Unidad 1 Conceptos Basicos de Inventarios
Unidad 1 Conceptos Basicos de Inventarios
Unidad 1 Conceptos Basicos de Inventarios
3° Semestre
Programa de la asignatura:
Inventarios
Clave
TSU 14142314 / ING 13142314
Presentación de la unidad
Antes de entrar en materia, queremos darte la bienvenida a este curso y motivarte para
que emprendas un nuevo reto de aprendizaje con mucha confianza y convicción en este
interesante tema de la gestión de inventarios; estamos seguros que tu dedicación y
disciplina te hará transitar hacia un mejor estado del conocimiento, por ello, te deseamos el
mejor de los éxitos en esta nueva aventura. ¡Ánimo!
Competencia específica
Logros a alcanzar
Visualizarás el panorama general de los principales conceptos y componentes del
sistema de gestión de inventarios.
Descubrirás las principales variables de decisión para la manutención de inventarios.
productos de estos sectores son de alta densidad económica1 y valor agregado, lo que
hace que el costo financiero por este concepto sea muy alto. En contraste, podemos tener
grandes cantidades de maíz en una bodega, y a simple vista podría decirse que tenemos
un gran inventario, que de hecho lo es, sin embargo, debido a que el precio por kilogramo
apenas es del orden de $2.50 pesos, es muy común que el costo logístico de
almacenamiento o transporte sea lo más relevante.
En los últimos años, la gestión de inventarios se ha utilizado como una herramienta para
crear ventajas competitivas a través del diseño de estrategias de gestión entre los
diferentes eslabones de la cadena de suministro, para hacer frente a la fuerte competencia
ya no solo local, sino internacional. Cabe señalar que algunas estrategias serán analizadas
durante el desarrollo de este curso.
1
Se entiende como la relación que guardan precio/peso/diferencia/distancia. Cuando el precio es alto y el peso bajo, el
producto se puede desplazar a mayor distancia, por lo que se dice que tiene alta densidad económica. Las perlas y los
diamantes son representativos de alta densidad económica. Los productos de alta densidad económica pueden soportar
mayores distancias de desplazamiento o traslado. Esto significa que, en atención a su precio, podrán cubrirse mercados más
distantes. La situación es diferente en productos de baja densidad económica, como es el caso de la leña, la cal, y otros
productos cuyo peso restringe los desplazamientos.
En este contexto, puede decirse que los inventarios permiten reducir los costos de alguna
otra actividad. Por ejemplo, amortiguan y reducen los costos de producción; en el mercado,
mantienen un equilibrio entre la oferta y la demanda e inciden en el precio de los
productos; permiten la utilización adecuada de la capacidad de transporte y de los
almacenes, influyendo en los costos operativos de éstos; pero sobre todo, se convierten en
una excelente alternativa económica para cumplir con los objetivos de servicio al cliente.
Ghiani y otros autores (2004) señalan que la gestión de inventario debe tener en cuenta
cinco aspectos:
Cuando hablamos de inventarios nos referimos a la inversión que las empresas poseen y
que deben ser valoradas periódicamente; es decir, deben tener conocimiento sobre el valor
económico de éstos y, sobre todo, calcular el costo financiero de inversión, todo ello con el
propósito de elevar al máximo el rendimiento sobre la inversión.
Para lograr esto último, las empresas comúnmente utilizan las siguientes prácticas de
gestión:
a) Reducen los días de inversión, procurando no afectar las ventas y la producción
b) Fijan un nivel aceptable de abastecimiento de productos en las ordenes de los clientes;
c) Están al pendiente de la exposición de los inventarios ante la inflación y devaluación, y
sobre todo,
d) Muchas empresas buscan obtener el máximo financiamiento “sin costo” a través de los
proveedores. En especial esta última práctica es la más común, sin embargo Roldán y
Cárcamo (2007) aluden que muchas veces resulta ser contradictoria en los resultados.
Para ejemplificar el impacto de la reducción del inventario sobre los beneficios financieros
en las empresas, se describe a continuación un ejercicio, el cual se detalla en los cuadros
sobre los valores. En el cuadro determinación del valor neto actual, los datos representan
información hipotética de una compañía que fabrica vidrio conocida como Vidriosa, que
tiene ventas por 500 millones de pesos anuales, y eroga alrededor de 400 millones por
concepto de costos de los bienes vendidos, obteniendo un margen bruto de 100 millones
de pesos. Particularmente, Vidriosa tiene gastos variables y fijos por 40 y 45 millones de
pesos respectivamente, y un impuesto sobre la renta de 5 millones de pesos, los beneficios
netos de esta compañía son de alrededor de 10 millones de pesos, lo que significa obtener
beneficios netos marginales del 2%.
Con respecto a los activos circulantes de Vidriosa, éstos se estimaron en el orden de los
200 millones de pesos, y están constituidos por los inventarios (90 millones de pesos),
cuentas por cobrar (50 millones de pesos) y otros activos circulantes (30 millones de
pesos); además de los activos fijos con valor de 30 millones de pesos. En su conjunto,
estos activos tienen una rotación de 2.5 veces con respecto al total de las ventas, por lo
que el retorno sobre los activos es del 5% (margen del beneficio neto x la rotación de
activos); de esta forma, considerando que el apalancamiento financiero es de 2 a 1, el
retorno sobre el valor neto es del 10% (ver cuadro Determinación del valor neto actual).
Para valorar cómo influyen los inventarios en el retorno de las inversiones, conviene
cuestionarse lo siguiente: ¿Cómo podría un cambio en el sistema de procesamiento de
Originalmente los clientes de Vidriosa envían sus pedidos vía correo para su
procesamiento. El tiempo que transcurre desde el momento en que el cliente coloca un
pedido hasta el momento en que recibe su producto es de 10 días, los clientes consideran
más que satisfactorio este tiempo de ciclo. Asimismo, la compañía experimenta escasez de
capital, por tanto, no se dispone del dinero necesario para invertir en nuevos proyectos e
inversiones. Si hubiese capital disponible, la administración estaría dispuesta a invertir en
la modernización de la planta. Si dicha inversión se realizara, el equipo que se compraría
podría depreciarse en un período de 10 años (2 millones por año).
Debido a que los clientes están satisfechos con el tiempo de entrega de 10 días, la
compañía podría mantenerlo así, pero la gerencia podría usar los cuatro días que se
podrían ahorrar por la instalación de un sistema nuevo para el procesamiento de las
órdenes, y con ello planificar mejor la producción y reabastecer el inventario con
anticipación; se estima que este sistema daría como resultado un ahorro de 20 millones de
pesos por la reducción de los inventarios. Dichos ahorros podrían estar disponibles para
invertir en un equipo nuevo de la planta que previamente había sido rechazado debido a la
escasez de capital.
Se estima que el costo anual del sistema de procesamiento de pedidos va a ser de 1.5
millones de pesos, por tanto, debemos saber cuál es el impacto financiero del sistema
propuesto sobre el retorno del valor neto después de los impuestos. En primer lugar, debe
considerarse el impacto sobre el retorno de los activos (Cuadro. Determinación del valor
neto con reducción de inventarios e inversión en activos fijos). Como ya se dijo, el
los activos totales (200 millones de pesos), debido principalmente a que el capital de la
reducción de los inventarios se utiliza para comprar 20 millones de equipo y maquinaría
nueva para la planta; desde luego, esta compra incrementa los activos fijos en esta misma
cantidad; es decir, el monto de los activos se intercambia de activos circulantes a activos
fijos. Por lo anterior, debido a que los importes de las ventas y los activos permanecen sin
cambio, la rotación de los activos permanece en 2.5 veces.
En este ejemplo se considera que los gastos variables permanecen sin cambio; no
obstante, los costos fijos tuvieron cierto crecimiento, debido al incremento del gasto por
procesamiento de ordenes en 1.5 millones de pesos por año, y de 3.5 millones de pesos
por año por concepto de depreciación del equipo nuevo, lo que lleva a que el gasto fijo
crezca en 5 millones de pesos, por tanto, los gastos fijos se incrementan en 50 millones de
pesos, y el total del gasto a 90 millones de pesos.
Todo lo anterior en su conjunto, hace que los beneficios netos antes de impuestos crezcan
de 10 a 13.3 millones de pesos, con un impuesto sobre la renta de 6.7 millones de pesos,
lográndose un beneficio marginal neto de 2.7%. En consecuencia, el retorno sobre los
activos se incrementó de 5% a 6.65%. Como el financiamiento corporativo no se ve
afectado, el apalancamiento se mantiene en 2 a 1, y el retorno sobre el valor neto crece de
10 a 13.3% (ver cuadro determinación del valor neto con reducción de inventarios e
inversión en activos fijos).
Como pudo notarse en este ejercicio, se asume que el dinero podría ser reinvertido en un
proyecto que generará rendimientos mayores y que el capital inmovilizado con fines de
manutención de inventarios, puede ser utilizado en otras áreas con mayores posibilidades
para elevar las tasas de retorno, y con ello, desde luego, identificar cambios en las
operaciones logísticas.
Cuadro. Determinación del valor neto con reducción de inventarios y pago de deuda
Te invitamos a reflexionar sobre este último resultado. Finalmente, puede decirse que el
inventario como una inversión, obliga a los gerentes a darle un uso racional al dinero, por
tanto las inversiones que se realicen deben contar con las aplicaciones de técnicas que les
permitan tomar decisiones confiables para lograr la rentabilidad deseada.
En términos generales, en una empresa industrial más o menos compleja se lleva cabo la
administración de inventarios mediante el uso de un conjunto de procedimientos que están
organizados como un sistema, considerando que “un sistema de administración
comprende un conjunto de decisiones, reglas y lineamientos para diversas situaciones
para la gestión de las existencias. Utiliza la capacidad del pensamiento de datos para
determinar la naturaleza de las diferentes situaciones a medida que surgen en el horizonte
de planeación” (Fogarty y otros, 2005). Operativamente, el sistema de administración de
inventarios puede definirse también como un conjunto de políticas y controles que
supervisa los niveles de inventario y determina cuáles son los niveles que deben
mantenerse, cuándo hay que reabastecer y de qué tamaño deben ser los pedidos. Un
sistema de inventarios está integrado por una estructura organizativa y por un conjunto de
reglas, políticas y procedimientos de mantenimiento y control de los bienes inventariados;
determina el tamaño de cada pedido y el momento en el que ha de enviarse la orden (qué
se ha pedido, cuándo y a quién).
En la práctica se utilizan los dos sistemas, el sistema P para productos de poco valor por
requerir inventarios mayores, y el sistema Q para artículos caros que compensan los
gastos de control. Estos sistemas conducen a los modelos: deterministas (demanda
conocida) y probabilísticos (demanda aleatoria).
Con base en lo anterior, Hopp (2008) identifica que las cadenas de suministro pueden
estar estructuradas de muy diversas maneras. Afirma que la configuración de las mismas
está influenciada por el diseño del producto, geografía del mercado, expectativas del
cliente, así como de las decisiones de gestión. Cabe señalar que por la complejidad que
presentan, los sistemas de gestión multieslabón actualmente han recibo mucha atención.
En una estructura específica pueden existir muchas variaciones sobre las estrategias de
inventarios, políticas de envío, procedimientos de comunicación e información y otros
parámetros. Algunas posibilidades se muestran en la siguiente figura.
Sitio de inventario
Flujo de inventario
Desde el punto de vista del flujo de las materias primas y los productos en el proceso de
producción, Hopp (2008) señala que los inventarios se dan por los “cuellos de botella”
debido al uso intensivo de los recursos asignados (por ejemplo: maquinaria, equipo,
servicios de apoyo, etc.) provocando colas de espera debido a sus limitaciones de
capacidad. Este autor afirma también que variaciones en la demanda, tiempo de
procesamiento, tiempo de entrega y otros factores afectan a los flujos, requiriéndose de
puntos de almacenamiento (buffering) en forma de inventario, capacidad o tiempo.
Concluye que la variación impacta principalmente aquellos recursos que son altamente
utilizados.
Coordinación
Proveedor
Cliente
Consumidores
Por todo lo anterior, el problema podría ser más específico y se podría encasillar en
determinar, entre el cliente y el proveedor, dónde se deben formar los inventarios. La
respuesta a esta interrogante evidentemente no es sencilla puesto que obviamente
ninguna empresa querrá cargar con los costos que ello representa, por lo tanto, el diseño
de una estrategia de gestión entre las partes se justifica plenamente. La efectiva
coordinación juega un papel muy importante en el éxito de la operación de modernos
sistemas de inventario, ya que si tal coordinación no existe, el proveedor y cliente actúan
de manera independiente y toman decisiones que maximizan sus respectivos beneficios o
minimizan sus costos individuales. El resultado puede que no sea el óptimo si se considera
a la cadena de suministro como un todo. Por lo anterior, la relevancia de la coordinación de
inventarios en la cadena de suministro, reside en lograr resultados conjuntos que
maximicen los beneficios de cada uno de los miembros de la cadena entera.
Los mecanismos encontrados para la coordinación de inventarios son diversos, y han sido
estudiados por un sin número de investigadores que ha desarrollado modelos matemáticos
bajo condiciones y supuestos específicos.
Por todo lo anterior, puede asumirse que existe un desafío interesante en la gestión de la
cadena de suministro para que se lleve a cabo el más alto nivel de coordinación e
integración de las actividades logísticas al interior de las unidades de negocios y entre
ellas, para alcanzar el mejor desempeño en el manejo y control de inventarios en la cadena
entera que minimice el costo total del sistema de inventarios.
Compras Almacén MP
Fabricante
Producción
(2) (2)
(3) (3)
Ventas
Almacén PT
(3) (3)
Distribuidor/
detallistas
Clientes
Materia prima puede entenderse como aquellos productos comprados a proveedores para
ser usados como insumo en el proceso de producción y transformación a bienes
terminados. Mientras que los productos en proceso (WIP, por sus siglas en inglés) se
refieren a los bienes parcialmente terminados que se encuentran todavía en el proceso de
fabricación. Los productos terminados son bienes finales disponibles para venta,
distribución, almacenaje y consumo. Por otro lado, el inventario en tránsito está
compuesto por aquellas mercancías que se encuentran en la ruta de transporte para su
consumo final.
Una situación relevante de este esquema de inventarios reside en que cada vez que los
materiales cursan una nueva área funcional, los productos poseen una mayor densidad
económica, lo que hace más significativa la necesidad de lograr la mejor gestión de
inventarios por medio de la integración de los procesos entre las áreas funcionales de la
empresa, y por supuesto, entre proveedores y clientes. En tal caso, ello puede ayudar a
reducir los altos costos de capital que produce el almacenaje de productos terminados. En
la figura anterior, el sombreado en gris que se va obscureciendo pretende ilustrar la mayor
densidad económica de los productos en el sistema de inventarios cuando éstos avanzan
hacia los clientes.
Existen diversos motivos del por qué mantener inventarios, entre los más nombrados se
encuentran los siguientes:
i) Economías de escalas
ii) Incertidumbre
iii) Financieros o de especulación
iv) Transporte
v) Suavizamiento
vi) Logística
vii) Costo de control
Por lo que respecta a la incertidumbre, ésta suele ser el motivo principal por el cual las
empresas poseen inventarios, sobre todo para tener la capacidad de respuesta a los
pedidos que los clientes realizan. El pensamiento fundamental de la manutención de
inventarios radica principalmente en reducir la incertidumbre que presenta la demanda; por
ejemplo, es posible que siempre se tengan bombillas de luz en almacén, debido a la
posibilidad de falla de esta clase de artículos. Otros factores creadores de incertidumbre
son: las demoras en la entrega de pedidos y el abastecimiento. Las demoras dependen del
tiempo necesario para producir un producto determinado, mientras que el abastecimiento
surgirá debido a la escasez, por ejemplo, el abastecimiento de combustible en las
empresas de transporte.
Respecto al transporte, los inventarios existen porque éstos deben cubrir al menos las
necesidades inmediatas del tiempo en tránsito de los productos. Cuando el tiempo de
transporte es largo, por ejemplo, cuando se transportan motores eléctricos de China hacia
México a través de barco, la inversión en inventarios puede ser considerable. En este
mismo orden de ideas, por economías de transporte, las compañías buscarán hacer envíos
en carro completo porque con ello obtendrán tarifas de transporte más bajas por unidad
transportada, siempre y cuando las economías sean menores que los costos de
almacenaje, en tal virtud, las empresas preferirán hacer envíos en cantidades más
grandes.
Como pudo notarse, son diversos los motivos por los cuales se hace necesario mantener
inventarios, sin embargo, éstos deben seguir un proceso de planeación que permita
analizar los factores que los determinan. Al respecto, Dickinson y otros (2009)
construyeron una propuesta muy completa sobre el procedimiento que debe seguir el
proceso de planificación para la gestión de inventarios, basado en una serie de
fundamentos teóricos y conceptuales de las variables que inciden en la investigación
(gestión del capital de trabajo, planeación y gestión por proceso), logrando con ello una
mayor amplitud de conocimientos sobre la administración de inventarios. Dicha propuesta
puede observarse en la figura siguiente:
Entre las instalaciones donde se localizan los inventarios, se encuentran los centros de
producción (fábricas), centros de ensamblaje, almacenes, centros de distribución, puntos
de transbordo, terminales de transporte, puntos de venta, hub logísticos, etc. Su ubicación
es tan importante como la decisión de cuánto y cuándo pedir, ya que determinar dónde se
van a localizar los inventarios, adquiere relevancia logística y económica.
Logística inversa
En la cadena logística existen dos estrategias para definir la situación de los inventarios: si
estarán descentralizados o centralizados. Los primeros, regularmente, tienden a
incrementar los inventarios del sistema (seguridad), sin embargo, disminuyen el tiempo de
abastecimiento al siguiente eslabón de la cadena; por el contrario, los segundos reducen el
nivel de los inventarios incrementando el tiempo de abastecimiento, debido a que la
distancia entre su ubicación y los consumidores es mayor. Para determinar cuál es la mejor
opción, se requieren considerar diversos factores tales como: valor y tipo de producto,
relevancia para el comprador, impacto en las pérdidas por no disponer de producto,
frecuencia de consumo, localización geográfica de la competencia, accesibilidad a las
instalaciones y el mercado, tipo de estrategia de inventario, entre otros. Además, deben
considerarse los siguientes Tradeoffs2 para lograr un equilibrio entre los diferentes
conceptos que inciden en los inventarios y viceversa.
Con el objeto de reducir los costos de transporte, regularmente se busca realizar envíos de
producto en gran volumen, es decir, pueden negociarse tarifas de transporte menores en la
medida que el volumen de productos a enviar se incrementa, asegurando cargas
completas en el equipo de transporte. Desde luego, esto provoca que se transporte más
producto del necesario, creando más inventario.
Dentro del contexto de las economías de escala, puede aceptarse que el costo de
transporte disminuya con volúmenes grandes de producto, lo cual implicará medios de
transporte mucho más grandes y con menor velocidad, por tanto, disminuirá la posibilidad
de entregar inmediatamente los productos, lo que significará un aumento de los niveles de
inventarios.
Ciertamente, para lograr el equilibrio entre estos Tradeoff y retomar los factores de
decisión para localizar los inventarios, son necesarios mejores pronósticos y la aplicación
de estrategias de aplazamiento en todos sus ámbitos (geográfico, manufactura y
ensamblaje).
Pagh y Cooper (1998) analizaron una serie de estrategias que las empresas llevan a cabo
para optimizar sus operaciones con miras a reducir sus inventarios en función de la
2
Tradeoff: tiene su origen en las teoría de la toma de decisión, principalmente se deriva del entorno de optimalidad paretiana,
la cual pretende establecer una tasa de intercambio (o Tradeoff) entre dos criterios. Entonces, Tradeoff indica en cuánto varía
un criterio para lograr un incremento unitario en otro criterio; en palabras más coloquiales, cuántos beneficios tengo que
sacrificar de algo para lograr ciertos beneficios de otro algo que también quiero, y pueda alcanzar el mayor beneficio total.
La idea del aplazamiento en manufactura propone demorar las actividades finales (por
ejemplo: ensamblado, producción, empaque, etiquetado, etc.) el mayor tiempo posible
hasta antes de que el cliente lance su orden; en otra palabras, esta estrategia busca
posponer la diferenciación de forma e identidad del producto en el punto más lejano
posible del cliente, para adaptarse mejor a sus deseos, y manejar mejor los inventarios.
Desde el punto de vista de la logística, busca mantener una línea completa de inventarios
de manera anticipa, en una o pocas ubicaciones estratégicas; es decir, demorar el flujo de
los inventarios de bienes terminados en las ubicaciones “aguas abajo” en la cadena de
suministro lo más alejado posible del cliente.
La matriz a continuación presenta las cuatro estrategias genéricas P/S desarrolladas por
Janus D. Pagh y Martha C. Cooper (1998), misma que combina el aplazamiento y
especulación de los procesos de manufactura y logística: 1) estrategia de especulación
total; 2) estrategia de aplazamiento logístico; 3) estrategia del aplazamiento en
manufactura; y 4) estrategia del aplazamiento total.
Logística
Aplazamiento
Especulación
Inventarios
Inventarios
centralizados y
descentralizados
distribución directa
Aplazamiento La estrategia de
La estrategia de
Producir bajo aplazamiento en aplazamiento total
pedido manufactura
acercar sus productos a los clientes para su consumo, por ejemplo: botellas de agua,
bebidas refrescantes, alimentos enlatados, ropa, papel, zapatos, refrigeradores, muebles,
etc.
naturaleza anticipatoria de la logística fue reducida o casi eliminada, debido a que los
productos son distribuidos directamente a los detallistas/consumidores, lográndose con ello
centralizar los inventarios. Esto último permitió reducir la cantidad de inventarios en
comparación al sistema descentralizado, no obstante, los costos de envío se
incrementaron debido al tamaño reducidos de los envíos. De cualquier manera, las
economías de escala en términos de manufactura se preservaron.
El ejemplo clásico de esta estrategia fue el aplazamiento del color de la pintura al nivel del
detallista o cliente final. En vez de tener una amplia gama de colores premezclados, los
detallistas comenzaron a almacenar la pintura en un color neutral, para poder preparar el
color a solicitud del cliente. ¿Qué provoco esta situación?: a) una reducción dramática de
los inventarios de los detallistas; y b) menor manejo del número de SKU’s (Stock keeping
units).
Janus D. Pagh y Martha C. Cooper (1998) encontraron que la aplicación de esta estrategia
se ha incrementado considerablemente; señalan que muchos TPP (Third Party Providers)
son capaces de realizar operaciones de etiquetado y envasado y en algunos casos
inclusive manufactura ligera y ensamblaje final, con precios y calidad muy competitivos.
Afirman que muchas compañías han decidido no realizar estas operaciones y utilizar este
tipo de estrategia. Concluyen que para tomar decisiones es necesario evaluar el ahorro de
los costos por el aplazamiento de las actividades finales de manufactura, contra el
incremento de los costos debido al aumento de la complejidad de la coordinación de
actividades y la pérdida de las economías de escala por la separación de etapas.
Por todo lo anterior, una adecuada y eficiente gestión de inventarios impacta sobre la
cadena en su conjunto si éstas se realizan en cada eslabón desde un punto de vista
integrado, con objetivos definidos y con información compartida. Del mismo modo, la
buena gestión de inventarios debe equilibrar los objetivos en conflicto en el sistema
logístico; además, debe ser fuente de ventajas competitivas.
Tanto las operaciones de manufactura y de logística son iniciadas con el pedido del cliente.
Con el fin de reducir los tiempos de entrega o utilizar las economías de escala, es
beneficioso en algunos casos realizar algunas de las operaciones de manufactura antes
del pedido del cliente, tal y como se ilustrada en la siguiente figura, en donde el punto de
pedido del detallista/consumidor activa la etapa del proceso de fabricación o ensamblaje.
“Aguas arriba” “Aguas abajo”
Planta de Detallist
producción a Cliente
Emplear una estrategia del aplazamiento total pueden lograrse bajos costos de inventario y
minimizar la cantidad de productos terminados en el sistema de distribución. Las
Economías de escala probablemente solo se lograrán en las etapas iniciales del proceso
de fabricación, no obstante, las economías de escala en logísticas serían reducidas, pero
dado el avance de las tecnologías de la información, éstas pueden estabilizarse.
Para el control de los inventarios existen dos tipos de estrategias específicas con filosofías
bastantemente bien diferenciadas: a) estrategia push (en adelante, “de empuje”; y b)
estrategia pull (en delante “de arrastre”).
Cuando el producto no puede mantenerse en planta, Ballou (2004) señala que esta
estrategia puede instrumentarse bajo los siguientes pasos:
En este caso, es la demanda la que determina lo que en una empresa se produce y/o se
compra, dando como resultado, bajos niveles de inventarios en los puntos de
abastecimiento, debido a su respuesta a las condiciones particulares de la demanda y de
costo de cada punto de inventario; es decir, es una estrategia hacia el consumidor final, en
sentido “aguas arriba” y por consiguiente, contrapuesta a la estrategia de empuje, en
donde la comunicación se da del fabricante al usuario final, es decir, la comunicación se
dirige al comprador final a través de la promoción y publicidad, para que el consumidor final
demande los productos del fabricante en los puntos de ventas al de los detallistas, el
detallista lanzará pedidos al mayorista, y éste al fabricante. En este caso, se fuerza al
detallista a tener en existencias dicho producto o marca. Esto permite llevar a cabo la
producción en términos de la demanda, lo que provoca que éste tenga un mayor contacto
con el consumidor final. La estrategia arrastre es más apropiada en productos muy
diferenciados (por ejemplo, ropa para dama) y donde los consumidores perciben
diferencias entre las marcas.
El inventario inmoviliza el dinero, y una mala gestión puede afectar el estado financiero de
las empresas. Disponer de inventario en demasía es tan problemático como tener muy
poco. Demasiado, significa costos adicionales innecesarios relacionados con el
almacenaje, seguros, impuestos, deterioro u obsolescencia de los artículos que se
mantienen en existencia.
Mercado (2008) señala que para reducir los costos de inventario, podemos simplemente
manejar inventario cero y reordenar cuando el cliente coloca un pedido, dando como
resultado bajos costos de inventarios; sin embargo, puede ser que se incurra en una
insatisfacción de los clientes. Por el contrario, si mantenemos un alto nivel de inventario
anticipándonos a las necesidades de los clientes, podríamos incurrir en altos costos que
eventualmente colocan a la compañía fuera de competencia.
Tan solo por el hecho de mantener un inventario, las empresas están incurriendo en un
costo de oportunidad (costo de capital), por el hecho de no haber invertido su dinero en
otro concepto más rentable, por ejemplo, en el banco. José Pedro García Sabater (profesor
experto de la Universidad de Valencia, España) señala que existen dos maneras de
abordar la definición de este costo: la primera, que el inventario está financiado por una
institución externa (por ejemplo, un banco) al que se le debe pagar cierto interés por dicho
financiamiento; y la segunda, la empresa invierte su dinero en inventario y no lo utiliza en
otros conceptos que le pueden ser más rentables. De esto se desprende la necesidad de
que las empresas deben evaluar su capacidad de financiar el inventario a “Largo plazo” o
que se vean obligadas a financiarlo a “Corto plazo”. El profesor García Sabater agrega que
es habitual que las entidades financieras consideren el inventario como una inversión a
corto plazo (por su carácter más o menos temporal) dado que es más bien una inversión
que, por la rotación, prolonga el proceso productivo en que esta inmiscuido. En general, se
reconoce que el financiamiento a largo plazo es más barato que a corto plazo. Para el
segundo caso, dice García Sabater, el costo de almacenamiento debido a la inmovilización
de capital es igual a la tasa de retorno de inversión fijada por la empresa. De cualquiera
manera, se decida por una u otra opción, el costo de inmovilización de capital suele ser el
más importante en la gestión de inventarios.
Diferentes autores (Hopp, 2008; Chopra, S. y Meindl, P., 2008; y Muller, 2009) reconocen
que la gestión de inventarios es un área fundamental en cualquier empresa, ya sea
comercial o industrial. Identifican que una gestión correcta de los inventarios permite
reducir el capital circulante requerido, disminuye las necesidades de espacio en almacenes
y ordena y controla los flujos de materiales a las necesidades de las empresas. Por tanto,
la gestión de inventarios puede entenderse como el proceso de organizar, planificar y
controlar el total de los inventarios de una empresa. En la etapa de organización, se fijan
los criterios y políticas para su regulación, se definen las técnicas a utilizar y se determinan
las cantidades más convenientes de cada uno de los artículos. En la etapa de planificación,
se establecen métodos de previsión y se determinan los momentos y cantidades de
reaprovisionamiento. En la etapa de control, se definen los movimientos de entrada y
salida, el inventario valorado y las tareas a realizar.
En términos generales, existen dos formas para gestionar los desequilibrios entre la oferta
y la demanda. Una primera instancia es planificar los requerimientos. Esta planificación
busca realizar proyecciones de la demanda en períodos específicos de tiempo. Asumiendo
que esta demanda es conocida para dichos períodos, podemos considerar que la compra
de los productos es independiente del tiempo de entrega. Técnicamente, si la demanda es
igual que la oferta no se requerirá de inventario alguno, siendo esta forma de gestión muy
adecuada cuando la demanda es irregular y los tiempos de entrega son predecibles con
cierta exactitud. Sin embargo, cuando existe cierta incertidumbre sobre los niveles de
demanda durante los períodos de análisis, y los tiempos de entrega no se pueden
y las decisiones
operacionales
14.- Cadena de suministro Focalizado solamente en operaciones internas
incompleta Comprensión inadecuada del medio ambiente
operacional y de las necesidades inmediatas y finales
de los clientes
Fuente: Muller (2009)
Lo anterior hace necesario establecer los mecanismos de control de los procesos para la
gestión de los inventarios, los cuales implican obligadamente un costo para la empresa, ya
sea que éstos se lleven a cabo de forma manual o automatizada. Es importante señalar
que todas las actividades que realizan las empresas cuestan, ninguna es gratuita. Por
ejemplo, buscar un nivel de servicio elevado para el cliente significa instrumentar procesos
que ofrezcan una respuesta inmediata en tiempo, lugar e incluso de productos (existencias
en almacenamiento).
Dentro de los costos de administración logística, Mejía y otros (2010) identifican tres
grupos de actividades asociadas a la administración de los inventarios: a) tareas
relacionadas con las entradas (generación de etiquetas de ubicación, identificación de los
productos recibidos, control de calidad y cantidad de los insumos y bienes recibidos, etc.);
b) tareas relacionadas con las salidas y expediciones (elaboración de listas de empaque,
remisiones, edición de órdenes de extracción, y órdenes de picking, control de calidad para
las expediciones, entre otros); y c) tareas asociadas con el control de existencias (por
ejemplo, conteos físicos del inventario). Dichos autores agregan que para calcular estos
costos deben considerarse dos componentes: el costo del personal dedicado a estas
b) Costo por ordenar o de producción. Son las erogaciones asociadas al lanzar una
orden por cierto producto, o bien al producirlo internamente, que no necesariamente
dependen del tamaño del pedido o partida producida. Por ejemplo, los costos involucrados
en la formulación de pedidos, preparar las especificaciones, registrar y rastrear el pedido,
procesar facturas y preparar el pago. Las órdenes de producción se preparan para
establecer las indicaciones de fabricación de los productos, donde generalmente se incluye
el costo de encendido de maquinaria y la mano de obra utilizada, entre otros.
Cierre de la unidad
Por otro lado, en el ámbito financiero el inventario es el mayor de los activos circulantes,
por este motivo sus problemas de gestión pueden ser los causantes del déficit financiero
de la empresa; por un lado, porque es una inversión que hacen los empresarios, sobre
todo, y aunque parezca una contradicción, para mantener el flujo continuo de los
productos. Por ejemplo, si la empresa es manufacturera, la falta de inventario podría, en
No olvides que los motivos para mantener inventarios sólo se justificarán plenamente en la
medida en que se logre una gestión eficiente. Para conseguir esto último, en esta Unidad
pudiste revisar las diferentes estrategias que algunas empresas han desarrollo para definir
la localización de los inventarios en las posiciones de la cadena logística con mayor
posibilidad de obtener el máximo beneficio y lograr el menor costo de gestión. Diseñar este
tipo de estrategias, es justamente la tarea del Ingeniero en Logística y Transporte.
Es aconsejable que revises nuevamente la unidad en caso de que los temas que
acabamos de mencionar no te sean familiares o no los recuerdes, de no ser este tu caso,
ya estás preparado(a) para seguir con la unidad dos, en donde abordarás el tema sobre la
demanda, y sus técnicas de previsión y pronósticos, así como la influencia del inventario
sobre el nivel de servicio.
Para ampliar tus conocimientos sobre los temas de esta unidad, te recomendamos leer los
siguientes documentos:
Fuentes de consulta
Básicas
Complementarias