El hombre vivió preocupado por su vi-
sión durante años, hasta que, según <lijo, «un veci- bre de quien la policía británica puede estar orgu-
no contó a mi madre que allí había habido en tiem- llosa. Mide 1,90 metros, pesa 115 kilos, tiene las
pos de las minas una instalación como la descri- manos como palas y sus modales son cuidados e
ta por mí». incluso majestuosos. Presume de su falta de · ima-
La escritora Barbara Cartland y su hermano en- ginación, pues se considera persona seria e imper-
contraron «Un castillo de cuento de hadas con sus térrita». Cuando ocurrió aquello, Martindale, por
agujas y torreones» mientras caminaban por los entonces ingeniero calefactor, estaba reparando
campos de Carintia, en el sur de Austria. Al mencio- unos tubos en la tesorería de York. Fue en la bo·
nar el descubrimiento en un pueblo vecino, les di- dega de ese edificio medieval donde oyó «como
jeron que ese castillo había sido destruido hacía
mucho tiempo. un toque de trompeta».
En 1910, en Yorkshire (Inglaterra), varios «Miré a mi alrededor y vi a un pequeño soldado
miembros de la familia Tweedale compartieron la con faldellín y una especie de trompeta salir de
visión de una tía muerta años antes. Más tarde, la aquella pared. No se fijó en mí y cruzó la bodega en
señora Tweedale contó que el espectro iba acompa- diagonal, pero antes de que desapareciese por la
ñado por un inquieto perro blanco de pelo corto, y pared opuesta le siguió otro a caballo, y tras ellos
entonces supieron que su tía había tenido efectiva- pasaron quince o dieciséis más, en doble fila. Me
mente ese perro, aunque nadie de la familia lo hu- tiré de la escalera y permanecí acurrucado en un
biese conocido. rincón, pero no me hicieron el menor caso.
¿son posibles tales cosas? ¿vale la pena reflexio-
nar sobre los fantasmas de edificios, perros inquie- »Lo más raro era que caminaban hundidos en
tos y gatos ahogados? Como en el caso de los fan- el suelo hasta los muslos. Sólo en un sitio donde al-
tasmas humanos, las apariciones de cosas y anima- guien había andado cavando pude verles los pies.»
les pueden existir sólo en nuestra mente. O acaso el La descripción que Martindale hizo de los sol-
universo sea algo infinitamente más complicado de dados fue meticulosa en extremo. Llevaban escu-
lo que somos capaces de observar o nos atravemos dos redondos y toda clase de armas, desde espadas
a imaginar. cortas a largas lanzas. Vestían «faldellines verdes
teñidos a mano», y casi todos llevaban cascos de

172
cuero, el del jinete adornado con plumas. Calzaban Ejemplos de verosimilitud del mismo calibre
sandalias cuyas correas les subían hasta la rodilla, abundan de tal modo en los relatos de apariciones
y la trompeta que llevaba «el pequeño» era larga y que se diría que los fantasmas son espíritus conser-
curvada, y a Martindale le pareció que de latón. vados en una especie de hibernación intermite nte.
«Pasaron arrastrando los pies, como desalentados. Los estudios de F. W. H. Myers sobre el tema le
Sospeché que serían soldados romanos, pero no re- condujeron a definir el fantasma como «Una mani-
cordaban en nada a Charlton Heston.» festación de energía personal persistente, un resi-
A los pocos días, Martindale, que no las tenía to- duo de la fuerza o energía que una persona generó
das consigo, se de~ahogó con un historiador local, mientras vivía». El filósofo de Oxford H. H. Price
quien le dijo que los que habían cavado en la bode- suponía que esas impresiones pueden sobrevivir
ga eran unos arqueólogos que buscaban el tramo porque toda materia o espacio están llenos de una
de la vieja calzada romana que había debajo. Pero, sustancia invisible capaz de conservar indefinida-
basándose en uno de los detalles que tan bien re- mente las impresiones hechas por los vivientes,
cordaba Martindale, dictaminó que la aparición te- sustancia a la que llamó «éter psíquico». Lo regis-
nía que haber sido imaginada, pues los soldados trado durante ciertos momentos traumáticos per-
romanos nunca habían usado escudos redondos. manecería suspendido en esa sustancia indiferente
Martindale no llevó el asunto adelante; pero, al tiempo, donde sería más tarde percibido por re-
siete años después, una pareja de arqueólogos que ceptores sensibles. En Ghosts and Poltergeists decía
trabajaban en la misma bodega tuvieron una apari- Frank Smyth que la presencia de «éter psíquico»
ción idéntica, incluido el toque de trompeta. El su- podía explicar incluso la esporádica aparición de
ceso hizo recordar lo que había contado Martinda- fantasmas en la película fotográfica.
le, con la particularidad de que entre ambas visio- Margaret Murray propuso una teoría parecida
nes se había demostrado que, al ser trasladada a en Mis primeros cien años. Tras anunciar que «Creía
York en el siglo IV la sexta legión romana, fue com- muy en serio en las apariciones», la antropóloga,
pletada con tropas auxiliares que portaban escu- muerta en 1963, sugería como «hipótesis de traba-
dos redondos. jo» que los fantasmas son «Una forma de fotogra-
Martindale nunca había dudado de lo que vio. fía », «una especie de escritura producida por la luz
«Al parecer fue una tropa de esos auxiliares -dijo sobre algunos de los componentes del aire». Com-
a Bannister-, camino de una incursión en la que parando el proceso con el funcionamiento de una
iban a morir todos.» Y si para los historiadores la cámara fotográfica, escribía: «Conviene recordar
validez de su relato dependía de esos escudos de (continúa en la pág. 176)
hacía mil quinientos años, para él lo más signifi-
cativo fue su forma de andar. «Si los vi hundidos
hasta los muslos fue porque sus espíritus seguían
marchando por la vieja calzada, ahora sepultada.»

Historias de buques fantasmas como el Holandés Errante


(extremo) o el espectral velero del siglo XIX de la derecha
han acaparado durante siglos las leyendas marineras. Se
dice que el Sarah (abajo) fue pilotado por fantasmas tras el
ataque de un capitán rival.
Realidad y apariencia

La fotografía de espíritus
os llamados extras -rostros y figuras extrañas plares del fraude y la codicia humanos. Utilizándo
L que nadie ve al impresionar una foto, pero
aparecen al revelar la película- han suscitado una
lentes ocultas o dobles exposiciones, s1:1puestos fo-
tógrafos-médiums han fabricado centenares de re-
controversia dentro de un tema ya polémico: la tratos parecidos a amigos o familiares muertos. Y
existencia de fantasmas. Algunos investigadores sin embargo, ha habido casos en los que el fraude
pretenden que esas figuras espectrales prueban parece improbable, aunque posible. Por ejemplo,
que los fantasmas son reales. Otros, en cambio, opi- Mary Todd Lincoln utilizó un nombre supuesto
nan que esas imágenes pueden ser hechas por fuer- cuando posó para William Mumler, considerado
zas invisibles y dar una falsa impresión del mundo como el primer fotógrafo de espíritus, y a pesar de
de los espíritus. ello el retrato resultante contenía una borrosa efi-
Desde su aparición hacia 1860, la fotografía de gie de su difunto marido, el presidente Lincoln.
espíritus ha sido una profesión lucrativa, y la gran Pese al descrédito actual de la fotografía de espíri-
mayoría de quienes la practican, perfectos ejem- tus, de vez en cuando aparece un misterioso extra.

Sin causas naturales conocidas, este


extraño globo luminoso, bautizado
como la «luz fantasnw», apareció y fue
fotografiado en Basilea (Suiza) en
el año 1907.

En la fotografía de la derecha, tomada


en los años sesenta por el reverendo
K. F. Lord, una figura encapuchada
parece flotar sobre las gradas del altar
en el templo inglés de Newby. Lord
aseguró que no había allí nadie al ha-
cer la foto.

La imagen semitransparente del extre-


mo derecho, que parece una figura
con ornamentos litúrgicos, fue regis-
trada por la película frente al altar de
la iglesia de St. Nicho/as, en Arundel
(Inglaterra).
,...
... Tres imágenes débiles pero reconocibles del
.... ' ' .. ..... pequeño Bül Watkins aparecieron misteriosa·
mente en una película Polaroid, aunque no
... " ',..
~ _,
. - era ese el tema de la foto (izda.) que tomó su
hermano. Poco después, Bill sufrió un acci·
dente de automóvil.

En esta fotografía de
una supuesta aclividad
poltergeist apareció un
«bastón saltarín», al pa-
recer suspendido en el
aire. Muchos testigos
del pueblo del Yorkshi-
re inglés donde fue to-
mada, dijeron haber
visto el bastón flotando.

La fotografía de la
izquierda, publicada
en 1959, fue hecha al
parecer durante una
visita del fotógrafo a
la tumba de su ma-
dre. Al ser revelada,
apareció la madre
sentada en el asiento
trasero del coche.
En Australia, en 1959, cuando R S. Blance fo-
tografiaba un antiguo santuario abandonado,
obtuvo esta imagen. Según Blance, la figura
humana apareció al revelar la pelicula.
que, aunque las ondas luminosas son registradas Es interesante que uno de los tipos de fantasma
sobre una superficie preparada, el resultado no es más corrientes, las llamadas apariciones críticas,
visible hasta que esa superficie es especialmente parezcan hacerse visibles cuando alguien ha muer-
tratada, pues de otro modo... no se ve nada. Sugie- to recientemente o está a punto de morir. Al poeta
ro que otro tanto ocurre con las apariciones... otra Robert Graves le visitó uno de esos fantasmas du-
cuestión... es lo restringido de la zona en que es vis- rante la primera guerra mundial. Como escribía en
to el fantasma ... Nunca encontrarán a ninguno ni a Adiós a todo eso, «Vi un fantasma en Béthune. Era
un cuarto de milla de su residencia habitual. Lo sú- un soldado llamado Challoner que había estado
bito de su desaparición hace pensar en una co- conmigo en Lancaster, y más tarde en Wrexham,
rriente de aire que barriese las partículas sobre las en la 6.ª Compañía. Cuando fue movilizado para in-
que está impreso. También se asemeja a una foto- corporarse aJ Primer Batallón, me estrechó la
grafía en que parece irse borrando con el tiempo, y mano y me dijo: "Nos veremos en Francia, señor".
se le ve cada vez con menor frecuencia. Hacia el fi- Lo mataron en Festubert en mayo, y en junio pasó
nal de su "existencia", sólo aparecerá en condicio- por el acantonamiento la 3.ª Compañía, donde te-
nes atmosféricas excepcionales, como las que pre- níamos una cena para celebrar nuestra vuelta, sa-
ceden a una tormenta eléctrica». nos y salvos, de Cuinchy. Había pescado, patatas
La persistencia de la idea de que todo fantasma tempranas, espárragos, chuletas de cordero, fresas
trasciende de algún modo el tiempo tal como es con nata y tres botellas de Pommard. Challoner se
percibido por los vivos puede deberse en parte a asomó a la ventana, saludó y siguió. Era imposible
nuestra deficiente comprensión de lo que el tiem- confundirlos ni a él ni al distintivo que llevaba en
po significa. Durante la mayor parte de la historia, la gorra. En esa época no había ningún batallón de
el hombre ha concebido el tiempo como un conti- los Reales Fusileros Galeses en muchas millas a la
nuo absoluto, un río que fluye sin pausa y en el que redonda de Béthune. Di un salto y me asomé a la
el pasado se encuentra aguas abajo, el futuro aguas ventana, pero sólo pude ver una colilla humeante
arriba y el presente en la orilla donde estamos si- en e l suelo. Por entonces abundaban en Francia los
tuados nosotros. Pero Albert Einstein demostró fantasmas».
mediante Ja teoría de la relatividad que el tiempo Otros ejemplos, tomados por Thelma Moss de
cambia en relación con el espacio y el movimiento, los archivos de la Sociedad Británica de Investiga-
que transcurre a un ritmo diferente para el obser- ciones Psíquicas para su obra Las probabilidades de
vador estático que pára el que se halla en movi- lo imposible, demuestran aún más la ubicuidad de
miento. De modo que si pensamos que los muertos las apariciones críticas. En Italia, cuando una mu-
están en un sistema en movimiento y los vivos en jer apartó la vista de la labor en que estaba enfras-
otro estacionario, podemos imaginar que aquéllos cada se encontró ante el cadáver amortajado de su
perduran más allá del momento de su muerte, arti- madre. Muy preocupada, le escribió inmediata-
ficialmente fijado en el tiempo tal como lo entien- mente (era el año 1869) para preguntarle por su sa-
den los vivos. lud. A vuelta de correo supo que había muerto de

Se cree que por esta senda, situada en Cranborne Chase, El fantasma del castillo de Scomey, en Kent (Inglaterra),
vaga un fantasma de tiempos prerromanos. El espectro frecuenta las oscuras aguas del foso; cuando corren malos
lleva un manto gris y monta un caballo sin aparejos. tiempos llama a la puerta principal del edificio.

176
repente, y la habían enterr~do el día en que ella
tuvo la visión.
En Chicago, en 1890, una mujer se des·pertó una
: mañana sintiéndose deprimida sin saber por qué.
Entró en la despensa para hacerse una taza de té y
allí se topó con algo asombroso. «Mi hermano Ed-
mund, su imagen exacta, estaba ante mí, medio de
espaldas, y lo vi caer· hada adelante, al parecer
arrastrado por una cuerda enredada eh sus pier-
nas. La visión duró sólo un instante, pero fue muy
clara. Dejé caer el té, me llevé las manos al rostro y
exclamé: "iDios mío! Ed se ha ahogado".» Efectiva-
mente, seis horas antes, su hermano, fogonero en
un remolcador, se había visto arrastrado por enci-
ma de la borda y se ahogó.
La mañana del 19 de marzo de 1917, una joven
inglesa que vivía con su marido en la India estaba
vistiendo a su hijo cuando sintió un impulso irre-
sistible de mirar hacia atrás. Al volverse, vio con
sobresalto a su hermano, que era piloto, de pie en
la habitación. Supuso que acababan de destinarlo a
la India, y estaba a punto de ir a saludarlo cuando
recordó que tenía al pequeño encima de la cama.
Se volvió para asegurarse de que no corría peligro
y después se dispuso de nuevo a dar la bienvenida
a su visitante, pero se había ido. Registró la casa,
pensa~do que quería gastarle una broma, pero no
consiguió dar con él. Más tarde supo que ese día Paul Bannister y el policía inglés Hwry Martindale ins-
había muerto en un combate aéreo. peccionan un muro del que, según Martindale, salieron
¿cómo interpretar esas historias? ¿Como la úl- soldados romanos con faldellines, sandalias y cascos.
tima visita de un alma a un .ser querido y lejano o
como una forma de percepción extrasensorial?
Aun la explicación más científicamente conserva- que gruñía, fue visto varias veces por uno de los es-
dora -una respuesta inconsciente de la mente a clavos, que contó. que el perro desaparecía cuando
la soledad y la preocupación, reforzada por una ex- le amenazaba con un palo.
traña coincidencia- parece muy difícil de enten- Toda esta serie de acontecimientos fue seguida
der. Pero el papel de la mente en tales encuentros por un verdadero calvario de ruidos cada vez más
fantasmales no debe ser menospreciado. amenazadores: estruendo de ventanas, golpes en
Una de las manifestaciones más horripilantes la puerta, incesante arañar en el suelo y por últi-
de esa extraña interacción entre la mente y las cir- mo el sordo gruñir de lo que parecía ser dos pe-
cunstancias tuvo lugar a principi~s del siglo pasa- rros peleándose. Cada día se oían nuevos ruidos:
do en Estados Unidos. Allí, por espacio de cuatro resuellos y gorgoteos, arrastrar de muebles y tinti-
años, un próspero agricultor de Tennessee y su fa- near de cadenas. Las patas de las camas mostraban
milia fueron atormentados por una fuerza maligna señales de haber sido roídas por ratas durante la
que llegó a ser conocida por la «bruja de los Bell». noche.
El extraño y prolongado episodio empezó con No tardaron los miembros de la familia en ser
una serie de visiones al parecer sin relación alguna atacados mientras dormían. Les arrancaban las ro-
entre sí. Un día, John Bell, el cabeza de familia, vio pas a medianoche, y a la menor oposición una
un perro de aspecto raro en su trigal. Disparó con- mano invisible les propinaba una fuerte bofetada.
tra él, pero cuando fue en su busca no pudo hallar Alguien o algo tiraba del pelo a los niños en la oscu-
ni rastro. Pocos días después, estaban con Bell dos ridad, aunque parecía ser :Setsy la perseguida con
de sus hijos cuando divisó un ave extraña en lo alto especial ferocidad. De noche se la oía gritar.
de un roble. Era mayor que un pavo y desconocida Aunque todavía muy joven, Betsy Bell era cor-
en la región. Bell disparó y el animal pareció caer, tejada por dos galanes, que· esperaban conseguir
pero cuando sus hijos fueron corriendo no encon- un pronto y providencial enlace cor¡. la hija de uno
traron nada en el suelo. No mucho más tarde, de los ciudadanos más distinguidos del condado.
Betsy, la hija menor, contó que cuando pasaba jun- Uno de ellos era el maestro del pueblo, un hombre
to a ese mismo árbol había visto a una muchacha mayor llamado Richard Powell; el otro, más cerca-
columpiándose en una rama. Llevaba un vestido no a su edad, un tal Joshua Gardner. Betsy parecía
verde y pareeí(!. tener aproximadamente su misma inclinarse por Joshua, pero las visitas de éste em-
edad, doce años. Betsy trató de hacer amistad con pezaron a tener consecuencias desagradables.
ella, pero cuando se acercó al árbol- la muchacha Cada vez que veía a Bet$y, aparecía también la bru-
desapareció. Un cuarto fantasma, un perro :negro ja de los Bell.

177
A medida que ios ata- haciéndose cada vez más pronunciada. La fuerza
ques a la muchacha se invisible empezó transmitiendo sus contestaciones
tornaron más violentos, mediante golpes, que se transformaron en silbidos
la familia empezó a temer y por último en un susurro cada día más compren-
por su salud. Pensando sible. Con el tiempo la voz llegó a sel\ firme y clara,
apartarla de la influencia aunque la bruja se negó a contestar a preguntas di-
de la bruja, la enviaron rectas sobre su origen e intenciones. «Soy un espí-
con unos amigo s; pero la ritu de todas partes, Cielo, Infierno y Tierra -de-
bruja siguió, y sus ·ataques claró penosamente-. Estoy en el aire, en las ca-
se hicieron aún más terri- sas y en todo tiempo y lugar, y he sido creado hace
bles. Betsy decía que no- millones de años. Eso es cuanto puedo decirles.»
taba como si la estuviesen LA atribulada Betsy Bell, Tampoco la extraña conducta de la bruja ayudó
ahogando, se quejaba de según un libro de 1894. a conocer sus propósitos. Al principio acostumbra-
no poder respirar y sufría ba repetir con impresionante exactitud los últi-
desmayos. Su cara apare- mos sermones de los dos predicadores locales,
cía a menudo con marcas rojas, como si la hubie- pero más tarde adoptó un vocabulario obsceno
sen abofeteado. Decía sentir como agujas y alfile- que horrorizaba a aquellos píos lectores de la Bi-
res por todo el cuerpo, y una vez pareció vomitar blia. Y aunque inicialmente no parecía hacer dis-
espontáneamente tales objetos punzantes. criminaciones en el trato a los mi'embros de la fa-
El tormento de la familia Bell no tardó en con- milia, pronto se observó que tenía una favorita. Su
vertirse en acontecimiento regional. Exorcistas y actitud hacia Lucy, esposa de Bell y madre de
espiritistas afluyeron al pueblecito de Adams de Betsy, no podía ser más solícita y amable. Para ella
todo Tennessee y del vecino Kentucky, hasta que era todo el respeto de Ja bruja, que pronto empezó
el vehemente coro de voces llegó a conseguir una a atormentar no sólo a Betsy, sino también a John
respuesta del invisible atormentador, respuesta Bell. Ante el asombro del grupo presente una no-
que, como en su primer contacto con la familia, fue che en la cocina de los Bell, la bruja anunció: «Es-

La gran cacería de fantasmas de Harry Price


Cuando Harry Price, especialista en fantasmas, termi- contró explicaciones naturales para ninguno de esos
nó de estudiar la rectoral de Borley, la calificó de «la fenómenos. Dijo también haber visto una figura bo-
casa más encantada de Inglaterra». Entre los fantas- rrosa que podía ser la monja y haber entrado en con-
mas y espectros que allí catalogó figuraban una monja tacto con el reverendo Bull.
que, según la leyenda, fue emparedada viva en uno de Price emprendió otra investigación en la rectoral
los muros del convento; un hombre sin cabeza, un co- un año más tarde, cuando los Smith habían sido suce-
che con su tiro de caballos y el reverendo Henry didos por el reverendo Lionel Algernón Foyster y su
Bull, que construyó el tenebroso edificio en 1863. mujer, Marianne. Apenas se instalaron los Foyster, en-
A lo largo de su vida, Price fue el más competente tró en funciones lo que parecía ser un poltergeist o .
y conocido de los cazadores de fantasmas que en las duende ruidoso. Encontraban las puertas cerradas,
primeras décadas del siglo intentaron comprobar, desaparecían enseres de la casa, se rompían ventanas,
con métodos prácticos y técnicas modernas, si los es- los muebles cambiaban de sitio, se percibían olo-
pectros eran reales. El equipo de Price incluía fundas
de fieltro para los zapatos, que le permitían deslizarse
por la casa sin ser oídos; cintas metálicas para medir La rectoria de Borley, escenario de la caceria de fantasmas, se
el grosor de las paredes y detectar posibles aposentos incendió poco antes de que sus halla~os se publicasen.
secretos; una cámara fija para obtener fotografías en
interiores y exteriores, otra de cine con control a dis-
tancia; equipo para obtener huellas dactilares y un te-
léfono portátil para comunicarse con otros investiga-
dores.
La fama de la rectoría de Borley np había trascen-
dido hasta que Price se interesó por ella, y aun enton-
ces los fantasmas que descubrió pertenecían a un gé-
nero totalmente predecible. Lo que primero atrajo su
atención en 1929 fueron las quejas de sus inquilinos,
el reverendo G. Eric Smith y su mujer, quienes duran-
te algún tiempo se habían visto incomodados por
muebles que se movían, llaves que se desprendían de
las cerraduras, ruido de pisadas y una voz de mujer.
Al cabo de tres días de cuidadoso estudio, Price no en-

178
toy decidida a perseguir y atormentar al tío Jack apretados y le costaba trabajo ponérselos». Cuan-
[John] toda su vida». do, tras atender a los cerdos, iniciaron la vuelta a
De modo que la entidad maligna desvió sus ma- casa se reprodujo el fenómeno. Esta vez los zapatos
lévolas atenciones de Betsy a su padre, infligiéndo- voladores fueron acompañados de un terrible gol-
le males desesperantes. La lengua se le inflamó de pe en la cara que obligó a Bell a detenerse. Se sen-
tal modo que no podía ni comer ni hablar y se le tó en un tronco, y «entonces todo su rostro comen-
provocó una parálisis facial. También le empeoró zó a sufrir intensas convulsiones que pronto se
un tic facial que, según advirtió, le había empezado contagiaron al resto de cuerpo», recordaba Ri-
a molestar coincidiendo con la primera manifesta- chard. Al cabo de un momento, su frenesí se vio
ción de la bruja. Escuchaba horribles maldiciones acentuado por el «tono injurioso de unas cancio-
mientras caminaba por la finca. Los accesos de hin- nes burlonas que surcaban el aire con fuerza ate-
chazón se hicieron aún más frecuentes y debilitan- rradora. Cuando los gritos demoniacos se extin-
tes, obligándole a abandonar el trabajo y cualquier guieron entre risas de triunfo, el ataque cesó, y vi
actividad durante días seguidos. A mediados de oc- cómo las lágrimas corrían por las mejillas todavía
tubre de 1820, cuando Bell acababa de recobrarse estremecidas de mi padre».
de un calvario de varios días, fue de nuevo asalta- John Bell estaba desesperado. «Hijo mío -ex-
do del modo más violento por la fuerza invisible. clamó-, te queda poco tiempo de aguantarme
Cuando se dirigía a la pocilga en compañía de con tanta paciencia. No podré seguir soportando la
su hijo menor Richard, que lo contó después, de re-
pente se le desprendió un zapato. Volvió a ponér-
persecución de esta cosa terrible. Me está matando
lentamente con sus torturas, y siento que se acerca
..
·selo y a atarlo fuertemente, y momentos después el fin.»
fue el otro el que se le cayó. Volvió también a cal- Ese día Bell se acostó para no volver a Íevantar-
zárselo y a asegurarlo. Padre e hijo prosiguieron su se. Pasaban las semanas y las fuerzas le abandona-
camino, con los zapatos del padre escapándoselc ban cada vez más, hasta que una mañana de di-
inexplicablemente de los pies a cada momento, a ciembre su familia lo encontró casi en estado de
pesar de que, como escribía su hijo, «le quedaban coma, con el cuerpo terriblemente deformado. Lla-

res raros y se oían ruidos casa encantada en los


extraños. Las peores mo- anales de la investigación
lestias las sufría siempre 7:':C"'/\INO"'T UNOEfl.STAhJ) paranormal».
• TUL M E Mol!é
la señora Foyster. La tira· Aunque no le faltasen
ron de su cama una no- l ' • • 11~~.
I detractores, Harry Price
che, la abofeteó una
mano invisible, le pusie-
ron un ojo amoratado e
, -~ era ampliamente respeta-
do tanto por lo imaginati-
vo e ingenioso de sus mé-
incluso estuvo a punto de todos como por su hones-
morir asfixiada por un La señora Fovster traro de tidad. Y, como llevaba
colchón. Más tarde empe- aclarar los supuestos mensa- cerca de cuarenta años
jes fantasmales.
zaron a aparecer en las investigando los fenóme-
paredes de la rectoría, ga- nos paranormales, se pro-
rabateadas en forma casi dujo un gran escándalo
indescifrable, peticiones cuando, tras su muerte en
angustiosas en las que a Harry Price aplicó la técnica 1948, la crítica empezó a
duras penas se leía «Ma- a la caza de fantasmas. socavar seriamente su
rianne por favor ayuda reputacióE.:_ Un reportero
consigue» o «Marianne oraciones misa ligeras». aseguró haber sorprendido a Price falsificando prue-
Como los duendes actuaban casi siempre cuando bas, y la señora Smith escribió que ni ella ni su mari-
la señora Foyster estaba ausente o sola, Price se incli- do habían creído nunca que la rectoría estuviese en-
naba a atribuirlo a maniobras suyas, aunque siguió cantada. Después, en 1956, tres miembros de la Socie-
creyendo en la posible autenticidad de la monja y del dad de Investigaciones ·psíquicas informaron que sus
reverendo Bull. De modo que, cuando volvió a quedar entrevistas con las personas relacionadas con Borley
vacía la rectoral. aprovechó la ocasión para alquilarla y un estudio exhaustivo de las notas de Price demos-
y convertirla en un laboratorio dedicado al estudio de traban que había manipulado algunos datos. Borlcy
lo sobrenatural. Con ayuda de 48 voluntarios, aplicó era considerada la obra maestra de Price, y no obstan-
los complicados análisis que le habían hecho famoso, te, a pesar de lo refinado de sus procedimientos, no
para llegar a la conclusión en The Most Haunted Hou- llegó a demostrar que allí hubiese fantasmas. Quizá
se in England, ·publicado en 1940, de que Borley es «el porque no estaba dispuesto a dejar su trabajo a me-
caso más extraordinario y mejor documentado de dias, añadió interpretaciones de su cosecha.

179
maron a un médico, y cuando se inclinaba sobre La ú ltima comunicación de la bruja con la fami-
el enfermo inundó la estancia la voz familiar de lia fue su promesa de volver al cabo de siete años.
la bruja. «Es inútil que trates de ayudar al tío Jack Cuando la cumplió, sólo Lucy Bell y dos de sus hi-
- gritó-. Esta vez no se me escapa.» . jos seguían viviendo en la casa, y la visita se limitó
Poco antes de la llegada del médico, uno de los a una serie de inofensivas jugarretas, sin ningún
hijos de Bell había descubierto entre sus medici- parecido con lo anterior. Era la última vez que la
nas un frasco de extraño aspecto. Nadie había sido familia iba a experimentar directamente la cólera
capaz de identificarlo, y uno de los presentes pre- de la bruja, aunque algunos de los numerosos des-
guntó a la bruja: «¿Qué hay en este frasco?» La bru- cendientes de John Be ll gusten de atribuir sus in-
ja respondió que un brebaje confeccionado por fortunios a la intervención de aquel espíritu del si-
ella y del que había hecho beber a Bell durante la glo XIX.
noche, «con lo qu'e ya va arreglado». Se lo hicieron Las pruebas sufridas por la familia Bell han
probar a un gato, que empezó a dar saltos y se re- sido objeto de muchos estudios y especulaciones
torció unas cuantas veces antes de morir. Bell duró en el curso de los años, por tratarse de un caso es-
hasta la mañana siguiente. pecialmente rico y complejo de actividad paranor-
La bruja de los Bell se despidió de la familia mal. Para empezar, como señalaba Frank Smyth,
poco después, pero no sin entrometerse en otra parece cierto que los principales fenómenos ocu-
vida y formular una última amenaza. Betsy Bell, rrieron realme nte y fueron presenciados por doce-
que tenía ya dieciséis años, había acabado por nas de personas, entre ellas muchas ajenas a la fa-
aceptar a Joshua Gardner y estaba haciendo pre- milia y presumiblemente objetivas. La bruja fue
parativos para la boda cuando la bruja volvió a «entrevistada» largamente por un comité de veci-
dedicarle su atención. Esta vez el tormento con- nos temerosos de Dios, y tanto Betsy como su pa-
sistió en un ruego continuo: «Por favor, Betsy Bell, dre, víctimas principales, examinados por el médi-
no te cases con Joshua Gardner», gemía a todas ho- co de la familia, que no pudo hallar causas natura-
ras la bruja, hasta que la muchacha no pudo sopor- les para sus padecimientos. Durante algún tiempo
tarlo más y anuló la boda. .Más tarde se casó con el se sospechó que Betsy fuese ventrílocua, pero
maestro, que murió cuando ella tenía poco más de hubo que desecharlo desde que en una ocasión, el
treinta años. Siguió viuda hasta su muerte, en 1890, médico le puso la mano en la boca mientras se oía
a la edad de ochenta y seis años. la voz. En aquel mundo -una remota comunidad
de fanáticos de la Biblia a principios del siglo
XIX- sólo podía haber tres explicaciones para la
bruja de los Bell: tuvo que ser un fraude, el diablo
o un fantasma. La opinión general era que se trata-
ba de una mezcla de los dos últimos, una visita
aciaga de un ser del más allá contra la que no ha-
bía defensa.
En el mundo posfre udiano en que vivimos, la
explicación más plausible del desastre que sufrie-
ron los Bell puede ser la aducida por el psicoana-
lista Nandor Fodor en su libro Haunted People. Al
estudiar el caso Bell, Fodor advertía que los sínto-
mas de Betsy -desmayos, vértigos- son los que
suelen experimentar quienes están a punto de caer
en trance; en otras palabras, quienes se disponen a
abandonar su yo consciente. Y observaba que los
males de John Bell -tic nervioso, imposibilidad de
comer y hablar, cese de los contactos y actividades
normales- van comúnmente asociados en la mo-
derna teoría psiquiátrica a graves sentimientos de
Un equipo de la Fuerza Aé- culpabilidad. Fodor recordaba después que el com-
rea estadounidense investi- portamiento de la bruja era caprichoso, como de
gó el extraño zumbido que adolescente, humano, y a la vez que hacía la vida
tenía aterrorizada a una fa- itnposible a todo el mundo era amable con alguien
milia del estado de Nueva de la familia, la madre, Lucy. Tras analizar estos y
York.
otros elementos del caso, Fodor llegó a la conclu-
sión, tan fascinante como arriesgada, de que la bru-
ja de Bell era la expresión, posiblemente a través
Al no encontrar explica- de las fuerzas mentales, del odio tan intenso como
ción para la rotura de 39 imposible de aceptar que Betsy Bell sentía por su
cristales en la casa de esta
mujer de : Massachusetts, padre. Ese odio, aventuraba Fodor, pudo nacer de
los vecinos atribuyeron el insinuaciones sexuales hechas por el padre o de al-
estropicio a fuerzas espec- guna forma de relación incestuosa entre padre e
trales. hija. Como resultado, proseguía Fodor, Betsy era

180
En 1979, tras sufrir en un mes más de ochenta incendios a un sacerdote que tratase de exorcizar con agua bendita a
inexplicables en su granja, la familia francesa Lahore pidió las posibles fuerzas malignas causantes de los siniestros.

incapaz de enfrentarse de modo consciente a sus cías populares. Los fantasmas de Banco, en Mac-
emociones, y cuando éstas se vieron avivadas por beth, o del comendador del Tenorio, aun siendo
las atenciones de dos hombres, la personalidad de creaciones literarias, reflejan una idea extendida
Betsy se escindió, y tal vez de esa escisión naciese y aceptada desde tiempo inmemorial: la convic-
la «muchacha del vestido verde» que se columpia- ción de que las apariciones no son otra cosa que
ba en el roble. Una parte de su personalidad proce- el espíritu de los muertos que se manifiesta de
dió entonces a atacar a su padre. manera visible a los vivos, a menudo para trans-
Por supuesto, la versión de Fodor sobre el ori- mitirles un mensaje.
gen de la bruja de los Bell es sólo una conjetura En último extremo, a quienes han visto fantas- ·
psicológica ofrecida siglo y medio después de los mas les importa poco que los demás crean en ellos
hechos, sin que haya la menor posibilidad de pro- o no. Para quien los ha contemplado, los fantasmas
bar su teoría. No menos difícil de resolver es el simplemente existen. Mucho tiempo después de
tema de los fantasmas. Puede ocurrir, como creen que Robert Graves contase que había visto el fan-
muchos, que no sean más que la sublimación de tasma del soldado Challoner durante la primera
nuestros deseos y temores más íntimos en formas guerra mundial, le pidieron su opinión sobre la
familiares; puede tratarse pura y simplemente de probabilidad Qe un suceso así. Su respuesta fue tan
alucinaciones o de ensueños, de reacciones eléctri- sobria como estimulante.
cas con las que nos topamos por azar, o incluso del «Creo -escribía- que deberíamos aceptar los
borde visible de un fenómeno que excede hasta fantasmas como aceptamos el fuego, fenómeno
ahora a la comprensión humana. Al fin y al cabo, si más común pero no menos misterioso. ¿Qué es el
pensamos en la idea tan vaga que tiene la mayoría fuego? No se trata realmente de un elemento, ni de
de la gente de fenómenos explicados en los últimos una causa del movimiento, ni de una criatura viva,
tiempos, como las ondas de radio y televisión, no ni siquiera de una enfermedad, aunque pueda
es difícil creer que el universo pueda albergar "prenderse" a una casa. Es más un acontecimien-
otros secretos. to que una cosa o un ser vivo. De la misma mane-
Los relatos de apariciones, pese al escepticis- ra, los fantasmas parecen ser más acontecimien-
mo que los rodea, están arraigados en las creen- tos que seres animados o inanimados.»

181
Realidad y apariencia

Un fantasma artificial llamado Philip


os espiritistas del siglo consideraban obra
L XIX
de los espíritus los misteriosos rumores de
golpes y el balanceo de pesadas mesas. Sin embar-
go, algunos parapsicólogos modernos se inclinan a
sospechar la intervención del subconsciente en ta-
les asuntos. Para estudiar la posible influencia de
la mente sobre los objetos inanimados, un equipo
de la Toronto Society for Psychical Research cana-
diense inició un notable experimento. A principios
de los años setenta, ese grupo de ocho miembros
se inventó una figura del pasado y se concentró en
la tarea de materializar el fantasma de ese ser in-
existente.
En su introducción a Conjuring up Philip, el con-
sejero científico del grupo, doctor A. R G. Owen,
miembro del Departamento de Medicina Preventi-
va y Bioestadística de la Universidad de Toronto y Este retrato imaginario de Philip, obra de uno de los inves-
especialista en casos de poltergeist, escribía: «Era tigadores tras una amplia discusión colectiva, ayudó a con-
centrar la atención del grupo hasta provocar manifestacio-
esencial para sus fines que Philip fuese un persona- nes del ficticio personaje
je totalmente ficticio, no sólo producto de la imagi-
nación, sino confirmado como tal por una biogra-
fía llena de errores históricos». Como dicen las
coautoras del libro, Iris M. Oweri y Margaret Spa- Aunque existe en Warwickshire (Inglaterra) un
rrow, el fantasma debía ser alguien que, como lugar llamado Diddington Hall, la casa solariega de
constaba a los miembros del grupo que llevaba a la biografía era totalmente ficticia. Los experimen-
cabo el experimento, <<nunca hubiese existido en la tadores se aseguraron de que la verdadera historia
vida real». de Diddington no tenía la menor relación con la
A uno de esos miembros, identificado simple- que habían adjudicado a Philip. Y el error se vio
mente como Sue, madre de tres pequeños y ex en- agravado por las contradicciones, al decir que Phi-
fermera de las fuerzas armadas canadienses, le fue lip se había reencarnado varias veces y al mismo
confiada la tarea de urdir una elemental biografía tiempo que solía aparecerse en las almenas de Did-
de Philip. He aquí el resultado: «Philip fue un aris- dington «aproximadamente una vez por siglo».
tócratra inglés que vivió a mediados del siglo XVII, Los miembros del grupo memorizaron los da-
en la época de Oliver Cromwell. Era partidario de tos biográficos ficticios de Philip, discurrieron
rey y católico. Estaba casado con una mujer her- nuevos detalles, estudiaron la época durante la que
mosa, pero insensible y frígida, Dorothea, hija de se suponía que había vivido e incluso compraron
un noble vecino. Cierto día, cuando cabalgaba por fotografías del verdadero Diddington Hall y del
los límites de sus propiedades, Philip encontró un paisaje circundante. Trataban de crear una «aluci-
campamento de gitanos en el que vio a una guapa nación colectiva» de Philip describiendo su aspec-
muchacha de ojos negros y pelo como ala de cuer- to, sus preferencias gastronómicas y «en especial
vo, Margo, de la que al instante se enamoró. sus sentimientos hacia Dorothea y Margo, hasta
«La llevó en secreto a vivir en la casa del guarda crear un completo retr,ato mental suyo que todos
cercana a los establos de Diddington Manor, la re- pudieran suscribir».
sidencia familiar, y durante algún tiempo mantuvo Durante meses, el grupo de cinco mujeres y tres
en secreto su nido de amor. Pero Dorothea entró hombres se esforzó por conjurar a su falso espí-
en sospechas y descubrió a Margo, a quien acusó ritu. Reunidos en torno de un dibujo del supuesto
de brujería y de robarle a su marido. Philip temía fantasma, meditaban sobre su imagen. Más tarde,
demasiado perder su reputación y su fortuna para imitando el sistema de los espiritistas victorianos
protestar cuando juzgaron a Margo, y ésta fue con- para crear un ambiente receptivo, adoptaron una
denada por bruja y quemada. A Philip le asaltaron actitud más «relajada y jovial».
después los remordimientos de no haber tratado La primera manifestación fantasmal fue un gol-
de salvarla y solía ir y venir desesperado por las al- pe en la mesa, más sentido que oído; todos los pre-
menas de Diddington. Al fin, una mañana encontra- sentes notaron una vibración. Después hubo una
ron su cuerpo al pie de la muralla, de la que se ha- serie de leves impactos, como si alguien golpease
bía arrojado en un arrebato de remordimiento.» la mesa. Al principio, todos callaban sospechando
Los miembros del grupo Philip nunca estaban en completa
oscuridad. Cuando adoptaron una actitud te/ajada, surgió
la primera manifestación, una vibración en el tablero de
la mesa.

que eran ellos quienes causaban los golpes sin que-


rer; pero cuando la mesa empezó a moverse por el
suelo de modo irregular y aparentemente sin obje-
to se consultaron ya en voz alta. Al fin alguien pre-
guntó: «¿No será Philip quien está haciendo esto?»
La respuesta fue un golpe muy fuerte. Parecía que
el fantasma imaginario había llegado por fin.
Mediante preguntas a las que respondía sí con
un golpe y no con dos, pronto pudieron disfrutar Aunque la trágica existencia del Philip ficticio
de una conversación relativamente fluida con la en- transcurrió en Diddington Manar, en Inglate-
tidad a la que al parecer habían logrado conjurar. rra hay un auténtico Diddington Hall, que aquí
La extraña aventura fue subiendo de tono rápida- vemos fotografiado por uno de los· participan-
mente. Destinaron una habitación para «Philip», y tes en el proyecto.
el personaje fantasmal fue aceptado como entidad
independiente que tenía sus preferencias y susten-
taba opiniones firmes en ciertos temas mientras ron disfrutar de sus encuentros con «Philip», em-
que en otros vacilaba. pezaron a actuar «como si se tratase de un miem-
Cuando preguntaron a «Philip» si su mujer, Do- bro más del grupo». Le provocaban, le gastaban
rothea, se había negado a tener hijos, se oyó ruido bromas y flirteaban. Pero cuando le dijeron que si
de rascar. Alguien del grupo dijo: «Acaso trate de no respondía podían despedirlo y buscar a otro,
decirnos que estamos metiéndonos en cosas dema- los g~lpes cesaron y fue difícil reanudar las relacio-
siado personales. Tal vez no quiera mencionar de- nes. A pesar de ello, tanto el golpeteo como los mo-
talles tan íntimos». La respuesta fue un enérgico sí. vimientos de la mesa continuaron, y se dice que
Cuentan Owen y Sparrow que «tanto los golpes ésta se abalanzaba contra los que llegaban con re-
como los movimientos de la mesa parecían estar traso y a veces los acorralaba en un rincón.
íntimamente relacionados -si no realmente pro- En resumen, los experimentadores consiguie-
vocados- con el saber, pensar y querer de cada ron más de lo que esperaban, aunque ninguno en-
miembro del grupo, así como su humor y capaci- tendía cómo o por qué. Como diría la señora
dad de concentración. Si todos estaban de acuerdo Owen: «Comprendimos claramente y ·hemos pro-
en la respuesta de una pregunta, el golpe afirmativo bado que detrás de tales comunicaciones no hay
era inmediato y enérgico; si algunos dudaban, se ningún "espíritu". Los mensajes proceden del sub-
producía una vacilación. consciente del grupo, pero necesitamos conocer
A medida que todos fueron relajándose y pudie- mejor qué fuerza física es la que actúa».
La creencia humana de que los vivos pueden
comunicarse con los muertos ha estado siempre rodeada
de esperanzas, controversias y fraudes.

ESPIRITISMO

espiritismo moderno, la creen- Entonces la señora Fox pidió a


E L
cia de que los vivos pueden co-
municarse con los muertos, nació en
aquella fuerza invisible que dijese me-
diante golpes las edades de todos sus
una casa de campo de Hydesville hijos, y «al instante me las dio una por
(Nueva York) el 31 de marzo de 1848. una correctamente, haciendo entre
Aunque los esfuerzos del hombre por ellas una pausa suficientemente larga
entrar en contacto con los espíritus se para distinguirlas. Así hasta el sépti-
remontan a épocas mucho más leja- mo; y después se oyeron otros tres
nas, e l supuesto diálogo directo con golpes enérgicos correspondientes a
los muertos tuvo su inicio contempo- la edad del menor, que había muerto».
ráneo la noche de aquel viernes en el Cuando la señora Fox preguntó:
estado de Nueva York. Los ocupantes «¿Es un ser humano quien contesta
de la casa eran John y Margaret Fox y El espiritismo moderno nació a así a mis preguntas?», no hubo res-
raíz de los supuestos contactos
sus dos hijas menores, Margaret y de las hermanas Fox con un ser puesta. Pero cuando dijo: «¿Eres un
Kate, de quince y once años respecti- de ultratumba. espíritu? Si lo eres, da dos golpes», so-
vamente. Los Fox se habían mudado a naron dos ruidos «apenas le fue hecha
la casa, que tenía ya fama de estar en- la petición». Comunicaciones poste-
cantada, en diciembre de 1847, y tres meses des- riores permitieron identificar al invisible autor de
pués empezaron a oír extraños ruidos nocturnos, los golpes como el espíritu de un hombre asesina-
que asustaron tanto a las muchachas que éstas se do en la casa años antes y cuyo esqueleto fue efec-
empeñaron en dormir en la habitación de sus pa- tivamente desenterrado por los investigadores cin-
dres. La noche del 31 de marzo, Kate respondió fi. cuenta años después.
nalmente a aquellos golpes misteriosos. Chascó los No tardó en propalarse la noticia de esas con-
dedos en la oscuridad, y tras decir en voz alta: «Se- versaciones ultraterrenas, y las hermanas Fox se
ñor Pata de Cabra, haz lo que yo haga», palmoteó hicieron pronto famosas. En noviembre de 1849
varias veces. Al instante se oyeron otras tantas per- llevaron a cabo una demostración pública de sus
cusiones en la pared. Después le tocó e l turno a su habilidades ante un auditorio de Rochester. Al ve-
hermana Margaret. «No, haz lo que haga yo», orde- rano siguiente, el Tribune de Nueva York informa-
nó. «Cuenta uno, dos, tres, cuatro». Batió palmas ba de sus sesiones en e l hotel Barnurn, y Horace
cuatro veces y se detuvo. Toda la familia escuchó Greeley, editor-director del periódico, incluso invi-
los cuatro golpes de respuesta. tó a su casa a la pareja para observar mejor su tra-
bajo.
La afirmación de las hermanas Fox de haberse
Franek Kluski, médium polaco que actuó en los aflos comunicado directamente con los muertos ejerció
veinte, ofreda como prueba de la existencia de los espíri- en el público un asombroso efecto. Fue corno si al-
tus esta impresión en cera, producida, según decía, cuan- guien hubiese soltado un resorte oprimido durante
do uno de ellos metió las manos en cera fundida. largo tiempo. Casi de la noche a la mañana, el espi-

185
ritismo se convirtió en un movimiento en pleno
auge con practicantes, seguidores y un reglamento
Las visiones de Swedenborg cada vez más complicado sobre cómo llevar a cabo
las sesiones. Centenares de supuestos médiums
Aunque' se dice que los empezaron a demostrar sus pretendidas facultades
padres del joven Ema- en Nueva York y su estado, así como en poblacio-
nuel Swedberg pensa- nes de l Medio Oeste. Filade lfia produjo un número
ban que «los ángeles desmesurado de médiums, y la locura por hablar
hablaban por su boca», con los espíritus se contagió a Europa, y muy espe-
todo parecía conspirar cialmente a Inglaterra.
para que e l muchacho Fuesen verdad o impostura las supuestas facul-
siguiera una brillante tades de las hermanas Fox, el movimiento espiritis-
carrera científica en su
patria, Suecia. ta por e llas iniciado vino sin duda a satisfacer una
Swedenborg, como necesidad ampliamente compartida. A algunas de
pasó a llamarse al co- las mentes más inteligentes y curiosas de la época,
menzar su vida adulta, la perspectiva de una comunicación con los difun-
cuando su familia fue ÍAS singulares visiones de tos les ofreía nuevos caminos de indagación inte-
elevada a la nobleza, Ema nuel Swedenborg pre/u. lectual. En cuanto a las gentes sencillas, el espiritis-
había nacido en 1688 diaron la creencia posterior mo les prometía el incomparable consuelo de ha-
en Estocolmo, y era en el espiritismo. blar con seres queridos a los que ~reían perdidos
hijo de un o bispo y para siem pre. ·
profesor de Teología lu-
terano. Fue educado en la Universidad de Upsala, La edad de oro del espiritismo duró poco más
donde aprendió latín, griego y hebreo, junto con de cincuenta años, hasta los albores de nuestro si-
las matemáticas y la ciencia que cimentaron su glo. Los esfuerzos de los investigadores, incluidos
fama como ingeniero, y en la época en que «el c ientíficos y filósofos, por comprobar sus afirma-
cielo se abrió para él» era tenido por uno de los ciones habían arrojado para entonces una y otra
hombres más sabios de su tiempo. vez resultados nada convincentes, y, al abrirse ca-
Después, a partir de sus cincuenta y . cinco minos de investigación más prometedores, el inte-
años y hasta su muerte a los ochenta y cuatro, el rés por el tema decayó. No obstante, como fenóme-
científico experimentó una serie de visiones y en- no popular, e l espiritismo aún persiste, y cualquier
sueños que le convencieron de la existencia de un
más allá accesible a los vivos. Los detallados rela- aumento súbito del número de muertes prematu-
tos que hizo Swedenborg de sus «viajes y conver- ras podría darle nuevo impulso, como aconteció en
saciones en el mundo espiritual», del tiempo pasa- Francia después de la primera guerra mundial. En
do entre los espíritus de reyes, personajes bíblicos Brasil está e n pleno auge, y del atractivo que si-
y habitantes de la Luna, Venus y Marte, fueron un gue revistiendo en los Estados Unidos fue buena
sorprendente preludio al posterior movimiento es- prueba, en los años sesenta, la sorprendente afirma-
piritista. ción del antiguo obispo episcopaliano de Califor-
Los «viajes» del vidente Swedenborg, entre nia James L. Pike, quien aseguraba ha_b er hablado
e llos su exacto informe, desde una distancia de con el espíritu de su hijo Jim a través del médium
casi quinie ntos kiló me tros, de un ince ndio que de-
vastó Estocolmo, no se parecían nada a los de los Arthur Ford, uno de los más famosos «dotados» de
dotados o médiums tradicionales. «LO que relato nuestro siglo.
no procede de la simple percepción interna -es- La sesión se cele bró en los estudios de una emi-
cribía-. Digo lo que he visto... He procedido sora de televisión de Toronto e l 3 de septiembre de
media nte una observación e inducción tan estric- 1967. Ford ha bía llamado ya varias veces la aten-
tas como las de cualquiera de vuestros hombres ción pública, en especial cuando aseguró haber sa-
de ciencia. Sólo que a mí me ha sido dado disfru- bido por el espíritu del famoso mago Harry Houdi-
tar una experiencia que alcanza a dos mundos, el ni el código secreto que éste empleaba en la sesión
del espíritu y e l de la materia.»
Con la gran cantidad de «datos» de otro mun- recreativa de lectura del pensamiento que presen-
do que reunió, Swedenborg construyó su doctrina taba con su mujer, Beatrice. La velada de Toronto
de las «Correspondencias», un sistema global que tuvo un tinte dramático, pues el joven Pike se
relacionaba cada aspecto de la vida terrena con la había suicidado en febrero de 1966, revistiendo
esfera espiritual. El legado de Swedenborg fue la de tragedia la vida, las creencias y la carrera de su
Iglesia Nueva o de la Nueva Jerusalén, comunión padre.
sincretista fundada por sus seguidores y a la· que Durante la sesión, Arthur Ford, en trance me-
se invitó a adherirse a miembros de todas las sec- diúmnico, habló con la voz de Fletcher, el espíritu
tas cristianas. Este viajero del espíritu nunca que lo «Controlaba», y que era al parecer un amigo
aconsejó a otros imitarle; sus experiencias eran
personales y proféticas, no ejemplares. ¿Qué decir de juventud muerto hacía décadas. La voz de esa
de él? Con todo lo que pudiese haber de autoen- entidad invisible, que parecía surgir del médium
gaño o alucinación, siempre posible en los visio- e n trance, dijo estar en contacto con alquien «lla-
narios, Swedenborg fue sin duda un pionero del es- mado algo así como Halverston o Halbertston», a
piritismo. quien Pike ide ntificó como Marvin Halverson, co-
nocido suyo. Después se oyó a dos «entidades»
identificadas como Louis Pitt, decano del Semina-

186
«Señor Pata de Cabra, haz lo que yo haga»

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-~W- ~_.:..:_
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«Señor Pata de Cabra» fue el nombre que las hermanas


re; °'
de los que la prensa informó al mundo desde la casa de
Fox emplearon para dirigirse al espríritu con quien de- madera de los Fox (arriba) en Hydesville (Nueva York),
cían poder comunicarse. Los golpes de respuesta de éste, fueron el inicio del movimiento espiritista.

rio Teológico de Virginia, y George Zobrisky, un sensibilidad científica el espiritismo moderno sus-
abogado. citó controversias desde el principio. Las herma-
A continuación el médium transmitió un men- nas Fox no hicieron gran cosa por despejar la in-
saje del hijo de Pike: «Jim dice que quiere que com- cógnita. Al cabo de años de ofrecer sus sesiones al
prenda de una vez que ni usted ni ningún otro público (en las que las acompañó más tarde una
miembro de la familia deben tener el menor senti- tercera hermana, Leah), confesaron haber simula-
miento de culpabilidad o impresión de haberle fa. do los primeros golpes, para después confundir
liado en algún aspecto». Pike respondió: «Bien, aún más las cosas al retractarse de sus revelacio-
bien. Gracias, Jim». nes. Para entonces ya poco importaba, pues el espi-
El médium en trance habló después por cuenta ritismo había generado toda una serie de represen-
de otras varias entidades, supuestos espíritus de tantes con mucha más personalidad.
antiguos amigos de Pike. Tras la sesión televisiva, El más impresionate de todos fue sin duda Da-
el obispo Pike confirmó que creía haber hablado niel Dunglas Home. Nacido en Escocia en 1833, se
realmente con el espíritu de su hijo crió en Estaáos Unidos, pero consi-
muerto, al decir: «Para mí, no hay ex- guió su mayor fama como médium y
plicación más plausible de los fenó- dotado de extraordinarias facultades
menos que ocurrieron». Pero tras la paranormales en Inglaterra y Europa
muerte de Pike en 1969 y la de Arthur continental. Fue un tipo elegante y
Ford en 1971 aumentaron las dudas simpático, cuya personalidad y dotes
sobre la autenticidad de la sesión de insólitas indujeron a Robert Somer-
Toronto. ¿Había hablado realmente el lott, el autor de «Here, Mr. Splitfoot», a
obispo Pike con el espíritu de su hijo y calificarlo de «la figura más encanta-
con los de otras personas, a las que dora que registra la investigación psí-
había conocido, o había sido todo un quica». Se dice que jamás fue sorpren-
hábil artificio del discutido y extrava- dido en su carrera utilizando manio-
gante Ford? De lo que-:no cabe duda es bras o irucos escénicos.
de que, tanto en su dudosa autentici- La sesión habitual de Home no ca-
dad como en sus detalles, la sesión recía de espectacularidad. Podían apa-
respondió a las pautas del más puro recer manos sin cuerpo, verse y oírse
modelo espiritista. Esta lápida recuerda la anti- un acordeón sin que dedos visibles to-
Nacido en una época de acusada gua casa de las hermanas Fax. casen sus teclas o presenciarse el alarga-

187
miento del cuerpo del médium, todo ello en recin- trompeta de forma cónica parecía flotar en una ha-
tos bien iluminados. Pero la más increíble demos- bitación oscura y transmitir directamente la voz de
tración de Home pudo ser la que tuvo lugar en un espíritu, o un médium en trance hablaba como
1868. La describió con todo detalle lord Lindsay, si sus cuerdas vocales estuvieran siendo modula-
más tarde conde de Crawford, al comité de la Dia- das por un espíritu.
lectical Society de Londres: «Yo estaba sentado Otro sistema de comunicación era la tiptología,
con Mr. Home y lord Adare y un primo suyo. Du- los golpes en la mesa que servían para formar pala-
rante la sesión, Mr. Home entró en trance, y en ese bras. Ciertos médiums materializaban «aportes»,
estado su cuerpo comenzó a levitar, salió por una como flores o perfumes, supuestos regalos de los
ventana y penetró por otras, tras flotar en el am- espíritus. Algunos llegaron a especializarse en cier-
plio vacío de la calle. La distancia entre ambas !ven- tos fenómenos. Se dice que Franek Kluski, médium
tanas era de unos siete pies y seis pulgadas [2,30 de origen polaco que ejercía en Francia, materiali-
metros], y no había entre ellas donde apoyar el pie, zó un león y una especie de halcón o águila ratone-
ni más saliente que uno de doce pulgadas (30 centí- ra que «voló por allí, golpeando sus alas contra las
metros] en cada ventana, que servía como repisa paredes y el techo», así como algo a lo que llamó
para poner flores. Oímos levantar la ventana del Pithecanthropus, criatura de aspecto simiesco que
cuarto de al lado, y casi inmediatamente vimos a «olía como un perro mojado». Otros tomaban foto-
Home flotando en el aire por fuera de nuestra ven- grafías de espíritus o comunicaban con «guías» mé-
tana. La luna entraba a raudales en la habitación; dicos que diagnosticaban y sugerían remedios. Una
yo daba la espalda a la luz, y vi la som-
bra en la pared del alféizar y los pies
de Home a unas seis pulgadas [ 15 cen-
tímetros] de él. Permaneció unos se-
gundos en esa posición, y después le-
vantó el cristal, se introdujo en la ha-
bitación con los pies por de lante y se
sentó».
Lady Crookes, esposa del eminen-
te físico sir William Crookes, refirió
otra de las hazañas de Home, la apari-
ción de un misterioso fantasma acor-
deonista: «Al aproximarse aquella fi-
gura sentí un frío intenso, y al ver que
iba a darme el acordeón no pude me-
nos de gritar». Al escuchar el grito, «la
figura pareció hundirse e n el suelo
hasta que sólo se veían la cabeza y los
hombros, sin dejar de tocar el acor-
deón». La médium Florence Cook Fotografía tomada por sir William Crookes
A sir William Crookes también le utilizaba a Katie King como de la aparición de Katie King durante una
impresionaba Home, pero dedicó so- su «control» o intermediaria sesión; posiblemente salía del cuarto oscuro
bre todo su atención a otra famosa con los espíritus. situado detrás.
médium de finales de siglo, Florence
Cook, y a su bella «materialización»,
Katie King. Como Katie King se parecía a Florence médium británica de nuestros días, Rosemary
y sólo hacía acto de presencia una vez que ésta s~ Brown, interpreta al piano composiciones que dice
hallaba en trance dentro de un gabinete cuidadosá- le son enviadas por los espíritus de compositores
mente encortinado, médium y espíritu fueron con como Liszt o Beethoven.
frecuencia acusadas de ser una misma. El fascina- Los médiums se han comunicado también utili-
do Crookes trató desesperadamente de probar lo zando la mesa parlante, conocida comercialmente
contrario, para lo que llevó a cabo una gran varie- como ouija. La ouija (de la palabra sí en francés y
dad de experiencias, como atar y amordazar a la alemán) es un tablero con letras y números. Quie-
médium y conectarla a un galvanómetro. Tambié n nes lo utilizan ponen las manos sobre un artilugio
tomó unas cuarenta fotos de Katie King. Pero la deslizante y éste empieza a moverse de letra en le-
comunidad científica siguió escéptica, y un histo- tra, formando palabras y frases. Es un método rela-
riador ha acusado a Crookes de haber utilizado cionado con 1a escritura automática, en la que la
esas sesiones como pantalla para ocultar su idilio mano de una persona parece estar controlada por
con Florence Cook. lo que se supone es un espíritu. Algunos autores
A pesar del escepticismo oficial, la mediumni- aseguran haber escrito libros enteros bajo la in-
dad física cobró notorio auge, y los rnédiums pro- fluencia de los espíritus.
vocaron fenómenos increíbles que, según ellos, Uno de los casos mejor estudiados y más intere-
eran posibles gracias a la comunicación con los es- santes de escritura autómatica y otras formas de
píritus de los muertos. Por ejemplo, un~ sencilla comunicación con los espíritus es el de la guapa y

188
joven médiwn Hélene Smith. Sus sesiones, celebra- los espíritus. Flournoy fue excluido de las sesiones,
das en Ginebra, incluían manifestaciones tan ca- y la Smith se hizo famosa y recibió una renta de un
racterísticas como levitación de mesas, aportes, vo- acaudalado benefactor. Era tal la fascinación que
ces y escritura automática. La médiun aseguraba ejercía el espiritismo que el libro de Flournoy, en
que eran los espíritus quienes le guiaban la mano su pretensión de explicar los fenómenos mediúm-
para escribir en árabe y en un hipotético lenguaje nicos en términos psicológicos, sólo consiguió pro-
marciano, así como para dibujar los paisajes de ese porcionar a Hélene Smith un aluwón de nuevos
planeta que aseguraba haber visitado en compañía protectores y permitirle prosperar como médium
de sus espíritus guías. A esas sesiones asistieron al- profesional.
gunos de los más conocidos investigadores ginebri- Algunas de las grandes mentes de la é poca
nos del tema, pero quien las hizo famosas fue un creían que el espiritismo era cuando menos posi-
profesor de psicología suizo, Théodore Floumoy. ble. Entre los que se interesaron por él figurabari
A final es de la década de 1890, Floumoy aplicó el premio Nobel francés Charles Richet, cuyo des-
técnicas psicoanalíticas al estudio de los fenóme- cubrimiento supremo se centró en los mecanismos
nos espiritistas de la Smith. Tomó parte en las se- autoinmunitarios de los microbios frente a los fár-
siones durante casi cinco años, investigó el pasado macos destinados a combatirlos; el astrónomo
de la médium, trató de corroborar los datos histó- también francés Camille flammarion y el criminalis-
ricos que decía saber por sus contactos con espíri- ta y psiquíatra italiano Cesare Lombroso. Según el
tus y visitó los lugares que aseguraba haber conoci- historiador estadounidense R. Laurence Moore, en
esa época casi todo el mundo, inclui-
dos «hombres importantes de los ne-
gocios, la política, las artes y el perio-
dismo», hablaba «con absoluta serie-
dad» de las implicaciones del espiri-
tismo.
No obstante, a finales del siglo, los
investigadores más serios se ocupa-
ban menos de la supuesta comunica-
ción con los muertos y más de la posi-
bilidad de que los fenómenos espiri-
. tistas pudiesen responder a facultades
mentales inexploradas. La investiga-
ción del espiritismo como posible
prueba de las facultades «supranor-
males» de la mente humana se había
iniciado con la fundación en Londres,
en 1882, de la Society for Psychical
Research (SPR). Tres años después na-
A Crookes, que aquí aparece del brazo de la A pesar de sus relaciones ció su homónima norteamericana, la
materializada Katie King, se le sospechó con el espiritismo, Crookes ASPR, y a continuación, en París, el
que mantenia un idilio con la encantadora era considerado un gran Instituto Metapsíquica Internacional.
Florence Cook. científico. Grupos semejantes surgieron por do-
quier en Europa e Iberoamérica. Eran
organizaciones cuyos miembros em-
do en sus visiones. También animó a los especialis- pezaban a preguntarse si los médiums obtendrian
tas a estudiar las lenguas que utilizaba. Su conclu- su información no de los espíritus, sino gracias a
sión fue que tales visiones y «viajes» en estado de lo que más tarde se ha llamado percepción extra-
trance eran en realidad simples recuerdos ingenio- sensorial.
samente ampliados y transformados. En cuanto a John Beloff, psicólogo de la Universidad de
su «lenguaje marciano», aparte una increíble haza- Edimburgo, cita como ejemplo de ese cambio la
ña mental, tenía claras similitudes con la sintaxis carrera de Leonora Piper, una brillante médium de
francesa. Un experto en sánscrito aseguró que el Boston descubierta nada menos que por William
98 por 100 de esas palabras podían localizarse en James, la gran figura de la psicología norteamerica-
lenguas conocidas. No obstante, Floumoy con- na. No obstante, el fascinante estudio que éste hizo
cedió haber encontrado «algo de telequinesia y sobre las aptitudes mediúmnicas de la Piper refleja
telepatía». la ambigüedad que la mayoría de los investigado-
La opinión de Flournoy, publicada en 1899 en res serios hallan en este campo, y en él está ya pre-
De la India al planeta Marte, no fue bien recibida. sente la mezcla de entusiasmo y cautela, convic-
Otros investigadores del espiritismo aseguraron ción y dudas frustrantes que siguió experimentan-
que el lenguaje desconocido de la Smith era «mar- do por el tema a lo largo de su carrera.
ciano auténtico», y que muchas de sus proezas, así Cuando James visitó por primera vez a la Piper
como su detallado conocimiento de vidas pasadas, en 1885, a instancias de su mujer y su suegra, escri-
sólo podían explicarse como manifestaciones de bió que la médium había sido notablemente preci-

189
Lo que James no pudo averiguar fue e l origen
de ese conocimiento, si procedía de un truco, de
los espíritus o de la lectura inconsciente de lamen-
te de los asistentes a la sesión, lo que James llama-
ba transferencia del pensamiento. Por regla gene-
ral, e n las sesiones de la Piper no había exhibición
La médium Hélene Smith dibujaba «Casas• que decla haber
visto cuando su espíritu viajó a Marte, durante un trance. de fenómenos físico s, aunque se dice que era capaz
de hacer que las flores se marchitasen y perdiesen
su aroma.
En 1887, cuando otras actividades obligaron a
James a abandonar su estudio de la médium, reco-
mendó que lo continuase Richard Hodgson, miem-
bro destacado de la SPR de Londres, y en esa épo-
ca su representante e n Estados Unidos. Hodgson
tenía fama de investigador implacable y cauteloso,
y en su trabajo con la Piper la sometió a los contro-
les más estrictos para precaverse contra filtracio-
nes de información, trucos y connivencias. Sus pre-
Flou.rnoy, que investigó a la cauciones llegaron al máximo durante el invierno
La Smith dibujó esta «plan- médium, descubrió q·ue el de 1889-90, que la Piper pasó en Inglaterra, donde
ta» como ejemplo de la flora supuesto •marciano• era un
marciana que había visto. derivado del francés.
no conocía a nadie. A petición de Hodgson, todos
los participantes en las sesiones comparecían de
forma anónima, las idas y venidas de la médium
eran comprobadas por un detective e incluso
abrían su correspondencia para detectar posibles
fraudes. Durante ese período, el supuesto Phinuit
pareció olvidarse de su condición de médico, pero
lo acertado de la información que transmitía conti-
nuó asombrando tanto a los investigadores como a
los visitantes ocasiona les.
Con todo, la cuestión de si intervenían los espí-
ritus o la Piper practicaba formas particularmente
eficaces de telepatía, clarividencia o fraude nunca
fue resuelta. Phinuit se desvaneció, y un comuni-
Flournoy citaba el infantilismo de las pinturas de Hélene
cante que decía llamarse George Pe lham lo susti-
Smith, como este •paísaje urbano•, para probar que su viaje tuyó e n los trances de la médium y siguió siendo
a Marte se basaba el') realidad en recuerdos subconscientes. su comunicante principal hasta 1897, cuando fue
reemplazado por un grupo de supuestos espíritus
con seudónimos tales como Emperador, Rector y
Doctor.
sa al referirse a cuestiones familiares que le era im- En 1905, Hodgson murió de repente cuando ju-
posible conocer por sí misma. En esa época, Piper gaba al balonmano. Para entonces, James H. Hys-
actuaba en trance, y el espíritu que la controlaba, lop, profesor de Lógica y Etica en la Universidad
llamado Phinuit, hablaba por su boca con un acen- de Columbia, había empezado a interesarse viva-
to que los oyentes creían francés. La «entidad» en mente por las facultades mcdiúmnicas de la Piper.
cuestión aseguraba haber sido médico en Francia, Al principio, como precaución, llegó incluso a ocul-
aunque nunca se ha encontrado rastro de esa per- tar su identidad, poniéndose una máscara cuando
sona y había además notorias contradicciones en visitaba a la médium. También a él le desconcerta-
sus áescripciones del personaje. Según James, ba la personalidad a veces asombrosa de los su-
«Phinuit... tiene todo ·el aspecto de un ser ficticio. puestos espíritus, pero sopesó todas las posibilida-
Su francés, en la medida en que pudo mostrárme- des, incluidas la telepatía y la hipótesis psicológica
lo, se limitó a unas frases de saludo... y no fue capaz d ~ que se tratase de personalidades secundarias de
de e ntender el mío». Además, gran parte de lo que la propia médium. Al cabo de doce sesiones, Hys-
ese «control» tenía que decir no merecía el trabajo lop declaró: «Prefiero creer que he estado hablan-
de escucharlo, y James habló en un pasaje de las do con mis parientes muertos en persona; es más
«agotadoras tonterías» de Phinuit. sencillo». Y en su informe a la Sociedad de Investi-
A pesar de ello, el resultado de meses de obser- gaciones Psíquicas sobre las facultades mediúmni-
vación de la Piper por James fue un grado extraor- cas de la Píper concluía: «Acepto la teoría de que
dinario de aceptación. «Teniendo en cuenta todo lo hay una vida futura y se perpetúa la identidad per-
que sé de la señora P. ~scribía-, debo decir que sonal».
estoy tan seguro como de cualquie r hecho de este A pesar de que muchos consideran a Hélene Pi-
mundo de que en sus trances sabe cosas que no per «la más grande médium mental de todos los
puede haber oído en estado de vigilia.» tiempos», como la llamó el investigador psíquico y

190
El espíritu que guió la mano de la artista fue considerado
el verdadero creador de la delicada figura de La izquierda,
debida a Anna Mary Howitt Watts, pintora aficionada de
finales del siglo XIX. La escena superior es obra de Mad-
ge Gil!, ama de casa londinense muerta en 1961, que trazó
centenares de «pinturas automáticas».

191
con las demostraciones de la médium en Francia,
pero después de las sesiones de Cambridge escri-
bía: «No me cabe duda de que lo que hemos visto
tenía mucho de fraude consciente y deliberado, de
una especie que debe de haber exigido una larga
práctica para alcanzar tal nivel de destreza».
Algunos que no habían participado en las sesio-
nes de Cambridge pero habían visto a la Palladino en
otros sitios discrepaban de Myers. Hereward Ca-
rrington, que intervino en el viaje de la médium a
Nueva York en 1909, hubo de soportar todo tipo de
acusaciones. Durante las pruebas realizadas en la
Universidad de Columbia, varios participantes, en-
tre los que destacaba el psicólogo Hugo MÜnster-
berg, aseguraron haber visto a la médium descal-
Leonora Piper (izda.), nacida en los Estados Unidos, y la
zarse de un pie para mover la mesa. «Es verdad
italiana Eusapia Palladino fueron dos de las médiums que Eusapia recurría a veces a trucos, y fue sor-
más famosas y rigurosamente investigadas de principios .de prendida en ellos por nosotros mismos y por
siglo. Muchas de sus proezas nunca pudieron ser pues- otros», escribía Carrington. Pero también asegura-
tas fundadamente en duda. ba que muchos de los fenóm enos eran auténticos,
y describía una de sus actuaciones C<!-racterísticas,
que empezaba con levitaciones y golpes en las me-
sas, manos invisibles que tañían una mandolina y
escritor Hereward Carrington, a los investigadores · formación de «fragmentos de cuerpós» en el espa-
les alarmó que fuese nada menos que Hodgson cio, en tre ellos cabezas y «manos lo bastante fir-
quien, poco después de su muerte, se convirtiese mes y sólidas para echar a los participantes de sus
en el último de los intermediarios de la médium asientos o sujetarlos con fuerza».
con los espíritus. Todavía en 1924, la Piper ofreció Carrington trataba de explicar el enigma de la
una serie de sesiones para el doctor Gardner Palladino. «¿Por qué, cabe preguntarse, había de
Murphy, conocido psicólogo y parapsicólogo nor- recurrir a engaños si era capaz de provocar mani-
teamericano. En cua lquier caso, la Piper no era festaciones auténticas como las descritas? ¿No es
perfecta. Carrington, quien escribió que no podía posible que todos esos fenómenos fuesen debidos
haber duda sobre los importantes fenómenos que a supercherías?» En su opinión, era el yo malicioso
provocaba y sí sólo sobre su posible explicación, y pícaro de la Palladino quien trataba de embaucar
decía también que ni siquiera sus dotes excepcio- a los investigadores, pero después volvía a provo-
nales excluían las medias verdades, las imprecisio- car fenómenos auténticos. Y concluía: «He visto
nes y aun las falsedades totales. No obstante, creía ocurrir más o menos las mismas cosas una y otra
que bastaba verla actuar una ·vez para quedar im- vez y sé que, aunque a veces hiciese trampa, era ca-
presionado por las cualidades supranormales de paz de provocar fenómenos asombrosamente au-
su mente. ténticos que nadie ha podido explicar».
Muy diferente por su temperamento y manera Una heredera más form al de las dotes de Eusa-
de actuar fue Eusapia Palladino, médium sobre la pia Palladino fue Gladys Osborne Leonard, quien
que Carrington y otros metapsiquistas efectuaron en 1931 recogió sus experiencias en la autobiogra-
investigaciones a a mbos lados del lfía My Life in Two Worlds. Allí atri-
Atlántico. La Palladino fue descu- buía el haber elegido esa profesión a
bierta primero por investigadores El «dotado» D. D. Home intro- diversos factores, entre ellos la vi-
italianos y estudiada más tarde por dujo el espiritismo en la realeza sión de su madre en un círculo de
otros franceses, británicos y estadou- y las clases altas. luz que tuvo siendo joven en las pri-
nidenses, a los que confundieron, in- meras horas del día en que recibió
trigaron y exasperaron su personali- un telegrama que decía: «Ma má mu-
dad y sus fenómenos mediúmnicos. rió hoy a las dos de la madrugada».
Combinaba lo que parecían fenóme- Durante la primera guerra mun-
nos parafísicos sorprendentes con dial, la Leonard proporcionó a mu-
palmarios y tos~os intentos de frau- chos padres y viudas ingleses e l con-
de. Tenía un genio endemoniado y suelo -por infundado que fuese-
un sinfín de fobias y supersticiones. de saber que sus hijos y maridos,
La serie más controvertida de sesio- muertos en el frente, seguían vivien-
nes de la Palladino tuvo lugar en do~ Entre los consolados por los
Cambridge en agosto y septiembre mensajes de sus sesiones estaba el
de 1895. Frederic W. H. ·Myers, el di- conocido físico sir Oliver Lodge,
rectivo y cofundador de la SPR, en quien en su introducción a la auto-
cuya casa tuvieron lugar las pruebas, biografía de la Leonard escribía que
había quedado muy impresionado comunicar con e l mundo de los espí-
(continúa en la pág. 196)

192
El trágico accidente del R101

Cuarenta y seis personas murieron en el trágico viaje del dirigible experimental británi-
co RJOI. Según la médium Eileen Garrett (dcha.), el espíritu de su capitán acudió a sus
sesiones, en su opinión, para revelar importantes datos sobre el desastre.

Sus salones y camarotes flotantes eran como los de De haber terminado ahí el asunto, el caso del RlOl
cualquier gran transatlántico. Desde las tumbonas de no sería hoy un clásico del espiritismo. Pero, dos días
la cubierta de paseo, los pasajeros podían contemplar después del accidente, una presencia inesperada se
el desfile de la tierra bajo sus pies. El R!Ol era el dio a conocer en una de las sesiones de Eileen Ga-
mayor dirigible construido hasta entonces, y su viaje rrett. Tras presentarse como el teniente H. C. lrwin,
inaugural. iniciado la noche del 4 de octubre de 1930, comandante de la nave destruida, el comunicante
tenía como destino la India. Pero antes del amanecer hizo un relato del accidente, incluidos detalles de na-
del día siguiente, a las 2.08 de la mañana del 5 de octu- vegación, estructura y topografía que dejaron pasma-
bre, el RIOI se vio envuelto en una gran tormenta y se dos a los presentes.
incendió al estrellarse contra la ladera de una colina, Las transcripciones de la sesión fueron mostradas
al norte de París. Seis miembros de la tripulación so- a un tal .Charlton, trabajador de Cardington y espiri-
brevivieron. Murieron 46 entre pasajeros y tripulantes. tista, quien comprobó la información técnica facilita-
En Inglaterra dos mujeres habían tratado de evitar da por el espíritu de Irwin. Al mismo tiempo, un tal
la tragedia. Una era Emilie ·Hinchliffe, viuda de un pi- mayor Williers, que había conocido a algunos tripu-
loto perdido en el Atlántico dos años antes; la otra, la lantes del RlOl, participó en una serie de sesiones,
médium Eileen Garrett, a través de cuyo «control » se aunque no con la Garrett, durante las cuales también
dijo que el marido muerto de la señora Hinchliffe ha- él «conferenció» con el espíritu de lrwin, cuyo relato
bía anunciado el desastre, y quien además había teni- declaró plausible. En su libro de 1979 sobre el RlOl,
do tres visiones premonitorias en las que un dirigible John G. Fuller se basó ampliamente en ambas autori-
humeante caía del cielo. Al cabo de muchas sesiones dades, pero reconocía que quien más sabía de todo el
en las que oyó a aviadores muertos expresar sus du- episodio era Archie Jarman, íntimo amigo de Eileen
das acerca del RIOl, la señora Hinchliffe optó por in- Garrett. Por eso resultó significativo que, a principios
formar de sus temores y del origen de ellos al teniente de 1980, Jarman, que había hecho un estudio exhausti-
Johnston, un amigo de su marido que había participa- vo del caso, publicase una detallada refutación. Su im-
do en la construcción del RlOl. Johnston se mostró pugnación técnica, punto por punto, de la opinión del
cortés pero no le hizo caso. Meses después, cuando se «experto» Charlton, que era un simple miembro del
habfan descubie rto ya serios problemas en la aerona- personal de tierra de Cardington, y de Villiers, hom-
ve, Eileen Garrett comunicó la advertencia del ca- bre bienintencionado pero que sabía muy poco del
pitán Hinchliffe a sir Sefton Branc ker, director de RlOl, acabó con la historia de Irwin. Hoy parece claro
Aviación Civil. A pesar de la advertencia. Brancker que, aunque el RlOI fue una gran empresa romántica,
dijo que la aeronave volaría y él sería uno de sus pa- su desastroso fin se debió simplemente a torpezas bu-
sajeros. rocráticas.

193
Realidad y apariencia

Los misteriosos poderes de Mme. Blavatsky


muchos los que, en una u otra época, to- inte resaban por la práctica -o la denuncia- del
F UERON
maron muy en serio a Mme. Helena Petrovna
Blavatsky. Entre sus admiradores se contaron Tho-
espiritismo. La Blavatsky -o H. P. B., como se ha-
cía llamar entonces- se prese ntó anunciando que
mas Edison; los científicos Alfred Russel Wallace y había consagrado su vida «a predicar la buena nue-
sir William Crookes; los poetas William Butle r va del espiritismo». Hasta entonces lo ocurrido en
Yeats y lord Tennyson; Abner Doubleday, presunto Chittenden no había pasado de las toscas super-
inventor del béisbol, e incluso la esposa del arzo- cherías de una médium que afirmaba ser una anti-
bispo de Canterbury. Cuando la Blavatsky murió, gua squaw india. En cambio, H. P. B. no tardó en
en 1891, la Teosofía, religión mística por ella fun- presentar un brillante reparto internacional: un
dada, contaba con unos cien mil adeptos, de los georgiano, un kurdo, un doctor islámico y varios
que 35.000 aún persisten. sabios indios.
Sin e mbargo, se diría que esta singular mujer Uno de los testigos de tales maravillas fue e l co-
no era e l vehículo más apropiado para dotes tan ronel Henry Stee l Olcott, «Serio estudioso» del
persuasivas. En su época de máximo apogeo tenía ocultismo, de impresionante barba, a quie n mu-
un rostro vulgar, juraba como un carretero y era chos años después H. P. B. describiría como «infan-
propensa a la obesidad (llegó a pesar 105 kilos), de- til», «mentecato» y «lleno de vanidad, presunción y
saliñada, con mal genio, adicta a las drogas y una estupidez». A Olcott le impresionó enormemente
inveterada fumadora, cuyos frecuentes cigarrillos
liaba ella misma. Quizá e l único atributo físico que
la redimía al menos en sus últimos años eran sus
sorprendentes y casi hipnóticos ojos azul celeste.
Su personalidad, y no su aspecto, explica el atracti-
vo de Hele na Blavatsky. Según quie nes la conocie-
ron, era e lectrizante, imaginativa, atrevida, domi-
nante y astuta. Los investigadores saben que había
nacido en 1831, en el seno de una familia de la pe-
queña nobleza rusa. En 1848, cuando contaba die-
ciséis años (sus contemporáneos dicen que era ter-
ca, alocada y excéntrica), sus padres la casaron con
un hombre conside rablemente mayor que ella, el
general Nicéforo Blavatsky. (He lena llegó a decir
que éste tenía más de setenta años, pero en reali-
dad contaba unos cuarenta.) La joven esposa aban-
donó pronto a su marido y huyó a Constantinopla.
Sobre lo ocurrido después todo son conjeturas. Se-
gún algunos de sus relatos, recorrió e l mundo, yen-
do al Tíbet, México, India y Egipto; fue amazona en
un circo, dirigió una fábrica en Tiflis, comerció con
plumas de avestruz en Africa, luchó junto a Gari-
baldi en Italia, organizó un espectáculo de magia
en El Cairo y fue uno de los pocos supervivientes
de la explosión y hundimiento del Eumonia
Sea cual fuere la verdad de sus andanzas, Hele-
na Blavatsky volvió a entrar en la historia docu-
mentable el 7 de julio de 1873, cuando, como pasa-
jero de tercera, cruzó frente a la estatua de la Li-
bertad y desembarcó en Nueva York. Al principio,
como tantos inmigrantes, vivió en una casa de ve-
cindad del Lower East Side y trabajó en un taller
de flores artificiales. Pero no tardó en cosechar los
beneficios del país de las oportunidades. En octu-
bre de 1874, los extraños acontecimientos de la
granja que en Chittenden (Vermont) tenían los
hermanos William y Horatio Eddy atrajeron a mu-
chas de las personas que, en número creciente, se
H. P. B., y ésta reconoció al instante en el crédulo za y de los poderes positivos latentes en todo ser
coronel al hombre de paja que su empresa en el humano. ·
Nuevo Mundo iba a necesitar. Juntos organizaron Tres años después de la fundación de la socie-
la Hermandad de Luxor, que en 1875 se convirtió dad, y después de establecer una sucursal en Lon-
en la Sociedad Teosófica. Los fines de la sociedad dres, H. P. B. trasladó su cuartel general a su patria
fueron explicados por H. P. B. en su mamotreto de espiritual, la India. Allí, sus visitantes eran invita-
1.200 páginas, /sis sin velo, que le fue «dictado por dos a presenciar una serie interminable de mila-
los Maestros de Sabiduría mediante la luz astral y gros a pequeña escala. Cierta vez, cuando se rom-
los guías espirituales». El /sis, calificado por sus pió por accidente una delicada bandejita de porce-
críticos como un «montón de disparates» y «tonte- lana, los trozos recogidos fueron restaurados mági-
rías plagiadas», es una mezcla de doctrinas toma- camente. En otra ocasión, una de las invitadas con-
das de la cábala, Agrippa, Pitágoras, el budismo, tó que años antes había perdido su broche favorito
el hinduismo y el taoísmo, así como algunas extra- al rompérsele el enganche. Después de cenar,
ñas invenciones de la propia H.P.B. (por ejemplo, H. P. B. le dijo que cavase en uno de los arriates, y
su celebrada teoría de las «razas originarias» traza allí encontró el broche, con su cierre intacto.
la genealogía de la humanidad desde unas criatu- Pero el fin principal de esas peregrinaciones
ras hiperbóreas compuestas de fuego y niebla, pa- era participar en la correspondencia que H. P. B.
sando por los habitantes de la Atlántida y Lemu- mantenía_con sus invisibles maestros espirituales,
ria). No obstante, los confusos preceptos de la Teo- entre ellos Koot Hoomi Lal Singh, cuyo saber se
sofía no contenían nada censurable. Predicaban la había ido acumulando al parecer tras una larga ca-
hermandad entre los hombres, animaban al estu- dena de reencarnaciones. Los mensajes de Koot
dio comparado de las religiones y proponían la in- Hoomi podían materializarse en cualquier parte:
vestigación de las leyes inexplicadas de la naturale- bajo las almohadas, en los equipajes y a veces en e l
correo de la-mañana. ·
En 1884, la Society for Psychical Research de
Londres se ofreció a estudiar el correo astral de
H. P. B., oferta que difícilmente podría rechazar ya
que gran parte de sus ayudas financieras procedían
de Inglaterra. A su debido tiempo, l" SPR hizo pú-
bHca su conclusión de que «no la consideramos ni
como portavoz de poderes ocultos ni como una
simple y vulgar aventur~ra; creemos que se ha
ganado el derecho a ser recordada siempre como
uno de los más cabales, ingeniosos e interesantes
impostores de la historia».
Quizá le concedieron demasiado crédito. La
bandejita de porcelana milagrosamente restaurada
formaba parte de una pareja, y en el talonario de
recibos de la tienda se encontró la matriz de su
venta. El broche lo había perdido realmente su
propietaria, pero había llegado a manos de H. P. B.
con ayuda de un prestamista. (Se obtuvo incluso e l
testimonio del joyero de Bombay que había arre-
glado el cierre.) Uno de los mensajes de Koot Hoo-
mi había sido publicado casi al pie de la letra un
año antes en una revista espiritista.
Pero, para sus adeptos, la hipnótica personalidad
de Helena Blavatsky estaba por encima de las
pruebas de engaño y cinismo. «Es simple cuestión
de atractivo -:-había dicho-. La gente cree ver lo
A pesar de sus supercherías, la fuerza casi hipnótica de He- que no ve. J;.n· eso consiste todo.» En otra ocasión
lena Blavatsky (izda.) atrajo a miles de personas a su So- confesó a un amigo: «¿Qué va a hacer una, si para
ciedad Teosófica. Decía estar guiada en su trabajo por ma- manejar a los hombres hay que engañarlos?... Por-
hatmas, o grandes almas, como Koot Hoomi (arriba, izda.) que, casi siempre, cuanto más simple, ingenuo y
y Morya (dcha.). tosco .es un fenómeno más éxito tiene.»
ritus «no está en desacuerdo
HOUDINI
ü - the lrid> uocd by ti.. de escrituras y marcas automáti-
con las doctrinas de la física Boston Medium "Margery" cas provocadas por un grupo de
ro ..U. lb< $1500 pri.., olí<ttd by tht Sdto~ Amtrlc.ao.
moderna». unos quince médiums --de los
Investigadores de la SPR lle- Al.o a c:o<npktc opcwu~ o(
que sólo uno, Leonora Piper, era
A.!.'{GAMASJLLA
garon a efectuar pruebas sugeridas The famow Spani.ard who bafflieJ n.mcd Scit'nlift. of furope profesional- y automatistas en
por Feda, el espíritu que servía and Amcrica, wb,h hi• tlllim
X-RA Y VISION
10
e l curso de los treinta años si-
de control a Leonard, para com- guientes a la muerte de Frederic
probar si entidades incorpóreas Myers en 1901. Myers había ha-·
podían localizar libros escritos blado con frecuencia de la posi-
en lenguas que la médium no co- bilidad de transmitir diferentes
nocía y por tanto no podía selec- tipos de pruebas desde el más
cionar telepáticamel}te. Feda allá, aunque no había pensado
dijo a una de las asi~ntes, la se- hacerlo de esta forma. Más tar-
ñora Hugh Talbot, que encontra- de, los receptores de esos men-
ría un pequeño libro, encuader- sajes en la serie de experimentos
nado en cuero oscuro y de vein- llevados a cabo dijeron que en-
te a veinticinco centímetros de tre sus fuentes estaban Myers y
largo, entre los efectos de su di- los otros dos cofundadores de la
funto marido. Feda rechazó la SPR fallecid os, Henry Sidgwick
sugerencia de la señora Talbot y Edmund Gurney. No obstante,
d e que podía referirse a un dia- los mensajes recibidos fueron de
rio de viaje de tapas rojas, y dijo: un carácter increíblemente abs-
«No es exactamente un libro. No truso, llenos de complicadas ci-
está impreso... está escrito». tas griegas y latinas que había
Harry Houdini, el maestro de la eva-
La entidad intermediaria in- sión, prometió a su mujer comunicarse que reconstruir y descifrar para
sistió en que la encuadernación con ella si su espíritu sobrevivía de al- poder leerlos.
del libro era más oscura que la guna forma a la muerte. En la época en que se recibió
del diario y que la señora Talbot el último mensaje, la importan-
debería mirar en las páginas 12 y cia del espiritismo no era ya la
13, y continuó: «Hay dos libros. Sabrá cuál es por misma. Los investigadores serios habían empezado
un esquema... que tiene en la cubierta... Lenguas in- a buscar en otra parte respuesta a sus preguntas
doeuropeas, arias, semíticas ... una tabla de lenguas sobre los mecanismos de la mente y la posibilidad
arabosemíticas... Los renglones no son derechos, de comunicarse con entidades de otras dimensio-
van asÍ». Como decía la escritora y «dotada» britá- nes o realidades desconocidas. A la vez, el público
nica Rosalind Heywood en Man, Myth and Magic, comenzaba a percatarse de que gran parte de esas
«La señora Talbot estaba tan segura de que la se- pretendidas dotes mediúmnicas eran ingeniosos
ñora Leonard sólo decía tonterías que al volver a fraudes.
casa costó trabajo convencerla para que buscase el Dos figuras de acusada personalidad e interés
libro. Al fin lo hizo y, al fondo del último estante, encarnaron el punto álgido de esa controversia. De
encontró un maltrecho cuaderno de hule negro de un lado, sir Arthur Conan Doyle, creador de Sher-
la forma descrita por Feda. Ante su asombro, con- lock Holmes y combativo espiritista. De otro, el
tenía una "Tabla de lenguas semíticas o siroára- famoso mago y escapista Harry Houdini, cuya opo-
bcs" y, en la página 13, un largo y completo resu- sición a los médiums y su campaña contra ellos re-
men de un viejo libro titulado Post Mortem, que flejaba la postura de muchos profesionales, ofendi-
describía el estado de dicha de su autor más allá dos ante el descarado fraude de que se hacía vícti-
de la muerte». ma a un público crédulo.
Heywood escribía también que «no quería dar Houdini y Doyle se enzarzaron en una feroz dis-
la impresión de que las sesiones de la señora Leo- cusión pública sobre los problemas del espiritismo
nard no eran nunca vagas o indecisas», y añadía y las facultades mediúmnicas. Viajaron, dieron
que «ningún médium puede estar en su mejor for- conferencias, sostuvieron debates y publicaron li-
ma siempre y con cualquiera». No obstante, «la in- bros. Como decía el doctor Walter Franklin Prince,
tegridad de la Leonard nunca fue puesta en duda», respetado investigador psíquico norteamericano
y «dijo e hizo cosas que no pueden ser razonable- de la época, en The Enchanted Boundary, ambos
mente atribuidas a fuentes normales». hombres se parecían, pues en ambos la propagan-
La última fase de la investigación científica se- da en favor o en contra del espiritismo estaba teñi-
ria sobr e los médiums comprendió un largo episo- da de un fervor casi religioso.
dio, tan extraño en muchos aspectos como cual- Houdini era un experto prestidigitador que ob-
quiera de las sesiones registradas por los investiga- servaba el modus operandi de esas médiums y de-
dores psíquicos. No obstante, como ocurrió en in- senmascaraba sus hábiles simulaciones, que repro-
tentos anteriores de «probar» la comunicación en- ducía después con más arte e ingenio. Posterior-
tre vivos y .muertos, esas coincidencias hoy famo- mente reflejaría todas sus experiencias y r evelaría
sas resultaron en última instancia poco convincen- sus trucos en Un mago en,tre los espíritus, mientras ·
tes. Las coincidencias en cuestión fueron una serie Doyle trataba desesperadamente de rebatir los a r-

196
:El código secreto de Houdini, revelado
Cuando Harry Houdini, el célebre mago y r ey de la Cuando se lo llevaron a la viuda de Houdini, ésta
evasión, murió en 1926, dejó pendiente el desafío de decidió tener una sesión con Ford en su casa. En el
hacer volver a su espíritu para que revelase la clave transcurso de la misma, Fletcher le preguntó si eran
secreta que Beatrice, su mujer, y él habían utilizado esas las palabras. «Sí, lo son», respondió Beatrice.
en su acto d e leer e l pensamiento. Posibilidad no ca- Fletcher d ijo entonces que Houdini quería que su
rente d e ironía, ya que Houdini se había dedicado en viuda se quitase el anillo nupcial y dijese al grupo lo
vida a desenmascarar a los médiums. que significaba Rosabelle para ella. .
No obstante, el 8 d e febrero de 1928, Fletcher, el La señora Houdini hizo lo que le pedía Fletcher y
supuesto espíritu que se rvía de «control>>al médium cantó cuatro estrofas de la canción así titulada. A
Arthur Ford, anunció durante una sesión que una través d e Fletcher, dicen que Houdini respondió:
mujer que «dice ser la madre de Harry Weiss, cono- «Gracias, amor mío. La primera vez que te oí cantar
cido por Houdini», quería transmitir un mensaje. eso fue en nuestra primera aparición juntos, hace ya
Fletcher habló por ella así: «Durante muchos años, 1
muchos años».
mi hijo esperó una palabra que yo debía enviarle. Después Fletcher explicó que las palabras de la
Siempre dijo que si le llegaba creería. Ahora han clave d e Houdini, que correspondían a las diez pri-
ocurrido cosas en la familia que me obligan a hacer meras letras del alfabeto, eran: 1 por favor, que signi-
lo posible por transmitir esa palabra antes d e que él ficaba A; 2 responde, B; 3 di, C; 4 ahora, D; 5 cuénta-.
pueda dar a su mujer la clave que convino con ella... nos, E; 6 te lo ruego, F; 7 habla, G; 8 rápido, H; 9 mira, 1,
Sólo ella en el mundo conoce esa palabra... Pregún- y 10 deprisa, J. Fletcher añadió como explicación:
tenle si la palabra que he tratado de enviar todos es- «La segunda ·palabra de nuestra clave es responde. B
tos años no era iPERDONA!» es la segunda letra del alfabeto, luego responde signi-
Al ser informada del mensaje, Beatrice Houdini fica B. La quinta palabra de la clave es cuéntanos, y
confirmó que la palabra perdona era la que su mari- la quinta letra del alfabeto E. La duodécima letra
do había «esperado en vano toda su vida». Aparte del alfabeto es la L, y para formar el doce tenemos
«algunas inexactitudes triviales», afirmó que era «el que usar el uno y el dos, es decir, las dos p rimeras
primer mensaje, de los miles que he recibido, que palabras de la clavé.» P~ra representar la V, la clave
tiene alguna apariencia de verdad». · usaba responde dos veces (2 y 2), formando así la vi-
En una ~esión posterior de Ford, la «entidad» gésima segunda letra del alfabeto.
Fletcher anunció: «Un hombre que dice ser Harry Como resultado, según Fletcher, «las nueve pala-
Houdini, pero cuyo nombre auténtico e ra Ehrich bras, aparte "Rosabelle", forman una en nuestra cla-
Weiss, está aquí y quiere enviar a su mujer, Beatrice, ve». Esa palabra era iBelieve! (creo). El sistema no po-
el mensaje d e diez palabras que prometió mandarle día ser más simple o ingenioso.
si podía comunicarse con Que el códigó había sido d escifrado parecía evi-
e lla. Dice que deben llevár- dente, pero el cómo sigue discutiéndose. Las sesio-
selo para, si lo encuentra nes d e espiritismo, sie mpre controvertidas, empeza- ·
aceptable, continuar con el ban a sumirse e n el d escrédito. Aunque Beatrice
plan acordado antes de su Houdini escribió en esa época que había recibido
muerte.» «el mensaje tal como fue acordado e ntre mi marido
El mensaje decía: . ROSA· y yo», más tarde negó la supuesta r evelación. Al fi-
tBELLE ** RESPONDE "* CUENTA· nal, tras la famosa clave d e Houdini, el espiritismo
NOS** POR FAVOR-RESPONDE** siguió siendo lo que había sido siempre: una indaga-
MIRA**CUENTANOS**RESPONDE- ción bienintencionada sofocada por una maraña de
RESPONDE** CUENTANOS. exageraciones y controversias.

En 1936, la viuda de Houdini celebró una última sesión, al cabo de diez _años de intentar ponerse en contacto con su marido.

197
gumentos d e aquél en su Historia del espiritismo. médium fueron revelándose en una gradación de
Los años y las nuevas técnicas que pusieron en evi- lo más clásico, comenzando por la tiptología, la es-
dencia los fraudes mediúmnicos acabaron por dar critura automática y la audición de músicas eté-
la razón al inteligente Houdini. reas para llegar con el tiempo a las comunicacio-
Con el tie mpo, el propio Prince iba a verse nes vocales directas. Manos invisibles hacían estra-
arrastrado a la refriega como resultado de la con- gos, y se registraban golpes y fenómenos poltergeist
troversia que rodeó a Mina Crandon, una bostonia- por toda la casa.
na conocida popularmente por Margery la Mé- Cuando los Crandon visitaron Europa en 1923,
dium. El debate sobre la Crandon en el seno de la causaron sen sación en los círculos espiritistas y de
ASPR llegó a ser tan apasionado que Prince tuvo investigación psíquica. Ese mismo año, Scientific
que renunciar a su puesto en la misma. American ofreció una importante suma de dinero a
Lo que distinguía a Margery de otros médiums cualquier m édium que lograse convencer de su au-
es que no era malhumorada ni excéntrica en un tenticidad a un comité científico. Se hicieron prue-
grado socialmente inaceptable. Su marido, el doc- bas con varios, y el dictamen fue siempre el de
tor L. R. G. Crandon, era profesor de Cirugía en la fraude. Cuando le llegó el turno a Margery, el co-
facultad de Medicina de Harvard y escribió un li- mité, d el que formaban parte Prince y Houdini, no
bro d e texto muy utilizado sobre tratamientos pos- tardó en dividirse a propósito de los controles y las
toperatorios. De haber sido Margery una imposto- pruebas. Por parte de Houdini hubo acusaciones
ra hubiese tenido como cómplice a tan respetable de fraude y colusión. Pero cuando el escéptico en-
cirujano, lo que es difícil imaginar. A partir de cargado de investigaciones de la sociedad londi-
1923, la casa d e los Crandon se convirtió en tertulia nense, Eric J. Dingwall, visitó a los Crandon, decla-
de personas interesadas por el tema y centro de ró que las dotes mediúmnicas de Margery eran «de
peregrinaje espiritista. Los supuestos poderes de la las más notables en la historia de la-investigación

lNos llegan psicofonemas del mundo de los espíritus?


Cuando el documenlalista sueco Friedrich Jürgenson luntario de emisiones de onda corta o comunicacio-
anunció que, mientras grababa cantos de pájaros, ha- nes de la policía, e incluso ruidos y voces extraños de
bía recogido accidentalmente las voces de amigos y la propia sala de grabación. Lo fantástico de algunas
familiares muertos, los investigadores se dispusieron interpretaciones de Raudive ha afectado también a su
a oír lo que creían podía ser una prueba de la comuni- credibilidad. Por ejemplo, una grabación de prueba
cación con los espíritus. Por desgracia, esa prueba si- dio el siguiente embrollo: «Au combat! Longue vita
gue mostrándose tan escurridiza como antes, ya que flieht. Han netic man!» Para oídos comunes no tenía
el análisis de los sonidos registrados se ha revelado sentido, pero para Raudive se trataba de un mensaje
un arle extremadamente subjetivo. transmitido en cinco idiomas -francés, italiano, sue-
Las primeras grabaciones de Jürgenson datan de co, alemán y letón-, que significaba: «A la lucha. La
1959, y en los más de veinte años transcurridos, mien- larga vida se escapa. El no me cree».
tras el número de defensores y estudiosos de las «VO· Gran parte de la investigación sobre el fenómeno
ces grabadas» proliferaba, los millares de «mensajes» de las voces ha sido llevado a cabo por ingenieros
recogidos electrónicamente han demostrado ser tan electrónicos con un equipo científico modernísimo,
discutibles como poco convincentes. pero el proceso básico es relativamente sencillo. Se
La psicofonía, como se denomina esa técnica, par- pone una cinta nueva en un magnetófono ordinario y
te de la idea de que las entidades espirituales se diri- se pulsa la tecla Record. Cuando la cinta se acaba, se
gen a su auditorio vivo por medio de las modernas rebobina y se pulsa la tecla Play. Hay un procedimien-
grabadoras. Esta forma de comunicación no se lleva a to más complicado que combina el magnetófono con
cabo de un modo directo, grabando un mensaje claro la radio. Aun así, según los expertos, de diez a quince
en una cinta virgen, sino que parece adoptar siempre minutos de grabación puede registrar sonidos que
la forma de ruidos fragmentarios que exigen horas de exigen varias horas de análisis. .
audición repetida y una interpretación marcadamente A pesar de la ambigüedad de las pruebas reunidas
imaginativa para ser convertidos en palabras. Por hasta hoy, los investigadores psíquicos se abstienen
ejemplo, no es raro que una serie de vocablos regis- de condenar totalmente la psicofonía. Experimentos
trados en una misma cinta resulten proceder de di- llevados a cabo por profesionales de prestigio han
versos idiomas. Tanto Jürgenson como su discípulo brindado sonidos para los que no se ha encontrado
más conocido, el letón Konstantin Raudive, mostra- otra explicación que el posible origen paranormal,
ron a menudo cintas que, según ellos, contenían bre- aunque ese origen siga siendo desconocido. Algunos
ves frases crípticas en las que se combinaban diferen- investigadores creen que esos ruidos pueden tener
tes lenguas. que ver con la psicocinesia, mientras que otros sostie-
Aunque en general se acepta que la amplia experi- nen que se trata de captaciones radiofónicas espurias.
mentación de Raudive en este campo se llevó a cabo El investigador británico Richard K. Sheargold
honestamente, sus métodos de control y evaluación acogió la psicofonía con tal entusiasmo que llegó a de-
han sido muy criticados. D. J. Ellis, que estudió las cir, según el Psychic News de Londres de1 2 de sep-
cintas de Raudive, señalaba que se habían grabado tiembre de 1972: «Ya no cabe duda: la parapsicología
sin una protección adecuada contra el registro invo- ha conseguido al fin su primer éxito auténtico».

198
psíquica»; aunque añadía una coletilla ambigua, al durante un test crucial. Tras la muerte de su mari-
decir que podían «ser clasificadas junto a las de do, la tensión resultó excesiva para Margery, y sus
Home ... y la Palladino como demostración de lo di- controvertidas dotes se desvanecieron. Hubieron
fícil que es llegar a conclusiones definitivas». En de pasar varios años para que la ASPR le negase su
las, sesiones de Margery tenían gran importancia la favor, aunque nunca emitió un juicio definitivo.
supuesta entidad-espíritu d~ su difunto hermano Entre los críticos de esos fenómenos figuraba el
Walter Stinton y lo que se suponía era una mani- doctor Joseph Banks Rhine, que iba a convertirse
festación física única, las huellas de Stinton sobre en el gran pionero de la parapsicología experimen-
cera, ofrecidas como prueba de la autenticidad de tal. Como parte de su trabajo en el Laboratorio de
Margery. Pero e n el curso de la controversia, las fa- Parapsicología de la Universidad de Duke, Rhine
mosas huellas fueron identificadas como pertene- sometió a pruebas a varios médiums; pero más
cientes a un antiguo contertulio de la médium. adelante, como diría a un entrevistador de Psycho-
Mina Crandon era una mujer llena de vivacidad logy Today, se vio obligado a «abandonar el proble,
y encanto, y su casa de Boston, con el doctor Cran- ma de la supervivencia post mortem para dedicarse
don como anfitrión, de una exquisita hospitalidad. a cosas que era posible experimentar con personas
Los investigadores disfruta0an del ambiente y las vivas». Sin embargo, al final de su vida, Rhine sugi-
emociones que ofrecía una estancia con los Cran- rió experimentos «que permitirían llevar a cabo es-
don. No obstante, la publicidad y las críticas provo- tudios de gran alcance sobre los estados de con-
caron situaciones tensas. Especialmente corrosivos ciencia que van debilitándose, hasta llegar a las fa-
fueron los esfuerzos de Houdini por desacreditar a ses terminales de la vida». Sin duda esperaba que
Margery, al parecer sin reparar en medios. Los par- las experiencias de laboratorio tuviesen éxito allí
tidarios de la señora Crandon acusaron al mago de donde, en opinión de los científicos, el cuarto de
colocar a escondidas pruebas contra la médium sesiones había fracasado.

.P ocos años más tarde, tras una intensa experimen- voces electrónicas es sin la menor duda objetivo», ad-
tación en este campo, Sheargold confesaba que se vertía que no era aconsejable una audición repetida e
mostraba cada vez más escéptico ante los «pobres y intensa de esas voces tan débiles, pues, según él, pro-
ambiguos resultados» que él y otros habían consegui- voca «una gran fatiga mental» y fomenta en el oyente
do. Aunque seguía creyendo que «el fenómeno de !'as «errores de interpretación».

El parapsicólogo Hans Kennis (dcha.) y Jos Spijkstra intentan detectar con magnetófonos voces «del otro lado». Los investigado-
res aseguran que esas voces suelen ser rílmicas, agudas, metálicas y con eco, y sólo son audibles en las cintas.

199
Realidad y apariencia

Pioneros de lo desconocido
James, uno de los más influyentes pen-
W ILLIAM
sadores estadounidenses de su generación y
figu ra original tanto en filosofía como en los ini-
cios de la psicología, fue quizá el más notable pio-
nero que tuvo la investigación psíquica.
Aunque James no prestó atención al estudio
de esos fenóm enos hasta después de cumplir cua-
renta años, edad a la que había ya consolidado
muchos de los principios filosóficos y psicológi-
cos que le han dado fama, otorgó a sus investiga-
ciones un espíritu libre de prejuicios intelectuales
y unos muy arraigados hábitos de indagación
imaginativa. Uno de los aspectos más notables
de su interés por los fenómenos psíquicos es preci-
samente el haber sido capaz de ocuparse pública-
mente de un tema tan poco ortodoxo.
Al final de su vida, tras un cuarto de siglo de
reflexión sobre una gran variedad de fenómenos
psíquicos y una investigación de primera mano
en torno a Leonora Piper, médium considerada
generalmente como sincera y dotada, James se
confesó desconcertado ante lo que denominaba
esa «Sección de la naturaleza». No obstante, si-
guió creyendo que existía un «flujo continuo de Wi/liam James, famoso mundialmente por su obra
conciencia cósmica contra el que nuestra indivi- sobre filosofía y psicolog(a, consagró su brillante
intelecto a los problemas de la supervivencia tras
dualidad sólo levanta barreras accidentales, y en la muerte y las supuestas dotes de los médiums.
el que nuestras mentes se sumergen como en un
mar o depósito vernáculo».
James adquirió su vasta curiosidad intelectual
de un modo natural. Era el mayor de los cinco hi- creadora», y con la esperanzada convicc10n de
jos de Henry James, un diletante excéntrico, rebo- que. su vida dependía sólo de é l mismo. Auxiliar
sante de energía y curiosidad y admirador de Swe- de Fisiología en Harvard en 1872, al cumplir la
denborg. Como su hermano Henry, el novelista, treintena, inició una carrera de treinta y cinco
William se benefició de una vida familiar tan agi- años en esa universidad, durante la que iba a con-
tada como estimulante. Nacido en Nueva York en vertirse en su más destacado profesor de Psicolo-
1842, hizo su primer viaje a Europa antes de cum- gía y Filosofía y a marcar hitos en ambas discipli-
plir los tres años. A la edad de ir a la universidad nas con sus Principios de Psicología, aparecidos en
hablaba corrientemente francés y alemán y, tras 1890, y El pragmatismo, de 1907. Durante su carre-
considerar y rechazar como carreras las matemáti- ra, en su afán de comprender, James relacionó
cas y la lógica, había decidido hacerse pintor. Al esas disciplinas con elementos de lo sobrenatural.
cabo de un año, abandonó el arte y se especializó Combinó los contradictorios papeles de cataliza-
en química en Harvard, en cuya facultad de Medi- dor y mediador en un esfuerzo por ensanchar las
cina ingresó en 1864. Poco después de graduarse, fronteras de la investigación científica, tratando
y tras la muerte de un íntimo amigo de la familia, sin descanso de demostrar la relación entre men-
James se sumió en un grave estado de depresión te, cuerpo y espíritu. Incluso se atrevió a sugerir
y ansiedad. Fue entonces cuando sufrió la terrible que el universo, tal como lo percibimos, puede no
alucinación de un alter ego imaginario bajo la for- ser más que «Un simple velo superficial de fenó-
ma de un paciente epiléptico que había visto en menos que nos oculta y aleja e l mundo de las ver-
un manicomio. Más tarde escribiría de ese perío- daderas realidades».
do: «Después de aquello el universo cambió to- La visión de esa realidad aún por descubrir in-
talmente para mí. Me despertaba a diario con un dujo a James a estudiar los fenómenos paranor-
miedo horrible en la boca del estómago y con males. Aunque iba a morir sin ver colmada su cu-
una sensación de inseguridad que no había cono- riosidad, y con la punzante sospecha de que el
cido hasta entonces ni he vuelto a sentir». campo de la investigación psíquica puede en últi-
James superó esa prolongada crisis con una fe ma instancia resultar estéril, nos legó un valioso
nueva e n «rni realidad individual y mi fuerza modelo de indagación apasionada e imaginativa.
Edison, la vida y la muerte
personalidad pase a otra vida o esfera. No afirmo
nada porque no sé nada... Nadie lo sabe. Pero sí
digo que es posible construir un aparato tan delica-
do. que si hay en otra vida ~ esfera quienes deseen
entrar en contacto con nosotros... les dará al me-
nos una mejor oportunidad... que los... burdos mé-
todos hoy tenidos por el úllico medio... ¿por qué
habrían de dedicarse quienes están en otra vida... a
mover una pequeña pieza triangular de madera so-
bre un tablero en el que hay escritas ciertas le-
tras?» Efectivamente, ¿por qué, cuando un aparato
diseñado y patentado por el más famoso inventor
del mundo estaba a ·punto de salir al mercado?
El enigma irresuelto de la muerte y el más allá
ha sido preocupación natural en uno u otro mo-
mento de todo pensamiento serio, y aunque el con-
tacto con los espíritus pueda ser hoy visto con es-
cepticismo, en su momento de auge atrajo el inte-
rés de pensadores eminentes, confiados en cruzar,
por medio del arte que cada uno dominaba, las
fronteras que separan a vivos y muertos. Al pare-
cer, también Edison trató de utilizar su saber cien-
tífico en tales menesteres. Pensaba que tal vez fue-
Según Scientific American, Thomas Edison aseguró que sen «entidades» vivientes submicroscópicas las
podía crear un aparato de tal sensibilidad que «las personas que construían y reconstruían las formas vivas, y
que han dejado este mundo» pudieran utilizarlo para comu-
nicarse con quienes siguen en él. que ese esfuerzo de reconstrucción era dirigido
por un pequeño número de «entidades rectoras»
que juntas formaban la personalidad. Si esas enti-
dades rectoras permanecían juntas después de la
Edison -escribía el reportero de muerte, razonaba nuestro inventor, la personali-
«M
íSTER
Scientific American- no cree en las ideas dad podría sobrevivir y tratar de entrar en contac-
vigentes acerca de la vida y la muerte. Hace mucho to con nosotros por medio d~ su máquina ultrasen-
tiempo que dio la espalda a esas antiguas teorías sible. Para Edison, ya al cabo de toda una vida de
porque pensaba que eran profundamente erró- resolver misterios mediante aplicaciones prácticas,
neas. Y lo mismo que experimentó con una sustan- este último enigma debió ejercer un atractivo espe-
cia tras otra, sin desanimarse nunca, en busca del cial, y la simple sospecha de que podía sorprender
filamento para la primera lámpara eléctrica incan- tanto a la muerte como a sus admiradores debió
descente, ha buscado, razonado y construido sus resultar emocionante para aquel anciano tan inge-
propias teorías sobre lo que es la vida.» nioso y creador.
Y proseguía la revista, citando a Edison: «Creo Aunque su interés por los fenómenos psíquicos
que la vida es, como la materia, indestructible. pareciese reciente, en realidad Edison llevaba mu-
Siempre ha habido. cierta cantidad de vida en este cho tiempo creyendo en la telepatía y había partí·
mundo y siempre 'habrá esa misma cantidad. No cipado en experimentos con un supuesto vidente,
podemos crear vida, ni destruirla, ni inultiplicarla». Bert Reese, de cuyas dotes quedó tan convencido
Corría el año 1920, y el motivo de prestar tanta que lo defendió públicamente cuando más tarde
atención a la cosmología privada del ya viejo Tho- fue acusado de fraude.
mas A. Edison fue la electrizante noticia de que el Los esfuerzos de Edison para construir un «mé-
inventor estaba trabajando en un «aparato» desti- diúm» eléctrico no tuvier.o n éxito, pues aunque su
nado a facilitar la comunicación con los muertos. curiosidad no decayó nunca, probablemente no lle-
¿Quería eso decir que aquel genio de setenta y tres gó a terminar el aparato ni a establecer la ansiada
años creía tal comunicación posible? comunicación.
.. «Ahora escúcheme con atención -advirtió Edi-
son al periodista del Scientific American, uno de los
Sea como fuere, la fama de Edison no se vio por
ello resentida. El cúmulo de leyendas, verdaderas
muchos que le habían pedido audiencia para averi- unas y falsas otras, que crearon el «mito Edison»
guar cómo había podido caer tan gran .hombre en no empaña la auténtica grandeza del «mago de los
semejantes trivialidades-. No digo que nuestra inventos».
Los intentos modernos de probar la existencia
de facultades extrasensoriales han suscitado amplias investigaciones,
algunas pruebas y muchas controversias.

PSI Y CIENCIA

UIENESvivieron aquellos primeros una extraña y notable facultad a la


Q tiempos de la investigación en la
Universidad de Duke en los años
que llamaba percepción extrasenso-
rial, o simplemente PES (más conoci-
treinta difícilmente olvidarán las par- da por sus siglas inglesas ESP). Como
tidas de cartas que entre el cuerpo do- indica su nombre, la PES es una per-
cente organizaban un joven profesor cepción que se supone por completo
de Psicología y su mujer. Aunque cual- independiente de los sentidos conoci-
quier tipo de juego hubiese sido mal dos, como la vista y el oído. Y lo que
visto por las conservadoras gentes de con esas cartas especiales llevaba a
Durham (Carolina del Norte), aquéllas cabo Rhine, junto con su mujer, Loui-
no eran partidas de póquer ordina- sa, en su laboratorio de Duke eran
rias, y tampoco los naipes que se bara- esfuerzos de J. B. Rhine
los primeros experimentos científicos
jaban y distribuían resultaban familia- Los para dotar de base estadística importantes para descubrir si la PES
res. Para empezar, el mazo sólo tenía a la PES condujeron a la mo- era o no real. En particular, Rhine es-
25 cartas. Además, en cada una de derna investigación psl taba sometiendo a prueba tres fenó-
ellas figuraba uno de estos cinco ex- menos extrasensoriales -al parecer
traños símbolos: una estrella, un interrelacionados y por ello a menu-
círculo, un rectángulo (que más tarde se convirtió do difíeiles de distinguir-, que hasta entonces
en cuadrado), una cruz y unas líneas paralelas on- se habían registrado sólo de forma anecdótica e
duladas. El que barajaba las cartas, en vez de dar- inverificable. Esos tres fenómenos eran:
las, las ponía detrás de un pequeño biombo. La • La telepatía o lectura del pensamiento, comu-
suma de tantos despropósitos no tenía ningún mis- nicación mental directa entre dos personas.
terio: se trataba de adivinar el orden en que esta- • La clarividencia o doble vista, percepción es-
ban amontonados los naipes ocultos. El invitado pecífica de un suceso u objeto por medios dife-
con mayor número de aciertos ganaba el premio rentes de los sentidos conocidos.
de esa noche. • La precognición, percepción de aconteci-
Había, no obstante, otro fin en esas partidas mientos futuros no deducidos de un conocimien-
de cartas: algo que, de haberlo sabido los vecinos, to anterior.
pudo haberles intrigado bastante más que una ve- A ellas añadió más tarde Rhine una cuarta, la
lada de póquer. Porque el joven profesor de Psi- psicocinesia o utilización de los poderes de la
cología, Joseph Banks Rhine, buscaba pruebas de mente para producir modificaciones en la materia
externa. Juntos, esos cuatro campos de investiga-
ción han llegado a constituir lo que hoy se deno-
Con sus sentidos normales parcialmente limitados, un suje- mina psi,' palabra derivada del nombre de la vigési-
to participa en una investigación destinada a estudiar, y ma tercera letra del alfabeto griego, utilizada a ve-
quizá incluso demostrar, la telepat{a o comunicación direc- ces en las ecuaciones científicas para representar
ta entre cerebros. una cantidad desconocida.

203
Con su investigación sobre psi, Rhine se en- te: ¿No puede ocurrir que el propio hecho de la
frentó a un problema crucial, decisivo en todos investigación científica introduzca en tales casos
los estudios de lo paranormal: cómo explorar fe- una deformación en lo estudiado? Tales eran al-
nómenos en apariencia imposibles mediante gunas de las cuestiones cruciales a las que se en-
pruebas científicamente aceptables. Esto reviste frentaban Rhine y otros investigadores al empe-
enorme importancia, pues en lo paranormal hay zar a explorar el desconocido mundo de psi y ·1as
un ingrediente revolucionario que parece muchas impresionantes fuerzas que en él podíán vislum-
veces desafiar las leyes científicas conocidas. Sin brar.
embargo, la historia ·nos dice que las leyes cientí- Pero Rhine no fue el primer .científico que tra-
ficas pueden cambiar. tó de atrapar a psi en el laboratorio. En París,
Pero Rhine advertía que para reescribir las Charles Richet, que introdujo el análisis estadísti-
leyes científicas hacía falta algo más que un cú- co en ese tipo de investigaciones; John Coover en
mulo de anécdotas sobre insólitas experiencias la Universidad de Stanford, y George Estabrooks
psi. Lo malo de esas anécdotas e incidentes por fi- y William McDougall en la de Harvard habían tra-
dedignos que sean, escribía Rhine, es que «no hay tado ya de examinar los fenómenos psi en condi-
modo de enfrentarse a ellos. Ocurren y se van, pa- ciones controladas. También en los años veinte el
sando a ser sólo un recuerdo, sin dejar nada tan escritor Upton Sinclair, junto con su mujer, Mary,
sólido y real como un meteorito o un fósil». Rhi- como perceptora, había intentado demostrar lo
ne creía que el mejor camino para llegar a com- que llamaba «radio mental»: la telepatía. El libro
prender los fenómenos psi era proyectar una se- que publicaron sobre su investigación contenía
rie de experimentos bien fundados y repetibles, unos cien dibujos sencillos que Sinclair había tra-
como los llevados a · cabo con los naipes, a fin de tado de transmitir telepáticamente a su mujer, así
medir lo más exactamente posible las fuerzas como las reproducciones y descripciones, de un
inexplicables que intervienen en el proceso. parecido sorprendente, que ella había conseguido
Quedaba una cuestión importante: ¿son los efectuar como respuesta. En su prólogo al libro,
métodos de investigación científica usuales apro- Albert Einstein atestiguaba la buena fe y la serie-
piados para el examen de lo .paranormal? ¿Puede, dad de Sinclair.
por ejemplo, el análisis estadístico de la inciden- Rhine había estudiado teología y psico~ogía,
cia de las dotes clarividentes en una muestra de pero, tras doctorarse en fisiología vegetal en la
población revelar algo más que el hecho de que década de los veinte, se había pasado a la investi-
la mayoría de la gente no posee ese don y que al- gación psíquica. En sus primeros años de investi-
gunos lo tienenocasionalmente? Más concretamen- gador, Rhine había leído y oído muchas anécdo-
tas fidedignas de supuestas experiencias relacio-
nadas con psi. Pero fue algo oído en sus tiem-
En 1928, Upton Sinclair puso a prueba las dotes de su espo- pos de estudiante graduado lo que más le inculcó
sa Mary para leer el pens4miento_ ajeno, pidiéndole que re- la necesidad de una cuidadosa investigación en
produjese sin verlos dibujos hechos por él. Según Sinclair, ese campo. Lo había contado en clase alguien a
consiguió un gran parecido, como prueba la muestra. (Los quien Rhine llamaba «uno de mis más respetados
dibujos de su mujer son los de la dcha.). profesores de ciencias». Este profesor dijo que,
siendo él pequeño, un vecino despertó a su fami-
lia a medianoche para pedlr prestado un coche
de caballos. Al parecer, su mujer se empeñaba en
ir inmediatamente a ver a su hermano porque
acababa de soñar que se había suicidado. Al lle-
gar a la granja del hermano, lo encontraron muer-
to en el granero, caído exactamente como en la
visión de su hermana.
Por lo que recordaba Rhine al cabo del tiem-
po, lo que más le había impresionado entonces
era que aquel gran profesor, «aunque se notaba
que lo ocurrido le había impresionado, no podía
dar la menor explicación de ello». Rhine se dio
cuenta de que, por incuestionable que fuese lo su-
cedido, no se podía obligar a una mente imparcial
a aceptar, por una simple anécdota, que en el he-
cho habían intervenido aptitudes psi. Sabía que
para dar ese salto crucial había que descubrir
más, mediante experimentos y pruebas. El interés
de Rhine por la investigación -psíquica aumentó
también a raíz de una conferencia sobre espiritis-
mo pronunciada por sir Arthur Conan Doyle, el
creador de Sherlock Holmes. En Harvard, y des-
pués de su traslado a Duke en 1927, Rhine in.tentó

204
+
J. B. Rhine (a la dcha. en la
foto) puso a prueba la ca-
pacidad de Hubert Pearce
para predecir la secuencia
correcta de las cartas PES.
En una de las pruebas,
Pearce y las cartas estaban '" : ; : l...r:~ = " ~
separados por 90 metros !i=·i·ñ·ft.:M·m·~·~·~~a,.E··i~liltJ
(en A'.!' B). A la derecha, la ~ ~ " : : ; • : : • •
puntuación. Ir.~.~·ff:H.~.~.m:ligf:H,~=l=~l:l:t:I
• A &. A 4 + •

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investigar las dotes de varias personas de quienes • 0


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se decía podían comunicarse con los muertos.


Pero no tardó en descubrir que el conocimiento &.
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4

íntimo de personas muertas de que daban mues- ¡;¡_, 3 /0 11 10 'º


tra esos médiums podían haberlo adquirido por
otra vía: de los familiares de esos fallecidos, quizá
mediante la telepatía. apartaban demasiado de lo razonable eran consi-
Para sus pruebas sobre telepatía y otras facultades derados como «estadísticamente significativos», y
psíquicas, Rhine reclutó personas en gran parte al en consecuencia sugerían la intervención de algo
azar, entre ellas profesores y alumnos de Duke distinto del azar. En una ronda de 25 cartas, nue-
que, en su mayoría, reconocían no poseer dotes ve aciertos eran considerados como una variación
especiales para la percepción extrasensorial. Sus estadísticamente significativa, ya que las probabi-
métodos experimentales apenas diferían de los lidades en contra eran casi de veinte a uno.
que amenizaban sus reuniones, y se basaban en Aunque fue difícil conseguir resultados positi-
las cartas Zener, que había creado en colabora- vos, en 1932, al cabo de dos años de trabajo con
ción con Karl Zener, colega de la facultad de Psi- las cartas Zener, Rhine había encontrado ocho su-
cología de Duke. En los experimentos de telepa- jetos que obtenían con regularidad puntuaciones
tía, el emisor se concentraba en el símbolo de la superiores a las probables en las pruebas de telepa-
carta que había sacado, mientras el sujeto -a ve- tía y clarividencia. Según Rhine, los ocho sujetos
ces en el mismo cuarto, otras incluso en un edifi- pasaron un total de 85.724 pruebas y consiguieron
cio aparte- anotaba la impresión que recibía. 24.364 aciertos, 7.219 más de los que cabía espe-
En los experimentos de clarividencia, el sujeto in- rar con arreglo al cálculo de probabilidades.
tentaba percibir directamente la carta que otro sa- El que mayor porcentaje de aciertos logró fue
caba fuera de su vista, o bien el orden de las cartas Hubert Pearce, estudiante de Teología de la facul-
en un mazo barajado. En las .pruebas· de precogni- tad de Religión de Duke. Además de superar una
ción, el sujeto intentaba determinar el orden en y otra vez la probabilidad en condiciones experi-
que quedarían las cartas una vez barajadas. mentales normales, Pearce tomó parte en 1933 y
Rhine no esperaba que los sujetos acertasen 1934 en una serie de pruebas a gran distancia
todas las cartas, sino que se basaba en los méto- que aún figuran entre los grandes hitos de la in-
dos estadísticos de muestreo utilizados en Psico- vestigación paranormal. El experimentador era
logía y otras ciencias experimentales. Según la J. Gaither Pratt, un graduado que más tarde se con-
teoría matemática (y la tabla estadística ideada virtió en destacado parapsicólogo. Pearce y Pratt se
para este tipo de experimentos), la probabilidad situaban en edificios diferentes. A una hora con-
de los sujetos de Rhine era de cinco aciertos para venida, Pratt tomaba m:ia carta del mazo y la colo-
las 25 cartas de que constaba la baraja Zener. caba cuidadosamente boca abajo. Pearce, en un
Puesto que el sujeto no iba a alcanzar exactamen- cubículo de la biblioteca, a 90 ó 230 metros de
te los cinco aciertos, la tabla estadística indicaba Pratt, según el edificio en que estuviese, registra-
también si el resultado del experimento quedaba ba su impresión de cada carta. Como Pratt no
dentro de lo probable. Los resul~ados que se veía las cartas hastá el final de la prueba, y por

205
Visión remota: A la búsqueda de la clarividencia
«Veo una casita forrada de tablas rojas superpues- creencia de que era muy probable ,que la descrip-
tas. Tiene un borde blanco y un tejado alto y puntia- ción correspondiese al objetivó, 2 al que le segµía en
gudo. Pero todo parece falso, como un decorado de parecido, y así sucesivamente. Había «impacto direc-
cine». to» cuando el juez puntuaba con 1 una descripción
Tal fue la primera descripción que hizo Hella certera. En la serie de Hella Harnmid, el juez regís·
Harnmid en el curso de una investigación de cierto tró cinco impactos directos de nueve objetivos, y
tipo de clarividencia y telepatía, conocido por visión puntuó con 2 a los otros cuatro. Las probabilidades
remota, llevada a cabo por dos físicos del Stanford de que eso ocurriese por puro azar eran, según los
Research Institute (SRI) de Menlo Park (California). investigadores, de 500.000 a l. Basándose en más de
Lo que «Veía» era la reproducción a pequeña escala cien pruebas con veinte sujetos, Targ y Puthoff de-
de una clásica escuela antigua de color rojo, situada dujeron que el fenómeno no parece verse afectado
en un minigolf de los alrededores. Esta prueba fue el por la distancia ni por el aislamiento eléctrico, y que
preludio de un experimento en el que Hella intenta- se trata de una facultad no analítica, posiblemente
ría describir nueve «objetivos» distintos situados a una función del hemisferio cerebral derecho.
media hora en coche del laboratorio. El test prelimi- Un reducido"grupo de científicos ha seguido in-
nar se hizo para lograr que la vacilante Hella adop- vestigando los fenómenos de visión remota. Por des-
tase una actitud más receptiva hacia la visión remo- gracia, muchos no han logrado reproducir los resul-
ta, o, como escribían Russell Targ y Harold Puthoff tados de Targ y Puthoff, cuyos métodos han provo-
en Mind-Reach, su informe de trabajo, para demostrar cado serias críticas, especialmente en cuanto a los
«que esa facultad no era algo singular. En nuestra in- procedimientos para juzgar los resultados. Los psicó-
vestigación, las funciones paranormales aparecen logos neozelandeses David Marks y Richard Kam-
como una capacidad latente que todos los sujetos pue- mann han advertido que la mayoría de las personas
den experimentar en cierta medida». tenderán inconscientemente a buscar semejanzas e
Puthoff y Targ llevaron a cabo su primera serie ignorar las diferencias al comparar las descripciones
de experimentos sobre la visión remota entre 1972 y con los objetivos. Esta circunstancia, unida a los pro-
1975. El procedimiento era sencillo: mientras el suje- blemas metodológicos del sistema de Targ y Puthoff,
to era controlado en el SRI, un equipo de dos a cua- sobre posibles claves no suprimidas en las transcrip-
tro personas se dirigía a un lugar elegido al azar en- ciones, hace pensar que los jueces pudieron elegir la
tre 100 previamente seleccionadas. Los experimenta- descripción acertada incluso sin visitar el objetivo.
dores permanecían en el «objetivo» de quince minu- Ninguno de los defensores del fenómeno es toda-
tos a media hora, moviéndose por él y examinando vía capaz de explicar el porqué y el cómo. Targ y
detenidamente lo que los rodeaba. Al mismo tiempo, Puthoff han sugerido hipótesis en las que intervie·
el sujeto de la prueba empezaba a describir y dibu- nen la física cuántica, la teoria de la relatividad y la
jar lo que veía. Las descripciones eran grabadas, y alteración que experimenta el tiempo cuando trata·
las transcripciones, con los dibujos, entregadas a un mos con materia atómica. El psicólogo Charles T.
juez independiente, un profesional del SRI sin rela- Tart, que ha intentado repetir sus trabajos, sustenta
ción con el experimento. A ese juez se le pedía que la teoría de que el fenómeno puede estar relaciona-
fuese a todos los «Objetivos» e intentase encontrar- do con el hiperdesarrollo de la parte izquierda del
les parecido con las descripciones, no rotuladas, del cerebro en el hombre occidental, y ha sugerido que
sujeto. Debía dar a cada descripción una puntuación la visión remota pudo ser en otros tiempos una fa.
con respecto a todo objetivo posible: 1 indicaba su cultad común.

En los experimentos de visión remota de Puthofl (foto supe- •una casita forrada de tablas rojaS» y dibujó una serie de cua·
rior) y Targ, un sujeto describió la escuela en miniatura como drados concéntricos para representar un paso elevado.

=
206
tanto no conocía su orden C. E. M. Hansel, psicólogo
hasta después de haber ano- británico y uno de los adver-
tado Pearce su conjetura, se sarios más activos de la in-
trataba básicamente de una vestigación psi, fue aún más
prueba de clarividencia. Los lejos en sus críticas, al aducir
resultados fueron en efecto que, si intervenía algo que no
sorprendentes. En las 1.850 fuese el azar, ese algo podía
pruebas llevadas a cabo a lo ser el fraude. En su libro
largo de ocho meses, Pearce ESP: A Scientific Evaluation,
consiguió tal número de Hansel afirmaba que no ha-
aciertos que las probabilida- bía que descartar la super-
des de haberlo conseguido chería ni siquiera en los ex-
por azar eran de 1O seguido perimentos entre Pearce y
de 21 ceros a l. Como hubie- Pratt. Según Hansel, Pearce
ron de aceptar incluso los había tenido tiempo de aban-
más escépticos, allí había donar la biblioteca y espiar
algo que no era simple coin- por el montante mientras
cidencia. Pratt anotaba el orden de las
Rhine publicó esos impre- cartas. Para Hansel, la mera
sionantes resultados iniciales posibilidad de fraude -del
en 1934, en Extra-Sensory Per- que no hay la menor prueba
ception. La que calificó de La doctora Gertrude Schmeidler, del City Colle- en el experimento Pearce-
«modesta y pequeña mono- ge de Nueva York, descubrió que quienes creían Pratt- bastaba para invalidar
en la PES obtenían mejores resultados en los
grafía» despertó enorme inte- experimentos sus tan positivos resultados.
que los escépticos.
rés, y desencadenó también Con el fin de prevenirse
una enconada controversia. contra tales acusaciones de
Para empezar, los resultados de Rhine contrade- fraude o interpretación errónea, la ciencia insiste
cían las leyes de la física. Además, el desafío a la en la repetición de los experimentos. Investigado-
comunidad científica partía de un científico de res independientes tratan de conseguir los mis-
gran reputación, y los críticos del trabajo de Rhi- mos resultados utilizando el mismo patrón expe-
. ne dejaron bien en claro lo mucho que eso les rimental básico y la repetición viene a corroborar
preocupaba. Al principio se cuestionó el modo en el trabajo anterior. Cuando la investigación psi
que Rhine utilizaba las probabilidades estadísti- proliferó en Estados Unidos y otros países a raíz
cas, pero esas críticas fueron en su mayor parte de los informes de Rhine, la repetición de lo he-
refutadas. Los problemas más importantes, y en cho por él se convirtió en cuestión capital y muy
parte aún vigentes. se referían al tipo de experi- discutida. A finales de los años treinta algunos in-
mentos ideados por Rhine y a los métodos que vestigadores pensaron que habían conseguido re-
utilizaba. Uno de sus críticos opinaba que, ante lo producir los hallazgos de Rhine, mientras que
inverosímil de esos fenómenos, «lo mejor es dar otros fueron incapaces de hacerlo. El propio Rhine
por supuesto que la PES es imposible y buscar sólo consiguió résultados ambiguos cuando repitió
la explicación de los resultados en procesos cono- con todo cuidado sus propios experimentos.
cidos». Quedaba a.sí delimitado claramente el frente
Los críticos buscaron explicaciones de ese gé- de batalla entre psi y ciencia. La mayoría de los
nero en varios aspectos de los experimentos de científicos tradicionales vieron en la imposibili-
Rhine. Un error metodológico citado con frecuen- dad de reproducirlos razón suficiente para igno-
cia era que las cartas Zener se barajaban a mano rar o rechazar los hallazgos de Rhine. Por el con-
y no de un modo que garantizase la fiabilidad trario, Rhine y otros parapsicólogos interpretaron
científica. Otra de las críticas recaía sobre la posi- esa imposibilidad de réplica como una clave del
bilidad de que los sujetos pudiesen haber llegado carácter profundo de psi, elusivo, impredecible y
a conocer los dibujos de las cartas por medios expuesto a los cambios de humor tanto del sujeto
sensoriales ordinarios. Por ejemplo, un experi- como del experimentador, pero no obstante muy
mentador visible para el sujeto podía revelar in- real. La amplitud del cisma era ya evidente en
conscientemente la respuesta con un impercepti- 1935, cuando la Universidad de Duke estableció
ble movimiento de cabeza o un cambio de· postu- un laboratorio de parapsicología con Rhine como
ra. Las propias cartas Zener tenían defectos. Algu- director, laboratorio que fue cuidadosamente se-
nos de los sujetos las conocían ya, y cuando en parado de los departamentos de psicología y
1936 empezaron a venderse al público se vio que, otros de la ciencia tradicional.
en ciertas condiciones de iluminación, podían co- Pocos científicos modernos han encontrado
nocerse los símbolos por el dorso e incluso desde tanta resistencia en sus colegas y a la vez un
los lados. Cabía también la posibilidad de que se tema de estudio tan discutible como Rhine y otros
hubiesen cometido errores conscientes -o, más parapsicólogos pioneros. Por ejemplo, pronto se
probablemente, inconscientes- al anotar los vio claramente que los tres fenómenos PES - tele-
resultados. patía, clarividencia y precognición- no eran fáci-

207
les de separar. Lo que parece telepatía puede muy
i..a sensibilidad psi bien ser clarividencia. Quizá el sujeto estaba per-
cibiendo el dibujo de las cartas Zener directamen-
La investigación sobre psi ha dependido en tan alto te y no a través de la mente del emisor. o lo que
grado de un puñado de sujetos «dotados» que psi hacía era prever qué carta seguía en la baraja, en
parece a primera vista una facultad rara y restringi- cuyo caso se trataría de precognición. El hecho
da. Así lo creía Andrew Greeley, sociólogo del Na- de que Rhine y otros investigadores consigan a
tional Opinion Research Center de Chicago, hasta veces gran número de aciertos cuando intervie-
que las respuestas a sus cuestionarios le démostra- nen como sujetos en pruebas PES complica aún más
roh lo sorprendentemente extendida que está la las cosas. ¿y si estuviesen influyendo inconscien-
creencia en lo sobrenatural. Greeley quedó tan in- temente en sus experimentos mediante la psicoci-
trigado por sus inesperados hallazgos que cuando, nesia, la acción de la mente sobre la materia?
en 1973, él y su colega William McCready recibie-
ron el encargo de estudiar los sistemas de creen- Rhine, imperturbable ante las críticas y las
cias básicos de Estados Unidos incluyeron pregun- complicaciones de la experimentación psi, siguió
tas sobre experiencias místicas. Además McCready adelante. Durante las tres décadas siguientes ins-
sugirió que, para evitar confusiones, las hubiese truyó a gran número de nuevos y entusiastas in-
también sobre experiencias paranorma\es. Las res- vestigadores. Continué su trabajo con las cartas
puestas los dejaron asombrados. «Casi una quinta Zener, o cartas PES, como empezaba a llamárse-
parte de la población norteamericana dice haber las, afirmando sus métodos mediante dispositivos
tenido frecuentes experiencias paranormales --es- tales como uria barajadora automática. Empezó
cribía Greeley en The Sociology of the Paranormal-, también a probar sujetos para la psicocinesia, in-
descubrimiento tan deslumbrador para nuestros
colegas de otras ciencias sociales como para noso- tentando determinar si podían influir mentalmen-
tros.» · te en el resultado de un lanzamiento de dados.
Deslumbrados, pero no ofuscados, Greeley y Otros investigadores iniciaron las llamadas pruebas
McCready intentaron trazar el perfil de las perso- PES de respuesta libre, en las que se pedía al su-
nas con máxima puntuación en lo que Greeley lla- jeto que reprodujese un dibujo que no había visto
ma la escala psi, calculadas en un 15 por 1.00 de la o describiese una escena lejana, seleccionada al
población de los Estados Unidos, es decir, unos azar, de la que no tenía conocimiento sensorial.
treinta millones de personas, que «experimentan a Para asegurar el factor azar en los experimen-
menudo PES, déja vu o clarividencia». A pesar de tos, los investigadores comenzaron a utilizar gene-
que muchos identifican psi con superstición e igno-
rancia, Greeley descubrió que las personas mejor radores de números basados en el nivel de desin-
puntuadas en la escala psi tendían a ser «más jóve- tegración radiactiva de los núcleos atómicos.
nes, mejor educadas, más propensas a ser afectadas . Durante años, los investigadores psi dieron la
por cuanto ocurre en. tomo suyo, más abiertas en impresión de estar embarcados en una .lucha por
cuestiones raciales y más seguras y a la vez más ag- contrarrestar el escepticismo de los científicos
nósticas en lo religioso». Si bien estos dotados tradicionales, y otorgaban mayor rigor a sus mé-
«suelen frecuentar _la iglesia algo menos que el nor- todos como respuesta a cada nueva queja o críti-
teamericano medio»., son también «más propensos ca. Pero Rhine y otros parapsicólogos miraban
a creer en la.supervivencia tras la muerte, a aceptar
los dogmas religiosos fundamentales y ser optimis- cada vez más allá de la simple demostración de la
tas en la materia». · existencia de psi, pues, al fin y al cabo, continua-
Mientras que las personas mejor clasificadas en ban publicando resultados altamente positívos.
la escala psi pertenecen a casi todas las edades, ra- De manera que se dispusieron a explorar sus eva-
zas y niveles socioeconómicos posibles, Greeley sivas sutilezas, tratando de descubrir por. qué psi,
descubrió que el porcentaje de mujeres blancas y como decía un autor, «es como algo que vemos
hombres negros era ligeramente menor que el de por el rabillo del ojo y se desvanece apenas nos
mujeres negras y hombres blancos, que entre los volvemos a mirarlo».
casados eran más los .desgraciados en el matrimo-
nio, y que una circunstancia de tensiones familiares Como ejemplo de la elusividad que demuestra
'tendía a .incrementar las experiencias psi. A juicio psi, los investigadores citaban un fenómeno que
del sociólogo, el alto grado de tensión familiar en- solía presentarse con frecuencia. Era el llamado
tre quienes .hablaban de frecuentes experiencias efecto de declinación o atenuación. Un sujeto po-
psi podía significar, no tanto que esas personas tu- día tener muchos aciertos en las primeras prue-
viesen peores relaciones familiares que el prome- bas y, a medida que el experimento proseguía, ir
. dio, sino que estaban «mác; ;en contacto con sus decayendo al nivel de la probabilidad. El efecto
emociones». Creía que su «Sensbilidad emocional» de declinación envalentonó a los críticos. Sin em-
podía explicar su mayor conciencia de psi. .bargo, a los investigadores del fenómeno les pare-
... Tras sopesar todas las variables, Greeley infería
'que las personas que tienen experiencias psi con cía simplemente un indicio de que la capacidad
:frecuencia son aquellas que, a causa de una combi- psi fluctúa con la disposición mental del sujeto, y
nación de factores personales y sociales, desarro- disminuía a medida que el experimento le fatiga-
llan un «nivel de resonancia emocional» excepcio- ba o aburría.
nalmente alto, que las hace «más aptas para sinto- Charles T. Tart, psicólogo de la Universidad de
nizar con esas tensiones, así como con los factores California en Davis, estudió un posible modo de
psi». evitar el efecto de declinación. En los experimen-
tos psi normales, decía Tart, el sujeto no descubre

208
El ingeniero Olof Jonsson (arriba) utiliza cartas PES para de-
mostrar lo que asegura es su facultad telepática de transmitir
y percibir imágenes por teléfono.

La fotografía con triple exposición (arriba, izda.) de un experi-


mento de precognición pqne de relieve lo incierto de los son-
deos del futuro.

Lalsingh Harribance (izda.), de Trinidad, acusaba cambios en


sus ondas cerebrales alfa durante sus experiencias psi.

Un emisor (abajo} trata de transmitir telepática-


mente la foto de una pareja de chimpancés a un su-
jeto cuyos sentidos físicos están aislados (recua-
dro), en un experimento de laboratorio.

209
·cómo lo está haciendo hasta terminar con las 25 ranormal» en ·el experimento. Por contraste, quie-
cartas. Eso le impide comprobrar si está ejerci- nes pensaban que no iban a lograr muchos acier-
tando sus posibles facultades psi. Al comienzo de tos tendían a quedar por debajo de lo probable, y
la década de los setenta, Tart proyectó un experi- los calificó de cabras porque se resistían a la posi-
mento que proporcionaba información inmediata bilidad de demostrar resultados psi positivos y
al sujeto. Construyó una consola con diez lámpa- pecaban de lo contrario. Cuando los sujetos que-
ras conectadas a un generador de números elec- dan muy por debajo de lo calculado como proba-
trónico que controlaba el encendido aleatorio de bilidad, se dice que son psi negativos. Se supone
las lámparas. Se indicaba al sujeto que pulsase el que en ello interviene algo más que el simple ·
botón correspondiente a la lámpara qu,e creía azar. Schmeidler decía que sus cabras estaban
iba a encenderse a continuación. Después, la lám- subconscientemente «evitando dar en el blanco».
para seleccionada por el generador se encendía, De hecho, la actividad oculta del subconscien-
mostrándole si había acertado o no. Con ayuda te es un factor decisivo para muchos parapsicólo-
de esa información inmediata, los diez sujetos de gos. En ~u epinión, las experiencias psi conscien-
Tart consiguieron 722 aciertos de 5.000 intentos, tes son sólo la punta del iceberg. Bajo la superfi-
muy por encima de los· 500 esperados con arreglo cie, en el subconsciente, toda persona está siendo
al cálculo de probabilidades. continuamente bombardeada con señales psi;
Las investigaciones de Tart y otros vienen a pero son tan débiles -Tart las califica de «una
apoyar una sorprendente afirmación en la .que es- leve y silenciosa voz interior»- que raramente al-
tán de acuerdo muchos parapsicólogos: todos po- canzan la esfera de lo consciente.
demos tener facultades psi; algunos creen que in- La teoría de que psi actúa en gran parte por
cluso los animales. Los sondeos de opinión tien- debajo del umbral de la conciencia ha sido proba-
den a confirmar la creencia de la parapsicología da indirectamente de varios modos. Esos experi-
en la ubicuidad de psi. En diversas encuestas, del mentos intentan detectar una reacción física pro-
10 al 58 por 100 de los residentes en Estados Uni- vocada por psi y de la que el sujeto no tenga con-
dos han asegurado ·haber expe.rimeniado personal- ciencia. Por ejemplo, dos físicos -del Stanford Re-
mente un fenómeno psi. Según una muestra re- search Institute de California, Harold Puthoff y
ciente de 1.460 residentes .en el país efectuado por Russell Targ, utilizaron un electroencefalógrafo
el destacado sociólogo Andrew Greeley, el 58 por para controlar las ondas cerebrales del sujeto du-
100 creían haber experimentado alguna forma de rante un experimento de telepatía. El emisor esta-
telepatía y el 24 por 100 de clarividencia. «El son- ba en otra habitación, sentado frente a una luz es-
deo de Greeley -dice Tart- indica que es normal .troboscópica que se encendía y apagaba ante sus
tener experiencias aparentemente paranormales:» ojos: Cuando se pidió al receptor, una mujer, que
Por qué unas personas parecen experimentar dijese cuándo incidía la luz en los ojos del emisor,
psi y otras no ha sido materia importante de in- acertó sólo al nivel de lo probable. Pero la res-
vestigación desde los años cuarenta. Numerosos puesta de sus ondas cerebrales fue diferente, pues
experimentos sugieren que uno de los factores el electroencefalógrafo empezó a registrar fluctua-
decisivos es la actitud de esa persona hacia psi. ciones cuando se encendía la luz en el otro cuar-
La psicóloga Gertrüde R. Schmeidler, del City Co- to. Esas fluctuaciones parecían indicar que algo
llege de Nueva York, descubrió lo que llamó el estaba ocurriendo en el cerebro del sujeto aun-
«efecto ovejas-cabras». Los sujetos que creían que que no fuese consciente de ello.
iban a conseguir muchos aciertos en las pruebas Es presumible que ciertos tipos de información
psi los conseguían. Schmeidler los llamó ovejas psi sean tan potentes como para conseguir abrirse
porque «aceptaban la posibilidad de un éxito pa- paso y penetrar en la conciencia. Si esta teoría es
acertada, la información sobre un peligro debería
también ser capaz de alcanzar la conciencia. Terre-
,., J j ¡ 11i¡¡1¡iij1¡,1i1 1 j t 1 ¡ 1 1 1 /
4
, motos, accidentes de aviación y otros desastres van
a menudo acompañados por historias de experien-
cias psi. Las informaciones sobre esos aconteci-
mientos espontáneos rara vez son sometidas a com-
probación experimental, pero pueden ser indicio
de una posible actividad psi. Por ejemplo, un estu-
dio sobre los accidentes ferroviarios en :e.stados
Unidos arrojó la conclusión de que la m~yoría ·de
los trenes afectados llevaban ese-día un número de
pasajeros inferior .al promedio de otros diez días.
El psicólogo W. E. Cox, autor del estudio, aventura-
ba que podían haber sido premoniciones incons-
cientes las que indujeron a muchas personas a no
En un experimento japonés, cuando un dotado inició su viajar en esos trenes.
meditación (línea roja), se registraron cambios en la respi- Tal vez el estudio más fascinante de psi en rela-
ración y resistencia cutánea de un sujeto situado en otra ción con un gran desastre fue el llevado a cabo por
habitación. Ian Stevenson, psiquiatra y parapsicólogo de la

210
Muchos investigadores creen que
los experimentos psi tienen
mayores probabilidades de éxito
cuando las ondas cerebrales del
sujeto se parecen a las del estado
alfa, que ayuda a los pacientes
sometidos a bioauto"egulación
a controlar funciones normal-
mente involuntarias, como los
latidos del corazón y la presión
sangu{nea. LA línea roja superior
es el registro de treinta segundos
de ondas alfa.

Universidad de Virginia. Stevenson encontró no mente interesados en uno de esos estados que la
menos de diecinueve casos de lo que parecía tele- mayoría de las personas experimentan en algún
patía, clarividencia o precognición relacionados momento: el del sosiego y relajamiento en estado
con el hundimiento del transatlántico Titanic en de vigilia ligado a un tipo de onda cerebral conoci-
1912. Algunas de esas personas tenían seres queri-. da como alfa. Durante los años sesenta, un investi-
dos a bordo; otras carecían de relación aparente. gador de San Francisco, Joe Kamiya, descubrió
Sus supuestas experiencias psi adoptaron una am- que los sujetos podían aprender a generar ondas
plia gama de formas de transmisión, desde sueños alfa a voluntad gracias a un método de enseñanza
y alucinaciones en estado de vigilia hasta la «extra- tan sencillo como radicalmente nuevo. Cada vez
ña sensación de que iba a ocurrirle algo» a su ma- que un sujeto conseguía generar ritmos alfa, regis-
dre que tuvo una niña inglesa de once años, hija de trados por un electroencefalógrafo, un dispositivo
una camarera que sobrevivió al hundimiento. le informaba sobre ese estado por medio de un so-
El estudio del caso del Titanic por Stevenson, nido musical. Este descubrimiento integrado en la
como otros sobre experiencias espontáneas, proba- nueva rama de la ciencia conocida como bioauto-
ron que los sueños pueden ser una de las vías de rregulación (biofeedback), que permite a las perso-
penetración de los fenómenos psi en la conciencia. nas ejercer un cierto control sobre procesos inter-
Además de estudiar los sueños, los parapsicólogos nos tales como las ondas cerebrales y la presión
han investigado otros estados mentales que, al me- sanguínea, reviste gran interés para los parapsicó-
nos en teoría, pueden hacer que afloren -cuando logos, debid0 a que la fase alfa se parece mucho al
existen- las facultades psi reprimidas. tipo de estado mental que ha venido siendo consi-
La investigación psi en este campo ha coincidi- derado como óptimo para obtener resultados posi-
do con un nuevo interés de los psicólogos tradicio- tivos durante los experimentos psi. El psicólogo
nales por los llamados estados de conciencia alte- Lawrence LeShan dice que, según los dotados, se
rados. Por ejemplo, los parapsicólogos han adverti- trata de un estado en el que «ya no hay entidades
do que situaciones de alteración de conciencia ta- independientes porque todo desemboca en todo».
les como la meditación e incluso los estados provo- Los experimentos sugieren que, aunque la fase alfa
cados por las drogas parecen proporcionar a veces no garan~iza la intervención de psi, se relaciona
un alto número de aciertos psi durante los experi- frecuentemente con un alto nivel de aciertos.
mentos. Los investigadores psi están particular- Otro posible camino hacia una sensibilidad psi

211
inconsciente y potenciada ha sido sugerido por piente con agua helada y dice no sentir molestia al-
Charles Honorton, parapsicólogo antes adscrito al guna. En cambio, si se le pide que escriba sobre su
Maimonides Medical Center de Brooklyn. En 1974, experiencia, suele afirmar que ha sentido dolor. Pa-
Honorton comunicó los importantes resultados de rece que intervienen al menos dos niveles de con-
un estudio sobre 30 sujetos a los que se aisló de vi- ciencia diferentes. Algo semejante puede ocurrir
siones y sonidos que pudieran distraerlos. A uno en el caso de personas muy dotadas que llevan a
de ellos se le dejó solo, recostado en una tumbona cabo sus hazañas en estado de trance. Mediante la
en una habitación a prueba de ruidos, con los ojos disociación, pueden aflorar niveles de conciencia
protegidos por cubiertas translúcidas y con auricu- sumergidos, y con ellos una mejor sensibilidad
lares que transmitían una grabación de sonidos se- para la información psi, a la vez que una mayor
dantes. Se le pidió que hablase por un micrófono conciencia de ella.
durante treinta y cinco minutos, describiendo En 1962, el bioquímico checo Milan Ryzl comu-
cuantas imágenes, sensaciones y fantasías afluye- nicó los extraordinarios resultados obtenidos me-
sen a su conciencia. Durante ese tiempo, un inves- diante la hipnosis en la investigación psi. En vez de
tigador situado en otra habitación iba concentrán- emplear la hipnosis en sus experimentos, Ryzl la
dose en unas fotografías pertenecientes a un grupo utilizaba como medio para enseñar a los sujetos a
de 31 numeradas correlativamente, que elegía sa- desarrollar su potencial psi. Decía que la hipnosis
cando una carta al azar de un mazo de 31 con esa les ayudaba a evitar las distracciones, los motivaba
misma numeración, previamente barajadas y cor- para desear alcanzar estados de conciencia psi y
tadas. Por ejemplo, una de las fotografías mostraba los entrenaba en la hipervisualización mental a
edificios y clubes nocturnos de Las Vegas, y miem- menudo asociada a ese tipo de experiencias. El
tras el sujeto emisor la contemplaba, una enferme- alumno más destacado de Ryzl era un joven biblio-
ra psiquiátrica de 28 años llamada Ellen Messer, tecario llamado Pavel Stepanek. En una serie de
que actuaba como receptora, dijo: «Estoy flotando pruebas de clarividencia -adivinar si el anverso
sobre una especie de paisaje... Es como surrealis- de una tarjeta oculta en una funda de cartón era
ta ... Y marquesinas de clubes nocturnos. Las veo. verde o blanco- los resultados de Stepanek fue-
Marquesinas de nigtclubs. Son de Las Vegas». ron de 500.000 a 1 sobre la probabilidad, y repitió
Experimentos psi llevados a cabo en los Estados sus asombrosas puntuaciones ante investigadores
Unidos, Finlandia, la Unión Soviética y otros países llegados de media docena de países, entre ellos
parecen demostrar que también mejoran los resul- Gran Bretaña, Japón y Estados Unidos. Cuando sus
tados cuando se aprovecha un estado de concien- dotes parecían abandonarle, aún demostraba otra:
cia alterado que ha desconcertado a la ciencia du- se equivocaba o acertaba siempre en las mismas
rante mucho tiempo: el trance hipnótico. Algunos tarjetas, aun cuando éstas parecían estar bien es-
psicólogos creen que durante la hipnosis se produ- condidas. El hecho de que Stepanek pudiese ver y
ce una disociación: ciertos procesos mentales se tocar las fundas de cartón resultó sospechoso a al-
desvinculan de la conciencia. Es algo que parece gunos críticos; a pesar de lo cual el informe de Ryzl
evidente en experimentos tradicionales realizados sobre estos trabajos fue publicado en Nature, la
en los laboratorios de psicología. Bajo sugesti0P prestigiosa revista científica británica. Stepanek
hipnótica, el sujeto sumerge la mano en un reci- fue sometido a pruebas durante más de una déca-
da, en lo que el parapsicólogo estadounidense
J. Gaither Pratt calificó de «el mayor número de
pruebas y el período más largo conocido de demos-
tración con éxito de PES, logrado por un sujeto so-
metido a pruebas de laboratorio».
En otra investigación, un psiquiatra sueco, John
Bj0rkhem, trabajó largamente con varios sujetos
para ver si conseguían, en estado de hipnosis, la
que denominó «clarividencia viajera». En este pro-
cedimiento, los sujetos hipnotizados intentaban
percibir y referir diferentes aspectos de un suceso
distante. La labor de Bjorkhem produjo resultados
ambiguos: en ciertos casos los sujetos dieron con
todo lujo de detalles una información equivocada,
mientras que en otros proporcionaron datos asom-
brosamente exactos de sucesos lejanos.
Además de explorar el subconsciente, los pa-
rapsicólogos han investigado el papel de la rela-
ción emocional en la comunicación psi. Las histo-

En 1898, Morgan Robertson anticipó en su relato Futility,


en el que un barco supuestamente invulnerable chocaba
con un iceberg y se hundía, múltiples detalles del desastre
del Titanic, acaecido catorce años después.

212 -
Según un estudio, algunos trenes que sufrieron accidentes rido a un investigador que las premoniciones pudieron inhi-
llevaban menos pasajeros que de costumbre, lo que ha suge- bir a muchos de realizar esos viajes.

rías de telepatía espontánea en la vida cotidiana tacto y tienden a comunicarse, lo que permite sa-
rara vez se registran entre extraños; lo normal es car a la luz y confirmar posibles experiencias tele-
que los implicados sean amigos, familiares y, en ge- páticas. En cambio no es probable que unos extra-
neral, personas unidas por lazos emocionales. Ade- ños descubran que están intercambiando pensa-
más, determinadas pruebas experimentales pare- mientos. ·
cen indicar que los niños de la escuela primaria Entre los lazos emocionales más fuertes figuran
que quieren a su maestro consiguen mejores resul- los paternofiliales. El papel potencial de psi en esta
tados en las pruebas con cartas Zener que los que relación ha sido examinado por varios investigado-
no sienten esa relación emocional. Los estudiantes res formados en la teoría freudiana, que como es
de quienes el maestro tiene mejor opinión suelen sabido subraya tales lazos. El psiquiatra Berthold
también acertar más, a pesar de los repetidos expe- E. Schwarz ha estudiado casos de aparente telepa-
rimentos que demuestran que la capacidad psi no tía en la comunicación entre miembros de su pro-
está relacionada con la inteligencia. Incluso en el pia familia. En su obra Parent-Child Telepathy reco-
estado de concentración y predominio de lo físico ge con detalle 505 de esos episodios, ocurridos a lo
propio del deporte profesional parece surgir a ve- largo de nueve años y en los que intervinieron el
ces la comunicación extrasensorial. Sandy Koufax, propio Schwarz o su mujer, Ardís, y sus dos hijos,
que fue pitcher (lanzador) de los Dodgers de Los Lisa y Eric. La telepatía, dice Schwarz, es «el esla-
Angeles, recordaba un momento de aparente rela- bón perdido», el factor clave descuidado en la co-
ción telepática con el catcher (receptor) Jhonny municación entre padres e hijos. Los episodios te-
Roseboro durante un partido contra los Yankees lepáticos entre padres e hijos pueden ser más fre-
de Nueva York en la Serie Mundial de Béisbol de cuentes en situaciones de crisis, cuando, por ejem-
1963. Tanto Koufax como Roseboro decidieron, plo, una madre siente de algún modo que su hijo
prácticamente en el mismo instante, que el siguien- ausente está en peligro. Lo más fascinante del rela-
te lanzamiento a Mickey Mande, el centrocampista to de Schwarz es que los episodios descritos se re-
de los Yankees, debía ser flojo y con efecto, aunque fieren con frecuencia a incidentes triviales, pero a
Mande solía mandar esos tiros fuera del campo. La pesar de ello intrigantes, de la vida cotidiana. He
comunicación telepática, si eso es lo que fue, fun- aquí uno ocurrido cuando Lisa aún no había cum-
cionó, y Mande falló el golpe y quedó eliminado. plido tres años:
Quienes defienden la existencia de psi pueden «El 21 de julio de 1959, martes, a las 6 de la tar-
interpretar al menos de dos modos tales informa- de, después de cenar, Lisa y yo dimos un paseo por
ciones. Por una parte, pueden corroborar la teoría detrás de la casa. Mientras íbamos agarrados de la
de que la capacidad psi se encuentra de ordinario mano colina abajo, vi unas cuantas hojas que ha-
firmemente asociada al subconsciente, y . sólo as- bían caído del peral y el manzano. Pensé: "No sé si
ciende a la conciencia en situaciones en las que el peral durará si se le siguen cayendo así las ho-
factores como una intensa carga emocional u otros jas". Al momento Lisa repitió en voz alta las mis-
semejantes lo propician. Por otro lado, algunos in- mas palabras. Cuando le pregunté por qué pensaba
vestigadores han sugerido que podemos experi- eso, me contestó: "Lo dijo mami". Pero más tarde
mentar conscientemente psi de un modo casi con- Ardis me aseguró que nunca había dicho nada del
tinuo, aunque sin damos cuenta. Esta teoría puede peral ni de ningún otro árbol a nuestra hija. Duran-
explicar la abundancia de supuestas experiencias te ese paseo Lisa estuvo muy cariñosa.»
psi en los que intervienen amigos o familiares. Las Otro investigador, el psiquiatra Jan Ehrenwald,
personas unidas por esos lazos suelen est~r en con- piensa que la telepatía puede ser un .fenómeno co-

213
mún entre madre e hijo. Las madres, dice, parecen leer a menos que su madre estuviese leyendo lo
comprender las necesidades del pequeño «de un mismo al mismo tiempo, aunque fuese en otra ha-
modo difícil de explicar ateniéndonos sólo a los bitación. Una investigación posterior demostró que
medios "ordinarios"» de comunicación preverbal, los labios de la madre «solían moverse al compás
como gestos, llantos, sonrisas y otros signos socia- de lo' que decía la niña». Este caso y otros semejan-
les. Durante el período previo a la adquisición del tes se refieren a madres que tenían, en palabras de
lenguaje, el niño está inerme y depende para su su- Ehrenwald, «motivos poderosos para compensar
pervivencia de la madre u otra persona que lo cui- con su esfuerzo la incapacidad de sus hijos, y trata-
da. En opinión de Ehrenwald, la telepatía puede ban de hacer las cosas por ellos».
haberse desarrollado en el organismo humano Aunque la teoría de la telepatía madre-hijo de
para salvar el bache que existe en la comunicación Ehrenwald no ha sido sometida a pruebas directas
hasta que el niño puede hablar. Se trata de «Un ex- en el laboratorio, sí ha recibido apoyo indirecto de
pediente provisional arbitrado por el proceso evo- trabajos llevados a cabo en la Universidad de Mon-
lutivo para sacar al hombre del aislamiento pasaje- tana. Los experimentos de Montana midieron la
ro en que se ve sumido en la primera fase posna- reacción física de las madres a una situación de pe-
tal». Una vez que el niño puede hablar, la comunica- ligro en que se encontraban sus hijas. La medida
ción telepática deja de ser esencial para su supervi- de la reacción física fue la respuesta psicogalváni-
vencia, y esa facultad es reprimida o se pierde. ca, utilizada también en las pruebas con el detector
Si la teoría de Ehrenwafd es acertada, los niños de mentiras, que registra cambios sutiles en el ni-
que a causa de defectos físicos o mentales perma- vel de exudación de la epidermis, ~ociados a los
necen en una relación íntima, simbiótica, con su cambios emocionales. En las pruebas de Montana
madre más tiempo del normal deberían dar prue- se registró esa reacción en varias madres mientras
bas de facultades psi. Se sabe de varios casos en los sus hijas -a las que no podían ver ni oír- recibían
que se cree que las comunicaciones extrasensoria- un sobresalto, al estallar ante ellas cartuchos de fo-
les de la madre han inducido el comportamiento gueo. La reacción psicogalvánica de las madres
del hijo. Uno de ellos es el de un niño con la visión cuyas hijas se habían asustado cambió más apre-
muy disminuida a consecuencia de unas cataratas ciablemente que la de un grupo de madres utiliza-
y que sólo conseguía leer la tabla optométrica do como control y cuyas hijas no fueron sometidas
cuando su madre estaba donde pudiese ver tam- a tales explosiones. En este caso pueden haberse
bién las letras. En otro caso se creyó que un niño combinado dos elementos que aparecen con fre-
retrasado era un «calculador relámpago» porque cuencia asociados a psi: la relación paternofilial y
podía efectuar de memoria complicadas operacio- una situación de temor o inquietud. JunHis proba-
nes matemáticas. Más tarde se comprobó que sólo ron un cierto grado de telepatía madre- hIJO.
podía llevar a cabo sus proezas si las hacía también Los gemelos, univitelinos o no, representan
su madre. En 1935, un profesor alemán de Medici- otro tipo de emparejamiento familiar al que mu-
na legal, Ferdinand von Neureiter, publicó el caso chos investigadores atribuyen potencial psi. Sin
de Ilga K., una niña de nueve años que padecía una embargo, el trabajo de laboratorio con parejas de
grave incapacidad de lectura. Ilga era incapaz de gemelos ha resultado ser tan poco concluyente

Un submarinista en inmersión frente a Florida transmitió a un receptor situado


en Zürich información suficiente para alterar la constricción de sus capilares
sanguíneos. Menos afortunados, aunque intrigantes, han sido los estudios del
comportamiento de los gemelos, como los jugadores de baloncesto Van Arsdale.

214
como intrigantes son los relatos anecdóticos de co-
municación entre ellos. Dos niñas españolas, Marta
y Silvia, gemelas univitelinas, residentes en Murillo Experimentos en el Apolo 14
de Río Leza (La Rioja), protagonizaron en 1976 un
episodio singular. Cuando una de ellas se encontra- Lo que Edgar D. Mit-
ba visitando a sus abuelos en otra ciudad apareció chell, astronauta del Apo-
en su mano derecha una gran mancha eritematosa lo 14, veía como «una
semejante a las provocadas por excesiva exposi- joya azul y blanca sus-
ción al sol. En aquel momento, su hermanita se ha- pendida en un cielo de
bía provocado una quemadura en la mano homólo- terci<;>pelo negro» era el
planeta Tierra visto desde
ga jugando con una plancha. Una comisión de mé- lo profundo del espacio.
dicos y psiquiatras verificó las facultades PES de En la euforia de aquella
las mellizas. La percusión sobre la rodilla de Marta primera visión, dice Mit-
para comprobar sd reflejo rotuliano provocaba a chell, «la presencia de la
gran distancia un movimjento reflejo en Silvia. Asi- divinidad se hizo casi
mismo, la contracción pupilar de la primera engen- palpable y supe que la
draba simultáneamente otra análoga en su hermana. vida en el universo no
Al ser preguntados, los gemelos dicen con fre- era sólo un accidente de-
cuencia que se leen mutuamente el pensamiento o bido a procesos azarosos.
Ese saber me llegó de un Edgar Mitchell fundó un
se comunican por otros sistemas no verbales. Sin modo directo, noético». instituto que estudia fenó-
embargo, los escasos estudios que han intentado menos paranormales.
Otros astronautas han
poner a prueba la comunicación telepática entre descrito a su regreso sen-
ellos parecen respaldar las conclusiones de una in- saciones parecidas, pero
vestigación llevada a cabo en la Universidad de probablemente ningún viajero del espacio ha sido
Fordham hace más de cuarenta años, en la que seis tan propenso psicológicamente como Mitchell a
parejas de gemelos intervinieron en más de veinte interpretar esa .experiencia de «conciencia global
mil pruebas. El informe concluía: «En conjunto, los instantánea» en términos místicos. Por ejemplo,
resultados no son significativos, y sobre todo no en los cuatro años anteriores a ese despegue del
31 de enero de 1971, Mitchell había estado cada
demuestran que durante los experimentos hubiese vez más enfrascado en la parapsicología. Aunque
la menor relación telepática entre los gemelos... » más tarde afirmase que cuando fue a Ja Luna «yo
Los parapsicólogos han realizado diversas in- era un piloto de pruebas, ingeniero y científico
vestigaciones para tratar de aislar las propiedades tan pragmático como cualquiera de mis colegas»,
(continúa en la pag. 218) hoy sabemos que miraba ya más allá de la ciencia,
la religión y la filosofia tradicionales. Como parte
El doctor Berthold Schwan. (abajo) cree que ha habido co- de su investigación, y sin conocimiento de sus su-
municación telepática entre los miembros de su familia. periores de Ja NASA, Mitchell planeó llevar a cabo
Una posible comunicación mental directa se registró tam- el primer experimento PES en el espacio. Se ha-
bién cuando Sandy Koufax y John Roseboro, del equipo de bía puesto de acuerdo con cuatro receptores te-
los Dodgers, decidieron a la vez la misma jugada atrevida. rrestres para que intentasen recibir los mensajes
telepáticos -en forma .de secuencias de símbolos
Zener- que iba a transmitir durante seis de los
períodos de descanso previstos en la misión.
~s condiciones del experimento se tornaron
muy desfavor~bles desde el principio. El lanza-
miento se retrasó cuarenta minutos, alterando asf
la cronología de los periodos de descanso, y du-
rante la misión Mitchell sólo pudo aprovechar
para sus intentos de transmisión telepática cuatro
de los seis períodos previstos. De ese modo los re-
sultados del experimento se vieron reducidos a
un embrollo sin apenas sentido.
Por ejemplo, dos de los receptores se anotaron
51 respuestas acertadas de 200 posibles (al azar
hubieran sido unas cuarenta), pero a causa del
desajuste cronológico este resultado levemente po-
sitivo pudo ser más producto de la precognición
que de la telepatía. En conjunto, los cuatro recep-
tores consiguieron tan pocos aciertos que su re-
sultado total fue negativo, en una proporción de
3.000 a 1 por debajo de lo probable. Eso no desa-
nimó a Mitchell, que atribuyó los resultados a que
los receptores eran psi negativos. Más tarde fundó
un centro para el estudio científico de los fenóme-
nos parapsíquicos y pubHcó un informe sobre su
lucha por penetrar en lo desconocido.

215
Realidad y apariencia

Averigüe sus dotes PES

Telepatía Para probar su capacidad telepática, haga Clarividencia Para probar la clarividencia, ponga 20
que un amigo baraje un mazo de cartas Zener. Después, canicas, cinco de cada color, en una bolsa. Después,
con los relojes de ambos sincronizados, y a intervalos de haga que un amigo vaya sacándolas una a una, sin ver-
treinta segundos, él irá sacando una carta, concentrándo- las ninguno de los dos. Al salir cada canica, trate de adivi-
se en su dibujo, anotándolo y poniéndola después boca nar su color, y que su amigo anote la conjetura. Des-
abajo. Usted irá anotando el orden en que salen esas car- pués, miren la canica y anoten su color verdadero, vol-
tas que no ve, tal como lo perciba. Se vuelve a barajar y viéndola a continuación a la bolsa. Se sacan 20 canicas
se repite la prueba cuatro veces más, hasta un total de se repite la secuencia otras cuatro veces, hasta sumar
125 cartas. Por simple azar han de acertarse unos cinco 100 conjeturas. Lo probable en esta prueba es acertar 25
símbolos por ronda. Una puntuación media de 6,5 acier- veces. Una buena puntuación, que consiguen aproxima-
tos a lo largo de cientos de rondas de 25 cartas resulta te- damente una de cada cien personas que se someten a Ja
lepáticamente significativa. misma, es acertar 34.

de hacia arriba un número determinado, y con la


Estadística y psi baraja francesa existen 1 a 52 de que la carta
que sacamos coincida con el número y palo pre-
viamente elegidos. En algunos de los primitivos
experimentos psi, J. B. Rhine utilizó en la Univer-
los últimos cincuenta años, la investiga- sidad de Duke una baraja Zener de 25 cartas. La
E ción
N
psi se ha granjeado una respetabilidad baraja Zener se componía de cinco series de cinco
considerable, y lo que de un modo más general y cartas, que ostentaban un símbolo diferente por
controvertido ha contribuido a ese cambio ha serie: una estrella, un rectángulo, un círculo, una
sido el empleo de la estadística. Sólo mediante cruz o una tríada de líneas onduladas. Con arre-
ella pueden quienes experimentan en algún cam- glo a las leyes del azar podía esperarse que el su-
po saber si sus resultados son realmente distintos jeto acertase la carta cinco veces de cada 25 opor-
de los que dictarían las leyes del azar. Al parapsicó- tunidades, por extrapolación matemática de las
logo tal medida le resulta esencial. probabilidades de cada intento, que eran de 1 a 5.
La probabilidad simple, aunque de simple no Esto no quiere decir que el sujeto fuese a acertar
tiene nada, viene determinada por el número de exactamente cinco cartas cada vez; podía acertar
posibilidades disponibles en cada situación. Si te- cuatro una vez y cinco la siguiente, o incluso tres
nemos que elegir entre dos puertas, hay una pro- en una ocasión y siete a la próxima. Pero con el
babilidad de 1 a 2 de que elijamos la acertada; si tiempo el número de aciertos arrojaría casi siem-
entre cuatro objetos, las probabilidades de acierto pre un promedio en tomo a cinco. Este prome-
son de 1 a 4. Con los dados, hay una probabilidad dio, basado en un gran número de intentos, es co-
de 1 a 6 de que al tirar el dado de seis caras que- nocido como probabilidad matemática
ción conseguida en un experimento con la proba-
bilidad de conseguir esa misma o incluso otra
mejor. Si la probabilidad de conseguir ese núme-
ro de aciertos u otro superior es muy pequeña, la
puntuación obtenida es considerada como ~ma
desviación «significativa» de la probabilidad. Aun-
que los científicos acostumbran distinguir entre
resultados «significativos» y «altamente significati-
vos», el nivel de significancia suele expresarse en
términos matemáticos precisos, en los que el lími-
te más bajo aceptable corresponde a la probabili-
dad estadística de 1 entre 20. El científico divide
1 por 20 y expresa esa probabilidad (P) mediante
la fórmula P = 0,05. Cuando la probabilidad de que
ocurra un cierto resultado es de 1 entre 20, el he-
cho de que se registre ese resultado es significati-
Precognición Para probar la precognición, pida a un vo al nivel 0,05. Si la probabilidad es de 3 entre
amigo que retire los cuatro ases de una baraja de pó- 1.000, su aparición es significativa aproximada-
quer. Escriba en una cuartilla el orden en que cree que mente al nivel 0,003. Cuanto más pequeña la cifra
saldrán las restantes 48 cartas después de bien baraja- decimal, mayor es la sospecha de que los resulta-
das. Su amigo barajará e irá sacando las cartas una a dos no son sólo obra del azar.
una y anotando su número y palo junto a los previstos En el concepto de significancia estadística se
por usted. Las probabilidades son de conseguir un solo tiene también en cuenta el tamaño de la muestra.
acierto. Dos o tres se producen sólo una vez de cada Si, por ejemplo, en cuatro rondas con una baraja
cuatro, nivel que no se considera de especial significa-
ción estadística. Cuatro o más aciertos suponen ya una in- Zener de 25 cartas un sujeto lograse 30 aciertos, o
trigante capacidad precognitiva que se registra una vez sea 10 más de la probabilidad matemática, eso
entre 50. constituiría un resultado «significativo» de aproxi-
madamente el nivel 0,004, lo que quiere decir que
las probabilidades de conseguir 30 o más aciertos
en el conjunto de las cuatro rondas son de aproxi-
madamente 1 entre 250. Sin embargo, si la misma
serie de cuatro rondas se repitiese SO veces, las
probabilidades de que el sujeto consiguiera al me-
Cuando el número de aciertos del sujeto a lo nos 30 aciertos en una o más rondas del total de
largo de una serie prolongada de intentos o ron- 50 aumentarían aproximadamente a 1 entre S.
das queda repetidamente por encima o por deba- El cálculo de la probabilidad se hace aún más
jo de la probabilidad, surge la posibilidad de que complejo cuando se introducen otros factores,
exista una influencia exterior indeterminada. Y si como la información al sujeto durante la prueba.
el experimento ha sido proyectado y llevado a Obviamente, si el sujeto sabe después de cada in-
cabo de modo que excluya cualquier otra influen- tento cuál fue la carta que realmente salió, sus
cia, podemos sospechar la existencia de un factor probabilidades de acertar en los siguientes pue-
psi, o tal vez de algún otro desconocido. den aumentar mucho, de igual manera que las
Una vez observada esa desviación de lo mate- probabilidades de ganar que tiene un jugador de
máticamente probable, queda por resolver otra bridge o póquer aumentan si lleva la cuenta de
difícil cuestión: ¿qué probabilidades hay de que las cartas que se han jugado. Pero las probabilida-
la desviación observada sea también resultado del des pueden también verse afectadas, aun sin reve-
azar? Para responder a esa pregunta los estadísti- lar las cartas, si se dice al sujeto cuándo acierta y
cos utilizan una tabla de probabilidades matemá- cuándo no. La dificultad de calcular las probabili-
ticas. Cuando observan que la desviación de lo dades y la significancia estadística en tales casos
probable excede del margen que cabe atribuir al es complejísima, y eso explica por qué la estadísti-
azar, califican esos resultados de «estadísticamen- ca puede convertirse en fuente de controversias a
te significativos». pesar de las computadoras. No obstante, tales
Que algo sea estadísticamente significativo no cálculos pueden ser de gran valor, y en ello fían
quiere decir que se trate de una prueba irrebati- los modernos parapsicólogos para descubrir lo
ble. Lo que la estadística compara es la puntua- que hay de cierto en psi.
físicas de psi. ¿Puede, si
existe, ser interceptado
por un muro de hormi- lTriunfos extrasensoriales?
gón o un blindaje elec-
tromagnético? Parece El ex presidente de la General Motors Alfred P.
que no, al menos según Sloan hijo contaba que Williarn C. Durant, funda-
los experimentos lleva- dor de la gigantesca compañía automovilística,
dos a cabo por investiga- «solía actuar guiado únicamente, que yo sepa, por
dores soviéticos y esta- sus ráfagas de lucidez intuitiva. Nunca se sentía
dounidenses. ¿Disminu- obligado a profundizar en los datos desde un punto
ye la intensidad de las de vista técnico».
señales psi con la distan- Durant no era ni mucho menos el único direc-
tivo de grandes negocios que operaba a base de
cia, como ocurre con for- corazonadas. Conrad Hilton, creador del gran im-
mas conocidas de ener- perio hotelero que lleva su nombre, describía así
gía física tales como las su modus operandi: «Cuando tengo un problema y
ondas de radio? No, a he hecho ya cuanto podía -pensar, imaginar,
juzgar por los resultados proyectar-, continúo escuchando en medio de
de cierto número de ex- una especie de silencio interior hasta que oigo un
Margaret Mead contribuyó chasquido y percibo la solución acertada».
a la aceptación de la pa- perimentos, incluida
una curiosa prueba de Al sistema de Hilton podrían añadírsele multi-
rapsicología por los cientí- tud de ejemplos semejantes procedentes de los
ficos estadounidenses. telepatía a larga distan- más diversos sectores de la economía. Posible-
cia. En ella, un percep- mente el más famoso sea el célebre caso de Ja
tor de Zürich (Suiza) zona 57. En 1969, dos grandes consorcios estaban
fue controlado mediante un dispositivo que detecta compitiendo en una subasta mediante pliegos ce·
la constricción de los capilares sanguíneos. El emi- rrados por Jos derechos de perforación en un~
sor estaba a unos ocho mil kilómetros, frente a las zona de unos diez kilómetros cuadrados en la ba·
costas de Florida, y, lo que es aún más extraordina- hía de Prudhoe, en Alaska, que más adelante re·
rio, practicando submarinismo. Pero cuando, sin sultó fabulosamente rica en petróleo. Aunque el
dejar de bucear, se concentraba en nombres impor- valor de las reservas era entonces desconocido,
tantes para el perceptor de Zürich, se registraban ambos grupos, Mobil-Phillips-Standard de Califor-
nia y Amerada Hess-Getty, hicieron ofertas de 72, l
cambios significativos en los capilares sanguíneos millones de dólares. Después, en el fin de semana
de éste. anterior a la apertura de los pliegos, Leon Hess
Es tal el cúmulo de trabajos de laboratorio que tuvo la corazonada de que su oferta iba a perder,
demuestran la existencia de psi que, antes de que en vista de lo cual la elevó a 72,3 millones, obte-
J. B. Rhine, el patriarca de la parapsicología, muriese niendo así la concesión por una diferencia de sólo
en 1980, a la edad de ochenta y cuatro años, pudo 200.000 dólares.
contemplar con orgullo medio siglo de impresio- Que los altos ejecutivos se permitan a veces
nantes resultados. Millares de voluntarios, en el guiarse por la intuición no es sorprendente. Pero
¿en qué medida puede influir psi en esa intui-
curso de millones de pruebas con cartas Zener, ge- ción? Dos investigadores que tuvieron la posibili-
neradores de números -aleatorios y otros muchos dad de descubrirlo fueron Douglas Dean y John
sistemas ingeniosos, habían obtenido resultados Mihalasky, que en 1962 emprendieron una serie
significativos en telepatía, clarividencia, precogni- de estudios conocida por Proyecto de Comunica-
ción y psicocinesia. Tan convencida estaba la Pa- ciones PSI. A los sujetos de esos estudios se les pi-
rapsychological Association que en 1971 decidió, dió que escribiesen un número de 100 cifras per-
por abrumadora mayoría, que seguir dedicando forando tarjetas de computadora. La computadora
nuevas pruebas a probar la existencia de PES resulta- formulaba después otro número de 100 cifras y lo
ba a la vez un fastidio y una pérdida de tiempo. Se comparaba con las tarjetas: las probabilidades
eran de que 10 de las cifras coincidiesen. Un nú-
habló de cambiar el nombre de la profesión por el mero mayor de coincidencias era considerado
de psicotrónica o psicofísica, a fin de reflejar tanto como prueba de posibles facultades psi. Cuando
la existencia de técnicas electrónicas que habían se sometió a la prueba a altos funcionarios empresa-
reemplazado en gran medida a las cartas Zener riales, Dean y Mihalas'ky descubrieron una correla-
como la fascinación que muchos investigadores ción entre las dotes psi y el éxito en los negocios.
sentían por el mundo de la física. La propia Asocia- La prueba demostró también que los sujetos que
ción Norteamericana para el Progreso de las Cien- concebían el tiempo como una entidad dinámica
cias decidió a regañadientes -tras el alegato de la y en movimiento obtenían puntuaciones significa-
antropóloga Margaret Mead- admitir como afilia- tivamente más altas que Jos que lo veían como
algo sosegado e inmóvil.
da a la Asociación Parapsicológica. Todo ello supo- ¿Hasta qué punto sol). significativos los resulta-
nía un tributo a J. B. Rhine, a su integridad y a su dos de Dean y Mihalasky? La muestra era peque-
celo en relacionar psi con el método científico. ña y también lo fueron las dispersiones estadísti-
Sin embargo, a pesar de tales progresos, la in- cas. Pero los propios ejecutivos parecen aceptar la
vestigación en tomo a la PES continúa sin integrar- posibilidad de psi. Como uno de ellos dijo a Dean:
se en la gran corriente de la ciencia. Son muchas «Creo en la PES por una razón: porque la utilizo».
las revistas científicas que todavía se niegan a pu-

218
blicar artículos sobre el tema, y sólo un puñado de
universidades están dispuestas a financiar ese tipo
de investigaciones o a reconocer categoría de fa.
cultad a la parapsicología. Incluso la de Duke le re-
tiró su apoyo tras jubilarse Rhine en 1965.
Una de las razones de que persista el cisma es la
sospecha de fraude que ha venido perjudicando a
la investigación psi. Por supuesto, la parapsicología
ha conocido resultados experimentales falseados.
Aproximadamente una docena de casos han sido
descubiertos durante el primer medio siglo de mo·
derna investigación psi. Ninguna rama de la cien-
cia es inmune a tales prácticas fraudulentas, pero
la parapsicología resulta muy vulnerable debido a
las continuas dificultades para reproducir sus re-
sultados positivos y al carácter mismo de los fenó-
menos explorados.
Recientemente se puso una vez más en eviden-
cia la fragilidad de sus cimientos, al surgir dudas
sobre ciertos experimentos de hace cuarenta años
considerados como pruebas sólidas de la existen-
cia de psi. En esas experiencias, llevadas a cabo
por S. G. Soal, pionero británico en esta clase de
estudios, un fotógrafo profesional llamado Basil
Shackleton consiguió un número extraordinario
de aciertos con las cartas en un período de dos
años iniciado en 1941. Pero un laborioso análisis
mediante computadora llevado a cabo por la inves-
tigadora británica Betty Markwick halló pruebas
que desacredi~ron los experimentos y, en conse-
cuencia, el resto de los resultados positivos de
Soal. Consciente o inconscientemente, decía Mark-
wick, Soal manipuló los resultados de sus épicas
experiencias con Shackleton.
Siri embargo, la mayor barrera para la acepta·
ción de psi por la ciencia tradicional no procede de
disputas metodológicas ni de la sospecha de frau-
de. Por el contrario, se debe al innegable fracaso
de la parapsicología a la hora de desarrollar una
teoría plausible que explique fenómenos que pare-
cen trascender nuestros conceptos de tiempo y es·
pacio. La ciencia exige no sólo hechos, sino tam-
bién un modo de explicarlos. Hasta hoy, especula-
ciones no han faltado. Para explicar psi, los teóri-
cos han invocado todas las posibilidades, desde
campos electromagnéticos generados por el cere-
bro a la emisión modulada de partículas subatómi·
cas. Pero ninguno ha proporcionado un modelo
teórico coherente en el que puedan encajar todas
las investigaciones fragmentarias acerca de psi.
Hace un siglo, el fisiólogo y premio Nobel Char-
les Richet decía a propósito de las puebas sobre
precognición: «No digo que sea posible; sólo digo
que es verdad». Los modernos parapsicólogos
creen haber probado sin lugar a dudas la existen:
cía de psi. Pero, a menos que puedan demostrar ex-
periméntalmente y en cualquier momento que psi
existe, tendrán que desarrollar una teoría verosí-
mil de cómo actúa. Hasta entonce.s, lo más proba-
ble es que este campo siga siendo, como ha señala-
do uno de sus críticos, «una tierra de nadie entre lo Los investigadores han utiliz.ado este aparato giratorio para
marginal e inequívocamente lunático y lo académi- desorientar a los sujetos, con e.[ fin de determinar si en ese
··camente heterodoxo». estado son más receptivos a la comunicación PES.

219
Realidad y apariencia

El decepcionante caso de los médiums detectives


resuelve crimen que traía de cabeza
V !DENTE
a la policía. Ante un titular como éste,
los escépticos se apresuran a opinar que la afición
de algunos famosos «dotados» a la criminología
puede tener más que ver con el exhibicionismo
que con psi. Pero los practicantes de ese arte insis-
ten en que las oscuras pasiones que intervienen e n
la comisión de los delitos -en especial los violen-
tos- emiten precisamente el tipo de señales inten-
sas que pueden detectarse por medios extrasenso-
riales.
Aunque debería ser fácil juzgar las pretensio-
nes de los «dotados» metidos a detectives basán-
dose en lo que realmente han conseguido, como
tantas veces en los hechos que guardan relación
con lo paranormal resulta que no es así. Uno de
los obstáculos reside en que la documentación so-
bre esos casos, cuando no falsa sin rodeos, resulta
con frecuencia confusa, distorsionada o incomple-
ta, y suele prestarse a múltiples interpretaciones.
Por ejemplo, es creencia popular que en 1888 un
famoso médium londinense llamado Robert Ja-
mes Lees condujo a la policía hasta la casa de un
conocido médico que era en realidad Jack el Des- Las facultades paranormales del desaparecido Gerad Croi-
tripador. Se cuenta también que, tras descubrir set (arriba) fueron minuciosamente estudiadas por ej parap-
sicólogo holandés W H. C. Tenha.eff. Aunque Tenhaeff consi-
en la casa pruebas inculpatorias, el médico fue deró notables las dotes de Croiset, investigadores posterio-
detenido en secreto, declarado loco por una comi- res han sido más escépticos.
sión de especialistas y enviado a un manicomio
para el resto de su vida. Pero la policía de Londres
asegura que no se detuvo a nadie, y el jefe de Inves· sospechoso de asesinato. Pocos años después se
tigación Criminal de Scotland Yard no sólo dio los dice que consiguió identificar a un incendiario eli-
nombres de los principales sospechosos en esa in- giendo una foto de entre más de quinientas perte-
vestigación, sino que indicó que el más comprome- necientes a jóvenes de la localidad, la mayoría sin
tido había sido un abogado. antecedentes delictivos. Pero cuando Hurkos fue
Mejor documentado, aunque lejos de lo desea- a Estados Unidos en 1959 para investigar un ase-
ble, es el caso de August Drost, un dotado que in- sinato múltiple cometido en Virginia, se equivocó
tervino en la solución de algunos casos criminales de persona
en Alemania a principios de los años veinte. Sin Uno de los casos más conocidos, referente a
embargo, la mayor parte de lo que hoy sabemos un famoso compatriota de Hurkos, el ya fallecido
sobre Drost procede de las actas de su proceso, Gerard Croiset, muestra hasta qué punto las his-
cuando en 1925 fue detenido bajo la acusación de torias de detección psíquica van embrollándose al
estafar a las víctimas de delitos ofreciéndose a pasar de boca en boca. En la noche del 5 de di-
ayudarles por dinero. El fiscal se encontró con éiembre de 1946, en el pueblo holandés de Wier-
que los testigos se negaban a declarar contra den, una mujer de veintiún años fue atacada por al-
Drost, la mayoría alegando que realmente les ha- guien con un martillo. Aunque herida, consiguió
bía servido de ayuda. De creer tales testimonios, arrancar el martillo de manos de su asaltante y
parte. de la investigación paranormal de Drost fue huir. No llegó a ver su rostro ni hubo testigos.
asombrosamente eficaz. Según Jack Harrison Pollack, reportero de una
Mejor documentadas están las hazañas y fraca- revista norteamericana, la policía de Wierden se
sos policiales de dos dotados holandeses que se puso en contacto con el profesor W. H. C. Tenhaeff,
hicieron famosos en Europa en las décadas si- antiguo director del Instituto de Parapsicología de
guientes a la última guerra mundial. La carrera la Universidad de Utrecht, quien llamó a Croiset.
detectivesca de Peter Hurkos empezó en 1946, Como al parecer la muchacha estaba en el hospi-
cuando al parecer informó acertadamente a la po- tal, Croisset renunció a verla. En vez de ello tomó
licía de Llmburg del paradero de una prueba ne- el martillo, se concentró un momento y después
cesaria para completar la acusación contra un dijo a la policía que el hombre que buscaban era
El «dotado» Peter Hurkos en el escenario del brutal asesi-
nato de la actriz Sharon Tate en 1969. lA ayuda de Hurkos
en ese caso, como en otros en los que se atribuyó un papel
importante, fue más tarde minimizada por los policías que
intervinieron.

. Dorothy Allison ayudó a descubrir a


más de veintiséis personas desapareci-
das y a seis asesinos. No obstante, mu-
chas de sus visiones son demasiado
enigmáticas.

alto, moreno, de unos treinta años y con la oreja iz- te en la localización de 26 personas desaparecidas
quierda deformada (Pollack consideraba este deta- y en la solución de seis casos de asesinato~ A Salva-
lle la «pista clave» en el caso). Meses después, cuan- tore Lubertazzi, detective de la policía de Nutley, le
do la policía detuvo a un hombre de esas señas impresionaban de tal modo sus habilidades que se
por faltas contra la moral, confesó ser el agresor. ofreció para servirle de enlace con la policía de
Sin embargo, en 1961, C. E.M. Hansel escribió a toda la nación. No obstante, reconoce que sus «dic-
la policía de Wierden pidiéndoles confirmación de támenes» son a menudo tan oscuros que no es fácil
los hechos. Contestó el alcalde del pueblo, según el interpretarlos. Como dijo otro policía que trabajó
cual, y en contradicción con el relato de Polfack, la con ella, «dice muchas cosas, da multitud de opi-
policía de Wierden no llamó a Tenhaeff ni a Croi- niones, retazos de información y descripciones. Ha-
set (a éste, que vivía a menos de treinta kilómetros bla por los codos. Y si uno habla lo bastante, siem-
de allí, lo había traído un viejo terrateniente del pre habrá algo que coincida». El propio Lubertazzi
pueblo). Además, la muchacha estuvo en su casa, dice que «a veces resulta decepcionante».
no en el hospital, y nadie supo que tuviesen nada Decepcionante es predsamente el término que
que ver con el caso las orejas del detenido. el detectivismo psíquico inspira con frecuencia. El
La fama de Dorothy Allison comenzó en diciem- método parece haber sido eficaz en ciertos casos,
bre de 1967, cuando esta ama de casa de Nutley aun cuando sus éxitos más aparentes estén rodea-
(New Jersey) contó a la policía que había visto en dos de dudas e interrogantes sin respuesta. Para
sueños el cuerpo de un niño atrapado en un con- empezar, como admite la mayoría de esos «dota-
ducto de desagüe. Explicó que vestía de verde, lle- dos», sus procedimientos están sujetos a errores de
vaba los zapatos cambiados de pie y al fondo había interpretación, bien por el propio dotado o por sus
una pared gris, un edificio con letras doradas y el oyentes, por lo que apenas hay en el mundo tribu-
número 8. Dos meses más tarde, la policía descu- nal que admita testimonios basados en conoci-
brió el cuerpo del niño de cinco años Michael mientos adquiridos por esa vía. Incluso sin llegar
Kurcsics en una tubería de desagüe en Clifton al juicio, puede ocurrir que el consejo de un dota-
(New Jersey). Llevaba un conjunto de invierno do impida la investigación de un crimen al poner a
verde, sus zapatos de lona estaban cambiados de la policía sobre una pista falsa. Por último, y es lo
pie y cerca había un edificio gris, una fábrica con el más grave, el detectivismo parapsicológico puede
nombre en letras doradas en la puerta y la escuela suponer una amenaza para personas inocentes,
elemental número 8. cuya reputación y libertad pueden verse afectadas
Según la revista People, que publicó en 1979 una por las declaraciones erróneas o mal interpretadas
semblanza de Allison, ésta colaboró posteriormen- del dotado.
La mente del que duerme, especialmente
cuando sueña, puede abrirse a mensajes que desañan
las fronteras del tiempo y el espacio.

EL PODER
DE LOS SUEÑOS

A Sugar Ray Robinson, el sueño que


lo despertó antes de su pelea de
la cuenta de cuatro, Doyle estiró el
brazo como queriendo alcanzar las
1947 con Jimmy Doyle por el título de cuerdas, pero después se quedó inmó-
los welter le pareció un aviso elato y vil. Murió a la tarde siguiente.
terrible. «Doyle estaba conmigo en el Historias como ésta forman parte
ring -recuerda en su autobiografía-. de la tradición popular desde tiempos
Lo alcancé con algunos golpes buenos inmemoriales. Pero son sólo uno de
y quedó tumbado de espaldas, mirán- los aspectos de ese desorientado tea-
dome con los ojos en blanco, mientras tro de la mente dormida en el que
yo lo miraba también sin saber qué cada noche el que sueña es a la vez es-
hacer, y el árbitro empezaba a contar pectador y actor. Aunque muy influi-
hasta diez, y Doyle seguía sin mover~ dos por la memoria, es evidente que
un músculo, y se oía a la gente chillar: lA investigación moderna so- los sueños son mucho más que eso,
"iEstá muerto, está muerto!"». bre los sueños empezó con el porque con frecuencia nos presentan
Impresionado por el sueño, Robin- descubrimiento de los movi-
mientos oculares rápidos. acontecimientos que no han sucedido
son dijo a su manager, George Gain- en lugares que tampoco son reales.
ford, y al promotor Larry Atkins que Aunque dependan de la imaginación,
quería suspender el combate. Ambos coincidieron los sueños son mucho más vivos, intensos e incon-
en que era una tontería. «No seas ridículo --<lijo trolados que cualquier fantasía. Y aunque no se pa-
Atkins-; los sueños no se cumplen. De lo contrario rezcan a la realidad de cada día, resultan con fre-
yo sería millonario.» Robinson insistió, hasta que cuencia extrañamente reales y tangibles.
un sacerdote llamado a toda prisa lo convenció No es extraño, pues, que los hombres hayan
para que saliese a pelear. pensado siempre que los sueños podían ser inter-
Esa noche, campeón y aspirante intercambia- pretados como mensajes. Pero ¿mensajes de quién?
ron golpes durante siete asaltos sin que Robinson ¿oe nosotros mismos, de otras mentes, de los dio-
viese su oportunidad. Al fin, en el octavo, aturdió a ses, de los muertos ...? Y lo que es aún más impor-
Doyle con una doble derecha al estómago y la ca- tante: de dondequiera que procedan, ¿cuál es el me-
beza y después lo tumbó con un gancho de izquier- jor modo de interpretar esos mensajes?
da a la mandíbula. Doyle cayó como un saco y se El fenómeno, tan abundantemente documenta-
golpeó la nuca contra el suelo. Robinson, de pie do, del sueño «creaddr» es buen ejemplo del miste-
junto a él, lo miró como había hecho en sueños. A rio que todavía rodea el origen de los sueños. La
tradición onírica abunda en casos de poetas que
soñaron sus versos, novelistas que concibieron sus
Las obsesivas imágenes de los sueños, tan fugaces como las tramas, músicos que encontraron sus melodías y
fantásticas formas de un cuadro de Chagall, pueden expre- científicos que descubrieron soña11do la verdad
sar deseos y temores profundos y desempeñar un papel en la que se les escapaba durante su traba,'o. El resulta-
comunicación PES. do, en apariencia una especie de sínte ·is de pensa-

223
6 Magia tribal: Psicoanálisis
por los sueños
H-C¡('¡c-H Aunque rodeados por las tribus belicosas que habi-
tan las espesuras de Malaysia, los senoi no sufren la
hostilidad de sus vecinos. Son tan pacíficos que los
H-C " " ' / C-H creen protegidos por una magia especial. Y algo de
eso hay, bajo la forma de una filosofía basada en la
e interpretación de los sueños. Porque son los sueños
los que dictan el momento y el modo de llevar a
H cabo cada acontecimiento importante de la vida de
los senoi, y la interpretación de los sueños consti-
Friedrich August Kekulé comprendió la estructura del ben- tuye la principal ocupación de la tribu. El resulta-
ceno tras soñar con una serpiente mordiéndose la cola. do, según los estudios llevados a cabo por algunos
investigadores, es una sociedad en la que apenas
hay agresión y violencia.
Incluso a los niños se les anima a contar sus sue-
miento y ensueño inconsciente, ha sido con fre- ños y se les instruye en el método para controlar-
cuencia una explosión creadora repleta de origina- los, gracias al cual se cree que los senoi consiguen
lidad. su estabilidad psíquica y social. Según la des-
El gran poeta inglés Samuel Taylor Coleridge se cripción de Patricia Garfield en Creative Dreaming,
ese método se centra en tres principios: «afrontar
dispuso una tarde a echar una cabezadita tras ha- y vencer el peligro», «progresar en el camino del
ber tomado opio como sedante. Las últimas pala- placer» y «lograr un resultado positivo».
bras que leyó antes de quedarse dormido fueron: El primer principio ayuda al que sueña a vencer
«El khan Kubla mandó que construyesen allí un pa- los temores. Por ejemplo, si un niño cuenta un sue-
lacio». Tres horas más tarde se despertaba con ño en el que huye aterrorizado de un tigre, se le
cientos de versos en la cabeza. Las imágenes poéti- dice que trate de repetir el sueño, y que en esa nue-
cas se le presentaban como «Cosas --escribió--, sin va ocasión debe hacerse firme y ser él quien ataque
.la menor sensación de conciencia o esfuerzo». Rá- al tigre. Si es necesario, puede recurrir a la ayuda
pidamente rasgueó los majestuosos versos con que de amigos soñados, pero nunca huir. Así aprende el
niño a transformar una pesadilla en una lección de
se inicia «Kubla Khan»: confianza en sí mismo. ·
En Xanadú, Kubla Khan Mediante el segundo principio, la persecución
mandó que levantaran su cúpula señera: del placer, el que sueña puede convertir experien-
allí donde discurre Alfa, el río sagrado, cias temibles en otras exultantes: por ejemplo, la
por cavernas que nunca ha sondeado el hom- tan común y estremecedora sensación de caer en el
[bre, vacío es transformada por los senoi en la de volar,
hacia una mar que el sol no alcanza nunca. liberadora y expansiva. Esta norma fomenta especí-
Llevaba escritos 54 versos cuando lo interrum- ficamente la satisfacción sexual. Puesto que los se-
pió una visita. Al volver al trabajo una hora más noi aceptan los caprichos del subconsciente como
naturales y consideran las imágenes del sueño
tarde, comprobó que su inspiración se había desva- como aspectos del yo que necesitan ser integrados,
necido «como las imágenes en la superficie de un no hay compañero de sueños inaceptable ni acto
arroyo». No escribió más. Su obra maestra estaba soñado que resulte indecente.
terminada. El tercer principio, conseguir un resultado posi-
Un sueño creador que tuvo el compositor italia- tivo, anima al que sueña a convertir la adversidad
no del siglo XVIII Giuseppe Tartini refuta la idea de en ventaja: si en sus sueños le hiere un enemigo,
que el verdadero autor de «Kubla Khan» fuese el puede darle ánimos el saber que ha gastado parte
opio y no Coleridge. Tartini soñó que, tras firmar de la fuerza de ese adversario. Algunos psicólogos
discuten todavía si el hombre moderno podría
un pacto faustico con el diablo, ponía en manos de cambiar su estilo de vida manipulando sus sueños
éste su violín. «Cuán grande no sería mi asombro a la manera de los senoi. Un entusiasta, el psicólogo
-escribió--, al oírlo tocar con consumada habilidad californiano Eric Greenleaf, ha fundado un taller
una sonata de tan exquisita belleza que sobrepa- de sueños en el que se ponen en práctica las técni-
saba los vuelos más atrevidos de mi imaginación.» cas senoi. Los participantes se ayudan mutuamente
A1 despertar, tomó su violín y «traté de recordar a adoptar una actitud relajada y escéptica frente a
los sonidos que había escuchado. Pero fue en va- los sueños más espantosos. Se les anima a fantasear
no. No obstante, la pieza que entonces compuse, la sobre lo soñado a fin de trasladarlo a nuevos sue-
"Sonata del Diablo" (también llamada "El trino ños en los que puedan ponerlo en tela de juicio y
del Diablo"), es lo mejor que he escrito nunca; afrontarlo de un modo constructivo. Si ese método
logra ayudar a 'la gente en sus temores, los sueños
aunque icuán por debajo de lo que había oído en pueden resultar un auténtico bálsamo ·p ara el hom-
sueños!». bre moderno.
El soñar con una serpiente, conocido símbolo
onírico, ayudó al químico alemán Friedrich August

224
Kekulé a culminar sus esfuerzos por comprender creación en alas del sueño equivoca el camino. Un
la estructura molecular del compuesto químico científico que buscaba título para una obra de quí-
benceno. Los átomos que bailaban en su sueño mica orgánica se despertó una vez muy excitado
adoptaron de repente la forma de una serpiente por la deslumbrante inspiración que acababa de
mordiéndose la cola, y Kekulé se dio cuenta tener: iDoce camas en busca de respuesta! Y el filóso-
- (<corno fulminado por un rayo»- de que la es- fo William James abrió los ojos cierto día convenci-
tructura que buscaba tenía forma de anillo. El asi- do de haber resuelto el enigma del universo en un
riólogo estadounidense Herrnann Volrath Hil- poema que había anotado durante la noche. Lo
precht tuvo una revelación parecida mientras dor- que encontró en su bloc de notas fue:
mía. Incapaz de identificar dos antiguas ágatas con Hígamos, hógamas,
curiosas inscripciones, soñó que hablaba con un las mujeres son monógamas;
sacerdote de Babilonia que le dio la respuesta: am- hógamas. hígarnos,
bas eran fragmentos de una misma inscripción. los hombres son polígamos.
Hilprecht las unió y pudo descifrarla. ¿son tales sueños mensajes que el soñador se
El escritor Robert Louis Stevenson atribuía mu- envía a sí mismo? Esa es hoy la explicación más
chos de sus logros literarios a la colaboración en- aceptada, pues resulta dificil imaginar cómo pue-
tre sus dos mentes, la despierta y la dormida. Ase- den escribirse relatos o resolverse problemas cien-
guraba poder soñar en serie, reanudando un argu- tíficos fuera de las fronteras de la mente.
mento donde lo había dejado la noche anterior, y El problema se complica aún más si tenemos en
también que podía soñar historias a su antojo cuenta los sueños de apariencia profética. Si esos
cuando necesitaba con urgencia vender más cuarti- sueños existen realmente, parece razonable pensar
llas. Su gran relato El extraño caso del Dr. Jekyll y en influencias ajenas a la mente del soñador. Una
Mr. Hyde fue el resultado de uno de esos sueños persona seria y de excelente formación que asegu-
tan oportunos. Según contó más tarde, llevaba mu- raba haber tenido muchos sueños proféticos fue el
cho tiempo buscando una obra que reflejase «esa pionero de la aviación británica e ingeniero aero-
fuerte sensación de la doble personalidad del hom- náutico J. W. Dunne. Estaba acampado con su uni-
bre... cuando me :vi en uno de tales baches financie- dad en Sudáfrica durante la guerra de los bóers
ros». Fue entonces cuando, como obedeciendo a cuando tuvo el dramático sueño que más tarde re-
una señal, el Stevenson dormido creó la ficción, in- lató en un libro de gran éxito. Soñó que estaba en
cluida la escena en la que Hyde ingiere unos pol- lo alto de una colina y contemplaba con horror un
vos y se metamorfosea en presencia de sus perse- volcán que parecía a punto de entrar en erupción.
guidores. El campo que tenía alrededor desprendía nubes de
Por supuesto que a veces el ángel que guía esa vapor. Después se vio en una isla vecina, rogando

«El trino del Diablo», considerado la mejor .obra de Giuseppe a Satán. Lo que Tartini eonsiguió recordar y anotar no podía
Tartini, fue escrito tras un sueño en el que el compositor oyó compararse, según él, con la música señada.
desesperadamente a unos oficiales franceses que Dunne pensó si tendrían razón sus detractores
enviasen barcos para rescatar a las víctimas, cuyo al decir que cuando leía las noticias en el periódico
número calculó en 4.000. Aún seguía rogándoles imaginaba haber soñado cosas sorprendentemente
cuando se despertó. parecidas, e incluso se preguntó si no habría sabi-
Los primeros periódicos ingleses que llegaron do lo ocurrido por comunicación telepática con los
después de ese día al puesto avanzado de Dunne reporteros del Daily Telegraph. No obstante, acabó
traían la noticia de una catástrofe asombrosamen- por convencerse de que, aunque tal vez intervinie-
te parecida a su sueño. «Desastre volcánico en sen esos factores, sus sueños podían ser proféticos.
Martinica», clamaba un titular óel Daily Telef!ravh. En su opinión, sólo hacía falta entrenamiento para
Una erupción en esa isla francesa de las Antillas recordar los sueños y anotarlos. Se hicieron prue-
había causado unos cuarenta mil muertos, un cero bas para corroborar su teoría, pero no resultaron
más que la cifra del sueño de Dunne, y los supervi- concluyentes.
vientes fueron, naturalmente, evacuados en barcos. El que los sueños de apariencia profética sean
Dunne, de cuya credibilidad dieron fe la gran tan a menudo portadores de malas noticias, en es-
mayoría de quienes leyeron su obra, relataba en el . pecial de muertes, da mucho que pensar. Quizá se
libro varios incidentes de esa clase. Una noche deba a que los sueños que más nos impresionan
soñó que estaba cerca de Jartum, en el Sudán, son los que recordamos mejor. Champmeslé, actor
cuando aparecieron tres ingleses harapientos y francés del siglo XVII, quedó muy turbado ante un
aseguraron venir del extremo meridional de Africa. sueño en el que vio cómo su rpadre muerta lo lla-
A la mañana siguiente leía en el Daily Telegraph la maba. Comprendiendo al instante que aquello pre-
llegada a Jartum de la expedición británica de El sagiaba su muerte, se lo comunicó a los amigos y
Cabo a El Cairo, de la que no había oído hablar. En se apresuró a encargar y pagar su propia misa de
otro de esos dramas nocturnos vió un tren que ha- difuntos. Cuando salía de oírla cayó muerto.
bía caído por un terraplén cerca de Forth Bridge, Las madres cuentan con frecuencia haber reci-
en Escocia. Esta vez transcurrieron varios meses bido en sueños mensajes de sus hijos enfermos o
antes de que un famoso tren llamado el Escocés moribundos. La señora Morris Griffith, de Bangor
errante se precipitase por un terraplén a 24 kilóme- (Gales del Norte), comunicó, en 1884, uno de esos
tros de Forth Bridge. sueños a la Sociedad Británica de Investigaciones

Un registro de sueños proféticos


Para hacer frente a la máxima frustración de todo in- lo». En efecto, tres de los cuatro pasajeros de la avio-
vestigador de los sueños proféticos -el que sólo de- neta sobrevivieron.
muestren serlo de manera retrospectiva-, Robert · .Lo sorprendente es que casi la mitad de los sueños
Nelson fundó en 1968 un Registro Central de Premo- que se cumplieron fueron comunicados por sólo seis
niciones. Hizo pública su direccón -Box 482, Times personas. Dos de esos «máximos acertantes» han re-
Square Station, New York, N. Y. 1003&- en la prensa gistrado cada uno cinco sueños al parecer proféticos.
y mediante artículos de periódico y apariciones en te- Para seguir el rastro de los sueños que recibe, Nel-
levisión, en los que invitaba a cuantos creyesen haber son los pasa a fichas y los archiva, junto con las cartas
tenido un sueño profético a enviar una descripción de quienes los soñaron, bajo 14 epígrafes. Estas cate-
detallada a su registro. Nelson prometía catalogar y gorías incluyen apartados tales como política, catás-
archivar las descripciones que recibiese y buscar a trofes naturales, personajes famosos y crímenes. A
diario las posibles correlaciones entre esos sueños y diario, Nelson y cuantos voluntarios consigue reclutar
las noticias aparecidas en los medios de comunica- examinan las noticias de prensa y televisión y las con-
ción. frontan con las fichas del registro.
Hasta hoy, el registro ha recibido descripciones de ¿Cómo reconocer los sueños proféticos? Algunos
unos ocho mil sueños, y entre ellos Nelson ha encon- de los que los han experimentado dicen que son in-
trado 48 que ofrecían semejanza evidente y detallada confundibles, de un efecto casi opresivo, y con fre-
con acontecfmientos ocurridos después de haberse cuencia se repiten noche tras noche. Según la expe-
r.egistrado el sueño. Por ejemplo, una mujer de Ohio riencia de Nelson, se caracterizan por su «fuerte im-
soñó que un pequeño avión se estrellaba en un aero- pacto emocional» y una viveza «como de tecnicolor».
puerto cercano a su casa. El avión parecía estropeado, Además -<lice-, el que los tiene suele sentirse es-
posiblemente por un choque con otro avión o con un pectador y no participante activo en lo que ocurre en
poste. «Viró a la izquierda y se estrelló contra una co- · el sueño. Porque piensa que muchas personas tienen
lina, junto al río», informaba. Aproximadamente nue- sueños proféticos sin saberlo o incluso son incapaces
ve días después de quedar registrado este sueño, los de recordarlos, Nelson aconseja a quienes se intere-
periódicos informaron de la muerte de un abogado san por el tema que escriban sus sueños a diario. Lo
local en un accidente muy parecido. La avioneta lleva- mejor es anotar rápidamente el sueño al despertarse
ba ya una hélice doblada cuando «empezó a virar a la y añadir más tarde cuantos pormenores sea posible.
izquierda» y «chocó con la cima de un dique contra Nelson cree firmemente que entre los múltiples deta-
las crecidas paralelo al aeropuerto». La mujer había lles de cada sueño puede haber una parte que refleje
visto «a tres como soldados arrastrándose por el sue- épocas y sucesos futuros.

226
Los sueños de catástrofes parecen eclipsar a todos los demás sue'ños
precognitivos. Shakespeare habló de los sueños que asaltaron a Ricar-
do III (izda.) la víspera de su derrota y muerte y del que anunció a Calpur-
nia el asesinato de su marido Julio César (dch<i.). Se dice que Hitler
(arriba izda., con bigote), estando en el frente- durante la primera guerra
mundial, soñó que su posición iba a quedar sepultada y la abandonó a
tiempo de salvarse. La muerte del archiduque Francisco Fernando, a
quien vemos arriba una hora antes de ser asesinado, había sido vista
en sueños por su tutor. Abraham Lincoln se vio en un ataúd pocos días
antes de su muerte.

Psíquicas. Tr~ce años antes se había despertado so- do de Austria-Hungría, desencadenante de la pri-
bresaltada por un sueño en el que había visto a su mera guerra mundial, fue también previsto én un
hijo, destinado en Africa del Sur, demacrado y gra- sueño. El obispo Joseph Lanyi, tutor del archidu-
vemente enfermo. Varias veces oyó su llamada. que, soñór que a éste lo mataban a tiros mientras
«El día siguiente lo pasé muy deprimida -pro- iba en coche por Sarajevo. El alarmado Lanyi ano-
seguía-, pero no dije nada a mi marido, pues es- tó los detalles del sueño e intentó prevenir al archi-
taba inválido y temía· preocuparlo... Lo extraño duque, pero no tuvo tiempo: ese mismo día recibió
fue que también él anduvo todo el día muy decaí- un telegrama con fa noticia del asesinato tal como
do. Ninguno de los dos pudime>_s cenar, y_él se le- él lo había '\'.isto.
vantó de la mesa diciendo: "Cueste lo que cueste, De Adolfo Hitler se. cuenta que, siendo cabo en
tengo _que conseguir que el chico Vl!elva".» Al día si- el frente bávaro, fue despertado por un sueño en el
guiente recibieron carta de .su hijo cont~ndoles que se veía .e nterrado bajo montones de tierra y
- que estaba ya mucho mejor tras una crisis de fie- hierro fundido. Abandonó el sitio donde dormía y
bre. Pero dos meses después llegó otra con la noti- se arrastró, adentrándose en la tierra de nadie. De
cia de que había muerto la noche en que su madre repente se produjo una gran explosión·a pocos me-
soñó con él. · tros, y cuando ·volvía corriendo a guarecerse, vio
Historias de avisos recibido.s en sueños han ser- un gran cráter en el sitio que ·acababa de abando-
vido a menudo para otorgar mayor dramatismo a nar. Los hombres que dormían junto a él estaban
algunos episodios bélicos. La leyenda cuenta que enterrados bajo el alud de tierra.
Aníbal previó en sueños una de sus victorias. En tPudo el contenido de sueños como los de Lin-
cambio al rey inglés Ricardo III le asaltaron «horri- coln, Lanyi y Hitler proceder de un~ fuente ajena a
bles imágenes» antes de su derrota y muerte en su imaginación? Los egipcios nunca lo dudaron. Un
Bosworth Field. Se dice que Napol~ón soñó con un libro de sueños sobre papiro que era utilizado por
gato negro que corría.de un ejército al otro y con la los egipcios unos 1.350 años antes de Cristo preten-
· derrota de sus tropas en vísperas de la batalla de día explicar los mensajes buenos y malos que po"
Waterloo. Algunos investigadores explican tales <lían contener los sueños. Soñar con s'errar made-
sueños como proyecciones del temor que abrigan ra, decía el papiro, predice la muerte de un enemi-
esos jefes· en su mente dormida. a
go, mientras que soñar que se le caen uno los
··· Más difíciles de explicar son los sueños de crí- dientes significa que los parientes del que sueña
menes futuros. Abraham Lincoln soñó con su están confabulándose para matarlo.
muerte pocos días antes de ser asesinado por John También los griegos ·buscaban mensajes en sus
Wilkes Boot.P,. Según contó a su mujer, iba pasean- sueños. Cuando uno de ellos sufría una enferme-
do por los corredores de la Casa Blanca cuando dad física o espiritual era enviado a uno de.los nu-
oyó llorar. Al llegar al Salón Este vio un cadáver merosos «templos de incubación>r, como el farrioso
que yacía en un catafalco, acompañado por el due- de Epidauro, dirigido por el médico Esculapio,
lq y una guardia militar. Cuando preguntó a uno de donde ayunaba, hacía ofrendas y escuchaba las ins-
los soldados quién era, la respuesta fue: «El Presi- trucciones de · los sacerdotes antes de dormirse
dente. Ha muerto asesinado». para esperar el.sueño que sugeriría el remedio. Fi-
El asesinato del archiduque Francisco Feman- . lósofos como Heráclito y Platón se anticiparon inclu-

227
so al psicoanalista vienés Sigmund Freud al sugerir
que el que duerme se retira a un mundo creado
por él mismo. Como escribía Platón, «hay en cada
uno de nosotros, incluso en los tenidos por más
respetables, una terrible, violenta y anárquica pro-
genie de deseos que al parecer se nos revelan
mientras dormimos».
No obstante, los antiguos continuaron buscan-
do en sus sueños mensajes trascendentes. Uno de
los mejores y más celebrados intérpretes antiguos
de esas revelaciones fue Artemidoro, un adivino
griego que ejerció su oficio en el siglo II de nuestra
era. Artemidoro aseguraba a los fieles lectores de
sus libros de sueños que vivía consagrado al estu-
dio del tema. «No he hecho otra cosa día y noche
sino meditar y emplear mi espíritu en el juicio y la
interpretación de los sueños», afirmaba solemne-
mente. El mismo Freud llegaría a reconocer su des-
treza en el análisis. El viejo adivino griego recono-
cía que los sueños eran tremendamente persona-
les, variados y complicados «porque nuestro espíri-
tu y naturaleza son fértiles, y se recrean y compla-
cen en la variedad». Para llevar a cabo sus interpre-
taciones, estudiaba tanto al soñador como lo soña- La tradición afirma que Buda fue concebido cuando la
reina Maya soñó con un elefante blanco que descendía
do, inquiriendo todo lujo de detalles acerca de su del cielo, como representa esta pintura china del siglo X.
condición, ocupación y antecedentes.
Artemidoro dividía los sueños en dos clases: los
procedentes de la vida cotidiana y los que pertene- Mahoma, que tuvo intensos sueños y visiones, aparece en
cían al futuro. Como ejemplo de estos últimos cita- esta obra persa (arriba, dcha.) ascendiendo a los cielos.
ba el de alguien que sueña que le están afeitando la
cabeza: «En general es un mal sueño, pues significa Se dice que Constantino I fue confortado por Cristo en un
lo mismo que la desnudez, y predice una desgracia sueño, como vemos en la obra renacentista de la derecha.
terrible y repentina. Para los marinos significa cla-
ramente naufragio, y para el enfermo un grave co-
lapso, aunque no la muerte... Además, el que le ra- José revela al Faraón que sus sueños anuncian siete años
pen a uno el cuero cabelludo significa cancelación de abundancia y otros siete de hambre (abajo, dcha.).
de intereses cuando se trata de un deudor, pero
para otros supone una pérdida por culpa de quie- El sueño de Jacob, en un cuadro de William Blake. Jacob
nes le han cortado el cabello... pues decimos que a vio cómo los ángeles ascendían y bajaban del cielo por
alguien lo han pelado cuando ha sufrido una pérdi- una escala.
da y ha sido engañado por otra persona».
Los libros de sueños de Artemidoro estuvieron
vigentes bajo una u otra forma durante más de mil
años, y siguieron siendo publicados y consultados
aunque los racionalistas se burlasen de la idea de
que los sueños pudieran tener algún significado.
Desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, la éli-
te menospreció los sueños como ilusiones de su-
persticiones incorregibles. «Hijos de un cerebro
ocioso -los llamaba Shakespeare en Romeo y Ju-
lieta-, que no engendra sino vanas fantasías». Y,
como siempre ocurre con las creencias que dejan
de estar de moda, la idea de que los sueños eran
portadores de importantes mensajes de alguna
procedencia y para alguien se tornó semiclandesti-
na. A pesar de ello, durante los siglos de escepticis-
mo los creyentes de los barrios pobres y las zonas
rurales hicieron que se siguiera editando a Artemi-
doro. Su obra fue publicada en griego en 1518, en
latín en 1539, en francés en 1546, en español en
1605 y por último, en 1644, en la primera de las 24
ediciones inglesas que iban a aparecer durante los
noventa y seis años siguientes.

228
Pero, en la medida en que los sueños llegaban a
ser tema de conversación entre gentes cultas, eran
desdeñadas por su origen demasiado humano,
como hizo el poeta John Dryden:
Según he leído en el viejo Galeno,
todo soñar es hijo de la saciedad y la comple-
[xión,
de los vapores de alimentos mal digeridos
y los malos humores que inficionan la sangré.
Cuando al fin, ya en el siglo XIX~ la cien~ia vol-
vió a investir de legitimidad el estudio de los sue-
ños, la hipótesis más aceptada fue la de que éstos
eran desencadenados por algún estímulo externo.
Por ejemplo, los ladridos de un perro podían pro-
vocar un sueño en el que el durmiente huía de una
jauría, o el olor a agua de colonia hacer soñar con
una perfumería. El investigador francés Alfred
Maury creía haber demostrado este principio sin
lugar a dudas, especialmente después de que un ta-
blero de la cama le golpeó en el cuello mientras
dormía, haciéndole soñar --o al menos así lo creyó
él- que estaba siendo guillotinado durante la Re-
volución.
Pero, a finales del siglo, el análisis completo y
sistemático llevado a cabo por Freud vendría a al-
terar de modo permanente lo que las personas
pensaban de sus sueños y de sí mismas. Utilizando
sus propios sueños y los de sus pacientes, Freud
consideró las confusas visiones del que sueña
como «la vía suprema del subconsciente», la senda
por la que salen a la luz los impulsos largo tiempo
soterrados y los conflictos latentes bajo la concien-
cia. Freud decía que las extrañas criaturas y los
desconcertantes episodios de nuestros sueños eran
símbolos de deseos demasiado estremecedores
para el pensamiento consciente, y esos sueños los
mecanismos de que nos servíamos para intentar
satisfacer, bajo un cuidadoso disfraz, los instintos
sexuales reprimidos desde la infancia.
Las ideas de Freud contribuyeron
mucho a reavivar la costumbre de inter-
pretar los sueños y la dotaron de respe-
tabilidad científica. Creía, como los anti-
guos, que los sueños tenían un significa-
do, pero lo buscaba a través de un diálo-
go entre el médico y el sujeto que había
tenido los sueños, en el que éste era invi-
tado a relacionar sus pensamientos cons-
cientes acerca de ellos con impulsos y re-
cuerdos más profundos y recónditos.
Freud pensaba, como los griegos, que los
sueños poseían valor terapéutico; pero
mientras que ellos los inducían como un
medio curativo de las enfermedades or-
gánicas, él los utilizó para tratar desórde-
nes emocionales.
La teoría de Freud aspiraba a una ex-
plicación exhaustiva de los sueños, lo
que le obligó a enfrentarse con el proble-
ma de su fin o función. La explicación
que ofreció fue que eran los «guardianes
del sueño»; que los mecanismos oníricos
permitían aflorar, bajo un disfraz, los de-

229
seos frustrados, liberando así una en'ergía perjudi-
cial para el cuerpo. Pero cuando estudios posterio-
El «sueño de Irma» de Freud res de los sueños descubrieron que éstos parecen
ser esenciales para todo durmiente y noche a no-
che, surgió la posibilidad de que fuese el sueño el
En 1900, Sigmund Freud es- guardián de los sueños, y no a la inversa Otra obje-
cribía a un amigo que tal vez ción a la tesis de Freud fue que los soñadores por
algún día en el lugar donde él analizados eran sus pacientes neuróticos, y no
soñó con Irma hubiese un una muestra representativa de la población. Pero
monumento con la leyenda: lo más criticado ha sido su afirmación de que el
«Aquí le fue revelado el se-
creto de los sueños al doctor contenido de la mayoría de los suef.íos lleva implí-
Sigmund Freud». Con ese . cjtos deseos eróticos disfrazados. Por ejemplo, Carl
sueño, expuesto en su mo- G. Jung y otros se preguntaban cómo relacionar
numental obra La interpre- esto con los sueños eróticos explícitos. Además,
tación de los sueños, Freud Jung, eminente discípulo y después crítico de
sugirió al mundo cómo po- Freud, creía que la sexualidad es sólo uno de los te-
día llevarse a cabo el psicoa- mas que aparecen en la mayoría de los sueños, y
Sigmund Freud sub- ' nálisis de los sueños. El sue- que:éstos sirven más para revelar lo subconsciente
rayó la importancia de ño en sí se refería a una ínti- que para disfrazarlo. «Ese candor y veracidad
los sueños en la terapia. ma amiga y paciente que ha-
bía abandonado los cuida- como de flor que tiene el sueño --escribía- nos
dos de Freud sólo parcial- hace ruborizarnos ante lo falso de nuestras vidas.»
mente curada. En su sueño, Freud la encuentra en Es interesante que ni Freud ni Jung descartasen
un amplio vestíbulo y le dice que si aún tiene dolo- por completo la posibilidad de que al menos algu-
res es exclusivamente ¡for su culpa. Ella se queja de nos sueños pudiesen contener mensajes del exte-
sus sufrimientos, y él le examina la garganta y en- rior. En tanto que- Freud desdeñaba los sueños pre-
cuentra indicios de infección. Por último, llama a cognitivos como «totalmente imposibles», Jung
otro médico (el doctor M.), y ambos dictaminan aventuró que se puede soñar con un acontecimien-
que el origen de la infección es una inyección de to futuro como una de las muchas probabilidades
ácido propiónico, posiblemente administrada con
una jeringuilla sucia. espigadas en el acervo del conocimiento conscien-
Freud se dio cuenta de que gran parte de las te. También escribió qué la telepatía «indudable-
imágenes del sueño habían sido estimuladas pQ.t lo mente existe>>. Por otra parte, Freud decía que,
ocurrido la víspera, pero añadía: «Sin embargo... aunque nunca había experimentado un sueño tele-
por el contenido del sueño nadie podría sospechar pático ni conocía ninguno ep sus pacientes, no era
lo que el mismo significa. Yo mismo no lo·sé toda- ímposible que el sueño crease condiciones favora-
vía. Me asombran los síntomas patológicos de que bles para la telepatía, y era concebible que ese tipo
lrma se queja en el sueño, pues no son los mismos de mensajes pudiesen penetrar en la mente de una
por los que hube de someterla a tratamiento. La de- persona dormida. Tras mencionar la posible trans-
satinada idea de administrar a un enfermo una
inyección de ácido propiónico, y las palabras con- ferencia de pensamiento en la «voluntad comunal»
soladoras del doctor M. me mueven a risa... Para de las sociedades de insectos, se preguntaba si la
averiguar su significado habré de someterlo a un telepatía no habría sido «el primer método por el
penetrante y minucioso análisis». Freud desmem,1- que los individuos se entendieron entre sí».
zó el sueño elemento por elemento, examinando La investigación científica de la telepatía y
cada imagen para tratar de descubrir qué otras otras experiencias paranormales se había iniciado
ideas evocaba. Se preguntó por el aspecto y la acti- poco antes de que Freud comenzase sus trabajos,
tud de Irma. Eso le recordó a otra mujer a la que con la creación de la Sociedad Británica de Investi-
había visto una vez en actitud parecida, y que no
era probable, por su carácter retraído, que se con- gaciones Psíquicas. Los investigadores de esta so-
fiase a sus cuidados. Un punto blanco en la gargan- ciedad llegaron a descubrir 149 casos en los que
ta de Irma le recordó a Freud la difteria, y después parecían haber sido recibidos en sueños mensajes
su ansiedad por la enfermedad de su hija mayor. telepáticos, de los que más de la mitad se referían
Una escara en las fosas nasales le recordó la cocaí- a la muerte de alguien conocido del que había teni-
na y los reproches que había recibido por haberla do el sueño. A fin de averiguar si esos incidentes
prescrito para esos casos; después recordó a un eran explicables como simples coincidencias, en-
amigo muerto por abusar de ella. Tras meditar con viaron cuestionarios en los que preguntaban a más
el mismo detenimiento sobre cada una de las res- de cinco mil personas si en los últimos doce años
tantes imágenes del sueño, Freud reunió todos los
hilos de su análisis, y lo que halló fue su ansiedad habían soñado con la muerte de algún conocido.
ante el fracaso en la cura de Irma y su deseo de en- Las respuestas convencieron a la socied.ad de que
contrar algo o alguien -otro médico, una inyec- había intervenido algo más que el azar.
ción mal puesta o la propia lrma- a quien atribuir Una técnica parecida se empleó en un reciente
la culpa. Concluía que «una vez llevada a cabo la in- experimento llevado a cabo en una universidad de
terpretación completa de un sueño, se nos revela Georgia. En una encuesta entre 433 estudiantes, el
éste como una realización de deseos». psicólogo David Ryback halló que 100 habían teni-
do al menos un sueño profético, y otros 32 dijeron
tener con frecuen«ia «Sueños referidos a acontecí-

230
mientos que estaban ocurriendo en ese momento o soñaba había recibido un mensaje en el momento
habían ocurrido más tarde». Un estudiante soñó en que era transmitido. Además, cuando los que s·o-
que estaba en un banco cuando lo asaltaban dos ñaban se despertaban, sus recuerdos de lo soñado
hombres armadós. Según contó, al día siguiente eran con frecuencia tan vagos que resultaban prác-
estaba abriendo una cuenta en un banco de Atlan- ticamente inútiles. En 1953, un equipo de investiga-
ta cuando se desarrolló ante sus ojos la escena so- dores, bajo la dirección del doctor Nathaniel Kleit-
ñada. man, consiguió en la Universidad de Chicago un
Muchos psicólogos y psicoanalistas se han sor- gran avance en el estudio de los sueños, al descu-
prendido al descubrir una correspondencia asom- brir que el sueño se compone de dos fases distintas
brosa entre algún incidente de su vida y un sueño y alternantes. Durante la primera cesa la actividad
de uno de sus pacientes, lo que sugiere que·éste in- física y mental, pero en la segunda el d1:1rmiente
corporó telepáticamente los pensamientos del ana- respira de modo irregular, su cerebro despliega
.lista a sus sueños. El psicoanalista inglés W. H. Gi- tanta actividád como si estuviese despierto y los
llespie contó que yendo en coche a su trabajo una ojos se mueven con gran rapidez bajo los párpados
mañana se apartó del camino habitual y tomó una cerrados. Cuando despertaban a un durmiente du-
calle llamada Horseferry Road. Al día siguiente, rante la primera fase del sueño, casi siempre decía
uno de sus pacientes empezó a contar un sueño di- que no estaba soñando, pero si se le despertaba du-
ciendo: «Estaba yo en Horseferry Road ...» El psi- rante la fase de movimientos oculares rápidos (co-
quiatra Montague Ullman, que ha lle.vado a cabo nocida por REM, del inglés rapid-eye-movement)
numerosos experimentos sobre telepatía en sue- solía resultar que sí soñaba. Más tarde se ha descu-
ños en un hospital de Brooklyn, oyó a un paciente bierto que esos intervalos tienen lugar poco más o
contar un sueño acerca de una jabonera cromada menos cada noventa minutos a lo largo de la noche
el mismo día en que él había estado pensando en y duran aproximadamente una hora. Experimen-
la que le habían enviado por equivocación. tos post,eriores han probado que se registran tam-
La psicóloga e investigadora de los sueños in- bién en los recién nacidos, así como en todos los
glesa Ann Faraday experimentó un fenómeno no mamíferos con los que se ha experimentado. Los
menos misterioso: el de soñar lo mismo que su ma- científicos han descubierto asimismo que cuando a
rido. Se vio a sí misma deambulando por el dormi- (continúa e.n la pág. 234) ,
torio y asomándose a una ventana que estaba en
una pared que no le correspondía. Cuando se des-
pertó y se lo contó a su marido, éste le enseñó las
notas que había tomado sobre un sueño extraña-
mente parecido que había tenido esa misma noche:
estaba durmiendo en el lado contrario de la cama
y se dio cuent.a de que la ventana estaba donde no
debía.
En l~s primiüvas etapas de la investigación so-
bre los sueños era prácticamente imposible saber
si en sus imágenes había alguna influencia telepáti-
ca. Por ejemplo, uno de los problemas que asalta-
ron al psicólogo vienés Wilfred Daim cuando inició
la primera serie científica de experimentos sueño-
telepatía, a finales de la .década de los cuarenta, fue
el de que, aun cuando hubiese telepatía, nunca po- Jung creía que los sueños Una paciente dibujó a su
dría demostrar de forma concluyente que el que y las fantasías revelaban madre como una enorme
símbolos inequívocos. araña sujeta con cuerdas.

Como parte de la te-


rapia jungiana, los
pacientes dibujan sus
fantasías. La autora
del dibujo del extre-
mo derecho veía en él
símbolos sexuales que
le costó mucho acep-
tar. Del pájaro. conti-
guo, obra de otro
paciente, se dijo que
representaba el regreso
al mundo.
Realidad y apariencia

El cerebro que sueña, objetivo de la telepatía

e UANDO estamos dormidos, y el filtro de nuestro


cerebro no excluye ya las impresiones y sen-
saciones inconexas y aparentemente ajenas a noso-
que no llegó a ser sacada del sobre, era de una ca-
rrera de carros tirados por caballos.
En un experimento posterior, en el que el pro-
tros, ¿será el momento de percibir mensajes extra- pio Ullman actuó como emisor, se le fue el pensa-
sensoriales? Esta cuestión había obsesionado al miento al libro Espartaco cuando debía estar con-
psiquiatra neoyorquino Montague Ullman desde centrado en una de las fotos. Más tarde el sujeto
que inició su carrera en los años cuarenta. Le lla- dijo haber soñado con la película Espartaco duran-
mó la atención la frecuencia con que sus pacientes te la sesión. Aunque inesperados, esos resultados
le hablaban de sueños que parecían referirse a co- parecían alentadores.
sas que le habían ocurrido a él, y de las que esas En 1962, Ullman consiguió ayudas que le permi-
personas no podían tener noticia. ¿No sería, se pre- tieron montar un laboratorio de sueños a gran es-
guntaba Ullman, que estaba enviando sin saberlo cala en el Departamento de Psiquiatría del Centro
mensajes telepáticos que sus pacientes captaban Médico Maimónides de Brooklyn. En él inició en
en sueños? 1965, con la ayuda del doctor Stanley Krippner, su
En 1953, Ullman decidió poner a prueba su teo- más famosa serie de experimentos. Serían jueces
ría. Con la ayuda de Laura A. Dale, de la Sociedad tres profesionales elegidos por sus conocimientos
Americana de Investigaciones Psíquicas, acometió en parapsicología y psicología. Las fotos que iban a
un experimento de dos años de duración en el que servir de «estímulo>> fueron elegidas por su <<inten-
cada uno de ellos trató de soñar telepáticamente sidad emocional, viveza, color y sencillez», y todos
con sucesos de la vida o los sueños del otro. El ex-
perimento estaba proyectado sin gran rigor, pero
sus resultados convencieron a Ullman de que allí
había algo más que coincidencia. Eso le hizo pen-
sar que era preciso investigar en serio la telepatía
onírica.
Por fortuna, empezaban a salir a la luz nuevos
medios para llevar a cabo tales investigaciones. En
el mismo año en que Ullman dio comienzo a sus
primeros experimentos sobre los sueños, los doc-
tores Nathaniel Kleitman y Eugene Aserinsky, de
la Universidad de Chicago, anunciaron que cuando
detectaban las ondas cerebrales mediante un elec-
troencefalógr.afo habían descubierto los rápidos
movimientos oculares que delatan exactamente los
períodos en que la persona dormida sueña. El dur-
miente a quien se despierta durante esa fase dirá
casi siempre que ha estado soñando y será capaz
de describir su sueño con toda viveza y precisión
antes de olvidarlo.
Gracias a ese descubrimiento, Ullman pudo
proyectar un nuevo experimento sueño-telepatía.
Su plan consistía en hacer que un voluntario, uni-
do por electrodos a un electroencefalógrafo, se
durmiese en una sala de su laboratorio. Un obser-
vador situado en otra habitación esperaría a que el
sujeto diese muestras de entrar en la fase activa de
los sueños y entonces telefonearía a un emisor si-
tuado a varios kilómetros de allí. El emisor abriría
un sobre sellado hasta entonces y empezaría a con-
centrarse en la foto que encontraría dentro. Por
desgracia, la primera voluntaria de Ullman parecía
no entrar nunca en la fase de los sueños, aunque
comunicó el de unos caballos que subían al galope
una colina. Dos semanas más tarde, Ullman supo
que una de las fotos que servían de «estímulo» y
los sujetos reclutados mostraban una actitud posi- sión como de movimiento... algo del Madison Squa-
tiva hacia la investigación psi. Las noches en que re Garden y un combate de boxeo...» El Interior de
había experimento, un agente emisor se concentra- la Sinagoga, de Alex Katz, suscitó esta descripción:
ba en una fotografía seleccionada al azar cada vez "Una impresión como de una escuela... algo como
que el sujeto perceptor entraba en la fase activa de de una sinagoga... » Del Violinista verde, de Marc
los sueños, y al acabar de soñar y cada mañana se Chagall, el sujeto dijo: «Tiene algo que ver con la
preguntaba a los sujetos qué asociaciones de ideas música», y de la Pantera atacada por un león, de
les habían provocado sus sueños. Después los jue- Henri Rousseau: «Había dos cachorros... Parecía
ces comparaban las fotos utilizadas con cada una como si hubiesen estado peleándose. Tenían las
de las imágenes contenidas en las largas transcrip- mandíbulas abiertas y enseñaban los dientes».
ciones de lo relatado por los perceptores, califican- Y así los demás. Entre muchos errores, aciertos
do cada imagen desde 1 para la máxima correspon- al parecer inexplicables. Tal vez no todo el mundo
dencia a 12 para la mínima. Gran parte de los re- pueda recibir mensajes telepáticos en sueños, tal
sultados no fueron concluyentes, y en algunos no vez no pueda nadie, pero la investigación de Ull-
había ni rastro de telepatía; pero hubo también man dio al menos la impresión de que hay quienes
aciertos altamente sugestivos y que convencieron a pueden hacerlo muy bien.
Ullman de la realidad de la telepatía en los sueños.
Por ejemplo, cuando un emisor se concentró en
una reproducción del cuadro de Millard Sheets
Noche mágica, que muestra a un grupo de mujeres
llevando a cabo un rito esotérico entre árboles y ci-
mas verdeazuladas, el perceptor, una mujer, refirió
sueños sucesivos de «estar con un grupo de perso- Uno de los experimentos más significativos llevados a cabo
nas ... participando en algo» (sueño uno); «muchas por Montague Ullman y Stanley Krippner fue su intento de
montañas y árboles» (sueño dos); «seguía viendo influir telepáticamente en los sueños. Cuando el sujeto dor-
azul» (sueño tres); «otra vez árboles, y verde, y mido entraba en la fase de movimientos oculares rápidos,
campo» (sueño cuatro). Por la mañana dijo haber un emisor situado en otra habitación se concentraba en la
sentido «que había algo con un aire primitivo... una reproducción de un cuadro, intentando transmitirle esa
imagen. Entre las pinturas utilizadas figuraban Noche má-
especie de rito tribal en la selva». gica, de Sheets (página opuesta); la Pantera atacada por un
Cuando se utilizó como «estímulo» el cuadro de león, de Rousseau (abajo, izda.), y Dempsey y Firpo, de Be-
George Bellows Dempsey y Firpo, que representa llows. Aunque los resultados estadísticos del estudio no fue-
una pelea en el Madison Square Garden de Nueva ron concluyentes, algunos sujetos relataron sueños de un
York, el sujeto perceptor dijo: «Tenía una impre- asombroso parecido con las pinturas.

"
un durmiente se le priva de la fase de sueño rápi- tratando de idear experimentos significativos so-
do, a la noche siguiente pasa más tiempo soñando, bre la relación sueño-telepatía desde los años cua-
probablemente para compensar los sueños perdi- renta, pero, como les sucedía a otros en este cam-
dos. De modo que, por razones todavía no explica- po, con resultados más inquietantes que satisfacto-
das, el soñar parece ser una función tan esencial rios. Ahora, armado con los nuevos conocimientos
como el comer o el beber. obtenidos por el equipo de Chicago, Ullman pudo
Lo más importante para los investigadores de embarcarse en una serie de experiencias mucho
los sueños es que en la actualidad es posible saber más elaboradas que cuanto se había intentado has-
con precisión cuándo un sujeto está soñando. Ade- ta entonces.
más, si se le despierta en medio de una de las fases En esencia, los experimentos iniciados en 1965
de movimientos oculares rápidos, su recuerdo del · por Ullman en el laboratorio de sueños del Centro
sueño será, en palabras del pionero de esta investi- Médico Maimónides de Brooklyn fueron intentos
gación William Dement, «vivo, amplio, real, extra- de transmitir telepáticamente imágenes a la mente
ño y complejo, y no ·simples imágenes fragmenta- de sujetos durmientes. Se controlaba la actividad
rias». cerebral eléctrica del sujeto, y al terminar la fase
De este modo se resolvieron de un golpe dos de de movimientos oculares rápidos se le despertaba
los más importantes problemas de la investigación y se le pedía que anotase una descripción porme-
de los sueños, abriendo así el camino al estudio del norizada de su sueño. Se lograba un «impacto»
legendario fenómeno de la telepatía en sueños. cuando el sueño se parecía mucho a la imagen que
Quien primero tomó el hilo de esa investigación los experimentadores habían tratado de transmitir
fue el doctor Montague Ullman, que había estado al sujeto.

Los sueños, instrumento diagnóstico


Un joven estudiante sufría repeti- los a fondo puede ser un arma de gran valor para el
das pesadillas en las que su cuer- diagnóstico.
po era inmovilizado por una boa Kasatkin, veterano profesor de ciencias médicas,
constrictor. Finalmente, cayó en- es también autor de una Teoría de los sueños al pare-
fermo y acudió al médico, sin que cer utilizada en las facultades de Medicina soviéticas
éste lograse encontrarle padeci- desde los años sesenta. Sin embargo, poco se sabe de
miento alguno. Aproximadamen- él en Occidente. No obstante, cuando Henry Gris y
te un año más tarde, el estudiante William Dick, periodistas estadounidenses con amplía
presentaba un grave tumor en la experiencia en la Unión Soviética, empezaron a escri-
espina dorsal que amenazaba con bir una serie de artículos sobre la investigación pa-
dejarlo totalJ?ente paralizado. En rapsicológica en ese país, oyeron hablar a varias per-
Vasili Kasatkin cree que otro caso, una mujer soñó repeti- sonas del llamado «coleccionista de sueños». Conven-
los sueños pueden avisar damente que una masa de tierra cidos de que podía proporcionarles información inte-
de la presencia de una en- oprimía su cuerpo hasta dejarla resante para su reportaje, pidieron a la agencia de
fermedad casi sin respiración. Dos meses prensa soviética que les gestionase una entrevista con
más tarde se le diagnosticó tu- Kasatkin.
berculosis. Gris y Dick se encontraron al fin con Kasatkin a
Para el científico soviético Vasili Nicolaievich Ka- principios de 1975. Se les permitió celebrar entrevis-
satkin, no se trata de meras coincidencias ni tampoco tas durante varias horas y no tardaron en sentirse im-
de casos de precognición. Por el contrario, cree que presionados por el personaje. «Era evidente --es
ese tipo de sueños demuestran la capacidad del cere- cribían-, que el doctor Kasatkin creía en ello con
bro para detectar el agente causante de la enferme- toda su alma. Estaba consagrado a su investigación,
dad y avisar de ella en clave onírica mucho antes de convencido de que podía ayudar a la gente.» Kasatkin
que aparezcan sus síntomas. Según Kasatkin, lo que él dijo a los periodistas que se había interesado profun-
denominaba la franja de los sueños (la capa exterior damente por los sueños cuando en su juventud prestó
de células activas del cerebro) registra «hasta la más sus servicios en Leningrado durante el asedio alemán.
mínima desviación de las condiciones normales» en La gente se moría de hambre, y caían diariamente a
el cuerpo. Creía asimismo que las células de esa fran- centenares sin que pudiese hacer apenas otra cosa
ja son muy sensibles y pueden recoger, especialmen- que escuchar sus palabras llenas de ansiedad. Poco a
te de noche, cuando apenas nada las distrae, leves poco, advirtió que podía saber cuál de sus pacientes
cambios fisiológicos que de otro modo pasarían inad- estaba más cercano a la muerte por el tipo de sueños
vertidos para el sujeto. Kasatkin ha sostenido que el que le contaban. «Aunque en Leningrado todo el
familiarizarse con esos sueños y llegar a comprender- mundo sueña con comer -ninguno de nosotros pare-

234
Los resultados de esos experimentos hoy famo- de ·los herederos de Artemidoro, Freud y Jung dis-
sos siguen siendo·controvertidos. Ullman y su equi- .cuten esa conclusión, pero es evidente que ya no
po. pensaban que el número de «impactos» obteni- hay lugar para el escepticismo científico de hace
dos no podía atribuirse al azar. Sus críticos recha- cincuenta años. -
zaron tal suposición, censurando algunos de sus El misterio de la naturaleza profunda de los
procedimientos y controles y afirmando que en sueños permanece, pues, incluso si un sueño no es
muchas ocasion.e s la interpretación dada por Ull- más que un mensaje que el yo se envía a sí mismo
man a lo ' que tra o nó «impacto» había sido dema- y cuyo contenido trata exclusivamente de los pro-
siado subjetiva. En todo caso, aún aceptando los blemas y contenidos de la vida cotidiana: relacio-
procedimientos e interpretaciones de Ullman, la nes humanas, sexualidad,·seguridad, amor propio,
proporción global de aciertos no fue del todo per- enfermedad y muerte. Pero si es así, ¿por qué se
suasiva. Sí lo fue, en cambio, la misteriosa preci- manifiestan esos dilemas en formas tan confusas y
sión de algunos. En determinados casos, los suje- extrañas? Si los sueños fuesen simplemente men-.
tos describieron imágenes sumamente complejas sajes que recibimos de nuestro propio yo, ¿por qué
con qetalles tan cercanos a la perfección que cual- habían de llegarnos en claves difícilmente descifra-
quier explicación distinta de la telepática parecía bles?
excluida. ¿Qué es un sueño? ¿Algo real o una fantasía?
¿Demostraron Ulllllan y sus colegas que los sue- Aunque qui~ la pregunta no debería limitarse a
ños pueden·representar a veces mensajes del exte- los sueños. Como dijo Havelock Ellis: «Los sueños
rior, y su corolario, que los seres humanos poseen son reales mientras duran. ¿podemos decir mucho ·
facultades PES en estado de latencia? La mayoría más de la vida?».

ce soñar en otra cosa-, algunos de mis pacientes tie-


ne repetidamente otro tipo de sueños -escribía en
sus notas-. Hago que me los cuenten, y apuntan a los
síntomas de una enfermedad que no se declara hasta
días después.» Kasatkin prometió que, si escapaba al
devastador asedio, seguiría investigando tan extraño
fenómeno.
Efectivamente, sobrevivió, y en 1975. había reunido
ya millares de casos en los que creía poder detectar
elementos proféticos. Descubrió que el soñar con difi-
cultades para respirar, como la mujer que soñaba que
algo le aplastaba la caja torácica, presagiaba una en-
fermedad pulmonar, como cáncer o tuberculosis. Por
el contrario, la hipertensión solía ser anunciada por
sueños Q.e ansiedad, como el del ingeniero que soñó
repetidamente que un edificio proyectado por él se
derrumbaba y lo aplastaba.
Los sueños de heridas corporales, como el de ser
acuchillado, pueden ser aviso de graves enfermeda-
des en los órganos internos. Kasatkin descubrió que a
veces los sueños adoptan un cierto disfraz. Por ejem-
plo, quien recibe el daño en la pesadilla puede ser un
~go o conocido y no quien sueña También reflejan
a menudo las realidades de nuestra vida U!). ama de
casa puede soñar que la apuñalan con i.ln cuchillo de
cocina, mientras que uri soldado lo hará más bien con
un machete. Kasatkin creía que las pesadillas ocasio-
nales pueden ser pasadas por alto, pero hay que to-
marlas en serio cuando se repiten. Según él, si los mé·
dicos estuviesen preparados para reconocer e inter- El método de diagnóstico de Kasatkin incluye el dibujo de los
pretar ese tipo de sueños podrían detectar precoz: sueños del paciente. Una pesadilla en la que nos vemos atrapa-
mente y ti;-atar numerosas enfermedad~s graves, y dos por el calor y la lava de un volcán puede anunciar un pró-
salvar así muchas·vidas. ximo desorden gástrico. ·

235
Realidad y apariencia

Coincidencias extrañas
NA motocicleta y un automóvil chocan en la gran parte de su vida creyó que los fenómenos pa-
U ciudad inglesa de Stourbridge. El ciclista se
llama Frederick Chance; el conductor del automó-
rapsíquicos debían ser tenidos por manifestacio-
nes puramente psicológicas, «proyecciones de
vil también, y no son parientes. Dos coches se dan complejos autonómicos inconscientes». Pero, a sus
un golpe en una carretera, cerca de Londres. Del setenta y dos años, Jung había dejado de creer que
primero desciende Ian Purvis; del otro, alguien que una sola causa pudiese explicar la gran variedad de
se llama igualmente Ian Purvis. En Berkeley (Cali- efectos aparentemente paranormales, y pensaba
fornia), una mujer cierra una mañana su casa olvi- que la explicación tenía que residir en algo ajeno a
dándose dentro la llave, y cuando lleva diez minu- lo que suele definirse como simple relación de cau-
tos desesperada tratando de volver a entrar apare- sa y efecto. También creía que la clave para definir
ce el cartero con una carta. de su hermano, que ese algo había de encontrarse en el fenómeno de la
vive en Seattle. Rasga el sobre y dento encuentra la coincidencia.
llave de repuesto que aquél le había pedido y pro- En 1952, con ayuda del premio Nobel de Física
metió devolverle. Wolfgang Pauli, Jung publicó una teoría en la que
Las coincidencias figuran entre las más gratas sugería que un principio desconocido podía ser el
curiosidades de la vida diaria, son excepciones sor- responsable de lo que llamaba sincronicidad, la
prendentes al orden normal de las cosas que nos «Simultaneidad de un cierto estado psíquico con
obligan a inquirir sobre formas y sentidos más am- uno o más acontecimientos externos que aparecen
plios de la existencia. Pero la definición de coinci- como significativamente paralelos a ese estado
dencia que suelen dar los diccionarios - «acon- subjetivo momentáneo». Jung creía que, aunque la
tecimientos que suceden a un mismo tiempo por mayoría de las personas sólo pueden comprender
accidente pero parecen tener alguna relación»- la causa y el efecto por referencia a sus experien-
dificilmente explica esa mezcla de asombro cias cotidianas, es posible que existan otras formas
y temor que suelen provocar las coincidencias de espacio y tiempo. De ser así, decía, las supuestas
más enrevesadas. Se diría que fue algo más que un coincidencias pueden estar relacionadas de un
accidente lo que "hizo que chocasen dos Ian Purvis modo que no conocemos.
y dos Frederick Chance. Pensemos en la extraña Como psiquiatra, el interés de Jung por la sin-
coincidencia vinculada al brigadier de la guerrá croniddad se debía ante todo a su relación con es-
carlista española don Mariano Larumbe, quien se tados y acontecimientos psíquicos. Como ejemplo
vio obligado en 1840 a exiliarse desde $U Navarra citaba el caso de una joven paciente que había re-
natal a las lejanas islas Marianas. En su equipaje fi- sultado «psicológicamente inabordable. La dificul-
guraba un baúl que no presentaba peculiaridad al- tad -escribía- era su prevención contra todo».
guna, aparte de una artística placa interior que re- Profesaba un «racionalismo cartesiano muy afina-
señaba la casa donde había sido fabricado. Años do, con una impecable idea "geométrica" de la rea-
más tarde su propietario regresaría al castillo de lidad», que le impedía reconocer la existencia del
Javier (Navarra) y, tras su muerte, su familia here- subconsciente. La esperanza de Jung era que «apa-
daría el arca desvencijada. Tras nuevos desplaza- reciese algo imprevisto e irracional» capaz de per-
mientos familiares a Pamplona y San Sebastián, su forar su armadura. Y así ocurrió cuando su pacien-
nieta Beatriz Larumbe se traslada a Madrid en te le contaba un sueño que había tenido, en el que
1939, donde adquiere un local comercial en la calle le habían regalado un escarabajo dorado.
del Arenal, 12. Allí, en su sótano, queda arrumbado «Mientras me hablaba de su sueño -cuenta
el baúl... hasta que un día, al hacer limpieza, la he- . Jung-, oí a mi espalda que algo golpeaba suave-
redera examina su interior. El vetusto grabado re- mente la ventana. Me volví y vi que era un insecto
presenta una fachada y una escena callejera de volador de buen tamaño que chocaba una y otra
tiempos de Isabel II; su inscripción reza: «Gran fá- vez contra el cristal en sus esfuerzos por entrar en
brica de efectos de viaje. Calle del Arenal, 12». El la sombría habitación... Abrí inmediatamente la
baúl había regresado cien años después al lugar ventana y cacé al insecto en el aire cuando entraba.
donde había sido fabricado. Era un escarabeido... de color muy parecido al del
Quizá no hubo nadie tan interesado por las escarabajo dorado, y se lo entregué a mi paciente
coincidencias como el psiquiatra suizo Carl G. diciéndole: "ahí tiene su escarabajo". Esa experien-
Jung. A Jung le fascinaba casi todo lo paranormal: cia abrió la ansiada brecha en su racionalismo... y
estudió la astrología y el I Ching, siguió con el más pude proseguir el tratamiento con resultados satis-
vivo interés los experimentos de J. B. Rhine e in- factorios.»
cluso dio cuenta de encuentros personales con lo Uno de los continuadores del concepto de sin-
que parecían ser espíritus. Sin embargo, durante cronicidad de Jung es el escritor británico Arthur
Algunos teóricos sugieren que las coincidencias, desde los tacto es tan fugaz como las formas luminosas del láser, desa·
simples hechos cotidianos hasta sucesos inconexos cuyo con- fian nuestros conceptos del tiempo y el espacio.

Koestler. En obras como The Roots of Coincidence y sultado global de gran número de acontecimientos,
Jano, Koestler, tras pasar revista a las fronteras del cada uno de los cuales es en sí impredecible.
pensamiento y la investigación científica moder- Con pruebas de ese tipo, decía Koestler, no que-
nos, señalaba que muchos de nuestros conceptos da más remedio que inferir la existencia de otros
de la realidad se encuentran ya obsoletos. El tiem- niveles de realidad. Reconociendo que es casi segu-
po no es uniforme ni unidireccional, señalaba. Por ro que existan esos principios, insistía, «podremos
ejemplo, en un agujero negro puede estar suspen- hacemos más receptivos a fenómenos cercanos a
dido e incluso invertido. Igualmente, hay situacio- nosotros que un enfoque parcial de la ciencia física
nes en las que la localización es ilusoria. En el caso nos ha hecho ignorar, sentir el viento que se cuela
del electrón, por su propia naturaleza nunca es po- por las grietas del edificio de la causalidad y pres-
sible determinar simultáneamente su posición y su tar más atención a los acontecimientos confluyen-
velocidad. También existen efectos predecibles sin tes, incluir los fenómenos paranormales en nues-
causas precisas. Las leyes de la probabilidad per- tro concepto de normalidad y comprender que he-
miten pronosticar con misteriosa precisión el re- mos estado viviendo en el "país de los ciegos"».
¿Poseen los animales facultades especiales que
los capacitan para presentir el peligro, comunicarse telepáticamente
y seguir el rastro de sus dueños a grandes distancias?

PSI AN____

E L extraordinario viaje canino em-


pezó en agosto de 1923. Bobbie
fue quedándose en los huesos. No obs-
tante, se detenía sólo el tiempo sufi-
era entonces un perrazo de dos años, ciente para recuperar fuerzas antes de
mezcla de pastor inglés y escocés. Se seguir, siempre hacia el oeste. Cruzó
había perdido en una pequeña ciudad ríos, entre ellos el caudaloso Missou-
de Indiana donde habían estado de ri, medio bloqueado por los témpanos,
vacaciones sus dueños, propietarios y se las arregló para atravesar en pleno
de un restaurante en el estado de Ore- invierno las inclementes montañas Ro-
gon. Al principio, Bobbie pareció te- cosas. Hacia el final del viaje tenía tan
ner dificultades para orientarse. Ca- gastadas las almohadillas de las patas
minaba en amplios círculos, andando que se le veían los huesos. En febrero,
hasta 1.500 kilómetros para avanzar cPueden animales como este casi seis meses después de iniciada su
sólo 300 en la dirección que necesita- perro, que se dice regresó de odisea, llegaba a una vieja granja de
ba desesperadamente seguir, hacia el la muerte, tener facultades las afueras de Silverton, donde había
oeste. Después, a finales de otoño, pa- paranormales? vivido de cachorro con sus amos. A la
reció encontrar por fih su camino y, mañana siguiente llegó medio arras-
aunque parezca increíble, emprendió trándose a la ciudad y entró en el res-
la ruta que había de llevarlo a casa. taurante donde vivía ahora su familia.
Bobbie viajó hacia el oeste, cruzando los esta- Allí, en el segundo piso, estaba dunmendo Frank
dos de Illinois e Iowa, comiendo y durmiendo dón- Brazier después de atender el turno de noche en el
de y cuándo podía. A veces cazaba, devoraba ardi- restaurante. El viaje de 4.800 kilómetros había ter-
llas y perseguía conejos. Otras personas de buen minado, y Bobbie, reuniendo sus últimas fuerzas,
corazón lo acogían por una noche, e incluso por saltó sobre la cama y empezó a lamer la cara a su
más tiempo. En cierta ocasión compartió un guiso amo.
con los moradores de un campamento para vaga- Por imposible que parezca, la crónica del increí-
bundos. En Des Moines (Iowa) pasó el Día de Ac- ble viaje de Bobbie fue autentificada por el presi-
ción de Gracias y las semanas siguientes con una dente de la Oregon Humane Society, que logró re-
familia, y más tarde, mientras proseguía hacia el construir la ruta del perro y hablar con muchas de
oeste, escapó por milagro de un perrero. las personas que lo habían visto o atendido a lo lar-
Durante tantas semanas en la carretera, Bobbie go del camino. Bobbie se convirtió así en uno de
los héroes caninos más admirados de la historia, y
r ecibió numerosas medallas, las llaves de varias
Conductas animales inexplicables indujeron al Laboratorio ciudades e incluso un· collar de oro. Pero aunque
de Parapsicología de la Universidad de Duke a efectuar fuese honrado por su valor, devoción y perseveran-
pruebas de precognición y clarividencia en jerbos (izda.) y cia, quizá lo más notable es la pregunta que suscita
otras especies. su viaje: ¿cómo encontró el camino? No siguió los

239
pasos de su amo. La ruta del perro no se acercó tado y cauteloso investigador de lo paranormal Ro-
nunca a las que tomaba Brazier para ir al este y bert L. Morris cuando estaba en la Universidad de
volver a su casa de Oregon. Al parecer Bobbie viajó California, en Santa Bárbara, estas nuevas investi-
miles de kilómetros por un terreno que nunca ha- gaciones sugieren que «psi puede estar presente en
bía visto ni olfateado, ni tenía ninguna otra razón gran parte del reino animal».
para que le resultase familiar. El ímpetu que hoy se imprime a estas investiga-
Muchos de los que han estudiado la hazaña de ciones se debe en gran medida al interés por des-
Bobbie creen que el perro encontró su camino gra- cubrir la posible existencia de facultades psi en los
cias a una facultad o sentido especial, diferente de seres humanos. Por ejemplo, algunos investigado·
cualquiera de las formas de percepción canina co- res han sostenido que psi puede ser más fácil de
nocidas. Algunos piensan que esta misteriosa facul- detectar en los animales que en las personas, pues
tad o sentido animal es algún tipo de percepción aun cuando existiese en los humanos se vería en
extrasensorial (PES), a menudo designada simple- buena medida suprimido por el lenguaje hablado.
mente psi, nombre de la vigésima tercera letra del También han alentado estas experiencias los des-
alfabeto griego, adoptado para designar un amplio cubrimientos de notables capacidades sensoriales
abanico de posibles facultades paranormales. La en los animales llevados a cabo por la ciencia tradi-
psi animal se refiere a todo tipo de comunicación cional en las últimas décadas. Gracias en parte a
de un animal con su entorno, otro animal o una estos estudios, los investigadores saben hoy que
persona que parece seguir canales no identificado~ ciertos animales hacen un uso extraordinario de
o inexplicables. los cinco sentidos que comparten con el hombre, y
Historias de comportamientos animales enig- que algunas especies poseen órganos sensores des-
máticos que respaldan en alguna medida la posible conocidos en el ser humano. El murciélago, por
existencia de psi se han registrado siempre. Esos ejemplo, vuela en la oscuridad mediante la locali-
relatos hablan no sólo de su notable habilidad para zación ultrasónica o sonar; lanza agudos chillidos y
encontrar el camino de casa, sino también de otras escucha el eco que producen en los objetos con
hazañas no menos extraordinarias: animales que que rebotan en su trayectoria. Los gimnotos o pe-
encuentran a sus dueños en lugares adonde no ha- ces cuchillo, que viven en Africa, sudeste de Asia y
bían ido nunca o presienten la inminencia del peli- Sudamérica, generan un campo eléctrico que les
gro, aunque se trate de una catástrofe natural; pe- permite detectar a sus presas y a cualquier otro ser
rros que parecen presentir su propia muerte o la vivo que penetre en él. Otro sentido curioso es el
de sus amos hallándose éstos a centenares de kiló- de las serpientes de cascabel y otros crótalos, que
metros. tienen detrás de las ventanillas de la nariz detecto-
Sólo en época reciente han empezado los cientí- res de calor tan sensibles que pueden registrar los
ficos a investigar tales historias y llevar a cabo ex- menores cambios de temperatura producidos por
perimentos de laboratorio para determinar si pue- la aproximación de otros animales. Facultades tan
de realmente existir algo que merezca ser llamado insólitas, escribía en 1965 el etólogo holandés Niko
psi animal. Según un artículo escrito por el respe- Tinbergen, «Se basan en procesos que desconocía-

Sensores situados detrás de las fo-


sas nasales permiten a los crótalos
detectar m ínimas variaciones de
temperatura.

Muchas especies animales poseen


sentidos especiales sólo reciente-
mente descubiertos. En los murcié-
lagos es una forma de oído: el ani-
mal envía ondas sonoras que rebo-
tan en los objetos, informándole de
lo que tiene enfrente.

240
mos hace tan sólo veinticinco años y que en este e incluso miles de kilómetros. Pero los archivos de
sentido eran entonces "extrasensoriales"». Si acep- Rhine abundan en historias de gatos y perros que
tamos esta definición, señalaba, «la percepción ex- encontraron el camino de regreso sin ayuda apa-
trasensorial puede darse ampliamente en los seres rente de sus sentidos normales.
vivos». Por revolucionaria que parezca la idea de que
El estudio sistemático de la psi animal en los esas criaturas pueden ser guiadas por alguna for-
Estados Unidos debe mucho a las investigaciones y ma de PES, hay casos que infieren la posibilidad de
la decisión del desaparecido Joseph Banks Rhine, comunicación paranormal entre el animal y su
pionero en la búsqueda de indicios de percepción dueño. Una serie de experimentos llevados a cabo
extrasensorial y otras facultades paranormales en en 1965 y 1966 en el Instituto de Investigación del
el hombre. Durante su estancia en el Laboratorio hospital Rockland de Nueva York sugiere que esa
de Parapsicología de la Universidad de Duke, Rhi- posibilidad puede ser defendible. Aristide Esser,
ne dirigió muchas investigaciones sobre facultades psiquiatra y neurólogo de Rockland, hizo construir
especiales en los animales, y reunió un archivo de en el hospital dos habitaciones forradas de cobre,
500 episodios de conducta animal que podían suge- inaccesibles a los ruidos y otras vibraciones. En
rir la presencia de psi. Del estudio de esas histo- una de sus pruebas de mayor éxito puso a dos pe-
rias, en gran parte enviadas espontáneamente por rros de caza, dos beagles, en una de las habitacio-
personas interesadas en su trabajo, Rhine dedujo nes, y encerró en la otra a su dueño. En la habita-
cinco categorías básicas de conducta animal en las ción de éste se proyectaron fotografías de animales
que puede considerarse que intervienen facultades en una pantalla, y se le indicó que disparase con
psi. En su opinión, esos casos parecían demostrar una escopeta de aire comprimido sobre los que le
que los animales pueden reaccionar por anticipado hubiese gustado cazar. Esser informó que, a medi-
al regreso de su dueño, presentir por algún medio da que avanzaba el experimento, cada vez que el
desconocido la inminencia del peligro y conocer hombre disparaba contra una imagen, sus perros
de lejos la muerte de su amo. Pensaba también que ladraban y gañían como hubiesen hecho en una
animales como Bobbie han demostrado de modo verdadera cacería, aunque no podían ver ni oír a
impresionante su habilidad para volver a casa y su amo. En consecuencia, Esser dedujo que los bea-
para encontrar a un ser querido al que echaban de gles podían estar en comunicación con su amo, qui-
menos, estando esa persona en un territor-io total- zá por telepatía.
mente desconocido. Otra prueba indirecta de la existencia de facul-
Una de las categorías de Rhine, la capacidad de tades de comunicación desconocidas en los anima-
muchos animales para volver a casa a través de un les es la derivada de varias investigaciones de ca-
territorio que nunca han visto, es un fenómeno co- sos en los que un animal que se ha visto separado
nocido desde antiguo y que ha suscitado múltiples de su dueño ha sido capaz de encontrar el modo de
conjeturas. El caso más familiar es el de las palo- llegar hasta él en su nueva residencia. De todas las
mas mensajeras, que en cualquier lugar que se las categorías de psi animal quizá sea ésta, el 'llamado
suelte regresan a su palomar tras volar centenares rastreo psi, la más cuidadosamente documentada.

Según ciertos relatos, cuando va a


ocurrir una catástrofe los perros la·
dran, las ratas abandonan los edifi-
cios y los restantes anímales se
vuelven indóciles, como se dice que
ocurrió en la ciudad yugoslava de
Skopje (izda.) antes de ser destruida
en 1963 por un terremoto. Esa con-
ducta puede deberse a la extraordi·
naria sensibilidad del animal.

Los peces poseen células sensibles


que les permiten detectar las más
leves vibraciones del agua.

241
Rhine y su hija Sara Feather, también paraps¡cólo-
ga, han evaluado muchos casos de rastreo psi. Para
Pikki, adivinador del ello utilizaban cuatro criterios princiaples: 1) con-
fiabilidad de la fuente de información; 2) identifi-
pensamiento cación inequívoca del animal mediante caracterís-
ticas tales como una placa con su nombre o una ci-
«Supongamos que la misión consiste en sugerir al catriz no corriente; 3) coherencia y verosimilitud
perro que vaya hasta una mesa y traiga un libro de los detalles, y 4) suficientes pruebas confirmato-
que hay sobre ella. Lo llamo y acude. Tomo su ca- rias, como el testimonio de otras personas. En con-
beza entre mis manos como si estuviese inculcán- junto, tras años de estudio, Rhine y Feather encon-
dole simbólicamente la idea de que está totalmente traron no menos de 54 casos de perros, gatos y
en mi poder...
«LO vuelvo hacia mí con gesto imperioso y le aves que parecían satisfacer los criterios por ellos
miro a los ojos, a lo más hondo... Pongo mentalmen- establecidos.
te ante él la parte del suelo que lleva a la mesa, y J. B. Rhine investigó personalmente un intri-
después las pat.a s de la mesa, el tapete, y por último gante caso de rastreo psi•ocurrido en 1952: el viaje
el libro. El perro empieza ya a ponerse nervioso... de un gato en busca de su dueño, que parece ser
Trata de soltarse... Le doy mentalmente la orden, o uno de los más largos que se conocen. El gato se
mejor dicho el empujón mental que está esperan- llamaba Sugar y había pertenecido a la familia de
do: "iVete!" Sale disparado como un autómata, se Stacy Woods, director de un colegio de Anderson
acerca a la mesa y apresa el libro con los dientes. (California). Cuando se mudaron a una granja de
Misión cumplida.»
Este notable pasaje petenece a Mis amigos cua- Gage, en Oklahoma, tuvieron que dejar a Sugar
drúpedos y alados, del domador ruso Vladimir Du- con un vecino porque le aterrorizaba subir a un au-
rov, pionero en la exploración de posibles faculta- tomóvil. Pero unos catorce meses más tarde, cuan-
des extrasensoriales en los animales. El texto, de do Woods y su esposa estaban ordeñando en su es-
principios de siglo, es en realidad la descripción de tablo de Oklahoma, saltó de una ventana abierta
un ejercicio que Durov repitió incontables veces un gato que fue a posarse en la espalda de la mu-
con una de sus mascotas de más éxito. Este animal, jer. El felino recién llegado se parecía tanto a Su-
el más conocido y al parecer el más eficiente en gar, incluso en su comportamiento, que los Woods
cumplir las órdenes sin palabras de Durov, como bromearon a costa del fantástico viaje de su anti-
más tarde las de otros experimentadores, era una
foxterrier llamada Pikki. Vladimir Bechterev, el guo gato desde California. Pero pronto se conven-
neurofisiólogo a quien Durov llevó sus perros poco cieron de que aquel gato tenía que ser Sugar, pues
antes de la primera guerra mundial, dijo de ella presentaba la misma rara deformidad del hueso en
que era «muy viva y rápida». Desde luego, las su- la articulación de la cadera izquierda. Sólo más tar-
puestas hazañas de Pikki le habían granjeado ya de supieron que, tres semanas después de haber
una fama considerable. Pero fueron las demostra- dejado a Sugar con sus vecinos, el gato había desa-
ciones de la perra ante Bechterev y sus colegas las parecido. En el curso de su investigación, Rhine
que indujeron a algunos científicos rusos a tomar comprobó que se trataba de un animal vigoroso,
en serio una teoría que Durov había sostenido du- un gran cazador que, según el señor Woods, había
rante años: que era posible la comunicación sin pa-
labras ni señas de ningún género entre hombres y llegado a cazar gazapos de buen tamaño. «Un gato
animales. así -concluía Rhine- sería capaz de recorrer las
Siguiendo al parecer al pie de la letra los man- 1.500 millas de terreno accidentado que separan
datos mudos de su dueño y de otros, entre ellos California de Oklahoma, siempre que lograse en-
Bechterev, Pikki era capaz de sustraer hábilmente contrar el camino.»
un pañuelo de manos de un espectador o un guan- Pero ¿cómo pudo encontrarlo? ¿y cómo lo en-
te de las rodillas de otro, trepar a una mesa, tocar contró otro animal en un caso aún más raro, tam-
con su pata el retrato de un desconocido o tomar bién estudiado por Rhine y Feather? El protagonis-
una partitura de un piano. Según los investigado-
res rusos, todas esas tareas le eran encomendadas ta de esta historia fue una paloma, ave conocida
mentalmente, teniendo buen cuidado de no darle por su habilidad para localizar su palomar y volver
la menor clave con miradas o gestos. En una oca- a él, pero no por sus facultades de rastreo psi. La pa-
sión se ordenó a Pikki atacar a un lobezno disecado loma en cuestión ni siquiera tenía nombre; sólo es-
que había en un rincón de la habitación, lo que hizo taba anillada con el número 167. Un muchacho lla-
con gran ferocidad. Más tarde, al pensar que Durov mado Hugh Brady Perkins la había descubierto en
podía haber provocado sin querer el ataque con su 1940 en su patio de Summersville (Virginia occi-
expresión al ordenarlo, se repitió el experimento, dental) y la había amaestrado. Al invierno siguien-
adoptando Durov una expresión sonriente en con- te llevaron cierta noche al muchacho a un hospital
traste con su orden mental. A pesar de ello, el perro
volvió a atacar con idéntica saña. Los experimenta- situado a unos ciento ochenta kilómetros para ope-
dores afirman que incluso cuando la única persona rarlo. Como es natural, la paloma se quedó en casa
que había en la habitación con Pikki ignoraba el Pero una noche de nevada, durante su convalecen-
mandato que iba a dársele, el perro lo cumplió con cia, Perkins oyó aletear en la ventana. Cuando una
toda fidelidad, recogiendo un periódico y corrien- enfermera la abrió a petición suya, entró una palo-
do después hacia una silla, exactamente como se le ma. La anilla de su pata confirmó las sospechas del
había ordenado. muchacho: llevaba el número 167.
Algunos investigadores han especulado con la

242
Siglos de caballos sabios
Durante siglos, ferias, circos y es- letras o mediante golpes sucesi-
pectáculos callejeros han exhibi- vos cuya equivalencia alfabética
do toda una serie de animales figuraba en una pizarra. Su cono-
que supuestamente se comunica- cimiento de la historia nacional .
ban con las personas, poseían no- era más o menos el de un niño en
table inteligencia y demostraban edad escolar y podía responder
facultades paranormales. Ha ha- preguntas hechas en francés.
bido perros parlantes, cerdos sa- Hubo educadores que adjudica-
bios e incluso un ganso que adivi- ron a su aparente inteligencia un
naba el pensamiento. Pero entre nivel de quinto grado.
esos animales inteligentes han .En 1904 este extraño caballo
destacado los miembros de una era ya una celebridad. Un públi-
especie no famosa por su inteli- co curioso se apretujaba en el pa-
gencia: el caballo. tio de la gran casa de vecindad
Morocco, el famoso caballo donde vivía Von Osten para ver
«parlante» de John Bank que so- la actuación de Hans a mediodía.
lazó a los públicos franceses a fi- Entre los numerosos testigos ha-
nales del siglo XVI, pudo incluso John Bank se expuso a la acusación de bru- bia psicólogos, domadores de cir-
haberle valido a su amo una acu- jería por las extrañas dotes de su caballo. co, filósofos y otros intelectuales.
sación de brujería, pues podía, Aunque los escépticos sospecha-
mediante golpes con su pata, in- ban algún truco, no pudieron
dicar lo que sumaba una jugada de dados que no veía probarlo. Además, Von Osten no ganaba nada con la ·
o la cantidad de dinero que un espectador ponía en supuesta genialidad de Hans, y colaboró plenamente
manos de su dueño. con una comisión formada para investigar sobre el ca-
Otro famoso «caballo sabio», la yegua Lady, actuó ballo. Aún más: los investigadores descubrieron que
en un cobertizo pintado de rojo cerca de Richmond, Hans podía responder preguntas en ausencia de su
en Virginia, durante casi tres décadas. Brindaba sus dueño.
respuestas moviendo palancas con el hocico para le- Sería Oskar Pfungst, joven psicólogo de la Univer-
vantar las letras de un teclado hecho a su tamaño. sidad de Berlín, quien aclarase el misterio de las:
También daba consejos personales, y se anticipó a aparentes dotes de Hans. En primer lugar, Pfungst
elegir a Harry Truman prefiriéndolo a Thomas Dewey notó que Hans sólo podía contestar las preguntas
en las elecciones presidenciales de 1948. En 1927, los cuando estaba presente en la demostración alguien
parapsicólogos J. B. y Louisa Rhine montaron una que sabía la respuesta.
tienda junto al cobertizo y estudiaron minuciosamen- Después tapó los ojos a Hans y pudo demostrar
te las hazañas de Lady. Sospecharon que la yegua era que el caballo recibía la información por esa vía. Pero
telépata y recibía la necesaria información de su due- ¿cómo? Pfungst empezó a estudiar a Von Osten y a
ño por percepción extrasensorial. Pero cuando volvie- cuantos formulaban preguntas al animal. Poco a poco,
ron a verla meses después, no pudieron detectar con fue dándose cuenta de lo que ocurría: los que pregun-
sus pruebas el tipo de facultades PES que buscaban. taban hacían indicaciones al caballo con sus cambios
Lo que demuestran Lady, Morocco y de postura. Tras hacerle una pregunta,
otros caballos sabios, ¿son facultades se inclinaban ansiosos hacia adelante
paranormales o alguna forma especial para captar bien la respuesta. Esa era la
de inteligencia? La respuesta puede ha- señal para que el caballo empezase a
llarse en el caso de Kluge Hans, proba- golpear. Tan pronto como llegaba al nú-
blemente el más famoso de los caballos mero de golpes debido, el que pregun-
sabios. Se trataba de un semental ruso, taba se relajaba, por muy leve e incons-
conocido simplemente por Hans cuan- cientemente que fuese, cambiando la
do en 1900 lo descubrió un maestro de postura de la cabeza o echándose lige-
escuela jubilado -de Berlín llamado Wil- ramente hacia atrás. En ese preciso mo-
helm von Osten. En pocos años, Hans mento Hans se detenía, pues sabía que
se convirtió en el discípulo más notable había satisfecho la pregunta que se le
del viejo maestro, y demostró tal habili- formulara.
dad en pruebas matemáticas y de otros Para probar su teoría, Ptungst actuó
tipos que Von Osten le añadió el sobre- como sustituto de Hans. El psicólogo
nombre de Kluge, Listo. pedía a una persona que se concentrase
Kluge Hans fue instruido para res- en un número del 1al100. Después em-
ponder a las preguntas meneando la ca- pezaba lentamente a dar la respuesta
beza, haciendo señas afirmativas y gol- golpeando con su índice derecho, mien-
peando el suelo con la pata derecha. El tras observaba atentamente cualquier
número de golpes le servía para dar la cambio de postura o reacción en su in-
respuesta a sencillos problemas mate- terlocutor. Cuando el que preguntaba
máticos e incluso para decir la hora. Lady, la yegua «clarividente», se relajaba, Pfungst sabía -como
También podía comunicarse empujan- escribía sus «mensajes" en un Hans- que había llegado a la respues-
do con el hocico cubos de madera con gran teclado. ta acertada.

243
sar. La perra provocaba tan hospitalario recibi-
miento precisamente cuatro horas antes de la ines-
perada llegada de su amo: trotaba hasta la puerta
de entrada y se sentaba ante ella con muestras tan
claras de impaciencia que el cocinero chino empe-
zaba a preparar la comida.
No menos extraordinarios son los casos de con-
ducta animal que parecen anunciar un peligro. Se
h..a atribuido¡a animales la predicción, con su extra-
ño comportamiento, de terremotos, aludes, ciclo·
Dotes sensoriales paranor- nes e incluso erupciones volcánicas. En 1963, horas
males pudieron mantener antes de que un temblor de tierra destruyese gran
a Winston (arriba, izda.)
clavado en la encrucijada parte de la ciudad yugoslava de Skopje, los anima-
donde había visto por últi- les del parque zoológico empezaron a rugir, correr
ma vez a su amo. En Ita- por las jaulas y embestir contra los barrotes como
lia, un perro llamado enloquecidos, y en algunas partes de China se cree
Fido, que veló durante tre- que los animales pueden anunciar los terremotos.
ce años a su dueño muer- Estas premoniciones de catástrofes naturales
to, recibió de sus conveci- pueden deberse más a mecanismos sensoriales del
nos una medalla de oro a animal que a algún tipo de percepción extrasenso-
la fidelidad. rial. Se ha aventurado que los animales pueden
percibir las pequeñas vibraciones que preceden a
posibilidad de que el rastreo psi sea posible gra- un temblor de tierra, o detectar el descenso en la
cias a los lazos afectivos que se establecen entre el presión barométrica que se produce antes de un
animal y su dueño. En The Strange World of Ani- huracán. También se sabe que los peces poseen un
mals and Pets, dos entusiastas de psi, Vincent y sistema de detección de la presión muy delicado,
Margaret Gaddis, aventuran la singular afirmación la llamada línea lateral, consistente en unas protu-
de que esos animales siguen «Un rayo de amor di- berancias capilares encajadas en una pequeña
reccional, un imán del corazón». Explicación tan masa gelatinosa-. Esta especie de gelatina es afecta-
sentimentaloide puede en realidad encontrar al- da por la más leve vibración en el agua que rodea
gún apoyo en el laboratorio. Por ejemplo, uno de al pez, y a su vez desencadena una reacción en las
los primeros estudios de comunicación paranor- protuberancias pilosas. El pez es advertido así de
mal, llevado a cabo en el Laboratorio de Parapsico- cualquier vibración del medio líquido incluidos sin
logía de la Universidad de Duke por Karlis Osis a duda los leves temblores iniciales de un terremoto.
principios de los años cincuenta, reveló lo que po- Otros casos de aparente precognición animal
demos considerar una cierta influencia nacida de resultan más difíciles de explicar. Durante la se-
los lazos afectivos. Osis trabajaba entonces con ga- gunda guerra mundial, en Europa los combatien-
titos en un laberinto en forma de T, intentando tes observaban a veces a perros, gatos y otros anima-
conseguir que girasen a la derecha o a la izquierda les en busca de indicios de una próxima incursión
siguiendo una secuencia aleatoria. Los gatos acaba- de bombardeo. Se dice también que durante la ba-
ban por tomar más decisiones «acertadas» de las talla de Inglaterra muchas personas estaban pen-
que cabía atribuir a la casualidad, de lo que Osis dientes de su gato. Si se le erizaba el pelo del lomo
deducía como mejor explicación la telepatía entre y se escapaba al refugio antiaéreo, se apresuraban
el hombre y los gatos. Pero uno de los hallazgos a seguirle.
más interesantes de Osis fue que los gatitos que Un sistema de alarma animal aún más curioso
con mayor frecuencia elegían la dirección que él fue el descubierto por un destacado parapsicólogo
quería eran los que habían llegado a tomarle más alemán, el doctor Hans Bender, del Instituto de Pa-
cariño, y la «estrella» indiscutible era el gato al que rapsicología de Friburgo. Ese instituto reunió unos
solía dejar que recorriese el laboratorio subido en quinientos informes de conductos animales que su-
su hombro. gieren la existencia de actividad psi antes de las ca-
Las otras tres categorías de psi animal definidas tástrofes, entre ellos el de un pato que promovió
por Rhine implican no sólo una relación afectiva, un escándalo en un parque de Friburgo poco antes
sino otra facultad aún más difícil de imaginar: la de la peor incursión de bombardeo aliada en los
precognición o supuesta capacidad de percibir últimos días de la guerra. El ave dio la alarma cada
acontecimientos futuros. A muchos dueños de ani- quince minutos, permitiendo así que centenares de
males les será familiar una manifestación de ese fe- personas se pusiesen a salvo en los refugios. El
nómeno. Es corriente que .~n perro cuyo dueño ha pato murió durante el bombardeo, pero después
estado fuera se excite de pronto y se precipite a la de la guerra, cuando Friburgo fue reconstruida, los
puerta, y poco después haga su aparición inespera- agradecidos ciudadanos levantaron un monumen-
da el amo. En su libro Las fuerzas ocultas cuenta to en su honor.
Renée Haynes que, gracias a una perra basset lla- No obstante, las historias de aparente precogni-
mada Charlotte, su amo tenía siempre la comida ción suelen referirse a animales domesticados, en
esperándole cuando regresaba de un viaje sin avi- especial los que profesan gran cariño a una deter-

244
minada per sona. En El poder psíquico de los anima- logos franceses lograron encontrar ciertas pruebas
les, Bill Schul recordaba que en cierta ocasión su de esta facultad en los ratones, en un experimento
yegua se plantó y se negó a moverse durante cerca inteligentemente proyectado del que dieron cuen-
de un minuto, momentos antes de que cayese un ta en 1968. Los directores de la investigación dije-
rayo en el camino, «en el sitio donde probablemen- ron llamarse Pierre Duval y Evelyn Montredon,
te habríamos estado de no haberse detenido». seudónimos de dos «científicos universitarios que
Rags, un perro callejero que se aposentó en la pri- por razones profesionales desean conservar el anó-
sión de Sing Sing en 1929, se situó una noche fren- nimo». Duval y Montredon querían averiguar si los
te a la celda de un preso que, desesperado porque ratones podían prever la inminencia de un peligro
le habían denegado un indulto, intentaba ahorcar- relativamente menor, como una descarga eléctrica.
se con una sábana. Como los gruñidos del perro Para ello colocaron ratones en una jaula dividida
amenazaban con poner sobre aviso a los carcele- por una barrera que los animales podían salvar fá-
ros, tuvo que abandonar su intento de suicidio. cilmente. Después provoc;rron al azar una serie de
También se dice que el perro de Abraham Lincoln descargas en uno y otro lado de la jaula. Todo el
empezó a aullar y correr por la Casa Blanca poco experimento era automático, para evitar influen-
antes de que el Presidente fuese asesinado. cias involuntarias por parte de los investigadores,
Otra extraña historia de aparente conducta pre- e incluso el control de los movimientos de los rato-
cognitiva que cuenta Schul procede de los arios nes fue sistematizado mediante células fotoeléctri-
cuarenta y se refiere a los ratones que vivían en cas, proyectores y espejos.
una casa de Manhattan. En tres ocasiones diferen- En su análisis de la conducta de los roedores,
tes se les vio abandonar en masa el edificio, como los investigadores ignoraron los casos en que el ra-
se dice que hacen las ratas cuando se hunde el bar- tón se quedaba donde estaba, y aquellos otros en
co. Pocos días después del primer éxodo se suicidó que saltaba la barrera tras recibir la descarga. En
el inquilino, un conocido hombre de mundo. Tras los casos restantes, al parecer los ratones saltaron
la segunda huida, murió el acaudalado playboy que la barrera antes de producirse la descarga, y sin
se había mudado a la casa; y por último, poco des- otra explicación aparente, 53 veces más de lo que
pués de la tercera espantada de los roedores, el cabía esperar por el cálculo de probabilidades; re-
destacado hombre de negocios que había compra- sultado considerado estadísticamente significativo
do el edificio se estrelló con su avión particular en por los experimentadores. Estos hallazgos, que su-
el río Hudson y se ahogó. girieron a esos investigadores franceses que los
iEs realmente posible que caballos, perros y ra- animales con los que experimentaban podían po-
tas puedan experimentar precogniciones? Dos bió- seer algún tipo de facultad precognitiva, han sido

El gato de la izquierda encontró a sus dueños,


de los que le separaban 160 kilómetros, gracias,
al parecer, a dotes sensoriales paranormales.
Debajo, un collie que quizá ayudado por facul-
tades semejantes encontró a sus amos tras dos
cambios de residencia. Del perro labrador de la
izquierda aseguran que es capaz de comunicar-
se telepáticamente con su amaestradora.

Se dice que cuando lord Carnarvon (abajo, cen-


tro), descubridor de la tumba de Tutankhamen,
murió en El Cairo, su perro favorito murió tam-
bién en Inglaterra.

..
El primer Sugar, el gato de la izquierda, si-
Mackenzie King (arriba, izda.) guió al parecer a sus dueños des-
creía que la caída accidental de de California hasta Oklahoma,
su reloj había sido una clara pre- mientras que el gato francés Tiki
monición de la muerte de su pe- (dcha.) se cree que recorrió unos
rro favorito, que según él tuvo cuatrocientos ochenta kilóme-
lugar exactamente veinticuatro tros hasta encontrar su casa tras
horas después. haberse perdido.
reproducidos en lo esencial en trabajos de labora-
torio con ratas, hámsters y jerbos, entre otros.
Paralelas a esos hallazgos son muchas anécdo-
tas enviadas al Laboratorio de Parapsicología de
Duke referentes a animales que parecieron actuar
motivados por un conocimiento anticipado del pe-
ligro. La doctora Louisa Rhine, esposa de J. B. Rhi-
ne y también parapsicóloga, ha informado de uno
de esos casos, el de un perro beagle de Wisconsin
llamado Skippy al que le gustaba ir a cazar conejos
con su amo, un adolescente. En cierta ocasión se
empeñó en quedarse en casa y acabaron por tener
que llevarlo a la fuerza al coche. Ese día, mientras
Skippy andaba con su amo por el campo, un caza-
dor miope lo vio mover-se y, pensando que era un
conejo, disparó y lo mató.
La muerte es tema tan común en los relatos de
conducta animal insólita que los experimentadores
han tratado de hallar su relación con la precogni-
ción. En un estudio llevado a cabo por J. G. Craig y
W. C. Treurniet en la Universidad de Waterloo en
Ontario (Canadá), se soltaron ratas en una esquina
de un recinto cuadriculado utilizado como referen-
cia y se controló y anotó después su actividad. Más
tarde se escogió al azar a la mitad de esas ratas
para matarlas. El análisis de los movimientos de
las ratas que murieron demostró que habían desa-
rrollado una mayor actividad sobre la cuadrícula
que las que se 1salvaron. Los investigadores con-
cluían que la «inminencia de la muerte se había re-
flejado en su comportamiento», como la extraña
conducta del perro Skippy pareció presagiar su
muerte.
La misteriosa sensación de que está a punto de
ocurrir algo malo puede influir también en el due-
ño de un animal. Mackenzie King, que fue primer
ministro de Canadá durante muchos años, dijo ha-
ber tenido una de esas premoniciones con su pe-
rro Pat. Lo que provocó la sensación de amenaza
fue la inesperada caída al suelo de un reloj, cuyas
manecillas quedaron detenidas en las 4.20. «No soy
un dotado -contaba King-, pero entonces supe,
como si me lo estuviese diciendo una voz, que Pat
moriría antes de veinticuatro horas». A la noche si-
guiente, Pat se arrastró hasta la cama de su amo y
allí murió, precisamente a las 4.20.
Una última categoría de comportamiento ani-
mal que insinúa la posible existencia de psi puede
ser la más enigmática de todas. Se trata de los ca-
sos de animales, generalmente perros, que según
se dice han empezado a aullar y comportarse de
manera extraña en el instante en que sus dueños,
muy lejos de allí, se encontraban en peligro o in-
cluso morían. En un caso del que informó un vete-
rinario, un perro que le habían dejado mientras
sus dueños iban en coche a Florida aulló durante
una hora exactamente en el momento en que la fa-
milia luchaba contra una súbita riada. Otro se re-
fiere al perro de una familia de New Jersey, que
al parecer se ocultó debajo de la casa y empezó a
Robert Morris (arriba) trató de comprobar en la Psychical gañir y aullar en el preciso momento en que el hijo
Research Foundation la posible influencia del pensamiento mayor de la familia se mataba en un accidente de
humano sobre los movimientos de un gato. automóvil a muchos kilómetros de allí. Y en Ingla-

246
terra, durante la primera guerra mundial, se dice El físico Helmut Schmidt
que un perro pastor escocés llamado Bob se sentó quiso saber si las cucara-
y rompió a aullar en el que se cree fue el momento chas podían evitar las des-
exacto en que su amo moría en Francia cargas eléctricas por me-
Un caso que desconcertó especialmente a los dios psicocinéticos. Como
los insectos recibieron
investigadores tuvo por protagonista a un noble in- más de las esperadas, se
glés, lord Carnarvon, patrocinador de la .expedi- cree que el pensamiento
ción que descubrió la tumba del faraón egipcio Tu- de Schmidt pudo influir
tankhamen en 1922. Los obreros que excavaron la en el resultado.
tumba alegaban que estaba maldita; y, efectiva-
mente, cuatro meses después del descubrimiento
lord Carnarvon moría en El Cairo. Se dice que en la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Lon-
el momento de su muerte todas las luces de El Cai- dres en octubre de 1904, «Vi a Bob echado de costa-
ro parpadearon sin causa conocida. Aún más des- do entre la maleza, junto al agua, y me pareció que
concertante es la afirmación de que en el mismo de algún modo misterioso mi persona iba surgien-
instante, en Highclere, propiedad de lord Carnar- do del cuerpo del perro, que estapa seguro de que
von situada a 3.200 kilómetros, en Inglaterra, su pe- era Bob y no otro, hasta el punto de que tenía mi
rro favorito lanzó un aullido y cayó muerto. cabeza apoyada contra la suya, levantada en un án-
Una pista que parece relacionada con tales fe- gulo muy forzado. En mi visión, el perro trataba
nómenos se deduce del trabajo llevado a cabo por de hablarme, y al no conseguirlo transmitió a mi
el doctor Arístide Esser, del Instituto de Investiga- espíritu, de un modo indefinible, el aviso de que
ción del hospital neoyorquino de Rockland, en se moría».
unas cámaras forradas de cobre especialmente Cuatro días después, Haggard encontró el cuer-
construidas. Esser puso en una de esas cámaras a po de Bob flotando en un río cercano. La investiga-
un boxen controlado mediante un electrocardió- ción reveló que probablemente había sido atrope-
grafo. La dueña del perro estaba encerrada en la llado por un tren en el viaducto que cruzaba el río
otra cámara, en la que de pronto irrumpió un cola- la noche en que Haggard tuvo su extraño sueño.
borador de Esser gritando y haciendo gestos ame- lTransmitió el perro de modo inexplicable la sen-
nazadores. Naturalmente, la mujer se asustó; pero sación de su agonía? lTenía Haggard facultades ex-
más dificil de entender es por qué al parecer su pe- trasensoriales que le permitieron sentir lo que ocu-
rro se asustó también. Aunque no podía ver ni oír a rría mientras dormía? lO no fue todo ello más que
su dueña, los latidos de su corazón aumentaron una macabra coincidencia?
violentamente durante el período en que ella creyó Las técnicas científicas de que hoy se dispone
estar en peligro. no pueden dar respuesta plena a tales interrogan-
Si notable fue la posible comunicación psi entre tes, que surgen una y otra vez ante las noticias de
el perro y su ama, Esser reunió después pruebas de manifestaciones espontáneas de psi. El valor de
una posible comunicación psi entre dos p-erros esas pruebas anecdóticas es cuando más limitado.
cuando uno de ellos se encontraba en peligro. En Rara vez puede ser descartado por entero el frau-
este experimento se enseñó a una perra boxer y a de, como tampoco la posibilidad de que los deta-
su hija a agacharse cuando alguien levantaba un
periódico enrollado. Después se las separó, ponien-
do a cada una en una de las cámaras. Al poco rato,
el experimentador entró en la ocupada por la ma-
dre y levantó el periódico que llevaba en la mano.
Al verlo, la madre se agachó, y en la otra cámara su
hija hizo lo mismo. Para Esser, esos experimentos
demostraron la posibilidad de que exista entre los
perros alguna forma de comunicación telepática
Hay también ocasiones extraordinarias en las
que parece ser el hombre quien se da cuenta de
que un animal está en peligro. Sylvia Fisher, una Para probar la comunicación psi en los animales, el doctor
virginiana estudiante de parapsicología, describía Esser utilizó habitaciones forradas de cobre en el laborato-
la «sensación de pánico y ahogo» que notó un día rio del esquema. En uno de los experimentos el agente, una
cuando estaba en la tienda de ultramarinos. Fue perra boxer, fue colocado en la cámara de arriba y el sujeto,
su hija, en la de abajo. El electrocardiograma demuestra

n
corriendo a casa y llegó a tiempo de rescatar a su que seis segundos después de que el corazón de la madre
perro Ramie, que forcejeaba medio asfixiado" por empezase a latir a ritmo acelerado al
habérsele enganchado el collar. verse amenazada, et de su hija empezó
A veces la inexplicable convicción de que un también a palpitar con violencia.
animal se halla en peligro puede dárnosla un sue- A' <
ño. El novelista inglés sir Henry Rider Haggard, au-
tor de !A.s minas del rey Salomón, contó haber so-
ñado que estaba atrapado dentro del cuerpo de o
Bob, el perdiguero negro de su hija. Según refirió a =: Holl

247
El misterio de las migraciones
De cuantos aspectos del comportamiento animal pue-
den ser interpretados como indicios de la existencia
de psi, pocos han sido tan cuidadosamente investiga-
dos por la cit>ncia tradicional como la capacidad de
las aves para volver al sitio donde nacieron. Todos los
años miles de especies, tal vez diez mil millones de
aves en total, emigran a sus lugares de cría, distantes
centenares o incluso millares de kilómetros. Los estu-
dios sobre el albatros en el océano Pacífico, por ejem-
plo, han demostrado que todos los inviernos, tras un
viaje de decenas de miles de kilómetros, estas aves
vuelven a sus lugares familiares, a menudo a sólo
unos metros de distancia de donde anidaron el año
anterior.
Las facultades sensoriales que hacen posible la
conducta migratoria de las aves están siendo todavía
estudiadas por los científicos. Durante los años cin-
cuenta se descubrió una pieza importante del rompe-
cabezas. En una ingeniosa serie de experimentos con
estorninos, el desaparecido ornitólogo alemán Gustav
Kramer demostró que estas aves utilizan la posición
del Sol como punto de referencia en sus viajes. Kra- Tras muchos años de investiga-
mer observó que los estorninos de su aviario al aire li- ción, nadie puede todavía expli-
bre se mostraban inquietos al comenzar la época en car claramente .cómo encuen-
que emigran, agitaban las alas como si volasen sin mo- tran su hogar las palomas men-
verse de sus perchas y miraban en la dirección de su sajeras. iReconocen su ruta me-
acostumbrada ruta migratoria. Entonces tapó e l sol y, diante indicadores físic.os o in-
mediante un espejo, reflejó sus rayos hacia la jaula terviene algún tipo de facultad
psi? El cambio de sitio del palo-
desde otras direcciones. Las aves modificaron la 111a r no resolvió nada, pues las
orientación de su eje corporal siguiendo el movimien- palomas volvían sólo a su pri-
to de esa imagen refleja. El experimento indicó tam- mer emplazamiento.
bién que los estorninos se sentían confusos y deso-
rientados en los días nublados. Trabajos más recien-
tes con azulejos han demostrado que orientan su vue-
lo por la posición de las estrellas, y se ha descubierto oscilaciones en el campo magnético. Apoyan esta con-
también que las palomas se sirven de una especie de clusión estudios en los que el vuelo de las aves se toma
radar para localizar la Luna induso de día. La luz po- errático cuando atraviesan un campo magnético dis-
larizada y ultravioleta, la presión barométrica, el olor torsionado o se las aísla de toda radiación magnética.
y los sonidos de baja frecuencia han sido estudiados A falta de una explicación completa, un parapsi-
como posibles estímulos sensoriales de navegación cólogo de la Universidad de Duke, el desaparecido
para diferentes especies. J. Gaither Pratt, se dedicó hace años a determinar si esa
Se cree que Jos movimientos celestes contribuyen extraordinaria capacidad de las palomas podía proce-
también a la migración del salmón, que nada más de der de facultades extrasensoriales. Como otras teorías
mil quinientos kilómetros para desovar en el río en habían supuesto que las palomas utilizan su aparato
que nació. Pero cuando alcanza las aguas costeras in- sensorial para poner rumbo a un determinado lugar
terviene al parecer otro mecanismo sensorial. Algu- geográfico, Pratt decidió averiguar si podían hacer lo
nos investigadores creen que es el sentido del olfato mismo con un palomar movido al azar de aquí para
el que permite al pez emigrante reconocer su río de allá.
origen. Con el apoyo financiero de la Oficina de Investiga-
Sin embargo, lo que más intriga a parapsicólogos y ción Naval, Pratt instaló un palomar transportable en
otros científicos es cómo encuentran las aves y otros los bosques de Carolina del Norte. Pensaba moverlo
animales la dirección que han de seguir. La cuestión entre dos lugares separados por unos cuarenta kiló-
resulta sobre todo apasionante en e l caso de las palo- metros, a fin de que las aves se acostumbrasen a am-
mas mensajeras. Se ha cloroformizado a las palomas bos sin desarrollar especial preferencia por ninguno.
antes de transportarlas a lugares distantes y sin em- Más adelante podría dejar a las aves a medio camino
bargo se las han arreglado para volver a su punto de entre ambos puntos y trasladar aleatoriamente su pa-
origen. Se han registrado casos de palomas con las lomar a uno u otro. Si las palomas seguían volando di-
alas lesionadas que han vuelto andando a su palomar. rectamente a él, es evidente que lo habrían localizado
Algunos investigadores creen que el fenómeno mediante PES. Por desgracia, el plan fracasó, pues las
puede explicarse por una especial sensibilidad hacia palomas no quisieron colaborar. Preferían exclusiva-
el campo magnético de la Tierra, pues han descubier- mente el primer emplazamiento, y no hubo modo de
to que la cabeza de la paloma contiene magnetita, un convencerlas para que se quedasen en el segundo
óxido de hierro que puede servirle para detectar leves aunque estuviese allí el palomar.

248
lles de un suceso de esa clase puedan sufrir distor- se convirtiese en una celebridad canina, entrevista-
siones, errores de interpretación o exageraciones da en los periódicos e invitada frecuente a los pro-
en las versiones de los testigos. Los experimentos gramas de televisión y los escenarios.
de laboratorio, aunque permiten controles más es- Pero lo que aumentó la singularidad de Chris
trictos, no carecen de problemas. Los resultados fueron las numerosas pruebas a que lo sometieron
de muchos experimentos psi han sido de difícil re- los investigadores psi. A partir de 1954, el perro y
petición.- Como sucede con los humanos sometidos su amo colaboraron con los parapsicólogos de la
a pruebas para probar sus facultades psi, los animales Universidad de Duke en una serie de pruebas para
tienden a actuar de modo imprevisible en condi- determinar si Chris era vidente, es decir, si podía re-
ciones de laboratorio. Además, como en otras ra- cibir información sin utilizar los sentidos norma-
mas de la ciencia, en la investigación psi con ani- les. Wood enseñó a Chris a responder a las pruebas
males se han producido experimentos insuficiente- con cartas Zener, la clásica baraja de la investiga-
m ente controlados e incluso un caso de fraude. En ción PES cuyos 25 naipes ostentan símbolos tales
1974, un investigador dimitió de su puesto en el como un círculo, una estrella o una cruz. Se enseñó
Instituto de Parapsicología de J. B. Rhine, en Caro- a Chris a tocar con la pata una vez si «pensaba»
lina del Norte, tras admitir ante sus colegas que, que la carta siguiente iba a ser un círculo, dos si
acuciado por la necesidad de lograr resultados po- una cruz, etc. Los resultados fueron sorprenden-
sitivos, había falsificado los datos de las pruebas tes. En los primeros experimentos, Chris acertó ca-
sobre supuestas capacidades psi en las ratas. si el 75 por 100 de las veces, y siguió acertando
Quizá la mayor dificultad con que se enfrenta la muy por encima de la probabilidad cuando las
investigación del psi animal en los laboratorios es condiciones del experimento se hicieron más rigu-
la relación del experimentador con los animales rosas, por ejemplo colocando las cartas en sobres
que utiliza. Cuando un experimento parece probar opacos, o llevándoselas Wood a otra habitación
la existencia de psi, ¿quién posee la supuesta facul- mientras otra persona anotaba las «Conjeturas» de
tad psíquica, si es que existe? ¿El sujeto animal o el Chris. En una de las series de pruebas, Chris consi-
investigador humano? A comienzos de los años se- guió tal número de aciertos que las probabilidades
tenta, el físico y parapsicólogo Helmut Schmidt se de obtenerlos por azar fueron calculadas en 1 en-
enfrentó a este problema cuando investigaba la tre 1.000 millones. Chris sólo pareció vacilar cuan-
psicocinesia, la supuesta capacidad de hombres o do uno de los parapsicólogos de Duke, Remi Cado-
animales para influir sobre su entorno por medios ret, estuvo presente como observador. Durante
no físicos. Schmidt quería comprobar si las cucara- esas sesiones actuó muy mal, tanto que sus resulta-
chas podían, mediante la psicocinesia, reducir el dos quedaron muy por debajo de lo probable. Ca-
número de descargas eléctricas enviadas automáti- doret sospechaba que su presencia podía haber
camente a la jaula en la que se alojaban. Los resul- coaccionado a Chris y afectado así a su actuación,
tados fueron intrigantes, pues en vez de recibir me- del mismo modo que los rendimientos en la psi hu-
nos descargas de las que hubiese generado libre- mana parecen resultar influidos negativame nte
mente el equipo del laboratorio, recibieron bastan- por el afán de emular el éxito de experimentos an-
tes más. Una interpretación de esos resultados fue teriores.
que Schmidt, a quien no le gustaban las cucara- Por grande que fuese la tentación de considerar
chas, pudo haber influido mentalmente en el nú- a Chris un perro vidente, Cadoret y los restantes
mero de descargas. Goma ha señalado Joseph Wyl- investigadores de Duke no quedaron convencidos.
der, autor que cree firmemente en el psi animal, Para empezar, no pudieron descartar por completo
gran parte de la investigación en el laboratorio la posibilidad de que George Wood, cuando estaba
«Concluye en preguntas sin respuesta». presente, o sus amigos estuviesen comunicando in-
Muchos de los enigmas de la investigación psi conscientemente a Chris las respuestas mediante
en animales -problemas irresueltos, desenlaces a claves sensoriales, como cambios en la expresión
veces impresionantes pero más a menudo contra- facial o algún leve movimiento de manos o de ojos.
dictorios, increíbles anécdotas animales- se en- Sin embargo, es significativo que muchos de los ex-
cuentran en la historia de Chris, un notable perro perimentos con cartas Zener fuesen tan cuidadosa-
de raza indefinida. Chris era uno de esos animales mente planeados que ninguno de los presentes co-
llamados sabios, perros, caballos, cerdos y otras nocía el orden de las cartas, de modo que si alguno
criaturas que parecen hab.er sido dotados de facul- influía en las respuestas de Chris, se diría que el vi-
tades tanto intelectuales como parapsíquicas. To- dente era él.
cando con su pata la manga de su amo - George La verdad sobre Chris y sobre el intrigante pro-
Wood, un ingeniero químico de Rhode Island-, blema de los fenómenos psi en animales sigue sien-
Chris parecía capaz de contestar a cuantas pregun- do un misterio, pues en 1959 Chris sufrió un ata-
tas se le hiciesen. Respondía a los problemas mate- que al corazón que redujo su capacidad para so-
máticos tocando un cierto número de veces el bra- portar experimentos PES, y unos años después mu-
zo de quien le preguntaba. Ese método servía tam- rió. No obstante, el estudio científico del fenómeno
bién como clave alfabética, de modo que Chris po- continúa, y a medida que las facultades de los ani-
día deletrear palabras y frases. También se dijo males, tanto sensoriales como posiblemente extra-
siempre que podía predecir los ganadores en las sensoriales, sean mejor comprendidas, también po-
carreras de caballos. No es sorprendente que Chris drán ser aclaradas ciertas facultades humanas.

249
Realidad y apariencia

cPuede comunicarse el hombre con las plantas?


UNQUE los Highlands escoceses abundan en lu- cido a los vegetales. De todos modos, la investiga-
A gares de asombrosa belleza natural. Findhorn ción de afirmaciones como la de Loehr es un fenó-
no es uno de ellos. Este pequeño pueblo oscuro y meno relativamente reciente.
barrido por el viento de la costa del mar del Norte, Uno de los primeros en intentar medir la sensi-
a unos cincuenta y seis kilómetros al este del famo- bilidad de las plantas fue el doctor Bernard Grad,
so Loch Ness, tuvo hasta no hace mucho un estacio- hoy en la Universidad McGill de Montreal (Cana-
namiento para caravanas lleno de desperdicios. Sin dá). A mediados de los años sesenta puso a prueba
embargo, fue precisamente en este lugar tan poco el efecto de la imposición de manos de un supuesto
atractivo donde a finales de 1962 vino a instalarse médico psíquico, Oskar Estebany. Una de las pruebas
Peter Caddy, con su mujer, Eileen, sus tres peque- pretendía medir la influencia de Estebany sobre el
ños y una amiga de la familia llamada Dorothy Mac- ritmo de desarrollo de semillas de cebada en germi-
lean. Caddy, director de hotel sin empleo, era un nación. Se pidió a Estebany que concentrase sus po-
devoto rosacruciano; su mujer afirmaba ser viden- deres en un frasco lleno de agua, mientras otro se
te; y en cuanto a Maclean, decía ser «sensitiva». dejaba intacto. Después Grad, a quien no se le dijo
La primavera siguiente, Caddy, todavía sin em- cuál era el frasco «tratado», utilizó ambos para re-
pleo, decidió plantar un jardín. Parecía una empre- gar sendos grupos de semillas. Las semillas fueron
sa formidable, a causa tanto del frío clima norteño fotografiadas mientras crecían, y sus índices de cre-
de Findhorn como del suelo arenoso y en ·aparien- cimiento comparados. Asombrosamente, y según
cia estéril que rodeaba el estacionamiento de cara- Grad, las plantas que recibieron el agua-tratada por
vanas; pero, alentado por la certeza mística de su Estebany crecieron a un ritmo mayor que las otras.
amiga Maclean y de su mujer, Caddy hizo en segui- Otro especialista que trató de medir la sensibili-
da grandes progresos. Combinando ingeniosamen- dad de las plantas fue Cleve Backster, quien en
te mezclas de tierra y abonos naturales, consiguió 1968 hizo furor al publicar los resultados de dos
ese año una cosecha de verduras que maravilló a
sus vecinos. Las de los años siguientes asombraron
al país entero y se hicieron famosas en el mundo. Cleve Backster cree que las pruebas con el detector de menti-
Agrónomos y horticultores no se explicaban cómo ras revelan que algunas plantas pueden ser capaces de leer
podía conseguir Caddy tales rendimientos, con co- sus pensamientos.
les de hasta dieciocho kilos, en un medio tan árido.
Para Caddy la explicación era st;cilla: estaba en co-
municación amorosa con los devas, los espíritus
elementales de las plantas de su jardín. «Puesto que
es el amor el que satisface todas las leyes -dice-,
es mi amor por el jardín el que me hace sintonizar
con él.» Según Caddy, a cambio de su amor los de-
vas les han brindado un caudal incesante de verda-
des metafísicas, útiles consejos hortícolas y cose-
chas abundantes.
La idea de que los humanos puedan comunicar-
se con las plantas es antigua, y comprende desde
los ritos de fertilidad prehistóricos hasta nuestros
días. El científico indio de principios de siglo sir Ja-
gadis Chan<lra Bose creía que las plantas tienen sis-
temas sensoriales análogos en cierto modo a los sis-
temas nerviosos de los animales. Luther Burbank,
uno de los más famosos horticultores estadouni-
denses, llegó a afirmar que podía hacer que una
planta fuese ·como él quería utilizando só.lo la fuer-
za del amor. Al reverendo Franklin Loehr, de Cali-
fornia, le parecía qu!=! la oración era el mejor modo
de influir en las plantas. En los años cincuenta afir-
mó haber demostrado que rezando sobre las plan-
tas había aumentado su crecimiento hasta en un 20
por 100. Aunque los científicos lo tomaron a broma,
más tarde se descubrió que el alto nivel de bióxido
de carbono del alie_n to exhalado pudo haber favore-
años de experimentos sobre la que suponía una au- polígrafo no registró reacción alguna, pero cuando
téntica «PES vegetal». Inicialmente, el trabajo de pensó en quemar la hoja la curva del gráfico ascen-
Backster consistió en conectar los sensores de un dió. «Tal vez las plantas ven sin ojos mejor que el
polígrafo a las hojas más altas de un drago,. a fin de hombre con ellos», aventuró Backster.
averiguar si el amplificador del aparato podía de- ba mayoría de los científicos no aceptan las afir-
tectar la velocidad a que ascendía el agua desde las maciones de Backster, y los que han tratado de re-
raíces de la planta. Un minuto después de haber re- producir su experimento obtuvieron resultados
gado ésta, el polígrafo trazó una curva que, según distintos. Quien dijo haberlo conseguido fue Marcel
Backster, era «semejante a la que refleja la reacción Vogel, que trabajaba entonces en el Departamento
de un sujeto humano que experimenta un estímulo de Desarrollo de Sistemas Avanzados de IBM en
emocional de corta duración». Más tarde, cuando Los Gatos (California). Pero la interpretación que
sumergió una hoja de la planta en café caliente, el Vogel dio a sus resultados difería de la de Backster.
«Mi opinión -decía- es que los seres humanos
son el agente causal en la comunicación hombre-
úi comunidad de Findhorn, en Escocia, atribuye sus espec- planta, al sensibilizar o "cargar" a la planta para ha-
taculares éxitos hortlcolas a mensajes de los devas o espíri- cerla receptiva a pensamientos y emociones.» Pero
tus de las plantas.
los críticos se apresuraron a rechazar su tesis.
No es sorprendente que la mayoría de los cientí-
ficos sigan sin convencerse. Pero la verdad es que
se sabe relativamente poco sobre lo que podemos
denominar sensibilidad de las plantas, salvo que el
interés por el fenómeno proseguirá sin duda en el
futuro.

úis excepcionales dotes de Luther Burbank para crear nue-


vas variedades de plantas se han atribuido a su especial re-
lación con ellas.
En las investigaciones sobre psicocinesia
se intenta determinar si los procesos mentales pueden influir
en los objetos y acontecimientos :6.sicos.

PSICOCINESIA

mujer abre sus manos y las co- viéticos y de algunos parapsicólogos


L A
loca unos quince centímetros
por encima del objeto que tiene so-
occidentales que han observado a
Kulagina en acción, posee una facul -
bre la mesa, y que no es otra cosa tad extraordinaria: la de la psicocine-
que una brújula común y corriente. Se sia o acción de la mente humana so-
trata de un ama de casa de Leningra- bre la materia externa. Según cuen-
do, de aspecto agradable, algo llenita tan, mediante ese modo aún no expli-
y de unos cuarenta años. Sin embargo cado de concentrar y dirigir la ener-
está dedicada a una extraña actividad, gía mental, Kulagina puede llevar a
y mientras mira fijamente a la brújula cabo numerosas proezas en aparien-
sus músculos empiezan a tensarse y le __ cia imposibles: hacer que salten fós-
surcan la car a profundas arrugas de foros sobre una mesa o que una pelo-
Las ondas cerebrales de
cansancio. A los pocos minutos brotan Nina Kulagina son controla- ta de pimpón levite, mover un tro-
gotas de sudor de su frente, y en se- das mientras intenta mover zo de pan, sacar de un estante un
guida, como respuesta a su intensa unos fósforos. vaso que pesa casi un cuarto de kilo,
concentradón, la aguja de la brújula hacer que aparezcan dolorosas que-
empieza a temblar. Las manos de la maduras en la epidermis humana e
mujer, todavía cerniéndose sobre la brújula, em- incluso detener los latidos del corazón de una
piezan a moverse, trazando círculos en el aire, y la rana. Gracias en buena parte a esas demostracio-
aguja, en lo que parece un desafío a la fuerza del nes de Kulagina y otros dotados, la investigación
campo magnético de la Tierra, va respondiendo a de la psicocinesia se ha convertido en la rama de
esos movimientos. Pronto empieza a girar en torno la parapsicología de más r~pido desarrollo y en
a la esfera de la brújula como el segundero de un muchos aspectos la más fascinante, sensacional y
reloj . desconcertante.
Esta exrraordinaria escena, que parece contra- Psicocinesia o psicoquinesis, en abreviatura
decir numerosas leyes físicas, aparece en un do- PK, es una palabra derivada de los vocablos grie-
cumental ruso de 1967, una de las varias películas gos que significan alma y movimiento. PK sobre-
que han recogido las hazañas de Nina Sergeyevna pasa nuestra credulidad aún más que la telepatía,
Kulagina. Según testimonio de los científicos so- la clarividencia y la precognición, pues a diferen-
cia de la percepción extrasensorial (PES) y sus di-
• versos estados receptores, es una manifestación
Mientras el mago James Randi (arriba, izda.) explica lo fá- externa de fuerza producida por medios inexpli-
cil que es simular los efectos psi, sujetos como Jngo cables e invisibles. Algunos investigadores dis-
Swann (arriba, centro) continúan demostrando sus su- puestos a aceptar en ciertos casos la posibilidad
puestos poderes. En las investigaciones, sujetos volunta- de la percepción extrasensorial parecen rebelarse
rios (arriba, dcha.) se enfrentan a complicados mecanis- ante la idea de que la mente pueda por sí sola
mos de prueba y registro (izda.) provocar cambios físicos. No obstante, la creencia

253
intuitiva en alguna forma de PK se manifiesta de
mil modos en todo tipo de personas. El que juega
Personas eléctricas al golf o a los bolos se retuerce y contorsiona des-
pués de lanzar la pelota o la bola en un esfuerzo
En 1846, cuando Angelique Cottin, de La Perriere para guiarla hacia su destino; el jugador de dados
(Francia), tenía catorce años, faltaban todavía unos los sopla y les ruega que caigan como más le con-
treinta para que se generalizase el uso práctico de viene, y el de cartas habla a su baraja. Son todos
la electricidad, de modo que la súbita aparición en intentos más o menos mágicos de influir en los
la muchacha de lo que parecía un brote de energía acontecimientos mediante la fuerza mental.
eléctrica incontrolada resultó tan desconcertante Sin embargo, a lo largo de la historia las noti-
como aterradora. Diez semanas duró el estado de cias de incidentes PK han sido mucho menos fre-
«carga» de Angelique. Su sólo contacto lanzaba pe-
sados muebles al otro lado de la habitación; quienes cuentes que las de comunicación telepática y per-
la rodeaban no podían tocar ningún objeto que ella cepción precognitiva. Algunos casos de supuesta
sujetase y las brújulas oscilaban enloquecidas en su PK espontánea se referían a objetos que caían
presencia. A veces los fuertes ataques la ponían al inexplicablemente· de una estantería en un mo-
borde de la convulsión, y con frecuencia huía co- mento de crisis personal, o a un reloj que, como
rriendo al primer síntoma. el de la canción, «Se paró para no volver a andar
Angelique, de cuyo caso informó el físico francés cuando el viejo murió». Más comunes eran los ca-
Frarn;ois Arago, pertenece al reducido número de sos de PK provocados conscientemente, como los
las «personas eléctricas», víctimas del llamado «sín- de quienes aseguraban poder hacer llover a su
drome de alto voltaje», tal vez relacionado con las
misteriosas facultades psicocinéticas de ciertos su- antojo o las médiums del siglo pasado que, en su
jetos actualmente en estudio en Estados Unidos, la gabinete de sesiones, decían poder mover las me-
Unión Soviética y otros países. sas y provocar otros tipos de cambios materiales.
Joni Michell y Robert J. M. Rickard reunieron Pero los científicos salieron en seguida al paso de
.<:ierto número de esos casos para su libro Phenome- tales afirmaciones. El inglés Michael Faraday lle-
na. Uno de ellos se refería a Jennie Morgan, de Se- vó a cabo en 1853 experimentos que demostraban
dalia (Missouri). Al parecer, de su cuerpo saltaban que los clásicos golpes en las mesas se debían a la
chispas a los objetos cercanos, y en ocasiones basta- fuerza muscular humana. Según él, la presión de
ba estrechar la mano a esta adolescente de finales las puntas de los dedos de la médium bastaba
de siglo pasado para perder el conocimiento. Los
autores mencionan también el caso de la canadien- para desplazar el peso de una mesa. Y aunque Fa-
se Caroline Ciare, del que informó el Colegio de ,Mé- raday fue tan indulgente como para atribuir pro-
dicos de Ontario. De acuerdo con su investigación, pósitos honorables a los espiritistas a quienes exa-
estaba afectada también de una aguda magnetiza- minó, el moderno parapsicólogo Charles Honor-
ción corporal, que hacía que cuchillos y tenedores ton ha admitido que «la historia de PK está aún
se adhiriesen a su piel. Louis Hamburger, cuyo caso más llena que la de PES de fraude, observaciones
fue estudiado por el Colegio de Farmacia de Mary- erróneas y acontecimientos incontrolados que tie-
land, sufría una imantación parecida, mientras que nen lugar en condiciones sospechosas».
de Frank McKinstry, de Joplin (Missouri), se cuenta
que no podía detenerse en su camino mientras esta- Para evitar todo eso, el pionero de la investiga-
ba «cargado», pues se le pegaban los pies al suelo y ción psi en nuestro siglo, Joseph Banks Rhine,
tenían que acudir en su ayuda para que pudiese empezó en 1934 a estudiar PK en condiciones de
continuar. laboratorio controladas. La idea de ese trabajo
Por supuesto, se sabe desde hace mucho tiempo surgió de la fuente más inesperada: un jugador
que el hombre puede generar electricidad. Peque- profesional que, habiendo oído hablar de la inves-
ñísimas cargas eléctricas contribuyen al intercam- tigación de Rhine sobre PES, entró un día en su
bio de señales entre las células del cerebro, y el laboratorio de la Universidad de Duke y le sugirió
electroencefalógrafo, que mide los ritmos eléctri- estudiar un fenómeno que él había experimenta-
cos, resulta de uso obligado para medir diversos ti-
pos de actividad cerebral. El electrochoque, terapia do en las mesas de juego. Afirmaba que cuando
consistente en la aplicación de intensas descargas estaba «inspirado» podía influir claramente en las
eléctricas al cerebro, se emplea todavía para tratar tiradas de dados. La historia cuenta que, momen-
enfermedades mentales graves, aunque los efectos tos después, Rhine y su visitante estaban en cucli-
de este método están lejos de conocerse a fondo. llas en un rincón del laboratorio jugando a los da-
Descargas eléctricas casi mortales recibidas por ac- dos en nombre de la ciencia.
cidente han producido a veces efectos beneficiosos. Rhine quedó lo bastante impresionado para
En 1906 el astrónomo francés Camillé Flammarion iniciar una serie de experimentos. Pero, como
informó de"un paralítico que, tras ser alcanzado por
un rayo, «fue recuperando en forma gradual y per- ocurría con sus experiencias de PES con cartas
manente el uso de sus miembros. Le desapareció Zener, no esperaba hallar confirmación de lo que
también la afección que padecía en el ojo derecho, él llamaba psicoquinesis en cada tirada de dados.
hasta el punto de poder escribir sin gafas. Pero a la La prueba había de ser estadístiCa: el sujeto haría
vez se quedó sordo». En otro de los casos de Flam- una serie de 24 tiradas con un solo dado, o 12 con
marion, una mujer paralítica durante treinta y ocho 2, intentando sacar siempre la misma cara o com-
años «recobró el uso de las piernas tras ser alcan- binación de ellas. La puntuación total se compa-
zada por el rayo». raría después con las tablas de probabilidad, que
indicaban lo que podía esperarse si sólo intervi-

254
de Teología de Duke sugirió la posible semejanza
entre los efectos de la psicocinesia y los de la ora-
ción. Rhine le propuso entonces u na curiosa com-
peti~ión: una partida de dados entre un equipo de
cuatro estudiantes de Teología interesados en de-
mostrar el poder de la plegaria y otro de cuatro jó-
venes famosos por sus éxitos con los dados. La
pugna entre esos dos equipos en apariencia antité-
ticos acabó virtualmente en tablas, aunque sin
dudad vencedor fue Rhine. El investigador comu-
nicó que los resultados combinados de ambos
equipos excedían de tal modo al puro azar que era
probable que sólo se diesen una vez entre miles de
millones de pruebas.
Sin embargo, esas primeras pruebas plantearon
problemas importantes. Muchos fueron controla-
dos sin el rigor científicamente exigible, actuando
a veces el propio experimentador como sujeto.
Las pruebas tampoco tenían en cuenta la posible
habilidad del sujeto al lanzar ni las anomalías de-
bidas a los propios dados. Por ejemplo, estos te-
nían las marcas vaciadas, por lo que las caras con
números más altos pesaban menos, aumentando
Los presuntos poderes de la médium polaca Staníslawa así la probabilidad de que quedasen hacia arriba
Tomczyk fueron investigados a principios de siglo por el con mayor frecuencia. Cuando Rhine aplicó con-
médico alemán barón Von Schrenck-Notzing. diciones más rigurosas al experimento -por
ejemplo, utilizando dados .hechos con toda preci-
sión e ideando una máquina para lanzarlos auto-
niese el azar. Por ejemplo, si un sujeto iba a tirar máticamente- los resultados tendieron a ser me-
un dado 24 veces, la probabilidad era que el 6 sa- nos espectaculares.
liese 4 veces. Cualquier resultado significativa- En cualquier caso, Rhine no los publicó hasta
mente superior o inferior podía sugerir la existen- casi una década después de haber iniciado sus ex-
cia de un factor desconocido, posiblemente la in- perimentos PK. Esa demora fue debida en parte
fluencia de PK. al carácter sensacional de la psicocinesia. Rhine,
Al principio, los sujetos de Rhine tiraban los enzarzado ya en controversias sobre sus investiga-
dados a mano o con un cubilete, y los resultados ciones PES, prefería no desencadenar una tor-
fueron espectaculares. En las primeras 562 series menta aún mayor con sus ideas sobre PK. Ade-
de tiradas registradas obtuvieron puntuaciones más, seguramente, le descorazonaron los resulta-
cuya probabilidad era de uno entre mil millones. dos tan desiguales de sus insólitos experimentos.
Además, los mejores resultados parecían conse- Lo que finalmente ayudó a precipitar la publi-
guirse cuando más interés mostraban los sujetos. cación de los resultados de Rhine fue un descubri-
Un primer caso de gran interés por los experimen- miento fortuito de una de sus ayudantes llamada
tos se registró cuando un estudiante de la facultad Betty Humphrey. Al revisar las hojas de rcsul-
~

En las primeras pruebas de psicocínesia, los sujetos trata- tos posteriores, destinados a desvirtuar las criticas de in-
ban de influir mentalmente en la caída de los dados, y los fluencia. física en los resultados, J. B. Rhine (a la izda., en-
resultados eran valorados estadísticamente. En experimen- cima). empleó un lanzador de dados automático.

255
tados de nueve años de
experimentos PK, Hum-
phrey notó una interesan-
te anomalía estadística.
Los sujetos tendían a ob-
tener con los dados resul-
tados significativamente
mejores al inicio de la
serie experimental que
hada el final. Ese acusa-
do descenso en el núme-
ro de aciertos, parecido
al efecto de declinación
ya advertido en los expe-
rimentos PES, era presu-
miblemente reflejo de
un menor interés del su-
jeto. A la inversa, sugería
también que algo había
intervenido al principio
de la prueba, y los investi-
gadores pensaron que ese
En Duke, un sujeto inten- algo podía ser PK. De he- El canadiense Rolf Alexander asegura que puede disper-
ta influir en la caída de cho, el descenso en el nú- sar una nube (en el óvalo de la secuencia fotográfica)
los objetos que lanza una mero de aciertos en las concentrándose en ella.
máquina. pruebas PK se calculó en
términos de probabilidad
en 100 millones a 1. la dificultad de duplicación. Por ejemplo, un nota-
El efecto de declinación fue sólo una de las se- ble adversario de la parapsicología, Martín Gard-
mejanzas advertidas entre las investigaciones so- ner, sugería en su obra In the Name of Science
bre PES y PK. Por ejemplo, ambas parecían suje- que el efecto de declinación puede explicarse con
tas a lo que se conoce como efecto ovejas-cabras sólo analizar los errores de anotación. Citaba un
(las ovejas, sujetos que creen en la posibilidad de experimento para la detección de errores llevado
psi, tienden a obtener resultados que apoyan esa a cabo en la Universidad de Yale, que demostró
creencia, mientras que las cabras, los escépticos, que todos los encargados de anotar los resultados
se resisten y puntúan muy bajo), y ambas parecen de los experimentos PK suelen cometer errores,
estar a veces relacionadas con las funciones sub- pero que una predisposición a favor o en contra
conscientes. Desde luego, las dos se vieron sujetas de la parapsicología afecta marcadamente al sen-
a parecidas críticas en cuanto al procedimiento tido de esas equivocaciones. Gardner aducía que
experimental, los posibles errores de anotación y al comienzo de un experimento, cuando el interés
y la expectación son grandes, el científico que
cree en psi comete errores de anotación a favor
de PK; pero más tarde puede cansarse y cometer
sólo errores aleatorios que no influyen en los re-
sultados finales. Por eso, decía Gardner, los acier-
tos tienden a disminuir a medida que el experi-
mento prosigue.
A pesar de tales críticas, el efecto de declina-
ción se convirtió en eje de la defensa por Rhine
de la presencia de PK en su investigación sobre
las tiradas de dados, experimento que fue amplia-
mente citado como la prueba más concluyente de
la existencia de la psicocinesia. Sin embargo, la
investigación sobre PK en condiciones de labora-
torio no tardó en adoptar una nueva dirección, y
en Duke los investigadores empezaron a aplicar
pruebas en las que los sujetos trataban de obligar
mentalmente a los dados a posarse en un lugar
determinado - por ejemplo en una cierta casilla

El sueco H. Forwald trató de probar que la fuerza mental


podía afectar a la caída de unos pequeños cubos.
de un tablero cuadriculado o en una de las dos influir en un objetivo estático. Con su investiga-
mitades en ·que divide a la mesa una línea- en ción sobre los dados, J. B. Rhine había rescatado
vez de obtener determinados números o combina- el estudio de PK del oscuro gabinete de los mé-
ciones con ellos. Con ese tipo de prueba, el ingeniero diums, pero durante los años setenta la atención
sueco Haakon Forwald trató de medir la fuerza de los parapsicólogos pasó de los sujetos de labo-
PK ejercida sobre unos cubos en forma de dados ratorio ordinarios a un puñado de personas ex-
hechos de madera, metal u otros materiales. Dis- cepcionales - dotados, médiums, iniciados- que
puso una plataforma con una rampa que descen- se decía eran capaces de influir en objetos y ma-
día hasta el tablero de una mesa y afirmó haber teriales estáticos.
conseguido influir en cierta medida en los dados Uno de los dotados de mayor éxito examina-
que caían por la rampa para que quedasen a un dos en condiciones de laboratorio fue el pintor
lado y no al otro de uria línea que dividía el table- neoyorquino Ingo Swann. En el City College de
ro. En otra serie de pruebas trató de controlar el Nueva York, la psicóloga Gertrude Schmeidler
movimiento de sólo algunos de los dados lanza- ideó un curioso experimento para comprobar la
dos de una vez, y también informó de un cierto afirmación de Swann de que podía alterar men-
éxito. A pesar de los resultados positivos de For- talmente la temperatura superficial de objetos
wald, sus métodos parecieron a muchos parapsi- cercanos. Schmeidler utilizó los llamados termis-
cólogos confusos e inadecuados. Sus resultados se tores, instrumentos sensibles a la temperatura co-
vieron además afectados por el hecho de que el nectados a un dispositivo registrador. Unos ter-
investigador sueco actuaba con frecuencia, a la mistores estaban a la vista; otros encerrados en
vez, como experimentador y sujeto, situación que termos. Swann se sentaba a una distancia de uno a
invalida cualquier conclusión científica. siete metros, y, a la orden de «Caliéntalo» o «enfría-
En Estados Unidos, las pruebas sobre la presunta lo» dada por Schmeidler, intentaba cambiar la
capacidad para influir en el movimiento fueron temperatura de un determinado termistor.
proyectadas por un adjunto de investigación de Los resultados no fueron espectaculares para
Duke, W. E. Cox, antiguo hombre de negocios do- un profano -el _mayor cambio de temperatura
tado de gran olfato para idear dispositivos experi- fue de aproximadamente un grado-, pero
mentales. Cox propuso una gran variedad de ex- Schmeidler los consideró altamente significativos.
perimentos PK, utilizando bolas metálicas, cani- Sin embargo, en experimentos posteriores con
cas e incluso relés eléctricos como objetivos. En otros sujetos ninguno logró aproximarse a lo ob-
el de mayor novedad, el objetivo era un pulveriza- tenido por Swann. Es interesante consignar que en
dor. Los sujetos intentaban influir mentalmente varias ocasiones a lo largo del experimento la
para que las gotitas de agua del pulverizador se temperatura de la piel de Swann fluctuó de
desviasen hacia uno de los dos tubos dispues- acuerdo con los cambios de temperatura opera-
al efecto. Según Cox, lo conseguían con una dos en el termistor que servía de objetivo. Aún
frecuencia considerablemente mayor d~ la razo- más sorprendente fue el hecho de que un cambio
nable. mínimo en la temperatura del termistor en cues-
Un experimento aún más ingenioso fue el idea- tión iba a veces acompañado por fluctuaciones de
do por el parapsicólogo inglés Nigel Richmond, sentido contrario en la de otros termistores. Este
quien decía ser capaz de influir en el movimiento descubrimiento indujo a Schmeidler a suponer
de los paramecios, pequeños organismos unicelu-
lares que viven en el agua estancada. Richmond
depositó una gota de agua en la platina de un mi-
croscopio y un paramecio en medio. Según él, los
resultados estadísticos demostraron que era ca-
paz de hacer mentalmente que ese diminuto ser
nadase en una dirección determinada en un nú-
mero de ocasiones muy superior al probable.
En los años sesenta, algunos parapsicólogos
creyeron que la existencia de la psicocinesia ha-
bía quedado suficientemente demostrada en el la-
boratorio. Las pruebas en favor de PK eran esta-
dísticas, por supuesto, y la fuerza que los investi-
gadores creían haber aislado parecía escasa e im-
predecible, menos convincente que la que al pare-
cer intervenía en PES. Además, la prueba experi-
mental se refería sólo a la influencia mental sobre
objetivos en movimiento; ninguno de los sujetos
había demostrado la más mínima capacidad para

Experimentos británicos trataron de determinar la reac-


ción de un paramecio al pensamiento humano.

257
que Swann había tomado energía de su entorno apariciones televisivas en Europa, Estados Unidos
para calentar el tennistor y después lo había en- y Japón. Para asombro y delicia de los telespecta-
friado devolviendo esa energía a su origen. El pa- dores, Geller parecía capaz de doblar o romper
rapsicólogo D. Scott Rogo veía en el proce~o «una objetos metálicos con unos cuantos pases de sus
especie de versión paranormal de robar a Juan dedos acompañados de una gran concentración
para pagar a Pedro». mental. Sus actuaciones en televisión desencade-
Otro dotado que aseguró poder influir en ma- naron lo que los parapsicólogos llamarían «el
teriales estáticos fue Ted Serios, un pintoresco ex efecto Geller». Después de esas demostraciones,
botones de Chicago aficionado al teatro y a la be- las emisoras de televisión y los periódicos se
bida. Serios dijo que podía imprimir imágenes veían abrumados por centenares de cartas y lla-
mentales sobre película Polaroid de revelado ins- madas de espectadores que contaban que, mien-
tantáneo, proceso conoddo más tarde como psi- tras Geller doblaba metal en la pantalla, sus casas
cofotografía. Trabajando con una de las primeras se habían visto invadidas por una auténtica epide-
cámaras Polaroid, Serios pareció ser capaz a ve- mia de efectos psicocinéticos. Entre otros fenóme-
ces de proyectar imágenes sobre la película, en nos, hablaban de hojas de cuchillos de cocina que
ocasiones en presencia de algunos investigadores se doblaban de repente y relojes estropeados que
solventes. echaban a andar. E. Alan Price, un parapsicólogo
El doctor Jule Eisenbud, psiquiatra de Denver, sudafricano que coleccionó esos relatos, trató de
estudió a Serios durante cerca de dos años, y dijo acariciar una gran llave de acero mientras Geller
no poder encontrar más explicación que la psico- hablaba por la radio. Cuatro horas más tarde des-
cinesia para sus fotografías. En una de las prue- cubrió, según dijo, que la llave «Se había doblado
bas más características, Eisenbud elegía un tema casi en dos».
-vehículos, por ejemplo-, y a continuacion Se- Geller, que empezó su carrera en Israel ac-
rios iniciaba su trabajo. Mientras Eisenbud sujeta- tuando en salas de fiestas, se convirtió en la ale-
ba la cámara, Serios la miraba intensamente, sos- gría y el tormento de los parapsicólogos que tra-
teniendo contra el objetivo lo que llamaba el «gis- taron de investigar sus · aparentes facultades.
mo», un cilindro de papel negro de unos tres cen- Atractivo, simpático e infantil, entretenía a cada
tímetros de diámetro que según él le ayudaba a paso a los científicos con demostraciones impro-
concentrar sus poderes mentales. La mayoría de visadas. Mientras comía con Gerald Feinberg, físi-
las veces aparecía en la película la imagen borro- co de la Universidad de Columbia, dobló como al
sa de algo que podía parecerse a lo pretendido, desgaire un tenedor, al parecer utilizando sólo la
una motocicleta, por ejemplo, o un automóvil. Ei- fuerza de su mente. En una reunión con físicos in-
senbud publicó sus resultados en 1967 en un libro gleses, tomó un contador Géiger e hizo que de re-
titulado The World of Ted Serios, y los parapsicó- pente empezase a funcionar registrando un nivel
logos de la Universidad de Virginia no tardaron de radiactividad inaudito. Estando en su aparta-
en comunicar que habían reproducido con éxito mento de Nueva York con el parapsicólogo W. E.
sus experimentos. En la sobrecubierta dei libro Cox, Geller consiguió echar a andar su reloj de
de Eisenbud, el director de la Psychoanalytic Re- bolsillo aún cuando Cox había tomado la precau-
view decía que el estudio sobre Ted Serios «re- ción de bloquear el mecanismo con una tira de
presenta la contribución más importante a nues- papel de aluminio puesta de tal modo que pare-
tro conocimiento de los procesos mentales desde cía imposible desatascado. Cuando Cox abrió el
el descubrimiento del psicoanálisis por Freud». reloj, encontró que la tira de papel había cambia-
Sin embargo, los editores de la revista Popular do de sitio. La explicación que daba Geller de sus
Photography no quedaron tan impresionados. aparentes poderes era tan curiosa como algunos
Cuando enviaron a un equipo de investigadores de los efectos que provocaba. Decía que eran un
-un mago profesional y dos fotógrafos expertos regalo de seres inteligentes de «otro universo».
en magia- a estudiar a Serios, este fue incapaz Sin embargo, una vez en el laboratorio, los po-
de provocar psicofotografías. Las sospechas del deres PK de Geller resultaron de casi imposible
equipo se centraron en el cilindro de papel negro. comprobación. El israelí, temperamental y pro-
Aunque Eisenbud decía haberlo examinado cuida- penso a una gran excitabilidad, se empeñaba en
dosamente, el equipo de Popular Photography se- controlar las condiciones del experimento. Su de-
ñalaba que bastaba un pequeño juego de manos mostración más notable -algunos prefieren cali-
para sustituirlo por otro. Los investigadores sugi- ficarla de sonada- no fue en modo alguno una
rieron que ese otro podía tener ocultos una dia- prueba de PK, sino otra facultad que se decía po-
positiva del tema elegido y una lente diminuta seía Geller: la clarividencia. Los experimentos se
mediante la cual se podía proyectar la imagen ha- llevaron a cabo en el Stanford Research Institute
cia el objetivo de la cámara Polaroid. Poco des- por los físicos Russell Targ y Harold Puthoff, con
pués de la investigación de la revista y el artículo arreglo a un proyecto concebido en parte por el
que publicó sobre el tema se dijo que Serios ha- hombre que había ayudado a financiar el viaje de
bía perdido sus singulares facultades. Geller a Estados Unidos, el antiguo astronauta
Más conocido que Serios, y aún más discutido, Edgar Mitchell, que hoy dirige una organización
fue Uri Geller, el joven showman israelí que causó propia de investigaciones psi.
sensación a principios de los años setenta con sus Según Targ y Puthoff, Geller, aislado en una

258
habitación provista de doble pared de acero para lagina de Geller y otros ilusionistas que han lo-
interceptar las radiaciones electromagnéticas, grado gran publicidad es la ausencia de cualquier
consiguió reproducir varios dibujos seleccionados indicio de prestidigitación en su trabajo y la vo-
al azar por un investigador situado en otro apo- luntad que siempre ha mostrado de someterse a
sento. Se dijo también que había conseguido acer- pruebas científicas. Kulagina, ya abuela y con más
tar 8 veces de 10 intentos la cara superior de un de cincuenta años, no acepta dinero por lo que
dado oculto en una caja de acero. Sin embargo, hace ni se opone a ser registrada, observada por
en algunos de los intentos había optado por no rea- rayos X o equipada con dispositivos para contro-
lizarlos. La publicación de esos resultados en la lar sus respuestas fisiológicas. Su único roce con
prestigiosa revista científica británica Nature de- la notoriedad fue una corta estancia en la cárcel,
sencadenó enconadas discusiones. Un artículo edi- no se sabe bien si por deudas o por sus activida-
torial de la revista denunciaba defectos en la pre- des en el mercado negro. Pero no conviene mos-
paración del experimento y afirmaba que habían trarse escéptico con ella: se dice que a un testigo
dudado mucho antes de publicar el informe. Los desconfiado le provocó los síntomas de un ataque
críticos dijeron que los experimentos estaban defi- al corazón.
cientemente controlados y rodeados por «Un am- Kulagina fue descubierta durante la década de
biente circense». Se dio gran importancia al hecho los sesenta por un científico soviético que la so-
de que el patrocinador de Geller en Estados Uni- metía a pruebas de otra facultad paranormal, la
dos, el médico y parapsicólogo Henry Puharich, llamada visión dermoóptica, o supuesta capacidad
fuese un experto en electrónica médica y hubiese de sentir los colores a través de las yemas de los
patentado un receptor de radio tan pequeño que dedos. Desde entonces ha sido sometida a prue-
podía implantarse en una muela. Joseph Hanlon, bas de PK por investigadores soviéticos, entre
crítico de New Scientist, decía que Geller podía ha- ellos su marido -ingeniero--, en más de cien se-
ber utilizado ese aparato para comunicarse con un siones, muchas de las cuales se asegura que trans-
cómplice que conocía los dibujos utilizados en una currieron bajo muy severas condiciones de labo-
de las pruebas de clarividencia. ratorio. Según diferentes informes soviéticos, ha
Pero los mayores detractores de Geller fueron hecho que las cosas se muevan hacia ella o en di-
los magos profesionales de Estados Unidos, quie- rección contraria y describan círculos, ha afecta-
nes sugirieron diversos modos de producir los su- do a plásticos, metales y tejidos y ha alterado la
puestos efectos psicocinéticos mediante trucos de posición de objetos recubiertos de plexiglás y
prestidigitación. Algunos parapsicólogos recono- otros materiales (aunque no de los situados en el
cen que Geller recurría a veces a trucos, pero sos- vacío). Ha llegado a alejar los objetos hasta un
tienen que lo hacía sólo cuando le fallaban sus metro de ella, aunque rara vez de un solo movi-
auténticos poderes. En su opinión, tiene tanfo de miento. Se dice que a veces esos objetos se han
dotado como de showman. movido incluso después de que Kulagina dejase de
Lo que distingue al ama de casa rusa Nina Ku- concentrarse en ellos. Además, se ha informado

ÚJS faculta.des psicocinéticas de lngo Swann fueron some- Ted Serios aseguraba poder proyectar imágenes mentales
tidas a prueba en un experimento destinadD a averiguar si en una película, pero fotógrafos profesionales revelaron
podía influir en la temperatura de termómetros aisla.dos. que el efecto podía deberse a un sencillo truco.

259
que logró apartar la yema de la clara de un huevo
inmerso en una solución salina y obligó a ambas '
a separarse. Al parecer, en cierta ocasión, su
mano, colocada sobre el brazo del investigador
británico Benson Herbert, produjo a éste un in-
tenso dolor y le dejó en la piel una señal parecida
a la de una quemadura, que tardó ocho días en
curar.
Durante las sesiones de PK, Kulagina parece
operar bajo una enorme tensión autoinducida, ob-
servación corroborada por los registros de su es-
tado fisiológico. En tales ocasiones sus pulsacio-
nes llegan a exceder de 200 por minuto, la activi-
dad de la zona posterior de su cerebro se incre-
menta hasta cuatro veces el nivel normal y, según
uno de los informes, rodea su cuerpo un campo
magnético. Durante una sesión de investigación de l
dos horas, Kulagina puede perder hasta un kilo de
peso, y acaba agotada, quejándose de dolores
musculares, mareos e insomnio.
Parapsicólogos occidentales han estudiado a
Kulagina en acción, aunque las autoridades sovié-
ticas les prohibieron llevar a cabo experimentos a
gran escala. Qué es lo que puede emanar de Kula-
gina para afectar a la materia externa hasta el
punto de moverla es algo que sigue desconcertan-
do a los científicos tanto
occidentales como sovié-
ticos. Un físico soviético
dice que se trata «de una
nueva y desconocida for-
ma de energía». Otros lo
llaman « bioenergética» y
aseguran que anula de
algún modo la fuerza de
gravedad. Muchos inves-
tigadores, tanto soviéti-
cos como estadouniden-
ses, opinan que tan ex-
trañas formas de energía.
si existen, podrían tener nes que surgen espontáneamente en una casa, rui-
aplicaciones militares. dos de golpes inexplicables, cazos y sartenes que
A los investigadores vuelan por los aires o cuadros que se estrellan
estadounidenses les ha contra el suelo. A lo largo de los tiempos esos fe.
interesado sobre todo lo ~~;, nómenos han solido atribuirse al diablo o a algún
que cuenta Kulagina so- .. .;;i~¡@liJll otro espíritu maligno o travieso. Sin embargo,
bre el descubrimiento de a;. como suelen centrarse en una determinada perso-
sus extrañas facultades. ;<Un día estaba en casa na, algunos parapsicólogos creen hoy que en rea-
muy enfadada y preocupada -contó a Sheila Os- lidad se trata de una forma subconsciente de psi-
frander y Lynn Schroeder-. Me dirigía hacia un cocinesia.
aparador cuando de repente una jarra que había Aunque los efectos más comúnmente atribui-
en él fue hasta el borde del estante, cayó y se hizo dos al poltergeist son el ruido de golpes y el lan-
añicos.» Después de eso, decía Kulagina, se mo- zamiento de objetos caseros, se conocen otros
vieron otros objetos, se abrieron y cerraron puer- aún más extraños. Puede brotar súbitamente agua
tas y las luces se encendían y apagaban, todo ello de las paredes de una casa, o recibir ésta rociadas
sin aparente influencia exterior. Todos estos efec- de piedras procedentes del exterior que inexplica-
tos, al principio involuntarios, presentan una no- blemente atraviesan sus paredes, fenómeno real-
table semejanza .con otros fenómenos relaciona- mente inverosímil conocido por litotelergia. En
dos con PK que han empezado a intrigar a los in- cierta ocasión, en un bufete de abogados de Ro-
vestigadores psi: lo que los especialistas denomi- senheim, pequeña ciudad cercana a Munich, se
nan, echando mano del término alemán, actividad dice que las bombillas giraban en sus casquillos,
poltergeist. los cajones se abrían solos y los teléfonos marca-
La palabra poltergeist designa las perturbado- ban repetidamente ciertos números, sin aparente

260
Uri Geller (izda.), que decía ser capaz de doblar objetos que volaban solas; el suceso sirvió de base para
metálicos por psicocinesia, exhibió sus supuestos poderes un documental televisivo.
en televisión, con resultados a veces aparentemente asom- Tanto en este caso como en otros estudiados
brosos. El ama de casa alemana Barbara Schied (izda., personalmente por Roll, el investigador empieza
abajo) fue uno de los muchos telespeétadores que asegura- tratando de descartar las explicaciones más ob-
ron que objetos caseros se habían doblado misteriosamen-
te durante la transmisión del programa de Geller. vias. Vigila constantemente la presencia de ani-
males domésticos que puedan mover los objetos,
ardillas que hagan ruido en el ático o corrientes
de la chimenea que pueden aventar los objetos en
La soviética Nina Kulagina ha provocado al parecer im- torno. También busca pruebas de bromas o enga-
presionantes efectos psicocinétices, entre ellos la apari- ños, como cuerdas y otros procedimientos mecáni-
ción de una quemadura en el brazo de un investigador. cos que puedan causar los extraños sucesos.
Las aventuras de Roll atestiguan que la vida
del cazador de duendes que abandona la seguri-
dad de su laboratorio no es fácil. Aunque los su-
puestos duendes rara vez causan daño físico a las
personas, Roll se ha librado más de una vez por
un pelo. En un apartamento de Newark (New Jer-
sey), una pequeña botella voló de una mesilla de
noche y fue a darle en la cabeza. Cuenta también
que en una casa de Olive Hill (Kentucky) vio cómo
una mesa de cocina volaba por los aires, giraba 4.5
grados y aterrizaba encima de unas sillas, frente
a él.
Uno de los casos más extraños investigados
por Roll comenzó a finales de 1966 en Miami
(Florida), en el almacén de Tropication Arts, ne-
gocio de distribución al por mayor de souvenirs y
artículos de fantasía. Ceniceros de piel de cocodri-
lo, vasos altos y otros artículos andaban por los ai-
res aun después de hechos añicos. El encargado
acabó por llamar a la policía, diciéndoles que un
duende hacía estragos en su almacén. Y efectiva-
mente, la pqlicía se encontró con una exhibición
de vajilla voladora y cajas que parecían caer solas
de las estanterías. Acudieron equipos de televisión,
reporteros e investigadores de la compañía de se-
guros, así como un mago profesional que se confe-
só incapaz de encontrar alambres, cuerdas u otros
medios artificiales que pudieran explicar lo que su-
intervención humana. En una casa de campo cer- cedía.
cana a Macomb, en Illinois, estallaron más de dos- Roll llegó en lo más álgido de las perturbacio-
cientos in~endios durante un período de dos se- nes, y no tardó en unírsele J. Gaither Pratt, aveza-
manas. Tras arder la casa, le siguieron en rápida do investigador psi de la Universidad de Duke.
sucesión dos establos, la lechería y el gallinero, Roll y Pratt no vieron realmente moverse los ob-
quedando sólo en pie algunas dependencias me- jetos, pero asistieron a más de setenta casos de
nores. rotura. Desde el principio, ambos centraron su in-
Uno de los primeros estudiosos de poltergeist terés en uno de los dependientes del almacén, Ju-
del mundo es William Roll, director de proyectos lio Vásquez, refugiado cubano de diecinueve años.
de la Psychical Research Fou ndation de Durham Figurillas de porcelana y ceniceros parecían volar
(Carolina del Norte). Roll empezó a interesarse sólo cuando Vásquez estaba presente, aun cuando
por los fenómenos psi tras experimentar algunos no se encontrase cerca de ellos.
extraños incidentes en su adolescencia. Cuando Como resultado, Roll y Pratt comenzaron a
estudiaba en la Universidad de California en Ber- sospechar que Vásquez podía estar actuando de
keley, al despertarse de una siesta se levantó ~ poltergeist sin saberlo, al proyectar inconsciente-
creyó levantarse- a encender una luz y se quedó mente energía telérgica. Desde luego, había prue-
asombrado al darse cuenta de que su dedo pare- bas concluyentes de que Vásquez no era feliz. Se
cía traspasar el interruptor . La primera investiga- había visto separado de su madre y su abuela,
ción de Roll sobre poltergeist fue la de una céle- que se habían quedado en Cuba; tenía disgustos
bre casa de Seaford (Nueva York), en 1958. La fa- con su madrastra y no podía ver a uno de sus je-
milia que la habitaba se quejaba de sucesos extra- fes de Tropication Arts. En una ocasión dijo a
ños, com9 botellas que se destapaban espontánea- Roll que aquellos estropicios en el almacén «me
mente, ruido de golpes y figurillas de porcelana hacen sentirme feliz, no sé por qué».

261
Más tarde Vásquez se prestó a una serie de
Músculo y cerebro pruebas en el laboratorio psi de J. B. Rhine en
Durham (Carolina del Norte). En los experimen-
tos con dados, destinados a probar su PK, no con-
siguió resultados que pudieran considerarse esta-
Se trata de un experi- dísticamente significativos. No obstante, el cierre
mento que cualquiera fuertemente encajado del mecanismo lanzador de
puede intentar y que a dados saltó al parecer en varias ocasiones sin cau-
primera vista parece pro- sa aparente, y un gran jarrón se hizo añicos, tam-
bar el poder de la mente
sobre la materia. Se sos- bién sin explicación. Los investigadores recurrie-
tiene un péndulo a la dis- ron asimismo a pruebas proyectivas de psicodiag-
tancia del brazo, con éste nóstico, destinadas a explorar el subconsciente
y la mano inmóviles. el del sujeto. Esas pruebas confirmaron que, como
que lo sostiene piensa en- muchas persona~ a las que parece afectar la acti-
tonces en un péndulo ba- vidad poltergeist, Vásquez era desgraciado.
Michel Chevreul demostró lanceándose. Pronto el Vásquez parecía un ejemplo clásico del induc-
el fenómeno del péndulo péndulo empezará a mo- tor de fenómenos poltergeist, tal y como lo defi-
ante la Academia de Cien- verse, oscilando en la di-
cias francesa. rección imaginada. En nen las investigaciones de Roll. Al revisar 116 de
realidad, el fenómeno es esos casos, ocurridos durante los últimos tres si-
causado por contraccio- glos en todo el mundo, Roll averiguó que al me-
nes imperceptibles e involuntarias en los niriscu1os nos 32 de ellos se centraban claramente en una
del sujeto, y fue descubi<:rto al investigar los fenó- persona y a veces en dos. Casi siempre se trataba
menos psicocinéticos que tenían lugar durante las de un adolescente, con frecuencia afectado por
sesiones espiritistas del siglo xrx. perturbaciones emocionales.
El experimento fue ideado por el químico fran- Como Julio Vásquez, muchos de los jóvenes en
cés Michel Chevreul. Como uno de los científicos los que se centran los fenómenos poltergeist pare-
más brillantes de su tiempo -entre sus trabajos fi-
guran la introducción de las modernas técnicas de cen estar reventando de cólera. Roll y otros pa-
análisis en la química orgánica, un notable estudio rapsicólogos sugieren que esos jóvenes airados,
de los efectos visuales de colores diferentes y traba- en vez de manifestar su hostilidad como sería de
jos pioneros en psicología-, en 1853 fue invitado a esperar, la desahogan mediante la psicocinesia.
presidir el comité de la Academia de Ciencias fran- PK actúa como válvula de escape de la energía psí-
cesa para la investigación de fenómenos metapsí- quica reprimida, y les permite expresar su hostili-
quicos. Para él llevó a cabo su estudio metódico del dad sin sentirse culpables ni amenazados de casti-
péndulo, probando que este popular medio de adi- go. En apoyo de su hipótesis, los investigadores
vinación no era controlado por los espíritus sino señalan que las travesuras del poltergeist -gol-
por los músculos del que lo sostenía.
El descubrimiento arrojó luz sobre otras activi- pear la pared, tirar cosas- semejan a las de un
dades supuestamente paranormales. Por ejemplo, niño enfadado.
los movimientos del indicador sobre la tabla ouija Además, los períodos de actividad poltergeist
son sin duda influidos por las contracciones muscu- parecen coincidir a menudo con tensiones eviden-
lares de los partícipes, como lo son también los de tes en la familia, en especial las que rodean a las
la varilla de los zahoríes, aunque los logros de éstos alteraciones sexuales de la pubertad. Las pertur-
siguen siendo muy discutidos y han desafiado hasta baciones parecen surgir de repente y suelen desa-
ahora cualquier explicación. Las contracciones parecer en unas semanas, quizá al disiparse la
musculares involuntarias desempeñan también un
papel indudable en la actividad más característica tensión emocional. Un investigador que había gra-
de los médiums: las mesas movibles o parlantes. bado los ruidos de golpes y arañazos que se oían
En una ingeniosa prueba sobre este fenómeno, en ciclos mensuales en la casa de una muchacha
el físico británico Michael Faraday utilizó una mesa de doce años, informó que habían cesado repenti-
cuyo tablero estaba en realidad formado por dos namente al llegar ésta a la pubertad.
superpuestos, separados por ruedecillas de cristal. Si el poltergeist se debe a una gran tensión in-
En una sesión por lo demás normal, los participan- consciente, el causante o agente parece no darse
tes se sentaron con las manos sobre el tablero supe- cuenta de ello, ni siquiera cuando intenta contri-
rior mientras esperaban comunicarse con el mundo buir al fenómeno. Roll citaba el caso de un mu-
de los espíritus. Cuando más tarde pudo compro-
bar qne el único tablero que se había movido era el chacho de trece años que parecía ser el centro de
de arriba, Faraday razonó que la energía para mo- la andanada de objetos voladores que alborotaba
verlo tenía que proceder de los propios asistentes a su pi~o en un barrio de casas baratas de Newark
la sesión, aunque no se diesen cuenta de que la ge- (New Jersey). Cuando llevaron al muchacho al
neraban. Descubrimientos semejantes se han lleva- laboratorio de Rhine, Roll lo estudió a través de
do a cabo en el análisis de los casos modernos de un falso espejo y le vio tirar algunos objetos; pero
poltergeist. En ocasiones, sujetos que han sido ob- las pruebas con el detector de mentiras indicaron
servados causando ese tipo de perturbaciones han que no tenía conciencia de haber sido ni el
demostrado al ser sometidos a pruebas con el polí- «duende» simulado del laboratorio ni el causante
grafo no tener conciencia de sus actos físicos.
de lo sucedido en su casa. Para Roll, el descubrir
que en un momento determinado se ha produci-

262
La investigación por William Rol! de una supuesta activi-
dad poltergeist en Miami no probó la existencia de enga-
ño, aunque el estropicio (izda.) continuó. Cuando se pensó
que Julio Vásquez pudiera estar implicado en ello, Rol/, a
quien vemos abajo .en su despacho, lo invitó a Durham
para estudiarlo a fondo (abajo, izda.). El examen incluyó
evaluaciones físicas y psicológicas, así como un meticuloso
control de sus_gnda_s cerebrales.

do engaño no significa necesariamente que lo ciados por J. B. Rhine hace medio siglo. El nuevo
ocurrido hasta entonces en ese mismo caso fuese procedimiento experimental fue ideado a finales
también simulación. Cree que si los fenómenos de los años sesenta por el físico de origen alemán
PK producidos espontáneamente reducen la ten- Helmut Schmidt cuando trabajaba como investi-
sión del agente - le hacen «sentirse feliz», como gador en Boeing Aircraft. Se basa en lo que un
en el caso de Julio Vásquez-, puede tratar de in- científico ha llamado «los dados de la naturaleza»:
crementar las supuestas actividades poltergeist la desintegración progresiva y aleatoria de las
imitándolas de modo consciente. partículas radiactivas.
En años recientes, Roll ha añadido un elemento Schmidt aprovechó este proceso, uno de los
más a la teoría del poltergeist al sospechar una po- fenómenos más azarosos que tienen lugar en la
sible relación con la epilepsia. Al revisar sus estu- naturaleza, para construir un nuevo tipo de gene-
dios de 116 casos, halló que un número despropor- rador de números aleatorios. El núcleo del dispo-
cionado de posibles causantes presentaban sínto- sitivo es una reducida cantidad de estroncio 90
mas parecidos a los de los epilépticos. Para él, es el radiactivo contenido en una caja metálica rectan-
estrés lo que parece provocar ambos fenómenos. gular no mucho mayor que un diccionario común.
(La palabra epilepsia procede del griego y significa A medida que se desintegra esta sustancia, las
precisamente «estar poseído por un espíritu».) Du- partículas subatómicas son liberadas al azar, a ra-
rante los ataques epilépticos se producen en el ce- zón de unas 10 por segundo. En el modelo origi-
rebro fuertes descargas eléctricas, y Roll cree, nal de Schmidt, cada partícula liberada hacía que
como otros investigadores, que esas descargas pue- un conmutador oscilante de alta frecuencia, que
den ser transformadas en otra forma de energía, avanzaba y retrocedía aproximadamente un mi-
capaz de mover muebles, lanzar objetos, provocar llón de veces por segundo, se detuviese en una de
incendios y golpear paredes. esas dos posiciones. Schmidt llamó a las dos posi-
Los parapsicólogos consideran que los estu- ciones +1 y - 1, o simplemente cara y cruz; de ahí
dios sobre el poltergeist, unidos a las investigacio- el sobrenombre de «lanzamonedas electrónico»
nes sobre dotados de efectos físicos ·como Nina que aplicó a su invento. Cuando nada ni nadie in-
Kulagina, respaldan positivamente la existencia tervenía o influía, el lanzamonedas de Schmidt se
de la psicocinesia. Pero las pruebas más convin- detenía un número igual de veces en la posición
centes son tal vez las que se desprenden de una cara que en la posición cruz.
notable y reciente actualización, propia de la era Con el aparato de Schmidt, o los más compli-
atómica, de los estudios estadísticos sobre PK ini- cados que se han inventado después, el sujeto pue-

263
Psicocinesia: iJuegos de manos o de cabeza?

Entre los críticos más vociferantes de la parapsicolo- con un mundo racional. Pero los métodos de la magia
gía están quienes se ganan la vida fingiendo violar las son irracionales y totalmente ajenos a su experiencia».
leyes de la naturaleza: los magos profesionales. Y uno Gardner citaba a este propósito la extraña odisea
de sus acusadores más obstinados es el artista de la de John Taylor, físico matemático del King's College
magia y la evasión James Randi, «El Asombroso». A de la Universidad de Londres. En 1973, tras aparecer
mediados de los años setenta, Randi comenzó a de- en un programa de televisión con Uri Geller, Taylor se
nunciar lo que sospechaba era un fraude en las haza- convirtió en apóstol entusiasta de la psicocinesia. En
ñas que llevaba a cabo el supuesto dotado Uri Geller. su obra Superminds, exponía su convicción de que no
Randi había oído que Geller trabajaba como artista de sólo Geller sino multitud de niños poseían dotes psi-
variedades en su nativo Israel, y que además había cocinéticas. Por ejemplo, describía un experimento en
sido condenado en una ocasión por incumplimiento el que se pedía a un grupo de niños que utilizasen su
de contrato al haber sustituido por trucos de prestidi- mente para doblar unas tiras metálicas encerradas en
gitación las prometidas demostraciones paranorma- tubos de cristal. Aunque ninguno de los sujetos de
les. «Si quieres cazar a un ladrón, acude a un ladrón, Taylor fue capaz de provocar ese tipo de cambios en el
no a un científico - decía Randi- . Si quieres cazar a laboratorio, algunos lo consiguieron en sus casas. El
un mago, acude a otro mago.» mago James Randi visitó por entonces de incógnito el
Para su estudio, Randi grabó en video la mayor laboratorio de Taylor y descubrió que los tubos po-
parte de las actuaciones de Geller en la televisión nor- dían ser abiertos fácilmente. No obstante, Taylor se
teamericana y las pasó después en cámara lenta. En negó a aceptar la posibilidad de fraude hasta que, tras
una de las cintas creyó ver a Geller doblar y romper numerosas pruebas, no logró encontrar indicios de ra-
una cuchara que tenía todo el aspecto de haber sido diación electromagnética anormal en los sujetos. Se-
rota previamente y después soldada. Randi demostró gún él, era esa fuerza la que podía producir efectos
también ante los reporteros y las cámaras de televi- psicocinéticos, idea de la que más tarde se ha retracta-
sión algunas otras técnicas con las que es posible do- do en público.
blar metales sin que intervenga la psicocinesia. Por Contrastan con el enfoque de Taylor los trabajos
ejemplo, un mago que tenga los dedos fuertes puede de dos investigadores ingleses de la Un~versidad de
doblar subrepticiamente una llave durante su actua- Bath que efectuaron pruebas con seis niños, todos los
ción oprimiéndola contra una superficie dura, como cuales aseguraban ser capaces de doblar metales con
la pata de una mesa o silla. Después mantiene la cur- su fuerza mental. Los investigadores les entregaron
vatura oculta hasta que llega el momento de «orde- varillas o cucharas de metal y los mandaron al labora-
nar» que la llave se doble. La ocasión de doblar física- torio con un observador que tenía la consigna de «dis-
mente una llave sin ser notado se consigue dirigiendo traerse» a intervalos regulares. Entretanto, los investi-
la atención del auditorio hacia otro punto mientras gadores vigilaban a los pequeños a través de un falso
se efectúa la operación. espejo. Cuando el observador que estaba en el labora-
Otro mago, Milbourne Christopher, ha explicado torio miraba hacia otro lado, los niños no se molesta-
cómo incluso un niño inteligente puede provocar fal- ban en recurrir a trucos. Simplemente ponían manos
sos fenómenos poltcrgeist sin poseer facultades psico- a la obra del modo más literal. utilizando ambas y en
cinéticas. En su obra ESP, Seers and Psychics, Christo- un caso incluso los pies para doblar los trozos de me-
pher se jactaba de haber engañado al parapsicólogo y tal que les habían dado.
especialista en poltergeist J. Gaither Pratt haciendo
que una figurilla de porcelana pareciese saltar de una
estantería e ir a estrellarse a varios metros. Aunque
Christopher no revelaba cómo había hecho el truco, sí
decía que cualquier colegial puede, tirando subrepti-
ciamente de un hilo fuerte o una crin atados a la base
de una botella, hacer ver que el objeto vuela. La credu-
lidad de los testigos, especialmente los convencidos,
puede multiplicar el efecto de tales trucos.
Aunque el sentido común haga pensar que los físi-
cos y otros científicos acostumbrados a observar con
precisión han de ser testigos muy seguros, los magos
afirman que sucede exactamente lo contrario. «Cual-
quier mago os dirá que los científicos son las perso-
nas más fáciles de engañar», escribía Martin Gard-
ner, columnista de Scientific American y mago aficio-
nado durante 50 años. Gardner es también miembro
destacado del Comité para la Investigación Científica
de Supuestos Casos Paranormales, grupo de magos,
científicos y escritores escépticos en la materia. En el
laboratorio, explicaba Gardner en Technology Review,
«no hay espejos ocultos, ni compartimientos secretos,
ni imanes escondidos... El pensamiento del científico El investigador británico John Taylor, a la caza de dotes psicoci-
es racional. se basa en toda una vida de experiencias néticas, busca indicios de radiactividad en una niña.

264
de ejercer una intervención exterior -PK- , tra- táneamente, por ejemplo influir en el lugar de
tando mentalmente que la máquina registre ca- caída de un dado y en la cara que quedará hacia
ras o cruces. La mayoría de los sujetos no tienen arriba? Los resultados en este tipo de experimen-
la menor idea de lo que sucede dentro del apara- tos han sido muy curiosos, y parecen indicar que
to. Sólo ven un círculo de nueve lámparas con los sujetos aciertan más en las tareas PK que con-
una de ellas encendida. Cuando el oscilador se sideran menos importantes. Otra pregunta todavía
detiene en cara, se enciende la siguiente bombilla sin respuesta es si PK puede, como PES, actuar
en la dirección de las agujas del reloj. Cuando lo sin que el sujeto sea consciente de ello, tal vez in-
hace en cruz, se ilumina la bombilla siguiente en clinando la balanza en lo que suelen considerarse
dirección contraria. Al sujeto se le pide que haga rachas de suerte. Esta posibilidad ha recibido res-
moverse a la luz en una u otra dirección con la paldo indirecto de una prueba en la que un sujeto
sola fuerza de su concentración mental. consiguió resultados positivos aun cuando ignora-
Los resultados obtenidos por Schmidt con su ba que se tratase de un experimento PK. Queda
lanzamonedas electrónico han sido tan impresio- también por explicar la relación de PK con el
nantes -resultados globales de aproximadamente tiempo. Schmidt ha llevado a cabo experimentos
1.000 a 1 por encima de la probabilidad- que en en los que, ignorándolo los sujetos, las secuencias
1979 fue invitado a exponer sus hallazgos ante la de desintegración progresiva en las que preten-
prestigiosa American Physical Society. El psicólogo dían influir habían sido generadas anteriormente
Ray Hyman, de la Universidad de Oregon, que in- por el aparato y grabadas en cinta magnética. Lo
tervino también en las pruebas, calificó los experi- curioso es que, según Schmidt, esos sujetos pare-
mentos de Schmidt como «los más perfeccionados cieron ser capaces de afectar a la secuencia de ca-
y estimulantes que se han registrado hasta ahora ras y cruces, aun cuando hubiera sido grabada
· en la historia de la parapsicología». veinticuatro horas antes. llndicaba esto que los
El comentario de Hyman resulta tanto más sujetos influían directamente en la cinta o que la
significativo si tenemos en cuenta que en cierta psicocinesia funcionaba de modo retroactivo?
ocasión se había definido como un «escéptico im- Hasta ahora, como en tantos otros ámbitos de la
parcial que jamás ha visto un auténtico fenómeno investigación psi, resultan mucho más tangibles
psi». No obstante, añadió la advertencia de que las preguntas embarazosas que las respuestas sig-
era demasiado pronto para efectuar una valora- nificativas.
ción definitiva del método del generador aleato-
rio. Al registrar automáticamente los resultados y
asegurar la aleatoriedad, el aparato de Schmidt Los generadores de números aleatorios (recuadro) detec-
ha acabado con muchas de las críticas que rodea- tan la liberación de partículas radiactivas en desintegra-
ron a los experimentos de Rhine con los dados. ción y crean as{ secuencias aleatorias. En la foto de abqj_g,
·Pero tampoco es infalible. El profesor de psicolo- su inventor, He/mur Sch-
gía C. E. M. Hansel ha señalado que la máquina midt, lo emplea para com-
probar posibles dores psico-
de Schmidt es incapaz de detectar cualquier des- cinéticas.
viación inadvertida que pueda deslizarse en las
series aleatorias que se supone genera. Pero quizá
lo más perjudicial para Schmidt es que sus resul-
tados aún no han podido ser igualados por quie-
nes intentaron repetir su experimento; el lo atri-
buye a variables psicológicas tales como la motiva-
ción del sujeto y la actitud del experimentador.
No obstante, mientras experimentos como el
de Schmidt proporcionen indicios de que puede
existir una fuerza mentalmente dirigida, corres-
ponde a los parapsicólogos desarrollar una teoría
que explique en qué consiste la psicocinesia, ya se
.manifieste en las oscilaciones de la brújula de
Nina Kulagina o por la influencia de un sujeto so-
bre la desintegración progresiva de las partículas
subatómicas en un generador de números aleato-
rios. Para ello deben seguir intentando resolver
los múltiples misterios que rodean a su presa fan-
tasma: PK. Por ejemplo, si los sujetos son capaces
de conseguir resultados por encima de lo normal
al influir en 100 tiradas· de un solo dado, ¿por qué
no habrían de ser también capaces de influir en
los movimientos de 100 dados lanzados a la vez?
Hasta ahora los resultados experimentales han
sido contradictorios. ¿y qué ocurrirá si se pide a
los sujetos que lleven a cabo dos tareas PK simul-
Realidad y apariencia

El arte secreto de andar sobre el fuego


E Nla frontera entre lo natural y lo sobrenatural
existe un tipo de fenómenos que, a falta de
nombre mejor, podemos llamar hazañas físicas
Brigham no se había quitado las botas, y a los
pocos pasos las suelas ardían. Una se desprendió,
la otra quedó colgando y tuvo que acabar la carre-
«imposibles». Muchas de las personas que llevan a ra en calcetines. Lo curioso es que, en vez de esta-
cabo esos prodigios de voluntad, fuerza o resisten- llar en llamas, los calcetines sólo parecían chamus-
cia al dolor explican tal capacidad como debida a carse al contacto con el empeine de sus pobres bo-
poderes mágicos o religiosos. Naturalmente, en la tas y, según cuenta Brigham. «tenía una sensación
mayoría de los casos no los poseen, y se engañan o de calor intenso en la cara y el cuerpo, pero apenas
mienten al afirmarlo. Se trata en general de gran- sentía nada en los pies». Cuando al fin alcanzó la
des atletas o estupendos ilusionistas. Pero hay tam- otra orilla del campo de lava aún no sentía caíor en
bién quienes llevan a cabo cosas que parecen im- los pies, que, como los de los kahunas. no tenían
posibles de modos no sólo inexplicados todavía una sola ampolla. El regreso por la ladera del vol-
sino que parecen desafiar toda posible explicación. cán fue mucho más penoso para el descalzo Brig-
Viene aquí a propósito lo que cuenta William ham que cuanto había experimentado en el campo
Tufts Brigham, conocido etnólogo del Bishop Mu- de lava, y hasta su muerte en 1926 sólo tuvo una
seum de Honolulú. Brigham, criado en Hawaii, explicación para su paseo por el fuego. «Es magia
consiguió siendo joven que tres amigos kahunas -decía-, parte de la magia que practican los ka-
-sacerdotes nativos- le prometiesen enseñarle el hunas y otros pueblos primitivos.»
arte de andar sobre el fuego cuando se presentase Por extraordinaria que fuese la experiencia de
la ocasión. Se comprende su emoción cuando un Brigham, no es única. El rito de caminar sobre el
día apareció cerca del cráter del Kilauea una co- fuego se ha practicado en todo el mundo durante
rriente de lava que parecía pintiparada para la tan miles de años y aún lo es en nuestros días en luga-
esperada lección. res tan distintos como la India; Malaysia, Japón,
Tras una difícil ascensión de tres días por las la- Fidji, Tahití, Hawaii, Filipinas, Nueva· Zelandia, Es-
deras del volcán todavía rugiente, Brigham y sus paña o los Balcanes. Generalmente, quienes lo
amigos llegaron a una garganta donde había un practican atraviesan una capa de brasas extendida
campo de lava reciente. «Cuando, tirando piedras a sobre una zanja poco profunda, aunque a veces ca-
la superficie, nos cercioramos de que estaba lo bas- minan sobre una hoguera o una alfombra de pie-
tante dura para soportar nuestro peso -recor- dras candentes. Hay múltiples motivos para hacer
daba-, los kahunas se levantaron y bajaron ga- una cosa así: apaciguar a los dioses, alcanzar la pu-
teando por la pared ... La superficie de la lava iba rificación espiritual, probar si se es culpable o ino-
ennegr,eciéndose, pero corrían por ella oleadas de cente o simplemente cumplir un voto. Pero aunque
un rojo descolorido como el
del hierro que empieza a en-
friarse antes de que el herre-
ro lo introduzca en el ·agua...
La sola idea de atravesar co-
rriendo aquel infierno me
hizo estremecerme.»
Al llegar al borde de la tor-
nasolada corriente de lava,
los kahunas se detuvieron y
empezaron tranquilamente a
contar en hawaiano arcaico,
mientras Brigham se sentía
«casi asado» por el intenso ca-
lor. Después, descalzo y «Sin
dudarlo un momento, el más
viejo salió trotando por aque-
lla superficie ardiente». Mien-
tras Brigham lo miraba asus-
tado, sintió de pronto que lo
empujaban por detrás, y mo- Julian Chabert, anunciado como el Rey del Fuego, asombró a los públicos franceses
mentos después también él del siglo XIX con su aparente invulnerabilidad al calor y los venenos mortales. En-
corría desesperadamente so- tre sus muchas habilidades figuraban la de ingerir plomo fundido y aceite hirviente,
bre el lecho de lava. sentarse sobre hornos a 200 ·e y echarse al coleto fluidos letales.
se han visto r ecorridos de más de cincuenta me-
tros, rara es la ocasión en que esos andarines sobre
fuego no salen indemnes de la prueba.
¿cómo es posible? Aparte las interpretaciones
religiosas o mágicas, se ha aducido una gran varie-
dad de explicaciones científicas. Se ha dicho, por
ejemplo, que es posible disponer de tal modo las
brasas en la zanja que se cree una senda en la que,
al haberse consumido todo el oxígeno, la combus-
tión sea imposible. Pero esta teoría no se ha de-
mostrado satisfactoriamente, ni afecta a otras mo-
dalidades, como la de quienes caminan sobre lava
candente. Tampoco explica la inmunidad al calor
radiante que desprende la materia en ignición. El
famoso mago Harry Houdini sugirió que los que no
eran simples embaucadores acaso se aplicaban en
las plantas de los pies algún tipo de ungüento re-
fractario al fuego. Pero exámenes médicos repeti-
dos y minuciosos · no han conseguido descubrir la
presencia de ningún preparado de esa especie, y
muchos científicos incluso dudan de que exista
una sustancia semejante. Otra explicación procede
del estadounidense Mayne Reid Coe, autoridad en
la materia, que ha cruzado zanjas de fuego de 9 me-
tros, lamido barras de hierro al rojo y llevado a
cabo otras increíbles hazañas. Según Coe, la hume-
dad vaporizada del sudor o la saliva forma una es-
pecie de diminuto cojín de aire que protege por
breve tiempo a la carne del contacto directo con la
materia ardiente.
La pirobasia ha dejado de considerarse un fenó-
meno paranormal tras los últimos estudios realiza-
dos para desentrañar su secreto. Una reciente obra
de la Sociedad Española de Parapsicología aclara
esa antigua inmunidad de la epidermis y la lengua
ante las brasas ardientes. Según la SEDP, las gotas
de sudor o saliva alcanzan, en cierta temperatura
crítiCa, una fase llamada «estado esferoidal». El va-
por de agua forma entonces una lámina efástica y
térmicamente aislante que se combina con un
drástico descenso de temperatura. Este fenómeno
puede observarse al tocar un carbón encendido
con un objeto frío: aquel pierde temperatura y se
ennegrece. Pero no siempre se producen ambos
efectos, sobre todo en personas con epidermis no
curtida y escasa exudación. Eso explica que algu-
nos de los individuos que intentan desafiar a las
brasas sufran pese a todo graves quemaduras. En
un famoso experimento llevado a cabo por la Uni-
versidad de Londres en 1935, un joven de Cachemi-
ra, llamado Kuda Bux, recorrió una zanja de fue-
go de 3,5 metros de longitud sin sufrir daño alguno.
Los caminantes sobre fuego, como los de las islas Fidji Pero cuando dos de los presentes trataron de imi-
(arriba), suelen limitarse a cruzar una zanja de 3 a 18 me- tarlo, acabaron llenos de ampollas, y uno de ellos
tros llena de brasas o piedras candentes (encima), de la que con los pies sangrantes tras sólo unos segundos de
salen sin rastro de ampollas ni quemaduras. exposición a las brasas.
(continúa en la pág. siguiente)
Realidad y apariencia

Grandes proezas de fuerza y resistencia

Algunas hazañas de los manipuladores del fuego re-


sultan verdaderamente sorprendentes. Tal es el
caso de Nathan Coker, antiguo herrero de Mary-
land que en 1871, ante un comité de investigadores,
mantuvo una pala caldeada al rojo contra las plan-
tas de sus pies hasta que se enfrió. Después volvió a
calentarla y la lamió hasta que la lengua se le enne-
greció. Por último vertió plomo derretido en sus
manos desnudas, trasladó el líquido candente a su
boca y lo mantuvo allí hasta que se endureció. Se-
gún el Herald de Nueva York, que informó extensa-
mente y con gran alarde de esas proezas, los médi-
cos no pudieron hallar rastro de heridas en el cuer-
po de Coker.
Naturalmente, no hay modo seguro de compro-
bar esos relatos de hace un siglo. Aun aceptando la
buena fe de los reporteros, siempre cabe el fraude.
Magos profesionales corno Houdini han explicado
con detalle cómo pueden urdirse los engaños, al pa-
recer indetectables, de tales proezas, de modo que
es casi imposible valorar el trabajo de aquellos fa-
mosos «reyes del fuego». Los investigadores saben,
por ejemplo, que un francés del siglo pasado llama-
do Julian Xavier Chabert era capaz al parecer de
sentarse en un horno caliente con una pierna de
cordero hasta que la carne estaba totalmente asa-
da. Josephine Girardelli, «El Gran Fenómeno de la
Naturaleza», encantaba a los públicos ingleses allá Proezas tales como yacer en un lecho de púas (arriba) son
por 1814 al lavarse las manos con plomo en fusión, llevadas a cabo por los faquires hindúes e islámicos como
y en 1751 la Royal Society llegó a premiar a Robert medio para comunicarse con Dios. Algunos investigadores
Powell con una bolsa de oro y una gran medalla de occidentales creen que la aparente invulnerabilidad al do-
plata por sus hazañas de comedor de fuego. (Un lor de esos hombres puede explicarse en parte por una es-
contemporáneo impresionado escribía de Powell: pecie de trance autoinducido.
«Es tál su pasión por este terrible elemento, que si
le entrase el hambre en su cocina mientras se esta-
ba asando un solomillo, comería el fuego y dejaría
la carne».) Aunque es difícil saber lo que había de quires indios al sufrimiento de acostarse en lechos
auténtico en tales proezas, sí conviene recordar que de clavos (uno de ellos durante 111 días) o los yo-
sólo eran insólitas en lo que tenían de voluntarias, guis a ayunos o entierros en vida increíblemente
pues durante la mayor parte de la historia humana prolongados?
los hombres han venido sometiéndose unos a otros El fervor religioso explica gran número de tales
a durísimas «pruebas del fuego» para demostrar la heroicidades, como parece justificar otros muchos
lealtad, determinar la culpabilidad o decidir lo que fenómenos inexplicables. Se diría que las aspiracio-
era o no verdad. nes espirituales bastan para arrastrar a los devotos
Suponiendo que el caminar sobre fuego, mani- a infligirse todo tipo de penosos castigos, desde el
pular este elemento y otras hazañas sobrehumanas cilicio a la mortificación ritual que todavía llevan a
sea posible, subsiste un problema psicológico de cabo en público los miembros de ciertas sectas islá-
mayor alcance, ¿qué impulsa a esas personas a aco- micas. Para todos esos creyentes, sean místicos cris-
meter hazañas que parecen desafiar las leyes de la tianos o faquires en la tradición islámica o hindú, el
naturaleza? ¿Por qué, por ejemplo, tenía el místico fin de tales prácticas es la trascendencia del plano
holandés Mirin Dajo que haber soportado que lo físico --{)Onsiderado como el aspecto más específi-
atravesasen más de 500 veces con espadas? Aunque camente humano de nuestra vida- en la esperanza
Dajo murió más tarde por complicaciones deriva- de conseguir la verdadera unión con Dios o el uni-
das de esas heridas, es increíble que sobreviviese si- verso.
quiera a una de ellas. ¿y por qué se someten los fa- Entre los practicantes no religiosos de proezas
Alparecer, fue Houdini el
inventor del truco, pero a
un artista llamado Moro
(arriba) se debe su inclu-
sión en los espectáculos
de variedades. Se hacía
congelar en un bloque de
hielo que después saca-
ban al escenario.

Un artista de los años 1920-30, conocido


por Mortado, se hizo famoso por un núme-
ro en el que parecían brotar surtidores de
agua de varios puntos de su cuerpo.
El holandés Mirin Dajo
se dejaba atravesar el tó-
rax con una espada. Para
acallar a los escépticos, que parecen físicamente imposibles se advierte un
en una ocasión utilizó deseo análogo de trascender los límites del cuerpo
una espada hueca a tra- humano, aunque lo expresen de otro modo. Una de
vés de la cual hizo correr
agua. las claves de ese impulso o motivo puede hallarse
en las palabras que el famoso forzudo norteameri-
cano Joseph L. Greenstein («El Poderoso Atomo»)
solía repetirse a sí mismo antes de iniciar una de
sus increíbles proezas: «Yo soy un hombre -sal-
modiaba-. Tengo la Fuerza. Tú eres sólo un me-
tal sin voluntad. Mi voluntad es superior a la tuya.
La Fuerza te vencerá. Vas a doblarte, vas a rom-
perte ».
No hay respuestas definitivas, y acaso el impul-
Joseph L Greenstein («El so de trascender cuantas limitaciones imponen el
Poderoso Atomo») reco- tiempo, el espacio, la materia y los sentidos, de con-
rrió durante décadas los
Estados Unidos llevando seguir dominarlo todo, incluidos nosotros mismos,
a cabo hazañas tales sea parte de nuestra condición humana. Tal vez
como doblar barras de quienes intentan proezas físicas en apariencia im-
acero, hincar clavos a pu- posibles -quienes tratan de demostrar la primacía
ñetazos y romper cadenas del espíritu sobre la materia- no hagan sino com-
con los dientes. partir esa necesidad universal.
Los relatos de experiencias extra.corpóreas
sugieren, aunque no lo prueben, que en momentos de crisis
puede escapar del cuerpo alguna forma del yo.

EXPERIENCIAS
EXTRACORPÓREAS
ADA en su vida había preparado al gente de otro aeródromo, él y un pilo-
N joven médico para la extraordi-
naria sensación de contemplar su pro-
to habían saltado a un avión e iniciado
un despegue precipitado.
pio cuerpo desde un lugar externo a él. Antes de que el aparato hubiese ga-
Lo sucedido fue tan increíble que, dé- nado la altura y velocidad suficientes,
cadas más tarde, seguía queriendo que el piloto hizo un viraje brusco, y el
se silenciase su nombre, por miedo a avión perdió impulso y se prec;ipitó
ser tildado de excéntrico y falto de for- hacia tierra; momento en que el médi-
malidad. Y no obstante sabía que co, curiosamente indiferente y tran-
aquello no había sido un sueño ni una quilo, se encontró preguntándose qué
alucinación. ala sería la primera en estrellarse.
El aspecto más convincente de su A continuación, «me vi de pronto mi·
experiencia era que los edificios del El dotado A/ex Tanous inicia rando mi cuerpo tendido en el suelo
uno de sus intentos de extra-
escuadrón, los hangares y el cobertizo corporeidad ordenando: «Es- desde unos sesenta metros por encima
de sanidad que había en la ladera de la píritu, ve a la cabina». de él».
colina no e·ran visibles desde el peque- El médico había salido despedido y
ño aeródromo situado en las praderas estaba tumbado de espaldas, al pare-
de abajo. De no ser por eso, cabe pensar que el jo- cer inconsciente, aunque él se sentía en un estado
ven doctor no hubiese llegado a consultor de la de agradable conciencia. Pudo ver cómo el piloto,
Royal Air Force, miembro del Real Colegio de Mé- ileso, y dos oficiales corrían hacia su cuerpo y se in-
dicos y comendador de la Orden del Imperio Britá- clinaban sobre él. «Mi espíritu, o como quieran lla-
nico. Pero resultó que, a causa de la situación de los marlo, allí planeando, se preguntaba por qué se mo-
cobertizos, su comandante en jefe pudo atestiguar lestaban en hacer caso de mi cuerpo, y recuerdo
lo que contaba: muy bien que deseaba que lo dejasen en paz.»
Cuando ocurrió el incidente, en abril de 1916, su Desde su puesto de observación por encima del
protagonista era oficial de Sanidad con destino en aeródromo, el joven oficial de Sanidad vio a la am-
la 2.ª Brigada del Real Cuerpo de Aviación en Clair- bulancia salir del cobertizo y detenerse; al conduc-
marais (Francia). En respuesta a una llamada ur- tor bajarse de ella, dar vueltas a la manivela de
arranque y volver a .su asiento; al enfermero salir
corriendo del cobertizo y saltar a la ambulancia
cuando ésta ya se iba; al vehículo detenerse mien-
En la Sociedad Americana de Investigaciones Psíquicas de tras el enfermero volvía corriendo a recoger algo al
Nueva York se utilizan delicados sensor.es para estudiar la parecer olvidado, y por último al enfermero saltar
extracorporeidad. Cuando Alex Tanous, situado en un cuar-
to alejado, describía correctamente las imágenes (arriba, otra vez a la ambulancia, que continuó su interrum-
izda.), se detectaba un aumento de actividad en una cámara pido viaje.
sensora aneja (izda.). Esa actividad era registrada mediante Tras observar todo esto, el médico, todavía in-
un polígrafo (foto mayor). consciente, sintió cómo se alejaba del aeródromo

271
-«y era muy claramente yo, y no algún otro»- a do de salud. Característico de quienes tienen tales
gran velocidad. Tuvo la sensación de moverse hasta experiencias es el creer que han sido proyectados a
un pueblo cercano, y después más allá, hacia alta cierta distancia de su cuerpo físico y percibir el
mar. Todavía despreocupado, se preguntó por qué cuerpo y su entorno desde ese punto de vista exter-
estaría haciendo un viaje tan increíble. Mientras se- no. No obstante, el sujeto se siente despierto y cons-
guía pensándolo, «hubo una especie de retracción», ciente, y más observador que de costumbre. Sus
y se vio de nuevo planeando sobre su cuerpo. Con percepciones pueden incluir datos que no pudo ob-
un brusco cambio de perspectiva se d io cuenta de tener por canales ordinarios. Con frecuencia l e pa-
que e l enfermero le vertía un estimulante en la gar- rece ocupar un segundo cuerpo, ya sea un doble ex-
ganta, y abrió los ojos a su mundo habitual. teriorizado de su yo físico u otro tipo de forma sin
Más tarde, mientras yacía paralizado en un hos- facciones y casi siempre invisible.
pital, el joven médico reflexionó sobre su viaje. Po- Los modernos investigadores aplican el térmi-
día haberse imaginado aquella excursión relámpa- no estado ecsomático a las experiencias extracorpó-
go al mar; pero ¿y todo lo que le parecía haber visto reas (EEC), conocidas internacionalmente por las
cerca de los hangares? Perplejo pero impresionado siglas OOB (de out-of-body experiences). Lo cierto
por la claridad con que recordaba la escena, hizo a es que estas experiencias se encuentran, bajo uno
su comanda nte en jefe un relato completo de su ex- u otro nombre, en todas las sociedades y épocas.
periencia. Más tarde,. las discretas preguntas delco- Durante la década 1970-80, Dean Sheils, entonces.
mandante corroboraron los detalles de cuanto e l profesor adjunto de Psicología en la Universidad
joven oficial decía haber visto. de Wisconsin, analizó datos de unas setenta cultu-
Una experiencia extraña, quizá, pero no única, ni ras no occidentales para recopilar sus creencias en
siquiera muy insólita, pues la investigación más su- esta materia. Según é l, la creencia en las EEC se
perficial revela casos de experiencias extracorpó- encuentra en un 95 por 100 de las culturas estudia-
reas entre personas de toda condición, edad y esta- das, con descripciones parecidas. «Algo» abandona
el cuerpo, a menudo durante períodos de incons-
ciencia o sueño natural; lo que ocurre no se con-
funde con los sueños normales, y la EEC suele ser
espontánea, aunque se dice que chamanes y dota-
dos se proyectan o exteriorizan a voluntad.
Tampoco faltan datos semejantes en el mundo
occide ntal. En 1952, e l desaparecido sociólogo Hor-
nell Hart preguntó a 155 estudiantes de la Universi-
dad de Duke: «¿Ha visto alguna vez su cuerpo físico
desde una perspectiva totalmente exterio r a él,
como estando junto a la cama y viéndose acostado
en e lla, o flotando en el aire cerca de su cuerpo?».
No menos del 30 por 100 contestó afirmativamente.
La parapsicóloga inglesa Celia Green, directora del
Institute of Psychophysical Research de Oxford,
empezó a reunir relatos de EEC en los años sesenta.
En 1966 estudió una muestra de 115 estudiantes en
la Universidad de Southampton, de los que el 19
por 100 dijeron haber experimentado proyecciones
extracorpóreas. Al año siguiente formuló la misma
pregunta a 350 estudiantes de Oxford, y el 34 por
100 respondieron afirmativamente.
En 1974, el doctor John Palmer y su colega Mi-
chael Dennis, entonces en la facultad de Medicina
de la Universidad de Virginia, llevaron a cabo por
correo una encuesta al azar entre 700 adultos resi-
dentes en Charlottesville (Vi rginia) y 300 estudian-
tes de su universidad. De las 341 personas del pri-
mer grupo que respondie ron, e l 14 por 100 dijeron
haber experimentado un fenó me no extracorporal.
De los 266 estudiantes que contestaron, el 25 por
100 lo hicieron afirmativamente. Un 34 por 100 de
las personas que en ambos estudios dijeron haber
tenido EEC aseguraban ha ber «estado fuera» no
menos de ocho veces.
En conjunto, se conocen un sinfín de EEC. El
Algunos teóricos creen que un cordón une el cuerpo astral anónimo médico británico no tenía por qué mos-
y el vivo, como vemos en este grabado chino, y que ese cor- trarse tan cauto al hablar de_su experiencia, que sólo
dón puede estirarse durante el vuelo astral. se diferencia de otras por su dramatismo y sus deta-

272
Extrañas historias de en-
cuentros con sus dobles
han sido narradas (de arri-
ba abajo y de izda. a dcha.)
por Dostoievski, Edgar
Allan Poe, D.H. Lawrence,
Tolstoi (encima) aseguraba
Goethe y Cuy de Maupas-
haberse encontrado con D.D. sant.
Home horas antes de la llega-
da del famoso dotado a San
Petersburgo. Lo atribuía a
proyección astral.

lles comprobables. Mucho más simple y represen- rías estar aquí. iVuelve a esa moto!" Y al instante es-
tativa fue la que contó el parapsicólogo D. Scott taba otra vez en el sillín». Otra muchacha que con-
Rogo. testó a Gree n se hallaba cantando en un concierto
Era una cálida tarde de agosto de 1965 cuando cuando se encontró al fondo de la sala escuchando
Rogo, entonces estudiante, se dejó caer en su cama su voz del escenario y criticándola. Un tercero,
para la acostumbrada siesta de después de las cla- sacerdote, tuvo conciencia de la separación de su
ses. Pero en esta ocasión no pudo dormir. «Empecé cuerpo mientras predicaba cierta noche. Desde e l
a sentir un frío extraño y comencé a temblar -es- otro extremo de la iglesia .vio su cuerpo en el púlpi-
cribía en su libro de 1978 Mind Beyond the Body-. to y oyó cómo su voz iba desgranando el sermón.
Me golpeé repetidamente los costados, y en ese mo- Aunque la EEC tenga lugar a veces en condicio-
mento me di cuenta de que todo mi cuerpo vibraba nes tan prosaicas, es más probable en momentos de
y me encontraba casi paralizado... Un instante des- dolor, tensión emocional u otras circunstancias di-
pués me vi flotando en el aire, y al siguiente estaba fíciles. La violencia de la guerra ha provocado a ve-
a los pies de la cama, contemplándome. Me volví ces la sensación de que el yo estaba siendo catapul-
bruscamente ... y traté de ir hacia Ja puerta del cuar- tado fuera de un cuerpo que sufría. Un caso muy ca-
to, que daba a un pasillo. Al moverme sentía como racterístico ocurrió el 3 de agosto de 1944, cuando,
si fuese deslizándome por entre jalea, y por un mo- al recibir un blindado británico cargado de explosi-
mento perdí el equilibrio y estuve a punto de caer- vos el impacto directo de una granada alemana, un
me. Todo estaba empañado como por una neblina oficial fue despedido por encima de un seto.
que envolvía a la forma blanquecina que yo perci- Mientras yacía en el suelo, con su uniforme de
bía como mi cuerpo. Un momento después me des- campaña en llamas y el fósforo ardiente abrasándo-
pertaba en mi cama, pero me di pe rfecta cuenta de lo, tuvo conciencia de existir como dos personas.
que no había estado dormido.» Una de ellas estaba en un campo, quejándose y gri-
No es extraño que a Rogo, como parapsicólogo tando de miedo mientras agitaba desesperadamen-
que era, no le causase gran impresión su experien- te todos sus miembros. «El otro flotaba en el aire, a
cia, pero a un profano una reacción tan tranquila unos seis metros del suelo, y desde allí podía ver no
puede parecerle sorprendente. Y sin embargo en- sólo a mi otro yo en el suelo, sino también el seto, la
tre los sujetos entrevistados por Celia Green era co- carretera y el blindado envuelto en humo y llamas.»
mún una actitud de despreocupación emocional El ser tendido en el suelo tenía plena conciencia de
con respecto al yo normal. Como explicaba uno de ser él quien aullaba de aquel modo horrible; el otro,
ellos: «Mientras iba a buena marcha por una carre- el del aire, oía los gritos como procedentes de otra
tera, el ruido del motor y su vibración fueron persona. «Recuerdo que me dije a mí mismo: "De
como aletargándome, y recuerdo que me pareció nada vale gimotear así. iRueda por el suelo para
que abandonaba la moto como un zoom que se ale- apagar las llamas!"» Al fin el cuerpo físico hizo lo
ja, y cerniéndome sobre una colina me veía a mí que se le decía, y el hombre rodó hasta caer en la
mismo y a mi amigo allá abajo, a toda velocidad por zanja que había debajo del seto. Se apagaron las lla-
la carretera, y me pareció que pensaba: "No debe- mas, cedió el pánico y «volvió a ser una sola persona».

273
Ernest Hemingway con-
taba diecinueve años y esta-
La huida del dolor ba destinado en una unidad
de ambulancias del frente
Un dolor intolerable ha provocado a veces episo- italiano cuap.do tuvo una
dios de extracorporeidad inusitadamente intensos. EEC. La noche del 8 de julio
De una de esas experiencias habló Ed Morrell, con- de 1918, una gra:nada de
denado a cadena perpetua en San Quintín a finales mortero austriaca cargada
del siglo pasado. con metralla explotó cerca
Tras conseguir el indulto en 1909, Morrell relató de las trincheras italianas y
sus sufrimientos en un libro, The Twenty-Fifth Man.
Sus experiencias más atroces tuvieron lugar cuan- alcanzó a Hemingway en las
do fue acusado falsamente de ocultar armas en la piernas.
prisión. Para obligarle a confesar dónde estaban, Como diría más tarde a Las fórmulas matemáti-
sus carceleros utilizaron la camisa de fuerza, una su amigo Guy Hickok, co- cas ayudaron a Koestler
a superar el terror a la
funda del tamaño del cuerpo tan apretada que pro- rresponsal en Europa del muerte en la prisión.
vocaba una «Sensación de ahogo como si lo hubie- Daily Eagle de Brooklyn,
sen enterrado a uno vivo». Morrell describía los do· «Sentí a mi alma, o lo que fuese, salírseme del cuer-
lores punzantes, el progresivo entumecimiento y po como se saca un pañuelo de seda de un bolsillo
las excreciones corporales que mordían la piel tirando de una punta. Dio un vuelo, volvió y entró
como un ácido, todo lo cual le hacía sentirse «morir
aplastado por una gigantesca boa constrictor... y d e nuevo, yya no estaba muerto». Hemingway utili-
palidecer ante el terror mortal que inspiraba la ca· zó esta experiencia diez años más tarde en Adiós a
misa». La primera sesión de tortura, escribía Mo- las Armas, donde hace decir al protagonista, Frede-
rrell, le dejó en un estado de desesperación dife- rick Henry: «Sentí cómo me precipitaba corporal-
rente a cuanto había conocido en la cárcel. mente fuera de mí mismo, y más y más afuera,
Sin embargo, a la vez siguiente todo cambió. siempre físicamente por los aires. Salí de golpe,
Mientras estaba tendido, con dolores insoporta- todo yo, y sabía que estaba muerto y que había
bles, en el suelo de su celda, sintió cómo su con- sido un error creer que se muere sin más. Después
ciencia abandonaba poco a poco su cuerpo físico y empecé a flotar, y en vez de seguir adelante me
flotaba más allá de los muros de la prisión. Libre de
angustias y opresiones, tuvo la curiosa sensación sentí resbalar hacia atrás. Respiré, y ya estaba de
de deslizarse lánguidamente «hasta er mundo exte- vuelta».
rior, donde se vive y se respira», y cada vez que El escritor Arthur Koestler, corresponsal en la
«volvía» a su celda se sentía fresco y como nuevo. guerra civil española, fue capturado por las fuerzas
Asombrado ante la resistencia de Morrell a las re- nacionalistas y se vio solo en una celda y amenaza-
petidas sesiones de tortura, el director ordenó a los do de inminente ejecución. En medio de su aisla-
carceleros que redoblasen sus esfuerzos. Le pusie- miento, empezó a garabatear fórmulas matemáti-
ron una segunda camisa de fuerza sobre la prime- cas en las paredes de su celda, y, cada vez más en-
ra, pero siempre que venían a soltárselas lo encon- frascado en el significado de los símbolos que traza-
traban con buen ánimo. En su estado disociado,
Morrell disfrutaba momentos de perfecta evasión, ba, llegó a sentirse tan encantado con lo qu e creía
viajando a donde quería y observando a veces una perfecta formulación matemática del infinito
acontecimientos que más tarde pudo confirmar. que la idea de ser fusilado perdió para él toda im-
El estoicismo de Morrell, y un nuevo director, lo portancia.
libraron al fin de un lustro de incomunicación y, Aunque evidentemente hay muchas variedades
cuatro años después, de .la cárcel. No es sorpren- de EEC, los hallazgos combinados de múltiples in-
dente que no volviese.a experimentar la sensación vestigadores hacen posible trazar un amplio cua-
de estar fuera del cuerpo después de su última se- dro de las características más frecuentes. Durante
sión de camisa de fuerza. Piensen lo que quieran
los escépticos sobre la experiencia de Morrell, pa- una EEC, la conciencia del «yo» parece darse cuen-
rece que fue el estado por él descrito - un cierto ta de que está en otro vehículo, que puede ser o no
nivel de conciencia independiente del cuerpo físi- visible para un observador. Algunos sujetos creen
co-, lo que le permitió sobrevivir. que ese segundo cuerpo es una réplica exacta, aun-
que transparente, del cuerpo físico; otros lo compa-
ran con una niebla, un vapor, una nube blanca, un
ojo, una esfera luminosa o algo parecido a un cam-
po magnético o eléctrico. No es raro que piensen
que esa forma extracorporal emite luz propia, y a l-
gunos sujetos dicen haber visto un cordón lumin o-
so que conectaba el yo ecsomático con el cuerpo fí-
sico. La salida del cuerpo físico va a menudo acom-
pañada de u n chasquido, una sensación de oscuri-
dad o un viaje por un largo túnel, y a veces parece
contar con la ayuda de otra entidad incorpórea.
Ed Morre/l dijo haber resistido la tortura de las camisas de El relato más común insinúa también que la for-
fuerza abandonando su cuerpo para florar en el espacio. ma proyectada es ingrávida y puede andar, desli-
zarse, flotar o volar. Puede cernerse perezosamente

274
no lejos del cuerpo físico o sentir que viaja a gran-
des distancias, sin límites d e tiempo o espacio.
Tambié n puede a travesar con facilidad la mate ria, Experiencias recíprocas
pero rara vez tocar o mover objetos. El sujeto s ue le de extracorporeidad
sentir que viaja por el mundo normal, pero a veces
se adentra en regiones increíblemente hermosas o
deprimentes, y puede también ver otras aparicio- Algunas experiencias extracorpóreas resultan ser
nes durante su experiencia. E l yo extracorpóreo aventuras relativamente prosaicas de personas que
p uede incluso parecer demostrar alguna forma de hacen esos viajes inesperados por razones más o
percepción extrasensorial. menos específicas y prácticas y, aunque les asom-
bre, no ven en ello implicaciones trascendentales.
La creencia en las experiencias extracorpóreas Tal fu e el caso de Walter McBride, un granjero de
se ve asediada por una inte nsa corriente crítica. Indiana cuyo supuesto viaje en 1935 no pudo ser
Son muchos los escépticos que interpretan las EEC más prosaico, aunque presentó una faceta extracor-
como fruto del deseo, simples sueños, seudoper- poral insólita: el descubrimiento mutuo de la enti-
cepciones o alucinaciones. Un experto en estos te- dad extracorpórea y un sorprendido e inesperado
mas, el español Mario Capel, recuerda en La super- observador.
vivencia después de la muerte que, en las experien- Según contó McBridc al investigador de EEC
cias de privación sensorial, el sujeto e ncerrado en Sylvan Muldoon, «hacia las ocho de la noche del 23
una cámara aislada y privado d e todo estímulo físi - de diciembre Í1.ii a mi dormitorio, que está en la
planta baja. Apagué la lámpara y me dispuse a dor·
co sufre alucinaciones mir, como de costumbre, sintiéndome perfecta-
q ue le hacen creer que mente normal... Lo siguiente que supe fue, por ab-
camina y flota en e l va- surdo que parezca, que estaba flotando en la habi-
cío. Sin embargo, no es tación, pero a plena luz. Para entonces ya estaba
fácil desechar el gran nú- bien despierto. La luz no procedía de una fuente
mero de experiencias material, pues había apagado la lámpara y el cuarto
EEC. La simple abundan- estaba a oscuras cuando me acosté. Era un res plan-
c ia de datos anecdóticos dor blanquecino que no producía sof(lbras, distinto
de la luz del sol».
recomienda aceptarlas, McBride notó que ascendía flotando por la casa.
cuando menos, como un « i el techo ni el piso superior me detuvieron ... Los
knómeno auténtico e in- atravesé fácilmente. Tras alcanzar cierta altura, me
duce a pensar que la con- enderecé, y al mirar hacia abajo vi asombrado mi
l'icncia que aparente- cuerpo sobre la cama.» No menos le asombró ver
mente abandona el cuer- que se dirigía, con una especie de movimiento on-
po puede ser un yo real, dulatorio, hacia su antigua casa, a varios kilómetros
capaz de fun cionar con de allí. Sin saber cómo, se daba cuenta de que iba a
ind e pendencia de lama- visitar a su padre, por cuya salud estaba preocupa-
do. Tambi6n sentía la presencia de una especie de
sa de huesos, tejidos y guía que viajaba con él.
células cerebrales que Al fin entró en el dormitorio principal de la vie-
componen su soporte fí- ja casa fam iliar, pasando sin darle importancia a
sico. través de sus paredes, y se vio a los pies de la cama
No obstante, si la EEC de su padre. «"Padre" -le dije-, "iPadre!", pero pare-
llega a probarse a lgún ció no oír mi voz. No obstante, pensé que me veía,
día, será seguramente en Ernest 1-lemingway sintió pues tenía los ojos fijos en mí y parecía haber un
que su alma abandonaba gesto de sorpresa en su cara.»
condiciones de laborato- el cuerpo tras haber sido McBride regresó a casa sin no\'cdad. De nuevo
rio controladas y utili- gravemente herido. en su dormitorio, «lo primero que vi fue mi cuerpo,
zando a sujetos capaces todavía acostado en la cama donde lo había deja-
de abandonar su s cuerpos casi a voluntad. Ese fue do... Estuve siempre plenamente consciente y... al
el experimento que intentó e n 1965 y 1966 el doctor volver a entrar en mi yo físico... me desperté al ins-
Charles T. Tart, pionero en es te campo y hoy profe- tante sin la menor sensación de sueño». McBride se
sor de Psicología en la Universidad de California en levantó y anotó la hora del suceso y todos los deta-
Davis. Siendo auxiliar en la facultad de Medicina de lles de su extraño viaje.
la Universidad de Virginia, Tart llevó a cabo una se- El día de Navidad hizo una visita normal a su
padre, y, en presencia de otros dos visitantes, el an-
rie de pruebas con un sujeto dotado llamado Ro- ciano ratificó espontáneamente lo que decía su
bert Monroe, ingeniero electrónico y próspero hijo. «Me había visto -contó McBride-, mientras
hombre de negocios de Virginia que venía experi- me hallaba a los pies de su cama. Dio la coinciden-
mentando intensas EEC desde 1958 y aseguraba ser cia de que también él había anotado la hora de su
capaz de provocarlas. Para las pruebas, se instaló a visión, y concordaba con la anotada por mí.»
Monroe en una alcoba improvisada en el laborato- Experiencias recíprocas como ésta parecen in-
rio, en la que e ra posible controlar sus ritmos cere- validar las críticas de cuantos dudan de las expe-
brales, latidos del corazón y movimientos oculares. riencias extracorpóreas y las interpretan como fru-
En teoría, iba a dejar allí su cuerpo y proyectarse al tos del deseo, simples sueños, pseudopercepciones
cuarto de control contiguo, donde trataría de leer o alucinaciones.
un número d e cinco cifras elegido al azar, puesto

275
Los secretos del vuelo astral
El concepto de cuerpo astral -«la envoltura estelar representan ejemplos de proyección automática o in-
del alma»- es una de las ideas más antiguas y univer- voluntaria.
sales del hombre sobre sí mismo. Se menciona en an- »En contraposición con e lla está la consciente ovo-
tiguos textos indios, egipcios y griegos, así como en la luntaria, en la que el sujeto "quiere" abandonar su
Biblia; sirvió de tema literario durante la Edad Media cuerpo físico ... En esos casos está plenamente alerta y
y continúa siendo una creencia fuertemente arraiga- consciente en su cuerpo astral; puede ver su propio
da en ciertos grupos religiosos y culturales. mecanismo físico y viajar a voluntad, a veces contem-
El cuerpo astral, que se cree es una réplica perfec- plando escenas y visitando lugares que desconocía...
ta del cuerpo físico en el que se aloja, está hecho de »Los cuerpos astral y físico están ... conectados por
una sustancia mucho más ligera, luminosa, translúci- medio de un... cordón... por el que pasan las co-
da y eminentemente adecuada al viaje extracorpóreo rrientes vitales. Si ese cordón se corta, sobreviene la
del que se dice es capaz. En teoría, una de sus funcio- muerte instantánea. Esa unión -el "cordón de plata"
nes principales es la de transportar el alma en el mo- de que habla el Eclesiastés- es elástica, y capaz de
mento de la muerte, pero quienes afirman haber ex- una gran extensión. Constituye el lazo esencial entre
perimentado una proyección astral la presentan ambos cuerpos».
como una experiencia no más insólita que el soñar. Una vez explicado con tal autoridad el concepto,
El ejemplo más antiguo, aunque no anticuado, de Carrington y Muldoon procedían a ofrecer la historia
tales especulaciones es un libro titulado La proyección y las «reglas del arte» de la proyección astral. Su ex-
del cuerpo astral, aparecido en Londres en 1929. Sus plicación incluía instructivas referencias a temas se-
autores eran un inglés, Hcreward Carrington, y un es- cundarios como la «Velocidad del espectro» (hay tres
tadounidense, Sylvan Muldoon, que no sólo se decía velocidades para el viaje astral), el «radio de acción
viajero astral habitual, sino convencido de que la del cordón», la «repercusión del cuerpo astral» y los
proyección astral estaba al alcance de cualquiera que «Síntomas de exteriorización astral».
la desease suficientemente. Según ambos autores, las leyes mecánicas del viaje
En su introducción al libro, Carrington ofrecía un astral son muy estrictas. En el caso de Muldoon, el
«resumen de la doctrina y enseñanzas concernientes procedimiento apenas cambió en los centenares de
al cuerpo astral y su proyección». Sería difícil encon- viajes que siguieron a su primera, asombrosa e invo-
trar una explicación más sucinta, aunque los investi- luntaria proyección a la edad de doce años. Sea de ca-
gadores modernos no la tomen en serio. rácter voluntario o involuntario, el proceso comienza,
«El cuerpo astral -escribía Carrington- coincide según Muldoon, por una sensación de rigidez corpo-
con el físico durante los períodos de conciencia plena ral (catalepsia); después siente uno que su cuerpo as-
y despierta; pero durante el sueño el cuerpo astral se tral, todavía en posición horizontal, empieza a ascen-
retira en mayor o menor grado, generalmente cer- der lentamente, dejando de coincidir con el cuerpo fí-
niéndose sobre el físico, ni consciente ni controlado. sico, hasta alcanzar una altura de unos dos metros. En
En estado de trance, durante un síncope o un des- ese punto el cuerpo astral adopta Ja posición vertical
mayo, bajo la influencia de un anestésico, etc., el cuer- un tanto bruscamente, y a partir de ahí ya es libre de
po astral se retira también del físico. Esas evasiones moverse a su antojo.

Sylvan Muldoon (izda.) decía ex-


perimentar proyecciones astra-
les espontáneas con tanta fre-
cuencia que intentó un método
para controlarlas. Trataba de
obligar al cuerpo as1ral a seguir
la trayectoria que vemos a la iz-
quierda y abajo.

276
encima de un estante más alto que su cabeza, y de
observar lo que hacía la encargada del control. En qué consiste el «estar fuera»
Acostado en un catre de campaña y con unos in-
cómodos electrodos en las orejas, a Monroe le fue
difícil relajarse lo bastante para provocar la separa- Los convencidos piensan
ción. No pudo lograrlo hasta la octava y última se- que la sensación de viajar
sión, en la que, según dijo después, consiguió dos fuera del cuerpo es prácti-
breves EEC. En la primera salió de su cuarto «atra- camente imposible de ex-
vesando una zona oscura» y encontró a dos hom- plicar a quienes no la han
experimentado, por sus no-
bres y una mujer en animada charla. Como no tables diferencias con la
«Veía» muy bien y se sentía desorientado, decidió existencia consciente nor-
volver a su cuerpo y hacer una nueva salida. En este mal. No obstante, una
segundo intento, el cuerpo no físico de Monroe muestra de los comentarios
rodó, contaba él, fuera del catre y bajó flotando de algunos de los partÍCi- Green ha in vestigado
hasta el suelo. Después atravesó la puerta lenta- pantes en un estudio lleva- centenares de experien-
mente y entró en el otro cuarto, pero no encontró a
do cabo por la parapsicó- cias extracorpóreas.
a la encargada del control en su sitio de costum- loga británica Celia Green
bre. Sin reparar en el número escondido, Monroe brinda una idea de lo que el
salió a un pasillo muy iluminado, donde la vio ha- «estar fuera» ha supuesto para diferentes personas
que han vivido esta experiencia:
blando con un hombre al que no reconoció. «Estoy desencarnado, pero en un pequeño espa-
Como a pesar de su emoción sentía molestias, cio de un tamaño y situación definidos.»
Monroe volvió a su cuerpo físico y .comprobó que e l . «La realidad era mi "yo flotante", y los objetos
malestar era debido a que tenía la garganta seca y de allá abajo parecían sombras frente a esa reali-
punzadas en un oído. Cuando llamó a la encargada dad.»
del control para darle cuenta de su EEC y le dijo «Lo que parecía haberse escapado era lo que ha-
que la había visto fuera del cuarto con un hombre a cía de mi cuerpo físico un yo; es decir, lo que me
quien no conocía, ella confirmó haber estado en el daba personahdad y carácter.»
«La parte de mí que estaba fuera de mi cuerpo
pasillo con su marido, que había venido a verla. era el verdadero yo, la porción que ve, piensa y sien-
Los experimentos de Tart resultaron interesan- te emocionalmente.» ·
tes pero poco concluyentes. Las lecturas del elec- «Me siento en un cuerpo extraordinariamente
troencefalógrafo fueron ambiguas, y, en conjunto, animado y ligero, optimista, alegre y de algún modo
las pruebas de que Monroe hubiera estado fuera de tetradimensional, como si pudiera, con sólo querer-
su cuerpo parecían escasas. Sin embargo, para Tart lo, ver tanto lo interior como lo externo.»
sus estudios demostraban que las EEC no quedan «Resulta que la vista se apaga y parece empezar
«fuera del ámbito de la investigación científica». algo distinto.»
,('Veía" con toda mi conciencia.»
Entretanto, la Sociedad Americana de Investiga- «Estaba totalmenie tranquilo y despreocupado,
ciones Psíquicas (ASPR) de Nueva York llevaba a l- y pensaba: "De modo que así soy yo". La sensación
gún tiempo estudiando fenómenos relacionados no se parece nada a la de verse en un espejo.»
con la muerte, a fin de averiguar si algún aspecto «No tuvo nada de extraño ni de espantoso. En
del yo escapaba del cuerpo en el momento de la de- realidad, si alguna reacción hay, es la de sentirse su-
función . Cuando inició Tart sus investigaciones, la perior.»
ASPR había llevado ya a cabo dos importantes estu- «Nunca había estado tan despierto ni experi-
dios sobre lo observado en los moribundos por mé- mentado una sensación tan maravillosa de liber-
dicos y enfermeras, consiguiendo reunir cerca de tad.»
«De repente me setí lleno de alegría y felicidad.
mil in formes sobre visiones, apariciones y emocio- Notaba una libertad tan grande...»
nes de los agonizantes. Al agotarse prematuramen- «Cualquier movimiento era instantáneo. Pensar
te los fondos, se pensó que el estudio no iba a conti- era ya haber hecho.»
nuar, pero se reanudaría más tarde en circunstan- «Después me acometió... una terrible sensación
cias notables. de miedo. Sabía que tenía que volver a mi cuerpo
En noviembre de 1949, un minero de Arizona antes de que lo tocasen. Era una sensación de ur-
llamado James Kidd salió a realizar una prospec- gencia espantosa, porque después sería demasiado
ción y no regresó. Varios años más tarde fue decla- tarde.»
rado legalmente muerto, en la indigencia y sin tes- «De repente pensé: Si me separo de aquí, lcómo
voy a encontrar el camino de vuelta?»
tar, pero a mediados de los años cincuenta la dele-
«El yo escapado se sentía marav11losamente, li-
gada de Hacienda del estado de Arizona Geraldine gero y lleno de una desbordante vitalidad; a decir
C. Swift empezó a descubrir cuentas bancarias, va- verdad, como no me había sentido nunca ni he
lores y certificados de depósito a nombre de Kidd vuelto a sentirme.»
que ascendían a unos 175.000 dólares, todo un teso- «Dejé de interesarme por mi cuerpo físico, e in-
ro para el estado si no aparecía su legítimo propie- cluso por mi vida física. Sólo quería continuar, pro-
tario. longar aquella feliz forma de existencia en la que
Se disponía ya Arizona a cobrar ese dinero cuan- todo era más brillante, vivo y real que cuanto había
do, en 1964, apareció el testamento ológrafo de Ja- conocido hasta entonces.»
mes Kidd en una caja de seguridad. Había sido es-

277
crito a lápiz en una hoja arrancada de una agenda y Pero incluso esos aparentes fracasos alentaron a
estaba fechado en Phoenix (Arizona). El documento los investigadores, pues daban a entender que
era terminante: «Este es mi primero y único testa- Swann estaba realmente «viendo» desde una pers-
mento y está fechado el 2 de enero de 1946. No ten- pectiva extracorpórea y no utilizando alguna forma
go herederos ni he estado casado. Tras pagar los de percepción extrasensorial, ya que en su opinión
gastos de mi funeral y cien dólares a un predicador ésta no se habría visto afectada por obstáculos vi-
para que pronuncie unas palabras de adiós en mi suales.
sepultura, véndanse todos mis bienes, que están en Tras un cierto número de pruebas, se dieron
metálico y en acciones depositadas en E. F. Hut- ocho series de «objetivos» y dibujos revueltos a la
ton Co. de Phoen ix, algunas en caja de seguridad, y psicóloga Boneita Perskari, que no sabía nada de
utilícese el saldo para hacer una investigación o al- los experimentos, para que los pusiera por parejas.
gún tipo de prueba científica de que en el cuerpo El resultado fue que emparejó acertadamente to-
humano hay un alma que lo abandona al morir. dos los objetos con los correspondientes dibujos
Pienso que con el tiempo podrá tomarse una foto- de Swann. Según Janet Mitchell, estadísticamente
grafía del alma abandonando al ser humano al mo- no había más que una probabilidad entre 40.000 de
rir. James Kidd». conseguir un resultado tan perfecto. Durante los
Costó más de ocho años y la intervención del períodos en que Swann dijo haber estado fuera del
presidente del Tribunal Supremo de Arizona resol- cuerpo, los instrumentos conectados a su cuero ca-
ver el litigio por el testamento de James Kidd. Al fi- be lludo registraron ondas cerebrales más débiles y
nal se concedió a la ASPR el dinero, que para enton- rápidas en las regiones relacionadas con la visión.
ces ascendía a 279.450 dólares. La sociedad cedió En febrero de 1973, el coordinador de investiga-
un tercio a la Fundación de Investigaciones Pslqui- ciones de la Psychical Research Foundation de Dur-
cas de Durham (Carolina del Norte) y dedicó e l res- ham inició una serie de pruebas de extracorporei-
to a poner en marcha un programa experimental dad con un investigador-sujeto llamado Stuart Blue
en su sede de Nueva York. Estaba a cargo del doc- Harary, estudiante de la cercana Universidad de
tor Karlis Osis, director de investigaciones de la Duke. Harary decía haber tenido EEC durante toda
ASPR, y el primer sujeto examinado fue un pintor su vida, lo que le hacía sentirse extraño entre la
llamado Ingo Swann. gente .
Swann, nacido en una pequeña a ldea de las Conectado a una amplia diversidad de aparatos
montañas Rocosas, había tenido al parecer su pri- registradores psicofisiológicos, Harary intentó em-
mera EEC a los tres años, bajo los efectos de un prender una excursión fuera del cuerpo. Se le pidió
anestésico. Más tarde le había ocurrido con fre- que se proyectase a otro edificio contiguo de la
cuencia, y cuando llegó a la ASPR decía estar entre- PRF, donde trataría de percibir los dibujos y letras
nado para proyectar su cuerpo en cualquier- sitio y que iban a servir de objetivo. Lo logró sólo a me-
en todo momento.
Una colaboradora de Osis, la psicóloga Janet Mit·
chell, llevó a cabo una serie de sesiones explorato- El doctor Karlis Osis (abajo), de la American Society for
rias destinadas a averiguar si durante una EEC era Psychical Research, planeó y supervisó los primeros experi-
capaz de identificar objetivos situados fuera del al- mentos de extracorporeidad, emprendidos gracias al legado
cance de su vista. Swann, sentado en una habita- de James Kidd.
ción iluminada suavemente desde arriba, fue en-
guirnaldado con cables que conectaban los electro-
dos de su cuero cabelludo a un polígrafo situado en
el cuarto contiguo. Sobre una plataforma colgada a
60 centímetros del techo y unos tres metros del sue-
lo había .d iversos materiales, que se cambiaban en
cada sesión; objetos tales como un paraguas, una
manzana, tijeras, una cruz, una funda de abrecartas
de cuero negro, letras y números impresos y dibu-
jos geométricos coloreados y recortados.
Swann, prácticamente inmovilizado por los ca-
bles y controlado en todo momento por Mitchell
para registrar los cambios en sus ritmos cerebrales,
respiración y presión sanguínea, describía los obje-
tos que creía ver desde diferentes posiciones extra-
corpóreas y los dibujaba. Los resultados fueron im-
presionantes. En algunas pruebas, Swann fue capaz
de dibujar casi exactamente lo que había sobre la
plataforma. La ún ica excepción fueron los objetos
que decía no poder ver desde la posición de su yo
extracorpóreo o a causa de las sombras que los
ocultaban. También tuvo dificultades para identifi-
car números y letras; no así, sus formas generales.

278
días. Durante las pruebas consiguió algunas identi- hubo que dijeron haber visto «destellos luminosos
ficaciones exactas o aproximadas de esas imágenes, e incluso una aparición» en el período en que se su-
especialmente en cuanto a su color y forma gene- ponía que Harary estaba fuera de su cuerpo.
ral, pero su percepción se vio con frecuencia distor- Más tarde se instruyó a Harary para que inten-
sionada. Cuando en una ocasión sintió que tocaba a tase hacerse presente a una serie de animales. Los
Joseph Janis, el miembro del equipo encargado de hámsters y jerbos elegidos no reaccionaron ante
la habitación donde estaban los objetivos, se sobre- sus supuestas visitas extracorporales, pero a una
saltó de tal manera que «voló de nuevo a su antiguo serpiente le acometió una actividad desenfrenada.
cuerpo». Harary compró entonces un par de gatitos y eligió
Los experimentos pasaron después a otra fase. al que parecía más sensible para trabajar con él.
Harary intentó proyectarse de un edificio de la PRF Spirit era un gato afectuoso y vivaz; faltaba saber si
a otro e informar sobre la identidad y posición de detectaría la presencia extracorporal de Harary y
una serie de detectores humanos elegidos al azar y reaccionaría a ella.
situados en la zona experimental. Se dijo a estos de- Morris colocó al gato en una jaula ancha y pro-
tectores que estuviesen atentos a una breve visita funda, con el suelo dividido en 24 cuadrículas de
cxtracorpórea durante un determinado período. Al 25 cm. con el fin de poder medir sus movimientos. En-
principio Harary fue capaz de localizar a los detec- tretanto, Harary estaba a ochocientos metros de
tores y decir dónde estaba cada uno, pero esa preci- allí, en el hospital de la Universidad de Duke, dispo-
sión no tardó en desaparecer. Algunos de los detec- niéndose a proyectar su yo extracorpóreo en mo-
tores cumplieron bien durante cierto tiempo, y los mentos decididos al azar. Mientras Morris observa-
ba, el gatito se movía sobre las cuadrículas, hacien-
do toda clase de esfuerzos para escapar y maullan-
do constantemente. Sin embargo, escribía el inves-
El resramenw del minero James Kidd, que proporcionó fon-
dos para investigaciones EEC, fue descubierto por la dele- tigador más tarde, «no se portó lo mismo, ni mucho
gada de Hacienda del estado de Arizona Geraldine Swift menos, durante los períodos EEC de Blue. Era
(debajo). Las peticiones de los aspirantes a la herencia se como si el gato detectase la experiencia y respon-
amontonan sobre la mesa del juez Rober1 Myers. diese quedándose tranquilo y feliz donde estaba».
Durante ese verano, D. Scott Rogo estuvo varias
semanas en la PRF como consultor e hizo un par de
estudios con Harary. En el primero, el sujeto descri-
bió y nombró correctamente dos de los tres objetos
que servían de objetivo. El segundo tuvo menos éxi-
to, pero Rogo dedujo que Harary percibía los obje-
tos con algo que no era la visión normal. Quizá el
momento más apasionante sobrevino cuando la
presencia extracorpórea de Harary suscitó aparen-
temente una alteración en la atmósfera, sugeridora
de que, por absurdo que pareciese, estaba tomando
energía de ella para poder manifestar su concien-
cia fuera del cuerpo.
Para saber si esos efectos físicos se producen
normalmente durante las EEC, en 1978 y 1979 se
llevó a cabo una complicada prueba en la sede de
la ASPR. El doctor Karlis Osis y Donna McCormick
utilizaron como sujeto a un profesor universitario
de Portland (Maine) llamado Alex Tanous, creyen-
te en la extracorporeidad.
Se situó a Tanous en una habitación a prueba de
ruidos, en un extremo de la tercera planta del edifi-
cio que la sociedad tiene en Nueva York. Los obje-
tivos que tenía que identificar se encontraban en
otra habitación al lado opuesto del edificio, con
cinco puertas cerradas por medio; el equipo de
control se hallaba en un cuarto contiguo a ellos.
La tarea de Tanous se definió con toda preci-
sión. El dispositivo que servía de objetivo iba a es-
tar compuesto por varios elementos: una entre cin-
co fotos posibles sería proyectada en uno de los
cuatro cuadrantes de diferente color de una placa
circular. Además, se haría girar esta placa de modo
que cada color pudiese aparecer en cualquiera de
las cuatro posiciones. El dibujo lineal, el color y la
posición del cuadrante serían seleccionados al azar,

279
En experimentos llevados a cabo en Nueva York, Ingo Swann trató de
probar que podía abandonar su cuerpo. Los investigadores esperaban
que, mediante proyección extracorpórea, Swann podría decirles qué ha-
bía sobre una plataforma situada sobre su cabeza. En una de Las prue-
bas, Swann intentó reproducir dos dibujos situados sobre la plataforma
(arriba, dcha.). Sus croquis pueden verse debajo.
I
y el único lugar desde el que podía verse debida- Pero, a pesar de tales experimentos y teorías, los
mente lo proyectado era precisamente enfrente del investigadores no han conseguido aprehender un
aparato. Allí habían dispuesto los experimentado- alma en e l laboratorio, como esperaba James Kidd.
res una cámara a islada y equipada con sensores ca- No obstante, los entusiastas de la EEC no son nada
paces de detectar las más leves vibraciones. pesimistas. Por el contrario, parece alentarlos la ac-
Pensaban los investigadores que un impacto di- titud de sus sujetos. «El efecto que en una persona
recto -la identificación correcta de la imagen produce el tener una EEC es enorme -observaba
proyectada- confirmaría que Tanous había conse- Charles Tart-. Casi siempre, su reacción emotiva
guido hacer un viaje extracorpóreo ha~ta la posi- es más o menos ésta: "Ya no creo en la superviven-
ción de lectura, en el interior de Ja cámara. Pero cia; ahora sé que mi conciencia sobrevivirá a la
más fascinante era aún para los investigadores la muerte, porque la he experimentado fuera de mi
posibilidad de que esos impactos directos coinci- cuerpo físico".»
diesen con alguna actividad detectable dentro de la Como no podía ser menos, se ha sugerido que la
cámara, que sería registrada por los sensores. EEC no es más que un mecanismo psicológico para
Los resultados fueron estimulantes: de un total enfrentarse a la terrible perspectiva de dejar de
de 197 pruebas llevadas a cabo en 20 sesiones, Ta- existir. «Las experiencias extracorpóreas - escribía
nous acertó en 114. Durante las pruebas, los senso- el psiquiatra neoyorquino Jan Ehrenwald-, son ex-
res registraron siempre un nivel de actividad signi- presión de Ja perenne búsqueda humana de la in-
ficativamente mayor cuando Tanous acertaba que mortalidad, intentos vacilantes de afirmar la .reali-
cuando fallaba. dad y la existencia autónoma del "alma", un desafio
Sin relación alguna con estos experimentos, deliberado a la amenaza de extinción.»
científicos sovi~ticos han sugerido algo que pudiera Pero, como decía Rogo, «el que la EEC pueda ser
tener que ver con lo conseguido por Tanous: que un método para desafiar a la muerte no significa
dentro del cuerpo hay un sistema de energía que que se trate de una experiencia puramente simbóli-
forma el yo separable, y al que denominan indistin- ca o alucinatoria. El hecho de que el hombre tenga
tamente «el bioplasma» o «el cuerpo de plasma bio- una necesidad psicológica de creer eri otra vida no
lógico». A los investigadores occidentales, Rogo en- supone automáticamente que no sobrevivamos a la
tre ellos, les intriga esta idea. «La "mente" puede muerte». En un trío de casos clásicos de EEC, los
ser un tipo de energía -escribía Rogo-. Cuando la sujetos hablaron después de lo felices que se ha-
mente abandona el cuerpo, quizá lo haga utilizando bían sentido al aceptar la nueva vida que creían ha-
esa energía como vehículo, y los diferentes tipos de ber encontrado. Los tres se resistieron a volver a la
estados EEC pueden tener sus vehículos correspon- experiencia normal, aun cuando habían entrado en
dientes.» el estado extracorpóreo de modo involuntario.

280
Uno de ellos es el médico de la primera guerra acostado en la cama que acababa de abandonar.
mundial que «murió» en un accidente de aviación. Miró con más atención y vio que aquel hombre, de
Al final de su relato escribía: «Un efecto interesante mandíbula caída y cara grisácea, estaba muerto. En
que esta experiencia tuvo sobre mí fue la total desa- un dedo de su mano izquierda lucía la sortija de un
parición del miedo a la muerte, a causa de lo agra- club de estudiantes que llevaba Ritchie desde hacía
dable de cuanto sentí y vi mientras estaba aparen- dos años. Asombrado y lleno de horror, se dio cuen-
temente separado de mi cuerpo». ta d e que el muerto era é l, aunque sentía que una
Los mismos sentimientos expresaría unos vein- parte de sí mismo seguía con vida.
te años más tarde el eminente anatom ista británico Totalmente desconcertado, pero sin olvidar que
sir Auckland Geddes en una comunicación a la Real debería estar ya camino de Richmond, salió preci-
Sociedad de Medicina. Refería en ella que una no- pitadamente y cruzó frente a un enfermero. Des-
che se puso repentinamente muy enfermo de gas- pués, contaba Ritchie, se vio fuera del hospital, lan-
troenteritis. Por la mañana se sen tía tan débil y con zado por el aire a tremenda velocidad. Debajo tenía
tales dolores que ni siquiera pudo telefonear pi- una ciudad. Descendió en picado y descansó junto a
diendo ayuda. Aceptó la probabilidad de la muerte un teléfono público que, como había perdido su
y prosaicamente se apresuró a pasar revista a su si- «firmeza muscular», fue incapaz de asir.
tuación financiera. A medida que su estado físico se En el cuarto del hospital, el doctor Donald
agravaba, sintió que su conciencia se deslizaba fue- Francy no halló rastro ni de respiración ni de pulso
ra de su cuerpo. Al mirar hacia abajo pudo ver no en el cuerpo que había en la cama, y, cumpliendo
sólo su cama con su cuerpo en e lla, sino toda su sus órdenes, el enfermero lo cubrió con una sába-
casa y su jardín. Después le pareció ver escenas de na. Al parecer, aproximadamente en ese momento,
Londres, Escocia y cualquier parte a la que dirigie- Ritchie recordó el cuerpo de la cama y decidió que
se su atención. «Estabá libre e n una dimensión tem- sería mejor volver a él.
poral del espacio en la que el "ahora" era en cierto Apenas lo había pensado
modo equivalente al "aquí" del espacio tridimen- cuando se vio otra vez en
sional de nuestra vida cotidiana.» el hospital, bus.cando su
Cuando Geddes empezaba a encontrarse con yo físico por los pabello-
viejos conocidos suyos, vio cómo su hija entraba en nes. Al fin entró en una
el dormitorio, examinaba su cuerpo y corría al telé- estancia reducida que le
fono.« Vi a mi médico abandonar a sus pacientes y pareció reconocer. Su
acudir rápidamente, y le oí decir o le vi pensar: cuerpo inmóvil estaba so-
"Está a punto de morir". » Observando la escena bre la cama, con el incoo-
pero incapaz de hablar, Geddes vio al médico inyec-
tarle algo que más tarde supo que era alcanfor.
«Me hicieron volver, lo que me sentó muy mal,
porque ... de nuevo en mi cuerpo, toda aquella clari-
dad de visión ... desapareció, y me quedó sólo un Al estudiar la capacidad EEC
atisbo de conciencia entreverado de dolor.» de S!Uart Harary, D. Scoll
Rogo notó que éste percibía
Ninguno de estos casos parece justificar la teo- los objetivos con algo que no
ría de Ehrenwald hacia la EEC como expresión de era PES ni visión normal.
la necesidad de negar la muerte. Sin embargo, Eh-
renwald señala también que la EEC puede repre-
sentar un intento de escapar «de un cuerpo debili-
tado, maltrecho y perecedero», lo que supondría,
de hecho, «negar la posibilidad de la muerte». Por El doctor Jan Ehrenwald (de-
otro lado, dice, la EEC podría ser un ensayo de esa bajo) a/ribuye los relatos de
muerte. Lo cerca que la experiencia puede estar de quienes dicen haber vuel10 de
la muerte real es algo que sólo un médico allí pre- la muerte, como George Rit-
sente podría decir. chie (abajo dcha.), al anhelo
El doctor George C. Ritchie es psiquiatra y escri- de inmortalidad
tor. En 1943, siendo soldado raso en el ejército, mu-
rió. Acababa de terminar la instrucción en Texas y
estaba a punto de embarcar para Richmond (Virgi-
nia) cuando tuvo lo que creía ser una bronquitis.
Acudió a reconocimiento al hospital de la base y en
la sala de rayos X se desmayó. El diagnóstico fue
neumonía doble.
Cuando Ritchie se despertó en una sala de hos-
pital desconocida, lo primero que pensó, según
cuenta, fue que más le valía salir cuanto antes para
Richmond. Se bajó de la cama, sintiéndose total-
mente recuperado, y buscó su uniforme. No estaba
a la vista, pero notó con sorpresa que había alguien

281
Viajes extracorpóreos con destino fiio
Uno de los proyectos más notables en la historia de la
investigación de los fenómenos cxtracorpóreos co-
menzó a principios de los años setenta cuando la
American Society for Psychical Research puso en
marcha una.insólita investigación «hágalo usted mis-
mo». El programa, del que era director el de la socie-
dad, doctor Karlis Osis, se inició con una llamada en
busca de sujetos que creyesen poder proyectarse avo-
luntad desde cualquier sitio en que estuviesen. A esos
sujetos se les pedía que se proyectasen a un lugar de-
terminado, inspeccionasen allí un grupo de objetos y Durante el experimento de vuelos extracor-
refiriesen después sus experiencias con todo detalle. póreos al edificio de la ASPR en Nueva
El experimento se puso en marcha a principios de York, el médium Elwood Babbiu (arriba,
dcha.) dibujó correctamente al tercer inten-
enero de 1973, con más de cien voluntarios seleccio- to los objetos pedidos (arriba). Otra de las
nados entre el número inesperadamente grande de participantes dijo haber visto allí a Claudet-
personas q ue lo solicitaron. Se instruyó a esos volun- te Kiely (dcha.), que debla «volar» desde
tarios para llevar a cabo a una hora fijada un viaje ex· Massachusetts.
tracorpóreo al despacho de Osis, en la cuarta planta
del edificio neoyorquino de la ASPR, y contemplar allí
unos objetos desde una posición determinada.
Cuando estuvieron reunidos los informes, se com-
probó que el experimento no había tenido mucho éxi-
to. Sólo un IS por 100 de los participantes fueron ca- mostrar que utilizaba visión extracorpórea, pues des-
paces de dar pruebas convincentes de haber visitado cribió la cara y no la figurilla, que no era visible desde
el despacho de la ASPR. Sin embargo, entre los «fra- la puerta donde dijo haber estado.
casos» había algunos que parecían haber viajado, Otra de las sorpresas de Osis sobrevino más tarde,
pero se habían despistado por el camino. Por ejemplo, en una ocasión en que se quedó a pasar la noche en el
Tcrry Marmoreo, que se proyectaba desde Toronto, vacío edificio de la ASPR. Lo despertaron unos fuer-
en Canadá, dijo haberse detenido camino del despa- tes golpes en la puerta cerrada de su despacho, pero
cho de la ASPR para contemplar un incendio en Ja al registrar el edificio no encontró señales de que hu-
manzana de al lado. Otro de los dotados visitantes contó biese entrado nadie. A la mañana siguiente recibió
que se había entretenido en la primera planta del edi- una llamada telefónica de Terry Marmoreo desde To-
ficio viendo los preparativos para una exposición de ronto; riéndose de la mejor gana le preguntó qué tal
pintura. Finalmente, otro de los viajeros, poco intere- había dormido. Según le contó, había estado vagando
sado al parecer por los objetos inanimados del despa- en su estado extracorpóreo a fin de familiarizarse con
cho de Osis, aseguró haberse colado en un aparta- el edificio de la ASPR y de ese modo había descubier-
mento del otro lado de la calle, donde disfrutó hacien- to al investigador dormido.
do una visita silenciosa a sus·ocupantes. Sin embargo, Osis no quedó satisfecho. «Los resul-
Entre los supuestos éxitos, las pruebas de haber tados globales no fueron significativos -escribía-.
llevado a cabo la visita parecían impresionantes. El Sólo algunos de los sujetos parecieron "ver" las cosas
dotado Alex Tanous, que dijo haber hecho viajar su con suficiente claridad para identificarlas de una ma-
conciencia varias veces desde Portland (Maine) du- nera definida.» Incluso los sujetos más dotados, como
rante e t experimento, no sólo identificó correctamen- Babbitt y Tanous, veían y describían muchas veces los
te los objetos que había sobre una mesilla, que era Ja objetos más por sus formas y colores que como cosas
tarea asignada, sino que vio en ella la taza de té de concretas y con nombre. Algunos han sugerido que tal
uno de los investigadores. Un tal Elwood Babbitt dijo vez los ojos no físicos tengan una perspectiva que
haber volado desde Wende ll, apartado lugar de Mas- tampoco lo es.
sachusetts, y haber conseguido su objetivo al tercer Hubo, no obstante, fascinantes informes en como
intento, cuando pudo observar correctamente y dibu- a la experiencia. Por ejemplo, uno de los colegas de
jar más tarde la gran planta que había al fondo del Osis y la dotada Christine Whiting, que estuvieron
despacho, un cuadro colgado en la pared y la figura sentados algún tiempo en el despacho que servia de
en plastilina de una muchacha sonriente al lado dere- «objetivo», vieron una «neblina azul» antes de que
cho de la mesa. Christine dijese percibir a Claudette Kiely, una visi-
La tal muchacha sonriente añadió emoción al ex- tante extracorpórea de Massachus~tts. Christine vio
perimento. Osis había encargado secretamente a su también a Tanous, un perfecto desconocido para ella,
autora que la modelase con doble figura, de modo cerniéndose sobre los objetos, doblado como una
que íuese una cosa vista de frente y otra muy diferen· navaja. «Miss Whiting -escribía Tanous más lar-
te por detrás. La escultora cortó la parte posterior de de- no sólo describió mi postura y mi ubicación en
la cabeza hasta la oreja, y la sustituyó por una figurilla el espacio, sino que me vio con camisa remangada y
que llenaba el espacio en que deberían haber estado pantalones de pana. Yo llevaba entonces una camisa
el cuello y la parte posterior del pelo. Osis quería sa- con las mangas subidas y... pantalones... que incluso
ber si Babbitt veía la figurilla desde su posición extra- de cerca parecían de pana.» Cuando Whiting se en-
corporal o conseguía una impresión general de tipo . contró con Tanous meses más tarde, reconoció en él
PES, sin perspectiva determinada. Babbitt pareció de- al hombre que había visto cerniéndose sobre la mesa.

282
fundible anillo y la cara cubierta por una sábana. no. Recordaba de tal modo los detalles que podía
Ritchie trató de echarla para atrás, pero su mano incluso repetir el chiste que hizo uno de los ayu-
parecía atravesar el tejido. Le asaltó la idea de que dantes para aliviar la tensión. Quería decirles que
nunca volvería a su cuerpo. Estaba realmente se tranquilizasen, que estaba perfectamente, pero
muerto. su cuerpo no daba señales de vida, ni respiración,
En ese momento, según Ritchie, una gran clari- ni presión sanguínea, ni actividad cerebral. Al fin la
dad invadió la habitación y él sintió una presencia declararon muerta.» Sin embargo, no mucho des-
compasiva y confortadora. Era ya tremendamente pués, según contaba, al regresar su yo extracorpó-
feliz. Con increíble claridad, desfiló ante él toda su reo, resucitó.
vida pasada, cada acontecimiento, idea y conversa- Algunos de los que han regresado del umbral
ción, en un relampagueo de esce nas sucesivas. Sin- de la muerte refieren la sensación que experimen-
tió que la presencia le preguntaba amablemente taron de flotar por un túnel oscuro que desembo-
por su breve vida en la Tierra, y después las pare- caba en un hermoso lugar. Uno de los informantes
des del hospital desaparecieron y entró en otro de Moody, tras salir de su cuerpo después de un
ámbito. A continuación, recordaba, «vi una ciudad, paro cardiaco, «Sintió que daba la vuelta y ascen-
pero una ciudad, si tal cosa es concebible, hecha de día. Estaba oscuro -era algo así como un agujero
luz. En esa época yo no había leído el Apocalipsis, o un túnel-, y de pronto apareció aquella luz tan
ni tampoco nada sobre el tema de la otra vida. fuerte. Se hizo más brillante, y me pareció que la
Pero allí estaba una ciudad en la que paredes, ca- atravesaba. De repente me encontré en otro sitio.
sas y calles parecían desprender luz, mientras se Había una luz como dorada por todas partes. Muy
movían entre ellas seres tan cegadoramente bri- hermoso. No pude ver de dónde procedía. Estaba a
llantes como aquél que estaba junto a mÍ». Un ins- mi alrededor, venía de todas partes».
tante después, las paredes del hospital se cerraron Los sujetos cuentan a menudo el encuentro y
en torno suyo. La luz cegadora se desvaneció y pa- saludo con amigos y parientes, o con una especie
reció quedarse dormido. de luz que los guía. Según muchos relatos, no es in-
Ritchie se despertó en su cuerpo. No era feli:t. y frecuente que. una presencia luminosa pida al ago-
anhelaba verse otra vez donde había estado cuan- nizante que revise su vida pasada. Después, como
do muerto. Pero estaba no sólo vivo sino incólume, le ocurrió al soldado Ritchie, desfila ante sus ojos
a pesar de que su ficha, firmada por el médico de una especie de película increíblemente rápida. Uno
guardia, decía que había muerto el 20 de diciem- de los informantes de Moody recordaba que «Cuan-
bre de 1943, de neumonía doble. Llevaba clínica- do apareció la luz, lo primero que me dijo fue:
mente muerto nueve minutos cuando un enferme- "¿Qué puedes mostrarme de lo que has hecho con
ro notó movimiento bajo la sábana que lo cubría y tu vida?" Y fue entonces cuando empezaron los re-
corrió en busca del médico. Una inyección de adre- cuerdos».
nalina devolvió a Ritchie a la vida, libre de la lesión Por supuesto, puede ocurrir que el moribundo
cerebral que cabía esperar de una privación de oxí- imagine esas visiones alentadoras, rebosantes de
geno tan prolongada. luz, inspirado en sus creencias religiosas o en su
A mediados de los años setenta, y gracias en deseo de ir al Ciclo. Pero no todos los que sufren
parte a la mayor atención de la profesión médica esa experiencia se sienten rodeados de amor y luz.
hacia la psicología del moribundo, creció el interés Muchos supervivientes han hablado de su sorpresa
general por las EEC en trance de muerte. Dos in- y desconcierto tras la disociación: se daban cuenta
vestigadores que estimularon ese interés fueron de que estaban muertos, pero la muerte no era lo
Elisabeth Kübler-Ross, psiquiatra que ha trabajado que habían esperado y no sabían a dónde ir ni qué
mucho con pacientes moribundos y sus familias, y hacer. Una mujer contó: «Siempre me habían dicho
el también psiquiatra y filósofo Raymond A. Moo- que al morir te encontrabas ante esas hermosas·
dy, autor del famoso libro Vida después de la vida. puertas "hechas de una sola perla". Pero allí estaba
Los centenares de relatos sobre experiencias de yo, vagando alrededor de mi cuerpo físico, y eso
muerte reunidos por Kübler-Ross, Moody y otros era todo. No sabía qué hacer». Y un hombre: «Pen-
se diferencian ampliamente, pero coinciden en un sé que estaba muerto, y no lo lamenté, pero era in-
tema clave: la paz. capaz de imaginar a dónde tenía que in>.
Kübler-Ross contaba lo que le dijo una paciente Quizá la experiencia de este hombre pueda ser
desahuciada que había visto la muerte de cerca explicada algún día en términos prosaicos. Pero
muchas veces. Esa mujer estaba en la unidad de ram bién puede ser indicio de que la conciencia del
cuidados intensivos de un hospital cuando una en- «yo» es realmente capaz de ascender a otras esfe-
fermera notó que se moría y se apresuró a pedir ras y existir más allá de Ja muerte física. En su obra
ayuda. «Mientras tanto, ella se sentía flotar fuera Journeys Out of the Body describía Robert Monroe
de su cuerpo. Me dijo que mirando hacia abajo po- su supuesta proyección a «un lugar inconcreto,
día ver lo pálida que estaba su cara. Pero al mismo todo gris», donde le abordó un muerto airado. La
tiempo se sentía estupendamente, con una gran voz de aquel hombre rezumaba sarcasmo cuando
sensación de paz y alivio.» le dijo: «¿Qué, dispuesto a aprender los secretos
La mujer vio cómo los médicos trabajaban so- del universo? Espero que sí, porque a mí tampoco
bre su cuerpo. «Oía lo que decían, quiénes en el se molestó nadie en explicármelos cuando andaba
equipo querían renunciar a reanimarla y quiénes por allá».

283
Realidad y apariencia

La extraña aura de los kirliogramas


noche de 1970, la doctora Thelma Moss,
U NA
psicóloga del centro de Ciencias de la Salud
de la Universidad de California, en Los Angeles, co-
En uno de los experimentos, llevado a cabo por se-
guidores de Kirlian, se cortó parte de una hoja an-
tes de fotografiarla. Según los investigadores, la
menzó a leer un nuevo libro del que le habían pe- imagen que revelaron era igual que la de cualquier
dido una reseña. Al principio le molestó lo que juz- hoja recién cortada salvo en un detalle: e l espacio
gaba «sensacionalismo periodístico» del libro, pero dejado por el trozo que faltaba aparecía rellenado
a medida que volvía las páginas fue experimentan- por una «hoja fantasma », una débil luz aura! que
do una emoción creciente. Descubrimientos para- reproducía exactamente el perfil original de la
normales tras el telón de acero, de Sheila Ostrander hoja.
y Lynn Schroeder, una de las obras parapsicológi- Los kirliólogos continuaron trabajando después
cas más vendidas de la década, pasaba revista a de la guerra y adoptaron la fotografía en color. Sin
unos treinta años de exploración científica de los embargo, hasta los años sesenta no obtuvieron una
fenómenos paranormales en la Unión Soviética y el modesta ayuda del gobierno, pero a partir de en-
este de Europa. Una investigación atrajo sobre tonces el entusiasmo oficial pareció aumentar.
todo la atención de Thelma Moss: el «efecto Kir- ¿Habrían descubierto, con sus imágenes «biolumi-
lian», supuesto medio de capta- niscentes», la prueba de una
ción sobre película de las emana- nueva forma de energía? ¿Ha-
ciones luminosas de lo que po- brían confirmado lo que los do-
dría denominarse la fuerza vital. tados venían diciendo desde ha-
Semyon Kirlian, el descubri- cía mil años, que todos los seres
dor del efecto que lleva su nom- vivos están rodeados de un aura
bre, era un oscuro electricista e invisible? ¿podría el efecto Kir-
inventor a ratos perdidos, en lian tener aplicaciones prácticas
buena parte autodidacto, que vi- en campos como la medicina, la
vía con su mujer, Valentina, en psicología, la agricultura. la bio-
un modesto apartamento de dos logía y quizá incluso la crimino-
habitaciones en la ciudad rusa logía? Las posibilidades pare-
de Krasnodar. En 1939, utilizan- cían infinitas.
do equipo del hospital donde También se lo parecieron a
trabajaba, construyó un insólito Thelma Moss y un puñado de in-
aparato para fotografiar cual- vestigado res estadounidenses
quier objeto situado en un cam- cuando supieron por primera
po eléctrico de alta frecuencia. vez del efecto Kirlian a princi-
Lo primero que fotografió fue su pios de los años setenta. Lo que
propia mano. Cuando reveló la la psicó!oga Thelma Moss, uno de los pri- más interesó a Moss fue que el
placa, le sorprendió ver que de meros investigadores que estudiaron la efecto parecía repetible en con-
las puntas de los dedos, en la fotografía Kirlian, cree que se trata de diciones de laboratorio. a dife-
imagen oscura y a modo de si- «bioenergúi». rencia de lo que ocurría con
lueta, emanaba un misterioso otros supuestos fenómenos pa-
resplandor. Fascinados por algo ranormales. Pocos meses después
tan inesperado, su mujer y é l prosiguieron los ex- de haber tenido noticia de los «kirliogramas», esta-
perimentos, perfeccionando poco a poco -sus m~to­ ba en la Unión Soviética entrevistándose con inves-
dos y equipo y fotografiando una gran variedad de tigadores y adquiriendo publicaciol')es científicas.
objetos vivos o inanimados. De regreso a California a principios de 1971, ella y
Los resultados fueron de lo más estimulante. uno de sus alumnos, Kendall Johnson, emprendie-
Por ejemplo, una hoja recién cortada aparecía ro- ron la construcción de una cámara Kirlian. Tras mu-
deada de un aura brillante y su superficie salpicada chas pruebas, y algunos fracasos, lo consiguieron.
de puntos de luz. Pocos días más tarde, la misma En mayo de 1972 la investigación Kirlian en Es-
hoja tenía un aura más apagada, y la mayoría de tados Unidos había progresado lo suficiente para
los puntos luminosos habían desaparecido. Un ob- celebrar la que se denominó Primera Conferencia
jeto inerte, coµio una moneda, mostraba sólo un del Hemisferio Occidental sobre Fotografía Kirlian,
aura muy débil y ningún punto de luz. Una mano Acupuntura y Aura Humana. Algunos de los reuni-
humana producía efectos luminosos que se empa- dos informaron que habían conseguido reproducir
ñaban y desdibujaban si la persona a quien perte- parte de los efectos de que hablaban los soviéticos
necía estaba enferma o preocupada, pero resulta- y añadido otros de su cosecha. Por ejemplo, E.
ban brillantes y definidos si gozaba de buena salud. Douglas Dean, que había fotografiado las manos de
El kirliograma de una hoja sana (izda.)
muestra una corona brillante y simétrica.
Más notable es la /oto de encima, también
Kirlian, que se dice demostrativa del fenó-
meno conocido como efecto de la «hoja fan-
tasma». La punta de la hoja de hiedra, que
aparece algo más débil que el resto, se había
cortado antes de ob1ener la fotografía.

una curandera, informó que la corona de luz que Entretanto, la investigación continúa. Moss
rodeaba las puntas de sus dedos resplandecía afirmó haber utilizado con pleno éxito el efecto
cuando estaba pensando en curar. Moss y Johnson para predecir la capacidad gcrminadora de semi-
hablaron de un sujeto que podía «convertir el blan- llas de soja. También informó haber grabado cintas
co azulado de su corona en una mancha roja con de video Kirlian, en las que se ven auras de plantas
sólo enfadarse deliberadamente». que se tornan más brillantes al aproximarse una
Pero si el entusiasmo por la fotografía Kirlian mano humana. Físicos de la Universidad de Drexel
aumentaba, otro tanto ocurría con el escepticismo. señalan, por su parte, posibles correlaciones entre
Un artículo publicado en la influyente revista las fluctuaciones observadas en las coronas de las
Science decía que el efecto Kirlian era probable- puntas de los dedos y ciertas formas de dolor leve,
mente producido por la humedad presente en el esfuerzo mental e hiperoxigenación.
sujeto. En cuanto a su repetibilidad, los autores del Sin embargo, mientras se acumulan retazos de
artículo decían también que es preciso conocer no supuestas pruebas, subsiste una duda capital:
menos de 25 variables para poder interpretar un ¿Qué es lo que en realidad produce el efecto Kir-
kirliograma, lo que quiere decir que había que de- lian? ¿se trata de una nueva forma de energía o tan
sechar muchas famosas fotografías de ese tipo. Al- sólo de una nueva manifestación de otra ya conoci-
gunos físicos han pensado que el efecto puede de- da? Al menos para Thelma Moss, la respuesta no
berse a simples corrientes de desplazamiento, que ofrece duda: «No tendría ningún objeto perder el
afectan a las emulsiones fotográficas, pero revelan tiempo en esto si creyese que se trata de un simple
muy poco sobre el sujeto en sí. fenómeno eléctrico».
La fe, la imposición de manos y ciertas
facultades mentales y corporales aún no explicadas
contribuyen a la lucha contra las enfermedades.

PENAS iniciada la exploración qui- troducido en los baños, e inmediata-


A rúrgica, los médicos encontra-
ron la prueba que confirmaba sus te-
mente experimentó dos notables cam-
bios en su estado: recobró el apetito,
mores. El dolor que había puesto al que había ido perdiendo durante su
paciente en sus manos procedía de un enfermedad, y los dolores cada vez
cáncer de estómago muy avanzado, y más insoportables que sufría desapa-
era evidente que no quedaba sino en- recieron. Pronto tuvo la sensación de
viar a aquel hombre a morir a casa. que su pelvis y su fé mur volvían a
No obstante, como un gesto de espe- unirse. Creyéndose curado, regresó a
ranza, los médicos sugirieron a la mu- casa. Aunque los médicos, escépticos,
jer del paciente que volviesen para se empeñaron en que continuara con
una serie de estudios. Como no acu- la escayola, Micheli pudo andar al
Este kirliograma de la mano
dieron en las fechas previstas, se su- de Oiga Worrall parece reve- cabo de un mes, y dos más tarde los
puso que aquel hombre había muerto. lar «energía curativa». rayos X indicaron que el sarcoma re-
Nueve años más tarde, el paciente de trocedía y se había iniciado la regene-
cáncer ingresaba en el mismo hospital ración del hueso pelviano. Las revisio-
con problemas cardiacos. Al explicar a los médi- nes médicas de Micheli a lo largo de un período de
cos por qué no habían vuelto en aquella ocasión, la cinco años confirmaron que el sarcoma había desa-
mujer les dijo que después de la «Operación» su parecido.
marido «no había vuelto a tener molestias en el es- • «Necesito verla lo antes posibl e -había escrito
tómago». aquella mujer, desesperada, a Ethel DeLoach-. He
• Trece meses después de haberle sido dictami- ido al ginecólogo y me ha dicho que tengo dos bul-
nado un sarcoma en la pelvis izquierda, Vittorio tos en el pecho izquierdo. Quiere extirpármelos.»
Micheli, joven recluta del Ejército italiano, viajó al Días más tarde, DeLoach, curandera profesional en
santuario de Lourdes en el sudoeste de Francia. En New Jersey, recibía a la señora H., una mujer de
la época de su peregrinación, el fémur izquierdo se mediana edad afectada de algo más que bultos en
le había separado ya de la pel'vis enferma, y no po- un pecho. Estaba obesa, deprimida, veía muy mal a
día permanecer de pie ni dominar su pierná iz- causa de una operación de cataratas fallida, le ha-
quierda, encajada desde la cadera al pie en una pe- bían extirpado un riñón, tenia el oído gravemente
sada escayola. Al llegar a Lourdes, Micheli fue in- dañado y sufría de dolores producidos por ulcera-
ciones en ambas piernas. DeLoach inició inmedia-
tamente el tratamiento, pasando lentamente sus
Entre los muchos factores que pueden influir en la cura-
manos sobre el cuerpo enfermo de la mujer. Cuan-
ción están la oración (arriba, peregrinos en lourdes), la do terminó, la señora H. dijo sentirse algo mejor.
acupuntura (extremo izda., tratamiento de la sinusitis), la Al cabo de un mes escribía que los bultos del pe-
bioautorregulación (izda., entrenamiento para reducir la hi- cho se habían ablandado, ya no le dolían las pier-
pertensión) y la imposición de manos (recuadro). nas y oía mejor. Pedía un segundo tratamiento.

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En la antigüedad la salud solía ser considerada como algo vedado de personajes como los curanderos ambulantes que
ajeno a la comprensión del individuo, y su restitución coto vemos en esta miniatura turca del siglo XV.

Cuando llegó, una semana después, pesaba cinco rio ese programa durante siete semanas y, al termi-
kilos menos y estaba mucho más animada. De- nar, el crecimiento del tumor parecía haberse dete-
Loach repitió su método, y tres semanas más tarde nido, por lo que aquel hombre, a quien se conce-
recibía otra carta de la señora H. contándole que dían sólo un 1O por 100 de probabilidades de vida,
su médico le había confirmado que los bultos del fue dado de alta.
pecho habían disminuido. Eh cartas posteriores le ¿cuatro curaciones o cuatro milagros? ¿cuatro
informó que tanto las úlceras de sus piernas como ejemplos de remisión espontánea o simplemente
su vista habían mejorado de manera aún más cuatro casos de los notables y mal conocidos pode-
asombrosa. res de recuperación y curación del cuer-
• El paciente, un hombre de sesenta y po humano?
un años con cáncer de garganta, no ha- Esta escultura curativa Hoy es imposible responder con cer-
bía respondido al tr.atamiento tradi- egipcia tiene más de teza a esas preguntas, porque, a pesar de
cional cuando se sometió al régimen ex- dos mil años. los extraordinarios logros de la medicina
perimental del doctor O. Carl Simonton, moderna, mucho de lo que el cuerpo
consistente en breves ejercicios menta- hace para mantenerse sano y recuperar-
les repetidos tres veces al día. El pacien- se cuando está enfermo sigue siendo un
te debía empezar por meditar durante misterio incluso para los investigadores
dos minutos y medio, repitiendo en si- más al día. Sin embargo, cuando se salva
lencio la palabta relájate al espirar, mien- una vida como por milagro o el dolor
tras se concentraba en relajar los múscu- cede sin explicación, no se debe pasar
los de la garganta y la mandíbula y los por alto la posible intervención de la cu-
que rodean los ojos. A continuación de- ración psíquica o paranormal. Si esa cu-
bía imaginar algo muy placentero duran- ración debe ser atribuida a fuerzas su-
te minuto y medio, tras lo cual reempla- pranormales o a ciertas facultades laten-
zaría la imagen mental por la de su tu- tes y rara vez puestas en juego que posee
mor, tal como él lo imaginaba. Con el tu- el cuerpo humano sigue siendo cuestión
mor claramente impreso en su mente, tan insoslayable como controvertida.
debía imaginar partículas de radiación Pero cada vez se acumulan más pruebas
bombardeándolo, y después los glóbulos de que modos muy variados de enfocar
blancos llevándose las células muertas la curación, desde la imposición de las
por la radiación. El paciente siguió a día- manos a la bioautorregulación (biofeed-

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back), la hipnosis y otros medios de influir en la
psique, pueden contribuir a desencadenar el nota-
ble poder de regeneración de nuestro cuerpo.
Los cuatro casos antes descritos apuntan sin
duda a esa posibilidad. En todos ellos, el curso pre-
visto por los médicos para una enfermedad, el cán-
cer, parece haberse invertido de modo impresio-
nante y en todos el paciente tenía fe en sanar y
mostraba una gran voluntad de vivir, dos factores a
los que la medicina contemporánea concede cada
vez mayor importancia. Tales estados psicológicos
positivos han sido citados a menudo a Jo largo de
la historia como aliados decisivos para movilizar
los mecanismos de curación del cuerpo, y numero-
sas investigaciones recientes parecen sugerir que
en efecto lo son.
Pero mientras unos investigadores profundiza-
ban en ese enfoque psicológico, otros trataban de
aislar factores más exóticos para explicar la cura-
ción no médica, y a veces incluso elementos rela-
cionados con la «fuerza vital» reverenciada en tan-
tas religiones y culturas. Los antiguos egipcios la
llamaban ka; los hindúes, prana, los chinos, T' chi.
¿circula realmente esa fuerza vital por el cuerpo
humano? ¿Pueden ciertas personas que se dicen
dotadas para ello dispensar una forma mensurable
de energía capaz de movilizar esa fuerza?
La historia de la lucha contra la enfermedad
nos habla de uria pugna continua entre lo extrava-
La curación por la fe era común entre los primeros cristia-
gante y lo práctico. En un extremo se alza la tradi- nos. En este fresco, San Pedro atiende a los enfermos.
ción de la enfermedad como algo misterioso y sen-
sible a la influencia milagrosa, de 1a que es ejemplo
la creencia de los antiguos griegos de que la enfer- exclusivas de la realeza. Los monarcas europeos tu-
medad era una manifestación de desagrado por vieron al menos un rival importante en Valentine
parte de los dioses. Opuesta a esta tradición surge Greatrakes, un plebeyo conocido por «el acaricia-
la del hombre científico y práctico, el herbolario, el dor irlandés». Nacido en 1629, Greatrakes se con-
que aplica sanguijuelas, el que recomienda purgan- venció cuando tenía treinta y tres años de que po-
tes, el sangrador. El primer portavoz de la tradi- seía el «toque real», y años después hizo público su
ción científica fue Hipócrates, quien en el siglo v aparente don. Aunque su éxito no sentó muy bien a
a. JC. afirmó que la epilepsia tenía causas naturales. la corte, se le permitió practicar.
Si los hombres la creían de origen divino, afirma- Observadores modernos han estudiado los mé-
ba, era sólo porque no la comprendían. Pero aun todos de Greatrakes, junto con los de Franz Anton
con apologistas como Hipócrates, la curación ha Mesmer, cuya teoría del magnetismo animal iba a
seguido siendo en gran parte hasta nuestros días conmover a Eúr9pa un siglo más tarde. Cuando
cuestión de fe, y a menudo de decepción. Mesmer obtuvo su licenciatura de Medicina en
En Europa, aproximadamente desde el siglo XI Viena, en 1766, había empezado ya a formular su
hasta principios del XIX, las gentes creían que teoría de que hay un fluido magnético invisible
reyes y reinas tenían la facultad de curar las enfer- que discurre a través de todos los objetos del uni-
medades mediante la imposición de sus manos. verso, incluido el cuerpo humano. La salud, decía
Una inflamación tubercu.l osa que desfigura, conoci- Mesmer, depende de la armonía entre el «fluido»
da por escrófula, era llamada el «mal del rey» por- interno y el que hay fuera del cuerpo, de una espe-
que se creía que un gesto real bastaba para causar- cie de alineación de la fuerza vital individual con lo
la o curarla. La tradición de la real imposición de univers¡:il. Esa sustancia indefinible, aseguraba
manos sobrevivió en Inglaterra hasta principios Mesmer, puede ser manejada mediante imanes.
del siglo XVIII, y fue la reina Ana (que la practicó Aunque siguió utilizando términos físicos, y asegu-
con el escritor Samuel Johnson sin resultado) la úl- rando que el fluido que discurría por el cuerpo del
tima que llevó a cabo el rito ·unos tres meses antes paciente obede'c ía a sus mandatos, en lo que en
de su muerte en 1714. El último caso conocido en realidad estaba influyendo era en en el psiquismo·
Europa tuvo lugar en 1825, cuando Carlos X de y las emocione.s de esa persona; de modo que los
Francia impuso las manos a unas ciento veinte per- críticos ·.de'Mesiner, que le acusaban de que la cu-
sorias que le habían llevado los doctores Alibert y ración sólo existía en la mente de sus pacientes, te-
Dupuytren. nían probablemente razón. No obstante, los pade-
Esas antiguas curaciones paranormales no eran cimientos de muchos de esos pacientes eran reales,

·289
y Mesmer conseguía a veces devolverles, de un
modo u otro, la salud.
La real imposición de manos El tratamiento que aplicó Mesmer a la jove n
Maria Theresa Paradies, que había sufrido de ce-
La curación mediante la imposición de sus manos guera histérica desde los tres años, recuerda en
fue un don ~jcrcido por los soberanos ingleses y muchos aspectos el caso de. Anna O. de Joscf
franceses desde la Edad Media hasta la era victoria-
na. Sus pretensiones eran relativamente modestas Breuer, citado por Sigmund Freud como ejemplo
y solían limitarse al tratamiento de la escrófula, precoz de tratamiento psicoanalítico. María, pianis-
inflamación tuberculosa que, aunque repulsiva, no ta de la reina María Teresa en la Viena de Gluck y
solía ser mortal. No se conocía cura para la escró- Mozart (ambos íntimos amigos de Mesmer), se ha-
fula, que provocaba llagas y bultos en cara y cuello; bía sometido ya a diversos tratamientos cuando,
pero tendía a remitir espontáneamente, lo que la con dieciocho años, sus padres la llevaron a Mes-
convertía en la enfermedad ideal para demostrar mer. La habían sangrado, purgado y provocado
supuestas dotes curativas. ampollas, había sufrido una terapia a base de des-
El primer relato francés de esa práctica se re- cargas eléctricas y la habían encerrado en un sofo-
monta al rey Felipe I, que reinó de 1060 a 1108, y de
quien se dice que «Se aplicó celosamente al ejerci- cante artilugio de yeso en forma de casco. Cuando
cio de tan glorioso y milagroso poder». Sin embar- apareció ante Mesmer tenía los ojos grotescamen-
go, en Macbeth, Shakespeare sugería una fecha an- te saltones, hichados y torcidos, no a causa de nin-
terior para el rito inglés cuando hacía al huido Mal- gún verdadero padecimiento físico, sino de los d e-
colm presenciar la «bendición sanadora» en la cor- satinos de toda una serie de médicos.
te de Eduardo el Confesor, que reinó de 1042 a Los métodos d e Mesmer eran indoloros, sedan-
1066. Ya practicase realmente Eduardo ese rito o le tes y de resultado casi inmediato. El padre de Ma-
fuese atribuido al canoni7.arlo un siglo más tarde, el ría dijo que, al cuarto día de tratamiento, su hija
valor de la ceremonia fue indudable para los des- «Sentía verdadero alivio y sus ojos volvieron a su
cendientes de ambos padres putativos. Al preten-
der que curaba la escrófula, el soberano se con- posición normal. Pudimos ver que el izquierdo le
vertía en un salvador para sus súbditos, reforzando había quedado más pequeño que el derecho, pero
con ello el derecho divino del que emanaba su au- el tratamiento hizo que poco a poco llegaran a te-
toridad para gobernar. ner el mismo tamaño».
En los primeros tiempos del rito se podía acudir Para asegurarse de que la mejoría no perjudica-
a la corte y solicitarlo casi sin anunciarse. pero al ba a la muchacha, Mesmer la mantenía con los ojos
crecer el poder de las monarquías la ceremonia fue vendados en una habitación a oscuras. Después fue
reservándose para las grandes festividades. El nú- exponiéndola a dosis cada vez mayores de luz, has-
mero de personas a las que imponía las manos el
monarca variaba mucho. Algunos años eran sólo ta que sus ojos tuvieron fuerza suficiente para per-
unos centenares, pero en 1698, cuando la gota impi- cibir los colores. A partir de ahí su control sobre
dió a Luis XIV apa1·ecer en público el Domingo de los músculos oculares aumentó de día en día. Ma-
Resurrección, una multitud de tres mil personas ría estaba demostrablemente cercana a la curación
hubo de esperar la siguiente oportunidad, era Pen- total -según dictamen de una d e legación de la fa.
tecostés. La real imposición de manos fue benéfica cultad de Medicina de Viena tras una visita a la clí-
mientras duró, pero el afecto mutuo que suscitaba nica- cuando fue repentinamente sustraída a los
entre gobernante y gobernados acabó por no ser cuidados de Mesmer por sus padres. Se ignora el
suficiente para apuntalar la corona francesa o sus- motivo, aunque los celos profesionales de un oftal-
tentar el poder del trono británico.
mólogo que había tratado sin éxito a María pudie-
ron llevarle a convencer a los Paradies de que deja-
sen a Mesmer. Lo cierto es que paciente y terapeu-
ta fueron separados por la fuerza, provocando un
escándalo que acabó con la marcha de Mesmer a
París, donde el ambiente era más acogedor para
los métodos de curación natural que preconizaba.
En París, Mesmer atrajo a multitud de seguidores y
discípulos, lo que sirvió a la vez para enriquecerlo
y para propagar las ideas todavía incipientes que
había tras sus aparentes aciertos. Pero cuando el
informe de la comisión real constituida para inves-
tigar sus teorías declaró que el famoso fluido que
según él emanaba de las sustancias magnetizadas
no existía, la reputación de Mesmcr sufrió un golpe
mortal, y al fin se vio obligado a retirarse a Suiza.
Aunque el verbo «rnesmerizar» es emplead o fre-
cuentemente como sinónimo de «hipnotizar» o
«dominar», lo cierto es que Mesmer, con su ritual
Eduardo el Confesor, rey inglés canonizado del siglo sugestivo, creaba un estado alterado d e conciencia
X!, imponiendo sus manos para curar la escrófuill. no muy distinto del trance hipnoidal o sofrónico,
capaz de reacciones psicosomáticas favorables a la

290
El salón parisino de. Franz Anton Mes·
mer era cita de elegantes. Mientras los
curación de muchas enfermedades cuyo origen era pacientes se reunían en tomo al ba·
más de orden psíquico que puramente orgánico. quet, enorme tina sobre la que se colo·
Los imanes, la música suave y los pases de manos a caban varillas de hierro «Curativas»,
que recurría Mcsmer eran, en c ierto modo, el equi- Mesmer (dcha.) discutía con ellos los
valente dieciochesco de los métodos que hoy em- tratamientos.
plean algunos terapeutas. Su arma más eficaz no
era la fuerza magnética sino la capacidad de suges-
tión.
El mesmerismo, mal comprendido en su tiem- aplicando la misma fuerza en dirección diferente,
po, sobrevivió en forma desvirtuada hasta .el siglo ser disuelto y hecho desaparecer».
XIX, y en Estados Un idos fue adoptado por un in- Burkmar hacía cosas asombrosas. Se dice, por
culto relojero de Nueva Inglaterra llamado Phineas ejemplo, que recetaba remedios idénticos a los de
Parkhurst Quimby, que extrapoló las ideas de Mes- los médicos, pero donde los tratamientos de éstos
mer hasta crear toda una filosofía de la influencia y habían fracasado los suyos (los de Quimby) daban
la sugestibilidad. resultado. En febrero de 1862, Quimby resumía sus
Con ayuda de un supuesto vidente de diecinue- observaciones en una carta a un periódico de Por-
ve años llamado Lucius Burkmar, que le servía de tland (Maine): «Descubrí también que cualquier
cobaya, piloto de pruebas y laboratorio viviente, medicina podía curar si él [Lucius) lo ordenaba.
Quimby confirmó lo que sus observaciones previas Eso me condujo a ... la postura que hoy mantengo:
y su instinto le habían anticipado: que tanto la que la curación no depende de la medicina, sino de
mente corno e l cuerpo e n que se a loja pueden ser la confianza del médico o médium».
manipulados con relativa facilidad. Al principio Con el tiempo, Quimby comprendió que tenía
Quimby pareció interesarse más por la telepatía ya suficiente prestigio, y en la época en que entró
que por el arte de curar. Una de sus pruebas con- en contacto con la pobre Mary Patterson, hoy más
sistió en causar terror a Burkmar con sólo pensar conocida por Mary Baker Eddy, fundadora de la
en un animal salvaje. Más tarde, parece haberse an- Ciencia Cristiana, había prescindido de la media-
ticipado en casi un siglo a la obra del psicólogo ción de Burkmar y llevaba a cabo directamente su ri-
B. F. Skinner, cuando se dice que curó a Burkmar tual curativo. También había declarado que tanto
de su hábito infantil de chupar limo nes haciéndole las enfermedades como su cura se deben a la su-
chupar limones imaginarios uno tras otro hasta gestión.
que se le hizo insoportable. Eddy, la paciente más famosa de Quimby, había
El descubrimiento de que podía hacer que los pasado a sus cuarenta y un años la mayor parte de
demás respondiesen a su pensamiento fue decisivo su vida inmovilizada por la enfermedad, y era vir-
para Quimby: «Al fin descubrí que la mente era tualmente una tullida cuando se presentó en su
algo que podía ser cambiado. Lo llamé materia es- despacho de Portland para que la tratase. Se mar-
piritual, porque descubrí que podía ser condensa- chó curada y convertida, y a los pocos años había
do en un sólido y recibir el nombre de "tumor", y creado su propia y persuasiva filosofía de la salud

291
y la enfermedad. Mientras que Quimby había sido alternativas. La expres10n es empleada con fre-
probablemente agnóstico, Eddy incorporó a su cuencia y coloquialmente para referirse a todo tipo
movimiento doctrinas fundamentalistas y lo llamó de mejoras en -.la salud, aunque los milagros tal
Ciencia Cristiana. Pero el dogma esencial era muy como los define la Iglesia católica se produzcan
parecido: tanto la enfermedad como la salud son muy rara vez. Y aquí es oportuno hablar de Lour-
simples ilusiones. El mundo físico no existe, y por des, el santuario católico que atrae a mayor núme-
tanto no hay enfermedad, ni es necesaria la inter- ro de enfermos e inválidos. Desde 1858, cuando
vención del médico. Eddy creía que para conseguir Bernadette Soubirous, una campesina de catorce
la salud bastaba con poner en orden nuestras per- años, manifestó que se le había aparecido la Vir-
cepciones. gen, millones de peregrinos han visitado la basíli-
Los principios y métodos que Eddy profesaba y ca. Durante ese tiempo se han anunciado millares
enseñaba a sus discípulos exigían que los adeptos de curaciones de pacientes que se sumergieron en
rechazasen las ideas médicas vigentes, y es intere- las aguas de su gruta. Sin embargo, la Iglesia sólo
sante recordar que el auge de la Ciencia Cristiana ha confirmado 64 casos de milagro.
en Estados Unidos coincidió prácticamente con Para recibir esa .confirmación, una curación
dos pasos de gigante en la medicina: la identifica- debe superar cuatro períodos de revisión, tres mé-
ción de los gérmenes como agentes infecciosos por dicos y uno eclesiástico, y satisfacer siete criterios
Pasteur en 1862 y el descubrimiento de la antisep- establecidos por la Iglesia: la enfermedad o padeci-
sia por Lister en 1865. miento debe ser indudable y grave, muy difícil o
Sin embargo, los avances de la medicina moder- imposible de curar por los medios de que dispone
na no han conseguido desplazar del todo a otros la medicina, y haber resistido a todos los trata-
métodos de curación, y ambos han venid o coexis- mientos médicos anteriores, si se intentaron. A su
tiendo, aunque generalmente a distancia, durante vez, la curación ha de ser repentina o muy rápida,
más de un siglo. Hay buenas razones para ello. permanente y total. Aunque la curación en 1962
Ciertas enfermedades, como el cáncer y las que del cáncer de cadera que padecía Vittorio Micheli
afectan al sistema cardiovascular, no han podido parece responder a esos siete criterios, la Iglesia
aún ser dominadas, y algunos pacientes sufren do- aún no se ha pronunciado sobre ella.
lores crónicos que las modernas técnicas médicas A pesar de tan riguroso sistema de revisión, los
no consiguen aliviar. En consecuencia, muchos en- milagros de Lourdes son vistos con ojos escépticos
fermos han buscado otros remedios y, de forma por modernos investigadores, que afirman que mu-
sorprendente si la medimos por los patrones de la chas de las curaciones parecen afectar a enfer me-
medicina tradicional, un pequeño n úmero de e llos dades psicosomáticas o histéricas. Sin embargo a
parecen haberse curado. la Iglesia, que califica de «notables» centenares de
Lo que podemos denominar «cura milagrosa» curaciones que no quiere confirmar como verdade-
ocu pa lugar a parte en el espectro de las medicinas ros milagros, no parecen preocu parle mucho esas
críticas, y subraya que Lourdes no es precisamente
un lugar destinado a provocar curaciones sino una
A 11kk <'an recC?IYe ot tbc undcrslgn<'d lnRtructlon
~ \" l ' ERSON d<'sidn; to lcarn bow to beal tbe fu ente de renacimiento espiritual.
thn t " "111 cn:i hle tbem to comm<'U<'<' h<'allng on a Un enfoque diferente, pero que también su pone
princlple of a cience wltb a au<'c<'ss far bf>y<U>d la fe y la creencia en un ser superior, es la llamada
:in~: ot 11:<' pn-sent modes. !'\o ml'dklnl', elec·
trkl 1, ·• ph)·~ lology or byglco~· T<'quh·Nt fol' un curación a distancia, uno de cuyos más famosos
paral 1e l"d Sll<'<'<''IS In the mos t dlfficult cases. No practicantes fue Edgar Cayce, que vivió de ello du-
pn~· Is r<>qu lt·Nt uolei;s th l!! !lklll li; ol11&ln1•d . Ad
dres~. l\IRS. l\IARY B. G LOVER. Amcsllury, l\Iass .. rante cuarenta y tres años. Hasta su muerte en
llox Gl lft-.luol' 20. 1945, Caycc aseguró no necesitar más que el nom-
bre y dirección de un paciente para realizar, en es-
tado de trance autoprovocado, un diagnóstico y
una prescripción detallada del tratamiento. Entre
los remedios que sugería figuraban cam bios en la
d ieta, ingestión de hierbas, tratamiento quiroprác-
tico y modernos específicos que, al tratarse de un
profano sin apenas educación, le costaba trabajo
pronunciar. Las estimaciones sobre los éxitos de
Cayce varían, pero para algunos ha sido uno de los
curanderos más eficaces de su época.
Otro practicante de la curación a d istancia, así
como de la imposición de manos, fue Harry Ed-
wards, fundador en Inglaterra de la National Fede-
ration of Spiritual H ealers, organización aceptada
en los hospitales de todo el Reino Unido. Como
· Cayce, Kathryn Kuhlma n, Ambrose y Oiga Worrall y
La interpretación del mesmerismo de Phineas P. Quimby ' · o tros muchos que han practicado e n nuestro siglo,
inspiró a su paciente Mary Baker Eddy la fundación de la Edwards atribuía sus facultades a la intervención
Ciencia Cristiana. Arriba, uno de sus primeros anuncios. divina. Pero se oponía a la expresión curación por

292.
Desde la aparición de Lourdes en
1858, millares de personas se han
bañado en las aguas del santuario.
No obstante, sólo 64 curaciones
han sido reconocidas como mila-
gros por la Iglesia. La radiografía
muestra el tumor en la cadera de
Vittorio Micheli, que aseguró haber-
se curado tras su peregrinación.

la fe por implicar que era esencial la fe en -la perso- críticos puede estimular la producción de los
na curada, algo que sabía por experiencia que no compuestos químicos llamados endorfinas, que
era cierto, ya que su segundo intento de curación son los narcóticos del propio cuerpo. En tal caso,
tenía lugar a gran distancia y sin que el paciente lo la acupuntura puede ser considerada no como
supiera. Como Edwards explicó mucho después a una practica misteriosa y aislada, sino como un
Paris Flammonde, autor de The Mystic Healers, método para movilizar la capacidad bioquímica
cierto enfermo «era un ateo inflexible y su mujer de curación del propio organismo.
no se atrevió a decirle que había buscado una ayu- En busca de esos beneficios, la ciencia sigue in-
da espiritual para él». vestigando las técnicas de curación paranormales.
Procedimientos y técnicas varían mucho en el En los últimos diez o quince años varios de esos
campo de la curación paranormal. Por ejemplo, sistemas han sido sometidos a pruebas de labora-
Ethel DeLoach, el ama de casa de New Jersey que torio, mientras fuera de él médicos, psiquiatras y
trató a la señora H., no había intentado nunca la enfermeras han empezado a recurrir a las fuerzas
curación por la fe 'hasta que su hija recibió una coz que operan en ese campo y a incorporar prácticas
de un caballo y se vio obligada a asistirla, ya que insólitas a su trabajo profesional.
no había médico a mano. El método que ahora em- Todo observador de la naturaleza humana es
plea se parece al que utilizó entonces en la imposi- consciente de que mente y cuerpo se influyen de
ción de las manos, pero en vez de tocar el cuerpo manera continuada y recíproca. Por eso gran parte
del paciente pasa sus manos por encima de él. De- de los debates sobre curaciones paranormales ver-
Loach dice que durante su tratamiento el paciente san sobre aspectos tan intangibles como la volun-
puede experimentar una sensación de hormigueo tad de vivir y su capacidad para influir en los me-
muy parecida a la que produce la inserción de. las canismos de curación naturales del cuerpo. Pero
agujas en la acupuntura. aun reconociendo la importancia de tales factores,
La acupuntura tradicional debe ser considerada algunos científicos, que coinciden en ello con mu-
hasta cierto punto como par-
te de la medicina paranor-
mal, porque, a pesar de su an-
tigüedad y su demostrada efi-
cacia como anestésico, y de
modo más imprevisible como
agente de curaciones, sus
efectos siguen siendo inexpli-
cables. No obstante, algunos
científicos que investigan so-
bre el dolor sospechan que la
inserción de agujas en puntos

Aunque más conocido como centro


de la devoción al rosario, Fátima,
en Portugal, donde la Virgen se
apareció a tres niños, es también
lugar de curaciones milagrosas.
chos adeptos a la medicina paranormal, han busca-
do explicaciones más concretas de curaciones
El rayo como remedio inexplicables, y en esa búsqueda han tratado de
med ir la influencia de los curanderos sobre rato-
Ni el más osado de los curanderos se hubiese com- nes, plantas, enzimas e incluso partículas atómicas.
prometido a nada en un caso como el de Edwin Ro- En algunos de esos experimentos han participa-
binson. Este camionero tenía cincuenta y tres años do Olga y Ambrose Worrall, que se jactan de sus
cuando un accidente lo dejó ciego y casi sordo y, continuos éxitos como curanderos. La señora Wo-
según sus médicos, sin esperanza alguna de recupe-
ración. rrall cree que los mecanismos de la curación para-
Un día lluvioso de junio de 1980, a Robinson se normal siguen siendo cuestión abierta, que sólo
le ocurrió ir a ver cómo se encontraba su pollo podrá ser zanjada por la investigación científica.
Took-Took, que estaba fuera, junto al garaje de su Como se pregunta en sus escritos: «¿Es el curande-
casa de Falmouth (Maine). Llevaba, como de cos- ro? ¿Es el paciente? ¿Es el entorno? ¿se trata de
tumbre, su bastón de aluminio y su audífono. Al pa- medicación o de manipulación? ¿o no es ninguno
sar bajo un álamo, le acometió de nuevo la mala de ellos y son todos? Tal vez intervenga alguna otra
suerte, o así pareció al principio. Lo cierto fue que cosa». Su conclusión es que «lo más que puede ha-
un rayo lo dejó sin sentido. Pero veinte minutos cer el curandero es propiciar las condiciones que
más tarde, cuando se reanimó, descubrió que veía hacen posible la curación».
mejor que nunca -en realidad, perfectamente- y
había recuperado totalmente el oído. Uno de los experimentos en que tomaron parte
«No se cómo explicarlo», dijo su oftalmólogo, el los Worrall fue llevado a cabo por Robert N. Miller,
doctor Albert Moulton, cuando supo la recupera- investigador industrial que trabaja cerca de Atlan-
ción de Robinson. Después fue más concreto: «Es ta. Su experimento tenía por objeto comprobar el
un milagro. No se qué pasará, pero creo que la re- efecto de la oración sobre el crecimiento de las se-
cuperación es permanente... Las descargas hacen millas de raigrás. Para ello plantó diez semillas en
cosas extrañas». tierra de buena calidad y las regó a diario hasta
En cuanto a Robinson, que después de lo ocurri- que su ritmo de crecimiento se estabilizó en 0,15
do comentó irónicamente que se sentía «literal-
mente recargado», su vida siguió mejorando. Un milímetros por hora durante varios días. Entonces
mes después del accidente, cuando contaba sesen- telefoneó a los Worrall a Baltimore, a casi mil kiló-
ta y dos años, empezó a poblársele la calva. «Me metros de allí, y les pidió que iniciasen sus rezos.
está saliendo muchísimo pelo -declaró al New Empezaron a las nueve en punto de la mañana si-
York Times-. Mi mujer está emocionada. He sido guiente. Veintitrés horas más tarde, Miller consul-
calvo durante treinta y cinco años, y además me di- tó la gráfica y observó, según cuenta, que precisa-
jeron que era hereditario.» mente desde las nueve del día anterior el ritmo de
La extraordinaria buena suerte de Robinson crecimiento de las semillas había empezado a au-
continúa sin explicación. Pero, para los inclinados mentar. A las ocho de la mañana del segundo día,
a teorizar sobre energía, equilibrio, armonía y co-
sas por el estilo, conviene indicar que el día del cuarenta y siete horas después de empezar las ple-
rayo hubo dos víctimas: según contó Robinson, su garias, ese ritmo había llegado a ser de 1,32 milí-
audífono quedó reducido a cenizas y otro tanto metros por hora, con un aumento del 775 por 100.
ocurrió con el álamo. En los dos días siguientes el ritmo de crecimiento
disminuyó algo, pero sin descender nunca a las ci-
fras previas al momento en que los Worrall empeza-
ron a rezar.
En 1974, Miller, en colaboración con el doctor
Philip B. Reinhart, del departamento de Física del
Agnes Scott College de Georgia, hizo una nueva
prueba con Oiga Worrall, esta vez utilizando una
cámara de niebla, dispositivo capaz de visualizar la
trayectoria rapidísima de las partículas subatómi-
cas de alta energía. Estas partículas se presentan
como·trazas de nebulización fijas, y los investigado-
res esperaban descubrir si las manos de un curan-
dero pueden alterar esas estelas. Cuando, como
prueba preliminar, los miembros del equipo pusie-
ron sus manos sobre el exterior de la cámara de
niebla, no se observó cambio alguno. La señora
Worrall colocó después las suyas a ambos lados de
la cámara, y, como hace cuando trata de curar a
sus pacientes, imaginó que de ellas fluía energía.
Los investigadores observaron entonces una forma
ondulante que emanaba de la línea imaginaria que
El car11ionero retirado Edwin Robinson recuperó súbita- unía sus manos. Cuando hizo girar 90 grados la po-
mente la vista y el oído al ser alcanuido por un rayo. sición de éstas, la forma cambió también 90 gra-
dos. Cuando en un nuevo experimento la señora

294
Cirujanos prestidigitadores
A los investigadores médicos
les ha sido relativamente fácil
denunciar el fenómeno cono-
cido por cirugía psíquica, que
lleva anualmente a millares de
enfermos a Filipinas en viajes
«todo incluido» que combinan
el turismo con una visita a uno
de Jos muchos curanderos que
operan en Manila y sus alrede-
dores.
El juego de manos necesa-
rio para simular una incisión
en el abdomen del paciente o En Filipinas ha florecido toda una pléyade de «cirujanos psíquicos» que aseguran poder
para que parezca qtie se extrae operar órganos tan sensibles como el ojo sin anestesia ni antisépticos. Arriba, en el cen-
un tumor ha sido observado tro, el «cirujano• filipino Tony Agpaoa; a la derecha, el brasilef!o Arigó, muerto en 1971.
directamente e incluso filma-
do. Un fragmento de película
mostraba que, cuando uno de esos «cirujanos» estaba acompañado de un camarógrafo. Tras ver a Arigó ope-
insertando sus dedos en el cuerpo de un paciente, lo rar a varios pacientes sin anestesia ni antisépticos, Pu-
que en realidad hacía era hincar sus nudillos en la harich se ofreció voluntario.
carne, pues las puntas de sus dedos eran claramente Ante un público de casi cien personas, «Arigó pidió
visibles. En otros casos, el análisis de muestras de por señas . una navaja... Me sujetó la muñeca con su
«sangre» y «tejidos» de "Jos pacientes demostró su ori- mano izquierda y empuñó con la otra la navaja presta-
gen animal. da ... Me volví... hacia. el camarógrafo para indicarle lo
Incluso el más refinado de esos curanderos filipi- que debía hacer, y cuando quise darme cuenta Arigó
nos, el acaudalado Tony Agpaoa, ha sido sorprendido me había puesto un tumor y la navaja en la mano. A
y denunciado. En 1973, un equipo de investigadores pesar de hallarme perfectamente consciente, no sentí
italianos informó que el líquido rojo que surgía du- el menor dolor ... Pero allí estaban la incisión de mi
rante las operaciones de Agpaoa resultó no ser sangre brazo, que sangraba, y el tumor... La película mostró
humana ni animal, y que dos cálculos renales «extraí- que la operación había durado cinco segundos. Arigó
dos» a un paciente eran en realidad trozos de sal y pie- había dado dos navajazos... con lo que la piel se abrió
dra pómez. También resultó que fragmentos supuesta- de par en par dejando el tumor claramente visible.
me nte recientes de hueso y tejido habían empezado ya Después lo estrujó como quien estruja un furúnculo y
a descomponerse. el tumor saltó».
Menos fáciles de explicar son, sin embargo, las ha- Puharich esperaba que sobreviniese una infección,
zañas de un curandero brasileño llamado Arigó, quien, pero aunque sólo cubrió la incisión con una tirita y no
hasta su muerte en accidente de automóvil en 1971, la limpió, la herida sanó en tres días. Quedó convenci-
practicó una rama del curanderismo en la que a la im- do, e hizo dos viajes más a Brasil, donde tuvo ocasión
provisación se unían una cirugía exenta de asepsia, en de ver a Arigó formular centenares de diagnósticos
la que solía utilizar-un cortaplumas, y la prescripción acertados, calcular correctamente la presión sanguí-
de modernos remedios farmacéuticos, con éxitos aún nea sin ayuda de instrumentos y gritar complicados
no explicados por la ciencia. nombres de medicinas para que un ayudante los escri-
Arigó era natural de Minas Gerais. Sólo fue cuatro biese y se los diera a los pacientes. Cuando preguntó a
años a la escuela, no aprendió ninguna profesión ni Arigó cómo hacía sus diagnósticos, el curandero le ex-
oficio, y de joven trabajó esporádicamente en el cam- plicó: «Me limito a escuchar una voz en mi oído dere-
po. Al parecer, cuando tenía tre.i nta años, se sumió en cho y repito lo que dice. Siempre acierta».
una grave depresión y empezó a tener pesadillas y ac- Arigó le dijo que la voz pertenecía a Adolphus Fritz,
cesos de sonambulismo y a hablar en sueños. Consul- un alemán muerto hacía mucho tiempo, que había es-
tó a un espiritista local, quien Je dijo que un espíritu tudiado medicina sin llegar a acabar la carrera. Al
estaba tratando de entrar en él. Después los síntomas cabo de cinco años de observarlo, Puharich seguía sin
cesaron, y Arigó empezó su carrera de curandero tra- saber si Arigó creía realmente en la voz. En cualquier
tando con éxito a un político local que tenía un tumor caso, tampoco fue capaz de explicar en términos cien-
pulmonar no extirpable. tíficos lo que había visto. Cómo diría un año después
La mayor parte de sus veinte años de curandero de la muerte de Arigó, <<nuestro moderno equipo pro-
los pasó Arigó en una clínica de Belo Horizonte, a la bó que tenían lugar curaciones auténticas en condi-
que acudían en busca de ayuda hasta 300 pacientes ciones extrañas y circunstancias increíbles. Es eviden-
diarios. A los que creía que podían ser fácilmente cu- te que aún nos queda mucho que investigar».
rados por la medicina tradicional los despedía. Al res- Para la moderna medicina psicosomática, más que
to los trataba quirúrgicamente o mediante recetas, la acción del curandero o cirujano es la fe del pacien-
ante la perplejidad de los profesionaks que acudían te la que provoca la movilización de todos los recur-
en tropel a ver qué pasaba. Entre ellos estaba un pa- sos químicos del organismo, contribuyendo a esas es-
rapsicólogo de Estados Unidos, Henry Puharich, que pectaculares curaciones que e1 vulgo ha considerado
visitó por primera vez la clínica de Arigó en 1963 tantos siglos como taumatúrgicas.

295
Worrall trató de producir el mismo efec- dístico indicaba que la probabilidad de
to a larga distancia, de nuevo, según los que esas diferencias fuesen fruto del azar
científicos, la estela cambió. no llegaba al 1 entre 1.000. Grad hubo de
Los extraños poderes de Oskar Este- admitir que algo había emanado de las
bany han sido también puestos a prueba manos de Estebany, que ese algo aceleró
repetidamente bajo estrictas condiciones el proceso de curación, y que el factor ac-
de laboratorio. Estebany, antiguo oficial 1 tuante no era el calor.
del ejército húngaro que a_hora vive en Como Estebany parecía obtener sus
Montreal, había intentado sus primeras mayores éxitos al tratar a pacientes con
curaciones paranormales con caballos afecciones de la glándula tiroides, Grad
heridos. Cuando el doctor Bernard Grad, llevó a cabo algunos experimentos utili-
bioquímico de la Universidad McGill de zando ratones con bocio, enfermedad ti-
Montreal, supo de su existencia, había lo- la doctora Dolores Krie- roidea. En el primero, que duró seis se-
grado considerable fama curando a per- ger enseñó la imposi- manas, Grad compro~ó que la imposi-
sonas mediante la imposición de manos. ción de manos en escue- ción de las manos de Estebany había re-
las de enfermeras.
Grad dispuso una serie de experimentos trasado el desarrollo del bocio provoca-
con ~stebany, utilizando ratones y plan- do artificialmente en los ratones. En una
tas. En el primero, 48 ratones hembra de la misma segunda prueba, Estebany trató indirectamente a
raza y edad fueron anestesiados y se les cortó un los ratones, utilizando almohadillas de algodón y
pequeño trozo de piel del lomo. Las heridas resul- lana que había tenido en sus manos. Las almohadi-
tantes fueron calcadas en papel para poder saber llas eran introducidas en las jaulas de los roedores
su tamaño exacto. Los ratones fueron divididos en durante dos horas al día, y Grad volvió a compro-
tres grupos, uno de los cuales sería el tratado por bar que el desarrollo del bocio se había hecho más
Estebany. Est.e sostenía la jaula con los ratones en lento. En un tercer experimento, las técnicas de Es-
la mano izquierda mientras ponía la derecha sobre tebany aceleraron al parecer, de manera notable,
ena durante quince minutos, operación que repitió la curación de ratones en los que se habían provo-
dos veces al día y cinco días por semana con todos cado artificialmente bocio mediante una dieta baja
sus ratones. Un segundo grupo de ratones no reci- en yodo.
bió tratamiento alguno, y al tercero se le aplicó un El trabajo de Grad con Estebany animó a la her-
tratamiento de calor para simular el de las manos mana Justa Smith, bioquímica norteamericana y
de Estebany. Según Grad, dos semanas después de monja franciscana, a comprobar el efecto de sus
iniciado el experimento las heridas de los ratones poderes sobre un proceso natural aún más básico:
de Estebany habían sanado, en tanto que las de los la actividad enzimática. Al concluir una amplia se-
otros dos grupos seguían abiertas. El análisis esta- rie de pruebas, la hermana Smith calculó que el

Fray Ralph DiOrio (arriba), director del Apostolate of Healing, dice


que sus poderes curativos son «la fuerza de Dios actuando a través de
mí como médium». la hermana Justa Smith (dcha.) ha investigado la
capacidad de los curanderos para influir en las enzimas.

296
efecto de la imposición de las manos de Engel continuó con sus imposiciones
Estebany sobre la enzima seleccionada de manos caseras durante muchos años,
para el estudio, la tripsina, era igual al de con su mujer como único paciente. En
un campo magnético de 13.000 gauss. 1962, cuando asistía a un congreso médi-
Pero cuando se llevaron a cabo pruebas co, se sometió a una prueba de glaucoma
para determinar si existía algún tipo de en uno de los puestos de demostración, y
campo magnético entre las manos de Es- le dijeron que tenía esa enfermedad, que
tebany, los resultados fueron negativos. podía conducir a la ceguera si no era tra-
Cualquiera que fuese la fuerza que el cu- tada. Engel comenzó el tratamiento pres-
randero ponía en acción, parece que la crito - unas gotas en los ojos a diario-,
técnica actual no es capaz de medirla. que le habían dicho tendría que seguir
Otro estudio, llevado a cabo por Thel- durante el resto de su vida. Pero dos
ma Moss, tuvo como sujeto a un médico La.s facultades curativas años después de haberle diagnosticado
de O. Estebany han sido el glaucoma la presión en sus globos ocu-
de Los Angeles que llevaba más de trein- estudiadas mediante
ta años tratando discretamente el dolor pruebas con ratones. lares volvió inexplicablemente a ser nor-
y la enfermedad mediante la imposición mal. En 1972, a raíz de penosas experien-
de manos, aunque nunca dentro del ejer- cias emocionales, diagnosticaron a Engel
cicio profesional. El doctor Hans Engel, elegido una forma de linfoma emparentada con la leuce-
presidente de la Academ ia de Médicos de Familia mia. Creyendo que sólo le quedaban seis meses de
de Los Angeles en 1977, publicó a l año siguiente vida, al cabo de unas semanas dejó de tomar la me-
una monografía en la que relataba sus experiencias dicación anticanccrosa. Tan convencido estaba de
con formas de tratamiento no usuales. Decía haber la inminencia de su muerte que escribió un artícu-
descubierto su facultad de aliviar el dolor cuando, lo sobre lo que un médico a punto de morir sentía
recién casado, su mujer se quejó de jaqueca. Hizo hacia sus pacientes, que apareció anónimamente
un movimiento para ponerle la mano en la frente y en una revista médica. Como recordaba Engel en
se sorprendió cuando, al llegar sus dedos aJ rabillo su monografía de 1978, «hacia esa época... mi idea
de su ceja izquierda, sintió como si «estuviese pa- de lo que me esperaba en la vida cambió, y volví a
sando la mano a pocas pulgadas de un cubo de hie- considerar que tal vez hubiese un futuro para mí.
lo». Según contaba, se abstuvo de tocar la frente de «Meses después, todos los ganglios linfáticos
su mujer, pero mantuvo su mano cerca del lugar "dilatados" empezaron a desaparecer, y desde en-
frío, que según le dijo era e l sitio donde le dolía. tonces he gozado de excelente salud.»
Continuó así hasta que, un minuto después, la sen- Engel sabía que había casos de remisión espon-
sación de frío cesó. Al mismo tiempo, su mujer le tánea, pero le parecía muy improbable que una
anunció que le había desaparecido el dolor. misma persona hubiese tenido por separado dos

En una prueba.de laborato-


rio, las oraciones de Oiga
Worrall estimularon, al pare-
cer, el crecimiento de plantas
a mil kilómetros de distancia.

Hilda Cliarlton (dcha.), pro- La evangelista Kathryn Kuhl-


clamada «maestra espiri- man cree que sus supuestos
tual», en una imposición de poderes curativos transmiten
manos. la fuerza del Espíritu Santo.

297
remISiones de enfermedades dife- Con la ayuda de Oskar Esteba-
rentes. Tras escuchar por televisión ny, trasladó a un grupo de 19 enfer-
a Thelma Moss hablar de curacio- mos y a otras nueve personas sanas
nes paranormales, reconsideró sus que servirían de control a una gran-
experiencias. Venciendo su «aver- ja de Massachusetts. Durante las
sión innata a tales "tonterías anti- seis jornadas que duró el experi-
científicas"», se puso en contacto mento, cada persona fue tratada
con Moss y continuó con lo que lla- por Estebany una o dos veces al
ma sus «extraños pases» sobre los día. Entretanto, se les suspendió la
enfermos. medicación, y los dos grupos si-
Cuando en 1978 publicó su mo- guieron la misma dieta y horario. A
nografía sobre el tema, había trata- todos los participantes se les toma-
do a 43 pacientes como parte de un ron los valores hemoglobínicos al
experimento a largo plazo. Para ca- comienzo y al final del experimen-
librar la eficacia de la imposición to. Los resultados fueron inequívo-
de manos valoraba la reacción del Muchos de los puntos en que se cos: hubo cambios significativos en
paciente mediante una escala de O insertan las agujas de acupuntura la hemoglobina de los que estaban
a 4. Siete pacientes no experimen- (zonas de punción); fueron señala- enfermos.
taron mejora alguna, ocho mostra- dos hace miles de años. Resumiendo los resultados, es-
ron una «respuesta mínima», once cribía Krieger: «En conjunto prue-
una respuesta «moderada», trece ban que "algo ocurre" durante... la
«clara mejoría» y cuatro alivio total. Entre los pa- imposición de manos... Ese "algo" es de tal natura-
cientes tratados había un hombre que sufría gran- leza que puede afectar en forma mensurable a los
des dolores a causa de la enfermedad de Gaucher, valores hemoglobínicos humanos y reclama por
un tipo de degeneración ósea (calificado con un 3, tanto un estudio más amplio e intenso».
que significaba notable mejoría); dos mujeres que Conclusiones semejantes parecen deducirse de
sufrían de tics dolorosos (una mereció un O y la otros experimentos de curación paranormal. Se di-
otra un 4); un hombre con osteosclerosis en un ría que algo ocurre cuando el curandero dirige su
hombro, calificado con un 1, y una mujer con un energía hacia el enfermo, pero la naturaleza de esa
caso grave de calambre en el codo que había sido energía y si la curación se debe a ella siguen siendo
tratado sin éxito por métodos tradicionales, acupun- cuestiones sin resolver.
tura e hipnosis, y que registró un completo alivio. Entretanto, el interés por las aplicaciones prác-
Los resultados globales del experimento fueron ticas de algunas de estas concepciones parece ir
no obstante, tan difíciles de definir que se procedió aumentando entre los profesionales de la medici-
a un análisis estadístico de los pacientes basado en na. Ejemplo de ello es la práctica de la terapia por
ciertas características sociales, psicológicas y de- imposición de manos que llevan a cabo enfermeras
mográficas, sin conseguir tampoco aislar ningún tituladas en medios hospitalarios tradicionales, de-
factor que explicase las diferencias. Lo único que rivada del trabajo de Krieger con Estebany y Dora
demostró tener alguna relación con el éxito del tra- Kunz, quien también practica la imposición de ma-
tamiento fue la previa experiencia del paciente con nos. «Durante esas investigaciones -escribía Krie-
fenómenos paranormales. Los que decían haber te- ger en American Journal of Nursing- me convencí
nido esa experiencia «tendían a responder peor a de que la curación mediante la imposición de ma-
la cura energética que los que no la habían tenido». nos es una posibilidad que tiene todo el mundo,
Otra profesional de la medicina ortodoxa que siempre que se den al menos dos variables que
se ha interesado por las posibilidades de curación creo decisivas en el proceso: la intención de ayudar
paranormal es la doctora Dolores Krieger, profeso- a otro a sanar y un cuerpo saludable.» Krieger pro-
ra de enfermeras en la Universidad de Nueva York bó primero por sí mi~vij la que llamaba «imposi-
y estudiosa durante largo tiempo de las religiones ción de manos terapéutica», y amplió más tarde la
orientales. En 1971 le intrigaron las aparentes ana- investigación a 32 enfermeras. Se decidió que la
logías entre la hemoglobina, que transfiere el oxíge- mitad de ellas incorporarían esa terapia a los cui-
no a los tejidos, y la sustancia vigorizante que los dados que venían prestando a sus pacientes y la
hindúes llaman prana, la «fuerza vital móvil» que otra mitad no. Los resultados fueron los ya conoci-
mantiene vivo el cuerpo. «La literatura oriental--es- dos: quienes recibieron el tratamiento presentaban
cribía Krieger en 1975- afirma que la persona cambios significativos en los valores hemoglobíni-
sana tiene una superabundancia de prana y la en- cos y los que sirvieron de control no.
ferma un déficit. Ese déficit es la enfermedad... En 1972 Krieger empezó a enseñar su método
Afirma también que el prana es equivalente a lo en las escuelas de enfermeras de Estados Unidos y
que nosotros llamaríamos la molécula de oxígeno.» Canadá, y poco después organizó una red nacional
La relación teórica entre esa observación y el tra- de enfermeras conocedoras de esa técnica. La im-
bajo de la hermana Justa Smith acerca del efecto posición de manos es ~oy practicada por enferme-
de las manos del curandero sobre la tripsina ani- ras de numerosos hospitales estadounidenses, y
mó a Krieger a llevar a cabo experimentos seme- aunque la mayoría de los médicos sigan sin creer
jantes con la hemoglobina. en los cambios bioquímicos que según Krieger

298
El enigma de la hipnosis
La hipnosis ha s ido durante tanto tiempo número nómeno psicofisiológico en la década de 1840, bauti-
fuerte en carpas y escenarios que su tardíá legitima- zándolo con el nombre de hipnotismo (del griego hip-
ción como instrumento médico, psiquiátrico y, en me- nos, sueño) y utilizándolo para anestesiar a sus pa-
nor medida, legal constituyó una sorpresa para mu- cientes en la mesa de operaciones, logró comprender
chos. Entre los aspectos positivos de la hipnosis que su verdadera esencia.
han pasado desapercibidos hasta hace poco figuran el Sólo en los años treinta, con la obra del psicólogo
que e l estado hipnótico puede ser alcanzado por apro- Clark Hull, empezó el hipnotismo a ser objeto de la
ximadamente un 70 por 100 de las personas, y que lo cuidadosa experimentación que merecía. Como seña-
que ese estado implica no es solamente el bloqueo de laba Huli en Hypnosis and Suggestibility, uno de los
la voluntad, sino una profundización en los niveles de mayores obstáculos para la valoración científica de la
conciencia y, mediante la sugestión, un aumento del hipnosis había sido su eficacia práctica. Aunque su
control sobre las func iones orgánicas o vegetativas reputación ha fluctuado mucho en el curso de los
del cuerpo. También se caracteriza menos por el años, «el motivo dominante en la historia del hipno-
«tiempo perdido» y la posterior amnesia que por pe- tismo ha sido el clínico, la curación de las enfermeda-
ríodos de intensa lucidez en los que el sujeto puede des humanas. Sería difícil idear un método peor para
ser capaz de evocar sus recuerdos más lejanos para la fijación de principios científicos... La tarea del mé-
recoger información de otro modo tal vez irrecupe- dico es curar lo antes posible utilizando de modo más
rable. o menos simultáneo todos y cada uno de los métodos
Sin embargo. se ha prestado mayor atención a los de que dispone».
posibles abusos de la hipnosis que a sus aplicaciones No obstante, a medida que el hipnotismo iba sien-
positivas. Tanto ha sido el miedo de algunos miem- do complementado con otras formas de tratamiento,
bros de la profesión médica y del público en general a se prestó mayor atención a la complejidad de sus me-
este mal comprendido fenómeno que su explotación canismos. Cincuenta años de seria experimentación no
como espectáculo ha estado su- han resuelto todos sus miste-
jeta a severas restricciones du- rios, pero sí han disipado
rante la mayor parte de nues- muchos mitos y malentendi-
tro siglo, y, por ejemplo, el có- dos, a la vez que nuevos des-
digo de la National Association cubrimientos han ampliado
of Broadcasters estadouniden- considerablemente sus apli-
se prohíbe las sesiones de hip- caciones terapéuticas.
notismo por televisión. Precau- Aunque sigue comparán-
ciones hasta cierto punto razo- dose erróneamente con el
nables, pues aunque el trance sueño, el trance hipnótico es
hipnótico sea una facultad la- en realidad un estado de
tente en la mayoría de noso- conciencia alterado en el
Concentrar la atención tros, es también un estado com- que algunas personas caen lohn McGrath, detective
amortigua la actividad plejo capaz de ofrecer una vía del modo más natura l sin de la policía de Nueva
mental y favorece la de acceso singularmente direc- darse cuenta, por ejemplo York, demuestra su técnica
hipnosis. ta al subconsciente. mientras sueñan despiertas. hipnótica.
Aunque el estado hipnótico La hipnosis puede ser provo-
y algunos de los medios para conseguirlo eran conoci- cada de muchos modos, pero generalmente se consi-
dos de los antiguos egipcios y griegos, la historia acce- gue combinando estímulos visuales y acústicos que
sible de la hipnosis es muy corta. Con frecuencia se la provocan un alto nivel de relajación, sugestionabilidad
hace datar, erróneamente, de los experimentos de y estrechamiento del campo consciente.
Franz Anton Mesmer a mediados del siglo xvm; pero, El sujeto en estado hipnótico es capaz de bloquear
a pesar del extraordinario efecto que Mesmer causa- las percepciones visuales, sonidos, recuerdos e infor-
ba a sus pacientes, no los hipnotizaba. El primero que maciones cotidianos para concentrarse con una inten-
practicó la hipnosis en la época moderna fue un discí- s idad insólita en una imagen mental determinada.
pulo de Mesmer, el marqués de Puységur, quien en la Esta especie de filtro puede ser útil sobre todo en psi-
década de 1780 sumió involuntariamente en un pro- coterapia, al permitir al paciente rescatar recuerdos
fundo trance a uno de sus pacientes cuando intentaba traumáticos de su pasado, y en el trabajo policial,
provocar la crisis histérica característica de los trata- pues los testigos que no consigue n recordar conscien-
mientos de Mesmer. temente c iertos detalles pueden hacerlo hipnotizados.
Ni Puységur ni ninguno de los «mcsmerizadorcs» Una de las aplicaciones prácticas más extendidas
de la época llegaron a comprender a fondo el fenóme- de la hipnosis es la lucha contra el dolor. Pacientes en
no del que ·se valían, y siguieron convencidos de que estado avanzado de c.á ncer la han utilizado para ali-
estaban aprovechando de algún modo el «magnetis- viar sus sufrimientos y disminuir la ansiedad s in su-
mo animal» que Mesmer fue el primero en postular. frir las consecuencias de una medicación masiva. En-
Gran parte del descrédito del hipnotismo se debe a fermos de jaqueca y neuróticos, o con síntomas de úl-
estas décadas de utilización indiscriminada por médi- cera gástrica, fumadores y drogadictos, parturientas y
cos y entusiastas del esoterismo. Uno tras otro, sus pacientes de odontólogos han sido tratados eficaz-
primeros teóricos fueron ofreciendo extrañas explica- mente con la hipnoterapia y la hipnoanestesia. En
ciones que debían mucho menos a la ciencia que a la 1978, una tercera parte de las facultades de Medicina
imaginación y los prejuicios. Ni siquiera el médico in- y Odontología de Estados Unidos -el doble que en
glés James Braid, que se interesó por este curioso fe- 1974- enseñaban técnicas de hipnosis.

299
produce su método, la mejor asistencia que genera
esa terapia innovadora ha sido ampliamente reco-
Una clínica diferente nocida.
Otro tipo de interacción piscofísica que ha en-
El doctor Robert L. Swearingen, cirujano ortopé- contrado notable respaldo dentro de la medicina
dico que dirige una clínica de urgencia en una esta- ortodoxa es el biofeedback o bioautorregulación,
ción de esquí de Colorado, realizó casualmente, sistema que enseña a la persona a controlar funcio-
hace años, un notable descubrimiento acerca del nes y procesos corporales, como la temperatura, la
dolor y la curación. Tendido ante él en una mesa de presión sanguínea, las contracciones musculares e
rayos X estaba un paciente con un hombro disloca- incluso los latidos del corazón, tenidos hasta ahora
do. «Llamé a fa enfermera para que trajese la medi- por involuntarios o autónomos. Para el aprendizaje
cación adecuada -recordaba Swearingen en un de la autorregulación biológica se conecta al pa-
simposio sobre curaciones paranormales celebra- ciente a un monitor de control que le informa de
do en California en 1978-, pero no estaba disponi-
ble; había demasiados pacientes. Miré al mío y vi las principales actividades fisiológicas de su orga-
en su cara una mezcla de expectación, confianza y nismo, y se le instruye para que se imagine lo que
temor, y me di cuenta entonces de hasta qué punto quiere que haga su cuerpo -disminuir la presión
dependemos de la anestesia y de ciertos medica- sanguínea, por ejemplo, o hacer más legtos los lati-
mentos. Con toda mi ciencia, me sentí impotente. dos del corazón- y después le ordene que lo haga
No sabía realmente qué hacer. Era una situación y se relaje. El monitor empieza entonces a infor-
agobiante». marle de que su presión sanguínea ha disminuido
Swearingen recordó entonces lo que había leído varios puntos o que su corazón ha empezado a latir
en cierta ocasión: «Si no tú, ¿quién? Si no ahora, más despacio, .Y esta confirmación inmediata del
¿cuándo?», e intentó aplicarlo a su caso. «Puse una cambio estimula la confianza del paciente y au-
mano en el cod<:r-del paciente y otra en su hombro,
y al hacerlo leí en sus ojos: "Adelante". Pensé: "Esto menta su capaéidad para influir en su cuerpo. Se-
va bien. Podré hacer que se sienta a gusto hasta que gún ~lyce Green, que junto con su marido, el doc-
consiga el calmante". Seguí tirando, hablándole, tor Elmer Green, fundador del Biofeedback and
palpando sus músculos y trabajando con él de un Psichophysiology Center de la fundación Mennin-
modo que apenas recuerdo, ante lo natural que me ger de Kansas, es uno de los más destacados espe-
resulta ahora. El final de la historia es que el hom- cialistas en este campo, la bioautorregulación «no
bro volvió a colocarse en su sitio, sin medicación hace nada a la persona». Por el contrario, se trata
ni dolor.» de «un instrumento para liberar potencial». ·
Pero una consecuencia aún más notable es que
Swearingen ha hecho de ese tipo de tratamiento, el La cuantía de ese potencial es objeto de estudio
denominado touch and care, algo habitual en su clí- en numerosos centros médicos. En la Universidad
nica y ha enseñado sus métodos a los componentes Emory, de Atlanta, se ha utilizado la bioautorregu-
de la patrulla de rescate de la estación de esquí. lación para rehabilitar músculos dañados; en el
Ahora esos hombres se quitan sus gruesos guantes centro de Psiquiatría y Psicología de la Conducta
a grandes alturas antes de atender a los esquiado- de Birmingham (Michigan) y en la clínica Mennin-
res heridos, y saben que deben abordar a esas per- ger se emplea para combatir la jaqueca, y en el San
sonas, con frecuencia traumatizadas, con tanta Francisco Medical Center, de la Universidad de Ca-
atención para su espíritu como para ·su cuerpo. lifornia, el psicólogo Bernard Engle enseña a alte-
Swearingen, que trata de 50 a 80 fracturas al año
sin medicación para el dolor, declaró también en el rar los ritmos cardiacos.
simposio que su enfermera puede «quitar los apre- En el Columbia Presbyterian Medic'al Center
tados pantalones de esquiar a un paciente con una de Nueva York, el doctor Kenneth Greenspan, psi-
pierna rota sin apenas dolor ... La atención, la cari- quiatra y director del Laboratorio y centro de en-
cia y la palabra, la aproximación a la persona ente- fermedades relacionadas con el estrés de Colum-
ra» son parte de la técnica, pero Swearingen distin- bia, lo ha utilizado para tratar el postoperatorio de
gue perfectamente entre lo que él hace y la verda- enfermos cardiovasculares. Greenspan consiguió
dera curación. notables resultados con un grupo de 22 de esas
«Cuando reducimos la fractura, cuando volve- personas a lo largo de tres meses. A los pacientes,
mos a poner Jos huesos en su sitio, sabemos bien
que eso no es curar, sino facilitar la· curación, que casi inválidos a causa de sus trastornos circulato-
es lo que viene después. A fin de contribuir a ello, rios, se les enseñó a aumentar la temperatura de
enseñamos a esas personas a meditar. Les mostra- sus miembros, a fin de enviar más sangre a las zo-
mos pequeños dibujos, primero del hueso roto, tal nas afectadas y hacer así uso de los vasos sanguí-
como está; después otro del aspecto que debería te- neos expeditos evitando los obstruidos por coágu-
ner al cabo de ocho o diez días, cuando se haya for- los. También se redujo el estrés provocado por .el
mado un beneficioso coágulo de sangre alrededor. dolor y el miedo a un paro cardiaco. Al término del
Un tercero muestra cómo va formándose un anda- tratamiento, que incluía ·también meditación y
miaje de tejido fibroso, y un cuarto la calcificación. ejercicios respiratorios, todos los pacientes habían
Lo que pasa es que hacemos trampa: aceleramos el
proceso haciéndoles concentrarse en lo que creen obtenido importantes mejoras en su movilidad y
que está ocurriendo antes de que empiece a ocu- en el alivio del dolor. Algunos incluso habían em-
rrir.» pezado a correr. «Los pacientes llegan a nosotros
sintiéndose víctimas -decía Greenspan-, enfer-
mos y sin saber lo que les espera, y tratamos de

300
Utilizando instrumentos m uy sensibles, el doctor Elmer Green,
pionero de la bioautorregulación, mide la actividad cerebral de
un yogui indio sobre un lecho de clavos.

El docwr Kenneth Greenspan, de Nueva York, conectado a la


batería de instrumentos de bioautorregulación que utiliza para
tratar a sus pacientes. El sistema muestra los parámetros en
que el paciente debe influir para lograr cambios en procesos
corporales normalmente incontrolables.

ayudarles a desarrollar una actitud de dominio de enfermedad tuvo lugar con una persona de sesenta
la situación... La meta es responsabilizarlos del y un años, aquejada de un cáncer de garganta in-
mantenimiento de la propia salud, ayudar al médi- curable y que fue dada de alta en el hospital tras
co que todos llevamos dentro.» siete semanas del régimen de Simonton. Desde en-
Las facultades que la bioautorregulación parece tonces, Simonton ha tratado de combinar la visua-
liberar en los pacientes -el control sobre el siste- lización con psicoterapia, ejercicios de relajación y
ma neurovegetativo- son semejantes a fas obser- radiación. Aunque sus críticos señalan que sólo los
vadas en los yoguis y otras personas que nunca han enfermos de cáncer más motivados van a Fort
oído hablar de biofeedback, y para quienes ese algo Worth y que los postrados en cama en las últimas
que avisa al cuerpo para que se cure, se proteja o etapas de su enfermedad no pueden hacerlo, es in-
cierre los canales del dolor está siempre en funcio- dudable que Simonton ha conseguido resultados
namiento. En cambio, en la bioautorregulación el importantes. Por ejemplo, en un período de cuatro
grado de control tiende a disminuir cuando acaba años y medio, durante el que Simonton y su equipo
el entrenamiento; sin la continua presencia de la trataron a 159 «incurables» con una esperanza me-
información, la facilidad para autorregularse se de- dia de vida de un año, el tiempo de supervivencia
bilita. No obstante, como prosigue activamente la se amplió a una media de dos años, e incluso entre
investigación sobre la bioautorregulación orienta- los 96 que murieron ese plazo había aumentado a
da mediante instrumentos y los métodos con ella veinte meses.
relacionados -como la visualización-, el logro de Pero, a pesar de tales logros, muchas cuestiones
lo que Kenneth Greenspan llama «responsabilizar- cruciales siguen sin respuesta. La recuperación es-
se de la propia salud» parece en nuestros días más pontánea, las curas de apariencia milagrosa y los
cercano que nunca. poderes conscientes e inconscientes de la mente
Uno de los que creen en la eficacia de la visuali- podrán o no ser utilizados un día en beneficio de la
zación para el tratamiento del cáncer es el doctor humanidad, pero indican sin duda la presencia en
O. Car! Simonton, ex director de radioterapia en la el cuerpo humano de poderosas facultades curati-
base aérea de Travís, en California, y hoy director vas hasta hoy inexplicadas. La búsqueda de medios
del Cancer Couns-eling and Research Center de Fort adecuados para localizar y aprovechar esas capaci-
Worth (Texas). El primer intento de Simonton de dades puede representar un factor importante de
utilizar técnicas bioautorreguladoras contra esa la asistencia médica futura.

301
Realidad y apariencia

Posesión y exorcismo
os incidentes se iniciaron en la primavera de
L 1972. Estallaron incendios por toda la casa en
que vivía un joven matrimonio católico con su hijo
recién nacido, en Daly City, un suburbio al sur de
San Francisco. Un crucifijo de 25 centímetros voló
de la pared de un dormitorio y fue a aterrizar en
una cama, cuatro metros más allá. Otros objetos,
entre ellos un cuchillo de cortar carne, danzaron
peligrosamente por la casa. Como dijo e l matrimo-
nio, cuya identidad no se hizo pública, a un repor-
tero del Examiner de San Francisco, la casa parecía
ocupada por «todo un ejército de demonios». Esta-
ban convencidos de que el mismísimo diablo había
hecho acto de presencia agrediéndolos en persona. El reverendo Karl Patze/t celebró 14
«A menudo dejaba a uno de nosotros sin sentido sesio11es de exorcismo en una casa de
de un golpe. Otras veces medio nos estrangulaba, o California en 1973.
nos retorcía los brazos detrás de la espalda.»
Las manifestaciones continuaron, con breves
respiros, durante casi dos años. Finalmente la pa-
reja, desesperada, pidió ayuda al reverendo Karl mentas más antiguos que aluden a la creencia en la
Patze lt, de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, posesión por los espíritus se hallaron en el palacio
de San Francisco. Tras estudiar el caso, Patzelt dic- del rey Asurbanipal, en Nínive, capital de la anti-
taminó que los aterradores incidentes eran «Obra gua Asiria. En una tablilla de arcilla de hacia e l año
del Maligno», interpre tación que no llega a lo que 650 a. JC. puede leerse la desesperada llamada de
la teología católica definía como posesión: el apo- un hombre que pregunta a sus dioses cómo librar-
deramiento por el demonio del cuerpo de una per- se de un espíritu tiránico que parece poseer su
sona. Patzelt calificó los extraños sucesos de Daly cuerpo y su alma.
City como un caso de «obsesión», una perturba- Más familiares para el lector moderno son los
ción diabólica de tipo menor. En este caso la vícti- relatos que hace el Nuevo Testamento de cómo
ma era toda la familia, incluido el pequeño, y, al Cristo exorcizó a los gadarenos y otros enfermos.
igual que en los casos de posesión, decidió proce- En ellos se basan hoy las Iglesias de todo e l mundo
der a exorcizarlos. Entre el 19 de agosto y e l 8 de para practicar el exorcismo. El Evangelio de San
sept iembre de 1973, Patzelt llevó a cabo 14 ceremo- Lucas relata que cuando e l poseso apareció ante
nias de exorcismo, conforme a los dictados del Ri- Jesús en las riberas de Galilea, «Jesús le preguntó:
tuale Romanum, establecido en 1614 bajo el papa ¿cuál es tu nombre? "Legión" respondió; porque
Pablo V. Inmediatamente, informaba el Examiner habían entrado en é l muchos demonios. Y Je roga-
de San Francisco, las manifestaciones de Daly City ban que no les ordenara volver al abismo. Había
cesaron. allí una gran piara de cerdos paciendo en el monte,
El Rituale Romanum es un libro litúrgico que y le pidieron que les permitiera entrar en ellos. El
explica con todo detalle al exorcista cómo determi- se lo permitió; y los demonios, saliendo del hom-
nar si hay posesión y ofrece oraciones y pasajes de bre, entraron en los cerdos; entonces la piara se
las Escrituras para utilizar en el exorcismo, entre lanzó por el precipicio al lago y se ahogó». En los
e llos las palabras «Yo te expulso, Espíritu impuro ». ritos actuales, utilizados en el caso de Daly City y
Quienes llevaban a cabo e l exorcismo prestaban popularizados por el libro y la película El exorcista,
especial atención a las frases que parecen afectar a al demonio o demonios apenas se les habla direc-
la presenc\a maligna y las repetían una y otra vez. tamente. En cambio se repiten una y otra vez órde-
Procedimientos parecidos son empleados por nes severas hasta que se advierte que las entidades
otras Iglesias cristianas, entre e llas la ortodoxa posesoras se han ido al fin.
griega, la anglicana y las episcopalistas. En térm inos psiquiátricos, que es como muchas
Las creencias en la posesión y la práctica del autoridades modernas creen preferible abordar los
exorcismo, que se remontan cuando menos a los problemas de la posesión y el exorcismo, lo que el
babilonios y posiblemente a pueblos más antiguos, rito parece provocar es una especie de catarsis
son hoy relativamente raras. No obstante, sirven mental y emocional. Algunos especialistas creen
para recordarnos el continuo empeño del hombre que en ese estado pueden hallar alivio ciertos con-
por comprende r y dominar las fuerzas desconoci- flictos neuróticos, ideas compulsivo-obsesivas, re-
das del mundo en que vive. Algunos de los docu- cuerdos soterrados de acontecimientos hondame n-
El diablo, sus incontables legiones y la práctica del exorcismo eran estremecedó· La efigie de San Bene-
ramente reales para el cristiano medieval, como refleja esta pintura üaliana del dicto en una medalla
siglo XV. antisatánica.

te traumáticos y sentimientos de culpabilidad naci- El culto Zar de Egipto sostiene una teoría de la
dos en la infancia o en la edad adulta. Las autorida- posesi·ón intermedia entre ambas. Según explicaba
des eclesiásticas, conscientes de que esas interpre- Christopher S. Wren, corresponsal del New York
taciones no carecen de base, se esfuerzan por des- Times, en un reportaje. de 1979 desde «las estrechas
cartar las posibles causas fisiológicas y psicopato- callejuelas de El Cairo antiguo», el culto Zar, que
lógicas antes de decidir que se trata de posesión. incluye entre sus creencias ritos de exorcismo, es
No obstante, los riesgos físicos y psicológicos «una mezcolanza de terapia de grupo, superstición
del exorcismo siguen siendo considerables. Algu- y espectáculo, a la vez que un negocio en manos de
nos psicólogos sostienen que las tendencias neuró- un clan de organizadores que prometen interceder
ticas o psicosomáticas ya existen tes pueden verse ante los malos espíritus que según ellos pululan
reforzadas por la idea de la posesión, mientras que por los densos suburbios de la ciudad».
la intensa relación que se desarrolla entre el exor- Los adeptos al culto Zar, escribía Wren, «Creen
cista, que en el rito católico es siempre un hombre, y que un afrit o genio puede poseer a una mujer por
la víctima, a veces mujer, puede estar cargada de celos, envidia o amor. Una vez en su interior, el de-
peligros emocionales y psicológicos. monio ya no puede ser expulsado; tan sólo aplaca-
Que ese rito tan riguroso conlleva riesgos físi- do mediante un ritual que le disuadirá de hacerle
cos muy reales se puso trágicamente de manifiesto daño». A este fin, las mujeres que se creen poseídas
en Alemania Occidental el 1 de julio de 1976, cuan- participan en un baile salvaje y convulsivo no muy
do Anneliese Michel, una estudiante de pedagogía diferente del de los derviches danzantes, secta Islá-
de veintitrés años, murió de desnutrición tras so- mica cuyos miembros giran hasta entrar en estado
portar numerosas sesiones de exorcismo a lo largo cataléptico.
de diez meses. En 1978, un tribunal de Aschaffen - Este uso terapéutico de la posesión aparece
burg declaró a los dos sacerdotes que habían parti- desde muy antiguo en d iversas culturas. En The
cipado en los ritos y a los padres de la muchacha Devil's Bride, Exorcism: Past and Present, sugería
culpables de homicidio por negligencia. Martín Ebon que tanto la posesión y el exorcismo
Si ~l concepto cristiano de la posesión refleja la rituales de China como los de las Antillas y la India
presencia de fuerzas malignas, no todas las cultu- oriental responden a una importante necesidad so-
ras comparten esa idea. El historiador de la Iglesia cial: en la descarga emocional que provoca el cere-
francés Robert Amadou escribía en 1954 en la revis- monial del exorcismo, el lazo que une a los miem-
ta Tomorrow que en algunas sociedades la pose- bros de la comunidad resulta fortalecido.
sión es considerada «un acto de inspiración de los Hoy se sabe - y así lo acepta la moderna teolo-
dioses». Aunque las formas de comportamiento re- gía católica- que tras la llamada posesión diabóli-
conocidas universalmente como características de ca se enmascara una enfermedad conocida como
la posesión son juzgadas a veces resultado de un «neurosis histérica epileptiforme», que genera esos
maleficio, escribía Amadou, se las ve más a menu- espeluznantes síntomas. Tan s<i>lo en las culturas
do como «síntoma de una feliz experiencia espiri- más atrasadas sigue estando vigente la supersticio-
tual o de la benéfica encarnación de un espíritu». sa creencia en la posesión.
En el curso de la historia, el hombre ha
observado y tratado de explicar la
presencia de extraños objetos en el _c ielo.

EL ENIGMA
DELOS OVNIS
< SB está acercando por el este la ruta aérea de Wellington a
< -comunicó el joven piloto Christchurch, a lo largo de la cual
australiano-. Me parece que está las tripulaciones de dos aviones ha-
volando sobre mí a una velocidad bían visto diez días antes potentes
increíble. Ya ha pasado. Es una for- luces que no pudieron identificar.
ma alargada. Ahora viene hacia Apenas pasada la medianoche,
aquí. Tiene una luz verde.» el equipo divisó unas extrañas lu-
Así comenzó en el cielo noctur- ces en movimiento.
no la extraña serie de sucesos que El análisis por computadora de la Durante dos horas, la tripula-
tuvieron como escenario el sur de fotografía de la izquierda muestra ción del avión y el equipo de TV
Melbourne a finales de 1978. diferentes intensidades de luz en el que iba a bordo jugaron al escondi-
ovni.
Momentos más tarde, el piloto te con las luces misteriosas. Mien-
Frederick Valentich informaba: tras el avión volaba hacia el sur,
«Esa cosa está dando vueJtas por encima de mí». Y, rumbo a Christchurch, uno de ·los testigos las des-
tras señalar que el motor de su aparato empezaba cribía como «fuertes e intermitentes... que apare-
a fallar, comunicó: «Está quieto en el aire y no es cen y desaparecen». Al mismo tiempo, el radar de
un avión. Es... » Wellington detectó imágenes inexplicables. Una de
En ese momento se interrumpió la transmisión ellas pareció acompañar al a:vión mientras los testi-
por radio. Al no volver a escucharse a Valentich, se gos que iban a bordo observaban una luz relampa-
supuso que su avión se hábía estrellado en aguas gueante que duró escasos minutos. Durante el vue-
del mar de Tasmania. Meses más tarde aún no ha- _lo de regreso, otra luz se acercó a unos dieciocho
bjan aparecido los restos. kilómetros del carguero. Según uno de los miem-
Pero en los días que siguieron a la desaparición bros del equipo de TV, tenía «la parte baja brillan-
de Valentich hubo más informes de misteriosos temente iluminada y una especie de esfera transpa-
objetos luminosos en los cielos de Australia y de su rente en lo alto».
vecina oriental Nueva Zelandia. Aunque ninguno Cualquiera que fuese la naturaleza del objeto,
de esos avistarnientos tuvo consecuencias tan fata- fue sometido a un escrutinio humano y electrónico
les como Ja desaparición del joven piloto, uno de muy completo. Porque no sólo fue visto por el
ellos causó tremenda impresión. Se inició a prime- equipo de TV y los dos pilotos del avión, sino tam-
ras horas de la mañana del último día de 1978. Al bién seguido por el radar del aparato; y, lo que es
este de la Isla del Sur neozelandesa, un equipo de aún más extraordinario, su esquiva presencia fue
televisión de Melbourne compuesto por tres filmada en color. El camarógrafo de TV filmó unas
miembros volaba en un Argosy de carga siguiendo veintitrés mil imágenes en película de 16 mm, que
fueron enviadas a un especialista en óptica de la
Marina estadounidense, el doctor Bruce Maccabee,
Esta fotografía fue tomada desde un avión en vuelo sobre para ser analizadas y ampliadas mediante compu-
Nueva Zelandia. El objeto no identificado que muestra fue tadora. La película reveló una intr-igante serie de
detectado por los sistemas de radar terrestres y aéreos. imágenes de misteriosos objetos voladores. Una de

305
las secuencias mostraba una forma acampanada de 100.000 vatios. Su investigación (suponiendo
con la parte inferior brillante, tal como la había que no hubiesen influido el movimiento de la cá-
descrito uno de los camarógrafos. Una sola imagen mara u otros fenómenos) condujo también a otro
de esa secuencia mostraba lo que parecía ser el sorprendente descubrimiento: el objeto que descri-
rastro del objeto al describir un clásico rizo, lo que bió un rizo en forma de ocho podía estar movién-
indicaba una relación de movimiento muy rápida dose en ese momento a unos cuatro mil ochocien-
entre cámara y objeto. En otra de las secuencias se tos kilómetros por hora.
veía un objeto que oscilaba, con frecuencia cons- Tras completar Maccabee su estudio, la película
tante, de una gran forma circular de luminosidad y otros documentos fueron sometidos a examen
blancoamarillenta a otra triangular de colores por una veintena de científicos estadounidenses,
amarillo y rojo apagados. expertos en óptica, biofísica, radar, fisiología ópti-
Al estudiar la película, Maccabee calculó que ca y astronomía. Todos se mostraron de acuerdo
uno de los objetos, si realmente se hallaba a los en que no podían explicar ninguno de los sucesos
18,5 kilómetros de distancia que señalaba el radar que tuvieron lugar durante el avistamiento de Nue-
del avión, medía de 18 a 30 metros de anchura. Su va Zelandia. A su juicio, y en contra de las opinio-
análisis indicaba también que el objeto emitía una nes emitidas por otros investigadores, las luces no
luz muy intensa, equivalente a la de una lámpara identificadas no eran ni Venus ni otros planetas,
estrellas, meteoros, globos meteorológicos, aviones
fuera de rumbo, satélites, espejismos atmosféricos,
luces reflejadas o simples trucos. Eran, en definiti-
va, auténticos OVNI, objetos voladores no identifi-
A los observadores cados. El avistamiento de Nueva Zelandia fue el
del siglo XV/11 les primero en la historia del que se obtuvieron graba-
preocupaba el mis-
terio de los objetos
ciones en cinta mientras los ovnis eran observados
luminosos, natura- y filmados a la vez que seguidos por radar. Como
les o ficticios, del ha dicho Maccabee, «Si allí no hubo ovnis, se trató
cielo nocturno. En de una serie de coincidencias singularmente for-
este grabado, entre tuitas».
un cometa, meteo- Aunque notable, el caso de Nueva Zelandia sólo
ros y estrellas, apa- sobresale por la abundancia de documentació n,
rece también un pues durante las últimas tres décadas ha habido no '
dragón. menos de setenta mil noticias de objetos misterio-
sos vistos en el cielo y son quizá diez veces más los
casos de los que no se ha informado. Por supuesto,
la gran mayoría de esos ·avistamientos no pueden
ser calificados de ovnis. No menos del 95 por 100
correspondían a fenómenos identificables, tales
como aviones, globos meteorológicos, relámpagos,
cohetes, aves e incluso nubes de insectos luminis-
centes.
Son, pues, prosaicos OVI, objetos voladores
identificados. El resto, aproximadamente un 5 por
100, no han podido ser explicados ni siquiera des-
pués de investigados por observadores competen-
tes. Es este residuo de avistamientos inexplicados,
y quizá inexplicables, el que constituye lo que ha
llegado a ser conocido como el fenómeno ovni.
De él decía el astrónomo J. Allen Hynek, uno
de los investigadores de ovnis más conocidos y res-
petados mundialmente, que es «tan extraño y aje-
no a nuestro modo de pensar terrestre que con fre-
cuencia lo ridiculizan y toman a risa personas y or-
gánizaciones no familiarizadas con él. Pero el fenó-
meno persiste; no se ha desvan~cido, como mu-
chos de nosotros esperábamos cuando, hace años,
lo considerábamos una manía o capricho pasajero.
Por el contrario, ha afectado a la vida de un núme-
ro creciente de personas de todo el mundo». Gen-
tes de prácticamente el mundo entero reconocen
Algunos especialistas bíblicos creen que el carro volador haber visto ovnís. Las noticias sobre ellos han lle-
que vio Ezequiel pudo ser una alucinación. Otros piensan gado de al menos 133 países, desde Grenada y Ku-
que el profeta pudo haber visto un parhelio, halo producido wait hasta Rusia, Estados Unidos, Inglaterra, Espa-
por los cristales de hielo en la atmósfera. ña o China.

306
¿cómo pudieron aquellos pués hasta la profundidad
semisalvajes del Creciente requerida desde la superfi-
Fértil dar vida a una cultu· cie del agua. En cuanto a
ra tan adelantada como .la la altura de la pirámide de
de los sumerios, con astro- Keops, al multiplicarla por
nomía, matemáticas y un 1.000 millones no arroja la
lenguaje escrito? ¿Por qué distancia al Sol.
vías adquirió el antiguo Si a los especialistas les
pueblo del Nilo los conoci- molestan los «errores, afir-
mientos necesarios para maciones gratuitas y sim·
construir la colosal pirámi- ples falsedades», aún les
de de Keops? lCómo con- exasperan más las razones
siguieron nivelar el terre- - la falta de ellas- que
no rocoso y mover los permiten al autor emitir
enormes bloques de pie· fantásticas especulaciones
dra si no disponían de rue- basadas en «conclusiones
das, madera ni cuerdas? Según las teorías de Von Daniken, este dios alado asirio pu- · erróneas», «dogmas ana-
Para Erich von Dani· diera ser un antiguo viajero espacial. crónicos» y «falsos proble-
ken esas cuestiones apun- . mas». Car! Sagan, uno de
tan a una posibilidad tan intrigante como improbable: los múchos científicos interesados en las posibilida-
la de que los antiguos fuesen -.aywdados en sus traba- des de vida extraterrestre, ha criticado a Von Daniken
jos por «inte ligencias desconocidas». La teoría de Von por su «Chauvinismo temporal». Sobre su especula-
Daniken señala que, hace entre diez mil y cuarenta ción de que los kilómetros de trazos rectilíneos de
mil años, astronautas superinteligentes llegaron a la Nazca puede n ser un antiguo aeródromo, dice Sagan:
Tierra, se aparearon con sus primeros habitantes hu- «El vehículo espacial _se posa en el suelo, se abre su
manos y produje.ron el Horno sapiens. Más tarde, con- gran panza y salen rodando ... lqué? ¿B-24 Liberators?
tinúa Von Daniken, esos astronautas regresaron, qui- lSpitfires? ¿Para qué necesitaban aeródromos?». No
zá más de una vez, para contribuir al progreso huma- menos atacado ha sido Von Daniken por su interpre-
no reve lando los fundamentos de la metalurgia, la tación de antiguos dibujos y esculturas. Sus detracto-
agricultura y el lenguaje escrito. res preguntan por qué los viajeros interestelares ha-
En apoyo de sus especulaciones, Von Daniken se- bían de tener el mismo aspecto que los modernos as-
ñala que en las mitologías de casi todas las culturas tronautas, que apenas acaban de llegar a la Luna. De
hay relatos de dioses alad9s y máquinas voladoras que la teoría de Von Daniken en conjunto ha dicho Ro-
puede n ser descripciones debidas al hombre primiti- nald Story, autor de The Space-Gods R,evea(ed, A Close
vo de aquellos viajes. Extrañas coincidencias arquitec- Look at the Theories of Erich von Dtiniken, que cual-
tónicas pueden deberse también a la presencia de an- quier ser con genes capaces de cruzarse con los pri-
tiguos visitantes. Por ejemplo, sugie re Von Daniken,... meros hombres «tenía que ser ya de una especie igual
si se multiplica la altura de la pirámide de Keops por o ffi;uy cercana a la suya».
1.000 millones se obtiene aproximadamente la distan- No obstante, si las teorías de Von Daniken resultan
cia de la Tierra al Sol. tan inverosímiles, lpor qué han alcanzado tanta popu-
El cúmulo de detalles e interpretaciones reunido laridad? En primer lugar, por su estilo periodístico y
por Von Daniken1es extraordinario, si no muy convin- aceptado por cualquier lector profano en temas cien-
ce nte, y también lo son las controversias que ha susci- tíficos. Pero, sobre todo, por su inteligente instinto
tado. La popularidad de sus libros -de los que se han para dar una respuesta mítica, casi religiosa, a los
vendido más de cuarenta millones de ejemplares- ha grandes temas que conmueven al hombre de nuestros
llenado de asombro y consternación a los arqueólo- días: los enigmas del progreso cultural y técnico en
gos, historiadores, teólogos y otros investigadores los albores de la humanidad, los orígenes de nuestra
que, como él, exploran las posibilidades de que pueda especie y la existencia de v·ida en otros remotos confi-
existir vida fuera de la Tierra. nes del cosmos. Von Daniken alimenta el ansia del
Dos maestros australianos pidieron a varios espe- hombre por el mito, la leyenda y la respuesta mágica.
cialistas que leyesen Recuerdos del futuro y opinasen
sobre lo que allí se dice. El resultado fueron 17 breves
trabajos que señalan centenares de errores de hecho
en las afirmaciones de Von Daniken.' Un profesor de
arqueología del Medio Oriente hacía notar que la cul-
tura sumeria n9 apareció de la noche a la mañana,
sino que se desarrolló en e l transcurso de seis mil
años ( del 9000 al 3000 a. JC.), y que los métodos em-
pleados en la construcción de las pirámides son hoy
de sobra conocidos. Se utilizaron barcazas, cuerdas,
madera y rampas de tierra, y de todo ello hay mues-
tras en las pinturas o los restos encontrados. Además,
los egipcios· recurrieron probablemente a sus conoci-
mientos de irrigación para inundar y nivelar las zonas Esta figura colombiana pudiera representar un antiguo avión,
en que se levantaron las pirámides, perforando des- según otra de las ideas propuestas por Von Diiniken.

307
También en todas partes, y cualquiera que sea
su nombre, los ovnis son fuente de interminables
especulaciones, emociones, temores y a menudo
enconadas controversias. Algunos especialistas
creen que se trata de vehículos espaciales interpla-
netarios enviados por seres inteligentes de otros
mundos; otros opinan que pueden responder a al-
gún tipo de realidad paranormal presente en la
Tierra. No obstante, la mayoría de los científicos
. dudan que existan tales ovnis paranormales o ex-
traterrestres, y atribuyen todos los avistamientos
de que hay noticia a fenómenos normales, engaños
psicológicos, histeria colectiva o fraude deliberado.
En palabras del desaparecido físico Edward U.
Candan, antiguo presidente de la Asociación Ame-
ricana para el Progreso de las Ciencias y director
de una comisión creada por las Fuerzas Aéreas es-
tadounidenses para estudiar los ovnis: «Los plati-
Los misteriosos globos observados en I 566, que recoge este llos voladores y la astrología no son las únicas pseu-
grabado suizo del siglo XVII, pudieron deberse a la persis- dociencias que cuentan con un número considera-
tencia de imágenes en la retina.
ble de seguidores entre nosotros... En mi opinión,
quienes publican y enseñan cualquiera de esas fal-
sas ciencias como si se tratase de verdades com-
El ojo humano, ya avizore un objeto volador no probadas deberían ser, una vez declarados culpa-
identificado en el cielo nocturno o examine la roja bles, azotados en público y proscritos del ejercicio
filigrana de una rosa abierta al sol, es el instrumen- de sus por lo común honorables profesiones».
to óptico más compacto, portátil y flexible del mun- Pero desde los tiempos más antiguos la gente
do. Pero no es perfecto, y sus imágenes pueden pa- ha estado viendo cosas e n los cielos. Esos primeros
decer distorsiones y defectos debidos no sólo a sus
propias limitaciones, sino a factores emocionales y avistamientos, de los que dan constancia el arte y
del medio. Por ejemplo, partículas diminutas en el la escritura, solían adoptar la forma de dioses, dra-
líquido ocular pueden parecer formas que se mue- gones, figuras humanas o ruedas de fuego. Según e l
ven a gran velocidad en el cielo diurno. «Casi todo Génesis bíblico, Jacob soñó con una escala guarne-
el mundo tiene chiribitas», dice Hershel W. Leibo- cida de ángeles que llegaba hasta el Cielo. Miles de
witz, especialista en Psicología de la percepción de años más tarde, en vísperas de su llegada por vez
la Universidad de Pensilvania, «Y raro es el que no primera al Nuevo Mundo, Cristóbal Colón colum-
ve de vez en cuando luces inexistentes». bró desde la cubierta de la Santa María una luz
La miopía o cortedad de vista y la hipermetro-
pía o presbicia pueden también distorsionar los es- «Como una candelilla de cera que se alzaba y levan-
tímulos visuales. Según un estud io, la miopía afecta taba». Y en el Medio Oeste estadounidense, en e l
a la cuarta parte de algunas poblaciones europeas y tránsito del siglo XIX al XX, se vieron naves gigan-
al 60 por 100 de ciertos grupos japoneses, de modo tescas, extraños dirigibles que se rumoreaba no
que parece probable que al menos algunos ovnis eran de este mundo.
hayan sido vistos por personas con ese defecto. Quizá la mejor descripción de un antiguo ovni
El ojo humano necesita también claves --obje- es la del profeta Ezequie l, cuando dice: «Miraba yo
tos conocidos y distancias familiares- para preci- y veía un viento huracanado de la parte del norte,
sar lo que no conoce. Si, por ejemplo, se mues- una gran nube con resplandores en torno, un fuego
tra a un sujeto un único punto de luz inmóvil en un
cuarto oscuro, esa luz, casi siempre al cabo de sólo que despedía relámpagos, y e n su centro como un
unos segundos, parecerá moverse. Para unos la luz fulgor de bronce. Aparecía e n medio la figura d e
describirá un arco, mientras que a otros puede pa- cuatro seres... presentaban forma humana, pero
recerles que se mueve hacia atrás y hacia adelante cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas ... Sentí el
o a sacudidas. En cualquier caso, aunque la fuente rumor de las alas mientras se movían; parecía
luminosa esté inmóvil, el movimiento que «Ve» el el rumor de aguas ingentes».
observador es muy real, y como reales pueden ser Las visiones de Ezequiel y otros antiguos cro-
percibidos también los ovnis. nistas han sido interpretadas por algunos teóricos
Factores emocionales pueden asimismo ejercer
gran influencia en lo que «Ve» el cerebro. En un modernos como prueba de que naves espaciales vi-
caso ocurrido en Illinois en 1978, decenas de perso- sitaron la Tierra en tiempos remotos. El defensor
nas dijeron haber visto el remate en forma de cú- más destacado de esta teoría es el autor suizo
pula y las luces giratorias de un gigantesco platillo Erich von Daniken. A partir de Recuerdos del futu-
aerotransportado. Lo que en realidad habían visto ro, publicado en 1968, Von Daniken ha venido sugi-
era el tablero de señales luminosas de un avión que riendo que muchas d e las antiguas obras del hom-
hacía publicidad. Después, mezclando sus temores bre, como las pirámides, sólo pudieron ser hechas
con sus ideas previas sobre los ovnis, se habían fa- con la ayuda de seres superiores de otros planetas.
bricado un «encuentro cercano» imaginario. Por otro lado, los adversarios de los ovnis sub-
rayan la estrecha relación en e l curso de los siglos

308
Muchos supuestos avistarnientos de ovnis se deben a la apa- configuraciones nubosas, fotografiadas sobre Santos (Bra-
rición de extrañas formas circulares en el cielo. Estas raras sil), reciben el nombre de nubes lenticulares.

Objetos «voladores» naturales


A pesar de su inmensidad, e l ciclo que rodea al plane- Los llamados rayos esféricos o bolas de fuego, casi
ta Tierra se encuentra atestado de objetos voladores tan misteriosos y controvertidos como los ovnis, son
identificados, naturales ~ometas, meteoritos, plane- otro fenómeno meteorológico fácil de confundir con
tas, la Luna y las estrellas-, capaces de engañar al naves extraterrestres. Se trata de conglomerados esfé-
más astuto y experto observador. Sobre todo cuando ricos de plasma, gas fuertemente ionizado que despi-
los distorsionan los cambios atmosféricos, esos cuer- de una intensa luminiscencia blanca o anaranjada. Es-
pos celestes pueden lograr que tanto el ojo como la tas esferas pueden desplazarse a ras del suelo, incine-
menee los confundan con ovnis. Algunas de las más rando o fundiendo los objetos con que entran en con-
sorprendentes visiones de ovnis son en realidad espe- tacto; otras veces se elevan a cierta altura, hasta que
jismos magnificados. Si, por ejemplo, una capa de aire se disuelven en medio de una explosión.
frío queda atrapada debajo de otra caliente, la luz que La fricción causada por el movimiento de grandes
pasa entre ambas se r~fracta. Si esto sucede cerca del masas de aire a temperaturas diferentes puede produ-
horizonte, puede aparecer de pronto en el cielo una cir otro tipo de fenómeno: el fuego de San Telmo. Esta
estrella o un planeta, aun cuando al estar por debajo descarga eléctrica tipo halo brilla a veces con tiempo
del horizonte no debería ser visible. Si además las tormentoso en torno a las superficies conductoras de
condiciones son tales que la atmósfera actúa como las alas de los aviones, los barcos que navegan y los
cristal de aumento, lo que se ve es un enorme globo campanarios.
luminoso. Las condiciones cambiantes del aire pue- Una de las explicaciones más extrañas de los avis-
den hacer que ese globo lance destellos y varíe de co- tamientos de ovnis añade al fuego de San Telmo otro
lor, como a esas mismas irregularidades se debe que fenómeno natural: los grandes enjambres de insectos.
las estrellas "lejanas parezcan hacer guiños. Cristales Según los dos entomólogos del Departamento de
de hielo, nieve, nieblas y brumas pueden también dis- Agricultura estadounidense autores de la teoría, el
torsionar las fuentes de luz naturales. Por ejemplo, las tiempo tormentoso puede generar campos eléctricos
masas de cristales de hielo arrastradas por el aire tan fuertes que el paso de un enjambre de insectos
pueden concentrar la luz hasta formar una impresio- baste para provocar un fuego de San Telmo. Tan ex-
nante columna. Con la adición de copos de nieve, esa traña combinación puede haber sido la causa de algu-
columna puede aparecer cruzada por una franja hori- no de los avistamientos de que se informó sobre Utah
zontal, creando la ilusión de una cruz resplandeciente a finales de los años sesenta. Y conste que la idea es
suspendida frente al Sol. En opinión de al menos un casi tan impresionante como la más descabellada his-
investigador, fue la fisión de ese fenómeno natural la toria de ovnis, pues se refiere a una invasión de mari-
que provocó la conversión del emperador Constanti- posas electrizadas tan enorme que parecía «una dis-
no al cristianismo en el año 312. coteca a la deriva por el cielo».

309
entre la técnica de cada época y el «aspecto» siem-
pre cambiante de los ovnis.
La historia moderna de los avistamientos celes-
tes es algo diferente: una voluminosa y desconcertan-
te masa de informes de testigos oculares, a menu-
do apoyados por una impresionante documenta-
ción, que han superado con éxito el examen c;::ientí-
fico. Como fenómeno moderno, los informes sobre
ovnis, dejando a un lado los falsos cazas -luces ex-
trañas y aviones circulares- de que informaban
los pilotos de la segunda guerra mundial, comenza-
ron con el ya clásico avistamiento de Kenneth Ar-
nold en 1947, cerca del pico Rainier, en el estado
de Washington. Arnold, hombre de negocios y pilo-
to excombatiente de Idaho, volaba en su avión par-
ticular cuando observó nueve objetos plateados El director del observatorio mexicano de Zacatecas estudia-
ba las manchas solares cuando observó unos objetos pare-
con forma de disco que se desplazaban a enorme cidos a grillos que pasaban volando frente al Sol. La foto-
velocidad cerca de las motañas de las Cascadas. grafía que tomó de uno de ellos en 1883 puede ser la prime-
Los objetos volaban en formación de cadena a una ra en que se captó un ovni.
velocidad que Arnold calculó en 1.900 kilómetros
por hora. Dijo a un periodista que los objetos se
movían de un modo raro, «como platillos rebotan- testigos de ciertos avistamientos para secuestrar o
do ·s obre el agua». destruir las pruebas y forzarlos a silenciar su vi-
El reportero se quedó con el símil, añadió algo sión. En Canadá, Argentina, España y Australia
de su cosecha, y al día sigµiente la historia de los aparecieron los denominados «hombres de
«platillos voladores» de Arnold estallaba en los ti- Ummo», controvertidos seres, rubios, altos y con
tulares. La denominación hizo fortuna en los me- aspecto nórdico, que remitían largas cartas de con-
ses siguientes, mientras llovían de todo el mundo tenido científico, muy distintas del mensaje mesiá-
centenares de noticias de avistamientos de objetos nico y místico que se ha atribuido a otros pretendi-
no identificados. Parecía apropiada, pues muchos dos alienígenas.
de esos informes se referían a objetos que tenían li- Mientras quienes les rendían culto y otros devo-
teralmente la forma de un platillo invertido sobre tos creyentes guarnecían una de las fronteras del
otro. furor por los ovnis en Estados Unidos, el gobierno
Desde el principio, muchos estuvieron conven- federal procedió a ocupar el otro extremo, a asu-
cidos de que los ovnis eran vehículos interplaneta- mir el papel de aguafiestas oficial. La repentina ola
rios, y no había transcurrido un mes desde el avis- de avistamientos públicos a finales de los años cua-
tamiento de Arnold cuando llegó el primer infor- renta obligó a las Fuerzas Aéreas a ocuparse del
me del aterrizaje de unas criaturas de apariencia nuevo fenómeno. La investigación duró más de
humana. Un agrimensor que trabajaba· en las selvas veinte años bajo nombres diversos, como el
del Brasil dijo haber visto a unos seres de más de Proyecto Signo, el Proyecto Manía y por último el
dos metros que llevaban trajes transparentes infla- · Proyecto Libro Azul. Pero con su reducido perso-
dos. Otras personas aseguraron haberse encontra- nal, que no solía pasar de tres miembros, y su esca-
do con enanos de tres piernas, criaturas peludas y sa prioridad, Libro Azul parece haber sido en gran
humanoides de diversas y extrañas formas. parte una simple operación de relaciones públicas.
Pronto comenzaron a surgir los «contactados», No obstante, las Fuerzas Aéreas contribuyeron
personas que aseguraban haberse puesto en rela- involuntariamente a la investigación sobre los ov-
ción verbal o telapática con esos visitantes extrate- nis al contratar, como consultor de dedicación par-
rrestres. El más famoso de la época fue George cial, a J. Allen Hynek. El entonces astrónomo de la
Adamski, astrónomo aficionado y fundador en Ca- Universidad estatal de Ohio y más tarde subdirec-
lifornia de una sociedad ocultista. En 1952, Adams- tor del Observatorio astrofísico smithsoniano y
ki, que contaba sesenta y un años, aseguró haberse presidente del departamento de Astronomía de la
entrevistado en el desierto con un ser alto, apolí- Northwestern University recordaba que accedió a
neo y de larga cabellera. El visitante, que descen- ocuparse de ello «Casi por deporte». Y efectiva-
dió de un ovni, dijo proceder de Venus; en compa- mente·, mientras perseguía año tras año a los escu-
ñía de éste y de otros visitantes interplanetarios, rridizos ovnis, Hynek siguió escéptico. Su fama y
Adamski confiesa que viajó a la Luna. las burlas que le dedicaban lo.s creyentes en los ov-
En seguida se propalaron extrañas leyendas, nis aumentaron cuando, en 1966, atribuyó una ola
como la referente a los tripulantes de un ovni es- de avistamientos sobre el estado de MiChigan a es-
trellado, cuyos cadáveres fueron recuperados por pejismos debidos al «gas de los pantanos».
las fuerzas aéreas estadounidenses y ocultados en Sin embargo, a finales de los años sesenta Hy-
una cámara secreta. Otro aspecto de la fantasía po- nek había llegado a la conclusión de que . Libro
pular asociada a los ovnis son los MIB, los miste- Azul no era más que un «trabajo de relaciones pú-
riosos «hombres de negro», que intimidaban a los blicas destinado a desacreditar la cuestión». Tam-

310
Estas fotografías, tomadas a principios de los años cincuen- a seis naves de reconocimiento luminosas saliendo del vien-
ta, muestran, según el famoso «informante» George Adamski, tre de otra mayor en forma de ciga"o puro.

bién estaba convencido no de que los ovnis fuesen lados. Los objetos en cuestión parecen desafiar en
reales, sino de que constituían un fenómeno socio- ocasiones las leyes fundamentales de la física y la
lógico real que merecía una seria investigación. aerodinámica, por ejemplo manteniéndose sin es-
Para llevarla a cabo, reunió a un puñado de cientí- fuerzo aparente a escasa distancia del suelo o ace-
ficos norteamericanos y europeos, un grupo de in- lerando con gran velocidad. Además, quienes dicen
telectuales que se consideraban a sí mismos una haberlos visto pertenecen a todo tipo de edades,
especie de «colegio invisible», título utilizado por profesiones y niveles culturales. Figuran entre
los sabios medievales que trabajaban en secreto ellos un ex presidente norteamericano (Jimmy
para evitar verse acusados de manejos diabólicos. Carter), astronautas, astrónomos, pilotos, policías,
En los últimos años este colegio se ha converti- agricultores y amas de casa. También hay en mu-
do en un importante Centro de Estudios sobre chos países grupos organizados de ciudadanos de-
los Ovnis que Hynek dirige en Evanston (Illinois). dicados a investigar las noticias de avistamientos
Hynek y sus colegas han descubierto cierto núme- de ovnis. La mayoría de los testigos confiesan que
ro de constantes en los informes sobre ovnis. Estos antes de verlos no se interesaban por ellos. Tien-
parecen llegar en ciclos, con las grandes oleadas den a ser, como dijo un ex director de los servicios
aproximadamente cada cinco años; ocurren de información de las Fuerzas Aéreas estadouni-
más frecuentemente de noche que de día, y a denses, «Observadores dignos de confianza de co-
menudo se producen en caminos rurales ais- sas relativamente increíbles». En españa, un estu-

El término «platillo»
pudo haberlo usado
en 1878 un granjero
de Texas para descri-
bir un ovni. Más de se-
tenta años después, el
Ejército y las Fuerzas
Aéreas estadouniden-
ses construyeron esta
nave en forma de pla-
tillo, que no llegó a
volar ·más que unos
pocos metros.

311
dio mostró que en los avistamientos en grupo éste como pilotos y astronautas, dice Klass, se equivo-
solía estar constituido por amigos, miembros de can a menudo al identificar objetos voladores. Y
una misma familia o compañeros de trabajo, que cita al astrónomo que estaba seguro de haber visto
no son lo más a propósito para alucinaciones y vi- un ovni brillantemente iluminado pasar como un
siones fantásticas. Como ha dicho el senador esta- rayo sobre su casa, cerca de Tucson (Arizona), para
dounidense Barry Goldwater, «no creo que seamos enterarse después de que se trataba de un misil
el único planeta entre los miles de millones que de pruebas Titán lanzado desde la base Vanden-
existen en el que haya vida. Conozco a demasiados berg, en California. Sin embargo, en un estudio de
pilotos con experiencia que han visto cosas para los fraudes llevado a cabo hace unos años por las
ellos inexplicables». Fuerzas Aéreas estadounidenses, en el curso del
Esas «Cosas» relativamente increíbles han sido cual se soltaron sobre Clearwater (Florida) cierto
clasificadas sistemáticamente por Hynek en varios número de bengalas pendientes de paracaídas, la
grupos, hoy generalmente aceptados por los inves- mayoría de los 80 observadores elegidos al azar in-
tigadores de ovnis de todo el mundo. Hynek divide formaron acertadamente de la forma de esas luces
los informes sobre ovnis en dos grandes categorías, flotantes y, en general, identificaron también su
basadas en la distancia a que fue hecha la observa- origen. No obstante, Klass, ingeniero electricista y
ción. La primera comprende todos los informes de uno de los editores de la revista Aviation Week and
avistamientos que tuvieron lugar a una distancia Space Technology, ha dicho taxativamente: «En
de más de ciento cincuenta metros, y se subdivide más de once años que llevo investigando inciden-
en tres clases: luces nocturnas, discos diurnos y tes ovni importantes, algunos de los cuales datan
avistamientos radar-oculares. de hace veinte años, no he encontrado todavía un
Las luces nocturnas son con mucho el tipo de solo caso que me parezca inexplicable de manera
avistamiento más frecuente. Esas luces, solas o en prosaica y terrestre, que desafíe nuestras "leyes fí.
grupo, se ciernen inmóviles o surcan los cielos en sicas"».
trayectorias que no se asemejan a las de los fenó- Mientras que los simples e rrores y otras causas
menos conocidos. Los discos diurnos se refieren a parecidas pueden quizá ayudar a explicar los ovnis
los avistamientos que tienen lugar de día, como e l del primer apartado -el de las luces nocturnas, los
de Kenneth Arnold cerca del pico Rainier en 1947. discos diurnos y los avistamientos radar-oculares-,
Esos ovnis en forma de disco o platillo desprenden la segunda gran categoría, la de los encuentros
con frecuencia un halo fluorescente. Los avista- cercanos (EC), plantea un problema diferente.
mientos radar-oculares son los de objetos observa- Aquí, el observador da cuenta de encuentros tan
dos simultáneamente por testigos presenciales y el próximos -a menos de ciento cincuenta metros-
radar, como los que tuvieron lugar sobre Nueva que los errores de percepción o identificación pa-
Zelandia al amanecer del 31 de diciembre de 1978. reten mucho menos probables.
Aunque la cantidad de informes incluidos en Hynek clasifica los encuentros cercanos en tres
esta primera y amplia categoría es impresionante, tipos, según el género de inte racción que se regis-
los críticos insisten en que rara vez se trata de algo tra entre el ovni y los testigos. En los encuentros
realmente no identificado. Según ellos, si se inves- del primer tipo, el ovni es simplemente visto desde
tigase lo suficiente podrían encontrarse explicacio- muy cerca. No deja rastro físico directo en los alre-
nes normales. Señalan, por ejemplo, que las ante- dedores ni se ven seres extraterrestres, aunque el
nas giratorias de radar tienen fama de producir avistamiento puede ejercer gran impacto en el ob-
imágenes anómalas llamadas «ángeles» que pue- servador. A quien experimenta un EC-1, decía un
den ser causadas, entre otros motivos, por banda- testigo, jamás se le borrará de la memoria.
das de aves, ciertas condiciones atmosféricas o Un buen ejemplo del impacto emocional de los
simples perturbaciones electrónicas del propio EC-1 es el caso de Dale Spaur, ayudante de sheriff
equipo. Tampoco les faltan razones para descon- del condado de Portage, en Ohio, investigado para
fiar de las luces nocturnas y de los discos diurnos. el Proyecto Libro Azul de las Fuerzas Aéreas esta-
Una posible causa de avistamientos de ovnis es, dounidenses. A pr imera hora de la mañana del 17
por supuesto, el simple error de observación. El de abril de 1966, Spaur y un compañero se detuvie-
sistema visual humano tiene limitaciones y aberra- ron al borde de la carretera para examinar un co-
ciones intrínsecas que pueden engañar a la mente che abandonado. De pronto, surgiendo por encima
a la que sirve, como cuando un objeto brillante le- de un bosque cercano, «vio aquello». Según conta-
jano parece seguir a un coche o un avión, o cuando ba Spaur, era «tan grande como una casa» y brilla-
la Luna se alza imponente en el horizonte sólo ba lo bastante para hacer «que a uno le lagrimea-
para ir disminuyendo de tamaño a medida que as- sen los ojos». Estaba rematado por una cúpula y
ciende en e l cielo nocturno. También la atmósfera desprendía una intensa luz de un blanco rojizo.
puede distorsionar la visión, actuando a modo de Spaur y su compañero radiaron la extraña nove-
lente invisible capaz de producir brillantes espejis- dad a jefatura y se les ordenó darle caza.
mos en el cielo o en la superficie de la tierra. Persiguieron al objeto por el norte de Ohio has-
Philip J. Klass, uno de los más prominentes es- ta entrar en Pensilvania, durante más de 112 kiló-
cépticos en la materia, cree que muchos avista- metros y a velocidades hasta de 170 kilómetros por
mientos pueden explicarse por un simple error de hora. A mitad de la caza se les unió un segundo co-
identificación. Incluso observadores entrenados, che, conducido por un policía que por radio se ha-

312
Washington ~
Orego11
1947
Medio
Oeste
Estados Unidos ~5
1950. 1952. 1967

Nueva Zelandia
1960

El análisis de los informes sobre ovnis recibidos de todo el objetos voladores no identificados. Este mapa muestra los
mundo ha proporcionado una amplia prueba estadística de «puntos críticos» y las fechas en que se ha registrado el
la que parece deducirse la aparición de oleadas p~riódicas de mayor número de avistamientos desde 1947.

bía enterado de lo que ocurría y después vio el un extraño objeto, y más tarde encontró en un mai-
ovni. La persecución terminó en Conway, donde zal un círculo perfecto que tenía en su centro un
un cuarto policía dijo a los otros que llevaba diez orificio de IS centímetros de diámetro y 2,40 me-
m inutos viendo el objeto. Los cuatro pudieron ob- tros de profundidad. Y sólo pocos años antes, en
servar cómo subía e n vertical hasta desaparecer. Valensole (Francia), un campesino vio un objeto
En contraste con los casos de EC-I, los encuen- parecido a un balón de rugby posado sobre cuatro
tros del segundo tipo dejan una tarjeta de visita patas en un campo de espliego. Cuando el ovni se
palpable, un efecto mensurable en la materia ani- perdió en las alturas, dejó tras sí un rastro de vege-
mada o inanimada. Uno de los EC-II más extraños tación aplastada y quemada en la que, según cuen-
de que se tiene noticia, por el daño causado a es- tan, no volvió a crecer el espliego.
tructuras artificiales, ocurrió en la pequeña aldea Los testigos de los EC-II informan con frecuen-
etíope de Saladare, a las 11.30 de la mañana del 7 cia de otro tipo de fenómeno, la interferencia de
de agosto de 1970, y duró unos diez minutos. Du- los circuitos eléctricos. Ante la aparente presencia
rante ese tiempo, una esfera luminosa roja que de un ovni, los televisores se averían, los faros de
pasó sobre el pueblo rugiendo como un avión en los coches se amortiguan o se apagan y los motores
vuelo rasante destruyó casas, derribó los muros de de automóvil chisporrotean y se paran. Apenas de-
piedra de un puente, arrancó árboles y fundió el saparece el ovni, según esos testigos, todo vuelve a
asfalto y los utensilios de cocina, pero, extraña- funcionar.
mente, no provocó ningún incendio. Uno de los casos más notables de aparente in-
El 6 de febrero de 1966, en Aluche, en las afue- terferecia eléctrica tuvo lugar la noche del 2 de no-
ras de Madrid, un grupo de personas vieron des- viembre de 1957 en los alrededores del pueblecito
cender un vehículo cuya estructura presentaba la de Levelland, en Texas. A. J. Fowler, el policía de
forma de un triángulo curvilíneo, provisto de un servicio esa noche, recibió en dos horas y cuarto
triple tren de aterrizaje y que irradiaba una extra- llamadas de siete conductores que decían haber
ña luminiscencia anaranjada. En el lugar en que se visto un gran objeto luminoso inmóvil en el cielo o
posó dejó sobre el terreno una triple huella rectan- estacionado sobre la carretera. A todos ellos se les
gular claramente marcada. En 1972, en Rumania, apagaron los faros y se les bloqueó el motor. Ade-
un vigilante nocturno dijo haber visto descender más, poco después de esas llamadas, vieron ovnis
(continúa en la pág. 316)

313
La coincidencia de película, radar y testigos oculares con- testimonios de ovnis. Uno de los objetos pareció cambiar de
vierten estas fotos de Nueva Zelandia en uno de los mejores color (recuadro) y otro describió una especie de ocho.

La e amara los caza al vuelo


Aun con la precisión de su imagen y lo una corta secuencia) puede ayudar también a de-
vibrante del color, las fotografías de senmascarar supercherías. Lo que cuenta el fotó -
ovnis -como los informes de avistamientos- no grafo es tan esencial para el análisis como la pro-
prueban ni refutan la existencia de objetos volado- pia foto, y hay que contrastar cada detalle de su re-
res inexplicados. Por supuesto, se puede demostrar lato con lo que prueba la fotografía.
que muchas de esas fotos son un engaño, y hay una Mediante un análisis cuidadoso, la mayoría de
serie de pruebas básicas que permiten descubrir las «fotos de ovnis» pueden reducirse a fe nómenos
los fraudes, voluntarios o no. Por ejemplo, el análi- conocidos, errores humanos o defectos de cámara
sis de las condiciones de iluminación y de la propia o revelado. Quedan, no obstante, algunas que e n
imagen puede detectar brillo de lentes o defectos opinión de cie rtos expertos no pueden ser impug-
en la película. La superposición de imágenes pue- nadas. Esos investigadores piensan que un minu-
de revelar una doble exposición, y un tipo de análi- cioso examen de sus imágenes puede proporcionar
sis fotométrico que relaciona la distancia con las información decisiva sobre el fenómeno. Por ejem-
condiciones atmosféricas demostrar si un disco plo, en cie rtas condiciones de iluminación, e l uso
aparentemente lejano está en realidad cerca de la de refinadas técnicas computarizadas puede reve-
cámara. La falta de correspondencia dentro de una lar imágenes de ovnis inadvertidas en la película y
misma serie de fotos (cambios inexplicables en la proporcionar información crucial sobre su tama-
posición de árboles y nubes, por ejemplo, durante ño, color, velocidad e incluso estructura interna.

314
Científicos franceses fotografiaron este extraño objetv
cuando volaban sobre Chad en 1973. El equipo ha-
bía estado observando un eclipse de Sol.

Al menos cinco testigos dijeron haber visto esta forma


luminosa sobre Minnesota en 1965. El incidente fue
investigado sin éxito por las Fuerzas Aéreas.

Un muchacho de catorce años de Tulsa (Oklahoma)


tomó esta foto en 1965. Su familia dijo que el objeto
cambiaba de colores y zumbaba al acelerar.

' Las fotos de arriba


(ampliación de las res-
pectivas imágenes en
círculo) han sido ana-
lizadas pero no expli-
cadas. Fueron toma-
das por un maestro en
Hawaii (arriba), un
programador alemán
de vacacíones en Aus-
tria (ceniro) y un re-
portero independiente
también en Hawaii
(debajo). Este último
estaba en realidad to-
mando la foto de la iz-
quierda, y sólo más
tarde descubrió el
ovni.

315
En el lugar donde se dice que aterrizó un ovni en Brasil, se Nunca se ha encontrado explicación para la señal que apa-
encontraron tres huellas. ¿Las haría su soporte? reció en un campo australiano en 1971.

dos ayudantes del sheriff, dos policías y un guardia «hombrecillos verdes» le producían risa. Sabe que
municipal. «nuestro sentido común se subleva ante la sola
Aún más desconcertantes son los relatos de idea de los humanoides». Pero ese escepticismo
otros efectos físicos experimentados durante los frente a los supuestos encuentros con los «Ocupan-
EC-II. Un hombre de Florida dijo que brazos y pier- tes» de los ovnis sufrió el primer golpe en 1964, a
nas se le quedaron temporalmente paralizados y raíz de un caso ocurrido en Socorro (Nuevo Méxi-
sentía la ropa muy caliente. Una maestra de Wis- co). Como en otros muchos encuentros cercanos el
consin, a quien al parecer se le averió el coche en testigo fue un policía. Lonnie Zamora, que tenía
una carretera solitaria y con un ovni encima, dijo fama de ser inflexible con quienes confundían la
haber sentido «un calor seco que le quemaba los carretera con un autódromo, estaba dando caza a
pies». uno de esos infractores cuando «Oyó un rugido y
Pero los EC-II no producen siempre efectos mo- vio una llamarada en el cielo». Interrumpió la per-
lestos. A veces los testigos han dado cuenta de no- secución y lo que vio a unos ciento treinta metros
tables curaciones relacionadas con los óvnis. El in- de allí, en una hondonada pedregosa, fue, según su
vestigador francés Aimé Michel ha divulgado el testimonio, «a dos personas con trajes de faena
caso de un destacado médico francés que tenía el blancos» junto a una nave ovalada. Cuando descen-
brazo y la pierna derechos medio paralizados por dió del coche para aproximarse, la nave despegó
haber pisado una mina durante la guerra de Arge- rugiendo entre llamaradas azules y anaranjadas.
lia. Según contó a Michel, una noche de 1968 lo des- Hynek, que investigó el caso para las Fuerzas
pertó el llanto de su hijo, que hacía gestos señalan- Aéreas estadounidenses, hablaría más tarde de «mi
do la ventana. El doctor se asomó y vio destellos gran deseo de encontrar una explicación natural
en el cielo producidos por dos discos idénticos. de lo visto». Pero pudo ver personalmente las hue-
Los discos se fundieron de pronto en uno solo y se llas en el suelo, entre e llas marcas que podían ser
dirigieron hacia el médico, proyectando un fuerte señales de aterrizaje, junto a unos matorrales que-
haz de luz. Según el doctor, se oyó una explosión y mados. También encontró que el carácter y el his-
el disco desapareció. Después advirtió que la infla- torial de Zamora «eran irreprochables»; de modo
mación y el dolor de una de sus piernas, conse- que el caso pasó a los archivos de Libro Azul con la
cuencia de un accidente sufrido tres días antes intrigante pero nada concluyente etiqueta de «no
cuando cortaba leña, habían desaparecido. Más identificado».
tarde desaparecieron también las secuelas de sus Existen centenares de informes de encuentros
heridas de guerra. Y aún más: seis días después del con seres animados. Algunas de esas criaturas se
increíble encuentro, le apareció en torno al ombli- dice que tenían apariencia humana. Otras eran
go una marca roja triangular. Según el doctor, esa enormes, o peludas, o diminutas y parecidas a el-
extraña marc~ apareció también en el vientre de fos. Se han encontrado con ellas clérigos, ingenie-
su hijo, y volvía periódicamente a salirles a ambos. ros, agricultores, amas de casa, médicos y policías,
Aunque las curaciones y otros supuestos efectos personas de toda edad y condición, pero todas han
físicos de los EC-II parezcan abusar un tanto de vuelto con las manos vacías. Como dice Philip
nuestra credulidad, aún son más extraños los «en- Klass: «De las docenas de personas que pretenden
cuentros del tercer tipo». Parecen absurdas histo- haber estado a bordo de un platillo volante, ningu-
rias de ficción científica, pues en ellos intervienen na se ha molestado en recoger algo equivalente a
criaturas humanoides y con frecuencia los testigos un clip, un cenicero o una caja de fósforos».
suben a bordo de los ovni&. Esta categoría adopta Muchos de los testigos dicen que sólo vieron a
su nombre de una ~ famosa película sobre los ovnis, esas criaturas. Otros aseguran que fueron realmen-
en la que Hynek fue asesor técnico. te secuestrados por los ocupantes de un ovni y
Hynek admite qu~. como a otros científicos, los conducidos a bordo. A veces tales historias salen a

316
luz meses o años más tarde, y en ocasiones bajo la ky, una familia campesina dijo haber tratado de
llamada regresión hipnótica, método que permite alejar a los indeseados visitantes (hombrecillos de
al sujeto recuperar recuerdos de experiencias de apenas un metro veinte de estatura, «Con largos
las que antes no era consciente, aunque no pueda brazos y la cabeza grande y redonda») disparando
probar que ocurrieron realmente. Así aconteció en sobre ellos. Uno de los tiradores dijo que había
el más célebre de los encuentros de esta clase, el oído cómo su bala «dio en uno de ellos y rebotó».
caso de Barney y Betty Hill, el matrimonio de New En Iberoamérica los encuentros tienden a pro-
Hampshire cuya fantástica historia narró con deta- ducir contactos extremadamente cercanos. Por
lle John Fuller en El viaje interrumpido. ejemplo, el del joven agricultor brasileño Antonio
Las personas implicadas en los EC-III experi- Villas Boas, quien contó que en 1957, cuando esta-
mentan en todo el mundo reacciones que parecen ba trabajando en sus tierras, fue llevado por tres
responder a sus patrones culturales. En Francia, de esos seres a bordo de una enorme nave ovalada.
donde los funcionarios oficiales tienden a ser tole- Allí lo desnudaron y le tomaron una muestra de
rantes con cuanto se refiere a los ovnis, los testigos sangre del mentón. Después, según Villas Boas, en-
sienten curiosidad por sus visitantes extraterres- tró una mujer desnuda, como de 1,30 metros de es-
tres y a veces intentan incluso acercarse a ellos. En tatura y con grandes ojos azules y oblicuos, que le
cambio, en Estados Unidos suelen reaccionar con abrazó y entabló con él lo que podríamos llamar el
temor u hostilidad. Durante un encuentro del que encuentro más cercano posible. Lo extraordinario
se habló mucho cerca de Hopkinsville, en Kentuc- es que, al parecer, un médico brasileño encontró
pruebas de lo que contaba Villas Boas; cicatrices
en su barbilla e indicios de que había estado ex-
puesto a una intensa radiación.
«Vestigios» de aterrizajes Aunque en este caso sólo un terrestre, el propio
Villas Boas, fue testigo de la experiencia, por lo
Si los informes sobre avistamientos, vuelos y aterri- menos en una tercera parte de los EC-III ha habido
zajes de ovnis se cuentan por millares, ¿por qué no más de un.observador. El caso con testigos múlti-
ha habido más casos en que se haya encontrado y ples más sobresaliente en los anales del fenómeno
analizado alguna prueba física? En realidad, se ha ovni ocurrió en 1959 en Papúa-Nueva Guinea. El
informado de unos mil trescientos de esos casos en
los últimos veinte años, en dos docenas de países. escenario fue una misión anglicana, y el tesiigo
En ellos ha aparecido una amplia gama· de resi- principal -se dijo que hubo en total 38- el padre
duos, desde sustancias oscuras y aceitosas hasta William Gill, sacerdote australiano. Aunque había
polvo gris o plateado, copos y cristales diversos y lí- noticias recientes de numerosos avistamientos en
quidos de colores extraños y a veces incluso fosfo- la zona, el padre Gill se mostraba escéptico; tanto
rescentes. Por desgracia, al ser analizados, ninguno que pocas horas antes de su encuentro escribía a
de esos «vestigios» ha proporcionado pruebas con- un colega, entusiasta de los ovnis: «Soy tan simple
cluyentes de la existencia de los ovnis. Durante si- que sigo necesitando pruebas científicas».
glos ha estado apareciendo en lugares insólitos de La noche del 26 de junio de aquel año, Gill y
Gran Bretaña, Francia, Portugal, Italia y los Esta-
dos Unidos una sustancia llamada cabello de ángel, otras personas de la misión se vieron de pronto
pero tres análisis de laboratorio independrentes ante «aquel objeto centelleante», una gran nave
han dado resultados inconexos. En un caso la sus- circular con una amplia base de cuatro patas. Se-
tancia resultó ser insoluble en ácido sulfúrico; en gún el relato de Gill, respaldado por las firmas de
otros se descubrió su composición bioquímica a 25 de los testigos, la nave se detuvo a unos Cien me-
base de proteínas conocidas en nuestro planeta. tros de altura, y a continuación, bañadas en una luz
Más raros son los trozos o fragmentos supuesta- azul proyectada hacia arriba, aparecieron en lo
mente procedentes de los propios ovnis, y por ello alto de ella cuatro figuras humanas. La nave, acom-
provocan mayores discusiones que los residuos. El pañada a veces por dos objetos más pequeños, fue
caso más intrigante fue el de tres pequeños frag-
mentos de un metal ligero que cayeron al océano visible a intervalos durante unas cuatro horas. A la
Atlántico, frente a las costas de Brasil, tras la su- noche siguiente volvió a aparecer el ovni sobre la
puesta explosión de un ovni en 1957. Recogidos por misión, y una vez más el padre Gill y aproximada-
un testigo no identificado y examinadbs en el pro- mente una docena de curiosos vieron a las cuatro
pio país y en los Estados Unidos, el metal resultó siluetas. «Dos de ellas parecían estar haciendo algo
ser una forma muy pura de magnesio; carecía de hacia el centro de la cubierta --escribía más tarde
muchos de los elementos normalmente presentes Gill- . A veces se agachaban y levantaban los bra-
en el magnesio terrestre y contenía en cambio zos como si estuviesen arreglando o armando algo
otros normalmente ausentes de él, como el estron- invisible para nosotros. Uno de ellos parecía estar
cio. Los partidarios de los ovnis anunciaron que era
de dudoso «origen terrestre». Muy cierto, respon- de pie, mirándonos. Levanté el brazo y lo agité, y,
dieron sus adversarios, pues los fragmentos proce- ante nuestra sorpresa, correspondió a mi gesto.»
dían de un meteoro. El comité Condon de las Fuer- Al momento, recordaba Gill, é l y un ayudante
zas Aéreas estadounidenses fue aún más conserva- indígena empezaron a agitar los brazos, «y los cua-
dor, al señalar que podían haber pertenecido a una tro parecieron respondernos. Era indudable que
partida de magnesio fabricada por Dow Chemical contestaban a nuestros movimientos, y los sirvien-
Company en 1940. tes de la misión prorrumpieron en gritos (de ale-
gría o de sorpresa, y quizá de ambas cosas)». Cuan-
(<;ontinúa en la pág. 320)

3l7
Realidad y apariencia

Así los vieron: Dibujos de ovnis


las cien mil personas que se calcula han di- ber sido secuestradas por ocupantes de ovnis con
D E
cho haber contemplado ovnis, varios cente-
nares fueron capaces de dibujar lo que supuesta-
los de cuatro estudiantes voluntarios sin experien-
cia en ovnis y que imaginaron ese mismo incidente
mente vieron. Los escépticos atribuyen esas versio- bajo sugestión hipnótica. Lawson comprobó que
nes gráficas de encuentros cercanos a alucinacio- los relatos de ambos grupos eran iguales en lo
nes o mentiras deliberadas. Pero los análisis de esencial. Y aún más: muchos detalles, como el fon-
gran número de casos parecen insinuar fuentes do musical y la sensación de flotar, coincidían con
más complejas. Por otra parte, los encuentros cer- lo dicho por personas que habían sufrido alucina-
canos han tenido como protagonistas a una amplia ciones provocadas por drogas o habían estado al
muestra de la población. filo de la muerte. Tales semejanzas han inducido a
Los investigadores de esos informes se ven obs- Lawson y otros a especular sobre la existencia en
taculizados por la falta de un medio seguro para el cerebro de una especie de respuesta mental uni-
valorarlos. Desgraciadamente, la hipnosis y el de- versal a diversos tipos de estímulos catastróficos.
tector de mentiras sólo pueden decirnos si el suje- No obstante, diversos factores diferencian a los
to lo cree realmente. No obst(!nte, el hipnotismo, abordados por ovnis «reales» de los voluntarios
que ha suscitado r ecuerdos detallados de extraños de Lawson. Sólo los «testigos» auténticos están to-
encuentros, ha conducido a fascinantes especula- talmente convencidos de la realidad de su encuen-
ciones acerca de la naturaleza de los avistamientos tro, y sólo entre ellos un «avistamiento» con se-
de ovnis y su relación con el cerebro humano. cuestro fue experimentado por varias personas si-
Los primeros trabajos fueron llevados a cabo multáneamente. Además, dando por supuesta la
por Alvin H. Lawson, profesor en el Departamento aceptación de la hipótesis de los estímulos catas-
de Inglés de la Universidad de California, en Long tróficos, subsiste una cuestión importante: ¿Qué es
Beach. Lawson comparó los relatos hechos bajo lo que desencadena la respuesta en el avistamiento
hipnosis por cuatro personas que informaron ha- de ovnis?

Existen notables semejanzas entre los dibujos de ovnis (de izda. a dcha.) de
Marius de Wilde, que dijo haber visto el suyo en Quarouble (Francia) en
1954; Franfois Panero y un amigo, que afinnaron haber visto extraños se-
res un mes más tarde en Toulouse, y Tiago Filho, quien aseguró que el
ovni que está dibujando aterrizó en Brasil en 1969.

El californiano loe
Lugo, su mujer, su
hija y una sobrina
dijeron haber visto
esta nave cerca de
su casa en 1975, y
convencieron de
su sinceridad a un Jennings Frederick dijo ha-
investigador de la ber visto a este ser durante
Northwestern Uni- un encuentro en Virginia
versity. occidental en 1968.
Jennings Frederick,
que informó de varios
avistamientos, . dibujó
no sólo el extraterres-
tre de 2,15 metr<Js de
altura de la página
contigua, sino tam-
bién las tres vistas El ayudante
(izda.) de un enorme de sheriff Arthur
vehículo espacial en el Strauch dibujó así el objeto
que dijo haberse en- que fotografió en St. George (Minnesota) en 1965. (La foto de
contrado con otra ex- Strauch apar:ece en la pág. 315). La nave fue vista también
traña criatura. por su muja, su hijo y dos amigos.

Betty Andreasson, madre


de siete hijos, dijo haber
sido raptada en Massa-
chusetts por la criatura
de Za izquierda. Barney
Hill hizo este dibujo (aba-
jo) de uno de los seres
que, según contó, lo se-
cuestraron junto con su
mujer en New Hampshi-
re. Ambos sucesos fueron
recordados baio hipnosis.

Cuatro oficiales del Ejér-


cito estadounidense, to-
dos ellos con experiencia
aérea, dijeron haber esta-
do a punto de chocar con
este 11ehículo durante u.n
vuelo cerca de Columbus
(Ohio) en 1973. Un hom-
bre presenció también
desde tierra el incidente.

Las descripciones que hacen las victimas de sus captores extraterrestres


coinciden en atribuirles corta estatura, aspecto infantil, grandes ojos y
boca rasgada, como en estos dos dibujos, de casos diferentes.

Cuando unos escolares galeses de diez y once años contaron al director


de su colegio que habígn visto un objet<Jextraño1 l@s separó y les pidió que
lo áibujasen. A la izquierá.l vemos dOs de esos dibujos.
do se cernió la oscuridad sobre la nave, Gill enfocó
hacia ella una linterna. «Al cabo de un par de mi-
El caso Andreasson nutos, el ovni pareció responder a la señal movién-
dose a un lado y a otro como un péndulo.»
Tras este singular intercambio, y aunque Gill y
los demás gritaban y hacían señas, «al parecer per-
dieron su interés por nosotros, pues desaparecie-
ron bajo cubierta». También Gill se fue a cenar,
gesto que los investigadores, tanto creyentes como
escépticos, no han dejado de encontrar algo extra-
ño. ¿cómo pudo abandonar el lugar en un momen-
to como aquél? Según explicó más tarde, creía. que
se trataba de un artefacto más o menos normal.
Pensó que sería una especie de hovercraft, «algún
nuevo invento de los americanos». «Sólo más tarde
-dijo-, me pareció todo aquello extraordinario.»
Donald Menzel, el desaparecido astrónomo de
Harvard que se autoproclamaba «archienemigo de
los ovnis», sometió a un detallado análisis crítico el
Un investigador de ovnis graba una de las muchas sesiones episodio de Nueva Guinea. Menzel formuló la hipó-
en que Betty Andreasson habló, bajo hipnosis, de su secues- tesis de que lo que en realidad vio el padre Gill era
tro por seres extraterrestres y la visita que hizo a su planeta.
el planeta Venus. Según él, probablemente Gill lo
confundió con un ovni porque era miope y no lle-
vaba sus gafas. En cuanto a los testigos, decía Men-
Hallándose bajo hipnosis en 1977, Betty Andreas- zel, los crédulos nativos se limitaron a seguirle la
son reveló por primera vez su extraordinaria histo- corriente al clérigo, «su gran jefe blanco». Gill re-
ria: había sido llevada a bordo de un ovni y después plicó que había visto también a Venus -y lo men-
transportada a lo que parecía un mundo lejano y cionaba en su primer informe-, y que desde luego
distinto. Durante diez años había estado obsesio- tenía puestas las gafas. En cuanto a los nativos, re-
nándole el recuerdo de aquella noche increíble en
que seres de noventa centímetros a un metro vein- cordaba, aquel era un período de inquietud antico-
te de estatura y la cabeza en forma de pera irrum- lonialista en Nueva Guinea, y no era probable que
pieron en su casa de Massachusetts. El extraño en- viesen cosas en el cielo sólo porque se lo dijese un
cuentro fue semejante a otras apariciones de ovnis: sacerdote blanco.
sobrevino una gran quietud en la vivienda, se os- Los escépticos se ven obligados casi siempre a
curecieron todas las luces y en e l exterior sólo se explicar los encuentros del tercer tipo como
veía un resplandor rojo. mentiras o alucinaciones. Muchos informes sobre
Pero Andreasson apenas podía recordar más ovnis han resultado ser pura superchería, estudian-
del incidente. En 1975 leyó ~¡ anuncio de J. Allen
Hynek solicitando experiencias de ese tipo, y, ali-
tes que montan una complicada broma o alguien
viada al ver que alguien se decidía a estudiar el fe- que hace volar una especie de cometa y la fotogra-
nómeno, contestó. Hynek pasó sus datos a un equi- ña como «prueba» de la aparición de un ovni. Pero
po de investigadores, y ellos, junto con un hipnote- ninguno de los encuentros importantes considera-
rapeuta independiente, la ayudaron a revivir su ex- dos significativos por Hynek y otros investigadores
periencia. A lo largo de una serie de sesiones labo- serios están en ese caso. En su mayoría parece no
riosas y agotadoras, les contó cómo aquellos seres haber motivo para mentir o inventarse lo sucedi-
habían atravesado sin esfuerzo la puerta cerrada do, y aunque algunos de los supuestos participan-
de la cocina, mientras la mayoría de su familia iba tes en encuentros cercanos los han aprovechado
cayendo en un estado de muerte aparente. Después
recordaba haber llegado flotando y como en trance
para publicar libros de gran tirada u obtener otros
a bordo del ovni, donde examinaron su cuerpo y le beneficios. la mayoría han rehuido la publicidad.
insertaron una sonda en la cabeza. Tras la explora- Aún más difícil de probar es la supuesta inesta-
ción, visitó un mundo lleno de criaturas simiescas y bilidad mental. El detector de mentiras puede a
brillantes cristales flotantes. Cree que allí le dieron menudo revelar una superchería, pero jamás ase-
un mensaje para la humanidad que no recordaba gurar si el testigo presenció realmente esos aconte-
con exactitud. cimientos; tan sólo si él lo cree así. Desde luego,
Como persona profundamente religiosa, Beuy alucinaciones y engaños pueden explicar los en-
Andreasson está convencida de que su experiencia cuentros con un solo testigo, pero resultan poco
tuvo un gran significado. La investigación de su pa-
sado reveló al parecer una reputación de persona plausibles en los casos con testigos múltiples,
seria, y el examen psiquiátrico no hallo «síntomas como el episodio de Nueva Guinea.
de perturbaciones mentales activas o problemas Si no todos los ovnis pueden ser explicados por
psiquiátricos>>. Se trate de una experiencia real o causas normales, si no responden siempre a erro-
de un caso de autohipnosis o alucinación, sigue res de visión o de interpretación, fenómenos natu-
siendo uno de los ejemplos más impresionantes de rales, mentiras o trastornos mentales, ¿qué pueden
encuentro «del tercer tipo». ser? Entre quienes creen en ellos -y una encuesta
demostró en 1978 que el 57 por 100 de los estadou-

320
nidenses que habían oído hablar de ovnis lo Supongamos, por absurdo que parezca, que los
creían- la explicación más difundida es que están ovnis son realmente vehículos interplanetarios. La
controlados por alguna forma de inteligencia ex- civilización que los envía ha encontrado al parecer
traterrestre. Esta suposición se ve apoyada, al me- el modo de superar las enormes dificultades técni-
nos en parte, por la idea ampliamente compartida cas que plantea la travesía del universo. Porque la
entre los científicos de que puede existir vida inte- luz, que se desplaza a la asombrosa velocidad de
ligente fuera de la Tierra, aunque la mayoría recha- 300.000 kilómetros por segundo, necesita años para
zan la posibilidad de que los ovnis procedan del es- llegar desde las estrellas más cercanas de nuestra
pacio exterior. En años recientes, por ejemplo, la Vía Láctea. Si los terrestres pudiesen encontrar el
radioastronomía ha probado que los elementos modo de volar a tales velocidades, tardarían en ir
químicos que constituyen la vida existen en otras de un extremo a otro de la Vía Láctea sesenta mil
partes del universo. Se han detectado más de cien años. No obstante, de acuerdo con la teoría de la re-
complejas moléculas diferentes que pueden consti- latividad de Einstein, para quienes estuviesen a bor-
tuir las bases químicas de la vida. do de esa nave el tiempo pasaría más lentamente.
Estadísticamente, la probabilidad de la existen- Tanto sus relojes como su corazón marcharían más
cia de inteligencia extraterrestre es tan grande despacio, con lo que podrían hacer el viaje en me-
como para sobresaltarse, pues el universo contiene nos de Jo que dura una vida humana.
billones de estrellas; la cifra calculada es un 1 se- Por supuesto, siempre que fuesen a velocidades
guido de al menos 20 ceros. Muchas de esas estre- cercanas a la de la luz, algo muy alejado de nues-
llas se parecen a nuestro Sol, y presumiblemente tros actuales sistemas de propulsión e incluso de la
tienen sistemas planetarios que pudieran dar ori- capacidad de comprensión humana. Pero se ha su-
gen a alguna forma de vida, inteligencia y civiliza- gerido que el propio universo puede ofrecer la so-
ción. Los cálculos sobre el número de planetas que lución al problema de la propulsión interplaneta-
podrían tener civilizaciones de ese tipo oscilan de ria, tal vez proporcionándonos el modo de salvar
cincuenta mil a más de mil millones. las fronteras aceptadas de espacio y tiempo.
Uno de los más destacados exobiólogos -cien-
tíficos que estudian la posibilidad de vida extrate-
rrestre- es el astrónomo Carl Sagan, de la Univer-
sidad de Cornell. Sagan ha calculado que sólo en
nuestra galaxia, la Vía Láctea, puede haber unos
250.000 millones de estrellas, de las que aproxima-
damente un millón pueden tener planetas capaces
de albergar algún tipo de civilización.
Tan seguros están los exobiólogos de la existen-
cia de inteligencia extraterrestre que se han envia-
do radiomensajes en clave a los inmensos espacios
de nuestra Vía Láctea. Además, la sonda espacial
estadounidense Pioner 10, que tiene una cita den-
tro de dos millones de años con la estrella Aldeba-
rán, lleva una placa de aluminio con un mensaje ci-
frado que incluye los dibujos estilizados de un
hombre y una mujer. Durante más de dos décadas,
gigantescos radiotelescopios han venido escuchan-
do esporádicamente posibles transmisiones de
otros mundos. En 1978 la búsqueda de mensajes
del espacio exterior recibió un sesgo fascinante: los
biólogos empezaron a investigar el significado de
los mensajes genéticos cifrados contenidos en cier-
tos virus. La idea de que la vida pudo ser «sembra-
da» en la Tierra por civilizaciones avanzadas que
enviaron microorganismos al espacio fue propues-
ta en 1973 por el premio Nobel británico Francis
Crick. En 1979, investigadores japoneses anuncia-
ron que la secuencia genética de cierto virus, en-
contrado en bacterias intestinales, presentaba una
complejidad sospechosa. Creían que parte de ella
podía constituir un mensaje creado hace millones
de años por inteligencias de otro mundo.
Muchos investigadores de ovnis consideran la
complicada búsqueda de señales de inteligencia
extraterrestre con cierta ironía. ¿y si esos mensajes Algunos científicos piensan que una red de agujeros negros
estuvieran siendo ya transmitidos por ovnis cerca- (los pequeños círculos negros dentro de otros violeta mayo-
nos a nosotros? res), acaso pueda permitir viajar por el tiempo y el espacio.

321
El exobiólogo Carl Sagan, tan escéptico en ma- ber filtrado a la prensa un documento del ayudante
teria de ovnis, se refiere a ello en su libro La cone- de Condon en el que se daba a entender que los re-
xión cósmica. Sagan cree, como otros astrónomos, sultados del estudio estaban prejuzgados antes de
que la solución puede residir en los todavía muy que la comisión llegara siquiera a reunirse.
controvertidos agujeros negros. Esos extraños va- Sea como fuere, el informe final del comité
cíos en la textura del universo podrían servir como Condon, publicado en 1969, llegaba a la siguiente
una especie de «Sistema de vías rápidas» interga- conclusión: «En este momento no existe la menor
láctico. Hoy se cree que los agujeros negros son prueba directa y convincente que permita afirmar
producto de la extinción de estrellas más grandes de ningún ovni que se trata de una nave espacial
que nuestro Sol. Según tal teoría, cuando una de que visita la Tierra procedente de otra civiliza-
esas estrellas muere, se contrae a una zona de me- ción». Poco después, y debido en gran parte a la re-
nos de kilómetro y medio de anchura, un «agujero comendación del Comité Condon, las Fuerzas Aé-
negro» de tan extraordinaria fuerza de atracción reas daban por concluido el Proyecto Libro Azul,
gravitatoria que puede atrapar incluso las partícu- poniendo así fin a 21 años de investigación de mi-
las de luz y permanecer sumida en absoluta oscuri- llares de avistamientos.
dad. No puede ser visto, pero puede medirse su im- Para muchos investigadores del tema, el infor-
presionante campo gravitatorio. me del comité Condon fue un auténtico «Waterga-
Aunque se sabe muy poco de la física de los te cósmico». Como dijo el ex físico nuclear Stanton
agujeros negros,· Sagan cuenta con ellos para ima- Friedman, el sofisma no radica tanto en sus hallaz-
ginar una forma fantástica de viajar por el espacio: gos negativos como en su conclusión de que «no
«El objeto que se sumerge en la vorágine de un parece haber nada que justifique continuar con un
agujero negro puede reaparecer en otro lugar y estudio a gran escala de los ovnis». Hynek afirma
otro momento. Los agujeros negros pueden ser sa- que el comité se equivocó de problema. En vez de
lidas hacia galaxias lejanas y épocas remotas, ata- someter a prueba la hipótesis extraterrestre debió
jos a través del espacio y el tiempo». Al preguntar- ocuparse de si los ovnis son o no un fenómeno físi-
se cómo utilizar los agujeros, Sagan pasa a imagi-
nar, «aunque se trata de una simple especulación,
una federación de sociedades de la Galaxia que ha Una nave de la NASA tomó esta foto de Marte en 1976. Las
establecido un sistema de circulación rápida a
base de los agujeros negros. Los vehículos serían
encaminados rápidamente mediante una red de
agujeros negros interconectados hasta el más cer-
cano a su destino».
De modo que, al menos en el reino de la conje-
tura, los viajeros de otros mundos podrían alcan-
zar la Tierra en sus ovnis utilizando este sistema.
Más prosaicamente. iqué validez tiene la explica-
ción extraterrestre para el fenómeno actual de los
ovnis? Una posible respuesta surgió de un comité
de científicos nombrado por el gobierno francés en
1978. Este grupo estudió con todo detalle once
avistamientos de ovnis, asignando a cada caso un
equipo de cuatro personas, entre ellas un psicólo-
go. De los once casos, los investigadores encontra-
ron que sólo uno podía ser explicado por fenóme-
nos normales. El informe, en un principio secreto,
concluía que había algo real detrás de los otros
avistamientos, una «máquina voladora... cuyos mo-
dos de sustentación y propulsión escapan a nues-
tro conocimiento».
Muy distinta fue la respuesta de una comisión
científica estadounidense que a finales de los años
sesenta puso a prueba la hipótesis extraterrestre.
El '!studio, encargado por las Fuerzas Aéreas me-
diante un contrato de 500.000 dólares, lo llevó a
cabo la Universidad de Colorado. Las controver-
sias estallaron casi desde el principio. Su director,
el físico Edward U. Condon, dijo pocos meses des-
pués de comenzar el estudio: «Mi actitud en este
momento es que no hay nada de eso ... pero se su-
pone que no debo llegar a una conclusión antes de
un año». Después despidió a dos psicólogos, consi-
derados creyentes en los ovnis, al parecer por ha-

322
co inexplicable. No obstante, Hynek cree que el co- entre humanos y criaturas tales como elfos, gno-
mité probó sin proponérselo la realidad física de mos, ángeles, demonios y monstruos. «En la anti-
los ovnis: del centenar de avistamientos investiga- güedad -dice- eran vistos como "dioses"; en
dos con detalle, casi una tercera parte escapó a nuestra época, como viajeros interplanetarios...
toda explicación plausible, por lo que siguen sien- Puede ocurrir que nuestra especie tenga un meca-
do auténticos objetos voladores «no identificados». nismo de · defensa incorporado que sólo actúa en
Por ·supuesto, es posible que los ovnis sean rea- épocas de gran tensión social, y que una de sus ma-
les pero no de origen extraterrestre. Las criaturas nifestaciones sea el fenómeno al que llamamos
supuestamente vistas en los encuentros del tercer "ovnis".,,
tipo son siempre parecidas a nosotros, cuando no Vallée imagina incluso lo que denom,i na «Un sis-
una especie de elfos que muy bien pueden haber tema de control», que manipula sutilmente la con-
nacido de la mente humana. Parecen respirar nues- ciencia humana mediante los ovnis. Pero ¿quién o
tro aire y adaptarse sin mayores dificultades a qué controla ese sistema? ¿y cómo puede imprimir
nuestra gravedad, como si su hogar fuese la Tierra sus imágenes en la percepción humana mientras
y no un planeta lejano. Como ha sugerido Hynek, desafía las leyes físicas que conocemos? Vallée ad-
«pueden ser visitantes del espacio interior, de una mite que la naturaleza de ese sistema de control
realidad paralela o de otra dimensión». Es decir: pertenece por completo a la esfera de lo descono-
de un universo coexistente con el nuestro. cido. Se tra.t a de misterios no menos esquivos que
Esta idea de los ovnis como visitantes del espa- el propio fenómeno ovni. Y sin embargo, sean crea-
cio interior ha intrigado al investigador francés ciones del espacio interior o visitantes de lejanas
Jacques Vallée, especialista en computadoras con galaxias, manifestaciones de fuerzas desconoé.:idas
conocimientos de astronomía. En Pasaporte a Ma- o simples proyecciones de la mente humana, exis-
gonia y otros libros, Vallée ha explorado las seme- ten unos fenómenos inexplicados que "liemos dado
janzas entre los encuentros cercanos y los mitos en llamar ovnis, y que sin duda seguirán estimulan-
que en casi todas las culturas hablan de contactos do la fantasía y la curiosidad del hombre.

misiones espaciales han mostrado que no hay vida extraterrestre en nuestro sistema solar, aunque puede haberla en otros.
. '
Realidad y apariencia

El Triángulo de las Bermudas: iMito o realidad?


los múltiples misterios que encierran los aquí su análisis de uno de los más célebres casos
E NTRE
mares del mundo, tal vez no haya ninguno
tan conocido y tan mal comprendido como el que
del Triángulo: el incidente de la Patrulla Perdida.
Según este relato, cinco aviones torpederos Grum-
afecta a esa porción en cuña del Atlántico occiden- man Avenger con base en Fort Lauderdale (Flori-
tal a la que se ha dado en llamar el Triángulo de las da), todos ellos con tripulaciones experimentadas,
Bermudas. Según la leyenda, centenares de barcos desaparecieron en el Triángulo durante un vuelo de
y millares de seres humanos han desaparecido en rutina el 5 de diciembre de 1945. El comandante
ese siniestro cementerio marino, situado entre Flo- de la patrulla había llamado a la torre de control
rida, las Bermudas y Puerto Rico. Se dice que el de Fort Lauderdale para informar que estaban per-
número de desapariciones excede con mucho a lo didos: «No sabemos por dónde volamos. Esto es un
probable. Y sin embargo, no parece haber razón verdadero lío... Es muy extraño... No hay manera
para que el Triángulo sea una trampa mortal -si de fijar ningún rumbo. Incluso el mar no tiene el
lo es-, y aún menos para que sus víctimas dejen aspecto de costumbre». A las 4.25 p.m. llamó otra
tan escasas pruebas de la suerte corrida. voz a la torre: «Debemos de estar a unas 225 millas
Apenas hay teoría imaginable que no haya sido al nordeste de la base. Parece como si fuésemos ... »
manejada para explicar la «mala suerte» del Después se hizo el silencio. Inmediatamente se en-
Triángulo. Unos han sugerido que pudiera tratar- vió un hidroavión Martin Mariner, que, tras unas
se de una zona con tal desviación gravitatoria y cuantas transmisiones rutinarias, tampoco volvió a
magnética que la radio falla y la brújula propor- comunicarse con la base. No se encontró rastro de
ciona lecturas erróneas. Otros echan la culpa a la patrulla ni del hidroavión. Que los Avenger y el
las radiaciones de máquinas que siguen funcio- Mariner desaparecieron es indudable, pero, leyen-
nando en el continente perdido de la Atlántida, y do cuidadosamente las 400 páginas del informe de
varios autores han aventurado la hipótesis de la Armada, Dusche descubrió que casi todos los de-
que el Triángulo puede servir de coto de caza a más detalles de la tan traída y llevada historia eran
alguna raza depredadora del espacio exterior. erróneos. Los pilotos de los Avenger no tenían ex-
¿Qué hay de verdad en todo ello? He aquí los periencia de vuelo, y el único que no era un simple
datos principales: alumno, el teniente Charles Taylor, jefe de la patru-
Lo primero que sorprende es que la idea del lla, era nuevo en la zona. Al parecer, no se produjo
Triángulo de las Bermudas es bastante reciente. ninguna de las comunicaciones por radio de que se
Lejos de tratarse de una leyenda inmemorial, pare- hablaba, y las auténticas de Taylor indican que su
ce haber nacido de un artículo que Vincent H. Gad- brújula funcionaba mal y se encontraba totalmente
dis escribió para la revista Argosy en 1964. No tar- perdido. Hacia las 8 de la tarde, con mal tiempo y a
daron en seguirle trabajos de otros autores. En oscuras, los Avenger se quedaron sin combustible
1973, la idea del Triángulo de las Bermudas estaba y se estrellaron.
ya tan arraigada en la imaginación popular que la El hidroavión no despegó hasta después de os-
Enciclopedia Británica decidió dedicarle un artícu- curecer, a las 7.27 de la tarde. Unos veinte minutos
lo. Ese mismo año se publicó el primer libro de después informaron desde el vapor Gaines Milis
éxito sobre el tema, la edición de bolsillo de Limbo que habían visto una explosión en el aire. Desgra-
of the Lost, de Wallace Spencer, y al año siguiente ciadamente, los Mariner estaban muy expuestos a
apareció el de mayor fortuna, El Triángulo de las ese tipo de accidentes, hasta el punto de que algu-
Bermudas, de Charles Berlitz. Después, en 1975, nos pilotos los llamaban «depósitos de gasolina vo-
Lawrence D. Kusche publicaba un ataque devasta- lantes».
dor: The Bermuda Triangle Mystery-Solved El incidente de la Patrulla Perdida es sin duda
Como señala Kusche en su libro, la primera extraño, pero si el análisis de Kusche es acertado,
cuestión que hay que plantearse es también la fun- no tuvo nada de inexplicable. Como asegura la
damental: ¿existe realmente tal misterio? Kusche leyenda del Triángulo «empezó por culpa de una
se tomó la molestia de anal izar los informes de investigación negligente y fue ampliada y perpe-
pérdidas navales y aéreas en el Triángulo desde tuada por escritores que, a propósito o sin saberlo
1800, y encontró que muchas de las supuestas de- y en su afán sensacionalista, hacían uso de ideas
sapariciones inexplicadas o no existieron o eran falsas y razonamientos defectuosos». La Guardia
perfectamente explicables. En cuanto al resto, su Costera estadounidense secunda la opinión de
número y frecuencia no excedía (ni, en ciertos ca- Kusche. Como decía un portavoz oficial en un co-
sos, igualaba siquiera) a las registradas en otras zo- municado de prensa: «Las fuerzas combinadas de
nas marítimas de las mismas características e in- la naturaleza y las imprevisibles reacciones del
tensidad de tráfico. hombre superan con frecuencia a la ficción cientí-
Como ejemplo del razonamiento de Kusche, he fica más descabellada».
-~f
,:f.

·~-j
Durante una investigación conjunta,
científicos soviéticos descubrieron re-
molinos en el Triángulo de las Bermu-
das, pero ninguna prueba de fuerzas
misteriosas.
La investigación sobre el cerebro, la bioautorregulación
e incluso el extraño mundo de la fisica de las partículas
contribuirán algún día a explicar los fenómenos psi.

PSI Y EL CEREBRO

universo es más extraño no sólo algo. más vulgar, pero no menos extra-
E L
de lo que pensamos, sino de lo que
podemos pensar.
ordinaria de esa magia cerebral: la
sugestión hipnótica puede determi-
- Prof. J. B. S. Haldane nar que racimos de células - las ve-
rrugas- desaparezcan de la epidermis
Hoy día pueden encontrarse en casi del cuerpo.
todos los campos de. la ciencia, desde Y sin embargo las complejidades
las venugas hasta las partículas sub- del cerebro parecen relativamente
atómicas, manifestaciones tan extrañas prosaicas en comparación con los jue-
como reales y científicamente acepta- gos de ilusionismo que tienen lugar
bles de las rarezas de un universo so- Células como éstas forman re- · en otro increíble universo, el mundo
metido a constante exploración y re- des complejísimas en el cere- radiante y vertiginoso de la física de
consideración. Piénsese, por ejemplo, bro humano. 1as partículas, en el que minúsculas
en el cerebro humano, ese kilo y pico acumulaciones de energía subatómica
de tejido celular blando que al cabo parecen desafiar al tiempo, el espacio
de· cincuenta años de iqtensa investigación sigue y la necesidad de poseer masa. Tan extraño es ese
sin revelarnos sus secretos más importantes. Lo mundo que un físico ha tenido que describirlo en
componen millones de células, casi tantas como es- estos términos: «Las partículas· ya no se mueven
trellas hay en la Vía Láctea: 16.000 millones, según con trayectoria rígida, ceremoniosa e incluso ma-
algunos cálculos. Y aún más: según otros, esos jestuosa por caminos predeterminados. Aquello és
16.000 millones de células son capaces de procesar más bien el pandemónium hipercinético de los
por segundo más de diez veces su número en bits hermanos Marx, una película de Chaplin, un per-
de información, posiblemente 200.000 millones. manente visto y no visto. En realidad, ni siquiera
Piénsese además que, utilizando técnicas bioauto- está claro qué es lo que se mueve. Reina una confu-
rreguladoras, una persona puede aprender, a· me- sión psicodélica, hasta que uno empieza a ver su
nudo en menos de una hor.a, a controlar una sola orden sutil». Anotemos, para concluir, una última
gran célula nerviosa motora. dentro de esos miles · extravagancia teórica: hay unas partículas llama-
de millones de ellas, mientras el resto del sistema das neutrinos que carecen de masa observable,
sigue recogiendo información, ·almacenando re- carga eléctrica y cualquier otra propiedad física,
cuerdos y tejiendo el entramado mental que es por lo que se las cree capaces de atravesar cual-.
la conciencia. Considérese también otra muestra quier superficie a la velocidad de la luz. Ségún las
teorías de la física de las partículas, durante el
El cerebro y los impulsos eléctricos q11e de él dimanan (a la tiempo que tardan sus ojos en recorrer estas frases
izda. ondas alfa) llevan años siend<restudiados. Algunos su- miles de millones de neutrinos están atravesando
gieren que esas investigaciones pueden llegar a explicar !Os como un rayo los miles de millones de células de
fenómenos psi. su cabeza.

327
En términos de psi, el proble ma fundamental
que esas extrañas realidades plantean es el siguien-
te: si en otros campos tienen lugar acontecimien-
tos tan extraños, impresionantes y anómalos, y los
científicos los aceptan, ¿por qué han de ser tan difí-
ciles de aceptar la telepatía, la clarividencia, la pre-
cognición y la psicocinesia? La posibilidad de que
dos cerebros puedan comunicarse directamente sin
medios sensoriales conocidos no es más asombro-
sa que la existencia de los neutrinos o la cura de
las verrugas por sugestión hipnótica, y el que la
mente pueda mover un objeto a distancia sin cone-
xión aparente no es más difícil de aceptar que el
que esa mente, ayudada por la bioautorregulación,
pueda aprender a elegir y controlar una célula
dentro de un sistema nervioso formado por miles
de millones de ellas. Por supuesto, la respuesta es
obvia. La diferencia se debe a que Jos extraños ha-
llazgos en materia de física de las partículas, hipno-
sis, investigación cerebral y bioautorregulación
son incursiones impresionantes en las fronteras de
la ciencia tradicional, fronteras erigidas sobre la
base de investigaciones teóricamente convincentes
y científicamente demostrables. Por el contrario, Ja
investigación psi ha sido en gran medida descuida-
da o poco concluyente en esa esfera, aunque, como
aducen sus partidarios, ello pueda deberse tanto al
carácter extraño y elusivo de psi como a una técni-
ca experimental imperfecta o inadecuada. Sin em-
bargo, hay una segunda respuesta a la cuestión, tal
vez no tan obvia pero no menos significativa. Es la
de que, si se llega a probar a satisfacción de todos
la existencia de facultades psi, la cie ncia oficial se
conmoverá en sus dogmas básicos, trance al que
En el extraí1o mundo de la física de las partículas, los pun-
pocos científicos desean contribuir o e nfrentarse. tos de luz que aquí vemos representan la situación de los
Uno de los descubrimientos más interesantes, átomos en una sustancia llarnada iridio. Panículas h1fi11ita-
fáciles de comprender y halagüeños para psi que mente más pequeñas son citadas a veces en relación con psi
han surgido de la moderna investigación sobre el a causa de sus insólitas propiedades.
cerebro es el de que éste no sólo está compuesto
por miles de millones de neuronas o células cere-
brales, sino que esas células están organizadas en Tecnología de California, bajo la dirección de Rogcr
dos masas o hemisferios. Los antiguos anatomistas Sperry, los investigadores idearon toda una minu-
podían, por supuesto, verlo así, pero lo que los in- ciosa serie de procedimientos para determinar
vestigadores modernos han descubierto es que las exactamente lo que ocurría en esas dos mitades
dos mitades del cerebro poseen y manifiestan fa. aisladas del cerebro. Normalmente, debido al tipo
cultades y capacidades distintas. Es casi como si de conexión cruzada del sistema nervioso humano,
dos personas, dos núcleos de conciencia, viviesen es el hemisferio cerebral izquierdo el que rige a las
en un mismo cráneo, dominante uno y el otro recc- personas diestras, con el otro a sus órdenes. Sin
sivo, pero los dos en comunicación constante y embargo, poco a poco, a base de cambios ei::i la in-
ocupados en tareas diferentes de ese milagro coti- formación que llegaba a los ahora independientes
diano que es la vida humana. hemisferios cerebrales, utilizando, por ejemplo, tan
¿cómo descubrieron los investigadores ese ex- sólo la mano derecha, o el campo visual derecho o
traordinario dispositivo cerebral? De un modo bas- izquierdo, Spcrry y otros empezaron a detectar las
tante común en la ciencia: mediante una combina- diferencias funcionales entre esos compañeros de
ción de suerte, imaginación y destreza. El primer habitación cerebrales. El hemisferio izquierdo, por
paso lo dio un cirujano siguiendo indicaciones de lo común dominante, alberga la capacidad verbali-
los psicólogos. Para tratar de evitar la peligrosísi- zadora. Un sector de su corteza, descubierto por
ma extensión de la epilepsia, el cirujano cortó a Broca, nos permite hablar. El resto de sustancia
cierto número de pacientes el cuerpo calloso, un gris nos facilita el desarrollo de las facultades lógi-
de nso haz de neuronas que une ambos hemisferios cas, analíticas y matemáticas. Es, como si dijése-
cerebrales. La intervención quirúrgica logró ate- mos, el hogar de la inteligencia. En cambio, su he r-
nuar los síntomas epilépticos, pero Jo más sorpre n- mano, el hemisferio derecho, resultó ser un tipo
dente vendría después, cuando en el Instituto de extraño, una especie de músico del espacio capaz

328
de intuir las cosas e integrarlas en su entorno. Un
especialista de las relaciones espaciales y tempora-
les, facultado para reconocer rostros e imágenes,
soñar y crear poesía. El mide el tiempo y posee el
sentido rítmico, la expresión creadora y las faculta-
des musicales.
Era algo extraordinario, e investigadores de
múltiples disciplinas se dispusieron en seguida a
buscar en ello soluciones para todo, desde los
grandes problemas filosóficos -lquién soy?, ¿qué
es la realidad?- hasta la ayuda a los niños con difi-
cultades de aprendizaje. No es sorprendente que
los parapsicólogos se interesasen también por esa
especie de cerebro dual y empezasen a preguntar-
se, de manera todavía vacilante y circunspecta, si
esa mitad derecha del cerebro, no verbal" e intuiti- Las convulsiones de los epilépticos y el aspecto de sus on-
va, no sería también la sede de las facultades psi. das cerebrales durante los ataques (abajo) indujeron a sepa-
Como escribía el psiquiatra Jan Ehrcnwald en The rar los hemisferios cerebrales de algunos pacientes. Al estu-
ESP Experience, «al escéptico que considera la in- diarlos se descubrió que pudiera11 existir facultades psi en
vestigación de los fenómenos psi tan inútil como la el hemisferio derecho (el de arriba en la /010).
caza del ánsar, le parecerá aún más temeraria la
búsqueda del hábitat real de esas raras aves. Y sin
embargo, no cabe duda de que los fenómenos psi, a
pesar de su pretendido carácter no físico, extrasen-
sorial y paranormal, tienen su punto de apoyo en
algún lugar de nuestra organización neurofisiológi-
ca». El parapsicólogo británico Richard Broughton
desembocó en la misma conclusión por un camino
algo diferente. Si la información paranormal llega
al sistema nervioso o está en él, decía, tiene quepa-
sar en algún momento por la corteza cerebral. Y si
es así, ¿no hemos de encontrarla en uno u otro he-
misferio? Además, proseguía, como la expresión de
psi parece tan imprevisible e inestable, y tiene casi
siempre como vehículo palabras nacidas en el ce-
rebro izquierdo, quizá pase a través de ese hemisfe-
rio pero sin tener en él su origen. En un trabajo ti-
tulado «Psi y los hemisferios cerebrales», escribía
Broughton: «Sólo por ver qué pasa, quizá convinie- rias pronunciadas durante los trances y otros esta-
se dar al llamado hemisferio menor más oportuni- dos propicios a psi se parecen mucho a los de las
dades en el juego .PES. Tal vez haya en el hemisfe- personas que han sufrido alguna lesión en el he-
rio izquierdo algo a lo que le cae mal PES o que es misferio cerebral izquierdo, el que domina las fa-
incompatible con e l tipo de información que PES cultades verbales. ¿No es posible, sugieren esos in-
representa». vestigadores, que en ambas circunstancias sea el
¿Por qué no? ¿Qué se opone a que las facultades hemisferio derecho el que controla la escritura y el
de percepción extrasensorial (PES) y psicocinesia habla, en un caso por necesidad y en el otro por-
(PK), si existe n, habiten en el lado no verbal y crea- que actúan las facultades PES de ese hemisferio?
dor del cerebro? Nadie puede probar lo contrario, Ehrenwald ha sugerido que también las faculta-
y en cambio hay una serie de indicios que apoyan des PK puede n originarse en e l hemisferio dere-
esa posibilidad. En el trabajo citado, Broughton cho. «Incluso la influencia más notable de un suje-
hace algunas alusiones al espiritismo. Por ejemplo, to sobre los dados lanzados con un cubilete, la agu-
por la Encyclopedia of Psychic Science se enteró de ja de una brújula o la caja de fósforos colocada so-
que la famosa médium Eusapia Palladino, que usa- bre una mesa -escribía-, es algo cambiante, ca-
ba habitualmente la mano derecha, pasaba a em- prichoso e imprevisible. Lo mismo puede decirse
plear la izquierda cuando entraba en trance, lo que del aquejado de apraxia motora por una lesión ce-
hace pensar que en esos momentos de actividad rebral que trata de llevar a cabo tareas tan senci-
paranormal pasaba a dominar su hemisferio cere- llas como encender un cigarrillo o atarse los cordo-
bral derecho, que es el encargado de la mano iz- nes de los zapatos. Sabemos que también aquí la
quierda. Broughton mencionaba también la plan- dificultad reside en la falta de actividad del hemis-
cheta o instrumento de escritura de los espiritistas, ferio izquierdo. Podría decirse que el sujeto PK se
subrayando la tosquedad de los mensajes que gara- comporta como e l paciente que tiene que arreglár-
batea. Lo que Broughton y otros parapsicólogos se- selas sin que el hemisferio izquierdo presida su
ñalan es que esos escrit~s y las frases rudimenta- comportamiento· motor.».

329
Supongamos que los fenómenos psi residan, de ser alterada por diversos factores, desde el sueño a
modo hasta ahora inexplicado, en el hemisferio ce- las drogas psicodélicas, la hipnosis e incluso los su-
rebral derecho, y en un estado de permanente frus- tiles embelesos del que sueña despierto. Como es-
tración a causa del imperio verbal de la conciencia cribía William James hace unos cien años, tras ha-
que reside al lado. Esta posibilidad suscita otras ber aspirado gas hilarante, «esa experiencia me
dos cuestiones: cómo llegó psi al hemisferio de- condujo a una conclusión que sigue pareciéndome
recho y cuál es el mejor modo de hacer que salga tan verdadera como entonces. Es la de que nuestra
de su encierro. Broughton, entre otros, ofreció al conciencia normal o conciencia racional, como la
primero de estos problemas una solución· tan llamamos, no es más que uno de los tipos de con-
atractiva como arriesgada, fruto de una lógica tan ciencia, mientras que a su alrededor, separadas de
risueña como desprovista de apoyo factual. «Pode- ella por un frágil tabique, existen formas potencia-
mos suponer que en el curso de la evolución huma- les de conciencia enteramente diferentes.»
na -escribía- hubo algún tipo de faculta9 psi an- ¿Hay entonces una conciencia psi, tal vez relacio-
tes de que se perfeccionase la comunicación lin- nada con el trance del médium o el frenesí del cha-
güística. Esa facultad podía resultar muy útil tanto mán, que puede abrirnos el camino del hemisferio
para cazar en grupo como para que ese grupo con- cerebral derecho y las facultades psi que acaso re-
siguiera sobrevivir. A medida que se desarrollaba sidan en él? Efectivamente, puede ser así, pero los
la comunicación lingüística, la comunicación psi investigadores no la han encontrado hasta ahora.
pudo ir perdiendo importancia e incluso hacerse No obstante, la búsqueda continúa. El sueño y los
socialmente indeseable, por lo que fueron surgien- sueños, la locura y el trance, la hipnosis, la pérdida
do mecanismos para reprimirla o restringir su apa- y sobrecarga de los sentidos, los estados psicodé-
r ición en el comportamiento social normal.» · licos, los cambios en las ondas cerebrales e incluso
Se trata, por supuesto, como admitía el propio la simple relajación han sido estudiados para, como
Broughton, de una simple especulación. Y'sin em- ha dicho un investigador, «burlar los mecanismos
bargo, explica cómo pudieron desarrollarse en el de defensa del cerebro y de ese modo dar a psi una
cerebro las facultades psi. Lo que desde entonces oportunidad de salir a la luz». Hasta ahora son el
ha preocupado a la humanidad es cómo hacerlas sueño, sobre todo en las fases en que se sueña, y el
salir del laberinto de la conciencia de un modo re-· estado alterado de la hipnosis los que parecen es-
lativamente regular, útil y previsible. Uno de los tar más cerca de brindar a psi esa opórtunidad.
grandes obstáculos para ello es que ningún investi- Hay ciertos indicios de que los sueños tienen lugar
gador sabe exactamente qué es la conciencia, en el hemisferio derecho: una lesión cerebral en
como tampoco de dónde procede ni cuáJ es su rela- esa zona puede dificultarlos, y los pacientes con los
ción exacta con los mecanismos cerebrales. No hemisferios cerebrales incomunicados dicen a ve-
obstante, la mayoría de las personas reconocen ces que no sueñan en absoluto. No obstante, al
que la conciencia está sujeta a cambios, que puede cabo de análisis muy completos, la prueba no pare-

Los estados alterados de conciencia, como


la hipnosis y los sueños (estudiados con
equipos como éste) muestran posibles rela-
ciones con las facultades extrasensoriales.

A la izquierda, registro de las ondas cere-


brales. l.As técnicas de bioautorregulacion
podrán ayudar algún día a amplificarlas y
. aumentar la sensibilidad psi.
ce concluyente ni, para la mayoría de los científi- de movimiento más lento - menos de 4 ciclos por
cos, convincente, a pesar de un cierto número de segundo- y las más importantes durante el sueño
experiencias en las que parecieron transmitirse profundo, y ondas theta, con 4 a 8 ciclos por segun-
con extraordinaria precisión imágenes a la mente do de frecuencia y tal vez relacionadas con los
del que soñaba. La hipnosis puede provocar nota- cambios emocionales.
bles respuestas ñsicas: si se toca con un lápiz a un Las ondas alfa pueden tener relación con cier-
sujeto hipnotizado y se le sugiere que se trata de tos casos de sensibilidad psi, aunque ese nexo pa-
un hierro candente, su piel puede cubrirse de am- rece tan fugaz como las propias ondas. Por ejem-
pollas. Además, recientes trabajos experimentales plo, algunos trabajos han indicado que las ondas
consistentes en remover fuertes estados emociona- alfa pueden contribuir a allanar el terreno para la
les y suscitar recuerdos no verbales - funciones receptividad psi, y después aumentar en frecuencia
ambas asociadas con el cerebro derecho- han in- al comenzar l.a prueba. Otro estudio reveló que los
dicado que la hipnosis puede aislar temporalmente sujetos llevaban a cabo con más éxito sus tareas
ambos hemisferios cerebrales. Sin embargo los es- psi cuando emitían ondas alfa y a la vez notaban
tudios sobre la relación entre hipnosis y fenóme- cambios marcados en su estado interno. Además,
nos psi han dado en el mejor de los casos resulta- parece probado que, en ciertas ocasiones, cuando
dos desiguales, positivos unas veces, otras negati- un gemelo idéntico produce ondas alfa, el otro, si-
vos y en ocasiones nulos. Aun la hipnosis más efec- tuado en habitación distinta, puede también empe-
tiva parece actuar de manera más bien secundaria, zar a generarlas. De cualquier modo, el consejo me-
induciendo al sujeto a adoptar un estado de ánimo jor y quizá más sencillo para los interesados en la
abierto y relajado que puede contribuir a una ac- comunicación psi puede ser el que dio Mary Craig
tuación psi positiva. Sinclair, esposa de Upton Sinclair y telépata per-
Ese estado de espíritu relajado e interiormente ceptiva y activa, hace más de cincuenta años: «Re-
alerta se ha relacionado también con psi a través lajad vuestro interés mental por cuanto os rodea;
de las ondas cerebrales, especialmente las llama- inhibid todos los pensamientos que tratan de intro-
das ondas alfa. En 1928, el psiquiatra Hans Berger ducirse en la conciencia... Desligad vuestro cuerpo,
informó que los débiles potenciales eléctricos de ese lastre, de vuestra mente consciente... Para dejar
los tejidos cerebrales generaban campos electro- ésta en blanco es necesario librarse de ... la concien-
magnéticos en forma de ondas lentas. Desde enton- cia del cuerpo».
ces los científicos han aislado cuatro de esas for- Otra cuestión muy diferente, pero aún más bási-
mas: ondas alfa, con una frecuencia de entre 8 y 14 ca, relacionada con los fenómenos psi .se refiere a
ciclos por segundo y asociadas con la relajación y algo que hoy preocupa también al mundo en gene-
la meditación: ondas beta, con 14 a 23 ciclos por se- ral; la energía. Pero, con respecto a psi, el proble-
gundo y relacionadas al parecer con las operacio- ma no es de cantidad sino de identidad: si existe
nes del lóbulo frontal del cerebro; ondas delta, las psi, ¿sobre qué actúa? En términos generales, hay
tres teorías plausibles acerca de la energía que ex-
plican cómo pueden funcionar la telepatía y la cla-
riv.idencia, si es que existen. En primer lugar, las fa-
cultades psi pueden utilizar una forma de energía
que ya conocemos; en segundo término, pueden
hacer uso de un tipo de energía desconocido o, por
último, la telepatía es posible porque, en el aún
mal conocido orden de cosas cósmico, todas las
mentes se hallan vinculadas de algún modo, o bien
algunas conectan entre sí en ciertas ocasiones, qui-
zá debido a un singular tipo de urdimbre espacio-
temporaL Por ambiciosa que sea esta última idea
-la del vínculo entre todos los seres vivientes-,
lleva en circulación miles de años y ha encontrado
expresión en las religiones, la filosofía y la ciencia.
Por ejemplo, aparece en la idea básica del llamado
axioma de las relaciones internas de Hegel: si cam-
biamos la posición de una lámpara sobre una mesa
podemos estar influyendo en la conducta de un
elefante en Africa.
Energía conocida, energía desconocida o inmer-
sión en el todo cósmico, tales parecen ser las tres
posibilidades de actuación de los fenómenos psi.

Aunque las pruebas de comunicación paranormal entre ge-


melos idénticos no han resultado concluyentes, los investi-
gadores estudian las semejanzas de sus percepciones y del
sistema de conexiones de sus cerebros.

331
La energía, tal como hoy la percibimos, abarca tan- Si lo que sabemos sobre el trabajo de Pavlita re-
to la gravedad como el electromagnetismo, aunque fleja con alguna fidelidad lo que está ocurriendo en
la física de las partículas acepta otros dos tipos bá- Checoslovaquia, podemos hallarnos ante un ejem-
sicos, a los que denomina interacciones fuertes y plo de energía psíquica en acción. Y sin embargo
débiles. El electromagnetismo comprende muchas hace ya unos treinta años que el investigador cere-
formas de energía radiante, desde los rayos cósmi- bral y premio Nobel sir John Eccles postuló la exis-
cos (a 102s ciclos por segundo) a las ondas de radio tencia en el cerebro de una fuerza desconocida,
de FM, televisión y AM (estas últimas a 106 ciclos pero del tipo PK, que prestaba extraordinarios ser-
por segundo), las ondas VLF (hipofrecuencia) y las vicios. Según Eccles, en el cerebro se registra una
frecuencias audibles, que se sitúan en un medio especie de «tráfico de doble dirección» entre men-
elástico. No es de extrañar que las ondas cerebra- te y materia que permite que la voluntad, el psi-
les, los diminutos ritmos eléctricos identificados quismo o el yo consciente influyan en los circuitos
por Berger, hayan sido estudiados como posible de neuronas cerebrales. Eccles llevó aún más ade-
fuente de energía para la transmisión telepática, a lante tan singular especulación al expresar su
pesar de que son extremadamente débiles y harían creencia de que tanto PES como PK son en reali-
falta millones de seres humanos para iluminar una dad manifestaciones irregulares de. una misma
pequeña bombilla. No obstante, el neurólogo italia- fuerza desconocida. Sin embargo, no definió el ca-
no F. Cazzamalli llevó a cabo una serie de experi- rácter de esta fuerza. Teóricos posteriores más ri-
mentos que en su opinión indicaban que el cerebro gurosos han intentado explicar los fenómenos psi
humano puede, en ciertas condiciones, generar atribuyéndolos a entidades sospechosamente se-
energía electromagnética suficiente para emitir on- mejantes a las que, como los neutrinos, se mueven
das de radio. Cazzamalli suponía que la transmi- a fantásticas velocidades en el extraño mundo de
sión de esas ondas de un cerebro a otro podía ex- la física de partículas. El eminente astrónomo bri-
plicar la comunicación telepática, pero una investi- tánico V. A. Firsoff fue uno de los primeros en pos-
gación llevada a cabo por el físico soviético L.L. Va- tular la existencia de partículas de energía psíqui-
siliev parece haber excluido tal probabilidad. Vasi- ca. Las llamó «mindones» (del inglés mind, mente,
liev intentó provocar telepáticamente la hipnosis cerebro), y sugería que podían tener propiedades
en un cierto número de sujetos, y al parecer lo con- en cierto modo semejantes a las de los neutrinos.
siguió incluso estando encerrados tanto el emisor Sir Cyril Burt, controvertido psicólogo británico,
como el receptor en cabinas metálicas que impe - utilizó el término «psicón» para combinar los fenó-
dían el paso de las ondas electromagnéticas. De menos psi con la mecánica cuántica; y, en 1965, el
modo que, decía Vasiliev, «de acuerdo con nuestra desaparecido matemático asimismo británico
conclusión, las "ondas de radio cerebrales" de Caz- Adrian Dobbs postuló la existencia de los que lla-
zamalli, si en realidad existen, no tienen la menor mó «psitrones», entidades infinitamente pequeñas
relación con los fenómenos de sugestión mental». que, de existir, serían análogas a los neutrinos; al
Esto no excluye algún descubrimiento imprevisi- . moverse en enjambres y tener sólo una masa ima-
ble que relacione psi con la banda electromagnéti- ginaria, podrían explicar no sólo la telepatía sino
ca, pero por los indicios actuales, en el caso de que también la precognición. En términos más senci-
psi utilice energía debe ser de un tipo raro y hasta llos, según Dobbs la telepatía es posible porque la
esotérico, quizá una especie de «energía mental». actividad cerebral que acompaña a la transmisión
Tampoco este nombre y la idea que conlleva son emite una nube de psitrones que, al ser invulnera-
tan fantásticos como puede parecer. Científicos ex- bles a la pérdida de energía que origina la fricción,
perimentados y famosos, entre ellos algún premio pueden viajar donde les plazca, llevando consigo
Nobel, han especulado con la existencia y utiliza- un mensaje telepático que penetra en el circuito
ción de formas de energía cerebral desconocidas. cerebral del receptor.
Como escribía el psiquiatra sueco Nils O. Jacobson Dobbs abordó también quizá el más dificil de
en Life Without Death, «podríamos imaginar el ce- los temas relacionados con psi: la precognición, la
rebro como una estación transformadora, un dis- capacidad de saber que algo va a ocurrir antes de
positivo que transforma energía física de "baja ten- que ocurra. Su teoría se basaba no sólo en la exis-
sión" en energía mental de "alta tensión", o a la in- tencia de las nubes de psitrones, que emergen de
versa». un cerebro y se trasladan con su mensaje a un se-
Parece imposible, y sin embargo un inventor gundo sistema cerebral, sino también en la hipóte-
checo llamado Robert Pavlita asegura haber cons- sis de una especie de doble dimensión del tiempo.
truido cierto número de pequeños aparatos, llama- Según esta idea, que no es original de Dobbs, una
dos generadores psicotrónicos o bioplásmicos, dimensión temporal avanza hacia el futuro en la
que, de ser ciertos los informes, podrían captar y forma en que estamos acostumbrados, pero existe
almacenar energía mental para después liberar-la y también otra zona del espacio-tiempo no sucesiva
producir diferentes fenómenos psi. Según Pavlita, que contiene las probables consecuencias de los
esa energía puede ser refractada, polarizada y com- acontecimientos futuros, lo que llamaba Dobbs
binada con otras formas de energía; conducida por «prefabricados»>. De modo que, en su teoría, los psi-
el papel, la lana e incluso la madera, y utilizada en trones se convierten en mensajeros que penetran
múltiples aplicaciones, desde curar hasta matar en esa segunda zona espacio-temporal, echan un
moscas. vistazo a su contenido y vuelven con la noticia. Re-

332
sulta divertido pensar en los psitrones como sim-
páticas bestezuelas de carga psi, y, como decía Art-
hur Koestler en The Roots of Coincidence, «al me-
nos estas teorías, basadas en suposiciones que re-
sultan extrañas pero no lo son más que las de la fí-
sica moderna, contribuyen en gran medida a disi-
par el aura de superstición que rodea el "extra" de
la percepción extrasensorial. El olor de la cocina
del alquimista es reemplazado por el del quark en
el laboratorio».
Koestler tiene toda la razón, pues si lo que está
sucediendo en la física de las partículas no prueba
en modo alguno que cosas parecidas ocurran, o
puedan siquiera ocurrir, en el campo de los fenó-
menos psi, sí indica que acontecimientos de ese ca-
libre podrían ser posibles, sin más. Por ejemplo, se
ha especulado con unas hipotéticas partículas lla-
madas taquiones, que tienen una carga eléctrica
real y una masa imaginaria; en tales condiciones
podrían viajar a mayor velocidad que la luz y, en
teoría, llegar antes de partir. Como ha escrito un
científico, «Si hubiese un fusil que disparase ta-
quiones, el blanco presentaría el impacto antes que
el proyectil saliese del cañón del arma». Otro ex-
traño tipo de suceso, mencionado a menudo, es
la llamada paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen.
Consiste en que, durante los experimentos, son ge-
neradas dos partículas, al parecer unidas por algún
tipo de conexión desconocida y exterior a ellas,
que se separan a la velocidad de la luz. Cuando a
continuación el experimentador procede a alterar
el curso de una de esas partículas, la otra cambia
también de dirección. ¿cómo sabe la partícula B
que algo ha venido a modificar el curso de la partí-
cula A?
¿Existe, pues, un sistema de energía desconoci-
do que liga incluso a los más diminutos corpúscu-
los de materia? ¿Q, como ha supuesto un investiga-
dor, somos llevados en ocasiones a extrañas vías
de comunicación telepática por algún tipo de «cur-
vatura espacial»? Es evidente que en nuestro tiem-
po, en muchas esferas de la ciencia, las preguntas
van dejando atrás a las respuestas; pero si la compa-
ración entre el extraño mundo de la física de las
partículas y el no menos extraño de los fenómenos
psi tiene actualmente mucho más de esotérico que
de sustantivo, puede servir no obstante a un fin
útil. Porque a psi y al cerébro pued.e aguardarles
un futuro en común, de cuya importancia pueden
dar idea estas palabras: «Si queremos que dentro
de unas décadas siga habiendo civilización y cien-
cia -escribía en 1975 el biofísico estadounidense
R. A. McConnell- , confío en que físicos, psicólogos
y biólogos estén dipuestos a dedicar buena parte
de sus esfuerzos a la comprensión de la energía
mental y de su papel en el cerebro y en el mundo
en general».

Esta fotografía, tomada en el interior de una cámara de


burbujas, muestra los delicados rastros que dejan las partí·
cu/as de energía tras una colisión subatómica. Esos inter-
cambios, tan constantes como difíciles de predecir, desafían
los conceptos rutinarios de tiempo, espacio y realidad.
MISCELÁNEA DE LO DESCONOCIDO
Una selección de personas, ténninos y fenómenos de interés permanente relativos a lo misterioso y lo desconocido

Agharta Mítico reino subterráneo, tredicho la teoría más comúnmente anunció al despertarse una mañana
invención del autor de ficción cientí- propuesta para explicar de un modo que había estado a la cabecera del
fica Robert Ernst Dickhoff, que publi- general el fenómeno de las aparicio- moribundo papa Clemente XIV e n
có una obra así titulada en 195 l. El nes: que son provocadas telepática- Roma, a cuatro jornadas de viaje. Su
fantástico mundo de Dickhoff se ex- mente. Suponiendo que el agente afirmación fue acogida con increduli-
tiende bajo la superficie de fa Tierra, que provoca una aparición, un amigo dad, hasta que, según cuentan, se
a partir de la Antártida, y conecta las del perceptor, por ejemplo, transmita supo que el Papa acababa de morir y
regiones subterráneas de Estados a éste telepáticamente su imagen con habían visto a Alfonso Ligorio junto a
Unidos, Jkasil., el Tíbet y las islas del el fin de avisarle de su próxima muer- su lecho.
Pacífico. Lo habitan descendientes te (la del aparecido), lcómo puede al-
de los marcianos que, según él, se es- guien que ignora la existencia del Blake, William Este poeta, pintor,
tablecieron en el interior de la Tierra aparecido experimentar también la grabador y visionario inglés fue uno
hace ochenta mil años. Agharta es aparición, y con qué fin? Más lógico de los artistas más prolíficos, versáti-
uno de los muchos imperios subte- parece el caso, documentado por la les y subestimados del primer perío-
rráneos creados por la fantasía de es- SPR, de una pareja de hermanos que do romántico. Nacido en Londres en
critores y teóricos de lo improbable a servían en el mismo barco y una no- 1757, Blake vivió alü, casi siempre
lo largo de los años; pero, mientras che se despertaron en sus hamacas pobre e ignorado, durante setenta
que la mayoría adoptan como punto contiguas y vieron a su padre de pie
de partida la Atlántida o Lemuria, entre ellos. Cada uno contempló al
Dickhoff parece haberse basado en padre, que más tarde supieron había
una antigua leyenda tibetana. muerto aproximadamente a esa hora,
desde una perspectiva diferente, y
Apariciones colectivas Según un esta visión tridimensional parece su-
estudio llevado a eabo por Ja Society gerir que la aparición ocupaba lite-
of Psychical Research (SPR) poco ralmente el espacio físico que era vi-
después de su fundación en 1882, las sible. Tanto el ejemplo hipotético
apariciones colectivas - visiones alu- como el caso registrado repiten cir-
cinatorias de personas vivas o muer- cunstancias muy frecuentes en las
tas por más de un perceptor- consti- alucinaciones colectivas. Los partida-
tuyen aproximadamente el 8 por 100 rios de la telepatía como fuente ex-
de las apariciones espectrales de que clusiva de las alucinaciones sugieren
se da noticia. Los relatos de estas que en tales casos la imagen se trans-
apariciones tienen con frecuencia mite primero al perceptor original El anciano de los tiempos, de Blake
mayor impacto que los de alucinacio- y de 'él pasa a los demás. En cambio,
nes in<l.ividuales. Lo que cuenta un quienes sostienen que las aparicio-
perceptor solitario es tácil de des- nes son «ocupaciones» energéticas o años, aunque su imaginación abarca-
cartar tanto por los escépticos como astrales del espacio ven en las de ín- se el mundo, el pasado y el futuro.
por las dudas del propio perceptor, dole colectiva la mejor prueba de su Entró de aprendiz de grabador a los
mientras que la presencia de otro u teoría. catorce años y siguió siendo impre-
otros observadores podría confirmar sor toda su vida. Su arte personal se
la objetividad del suceso. A la vez, las Bilocaclón Término que designa desarrolló a partir de las técnicas del
apariciones colectivas ponen en en- una forma de experiencia extracor- grabado. Grababa sus fantásticos di-
pórea en la que el doble de una per- bujos en placas de cobre, y después
sona, su «cuerpo astral», no sólo se de estampados los coloreaba a mano
desplaza a una cierta distancia del con acuarela, a veces rehaciendo re-
cuerpo físico sino que es además vis- petidamente una serie para intensifi-
to por alguien en esa segunda ubica- car los colores. De esa manera ilustró
ción. Como ocurre con otras formas, todos sus poemas alegóricos, mitoló-
no tan raras, de proyección astral, re- gicos y asombrosamente anticipado-
latos acerca de este fenómeno han res de las preocupaciones psicológi-
circulado en diversas partes del mun- cas y sociales del siglo xx. La aliena-
do durante siglos. La tradición cris- ción, la inhibición de la sensibilidad
tiana lo atribuye a algunos santos, en- en favor del racionalismo, la violen-
tre ellos San Antonio de Padua, San cia en las relaciones laborales y la re-
Severo de Rávena y San Ambrosio de presión política se entrelazan en sus
Milán. Probablemente el relato más visiones, a veces apocalípticas y otras
conocido es el que se refiere a San Al- optimistas.
fonso María de Ligorio, quien, duran-
te un período de encierro y ayuno en Burbank, Luther Este horticultor
Una alucinación colectiva (grabado de 1681). ·su celda de Arezzo (Italia) en 1774, estadounidense (1849-1926), de méto-

334
dos no habituales y éxitos sin prece- Caja negra Este instrumento de doncella en casa de cierto intelectual
de ntes, creyó toda su vida en Ja PES diagnóstico fue ideado a principios que acostumbraba recitar en voz
humana y en la relación recíproca de siglo por Albert Abrams, médico alta en ambas lenguas. De lo segun-
entre las plantas y el hombre. Su de San Francisco, uno de los prime- do, el famoso episodio de Bridey
modo instintivo, aventurado e inme- ros teóricos del empleo de la radies- Murphy, la alter ego irlandesa de un
diato de enfocar el cultivo de las tesia con fines diagnósticos. Abrams, ama de casa estadounidense llamada
plantas enfurecía a experimentado- hombre de formación tradicional, Virginia Tighe. Sometida a hipnosis,
r es más tradicionales. Conservaba era ya un respetado neurólogo cuan- Tighe «Se convirtió» de modo muy
pocas notas de los millares de experi- do empezó a interesarse por procedi- convincente en Bridey Murphy y ex-
mentos con árboles frutales y otras mientos médicos no habituales. En presó con marcado acento irlandés
plantas que tenía en marcha e n cada 1910 rompió con la ortodoxia y escri- detalles de su vida anterior. Más tar-
momento; aunque sus catálogos, que bió un libro titulado Spondylotherapy, de se supo que de niña había conoci-
se jactaban de estupendos logros, pa- que contenía una síntesis de terapéu- do a la familia de una irlandesa cuyo
recen demostrar que alguien llevaba ticas osteopáticas y quiroprácticas. nombre de soltera era Bridie Murp-
cuenta escrupulosa de bulbos, semi- Sus ideas fueron ridiculizadas por hy, y el recuerdo había permanecido
llas, injertos, colores y especies. El sus colegas pero muy bien acogidas intacto aunque desapercibido en su
pedigrí de cada oferta no podía ser por los profanos, y Abrams inició una subconsciente hasta que afloró bajo
más préciso: «Seis nuevos gladiolos, serie de conferencias por todo el país hipnosis. El atribuir los casos de pla-
los mejores de un millón de plantas para explicar sus métodos. En 1914 gio a la criptomnesia es más delica-
de vivero»; «Se han cultivado 10.000 publicó una obra más cuidada y ex- do, ya que el proceso de disociación
híbridos durante varios años para tensa, New Concepts of Diagnosis and es tan efectivo que resulta casi.impo-
conseguir al final seis buenos»; Treatment, en la que afirmaba que la sible para el plagiario recordar haber
« 18.000 lirios de agua desechados enfermedad es el resultado de una leído o visto el modelo. Figuras emi-
para conseguir una sola planta». Por «falta de armonía en la oscilación nentes se han visto e n situaciones
lo que un visitante del gran vivero electrónica», versión moderna de la comprometidas por plagio involunta-
que Burbank tenía en Santa Rosa antigua idea que relacionaba la en- rio de obras ajenas. Entre ellas Sig-
(California), unos ochenta kilómetros fermedad con la fuerza vital. Para mund Freud, quien, cuando anunció
a l norte de San Francisco, contaba de medir la extensión y ubicación de la rriuy emocionado a su viejo amigo el
sus métodos, es probable que los fuente de esa desarmonía, Abrams médico berlinés Wilhelm Fliess su
18.000 lirios de agua desechados fue- ideó la caja negra, también llamada teoría de que todos iniciamos nues-
sen arrancados personalmente por E. R. A. u Osciloclasta, una caja cerra- tra vida como seres bisexuales, hubo
Burbank en un rápido recorrido ma- da que contenía una fina capa de cau- de escuchar que e ra Fliess quien le
tinal por el cuadro donde crecían. cho tensada sobre una placa de me- había sugerido la idea dos años antes.
«Parecía tener un instinto que le de- tal, y dotada en el exterior de varios La advertencia excitó la memoria
cía si una planta diminuta acabaría reóstatos. Dentro ponía una muestra consciente de Freud, que llegó a re-
dando el tipo de fruto o flor que de- de la sangr e de la paciente, enlazada cordar fielmente aquella conversa-
seaba. Yo no conseguía ver la menor di- a una placa de metal sujeta a la frente ción. No obstante, el episodio le afec-
ferencia entre ellas, ni aun agachán- de una persona sana. Se suponía que tó mucho. «Es penoso tener que ce-
dome para mirarlas de cerca, pe- provocando percusiones en el abdo- der la primacía de ese modo», con-
ro a Burbank le bastaba una ojeada.» men de esa persona el diagnostica- fesó.
No había en ello ningún misterio. dor podía identificar las «zonas em-
Lo que ocurría era, según algunos, botadas» indicadoras de la desarmo- Cumberlandismo Esta técnica de
que, mucho antes de que cundiese la nía. Aunque se sabe que Abrams con- «lectura del pensamiento» se basa en
idea entre los jardineros aficionados siguió a veces buenos resultados con una cuidadosa observación de los
de núestro siglo, Luther Burbank ha- su caja negra, los de otros médicos movimientos musculares involunta-
blaba a sus plantas. Al parecer, mien- fueron muy desiguales. No obstante, rios. El perce ptor, con los ojos ven-
tras llevaba a cabo sus experimentos sus principios radiotrónicos siguie- dados, nota el cambio en la presión
con cactos, Burbank dijo en cierta ron contando con adeptos, y en mu- de la mano de un sujeto posada en su
ocasión que hablaba a menudo a esas chos países continúan fabricándose hombro cuando le acercan un obje to
plantas para crear vibraciones amo- aparatos análogos basados en miste- en el que esa persona ha pensado
rosas. No hay nada que temer, les de- riosas interacciones bioenergéticas. previamente, o bien, sin vendar, ob-
cía; no necesitáis las espinas para de- serva Ja cara del sujeto en busca de
fenderos. Criptomnesia Es el recuerdo in- señales involun tarias que le indican
En un artículo que escribió para consciente u oculto que al ser de nue- cuando se trata del objeto en cues-
la revista Hearst's lnternational en ju- vo evocado se interpreta como una tión. El cumberlandismo no es consi-
nio de 1923, en el que describía el ce- idea nueva; comprende también dife- derado facultad paranormal, sino un
rebro de su m adre como «un instru- rentes anomalías mentales relativas a truco de salón que puede aprenderse
mento radiotelefónico que a la vez acontecimientos, información, ideas . practicá!ldolo.
transmite y r ecibe», hablaba Bur- e imágenes actuales. Los más comu-
bank de sus frecuentes comunicacio- nes son los casos en que una persona Déja vu Esta locución francesa, que
nes telepáticas con un amigo, y de demuestra de pronto dominar un significa «ya visto », se refiere a la
una hermana suya que había hereda- idioma que no ha estudiado, da infor- muy común sensación de haber ex-
do las facultades de la madre. Confe- mación falsa hallándose e n trance perimentado antes una determinada
saba también algo que había tenido hipnótico o plagia una obra ajena in- situación, escena o serie de aconteci-
callado: sus dotes curativas. A esas al- voluntariamente y sin pretender disi- mientos. Tales sensac iones suelen ir
turas, tres años antes de su muerte, mularlo. Ejemplo de lo primero es el acompañadas de una gran intensifi-
difícilmente podía sorprender a quie- caso de una joven inculta que·comen- cación de la conciencia y de la con-
nes conocían al brujo de la horticul- zó de improviso a declamar en griego vicción de poder predecir lo que va a
tura saber que tenía facultades tanto y hebreo hallándose con fie bre muy suceder después. Mientras que esa
curativas como fecundan tes. alta. Resultó que había servido como experiencia parece provocar ansíe-

335
dad en algunas personas, a otras les ron que llevaba abandonado unos más maravillosa que se conoce es la
encanta, ya se refiera la escena a ma- dos meses, aunque no pudieron ex- de Madame d'Esperance, una mé-
terias y personajes familiares o, como plicar el motivo. Al no hallar señales dium que lo hizo hallándose plena-
es también común, a un lugar o una de violencia ni rastros que conduje- mente consciente y con testigos que
época de los que el perceptor no sabe sen a parte alguna, ni la menor clave pudieron confirmar unos hechos de
nada, como ocurre cuando el que va que arrojase luz sobre la suerte de los otro modo inverosímiles. El supuesto
por primera vez a un país extranjero aldeanos, se vieron obligados a aban- episodio tuvó lugar en Helsingfors
se encuentra de pronto con un pue- donar la investigación, y el misterio (Finlandia) el 11 de diciembre de
blo que reconoce con todo detalle. continúa irresuelto. 1895. Durante unos quince minutos,
Car! G. Jung tuvo esa experiencia en Otro caso del mismo género, qui- la parte inferior del cuerpo de Mada-
su primer viaje a Africa. Iba mirando zá el más célebre, se refiere a la su- me d'Esperance desapareció, simple-
por la ventanilla del tren cuando vio puesta desaparición en 1880 de Da- mente, y su falda quedó pegada a la
a un indígena de pie sobre un risco. vid Lang, un granjero de Tennessee, a silla como si no hubiese nada debajo.
«Era -escribía- como si estuviese la vista de varios testigos. Cuentan «Relajé mis músculos y dejé que mis
en ese momento volviendo a la tierra que Lang estaba cruzando el prado manos descansasen sobre mi regazo
de mi juventud y supiese que aquel que había frente a su casa. Su mujer y -recordaba la médium-:- y entonces
hombre de piel oscura... llevaba cin- dos hijos pequeños se hallaban frente noté que, en vez de caer sobre mis ro-
co mil años esperándome.» Jung de- al edificio, y dos amigos de la familia, dillas, lo hacían sobre la silla en que
nominó a su experiencia «reconoci- el juez August Peck, del cercano pue- me encontraba sentada. Este descu-
miento de lo conocido de tiempo in- blo de Gallatin, y el cuñado de Peck brimiento me llenó de preocupación,
memorial». se acercaban en una calesa. Lang vio y me pregunté si estaría soñando.
Se han propuesto muchas teorías el coche, contestó al saludo de sus Palpé cuidadosamente mi falda por
para explicar el déja vu, pero ninguna amigos y de pronto desapareció. Una todas partes, tratando de localizar
na logrado gran aceptación ni se han búsqueda frenética no logró dar con mis piernas y la mitad inferior de mi
ofrecido pruebas médicas que lo ex- él, y las pesquisas más amplias que si- cuerpo... Habían desaparecido por
pliquen biológicamente, aunque Ar- guieron resultaron también infruc- completo... Y sin embargo me sentía
thur Wigan sugirió en 1884 que el fe- tuosas. Se dice que la mujer de Lang como siempre; casi diría que mejor
nómeno podía deberse a que uno de quedó postrada en cama de la impre- que de costumbre... Al inclinarme
los hemisferos cerebrales registra los sión para el resto de su vida, y que· su para ver si mis pies seguían en su si-
datos una fracción de segundo antes hija pasó décadas tratando de entrar tio, estuve a punto de perder el equi-
que el otro. Con esta teoría se relacio- en contacto con su padre por medios librio. Eso me asustó mucho... Alar-
na la propuesta por Frederic W. H. extrásensoriales. Aunque el misterio gué el brazo y tomé la mano del pro-
Myers en 1895 de que el subconscien- de David Lang ha aparecido muchas fesor Seiling, pidiéndole que me dije-
te, o conciencia subliminal, conoce veces en letra impresa, algunos críti- se si estaba realmente sentada en la
los acontecimientos momentos antes cos han puesto en duda su autentici- silla. Esperé su respuesta acongojada
que el cerebro consciente. dad, haciendo notar en especial que por la ansiedad. Sentí como si su
Otras posibles explicaciones adu- nadie ha podido encontrar documen- mano tocase mis rodillas, pero dijo:
cidas son que el déja vu se debe a al- tos de la época tales como el censo lo- "Aquí no hay nada más que la ropa". »
guna forma de PES: clarividencia, te- cal, escrituras o noticias de prensa,
lepatía, precognición o sueños pre- que confirmen la existencia de esas Don de lenguas El don de lenguas,
cognitivos. O que es la mejor prueba personas. en principio una forma de expresión
de la reencarnación por tratarse de religiosa caracterizada por la efusión
una conciencia prenatal. También se Desmaterialización Es la desapa- de sílabas sin sentido o palabras ex-
ha llegado a definir como una mani- rición de parte o la totalidad del tranjeras desconocidas para el que
festación de experiencia extracor- cuerpo físico de un médium, o de habla, es también un fenómeno para-
pórea. otros objetos físicos sólidos, y por normal común. La glosolalia, como
consiguiente lo contrario de la mate- también se denomina, es conocida
Desaparición de personas Pocos rialización o aparición de «aportes», desde los primeros tiempos del cris-
misterios tan intrigantes como los objetos que surgen en apariencia de tianismo: los Apóstoles reunidos en
que se refieren a la desaparición la nada durante una sesión. La litera- Pentecostés comenzaron a hablar en
inexplicable de personas que se han tura mediúmnica abunda en especta- diversas lenguas cuando se les apare-
desvanecido sin previo aviso y sin de- culares relatos de desmaterializacio- ció el Espíritu Santo, y aprovecharon
jar rastro. Entre los casos más des- nes, epígrafe bajo el que se incluyen más tarde ese don en su labor evan-
concertantes figura el de la aldea es- también las consunciones paranor- gelizadora entre los gentiles. El fenó-
quimal de Angikuni, en los Territo- males o reducciones corporales de meno ha conocido una popularidad y
rios del Noroeste canadienses. Según médiums tan famosos como Eusapia respetabilidad cíclicas a lo largo de la
cuenta Frank Edwards en su conoci- Palladino. historia, con brotes como el de Lou-
da obra Stranger Than Science, en no- Un caso frecuente de desmateria- dun (Francia), donde unas monjas ur-
viembre de .1930 un trampero llama- lización es el que cuenta el doctor P. sulinas empezaron a hablar en varias
do Joe Labelle visitó ese remoto pue- Bribier, que lo presenció. «Lucie de- lenguas extranjeras, por lo que fue-
blo, a cuyos vecinos conocía de anti- sapareció gradualmente -escribía- ron acusadas de brujería, y el de los
guo, y le sorprendió encontrarlo de- en dos segundos... al llegar... frente a refugiados procedentes de los mon-
sierto. Buscó por las sencillas caba- las cortinas junto a las que yo estaba. tes Cévennes, tras la revocación del
ñas y encontró las cosas en orden, Las ·cortinas no se movieron... Cuan- edicto de Nantes, que inexplicable-
como si todos sus habitantes -unos do la última mancha blanca estaba a mente cambiaron su patois por un
treinta hombres, mujeres y niños- punto de desvanecerse de la alfom- francés perfecto. El don de lenguas,
se hubiesen marchado repentina- bra sobre la que había estado la figu- condenado a principios de los años
mente en medio de una jornada nor- ra, me agaché y puse mi mano sobre sesenta por las autoridades eclesiás-
mal. Cuando las autoridades cana- ella, pero no noté nada.» ticas, es hoy aceptado como un fenó-
dienses examinaron el lugar, deduje- Pero quizá la desmaterialización meno religioso místico no sólo por

336
las sectas fundarnentalistas, sino por cultad de curar, se resiste a hacerlo
las Iglesias católica y episcopal. La porque puede entrañar la transferen-
glosolalia fuer~ _ d ~l co_ntt:_?<:to r~J.!.­ cia temporal de los dolores del pa-
gioso se manifiesta en muchas perso- ciente a su persona, y porque no es
nas, generalmente en la forma llama- esa su especialidad. Además -de-
da xenoglosia, o verbalización de cía- aunque el enfermo promete
idiomas desconocidos. Particular- pagar mientras sur-e. rara vez lo hace
mente dotada en la xenoglosia era una vez curado. En cierta ocasión en
una médium del siglo pasado llama- que se enfadó con un individuo al
da Laura Edmonds, de quien se dice que acababa de curar de una hernia
que estando en trance mantenía con- de disco, volvió a estrecharle la ma-
versaciones en griego, español y no y le devolvió el dolor.
chippewa (lengua indígena estadou-
nidense). Teresa Neumann, la famosa Enoquiano El enoquiano, lengua
estigmatizada alemana, casi analfabe- mágica, fue recopilado por el doctor
ta, se expresaba en arameo, lengua John Dee, mago del siglo XVJ. Dee Gitano europeo del siglo XX
muerta que se hablaba en la Palesti- atribuía el enoquiano a entidades an-
na de Jesús. gélicas con los que se «comunicaba»
por medio de su ayudante Edward cula que en la segunda guerra mun-
Dykshoorn, Marinus Bernardus. Kelley, y explicaba que le fue trans- dial 650.000 gitanos europeos fueron
Este adivino holandés que se atri- mitido en forma de 19 «claves» o «de- exterminados en los campos de con-
buye éxitos excepcionales como cola- claraciones», conjuros formales o in- centración nazis. En la actualidad,
borador de la policía, en especial en vocaciones de poderes ocultos. Algu- mucho menos hostigados, se estima
los casos de asesinato, ha sido reco- nos ocultistas lo han adoptado perió- que unos cinco millones de gitanos
nocido como tal por el gobierno ho- dicamente desde entonces como len- viven en diversas partes del mundo.
landés y viaja con un pasaporte que guaje de la magia. Aleister Crowley lo
lo acredita como «vidente». Nacido resucitó a comienzos de nuestro siglo Grafología Es el estudio de Ja es-
en julio de 1920, recuerda que sus ha- para utilizarlo en sus ritos, y más re- critura, utilizado por algunos psicólo-
bilidades le confundieron y turbaron cientemente se lo ha apropiado el gos como medio para interpretar la
de niño. Testigo constante de escenas fundador del culto satanista Anton personalidad. Aunque los experimen-
de la vida de otras personas, no tuvo La Vey. tos no han logrado dotar de base
modo de saber que su experiencia no científica sufic~ente a las pretensio-
era normal hasta bien entrado en la Ganzfeld Esta expres1on alemana, nes de los grafólogos, la idea de que
adolescencia No intentó utilizar pro- que significa «Campo total», alude a ciertos aspectos del carácter y la per-
fesionalmente sus facultades hasta un estado de estimulación sensorial sonalidad se reflejan en las sinuosi-
1948, cuando empezó a usar una fina sin información real provocada artifi- dades, elisiones, espaciamiento e in-
lazada de alambre para ayudarse en cialmente. El ganzfeld tiene por obje- clinación peculiares de la escritura de
la concentración, del modo en que el to suscitar alucinaciones, mayor re- una persona resulta lógica para mu-
zahorí emp1ea su varilla ahorquillada ceptividad a las señales PES o un es- chos, incluidos los directivos de gran-
para buscar agua. Todavía la utiliza tado de carácter místico o de trance. des compañías que utilizan grafólo-
en su trabajo policial, que efectúa Puede conseguirse visualmente, suje- gos para conocer las cualidades de
gratuitamente, y en las conferencias tando pelotas de pimpón translúci- sus futuros empleados. No cabe
y demostraciones que ofrece para ga- das a los ojos y proyectando luz a tra- duda, piensan los convencidos, de
narse la vida vés de ellas, o mediante el oído, ha- que si un psicólogo puede deducir el
Cuando le invitan a colaborar en ciendo llegar ruidos aleatorios, el lla- estado de ánimo de una persona por
la investigación de un crimen, Dyks- mado «ruido blanco», generado elec- sus reacciones a una serie de pruebas
hoorn, que ahora vive en Nueva trónicamente por sendos auriculares. basadas en manchas de tinta, y si es
York, pide que le lleven al lugar de posible determinar la personalidad
los hechos, donde al parecer sintoni- Gitanos Este pueblo nómada, origi- de un niño a través del dibujo de un
za con los últimos cinco minutos de nario de Ja India, atravesó Persia y árbol, la escritura debe constituir un
la vida de la víctima. Si ésta ha sido Egipto (y de ahí su nombre) a finales método psicodiagnóstico útil.
estrangulada, suelen aparecerle man- del primer milenio de nuestra era y Uno de los argumentos que cues-
chas rojizas en el cuello, o bien abre en grandes grupos se dirigió hacia el tionan esta tesis es que se trata de
la boca, jadea y siente que se asfixia. norte de Europa y las islas Británi- una destreza aprendida y muy influi-
Si la muerte ha sido por disparos, cas, a través de Africa y hasta España. da por las preferencias culturales y
marcas rojas simulan los orificios de Los gitanos llegaron a establecerse por el continuo cambio en los valores
bala en su cuerpo. Una vez concen- por todo el mundo occidental, inclui- estéticos y ei;i las modas que afectan
trado, la imagen del asesino va ha- dos Estados Unidos, Sudamérica y al material utilizado para escribir, así
ciéndosele cada vez más clara, hasta Australia. Aunque algunos han sido como por los prejuicios e induccio-
que puede dar detalles tales como socialmente asimilados, la mayoría nes de los primeros maestros. Es difí-
dónde fue encontrado el cadáver, siguen constituyendo una etnia apar- cil distinguir lo que en ella tiene una
qué arma se utilizó,.en qué dirección te, que habla una lengua diferente, el significación individual, y resulta por
huyó el asesino y, lo que es aún más romani o caló, y vive a su albedrío lo ello revelador de lo simplemente ad-
valioso, qué aspecto tenía éste. mismo en el centro de Nueva York quirido o imitativo. Aunque las co-
Al parecer, en sus conferencias que en las afueras de una aldea hún- rrespondencias de que hablan los
Dykshoorn accede a leer el pensa- gara. Como perennes y ostentosos grafólogos -por ejemplo, las letras
miento y decir la buenaventura con advenedizos dondequiera que estén, muy espaciadas denotan generosi-
notable acierto, para deleite de sus los gitanos han sido perseguidos a lo dad, las tes con sólo media tilde son
auditorios. Al escritor Dan Green- largo de la historia. En la Edad Media de alguien que anda siempre con di-
burg le contó que, aunque tiene la fa- fueron acusados de brujería, y se cal- laciones y las íes cuidadosamente

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puntuadas indican un carácter con- cuando oyó por primera vez las voces paciente con personalidad paranoica
servador y preciso-- resulten bastan- de los santos Miguel, Catalina y Mar- oye ruidos, silbidos -acúfenos- y
te certeras, puede llegarse a las mis- garita que la apremiaban para que con frecuencia frases complejas que
mas conclusiones observando el pei- fuese «a socorrer al rey de Francia». reflejan los intrincados contenidos
nado, el modo de vestir o la mímica Juana, probablemente el caso más fa- psíquicos que pueblan el subcons-
de las manos. moso de clariaudiencia de la historia, ciente.
Una excepción a los límites de la es también uno de los muchos que
grafología es el descubrimiento de valieron a sus protagonistas ser acu- Leonard, Gladys Osborne Esta
falsificaciones en las firmas. Por con- sados de herejía o brujería. médium, una de las más conocidas y
fuso que sea el mensaje de la escritu- Francia se hallaba en los últimos mejor estudiadas entre las modernas,
ra, todos solemos acabar teniendo estertores de la guerra de los Cien nació en Lancashire (Inglaterra) en
una firma plenamente específica de Años y profundamente dividida 1882, y su biografía puede ser consi-
nuestra personalidad. De esta forma, cuando hacia 1412 nació Juana en el derada como característica de la expe-
la identificación de la firma por parte pueblo de Domrémy-la-Pucelle. El riencia vital de estos seres con dotes
de los criminalistas se ha convertido duque de Borgoña y sus aliados in- paranormales.
en un sistema forense aceptado en la Siendo muy pequeña la traumati-
actualidad por casi todos los tribuna- zaron los acontecimientos que rodea-
les de justicia. ron la muerte repentina de un amigo
de la familia. A nadie se le ocurrió ex-
Grimorio Libro de invocaciones, plicarle la brusca desaparición de
ritos y conjuros mágicos, casi siem- aquel hombre, y un criado impacien-
pre explicados con todo lujo de deta- te le .dijo tan sólo que lo iban a poner
lles y un gran despliegue de mojigate- «debajo de la tierra». La niña pre- .
ría. La mayor parte de los grimorios guntó: «¿En un sitio que no puede sa-
datan de los siglos XVI al XVIII, aun- lir?» Y le dijeron: «Pues claro que no
que sus compiladores aseguren que puede salir». Como para compensar-
su contenido se basa en antiguos tex- la del terror que le produjo esta ex-
tos, preferiblemente hebraicos y plicación, Gladys empezó a tener de
egipcios. madrugada visiones de los «lugares
Como manuales prácticos los gri- más hermosos». Pero cuando descri-
morios han sido rara vez tomados en bía sus emocionantes experiencias
serio por los estudiosos del ocultis- Juana de Arco (estampa del siglo ' XIX)
era reñida, por lo que de pronto
mo, pero como obje tos históricos re- aprendió a guardarlas para sí misma,
sultan fascinantes. La mayoría de los y con el tiempo desaparecieron. En la
grimorios circularon en forma ma- gleses dominaban la mayor parte del adolescencia descubrió el espiritis-
nuscrita, aunque unos pocos fueron norte, incluidas Reims, Ruán y París, mo, pero su madre le dijo que esas
impresos. Tan complicados y exage- mientras que el delfín, el débil Carlos ideas eran «ruines y perversas». A los
rados eran los preliminares de las VII, se había retiradb al sur, desde veinticuatro años, hallándose en otra
operaciones mágicas según las des- donde parecía incapaz de defender ciudad, lejos de su familia, se desper-
criben los grimorios que E. M. Butler su reino y hacer valer su título de so- tó una noche y vio a su madre envuel-
decía que parecían «calculados para beranía. En el otoño de 1428, por la ta en una luz brillante y aparente-
asestar un golpe mortal a las preten- época en que los ingleses establecie- mente con buena salud, aunque sabía
siones de los practicantes de conse- · _roo el sitio de Orleáns, las misterio- que estaba muy enferma. Cuando
guir sus deseos por la vía rápida de la sas voces que hablaban a Juana se hi- más tarde se enteró de que su madre
magia». · . cieron más insistentes. En febrero había muerto en ese momento, su
Entre los grimorios más conoci- del año siguiente logró al fin persua- creencia en sus dotes se confirmó.
dbs figuran la Clavícula de Salomón, dir al jefe militar de la zona para que Durante una sesión con unos amigos
que parece basado amplia y vaga- le proporcionase una escolta con ob- logró sumirse en trance, y durante él
mente en la tradición cabalística y as- jeto de ir a ver al delfín a Chinon, se presentó Feda, una joven india
trológica, e incluye instrucciqnes de- donde logró convencerlo de que las que había estado casada con el tata-
talladas para invocar a ángeles y de- voces eran auténticas y de origen ce- rabuelo de Gladys. El trabajo de la
monios; el Gran Grimorio, que aun- lestial. Leonard con Feda como «espíritu
que pretende ser transcripción direc- En mayo de 1492 la joven campe- control» fue estudiado durante cua-
ta de los escritos salomónicos sobre sina se puso al frente del ejército renta años. Participó del mejor grado
esoterismo utiliza también una fuen- fr-ancés y levantó el ·sitio de Orleáns. en experimentos controlados para
te más reciente, la del sabio y mago Meses más tarde estaría al lado del saber si sus dotes eran mediúmnicas
Agrippa, e incluye una receta fáustica delfín cuando éste fue coronado en o telepáticas, sometiénd6se a vigilan-
para lograr un pacto infalible con el Reims. Pero en mayo de 1430 fue cap- cia por detectives y repetidas prue-
diablo, y el Grimorio de Honorio el turada por los borgoñones en Com- bas con materiales escritos durante
Grande, bautizado calumniosamente piegne, y más tarde entregada a los largos períodos de tiempo. Los inves-
con el nombre de un papa del siglo ingleses, que la juzga,ron como here- tigadores no pudieron llegar a con-
XIII pero que se cree data del XVI. El je. Una de las principales acusaciones clusiones firmes, pero la sinceridad
Honorio utiliza muchos elementos de contra ella era su pretensión de ha- de Gladys Leonard y su empleo de al-
la liturgia católica en sus instruccio- ber seguido la voluntad de Dios gún tipo de fuerza paranormal pare-
nes para entrar en contacto con el transmitida por los santos. Fue con- cen estar fuera de duda.
diablo, y se comprende que fuese ta- denada y murió en la hoguera el 30
chado de blasfemo. de mayo de 1431. Mal de ojo La creencia en el poder
La clariaudiencia es interpretada de ciertas personas para infligir daño
Juana de Arco La santa patrona de por la moderna psicopatología como a otras o simplemente con mirarlas
Francia contaba unos trece años una forma de alucinación auditiva. El ha existido probablemente, en una u

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otra forma, desde antes de que la hu- tal del Japón es una especie de Trián-
manidad empezase a consignar sus gulo de las Bermudas del Pacífico. El
andanzas. Referencias a ella se en- nombre parece algo hiperbólico,
cuentran en los anales de los anti- pues se basa en la pérdida de tan sólo
guos sumerios, egipcios y babilonios nueve barcos en un período de cinco
y en la mitología griega y romana y, años, a principios de la década de los
aunque haya perdido fuerza, aún cincuenta, en una zona de dimensio-
puede encontrársela en muchos luga- nes no especificadas pero que posi-
res del mundo, incluidas regiones de blemente se extienda a unas sete-
Asia, Africa del Norte, España, Italia y cientas cincuenta millas de la costa.
algunas culturas indígenas mesoame- Ocho de los barcos eran pesqueros,
ricanas. de los que sólo uno llevaba radio; y el
Se cree que el mal de ojo es gene- noveno, un buque que transportaba
ralmente motivado por la envidia, científicos al lugar de una erupción
hasta el punto de que la versión in- volcánica submarina, no envió SOS, Mme. Montespan patrocinó una misa negra.
glesa de la Biblia llamada «del rey Ja- al parecer por avería del transmisor.
cobo» sustituye el pasaje del Libro de Veinte años más tarde, un investiga-
los Proverbios que aconseja no co- dor estadounidense descubrió que el quinientos abortos, era también un
mer en compañía del envidioso-por nombre de «Mar del Diablo» era des- genio con los venenos. La Voisin te-
«No comas el pan del que hace mal conocido de las autoridades maríti- nía varios cómplices, pero el más no-
de ojo». En las sociedades donde esa mas japonesas, por lo que parece que table era un clérigo de sesenta y siete
creencia está arraigada, un cumplido la leyenda nació de una serie de rela- años, el abate Guibourg. Este indivi-
o muestra de admiración, sobre todo tos de prensa mal interpretados. duo despiadado, padre de varios hi-
·por parte de un extraño, puede ser jos, ideó un curioso plan para recon-
interpretado como una amenaza disi- Misa negra La llamada misa negra ciliar al rey con su amante. Su misa
mulada. Los supuestos efectos del es una ceremonia esotérica que in- incluía e l sacrificio de un recién naci-
mal de ojo pueden adoptar mil for- vierte o parodia el ritual de la misa do, a la vez que se recitaban invoca-
mas, desde los apuros económicos y católica: ornamentos negros en vez ciones a dos demonios míticos, Asta-
los desengaños amorosos a dolores de blancos, oraciones dichas al revés, rot y Asmodeo. Al primero, personaje
de cabeza, cansancio repentino, acci- blasfemias en lugar de piedad, sangre hediondo, se le atribuía el don de ob-
dentes, enfermedades e incluso la animal en vez de vino y culto a Satán tener favores de los gobernantes; del
muerte. Para evitarlos, suele aconse- en vez de a Dios. Según Doreen Va- seg1rndo se decía que era capaz de ex-
jarse una gran variedad de invocacio- liente, autora de An ABC o/ Witchcraft terminar a las personas molestas.
nes, conjuros, amuletos y otras defen- Past and Present, «la misa negra no La mayvría de los relatos de su-
sas. Dos de los gestos más conocidos, forma parte de la auténtica brujería, puestas misas negras son producto
familiares en ciertos países medite- porque ésta tiene sus propias tradi- de la imaginación de los inquisidores
ciones y ritos. El auténtico brujo es de los siglos XVI y XVll, para condenar
un pagano, y el viejo dios cornudo de a la hoguera a muchas de sus vícti-
las brujas es mucho más antiguo que mas. El marqués de Sade, incluyó en
el cristianismo y nada tiene que ver sus obras Justina y Julieta una paro-
con Satán, el diablo cristiano». dia de las mismas. En los albores del
Según Rossell Hope Robbins, siglo XX, exóticas sociedades satáni-
compiladora de la muy respetada En- cas resucitaron el mito en ciudades
cyclopedia of Witchcraft and Demono- como Londres, París y Barcelona,
logy, «por excitantes que resulten los donde celebraron clandestinamente
relatos de misas negras, deben (con rituales de misa negra, en los que el
una sola excepción) ser desechados sacrificio humano era sustituido por
como invenciones sin fundamento. el de un gato o un gallo negro.
La misa negra como algo histórica-
mente real es uno de los mayores Mother Shipton
fraudes intelectuales impuestos al Circularán coches sin caballos,
Amuleto contra el mal de ojo público profano». los pensamientos darán la vuelta
La excepción a que aludía Rob- [al mundo
rráneos, son la mano cornuta de los bins está perfectamente documenta- en un abrir y cerrar de ojos,
italianos, en la que se cierra el puño da y tuvo lugar en Francia en 1672, el hierro flotará en el agua
con el índice y el meñique extendi- durante el reinado de Luis XIV. La tan fácilmetne como un barco de
dos, y la mano in /ica, la higa, en la amante del rey, madame de Montes- [madera,
que se deja el pulgar sobresaliendo pan, patrocinó una serie de misas ne- se encontrará oro
entre el índice y el corazón. gras con la esperanza de reavivar el en unas tierras hoy desconocidas,
No siempre se cree que el mal de interés del monarca por ella y sus- habrá una casa de cristal
ojo es voluntario o supone mala in- traerlo de los brazos de otras cortesa- en Inglaterra, pero iay!
. tención. Ha habido numerosos casos nas más seductoras. Cuando ya había Estas profecías del ferrocarril, el
de figuras prominentes y muy consi- tenido siete hijos del rey y no se en- telégrafo, los acorazados, la fiebre del
deradas, entre ellas incluso un papa, contraba en su mejor momento (se oro en California y la construcción
que tuvieron fama de poseer y utili- dice que en esa época pesaba 90 ki- del Crystal Palace en Londres en
zar ese poder, aunque de modo invo- los), la Montespan busco lo~ buenos 1851 fueron hechas supuestamente
luntario. oficios de la acreditada abortista Ca- en el siglo xv por Mother Shipton y
therine Deshayes Monvoisin, conoci- reeditadas en 1641. Al menos tales fe-
Mar del Diablo Esta supuesta zona da por La Voisin. Esta mujer, que se chas señalaba una falsificación de
peligrosa frente a la costa sudorien- decía había practicado unos dos mil 1862, obra de Charles Hindley, que

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¿Existió realmente una Mother asumen con frecuencia la personali-
Shipton? Seguramente no. Pero aun- dad de sujetos a quienes no conocen,
que sólo sea una invención de un me- pero sí sus clientes. En un caso insóli-
diocre escritor del siglo xvn las pro- to de personificación histérica, una
fecías ficticias a ella atribuidas han muchacha a la que había abandona-
logrado sobrevivir durante siglos. do su novio empezó a repetir muchos
de los gestos de éste, a hablar con voz
Mutilación de ga~ado Fenómeno parecida a la suya y a cambiar su le-
muy discutido, ha recibido gran aten- tra para escribir como él. La personi-
. ción en Ja prensa durante la última ficación se consigue con facilidad
década como posible evidencia de la mediante sugestión en estado hipnó-
actividad de los ovnis. Desde el final tico.
de los años sesenta, un número cre-
ciente de rancheros y agricultores de Plancheta Este instrumento, inven-
Mother Shipton con un «familiar» Estados Unidos informaron haber tado por un espiritista francés a me-
encontrado ganado que parecía muti- diados del siglo pasado, facilita la co-
lado. A medida que se acumulaban municación con los espíritus median-
atribuía esas y otras predicciones a la los relatos de esos incidentes (cuyo te el fenómeno conocido por escritu-
vidente cuyas profecías han intriga- número varía: uno de Jos cálculos ha- ra automática. La plancheta, comple-
do a los ingleses durante generacio- bla de 8.000 a 10.000 vacas, ovejas y mento de la ouija, consiste en un tro-
nes. caballos), fue surgiendo toda una tra- zo de madera fina de forma acorazo-
El emprendedor Richard Head, au- dición de mutilación «clásica»: no ha~· nada que descansa sobre unas ruede-
tor que consiguiera fama con The En- bía hueiras de depredadores, huma- cillas con eje giratorio y va provisto
glish Rogue (El pícaro inglés), había nos o animales, en un amplio círculo de una varilla o un lápiz que apunta
publicado en 1667 una serie de profe- en torno al animal muerto; los cadá- hacia abajo. La mano del usuario
cías de Shipton, acompañadas de una veres estaban sin sangre, lo que hacía -guiada _p resumiblemente por el sub-
descripción y un esbozo biográfico pensar que ésta les había sido extraí- consciente, si no por la fuerza de un
de la vidente. Tanto si acepta como da; faltaban siempre las mismas par- espíritu difunto- descansa sobre la
fecha de nacimiento de Mother Ship- tes, que parecían haberles sido «ex- plancheta y va moviéndola para es-
ton la de 1448 como si lo es la de tirpadas por medios quirúrgicos» y cribir mensajes sobre el papel que
1486, esta obra apareció unos dos- que eran invariablemente los genita- hay debajo. En la ouija, o tablero im-
cientos años después, por lo que la les, los órganos reproductores inter- preso con las letras del alfabeto, la
descripción que hace Head de su as- nos, los ojos, la lengua, los labios, las plancheta va señalando los distintos
pecto al nacer supone una notable orejas y el hocico. Algunos adujeron caracteres.
hazaña de retrocognición: «Tenía los que podía tratarse de «cultos satáni-
ojos saltones, pero de mirada pene- cos»; pero la explicación más popu- Retrocognición La retrocognición,
trante y encendida, y la nariz increí- lar, apoyada por informes no com- imagen o visión muy vivaz y realista
blemente larga, desmesurada, con probados acerca de misteriosas luces de acontecimientos pasados, a veces
muchas vueltas y recodos, y adorna- en el cielo, atribuyó esas mutilacio- percibida por más de un sentido, es
da con extraños granos de diversos nes a seres extraterrestres que aterri- una de las manifestaciones PES más
colores, mezcla como de rojo y azul, zaban para llevar a cabo sus medita- insólitas. Difiere del déja vu en que la
que, a modo de vapores de azufre, das intervenciones. escena es nueva para el perceptor y
alumbraban de tal modo en plena no- Tan alarmados llegaron a estar los rara vez se tiene sensación de rela-
che a los asustados espectadores que habitantes de Nuevo México por esas ción personal con lo que se ve. En
uno de ellos confesó que la nodriza hi~torias que se nombró un investiga- realidad, en la mayoría de los casos
no necesitaba más luz pata cumplir dor especial, subvencionado por el se diría que el perceptor ha sido in-
su oficio». En 1686 otro autor, anóni- gobierno federal. El dilatado y escép- vitado, de manera casi siempre ines-
mo, había publicado una Extraña y tico informe resultante afirmaba en perada, a dirigir una repentina ojea-
maravillosa historia de Mother Ship- términos inequívocos que no fue po- da al pasado. Un buen ejemplo mo-
ton que cambiaba algunas fechas y sible encontrar vestigios de ningún derno de retrocognición es la expe-
le adjudicaba el nombre de Ursula. tipo de mutilación (aunque admitía riencia de Coleen Buterbaugh. Co-
Los autores de los libros de Mo- que se habían registrado cierto nú- leen había tenido que ir a una habita-
ther Shipton jugaban sobre seguro mero de incidentes de esa clase, posi- ción del campus de la Universidad
en la mayor parte de sus profecías: blemente propiciados por la aten- Wesleyan de Nebraska, en la que
decían que habían sido hechas siglos ción de los medios informativos), y todo le pareció «muy normal» al
antes, pero publicaban sus obras una que las noticias al respecto se basa- principio. Pero después, «ya unos
vez acaecido lo profetizado. Por ban en depredaciones naturales, con cuantos pasos dentro del cuarto... me
ejemplo, cuando sir Walter Raleigh sus secuelas de falta de trozos de car- llegq el olor... Sentí... que había al-
había traído ya el tabaco y las patatas ne, sangre coagulada y partes del guien conmigo en la habitación ... Le-
de América, Hindley citaba lo que ha- cuerpo consumidas por aves, anima- vanté la vista y allí estaba ella, de es-
bía dicho Mother Shipton hacía mu- les más pequeños e insectos. paldas ... No se había dado cuenta de
cho tiempo: mi presencia... No era transparente, y
Por un mar tormentoso y enfure- Personificación La asunción tem- no obstante supe que no era real...
[ cido poral de los rasgos físicos, hábitos, Pero fue al mirar por la ventana que
navegará un noble, síntomas de enfermedad·y demás _ca- estaba detrás de la mesa cuando me
que sabrá e]lcontrar racterísticas de otra persona es fre- asusté... No había una sola cosa mo-
un nuevo y lejano país cuente en quienes participan en se- derna allá fuera... Entonces me di
del que traerá siones de espiritismo; por lo general cuenta de que esas personas no esta-
una hierba y una raíz son conocidos suyos los individuos a ban en mi época, sino que era yo la
que agradarán a todos. quienes personifican. Los médiums que había retrocedido a la suya».

340
Cuando contó su «visión», le dije- y fundar, en 1912, una nueva socie- gún ellos no proceden del espacio ex-
ron que lo que había visto en la habi- dad. Aunque siguió dedicado a la in- terior sino todo lo contrario, y en
tación y por la ventana era el campus vestigación espiritual y el misticismo, ciertos comentarios ambiguos del al-
tal como estaba cincuenta años an- prestó atención a una amplia gama mirante Byrd tras volar sobre los po-
tes. Por lo que se sabe, la experiencia de actividades culturales y educati- los. Aunque nadie las haya localizado,
de Buterbaugh, que fue ampliamente vas, en especial al aspecto y ritmo algunos autores aseguran que las en-
estudiada por la Asociación America- corporales, a la implantación de un tradas a ese mundo fabuloso se en-
na de Investigaciones Psíquicas, no estilo arquitectónic0 que fuese ex- cuentran en ambos polos. Natural-
fue provocada por ningún tipo de presión de una vida espiritual y al de- mente, ninguna exploración aérea ha
asociación o información reciente. sarrollo de experimentos avanzados confirmado tan fabulosa y peregrina
No obstante, algunos casos de retro- en educación y agricultura. Todavía afirmación.
cognición parecen debidos a una funcionan por todo el mundo setenta
gran concentración o la obsesión por escuelas antroposóficas, considera- Worth, Patience Supuesto espíritu
una determinada idea. El conocido das instituciones innovadoras que fo- de una inglesa del siglo XVII a la que
historiador inglés Arnold Toynbee mentan la individualidad, la esponta- se atribuye una extensa obra literaria
cuenta en el volumen décimo de su neidad y la ética más depurada. Stei- para la que sirvió de médium un ama
monumental Estudio de la Historia ner murió en 1925. de casa de San Luis: la señora de
que disfrutó de media docena de epi- John H. Curran.
sodios de «comunión» con el pasado Teleportación Es un pretendido En este famoso caso de automatis-
lejano durante los muchos años que fenómeno paranormal, en virtud del mo o escritura automática, fenómeno
dedicó a esa obra. Sus experiencias cual los objetos pueden supuesta- que alcanzó su culminación a princi-
tuvieron lugar en circunstancias tan pios de nuestro siglo, las supuestas
dispares como la tranquila lectura de habilidades de Patience Worth pare-
textos sobre la confederación itálica cían superar con mucho a las de su
(siglo 1 a. JC.) en una habitación de agente, la señora Curran. &ta había
Oxford, una «meditación en lo alto de dejado la escuela a los catorce años y
la ciudadela de Mistra» o un paseo leído muy poco después. Su ignoran-
por Buckingham Palace Road. Esta cia de la historia era supina y apenas
última fue la más intensa, y propor- había viajado, ni tratado al parecer
cionó al historiador la sensación más con personas cultas ni siendo niña ni
grata que podía esperar: hallarse «en después. No obstante, las novelas que
comunión, no ya con éste o aquél epi- «transcribió» a partir de 1913 se ocu-
sodio de la historia, sino con cuanto paban con gran autenticidad de deta-
había sido, era e iba a ser». lles históricos de diversas épocas y
fueron además juzgadas por los críti-
Sonambulismo Es un estado psi- cos contemporáneos como excelen-
cofisiológico de conciencia alterada tes en estilo, personajes y trama. Fi-
que se manifiesta por una intensa guraban entre ellas The Sorry Tale, si-
motricidad muscular de nuestras tuada en Palestina en la época de
ideas en el curso de un sueño normal. Detalle de una obra de magia del siglo XVIl. Cristo; Telka, ambientada en la Ingla-
El sonámbulo deambula por su vi- terra medieval. y Hope Trueblood,
vienda con gran precisión de movi- una de las más alabadas (de «franca-
mientos y desarrolla las más curiosas mente viajar por el espacio. Se dice mente prometedora» la calificó un
faenas domésticas. Relojeros, meca- que pueden atravesar paredes, te- crítico), que tiene lugar en la Inglate-
nógrafas y pintores se han desperta- chos y puertas, y a veces llegan a su rra victoriana unos doscientos años
do bruscamente sorprendidos por destino calientes al tacto pero por lo después de que su supuesta autora
hallarse en pleno trabajo profesional. demás incólumes. pereciese a manos de los indios tras
El sonambulismo puede inducirse Según cuenta la Encyclopaedia of emigrar a América desde su granja de
artificialmente en el curso de la hip· the Unexplained, la señora de Samuel Dorsetshire.
· nosis. Guppy, médium británica del siglo Sus escritos han sido intermina-
XIX, «hacía aparecer durante sus se- blemente analizados por estudiosos
Steiner, Rudolf El fundador de la siones langostas y anguilas vivas y de la literatura y lingüistas, sin llegar
Sociedad Antroposófica adoptó una flores, frutas y verduras frescas sali- a encontrar pruebas convincentes
filosofía espiritualista que combina- das de la nada». En el apogeo del es- para localizar la verdadera fuente de
ba el ocultismo y los principios cris- piritismo, la teleportación bajo la las obras de Patience Worth. Algunos
tianos con la veneración por la natu- guía de un médium incluía el trasla· optan por la estricta interpretación
raleza y el medio ambiente. Steiner, do de seres humanos. espiritista -hubo una Patience
nacido en 1861 en Kraljevica, en la Worth y fue una escritora dotada y
frontera austrohúngara (hoy Yugos- Tierra vacía La teoría de la tierra presciente- , mientras que otros su-
lavia), era especialista en Goethe y vacía afirma que en algún lugar bajo gieren que la señora Curran sabía
entusiasta de la teosofía. Su forma- la superficie de la tierra vive una raza mucho más. En realidad, era una mu-
ción académica (era doctor en Filoso- superior a la nuestra. Algunos de sus jer notablemente culta, que mostraba
fía) y sus inclinaciones prácticas Jo defensores apoyan sus argumentos su erudición mediante estados auto-
indujeron a romper con los teósofos en la existencia de los ovnis, que se- hipnóticos.

341
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342
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343
ÍNDICE ALFABÉTICO
Los números de página consignados en negritas hacen referencia a ilustraciones.

A Artemidoro, 228, 229, 235


Aruspicina (adivinación por las entrañas),
Bighorn, rueda de los montes, 34-35, 34
Bilocación, 334
Abadía de Thelema, 73 13, 13, 116-117 Bimini, bloques submarinos de la costa
Abominable Hombre de las Nieves (yeti), Asiria, 12, 13-14, 302, 307 de, 52-54, 52
108-109, 111 Astenosfera, 53 Binsfeld, Peter, 85
Aborígenes australianos, 22, 153 Astral, cuerpo, 276 Bioautorregulación. 211, 211, 287,
Abrams, Albert, 335 unión con el cuerpo vivo, 272, 274, 276 300-301, 301 327, 328, 330
Acromegalia, 99 . Astrales, gemelos, 140 Bioplasma, 280
Acupuntura, 287, 293, 298 (esquema) Astroarqueología, 32 Bird, Christopher, 127
Adams, Evangeline, 136, 144 Astrología, 65, 121, 135-147, 135, 138 Blackstone, William, 148
Adamski, George, 310, 311 catártica, 138 Blake, William, 86, 228, 334, 334
Adena, cultura de los, 33, 34, 35, 36 creenciasmodernas, 13S: 146-147 Blance, R.S., 175
Adivinación, 115-133, 117,129 en las civilizaciones antiguas, 11. 13-14, Blavatsky, He lena Petrovna, 46, 194. 195,
auguriosanimales, 13,13, 116-117, 116, 19,20, 135, 137-140 195
120 Escuela de Hamburgo, 137 Bodin, Jean, 80, 85
en las antiguas civilizaciones, 11, 12-14, judiciaria, 138 Boguet, Henri, 81, 85
18·20,21, 115, 116-117, 120-122, 122, usoprimitivodela, 137-138 Bola de cristal, 69, 124-125, 124, 125
123, 126, 129 Véase también Horóscopo; Zodíaco Bord, Janet y Colin, 112
frente a las profecías, 131 Astronomía, 135, 138, 140 Bordes. Franc;ois, 1O
mediante bolas de cristal, 69, 124-125, Astrum Argentinum (Silver Star), 72 Borley, rectoral de, 178-179, 178
124,125 Atenodoro, 20 Bourgot, Pierre, 95
mediante cera fundida, 117-118 Atland,46 Bralorne, Sr. y Sra., 163
mediante huevos, 117 Atlántida, 45-57, 48 (mapas), 49 (mapa), SO Brede Place, 168, 169, 170
mediante las cartas del tarot, 115, 118, (esquema), 195, 324, 334 Brigham, William Tufts, 266
118, 119, 122-124 búsqueda de evidencias, 51-55, 52 Broughton, Richard, 329, 33.0
por el examen de las entrañas, 13, 13, destrucción de la, 44, 47, 50-51. 55, 59 Brown, Rosemary, 188
116-117 en la mitología, 55-57 Brownies (duendes), 104
porlosoráculos, 12, 18, 19, 116, 120, 131 primitivas referencias, 4648 Bruja de los Bell, 177-180, 178
y lectura de signos corporales, 121 , 121 Aubrey, John, 30, 3 1 explicaciones de la, 180-181
zahoríes, 126-127, 127 Augurios con animales, 13, 13, 116-117, Brujas, brujería, 12, 20, 29, 75-89, 75, 334
Véase también Astrología; Profecía 116, 120 adminículos de las, 81, 81 ·
Agartha, 334 Augusto, 138 . blanca y negra, 88, 89
Agpaoa, Tony,295,295 Avebury, megalitos de, 29, 30-31, 31 en la Edad Media, 76-80, 76
Agricola, Georg, 126 Aves, migraciones de las, 248 juicios y torturas de, 75, 77, 87, 85
Agrippa, Cornelius (Heinrich Cornelis), Avistamientos radar-oculares, 312. Véase mitológicas, 76, 76
63-65,65,69,71, 136, 195,338 también Ovnis modernas, 88, 89
Agujeros negros, 321, 322 Azores y la Atlántida, 51, 52, 52 y el diablo, 75, 77-80, 78, 79, 85, 86
Alma,33, 151, 152, 152, 156 Véase tambien lnquisición
Alquimia, 61, 66-67, 66, 67 Brújulas antiguas, 40, 43
Altamira, pinturas rupestres de, 10 Bryan, James H., 144
Althotas, 69
Allison, Dorothy, 221, 221 B Buckland, Raymond, 88
Budismo, 151, 195
Amuletos, 15, 18, 337 Babbitt, Elwood, 282, 282 Bull, Henry, 178, 179
Andrea, Johann Valentin, 70 Babilonia, 12, 302 Buques fantasma, 172, 173
Andreasson, Betty, 319, 320, 320 artes adivinatorias en, 13-14, 13, 116, Burbank, Luther, 250, 251, 334, 335
Angeles, 65, 73, 337 131-132, 137 Burl, Aubrey, 30
Animales Backster, Cleve, 250, 251 Burr, George Lincoln, 80-82, 86
comportamiento y querencia, 239,240, Bacon, Rogerio, 66, 132 Burroughs, George, 87
241, 245, 248, 248 Bank, John, 243, 243 Buterbaugh, Coleen, 340
comunicación psi con sus amos, 241, Bannister, Paul, 172-173, 177 Byrne, Peter, 110-111
244-245, 244, 245, 246-247 Bargrave, Sra., 171 Byron, Lord, 100, 103
en la investigación científica del psi, Barnum, P.T., 105
239, 245-246, 246, 247 (esquema) Barrett, William, 126
facultades especiales, en los, 240-241, Batería antigua, 43
240, 241, 244, 248
fenómenos psi, en los, 210, 239-249, 239
rastreo extrasensorial, 241-244, 245
Bathory, Isabel, 101 -102, 102
Beattie, John, 116
Beck, Fred, 109
e
Cábala,62,63,63,64, 121, 195
sensibilidad a los fenómenos naturales, Belfegor, 78 Caballos, 243, 243
240,241,244 Beloff, John, 189
Animismo, 11, 12, 22 Cagliostro, Conde Alessandro di
Benadanti, 84 (Giuseppe Balsamo), 69-70
Apariciones Berger, Hans, 331, 332
colectivas, 334, 334 Cagliostro, Condesa Lorenza de (Lorenza
Bermudas, Triángulo de las 324·325 325 Feliciana), 70
críticas, 176-177 337 ' • •
Aportes, 188, 337 Cahokia, túmulo ceremonial de, 34
Bernstein, Morey, 156-158 Caja negra, 335
Aquelarres, 75, 80, 81, 81, 82-83, 84, 86, 88 Bersekers, 93 Calamares gigantes, 94
hquino, Santo Tomás de, 77 Bettelheim, Bruno, 92, 99
Arbol de ·¡a vida, 63, 63 Calavera de cristal de Lubaantun, 40, 41
Biblia Caldeos, 137-138
Arigó, 295, 295 monstruos en la, 99 Calvino, Juan, 136
Aristóteles, 19, 48, 66, 93 profecías, 131
Arnold, Kenneth, 31 O, 312 Callaway, Henry, 115
reencarnación, 155, 156 Cannon, Walter B., 24

344
Canon Episcopi, 77 Critias, 47, 48 Déjá vu, 163, 163, 33S-336, 340
Carnac, megalitos de, 27, 28, 31-32 Critias (Platón), 47-48, Sl, S4 Delfos. Oráculo de, 18, 19, 116, 120. 131
Carna1-von, Lord, 245, 247 Croiset, Gerard, 220-221, 220 DeLoach, Ethel, 287-288, 293
Caro Baroja, Julio, 76 Cro-Magnon (hombre de), 13S Demonios, 12, 61, 64, 65, 69, 77
Carrington, Hereward, 190-192, 276 Cronin, Edward. W., 109, 110 De occulta philosophia (Agrippa). 64, 6S,
Carrington, Leonora, 98 Cronwell, Oliverio, 99 69
Carrington, Richard, 96 Crookes, William, 188, 188, 189, 194 Deriva continental, teoría de la, S l-S2, 52,
•Cartas a los Muertos•, 18 Crótalos, sentidos especiales de los. 240 S3
Cartas PES. Véase Zencr, cartas Crowley, Aleister (Gran Bestia), 72-73, 72, Desaparición de personas, 336
Canas Zener, 205, 205, 210, 216, 216, 217 73, 118, 337 Desastres
barajado de las, 207, 208 Cuerpo de plasma biológico, 280 naturales, percibidos por animales, 240,
Catastrofismo. 58-59 Cuervos, 120 241, 244
Catland, Barbara, 172 Cuffe, Henry, 118 premonición de, 210-2 11, 212, 213
Catoptromancia, 124-125 Culto, lugares de, Desmaterialización, 336
Cavcndish, Richard, 122-123 cabezas esculpidas, 38-39 D'Esperance, Madamc, 336
Cayce, Edgar, 132, 155, 292, 293 como lugares de enterramiento, 27, 28, Devi,Shanti, 151-IS2
Centurias (Nostradamus), 130 28, 30, 33-34 Diablo, 65,224,334,338
Cera fundida, adivinación mediante la, como obse1-vatorios astronómicos, 16, posesión y exorcismo, 302-303, 303
117-118 17, 27, 31-32 representación del, 78, 78, 79
Cerebro, 327 observación aérea, 27, 36-37 y la brujería, 75, 77-80, 78, 79, 8S, 86
estructura celular del, 327, 327, 328 tamaños comparativos, 34 (esquema) y los hombres-lobo. 9S
hemisferios del, 328-330, 329, 331, 336 Cupido, 137 Diablo, Mar del, 339
ondas del, 209, 211-212, 211, 327, 331, Curaciones, 287-301, 334, 337 Diálogos (Platón), 46-47, 54
332 a distancia, 292-293 Dibujo automático. 188, 190, 191
psi y el, 327-333 bioautorregulación, 287, 300-301, 301 Dickens, Charles, l 6S
César, Julio, 33, 227 cirugía psíquica en las, 287, 29S, 295 Difusionista, teoría, SO
Ciencia Cristiana, 291, 292 e hipnosis, 299, 299 Dingwall, Eric J., 198
Circe, 76, 76 e imposición de manos, 287, 289, 290, Dinsdale, Tim. 112
Círculos mágicos, 65, 69, 81 290, 294-300 Diodoro,33
Cirugía psíquica, 287, 295. 295. Véase historia de las, 288, 289-292, 289, 299 Discos diurnos, 312, Véase Ovnis
también Curaciones milagrosas, 292, 293 Qiscoverie of Witchcraf1, 84
Clariaudiencia, 338 ovnisy,316 Disociación, 212
Clarividencia, 206, 210, 2 11, 331, 337 pruebas de laboratorio, 293-297 Dixon, Jeane, 132-133, 133
definición, 203 y fe, 289, 293 Dobbs, Adrian, 332-333
experimentos científicos relacionados y oración, 287, 294 Dólmenes, 28, 29
con la,205,207,208,212,258-259 y poder de sugestión, 289-292 Don de lenguas, 336-337
pruebas ae, 216 y rayos, 294 DonJuanTenorio, 181
Véase también PSI Curran, Sra de John H., 341 Donnelly, lgnatius, 49-S I, 59
Clavícula de Salomón, 69, 338 Dorsal Atlántica Central, 52 (mapa). S3
Códigos genéticos (mensajes del espacio Doyle, Arthur Conan, 104, 132, 196, 205
exterior), 321 Doyle, Jimmy, 223
Cohn, Norman, 80 Drácula (Stoker). 100
Coincidencias, 236-237, 237
Cole, James R., 117-118
CH Drácula (Blad el Empalador), 100-101,
102
Coleridge, Samuel Taylor, 103, 111, 224 Chabert, Julian Xavicr, 266, 268 Drácula, conde (personaje), 106, 107
Collier, Osear, 148 Chagall, Marc, 223 Dragones, 92, 96, 96, 97, IOS
Combustión espontánea, 165 Challoner, soldado, 176, 181 Drbal. Karcl, 17
Computadoras antiguas, 42 (esquema), 42 Chamanes, 23, 168 Drevar, capitán, 94
Condon, comité, 322-323 Chaney,Lon,106, 107 Drost, August, 220
Condorl, 37 Chantraine, Anne de. 75 Druidas, 29, 31, 33, 62
Confucio, 116, 120-122 Chesterton, G.K., 113 Dryden,John, 12S,229
Connor, John W., 86 Chevreul, Michel, 262, 262 Ducasse, C.J., IS4-ISS
Constantinopla, segundo concilio de, China, Antigua, 138, 153, 289 Dunne, J.W., 22S-226
ISS-IS6 artes adivinatorias en la, 115, 120-122, Durov, Vladimir, 242
Constelaciones. 142, 142 (esquema), 143 122, 123, 129 Duvalier, Fran9ois (•Papa Doc»), 24
(esquema) Chris (perro). 249 Dykshoorn, Marinus Bernardus, 337
Convergencia, teoría de la, SO Christabel (Coleridge), 103
Cook, Florence, 188, 188, 189 Christopher, Milbourne, 264
Copérnico, 140, 141 Churchill, Lady, 168
Copertino, San José de (Giuseppe Desa),
69
Churchward, James. 46
E
Corbett, Tom, 169 Ebertin, Elsbeth, 147
Córcega, estatuas de, 38, 39 Ebon, Martín, 133
Cory, Giles, 87
Costumbres funerarias D Ecsomático, estado. Véase Experiencias
extracorpóreas
del hombre primitivo, 9-10 Dahinden, René, 110 Edad del Bronce (cultura de la) y la
de los antiguos egipcios, 1S-18 Daim, Wilfred, 231 Atlántida, SO
el vampirismo y las. 100 Dajo, Mirin, 268, 269 Eddy, Mary Bakcr, 291-292, 292
relación con los megalitos y montículos Dalai Lama, 157, 157 Eddy, William y Horatio, 194
de tierra, 27, 28, 28, 30, 33-34 Damballah, 24 Edison, ThomasAlva, 106, 194,201,201
Couderc, LH., 146 Daniel. profeta, 133 Edwards, Harry, 292-293
Cox, W.E., 211, 2S7, 2S8 Dante Alighieri, 177 Egede, Hans, 93
Cranborne Chase, fantasma de, 176 Danzas en la magia, 22 Egipto,antiguo, 14-18, 14, 19,30, 131, 152,
Crandon, L.R.G., 198, 199 Darwin, Charles, 46, S8, 103, lOS, 140 288,289,299,307
Crandon, Mina (Margery la Médium), Davies, Roberston, 128 astrología en el, 138, 138
198-199 Davis, Andrew Jackson, 132 interpretación de los sueños en el,
Creso, 116 Dean, E. Douglas, 218, 28S 227-228
Creta, La Atlántida y, S4, SS Dee, John, 64, 65-68, 69, 69, 71. 337 palabras mágicas en el, 14-18, 20
Crímenes resueltos por medios psíquicos, Defoe, Daniel, 30, 171, 171 pirámides. lS, 16-17, 16, 17
220-221, 220, 221, 337 Deformaciones genéticas en los Ehrenwald, Jan, 213-214, 280, 281, 281, 329
Criptomnesia, 33S monstruos, 99, 108, 109, 110, 110 Einstein, Albert, 176, 204, 321

345
Einstein-Podolsky-Rosen, paradoja de,
333 . F Gardner, Martín, 256, 264
Garrett, Eileen, 193. 193
Eisler, Robert, 136 Fama fraternitatis, 70 Gauquelin, Michel, 141-144, 144, 147
Electromagnetismo, 331 -332 Familiares (en la brujería}, 80, 80 Geddes, Auckland, 281
Eliade, Mircea. 55-56 Faniasmas,22,22, 167-183, 169 Geller, Uri, 258-259, 261, 264
Elías, 154, 156 apariciones e n momentos dramáticos, Gema tría, 64
Eliot, T.S., 115 176-177 Gemelas univitelinas españolas, 215
Elixir de la vida y la alquimia, 66-67 caza d e, 178-179 Gemelos
El Libro de las Metamorfosis(! Ching), 115, de animales y objetos, 172, 173 astra les, 140
120-122, 122, 123 encasas, 167, 168-169, 170-172, 178-179, potencial psi en los, 214-215, 214, 331,
Ellis, D.J., 198 180 331
Eme~·. Howard, 109 en las civilizaciones antiguas, 12, 20, Generadores psicotrónicos o
Encausse, Gérard, 11 8 168 bioplásmicos, 332
Encuentros ce1·canos, 312-320 explicación por la telepatía, 170- 172, Geoffroy Saint-Hilaire, lsidore, 99
definición, 3 12 177 George, William (hijo). 152-153
de la primera clase, 312-313 explicación psiquiátrica de los 170 Georgc, William (padre), 152-153
de la segunda clase, 313-3 16 180-181 Georgel, Anne Marie de, 8 1
de la tercera clase, 3 16-320, 323 fotografíasde, 167, 173, 174-175, 174, Gigantes, 98, 99, 99
Véase 1t1111bié11 Ovnis 175 Gigm11opi1hec11s, 110
Engel, Hans, 297-298 fuera de su tiempo, 172-176 Gilgamés, 12-13, 13
Enkidu, 12 inventados, 182-183, 182, 183 Gill, William, 317-320
Enoquiano (idioma), 337 ruidosos. Véase Poltergeist Ginzber, Cario, 84
Enrique 11, rey de Francia, 130-13 1 Véase también Espíritus Gitanos. 337, 337
Epilepsia, 263, 289, 328, 329 Faquires, 268-269, 268 Giza, Gran Pirámide de, 16-17, 16, 17
Escarabajo, 14, 15 Faraday, Michael, 254, 262 (esquema), 17, 27
pelotero, 15 Faust, Johann, 63-64, 64, 65, 79 Glauber, Johann Rudolf, 66-67
Escobas de las brujas, 81 , 81 Feather, Sara, 241-242 Globos de aire caliente, 36-37
Escritura, estudio de la, 337-338 Fecundidad, emblemas de la, 10, 10, 15 Glosolalia, 336-337
Escritura automática, 188- 189, 196, 198, Feda, 192-196 Gnomos, 104
340, 34 1 Fenomenalismo, 164-165, 164, 165 Gnósticos, 62
Espectros, fotografías de, 167, 173, Figuras Godwin, .John, 98
174-175, 174, 175 con finalidades de culto, 27, 33, 33, Godwin, William, 103
Espiral áurea, 18, 18 (esquema). 18 35-37, 35, 36, 37 Golden Dawn. Véase Hermética Orden
Espiritismo, 185-201 en la magia, 15, 20, 24, 65 del Alba Dorada
explicación psíquica, 189, 190, 190 Filón de Alejandría, 48 Golem, 103
fenómenos físicos y, 185, 187-188, 190, Fiore, Edith, 160 Gowdie, Tsobel, 8 1
192, 198, 199, 254 Física de las partículas, 327, 328, 331, Goya, Francis~o de, 82-83, 99
fraudes, 187, 188, 192, 195, 196 332-333, 333 Grad, Bernard, 250, 296
origen del, 185- 186 Flammarion, Camille, 189, 254 Grafología, 337-338
psicofonía y, 198-199 Flournoy, Théodore, 189, 190 Gran Serpiente, túmulo de la, 35-36, 35
y poderes •Supranormales•, 189, Fodor, andor, 180-18 1 Graves, Robert, 176, 181
190-192, 205 Ford, Arthur, 186-187, 197 Greatrakes, Valentine. 289
Véase también Médiums; Sesiones Ford, Harlan, 11 O Gn.:daantigua, 18-20, 30, 41, 155, 289,
Espíritus, 24, 30 Fort, Charles, 164-165, 165 299
en las civilizaciones antiguas, 11, 12, 14, Forteana, 164-165, 164, 165 ad ivinación en la, 14, 18-19, 131 , 138
20, 33 Forwald, Haakon, 256, 257 interpretación de los sueños en la, 228,
fotografíasde, 167, 173, 174-175, 174, Fotografía 230
175 espectral, 167, 173, 174-175, 174, 175 proporciones matemáticas en la, 18
fuegos atribuidos a, 167, 181 Kirlian, 284-285, 285, 287 Greclv, Andrew, 208, 210
y tribus modernas, 22-23 y psiquismo, 258 Greelv, Horacc, J 85
Véase también Fantasmas Fox, hermanas, 185-186, 185, 187, 187 Green, Celia, 272, 273, 277. 277
Espíritus-control, 186, 189-190, 192, 197, Foyster, Lionel Algernon, 178-179 Greenspan, Kenncth, 300-301, 301
198-199 Foyster, Marianne, 178-179, J79 Greenstein, Josep h L. («Poderoso
Essay, dolmen de, 29 Frampton, residencia, 168-169 Atomo»), 269, 269
Esser, Aristide, 247, 247 (esquema) Francis, Elizabeth, 80 Grenie1·, Jan, 95
Estados alterados de la conciencia, 120, Francisco Fernando, archiduqut: de Grimorios, 69, 338
123, 211-212, 330, 330 Austria-Hungría, 227, 227 Cross. Henry, 126
Estatuas monumentales, 38-39 Frankenstein y su monstruo, 102-104, 106, Gurney, Edmund, 196
Estebany, Oskar, 296-297, 297, 298 107, 111
Estigmas, 164-165 Fraternidad de la Rosa Cruz, 70, 70, 71
Estrabón, 48 Frazer, Sir James, 11
Estrellas (en la orientación animal), 248
Eter psíquico, 173
Frenología, 121
Frcud, Sigmund, 204, 230, 290, 336.
H
E.xorcismo, 181, 302-303, 303 sui:ños interpretados por, 228, 229-230, Haarmann, Fritz (•El vampiro de
Experiencias extracorpóreas. Véase 235 Hanover•), 102
E.xtracorpóreas, experiencias Frewen, familia, 168, 169, 170 Hadas, 104, 104
Extracorpóreas, experiencias. 171-283, Frost, K.T., 54 Haeckel, Ernst, 46
334 Fuego Haggard, Henry Rider, 247
como fenómeno común, 272 invulnt:rabilidad al, 266-267, 267, 268 Haigh, George («el Vampiro de
como huida del dolor, 273-274, 274 marchadores sobre el, 266, 268 Londres•), 102
como negación de la muerte, 280-281 Fu Hsi, 120 Haití, vudú en, 24
en condiciones de laboratorio, 271, Fuller, John G., 193 Hall, Angus, 124
275-277, 278-280, 280 Hansel, C.E.M., 207, 221, 265
en el trance de la muerte, 277-278, Hans el listo (caballo), 243
281-283 Harary, Stuart, Blue, 278-279
métodos, 276, 276
sensación de, 274-275, 277 G Harris, Rev. Dr., 167-168
Harsnett, Samuel, 75
unión entre el cuerpo astral y el vivo, Galileo, 141 Hastings, Arthur, 160
272,274,276 Galvani, Luigi, 103 Hawkes, Jacquetta, 10
y el •Cuerpo de plasma biológico•, 280 Ganzfeld, 337 Hawkins, Gerald S., 31, 32, 36
Ezequiel, 306, 308 Gardner, Gerald, 88. Hawthorne, Nathaniel, 167-168, 170

346
Hécate. 86 Ig les ia Nueva (lglcs ia de la Nueva Kricger, Dolores. 296, 298-300
Hechiceros Jerusalén), 186 Krupp, E.C., 32
curanderos, 23 Imposición real de manos, 289, 290, 290 Kübler-Ross, Elisabcth, 283
indígenas. 22, 23 lnanna (lsthar), 12 Kuhlman, Kathry n, 292, 297
Hcming way, Erncsl, 274, 275 India, 158 Kulagina. Nina, 253, 253, 259-260, 261, 265
Hcnges, 29. Véase ta111bié11 Stonehengc 1·eencarnación en la, 151-152, 155 Kusche, La'' rence D.. 324
Hcpatomancia (adivinación por el Indígenas estadounidensei., santuario;. Kytekr, Lady Al ice, 77
hígado), 13, 13 construidos por, 27, 33-36. 34
Hermandad de L.uxor, 195 lnocencio VIII, Papa. 80
Hermandades masónica:.. 70, 7 1, 73 Inquisición. 70, 80-86,
Het'mética Ordcn del Alba Dorada, 71, 71
Hcrodoto, 16, 92, 11 6
orígenes de la, 80-82
perse<:ución de la hechi cería, 85. 85
L-LL
Hcuvelman s, Bernard, 94 Véase 1w11bié11 Brujas, brujería Ladv (caballo), 243. 243
Hcverdhal, Thor, 38 Ins titor. Heinrich. 80-82 l.<1!!¡, Ness, monstruo del. 112-113, 112
Hevwood,Rosalind, 196 Inst ituto Metapsíquico Internacional, 189 La~<.:re, Pierre de, 80. 85
H icrbas en la magia. 23, 8 1 Jrwin. H.C., 193 Lang. David, 336
Hígado. examen del (hcpatomanda). 13, bla de Pascua. estatuas en la, 38, 39 L.arumbc, Mariano, 236
13 Lascaux, pinturas .-upestrc:-. de, 10, 11
Hilton, Co111·ad. 218 L.ave.iu, M<tric. 24
1lill, Douglas, 128 La Ve\ , Anton. 88. 89, 337
Hind1liffe, capitán, 193
Hinchlifk Emilic, 193
J Lea. 1icnr~ C., 84, 86
Lec:-., Roben James, 220
H induismo, 152, 195, 289. 298 .Jae k e l Des tripador, 220 Lc muria, 46. 57, 195, 334
Hipcrl ricosis, 109 James, Wi 11 iam, 189- 190, 200. 200, 225, 330 L.eonard, Gladv:-. Osbornc. 192-196, 338
Hipno:.is, 212, 330. 331 , 336 Jardín del Edén, 46, 56 L.coni, Edgar. i 31
en la:. curaciones, 299. 299 Jarman, Archic, 193 le¡m.:chaw1.;, 104
experiencia:. con ovni:; y, 317, 3 18, 320 Jas11·ow, Robert, 59 LcShan, L.awrcncc, 21 1-212
cxperic.:ncias de reencarnación y. Ja\, Dolores, 153-154, 161 Le:. Trois Fn'.:res, cueva de, 10, 11
156-161 Jchll, Dr.~ Mr. Hyde, 106, 106, 148, 225 Lévi, El ipha:. (Alphons~· Louis Constan!),
Hipócrates, 289 Jcnn\' Hanivers, JOS. 105 61, 70-7 1
H itch ing, Francis, 11 1 Jcrcmias, 13 1 'Lcwinso hn, Richard. 131 -132
Hitler, Adolf, 147, 227, 227 Jcrome, L.awrence E., 138, 144-145 Lc\\il>. c.s.. 167, 170
Hodg:.on , B.H., 108 Jesucristo, 228, 302 L.ev::., 30
Hodgso n, Richa rd, 190 Jumard, Edmc-Franc,:ois, 16 Libro de O\';;,a11, 46
Holand és Errante (buqu e f'anta:.ma), 172, Jorge lll. rey de Inglaterra. 67 Lib rodelosMuertoJ>,El. 15·1 8
173 Juana de Arco, 338, 338 Licantropía, 98, 100
Hom bre de negro, 310 Juan <le Salisbun', 77 Lieber, Arnold L., 148, 149
Hombre Helado de Minnesola, 105 Judaísmo. 62, 63 · Lincoln, Abraham, 174, 227, 227, 245
Hombre-lobo, 95- 100, 100, 101 , 106, 107 Jung, Carl G .. 236. 336 Lincoln. Man· Tood, 17-l
Hombre-mono de Sumatra, 105 concepto de sincron icidad, 122 Lind ~a\', Lortl, Conde de Cra'' lord,
Home. Daniel Dunglas. 156, 187-188. 192 interpretación de los s uci)os, 230, 231 , 18.7- 188
Homero. 76 235 Lioncsado. reino del , 45
Honorton, Charles, 212 teoría del subconsciente colecti\'U, 57 Li T'ieh-Kuai, 122
Hopewell, cultura, 33-34. 35, 35 Júpiter (planeta), 59 Litosfera, 53
Hopkin s, Matthew, 80, 85, 85 Jürgcnson, Friedrich, 198 Loa, 24, 25
Horacio, 20 Ju ve nal, 136 L.ocmariaquer, Gran Menhir Brisé de, 29
Horóscopos, 13, 14 Lodge, Oli\'er, 192
formulación <.k 142-143, 142 Lumbroso, Ce::.are. 189
(esquema). 143 (esquema) Loos. Corndius, 85
por correo, 144
Véa~e ta1nbié11 Astr·ología; Zodiaco K Lourdes. 287. 292, 293
Luces nocturnas, 312. Véa..>e 111111hié11
Horslcv, Richard A., 84 Kamiva, Joe, 21 1 Ovnis
Houdi ni, Beatrice, 186, 197, 197 Ka rm'a, 152, 156, 163 Lun a, 143, 147
Houdini, Harrv Kasatkin, Vasili N .. 234-235, 234, 235 influencia de la, 148· 149. 149
ataques a la 'médium Margery. 198, 199 Kekulé, Fricdrich August, 224-225. 224 'comportnmiento humanv. 148-149
explicación de s us • proezas•. 267, 268, (esquema), 224 L~tero. Martín, 63, 78, 82. 126
269 Ke llev, Edward, 65-68, 68, 337 Lvell, Chark~. 58
interés en el espiritismo, 186, 196, 196, Kcnn-cdv, John F., 132-1 33, 133 L~·nes. Russell. 58
197, 197 Kennis, ·Hans, 199 Lluvi a de animales v objetos, 164. 165
Houmfor, 24 Keops, Gran Pirámide de, 16- 17, 16, 17
Houngan, 23, 24 (esquema), 17, 307
Hovle, Fred, 3 1 Kepler, Joahnnes, 140
Huellas de manos en pinturas rupestres,
9, 9, 10
Kidd, James, 277-278. 279, 280
Kielv. Claudette, 282. 282
M
Huevos, adivinación mediante, 117 King, Katic, 188, 188, 189 .\ilacbet/1, 84, 181
Humbaba, 13, 13 King, William Lyon Mackenzie, 245, 246 Maccabee. Bruce. 305-306
Hurkos. Peter, 220, 221 Kingston, Maxine Hong, 169- 170 Ma..: Farlane, Alan. 84
Huxlev, Aldous. 136 Kircher, Athanasius, 48 Mac Grcgor. Geddcs. 156
Hvde,'chad es, 148 Kirlian, fotografía, 284-285, 285, 287 Magia, 9-25, 61-73, 86. 337, 338
Hvman, Rav, 125-128, 265 Kirlian, Senwon, 284 del hombre primiti\O, 9-11
Hvni:k, J. Allen, 306, 310-3 12, 316, 320, Kisi,22 . Efigies en la, 15, 20. 24. 65
. 322-223 Klass, Phil ip, J., 313, 316 enc l antiguoEgipto.14-18.19.20
H vslop, James H., 190 Kleitman, Nathaniel, 231 , 232 en el Renacim iento. 63-69. 70. 341
Kluckhohn, Clvde, 125 en el s iglo xx, 22-25. 72-73
Kluski, Franek, 185, 188 en la añtigu a Grecia, 14, 18-20
Koestler, Arthur, 236-237, 274, 274, 333 en la antil?Ua Roma. 20-21
1 Koot Hoomi Lal Singh, 195. 195
Kors. Alan, 77
en las pdmiti\·as sectas cristianas. 61-62
en los siglos X\'Ill , . x1x. 67. 69-71
Ibn Jaldún, Abd a l-Rahmán, 124 Koufax, Sandv, 213, 215 cn Mesopotamia: 12- J4. 19. 20
I Chi11g (Libro de las metamorfosis), 115, Kraken ,93,94 imitati\·a ~-contagiosa. 11. 22. 23
120-122, 122, 123,236 Kreisler, Fritz, 158-160 negra, 12, 24

347
objetivos de la, 9, 14 deformaciones genéticas, 99, 108, 109, Ojo, estímulos visuales distorsionados,
sectas y sociedades secretas, 62, 63., 64, 110, 110 por el, 308. 308
70, 71, 72, 73 en cuentos de hadas, 99 Olcott, Henry Steel, 194-195
•sexual•, 72, 73 en el cine, 106, 106, 107 Ondas alfa, 209, 211-212, 211, 327
Magnus, Olaus, 93, 97 marinos, 91, 93-94, 96, 97 Oráculos, 12, 18, 19, 116, 120, 131. Véase
Magos (sociedad secreta persa), 21 simios. 108-111, 110 1a111bié11 Adivinación
Mair, Lucv, 84-85 simulados, 105, 105 Orden de los Templarios de Oriente
Mal de ojo. 338-339, 339 Montespan, Mme. de, 339, 339 (OTO), 73
Maldiciones del vudú, 24 Montículos, 31, 34, 35 Oricalco, 47, 51
Maleficios, 76, 80 en ·efigie, 35 Orígenes, 154, 156
Mal/e11s Maleficarum (111artillo de Brujas), funerarios, 28, 30, 33-34 Oro y la alquimia, 66, 67
80-82, 85 Moody, Raymond A., 283 Oscu/11111 i11/a111e (beso infame), 80
Mambo,24 Moore, R Laurence, 189 Osis, Karlis, 244, 278, 278, 279-280, 282
Mamun, Abd Allah Al, 16 Morrdl, Ed, 274, 274 Ouija (tablero), 188, 262, 340
Mantle, Mickey, 213 Morris, Robert, 246, 278-279 Ovidio, 20. 76
Mao Tse-tung, 116 Moss, Thelma, 176-177, 284, 284, 285, 297 OVNIS (objetos voladores no
Marcclo,48 Mother Shipton, 339-340, 340 identificados), 158, 305-323, 338
March Frederic 106 Movimientos oculares rápidos. 223, clasificación de los, 312
Marge~y la MédÍurn (Mina Crandon), 232-233, 234 . como realidad paranormal, 308, 3 18,
196- 199 Mozart, WolfgangAmadeus, 156, 16 1 323
María Estuardo, 65 Muchachos Gordos, 38, 39 dibujos de, 3 18, 318, 3 19
María Tudor, 65 Muerte y experiencias extraeorpóreas, evidencia física de, 3 13-3 16, 316, 317,
Mari natos. Sp.vridos, 54-55 277-278, 280-283 335
Marte (planeta), 59 Muldoon, Sylvan, 276, 276 fenómenos naturales, 306, 309, 309, 320
espiritismo y «viajes» a, 188- 189, 190 Mullins, John, 126 fotografías de, 305-306, 305, 310, 311 ,
Martín, Henri, 45 Mumler, William, 174 3 14,314,315
Martin, Susanna, 87 Mundos en colisión (Velikovskv), 51, 58-59 historia de los avistamientos, 306,
Martindale, Harrv, 172-173, 177 Münsterberg, Hugo, 192 · 308-310, 308
Marx, Jvan, 110 · Murciélagos, investigación por la fuerza aérea,
Masonería egipcia, 70 sonar de los, 240, 240 310-311, 312, 316, 322
Mather, Increase, 136 vampiros, 108 observaciones erróneas, 308, 308, 312,
Mathers, S.L. Mac Gregor, 71 Murphv, Gardner, 190 320
Maximiliano, 64 Murray, Margare!, 88, 173-176 pautas en los informes de, 311-312, 313
Mava,cultura,40,41, 138 Mutilación de ganado, 340 (mapa)
McCreadv, William, 208 Mvcrs, Frede1·ic W.H., 173, 192, 196, 336 platillos volantes, 310, 3 11
McNeclv · Jcffrev 109 vehículos interplanetarios, 308-310,
Mead, M;rgarei, '218, 2 18 316-320, 318, 319, 321-323
Véase w111bié11 Encuentros cercanos
Médiums,339,340,341
control del espíritu, 186, 189-190, 192, N Owen, A. R. G., 182
Owen, Iris M., 182, 183
197, 198- 199 Nadasdv, Ferencz, 101
desrnaterialización, 336-337 Nakondisi, 22
escrituras y dibujos automáticos por,
188-189, 190, 191, 196, 198,341
Napie1·, John, 92, 110
Napoleón 1, 16, 227 p
fraudes, 187, 188, 192, 195, 196 Navajo, indios (prácticas adivinatorias),
Véase 1t1111bié11 Sesionl.!s; Espiritismo 125 Palabras mágicas, 14-18, 15, 20
Megalitos, 27-32, 28, 29, 30, 31, 32, 33 Nazca, figUJ·as de, 27, 36-37, 36, 37, 307 Palladino, Eusapia, 192, 192, 198, 329, 337
como observatorios as tronómicos. 27, Neanderthal, hombre de Pangea, 53 (mapa)
31-32 (enterramientos), 9-10 Paracelso (Philippus Aureoulus
Ml.!ndel, Gregorio, 140 Nectanebo 11, rey de Egipto, 15 Theophrastus Bombastus von
Menhirl.!s, 28-29, 28, 30, 31 Nclson, Joh n H., 147 Hohenheim), 61, 66-67
Merlín, 62-63 Nelson, Robert, 226 Paraíso, 46 (mapa), 55-56
Mesrner, Fram: Anton, 132, 289-29 1, 29 1, Neptuno (planeta), 137, 14 1 Parapsicología. Véase Psi
299 Nessie (monstruo del Lago Ness), 11 2-1 13, Park, George K., 129
Mesmerismo, 132, 291, 299 112, 11 3 Parnaso, monte (G recia), 18, 19
Mesopotamia, 12- 14, 20 Netherton, Morris, 160 Partículas, física de las, 327, 328, 33 J.
artesadivinatoriasen, 12-14, 116, 129, Neutrinos, 327, 328, 332 332-333, 333
13 1-132 Newgrange, megalitos de, 30 Patton, Gcorge, 16 1
rituales, 12, 14 Newton, Issac, 58, 66, 140, 204 Patzeh, Karl, 302, 302
Micheli, Antonio, 287, 292, 293 Ngombe, Francis, 125 Pavlita, Roben, 332
Midelíort, H.C. Erik, 84 Nietzsche, Friedrich Wilhelm, 73 Pearce, Hubert, 205-207, 205
Migración, 248, 248 Ningirsu, 12 Peces, sentidos especiales en los, 240, 241,
Miguet, Barthélemy, 81 Niños prodigio, 156, 161 , 163 244
Mihalaskv, John, 218 Noé, Arca de, 16 Pclham, George, 190
Miller, Róbert N., 294 Norman, Diane, 168-169 Percepción extrasensorial. Véase Psi
Milis, Billy, 109-110 Nostradamus (Michel de Nostredame), Perseo, 97
130-131, 130, 131 Personas electrizadas, 165, 254
Minoica, cultura, 50, 5 1, 54-55, 54 Personificación, 340
Misa Negra, 339 Números, en magia y adivinación, 19-20,
63,64, 120 PES. Véase Psi
Mississippi, cultura del, 34, 35 Peters, Edward, 77
Mitchell, Edgar D., 215, 21 5 Números aleatorios, generadores de,
263-265, 265 Petroglifos, 11
Mitchell, Janet, 278 « Philip• (fantasma inventado), 182-183,
Mitología, 55-57, 307, 323 Nyoro, tribu (prácticas adivinatorias),
116-117 182-183
brujas en la, 76 Phillips, J.B., 167, 170
monstruos en la, 96, 99 Phinuit, 190
Mkele, N., 116
Moai,38
Mohamed, 11, sultán, 101
o Pie Grande, 108, 109-111
Pike, James L., 186-187
Pikki (perro), 242
Monroe, Robert, 275-277, 283 Observatorios astronómicos primitivos, Pila· eléctrica ant igua, 40, 43, 43
Monstruos, 9 1-1 13, 90, 9 1, 92, 96, 97 16, 17, 27,31-32,34 Piltdown, hombre de, 105
cualidades humanas y animales en los, Ocre, pinturas, 10 Pin turas rupestres, 9, 9, 10-11, 135
92-93. 93, 94, 95-100, 100, 101 Offord, Daniel, 132 Piper, Leonora, 189- 192, 192, 196, 200

348
Pirámides. 15. 16-17. 16, 17, 30 definición, 203-253 Rose boro, Jo hnny, 213, 215
Pitágoras, 19-20, 19, 155, 195 efecto de declinación e n, 256 Roscnkreuz, Christian, 70
Pitias. 19.131 estado fisiológico, 259-260 Rudhya r, Dane, 146
Placas, tectónicas de, 52, S3. S3 (esquema) experimentos, 2S4-258, 255, 256, 257, Ruedas mágicas, 27, 34-3S, 34
Plagas. 86, 100, 132 259-260, 259, 261-265, 263 Rush, John A., 88
Planc heta, 329, 340 formas inconscie ntes de, 260, 26 J, 262, Russell, Burton, 75, 82
Plantas, comunicación con las, 250-25 1, 263 Rybac k, David, 23 1
250, 251, 335 o bjetivos móviles y estáticos en, 2S7 Ryzl, Milan,2 12
Platón,45, 155. 156, 228 Véase /ambién Psi
descripción de la Atl án tida, 45, 46-48, Psicofotograña, 258
49, SO (esquema), 51, 54, 54, SS, 56 Psicogalvánica, respues ta, 2 14
Plinio e l Joven, 20
Plinio el Viejo, 12, 14, 20-21. 48
Plo tino, 156
Psitrones. 332-333
Puharich, Hen ry, 259, 295
Puthoff, Harold, 206, 206, 210, 258-259
s
Plutarco, 20, 48 Sabbat. Véase Aquelarre
Puységur, Marqués de, 132 Sadc, Marqués de, 339
Plutón, 137, 141
Polifcmo,99 Sagan, Carl, 59, 307, 321, 322
Polo, Marco. 93, 105 Saint-Gcrmain, Conde de, 69, 70
Poltergeist, 175, 178-179 Sakkara, Pirámides de, 15
d escripción, 260
ide ntificación con una persona, 262
Q Salem, proceso a las brujas de. 87, 87
Samain,33
y psicocincsia, 260-263, 264 Ouasimodo, 107 Samedí, barón, 24
Oue tzalcóat l, 46 San Ag ustín, 78, 140
Véase 1a111bien Fantasmas; Espíritus
Pontoppidan, Erik, 93 Ouimby, Phineas Parkhurst, 291-292, 292 San Columbano, 112
Poscidón, 47, SO Quiromancia, 121 Sandcrson, lván T .. 324
Poverty Point, túm u los de, 3S San Jorge, 96
Pra na, 289, 298 San José de Cope rtino (Giuseppe Desa),
68-69
Pratt, J. Gaither, 205-207, 212, 248, 26 1, 264
Precesión de los equinoccios, 143, 145- 146 R San Juan Evangelista, 96
San Pedro, 62, 62, 289
Precognición, 205, 208, 211, 215, 219,
332-333 RIOI , catástrofe del, 193, 193 Santorini, volcán, 54 (mapa). 55
animal, 240,241, 244-246 Ra. 14, IS Sargazos, supcrmarde los, 164
definición de, 203 Rabdomancia, 126-127 Sasquatch, 108, 109-111, 111 (esquema),
pruebas de, 217 Rabelais, Fran~ois, 73 111
Vease 1a111bién Psi. Radiestesia, 126-127, 127, 334 Saturno,5
Prest, Thomas, 100 Raikov, Vladimir L, 158- 160 Scot, Rcgina ld, 84
Price, H.H., 173 Randi, James (El Asombroso), 253, 264 Scotncy (casti ll o). fantasmade, 176
Pricc, Harry, 178- 179. 179 Raudive, Kon s tantin, 198 Schicd, Barbara, 261
Price, James. 67 Raynham Hall, Dama more na de, 167 Schlt:ichcr, Car!, 17
Prince, Walter F1·ank lin, 196-198 Rayos Schmcidl cr, Gertrude, 207, 2 10, 257-258
Proclo, 48, 64 bola, 165 Schmidt, Helmut, 247, 249, 263-265, 265
Proc1.as «imposibles», 266-269, 266, 267, curación y los. 294 Schrec k. Max, 107
268, 269, 301, Razas 01·ginarias. tcoda de las, 195 Schrenck-Notzing, barón de, 255
x la religión, 268-269, 268 Reacción nuclear espontánea, 43 Schull, Bill, 244-24S
Profecías, 339-340 Rectángulo áureo, 18, 18 (esquema), 18 Schwa1·1., Berthold E., 213, 21 5
adivinación y, 131 Reencarnación, 19, 22, 151, 163 Scabrook, William, 72-73
cumplidas e incumpiidas. 130-133, 130, aplicaciones terapéuticas. 160. 162-163 Sección áurea, 18
131, 133 en las civilizaciones antiguas, 1S2. 155 Sccrctain, Fran~oisc, 81
en sueños, 223, 225-227, 227, 230 explicaciones, IS4, 160, 162 Scchcrt. Lec, 144
Véase también Adi vinación técnicas en el estudio de la, IS6- 161 Senoi, cultura, 224
Protoporfirina, 100 y Cristianismo. 155-156, 155 •Señor Pata de Cabra», 185, 185, 187
Pr~yecto Libro Azul, 3 10-311, 3 12, 316, 322 Reese, Ben. 201 Serios, Tcd, 258, 259
Psi (PES) 203-2 19 Reichbart, Ric hard, 125 Sesiones
barreras para aceptarla, 207-208, Reiche, María, 36 fenómenos fís icos en, 185, 187- 188, 190,
2 18-2 19 Reinha r-t, Philip B .. 294-296 192, 198, 199
cen:bro y, 227-233 Reis, Piri, 47 (mapa) Véase w111bié11 Médiums; Espiritismo
definición, 203 Relatividad, teoría de la, 321 Se til, 15
c ner·gía en, 331 -332 Remy, Nicholas, 85 Shacklcton, Basil, 219
e n los animales, 21 O, 239-249, 239 Retrocognición, 340 Shakespca rc, William, 129, 136, 277, 229,
estadísticas y, 205, 216-217 Reuniones de brujas. 80, 84, 88 290
estado alfa v. 211 -212, 211 Rhine, Joseph B anks, 199, 203 Shcargold, Ric hard K., 198-199
hombres de negocios y, 218 estudios sobre psicocincsia, 254-256, Sheils, Dean, 272
inconscie;:ncia y, 210-213 255,257,263,26S Shellcy, Mary Woll s tonecraft (Godwin),
investigación de, 203-219, 203, 204, 205 in vestigación de psi, 203-208, 205 102-104, 111
(esquema), 205, 209, 210, 2 19, 239, (esquema), 205, 216, 218, 236, 255 Shellcy, Percy Bysshc, 103
24S-246, 246, 247 (esquema) investigación d e psi animal. 241-242 Sheridan, Margare!, 168-169, 170- 172
propiedades físicas de, 2 18 Rhine, Louisa, 243, 246 Sherin, Carolvn, 149
rastreo y. 24 1-244, 245 Richet, Charles, 189, 2 19 Shiffrin, Nancv, 160
y conciencia, 330-33 1 Ridgway, Jo h n, 9 1 Shipton, Eric,'108, 109, 1 JI
y efecto d e declinació n, 208-2 1O,256 Ritchie, George C., 28 1-283, 281 Sid gwiek, Henry, 196
y lazos emocionales, 21 2-2 15 Robbins, Rossell Hope, 76, 339 Siegg rün, Friedric h, 137
y premoniciones de desastres, 2 10-211, Ro bertson, Morgan, 132, 212 Signos solares, 142-143
212, 2 13 Robinson, Edwin, 294, 294 Silbury Hill. 30, 3 1
Véase también Clarividencia; Robinson, Sugar Ray, 223 Silver Star (Astrum Argentinum), 72
Precognición; Psicocinesia; Robinson «Matapicdras•, 29 Simón el Mago, 61-62, 62
Tde patía. Rogo, D. Scott, 258. 273, 279, 280, 281 Simonton, O. Car!, 288, 301
Psicocincsia, 189, 198, 208, 253-265 Roll, William, 260-263. 263 Sinclair, Mary, 204, 204, 331
actividad poltergeist y, 260-263, 264 Roma antigua, 20-21, 13 1. 138 Sinclair, Upton, 204, 204, 331
animal, 247, 249 Rongo-rongo, 38 Sincronicidad, 236
cerebro y, 329, 332 Roosevelt, Franklin D., 133 Sirena de Fcejce, JOS
contracciones musculares Rosacruces (Fraternidad de la Rosa Skinne r, B.F., 291 .
involuntarias en, 262 Cruz). 70, 70, 71 Smith, G. Eric, 178, 179

349
Smith, Hélcne, 188-189, 190 espiritismo~-. 189, 190. 205 Videntes. Véase Adivinación
Smith, Justa, 296, 297, 298 experimentos sobre, 203, 204, 208, 2 14, Vinci, Leonardo da, 132
Smith, Susy, 199 215, 232-233, 233 Visión remota, 206, 206
Smvth, Charles Piazzi, 16-17 fantasmas,·, 170-172, 177 Visitantes ex1ta1errest1·es, 307, 307, 308,
Sm;•th, Frank, 173, 180 lazos emoCionales v, 213-215 310, 316-320, 318, 318, 3 19, 321-323,
Snvde1·, C.R., 146 pruebas de, 2 16 · 335
Soal,S.G.,2 19 sueños y, 230-231, 232-233, 233, 234-235 Vogel, Marccl, 251
Sociedades v sectas secretas. 62, 63, 64, 70, Vét1Se 1t1111bié11 Psi Von Daniken, Erich,36,307.308-310
71, 72, i3 Tdeportación, 260, 341 Von Koenigswald, Ralph, 110
Sociedad Teosófica, 195 Tclequinesis. Véase Psicocinesia Vudú, 24 25
Sócrates, 46-47 Temblor de manos, 125
Sol.147 Tenhaeff, W.H.C., 220, 220
Solón, 47, 48
Somerlott, Robert, 187
Sonambulismo, 34 1
Teniers, Da\"id, el Jo,·en, 81
Teosofía, 194, 195, 341
Teratología, 99
w
Sortilegios con eliminación de letras, 12 Termistores, 257 Waddell, L. A., 108
Soubirous, Bernardette, 292, 293 Teta, 14-15 Wadlow, Ro bert, 99, 99
Sparrow, Margare!, 182, 183 Tetraktis, 19 Wa lpurgis, Noche de, 75
Spaur, Dale, 312-313 Textos de las Pirámides, l S Wambach, Hclen, 160-162
Spee, Friedrich, 83 Textos de los Sarcófagos. 18 Ward, Michacl, 108
Spence, Lcwis, 46 Thcra, S4 (mapa), SS, 55 Watkins, Alfred, 29-30
Spenccr, John Wallace. 324 Thom, Alexande r, 3 1-32 Weatherhcad, Lcslie, IS6. 160
Spcr ry, Roger, 328 Thompson. David, 109 Wege ncr, Alfrcd, 53, 53
Spijkstra, Jos, 199 Thorn<like, Lrn n, 66 Westcoll, William Wvnn, 71
Spoher, Bill, 36-37 Tierra ' 'acía, i~'oria de la, 341 Wh illans, Don, 108 ·
Sp rengel, Anna, 71 Tighe, Virginia, 1S6- 158, 161, 335 Wh ite. Wi lliam Chapman, 163
Sprengcr, Jakob, 80 Tillcr, William, 284 Wier, Johann, 83
Stedelen, 77, 80 Tinbergen, Niko, 241 Wi gan. Arthur, 336
Steincr, Rudolf, 34 1 Ti1a11ic, hundimiento de l, S7, 132, 21 1, 212 Wilson, Colin, 63, 73. 123
Stepanek, Pavel, 2 12 Tlingit, indios, 152 Wilson, R.K., 11 2
Stevenson, Ian, 152-1 53, 154, 158, 160, 160, Tolomeo (Claudiws Ptolcmaeus). 135, Williams, Certrude, 55
162-163, 211 138- 140, 141 Wi lliams, Pa t, 128
Stevcnson, Robert Louis, 148, 225 Tolstoi, Alcksev. 273 Witte, Alfrcd, 136-137
Stinton, Walter, 198-199 Tomczyk, Stanislawa, 255 Wollstonccraft, Marv, 103
Stoker, Bram, 100 Tonton Macoutes, 24 Wood. Georgc, 249 ·
Stonehenge, 27, 27, 29, 30. 31, 31, 32, 32, Topsell, Edward, 92 Woodman, William Robcrt, 71
33 Tótcms, 28 Woods. S1acv, 242
Story, Ronald, 307 en pinturas rupestres, 10-11 Woollev, Sir.Lconard, 1O
Strigae, 76 Tovnbce, Arnold, 341 Worrall, Ambrose, 293, 294
Stubb, Pcter (Peter Stump), 95 Trcurníet, W.C .• 246 Worrall, Oiga, 287, 293, 294-296, 297
Stuiber, Ludwig, 137 Tre,·ilian, 45 Wort h, Pat ience, 3-11
Stukely, William, 29, 31 Trcvor-Roper, Hugh, 86 Wren, Christopher S., 303
Subconsciente colectivo, 57 Tribus modernas Wylder, Joseph, 249
Subducción, zonas de, 53 interpretación de los sueños en la:., 224
Sueño, fases del, 231-234 magia en las, 22-23, 22
Sueños, 223-235, 223, 330
como medio de diagnóstico, 234-235,
Trolls, 104
Tutankhaim·n, 14, 15, 16 X
235 Twecdale, fami lia, 172 Xenoglosia, 336
creativos, 223-225
en las ant iguas civifüaciones, 12-13, 12,
20, 227-228, 228, 229
en psicoterapia, 229-230, ~31
premonitorios, 154
u y
U-235, 43 Yalwé, 13 1
proféticos, 223, 225-227, 227, 230
t.elepáticos. 230-23 1, 232-233, 233, Uffington, gran Cab¡11lo b lanco de, 33, 33 Yámblico,2 1
234-235 Uliscs, 76, 99 Yao, 58
y fenómenos psi, 2 11 Ull man, Montague. 231. 232-233, 233, Yl'ti (Abominable hombre de las n ieves),
Sumeria,cultura, 12, 13, 137,307 234-235 108- 109, 111
Sundberg, Norman D., 125-128 Universo, visiones del, 135, 137, 14 1 Yoguis, 268, 301
(mapa)
Swann, lngo, 253, 257-258, 259, 278, 280
Swearingen. Robert L., 300 Urano (di,·inidad), 99
Swcdenborg, Emanuel, 186, 186, 200
Swift, Geraldine C., 277, 279
Urano (planeta), 141
Urbano VIII, Papa, 68
Ushabti, 15, 15
z
Zahorí, baquetas de, 126, 127, 127
Zamora, Lonnie, 316
T V
Zar, culto, 303
Ze us, 19, 47
Takata, Maki, 146-147 Zguta, Russell, 86
Talbot, Sra. de Hugh, 192-196 Valentich. F1·ede.-ick, 305 Zigurats, 137
Tanous, Alex 271 , 279-280, 282 Valiente, Doreen, 339 Zilboorg, Gregory, 86
Taquioncs, 333 Valquirias, 76 Zink, David, 52
Targ, Russell, 206, 206, 210, 258-259 Vallée, Jacques, 3 18, 323, Zodiaco
Tarot, cartas del, 115, 118, 118, 119, Vampiros, 98-102, 102, 103, 106, 107 casas dcl, 1-12, 143
122-124, 128 Vasiliev, LL., 332 franjas, movimiento de las, 142- 143
Tart, Cha des, 206, 208-21 O. 275-277, 280 Vásqucz, Julio, 26 1-262, 263, 263 (esquema)
Tartini, Giuseppc, 224, 225 Velikovsky, Immanucl, 51, 58-S9 signos<lel, 135, 138, 139, 140, 142-143,
Taylor, John (siglo XIX). 16, 17 Venus (planeta). 5 1, 58, 59 145
Taylor. John (Siglo xx)), 264, 264 Verdung, Michcl, 95 V<ia.~e 1w11hié11 A~l rologia; Ho róscopos
Telepatía, 206, 209, 210, 21 1, 226, 33 1, 332 Viaje astral. Véase Extracorpóreas, Zolik, Edwin S., lt>2
a ni mal, 241, 244, 247, 247, (esquema) ex perie ncias Zombies, 24
definición de, 203 Vida extrate rrestre, 32 1, 322-323 Zopft, .lohn H ~in rich, 98

350
Natural History; The Smithsonian Institution; Jardín Bo-
Agradecimiento tánico de Nueva York; New York Zoological Society; Mu-
seo de Brooklyn; Museo Metropolitano de Arte; Universi-
Los Editores expresan su reconocimiento por la valiosa dad Cornell; National Aeronautics and Space Adminis-
ayuda recibida en la preparación de los textos de las si- tration; Mutual U. F. O. Network; National lnvestigations
guientes entidades: Biblioteca del Congreso de EE. UU.; Committee on Aerial Phenomena; Center for U. F. O. Stu-
Biblioteca Pública de Nueva York; American Museum of dies.

tures; John Cutten; Mary Evans Picture Library; The


Ilustraciones Granger Collection; Dan y Coco McCoy; Dr. Karlis Osis,
American Society for Psychical Research; David Para-
Los Editores agradecen asimismo la cooperación presta- mor, Aldus Books, Ltd.; Dra. Louisa Rhine; Don Snyder,
da por las siguientes personas e instituciones en la docu- UPI; Wide World y Maj. Larry Coyne por su dibujo repro-
mentáción gráfica del libro: Colin y Janet Bord; Norma ducido de UFO'.s: Past, Present and Future (Ballantine
Bowles, Psi Search; Milbourne Christopher; Culver Pie- Book).

1 Global Communications. 2 a. illia. Micha! Heron; b. izda. Keith Gunnar/ Brucc Co- Berna. 75 Cortesía de Bodleian Líbrary. 76 illia. Ashmolean Museum, Oxford; dcha.
leman lnc.; a. delia. Dan McCoy/Rainbow; b. dcha. The PierpOnt Morgan Library. 3. Janet & Colin Bord. 77 Cortesía del Birmingham Museum and Art Gallery. 78 a. izda.
illia Catedral de .Chartres/ Giraudon; a. dcha. Global Communications; b. dcha. Cor· The Granger Collection, Nueva York; c. ízda. Scala/Editorial Photocolor Archives; b.
tesía del Museum of thc American lndian. Heye Foundation, N.Y. 5 NASA. VIEJAS illia. Cortesía de Bodleian Library; a. dcha. Scala/ Editorial Photocolor Archives; b.
INCOCNITAS 8 a Cortesía del American Museum of Natural' History; b Tom dcha. Cortesía de la Biblioteca Real, Copenhague, de Thott 112, 4.•. fol. 16v. 17r. 79 a.
McHugh/ Photo Rescarchers. 9 Cortesía del American Muscum of Natural History. 10 iyla, Scala/Editorial Photocolor Archives. c. delia. Biblioteéa Pública de Nueva York;
a. dcha. Museo de Mas d'Azil. Francia; b. Re producido por cortesía del Museo Britá· División de lnv'estigación General y Humanidades; a. delta. Reproducido con permi-
nico; restantes Cortesía del American Museum of Natural History. 11 iula. E. Manc - so de British Libra[)'; c. dcha. Biblioteca Pública de Nueva York; División de Investi-
wal/Shostal Associates; dcha. D. Muench/Shostal Associates. 12 The Granger Collec· gación General y Humanidades; b. reproducido por co11esía del Museo Británico. 80
tion. Nueva York. 13 a. dcha. Re producido por cortesía del Museo Británico/ Photo The Metropolitan Museum of Art, donación de M. Knoedler & Co. 81 a. izda. Repro·
Michacl Holford; restantes The Granger Collection, Nueva York. 14 a. Robert Har- d ucido de Health Plants o( tlze World, por Franccsco Bianchini, ilustrado por Mari le-
d ing Associates; b. izda. Rev. Schoder/Shostal Asso<:iatcs. 14-15 Brian Brake/ Photo na Pistoia, con permiso de Amoldo Mondadori Editare; a. dcha. BibJiotht!que Nalio-
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Georg Gcrstcr / Photo Researchers. 34-35 a. Georg Gerster/ Photo Rescarchers; a. ters Collection; b. izda. The Picrpont Morgan Library; a. dcha. The Granger Collec-
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351
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Fotocomposición: Anecomp, S. A. Albarracín, 50 1.0 - Madrid

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