Delitos Ambientales Monografia
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Delitos Ambientales Monografia
Villareal
Trabajo practico
“Derecho penal”
Aula : C2-2
Ciclo : III
UNFV.
2011
Monografía en derecho penal
Modus faciendi
Ipso jure
Introducción
Derecho penal
El delito ambiental es un delito social
El delito ambiental es un delito social, pues afecta las bases de la existencia social
económico, atenta contra las materias y recursos indispensables para las
actividades productivas y culturales, pone en peligro las formas de vida autóctonas
en cuanto implica destrucción de sistemas de relaciones hombre - espacio.
Ab initio, debemos señalar que el conjunto de normas penales que sancionan
conductas contrarias a la utilización racional de los recursos naturales, debe llevar
intrínseca la condición formal de sancionar mediante penas tales conductas y,
fundamentalmente, los tipos penales deben ser correctos y funcionales a fin de
lograr una justa y eficaz protección del medio ambiente.
En ese sentido, hay autores como BLOSSIERS HÜME que opinan que no es
secundaria la naturaleza del Derecho Penal, puesto que aún cuando defienda bienes
jurídicos o instituciones pertenecientes a otras ramas del Derecho; no se limita a
enumerar sanciones meramente protectoras de diferentes realidades jurídicas, sino
que antes de prever una pena, es el propio ordenamiento penal el que indica el
ámbito de los comportamientos acreedores de tales penas. Por tanto, de ordinario
la norma penal nunca está subordinada totalmente a lo que disponen leyes no
penales; se resalta que el Derecho Penal es tan autónomo como las más
tradicionales disciplinas jurídicas.
El delito ambiental es un delito social, pues afecta las bases de la existencia social
económico, atenta contra las materias y recursos indispensables para las
actividades productivas y culturales, pone en peligro las formas de vida autóctonas
en cuanto implica destrucción de sistemas de relaciones hombre - espacio.
Es necesario contar con un sistema instrumental inhibitorio idóneo que impida que
el daño suceda, bloqueando la acción ilícita y su dinamismo destructivo. La
protección ambiental implica una nueva visión donde el equilibrio ecológico y la
calidad de vida son el sustrato jurídico protegido y en sí mismo valioso.
Ahora bien, cabe señalar que en lo que respecta a los delitos ecológicos, el bien
jurídico protegido principal es el medio ambiente y accesoriamente se desprende
que al proteger el medio ambiente estamos protegiendo o tutelando la vida
humana; cuestión que enuncia la doctrina germana e ibérica. Sólo recordemos el
enunciado del principio "ubi homo, ibi societas, ubi societas, ibi ius", el cual
propugna que sin un medio ambiente adecuado no podría existir vida, sin vida no
habría sociedad y sin sociedad no existiría el derecho, por consiguiente el medio
ambiente se constituye como un prius para la propia existencia del hombre y de
todo cuanto existe en nuestro planeta.
BRAMONT - ARIAS TORRES, sostiene en su obra Derecho Penal - Parte Especial que
"Bajo esta rúbrica de conductas delictivas que como punto en común presentan un
mismo bien jurídico protegido, esto es el medio ambiente natural. Estas figuras
preceden, no obstante, sistematizarse en tres grandes grupos: aquellas conductas
que afectan en general a cualquier elemento del medio ambiente -flora, fauna,
agua, aire; aquellas otras que suponen una lesión directa a especies protegidas,
tanto en la fauna como en la flora; y por último, aquellas que implican una
urbanización irregular o una utilización abusiva del suelo.
El autor acota además que, como cierre a este tema se prevé una medida cautelar
frente al establecimiento de la actividad causante de contaminación, la cual no
tiene un carácter sancionatorio strictu sensu, pero resulta acertada su previsión en
el ámbito de estos delitos, teniendo en cuenta que estas conductas configuran una
modalidad de criminalidad social, de cuello blanco; tal y como diría el maestro
JIMÉNEZ DE AZÚA, caracterizada por el éxito económico del móvil que inspira su
actuación ilícita, y en donde la pena, tradicionalmente considerada, carece de
estímulo preventivo que pudiera gozar frente a otras formas de criminalidad; tal
como lo señala HORMAZABAL MALAREE en su obra Delito Ecológico y Función
Simbólica del Derecho Penal.
INTRODUCCIÓN
Por ello en publicación del Diario Oficial de la Federación se incorporan los delitos en
materia ambiental en el Código Penal en diciembre de 1996, cuya finalidad es
sancionar la comisión o puesta en peligro del medio ambiente.
CONCEPTO
Se pueden definir como aquellas conductas que son realizadas por los
servidores públicos, concesionarios de un servicio ambiental, o particulares,
con las cuales provocan un daño al medio ambiente o a sus ecosistemas.
Recordemos que las conductas delictivas pueden ser por Acción y Omisión
BIEN JURIDICO
El Medio ambiente es el bien jurídico tutelados por las normas de derecho penal, que
sanciona para poder mantener en buenas condiciones el medio ambiente para las
generaciones presentes y futuras.
SUJETOS
Son las personas físicas que cometan el delito, aunque mucho se ha mencionado que
también las personas morales pueden ser sujetos, debido a las emisiones de
contaminantes como producto de la producción de sus bienes.
Este concepto no es otro que el de la extinción de los derechos y/o títulos de bienes de
procedencia ilícita, a favor del Estado, sin contraprestación ni compensación de
naturaleza alguna. En pocas palabras, el particular pierde “su” bien que pasa a ser
propiedad del Estado.
1. La licitud. Todo bien sólo puede adquirirse a través de mecanismos lícitos. Por lo
tanto no es admisible la adquisición de dominio por medios ilícitos. Este elemento es
suficiente, aunque el legislador decidió agregar uno más.
Realmente consideramos como innecesaria esta norma ya que sus supuestos son
principios básicos del derecho, tal como lo reconocen una serie de legislaciones, donde
ni siquiera existen normas para su aplicación, y como lo enseña la doctrina jurídica en
general.
Esta figura jurídica sería aplicable para los casos de ilicitos medio ambientales en los
casos del apoderamiento ilícito de recursos naturales, en casos como la minería o tala
ilegales, tanto del producto mismo (mineral, tronco), así como de las herramientas y
bienes con los que se realizan los ilícitos, y los bienes que sean adquiridos gracias a la
actividad ilícita.
A continuación en el último párrafo del mismo artículo se define que se entiende como
actividades ilícitas las que atenten contra el medio ambiente; obviamente la tala ilegal,
el apropiamiento de especímenes de fauna silvestre, están en dicho supuesto.
Consideramos que, a pesar de lo innecesaria que es desde el punto de vista doctrinal esta
norma, en el marco de nuestra realidad es absolutamente necesaria y contribuirá a
perseguir de manera más eficiente las actividades que atentan contra el medio ambiente,
como la tala, la minería, la extracción de fauna, ilegales; claro siempre y cuando nuestra
judicatura los aplique correctamente y el Congreso de la República no lo modifique en
estos extremos.
Los antecedentes
Caso similar ocurre con las especies de flora silvestre maderable o no. Los
árboles que estaban ubicados al momento que el Estado me entregó o
reconoció mi propiedad sobre el suelo, siguen siendo del Estado. La
transferencia del Estado a mi esfera patrimonial o la posterior que yo haga a la
esfera patrimonial de terceros, no incluye a la flora silvestre, a lo que se
denomina el “vuelo forestal”, esto incluye obviamente a los árboles.
Nuevamente estos árboles son de dominio público y no pueden dejar el ámbito
patrimonial del Estado.
De otro lado, para estos casos, y tal como esta diseñado el tipo, no es
relevante el hecho que los árboles hayan estado al interior de un Área Natural
Protegida. Claro para todos es obvio que es más grave cuando se habla de tala
al interior de una zona como esta, pero el tipo no hace ninguna diferenciación.
Para el tipo vigente no es relevante el que se haya realizado dentro o fuera de
un Área Natural Protegida puesto que no reclama dicho requisito. Sólo se
requiere que la formación vegetal se encuentre protegida, y en nuestro país
cualquier formación vegetal de la flora silvestre, está protegida, a la cual se
añade toda la flora maderable, silvestre o no, que tiene protección por ser parte
del Patrimonio Forestal.
Para empezar aquí el tipo no habla de un espécimen; alude a que debe ser por
lo menos más de un espécimen, porque sino no podríamos hablar de bosque o
de formación vegetal.
Por ello el tipo penal es deficiente, ya que califica toda tala como igual, sin
importar el ecosistema donde se encontraba el espécimen talado, ni si el
mismo pertenece a una especie que esta en peligro de extinción, por ejemplo,
o no.
Por ello el primer paso, el del compromiso con la defensa de las ANP anuncia
que por lo menos allá en Cutervo tenemos uno de esos pocos jueces que, con
un mayor desarrollo seguramente en los próximos años, con una mayor
especialización, algún día puedan llegar a alguna Corte Superior, y porque no,
a la Corte Suprema y puedan brindarnos desde allí una lección, lección de una
mirada que no se queda en la confrontación de un pequeño delito, sino que
entiende que su accionar esta inmerso dentro de contexto donde la protección
del medio ambiente no es una de las prioridades nacionales, cuando debería
ser nuestra mayor prioridad.
CONCLUSIONES
Hoy entran en vigencia drásticas sanciones para frenar delitos contra el medio ambiente
Lima, ene. 01 (ANDINA).- A partir de hoy, 1 de enero, rigen las nuevas
sanciones para quienes cometan delitos contra el medio ambiente, que incluyen
pena de cárcel efectiva de hasta diez años.
Estas drásticas sanciones están contempladas en la modificación del Código
Penal y de la Ley General del Ambiente, y se aplicarán a personas implicadas en
la depredación de especies protegidas, destrucción de bosques intangibles y
las reservas naturales, así como el tráfico de árboles madereros.
Según el ministro del Ambiente, Antonio Brack, también se aplicarán esas penas
a los funcionarios que no hacen cumplir la ley o que, violándola, otorgan
licencias para proyectos que afecten el medio ambiente.
A este avance en materia penal se suma la creación de las fiscalías ambientales,
que se dedicarán a conocer específicamente las denuncias sobre atentados contra
el ecosistema y hacerles seguimiento. Esto con el fin de concretar la aplicación
de las penas recientemente introducidas en el Código Penal a fin de hacer frente
a los delitos ambientales. Para ello, el personal respectivo ha recibido
capacitación en esos temas durante el año que acaba de concluir.
En ese contexto, por primera vez en la historia, hace apenas unos días se detuvo
a un alcalde por atentar contra un área natural protegida. Se trata de Nemesio
Mendoza, burgomaestre de Puerto Bermúdez, quien es acusado de delito
ambiental; conjuntamente con su homólogo de Pichanaki, Zózimo Cárdenas, por
construir una carretera en una zona del bosque de protección San Matías-San
Carlos, vulnerando el área natural protegida. A ello se suma el agravante de no
contarse con el expediente técnico que haría viable la construcción de la
carretera, así como el correspondiente estudio de impacto-ambiental.
Cabe recordar también que este mes debe definirse si el Perú obtiene la sede de
la Conferencia de Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) que se realizará el 2010, como lo propuso el ministro Brack.
En caso se confirmara la sede, más de 12 mil representantes de 142 países
debatirían sobre el cambio climático en el Perú, uno de los 12 países
megadiversos del mundo, con más de 84 zonas de vida y una gran variedad de
climas que permiten el desarrollo de una amplísima variedad de flora y fauna.
Conclusiones
Se pueden definir como aquellas conductas que son realizadas por los
servidores públicos, concesionarios de un servicio ambiental, o particulares,
con las cuales provocan un daño al medio ambiente o a sus ecosistemas.
Recordemos que las conductas delictivas pueden ser por Acción y Omisión.