II. Combinatoria 27
1. Principios de base: principio de biyección, principio de adición, principio de
producto. Recuento de palabras sin repetición. . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
1.1. Aplicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
1.2. Biyecciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.3. Contar sucesiones nitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
1.4. El principio de adición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
1.5. El principio del producto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
2. El principio de división, el recuento de los subconjuntos de k elementos, y
los números binómicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
2.1. El principio de división . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
2.2. Permutaciones con repeticiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
2.3. Números binómicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3. El principio del palomar y el principio de inclusiónexclusión . . . . . . . . . 47
3.1. Principio de comparación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
3.2. El principio del palomar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
3.3. El principio de inclusión y exclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
III. Recursión 53
1. Sucesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1.2. Terminología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1.3. Sucesiones denidas recursivamente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
1.4. Ecuaciones de recurrencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
1.5. Ecuaciones de recurrencia lineales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
2. Resolución de las ecuaciones de recurrencia lineales homogéneas a coecientes
constantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
2.1. La ecuación homogénea de orden 1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
1
2.2. La ecuación homogénea de orden 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
2.3. La ecuación homogénea de orden cualquiera . . . . . . . . . . . . . . . 64
3. Resolución de ecuaciones de recurrencia lineales no homogéneas a coecientes
constantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
2
Licencia: Esta obra está bajo una licencia Attribution, NonCommercial, ShareAlike
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fornia 94105, USA.
Creditos: Este texto está en parte derivado de los apuntes de Eric Lehman y Srinivas
Devadas [1] para la asignatura Mathematics for Computer Science impartida en el M.I.T.
Dichos apuntes estan integrados en el MIT OpenCourseWare.
4
Bibliografía
[1] Srinivas Devadas and Eric Lehman. 6.042J/18.062J Mathematics for Computer Science,
Spring 2005.Massachussets Institute of Technology: MIT OpenCourseWare. http:
//ocw.mit.edu (consultado el 1ero de septiembre de 2010). Licencia: Creative Commons
BY-NC-SA.
[2] Ronald L. Graham, Donald E. Knuth, and Oren Patashnik. Concrete Mathematics: a
foundation for computer science. AddisonWesley, 1994.
[3] Ralph P. Grimaldi. Matemáticas discretas y combinatoria: una introducción con aplica-
ciones. AddisonWesley Iberoamericana, 1998.
5
TEMA I
Esta parte del curso está dedicada al lenguaje de la matemática: la lógica proposicional
y la teoría de conjuntos.
7
8
1. Lógica
1.1. Proposiciones
En matemáticas, consideramos frases que son o bien verdaderas (=ciertas), o bien falsas,
como las siguientes:
2 + 3 = 4
Hoy es lunes
Si x=2 entonces x2 = 4
La frase siguiente:
tampoco es una proposición, cuando x es una variable sin valor asignado, porque puede ser
verdadera o falsa, dependiendo del valor de x. Estas frases las llamamos predicados.
No sabemos si esta frase es verdadera o falsa (es un problema sin resolver en matemáticas).
Sin embargo, esta frase es bien una proposición. ♦
Las proposiciones que no son compuestas, las llamamos proposiciones simples, como:
5 ≥ 3.
Estas palabras tienen en matemáticas un sentido muy preciso que puede diferir del
sentido que se les da de manera corriente, o en otras áreas.
9
El conector o
Por ejemplo,
5 > 3 o 5 < 4
p q poq
V V V
V F V
F V V
F F F
Explicación: hay cuatro posibilidades para los valores de verdad de p y de q , que correspon-
den a las cuatro las de la tabla. La segunda la, por ejemplo, indica que si p es verdadera
(V ) y q es falsa (F ) entonces p o q es verdadera (V ).
p q po(exclusivo)q
V V F
V F V
F V V
F F F
El o exclusivo se abrevia a veces en XOR (como exclusive or) en ciertos lenguajes de
programación. No forma parte de los conectores fundamentales de la lógica matemática.
El conector y
Dadas dos proposiciones pyq (por ejemplo, p es hoy es lunes y q es llueve), denimos
una nueva proposición p y q . Le atribuimos un valor de verdad así: p y q es verdadera si
ambas proposiciones son verdaderas, y es falsa sino. O sea, es el y del lenguaje cotidiano.
10
El conector no
p no p
V F
F V
Implicación
p q p implica q
V V V
V F F
F V V
F F V
En resumen:
Para que una implicación sea verdadera, basta que la parte si (hipótesis ) sea falsa,
o que la parte entonces (conclusión ) sea verdadera.
Equivalencia
11
La proposición p es equivalente a q es verdadera cuando p y q tienen el mismo valor de
verdad, y falsa sino:
p q p es equivalente a q
V V V
V F F
F V F
F F V
Ejemplo 1.3
si x = 1 entonces x + 1 = 2.
x = 1 si y solo si x + 1 = 2.
si x = 1 entonces x2 = 1.
2
x = 1 si y solo si x = −1.
solamente la primera es cierta. (la segunda es falsa porque para x = −1, se tiene que
2
x=1 es falsa pero x =1 es verdadera).
o q
p p ∨ q , p || q (programación)
y q
p p ∧ q , p && q (programación)
no p ¬p, p, !p
p implica q p ⇒ q , p → q (lógica)
p es equivalente a q p ⇔ q , p ↔ q (lógica)
Para aumentar la confusión, en los textos de matemática las deniciones son a menudo
redactas así:
12
Pues hay que entenderlo como un si y solo si . En cambio, en los teoremas y en las
demostraciones, los autores son más cautelosos y sus si son siempre los si de la lógica.
Y las paréntesis
Otro elemento que puede aparecer en una proposición son los paréntesis. Estos elementos
pueden ser cruciales a la hora de expresar algo. Por ejemplo, no es lo mismo la proposición
p ∨ (q → ¬r) que (p ∨ q) → ¬r. La primera se leería hoy es lunes o si el cielo está
despejado entonces hoy hay luna llena, mientras que la segunda sería si hoy es lunes o el
cielo está despejado, entonces hoy hay luna llena.
Señalamos por n que podemos representar una proposición compuesta, o una formula
obtenida a partir de proposiciones indeterminadas (representadas por variables p, q . . . ),
conectores lógicos y paréntesis, por un árbol (árbol sinético), en él que partiendo de las
proposiciones simples, que se sitúan en la parte inferior del árbol, se van construyendo
expresiones más complejas hacia arriba.
p o ((no p) y q )
(o sea, en símbolos: p ∨ (¬p ∧ q)).
donde p y q son proposiciones sin determinar ¾ Cuales son sus posibles valores de verdad
en función de los de p y de q ? Podemos contestar por un estudio exhaustivo de los casos,
resumido en una tabla de verdad:
13
p q ¬p ¬p ∧ q p ∨ (¬p ∧ q)
V V F F V
V F F F V
F V V V V
F F V F F
y vemos que el valor de verdad de la expresión siempre coincide con el de p o q , indepen-
dientemente de los valores de verdad de p y de q. Decimos que las expresiones (p) o ((no
p) y q ) y p o q son lógicamente equivalentes.
Denición 1.1 Dos expresiones construidas a partir de variables p, q , . . . (es decir letras que
representan proposiciones sin determinar), conectores lógicos y paréntesis son lógicamente
equivalentes cuando toman los mismos valores de verdad, para todos los valores de verdad
posibles de p y de q.
Ejemplo 1.5 Aquí esta una aplicación del ejemplo anterior en programación. Consideramos
la instrucción Java siguiente:
14
si tengo hambre entonces estoy de mal humor.
si estoy de mal humor entonces tengo hambre.
p ⇔ q ≡ (p ⇒ q) ∧ (q ⇒ p)
Tautología: Una formula es una tautología si es verdadera para toda asignación de los
valores de verdad de sus variables. Por ejemplo, (p ∧ (p ⇒ q)) ⇒ q es una tautología.
puede simplicarse en la expresión mucho más sencilla q ∨ r. Se puede demostrar como
anteriormente utilizando tablas de verdad. Otra manera de hacer esta simplicación consiste
en aplicar ciertas reglas de simplicación. Damos en el cuadro I.1 una serie de reglas de
simplicación (no se pide al estudiante aprenderlas de memoria).
Veamos como simplicar la expresión ¬((¬((p ∨ q) ∧ r)) ∨ (¬q)) utilizando estas reglas:
15
¬(¬((p ∨ q) ∧ r) ∨ ¬q) Justicación
= ¬(¬((p ∨ q) ∧ r)) ∧ ¬(¬q) Ley de De Morgan
= ((p ∨ q) ∧ r) ∧ ¬(¬q) Ley de la doble negación
= ((p ∨ q) ∧ r) ∧ q Ley de la doble negación
= (p ∨ q) ∧ (r ∧ q) Asociatividad de ∧
= (p ∨ q) ∧ (q ∧ r) Conmutatividad de ∧
= ((p ∨ q) ∧ q) ∧ r Asociatividad de ∧
=q∧r Ley de absorción de ∧
Cuadro I.1: Las leyes de la lógica proposicional. Aquí v es una tautología (cualquiera), y f
es una contradicciñon (cualquiera). Esta tabla esta dada a título indicativo. Si es cierto que
el estudiante tiene que ser capaz de demostrar cada una de estas leyes, no se pide memorizar
la lista, ni los nombres.
16
2. Conjuntos
2.1. Deniciones básicas
En matemática, un conjunto es una colección bien denida de objetos distintos.
Por ejemplo, podemos denir el conjunto de los números 2,4,6 y 8, e identicarlo con la
letra A. En símbolos, se escribe:
A = {2, 4, 6, 8}
Las llaves ( { y }) son los símbolos reservados para la denición de un conjunto.
Terminología y notaciones: Los objetos que forman un conjunto se llaman los elemen-
tos del conjunto. Se dice de ellos que pertenecen al conjunto. Que un objeto x pertenezca a
(=sea elemento de) un conjunto C se nota x ∈ C, y que no pertenezca a C se nota x 6∈ C .
En el ejemplo anterior, 2 ∈ A (2 es un elemento de A, pertenece a A) pero 3 6∈ A (3 no
pertenece a A).
Hay que hacer bien la distinción entre un conjunto y sus elementos. Por ejemplo, 1
(número) es distinto de {1} (conjunto). Especialmente, no tiene sentido 2 ∈ 1. En cambio
2 ∈ {1} es una proposición bien formada (y falsa).
Observar que, por denición, un conjunto tiene sus elementos distintos, por lo cual
es incorrecto escribir {2, 4, 2}. En cambio, una sucesión puede tener elementos repetidos:
(2, 4, 2) es una sucesión bien denida.
18
símbolo conjunto elementos
N enteros naturales {0, 1, 2, 3, . . .}
Z enteros {. . . , −2, −1, 0, 1, 2, . . .}
1 10
Q números racionales
√2 , − 3 1, 1 . . .
R números reales 2, √π, 2 , 1 . . .
C números complejos i, 1+i2 , 2, 12 , 1, . . .
En vez de denir un conjunto dando la lista explicita de sus elementos, se puede denir
dando una propiedad característica de sus elementos. Por ejemplo:
Sea B el conjunto de todos los números enteros pares n que cumplen n≥2 y
n < 9.
Explicación:
Mencionar que la letra n no juega ningún papel particular, y se puede igualmente denir B
como, por ejemplo:
El conjunto vacío
∅ = {x | x ∈ N y x + 1 = x}, ∅ = {x | 0 = 1}.
2.2. Subconjuntos
Dados dos conjuntos A y B , se dice que A es un subconjunto de B si todo elemento de
A es también elemento de B . Se nota A ⊂ B cuando A es un subconjunto de B (la notación
debe evocar A es más pequeño que B ), y A 6⊂ B cuando no lo es.
Ejemplos:
N ⊂ Z ⊂ Q ⊂ R ⊂ C.
19
∅ ⊂ {1, 2}. De hecho, ∅ es un subconjunto de todos los conjuntos.
Ejemplo 2.1 Podemos construir las tablas de unión y de intersección para los subconjuntos
de {1, 2}:
∪ ∅ {1} {2} {1, 2} ∩ ∅ {1} {2} {1, 2}
∅ ∅ {1} {2} {1, 2} ∅ ∅ ∅ ∅ ∅
{1} {1} {1} {1, 2} {1, 2} {1} ∅ {1} ∅ {1}
{2} {2} {1, 2} {2} {1, 2} {2} ∅ ∅ {2} {2}
{1, 2} {1, 2} {1, 2} {1, 2} {1, 2} {1, 2} ∅ {1} {2} {1, 2}
♦
20
A = A Ley del doble complemento
A∪B =A∩B
Leyes de De Morgan
A∩B =A∪B
A∪B =B∪A
Conmutatividad de ∪ y ∩
A∩B =B∩A
(A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C)
Asociatividad de ∪ y ∩
(A ∩ B) ∩ C = A ∩ (B ∩ C)
A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C)
Distributividad de cada una de las operaciones
A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C)
con respecto a la otra
A∪A=A
A es idempotente para ambas operaciones
A∩A=A
A∪∅=A
X y ∅ son neutros para ∩ y ∪ respectivamente.
A∩X =A
A∪X =A
X y ∅ son absorbentes para ∪ y ∩ respectiva-
A∩∅=∅
mente.
A∪A=X
A es inversa de A para ∪ y ∩
A∩A=∅
A ∪ (A ∩ B) = A
Leyes de absorción
A ∩ (A ∪ B) = A
Todas estas reglas pueden ser utilizadas en un cálculo de conjuntos, por ejemplo para
simplicar formulas.
(A ∪ B) ∩ C ∪ B Justicación
= (A ∪ B) ∩ C ∩ B Ley de De Morgan
Finalmente, vamos a dar una demostración de unas de estas reglas, dejando la demos-
tración de las otras como ejercicio.
21
Demostramos que para cualquieres subconjuntos A y B de un conjunto X, se tiene
A∪B =A∩B (una de las leyes de De Morgan).
22
3. Álgebras de Boole
El álgebra de conjuntos y el álgebra de proposiciones presentan grandes paralelismos.
Hay un concepto matemático que generaliza ambas teorías, y otras: el concepto de álgebra
de Boole.
Denición 3.1 Un álgebra de Boole es un conjunto B con dos operaciones, que se suelen
llamar suma y producto y notar con + y × (o, a veces, por solamente un punto: ·), y una
transformación que asocia a cada elemento de x un elemento x0 de B que se suele llamar
complementario, tal que los axiomas siguientes se verican:
a) x+y =y+x
b) x×y =y×x
a) (x + y) + z = x + (y + z)
b) (x × y) × z = x × (y × z)
Axioma 3. Las operaciones (+) y (×) son distributivas, cada una sobre la otra:
a) x + (y × z) = (x + y) × (x + z)
b) x × (y + z) = x × y + (x × z)
a) x + x0 = 1
b) x × x0 = 0
Ejemplos fundamentales:
Para demostrar que estas álgebras son efectivamente álgebras de Boole habría que probar
que verican los cinco axiomas que denen un álgebra de Boole.
23
(x0 )0 = x Ley del doble complementario
(x + y) = x0 × y 0
0
Leyes de De Morgan
(x × y)0 = x0 + y 0
x+y =y+x
conmutatividad de + y ×
x×y =y×x
(x + y) + z = x + (y + z)
asociatividad de + y ×
(x × y) × z = x × (y × z)
x × (y + z) = (x × y) + (x × z)
Distributividad de cada una de las operaciones
x + (y × z) = (x + y) × (x + z)
con respecto a la otra
x+x=x
cada x es idempotente para ambas operaciones
x×x=x
x+0=x
1 y 0 son neutros para × y + respectivamente.
x×1=x
x+1=x
Leyes de dominación
x×0=0
x + x0 = 1
Leyes de los inversos
x × x0 = 0
x + (x × y) = x
Leyes de absorción
x × (x + y) = x
Figura I.1:
24
de entradas, un procesador y un conjunto de salidas. Las entradas y las salidas se suelen
representar grácamente como segmentos. Son variables que toman los posibles valores bi-
narios, en función de si están activas o no: cuando circula corriente a través de ellas toman
el valor 1; en caso contrario toman el valor 0. Esto hace que los circuitos sean considerados
sistemas binarios. El procesador se compone de distintos componentes simples que se pue-
den combinar entre sí y a los que se denomina puertas. Fundamentalmente se utilizan tres
puertas: AND, OR, NOT. Grácamente se representan mediante distintos símbolos, aunque
quizá los más usuales son:
+ 0 1 × 0 1 x x0
0 0 1 0 0 0 0 1
1 1 1 1 0 1 1 0
Es fácil comprobar que se trata de una reescritura de álgebra de Booles de la lógica propo-
sicional, tomando F = 0, V = 1, + = ∨, × = ∧, 0 = ¬.
Las operaciones son realizadas por las puertas:
0
La puerta NOT actúa sobre una variable x mediante la operación , de forma que la
entrada es la variable x y la salida es x0 .
25
♦
26
TEMA II
Combinatoria
27
28
Introducción
En esta parte del curso presentamos una variedad de reglas y principios para contar: dado
un conjunto nito, ¾ Podemos contar sus elementos (sin hacer la lista de dichos elementos,
claro está) ?
(Por ejemplo: 2 para el primer niño, 2 para el segundo, ninguna para el tercero, 5 para
el cuarto y 3 para el último)
· · | · ·| | · · · · · | · ··
¾ Piensa que en Sevilla (capital) hay por lo menos cuatro personas que tienen el mismo
número de cabellos ?
29
1. Principios de base: principio de biyección, principio de
adición, principio de producto. Recuento de palabras
sin repetición.
En esta lección presentamos tres principios básicos de contar. Aunque son muy simples,
ya permiten resolver una gran cantidad de problemas.
1.1. Aplicaciones
Damos en primer lugar una denición simple, pero algo incorrecta, de aplicación : una
aplicación (o función ) de un conjunto A en un conjunto B es una regla para asociar a cada
elemento de A un elemento de B.
Este ejemplo nos hace ver una limitación de la denición anterior: una aplicación no es
una regla, ya que una aplicación dada puede ser denida por varias reglas. Esto nos conduce
a una denición más abstracta, pero más general, de aplicación: consiste en decir que una
aplicación f es un conjunto de pares ordenados, el conjunto de todos los (a, f (a)) donde a
es elemento de A. Es lo que vamos a formalizar a continuación.
Ejemplo 1.2 Quizás estamos acostumbrados a pensar que el conjunto de puntos (x, x2 )
2
para x ∈ R (una parábola) es solamente un objeto asociado a la aplicación x 7→ x de R en
R (su gráca ). Con la denición abstracta, consideraremos que dicha gráca es la aplicación.
♦
Denición 1.1 Dados dos conjuntos A y B , el conjunto de todos los pares ordenados (a, b)
donde a está en A y b en B se denomina producto cartesiano de A por B , y se nota A × B .
1 2 3
Esto nos deja ver claramente que, si los conjuntos A y B son nitos, entonces |A × B| =
|A| · |B| (el cardinal del producto cartesiano es el producto de los cardinales). ♦
30
Ejemplo 1.4 El conjunto R × R (también notado R2 ) es el conjunto de todos los pares
ordenados de números reales: los (x, y), que podemos identicar a los puntos del plano. ♦
C = {(a, boa), (a, baobab), (a, calor), (b, boa), (b, baobab), (c, coco), (c, calor)}
aunque en general no nos conviene pensarlo así. Preferimos presentarlo por medio de una
tabla :
a × × ×
b × ×
c × ×
o de un diagrama, trazando una echa desde x hasta y cada vez que al elemento origen x le
corresponde el elemento destino y:
Denición 1.3 Una aplicación de A en B es una correspondencia tal que a cada elemento
de A le corresponde uno y sólo un elemento de B.
31
Para b ∈ B , los elementos a ∈ A que le corresponden por f (es decir: tal que f (a) = b)
se llaman los antecedentes de b.
Ejemplo 1.6
f: A → B
a 7 → descripción de la regla
Por ejemplo para denir la función f de los enteros en los enteros que cumple f (n) =
n(n+1)
se puede notar:
2
f: Z → Z
n(n+1)
n 7→ 2
1.2. Biyecciones
A en B es algo asimétrica: a cada elemento
Observar que la denición de una aplicación de
de A debe corresponder uno y sólo un elemento de B , mientras que a un elemento de B le
puede corresponder uno, varios o ningún elemento de A.
Las biyecciones son las aplicaciones para las cuales la simetría se restablece.
Denición 1.4 Sea f una aplicación de A en B. Es una biyección cuando todo elemento
de B es imagen de uno, y sólo un elemento de A.
Ejemplo 1.7
32
Contar los elementos de un conjunto nito es establecer una biyección del conjunto de
un conjunto de la forma {1, 2, 3, . . . , n}.
Las herramientas de medida físicas utilizan biyecciones entre magnitudes físicas (por
ejemplo entre temperatura y altura de una columna de alcohol para un termómetro).
Regla 1 (Regla de la biyección) Sean A y B dos conjuntos nitos. Si existe una biyección
de A en B entonces A y B tienen mismo cardinal.
Ejemplo 1.8 continuación del ejemplo 0.3 Conisideramos otra vez los dos problemas:
33
Sea A el conjunto de todas las maneras posibles de repartir las 12 canicas entre los 5 niños.
Una repartición esta caracterizada por los números de canicas x1 , x2 , x3 , x4 , x5 recibidas
por cada niño.
x1 x2 x3 x4 x5
z }| { z }| { z }| { z }| { z }| {
00 · · · 0 1 00 · · · 0 1 00 · · · 0 1 00 · · · 0 1 00 · · · 0
1. Vamos a desarrollar técnicas para contar un tipo muy especial de objetos matemáticos:
las sucesiones nitas.
El orden importa: la sucesión (R, O, M, A) es distinta de (A, M, O, R). Por esto marcamos
00
la sucesión con paréntesis (. . .) en vez de llaves {. . .} . También una sucesión no tiene
por que tener términos distintos.
Los ejemplos anteriores son ejemplos de sucesiones nitas. Las sucesiones innitas existen
también, pero no las encontraremos en el estudio de este tema.
Terminología: Los objetos que aparecen en una sucesión se llaman sus términos. Son
numerados a partir de 1: el primer elemento de (C, A, S, C, A, R, A) es C, el segundo es A,
el tercero es S, el cuarto es C también . . . El número de términos de una sucesión nita
se llama su longitud. La sucesión (C, A, S, C, A, R, A) tiene longitud 7, aunque la sucesión
tiene solamente 4 términos distintos.
Observar que las sucesiones de longitud 2 son los pares ordenados mencionados en la
denición 1.5. Extendemos esta denición a más de dos conjuntos:
34
Denición 1.5 Dados los conjuntos A1 , A2 , ..., An , entonces el conjunto de todas las
sucesiones de longitud n cuyo primer termino pertenece a A1 , segundo termino a A2 , . . . ,
nesimo termino a An se llama producto cartesiano de los conjuntos A1 , A2 , ...,An . Se
nota A1 × A2 × · · · × An .
|A ∪ B| = |A| + |B|
En cambio, si sólo sabemos que hay 6 personas de no más de 18 años (conjunto A), y 7
personas de entre 17 y 22 años (conjunto B ), no somos capaces de dar el número exacto de
personas de no más de 22 años. En particular, en este caso, |A ∪ B| puede ser diferente de
|A| + |B|. ♦
Este ejemplo ilustra el caso más simple del principio de adición : si dos conjuntos A y B
son disjuntos (es decir su intersección es vacía), se verica que
|A ∪ B| = |A| + |B|
Regla 2 (Principio de adición) Si los conjuntos A1 , A2 , ..., An son disjuntos dos a dos,
entonces
|A1 ∪ A2 ∪ · · · ∪ An | = |A1 | + |A2 | + · · · + |An |
35
1.5. El principio del producto
El principio
Ejemplo 1.10 ¾ Cuántas palabras de longitud 4 podemos formar con las letras a, c, s ?
Solución: Tenemos 3 posibilidades para cada una de las letras. Obtenemos 3×3×3×3 =
34 = 81 palabras posibles. ♦
Solución: Hay 50 posibilidades para atribuir el primer premio. Para atribuir el segundo
premio solamente hay 49 posibilidades, ya que hay que excluir el laureado del primer premio.
Y para atribuir el tercer premio quedan solamente 48 posibilidades. Hay por lo tanto 50 ×
49 × 48 reparticiones posibles. ♦
Para cada elección de primer termino, k2 elecciones posibles para el segundo termino.
Para cada elección de los dos primeros términos, k3 elecciones posibles para el tercer
termino.
...
Este principio tiene dos aplicaciones particularmente interesantes, que detallamos a con-
tinuación:
Cuando las elecciones para el primer termino forman un conjunto A1 , las elecciones
para el segundo termino forman un conjunto A2 , . . . y las elecciones de los diferentes
términos son independientes entre si. Entonces S es exactamente el producto cartesiano
A1 × A2 × · · · × An . Es el caso del ejemplo 1.10, con A1 = A2 = A3 = A4 = {a, c, s}.
Para contar las palabras de longitud dada sin repetición sobre un alfabeto A. Es el
caso del ejemplo 1.11, con el conjunto de los estudiantes como alfabeto.
Aplicando el principio del producto al recuento del producto cartesiano A1 ×A2 ×· · ·×An ,
obtenemos que el cardinal del producto cartesiano es el producto de los cardinales:
Un caso particular es cuando todos los conjuntos Ai son iguales a un mismo conjunto A.
Entonces obtenemos:
|An | = |A|n
Recordar que este conjunto An tiene las interpretaciones siguientes:
36
El conjunto de las sucesiones de longitud n con términos en A.
Por el principio de la biyección, tenemos |S| = |B|. Ahora B es simplemente {0, 1}10 . Por
10
lo tanto B=2 = 1024. En conclusión, el conjunto {1, 2, 3, . . . , 10} tiene 1024 subconjuntos.
♦
De manera general, vemos que el número de aplicaciones del conjunto nito X al conjunto
nito Y es |X||Y | .
Ejemplo 1.14 En este ejemplo se aplica tanto el principio de adición como el principio del
producto.
En cierto sistema informático, una contraseña válida tiene entre 6 y 8 caracteres válidos.
El primero tiene que ser un carácter alfabético, los siguientes son alfabéticos o numéricos.
Hay 52 caracteres alfabéticos autorizados. Son:
A = {a, b, c, . . . , z, A, B, C, . . . , Z}
N = {0, 1, 2, . . . , 9}
(A × S 5 ) ∪ (A × S 6 ) ∪ (A × S 7 )
Las contraseñas en A × S 5 son las de 6 caracteres (como por ejemplo Z34pp1; Z está
5
en A y 34pp1 está en S ), las contraseñas en A × S6 tienen longitud 7 y las contraseñas
37
en A × S7 tienen longitud 8. Como estos tres conjuntos son disjuntos dos a dos, podemos
aplicar la regla de la suma;
k = |A × S 5 | + |A × S 6 | + |A × S 7 |
Aplicando la regla de la suma para S = A∪N (ya que A y N son disjuntos), obtenemos
|S| = |A| + |N | = 52 + 10 = 62. Finalmente:
Aplicamos ahora la regla del producto para contar las palabras sin repetición, como abc,
abd, cba, . . . pero no aba (repetición de a).
¾ Cuántas son las palabras sin repetición de longitud n sobre un alfabeto de k elementos
? Tenemos:
Para cada elección posible de primera letra, k−1 elecciones posibles para la segunda
letra.
Para cada elección de las dos primeras letras, k − 2 elecciones posibles de tercera letra.
...
Por lo tanto:
k(k − 1)(k − 2) · · · (k − n + 1)
Ejemplo 1.15 ¾Cuántos números de 3 cifras existen sin cifras repetidas? Respuesta: 10 ×
9 × 8 = 720, puesto que hay 10 posibles elecciones para el primer dígito, 9 para el segundo
y 8 para el tercero. ♦
38
Permutaciones
Una caso particular del recuento anterior es él de las palabras de longitud n sin repetición
sobre un alfabeto de n elementos (mismo n). Estas palabras se llaman permutaciones del
alfabeto.
Ejemplo 1.16 ¾Cuántos números de tres cifras distintas se pueden escribir con los dígitos
1, 3, 5? Respuesta: son las 6 permutaciones de {1, 3, 5}, a saber:
Como caso particular de la formula para contar las palabras sin repetición de longitud
dada sobre un alfabeto dado, vemos que el número de permutaciones de un conjunto de n
elementos es:
n(n − 1)(n − 2) · · · 2 · 1
Es el producto de los n primeros enteros nonegativos (el factorial de n, notada n!). Lo
enunciamos como una regla a recordar.
Observación: Hemos visto (en el parágrafo 1.3) que las palabras de longitud n sobre
A se identican con las aplicaciones de {1, 2, . . . , n} en A. Bajo esta identicación, las
permutaciones de A se corresponden con las biyecciones de {1, 2, . . . , n} en A.
39
2. El principio de división, el recuento de los subconjun-
tos de k elementos, y los números binómicos
2.1. El principio de división
Ejemplo 2.1 Queremos montar una red local de 8 ordenadores en anillo doble, es decir
como en la gura II.1. Los ordenadores, con números de 1 hasta 8, tienen características
diferentes. ¾ Cuántas redes diferentes se pueden montar ? Consideramos dos redes como
identicas si tienen la misma topología (es decir: si cada ordenador tiene los mismos vecinos
en las dos redes). La topología de una red es importante porque determina que ordenadores
se comunican más rápidamente entre sí, y el comportamiento de la red en caso de ruptura
de cables.
Vamos a introducir una regla más, para renar el principio de biyección y resolver pro-
blemas como el anterior.
Denición 2.1 Una aplicación f :A→B es de grado combinatorio k si todo elemento del
conjunto de llegada B k
tiene exactamente antecedentes.
40
Regla 6 (Principio de división) Si f : A → B es de grado combinatorio k entonces
|A| = k · |B|.
Para cada primer ordenador, podemos elegir uno o el otro sentido para recorrer el
anillo (2 posibilidades).
Por el principio del producto, hay 16 permutaciones que corresponden a una topología de
red dada.
Lo que hemos hecho en este ejemplo es contar todos los subconjuntos de 5 elementos de
un conjunto de 52 elementos.
41
2.2. Permutaciones con repeticiones
Consideramos otra aplicación del principio de división.
Ejemplo 2.4
Ya sabemos contar los anagramas de SOSOS (¾Por que ?) ¾ Como contar los anagramas
de CASCARA ? Aplicamos el principio de división. Sea B el conjunto de los anagramas de
CASCARA, es el conjunto cuyo cardinal queremos determinar. Introducimos ahora un nuevo
alfabeto X, X = {C1 , A1 , S, C2 , A2 , R, A3 }.
que consiste de copias distintas de sus letras:
Sea B el conjunto de todas las permutaciones de X . Sea f : A → B la aplicación que olvida
los índices. Por ejemplo:
3! × 2! × 1! × 1!
En efecto, dos permutaciones de X tienen la misma imagen si y sólo si se obtienen cada una
de la otra permutando las letras A1 , A2 , A3 entre ellas y las letras C1 y C2 entre ellas (y
necesariamente guardando la R y la S jas)
Por el principio de división:
|A|
|B| =
3!2!1!1!
Pero |A| = 7! (permutaciones de un conjunto de 7 elementos). Por lo tanto:
7!
|B| = = 420.
3!2!1!1!
♦
42
2.3. Números binómicos
n
El número binómico
r cuenta los subconjuntos de k elementos de un conjunto de n
elementos. Damos a continuación unas propiedades útiles e interesantes de estos números.
Observamos que X = A ∪ B , y que esta unión es disjunta. Por lo tanto (por el principio
n+1 n
de adición), |X| = |A| + |B|. Tenemos |X| = y |B| =
k k . Para determinar |A|,
consideramos el conjunto C de todos los subconjuntos de {1, 2, 3, . . . , n} con k −1 elementos.
La aplicación f : C → A denida por f (S) = S ∪ {n + 1} es una biyección. Por lo tanto
n
|C| = |A|. Pero |C| = k−1 . Obtenemos así la formula anunciada.
Calculemos los primeros coecientes binomiales y los colocamos en la tabla siguiente:
43
k=0 k=1 k=2 k=3 k=4 k=5
n=0 1
n=1 1 1
n=2 1 2 1
n=3 1 3 3 1
n=4 1 4 6 4 1
n=5 1 5 10 10 5 1
Observese sin embargo que esta tabla esta a menudo representada con otras orientaciones,
por ejemplo:
1 1 1 1 1 1
1 1 2 3 4 5 6
1 1 1 3 6 10 ···
1 2 1 o 1 4 10 ···
1 3 3 1 1 5 ···
1 4 6 4 1 .
.
1 .
(x + y)2 = x2 + 2 xy + y 2
(x + y)3 = x3 + 3 x2 y + 3 xy 2 + y 3
(x + y)4 = x4 + 4 x3 y + 6 x2 y 2 + 4 xy 3 + y 4
.
.
.
n
Proposición 2.4 (Teorema del binomio de Newton) El número binómico k es el
coeciente de xk y n−k en el desarrollo de (x + y)n .
44
Se obtendrá (x + y)n sustituyendo x1 , x2 , . . . por x e y1 , y2 , . . . por y en Pn .
Desarrollamos el producto Pn , por ejemplo:
P3 = x1 x2 x3 + x1 x2 y3 + x1 y2 x3 + y1 x2 x3 + x1 y2 y3 + y1 x2 y3 + y1 y2 x3 + y1 y2 y3
Una forma quizás más simple del teorema del binomio de Newton es la siguiente:
n
El número binómico k es el coeciente de xk en el desarrollo de (1 + x)n .
45
46
3. El principio del palomar y el principio de inclusión
exclusión
3.1. Principio de comparación
La condición que dene función biyectiva (todo elemento de B es imagen de uno, y
sólo un, elemento de A) puede partirse en dos (uno por lo menos de un lado, no más de
un por el otro lado), dando lugar a dos tipos de aplicaciones las aplicaciones inyectivas y
las aplicaciones sobreyectivas.
Decimos que f es inyectiva cuando cada elemento del conjunto de llegada B es imagen
de, a lo más, un elemento del conjunto de partida A.
Ejemplo 3.1 Hemos visto (parágrafo 1.3) que las aplicaciones con conjunto de partida
{1, 2, . . . , n} se identican con las palabras de longitud n. Vemos que en esta identicación,
las aplicaciones inyectivas corresponden a las palabras sin repetición. ♦
Ejemplo 3.2 El diagrama siguiente representa una función ni inyectiva (d tiene dos ante-
cedantes), ni sobreyectiva (b no tiene antecedante).
47
El diagrama siguiente representa una función inyectiva pero no sobreyectiva (C no tiene
antecedante):
El diagrama siguiente representa una función sobreyectiva pero no inyectiva (C tiene dos
antecedantes):
Este diagrama representa una función a la vez inyectiva y sobreyectiva, es decir: biyectiva.
48
Si f es inyectiva entonces |A| ≤ |B|.
No hace falta seguir la clase de IMD para saber esto . . . pero si la misma idea se aplica
al problema siguiente, ¾ Suena más interesante ?
Armamos que existen dos subconjuntos de este conjunto de números, disjuntos y con la
misma suma . . . ♦
Regla 9 (Principio del palomar) Si |A| > |B| entonces ninguna función f : A → B es
inyectiva. Es decir, para toda aplicación f : A → B , existen dos elementos distintos del
conjunto de partida A con la misma imagen por f .
Obsérvese que esta regla no es otra cosa que el contrarrecíproco del principio de comparación
para funciones inyectivas (parágrafo anterior).
49
1018 > 60×1015 ). Por el principio del palomar, existen dos subconjuntos A y B del conjunto
de los 60 números con la misma suma. Los conjuntos A y B no son necesariamente disjuntos.
Pero los conjuntos A \ B y B \ A lo son, y también tienen la misma suma. ♦
Regla 10 (Principio del palomar generalizado) Si |A| > k|B| entonces para toda apli-
cación f : A → B, existen k+1 elementos de A que tienen la misma imagen por f.
Ejemplo 3.6 En Sevilla capital hay poco más de 700 000 personas, y ciertamente más de
600 000 personas que no son calvas. Entre ellas, hay por lo menos cuatro personas que
tienen exactamente el mismo número de cabellos. En efecto, nadie tiene más de 200 000
pelos. Sea A el conjunto de los sevillanos no calvos y B = {1, 2, . . . , 200000}. Tenemos
|A| > 600000 > 3 · |B|. Sea f : A → B la aplicación que a cada sevillano no calvo asocia su
número de pelos. Se aplica el principio del palomar generalizado. ♦
Ejemplo 3.7 En la plantilla de un equipo de fútbol, todos los jugadores son españoles o
argentinos. Diez son españoles (conjunto E ), cinco son argentinos (conjunto A) ¾ Cuántos
jugadores son en total ? ¾ 10+5=15 ?
¾ Y que pasa ahora si hay 3 jugadores exactamente que tienen la doble nacionalidad
(conjunto A ∩ E ) ? Estos jugadores se habrán contado dos veces en la suma 10 + 5. Para que
sean contados solamente una vez, tenemos que quitar 3 de la suma. Por lo tanto, el número
total de jugadores es 10+5-3. O sea, más generalmente:
|A ∪ E| = |A| + |E| − |A ∩ E|
Esta formula se llama formula de inclusión y exclusión para el cardinal de la unión de dos
conjuntos. ♦
|A ∪ B| = |A| + |B| − |A ∩ B|
A ∪ B = (A \ (A ∩ B)) ∪ (B \ (A ∩ B)) ∪ (A ∩ B)
|A ∪ B| = |A \ (A ∩ B)| + |B \ (A ∩ B)| + |A ∩ B|
50
Tenemos también: A = (A ∩ B) ∪ (A \ (A ∩ B)) con los conjuntos de la derecha disjuntos.
|A| = |A∩B|+|A\(A∩B)|. Por lo tanto: |A\(A∩B)| =
Otra vez por el principio de adición:
|A| − |A ∩ B|. Similarmente, |B \ (A ∩ B)| = |B| − |A ∩ B|. Obtenemos así:
En el caso de tres conjuntos hay una formula similar.
Solución: Sea P42 el conjunto de las permutaciones que contienen "42". Sea P04 el
conjunto de las permutaciones que contienen "04", y P60 el conjunto de las permutaciones
que contienen 60. Estamos buscando |P42 ∪ P04 ∪ P60 |. Aplicamos la formula de inclusión
y exclusión anterior:
Contamos en primer lugar los elementos de P42 , de la manera siguiente: en todas las per-
mutaciones que contienen "42"podemos agrupar el 4 y el 2 en un nuevo símbolo 42 . Esto de-
ne una biyección f de P42 en el conjunto de todas las permutaciones de {0, 1, 3, 42 , 5, 6, 7, 8, 9}.
Por ejemplo:
f ((9, 5, 1, 6, 0, 4, 2, 3, 8, 7)) = (9, 5, 1, 6, 0, 42 , 3, 8, 7)
Por lo tanto, P42 tiene 9! elementos.
Se procede similarmente con los otros 6 conjuntos: P42 ∩ P04 esta en biyección con las
permutaciones de { 042 , 1, 3, 5, 6, 7, 8, 9}, P42 ∩ P60 esta en biyección con las permutaciones
de {1, 3, 42 , 5, 60 , 7, 8, 9}, . . .
Finalmente:
51
Regla 11 (Principio de inclusión y exclusión) Sean A1 , A2 , ..., An conjuntos. En-
tonces:
|A1 ∪ A2 ∪ · · · ∪ An | =
la suma de los cardinales de los conjuntos
− la suma de los cardinales de las intersecciones dos por dos
+ la suma de los cardinales de las intersecciones tres por tres
− la suma de los cardinales de las intersecciones cuatro por cuatro
.
.
.
52
TEMA III
Recursión
54
1. Sucesiones
1.1. Introducción
En este tema nos interesamos a sucesiones de números innitas, como las de los ejemplos
siguientes:
la sucesión de los cuadrados (de los enteros positivos): (1, 4, 9, 16, 25, . . .)
Los ejemplos anteriores son ejemplos de sucesiones de enteros pero podemos considerar
√
también sucesiones de números reales, como las potencias de 2 − 1:
√ √ √ √ √
(1, 2 − 1, 3 − 2 2, −7 + 5 2, 18 − 12 2, −42 + 30 2, . . .)
1.2. Terminología
Denir una sucesión numérica consiste en elegir un intervalo de enteros y asociar un
número a cada entero de este intervalo. Por ejemplo, la sucesión de los cuadrados se dene
asociando a cada entero de [1, ; +∞) su cuadrado.
Observación: Por lo tanto, una sucesión numérica es simplemente una aplicación (ver
Tema II) cuyo conjunto de salida es un intervalo de enteros y cuyo conjunto de llegada es un
55
Ejemplo de señal en tiempo discreto
1.5
0.5
x[n]
−0.5
−1
−1.5
−2
0 10 20 30 40 50 60
n
3
Figura III.1: Representación gráca de una señal numérica periódica (transparencia de una
clase de tratamiento de la señal).
Como hay una formula general para los términos cn (es: cn = n2 ), se dice que c es la
2
sucesión de término general n .
En vez de notar c se puede notar (cn )n≥1 (las paréntesis son importantes aquí; el
n ≥ 1 dene explícitamente el conjunto de los índices). Se puede también escribir:
c = (n2 )n≥1 ( c es la sucesión de los ene cuadrado, para ene superior o igual a uno).
56
Pero también basta dar su primer valor: u 1 = 2, y la regla: un+1
= un + 2 para
cualquier entero positivo n. En efecto, aplicando la regla para n = 1 obtenemos:
u2 = u1 + 2 = 2 + 2 = 4. Luego para n = 2: u3 = u2 + 2 = 4 + 2 = 6. etc
una relación de recurrencia que permite calcular cada término a partir de los ante-
riores (un+1 = un + 2).
La sucesión de los enteros positivos también es la sucesión (pn )n≥1 denida por:
p1 = 1 (condición inicial)
pn+1 = pn + 1 para cualquier n≥1 (relación de recurrencia)
La sucesión (un )n≥1 de los números pares positivos y la sucesión (vn )n≥1 de los números
impares positivos tienen deniciones recursivas muy parecidas:
u1 = 2 v1 = 1
un+1 = un + 2 para cualquier n≥1 vn+1 = vn + 2 para cualquier n≥1
d0 = 1
dn+1 = 2 dn para cualquier n≥0
√
(similarmente para la sucesión de las potencias de 2 − 1.)
sean α, β , γ tres números. Hay una (única) sucesión (wn )n≥0 denida por:
w0 = α
wn+1 = β wn + γ para cualquier n≥0
57
Una relación de recurrencia puede involucrar varios términos anteriores al término
denido. Por ejemplo:
sn+2 = sn+1 × sn
En este caso hace falta varias condiciones iniciales para denir bien la sucesión. Por
ejemplo, hay una única sucesión denida por:
s0 = 2, s1 = 3
sn+2 = sn+1 × sn para cualquier n≥0
a0 = α; b0 = β; y para cualquier n ≥ 0:
an+1 = an +b
n
si f ( an +b
2
n
) < 0: 2
b
n+1 = b n
an+1 = an
sino:
bn+1 = an +b
2
n
Entonces calculamos:
u1 = 2 u0
u2 = 2 u1 = 2 (2 u0 ) = 4 u0
u3 = 2 u2 = 2 (4 u0 ) = 8 u0
.
.
.
un = 2n u0 para cualquier n ≥ 0.
Una relación de recurrencia, como la del ejemplo 1.1, dónde la sucesión permanece inde-
terminada, se llama una ecuación de recurrencia. Resolver esta ecuación, es encontrar todas
las sucesiones que la satisfacen. Cada solución es, por lo tanto, una sucesión. En el ejemplo
1.1, hemos resuelto la ecuación de recurrencia:
determinando que sus soluciones son todas las sucesiones de la forma (t 2n )n≥0 para t
número jo. Por ejemplo, para t=1 tenemos la solución (2n )n≥0 , cuyos primeros términos
58
son (1, 2, 4, 8, 16, . . .). Para t = 3/2 tenemos otra solución: la sucesión (3 · 2n−1 )n≥0 , cuyos
primeros términos son (3/2, 3, 6, 12, 24, . . .).
En dos palabras, hay una formula general para todas las soluciones de la ecuación de
recurrencia (esta formula es: (t 2n )n≥0 ). En este caso decimos que (t 2n )n≥0 es la solución
general de la ecuación de recurrencia (III.1). Esta solución general depende de un parámetro
( el t).
Observación: La solución general de una ecuación, cuando depende de parámetros,
representa una innidad de soluciones de la ecuación. Para enfatizar la diferencia entre una
solución (una sucesión particular que verica la ecuación) y la solución general (una formula
general que describe todas las soluciones) llamamos a veces solución particular lo que es
simplemente una solución. Por ejemplo, la solución general de (III.1) es (t 2n )n≥0 , mientras
que (2n )n≥0 y (3 · 2n−1 )n≥0 son dos de sus soluciones particulares.
Dada una ecuación de recurrencia, ¾ Podemos hallar una formula explicita para
sus soluciones ?
La respuesta es no, en general. Vamos a restringir nuestro estudio a una clase im-
portante de ecuaciones de recurrencia, las ecuaciones de recurrencia lineales a coecientes
constantes. Para estas sucesiones daremos una receta para hallar formulas explicitas.
Ejemplo 1.2 Si sabemos resolver ecuaciones de recurrencia, nos da herramientas más para
determinar formulas para sucesiones en general, aplicando el programa siguiente:
Realizamos la fase 1 de este programa para la sucesión (an )n≥1 que cuenta las cadenas de
n bits son ningún 00 (último ejemplo en 1.1). La fase 2 (resolución) será realizada en el
ejemplo 2.1.
Para una cadena de n bits, n ≥ 3, sin ningún 00, tenemos la alternativa siguiente:
o bien termina por 0. En este caso el penúltimo bit tiene que ser 1, y los bits anteriores
pueden formar cualquiera cadena de longitud n − 2 sin 00.
59
o bien termina por 1. En este caso, los bits anteriores pueden formar cualquiera
cadena de longitud n−1 sin 00.
Hay an−1 cadenas en el primer caso, y an−2 en el segundo. Hemos obtenido que la sucesión
de término general an verica:
Tendremos una formula para an cuando sabremos resolver este ecuación de recurrencia. ♦
dónde k y p son enteros jos, con k > 0, a0 , a1 , . . . , ak−1 son números jos (los coe-
y
cientes de la ecuación), y g(n) es una función de n (el término independiente). El entero k
es el orden de la ecuación. Si g(n) = 0 para cualquier n, entonces se dice que la ecuación
de recurrencia es homogénea.
Ejemplo 1.3 Las ecuaciones siguientes son ecuaciones de recurrencia lineales a coecientes
constantes:
60
2. Resolución de las ecuaciones de recurrencia lineales
homogéneas a coecientes constantes
2.1. La ecuación homogénea de orden 1
Una ecuación de recurrencia lineal homogénea de orden 1 es de la forma:
Es fácil resolverla: tenemos up+1 = aup , up+2 = aup+1 = a(aup ) = a2 up , up+3 = aup+2 =
a(a up ) = a up , . . . . Su solución general es (an−p up )n≥p , donde up puede ser elegido arbi-
2 3
p
trariamente y, por lo tanto, tiene el papel de parámetro. Poner t = up /a permite dar una
n
presentación más simple a la solución general: es (ta )n≥p .
Por lo tanto, el conjunto de las soluciones de (III.3) esta formado de la sucesión de las
potencias de a y de todos sus múltiples (las sucesiones (tan )n≥0 , para todas las elecciones
posibles de t en R).
En primer lugar, busquemos las sucesiones de potencias (αn )n≥p que cumplen (III.4) (ya
que fue fructifero en el caso de las ecuaciones de recurrencia de orden 1). Sea α un número
diferente de 0. Entonces (αn )n≥p es solución de (III.4) si y solo si:
Como α 6= 0, podemos simplicar estas ecuaciones, dividiendo ambos lados por αn . Obte-
n
nemos que (α )n≥p es solución de (III.4) si y solo si:
Estas ecuaciones, en número innito, son todas iguales. No es necesario repetirlas. La con-
dición para que (αn )n≥p sea solución de (III.4) es meramente:
α2 = aα + b
x2 = ax + b
En el caso general hay dos raíces distintas. Pueden ser reales, o imaginarias conjugadas
(x + iy y x − iy con x e y reales).
61
Por lo tanto, en el caso general, la ecuación de recurrencia (III.4) admite dos sucesiones
de potencias como soluciones. En el caso excepcional admite solamente una.
Teorema 2.1 La solución general de una ecuación de recurrencia lineal homogénea de or-
den 2 es:
Es la ecuación que debe vericar α para que la sucesión de potencias (αn )n≥p sea
solución de la ecuación de recurrencia lineal homogénea.
Ejemplo 2.1 Vamos a determinar la única sucesión (an )n≥0 que cumple:
a1 = 2
a2 = 3
an+2 = an+1 + an para cualquier n ≥ 0.
x2 = x + 1
2−β 2−α
t1 = − √ , t 2 = √
5 5
62
En consecuencia, la única solución del problema es la sucesión de término general:
1
√ ((2 − α)β n − (2 − β)αn )
5
Esta formula no sirve para calcular un término particular an (es mejor calcular a3 , a4 , a5
sucesivamente utilizando la ecuación de recurrencia an+2 = an+1 +an ). Es útil, sin embargo,
para estimar asintóticamente an . En efecto, |β| > 1 y |α| < 1. Por lo tanto, para n grande,
αn es despreciable con respecto a β n y tenemos la estimación:
2−α
an ∼ √ β n
5
♦
63
Resolviendo el sistema obtenemos como única solución: t1 = 1/2 + i, t2 = 1/2 − i. Por lo
tanto la solución del problema propuesto es la sucesión de término general: (1/2 + i)(1 +
i)n + (1/2 − i)(1 − i)n . ♦
xk = a0 + a1 x + a2 x2 + · · · + ak−1 xk−1
Recordamos que esta ecuación es:
64
3. Resolución de ecuaciones de recurrencia lineales no
homogéneas a coecientes constantes
Si consideramos el sistema de ecuaciones lineales:
x+y+z =1
(III.5)
x−y =2
sabemos que su conjunto de soluciones es una recta de R3 , ya que cada una de las dos
ecuaciones describe un plano, y que el sistema describe su intersección. Sabemos también
que para describir esta recta nos basta determinar un punto cualquiera de la recta (aquí por
ejemplo (3/2, −1/2, 0)), y un vector director (por ejemplo (1, 1, −2)). Este vector director y
todos sus múltiples forman el conjunto de las soluciones del sistema homogéneo asociado al
sistema (III.5):
x+y+z =0
x−y =0
La solución general de (III.5) sistema es: (3/2 + t, −1/2 + t, −2t) = (3/2, −1, 0) + t(1, 1, −2).
Observamos, por lo tanto, que es la suma de una solución particular de (III.5) y de la solución
general del sistema homogéneo asociado. Esta observación se generaliza a las ecuaciones de
recurrencia lineales a coecientes constantes.
Teorema 3.1 La solución general de una ecuación de recurrencia lineal a coecientes cons-
tantes es la suma de una solución particular (cualquiera) de la ecuación, y de la solución
general de la ecuación homogénea asociada.
Teorema 3.2 Para una ecuación de recurrencia lineal a coecientes constantes de la forma:
65
El caso cuando g es un polinomio (corresponde a r = 1).
Para hallar esta solución ponemos un = T (n)rn , donde T tiene coecientes indetermi-
nados y grado d. Lo inyectamos en la ecuación de recurrencia y nos da un sistema cuyas
incógnitas son los coecientes de T. Hay dos posibilidades: o bien el sistema admite una
solución. Entonces hemos obtenido una solución particular de la ecuación de recurrencia. O
bien no admite ninguna solución. Entonces intentamos de nuevo con T de grado d+1 (o
superior si falla otra vez). El teorema nos asegura que esta estrategia pagará.
b = 2b + 3 para cualquier n ≥ 0.
Por lo tanto, esta sucesión (un )n≥0 es solución de la ecuación de recurrencia si y solo si:
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Este sistema no tiene solución, por culpa de su primera ecuación: a = 2a − a + 1, equivalente
a a = a + 1.
Buscamos, por lo tanto, una solución de la forma un = dn3 + an2 + bn + c. En este caso:
Buscamos por lo tanto una solución de la forma: un = en4 + dn3 + an2 + bn + c. Ahora:
Es equivalente a:
0=0
0=0
12e = 1
d + 4e = 0
a + 3d + 7e = 0
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Una de sus soluciones es: a = 5/12, b = 0, c = 0, d = −4/12, e = 1/12. Corresponde a la
1 4 3 2
solución particular de término general
12 (n − 4n + 5n ) de la ecuación de recurrencia.
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