La Proteccion Del Salario
La Proteccion Del Salario
La Proteccion Del Salario
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Introducción
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Capítulo I
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garantías frente al mismo trabajador; garantías que protegen a la familia del trabajador; y
otras garantías.”
Una de las conquistas de las clases trabajadoras ha constituido en proteger el salario con la
exención del embargo preventivo o ejecutivo, ya en parte o en la totalidad. Se basa en la
preferencia que ha de darse a la subsistencia del trabajador sobre los créditos pendientes
contra el individuo que trabaja. “El salario posee por lo general carácter alimenticio en el
sentido estricto de la palabra; y el embargo de tales medios de vida podría producir
hambre, la penuria o la desesperación de los obreros o empleados, o su deserción de las
tareas honestas del trabajo y la búsqueda de recursos ilícitos, clandestinos. Ello produce
además una consecuencia beneficiosa, al conocer los acreedores este privilegio o defensa
económica de los trabajadores como lo es el de acortarles el crédito, incitador quizás del
lujo o del vicio, cuando de ciertos particulares proviene.”
La protección opera en el caso de que exista algún incumplimiento de pago ante algún
acreedor, este no podrá embargar todo el salario ya que nuestra legislación establece
límites a lo que pueda embargarse, de modo que asegure un ingreso al trabajador, ese
límite de embargo máximo es hoy día del 35% del salario, salvo en demandas de familia
en que sube hasta el 50%, según lo establece el Artículo 96 del Código de Trabajo.
1.2.2. Frente a los acreedores del patrono
El crédito por salarios deriva, en cuanto a los privilegios que le otorga la legislación, del
carácter alimenticio de aquéllos, y de ahí que no se permite que se exponga, como los
demás créditos ordinarios, a los riesgos de la insolvencia del deudor y del concurso de
acreedores. “Resulta socialmente necesario que el acreedor del salario cobre con
preferencia a los demás; pues ese acreedor y su familia viven diariamente de tal
retribución.”
Los privilegios crediticios solamente pueden ser creados por la ley y aplicados en sus
estrictos límites. El privilegio laboral se circunscribe a un lapso breve, por entenderse que
si el trabajador tolera mayor retraso en el cobro de sus haberes, es por contar con otros
recursos y esfumarse con ello el motivo básico de la necesidad de subsistir.
Medidas que tiene como objeto principal darle un resguardo jurídico a las personas que
dependen del salario del trabajador, tal es el caso de la norma contenida en el Artículo 97
del Código de Trabajo, en cuanto al embargo del salario por motivo de la prestación de
alimentos a los familiares. Cabe mencionar dentro de esta categoría la protección a los
familiares del trabajador fallecido, contemplada en los Artículos 85 del Código de Trabajo
y 102 inciso “p” de la Constitución Política de la República.
1.2.5. Otras medidas protectoras
El salario, jornal o sueldo debe abonarse en moneda del curso legal. Sobre esta última
expresión conviene formular dos aclaraciones: en primer término, que por moneda se
entiende tanto las piezas metálicas como los billetes de curso forzoso; y en segundo
término, que es totalmente superflua la inclusión en los recibos de la coletilla “de curso
legal,” porque si la moneda no posee curso legal, no cabe hablar de pago, por su total
ineficacia al respecto.
Con referencia al pago en moneda nacional, no se opone a ello que la retribución laboral
pueda pactarse en moneda extranjera, si se convierte en moneda nacional en el instante de
abonarse la remuneración. Pese a que los países con restricciones cambiarias –
invariablemente los de signo monetario débil- sólo aceptan la conversión al tipo oficial, la
equidad clama por que esa equivalencia se concrete al nivel que determinen las plazas
extranjeras con libre mercado. Cualquiera otra solución sería concederle un favor
económico al empresario y mermar los calculados recursos del trabajador al concretarse
los servicios con esa modalidad de pago, casi siempre legítima aspiración de estabilidad
entre prestación y remuneración. Al respecto del pago en moneda extranjera, hay que
anotar que la Ley de Libre Negociación de Divisas, Decreto número 94-2000, en su
Artículo primero, da libertad para la tenencia, contratación, remesa, transferencia, compra,
venta, cobro y pago de prestaciones con divisas y serán por cuenta de cada persona
individual o jurídica, nacional o extranjera, las utilidades, las pérdidas o riesgos que
deriven de las operaciones que de esa naturaleza realice. Basados en este precepto legal,
hay criterios que se inclinan por la viabilidad de contratar y pactar el pago se salarios en
moneda extranjera, toda vez, sea de común acuerdo.
La protección del salario comprende también el tiempo o época en que debe hacerse
efectivo el pago, con prohibición de intervalos excesivamente largos entre una y otra
ocasión, por la conveniencia de que el trabajador puede adecuar su economía hogareña a
la percepción remuneratoria.
Como todo negocio jurídico, cuando la mala fe se interpone, el pago salarial puede ser
fuente de múltiples infracciones. Algunas alcanzan simultáneamente al empresario y al
trabajador, por maniobras dolosas tendientes a evadir impuestos o a eludir normas
imperativas o prohibitivas de orden público. Patrono y subordinado se exponen entonces a
las sanciones administrativas y penales del caso; y entre sí, carecen de acción por la
connivencia en el fraude.
Pero no son las mencionadas las infracciones laborales típicas, las dirigidas por el
empresario contra el trabajador, abusando de su posición económica o de la ignorancia
jurídica del subordinado. De descubrirse y probarse tales transgresiones, a más de resarcir
al trabajador por lo arrebatado de una u otra forma, el patrono es sancionado
administrativamente, por lo general con multas.
Capítulo II
Artículo 16. INALTERABILIDAD DEL SALARIO. El monto fijado para cada puesto en
concepto de salario o sueldo no puede ser disminuido ni alterado en el curso del ejercicio
fiscal de que se trate salvo en los casos expresamente previstos en esta ley o cuando la
asignación haya sido hecha por error. En estos casos, las cantidades pagadas en exceso
deben ser recuperadas por la vía administrativa o por la vía económico-coactiva, sin
perjuicio de deducir a los culpables las demás responsabilidades legales que corresponda.
Artículo 17. INTEGRIDAD DEL SALARIO. Sobre los sueldos o salarios de los
servidores públicos no pueden efectuarse más descuentos o embargos que los autorizados
por la ley o por resolución dictada por los tribunales de justicia. La orden de embargo,
debe ser dictada por el juez competente y comunicada al Tesorero Nacional o pagador
respectivo, quien debe proceder a retener la cantidad que corresponda.
Artículo 18. INEMBARGABILIDAD DEL SALARIO. No puede ser objeto de embargo
la totalidad de los sueldos o salarios devengados por los servidores públicos, salvo sobre
los porcentajes autorizados por la presente ley. Para este efecto se declaran inembargables
los salarios que no excedan de cuarenta quetzales al mes; los demás salarios pueden
embargarse en la siguiente proporción:
1. Hasta un diez por ciento de los salarios mayores de cuarenta quetzales y menores de
cien quetzales al mes.
2. Hasta un quince por ciento de los salarios mayores de cien quetzales y menores de
doscientos quetzales al mes.
3. Hasta un veinte por ciento de los salarios mayores de doscientos quetzales y menores
de trescientos quetzales al mes.
4. Hasta un veinticinco por ciento de los salarios mensuales mayores de trescientos
quetzales al mes.
II
Referencias Bibliográficas
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