La Cigueña
La Cigueña
La Cigueña
desde el cielo. Su dueño, un conejo que iba a casarse ese día, entró a una
El conejo se llevó un gran disgusto al descubrir el robo. Pero era un gran detective, y
se enteró, se dijo:
negra que encontró cerca de donde se preparaba la boda. Pero mientras huía volando,
buena parte de la pintura goteó sobre los manteles y el vestido de la novia, estropeándolos
el anillo puso a todos a buscar un pájaro con las patas pintadas de negro. Al enterarse,
la cigüeña dijo:
Y decidió vendarse las patas, y fingir que había tenido un accidente. Pensaba la cigüeña
que así había resuelto el problema, pero cuando poco después se encontró precisamente con
el conejo, este sintió pena de ver una cigüeña tan herida, e insistió tanto en acompañarla
al hospital para hacerse una radiografía que la cigüeña no pudo negarse. Esta sabía que si le
hacían una radiografía se descubriría el anillo, y que si le quitaban el vendaje verían la
pintura, y se dijo:
Y aprovechando que su casa estaba camino del hospital, le pidió al conejo que esperase
mientras subía a recoger algunas cosas. Una vez en casa, se quitó las vendas y cubrió sus
patas con unas placas de plomo para ocultar el anillo en la radiografía, y luego las tapó con
tantas vendas y pegamento que resultaría imposible quitárselas. Pensaba la cigüeña que
así podría ir al médico sin ser descubierta, y que más adelante encontraría la forma de
devolver el anillo.
Ya más tranquila, la cigüeña echó a volar para reunirse con el conejo, sin darse cuenta de
que nunca podría volar con tantísimo peso en sus patas. Y tan pronto saltó del nido,
cayó como una piedra, sin poder hacer nada para evitar darse el mayor de los batacazos.
Pero no contra el suelo, sino contra el pobre conejo, que no tuvo tiempo de apartarse.
habría pasado para que la cigüeña cayera sobre el conejo. Y al descubrir las vendas, el
plomo, la pintura y el anillo todos pensaron que el golpe era la última parte del despiadado
plan de la cigüeña para arruinar la boda del conejo. Y en una sola mañana, la cigüeña se
convirtió en el animal más odiado del bosque, y perdió a todos sus amigos.
Solo mucho tiempo después se atrevió el conejo a visitar a la cigüeña, pues aún no
comprendía por qué se había empeñad el o en fastidiar su boda. Esta, arrepentida, le pidió
perdón, y le contó la historia del anillo y todo lo que había ocurrido después.
- Nunca me habría imaginado que todo eso pudiera ocurrir solo por probarse un anillo sin
- Es que no fue por eso - replicó avergonzada la cigüeña-, sino por lo que tuve que hacer
para ocultarlo una y otra vez. Nunca te habrías enfadado tanto si me hubieras descubierto
públicamente para que pudiera recuperar a sus amigos y contar su historia, y así ayudar a
todos a comprender que lo verdaderamente malo de las pequeñas mentiras son las grandes