Eugenio Aguilar

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Eugenio Aguilar

Eugenio Aguilar (n. Santiago Nonualco, El Salvador; 15 de noviembre


de 1804 - f. San Salvador, El Salvador; 23 de abril de 1879) fue un político
y médico salvadoreño que gobernó el país en calidad de Presidente de la
República en dos períodos: del 21 de febrero al 12 de julio de 1846 y del
21 de julio de 1846 al 1 de febrero de 1848.

Fue hijo póstumo de don José Antonio Aguilar y doña Juana de González
y Batres. Se casó con doña Dolores Padilla y Castillo. En 1839 fue elegido
Alcalde de San Salvador y al año siguiente fue Cirujano Mayor del Ejército,
catedrático distinguido y entre 1843 y 1845 fue rector de la Universidad
de El Salvador.

Vida política
Recibió el poder supremo el 21 de febrero de 1846 del senador Fermín
Palacios. El 12 de julio de 1846, contra la oposición de los jefes militares,
deposita el mando supremo en el senador Fermín Palacios.

El 21 de julio de 1846, por la excitativa del Municipio de San Salvador y


demás autoridades y vecinos, asume el poder supremo que le entrega
Fermín Palacios. El 29 de julio de 1846 por Decreto Ejecutivo se prohíbe
al obispo católico de San Salvador, Jorge de Viteri y Ungo, regresar al
país, declarándolo expulsado del territorio de El Salvador, por su
complicidad en los motines de la capital.

Entregó el poder supremo el 1 de febrero de 1848 a Tomás Medina


Menéndez.

Muerte
En los últimos días de su vida, siempre fue rodeado de sus 8 hijos, y de
los cuales solicitó mas la asistencia de sus dos hijas. Murió en la tarde del
23 de abril de 1879 por una enfermedad a los 74 años de edad.12

Funeral

El servicio fúnebre tuvo lugar en el 24 de abril en la nave principal de la


Iglesia Catedral (que estaba donde hoy existe la Iglesia del Rosario) y fue
oficiado por el Obispo Luis Cárcamo y Rodriguez. Cerca del presbiterio se
levantaba una sencilla capilla ardiente que iluminaba el modesto
sarcófago cubierto de negro crespón.1

A las 8 de la mañana empezó la lúgubre salmodia desempeñada en el


coro. Asistieron "lo[s] [miembros] mas selecto[s] de la sociedad". El duelo
fue presidido por los leudos consanguínicos de Eugenio Aguilar, figurando
en primer lugar el Señor Canónigo Doctor Don José Antonio Aguilar. El
Obispo ocupó el púlpito para presentar un bosquejo biográfico y traducir
sus sentimientos de gratitud hacia él.1

En la tarde del mismo día, con acompañamiento de todas clases sociales


y después de las vigilias religiosas, se dio inhumación a sus restos en una
bóveda construida al fondo de la nave izquierda de la Catedral.
Previamente se colocó el ataúd en el vestíbulo de la Catedral, y allí ocupó
la tribuna el jurisconsulto Licenciado Don Pablo Buitrago, quien a comisión
de el Consejo superior universitario, pronunció una oración de tributo a
Eugenio Aguilar.
Gerardo Barrios
(Cacahuatique o La Poza de la Juana, 1813 - San Salvador, 1865) Político
y militar salvadoreño que fue presidente de la República entre 1859 y
1863. Liberal moderado, tomó medidas contra el clero, hecho que fue
aprovechado por el dictador guatemalteco Carreras para invadir El
Salvador, destituir a Barrios e imponer a Dueñas. Detenido en Nicaragua,
Gerardo Barrios fue entregado a Dueñas, quien lo hizo ejecutar.

Gerardo Barrios

Hijo de José María Barrios y de Petrona Espinoza de Barrios, ricos


terratenientes de origen franco-español, recibió su primera instrucción de
su abuelo Pedro Joaquín Barrios, quien le enseñó a leer y escribir.
Prosiguió su formación con un tutor francés, buen amigo de su familia,
que le enseñó gramática española, geografía e historia de América y
Europa, matemáticas, astronomía y física, e inculcó en el joven Barrios el
espíritu liberal ilustrado que en esos años recorría Europa.

Gerardo Barrios inició su carrera pública a muy temprana edad como


secretario de la municipalidad de Cacahuatique (actual Ciudad Barrios).
Posteriormente se alistó en el ejército, en el cual sirvió a las órdenes del
general Francisco Morazán. Junto a Morazán combatió los intentos
separatistas dirigidos por José María Cornejo. Por esas fechas, Barrios
inició su militancia en el Partido Liberal. Años después, destacó en la
defensa de Centroamérica contra el filibustero estadounidense William
Walker: en 1856 dirigió las tropas salvadoreñas que viajaron a Nicaragua
para combatir la invasión.
El 10 de enero de 1859 el presidente de la República Miguel Santín del
Castillo nombró ministro de Gobernación a Francisco Dueñas, lo que
provocó el descontento de una parte de la oficialidad del ejército. Al día
siguiente del nombramiento, el general Gerardo Barrios se sublevó y
expulsó del país a Dueñas. La reacción de Santín no se hizo esperar, y el
día 19 de enero destituyó a Barrios como comandante general del ejército,
cargo que asumió el propio Santín. Barrios no aceptó su destitución y
sublevó al ejército, con el cual depuso al presidente.

La Presidencia quedó entonces en manos del vicepresidente Joaquín


Eufrasio Guzmán. Bajo este gobierno, en el que el hombre fuerte era el
general Barrios, la Asamblea legislativa estableció el período presidencia
en seis años (hasta entonces había sido de dos años). Finalmente, el 12
de marzo de 1959 el general Barrios se autoproclamó presidente de la
República. El 21 de enero de 1860, una vez concluido el período legal para
el que Barrios se había proclamado presidente, la Asamblea Legislativa le
nombró Senador Designado, y siete días más tarde la Cámara de los
Diputados y Senadores lo proclamó de nuevo presidente de la República
para el período 1860-1865. Barrios tomó posesión el 1 de febrero.

Desde ese momento, asumiendo sus funciones de jefe de Estado,


proclamó su intención de llevar adelante una serie de reformas que
perseguían el bienestar y el progreso del país. Entre otros aspectos,
Barrios asumió, como objetivos prioritarios de su gobierno provisional,
sanear las finanzas públicas, así como recuperar la agricultura y la
industria, y fortalecer la educación general y universitaria.

Entre 1860 y 1863 Barrios impulsó la reorganización de las finanzas


públicas, alentó la producción de café y las actividades relacionadas con
la elaboración de la seda, se propuso crear una institución armada de
carácter permanente y profesional, y favoreció la educación pública de
naturaleza laica. Además, en los primeros años de su mandato buscó la
convivencia pacífica con el gobierno de Guatemala, lo cual se tradujo en
una visita a ese país en 1860. Sin embargo, no faltaron los conflictos,
especialmente con la Iglesia.

Uno de los primeros incidentes fue la expulsión de tres religiosos


capuchinos que hacían cruzada contra el amancebamiento. En 1860 los
conflictos se agravaron a tal punto que el clero se negó a juramentar la
Constitución de la República, aduciendo por boca del obispo Tomás Pineda
y Zaldaña que ninguno de los párrocos estaba obligado a cumplir los
preceptos del gobierno, ya que las únicas autoridades a que estaban
sometidos eran las de Dios, el obispo y el papa.
Los conservadores se sintieron afrentados por Barrios, a quien
presentaron como anticlerical, despótico y liberal. Muchos conservadores
(entre ellos el obispo Pineda y Zaldaña) habían buscado refugio en
Guatemala y desde allá lanzaban sus ataques al gobierno salvadoreño a
través de escritos periodísticos. En 1861 arreciaron los ataques a Barrios
y, lo que es peor, comenzó a fraguarse un clima de confrontación entre
los gobiernos de ambos países. Al presidente Carrera no le preocupaba
tanto la situación de los exiliados conservadores ante el gobierno de
Barrios como las negociaciones que mantenían El Salvador, Honduras y
Nicaragua para unir Centroamérica.

En febrero de 1863 estalló la guerra entre ambas repúblicas; el 19 de


junio tropas guatemaltecas iniciaron su invasión a El Salvador. El 26 de
octubre Carrera había llevado sus tropas a San Salvador, donde cayó el
último bastión de la defensa salvadoreña. Ese mismo día Barrios huyó
hacia San Miguel. Con la venia de Carrera, Francisco Dueñas se instaló en
el poder, dando inicio así a un nuevo gobierno conservador que llegaría a
su fin de mano de Santiago González.

Dueñas triunfó en las elecciones presidenciales de 1865. Como presidente


constitucional promovió un juicio contra Barrios, radicado en ese entonces
en Costa Rica. El 27 de julio Barrios fue capturado en Nicaragua y
extraditado a El Salvador. El 10 de agosto comenzó el consejo de guerra
que lo había de juzgar; el día 28 se dictó su sentencia de muerte, que fue
ejecutada al día siguiente.

Con la muerte de Barrios parecía que la suerte de los conservadores


cambiaría totalmente, pero no fue así. Carrera murió en Guatemala en
1865 y su sucesor, el conservador Vicente Cerna, fue derrocado por Justo
Rufino Barrios. Ese mismo año González derrocó a Dueñas, con lo que
puso fin a las aspiraciones de los conservadores de hacerse nuevamente
con el poder. Un nuevo mandatario liberal, Rafael Zaldívar, se encargaría
de profundizar en las reformas liberales impulsadas por Barrios.
Tomás Regalado
(Santa Ana, 1860 - Yupiltepeque, 1906) Militar y político salvadoreño,
presidente de El Salvador entre 1898 y 1903. Tras derrocar en un golpe
de Estado al presidente Rafael Antonio Gutiérrez, Tomás Regalado llegó
al poder en noviembre de 1898, después de un período de caos político y
declive económico.

Tomás Regalado

Regalado logró reducir la deuda nacional, ayudó al comercio agrícola del


país e impulsó el ferrocarril y las comunicaciones marítimas. A través de
un poder ejecutivo autoritario terminó con las amenazas de invasión de
los políticos exiliados y restauró la paz nacional, a menudo con la
supresión de las libertades individuales. Se opuso al presidente Manuel
Estrada Cabrera de Guatemala, liderando una campaña militar contra él
en 1899 y apoyando a los exiliados guatemaltecos.

Le sucedió el general Pedro José Escalón, al cual Regalado había


seleccionado porque pensó que era fácil de manipular. En 1906 Tomás
Regalado convenció a los exiliados guatemaltecos para organizar una
campaña militar contra Manuel Estrada Cabrera desde territorio
salvadoreño; esperaba poder instalar un hombre de confianza en el cargo
de presidente de Guatemala. Suministró armas a los rebeldes y dirigió
personalmente el ataque. Murió durante aquella invasión, en el combate
del Jícaro, cerca de Yupiltepeque, Guatemala.
Manuel Enrique Araujo
(1865/10/12 - 1913/02/04)

Manuel Enrique Araujo

Político salvadoreño, presidente de la República (1911-1913)

Nació el 12 de octubre de 1865 en Condadillo (Estanzuelas).

Hijo de Manuel Enrique Araujo (de origen portugués) y Juana


Rodríguez de Araujo. Fue bautizado el 22 de octubre de 1865 en
la iglesia de Tecapa (hoy alegría) del departamento de Usulután.

Sucedió al general Figueroa desde el 1 de marzo de 1911, gana


en elecciones libres aunque apadrinadas por el oficialismo.

Fue elegido presidente gracias al apoyo de su antecesor. El


tercero junto con Figueroa y Pedro José Escalón (1903-1907)
de los presidentes constitucionales, que accedieron al poder
designados por sus antecesores.

Luchó por modificar el sistema fiscal y hacerlo más favorable a


los pequeños y medianos propietarios enfrentándose a sus
antiguos aliados, que le hicieron asesinar el 4 de febrero de 1913
en pleno parque Bolívar, hoy Plaza Barrios.

Manuel Enrique Araujo cayó abatido por el machete que esgrimió


Virgilio Mulatillo, acompañado de Fermín Pérez y Fabián
Graciano, campesinos que se encargados del crimen y que a los
pocos días fueron fusilados.

Cargos

Presidente de El Salvador
1 de marzo de 1911 - 9 de febrero de 1913
Maximiliano Hernández Martínez

Maximiliano Hernández Martínez (San Matías, El Salvador, 20 de octubre de 1882 –


Hacienda Jamastrán, Danlí, Honduras, 15 de mayo de 1966) fue un militar, dictador y
Presidente de El Salvador (1931-1944),12 cargo al que accedió tras un golpe de Estado.3

Tras realizar sus estudios militares en Guatemala, ascendió en rangos militares hasta ser
general de brigada.34 En 1931, el partido Pro Patria lo postuló a la vicepresidencia, la cual
ganó. Nueve meses después, participó en el golpe de Estado contra el presidente Arturo
Araujo tras el que se autonombró presidente, siendo ratificado al año siguiente por la
Asamblea Legislativa. Prolongó su mandato durante trece años por medio de elecciones en
las cuales era el único candidato, y también a través de decretos legislativos.56

En su mandato (conocido coloquialmente como martinato) destacaron la matanza de


25 000 indígenas que contradijeron su gobierno en 1932,7 sus políticas apegadas a sus
creencias teosóficas,8 los movimientos diplomáticos durante la Segunda Guerra Mundial,9 la
disminución significativa de la delincuencia mediante el uso de la fuerza, el saneamiento de
las finanzas públicas, la creación de un banco estatal emisor de moneda, la venta de viviendas
a bajo costo para campesinos, la reducción significativa de la deuda para personas al borde
de la quiebra, la construcción de la Carretera Panamericana y la cancelación de la deuda
externa.10

En 1944, un grupo de militares se alzaron contra el presidente, los cuales fueron sofocados
mediante la fuerza en un par de días.11 Un mes después se suscitó una huelga general de la
sociedad civil, la cual obligó al general a deponer el cargo de la primera magistratura.5
Hernández Martínez fue asesinado 22 años después en Honduras, a manos de su motorista.

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