Libro Biofarmacia
Libro Biofarmacia
Libro Biofarmacia
y Farmacocinética
Volumen I
LADME. Análisis farmacocinético.
Biodisponibilidad y bioequivalencia.
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En ella encontrará el catálogo completo y comentado
Tratado general de Biofarmacia
y Farmacocinética
Volumen I
LADME. Análisis farmacocinético.
Biodisponibilidad y bioequivalencia.
© EDITORIAL SÍNTESIS, S. A.
Vallehermoso, 34. 28015 Madrid
Teléfono: 91 593 20 98
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Depósito
ISBN:legal: M. 12.128-2013
978-84-995877-8-3
ISBN: 978-84-995895-2-7
ISBN
ISBN obra
Obracompleta:
completa: 978-84-995895-4-1
978-84-995885-5-1
PRÓLOGO ................................................................................................................... 21
PARTE I
ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA
Y A LA FARMACOCINÉTICA
PARTE II
ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
12.2.1.
Fase de infusión ............................................................................. 368
12.2.2.
Fase post-infusión .......................................................................... 369
12.2.3.
Cálculo de parámetros farmacocinéticos ....................................... 372
12.2.4.
Obtención de la concentración en estado
de equilibrio estacionario ............................................................... 374
12.3. Modelo bicompartimental ........................................................................... 376
12.3.1. Fase de infusión ............................................................................. 377
12.3.2. Fase post-infusión .......................................................................... 378
12.3.3. Cálculo de parámetros farmacocinéticos ....................................... 381
12.3.4. Obtención de la concentración en estado de equilibrio estacionario ... 385
Cuestiones y problemas ........................................................................................ 387
PARTE III
ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
PARTE IV
LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Los autores de esta obra tenemos la ilusión de que ésta sea un sentido homenaje al que fue
nuestro maestro y anterior coeditor del libro Biofarmacia y Farmacocinética, José M.ª Plá
Delfina. De las enseñanzas adquiridas mediante su magistral forma de educarnos a nivel per-
sonal y en el transcurso de los años que tuvimos la gran suerte de compartir docencia e inves-
tigación sobre biofarmacia y farmacocinética, hemos heredado su ilusión, conocimientos y
perseverancia. Confiamos que todo lo que el maestro nos transmitió constituya una base sóli-
da para desarrollar y finalizar este libro con la exigencia científica que esperaría de todos
nosotros. Gracias Prof. José M.ª Plá Delfina por el testimonio académico que nos ha lega-
do y por el ejemplo como persona que en todo momento nos aleccionó y que constituye un
espejo en el que poder mirarnos y seguir, dentro de nuestras posibilidades, su intachable tra-
yectoria académica y humana.
Desde la medicina de Galeno, se considera que la acción de un medicamento sobre el
organismo depende de la dosis administrada del mismo, tanto desde la perspectiva del bene-
ficio terapéutico sobre el paciente, como de los potenciales efectos indeseables. Este lógico
planteamiento sugiere dos preguntas íntimamente relacionadas con el medicamento:
nalización de la terapéutica a través del seguimiento de los procesos que experimenta el fár-
maco en su tránsito a través del organismo.
Excepto cuando el fármaco se administra por vía intravenosa, el principio activo debe disol-
verse en la zona anatómica del organismo en la que se ha situado. Si este planteamiento se
centra en la vía oral, por ser la más fisiológica y la más utilizada en la práctica clínica diaria,
cabe comentar que, cuando se administra un fármaco en forma de solución, suspensión o en
una forma farmacéutica sólida, éste debe disolverse antes de acceder a través de las mem-
branas del tracto intestinal a la circulación general. En el caso de que la administración del
fármaco se lleve a cabo mediante una forma de dosificación sólida, el fármaco, deberá libe-
rarse de la forma farmacéutica que lo contiene, disolverse y posteriormente penetrar en la cir-
culación sistémica. Estas consideraciones son extrapolables a la administración del fármaco
por otras vías parenterales; bucal y sublingual, intramuscular, transdérmica, etc.
Desde que el fármaco se administra al organismo hasta que accede a la circulación sis-
témica, los procesos que sufre el principio activo son objeto de estudio por parte de la bio-
farmacia. El conjunto de estudios que configuran la biofarmacia y la farmacocinética son el
objetivo de este libro que se resumen en el LADME: procesos de liberación, absorción, dis-
tribución, metabolismo y excreción.
De acuerdo con el anagrama anterior, la biofarmacia se ocupa de los procesos de libe-
ración y absorción. El fármaco deberá liberarse de la forma farmacéutica que lo contiene
previamente a disolverse en los líquidos biológicos presentes en la zona de absorción tras su
administración al organismo. El proceso de liberación depende de las características fisico-
químicas del principio activo, de los excipientes y de la tecnología empleada en la obtención
de la forma farmacéutica. El proceso de liberación controla el proceso de absorción del fár-
maco y en última instancia la respuesta terapéutica, y es particularmente importante dado
que es modulable por el farmacéutico que diseña la formulación. De hecho, es el único pro-
ceso de los que constituyen el LADME que la farmacotecnia puede controlar en base a los
conceptos biofarmacéuticos, con el fin de obtener las condiciones de liberación del princi-
pio activo más idóneas en cada caso. Consecutivamente a la liberación del fármaco, el prin-
cipio activo se absorbe y accede a la circulación general.
Una vez se ha producido el proceso de absorción del fármaco y ha accedido a la circu-
lación sistémica, o tras la administración del principio activo a la circulación general (vía
intravenosa), el estudio del tránsito del fármaco a través del organismo es el objetivo de la
farmacocinética. La distribución del fármaco a los distintos órganos o tejidos (en alguno de
los cuales se encuentra la biofase o lugar de acción) desde la circulación sistémica es el pri-
mer proceso que estudia la farmacocinética.
Los siguientes procesos farmacocinéticos tras la distribución del fármaco son el metabo-
lismo y la excreción, que constituyen el proceso global de eliminación del fármaco del orga-
nismo. Si el fármaco es suficientemente polar, su eliminación puede ser sólo por excreción.
El ajustado de funciones matemáticas exponenciales, basadas en el análisis comparti-
mental, usuales en el campo de la biofarmacia y farmacocinética a los resultados experi-
mentales (concentraciones plasmáticas, séricas o urinarias de fármaco en función del tiem-
po), permiten obtener valores de parámetros como constantes de velocidad y volúmenes
aparentes de distribución que proveen una información realista del comportamiento del fár-
maco tras la administración de una dosis única al organismo.
PRÓLOGO 23
Todos los capítulos se completan con una serie de cuestiones y problemas finales, que
ayudan a afianzar los contenidos estudiados. Las respuestas a los mismos pueden encontrarse
en la página web de la editorial (www.sintesis.com), junto con una bibliografía más exten-
sa y un anexo de ejercicios resueltos para el capítulo 13.
—
Cantidad promedio de fármaco en Ass Masa mg
organismo en estado de equilibrio
estacionario en un régimen de dosis
múltiple
Cantidad de fármaco eliminada del Ae Masa mg
organismo
Cantidad de fármaco eliminada del Aet Masa mg
organismo a un tiempo t
Cantidad acumulada de fármaco inalterado A∞u Masa mg
eliminada del organismo en orina desde
un tiempo cero a un tiempo infinito
Cantidad acumulada de fármaco inalterado Aiu Masa mg
eliminada del organismo en orina desde
0
estacionario en un régimen de
dosis múltiple
—
Concentración promedio de fármaco Css Masa/Volumen mg/l
en plasma en estado de equilibrio
estacionario en un régimen de dosis
múltiple
Concentración máxima o mínima de Cnmax Masa/Volumen mg/l
fármaco en plasma después de Cnmin
administrar n dosis en un régimen
de dosis múltiple
Concentración de metabolito en plasma Cm Masa/Volumen mg/l
Concentración de metabolito en estado Cmss Masa/Volumen mg/l
de equilibrio estacionario
(infusión intravenosa)
Concentración de fármaco en plasma EC50
que produce la mitad del efecto máximo Masa/Volumen mg/l
Concentración de proteínas en plasma P Masa/Volumen mg/l
Constante de afinidad del fármaco Kafinidad Tiempo–1 h–1, min–1
a proteínas
DEFINICIONES Y SIMBOLOGíA 29
1.1. Introducción
en función de la mejor o peor formulación del medicamento”. De forma intuitiva y más sim-
plificada, podríamos definir la biofarmacia como la ciencia encargada del estudio de los pro-
cesos de incorporación o input de los fármacos en el organismo así como de los factores que
lo condicionan.
Para la farmacocinética también se han enunciado diferentes definiciones siendo una de
las más clásicas la formulada por Wagner en 1968 y que define a la farmacocinética como
“el estudio y la caracterización de la evolución temporal de los fármacos y sus metabolitos
en los diferentes fluidos, tejidos y emuntorios del organismo, así como el estudio de la evo-
lución de la respuesta farmacológica y la construcción de modelos adecuados para inter-
pretar los datos obtenidos”. Otra definición más completa es la que considera a la farma-
cocinética como la disciplina encargada del estudio de los procesos de absorción,
distribución, metabolismo y excreción (ADME) de los medicamentos, de sus bases fisiopa-
tológicas y de sus implicaciones tanto en el diseño de nuevos fármacos y formas farmacéu-
ticas como en la optimización de los tratamientos farmacológicos.
Actualmente la biofarmacia y la farmacocinética ocupan un lugar destacado dentro del
I+D farmacéutico, en el desarrollo de nuevos fármacos y formas farmacéuticas.
En la última década se han realizado numerosos avances en el desarrollo de modelos
in silico basados en la construcción de modelos empíricos y matemáticos de correlación
estructura/farmacocinética (QSPKR) como un complemento a los ya más clásicos estudios
de correlación estructura/actividad (QSAR) y a los estudios cuantitativos de correlación
estructura/farmacodinamia (QSPDR). En la práctica pueden definirse una serie de carac-
terísticas fisico-químicas y moleculares como son las características hidrofóbicas, electró-
nicas, cuánticas, estéricas, geométricas o topológicas de las moléculas y correlacionarse con
parámetros farmacocinéticos relacionados con los diferentes procesos de ADME a nivel de
absorción, distribución y unión a proteínas y eliminación.
Por otra parte la biofarmacia y la farmacocinética juegan un importante papel en la opti-
mización de los procesos de liberación de principios activos desde formas farmacéuticas y
su incidencia en el perfil farmacocinético del principio activo así como de su respuesta far-
macológica y clínica, siendo las formas farmacéuticas de liberación controlada un excelen-
te ejemplo de la importancia de la biofarmacia y la farmacocinética en el diseño de nuevas
formas farmacéuticas.
La farmacocinética clínica, cuyos antecedentes hay que buscarlos en la segunda mitad
del siglo XX, nace como consecuencia de la aplicación de principios farmacocinéticos a la
práctica terapéutica. Ello supuso la introducción progresiva de fundamentos científicos que
permitían relacionar los niveles de los fármacos en los fluidos biológicos, especialmente la
sangre, con la respuesta farmacológica y clínica de los tratamientos, asumiéndose que la efi-
cacia terapéutica podía garantizarse si se mantenían concentraciones adecuadas del fárma-
co en el lugar de acción a lo largo del tratamiento.
La farmacocinética clínica puede definirse como la parcela de la farmacocinética des-
tinada al estudio de los procesos cinéticos de disposición de los medicamentos en el hom-
bre, su modificación en determinadas situaciones fisiopatológicas y clínicas, así como sus
implicaciones posológicas y terapéuticas. También se ha definido como la aplicación de prin-
cipios de la farmacocinética en el uso seguro y racional del medicamento en el paciente indi-
vidual.
CAPÍTULO 1: FUNDAMENTOS DE LA BIOFARMACIA Y LA FARMACOCINÉTICA 37
bente es siempre superior a la presente en el lado interno de la misma en íntima unión con
los capilares sanguíneos a partir de los cuales la propia circulación sistémica transporta el
fármaco absorbido, y en esta parte de la membrana la cantidad de fármaco presente siem-
pre es prácticamente cero. En resumen, el fármaco disuelto atraviesa la membrana absor-
bente siempre a favor de gradiente de concentración y, a esta situación, se le denomina con-
diciones sink o sumidero.
La velocidad de disolución de los fármacos depende de factores inherentes al propio fár-
maco, de los excipientes empleados en la formulación y de la tecnología utilizada para obte-
ner la forma farmacéutica. Entre los factores más significativos propios del fármaco, pue-
den citarse: tamaño de partícula, forma anhidra o hidratada, amorfa o cristalina y estados
polimórficos. Cuanto menor es el tamaño de partícula, mayor es la superficie específica que
se expone al medio de disolución y, por consiguiente, mayor será la velocidad de disolución
del fármaco. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que para cada fármaco, el tamaño de par-
tícula tiene un límite y si se sobrepasa se forman agregados cuyo tamaño es mayor que el de
la partícula inicial. Las formas anhidras son más solubles que las hidratadas y las amorfas
más que las cristalinas. Si un fármaco presenta distintos polimorfos, deberá utilizarse el más
soluble en el medio biológico. Por los motivos expuestos, en biofarmacia, más que consi-
derar un determinado fármaco, se considera la especie cristalina del mismo, y deberá selec-
cionarse la que presente mayor solubilidad.
Los excipientes utilizados en la formulación, en general, se estima que son sustancias iner-
tes desde un punto de vista farmacológico; pero no, a nivel de la liberación y disolución del
fármaco. Así, como ejemplo, no es lo mismo utilizar como diluyente lactosa o tabletosa o celu-
losa microcristalina, etc.; o, emplear como disgregante almidón o Explotab®, etc.; o lauril sul-
fato sódico o estearato magnésico como lubricante. En todos los casos, la velocidad de diso-
lución del fármaco puede diferir significativamente según el excipiente utilizado.
La tecnología empleada en la elaboración de la forma farmacéutica también influye en
la velocidad de disolución del fármaco que contiene. Si varía este proceso, por ejemplo, se
formula un fármaco en un comprimido mediante compresión directa o doble compresión, o
bien, unas cápsulas llenadas con polvo o con un conglomerado en forma de “taco”, en todos
los casos, cambiará la velocidad de disolución del principio activo y, por consiguiente, su
liberación por parte de la forma farmacéutica.
De lo expuesto se deduce que si la fracción de fármaco disuelto se absorbe prácticamente
de forma instantánea, el farmacéutico formulador modula la velocidad de disolución del prin-
cipio activo y, por extensión, su velocidad de absorción. Estas consideraciones confirman la
importancia de los estudios biofarmacéuticos en el diseño de las formulaciones, pues todas
ellas influyen directamente en los niveles plasmáticos de fármaco y, como consecuencia, en
su respuesta terapéutica.
Los estudios de velocidad de disolución de los fármacos a partir de las formulaciones
que lo contienen, en general, se llevan a cabo mediante procedimientos “in vitro” utilizan-
do aparatos apropiados, por ejemplo, para formas farmacéuticas sólidas, los aparatos des-
critos en la USP (aparatos n.º 1 y n.º 2, aparato de flujo, etc.). Esta metodología permite obte-
ner, en cada caso, un tabulado experimental que relaciona cantidades disueltas acumuladas
de fármaco frente al tiempo. El ajustado matemático de distintas funciones representativas
de diferentes modelos de velocidad de disolución a los datos experimentales proporciona los
CAPÍTULO 1: FUNDAMENTOS DE LA BIOFARMACIA Y LA FARMACOCINÉTICA 39
valores de los parámetros y constantes indicativos del desarrollo del proceso. Se determina
la constante de velocidad que rige el proceso (kd ), el periodo de latencia (t0), la cantidad de
fármaco teórica disuelta acumulada a cada tiempo experimental (At ), y también la cantidad
máxima disuelta del mismo (A∞ ).
Cuando se trata de formas farmacéuticas de liberación prolongada, estos estudios bio-
farmacéuticos, además de estimar las constantes y parámetros anteriormente mencionados,
también permiten deducir el mecanismo de liberación mediante el cual el fármaco se libera
de la forma farmacéutica.
Después de administrar un fármaco al organismo y de que éste se sitúe disuelto en la
zona de absorción, deberá permear a través de las membranas absorbentes a mayor o menor
velocidad, en general de acuerdo con un proceso de primer orden; y mayoritariamente en
función de su ionización en los líquidos biológicos y de su coeficiente de reparto entre dichos
líquidos y los lípidos componentes de la membrana. La velocidad de permeación viene regi-
da por el coeficiente de velocidad de permeación (Peff ). El cálculo del Peff , se realiza median-
te estudios biofarmacéuticos in vitro. Una de las metodologías consiste en la utilización de
células específicas que tienen dos compartimientos, entre los cuales se sitúa como membrana
de permeación una monocapa de células Caco 2 procedentes de adenocarcinoma humano
de colon. Estos estudios, desarrollados de acuerdo con las condiciones específicas de tra-
bajo a partir de las cantidades permeadas acumuladas de fármaco frente al tiempo, permi-
ten calcular el valor de la constante de velocidad de permeabilidad (Peff). Los resultados obte-
nidos generan información acerca de la posibilidad de que un fármaco sea administrado por
vía oral en formas farmacéuticas de liberación rápida ya que, a partir de ellas, el fármaco se
absorbe a nivel del intestino delgado. Obviamente, si un fármaco presenta un valor de Peff
muy bajo, deberá estudiarse una vía de administración alternativa a la vía oral. También estos
estudios son una de las bases para la clasificación biofarmacéutica de fármacos formulados
en formas farmacéuticas de liberación rápida. En las formulaciones diseñadas para admi-
nistrar fármacos por vía oral mediante formas farmacéuticas de liberación prolongada, ade-
más de estos estudios, debe comprobarse si permean a través de todo el tracto intestinal (intes-
tino delgado y grueso). Para ello se dispone de distintas técnicas experimentales como, por
ejemplo, la técnica de Doluisio que, empleando la rata como animal de experimentación, aís-
la el intestino grueso y evalúa la capacidad del fármaco para permear a través de las distin-
tas zonas del tracto intestinal.
Es importante considerar que, aunque un fármaco presente un alto valor para su coefi-
ciente de permeabilidad (Peff), no es sinónimo de que todo el fármaco permeado acceda a la
circulación sistémica y por extensión se obtenga la respuesta terapéutica esperada.
Consecutivamente a la administración de un fármaco al organismo por vía oral median-
te una determinada forma farmacéutica, la fracción de dosis liberada y disuelta en el estó-
el pH del estómago es ácido (pH ≈ 1.2). Cuando el fármaco llega al intestino delgado, pue-
mago puede sufrir una alteración química en su molécula si no es ácido resistente, dado que
de degradarse por las enzimas o por la microflora presentes en el lumen intestinal. El fár-
maco al permear a través del intestino delgado puede degradarse por las enzimas situadas
en las células columnares constituyentes del intestino.
Por otra parte, la estructura anatómica del organismo condiciona que toda la dosis o frac-
ción de dosis de fármaco permeado a través del tracto intestinal (intestinos delgado y grue-
40 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
so) se sitúe en la vena porta, la cual está conectada directamente con el hígado. Al llegar a la
glándula hepática, el fármaco puede metabolizarse en mayor o menor grado y sólo la frac-
ción del mismo que soslaya el proceso metabólico es la que accede a la circulación general y
se distribuye por todo el organismo hasta llegar a la biofase o zona anatómica donde se ha
instaurado la alteración patológica. Los procesos mencionados que puede sufrir el fármaco
tras su administración oral son el denominado “efecto de primer paso” o efecto presistémico
y la cantidad de fármaco que accede inalterada a la circulación sistémica es, en propiedad, la
cantidad de fármaco absorbido.
Por todo lo expuesto, lo que verdaderamente interesa es evaluar la cantidad de principio
activo que llega a la circulación general después de su administración extravasal al organis-
mo, de la cual se puede esperar respuesta terapéutica.
El cálculo de la cantidad de fármaco que llega inalterado a la circulación sistémica se lle-
va a cabo mediante los estudios de biodisponibilidad, que se define como: la cantidad de fár-
maco que accede inalterada a la circulación sistémica y la velocidad a la que se produce el pro-
ceso. La biodisponibilidad se calcula a través de las curvas de niveles plasmáticos de fármaco
les plasmáticos, AUC ∞0; concentración plasmática máxima alcanzada, Cmax; tiempo en que tar-
utilizando parámetros farmacocinéticos representativos del proceso (área bajo la curva de nive-
BIOFARMACIA FARMACOCINÉTICA
Forma de dosificación
Membrana absorbente
Administración intravenosa
Una vez completados los procesos de absorción o incorporación del fármaco a la circula-
ción sistémica se inician las etapas posteriores del LADME, es decir, la distribución, el meta-
bolismo o la biotransformación y la excreción. El metabolismo y la excreción constituyen
las potenciales rutas de eliminación de los fármacos. Por otra parte, y a diferencia de otras
etapas del LADME como la liberación y la absorción que tienen carácter secuencial, los pro-
cesos de distribución y eliminación de los fármacos se producen de forma simultánea.
Por distribución se entiende el proceso o conjunto de procesos mediante los cuales el
fármaco se incorpora desde la circulación sistémica a los diferentes órganos y tejidos cor-
porales. La capacidad de distribución de los fármacos es muy variable, estando controlada
por factores propios del fármaco como peso molecular o grado de ionización de la molécu-
la y por factores de tipo fisiológico como flujo sanguíneo, capacidad de fijación a proteínas
plasmáticas y titulares, permeabilidad de las membranas, etc.
Desde el punto de vista fisiológico la distribución de los fármacos puede ser simple o
muy compleja. El fármaco que accede a la circulación sistémica puede inicialmente fijarse
a proteínas plasmáticas, principalmente a la albúmina o penetrar en los eritrocitos. A su vez,
el fármaco en forma libre puede abandonar los capilares y acceder al fluido extracelular tisu-
lar, habitualmente fluido intersticial, combinándose o no con proteínas tisulares. Dependiendo
de su mayor o menor permeabilidad, la fracción libre localizada extracelularmente en el teji-
do puede atravesar la membrana celular y fijarse a estructuras intracelulares diversas, como
las proteínas intracelulares.
Desde el punto de vista farmacocinético, la distribución se establece como un equilibrio
reversible entre el fármaco libre y el unido a tejidos o proteínas que condiciona el compor-
tamiento cinético del fármaco en el organismo. Desde un punto de vista terapéutico, los pro-
cesos de distribución presentan importancia cuando el efecto farmacológico o tóxico del fár-
maco tiene una localización tisular.
Los estudios de distribución tisular de fármacos presentan cierta complejidad existien-
do numerosos problemas de tipo metodológico y especialmente deontológico cuando se pre-
tende realizar este tipo de estudios en el hombre.
El cuadro 1.1 muestra la evolución de las diversas metodologías que pueden utilizarse en
este tipo de estudios y que van desde los métodos más clásicos, muchos en desuso sobre todo
en estudios in vivo como las cajas tisulares o las ampollas cutáneas, hasta metodologías mucho
más actuales y algunas de ellas no invasivas como la espectroscopia de resonancia magnéti-
ca, la Tomografía de Emisión de Positrones (PET) o la microscopía láser confocal, entre otras.
Deben destacarse métodos, algunos clásicos como la autorradiografía, de uso habitual para
mapear la distribución tisular de nuevos fármacos, técnicas ex vivo como el órgano aislado y
perfundido que permite estudiar la distibución intratisular de un fármaco (p. ej., hígado, riñón
o pulmón) manteniendo la integridad y la viabilidad del órgano, aislando el órgano del resto
de los tejidos o la microdiálisis, que es una técnica in vivo que consiste en la colocación en
sangre o tejidos de una microsonda que permite el intercambio de fármaco libre en el fluido
extracelular. Más recientemente técnicas como la microscopía láser confocal permiten abor-
dar incluso la distribución intracelular de fármacos.
42 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
CUADRO 1.1.
Métodos de estudio de la distribución tisular de fármacos
CUADRO 1.2.
Métodos de análisis farmacocinético
f (t ) = Σ Ai ⋅ e− λi ⋅ti
n
i =1
(1.1)
D 1
1 T −T0
2
f (t ) = e 2
CO σ 2 π
−
σ
(1.2)
CAPÍTULO 1: FUNDAMENTOS DE LA BIOFARMACIA Y LA FARMACOCINÉTICA 45
∂C ∂2 C ∂C
=D −v − kC
∂t ∂ x 2
∂x (1.3)
k = k0 ⋅ t −b (1.4)
CL = a ⋅ P b (1.5)
área bajo la curva (AUC0∞), la concentración plasmática máxima (Cmax), el tiempo al que se
a partir de la curva de nivel plasmático, parámetros farmacocinéticos fundamentales como el
t
R(t) = I(t)·F(t )·dt
0
R (t ) = I (t ) ⋅ F (t − τ ) ⋅ dt
t
∫ 0
(1.7)
R( s ) = I ( s ) ⋅ F ( s ) (1.8)
tema (p. ej., curva de niveles plasmáticos tras la administración del fármaco por vía i.v.), sien-
do la función incógnita la correspondiente a la cinética de incorporación o absorción del fár-
maco. La descomposición de la integral mediante métodos de deconvolución numérica per-
mite estimar la función incógnita. Los métodos de convolución/deconvolución resultan
especialmente interesantes cuando se analizan procesos cinéticos muy concretos como la
absorción de un fármaco, su distribución, etc.
En la práctica clínica, y como se ha comentado anteriormente, la individualización far-
macocinética recurre habitualmente a los modelos compartimentales y especialmente el mono-
compartimental, por su simplicidad y buen poder predictivo de las concentraciones plasmá-
ticas de los fármacos en diferentes condiciones de administración. Uno de los problemas
asociados a la estimación de parámetros farmacocinéticos en la práctica clínica es el esca-
so número de datos de nivel sérico o plasmático de los que se dispone, lo que limita la uti-
lidad de las técnicas de regresión no lineal en la estimación de parámetros farmacocinéticos
fundamentales como el aclaramiento de eliminación o el volumen aparente de distribución.
Para solventar este problema la farmacocinética clínica recurre habitualmente al méto-
do bayesiano. Este método se fundamenta en la teoría bayesiana, formulada en el siglo XVIII,
y que establece que la probabilidad posterior de una hipótesis depende de la probabilidad
previa de dicha hipótesis y de la incorporación de nueva información.
El objetivo del método bayesiano es el de individualizar los parámetros que definen el
perfil farmacocinético y la posología de un fármaco, utilizando conjuntamente datos de con-
centración plasmática-tiempo con parámetros de población. El comportamiento poblacional
del fármaco en poblaciones de pacientes de características similares a la del paciente moni-
torizado constituye la probabilidad previa de la hipótesis, que se combina con la informa-
ción adicional aportada por los niveles séricos del fármaco en el paciente monitorizado.
La utilización sistemática en la práctica clínica del método bayesiano ha incrementado
sensiblemente el interés por el desarrollo y validación de modelos de población en pobla-
ciones y subpoblaciones específicas de pacientes que puedan ser posteriormente utilizados
en la rutina clínica.
Por definición, un modelo de población aborda el estudio de la variabilidad inter o intrain-
dividual de las concentraciones séricas de un fármaco así como de los parámetros que las
condicionan cuando se administra en condiciones estandarizadas en un grupo de población
con características definidas.
Un modelo de población está constituido por un modelo farmacoestadístico constituido a
su vez por un modelo estructural o determinístico y un modelo de varianza. El modelo estruc-
tural está a su vez constituido por un modelo farmacocinético y un modelo de regresión. El
modelo farmacocinético suele ser un modelo farmacocinético convencional, habitualmente com-
partimental aunque cada vez con más frecuencia se utilizan modelos farmacocinéticos-far-
macodinámicos (PK/PD). El modelo de regresión correlaciona los parámetros del modelo far-
macocinético (aclaramiento, volumen de distribución, etc.) con variables continuas (edad, peso,
aclaramiento de creatinina, etc.) o categóricas (sexo, diagnóstico, hábitos, etc.) identificadas
en el modelo de población. Para poder establecer un modelo de regresión es necesario tener
definidas las variables (habitualmente se denominan covariables) que se correlacionan en un
intervalo amplio (si se trata de covariables continuas) o en una proporción suficiente (si se tra-
ta de covariables categóricas).
CAPÍTULO 1: FUNDAMENTOS DE LA BIOFARMACIA Y LA FARMACOCINÉTICA 49
1.4. Conclusiones
Cuestiones y problemas
1. ¿Es cierto que un fármaco que presenta una alta permeabilidad a través de la membrana
duodenal también presenta una alta biodisponibilidad?
2. Discuta si la permeabilidad de un fármaco a través de la membrana intestinal es inde-
pendiente de sus características fisicoquímicas.
in vitro?
3. Los estudios de perfusión a través de órgano aislado, ¿pueden considerarse estudios
2.1. Introducción
Cuando se administra un fármaco, el proceso global que sufre desde que se incorpora al orga-
nismo hasta que es eliminado por éste resulta muy complejo. Sin embargo, de una forma
elemental, dicho tránsito podría identificarse con las siguientes fases principales: absorción,
distribución, metabolismo y excreción (ADME). En realidad, cada uno de los procesos cita-
dos representa el conjunto de varios subprocesos interconectados.
El fármaco incorporado al organismo, en algún momento de su disposición, llega a su
lugar de acción o biofase donde tiene lugar la acción farmacológica para la que ha sido admi-
nistrado. Es evidente, por lo tanto, que la incorporación del fármaco al organismo es con-
dición indispensable para que tengan lugar el resto de los procesos, incluida la actividad tera-
péutica perseguida.
En el estudio biofarmacéutico se considera que la fase de absorción engloba los proce-
sos de liberación del fármaco de su forma de dosificación y la absorción propiamente dicha.
Mediante la liberación, el fármaco es cedido por la forma farmacéutica y pasa a solu-
ción. Una vez disuelto el fármaco, las moléculas del soluto difunden hacia la vecindad de
las membranas biológicas absorbentes iniciándose propiamente el proceso de absorción. La
complejidad del mismo depende básicamente del lugar y vía de administración elegidos.
En el caso de la administración intravascular de soluciones la fase de absorción es ins-
tantánea puesto que el fármaco se administra directamente al torrente circulatorio. Para el
52 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
resto de las vías de administración deben considerarse otros factores que van a condicionar
el proceso, entre ellos:
a) La difusión del soluto hasta el lugar de absorción. Este paso es poco significativo e
incluso despreciable cuando el volumen de fluido en presencia es muy pequeño, como
ocurre, por ejemplo, en el caso de los depósitos parenterales intramusculares o sub-
cutáneos, pero puede ser importante si el volumen de líquido a atravesar es mayor
(difusión a través del líquido intraluminal del estómago o del intestino o a través de
los excipientes semifluidos de aplicación tópica).
b) La estructura y composición de las membranas absorbentes, según la zona de admi-
nistración, lo que puede suponer que el soluto deba bien atravesar únicamente un estra-
to subcelular para acceder a la circulación sistémica o bien, en el caso más comple-
jo, difundir a través de un estrato pluricelular.
c) Los mecanismos de absorción y el tipo de cinética que puede darse en cada caso.
d) Los procesos de pérdida que puedan tener lugar durante la absorción.
El paso de fármacos a través de las membranas absorbentes está condicionado, entre otros
factores, por la composición y la estructura de las mismas. Por ello, antes de abordar el estu-
dio de los distintos mecanismos de absorción, es imprescindible conocer las características
fisiológicas de las membranas.
La estructura básica de las membranas absorbentes no se diferencia estructuralmente del
resto de membranas biológicas (figura 2.1). De acuerdo con la teoría del mosaico fluido pro-
puesta en 1972 por Singer y Nicholson, las membranas están formadas por una bicapa lipí-
dica en la cual se encuentran embebidas una serie de proteínas, colesterol, ergoesterol, y otras
moléculas, característica que le confiere la denominación de mosaico. La parte polar de los
CAPÍTULO 2: ABSORCIÓN DE FÁRMACOS 53
Glicoproteínas
Proteína integral
Colesterol
Microfilamentos
Microtúbulos
Fosfolípidos
Proteína periférica Poro hidrófilo
FIGURA 2.1. Organización de una membrana celular.
Existen dos tipos de proteínas, las llamadas integrales y las periféricas. Las proteínas
integrales se encuentran asociadas a los lípidos de las membranas y no pueden extraerse sin
destruir la bicapa lipídica. Estas proteínas son las que más interesan desde el punto de vis-
ta de la absorción puesto que están implicadas en los mecanismos especializados de trans-
porte. Las proteínas periféricas, extraíbles sin que exista destrucción de la bicapa lipídica,
se sitúan habitualmente en la cara interior de la membrana.
La membrana también contiene pequeñas cantidades de carbohidratos en su parte exter-
na, unidos por enlaces covalentes a los lípidos o a las proteínas, formando los glucolípidos
y las glucoproteínas. De acuerdo con esta disposición queda patente la asimetría de la mem-
brana.
En algunas membranas absorbentes existe una especie de canales o poros acuosos que
permiten el paso selectivo de ciertas sustancias y cuyo tamaño es variable según la mem-
brana considerada. La presencia de estos poros es plenamente aceptada por todos los auto-
res pero, de hecho, su existencia en la membrana del intestino delgado sólo se ha demostra-
do indirectamente a través de estudios de absorción.
54 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Una vez el fármaco disuelto en su lugar de absorción, las moléculas o iones de aquél
atraviesan las membranas naturales que actúan como límite y pasan a la sangre, o mejor a
su fracción fluida o plasma. El proceso de absorción está condicionado por la vía de admi-
nistración del fármaco y, a excepción de la administración por vía intravenosa, es obligado
en todos los tipos de administración, aun cuando en la parenteral extravasal el obstáculo a
salvar sea mínimo (endotelio capilar). En el cuadro 2.1 se indican los principales estratos
que el fármaco debe atravesar y lugares de absorción del mismo en función de la vía utili-
zada para la administración del fármaco.
La administración por vía intravenosa, rápida o en perfusión a velocidad constante, garan-
tiza el acceso directo del fármaco inalterado al corazón a través de una de las dos cavas, en
las que confluyen, a la larga, todas las venas periféricas que se pueden utilizar para la admi-
nistración intravenosa del fármaco. No puede, en este caso concreto, hablarse de lugar de
absorción; el 100% del fármaco accede, inalterado, a la circulación sistémica, por lo que la
vía intravenosa rápida se utiliza como punto de referencia óptimo para determinar la bio-
disponibilidad en magnitud de los medicamentos administrados por otras vías (biodisponi-
bilidad absoluta).
CUADRO 2.1
Vías de administración de los fármacos y lugares de absorción correspondientes
por vía vaginal y rectal. En todos los casos citados el lugar de absorción es, en efecto, un
epitelio.
Por último, cuando la administración se efectúa en la piel, el estrato que debe atravesar
el compuesto es pluricelular y está formado por un sistema de barreras heterogéneas.
Desde el plasma se realiza la distribución del fármaco a las proteínas plasmáticas y tam-
bién, en ocasiones, a todos los elementos figurados de la sangre. Por otra parte y, a través de
los endotelios, el fármaco accede a los fluidos intersticiales que bañan las células y desde
allí, a través de las membranas celulares, a la fracción acuosa de los distintos tejidos y órga-
nos (agua intracelular); en el interior de esta última, el fármaco puede distribuirse, además,
a depósitos intracelulares no propiamente acuosos (proteínas titulares, lípidos y ácidos nuclei-
cos). El proceso de distribución es el único estrictamente reversible y se concreta en la con-
secución, al cabo de un tiempo dado, característico de cada fármaco, de un equilibrio de con-
centración en todo el volumen orgánico accesible.
Simultáneamente a su absorción y a su distribución y desde el momento en que apare-
ce en plasma, las moléculas de fármaco se van eliminando, sea por excreción directamente
mediante las vías naturales habituales (renal, biliar), sea por biotransformación metabólica
en derivados, generalmente más polares que su precursor, que se excretan con mayor rapi-
dez por el riñón o en la bilis. En el caso muy frecuente de que los metabolitos sean inacti-
vos, la fracción biotransformada se considera eliminada para fines cinéticos; de otro modo,
es necesario estudiar la evolución temporal de los mismos. Determinados fármacos, una vez
excretados, pueden volver a entrar en el organismo mediante procesos de recirculación. El
más frecuente es la excreción biliar y reabsorción intestinal, en el que los fármacos, al pasar
por el hígado, sufren excreción y son arrastrados por la bilis que se vierte al intestino del-
gado, concretamente en la zona duodenal. Una vez allí el fármaco puede reabsorberse, comen-
zando de nuevo el ciclo, denominado enterohepático. Si el fármaco se excreta por saliva, tras
el proceso de deglución alcanza de nuevo el intestino y puede acceder a la circulación sis-
Cuando la administración se realiza por vía oral, puesto que la absorción en el estóma-
go, en el colon o más frecuentemente en el intestino delgado, el fármaco llega, a través de
las venas mesentéricas, a la porta y pasa por el hígado, continuando luego hasta el corazón.
Por consiguiente, toda la dosis administrada pasa por el hígado en el primer ciclo de cir-
culación, a no ser que el fármaco se absorba por vía linfática. Además por esta vía también
pueden producirse pérdidas presistémicas debidas al metabolismo que tiene lugar en las célu-
las intestinales.
Cuando la administración es por vía bucal o sublingual, la sangre transporta el fárma-
co a las venas yugular y cava y llega al corazón, evitándose la barrera hepática. Desafortu-
nadamente, en la zona mencionada sólo se absorben algunos fármacos de modo eficaz. Lo
mismo ocurre con la vía nasal.
Cuando el fármaco se administra por vía transpulmonar se dirige directamente al cora-
zón a través de la vena pulmonar evitando así su paso por el hígado.
En cuanto a los fármacos que se absorben por vía rectal, en general, se acepta que aque-
llos que se absorben en la parte inferior y media del recto (venas hemorroidales inferior y
media) pasan directamente a la circulación general a través de la vena cava, mientras que los
que lo hacen a través de las venas hemorroidales superiores pasan a la porta y al hígado. Sin
embargo se ha comprobado que existen anastomosis a nivel de estas venas. Así pues, algu-
nos autores han demostrado que la administración rectal sólo evita en parte (alrededor de un
40%) el metabolismo hepático, pero puede ser, en algunos casos, una vía alternativa a la oral
para mejorar la biodisponibilidad.
58 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Los fármacos que administrados por vía percutánea pueden absorberse alcanzan la cir-
culación sistémica sin pasar por el sistema porta y, por consiguiente, se aprovecha íntegra-
mente toda la dosis administrada en su primer ciclo. Sin embargo, la piel está protegida por
barreras naturales pluricelulares y la penetración a su través es muy difícil. Sólo puede uti-
lizarse esta vía en determinados casos.
La importancia de evitar o no la barrera hepática depende del fármaco. Existen fárma-
cos que se transforman masivamente en los hepatocitos o en los enterocitos ya en su primer
paso a través de los mismos. Otros no lo hacen, por lo que se pueden administrar con segu-
ridad por vía oral, lo que es el caso general y explica que ésta sea la vía de administración
más utilizada, siendo a la vez la más cómoda para el paciente.
Por tanto, y de acuerdo con lo expuesto, la vía de administración condiciona, además de
otros factores, la biodisponibilidad de los fármacos. Los fármacos administrados por vía paren-
teral, salvo excepciones, se absorben totalmente. Por ello, la vía parenteral generalmente garan-
tiza el aprovechamiento óptimo de la dosis administrada, es decir, una biodisponibilidad del
100% en magnitud.
Por las restantes vías de administración el que se obtenga o no una buena biodisponibi-
lidad depende de la velocidad de absorción del fármaco, lo que viene condicionado a su vez
por sus características fisicoquímicas, que facilitarán más o menos su penetración a través
de las membranas biológicas.
Se han descrito seis mecanismos mediante los cuales pueden absorberse los medicamentos,
algunos de ellos son muy importantes y otros minoritarios. Debe tenerse en cuenta, también,
que un mismo medicamento puede absorberse por varios mecanismos a la vez. En el cuadro
2.2 se citan las características generales de todos ellos.
El que un fármaco se absorba por uno u otro de los procesos citados depende no sólo de
sus características fisicoquímicas sino también de la vía de administración utilizada ya que
no todos los procesos citados están presentes en todas las membranas absorbentes. Cuando
el fármaco se administra por vía intramuscular o subcutánea, en el paso a través de los endo-
telios capilares prevalece la difusión por poros (abundantes y de gran tamaño) frente a la
difusión por membrana. En la mucosa gástrica predomina la difusión pasiva. En intestino
delgado, que es la zona más especializa en la absorción, pueden tener lugar todos los meca-
nismos citados. En intestino grueso y en recto predomina la difusión pasiva por membrana,
aunque puede producirse pinocitosis. En el resto de mucosas (bucal, sublingual, nasal, ocu-
lar y respiratoria) tienen lugar fundamentalmente procesos de absorción pasiva, al igual que
ocurre en el proceso de difusión a través de la piel.
Son dos procesos pasivos que pueden considerarse mayoritarios en la absorción de los fár-
macos, el primero especialmente a nivel gastrointestinal pero también por otras vías de admi-
nistración y el segundo a nivel intramuscular y subcutáneo.
CAPÍTULO 2: ABSORCIÓN DE FÁRMACOS 59
CUADRO 2.2
Mecanismos de absorción de los medicamentos
brana celular tiene lugar por difusión pasiva a favor de gradiente de concentración y sin con-
Una vez el fármaco en solución, el transporte a través de la bicapa lipídica de la mem-
sumo de energía. Para poder atravesar la membrana el fármaco debe presentar una cierta lipo-
filia. Para las sustancias iónicas ésta depende de su pKa y del pH del medio ya que, en general,
se absorbe la fracción no disociada por ser más lipófila. La fracción ionizada no difunde, a
60 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
no ser que su lipofilia sea elevada. Por lo tanto, los compuestos lipófilos atraviesan rápida-
mente las membranas mientras que las moléculas polares e ionizadas no se absorben o lo
hacen lentamente. Una vez atravesada la membrana, el fármaco se disuelve en el fluido inters-
ticial que se encuentra en la parte interior y sigue avanzando a favor de gradiente hasta lle-
gar a los endotelios de los capilares sanguíneos, alcanzando el plasma. Puesto que el plas-
ma drena continuamente el medicamento, la concentración en el mismo puede considerarse
nula y el proceso prosigue hasta desaparecer todo el fármaco del lugar de absorción.
La figura 2.4 permite seguir el mecanismo de la difusión pasiva por membrana y esta-
blecer las ecuaciones cinéticas características del proceso.
El proceso de difusión pasiva de los fármacos se produce desde la zona de mayor con-
centración (lugar de absorción) a la de menor concentración (plasma) y viene regido por la
ley de Fick, que establece:
dQ dC
= D⋅ P⋅S
dt dx
(2.1)
Siendo dQ/dt la velocidad de difusión que se expresa en cantidad por unidad de tiempo
(por ejemplo mg/minuto), D el coeficiente de difusión a través de membrana que es carac-
terístico del fármaco y se expresa en área/tiempo (por ejemplo cm2/minuto), S el área total
útil para la absorción que se expresa en unidades de superficie (por ejemplo cm2), P el coe-
concentración a uno y otro lado de la membrana en función del espacio recorrido, es decir
dQ D ⋅ P ⋅ S
∆C
dt
= (2.2)
δ
CAPÍTULO 2: ABSORCIÓN DE FÁRMACOS 61
dQ dA D ⋅ P ⋅ S
⋅ ( A − C)
V ⋅ dt dt V ⋅δ
− = = (2.3)
absorción en la misma especie animal y pueden englobarse en una constante que se deno-
mina ka(mem), con lo que queda:
dA
= −k a( mem ) ⋅ A
dt
(2.4)
vía parenteral extravasal pueden pasar solutos de PM 10.000 y superior. El PM límite para
la absorción por poros acuosos en intestino delgado es de 250-300 daltons, según las molé-
culas tengan una forma isodiamétrica o lineal.
La figura 2.5 permite seguir el mecanismo de la difusión pasiva por canalículos acuo-
sos y establecer las ecuaciones cinéticas características del proceso.
dQ dC
= D′ ⋅ n ⋅ π ⋅ r 2 ⋅
dt dx
(2.5)
dQ D′ ⋅ n ⋅ π ⋅ r 2
⋅ ∆C
dt
= (2.6)
δ
La velocidad de difusión es la misma que la velocidad a la que desaparece la cantidad
de fármaco remanente en lumen, pero de signo contrario. Por lo tanto, se tiene:
dQ dA D′ ⋅ n ⋅ π ⋅ r 2
⋅ ( A − C)
V ⋅ dt dt
− = = (2.7)
δ
Siendo dA/dt la velocidad de absorción expresada en concentración/tiempo, A la con-
centración en el lugar de absorción y C la concentración en plasma, que, como se indicó, tie-
ne una magnitud muy inferior frente a la existente en el lugar de absorción (condiciones de
sumidero o sink).
Los valores de D’, n, r, V y d pueden considerarse constantes para un mismo fármaco y
lugar de absorción, por lo que se engloban en una constante única llamada constante de velo-
CAPÍTULO 2: ABSORCIÓN DE FÁRMACOS 63
dA
= −k a( poros ) ⋅ A
dt
(2.8)
Cabe destacar que este mecanismo es el más importante para la absorción de todos los
fármacos que se administran por vía intramuscular o subcutánea, en un grado muy superior
a la difusión por membrana.
En el caso de que coexista absorción a través de membrana y absorción por poros, la
constante de absorción aparente que se obtendrá será la suma de las dos anteriores:
Estos mecanismos de transporte se llevan a cabo mediante estructuras formadas por proteí-
nas integrales de la membrana celular que reciben el nombre de portadores.
64 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Los portadores pueden describirse como áreas de adsorción móviles con capacidad para
tomar una molécula de soluto y atravesar la membrana absorbente hasta alcanzar el citoplasma,
a partir del cual, la molécula llegará al torrente circulatorio. El proceso podría resumirse,
por lo tanto, en tres fases: formación del complejo portador-fármaco, cambio de conforma-
ción en el portador y disociación del complejo portador-fármaco.
El transporte mediado por portadores puede dar lugar a dos condiciones de equilibrio.
En una de ellas, la difusión facilitada, las concentraciones del soluto a cada lado de la mem-
brana serán finalmente iguales; en la otra, las concentraciones finales son distintas, lo que
se denomina transporte activo. La difusión facilitada se realiza a favor de gradiente de con-
centración y no requiere consumo de energía metabólica a diferencia del transporte activo
que es capaz de actuar contra gradiente de concentración y depende de la energía metabó-
lica de la célula, así como de la presencia de iones Na+.
El número de portadores es limitado y, como consecuencia, el transporte es saturable.
Cuando la concentración de fármaco es elevada el proceso puede saturarse, lo que se con-
creta en una velocidad máxima. Existe, por lo tanto, dependencia de la dosis administrada.
Además, los portadores transportan selectivamente una sustancia de un lado a otro de la
membrana. El hecho de que el proceso sea selectivo determina que se produzcan procesos
de competición e inhibición con otros fármacos o con componentes de la dieta.
Los citados aspectos de saturación y de competición son importantes en biofarmacia ya
que cuando tienen lugar los fármacos que los sufren ven reducida su biodisponibilidad en
relación a la prevista. Ello obliga a vigilar estrechamente las pautas posológicas y las con-
diciones de administración (dosis, en ayunas, etc.).
La difusión facilitada es un mecanismo minoritario que se ha demostrado para algunas
vitaminas como la riboflavina y la tiamina y para un azúcar, la fructosa.
El transporte activo tiene mayor trascendencia en la absorción. Como ejemplos de sus-
tancias que se absorben por este mecanismo se podrían citar principios inmediatos o bioca-
biliares, etc. Más propiamente como fármacos se encuentran los antibióticos β-lactámicos,
talizadores como la glucosa, aminoácidos esenciales, vitaminas, el ión ferroso, los ácidos
el levodopa (antiparkinsoniano) que se ha demostrado que compite por los portadores con
la fenilalanina, los corticoesteroides, el litio (antimaníaco), el baclofeno (relajante muscu-
lar), la fenilbutazona y el diclofenaco (antiinflamatorios no esteroídicos), la digoxina (car-
diotónico), el captoprilo y enalaprilo (antihipertensivos), etc.
VM ⋅ S
v=
KM + S
(2.10)
trato (S); la velocidad del proceso, v representa la variación de concentración del soluto en
rando la concentración de soluto en el lugar de absorción (A) como la concentración del sus-
el lugar de absorción en función del tiempo (dA/dt) con signo negativo, puesto que es un pro-
ceso de pérdida. La ecuación queda de la siguiente forma:
dA V M ⋅ A
dt K M + A
− = (2.11)
dA V M
⋅ A ≈ k ap ⋅ A
dt K M
− ≈ (2.12)
dA V M ⋅ A
≈ V M ≈ k0
dt A
− ≈ (2.13)
dA V M ⋅ A
+k ⋅A
dt K M + A a
− = (2.14)
FIGURA 2.6. Representación gráfica del mecanismo especializado de transporte y difusión pasiva.
CAPÍTULO 2: ABSORCIÓN DE FÁRMACOS 67
Algunos fármacos se hallan sujetos a procesos de secreción activa debidos a enzimas de mem-
brana que los transportan desde la célula absorbente hacia el lugar de absorción. Estos pro-
cesos representan una barrera biológica para su incorporación al organismo y reducen el ren-
dimiento neto de la absorción.
Entre las enzimas implicadas tiene especial importancia la glicoproteína P que se loca-
liza en diferentes zonas del organismo como, por ejemplo, células epiteliales intestinales,
hígado, riñón, cerebro y pulmón.
Desde el punto de vista de la absorción tiene interés su localización en la membrana de
los enterocitos ya que la enzima capta parte de las moléculas de fármaco que están difun-
diendo a través de la membrana por absorción y las devuelve a la luz intestinal, tal como se
representa en la figura 2.7.
Las características del proceso son semejantes a las descritas para la absorción activa.
La glicoproteína P es un transportador activo, ATP-dependiente. El transporte se realiza con-
tra gradiente electroquímico y de concentración. Hay, por lo tanto, consumo de energía. Se
forman complejos reversibles con el fármaco y el proceso es unidireccional, desde la sero-
sa hacia la mucosa.
Presenta especificidad de unión por lo que aparecen fenómenos de competición entre
sustancias con similitud estructural. Parece ser que, en general, los sustratos de dicha enzi-
ma son moléculas hidrofóbicas con peso molecular entre 300 y 2.000 daltons.
Es saturable: cuando todas las moléculas del sistema secretor se hallan unidas a molé-
culas de fármaco, se alcanza la velocidad máxima de secreción. Gracias a ello puede inhi-
birse por administración simultánea de sustancias competitivas.
La cinética del proceso de secreción se ajusta a una cinética enzimática tipo Michaelis
Menten ya descrita.
Parece que está relacionada con la excreción de toxinas, hormonas y metabolitos fisio-
lógicos actuando de forma que se considera una defensa del organismo. Del mismo modo
es capaz de secretar fármacos, metabolitos y xenobióticos en general que sean análogos estruc-
turales.
Entre los fármacos afectados se encuentran algunos antimitóticos como la vinblastina y
la vincristina, lo que determina en parte la resistencia a la quimioterapia del cáncer. Ello es
68 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Existen dos mecanismos de absorción, muy minoritarios que tienen lugar a nivel gastroin-
testinal: el transporte por pares de iones y la pinocitosis. Ambos procesos tienen poca trans-
cendencia en la absorción de fármacos, especialmente el último citado.
Existen fármacos o xenobióticos que son electrolitos fuertes (ácidos o básicos) que se
hallan casi totalmente ionizados a cualquier pH fisiológico por lo que el rendimiento en su
absorción es prácticamente despreciable. Estas substancias pueden unirse transitoriamente
a iones orgánicos de carga contraria, formando un par iónico cuya carga total es nula, lo que
permite que atraviesen la membrana por difusión pasiva en función de la lipofilia adquiri-
da. Así podría explicarse la absorción de compuestos altamente ionizados como los ácidos
sulfónicos y los compuestos de amonio cuaternario. Para fármacos que presentan carga glo-
bal positiva, la formación de complejos neutros con sustancias endógenas de carga negati-
va, como la mucina, permite su absorción.
Se han formulado, asimismo, pares de iones con determinados fármacos básicos para
facilitar su absorción como, por ejemplo, el propranolol (antihipertensivo) con el ácido oléi-
co y la quinina (antimalárico) con el ácido hexilsalicílico.
B) Pinocitosis
rimentales in vivo, métodos in silico y experiencias in vitro para determinar las potenciali-
Actualmente se emplean en este tipo de estudios tres tipos de metodologías: estudios expe-
cos sobre parámetros estructurales y fisicoquímicos de las sustancias, para lo cual existen
membranas que se pueden asimilar al intestino delgado. Se utilizan para ello monocapas de
dos en animal entero o, incluso, en segmentos aislados del intestino de voluntarios sanos.
En cualquier caso, cuando un fármaco se encuentra en solución, su absorción depende
de la velocidad a la que sus moléculas son capaces de atravesar las membranas biológicas
absorbentes mediante los procesos cinéticos descritos. La velocidad global del proceso de
absorción vendrá caracterizada por la constante de absorción intrínseca del fármaco al pH
del medio, (ka, t –1), es decir, la que presenta en solución, no limitada por otros procesos más
lentos. También es posible caracterizar el proceso mediante constantes de permeabilidad que
expresan la velocidad de atravesar las membranas por unidad de área.
Cuando se realizan estudios experimentales y se utiliza la misma especie animal, la misma
zona de absorción y la misma técnica, se pueden extraer generalizaciones muy interesantes.
Si se considera difusión pasiva, la constante de absorción que se determina será la cons-
los factores D, D’ y P son característicos del fármaco y pueden explicar las diferencias en
tante intrínseca (ka) correspondiente a la ecuación 2.9. Como se indicó en el apartado 2.3.1,
D es virtualmente constante. Por otra parte, D’, variable inversamente proporcional a la masa
(cuyos componentes difieren muy poco en su tamaño o masa molecular) permite aceptar que
A partir de las investigaciones que realizaron sobre la absorción de compuestos ácidos y bási-
cos en estómago y en intestino delgado, B. B. Brodie y col. desarrollaron, en 1959, su teo-
ría del pH-reparto, con la que pretendían explicar los procesos de absorción pasiva de los
fármacos y demás xenobióticos o sustancias exógenas en el tracto gastrointestinal, que podría
expresarse, sucintamente, del siguiente modo:
Las membranas biológicas absorbentes actuarían como barreras de tipo lipoideo y los
procesos de penetración a través de las mismas se regirían por tres reglas básicas:
a) Se absorberían tan sólo las formas no ionizadas al pH del medio, ya que sólo éstas
son lipófilas. Los iones no se absorberían.
b) La velocidad de absorción de las formas no ionizadas sería proporcional a su coefi-
ciente de reparto in vitro. El disolvente reproduciría, por así decirlo, la lipofilia de la
membrana.
c) Los ácidos se absorberían primordialmente en el estómago (donde estarían no ioni-
zados en su mayor parte) y las bases en el intestino (en donde estarían menos ioni-
zadas que en estómago). Los ácidos fuertes (pKa 3 o inferior) y las bases fuertes (pKa
8 o superior) no se absorberían porque estarían totalmente ionizados en el tracto diges-
tivo.
La teoría del pH-reparto presenta algunas desviaciones que pueden explicarse fácilmente.
No se considera la difusión acuosa por poros, que, en teoría, no puede depender de las leyes
del reparto y que, además, en principio, permitiría la absorción de las formas iónicas, que
se supone no se absorben. Hoy se sabe, además, que los iones se pueden absorber perfecta-
mente por membrana lipoidea en muchos casos, sea como tales, sea por formación de pares
de iones con sustancias cargadas con distinto signo.
Es aventurado, por otra parte, suponer que los ácidos se absorben más en el estómago.
Ello no ocurre nunca en la realidad: se absorben siempre mucho más en intestino y las razo-
nes son obvias (mucha mayor superficie).
La desviación más importante de la teoría del pH-reparto, en opinión de muchos auto-
res, estriba en el hecho de que el modelo biofísico que puede deducirse de la misma no se
corresponde con la realidad experimental que actualmente debe asumirse y que se intenta-
rá razonar a continuación. Hay que consignar, sin embargo, que B. B. Brodie y sus colabo-
radores, en realidad, no pretendieron establecer un modelo biofísico concreto.
Sin embargo, la correlación que se deduce de algunos datos que aportaron, por ejemplo,
los datos de absorción y lipofilia de una serie de barbituratos, que representa sin duda la pri-
mera serie homóloga utilizada para estudios de absorción, es potencial (lineal y doble loga-
rítmica). De acuerdo con ello, la constante de absorción, ka, iría aumentando potencialmen-
te con la lipofilia de los compuestos ensayados sin alcanzar un límite determinado; éste vendría
CAPÍTULO 2: ABSORCIÓN DE FÁRMACOS 71
impuesto implícitamente por la propia insolubilidad en el medio de los elementos más lipó-
filos de la serie.
En un principio existían datos que permitían sustentar esta hipótesis para series que pre-
sentaban un ámbito moderado de lipofilia.
Sin embargo, este tipo de correlación no ha podido confirmarse. A partir de 1970 apare-
cen en la literatura numerosos trabajos que demuestran que la relación ka/P no es tan senci-
lla. En todos ellos se utilizan ya series homólogas de compuestos que permiten poner de mani-
fiesto la influencia de la lipofilia manteniendo más o menos constantes otros posibles factores
de variación. A raíz de estos estudios, han surgido, entre otras, las teorías compartimentales
en un intento de explicar las desviaciones experimentales de la teoría del pH-reparto.
El tratamiento difusional de este modelo conduce, entre otras, a una relación de tipo hiper-
bólico, en la que la asíntota (kM) define el valor de la constante de absorción de los elemen-
72 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
tos más lipófilos de la serie homóloga. La ecuación matemática adopta distintas formas, entre
las que destaca la de Wagner y Sedman que se expone a continuación:
k M ⋅ Pv
ka =
1 + Pv
(2.15)
kM ⋅ Pa
ka =
10− b + P a
(2.17)
C
⋅ Pd
ka = M
1
+ E ⋅ Pd
(2.18)
M
C ⋅ Pd
ka =
1+ E ⋅ M ⋅ Pd
(2.19)
k a = k1 + k2 (2.20)
una constante kp, de carácter asintótico y máxima para la serie (valor límite máximo de k2),
ño molecular y lipofilia muy bajos, podrían difundir libremente a través de los poros, con
que iría descendiendo, de acuerdo con la ley de acción de masa, a medida que el peso mole-
cular y la lipofilia de la serie aumentaran, hasta reducirse a cero para un tamaño molecular
y lipofilia dados. Este comportamiento podría definirse mediante una hipérbola inversa:
74 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
k p ⋅ 10− b '
k2 =
10− b ' + P a '
(2.21)
La ecuación matemática general de ka para cualquier elemento de la serie sería, por con-
siguiente:
k M ⋅ Pa k p ⋅ 10− b '
k a = k1 + k2 =
10− b + P a 10− b ' + P a '
+ (2.22)
que es la ecuación bihiperbólica preconizada por J. M. Plá y J. Moreno para los datos expe-
rimentales de cualquier origen y de carácter absolutamente general, ya que, cuando no exis-
ten poros funcionales (ensayos en colon y también en intestino delgado con series de masa
molecular elevada, superior a 200-250 daltons), k2 se reduce a cero y la ecuación 2.22 se
colapsa a la de Wagner-Sedman o a la de Higuchi-Ho. En los restantes casos, la citada ecua-
ción adquiere plena vigencia para tratar los datos experimentales disponibles.
la membrana lipoidea se alterna con otra capa lipídica constituida por un fosfolípido natural,
al parecer, de origen endógeno.
Cuestiones y problemas
3.1. Introducción
La distribución puede definirse como el proceso de transferencia reversible del fármaco des-
de la sangre a distintas estructuras extravasculares del organismo. Dicho proceso está con-
dicionado tanto por las características fisicoquímicas del principio activo como por factores
fisiológicos y patológicos relacionados con el individuo que recibe el fármaco. Entre los fac-
tores fisiológicos cabe citar la edad, el sexo y el peso corporal. En cuanto a los estados pato-
lógicos, todos aquellos que modifican el flujo sanguíneo a los diferentes tejidos corporales
alteran la permeabilidad de las membranas biológicas o provocan cambios en la relación de
volúmenes entre los distintos componentes acuosos y no acuosos del organismo.
Como resultado de todos estos procesos cada fármaco presenta unas características deter-
minadas de distribución que quedarían perfectamente definidas si se conociera el grado y
velocidad de acceso del mismo a todos y cada uno de los órganos, tejidos y fluidos corpo-
rales. Para caracterizar el proceso de distribución en toda su extensión sería necesario dis-
poner de las curvas de niveles del fármaco en todos los espacios corporales, lo que resulta
extremadamente complejo en humanos por razones obvias. No obstante, esto generalmente
no es necesario siendo suficiente la caracterización de la cinética en un número reducido de
tejidos que constituyen órganos diana o sobre los que se produce la acción toxicológica del
fármaco. En ocasiones, concretamente en el caso de fármacos para los que existe una rela-
ción directa entre concentraciones plasmáticas y respuesta, resulta suficiente con caracteri-
zar el proceso de distribución de forma global en el organismo mediante parámetros de dis-
tribución aparentes que, junto con otros parámetros de absorción y eliminación, permiten
predecir la curva de niveles plasmáticos condicionante, en estos casos, de la respuesta far-
macológica y toxicológica.
El agua constituye aproximadamente 2/3 del total del peso corporal de un adulto; además
del peso, el agua corporal depende de otros factores como son edad, sexo y grado de obesi-
dad. En recién nacidos, el contenido en agua puede llegar a valores del 75% del peso cor-
poral total; este porcentaje disminuye progresivamente con la edad, especialmente durante
los 10 primeros años de vida. El sexo es otro factor que condiciona el contenido corporal
acuoso, siendo menor en la mujer adulta que en el hombre. El tejido adiposo presenta un
porcentaje acuoso bajo por lo que en individuos con sobrepeso la proporción de agua depen-
de de la cantidad de grasa presente. El agua corporal total se reparte en varios espacios cor-
porales, como se esquematiza en la figura 3.1 que muestra los valores establecidos para un
adulto de 70 kg de peso (Emslie-Smith, 1988).
El fluido extracelular incluye todo el agua corporal que se localiza fuera de las células
y está constituido por el fluido intersticial, el agua plasmática y el denominado fluido trans-
celular (fluido cerebroespinal, fluidos intraoculares y fluidos del tracto gastrointestinal). De
acuerdo con estos datos el volumen de distribución real de los fármacos en un individuo adul-
to sano podría tomar los siguientes valores:
– 3,5 litros: para fármacos que no presentan capacidad de paso a través de las membranas
vasculares ni celulares y, por tanto, quedan confinados en el espacio acuoso vascular.
– 15,5 litros: para aquellos fármacos capaces de salir del espacio vascular pero sin capa-
cidad de paso a través de las membranas celulares.
– 42 litros: para aquellos fármacos con capacidad de atravesar todo tipo de membranas
biológicas del organismo.
CAPÍTULO 3: DISTRIBUCIÓN DE FÁRMACOS EN EL ORGANISMO 79
Si aproximadamente el 60% del peso corporal es agua, el 40% restante está constituido por
estructuras sanguíneas y tisulares de muy diversa naturaleza capaces de unirse de forma rever-
sible a los fármacos en base a sus propiedades fisicoquímicas; estas interacciones con estruc-
turas sanguíneas o tisulares son las responsables de que los valores de volúmenes de distri-
bución calculados para muchos fármacos sean superiores al volumen corporal total. Existen
varios parámetros utilizados para medir el grado de distribución global de un fármaco en el
organismo; son volúmenes aparentes que se calculan por distintos métodos matemáticos basa-
dos en el análisis compartimental o estocástico de las curvas de concentraciones plasmáti-
cas a los que se denomina “volumen de distribución en el equilibrio” (Vdss), “volumen extra-
polado” (Vex) o “volumen área” (Vdarea) en función del método aplicado para su estimación.
Recientemente se ha descrito un método para calcular el Vdss que no está basado en el aná-
lisis del perfil cinético en sangre sino que utiliza el peso corporal del paciente y el coefi-
80 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
ciente de reparto en tejido muscular (T. Rodgers, 2007). Los autores que proponen el méto-
do demuestran su validez para predecir el valor del parámetro en el hombre y en la rata para
compuestos de naturaleza muy diversa.
En todos los casos, e independientemente del método de cálculo, su carácter aparente es
debido a que la concentración medida en un determinado espacio corporal se considera repre-
sentativa de la concentración en el resto del organismo. En realidad se trata de constantes
que relacionan la cantidad y concentración de fármaco en el sistema a un tiempo dado; pro-
porcionan información general sobre el grado de distribución en el organismo sin aportar
conocimientos sobre el proceso en órganos o tejidos concretos ni sobre la velocidad de dis-
tribución que, en la mayoría de los casos, es determinante del grado real de acumulación tisu-
lar. No hay que olvidar que puede obtenerse el mismo valor de volumen de distribución para
fármacos con características muy diferentes; así, un valor elevado de volumen aparente de
distribución puede producirse tanto para una exposición moderada de todo el organismo como
para una intensa exposición de espacios restringidos y concretos. A pesar de sus limitacio-
nes, los volúmenes de distribución así calculados encuentran su utilidad en clínica para rea-
lizar predicciones del perfil cinético del fármaco en sangre.
La distribución de los fármacos desde la sangre a los tejidos y órganos corporales se pro-
duce a distinta velocidad y alcanza distinto grado según las propiedades fisicoquímicas del
producto y las características anatómicas y fisiológicas de cada órgano o tejido, siendo varios
los factores que determinan el proceso: llegada del fármaco al tejido con el torrente circu-
latorio, capacidad de paso a través de las membranas y afinidad del fármaco por las proteí-
nas plasmáticas y los diferentes componentes tisulares. La captación tisular de fármaco se
mantiene hasta que se alcanza el equilibrio entre los niveles tisulares y plasmáticos.
El proceso de transferencia desde la sangre al tejido puede estar limitado por la velocidad
de perfusión tisular o bien por la velocidad de paso a través de las membranas (generalmente
las celulares). La primera situación se presenta cuando las membranas tisulares no ofrecen
resistencia al paso del fármaco, circunstancia que se da para los compuestos altamente lipó-
filos o aquellos que pasan libremente a través de los poros o canales acuosos de las estruc-
turas celulares. A medida que aumenta la resistencia de la membrana al paso del fármaco
comienza a cobrar importancia este proceso, llegando a ser el factor limitante de la distri-
bución para valores de resistencia muy elevados o, lo que es lo mismo, para valores de per-
meabilidad de membrana muy bajos.
amplio tomando valores, desde aproximadamente 10 ml/min/g hasta 0,025 ml/min/g para
pulmón y tejido graso, respectivamente en el hombre. Si el resto de los factores que contro-
lan la distribución se mantienen constantes, los tejidos más perfundidos captarán el fárma-
co mucho más rápidamente que aquellos con menor grado de vascularización, de manera
que puede establecerse una correlación directa entre velocidad de perfusión tisular y tiem-
po para alcanzar el equilibrio de distribución en el tejido considerado.
La cantidad de fármaco en el tejido (AT) en situación de equilibrio es:
AT = Vt ⋅ Cv ⋅ Rt (3.1)
Ve = Cv ⋅ Φt (3.2)
Ve
Kt =
AT
(3.3)
Vt
Φt
Kt =
Rt
(3.4)
0, 693
ción tisular de acuerdo con la siguiente ecuación:
t d1/2 =
Kt (3.5)
o, lo que es lo mismo:
0,693 ⋅ Rt
t d1/2 =
Φt
Vt
(3.6)
82 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
En las citadas expresiones, td1/2 representaría el tiempo necesario para que la concentra-
ción tisular se reduzca a la mitad una vez que cesa la llegada del fármaco al tejido con el flu-
jo sanguíneo. Se deduce, pues, que el fármaco vuelve a la sangre desde el tejido tanto más
lentamente cuanto menor es su grado de perfusión y mayor su coeficiente de reparto.
Si la concentración de fármaco a la entrada del tejido se mantiene constante se produce
una captación tisular cuya velocidad disminuye progresivamente hasta el momento en que alcan-
za el equilibrio y la velocidad de transferencia se hace cero; la concentración arterial (Ca) se
iguala a la concentración venosa (si se trata de un tejido no eliminador) y la concentración tisu-
lar Ct(ee) = Ca . Rt. La ecuación correspondiente a la perfusión intravenosa puede aplicarse a la
Ct = Rt ⋅ Ca ⋅ (1 − e Kt ⋅τ ) (3.7)
En base a esta ecuación, el tiempo necesario para alcanzar el equilibrio en el tejido depen-
de únicamente de la constante de distribución y, por tanto, de la semivida de distribución en
el mismo.
La figura 3.2 ilustra esta situación y recoge las curvas de niveles simulados en tejidos
con distinto flujo sanguíneo: riñón (Fr = 4 ml/min/g), cerebro (Fc = 0,5 ml/min/g) y grasa
(Fg = 0,03 ml/min/g) para un mismo fármaco con el mismo coeficiente de reparto en los tres
tejidos (Rt = 1) y para una concentración arterial constante de 1 mg/l.
0,693 × 1
t d1/2 = = 0,17 min
4
en riñón:
en cerebro: t d 0,693 × 1
= 1, 4 min
0,5
1/2
=
0,693 × 1
t d1/2 = 23 min
0, 03
en grasa: =
Según estos valores, el tiempo necesario para alcanzar el 99,25% de estado de equili-
brio es de 1,19, 9,8 y 161,0 min para riñón, cerebro y grasa, respectivamente, siendo la con-
centración tisular en el equilibrio la misma para los tres tejidos.
El fármaco que abandona el espacio vascular y accede al resto de estructuras tisulares pue-
de unirse a los componentes del tejido con mayor o menor intensidad, siendo esta una pro-
piedad de gran interés farmacocinético y terapéutico que varía en función del tejido consi-
derado. Para cuantificar el grado de afinidad de un fármaco por un tejido se utiliza el
denominado coeficiente de reparto, que se define como la relación entre la concentración
tisular (Ct(ee)) y la plasmática (Cp(ee)) en situación de equilibrio. Para ver la influencia del coe-
ficiente de reparto en el perfil de la curva de niveles tisulares consideremos lo que ocurre si
se perfunde un tejido concreto como es la grasa (Ft /Vt = 0,03 ml/min/g) con una concen-
tración arterial constante (1 mg/l) de tres fármacos con diferentes valores de coeficiente de
reparto (R = 1, R = 2, y R = 5). Los valores de semivida serían:
0, 693 ⋅ 1
R =1 td1/ 2 = = 23 min
0, 03
0, 693 · 2
R=2 td1/ 2 = = 46 min
0, 03
0, 693 · 3
R=3 td1/ 2 = = 115 min
0, 03
Para esta situación no sólo hay diferencias en el tiempo necesario para alcanzar el equilibrio
sino que también son diferentes las concentraciones tisulares alcanzadas en situación de equili-
brio, como se observa en la figura 3.3, en la que se muestran las concentraciones simuladas.
De todas estas consideraciones se deduce que si la distribución está limitada por el flujo
sanguíneo, tanto la captación como la liberación tisular del fármaco son más lentas cuanto menor
es el grado de perfusión tisular y mayor es el coeficiente de reparto en el tejido. Si el coeficiente
de reparto es el mismo en varios tejidos, la concentración tisular en situación de equilibrio es la
misma para todos ellos, pero si la perfusión es muy lenta es posible que no llegue a conseguir-
se el equilibrio y la concentración tisular nunca alcance el valor Ctss = Ca · Rt.
84 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
3
2
2
0
0 1 2 3 4 5 6
Horas
nes de limitación por el flujo sanguíneo. Las barreras tisulares retrasan la velocidad de cap-
tación del fármaco y, por tanto, aumentan el tiempo necesario para alcanzar el equilibrio,
que será tanto mayor cuanto menor sea la permeabilidad y mayor el reparto, pudiendo no
llegar a alcanzarse en ningún momento, al igual que ocurre cuando es el flujo sanguíneo el
que controla el proceso.
La unión de fármacos a proteínas puede tener una gran influencia en su comportamiento far-
macocinético y farmacodinámico ya que solamente la fracción libre se encuentra en dispo-
sición de acceder a los receptores y por lo tanto ser eficaz. Por lo que a la farmacocinética
se refiere, este factor puede condicionar su distribución y eliminación; el volumen de dis-
tribución de los fármacos con un elevado grado de fijación a proteínas plasmáticas, como la
warfarina (99%) o el ácido valproico (98%), suele ser relativamente pequeño al quedar con-
finado en el compartimento vascular el complejo fármaco-proteína. Por el contrario los fár-
macos que no se unen a proteínas plasmáticas, o lo hacen en pequeña proporción, presentan
generalmente valores de volumen de distribución elevados. Sin embargo, como se ha comen-
tado anteriormente, la distribución es un proceso complejo y existen numerosos factores que
lo condicionan; así por ejemplo la digoxina, los antidepresivos tricíclicos, el itraconazol, entre
otros, presentan un elevado grado de unión a proteínas plasmáticas pero también una gran
86 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
afinidad por las proteínas tisulares, lo cual se traduce en valores elevados del volumen de
distribución.
En circulación sistémica solamente la fracción libre de fármaco se encontrará en disposi-
ción de abandonar el espacio vascular y alcanzar los distintos órganos y tejidos, donde se fija-
rá con mayor o menor intensidad a las proteínas u otros componentes tisulares (figura 3.5)
En el torrente sanguíneo, la interacción más importante se produce a nivel de proteínas
plasmáticas, las cuales pueden fijar moléculas de fármacos, principalmente mediante unio-
nes físicas reversibles tales como puentes de hidrógeno o fuerzas de Van der Waals. Los gru-
pos carboxilos y amino de los aminoácidos que componen las proteínas son los principales
responsables de la interacción reversible de estas con los fármacos (Ritschel, 2004).
En el plasma humano se han identificado numerosas proteínas de las cuales las más rele-
vantes, desde el punto de vista de la fijación de fármacos, son las incluidas en el cuadro 3.1.
CUADRO 3.1
Principales proteínas plasmáticas que intervienen en la fijación de fármacos
A) La albúmina
es el grupo N-terminal de los aminoácidos mientras que las bases parece ser que se fijan de
una forma inespecífica.
De los sitios de unión en la molécula de albúmina plasmática dos son los principales por
lo que a la fijación de fármacos se refiere:
B) La a1-glicoproteína ácida
Es la más pequeña de las proteínas plasmáticas. Con un peso molecular entre 41.000 y
44.000 Da y un gran contenido en ácido siálico, que proporciona una naturaleza ácida y un
bajo pKa. Su concentración plasmática oscila entre 0,4-1,0 g/l, aumentando cuando existe
un proceso inflamatorio, un proceso maligno o estrés y disminuyendo en caso de trastornos
hepáticos o renales. Esta proteína tiene un único sitio de unión con una elevada afinidad y
fija principios activos básicos altamente liposolubles. En el cuadro 3.2 se muestran algunos
fármacos con elevada afinidad por la a1-glicoproteína ácida. Sin embargo hay que tener en
cuenta que los niveles plasmáticos de esta proteína son relativamente bajos, comparados con
los de la albúmina, y que puede saturarse a concentraciones terapéuticas del fármaco. Por
ejemplo, el saquinavir se une fundamentalmente a la a1-glicoproteína ácida pero también
puede unirse a la albúmina y en presencia de concentraciones suficientemente elevadas de
este inhibidor de la proteasa el complejo albúmina-saquinavir es el más abundante ya que
los sitios de unión en la a1-glicoproteína ácida están saturados. Se puede decir que la a1-gli-
coproteína ácida es una proteína de gran afinidad y baja capacidad mientras que por el con-
trario la albúmina es una proteína de elevada capacidad.
CUADRO 3.2
Fármacos que se unen a la a1-glicoproteína ácida
C) Lipoproteínas
Son macromoléculas constituidas por una parte lipídica y otra proteica y se clasifican
según su densidad, que varía en función de la cantidad y tipo de lípidos y proteínas que con-
tengan, en: lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), lipoproteínas de densidad intermedia
(IDL), lipoproteínas de baja densidad (LDL) y lipoproteínas de alta densidad (HDL). Su con-
centración plasmática es muy variable dependiendo del sexo, edad, dieta y procesos patoló-
gicos entre otros factores. Estas proteínas fijan, principalmente, fármacos muy liposolubles
como ciclosporina A, diclofenaco, imipramina, diltiazen, etc.
[ P] + [ F ] [ PF ]
k1
k2
(3.8)
donde:
Ka =
[ PF ]
[ P ][ F ]
(3.9)
k1
Ka =
k2
(3.10)
n Pt = PF + P (3.11)
siendo:
n: el número de sitios de unión por mol de proteína
[Pt]: la concentración molar de proteína total
[PF]: la concentración molar de proteína unida
[P]: concentración molar de proteína libre
[ PF ] [ PF ]
Ka =
( n [ Pt ] − [ PF ]) [ F ] ( n [ Pt ][ F ] − [ PF ][ F ])
= (3.12)
[ PF ]
( n [ Pt ] [ F ] − [ PF ] [ F ]) =
Ka
(3.13)
[ PF ] [ PF ] [ F ]
n [F] =
K a [ Pt ] [ Pt ]
+ (3.14)
[ PF ] nK a [ F ]
[ Pt ] 1+ K a [ F ]
= (3.15)
nK a [ F ]
r=
1+ K a [ F ]
(3.16)
Pero las proteínas son moléculas grandes, comparadas con el tamaño molecular de los
fármacos, y pueden presentar más de una clase de sitios de unión, con lo que podría suce-
der que un fármaco se uniera a distintos sitios de unión con diferentes constantes de afini-
dad. En esta situación se cumple que:
m
ni K ai [ F ]
r =∑
i =1 1 + K ai [ F ]
(3.17)
90 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
donde Kai representa las constantes de afinidad de cada clase de sitio de unión, ni. el núme-
ro de sitios de unión por mol de proteína y m el número de clases de sitios de unión.
La representación gráfica de la ecuación 3.17 proporciona una curva hiperbólica que refle-
ja el carácter saturable de la unión a proteínas (figura 3.6).
FIGURA 3.6. Curva hiperbólica que refleja el carácter saturable del proceso
de unión a proteínas plasmáticas.
1 1+ K a [ F ] 1 K [F]
+ a
r nK a [ F ] nK a [ F ] nK a [ F ]
= = (3.18)
1 1 1 1
r n nK a [ F ]
= + (3.19)
CAPÍTULO 3: DISTRIBUCIÓN DE FÁRMACOS EN EL ORGANISMO 91
FIGURA 3.7. El trazado de Klotz o doble recíproco describe la relación entre el recíproco de r
y el recíproco de la concentración libre de fármaco.
B) Trazado de Scatchard
Este gráfico se construye representando r/[F] frente a r, para obtener una línea recta cuya
ordenada en el origen es nKa y la pendiente –ka. Para ello la ecuación 3.16 se transforma del
siguiente modo:
r (1 + K a [ F ]) = nK a [ F ] (3.20)
r + rK a [ F ] = nK a [ F ] (3.21)
r
+ rK a = nK a
[F] (3.22)
r
+ nK a = rK a
[F] (3.23)
Si el trazado de Scatchard (figura 3.8) es una curva, ésta podría descomponerse en sus
componentes tal y como se muestra en la figura 3.9. En este caso el fármaco se une a dos
clases de sitios de unión distintos, cada uno con sus constantes de afinidad. Un ejemplo de
esta situación es la unión del ácido salicílico a la albúmina.
92 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
C) Trazado de Rosenthal
[ PF ] nK a [ F ]
[ Pt ] 1+ K a [ F ]
= (3.24)
[ PF ] + [ PF ] K a [ F ] = nK a [ F ][ Pt ] (3.25)
[ PF ] = nK a [ F ] [ Pt ] − [ PF ] [ F ] K a (3.26)
[ PF ]
= nK a [ Pt ] − [ PF ] K a
[F ]
(3.27)
Cu
fu =
Ct (3.28)
Dado que la Cu es [PF] y la Ct es [PF] + [F] la ecuación 3.28 se podría escribir como:
[ PF ]
fu =
[ PF ] + [ F ]
(3.29)
1
fu =
[F]
1+
[ PF ]
(3.30)
1 1
fu =
[F ] 1+ K a [ F ]
=
1+ 1+
n ( Pt ) K a [ F ] n ( Pt ) K a
(3.31)
1+ Ka [ F ]
o lo que es lo mismo:
1
fu =
1 [F ]
1+
n ( Pt ) K a n ( Pt )
+ (3.32)
De esta ecuación se deduce que tanto la concentración de fármaco libre, [F], como la
concentración total de proteína, [Pt], influyen en la fracción de fármaco unido.
Para una concentración de proteína constante, que es la situación más habitual, la frac-
ción de fármaco unido disminuirá al aumentar la concentración de fármaco, tal como se apre-
cia en la figura 3.11; ello se debe a que un número limitado de sitios de unión estará dispo-
nible para fijar el fármaco. A concentraciones bajas, la mayor parte del fármaco podría fijarse
a la proteína, mientras que a concentraciones altas, los sitios de unión pueden haberse satu-
rado, con lo que se produciría un incremento brusco en la concentración libre de fármaco.
La figura 3.12 pone de manifiesto el efecto de la concentración de proteína sobre la frac-
ción unida. Para valores altos de Ka, entre 105 y 107 l/mol, la concentración de proteína afec-
fl, por ejemplo, si la fracción de fármaco unido pasa de 0,99 a 0,98, esto supondría que la fl
se duplicaría, ya que pasaría del 0,01 al 0,02, o lo que es lo mismo el porcentaje de fárma-
co libre pasaría del 1 al 2%.
Para valores de Ka bajos, la concentración de proteína produce un efecto más acusado
en la fu.
Dado que solamente el fármaco libre puede atravesar la mayoría de las membranas bio-
lógicas, la concentración de fármaco libre estará más relacionada con el efecto farmacodi-
námico que la concentración plasmática total. De ahí que, desde el punto de vista terapéu-
tico, tenga más interés la Cl que la Cu y por lo tanto la fracción de fármaco libre será más
útil que la fu.
Cl
fu =
Ct (3.33)
o lo que es lo mismo:
[F]
fl =
Ct (3.34)
[ F ] = f l ⋅ Ct (3.35)
[ PF ] = f u ⋅ Ct (3.36)
fu = 1 − fl (3.37)
[ PF ] = (1 − f l ) ⋅ Ct (3.38)
[ PF ] (1 − f l ) ⋅ Ct
Ka =
[ P] [ F ] [ P ] ⋅ ( f l ⋅ Ct )
=
(3.39)
y despejando fl queda:
1
fl =
1 + K a [ P] (3.40)
disponibles está ocupado, de modo que [P] es prácticamente igual a la concentración total
de sitios de unión (n [Pt]). En ese caso la ecuación 3.40 se transformaría en:
1
fl =
1 + K a n [ Pt ] (3.41)
De esta expresión se podría concluir que la fracción libre será prácticamente constante
e independiente de la concentración de fármaco. En el caso de que las concentraciones tera-
péuticas sean suficientemente altas como para ocupar la mayoría de los sitios de unión, fl
sería dependiente de la concentración de fármaco.
Existen distintos métodos para la cuantificación in vitro del grado de unión de los fármacos
a las proteínas plasmáticas (Grandison, M. K., 2000; Shargel, 2004). Todos tienen ventajas
e inconvenientes por lo que se refiere a coste, facilidad de realización, tiempo requerido para
la determinación, instrumentación, etc. Los más utilizados son:
A) Diálisis de equilibrio
La diálisis de equilibrio es una de las primeras y más conocidas técnicas in vitro uti-
lizadas en los estudios de unión a proteínas. El equipo consiste en una célula de diálisis,
con dos compartimentos separados por una membrana semipermeable, en los que se colo-
can el plasma con el fármaco y un tampón fisiológico a pH 7,4 (figura 3.13). El sistema,
así dispuesto, se incuba a 37 ºC hasta que se alcanza el equilibrio. Una vez en el equili-
brio se procede a determinar el fármaco en cada compartimento. La concentración de fár-
maco en el tampón estará en equilibrio con la concentración de fármaco libre en el plas-
ma, luego la concentración de fármaco en el tampón será igual a la concentración libre,
mientras que la concentración de fármaco en el compartimento plasmático será la con-
centración total. La concentración de fármaco unido, se calculará por diferencia entre Ct
y Cl; la fracción de fármaco libre y la fracción de fármaco unido podrán calcularse con las
siguientes ecuaciones:
Cl
fl =
Ct (3.42)
Cu
fu =
Ct (3.43)
98 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
B) Ultrafiltración
Es la técnica más utilizada en la práctica clínica por su sencillez y rapidez. Las prime-
ras unidades de ultrafiltración, cuyo esquema se muestra en la figura 3.14, se comercializa-
ron para la monitorización de fenitoína y ácido valproico.
Presión
Célula
Membrana de
ultrafiltración
Colector
de muestra
El plasma con el fármaco se sitúa en una unidad de ultrafiltración, que consta de dos
compartimentos separados por una membrana. Esta membrana permitirá el paso del agua
plasmática y de sustancias de bajo peso molecular, mientras que las moléculas de gran tama-
ño, como las proteínas, no la atraviesan. El agua plasmática filtra bien utilizando centrifu-
gación o una presión positiva. El ultrafiltrado obtenido en el compartimento inferior tendrá
una concentración igual a la del fármaco libre. Del mismo modo que la diálisis de equili-
brio, la ultrafiltración debe realizarse a 37 ºC y pH 7,4 para simular las condiciones fisioló-
gicas y permite una medida directa de la concentración total de fármaco y de la concentra-
ción libre, por lo tanto se aplicarán las expresiones vistas para aquélla.
A medida que el agua plasmática filtra aumentará la concentración de proteínas, por lo
tanto, para mantener una concentración proteica adecuada, el volumen de ultrafiltrado reco-
gido ha de ser pequeño, del orden de un 10-15% del volumen plasmático inicial. Esto pue-
de plantear problemas a la hora de determinar la concentración de fármacos fuertemente uni-
dos a proteínas, ya que ésta podría ser inferior al límite de cuantificación de la técnica analítica.
Otra limitación de esta técnica es que existe la posibilidad de que se produzca adsorción del
fármaco al filtro.
C) La microdiálisis
porcionan información sobre la concentración total con lo que se puede calcular Cu.
Para conocer la concentración de fármaco unido se recogen muestras de plasma que pro-
Cu = Ct − Cl (3.44)
La ventaja más importante de esta técnica es que permite determinar Cl in vivo. En inves-
tigación básica, la microdiálisis es especialmente útil en la determinación de la distribución
de fármacos en órganos, tejidos o fluidos biológicos. En clínica se ha utilizado para deter-
minar la concentración de fármacos en músculo, plasma y tejido subcutáneo.
Entre los inconvenientes cabe señalar la necesidad de que la sonda permanezca implan-
tada en el vaso, tejido o compartimento fluido, durante periodos largos de tiempo, además
sólo pueden recogerse volúmenes pequeños de dializado, lo cual implica disponer de una
técnica analítica sensible, sobre todo con fármacos altamente unidos. En el cuadro 3.3 apa-
recen recogidas las ventajas e inconvenientes más relevantes de estas tres técnicas.
100 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
FIGURA 3.15. Procesos que tienen lugar durante la microdiálisis. F representa el fármaco libre
y PF el complejo fármaco-proteína.
CUADRO 3.3
Ventajas e inconvenientes de algunas de las técnicas utilizadas
en la determinación de la unión a proteínas.
– Barrera hematoencefálica: pared vascular de los capilares que irrigan el cerebro, cons-
tituida por células epiteliales distribuidas de forma compacta, sin poros ni canales acuo-
sos y recubierta por varios elementos especiales denominados astrocitos.
– Barrera hemo-cefalorraquídea: constituida por la pared vascular de los plexos coroi-
deos; estos plexos tienen la función de secretar líquido cefalorraquídeo; son imper-
meables a las proteínas y presentan permeabilidad selectiva a las sustancias químicas
en general.
– Barrera cefalorraquídea-cerebral, constituida por la denominada piamadre.
CUADRO 3.4
Factores que controlan el paso de fármacos a través de la placenta
El lado fetal consiste en dos elementos: una capa trofoblástica externa (derivada del
ectodermo fetal) y un estroma adyacente con una circulación capilar muy rica, derivada
del mesodermo. En la especie humana los capilares del lado materno de la placenta son
sustituidos por sinusoides que bañan directamente las vellosidades fetales; por tanto, la
barrera placentaria consiste únicamente en corion y pared capilar fetal. El corion tiene pro-
piedades análogas a las del epitelio del intestino delgado o del túbulo renal, ya que per-
mite el paso de sustancias lipídicas, impide el paso de sustancias polares y controla el trans-
porte de iones y otras sustancias biológicamente importantes. El paso de fármaco a través
de la placenta se reduce a un proceso de difusión pasiva, no existiendo procesos de trans-
porte activo ni difusión facilitada para ningún fármaco hasta ahora conocido; por consi-
guiente el paso a través de la barrera placentaria se realiza de acuerdo con la conocida pri-
mera ley de difusión de Fick:
dCm D ⋅ RP ⋅ S
⋅ (Cm − C f )
dt a
= (3.45)
CAPÍTULO 3: DISTRIBUCIÓN DE FÁRMACOS EN EL ORGANISMO 103
Como se ha comentado a lo largo del capítulo la distribución de los fármacos depende esen-
cialmente de cinco factores que son: sus propiedades fisicoquímicas, su afinidad por los teji-
dos, el flujo sanguíneo tisular, la permeabilidad de las membranas, y el grado de unión a las
proteínas plasmáticas. De los cinco factores citados sólo el primero se mantiene constante
en la práctica clínica; los restantes se modifican en función de las características fisiopato-
lógicas del paciente y pueden alterar la distribución. A continuación se comentan las que pue-
den afectar más significativamente a este proceso cinético.
A) Edad
El peso relativo de varios tejidos y órganos corporales cambia a lo largo del proceso de
maduración. El agua corporal total, expresada como porcentaje del peso corporal, disminu-
ye significativamente durante el primer año de vida, y además, durante este periodo se pro-
duce un cambio en las proporciones de fluidos extra e intracelular pasando de un predominio
del fluido extracelular a predominar el fluido intracelular. En consecuencia, los fármacos que
se distribuyen en el espacio extracelular presentan un volumen de distribución mayor en niños
menores de 1 año que en niños de más edad o adultos. Amicacina, ticarcilina o ampicilina y,
en general, los fármacos hidrófilos muy polares constituyen un ejemplo de esta situación. Tam-
bién se ha encontrado un mayor volumen de distribución para fármacos altamente liposolu-
bles lo que es, en principio, contradictorio ya que la presencia de grasa en niños es menor que
en adultos; la explicación a este hecho se encuentra en el mayor grado de riego sanguíneo del
cerebro y el hígado en las primeras etapas de la vida, favoreciendo la distribución en estos
tejidos. Esto se ha observado en niños tratados con lidocaína o mepivacaína. Además de estas
variaciones, se ha comprobado que en la población pediátrica existe una mayor variabilidad
interindividual en la distribución que en cualquier otro grupo poblacional, lo que se atribuye
a que el grado de maduración para una misma edad varía ampliamente de unos niños a otros
(A. N. Edginton, 2006); por esta razón no se han podido establecer buenas correlaciones entre
volumen de distribución de los fármacos y edad de los pacientes.
En cuanto a la unión a proteínas plasmáticas, se ha observado una disminución en el gra-
do de unión de los fármacos en neonatos con respecto a niños de cierta edad o adultos; cum-
104 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
pliéndose esta regla tanto para fármacos ácidos, que se unen principalmente a la albúmina,
como para fármacos con carácter básico que se unen a la a1-glicoproteína ácida. Los nive-
les de albúmina no parecen ser significativamente más bajos en recién nacidos que en adul-
tos, pero los niveles de a1-glicoproteínas pueden estar reducidos de 1 a 3 veces. Entre los
factores responsables del menor grado de unión a proteínas de los fármacos en recién naci-
dos pueden considerarse los siguientes:
La afinidad por tejidos específicos no está muy estudiada; sin embargo existen datos para
algunos fármacos, como digoxina, cuyos niveles en miocardio son mucho más elevados en
recién nacidos que en adultos.
En pacientes de edad avanzada son varias las causas responsables de las modificaciones
que se producen en los procesos de distribución de fármacos; existen cambios importantes
en los fluidos y tejidos corporales a medida que avanza la edad. Una gran parte del tejido
metabólico activo es reemplazado por tejido graso progresivamente desde los 15 hasta los
60 años. La grasa corporal aumenta en un 18-36% en los hombres y un 33-48% en las muje-
res, lo que produce una disminución de peso del denominado tejido magro. Las consecuen-
cias de lo expuesto sobre la distribución dependerán de las características del fármaco; para
fármacos altamente lipófilos aumenta el espacio de distribución mientras que para fárma-
cos más hidrosolubles se mantiene o disminuye. Se ha comprobado, en efecto, que el Vd del
diacepam y del clordiacepóxido aumenta con la edad; sin embargo, el Vd de loracepam y
oxacepam, fármacos muy relacionados con los anteriores pero mucho menos liposolubles,
se mantiene constante.
El agua corporal, al contrario que la grasa, disminuye con la edad, aproximadamente un
15-20% desde los 20 a los 80 años. El fluido extracelular se mantiene constante pero cons-
tituye una mayor proporción del agua total en pacientes de edad avanzada en relación con
adultos. El agua corporal total disminuye aproximadamente un 0,37% y un 0,27% al año en
mujeres y hombres, respectivamente.
De acuerdo con estas modificaciones, se proponen las siguientes ecuaciones para el
cálculo de Vd en pacientes geriátricos (Ritschel, 2004):
En hombres:
En mujeres:
V 25 ⋅ 49 ⋅ 25 − 0 ,130 ⋅ ( edad − 25 )
Vd =
49 ⋅ 25
(3.47)
CAPÍTULO 3: DISTRIBUCIÓN DE FÁRMACOS EN EL ORGANISMO 105
La obesidad provoca una disminución del contenido total acuoso que puede llegar hasta
valores del 45% en ocasiones. En individuos con peso corporal ideal (PCI), el volumen san-
guíneo medio es de 79 ml/kg±10%. A medida que aumenta la presencia de grasa, este valor
disminuye progresivamente debido al escaso volumen vascular que presenta el tejido adipo-
so. Para un volumen extracelular estándar (unos 15 l) el volumen sanguíneo es de unos 5 l.
Si aumenta el volumen extracelular de forma moderada (hasta unos 22 l), se mantiene la rela-
ción de volúmenes, pero a partir de 22 l el aumento progresivo de volumen extracelular no
produce nuevos incrementos del volumen sanguíneo y el volumen adicional se acumula en
los tejidos formando edema. Estos cambios afectan fundamentalmente a los fármacos con gran
afinidad por la grasa para los cuales el volumen de distribución es mucho mayor en indivi-
duos obesos que en los de peso normal. Para fármacos altamente hidrófilos y por tanto con
106 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
C) Estado de gestación
A medida que avanza el estado de gestación se produce un incremento del peso corpo-
ral total, lo que se traduce en un aumento progresivo del volumen de distribución que, aun-
que en principio afectaría a todos los fármacos, sería más relevante para los de carácter hidró-
filo, especialmente en la fase final del embarazo. Así mismo se observa una disminución
progresiva de las concentraciones plasmáticas de albúmina y un aumento de la a1-glicopro-
teína al final del embarazo. Se ha demostrado que fármacos como el ácido valproico, el feno-
barbital, el ácido acetilsalicílico, el diacepam etc., presentan un menor grado de unión a pro-
teínas a medida que avanza la gestación, pero parece ser que esta disminución no es únicamente
debida a la menor concentración plasmática de la albúmina sino también a que se produce
una pérdida de capacidad de los sitios de unión para fijar fármacos, bien por cambios estruc-
turales en la molécula de proteína o por la existencia de un antagonismo competitivo entre
los fármacos y sustancias endógenas tales como lípidos o ácidos grasos libres.
A) Insuficiencia cardíaca
En el cuadro 3.5 se indican los posibles efectos que las alteraciones circulatorias pue-
den provocar sobre la distribución de los fármacos (L. Z. Benet, 1984).
La respuesta del sistema nervioso autónomo a la insuficiencia cardíaca puede provocar alte-
raciones de la distribución. Se produce una regulación autonómica del flujo sanguíneo, de for-
ma que una mayor proporción del gasto cardíaco va al cerebro y al tejido miocárdico y un menor
porcentaje va al riñón, músculo y órganos esplénicos. Dentro del riñón hay un reajuste del sis-
tema circulatorio que va desde las nefronas corticales a las yuxtaglomerulares. El tejido mus-
cular esquelético, debido a su gran volumen constituye un tejido de captación importante para
la mayoría de los fármacos; una reducción del flujo sanguíneo se traducirá en una reducción
de la velocidad y el grado de captación del fármaco por parte de este tejido.
Para fármacos hidrosolubles, el volumen de distribución puede verse incrementado debi-
do al aumento del fluido extracelular. La lidocaína, por ejemplo, se distribuye inicialmente
en tejidos altamente perfundidos; a medida que los niveles en sangre caen se produce una
redistribución del fármaco desde los tejidos altamente irrigados a la sangre y de aquí a los
tejidos de flujo sanguíneo reducido, como músculo y grasa.
CAPÍTULO 3: DISTRIBUCIÓN DE FÁRMACOS EN EL ORGANISMO 107
CUADRO 3.5
Fisiopatología de la insuficiencia cardíaca y sus efectos sobre la farmacocinética
Alteraciones Alteraciones
Distribución
primarias secundarias
{
Gasto cardíaco Perfusión
de tejidos
{
Actividad del SNC Redistribución
del gasto cardíaco Alteración de
Motilidad las pautas
Retención de
agua y sodio
{ gastrointestinal
Edema
de distribución
Presión venosa
sistémica
y pulmonar
{ Hipoxia tisular
Congestión visceral
El hecho de que se mantengan los flujos en cerebro y miocardio y que las concentra-
ciones sanguíneas sean más altas favorece el acceso del fármaco a estos tejidos; por esta razón
los efectos secundarios que la lidocaína produce sobre el SNC y el miocardio se ponen de
manifiesto con mayor frecuencia en pacientes con insuficiencia circulatoria o hipovolémi-
cos. Puesto que el flujo al resto de los tejidos es menor, disminuye la velocidad de captación
tisular en todos ellos.
En lo que se refiere a las proteínas plasmáticas, en procesos agudos se han encontrado nive-
les más bajos de albúmina como consecuencia de la reacción del organismo al proceso patoló-
gico; el infarto de miocardio, neumonía, fiebres reumáticas, peritonitis etc., cursan con hipoal-
buminemia. Además, el infarto de miocardio produce una reacción inflamatoria con aumento
de las a1-glicoproteínas que se unen a sustancias básicas como la lidocaína, hecho que también
contribuye al incremento en los niveles sanguíneos totales de algunos fármacos.
En el cuadro 3.6 se indican las modificaciones que experimenta la distribución de algu-
nos fármacos como consecuencia de la insuficiencia cardíaca (L. Z. Benet, 1984). Se obser-
va una disminución de este parámetro para dihidroquinidina y quinidina, no se detectan cam-
bios para teofilina y el volumen de distribución área (Vdarea) experimenta un incremento del
20% para aminopirina mientras que disminuye un 40% para desopropamida.
CUADRO 3.6
Modificaciones del Vd de diferentes fármacos producidos por la insuficiencia cardíaca
Porcentaje de cambio
Fármaco
en el volumen de distribución
Aminopirina ↑ 20 (Varea)
Dihidroquinidina ↓ 43 (V1)
Desopiramida ↓ 60 (Varea)
Quinidina ↓ 41 (V1)
Teofilina No cambia
108 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
B) Insuficiencia renal
Este hecho ha sido comprobado con estudios adicionales que demuestran que el valor del Vd
sugiere un incremento en la capacidad de distribución del fármaco en situación de uremia.
de fenitoína se incrementa de 0,6-0,7 l/k a 1-1,8 l/k a causa de insuficiencia renal. Esta alte-
ración de la distribución se atribuye a una disminución en el grado de unión a proteínas plas-
máticas que provoca un aumento significativo de la fracción libre (de un 12 a un 25% apro-
ximadamente) capaz de distribuirse y acceder a los tejidos. En este estado patológico se
produce una importante eliminación urinaria de albúmina. En condiciones normales los capi-
lares glomerulares, al igual que el resto de los capilares, permiten el paso del fármaco libre
pero no el de las proteínas plasmáticas; sin embargo, cuando existe una enfermedad renal
crónica, que afecta a los glomérulos y túbulos, se produce filtración de proteínas que da lugar
a una pérdida de albúmina. En situaciones de insuficiencia renal disminuyen los niveles tota-
les de fenitoína en sangre pero aumentan las concentraciones plasmáticas de fármaco libre.
Considerando que el margen terapéutico para este fármaco es de 10-20 mg/l y que la frac-
ción libre en pacientes con FRN es del 10% aproximadamente, el margen terapéutico refe-
rido a niveles libres es de 1-2 mg/l. En situaciones de insuficiencia renal grave el porcenta-
je de fármaco libre se incrementa hasta un 25-30%. Por tanto, para que se mantengan los
valores de niveles libres en el margen 1-2 mg/l, los niveles totales plasmáticos deben dis-
minuir hasta 3-7 mg/l. De acuerdo con esto el margen terapéutico de fenitoína disminuye a
medida que lo hace la función renal, ya que la fracción libre aumenta y por tanto los nive-
les plasmáticos totales tóxicos o terapéuticos son más bajos.
CAPÍTULO 3: DISTRIBUCIÓN DE FÁRMACOS EN EL ORGANISMO 109
C) Pacientes quemados
En grandes quemados, este aumento de la permeabilidad afecta no sólo a los tejidos que-
mados sino también al resto, probablemente como consecuencia de la liberación de hista-
mina y otras sustancias relacionadas con el proceso inflamatorio.
En estos pacientes los niveles de albúmina plasmática pueden fluctuar de forma impor-
tante durante varias semanas tendiendo a disminuir hasta valores de 10-30 g/l. Ello es debi-
do a que la piel es el tejido con mayor contenido en albúmina extravascular y por tanto la
destrucción de una porción apreciable de la misma produce una pérdida significativa de albú-
mina intersticial. Además cuando existen grandes superficies quemadas aumenta el catabo-
lismo y la permeabilidad capilar, produciéndose un paso de la albúmina del compartimento
intravascular al extravascular.
Cuestiones y problemas
1. Indique qué tipo de información se requiere para calcular el tiempo necesario para alcan-
zar el equilibrio de distribución en tejido renal de rata de varios fármacos.
2. Si el volumen de distribución de ciprofloxacino en pacientes adultos es de 89 l, ¿cuál sería
utilizando diálisis de equilibrio. Para ello se incuba durante 3 horas una solución de
700 mmoles/l de albúmina con 300 mmoles/l del fármaco, tras lo cual se determina el
fármaco en el compartimento del tampón, obteniéndose un valor de 130 mmoles/l. Cal-
cular los moles de fármaco unido por moles totales de proteína (r), así como la frac-
ción libre y fracción unida del fármaco a la albúmina.
110 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
F (mmoles/l) 1 3 6 18
4.1. Introducción
o renal. Mediante este proceso el organismo introduce o elimina un nuevo grupo, enmasca-
ra o rompe otro y, en definitiva, altera la estructura del fármaco original con el fin de pro-
mover su eliminación. El proceso de biotransformación no sólo facilita la excreción y mini-
miza la carga xenobiótica total del organismo, mediante su transformación en múltiples
productos, sino que además supone un descenso en las concentraciones, de ahí que consti-
tuya un mecanismo fundamental de eliminación que para muchos fármacos es cuantitativa-
mente el más importante y justifica, como refleja el cuadro 4.1, un 75% de los mecanismos
de eliminación.
CUADRO 4.1.
Incidencia aproximada de mecanismos de eliminación de fármacos
(Fuente: S. J. Gardiner, E. J. Begg. Pharmacogenetics, drug-metabolizing enzimes
and clinical practice. Pharmacol Rew 2006, 58:521-90)
cidad y grado de biotransformación, de las rutas metabólicas implicadas, de las enzimas res-
ponsables de las mismas e incluso de sus posibles efectos sobre determinadas enzimas es,
hoy en día, no sólo necesaria sino también exigible desde las fases iniciales del desarrollo
de los nuevos medicamentos. Dicha caracterización resulta fundamental para garantizar su
eficacia terapéutica y seguridad, para explicar y prevenir las posibles variaciones interindi-
viduales en el perfil PK-PD, para anticipar el riesgo de interacciones e incluso para estable-
cer pautas individualizadas de dosificación (Cascales Angosto, 2004).
CUADRO 4.2.
Hechos indicativos de la posible existencia de metabolitos activos (Fuente: A. Furra. Role of pharmaco-
logically active metabolites in drug discovery and development. Drug Discovery Today, 2006; 11: 133-42).
VM C
Velocidad de metabolismo =
KM + C (4.1)
VM
Velocidad de metabolismo = C = K ′M C
KM (4.2)
CUADRO 4.3.
Fármacos con metabolismo de capacidad limitada
Aunque diversos tejidos corporales son capaces de metabolizar fármacos, por su fisiología
y estratégica localización anatómica, el hígado es cuantitativamente el órgano más impor-
tante en la biotransformación, desempeñando un papel fundamental en la inactivación y sub-
siguiente eliminación de los fármacos. Su influencia sobre la biodisponibilidad y el aclara-
miento supone además un control sobre su exposición sistémica.
O2
–
R–H
NADPH+H
NADP+ R–OH
H–O–H
CYP450 CITOPLASMA
MEMBRANA
RETÍCULO
ENDOPLASMÁTICO
FIGURA 4.1. Descripción y localización del sistema enzimático del citocromo P-450 (Fuente: adaptado
de Weblog de Divulgación científica de la química clínica, www.quimicaclinicauv.blogsplot.com).
FIGURA 4.2. Esquema del proceso general de biotransformación de fármacos; se incluyen tipos
habituales de reacciones metabólicas y los sistemas enzimáticos implicados.
CUADRO 4.4.
Tipo de reacciones presintéticas y enzimas implicadas
CUADRO 4.5.
Contenido y contribución del sistema CYP al metabolismo de fármacos
En el hombre se han identificado más de 50 genes CYP pero sólo un número relativa-
mente pequeño (8-9) de proteínas codificadas por los mismos, pertenecientes a las familias
1, 2 y 3 parecen contribuir a la biotransformación de medicamentos. Colectivamente este
sistema enzimático justifica aproximadamente un 80% de los procesos metabólicos de tipo
oxidativo y casi un 50% del proceso de eliminación global de los fármacos más utilizados
(Wilkinson, 2005). Las enzimas pertenecientes a la familia 3A y fundamentalmente dos (3A4
y 3A5) cuya especificidad de sustrato es tan similar que dificulta su distinción son las más
importantes en el metabolismo debido a su predominio en hígado e intestino y a su capaci-
dad de biotransformar multitud de fármacos, prácticamente uno de cada dos que sufren pro-
cesos de oxidación. Además, la actividad CYP3A varía notablemente, porque su variabili-
dad constitutiva es grande (del orden de 5 veces) y porque diversos factores pueden influir
en la misma, siendo uno de los más destacados la administración de fármacos, que puede
incrementar el margen de variabilidad interindividual incluso a 400 veces.
Las enzimas CYP varían en su actividad metabólica con respecto a un sustrato dado y
exhiben distintos grados de especificidad, pudiendo existir solapamiento entre sustratos y
competencia entre los mismos. En el patrón de actividad de dichas enzimas pueden influir,
además, diferencias en la constitución genética, factores fisiopatológicos y la exposición a
determinados agentes exógenos incluidos los medicamentos y los alimentos. El cuadro 4.6
recoge las características más relevantes relacionadas con las enzimas CYP incluyendo sus-
tratos representativos y sustancias con capacidad de alterar su actividad (inductores e inhi-
bidores). La versatilidad catalítica del CYP es tan grande que la lista completa de sus posi-
bles sustratos es mucho mayor que la recogida; no obstante, los sustratos, inductores o
inhibidores marcados en rojo se consideran el prototipo en cada categoría. La existencia de
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 121
CUADRO 4.6.
Características relevantes de enzimas CYP implicadas en la biotransformación de fármacos (Fuente:
Flockhart, D.A. http://medicine.iupui.edu/flockhart/table.htm. Acceso [septiembre, 2008]).
Característica Variabilidad
Enzima destacable Sustratos prototipo Inductores Inhibidores Inter-
individual
CYP- Actividad muy Cafeína Tabaco,café Ciprofloxacino 48-65%
1A2 sensible a la Teofilina Alimentos a la Fluvoxamina
inducción Tacrina brasa Furafilina
Clozapina Omeprazol
CYP- Polimorfismo Bupropión Fenobarbital Orfenadrina Hasta
2B6 genético Ciclofosfamida Rifampicina Tiotepa 100 veces
Efavirenz Ticlopidina
Nevirapina
Propofol
Tamoxifeno
CYP- Polimorfismo Dextrometorfano Dexametasona Bupropión 20-200%
2D6 genético Propranolol Rifampicina Fluoxetina
Antiarrítmicos Paroxetina
Antidepresivos Quinidina
Antipsicóticos
Betabloqueantes
Opioides
CYP- Polimorfismo Amodiaquina Rifampicina Gemfibrozilo 30%
2C8 genético Cerivastatina Montelukast
Ibuprofeno Quercetina
Paclitaxel Trimetroprim
Rosiglitazona
CYP- Polimorfismo AINES Rifampicina Amiodarona 30%
2C9 genético Anticoagulantes Fluconazol
Hipoglucemiantes Sulfafenazol
Celecoxib
Diclofenac
Tolbutamida
Warfarina
Fenitoína
Losartan,Irbesartan
[.../...]
122 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Variabilidad
Característica
Enzima Sustratos prototipo Inductores Inhibidores Inter-
destacable
individual
CYP- Polimorfismo Inhibidores bomba Carbamacepina Inhibidores 30
2C19 genético protones Prednisona bomba protones
Citalopram Rifampicina Fluvoxamina
Clopidrogel Fluoxetina
s-Mefenitoína Omeprazol
fenitoína Ticlopidina
Omeprazol
Diazepam
CYP- Actividad Anestésicos Consumo cró- Ingestión aguda 4-5 veces
2E1 dependiente de Alcohol nico de alco- de alcohol
estatus fisioló- Paracetamol hol Dietilditio-car-
gico: ayuno, Clorzoxazona Isoniacida bamato
obesidad, dia- Disulfiram
betes…
Varios tipos moléculas pequeñas, presentes en el organismo, son capaces de conjugarse con
fármacos o sus metabolitos. Estas reacciones de conjugación son mediadas por transferasas,
siendo la formación de glucurónidos el proceso de conjugación o la reacción en fase II más
habitual en el metabolismo de fármacos (supone más del 35% de las reacciones de conju-
gación en el hombre).
La glucuronidación implica la reacción entre el ácido uridindifosfato glucurónico (UDP-
GA) y fármacos (o metabolitos) con grupos amino, hidroxilo o carboxilo. Las enzimas de este
proceso (UGT) se encuentran localizadas en la membrana interna del retículo endoplásmico
del hígado y en la membrana nuclear de las células de otros tejidos. El grupo carboxilo del glu-
curónido, que se ioniza a pH fisiológico, aumenta la solubilidad acuosa, confiere polaridad al
sustrato y facilita su excreción renal o biliar. Además esta incorporación altera la estructura del
sustrato y con ello su actividad biológica, de ahí que los glucurónidos sean generalmente hidro-
fílicos e inactivos. Se considera una vía metabólica de alta capacidad y baja afinidad, regulada
por la expresión de las enzimas UGT y la posible modulación de su funcionalidad que fre-
cuentemente no se ve afectada por patologías hepáticas. La capacidad para glucuronizar gran
cantidad de sustancias estructuralmente diferentes se debe, en parte, a la existencia de distintas
formas de estas transferasas, reguladas, como en el caso del CYP, de manera independiente. Tam-
bién existe superposición en la especificidad de los sustratos catalizados por estas enzimas de
modo que una misma UGT puede metabolizar sustratos diferentes y un mismo sustrato puede
ser metabolizado por más de una de una UGT. Al igual que el CYP estas enzimas se clasifican,
de acuerdo a criterios evolutivos y de similitud existiendo dos familias 1 y 2, y 3 subfamilias,
UGT1A, UGT2A y UGT2B, con importancia en el metabolismo de fármacos. La mayoría se
localizan en el hígado, aunque algunas (UGT1A1, UGT1A8 y UGT1A10) se expresan en teji-
dos extrahepáticos, sobre todo en el epitelio gastrointestinal o riñón. Los aspectos metabólicos
más destacados para este tipo de enzimas se recogen en el cuadro 4.7.
Las reacciones de acilación y acetilación consisten en la incorporación de un radical aci-
lo o acetilo a los radicales carboxilo o amino de los fármacos, por influencia de aciltransfe-
rasas y la intervención de derivados de la coenzima A. Las acetiltransfersas se encuentran
en muchos tejidos (hígado, mucosas, pulmón...) y están sometidas a polimorfismo genéti-
co, lo que supone la existencia de dos subpoblaciones distintas con respecto a la capacidad
de acetilación (acetiladores rápidos y lentos). Algunos fármacos que utilizan este tipo de reac-
ción son: isoniazida, procainamida, cafeína o sulfamidas.
124 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
CUADRO 4.7.
Características destacadas del sistema enzimático UGT (Fuente: Kiang, T. K., Ensom, M. H.,
Chang, T. K. Pharmacol Ther 2005,106: 97-132).
Sustrato Sustrato
Enzima Inhibidor
endógeno exógeno
Además del hígado otros tejidos y órganos, especialmente aquellos que representan vías de
acceso de xenobióticos al organismo, como los tractos respiratorio y gastrointestinal o la piel
contienen enzimas capaces de metabolizar fármacos, aunque su papel en la disposición de
los mismos es menos conocido.
126 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Hasta hace relativamente poco el intestino no fue considerado como un órgano relevan-
te desde el punto de vista de la biotransformación de fármacos; sin embargo, la mucosa intes-
tinal es capaz de llevar a cabo reacciones metabólicas tanto en fase I como en fase II. Su
gran capacidad para metabolizar fármacos hace que, para algunos tan significativos como
midazolam, ciclosporina, nifedipina o inmunosupresores, sea la vía metabólica mayoritaria
y una barrera para su captación y transporte hacia la circulación sistémica (Doherty, 2002).
Los procesos de biotransformación a este nivel están mediados por las enzimas asocia-
das a la flora intestinal o por los sistemas enzimáticos localizados en las células epiteliales
de la mucosa intestinal. Dichas enzimas pueden ser oxidasas de función mixta dependien-
tes del CYP, estearasas y sistemas de conjugación que implican procesos de acetilación, sul-
fatación, metilación y glucuronidación. El contenido enzimático es mayor en la mucosa del
intestino delgado, pero se extiende a otros niveles del tracto gastrointestinal, incluyendo las
mucosas bucal y rectal. Para la mayoría de los fármacos, el metabolismo gastrointestinal sólo
es aparente tras la administración oral o rectal y ocurre durante el proceso de absorción trans-
celular, cuando el fármaco entra en contacto con las enzimas.
Las isoenzimas CYP detectadas en la mucosa intestinal son CYP1A1, CYP2C, CYP2D6
y CYP3A4, siendo esta última la más abundante en todo el tracto gastrointestinal y la que desem-
peña un papel preponderante en el metabolismo de fármacos a este nivel. Las actividades
CYP3A4 en intestino e hígado no están correlacionadas y la variabilidad interindividual en el
CL tras la administración oral de sus sustratos es un reflejo de la variación de su actividad enzi-
mática en ambas localizaciones. Ciertas furocumarinas presentes en el zumo de pomelo son
capaces de inactivar específicamente y de modo cuasi irreversible su actividad a nivel intesti-
nal, lo que permite establecer la contribución de cada órgano al proceso de metabolismo. Por
otra parte, y además de su abundancia relativa en el intestino, esta enzima presenta una estra-
tégica localización, en el extremo de las vellosidades y próxima a la p-glicoproteína, lo que
supone que puede actuar de forma coordinada con este transportador de fármacos limitando
la biodisponibilidad oral de sus posibles sustratos. La p-glicoproteína, al transportar cíclica-
mente el fármaco absorbido al lumen intestinal, maximiza su exposición a las enzimas pre-
sentes en el enterocito (figura 4.5). Este hecho aumenta la posibilidad de interacción con la
enzima, reduce el riesgo de saturación y puede compensar su menor cantidad (10-50%) en rela-
ción con el hígado. La actividad de este transportador puede por tanto condicionar la veloci-
dad y magnitud del metabolismo intestinal.
Mientras que la concentración en el intestino de enzimas implicadas en reacciones meta-
bólicas de fase I es relativamente baja, la actividad enzimática de tipo conjugativo es com-
parable a la del hígado, siendo glucuronidación, acetilación y sulfatación las reacciones más
importantes. La sulfatación de terbutalina se produce en mayor medida a este nivel que en
el hígado y la actividad de la tiopurina metiltransferasa (TPMT) es comparable.
El papel de la flora intestinal en el metabolismo extrahepático también se ha estableci-
do para algunos fármacos (estrógenos, digoxina, acenocumarol o sulfasalazina) y las reac-
ciones metabólicas implicadas son generalmente degradativas, reductivas o hidrolíticas. Debe
señalarse que la actividad relativamente alta de las b-glucuronidasas en el intestino puede
contribuir a la duración de efectos de fármacos que sufren secreción biliar en forma de glu-
curónidos. Estos conjugados pueden ser hidrolizados por dichas enzimas y, en consecuen-
cia, producirse la reabsorción y circulación enterohepática del fármaco. También la presen-
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 127
cia de esterasas en el intestino, e incluso la flora intestinal, pueden ser importantes para la
bioactivación de ciertos fármacos o profármacos.
La epidermis puede llevar a cabo varias reacciones metabólicas, incluyendo la conjuga-
ción con ácido glucurónico. En la piel se han identificado distintos tipos de enzimas impli-
cadas en el metabolismo de fármacos como oxidasas de función mixta, reductasas, estera-
sas, o glucuronosiltransferasas. Los compuestos esteroideos, testosterona, progesterona e
hidrocortisona, y el antiviral vidarabina sufren metabolismo cutáneo. La principal conse-
cuencia de los procesos metabólicos a este nivel es la disminución tanto de la potencia como
de la duración de efectos de los fármacos afectados administrados tópicamente.
En los últimos tiempos se ha producido un considerable interés por el estudio de proce-
sos metabólicos extrahepáticos, y el pulmón ha sido uno de los órganos más analizados por
varias razones. Ya que los pulmones reciben la totalidad del flujo sanguíneo, aunque su acti-
vidad metabólica sea pequeña, la contribución a la disposición global del fármaco puede ser
importante. Por otra parte, la singular localización anatómica del pulmón supone que su acti-
vidad metabolizadora puede influir en el acceso del fármaco a la circulación arterial y a nivel
de receptores, para fármacos administrados intravenosamente (p. ej., propranolol). Además,
la formación local de determinados metabolitos en el pulmón parece ser un mecanismo de
toxicidad pulmonar asociado a muchas sustancias exógenas.
El túbulo proximal de los glomérulos de la corteza renal muestra una alta expresión de
enzimas tanto CYP como UGT lo que sugiere que la biotransformación en el riñón puede
ser significativa para muchos fármacos y, así, para diflunisal o ácido micofenólico la glu-
curonidación renal es comparable a la producida en el hígado (Fisher, 2001). Otros fárma-
cos para los que se conoce la participación del riñón en su biotransformación son: morfina,
propofol, imipenem, meropenem y zidovudina.
128 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Puesto que la vía de administración condiciona el trayecto seguido por el fármaco en el orga-
nismo (figura 4.6) y considerando que es posible la biotransformación del mismo en distintos
lugares (hígado, tracto gastrointestinal, pulmones o piel) existen distintas posibilidades de meta-
bolismo presistémico. Así, un fármaco puede sufrir uno o varios efectos de primer paso o bien
acceder inalterado a la circulación sistémica en función de la vía de administración utilizada.
El acceso del fármaco a la circulación general tras su administración intravenosa supo-
ne un paso previo por los pulmones y, en consecuencia, la posibilidad de un efecto de pri-
mer paso pulmonar, que también es previsible en el caso de fármacos inhalados. Tras la admi-
nistración oral, los fármacos deben pasar secuencialmente a través del tracto gastrointestinal,
penetrar en el enterocito y después, a través del hígado, acceder a la circulación sistémica.
Esta secuencia es un requisito anatómico, ya que la sangre que perfunde el tracto gastroin-
testinal, con excepción de la cavidad bucal y del recto inferior, drena en el hígado vía vena
porta (figura 4.7). En consecuencia, y puesto que tanto el tracto gastrointestinal como el híga-
do son los sistemas más relevantes de biotransformación de fármacos, la vía oral determina
la posibilidad de existencia (independiente o secuencial) tanto de un efecto de primer paso
intestinal como hepático. Por ello el metabolismo presistémico tiene especial relevancia para
esta vía y supone riesgo de interacciones debidas no sólo a la administración de otros medi-
camentos sino también de alimentos o bebidas.
El acceso de un fármaco a la circulación general tras su administración rectal varía depen-
diendo del lugar, en el interior del recto, en el que se produzca la absorción. Si ésta se pro-
duce en su nivel inferior, el fármaco accede a las venas hemorroidales inferior y media, y de
allí a la vena cava, en cuyo caso no existe efecto de primer paso hepático. De forma similar,
el fármaco absorbido a través del sistema linfático de la mucosa intestinal accede directa-
mente a la vena cava y evita el metabolismo presistémico hepático (Thummel, 1997).
La administración tópica no evita el efecto de primer paso, debido a la posibilidad de meta-
bolismo a nivel de la piel, de la sangre o del endotelio vascular, aunque la intensidad del mis-
mo es notablemente inferior que por otras vías. Con respecto a las vías subcutánea e intra-
muscular, las posibilidades respecto al efecto de primer paso son similares a las descritas para
la vía intravenosa; algunos fármacos tienden reducir su biodisponibilidad en magnitud en
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 129
contacto con las enzimas y otros componentes intersticiales y tisulares en el depósito paren-
teral, al margen de su posible precipitación, que puede disminuir su valor en velocidad. Final-
mente, otras vías de administración tienen, desde el punto de vista teórico, considerable impor-
tancia en relación con el efecto de primer paso. Así, la administración intraarterial de fármacos
permite excluir en su totalidad dicho efecto, o la administración hepatoportal permite des-
lindar la naturaleza hepática o intestinal del efecto de primer paso.
La magnitud del metabolismo presistémico puede estimarse por comparación de los valo-
res de AUC, normalizados con las dosis, obtenidos tras la administración intravenosa y oral
de fármaco y metabolito y asumiendo absorción completa (cuadro 4.8).
CUADRO 4.8
Distinción entre absorción incompleta y efecto de primer paso
CUADRO 4.9
Fármacos con significativo metabolismo presistémico y enzimas implicadas (Fuente: G. R. Wilkinson.
Drug metabolism and variability among patients in drug response. N Engl J Med 2005; 352; 21).
F
Fármaco Enzimas implicadas
Media ± DE
Amiodarona CYP 3A 46 ± 22
Amitriptilina CYY 2D6,CYP 3A 48 ± 11
Aspirina Estearasas 68 ± 3
Astemizol CYP 3A < 10
Bromocriptina CYP 3A 3–6
≈ 65
Buspirona CYP 3A < 10
Captoprilo S-metiltransferasa
Ciclosporina CYP 2C9, CYP 3A 28 ± 18
Codeína UGT2B7 50 ± 7
Diclofena c CYP 2C9 54 ± 2
Diltiazem CYP 3A 44 ± 10
Eritromicina CYP 3A 35 ± 25
Espironolactona Tioesterasa 25 ± 9
Felodipino CYP 3A 15 ± 8
Imipramina CYP 1A2, CYP 2D6, CYP 3A 42 ± 3
Lidocaína CYP 3A 35 ± 11
Labetalol Glucoronosiltransferasa 18 ± 5
Losartan CYP 2C9, CYP 3A 39 ± 15
Lovastatina CYP 3A <5
Mercaptopurina Tiopurinametiltransferasa 12 ± 7
Metoprolol CYP 2D6 38 ± 14
Midazolam CYP 3A 44 ±17
≈2
Morfina UGT2B7 24 ± 12
Naloxona UGT2B7
Nefazodona CYP 2C9, CYP 3A 15 – 23
Nicardipino CYP 3A 18 ± 11
Nifedipino CYP 3A 50 ± 13
Nimodipino CYP 3A 10 ± 4
Omeprazol CYP 2C19, CYP 3A 53 ± 29
Propafenona CYP 2D6 5 – 50
Propranolol CYP 2D6, CYP 1A2 26 ± 10
Saquinavir CYP 3A 4 – 13
Sumatriptán MAO-A 14 ± 5
[.../...]
132 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
F
Fármaco Enzimas implicadas
Media ± DE
CUADRO 4.10.
Contribución intestinal y hepática al metabolismo presistémico de algunos fármacos
Porcentaje de Porcentaje de
Fármaco F media (%)
extracción intestinal extracción hepática
Ciclosporina 27 59 24
Midazolam 30 43 ± 24 44 ± 14
Verapamilo 16 58 62
Un fármaco con un elevado efecto de primer paso tiende a mostrar mayor variabilidad
interindividual en la biodisponibilidad oral. Esta variabilidad es, a menudo, uno de los prin-
cipales problemas que plantea el uso clínico de estos fármacos ya que supone, al menos en
teoría, mayor diferencia en las concentraciones alcanzadas y presumiblemente en la efica-
cia terapéutica. Se ha observado para alprenolol que la diferencia en las concentraciones
medias alcanzadas en el equilibrio tras la administración de la misma dosis en voluntarios
sanos es de 14 veces para la vía oral frente a 4 para la intravenosa. La variabilidad inter e
incluso intraindividual en el efecto de primer paso es debida a los numerosos factores que
inciden y modifican el metabolismo de los fármacos.
La principal implicación clínica derivada de la existencia de un importante efecto de pri-
mer paso por vía oral (superior al 50%) es la necesidad de administrar dosis mucho más altas
por esta vía, respecto a la intravenosa, si se desean alcanzar concentraciones equivalentes.
Así, 30 mg de pentazocina por vía intravenosa determinan concentraciones superiores a las
obtenidas tras la administración de 100 mg por vía oral. Para algunos fármacos, como lido-
caína, naloxona, nitroglicerina o dihidroergotamina, la magnitud del efecto de primer paso
es tan importante que impide su empleo por vía oral y ha promovido el desarrollo de nue-
vas formulaciones o la administración por vías alternativas (p. ej., parches de nitroglicerina,
administración sublingual de ergotamina o inyección intramuscular o subcutánea de otros
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 133
fármacos). En este sentido debe señalarse que la administración tópica, sublingual o por inha-
lación evita el efecto de primer paso de naturaleza intestinal y hepática pero no otros posi-
bles efectos a nivel cutáneo o pulmonar.
Además de su repercusión posológica, el metabolismo presistémico supone diferen-
cias en el perfil de la curva concentraciones-tiempo de metabolitos dependientes de la vía
de administración. Así, para nortriptilina, las concentraciones iniciales de su metabolito
(10-OH-nortriptilina) son más altas por vía oral que intramuscular, a diferencia de lo que
ocurre para las concentraciones del fármaco. Esto es debido a que el metabolismo presis-
témico da lugar a una formación rápida y significativa de este metabolito que, en conse-
cuencia, accede antes a la circulación general. No obstante, aunque el perfil de la curva
de un metabolito puede ser diferente en función de la vía, la fracción de dosis convertida
al metabolito no debe ser muy distinta siempre que la absorción sea completa, el metabo-
lismo sea la única vía de eliminación y se trate de una cinética lineal. En estas condicio-
nes, una fracción dada de la dosis se encuentra disponible para ser metabolizada por el
órgano implicado cualquiera que sea la vía de administración. Para fármacos sujetos a efec-
to de primer paso, las variaciones en la relación de concentraciones fármaco/metabolito
en función de la vía pueden dar lugar a diferencias en la respuesta si los metabolitos con-
tribuyen a los efectos farmacológicos. Así, la mayor respuesta electrocardiográfica obser-
vada con quinidina tras la administración oral ha sido atribuida a la rápida formación, por
efecto de primer paso, de metabolitos activos.
La herencia genética determina las características de cada individuo y entre ellas su capaci-
dad para metabolizar los fármacos. Hoy día, se sabe que algunos genes que codifican enzi-
mas que participan en la biotransformación de los fármacos muestran polimorfismo gené-
tico; término que en esencia alude a una variación en la estructura de un gen. No obstante,
el polimorfismo genético se define como una característica monogénica (ligada a un único
gen) que existe en una población en al menos dos fenotipos o genotipos, ninguno de los cua-
les presenta una frecuencia inferior al 1-2% de la población. Por tanto, son variaciones o dife-
rencias en la secuencia de ADN entre individuos, en un locus o posición determinada, que
no son raras y con una frecuencia suficientemente alta como para descartar que sean muta-
134 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
ciones recientes. Estos polimorfismos, que normalmente suponen sólo variaciones en un úni-
co nucleótido, pueden alterar la funcionalidad de la proteína codificada por el gen afectado
y determinar variaciones significativas: desde cambios en su actividad (enzima inactiva, con
actividad disminuida o incrementada) a la ausencia de la enzima En este último caso los indi-
viduos afectados pueden tener una menor capacidad para metabolizar los fármacos o sus-
tratos cuya biotransformación depende de la enzima (Klein, 2001). La figura 4.9 muestra
esquemáticamente la base molecular del polimorfismo genético para una enzima implicada
en la biotransformación de un fármaco.
El cuadro 4.11 muestra los polimorfismos genéticos más significativos a nivel del
metabolismo, incluyendo la enzima implicada, la frecuencia del polimorfismo, el fármaco
o fármacos afectados y el efecto asociado en cada caso, tanto para enzimas que partici-
pan en reacciones metabólicas en fase I como para las que intervienen en reacciones en
fase II. Es evidente que existen polimorfismos muy específicos o concretos que afectan
selectivamente a pocos fármacos y a potencialmente pocos individuos; otros sin embar-
go tienen una mayor repercusión, tanto respecto al fármaco (por ejemplo, la enzima CYP-
2D6) como a la población (prácticamente, la mitad de la población caucasiana tiene el
fenotipo de acetilador lento).
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 135
FIGURA 4.9. Base molecular del polimorfismo genético para enzimas implicadas
en la biotransformación de fármacos.
CUADRO 4.11
Polimorfismos genéticos en enzimas que intervienen en la biotransformación de fármacos
culares, que en los deficientes metabolizadores pueden ver aumentados Cmax o AUC inclu-
bolismo de más de 50 fármacos, incluyendo numerosos psicofármacos y agentes cardiovas-
so hasta 15 veces. Para esta enzima la actividad está condicionada en gran medida por factores
genéticos, los cuales explican hasta el 79% de su variabilidad interindividual.
La distribución de la capacidad funcional de CYP-2D6 muestra 4 posibles fenotipos: apro-
ximadamente el 7% de individuos caucasianos son deficientes metabolizadores, individuos
homocigotos sin genes funcionales, en torno al 38% son eficientes metabolizadores hetero-
cigotos con al menos un alelo funcional y un 55% son eficientes metabolizadores homoci-
gotos. Existen además individuos con duplicación o amplificación de genes (copias extra) que
confiere el fenotipo de metabolizador ultrarrápido, ya que cada copia funcional incrementa
significativamente la velocidad de biotransformación de los sustratos del CYP-2D6. La fre-
cuencia de estos últimos varía con la población estudiada: 1-2% en escandinavos, 7-10% en
españoles y 21-29% en poblaciones del norte de África. Esta heterogeneidad étnica, deno-
minada en ocasiones “gen geográfico”, es habitual en casi todos los polimorfismos genéti-
cos conocidos y supone que el origen étnico del individuo es un factor con influencia en el
metabolismo y en el perfil farmacocinético (cuadro 4.12). El número de genes funcionales
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 137
CUADRO 4.12
Variantes alélicas del CYP-2D6 en función de la raza (Fuente: M. Ingelman-Slundberg. 2005. Genetic
polymorphisms of cytochrome P450 2D6: clinical consequences, evolutionary aspects and functional
diversity. Pharmacogenom J., 5: 6-13).
FIGURA 4.10. Perfil cinético de nortriptilina y su metabolito en función del número de genes funcionales
CYP2D6 (Fuente: P. Dalen, Clin Pharm Ther. 1998; 63: 44).
capacidad metabólica presentan a priori mayor riesgo de ineficacia con pautas de dosi-
ficación estándar así como un mayor riesgo de interacciones pero en determinadas cir-
cunstancias (como en el caso de tratamiento con inhibidores específicos) pueden com-
portarse como deficientes metabolizadores. En ocasiones, las consecuencias son difíciles
de prever debido a la existencia de vías metabólicas alternativas y a la contribución tan-
to del fármaco como de los metabolitos a los efectos observados (p. ej., antidepresivos).
Debe notarse que, como consecuencia del polimorfismo, pueden adquirir mayor impor-
tancia otras vías asociadas a la formación de metabolitos tóxicos (p. ej., fenacetina) o a
un mayor riesgo de interacciones (p. ej., CYP3A).
Respecto a la relevancia clínica, los factores destacables son el índice terapéutico, la
variabilidad farmacocinética-farmacodinámica intrínseca y la mayor o menor facilidad clí-
nica para individualizar las dosis y controlar la terapia del fármaco afectado. En definiti-
va, aunque las consecuencias potenciales del polimorfismo genético en el metabolismo
pueden ser diversas (cuadro 4.13) y dependientes del fármaco, las evidencias disponibles
indican un notable efecto en el perfil de eficacia/seguridad y en las necesidades de dosi-
ficación de diversos fármacos. Se ha señalado que un 60% de los fármacos implicados en
reacciones adversas son metabolizados por al menos una enzima que presenta polimor-
fismo genético.
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 139
CUADRO 4.13
Consecuencias potenciales del polimorfismo genético
en el metabolismo de fármacos
La influencia sobre el metabolismo del ciclo menstrual y del embarazo también ha sido ana-
lizada pero los resultados obtenidos en los diversos estudios son poco concluyentes.
El efecto de la obesidad sobre CLH es variable y dependiente del fármaco. Así, para los
metabolizados por reacciones de conjugación, el CL parece aumentar y, sin embargo, la acti-
vidad de la enzima CYP3A4 parece ser menor en obesos.
Entre los factores endógenos que afectan al metabolismo, los procesos patológicos que
afectan al hígado son especialmente importantes dado su papel fundamental en la biotrans-
formación de fármacos. Las enfermedades hepáticas varían significativamente en su pato-
fisiología y, por tanto, en cómo afectan al metabolismo de fármacos, dependiendo el efecto
de la severidad del proceso. Los procesos hepáticos de tipo crónico, como cirrosis o hepati-
tis, dan lugar a una reducción en la masa hepatocelular y en el funcionalismo hepático acom-
pañadas de un descenso en el flujo sanguíneo, afectando más a la capacidad de biotransfor-
mación de fármacos que otros procesos (p. ej., hepatitis agudas). La disminución en el
contenido y actividad de las enzimas hepáticas como consecuencia de la insuficiencia hepá-
tica no es uniforme para las distintas enzimas (las enzimas CYP1A, 2C y 3A se ven afecta-
das en mayor medida que otras, como CYP2D6 o 2C19), siendo los procesos metabólicos
oxidativos más afectados que los de conjugación. No obstante, la menor capacidad de bio-
transformación de fármacos en pacientes con insuficiencia hepática no es generalizable, ya
que no sólo depende del tipo y gravedad del proceso sino también de las características de
los propios fármacos y sobre todo del tipo de CLH. Los fármacos cuya capacidad de meta-
bolización puede verse especialmente disminuida son aquellos con alta extracción hepática
y sujetos a un acusado efecto de primer paso, ya que en este caso su aclaramiento y biodis-
ponibilidad son dependientes del flujo hepático y una disminución del mismo supone un efec-
to sinérgico sobre la concentración media o el AUC.
Otros procesos patológicos (p. ej., enfermedad celíaca o insuficiencia renal) pueden afec-
tar asimismo al metabolismo extrahepático de fármacos (p. ej., intestinal o renal). En muchos
casos el anómalo comportamiento cinético observado en ciertos pacientes (sida, fibrosis quís-
tica, hipoxia...) se ha atribuido a diferencias en la capacidad de biotransformación. También
existen evidencias de alteración en aquellas situaciones en las que los mecanismos de defen-
sa del organismo se encuentran operativos (infecciones, inflamación, cáncer, trauma…), en
cuyo caso se produce una regulación por disminución (down-regulation) del CYP a nivel de
la trascripción genética, con los consiguientes descensos de mRNA, proteína y actividad enzi-
mática. Este descenso en la capacidad metabólica puede traducirse en alteraciones en la res-
puesta, incluyendo un mayor riesgo de toxicidad. Un buen ejemplo es tacrolimus, cuyas dosis
deben reducirse en pacientes con hepatitis C; de igual modo en pacientes con cáncer avan-
zado la actividad CYP3A estaría disminuida.
nas. Ejemplos significativos de factores externos con influencia sobre el metabolismo de fár-
macos son el consumo de tabaco, café o alcohol, la exposición a determinadas plantas medi-
cinales o alimentos, el tipo de dieta y, sobre todo, la administración de determinados medi-
camentos. Con independencia del factor, las consecuencias sobre el metabolismo pueden ser
dos: estimulación (inducción) o inhibición de la capacidad metabólica.
– El tiempo requerido tanto para que se manifiesten los efectos inductores como para
que desaparezcan está condicionado por la semivida del agente inductor así como por
la velocidad de degradación de la enzima inducida.
– El inductor no interacciona directamente con la enzima, en ocasiones es además sus-
trato de la misma.
– La magnitud del efecto inductivo presenta una notable variabilidad interindividual aun-
que parece existir un límite, de modo que los niveles enzimáticos tras la inducción
máxima son cuantitativamente similares.
142 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
CUADRO 4.14
Mecanismos de inducción de enzimas implicadas en el metabolismo de fármacos
Enzimas/Proteínas
Mecanismo Inductores prototipo Características
afectadas
Activación CYP1A, UGT Hidrocarburos aromáticos Efecto dosis-
Receptor Ah policíclicos, café y tabaco dependiente
Omeprazol
Activación CYP2B6, CYP2C, Antiepilépticos (fenobarbital) Efecto acusado
Receptor CAR CYP3A, UGT Ciclofosfamida si alto efecto de
primer paso
Activación CYP3A, CYP2C, Rifampicina Efecto acusado
Receptor PXR UGT, P-glicoproteína Hipérico a nivel intestinal
Activación CYP3A5 Tacrolimus
Receptor GR
Estabilización CYP 2E Alcohol Poco relevante
de la enzima isoniazida para fármacos
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 143
Una estrategia para predecir, a partir de datos in vivo, interacciones debidas a inducción
del CYP3A4 (Ohno, 2008) muestra que la susceptibilidad de los fármacos sustratos a este
tipo de interacciones puede ser estimada cuantitativamente considerando la contribución de
la enzima al CL total y la potencia de los posibles inductores. Este último dato expresado
como incremento en el CL de los sustratos sería. 7,7; 4,7; 3,0; 1,4 y 1,2 para rifampicina,
fenitoína, carbamacepina, efavirenz e hipérico, respectivamente. En presencia de los tres pri-
meros inductores, la mayoría de sustratos verán disminuido el valor de AUC a menos de la
mitad.
Las consecuencias clínicas de la inducción enzimática son diversas, siendo la manifes-
tación clínica más probable la pérdida de eficacia del fármaco cuyo metabolismo es induci-
do, así como el riesgo de toxicidad subsiguiente a la suspensión o retirada del inductor. Ya
que la inducción enzimática expone al paciente a mayores cantidades de metabolitos, el per-
fil farmacológico del fármaco inducido puede modificarse notablemente en el caso de que
sus metabolitos sean activos o tóxicos. El desarrollo de tolerancia a algunos fármacos se jus-
tifica por este tipo de proceso.
CUADRO 4.15
Inhibidores irreversibles o cuasi-irreversibles del CYP (Fuente: K Venkatakrishnan, R. S. Obach, A. Ros-
tami-Hodjegan. Mechanism-based inactivation of human cytochrome P450 enzymes:strategies for
diagnosis and drug-drug interaction risk assessment. Xenobiotica, 2007, 37: 1225-56).
CUADRO 4.16
Interacciones relevantes causadas por inhibición de la isoenzima CYP3A4
* Los posibles inhibidores son antifúngicos tipo azol, inhibidores de la proteasa o algunos inhibidores de
la recaptación de serotonina además de los recogidos en el cuadro 4.15.
puede ser un mecanismo para prevenir la formación de metabolitos tóxicos o para discernir la
importancia de una determinada vía en la biotransformación de un fármaco. Frecuentemente,
la inhibición determina cambios más acusados en las concentraciones de un fármaco que la
inducción. En general, para que estos procesos tengan significación clínica se considera que
es necesaria una modificación superior al 50% en el CL. La magnitud de los efectos de induc-
ción o inhibición depende de varios factores; aunque el más importante es la fracción de CL
debida a la ruta metabólica afectada, también influyen otros como la potencia del inhibidor o
146 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Los estudios farmacocinéticos que usualmente se realizan en las primeras fases del desarro-
llo de fármacos pueden proporcionar información importante sobre las rutas metabólicas de
eliminación y su contribución a la eliminación global, así como sobre las interacciones fár-
maco-fármaco. Estos estudios, junto con la información obtenida en los ensayos in vitro, pue-
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 147
den ser una base fundamental del conocimiento del perfil de un nuevo fármaco. Los resul-
tados de los estudios de metabolismo in vivo en ensayos preclínicos realizados en animales
de experimentación deberían bien confirmar los resultados obtenidos in vitro o bien revelar
información cuali o cuantitativa sobre las diferencias en el metabolismo entre especies. A
pesar de que los organismos reguladores recomiendan la identificación de estas diferencias
interespecie tan pronto como sea posible, los estudios de metabolismo in vivo en humanos
generalmente se realizan relativamente tarde en el desarrollo de fármacos.
– Identificar las principales vías metabólicas que afectan al fármaco y sus metaboli-
tos, incluidas las enzimas específicas responsables de la eliminación.
– Explorar y anticipar los efectos del fármaco objeto de ensayo sobre el metabolismo
de otros así como los efectos de otros fármacos sobre su biotransformación.
– Estudiar los efectos farmacológicos del fármaco y sus principales metabolitos.
Las células de los insectos carecen de actividad endógena del CYP y de UGT y, por tan-
to, los microsomas de humanos transfectados mediante baculovirus a células de insectos
(supersomas) pueden resultar útiles en los estudios de metabolismo para analizar la contri-
bución de una única enzima a la biotransformación del fármaco. Una gran ventaja es que
permiten estudiar no sólo la isoenzima específica responsable de la biotransformación, sino
también las interacciones fármaco-fármaco. Por el contrario, la principal limitación de las
supersomas UGT es que el centro activo está protegido por una barrera hidrofóbica, que supo-
ne un período de latencia para la glucuronidación. Sin embargo, esta limitación se puede supe-
rar usando agentes de formación de poros (Brandon, 2003).
148 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
B) Fracciones subcelulares
Desde 1949, cuando se observó que la fracción microsomal era capaz de catalizar la reduc-
ción de enlaces azo y la N-desmetilación de colorantes azoicos, el uso de fracciones subce-
lulares, obtenidas a partir de homogenados de hígado, ha sido el método utilizado para com-
parar el perfil metabólico del hombre con el observado en animales de experimentación.
Los estudios in vitro realizados con la combinación de diferentes fracciones subcelula-
res permiten caracterizar el perfil metabólico, las enzimas responsables del CLH de los fár-
macos y los cofactores necesarios para la biotransformación. Además, identificando estas
enzimas y conociendo los factores que influyen en su actividad es posible predecir las varia-
ciones del CL entre distintos grupos de pacientes y posibles interacciones entre fármacos.
Quizá el mayor inconveniente de este método es la obtención de las fracciones subcelulares,
que conlleva la centrifugación diferencial de homogenados celulares, proceso bastante com-
plejo, en especial, cuando se trata de obtener las fracciones mitocondrial y nuclear.
Los microsomas hepáticos humanos (vesículas del retículo endoplásmico, obtenidas a par-
tir de homogenados de hígado, que contienen casi exclusivamente UGT y CYP) siguen sien-
do el modelo in vitro más popular. Permiten estudiar la influencia de determinadas isoenzi-
mas en presencia de inhibidores específicos y también pueden utilizarse para la detección de
la variabilidad interindividual. Su gran disponibilidad, su simplicidad de uso y el hecho de
ser uno de los sistemas mejor caracterizados para los estudios de biotransformación contri-
buyen a la popularidad de este modelo in vitro. Una ventaja adicional es que en la fracción
microsomal se recogen todas las enzimas de la superfamilia CYP y que éstas pueden mante-
ner su actividad durante años en microsomas almacenados a baja temperatura (–70 ∞C). Los
requisitos para las reacciones mediadas por el CYP están bien caracterizados y consisten prin-
cipalmente en la presencia de un sistema redox como el NADPH. Como limitaciones desta-
can: complejidad de obtención y que no aportan estimaciones cuantitativas de la biotransfor-
mación in vivo, porque esta fracción está enriquecida en CYP y UGT y no hay competencia
con otras enzimas. Esto se traduce en tasas más altas de biotransformación en comparación
no sólo con la situación in vivo, sino también en comparación con otros modelos in vitro. Por
otra parte, la ausencia de otras enzimas y cofactores citosólicos puede hacer pasar inadverti-
dos metabolitos que sí se forman en las células del hígado intacto (Brandon, 2003).
binación en función de los cofactores añadidos. El hecho de que en esta fracción sólo estén
presentes enzimas de fase II constituye una limitación ya que las vías metabólicas mediadas
por UGT, que se encuentra en el retículo endoplasmático, no pueden ser estudiadas con este
modelo. Es probable que la fracción citosólica desempeñe un papel más importante en el
futuro, ya los investigadores son cada vez más conscientes de la importancia de conocer todas
las vías metabólicas y no sólo las mediadas por CYP.
c) Fracciones hepáticas S9
Como modelo in vitro, las líneas celulares hepáticas son menos populares que los mode-
los anteriores, principalmente debido a sus características celulares de diferenciación y de
expresión incompleta de todas las familias de enzimas. Estas líneas celulares se pueden ais-
lar de tumores primarios del parénquima hepático, subsiguiente a hepatitis crónica o cirro-
sis. Un requisito importante es que reproduzcan la fisiología normal de los hepatocitos huma-
nos in vivo. Por tanto, la utilidad de las líneas celulares de hepatoma como modelo in vitro
depende de su capacidad para expresar enzimas de la fase I y la fase II. El cuadro 4.17 reco-
ge las líneas celulares de hígado humano disponibles para estudios de biotransformación.
La línea celular más frecuente y mejor caracterizada del hepatoma humano es la Hep
G2 que mantiene una gran variedad de funciones metabólicas hepáticas específicas. En con-
diciones normales de cultivo, muestra niveles casi indetectables de CYP funcional, aunque
varias isoformas pueden ser inducidas por tratamiento con inductores. Sin embargo, en com-
paración con hepatocitos humanos recién aislados, la actividad global de CYP sigue siendo
baja, por lo que para algunos fármacos resulta un modelo inadecuado, ya que no genera todos
los metabolitos (por ejemplo, para ciclosporina A estas células generan sólo uno de los tres
150 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
CUADRO 4.17
Líneas celulares de hepatoma humano disponibles (Fuente: Brandon, E. F. A., Raap, C. D.,
Meijerman, I., Beijnen, J. H., Schellens, J. H. M. An update on in vitro test methods in human hepatic
drug biotransformation research: pros and cons. www. sciencedirect.com. Mayo, 2003).
*Línea celular más frecuentemente aplicada y mejor caracterizada del hepatoma humano.
metabolitos principales). Además, la composición del medio de cultivo tiene un efecto sig-
nificativo sobre la actividad de la enzima metabólica en células Hep G2. Por todo ello, los
resultados obtenidos con líneas celulares humanas aún deben interpretarse con cautela (Bran-
don 2003).
La línea celular BC2 expresa muchas enzimas implicadas en el metabolismo de los fár-
macos, especialmente los CYP más importantes y las enzimas de fase II, GST y UGT. Sin
embargo, las actividades basales de estas enzimas son muy bajas y lo siguen siendo después
de la inducción. Es la primera línea celular que mantiene la estabilidad de la expresión feno-
típica en cultivo de un gran conjunto de enzimas, pero apenas ha sido utilizada.
En general y en comparación con los hepatocitos primarios, las líneas celulares son más
fáciles de cultivar y presentan concentraciones relativamente estables de las enzimas. Sin
embargo, la ausencia o bajo nivel de expresión de las enzimas más importantes del metabo-
lismo en fase I y fase II limita su aplicación (Brandon, 2003).
Otra opción para obtener una línea celular que exprese enzimas de fase I o II es la expre-
sión recombinante de enzimas humanas en una línea celular. En la actualidad, todos los CYP
humanos implicados en la biotransformación de fármacos han sido sobreexpresados en estas
células. Las líneas celulares pueden ser transfectadas con alta eficiencia usando la fusión de
protoplastos, centrifugación de lisozimas tratadas con bacterias portadoras del vector desea-
do con las células madre en presencia de polietilenglicol. Estas líneas celulares son tan fáci-
les de cultivar como las no transfectadas y su principal ventaja es la mayor expresión de iso-
enzimas CYP y UGT.
Igual que las supersomas, permiten estudiar reacciones por una enzima única, caracte-
rizar la influencia de una isoenzima o una combinación de ellas en la biotransformación y
evaluar las diferencias en la citotoxicidad de los metabolitos. También pueden utilizarse para
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 151
E) Hepatocitos
Los hepatocitos constituyen un sistema in vitro muy útil para estudios de biotransfor-
mación, ya que presentan un comportamiento similar al del hígado humano in vivo, ofre-
ciendo la posibilidad de estudiar el metabolismo hepatocelular de una forma integrada.
Los hepatocitos pueden aislarse del hígado por la técnica de digestión con colagenasa,
pero este método requiere el hígado completo, no disponible en el caso de hígado humano.
Por ello, se ha desarrollado una alternativa que utiliza partes de hígado, obtenidas princi-
palmente de pacientes que sufren resección parcial del órgano. La perfusión con colagena-
sa se lleva a cabo inmediatamente después de la resección. Cuando ello no sea posible, los
tejidos se pueden almacenar a 4 °C durante un máximo de 48 h sin pérdida relevante de la
viabilidad.
Los hepatocitos aislados mantienen, en suspensión, sus capacidades metabólicas, tan-
to de la fase I como de la fase II, durante unas horas, lo que hace de ellos un excelente
modelo del comportamiento metabólico in vivo. Además ofrecen la posibilidad de utilizar
células de pacientes que presenten algún defecto genético, de forma que es posible llegar
a esclarecer el mecanismo causante de determinadas alteraciones metabólicas y estable-
cer los posibles riesgos de la administración de ciertos fármacos en los pacientes con dichas
deficiencias.
Una alternativa a los hepatocitos en suspensión son los cultivos monocapa, en los que
las células permanecen viables un máximo de 4 semanas, y que han demostrado ser útiles
para analizar el perfil metabólico de numerosos fármacos, presentando una buena correla-
ción in vitro-in vivo. Sin embargo, su mayor utilidad es como modelo para estudios toxico-
lógicos, ya que los hepatocitos cultivados sufren una pérdida gradual de funciones hepáti-
cas específicas, especialmente una disminución de expresión de CYP, diferente para las
distintas isoformas. Para mantener las características específicas de los hepatocitos durante
un tiempo prolongado, se han estudiado varios métodos de cultivo que incluyen las matri-
ces de cultivo, por ejemplo: el sándwich de doble capa de gel de colágeno (que puede utili-
zarse para estudiar no sólo la biotransformación, sino también la excreción biliar por trans-
porte mediado), la adición de determinados nutrientes, hormonas, e inductores al medio de
cultivo, y también el cocultivo de hepatocitos con otros tipos de células hepáticas (por ejem-
plo, células hepáticas Kupffer).
Una de las ventajas de hepatocitos aislados en comparación con el hígado y los cortes
perfundidos de hígado es la posibilidad de criopreservación, manteniendo la actividad de la
mayoría de las enzimas de las fases I y II. Debido a su uso generalizado, los hepatocitos ais-
lados se han convertido en un modelo in vitro bien establecido y caracterizado.
Aunque los hepatocitos son la gran mayoría del volumen del hígado (alrededor del 80%),
otras células, no presentes en este modelo, pueden ser cofactores necesarios. Otra limitación
es la considerable variabilidad interindividual, aunque puede superarse usando mezclas de
152 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
hepatocitos procedentes de múltiples donantes para simular una media del contenido en enzi-
ma. Además, pueden utilizarse hepatocitos primarios de animales para elegir el modelo ani-
mal in vivo con más parecido a la biotransformación en humanos.
F) Cortes de hígado
Los cultivos de cortes de tejido adoptados por Krebs (1933) para estudiar la biotrans-
formación de los aminoácidos en varios órganos de diferentes especies, ofrece una potente
herramienta para estudiar la biotransformación in vitro tras la incubación de cortes de híga-
do en medios enriquecidos con nutrientes. Los cortes pueden almacenarse a 4 °C en solu-
ción UW (solución de la Universidad de Wisconsin o solución Viaspan) hasta 48 h, sin pér-
dida de la actividad enzimática de las fases I y II. Sin embargo, el almacenamiento a largo
plazo en nitrógeno líquido es complicado y no hay ningún protocolo óptimo de criopreser-
vación. La duración de la actividad del CYP es corta, probablemente por problemas rela-
cionados con la difusión de nutrientes y oxígeno en los tejidos cortados. Para prolongar el
período de viabilidad se recurre a la dinámica de cultivo de órganos (DOC), técnica en la
que el corte está continuamente expuesto al cultivo y a gas atmosférico (Brandon, 2003).
Una de las principales ventajas de este modelo es que no requiere enzimas digestivas y
que permite la observación de biotransformación en células no hepatocitos; otra de sus ven-
tajas es la posibilidad de estudiar la inducción de isoformas CYP. En términos de propieda-
des de biotransformación cualitativas y cuantitativas, los cortes han demostrado ser compa-
rables a los perfundidos de hígado. Por el contrario, son limitaciones importantes del modelo:
insuficiente penetración del medio en el interior del corte, daños celulares en los bordes exte-
riores con alteración de la biotransformación, y corto periodo de viabilidad (unos 5 días),
todo ello sigue impidiendo su aplicación a gran escala.
El cuadro 4.18 resume las ventajas y limitaciones de los distintos modelos in vitro para el
estudio de la biotransformación de fármacos.
Los estudios de metabolismo comienzan con un modelo simple y emplean modelos más
complejos en etapas posteriores. La mejor secuencia es comenzar con microsomas y citosol y,
a continuación, supersomas CYP y UGT y NAT citosólico, fracción S9, seguida por líneas celu-
lares transgénicas y hepatocitos primarios y, por último, cortes de hígado.
CUADRO 4.18
Ventajas y limitaciones de los principales modelos para estudios de biotransformación
A pesar de la importante información que los modelos in vitro pueden proporcionar sobre
la biotransformación de los fármacos los estudios de metabolismo en animales vivos resul-
tan decisivos a la hora de esclarecer las rutas metabólicas y determinar los factores con influen-
cia sobre los procesos de biotransformación.
La realización de estudios de metabolismo en el hombre suele originar resultados muy
dispersos, debido no sólo a la variabilidad interindividual, sino también a las dificultades
que se encuentran para controlar todos los posibles factores que pueden modificar la for-
mación y disposición de los metabolitos. Obviamente, sobre los animales de experimen-
tación puede efectuarse un mayor control, siendo posible reducir la magnitud de la varia-
bilidad en los resultados. No obstante, aunque los estudios en animales conllevan menos
dificultades y aportan una información muy útil, presentan el inconveniente de que es pre-
cisa una extrapolación al hombre de los resultados obtenidos, lo que no siempre puede ser
CAPÍTULO 4: METABOLISMO DE FÁRMACOS 155
realizado con absoluta fiabilidad. Por ello, los estudios de metabolismo in vivo deben, pues,
ser cuidadosamente diseñados, poniendo especial atención en la correcta evaluación de las
diferencias interespecie en la exposición sistémica y las vías metabólicas, en la identifi-
cación de los principales metabolitos en humanos, en el metabolismo extrahepático, en los
tiempos de toma de muestras, y en la síntesis de los metabolitos para confirmar su for-
mación.
Los métodos tradicionales de estudio del metabolismo de fármacos in vivo conllevan la
administración, a un organismo vivo, preferiblemente por vía intravenosa, de la molécula
marcada con un radioisótopo adecuado en una determinada posición. El muestreo en dife-
rentes fluidos, tejidos y excretas y el análisis de las muestras recogidas mediante técnicas
apropiadas (cromatografía líquida asociada a espectrometría de masas, espectrometría de
masas tándem o resonancia magnética nuclear) permitirá la cuantificación de los metaboli-
tos y la caracterización de sus estructuras químicas.
A pesar de los esfuerzos realizados para encontrar el método más adecuado y menos inva-
sivo para cuantificar la actividad enzimática en el metabolismo de fármacos, aún no se ha
llegado a establecer cuál sería el mejor método para describir la actividad enzimática indi-
vidual. Hasta el momento, las técnicas de fenotipado, que emplean la vía o vías metabó-
licas de un fármaco cuidadosamente seleccionado para estimar la actividad de la enzima
o enzimas implicadas en su metabolismo, parecen constituir la mejor alternativa. El prin-
cipal obstáculo para encontrar el sustrato selectivo reside en el hecho de que la mayoría
de los fármacos son biotransformados por múltiples enzimas, siguiendo diversas vías meta-
bólicas.
El sustrato selectivo ideal debería: presentar un perfil cinético determinado fundamen-
talmente por su metabolismo; ser metabolizado sólo por la enzima de interés; no mostrar
inducción o inhibición enzimática a las concentraciones consideradas terapéuticas; no pre-
sentar efectos secundarios; no conllevar formas de administración o muestreo invasivas; ser
fácilmente determinable (él y sus metabolitos) y ser asequible y económico.
Durante años se consideró a la antipirina como el marcador global de la actividad enzi-
mática, ya que, al ser metabolizada por varias enzimas CYP (CYP1A2, CYP2C Y CYP3A),
responde a factores ambientales e individuales. Sin embargo, el fenotipado con antipirina ha
quedado obsoleto al disponerse de nuevos métodos de evaluación de la actividad enzimáti-
ca individual. El cuadro 4.19 recoge los sustratos selectivos comúnmente utilizados para eva-
luar la actividad del CYP.
156 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
CUADRO 4.19
Sustratos selectivos y condiciones para evaluar la actividad del CYP
Cuestiones y problemas
a)
b)
La importancia de factores genéticos en la capacidad de biotransformación.
c)
La importancia de la inducción del metabolismo.
d)
La importancia de la variabilidad interindividual en el perfil cinético.
e)
La importancia de los metabolitos activos.
Todos los aspectos anteriores.
d) Tiene gran relevancia clínica e incluso puede ser útil para caracterizar el tipo de meta-
más persiste días después de la ingestión.
5.1. Introducción
La excreción puede definirse como el proceso o conjunto de procesos por medio de los cua-
les un fármaco o sus metabolitos son expulsados al exterior del organismo. La excreción cons-
tituye la ruta final de eliminación de un fármaco o de sus metabolitos. Aunque un fármaco
se elimine del organismo mediante procesos de biotransformación, tiende a generar meta-
bolitos más polares que finalmente utilizan la excreción para abandonar el organismo.
La excreción de los fármacos o de sus metabolitos puede realizarse por diferentes vías:
renal, biliar o glandular.
Por su importancia fisiológica, el riñón constituye la principal vía de excreción. Algu-
nos fármacos utilizan mayoritariamente la excreción renal como vía de eliminación, aunque
otros muchos fármacos lo hacen sólo parcialmente. Si bien la excreción a través del riñón
constituye la principal ruta de excreción, también tienen importancia otras vías de excreción
como la biliar, intestinal, salival, alveolar, sudoral y láctea o mamaria.
Los procesos de excreción de fármacos tienen diferentes implicaciones farmacocinéti-
cas y terapéuticas. A nivel farmacocinético, los datos sobre la excreción renal de un fárma-
co permiten la estimación de importantes parámetros farmacocinéticos. A nivel farmacoló-
gico la excreción renal de un fármaco puede utilizarse en el tratamiento de patologías renales.
Por otra parte, la acumulación renal de algunos fármacos tiene una importante implicación
toxicológica. Los fármacos que se excretan por vía biliar pueden sufrir circulación entero-
hepática, observándose incrementos de concentración a lo largo de la curva de nivel plas-
160 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
mático. La excreción salival puede tener un gran interés en monitorización de fármacos, por
la facilidad de toma de muestra para el análisis, cuando hay buena correlación entre los nive-
les en saliva y los niveles plasmáticos. En el caso de la excreción mamaria, su importancia
radica en que, al excretarse el fármaco por la leche materna, puede pasar al recién nacido
lactante, con potencial peligro de toxicidad.
El riñón, junto con el hígado, constituye uno de los principales órganos responsables de la
eliminación de metabolitos endógenos, fármacos, metabolitos y otras sustancias. Los fár-
macos o sus metabolitos pueden eliminarse a través del riñón utilizando diferentes meca-
nismos de excreción renal.
1. Glomérulo de Malphigi. Constituido por una red de hasta 50 capilares paralelos inclui-
dos en la llamada cápsula de Bowman. La sangre accede y abandona el glomérulo a tra-
vés de la arteriola aferente y eferente respectivamente. La presión de la sangre en el glo-
mérulo facilita la formación de un ultrafiltrado que fluye hacia los túbulos de la nefrona.
2. Túbulo proximal. Situado en la corteza renal junto al glomérulo.
3. Asa de Henle. Sección tubular localizada en la médula renal.
4. Túbulo distal. Situado nuevamente en la corteza renal.
5. Túbulo colector. Este túbulo comienza en la corteza y atraviesa la médula renal para-
lelamente al Asa de Henle. Reúne el líquido procedente de varias nefronas y final-
mente se vacía en la pelvis renal.
A) Filtración glomerular
La nefrona esta irrigada por dos redes capilares, el glomérulo y los capilares peritubu-
lares. Estas dos redes están separadas entre sí por la arteriola eferente, lo que crea una con-
siderable resistencia al curso de la sangre y origina una red de alta presión a nivel del glo-
mérulo y una red de baja presión a nivel de los capilares peritubulares. La alta presión a nivel
del glomérulo facilita un proceso continuo de filtración de la sangre generando un ultrafil-
trado que sale del glomérulo y fluye hacia la cápsula de Bowman.
Este proceso de filtración se ve facilitado por la alta permeabilidad de los capilares del
glomérulo cuyo tamaño de poro permite el paso de la mayoría de las moléculas, incluyendo
los fármacos en forma libre. Únicamente, sustancias de elevado peso molecular como las
proteínas del tipo de la albúmina y las células sanguíneas no presentan capacidad de filtra-
ción glomerular, el fármaco unido a las proteínas plasmáticas no presenta este proceso. Fisio-
lógicamente, el filtrado glomerular constituye un ultrafiltrado de plasma con una composi-
ción similar a la del fluido intersticial.
Alrededor del 10% de la sangre que irriga los riñones es filtrada a través del gloméru-
lo, aproximadamente de 120 a 130 mililitros/minuto lo que constituye el flujo de filtración
glomerular.
Desde un punto de vista fisicoquímico, la filtración glomerular constituye un proceso
de convección a través de poros acuosos y, en consecuencia, la filtración glomerular de fár-
macos es un proceso pasivo que obedece a una cinética de primer orden.
La velocidad de filtración glomerular (GFR) de un fármaco depende del flujo de filtra-
ción glomerular (Fg) y la concentración libre (Cl) del fármaco en el plasma en base a la siguien-
te ecuación:
GFR = Fg ⋅ Cl (5.1)
GRF = Fg ⋅ C ⋅ f l (5.2)
B) Reabsorción tubular
Mediante la reabsorción tubular, el organismo recupera más del 99% del agua que ha
sido filtrada hacia los túbulos. Esta masiva reabsorción de agua se produce en virtud de meca-
nismos osmóticos. Las sustancias disueltas, como pueden ser los fármacos, que han filtra-
do a través del glomérulo pueden ser o no reabsorbidos a través de los túbulos. Las sustan-
cias que no se reabsorben en su tránsito a través de los túbulos se concentran en la orina,
como consecuencia de la reabsorción del agua, y son finalmente excretadas.
La reabsorción tubular de fármacos puede producirse utilizando mecanismos de trans-
porte específicos o inespecíficos y por lo tanto pasivos, siendo la difusión pasiva el meca-
nismo de reabsorción más frecuente.
Ciertas sustancias de importancia para la nutrición como glucosa, proteínas y aminoá-
cidos son reabsorbidas mayoritariamente en los túbulos proximales mediante mecanismos
de transporte activo. Algunos fármacos como Litio y Riboflavina se reabsorben también uti-
lizando mecanismos activos.
Al ser habitualmente la reabsorción tubular un proceso de difusión pasiva a favor de gra-
diente, las sustancias más apolares o lipófilas presentan mayor capacidad de reabsorción.
Por el contrario, sustancias polares y especialmente los iones no experimentan reabsorción
y son excretados en la orina.
En los fármacos con características de electrolitos débiles (ácidos o bases), la reabsor-
ción tubular se rige por la teoría de Brodie o teoría de reparto-pH.
Aplicando esta teoría al proceso de reabsorción tubular, se puede afirmar que en los fár-
macos ácidos y bases débiles es la relación entre el pH de la orina y el pKa del fármaco la
que va a condicionar su capacidad de reabsorción por difusión pasiva. En el caso de los elec-
trolitos fuertes o muy débiles su disociación es independiente del pH y por lo tanto éste no
afecta a su capacidad de reabsorción.
La figura 5.1 muestra la influencia del pH de la orina y el pKa de los fármacos en su
capacidad de reabsorción.
De acuerdo con esta figura la capacidad de reabsorción de fármacos ácidos y bases en
función del pH va a estar condicionada por el pKa de los mismos. Como puede observarse
en la misma, los fármacos de naturaleza ácida con pKa igual o inferior a 2 (ácidos fuertes)
se encuentran prácticamente disociados a cualquier valor de pH y en consecuencia no pue-
den ser reabsorbidos. Los fármacos ácidos con pKa comprendido entre 3 y 7,5 (ácidos débi-
les) pueden variar su disociación dependiendo del pH de la orina y su reabsorción tubular
es dependiente del pH. Los ácidos con pKa superior a 8 (ácidos muy débiles) se encuentran
al estado molecular al pH de la orina y son reabsorbidos mayoritariamente.
En el caso de las bases el razonamiento es similar pero a la inversa. Bases con pKa supe-
rior a 12 (bases fuertes) no se reabsorben en los túbulos. Las bases con pKa comprendido
entre 6 y 12 (bases débiles) presentan reabsorción dependiente del pH. Por último, las bases
con pKa inferior a 6 (bases muy débiles) son mayoritariamente reabsorbidas.
En los fármacos cuya reabsorción tubular es dependiente del pH de la orina (ácidos y
bases débiles) la proporción de formas moleculares (AH, BOH) e ionizadas (A–, B+) puede
estimarse utilizando la ecuación de Henderson-Hasselbach.
CAPÍTULO 5: EXCRECIÓN DE FÁRMACOS 163
Ácidos débiles:
A−
= 10 pH − pKa
AH (5.3)
Bases débiles:
BOH
= 10 pH − pKa
B+ (5.4)
CUADRO 5.1
Influencia del pH de la orina en la ionización de ácidos y bases débiles
4 0,1 0,001
6 10 0,1
8 1000 10
C) Excreción tubular
CUADRO 5.2
Fármacos que presentan excreción tubular activa
Aniones
Acetazolamida Cefotiam Metotrexato
Ácido Fólico Cefotaxima Moxalactam
Amantadita Cefoxitina Nitrofurantoína
Ampicilina Ceftazidima Norfloxacino
Bumetanida Ceftizoxima Para-minohipurato
Carbenicilina Cefuroxima Penicilina G
Cefalotina Ciprofloxacino Probenecid
Cefapirina Clofibrato Sulfametoxazol
Cefazolina Fenilbutazona Tiazidas
Cefmetazol Furosemida Zidovudina
Cefoperazona Indometacina
Cationes
Cimetidina Procainamida Vancomicina
Morfina Trimetoprim
vincristina, vinblastina y colchicina. Este hecho viene avalado por la reducción en el acla-
ramiento renal de estos fármacos que se produce en presencia de ciclosporina A, que actual-
mente es considerada como el inhibidor más potente de la P-gp.
El aclaramiento neto por excreción tubular de un fármaco (CLet) que no presenta reab-
sorción tubular puede estimarse a partir de la siguiente ecuación:
Los factores fisiopatológicos que modifican la excreción renal tienen una notable importancia
terapéutica considerando que los cambios en la función renal pueden incidir significativa-
mente en la farmacocinética de un principio activo con alteración de sus niveles plasmáti-
cos y tisulares, lo que puede modificar su respuesta terapéutica y obliga a realizar reajustes
en la posología del fármaco en dichas situaciones.
Dichos factores son fundamentalmente los siguientes:
A) Edad
El niño recién nacido se caracteriza por una función renal inmadura que se va desarro-
llando hasta equipararse con la del adulto durante el primer año de vida. Cuantitativamen-
te, la función renal del niño recién nacido suele estar entre el 20 y el 40% de la función
renal de niños mayores y adultos. Al nacer, la filtración glomerular suele estar más desa-
rrollada que la excreción tubular y la descompensación entre la filtración glomerular y la
168 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
excreción tubular puede persistir hasta los seis meses de edad. El flujo de filtración glo-
merular es de aproximadamente 40 ml/min/1,73 m2 en el recién nacido a término y se incre-
menta progresivamente hasta alcanzar los valores de los adultos, aproximadamente a los
tres años de edad. La figura 5.3 muestra la modificación progresiva que experimentan los
mecanismos de filtración glomerular y excreción tubular en pacientes pediátricos (Maples,
2006).
Por otra parte, los niños prematuros se caracterizan por una inmadurez en la función renal
más acusada que en los niños recién nacidos a término. Así, los niños prematuros presentan
tasas de filtración glomerular inferiores a la de los niños recién nacidos a término y desarro-
llan más lentamente la capacidad de filtración glomerular con la edad postnatal. Los fárma-
cos que se excretan fundamentalmente a través del riñón como digoxina y antibióticos ami-
noglucósidos presentan un aclaramiento renal inferior en niños prematuros que en niños recién
nacidos a término. Así por ejemplo, la gentamicina presenta un aclaramiento renal medio de
1 ml/min en niños prematuros con edad postnatal inferior a 15 días y con edades gestaciona-
les comprendidas entre 20 y 33 semanas, incrementándose hasta 4 ml/min en niños recién
nacidos a término con similar edad postnatal.
La menor eliminación renal de gentamicina que se produce en pacientes prematuros uni-
da a las variaciones en el volumen aparente de distribución y a la gran variabilidad interin-
dividual que presentan este tipo de pacientes induce un incremento así como a una gran varia-
bilidad en los niveles séricos de gentamicina como se observa en la figura 5.4 (Izquierdo,
1992).
CAPÍTULO 5: EXCRECIÓN DE FÁRMACOS 169
Considerando que el nivel basal de creatinina depende del balance entre la velocidad de
formación de la misma (relacionada con la masa muscular) y su eliminación (expresada
mediante el aclaramiento de creatinina) la reducción paralela de ambos procesos que se pro-
duce con la edad justifica el mantenimiento de los niveles séricos de creatinina, a pesar de
producirse una reducción progresiva del aclaramiento de creatinina.
Este hecho plantea un problema en la práctica clínica, considerando que la concentra-
ción sérica de creatinina constituye el indicador más frecuente de la funcionalidad del riñón
en lugar de utilizarse el aclaramiento de creatinina, considerando la dificultad de estimación
experimental de este último.
Cuando se utilizan fármacos que se excretan masivamente a través del riñón, en niños
recién nacidos o en ancianos, suele ser necesario realizar un reajuste posológico, especial-
mente si se trata de fármacos con estrecho margen terapéutico como por ejemplo los anti-
bióticos aminoglucósidos.
B) Sexo
El aclaramiento renal de las mujeres suele ser en un 10% inferior al de los hombres (ecua-
ciones 5.6 y 5.7), aunque esta diferencia no tiene trascendencia clínica.
C) Dieta
Dietas ricas en proteínas incrementan el flujo sanguíneo renal, el flujo de filtración glo-
merular y tienden a incrementar el tamaño y el peso del riñón.
CAPÍTULO 5: EXCRECIÓN DE FÁRMACOS 171
D) Estados patológicos
Existen diversas patologías que por mecanismos directos o indirectos pueden modificar
la excreción renal de los fármacos.
a) Insuficiencia renal
Dependiendo del valor que toma el aclaramiento de creatinina (CLcr) se establecen los
siguientes grados de función renal:
Considerando que:
K e = CL p /Vd (5.13)
o:
K e = K nr + b1 ⋅ CLcr (5.15)
Actualmente existen publicadas para numerosos fármacos que se excretan a través del
riñón ecuaciones de correlación entre el aclaramiento total o la constante de eliminación del
fármaco, con el aclaramiento de creatinina del paciente. Dichas ecuaciones se han estable-
cido mediante estudios farmacocinéticos realizados en amplias poblaciones de pacientes con
diferentes grados de función renal.
La figura 5.6 muestra la relación existente entre la constante de eliminación de gen-
tamicina y el aclaramiento de creatinina del paciente, obtenida en 1640 pacientes (Zas-
ke, 1984).
CAPÍTULO 5: EXCRECIÓN DE FÁRMACOS 173
Por otra parte Giusty y Hayton proponen una ecuación alternativa que permite esti-
mar el aclaramiento renal o la constante de eliminación en el paciente con insuficiencia
renal a partir de la variación en el aclaramiento de creatinina y conociendo la fracción de
la dosis de fármaco (fe) excretada inalterada por la orina en individuos con función renal
normal.
Como se ha postulado anteriormente en base a la ecuación 5.11, en pacientes con fun-
ción renal normal los aclaramientos parciales, renal y no renal, contribuyen al aclaramien-
to total.
Por otra parte la relación entre los aclaramientos renal y total es igual a la fracción de la
dosis (fe) excretada inalterada por la orina en pacientes con función renal normal.
CLr = fe ⋅ CL p (5.16)
CL p = fe ⋅ CL p + CLnr (5.17)
En pacientes con insuficiencia renal los aclaramientos total (CLpir) y renal (CLrir) dis-
minuirán en función de la reducción en el aclaramiento de creatinina en base a las ecuacio-
nes 5.10 y 5.12. Sin embargo el aclaramiento no renal (CLnr) no se verá significativamente
modificado en este tipo de pacientes por lo que podemos asumir el mismo valor que en pacien-
tes con función renal normal.
Por analogía con la ecuación 5.11 el aclaramiento total del fármaco en pacientes con insu-
ficiencia renal será igual a la suma de los aclaramientos parciales:
Por otra parte, considerando que la disminución del aclaramiento renal del fármaco en
pacientes con insuficiencia renal es directamente proporcional a la disminución del aclara-
miento de creatinina, podemos poner:
Reagrupando:
Las ecuaciones 5.15 y la 5.22 pueden utilizarse en la práctica para predecir el aclara-
miento total o la constante de eliminación del fármaco en un paciente con insuficiencia renal
y utilizarlo para corregir adecuadamente la posología.
b) Fallo cardíaco
c) Obesidad
Los pacientes obesos se caracterizan por un aumento en el peso del riñón y en la efica-
cia de las nefronas funcionales que se traduce en un aumento de la funcionalidad del riñón,
lo que contribuye a incrementar el aclaramiento renal de los fármacos.
En pacientes obesos se produce un significativo incremento en los procesos de filtra-
ción glomerular lo que contribuye a incrementar el aclaramiento renal de los fármacos que
se eliminan a través del riñón mediante procesos de filtración como los antibióticos amino-
glucósidos o la vancomicina.
Este incremento en la tasa de filtración glomerular que se produce en pacientes obe-
sos condiciona un significativo aumento del aclaramiento de creatinina en este tipo de
pacientes.
Las fórmulas clásicas utilizadas para la estimación del aclaramiento de creatinina, ante-
riormente comentadas, como por ejemplo la fórmula de Cockroft y Gault, no tienen validez
cuando se utilizan en pacientes obesos. Si se utiliza la fórmula de Cockroft y Gault para esti-
mar el aclaramiento de creatinina en pacientes obesos utilizando su peso corporal total se pro-
ducirá una sobreestimación de este parámetro. Por el contrario si se utiliza el peso corporal
ideal y esta misma ecuación se producirá una subestimación del aclaramiento de creatinina
en este tipo de pacientes. Esta problemática ha llevado al desarrollo de fórmulas específicas
para calcular el aclaramiento de creatinina en estos pacientes, como la propuesta por Salazar
y Corcoran (Salazar, 1988) a partir de las siguientes expresiones:
Edad (años), peso (kg), Alt: altura (m), Scr: creatinina sérica (mg/dl), CLcr: aclaramien-
to de creatinina (ml/min).
La excreción tubular de fármacos también parece estar incrementada en pacientes obe-
sos, aunque la evidencia es inferior a la observada con los procesos de filtración glomeru-
lar. Fármacos con capacidad de excreción tubular como procainamida, cimetidina y cefota-
xima incrementan su aclaramiento por excreción tubular en individuos obesos.
d) Fibrosis quística
La fibrosis quística constituye una enfermedad de origen genético que supone la cau-
sa principal de enfermedades respiratorias en niños. En estos pacientes, el aclaramiento de
creatinina se encuentra aumentado al igual que el aclaramiento renal de fármacos que se
excretan mayoritariamente a través del riñón como antibióticos aminoglucósidos, furose-
mida, ticarcilina, teofilina o prednisolona entre otros. Este incremento en la eliminación
176 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
renal de fármacos parece estar asociado con el estado hipermetabólico que caracteriza a estos
pacientes (Matzke, 2006).
El hígado es uno de los mayores órganos del hombre, ya que pesa aproximadamente 1,5 kg.
Está situado en el espacio subfrénico derecho, limitado hacia arriba y hacia afuera por el dia-
fragma, el colon transverso y su meso hacia abajo, la región celíaca hacia adentro.
La irrigación sanguínea del hígado tiene lugar por una doble vía. Por un lado está irri-
gado por sangre procedente del intestino, a través de la vena porta y, por otro, por sangre
arterial procedente de la circulación, a través de la arteria hepática. La sangre aportada por
estos dos vasos accede a la vena cava inferior por las venas suprahepáticas.
Entre los cordones de las células hepáticas se encuentran los conductos biliares, a través de
los cuales se segrega la bilis que se ha producido en las células. Ésta, a través de ramificacio-
nes cada vez más gruesas, alcanza el conducto hepático situado en la cara inferior del hígado.
Diariamente se segregan entre 400 y 1.000 gramos de bilis que se acumula en la vesí-
cula biliar. La cantidad de bilis producida depende del tipo de alimentación. Alimentos ricos
en proteínas y grasas producen un incremento de secreción biliar.
La bilis está compuesta principalmente por agua, bilirrubina, ácidos grasos, colesterol
y sales biliares, que favorecen la digestión de las grasas cuando la bilis alcanza el intestino
delgado; pero también puede contener fármacos y otras sustancias que se excretan por la bilis.
(Labaune, 1997; Ritschel, 2009).
3. Polaridad. Una polaridad elevada favorece la excreción biliar de los fármacos; así,
por ejemplo los glucósidos cardíacos, que son muy polares, se excretan por bilis en
gran proporción. Por otra parte, la biotransformación de fármacos por reacciones de
conjugación produce metabolitos más polares y de mayor masa molecular, lo que favo-
rece en gran medida su excreción biliar.
La vesícula biliar vierte su contenido (bilis) en el duodeno y los principios activos excreta-
dos con la bilis pueden reabsorberse en el intestino y alcanzar de nuevo la circulación sisté-
mica.
Los principios activos conjugados en forma de glucurónidos, u otros conjugados, pue-
den hidrolizarse en el intestino por diversas enzimas, como la glucuronidasa, antes de ser
reabsorbidos, transformándose en el fármaco o metabolito original, y según sus caracterís-
ticas fisicoquímicas, podrán reabsorberse y pasar otra vez a la circulación sistémica.
En la figura 5.8 se observa un esquema del proceso de ciclo enterohepático
El principio activo excretado por bilis que no pueda reabsorberse se excretará por heces.
Por este motivo es posible la aparición de un fármaco en heces tras su administración por
vía intravenosa, si bien la excreción fecal se puede explicar también por la excreción del prin-
cipio activo a través de otros líquidos secretados por el sistema digestivo.
El ciclo enterohepático provoca una mayor permanencia del principio activo en el orga-
nismo. Las curvas de nivel plasmático de los fármacos que sufren ciclo enterohepático se
caracterizan por la aparición de fluctuaciones espaciadas irregularmente en la fase de eli-
minación, que se deben a la excreción biliar y reabsorción del fármaco a la circulación sis-
témica.
En la figura 5.9 se observa la evolución de las concentraciones séricas de ácido valproico
administrado a ratas control y a ratas a las que se les ha canulado el conducto biliar para que
la bilis se vierta al exterior (Pollack, 1991). Se observa que en las ratas control a las 2 horas
de la administración existe un incremento en las concentraciones séricas, inexistente en el
grupo de ratas que tienen el conducto biliar canulado.
CAPÍTULO 5: EXCRECIÓN DE FÁRMACOS 179
FIGURA 5.9. Concentraciones séricas de ácido valproico en ratas control (círculos) y con el conducto
biliar canulado (triángulos) (Fuente: Pollack, G. M., Brouwer, L. R. (1991) Physiologic and metabolic
influences on enterohepatic recirculation: simulations based upon the disposition of Valproic acid in
rat. Journal of Pharmacokinetics and Biopharmaceutics, 19: 189-225).
180 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Los fármacos pueden pasar desde el sistema circulatorio al tracto gastrointestinal por dife-
rentes vías. Una de estas vías es la excreción salival. La excreción salival se efectúa funda-
mentalmente por difusión pasiva, y depende del pKa, de la solubilidad y de la fracción libre
Algunos fármacos se excretan a través de los pulmones con el aire espirado. Utilizan este meca-
nismo de excreción sustancias volátiles como alcohol, cloruro amónico, anestésicos gaseo-
sos, cumarina y paraldehído.
Únicamente se necesita una presión parcial capilar/alvéolo positiva para que se produz-
ca su eliminación por difusión pasiva. En ella se basa la determinación de las alcoholemias
de los conductores (Ritschel, 2009).
Hay sustancias que se excretan a través de la leche materna. El mecanismo de transporte sue-
le ser el de difusión pasiva, aunque también puede existir el transporte activo. El paso de fár-
maco a la leche materna depende pues del pKa del fármaco, de la diferencia de pH entre la
leche y el plasma, de la cantidad de fármaco en sangre materna y del coeficiente de reparto
del fármaco no ionizado. Al ser el pH de la leche materna (pH = 6,6) más ácido que el del
plasma (pH = 7,4), se favorece especialmente el paso de las bases débiles.
182 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Para electrolitos débiles (la mayor parte de los fármacos) que se excretan a través de la
leche materna por difusión pasiva, la relación entre las concentraciones en leche materna con
respecto al plasma se puede calcular mediante las ecuaciones 5.27 y 5.28 para ácidos y bases
débiles respectivamente.
1 + 10 pH leche − pKa
R=
1 + 10
pH plasma − pKa (5.27)
1 + 10 pKa− pH leche
R=
1 + 10
pKa − pH plasma (5.28)
Cuando se administran a la madre fármacos que son bases débiles de estrecho margen
terapéutico, como estreptomicina, gentamicina, etc., es necesario considerar la cantidad de
fármaco que puede ingerir el lactante. Incluso en la administración de fármacos de carácter
ácido que se excreten por la leche, aunque presenten en ésta menor concentración que en el
plasma, existe un peligro potencial de toxicidad, ya que el recién nacido suele ser más vul-
nerable que el adulto.
Estas consideraciones también deben tenerse en cuenta cuando, en la práctica veterina-
ria, se utilicen fármacos que se excretan por la leche, ya que la ingesta habitual de ésta como
parte de la alimentación constituye en este caso un riesgo potencial de toxicidad para el hom-
bre (Ritschel, 2009).
Existen otros órganos que contribuyen a la excreción de fármacos como es el sistema gas-
trointestinal por sus secreciones; así, fármacos administrados por vía intravenosa se excre-
CAPÍTULO 5: EXCRECIÓN DE FÁRMACOS 183
tan en el estómago con el jugo gástrico (nicotina y quinina). También pueden excretarse
en el intestino fármacos solubles en agua y formas ionizadas de electrolitos débiles de mane-
ra similar a la excreción de fármacos en el estómago. Este fenómeno se produce (y tam-
bién se podría predecir) por difusión desde la sangre al tracto gastrointestinal, proceso
reversible, cuando el gradiente de concentración es favorable tras la administración de una
dosis parenteral. La difusión puede dar como resultado una transferencia neta hacia el trac-
to gastrointestinal.
El sudor es otra vía de excreción secundaria de fármacos, por ejemplo de sulfonamidas,
siendo el mecanismo de excreción generalmente la difusión pasiva.
También se han encontrado fármacos en secreciones prostáticas y algunos se han detec-
tado en semen (Ritschel, 2009).
5.8.1. Farmacológicas
5.8.2. Toxicológicas
La acumulación en el tejido renal que experimentan algunos fármacos puede inducir nefro-
toxicidad lo que condiciona extraordinariamente el uso terapéutico de los mismos. Como ejem-
plo característico de esta situación pueden citarse los antibióticos aminoglucósidos o la van-
comicina entre otros.
Así por ejemplo, los antibióticos aminoglucósidos se acumulan en el lisosoma de la célu-
la tubular renal iniciando un proceso de nefrotoxicidad que en sus fases iniciales tiene carác-
ter reversible.
En cuanto a la excreción en leche materna su importancia radica en que el fármaco pue-
de pasar al lactante pudiendo ocasionar problemas de toxicidad. Esto va a tener un especial
interés en fármacos de estrecho margen terapéutico tales como gentamicina. Pero además
tiene también un gran interés, pues como consecuencia de la misma, incluso los adultos pode-
mos vernos afectados por fármacos que se utilizan en la práctica veterinaria, como por ejem-
plo la penicilina utilizada en mastitis bovinas, siendo el origen de las reacciones de sensibi-
lización a este antibiótico en la especie humana.
184 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
5.8.3. Farmacocinéticas
geriátricos, debido a que la toma de muestra no es invasiva y por tanto al gran número de
muestras que pueden ser obtenidas (Matzke, 2006; Shargel, 2005).
Cuestiones y problemas
a) Difusión pasiva.
b) Difusión facilitada.
c) Transporte activo.
d) Pinocitosis.
2. Para calcular el aclaramiento renal de un fármaco en un paciente con insuficiencia renal uti-
lizando la ecuación de Giusti-Hayton, es necesario conocer:
5. ¿Qué tipo de fármacos presenta una excreción mamaria favorable a través de un meca-
nismo de difusión pasiva?
6
Aclaramiento
6.1. Introducción
El aclaramiento total puede calcularse con relativa facilidad a partir de las curvas de nive-
les plasmáticos, recurriendo a métodos modelo-dependiente, basados en los modelos com-
partimentales y fisiológicos, o utilizando métodos modelo-independiente basados en la esti-
mación del área bajo la curva de niveles plasmáticos. El cálculo de los aclaramientos parciales
requiere la cuantificación del fármaco en lugares específicos de eliminación.
6.2. Concepto
Como puede observarse en la figura 6.1, el fármaco se incorpora al órgano con capaci-
dad de eliminación, a una velocidad (Vi) que depende del flujo sanguíneo (f) y de la con-
centración de fármaco a la entrada del órgano o sangre arterial (Ca) según la siguiente ecua-
ción (Rowland, 2010):
CAPÍTULO 6: ACLARAMIENTO 189
Vi = φ ⋅ Ca (6.1)
A su vez, la velocidad de salida (Vs) del órgano seguirá dependiendo del flujo sanguí-
neo y de la concentración del fármaco a la salida del órgano o sangre venosa (Cv ):
Vs = φ ⋅ Cv (6.2)
Ve = Vi − Vs = φ ⋅ Ca − φ ⋅ Cv = φ ⋅ ( Ca − Cv ) (6.3)
Ve φ ⋅ ( Ca − Cv ) Ca − Cv
E=
Vi φ ⋅ Ca Ca
= =
(6.4)
La tasa de extracción puede presentar valores que oscilan entre cero (fármacos que no
se eliminan a través del órgano) y uno (fármacos que son totalmente eliminados de la san-
gre a su paso por el órgano).
Desde un punto de vista cinético, el aclaramiento puede también considerarse como la
relación entre la velocidad de eliminación del fármaco y la concentración del mismo a la
entrada del órgano, una vez alcanzado el equilibrio de distribución, utilizando la siguiente
ecuación:
Ve φ ⋅ ( Ca − Cv )
CL = =φ⋅E
Ca Ca
= (6.5)
Desde un punto de vista fisiológico, la tasa de extracción cuantifica la fracción del flu-
jo sanguíneo que es depurado del fármaco a su paso por el órgano (Rowland, 1995).
Cp
CLs = CL p
Cs
(6.6)
Cs = C p (1 − H + Rt ⋅ H ) (6.7)
Sustituyendo esta expresión en la ecuación 6.6 se obtiene una expresión alternativa que
relaciona el aclaramiento plasmático y sanguíneo.
Por otra parte, el aclaramiento de un fármaco puede ser total o parcial. El aclaramiento
total incluye todas las rutas de eliminación de un fármaco. El aclaramiento parcial caracte-
riza la eliminación a partir de órganos concretos. Los aclaramientos parciales se denominan
en función del órgano responsable del proceso de eliminación pudiéndose hablar de aclara-
miento hepático, renal, pulmonar, etc. Ocasionalmente, el aclaramiento se denomina en fun-
ción de los mecanismos implicados en el proceso de eliminación del fármaco. Así, el acla-
ramiento metabólico incluye todos los órganos y tejidos donde el fármaco experimenta
procesos de biotransformación y no sólo el hígado. El aclaramiento de excreción incluye todos
los órganos donde el fármaco experimenta procesos de excreción y no sólo el riñón. Para
muchos fármacos el aclaramiento metabólico y el aclaramiento por excreción coinciden con
los aclaramientos hepático y renal respectivamente, al ser el hígado y el riñón los órganos
fundamentales de eliminación, por lo que esta última denominación suele ser más habitual.
Los aclaramientos parciales se relacionan con el aclaramiento total de forma aditiva. Así,
para un fármaco que se elimina por las vías hepática y renal, el aclaramiento plasmático total
(CLp) se relacionará con los aclaramientos hepático (CLH) y renal (CLr) mediante la siguien-
te ecuación (Rowland, 2010):
En consecuencia, la tasa de extracción hepática (EH) se relaciona con las tasas de extrac-
ción por metabolismo (Em) y por excreción biliar (Eb):
E H = Em + Eb (6.10)
Por analogía con la ecuación 6.5, el aclaramiento hepático puede estimarse mediante la
siguiente ecuación:
CLH = φ H ⋅ E H (6.11)
Dependiendo del valor que toma la tasa de extracción hepática, los fármacos se clasifi-
can habitualmente en tres grandes grupos (Labaune, 1988; Rowland 2010):
1. Grupo 1: Fármacos con baja extracción hepática (EH < 0,3). Incluye fármacos del
tipo de ácido valproico, diacepam, fenitoína, fenobarbital, teofilina y warfarina, entre
otros.
2. Grupo 2: Fármacos con extracción hepática intermedia (EH = 0,3-0,7). Incluye fár-
macos como aspirina, nortriptilina y quinidina.
3. Grupo 3: Fármacos con alta extracción hepática (EH > 0,7). Incluye fármacos como
alprenolol, lidocaína, morfina y propranolol.
192 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Este modelo considera al hígado como un tejido homogéneo que elimina el fármaco a
medida que éste atraviesa el órgano. Asume que la concentración libre de fármaco en san-
gre a la salida del hígado es similar a la concentración libre en el hígado susceptible de ser
metabolizada o excretada en la bilis, ya que la sangre proveniente de la arteria hepática o de
la vena porta se suponen perfectamente mezcladas en las sinusoides hepáticas. Este senci-
llo modelo describe adecuadamente la eliminación hepática de bastantes fármacos.
3. Modelo “Distribuido”
Este modelo constituye una ampliación del modelo de tubos paralelos y trata de consi-
derar la heterogeneidad en la perfusión sanguínea de las sinusoides hepáticas. Este modelo
considera al hígado como un conjunto de tubos paralelos o sinusoides donde cada uno de
ellos recibe una fracción del flujo sanguíneo total en base a una curva de distribución esta-
dística. Variantes de este modelo incluyen también una distribución estadística del conteni-
do enzimático dentro de cada sinusoide.
4. Modelo de “Dispersión”
Este modelo, que realiza asunciones similares a las del modelo anterior, considera la exis-
tencia de un flujo no ideal dentro del órgano definido como proceso de dispersión (Row-
land, 2010).
Existen variantes de los modelos anteriores que consideran la difusión del fármaco den-
tro del tejido, como se observa en la figura 6.3. Así, la figura 6.3.5 representa el modelo de
“Difusión tisular” que básicamente corresponde a un modelo de “tubo” en el que se incor-
pora un componente de difusión tisular axial.
6. Modelo de “Dispersión-Difusión”
V M ⋅ Cl
VH =
k M + Cl (6.12)
194 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
VM
CLH =
k M + Cl (6.14)
FIGURA 6.4. Variación del aclaramiento hepático con la concentración libre de fármaco.
CLint
CLH = φ H
φ H + CLint
(6.15)
CAPÍTULO 6: ACLARAMIENTO 195
CLint
EH =
φ H + CLint
(6.16)
Sustituyendo el aclaramiento intrínseco por esta expresión, podemos reescribir las ecua-
ciones correspondientes al aclaramiento hepático y a la tasa de extracción (Labaune, 1988;
Ristchel, 2004):
f l CLil
CLH = φ H
φ H + f l CLil
(6.18)
f l CLil
EH =
φ H + f lCLil
(6.19)
Desde un punto de vista fisiológico y en base a la figura 6.2 y a la ecuación 6.18, los
factores que modifican el aclaramiento hepático de un fármaco pueden resumirse en los
siguientes:
CUADRO 6.1
Variación del aclaramiento y la tasa de extracción en función de los cambios en el flujo sanguíneo
hepático en fármacos con alta y baja capacidad de extracción
Aclaramiento
Fármaco Flujo sanguíneo Tasa de extracción
hepático
Alta tasa de ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔
extracción ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔
Baja tasa de ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔
extracción ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔ ↑ ↓ ↔
Al igual que ocurre con el flujo sanguíneo, los cambios en la fracción libre del fármaco
inducidos por modificaciones en la fijación a proteínas plasmáticas van a influir de modo
diferente en el aclaramiento hepático dependiendo de que se trate de fármacos con baja o
alta capacidad de extracción.
Así según la ecuación 6.19, los fármacos con baja extracción hepática (EH < 0,3) se carac-
terizan por que fH > fl · CLil y, en consecuencia, la tasa de extracción se ve afectada por los
cambios de la fracción libre. En este tipo de fármacos, el aclaramiento está limitado por la
fracción libre del fármaco y puede verse modificado en aquellas situaciones fisiopatológi-
cas que implican cambios en la fijación a proteínas como hipoproteinemia producida por la
edad, grandes quemados o patologías como la insuficiencia renal, ciertas neoplasias, daño
hepático o infarto de miocardio.
Por el contrario, en fármacos con alta extracción hepática, se cumple que fl · CLil > fH y,
en consecuencia, los cambios de la fracción libre no afectan a la tasa de extracción del fár-
maco, razón por la cual el aclaramiento hepático no se encuentra influido por los cambios
en la unión a proteínas (Ristchel, 2004).
CAPÍTULO 6: ACLARAMIENTO 197
Los fármacos que son administrados por vía oral y presentan capacidad de biotransfor-
mación hepática son susceptibles de experimentar efecto de primer paso hepático al atrave-
sar el fármaco el hígado a través del sistema portal previo a su distribución por el organis-
mo. El efecto de primer paso hepático afecta a la biodisponibilidad de los fármacos
administrados por vía oral.
La fracción de fármaco que atraviesa el hígado sin ser metabolizado (Fe) puede estimarse
fácilmente a partir de la tasa de extracción hepática:
Fe = 1 − E H (6.20)
A su vez, EH puede estimarse a partir de la ecuación 6.19. Una vez calculada, Fe puede
utilizarse para corregir el valor de la dosis biodisponible de un fármaco administrado por vía
oral que experimente efecto de primer paso hepático.
E) Aclaramiento biliar
Cb
CLb = φb
Cp (6.21)
El aclaramiento renal puede definirse como el volumen de sangre que se depura de un fár-
maco por unidad de tiempo a su paso por el riñón utilizando mecanismos de filtración glo-
merular, reabsorción tubular y excreción tubular.
En base a la ecuación 6.5, el aclaramiento renal (CLr) puede considerarse una constan-
te de proporcionalidad entre la velocidad de excreción renal (Ver) y la concentración de fár-
maco a la entrada del órgano (Ca) según la siguiente ecuación:
A su vez, la velocidad de excreción renal depende del balance entre las velocidades par-
ciales de filtración glomerular (Vfg), reabsorción tubular (Vrt) y excreción tubular activa (Vet)
como se recoge en la siguiente ecuación:
En la práctica, el aclaramiento renal neto dependerá del balance entre los procesos de
filtración glomerular, reabsorción tubular y excreción tubular activa de acuerdo a la siguien-
te ecuación:
CLr = φ R ⋅ E R (6.25)
1. Fármacos con baja extracción renal (ER < 0,3). Incluye fármacos como gentamicina,
digoxina, litio, tetracicilina, o clorpromazina.
2. Fármacos con extracción renal intermedia (ER 0,3-0,7). Incluye fármacos como cime-
tidina o procainamida, entre otros.
3. Fármacos con extracción renal alta (ER > 0,7). Incluye fármacos como algunos tipos
de penicilinas o etambutol.
V fg = Fg ⋅ Cl = f l ⋅ Fg ⋅ C (6.26)
V fg
CL fg = = f l ⋅ Fg
C
(6.27)
Combinando las ecuaciones 6.25 y 6.27 podemos estimar la tasa de extracción por fil-
tración glomerular según la siguiente ecuación:
Fg
E fg = ⋅ fl
φR (6.28)
Siendo fR el flujo sanguíneo renal. En el hombre con función renal normal, el flujo de
filtración glomerular es habitualmente de 120-130 ml/min y el flujo sanguíneo renal oscila
entre 425 y 650 ml/min.
En base a la ecuación 6.28, se puede deducir que los fármacos que se excretan fun-
damentalmente por filtración glomerular presentan coeficientes de extracción renal muy
bajos.
En los fármacos que no se unen a proteínas plasmáticas, y cuyo único proceso de excre-
ción renal es la filtración glomerular, el aclaramiento renal coincide con el flujo de fil-
tración glomerular. Algunas sustancias, como creatinina o inulina, que se eliminan a tra-
vés del riñón por filtración glomerular se utilizan para evaluar la función renal,
considerando que el aclaramiento renal de estas sustancias coincide con la tasa de filtra-
ción glomerular.
200 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Cuando la excreción renal del fármaco depende del balance entre los procesos de fil-
tración glomerular y reabsorción tubular, la velocidad de excreción renal será:
Ver = f l ⋅ Fg ⋅ C (1 − Fr ) (6.30)
Por analogía con la ecuación 6.22 y despejando el aclaramiento renal podemos poner:
CLr = f1 ⋅ Fg ⋅ (1 − Fr ) (6.31)
Combinando esta expresión con la ecuación 6.27 obtenemos una ecuación según la cual,
el aclaramiento renal neto dependerá del aclaramiento de filtración glomerular corregido con
la fracción de fármaco filtrado que es reabsorbido en los túbulos de acuerdo con la siguien-
te expresión:
CLr = CL fg ⋅ (1 − Fr )
(6.32)
φr ⋅ f l ⋅ CLiet
Vet = ⋅C
φr + f l ⋅ CLiet (6.33)
CAPÍTULO 6: ACLARAMIENTO 201
Por analogía con la ecuación 6.22 se puede definir un aclaramiento neto por excreción
tubular en base a la siguiente ecuación:
φ R ⋅ f l ⋅ CLiet
CLet =
φ R + f l ⋅ CLiet
(6.34)
Tmax
CLet =
Kt + Cl
(6.35)
Siendo Tmax la velocidad máxima de transporte a través de los túbulos, Kt una constante
que caracteriza la concentración de fármaco a la cual la velocidad de transporte es la mitad de
la velocidad máxima y Cl la concentración libre de fármaco en contacto con la pared tubular.
Al tratarse la excreción tubular de un proceso saturable, el aclaramiento renal por excre-
ción tubular será concentración-dependiente y disminuirá a medida que aumenta la concen-
tración libre de fármaco en contacto con los túbulos, como se observa en la figura 6.5. El
valor máximo del aclaramiento por excreción tubular coincide con la intersección en el eje
de ordenadas (Tmax/Kt) y se corresponde con el aclaramiento no limitado por la saturación
de los sistemas portadores.
φ R ⋅ CLiet
CLr = f1 Fg +
( ) ⋅ (1 − Fr )
φ R + f l ⋅ CLiet
(6.36)
En los fármacos que se caracterizan por que fR << fl · CLiet, la ecuación 6.36 se reduce a:
CAPÍTULO 6: ACLARAMIENTO 203
CLr = ( f l ⋅ Fg + φ R ) ⋅ (1 − Fr ) (6.37)
CLr = φ R ⋅ (1 − Fr ) (6.38)
En los fármacos que se caracterizan por que su aclaramiento intrínseco por excreción
tubular es relativamente bajo, se cumple que fR >>fl · CLiet. En estos casos, la ecuación 6.36
se reduce a:
CLr = f l ⋅ Fg ⋅ (1 − Fr ) (6.41)
En aquellas situaciones descritas por las ecuaciones 6.39 a 6.41, el aclaramiento renal
no depende del flujo sanguíneo pero sí de la unión a proteínas plasmáticas.
Desde un punto de vista fisiológico, este tipo de fármacos se caracterizan por que su capa-
cidad de atravesar la pared del túbulo por mecanismos activos es limitada y, en consecuen-
cia, los cambios en el flujo sanguíneo renal no influyen en la excreción tubular neta del fár-
maco. Por el contrario, es la concentración libre de fármaco en contacto con los túbulos la
204 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
que puede experimentar secreción activa a través de los mismos, encontrándose dicha con-
centración influida por los cambios en la fijación a proteínas plasmáticas.
Por otra parte, la filtración glomerular es a su vez dependiente de la fracción libre y, en
consecuencia, el aclaramiento renal se encuentra condicionado por los cambios en la unión
a proteínas plasmáticas.
En general, este tipo de fármacos poseen una baja tasa de extracción renal.
En resumen, se puede afirmar que en los fármacos con alta capacidad de eliminación por
excreción tubular, el aclaramiento renal se encuentra condicionado por los cambios en el flu-
jo sanguíneo renal. Por el contrario, los fármacos con limitada capacidad de excreción por excre-
ción tubular son más sensibles a los cambios en la fijación a proteínas plasmáticas.
Por analogía con la ecuación 6.5, el aclaramiento pulmonar (CLP) puede estimarse median-
te la siguiente ecuación:
Qel = CL ∫ C p ⋅ dt = CL ⋅ AUC0∞
Dosis
∞
Vía i.v.: CL =
0
(6.45)
Siendo AUC0∞ el área total bajo la curva de niveles plasmáticos. Asimilando la cantidad
total eliminada a la dosis administrada (vía intravenosa) o a la dosis absorbible (vía extra-
Dosis
vascular) pueden derivarse las siguientes expresiones para la estimación del aclaramiento total:
Vía
Víai.v.:
i.v.: CL =
AUC0∞
(6.46)
Los aclaramientos parciales in vivo estimados habitualmente son los aclaramientos hepá-
dose habitualmente a métodos indirectos.
tico y renal. Este último resulta más fácil de calcular al poderse medir con relativa facilidad
las cantidades excretadas en la orina de los fármacos y sus metabolitos.
Vu ⋅ Cu
CLr =
Cp (6.48)
206 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Vu ⋅ Cu
CLrl =
C p ⋅ fl
(6.49)
das en intervalos de tiempo cortos (Vu · Cu), y las correspondientes concentraciones plas-
máticas (Cp) medidas a tiempos medios dentro de cada intervalo.
Considerando la velocidad de excreción renal (Ver) como la cantidad de fármaco excre-
tado por unidad de tiempo (dQu/dt) y sustituyendo en la ecuación 6.42 se obtiene:
dQu
CLr = dt
Cp
(6.50)
Qu = CLr ⋅ ∫ C p ⋅ dt
t2
t1 (6.51)
Siendo:
Esta ecuación puede asimismo utilizarse para calcular el aclaramiento renal de un fár-
maco a partir de la correlación existente entre las cantidades de fármaco excretadas en la
orina y las áreas bajo la curva de niveles plasmáticos (figura 6.8) (Shargel, 2005).
FIGURA 6.8. Relación lineal entre las cantidades parciales excretadas en la orina y el área
bajo la curva de niveles plasmáticos en los mismos intervalos de tiempo.
208 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
En fármacos que se eliminan a través del hígado y del riñón, el aclaramiento hepático
puede estimarse por diferencia entre los aclaramientos total y renal, previamente calculados,
utilizando la ecuación 6.9.
La perfusión del órgano se realiza utilizando fluidos especiales oxigenados que simulan la
composición de la sangre. El más utilizado es el fluido de Krebs-Henseleit aunque puede uti-
lizarse también la sangre como fluido de perfusión. Estos medios incorporan en su composi-
ción iones, glucosa, albúmina, aminoácidos, etc. para que la composición global del medio sea
CAPÍTULO 6: ACLARAMIENTO 209
0,693.Vd
t1/2 =
CL
(6.53)
De acuerdo con esta ecuación, un fármaco que presenta un valor determinado de acla-
ramiento presentará una reducción progresiva en su constante de eliminación aparente y un
incremento progresivo en su semivida aparente a medida que se incrementa el volumen de
distribución, como se observa en el cuadro 6.2.
CUADRO 6.2
Influencia de la relación entre aclaramiento y volumen de distribución en la constante
de eliminación y la semivida del fármaco
5 12 0,42 1,67
5 15 0,33 2,08
5 20 0,25 2,77
5 25 0,20 3,47
5 30 0,17 4,16
210 PARTE I: ASPECTOS FISIOLÓGICOS APLICADOS A LA BIOFARMACIA Y A LA FARMACOCINÉTICA
Cuestiones y problemas
b)
a) Número de nefronas funcionales.
c)
Flujo sanguíneo.
d)
Enfermedades renales.
Todos los anteriores.
Análisis farmacocinético.
Dosis únicas
7
Administración
de bolus intravenoso:
modelo independiente
7.1. Introducción
– No es preciso determinar un modelo cinético concreto para explicar los datos expe-
rimentales.
– Es posible estimar parámetros farmacocinéticos que permiten explicar los datos expe-
rimentales.
– Es posible predecir los niveles plasmáticos del fármaco tras dosis múltiple (dosis repe-
tidas), basándose en el principio de la superposición.
Entrada
Muestreo del
único Intercambios
compartimento
Salida
Acorde con la filosofía del tratamiento no compartimental, se asume que la eliminación del
fármaco es, en la mayoría de los casos, un proceso cinético de primer orden. Por consiguiente,
mediante regresión lineal simple de los logaritmos de las concentraciones plasmáticas de fár-
maco, frente al tiempo correspondiente a la fase monoexponencial de la curva de niveles plas-
máticos, es posible estimar el valor de la pendiente de la recta (ver figura 7.2) que equivale
en valor absoluto a la constante de velocidad que rige el proceso (lz).
La estimación de este parámetro se basa en la suposición de que la fase monoexponen-
cial de la curva de niveles plasmáticos frente al tiempo corresponde a un proceso monoex-
ponencial, independiente del modelo farmacocinético al que pueda ajustarse el fármaco.
Si en el tabulado experimental el valor de las concentraciones plasmáticas de fármaco fren-
te al tiempo se transforman en logaritmos neperianos, por regresión lineal simple de éstos valo-
res y los tiempos correspondientes a la fase monoexponencial terminal de la curva, se obtiene:
ln C = –lz · t + ln C0 (7.1)
lz
En este caso, las unidades se expresan en tiempo directo (horas, minutos), también en
función de las consideradas en el tabulado experimental.
En la ecuación 7.2, el numerador y denominador son constantes, independientes del mode-
lo farmacocinético al que pudiera ajustarse el fármaco.
Mediante el tratamiento no compartimental es posible estimar el valor del área bajo la cur-
va de niveles plasmáticos frente al tiempo (AUC); es decir, sin recurrir a las ecuaciones repre-
sentativas de los distintos modelos compartimentales.
Probablemente, los métodos más utilizados sean el trapezoidal, el logotrapezoidal y el
mixto, dado que son los más sencillos y, además, los métodos más complejos (de Lagrange,
de los esplines, etc.), en la práctica, no ofrecen valores más exactos para este parámetro.
220 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
El método de los trapezoides para estimar el valor del área bajo la curva de niveles plas-
máticos es un procedimiento muy sencillo. Se basa en considerar en el área bajo la curva de
niveles plasmáticos de fármaco respecto al tiempo, representada en papel milimetrado, el
intervalo correspondiente a dos tomas de muestras consecutivas, como un trapecio (que, como
de un tiempo cero a un tiempo t corresponde a la suma de las áreas de todos los trapecios
es sabido, equivale a la semisuma de las bases por la altura). El área total bajo la curva des-
considerados en este período de tiempo. Debe tenerse en cuenta que el cálculo del valor del
área bajo la curva correspondiente al primer trapecio tras la administración intravenosa del
fármaco, es decir, desde tiempo cero al tiempo correspondiente a la primera toma de mues-
tra, presenta la dificultad inherente al hecho de que se desconoce el valor de la concentra-
ción plasmática de fármaco a tiempo cero (no es posible administrar el fármaco y determi-
nar simultáneamente su concentración plasmática). Por este motivo, debe estimarse la
concentración de fármaco a tiempo cero por extrapolación a partir de la recta semilogarít-
mica que se obtiene con el valor de las concentraciones de fármaco obtenidas en las dos pri-
meras tomas de muestras, cuya ecuación es la siguiente:
ln C = –lz · t + ln C0 (7.3)
(C + Cn
t
AUC0t = ∑ n −1
⋅ (t n − tn −1 )
)
0 2 (7.4)
tiempo cero a un tiempo t, más el valor correspondiente desde el tiempo t considerado has-
El valor total del área bajo la curva de niveles plasmáticos equivale al obtenido desde
ta el infinito, es decir:
valores experimentales). Estas consideraciones implican tener en cuenta que, cuanto más cerca
está el último punto experimental del eje de las abscisas menor será el valor del área extrapola-
CAPÍTULO 7: ADMINISTRACIÓN DE BOLUS INTRAVENOSO: MODELO INDEPENDIENTE 221
da y más exacto el valor del área total (AUC0∞). Para obtener una adecuada estimación de los
Ct
AUCt∞ = (7.6)
λz
Por consiguiente, el valor del área total (AUC0∞), se calcula a partir de la siguiente ecuación:
terminal de la curva de niveles plasmáticos.
(C + Cn C
t
AUC0∞ = ∑ n −1
⋅ (t n − t n−1 ) + t
)
0 2 λz (7.7)
t
Cn 1 + Cn
AUC 0t = (t n tn 1 )
0 2
a+b
Área = c
2
a
b
Concentración
Cn–1
Ct
Cn Ct AUCt =
z
tn–1 tn t
Tiempo
FIGURA 7.3. Aplicación del método de los trapezoides para estimar el valor del área bajo la curva de
niveles plasmáticos frente al tiempo, tras la administración del fármaco por vía intravenosa.
222 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
El método logotrapezoidal tiene como objetivo minimizar el error que se comete cuan-
do se calcula el área bajo la curva por trapezoides al considerar como recta la base superior
del rectángulo en cada intervalo de tiempo cuando, en realidad, es una curva. La base del
método es considerar la representación gráfica de los resultados experimentales (concentración
de fármaco/tiempo) en papel semilogarítmico. En este caso la fase monoexponencial termi-
nal de la curva de niveles plasmáticos es una recta (figura 7.4).
t
Cn 1 Cn
AUC0t = (t n tn 1 )
0 ln(Cn 1 ) ln(Cn )
Cn–1
Concentración
Cn
Ct
Ct
AUCt =
z
tn–1 tn
Tiempo
FIGURA 7.4. Aplicación del método logotrapezoidal para estimar el valor del área bajo la curva de
niveles plasmáticos frente al tiempo, tras la administración del fármaco por vía intravenosa.
La ecuación se expresa en logaritmos neperianos.
El procedimiento se basa en considerar que el valor del área bajo la curva entre dos tiem-
pos consecutivos es igual al área total del primer tiempo considerado menos el área total del
segundo tiempo.
De acuerdo con lo expuesto, para el cálculo del área por el método logotrapezoidal, se
lleva a cabo mediante la siguiente ecuación:
C1 C2
AUCt∞1 = y AUCt∞2 = (7.8)
λz λz
AUCtt12 = ( Cλ ) − ( Cλ ) = (C λ− C )
1
z
2
z
1
z
2
(7.10)
( ln C1 − ln C2 )
(t2 − t1 )
λz = (7.11)
(C1 − C2 )
AUCtt12 = ⋅ (t − t )
(ln C1 − ln C2 ) 2 1 (7.12)
Generalizando, el valor del área bajo la curva por el método logotrapezoidal se estima
a través de la siguiente ecuación:
( ln(CC ) −− Cln(C ) ) ⋅ (t − t
t =t
AUC0t = ∑ n −1 n
n n −1 ) (7.13)
t =0 n −1 n
El valor del área total bajo la curva (AUC0∞), igual que en el método trapezoidal, se con-
pezoidal. Este cálculo es el que se denomina método mixto.
sidera el valor del área hasta tiempo t (AUC0t) más el valor del área extrapolada (AUCt∞) y su
cálculo se realiza empleando la siguiente ecuación:
( ln(CC ) −− Cln(C ) ) ⋅ (t − t Ct
t =t
AUC0∞ = ∑ n −1 n
n n −1 )+
t =0 n −1 n λz (7.14)
Se define como MRT, o tiempo medio de residencia, el tiempo que, en promedio, permane-
dios entre estos dos valores extremos mucho más probables. Se considera que, en conse-
cuencia, el decurso de la concentración plasmática de un fármaco en el organismo puede expre-
sarse mediante una curva de distribución normal. Así pues, el tiempo de residencia de un
fármaco puede concebirse como una distribución de frecuencias, con una media (MRT) y
una varianza (VRT).
Tras la administración intravenosa de una determinada dosis de fármaco, un gran núme-
ro de moléculas se distribuye a través del organismo. Unas moléculas pueden residir en el
organismo durante un corto tiempo, mientras que otras permanecerán en él mucho más tiem-
po; que a una molécula determinada le ocurra lo primero o lo segundo depende, obviamen-
dicho proceso constituye un proceso estocástico. El término tiempo medio de residencia, MRT,
te, del azar. Por ello, si se considera la eliminación del fármaco desde este punto de vista,
donar el organismo). El MRT puede considerarse como un tiempo medio de tránsito o tiem-
(probablemente sería más correcto definirlo como el tiempo que, en promedio, tardan en aban-
El concepto de MRT se basa en tener en cuenta el tiempo que tardan las moléculas del
lo cinético que pueda ajustarse el fármaco.
2 + 2 + 2 + 2 + 3 + 6 + 6 ( 4 ⋅ 2 ) + (1 ⋅ 3) + ( 2 ⋅ 6 )
MRT = = 3, 28min
7 7
=
i =m
∑t ⋅ f i i
MRT = i =1
i=m
∑f
(7.15)
i
i =1
Teniendo presente que se entiende por momento estadístico la media aritmética de los
valores de una variable elevados al orden del momento, puede escribirse:
X 1n + X 2n + X 3n + ... + X Nn
X =
n
N (7.16)
X =
n ∑X i
n
N
(7.17)
i= m i= m
∑t ⋅ f ⋅θ
i i ∑ ∆t ⋅ Q i i
MRT = i =1
i =m
MRT = i =1
i= m
∑ f ⋅θ ∑ ∆Q
(7.18)
i i
i =1 i =1
t ⋅ dQ
MRT =
∞
∫ 0
dQ
∞ (7.19)
∫ 0
226 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
dQ ⋅ dt / dt
∞
∫ 0
(7.20)
dQ
= λz ⋅ Q = λ z ⋅ Vd ⋅ C
dt (7.21)
t ⋅ λz ⋅ Vd ⋅ C ⋅ dt
MRT =
∞
∫ 0
λz ⋅ Vd ⋅ C ⋅ dt
∞
(7.22)
∫ 0
CLp = λz ⋅ Vd (7.23)
CL p ∫ 0 t ⋅ C ⋅ dt
MRT =
∞
CL p ∫ 0 C ⋅ dt
∞
(7.24)
O lo que es igual a:
t ⋅ C ⋅ dt
MRT =
∞
∫ 0
C ⋅ dt
∞
∫ 0
(7.25)
AUMC0∞
MRT =
AUC0∞ (7.26)
CAPÍTULO 7: ADMINISTRACIÓN DE BOLUS INTRAVENOSO: MODELO INDEPENDIENTE 227
Desde un punto de vista gráfico, el valor de AUMC0∞ corresponde al valor del área bajo
la curva que se obtiene al relacionar en papel milimetrado, C · t frente a t, que equivale a una
curva pseudonormal representativa de una distribución de frecuencias. El valor de AUC0∞
(momento de orden cero) equivale al valor del área bajo la curva que relaciona concentra-
ciones plasmáticas frente al tiempo (figura 7.5).
12
10
Concentración (C0 C·t)
0
0 3 6 9 12
Tiempo
FIGURA 7.5. Representación gráfica de la curva de niveles plasmáticos de un fármaco en función
del tiempo (■), tras su administración intravenosa y de la correspondiente al producto C·t (•).
puede ajustarse un determinado fármaco, debido a que el valor MRT depende de su aclara-
En realidad, los momentos estadísticos no son independientes del modelo cinético al que
lizarse que los momentos estadísticos no son independientes del modelo cinético ajustable
miento, que no es un valor constante para todos los individuos considerados. Debe puntua-
al fármaco; sin embargo, pueden calcularse sin necesidad de conocer las constantes y pará-
La utilidad potencial del MRT se basa en el hecho de que un simple parámetro sirve para
metros representativos del modelo en cuestión.
Para determinar el valor de MRT se asume un modelo estocástico, cuyas principales dife-
rencias con el modelo compartimental clásico pueden observarse en la figura 7.1, donde se
228 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
muy operativa.
En farmacocinética se definen los siguientes dos momentos estadísticos:
AUC0∞ = C ⋅ dt
∞
∫ 0 (7.27)
Es decir, equivale al valor del área bajo la curva de niveles plasmáticos frente al
tiempo.
AUMC0∞ = t ⋅ dC
∞
∫ 0
(7.28)
Para el cálculo del MRT, de acuerdo con la ecuación 7.26, se estiman los momentos esta-
dísticos de orden cero y uno.
De acuerdo con la ecuación representativa del MRT (ecuaciones 7.25 o 7.26), la estimación
de su valor se realiza mediante el cálculo de los valores correspondientes al numerador y
AUMC0∞ = t ⋅ C ⋅ dt + t ⋅ Ct ⋅ dt
t ∞
∫ 0
∫ t
(7.29)
AUMC0∞ = t ⋅ C ⋅ dt + t ⋅ Cx ⋅ e− λz ⋅t ⋅ dt
t ∞
∫ 0
∫ t
(7.30)
tx ⋅ Cx Cx
t ⋅ Cx ⋅ e− kel ⋅t ⋅ dt =
∞
∫ t λz
+ 2
λz (7.31)
t x ⋅ Cx Cx
AUMC0∞ = t ⋅ C ⋅ dt +
t
∫ 0 λz
+ 2
λz (7.32)
De acuerdo con la ecuación 7.32, el valor de AUMC0∞ puede calcularse mediante el méto-
punto experimental que se dispone.
[Cn−1 ⋅ t n−1 + Cn ⋅ t n ] t x ⋅ C x Cx
AUMC0∞ = ∑ ⋅ (tn − tn−1 ) +
tn
2
+ 2
t n−1 λz (7.33)
λz
230 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Por su parte, el valor del área bajo la curva de niveles plasmáticos, como se ha comen-
tado en otros apartados, puede calcularse asimismo por el método de los trapezoides median-
te la siguiente ecuación:
[Cn−1 + Cn ] Cx
AUC0∞ = ∑ ⋅ (tn − tn−1 ) +
tn
t n−1 2
(7.34)
λz
Luego, de acuerdo con la ecuación 7.26, el valor de MRT se obtiene a partir de la siguien-
te ecuación:
[Cn−1 ⋅ t n−1 + Cn ⋅ t n ] t ⋅C C
⋅ (t n − t n−1 ) + x x + 2x
tn
2
∑
MRT =
tn−1 λz λz
[C + C ] C
∑tnn−1 n−12 n ⋅ (tn − tn−1) + λ x
(7.35)
t
AUC0∞ = C ⋅ dt + Ct ⋅ dt
t ∞
∫ 0
∫ t
(7.36)
C C C
AUC0∞ = ∑ n ⋅ (tn − tn −1 ) + x
tn
− n −1
t n−1
ln Cn
(7.37)
Cn−1 ( ) λz
AUMCttnn−1 = t ⋅ C ⋅ dt = t ⋅ C0 ⋅ e− λz ⋅t ⋅ dt
tn tn
∫ t n−1
∫ tn −1
(7.38)
e− λ z ⋅ t
t
λ ⋅ t ⋅ C0 ⋅ e− λz ⋅t n−1 C ⋅ e−λz ⋅t n
t t
AUMC tn
t n−1
z
⋅ (λz ⋅ t − 1) − 0 2
λz2
= (7.40)
t n λz tn−1
t ⋅ C ⋅ e− λz ⋅t n−1 C ⋅ e− λz ⋅t n
t t
AUMCttnn−1 = 0
− 0 2 (7.41)
λz tn λz tn−1
CAPÍTULO 7: ADMINISTRACIÓN DE BOLUS INTRAVENOSO: MODELO INDEPENDIENTE 231
t ⋅ C − t ⋅ C C − C
AUMCttnn−1 = n n n −1 n −1 − n 2 n−1 (7.42)
λz λz
Y teniendo en cuenta:
ln ( CC )
n
n −1
tn − tn −1
λz = (7.43)
Se obtiene:
Cn
t t
2
(t ⋅ C − t ⋅ C ) ⋅ (t − t )
Cn −1
( n n −1 )
AUMCttnn−1
⋅ −
n n n −1 n −1 n n −1
C
C
2
ln n
= −
ln n
(7.44)
Cn −1
Cn −1
Expresión que sirve para calcular el valor de AUMC0∞, haciendo tn-1 = 0 y tn = t, el últi-
mo tiempo de toma de muestra. El valor de AUMC0∞ equivale a:
t ⋅ Ct C x
AUMC0∞ = + 2 (7.45)
λz λz
Cn
t t
2
(t n ⋅ Cn − t n−1 ⋅ Cn −1 ) ⋅ ( t n − t n −1 ) Cn −1 + t x ⋅ Cx + C x
tn ( n n −1 )
⋅ −
C Cn
2
λz2
∑
ln n
−
ln
tn −1 λz
Cn −1 Cn −1
MRT =
(7.46)
(C − C ) ⋅ (t − t ) C
tn
∑ n n−1 C n n−1 + λ x
ln n
t n−1 z
C
n −1
D
Vd =
C0 (7.47)
Puede estimarse el valor de C0 por regresión lineal semilogarítmica de los dos primeros
puntos experimentales, con lo que C0 equivale al antilogaritmo de la ordenada en el origen.
Mediante este procedimiento se obtiene el volumen de distribución del fármaco indepen-
dientemente del modelo de ajustado que pudiera usarse. Sin embargo, este valor correspon-
de, como se expone en la Parte II, al volumen de distribución inicial.
A partir de la siguiente ecuación:
D
Vd =
AUC0∞ ⋅ λ z
(7.48)
Es posible calcular el valor del volumen de distribución, estimando el área bajo la cur-
va de niveles plasmáticos por el método de los trapezoides, y siendo lz el valor de la pen-
diente de la fase monoexponencial terminal de la curva de niveles plasmáticos. En este caso,
el valor hallado corresponde de forma más fiable al volumen de distribución del fármaco en
el organismo.
En cuanto al aclaramiento plasmático, su cálculo mediante un tratamiento no comparti-
mental se lleva a cabo mediante la siguiente ecuación:
D
CLp =
AUC0∞
(7.49)
En la cual el valor del área bajo la curva se obtiene por el método de los trapezoides.
t ⋅ dQ
MRT =
∞
∫ 0
dQ
∞
∫ t
(7.50)
Dado que:
t ⋅ dQ = − ∫ Q ⋅ dt
∞ ∞
∫ 0 t
(7.51)
CAPÍTULO 7: ADMINISTRACIÓN DE BOLUS INTRAVENOSO: MODELO INDEPENDIENTE 233
Y que:
dQ = Q∞ − Q0
∞
∫ 0
(7.52)
Puede deducirse:
− ∫ Q ⋅ dt
MRT =
∞
0
Q∞ − Q0
(7.53)
− ∫ 0 Q ⋅ dt
MRT =
∞
−Q0
(7.54)
Es decir:
Q ⋅ dt
MRT =
∞
∫ 0
Q0
(7.55)
De donde se deduce:
Q ⋅ dt = MRT ⋅ Q0
∞
∫ 0 (7.56)
Q ⋅ dt = Vdss ⋅ C ⋅ dt = Vdss ⋅∫ C ⋅ dt
∞ ∞ ∞
∫ 0 ∫ 0 0
(7.57)
De donde:
Q ⋅ dt
Vdss =
∞
∫ 0
C ⋅ dt
(7.58)
∞
∫ 0
MRT ⋅ Q0
Vdss =
C ⋅ dt
∞
∫ 0
(7.59)
234 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
D
Vdss = MRT ⋅
AUC0∞ (7.60)
O, lo que es lo mismo:
D
Vdarea =
AUC0∞ ⋅ λz (7.62)
Ello se deba a que el valor de Vd calculado mediante los momentos estadísticos está menos
influenciado por los cambios que pueda sufrir lz.
De acuerdo con las ecuaciones 7.60 y 7.61, el volumen de distribución en estado de equi-
librio estacionario, puede estimarse sin considerar el modelo farmacocinético que pueda ajus-
tar los datos experimentales tras la administración del fármaco al organismo.
En este apartado, se obvian las demostraciones matemáticas y sólo se exponen las ecuacio-
nes que relacionan el MRT con los parámetros farmacocinéticos compartimentales.
1
MRTi.v . =
ke (7.63)
k12 + k 21
MRTi.v. =
k10 ⋅ k21 (7.64)
CAPÍTULO 7: ADMINISTRACIÓN DE BOLUS INTRAVENOSO: MODELO INDEPENDIENTE 235
supone que para el cálculo del MRT el proceso de eliminación es de primer orden; sin embar-
como premisa, que el proceso de eliminación es cinéticamente de primer orden. También se
go, si, al margen del modelo farmacocinético considerado, se tiene en cuenta lo siguiente:
CLp = Vd ⋅ ke (modelo monocompartimental) (7.65)
CLp
ke =
Vd
(7.66)
CL p 1
ke =
CLp ⋅ MRT MRT
= (7.68)
Y dado que t1/2 = 0,693/l2, también resulta evidente que MRT y t1/2 son diferentes.
Cuestiones y problemas
Tras la administración del fármaco por vía extravasal, también es posible obtener paráme-
tros farmacocinéticos mediante un tratamiento no compartimental capaces de caracterizar
el tránsito de un fármaco a través del organismo.
ln C = −λ z ⋅ t + ln C0 (8.1)
log C = − ⋅ t + log C0
λz
2.303
(8.2)
238 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
ln 2
t1/2λ z = (8.3)
λz
log 2
t1/2λ z = ⋅ 2.303 (8.4)
λz
10 i.v.
ka,1
ka,2
Concentración
1 ka,3
0,1
0,01
0 3 6 9 12
Tiempo
FIGURA 8.1. Representación gráfica de los perfiles farmacocinéticos tras la administración intravenosa
(i.v.) y la administración extravasal (e.v.) mediante 3 constantes de absorción distintas (ka,3>ka,2>ka,1).
10
i.v.
e.v.
1
Concentración
0,1
0,01
0 3 6 9 12
Tiempo
FIGURA 8.2. Representación gráfica tras la administración intravenosa (i.v.) y estravasal (e.v.) en la que
la velocidad de absorción es más lenta que la de eliminación (flip-flop).
240 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
de niveles plasmáticos (AUC∞0 ), también puede llevarse a cabo por el método trapezoidal,
Tras la administración extravasal de un fármaco, el cálculo del valor del área bajo la curva
(C + Cn C
t =t
AUC0∞ = ∑ n −1
⋅ (t n − t n−1 ) + t
)
2
(8.6)
t =0 λz
en la que el primer sumando corresponde al valor del área bajo la curva comprendida entre
un tiempo cero y un tiempo t, y el segundo sumando representa el valor del área extrapola-
da (figura 8.3).
Concentración
tn–1 tn t
Tiempo
FIGURA 8.3. Aplicación del método de los trapezoides para estimar el valor del área bajo la curva de
niveles plasmáticos frente al tiempo, tras la administración del fármaco por vía extravasal.
En el cálculo del área extrapolada se asume que el valor de Ct, se obtiene a un tiempo
en que ya se ha absorbido toda la cantidad de fármaco susceptible de absorberse. Por este
CAPÍTULO 8: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: MODELO INDEPENDIENTE 241
motivo, esta zona de la curva puede tratarse como si el fármaco se hubiera administrado por
vía intravenosa.
Sin embargo, el método de los trapezoides presenta el inconveniente de subestimar o
sobreestimar los valores en las fases de absorción y eliminación, respectivamente (figura
8.3). Debe tenerse presente que se asume que la declinación de los niveles plasmáticos es
una función monoexponencial si se considera un corto intervalo de tiempo. Si la pendien-
te de la curva es pequeña o si los puntos experimentales de que se dispone son muy cerca-
nos entre sí, puede usarse el método trapezoidal sin que el error cometido sea de impor-
tancia. Por el contrario, si el valor de la pendiente es elevado (semivida corta) o si los datos
experimentales se hallan muy espaciados, el error cometido usando este método es mucho
mayor; en este caso debe usarse el método mixto para el cálculo del área bajo la curva, con
el cual, en la primera fracción de la misma (hasta que no se ha alcanzado la fase monoex-
ponencial terminal) se calcula el área por el método trapezoidal y, a partir de ahí, por el
método logotrapezoidal. Cabe considerar que para el primer intervalo de tiempo (0 a t1), el
área bajo la curva de los niveles plasmáticos corresponde a un triangulo (base x altura); el
resto de intervalos, hasta el último tiempo experimental, son trapezoides.
sin embargo, que debe conocerse la biodisponibilidad del fármaco (F), es decir, la fracción
utilizan las mismas ecuaciones que tras la administración intravenosa, teniendo en cuenta,
de dosis que accede inalterada a la circulación sistémica. La ecuación para el cálculo del volu-
men de distribución del fármaco en el organismo es:
F⋅D
Vd =
AUC0∞ ⋅ λ z (8.7)
F⋅D
CLp =
AUC0∞
(8.8)
Vd D
F AUC0∞ ⋅ λz
= (8.9)
242 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
CLp D
F AUC0∞
= (8.10)
Cmax Cmax
Concentración
tmax tmax
Tiempo
Cmax
Concentración
tmax
Tiempo
Cmax
Concentración
Cmax
tmax tmax
Tiempo
FIGURA 8.6. Representación gráfica de curvas de niveles plasmáticos que presentan
distinto valor de Cmax y tmax.
244 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Cmax
P=
AUC0∞ (8.11)
En la que Cmax es un valor experimental y AUC∞0 se calcula por el método mixto. Es decir,
si se comparan dos formulaciones farmacéuticas con la misma dosis de un determinado fár-
maco, administradas por vía oral, con la finalidad de averiguar si existen diferencias entre
ambas respecto a la magnitud de la absorción, se compararán las áreas bajo las curvas de
niveles plasmáticos; en cambio, si lo que se pretende es averiguar si las diferencias se pre-
nado tiempo medio de absorción, MAT, característico de cada fármaco. Puede definirse: como
del fármaco, el parámetro que se considera en un tratamiento no compartimental es el denomi-
el tiempo medio de residencia de una molécula de fármaco en la zona de absorción (por ejem-
plo, en el tracto gastrointestinal), hasta alcanzar la circulación sistémica. Las moléculas de fár-
maco deben hallarse disueltas en el lugar de absorción para poder absorberse. Si el fármaco está
ción corresponde al MAT. En caso de formularse el fármaco en una forma agregada (compri-
formulado en una forma farmacéutica líquida, su tiempo medio de residencia en el lugar de absor-
midos, por ejemplo), primero deberá liberarse de la forma farmacéutica en que está formulado
y disolverse en los líquidos circundantes en la zona de absorción. Este proceso está controlado
MDT (tiempo medio de residencia del fármaco en estado sólido en la formulación) uno de los
por la velocidad de disolución del fármaco a partir de la formulación que lo contiene, siendo el
parámetros biofarmacéuticos representativos del proceso. En este caso, el tiempo medio de resi-
dencia del fármaco en la zona de absorción es la suma del tiempo medio de residencia del fár-
En el caso de que el fármaco se halle en forma de solución, MIT = MAT, por lo tanto el
tiempo medio de residencia del fármaco en el organismo tras su administración por vía extra-
vasal (MRTe.v.) será:
Si el fármaco está formulado en una forma agregada, la ecuación anterior se convierte en:
primidos), podrá considerarse por separado el tiempo medio de disolución in vivo (MDT ), del
la cual ha de liberarse y posteriormente disolverse en la zona de absorción (por ejemplo, com-
de donde se deduce:
MDT = 0; luego:
ción de fármaco en el lugar de absorción), no existe el fenómeno de disolución, con lo que
De donde:
A partir de las ecuaciones 8.15 y 8.18, puede estimarse el valor de MDTin vivo, cuya expre-
sión matemática es la siguiente:
Cabe considerar que el valor del MAT es una constante característica de cada fármaco,
por lo que las variaciones del valor de MRTe.v. estarán condicionadas por los diferentes valo-
res del MDT en función de la formulación que contiene el fármaco.
1 1
MRTe.v. =
ke ka
+ (8.21)
246 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
de donde se obtiene:
1
MAT = MRTe.v. − MRTi .v. =
ka
(8.22)
1 k12 + k21
MRTe.v. =
k01 k10 ⋅ k21
+ (8.23)
de donde se deduce:
1
MAT = MRTe.v. − MRTi .v. =
k01
(8.24)
El valor del MAT es un reflejo del proceso global de la absorción del fármaco, mientras que
Cmax y tmax son parámetros puntuales, indicativos únicamente de la concentración de fármaco
en el organismo en el preciso instante en que la velocidad de entrada y la de disposición son
iguales. Por este motivo, los cambios en la disposición del fármaco (variaciones del aclaramiento
plasmático, del volumen de distribución) debidos, por ejemplo, a distintas alteraciones pato-
Cuestiones y problemas
1. Se administra un fármaco por vía oral en forma de solución y se estima su MRT, cuyo
valor es de 6 horas. El volumen de distribución del fármaco en estado de equilibrio
estacionario (Vdss) es de 14 litros y su aclaramiento plasmático aproximadamente de
4 litros/hora. Calcule si el tiempo medio de permanencia del fármaco en el lugar de
2. Razone si el valor del MAT, tras la administración oral de los fármacos, depende de la
absorción (MAT) es aproximadamente de 2,5 horas.
9.1. Introducción
es decir, con un elevado número de administraciones por día, con el fin de obtener una esca-
sa fluctuación de los niveles plasmáticos en el estado de equilibrio estacionario.
La administración extravasal de los fármacos suele dar lugar a cinéticas de absorción
de orden uno. Sin embargo, la tecnología farmacéutica permite elaborar formas farma-
céuticas capaces de liberar el fármaco a velocidad constante con el objetivo de lograr nive-
les plasmáticos pseudo-constantes. Las curvas de nivel plasmático obtenidas con estas for-
mas farmacéuticas presentan perfiles similares a las curvas correspondientes a la infusión
intravenosa continua. No obstante, el grado de control sobre los niveles plasmáticos es
menor que el que se logra con la infusión intravenosa, debido a la variabilidad que apor-
ta el propio proceso de absorción del fármaco. Por otra parte, la administración extrava-
sal raramente proporciona una biodisponibilidad en magnitud completa del fármaco, mien-
tras que la biodisponibilidad en magnitud de un fármaco administrado por infusión
intravenosa es del 100%.
A) Etapa incremental
dA
Velocidad de
de incorporación
incorporación -- Velocidad
Velocidad de
de eliminación
dt
= Velocidad eliminación (9.1)
dA
= k0 − CL p ⋅ Ct
dt
(9.4)
CUADRO 9.1
Valores simulados* de cantidad en el organismo (A) y concentración plasmática (Ct ) correspondientes
a un fármaco administrado mediante infusión intravenosa (k0= 100 mg/h). Se indica también
la velocidad de eliminación (CLp . Ct ) y la velocidad a la que aumenta la cantidad de fármaco
en el organismo (dA/dt), así como los incrementos en la cantidad de fármaco (DA)
y concentración plasmática (DCt ) que se producen cada hora.
0 100 0 0 0 0 0 0
1 100 92 1,31 15,8 84,2 92 1,31
2 100 169 2,42 29,0 71,0 77 1,11
3 100 235 3,35 40,2 59,8 65 0,93
4 100 289 4,14 49,6 50,4 55 0,78
5 100 336 4,80 57,6 42,4 46 0,66
6 100 375 5,35 64,2 35,8 39 0,56
7 100 408 5,82 69,9 30,1 33 0,47
8 100 435 6,22 74,6 25,4 28 0,40
9 100 459 6,55 78,6 21,4 23 0,33
10 100 478 6,83 82,0 18,0 20 0,28
* Simulación para un fármaco con disposición monoexponencial y valores de aclaramiento plasmático y volumen
aparente de distribución de 12 l/h y 70 litros respectivamente.
FIGURA 9.1. Curva de nivel plasmático de un fármaco administrado mediante infusión intravenosa
continua. Se muestra el tramo de la curva correspondiente a la etapa incremental,
en el que se aprecia un crecimiento atenuado conforme avanza el tiempo de infusión.
CAPÍTULO 9: ADMINISTRACIÓN POR INFUSIÓN INTRAVENOSA CONTINUA: MODELO INDEPENDIENTE 251
CLp ⋅ Ct = k0 (9.5)
Y, por tanto:
dA
= 0
dt (9.6)
k0
Css =
CLp (9.7)
FIGURA 9.2. Fase de infusión de la curva de nivel plasmático. Cuando se igualan las velocidades
de incorporación y de eliminación en el organismo se inicia el estado de equilibrio estacionario,
caracterizado por una concentración plasmática de fármaco constante (Css).
252 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
forma asintótica (figura 9.3), por lo que, desde un punto de vista teórico, se precisaría man-
tener la infusión durante un tiempo infinito para lograr la condición de estado estaciona-
rio. Sin embargo, en la práctica se considera que se ha alcanzado el estado estacionario si
la concentración plasmática obtenida es superior al 90% del valor teórico de Css. Por ello,
en la práctica se trabaja con un estado pseudo-estacionario y no con un estado estaciona-
rio “real”, careciendo de relevancia el “error” introducido con esta aproximación. El tiem-
po de infusión necesario para lograr el estado pseudo-estacionario depende de la semivi-
da del fármaco (capítulo 12).
dA
= − CLp ⋅ Ct
dt (9.8)
FIGURA 9.4. Curva de niveles plasmáticos durante los períodos de infusión (t ≤T)
y post-infusión (t>T). T: duración de la infusión; t: tiempo transcurrido desde el inicio
de la infusión; tp: tiempo transcurrido tras finalizar la infusión.
A) Disposición monoexponencial
Ct = C fi ⋅ e
− λz ⋅t p
(9.9)
Ct = Css ⋅ e
− λz ⋅t p
(9.10)
B) Disposición biexponencial
Ct = C1 ⋅ e + C2 ⋅ e
− λ1 ⋅t p − λz ⋅t p
(9.11)
C1 + C2 = C fi (9.12)
C1 + C2 = Css (9.13)
D
CL p =
AUC0∞ (9.14)
D = k0 ⋅ T (9.15)
k0
CLp =
Css (9.16)
La semivida biológica de eliminación del fármaco se puede calcular a partir de muestras plas-
máticas obtenidas durante la fase post-infusión.
A) Disposición monoexponencial
Las ecuaciones 9.9 y 9.10 describen la fase post-infusión en el caso de un fármaco con
disposición monoexponencial. Tomando logaritmos neperianos en ambos lados de la corres-
pondiente igualdad se obtiene:
ln Ct = ln C fi − λ z ⋅ t p (9.17)
O bien,
ln Ct = ln Css − λ z ⋅ t p (9.18)
ln 2
t1/ 2 = (9.19)
λz
B) Disposición biexponencial
Ct = C2 ⋅ e
− λ z ⋅t p
(9.20)
ln Ct = ln C2 − λ z ⋅ t p (9.21)
AUMC0∞
MRTinfusión =
AUC0∞
(9.22)
AUMC0∞ representa el área bajo la curva del primer momento estadístico desde tiem-
po cero a tiempo infinito y se corresponde con el área bajo la curva t · Ct = f(t) (ver capí-
tulo 7).
Para un fármaco dado, el tiempo medio de residencia es mayor si se administra por infu-
sión intravenosa continua que si se administra mediante bolus intravenoso, existiendo la
siguiente relación entre los correspondientes valores de MRT:
T
MRTinfusión = MRTbolus +
2 (9.23)
D ⋅ AUMC0∞ D ⋅T
Vdss =
AUC0 2 ⋅ AUC0∞
∞2
−
(9.24)
equilibrio estacionario), el cálculo de Vdss puede efectuarse con la ecuación 9.24 aunque no
Debe señalarse que, a pesar del nombre (volumen aparente de distribución en estado de
La ecuación 9.7 muestra que la concentración plasmática del fármaco en estado estaciona-
rio (Css) está relacionada directamente con la velocidad de incorporación (k0) e inversamente
con el aclaramiento plasmático del fármaco (CLp). En la figura 9.7 puede apreciarse la influen-
cia de la velocidad de incorporación o infusión (k0) sobre el valor de Css.
Si por alguna causa se produce una alteración en el aclaramiento plasmático del fárma-
co, el valor de (Css) también se verá afectado. Una disminución del aclaramiento plasmáti-
CAPÍTULO 9: ADMINISTRACIÓN POR INFUSIÓN INTRAVENOSA CONTINUA: MODELO INDEPENDIENTE 259
co del fármaco dará lugar a un incremento proporcional de Css (ecuación 9.7) para un mis-
mo valor de k0. Si la variación en el aclaramiento plasmático se produce durante la infusión
intravenosa del fármaco, la curva de nivel plasmático puede acusar este cambio (figura 9.8).
FIGURA 9.9. Concentración plasmática resultante de la administración conjunta de una infusión intrave-
nosa continua y un bolus intravenoso de un fármaco con disposición monoexponencial.
Cuestiones y problemas
10.1. Introducción
Este modelo es el más simple y tiene gran importancia didáctica. Se denomina abierto
porque el fármaco entra y desaparece del mismo.
volumen acuoso del compartimiento, Vd que representa el volumen acuoso en el que se dis-
se muestra en la figura 10.1. De acuerdo con este esquema, el modelo se caracteriza por el
nismo, ke. En este modelo el tránsito del fármaco a través del organismo se explica median-
primer orden que rige el único proceso que sufre el fármaco, es decir su eliminación del orga-
dA
= − ke ⋅ A
dt (10.1)
po, ke, constante de velocidad del proceso y A la cantidad de fármaco remanente en el com-
En la que dA/dt representa la variación de la cantidad de fármaco en función del tiem-
partimiento (organismo).
El signo negativo del segundo miembro de la ecuación indica que se trata de un proce-
so de pérdida de fármaco y la constante de eliminación es un factor de proporcionalidad que
relaciona la velocidad de eliminación con la cantidad de fármaco en el organismo en cual-
quier instante considerado.
instante, desde tiempo cero (el momento de la administración) hasta un tiempo determinado t,
La ecuación que describe la cantidad de fármaco existente en el organismo en cualquier
CAPÍTULO 10: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO COMPARTIMENTAL. ADMINISTRACIÓN POR BOLUS INTRAVENOSO 265
ke
A, Vd
se obtiene del sumatorio de todas las variaciones instantáneas durante este período de tiempo,
es decir, integrando la ecuación diferencial anterior.
dA dA
= − ke ⋅ dt = − ke ⋅ dt
At t
A A
∫ A0
∫ 0
ln A = − k e ⋅ t + ln A0
(10.2)
A = A0 ⋅ e − ke ⋅ t , o su equivalente: (10.3)
A = D ⋅ e − ke ⋅ t (10.4)
Para expresar las ecuaciones 10.3 o 10.4 en forma de concentraciones de fármaco a cual-
quier tiempo considerado, C, se divide la cantidad de fármaco existente en el compartimiento
(organismo) entre el volumen acuoso del mismo, Vd, operación que permite expresar la ecua-
ción 10.4 como sigue:
D − ke ⋅ t
C= ⋅e
Vd (10.5)
266 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
ln C = − ke ⋅ t + ln C0 (10.6)
ke
log C = − ⋅ t + log C0
2, 303 (10.7)
dA dt mg h
ke = ke = = h−1
A mg
; (10.8)
A)
B)
C)
la velocidad del proceso de eliminación del fármaco y la cantidad del mismo remanente en
el organismo en cualquier instante considerado.
En resumen, si se tratan los datos experimentales, concentración plasmática de fárma-
co frente al tiempo (C/t) mediante logaritmos neperianos, se obtiene una recta (ecuación 10.6),
cuya inclinación, en valor absoluto equivale a la constante de velocidad de eliminación (ke).
Si los datos experimentales (C/t) se tratan empleando logaritmos decimales, se obtiene la
expresión de la recta de la ecuación 10.7, en cuyo caso, la inclinación de la misma (a) en
valor absoluto es: ke/2,303; luego, el valor de la constante de velocidad de eliminación es:
ke = a · 2,303.
Por otra parte, la ecuación 10.6 se puede expresar en su forma exponencial (ecuación 10.9).
C = C0 ⋅ e − ke ⋅ t (10.9)
t1/2
t1/2
FIGURA 10.3. Ejemplo esquemático del concepto de semivida biológica, t1/2, para un fármaco de carac-
terísticas monocompartimentales, tras su administración intravenosa. Representación semilogarítmica.
CAPÍTULO 10: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO COMPARTIMENTAL. ADMINISTRACIÓN POR BOLUS INTRAVENOSO 269
C C 2C
ln = − ke ⋅ t1/ 2 + ln C ; k e ⋅ t1/ 2 = ln C − ln ; k e ⋅ t1/ 2 = ln
2 2 C
ln 2 0, 693
t1/2 = o sea t1/ 2 =
ke ke
(10.10)
A
0 , 693
D
(10.11)
Cantidad de fármaco A
Volumen distribución, Vd =
Concentración plasmática C
= (10.12)
D
Vd =
C0 (10.13)
Como se muestra en la figura 10.5 si se considera que entre dos tomas de muestra consecu-
tivas ha transcurrido un período de tiempo muy pequeño, Dt, durante el cual la concentra-
ción plasmática promedio es C, el valor del área bajo la curva de niveles plasmáticos para
este intervalo puede asimilarse al del área de un rectángulo:
Área = Dt · C (10.14)
C1
C2
C3
C4
C5
t C6
t1 t2 t3 t4 t5 t6
FIGURA 10.5. Cálculo del área bajo la curva de concentraciones plasmáticas/tiempo, a partir de dos
concentraciones plasmáticas consecutivas y del tiempo transcurrido entre ambos valores.
272 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
AUC0t = ∑ ∆ t ⋅ C
t
(10.15)
0
lim = ∑ ∆ t ⋅ C = C ⋅ dt
t t
∆t →0 0
∫ 0
(10.16)
niveles plasmáticos comprendida entre tiempo cero a tiempo t, puede expresarse de la siguien-
Por consiguiente, la ecuación 10.16, representativa del valor del área bajo la curva de
te forma:
AUC0t = C ⋅ dt
t
∫ 0
(10.17)
Siendo sus unidades (masa/volumen) · tiempo, por ejemplo: (mg/l) · h.
Si se asume que la eliminación del fármaco es cinéticamente un proceso de primer orden,
su velocidad es directamente proporcional a la cantidad de fármaco remanente en el orga-
nismo, por lo que el proceso progresa cada vez más lentamente a medida que pasa el tiem-
po y, teóricamente, finaliza a tiempo infinito. Por esta razón, las curvas de niveles plasmá-
ticos, frente al tiempo, se hacen asintóticas respecto a la abscisa, lo cual significa que la
concentración se hace igual a cero a tiempo infinito. Esta interpretación matemática com-
porta que si se pretende calcular el área total bajo la curva de niveles plasmáticos, la ecua-
ción correspondiente es la siguiente:
AUC0∞ = C ⋅ dt
∞
∫ 0
(10.18)
C ⋅ dt = C0 ⋅ e− ke ⋅ t ⋅ dt
t t
∫ 0
∫ 0
C −k ⋅t C
C ⋅ dt = − 0 ⋅ e e + 0
t
∫ 0 k k e e
o lo que es lo mismo:
C0
C ⋅ dt = ⋅ (1− e− ke ⋅ t )
t
ke
∫ 0
C0
AUC0t = ⋅ (1− e− ke ⋅ t )
ke (10.19)
CAPÍTULO 10: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO COMPARTIMENTAL. ADMINISTRACIÓN POR BOLUS INTRAVENOSO 273
C0
AUC0∞ =
ke (10.20)
AUC0t
%%dosis
dosise eliminada
lim inada = ⋅ 100
AUC0∞
AUCt∞
% dosis remanente
remanentepor
poreeliminar
lim inar = ⋅ 100
AUC0∞
% dosis
Para cualquier tiempo considerado, la relación entre el valor de AUC0t y AUC∞0 es indi-
corresponde a la fracción o porcentaje que todavía queda por eliminar, es decir, remanente
274 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
AUC0t
porcentaje de
de dosis
dosis eliminada
e lim inada = ⋅ 100
AUC0∞
porcentaje (10.21)
AUCt∞
porcentaje
porcentajede
dedosis
dosisremanente
remanentepor
por eeliminar
lim inar = ⋅ 100
AUC0∞
(10.22)
dA
CLp = dt
C
(10.23)
De lo que se deduce:
dA
= CLp ⋅ C
dt
(10.24)
(dA dt = k ⋅ A)
e
e
CLp ⋅ C = ke ⋅ A = ke ⋅ Vd ⋅ C
De donde:
CLp = ke ⋅ Vd (10.25)
Vd ⋅ 0,693
CLp =
t1/ 2 (10.26)
Vd ⋅ 0, 693
t1/ 2 =
CL p (10.27)
dA = CLp C ⋅ dt
∞ ∞
∫ 0
∫ 0
A∞ − A0 = CLp ⋅ AUC0∞
Dado que a tiempo cero la cantidad de fármaco eliminada del organismo es cero, mien-
La ecuación 10.28 indica que, si disminuye el valor del aclaramiento plasmático, aumen-
ta el valor del área bajo la curva, y viceversa. A partir de las ecuaciones 10.25, 10.26, 10.27
y 10.28 puede escribirse la relación:
CL p D D ⋅ t1/ 2
Vd =
ke AUC0 ⋅ ke AUC0∞ ⋅ 0, 693
= ∞
= (10.29)
n ((+g/ml)
+g/ml)
n ((+g/ml)
+g/ml)
Concentración
Concentración
Concentració
Concentració
A) Tiempo
iempo (h) B) Tiempo
iempo (h)
FIGURA 10.7. Curvas simuladas de niveles plasmáticos tras la administración de diferentes dosis por
vía intravenosa mediante bolus. A) Gráfica lineal; B) Gráfica semilogarítmica.
Concentración (+g/ml)
(+g/ml)
A)
Concentración
t1/2 = 1h
t1/2 = 2h
Concentración (µg/ml)
t1/2 = 4h
B) Tiempo
iempo (h)
A
Tiempo (h)
B)
Concentración (µg/ml)
Tiempo (h)
FIGURA 10.8. Curvas simuladas de niveles plasmáticos utilizando distintos valores de constante de
velocidad de eliminación, ke· (t1/2). A) Gráfica lineal; B) Gráfica semilogarítmica.
278 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
CLp=0,25 L/h
Concentración (µg/ml) CLp=1 L/h
Tiempo (h)
A)
B)
C)
una dosis D en forma de bolus. A) Escala numérica. B) Escala semilogarítmica (logaritmos decimales).
de un fármaco de características bicompartimentales tras la administración intravenosa de
El modelo bicompartimental tras la administración del fármaco por bolus intravenoso pue-
de esquematizarse tal como se expone en la figura 10.11. De acuerdo con este esquema, el
modelo se caracteriza por los volúmenes de distribución de cada compartimiento, Vc y Vp,
las cantidades de fármaco Ac y Ap, por las constantes de velocidad de transferencia de fár-
maco entre compartimiento central y periférico k12 y k21 y por la constante de velocidad de
eliminación de fármaco desde el compartimiento central que en este modelo por convención
se denomina k10.
1 2
k12
Ac, Vc Ap, Vp
k21
k10
FIGURA 10.11. Representación esquemática del modelo bicompartimental en el que los procesos
de transferencia del fármaco entre los dos compartimientos, central y periférico (1 y 2),
y el de eliminación desde el primero son cinéticamente de primer orden, regidos
por las constantes de velocidad indicadas.
a
1 2
b
1 2
E
c
1 2
E
d
1 2
dAc
= − k12 ⋅ Ac − k10 ⋅ Ac + k21 ⋅ Ap
dt
(10.30)
dAp
= k12 ⋅ Ac − k 21 ⋅ Ap
dt
(10.31)
En las que:
dAc/dt = – Grado de pérdida por – Grado de pérdida por + Grado de ganancia por
distribución al eliminación (metabolismo retorno desde el
compartimiento periférico y excreción, regido compartimiento periférico
(regido por k12) por k10) (regido por k21)
dAp/dt = – Grado de ganancia por distribución desde – Grado de pérdida por retorno al
el compartimiento central (regido por k12) compartimiento central (regido por k21)
λ1 ⋅ λ2 = k 21 ⋅ k10 (10.33)
En las que k12, k21 y k10 son las denominadas microconstantes de disposición (micro-
constantes de distribución, retorno y eliminación respectivamente) y l1 y l2, como se ha des-
crito anteriormente, se denominan macroconstantes rápida y lenta de disposición y que, far-
macocinéticamente son híbridas, al englobar los procesos de distribución, retorno y
eliminación del fármaco. La constante l1 rige predominantemente el proceso inicial hasta
alcanzar el equilibrio de distribución, mientras que la constante lenta l2 rige el proceso una
vez se ha alcanzado el equilibrio. Por definición, el valor de l1 siempre es superior al de l2.
Si se sustituyen las expresiones anteriores en una ecuación de funcionamiento, obteni-
da mediante transformadas de Laplace de las ecuaciones 10.30 y 10.31, se obtiene:
en cada unidad de tiempo, en función de l1, k21, A0 y l2. Si las cantidades de fármaco exis-
La ecuación 10.34 permite conocer la cantidad de fármaco en compartimiento central
Ac A0 ⋅ ( λ1 − k21 ) − λ1 ⋅ t A0 ⋅ ( k 21 − λ2 ) − λ2 ⋅ t
⋅e ⋅e
Vc Vc ⋅ ( λ1 − λ2 ) Vc ⋅ ( λ1 − λ2 )
= +
Es decir,
C0 ⋅ ( λ1 − k21 ) − λ1 ⋅ t C0 ⋅ ( k21 − λ2 ) − λ2 ⋅ t
C= ⋅e + ⋅e (10.35)
λ1 − λ2 λ1 − λ2
C0 ⋅ ( λ1 − k21 )
C10 = (10.36)
λ1 − λ2
C0 ⋅ ( k21 − λ2 )
C 20 = (10.37)
λ1 − λ2
C = C10 ⋅ e− λ1 ⋅ t + C 20 ⋅ e− λ2 ⋅ t (10.38)
A0 ⋅ k12 − λ1 ⋅ t A0 ⋅ k12 − λ2 ⋅ t
Ap = ⋅e + ⋅e (10.39)
λ2 − λ1 λ1 − λ2
A0 ⋅ k12
Ap = ⋅ ( e− λ2 ⋅ t − e− λ1 ⋅ t )
λ1 − λ2
284 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
C 2 = C 20 ⋅ e− λ2 ⋅ t (10.40)
log C 2 = − ⋅ t + log C 2 0
λ2
2, 303
(10.41)
O en logaritmos neperianos:
ln C 2 = − λ2 ⋅ t + ln C 20 (10.42)
bién, el valor de C20, que es el antilogaritmo de la ordenada en el origen de dicha recta (figu-
ponencial terminal frente a los tiempos, cuyo valor absoluto equivale a la constante l2 y, tam-
ra 10.13).
Como puede observarse en la figura 10.13, si al valor de la concentración plasmática
para cada uno de los tiempos de la totalidad de la curva (puntos experimentales se le resta
el correspondiente al teórico extrapolado de la fase terminal monoexponencial, se obtiene:
C1 = (C10 ⋅ e− λ1 ⋅ t + C 20 ⋅ e− λ2 ⋅ t ) − C 20 ⋅ e− λ2 ⋅ t
CAPÍTULO 10: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO COMPARTIMENTAL. ADMINISTRACIÓN POR BOLUS INTRAVENOSO 285
FIGURA 10.13. Ejemplo práctico de la determinación del valor de la constante rápida de disposición,
l1, tras la estimación de la correspondiente a l2, mediante el método de los residuales.
(♦, concentración plasmática experimental; ■, concentración extrapolada de la fase terminal;
▲ concentración plasmática correspondiente a la fase rápida de disposición)
Es decir:
C1 = C10 ⋅ e− λ1 ⋅ t (10.43)
O en logaritmos neperianos:
ln C1 = − λ1 ⋅ t + ln C10 (10.45)
estimaciones de l1, l1, C10, C20, que permiten estimar los niveles obtenidos de acuerdo con
Mediante este procedimiento, denominado de los residuales, se obtienen las primeras
C0 = C10 + C 20 (10.46)
C 2 ⋅ ( λ1 − λ2 ) C 20 ⋅ (λ1 − λ2 ) C0 ⋅ λ2
k21 = 0 + λ2 ; k21 =
C0 C0 + C
0
C 20 ⋅ ( λ1 − λ2 ) + (C10 + C 20 ) ⋅ λ2
k 21 =
C0
(C 20 ⋅ λ1 ) + (C10 ⋅ λ2 )
k 21 =
C0 (10.47)
k10 =
λ1 ⋅ λ2
k 21 (10.48)
C10 C2
AUC0t = ⋅ (1– eλ1 ⋅t ) + 0 ⋅ (1– eλ2 ⋅t ) (10.50)
λ1 λ2
El valor del área total bajo la curva, AUC0∞, se estima sustituyendo el valor de t por infi-
nito en la ecuación 10.50; por lo que e− λ1 ⋅ t y e− λ2 ⋅ t equivalen a cero, con lo que el valor del
área bajo la curva de niveles plasmáticos desde tiempo cero a infinito equivale a la siguien-
te ecuación:
C10 C 20
AUC0∞ = + (10.51)
λ1 λ2
En la que, C10/l1 representa el valor del área bajo la curva en fase l1 y C20/l2 en fase l2.
El valor del área bajo la curva, AUC0∞ también puede expresarse como la ecuación 10.52, si
se sustituyen los valores de C10 y C20 por las ecuaciones 10.36 y 10.37 respectivamente tal
como se demuestra a continuación.
C0 λ ⋅ λ −λ ⋅ k + λ ⋅ k − λ ⋅ λ C0 λ ⋅ k −λ ⋅ k C
⋅ 2 1 2 21 1 21 1 2 = ⋅ 1 21 2 21 = 0
k10 k21 ⋅ λ1 − k21 ⋅ λ2 k10 k21 ⋅ λ1 − k 21 ⋅ λ2 k10
=
Y por tanto:
C10 C 20 C0
AUC0∞ =
k10
+ = (10.52)
λ1 λ2
288 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
De acuerdo con la ecuación 10.51, la semivida biológica se relaciona con la fase que pre-
senta una mayor fracción del área bajo la curva y que, generalmente corresponde a la fase
monoexponencial terminal de niveles plasmáticos es decir, la fase l2. En consecuencia, la
ecuación de la semivida biológica en el modelo bicompartimental es la siguiente:
ln 2
t1/ 2 =
λ2 (10.53)
En los anteriores supuestos, puede asumirse que cuando se alcanza la fase monoexpo-
nencial terminal, regida por l2, los niveles plasmáticos son tan pequeños que prácticamen-
te carecen de eficacia farmacológica. En este caso, es la constante l1 la que rige la disposi-
ción del fármaco cuando los niveles plasmáticos producen respuesta farmacológica. Este es
el caso de algunos fármacos muy hidrófilos o fácilmente metabolizables, como, por ejem-
plo, algunos antibióticos aminoglucosídicos y betalactámicos.
Pero en general, dado que existen dos fases de disposición en el modelo bicompartimental,
debe considerarse la existencia de dos semividas: una rápida, correspondiente a la fase l1:
ln 2
t1/ 2λ1 = (10.54)
λ1
nación del fármaco corresponde a k10 y que, en puridad, debería referirse a ella la semivida
También debe tenerse en cuenta que, realmente, en este modelo la constante de elimi-
D
Vc = Vi =
C0 (10.55)
Vmax ⋅ t
Vt =
kd + t
(10.56)
Otra alternativa es el modelo propuesto por Colburn (1983), según el cual Vmax corres-
ponde con el máximo volumen tisular y kv con la constante de velocidad de primer orden
que rige el tiempo para alcanzar el equilibrio de distribución. Se presenta en la ecuación 10.57.
Vt = Vmax ⋅ [ 1 − e− kv ⋅ t ] (10.57)
290 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Vz
Vss
Vc
FIGURA 10.14. Representación gráfica del concepto de volumen de distribución inicial, Vi (Vc ),
alcanzado por el fármaco inmediatamente a su administración intravenosa mediante bolus,
y del volumen de distribución área, Vdarea (Vz ), cuyo valor corresponde al del fármaco
cuando se ha logrado el equilibrio de distribución.
En la figura 10.14 puede observarse que el volumen inicial presenta el mínimo valor del
volumen de distribución, dado que la concentración de fármaco en organismo a tiempo cero
es la máxima concentración que se alcanza tras la administración del fármaco (ecuación 10.55)
y representa el volumen en el que se distribuye el fármaco en el compartimiento central. A par-
tir del tiempo cero, el fármaco se distribuye por el organismo hasta alcanzar el máximo valor
del volumen de distribución, dado que el fármaco ocupa el máximo volumen acuoso en el orga-
nismo que es capaz de alcanzar. Este volumen permanece constante y se denomina volumen
de distribución área, cuyo concepto y cálculo se verá más adelante.
En esta fase terminal el volumen de distribución puede calcularse si se considera que la
concentración de fármaco en esta fase viene dada por la ecuación 10.40 y por tanto:
de fármaco que se elimina durante esta fase. Esta cantidad viene dada por el producto del
aclaramiento plasmático por el área bajo la curva asociada a esta fase terminal y que es:
(C20/l2).
C 20
Vdλ2 ⋅ C 20 = CLp ⋅
λ2
CAPÍTULO 10: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO COMPARTIMENTAL. ADMINISTRACIÓN POR BOLUS INTRAVENOSO 291
CLp
Vdλ2 = Vdarea =
λ2 (10.59)
D
Vdλ2 = Vdarea =
AUC0∞ ⋅ λ2
(10.60)
k12
k12 ⋅ Ac = k 21 ⋅ Ap ; Ap = Ac
k21
(10.61)
k12
Ass = Ac + Ap ; Ass = Ac ⋅ 1 +( )
k21
(10.62)
k k
A c ⋅ 1 + 12 Vc ⋅ Css ⋅ 1 + 12
A k21 k21
Vdss = ss =
Css Css Css
=
k
Vdss = Vc ⋅ 1 + 12
k21
(10.63)
El valor de Vdss está comprendido entre el valor del volumen de dilución inicial, Vi , y
el volumen de distribución en la fase terminal Vdarea. En general, la diferencia entre los
valores de Vdss y Vdarea es pequeña, aunque la magnitud de la diferencia depende de la ciné-
tica de disposición del fármaco. La diferencia es mayor cuanto más elevada es la cantidad
de fármaco eliminada antes de alcanzar el equilibrio de distribución.
dAe = k10 ⋅ A
dt
La cantidad de fármaco A, en el compartimiento central, puede expresarse como el pro-
ducto de la concentración plasmática por el volumen de distribución en compartimiento cen-
tral, CLp. Por tanto, a partir de la ecuación 10.24 y teniendo en cuenta las consideraciones expues-
tas puede deducirse:
CL p ⋅ C = k10 ⋅ A = k10 ⋅ Vc ⋅ C
de donde:
CL p = k10 ⋅ Vc (10.64)
Ecuación que relaciona el aclaramiento del fármaco con el volumen que ocupa en el com-
partimiento central y la microconstante de eliminación.
Al partir, al igual que en el modelo monocompartimental, del concepto de aclaramien-
to expuesto en la ecuación 10.24, e integrando entre tiempo cero e infinito (de acuerdo con
lo descrito en el apartado 10.2.7) puede deducirse la ecuación 10.28:
CLp = D
AUC0∞
que es también válida para este modelo. Igual que se expone en el apartado 10.2.6, las uni-
dades del aclaramiento son volumen/tiempo; por ejemplo: litros/hora.
D = Ac + Ap + Ae (10.65)
Siendo D la dosis administrada, Ac, Ap y Ae las cantidades de fármaco en compartimiento
central, periférico y eliminada respectivamente.
La cantidad de fármaco en compartimiento central, en cada unidad de tiempo, se esti-
ma de acuerdo con la siguiente ecuación:
Ac = Vc ⋅ C (10.66)
dAe dAe
= k10 ⋅ Ac ; = k10 ⋅ Vc ⋅ C ; dAe = k10 ⋅ Vc ⋅ C ⋅ dt
dt dt
A tiempo cero, la cantidad de fármaco eliminada por el organismo es cero, luego la can-
tidad de fármaco eliminada a cada unidad de tiempo es:
Ap = D − ( Ac + Ae )
(10.68)
La ecuación 10.68 pone de manifiesto que para el cálculo de la cantidad de fármaco por
unidad de tiempo en compartimiento periférico no se precisa conocer el volumen de distri-
bución de este compartimiento.
De acuerdo con el modelo expresado en la figura 10.16, las ecuaciones que describen
la desaparición de la cantidad de fármaco del compartimiento central y periférico son las
ecuaciones 10.70 y 10.71, respectivamente.
CAPÍTULO 10: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO COMPARTIMENTAL. ADMINISTRACIÓN POR BOLUS INTRAVENOSO 295
dC
Vc = − CL ⋅ C − CLc ⋅ C + CLd ⋅ C p
dt
(10.70)
dC p
Vp = CLc ⋅ C − CLd ⋅ C p
dt
(10.71)
1 2
CLc
Ac, Vc Ap, Vp
CLc
CL
FIGURA 10.16. Representación esquemática del modelo bicompartimental en el que los procesos
de transferencia del fármaco entre los dos compartimientos, central y periférico (1 y 2),
y el de eliminación desde el primero son cinéticamente de primer orden, regidos
por los parámetros indicados.
Cuestiones y problemas
a) que el tránsito del fármaco en organismo puede describirse de acuerdo con un mode-
lo de características monocompartimentales.
b) que el tránsito del fármaco en organismo puede describirse de acuerdo con un mode-
lo de características bicompartimentales.
11.1. Introducción
b) Características fisicoquímicas del fármaco: puesto que para que el fármaco se absor-
tración utilizada condicionan la velocidad de absorción del fármaco.
ba, a través de las membranas biológicas de la zona de absorción, debe hallarse disuel-
to en los fluidos circundantes, sus propiedades fisicoquímicas juegan un importante
papel en la absorción; mayoritariamente, su hidrosolubilidad, su tamaño de partícu-
la y su coeficiente de reparto entre el fluido biológico en el que está disuelto y los
porta que la interpretación correcta de las distintas constantes de velocidad de cada proce-
so sea del todo imposible en el caso de que no se disponga de datos farmacocinéticos obte-
nidos tras la administración intravenosa, puesto que, al lado del conocido fenómeno de flip-
flop estudiado en el modelo monocompartimental, en el que la constante de velocidad de
eliminación es superior al valor correspondiente a la de absorción, en el modelo bicompar-
timental, asignar correctamente el valor de las constantes de absorción, de disposición rápi-
da (l1) y de disposición lenta (l2) a partir únicamente de los datos obtenidos tras la admi-
nistración de una dosis única por vía extravasal, se hace muy difícil, si no imposible.
Como habrá ocasión de comprobar, los métodos para el cálculo de la constante de velo-
cidad de absorción, supuesta su cinética de primer orden, discretos en el caso del modelo
monocompartimental, se multiplican en el caso del modelo bicompartimental, dato que evi-
dencia la dificultad e inseguridad, no ya en su evaluación cuantitativa, sino en su correcta
asignación, puesto que, según las circunstancias, el valor de la constante de eliminación, k01,
puede asignarse a lo que, de hecho, es el de l1 o incluso, en casos extremos, el de l2.
dAr dC
k a ⋅ Ar > k e ⋅ C ; luego
dt dt
> (11.1)
300 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
dC
= ( k a ⋅ C a ) − ( ke ⋅ C )
dt
(11.2)
En la que C10 y Ca0 son las ordenadas en el origen correspondientes a cada una de las
exponenciales, sin significado farmacocinético.
Se trata de un proceso biexponencial formado por la diferencia entre la exponencial corres-
pondiente al proceso de eliminación y la representativa del de absorción.
Tras la administración extravasal del fármaco, las curvas de niveles plasmáticos que se obser-
van presentan una morfología análoga a la mostrada en la figura 11.2.
FIGURA 11.2. Representación gráfica de una curva de niveles plasmáticos de un fármaco de caracte-
rísticas monocompartimentales tras su administración extravasal. Tramo A-B: Velocidad de absorción
superior a la velocidad de eliminación; tramo B-C: Velocidad de eliminación superior a la velocidad
de absorción; tramo C-D: representativo del proceso prioritario de eliminación; punto B: velocidad de
absorción igual a velocidad de eliminación (que corresponde a la concentración máxima, Cmax,
alcanzada al tiempo tmax); punto C: cese, a efectos prácticos, de la absorción.
Este hecho es lógico, puesto que tanto el proceso de absorción como el de elimina-
ción se considera que presentan cinéticas de primer orden, regidas por ka y ke res-
pectivamente. En los primeros tiempos tras la administración, la concentración de fár-
maco remanente en el lugar de absorción (Ca, figura 11.1) es superior a la existente
en el plasma (C, figura 11.1); por consiguiente, de acuerdo con el concepto de ciné-
tica de primer orden, inicialmente la velocidad de absorción es superior a la de eli-
minación (tramo A-B de la curva, figura 11.2):
dCa dC
k a ⋅ Ca = = ke ⋅ C
dt dt
> (11.4)
dCa dC
k a ⋅ Ca = k e ⋅ C ;
dt dt
= (11.5)
dCa dC
k a ⋅ Ca = = ke ⋅ C
dt dt
< (11.6)
Debe tenerse presente por tanto que a lo largo de este tramo de la curva todavía
coexisten, de hecho, procesos de absorción y eliminación.
d) A partir del punto C de la curva se asume que, a efectos prácticos, se ha absorbido
toda la cantidad de fármaco susceptible de absorberse y, por consiguiente, que ha cesa-
do de hecho el proceso de absorción. El tramo C-D de la curva (figura 11.2) sería
representativo casi exclusivamente del proceso de eliminación y, por consiguiente,
los puntos experimentales de este tramo de la curva de niveles plasmáticos pueden
tratarse mediante las mismas ecuaciones que se utilizan tras la administración del fár-
maco por vía intravenosa. Es decir, prevalece para este tramo la ecuación diferencial:
dC
= − ke ⋅ C
dt
(11.7)
Cuando el fármaco se administra por vía extravasal, generalmente transcurre un cierto tiem-
po antes de que acceda a la circulación sistémica en cantidad suficiente para que pueda detec-
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 303
tarse en el plasma mediante un método analítico apropiado y sensible. Este lapso de tiempo
se conoce como período de latencia (t0). Este fenómeno es lógico si se tiene presente que el
fármaco, contenido en una forma de dosificación, deberá liberarse de ella tras su adminis-
tración, disolverse en el lugar de absorción y atravesar las membranas que lo separan de la
circulación general. Todos estos procesos precisan un cierto tiempo, que, además, puede incre-
mentarse, en el caso concreto de la administración oral, en función de la velocidad del vacia-
do gástrico si la absorción en el estómago es despreciable o poco lucrativa, como frecuen-
temente ocurre.
También debe tenerse presente que el período de latencia puede ser más o menos largo
en función de la forma farmacéutica en que se halla el fármaco; así, por ejemplo, el tiempo
de latencia observado tras la administración oral de una solución es, normalmente, inferior
al observado si se administra en una forma farmacéutica agregada, como un comprimido o
una gragea. Así mismo influye en el valor del periodo de latencia la sensibilidad de la metó-
dica analítica.
La existencia de un período de latencia se pone frecuentemente de manifiesto en
la representación gráfica de las curvas de niveles plasmáticos, como se detalla en la figu-
ra 11.3.
FIGURA 11.3. Representación gráfica de una curva de niveles plasmáticos tras la administración
extravasal de un fármaco que presenta período de latencia, t0.
304 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Se trata del mismo concepto que el comentado en la vía intravenosa: si se considera que entre
dos tomas de muestra consecutivas ha transcurrido un período de tiempo muy pequeño, Dt,
y que la concentración plasmática promedio es C, el valor del área bajo la curva de niveles
plasmáticos para este intervalo puede asimilarse al del área de un rectángulo (figura 11.4):
Área = ∆t · C (11.8)
AUC0t = ∑ ∆t ⋅ C
t
0
(11.9)
De acuerdo con la teoría de los límites, la ecuación 11.9 puede expresarse de la siguien-
te forma:
lim ∑ ∆t · C = AUC0t = C ⋅ dt
t t
∆t → 0 0
∫ 0
(11.10)
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 305
Es decir, el valor del área bajo la curva de niveles plasmáticos desde tiempo cero a tiem-
po t, (AUCt0), equivale a esta ecuación integral 11.10.
Por otro lado, si se presupone que la eliminación del fármaco es cinéticamente un pro-
ceso de primer orden, su velocidad es directamente proporcional a la cantidad del mismo
remanente en el organismo, por lo que el proceso progresa cada vez más lentamente a medi-
da que pasa el tiempo y, teóricamente, finaliza a tiempo infinito. Por esta razón, las curvas
de niveles plasmáticos frente al tiempo se hacen asintóticas respecto a la abscisa, lo cual sig-
nifica que la concentración de fármaco se hace igual a cero a tiempo infinito. Esta inter-
pretación matemática comporta que, si se pretende calcular el área total bajo la curva de nive-
les plasmáticos, la ecuación correspondiente sea la siguiente:
AUC0∞ = C ⋅ dt
∞
∫ 0
(11.11)
11.2.4. Cálculo de las áreas bajo la curva de niveles plasmáticos en función del tiempo
Existen dos procedimientos para la estimación de los valores de las áreas totales y parciales
bajo las curvas de niveles plasmáticos; el método gráfico o de los trapezoides (farmacoci-
nética no compartimental o modelo independiente, capítulo 8) y el método matemático (far-
macocinética compartimental), que es el método que se estudia en este capítulo.
En farmacocinética compartimental, el valor del área bajo la curva de niveles plasmáti-
cos se calcula a partir de las ecuaciones matemáticas representativas del modelo farmaco-
cinético que ajusta los resultados experimentales de las concentraciones de fármaco median-
te tratamiento matemático de las mismas.
Desde un punto de vista estrictamente matemático, el valor del área parcial de la curva
de niveles plasmáticos, AUC0t , se calcula, en el caso de que no exista período de latencia, por
integración de la ecuación general de la curva de niveles plasmáticos, ecuación 11.3. Mul-
tiplicando ambos miembros de la ecuación integrada por dt e integrando entre tiempo cero
y tiempo t se obtiene:
∫ C ⋅ dt = ∫ C1 ⋅ e – ke ⋅t ⋅ ∫ Ca0 ⋅e – ka ⋅t ⋅ dt
t t t
0 0 0 0
(11.12)
0 ke ka ke ka
+ + − (11.13)
C ⋅ dt = AUC0t , se obtiene:
t
reordenando y dado que ∫ 0
C10 Ca
AUC0t = ⋅ 1 − e − ke ⋅t − 0 ⋅ 1 − e − ka ⋅t
ke ka
( ) ( ) (11.14)
306 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
C10 Ca0
AUC0∞ =
ke ka
− (11.15)
C10 Ca0
AUC0t =
ke
(1 − e ) −
− ke ⋅t
ka
(1 − e )
− ka ⋅t
C10 Ca0
AUV0∞ =
ke ka
−
FIGURA 11.5. Representación gráfica del área bajo la curva de niveles plasmáticos a partir
de la ecuación representativa del proceso (modelo matemático).
la curva de niveles plasmáticos, AUC∞0, corresponde, de hecho, a la suma del área desde tiem-
En el caso más frecuente, de que exista un período de latencia, el valor del área total bajo
niveles plasmáticos a partir del tiempo en que se detecta fármaco en el organismo (AUCtt0 ),
Como se observa en la figura 11.6, el valor que interesa es el del área bajo la curva de
C10 C10
Ca0 Ca0
AUCt∞0 = 1 − e − ke ⋅t 0 − 1 − e− ka ⋅t 0
ke ka ke ka
− − ( ) ( )
FIGURA 11.6. Estimación del área bajo la curva de niveles plasmáticos cuando se considera
un período de latencia.
El valor correspondiente al área bajo la curva de niveles plasmáticos desde tiempo cero
al tiempo de latencia es:
C10 Ca
AUC0t0 = C ⋅ dt = ⋅ 1 − e− ke ⋅t0 − 0 ⋅ 1 − e− ka ⋅t0
t0
ke ka
∫0
( ) ( ) (11.19)
Por consiguiente, el valor del área parcial desde tiempo cero hasta tiempo t, cuando exis-
que equivale a la ecuación 11.14, sustituyendo t por t0.
C10 Ca C1 Ca
AUCtt0 = ⋅ (1 − e − ke ⋅t ) − 0 ⋅ (1 − e − ka ⋅t ) − 0 ⋅ (1 − e− ke ⋅t0 ) − 0 ⋅ (1 − e − ka ⋅t0 ) (11.20)
ke ka ke ka
Cabe señalar que, a pesar de que para una forma de dosificación administrada por vía
extravasal, el período de latencia de un fármaco puede ser superior o inferior a otra forma
conteniendo la misma dosis, en el caso de absorberse toda ella (o fracción de la misma des-
nito son iguales, por el hecho de que aunque aumente el valor de AUC0∞ también aumenta
de ambas), las áreas bajo la curva de niveles plasmáticos, desde tiempo t0 hasta tiempo infi-
En el apartado 11.2.1 se han definido los conceptos de Cmax y t max. De acuerdo con la figu-
ra 11.7, para el cálculo de estos dos parámetros se asume que en el máximo de la curva de
niveles plasmáticos la velocidad instantánea de absorción del fármaco es igual a la veloci-
dad instantánea de eliminación (en este preciso instante, y únicamente en este instante, la
ganancia y la pérdida de fármaco se equilibran).
FIGURA 11.7. Representación gráfica de los parámetros farmacocinéticos Cmax (valor máximo que
alcanza la concentración) y tmax (tiempo en el que se alcanza la Cmax).
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 309
dCa dC
dt dt
= (11.22)
dCa
= − k a ⋅ Ca y Ca = Ca0 ⋅ e− ka ⋅t
dt
(11.23)
y que
dC
= − ke ⋅ C y C = C10 ⋅ e− ke ⋅t
dt
(11.24)
− k a ⋅ Ca = − ke ⋅ C (11.25)
o lo que es lo mismo:
o sea, reordenando:
ka Ca
tmax ⋅ ( k a − ke ) = ln + ln 0
ke C10
(11.28)
de donde:
k Ca
ln a ⋅ 0
ke C10
tmax
k a − ke
= (11.29)
ka
ln
ke
tmax
k a − ke
= (11.30)
El método se basa en utilizar las curvas de niveles plasmáticos obtenidas, por ejem-
plo, en voluntarios humanos sanos tras la administración extravasal de la forma de dosi-
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 311
FIGURA 11.9. Representación gráfica de una curva de niveles plasmáticos, tras la administración
extravasal de un fármaco, en escala numérica (a) y semilogarítmica (b).
damente a cero; en efecto, tal como se ha comentado anteriormente, se asume que el valor
de ka es muy superior al de ke y, como consecuencia, la exponencial negativa correspondiente
312 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
al producto del tiempo por la constante de velocidad mayor (ka) es la que tiende más rápi-
damente a cero al aumentar el valor de t. De acuerdo con lo expuesto la ecuación 11.3 se
simplifica sin gran error, en la siguiente:
C = C10 ⋅ e− ke ⋅t (11.32)
ln C = − ke ⋅ t + ln C10 (11.33)
ke
log C = − ⋅ t + log C10
2,303
(11.34)
FIGURA 11.10. Representación gráfica a escala semilogarítmica de una curva de niveles plasmáticos
tras la administración extravasal. La fase monoexponencial terminal es representativa del proceso de
eliminación, y su inclinación en valor absoluto equivale a la constante de velocidad de eliminación.
La intersección de la recta con el eje de ordenadas equivale a la concentración
extrapolada a tiempo 0, Ca0.
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 313
o sea:
Ca = −Ca0 ⋅ e− ka ⋅t
(11.36)
la ecuación exponencial obtenida resulta estar afectada de signo negativo, este hecho es lógi-
co pues representa al proceso más rápido, dado que se ha asumido que el valor de ka es mayor
que el de ke.
Si se consideran las diferencias entre los valores de las concentraciones experimentales
de fármaco y las extrapoladas en valor absoluto, tomando logaritmos neperianos en la ecua-
ción 11.36, se obtiene la ecuación de la recta correspondiente representativa del proceso de
absorción:
ln Ca = − k a ⋅ t + ln Ca0 (11.37)
ka
log Ca = − ⋅ t + log Ca0
2,303
(11.38)
En cuyo caso la constante de velocidad de absorción equivale al producto del valor abso-
luto de la pendiente de la recta por 2,303.
Resumiendo, de la diferencia entre la ecuación biexponencial representativa de la con-
centración experimental de fármaco y la exponencial representativa de la fase terminal, se
obtiene la ecuación monoexponencial cuya representación semilogarítmica es una recta repre-
sentativa del proceso de absorción, como se puede observar en la figura 11.11, a partir de la
cual se estima el valor de la constante de velocidad de absorción del fármaco (ka).
FIGURA 11.11. Representación gráfica de una curva semilogarítmica de niveles plasmáticos tras la
administración extravasal, acompañada de las rectas representativas de los procesos de eliminación
y de absorción. ke: constante de velocidad de eliminación; ka: constante de velocidad de absorción.
En primer lugar, se requiere obtener una representación gráfica de los niveles plasmáti-
cos sobre papel semilogarítmico, tal como se observa en la figura 11.12, que es la que sirve
de base para todos los cálculos, y en la que los círculos llenos representan precisamente los
niveles plasmáticos de fármaco determinados experimentalmente.
A continuación se ha de proceder de acuerdo con la siguiente pauta:
FIGURA 11.12. Representación gráfica de las concentraciones plasmáticas de fármaco para el cálculo
de su constante de velocidad de absorción por el método de los residuales.
Teniendo presente que la cinética de absorción se asume de primer orden, también cabe
considerar el parámetro correspondiente a la semivida de absorción, es decir, el tiempo nece-
sario para que dosis de fármaco o fracción de la misma en el lugar de absorción se reduzca
a la mitad. Siguiendo la misma argumentación que la expuesta para la semivida de elimina-
ción, la semivida de absorción se obtiene de la siguiente expresión, cuyo valor se expresa en
unidades de tiempo directo:
316 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
ln 2 0,693
ta 1 = ta 1 =
ka ka
o sea (11.39)
2 2
El método de los residuales es de realización sencilla, pero con él sólo se consiguen esti-
mas aproximadas de ka. Sin embargo, se utiliza con bastante frecuencia en los estudios ruti-
narios de absorción.
Cuando se usa el método de los residuales, casi siempre ocurre que las intersecciones de
las rectas semilogarítmicas extrapoladas con el eje de las ordenadas, correspondientes a las
fases de absorción y de eliminación, no coinciden en un único punto, como puede observar-
se en la figura 11.13. Esto se debe a la existencia, en la mayoría de los casos, de un período
de latencia, motivado por el retraso con que se produce el inicio del proceso de absorción, por
las razones ya expuestas.
FIGURA 11.13. Cálculo del período de latencia mediante el método de los residuales.
C = C10 ⋅ ( e− ke ⋅ t − e− ka ⋅t ) (11.40)
ln Ca = − k a ⋅ t + ln Ca0
ln C = − ke ⋅ t + ln C10
de donde:
Ca0
t0 ⋅ ( ka − ke ) = ln
C10
(11.44)
de donde:
Ca0
ln
C10
t0 =
k a − ke
(11.45)
318 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Puesto que se conocen los valores de C10, Ca , ka y ke, se obtiene el valor de t0 por apli-
0
cación directa de la ecuación 11.45.
El método propuesto por Wagner y Nelson se basa en el hecho de que la cantidad de fár-
maco absorbido a tiempo infinito es igual a la cantidad eliminada.
Para tiempos intermedios, la cantidad absorbida, Aa, es igual a la suma correspondien-
te a la cantidad eliminada, Ae y la cantidad que todavía permanece en el organismo, A; es
decir, se cumple:
Aa = A + Ae (11.46)
De acuerdo con las bases del método, teniendo en cuenta que: A = C·Vd; el desarrollo
matemático del método, es el siguiente:
dAe
= ke ⋅ Ae
dt (11.47)
dAe = ke ⋅ C ⋅ Vd ⋅ dt (11.48)
Ae = ke ⋅ Vd C ⋅ dt
t t
∫ 0
∫ 0 (11.49)
Ae = ke ⋅ Vd ⋅ AUC0t (11.50)
Considerando que la cantidad eliminada a tiempo cero es cero, y sustituyendo los valo-
res de Ac y Ae en la ecuación 11.46 se obtiene:
Aa = C ⋅ Vd + ke ⋅ Vd ⋅ AUC0t (11.51)
ke
log C = − ⋅ t + log C10
2,303
ln C = − ke ⋅ t + ln C10
El método de Wagner y Nelson se denomina también método del índice o grado de absor-
ción, puesto que los autores pretendían primordialmente, determinar dicho índice a distin-
tos tiempos desde la administración del fármaco. El grado de absorción es el tanto por uno
de la cantidad de fármaco absorbido en función del tiempo. El grado de absorción se expre-
sa según el siguiente cociente:
Aa t
Aa∞
siendo Aat la cantidad de fármaco absorbida a cualquier tiempo considerado y A∞a la canti-
dad máxima del mismo susceptible de absorberse.
De acuerdo con las ecuaciones 11.51 y 11.52, puede escribirse:
Aa t C ⋅ Vd + ke ⋅ Vd ⋅ AUC0t
Aa∞ ke ⋅ Vd ⋅ AUC0∞
= (11.53)
Aat Vd C + ke ⋅ AUC0t
Aa∞ Vd k e ⋅ AUC0∞
= (11.54)
Wagner y Nelson denominaron Aat /Vd = At, y Aa∞ /Vd = A∞, por cuya razón puede escri-
birse:
Aat Vd At
Aa∞ Vd A∞
=
(11.55)
320 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
y por lo tanto:
At = C + ke ⋅ AUC0t (11.56)
A∞ = ke ⋅ AUC0∞ (11.57)
Si se restan ahora del valor A∞ (ecuación 11.57) todos y cada uno de los valores At deter-
minados con ayuda de la ecuación 11.56 (método de sigma menos), se obtiene una serie de
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 321
valores, (A∞ – At) cuya representación gráfica sobre el mismo papel milimetrado en el que
se situaron los valores de At en el caso de que el proceso de absorción sea cinéticamente de
primer orden, corresponde a una curva exponencial (figura 11.15), cuya ecuación es:
( A∞ – At ) = A∞ ⋅ e – ka ⋅t (11.58)
At = A∞ ⋅ (1 − e− ka ⋅t ) (11.59)
FIGURA 11.15. Representación gráfica de los valores de At y A∞–At frente al tiempo en escala numérica.
ka
log ( A∞ − At ) = − ⋅ t + log A∞
2, 303 (11.60)
322 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
ln ( A∞ − At ) = − ka ⋅ t + ln A∞ (11.61)
valor de AUC∞0, que se obtiene por el método trapezoidal y el de ke, que se obtiene por regre-
centraciones plasmáticas de fármaco tras la administración extravasal respecto al tiempo; el
Cabe señalar, pues, que el método de Wagner y Nelson sirve para determinar la cons-
tante de absorción, ka, si el proceso transcurre según una cinética de primer orden. En todo
caso, puede calcularse, sin embargo, el porcentaje de dosis susceptible de absorberse a cada
tiempo considerado, y a pesar de que no se pueda estimar el valor de la constante de velo-
cidad de absorción del proceso con absoluta certeza, se obtiene una aproximación de gran
interés acerca de su magnitud, lo que puede ser suficiente en ciertos casos, por ejemplo, en
estudios comparativos de diferentes formas farmacéuticas que contienen la misma dosis de
fármaco; en las cuales es totalmente irrelevante conocer la cinética que pueda presentar el
proceso de absorción.
Lo comentado anteriormente equivale a considerar lo siguiente:
At
⋅ 100
A∞
o lo que es igual:
C + kel ⋅ AUC0t
⋅ 100
kel ⋅ AUC0∞
ka
C = C10 ⋅ ⋅ ( e− ke ⋅t − e− ka ⋅t )
k a − ke
(11.62)
F⋅D ka
C= ⋅ ( e − ke ⋅t − e − ka ⋅t )
Vd k a − ke
⋅ (11.63)
F⋅D ka
C= ⋅ ( e− ke ⋅ (t − t0 ) − e− ka ⋅ (t − t0 ) )
Vd k a − ke
⋅ (11.64)
ka
A= F ⋅ D⋅ ⋅ ( e− ke ⋅(t −t0 ) − e− ka ⋅(t −t0 ) )
ka − ke
(11.65)
Sin embargo, la ecuación general del proceso que sufre el fármaco en el organismo, nor-
malmente utilizada, es una simplificación de la función de Bateman, de la que cabe hacer
algunas puntualizaciones (ecuación 11.41):
F⋅D ka
C10 =
Vd k a − k e
⋅ (11.66)
FIGURA 11.17. Representación gráfica del proceso de absorción de un fármaco formulado a la misma
dosis en distintas formas de dosificación.
326 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
1. En el caso de que ka > ke: La ecuación 11.64 resulta vigente y explica perfectamen-
te los valores de los niveles plasmáticos de fármaco en cualquier instante tras la admi-
nistración extravasal.
2. En el caso de que ke > ka: La ecuación representativa es la siguiente:
F⋅D ka
C= ⋅ (−e− ke ⋅(t −t0 ) + e− ka ⋅(t −t0 ) )
Vd k a − ke
⋅ (11.67)
primer caso la primera exponencial que se anula cuando aumenta el valor de t es la corres-
Si se calcula el valor de la constante de absorción por el método de los residuales, en el
de referencia para interpretar la significación de las dos constantes, ka y ke, aplicando el méto-
do de los residuales en la administración extravasal.
de flipflop).
proceso de entrada (absorción, en el caso general) o del de salida (eliminación en el caso
328 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
En este apartado se resumen los aspectos más importantes del modelo monocompartimen-
tal extravasal. De hecho, se deducen perfectamente de lo expuesto hasta aquí; sin embargo,
resulta muy adecuado insistir en este resumen, que sirve de repaso a lo tratado sobre el tema.
Lo cierto es que, utilizando los conceptos ya expuestos, pueden trazarse las curvas repre-
sentativas del tránsito de la fracción de dosis absorbida de fármaco a través del organismo,
de su desaparición del lugar de absorción y de su acumulación en los emuntorios o lugares
de excreción.
Si se conoce el volumen de distribución del fármaco y se dispone de los valores de con-
centración plasmática de fármaco a los tiempos considerados correspondientes a la curva de
niveles plasmáticos tras su administración extravasal, puede describirse su tránsito en el orga-
nismo, así como su desaparición del lugar de absorción y su acumulación en los emuntorios.
De hecho, ello es posible siempre que la absorción sea completa o se conozca exactamente
la fracción de dosis absorbida (F ).
El procedimiento es sencillo: en cualquier instante la dosis (o la fracción de ella sus-
ceptible de absorberse) equivale a la suma formada por la cantidad de fármaco existente en
el lugar de absorción, la cantidad existente en los emuntorios y la que todavía permanece en
el organismo, es decir:
F ⋅ D = Ar + A + Ae (11.68)
Siendo la cantidad de fármaco eliminada por unidad de tiempo proporcional a la que exis-
te en el organismo, A, (proceso de primer orden) se cumple:
dAe
= ke ⋅ A
dt
(11.69)
(el signo que afecta a ke · A es positivo dado que se trata de una ganancia de fármaco en los
emuntorios).
La cantidad de fármaco eliminada a cualquier instante, Ae, se obtiene integrando la expre-
sión anterior. Cambiando de miembro la variable dt, se obtiene:
dAe = ke ⋅ A ⋅ dt (11.70)
dAe = ke ⋅ Vd ⋅ C ⋅ dt (11.71)
330 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
dAe = ke ⋅ Vd C ⋅ dt
t t
∫ 0
∫ 0
(11.72)
C ⋅ dt = AUC0t
t
∫ 0 (11.73)
Ae − 0 = ke ⋅ Vd ⋅ AUC0t (11.74)
de donde:
Ae = ke ⋅ Vd ⋅ AUC0t (11.75)
que para t igual a infinito, es decir, cuando toda la dosis (o la fracción susceptible de absor-
berse) se ha eliminado, la ecuación anterior puede expresarse como:
Ae = ke ⋅ Vd ⋅ AUC0∞ (11.76)
F ⋅ D = Ae = ke ⋅ Vd ⋅ AUC0∞ (11.77)
Por consiguiente, determinando los valores de las áreas parciales (por ejemplo, por el
método trapezoidal) y multiplicando por ke·Vd se obtienen los valores de las cantidades eli-
minadas en cada tiempo considerado. A tiempo infinito, este valor coincidirá con el de la
dosis, o fracción de la misma, F·D, susceptible de absorberse.
F ⋅ D = Ar + A + Ae
puede escribirse:
Ar = F ⋅ D − A − Ae (11.78)
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 331
ecuación de la que se conocen todos los valores (si la absorción es completa o se conoce el
valor de la fracción de dosis absorbida), por lo que es posible obtener el valor de la cantidad
de fármaco remanente en cada unidad de tiempo, en el lugar de absorción (ver figura 11.19).
A modo de resumen, se exponen en la figura 11.20 los cambios en la morfología de las cur-
vas de niveles plasmáticos cuando se varía la dosis, en el supuesto que el comportamiento
del fármaco sea lineal. Se asume que se absorbe toda la dosis, o que la fracción de dosis absor-
bida, en todos los casos, es la misma; y que la velocidad de absorción no varía en ningún
caso.
FIGURA 11.20. Representación gráfica de las curvas simuladas de niveles plasmáticos modificando
la dosis administrada (D).
CUADRO 11.1
Variaciones de los parámetros farmacocinéticos de absorción y semivida del fármaco en función de
las modificaciones en diversos parámetros farmacocinéticos (Fuente: modificado de Rowland, M. y
Tozer, T. “Kinetics of a Constant Intravenous Infusion and Kinetics following an Extravascular Dose”.
En: Stage de Pharmacocinetique et Pharmacocinetique Clinique. Deauville. 1983).
Parámetro
Constante Cmax tmax AUC t 1/2
ka
t0
Vd
CLp
En todos los casos que se consideran a continuación se asume que, de forma teórica y a
modo de ejemplo ilustrativo, se produce exclusivamente un incremento o un descenso en el
parámetro farmacocinético indicado en la columna de la izquierda y que el resto de los pará-
metros reseñados en la referida columna permanecen constantes.
plasmático, los valores de AUC y de la semivida biológica se verán incrementados, dado que
AUC = F·D/CLp y t1/2 = 693·Vd /CLp, o bien disminuirá el valor de la constante de elimina-
ción, ke (valor inversamente proporcional a la semivida). El valor de Cmax también se verá
incrementado puesto que si en la función de Bateman se sustituye Vd por CLp/ke el valor del
aclaramiento se hallará en el denominador.
F ⋅ D ⋅ ke ka
Cmax = ⋅ (e− ke ⋅tmax − e− ka ⋅ tmax )
CLp k a − ke
⋅ (11.79)
de Cmax aumenta. Al disminuir el valor del aclaramiento plasmático, el valor de tmax también
que equivale a la ecuación 11.64, considerando como tiempo tmax, y por consiguiente, el valor
se verá incrementado. Dado que, en este caso, el valor de Vd permanece constante, para que
se cumpla la igualdad: CLp = Vd · ke, al disminuir el valor del CLp, disminuye a la vez el valor
de la constante de eliminación.
Si se considera la ecuación representativa de tmax: tmax = ln (ka /ke)/(ka – ke) (ecuación
11.30); al disminuir el valor de la constante de velocidad de eliminación, manteniéndose cons-
tante el valor de la constante de velocidad de absorción, ka, el cociente entre el logaritmo
neperiano de (ka /ke) y la diferencia (ka – ke) será mayor y, como consecuencia, aumentará el
valor de tmax.
Cuando se administra un fármaco por vía extravasal (oral, intramuscular, subcutánea, trans-
dérmica, rectal, etc.), el modelo bicompartimental clásico puede esquematizarse como se indi-
ca en la figura 11.21, en la cual se considera la variación instantánea de concentración en el
compartimiento central.
El esquema del modelo bicompartimental extravasal es similar al intravenoso con la dife-
rencia de que, en este caso, se contempla un compartimiento más, el representativo de la zona
de absorción.
Las variaciones de concentración de fármaco en cada unidad de tiempo, en cada uno de
los compartimientos, central, lugar de absorción y periférico, corresponden matemáticamente
a las ecuaciones diferenciales 11.80, 11.81 y 11.82, respectivamente.
dC
= ( k01 ⋅ Ca ) − ( k12 ⋅ C ) − ( k10 ⋅ C ) + ( k21 ⋅ P )
dt
(11.80)
dCa
= − k01 ⋅ Ca
dt
(11.81)
dP
= ( k12 ⋅ C ) − ( k 21 ⋅ P)
dt
(11.82)
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 335
Tanto la ecuación 11.84 como la ecuación 11.85 son ecuaciones triexponenciales, siendo
representativa cada exponencial de los procesos que sufre el fármaco: absorción, regida por la
constante k01; disposición rápida, regida por la constante l1, y disposición lenta, regida por la
constante l2 (el concepto de disposición engloba los procesos de distribución y eliminación).
Los coeficientes de cada exponencial figuran con signo positivo (dado que se trata de una
expresión algebraica), pero al producirse procesos de ganancia y de pérdida, una de las expo-
nenciales, como mínimo, será negativa. Las relaciones entre coeficientes (C10, C20 y C30) se
comentarán más adelante. Tal como se ha indicado en el modelo monocompartimental, cuan-
do el fármaco sufre diferentes procesos en el organismo, en la expresión matemática repre-
sentativa del proceso global, el signo negativo afectará al/los coeficiente/s de la exponencial
correspondiente al proceso más rápido (que, obviamente, tiene el/los exponente/s con mayor
valor absoluto).
En el modelo bicompartimental, lo único que puede afirmarse es que el proceso de dis-
posición regido por l1 es más rápido que el regido por l2 (concepto axiomático); por consi-
guiente, el coeficiente correspondiente a la exponencial que rige la fase lenta de disposición
l2 vendrá afectado del signo positivo. Sin embargo, si únicamente se dispone de datos expe-
rimentales correspondientes a la administración extravasal no puede saberse si el proceso de
absorción es más rápido o más lento que el regido por la constante de disposición rápida l1,
es decir, no es posible afirmar cuándo finaliza la fase de disposición rápida o la fase de absor-
ción en la curva de niveles plasmáticos (figura 11.22).
Que el signo negativo afecte a la exponencial representativa del proceso de absorción,
k01, o de disposición, l1 y l2, o que una o dos exponenciales presenten signo negativo, depen-
derá de las magnitudes relativas de las tres constantes de velocidad del proceso global. Debe
tenerse presente que en cualquiera de los supuestos que a continuación se analizarán, se cum-
plen siempre las siguientes premisas:
l1 > l2; l1 > k21; k21 > l2
l1 > l2 por axioma, l1 > k21 porque de lo contrario no habría distribución; k21 > l2 dado que
si no se cumple, se produciría acumulación de fármaco en compartimiento periférico.
Los supuestos que se consideran son los siguientes:
a) l1 > k01 > l2
b) k01 > l1 > l2
c) l1 > l2 > k01
El signo que afecta a los coeficientes de las ecuaciones triexponenciales (ecuaciones 11.84
y 11.85), según el supuesto que se considere, se exponen en el cuadro 11.2. El signo de los
coeficientes surge de considerar, en cada caso, el valor mayor o menor de las constantes que
configuran el coeficiente de la exponencial correspondiente.
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 337
CUADRO 11.2
Signos de las expresiones matemáticas correspondientes a la función triexponencial que relaciona las
concentraciones plasmáticas de un fármaco bicompartimental con el tiempo, según sea la relación
existente entre la magnitud de k01 respecto a las de las constantes híbridas de disposición l1 y l2
338 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Este fenómeno (que siempre se relaciona con las características de la formulación o del
fármaco que afectan al valor de k01) puede ocurrir por tres motivos, si se asume el primer
supuesto (l1 > k01>l2):
a) Debido a que el valor de la constante k21 del fármaco es prácticamente igual a la cons-
tante de absorción, k01. En este caso, en la ecuación 11.84 se anula la tercera expo-
nencial, debido a que el numerador del coeficiente vale cero y, como consecuencia,
la ecuación 11.84 es biexponencial, igual que la representativa del modelo monoex-
ponencial. En este caso el signo negativo afectaría a la primera exponencial dado que,
l1 es mayor que l2.
b) Si el valor de k21 es muy parecido a l1 o l2, en este caso, se anularía la primera o
segunda exponencial y la ecuación 11.84 sería biexponencial como en el caso ante-
rior. Si se anula la primera, el signo negativo afectaría a la exponencial representati-
340 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Los razonamientos anteriores son aplicables a los otros supuestos, asignando el signo
negativo a la exponencial correspondiente.
De los comentarios aquí expuestos se deduce que no es posible conocer cuál de los dos
modelos cinéticos, monocompartimental o bicompartimental, es representativo de los datos
experimentales, en función de la morfología presentada por la curva de niveles plasmáticos
obtenida tras la administración extravasal de un fármaco; es decir, si no se dispone de datos
de una administración intravenosa. Únicamente en el caso de que la curva extravasal semi-
logarítmica presente “giba” es posible afirmar que el fármaco presenta características, como
mínimo, bicompartimentales.
Un ejemplo simulado de la administración extravasal de un fármaco, en la rata, a igual
dosis y con diferentes valores de las constantes de velocidad de absorción, se expone en la
figura 11.25. Se acompaña de los valores correspondientes a los coeficientes y constantes
del fármaco administrado por vía intravenosa a la misma dosis, y se asume que por vía extra-
vasal la absorción del fármaco es completa.
Las curvas extravasales que se obtendrían tras la administración intravenosa del fár-
maco y de cuatro formas de dosificación, administradas por vía oral, que generan distin-
tos valores para la constante de velocidad de absorción (k01 = 3,870 min–1, k01 = 0,892 min–1,
k01 = 0,127 min–1 y k01 = 0,0432 min–1), presentan las siguientes expresiones matemáticas:
Obsérvese que el signo negativo siempre afecta al proceso más rápido, que lógicamen-
te corresponde a la exponencial que posee el valor más alto de la constante correspondien-
te en valor absoluto excepto la última ecuación que es representativa de un fenómeno de flip-
flop.
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 341
C = C10 ⋅ e− λ1 ⋅t + C 20 ⋅ e− λ2 ⋅t + C 30 ⋅ e− k01 ⋅t
dC
= −λ1 ⋅ C10 ⋅ e− λ1 ⋅t − λ2 ⋅ C 20 ⋅ e− λ2 ⋅t − k01 ⋅ C 30 ⋅ e− k01 ⋅t
dt
(11.86)
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 343
Para t = tmax, dC/dt = 0. Con el fin de estimar el valor de tmax, conociendo los valores de
todos los parámetros de la ecuación 11.86 (incluso en el caso de desconocer cuál de las tres
constantes: l1, l2 y k01 corresponde a cada uno de los tres exponentes), se dan valores a t y se
calcula el valor de dC/dt, procediéndose de forma iterativa, es decir, variando el valor de t has-
ta conseguir que la ecuación 11.86 valga cero, en cuyo momento t = tmax. Cabe recordar que
cuando la primera derivada de una función es igual a cero equivale a un máximo o a un míni-
mo. Si la segunda derivada es positiva, es un máximo y, si es negativa, un mínimo. En farma-
cocinética, se utiliza la primera derivada, no es posible que las concentraciones plasmáticas
tras la administración de un fármaco desciendan. Lógicamente el procedimiento para estimar
el valor de tmax corresponde a un algoritmo de fácil aplicación en programas informáticos.
Una vez estimado el valor de tmax, se estima el correspondiente valor de Cmax, simplemente
sustituyendo aquel valor del tiempo en la ecuación 11.85, que se transforma en la siguiente:
flipflop, a la exponencial que en valor absoluto presente el mayor valor de la constante que
El signo negativo, como se ha comentado afectará, si no se presenta el fenómeno de
contiene.
Si se exceptúa el caso en que k01 < l2, es decir, cuando se produce el fenómeno de flip-
flop y se consideran los casos más generales, en los que k01 es mayor o menor que l1, a tiempo
t = 0, la ecuación 11.85 se transforma en la suma algebraica:
C0 = C10 + C 20 + C 30 (11.89)
0 = C10 + C 20 + C 30
lo que se traduce en una u otra de las siguientes igualdades, dependiendo de los valores rela-
tivos de l1 y k01:
C10 + C 20 = C 30
344 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
C 30 + C 20 = C10
por lo que:
ecuación que corresponde a un valor negativo de C0 cuando existe período de latencia dado
que el valor se sitúa por debajo del eje de abscisas. En el caso de que k01 > l1 se cumple que:
C10 + C 20 < C 30
C 30 + C 20 < C10
Para el cálculo del área bajo la curva de niveles plasmáticos en función del tiempo, median-
te la metódica matemática en el modelo bicompartimental extravasal se parte, en ausencia
de período de latencia, de la ecuación general del proceso (ecuación 11.85). El cálculo que
se expone a continuación se basa en considerar el supuesto que k01 > l1 > l2. En los otros
supuestos el cálculo es igual, sólo varía el signo del coeficiente.
C = C10 ⋅ e− λ1 ⋅t + C 20 ⋅ e− λ2 ⋅t − C 30 ⋅ e− k01 ⋅t
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 345
C ⋅ dt = ∫ (C1 ⋅ e− λ1 ⋅t + C 2 0 ⋅ e− λ2 ⋅t − C 30 ⋅ e− k01 ⋅t ) ⋅ dt
t t
∫ 0 0 0 (11.92)
C ⋅ dt = AUC0t
t
∫ 0
se obtiene:
C10 − λ1 ⋅t C10 C2 C2 C3 C3
AUC0t = −
( ⋅e + + − 0 ⋅ e− λ2 ⋅t + 0 − − 0 ⋅ e− k01 ⋅t + 0
)( )( )
k01 k01
(11.93)
λ1 λ1 λ2 λ2
1 2
0
01
0
C10 C2 C3
AUC0t = ⋅ (1 − e− λ1 ⋅t ) + 0 ⋅ (1 − e− λ2 ⋅t ) − 0 ⋅ (1 − e− k01 ⋅t )
k01
(11.94)
λ1 λ2
El valor del área total bajo la curva, AUC0∞, se obtiene de la ecuación anterior, haciendo
t = ∞. En esta situación, las tres exponenciales valen cero, con lo que la ecuación anterior se
transforma en la siguiente:
C10 C 20 C 30
AUC0∞ =
k01
+ − (11.95)
λ1 λ2
Todas las expresiones anteriores corresponden a sumas algebraicas, de forma que según
sean en cada caso los valores relativos de los tres exponentes, l1, l2 y k01 como mínimo uno,
pero incluso dos, de los coeficientes pueden ir afectados del signo menos.
más adelante, deberá sumarse a los sumandos anteriores de AUC0t y de AUC0∞ correspondientes
En el caso de que exista período de latencia, t0, cuyo valor se estima como se expone
FIGURA 11.27. Representación gráfica del cálculo del área bajo la curva de niveles plasmáticos
en presencia de período de latencia.
luego:
Al ser el valor de AUC00 negativo (figura 11.27), para el cálculo de AUCt0 y AUCt0 ,
t t ∞
que es el valor de este parámetro en los cálculos farmacocinéticos, las ecuaciones corres-
pondientes son una suma algebraica.
En presencia de período de latencia, las ecuaciones 11.94 y 11.95 se transforman, con-
siderando la premisa anterior, k01 > l1 > l2, en las siguientes:
C10 C2 C3
AUCtt0 = ⋅ (1 − e− λ1 ⋅t ) + 0 ⋅ (1 − e− λ2 ⋅t ) − 0 ⋅ (1 − e− k01 ⋅t ) −
λ1 λ2 k01
C1 C2 C3
− 0 ⋅ (1 − e− λ1 ⋅t0 ) + 0 ⋅ (1 − e− λ2 ⋅t0 ) − 0 ⋅ (1 − e− k01 ⋅t0 )
(11.97)
λ 1 λ 2 k 01
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 347
C10 C 20 C 30 C10 C2 C3
AUCt∞0 = ⋅ (1 − e− λ1 ⋅t0 ) + 0 ⋅ (1 − e− λ2 ⋅t0 ) − 0 ⋅ (1 − e− k01 ⋅t0 ) (11.98)
k01 k01
+ − −
λ1 λ1 λ1 λ2
FIGURA 11.28. Representación gráfica del método de los residuales para el cálculo de la constante
de absorción de un fármaco de características bicompartimentales. Ambigüedad inherente
a la asignación de los valores correspondientes a las constantes l1, l2 y k01 en ausencia
de datos complementarios tras la administración intravenosa.
348 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
con lo que para valores de t en la fase monoexponencial terminal se cumple (figura 11.28):
B = C 2 0 ⋅ e− λ 2 ⋅ t (11.100)
dado que los valores de l1 y k01 son mayores que el valor de l2, al aumentar el valor de t, las
exponenciales correspondientes a l1 y k01 se anulan, por converger más rápidamente a cero.
De la ecuación 11.100, se obtiene la ecuación semilogarítmica:
ln B = −λ2 ⋅ t + ln C 20 (11.101)
que es la ecuación de una recta cuya pendiente en valor absoluto corresponde a la constan-
te de disposición lenta, l2, y el antilogaritmo de la ordenada en el origen equivale a C20. A
partir de la ecuación 11.100, asignando a t el valor de los tiempos experimentales no consi-
derados en la fase monoexponencial terminal, se obtiene el valor correspondiente a las con-
centraciones extrapoladas (● ver figura 11.28).
Si se restan los valores experimentales para los mismos tiempos (●) (ecuación general,
asumiendo k01 >> l1), de los valores extrapolados (●) (ecuación, 11.100), se obtienen los
primeros residuales (■):
o sea:
Para los valores residuales correspondientes a los puntos experimentales inferiores a los
teóricos extrapolados de la fase l2, situados en la fase inicial cuando la curva de niveles plas-
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 349
máticos es ascendente (en este caso uno), son valores negativos, por lo que se reservan para
obtención de los segundos residuales (ya que no pueden representarse en la gráfica).
La ecuación 11.103 es representativa de una curva biexponencial (figura 11.28), que en
este supuesto engloba dos procesos: disposición rápida (l1) y absorción (k01).
Debido a que en este caso el valor de k01 es mayor que l1, en la ecuación 11.103 al aumen-
tar el valor de t la exponencial C 30 ⋅ e− k01 ⋅t se anula antes que la otra exponencial por con-
verger más rápidamente a cero. Consiguientemente queda:
es decir:
P = −C 30 ⋅ e− k01 ⋅t (11.107)
Debe tenerse presente que en el ejemplo expuesto, el primer punto que se resta tiene valor
negativo (no figura en la gráfica) y proviene de los primeros residuales, luego en este caso
el valor archivado se suma al residual correspondiente a este tiempo.
Todos los valores obtenidos a partir de los segundos residuales son negativos (es nega-
tiva la exponencial correspondiente), dado que corresponden al proceso más rápido (en el
caso que nos ocupa, el proceso de absorción) y, en valor absoluto, configuran la expresión
semilogarítmica de una recta cuya expresión es:
ln P = −k01 ⋅ t + ln C 30 (11.108)
partimental extravasal. Así, en el caso de que k01≈ k21, se trata de una función biexponencial,
es posible determinar los valores de los tres exponentes de la función global del modelo bicom-
lenta de disposición l2 (si no se presenta el fenómeno de flipflop), mientras que la recta obte-
cuya expresión semilogarítmica corresponde en su fase monoexponencial terminal a la fase
nida por el método de los residuales engloba la constante l1 y k01, es decir, en este caso, pue-
de pensarse que los datos corresponden a un modelo monocompartimental extravasal, en el
que al valor absoluto de la pendiente de la fase terminal le sería asignado a la constante de
eliminación y al de la recta de los residuales a la constante de absorción.
En los otros dos casos, las funciones biexponenciales a que da lugar el hecho de que k01
se asemeje a los valores de l1 o de l2 corresponden a pendientes que, en valor absoluto, son
en el primer caso equivalentes a l1 y k01 y a k01 y a l1, respectivamente, y que, obviamente,
como en el caso anterior, pueden interpretarse, erróneamente, como modelos monocompar-
timentales extravasales y asignarles valores sin sentido a las constantes estimadas y mal inter-
pretadas por el método de los residuales.
Como es fácil entender, en cualquiera de estos tres casos, si no se dispone de los pará-
metros farmacocinéticos obtenidos tras la administración intravenosa, resulta comprometi-
do, si no imposible, la asignación correcta del valor de la constante de velocidad de absor-
ción a uno de los dos términos en los cuales haya sido posible desglosar la curva de niveles
plasmáticos tras la administración extravasal, a pesar de que en dos de estos casos, como se
ha argumentado, una de las dos exponenciales corresponde, de hecho, a la fase de absorción.
En resumen, sólo es posible determinar el valor de la constante de velocidad de absor-
ción k01 de los fármacos mediante el método de los residuales, cuando la morfología de la
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 351
Aa = Ac + Ap + Ae (11.109)
dAe
= k10 ⋅ Ac
dt
(11.111)
dAa = ( ∫ dC ⋅ V ) + ∫ dA + ( ∫ k ⋅ Vc ⋅ C ⋅ dt
At t t t
∫ A0 0 c 0 p 0 10 ) (11.115)
es decir:
o, lo que es lo mismo:
Si se dividen ambos miembros de las ecuaciones 11.117 y 11.118 por Vc, se obtienen las
siguientes ecuaciones:
Aat A∞
y a la simbología, At y A∞ respectivamente, se obtiene:
Vc Vc
Asignando a
At C + P + ( k10 ⋅ AUC0t )
ción, la siguiente:
A∞ k10 ⋅ AUC0∞
= (11.124)
expresiones en las que A’c y Ac son, respectivamente, las cantidades de fármaco en compar-
timiento central en la primera y segunda de las tomas de muestra consecutivas (expresadas
como concentraciones plasmáticas), es decir, a tiempo t’ y t.
FIGURA 11.29. Representación esquemática del cálculo de Ap por el método de Loo y Riegelman.
∆ Ac′
∆ Ac′ = ⋅t
∆t
(11.127)
∆ Ac′
Ac = Ac′ + ⋅t
∆t
(11.128)
356 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
dAp ∆ Ac '
= k12 ⋅ Ac '+
( ⋅ t − ( k21 ⋅ Ap )
)
dt ∆t
(11.129)
(11.132)
Se obtiene, pues, una ecuación en la que se conocen todos sus componentes: k12 y k21
son las microconstantes de distribución y de retorno del fármaco determinadas (junto con
k10) tras una administración intravenosa previa; t es el tiempo en el que se ha tomado una
determinada muestra de sangre y C la concentración plasmática de fármaco a este tiempo,
mientras que t¢ y C¢ corresponden a análogos valores pero de la toma de muestras inmedia-
tamente anterior. P¢ es la cantidad de fármaco, expresada como concentración plasmática,
existente en el compartimiento periférico a tiempo t¢ y, análogamente, P corresponde al tiem-
po de toma de muestra t.
Si se considera el primer intervalo, de 0 a t, dado que antes de la primera toma de mues-
tra se parte de tiempo cero, en cuyo instante C¢, P¢ y t¢ (valor a un tiempo inmediatamente
anterior a t, que vale cero) valen cero, en la primera toma de muestra, los dos primeros suman-
dos del segundo término de la ecuación 11.132 (el primero conteniendo el factor P¢ y el segun-
do factor C¢) se anulan; y en el tercer y cuarto sumando se anulan C¢ y t¢, con lo cual el pri-
mer valor de P se reduce a la siguiente ecuación:
k12 ⋅ C − k12 ⋅t
P= ⋅e + ( k21 ⋅ t ) − 1
t ⋅ k21
2
(11.133)
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 357
A partir de la primera muestra pueden calcularse los restantes valores de P para las otras
tomas, puesto que el valor de P calculado en cada muestra será el valor de P¢ en la muestra
siguiente.
Si se sustituye el valor de P de la ecuación 11.133 en la ecuación 11.122, se obtiene:
k12 ⋅ C − k12 ⋅t
At = C + ⋅e + ( k21 ⋅ t ) − 1+ k01 ⋅ AUC0t
t ⋅ k21
2 (11.134)
k12 C − C′
At = C + P′ ⋅ e− k21 ⋅(t −t ′) + ⋅ C′ ⋅ (1 − e− k21 ⋅(t −t ′) ) + k21 ⋅ ⋅ ( e− k12 ⋅(t −t ′) ) +
k21 (t − t ′) ⋅ k 21
2
La ecuación 11.135 permite calcular el valor de At para todos los tiempos considerados
en el tabulado experimental, dado que P¢ corresponde a la cantidad de fármaco (expresado
en concentraciones plasmáticas) del intervalo de tiempo anterior al considerado, cuyo pri-
mer valor es cero (0 – t1), que se estima mediante la ecuación 11.133; y C¢ se obtiene del
tabulado experimental.
Teniendo presente que las expresiones útiles para el cálculo de las cantidades de fárma-
co, expresadas en forma de concentraciones plasmáticas, que corresponden a la cantidad de
fármaco absorbida a un tiempo t (At) y a la cantidad total de fármaco susceptible de absor-
berse (A∞), son las ecuaciones 11.122 y 11.123:
At = C + P + ( k10 ⋅ AUC0t )
A∞ = k10 ⋅ AUC0∞
ahora ya es posible calcular el valor de P para todos los intervalos, puesto que se conocen
todos los valores de los componentes de cada una de las ecuaciones anteriores.
También puede calcularse la fracción de dosis absorbida mediante la ecuación 11.124:
At C + P + ( k10 ⋅ AUC0t )
A∞ k10 ⋅ AUC0∞
=
ber, es decir, la dosis o fracción de ella susceptible de absorberse que aún se halla en el lugar
de absorción. En el caso de que la cinética de absorción fuese de primer orden, caso más
general, la función representativa de las cantidades de fármaco remanente por absorberse en
función del tiempo, desde un punto de vista matemático, es una función exponencial cuya
ecuación matemática es la siguiente:
( A∞ − At ) = A∞ ⋅ e− k01 ⋅t
(11.136)
operando, se obtiene:
At = A∞ (1 − ek01 ⋅t ) (11.137)
ln ( A∞ − At ) = −k01 ⋅ t + ln A∞ (11.138)
ecuación de una recta, cuya pendiente, en valor absoluto, corresponde al valor de la cons-
tante de velocidad de absorción, k01.
Si se utilizan logaritmos decimales, la ecuación 11.138 se transforma en la siguiente:
k01
log ( A∞ − At ) = − ⋅ t + log A∞
2,303 (11.139)
en este caso la pendiente de la recta en valor absoluto, multiplicada por 2,303, equivale al
valor de la constante de velocidad de absorción, k01.
Cabe considerar que la ecuación 11.137, representativa de la hipérbola que relaciona las
cantidades absorbidas acumuladas (expresadas en concentraciones plasmáticas) frente al tiem-
po, permite el cálculo de la cantidad absorbida (expresada en concentraciones plasmáticas)
a cualquier tiempo.
FIGURA 11.31. Representación gráfica de los valores de (A∞ – At) frente al tiempo
a) proceso exponencial de orden uno, b) proceso lineal de orden cero.
360 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
( A∞ − At ) = A∞ ⋅ e k01 ⋅t
Si la representación gráfica que relaciona los valores de (A∞ – At) respecto al tiempo
correspondiente es lineal, el proceso es de orden cero, de acuerdo con la siguiente ecuación:
( A∞ − At ) = −k01 ⋅ t + A∞ (11.140)
ln ( A∞ − At ) = −k01 ⋅ t + ln A∞
En el caso que se presente período de latencia (t0), el valor de (A∞ – At) al tiempo t0 es
igual a L y por consiguiente a A∞, tal como se detalla en la figura 11.32. En esta situación la
ecuación matemática que relaciona las cantidades remanentes de fármaco (expresadas como
concentraciones plasmáticas) es la siguiente:
ln A∞ = − k01 ⋅ t0 + ln A0 (11.141)
Operando se obtiene:
ln A∞
( )
A0
t0 =
k01
(11.142)
de la cual se conocen todos los factores (A0 corresponde a la ordenada en el origen de la rec-
ta) y permite calcular el período de latencia (t0).
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 361
Si se tratara de un proceso cinético de orden cero, el cálculo del periodo de latencia se rea-
liza de acuerdo con las mismas consideraciones. En este caso la representación gráfica es del
tipo esquematizado en la figura 11.33, en la que los ejes se representan en escala decimal.
La ecuación de la recta correspondiente a los valores (A∞ – At) frente al tiempo es:
( A∞ − At ) = −k01 ⋅ t + A0 (11.143)
A∞ = – k01 ⋅ t0 + A0 (11.144)
de donde:
k01 ⋅ t0 = A0 − A∞ (11.145)
362 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
FIGURA 11.33. Representación gráfica de (A∞ – At) frente al tiempo en el caso de que se presente
período de latencia (t0) (proceso de absorción de orden cero).
con lo que:
A0 − A∞
t0 =
k01
(11.146)
Mediante el método de Loo y Riegelman se calculan, para cada unidad de tiempo, las can-
tidades de fármaco en compartimiento central, en compartimiento periférico y eliminadas,
en todos los casos expresadas como concentraciones plasmáticas.
Para conocer las cantidades de fármaco en función del tiempo en cada compartimiento
y la eliminada se usan las ecuaciones que se exponen a continuación:
Ac = C ⋅ Vc (11.147)
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 363
Ae = k10 ⋅ Vc ⋅ AUC0t
(11.148)
dAe
= k10 ⋅ Ac = k10 ⋅ Vc ⋅ C
dt
(11.149)
dAe = k10 ⋅ Vc ⋅ C ⋅ dt
At t
∫ A0
∫ 0
(11.150)
Ae = k10 ⋅ Vc ⋅ C ⋅ dt
t
∫ 0
(11.151)
De la ecuación 11.152 se conocen todos los factores, tras calcular AUC0t , puede estimarse
la cantidad de fármaco eliminado (expresada como concentraciones plasmáticas) a cada uni-
dad de tiempo considerado.
A∞ − At
Ar =
Vc
(11.153)
Aa = D − Ar (11.154)
At
Aa = ⋅F⋅D
A∞ (11.155)
A∞ − At
Aa = ⋅D
A∞ (11.156)
FIGURA 11.34. Representación gráfica de las cantidades de fármaco en compartimento central, Ac,
eliminado, Ae, remanente en el lugar de absorción, Ar, absorbida, Aa ,y en compartimiento periférico,
Ap, en función del tiempo.
CAPÍTULO 11: ADMINISTRACIÓN EXTRAVASAL: APROXIMACIÓN COMPARTIMENTAL 365
Ap = Aa − Ac − Ae (11.157)
En la cual los tres componentes del segundo miembro se pueden determinar para cada
tiempo de toma de muestra, de modo que se obtiene el valor que corresponde a la cantidad
de fármaco en compartimiento periférico.
La representación gráfica de las cantidades de fármaco en compartimento central, Ac,
eliminado, Ae, remanente en el lugar de absorción, Ar, absorbida, Aa, y en compartimiento
periférico, Ap, en función del tiempo se exponen en la figura 11.34.
Cuestiones y problemas
ción del fármaco es del 100%. Deduzca si el aclaramiento plasmático del fármaco (CLp)
es aproximadamente de 2,0 l/h.
Administrado el fármaco por vía intravenosa, los valores obtenidos para la cons-
tante rápida (l1) y lenta (l2) de disposición son: l1 = 0,419 h–1 y l2 = 0,112 h–1. Comen-
flip-flop.
te si la forma farmacéutica en que se ha formulado el fármaco da lugar al fenómeno de
¿Puede afirmarse sin ninguna duda que el comportamiento farmacocinético del fár-
maco es monocompartimental?
5. En el modelo farmacocinético bicompartimental extravasal, la aplicación del método de
los residuales a los datos experimentales (concentración/tiempo), explique por qué los
valores correspondientes a los últimos puntos residuales son siempre negativos.
12
Administración por infusión
intravenosa continua:
aproximación compartimental
12.1. Introducción
FIGURA 12.1. Esquema del modelo monocompartimental con incorporación de fármaco de orden
cero. k0 es la constante de velocidad de incorporación de orden cero (masa/tiempo),
A la cantidad de fármaco en el organismo, Vd el volumen aparente de distribución,
Ct la concentración plasmática y ke la constante de eliminación (tiempo–1).
dA
= k0 − ke ⋅ A
dt
(12.1)
k0
A= (1 − e – ke ⋅t )
ke (12.2)
k0
Ct = (1 − e – ke ⋅t )
CL p
(12.4)
k0
Css =
CLp (12.5)
Cuando finaliza la infusión (k0 = 0), la ecuación 12.1 se transforma en la ecuación 12.6, como
consecuencia de que el fármaco sólo sufre el proceso de eliminación:
dA
= − ke ⋅ A
dt
(12.6)
A = A fi ⋅ e
– ke ⋅ (t –T )
(12.7)
Ct = C fi ⋅ e
− ke ⋅ t p
(12.8)
(Cfi = Afi/Vd).
370 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
ln Ct = ln C fi − ke ⋅ t p (12.9)
ke
log Ct = log C fi − ⋅ tp
2,303
(12.10)
k0
C fi = (1 − e – ke ⋅T )
CL p (12.11)
k
Ct = 0 1 − e – ke ⋅T ⋅ e e p
– k ⋅t
CL p
( ) (12.12)
Ct = Css ⋅ 1 − e – ke ⋅T ⋅ e e p
– k ⋅t
( ) (12.13)
k0
C fi = Css =
CLp (12.14)
k0
Ct = ⋅e e p
– k ⋅t
CL p (12.15)
O bien:
Ct = Css ⋅ e
– ke ⋅t p
(12.16)
Como muestra la ecuación 12.9, la regresión lineal simple de pares de valores (ln Ct, tp)
obtenidos durante la fase post-infusión proporciona el valor de la constante de velocidad de
eliminación ke (ke = valor absoluto de la pendiente) y el valor de la concentración al finali-
zar la infusión, Cfi (Cfi = antilogaritmo de la ordenada en el origen).
a) Semivida de eliminación
Una vez se dispone del valor de ke, la semivida de eliminación del fármaco puede obte-
nerse con la fórmula habitual:
ln 2
t1/2 =
ke (12.17)
b) Aclaramiento plasmático
El valor de Cfi obtenido con la regresión lineal anterior puede emplearse para calcular
el aclaramiento plasmático del fármaco. No obstante, hay que considerar dos situaciones dife-
rentes, dependiendo de que se haya alcanzado, o no, el estado de equilibrio estacionario pre-
viamente a la finalización de la infusión.
CAPÍTULO 12: ADMINISTRACIÓN POR INFUSIÓN INTRAVENOSA CONTINUA 373
k0
CL p = (1 − e− ke ⋅T )
C fi (12.18)
Para realizar el cálculo, ke y Cfi se sustituyen por los valores procedentes de la regresión
lineal descrita anteriormente, mientras que los valores de k0 (velocidad de infusión) y T (dura-
ción de la infusión) se suponen conocidos.
Si se ha alcanzado el estado de equilibrio estacionario durante la fase de infusión, el
cálculo del aclaramiento plasmático se simplifica, ya que puede estimarse, a partir de la
ecuación 12.14:
k0
CLp =
Css (12.19)
El valor de Css puede obtenerse bien mediante el muestreo plasmático en el estado esta-
cionario, o bien a partir de la ordenada correspondiente a la regresión lineal de los pares de
valores (ln Ct, tp), (Css = antilogaritmo de la ordenada en el origen).
c) Volumen de distribución
CLp
Vd =
ke
(12.20)
Ct = Css ⋅ (1 − e− ke ⋅T ) (12.21)
De acuerdo con la ecuación 12.22, la regresión lineal simple de los pares de valores
[ln(Css – Ct), t] proporciona los valores de ke y Css, pudiéndose proceder, seguidamente, al
cálculo de los valores de t1/2, CLp y Vd con las ecuaciones 12.17, 12.19 y 12.20. No obstan-
te, para poder efectuar la regresión lineal simple indicada en la ecuación 12.22, el muestreo
plasmático debe prolongarse hasta alcanzar el estado de equilibrio estacionario con el fin de
disponer del valor experimental de Css, el cual es necesario para la obtención de los valores
correspondientes a la variable dependiente [ln(Css – Ct)].
Si se emplea la regresión no lineal por mínimos cuadrados, pueden estimarse los valo-
res de los parámetros farmacocinéticos mediante el ajuste de la ecuación 12.4 a los puntos
experimentales obtenidos en la fase de infusión. Con el empleo de la regresión no lineal no
se hace imprescindible la obtención previa del valor de Css, no obstante, es conveniente que
el muestreo plasmático se prolongue lo máximo posible con el fin de obtener buenas esti-
maciones de los parámetros farmacocinéticos (CLp y ke, ecuación 12.4).
No obstante, hay que señalar que Css representa una concentración límite:
k0
Css = lim Ct = lim [ (1 − e− ke ⋅T )]
t →∞ t →∞ CL p (12.24)
Por lo que la velocidad de infusión calculada con la ecuación 12.23 debe mantenerse
durante un tiempo muy prolongado (TÆ∞) con el fin de alcanzar el valor deseado de Css.
El grado de aproximación al valor Css obtenido en un momento dado durante la fase de infu-
sión puede evaluarse mediante el cociente, o fracción, Ct /Css. A partir de las ecuaciones 12.4
y 12.5:
Ct Css = 1 − e− ke ⋅T (12.25)
CAPÍTULO 12: ADMINISTRACIÓN POR INFUSIÓN INTRAVENOSA CONTINUA 375
− ln(1 − Ct Css )
t= t1/ 2
ln 2
(12.26)
La ecuación 12.26 indica que el tiempo necesario para alcanzar una determinada fracción
de estado estacionario (Ct/Css) depende únicamente de la semivida del fármaco. Los valores
del cuadro 12.1 muestran que se requiere un tiempo de infusión igual a 4 veces la semivida del
fármaco con el fin de obtener una concentración plasmática que represente el 94% del valor
de Css. Con un valor T = 7 · t1/2, la concentración plasmática alcanzada al final de la infusión
representa el 99% de Css. En la práctica, la estimación del tiempo mínimo de infusión para alcan-
zar el estado de equilibrio estacionario se efectúa con el producto 4 · t1/2, lo que asegura una
concentración al final de la infusión igual al 94% de Css o superior (si T > 4 · t1/2).
CUADRO 12.1
Relación entre la duración de la infusión, expresada
como número de semividas
del fármaco, y el porcentaje de Css alcanzado.
T (C t /C ss ) · 100
1 · t1/2 50
2 · t1/2 75
3 · t1/2 88
4 · t1/2 94
5 · t1/2 97
6 · t1/2 98
7 · t1/2 99
O bien,
k0
Dbolus =
ke
(12.28)
376 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Vd ⋅ Css − ke ⋅T
Ct = e + C ss ⋅ (1 − e− ke ⋅T )
Vd
(12.30)
Ct = Css (12.31)
dAc
= k0 + k21 ⋅ Ap − k12 ⋅ Ac − k10 ⋅ Ac
dt
(12.32)
dAp
= k12 ⋅ Ac − k21 ⋅ Ap
dt
(12.33)
k0 k − λ2 − λ1 ⋅t λ1 − k10 −λ2 ⋅t
Ac = (1 − 10 e e )
k10
−
λ1 − λ2 λ1 − λ2 (12.34)
k0 k − λ2 −λ1 ⋅t λ1 − k10 − λ2 ⋅t
Ct = (1 − 10 e e )
k10 ⋅ Vc
−
λ1 − λ2 λ1 − λ2 (12.37)
k0 k − λ2 − λ1 ⋅t λ1 − k10 − λ2 ⋅t
Ct = (1 − 10 e e )
CL p
−
λ1 − λ2 λ1 − λ2 (12.38)
Las ecuaciones 12.37 y 12.38 describen la curva de nivel plasmático durante la fase de
infusión de un fármaco con comportamiento farmacocinético bicompartimental. Como ya
se indicó en el modelo monocompartimental, los términos exponenciales tienden a cero para
valores elevados de tiempo de infusión, alcanzándose el estado de equilibrio estacionario cuan-
do los dos términos exponenciales de la ecuación 12.38 se anulan:
k0
Css =
CLp (12.39)
Ct = C1 ⋅ e + C2 ⋅ e
− λ1 ⋅ t p − λ2 ⋅ t p (12.40)
La ecuación 12.40 es una expresión general para la fase post-infusión en el modelo bicom-
partimental, en la que tp representa el tiempo post-infusión (tp = t – T). Sin embargo, los valo-
res de los coeficientes C1 y C2 dependen de la duración de la infusión. En cualquier caso,
siempre son menores que los que se obtienen tras la administración de la misma dosis de
fármaco en forma de bolus intravenoso.
CAPÍTULO 12: ADMINISTRACIÓN POR INFUSIÓN INTRAVENOSA CONTINUA 379
El tramo terminal de la curva de la figura 12.6 presenta un trazado lineal en una repre-
sentación semilogarítmica, por lo que una vez alcanzado dicho tramo terminal, la ecuación
12.40 puede aproximarse con las siguientes ecuaciones:
ln Ct = ln C2 − λ2 ⋅ t p (12.41)
log Ct = log C2 − ⋅ tp
λ2
2,303 (12.42)
k0 k10 − λ2
C1 = (1 − e− λ1 ⋅T )
CL p λ1 − λ2
⋅
(12.43)
k0 λ1 − k10
C2 = (1 − e− λ2 ⋅T )
CL p λ1 − λ2
⋅
(12.44)
C1 + C2 = C fi (12.45)
Si la fase post-infusión tiene lugar tras alcanzarse el estado estacionario (figura 12.7), las
expresiones de C1 y C2 se simplifican ligeramente al anularse los términos exponenciales:
k0 k10 − λ2
C1 =
CLp λ1 − λ2
⋅
(12.46)
k0 λ1 − k10
C2 =
CLp λ1 − λ2
⋅
(12.47)
380 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
C1 + C2 = Css (12.48)
Una vez obtenido el valor de l2, el cálculo de la semivida de eliminación del fármaco
es inmediato mediante la ecuación:
ln 2
t1/2 λ2 = (12.49)
λ2
ln 2
t1/2λ1 = (12.50)
λ1
estacionario, se despeja k10 en el sistema constituido por las ecuaciones 12.43 y 12.44, obte-
niéndose:
C1 ⋅ λ1 ⋅ (1 − e− λ2 ⋅T ) + C2 ⋅ λ2 ⋅ (1 − e− λ1 T )
k10 =
C1 ⋅ (1 − e− λ2 ⋅T ) + C2 ⋅ (1 − e−λ1 ⋅T )
(12.51)
C1 ⋅ λ1 + C2 ⋅ λ2
k10 =
C1 + C2
(12.52)
k21 =
λ1 ⋅ λ2
k10 (12.53)
El trazado biexponencial de la fase post-infusión es más evidente cuanto más corta sea
la infusión. Conforme se prolonga el tiempo de infusión, el trazado biexponencial se suavi-
za, pudiéndose dar el caso de obtener una curva prácticamente monoexponencial, dependiendo
de las características del fármaco, si la infusión se mantiene hasta alcanzar el estado esta-
cionario (figura 12.8). Esta tendencia hacia el trazado monoexponencial depende de la rela-
ción C1/C2. Cuanto menor sea esta relación, mayor aproximación a una curva monoexpo-
nencial. Por todo ello, si se pretende determinar las características farmacocinéticas de un
fármaco mediante su administración por infusión intravenosa, la duración de la infusión no
debe prolongarse en exceso. Cuanto más corta sea la duración de la infusión, más parecido
será el perfil de la curva en la fase post-infusión al perfil obtenido con la administración de
un bolus intravenoso del mismo fármaco.
b) Aclaramiento plasmático
k0 λ1 − k10
CL p = (1 − e− λ2 ⋅T )
C2 λ1 − λ2
⋅ (12.55)
CAPÍTULO 12: ADMINISTRACIÓN POR INFUSIÓN INTRAVENOSA CONTINUA 383
FIGURA 12.8. Curvas de nivel plasmático de un mismo fármaco con comportamiento bicompartimental
administrado mediante bolus intravenoso o infusión intravenosa continua. Si la infusión es de corta
duración, puede observarse el perfil biexponencial de la curva en la fase post-infusión. Si la infusión
se mantiene hasta alcanzar el estado estacionario, se suaviza el perfil biexponencial, pudiéndose
confundir con una curva monoexponencial.
k0 λ1 − k10
CLp =
C2 λ1 − λ2
⋅ (12.56)
También puede despejarse CLp en la ecuación 12.39, con lo que se obtiene una ecuación
más sencilla para el cálculo del aclaramiento plasmático del fármaco:
k0
CLp =
Css (12.57)
La ecuación 12.57 coincide con la que se obtuvo para el modelo monocompartimental (ecua-
ción 12.19). En realidad, la ecuación 12.57 es una ecuación de aplicación general, indepen-
dientemente del número de compartimentos contemplados en el modelo farmacocinético. En
otras palabras, la ecuación 12.57 es una ecuación modelo-independiente para el cálculo del acla-
ramiento plasmático de un fármaco.
384 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
c) Volúmenes de distribución
CLp
Vc =
k10
(12.58)
fase de disposición lenta de la curva de niveles (Vdarea), obteniéndose valores distintos. Las ecua-
ciones que proporcionan el valor del volumen aparente de distribución en estado de equilibrio
estacionario y el valor del volumen aparente de distribución área son las siguientes:
k12
Vdss = Vc ⋅ (1 + )
k21
(12.59)
CLp
Vdarea = (12.60)
λ2
La ecuación 12.23 proporciona la velocidad de infusión necesaria para alcanzar una deter-
minada concentración plasmática de fármaco en estado de equilibrio estacionario (Css). Al
igual que sucede en el modelo monocompartimental, el tiempo que debe mantenerse la infu-
sión con el fin de alcanzar una concentración plasmática próxima a Css depende de la semi-
vida del fármaco.
La administración de un bolus intravenoso acelera la obtención del estado estacionario,
pero, a diferencia del modelo monocompartimental, en el modelo bicompartimental no es
posible mantener un nivel plasmático estable combinando la administación de un bolus y
una infusión a velocidad constante.
Para el cálculo de la dosis correspondiente al bolus pueden emplearse dos ecuaciones
diferentes:
k0
Dbolus = Vdarea ⋅ Css = (12.61)
λ2
k0
Dbolus = Vc ⋅ Css =
k10 (12.62)
La ecuación 12.61 proporciona una dosis mayor que la ecuación 12.62 (Vdarea > Vc y l2<
< k10). En la ecuación 12.61 se puede sustituir Vdarea por Vdss, en cuyo caso, la dosis calcula-
da es inferior a la obtenida con Vdarea.
En la figura 12.9 se muestran las curvas de nivel plasmático de un fármaco hipotético
administrado por infusión intravenosa continua conjuntamente con una dosis inicial, en for-
ma de bolus intravenoso, calculada con las ecuaciones anteriores.
(Vdarea o Vdss ), la curva de nivel plasmático es, inicialmente, superior a la concentración Css
Cuando se emplea el volumen de distribución total para el cálculo de la dosis del bolus
deseada, aproximándose con el tiempo al valor de Css. Si se emplea el volumen del com-
partimento central (Vc) para el cálculo de la dosis, la concentración inicial es igual a Css, pro-
duciéndose, a continuación, una ligera caída del nivel plasmático hasta llegar a un mínimo
y un posterior ascenso hasta alcanzar el valor de Css. Por tanto, la dosis obtenida con el volu-
men de distribución total comporta riesgo de toxicidad y la obtenida con el volumen del com-
partimento central riesgo de niveles subterapéuticos en los momentos posteriores a la admi-
nistración del bolus. Algunos autores han propuesto la administración de una dosis
intermedia entre las dosis anteriores.
Una alternativa a la administración de un bolus intravenoso consiste en iniciar la infu-
sión a una velocidad mayor a la necesaria para obtener el valor deseado de Css y, tras un tiem-
po de infusión relativamente corto, se procede a disminuir la velocidad de infusión hasta el
valor adecuado para obtener la concentración Css deseada. Esta forma de actuar puede inter-
pretarse como si se tratara de la administración de dos infusiones consecutivas, siendo la velo-
cidad de la primera infusión mayor que la velocidad de la segunda (k01 > k02). La velocidad
386 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
k02
k01 =
1 − e− λ2 ⋅T
(12.63)
Cuestiones y problemas
13.1. Introducción
cas y cantidades excretadas de todos ellos, lo que nos obliga a construir modelos que con-
templen cierto grado de incertidumbre.
Segundo, por su naturaleza, los procesos metabólicos son saturables; no obstante, la con-
centración plasmática habitual del fármaco está frecuentemente por debajo de la constante de
Michaelis en cuyo caso no es observable el fenómeno de saturación. También puede ocurrir
que se observen una combinación de procesos saturables y no saturables. Un ejemplo es el
metabolismo del salicilato en humanos que tiene lugar mediante cuatro procesos en parale-
lo; la metabolización a ácido gentísico y a ácido salicil-acil-glucurónido son no saturables mien-
tras que sí lo son la formación de ácido salicilúrico y de salicil-fenol-glucurónido.
Tercero, ciertas cuestiones de especial interés en la farmacocinética de los metabolitos
citadas anteriormente, tales como detectar una farmacocinética saturable o la interacción fár-
maco-fármaco, requieren el uso de modelos farmacocinéticos no estándar que plantean difi-
cultades adicionales para identificar y estimar los parámetros del modelo.
Cuarto, la interpretación del efecto de primer paso y el ciclo enterohepático requiere que
el modelo farmacocinético refleje las peculiaridades anatómicas del tracto gastrointestinal
que dan lugar estos fenómenos.
Estas razones explican la gran variedad de modelos utilizados en el área de la farmaco-
cinética de los metabolitos de los medicamentos; algunos de ellos, como el modelo de cade-
na metabólica expuesto más adelante, son relativamente sencillos; otros notablemente com-
plejos, como el modelo de 17 compartimientos propuesto para el estudio del efecto de primer
paso (Horkovics-Kovats, 2006).
Este capítulo consta de tres partes. La primera parte analiza tres modelos típicos de la
farmacocinética de los metabolitos; la intención es poner de manifiesto que los modelos para
el estudio de la farmacocinética de los metabolitos requieren ampliar los conceptos de com-
partimiento y análisis de los momentos. En la segunda parte, se revisa y amplía el concep-
to de compartimiento de forma que podamos interpretar simultáneamente la transferencia
de sustancia entre compartimientos, incluida la transferencia determinada por las estructu-
ras anatómicas, y la transferencia entre compartimientos determinada por la transformación
del fármaco. Este apartado también incluye la revisión del análisis de los momentos. Los
siguientes apartados se dedican al estudio de los dos modelos más comunes, el modelo de
cadena metabólica y una variante del modelo de efecto de primer paso.
Este capítulo incluye apartados con distinto grado de complejidad; los apartados 13.2
(Modelos farmacocinéticos más comunes), 13.3.1 (Compartimiento), 13.3.2 (Momentos esta-
dísticos), 13.3.3 (Tiempo medio de tránsito y tiempo medio de residencia), 13.4.1 y 13.4.2
(Modelo de cadena metabólica) son adecuados para un curso de introducción a la farmaco-
cinética; los apartados restantes lo son para un curso de nivel medio-avanzado.
Las ecuaciones de los modelos y las matrices de tiempos de residencia han sido obteni-
das utilizando el programa de álgebra computacional Maxima; este programa es de licencia
pública y puede obtenerse en Internet. En el apartado 13.7.1 se revisan conceptos básicos
del álgebra lineal utilizados en el apartado 13.3.4; y en el apartado 13.7.2 se incluye un ejem-
plo de resolución de un modelo farmacocinético utilizando el álgebra computacional. Las
figuras que muestran la simulación con modelos se ha realizado utilizando otro programa
de licencia pública, R, utilizado habitualmente en simulación y estimación estadística de pará-
metros farmacocinéticos.
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 391
A lo largo de este capítulo se utilizan las siguientes convenciones y anotaciones (ver figu-
ras 13.1-13.3):
– x1(t), x2(t), … denotan las funciones del tiempo que expresan cantidad de sustancia que
observada y la cantidad de sustancia que forma el compartimiento observado.
siones, se omitirá su dependencia del tiempo, por lo que escribiremos x1, x2, …
forma el compartimiento indicado en el subíndice; en ocasiones, y para simplificar las expre-
El propósito de este apartado es ilustrar a través de tres modelos cómo hemos de combinar
la información disponible sobre la biodistribución del fármaco y los procesos de transfor-
mación metabólica en la construcción de los modelos farmacocinéticos.
El esquema siguiente muestra una cadena metabólica formada por tres sustancias, donde los
compartimientos #1, #2 y #3 representan respectivamente el fármaco, un metabolito inter-
392 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
medio y un metabolito final. El nombre de cadena metabólica se debe a que los comparti-
mientos están conectados en serie formando una cadena. Este modelo se utiliza para inter-
pretar un caso muy común, fármacos que se metabolizan mediante procesos fase I y fase II
en serie; los compartimientos #1, #2 y #3 se corresponden respectivamente con las cantida-
des presentes en el sistema (organismo) de fármaco, metabolito formado por un proceso oxi-
dativo mediado por el citocromo P450, y del derivado glucurónido del metabolito interme-
las constantes de velocidad k12 y k23, que determinan respectivamente la velocidad de trans-
dio. Los procesos de biotransformación explícitos en este modelo están determinados por
renal y formación del metabolito, k10 es la constante de excreción renal y k12 la constante de
renal. Es importante tener en cuenta que si el fármaco sólo presenta dos vías de eliminación,
do metabolito. Las constantes de velocidad k20 y k30 tienen un significado análogo a k10 y se
tante de velocidad de excreción renal más la constante de velocidad de formación del segun-
corresponden con los procesos de eliminación de los metabolitos. Otro aspecto importante es
identificar los compartimientos observados. La situación ideal es la observación del fármaco
y de los metabolitos formados, lo que no siempre es posible por las limitaciones del método
analítico; en lo sucesivo supondremos que al menos podremos observar el compartimiento #1,
fármaco, y el compartimiento #2, metabolito intermedio.
En resumen, este modelo interpreta la biodistribución de cada una de las sustancias impli-
cadas según un modelo monocompartimental; es decir, estamos asumiendo que los proce-
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 393
sos de biodistribución de cada una de las sustancias en el organismo son relativamente rápi-
dos y que la farmacocinética del fármaco está determinada fundamentalmente por los pro-
cesos de biotransformación.
Anteriormente se expuso que los fármacos que presentan una razón de extracción hepática
(ER) elevada se metabolizan en una gran proporción antes de llegar a la circulación general
cuando la absorción tiene lugar a nivel gastrointestinal; también conocemos que este fenó-
meno es debido a que el flujo de sangre aferente del tracto gastrointestinal se dirige en pri-
mer lugar al hígado a través de la vena porta, pasando posteriormente a la circulación gene-
ral a través de la vena cava. Los modelos compartimentales clásicos, como son el modelo
monocompartimental o el modelo bicompartimental, o los modelos derivados como es el
modelo de cadena metabólica, no pueden interpretar este fenómeno porque no incorporan
la información necesaria sobre el flujo de medicamento en el organismo. El primer modelo
compartimental propuesto para interpretar el efecto de primer paso se debe a Malcom Row-
land (Rowland, M., 1972); la solución propuesta por Rowland se basa en un modelo bicom-
partimental con las siguientes características: el compartimiento observado es el #1, tal como
es habitual; el compartimiento de eliminación es el #2 (o periférico); el compartimiento de
entrada es el #1 si la administración es i.v. tipo bolus y el #2 si la administración es oral y el
fármaco de absorbe a nivel gastrointestinal.
El modelo de Rowland presenta una grave deficiencia. Fuerza a que el fármaco presen-
te en el hígado forme parte del compartimiento #2 o periférico, cuando sabemos que el fár-
maco presente en el hígado se equilibra muy rápidamente con el fármaco presente en san-
gre, razón por la que habitualmente la eliminación hepática se asume que tiene lugar desde
el compartimiento central. Debido a ello, el modelo de Rowland no es compatible con la inter-
pretación del efecto de primer paso de Wilkinson y Shand (Wilkinson, G., 1975).
El modelo que se desarrolla en este capítulo, mostrado en la figura 13.2, es una modi-
ficación del modelo de Rowland; sus peculiaridades son:
Primero, la biodistribución del fármaco se interpreta mediante dos compartimientos. El
compartimiento #1 se corresponde con la cantidad de fármaco presente en el organismo excep-
tuando la cantidad de fármaco presente en el hígado; ésta se interpreta a través del compar-
timiento #2. Segundo, la transferencia de fármaco desde compartimiento #1 al #2 está regu-
lada por el flujo de sangre que llega al hígado a través de la vena porta (aproximadamente
el 90%) y de la arteria hepática (el 10% restante); la transferencia de fármaco desde el com-
partimiento #2 al #1 está a su vez regulada por el flujo de sangre que sale del hígado a tra-
vés de la vena cava. Tercero, si el medicamento se administra por vía oral y la absorción tie-
ne lugar a nivel gastrointestinal, el compartimiento de entrada es el #2; si la administración
es por cualquier otra vía no afectada por el efecto de primer paso, el compartimiento de entra-
da es el #1.
La situación ideal es nuevamente observar los compartimientos #1 (medicamento en el
organismo) y el #3 (metabolito). Sin embargo, algunos fármacos sufren un efecto de primer
paso tan extenso que no llegan a detectarse en sangre o plasma; por ejemplo, tras la admi-
394 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
FIGURA 13.2. Esquema del modelo de efecto de primer paso. El compartimiento #1 se corresponde
con la cantidad de fármaco presente en el organismo exceptuando el hígado (compartimiento #2),
y el #3 con la de metabolito.
Los metabolitos de peso molecular medio-alto (mayor de 450 g/mol aproximadamente) for-
mados por conjugación con el ácido glucurónico, se transportan de forma activa a la vesí-
cula biliar donde se acumulan hasta que son excretados nuevamente al intestino delgado, don-
de son hidrolizados liberando el fármaco. Una vez en forma libre, el fármaco vuelve a
absorberse en mayor o menor extensión. Este mecanismo da lugar a dos fenómenos. Prime-
ro, debido a la captación del fármaco en la vesícula biliar, el volumen aparente de distribu-
ción y la vida biológica media aparente son mayores que los observados cuando se interrumpe
el ciclo enterohepático. Segundo, debido a que el vaciamiento de la vesícula biliar transcu-
rre de forma intermitente, tras la administración oral del fármaco se observa un doble pico
en la curva de niveles plasmáticos –tiempo debido a la acumulación y posterior excreción
biliar.
Para ilustrar las dificultades que presenta el análisis del ciclo enterohepático hemos selec-
cionado el modelo utilizado por Okusanya y colaboradores (Okusanya, O., 2007) mostrado
en la figura 13.3. Este modelo está basado en el modelo bicompartimental (compartimientos
#1 y #2); el compartimiento #3 está formado por el fármaco presente en el tracto gastro-intes-
tinal; el compartimiento #4 por el fármaco acumulado en la vesícula biliar en forma de glu-
curónido. Obsérvese que la flecha correspondiente a la transferencia del compartimiento #4
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 395
13.3.1. Compartimiento
x1 k
→ x2 (13.2)
En este esquema, x1 y x2 son las cantidades que forman los respectivos compartimien-
tos. Los valores absolutos de las velocidades con que disminuye x1 y con que aumenta x2 son
iguales y se puede escribir:
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 397
dx1
= − kx1
dt
dx2
= kx1
(13.3)
dt
dxi
= − kii x + I (t )
dt (13.4)
donde kii es igual a la suma de las constantes de velocidad de salida desde el compartimien-
13.1) e I(t) una función del tiempo que describe la velocidad de entrada de sustancia desde
to i hacia los demás compartimientos del modelo con los que está conectado (ver ecuación
otros compartimientos.
Esta definición incluye también la interpretación de compartimiento utilizada en los mode-
los fisiológicos. En el esquema mostrado en la figura 13.5 se muestra la representación habi-
tual de un tejido o de un órgano de eliminación utilizada en la construcción de este tipo de
modelos; del balance de materia se puede escribir,
dx
= − Q c + I (t )
dt (13.5)
x = VT cT = VT K P c (13.6)
dc Q
c + I (t )
dt VT K P
=− (13.7)
398 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Q
k=
VT K P (13.8)
Segundo punto: tal como se acaba de comentar, los procesos de transferencia entre com-
partimientos pueden referirse bien al transporte de una sustancia de un lugar a otro, o bien
a la transformación de una sustancia en otra. Es por ello por lo que Sheppard hace referen-
cia tanto al transporte como a la transformación. En los modelos farmacocinéticos estudia-
dos hasta ahora sólo está presente una sustancia, el fármaco, y los procesos de transferencia
se refieren a transporte entre compartimientos. En este capítulo se encuentran al menos dos
sustancias, el medicamento y su metabolito, cada uno de ellos con una cinética cuya inter-
pretación puede requerir uno o más compartimientos.
Tercero, la uniformidad de la cinética de trasformación o transporte implica que cual-
quier molécula que forme parte de un compartimiento tiene la misma probabilidad de ser
transferida a otro compartimiento (transporte) o metabolizada (transformación). Sin embar-
go, a pesar de que la probabilidad de metabolización mediada por el CYP450 de una molé-
cula de medicamento presente en el tejido muscular es nula, no se tiene ningún reparo en
formar un pool con el fármaco presente tanto en el tejido muscular como en el hígado y uti-
lizar los modelos monocompartimental y bicompartimental en los que no se hace ninguna
referencia a los órganos de eliminación. La razón es que a partir del análisis de la curva de
niveles plasmáticos-tiempo no se puede reconocer y discernir, tal como requiere la defini-
ción de Sheppard, los procesos de transferencia desde el espacio vascular al hígado.
Las causas posibles por las que un compartimiento perfectamente definido en términos
fisiológicos no es observable a partir del la curva de niveles plasmáticos tiempo pueden ser:
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 399
partición KP.
de sustancia que puede acumular un órgano depende de su volumen y del coeficiente de
1, 73
k= = 0,132 min−1
2,31× 5,67
Este valor equivale a una vida biológica media de unos 5 minutos y, en números redon-
dos, que el propranolol contenido en el hígado y en el plasma se equilibran en 15 minu-
tos (equivalente de forma aproximada a 3,3 vidas biológicas medias). Es un proceso rela-
tivamente rápido y su estudio cinético requeriría tomar muestras cada 1,0-1,5 minutos,
inviable en farmacocinética experimental.
– Tercero, varios compartimientos pueden mostrar un comportamiento muy similar y for-
mar un pool de compartimientos de forma que no es posible con la única información
suministrada por la curva de niveles plasmáticos-tiempo discernir los compartimientos
individualmente.
CUADRO 13.1
Parámetros fisiológicos y coeficientes de partición tejido/sangre en el equilibrio para el propranolol
(Fuente: Kiriyama y colaboradores, 2008).
Q V
Compartimiento KP
l/min l
tc p ( t ) dt
∞
MRT∞
∫0
c p (t ) dt
= ∞
∫ 0 (13.9)
∑A i λi2
MRT∞ n
∑A
=
i λi
n (13.10)
es diferenciar el tiempo medio de residencia del tiempo medio de la curva de niveles plas-
máticos e identificar las aplicaciones de cada uno de ellos.
entrada X0 · d(t) siendo d(t) la función delta de Dirac (d(t) tiene por dimensión 1/tiempo). Se
entrada de fármaco en el compartimiento es un proceso instantáneo, siendo la velocidad de
denomina tiempo de tránsito de una partícula elegida al azar (tT ) al tiempo que la partícula
permanece en el compartimiento hasta su salida. Lógicamente, el interés no se centra en el
tiempo que una u otra molécula de medicamento permanece en el compartimiento, sino en
cómo se distribuyen los tiempos de tránsito y cuál es el valor medio de los tiempos de todas
las moléculas. Por definición, función de distribución del tiempo de tránsito, FT(t), es la pro-
valor a:
babilidad de que el tiempo de tránsito de una partícula elegida al azar sea inferior a cierto
ΦT ( t ) = 1− e − kt (13.12)
donde k es una constante real positiva numéricamente igual a una constante de velocidad de
salida. A partir de la función de distribución podemos calcular la función de densidad, FT(t)
definida a su vez como:
d ΦT ( t )
ΦT ( t ) = = k e− k t
dt (13.13)
402 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
El tiempo medio de tránsito o valor esperado del tiempo de tránsito viene dado por:
1
τ T = E [ t ] = ∫ t ΦT ( t ) d t =
k
∞
0
(13.14)
donde E[t] significa “valor esperado” o “esperanza” de la función entre corchetes, en este
caso el tiempo. En los sistemas formados por dos o más compartimientos el tiempo medio
de tránsito sólo sirve para caracterizar los compartimientos de forma aislada. Si se analizan
los compartimientos como una parte del sistema, el tiempo que permanece una molécula en
un determinado compartimiento está determinado además por otros dos procesos: recircu-
lación y probabilidad de que una molécula que entra por el compartimiento de entrada lle-
gue al compartimiento observado.
La recirculación tiene lugar cuando dos compartimientos están conectados de forma reversi-
partimientos #1, #3 y #4 de la figura 13.3), de forma que una fracción r de sustancia que sale de
ble (por ejemplo, los compartimientos #1 y #2 de la figura 13.2) o por la presencia de ciclos (com-
un compartimiento vuelve a él. Por tiempo de residencia se entiende el tiempo acumulado (suma
de los tiempos de las distintas “visitas”) de una partícula en el compartimiento, y por el tiempo
r de moléculas que sale del compartimiento vuelve a él, el tiempo medio de residencia es:
medio de residencia el valor esperado del tiempo de residencia (Segre, G., 1982). Si una fracción
τ R = τ T + r τ T + r 2 τ T + .... =
τT
1− r
(13.15)
Respecto a la probabilidad de que una molécula que salga del compartimiento de entra-
da llegue al compartimiento observado, toda función de distribución tiene que cumplir la
propiedad:
0 ≤Φ (t ) ≤1 (13.16)
equivalente a:
Φ ( t ) dt = 1
∞
∫ 0
(13.17)
que se interpreta concretando que para t Æ ∞ todo el fármaco (fracción de dosis igual a 1)
habrá salido del compartimiento. Sin embargo, si la fracción de dosis que alcanza el com-
partimiento de interés es menor que 1, F(t) deberá ser corregida por la fracción que accede
al compartimiento.
Se concluye, por tanto, que el tiempo medio de residencia en un compartimiento se pue-
de interpretar en términos del tiempo medio de tránsito, recirculación y fracción de dosis
que alcanza el compartimiento de interés.
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 403
Para extender los conceptos expuestos anteriormente a sistemas formados por varios com-
partimientos es necesario obtener primero las funciones de densidad de los tiempos de resi-
dencia de cada compartimiento (Beal, S., 1987). Esta tarea está fuera de los objetivos de este
libro por lo que introduciremos el concepto de matriz de tiempos medios de residencia a tra-
vés de lo que constituye su aplicación inmediata: el cálculo de las cantidades de sustancia
que forman cada compartimiento cuando se alcanza el estado estacionario. Sin duda perde-
remos rigor analítico; se espera que a cambio se pueda comprender el concepto de matriz de
tiempos de residencia de una forma intuitiva y útil.
Un sistema se encuentra en estado estacionario cuando las cantidades de sustancia que
forman cada compartimiento son constantes. El estado estacionario puede deberse a dos cau-
sas; primero, el sistema es cerrado, es decir, no intercambia materia con el exterior (no hay
entrada ni salida de sustancia); segundo, la velocidad de entrada de sustancia en el sistema
es igual a la velocidad de salida. El primer caso es el de interés en la cinética de trazadores
(por ejemplo, radiofármacos utilizados con fines diagnósticos); el segundo caso es el que
dimensiones mg t–1), modelo utilizado para interpretar la administración por perfusión con-
tinua. El balance material del modelo es:
dx
= k0 − kx
dt
(13.18)
xSS = τ R k0 (13.19)
donde tR es el tiempo medio de residencia (tR = 1/k) y xSS la cantidad de fármaco en el siste-
ma en estado estacionario (steady-state). Esta ecuación es aplicable igualmente para calcular
la cantidad media de medicamento cuando el fármaco se administra a intervalos de tiempo regu-
lares. Consideremos que se administra una dosis igual a X0 a intervalos regulares de q unida-
des de tiempo. La cantidad de fármaco en el organismo fluctuará de forma regular definién-
dose la cantidad media en estado estacionario utilizando el teorema del valor medio:
1
xSS = ∫ x (t ) dt
θ
0 (13.20)
θ
xSS = X0
τR
θ (13.21)
dx1
= − k11 x1 + k0
dt
dx2
= k12 x1 − k22 x2
dt
dx3
(13.22)
= k23 x2 − k30 x3
dt
x1 − k11 0 0 x1 k
d
0
0
x2 = k12 − k22 x2 + 0
dt
x 0 k23 − k 30 x 0
(13.23)
3 3
La matriz
− k11 0 0
K = k12 − k22 0
0 k23 − k30
(13.24)
sustituye esta condición en la ecuación 13.23 y se multiplica por la izquierda por la inversa
de K se obtiene:
x SS ,1 k0
x SS ,2 K
0
−1
= −
x 0
(13.25)
SS ,3
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 405
x1, SS X
1 0
x2, SS T
θ R 0
=
x 0
(13.26)
3, SS
Esta ecuación, que presenta una gran analogía con la ecuación 13.21, permite calcular
las cantidades o concentraciones de fármaco y metabolitos en estado estacionario; obsérve-
se además que no se ha introducido ninguna restricción sobre cuál es el compartimiento de
entrada, lo que permitirá comparar situaciones de estado estacionario cuando el comparti-
miento de entrada depende de la vía de administración como es el caso del modelo de efec-
to de primer paso.
Se ha adelantado la aplicación de la matriz de tiempo de residencia a su explicación para
enfatizar su utilidad en la resolución de un problema de gran interés, la acumulación de fár-
maco y metabolitos en un régimen de dosis múltiples, sin que sea necesario conocerla de
forma explícita ya que siempre se puede calcular numéricamente. Si se vuelve de nuevo al
modelo que se ha estado utilizando; la forma explícita de la matriz de tiempos de residen-
cia calculada a partir de la inversa de la matriz del sistema es:
1
0 0
k11
k12 1 1
TR = 0
k11 k 22 k22 (13.27)
k12 k 23 1 k23 1 1
– Los elementos de la diagonal son los tiempos medios de tránsito de los respectivos
residencia es cero.
El lector podrá deducir inmediatamente que si en el ejemplo de trabajo se fija k10 = k20 = 0.
406 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
1
0 0
k12
1 1
TR = 0
k 23 k23
1 1 1
(13.28)
k30 k30 k30
Se denomina tiempo de residencia en el sistema al tiempo que transcurre desde que una
molécula entra en él hasta que sale definitivamente, y tiempo medio de residencia en el sis-
por lo que se tienen otros tantos tiempos medios de residencia en el sistema. El vector de
tiempos medios de residencia en el sistema viene dado por el vector:
τ S =1T TR (13.29)
Obsérvese:
Hasta ahora se han analizando los conceptos de tiempo medio de tránsito, tiempo medio de
residencia en un compartimiento y tiempo medio de residencia en el sistema utilizando como
punto de partida la función de distribución de los tiempos de tránsito a través de un com-
partimiento; nos encontramos ya en situación de analizar el significado de la ecuación 13.9.
La forma más directa y sencilla de evaluar las integrales que figuran en el numerador y en
el denominador de la ecuación 13.9 es utilizando la transformada de Laplace de forma que:
− lim dx ( s ) / ds
s →0
lim x ( s )
θ= (13.31)
s→ 0
donde x(s) es la transformada de Laplace de la función que describe la curva de niveles plas-
mático-tiempo de la sustancia de interés y s la variable de Laplace. Los resultados para el
ejemplo con el que se está trabajando son los siguientes:
1
k11
θ1 =
1 1
k11 k22
θ2 = +
1 1 1
(13.32)
Obsérvese la disparidad entre estas tres ecuaciones y el vector de tiempos medios de resi-
dencia en el sistema mostrado más arriba; de hecho no parece lógico a primera vista que el
tiempo medio de residencia en el compartimiento #3 sea la suma de los tiempos medios de
residencia en los tres compartimientos.
El origen la discrepancia es que las curvas de niveles plasmáticos no pueden utilizar-
se como funciones de densidad de distribución de los tiempos de tránsito y de residencia
–
de los compartimientos porque incorporan información sobre la distribución de los tiem-
pos de entrada desde otros compartimientos. Si se observa el valor de q3; se sabe que el
tiempo medio de tránsito en este compartimiento es igual a 1/k30 (ver ecuación 13.41) y
sin embargo el valor que se obtiene es la suma de los tiempos de tránsito de los tres com-
partimientos. De hecho, 1/k11 + 1/k22 es el tiempo medio de entrada en el compartimien-
to #3 si todas las moléculas que entraron en el compartimiento #1 llegaran al último com-
408 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
dx1
= − k11 x1
dt
dx2
= k12 x1 − k22 x2
dt
(13.33)
dx3
= k23 x2 − k30 x3
dt
siendo k11 = k10 + k12 y k22 = k20 + k23. Las condiciones iniciales son x1(0) = 0 y x2(0) = x3(0)=
= 0. Las cantidades de sustancia que forman los compartimientos fármaco (x1), metabolito
1 (x2) y metabolito 2 (x3) están relacionadas con las concentraciones plasmáticas a través de
los respectivos volúmenes aparente de distribución, de forma que se puede escribir:
x1 x2 x3
cp = cM1 = cM 2 =
V1 V2 V3
X 0 − k11 t
cp = e
V1 (13.34)
x0 k12
cM1 = (e− k22 t − e− k11 t )
V2 k11 − k22
(13.35)
En el cuadro 13.2 se recogen las fórmulas para el cálculo de las áreas bajo la curva y de
los tiempos medios no corregidos de las curvas de niveles plasmáticos-tiempo. La matriz de
tiempos medios de residencia en los compartimientos y en el sistema ya se estudiaron en el
apartado 13.3.
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 409
ln 2 ln 2
t1/ 2 = t1/ 2 =
λn λn (13.37)
similar al efecto flipflop descrito en el estudio del modelo monocompartimental con absor-
En caso contrario es posible que algún metabolito muestre una semivida aparente, situación
La velocidad de formación del metabolito intermedio, x2, es, de acuerdo con el modelo:
d x2
= k12 x1
dt (13.38)
k12 k12
x 2t →∞ = − X 0 e− k11t X0
k11 k11
∞
∫ 0
= (13.39)
k12
f M(1) =
k11 (13.40)
k23
f M(2) =
k 22
(13.41)
410 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
pretación de k10. En el caso más sencillo el fármaco sólo tiene dos vías de eliminación, renal
el capítulo 14. Al utilizar el modelo de cadena metabólica se ha de prestar atención a la inter-
CUADRO 13.2
Área bajo la curva y tiempo medio no corregido calculados
para las ecuaciones 13.34-13.36
Compartimiento AUC q
X0 1
V1 k11 k11
Fármaco
k12 1 1 1
X0
k11 V2 k22 k11 k22
Metabolito I +
k12 k23 1 1 1 1
X0
k11 k 22 V3 k30 k11 k22 k30
Metabolito II + +
Para estudiar el perfil de las curvas generadas con las ecuaciones 13.34-13.36 se han simula-
do dos casos, A y B, utilizando las constantes de velocidad mostradas en el cuadro 13.3; los
resultados se muestran en las figuras 13.7 y 13.8 respectivamente. En ambas figuras se traza
en escala semilogarítmica la fracción de dosis que forma cada compartimiento, fármaco (línea
CUADRO 13.3.
Constantes de velocidad (h–1) utilizadas para generar las curvas mostradas
en las figuras 13.7 (caso A) y 13.8 (caso B)
se trazo continuo), metabolito intermedio (M1) y metabolito final (M2). En ambos casos se ha
supuesto que M2 es un conjugado de M1 con el ácido glucurónido, formando un metabolito
de peso molecular medio-bajo (inferior a 450 g/mol). Este tipo de metabolito suele mostrar un
lo que le hemos asignado una semivida corta (k30 = 2,5 h–1 y t1/2 = 0,28 h).
volumen aparente de distribución bajo y excretarse mediante secreción activa por el riñón, por
En el caso A se da la circunstancia k11 > k22 y por lo tanto las curvas de x1(t) y x2(t)
del cuadro 13.3. Sin embargo, la curva de x3(t), que debería mostrar una vida biológica
muestran semividas que concuerdan con los valores calculados a partir de los parámetros
a que la menor de las constantes de velocidad de eliminación es k22 por lo tanto el térmi-
media igual a 0,28 h muestra la misma semivida que el metabolito intermedio. Ello se debe
no que contiene exp(–k22·t) en la ecuación 13.37 es el que tiende a cero más lentamente y
a partir de cierto tiempo puede aproximarse por la función:
k12 k23
cM 2 ≈ X 0 e− k22 t
V3 ( k11 − k22 )( k30 − k22 ) (13.42)
Es decir, el metabolito M2 muestra una semivida aparente igual a la semivida del meta-
En el caso B k33 < k22 < k11 y tanto el metabolito intermedio como el metabolito final
bolito intermedio.
la constante de velocidad de eliminación menor es k11 y por tanto a partir de un cierto tiem-
muestran la misma vida biológica media aparente que el fármaco. En este caso ocurre que
X0 k12
cM 1 ≈ e− k11 t
V2 k22 − k11
⋅ (13.43)
X0 k12 k23
cM 2 ≈ e− k11
V3 ( k 22 − k11 )( k33 − k11 )
⋅ (13.44)
El análisis gráfico de las curvas de niveles plasmáticos del fármaco y de sus metabolitos se
lleva a cabo utilizando el método de los residuales tal como se ha explicado en otros capí-
tulos. No obstante, en el análisis de cadenas metabólicas es de especial interés considerar:
El modelo que se utilizará para estudiar el efecto de primer paso ya se expuso con cierto
detalle en el apartado 13.2.3. Este modelo encierra en realidad dos, según la administración
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 413
de fármaco sea vía i.v. tipo bolus u oral. En el primer caso el sistema de ecuaciones dife-
renciales determinadas por el modelo es:
dx1
= − k11 x1 + k21 x2
dt
dx2
= k12 x1 − k22 x2
dt
(13.45)
dx3
= k23 x2 − k30 x3
dt
siendo k11 = k10 + k12 y k22 = k23 + k21 y las condiciones iniciales (t = 0) x1 = X0, x2 = x3 = 0. Si
la absorción transcurre a nivel del tracto gastrointestinal:
dx1
= − k11 x1 + k21 x2
dt
dx2
= k12 x1 − k22 x2 + k42 x4
dt
dx3
= k23 x2 − k30 x3
(13.46)
dt
dx4
= − k42 x4
dt
V1 = ∑Vi k p ,i V2 =V H k p , H (13.47)
414 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
siendo Vi el volumen fisiológico ocupado por el fármaco en cada órgano y tejido y kp,i el coe-
ficiente de reparto tejido/sangre (i = H para el hígado). Por otro lado, las constantes de velo-
cidad de transferencia entre compartimientos vienen dadas por las siguientes ecuaciones:
k12 = k21 =
ΦH ΦH
∑Vi k p,i VH k p,H (13.48)
ma, A., 2008) mostrados en el cuadro 13.1, se obtienen los resultados siguientes: V1 = 210,0 l;
Si se toman los datos para propranolol publicados por Kiriyama y colaboradores (Kiriya-
V2 = 13,1 l; k12 = 0,494 h–1; k21 = 7,92 h–1. Al ser V1 >> V2 y k21 >> k12, el compartimiento #2
no será distinguible del compartimiento #1 analizando las curvas de niveles plasmático-tiempo
de fármaco. A pesar de ello, se observa que el modelo es particularmente útil para detectar la
presencia del efecto de primer paso y establecer el valor máximo que puede tomar la tasa de
extracción hepática.
Las variables observadas son la concentración plasmática de fármaco (cp) y la concen-
tración plasmática de metabolito (cM); la relación entre ambas concentraciones y las varia-
bles x1(t) y x3(t) son:
x1 (t ) x3 (t )
c p (t ) = c M (t ) =
V1 V3
(13.49)
x0
c pIV (t ) = [(α − k22 ) e− α t + ( k22 − β ) e− β t ]
V1 (α − β ) (13.50)
X 0 k12 k 23 e− k30 t e −α t e− β t
c MIV ( t ) =
V3 (α − k30 )( β − k30 ) (α − β )(α − k30 ) (α − β )( β − k30 )
+ − (13.51)
Los parámetros a y b son el mayor y el menor valor absoluto de las soluciones a la ecua-
ción de segundo grado:
Puede demostrarse que las raíces de esta ecuación de segundo grado son siempre reales
negativas y de ahí el origen del signo menos en los exponentes de las ecuaciones anteriores,
nes. Se recuerda que la suma de las raíces de la ecuación de segundo grado ax2 + bx + c =
pero, como es habitual en farmacocinética, se utilizan los valores absolutos de las solucio-
α + β = − ( k11 + k22 )
αβ = k11 k22 − k12 k21
(13.53)
Nótese que por definición a > b, pero que no existe ninguna restricción sobre el valor
que puede tomar k30.
gidos en el cuadro 13.4. Los valores de V1, V2, k12 y k21 han sido calculados a partir de los
Para simular y estudiar las características del modelo se han utilizado los parámetros reco-
nolol (Kiriyama, A., 2008); el valor de k23 se calculó fijando la tasa de extracción hepática
datos utilizados y Kiriyama y cols. para un modelo farmacocinético fisiológico del propra-
en 0,70 (ver ecuación 13.62); el valor de k42 (constante de velocidad de absorción) se fijo en
0,600 h–1 para aproximar el valor del tmax del fármaco; el valor de k30 se fijó arbitrariamen-
te en 0,10 h–1. Obsérvese que también se ha fijado k10 = 0 y por lo tanto no aparece en el
cuadro. El cuadro incluye también los valores de a y b, las soluciones de la ecuación 13.52.
Véase el elevado valor de a, 26,6 h–1, típico de este modelo, que informa de que el compar-
timiento #2 se va a equilibrar muy rápidamente con el compartimientos #1, a efectos prác-
ticos de forma instantánea.
CUADRO 13.4
Valores utilizados para la simulación del modelo de efecto de primer paso; las unidades utilizadas
son l (volumen), l/h (flujo entre compartimientos) y 1/h (constantes de velocidad)
210,0 13,1 103,8 0,70 0,494 7,92 18,5 0,600 0,10 26,6 0,344
que forma el compartimiento #1. Por ello la evolución de x1(t) es prácticamente la espera-
co acumulado en el hígado) nunca llega a ser relevante respecto a la cantidad de fármaco
este tipo de modelos k22 >> k11 y, por lo tanto a >> b. Por ello el término de las ecuacio-
2. Otra forma de analizar el fenómeno descrito en el párrafo anterior es observar como en
nes x y x que contienen exp(-a t) tiende a cero rápidamente y la curva de niveles plasmá-
ticos-tiempo de fármaco y de metabolito están en la práctica regidas por las ecuaciones:
X 0 k22 − β − β t
c pIV (t ) ≈ e
V1 α − β (13.54)
X 0 k12 k 23 e− k30 t e− β t
c MIV (t ) ≈
V3 (α − k30 )( β − k30 ) (α − β )( β − k30 )
− (13.55)
FIGURA 13.9. Resultado de la simulación con el modelo de efecto de primer paso con administración
i.v. tipo bolus utilizando los parámetros del cuadro 13.4.
Por otro lado, en la medida en que k22 >> k11, (k22 – b)/(a – b ) Æ 1. La conclusión es
que el fármaco mostrará un comportamiento aparente muy parecido al predicho por el mode-
lo monocompartimental y el metabolito al modelo predicho por el modelo de cadena meta-
F X0 e− α t e− β t e− k42 t
c OR k21 k 42
V1 (α − β ) (α − k42 ) (α − β ) ( k42 − β ) ( k42 − α )( k42 − β )
p = + + (13.56)
La figura 13.10 muestra el resultado de la simulación utilizando los valores del cuadro
vado valor de k22 respecto de k11 y por lo tanto de a respecto de b. Del comportamiento del
13.4. Obsérvese que nuevamente el comportamiento del modelo está determinado por el ele-
modelo se ha de destacar:
– Primero los términos exp(–a t) en las ecuaciones anteriores tienden rápidamente a cero,
por lo que las concentraciones de fármaco y metabolito se aproximan a:
F X0 e− β t e− k42 t
c OR k21 k 42
V1 (α − β ) ( k 42 − β ) ( k42 − α ) ( k42 − β )
p ≈ + (13.58)
Obsérvese como el coeficiente del término a (26,57 h–1) es mucho menor que los res-
tantes, por lo que su contribución a la curva es en ambos casos despreciable.
418 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
FIGURA 13.10. Resultado de la simulación del modelo de efecto de primer paso con absorción
a través del compartimiento #2; los parámetros utilizados se muestran en el cuadro 13.4.
k23 x2∗ (t ) dt
∞
∫ 0 (13.60)
y la cantidad total de fármaco que pasa a través del hígado durante la primera visita:
k23 x2∗ (t ) dt
∞
∫ 0
(13.61)
En ambas ecuaciones x2 (t ) es la función que describe el paso del fármaco a través del
∗
hígado durante la primera visita; dividiendo las dos expresiones anteriores se tiene:
k 23
ER =
k21 + k 23
(13.62)
En el cuadro 13.5 se recoge las fórmulas derivadas para el cálculo de las áreas bajo las cur-
tir de las ecuaciones 13.56 y 13.57. Obsérvese que k11 · k22 – k12 · k21 podría sustituirse por
vas de niveles plasmáticos-tiempo (AUC) y del tiempo medio no corregido calculados a par-
CUADRO 13.5.
Áreas bajo las curvas de niveles plasmáticos-tiempo y tiempos medios no corregidos calculados
a partir de las ecuaciones del modelo de efecto de primer paso
Oral fármaco
F X0 k21 1 k11 + k22
V1 k11 k22 − k12 k21 k42 k11 k22 − k12 k21
x1 +
metabolito
F X0 k11 k23 1 1 1 k112 + k12 k21
V3 k30 k11 k22 − k12 k21 k42 k30 k11 k11 k22 − k12 k21
x3 + +
timientos del modelo, al menos una de las dos constantes k10 o k23 es distinta de cero, y se
Debido a que el modelo es abierto, es decir, hay salida a partir de alguno de los compar-
cumple entonces que k11 k22 – k12 k21 > 0. Por lo tanto, la diferencia de áreas relativas es igual
a cero sólo en el caso de que k23 = 0. Queda probado por lo tanto que la ecuación 13.63 per-
mite detectar la presencia del efecto de primer paso aunque el valor de F sea desconocido.
El cociente entre las áreas bajo la curva de niveles plasmáticos-tiempo de fármaco corres-
pondientes a la administración oral y la administración i.v. tipo bolus es igual a:
AUC OR k21
=F = F (1− ER )
AUC IV
k21 + k23 (13.64)
fracción de dosis que escapa al efecto de primer paso por lo que ni F ni ER pueden ser cal-
Es decir, el cociente de áreas es igual a fracción de dosis absorbida multiplicada por la
AUC OR
ER ≤ 1−
AUC IV
(13.65)
La diferencia de los tiempos medio de tránsito del fármaco tras la administración oral y
la administración i.v. tipo bolus es igual a:
1 1
τ TORAL − τ TIV = = τ TABS + τ THEP
k42 k22
+ (13.66)
de tránsito hepático. Debido a la alta perfusión hepática es de esperar que k22 >> k42 (por
Es decir, igual a la suma entre el tiempo medio de tránsito de absorción y el tiempo medio
ejemplo, para el propranolol k22 ≈ 26 h–1) y tTHEP puede omitirse de la ecuación anterior sin
cometer un error apreciable. No obstante, la constante de velocidad de absorción k42 puede
calcularse mediante la técnica de los residuos a partir del análisis de la curva de concentra-
ción de fármaco tras la administración oral (ver ecuaciones 13.57 y 13.59).
venosa del fármaco. La interpretación de esta fórmula con los modelos estándar utilizados
en el análisis farmacocinético (modelos mono y bicompartimental y en el modelo utilizado
para el análisis no compartimental) es inmediata toda vez que la eliminación del fármaco
tiene lugar a partir del compartimiento de entrada que además es el compartimiento obser-
vado. En todos ellos la interpretación del aclaramiento plasmático idéntica e igual al volu-
men aparente del compartimiento multiplicado por la constante de velocidad de eliminación.
En el modelo de efecto de primer paso la eliminación tiene lugar a través de los dos com-
partimientos utilizados para describir la biodistribución del fármaco (ver figura 13.2) y la
interpretación comentada en el párrafo anterior no es correcta. Si dividimos la dosis por el
área bajo la curva de niveles plasmáticos-tiempo resultante tras la administración IV, y sim-
plificamos la expresión resultante introduciendo la ecuación 13.62 se obtiene:
tes. V1 k10 tiene la misma interpretación que en los modelos estándar, es decir, el órgano de
Para evitar confusiones se denominan aclaramiento aparente. Presenta dos componen-
regida por la constante de velocidad k10. El segundo componente, k12 ER, es la contribución
eliminación (por ejemplo, el riñón) forma parte del compartimiento y la eliminación está
nal al volumen aparente del compartimiento #1. Por otro lado, la tasa de extracción, ER,
tado 13.4 es proporcional al flujo de plasma que recibe el hígado e inversamente proporcio-
Hay dos situaciones típicas relacionadas con el efecto de primer paso. La primera cuando el meta-
bolito formado es inactivo; un ejemplo típico es la morfina. En este caso el efecto de primer paso
tiene como consecuencia la disminución de la biodisponibilidad del fármaco. La segunda situa-
ción es cuando el metabolito es activo y el efecto de primer paso incrementa la disponibilidad
de la forma activa. Interesa por lo tanto conocer si el cambio de la vía de administración tiene
algún efecto en la acumulación del fármaco o del metabolito en un régimen de dosis múltiples.
Siguiendo lo expuesto en el apartado 13.3.4, las cantidades que forman cada compartimiento
en estado estacionario tras la administración i.v. tipo bolus y la administración oral son:
x1,IVSS k22
X0 k
1
x SS = x2,IVSS
IV 12
θ k k − k k
k12 k 23
=
x3,SS
11 22 12 21 (13.68)
IV
k30
422 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
k21
x1,ORSS k11
x2,SS X 0 1 k11 k 23
OR
x SS =
OR
= θ k k −k k k30
x3,SS
OR
11 22 12 21
k k −k k
x4,ORSS
(13.69)
11 22 12 21
k43
x1,ORSS k21
= 1− ER
x1,IVSS k22
= (13.70)
x3,ORSS k
= 1+ 10
x3,IVSS k12 (13.71)
En el caso de que la única vía de eliminación sea la metabólica, k10 = 0, el cociente ante-
rior es igual a la unidad; en caso contrario, el cociente de cantidades medias de metabolito
en estado estacionario es superior a uno.
El análisis gráfico de las curvas de niveles plasmáticos-tiempo mediante el método de los resi-
duos es útil cuando se trata de analizar funciones biexponenciales; para funciones poli-expo-
nenciales de orden superior la utilidad está muy limitada por el número de puntos experi-
mentales disponibles en cada fase, el error experimental y los valores relativos de los distintos
exponentes. En el caso del modelo de efecto de primer paso hemos de tener en cuenta ade-
más que la fase a no es observable y tendremos que basar el análisis en las ecuaciones 13.54
y 13.55 (administración i.v. tipo bolus) y 13.56 y 13.57 (administración oral).
13.6. Conclusión
na j de la matriz K. Una matriz de una columna y n filas se denomina vector (a veces suele
decirse vector – columna para diferenciarlo del vector-fila que tiene n columnas y 1 fila).
Los vectores suelen representarse por una letra minúscula negrita.
La matrices y vectores se definen en Maxima utilizando la función matrix( ):
(%o1) 1 5 7
3 11 5
4 5
(%o2) 9 7
1 11
424 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Los vectores y matrices están sujetos a las operaciones algebraicas de suma, resta, pro-
ducto, inversión y transposición. Sólo se pueden sumar o restar dos matrices si tienen las
mismas dimensiones:
(%i3) A + transpose ( B );
(%o3) 5 14 8
8 18 16
(%i 4) C : A . B;
19 75 53
(%o4) 30 122 98
34 126 62
Para que una matriz cuadrada tenga inversa es condición necesaria y suficiente que sea
no singular; el producto de una matriz por su inversa es igual a la matriz unidad:
(% i 6) D : matrix([1,3,5],[11,3,7],[1,11,13])$
determinant( D );
invert( D ). D;
(% o6)144
1 0 0
(% o7) 0 1 0
0 0 1
s x − x 0 = K ⋅ x
CAPÍTULO 13: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO DE LOS METABOLITOS 425
donde x0 es el vector con las condiciones iniciales del sistema y x~ el vector de funciones
transformadas que deseamos conocer y s la denominada variable de Laplace. Reordenando
se obtiene el siguiente sistema algebraico:
( s I − K ) x = x 0
x = (s I − K ) ⋅ x 0
−1
∏ (s + λ ) i
i =1
Cuestiones y problemas
tras la administración de 100 μmol por vía i.v. tipo bolus; las concentraciones se expresa-
1. El siguiente cuadro 13.6 muestra el resumen del análisis farmacocinético de un fármaco
ron en μmol/l y el tiempo en horas. Se sabe además que el fármaco forma un único meta-
bolito que se excreta en su totalidad por la orina y que el modelo de cadena metabólica es
adecuado para explicar la farmacocinética del fármaco. Completar el cuadro y deducir las
funciones que describen las curvas de niveles plasmáticos-tiempo del fármaco, del meta-
bolito y la función de excreción urinaria del fármaco (X U∞ cantidad total de fármaco o meta-
bolito excretada por la orina).
2. Demostrar que la diferencia de áreas relativas utilizada para detectar el efecto de primer
paso es igual a cero para el modelo de cadena metabólica.
(código ITF 296) y de su metabolito (ITF 1124). El fármaco es un nuevo nitrato orgá-
nico utilizado como vasodilatador coronario, por lo que es de sospechar que al igual que
otros fármacos de este grupo químico sufre un efecto de primer paso. Resolver:
a) Verificar si el ITF 296 sufre un efecto de primer paso y en su caso calcular la frac-
c) La práctica totalidad de ITF 296 administrada por vía i.v. tipo bolus se transforma
en ITF 1124. Calcular los aclaramientos plasmáticos del fármaco y de su metaboli-
to (ITF 296: C9O5H10N2; ITF 1124: C9O3H11N).
Vía de Dosis ITF 296 ITF 1124 ITF 296 ITF 1124
administración (mg)
4. En un estudio se administraron por vía i.v. tipo bolus 250 μmol de un fármaco; del aná-
lisis farmacocinético de las concentraciones plasmáticas de fármaco y del único meta-
p ( t ) = 3, 11 e
bolito formado se obtuvieron las funciones siguientes:
c IV − 0 , 552 t
Administrada la misma dosis al mismo individuo por vía oral se obtuvieron los
p (t ) = 2, 91 ( e
cOR − e−0 , 70 t )
siguientes resultados:
− 0 , 552 t
M ( t ) = 2 ,16 ( e
cOR − e−0 ,552 t )
−0 , 200 t
a) Analice exclusivamente las funciones obtenidas tras la administración i.v. tipo bolus
y verifique si son congruentes con el modelo de cadena metabólica. Si la conclusión
b) Analice conjuntamente las funciones obtenidas tras la administración i.v. tipo bolus
es afirmativa, identifique y obtenga los parámetros del modelo farmacocinético.
En el riñón se dan tres de los mecanismos más importantes y conocidos de transporte de solu-
tos a través de membranas: difusión por poros, difusión por permeación en membrana lipoi-
dea y transporte activo. Están representados, a nivel de excreción renal, por la filtración glo-
merular (Fg), la reabsorción tubular pasiva (Rt) y la excreción tubular activa (Et),
respectivamente.
El primero y el último de estos mecanismos conducen a una pérdida de fármaco en plas-
ma, pero el segundo representa una ganancia. En conjunto, la velocidad de excreción uri-
naria de cualquier fármaco (dU/dt) equivale a la suma algebraica de las velocidades ins-
tantáneas de cada uno de estos mecanismos a lo largo del proceso global:
dU dF dR dE
=− g + t − t
dt dt dt dt
− (14.1)
dU
= ku ⋅ Q
dt
(14.2)
∆U
= ku ⋅ Q
∆t
(14.3)
432 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
CUADRO 14.1
Velocidades de excreción, cantidades de fármaco excretadas y remanentes, que han servido
de base para el trazado de las curvas que se han tomado como ejemplo. Datos simulados
para un fármaco monocompartimental
0 0 300,00 0 300,00
54,39 54,39 20,57 20,57
1 54,39 245,61 20,57 279,43
44,51 44,51 38,21 38,21
2 98,90 201,10 58,78 241,22
36,46 36,46 39,15 39,15
3 135,36 164,64 97,93 202,07
29,84 29,84 34,95 34,95
4 165,2 134,80 132,88 167,12
24,44 24,44 29,67 29,67
5 189,64 110,36 162,55 137,45
20,00 20,00 24,69 24,69
6 209,64 90,36 187,24 112,76
40,77 13,59 50,78 16,93
9 250,41 49,59 238,02 61,98
22,38 7,46 27,96 9,32
12 272,79 27,21 265,98 34,02
19,01 3,17 23,77 3,96
18 291,80 8,20 289,75 10,25
5,73 0,95 7,17 1,19
24 297,53 2,47 296,92 3,08
Nota: Símbolos: ΔU: velocidades de excreción en cada intervalo; ΔU/Δt: velocidades de excreción horarias;
U: cantidades de fármaco excretadas; U∞– U: cantidades remanentes (por excretar). Las curvas distributivas apa-
recen en las figuras 14.1 y 14.2 y las acumulativas en las figuras 14.4 y 14.5. Se supone que se ha administrado
una dosis, D, de 300 mg en todos los casos, que el fármaco se elimina inalterado por la orina en su totalidad (sien-
do ku= kel) y que la absorción es completa (f = 1,0) y sin período de latencia (t0 = 0) si se utiliza una forma extra-
vascular. Las seis primeras muestras son horarias, las dos siguientes, tomadas a intervalos de 3 horas, y las dos
últimas, cada 6 horas.
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 433
CUADRO 14.2
Velocidades de excreción, cantidades de fármaco excretadas y remanentes, que han servido
de base para el trazado de las curvas que se han tomado como ejemplo.
Datos simulados para un fármaco bicompartimental
0 0 300,00
105,10 105,10
1 105,10 194,90
54,00 54,00
2 159,10 140,90
32,40 32,40
3 191,50 108,50
22,19 22,19
4 213,69 86,31
16,58 16,58
5 230,27 69,73
12,98 12,98
6 243,25 56,75
25,76 8,59
9 269,01 30,99
13,98 4,66
12 282,99 17,01
11,89 1,98
18 294,88 5,12
3,58 0,59
24 298,46 1,54
Los datos se trasladan a un eje de coordenadas en el que se toman, en abscisas, los tiempos de
rias de fármaco excretadas en cada intervalo de recogida, es decir, ΔU/Δt. Es importante pun-
recogida de muestras y en ordenadas, las velocidades de excreción urinaria o cantidades hora-
tualizar que los valores ΔU/Δt deben situarse en la gráfica frente a los puntos medios de cada
período de recogida y no al principio o al final de los mismos. Por ejemplo, para períodos de
recogida de una hora, los puntos experimentales se situarían en las medias horas (figuras 14.1
a 14.3). Las recogidas de muestras deben prolongarse durante un tiempo cuya duración sea
aproximadamente igual a 7 semividas biológicas del fármaco administrado si se desea definir
con seguridad la fase final y evitar errores en el cálculo de constantes. Al cabo de este tiempo
se ha excretado, normalmente, alrededor del 99% de la cantidad susceptible de eliminarse inal-
terada por la orina.
Las curvas distributivas de excreción urinaria son, en muchos aspectos, asimilables a las de
nivel plasmático, puesto que reflejan cantidades excretadas desde el plasma. Su funciona-
lidad depende de la frecuencia de las recogidas en relación con la semivida biológica del fár-
maco que se estudia. El intervalo debería ser bastante menor que la semivida, lo que no siem-
pre es posible. De un modo u otro, su utilidad es bastante inferior a la de las plasmáticas en
lo que atañe al cálculo de las constantes cinéticas, pero actúan, sin duda, como datos com-
plementarios de las mismas.
truida a partir de los datos del cuadro 14.1 (valores ΔU/Δt frente a los tiempos medios en
ria del fármaco inalterado y D la dosis inyectada), como se indica en la figura 14.1, cons-
cada intervalo).
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 435
Es fácil demostrar estos asertos. En efecto, la velocidad de excreción renal del fármaco
inalterado en orina (ΔU/Δt) debe ser proporcional a la cantidad de fármaco inalterado exis-
tente en el organismo en cualquier instante (Q), de acuerdo con la ecuación 14.3.
Pero en cualquier instante se cumple que la cantidad en organismo Q decrece de modo
exponencial, es decir:
Q = D ⋅ e− k e ⋅ t (14.4)
∆U
= ku ⋅ D ⋅ e− ke ⋅t
∆t (14.5)
Y, en tiempo cero:
∆U
∆t = ku ⋅ D
0
(14.6)
ción, ku (ke = kM + ku) del fármaco que se estudia. En el caso particular de que todo el fár-
maco se excrete inalterado en orina, como el que reproduce la figura 14.1, ku= ke.
truida con los datos del cuadro 14.1 (valores ΔU/Δt frente a los tiempos de recogida en la
En estos casos se obtienen gráficas como la que se esquematiza en la figura 14.2, cons-
∆U ku ⋅ ka ⋅ f ⋅ D
0
∆t extrapolado = k − k
a e
(14.7)
es decir: ΔU/Δt = ku · Q (ecuación 14.3), pero Q, tras una administración extravascular, viene
inyección intravenosa, continúa siendo proporcional a la cantidad de fármaco en organismo (Q)
ka
Q= f ⋅D ( e− ke ⋅ t − e− k a ⋅ t )
ka − ke
(14.8)
∆U k a − ke ⋅ t − k a ⋅ t
= ku ⋅ f ⋅ D (e − e )
∆t ka − ke (14.9)
Dadas las dificultades de ajustado y las limitaciones que presentan las curvas de mode-
los matemáticos complejos, en este apartado se presentarán únicamente las ecuaciones corres-
pondientes a las curvas que se obtienen tras la administración intravenosa de fármacos que
siguen el modelo bicompartimental.
Para este modelo cinético y puesto que la cantidad excretada procede del compartimiento
central, la velocidad de excreción es proporcional a la cantidad existente en dicho compar-
timiento (Qc):
∆U
= ku ⋅ Qc
∆t
(14.10)
438 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Ecuación en la cual A0 y B0 son valores análogos a sus homónimos de las curvas de nivel
plasmático (capítulo 10) pero expresados en cantidades (unidades de masa). Pueden consi-
derarse idénticos al producto de cada uno de aquéllos por el volumen del compartimiento
central, Vc.
Si se sustituye el valor Qc en la ecuación 14.10, se obtiene:
∆U
= ku ( A0 ⋅ e− λ1t + B0 ⋅ e− λ2t ) = ku ⋅ A0 ⋅ e− λ1t + ku ⋅ B0 ⋅ e− λ2 t
∆t
(14.12)
Es decir, las curvas distributivas de excreción urinaria correspondientes a este modelo son
biexponenciales, del tipo de la que se reproduce en la figura 14.3 (trazo continuo, círculos
negros), construida con los datos del cuadro 14.2 (valores DU/Dt frente a tiempos medidos en
la mitad del intervalo) y descomponibles por el método de los residuales para determinar las
constantes lenta (λ2) y rápida (λ1) de disposición, así como las respectivas ordenadas en el ori-
gen (ku·B0 y ku·A0, respectivamente) y el valor de la intersección en tiempo cero, que es su suma
y equivale, obviamente, a ku·D. A partir de este último valor, determinado sobre la gráfica, se
calcula fácilmente la constante de excreción urinaria del fármaco inalterado, ku.
(λ1 = 1,0 h–1; λ2 = 0,2 h–1; k10 = ku = 0,5 h–1) administrado por inyección intravenosa rápida
FIGURA 14.3. Simulación de la curva distributiva de excreción de un fármaco bicompartimental
(D = 300 mg). La toma de muestras se supone efectuada como en las figuras precedentes.
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 439
La ecuación 14.12 puede hacerse más funcional, de modo que reproduzca exactamente
los valores determinados sobre la gráfica, haciendo ku·B0 = B’0 y ku·A0 = A’0, en cuyo caso:
∆U
= A '0 ⋅ e−λ1t + B '0 ⋅ e− λ2t
∆t (14.13)
Y también:
A ' 0 + B '0 = ku ⋅ D
(14.14)
ku ⋅ D ⋅ λ1 (k10 − λ2 )
A'0 =
k10 ( λ1 − λ2 )
(14.15)
ku ⋅ D ⋅ λ2 ( λ1 − k10 )
B0′ =
k10 (λ1 − λ2 )
(14.16)
pre que la constante λ1 haya podido determinarse con suficiente exactitud. Para ello, se des-
Las microconstantes se pueden calcular a partir de las ecuaciones 14.15 y 14.16, siem-
las relaciones ya conocidas (λ1· λ2 = k10·k21 y λ1+ λ2 = k12 + k21 + k10) pueden calcularse las
peja el valor k10, que es la única incógnita. Una vez conocida ésta, mediante el empleo de
dos restantes.
Se construyen utilizando los mismos datos que las directas, pero sumando a cada valor ΔU
los valores ΔU obtenidos en las determinaciones anteriores y situando los puntos experi-
mentales en cada final de intervalo y no en su mitad, ya que se trata de cantidades excreta-
das totales para los tiempos considerados, como se indica en los cuadros 14.1 y 14.2. Las
cantidades acumuladas en el tiempo suelen representarse mediante el símbolo U.
De esta manera se obtienen gráficas como las indicadas en las figuras 14.4 a 14.6 (pun-
tos negros). Estas curvas definen una trayectoria ascendente a medida que progresa la excre-
ción del fármaco, hasta que, cuando ya no queda fármaco por excretar en el organismo, la
curva se vuelve asintótica (paralela al eje de abscisas, valor U∞).
Algunos fármacos se eliminan totalmente por la orina, por lo cual, si se absorben por
completo o se administran por vía intravenosa, aparecen en la orina al 100%, es decir, toda
la dosis se excreta inalterada en orina. Pero, habitualmente, el fármaco se elimina en parte
por otros mecanismos (por ejemplo, metabolismo) o por otras vías (bilis, sudor) y sólo se
recupera en orina en condiciones de absorción completa, una fracción o porcentaje de la dosis
administrada, que es una constante biológica del fármaco y se denomina excreción urina-
ria máxima para el fármaco en cuestión.
Es muy importante conocer la excreción urinaria máxima de los fármacos, puesto que,
como se verá, constituye un parámetro fundamental en farmacocinética y en biofarmacia.
Se representa mediante el símbolo Umax o también utilizando el símbolo general, U∞, enten-
dido para inyección intravenosa o absorción completa, y se expresa en unidades de masa tota-
les (miligramos) para una dosis dada o, más frecuentemente, en fracciones o porcentajes de
dosis. El valor de U∞ se deduce de las curvas acumulativas sin más que llevar al eje de orde-
nadas la fracción asintótica de la curva, sea directamente o mediante métodos informáticos
adecuados, y también digitalmente del modo que más adelante se describirá. En los casos
que reproducen las figuras, la excreción urinaria máxima del fármaco (supuesta adminis-
tración intravenosa o absorción completa) es del 100%, como puede comprobarse a partir
de los datos (cuadros 14.1 y 14.2), es decir, toda la dosis administrada se excreta en orina,
y ku = ke.
Si se restan del valor asintótico (es decir, de U∞) los valores U obtenidos a cada tiem-
po (método denominado “sigma-menos”), se obtienen representaciones gráficas de las can-
tidades o fracciones de dosis que faltan por excretar (U∞ – U), es decir, remanentes en orga-
nismo si la administración ha sido intravenosa, o remanentes en organismo y en el lugar
de absorción mientras ésta prevalece, si la administración ha sido extravasal. Las curvas
obtenidas mediante el procedimiento sigma-menos permiten con frecuencia, aunque no
siempre, mayor aproximación que las distributivas o directas en lo que atañe al cálculo de
constantes.
Son, en general, muy complejas. Se estudiarán con cierto detalle las correspondientes al mode-
lo monocompartimental y al bicompartimental intravenoso.
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 441
ku ⋅ D
U= (1 − e− ke ⋅t )
ke (14.18)
ku ⋅ D
U∞ =
ke
(14.19)
De forma que la ecuación 14.18 se puede expresar también del siguiente modo:
U = U ∞ (1 − e− ke ⋅t ) (14.20)
(U ∞ − U ) = U ∞ ⋅ e− ke ⋅t (14.21)
Expresión en la que el valor entre paréntesis (U∞ – U) representa las cantidades de fár-
maco que quedan por excretar. Puesto que se trata de cantidades remanentes en organismo,
están sujetas a eliminación por todos los mecanismos de los que éste disponga para la deto-
xicación del fármaco. Por consiguiente, si se restan del valor asintótico U∞ los valores de U
obtenidos en tiempos sucesivos, se obtienen los diferentes valores (U∞ – U), que definen una
curva exponencial (recta en papel semilogarítmico) cuya inclinación representa la constan-
te de eliminación característica del fármaco (figura 14.4, puntos blancos). La regresión de
los valores (U∞ – U) frente a t en el cuadro 14.1 permite comprobar este extremo.
Puesto que la administración es intravenosa (f = 1) y, por consiguiente, no hay período
de latencia, la intersección de la recta semilogarítmica en el eje de ordenadas coincide con
442 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Del mismo modo que en el caso anterior, tomando como referencia la ecuación diferencial
correspondiente a la curva distributiva extravascular (ecuación 14.9), se obtiene, por inte-
gración, la curva acumulativa. La integral es, en este caso, la siguiente:
ku ka ke
U = f ⋅D 1− ⋅ e − ke t + ⋅ e− k a ⋅ t
ke k a − ke
ka − ke (14.22)
ku
U∞ = f ⋅ D
ke
(14.23)
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 443
La ecuación que representa la evolución temporal de las cantidades remanentes que que-
dan por excretar (U∞ – U) se obtiene fácilmente haciendo operaciones en la ecuación 14.22,
tras sustituir por U∞ el valor del término que está fuera del paréntesis, por aplicación de la
ecuación 14.23. En efecto:
U ∞ ⋅ k a − ke ⋅ t U ∞ ⋅ k e − ka ⋅ t
U = U∞ − ⋅e + ⋅e
ka − ke ka − ke
ka ke
U = U ∞ 1 − ⋅ e− ke ⋅t + ⋅ e − ka ⋅ t
ka − ke k a − ke (14.24)
U ∞ ⋅ k a − ke ⋅t U ∞ ⋅ ke − ka ⋅t
(U ∞ − U ) = ⋅e ⋅e
k a − ke ka − ke
−
O, utilizando una simbología más sencilla, adaptada a los valores en la intersección que
se obtienen gráficamente de modo directo:
(U ∞ − U ) = E ′0 ⋅ e – ke ⋅t – A′0 ⋅ e – ka ⋅t (14.25)
444 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
Para construir, en la práctica, estas curvas, se sitúan los valores acumulados U en una
gráfica semilogarítmica (figura 14.5, círculos negros) y se procede a restar cada valor U del
asintótico U∞ según el procedimiento de sigma-menos.
Los puntos resultantes, situados en la gráfica (círculos blancos) definen una fracción ter-
minal recta y un inicio curvo. De acuerdo con las ecuaciones 14.24 y 14.25, la inclinación
de la fracción terminal recta equivale a ke. Si se extrapola ahora esta fracción terminal al eje
de ordenadas, se obtiene la intersección correspondiente, E¢0, superior a U∞. Si se restan aho-
ra de los correspondientes a la fracción extrapolada los valores de (U∞ – U) situados en la
fracción curva inicial, los residuales obtenidos (cuadrados blancos) definen una recta repre-
sentativa de la absorción, cuya inclinación equivale a ka y cuya ordenada en origen es A¢0.
Por último, a partir de la ecuación 14.23, puede calcularse ku cuando existe eliminación por
otros mecanismos. En el caso de que haya un período de latencia, se procede como en el
caso de las curvas de nivel plasmático representativas de este modelo (método de la absor-
ción acumulada).
Al igual que con las curvas distributivas, en este apartado se abordarán únicamente las
ecuaciones correspondientes al modelo bicompartimental intravenoso.
Como en los modelos anteriores, a partir de la diferencial representativa de la velocidad
de excreción (ecuación 14.17) y por integración de la misma, se obtiene la ecuación de la
curva acumulativa, que es la siguiente:
ku ⋅ D ku ⋅ D k10 – λ2 – λ1 ⋅t λ1 – k10 – λ2 ⋅t
U= – ⋅e ⋅e
k10 k10 λ1 – λ2 λ1 – λ2
+
(14.26)
En la cual, en tiempo infinito (siete semividas biológicas) se anulan las dos exponen-
ciales y el término que las multiplica, con lo cual:
ku ⋅ D
U∞ =
k10 (14.27)
Una forma más funcional de la ecuación 14.26 es la que utiliza el valor U∞ medido direc-
tamente sobre la gráfica y expresado por la ecuación 14.27, es decir:
k − λ λ −k
U = U ∞ − U ∞ 10 2 ⋅ e−λ1 ⋅t + 1 10 ⋅ e− λ2 ⋅t
λ1 − λ2 λ1 − λ2
k −λ λ −k
(14.28)
U = U ∞ 1 − 10 2 ⋅ e−λ1 ⋅t + 1 10 ⋅ e− λ2 ⋅t
λ1 − λ2 λ1 − λ2
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 445
k10 − λ2 − λ1 ⋅t λ −k
(U ∞ − U ) = U ∞ ⋅ ⋅ e + U ∞ ⋅ 1 10 ⋅ e− λ2 ⋅t (14.29)
λ1 − λ2 λ1 − λ2
FIGURA 14.6. Curva acumulativa correspondiente a la distributiva que se reproduce en la figura 14.3.
También en este caso la descomposición por residuales de los valores (U∞ – U) para obtener el valor
de la constante de disposición es más compleja y peculiar que la de las curvas distributivas,
pero tal vez más funcional e ilustrativa.
446 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
k10 − λ2
A0′′ = U ∞ ⋅ (14.31)
λ1 − λ2
λ1 − k10
B0′′ = U ∞ ⋅ (14.32)
λ1 − λ2
Con ayuda de estas ecuaciones se obtiene el valor de k10, a partir del cual se obtendrán
los de k21 y k12 aplicando relaciones conocidas. El valor de ku, una vez conocida la micro-
constante de eliminación, k10, se calcula fácilmente a partir de la ecuación 14.27.
tantes (ke, ka, k10 , λ1 y λ2), sin más que despejar U∞ de cada una de las ecuaciones represen-
tos modelos una vez determinado, a partir de las curvas distributivas, el valor de las cons-
tativas y calcular éste para cada punto experimental U. Si el ensayo está bien diseñado y la
técnica de valoración es correcta, el valor U∞ así calculado es prácticamente el mismo para
toda la gama de valores de U.
Así, a partir de la ecuación 14.21 se obtiene, para el modelo monocompartimental intra-
venoso:
U
U∞ =
1 – e – ke ⋅t (14.33)
Del mismo modo, a partir de las ecuaciones 14.22 y 14.23 se obtiene, para el modelo
monocompartimental con absorción de primer orden:
U
U∞ =
ka ke
1− e− ke ⋅t + e− ka ⋅t
k a − ke k a − ke
(14.34)
U
U∞ =
k10 − λ2 −λ1 ⋅t λ1 − k10 − λ2 ⋅t
1− e e
(14.35)
−
λ1 − λ2 λ1 − λ2
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 447
Resolviendo estas ecuaciones para cada valor de U con ayuda de las constantes determi-
nadas a partir de las curvas distributivas, se obtienen, para cada modelo, series de valores U∞
cuyo promedio puede considerarse, con suficiente aproximación, como el valor U∞ real, como
puede comprobarse a partir de los datos de los cuadros 14.1 y 14.2. No debe olvidarse que
los posibles errores que se cometen en el cálculo de constantes y coeficientes se compensan
en la construcción de las curvas y no influyen sensiblemente en la operatividad de los ajus-
tados. Por esta razón, los valores U∞ calculados son, en general, suficientemente fiables.
Los datos de excreción urinaria poseen, en principio, importantes aplicaciones prácticas. Las
curvas distributivas permiten la determinación del aclaramiento renal de los fármacos (capí-
tulo 6). Las acumulativas, por su parte, están indicadas para la medida de la biodisponibili-
dad en magnitud en los casos en que ésta no puede determinarse a partir de las curvas de
nivel plasmático (capítulo 20), comparando los valores U∞ de patrones y problemas.
Sin embargo, en lo que atañe al cálculo de constantes cinéticas, la utilidad de las curvas
de excreción urinaria es inferior a la que poseen las de nivel plasmático por varias razones:
a) El uso del valor ΔU/Δt (que no es una velocidad instantánea sino media para un inter-
valo de tiempo, como oportunamente se indicó) comporta, por sí mismo, un cierto
error en el cálculo de constantes, en especial las que deben determinarse a partir de
la descomposición por residuales.
b) En los estadios iniciales resulta a menudo difícil definir con claridad la evolución
temporal del fármaco, ya que la toma de muestras no puede hacerse a intervalos sufi-
cientemente pequeños y, con frecuencia, no existen en esta fase puntos experimen-
tales suficientes para evitar solapamientos en la fase rápida de disposición y, sobre
todo, en la de absorción. Es ésta una de las fuentes de error más importantes en el
tratamiento de las curvas.
c) Para algunos fármacos, la excreción urinaria no es homogénea sino irregular, ya que
depende de la hidratación del individuo y, particularmente, del pH urinario. Estos fac-
tores dependen, a su vez, de la dieta, del grado de actividad del individuo y de otras
circunstancias que hacen difícil el tratamiento cinético de las curvas. Cuando se desea
realizar dicho tratamiento exclusivamente a partir de los datos de excreción, es nece-
sario proceder a la hidratación del individuo e incluso controlar su pH urinario y regu-
larlo por administración de compuestos acidificadores o alcalinizadores, lo cual, ade-
más de ser engorroso, no resulta verdaderamente representativo de la realidad práctica.
En este sentido, las curvas acumulativas presentan ventajas, ya que permiten paliar
o reducir las fluctuaciones y mejorar, de este modo, el tratamiento cinético de los datos.
De un modo general, puede afirmarse que estas limitaciones aumentan a medida que lo
hace la complejidad del modelo cinético que debe aplicarse a los datos experimentales. La
constante terminal suele ser la menos afectada y presentar valores aceptables siempre que
el tiempo de recogida de muestras de orina se haya prolongado suficientemente (7 a 10 semi-
448 PARTE II: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS ÚNICAS
vidas biológicas), en tanto que las constantes obtenidas por descomposición de las curvas
están sujetas a errores tanto mayores cuanto mayor es el número de constantes a determinar,
como puede comprobarse a partir de los datos consignados en los cuadros 14.1 y 14.2, que,
pese a ser simulados, generan, por descomposición de las correspondientes curvas, constantes
de velocidad sensiblemente falseadas respecto a las reales. Y, si el valor de las constantes
determinadas directamente a partir de las curvas (en especial, ka) presenta ya errores apre-
ciables, éstos se potencian al estimar el valor de la constante de excreción urinaria, ku, en los
casos en que existe eliminación por otras vías y, de un modo especial, al estimar las micro-
constantes bicompartimentales k10, k12 y k21.
Es cierto que ello no supone que los valores calculados no sean útiles y funcionales para
determinadas aplicaciones (por ejemplo, establecimiento de pautas posológicas), pero las cons-
tantes son, obviamente, distintas de las reales y no se prestan a un tratamiento cinético rigu-
roso y predictivo.
Por estas razones, las curvas de excreción urinaria no han desplazado –ni se prevé que
desplacen– a las de nivel plasmático para el estudio cinético de los medicamentos.
Hoy existe la tendencia a considerar a las curvas de excreción urinaria como comple-
mentarias de las de nivel plasmático y no cabe duda de que en este aspecto presentan indu-
dable interés, ya que en muchos casos actúan como criterios confirmativos y ayudan a des-
pejar dudas. Por ello, normalmente, en todos los ensayos farmacocinéticos con voluntarios
se recogen a la vez muestras de plasma y de orina de modo sistemático y rutinario.
Cuestiones y problemas
a)
b)
La semivida de eliminación.
c)
La concentración plasmática a las 3 horas.
d)
El porcentaje de fármaco eliminado por biotransformación.
La semivida del fármaco en caso de anuria y en caso de que la funcionalidad renal
esté disminuida al 50%.
CAPÍTULO 14: CINÉTICA DE LA EXCRECIÓN URINARIA DE FÁRMACOS 449
0-0,5 6,05
0,5-1 10,92
1-1,5 11,53
1,5-2 10,66
2-3 17,25
3-4 13,34
4-6 16,00
6-8 8,33
8-10 4,18
10-12 1,88
Calcule los valores de ka, ke, ku, f y U∞ a partir de las curvas distributiva y acumulativa.
PARTE III
Análisis farmacocinético.
Dosis múltiples
15
Cinética de las dosis múltiples
15.1. Introducción
saria la administración de una dosis de choque para alcanzar las concentraciones terapéuti-
cas desde el inicio del tratamiento (Shargel, 2005; Rowland, 2011).
La situación más sencilla que se puede plantear en un régimen de dosis múltiples es la admi-
nistración i.v. de dosis idénticas (D) a intervalos posológicos fijos (t); siendo t el tiempo
transcurrido entre la administración de una dosis y la siguiente. Si t es lo suficientemente
largo como para que se elimine la dosis previamente administrada (t = 10 t1/2) el resultado
será una secuencia de dosis únicas tal y como se recoge en la figura 15.1.
Si el intervalo de dosificación elegido es más corto que el tiempo necesario para que se
elimine todo el fármaco, se producirá una acumulación del mismo en el organismo, es decir
que tras la administración de una nueva dosis la cantidad de fármaco en el organismo es mayor
que con la dosis previa, ello se debe a que la cantidad de fármaco administrada supera a la
cantidad de fármaco eliminada (Ritschel, 2004). Sin embargo el proceso de acumulación no
es ilimitado y llega un momento en que se alcanza una meseta denominada estado de equi-
librio (figura 15.2). Una vez que se ha alcanzado la meseta, las cantidades de fármaco, para
ss y una Ass y en dicho estado de equilibrio estacionario se
cada dosis, oscilan entre una Amax min
ha de cumplir que en cada intervalo posológico se elimine la cantidad equivalente a una dosis.
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 455
Y además en el caso particular que hemos considerado en el que t = t1/2, para un intervalo
la cantidad máxima y mínima en el estado de equilibrio será igual a la dosis administrada.
CUADRO 15.1
Cantidades de fármaco en el organismo antes y después de la administración
de una dosis de 100 mg a t = t1/2
Cantidad de fármaco en
Cantidad de fármaco en
el organismo tras la
Número de dosis el organismo antes de cada
administración
dosis (mg)
de una dosis (mg)
1 0 100
2 50 150
3 75 175
4 87,5 187,5
5 93,75 193,75
6 96,75 196,75
7 98,38 198,38
8 99,19 199,19
9 99,60 199,60
10 99,80 199,80
. . .
∞
. . .
100 200
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 457
A = D ⋅ e – ke t (15.1)
A = D ⋅ e – k eτ (15.2)
Amin
1
= D ⋅ e – ke τ
(15.3)
Amax
2
= D + Amin
1
(15.4)
Amax
2
= D + D ⋅ e− keτ = D(1 + e− keτ )
(15.5)
Amin
2
= Amax
2
⋅ e − ke τ
(15.6)
Amin
2
= D( e− keτ ) ⋅ e− keτ = D(e− keτ + e−2 keτ )
(15.7)
Amax
3
= Amin
2
+D
(15.8)
Amax
3
= D(e− keτ + e−2 keτ ) + D = D(1 + e− keτ + e−2 keτ ) (15.9)
458 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
y la cantidad mínima tras esta tercera dosis vendrá dada por la siguiente ecuación:
Amin
3
= Amax
3
⋅ e − ke τ (15.10)
Amin
3
= D(1 + e – keτ + e –2 keτ )e – keτ (15.11)
luego
Amin
3
= D( e – keτ + e–2 keτ + e –3keτ )
(15.12)
Amax
n
= D(1 + e– keτ + e –2 keτ + e –3keτ + ... + e –( n –1) keτ ) (15.13)
Amin
n
= Amax
n
⋅ e − ke τ
(15.14)
Amin
n
= D (e− keτ + e−2 keτ + e−3keτ +…+ e− nkeτ )
(15.15)
Si
Entonces
1 − e− nkeτ
r=
1– e− keτ (15.19)
luego las cantidades máxima y mínima de fármaco en el organismo tras la enésima dosis
vendrán dadas por las expresiones
1 – e− nkeτ
Amax
n
=D
1 – e − ke τ
(15.20)
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 459
1– e− nkeτ − keτ
Amin
n
=D ⋅e
1– e− keτ
(15.21)
A medida que aumenta el número de dosis, el término e e → 0 y por lo tanto las ecua-
− nk τ
1
Amax
ss
=D
1 – e − ke τ
(15.22)
e − ke τ
Amin
ss
=D
1– e− keτ
(15.23)
D 1
Cmax
ss
Vd 1– e− keτ
= ⋅ (15.24)
D 1
Cmin
ss
⋅ e − ke τ
Vd 1 – e− keτ
= ⋅ (15.25)
Si comparamos las cantidades máximas y mínimas en el estado de equilibrio con las can-
tidades de fármaco correspondientes tras la administración de la primera dosis, cuando aún
no se había producido acumulación del fármaco, se tiene que:
Amax
ss
Amin
ss
1
=R
Amax Amin 1 – e − keτ
1
= 1
=
(15.26)
D
Velocidad media de incorporación = (15.27)
τ
D
= ke ⋅ Ass (15.29)
τ
—
despejando Ass se tiene que:
D
Ass =
τ ⋅ ke (15.30)
D D
Css =
τ ⋅ ke ⋅ Vd τ ⋅ CLp
=
(15.31)
—
en la que Css es la concentración media en el estado de equilibrio y CLp el aclaramiento plas-
mático. Tal y como se deduce de la ecuación 15.31, la concentración media de un fármaco
dado en el estado de equilibrio va a depender de la dosis administrada y del intervalo poso-
lógico.
Las consideraciones que se han hecho para las cantidades máximas y mínimas también
se cumplen para las cantidades medias. Por lo tanto,
Amax
n
Amin
n
A
= n = 1– e− nkeτ = fss
Amax Amin Ass
ss
= ss
(15.32)
— —
donde An es la cantidad media de fármaco en el organismo tras la enésima dosis y Ass la
cantidad media de fármaco en el organismo en el estado de equilibrio.
El tiempo necesario para alcanzar la meseta terapéutica es independiente de la dosis y
depende únicamente de la constante de eliminación del fármaco, o lo que es lo mismo de su
semivida ya que ke = 0,693/t1/2, lo cual se deduce de la ecuación 15.32, en la que fss es la frac-
ción de estado de equilibrio alcanzada tras la dosis n y nt el tiempo transcurrido para alcan-
zarla (Boroujerdi, 2002).
e− nkeτ = 1– f ss (15.33)
2, 303
−nτ = lg (1 − fss )
ke (15.34)
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 461
De acuerdo con la ecuación 15.35 el tiempo necesario para alcanzar una determinada
fracción del estado de equilibrio depende únicamente de la semivida de eliminación del fár-
maco. En el cuadro 15.2 se recogen los tiempos, expresados en semividas, necesarios para
alcanzar distintas fracciones del estado de equilibrio.
CUADRO 15.2
Fracción alcanzada de estado de equilibrio expresada en función de t1/2
1 50
2 75
3 87,5
4 93,75
5 96,87
6 98,47
7 99,25
tiempo aproximado a 7 t1/2. Sin embargo, desde un punto de vista práctico, se asume que el
men de dosis múltiples nunca finaliza, alcanzándose el 99% del estado de equilibrio para un
de la t1/2 del fármaco, aquellas sustancias con t1/2 prolongadas requerirán un tiempo mayor
Puesto que el tiempo necesario para alcanzar el estado de equilibrio depende únicamente
para alcanzar el estado de equilibrio que las que tienen t1/2 cortas. Por ejemplo, la lidocaina
de equilibrio se alcanza en 5 t1/2, tardará unas 7 horas en alcanzarlo, mientras que con el feno-
es un fármaco de semivida corta, alrededor de 90 minutos, luego si se asume que el estado
barbital, que tiene una semivida de aproximadamente 120 horas, se necesitarán alrededor de
25 días.
En determinadas situaciones clínicas interesa conseguir, desde la primera dosis, la can-
tidad de fármaco terapéuticamente efectiva en lugar de esperar el tiempo necesario para que
se alcance el estado de equilibrio. Esta dosis inicial, terapéuticamente eficaz, se denomina
dosis de choque (D*). Una vez alcanzadas cantidades de fármaco eficaces con la dosis de
choque (figura 15.4), estas se mantendrán administrando dosis más bajas, denominadas dosis
de mantenimiento (D), a intervalos posológicos establecidos.
462 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
FIGURA 15.4. Evolución de los niveles plasmáticos tras la administración de una dosis
de mantenimiento D (……) y de una dosis de choque D* (______).
Las dosis de choque son de gran utilidad para medicamentos con t1/2 muy largas. Un ejem-
plo clásico de estos medicamentos es la digoxina, cuya semivida es de 1-2 días, lo cual supo-
ne que el estado de equilibrio tardaría en alcanzarse entre 5 y 10 días y por lo tanto también
los efectos terapéuticos tardan el mismo tiempo en producirse. Este inconveniente puede paliar-
se administrando una dosis de choque de 1,0-1,5 mg, que generalmente se administra frac-
cionada en dos o más dosis cada 6-8 horas, dado el estrecho margen terapéutico que pre-
senta este fármaco. Los niveles conseguidos con esta dosis de choque se mantienen mediante
la administración de dosis de mantenimiento de 0,125 - 0,5 mg/día.
Si se tiene en cuenta que la dosis de choque (D*) permite alcanzar niveles terapéuticos
del fármaco y que la dosis de mantenimiento (D) va a mantener dichos niveles reponiendo
la cantidad de fármaco eliminado en un intervalo posológico, entonces
D
D* =
(1 − e− keτ ) (15.38)
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 463
La relación
D* 1
D (1 – e− keτ )
=
D* 1
=R
D (1– e− keτ )
=
(15.39)
k0
C=
Vd ⋅ ke
(1 − e− keτ ) (15.40)
k0
C=
Vd ⋅ ke
(1 − e− keT ) e− ke (t −T ) (15.41)
cuando t = t
k0
C=
Vd ⋅ ke
(1 − e− keT ) e− ke (t −T )
(15.42)
k0 1
Cmax
ss
(1 – e− keT )
Vd ⋅ ke 1 – e − ke τ
= (15.43)
464 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
k0 1
Cmin
ss
(1– e− keT ) e − ke ( t – T )
Vd ⋅ ke 1– e− keτ
= (15.44)
F ⋅ D ⋅ k a − k eτ
C= [e – e − k a τ ]
Vd ( k a – ke )
(15.45)
Mientras que para la enésima dosis, la ecuación que define la concentración plasmática
es la siguiente:
F ⋅ D ⋅ ka 1 − ket 1
C= e − e
− ka t
Vd ( ka − ke ) 1 − e− keτ 1 − e − ka τ
(15.47)
F ⋅ D ⋅ ka 1 − keτ 1 − kaτ
Cmin
ss
e − e
Vd ( ka − ke ) 1 − e− keτ 1 − e − ka τ
= (15.48)
que la cantidad de fármaco que queda por absorber es insignificante cuando han transcurri-
do cinco semividas de absorción, entonces el término e–nkat Æ 0 y la Cmin
ss
depende única-
mente del proceso de eliminación.
F ⋅ D ⋅ ka 1
Cmin
ss
( e − k eτ
)
Vd ( k a – k e ) 1– e− keτ
= (15.49)
De igual modo la concentración mínima al final del primer intervalo posológico (C1min)
se puede determinar mediante la ecuación:
F ⋅ D ⋅ k a − ke τ
Cmin
1
(e – e− kaτ )
Vd ( k a – k e )
= (15.50)
F ⋅ D ⋅ k a − ke τ
Cmin
1
e
Vd ( ka – ke )
= (15.51)
ss y C1
Una vez conocidas Cmin se puede calcular el índice de acumulación R.
min
Cmin
ss
1
= R para τ < 5 semividas de absorción
Cmin (1– e )(1– e− kaτ )
1
= − k eτ
(15.52)
Cmin
ss
1
= R para t > 5 semividas de absorción
Cmin 1 − e− keτ
1
= (15.53)
ss ss
La estimación de los valores de Cmax exige conocer el valor de tmax. Derivando la ecua-
ss
ción 15.47 con respecto al tiempo se puede obtener la ecuación que permite calcular tmax en
el estado de equilibrio.
dC F ⋅ D ⋅ k a e − k eτ e − ka τ
– k – – k
dt Vd ( k a – k e ) 1– e− keτ 1 – e − ka τ
= e a (15.54)
e− ketmax e− ka tmax
ke k
ss ss
1 − e − ke τ 1 − e− ka τ
= a (15.55)
466 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
e− ketmax ka 1 − e− keτ
ss
e− ka tmax k e 1 − e − ka τ
ss = (15.56)
2.303 k 1– e – keτ
tmax
ss
lg a
( ka – ke ) ke 1– e – kaτ
= (15.57)
F ⋅ D ⋅ ka 1 − ketmax 1 − ka tmax
cmax
ss
e e
Vd ( ka − ke ) 1 − e 1 − e
ss ss
− ke τ − ka τ
= (15.58)
ss
Ecuación que puede simplificarse, si se sustituye en ella el valor de e–kat max procedente
de la ecuación 15.56, para dar la siguiente:
F ⋅ D 1 − ketmax
cmax
ss
e
Vd 1 − e
ss
− ke τ
= (15.59)
Para una dosis única, el tiempo al cual se alcanza la concentración plasmática máxima
viene dado por la ecuación:
2.303 k
tmax = lg a
( ka – ke ) ke (15.60)
2.303 1– e – kaτ
tmax – t max
ss
lg
( k a – ke ) 1– e – keτ
= (15.61)
Si ka > ke entonces el término de la derecha es siempre positivo luego tmax > tssmax o lo
que es lo mismo se precisa más tiempo paran alcanzar la concentración máxima tras la pri-
mera dosis que tras la administración de una dosis en el estado de equilibrio. Ello se debe a
que cuando se administra la primera dosis, inicialmente todo el fármaco está en el lugar de
absorción y nada en el organismo, luego la velocidad de absorción es máxima y la veloci-
dad de eliminación cero. A medida que el fármaco se va absorbiendo, la velocidad de absor-
ción disminuye mientras que la velocidad de eliminación aumenta, hasta que llega un momen-
to en que se igualan alcanzándose la Cmax y ese momento corresponde a tmax. Posteriormente
la velocidad de eliminación supera a la velocidad de absorción y las concentraciones plas-
máticas disminuyen.
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 467
En el caso de un régimen de dosis múltiples el tssmax < tmax porque cuando se administra
la dosis siguiente existe una cierta cantidad de fármaco remanente en el organismo, luego el
tiempo necesario para que se igualen las velocidades de absorción y de eliminación es menor.
(Ritschel, 2009; Rowland, 2011; Shargel, 2005).
La concentración máxima tras esa dosis se alcanzará para t = 0 por lo que los términos
e− λ1t y e− λ2t son iguales a la unidad, con lo que se obtiene la ecuación:
Vc ( λ1 − λ2 ) e− λ1τ Vc ( λ1 − λ2 ) e 2
= + −λ τ (15.64)
A medida que aumenta el número de dosis, al igual que ocurre en el modelo mono-
compartimental, los términos e–nl1t y e–nl2t tienden a cero, por lo que en el estado de equili-
brio las ecuaciones que definen la concentración a un tiempo t dentro del intervalo, la con-
centración máxima y la concentración mínima son:
Si A¢ y B¢ son:
D ( λ1 − k21 ) 1 D ( k21 − λ2 ) 1
A' = y B'=
Vc (λ1 − λ2 ) 1 − e Vc ( λ1 − λ2 ) 1 − e− λ2 τ
− λ1τ (15.69)
A y B son las ordenadas a tiempo cero obtenidas para la administración de una dosis úni-
ción de la dosis siguiente (Ritschel, 2009).
A′ A(1 – e – λ2τ )
B′ B(1– e – λ1τ )
= (15.73)
La relación A¢/B¢ será siempre menor que la relación A/B. Esto se debe a que, por defi-
nición, l1 es mayor que l2 y, por tanto, la relación
(1 – e – λ2τ )
(1– e – λ1τ )
es menor que uno. Por lo tanto tras la administración de un medicamento por vía intraveno-
sa tipo bolus en dosis múltiple disminuyen las posibilidades de distinguir las características
de bicompartimentalidad de un fármaco.
El tiempo necesario para alcanzar el estado de equilibrio se puede calcular a partir de la
relación entre la concentración mínima tras la enésima dosis y la mínima en el equilibrio:
Vc (λ1 − λ2 ) 1 − e − λ1τ
Vc ( λ1 − λ2 ) 1 − e− λ2τ
f ss = 1 – e– nλ2τ (15.75)
1 – f ss = 1 – e – nλ2τ (15.76)
Por lo que el tiempo necesario para alcanzar el estado de equilibrio se puede calcular a
2, 303
lg (1 − f ss )
partir de la ecuación:
nτ =
λ2 (15.78)
maco que se ajusta a un modelo monocompartimental y que presenta una constante de eli-
minación (ke) igual a la constante híbrida de lenta disposición (l2).
D
Css =
Vc k10τ
(15.80)
1 1
(λ1 – k21 ) e – λ1τ + ( k21 – λ2 ) e – λ2 τ
Ass Cmin
ss
1– e 1– e
R = min
– λ1τ – λ2 τ
Pero si se supone que cada dosis se administra en la fase postdistributiva de la dosis ante-
rior, el término e–l2t tiende a cero y por tanto se puede simplificar a:
1
R=
1– e – λ2τ
(15.82)
D* = DR (15.83)
1
D* = D
1– e – λ2τ (15.84)
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 471
(1 – e – nλiτ )
(1– e – λi τ ) (15.86)
Se obtiene la ecuación que rige los niveles plasmáticos tras la enésima dosis:
k0 ( k21 – λ1 )(1– e – λ1τ ) (1– e – nλ1τ ) – λ1τ ′ ( k21 – λ2 )(1– e – λ2τ ) (1– e – nλ1τ ) – λ2τ ′
Ctn = e e
Vc λ1 (λ2 – λ1 ) (1 – e– λ1τ ) λ2 ( λ1 – λ2 ) (1– e – λ2τ )
+
(15.87)
472 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
Cuando se ha alcanzado el equilibrio, los términos e–l1t y e–l2t tienden a cero y, por tan-
to, la concentración a un tiempo t’ será:
21 1
− λ − λ
λ1 (λ2 − λ1 ) λ2 (λ2 − λ1 )
(15.91)
1
R=
(1– e – λ2τ )
(15.92)
Tras la administración de una dosis única por vía oral o extravasal de un fármaco que se ajus-
ta a un modelo bicompartimental, la ecuación que rige los niveles plasmáticos es:
F D k a ( k 21 – λ1 ) – λ1t F D k a ( k 21 – λ2 ) – λ2t F D k a ( k 21 – ka ) – ka t
Ct = e + e + e
Vc ( k a – λ1 )( λ2 – λ1 ) Vc ( k a – λ2 )( λ1 – λ2 ) Vc ( k1 – λa )( λ2 – k a )
(15.93)
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 473
Actuando de forma similar que en los casos anteriores obtendremos la ecuación de las
concentraciones plasmáticas tras la enésima dosis (Ritschel, 2009).
Siendo t un tiempo dentro del intervalo de dosificación, es decir 0 < t < t. Para simpli-
ficar la ecuación se puede denominar:
F D ka k21 – λ1
H=
Vc
( ka – λ1 )( λ2 – λ1 ) (15.95)
F D ka k21 – λ2
I=
Vc ( k a – λ2 )( λ2 – λ2 )
(15.96)
F D ka k21 – k a
J=
Vc (λ2 – ka )(λ2 – ka )
(15.97)
Una vez alcanzado el estado de equilibrio, los términos e–nl1t, e–nl2t y e–nkat tienden a 0,
por lo que ecuación se simplifica, obteniéndose el valor de la concentración mínima en el
estado de equilibrio para t = t.
1 − λ1τ 1 − λ2 τ 1 − ka τ
Cmin
ss
=H e +I e +J e
1 − e
− λ1τ
1 − e
− λ2 τ
1 − e− kaτ (15.99)
Como en los casos anteriores el índice de acumulación se puede calcular por la relación
Amin
ss
Amin
1
de lo que resulta:
1 – λ1τ 1 – λ2 τ 1 – kaτ
H e +I e +J e
Ass Cmin
ss
1– e – λ1τ 1– e – λ2τ 1– e – kaτ
R = min
Amin Cmin H e – λ1τ + I e – λ2τ + J e – kaτ
1
= 1
= (15.100)
474 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
1
R=
1– e – λ2τ (15.101)
Para el cálculo de la dosis de choque, al igual que en los casos anteriores, se utiliza el
producto de la dosis de mantenimiento por el factor de acumulación.
D* = D · R (15.102)
Y por lo tanto, en el caso más simple en el que t es lo suficientemente amplio:
1
D* = D
1– e – λ2τ
(15.103)
Cuestiones y problemas
ción es por vía intravenosa tipo bolus y que el fármaco tiene un Vd de 20 l y una ke de
1. Se administran 500 mg de un medicamento cada 8 horas. Sabiendo que la administra-
a)
b) ¿Cuál sería el índice de acumulación R?
ss y Css que se alcanzarían.
La Cmax min
c)
d)
¿Cuántas dosis serían necesarias para alcanzar el estado de equilibrio?
¿Sería necesario administrar una dosis de choque?
Calcular:
a) Cmax
—
b) El tiempo necesario para alcanzar el estado de equilibrio
ss y Css , C .
min ss
CAPÍTULO 15: CINÉTICA DE LAS DOSIS MÚLTIPLES 475
c) El factor de acumulación R.
d) El tiempo necesario para alcanzar el 75% del estado de equilibrio
a)
b) Depende sólo de la ke y del intervalo posológico.
Depende de la magnitud de la dosis administrada.
c)
d)
Su valor máximo es 1.
Las respuestas b) y c) son ciertas.
es 5 t1/2.
16
Regímenes de dosificación
16.1. Introducción
to, lo que complica notablemente el cálculo de la dosis requerida para conseguir un efecto tera-
péutico (p. ej., anticoagulantes cumarínicos).
En cualquier caso, sólo una correcta selección de las dosis de fármaco y de los interva-
los de administración de las mismas permitirá la adecuada instauración del tratamiento.
16.2. Conceptos
jados de tiempo (intervalo de dosificación = t). La selección de la D y del t debe estar basa-
da en el perfil de actividad-toxicidad del fármaco, en consideraciones farmacocinéticas y en
las características fisiopatológicas del paciente (edad, peso, otras patologías o fármacos aso-
ciados, etc.).
En la instauración de un tratamiento, los parámetros farmacocinéticos que rigen los pro-
cesos de absorción, distribución y eliminación pueden calcularse en el propio paciente, tras
la administración de una dosis de prueba o, lo que es más habitual, obtenerse de la biblio-
grafía. Puede ocurrir que, estrictamente hablando, la evolución de las concentraciones plas-
máticas de fármaco en función del tiempo se ajuste a un modelo cinético bicompartimental
pero, de forma general, suele asumirse un modelo monocompartimental. Esta asunción no
suele inducir grandes errores puesto que, en la mayoría de las ocasiones, el proceso de dis-
tribución es relativamente rápido en comparación con el proceso de eliminación y, además,
tras la administración de dosis múltiples la distribución va perdiendo influencia en el perfil
cinético, debido al hecho de que se ha alcanzado el equilibrio de distribución entre circula-
ción sistémica y tejidos. Por estos motivos, el diseño inicial de un régimen de dosificación
suele estar basado en las ecuaciones farmacocinéticas relativas al modelo monocomparti-
mental, lo que simplifica notablemente los cálculos (Winter, M. E., 1994).
El diseño de un régimen de dosificación se inicia con la selección de las concentracio-
En algunas situaciones, como por ejemplo en el caso de pacientes que tienen dificultad en
deglutir formulaciones orales o en el de fármacos de baja biodisponibilidad oral, puede ser
necesario recurrir a la administración intravenosa.
En estos casos, se suele administrar el fármaco en forma de bolus o infusiones cortas inter-
mitentes, aunque a veces serán necesarias infusiones continuas que aseguren concentraciones
constantes en el estado de equilibrio, al mismo tiempo que eviten las elevadas concentracio-
nes iniciales que se producen con la administración tipo bolus, que podrían determinar la apa-
rición de efectos adversos. Por ello, cuando el fármaco tiene una t1/2 muy corta, la infusión intra-
venosa continua puede ser la forma más adecuada de administrar el fármaco.
CAPÍTULO 16: REGÍMENES DE DOSIFICACIÓN 479
relativamente sencilla, puesto que la K0 deriva directamente del producto de CL por Css, des.
La programación de un régimen de dosificación adecuado para alcanzar una Css, des es
La selección del t tiene importantes repercusiones desde el punto de vista terapéutico por-
que determina la amplitud de las fluctuaciones entre las concentraciones plasmáticas máxi-
ma y mínima y el grado de acumulación del fármaco en el organismo. La acumulación no
es una propiedad inherente a los fármacos, es decir no hay fármacos que se acumulan y fár-
macos que no se acumulan, sino que el incremento progresivo de las concentraciones tras la
administración de dosis sucesivas es una consecuencia de las cantidades remanentes de dosis
muy estrecho (CMT < 2 CME) la selección de un t igual a t1/2 implicaría que en un interva-
dicionando seriamente el cumplimiento. Por otra parte, en fármacos de margen terapéutico
ss
lo de dosificación las fluctuaciones entre C max ss
y C min superarían la amplitud del margen tera-
péutico (DiPiro, J.T., 1996).
Una posible alternativa es la estimación de t como el tiempo necesario (ecuación 16.1)
para que la concentración se reduzca desde Cmax,des a Cmin,des. Así, mediante la ecuación 16.2
se calcula el máximo t permitido (tmax).
de donde:
1 C
Ln max, des
ke Cmin, des
τ max = (16.2)
Cmax, des
τ max = 1, 44 t1/2 Ln
Cmin, des
(16.3)
Cuando se utiliza esta estrategia y el valor calculado para t deba ser redondeado, se hará
siempre por defecto ya que, en caso contrario, las fluctuaciones entre Cmaxss ss
y Cmin excederían
las deseadas, con el consiguiente riesgo de alcanzar concentraciones plasmáticas de fármaco
fuera del margen terapéutico.
Es preciso tener en cuenta que cuando la administración se realiza por una vía extrava-
sal o mediante infusiones intermitentes, al t calculado debería añadírsele el tiempo necesa-
rio para alcanzar la Cmax o el tiempo de duración de la infusión, respectivamente, aunque,
especialmente cuando el proceso de absorción o la velocidad de infusión son rápidos, dichos
tiempos puede ser despreciables.
CAPÍTULO 16: REGÍMENES DE DOSIFICACIÓN 481
Además, si t había sido estimado correctamente, la eficacia del tratamiento estará asegura-
da. Con frecuencia, la D calculada no corresponde a cantidades exactamente iguales a las
contenidas en las formas de dosificación disponibles o a fracciones simples de las mismas;
en este caso, se redondeará a la cantidad más próxima, pero siempre por defecto para evitar
que se exceda la Cmax,des. Puesto que la dosis administrada va a ser inferior a la calculada, es
Los cálculos necesarios en el caso de terapias antimicrobianas, en las que sólo sea pre-
15.49 y 15.44.
FD
= ke Ass (16.4)
τ
-
donde Ass es la cantidad media de fármaco en el organismo en un intervalo de dosificación,
una vez alcanzado el estado de equilibrio.
Puesto que la cantidad de fármaco es equivalente al producto de la concentración por Vd
entonces:
F ·D
= ke ·Vd Css (16.5)
τ
482 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
de donde se deduce:
F⋅D
Css =
CL p ⋅ τ (16.7)
Esta ecuación, que permite calcular la velocidad de administración del fármaco (rela-
ción D/t, equivalente en el caso de infusiones intermitentes a la k0) necesaria para alcanzar
una concentración plasmática media deseada en el estado de equilibrio, pone claramente de
manifiesto que la D depende del aclaramiento plasmático del fármaco y es particularmente
útil para fármacos de semivida larga o muy larga, en los que las fluctuaciones entre la
ss
Cmax y Cssmin no son muy acusadas y, por tanto, no se alejan considerablemente del valor de
la concentración media en el estado de equilibrio.
Algunas situaciones clínicas requieren un efecto terapéutico a corto plazo, no siendo posi-
ble esperar el tiempo preciso para que el fármaco se acumule y se alcancen las concentra-
ciones deseadas. En estos casos, se recurre a la administración de una dosis inicial, deno-
minada dosis de choque o dosis de carga (D*), de magnitud suficiente para alcanzar desde
el inicio del tratamiento concentraciones terapéuticas, que pueden ser posteriormente man-
Puesto que la D* es la dosis necesaria para alcanzar rápidamente una concentración plas-
tenidas con la D.
mática deseada, puede considerarse como la cantidad de fármaco que se precisa para relle-
nar un espacio teórico equivalente al Vd y, por lo tanto, puede calcularse a partir de dicho
parámetro y de la Cmax,des, ya que en la administración i.v.:
D
C0 =
Vd (16.8)
quier tiempo t dentro del intervalo de dosificación, previamente definida como factor de acu-
mulación (R): (Shargel, L., 1985).
C1,t D∗
R=
Css,t D
= (16.10)
de donde:
D* = D · R (16.11)
Es preciso señalar que la D* sólo influye en el tiempo necesario para alcanzar unas con-
centraciones deseadas, pero no determinará, en absoluto, las concentraciones de fármaco que
ción se refiere, exclusivamente de D y t (Shargel, L., 1985). Por ello, la selección de una D*
se alcanzarán en el estado de equilibrio, que dependerán, en lo que al régimen de dosifica-
so o por defecto, según se administre una D* mayor o menor que la calculada) durante un
no exactamente igual a la calculada sólo originará concentraciones no deseadas (por exce-
FIGURA 16.2. Curvas de concentraciones plasmáticas para regímenes de dosificación con iguales
dosis de mantenimiento (D) e intervalos de dosificación (t) y diferentes dosis de choque.
(Fuente: Adaptado de Shargel, L., Yu, A.B.C. Applied Biopharmaceutics and Pharmacokinetics.
2nd ed. Norwalk: Appleton-Century-Crofts. 241. 1985).
ce terapéutico, que puede ser definido como la relación entre las D que habitualmente ori-
corta (t1/2 < 3 horas); esto es particularmente cierto para fármacos que presenten un bajo índi-
484 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
ginan concentraciones tóxicas y las D que habitualmente dan lugar a concentraciones tera-
péuticas. Tales fármacos sólo podrán ser administrados adecuadamente mediante una per-
fusión endovenosa, a menos que sea permisible alcanzar las concentraciones consideradas
terapéuticas de forma intermitente.
frecuencia, pero cuanto mayor sea el intervalo de dosificación mayor será la D requerida para
Los fármacos con un índice terapéutico más elevado pueden ser administrados con menor
administra a intervalos (4-6 horas) considerablemente superiores a su t1/2 (≈1 hora), pero las
asegurar la eficacia del régimen prescrito. La penicilina es un ejemplo de fármaco que se
dosis administradas exceden notablemente las requeridas para alcanzar concentraciones plas-
máticas del antibiótico equivalentes a la concentración mínima eficaz para la mayoría de los
microorganismos sensibles.
Para fármacos con semividas cortas a intermedias (20 minutos - 8 horas) el principal deter-
minante del régimen de dosificación es el índice terapéutico. Los fármacos con un alto índi-
ce terapéutico pueden ser administrados a intervalos de tiempo que oscilan entre 1 y 3 semi-
vidas de eliminación. Sin embargo, si el índice terapéutico es bajo se requieren intervalos
CUADRO 16.1
Características de los regímenes de dosificación para mantener concentraciones terapéuticas
(Fuente: Adaptado de Rowland, M., Tozer, T.N. Clinical Pharmacokinetics. Concepts
and applications. Philadelphia: Lea & Febiger. 86. 1989).
≈1
Corta (20 min-3 h) – – Sólo perfusión
Intermedia (3-8 h) 1-2 3-6 dosis diarias o con
menor frecuencia formas
retardadas
Larga (8-24 h) 2-4 0,5-1
Muy larga (> 24 h) >2 <1 Cuidadoso control. Si se
producen efectos tóxicos se
tarda mucho tiempo en recu-
perar valores terapéuticos
CAPÍTULO 16: REGÍMENES DE DOSIFICACIÓN 485
nistración de las D una vez al día es adecuada y facilitará el cumplimiento por parte del pacien-
Si el fármaco presenta una semivida de eliminación muy larga (t1/2 > 24 horas), la admi-
te. En estos casos, las D* y D deben ser cuidadosamente programadas, puesto que al ser t
inferior a t1/2, se producirá una importante acumulación del fármaco y, en caso de producir-
se una intoxicación, las concentraciones plasmáticas pueden permanecer mucho tiempo por
encima de la CMT, como consecuencia de la lenta eliminación del fármaco.
El cuadro 16.1 resume las características principales que deben reunir los regímenes de
dosificación establecidos para alcanzar concentraciones terapéuticas de fármacos con dis-
tintos índices terapéuticos y diferentes semividas de eliminación (Rowland, M., 1989).
Las formulaciones de liberación retardada se caracterizan por presentar una liberación más
lenta que las formulaciones convencionales, de forma que la cinética de absorción se apro-
xima más a un proceso de orden cero que a un proceso de orden uno. Si estas formulacio-
nes se administran a los mismos intervalos que las formulaciones convencionales, las fluc-
ss
tuaciones entre las Cmax y Cssmin se reducen considerablemente (figura 16.3), siendo posible
aumentar los intervalos de dosificación y seguir manteniendo las concentraciones dentro del
media.
Los regímenes descritos previamente asumen que las dosis de fármaco administradas en cada
intervalo son de la misma magnitud y que los intervalos de dosificación son constantes. Sin
embargo, lo más habitual es que la administración del fármaco se realice durante los perío-
dos de vigilia y que los tiempos de toma de la medicación se ajusten a los hábitos de vida
del paciente, haciéndolos coincidir, por ejemplo, con el horario asociado a las comidas.
486 PARTE III: ANÁLISIS FARMACOCINÉTICO. DOSIS MÚLTIPLES
FIGURA 16.3. Evolución de las concentraciones plasmáticas de teofilina tras la administración oral
(600 mg) de una formulación convencional (curva A) y de una formulación de liberación retardada
(curva B), a intervalos de 24 horas.
F 1 n
Ct ,ss = Di e− keti
Vd 1 − e− ke 24 i −1
∑ (16.12)
intervalo de dosificación como el período de administración cíclica del fármaco, por ejem-
plo, una semana o tres días.
La figura 16.4 muestra la curva de concentraciones plasmáticas, una vez alcanzado el
estado de equilibrio, de ácido valproico administrado tres veces al día, en intervalos irregu-
lares (a las 9, 14 y 21 horas), siendo la última de las dosis diarias el doble de las anteriores.
F 1
Cmin, ss = ( D1e− ke 24 + D2e− ke 19 + D3e− ke 12 )
Vd 1 − e − ke 24 (16.13)
F 1
Cmax, ss = ( D1e− ke 16 + D2e− ke 11 + D3e− ke 4 )
Vd 1 − e− ke 24
(16.14)
Cuestiones y problemas
Liberación de fármacos
17
Cribado biofarmacéutico en el
descubrimiento de fármacos
y estudios de preformulación
17.1. Introducción
bilidad suelen plantear problemas muy serios en la etapa de desarrollo. Para identificar molé-
culas que no presenten estos inconvenientes hay que combinar el diseño basado en la estruc-
tura, que busca el óptimo en la actividad farmacológica, con el diseño basado en las propie-
dades, que se centra en las propiedades fisicoquímicas, biofarmacéuticas y toxicológicas. La
modelización molecular y la química combinatoria permiten sintetizar, con una gran rapidez
y un bajo consumo de reactivos, una gran variedad de compuestos entre los que hay que iden-
tificar los que encierran mayores posibilidades. Una selección incorrecta conducirá al fraca-
so del desarrollo del nuevo medicamento en una etapa avanzada del proceso, lo que inevita-
blemente irá acompañado de importantes perjuicios económicos.
Para que una NEQ tenga potencial como fármaco deberá satisfacer unos requerimien-
tos minímos en relación con cada una de estas cualidades; una deficiencia importante con
respecto a una sola de ellas impedirá que llegue a convertirse en fármaco. Las NEQ que supe-
ran las pruebas de selección se convierten en candidatos, que adquirirán entidad de fárma-
cos si son susceptibles de incorporarse a una forma farmacéutica. Salvo en situaciones muy
contadas, los fármacos no se utilizan como productos químicos aislados. En general, para
que un tratamiento sea seguro y eficaz, el fármaco se ha de administrar formando parte de
un sistema más o menos complejo, que se conoce como forma farmacéutica o forma de dosi-
ficación. El fármaco en una forma farmacéutica convenientemente acondicionada y enva-
sada que cuenta con la aprobación de la agencia regulatoria competente, se conoce como
medicamento. La forma farmacéutica responde a objetivos de índole y complejidad muy diver-
sas, algunos de los cuales se indican en el cuadro 17.1.
CUADRO 17.1
Objetivos que se persiguen con la incorporación de un fármaco a una forma farmacéutica
Para hacer una primera valoración de las posibilidades de llegar a ser un fármaco con
que cuenta una NEQ farmacológicamente activa, Lipinski llevó a cabo un análisis global de
las propiedades de todos los medicamentos orales comercializados. Los resultados de este
análisis permitieron identificar las características de las moléculas que condicionan en mayor
medida la hidrosolubilidad y la capacidad de paso a través de las membranas biológicas, y
constituyeron la base de la regla de Lipinski, que establece que la molécula debe cumplir, al
menos, tres de las cuatro condiciones siguientes:
1. No contar en su estructura con más de 5 grupos que actúen como dadores en la for-
mación de puentes de hidrógeno; por ejemplo, átomos de nitrógeno u oxígeno uni-
dos a uno o más átomos de hidrógeno.
2. No contar en su estructura con más de 10 grupos con átomos de nitrógeno o de oxí-
geno que actúen como aceptores en la formación de puentes de hidrógeno.
3. Peso molecular inferior a 500 Da.
4. Lipofilia intrínseca (logaritmo del coeficiente de reparto octanol/agua, logP) inferior a 5.
El hecho de que todos los valores límite sean múltiplos de 5 ha llevado a que esta regla
se conozca también como “regla de los 5”. Están disponibles en el mercado programas infor-
máticos que permiten estimar fácilmente todos estos parámetros in silico, lo que facilita el
uso de la regla de Lipinski para priorizar las NEQ. Sin embargo, es necesario actuar con cau-
tela puesto que su aplicación estricta puede llevar a que se eliminen moléculas que, si se mejo-
rasen en alguno de los parámetros críticos, podrían llegar a ser útiles como fármacos.
Las nuevas técnicas de HTS hacen posible la evaluación in vitro de un gran número de
muestras en un tiempo reducido. Para ello, los ensayos se realizan en placas con un número
considerable de pequeños pocillos (96 a 1536) en los que se disponen las disoluciones de
cada NEQ (figura 17.2). Para efectuar de manera rápida las determinaciones analíticas que
se requieren en cada caso, se utilizan equipos de espectrofotometría UV-visible, fluorescen-
cia o cromatografía líquida-espectrometría de masas (LC-MS o LC-MS/MS).
FIGURA 17.2. Placa para ensayos HTS de 96 pocillos y lector de absorbancia (UV-visible)
y fluorescencia (en la ampliación de la izquierda se muestra la forma de los pocillos).
a) Relevancia: los datos que se generen in vitro deben reflejar aspectos representativos
del comportamiento in vivo como, por ejemplo, la absorción, la distribución o la meta-
496 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
bolización. Para que ello sea posible, el procedimiento se validará con patrones de
comportamiento in vivo bien conocido.
b) Efectividad: la aplicación del cribado debe conducir al rechazo de un porcentaje ele-
vado de las NEQ que se sometan al ensayo. Si no es así, el cribado sólo servirá para
introducir demoras en el proceso de selección.
c) Rapidez: el procedimiento debe ser suficientemente rápido para hacer frente al ele-
vado ritmo de síntesis de NEQ. El cumplimiento de este requisito es irrenunciable,
aún cuando obligue a flexibilizar los criterios de exactitud.
d) Versatilidad: el procedimiento debe ser aplicable a una variedad muy amplia de estruc-
turas químicas.
e) Exactitud y reproducibilidad: los resultados de un solo ensayo deben llevar a una clasi-
ficación correcta de las NEQ, sin que se produzcan falsos positivos ni falsos negativos.
Para llevar a cabo los ensayos de HTS, las NEQ se disuelven en dimetilsulfóxido (DMSO),
que es miscible con el agua y se comporta como un buen disolvente de sustancias hidrofílicas
y lipofílicas. Por lo tanto, la técnica permite evaluar la actividad farmacológica de moléculas
muy diversas sin que una hidrosolubilidad deficiente represente un obstáculo para la identifi-
cación de un candidato a fármaco. El procedimiento habitual consiste en someter, por una sola
vez, a cada una de las NEQ integrantes de la totalidad de la biblioteca o de una de sus seccio-
nes a un ensayo in vitro de HTS de afinidad por receptores o por otras estructuras caracterís-
ticas de la diana. Las NEQ que muestran afinidad (primary hits) se vuelven a evaluar para con-
firmar el resultado. Las que superan el segundo ensayo (confirmed hits) se evalúan en cuanto
al mecanismo de acción, potencia y selectividad, y las NEQ que se muestran más prometedo-
ras se clasifican como moléculas cabeza de serie (figura 17.1). La identificación de estas molé-
culas cabeza de serie y la remoción temprana y sistemática de falsos positivos (NEQ que supe-
ran el ensayo pero que no tienen realmente actividad) junto con la identificación de falsos
negativos (NEQ que tienen actividad pero que no superan el ensayo) resultan vitales para el
éxito del cribado. Se pueden producir resultados erróneos por una sensibilidad insuficiente de
la técnica analítica, un fallo en el análisis de alguno de los pocillos o una contaminación cru-
zada entre pocillos. El elevado riesgo de que se produzcan fallos determina la necesidad de
que los protocolos de trabajo incluyan el reanálisis de las NEQ seleccionadas tras el primer
cribado, a pesar de la inversión de tiempo que esto supone. Después del segundo cribado, se
continúa el proceso con la estructura que dió mejores resultados y también con otras que pre-
sentan menor afinidad pero que, en ensayos posteriores, pueden llegar a ser identificadas como
mejores candidatos. De hecho, es frecuente que NEQ cabeza de serie con elevada afinidad por
la diana carezcan de otras cualidades que son imprescindibles para que puedan llegar a con-
vertirse en fármacos. Esto tiene una gran trascendencia práctica puesto que, si sólo se aplica-
sen criterios de afinidad por el receptor, las NEQ seleccionadas serían siempre las de mayor
tamaño, más alta lipofília y más baja hidrosolubilidad.
A) Absorción
Dmem K mem
Pmem =
h (17.2)
aporta información sobre la aptitud de las moléculas para pasar a través de las membranas
y, junto con la solubilidad, resulta muy útil para valorar las posibilidades de absorción de las
NEQ. La permeabilidad y la solubilidad dependen de la tendencia de la NEQ a ionizarse, de
la que informa el pKa. En general, la NEQ no ionizada presenta una hidrosolubilidad más
baja pero es más lipofílica y atraviesa mejor las membranas. Sin embargo, una lipofilia exce-
siva puede conducir a la retención por los componentes de la membrana o por otros com-
puestos biológicos. Por lo tanto, la solubilidad y la lipofilia deben evaluarse de manera sis-
temática en las NEQ cabeza de serie.
1. Ensayos de solubilidad
Los métodos clásicos de evaluación de la solubilidad requieren que se alcance el equi-
librio termodinámico en medio acuoso antes de efectuar la medida, lo que tarda al menos un
498 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
día en ocurrir. En los procedimientos de HTS se preparan disoluciones de las NEQ en DMSO
(10-30 mm), a continuación, se efectúan diluciones en serie en pocillos con tampón de pH
7.4 y las placas se llevan a un equipo de análisis para detectar la formación de un precipita-
do, o para cuantificar la concentración de la NEQ en la fase acuosa después de separar el
precipitado por filtración. La elevada capacidad disolvente del DMSO y el corto espacio de
tiempo que transcurre entre la dilución y la medida (a veces insuficiente para que se pro-
duzca el enturbiamiento y la precipitación en las disoluciones) determinan que con frecuencia
se obtengan por los métodos de HTS solubilidades aparentes superiores a la solubilidad ter-
modinámica en agua.
2. Ensayos de lipofilia
[ NEQ ]octanol
Po / w =
[ NEQ ]agua (17.3)
El logaritmo de Po/w para la forma no ionizada de la NEQ se conoce como lipofilia intrín-
seca. Si las moléculas presentan grupos ionizables, se utiliza el coeficiente de distribución
logD para medir su lipofilia efectiva. Este parámetro se determina como un coeficiente de
reparto en unas condiciones de pH y composición del medio acuoso determinadas, que se
deben indicar de manera explícita junto con cada dato. Por ejemplo, logD7.4oct representa la
lipofilia efectiva estimada utilizando octanol y un medio acuoso de pH 7.4. En general, las
moléculas con valores positivos de logD7.4oct atraviesan bien las membranas biológicas, mien-
tras que las que presentan valores negativos lo hacen con dificultad. La lipofilia intrínseca
se puede estimar a partir de la estructura de la molécula por procedimientos in silico. Para
evaluarla in vitro se puede acudir a una de las siguientes aproximaciones:
tiempos de análisis de pocos minutos, registrando por ejemplo la evolución del espec-
tro de absorción ultravioleta-visible de las muestras en gradiente de pH. El pKa tam-
bién se puede estimar a partir de los perfiles de movilidad que se obtienen por elec-
troforesis capilar. El logPo/w se determina como se describe en el apartado anterior
utilizando como fase acuosa un medio en el que la NEQ no está ionizada.
tions), y b) medida de la permeabilidad. Para que se forme una monocapa continua de células
las células hasta que se produce la confluencia y se establecen uniones estrechas (tight-junc-
Caco-2 se requieren 21 días de crecimiento, lo que supone un tiempo muy largo para una téc-
nica de HTS. Una posible alternativa son las células de riñón de perro (MDCK) que requieren
entre 3 y 7 días de crecimiento, aunque tienen el inconveniente de que infraexpresan las bom-
bas de eflujo por lo que tampoco son adecuadas para evaluar las NEQ susceptibles de experi-
mentar este mecanismo.
Las membranas artificiales de bicapas de fosfolípidos formadas sobre microfiltros (mem-
brana artificial paralela para ensayos de permeabilidad, PAMPA), que se disponen en poci-
llos de manera similar a las monocapas celulares, y las membranas artificiales inmobiliza-
das en columnas de cromatografía (IAM) son muy útiles para obtener información rápida
sobre la capacidad para atravesar membranas por difusión pasiva de un número elevado de
500 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
NEQ. Al igual que las células Caco-2, las técnicas de IAM y PAMPA pueden infraestimar
la absorción de compuestos que experimentan transporte activo o paracelular in vivo; pero
son muy adecuadas, especialmente el sistema PAMPA, para efectuar un cribado rápido de
moléculas con propiedades de absorción deficientes.
La evaluación conjunta de la hidrosolubilidad y la permeabilidad permite ubicar las NEQ
en una de las cuatro clases del sistema de clasificación biofarmacéutica (SCB) de fármacos
que se administran por vía oral (figura 17.3). El SCB tiene como objetivo predecir el com-
portamiento in vivo de un fármaco a partir de datos de solubilidad y permeabilidad in vitro.
La posición de un fármaco en el SCB sirve como criterio a las agencias regulatorias para esta-
blecer los ensayos que se requieren para el registro de medicamentos de administración oral
y, en particular, para establecer la necesidad de llevar a cabo estudios de bioequivalencia. En
las etapas tempranas del descubrimiento, el SCB constituye una herramienta muy útil para dife-
renciar las NEQ con mayor potencial para ser administradas por vía oral (clase I) de las que pre-
visiblemente plantearán problemas de formulación en etapas posteriores para resolver deficiencias
en la biodisponibilidad. Por lo tanto, la clasificación de las NEQ cabeza de serie siguiendo este
criterio es esencial para valorar su potencial. Cuando las NEQ cabeza de serie no se encuadran
en la clase I, se deberá considerar ya en esta etapa la posibilidad de preparar sales con solubili-
dad o permeabilidad mejorada.
B) Distribución
se utilizan modelos informáticos y técnicas in vitro de HTS. Los métodos clásicos de diáli-
sis en el equilibrio se han adaptado a los ensayos en placas utilizando insertos que se ajus-
tan al tamaño de los pocillos. Cada inserto está constituido por dos compartimentos abier-
tos por el extremo superior y separados verticalmente por una membrana de diálisis. En uno
de los compartimentos se introduce, utilizando un sistema automatizado de dosificación, la
disolución de la NEQ con seroalbúmina humana y en el otro tampón fosfato de pH 7.4. El
sistema está diseñado para conseguir una relación superficie de membrana/volumen de diso-
lución muy alta y los materiales con los que se fabrica minimizan el riesgo de unión ines-
pecífica. Sometiendo el sistema a agitación, se alcanza el equilibrio en pocas horas. A con-
tinuación, se retira un pequeño volumen de muestra de cada compartimento y se lleva, también
de manera automatizada, al equipo analítico. También se han desarrollado procedimientos
semiautomáticos de ultrafiltración que permiten ensayar cuatro NEQ de manera simultánea,
lo que reduce considerablemente el consumo de plasma. A pesar del avance que ha supues-
to la incorporación de estos nuevos sistemas, el número de NEQ que se pueden ensayar en
paralelo sigue siendo reducido, lo que determina que si el número de compuesto es muy ele-
vado, el tiempo de cribado resulte excesivo.
Los métodos cromatográficos, utilizando fases estacionarias con seroalbúmina humana
químicamente unida y detección por espectrometría de masas, permiten llevar a cabo análi-
sis en pocos minutos. En una misma columna se pueden ensayar cientos de compuestos. El
equipo se calibra con fármacos de comportamiento conocido y, a partir de los tiempos de
retención, se estima la constante de unión de las NEQ. También se han puesto a punto téc-
nicas de análisis frontal-electroforesis capilar (FACE) y electroforesis de afinidad capilar
(ACE) que permiten caracterizar la unión a proteínas comparando la movilidad electroforé-
tica del complejo fármaco-proteína con la del fármaco libre. Estas técnicas tienen la venta-
ja de que las medidas se hacen en una sola etapa, lo que agiliza el cribado. Además, los ensa-
yos transcurren en condiciones cuasi-fisiológicas y reflejan la unión en el equilibrio.
La evaluación temprana de la aptitud de las NEQ para salvar la barrera hematoence-
fálica resulta de gran interés para seleccionar moléculas útiles en el tratamiento de pato-
logías del sistema nervioso central, y también para eliminar las NEQ destinadas a otras
patologías que puedan plantear problemas de neurotoxicidad. Un buen modelo in vitro de
barrera hematoencefálica son las monocapas de células endoteliales de microvasos de cere-
bro (BMEC), utilizados en los ensayos de manera similar a las células Caco-2. Para con-
seguir información rápida sobre la capacidad de penetración de las NEQ en el sistema ner-
vioso central, se puede acudir a los mismos procedimientos semiautomáticos de
ultrafiltración utilizados en los estudios de unión a proteínas, sustituyendo las proteínas
plasmáticas por homogenados de cerebro. A partir de los resultados que se obtienen por
este procedimiento, se clasifican las NEQ en moléculas con buena o con deficiente capa-
cidad de penetración en el cerebro.
C) Metabolización
en el hepatocito, se logra que cuando éste se exprese, el gen reportero también lo haga. De esta
manera, la expresión del gen de interés se cuantifica indirectamente midiendo la fluorescen-
cia o la luminiscencia en el cultivo celular. Los ensayos que utilizan genes reporteros unidos a
los genes que codifican enzimas del citocromo P450 permiten clasificar en pocas horas las NEQ
como inductoras fuertes, inductoras débiles o no inductoras.
D) Toxicidad
Puesto que los ensayos en animales sólo se efectúan una vez que se han seleccionado los
candidatos a fármacos, los estudios in silico e in vitro responden a la necesidad de descartar lo
antes posible las NEQ que presentan deficiencias relacionadas con la toxicidad. En primer lugar,
las NEQ se comparan con moléculas para las que se cuenta con información sobre toxicidad in
vivo recogida en bases de datos y se eliminan las similares a las más tóxicas. Las restantes NEQ
se someten a ensayos de citotoxicidad in vitro en los que se evalúan alteraciones de funciones
bioquímicas responsables de la viabilidad celular y cambios en la integridad de la membrana
relacionados con la desintegración celular. En función de los objetivos del cribado se opta por:
a) un ensayo de viabilidad, en el que se mide la actividad celular para conocer el número de célu-
las viables; b) un ensayo de toxicidad, que mide parámetros relacionados con el grado de dete-
rioro celular; o c) una combinación de ambos ensayos. Se dispone de una amplia variedad de
tests toxicológicos in vitro, algunos adaptados a la tecnología HTS. Los procedimientos de HTS
se diseñaron inicialmente para ensayar una sola concentración (10 mM) una sola vez o por dupli-
cado. De esta manera se consigue procesar un número elevado de compuestos en un tiempo redu-
cido, pero la interpretación de los resultados es difícil debido a la variabilidad biológica, a pro-
blemas de solubilidad y a que los efectos tóxicos dependen de la concentración de la NEQ en
el medio de cultivo. El HTS cuantitativo, que se desarrolló posteriormente, permite estudiar una
serie amplia de concentraciones de cada compuesto y aporta datos más fiables.
La forma de proceder habitual consiste en hacer un seguimiento de algunos marcadores
de toxicidad en cultivos de hepatocitos humanos. Por ejemplo, la secreción de la enzima lac-
tato deshidrogenasa sirve como índice de citotoxicidad, los cambios en los niveles de ATP
reflejan alteraciones en la función de ciertas enzimas, y la síntesis de triglicéridos es indi-
cativa de alteraciones de la función hepática. Para evaluar una posible toxicidad renal, se usan
504 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
cultivos de células de riñón y para descartar las NEQ que producen alteraciones en la repo-
larización cardíaca asociadas a bloqueos en canales de potasio, se hacen ensayos hERG con
células cardíacas. Por último, los efectos mutagénicos de las NEQ se evalúan en bacterias
(test de Ames) y en células de mamíferos (test de micronúcleos). Excepto en situaciones muy
concretas, los compuestos mutagénicos no pasan a la fase de desarrollo.
CUADRO 17.2
Algunos contraiones que forman parte habitualmente de sales de fármacos
Cationes Aluminio, amonio, benzatina, bismuto, calcio, cinc, colina, dietanolamino, dietila-
mino, litio, magnesio, meglumina (1-deoxi-1-metilamino-sorbitol), potasio, procaína,
sodio, TRIS (tris(hidroximetil)aminometano).
Antes de decidir la sustitución de una molécula libre por una sal hay que valorar las con-
secuencias que se pueden derivar para su comportamiento in vivo. En particular, hay que pres-
tar atención a posibles cambios en la actividad farmacológica y a la repercusión de los cam-
bios de solubilidad sobre la biodisponibilidad. Además, el contraión puede causar un
incremento en la toxicidad sistémica del fármaco o en los efectos secundarios a nivel local.
Por último, los contraiones fuertemente polares pueden afectar negativamente a la estabili-
dad del fármaco, promoviendo la humectación y facilitando las reacciones de hidrólisis en
estado sólido. Una selección incorrecta de la sal que obligue a cambiar el contraión en el
transcurso del desarrollo, implicará la necesidad de reiniciar los estudios de preformulación.
Para mejorar las propiedades fisico-químicas y biofarmacéuticas de las moléculas, también
se pueden preparar profármacos que son derivados sintéticos del fármaco, generalmente éste-
res o amidas. Los profármacos no presentan actividad farmacológica en sí mismos, pero una
vez en el organismo experimentan procesos de hidrólisis química o enzimática que dan lugar
a la molécula original.
Una vez definida la molécula con la que se va a proseguir el desarrollo (fármaco libre,
en forma de sal o profármaco), se inician los estudios de preformulación para completar su
perfil fisicoquímico, biofarmacéutico y tecnológico, hasta alcanzar un nivel de definición
suficiente para preparar formas farmacéuticas eficaces, seguras y estables. El diseño de la
forma farmacéutica se puede ajustar para corregir las deficiencias que pueda presentar el
fármaco en alguna de sus propiedades.
506 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
17.3. Preformulación
CUADRO 17.3
Propiedades de interés en un estudio de preformulación
En el cuadro 17.3 se indican los cuatro aspectos a los que se suele prestar atención en
los estudios de preformulación. Los estudios in vitro comprenden, principalmente, la eva-
luación de las propiedades en estado sólido y los ensayos de solubilidad, lipofilia, estabili-
dad y compatibilidad con excipientes. En los estudios in vivo se genera información adicio-
nal sobre la absorción, la distribución, la eliminación y la toxicidad del fármaco, y se estiman
los parámetros farmacocinéticos básicos. La atención que requiere cada uno de estos aspec-
tos depende de las peculiaridades del fármaco, de la vía de administración y de las formas
farmacéuticas concretas que se pretende desarrollar. En cualquier estudio de preformulación
es primordial sentar las bases para poner a punto formas sólidas orales que permitan admi-
nistrar el fármaco en las dosis adecuadas para cubrir distintos tratamientos y grupos de pobla-
ción. Alrededor del 80% de los medicamentos se comercializan en formas orales aun cuan-
do también estén disponibles en formas destinadas a otras vías. Por ejemplo, el diclofenaco
está comercializado en comprimidos y cápsulas de liberación inmediata y modificada, y tam-
bién en geles, colirios, supositorios y disoluciones inyectables; y la amoxicilina está dispo-
nible en comprimidos, cápsulas, polvo para suspensión extemporánea, disolución para admi-
nistración intravenosa o intramuscular, jarabe y gotas pediátricas. Sólo se prescinde de la vía
oral cuando resulta terapéuticamente inadecuada o tecnológicamente impracticable. Las for-
mas parenterales representan entre el 10 y el 15% de los medicamentos comercializados, pero
la preparación de un inyectable resulta imprescindible en todos los casos para poder llevar
a cabo los estudios preliminares de biodisponibilidad, metabolización y toxicidad y para esta-
blecer las dosis terapéuticas.
CUADRO 17.4
Propiedades del fármaco directamente relacionadas con su estructura interna y su hábito cristalino
rimentan procesos de fusión y, en general, son más solubles y se disuelven más rápidamen-
te, pero tienen el inconveniente de que tienden a evolucionar hacia formas cristalinas más
estables. Las formas cristalinas pueden ser anhidras o, más frecuentemente, incorporar molé-
culas del disolvente en el que ha tenido lugar la cristalización. Si las moléculas de disolvente
se encuentran en proporciones estequiométricas y ocupan posiciones definidas en la estruc-
tura del cristal, se dice que el fármaco se encuentra solvatado. Este es el caso de los hemihi-
dratos, los monohidratos y los dihidratos, que son fármacos que incorporan agua en relación
molar 0,5:1, 1:1 o 2:1 formando parte de su estructura cristalina. Los clatratos contienen pro-
porciones variables de agua y su comportamiento es difícil de predecir, por lo que resultan
poco útiles. En algunos casos las moléculas de fármaco se pueden ordenar con distintos gra-
dos de empaquetamiento y energías de enlace, para dar lugar a polimorfos. Cuanto mayor
es la energía de enlace, más estable es la estructura cristalina y, por lo tanto, más elevada la
temperatura de fusión y más baja la solubilidad. En consecuencia, el polimorfismo puede
tener importantes repercusiones sobre la biodisponibilidad de los fármacos hidrofóbicos, aun-
que es menos relevante en el caso de los fármacos hidrofílicos puesto que todas las formas
cristalinas son muy solubles.
Para seleccionar el polimorfo más conveniente para proseguir el desarrollo, hay que cris-
talizar el fármaco en tantas formas como sea posible. Para ello, se preparan disoluciones en
distintos medios utilizando placas de HTS y se someten a diferentes tratamientos, que inclu-
yen la aplicación de ciclos de calor/enfriamiento, la adición de no disolventes y la evapora-
ción del disolvente. Se caracteriza la estructura cristalina de los polimorfos obtenidos y se
determina su punto de fusión. Hay que tener en cuenta la posibilidad de que un polimorfo
evolucione hacia otra forma más estable. Los fármacos y los excipientes que presentan poli-
morfismo se comportan en general como monotrópicos; es decir, sólo es estable una forma
cristalina y todas las demás son metaestables por lo que tienden a transformarse en la forma
estable. El proceso de transformación puede ser más o menos rápido dependiendo de las con-
diciones ambientales. Por su parte, los polimorfos enantiotrópicos pueden experimentar tran-
siciones reversibles en ciertas condiciones de presión y temperatura. Dado que el polimor-
fo más estable es el que presenta la velocidad de disolución más lenta, puede resultar preferible
utilizar una forma metaestable siempre que no exista riesgo de que evolucione a la forma
estable durante la preparación o el almacenamiento de la forma farmacéutica. El árbol de
decisión de la figura 17.5 resulta muy útil para planificar la caracterización de un sólido y
establecer criterios para la selección de la forma cristalina con la que se debe proseguir el
desarrollo del medicamento.
La microscopía óptica con luz polarizada permite diferenciar las partículas amorfas y los
cristales cúbicos, que son isotrópicos, no transmiten la luz y se observan como manchas negras,
de los cristales ortorrómbicos, monoclínicos y triclínicos, que son anisotrópicos y se muestran
como puntos coloreados y brillantes. Los microscopios con sistema de calefacción acoplado
permiten seguir los cambios que experimentan las partículas (pérdida de agua de cristaliza-
ción, transiciones cristalinas, fusión, recristalización y descomposición) a medida que se va
elevando la temperatura. La calorimetría diferencial de barrido (DSC) es la técnica de elección
para determinar temperaturas de transición vítrea y puntos de fusión y resulta muy útil para
detectar la presencia de impurezas. La difracción de rayos X permite establecer de manera con-
cluyente y con cantidades de muestra muy pequeñas, si el fármaco es amorfo o cristalino.
510 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
FIGURA 17.5. Árbol de decisión para planificar los estudios de caracterización de polimorfos
(Fuente: www.ich.org/fileadmin/Public_Web_Site/ICH_Products/Guidelines/Quality/Q6A/
Step4/Decision_Trees.pdf, septiembre 2012).
La mayor parte de los fármacos son moléculas orgánicas relativamente pequeñas para
las que resultan adecuadas las técnicas que se describen en los apartados anteriores. Sin embar-
go, en los últimos años se está produciendo una incorporación progresiva de fármacos de
origen biotecnológico, principalmente péptidos, proteínas, enzimas y anticuerpos mono-
clonales. Algunas proteínas se pueden aislar y purificar a partir de fuentes naturales, pero
resulta difícil extraerlas en las cantidades y con los niveles de pureza que se requieren para
sus aplicaciones terapéuticas, lo que ha llevado a desarrollar procedimientos de obtención
por técnicas de ADN recombinante. Para ello, se construyen genes recombinantes que se intro-
ducen en una bacteria o en una levadura. Aunque los productos de origen biotecnológico,
mayoritariamente con estructura glucoproteica, representan aún un porcentaje limitado del
total de fármacos, su ritmo de crecimiento e introducción en el mercado es muy superior al
de los fármacos convencionales. En los últimos seis años la FDA aprobó alrededor de un
centenar de nuevos medicamentos y vacunas basados en fármacos biotecnológicos y se esti-
man en más de 400 los que se encuentran en ensayos clínicos.
La mayor parte de las proteínas que se usan en sistemas terapéuticos son moléculas endó-
genas de actividad y mecanismos de acción bien conocidos. Para que las proteínas recom-
CAPÍTULO 17: CRIBADO BIOFARMACÉUTICO EN EL DESCUBRIMIENTO DE FÁRMACOS 511
binantes mimeticen las funciones de sus homólogas endógenas, hay que administrarlas en
formas farmacéuticas que hagan posible su acceso al lugar de acción manteniendo la con-
formación requerida. Además, las formulaciones deben ser estables bajo condiciones de con-
servación definidas durante períodos de tiempo suficientemente prolongados. En el cuadro
17.5 se muestran las formas farmacéuticas en las que se suelen administrar los fármacos pep-
tídicos. En general se utiliza la vía parenteral, pero también se han desarrollado formula-
ciones para administración nasal y pulmonar.
CUADRO 17.5
Principales vías de administración y formas farmacéuticas utilizadas en la administración
de fármacos de origen biotecnológico
funcionalidad (por ejemplo, como enzima o como hormona). Las interacciones débiles
mediante enlaces no covalentes entre cadenas peptídicas con estructura terciaria conducen
a la formación de complejos de mayor tamaño, que constituyen la estructura cuaternaria de
la proteína.
La secuencia de aminoácidos se puede caracterizar por procedimientos relativamente sen-
cillos (digestión con tripsina y análisis por cromatografía acoplada a espectrometría de masas).
En cambio, para caracterizar la disposición espacial de las proteínas, en particular cuando
están constituidas por mezclas de isoformas, es necesario integrar datos procedentes de la
aplicación de numerosas técnicas (como dicroismo circular, espectofotometría IR y de fluo-
rescencia, resonancia magnética nuclear, calorimetría, difracción de rayos X, inmunoensa-
yos, electroforesis y ultracentrifugación) que aportan información complementaria. La con-
taminación de las proteínas con restos celulares y componentes del medio de cultivo puede
causar reacciones inmunogénicas graves; por lo tanto el análisis de impurezas es un aspec-
to especialmente crítico en la caracterización de las proteínas terapéuticas.
B) Higroscopicidad
Los fármacos pueden captar humedad del ambiente e incorporarla como agua absorbi-
da o como agua de hidratación. Este hecho debe ser tenido en cuenta porque cualquier cam-
bio en el contenido en humedad puede tener repercusiones muy importantes sobre el com-
portamiento de los fármacos durante los procesos de elaboración (por ejemplo, cambios en
las propiedades de flujo o en el comportamiento frente a la compresión) y sobre la estabili-
dad química y física de los propios fármacos y de las formas farmacéuticas, en especial cuan-
do el fármaco es el componente mayoritario. En general, deben evitarse los fármacos que
presenten una tendencia marcada a captar agua del ambiente.
En los estudios de preformulación se construyen las curvas de humedad de equilibrio (sor-
ción/desorción de humedad) que muestran el contenido en humedad del fármaco en función
de la humedad relativa del ambiente. La velocidad de captación de agua se debe determinar en
las condiciones de temperatura y humedad ambiental en las que previsiblemente va a ser mane-
jado o conservado el fármaco y, posteriormente, el medicamento. Para obtener esta informa-
ción de manera rápida y sencilla, resultan muy útiles los equipos automatizados para medidas
de sorción de vapor. Las técnicas calorimétricas y la cromatografía también aportan datos de
interés para establecer las condiciones de manejo del fármaco y de sus formas farmacéuticas.
La Real Farmacopea Española clasifica los fármacos sobre la base de su contenido en
agua después de almacenarlos a 25 ºC durante 24 h en un ambiente de humedad relativa del
80%, en las siguientes categorías:
En general se acepta que los fármacos que, a 25 ºC y humedad relativa del 60%, tienen
una humedad de equilibrio superior al 5% en peso plantearán problemas durante el desarrollo
y la elaboración del medicamento.
La forma y el tamaño de las partículas tienen una gran influencia sobre numerosas pro-
piedades de interés tecnológico y biofarmacéutico y deben ser objeto de atención en los estu-
dios de preformulación, sobre todo si se pretende desarrollar una forma sólida o una suspen-
sión. La microscopía, el método Coulter y los procedimientos de dispersión de luz laser se
adaptan bien a las limitaciones habituales de cantidad de muestra y resultan muy útiles para
caracterizar la forma y el tamaño de las partículas. La rugosidad superficial y la estructura poro-
sa se pueden caracterizar por microscopía electrónica de barrido (SEM) o de fuerza atómica
(AFM) y por técnicas de adsorción de nitrógeno. A partir de la información obtenida se utili-
zan árboles de toma de decisión como el que se muestra en la figura 17.6, para establecer espe-
cificaciones más o menos rigurosas sobre las propiedades granulométricas del fármaco.
FIGURA 17.6. Árbol de decisión para valorar la importancia de la forma y el tamaño de las partículas
(Fuente: ICH. Quality Guideline Q6A, www.ich.org/fileadmin/Public_Web_Site/ICH_Products/Gui-
delines/Quality/Q6A/Step4/Decision_Trees.pdf, septiembre 2012).
514 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Si se pretende desarrollar una forma farmacéutica sólida, resulta esencial conocer las
propiedades de flujo del fármaco y los cambios que experimentan al mezclarlo con los exci-
pientes más usuales. Las propiedades de flujo son muy dependientes del tamaño y la forma
de las partículas, de su energía superficial y del contenido en humedad, y resultan determi-
nantes para establecer la estrategia de formulación. Un deterioro de las propiedades de flu-
jo durante el proceso de fabricación del medicamento puede obligar a hacer un replantea-
miento de la composición de la formulación o del proceso de elaboración (sustitución o
incorporación de algún excipiente, uso de sistemas de llenado forzado o inclusión de una
etapa de granulación). Un parámetro muy útil para caracterizar las propiedades de flujo duran-
te la preformulación es el índice de compresibilidad o índice de Carr:
dt − dap
Índice de compresibilidad (%) = ⋅ 100
dt (17.4)
En la ecuación anterior, dap y dt representan la densidad aparente del polvo antes y des-
pués de ser compactado. Valores de índice de Carr inferiores al 16% corresponden a fárma-
cos con buenas propiedades de flujo y valores superiores al 25% son característicos de fár-
macos con propiedades de flujo deficientes.
La mayor parte de los fármacos son sólidos pulverulentos con malas propiedades de com-
presión, que se pueden mejorar incorporando excipientes y efectuando una granulación antes
de comprimir. Si la dosis de fármaco es elevada, para poder seleccionar correctamente los
excipientes es necesario conocer los mecanismos de compresión. La formación de los com-
primidos requiere un balance adecuado entre la deformación plástica y la fragmentación de
las partículas. Si el fármaco se comprime por deformación plástica, deberán utilizarse exci-
pientes que se comprimen por fragmentación, como la lactosa o el fosfato cálcico. En cam-
bio, si las partículas del fármaco se fragmentan o experimentan deformaciones elásticas, se
seleccionarán excipientes que experimentan deformación plástica, como la celulosa micro-
cristalina. También hay que evaluar durante la preformulación la tendencia del fármaco a adhe-
rirse a las superficies metálicas de la máquina de comprimir.
Las propiedades de disolución del fármaco condicionan el desarrollo de formas sólidas y for-
mas líquidas. En la preformulación se determina la solubilidad en equilibrio, que es la canti-
dad máxima de sustancia que se puede disolver completamente en un cierto volumen de medio
disolvente. Para ello, se añade al medio un exceso de fármaco y se mantiene el sistema en
CAPÍTULO 17: CRIBADO BIOFARMACÉUTICO EN EL DESCUBRIMIENTO DE FÁRMACOS 515
∆H s 1
ln(solubilidad) = − ⋅ +C
R T
(17.5)
efecto marcado sobre la solubilidad. Las sales y los excipientes provocan a menudo cambios
en la conformación de las proteínas y enmascaran aminoácidos que participan en los proce-
sos de autoasociación, por lo que pueden afectar a la solubilidad. La utilización de ciclodex-
trinas y de agentes tensoactivos permite incrementar la solubilidad sin comprometer la con-
formación de la proteína. Por todas estas razones y, en particular, por la labilidad de la
conformación de las proteínas y su tendencia a interaccionar consigo mismas, con las super-
ficies y con solutos específicos, es difícil predecir la solubilidad y la determinación de la con-
centración más alta de proteína que se puede alcanzar sigue siendo un ejercicio empírico.
dM D
= ⋅ A ⋅ (C s − C )
dt h
(17.6)
para que C << Cs durante todo el ensayo (condiciones sink). De esta manera la ecuación ante-
condiciones de agitación. Se utiliza un volumen de medio de disolución suficientemente alto
M
= k ⋅t
A
(17.7)
( Ci − C w )
Po / w =
Cw (17.8)
a) Evaluar los efectos de los principales factores de inestabilidad (luz, calor, humedad,
oxígeno, pH).
b) Dilucidar los mecanismos de degradación y caracterizar las correspondientes cinéticas.
c) Identificar los productos de degradación.
Las limitaciones de tiempo obligan a plantear estudios acelerados, forzando las condicio-
nes ambientales para provocar la degradación. Para extrapolar los resultados a las condiciones
del proceso de elaboración y de almacenamiento, se suele aplicar la ecuación de Arrhenius,
aunque hay que tener en cuenta que en condiciones extremas se pueden activar mecanismos
que no tienen lugar en las condiciones habituales, lo que en algunos casos invalida las predi-
ciones.
La información que se obtiene en los estudios de estabilidad debe servir de base para
seleccionar los métodos de elaboración, los excipientes y los materiales de acondicionamiento
más adecuados para desarrollar medicamentos con un período de validez suficientemente
prolongado, que si es posible deberá ser de al menos tres años.
518 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
a) Estabilidad en disolución
En los estudios de preformulación se evalúa el efecto del pH, la luz y el oxígeno en las con-
diciones que se indican en cuadro 17.6. El mecanismo más frecuente de degradación de fár-
macos en disolución es la hidrólisis catalizada por iones H+ o iones OH–. Se preparan disolu-
ciones del fármaco en medios de pH extremo que se calientan hasta una temperatura elevada
(90 ºC) para provocar una rápida degradación, de manera que se puedan detectar y cuantificar
los productos de degradación y estimar la velocidad de degradación máxima. A continuación,
se construye el perfil pH-estabilidad en un intevalo de pH comprendido entre 1 y 8 y se deter-
mina el pH de máxima estabilidad. En el caso de los fármacos ionizables que requieren valores
extremos de pH para disolverse, es necesario llegar a un compromiso entre solubilidad y esta-
bilidad. También hay que prestar atención a la fuerza iónica y a la constante dieléctrica del medio.
CUADRO 17.6
Condiciones en las que se suelen llevar a cabo los estudios acelerados de estabilidad
durante la preformulación
En estado sólido, las reacciones transcurren lentamente y los modelos de que se dispo-
ne para interpretar los procesos de degradación son complejos. La velocidad de degradación
es muy dependiente del contenido en humedad y del número de puntos de tensión o imper-
fecciones en los cristales del fármaco. Además de la degradación química hay que prestar
atención a las posibles alteraciones en el grado de cristalinidad y a las transiciones entre poli-
morfos. En la preformulación se llevan a cabo estudios acelerados, en los que se somete el
fármaco, como tal y una vez incorporado a la forma farmacéutica, a condiciones extremas
de temperatura, humedad relativa, luz y oxígeno (cuadro 17.6), y se inician los estudios de
estabilidad a largo plazo, manteniendo las muestras a 25±2 ºC y a 60±5% de humedad rela-
tiva durante un mínimo de 12 meses. Para planificar los estudios se siguen los protocolos
establecidos por la Conferencia Internacional para la Armonización de Requerimientos Téc-
nicos para el Registro de Medicamentos de Uso Humano (ICH).
CAPÍTULO 17: CRIBADO BIOFARMACÉUTICO EN EL DESCUBRIMIENTO DE FÁRMACOS 519
Los péptidos y las proteínas pueden sufrir procesos de oxidación, desamidación, hidró-
lisis, alteración de los puentes disulfuro e isomerización. Además, su estabilidad física en
disolución es muy limitada. Aun cuando la secuencia de aminoácidos no se altere, la con-
formación tridimensional puede cambiar si se pierde la estructura terciaria o secundaria (des-
naturalización o desdoblamiento), si las macromoléculas se agregan entre sí, o si precipitan
o se adsorben sobre la pared de los viales o sobre otros elementos del envase. Ello tiene como
resultado que pierdan actividad y que en algunos casos se hagan inmunogénicas. Si no se
consigue preparar disoluciones estables se recurre a la liofilización, si bien este proceso tam-
bién encierra riesgos de inestabilización que hay que prevenir incorporando agentes crio-
protectores y controlando cuidadosamente las condiciones del proceso.
Las proteínas se pueden agregar reversible o irreversiblemente. Si el proceso de diso-
ciación es rápido, la agregación reversible no afecta a la solubilidad ni a la actividad de la
proteína y no se considera como un proceso de degradación. Por el contrario, los agrega-
dos irreversibles sí se consideran como productos de degradación. Los fenómenos de agre-
gación también pueden afectar a propiedades físicas que, como la viscosidad, son relevantes
desde el punto de vista de la calidad de las formulaciones, sobre todo porque afectan a la
facilidad de inyección (“jeringabilidad”) de sus disoluciones concentradas. Para prevenir
la agregación irreversible se pueden incorporar azúcares, que estabilizan la conformación
nativa de las proteínas por un mecanismo osmótico, o acudir a la liofilización para res-
tringir la movilidad conformacional y reducir las colisiones moleculares que conducen a
la agregación.
El uso de los excipientes responde a alguno de los objetivos siguientes: a) facilitar el proce-
so de elaboración de la forma farmacéutica, mejorando la procesabilidad del fármaco en las
condiciones que impone la producción industrial de medicamentos; b) resolver problemas
relacionados con la estabilidad del propio fármaco o de la forma farmacéutica; y c) incre-
mentar o modular la biodisponibilidad. No es exagerado afirmar que, para que una buena
parte de los medicamentos disponibles hayan llegado al mercado, ha sido decisiva la facili-
dad para acceder a excipientes capaces de hacer posible la producción, a velocidades eleva-
das, de formas farmacéuticas de calidad.
La correcta selección de los excipientes, aplicando criterios de funcionalidad y de com-
patibilidad con el fármaco, resulta fundamental para poder preparar formas farmacéuticas
eficaces, seguras y estables. En la etapa de preformulación se evalúan las interacciones entre
el fármaco y los excipientes de interés potencial para el desarrollo de las formas farma-
céuticas seleccionadas, en condiciones forzadas de luz, humedad y temperatura. En el cua-
dro 17.7 se recogen algunos excipientes que se usan en la preparación de formas sólidas,
con los que se suelen efectuar ensayos de compatibilidad durante la preformulación. En gene-
ral, lo que se persigue es identificar los excipientes que no interaccionan con el fármaco,
salvo en las situaciones en las que, a través de una interacción, se puede conseguir una mejo-
520 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
CUADRO 17.7
Funcionalidad más relevante de los excipientes de formas sólidas que se suelen incluir
en los estudios de compatibilidad durante la preformulación
Excipiente Funcionalidad
En los estudios de preformulación se completa el perfil ADMET del fármaco y se hace una
valoración inicial de la incidencia de la forma farmacéutica sobre la biodisponibilidad. Para
que se pueda formular el fármaco de manera que una fracción elevada de la dosis alcance
inalterada la circulación general, hay que reunir información suficiente sobre la aptitud del
fármaco para atravesar las barreras tisulares y acceder desde la zona de aplicación al siste-
ma vascular. Los procesos de metabolización presistémica, que pueden “eliminar” una par-
te importante de la dosis antes de que llegue a absorberse, se producen como consecuencia
de la actividad de los sistemas enzimáticos propios de los tejidos a través de los que tiene
que pasar el fármaco. Sólo la vía intravenosa evita cualquier posibilidad de eliminación pre-
sistémica. Las restantes vías llevan implícito el riesgo de que una parte de la dosis no llegue
a absorberse como consecuencia de una liberación incompleta desde la forma farmacéuti-
ca, de un proceso de inactivación química o enzimática en el lugar de aplicación o de una
metabolización presistémica en su camino hacia la circulación general. Puesto que el híga-
do desempeña un papel fundamental en los procesos de metabolización, el efecto de primer
paso hepático puede reducir considerablemente la biodisponibilidad.
Para profundizar en el conocimiento de la aptitud del fármaco para ser absorbido, duran-
te la preformulación se suelen realizar ensayos in vitro e in vivo. Un procedimiento experi-
mental in vitro muy utilizado consiste en llevar a cabo estudios de difusión utilizando sacos
de diálisis o segmentos de intestino de rata evertidos. Para ello se preparan disoluciones del
fármaco solo o con los excipientes que se pretenden utilizar en la formulación y se evalúa la
velocidad de difusión. Generalmente, sólo el fármaco tiene un tamaño molecular suficiente-
mente pequeño para difundir. Para evaluar la absorción in situ mediante perfusión intestinal
en ratas, se anestesia al animal, se expone el intestino y se canula el duodeno y el íleon. Se
perfunde con una disolución de lavado y, a continuación, con una disolución de fármaco de
concentración conocida y se determina la cantidad de fármaco absorbido a distintos tiempos.
Para estimar el coeficiente de permeabilidad intestinal en humanos y poder así confir-
mar la posición del fármaco en el SCB, se utilizan procedimientos de perfusión intestinal.
Para llevar a cabo estos estudios se emplean sondas multicanal, que permiten perfundir la
disolución del fármaco a través de uno de ellos y, simultáneamente, tomar muestras a través
de otros canales. Las sondas se introducen hasta el yeyuno a través de la boca y se aisla un
tramo específico con la ayuda de dos balones hinchables separados por una distancia de 10 cm
(figura 17.7). Se perfunde, a velocidad constante, una disolución de concentración conoci-
522 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
da de fármaco desde el punto central del tramo aislado y se toman muestras del líquido a tra-
vés de sondas situadas en los extremos del tramo aislado. Se consigue así que la disolución
circule en dos sentidos, simulando el movimiento hacia delante y hacia atrás que producen
las contracciones intestinales.
FIGURA 17.7. Esquema de una sonda multicanal (Loc-I-gut) utilizada en estudios de perfusión intestinal
en humanos para determinar el coeficiente de permeabilidad de los fármacos.
(Cin − Cout ) Q
Peff =
Cout 2πrL
⋅ (17.9)
curva de concentración plasmática vs. tiempo (AUC0∞) que se obtienen tras administrar la
rimentación. La biodisponibilidad absoluta, F, se estima como el cociente de áreas bajo la
misma dosis de fármaco por vía oral y por vía intravenosa. Un valor de F bajo puede tener
su origen en una degradación del fármaco en el tracto gastrointestinal o en un efecto de pri-
mer paso en la pared intestinal o en el hígado. En este caso, habrá que replantear el diseño
de la forma farmacéutica o incluso la elección de una vía de administración alternativa. Para
CAPÍTULO 17: CRIBADO BIOFARMACÉUTICO EN EL DESCUBRIMIENTO DE FÁRMACOS 523
hacer una valoración de la incidencia del proceso de disolución sobre la velocidad de absor-
ción, resulta muy útil comparar los perfiles de niveles plasmáticos correspondientes a una
disolución oral y a una forma sólida. Además, a partir de los datos de concentración plas-
mática se estiman los parámetros farmacocinéticos básicos. La posición del fármaco en el
SCB aporta información preliminar acerca de su mecanismo de eliminación. En general, los
fármacos de Clase 1 y de Clase 2 se eliminan principalmente por metabolización, mientras
que los de Clase 3 y Clase 4 se suelen eliminar inalterados en orina y en bilis. Por último,
los estudios de toxicidad in vitro llevados a cabo en la etapa de descubrimiento se deben com-
plementar con datos de toxicidad in vivo obtenidos en animales de experimentación. Estos
estudios se llevan a cabo con muestras de fármaco almacenadas en las condiciones de los
estudios de estabilidad, para poder establecer correlaciones entre las posibles respuestas tóxi-
cas, la concentración del fármaco y la presencia de productos de degradación.
La preformulación termina con la propuesta de dos o tres formulaciones para el nuevo
fármaco. Entre ellas se seleccionará la más adecuada para los ensayos clínicos en fase 1 y
en fase 2 que, en el mejor de los casos, servirá de base para preparar la formulación que haya
de utilizarse en los ensayos en fase 3. Cuanto más completa y precisa sea la información reu-
nida en la preformulación más posibilidades habrá de que la formulación propuesta se lle-
gue a fabricar a escala industrial.
Cuestiones y problemas
segundo lugar para establecer cuándo los ensayos de disolución in vitro pueden utilizarse como
primer lugar como herramienta para entender los factores limitantes de la absorción oral y en
considera la primera ley de Fick para definir la velocidad de difusión a través de la mem-
dQ
de la membrana intestinal, el proceso de absorción está definido por la siguiente ecuación:
= J = P ⋅C
dt ⋅ A
(18.1)
Donde:
P = Permeabilidad efectiva
J = Flujo de difusión a través de la pared intestinal (masa/área/tiempo).
C = Concentración del fármaco en la vecindad de la membrana.
A = Área de la pared intestinal.
FIGURA 18.1. Representación del flujo del fármaco a través de un segmento intestinal.
(Fuente: Amidon y Bermejo, Modern Biopharmaceutics, Versión española 6.0 2005).
La velocidad de absorción del principio activo en cantidad o masa por unidad de tiempo,
dQ
P ⋅ C ⋅ dA
dt
= ∫∫ A (18.2)
Donde:
A = Área superficial.
la ecuación 18.3:
Q= P ⋅ C ⋅ dA ⋅ dt
t
∫ ∫∫
0 A
(18.3)
Si dos medicamentos que contengan el mismo principio activo producen el mismo per-
fil de concentración a lo largo del tiempo en la vecindad de la membrana intestinal, tendrán
la misma velocidad y magnitud de absorción y serán por ello necesariamente bioequivalen-
tes (Amidon, 1995).
– Dos condiciones adicionales deben cumplirse para que la afirmación anterior sea cier-
ta y es que la velocidad de disolución in vivo de ambas formulaciones es la misma en
todas las condiciones luminales y que ninguna de ellas contenga excipientes que pue-
dan alterar la permeabilidad o la velocidad de tránsito intestinal.
de longitud L y radio R en el que la permeabilidad es constante y las partículas aun sin disolver
intestino y su absorción. Para ello se considera un segmento del intestino delgado como un tubo
del fármaco avanzan con un flujo laminar. Se asume que las interacciones entre partículas son
insignificantes (es decir, no hay agregación), y la disolución se encuentra en el límite inferior
del tamaño de partículas. (lo que implica considerar que el espesor de la capa acuosa límite alre-
dedor de las mismas coincide con su radio). Estos supuestos se esquematizan en la figura 18.1.
El siguiente paso es describir el balance de masa en este sistema, considerando los pro-
cesos que hacen aparecer el fármaco en el fluido luminal, es decir la disolución de las par-
tículas y los procesos responsables de su desaparición, es decir el tránsito y la absorción. Así
pues se define el cambio de tamaño de las partículas por disolución y el cambio de concen-
tración del fármaco por disolución y absorción a lo largo del segmento tal y como se repre-
senta en la figura 18.1 En ese modelo, la ecuación que describe el cambio de tamaño de la
partícula por disolución es la siguiente (Oh 1993)
dr D ⋅ π ⋅ R 2 ( Cs − Cl )
dz Q⋅ρ r
= ⋅ (18.4)
R = radio del segmento intestinal; Q = flujo de fluido; r = densidad de las partículas; Cs = solu-
bilidad; Cl = concentración en lumen; r = radio de las partículas; D = coeficiente de difusión;
dz = dt · vz siendo vz la velocidad axial del fluido.
dC D ⋅ N o 4π ⋅ R 2 P ⋅ 2π ⋅ R
⋅ r ⋅ (Cs − Cl ) − ef ⋅ Cl
dz V Q Q
= ⋅ (18.5)
D
Do = V
Cs
(18.6)
CAPÍTULO 18: CLASIFICACIÓN BIOFARMACÉUTICA DE FÁRMACOS 529
Donde:
Tiempo de residencia 2 ⋅ D ⋅ Cs t
Dn = ⋅ tres = res
Tiempo de disolución ρ ⋅ r0 t dis
= 2
(18.7)
En la que:
En la que:
superficial del cilindro y V el volumen del mismo. Los fármacos de elevada permeabilidad
t –1abs = kabs = Constante de velocidad de absorción = (A/V) Pef = 2 · Pef /R; A es el área
dC * 3
= ⋅ Do ⋅ Dn ⋅ r * ⋅ (1 − C * ) − 2 An ⋅ C *
dt *
2
(18.10)
CUADRO 18.1
Cocientes y relaciones necesarias para transformar
en adimensionales las ecuaciones 18.4 y 18.5
C* = Cl/Cs z = vz·t
r* = r/r0 dz = vz·dt
z* = z/L tres = L/ vz
FIGURA 18.2 Representación de la fracción oral absorbida para fármacos con número de absorción ele-
vado, An=10 en función del número de dosis Do y del número de disolución Dn. Se muestran los valores
de fracción absorbida interpolados a partir de Do y Dn en la gráfica para la digoxina (58%) y para la
griseofulvina (18%) (Fuente: Adaptado de Lobenberg, R. y Amidon, G.L. Eur J Pharm Biopharm 2000, 50: 3).
CAPÍTULO 18: CLASIFICACIÓN BIOFARMACÉUTICA DE FÁRMACOS 531
velocidad de disolución (Oh, Curl y Amidon, 1993). Esta es la denominada región de absor-
ción limitada por solubilidad. Por otro lado, en la zona de números de dosis moderados, sólo
una disolución muy rápida garantiza la absorción completa y la magnitud de la absorción
Para estimar la absorción in vivo, sería necesario conocer la solubilidad in vivo en los
ción absorbida de 0,2 a 0,8. Esta es la región de absorción limitada por la disolución.
fluidos luminales, no obstante como aproximación se recomienda utilizar una estimación del
número de dosis obtenido a partir de la solubilidad mínima del fármaco, en el ámbito fisio-
lógico de pH (1-8) y temperatura.
El cuadro 18.2 presenta los datos de dosis, solubilidad, número de dosis y número de
disolución estimados para algunos principios activos escogidos con objeto de ilustrar el sig-
nificado de los mencionados parámetros adimensionales. Por ejemplo la griseofulvina y la
digoxina presentan solubilidades similares (0,015 mg/ml y 0,024 mg/ml, respectivamente).
Sin embargo ello no se corresponde con similares fracciones absorbidas. El número de dosis
es bajo para la digoxina 0,08 y muy elevado para la griseofulvina, 133 lo que indica que la
dosis de digoxina se disuelve completamente en los fluidos gastrointestinales y su fracción
oral absorbida puede alcanzar el 100% con el tamaño de partícula adecuado (i.e. si la velo-
cidad de disolución no es limitante), pero no así la de la griseofulvina cuya absorción es
incompleta (limitada por solubilidad) pero puede incrementarse en un factor de 1,7 por micro-
sales biliares incremente su solubilidad in vivo. Por otro lado este ejemplo ilustra como el
nización o con su administración en presencia de alimentos de forma que la presencia de
dato de solubilidad no puede interpretarse de manera aislada sino que su relevancia para la
absorción debe ponerse en contexto considerando la dosis a administrar. Es importante dar-
se cuenta de que la solubilidad, y por lo tanto la dosis y el número de disolución de un prin-
cipio activo in vivo son difíciles de estimar, precisamente debido a que el potencial de agre-
que la absorción in vivo de un compuesto sólo puede estimarse de forma aproximada den-
gación de las partículas y la solubilidad en los fluidos luminales son desconocidas. De aquí
tro de un ámbito de valores, dependiendo del área superficial y grado de solubilización que
se asuman. Sin embargo este análisis permite realizar comparaciones entre diferentes for-
mas farmacéuticas de un mismo principio activo dado un valor estimado de solubilidad y
área intestinal.
532 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
CUADRO 18.2
Parámetros adimensionales calculados para algunos principio activos
Principio activo Dosis (mg) Cs min (mg/ml)a Vsol (ml)b Doc Dnd
Piroxicam 20 0,007 2857 11,4 0,15
Glyburida 10 0,0034 2941 11,6 0,074
Cimetidina 800 6,000 133,33 0,53 129
Hidroclorotiacida 500 0,786 636 2,54 17,0
Digoxina 0,5 0,024 20,8 0,08 0,52
Griseofulvina 500 0,015 33333 133 0,32
Carbamacepina 200 0,260 769 3,08 5,61
a: las solubilidades fisiológicas mínimas fueron determinadas en el rango de pH fisiológico (1-8) y a temperatu-
ra corporal.
b: Volumen de disolvente necesario para disolver completamente la dosis a la mínima solubilidad fisiológica.
El análisis anterior sugiere que la permeabilidad y la solubilidad son los parámetros claves que
controlan la magnitud y velocidad de absorción de un fármaco. De esta manera, como ya se
señaló, los principios activos se pueden dividir en diferentes clases, de acuerdo a su solubili-
dad y permeabilidad (alta/baja). La combinación de estos dos factores y sus dos niveles con-
duce a las cuatro clases del Sistema de Clasificación Biofarmacéutica (BCS) como se mues-
y establecer cuándo será posible encontrar correlaciones entre la disolución in vitro de la for-
tra en la figura 18.3. De esta forma es sencillo identificar los factores limitantes de la absorción
El principio activo se absorbe bien (aunque su biodisponibilidad sistémica puede ser baja
debido al metabolismo de primer paso) y el paso limitante de la absorción sería la velocidad
de disolución o el vaciado gástrico, si es que la disolución es muy rápida. Para formas far-
macéuticas de liberación inmediata que se disuelven muy rápidamente, la velocidad de absor-
ción estará controlada por la velocidad de vaciamiento gástrico. Por lo tanto, no se esperan
correlaciones con la velocidad de disolución (IVIVC). En estado de ayunas, la velocidad de
vaciado gástrico es dependiente del volumen y de la fase de motilidad gastrointestinal, con
una semivida de vaciado promedia entre 12 y 22 minutos después de la administración de
volúmenes de 50 y 200 ml respectivamente como se ilustra en la figura 18.4. Ello implica
CAPÍTULO 18: CLASIFICACIÓN BIOFARMACÉUTICA DE FÁRMACOS 533
CUADRO 18.3
Correlaciones in vitro-in vivo (IVIV) esperadas para productos orales de liberación inmediata,
sobre la base de la clasificación biofarmacéutica
* Una correlación limitada significa que la velocidad de disolución no es el proceso determinante debido a que
puede ser similar con la velocidad de absorción. El grado de correlación dependerá de las velocidades relativas.
534 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
que con una especificación de disolución de más del 85% en menos de 15 minutos para dis-
tintas formas farmacéuticas de liberación inmediata conteniendo el mismo principio activo
se puede garantizar que se produce el vaciado de una disolución del principio activo con las
correspondientes implicaciones a la hora de establecer la bioequivalencia entre las mismas
que se comentarán más adelante.
FIGURA 18.4. Gráfico de medidas de semividas de vaciado gástrico, T50, en función de la fase de
motilidad gástrica en estado de ayuno tras la administración de volúmenes de 50ml y 200 ml
de agua (Fuente: Amidon, G.L. et al. Pharm. Res. 1995; 12:413).
Para estos fármacos, el valor de su hidrosolubilidad (Cs) es bajo y por ello también pre-
sentan un valor de Dn bajo, ya que este índice está inversamente relacionado con el tiempo de
fármaco in vivo es el factor limitativo de su absorción (salvo que la dosis sea muy elevada).
disolución que es, en este caso, elevado. En estas condiciones, la velocidad de disolución del
Los estudios de velocidad de disolución in vitro deberán realizarse desde un punto de vista glo-
bal, no puntual; es decir, estudiando el perfil completo del proceso de disolución (con al menos
lar al que se desarrolla in vivo. Puede esperarse que los principios activos pertenecientes a esta
clase tengan una absorción variable y dependiente de las diferentes formulaciones, y sobre todo
in vitro como in vivo. En este caso, el medio de disolución y los métodos que reflejan los pro-
del tamaño de partícula, al afectar potencialmente la formulación al perfil de disolución tanto
cesos fisiológicos in vivo, son particularmente importantes, si se desea obtener buenas corre-
laciones in vivo-in vitro.
CAPÍTULO 18: CLASIFICACIÓN BIOFARMACÉUTICA DE FÁRMACOS 535
Esta clase de principios activos presentan problemas significativos para una liberación
oral efectiva. El número de fármacos que se incluyen en esta clase dependerá de los límites
precisos que se empleen para la clasificación de permeabilidad y solubilidad.
Generalmente, la solubilidad y las dosis de los fármacos se encuentran fácilmente dis-
ponibles en la literatura y, en ocasiones, la información respecto del tamaño de partículas.
Por el contrario, las permeabilidades de los principios activos en la especie humana se cono-
cen para un número muy limitado de principios activos. No obstante, el desarrollo de téc-
nicas de intubación que se describirán en el siguiente apartado permitió establecer la rela-
ción entre la permeabilidad intestinal y la fracción oral absorbida en ausencia de cualquier
otro factor limitante (es decir, con el fármaco en disolución) que se representa en la figu-
ra 18.5.
Los principios científicos del BCS se reflejan en las guías tanto de la FDA (FDA, 2000b)
como de la EMEA (EMEA, 2001) con objeto de establecer el método más apropiado para
establecer la bioequivalencia entre formulaciones farmacéuticas orales de liberación inme-
diata de un mismo principio activo. En estas guías se introduce el concepto de bioexención
lencia mediante comparación de perfiles de disolución in vitro. Es decir, se exime del uso de
(“Biowaiver”) entendiéndose como tal la posibilidad de realizar los estudios de bioequiva-
datos en humanos y se autoriza su sustitución por datos in vitro de disolución aunque en últi-
ma instancia la bioequivalencia entre las dos formulaciones debe quedar establecida. Aunque
el debate científico continúa abierto sobre qué clases del BCS y en qué condiciones serían
candidatas a una bioexención, en la actualidad las guías admiten esta alternativa sólo para prin-
cipios activos de clase T en formulaciones orales de liberación inmediata. En este caso se
acepta que la elevada solubilidad del principio activo y su rápida disolución garantizan que
estará disuelto antes de vaciar del estómago, de forma que es este parámetro fisiológico el
que limita la absorción y, por tanto, al llegar disuelto al intestino desde ambas formulaciones,
en comparación nada se opone a admitir que serán bioequivalentes. Lo que debe establecer-
lucran a sujetos humanos incluyen la perfusión intestinal in vivo o in situ en un modelo ani-
nación de la biodisponibilidad (BA) absoluta o perfusión intestinal. Los métodos que no invo-
mal apropiado (p. ej., ratas, perros) o métodos de permeabilidad in vitro usando tejidos
intestinales o monocapas celulares de células epiteliales intestinales apropiadas.
En ocasiones un solo método es suficiente (p. ej., cuando la biodisponibilidad absoluta
es igual o superior al 90%, o cuando se recupera al menos el 90% del fármaco administra-
do en la orina). Si un solo método no demuestra en forma concluyente la clasificación de
permeabilidad, se aconseja utilizar dos métodos distintos. La estructura química o ciertos
atributos físicoquímicos de un principio activo (p. ej., el coeficiente de reparto) pueden pro-
veer información útil acerca de sus características de permeabilidad y esta información se
incluye habitualmente como justificación adicional de la clasificación.
CAPÍTULO 18: CLASIFICACIÓN BIOFARMACÉUTICA DE FÁRMACOS 537
to in vivo con estos fluidos; por ejemplo, 1 hora en fluido gástrico y 3 horas en fluido intes-
se incuban a 37 oC durante un período que sea representativo del contacto del medicamen-
tinal. Luego se deberán determinar las concentraciones del fármaco usando un método de
ensayo validado. Una degradación significativa (>5%) del fármaco en este protocolo podría
sugerir una posible inestabilidad. Dado que la obtención de fluidos gastrointestinales de suje-
tos humanos requiere intubación y puede ser difícil en algunos casos, se puede sustituir el
uso de fluidos gastrointestinales de modelos animales apropiados o fluidos simulados como
los fluidos gástrico e intestinal USP cuando se justifique debidamente.
Para el experimento se utiliza un tubo de perfusión multicanal con dos balones hincha-
bles. El tubo se introduce en el voluntario y con ayuda de un fluoroscopio se sitúa en el duo-
deno. Los balones se hinchan aislando un segmento duodenal de longitud conocida. Los diver-
sos canales del tubo permiten la evacuación de la secreción gástrica, la introducción de la
solución de perfusión así como su recuperación y muestreo (ver figura 18.6).
FIGURA 18.6. Esquema del método de perfusión en humanos. El tubo de perfusión contiene diversos
canales para el drenaje de las secreciones intestinales así como para la perfusión y toma
de muestras. Los balones hinchables están separados 10 cm y se inflan cuando ambos se encuentran
después del ligamento de Treizt, generando un compartimento aislado en el yeyuno
(Fuente: Lennernäs, H y col. Pharm. Res. 1992, 9(10): 1243-51).
paso (Single pass perfusion) o los métodos de perfusión en segmento cerrado sin recir-
talmente en rata. Las dos técnicas comúnmente usadas son la perfusión de un solo
FIGURA 18.7. Esquema de la técnica de perfusión de un solo paso para calcular la permeabilidad
intestinal de xenobióticos en disolución, mediante la cuantificación de la diferencia de
concentraciones a la entrada y a la salida del segmento intestinal
una vez se alcanza el estado de equilibrio estacionario.
FIGURA 18.8. Esquema de la técnica de perfusión in situ sin recirculación para calcular la constante
de velocidad de absorción y la permeabilidad intestinal de xenobióticos en disolución, mediante la
cuantificación de su desaparición del lumen intestinal.
540 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
FIGURA 18.9. Esquema del método de estimación de permeabilidad intestinal mediante el uso
de monocapas celulares Caco-2. El sistema permite la realización del experimento
en ambas direcciones.
Se considera que los modelos animales in vivo o in situ y los métodos in vitro son apropia-
dos para fármacos cuyo mecanismo de absorción es la difusión pasiva. Puesto que la baja
permeabilidad puede deberse a fenómenos de secreción mediados por sistemas pertenecientes
portadores in vitro fuera mucho más bajo que en el tejido intestinal humano, la probabilidad
a la familia de transportadores ABC (p. ej., Glicoproteína p) si el nivel de expresión de estos
de realizar una clasificación errónea se incrementan. Por ello el sistema in vitro utilizado
deberá demostrar la expresión de estos portadores mediante experimentos de permeabilidad
bidireccional de sustancias sustrato de los mismos a condiciones lejos de la saturación (Vin-
blastina, ciclosporina A, Rodamina 123). No obstante, puesto que no se puede establecer en
recomienda limitar el uso de métodos in vitro para fármacos transportadas por mecanismos
el momento actual un criterio de aceptación sobre el nivel de expresión de estos sistemas se
pasivos.
Para aplicar el BCS, se puede asumir transporte pasivo aparente cuando se satisface una
de las siguientes condiciones:
• Se demuestra una relación lineal (farmacocinética) entre la dosis (p. ej., en el ámbito
posológica clínico relevante) y mediciones de biodisponibilidad (área bajo la curva de
da in vitro a distintas concentraciones iniciales (p. ej., C1= Dosis/250 ml, 0.1 · C1 y
• Se demuestra permeabilidad concentración independiente y sentido independiente medi-
Para validar un método de permeabilidad previsto para la aplicación del BCS, se debe-
rá establecer la correlación entre los valores de permeabilidad y la fracción absorbida en huma-
nos usando un número suficiente de fármacos modelos.
542 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
• Para los estudios de perfusión intestinal in vivo en el hombre, se recomiendan seis fár-
Según la variabilidad del estudio, se deberá usar un número suficiente de sujetos, anima-
les, muestras de tejidos extirpados o monocapas de células en el estudio para proporcionar un
cálculo confiable de la permeabilidad del fármaco. Esta relación debe permitir la diferencia-
ción entre las sustancias medicamentosas con atributos de permeabilidad intestinal baja y alta.
Después de mostrar la aptitud de un método y mantener el mismo protocolo de estudio, no hace
falta volver a probar todos los fármacos modelos seleccionados para los estudios posteriores
cuyo fin sea clasificar un principio activo. En lugar de ello, se deberá usar un fármaco mode-
lo de baja permeabilidad y un fármaco modelo de alta permeabilidad como patrones internos.
Los valores de permeabilidad de los dos patrones internos no deberán diferir significativamente
Al final de una prueba in situ o in vitro, se deberá determinar la cantidad de fármaco en la mem-
en las distintas pruebas, incluyendo las que se realizan para demostrar la aptitud del método.
brana y comprobar el balance de masas global a fin de excluir posibles pérdidas por inestabi-
lidad en los fluidos de ensayo o procesos de adsorción a los dispositivos.
La selección del método para la clasificación de permeabilidad depende en parte de la
información disponible previamente. En la figura 18.10 se muestra un árbol de decisión para
la clasificación de permeabilidad en función de la información conocida.
Alta permeabilidad
FIGURA 18.10. Árbol de decisión para la selección del método en la clasificación de un fármaco
como de alta permeabilidad
CAPÍTULO 18: CLASIFICACIÓN BIOFARMACÉUTICA DE FÁRMACOS 543
Según la guía de la FDA se considera requisito para cumplir con la condición de alta solu-
bilidad que la dosis unitaria máxima (cantidad contenida en la forma de dosificación) se disuel-
va totalmente en no más de 250 ml de soluciones acuosas tamponadas de pH entre 1 y 7,5.
Es decir tomando la solubilidad mínima del principio activo en el ambito de pH fisiológico
su número de dosis Do debe ser inferior a la unidad. El volumen de 250 ml, se deriva de los
estudios típicos de bioequivalencia, en los cuales se administra el producto acompañado de
un vaso de agua de ese volumen, encontrándose el sujeto en condiciones de ayunas (FDA,
2000b). Con el fin de demostrar experimentalmente este requisito se debe determinar la solu-
número de dosis, así como los volúmenes necesarios para disolver completamente la dosis.
La determinación de la solubilidad debe realizarse a 37 ºC a un número suficiente de pH.
En el caso de solutos ionizables los pH recomendados para establecer el perfil de solubili-
dad-Ph son 1,0 y 7,5 así como a pH = pKa; pH = pKa + 1 y pH = pKa – 1.
Para realizar una solicitud de bioexención, además de los requisitos del principio activo, es
decir su clasificación en el sistema BCS según se ha descrito en los apartados anteriores, las
formas farmacéuticas en comparación deben cumplir con unos requisitos adicionales en cuan-
to a su composición y a su velocidad de disolución.
Disolución: Se considera el producto rápidamente soluble, cuando se disuelve no menos
del 85% de la cantidad total de fármaco que contenga el producto, en un tiempo no superior a
30 minutos, usando los aparatos de la Farmacopea de Estados Unidos (aparato I a 100 RPM o
aparato II a 50 RPM), utilizando un volumen de 900 ml de los siguientes medios (FDA, 2000b):
estudios clínicos en humanos (in vivo) y establecer la bioequivalencia in vitro. Esta alternati-
pertenecientes a la clase I (FDA, 2000b). Esto permite al producto problema prescindir de los
va se fundamenta en que según se ha descrito con anterioridad para los fármacos de la Clase I
(altamente solubles y altamente permeables) en formulaciones que se disuelvan rápido (y sin
excipientes que alteren la motilidad intestinal), el paso limitante de la absorción es el vaciado
gástrico (estimado en ayunas en aproximadamente 15-20 minutos) y que aunque no es espe-
544 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
rable ninguna correlación IVIV, como clásicamente se definía, la bioequivalencia entre for-
mulaciones distintas está asegurada porque se puede garantizar que el perfil de concentración
a lo largo de la membrana intestinal será el mismo para todas las formulaciones y sus concen-
traciones plasmáticas han de ser necesariamente similares en ese caso.
100
f2 = 50 ⋅ log
1
n
1 + ⋅ ∑ ( Rt − Tt )
(18.11)
2
n t =1
En que Rt y Tt son los porcentajes promedios disueltos en cada uno de los n tiempos de
los dos perfiles son idénticos, f2 = 100. Una diferencia promedio de 10% en todas las medi-
cia al cuadrado entre los dos perfiles y cuantifica la proximidad entre los mismos. Cuando
pientes que afecten a la misma) por lo tanto desde el punto de vista científico serían igual-
mente candidatos a bioexenciones (Yu, 2002; Tubic-Grozdanis, 2008) (Blume y Schug, 1999).
Este principio ha sido incorporado a las recomendaciones de la OMS aunque en este caso
la especificación sobre velocidad de disolución se hace más estricta (más del 85% en 15 minu-
tos) con objeto de garantizar que es el fármaco disuelto lo que vacía del estómago (WHO,
2006a; WHO, 2006b). Se han propuesto asimismo bioexenciones para fármacos clase II de
baja solubilidad en estómago pero de solubilidad elevada a pH intestinal (6,8) que presen-
ten disolución muy rápida (más del 85% en 15 minutos) en estas condiciones (Rinaki, 2004).
criterios científicos del BCS es un aspecto de especial relevancia para los países en vías de
desarrollo. Por otro lado han de considerarse las implicaciones éticas de realizar un estudio
en voluntarios humanos cuando desde el punto de vista científico no es esencial para el obje-
tivo final (demostrar la bioequivalencia). En cierta manera el BCS supone la aplicación de la
política de las tres R (reducir, refinar, remplazar) nacida para la experimentación animal, a la
experimentación en humanos. Por ello, un análisis relevante es evaluar cuantos principios acti-
vos serían potenciales candidatos a las mencionadas bioexenciones. Con este fin se realizó
una clasificación provisional de los principios activos contenidos en la lista de medicamen-
tos esenciales de la Organización Mundial de la Salud, OMS (Kasim, 2004). La clasificación
se realizó a partir de datos de solubilidad obtenidos de fuentes bibliográficas fácilmente acce-
sibles y de los datos de permeabilidad humana de 29 fármacos modelo y su correlación con
sus coeficientes de reparto. Tomando el dato de solubilidad se calcularon los números de dosis
de los 123 principios activos contenidos en los medicamentos orales de liberación inmediata
de la lista. Se encontró un 67% de fármacos con Do<1, es decir de alta solubilidad. Para la
clasificación de permeabilidad se tomo la correlación entre las permeabilidades humanas cono-
cidas de 29 fármacos y su Log P o cLogP estimado. Se tomó como referencia el metoprolol
y se clasificó como de alta permeabilidad a todos aquellos fármacos cuyo LogP o cLogP fue-
ra superior al del metoprolol. Un total de 53% (43.1%) y 62 (50.4%) fármacos presentaban
LogP y cLogP respectivamente superiores al metoprolol y se consideraron de alta permeabi-
lidad. Los porcentajes promedios (según se use LogP o CLogP) de fármacos en cada clase
del BCS hallados fueron los siguientes: 23% de clase I, 17% de clase II, 32% en la clase III,
11% en clase IV y un 17% quedó sin clasificar por no poder calcular su LogP o cLogP. Resul-
tados muy similares fueron obtenidos por otros autores que recopilaron datos experimenta-
les de solubilidad y permeabilidad de diversas fuentes bibliográficas (Lindenberg, 2004). Estos
resultados sugieren que de admitirse las bioexenciones para los fármacos clase III como pro-
pone el reciente documento de la OMS y ya se ha implementado en algunos países latinoa-
los países en vías de desarrollo para los que es esencial garantizar la accesibilidad de su pobla-
ción a los medicamentos sin perder las garantías de calidad esencial.
(in vitro BE) sus bases científicas presentan numerosas implicaciones de aplicación en la
la posibilidad de demostrar la bioequivalencia mediante estudios in vitro de disolución
fase de desarrollo clínico y preclínico (Polli, 2004) puesto que la clasificación del princi-
pio activo establece el tipo de factor limitativo para la absorción gastrointestinal, puede infor-
mar sobre la posibilidad de interacciones fármaco alimento, ayuda a establecer criterios para
decidir sobre la formulación óptima y sobre la posibilidad de utilizar el fármaco en formas
Cuestiones y problemas
Supuestos:
Radio de partícula r0 = 25 µm
Tiempo de tránsito en intestino delgado, tres = 3 horas
–
–
– Permeabilidad Digoxina: 10 · 10–4 cm/s
19.1. Introducción
Las formas farmacéuticas de liberación rápida administradas por vía oral, están diseñadas
para que liberen el fármaco que contienen en la parte superior del tracto intestinal, general-
mente en el duodeno. Como se ha comentado anteriormente, para que un fármaco se absor-
ba debe encontrarse disuelto en la zona anatómica absorbente y para que se produzca este
fenómeno previamente tiene que liberarse de la forma farmacéutica que lo contiene tras su
administración al organismo. La velocidad de disolución del fármaco liberado en la zona de
absorción es factor limitativo para que éste atraviese las membranas biológicas absorbentes.
Por este motivo, desde un punto de vista biofarmacéutico, cuando se diseñan formas far-
macéuticas de liberación rápida, el estudio de velocidad de disolución in vitro en las condi-
ciones adecuadas permite obtener una valiosa información acerca del tiempo que tarda en
liberarse el fármaco que contienen, y si este tiempo es compatible con el tiempo fisiológi-
co de tránsito a través del duodeno. Por este motivo, cuando se aborda el estudio de formas
farmacéuticas de liberación rápida, es importante comentar la metodología que mayorita-
riamente se utiliza en los estudios de velocidad de disolución de los fármacos.
Los estudios de velocidad de disolución de los fármacos a partir de los sistemas de libe-
ración que los contienen pueden enfocarse desde dos puntos de vista: dinámico y estático.
Desde un punto de vista dinámico, las consideraciones matemáticas del proceso de velo-
cidad de disolución del fármaco y su posterior difusión hacia las membranas absorbentes
permiten deducir del tratamiento difusional de los resultados experimentales parámetros no
550 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
modelísticos como el número de dosis (Dn), número de disolución (Do) y número de absor-
ción (An), cuya interpretación cristaliza con la clasificación biofarmacéutica de fármacos que
anteriormente se ha comentado (capítulo 18).
Desde un punto de vista estático, los estudios de velocidad de disolución de los fárma-
cos, desarrollados in vitro, se centran en estudiar el fenómeno a partir de los sistemas de libe-
ración que contienen el principio activo, mayoritariamente, considerando formas farmacéu-
ticas sólidas para administración oral.
Puede definirse la velocidad de disolución como: la cantidad de fármaco que se disuel-
ve por unidad de tiempo bajo unas condiciones estandarizadas de trabajo.
En general, puede considerarse la disolución de un sólido como una característica espe-
cífica de reacciones heterogéneas a través de las cuales la masa que se transfiere al disol-
vente es el resultado neto de un fenómeno que comporta la salida de las moléculas del grue-
so del sólido y la disposición de estas moléculas en su superficie, es decir, en la interfase
sólido/líquido (figura 19.1).
FIGURA 19.2. Representación gráfica de los diferentes pasos que intervienen en un proceso
de liberación cuando el fármaco se encuentra en solución administrada por vía oral.
FIGURA 19.3. Representación gráfica de los diferentes pasos que intervienen en un proceso
de liberación, cuando el fármaco se administra en solución por vía oral y antes de absorberse
precipita de forma coloidal.
CAPÍTULO 19: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN RÁPIDA 553
En la figura 19.4, el fármaco se halla dosificado en una forma farmacéutica de uso fre-
cuente, tal como unos comprimidos o cápsulas obtenidas por un procedimiento industrial.
En este caso, en primer lugar ha de producirse una desagregación, en gránulos o agregados;
posteriormente, una disgregación en partículas finas y, a continuación, la disolución del fár-
maco y su difusión hacia la membrana de absorción como en los casos anteriores. Hay que
señalar que la disolución tiene lugar en el mismo instante en que la forma farmacéutica entra
en contacto con los líquidos gastrointestinales, variando su velocidad de disolución por dis-
tintos factores y, en particular, según el tamaño de las partículas obtenidas.
FIGURA 19.4. Representación gráfica de los diferentes pasos que intervienen en un proceso
de liberación, cuando el fármaco se administra por vía oral en una forma farmacéutica sólida,
por ejemplo, en comprimidos.
Del esquema de la figura 19.4, se deduce que el proceso de liberación puede desglosarse en
tres fases principales cuando se administran formas farmacéuticas sólidas por vía oral: desa-
gregación, disgregación y disolución difusión.
Debido a que el fármaco atraviesa las membranas absorbentes disuelto en los líquidos
intraluminales, la fase más importante es la de disolución, tal como se expone en la figura
19.1. Cuando el fármaco se halla disuelto en los líquidos intraluminales, tras su administra-
554 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
ción oral, la velocidad de absorción es prácticamente instantánea, por este motivo, en los estu-
dios biofarmacéuticos es más importante conocer la velocidad de disolución del fármaco a
partir de la forma farmacéutica que lo contiene que su solubilidad en los líquidos intralu-
minales.
Así, por ejemplo, si se supone que un fármaco poco soluble se halla situado en la parte
exterior de la membrana absorbente y, se admite que la absorción de su fracción disuelta es
muy rápida, a una velocidad superior a la que se produce su velocidad de disolución en el
lugar de absorción, es decir, se admite que la difusión del fármaco hasta la membrana y atra-
vesarla no representa ningún impedimento para que llegue en forma disuelta al plasma, el
fármaco se absorberá y accederá a la circulación sistémica.
En esta situación, una vez absorbidas las escasas moléculas disueltas de fármaco, para
que se restablezca la concentración anterior se disolverán nuevas moléculas de sólido que,
a su vez, irán difundiéndose y absorbiéndose de forma continuada. Este proceso se prolon-
gará hasta que todo el fármaco en forma sólida se haya disuelto, si permanece en el lugar de
absorción suficiente tiempo, es decir, la absorción del fármaco sólo dependerá de su velo-
cidad de disolución, la cual actuará de factor limitativo, por lo que la absorción vendrá gober-
nada por las leyes que rige la velocidad de disolución. Es decir, una vez que el fármaco se
halla disuelto en el lumen intestinal, su absorción (paso a través de la membrana biológica)
es prácticamente instantánea. Dado que el fármaco absorbido desaparece inmediatamente
de la zona anatómica del otro lado de la membrana a través de la circulación sanguínea, el
proceso se realiza a favor de gradiente de concentración.
Cabe comentar que cuando un fármaco ha accedido a la circulación sistémica, el com-
portamiento del mismo en el organismo depende únicamente de sus características far-
macocinéticas en lo que se refiere a su distribución, metabolismo y excreción. Por consi-
guiente, del tránsito del fármaco a través del organismo, es decir, de los procesos de
LADME, sólo el de liberación, que condicionará el de absorción, puede modularse por
medios biofarmacéuticos. Por este motivo es muy importante tener una información pro-
funda de la velocidad de disolución del fármaco a partir del sistema de liberación en el
piada. Para ello se emplea el aparato n.º 1 (cestillo) y mayoritariamente el aparato n.º 2
(palas), descritos en la mayoría de las Farmacopeas (figura 19.5).
En el caso de diseñar formulaciones de liberación rápida, los estudios de velocidad de
disolución del fármaco que contienen proveen una información básica si resulta preciso refor-
mular a fin de obtener una liberación óptima que cumplimente el objetivo de este tipo de
formulaciones.
Cuando se estudia la velocidad de disolución de un fármaco a partir de un determina-
do sistema de liberación deben considerarse los siguientes factores que se exponen a con-
tinuación:
• Factores que dependen del fármaco (mejor hablar de especie cristalina, porque un mis-
mo fármaco puede tener distintos polimorfos con distintas características fisicoquí-
CAPÍTULO 19: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN RÁPIDA 555
FIGURA 19.5. Esquema de los aparatos descritos en las Farmacopeas, para el estudio de velocidad de
disolución de fármacos formulados en formas farmacéuticas de liberación rápida.
micas, puede presentarse en forma amorfa o cristalina, anhidra o hidratada, distinto tamaño
de partícula, etc).
velocidad de disolución resultan adecuados para caracterizar un fármaco, respecto a sus pro-
piedades fisicoquímicas en lo que a su velocidad de disolución se refiere, tales como tama-
ño y distribución de sus partículas, superficie específica, forma anhidra, hidratada, polimorfos,
etc. Lo cual es de interés en las etapas de desarrollo de una forma farmacéutica determina-
da (preformulación). Además, los ensayos de velocidad de disolución ayudan a caracterizar
diferentes formulaciones durante los estudios clínicos en fase I, lo que permite la elección
de la formulación más adecuada respecto a su comportamiento farmacocinético y farmaco-
dinámico. Dichos ensayos deben realizarse paralelamente a los llevados a cabo en el desa-
rrollo de un nuevo fármaco, con la finalidad de evitar al máximo una mala interpretación de
los resultados obtenidos en los ensayos clínicos de fase II y III.
Los ensayos de velocidad de disolución también forman parte de los estudios de estabi-
lidad que permiten garantizar las propiedades químicas del fármaco y las físicas y tecnoló-
gicas de la forma farmacéutica que lo contiene, durante el período de desarrollo de ésta, duran-
te los ensayos clínicos y, posteriormente, una vez autorizada su puesta en el mercado, durante
el tiempo de reposición estipulado.
Cabe señalar también que los ensayos de velocidad de disolución constituyen un paso
previo en los estudios de bioequivalencia. Asimismo, forman parte del registro de nuevas
especialidades y también son el soporte adecuado en el caso de que sea preciso, convenien-
te o deseable, cambiar la tecnología o la formulación del preparado en uno o más de los pro-
f = k1 (1 − e− kd t ) (19.1)
Son formas farmacéuticas sólidas o líquidas que contienen el fármaco en forma sólida (sus-
pensión) para administración oral, en general, como se ha comentado anteriormente, libe-
ran al fármaco, mayoritariamente, en el primer tramo del intestino delgado (duodeno).
Las formas farmacéuticas que más se utilizan para ser administradas por vía oral, for-
muladas con fármacos, para su liberación rápida son:
gir las constantes y parámetros representativos que permitan una interpretación válida de la
cinética del proceso de disolución.
Los parámetros de disolución más representativos utilizados para obtener información
del proceso son los siguientes:
FIGURA 19.7. Representación gráfica del porcentaje de fármaco acumulado frente al tiempo
del tabulado experimental obtenido en un estudio de velocidad de disolución.
lución, deben cumplirse las condiciones sink, de tal forma que el material ya disuelto no ejer-
En el vaso de disolución, generalmente con una capacidad de 900 ml de líquido de diso-
subyacente. Este fenómeno se conoce como condiciones sink, palabra que significa sumidero
rece por el drenaje efectuado por la circulación sanguínea que irriga la zona anatómica
en inglés. Por esta razón, los estudios de velocidad de disolución in vitro, deben realizarse
CAPÍTULO 19: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN RÁPIDA 559
bajo condiciones sink y las ecuaciones expuestas se basan en la suposición de que se cumple
esta premisa; en este caso se asegura que el volumen de disolvente no será un factor limita-
tivo de la velocidad de disolución del fármaco a partir de la forma farmacéutica que lo con-
tiene y representa al máximo las condiciones in vivo. Cabe señalar que también se acepta que
el volumen del medio de disolución sea de 3 a 10 veces superior al volumen necesario para
nes sink la representación gráfica que relaciona cantidades disueltas frente al tiempo no es
obtener una solución a saturación del fármaco (EP 6.0, 2007). Si no se trabaja en condicio-
una recta, sino una curva debido a que se ha agotado la posibilidad de disolverse más fárma-
co a partir de un determinado tiempo, porque en el líquido de disolución la cantidad de fár-
maco se halla a saturación (figura 19.8).
Estos parámetros posibilitan obtener información más completa del curso evolutivo del pro-
ceso de velocidad de disolución. La estimación de estos parámetros funcionales requiere,
como premisa previa, disponer de una expresión matemática que describa, con suficiente
560 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
En la que:
dAd/dt = variación de la cantidad de fármaco en solución libre por unidad de tiempo (velo-
cidad de disolución)
kd = constante de velocidad de disolución que depende de las condiciones experi-
mentales.
Desde un punto de vista biofarmacéutico, interesa el caso en que Adt tiene un valor muy
pequeño respecto al de Ads, es decir, cuando Ads >>> Adt, que es la situación en que se cum-
plen las condiciones sink. Dado que Adt tiene un valor despreciable respecto a Ads, y puesto
CAPÍTULO 19: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN RÁPIDA 561
que para una determinada especie cristalina de un fármaco, kd y Ads son constantes, la ecua-
ción 19.2, puede escribirse:
dAd
= − kd ⋅ S
dt
(19.3)
Según se considere que la superficie (S) del fármaco en la forma farmacéutica, varía o
permanece constante, durante todo el proceso en el que se estudia la velocidad de disolu-
ción del fármaco, se deduce, a partir de la ecuación de Noyes y Whitney modificada, dis-
tintas expresiones matemáticas para ajustar los datos experimentales.
Son formas farmacéuticas que durante todo el proceso en que se estudia la velocidad de
disolución del fármaco que contienen, mantienen constante su superficie en el medio de diso-
lución, como por ejemplo, formas matriciales, forma Oros o pulsátiles.
Si se considera la cantidad de fármaco por disolver en la forma farmacéutica, cantidad
máxima disuelta menos cantidad disuelta de fármaco a un tiempo t, (Ad∞ – Adt), a partir de
la ecuación 19.3 cuando la superficie (S) del fármaco en la forma farmacéutica expuesta al
medio de disolución es constante durante todo el proceso, la ecuación representativa del mis-
mo, es la siguiente:
d ( Ad∞ − Adt )
= −k d
dt
(19.4)
En la que:
tiempo t.
(Ad∞ – Adt) = cantidad remanente de fármaco por disolver en la forma farmacéutica a un
La ecuación 19.5 define una recta, representativa de un proceso de orden cero y cuya
representación gráfica se expone en la figura 19.9. El ajustado de la ecuación anterior a los
resultados experimentales, cantidad remanente de fármaco o fármaco no disuelto, a cada uni-
dad de tiempo permite calcular el valor de la constante que rige el proceso (pendiente de la
recta), kd, y la cantidad máxima de fármaco disuelta que coincide con la dosis si la disolu-
ción es total (ordenada en el origen), Ad∞.
Corresponde al caso más frecuente, es decir, la superficie del fármaco en la forma far-
macéutica que lo contiene varía con el tiempo durante el proceso de disolución. Pueden con-
siderarse dos situaciones:
La ecuación representativa tiene también como base la ecuación de Noyes y Whitney modi-
ficada. En este caso la superficie (S) de fármaco expuesta al medio de disolución es función
CAPÍTULO 19: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN RÁPIDA 563
de la cantidad remanente en la forma farmacéutica del mismo sin disolver: S = k (Ad∞ – Adt).
De acuerdo con esta asunción la ecuación 19.3, puede escribirse:
d ( Ad∞ − Adt )
= −k d ( Ad∞ − Adt )
dt
(19.6)
La representación gráfica en escala decimal de los valores de Ddt (cantidad disuelta acu-
mulada) frente al tiempo y Dd∞ – Ddt (cantidad de fármaco remanente en estado sólido) fren-
te al tiempo se expone en la figura 19.10. En escala semilogarítmica la representación grá-
fica que relaciona (Ad∞ – Adt) frente al tiempo se expone en la misma figura 19.10. La ecuación
19.8 permite obtener el valor de las cantidades de fármaco disueltas acumuladas a cada tiem-
po considerado y su representación gráfica es una curva asintótica. Igual que en el caso ante-
rior, el ajustado de la ecuación 19.7 a los datos experimentales (Ad /t) permite estimar el valor
de la constante de velocidad del proceso, pendiente de la recta semilogarítmica, kd , y la can-
tidad máxima de fármaco disuelto, antilogaritmo de la ordenada en el origen, Ad∞.
S = k⋅ V 2
3
(19.9)
teniendo en cuenta que A = V · d y que para una misma especie cristalina la densidad (d) es
constante, a partir de la ecuación 19.9, considerando la cantidad remanente de fármaco por
disolver en el sistema de liberación, puede escribirse:
564 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
FIGURA 19.10. Representación gráfica del proceso de disolución de un fármaco que cursa
según un proceso de orden uno. En la gráfica superior se representan las cantidades
disueltas (◆) y remanentes (■) en ordenadas frente al tiempo, en abscisas. En la gráfica inferior se
representan los logaritmos de las cantidades remanentes (◆) en ordenadas, frente al tiempo,
en abscisas. En ambas gráficas se considera un período de latencia (t0)
3
Ad∞ − 3 ( Ad∞ − Adt ) = k d (t − t0 ) (19.11)
CAPÍTULO 19: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN RÁPIDA 565
FIGURA 19.11. Representación gráfica de un proceso de disolución que sigue la cinética de la raíz
cúbica. En la gráfica superior se representa la cantidad disuelta en ordenadas,
frente al tiempo, en abcisas. En la gráfica inferior se representa la raíz cúbica de la cantidad máxima
disuelta menos la raíz cúbica de la cantidad remanente en ordenadas, frente al tiempo,
en abcisas. Se considera un período de latencia (t0).
566 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Adt = Ad∞ 1 − e
β
−( 0 )
td
(19.12)
en la que:
Este porcentaje se deduce del análisis de la ecuación 19.12. En efecto, cuando (t – t0) =
= td, el cociente entre paréntesis equivale a la unidad y, cualquiera que sea el valor de b, se
cumple:
Ad∞
ln ln = β ln(t − t0 ) − β ln t d
Ad ∞ − A dt (19.13)
Para estudiar, a nivel comparativo, el valor de los parámetros representativos del proceso,
los resultados experimentales (Adt /t) correspondientes a cada unidad de las formas estudia-
das, es posible que no puedan ser ajustadas por la misma ecuación de las expuestas para el
tratamiento de datos.
En este caso, lógicamente, no se podrá realizar estudios comparativos dado que en el estu-
dio de las 12 unidades (número de replicados recomendados en estos estudios), se dispondría
de parámetros obtenidos con distintas ecuaciones. En esta situación, a fin de obtener infor-
mación del proceso de velocidad de disolución del fármaco, se utilizan parámetros modelo
independientes. Dentro de este grupo de parámetros, los más utilizados son los siguientes:
A) Parámetros puntuales
• Son los ya comentados anteriormente, t10%, t50%, t85%, o Ad30 min, Ad60 min, Ad120 min,
por ejemplo. Es decir, tiempo que tarda en disolverse un determinado porcentaje de
fármaco, o también, cantidad de fármaco disuelto a un tiempo concreto.
• Cantidad máxima disuelta (Admax) y, tiempo en que aparece este valor (tmax), determi-
nados ambos experimentalmente.
• Valor del área bajo la curva representativa del proceso, determinada, por ejemplo, por
trapezoides.
568 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
B) Eficiencia de disolución
Este parámetro propuesto por Khan (Khan, 1972, 1975) se estima a partir de la curva
acumulativa de velocidad de disolución mediante la siguiente ecuación:
Ad dt
t
Ef % = ⋅ 100
∫ 0
Ad 100 . t
(19.14)
en la que:
0
delimitados por los intervalos de tiempo y el incremento de la cantidad de
fármaco disuelta de cada intervalo.
Ad100 · t = área del rectángulo delimitado por la cantidad máxima fármaco disuelto y
el tiempo que ha durado la experiencia.
• Sólo es válido en el caso de que se haya disuelto, como mínimo, el 90% de la canti-
desde un punto de vista estadístico como una variable aleatoria, siendo su valor más repre-
sentativo su media (tiempo medio de disolución: MDT) cuyo cálculo permite obtener infor-
mación muy realista del proceso estudiado.
Para la determinación de los momentos estadísticos aplicados a los estudios de veloci-
dad de disolución, Brockmeier (Brockmeier, 1982), propuso utilizar las curvas acumulati-
vas representativas de las cantidades disueltas en función del tiempo. El parámetro más repre-
sentativo, como se ha comentado anteriormente, es el tiempo medio de residencia del fármaco
en estado sólido en la forma de dosificación (tiempo medio de disolución), MDT, cuya ecua-
ción es:
t ⋅ dAdt
∞
MDT =
∫ 0
dAdt
∞ (19.15)
∫ 0
MDT =
∑ ( t ∆A i dt )
Ad∞ (19.16)
∑ ( t ∆A ) =
i d suma del área de los trapezoides delimitados por el incremento de fármaco
disuelto y los tiempos inicial y final del intervalo considerado.
Ad∞ = cantidad máxima de fármaco susceptible de disolverse.
Las cantidades de fármaco por disolver a cada intervalo de tiempo considerado equiva-
len al valor del área del trapecio situado encima de la curva acumulativa de cantidades disuel-
tas/tiempo (equivalente a cantidad de fármaco no disuelto). La cantidad máxima disuelta
corresponde al valor asintótico de dicha curva (figura 19.14).
FIGURA 19.14. Representación gráfica utilizada en el cálculo del momento estadístico, tiempo medio
de disolución (MDT ). Se representan los incrementos de las cantidades de fármaco disuelto,
en ordenadas, frente a los tiempos medios correspondientes a los intervalos de tiempo utilizados, en
abscisas. ASC equivale al área representativa de la cantidad de fármaco no disuelto.
La limitación para el cálculo del MDT es que como mínimo tiene que disolverse el 90%
de la dosis o de la cantidad de fármaco susceptible de disolverse.
En base a los momentos estadísticos puede estimarse la velocidad de disgregación de una
forma farmacéutica sólida para administración oral. Se parte de un supuesto muy simple: de
la comparación del tiempo medio de disolución del fármaco en una forma de dosificación
determinada (MDTf.dosi) con el del fármaco sólo sin excipientes (MDTp.a). Se deduce que la
diferencia entre ambos valores corresponde al tiempo medio de disgregación (MDIT):
Las unidades tanto del MDT como del MDIT se expresan en tiempo directo, horas o
minutos.
CAPÍTULO 19: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN RÁPIDA 571
Una de las aproximaciones más simples y de mayor difusión para la comparación de perfiles
ción modelo independiente que emplea los factores de diferencia (f1 ) y similitud (f2 ) (Moore,
de disolución, obtenidos a partir de formas farmacéuticas de liberación rápida, es la aproxima-
1996). El factor de diferencia (f1 ) es la diferencia porcentual entre dos curvas a cada tiempo de
toma de muestra; es decir, equivale a una medida de error relativo entre las dos curvas y su expre-
sión matemática tiene la siguiente ecuación:
t =n
∑ ( Rt − Tt
)
f1 = t =1 t = n ⋅ 100
∑ Rt
(19.18)
t =1
en la que:
Rt = porcentaje de fármaco disuelto acumulado a cada tiempo t, a partir de la formu-
lación de referencia.
Tt = porcentaje de fármaco disuelto acumulado a cada tiempo t, a partir de la formu-
lación problema.
La diferencia porcentual entre las cantidades disueltas debe corresponder al mismo tiem-
po de toma de muestras, y debe expresarse en valor absoluto. No obstante, se admite que las
dos curvas son superponibles, si el valor de f1 está comprendido entre 0 y 15.
El factor de similitud f2 se calcula a partir de la siguiente ecuación:
1
⋅ 100
f 2 = 50 ⋅ log t n
∑ ( Rt − Tt )
2
=
(19.19)
1+
t =1
n
en la que:
n = número de pares de valores considerados en el cálculo de f2.
Adt /t y Rt y Tt, en este caso, equivalen al porcentaje de fármaco disuelto, a cada tiempo
considerado, correspondiente a la formulación de referencia y formulación problema, res-
∑(R − T )
2
t t
t =1
572 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
En este caso, el valor del denominador de la ecuación 19.19 sería la raíz cuadrada de uno,
es decir, 1. Luego en la ecuación 19.19, si el valor del cociente es 1. Siendo log 100 = 2, el
valor de f2 sería igual a: 2 · 50 = 100.
Por consiguiente, el valor máximo de f2 es de 100 y, como se ha comentado anterior-
mente, dos curvas de velocidad de disolución se consideran similares, si el valor del pará-
metro de similitud está comprendido entre 50 y 100 (Moore, 1996).
En principio el más utilizado es el factor de similitud.
Cuando se emplea el factor de similitud deben tenerse en cuenta las siguientes conside-
raciones (Guidelines, 1998):
• Los tiempos de toma de muestra y las condiciones de realización de los ensayos deben
ser los mismos para los perfiles sometidos a consideración.
• Deben utilizarse un mínimo de 12 unidades por lote de formulación ensayado.
• El coeficiente de variación porcentual (% CV) debe ser pequeño, inferior al 20% en
los primeros tiempos (hasta los 15 minutos) y no debe ser superior al 10% en el resto
de tiempos de toma de muestra.
• Tan sólo debe considerarse un valor por encima del 85% de la cantidad máxima sus-
ceptible de disolverse.
Los estudios de velocidad de disolución de los fármacos se llevan a cabo a partir del tabu-
lado experimental obtenido: cantidades disueltas acumuladas en función del tiempo (Adt/t).
Como consideraciones generales, para el tratamiento de datos, cabe comentar algunas pun-
tualizaciones:
3. Estudio mediante parámetros para la comparación del perfil de las curvas de veloci-
dad de disolución.
a) Toma de muestra a los mismos tiempos para cada una de las unidades.
b) Ajustar las funciones representativas de los distintos modelos a los valores medios
de los replicados.
c) Dilucidar el mejor ajustado global mediante criterios estadísticos.
d) Ajustar el modelo elegido a todos los resultados experimentales individuales, a fin
de calcular los valores de los parámetros, sus promedios y sus correspondientes des-
viaciones estándar.
CUADRO 19.1
Valores comunes de la variable (Adt ), obtenidos tras operar en las funciones representativas,
para el ajustado de los datos experimentales (Adt/t)
Existen diferentes criterios para dilucidar la función más sencilla que estadísticamente
se ajusta mejor a los resultados experimentales, es decir, la que explica la cinética de velo-
cidad de disolución del fármaco a partir de la formulación problema. Uno de los más utili-
zados es el ensayo MAICE (Minimun Akaike Information Criterion) (Akaike, 1976) que uti-
liza el valor de AIC (Akaike Information Criterion) (Yamaoka, 1978), como parámetro de
referencia, cuya ecuación es:
En la que:
función se penaliza el valor de AIC con el factor 2p. La función que presenta el menor valor
ajuste, mayor es la posibilidad de que sea menor el valor de SSQ, para seleccionar la mejor
a) Distribución de los valores residuales. Los valores residuales deben estar aleatoria-
mente distribuidos, sin marcar ninguna tendencia.
b) Desviación estándar, de los parámetros, aceptable (como máximo un orden de mag-
nitud menos que la media).
Este estudio permite conocer la cinética que ha seguido el proceso de disolución del fár-
maco a partir de la forma farmacéutica problema.
Cuestiones y problemas
utilizará el aparato n.º 2 (palas) con vasos de 900 ml de capacidad. Se conoce la solubi-
lidad del principio activo en los siguientes pH: 6,8, 4,5 y 1,2 (0,5, 1,2 y 4 mg/ml, res-
pectivamente). Razone si el medio de disolución más adecuado para llevar a cabo el ensa-
yo es el de pH 1,2.
2. El estudio de velocidad de disolución de un fármaco a partir de la forma farmacéutica
que lo contiene genera la siguiente ecuación representativa del proceso:
20.1. Introducción
ración de fármacos (new drug delivery systems). El objetivo de estos nuevos sistemas es modu-
lar y controlar la liberación del fármaco para conseguir niveles plasmáticos óptimos duran-
te todo el tratamiento. Paralelamente a estos hechos, en las últimas décadas (~1990-2000)
ha habido un progreso científico importante en el campo de la terapia génica y biotecnoló-
gica, que junto al desarrollo tecnológico (técnicas analíticas más sensibles y rápidas, técni-
cas de imagen y diagnóstico) y químico (síntesis de nuevos materiales, polímeros) han con-
llevado a la búsqueda de nuevos carriers que permitan vehiculizar este tipo de productos
(péptidos, proteínas, fragmentos de anticuerpos, oligonucleótidos, etc.) hasta la biofase.
Desde un punto de vista clínico, el tratamiento de enfermedades crónicas o agudas se ha
venido realizando durante mucho tiempo mediante la administración de fármacos formulados
en formas farmacéuticas de liberación rápida o inmediata (immediate release, IR) también deno-
minadas formas farmacéuticas convencionales, tales como comprimidos, cápsulas, supositorios,
soluciones, suspensiones, aerosoles e inyectables, etc. como sistemas vehiculadores de fárma-
cos. Incluso hoy en día estos sistemas convencionales de liberación rápida de fármacos son los
más utilizados y los que ocupan el primer lugar de ventas en el mercado farmacéutico. Sin embar-
go, para alcanzar y mantener concentraciones de fármaco dentro del margen terapéutico es nece-
saria la administración de estos sistemas varias veces al día, lo cual conlleva una considerable
fluctuación de los niveles plasmáticos (figura 20.1) y un riesgo de incumplimiento del régimen
de dosificación por parte del paciente. Mediante sistemas de liberación modificada (modified
release, MR), basados en un diseño biofarmacéutico adecuado, es posible obviar estos incon-
venientes de las formas farmacéuticas de liberación rápida, facilitando la posología, garantizando
la eficacia e incluso mejorando, en algunos casos, la seguridad del medicamento administrado.
ner de un sistema de liberación del fármaco que optimice la seguridad y la eficacia de los
tratamientos, simplificando su posología. Es decir, alcanzar y mantener niveles plasmáticos
eficaces durante un período de tiempo prolongado, con las mínimas fluctuaciones posibles
y con intervalos de dosificación (t) de como mínimo 12 o 24 horas.
20.2. Terminología
Los avances en las nuevas tecnologías han llevado al desarrollo de un gran número de sis-
temas de liberación de fármacos que podrían permitir variar la posología de la medicación
y aportar beneficios terapéuticos, a la vez que han creado una cierta confusión en la termi-
nología utilizada. En general, los sistemas denominados de liberación modificada son sis-
temas que modifican la velocidad de liberación respecto a los sistemas convencionales y,
como consecuencia, la velocidad de absorción del fármaco. Se utilizan, a veces indistinta-
mente, términos como sistemas de liberación controlada, retardada, prolongada, etc. Por este
motivo, se revisa a continuación la terminología adoptada para esas formulaciones.
es la misma.
• Sistemas de liberación prolongada o sostenida. Son sistemas que liberan el fár-
maco más lentamente que los convencionales, manteniendo concentraciones
plasmáticas terapéuticas y disminuyendo sus fluctuaciones. En principio, deben
580 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
FIGURA 20.2. Curva de niveles plasmáticos de un fármaco formulado en distintos sistemas de liberación.
miten disminuir el valor de la concentración plasmática máxima Cmax. Por tanto, el valor de
indeseables que puedan presentarse utilizando los sistemas convencionales, de forma que per-
20.3.1. Ventajas
Previamente a reseñar las ventajas que comporta el empleo de este tipo de sistemas de libera-
ción, conviene indicar que no todos los fármacos son susceptibles de ser formulados median-
te los mismos. Los fármacos deben reunir una serie de requisitos fisicoquímicos, farmacoci-
néticos y biofarmacéuticos que se exponen más adelante (apartado 20.4). Diversos fármacos
pueden ser formulados en este tipo de sistemas siendo, en general, fármacos con propiedades
diuréticas, hipoglucemiantes, con actividad sobre el sistema cardiovascular, respiratorio, apa-
rato locomotor y sistema nervioso central, mientras que son pocos los agentes antimicrobia-
nos presentes en este tipo de formulaciones. La razón por la que son pocos los agentes anti-
microbianos que se formulan en sistemas de liberación modificada estriba, probablemente, en
las elevadas dosis usuales que se requieren para instaurar un tratamiento eficaz a partir de sis-
temas de administración convencionales, aspecto que dificulta la elaboración y administración
de un sistema de liberación modificada por un excesivo tamaño del mismo.
Dado que los sistemas de liberación modificada presentan casi siempre un mayor coste
que los sistemas convencionales, su diseño y posterior comercialización están justificados
siempre que se presenten una serie de ventajas clínicas o prácticas:
Debido al perfil de curva de niveles plasmáticos que se pretende obtener mediante la admi-
nes Cmin- Cmax, y como consecuencia, se disminuyen los efectos secundarios indeseables aso-
nistración de un sistema de liberación modificada (figura 20.2), se disminuyen las oscilacio-
20.3.2. Inconvenientes
Los sistemas de liberación modificada no están exentos de inconvenientes que hay que tener
en cuenta, y que a través de la tecnología farmacéutica es preciso evitar, dado que la mayo-
ría de ellos están relacionados con un diseño inapropiado de la forma de dosificación. Los
CAPÍTULO 20: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN MODIFICADA 583
principales inconvenientes que presentan las formas de liberación modificada son los
siguientes:
a) Coste elevado.
b) Correlaciones in vitro/in vivo impredecibles.
c) Efecto de dose dumping, debido a una liberación rápida inicial de fármaco a partir
de la forma de dosificación.
d) Dificultad de ajuste de la dosificación.
e) Incremento del efecto de primer paso y disminución de la biodisponibilidad.
f) Baja estabilidad in vivo y elevado aclaramiento.
g) Para las formas de administración oral, existe el inconveniente adicional de que la
liberación del fármaco está influenciada por los tiempos de tránsito gastrointestinal.
h) Riesgo de acumulación.
i) Posibilidad de falta de reproducibilidad en la fabricación de la forma farmacéutica.
j) Pérdida de eficacia por ausencia de toma de una dosis (incumplimiento del paciente).
A) Coste elevado
unidas a las propias que genera la forma farmacéutica, pueden ser responsables de la apari-
ción de efectos secundarios indeseables e incluso tóxicos, en especial en tratamientos pro-
longados, para fármacos con estrecho índice terapéutico e indicaciones clínicas determina-
das (cardiotónicos, hipoglucemiantes, etc.). Este efecto a su vez puede ser potenciado en
presencia de alcohol y de determinadas dietas. El porcentaje de liberación rápida máximo
aceptado es aproximadamente de un 15% de la dosis (Reza, 2003).
D) Ajuste de la dosificación
Es una de las mayores dificultades que presentan muchos sistemas de liberación modifi-
cada, dado que no es posible fraccionar la forma farmacéutica para un mejor ajuste de la dosis.
Este aspecto debe considerarse especialmente en el tratamiento de algunas patologías que pue-
de realizarse con distintas dosis de fármaco y para aquellos principios activos que requieran
monitorización.
En cuanto al efecto de primer paso que puedan sufrir los fármacos formulados en siste-
mas de liberación modificada tras su administración oral, cabe referirse, en primer lugar, al
metabolismo a nivel intestinal y, mayoritariamente, hepático. El metabolismo hepático es un
proceso saturable, pero la mayoría de los fármacos se administran a unas dosis con las cua-
les no se alcanzan concentraciones que saturen uno o varios sistemas enzimáticos. Tras la admi-
nistración oral, prácticamente toda la dosis de fármaco pasa por el hígado a través de la vena
porta. De este modo, cuanto mayor es la cantidad de fármaco que accede al hígado a un tiem-
po determinado, mayor posibilidad existe de saturar los sistemas enzimáticos responsables
del metabolismo hepático, y en ese caso, una parte de la dosis administrada escaparía de este
fenómeno. Es lo que suele suceder con las formas farmacéuticas convencionales. Por el con-
trario, cuanto menor es la cantidad de fármaco por unidad de tiempo que accede al hígado,
menor es la probabilidad de que se produzca la saturación de los procesos metabólicos y, por
tanto, una mayor fracción de la dosis de fármaco administrada sería susceptible de metaboli-
zarse. Es el caso de los sistemas de liberación modificada. Por este motivo, en los sistemas
de liberación modificada es mayor la potencial reducción de la biodisponibilidad debida a un
aumento del efecto de primer paso hepático, que en los sistemas convencionales.
En segundo lugar, y dado que en los sistemas de liberación modificada debe garantizarse
una absorción a lo largo de todo el tracto intestinal, pequeñas deficiencias en el diseño del sis-
tema de liberación o cambios fisiológicos que afecten a la absorción (tiempos de tránsito intes-
tinal, acción de la microflora), repercutirán significativamente en una disminución en la absor-
ción y por tanto también en el valor de la biodisponibilidad del fármaco que contienen.
En resumen, los sistemas de liberación modificada suelen presentar una biodisponibili-
dad menor tanto en velocidad como en magnitud, respecto a los sistemas de liberación con-
vencionales. Por ello, la biodisponibilidad de un fármaco candidato a ser formulado en un
sistema de liberación modificada debe ser total, o por lo menos óptima, para garantizar la
CAPÍTULO 20: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN MODIFICADA 585
H) Riesgo de acumulación
macocinéticas que conllevaría. Por este motivo, debe programarse muy bien la pauta de
dosificación.
J) Pérdida de eficacia por ausencia de toma de una dosis (incumplimiento del paciente)
de valores de pH del tracto gastrointestinal: ésta debe ser superior a 0.1 μg·ml–1 para
a) Requisitos fisicoquímicos. Debe verificarse la solubilidad del fármaco en el ámbito
ducirse el fenómeno de flip-flop (ka o k01 < k o k10 ). A pesar de ello, la velocidad de absorción
de dicha constante puede resultar inferior a la constante aparente de eliminación (k o k10) y pro-
seguirá siendo superior a la velocidad de eliminación (en los primeros tiempos) debido a que
estas formas farmacéuticas se dosifican con cantidades de fármaco elevadas.
Por otro lado, también es aconsejable que la semivida de absorción no sea excesivamente
larga. Se estima que un valor de semivida entre 9-12 h sería razonable para una absorción
efectiva. Tiempos de permanencia del fármaco en el lugar de absorción excesivamente pro-
longados pueden dar lugar a problemas de absorción debidos a que una cantidad demasia-
do elevada de fármaco alcanzaría el colon donde la absorción es más lenta, más variable y
donde hay mayor exposición a la degradación bacteriana (microbiota). A su vez, semividas
de absorción de 9-12 h sugieren semividas de velocidad de disolución (de acuerdo con una
cinética de orden uno) del orden de 3-4 h (Robinson, 1987).
Considerando los comentarios expuestos anteriormente, las principales características
que descartan a un fármaco para ser formulado mediante un sistema de liberación modifi-
cada son las siguientes:
e)
d) Absorción pobre del fármaco en el tracto intestinal, especialmente a nivel colónico.
Absorción del fármaco mediante un proceso activo localizado en una zona concreta
del trato intestinal (ventana de absorción).
f) Escasa solubilidad del fármaco o una velocidad de disolución muy lenta, que con-
llevarían problemas de absorción y descenso en el valor de la biodisponibilidad.
g) Decurso de los niveles plasmáticos distinto al de su actividad farmacológica. En esta
situación, la modificación del perfil de los niveles plasmáticos no repercute directa-
mente en el decurso de la respuesta farmacológica (por ejemplo, en el caso de la war-
farina). En estos casos no se presenta una relación directa entre las concentraciones
plasmáticas de fármaco y las presentes en biofase al mismo tiempo.
FIGURA 20.3. Aparato n.° 3 (cilindro oscilante) (Fuente: modificado de USP 35).
FIGURA 20.4. Aparato n.º 4 (celda de flujo) (Fuente: modificado de William A. Hanson. Handbook
of dissolution testing. Pharmaceutical Technology publications. 1982. Springfield, EEUU).
590 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Los medios de disolución empleados son los establecidos en las monografías correspondientes.
El aparato 3, conocido también como BIODIS o cilindro oscilante, se comercializa con vasos
de 250 ml dispuestos en 6 filas y 8 columnas, de forma que en cada experiencia puedan rea-
lizarse 6 replicados a 8 valores de pH distintos, si procede. El aparato 4, que también figu-
ra en la Farmacopea europea, se basa en una célula de flujo continuo. Esta célula básica-
mente es de material de plástico, de forma cilíndrica y con una parte terminal cónica, que
corresponde al extremo inferior de la célula por el cual penetra el medio de disolución.
CUADRO 20.1
Porcentaje de fármaco liberado/disuelto, en función de la pauta de dosificación (t )
Horas 1,5 3 6 9 12
pH 1,2 2,5 4,5 7,0 7,5
% Disuelto 5-15 20-50 45-70 65-75 75-100
(t) 0,12 0,25 0,5 0,75 1,0
En general la pauta de dosificación (τ), prevista para el tratamiento terapéutico con for-
mas de liberación modificada (especialmente las prolongadas), debe ser igual o mayor que
dos veces a la correspondiente a la forma de liberación rápida (convencional). Durante la
primera hora, no debe liberarse/disolverse más del 5-15% de la dosis (burst effect).
A) Mecanismos de liberación
sión pasiva del fármaco a través del sistema que configura la formulación (Le Blanc, 1990).
Sin embargo, cuando el fármaco se formula en formas farmacéuticas de liberación modifi-
cada, especialmente en formas de liberación prolongada o sostenida, el proceso de libera-
ción se realiza principalmente por tres mecanismos (Siepmann, 2001, Agrawal, 2003):
El proceso de difusión está influido por la capacidad de hinchamiento del polímero y por
la hidrosolubilidad del principio activo incluido en la matriz. Para polímeros de bajo poder de
hinchamiento, como en el caso de las etilcelulosas, el coeficiente de difusión del principio acti-
vo permanece constante durante el proceso de liberación; para el caso de polímeros altamen-
te hinchables (hidroxipropilmetilcelulosas), el coeficiente de difusión es altamente dependiente
del contenido del agua que penetra en el sistema, de manera que a medida que va entrando
agua se produce un aumento del coeficiente de difusión del principio activo. Considerando la
solubilidad del principio activo, cuando ésta es elevada (>5 mg/ml), la liberación se produce
mayoritariamente por disolución del principio activo en el agua que se infiltra a través de la
matriz. Por otra parte, la incorporación en la matriz de principios activos poco hidrosolubles
(<0,5 mg/mL) dará lugar, durante el proceso de liberación, a la coexistencia de fármaco disuel-
to y fármaco en estado sólido (sin disolver) dado que el agua que penetra en la matriz no alcan-
zará a solubilizar la totalidad del fármaco. En estos casos, la liberación se produce parcialmente
por disolución del principio activo en el agua infiltrante y, por otra, por erosión de la matriz (el
fármaco se irá disolviendo en el medio tras la ruptura del núcleo o matriz), dado que la pre-
sencia de partículas sólidas de principio activo produce una disminución de la capacidad de
hinchamiento de la misma, mientras que la erosión se ve incrementada.
Otro factor a tener en cuenta es la relación fármaco/matriz; en el caso en que ésta sea
elevada (carga elevada) los cambios que se producirán al irse liberando el principio activo
serán importantes, obteniéndose sistemas más porosos que ofrecerán menor resistencia a la
difusión.
b) Hinchamiento o relajación
Este proceso es conocido también como transporte caso II (Peppas, 1989). El polímero
incorpora agua en su estructura, produciéndose una relajación de las cadenas del polímero
592 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
con un incremento de volumen del mismo. Esta incorporación de agua es el proceso limi-
tante de la liberación del principio activo a partir del sistema, y depende de la capacidad de
hinchamiento del polímero. Los cambios estructurales que se producen son transiciones del
estado del polímero (de vítreo a gomoso). El agua actúa dando plasticidad al polímero, pro-
duciendo una disminución en la temperatura de transición vítrea del polímero. Este fenó-
meno es de mayor o menor magnitud dependiendo de las características de hinchamiento del
polímero: la hidroxipropilmetilcelulosa es un ejemplo de un polímero hidrofílico altamente
hinchable, mientras que la etilcelulosa es de bajo poder de hinchamiento.
Este proceso se produce por disolución o hidrólisis del polímero y se dará en mayor o menor
magnitud y velocidad dependiendo del polímero utilizado (longitud de cadena, sustituciones,
etc.). En los casos en los que la erosión se inicie cuando ya se hubiera liberado todo el princi-
pio activo de la forma farmacéutica, este proceso podría despreciarse. A su vez y dependiendo
de la naturaleza del polímero, es un proceso ligado al hinchamiento o relajación del mismo, y
tal como se ha comentado anteriormente, está inversamente relacionado con la hidrosolubilidad
del principio activo, es decir, la erosión aumenta al disminuir la solubilidad.
En el caso de fármacos parcialmente solubles (0,5-5 mg/ml) el proceso de velocidad de
liberación presenta un comportamiento intermedio entre los anteriores. La velocidad de libe-
ración dependerá de la velocidad de infiltración del disolvente y de la velocidad de erosión
del núcleo en la matriz (proceso por transporte anómalo) (Andretta, 2003).
B) Modelos de ajustado
Por los motivos expuestos, en los estudios de liberación de principios activos a partir de
formas farmacéuticas de liberación modificada, y dependiendo de la complejidad del siste-
ma de liberación diseñado, pueden utilizarse distintos tipos de ecuaciones representativas del
proceso. Algunas de ellas consideran que el proceso transcurre mayoritariamente por difu-
sión pasiva y, otras expresiones matemáticas, contemplan la posibilidad de que intervengan
otros procesos (hinchamiento o erosión, o transporte anómalo). Asimismo también pueden
determinarse parámetros amodelísticos y parámetros comparativos del perfil de las curvas
acumulativas de liberación que se obtienen de los estudios in vitro.
De acuerdo con lo expuesto, las ecuaciones matemáticas utilizadas en el ajustado de los
datos experimentales procedentes de este tipo de formulaciones son las siguientes:
Mt
= 1 − e− k d ⋅ t
M∞
b) Cinética de primer orden: (20.2)
o su expresión logarítmica:
en las que:
Estos modelos asumen que el proceso de liberación se realiza por difusión pasi-
va del fármaco a través de la matriz.
en la que:
Mt
=k⋅ t
M∞
(20.5)
594 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Mt
= k ⋅ t 1/2
M∞
o bien, (20.6)
donde k es la constante que rige el proceso y que refleja las variables en el dise-
ño del sistema.
En este modelo se realizan una serie de asunciones que no se cumplen para muchos
sistemas de liberación modificada; sin embargo, debido a la simplicidad de este
modelo, se utiliza frecuentemente para tener información preliminar acerca del
mecanismo de liberación implicado en el proceso. Las asunciones del modelo de
Higuchi son las siguientes:
en la que:
el cuadro 20.2, los valores extremos de n = 1 y n = 0,5 sólo se obtendrían con geo-
dependiendo del valor del exponente n obtenido (cuadro 20.2). De acuerdo con
vamente. Valores de 0,43 < n < 0,5 son indicativos de que el proceso de liberación
está gobernado mayoritariamente por difusión pasiva; valores de 0,85 < n < 1 son
indicativos de que el proceso de liberación está gobernado mayoritariamente por
hinchamiento/erosión de la matriz (transporte Caso II), y para valores interme-
CAPÍTULO 20: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN MODIFICADA 595
(Ford, J., 1987). En algunos casos, puede obtenerse un valor de n > 1. En estos
se realiza por difusión pasiva, mayoritariamente a través de los poros de la matriz
casos se habla de liberación por transporte Super Caso II, y se atribuye el proce-
so por hinchamiento/relajación cuando se produce un incremento en la plastici-
dad y movilidad de las macromoléculas de la capa del gel formado, facilitando
así la liberación del principio activo. Este fenómeno ha sido descrito para matri-
ces de carboximetilcelulosa sódica (Ferrero, 2000), carbomer liofilizado (Llabot,
2004) y con la goma natural de Baraya (Munday, 2000), entre otros.
CUADRO 20.2
Interpretación de los mecanismos de liberación/disolución de los fármacos
a partir de formas farmacéuticas de liberación modificada por aplicación de la ecuación 20.7.
(Fuente: modificado de Korsmeyer y col., 1983).
M (t − l )
= k ⋅ (t − l )n
M∞ (20.8)
M (t − l )
log = log k + n ⋅ log(t − l )
M∞
(20.9)
596 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Mt
= k ⋅tn + b
M∞
(20.10)
Mt k ⋅t
n
= 1 − 1 − 0
M∞ C0 ⋅ a0 (20.11)
en la que:
Mt
= 1 − (1 − k1 ⋅ C0 ⋅ a0 )2 (1 − k2 ⋅ t / C0 ⋅ b0 )
M∞ (20.12)
Mt /M∞ = k1 · tn + k2 · t 2n (20.14)
R k2 ⋅ t n
F k1
= (20.16)
Cabe considerar que en el ajustado de las ecuaciones 20.14 y 20.15 a los resul-
tados experimentales, cantidades de fármaco liberado acumulado frente al tiempo,
el valor de k2 puede ser negativo. Este hecho es indicativo de que se produce un
598 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
La ecuación de la raíz cúbica puede ajustar bien los datos experimentales del
proceso liberación de principios activos poco hidrosolubles, cuyo proceso se desa-
rrolla mayoritariamente mediante erosión de la matriz (Khan, G.M., 2001,
Williams, III, 2002). La ecuación representativa es la siguiente (la simbología es
la empleada por los autores):
W01/3 – Wt1/3 = k · t (20.17)
en la que:
Dividiendo la ecuación 20.17 entre W01/3 y asumiendo que k/ W01/3 es una cons-
tante, operando se obtiene:
[Wt/W0]1/3 = 1 – k · t (20.18)
en la que:
Igual que en el caso de formas farmacéuticas de liberación rápida, cuando se trata de for-
mas farmacéuticas de liberación modificada pueden utilizarse parámetros amodelísticos para
CAPÍTULO 20: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN MODIFICADA 599
obtener información del proceso de velocidad de liberación (Costa, P., 2001, Baveja, S.K.,
1986 y 1987). Los más utilizados son:
– Tiempo que tarda en liberarse el 20% de la dosis (t20%), el 50% (t50%) y el 80% (t80%).
– Cantidad de fármaco liberado a los 20 minutos (Q20), a los 50 minutos (Q50) y a los
90 minutos (Q90).
M t ⋅ dt
t
Ef =
∫ 0
MT ⋅ T
(20.20)
en la que el numerador equivale al área bajo la curva acumulativa del perfil de velo-
cidad de liberación (estimada por trapezoides) y representa las cantidades de fárma-
co disueltas en el intervalo de tiempo considerado a partir de la forma de dosifica-
ción. El denominador corresponde al área del rectángulo delimitada por la cantidad
máxima liberada (MT) y el último tiempo experimental (T ). Aunque este último valor
de T es arbitrario, se aconseja que corresponda a un tiempo en el que se haya disuel-
to como mínimo el 90% de la dosis. La eficiencia de liberación es un parámetro adi-
mensional muy útil para llevar a cabo estudios comparativos de velocidad de disolu-
parámetro al mismo valor de T. De este modo puede observarse cuál de las formula-
ción del mismo principio activo a partir de distintas formulaciones, y estimando este
n n
∑ t i ⋅ ∆M i ∑t i ⋅ ∆M i
MDT = i =1 i =1
M∞
n
=
∑ ∆M
(20.21)
i
i =1
Para el estudio comparativo del perfil de las curvas acumulativas de liberación de dos
1
⋅ 100
f 2 = 50 ⋅ log
n
∑Wi ⋅ ( Ri − Ti )2
(20.22)
1 + i =1
n
en la que:
modificada se lleva a cabo con un mínimo de doce replicados (Guidance for Industry,
El estudio de velocidad de liberación de fármacos a partir de formas de liberación
cados no supere el 10% (Guidance for Industry, 1997). Se ajustan, por regresión no line-
cipio activo obtenidas en los distintos tiempos de toma de muestra y en los diferentes repli-
en la que:
n
WSSR = ∑ Wi ( yi − yi ) = suma de cuadrados de los residuales (valor observado yi),
2
i =1
menos el valor predicho por la función ( yi ) al mismo tiempo).
Wi = factor de ponderación (opcional).
n = número de pares de valores, cantidad de fármaco liberado/tiempo.
p = número de parámetros de la función.
La función que presenta el menor valor de AIC es la función más sencilla que estadísti-
camente mejor explica el proceso de liberación del fármaco a partir de la formulación ensa-
yada.
El siguiente paso consiste en ajustar la función seleccionada a los resultados cantidad
de fármaco liberado acumulado respecto al tiempo, correspondientes a cada replicado. Este
procedimiento permite obtener el valor medio de los parámetros y su desviación estándar.
B) Estudio estadístico
20.6.1. Concepto
do por el coeficiente de difusión DL (late time) (Bettini, R. y Catellani, P. L., 2001). Este
xisten partículas sin disolver, la liberación se producirá por erosión, proceso más lento regi-
segundo proceso se inicia cuando el núcleo de la matriz está totalmente hidratado, adquiere
un aspecto gomoso y cuando una importante cantidad de sólido permanece en la capa gela-
tinosa. A su vez se traduce en un cambio brusco en las curvas de velocidad de liberación por
damente el 40% de la cantidad de fármaco que contiene la matriz (Bulgarelli et al., 2000).
un incremento del mismo y que se pone de manifiesto cuando queda por liberar aproxima-
Cabe considerar que el proceso de erosión, DL (late time), adquiere mayor relevancia cuan-
do la solubilidad del fármaco decrece, por lo que el valor de DE (early time) será mayor para
fármacos solubles que para los insolubles y a la inversa. La erosión se produce como con-
secuencia de la presencia de partículas sólidas de principio activo en la capa del gel forma-
do y que afecta a la red de las cadenas del polímero, incrementando la fragilidad del gel for-
mado en la capa superficial de la matriz que se produce al ponerse en contacto con el fluido
disolvente. En estos casos, en lugar de solubilizarse el fármaco en las cadena del polímero
hidratado como ocurriría en el caso de fármacos muy hidrosolubles, las partículas en esta-
do sólido se desplazan (translocate) desde el gel hacia el exterior contribuyendo al proceso
604 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
20.6.2. Cálculo
de los fármacos a partir de la matriz que los contiene en función del tiempo y del espacio (x)
se rige mediante la segunda ley de Fick, que considera el coeficiente de difusión (D), cuya
ecuación es la siguiente:
dC d 2C
= −D
dt dX 2
(20.24)
Mt 8 ⋅ e
− D( 2 n+1) 2 π2 t / l 2
=1−∑
∞
M∞ n=0 ( 2 n + 1) ⋅ π
2 2 (20.25)
CAPÍTULO 20: FORMAS FARMACÉUTICAS DE LIBERACIÓN MODIFICADA 605
operando se obtiene:
Mt D⋅t 1 n⋅l
0,5
M∞ l 2 D⋅l
(20.26)
π n=1
siendo:
Mt D ⋅t Mt
= 4 ⋅ E
M∞ π ⋅ l 2 M∞
; 0> < 0,6 (20.27)
Mt 8 Mt
−π 2 DL ⋅t
= 1 − 2 10 l2
M∞ M∞
y ; 0,4> <1 (20.28)
π
El valor de DE, en la ecuación 20.27, corresponde a la liberación del fármaco regido por
el coeficiente de difusión early time (DE). En la ecuación 20.28, el valor de DL es represen-
tativo de la liberación del fármaco regida por el coeficiente de difusión late time.
Operando en la ecuación 20.27, se obtiene:
Mt DE t
=4
M∞ l
⋅ 2
π (20.29)
Mt DE t
=4
M∞ π l
⋅ (20.30)
Mt D t 1/2
1/2
= 4 ⋅ E ⋅
M∞ l
(20.31)
π
La ecuación 20.31, es la ecuación de una recta que pasa por el origen (y = ax), en la que
la pendiente de la misma es:
D
1/2
a = 4 ⋅ E (20.32)
π
606 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
DE
o, a2 = 16 ⋅ (20.33)
π
Por consiguiente, si se lleva a cabo una regresión lineal simple, entre las fracciones de
fármaco liberadas hasta el 60% de la cantidad que contiene la matriz y la raíz cuadrada del
tiempo dividida entre la altura del comprimido (t½/l ), a partir de la pendiente de la recta pue-
de calcularse el valor del coeficiente de difusión correspondiente al early time (DE).
A partir de la ecuación 20.28, operando, se obtiene:
M 8
−π 2 DL ⋅t
1 − t = 2 10 l2
M∞ π
(20.34)
M t π2
−π DL ⋅t 2
1 − = 10 l
2
M∞ 8
(20.35)
M π2 π 2 ⋅ DL ⋅ t
log 1 − t = −
M ∞ 8 l2
(20.36)
La ecuación 20.36, es la ecuación de una recta que pasa por el origen (y = ax); en la que
la pendiente de la misma es igual a:
a = – π2 · DL/l2 (20.37)
Por tanto, mediante la regresión lineal simple entre las fracciones de dosis de fármaco libe-
radas del 40% de la misma remanente en la matriz y el tiempo, y a partir de la pendiente de la
recta (a), ecuación 20.37, puede estimarse el valor del coeficiente de difusión late time (DL).
El conocimiento de los valores del coeficiente de difusión early time (DE) y el de late
time (DL) es importante para tener información acerca del mecanismo de liberación de los
fármacos a partir de matrices poliméricas.
Cuestiones y problemas
21.1. Introducción
Existen dos definiciones oficiales de la biodisponibilidad, una acuñada por la FDA y la emi-
tida por la Asociación de Farmacéuticos Americanos (APhA).
La FDA define a la biodisponibilidad como: la velocidad y cantidad a la cual un fár-
maco o componente activo, absorbido a partir de la forma de dosificación que lo contiene,
se hace disponible en su lugar de acción.
En esta definición se relaciona la velocidad y magnitud de la absorción con el acceso y
permanencia del fármaco en la biofase o lugar de acción. La definición de la FDA es correc-
608 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Como ya se ha comentado en el apartado anterior, pueden ser varios los objetivos de los estu-
dios de biodisponibilidad, los cuales aportan la información necesaria en aquellas situacio-
nes en las que es importante conocer la velocidad y magnitud del acceso del principio acti-
vo en forma inalterada a la circulación sistémica:
Dado que la biodisponibilidad puede determinarse tanto a partir de las curvas de niveles plas-
máticos como a partir de las curvas de excreción urinaria y, teniendo en cuenta que puede
determinarse a partir de la administración de dosis únicas o en condiciones de estado de equi-
librio estacionario tras un régimen posológico de dosis multiples, los parámetros farmaco-
cinéticos más utilizados se exponen a continuación.
610 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Au∞
AUC0∞
Cantidad de fármaco inalterado excretado en orina.
AUC0t Área bajo la curva de niveles plasmáticos, desde tiempo cero hasta tiempo t.
Área bajo la curva de niveles plasmáticos, desde tiempo cero hasta infinito.
—
Css Nivel plasmático promedio predicho para un intervalo de dosificación t.
Cmax
tmax
Nivel plasmático máximo.
Cres
Tiempo al que se alcanza el nivel plasmático máximo
Nivel plasmático a tiempo t = t (t, intervalo posológico).
HVD
mitad de Cmax).
Half value duration (intervalo de tiempo con concentraciones superiores a la
ka
kel
Constante de velocidad de absorción.
MRT
Constante de velocidad de eliminación.
MAT
Tiempo medio de residencia del fármaco en el organismo.
PRF
Tiempo medio de absorción del fármaco en la zona anatómica de absorción.
Swing
Índice de fluctuación pico-valle de la primera dosis.
t1/2
Semivida de absorción.
tmax
Semivida de la fase terminal de las curvas de niveles plasmáticos.
tMEC
Tiempo al que se alcanza el nivel plasmático máximo.
Tiempo necesario para alcanzar el nivel mínimo eficaz.
AUCF
ficación en estado de equilibrio estacionario.
AUCratio
Índice de fluctuación área.
Relación entre área durante la primera mitad del intervalo de dosificación y el
AUCt
área correspondiente a la segunda mitad.
Área bajo de la curva de niveles plasmáticos dentro de un intervalo de dosifi-
AUCt,ss
cación.
Área bajo la curva de niveles plasmáticos durante un intervalo de dosificación
—
Css
en estado de equilibrio estacionario.
Cmax,ss
Nivel plasmático promedio en estado de equilibrio estacionario.
Cmin,ss
Nivel plasmático máximo en estado de equilibrio estacionario.
PTF
Nivel plasmático mínimo en estado de equilibrio estacionario.
Swing
Índice de fluctuación pico-valle.
De todos estos parámetros aquí reseñados, los que se consideran fundamentales, y más
frecuentemente utilizados en los ensayos de biodisponibilidad son los que se exponen en el
cuadro 21.1.
CUADRO 21.1
Parámetros farmacocinéticos utilizados en los estudios de biodisponibilidad
tras la administración de dosis única y múltiples
cidad, dado que los parámetros Cmax y tmax se consideran insuficientes para definir adecua-
riormente expuestos; la mayoría de ellos están relacionados con la biodisponibilidad en velo-
como mejores alternativas la relación Cmax/AUC0∞ y el cociente entre el área bajo la curva
damente la velocidad de absorción tras la administración de dosis únicas. Así, se han propuesto
índice de fluctuación pico-valle (PTF) y del índice de fluctuación área se consideran pará-
metros relacionados con la velocidad de absorción. Estos parámetros alternativos se resu-
men en el cuadro 21.2.
CUADRO 21.2
Parámetros farmacocinéticos alternativos en los estudios de biodisponibilidad
tras la administración de dosis única y múltiple
Cmax/AUC0∞
PRF PTF
Cmax/AUCt
AUCtmax/AUC0∞
HVD HVD
AUCtmax/AUCt
tCss tCss
tMEC tMEC,ss
AUCF
cretamente las siguientes tres ecuaciones empleadas en los estudios de biodisponibilidad com-
parativos:
en las que AUCr es el área bajo la curva desde tiempo cero hasta el valor de tmax, corres-
pondiente a la formulación de referencia; AUCp es el área bajo la curva desde el tiempo cero
hasta el valor de tmax, correspondiente a la formulación administrada (problema o referen-
cia) y AUCe correponde al área bajo la curva desde tiempo cero hasta el Tmax, correspon-
diente a la formulación cuya absorción es más rápida. Lacey y col. (1995) han publicado un
estudio crítico acerca de la utilidad y robustez de la mayoría de los parámetros comentados
en los estudios de biodisponibilidad, correpondientes a formas de liberación inmediata y a
formas de liberación prolongada.
En los estudios de biodisponibilidad es muy importante conocer los factores que pueden influir
en la evaluación del parámetro y que de forma global pueden clasificarse como sigue:
1. Factores de formulación
2. Factores tecnológicos
1. Factores fisiológicos
2. Factores patológicos
Los factores relacionados con el principio activo son los inherentes al mismo, que se deter-
minan en los estudios de preformulación y que hacen referencia a todas aquellas propieda-
des fisicoquímicas susceptibles de influir en el proceso de absorción. Los princilapes son:
el tamaño de partícula, el polimorfismo, el coeficiente de reparto, el pKa, la solubilidad y
la velocidad de disolución.
La mayoría de estas propiedades fisicoquímicas citadas en el párrafo anterior pueden
tener una influencia directa en la velocidad de disolución. Para aquellos principios activos
en los que su solubilidad o su velocidad de disolución pueda ser un factor limitativo de su
CAPÍTULO 21: BIODISPONIBILIDAD 613
F ⋅ D = Ae∞ (21.4)
dAe
= Cl p ⋅ C dAe = Cl p ⋅ C ⋅ dt
Ae∞
dt
∞
∫ Ae0 ∫0
(21.5)
Ae∞ − Ae0 = Cl p ⋅ C ⋅ dt
∞
∫ 0
(21.6)
Como la cantidad de fármaco eliminado a tiempo cero, Ae,0, es cero puede escribirse:
La ecuación 21.7 pone de manifiesto que la cantidad de fármaco que se elimina del plas-
ma es directamente proporcional al aclaramiento plasmático y al área bajo la curva de nive-
CAPÍTULO 21: BIODISPONIBILIDAD 615
les plasmáticos. Dado que la cantidad eliminada del plasma a tiempo infinito es igual a la
fracción de dosis que accede al plasma se obtiene la siguiente ecuación:
que relaciona la fracción de dosis que accede inalterada a la circulación sistémica con el acla-
ramiento plasmático y el área bajo la curva de niveles plasmáticos.
La biodisponibilidad en magnitud o fracción de dosis que accede inalterada a la circu-
lación sistémica, F, puede determinarse pues a partir de la siguiente ecuación:
Cl p ⋅ AUC0∞
F=
D
(21.9)
que accede inalterada a la circulación sistémica) puede expresarse en tanto por uno o en tan-
to por cien.
Cl p ,ev ⋅ AUC0∞ev
F Dev
Fev = ev =
Fiv Cl p ,iv ⋅ AUC0∞iv
(21.10)
Div
En la que AUC∞0 ev es el área bajo la curva desde tiempo cero a infinito, tras la adminis-
tración extravasal, AUC∞0 iv, tras la administración intravenosa, Clev el aclaramiento plasmá-
tico del fármaco tras la administración extravasal, Cliv tras la administración intravenosa, Dev
la dosis administrada por vía extravasal, Div tras la administración intravenosa, Fev la bio-
disponibilidad en magnitud tras la administración extravasal y Fiv la biodisponibilidad en mag-
nitud tras la administración intravenosa que obviamente vale la unidad.
616 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
AUC0∞ev
F Dev AUC0∞ev Div
Fev = ev =
Fiv AUC0∞iv AUC0∞iv Dev
= ⋅ (21.11)
Div
AUCev
Fev =
AUCiv (21.12)
C) Biodisponibilidad relativa
Cl problema ⋅ AUC0∞problema
D problema
Fev =
Clreferencia ⋅ AUC0∞referencia (21.13)
Dreferencia
CAPÍTULO 21: BIODISPONIBILIDAD 617
Si se asume que en la ecuación 21.13 el valor del aclaramiento plasmático tras la admi-
nistración problema y tras la administración de referencia es constante, esta ecuación se sim-
plifica a la siguiente:
AUC0∞problema
D problema AUC0∞problema Dreferencia
Frel =
AUC0∞referencia AUC0∞referencia D problema
= ⋅ (21.14)
Dreferencia
En los casos en los que la dosis administrada sea la misma para las dos formulaciones,
(en los estudios de biodisponibilidad relativa este caso se da con mucha frecuencia) dicho
parámetro se determinará directamente a partir de la relación de los valores de las áreas bajo
la curva de niveles plasmáticos, mediante la ecuación:
AUC0∞problema
Frel =
AUC0∞referencia
(21.15)
La estimación del valor de AUC0∞, en todos los casos, se lleva a cabo aplicando el méto-
do de los trapezoides, es decir, mediante un tratamiento de los datos experimentales por far-
macocinética no compartimental, tal como se expone en los capítulos 7 y 8.
La asunción de la constancia del valor del aclaramiento plasmático del fármaco en los estu-
dios de biodisponibilidad permite eliminarlo en las ecuaciones que se utilizan para la deter-
minación de este parámetro biofarmaceútico (ecuaciones 21.10 y 21.13). Sin embargo, pue-
den producirse ciertas modificaciones intraindividuales en la disposición del fármaco, más
concretamente en su aclaramiento plasmático, entre las dos administraciones que se reali-
zan en el estudio de biodisponibilidad (dichas modificaciones pueden comportar un incre-
mento notable en la varianza residual del estudio de biodisponibilidad absoluta o relativa con-
siderado).
En el caso de existir fluctuaciones importantes en el aclaramiento plasmático, la utili-
zación de las ecuaciones 21.10 y 21.13 resultan más fiables que la utilización de las que no
utilizan este parámetro en la estimación de la biodisponibilidad. De hecho, es difícil dispo-
ner de una información veraz de los aclaramientos plasmáticos en cada una de las situacio-
nes experimentales (administraciones intravenosa y extravasal, en un ensayo de biodisponi-
bilidad absoluta; administración de la formulación problema y de la formulación de
referencia, en un ensayo de biodisponibilidad relativa). Una solución al problema, eviden-
temente costosa, podría ser la administración intravenosa simultánea de dosis pequeñas de
618 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
fármacos marcados con un isótopo estable y la determinación de los valores del aclaramiento
plasmático a partir del seguimiento de los niveles de fármaco marcado. También existe la
posibilidad de determinar la biodisponibilidad absoluta mediante la administración simul-
tánea de la dosis extravasal y una microdosis de farmaco marcado radioactivamente con C14
por vía intravenosa. La dosis administrada por vía intravenosa suele ser my pequeña 1/1000
de la dosis extravasal y se suele administrar en el tmax de la vía extravasal. La determinación
de los niveles plasmáticos por vía intravenosa se realiza mediante LC-AMS (cromatografía
líquida acoplada a detector de espectrometria de masas acelerado) En esta situación la apli-
cación de las ecuaciones 21.10 y 21.13 sería perfectamente válida utilizando el valor del acla-
ramiento estimado en cada caso.
No obstante en aquellas situaciones en las cuales no existen diferencias notorias en el
volumen de distribución del fármaco, puede utilizarse el valor de la constante de la fase ter-
minal de la curva de niveles plasmáticos lz (estimada por regresión semilogarítmica) si no
se presenta un fenómeno de flip-flop, en caso de existir fluctuaciones intraindividuales de
este parámetro, tomado como indicador válido, si bien, indirecto de las fluctuaciones del acla-
ramiento plasmático.
La ecuación a emplear en estos casos sería la siguiente:
λ zev ⋅ AUC0∞ev
Dev
Fev =
λziv ⋅ AUC0∞iv
(21.16)
Div
área bajo la curva desde tiempo cero hasta infinito AUC0∞ tras una dosis única es igual al área
La estimación de la biodisponibilidad tras dosis múltiples se basa en el hecho de que el
valores de AUC0∞ correspondientes a dosis únicas por los del área de un bucle en estado de
A partir de esta igualdad pueden aplicarse las ecuaciones 21.7 a 21.15 sustituyendo los
FIGURA 21.1. Comparación de las áreas bajo la curva tras la administración de dosis únicas
y en estado de equilibrio estacionario (Fuente: M. Rowland y T.N. Tozer.
Clinical Pharmacokinetics. Concepts and applications. Lea & Febiger 3ª Ed).
620 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
dAu
= Clr ⋅ C
dt
(21.17)
dAu = Clr ⋅ C ⋅ dt
Au∞ ∞
∫ Au0
∫ 0
(21.19)
Au∞
AUC0∞ =
Clr
(21.21)
21.9, si se sustituye en dicha ecuación el valor de AUC∞0 de acuerdo con la ecuación 21.21,
Teniendo en cuenta que la biodisponibilidad, F, puede calcularse a partir de la ecuación
se obtiene:
Au∞
Cl p ⋅
Clr Cl p Au
F=
∞
D Clr D
= ⋅ (21.22)
Clr
fe =
Cl p (21.23)
Au∞
F=
fe ⋅ D (21.24)
Au∞
F f ⋅ D
F = ev = e ∞ ev
Fiv Au (21.25)
f e ⋅ D iv
622 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Dado que la fracción de dosis excretada en orina es la misma por ambas vías de admi-
nistración, puede suprimirse de la ecuación 21.25 y la biodisponibilidad absoluta en mag-
nitud se determina a partir de la relación entre la cantidad de fármaco excretado en orina,
normalizada por la dosis, tras la dministración extravasal y la cantidad de fármaco excreta-
do en orina, normalizada por la dosis, tras la administración intravenosa tal como se detalla
en la siguiente ecuación:
Au∞
D
F = ∞ ev
Au
(21.26)
D iv
En el caso de que las dos dosis administradas sean las mismas, la biodisponibilidad en
magnitud se determina de la relación entre las cantidades de fármaco excretado en orina,
tras la administración extravasal e intravenosa, de acuerdo con la ecuación:
F=
(A )u ev
∞
(A )u iv
∞
(21.27)
Au∞
f e ⋅ D problema
Frel =
Au∞
(21.28)
f e ⋅ D referencia
Au∞
D A∞ D
Frel = ∞ problema = u∞, problema ⋅ referencia
Au Au , referencia D problema
D
(21.29)
referencia
CAPÍTULO 21: BIODISPONIBILIDAD 623
(A )
Frel
u problema
∞
(A )
=
u referencia
∞
(21.30)
dad máxima de fármaco excretado, Au∞, debe verificarse que se ha recolectado toda la ori-
En todas estas ecuaciones (21.25 a 21.30) para la correcta determinación de la canti-
de utilizar la cantidad máxima excretada, Au∞, se utiliza la cantidad excretada en la orina reco-
do de equilibrio estacionario tras la administración de dosis repetidas. En este caso, en lugar
lectada durante un intervalo posológico, una vez alcanzado el estado de equilibrio estacio-
nario, Autss. La determinación de la biodisponibilidad se realiza aplicando las ecuaciones 21.26
a 21.30 pero sustituyendo el valor de Au∞ por el de Autss.
dosis iguales por vía extravasal e intravenosa, el valor de AUC∞0 consecutivamente a la admi-
de su concentración en el lugar de eliminación; por consiguiente, tras la administración de
nistración extravasal su valor tenderá a ser menor que el correspondiente al obtenido por
vía intravenosa.
cos, Ct , si se conocen los parámetros de la ecuación de Michaelis Menten (VM y KM), de acuer-
Es posible estimar el aclaramiento intrínseco, CLint, en función de los niveles plasmáti-
VM
CLint =
K M + Ct (21.31)
1 ∞
F= ⋅ ∑ Cli ⋅ AUCi
D i=1 (21.32)
V M ⋅ Css
F=
D
⋅ ( K M + Css )
(21.33)
τ
F = 1− E (21.34)
El grado de saturación del efecto de primer paso, obtenido con cada una de las dosis admi-
nistradas, comporta, obviamente, una reducción dosis-dependiente de la tasa de extracción,
E, lo que implica un incremento dosis-dependiente de la biodisponibilidad.
CAPÍTULO 21: BIODISPONIBILIDAD 625
At
– Grado de absorción:
⋅ 100
A∞
626 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
les plasmáticos. Así, se recomienda la utilización de Cmax/AUC∞0 como un parámetro más indi-
ha acordado que puede ser útil la normalización del mismo por el área bajo la curva de nive-
bajo la curva desde tiempo cero hasta infinito. El parámetro AUCtmax/AUC∞0 se relaciona con
da relacionada con la velocidad de absorción si dicha área se normaliza por el valor del área
la velocidad de absorción y es uno de los parámetros que se han propuesto como alternati-
va a los más clásicos (Chen, 1992).
La aplicación de los momentos estadísticos en farmacocinética ha fomentado la utiliza-
ción del tiempo medio de residencia, MRT, como un parámetro relacionado con la disposición
del fármaco indicativo del tiempo promedio que permanecen las moléculas en el organismo.
La aplicación del concepto de tiempo medio de residencia a la cuantificación de un paráme-
tro representativo de la velocidad de absorción ha llevado a la utilización del tiempo medio de
absorción, MAT. Este parámetro puede estimarse a partir de los tiempos medios de residencia
tras las administraciones extravasal e intravenosa de un fármaco, mediante la ecuación:
Los valores de los tiempos medios de residencia se estiman mediante la siguiente ecua-
ción:
MRT =
∫ t ⋅ C ⋅ dt = AUMC
∞
∞
0 0
∫ C ⋅ dt AUC
∞ ∞ (21.36)
0
0
En la que AUMC∞0 es el área bajo la curva del primer momento estadístico que, como
se observa en la ecuación 21.36, es el área delimitada por el producto t · C y el tiempo (ver
capítulo 7).
Si el proceso de absorción sigue una cinética de orden uno, la mejor expresión de la velo-
cidad de absorción es la constante de velocidad ka, que puede determinarse por cualquiera
CAPÍTULO 21: BIODISPONIBILIDAD 627
de los métodos propuestos para esta finalidad: ajustado simultáneo de curvas tras la admi-
nistración extravasal e intravenosa, método de Loo Riegelman, método de Wagner y Nelson
o mediante métodos de deconvolución.
Si el proceso de absorción no sigue una cinética de primer orden y, en consecuencia, el
proceso no puede expresarse mediante la constante de velocidad de absorción, puede deter-
minarse el grado de absorción mediante curvas representativas de los porcentajes de fármaco
absorbido en función del tiempo. Para la determinación del grado de absorción del fármaco se
requieren datos obtenidos tras las administraciones extravasal e intravenosa. Los métodos más
utilizados son los de deconvolución y los basados en el equilibrio de masas, como el método
de Loo y Riegelman (ver capítulo 11).
Cuestiones y problemas
3. Un fármaco se excreta mayoritariamente por vía renal siendo su fracción excretada inal-
terada en orina de un 80%. Tras la administración por vía intravenosa de una dosis de
1 mg se recuperan inalterados en orina 0,8 mg. Tras la administración oral de unos com-
primidos de 5 mg de dicho fármaco se han recuperdo en orina 2 mg. Determine la bio-
disponibilidd absoluta del fármaco formulado en comprimidos.
oral de 5 mg del mismo se obtiene un valor de AUC∞0 de 400 µg·h/l. Determinar su bio-
4. El aclaramiento plasmático de un fármaco es de 10 l/h. Cuando se administra una dosis
disponibilidad absoluta.
22
Ensayos de bioequivalencia:
metodología
22.1. Introducción
nibilidad permite evaluar in vivo ambos aspectos, es decir la magnitud y velocidad de acce-
velocidad) y poder garantizar así una respuesta terapéutica optima. El estudio de biodispo-
no presentaban una actividad terapéutica similar. En todos los casos, pudo comprobarse que
las diferencias observadas en la eficacia terapéutica tenían una causa común: una disminución
importante de la biodisponibilidad del fármaco respecto a las correspondientes especialidades
originales, las cuales presentaban una adecuada respuesta terapéutica. A título de ejemplo sir-
va la representación gráfica de los niveles plasmáticos de oxitetraciclina (figura 22.1), obteni-
dos tras la administración de cápsulas de distinta procedencia.
FIGURA 22.1. Niveles plasmáticos de oxitetraciclina obtenidos tras la administración oral de cápsulas
de oxitetraciclina de diversa procedencia. (O = original, P= sustituto) (Fuente: J.G. Wagner,
Biopharmaceutics and Relevant Pharmacokinetics, 1.ª edición).
Tras estos resultados, se consideró que para proceder a la sustitución terapéutica de una
especialidad por otra, sin asumir el riesgo de un fracaso terapéutico, ambas especialidades
debían proporcionar concentraciones plasmáticas de fármaco esencialmente similares. Este
hecho conllevaba concentraciones similares de fármaco en el lugar de acción o biofase y por
tanto también efectos similares. Este razonamiento llevó a la conclusión de que era posible
establecer la equivalencia biológica entre formulaciones, o “bioequivalencia”, a partir de datos
farmacocinéticos.
CAPÍTULO 22: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: METODOLOGÍA 631
La FDA (Food and Drug Administration) fue la primera administración sanitaria que regu-
ló y obligó a la realización de estudios de bioequivalencia. En la bibliografía se incluyen los docu-
mentos más relevantes sobre la reglamentación de los estudios de biodisponibilidad y bioequi-
valencia en Estados Unidos y en la Comunidad Europea, desde los inicios, tanto para
especialidades de uso humano como veterinario. Dichos documentos describen en qué situa-
ciones son necesarios los estudios de biodisponibilidad y bioequivalencia , así como los reque-
templan en qué circunstancias los estudios in vivo pueden ser sustituidos por estudios in vitro
rimientos en cuanto a diseño, realización y evaluación de los mismos. Además también con-
22.2. Definiciones
• Equivalentes farmacéuticos
Medicamentos que contienen idénticas cantidades del mismo fármaco; es decir, la mis-
ma sal, éster, etc., en la misma forma de dosificación, pero no, necesariamente, contenien-
do los mismos excipientes.
• Alternativas farmacéuticas
• Bioequivalentes
Cabe destacar que las diferentes sales, ésteres, éteres, isómeros, mezclas de isómeros,
complejos o derivados de un principio activo se considerarán un mismo principio activo, a
menos que tengan propiedades considerablemente diferentes en cuanto a seguridad o efica-
cia. Las diferentes formas farmacéuticas orales de liberación inmediata se considerarán una
misma forma farmacéutica.
Como consecuencia, las diferencias entre especialidades esencialmente similares podrían
ser debidas al uso de distintos excipientes, distintos métodos y lugar de fabricación, pero tam-
bién diferencias en las características fisicoquímicas de los principios activos (tamaño de par-
tícula, forma anhidra o hidratada, forma amorfa o cristalina, etc.) que pueden afectar en últi-
mo término a la eficacia y seguridad de las mismas.
• Equivalentes terapéuticos
den obviar los estudios de bioequivalencia in vivo y sustituirlos por estudios comparativos
que demostró eficacia y seguridad. En algunos casos como se describirá mas adelante se pue-
En el caso de principios activos ya aprobados para los que se desarrolla una nueva formula-
ción que pretende ser un sustituto de una formulación de referencia, deberá demostrarse la
bioequivalencia, si existe riesgo de bioinequivalencia, de fracaso terapéutico o de disminu-
ción de la seguridad clínica del medicamento.
En general, se requerirán estudios de bioequivalencia si la formulación problema con-
tiene una especie química distinta (sal, éster o éter diferentes) o bien un isómero o mezcla
de isómeros diferentes con respecto al principio activo de la formulación de referencia. Si
el principio activo de ambas formulaciones problema y referencia es idéntico, los estudios
de bioequivalencia podrán obviarse, en determinadas circunstancias (sistema de clasifica-
ción biofarmacéutica, tal como se especifica en el apartado 22.4), como se describirá más
adelante. Por otra parte, los requerimientos pueden ser distintos para cada tipo de formula-
ción, tal como a continuación se describe.
Las formas de dosificación orales de liberación inmediata con acción sistémica, ya sean
comprimidos, cápsulas o suspensiones orales requieren la realización de estudios de bioe-
quivalencia excepto en los casos en los que pueden obviarse según se especifica en el apar-
tado 22.4.
Los comprimidos orodispersables requieren las siguientes consideraciones especiales:
– Se recomienda realizar el estudio de acuerdo con un diseño cruzado con tres periodos
para poder evaluar la formulación orodispersable con y sin ingesta de líquido.
634 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Dentro de este apartado se incluyen las formulaciones rectales para las que, en general,
se exigen estudios de bioequivalencia excepto en el caso de soluciones que presenten la mis-
ma composición cualitativa y cuantitativa tanto en principio activo como en excipientes con
respecto al producto original.
C) Soluciones orales
Para estas formas de dosificación, y de acuerdo con las directrices sobre formas orales
de liberación modificada y formas de administración por vía transdérmica los estudios de
bioequivalencia son obligatorios (CPMP/EWP/280/96, 1999).
E) Combinaciones fijas
F) Soluciones parenterales
G) Gases
Los productos de uso local (aplicación oral, nasal, ocular, dérmica, rectal, vaginal o por
inhalación) sin absorción sistémica no pueden evaluarse de acuerdo con los criterios basa-
dos en las medidas de exposición sistémica convencionales. En estos casos, se exige en gene-
ral la realización de estudios farmacodinámicos o bien clínicos comparativos. En el caso con-
creto de soluciones (acuosas o bien oleosas) con idéntica composición cualitativa y
cuantitativa, en cuanto a principios activos y excipientes, con respecto al producto de refe-
rencia, se pueden obviar los estudios comparativos. Cabe destacar que en determinados casos,
y si se justifica de forma adecuada, se aceptan diferencias cuantitativas en los excipientes.
Si a pesar de tratarse de una aplicación local, se produce absorción sistémica, la eva-
luación convencional basada en estudios de bioequivalencia podría sustituir a los estudios
clínicos comparativos. En estos casos debería cumplirse que la exposición sistémica a par-
tir de la formulación problema no es superior a la de la formulación de referencia, es decir,
el límite superior del intervalo de confianza del 90% no debería ser superior al límite supe-
rior del intervalo de aceptación de la bioequivalencia.
La clasificación biofarmacéutica de los principios activos (ver capítulo 19) ha aportado una
base racional para justificar la no necesidad de realización de estudios de bioequivalencia y
sustituir los mismos por estudios comparativos de velocidad de liberación in vitro.
La exención de realización de estudios de bioequivalencia se circunscribe a compuestos
altamente solubles con absorción conocida en el hombre y considerados como no críticos
desde el punto de vista de su margen terapéutico. Este concepto se aplica exclusivamente a
636 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
a) Que presenten una velocidad de disolución muy rápida (más del 85% disuelto en 15
minutos)
b) Que contenga los mismos excipientes y con una composición cuantitativa muy similar.
El hecho de que los principios activos de clase III sean también candidatos a no requerir estu-
dios de bioequivalencia se basa en que éstos presentan una velocidad de disolución mucho más
rápida que la velocidad de permeación, siendo este último el factor limitante de la absorción. El
conocimiento de los mecanismos de permeación de estos principios activos de clase III, así
como de las variables que pueden influir en la misma deben estudiarse con mucha atención
antes de tomar la decisión de obviar la realización de un estudio de bioequivalencia.
Respecto al/los principio/s activo/s, cabe destacar que para poder obviar un estudio de bioe-
quivalencia debe cumplirse:
CAPÍTULO 22: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: METODOLOGÍA 637
Cabe destacar que estas exenciones no pueden aplicarse para principios activos de mar-
gen terapéutico estrecho.
a) Velocidad de disolución
justificados).
b) Excipientes
caso de utilizar los denominados excipientes “activos” (sorbitol, manitol, lauril sulfato sódi-
co o bien otros tensioactivos), éstos deben identificarse y estudiar su posible impacto en: la
motilidad gastrointestinal, la capacidad de formar complejos con el principio activo, la per-
meabilidad gastrointestinal y la potencial interacción con transportadores de membrana. Si
los excipientes críticos son relevantes es recomendable que sus cantidades sean idénticas en
las formulaciones sometidas a comparación.
Para llevar a cabo un estudio de bioequivalencia del cual se desee extraer conclusiones sig-
nificativas acerca de las formulaciones que se comparan, es necesario elaborar un protoco-
lo en el que se describan de forma precisa todos aquellos aspectos y variables a tener en cuen-
ta en la realización del estudio con objeto de disminuir la variabilidad aleatoria o residual
del ensayo y aumentar la calidad del mismo. En este apartado se discutirán todos aquellos
aspectos relacionados con la planificación, realización y evaluación del ensayo de bioequi-
valencia en todas sus etapas desde diseño, productos que se comparan: es decir, medicamento
de referencia y de ensayo, individuos participantes, tamaño muestral y potencia estadística,
condiciones de realización del ensayo y evaluación de la bioequivalencia.
A) Diseño cruzado
FIGURA 22.2. Esquema de un diseño cruzado, estándar aleatorizado 2x2 (2 períodos x 2 secuencias)
Tanto la FDA (US FDA Guidance, 21 CFR 10.90, 1992) como la Agencia Europea
(CPMP/EWP/QWP/1401/98 Rev. 1/ Corr., 2010) recomiendan el diseño cruzado 2x2 para
la realización de estudios de bioequivalencia, debido a las siguientes ventajas:
a) Cada individuo actúa como su propio control y la diferencia entre formulaciones den-
tro del mismo individuo está sesgada por variabilidad no aleatoria intraindividual pero
no interindividual.
b) Elimina la variabilidad interindividual de la comparación entre las formulaciones, de
forma que ésta no está sesgada por las diferencias entre individuos.
c) Una adecuada aleatorización de los individuos en los dos grupos de secuencia de admi-
nistración proporciona las mejores estimaciones no sesgadas de las diferencias o de
la relación de biodisponibilidades de la formulación problema con respecto a la de
referencia.
Todas estas características hacen que el diseño cruzado 2x2 pueda considerarse más efi-
caz en lo que respecta a tamaño de muestra que el diseño paralelo cuyas características se
describen en el apartado C.
Por otra parte, el diseño cruzado 2x2, también presenta sus limitaciones que pueden resu-
mirse en:
640 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
a) Cada individuo recibe una sola vez cada una de las formulaciones estudiadas, pro-
blema y referencia, por lo que no puede evaluarse la variabilidad no aleatoria intrain-
dividual para ninguna de las formulaciones estudiadas.
b) No es un diseño óptimo para fármacos de elevada variabilidad, puesto que la com-
paración de formulaciones está sesgada por variabilidad intraindividual y para estos
c) No permite discernir el efecto conocido como “residual o carry over” del efecto
fármacos es elevada.
período.
El efecto “residual o carry over” existe cuando el efecto del fármaco administrado en el
período I perdura en el período II. Un posible procedimiento para confirmar la no existen-
cia del tal efecto es comprobar que la concentración plasmática de fármaco antes de admi-
nistrar el producto correspondiente al segundo período de tratamiento es igual a cero. De
hecho, si el período de blanqueo entre tratamientos ha sido suficiente (como mínimo 10 semi-
secuencia RP es distinto al medido en el segundo período de la secuencia PR, puede dar lugar
a un efecto secuencia en el análisis estadístico correspondiente, sin embargo si el efecto “resi-
dual” es igual para ambas secuencias de administración (PR y RP) no dará lugar a un efec-
to secuencia pero si a un efecto período.
La figura 22.3 resume las hipótesis para las evaluaciones estadísticas de los efectos secuen-
cia y período (Chow, S.C., 2000). Estas se basan en sendas pruebas t-Student en las que se
comparan:
a) El valor promedio del parámetro farmacocinético evaluado (Cmax, AUC, etc.) corres-
pondiente a todos los individuos aleatorizados en la secuencia RP con respecto al valor
b) El valor promedio del parámetro farmacocinético evaluado (Cmax, AUC, etc.) corres-
promedio estimado para los de la secuencia PR (efecto secuencia).
pondiente a todos los individuos en el período I con respecto al valor promedio esti-
mado para todos los individuos en el período II (efecto período).
Tal como se ilustra en la figura 22.3, la comparación de secuencias no deja de ser una prue-
ba de datos independientes que puede estar sesgada por la variabilidad interindividual entre los
para evitar el efecto carry over o residual es la selección del diseño óptimo de acuerdo con las
características farmacocinéticas del fármaco y respetar un tiempo de blanqueo suficiente en
caso de que se seleccione un diseño cruzado. Por otra parte, tanto la FDA como la Agencia
efecto secuencia no sólo puede ser debido a efecto “residual o carry over” diferencial o bien
Europea abogan por la evaluación del efecto secuencia. En el diseño cruzado estándar 2x2 dicho
a variabilidad interindividual entre los individuos de ambas secuencias, sino también a la exis-
tencia de una interacción formulación*período; esto ocurre cuando el efecto de una de las for-
E squema representativo
Esquema p s e n ta v o d
dee las
las hipótesis
h ó te s is d
dee lla
ae v a lu a c ió n e
evaluación s ta d c a d
estadística dee llos
os e c to s
efectos
s ecuencia y período
secuencia pe do e nu
en ne
un s tu o d
estudio deeb ioequivalencia realizado
bioequivalencia a zado d ea
de cue o ccon
acuerdo on u
unn
seño cruzado
diseño c zado e s tá n d a r 2
estándar x2.
2x2.
CAPÍTULO 22: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: METODOLOGÍA 641
dual o no, y aunque puede evaluarse mediante una prueba estadística t-Student, no puede dis-
de bioequivalencia dicha interacción puede existir independientemente de que haya efecto resi-
tinguirse del efecto “residual o carry over”. Luego tal como se resume en la figura 22.4, en un
efecto “residual o carry over”, o bien a una interacción formulación*período, sin que sea posi-
diseño cruzado 2x2 el efecto secuencia puede ser debido ya sea a variabilidad interindividual,
a) Diseño de Balaam
CUADRO 22.1
Diseño de Balaam
Período
Secuencia
I II
1 P P
2 R R
3 R P
4 P R
El diseño cruzado de 2 secuencias y 3 períodos (cuadro 22.2), también conocido como dise-
ño con un período adicional o extra, se construye añadiendo un período adicional al diseño
cruzado estándar 2x2. En dicho diseño las formulaciones administradas en el tercer período
son las mismas que las administradas en el segundo período.
CUADRO 22.2
Diseño cruzado de 2 secuencias y 3 períodos
Período
Secuencia
I II III
1 P R R
2 R P P
CUADRO 22.3
Diseño cruzado de 4 secuencias y 4 períodos
Período
Secuencia
I II III IV
1 P P R R
2 R R P P
3 P R R P
4 R P P R
C) Diseño paralelo
Formulación
Aleatorización
R
Individuos
A modo de ejemplo, destacar, la gran utilidad del diseño paralelo en estudios de bioequi-
valencia para la evaluación de medicamentos de uso veterinario con semivida prolongada (p.e.
30 días). En un diseño cruzado se requeriría un período de blanqueo de aproximadamente 10
meses (10 semividas). Dado el rápido crecimiento de muchas de las especies animales destino,
ello supondría la administración de ambas formulaciones (referencia y problema) a un mismo
animal que podría haber pasado del estado pre-adulto al adulto de un período a otro de admi-
nistración, con todo lo que ello comporta, (cambios en el metabolismo, riesgo de pérdida del
animal, etc…) y todo ello ser causa de una mayor variabilidad residual, afectando en último tér-
mino a la comparación de formulaciones. Cabe destacar que si la variabilidad intraindividual es
igual o superior a la variabilidad interindividual, la inferencia acerca de la diferencia entre bio-
disponibilidades promedio para las dos formulaciones comparadas será similar independiente-
mente del diseño utilizado (cruzado 2x2 o paralelo).
“Una vez efectuada la primera etapa, se estimará la varianza de la etapa I para un nivel
de significación a = 005. si la potencia es igual o superior al 80%, se evaluará la bioequiva-
lencia a partir de los resultados de la etapa I para una a = 0.05 y se interrumpirá el estudio
tanto si se declara bioequivalencia como en caso contrario. Si la potencia estadística en esta
primera etapa es inferior al 80%, se evaluará la bioequivalencia utilizando una a = 0.0294.
Si se declara bioequivalencia se interrumpirá el estudio. Sino se declara bioequivalencia se
calculará el tamaño muestral en base a la varianza estimada en la primera etapa y un valor
de a = 0,0294 y se sequirá con la etapa II. Seguidamente se evaluará la bioequivalencia con
los datos de ambas etapas y un valor de a de 0,0294. Finalmente se interrumpirá el estudio
de bioequivalencia tanto si se declara ésta o no e independientemente de la potencia esta-
dística alcanzada”.
CUADRO 22.4
Principales ventajas e inconvenientes de los diseños paralelo y cruzado estándar 2x2
dependiente. En estos casos, puede ocurrir que el valor del AUC en estado de equi-
a) Cuando el comportamiento farmacocinético del principio activo es dosis o tiempo-
librio estacionario sea muy superior al AUC obtenido tras dosis únicas y, por consi-
guiente una diferencia potencial entre los valores de AUC puede ponerse mejor de
manifiesto en condiciones de estado de equilibrio estacionario. En estos casos pue-
de ser necesario demostrar la bioequivalencia tanto tras la administración del fármaco
a dosis únicas como en condiciones de estado de equilibrio estacionario.
Sin embargo, si el comportamiento farmacocinético del fármaco observado tras
ponibilidad relativa en base a AUC comprendido entre 90-111, puede obviarse el estu-
dosis únicas es muy similar, estando el intervalo de confianza del 90% de la biodis-
estos casos, debería demostrarse la bioequivalencia en base a Cmax tras dosis únicas
seguimiento de los niveles plasmáticos de fármaco obtenidos tras dosis únicas. En
y en base a AUC tras dosis múltiples. El motivo de ello se basa en que los valores de
Cmax estimados tras la administración de un fármaco en un régimen de dosificación
múltiple en estado de equilibrio estacionario, son menos sensibles a variaciones en
la velocidad de absorción del fármaco, que tras dosis únicas.
c) Para algunas formas de liberación prolongada se recomienda efectuar el estudio de
bioequivalencia en condiciones de estado de equilibrio estacionario además de tras
dosis únicas y también estudios de interacción con los alimentos. Con ello se pre-
tende demostrar que las formulaciones que se comparan se comportan igual tras dosis
únicas que en estado de equilibrio estacionario. La razones de ello podrían ser varias
como a continuación se expone:
A) Ensayos de hipótesis
B) Errores
Dado que no es posible examinar la población entera y se trabaja con muestras aleato-
rias obtenidas a partir de la misma se pueden cometer dos tipos de errores (ver cuadro 22.5):
– Error de tipo I (o nivel de significación b): Rechazar la hipótesis nula cuando es cierta.
La probabilidad de error de tipo I conlleva declarar un producto que es bioinequivalen-
te como bioequivalente.
– Error de tipo II (b): Aceptar la hipótesis nula cuando es falsa. La probabilidad de error
de tipo II conlleva declarar un producto que es bioequivalente como bioinequivalente.
Por otra parte, 1-b es la probabilidad de aceptar la hipótesis alternativa cuando ésta es
cierta y por tanto supone declarar bioequivalencia cuando los productos son bioequivalen-
tes. 1-b se conoce también como potencia estadística del ensayo.
El error de tipo I o nivel de significación a se establece a priori y el valor adoptado en
los estudios de bioequivalencia es igual a 0,05. Por otra parte, de acuerdo con la normativa
europea un estudio de bioequivalencia debería realizarse con una potencia estadística (1-b)
de como mínimo el 80%, luego en estos estudios 1-b = 0,80 y b = 0,2.
Como consecuencia, la inversión de hipótesis supone un riesgo de únicamente un 5%
para el paciente (probabilidad de concluir que dos formulaciones son bioequivalentes cuan-
650 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
CUADRO 22.5
Error de tipo I y error de tipo II
Rechazo de H0 No rechazo de H0
do en realidad no lo son), mientras que en la situación clásica el riesgo para el paciente sería
de un 20%. Por todos estos motivos el error de tipo I también se conoce como riesgo para el
paciente. No obstante, la selección de la hipótesis nula puede ser bastante subjetiva. Así por
ejemplo, si es el laboratorio innovador el que quiere demostrar la bioequivalencia de una nue-
en este caso debería considerarse H0: bioinequivalencia. Sin embargo, si la nueva formula-
va formulación con respecto a la de referencia rechazando la hipótesis de bioinequivalencia,
C) Tamaño muestral
FIGURA 22.7. Impacto del valor del nivel de significación alfa en la evaluación de la bioequivalencia.
652 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
FIGURA 22.8. Tamaño muestral y factores que intervienen en el cálculo del tamaño muestral.
En resumen para el cálculo del tamaño muestral deberán tenerse en cuenta los siguien-
tes aspectos:
Conocidos todos los parámetros anteriormente descritos, es posible el cálculo del núme-
ro de individuos necesario para llevar a cabo un estudio de bioequivalencia con una poten-
cia estadística de como mínimo el 80% de acuerdo con las ecuaciones que se presentan en
CAPÍTULO 22: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: METODOLOGÍA 653
el cuadro 22.6 para datos logotransformados y en función del diseño adoptado para el estu-
dio de bioequivalencia (Hauschke, D., 1992; Chow, S.C., 2001).
CUADRO 22.6
Ecuaciones de cálculo del tamaño muestral para datos logotransformados en función de s2
2
1
Si µ P µ R = 1; N ≥ 2 ⋅ σ ⋅ t (α , 2n − 2) + t (β , 2 n − 2) ⋅
2
2
max { ln α1 ; ln α 2 }
1 2
Si 1 < µ P µ R = 2 ; N ≥ 2 ⋅ σ ⋅ t (α , 2 n − 2) + t ( β , 2n − 2) ⋅
2
2
ln α 2 − ln (µ P / µ R )
1 2
Si 1 < µ P µ R = 1; N ≥ 2 ⋅ σ ⋅ t (α , 2 n − 2) + t ( β , 2n − 2) ⋅
2
2
ln α1 − ln (µ P / µ R )
CV % = eσ − 1 ⋅ 100
2
(22.1)
Dichas ecuaciones pueden también expresarse tal como se indica en el cuadro 22.7.
22.6 y 22.7) se requiere conocer el valor del estadístico t-Student a partir de una distribu-
Sin embargo para el cálculo del tamaño muestral mediante dichas ecuaciones (cuadros
ción t para 2n-2 grados de libertad, donde 2n corresponde al número total de individuos del
654 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
CUADRO 22.7
Ecuaciones de cálculo del tamaño muestral para datos logotransformados en función de CV%
2
CV
Si µ P µ R = 1; N ≥ 2 ⋅ t (α , 2n − 2) + t ( β , 2n − 2) ⋅
2
max { ln α1 ; ln α 2 }
CV 2
Si 1 < µ P µ R = 2 ; N ≥ 2 ⋅ t (α , 2 n − 2) + t ( β , 2n − 2) ⋅
2
ln α 2 − ln (µ P / µ R )
CV 2
Si 1 < µ P µ R = 1; N ≥ 2 ⋅ t (α , 2 n − 2) + t ( β , 2n − 2) ⋅
2
ln α1 − ln (µ P / µ R )
procedimiento utilizado por la mayor parte de programas que realizan este tipo de cálculos
(Study size, ver 2.0, (http://www.cresotat.com). En el cuadro 22.8 se muestra el tamaño mues-
tral calculado mediante estos procedimientos, en función de distintos valores de variabili-
dad del estudio (CV %) y de biodisponibilidad relativa entre ambas formulaciones para un
diseño cruzado y considerando, datos logotransformados.
CUADRO 22.8
Valores de tamaño muestral para un diseño cruzado 2x2, en función de distintos valores
de biodisponibilidad relativa (mT/mR)y de variabilidad del estudio (CV%)
CAPÍTULO 22: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: METODOLOGÍA 655
De acuerdo con el cuadro 22.8 cuanto mayor es la variabilidad del estudio y mayor es la
desviación del valor de biodisponibilidad relativa entre formulaciones con respecto a 1, mayor
será el número de individuos necesario para trabajar con una potencia estadística del 80%
en la evaluación de la bioequivalencia.
En caso de no disponer de los mencionados programas informáticos para el cálculo del
tamaño muestral una aproximación válida puede ser utilizar las ecuaciones que a continua-
ción se exponen (Bolton, S., 2010):
σ2
N ≥ 2⋅ ⋅ ( Zα /2 + Z β ) 2+ 0,5 ⋅ Z α2 /2
D 2 (22.2)
utiliza el valor del estadístico Z de las tablas de distribución normal estandarizada en lugar del
Dicha ecuación, válida para datos no logotransformados y un diseño cruzado estándar 2x2,
estadístico t de Student, por este motivo, en dicha expresión se incluye un término de penaliza-
ción. El valor de D corresponde a la diferencia mínima que se pretende detectar entre formula-
ciones (D = desviación de un 20% con respecto al valor promedio del parámetro farmacociné-
tico evaluado para la formulación de referencia) mientras que s 2 corresponde al valor de la
varianza residual del análisis de la varianza efectuado con datos no transformados.
Existen también otras ecuaciones mediante las cuales puede aproximarse el número de
voluntarios, tales como:
σ2
N ≥ 15,68 ⋅
D2
(22.3)
(CV )
2
N ≥ 15,68 ⋅
D2
(22.4)
Por otra parte, la ecuación que permite el cálculo del número de individuos necesario
para llevar a cabo un estudio de bioequivalencia con una potencia estadística de como míni-
mo el 80% de acuerdo con un diseño paralelo viene dada por la siguiente ecuación:
σ2
N ≥ 2⋅ ⋅ ( Zα /2 + Z β ) 2+ 0,25 ⋅ Z α2 /2
D2 (22.5)
Cabe destacar que el número de individuos estimado mediante dicha ecuación corres-
ponderá únicamente a los que reciben una de las formulaciones, siendo el número total de
individuos necesario para realizar el estudio de acuerdo con un diseño paralelo igual a Nx2.
656 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
D) Potencia estadística
a) Generar de forma aleatoria N (N=500, 1.000, 20.000, o bien 50.000, etc.) estudios o
muestras fijando:
c) Evaluar la bioequivalencia en base a estos parámetros para cada estudio, es decir esti-
mar el intervalo de confianza del 90% y declarar o rechazar la bioequivalencia en
base al resultado obtenido.
d) Determinar la potencia empírica como la proporción de muestras aleatorias en que
el intervalo de confianza del 90% está totalmente dentro de los límites exigidos por
las agencias.
En el cuadro 22.9 se resumen los valores de potencia estadística estimados mediante este
procedimiento para un estudio realizado de acuerdo con un diseño cruzado 2x2, conside-
rando una biodisponibilidad relativa m T /m R=1,0, distintos tamaños muestrales (N=8 a 30
individuos) y distintos valores de variabilidad residual (CV % de 20 a 40%).
CUADRO 22.9
Valores de potencia estadística estimados mediante simulación de monte carlo para un estudio
realizado de acuerdo con un diseño cruzado 2x2, considerando una biodisponibilidad relativa
mP/mR=1.0 y distintos tamaños muestrales ( N) y de variabilidad residual ( CV%)
Las figuras 22.10 y 22.11 ilustran gráficamente la relación entre potencia estadística y
tamaño muestral y potencia estadística y variabilidad residual, respectivamente.
CV=20%
1,2
1
0,8
Potencia
0,6
0,4
0,2
0
0 5 10 15 20 25 30 35
Tamaño muestral (N)
FIGURA 22.10. Relación entre potencia estadística y tamaño muestral para un diseño cruzado 2x2,
considerando una biodisponibilidad relativa mT/mR=1,0 y una variabilidad residual del 20% (CV %).
1.2
0.8 N=18
Potencia
N=20
0.6
N=30
0.4 N=10
0.2
0
0 10 20 30 40 50
Coeficiente de variación (%)
FIGURA 22.11. Relación entre potencia estadística y variabilidad residual para un diseño cruzado
2x2, considerando una biodisponibilidad relativa mP/mR=1,0 y distintos tamaños muestrales (N).
CAPÍTULO 22: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: METODOLOGÍA 659
a) El número de individuos deberá estar basado en el cálculo del tamaño muestral ade-
cuado tal y como se detalla ampliamente en el apartado 22.5.2, sin embago el núme-
ro de individuos a incluir en un estudio realizado de acuerdo con un diseño cruzado
2x2 no puede ser inferior a 12.
b) Los individuos que participan en estos ensayos deben ser voluntarios sanos, a no ser
que por problemas de seguridad se considere más ético su realización en pacientes.
Los estudios realizados en voluntarios sanos se han considerado adecuados para poder
extrapolar las diferencias observadas entre las formulaciones a las poblaciones en las
que el producto de referencia ha sido aprobado (ancianos, niños, pacientes con insu-
ficiencia renal, hepática, etc.).
c) Los ensayos de bioequivalencia son ensayos clínicos de fase I y están sometidos a la
legislación pertinente. Los voluntarios que participan en el ensayo deben estar correc-
tamente informados de los riesgos a los que pueden verse expuestos y deberá dispo-
nerse de su consentimiento por escrito. Estos estudios se rigen por la normativa adop-
tada por la Asamblea de la Asociación Médica Mundial en Helsinki en 1964 y
modificada posteriormente en las reuniones de Tokyo (1975), Venecia (1983) y Hong
Kong (1989).
d) Los estudios de bioequivalencia generalmente se realizan con voluntarios sanos, y
en la medida que sea posible, de ambos sexos y edades comprendidas entre 18 y 55
años y con peso que esté en el rango de valores normales teniendo en cuenta los valo-
res normales de los índices de masa corporal. Existe una gran discusión acerca de la
inclusión de mujeres en los ensayos de bioequivalencia, pero en el caso de no exis-
tir contraindicaciones desde el punto de vista toxicológico con relación a la repro-
660 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
Cuestiones y problemas
cia estadística del 80%, es decir, (1 – β) = 0,8 (80%). Datos: Zα/2 = 1,96, y Zβ = 0,84.
viduos necesario para desarrollar el estudio de bioequivalencia definitivo con una poten-
23
Ensayos de bioequivalencia:
realización del estudio
23.1. Introducción
Con objeto de reducir la variabilidad del ensayo, aspectos como las condiciones de admi-
nistración de los tratamientos, tiempos de toma de muestras, tipo de muestras biológicas,
procedimiento de obtención y conservación deben estar estandarizados y ampliamente deta-
llados en el protocolo.
El tipo de muestras biológicas (sangre total, plasma, suero u orina) dependerá del fár-
maco y de la estabilidad del principio activo en ellas, así como de las posibles interferencias
en la metódica analítica. Así por ejemplo, la bioequivalencia entre dos productos conteniendo
alendronato sódico debería evaluarse a partir de muestras de orina puesto que los niveles cuan-
tificables de dicho fármaco en plasma son muy bajos.
Las muestras deben ir adecuadamente etiquetadas, permitiendo identificar con facilidad
el voluntario, el tiempo de toma de muestra, el período de administración y el tratamiento.
Los tiempos de tomas de muestras se decidirán tras una experiencia piloto, de tal forma
que los tiempos seleccionados permitan delimitar todas las fases que configuran las curvas
de niveles plasmáticos y éstos deberán seguirse hasta que hayan transcurrido de 3 a 5 semi-
vidas biológicas.
Es recomendable incluir un número más frecuente de muestras alrededor del Cmax para
poder estimar con mayor fiabilidad la concentración plasmática máxima. También la nor-
mativa europea recomienda disponer de como mínimo dos muestras en la fase ascendente
de la curva antes del tmax. El número de muestras ha de ser suficiente para delimitar la cur-
va de niveles plasmáticos y permitir determinar un valor de AUC0t hasta el último tiempo expe-
rimental que represente el 80% del valor de AUC∞0. Un mínimo de 3 a 4 muestras se requie-
ren para definir la fase monoexponencial terminal de la curva de niveles plasmáticos a fin
de disponer de una estima adecuada de la constante de velocidad que rige dicha fase lz.
Para formas de dosificación de liberación inmediata no se recomienda disponer de un
gada se considera que la utilización del valor de AUC truncada a 72 horas es aceptable para
período de muestreo superior a 72 horas. Incluso para fármacos con una semivida prolon-
la evaluación de la bioequivalencia.
En los diseños cruzados se dejará un intervalo suficiente entre las administraciones
(período de blanqueo), para garantizar que en la segunda administración no queden nive-
CAPÍTULO 23: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: REALIZACIÓN DEL ESTUDIO 663
A) Parámetros farmacocinéticos
se otras alternativas si son relevantes desde un punto de vista clínico. En cualquier caso, la
evaluación de áreas truncadas deberá pre-especificarse y justificarse en el protocolo.
En los estudios realizados tras un régimen de dosis múltiples en condiciones de estado
de equilibrio estacionario se evalúan: el área bajo la curva de niveles plasmáticos de un bucle
(AUCt), los niveles plasmáticos máximo (Cssmax) y mínimo (Cssmin) y el tiempo al que se alcan-
za el nivel plasmático máximo (tmax,ss), así como el índice de fluctuación pico-valle (PTF).
Existe un acuerdo unánime acerca del hecho de que los parámetros farmacocinéticos ante-
riormente mencionados no describen adecuadamente las características de la velocidad de
absorción y, en consecuencia, la determinación comparativa de la biodisponibilidad en velo-
cociente Cmax/AUC∞0, así como las áreas parciales bajo la curva de niveles plasmáticos nor-
cidad se realiza con una precisión deficiente. Se han propuesto otros parámetros, como el
malizadas por el área total (AUC0t /AUC∞0) como mejores indicadores de la biodisponibilidad
en velocidad.
664 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
terado debido a que las diferencias entre los valores de Cmax de éste son más sensi-
a) En principio la evaluación de la bioequivalencia debe realizarse con el producto inal-
magnitud en función del AUC∞0 del metabolito y de la velocidad con base en los valo-
inalterado. Sin embargo, a ser posible se recomienda evaluar la bioequivalencia en
res de Cmax del compuesto inalterado. Ello es debido a que los valores de Cmax del
absorción entre las formulaciones problema y de referencia que los valores de Cmax
metabolito son menos sensibles a poner de manifiesto diferencias en la velocidad de
C) Evaluación de enantiómeros
Para principios activos cuya estructura química posee un carbón asimétrico y en conse-
cuencia existen enantiómeros para dicho principio activo, se plantea la disyuntiva de anali-
zar los enantiómeros mediante un método bioanalítico enantioselectivo o bien utilizarse un
método bionanalítico aquiral.
Si los enantiómeros cumplen con las siguientes características, se podrá utilizar un méto-
do aquiral:
versión in vivo.
tiómero activo se podrá utilizar un método aquiral si se demuestra que no existe intercon-
a) Las formulaciones que contienen las distintas dosis son elaboradas por el mismo fabri-
cante y en el mismo lugar de fabricación.
b) Las cantidades de los distintos excipientes son las mismas para todas las dosis excep-
formulación.
valores de AUC0∞ y de Cmax se debe a que la absorción está limitada por la solubili-
dosis más baja y la más elevada cuando el aumento inferior al proporcional de los
La metódica analítica constituye uno de los aspectos más importantes de los estudios de bio-
disponibilidad y de bioequivalencia. La determinación bioanalítica debe realizarse de acuer-
do con los principios de las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL). En el protocolo del estu-
dio debe existir una descripción detallada de toda la metodología utilizada y del proceso de
validación. Aunque se trate de un método ya publicado debe demostrarse que éste funciona
en las condiciones experimentales del estudio y que se ha validado convenientemente. Los
apartados a considerar en el protocolo son los siguientes:
1. Antes del análisis de las muestras procedentes del estudio, etapa que comprende todas
las actividades y verificaciones mencionadas anteriormente;
2. Durante la determinación analítica de las muestras obtenidas en el estudio de bioe-
quivalencia. En esta última etapa se efectúa el análisis simultáneo de las muestras del
estudio junto con los controles de calidad. La precisión y exactitud de la determina-
ción de los controles de calidad se utiliza para evaluar la calidad analítica durante la
segunda etapa. Actualmente se recomienda además reanalizar muestras reales (mues-
po después del primer análisis incurred samples con el fin de determinar la repeti-
tras provenientes de voluntarios una vez administrados) transcurrido un cierto tiem-
En el informe final del estudio deberá discutirse acerca del número de muestras y su
porcentaje con respecto al total que ha sido reanalizado, la razón del reanálisis así como
668 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
el valor inicialmente obtenido, el valor del reanálisis y el valor finalmente aceptado. Este
último deberá ser justificado.
tros de exposición, como por ejemplo, AUC0t y Cmax en el caso de dosis únicas. Cabe destacar
La directriz Europea vigente contempla únicamente la evaluación estadística de los paráme-
que la evaluación de tmax, se precisa en aquellos casos en que se requiere una liberación/acción
rápida del principio activo o bien cuando los efectos secundarios del fármaco están relaciona-
pero no en la actual vigente. Puesto que tanto AUC como Cmax se consideran desde un punto
dos con su velocidad de absorción. Este hecho se había considerado en directrices anteriores
– Los individuos que forman parte del estudio deben asignarse aleatoriamente a los gru-
pos de tratamiento (diseño paralelo) o bien a las secuencias de administración (dise-
ño cruzado).
– Las varianzas asociadas a los dos grupos de tratamientos, así como las asociadas a las
dos secuencias de administración deben ser homogéneas (homocesdasticidad).
– Los efectos principales del modelo estadístico: individuos, secuencias, períodos y for-
mulaciones en el caso de un diseño cruzado 2x2, deben ser aditivos e independientes
sin interacciones significativas entre ellos.
– Los residuales del modelo deben ser independientes y seguir una distribución normal.
En otras palabras, los datos de los estudios de bioequivalencia deben seguir una dis-
tribución normal.
(AUC y Cmax entre ellos) se presentan distribuciones asimétricas hacia la derecha (“skewed”)
valores de concentraciones plasmáticas, así como los parámetros estimados a partir de éstas
FIGURA 23.1. Comparación de las varianzas entre grupos de tratamiento para un estudio realizado de
acuerdo con un diseño paralelo considerando datos no transformados vs. datos logotransformados.
CUADRO 23.1
Transformación logarítmica de los valores individuales de biodisponibilidad relativa
y cálculo de su valor promedio en base al parámetro AUC, (AUCP = área bajo la curva de niveles
plasmáticos de la formulación problema, AUCR = área bajo la curva de niveles plasmáticos
de la formulación de referencia)
b) Desde un punto de vista farmacocinético, se asume que el valor del área bajo la cur-
va de niveles plasmáticos (AUC0∞) es función de la biodisponibilidad (F), dosis admi-
nistrada (D) y del aclaramiento plasmático (CLp ) de acuerdo con la ecuación 23.1.
F⋅D
AUC0∞ =
CLp
(23.1)
rectamente utilizando los valores de AUC0∞, asumiendo que las dosis y los valores del acla-
Las biodisponibilidades de la formulación problema y referencia pueden compararse indi-
D
AUC0∞P − AUC0∞R = ⋅ ( FP − FR )
CLp
(23.2)
La posición oficial de la FDA es que si un laboratorio cree que los datos de AUC0∞ y Cmax
la utilización de métodos estadísticos paramétricos basados en modelos lineales.
B) Factores de variabilidad
En todo estudio de bioequivalencia existen una serie de fuentes de variabilidad que podrían
llegar a sesgar la comparación de formulaciones sometidas a ensayo. Como consecuencia, es
fundamental considerar todos los posibles factores de variabilidad y la posibilidad de contro-
larlos al máximo en la elaboración del protocolo o bien con la selección del diseño óptimo.
En general, en un estudio de bioequivalencia la variabilidad total observada podría ser
atribuible a:
La selección del diseño óptimo que permita controlar, en la medida de lo posible, las
fuentes de variabilidad mencionadas contribuirá a la mejor estimación no sesgada de la bio-
disponibilidad relativa promedio entre las formulaciones comparadas.
C) Análisis de varianza
tos. El objetivo del análisis de la varianza es desglosar la variabilidad total de las observa-
ciones experimentales en la suma de variabilidad debida a los factores que se controlan de
acuerdo con el diseño adoptado y variabilidad no controlada o residual. Ello es factible gra-
cias a la implementación en la mayoría de paquetes estadísticos de los modelos lineales de
efectos mixtos cuya complejidad aumenta con la complejidad del diseño tal como se des-
cribe en los apartados siguientes.
a) Diseño paralelo
Yij = µ + Fj + ε ij (23.5)
Siendo, Yij el valor de la variable (Cmax, AUC0t etc.) para el individuo i, tras la formula-
ción j, m la media global de todas las observaciones, Fj la desviación o efecto de la formu-
lación j respecto a la media global y eij el error residual de la observación Yij, atribuible a
error de medida, analítico, variabilidad intraindividual, interindividual y otras fuentes de varia-
bilidad no controladas con el diseño paralelo. Se asume que los valores de eij son indepen-
dientes y que siguen una distribución normal con media cero y varianza s 2e.El factor for-
mulación se contrasta frente a la varianza residual como término de error, tal como se muestra
en el cuadro 23.2.
CUADRO 23.2
Análisis de la varianza de un factor para un estudio
de bioequivalencia realizado de acuerdo con un diseño paralelo
a = (N – 1) – [(f – 1) = 2n – 1 – n + – f = n – 2 (f = 2) (23.6)
CAPÍTULO 23: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: REALIZACIÓN DEL ESTUDIO 673
En el caso del diseño cruzado 2x2 (ver apartado 22.5.1), la variabilidad de las observa-
ciones experimentales puede desglosarse en:
En este caso el modelo lineal de efectos mixtos viene dado por la ecuación 23.7, donde
se consideran tres factores de efectos fijos (formulación, período, secuencia) y un factor de
efectos aleatorios (individuo). Se entiende por un factor fijo aquel cuyos posibles niveles son
evaluados en su totalidad con el diseño adoptado, mientras que un factor aleatorio es aquel
en que no se evalúan todos sus posibles niveles. El individuo es un factor aleatorio dado que
la bioequivalencia se evalúa en una muestra de individuos y no en la totalidad de individuos
de la población. Por otra parte, dado que cada individuo solo se asigna a una de las secuen-
cias de administración, se considera un factor aleatorio anidado dentro de un factor fijo como
es la secuencia.
Siendo, Yijk el valor de la variable (por ejemplo, AUCt) para el individuo i, en la secuen-
cia k y en el período j, m la media global, Gj-1,k el efecto “carry over o residual” del perío-
do j-1 sobre el período j, correspondiente a la secuencia k, Pj el efecto atribuido al período
aleatorio del sujeto i en la secuencia k y, por último, eijk el error residual fundamentalmen-
j, Fjk el efecto de la formulación administrada en el período j y la secuencia k, Sik el efecto
cias, p el número de períodos, N el número total de observaciones (es decir n·f ) y (a) el núme-
ro de grados de libertad de la varianza residual; dicho valor se obtiene por diferencia, res-
tando del número de grados de libertad total el número de grados de libertad de cada fuente
de variación de acuerdo con la ecuación 23.8.
674 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
CUADRO 23.3
Análisis de la varianza de un factor para un estudio de bioequivalencia
realizado de acuerdo con un diseño cruzado 2x2
= 2n – 1 – n + 1 – f + 1 – p + 1
a = (N – 1) – [(n – 1) + (f – 1) + (p – 1)] = 2n – 1 – (n – 1 + f – 1 + p – 1) =
(23.8)
a = 2n – 1 – n + 1 – 2 + 1 – 2 + 1 = 2n – n – 5 + 3 = n – 2 (23.9)
La suma de cuadrados para cada una de las fuentes de variabilidad se determina de acuer-
do con las siguientes ecuaciones:
(∑ YREF ) + (∑ YTEST )
2 2
SSF = − CT
n
(23.10)
SSI =
∑ (∑ S ) i
2
− CT
p
(23.11)
(∑ P1 ) + (∑ P2 )
2 2
SSP = − CT
n
(23.12)
CAPÍTULO 23: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: REALIZACIÓN DEL ESTUDIO 675
(∑ G1 ) + (∑ G2 )
2 2
SSS = − CT
n
(23.13)
∑ (Y ) (∑ G1 ) + (∑ G2 )
2 2 2
SSC =
T
2 2
− (23.14)
(∑ YT )
2
CT =
NT
(23.16)
donde:
El análisis de varianza permite evaluar la influencia de cada una de las fuentes de varia-
bilidad detalladas y determinar así si se presentan diferencias significativas en los valo-
res de la variable estudiada atribuibles a las formulaciones en el caso del diseño paralelo
o bien a las formulaciones, individuos, períodos de administración o secuencia de admi-
nistración, en el diseño cruzado 2x2. Las diferencias atribuibles a los individuos informan
de la mayor o menor variabilidad interindividual de los niveles plasmáticos tras la admi-
nistración de un fármaco en las dos formas de dosificación ensayadas, estas diferencias
son en cierto modo esperadas y no afectan a la comparación de formulaciones en un dise-
ño cruzado 2x2; sin embargo, si la variabilidad interindividual es elevada sí puede sesgar
la comparación de formulaciones en un diseño paralelo. Las diferencias observadas entre
676 PARTE IV: LIBERACIÓN DE FÁRMACOS
las formulaciones constituye el principal objetivo del ANOVA en los estudios de bioequi-
valencia. Las diferencias estadísticamente significativas entre los períodos o bien entre las
secuencias de administración se conocen como efecto período y efecto secuencia, y sus
causas, interpretación y modos de justificación en el informe final del estudio se discu-
ten ampliamente en el apartado 22.5.1. Por otra parte, cabe destacar que cuanto mayor sea
la variabilidad aleatoria del estudio (reflejada por el valor de la varianza residual) existe
menor probabilidad de rechazar la hipótesis nula (bioinequivalencia) y viceversa. Una estra-
tegia para reducir la variabilidad aleatoria del estudio es aumentar su potencia con un tama-
ño de muestra mayor. Tal como se ha descrito en el apartado 22.5.2. el tamaño de mues-
tra debe estimarse previamente a la realización del estudio para trabajar con una potencia
de cómo mínimo el 80%.
siendo q la medida de biodisponibilidad relativa, que puede expresarse a partir del cociente
de los parámetros farmacocinéticos promedio o a partir de la diferencia de dichos paráme-
tros expresada en forma relativa respecto al parámetro de la formulación de referencia. Los
límites, A y B, son hasta cierto punto arbitrarios; el uso de un ± 20% se justificaría por el
hecho de que la experiencia clínica permite suponer que una variabilidad de este orden no
modifica la respuesta clínica.
Como consecuencia, la bioequivalencia puede también establecerse a partir de la ecua-
ción 23.18.
A< ( AUC
AUC )
⋅ 100 < B
P
R
(23.18)
Siendo, A el límite inferior (80%) y B el límite superior (125%), considerando datos logo-
transformados.
O bien, a partir de la diferencia entre los parámetros farmacocinéticos del fármaco obte-
nidos tras la administración de las formulaciones expresada en porcentaje respecto al pará-
metro de la formulación de referencia, tal como se detalla en la siguiente ecuación:
R
R
(23.19)
2⋅Vr
e ⋅e
± t(α ,ν ) ⋅
(ln AUCP − ln AUCR ) n
(23.20)
de Schuirman (Schuirman, D.J., 1987), conocido como el ensayo basado en dos pruebas t
Para la toma de decisión de los ensayos de bioequivalencia, la FDA recomienda el test
µP − µR ≤ θI (23.21)
µ P − µ R ≥ θS (23.22)
El rechazo de la hipótesis nula supone aceptar la hipótesis alternativa, Ha, y por tanto
aceptar la bioequivalencia.
Cabe señalar que el test de Schuirman utiliza una inversión de la hipótesis: la desigual-
dad (bioinequivalencia) es la hipótesis nula de partida y la igualdad (bioequivalencia) es la
hipótesis alternativa. De esta forma, el rechazo de la hipótesis nula y, en consecuencia, la
aceptación de la bioequivalencia, viene controlado por el nivel de significación a (0,05). Esta
inversión de hipótesis ya fue propuesta anteriormente por Hauck y Anderson (Hauck, K.W.,
1984). La aplicación del test de Schuirman se basa en el desdoblamiento de la hipótesis en
dos hipótesis unilaterales:
Hipótesis 1
H 01 : µ P − µ R ≤ θ I (23.24)
H a1 : µ P − µ R > θ I (23.25)
CAPÍTULO 23: ENSAYOS DE BIOEQUIVALENCIA: REALIZACIÓN DEL ESTUDIO 679
Hipótesis 2
H 02 : µ P − µ R ≥ θ S (23.26)
H a2 : µ P − µ R < θ S (23.27)
La comprobación de las hipótesis se lleva a cabo mediante la realización de las dos prue-
bas t de Student de acuerdo con las ecuaciones que se detallan a continuación:
TI =
(µ P − µ R ) − θ I
2 ⋅ Vr (23.28)
n
TS =
(µ P − µ R ) − θ S
2 ⋅ Vr (23.29)
n
Si se cumple para los valores de TI y TS hallados que TI > t (a,nVr) y TS < –t (a,nVr), sien-
do t el valor del estadístico t de Student dado por las tablas de la distribución correspondiente,
se rechazarán las dos hipótesis nulas H01 y H02 y, en consecuencia, se aceptarán las dos hipó-
tesis alternativas Ha1 y Ha2. La aceptación de las dos hipótesis alternativas implica la acep-
tación de bioequivalencia.
Si se utilizan datos no logotransformados, los valores qI y qS son igual a 0,8 y 1,2, res-
pectivamente. Para datos logotransformados, qI y qS equivalen a los logaritmos de 0,8 y 1,25,
respectivamente.
Rodda y Davis (Rodda, B.E., 1980) propusieron, como método de toma de decisión en
los ensayos de bioequivalencia, la determinación de la probabilidad posterior, es decir, la
probabilidad de que el intervalo de confianza esté incluido dentro de los límites qI y qS . El
cálculo de la probabilidad posterior se basa en determinar las probabilidades de los valo-
res de TI y de TS obtenidos mediante las mismas ecuaciones 23.25 y 23.29 expresadas en
y Diletti consideraron esta posibilidad en 1983 (Steinijans, V.W., 1983). Aunque la Directriz
Europea vigente no lo exige, la utilización de los métodos no paramétricos se asocia a varia-
bles discontinuas como el parámetro tmax; por consiguiente, la evaluación de la bioequiva-
lencia basada en tmax debería realizarse mediante el cálculo del intervalo de confianza no para-
métrico del 90%, basado ya sea en las diferencias o bien en los cocientes.
Para la realización de un ensayo no paramétrico de este tipo se procede como sigue:
1. Preparar un tabulado con las columnas siguientes: voluntario, secuencia, valor del pará-
metro de la formulación problema (P), valor del parámetro de la formulación refe-
rencia (R), diferencia entre ambos valores.
4. Formar todas las parejas de diferencias posibles entre los valores de la secuencia RP
y PR.
5. Calcular la media aritmética de cada pareja.
6. Ordenarlas de menor a mayor y asignarles el rango correspondiente.
7. Buscar en las tablas de Hausche y col. (Hausche, D., 1990) los rangos que delimitan
el intervalo de confianza más próximo al intervalo de confianza del 90% (siempre
un intervalo ligeramente superior al 90%).
8. A partir de los valores de la media aritmética de las diferencias correspondientes a los
dos rangos obtenidos en la tabla y del valor promedio del parámetro farmacocinético de
la formulación de referencia, determinar el intervalo de confianza no paramétrico.
cho, puede ser necesario considerar un intervalo de aceptación más estrecho. Para fármacos
de alta variabilidad, el intervalo de aceptación para Cmax puede ser ampliado en determina-
dos casos.
La FDA utiliza como ensayo para la toma de decisión, el ensayo de Schuirman, también
conocido como de los dos ensayos t unilaterales, con el cual se evalúa si el límite inferior
del intervalo de confianza es igual o superior a 0,8, por un lado, o si el límite superior de
dicho intervalo es igual o inferior a 1,25. El nivel de significación a es de 0,05. Ambas apro-
ximaciones estadísticas son muy parecidas.
F) Aspectos relacionados con la inclusión o exclusión de los resultados de los individuos par-
ticipantes en el estudio
Como norma general todos los sujetos participantes en el estudio se incluirán en su tra-
tamiento estadístico con la excepción de aquellos sujetos que en un diseño cruzado no haya
completado un período recibiendo la formulación problema y la de referencia, o en un dise-
ño paralelo no haya completado un único período.
La exclusión de individuos puede realizarse únicamente por razones previamente expues-
tas en el protocolo. Razones aceptables que pueden justificar la exclusión de sujetos serían:
la aparición de vómitos y diarrea que puede desvirtuar el perfil farmacocinético obtenido
por razones ajenas a la formulación, en casos excepcionales el uso de medicación conco-
mitante puede ser una causa de exclusión.
La exclusión de voluntarios no se realizará basada en el análisis estadístico o por una
justificación exclusivamente relacionada con el perfil farmacocinético obtenido ya que no
puede disociarse el perfil farmacocinético de un efecto relacionado con la formulación.
Cuando se decide estrechar los límites para concluir la bioequivalencia en general éstos se
reducen a 90%-111%, para determinados casos especiales se pueden ajustar los límites ad hoc.
bioequivalencia para dichos fármacos puede requerir la aplicación de diseños cruzados repli-
cados con 3 o 4 períodos. Para estos fármacos los límites de aceptación de AUCt0 siguen sien-
tes de aceptación para Cmax pueden ampliarse hasta 75%-133%, especialmente cuando Cmax
do los mismos. Sin embargo, la normativa europea contempla que en ciertos casos, los lími-
a) Todos los datos individuales deben presentarse incluyendo los datos provenientes de
individuos que han abandonado el ensayo. Se presentarán también todas las concen-
traciones individuales así como un resumen estadístico de los mismos comprendiendo:
media geométrica, mediana, media aritmética, desviación estándar, coeficiente de
variación y valores mínimo y máximo. También se presentarán las curvas de niveles
plasmáticos individuales en escala lineal y semilogarítmica.
b) Los parámetros farmacocinéticos evaluados estadísticamente deben presentarse como
estimación puntual de la relación entre el valor de la formulación problema con respec-
Las directrices europeas relacionadas ya sea de forma directa o bien indirectamente con los
ensayos de bioequivalencia son las que a continuación se indican:
Cuestiones y problemas
1. Tras efectuar un estudio de bioequivalencia entre una formulación problema (P) y una
de referencia (R), se obtuvieron los valores promedio de los parámetros evaluados que
se detallan en el siguiente cuadro:
AUCR =133.283
AUCP= 137.317
ln AUCR = 4.849701
ln AUCP= 4.890872
Varianza residual (datos logotransformados) = 0.0062671
µP/µR
5 12 6 4 4 4 6 8 22
7,5 22 8 6 6 6 8 12 44
10 36 12 8 6 8 10 20 76
12,5 54 16 10 8 10 14 30 118
15 78 22 12 10 12 20 42 168
Bibliografía
Con el propósito de poner en práctica unos principios ecológicos, económicos y prácticos, el lis-
tado completo y actualizado de las fuentes bibliográficas empleadas por los autores en este libro se
encuentra disponible en la página web de la editorial: www.sintesis.com.
Las personas interesadas se lo pueden descargar y utilizar como más les convenga: conservar, impri-
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Mecanismos de liberación, 590 Convolución/deconvolución numética,
Membrana absorbente, 38, 40, 54, 60-61, 64, 43, 45-48, 627
71, 73, 298, 554 Momentos estadísticos, 43, 46, 223, 227-
Metabolismo de fármacos, 111-156 230, 234, 390, 400, 568-570, 599-600,
Biotransformación, 41-43, 111-156, 159, 178, 626
190-194, 197, 204, 389, 392, 396, 501-502 Modelos matemáticos en liberación de fár-
Extrahepático, 125-128 macos, 556, 590
Hepático, 116-125 Con base fisicoquímica, 560
Inducción e inhibición, 141-146 Higuchi (Raíz cuadrada), 593-594
Mediado por el citocromo P-450, 113, Hixon-Crowell (Raíz cúbica), 598
117-123 Hopfenberg, 596
Metabolismo de capacidad limitada, 115- Korsmeyer-Peppas, 594-595
116, 139 Orden cero, 562, 566, 580, 592, 594-595
Metabolismo presistémico o efecto de pri- Orden uno, 562, 564, 573, 587
mer paso (ver efecto de primer paso)
Peppas-Sahlin, 597, 606
Métodos de estudio in Vitro, 147-148
Sin base fisicoquímica, 560, 566
Polimorfismos genéticos, 42, 111, 121-123,
Weibull, 566-567, 573
131-138, 389, 613, 680
Nuevas entidades químicas (NEQ), 491-504,
Reacciones en fase I y II, 117-118, 123,
577
126, 134, 148-153, 389, 392, 502
Sustratos para evaluar la actividad Número de absorción, 528-530, 550
in vivo, 155-156 Número de disolución, 528-531, 550
Método de la retroproyección (residuales), Número de dosis
284-286, 310-318, 347, 351, 468 Clasificación biofarmacéutica, 528-531,
Método de Loo y Riegelman, 351-355, 362- 543, 550
363, 627 Dosis múltiples, 455-456, 459, 464, 468
Método de Wagner y Nelson, 310, 318-323, Periodo de latencia, 39, 147, 242, 302-310,
352, 627 316-317, 324, 333, 343-346, 360-362, 432-
Métodos de perfusión in situ, 539 433, 436-437, 441, 444, 561, 563-565, 579,
Microdiálisis, 41-42, 99-100 595, 597
Modelo monocompartimental, 264-278, 299- Pinocitosis, 54, 58-59, 68
334, 367-376 Preformulación, 506-523
Modelo bicompartimental, 278-295, 334-364, Coeficiente de reparto (ver coeficiente de
376-386 reparto)
Modelos biofísicos, 70-73 Comportamiento frente a la compresión,
Modelo dependiente, 44-45, 188, 574-575 512-514
Modelos alométricos, 43, 46 Densidad, 506, 508, 514
Modelos compartimentales, 43-44, 46, 48, Estabilidad, 491, 493, 504-508, 512, 517-
108, 188, 219, 263, 393, 396, 400, 625 520, 523
Modelos espacio-temporales, 43, 45 Estructura interna, 507-508
Modelos farmacocinéticos/ farmacodiná- Etapas, 506, 555
micos, 43, 46, 48 Fármacos de origen biotecnológico, 494,
Modelos fractales, 43, 45 510-511, 519
Modelos in silico, 36, 43, 69 Granulometría, 506, 513
Modelos poblacionales, 48 Hábito cristalino, 508
Modelos recirculatorios, 43-45 Higroscopicidad, 506, 512
Modelo independiente, 43, 46, 188, 215, 305, Objetivos, 506
383, 558, 571-575 Perfil ADMET, 497, 521
700 TRATADO GENERAL DE BIOFARMACIA Y FARMACOCINÉTICA. VOLUMEN I