Jornadas Ingresos Brutos PDF
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EN LA COMISIÓN Nº 2
Mar del Plata
17, 18 y 19 de noviembre de 2010
AUTORIDADES
COMITÉ EJECUTIVO
Presidente
Dr. Andrés C. Saladino
Secretario técnico
Dr. Rubén Marchevsky
Prosecretarios técnicos
Dres. María de los Ángeles Jáuregui y Milton Bonacina
COMITÉ ORGANIZADOR
Dres. Carmen de Avendaño (coordinadora),
Carlos Battilana, Ricardo Ferraro y Arnaud Iribarne
COMITÉ DE HONOR
Dr. Rubén Veiga (Presidente del Comité de Honor),
Dr. Ignacio Buitrago (Presidente del Tribunal Fiscal de la Nación),
Dr. José Alberto Schuster (Presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la CABA),
Dr. Alberto Barbieri (Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA),
Dr. José Casas (Vocal del Tribunal Superior de Justicia de la CABA),
Dr. Miguel Felicevich (Comisión Técnica de Tributación y Fiscalidad de la AIC,
Dr. Juan Carlos Gómez Sabaini (Consultor del FMI, BID y CEPAL),
Dr. Juan Oklander (Presidente del Instituto Tributario de la F.A.G.C.E),
Dr. Daniel H. Pérez (Decano de la Facultad de Cs. Es. y Sociales de la Univ. Nac. De Mar del Plata),
Dr. Rubén Toninelli (Director de la Dirección General Impositiva),
Dr. Carlos Walter (Administrador de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos).
Dra. Flavia Melzi (Ex Vicepta. 2da. del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la CABA)
Lic. Martín Miguel Di Bella (Director Ejecutivo de A.R.B.A.)
Dra. Estefanía Blasco (Presidenta del Tribunal Fiscal de Apelación de la Provincia de Buenos Aires).
COMISIÓN DIRECTIVA
del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas
Vocales:
ALMADA, Héctor D. LLANOS, Eduardo
ANDRADE, Jorge A. LOPEZ TOUSSAINT, German
AROSTEGUY, Jorge Hernan LUTERSTEIN, Jacobo
ASIAIN, Jorge MACON, Jorge
ATCHABAHIAN, Adolfo MAGUITMAN, Karina
BALAN, Osvaldo MALVESTITI, Daniel
BALDO, Alberto MARTIN, Julián
BATTILANA, Carlos A. MENENDEZ, Fabián
BERTAZZA, Humberto J. MOLAS de GUIDO, Liliana
BIANCHI, José MUSCILLO, Jorge
BRODSKY, Sergio Pedro NORYMBERG, Alfredo
CACERES, Alberto OKLANDER, Juan
CALLEA, Pedro PAGANI, Pedro Jose
CARANTA, Martín PANTANALI, Omar A.
CARELLI, Susana PANTANALI, Rubén
CARUSO, Jose M. PARERA, Marina Ines
CASAL, Alejandro PEREIRA, Omar O.
CASTIÑEIRA B. , Manuel PERELLI, Eduardo L.
CHICOLINO, Ricardo PEREZ, Daniel G.
CONDOLEO, Roberto PRADA, Carlos
COTTA RAMUSINO, Antonio RINALDI, Jorge
D´ AGOSTINO, Jose RODRIGUEZ USE, Guillermo
DANERI, Silvia I. RODRIGUEZ, Daniel
DE AVENDAÑO, Carmen I. RODRIGUEZ, Marcelo
DOMINGUEZ, Sebastian ROLANDO, Felix
DURAN, Juan ROVITO, Oscar E.
FENOCHIETTO, Ricardo SAENZ, Esther
FERNANDEZ, Oscar SAENZ VALIENTE, Santiago
FERRARO, Ricardo SALADINO, Andres C.
FRUSTACI, Claudio SANCHEZ SETTEMBRINI, Ariel
GARCIA, Fernando D. SANTACRUZ, Lidia M.
GOLDEMBERG, Cecilia SCALONE, Enrique
GOMEZ , Teresa SCAPOLLA, Pedro Enrique
GOMEZ SABAINI, Juan C. SCHNEIR, Alejandra
GONZALEZ C., Débora SCHWARTZMAN, Daniel M.
GONZALEZ CANO, Hugo N. SERICANO, Andrea V.
HANSEN,Leonardo H. SERICANO, Roberto
IGLESIAS ARAUJO, Fabiana STERNBERG, Alfredo
IRIBARNE, Arnaud TORASA, Marcos
KAPLAN, Hugo E. URETA, Dèborah
KOSS, Ricardo H. VARELA, Pablo Sergio
LAMAGRANDE, Alfredo J. VEGA, Geranrdo
LANDAU, Silvia G.R. De VEGAS, Ricardo
LISICKI,Elias VIVES, Maria L.
LITVAK, Jose ZICCARDI, Horacio
LITVIN, César
AUSPICIOS ACADÉMICOS
Universidad FASTA
Universidad de Morón
Universidad de Palermo
Autoridades:
Presidente: Dra. Marina Parera
Relator: Dr. Ricardo Chicolino
Secretario Dr. Martín Caranta
Panelistas: Dra. Elvira Balbo,
Dr. Ricardo Koss,
Dra. Analía Leguizamón (Directora general adjunta de la AGIP CABA),
Dr. Juan Oklander,
Dr. Mariano Pérez Rojas (Secretario de Hacienda de la Municipalidad Gral. Pueyrredón)
Seminario I
Tema: Situación actual de las normas contables en nuestro país.
Implicaciones Impositivas de la Aplicación de las Normas Internacionales de Información
Financiera (NIIF)
Presidente y expositor: Dr. Fernando García.
Expositor: Dr. Enrique Fowler Newton y Ricardo González
Seminario II:
Tema: Tasas Municipales. Planificación fiscal:
- Herramientas de discusión frente a determinaciones de tasas municipales:
Recursos, pago bajo protesto, acciones declarativas de certeza, instancias administrativas y
judiciales
Presidente: Dr. Jacobo Luterstein
Expositores: Dres. Milton Bonacina y Eduardo P. Gímenez
Mesa Redonda:
Problemas de coordinación financiera entre la Nación y las Provincias. Reforma o alternativas
al régimen de coparticipación federal.
Coordinador: Dr. Rubén Marchevsky
SUMARIO GENERAL
TRABAJOS Y COMUNICACIONES TÉCNICAS
COMISIÓN Nº 2
Definición del domicilio para las operaciones entre ausentes. Januszewski, Ana K
El Convenio Multilateral y un viejo dilema ante una nueva realidad: Arosteguy, Jorge Hernán
el sustento territorial ante las operaciones concretadas mediante Durán, Juan Manuel
el uso de nuevas tecnologías. Rossi, Horacio
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es
Dr. Luis O. Guillermon
LOS CRITERIOS DE ATRIBUCION DE INGRESOS COMO FUENTE DE INSEGURIDAD
JURIDICA.
1. INTRODUCCIÓN.
Con la evolución de los negocios y con la tecnología aplicada a los mismos esas
disímiles interpretaciones se fueron agravando hasta llegar a un estado de “anarquía”
interpretativa que, sumada a la inoperatividad efectiva del protocolo adicional,
concluyen en un estado actual en que se condiciona seriamente la forma de organizar
los negocios.
2. PAUTAS NORMATIVAS
Tanto la doctrina como las resoluciones de la comisión arbitral han sido coincidentes
en determinar que la primer parte del inciso b) del articulo 2º se refiere a operaciones
perfeccionadas entre presentes, en contraposición de la segunda parte del referido
inciso en que todos han sido contestes en que se refieren a operaciones entre
ausentes (3).
La diferenciación entre las operaciones entre ausentes o entre presentes solo sería
aplicable en los casos en que deben distribuirse ingresos provenientes de la venta de
cosas muebles.
La asignación de ingresos por las operaciones entre presentes, ha tenido una evolución
particular. La doctrina (10), basada en una resolución interpretativa (11) sostuvo que en
las mismas debían asignarse a la jurisdicción en el lugar en que se verificaba la
concertación.
Mas adelante en el tiempo fue prevaleciendo la idea de que estas operaciones debían ser
asignadas a la jurisdicción en que los bienes eran utilizados o incorporados a la actividad
económica por el vendedor. (12)
Se han puesto en debate, situaciones que las normas no pueden dejar de definir,
sin afectar el principio de certeza que se exige en materia tributaria.
La utilización del domicilio del adquirente para asignar los ingresos compatibilizaría
con una solución simple para resolver el problema presumiendo sustento territorial
en todos los casos en que el comprador de otra jurisdicción se contacta de alguna
manera con el vendedor.
Ahora bien, cual de los domicilios posibles el comprador debería elegirse para
asignar el ingreso, descartamos desde ya el domicilio legal puesto que el mismo
implica una formalidad alejada del principio de realidad económica que se impone
en materia tributaria. También debería descartarse el domicilio donde se verifica la
concertación de la operación debido a que, el mismo, no solo depende de la
voluntad de las partes sino que no refleja el lugar en que económicamente se
utilizaran los bienes o servicios objeto de la transacción.
a) Que no haya diferente tratamiento para las operaciones entre ausentes ni entre
presentes habida cuenta de las dificultades fácticas para acreditar una u otra
forma de contratación.
b) Que el lugar de concertación de las operaciones no sea una pauta valida para
la asignación del ingreso debido a que favorece la manipulación para la
obtención del coeficiente unificado.
c) Que para la asignación del ingreso no sea relevante haber incurrido en gastos
en la jurisdicción del comprador habida cuenta de las dificultades prácticas
para determinar la magnitud y la relevancia requerida para definir el sustento
territorial.
h) Que el lugar de entrega de los bienes sea una pauta confirmatoria del domicilio
del comprador y no una pauta en si misma de asignación del ingreso y que la
responsabilidad del transporte o el cargo del mismo sean irrelevantes para la
asignación del ingreso.
Notas.
(2) “….b) El cincuenta por ciento (50 %) restante en proporción a los ingresos brutos
provenientes de cada jurisdicción, en los casos de operaciones realizadas por
intermedio de sucursales, agencias u otros establecimientos permanentes
similares, corredores, comisionistas, mandatarios, viajantes o consignatarios,
etcétera, con o sin relación de dependencia….”( el resaltado pertenece al autor)
(3) “…..A los efectos del presente inciso, los ingresos provenientes de las
operaciones a que hace referencia el último párrafo del art. 1º, deberán ser
atribuidos a la jurisdicción correspondiente al domicilio del adquirente de los
bienes, obras o servicios. ( el resaltado pertenece al autor)
(7) Resolución (CA) Nº 20/2000 Taym S.A. la Comisión Arbitral determinó que los
ingresos deben atribuirse a lugar donde se realiza la prestación de servicio, es
decir allí donde efectivamente se desarrolla la actividad, desautorizando el criterio
de la ciudad de Buenos Aires de asignar el ingreso al lugar de la concertación.
(8) Resolución (CA) 1/2006 ratificada por Resolución (CP) 13/2007 en autos Red Link
S.A. en la cual el cliente de la firma era el banco y los usuarios los clientes del
banco que operaban en los cajeros automáticos, se decidió atribuir los ingresos de
acuerdo a la ubicación geográfica de los cajeros automáticos. Similar solución para
Banelco.
(9) Resolución (CA) 12/2010 NIDERA S.A. Trata de un conflicto entre la empresa y la
Provincia de Buenos Aires en la cual la firma había asignado el ingreso a la
jurisdicción del domicilio del comprador sosteniendo la existencia de una operación
entre ausentes y la provincia sostenía que debía asignarse a la jurisdicción de
entrega por configurarse la situación de una operación entre presentes porque la
relación con el cliente no era esporádica ni aislada sino continua y de tracto
sucesivo. La CM le dio la razón al fisco provincial.
(10) Ricardo Chicolino y Oscar Fernandez han interpretado que “ aunque el Convenio
Multilateral no lo supone expresamente entendemos que los ingresos se asignan a
la jurisdicción en que se concerta la operación sin considerar el lugar de entrega o
cobro…..” “ El convenio multilateral …” Osmar D. Buyati, Librería Editorial, 1998
pagina 18.
(11) Resolución interpretativa Nº 9 relacionada con las causas Indunor c/ Chaco y Red
Star c/ Entre Ríos se refería exclusivamente a operaciones de exportación,
aunque este criterio también fue aplicado en operaciones de mercado interno (11
bis) Resolución Nº 23/01 Eiroa Automotores la Comisión Arbitral privilegió el lugar
de concertación de la operación y desestimó el lugar de entrega de los bienes.
(13) Resolución (CA) 33/2005 Trainmet Ciccone Servicios (TCS S.A) tratándose
de operaciones entre presentes, deben atribuirse los ingresos generados para las
operaciones entre presentes al lugar de entrega de los bienes, aun en el caso en
que la entrega la realiza una tercera empresa por cuenta y orden del vendedor. En
el mismo sentido puede consultarse Resolución Nº 01/02 Colhue Huapi,
Resolución Nº 2/03 Mirgor S.A. y 04/04 Valle Alto S.A.
(24) Rsolución (CP) 4/03 SOUTH AMERICAN SPORTS S.A. del 27/03/2003.
LOS CRITERIOS DE ATRIBUCION DE INGRESOS COMO FUENTE DE INSEGURIDAD
JURIDICA.
RESUMEN FINAL.
Surge de ello que los citados organismos se han expedido, en innumerables situaciones
llevadas a su seno, de modo contradictorio y subjetivo, con un grado de arbitrariedad tal,
que llevó en los últimos años a imponerse en la opinión de la profesión en ciencias
económicas y consecuentemente en el ámbito empresarial una alta dosis de inseguridad
jurídica afectando en consecuencia el principio de certeza.
Con motivo de que se trata de distribuir una única base imponible entre los diferentes
estados locales, sucede que los criterios contradictorios generan no solo la inseguridad
jurídica apuntada, sino pretensiones fiscales que exceden el gravamen que por ley
corresponde ingresar, afectando además el principio constitucional de legalidad en la
imposición.
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es
Dra. Ana K. Januszewski
Definición del domicilio para las operaciones
entre ausentes
Índice
1- Resumen
2- Antecedentes
2.1- El Impuesto Sobre los Ingresos Brutos
2.2- La coordinación fiscal entre las provincias: El Convenio Multilateral
2.3- Proyecto de Convenio suscripto en Córdoba
8- Conclusiones
9- Bibliografía y referencias
1- Resumen
Por eso, el objetivo del presente trabajo está centrado fundamentalmente en las
llamadas operaciones entra ausentes y la falta de definición en la redacción del Convenio
Multilateral vigente para definir el domicilio del adquirente al cual se le debe asignar
dichos ingresos.
Esta falta de claridad del tema, y el tiempo transcurrido desde la creación del
Convenio Multilateral, han hecho surgir innumerables posiciones doctrinarias, alguna de
las cuales son utilizadas en la práctica en casos controvertidos, o se han plasmado en
resoluciones de aplicación general por parte de la Comisión Arbitral.
2- Antecedentes
En Argentina, fue creado por primera vez en la Provincia de Buenos Aires en el año
1948. En esa época, los países europeos que lo habían creado, comenzaban a derogarlo.
La explicación que se le encuentra a esta situación es que los gobiernos tuvieron la
necesidad de contar con mayores ingresos, producto de la nacionalización de empresas,
especialmente ferrocarriles, tranvías y telégrafos.
Las Leyes Nº 21.251 y Nº 21.252, dictadas con motivo del Acta de Concertación,
reemplazaron el nombre de Impuesto a las actividades con fines de lucro por el de
Impuesto sobre los Ingresos Brutos.
Este Convenio tenía una vigencia de dos años, pero se lo fue prorrogando
sucesivamente hasta el 14 de abril de 1960, fecha en la que se suscribió un segundo
Convenio Multilateral, que continuaba con los mismos lineamientos que los anteriores. En
el mismo se incluía el 20% de los ingresos y el 80% de los gastos como parámetros de
distribución en el régimen general, y se preveía un recurso de reconsideración ante la
misma Comisión Arbitral, que debía ser resuelto en forma amplia, surgiendo así los
antecedentes de la Comisión Plenaria.
A pesar de contar con un texto más elaborado que el del año 1953, éste segundo
Convenio no contó con la adhesión de todas las provincias afectadas. Esto llevó a que se
desarrollara uno nuevo, el cual fue celebrado el 23 de octubre de 1964. Si bien las ideas
generales eran las mismas del anterior, este nuevo Convenio conllevaba dos
modificaciones importantes como ser la participación de los ingresos y gastos en el
régimen general, la que se llevó al 30% y 70% respectivamente, y la creación de la
Comisión Plenaria como organismo de apelación. No obstante que, este acuerdo no fue
suscripto por la Municipalidad de Buenos Aires y la Provincia de Santa Fe, igual se
mantuvo vigente ya que no contaba con el requisito de unanimidad.
Según el autor Dino Jarach (4) , se ha recurrido además al Convenio Multilateral para
coordinar y armonizar el ejercicio de poderes tributarios autónomos, con el objeto de
lograr uno de los principios más importantes en un Estado Federal, que es el hecho que
se desarrollen actividades que trasciendan los limites de una de las jurisdicciones políticas
en que se divide el país, no debe acarrear al contribuyente mayores gravámenes que los
que tendría que soportar si toda su actividad se desarrollara en una sola jurisdicción.
No obstante ello, las normas del Convenio Multilateral no alteran ni modifican las
que cada jurisdicción ha dictado respecto del Impuesto Sobre los Ingresos Brutos. Lo que
se propone es asegurar la equidad en el reparto de las bases imponibles sobre las cuales
se tributa el impuesto, para las distintas jurisdicciones. Por lo tanto, una vez distribuidos
los ingresos conforme lo prevé el Convenio, se aplicarán las normas del impuesto que en
particular cada jurisdicción ha dictado.
Es importante remarcar el ámbito de aplicación del Convenio Multilateral porque
como es bien sabido existen dos teorías dadas por la doctrina: convenio sujeto o teoría de
la unicidad jurídica, y convenio actividad o teoría de la unicidad económica.
Previo al desarrollo del tema que motiva el presente trabajo, es necesario volver
sobre un principio fundamental del derecho tributario que aquél trae incorporado
expresamente en un precepto aún cuando, por ser tal, ello podría resultar redundante,
pero que quienes lo suscribieron, consideraron útil afianzar: El instituto de la Realidad
Económica.
El artículo 27º del Convenio Multilateral, texto 1977, establece que “en la atribución
de los gastos e ingresos a que se refiere el presente Convenio se atenderá a la realidad
económica de los hechos, actos y situaciones que efectivamente se realicen.”
Este artículo mantiene idéntica redacción que el del artículo 23º del segundo
Convenio suscripto en el año 1960, y que a su vez se transcribió al artículo 28º del
acuerdo del año 1964.
En relación con los ingresos, si bien dicho articulo enumera las posibles formas de
llevar acabo la operación (por intermedio de sucursales, agencias u otros
establecimientos similares, corredores, comisionistas, mandatarios, viajantes o
consignatarios con o sin relación de dependencia), las cuales resultan indicativas de la
realización de actividad económica por parte del contribuyente, no especifica en forma
concreta la jurisdicción a la cual debe ser considerada como el lugar del que provienen los
ingresos.
Tampoco surge del texto del Convenio otra disposición que se refiera a la
atribución territorial de los ingresos, excepto en los casos en que las operaciones se
formalicen del modo no presencial.
Para este tipo de operaciones se plantea si los ingresos obtenidos por alguno de
los medios de comunicación a distancia entre sujetos que se encuentran en distintas
jurisdicciones, sin desplazamiento a ellas de quienes las obtienen, deben ser distribuidos
entre las jurisdicciones, o sólo pueden ser gravados por aquellas en que está radicado el
sujeto que obtiene los ingresos.
No obstante, de su texto puede observarse que evita colocar a las ventas por
correspondencia como núcleo del párrafo, y también hacer alusión al sustento territorial,
que no es noción pacífica. Adopta un camino diferente, consagrando la presunción “juris
et de jure” que, cuando se soporta algún gasto de cualquier naturaleza en la jurisdicción
del comprador o prestatario, y aunque dichos gastos no sean computables según el
artículo 3º del Convenio, pero se vinculen con actividades interjurisdiccionales, hay en
dicha jurisdicción actividad efectiva y por lo tanto sustento territorial suficiente. Vemos
como entonces adopta una técnica legislativa utilizada con carácter general en el derecho,
entre otras razones por las dificultades existentes en al obtención de pruebas directas.
Pero es importante advertir que este artículo no realiza definición alguna acerca de
que debe entenderse por “domicilio del adquirente” y ante dicha falencia se han dado
lugar a diversas interpretaciones, lo cual no es un tema menor porque su falta de claridad
hace que se aplique de manera incorrecta las normas del Convenio multilateral. Algunas
se resuelven vía normas de carácter general, otras las ha resuelto la Comisión Arbitral de
aplicación sólo en casos concretos.
En algunos casos, cuando hay una misma conclusión para un determinado tema o
cuando se requiere dejar sentado el criterio de interpretación, el Convenio Multilateral
mediante el art. 24º inc. a) le otorga facultad a la Comisión Arbitral para dictar
resoluciones.
Para el tema que ocupa el presente trabajo, el caso más reciente donde la
Comisión Arbitral ha dejado sentado su criterio de interpretación es el de las operaciones
concertadas por correo electrónico. Según el artículo 1º de la Resolución Nº 83/02, la
Comisión Arbitral definió a las transacciones efectuadas por medios electrónicos por
Internet o similares como operaciones entre ausentes.
En este caso, se crea la ficción de que por utilizar el medio de Internet o similar, se
configura actividad extraterritorial del oferente que, de concretarse las operaciones, se
cumpliría con el principio de sustento territorial en el domicilio del adquirente atribuyendo
los ingresos en dicha jurisdicción.
Pero esta interpretación efectuada por la Comisión no define cual es el domicilio del
adquirente sino el tipo de operatoria al cual encuadrarle y por ende darle sustento
territorial para la atribución del ingreso. Esto puede traer una apropiación incorrecta del
ingreso. Como ejemplo, si el adquirente se encuentra de viaje fuera de su domicilio y le
emite un correo electrónico al vendedor para que le entregue mercaderías en su depósito.
No intervino su domicilio en la concreción de la operación por lo tanto, sería correcto
atribuir el ingreso a su domicilio? una complejidad adicional se plantearía si quien efectúa
el pedido por Internet es sujeto residente del exterior y nos informa que la mercadería
será retirada en el depósito que posee en el país. Esta operación debería considerarse
una exportación o debería tenerse en consideración el lugar de entrega?
Del artículo 24º del Convenio Multilateral se enumera las funciones de la Comisión
Arbitral, donde en su inciso b) que prevé que deberá "...resolver las cuestiones sometidas
a su consideración, que se originen con motivo de la aplicación del Convenio en los casos
concretos...", resultando sus decisiones obligatorias para las partes en el caso resuelto.
Cabe aclarar entonces, que las decisiones dictadas por estos órganos en los casos
particulares, no tienen fuerza de interpretación obligatoria para todos los Estados que
integran el Convenio Multilateral vigente.
Quedará configurada la existencia de "casos concretos" en los términos del artículo
13º de la Resolución General Nº 17/1983 (6) , cuando "se acredite que la autoridad tributaria
competente ha dictado la correspondiente resolución que configure la 'determinación
impositiva'. También se considerará configurado el 'caso concreto', cuando se acredite la
existencia de interpretaciones distintas entre dos o más jurisdicciones, para la aplicación
del Convenio a una misma situación fiscal".
Para la definición del domicilio del adquirente en las operaciones entre ausentes,
tanto la Comisión Plenaria como la Comisión Arbitral han resuelto diversos casos que,
como bien se remarcó, son de aplicación concreta, no han tenido una única respuesta,
razón por la cual no se cuenta con un único criterio por parte de dichos organismos de
aplicación del Convenio, que permita atribuir de manera certera los ingresos de este tipo
de operatorias.
A continuación se enumera los distintos criterios que se han adoptado para cada
caso en particular.
• “Indunor c/Provincia de Chaco” (7) . Aquí, si bien la Corte los declaró localmente
gravables, en instancia de la Comisión Arbitral, ésta resolvió atribuir los ingresos al
lugar de concertación, por presumirse que ese era el momento, en el itinerario total
de la actividad y en el lugar en el cual los ingresos se incorporaban como un
ingreso efectivo al menos como un derecho para reclamar el pago de ese precio.
Tanto la firma como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apelaron dicho fallo.
La Comisión Plenaria no hizo lugar al recurso de apelación, y ratificó lo resuelto por la
Comisión Arbitral, aconsejando que la resolución adoptada “se tome en un marco
estrictamente particular y concreto, sin que constituya un antecedente válido de aplicación
automática para situaciones similares o de características en principio asimilables a la
analizada en autos”.
¾ Criterio “lugar de entrega de bienes por parte del vendedor, prestador o locador”:
En el caso “Miguel Postiglione e hijos SRL c/Pcia. Bs. As.” (11) , la contribuyente se
dedicaba a la fabricación y reparación de tanques y tambores para combustibles. Según
la firma debía tributar como contribuyente local de Capital Federal. Mientras que la
Provincia de Buenos Aires, pretendía que aplicara el Convenio Multilateral, dentro del
Régimen General y atribuyera los ingresos correspondientes a clientes domiciliados en su
jurisdicción ya que la firma efectuaba entregas en dicha Provincia.
Vemos como sobre en este litigio, La Comisión Arbitral adoptó para definir el
domicilio del cliente el domicilio legal o real del contribuyente.
En el caso “Marítima Challaco SRL c/Pcia. de Tierra del Fuego”, la empresa, con
domicilio en la Ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Bs. As., se dedicaba al
abastecimiento de combustibles y lubricantes a buques que operaban en los puertos
argentinos. La operatoria consistía en realizar el pedido por carta fax o teléfono con
clientes domiciliados en Capital Federal, y los insumos eran entregados en los buques,
que en el caso de autos se encontraban anclados en los puertos de Ushuaia.
En tanto el Fisco de Tierra del Fuego consideraba que debía atribuir los ingresos a
su jurisdicción, atento a que ese es el lugar donde los bienes se entregan, con
independencia del modo y lugar de concertación o el domicilio legal del vendedor o
comprador.
Mediante Resolución Nº 12/2001, la Comisión Arbitral resolvió en favor de la
empresa, considerando que el artículo 2º del Convenio Multilateral establece claramente
que, a los efectos de atribuir los ingresos, aquellos provenientes de operaciones entres
ausentes, deberán ser atribuidos a la jurisdicción correspondiente al domicilio del
adquirente. Por lo que concluye que el domicilio es aquel desde el cual se efectúa el
pedido.
La Comisión Arbitral define entonces para este caso que el domicilio del adquirente
es aquel en el cual se efectuó el pedido.
También vemos como en el caso “Telequipos SRL C/Pcia. de Bs. As.” (13) la
Comisión Arbitral confirma esta conclusión. El contribuyente que prestaba servicios en la
provincia de Bs. As. pero no tenía domicilio en dicha jurisdicción ni había suscripto ahí el
contrato. La Comisión Arbitral resolvió para esta situación, que en los contratos entre
ausentes correspondía asignar los ingresos a las jurisdicciones en las que el
contribuyente ha efectuado los trabajos, ya que es ahí donde se ha ejercitado la actividad.
Por lo que vemos, el criterio a adoptar para las prestaciones de servicios es, según
la Comisión Arbitral, donde se lleva a cabo la prestación, independientemente de la forma
de concertación de la operación. Esta postura se considera acertada ya que es palpable
el ejercicio efectivo de la actividad en la jurisdicción donde se realiza la prestación,
requisito indispensable para la atribución de los ingresos.
Es importante tener presente la postura que han tenido los Fiscos provinciales,
cuando elaboraron el proyecto del nuevo Convenio en Córdoba respecto de la atribución
de los ingresos para las operaciones entre ausentes.
Del texto tampoco vemos que aquí se haga una clarificación de que debe
entenderse por el domicilio del adquirente.
Ahora bien, el asunto a dilucidar es que se entiende por domicilio del adquirente.
Para dar una respuesta adecuada, deben primar el concepto de realidad económica.
Asimismo, los ingresos a atribuir deben resultar de la actividad cumplida en la jurisdicción
y en la medida en que tengan una relación de causalidad con la misma.
Por eso la postura que se considera más acertada es la del lugar de concertación
de la operación que los origina, la cual además será la causa fuente del acto de la
posterior entrega de la mercadería.
Según sostiene Althabe (15) , para determinar cual es el lugar de donde proviene el
ingreso, se debe remontar a la sustancia que el término ingreso tiene con relación al
impuesto sobre los ingresos brutos. Según el autor, la definición no tiene una aceptación
jurídica sino económica que es la de generar un resultado. Este resultado se expresa en
un tiempo y correlativamente en un lugar determinado, es decir el “devengamiento” del
ingreso.
Para Bulit Goñi (16) resulta correcta esta definición que Althabe realiza de
devengamiento para determinar el momento y el lugar en que se cumpla la actividad que
origina, para el sujeto, el derecho a la obtención del ingreso indicativo de la jurisdicción a
la que tal ingreso debe ser atribuido. También considera que el lugar de devengamiento
se asemeja al de “concertación”.
Pero entre ambos autores no hay una misma conclusión del tema, ya que Bulit
Goñi utiliza el término “concertación” en su sentido jurídico, es decir el lugar de
concertación del contrato, mientras que Althabe (16) considera que debe ser entendido en
referencia a la generación de ingresos que se produce el devengamiento. Para este último
autor los ingresos deben ser atribuidos a la jurisdicción donde se realiza la entrega de la
mercadería o se ejecuta la prestación del servicio, por ser, en ese lugar, donde tienen
origen los ingresos devengados.
8- Conclusiones
Para otorgar dicho sustento territorial, los gastos deben tener una vinculación con
las actividades interjurisdiccionales, con la aptitud suficiente para exteriorizar la magnitud
o el volumen de la actividad cumplida en cada jurisdicción. El requisito de sustento
territorial se verifica cuando el contribuyente realiza en la jurisdicción del adquirente
alguna actividad concreta y efectiva, tendiente a obtener ingresos.
(1)
Punto 1, inciso b) del artículo 9º, Ley Nº 23.548.
(2)
Las provincias que adhirieron fueron: Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, La pampa, Jujuy,
La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, y la Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires.
(3)
Bulit Goñi, Enrique. “Las reformas al Convenio Multilateral, breve análisis del régimen Aplicable”. La información,
XXXVIII. Págs. 529 y 530.
(4)
Jarach Dino, “Curso Superior...”, pág. 385.
(5)
Fallo “Kelloggs Co. Argentina S.A.”. CSJN, 26/2/1985.
(6)
R (CA) Nº 17/1983, Ordenanza Procesal de la Comisión Arbitral.
(7)
Fallo “Sa Indunor CIFIyF c/Prov. De Chaco”. CSJN 13/09/1973.
(8)
Fallo “ Unelén SA Agrícola Ganadera Industrial Comercial Inmobiliaria”. T.F. Apel. Bs. As 15/03/1988.
(9)
R. (CA) Nº 31/2004. “Asistencia Odontológica Integral S.A”.
(10)
R. (CA) Nº 4/1995 del 13/07/1995 y R(CP) Nº 6/1966 del 30/10/1996.
(11)
Resolución Determinativa (DPR) Nº 903.
(12)
R. (CA) Nº 3/2000, del 27/04/2000.
(13)
R. (CA) Nº 8/1994 del 16/09/1994.
(14)
R. (CP) Nº 2/2009 del 21/05/2009.
(15)
Althabe, Mario y Sanelli, Alejandra P.. “El Convenio Multilateral. Análisis teórico y aplicación práctica”. La Ley 2001.
(16)
Bulit Goñi, enrique. “Convenio Multilateral”. Ed. Desalma, 1995.
XL
JORNADAS TRIBUTARIAS
CIUDAD DE MAR DEL PLATA, 17, 18 Y 19 DE NOVIEMBRE DE 2010.
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es:
Dr. Luis M. Halley cabrera
Dr. Raúl E. Karaben
INDICE
Introducción
1. Ámbito de aplicación del Convenio.
2. La distribución de Bases Imponibles entre las jurisdicciones
involucradas.
3. Las asignaciones de ingresos y gastos en el régimen general.
3.1. Los diferentes tratamientos de ciertos ingresos y gastos en las legislaciones
locales.
3.2. Las decisiones de atribución de Ingresos a las Jurisdicciones para el cálculo del
Coeficiente.
3.2.1. La venta de bienes (entre presentes).
3.2.2. La Venta de Bienes referidas en el último párrafo del artículo 1° del C.M.
3.2.2.1. Los gastos referidos en el último párrafo del artículo 1°.
3.2.2.1.1. El Impuesto creado por Ley 25413 y el concepto de gasto que sustenta la sujeción
al Convenio de las operaciones del último párrafo del artículo 1°.
3.2.2. La definición de “domicilio del adquirente” a que refiere el último párrafo del artículo
2°, inciso “b” del Convenio Multilateral.
3.2.3. La atribución de Ingresos a las Municipalidades.
3.2.3.1. La constitucionalidad de la aplicación de Tasas Municipales
4. La asignación de Ingresos Brutos provenientes de la comercialización
de servicios.
4.1. Casos Especiales de Asignación de Ingresos.
4.1.1 El transporte Internacional originado en el exterior.
4.1.2. Los servicios asociados a la actividad de transporte.
4.1.3. Otras actividades encuadradas como transporte
4.1.4. La distribución secundaria del artículo 13°, primer párrafo.
4.1.5. Empresas constructoras que entregan viviendas totalmente equipadas.
5. Temas controvertidos en la asignación de gastos. Pronunciamientos de los
organismos de aplicación.
5.1. La segregación entre Gastos Computables y no computables.
5.1.1 La materia prima adquirida a terceros
5.1.2 Las Regalías Hidrocarburíferas.
5.1.3 La energía Eléctrica.
5.2. La Asignación de Gastos.
5.2.1. Los Gastos de transporte.
5.2.2. La Amortización de los bienes de Uso.
5.2.3. Gastos de llamadas telefónicas:
5.2.4. Los Gastos de transporte y estadía de mercaderías en puertos de Jurisdicción
Nacional.
5.2.5. Los Gastos directos e indirectos de exportaciones.
Resumen
Conclusiones
Introducción.
Apartándonos de los juicios de valor sobre su eficiencia, nuestra crítica más frecuente al
Convenio Multilateral se circunscribe a la clara insuficiencia de los preceptos en él contenidos para
lograr la armonización que pretende alcanzar. Como señala el informe de relatoría, las
controversias que constantemente deben dirimir los organismos de aplicación se originan incluso
desde la determinación de su ámbito de aplicación.
Como si fuera poca la tarea de los contribuyentes y sus profesionales, los desacuerdos entre
las políticas tributarias de las jurisdicciones, y sus criterios claramente diferenciados, hacen que
hoy tengamos un convenio con importante evolución en los últimos tiempos, la cual no siempre
obedece a criterios estrictamente técnicos, sino muchas veces por pujas entre las jurisdicciones,
las cuales pretenden tener para sí una porción mayor de la base imponible en el Impuesto sobre
los Ingresos Brutos.
Como dijimos, establecer en qué casos corresponde aplicar las disposiciones del Convenio
no es siempre sencillo. No hay duda que –en tanto se perfeccionen todas y cada una de las
premisas en detalladas en el artículo 1°- los ingresos brutos provenientes del comercio –sea de
bienes o de servicios- que abarque más de una jurisdicción, estará comprendido en las
disposiciones en el Convenio.
Sin embargo, también es cierto que entre los casos en los cuales se tenga la certeza de que
corresponde aplicar las disposiciones del Convenio, y aquellos otros en que con igual convicción
se puede aseverar que no corresponde aplicarlo, hay una extensa zona en las cuales la decisión
es más difícil.
Así, podemos identificar en primer lugar los supuestos expresamente incluidos en el artículo
1°:
Bajo estas premisas, las actividades analizadas quedarán comprendidas en las disposiciones
del Convenio Multilateral, en tanto se haya verificado la existencia de un gasto que otorgue
sustento territorial a la jurisdicción distinta de la de origen del contribuyente.
Hay otras situaciones donde la sujeción al régimen no es tan evidente, como los siguientes
supuestos:
c. El contribuyente desarrolla una actividad en más de una jurisdicción, cuyos ingresos brutos
provienen de un proceso único, económicamente inseparable. Además, desarrolla una actividad
que se cumple estrictamente en su jurisdicción de origen.
En cuanto al criterio de sujeción que pretende establecer el primer párrafo del artículo 1° del
Convenio (el Sujeto o la Actividad), la doctrina –como señala el informe de relatoría- no es
unánime y, sobre este punto en particular, la actuación de la Comisión Arbitral no ha sido lo
suficientemente contundente para despejar el debate. Recordemos que desde el conocido
precedente “Iriarte y Cía. S.C.S.”, del año 1985 (2) hasta el más reciente “Vedoya, Marcelo” (3),
del año 2008 la Comisión Plenaria ha debido rectificar decisorios de la Comisión Arbitral que
aplicaron el criterio de “Convenio Actividad”.
Hecha esta aclaración, lo cierto es que la orientación prevaleciente en los decisorios de los
organismos de aplicación es la de utilizar el criterio denominado “convenio sujeto”, con lo cual, en
el supuesto bajo análisis, una vez que el contribuyente queda sujeto a las reglas de distribución
del convenio, deberá distribuir –con arreglo a alguno de los regímenes en él previstos- la totalidad
de los ingresos brutos que obtenga.
La empresa alegaba que dicho criterio de asignación era congruente “… con la forma de
administrar, controlar y adecuar la rentabilidad y evolución de cada negocio. Sin perjuicio de llevar
libros y balances únicos como corresponde a una sociedad anónima, su sistema contable clasifica
los ingresos y gastos de cada uno de aquellos negocios”.
La Comisión Arbitral razonó que “debe entenderse que los ingresos de las cuatro áreas de
negocios provienen de un proceso único y económicamente inseparable, y son aquellas a las que
alude el art. 1º del Convenio Multilateral, es decir, las ejercidas por un mismo contribuyente en
una, varias o todas sus etapas en dos o más jurisdicciones, y consecuentemente deben atribuirse
conjuntamente a todas ellas ya sea que las actividades las ejerza el contribuyente por sí o por
terceras personas. Las actividades que ejerce la empresa, aunque sean de una variada gama, no
son escindibles o separables, precisamente porque a todas ellas las realiza un mismo
contribuyente, en cuyo caso, es erróneo elaborar un coeficiente por cada actividad”.
En estos casos, tiene dicho la Comisión Arbitral (“TABLAS ANTONIO S.C.A. c/ Entre Ríos”)
(5) que “los ingresos deben atribuirse a la jurisdicción en la cual esté ubicado el bien generador
de los mismos” y que “... al no existir venta ni servicios prestados, sino una locación llevada a
cabo en otra Jurisdicción, deberá atribuirse la materia imponible a la Provincia de ...
exclusivamente en función de los gastos”. (CA, RED MEGATONE S.A c/ Santa Fe) (6)
Así, queda claro que –en tanto se realicen gastos vinculados con la actividad en más de una
jurisdicción- la misma quedará dentro del ámbito de aplicación del convenio, aunque los ingresos
sean atribuibles a una sola de ellas.
Sin embargo –como dijimos- si un contribuyente obtiene ingresos atribuibles a más de una
jurisdicción, solo estará comprendido en las disposiciones del convenio en la medida que exista
sustento territorial, requisito íntimamente vinculado a la realización de algún gasto. Queda claro
entonces, que la circunstancia predominante para la aplicación del Convenio es la realización de
gastos en más de una jurisdicción.
g. La definición del ámbito de aplicación del Convenio se completa con las ya referidas
operaciones del último párrafo del artículo 1°, generalmente clasificadas por la doctrina como
“Operaciones entre ausentes”.
En segundo lugar, corresponde hacer notar que para que quede comprendida en este
precepto, debe cumplirse con el requisito de existencia del gasto, lo que –si bien congruente con
la definición del sustento territorial- puede derivar en situaciones insólitas, como veremos en
adelante.
Una vez establecido que los ingresos brutos están comprendidos en el ámbito de aplicación
del convenio, es necesario definir la regla de distribución de los mismos. Como establece el
primer párrafo del artículo 2°, siempre que no corresponda aplicar un régimen especial, se aplicará
el general.
Nuestro análisis se circunscribe al régimen general, puntualmente a las decisiones sobre las
asignaciones de ingresos y gastos, las que constituyen una constante fuente de controversias.
Los criterios que aplican los contribuyentes, suelen diferir de los que aplican las
jurisdicciones, pero por sobre todo, estas últimas, con el afán de recaudar un poco mas para sus
arcas, ha llevado a que la Comisión Arbitral resuelva situaciones complejas no previstas en el
Convenio, resolviendo temas que han sido novedosos, por llamarlo de alguna manera.
Lo cierto es que tenemos una gran cantidad de resoluciones de casos concretos los últimos
años, que dejan traslucir la conflictividad surgida entre los contribuyentes y los fiscos provinciales,
y si miramos la proyección de los últimos 20 años, vemos que esto tiende a agravarse aún mas,
fundamentalmente por la rigidez de la coparticipación federal de impuestos, que lleva a las
jurisdicciones a buscar recursos en cualquier lugar posible, aún a costa de alterar el equilibrio
entre las jurisdicciones.
Sobre este punto, la doctrina reseña (v.g. Dalmasio, A.R.- Amor, R. – Pereira, A. F. -
Impuesto sobre los Ingresos Brutos y Convenio Multilateral –. Editorial Tesis – Buenos Aires,
1987) (11) desde antaño al caso particular de las operaciones de exportación. La Resolución
General (CA) 44/1993 (12) señalaba –al profundizar en los fundamentos que dieron lugar a la
decisión de la Comisión Plenaria en el caso concreto planteado por Swift Armour S.A. (14) - que
“... aunque ello no se refleje en su parte dispositiva, tal resolución estuvo motivada para los casos
en que la actividad a liquidarse se ejercitara entre jurisdicciones que no dieran a las
exportaciones un tratamiento coincidente, sino que unas las consideraran exentas y otras
excluidas, sea del hecho o de la base imponibles.
Que no obstante, estando de acuerdo con lo que solicita la presentante y dado que de
hecho ninguna jurisdicción grava a los ingresos derivados de las exportaciones, esta Comisión
considera conveniente y útil que el criterio referido sea plasmado para todos los casos para lo
futuro, en una resolución general interpretativa que como tal habrá de tener carácter obligatorio
para todas las jurisdicciones adheridas al Convenio.
Sobre estos fundamentos, la Comisión Arbitral resuelve que “...en tanto es decisión de todos
los fiscos adheridos que el Impuesto sobre los Ingresos Brutos no recaiga sobre los ingresos
provenientes de exportaciones, éstos, así como los gastos correspondientes a ellos, no serán
computables a los fines de la distribución de la materia imponible”.
Esta decisión fue posteriormente ratificada por las Resoluciones Generales números 49/94
(13) y 007/2009 (15) de la Comisión Arbitral, y –hasta el año 2006- su aplicación no generó
mayores controversias. Ese año, la provincia de Misiones eliminó la exclusión de objeto que
beneficiaba a las operaciones de exportación, de modo que esta Resolución, conjuntamente con
el criterio del “convenio sujeto”, produjo los siguientes efectos:
3.2. Las decisiones de atribución de Ingresos a las Jurisdicciones para el cálculo del
Coeficiente.
Las operaciones entre presentes pueden ser realizadas en el domicilio del adquirente, lo
que implica que el vendedor extiende su actividad hasta dicha jurisdicción, o pueden ser
realizados en el del domicilio del vendedor, lo que comúnmente se conoce como “ventas en
mostrador”. Como hemos adelantado, en estos casos corresponde asignar los ingresos a la
jurisdicción en la cual los bienes son entregados. La sencillez de esta regla de asignación no ha
evitado que se genere un importante número de controversias en las que –esencialmente- se
discute cuál es esta jurisdicción.
Los conflictos más recientes se han originado en la impugnación, por parte de fiscos
provinciales, del encuadramiento de las operaciones como efectuadas entre partes presentes.
Lo cierto es que en todos estos casos (QUICKFOOD c/ Misiones (17); ALFACAR c/ Buenos
Aires (18); HONDA de ARGENTINA S.A. c/ Córdoba (19); VALTRA Argentina Tractores S.A. c/
Buenos Aires (20)) invariablemente la Comisión entendió que era inconcebible que los
compradores se desplazaran hasta el domicilio del vendedor, enviando medios de transporte a
miles de Km. de distancia sin tener la certeza de que el proveedor dispondrá de la mercadería
que quiere comprar y que esté lista para embarcar.
También fue desechado el razonamiento, citado por los recurrentes en la mayoría de estos
casos, según el cual es impropio hablar de “operaciones entre ausentes” en la relación comercial
que vincula –por ejemplo- a una terminal automotriz y sus concesionarios. Este argumento fue
desechado por la Comisión Plenaria, que como ya habíamos adelantado, eludió la discusión sobre
si se trataba de una operación entre presentes o entre ausentes, indicando que el convenio no
hacía esta distinción, limitándose a incluir en su ámbito de aplicación a operaciones efectuadas
por ciertos medios.
En sus más recientes pronunciamientos, (Resolución (CA) 43/2009 “ALUAR S.A. c/ Buenos
Aires” (21); Resolución (C.A.) N° 32/2010 “Valtra Argentina Tractores S.A. c/ Buenos Aires” (20);
Resolución (C.A.) N° 41/2010 “Laboratorios Labbey S.A.I.C. c/ Buenos Aires” (22), entre otros) la
Comisión Arbitral ha creído necesario puntualizar que –cualquiera sea la forma de
comercialización- los ingresos deben atribuirse a la jurisdicción de donde provienen.
- La existencia del gasto referido por la norma, circunstancia cuyo efectivo acaecimiento es
indispensable para que la jurisdicción del domicilio del adquirente pueda atribuirse una
porción de los ingresos brutos provenientes de estas operaciones.
La norma en cuestión establece una premisa incontrovertible: Tiene que existir un gasto,
aún cuando no sea computable a los efectos del cálculo del coeficiente de distribución. Entonces
cualquier gasto, de cualquier monto, a condición de que tenga vinculación con la actividad del
adquirente, otorgará derecho a gravar la operación a la jurisdicción del domicilio del adquirente.
Consideremos –como ejemplo- los gastos de llamadas telefónicas. Los Organismos del
Convenio (Carvalán Goñi) (23) han ratificado que las llamadas efectuadas por el contribuyente a
clientes domiciliados en otras jurisdicciones son gastos computables a los efectos del Convenio.
No podemos dejar de señalar que el hecho de que cuestiones de máxima relevancia, como
la asignación de ingresos –y aún, eventualmente, la sujeción a las reglas del convenio- queden
subordinadas a un acto tan trivial como una llamada telefónica, es ciertamente preocupante y
refleja una debilidad de la estructura normativa.
Sería recomendable por ello que la normativa se adapte a la clara orientación que se
percibe en los pronunciamientos de los organismos de Convenio, tendiente a incluir todas las
operaciones efectuadas por correspondencia, telégrafo, teletipo, teléfono, etcétera, en el ámbito
de aplicación del Convenio, en el entendimiento de que no es posible efectuar las mismas sin
incurrir en algún gasto.
Entendemos que esto es ratificado por la Resolución General (CA) n° 83/2002 (24), en tanto
interpreta que las transacciones efectuadas por medios electrónicos, por Internet o sistema
similar, se hallan encuadradas en el último párrafo del artículo 1°, y establece una presunción
absoluta de que el vendedor o locador, ha efectuado gastos en la jurisdicción del domicilio del
adquirente o locatario de los mismos, en el momento en el que estos últimos formulen su pedido a
través de medios electrónicos por Internet o sistema similar a ella.
3.2.2.1.1. El Impuesto creado por Ley 25413 y el concepto de gasto que sustenta la sujeción
al Convenio de las operaciones del último párrafo del artículo 1°.
Así, resulta indudable que el tributo creado por ley 25413 –en tanto vinculado con las
operaciones realizadas con contribuyentes de la jurisdicción de destino- está comprendido en la
definición de “...gastos de cualquier naturaleza, aún cuando no fueran computables a los efectos
del artículo 3°....” a que refiere artículo 1°, último párrafo, del Convenio Multilateral.
Asimismo, es posible considerar dicho gasto como realizado en la jurisdicción del domicilio
del adquirente, en congruencia con el artículo 4° del Convenio Multilateral, en cuanto establece
que “un gasto será considerado como efectivamente soportado en una jurisdicción, cuando tenga
una relación directa con la actividad que en la misma se desarrolle.... aún cuando la erogación que
él representa se efectúe en otra”. En esta línea de razonamiento, si bien el tributo se debita en la
jurisdicción en la que se encuentra la sucursal bancaria en la cual el vendedor mantiene la cuenta,
el gasto debe ser atribuido a la jurisdicción de domicilio del cliente.
3.2.2. La definición de “domicilio del adquirente” a que refiere el último párrafo del artículo
2°, inciso “b” del Convenio Multilateral.
No podemos olvidarnos del contexto histórico en el cual, por esos años, las autoridades
económicas nacionales sugerían a las provincias la derogación del impuesto sobre los ingresos
brutos y suplantar el mismo por un impuesto final a las ventas en una única etapa, tendiente a
propiciar la gravabilidad con una alícuota mayor, pero en una única etapa, por lo cual el Convenio
Multilateral quedaría superado, o por lo menos, debería ser revisado en su totalidad.
Las decisiones tomadas desde ese momento son congruentes con el razonamiento expuesto,
por lo cual –finalmente- estamos en condiciones, tomando las expresiones de la Comisión Arbitral
en su Resolución N° 38/2010 (C.A.) ESTISOL SA c/ provincia de San Luis (26), de adoptar el
siguiente criterio:
La Resolución General 106/2004 (CA) (29) establece que para la distribución de la base
imponible intermunicipal del artículo 35°, se aplicarán las disposiciones del régimen general o
especial según corresponda, conforme las actividades desarrolladas por el contribuyente.
Esto implica que –cuando corresponda- la asignación de ingresos deberá efectuarse con
arreglo al último párrafo del artículo 1° del Convenio. La aplicación de esta regla ha generado un
importante número de controversias, de las cuales vale la pena citar las siguientes:
En el caso concreto planteado por Industrias John Deere S.A. contra Municipalidad de
Victoria, Provincia de Entre Ríos, la firma denuncia que la Municipalidad considera gravada con la
Tasa por Inspección Sanitaria, Higiene, Profilaxis y Seguridad operaciones comerciales realizadas
en la Provincia de Santa Fe.
Que para avalar sus dichos cita jurisprudencia de distintos tribunales y expone en síntesis:
a) que no existe local ni sustento territorial donde pueda realizarse la inspección y b) que el
servicio de inspección no ha sido prestado, y en consecuencia, no se cumplimenta lo previsto por
el art. 35 del Convenio Multilateral y la Resolución Nº 106/04.
Señala que la tasa debe cumplir con requisitos fundamentales que son, la existencia de
local o similar, el desarrollo de actividad onerosa, sujeta al poder de policía municipal, cualquiera
sea quien la ejerza, y que exista habitualidad.
Alega además que el hecho que la empresa atribuya a Entre Ríos obedece a que así lo
estipula el Convenio, ya que la realidad fáctica y jurídica es que la actividad lucrativa que motiva la
gravabilidad del Impuesto sobre los Ingresos Brutos se realiza exclusivamente en la Provincia de
Santa Fe.
En cuanto a lo que es materia del Convenio, encuentra evidente que Industrias John Deere
S.A. confunde los conceptos de las expresiones “sustento territorial” y “local establecido”.
“... la Corte ha sido categórica al definir la tasa como una categoría tributaria derivada del
poder de imperio del Estado, que si bien posee una estructura jurídica análoga al impuesto, se
diferencia de éste por el presupuesto de hecho adoptado por la ley, que consiste en el desarrollo
de una actividad estatal que atañe al obligado y que, por ello, desde el momento en que el Estado
organiza el servicio y lo pone a disposición del particular, éste no puede rehusar su pago aun
cuando no haga uso de aquél, o no tenga interés en él, ya que el servicio tiene en mira el interés
general.
Cabe destacar que esta distinción entre especies tributarias no es meramente académica,
sino que además desempeña un rol esencial en la coordinación de potestades tributarias entre los
diferentes niveles de gobierno, a poco que se advierta que el art. 9, inc. b), de la citada ley 23.548
excluye a las tasas retributivas de servicios efectivamente prestados de la prohibición de aplicar
gravámenes locales análogos a los nacionales distribuidos.
Puesta en claro así la naturaleza de la tasa, corresponde analizar si su pago podía ser
exigido válidamente por el Municipio a la actora, a la luz de lo ventilado en el sub lite.
Aplicada dicha doctrina a las constancias de autos, queda en evidencia que la pretensión
fiscal de la demandada carece de todo ajuste a los principios y reglas desarrollados en el párrafo
anterior, los cuales encuentran sustento en el art. 17 de la Constitución Nacional. Por este motivo,
es ilegítimo el cobro de la gabela aquí tratada”.
No obstante estos pronunciamientos del mas alto tribunal de nuestro país, muchas
municipalidades de distintas provincias siguen avanzando pretendiendo aplicar tasas con distintas
argumentaciones, de las mas variadas, sabiendo que determinados contribuyentes no poseen
locales en sus municipios. Es realmente grave para una empresa que venda en forma telefónica,
por el sistema call-center, que muchas veces no puede identificar el domicilio de sus
compradores, que los municipios pretendan distribuir bases imponibles a discreción.
Es entendible las necesidades de los municipios, por la cantidad de servicios que prestan, y
por las crecientes demandas de servicios sociales de sus poblaciones, pero esto no es motivo
para un canibalismo tributario y la gravedad jurídica de lo que significa el valor seguridad de estar
pagando correctamente para las empresas, o dicho de otra manera, la magnitud de los “pasivos
ocultos” que podrían generarse como consecuencia de las pretensiones municipales.
Esta asignación debe hacerse a la jurisdicción en que los servicios son prestados. En un
trabajo recientemente publicado por Luis Manuel Halley Cabrera, “La asignación de Ingresos para
el cálculo del coeficiente de distribución”, ERREPAR, doctrina tributaria, octubre 2010” (31), se ha
referido que la aparente sencillez de dicho criterio de asignación no ha evitado que se genere un
importante número de controversias, que motivaron intervenciones de los organismos de
aplicación. Reiteramos la cita a algunos de ellos.
La Resolución (Hotel Internacional Iguazú c/ C.A.B.A.) (7). Interpretamos que este decisorio
ha establecido las siguientes premisas de asignación:
- Los ingresos deben ser asignados al lugar donde los servicios son prestados.
- Los gastos, con arreglo al artículo 2°, inciso “a” y 4° del Convenio.
- Lo más relevante: De acuerdo con esta Resolución, en la prestación de servicios es
irrelevante –a los efectos de la asignación de ingresos- que la operación haya sido
concertada “entre ausentes”.
a- Es una regla general que –para elaborar el coeficiente de distribución- deben segregarse
los ingresos y gastos provenientes de las operaciones sujetas a regímenes especiales de
distribución, lo que, en la especie, se presenta como una tarea particularmente ardua.
b- En segundo lugar, deberá asignar los ingresos. Tratándose de un servicio, deberá hacerlo
al lugar en que los mismos son prestados. La decisión acerca de cuál es la jurisdicción en que son
prestados los servicios de transporte originados en el exterior y que, en su trayecto, recorren
varias provincias, se presenta como un escollo respecto del cual los pronunciamientos citados no
brindan pauta alguna.
Una alternativa que hemos expuesto en trabajos anteriores es que podría distribuirse los
gastos, por lo menos, en función de la cantidad de kilómetros que recorre el transporte en cada
jurisdicción (como se ha resuelto por ejemplo en los corredores viales). No obstante, el
fundamento de la existencia del artículo 9 se sustenta en la imposibilidad constitucional de que
existan aduanas interiores y que por el mero tránsito, genere un gravamen en cada jurisdicción,
que con la solución arribada por la Comisión Plenaria se habría vulnerado.
Lejos está de solucionarse el problema, al contrario, existen mas dudas que antes. Este
tema fue debatido en el 11° Simposio sobre Legislación Tributaria Argentina en septiembre del
año 2009, y luego de un interesante debate, las conclusiones revelan que no es posible aplicar el
régimen general, recomendando volver al criterio expuesto en el artículo 9.
No nos debemos olvidar que no solamente es una cuestión de cómo distribuir la base
imponible, sino también considerar si las jurisdicciones tienen potestades tributarias para imponer
actividades desarrolladas fuera del país, donde difícilmente sea defendible su potestad. La
provincia de Córdoba claramente ha expuesto en su reglamentación que está fuera del objeto del
gravamen el servicio de transporte originado en el exterior con destino a Córdoba.
A esto debemos agregar que en junio del 2010, nuestra Corte Suprema, en la causa
Helicópteros Marinos S.A. c/ Tierra del Fuego, Provincia de s/Acción declarativa, en la cual se ha
hecho lugar al reclamo de la empresa de declarar improcedente la pretensión de la Provincia de
Tierra del Fuego, en una causa donde se discutía justamente el alcance del poder tributario de
este Estado Provincial, rechazándose la pretensión de poseer jurisdicción tributaria fuera de las
tres millas marinas de su plataforma continental.
En su Resolución 22/2010 (Víctor Masson Transportes Cruz del Sur S. A. c/ Buenos Aires)
(35), la Comisión Arbitral ratificó el criterio según el cual corresponde segregar los ingresos
específicamente provenientes de la actividad de transporte, y distribuir los demás –en tanto no
tengan previsto un tratamiento especial- con arreglo a las disposiciones que rigen el régimen
general.
Al decidir sobre el caso concreto planteado por SEAGRAM DE ARGENTINA S.A. (36) (37)
contra una determinación de oficio practicada por la provincia de Buenos Aires, la Comisión
Arbitral (Resolución 1/2009, ratificada por Resolución 27/2009 de la Comisión Plenaria), estableció
precisiones para la aplicación de las disposiciones del artículo 13, primer párrafo, del Convenio
Multilateral respecto a la distribución del 15% entre las jurisdicciones en que se comercializa el
producto.
El motivo del ajuste –con relación a la aplicación de las disposiciones del Convenio
Multilateral- obedece exclusivamente a que se excluyó a la Provincia de Mendoza (productora de
las mercaderías) de la distribución del 15%, por considerar que en ella no se comercializan los
productos que hubieren salido por su venta fuera de ella.
Los organismos de aplicación razonaron que “... tal como reza la disposición legal de
aplicación al caso, para participar de la distribución secundaria, deben darse todas y cada una de
las condiciones allí previstas, entre ellas, que las mercaderías sean vendidas fuera de la
jurisdicción productora....Que en el caso particular de las presentes actuaciones, aquellos ingresos
generados por ventas dentro de la misma jurisdicción donde los productos fueron elaborados, no
deben encuadrarse en el Régimen Especial de atribución previsto en el artículo 13, primer párrafo,
del Convenio Multilateral. En efecto, el mismo resulta inaplicable, toda vez que no se cumple con
la exigencia por él prevista de que los productos salgan de la jurisdicción productora para ser
vendidos fuera de ella. En consecuencia dichos ingresos deben ser distribuidos conforme al
Régimen General previsto en el artículo 2º del Convenio Multilateral.... Que por lo mismo, no
corresponde incluir a la jurisdicción productora en la distribución del 15% previsto en el artículo 13
primer párrafo del Convenio Multilateral dado que no se cumple con las exigencias en él
contenidas para que ello sea posible.
1- Segregar los ingresos obtenidos por las operaciones efectuadas en los términos del
primer párrafo del artículo 13° (despachadas fuera de la jurisdicción productora).
2- Distribuir los ingresos por ventas dentro de la jurisdicción con arreglo al régimen general.
3- Efectuar la atribución secundaria del artículo 13, primer párrafo (distribución del 15% de
los ingresos) entre las jurisdicciones en las que se efectúa la comercialización, con
arreglo al régimen general, excluyendo a la jurisdicción productora.
Consideremos que la empresa ejerza actividades en cinco jurisdicciones, y que para las
operaciones efectuadas bajo el régimen general, aplique los siguientes coeficientes:
JURISDICCION C. Unificado
MENDOZA 0,5000
SAN JUAN 0,2000
BUENOS AIRES 0,1000
CAPITAL FEDERAL 0,1000
MISIONES 0,1000
TOTAL 1,0000
Coeficiente
JURISDICCION Art. 13 1er P.
MENDOZA
SAN JUAN 0,4000
BUENOS AIRES 0,2000
CAPITAL FEDERAL 0,2000
MISIONES 0,2000
TOTAL 1,0000
En el caso concreto planteado por SHELL C.A.P.S.A c/ Provincia de Buenos Aires, (Res.
045/2009) (40) la Comisión Arbitral profundiza en la calificación de la materia prima como costo no
computable, señalando que:
“... el Convenio Multilateral consideró no computables aquellos gastos que no significan
una actividad específica del sujeto, sino que lo son de un tercero, y así enumera como tal, entre
otros, al costo de la materia prima adquirida a terceros destinados a la elaboración en las
actividades industriales, como tampoco el costo de las mercaderías en las actividades
comerciales. Se entenderá como materia prima, no solamente la materia prima principal, sino todo
bien de cualquier naturaleza que fuere que se incorpore físicamente o se agregue al producto
terminado... sin perjuicio de lo expresado precedentemente, se considera que el hecho de que el
producto es de propia producción, en principio, invalida la posibilidad de que puedan incluirse
dentro de los no computables en razón de que ellos han sido obtenidos como resultado de la
actividad desarrollada por la empresa. Que en este sentido, la norma es precisa cuando
establece: “El costo de la materia prima adquirida a terceros…”, dentro de los gastos no
computables”.
Esto ha provocado como reacción que algunos contribuyentes decidieran comprar sus
materias primas a empresas con domicilio central en la Ciudad de Buenos Aires o en otras
jurisdicciones, perjudicando seriamente a las empresas de la Provincia de Buenos Aires.
Es grave que una jurisdicción imponga percepciones sobre hechos que no generan bases
imponibles porque el resultado es la existencia de apropiaciones indebidas de ingresos, dado que
provoca grandes saldos a favor a esos contribuyentes, acarreando trámites innecesarios
solicitando las devoluciones de dichos saldos, por impuestos inexistentes.
Debería, la Comisión Arbitral, establecer restricciones en este sentido, dado el daño que
provoca a los agentes económicos.
En su Resolución 28/2009 (41), la Comisión Arbitral debió resolver una controversia entre
YPF S.A. y la Provincia de Salta, centrada en determinar si corresponde encuadrar como gasto
computable a que se refiere el artículo 3º del Convenio Multilateral los montos pagados por
regalías hidrocarburíferas para determinar el coeficiente de distribución de base imponible.
El pronunciamiento concluyó que “... dichas erogaciones son gastos computables, pues se
encuentra entre aquellos que permiten cuantificar debidamente la actividad desarrollada en las
provincias, de manera de resultar conducentes para lograr el objetivo que persigue el Convenio
Multilateral que es atribuir base imponible a las jurisdicciones en función de la actividad ejercida
en cada una de ellas.
Que en tal sentido, cabe destacar que la relación entre el monto de las regalías pagadas es
directamente proporcional al grado de actividad desplegada, por lo cual, a mayor actividad mayor
será el gasto por tales conceptos”.
Que la energía eléctrica puede ser considerada un bien tal como surge del artículo 2311
del Código Civil, pero ese bien se consume en el transcurso del proceso industrial, sin que se
incorpore ni se agregue físicamente al producto terminado...
Que por lo antes expuesto, se considera que este tipo de bienes, que no son cosas,
aunque le sean aplicables las disposiciones que el Código Civil prevé para ellas, no se
encuentran incluidos en aquellos gastos que menciona el artículo 3º del Convenio Multilateral
como una materia prima, y con más razón desde el momento en que no se ha probado que dicho
bien, utilizado en el proceso de producción, se incorpore físicamente o se agregue al producto
terminado que, como se ha dicho, es un condicionamiento excluyente para que dicho “gasto”
pueda encuadrarse como no computable.
Que respecto al resto de los gastos .... le son aplicables las consideraciones vertidas con
relación a la energía eléctrica, es decir que para ser considerados como no computables deben
reunir la totalidad de los requisitos exigidos por la norma: Que sean materias primas adquiridas a
terceros y que se incorporen físicamente al producto terminado, situación que, conforme a las
manifestaciones de la firma recurrente no se cumple, motivo por el cual deberían ser considerados
como gastos computables en la medida que no cumplan con dichos requerimientos”.
La Resolución General 007/2006 (CA) (42) establece que los gastos de transporte a que
hace referencia el último párrafo del artículo 4º del Convenio Multilateral (“Los gastos de
transporte se atribuirán por partes iguales a las jurisdicciones entre las que se realice el hecho
imponible”), se distribuirán considerando cada una de las operaciones.
En el caso concreto planteado por RICARDO NINI S.A. c/ la Provincia de Buenos Aires (43),
se discutió la correcta aplicación del art. 4º del Convenio Multilateral y la aplicación de la
Resolución General (CA) Nº 7/2006.
Que la empresa ha distribuido los gastos por fletes en partes iguales entre las jurisdicciones
en las que se encuentra inscripta, por entender que ese es el alcance establecido por el artículo 4º
del Convenio Multilateral que transcribe
Que la Provincia de Buenos Aires pretende aplicar el tributo según lo establecido en la
Resolución General citada al período diciembre de 2003, sin tener en cuenta que dicha norma
entró en vigencia el 01/01/2007, con lo cual se vulnera la esencia del Convenio y la prohibición de
establecer tratamientos diferenciales.
La Provincia de Buenos Aires contesta que el gasto de transporte que prevé el último
párrafo del art. 4º del Convenio Multilateral debe distribuirse entre las jurisdicciones en las que
tiene lugar el origen y el destino del transporte –aclarando que este ha sido criterio inveterado de
dicha jurisdicción- y no como lo hizo el contribuyente.
Que tal resolución dispuso su vigencia a partir del 1º de enero de 2007. La fiscalización está
referida al mes de diciembre de 2003, y según el accionante la Provincia se habría amparado en
un dictamen técnico del año 1993, pero que en una fiscalización anterior se expidió en el mismo
sentido que el contribuyente.
Que la Resolución General tiene carácter interpretativo, en cuyo caso válidamente pudo
pensarse, siguiendo doctrina dominante, que ella, si bien aparece en el mundo jurídico en una
fecha determinada y rige de ahí en más, también es cierto que resulta de aplicación para los
casos que hubieran ocurrido con anterioridad desde el nacimiento de la norma que interpreta,
siempre, por supuesto, que no medie cosa juzgada o contradiga una norma de mayor jerarquía,
circunstancias éstas que no se observan en la causa.
Que el hecho de que la Provincia de Buenos Aires haya efectuado una determinación con
posterioridad al dictado de una resolución interpretativa, aunque referida a períodos fiscales
anteriores al dictado de esta última, y que en ella plasme un criterio coincidente, no parece
irrazonable y no debería merecer tacha alguna pues en opinión de esta Comisión no violenta
derechos del contribuyente. Que más dificultosa sería la situación que pudiera plantearse en la
hipótesis de una determinación que no concuerde con la interpretación dictada.
A pesar de los años transcurridos del Convenio, surgen casos como éste, que se puede
entender la existencia del mismo por el volumen de los comprobantes a procesar y las dificultades
prácticas en poder asignar correctamente a cada jurisdicción a la que corresponde el gasto,
aunque hoy con los medios informáticos que se poseen, no deberían existir inconvenientes.
Queda claro que si un bien es utilizado solamente en una de las jurisdicciones, solamente
es asignable el gasto a la misma, siendo la distinción de la RG 08/008 específicamente cuando un
bien es utilizado en forma indistinta en mas de una jurisdicción.
CARVALÁN GOÑI Carlos Augusto plantea caso concreto contra la Provincia de Buenos
Aires. En lo que nos interesa en este punto, la controversia se centra en la atribución de gastos de
teléfono.
“... en lo que hace al gasto por llamadas telefónicas del vendedor a sus clientes ubicados
fuera de la Provincia de Buenos Aires, la situación merece un análisis más profundo puesto que el
servicio que se recibe de la empresa prestataria de teléfonos trasciende a más de una Jurisdicción
y, además, tales gastos, son producto de la actividad de comercialización que el contribuyente
realiza con la intención de captar el ingreso de otras Jurisdicciones a través de la operatoria de
venta telefónica, por lo que corresponde establecer en qué Jurisdicción se consideran soportados
los mismos con independencia del lugar dónde se paguen las facturas o de aquél desde el que se
efectúa el llamado.
Que, tal análisis, procede con independencia de la magnitud que asuman los gastos
telefónicos, la que determinará su incidencia en el cálculo del coeficiente unificado”.
Que en cuanto a los dichos de la recurrente de que la Ciudad de Buenos Aires es una
jurisdicción de mero tránsito, se coincide con lo manifestado por la jurisdicción en el sentido de
que en los hechos el traslado de las mercaderías a su destino final se produce con una
interrupción producto de una serie de tareas que se realizan en su ámbito, como la recepción y
organización de las mercaderías, almacenaje y/o estadía en depósitos fiscales, para luego sí
iniciar el traslado en otro medio de transporte, servicios que producen erogaciones.
SAF Argentina S.A. (46) recurre una determinación de oficio efectuada por el fisco de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que ha modificado sus coeficientes de gastos.
El fisco entendió que correspondía excluir del cálculo tanto los directos como los indirectos,
y para calcular la totalidad de los gastos vinculados con las exportaciones, ha relacionado los
ingresos por exportación con los ingresos totales, y ha aplicado este coeficiente al total de los
gastos.
Que si lo que está excluido o exento en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos son
las exportaciones, es razonable que no se computen todos los ingresos y gastos que tengan
relación con las mismas, inclusive los llamados gastos “indirectos”.
Que en cuanto a los gastos comunes a los dos tipos de ingresos -locales y de
exportación- es razonable, a los efectos del cómputo de coeficiente, proporcionarlos en función de
los ingresos provenientes de ventas locales y de exportación”.
RESUMEN FINAL:
Una vez establecido que los ingresos brutos están comprendidos en el ámbito de aplicación
del convenio, es necesario definir la regla de distribución de los mismos. Como establece el
primer párrafo del artículo 2°, siempre que no corresponda aplicar un régimen especial, se aplicará
el general. Nuestro análisis se circunscribe al régimen general, puntualmente a las decisiones
sobre las asignaciones de ingresos y gastos, las que constituyen una constante fuente de
controversias.
Como consecuencia de que hay jurisdicciones que gravan las exportaciones de bienes, y la
Comisión Arbitral tiene resuelto que los ingresos de las mismas, como también los gastos directos
e indirectos deben ser eliminados de la construcción del coeficiente unificado de distribución,
estas jurisdicciones se ven privadas de percibir en la distribución de la base imponible la porción
correspondiente a las mismas, aún cuando estén gravadas, situación a la que debe encontrarse
una solución a fin de evitar futuros conflictos con estas jurisdicciones.
Las situaciones de cómo deben ser tratadas y a qué jurisdicción asignar los ingresos en los
casos de ventas entre presentes y ventas entre ausentes, continúa generando importantes
controversias, supeditado a esta cuestión de que solamente se habilita una jurisdicción cuando se
realiza un gasto. Si bien, en algunos casos, como es el gasto de transporte, ya ha quedado
superada esta discusión, todavía quedan problemas no abordados, como son los gastos de
publicidad, o el impuesto sobre los débitos y créditos bancarios.
No menor es el problema existente con las aspiraciones de los fiscos municipales, que
pretenden el pago de tasas tengan o no habilitaciones en dichos municipios, y donde el Convenio
Multilateral en su artículo 35 limita de manera significativa las pretensiones municipales.
Fallos emblemáticos como John Deere o Laboratorios Raffo SA exponen una parte de esta
realidad, donde a diario vemos como muchos municipios inician a contribuyentes de extrañas
jurisdicciones, o sin habilitaciones, importantes ajustes pretendiendo recaudaciones que no
siempre les corresponde.
Es cierta la necesidad de los municipios de fondos para atender a sus fines, pero también es
cierta la limitación constitucional a esas aspiraciones.
La asignación de los ingresos en el caso de las prestaciones de servicios, en el cual se ha
resuelto que deben ser asignados a las jurisdicciones en las que dichos servicios son prestados,
sin importar que sean operaciones entre ausentes o presentes, si bien es una definición, no por
ello podemos dejar de advertir que la Comisión Arbitral ha hecho un distingo donde el convenio no
distingue.
El transporte internacional con inicio del viaje en el exterior, mas allá de las consideraciones
de las potestades tributarias para gravar este tipo de servicios por parte de las jurisdicciones, en
donde se ha resuelto que debería aplicarse el régimen general del artículo 2, y no la asignación
prevista en el artículo 9, no podemos decir que sea un capítulo cerrado, sino por el contrario,
consideramos impracticable la decisión, y no ajustada al convenio. Quizá la decisión de la
Provincia de Córdoba, considerando fuera del objeto dicho servicio sea la mas adecuada para
este tipo de servicios.
El cambio de criterios que ha tenido la Comisión Plenaria con respecto a cómo debe ser
considerado el transporte del gas por gasoductos es sin lugar a dudas el ejemplo de lo que no
debe hacerse, considerar primero transporte, luego régimen general, para volver a considerar
transporte, es un escándalo en la estabilidad de las normas a las que deben atenerse los
contribuyentes, donde las pujas entre jurisdicciones llevan a que los contribuyentes tengan gran
esfuerzo por cumplir la normativa vigente. Y lejos de estar cerrado el capítulo, observamos como
otras actividades, como es el transporte de energía, puede correr el mismo destino.
Por otro lado, es claro que era necesario especificar que el artículo 13 primer párrafo, cuando
ordenaba distribuir la base imponible luego de la asignación directa prevista en el artículo 13,
implicaba la construcción de un nuevo coeficiente unificado, específico para la aplicación de este
artículo, que siempre estuvo en el convenio, pero no se le había dado la importancia que
correspondía.
La Comisión Arbitral debió resolver una controversia entre YPF S.A. y la Provincia de Salta,
centrada en determinar si corresponde encuadrar como gasto computable a que se refiere el
artículo 3º del Convenio Multilateral, los montos pagados por regalías hidrocarburíferas para
determinar el coeficiente de distribución de base imponible.
A pesar de los años que posee el Convenio Multilateral, siguen existiendo diferencias de
criterio en la imputación de los gastos de transporte, pero en este aspecto la Comisión Arbitral ha
decidido correctamente en los casos que le fueron expuestos.
Pero el caso novedoso ha sido el de Libertad S.A. c/Ciudad de Buenos Aires, que incluye los
gastos de transporte y estadía de las mercaderías importadas, como único gasto y actividad
desarrollada en esta jurisdicción. No obstante, se ha decidido que si corresponde atribuir base
imponible por la sola existencia de un gasto, aunque en esta jurisdicción no desarrolle otras
actividades o ingresos.
Para el caso de las amortizaciones de bienes de uso que sean utilizados indistintamente en
mas de una jurisdicción, la Comisión Arbitral ha decidido que la apropiación de los gastos sea
realizado en función a los ingresos generados en ésas jurisdicciones.
En cuanto a los gastos vinculados a las exportaciones, sabemos que los ingresos no son
computables, pero también los gastos vinculados a las mismas no son computables, tanto los
gastos directos como los indirectos.
CONCLUSIONES:
Ha quedado claro que el mecanismo de distribución del régimen general del Convenio
Multilateral aún genera situaciones confusas y de desenlaces imprevisibles. No obstante,
entendemos posible identificar una tendencia en los pronunciamientos de los organismos de
aplicación: Que dichas decisiones han tomado un claro sesgo, orientando a priorizar a las
jurisdicciones de destino en la atribución de bases imponibles.
Por último, coincidimos con la advertencia del informe de relatoría, en tanto llama
nuestra atención sobre el importante número de reglas referidas al régimen general, que no
surgen de previsiones expresamente incluidas en el texto del Convenio, sino de interpretaciones
de los organismos de aplicación.
Consideramos que sería conveniente una revisión general del Convenio Multilateral, de
manera que fuera mas sencilla su aplicación y que generara menos dudas al momento de su
aplicación, y no que cada contribuyente se encuentre que existen diferencias sustanciales en la
aplicación del derecho al momento de aplicar el convenio, fundamentalmente al momento de
asignar los ingresos a las jurisdicciones a fin de construir los coeficientes unificados.
INDICE DE CITAS
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es
Dra. Daniela P. Manesi
Dr. Gastón F. Vidal Quera
I – A modo de introducción
El fundamento del presente trabajo es analizar un tema que aunque pareciera haber sido
definido por la Comisión Arbitral y la Comisión Plenaria hace muchos años y reafirmado
no hace tanto, algunos Fiscos Provinciales, parecieran desconocer tales conclusiones. De
esa manera, y sin ocurrir por los carriles ideados para tales fines, como sería la solicitud
del dictado de una norma general de carácter interpretativo, someten a los contribuyentes
a procesos fiscalizatorios, determinativos y eventualmente judiciales, creando inseguridad
jurídica a quienes tienen que atravesarlos y los que estando en idéntica situación que
aquellos deben aguardar los eventuales embates y reclamos fiscales.
El tema que nos ocupa es la aplicación de las normas del Convenio Multilateral para
liquidar por todas las actividades de un contribuyente sometidas a tributación, aplicando el
histórico criterio conocido como “Convenio Sujeto” en lugar del denominado “Convenio
Actividad” que algunos Fiscos pretenden emplear, reabriendo una discusión que,
entendemos, ya ha sido resuelta por los organismos de aplicación del aludido Convenio,
desconociendo que se encuentran obligados al cumplimiento de sus resoluciones,
máxime cuando han formado parte de los casos que llevaron al dictado de los mentado
actos resolutivos, tal como seguidamente se dirá.
II – La normativa aplicable
Sabido es que el Convenio Multilateral, es un instrumento legal sancionado por todas las
Provincias del país -incluida la entonces denominada Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires- con el objeto de establecer un mecanismo de distribución de la base
imponible del Impuesto sobre los Ingresos Brutos
“Las actividades a que se refiere el presente Convenio son aquellas que se ejercen
por un mismo contribuyente en una, varias o todas sus etapas en dos o más
jurisdicciones, pero cuyos ingresos brutos, por provenir de un proceso único,
económicamente inseparable, deben atribuirse conjuntamente a todas ellas ya sea
que las actividades las ejerza el contribuyente por sí o por terceras personas, incluyendo
las efectuadas por intermediarios, corredores, comisionistas, mandatarios, viajantes o
consignatarios, etcétera, con o sin relación de dependencia”.
“Salvo lo previsto para casos especiales, los ingresos brutos totales del contribuyente,
originados por las actividades objeto del presente convenio, se distribuirán entre todas
las jurisdicciones en la siguiente forma:
Así para un sujeto que desarrolló alguna de sus actividades en una sola jurisdicción,
asignando los ingresos y los gastos conforme al mecanismo antes prescripto, resulta
cuanto menos preocupante, la incertidumbre de no saber si en el futuro algún Organismo
Recaudador, golpeará sus puertas de su domicilio reclamándole un gravamen que ya fue
ingresado pero por no satisfacer el criterio fiscal, no siempre motivado en el principio de
legalidad que con especial énfasis rige en materia tributaria, tendrá que atravesar
procedimientos administrativos y eventualmente judiciales en defensa de una postura que
las Comisiones de Convenio Multilateral han interpretado en forma coincidente con el
método liquidatorio empleado por el sujeto pasivo del tributo.
Por eso sostenemos que corresponde en forma definitiva que se de un tratamiento único
e integral a todas las actividades que realiza un mismo contribuyente, considerando que
éste constituye un centro de imputación, con unidad patrimonial y de dirección
empresaria, circunstancia que permite a los efectos del impuesto sobre los ingresos
brutos unificar todo el proceso económico a él atribuible. De tal forma, cualquier
actividad económica que realice el contribuyente cae dentro de la órbita del
Convenio Multilateral, en otras palabras, la totalidad de la materia imponible
originada en su actividad debería ser asignada, a nuestro entender, aplicando esa
normativa y conforme a un tratamiento único.
N no debe perderse de vista que se está frente al mismo contribuyente, lo cual implica
una unidad de dirección y de utilización de fondos comunes tanto para desarrollar la
actividad que involucre una sola jurisdicción como aquella que comprende a varias. En el
caso de las personas físicas, no existen dudas respecto a que las decisiones recaen en
un único sujeto, pero tampoco deberá albergarse dudas respecto en los supuestos de las
personas jurídicas, por cuanto las decisiones empresarias también son adoptadas por un
único órgano de dirección.
La primera de las nombradas, en lo que a este trabajo interesa, tiene asignada la función
de dictar de oficio o a instancia de los fiscos adheridos normas generales de carácter
interpretativo, así como también la de resolver los casos sometidos a su consideración 1 .
Por su parte la Comisión Plenaria constituye la instancia revisora definitiva de dichos
actos resolutivos 2 , entre otras funciones.
Es importante reiterar aquí que las decisiones de las Comisiones resultan obligatorias
tanto para los Fiscos como para los contribuyentes. Tal carácter no sólo lo revisten las
resoluciones generales interpretativas, sino también las particulares, con la peculiaridad
que estas últimas resultan imperativas para las partes intervinientes, esto es los
1
(1) Conf. art. 24, incs. a) y b) del Convenio Multilateral.
2
(2) Conf. art. 17, inc. f) del Convenio Multilateral.
contribuyentes que iniciaron las actuaciones así como los organismos recaudadores
involucrados.
Ahora, de existir un pronunciamiento firme emitido por los órganos de aplicación del
Convenio respecto de un caso concreto, entendemos, que el principio de igualdad
contenido en nuestra Carta Magna y el de economía procesal, deberían llevar a los Fiscos
adherentes involucrados en éste a adoptar el criterio allí sentado a otros contribuyentes
que estuvieran en idéntica situación que el supuesto estudiado, lo cual otorgaría un marco
de seguridad jurídica para los sujetos pasivos del Impuesto sobre los Ingresos Brutos y
evitaría dispendios administrativos inútiles.
“CONVENIO SUJETO”.
Allí también se expresó que los ingresos brutos de una empresa, al igual que los gastos
eran inseparables y servían para atender a todas las necesidades provenientes del
desarrollo de distintas actividades, enfatizando que dicho criterio también se aplicaba en
el caso que parte de esos ingresos se hubieren obtenido en una jurisdicción sin
intervención de otras.
Con posterioridad –en el año 1984- la Comisión Arbitral dictó la Resolución General Nº
21/84, aclaratoria de las disposiciones del Convenio Multilateral, en la que se revela la
adhesión de dicho Organismo al criterio de “Convenio-Sujeto”. En sus Considerandos se
expresó que,
“Que resulta oportuno fijar el criterio de distribución de ingresos, para el caso del
artículo 2º del Convenio Multilateral, cuando la base imponible del contribuyente se
determina de formas diferentes (ingresos brutos totales, diferencia entre precios de
compra y de venta, diferencias entre ingresos y egresos, etc.) al realizar distintas
actividades, en las diversas jurisdicciones en las que actúa”.
“Que el artículo 2º del Convenio expresa que los ingresos brutos totales del contribuyente,
originados por las actividades objeto del mismo, se distribuyen entre las distintas
jurisdicciones en proporción a los gastos efectivamente soportados en cada jurisdicción y
a los ingresos brutos provenientes de cada una de ellas”.
“Que existe una correlación entre los términos del citado 2º, o sea, los ingresos brutos
totales del contribuyente, originados por las actividades objeto del presente Convenio”
(párrafo primero) con la expresión “ingresos brutos provenientes de cada jurisdicción
(inciso b)”.
“Que, por lo tanto, aún en el caso en que las jurisdicciones en las que realice
actividad el contribuyente, se consideren bases imponibles no homogéneas (ingresos
brutos totales, diferencia entre precios de compra y de venta, diferencias entre ingresos y
egresos, etc.) la base de distribución estará constituida siempre por los ingresos
brutos totales”.
Sobre la base de lo expuesto se resolvió: “Interpretar que, en los términos del artículo
2º del Convenio Multilateral del 18.8.77, aún cuando la base imponible se determine de
distintas formas en las diversas jurisdicciones involucradas (ingresos brutos totales,
diferencia entre precios de compra y venta, diferencia entre ingresos y egresos, etc)
deberá tomarse siempre como base de distribución, los ingresos brutos totales del
contribuyente”.
Un año más tarde –en el año 1985- la Comisión Arbitral en la causa “Iriarte y Cía. S.C.S.”,
Resolución Nº 1/85 consideró necesario modificar el criterio antes expuesto. Sin embargo,
la Comisión Plenaria por Resolución Nº 2/85 decidió REVOCAR el reseñado acto,
oportunidad en la que definió el término “proceso único económicamente inseparable”
-utilizado en el art. 1º del Convenio Multilateral-, con los siguientes alcances,
Es del caso destacar que Iriarte y Cía S.C.A. realizaba dos actividades claramente
diferenciadas –acopio de cereales y comercialización de otros bienes muebles-, y sólo
una de ellas era desarrollada en varias jurisdicciones –acopio de cereales-. No obstante
ello, la Comisión Plenaria, en ejercicio de sus funciones de contralor de los actos de la
Comisión Arbitral, revocó la resolución recurrida y con contundencia y claridad concluyó
que la firma se encontraba comprendida en el régimen del Convenio Multilateral por la
totalidad de los ingresos que integran los rubros objeto de su explotación comercial. Es
decir no sólo por la actividad interjurisdiccional que realizó, sino también por la que sólo
tuvo asiento en una única jurisdicción.
Así se afianzó el criterio en cuanto a que la distribución de los ingresos brutos se debe
realizar por su totalidad, sin discriminar por actividad, criterio al que la doctrina ha
denominado como “Convenio-Sujeto” en lugar del denominado “Convenio-Actividad”.
En idéntico sentido se pronunció años más tarde en la causa “Autopistas del Sol S.A.” –
Conf. Resolución Nº 15/05 confirmada por la Resolución Nº 10/06 de la Comisión
Plenaria- al establecer que correspondía aplicar el artículo 2º del Convenio Multilateral
para la atribución de los ingresos provenientes de la explotación de áreas de servicio
adjudicadas que la entonces Dirección General de Rentas de la Ciudad de Buenos Aires
pretendió tratarlos como de naturaleza exclusivamente local porque a su entender dicha
actividad resultaba perfectamente escindible de los otros ingresos que percibía la firma y
por ende no constituía un proceso único económicamente inseparable.
Ambas comisiones si bien coincidieron con la calificación de las actividades dada por el
Organismo Fiscal en el sentido que la empresa tenía dos fuentes de ingresos que
provenían de actividades específicas y totalmente diferenciadas, interpretaron que ambas
debían tributar conforme al régimen dispuesto por el Convenio Multilateral.
De ello se sigue que existen varios pronunciamientos en los que se evidencia el criterio
que han adoptado los órganos de aplicación e interpretación del Convenio Multilateral.
Este criterio es el del “Convenio-Sujeto”, focalizándose en el contribuyente como una
unidad negocial única, independientemente de si alguna de las actividades que éste
realiza se desarrolla exclusivamente en una jurisdicción.
Así las cosas, también se ha dicho: “… el “sujeto” (la empresa) es una unidad económica
porque tiene planes y toma decisiones de un mismo centro de “voluntad”. Desde este
punto de vista, la actividad es el resultado de planes y decisiones que afectan a toda la
empresa (y por ende a su actividad). Por lo tanto entre enfocar al sujeto o a la actividad,
no existe tanto antagonismo como parece sugerir el enunciado (…) la “unidad económica”
a la que nos venimos refiriendo, sólo puede darse en el seno de una misma empresa, y
de allí la mención a “un mismo contribuyente”. En esta confluencia encontramos una
apoyatura significativa para unificar la visión sobre la procedencia de la aplicación del
Convenio Multilateral. Todas las actividades de la empresa están dirigidas hacia un mismo
fin, a través del hecho que un mismo centro de decisión (sujeto), ordena la totalidad de
sus acciones (…) si enfocamos el problema desde el punto de vista subjetivo (partiendo
del “contribuyente de Convenio”), como desde el aspecto objetivo (tomando la “actividad”
en su “unidad de fin”), el resultado práctico generalmente será coincidente (…) toda la
actividad del contribuyente integrará un solo “proceso único económicamente
inseparable”, y por lo tanto, cualquier parte del mismo que exceda el marco local, hará
3
Ballesteros, Eduardo, “El Convenio Multilateral y las últimas resoluciones interpretativas de la Comisión Arbitral”,
Doctrina Tributaria Errepar, III, pág. 149 y ss.
procedente la aplicación del Convenio, para la totalidad de los ingresos que de aquél se
derive (sin perjuicio de la mayor o menor atribución que corresponda) 4 .
Asimismo, las normas de liquidación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos ratifican el
criterio de “Convenio-Sujeto”, pues carece de toda lógica que un sujeto tenga múltiples
inscripciones en el mismo impuesto, es decir, que por un lado sea contribuyente de
Convenio Multilateral y por el otro tenga una inscripción como contribuyente local en
tantas jurisdicciones como actividades realice exclusivamente en cada una de ellas.
4
Althabe, Mario y Sanelli, Alejandra P; “El Convenio Multilateral Análisis Teórico y Aplicación Práctica”, Editorial La Ley,
Bs.As., 2001, p. 20 y ss.
municipios, como así también la decisiva importancia que revisten para dirimir las
controversias que se susciten en torno a tales cláusulas la interpretación y las decisiones
de los organismos de aplicación instituidos por el aludido convenio, es decir la Comisión
Arbitral y la Comisión Plenaria”.
Cabe destacar que el artículo citado, en lo que aquí interesa, incluye en la “CATEGORÍA
CONTRIBUYENTES LOCALES” a “…los contribuyentes que no estén sujetos al régimen del
Convenio Multilateral…” omitiendo hacer toda referencia a las actividades que realizan
los contribuyentes, lo cual es un claro indicativo que también la legislación local entiende
que el criterio imperante es el de CONVENIO-SUJETO. Dicho en otros términos, si los
legisladores se hubiera orientado por el criterio CONVENIO-ACTIVIDAD, el artículo no haría
referencia a los contribuyentes, sino a las actividades que no estén sujetas al régimen del
Convenio y con ello la redacción hubiera variado sustancialmente.
Con igual técnica legislativa fue definida la “CATEGORÍA CONVENIO MULTILATERAL” al
establecerse que: “…Quedan comprendidos en esta categoría los contribuyentes [no las
actividades] que se hallan sujetos al régimen del Convenio Multilateral”.
Ello además resulta coincidente con lo dispuesto en el Capítulo XI de dicha ley que bajo el
Título de “DE LOS CONTRIBUYENTES COMPRENDIDOS EN EL CONVENIO
MULTILATERAL”, establece que,
Por su parte, el art. 186, referido a la Liquidación y el Pago, dispone que “El impuesto se
liquida e ingresa de la siguiente forma:… Categoría Convenio Multilateral: De acuerdo a lo
dispuesto por las normas sancionadas por los organismos de aplicación”.
Por su parte el Código Fiscal –t.v- de la Provincia de Buenos Aires en su artículo 201
establece que: “Los contribuyente que ejerzan actividades en dos (2) o más
jurisdicciones, ajustarán su liquidación a las normas del Convenio Multilateral vigente.
Las normas citadas tienen, en caso de concurrencia, preeminencia”
Las ratificaciones que han hecho las Legislaturas al Convenio implica la incorporación al
derecho público interno de éstas, con la jerarquía de ser un instrumento producto de la
concertación de sus firmantes, esto es un rango normativo específico que también tienen
las resoluciones que se dictan en interpretación y aplicación de sus disposiciones.
Las obligaciones asumidas por las veinticuatro (24) Provincias al adherir a sus
disposiciones, en la forma que con toda claridad y contundencia lo expresara la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Municipalidad de Morón c/ Deca S.A.” antes
citado, comprenden, entre otras, la de acatar las mismas y las interpretaciones dictadas
por los órganos creados en dicho instrumento por las propias Provincias, debido, claro
ésta, a los propósitos tenidos en cuenta en la sanción concertada del Convenio
Multilateral, cuales fueron los de establecer una política uniforme para la distribución de
los ingresos brutos entre los fiscos y, también, la de establecer órganos para la
conciliación de sus intereses. El desconocimiento a dicho status jurídico implica una
flagrante afectación a los principios antes referidos.
CONCLUSIONES PROPUESTAS
A modo de conclusión podemos afirmar que, todas las actividades que lleva a cabo una
persona física o jurídica están dirigidas a un mismo fin, a través del hecho que un mismo
centro de decisión ordena la totalidad de las acciones de la misma.
Esa inactividad, a la luz de las normas citadas –las locales, la Ley Convenio y las dictadas
por la Comisión Arbitral y la Comisión Plenaria- y de los precedentes invocados a lo largo
sólo puede ser entendida como un claro reconocimiento de la improcedencia del criterio
aislado y desprovisto de todo sustento legal de tratar a los ingresos que obtiene un
contribuyente por la actividad que realiza en una jurisdicción, como de naturaleza
exclusivamente local, cuando simultáneamente percibe ingresos por otras actividades
interjurisdiccionales.
RESUMEN FINAL
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es
Dr. Fernando D. García
1
Fernando D. García
Resumen y Conclusiones.
I. Diagnóstico previo.
1.1. Existen 24 provincias (incluyendo como tal a la CABA) y más de 2200 municipios, que consideran
tener “poder tributario”. La normativa supera 9.000 artículos dispersos en centenares de cuerpos.
Sólo los regímenes de pagos a cuenta provinciales (genéricamente, de recaudación y pagos por ter-
ceros) superan los 50 y no existe voluntad política de conciliarlos.
1.2. Invocando la autonomía del Derecho Tributario cada jurisdicción redefine con diferente alcance
su propia normativa. Por ejemplo, una misma actividad puede ser considerada “industria” (en Pcia.
Bs. As.), “reventa (mayorista)” (en Santa Fe) y “minorista sin percepción” (Salta). Pero para ser consi-
derada industria (hay dos niveles) en Pcia. de Buenos Aires no se debe vender a “consumidores fina-
les” (existen diez definiciones de “consumidor final” en PBA).
1.3. Las obligaciones o exclusiones para recaudar son atribuidas discrecionalmente (no existe desig-
nación legal). Económicamente, se quiebra el principio de igualdad.
1.4. Los formadores de precios trasladan los costos económicos (y sus efectos distorsivos) y así co-
mo la incidencia financiera por exportar fuera de la provincia que es más distorsiva aún.
1.5. Como no se reintegran los costos financieros, se favorece la importación de bienes producidos
en el extranjero y se perjudica la exportación al exterior. Los entes nuevos y las entidades de menor
tamaño relativo, en particular las PyMES sufren proporcionalmente más los efectos patológicos de los
pagos a cuenta (en exceso o no).
2.1. Aquí no se comentan los conflictos propios del CM entre diferentes jurisdicciones sino una cues-
tión previa: ¿cual es el ámbito de aplicación del CM?. En particular, se comentan algunos casos don-
de los contribuyentes no desarrollan actividades fuera de su jurisdicción pero están afectados por la
extraterritorialidad (en un sentido genérico) que invocan otras provincias.
2.2. En nuestra opinión, el CM sólo se refiere al Impuesto sobre los Ingresos Brutos y no comprende
otros gravámenes (Sellos, adicionales locales, etc.) ni cargas administrativas (COT’s).
2.3. Adicionalmente, como el CM no tiene naturaleza tributaria (cuestión opinable) el mismo no puede
regular sobre medios de pago (en general, retenciones y percepciones). Los agentes de retención
solo cumplen con “obligaciones de hacer” de naturaleza administrativa y no tributaria.
1
Nota: El autor agradece al Dr. Ricardo H. Ferraro la reproducción de contenido relevante del comentario
“Convenio Multilateral: problemas insolubles. ¿Conviene mantenerlo?” publicado en el Suplemento de Noveda-
des Fiscales del diario Ambito Financiero. La presente inclusión del material citado excede las citas usuales en
estas presentaciones.
III. Propuesta
3.1. Igual que con la coparticipación, las jurisdicciones que están restringidas en exceso por el CM
deben evaluar retirarse del mismo. Esto parece más sencillo que denunciar la Coparticipación.
3.2. En caso de denuncia, la imposición local quedaría limitada - como en cualquier país federal nor-
mal - a la actividad desarrollada dentro del territorio provincial. Cada provincia podría gravar todo lo
producido y vendido en su territorio, incluso exportaciones (Indunor SA c/ Chaco).
3.3. Ventajas: a) Un solo cuerpo de normas por cada establecimiento. b) Una sola definición para
cada actividad. c) El efecto económico distorsivo no aumenta. d) Elimina costos financieros. e) Es
neutral con la actividad propia y la importada desde otras provincias. f) No perjudica al comercio exte-
rior. g) Reduce la discriminación contra las PyMES y h) Aunque es irrelevante, sería legal.
I. Introducción.
Resulta verdaderamente acertada la elección del tema referido a la conflictividad del Convenio Multi-
lateral (en adelante CM) por parte del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas en estas em-
blemáticas XL Jornadas dedicadas al Bicentenario debido al inédito nivel de conflictividad que ha al-
canzado el mismo.
En los últimos tiempos el enfoque ha variado por cuanto los problemas del Convenio han dejado de
ser una cuestión técnica para pasar a ser un problema de índole gremial – profesional. Ello así, debi-
do a que con la actual complejidad normativa, resulta difícil lograr la comprensión de los empresarios
de los problemas fiscales, quienes al presentarse algún conflicto (ante la fragilidad intelectual de al-
gunos razonamientos planteados) sospechan de la idoneidad de su asesor impositivo.
En efecto, quienes cuantifican los gravámenes a cargo de los contribuyentes son mayoritariamente
los profesionales en Ciencias Económicas quienes luego se encuentran con que los fiscos provincia-
les cuestionan su accionar cualquiera hubiera sea el proceso de determinación seguido.
Por otra parte, con la decadencia de la Argentina de los últimos años (que no ha sido precisamente
un paraíso del derecho en general ni, por lo tanto, del derecho tributario en particular) no parece ser
relevante preocuparse por las normas jurídicas; tampoco se pretende aquí sugerir ningún régimen
local alternativo sino más bien reivindicar la derogación de las normas del convenio multilateral como
una cuestión gremial profesional. 2
En las directivas del relator, Dr. Ricardo Miguel Chicolino, se efectúa una excelente reseña del impor-
tante grado de conflictividad que ha alcanzado el tema de la aplicación del CM. De hecho, las directi-
vas constituyen una base idónea para efectuar una propuesta para reformar del Convenio Multilateral
en nombre de las entidades profesionales y empresarias.
Sin embargo, debido a los reiterados y graves problemas que presenta el CM (algunos de los cuales
se reseñan más abajo) agravados por la falta de voluntad política en resolver aún las más elementa-
les cuestiones operativas, la posibilidad de una reforma al mismo aparece como remota, por lo que se
anticipa la opinión del autor en el sentido que deberían analizarse otras alternativas incluso su dero-
gación lisa y llana.
A continuación de los problemas operativos actuales del CM, se efectúa una breve reseña de su evo-
lución histórica con el fin de demostrar que la ausencia de reformas responde a una clara decisión
política y que la misma se mantendrán en el futuro.
En nuestra opinión, el mantenimiento del actual “statu- quo” justifica la renuncia al CM por parte de
las jurisdicciones más afectadas que usualmente son las provincias relativamente más productoras
que consumidoras de bienes y/o servicios . Esta última alternativa – que aparece como extrema- en
definitiva solo asimilaría a la Argentina a los demás países federales normales.
III. Algunos problemas operativos.
Si bien, con el CM se pretendió distribuir en forma discrecional pero neutral la base imponible de los
tributos locales ese propósito se ha desvirtuado notoriamente; en este comentario sólo pretende aler-
2
García, Fernando D.; “Convenio Multilateral: problemas insolubles ¿debe continuar?”; Suplemento de Nove-
dades Fiscales; Ámbito Financiero, 8/6/2010 citado en la Nota 1.
tar sobre las consecuencias de la imposibilidad de aplicar este acuerdo contractual en ciertos casos
relevantes por lo que aquí se obvian los problemas propios del CM propiamente dichos.
A continuación no se comentan los problemas operativos del CM (que no son desarrollados aquí) sino
algunos problemas respecto de si es efectivamente aplicable el CM (o no).
3.1. Antes de plantear “convenio sujeto” o “convenio actividad”: ¿se aplica el convenio o no?.
Consecuencias de la calificación diferenciada de actividades y sus efectos como “aduana in-
terior”.
Tal como se manifiesta acertadamente en el informe del relator, existió un cambio de criterio en cuan-
to a la prevalencia entre el denominado criterio de “convenio actividad” y una la tendencia mayoritaria
del pensamiento doctrinario se inclinó por la aplicación del criterio de “convenio sujeto”, que estuvo
apoyado en sus comienzos por distintos fallos (Resolución de la CP Nº 2/85 IRIARTE Y CIA SCS,
CANALE ANGELLACCIO & CIA SRL), y más recientemente en las Resoluciones de la CA Nº 6/98
(FABRA FONS) y Nº 15/05 (AUTOPISTAS DEL SOL SA) y de la CP Nº 10/2006 (AUTOPISTAS DEL
SOL SA).
Pero aquí el tema que se comenta es previo a esa disyuntiva: no se analiza si un sujeto que desarro-
llaba una actividad comercial y otra agropecuaria debe confeccionar uno o dos convenios (como en
Iriarte y Canale mencionados supra) sino determinar, por ejemplo, si una misma actividad que es
considerada como “industria” para la jurisdicción de origen pero es calificada en forma diferente co-
mo “venta mayorista” para la provincia de destino (casos de las provincias de Buenos Aires y Santa
Fe) esta comprendida en el CM.
Claramente el propósito de las jurisdicciones que requieren de planta radicada en la provincia para
reconocer una actividad como exenta es establecer alícuotas diferenciales para los bienes importados
de otras provincias a la vez que eludir la prohibición del art. 32 del CM que impide su aplicación dife-
renciada 3 pero – en nuestra opinión - se introducen problemas insolubles en los aspectos jurisdiccio-
nales del acuerdo.
Siguiendo esa interpretación como literalmente no se desarrolla una misma actividad en dos o más
jurisdicciones, en principio no corresponde aplicar el CM 4 (como se dijo, nótese que esta afirmación
es independiente del conflicto “sujeto” versus “actividad”).
Si así no fuera: ¿deberían confeccionarse uno o dos convenios? (uno como “industria” en la provincia
de origen y otro por la “reventa” en la provincia de destino). Estas alternativas presentan el problema
que no parece coherente declarar una actividad a efectos del convenio y declarar otra diferente a
efectos de la determinación impositiva.
3
Art. 32 - Las jurisdicciones adheridas no podrán aplicar a las actividades comprendidas en el presente Conve-
nio, alícuotas o recargos que impliquen un tratamiento diferencial con respecto a iguales actividades que se
desarrollen en todas su etapas, dentro de una misma jurisdicción.
4
García, Fernando D.; Algunas cuestiones relativas al ejercicio del poder tributario local ejercido fuera de la
jurisdicción provincial. Impuestos, Tomo. LX-B Pág. 10.
Como se dijo, para algunas provincias no se trata de una “misma actividad” con “distintas alícuotas”
sino como “actividades conceptualmente diferentes” y por lo tanto, con distintas modalidades de
cuantificar los porcentajes dentro del CM. Ello así, básicamente porque en las industrias, algunos
conceptos, por integrar el costo de producción de los bienes no se prorratean, mientras que en las
actividades comerciales al imputarse como gastos se distribuyen entre las provincias).
3.2. Las exportaciones realizadas desde otra jurisdicción. Inaplicabilidad del CM.
Al respecto, cabe mencionar que los conflictos que eventualmente puedan plantearse a nivel consti-
tucional - por la imposición al comercio exterior por parte de la Nación – y la eventual vulneración a la
Ley 23.548 de Coparticipación Federal que son ajenos al CM. 5
En ese sentido, cabe reiterar que las normas de cada provincia no extienden sus efectos jurisdiccio-
nales fuera de ella. Por ejemplo, recientemente se aclaró en forma explícita que las normas locales
que contravienen el CM no se aplican a sus efectos fuera de la provincia lo que no obsta a su plena
vigencia local. 6
Por lo tanto, aquí no se discute el derecho a gravar las exportaciones de cada provincia (cuestión
resuelta por la Corte Suprema en “Indunor c/ Pcia. del Chaco”) sino que es posible afirmar que como
se trata de actividades excluidas del CM, las jurisdicciones locales (por citar casos concretos, la Pro-
vincia de Misiones o la Municipalidad de Avellaneda) no tienen ningún derecho a extender su sobera-
nía fiscal fuera de territorio y sólo podrían pretender sujetar, como máximo, las exportaciones realiza-
das desde esa provincia o ciudad respectivamente (en nuestra opinión renunciando a la coparticipa-
ción, por la prohibición de analogía).
En general, se espera que las normas de determinación impositiva del CM también se extiendan a los
medios de cancelación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos. Sin embargo, ello no está normado de
esa manera: el pago en sede única solamente está previsto para las obligaciones tributarias propia-
mente dichas en el art. 65 del Anexo a la Res (CA) 2/2010 pero no para las obligaciones administrati-
vas o asimilables a ellas que están citadas genéricamente en el art. 45 de la misma norma.
Recientemente, la Comisión Arbitral emitió la RG N° 3/10 intentando regular los regímenes de reten-
ción y/o percepción que establezcan las jurisdicciones adheridas al Convenio Multilateral. Aquí sólo
5
García, Fernando D. y Serrano, Alberto; El impuesto sobre los ingresos brutos y las exportaciones; Derecho
Fiscal, Tomo XLII, 1987, Página 189.
6
La RG (CA) 8/10) estableció que no resultan aplicables a los contribuyentes del CM, las disposiciones que
establece el D. 3595/07 (Salta), referidas al modo de calificar la mera compra en productos agropecuarios.
pretende señalarse la fragilidad normativa que la sostiene dado que no se apoya en ninguna norma
legal y formal la regulación de los regímenes de retención, percepción y otros no son competencia del
CM en su actual redacción y de allí la oportuna inclusión en el Pacto Fiscal cuya vigencia es una in-
cógnita.
En lo que aquí interesa, en nuestra opinión, los órganos del CM no tienen facultades para regular
sobre el procedimiento de la cancelación de las obligaciones, cuestión que es competencia exclusiva
de cada jurisdicción. Ello fue manifestado en forma reiterada por las autoridades de la Comisión Arbi-
tral y últimamente ratificado en los considerandos de la Res. 3/10. De alguna manera así se refuerza
la falta de naturaleza tributaria del CM. 7
De cualquier manera, racionalizar los sistemas de pagos a cuenta parece una tarea imposible dado
que el Impuesto sobre los Ingresos Brutos se calcula aplicando a los ingresos corrientes las alícuotas
locales ponderándoselas en función de los ingresos y gastos del año anterior mientras que la cance-
lación de la obligación se produce en forma independiente del hecho imponible.
Así como los proveedores perciben, los clientes retienen y la Aduana y las entidades financieras prac-
tican exacciones (estas últimas fuera de fuera de su jurisdicción), la coincidencia entre la obligación
tributaria legal con el entramado de pagos a cuenta solo puede ser obra del azar.
Desde 1953, mediante el CM se distribuye la materia imponible del Impuesto (provincial) sobre los
Ingresos Brutos (antes Actividades Lucrativas); también el CM antes estaba destinado a asignar ma-
teria imponible entre las municipalidades adheridas mientras que ahora se distribuyen ingresos.
Primera cuestión: para la Corte Suprema, de acuerdo a lo manifestado en la causa Papel Misionero
SA, recién con la reforma de la Constitución de 1994, el CM y la Coparticipación Federal adquieren
rango constitucional. Si así fuera, la pirámide jurídica estaría construida en forma inversa donde las
normas superiores convalidan a las normas inferiores que las preceden temporalmente. 8 Aquí cabe
acotar que el CM se generó estando vigente la Constitución de 1949 (derogada formalmente el
7
“Que la Comisión Plenaria, en su reunión del día de la fecha, instruyó a esta Comisión Arbitral para que se
aboque a la incorporación de nuevas pautas a fin de propiciar la armonización de los regímenes y la correcta
aplicación del citado acuerdo;
Que, la Comisión Arbitral resulta competente para proceder en tal sentido, en consonancia con los propósitos
que inspiraron el Convenio Multilateral y la recta operatividad del mismo;”
8
El tema es más relevante de lo que parece a simple vista: ¿hasta donde la Constitución Nacional rige en mate-
rias donde normas preexistentes tienen pleno vigor? Para una aplicación práctica, véase García, Fernando D.;
Los poderes tributarios de las jurisdicciones locales. Periódico Económico Tributario. 28/08/2009. Año XVII.
Pág. 425.
27/4/1956) por que parece obvio que a esa es la Ley Fundamental a la que cabe referirse como mar-
co del CM original. 9
En 1953 (28/5/53) se sancionó el primer convenio (que originalmente fue bilateral) entre la actual CA-
BA y la provincia de Buenos Aires donde la materia imponible se distribuía solamente en función de
los gastos (luego se consideró un 10 % en función de ingresos y el 90 % restante en función de gas-
tos). Excepcionalmente, la norma fue aprobada por Decreto (N° 12.841/53). 12
El régimen se fue ampliando con la sucesiva incorporación del resto de las provincias (24/8/53) y re-
cién en 1964 (el 2do. CM de 1960 originalmente no lo suscribieron ni Buenos Aires ni Santa Fe) se
modificó el tercer CM llevándolo a las bases actuales. 13 Las modificaciones no fueron sustanciales,
aunque la más importante fue que allí también se creó la Comisión Arbitral. 14
Por su parte, la necesaria reforma incorporada en 1977 (Salta, 18/8/77) por las circunstancias del
momento no puede considerarse un modelo de voluntad popular. La posterior reforma de Córdoba
(1988) al Convenio Multilateral nunca entró en vigencia y el Protocolo Adicional no se aplicó en nin-
guna oportunidad.
Existen 24 jurisdicciones y más de 2.200 Municipios o Comunas que invocan “poder tributario” aún
fuera de su jurisdicción; 4.348 normas básicas para poder operar a nivel subnacional
9
Sampay, Arturo Enrique; Constitución y Pueblo. Cuenca Ediciones; Buenos Aires, 1974 y Masnatta, Héctor;
Hacia la Reforma Constitucional; Editorial Ábaco; Buenos Aires, 1993. En lo que aquí interesa, ambos autores,
hacen hincapié en los aspectos económicos de la CN de 1949 y de su reforma.
10
La Rosa, Ricardo; “Actividades Lucrativas”; Ed. Nueva Técnica, Buenos Aires, 1968
11
Bulit Goñi, Enrique G.; “Convenio Multilateral”. Ed. Depalma; Buenos Aires, 1992; pág. 13.
12
Jarach, D. Op. Cit. Página 832 y Bulit Goñi, Enrique G.; op. cit.; Ed. Depalma; pág. 14.
13
Guiliani Fonrouge, Carlos María y Navarrine, Susana C.; “Impuesto a los ingresos brutos”; Ed. Depalma,
1982; pág. 61 y ss.
14
Bulit Goñi, Enrique G. “Las reformas al Convenio Multilateral”; Revista La Información; T° XXXVIII, Pág. 529.
Los 24 códigos provinciales poseen 6.700 artículos; 53 regímenes de recaudación regulados en más
de 150 normas, redactadas en unos 2.300 artículos de recaudación (retención y percepción)
15
Consecuencia: 9.000 artículos a tener en cuenta a nivel provincial.
4.3.2. Invocando la autonomía del derecho tributario se definen en forma diferenciada cuestiones
elementales.
Definiciones propias de conceptos elementales (“industria”, “consumidor final”, “faconier”) por parte de
cada provincia. Por ejemplo, para calificar como “industria” en Pcia. de Buenos Aires, no se le debe
vender a “consumidores finales”. Como el enajenante desconoce el destino que le otorgaba el com-
prador en determinado momento existieron 10 (diez) definiciones de consumidor final.
La incidencia financiera de los pagos a cuenta es mayor que la distorsión provocada al “piramidar” la
imposición en cascada. El problema es que afecta en mayor medida a los contribuyentes pequeños y
medianos que a los grandes (al quitarles capital de trabajo) y a los productores nacionales (aunque
exporten) que a quienes importen de bienes o servicios. 16
V. Correlación entre el CM y la Coparticipación Federal
La coordinación financiera actual está manifestada tanto en la Ley 23.548 de Coparticipación Federal
(CF) como en el Convenio Multilateral (CM) en su actual versión de 1977 y aparecen tan dependien-
tes una de otra como demorada su reformulación. Por ejemplo, la necesidad de una modificación al
CM para mantener los impuestos más distorsivos (como por ejemplo, ingresos brutos) no sería nece-
sario si las correcciones a la ley 23.548 adoptaran una posición ortodoxa respecto de la prohibición
de analogía sobre los gravámenes a los consumos, contenida en el artículo 9° o si mejor aún se apli-
cara un IVA provincial (como sobre- tasa).
Como puede observarse en relación al CM, al igual que sucede con el régimen de CF, nunca se ge-
neró una norma positiva dentro de un régimen democrático. En 1953 fue una creación bilateral (a la
que forzadamente adhirieron el resto de las provincias) y la modificación de 1964 fue de meras cues-
tiones técnicas.
En nuestra opinión, ello parece ser suficiente para no alentar ninguna expectativa para crear o modifi-
car ni el CM ni el régimen de CF por lo que la coordinación financiera provincial seguirá siendo un
objetivo muy difícil, sino imposible, de alcanzar.
15
Abeledo, Carlos; de Avendaño, Carmen y Peloso, Rafael. Material elaborado en la UIA presentado en la Con-
ferencia Industrial 2007
16
García, Fernando D.; Algunos aspectos de la problemática relativa a la imposición llamada indirecta. Periódi-
co Económico Tributario. 15/3/2005. Año XIV. Pág.1.
En nuestra opinión, ambos regímenes están correlacionados entre sí debido a que no existirá modifi-
cación significativa al convenio multilateral prescindiendo de la eventual reforma a la ley de CF (de
acuerdo al orden de presentación, los “nudos gordianos” son dos).
Pero esa presunción es irrelevante: lo que se pretende destacar en el presente comentario es que no
existe probabilidad de que estas normas se modifiquen sustancialmente debido a la mayoría legislati-
va que se requiere en el caso de la CF y a la regla de (virtual) unanimidad de los administradores que
se necesita para el CM.
VI. Conclusiones.
Este comentario estrictamente hubiera debido referirse a las “dificultades” existentes en toda la coor-
dinación financiera argentina pero los importantes condicionantes políticos agregados existentes con-
vierten a dicha circunstancia en una virtual ‘imposibilidad’ tanto presente como (en nuestra opinión)
futura y de allí el presente encabezamiento.
Desde otro punto de vista, al margen de la correlación positiva de la posibilidad de reforma entre uno
y otro mecanismo, cabe destacar que la modificación al CM es más difícil de alcanzar aún que en el
caso de la coparticipación, ello así a pesar del caso en que “todos ganen”.
También, a poco que se pase revista a la historia (en particular, la que trasciende al pasado inmedia-
to), la indefinición normativa y la anomia parecen ser la regla y de allí la breve reseña contenida como
anexo a este comentario.
Los enfoques descentralizados; que permitirían superar al menos parcialmente la actual demora que
se mide por décadas, posiblemente deban esperar un tiempo más.
Poco queda de aquel CM que originalmente pretendió implantar un mecanismo neutral de asignación
de materia imponible entre las diferentes provincias; y su complemento, el Protocolo Adicional (que
intentó extender esa neutralidad a la cancelación de las obligaciones), nunca fue aplicado.
Estrictamente los conflictos arriba descritos (y otros tales como la imputación del ingreso al domicilio
del comprador o al lugar de concertación o al lugar de entrega o al de utilización económica) se verifi-
can entre los fiscos: los contribuyentes y sus asesores han sido las víctimas de ese enfrentamiento.
En la actualidad el CM está desvirtuado no sólo por esos conflictos sino también tanto por la intención
de los fiscos de favorecer a los contribuyentes de la propia provincia como por la de atrapar a los con-
tribuyentes de extraña jurisdicción.
Esas pretensiones vienen acompañadas por arbitrarias designaciones como agentes de retención,
percepción, “per-retención” y otras modalidades de pagos a cuenta que desnaturalizan el hecho im-
ponible previsto en la normas legales; la obligación tributaria original establecida por los legisladores
se desplaza discrecionalmente de acuerdo a la voluntad de los organismos de recaudación.
Peyorativamente, los municipios incursionan con sus propias demandas detrás de cada provincia que
se agrega al espectro de sujetos activos, por lo que los contribuyentes tiene un incentivo adicional
para evitar - en la medida de lo posible - quedar atrapados en las normas del CM.
En definitiva, no interesa lo que dispongan las normas jurídicas (del nivel que sea): los contribuyentes
deben estimar no sólo la incidencia financiera de los pagos a cuenta sino los costos económicos adi-
cionales resultantes de exportar sus bienes o servicios a otras provincias.
Por otra parte, igual que con el régimen de coparticipación de la Ley 23.548, las jurisdicciones que
están restringidas en exceso por el CM deben evaluar seriamente retirarse del mismo; en ese caso, la
imposición local quedaría limitada - como en cualquier otro país federal- a la actividad desarrollada
dentro del territorio provincial.
Por último, como ya lo ha manifestado públicamente, este comentarista está convencido que el grado
de deterioro del CM es irreversible.
Anexo I. La Evolución normativa de la Coparticipación Federal.
Aunque excede el tema de este comentario, la reforma de la Constitución Nacional de 1994 que obli-
ga por su Cláusula Transitoria a sancionar un Régimen de Coparticipación antes de 1996 es virtual-
mente imposible de implementar.
El Cuadro Anexo describe la evolución legislativa del régimen. En opinión del autor, ni el primer régi-
men general (ley 20.221) ni el segundo (ley 23.548) son representativos por las circunstancias de
cada momento.
1. Doctrina.
Barberis, Julio A.; El territorio del Estado y la soberanía territorial: Ed. Ábaco de R. Depalma.
Bullit Goñi, Enrique G.; Convenio Multilateral; Editorial Depalma; página 157.
Diez, Manuel M.; Manual de Derecho Administrativo; Tomo 2; Editorial Plus Ultra, Pág. 71.
García, Fernando D.; Análisis de las principales distorsiones provocadas por los sistemas anticipados
y especiales de cancelación en los impuestos a los consumos. Revista Impuestos, Tomo LIV-A Pagi-
na 685.
García, Fernando D.; Aproximación al análisis de los impuestos distorsivos. Revista Impuestos, Tomo
LX-A, Página 1.
García, Fernando D.; El poder tributario local ejercido fuera de la jurisdicción provincial. Revista Im-
puestos, Tomo 2002 B, Revista No. 19; Octubre, pagina 1605 y bibliografía allí citada.
García, Fernando D.; Alcance de los poderes de las jurisdicciones locales: Otra perspectiva sobre las
implicancias de la causa “Papel Misionero SA”. Periódico Económico Tributario; 21/06/2009.
García Mullín, Roque; Los agentes de retención y de percepción en el derecho tributario; Revista La
Información; Tomo XLV; Página 547.
Giuliani Fonrouge, Carlos M. y Navarrine, Susana C.; en Procedimiento Tributario; Editorial Depalma,
1989.
Núñez, Eduardo J: Los regímenes de pagos a cuenta y la recaudación a cualquier costo. Revista Im-
puestos; Julio 2008, N° 14 Página 1203.
Rivas, Adolfo A.; Teoría general del derecho procesal; Ed. Lexis Nexis, pág. 167.
Soler, Osvaldo; Abuso del Estado en el ejercicio de la potestad tributaria; La Ley; Setiembre, 2003;
Capítulo V; pagina 95.
Teijeiro, Guillermo; Estudios sobre la aplicación espacial de la ley tributaria; Octubre, 2002; Capítulo
IX, página 139.
2. Jurisprudencia.
Felipe Escribano e Hijos SA s/ medida cautelar auto satisfactiva; Expediente 83/09; Juzgado Civil y
Comercial en primera Instancia N° 2 Secretaría 4; Provincia de Chubut . Incidente sobre medida cau-
telar (provincias).
Oliver, Manuel; Corte Suprema de Justicia; 15/10/69; Derecho Fiscal; To. XXIII; Pág. 421.
] XL
] JORNADAS TRIBUTARIAS
] Ciudad de Mar del Plata, 17, 18 y 19 de Noviembre de 2010.
] Autor/es
] Dr. Fernando D. García
Fernando D. García 1
Situación actual.
] Inflación (o cambio en las cantidades) de las normas.
\ 24 jurisdicciones y 2.200 municipios o comunas con “poder tributario”.
\ 24 códigos locales con 6.700 artículos.
\ Mas de 100 regímenes de recaudación en más de 150 normas con
2.300 artículos de recaudación (55 de retención y percepción)
\ 9.000 artículos a tener en cuenta a nivel local.
] Invocando la autonomía del derecho tributario:
\ Definiciones propias que varían según la provincia : “industria”,
“faconier”, “consumidor final” (10 definiciones! en PBA),
] Distorsión económica y financiera. Comercio internacional.
\ Los impuestos son distorsivos por la conocida piramidación.
\ Los costos financieros (que son “a - legales”) son mayores aún a los
económicos. Discriminan contra la producción nacional.
Fernando D. García
Caso 1. Provincia de Misiones y/o
Municipalidad de Avellaneda.
] a ) ¿Se aplica el CM? b) Si así no fuera ¿Hay dos CM? Uno como
“industria” en la PBA y otro como “comercio” en S. Fe). Son
diferentes formas de hacer el CM!. Pro’s!
Fernando D. García
Caso 3. Inaplicabilidad del CM para las
retenciones y percepciones.
Fernando D. García
Diagnóstico (excluyendo los temas del CM).
] Arbitrarias designaciones como agentes de retención, percepción,
“per-retención” y otras. S.M. de Tucumán; Papel Misionero SA.
Fernando D. García
Lo malo: las experiencias que fracasaron.
Fernando D. García
Peor: no hay antecedentes exitosos.
Fernando D. García
Preguntas.
Fernando D. García
¡Muchas gracias!
] Fernando D. García
] [email protected]
Fernando D. García
XL
JORNADAS TRIBUTARIAS
CIUDAD DE MAR DEL PLATA, 17, 18 Y 19 DE NOVIEMBRE DE 2010.
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es
Dra. Hermosinda Egüez
Dr. Sergio Armando Simesen de Bielke
I - Introducción
1
El Convenio Multilateral del Impuesto sobre los Ingresos Brutos ( 1 ) ofrece una
solamente una de ellas; tal situación conduce a la falta de certeza acerca del criterio
imponible y su asignación a cada una de las jurisdicciones en los casos de aplicación del
han emitido opiniones contradictorias; todo ello configura un crítico clima de inseguridad
comitentes cuando se llega a un ajuste pretendido por alguna jurisdicción que entiende
sino expresar que la discusión no está concluida, por lo que intentaremos aportar nuevos
1
Texto vigente del firmado en Salta el 18/08/1.977.-
2
A fines de precisar los términos y alcances de este trabajo, comenzaremos
aplicable al efecto:
“Artículo 3º -Los gastos a que se refiere el artículo 2º, son aquellos que se originan por el
ejercicio de la actividad.
Así, se computarán como gastos los sueldos, jornales y toda otra remuneración,
etcétera. También se incluirán las amortizaciones ordinarias admitidas por la ley del
sino todo bien de cualquier naturaleza que fuere que se incorpore físicamente o se
e) Los intereses;
3
f) Los honorarios y sueldos a directores, síndicos y socios de sociedades, en los importes
que excedan del uno por ciento (1%) de la utilidad del balance comercial.”
“Artículo 5º - A los efectos de la distribución entre las distintas jurisdicciones del monto
imponible total, se consideran los ingresos y gastos que surjan del último balance cerrado
adquiridos”?
sensiblemente distintos:
el citado coeficiente.
4
Y, complementariamente, para la atribución “territorial” del gasto (admitido
hipotéticamente que fuere tal), debería previamente analizarse, entre otros aspectos, si el
a) su precio;
Este último elemento no siempre es contemplado por las NC (se refiere el autor a
2
“Cuestiones contables fundamentales”, Editorial La Ley, 4ª Edición, 2.004, págs. 148/9.
5
requiere un esfuerzo administrativo que en muchos casos puede omitirse sin
para ello (por ejemplo: fletes, seguros, costos de la función de compras, costos del
la última compra” (con las aclaraciones que formula el texto legal según que se
3
Segunda Parte, Sección 4.2.1. Reglas generales.
4
Ley vigente, t.o. en 1997 y sus modificaciones, artículo 52, inciso a), para las mercaderías de reventa, materias primas
y materiales.
6
considerado); en especial nos interesa destacar la aclaración reglamentaria ( 5 )
del artículo 3° del texto en vigencia, se plantea una posible contradicción; en efecto,
luego de enumerar como gastos computables, entre otros, a “todo gasto de compra”,
se afirma que no se computarán como gastos “el costo de la materia prima adquirida a
(actividades comerciales”).
- “los “gastos computables” son los que indican sin duda actividad propia del
5
Artículo 75, inciso a), según Decreto N° 1.344/98 y sus modificaciones.
6
Althabe, Mario Enrique – Sanelli, Alejandra P., “El Convenio Multilateral. Análisis Teórico y Aplicación Práctica”,
Editorial La Ley, 2ª Edición, Buenos Aires, 2007, págs. 66/7.
7
- “las exclusiones corresponden a “gastos” que no implican actividad propia sino de
están aquí nominados los tributos pagados, que obviamente son ajenos a la actividad del
bienes, los de seguros que se contratan, los servicios de profesionales, entre otros
procuramos desentrañar? ( 7 )
7
Este criterio de excluir los gastos que en realidad expresan el ejercicio de la actividad de terceros (gastos no
computables), también fue sostenido por el Tribunal Fiscal de Apelaciones, Sala III, de la Provincia de Buenos Aires en
sentencias de fechas 30/05/2006 y 25/04/2007, dictadas en "A.V.H. SAN LUIS S.R.L." y "ALFATEX S.A.",
respectivamente. Otro tanto sucedió en el caso “ICI Argentina c/Pcia. de San Luis”, en el que se analizó la tesis de la
Empresa de considerar no computables los fletes de ventas; se sintetizó esta tesis así: “Que es improcedente lo actuado
por San Luis al considerar que las erogaciones efectuadas por fletes por venta son gastos computables a los fines de la
aplicación del Convenio. Ello a tenor de lo dispuesto por los arts. 3º inc. b) y 4º. Cita doctrina que dice que las
exclusiones corresponden a gastos que no implican actividad propia sino de terceros, por no medir adecuadamente la
actividad. Declara que el servicio de fletes es prestado directamente por empresas del rubro contratadas al efecto, es
decir, que se trata de un costo atribuible a una locación de servicios convenidos para su comercialización en los
lugares donde desarrolla sus actividades, que son Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Provincia de Santa Fe. Que por
lo tanto, los gastos de transporte a que se refiere el art. 4º son exclusivamente aquellos vinculados con las operaciones
8
• Los tributos pagados: ¿son ajenos a la actividad del contribuyente o, justamente lo
ocupamos ( 8 ); así, se observa por ejemplo que, luego de admitirse que constituyen gastos
comercialización).
Como dato de interés para nuestro análisis, agregamos que en el frustrado intento
gasto:
de compra del sujeto, mientras que el costo del servicio de transporte relacionado con las operaciones de venta son
gastos no computables según el art. 3º citado.”
8
Con las posibles consecuencias sancionatorias que podrían derivarse de una aplicación inadecuada de la normativa y
de la que resultare un ajuste fiscal, tema que desarrollaremos más adelante.
9
Artículo 13 del texto aprobado el 2 de septiembre de 1.988 en La Falda (provincia de Córdoba).
9
bien de cualquier naturaleza que se incorpore físicamente o se agregue al producto
terminado.”
recurrir a los conceptos contables o si, por el contrario, los signatarios del pacto
10
“Cuestiones Contables Fundamentales”, ob. cit., págs. 145/6.
10
3) la administración del ente;
financieros);
6) la cancelación de un pasivo.”
“Son gastos los costos incurridos para obtener ingresos. No hay ingreso sin gasto
ni gasto sin ingreso. En los estados contables, algunos gastos suelen definirse:
Es muy probable (y creemos que fue así) aún cuando los conceptos contables no
parece reafirmarse con el contenido del artículo 5° del Convenio Multilateral que dispone:
11
“A los efectos de la distribución entre las distintas jurisdicciones del monto
imponible total, se consideran los ingresos y gastos que surjan del último balance
Como dato coadyuvante a las reflexiones que venimos formulando, agregamos que
Adelantamos la posición que permite conciliar las normas, evitando aquella que las
ponga en pugna: los conceptos contables deben ser tenidos en cuenta a los fines de
los casos en que se han mencionado determinados gastos como “no computables”, cabe
11
Artículo 13. Gastos computables y no computables.
12
No compartimos, entonces, el criterio sustentado por Martín Caranta ( 12 ) en cuanto
a la relevancia del balance contable y al hecho de que la contabilización de los fletes por
compras como costo de los bienes sea el sustento para considerar a tales fletes como
que se requiere a tal efecto no surgirá del balance que se utiliza para la confección de los
coeficientes de ingresos y de gastos, dado que las normas contables disponen que los
adquisición.”
de los coeficientes el último balance cerrado en el año calendario inmediato anterior- “se
obligaría al contribuyente a llevar una contabilidad extra o contabilidad fiscal, a los fines
perjuicio de señalar que otro tanto acontece con aquellos contribuyentes que no practican
balances comerciales ( 14 ).
12
“Convenio: fletes por compras resultan gastos computables?”, Ámbito Financiero, Tribuna Fiscal, 09/09/2.008.
13
Véase, como agregado, el caso de las amortizaciones a computar como gastos: cabe prescindir de las contables para
adoptar el número que surge de las amortizaciones ordinarias según el impuesto a las ganancias. Hay, de este modo,
“otro balance”.
14
Artículo 5, segundo párrafo, Convenio Multilateral.
13
d) Criterios de los Organismos de Aplicación: acá corresponde destacar el plural
conceptos:
“Que analizada por esta Comisión la cuestión planteada, así como la documentación
agregada y lo reconocido por la propia empresa ICI ARGENTINA S.A., se advierte que
la entrega de los bienes se concreta con el costo del flete por su cuenta y orden, al
domicilio fabril de las empresas compradoras en San Luis, por lo que no resulta
aceptable el criterio sustentado por la firma respecto de que tal concepto de gasto
correspondiente a operaciones de venta y por lo tanto computable, con los efectos que
fletes de compra (gastos de transporte) o no son computables (al fin, el artículo 4° del
atribuirse por partes iguales a las jurisdicciones entre las que se realice el hecho
imponible.
15
Del 18 de mayo de 2.004, en el caso “ICI Argentina S.A. c/Pcia. de San Luis”.
14
d.2).- En la Resolución N° 18/2.008 ( 16 ), expresó la Comisión Arbitral, en lo que acá
“Que puesta al análisis del tema, esta Comisión observa que la controversia radica
importan forman parte de costo de las mismas, y por lo tanto no deben ser
Buenos Aires.
inciso a) del mismo artículo del Convenio, que expresan: “Así, se computarán como
gastos… todo gasto de compra…” y “No se computará como gasto: a)… el costo
Que como se puede apreciar de esa norma, indudablemente los gastos de compra
que hace referencia el artículo 2° del Convenio Multilateral, es decir que forman
respectivo.
Que además el inciso a) del artículo 3° mencionado, define con suficiente claridad
16
Del 15 de abril de 2.008, en el caso “Libertad S.A. c/Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
15
que se considera costo, en especial para las actividades industriales, y exige que
para ser considerado como tal, se trate de un bien de cualquier naturaleza que se
41/2007 (CA).”
“Que respecto a los gastos por “fletes” cabe señalar que los mismos guardan todas
17
Comisión Arbitral, 17 de agosto de 2.007.
16
e) Criterios jurisprudenciales:
en “Tejimet S.A.”, el Tribunal Fiscal de Apelaciones, Sala III, Provincia de Buenos Aires
18
( ), se decidió (posición mayoritaria) en apoyo del criterio fiscal de no computar los fletes
que denominamos el “criterio contable”, esto es, los fletes de compra integran el costo de
se aparta, respecto de los fletes por compra de materias primas, del concepto contable de
fundamento en el art. 4° del aludido Convenio, el cual no diferencia —al aludir a los
"gastos de transporte"— entre gastos por compra o venta. En tal sentido, como sostiene
el adagio latino, ubi lex non distinguit, nec nos distinguere debemus (donde la ley no
distingue, no debemos distinguir); por lo expuesto, y conforme una correcta aplicación del
hacer distinciones para aplicarla en unos casos y en otros no; en otras palabras: La
18
Sentencia del 7/08/2.007.
17
extensión de un concepto genérico atrapa a todas sus especies. (cfr. esta sala in re:
esta altura del desarrollo del trabajo, nos permite ratificar el pantanoso terreno abordado;
así, se resolvió que “no puede desconocerse que el texto de algunas de las normas del
referido Convenio carece de la precisión o del desarrollo suficiente que permita despejar,
de manera indubitable, todo margen interpretativo, por lo que las particularidades que
exhibe el presente caso en cuanto a que las diferencias de impuesto reclamadas derivan
fletes pagados por compras de materias primas, esta Sala considera procedente dejar sin
efecto la multa por omisión impuesta por el art. 3° del Acto en crisis., conforme sentencia
de esta sala en autos "Alfatex S.A.", de fecha 25/04/2007, entre otras, lo que así se
declara.”
e.1.2) El tema penal: si las administraciones locales, como parece constituir una
aplicación del error excusable, fácil es intuir que igual posición adoptarán si se llegare a
18
( 19 ). El citado proyecto amplía el tipo penal de evasión al ámbito de los tributos
PESOS CIEN MIL ($ 100.000) por cada tributo y por cada ejercicio anual, aún cuando se
Más allá de las importantes críticas que se han vertido acerca de las cifras en
conducta (en tanto normalmente el tributo local sobre los Ingresos Brutos juega “de la
mano” con el Impuesto al Valor Agregado, por ejemplo), en el caso que nos ocupa podría
trata, entonces, de establecer reglas claras para que los contribuyentes sepan cómo
organizar sus negocios y adaptar sus conductas fiscales a normas estables y de rápida y
sencilla interpretación.
tema harto preocupante para los contribuyentes ( 20 ), la citada Sala III decidió que “a
ámbito nacional, que exige la previa intimación del deudor principal, en el plano provincial
ellos o a todos de manera conjunta, dando muestras con ello, que la institución guarda
tributario tiene una relación directa y a título propio con el sujeto activo, de modo que
19
Mensaje N° 379, de fecha 17/03/2.010, del Poder Ejecutivo Nacional, sin tratamiento en la Cámara de Diputados a la
fecha de este trabajo, aún cuando se ha conocido algún borrador del dictamen de una de las comisiones.
20
En especial por la redacción del Código Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, objeto de severas críticas doctrinarias
en el tratamiento no subsidiario que dispensa a la responsabilidad solidaria.
19
actúa paralelamente o al lado del deudor, pero no en defecto de éste (Cf. Giuliani
Fonrouge "Código Fiscal de la Provincia de Buenos Aires", pág. 37. Ed. Depalma. Buenos
Aires, 1980) —en igual sentido, sentencia de esta sala en "Dukesa SA", de fecha
siendo las que nos interesan a los fines de este trabajo, las establecidas en el artículo 45
(Resol. C.A. N° 2/2.010), inciso a), apartado 2, en estos términos: “Podrán resultar sujetos
Las administraciones tributarias locales, por su parte, han utilizado con amplitud los
regímenes de recaudación “en la fuente”, creando un verdadero caos por los excesos
20
exclusiones, etc.; otra carga adicional para los contribuyentes, tanto más
contar con los fondos del sujeto pasible de percepción y su depósito por
“percepción” ( 21 ).
21
Del verbo “percibir”: recibir algo y encargarse de ello. Diccionario de la Lengua Española, Espasa Calpe S.A.,
XXIIa. Edición, 2001; 1ª. Acepción.
22
De su voto en “S.A. Importadora y Exportadora de la Patagonia”, TSJ de CABA, sentencia del 12/11/2.008. Errepar,
BD 51 – DTE 09768.
21
coactiva distinta del impuesto mismo, regularmente instituido, con afectación al
que actúan en el campo del derecho tributaria sustantivo donde queda excluido
22
intrajurisdiccionales e interjurisdiccionales -penalizando éstas últimas-, pues ello
importaría desconocer la razón de ser del dictado del convenio multilateral para
No menos brillantes son las palabras del Dr. Jorge Héctor Damarco ( 23 ), a nuestro
entender aplicables para el caso del daño producido cuando se producen considerables
responsabilidad especial:
cualesquiera de los órganos que conforman los Poderes del Estado. El daño,
judicial.”
posible reponer las cosas a la situación anterior, la indemnización que se fije será
moral.”
23
“La responsabilidad del Estado en materia impositiva”, Edit. La Ley, Buenos Aires, 2.010, párrafos de págs. 320/22,
en el Titulo IV, “Conclusiones”.
24
Es el caso de ARBA, cuyos excesos produjeron una masiva reacción de otras jurisdicciones y el tratamiento de la
cuestión en la reunión celebrada en El Calafate, Marzo de 2.010.
23
…
corresponderle.
La responsabilidad patrimonial del funcionario se rige por el art. 1109 del Código
Civil, de modo tal que se trata de una responsabilidad que nace de una falta
abordaremos éstos:
sobre los ingresos brutos conforma un aspecto esencial del hecho imponible (el ámbito
25
Resignados ya a la inevitabilidad de estos regímenes, es decir, “vencidos, pero no convencidos” ante el avance del
Estado en la transmisión de sus funciones al sector privado.
26
Diccionario de la Lengua Española, Espasa Calpe S.A., ob. cit., 4ª. Acepción.
24
constituyen ejemplos que requieren, no obstante, interpretarse más allá de la literalidad
del texto.
si no hay traslado del contribuyente o de operadores que actúan por él, si el pedido se
realiza por vía telefónica o por vía electrónica, si el flete de envío es tomado a su cargo
por el vendedor y luego “recuperado” mediante cargos a la cuenta del cliente (nota de
débito por flete), para citar solamente algunas de las modalidades que puede asumir la
jurisdicción “vendedora”. Suponer que la asunción del costo del flete implica ejercicio
para atribuir base imponible a la jurisdicción vendedora; de allí que entendemos positiva la
“No se podrá incluir como sujetos pasibles de recaudación a aquellos cuyo sustento
27
Modificada por la R.G.C.A. N° 3/2.010 (B.O. 23/04/2.010).
25
El “gasto de compra”, a que alude el Convenio, es -para la ejemplificación utilizada-
tan solo la denominación para una eventual cuenta de registro que, conforme los criterios
Pero, aún en el supuesto de que se realice el viaje con medios propios del
por esa jurisdicción a fines de concluir la operación de compraventa entre las partes. Si,
además, se trata de un transporte totalmente esporádico, la idea del mero tránsito se hace
Parece lógico, por otra parte, que si se ha montado una oficina de compras en otra
vendedora”, por lo que el razonamiento es distinto; el sustento territorial que nos ocupa
28
Señala Fernando R. Veneri, en criterio que compartimos, que el gasto debe guardar una estrecha relación con el
artículo 2 del Convenio, en el sentido de que debe medir la actividad desplegada por el contribuyente y que no debe ser
un mero gasto de tránsito (como lo es en el caso “Libertad S.A. c/CABA”, que analiza). “Los gastos en el Convenio
Multilateral. Experiencias a capitalizar”; Doctrina Tributaria N° 360, ERREPAR, pág. 242.
26
Chocón y Piedra del Águila ( 29 ), en los que se concluyó que “analizados exhaustivamente
los gastos considerados por Mendoza (con referencia a pasajes, estadías, gastos de
entidad necesaria para otorgar el sustento territorial que la jurisdicción esgrime en función
generación de los saldos a favor en la jurisdicción “vendedora”. Ello así aún cuando los
distintos regímenes de percepción suelen prever que, para contribuyentes del convenio
(dejamos de lado los ingresos por no comprenderlos en este trabajo pero, obviamente, la
Con relación a qué debe entenderse como significativo, dada la dificultad que
29
Resoluciones Nos. 4, 5 y 6, todas del 10/08/1999.
30
Ejemplo: Provincia de Salta, RG (DGR) N° 6/2.005, artículo 8, inciso a).
27
IV-3.- Gasto realizado voluntariamente como manifestación explícita del ejercicio de
económica.
Resulta válido distinguir entre el viaje realizado “para comprar”, ingresando en otra
otros), y el caso, muy frecuente en pequeñas unidades empresarias del interior del país,
de resultar los compradores obligados a retirar la mercadería del lugar de entrega por
Nótese que expresamos que el retiro de las cosas se hace en otra jurisdicción en
monopolista) y un comprador “cautivo” (no puede sino adquirir “esa” mercadería a “ese”
proveedor y en las condiciones que éste fije). Varios ejemplos pueden darse, siendo
está indicando que no hay actividad si se atiende a los hechos, actos y situaciones que
28
Finalmente, para este punto pero que podría extenderse al conjunto de los
planteados, cabe también reflexionar qué tuvieron en mente los convencionales de 1977
(es decir, hace treinta y tres años) al referirse a los “gastos de compra”; lo corriente en
aquella época era el traslado físico del comprador a las grandes jurisdicciones
Creemos que no se tuvo en cuenta el “flete de compras” sino otros gastos de compras,
como los señalados; once años después, los convencionales reunidos en La Falda ya
contemplaron la incidencia de los fletes. Hoy, dado el avance de las comunicaciones y los
jurisdicción vendedora.
que no posee medios propios, o que le resulta más conveniente la tercerización o que,
29
No cambia el enfoque la circunstancia de que sea el vendedor quien encarga a una
comprador y ello así sea que abone anticipadamente el flete y luego lo recupere del
comprador, sea que el fletero perciba el monto directamente del comprador al momento
de la entrega.
Que la mercadería viaje “por cuenta y riesgo del comprador” (lo que es usual)
(tema regido por normas del Derecho Privado) la responsabilidad por el extravío de las
cosas transportadas, por el siniestro de las mismas o por otras circunstancias ajenas a las
partes contratantes. La asunción del costo del seguro de transporte por el comprador,
tampoco agrega elementos serios para el sustento territorial; se trata de una cobertura
EL NORMATIVO
Más allá del análisis realizado, de los criterios aplicables y de las citas de doctrina y
la atribución de los fletes de compra (en realidad, de los gastos de compra en general). La
distribución, por partes iguales, entre las jurisdicciones involucradas y eliminando las de
mero tránsito, no pasa de ser una solución discrecional que viene produciendo una
30
constante discusión entre las jurisdicciones y, como lo hemos ya señalado, un doble
perjuicio para los contribuyentes: falta de seguridad jurídica y perjuicio por los saldos a
integración entre los “gastos no computables”. Para ello caben, a nuestro entender, dos
sentido señalado. Las distintas jurisdicciones deberán reflexionar acerca del caos que han
VI - CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
del Impuesto sobre los Ingresos Brutos y los pronunciamientos discordantes de los
comitentes cuando se llega a un ajuste pretendido por alguna jurisdicción que entiende
31
2.- En particular, para la cuestión relativa a los fletes de compras, existen dos
posiciones opuestas: constituyen costo de los bienes adquiridos (en cuyo caso conforman
3.- Existen varios criterios a contemplar acerca de los fletes de compra, criterios
uno de ellos se evidencia una clara dificultad interpretativa que merece superarse,
dejando de lado la puja de las jurisdicciones para “atrapar” una porción mayor de base
percepción y recaudación por vía de los depósitos bancarios, que han establecido los
32
esta realidad, entendemos que se ha creado una suerte de “impuesto sin ley”, con la
favor.
teniendo en cuenta el contexto actual que considera a los fletes de compras como gastos
33
XL
JORNADAS TRIBUTARIAS
CIUDAD DE MAR DEL PLATA, 17, 18 Y 19 DE NOVIEMBRE DE 2010.
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es
Dr. Jorge Hernán Arosteguy
Dr. Juan Manuel Durán
Dr. Horacio Rossi
1
INDICE
1. INTRODUCCION.............................................................................................................. 3
2. EMPRENDIENDO EL VIAJE: DEFINICIÓN DEL UNIVERSO DEL IMPUESTO SOBRE LOS
INGRSOS BRUTOS .................................................................................................................. 5
3. TERRITORIO COMPARTIDO: ENTRANDO EN EL ÁMBITO DEL RÉGIMEN DE CONVENIO
MULTILATERAL........................................................................................................................ 6
3.1. EL LEITMOTIV DEL CONVENIO MULTILATERAL ................................................................... 7
3.2. ORIGEN DEL RÉGIMEN DEL CONVENIO MULTILATERAL: SU ANTECEDENTE EN UNA EXPERIENCIA
BILATERAL. .................................................................................................................................. 7
3.3. LOS SUCESIVOS REGÍMENES DE CONVENIO MULTILATERAL. ............................................. 8
3.4. GASTOS E INGRESOS, PARTICIPES EN LA DISTRIBUCIÓN DE BASE IMPONIBLE ....................10
3.5. GASTOS: PROTAGONISTAS EXCLUSIVOS DEL SUSTENTO TERRITORIAL..............................10
4. APARICIÓN FULGURANTE: LA TECNOLOGÍA EN EL COMERCIO Y LAS RELACIONES
ECONÓMICAS........................................................................................................................12
5. ATRIBUCIÓN DE INGRESOS Y GASTOS ................................................................................18
5.1. ATRIBUCIÓN DE INGRESOS ............................................................................................18
5.2. ATRIBUCIÓN DE GASTOS ...............................................................................................23
6. CONCLUSIONES ...........................................................................................................24
7. RECOMENDACIONES ..................................................................................................25
8. RESUMEN......................................................................................................................26
RECOMENDACIONES ...........................................................................................................28
9. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA .....................................................................................28
2
1. INTRODUCCION
El presente trabajo ha sido elaborado por los autores, con miras a ser presentado en el marco de
las XL Jornadas Tributarias, “las Jornadas del Bicentenario”, organizadas por el Colegio de
Graduados en Ciencias Económicas, teniendo en cuenta las pautas de relatoría correspondientes
a la Comisión Nº 2, referida a “Convenio Multilateral – Temas controvertidos en la asignación de
ingresos y gastos”.
En ese sentido, y como ya lo expresa el titulo de nuestro trabajo, nos inclinamos por analizar la
problemática relacionada a la aplicación del Convenio Multilateral, respecto a las operaciones
realizadas, concretadas o concertadas mediante lo que genéricamente podríamos referir como
“nuevas tecnologías”. Al respecto, nótese que podemos realizar acerca de la afirmación que
antecede, diversas consideraciones:
• Por un lado, y empezando por la expresión utilizada entre comillas y al final de la frase,
creemos conveniente dejar establecido los alcances de la expresión “nuevas tecnologías”; en
ese sentido, al usar esa expresión nos estamos refiriendo a los diversos medios tecnológicos,
aparecidos masivamente en los últimos 2 ó 3 lustros, cuya utilización está absolutamente
afianzada en los distintos campos de la vida humana, incluyendo la comercial y empresaria; de
dicho arraigo en la vida comercial y empresaria deriva que, mediante su utilización, se realizan
operaciones, actos y actividades que tienen repercusiones tributarias, vale decir, que
constituyen “hechos imponibles” en los tributos vigentes, en los distintos niveles de gobierno
de nuestro estado federal. El término utilizado, nuevas tecnologías, es el que hemos decidido
emplear, por dos motivos: por un lado, es el que corrientemente se utiliza, a efectos de
referirse a estos nuevos medios de comunicación, interrelación y transmisión de datos y, por
otro lado, es un término abierto, que no acota a lo que hoy conocemos y usamos extendida y
cotidianamente (vgr, internet, SMS, e-mail, MSN), sino que, además, resulta abarcativa de los
medios que, con el vertiginoso devenir del progreso en el área de la tecnología, se van
sumando a toda velocidad a nuestra vida cotidiana.
• Por otro lado, la primera parte de nuestra afirmación hablaba de operaciones realizadas,
concretadas o concertadas a través de estos medios; de ahí vemos la importancia de
diferenciar dos situaciones distintas: por un lado, aquellas en las que la operación es realizada
a través de la utilización de nuevas tecnologías, de aquellas en que la operación se concreta o
concerta por dichos medios. Como ejemplo de la primera alternativa podemos citar como
caso bastante difundido y conocido por todos hoy día, la asistencia remota que en materia de
software es prestada por un técnico en la materia que, contando con nuestra aceptación,
ingresa remotamente a nuestra computadora desde otro lugar físico, a través de internet y
realiza todas las actualizaciones, correcciones o modificaciones que resulten necesarias;
como vemos, la actividad en si es desarrolladas mediante apoyo en la nueva tecnología, en
este caso, internet. La otra alternativa tiene que ver con las operaciones concretadas o
3
concertadas a través de internet, es decir, aquellas en las cuales la captación del cliente o de
la operación, el pedido, el contrato o acuerdo son cerrados, sellados mediante el uso de la
nueva tecnología; en ese sentido, para recurrir a un caso por todos conocidos, podemos citar
los casos de operaciones concretadas a través de los portales de comercio electrónico o,
directamente, los pedidos realizados por clientes a través de la propia web page del sujeto
proveedor.
Creemos relevante dejar bien en claro este doble eje sobre el cual puede discurrir el uso de
nuevas tecnologías a este respecto, pues son dos líneas distintas: en la primera de ellas, es la
actividad la que se canaliza a través de estos medios, mientras que en la segunda el contacto, el
acuerdo o la concertación (es decir, aspectos previos a la realización de la actividad) son los que
tienen lugar a través de las mismas.
Ahora bien, para poder abordar adecuadamente esta problemática actual y de relativamente
nueva incidencia masiva en el marco del Convenio Multilateral, deberemos buscar apoyo en un
concepto base del régimen, que por lo viejo del mismo ha resultado objeto de los más diversos
análisis a lo largo de los años: el Sustento Territorial. Así, nos encontramos analizando un tema
actual, de creciente incidencia en nuestros días, partiendo de un concepto básico y central del
régimen en cuestión. Y es ahí donde veremos que todo lo dicho y escrito respecto a sustento
territorial nos va a resultar de utilidad para nuestro análisis, siempre teniendo en cuenta la
particular naturaleza de las modalidades de desarrollo de actividad que tienen que ver con el uso
de estas nuevas tecnologías. Y ahí es donde el fundamental aspecto del desarrollo de actividad,
punto central del hecho imponible del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, debe ser analizado
desde el lado que tiene que ver con los gastos relacionados con la misma, pues, por imperio del
último párrafo del artículo 1°, son los gastos los que hacen que una actividad se encuentre
comprendida en el régimen. Otro aspecto que abordaremos es la otra parte de la cuestión, vale
decir, la atribución de los ingresos derivados de la actividad.
El camino del análisis que nos ocupa es largo, en el cual iremos ingresando en distintos territorios,
mas concéntricos que colindantes, en los cuales nos iremos adentrando gradualmente,
transponiendo cada una de sus fronteras. No resulta válido ir de lleno al punto central, sin ir
dejando testimonio, en cada una de las estaciones que debemos atravesar, los aspectos centrales
y básicos en los que deben cimentarse los comentarios y conclusiones de la posterior etapa. Es
más, ya anticipamos que, en nuestra opinión, muchos de los aspectos cuestionables o
directamente desatinados que encontramos en los temas puntuales del Convenio Multilateral,
tienen que ver con que se basan en aseveraciones o decisiones por parte de los Fiscos que son
tomadas olvidando el ABC del mismo o, incluso, las características básicas del Impuesto sobre los
Ingresos Brutos, cuya base imponible es objeto de distribución por parte del mismo. Una vez más,
el mero análisis de la hoja no resulta satisfactorio, si previamente no estudiamos y sacamos
conclusiones, sucesiva y armónicamente, respecto al bosque, a la arboleda, al árbol, tronco y
4
ramas, en forma previa a las disquisiciones respecto a la hoja y cada una de sus nervaduras,
vasos, circulación de savia y demás cuestiones vinculadas.
5
un Impuesto que se aplica sobre una base imponible que, en los casos generales, está
determinada por los ingresos brutos del contribuyente;
• Avanzando en el asunto y ya saliendo de lo que es la base imponible, debemos ir en busca
de, justamente, el punto más importante de un impuesto que es el hecho imponible; es así
que, respecto al hecho imponible, encontramos, a diferencia de lo que ocurre con la base
imponible, una gran diferencia con el IVA, pues en este caso el hecho imponible está dado
genéricamente por el ejercicio de actividad que participa de ciertas características básicas,
como ser la habitualidad y onerosidad de la misma. Éste aspecto básico y central, que
tiene que ver con el Impuesto sobre los Ingresos Brutos, es, juntamente con un principio
básico del Régimen de Convenio Multilateral, cual es el sustento territorial, piedra angular
del presente trabajo y, como no decirlo, de todas las decisiones y temperamentos que se
adopten tanto respecto a la asignación de base imponible, como en el establecimiento de
regímenes de retención y percepción. Aquí es donde cabe reflexionar, señalando que la
denominación que presentaba el tributo antecesor del Impuesto sobre los Ingresos Brutos,
impuesto sobre las Actividades Lucrativas, si presentaba un nombre que hacía referencia
clara y directa, ya no a la base imponible, sino al aspecto central del impuesto, que es su
hecho imponible, con dos de sus aspectos fundamentales, que es el ejercicio de actividad
y la onerosidad de la misma (inferido este último carácter del término “lucrativas”).
• Pasando al aspecto temporal del hecho imponible, diremos que el Impuesto sobre los
Ingresos Brutos es un impuesto de ejercicio, es decir, grava los ingresos obtenidos por el
ejercicio de la actividad durante un determinado periodo de tiempo;
• En cuanto al aspecto territorial, nos encontramos con que es un impuesto que debe
oblarse en cada jurisdicción en la que el contribuyente haya desarrollado actividades. Este
es un aspecto muy importante, tanto en lo que tiene que ver con el impuesto y con el
Régimen de Convenio Multilateral en general y, también, sumamente relevante para el
análisis del tema que específicamente alienta nuestro análisis.
En este punto, y ya repasadas someramente las más básicas y centrales características del
Impuesto sobre los Ingresos Brutos, obtenemos, en condiciones de realizar apostillas marginales
que nos servirán para cimentar nuestras posteriores elaboraciones, puntos que nos dan lugar a
avanzar hacia la siguiente estación de nuestro viaje, que es, ya en territorio del Régimen de
Convenio Multilateral, analizar algo tan básico y fundamental como es cuando, en que
oportunidades, por que motivo y de que manera, resulta aplicable el Régimen de Convenio
Multilateral. Y aquí es donde debemos abordar un tema de permanente trascendencia: el
sustento territorial.
6
3.1. El leitmotiv del Convenio Multilateral
Siguiendo con nuestra premisa de ir desgranando el tema, capa por capa, en este apartado
comenzaremos recurriendo a un elemento ajeno, no solo al Convenio Multilateral, sino, incluso, al
ámbito tributario en su conjunto: el Diccionario de la Real Academia Española. En efecto, el
diccionario de nuestra lengua define la palabra “leitmotiv”, término utilizado en el título de este
acápite, en su segunda acepción, como “Motivo central o asunto que se repite, especialmente de
una obra literaria o cinematográfica”, siendo aun mas relevante la mención que hace a la
etimología de la misma, al señalar que proviene del idioma alemán, específicamente de los
términos “leiten”, guiar, dirigir, y “Motiv”; en ese sentido, y un poco parafraseando el origen
etimológico del término intencionadamente utilizado, diremos que de estos pasajes obtendremos
los motivos que deben guiar todo el posterior desarrollo del trabajo y, a su vez, los desarrollos y
posturas que se realicen por parte de los Fiscos y Autoridades de Aplicación involucrados en la
materia.
Esto es así pues no es posible arribar a conclusiones válidas, cuando se pierde de vista el motivo
que dio lugar, origen, validez y desarrollo a una determinada herramienta, como ser en este caso
el Régimen de Convenio Multilateral. Y para conocer ese “motivo que guió” la génesis del
Régimen de Convenio Multilateral, es verdaderamente valioso hacer un recorrido por los
antecedentes y orígenes del mismo, repasando las modalidades imperantes en cada momento,
siempre a la luz del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, cuyo tributo antecesor, el Impuesto a las
Actividades Lucrativas, de similares características en cuanto a su hecho imponible, fue el motor
que generó su creación y posterior evolución.
3.2. Origen del Régimen del Convenio Multilateral: su antecedente en una experiencia
bilateral.
Para referirnos al origen del Régimen de Convenio Multilateral debemos, forzosamente, comenzar
refiriéndonos al origen del Impuesto sobre los Ingresos Brutos. En efecto, fue a través del
advenimiento del Impuesto a las Actividades Lucrativas, antecedente del Impuesto sobre los
Ingresos Brutos, y, mas específicamente, a partir de la vigencia del mismo en diversas
jurisdicciones del país, que surgió la necesidad de contar con algún mecanismo que evitara una
suerte de doble o múltiple imposición a nivel interno.
Al utilizar intencionadamente la expresión “doble o múltiple imposición” la primera idea que nos
viene a la mente es el remedio que, para evitar dicho fenómeno, se ha dado en el marco
internacional, referido a otros tributos, generalmente a la renta y en ocasiones al patrimonio: tanto
las normas incluidas en las propias leyes de los tributos, como los tratados para evitar la doble
imposición internacional, en los cuales, básicamente, uno de los fiscos resigna la aplicación de su
potestad tributaria, de su capacidad de gravar un determinado hecho, a cambio de reciprocidad.
Éste camino no fue el adoptado, habiendo marcado Bulit Goñi en su obra de 1992 que dicho
7
mecanismo no hubiera sido idóneo para estos casos, teniendo en cuenta “…dos realidades
propias de nuestro medio: una, la manifiesta disparidad que caracteriza a nuestras distintas
jurisdicciones, y la otra, que en cierto modo deviene de la primera, la ostensible desigualdad de
los términos en que se realiza nuestro intercambio interno”, para concluir en el párrafo siguiente
que “…provincias ricas y provincias pobres, productoras y consumidoras, superpobladas y vacías,
industrializadas y pastoriles o mineras, insertadas en el intercambio internacional y aisladas, etc.
Haber sometido esa realidad al expediente tradicional referido - Nota de los autores: en alusión al
remedio usualmente dado en el plano internacional -, hubiera acrecentado las disparidades,
hubiera perjudicado a unas jurisdicciones a favor de otras; en suma, hubiera acentuado nuestras
distorsiones internas” 2 ¿Qué apostilla podemos extraer de estos pasajes? Que ya en los albores
del Régimen de Convenio Multilateral parece haber sido tenido en cuenta el hecho de que el
criterio de reparto que se adoptara debía, en primer lugar, ser respetuoso de las distintas
jurisdicciones, en cuanto todas ellas han contribuido a la generación del ingreso cuya imposición
todas ellas persiguen, debiendo atenderse, especialmente, a que cada una pueda participar de los
mismos de un modo equitativo, teniendo en cuenta su respectiva contribución a la generación de
dichos ingresos. Pedimos al lector remarque estas líneas, que retomaremos un poco mas
adelante, al referirnos a la incidencia de gastos e ingresos a tales fines.
Pues bien, descartada que fuera la teórica alternativa de distribuir (o, en su caso, restringir) las
potestades tributarias, vía gravabilidad del total del ingreso de que se trate, en una jurisdicción y
exención en las demás, veamos como hemos llegado al Régimen que actualmente tenemos en
vigencia. Es en esa línea en que debemos comenzar no por el primer Régimen de Convenio
Multilateral, sino por el primer Régimen de Convenio Bilateral, pues fue suscripto por la Provincia
de Buenos Aires y la por entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. En efecto, el
punto de partida de todo esto lo encontramos en el año 1948, en el que la Provincia de Buenos
Aires crea el Impuesto a las Actividades Lucrativas, tributo que es sancionado al año siguiente por
la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires; a partir de allí es cuando, existiendo un tributo de
similares características, con una base imponible dada por los ingresos recibidos en retribución a
la actividad desplegada, se comenzaban a plantear casos en que ambos fiscos pretendían
imponer la totalidad de los ingresos del contribuyente. Para dar solución a este asunto, la
Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires firmaron el referido
Convenio Bilateral, el 28 de mayo de 1953, con vigencia desde el 1 de enero de dicho año y
dejando plasmada la posibilidad de que las demás jurisdicciones adhirieran a esta Convenio.
8
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, suscribieron el Primer Convenio Multilateral, que
resultó aplicable desde el 1 de enero de 1954.
Como nota concurrente entre estos dos Convenios, y de particular relevancia en miras al análisis
que nos anima, cabe destacar que, en ambos casos, la distribución se realizaba exclusivamente
en base a los gastos soportados en cada una de las jurisdicciones.
Posteriormente, ya en fecha 14 de abril de 1960, se suscribe el Segundo Convenio Multilateral, el
cual participa de las características generales de su antecesor, pero con una modificación
importante: se incorpora a los ingresos a efectos de la distribución de base entre las
jurisdicciones: a partir de la vigencia de este Convenio, ya no serán exclusivamente los gastos los
indicadores idóneos para distribuir la base imponible, sino que los ingresos serán también
pertinentes a tales fines. En esta primera experiencia de incursión de los ingresos como
parámetros de distribución, cuentan con una participación del 20% a tales fines, vale decir, los
ingresos imponibles se distribuirían entre las distintas jurisdicciones un 80% en proporción a los
gastos soportados por cada una de ellas y el 20% restante en función a los ingresos.
A cuatro años y medio de esta experiencia, se firma lo que sería el Tercer Convenio Multilateral, el
día 23 de octubre de 1964, el cual traía, como modificación relevante, además de la creación de la
Comisión Plenaria con funciones de organismo de apelación, un incremento del protagonismo de
los ingresos, como parámetro de distribución de base imponible, pues preveía la distribución un
70% en función a los gastos y un 30% en función a los ingresos.
Sabido es que hoy estamos en el marco de lo que sería, siguiendo la cronología, el Cuarto
Convenio Multilateral, firmado el 18 de agosto de 1977; 33 son los años transcurridos desde aquel
momento y del texto del mismo surge una absoluta equiparación entre gastos e ingresos, en su rol
de parámetros para la distribución de la base imponible, pues la misma se distribuye un 50% en
función a cada uno de los mismos
9
3.4. Gastos e ingresos, participes en la distribución de base imponible
En el marco del Régimen General del Convenio Multilateral, tal como hemos visto en la evolución
de los antecedentes del texto actual, rige una situación de absoluta equiparación entre ingresos y
gastos, a efectos de distribuir la base imponible entre las distintas jurisdicciones; hemos pasado al
respecto de una situación inicial en la cual la base imponible era distribuida entre las distintas
jurisdicciones, exclusivamente, en función a los gastos, a la situación actual, en al cual, como
hemos referido, nos encontramos ante una situación equilibrada, en la cual ambos elementos
tienen el mismo peso específico, como parámetros para distribuir base imponible. De este modo,
por decir de algún modo, los gastos han perdido parte de su relevancia, al compartir en pie de
igualdad esta función con los ingresos; distinta es la situación de los gastos, respecto a su entidad
o relevancia, como exteriorizadores de actividad en las distintas jurisdicciones, aspecto al cual nos
referiremos en el apartado siguiente.
Una vez ya ingresados en las cuestiones técnicas y teóricas referidas al Convenio Multilateral,
podemos adentrarnos en algunas cuestiones referidas a Internet para celulares y las terminales
capaces de ofrecer un buen servicio. Desde hace varios años los costos para acceder al servicio
de conexión con el cyberespacio (internet) se vió disminuido llegando a valores muy accesibles a
cualquier usuario, incluso desde cualquier centro de telecomunicaciones. Asimismo se han
consolidado y perfeccionado todos los medios de comunicación e incluso los portales ó foros en
los cuales las personas pueden opinar, consultar y concertar negocios desde cualquier parte del
mundo y hasta se puede trabajar y cerrar negocios entre el trayecto de su domicilio y el trabajo y
viceversa.
Entre tanto, los expertos de Microsoft, Google y el M.I.T., indican que los próximos 10 años serán
los de la inversión en telefonía móvil. En el mundo existen más de cuatro mil millones de teléfonos
móviles operativos de todo tipo, y ahora que la red entra en ellos se generan no sólo nuevas ex-
pectativas, sino también oportunidades de negocios y de afrontar la información.
Las grandes compañías de comunicaciones y los laboratorios más importantes del mundo
investigan ya en aparatos portátiles que sean cómodos, rápidos y en los que el tamaño de su
pantalla crezca proporcionalmente a la demanda de información de los usuarios.
La aparición de un terminal como el iPhone, el Blackberry, Ipad y otros tantos han sido los que
realmente conectaron al empresario desde su celular. Desde el momento en que ha existido un
terminal capaz de dar un servicio adecuado, la navegación por medio del celular se ha
multiplicado y en algunos casos pasa a ser su principal herramienta del negocio, incluso,
reemplazando una oficina o un lugar fijo de negocio.
12
Las últimas generaciones han participado, conscientes o no, de un proceso de avance
tecnológico jamás evidenciado en la historia. Se puede asistir hoy, a la inmensa posibilidad de
interactuar de manera instantánea con diferentes y distantes espacios geográficos. El avance
tecnológico de los últimos años ha experimentado, posiblemente en el área de las
telecomunicaciones, uno de los éxitos de mayor relevancia de todo este proceso. Y, como suele
suceder en estos casos, ese éxito fue rápidamente capitalizado en el campo de los negocios.
• Venta y Compra por internet, desde un Server ó front web situado en otra parte del
mundo.
• Asesoramiento on line desde uno ó varios “cyber lugares” a un cliente situado físicamente
en una oficina determinada.
• Desarrollo de un caso ó respuesta a consultas varias de clientes, estando el profesional
en diferentes lugares, mientras el cliente se encuentra en un lugar fijo.
Podemos ahora retomar los datos estadísticos y mencionar en cuanto al uso y la población que
utiliza internet en Argentina. A modo de ejemplo durante el año 2008 se llegó a los 18 millones de
personas, aproximadamente el 50% de la población. No obstante, la curva de adopción de Internet
ingresó en el año 2009 en un "amesetamiento", ya que porcentualmente el incremento sería del
16% frente a una tasa anual del 30% que viene registrándose en los últimos tres años.
Además como si este dato fuera poco revelador la Argentina es hoy el primero en la región en
cantidad de cuentas de banda ancha en el hogar.
Por último y como para darle un toque de color en valores, Argentina superará en el 2010 los
$7.000 millones en transacciones realizadas a través de Internet para la compra de productos y
servicios, lo que representará un incremento del 35% respecto del 2009” 3 .
13
Si tomamos ciertos valores promedios podemos ver que los $7.000 millones multiplicados por una
alícuota “promedio” de Ingresos Brutos (por ejemplo 3%) nos genera un impuesto determinado de
$210 millones ($7.000.000.000 x 3% = $210.000.000)
Para tener otro valor y poder ver parámetros comparativos desde la publicación oficial de ARBA
en sus Estadísticas de Recaudación y desde la web neuqueninforma.com (Subsecretaría de
información Pública) obtuvimos los siguientes ingresos por el impuesto a los Ingresos Brutos:
Esto nos genera unas preguntas: ¿es relevante este monto de $210 millones antes calculado para
el ingreso de una jurisdicción?, ¿deberíamos de observar las transacciones vía internet?, ¿está
todo debidamente legislado?
Ahora vamos a volver con los datos estadísticos y sobre la estimación estandarizada es que por
cada cliente se cuentan 4,7 usuarios y el ejemplo más claro es que una empresa se considera un
solo cliente, pero en definitiva tiene varias decenas de usuarios (empleados).
Siguiendo con este análisis y adentrándonos en temas hogareños de internet, el 41% de la
población argentina tiene en su hogar acceso a Internet y las conexiones se incrementan al
medirlas entre los usuarios habituales de la Red: el 82% de ellos goza de acceso on line en sus
domicilios.
Un 46% de la población asegura no conectarse jamás. La gran asimetría digital aparece
representada por cómo se distribuye esta masa de excluidos digitales entre los distintos grupos
sociales. El 83% de las personas con escolarización primaria, grupo que se corresponde con los
sectores socioeconómicos más bajos, nunca utiliza Internet, sólo un 6% de ellos lo hace todos los
días. Entre la población con educación secundaria el no uso alcanza al 37%, y prácticamente
desaparece entre la población de mayor nivel socioeconómico, en la que sólo el 9% nunca accede
a Internet 4 .
Es en esa franja, precisamente, en la que el 91% acompaña de forma armónica el desarrollo
tecnológico y accede a la Web sin restricciones (el 65% lo hace todos los días y el 26%, algunos
días por semana).
Las estadísticas surgen de un exhaustivo sondeo de la consultora Poliarquía, realizado para LA
NACION, que encuestó a 1000 argentinos, mayores de 18 años, en 40 centros urbanos de todo el
país.
14
El estudio refleja, además, que el Gran Buenos Aires representa el área con mayor desigualdad
cibernética: un 50% de esa población jamás se conecta a la Web, mientras que la proporción
disminuye al 45% en el interior del país y decrece al 37% en la Capital.
La mayor penetración en el uso de red surge, como era previsible, es en la Capital, con el 63% de
la gente con acceso on line .
Por último sobre esta clase de datos estadísticos surge de este informe lo siguiente: el 54% de
los usuarios usa la Red para trabajar. Por otro lado, las modalidades más rezagadas de uso
corresponde a las de "hacer compras" y "operaciones bancarias o a pagar cuentas", con 24% y
22%, respectivamente."
Ahora bien podemos empezar a ver la cantidad de usuarios que utilizan internet en los diferentes
países: en China (420 millones), EE.UU. (240 millones), Japón (99 millones), India (81 millones),
Brasil (76 millones) y Alemania, (65 millones), resultando más de la mitad del total mundial. En
otros términos, los seis países con mayor cantidad de personas que utilizan Internet agrupan al
50,1% de los mismos, haciendo un total de casi 1.180 millones 5 .
La mayor parte de los países sudamericanos cuenta con entre el 70% y el 90% de sus
suscripciones de acceso fijo a Internet de banda ancha, teniendo la Argentina el 72,4%.
Con lo que hasta aquí pudimos mencionar y tomar como cantidad de usuarios y porcentuales
respectivos, podemos decir que Internet aumenta la movilidad de las firmas y de ciertos tipos de
trabajadores capacitados. Las empresas o individuos que operan por la red pueden mudarse a países
o regiones de bajos impuestos o paraísos fiscales y lo que es más:
“Internet hace más difícil que las Administraciones Tributarias puedan ubicar la
identidad y el lugar donde se encuentran individuos o empresas que realizan actividades
gravadas mediante estas tecnologías, motivo por el cual, nuestra legislación debería
contemplar y aggiornarse para no generar un ahuecamiento en la base y/o perder
recaudación de operaciones que están alcanzada por el Impuesto sobre los Ingresos
Brutos”.
Para esquematizar nuestro análisis y los distintos tipos de operaciones que pueden existir,
podemos mencionar dos clases de comercio electrónico:
Comercio Electrónico Indirecto adquirir bienes tangible, que necesitan luego ser
enviados físicamente usando canales tradicionales de distribución. Por ejemplo, envío postal y
servicios de mensajería.
15
Comercio Electrónico Directo: el pedido, el pago y el envío de los bienes intangibles
y/o servicios se producen “on-line”. Ejemplos de esta modalidad son las transacciones vinculadas
con el software y la música. Permite transacciones electrónicas de extremo a extremo sin
obstáculos a través de las fronteras geográficas y aprovecha todo el potencial de los mercados
electrónicos mundiales
Para la Administración Tributaria, esta clasificación resulta importante al momento de diseñar las
normas o emprender una fiscalización.
Nos parece adecuado adentrarnos en un análisis mas profundo y para ello comenzaremos por
rever los siguientes conceptos:
a. Presunciones y ficciones
Tomemos como caso y eje central a la Resolución 83/2002, hoy receptada, en sus partes
esenciales, en el articulo 16 de la Resolución General 2/2010. En la referenciada norma se
presenta la creación de lo que en derecho tributario se denomina una ficción, es decir que la
disposición jurídica, conceptualiza un hecho que siendo o no cierto, lo considera como cierto, sin
admitir prueba en contrario.
Aquí es preciso, distinguir entre dos conceptos: la presunción y la ficción. La primera, como la
define Alberto Gorosito “es un intento de obtener la verdad y su dimensión, a partir de un hecho
cierto, concreto y comprobado. El resultado de esta inferencia esta sujeto a prueba y
demostración de verdad. Admite prueba en contrario, salvo disposición legal expresa, en cuyo
16
caso puede trasformarse en una ficción”. Otro axioma bastante gráfico es el que nos acercan
Susana Navarrine y Rubén Asorey quienes definen a la presunción como “el acto de aceptar la
veracidad de un hecho por la evidencia de otro del que normalmente depende aquel hecho no
probado” 6 .
En consecuencia, cabe destacar que el hecho conocido a partir del cual se deduce el hecho no
probado se denomina indicio. A través de este último podemos inferir el hecho no probado. Toda
presunción se basa en una estructura lógica, de la cual no se obtiene una certidumbre sino una
probabilidad. Es por esto que entre el hecho real y conocido, y el hecho probable debe existir una
relación razonablemente y racionalmente probada. La ficción, a la cual hacemos referencia en el
párrafo que antecede, en cambio, “es una disposición jurídica, que conceptualiza un determinado
hecho, sea o no cierto, y lo repunta como cierto, sin admitir prueba en contrario. Al decir de la
doctrina, la conexión entre los hechos la da la ley, despreocupándose por la realidad, y en rigor es
una mentira técnica”. En palabras de Pérez de Ayala, “constituye una valoración jurídica,
contenida en un precepto legal en virtud de la cual se atribuye a determinados supuesto de hecho,
efectos jurídicos que violentan o ignoran su naturaleza real” 7 .
Estas construcciones jurídicas responden a las necesidades que le surgen al sistema jurídico y
que no pueden ser resueltas en forma simple. Aquí observamos una similitud entre este
razonamiento y lo que ocurre en la actualidad con nuestro viejo Convenio Multilateral, el cual no
se a podido adecuar a los cambios que la vorágine tecnológica ha generado en el ámbito de la
tributación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos.
Es por esto, y creemos que también con el objetivo de simplificar la liquidación del gravamen, que
la Comisión Arbitral ha creado esta ficción en el ámbito del Convenio. En consecuencia se deben
respetar los principios constitucionales a la hora de crear una figura como la que esta en estudio.
Una consideración, a nuestro juicio muy importante, a tener en cuenta surgió en las jornadas XII
Jornadas Latinoamericanas de Derecho Tributario desarrolladas en la ciudad de Bogota, Colombia
en el año 1985. El tema central de estas jornadas estuvo dado por las presunciones y las ficciones
en el derecho tributario de la región. Entre las conclusiones y recomendaciones más importantes
que se obtuvieron en estas conferencias, rescatamos una que dará pie a un planteo de cambio en
las interpretaciones de la Comisión Arbitral respecto al tema que se propone debatir en este
trabajo. Entre las conclusiones a destacar se encuentran las siguientes:
1- Los principios generales del Derecho Tributario universalmente reconocidos deben estar
consagrados en las Constituciones de los países miembros o, en su defecto, en formas jurídicas
de rango superior a las leyes ordinarias.
17
2- Excepcionalmente o con carácter subsidiario el legislador podrá hacer uso de las ficciones y de
las presunciones absolutas para establecer los elementos esenciales de la obligación tributaria, en
la medida en que su aplicación no viole los principios constitucionales.
3- Bajo ningún supuesto la Administración podrá efectuar la determinación del tributo creando ella
misma presunciones. Estas deberán establecerse siempre por el Legislador.
En consecuencia y haciéndonos eco de lo establecido por este congreso y por los conceptos
antes vertidos es que se sostiene el cuestionamiento de lo establecido por la Resolución General
83/2002. De la misma surge que el órgano administrativo ha creado una ficción tributaria, en
contraposición con lo que establece la recomendación número 3 de las Jornadas
Latinoamericanas. En este punto se establece, como ya expusimos, que debe ser el legislador
quien establezca este tipo de conceptos y no un órgano administrativo. Si bien se podría decir que
no se esta creando un tributo nuevo por parte de la administración y que por el contrario se esta
intentando simplificar el tratamiento, también es cierto que considerando esta ficción, se puede
atribuir ingresos a jurisdicciones con tasas más altas donde realmente no se ha desarrollado
actividad. Pudiendo generar esto último una mayor imposición para el contribuyente que la que
sufriría si no existiera este concepto. Visto desde otro punto de vista, cabe referir a la
inconstitucionalidad de este proceder.
Es un aspecto clave para cualquier inversor, por pequeño que sea, tener reglas de juego claras y
sobre todo, que estas reglas provengan de órganos legislativas y no de un ente administrativo que
puede cambiar radicalmente el espíritu de una ley con tan solo una resolución.
En esta parte del trabajo nos referiremos a la forma en que debemos atribuir ingresos en
transacciones efectuadas por medios electrónicos por Internet o sistema similar a ella
mencionados en el art. 16 de la Resolución General 2/2010 de la Comisión Arbitral que viene a
actualizar el ordenamiento de las normas desde la Resolución General 2/2009 y sus posteriores
modificaciones.
18
Recordemos que esta disposición se incorporó por la Resolución General 83/2002 considerando
que “este tipo de transacciones se hallan encuadradas en el último párrafo del artículo 1 del
Convenio Multilateral del 18/8/1977” y en su segundo párrafo establecía, y establece en el texto
actual, que “a los efectos de la atribución de ingresos prevista en el inciso b) in fine del artículo 2
del C.M., se entenderá que el vendedor de los bienes, o el locador de las obras o servicios, ha
efectuado gastos en la jurisdicción del domicilio del adquirente o locatario de los mismos, en el
momento en el que estos últimos formulen su pedido a través de medios electrónicos por Internet
o sistema similar a ella”.
Estaríamos en presencia de un ejemplo del primer caso, por ejemplo al tener un intercambio de
mails o teleconferencia en los cuales se ponen de acuerdo en una compra que se va a realizar o
un servicio que se va a prestar. A partir de este momento de sendas confirmaciones, queda
pactada la operación en las condiciones que hayan fijado.
Un ejemplo del segundo caso planteado, ocurriría en el caso que en una reunión se pacten las
condiciones de un servicio que se va a prestar y luego este se preste íntegramente vía Internet.
Un tema más que nos gustaría traer a colación para avanzar sobre un análisis completo de este
tipo de operaciones es proceder a consultar la definición de “transacción”, que se menciona en el
art. 16 de la Res. Gral. 2/2010, en el diccionario de la Real Academia Española, encontrando que
en su página web 8 nos indica que en su segunda acepción se refiere a “trato, convenio, negocio”.
Es decir, que todo trato, convenio o negocio que se lleve a cabo por medios electrónicos por
Internet o similares, se entenderá que se encuadra en el último párrafo del art. 1 del C.M..
Ahora bien, si analizamos la norma mencionada en el párrafo anterior, vemos que se refiere al
medio utilizado para formalizar la operación que origina el ingreso y procede a la enumeración de
correspondencia, telégrafo, teléfono, etc..
Vemos aquí una posible discusión al efectuar un distingo respecto a si debe considerarse el
momento en el cual se concreta o concerta el negocio o a la forma en que este se lleve a cabo.
Intentando ilustrar el tema e incorporarle la mayor claridad posible, podemos diferenciar la
prestación de un servicio que se concerta por Internet y luego se presta personalmente o por esa
19
misma vía y por el otro lado la misma prestación de servicio, pero que se pacta personalmente –
léase entre presentes- y luego se presta por Internet.
Siguiendo un entendimiento lógico de las normas y de la importancia del C.M. por sobre las
resoluciones generales, entendemos que el art. 16 de la Resolución General 2/2010 se refiere a
aquellas operaciones que se formalicen vía Internet y no a que se lleven a cabo por esta vía.
Ahora bien, si seguimos la línea de pensamiento de que la ficción establecida por esta
Resolución General es inconstitucional, pasamos a encontrarnos en el mundo de la
incertidumbre y de la falta de claridad normativa tanto para los contribuyentes como para los fiscos
intervinientes, situación que bregamos por su máxima erradicación.
Una primera posición, sería considerar que, si hay gastos de cualquier naturaleza vinculados a la
actividad del contribuyente en varias jurisdicciones y que las operaciones se formalicen vía
Internet, estaríamos en las clásicas operaciones entre ausentes y atribuiríamos el ingreso a la
jurisdicción correspondiente al domicilio del adquirente de los bienes, obras o servicios. Hasta
aquí, no tendríamos inconvenientes.
Siguiendo con el cuerpo normativo del C.M. y excluyendo lo normado por la Resolución General
por los motivos ya expuestos, nos encontraríamos a priori con dos situaciones:
Podríamos decir que en ambos casos deberíamos atribuir los ingresos a la jurisdicción del
vendedor/prestador del servicio, ya que al no tener gastos en la jurisdicción del
comprador/prestatario no podría aplicarse la parte final del inciso b del art. 2 del C.M. vinculada al
último párrafo del art. 1 referida a operaciones entre ausentes, por carecer del sustento territorial
pertinente.
9
Recordemos que Guillermo A. Borda , hace una distinción en cuanto a si los contratos
concluidos por teléfono son celebrados entre presentes o entre ausentes. Analiza dos
elementos, el “momento” y el “lugar”. En referencia al primer punto, indica que debe
20
considerarse celebrado entre presentes porque la aceptación sigue inmediatamente a la
oferta. En cuanto al segundo, considera que se debe considerar celebrado entre
ausentes, rigiéndose por las leyes vigentes del lugar más favorable a la validez del acto.
Recordemos todo lo que atañe al tema del sustento territorial dado por algún gasto
efectivamente soportado en una jurisdicción, sea o no computable a los fines de la
determinación de coeficientes del régimen general, en la jurisdicción del comprador, que
permiten la atribución de ingresos a esta para operaciones entre ausentes, y en caso
contrario, a la jurisdicción del vendedor.
Creemos de vital importancia rememorar lo expresado por Enrique G. Bulit Goñi que
“ningún fisco puede aplicar el gravamen a quien no haya ejercido actividad en forma
efectiva dentro de su territorio, requisito éste que provenía tanto de la ley impositiva local
como del Convenio Multilateral vigente” 10 , agregando también que “en el anterior
convenio sólo había actividad efectiva en un territorio cuando, mediante el asiento efectivo
y tangible en él, el contribuyente potencial desenvolvía algún aspecto de su actividad
tendiente a lograr el ingreso final” 11 .
¿La existencia del gasto es el parámetro más adecuado para medir la actividad?
21
Creemos que este interrogante se puede despejar fácilmente analizando la evolución que
ha tenido el Convenio Multilateral a lo largo del tiempo, como ya hemos descripto, desde
una consideración estrictamente restrictiva a los gastos a posturas que fueron incluyendo
paulatinamente los ingresos y que hoy en día encontramos una clara tendencia
jurisprudencial para atribuir los ingresos al lugar de prestación del servicio.
¿Es justa esta forma de atribuir ingresos para este tipo de operaciones? ¿Estaríamos respetando
los principios básicos perseguidos por el C.M.?
Siguiendo la línea de la opinión mayoritaria vertida por la Comisión Arbitral y la Comisión Plenaria
en diversos casos 13 , en cuanto a que el ingreso debe atribuirse al lugar de la prestación del
servicio, y por el otro lado la evolución en la consideración de los ingresos y gastos a efectos de
determinar los coeficientes en los distintos Convenios firmados desde el año 1953 a la fecha, nos
surgen ciertos interrogantes.
En el marco teórico, y a modo de ejercicio para un hipotético nuevo texto del Convenio Multilateral,
moderno y que recepte las actuales tecnologías, ¿deberíamos dejar de lado el concepto de
sustento territorial al atribuir ingresos para este tipo de operaciones? ¿Cómo debemos “medir” la
existencia de actividad?
Estamos convencidos que hoy en día, frente a la globalización de las operaciones y a la incidencia
creciente que tiene el mundo virtual en los negocios, debemos agendar en la lista de debates
doctrinarios pendientes, el análisis respecto a cuál sería el modo de medición más adecuado de
“la actividad” que se ejerce en varias jurisdicciones, cuanto estén de por medio las nuevas
tecnologías.
Es más, si vamos al Diccionario web de la Real Academia Española encontraremos que define en
su cuarta acepción al concepto de “actividad” como el “conjunto de operaciones o tareas propias
de una persona o entidad”. Podríamos decir que la actividad de un contribuyente arrancaría con el
mero desarrollo ideológico de un negocio hasta la cobranza de sus operaciones que motivaron
dicho negocio.
A tal fin, entendemos que, en un hipotético nuevo texto del Convenio, resultaría aconsejable
analizar en profundidad, cual sería el modo mas adecuado de considerar el sustento territorial, a
efectos de lograr una atribución más adecuada de los ingresos, aggiornándola a estas nuevas
tecnologías imperantes, revalidando su propósito y revisando si, en ese orden de ideas, resulta
22
aconsejable atribuir ingresos a la jurisdicción desde donde provienen, es decir, donde se presta el
servicio, con independencia de la existencia o no de gastos que den sustento territorial a la
actividad, si es que en el debate se arriba a concluir que en este tipo de operaciones no debería
ser el gasto un requisito necesario para el sustento de este tipo de modalidades.
De esta forma, sólo correspondería la aplicación de la primer parte del inc. b del art. 2 del C.M.
que reza “en proporción a los ingresos brutos provenientes de cada jurisdicción” y para estas
operaciones, sería al lugar donde se presta el servicio. Insistimos, más allá de la existencia o no
de gastos a los efectos de generar el sustento territorial.
23
Ya nos hemos referido, aunque tangencialmente, a cuestiones vinculadas a este asunto, en
acápites anteriores, por lo cual vaya el presente como raconto o reafirmación de lo ya dicho, no
exento de nuevos comentarios respecto a este asunto.
En ese sentido, la piedra angular de este asunto está dado por el artículo 4°, y dentro del mismo el
principio de asignar un gasto a la jurisdicción que lo soporta, entendiendo que ello ocurre cuando
guarda “relación directa con la actividad que en la misma se desarrolle”, sin importar el lugar en el
cual la erogación es soportada; vale decir, no importa donde es oblado un gasto, sino que tiene
que ver con la jurisdicción que usufructuó dicho gasto La problemática de los gastos de escasa
significación y que presentan dificultades en su asignación, es abordada en el segundo párrafo del
artículo 4°, permitiendo que sean distribuidos “mediante estimación razonablemente fundada”
Tema clásico encontramos en el último párrafo: los fletes (en realidad, gastos de transporte reza el
artículo) se atribuirán por mitades entre las jurisdicciones que involucran a los mismos.
6. CONCLUSIONES
De acuerdo a lo visto y analizado a lo largo del presente trabajo, acercamos las siguientes
conclusiones:
¾ Que en toda cuestión que tenga que ver con el tratamiento a dispensar a los ingresos
generados por actividades concretadas, concertadas, pautadas, acordadas o pactadas por
internet o similares, nos encontraremos indudablemente con escollos adicionales, respecto
a la situación que se plantea a partir de la utilización de las mismas;
¾ Que en ese sentido, debe tenerse muy presente que lo que debe hacer quien deba aplicar
el Convenio Multilateral, respecto a estas actividades desarrolladas con utilización de nueva
tecnología es precisamente aplicar las pautas del Convenio Multilateral vigente;
¾ En ese orden de ideas, resulta censurable la deformación del Régimen de Convenio
Multilateral vigente, haciéndole decir lo que no dice, incluso cuando se trata de situaciones
en las que, mas allá de la utilización de nuevas tecnologías, ello no implica un cambio
respecto a lo que ocurriría si se hubiera utilizado algún medio de los tradicionales;
¾ En ese sentido, cabe señalar que la Resolución (CA) 83/2002 implica un claro caso de
extralimitación de la Comisión Arbitral, al expedirse en un sentido que no está contemplado
en el texto del convenio vigente y respecto al cual, además, no se produciría diferencia en
la realidad económica del asunto si el pedido en lugar de realizarse por internet se hiciera,
vgr, por teléfono o fax;
¾ Que estamos en un momento en el cual, en materia del Régimen de Convenio Multilateral,
aún nos encontramos inmersos en movimientos interpretativos zigzagueantes, en lo que
hace a cuestiones, por decir de algún modo, tradicionales, básicas y elementales, a pesar
de los 33 años de antigüedad que el régimen presenta;
24
¾ Que, concomitantemente, resurgen cuestiones que tienen que ver con la mayor o menor
razonabilidad y justicia en lo que hace a la distribución de base imponible entre las distintas
jurisdicciones, como por ejemplo el cíclico resurgimiento de la antinomia “convenio sujeto vs
convenio actividad”, la cual, justo es decirlo, parte no solo del sentido de justicia o
razonabilidad sino de la existencia de un texto del régimen no absolutamente inequívoca y
contundente;
¾ Que deben ponerse todos y cada uno de los extremos referidos en un tamiz, el tamiz de la
realidad, el cual nos servirá de apoyo para avanzar, en todo sentido, a la mejor solución, no
solo por las consideraciones teóricas, sino por las implicancias prácticas de su aplicación;
¾ Que, en todos los casos, cuando se verifica un grado de ambigüedad, laxitud o falta de
definición precisa de las pautas, existe un creciente riesgo de discrecionalidad en la
aplicación de las mismas;
¾ Que, por otra parte, al hilar fino, las pautas resultantes serán objeto, probablemente, de una
aplicación más difícil e intrincada, y no derivada de un único camino posible
¾ Que resulta preciso determinar, en este marco, conceptualmente cual sería el camino más
aconsejable a tomar;
¾ Que las nuevas tecnologías aplicadas en las relaciones económicas representan un nuevo
desafío en la aplicación del Convenio Multilateral;
7. RECOMENDACIONES
8. RESUMEN
A la clásica problemática del Convenio Multilateral se ha sumado en los últimos tiempos todo lo
relativo al impacto que en el mismo han producido las nuevas tecnologías de las comunicaciones
y transmisión de datos. En efecto, en una época en la cual aun asistimos, no solo a controversias
y debates, sino incluso a idas y vueltas, respecto a cuestiones fundamentales del Régimen, se
suma la controversia de acerca esta nueva realidad. Al respecto, destacamos que nos
encontramos con un Régimen concebido mucho antes de la aparición de estas tecnologías y que,
por lo tanto, podría conjeturarse que el mismo no cuenta con todas las consideraciones o pautas
que llevarían a la mas adecuada distribución de base imponible para estos casos. No obstante lo
cual, también nos interesa remarcar que ello no debe habilitar el camino para apartarse de las
pautas establecidas, vía interpretaciones sesgadas, ficciones o excesos reglamentarios, tal como
lo ocurrido con la Resolución General 83/2002, que al referirse a las operaciones realizadas por
internet infirió la existencia de gastos en la jurisdicción del comprador, con lo cual no está
interpretando lo que dice el Convenio, sino, lisa y llanamente, apartándose del mismo.
Desmenuzando los aspectos esenciales del Régimen de Convenio Multilateral vigente, ocupa un
lugar destacado el concepto de sustento territorial, el cual está dado por la existencia de gastos
soportados en la jurisdicción, ante lo cual cabe plantearse, en el marco de un eventual nuevo
Convenio Multilateral, si en la realidad económica y conceptual de las operaciones realizadas
utilizando nuevas tecnologías el gasto representa un aspecto tan relevante a la hora de
exteriorizar o demostrar ejercicio de actividad en una jurisdicción. Queremos ser claros en esto:
nuestros comentarios apuntan a hacer un ejercicio analítico, pensando hacia futuro que sería mas
adecuado, pero no dudando que, con el Régimen actualmente en vigencia y, mas allá de todas las
consideraciones que puedan realizarse, no puede pasarse por alto la necesidad de un gasto en la
jurisdicción para que la misma se encuentre provista de sustento territorial.
En función a lo desarrollado a lo largo del trabajo, acercamos las conclusiones y recomendaciones
que indicamos a continuación:
CONCLUSIONES
26
De acuerdo a lo visto y analizado a lo largo del presente trabajo, acercamos las siguientes
conclusiones:
¾ Que en toda cuestión que tenga que ver con el tratamiento a dispensar a los ingresos
generados por actividades concretadas, concertadas, pautadas, acordadas o pactadas por
internet o similares, nos encontraremos indudablemente con escollos adicionales, respecto
a la situación que se plantea a partir de la utilización de las mismas;
¾ Que en ese sentido, debe tenerse muy presente que lo que debe hacer quien deba aplicar
el Convenio Multilateral, respecto a estas actividades desarrolladas con utilización de nueva
tecnología es precisamente aplicar las pautas del Convenio Multilateral vigente;
¾ En ese orden de ideas, resulta censurable la deformación del Régimen de Convenio
Multilateral vigente, haciéndole decir lo que no dice, incluso cuando se trata de situaciones
en las que, mas allá de la utilización de nuevas tecnologías, ello no implica un cambio
respecto a lo que ocurriría si se hubiera utilizado algún medio de los tradicionales;
¾ En ese sentido, cabe señalar que la Resolución (CA) 83/2002 implica un claro caso de
extralimitación de la Comisión Arbitral, al expedirse en un sentido que no está contemplado
en el texto del convenio vigente y respecto al cual, además, no se produciría diferencia en
la realidad económica del asunto si el pedido en lugar de realizarse por internet se hiciera,
vgr, por teléfono o fax;
¾ Que estamos en un momento en el cual, en materia del Régimen de Convenio Multilateral,
aún nos encontramos inmersos en movimientos interpretativos zigzagueantes, en lo que
hace a cuestiones, por decir de algún modo, tradicionales, básicas y elementales, a pesar
de los 33 años de antigüedad que el régimen presenta;
¾ Que, concomitantemente, resurgen cuestiones que tienen que ver con la mayor o menor
razonabilidad y justicia en lo que hace a la distribución de base imponible entre las distintas
jurisdicciones, como por ejemplo el cíclico resurgimiento de la antinomia “convenio sujeto vs
convenio actividad”, la cual, justo es decirlo, parte no solo del sentido de justicia o
razonabilidad sino de la existencia de un texto del régimen no absolutamente inequívoca y
contundente;
¾ Que deben ponerse todos y cada uno de los extremos referidos en un tamiz, el tamiz de la
realidad, el cual nos servirá de apoyo para avanzar, en todo sentido, a la mejor solución, no
solo por las consideraciones teóricas, sino por las implicancias prácticas de su aplicación;
¾ Que, en todos los casos, cuando se verifica un grado de ambigüedad, laxitud o falta de
definición precisa de las pautas, existe un creciente riesgo de discrecionalidad en la
aplicación de las mismas;
¾ Que, por otra parte, al hilar fino, las pautas resultantes serán objeto, probablemente, de una
aplicación más difícil e intrincada, y no derivada de un único camino posible
¾ Que resulta preciso determinar, en este marco, conceptualmente cual sería el camino más
aconsejable a tomar;
27
¾ Que las nuevas tecnologías aplicadas en las relaciones económicas representan un nuevo
desafío en la aplicación del Convenio Multilateral;
RECOMENDACIONES
9. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
• BULIT GOÑI, Enrique G., “Impuesto sobre los Ingresos Brutos”, Ediciones Depalma,
Buenos Aires, 1997.
• BULIT GOÑI, Enrique G., “Convenio Multilateral. Distribución de Ingresos Brutos”,
Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1992.
28
• MARTÍN, José Martín y RODRIGUEZ USÉ, Guillermo F, “Derecho Tributario General”,
Biblioteca de Finanzas y Derecho Tributario, Depalma, 1986.
• LA ROSA, Ricardo, “Actividades Lucrativas”, Ediciones Nueva Técnica, Buenos Aires,
1968.
• CARNOTA, Hernán, Durán, Juan M y ROSSI, Horacio, “Nuevas Tecnologías en el
Convenio Multilateral”, en 11° Simposio sobre Legislación Tributaria Argentina, Comisión
N° 2, “Pautas de distribución de los ingresos brutos según el Convenio Multilateral: análisis
crítico”, Edicon, Fondo Editorial Consejo, Buenos Aires, 2009.
• URRESTI, Esteban J. (Coordinador), “Derecho Tributario Provincial y Municipal”, Editorial
Ad-Hoc, Buenos Aires, 2007.
• ALMADA, Lorena y MATICH, Cecilia, “Las Tasas Municipales en el ámbito tributario
(doctrina y jurisprudencia)”, La Ley, Buenos Aires, 2009.
• ALTHABE, Mario Enrique y SANELLI, Alejandra P., “El Convenio Multilateral. Análisis
Teórico y Aplicación Práctica”, La Ley, Buenos Aires, 2001
• BULIT GOÑI, Enrique G., “Constitución Nacional y Tributación Local”, Editorial Ad-Hoc,
Buenos Aires, 2009.
• SERRA, Juan Carlos, “”Convenio Multilateral. Análisis Integral”, Osmar D. Buyatti Librería
Editorial, Buenos Aires, 2007.
• ALTHABE, Mario Enrique, “Reestructuración Tributaria. Nacional – Provincial – Municipal”,
Ediciones Cruz del Sur, Buenos Aires, 2008.
• CHICOLINO, Ricardo y FERNANDEZ, Oscar A., “El Convenio Multilateral”, Osmar D.
Buyatti Librería Editorial, 3era Edición, Buenos Aires, 2005.
• SPOTA, Alberto G., “Instituciones de derecho civil: Contratos”, Editorial Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 1975.
• CARANTA, Martin R., “Regimenes de Recaudación. Una herramienta fundamental para el
agente de recaudación y para el contribuyente recaudado”, Osmar D. Buyatti Librería
Editorial, Buenos Aires, 2010.
• CARMONA, Jorge Alberto y LÓPEZ, Oscar Gerardo, “Ingresos Brutos 2010. Ciudad de
Buenos Aires”, Colección Práctica, Editorial Errepar, 2010.
• ALANIZ, José Antonio, “Ingresos Brutos 2010. Buenos Aires”, Colección Práctica, Editorial
Errepar, 2010.
• Diccionario de la Real Academia Española, versión web, www.rae.es
1
Sabiamente Althabe y Sanelli, ya en la introducción del Capítulo I de su obra “El Convenio Multilateral. Análisis
Teórico y Aplicación Práctica”, señalan “No tenemos que perder de vista pues, la estrecha vinculación que existe entre
el Convenio Multilateral y el Impuesto sobre los Ingresos Brutos”
2
Véase al respecto BULIT GOÑI, Enrique G., “Convenio Multilateral. Distribución de Ingresos Brutos”, Ediciones
Depalma, Buenos Aires, 1992, página 20
3
Diario Buenos Aires Económico, “El e-commerce en la Argentina moverá $ 7.000 M durante este año”, 27/09/2010.
4
Diario La Nación - 19.09.2010 | Edición impresa | Información general | Página 28
29
5
www.exitoexportador.com. Las Estadísticas de Usuarios del Internet fueron actualizadas para Agosto 31, 2010. Los
datos de usuarios provienen de información publicada por Nielsen, ITU, Internet World Stats y otras fuentes confiables.
Miniwatts Marketing Group.
6
Navarrine, Susana y Asorey, Rubén, Presunciones y ficciones en el Derecho Tributario (Depalma, 1985), p. 125.
7
Pérez de Ayala, Las Ficciones en el Derecho Tributario (Memoria de la Asociación Española de Derecho Financiero,
Madrid, 1968)
8
www.rae.es.
9
Manual de Derecho Civil, Borda, Guillermo A., 21° Edición, Editorial La Ley, pág. 46.
10
Bulit Goñi, Enrique G., El sustento territorial en el impuesto a los ingresos brutos y el nuevo convenio multilateral,
La Información, Tomo XXXVIII, 1978.
11
Bulit Goñi, Enrique G., Op. Cit. 10.
12
Bulit Goñi, Enrique G., Op. Cit. 10.
13
A modo ejemplificativo podemos mencionar la Resolución (Com. Pl.) 13/2007 en autos "Red Link SA", Resolución
(CA) 25/2008 en autos "ESPN Sur SRL c/Provincia de Santa Fe", Resolución (CA) 33/2008 en autos "Hotel
Internacional Iguazú c/Ciudad Autónoma de Buenos Aires", Resolución (CA) 56/2008 en autos "Torneos y
Competencias SA c/Provincia de Córdoba"), Resolución (CA) 38/2009 en autos "IGT Argentina SA c/Ciudad
Autónoma de Buenos Aires", etc..
30
XL
JORNADAS TRIBUTARIAS
CIUDAD DE MAR DEL PLATA, 17, 18 Y 19 DE NOVIEMBRE DE 2010.
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es:
Dra. Lorena M. Almada
EL CONVENIO MULTILATERAL Y LOS PROBLEMAS INTERPRETATIVOS QUE ACARREA
SU APLICACION
1. INTRODUCCION
El convenio multilateral suscripto entre las provincias y la municipalidad de la Capital Federal es el
instrumento ideado por las jurisdicciones provinciales "… que tiene por objeto armonizar o
coordinar aspectos referidos a un gravamen que todos esos fiscos han sancionado" 1 , a fin de
lograr uno de los principios más importantes de la imposición en el Estado federal, esto es, que el
solo hecho de desarrollar actividades que trasciendan los límites de una de las jurisdicciones en
que se divide el país, no acarree al contribuyente mayores tributos de los que tendría que soportar
si toda su actividad se desarrollara en una sola jurisdicción.
La ley 23.548, de coparticipación federal, se refiere explícitamente a la aplicación del convenio
multilateral, y dispone la obligatoriedad de acatar sus disposiciones por parte de las provincias,
como así también la de establecer un sistema de distribución de ingresos provenientes de la
coparticipación para los municipios de las jurisdicciones provinciales.
Lo que parece olvidarse es que el Convenio debe ser un compendio de normas claras y precisas
que permitan aplicarlo uniformemente en todas las jurisdicciones, llevando a su mínima expresión
los dispensos interpretativos, manteniendo incólume el principio de seguridad jurídica.
En consecuencia, todos los fiscos locales deberían tener presente el objetivo primordial de este
instrumento, ya que fueron las mismas jurisdicciones provinciales las que oportunamente
adhirieron a él. Y si así no fuera, la Comisión Arbitral y/o la Comisión Plenaria, deberían, dentro de
las funciones que les son propias, velar por su correcta aplicación.
No obstante a más de 32 años de su vigencia, el caos imperante es una de las consecuencias
mas nefastas que enturbian las relaciones fiscos-contribuyentes, la ambigüedad y las soluciones
parciales a ciertos casos concretos en nada benefician la aplicación de este importante
instrumento, constituyéndose en generadores de innumerables acciones litigiosas.
Los inconvenientes que ha generado y generan diferentes interpretaciones sobre la aplicación del
convenio son producto de la puja de intereses de las diversas jurisdicciones provinciales, cuyos
fines meramente recaudatorios han originado interpretaciones forzadas, muchas veces
respaldadas por los propios órganos de aplicación del convenio.
En el presente trabajo sólo nos centraremos en algunos de los inconvenientes que desde antaño
controvierte la aplicación de esta herramienta fundamental de nuestro sistema federal.
En primer lugar, intentaremos abordar uno de los primeros conflictos –que subsiste hasta hoy- y
que ha sido consecuencia de la falta de precisiones en la redacción del art. 1º del Convenio
respecto al alcance del concepto “proceso único y económicamente inseparable”, que se ha
simplificado como controversia entre las teorías desarrolladas por la doctrina denominadas
“convenio actividad” o “convenio sujeto”.
En segundo lugar, uno de los conceptos fundamentales atinentes a la aplicación del convenio es
el del sustento territorial, referido a la manera de determinar cuándo se debe considerar que un
contribuyente, con asiento en una jurisdicción, ejerce su actividad en forma efectiva en el territorio
de otra.
Así, no hay que perder de vista que, de acuerdo a lo establecido por nuestra Constitución
nacional, las provincias tienen acotada su potestad a su ámbito territorial, con relación a sus
habitantes, teniendo vedada la posibilidad de invadir las potestades de las demás jurisdicciones.
A la luz de este principio constitucional, debemos examinar las normas que regulan los distintos
regímenes de retención, percepción y recaudación establecidos por las jurisdicciones locales.
Es éste el tercer aspecto considerado en el presente trabajo, que ha sido formulado desde dos
aristas: por un lado, respecto de la designación de los agentes de retención, percepción o
recaudación, y por el otro, con relación al carácter de sujeto pasible de ella.
Por último, intentaremos concluir respecto a los puntos arriba señalados, formulando propuestas
superadoras.
En síntesis, en opinión de Bulit Goñi el convenio solo se ocupa de aquellas actividades ejercidas
por un mismo sujeto en dos o más jurisdicciones, no teniendo nada que hacer en las que son
internas de una sola 33 .
Por otra parte, se sostuvo que una actividad debe considerarse independiente cuando tanto los
ingresos como los gastos propios de la misma sean escindibles o apropiables en forma directa o a
través de mecanismos que permitan su verificación simple e inmediata. No empece lo comentado
que las actividades se lleven a cabo por una única persona física o jurídica, mediando
concurrentemente una unidad de dirección y utilización común de los fondos derivados de las
citadas actividades 34 .
En el mismo sentido, Althabe 35 ha expresado que “esta forma objetiva de delimitar la órbita del
Convenio entronca con nuestra concepción acerca de su naturaleza jurídica. Solo las actividades
que excedan el ámbito local son objeto de instrumento porque ellas no pueden imponerse sin
atender a la parcialidad con la cual se verifica dentro de aquél. Si por el contrario, una actividad
considerada objetivamente como un todo se verifica íntegramente en una jurisdicción, no sería
materia de Convenio aunque el contribuyente que la realizara desplegara otra que sí lo fuera”.
El conflicto planteado no se circunscribe únicamente al ámbito doctrinario, y fue materia de
análisis por parte de la Comisión Arbitral y Plenaria, en los casos concretos elevados a su
dictamen, que abordamos a continuación.
Sin embargo, y a más de 32 años de la vigencia del texto del convenio multilateral, la Comisión
Arbitral ha sido renuente, -seguramente por lo dificultoso que resultaría proponer normas precisas
de alcance general para todos los casos que se presenten-, a dictar una resolución general
interpretativa que defina con claridad el tema que aquí tratamos.
Además, como era de esperar, esta cuestión ha sido objeto de análisis en algunas causas
resueltas en tribunales de justicia provinciales, a las cuales también nos abocamos en el punto
siguiente.
“Compañía de Tierras Sud Argentino SA (ante Cía. Senipex SA) s/ queja por recurso de
inconstitucionalidad denegado en: ‘Senipex SA c/ GCBA s/ impugnación actos
administrativo” 48
El presente caso que vuelve a abrir el debate una vez más sobre la aplicación de uno u otro
criterio, se inició oportunamente, en una determinación realizada por la Dirección General de
Rentas (DGR) de Ciudad de Buenos Aires al verificar que la empresa desarrolló actividades de
ganadería e inmobiliarias en esta ciudad y en la provincia de Buenos Aires, siendo su situación
frente al ISIB la de contribuyente del convenio multilateral sobre la totalidad de los ingresos
obtenidos, es decir, la actuación de la empresa se adecuó al criterio “convenio-sujeto”.
Para Ciudad de Buenos Aires los ingresos provenientes de los alquileres del inmueble ubicado en
su jurisdicción debían haber sido asignados exclusivamente a ésta, aplicando el criterio “convenio-
actividad”.
Primera Instancia
La causa se inicia ante el juzgado de 1ra. Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario
de la CABA con la presentación de la demanda contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
(Dirección General de Rentas), con el objeto de obtener la declaración de nulidad de la Res.
113/2002 (SH y F) en el expediente N° 60488-2001 y de los demás actos administrativos que la
precedieron.
El juez de primera instancia hizo lugar a la demanda y declaró la nulidad de las resoluciones
Nº113-SHyF-2002, 2001-DGR-2001 y 6154-DGR-2000. Sostuvo, en cuanto al fondo de la
cuestión, que el GCBA no ha argumentado ni probado que exista una situación que difiera
esencialmente del caso “Iriarte y Cía. S.C.S.”, resuelto por la Comisión Plenaria, en el que se
estableció el criterio del “convenio-sujeto” para la interpretación y aplicación del CM., cuya
imperatividad equiparó al de los fallos de la CSJN.
Segunda Instancia
El GCBA apeló la sentencia ante la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y
Tributario (CACyT) de la CABA, entre otras cuestiones, en su expresión de agravios sostuvo que
el antecedente de la Comisión Plenaria del CM, que pretendió la decisión de un caso concreto, no
era vinculante y obligatorio, como lo afirmó el a quo; que en el caso Iriarte existía un conflicto de
jurisdicción que no se verifica en la causa; que al no haberse planteado en sede administrativa el
cuestionamiento al criterio de interpretación del CM, la justicia no resulta competente para dirimir
dicha cuestión.
La Sala I de la Cámara de Apelaciones hizo lugar al recurso del GCBA y revocó parcialmente la
sentencia apelada. El juez Horacio G. Corti, al que adhirieron los demás integrantes de la Sala,
consideró “[por un lado, el supuesto exceso del juez sentenciante al pronunciarse en violación del
principio de congruencia; y por otro lado, el criterio de interpretación aplicable en autos respecto
del Convenio Multilateral y el alegado carácter vinculante de los precedentes resueltos por la
Comisión Plenaria del citado convenio”.
En relación al criterio de interpretación aplicado respecto del convenio multilateral, el juez Corti
sostuvo que “lo resuelto por la Comisión Plenaria en un caso concreto no puede convertirse sin
más en una pauta interpretativa obligatoria de carácter general, máxime si, como sucede por
ejemplo con la resolución 2/85 (causa ‘Iriarte’), en sus considerandos no es posible hallar ningún
fundamento jurídico que justifique lo allí resuelto (...) las resoluciones citadas como precedentes
por la parte actora a fin de sustentar el criterio ‘Convenio-Sujeto’, fueron dictadas para resolver
casos concretos, y por ende, en principio valen solamente para las partes involucradas en esa
contienda”.
Así, rechazó “la pretensión de la actora de tributar los ingresos brutos producto de la actividad de
inmobiliaria desarrollada en su integridad en la Ciudad de conformidad con las disposiciones del
Convenio Multilateral” ya que “las actividades de ganadería e inmobiliaria no pueden entenderse
prima facie dentro de un proceso ‘único y económicamente inseparable’”. Agregó que SENIPEX
no probó que las mencionadas actividades (ganadería e inmobiliaria) se encontrasen vinculadas
de modo tal que “su concreta realización implica, en los hechos un proceso económico único e
inseparable”.
En cuanto a la sanción, la Sala confirmó lo dispuesto en primera instancia ya que “existen
elementos que permiten excluir la culpabilidad de la actora y que determinan la revocación de la
sanción aplicada”.
Instancia del Superior Tribunal
La parte actora interpuso ante el Tribunal el recurso de queja. En su dictamen, el Sr. Fiscal
General Adjunto propició su rechazo pues “Tanto el recurso de inconstitucionalidad, como la queja
que lo defiende, pecan —en mi opinión— en un mismo defecto, no logran conectar los agravios
concretos que, afirman, provoca la decisión del ‘a quo’ con una regla constitucional que deba ser
interpretada o aplicada para resolver esta cuestión”.
Por ello, de acuerdo a lo dictaminado por el Sr. Fiscal General Adjunto, por mayoría, se resuelve
rechazar la queja de la empresa.
2. En palabras del juez José Osvaldo Casás, -en la cuestión que nos interesa-: “Cabe prevenir que
la forma en que resuelvo no importa necesariamente compartir la solución escogida por la última
instancia de mérito que, incluso, ponderó lo controversial de la cuestión —en el plano abstracto, y
más allá de la significación de la base fáctica del contencioso, atendiendo a una teórica pugna de
apreciaciones que serían reconducibles a los enfoques de “convenio-actividad” versus “convenio-
sujeto”— al momento de revocar la multa aplicada por la Administración, lo que me lleva a
enfatizar, obiter dicta, la alta significación que tendría que las autoridades de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires como integrantes de la Comisión Arbitral, impulsaran en dicha
sede el dictado de una resolución general interpretativa para evitar la incoherencia y el
obrar contradictorio de las diversas jurisdicciones locales —que en su conjunto conforman un
mismo Estado en sentido lato (valiéndome de la noción conceptual utilizada por el Tribunal cimero
in re: “Aerolíneas Argentinas Sociedad del Estado v. Provincia de Buenos Aires”, Fallos: 308:2153,
considerando 10, sentencia del 13 de noviembre de 1986)—, conjurando el riesgo, tanto de
abusos fiscales, como de perjuicios recaudatorios”. –el destacado nos pertenece-
(…) “Es que, la Administración fiscal debe proceder —tal como lo dejó sentado tempranamente
nuestro Máximo Tribunal en palabras señeras, con tradición y abolengo— de modo justo, moral,
leal, franco y público en todos sus actos (cfr. in re: “Don Manuel Ocampo con la Administración de
Rentas del Rosario, sobre mercaderías embargadas” —Fallos: 10:203—, sentencia del 27 de junio
de 1871), atendiendo en este caso a la finalidad que inspiró la suscripción del Convenio
Multilateral en sus diversas ediciones, esto es, a adoptar unánimemente y de buena fe por
todos los sujetos impositores reglas claras y pasibles de una única lectura que destierren
total y definitivamente la doble o múltiple imposición —como la eventual no tributación—
en el actual Impuesto sobre los Ingresos Brutos”.
En palabras del Dr. Casás se pone de relieve la obligación que tienen los fiscos, mediante los
organismos del convenio, de dictar las normas generales interpretativas necesarias y el derecho
de los contribuyentes a beneficiarse con las aclaraciones que las mismas suministren, a los fines
de dar soluciones definitivas a las distintas interpretaciones encontradas.
Ello fue evidentemente tenido en cuenta al redactar la norma, pues es el propio convenio el que
establece en su art. 24 la función de la Comisión Arbitral de dictar de oficio o a instancia de los
fiscos adheridos, normas generales interpretativas de sus cláusulas, las cuales serán obligatorias
para todas las jurisdicciones.
En conclusión, aguardamos a que los órganos del convenio tal como lo expresaran en la R
(CA) 15/09 tengan presente la solicitud del dictado de una norma general interpretativa,
hasta tanto ello suceda entendemos que la mejor solución es la plasmada en el proyecto de
reforma de convenio del año 1988.
Por ultimo, cabe destacar que lo discutido en el presente caso consiste en determinar si una
actividad sólo desarrollada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires —que no se vincula en un
proceso económico inseparable de otras practicadas por el actor en otra jurisdicción—, puede
tributar bajo el convenio multilateral o si corresponde hacerlo exclusivamente bajo el régimen de la
jurisdicción local exclusiva.
Ello tiene vinculación con el principio de territorialidad de la potestad tributaria al que nos
referiremos seguidamente.
3. SUSTENTO TERRITORIAL
Uno de los conceptos fundamentales atinentes a la aplicación del convenio es el del sustento
territorial, referido a la manera de determinar cuándo se debe considerar que un contribuyente,
con asiento en una jurisdicción, ejerce su actividad en forma efectiva en el territorio de otra.
Configura el indicativo de cada uno de los lugares asientos (parciales) de realización del hecho
imponible; consecuentemente, de atribución de la base imponible y, finalmente, de imputación de
los pagos a efectuar por parte del contribuyente 51 .
El sustento territorial hace alusión al ámbito espacial en el que cada fisco ejerce su potestad
tributaria, es decir, dentro de su territorio, no fuera de él. Todos los códigos provinciales regulan
de manera más o menos expresa sobre el lugar geográfico en el cual ejercerán sus potestades.
Cuando ciertas actividades sujetas al impuesto sobre los ingresos brutos se despliegan en más de
una jurisdicción adherida, resulta de aplicación el convenio multilateral, y en ese caso,
corresponde analizar el sustento territorial, entre otros, para decidir sobre la aplicabilidad o no del
Acuerdo.
Al respecto, el aludido cuerpo normativo en el último párrafo de su art. 1º reza: “Cuando se hayan
realizado gastos de cualquier naturaleza, aunque no sean computables a los efectos del artículo 3,
pero vinculados con las actividades que efectúe el contribuyente en más de una jurisdicción, tales
actividades estarán comprendidas en las disposiciones de este convenio, cualquiera sea el medio
utilizado para formalizar la operación que origina el ingreso (correspondencia, telégrafo, teletipo,
teléfono, etcétera)”.
La vinculación del sustento territorial con la expresión gastos, sugiere elípticamente, que la
realización de un gasto en una jurisdicción implica haber desplegado el contribuyente parte de su
actividad en ella, y queda en consecuencia alcanzado por la potestad tributaria local. Se presume
que la existencia de algún gasto implica que existe actividad, aunque se trate de gastos que, por
lo preceptuado en el art. 3º, no sean computables a los fines de la determinación de coeficientes.
La exigencia establecida es la de que se trate de gastos vinculados con las actividades realizadas
por el contribuyente en más de una jurisdicción. Esta exigencia se debe considerar en
consonancia con lo preceptuado por el art. 4º del convenio, al establecer: “Se entenderá que un
gasto es efectivamente soportado en una jurisdicción, cuando tenga una relación directa con la
actividad que en la misma se desarrolle (por ejemplo: de dirección, de administración, de
fabricación, etcétera), aún cuando la erogación que él representa se efectúe en otra (…)”.
Es decir, los gastos a computar para la determinación del sustento territorial son aquellos que
tienen una relación directa y vinculante con la actividad cuyo ejercicio habitual origina la obligación
tributaria. Si en una jurisdicción se desarrolla íntegramente la actividad y sólo se efectuaron
compras de algunos bienes y realizaron actos administrativos en otra, no existe sujeción al ámbito
de aplicación del convenio, pues se trata de una actividad exclusivamente local 52 .
No obstante la claridad en la definición de sustento territorial –la existencia de gasto hace
presumir el ejercicio de actividad, sin admitir prueba en contrario-, dada por el convenio
multilateral, pueden existir extremos difíciles de determinar, y ello generalmente entronca con el
viejo problema de las llamadas “ventas entre ausentes” definidas en un importante agregado final
del art. 1º del convenio.
En este caso, el criterio, como señala Bulit Goñi 53 , debe interpretarse en el sentido que la
realización de gastos –de cualquier naturaleza- en una jurisdicción, que estén vinculados con la
actividad interjurisdiccional del contribuyente, determina que esa actividad deba considerase
TAMBIEN territorialmente sustentada en la jurisdicción en que el gasto se realizó, aun cuando las
operaciones así concertadas lo hayan sido sin la presencia física y directa del que percibe
ingresos.
Cabe mencionar que el art. 2 inc. b) in fine establece que los ingresos provenientes de
operaciones concertadas entre ausentes serán atribuidos a la jurisdicción del domicilio del
adquirente.
Pasaremos por alto las controversias que existen con relación al término “domicilio del
adquirente”, para avocarnos a los inconvenientes que ha generado la interpretación del sustento
territorial en este tipo de operaciones cuando se trata de:
- ejercicio de la actividad a través de medios electrónicos;
- la relación de temporalidad que debe existir desde que se efectúa una erogación hasta que
se concrete la operación que genera el ingreso.
Régimen General
Suponemos que la razón por la cual los órganos de convenio ordenan retener sobre el 50% es
seguramente por ser éste el porcentaje que el art. 2°, inc. b), del convenio atribuye a la jurisdicción
de la que provengan los ingresos. Sin embargo, nada indica que en una operación determinada,
por el solo hecho de celebrarse con un contribuyente de una provincia, los ingresos deben
atribuirse a ésta.
En primer lugar, y sobre todo en el régimen general, el convenio no distribuye ingresos operación
por operación, sino ejercicio por ejercicio. Más precisamente, los ingresos brutos de un ejercicio
se atribuirán a las distintas jurisdicciones donde se actúe, sobre la base del coeficiente de
ingresos y de gastos que surja del último balance cerrado en el año calendario inmediato anterior,
o de dicho año, si el sujeto no está obligado a practicar balances.
De tal manera, bien puede resultar que el importe a retener (alícuota por la mitad del monto a
pagarse) exceda el importe a tributar por el sujeto retenido a la provincia para la que se retiene, en
la posición de la que se trate, o, incluso, en el año completo. Se configurará allí – inevitablemente-
una retención en exceso, que obligará al sujeto retenido a solicitar una repetición o a efectuar una
imputación a futuras posiciones – o incluso ejercicios- con el consiguiente perjuicio financiero y
dispendio de las actividades oficial y privada.
En segundo lugar, los ingresos de un contribuyente ligado tributariamente a una jurisdicción, por
aplicación del convenio multilateral, aun cuando provengan de una operación celebrada con un
contribuyente de esa jurisdicción, que actúe como agente de retención, no por ello resultarán
necesariamente atribuidos a ella (por ejemplo: un comerciante de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires que opera en varias jurisdicciones, concierta una operación de venta con su cliente cuya
sede está ubicada en Santa Fe, pero efectúa la entrega de los bienes en la Provincia de Buenos
Aires, donde a su vez posee sustento territorial, puede originar que ambas jurisdicciones
pretendan practicar la retención, cuando en realidad el ingreso es atribuible sólo a una de ellas).
De ahí que la retención que la norma impone resultará infundada y carente de causa; con el
agravante que en esta hipótesis el sujeto a ser retenido no tendrá forma de evitar la retención,
dado que, aun cuando en otra medida, es contribuyente de la provincia con aplicación del
convenio multilateral.
Una de las soluciones a este problema sería plantear que la base sobre la cual se efectúe la
retención guarde relación con el monto imponible de la jurisdicción. Sin embargo esta propuesta
puede implicar una imposibilidad práctica, pues el agente de retención deberá efectuar una
liquidación particular a cada retenido, que contemple la base imponible atribuible por el convenio a
la jurisdicción que establezca el régimen por ese contribuyente.
Régimen Especial
Cuando se trate de contribuyentes cuya actividad encuadre en alguno de los regímenes
especiales contenidos en los arts. 6° a 13 del convenio, nuestro reparo es significativamente
menor, siempre y cuando se respete lo dispuesto por la resolución general mencionada. Porque
allí hay, en principio, mayor grado de certeza en cuanto a la magnitud de la base imponible
atribuida a cada jurisdicción, y porque la mecánica de estos regímenes hace que cada operación,
cada ingreso, tenga de manera instantánea una atribución que deriva directamente del texto
normativo, sin depender -como en el caso del régimen general- de un coeficiente que debe
elaborar cada sujeto y, por lo tanto, es desconocido para el agente de retención, o de situaciones
fácticas que -aun cuando las conozca- no puede sortear, dado que su norma no se lo permite.
Sin embargo, ello es válido sólo en abstracto. En la práctica, pueden plantearse situaciones
dudosas tanto para el agente de retención como para el sujeto retenido.
En primer lugar, por ejemplo, en el caso de servicios profesionales, el agente de retención puede
no tener por qué ni cómo saber si el profesional que ha consultado es local o de otra jurisdicción,
según el alcance tributario del concepto. En segundo lugar, puede ocurrir que el sujeto a ser
retenido no encuadre ajustada y estrictamente en el régimen especial aparentemente aplicable,
sino que ello deba ser complementado por el régimen general. Si esto ocurre se tornan
procedentes los reparos que tratamos al analizar el régimen general.
Por último, con relación a la cuantía de la percepción a practicar se deroga el inciso c) del art. 1º
de la resolución general 4/96 de la Comisión Plenaria, que disponía: “c) Las jurisdicciones
adheridas al Convenio Multilateral podrán exigir que se practiquen percepciones, únicamente
cuando el coeficiente del sujeto pasible de las mismas atribuible a dichas jurisdicciones sea igual o
superior a 0,1000 (cero coma diez milésimos). A dichos fines, el sujeto pasible de percepción
deberá exhibir copia de la última declaración jurada (F. CM05), debidamente intervenida”.
En conclusión, la actual resolución general 3/2010 de la Comisión Arbitral no contiene disposición
alguna que regule este aspecto.
5. CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
El Convenio debe ser un compendio de normas claras y precisas que permitan aplicarlo
uniformemente en todas las jurisdicciones, llevando a su mínima expresión los dispensos
interpretativos, manteniendo incólume el principio de seguridad jurídica.
Lamentablemente, a más de 32 años de su vigencia, el caos imperante es una de las
consecuencias mas nefastas que enturbian las relaciones fiscos-contribuyentes, la ambigüedad y
las soluciones parciales a ciertos casos concretos en nada benefician la aplicación de este
importante instrumento, constituyéndose en generadores de innumerables acciones litigiosas.
En virtud de ello hemos intentado elaborar un trabajo acotado a determinados inconvenientes que
presenta el desarrollo de la actividad interjurisdiccional, que genere hechos positivos en el intento
de soluciones a dichos incordios.
Se podrá estar de acuerdo o en disconformidad con lo expresado en los distintos puntos
analizados, pero lo que no se puede permitir es que dudas como las expuestas continúen
atormentando el accionar de los sujetos obligados.
A) Que respecto al alcance del concepto “proceso único y económicamente inseparable”, que se
ha simplificado como controversia entre las teorías desarrolladas por la doctrina denominadas
“convenio actividad” o “convenio sujeto”, los órganos del convenio tal como lo expresaran en la R
(CA) 15/09 tengan presente la solicitud del dictado de una norma general interpretativa. No
obstante y hasta tanto ello suceda entendemos que la mejor solución es la plasmada en el
proyecto de reforma de convenio del año 1988.
B) Que con relación al viejo problema que ha generado la interpretación del sustento territorial en
las llamadas “ventas entre ausentes”, se tenga presente:
b.1.) que en el caso de ejercicio de la actividad a través de medios electrónicos, los gastos que
deben otorgar sustento territorial, inclusive a este tipo de operaciones, deben ser los basados en
las erogaciones del vendedor, por tanto, la Comisión Arbitral debería eliminar la ficción creada
mediante resolución general interpretativa (CA) 83/02;
b.2.) que en cuanto a la temporalidad entre gastos e ingresos, es relevante que se defina por parte
de los órganos de convenio cual es el período de vigencia o efectividad de un gasto para brindar
sustento territorial, pudiendo ser una pauta el período fiscal anual, o bien, receptar la
interpretación del art. 2º del proyecto de reforma de convenio multilateral del año 1988, el cual
prevé que la inexistencia de gastos durante dos ejercicios consecutivos determinará el cese
automático de la atribución de ingresos.
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es
Dr. Sebastián M. Domínguez
INDICE
I. Introducción............................................................................................... 3
II. El sustento territorial………………………………………………................. 4
III. Las operaciones entre ausentes y el convenio multilateral....................... 5
IV. La atracción de los gastos a los ingresos................................................. 7
IV. 1. ¿Deben considerarse las características del gasto?......................... 8
IV. 2. ¿Se puede atribuir un gasto realizado en una Jurisdicción a otra u
otras Jurisdicciones?......................................................................10
IV. 3. ¿Por cuánto tiempo atraen los gastos a los ingresos?.................... 11
V. La demostración del medio utilizado para concertar la operación……… 13
VI. La realidad económica…………….............................................................14
VII. El domicilio del adquirente........................................................................ 15
VII.1. Definición ……………………………………………………………… 15
VII.2. Casos Concretos ……………………………………………………… 18
VII.2.a. Vinculados a bienes ……………………………………………….. 18
VII.2.b. Vinculados a servicios …………………………………………….. 23
VII.2.c. Resumen………………………………………………………………24
VIII. Las transacciones por medios electrónicos……………………………….. 25
IV. La consulta vinculante………………………………………………………. 30
X. Conclusiones y Recomendaciones.......................................................... 31
I. INTRODUCCION
El Convenio Multilateral del 18/08/1977 fue creado con el acuerdo de todas las
Jurisdicciones del país –las 23 Provincias y la entonces Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires-.
El objetivo del mismo fue y es, evitar la doble o múltiple imposición interprovincial en lo
que respecta al Impuesto sobre los Ingresos Brutos, aplicándose también a los
impuestos, tasas, derechos de inspección o cualquier otro tributo creado por los
Municipios, comunas o entes locales que recaen sobre actividades comerciales -conforme
art. 35 del Convenio-.
No nos caben dudas de que el Convenio es una herramienta válida y muy importante, ya
que entendemos que si no se contara con la misma, los problemas serían aún mayores a
los que se generan actualmente por la falta de definiciones expresas y claras.
Pero tampoco debemos perder de vista que el Convenio fue firmado hace más de 30 años
y desde ese momento no ha sido modificado, no se ha adaptado no sólo a la nueva
realidad económica y a la forma de hacer negocios, sino tampoco a la experiencia que se
ha recogido en su aplicación.
Y esa es una asignatura pendiente por parte de las Jurisdicciones adheridas. Resulta
habitual que en el campo tributario existan controversias entre el o los fiscos y los
contribuyentes, pero esas controversias deben servir de base para modificar la
legislación, para hacerla más clara, para brindar una mayor certeza.
Algunos de los problemas -muy bien expuestos en el Informe del Relator de la Comisión 1 -
son: la aplicación del criterio “convenio sujeto” o “convenio actividad”, la aplicación del
protocolo adicional, el criterio del sustento territorial, la atribución de los ingresos en las
operaciones entre ausentes y entre presentes, falta de claridad respecto de determinados
gastos que podrían encuadrar como no computables, otros vinculados a los regímenes
especiales, etc.
Esta situación, atenta contra la seguridad jurídica, a la cual la Corte Suprema de Justicia
de la Nación le ha reconocido jerarquía constitucional 3 .
Tiene dicho Villegas 4 , respecto de este principio, que “El contenido del principio está dado
por tres aspectos fundamentales, que son la confiabilidad, la certeza y la interdicción de la
arbitrariedad”.
Por su parte, Soler 5 resumen en pocas palabras cuál es la esencia del principio: “El
principio de seguridad jurídica, en materia tributaria, podría definirse como la pretensión
de todo contribuyente o responsable de saber a qué atenerse en su relación con el Fisco.”
En dicho contexto, entendemos que resulta necesario establecer en forma clara e
indubitable o, por lo menos, con un alto grado de certeza, los criterios sobre los que
habitualmente versan las discusiones Fiscos – Contribuyentes, logrando así que los éstos
últimos puedan determinar cuál es la base imponible de cada Jurisdicción en la que
desarrollan sus actividades y tributar el impuesto correspondiente..
La base imponible son los ingresos brutos y el Período Fiscal es, en todas las
Jurisdicciones, el año calendario.
El objetivo del mismo es evitar la doble o múltiple imposición y éste se logra a través de la
distribución de la base imponible entre las distintas jurisdicciones en las que el
contribuyente ejerce actividad.
Por otro lado, cada Jurisdicción decidirá que tratamiento le dará a la base imponible que
le corresponde, definiendo así su no gravabilidad, gravabilidad, exención, alícuota, etc..
Es decir, determinará el tratamiento tributario que disponga sobre la proporción de la base
imponible asignada.
Ahora bien, para que un ingreso esté gravado en una Jurisdicción necesariamente debe
haberse desarrollado actividad en la misma.
En el mismo sentido se expresa Bulit Goñi 7 : “Ningún fisco puede aplicar el gravamen a
quien no haya ejercido actividad lucrativa en forma efectiva dentro de su territorio, pues tal
es el requisito establecido por su propia ley impositiva; y el Convenio Multilateral no será
de aplicación en tal supuesto, pues sólo entra a jugar cuando la situación resulte gravable
por la ley local.”
Es decir, claramente surge que si el sujeto no realiza actividad en el ámbito del territorio
de la Jurisdicción, no existirá sustento territorial, las operaciones no estarán gravadas en
la misma y no podrá atribuirse a ésta base imponible.
2) Que los gastos estén vinculados con las actividades que efectúe el contribuyente
en más de una jurisdicción.
3) Que se utilice cualquier medio para formalizar la operación que origina el ingreso,
detallando una serie de medios en forma enunciativa, no taxativa: correspondencia,
telégrafo, teletipo, teléfono, etc.
Sin embargo, con el paso de los años, se ha observado que por falta de definiciones
expresas, se ha convertido en otra fuente de conflictos entre los contribuyentes y los
Fiscos provinciales.
En tanto, Bulit Goñi -en 1978- enunciaba las pautas que él entiende generales de
atribución de la materia imponible en tres pasos 10 :
1. Antes que nada, y con carácter excluyente, debe determinarse si quien obtiene los
ingresos ha realizado gastos de cualquier naturaleza en la jurisdicción del
adquirente; porque si no, las actividades que originan aquellos no están alcanzadas
por el Convenio por falta de sustento territorial (articulo 1° in fine).
2. Luego habrá que establecer si la forma en que se han desarrollado los hechos
permiten una aplicación adecuada de las normas sobre domicilio contenidas en la
legislación de fondo; es decir, si no implican un menoscabo ostensible de la
realidad económica a favor de la prevalencia de la formalidad jurídica;
3. Cuando así ocurra, deberán tomarse en cuenta las motivaciones que inspiraron al
Convenio, las que, aunque pueda discreparse con ellas, han tenido el claro
propósito de desplazar base imponible hacia jurisdicciones que habitualmente son
adquirentes más que productoras de bienes, obras o servicios.
Conforme el texto del Convenio, entendemos que se crea una presunción legal
denominada “jure et de jure”, es decir, una presunción que no admite prueba en contrario.
Sin embargo, como veremos más adelante, autorizada doctrina 11 al analizar la Resolución
de la Comisión Plenaria en el caso concreto MARITIMA CALLACO S.R.L. indica que al
resolver la Comisión en el sentido que lo hace “la presunción de derecho no tendría tal
naturaleza, pudiendo demostrarse, por el contrario, que la atribución de los ingresos para
el supuesto de operaciones entre ausentes no siempre se corresponde con el domicilio
del comprador, cuando se demuestra fehacientemente que el sustento territorial de la
actividad del contribuyente tiene mayor peso en otras jurisdicciones que en la
correspondiente al adquirente”
Una pregunta que surge al analizar este tipo de operaciones es si el Convenio Multilateral
encuadra a las mismas como “Contrato entre Ausentes”.
Así, el Artículo 1147 del Código Civil establece que “entre personas ausentes el
consentimiento puede manifestarse por medio de agentes o correspondencia epistolar”.
Por su parte, Borda, al referirse a la compra venta entre ausentes, indica 12 : “Cuando el
contrato se celebra entre presentes el acuerdo se perfecciona en el mismo momento en
que la proposición de una de las partes es aceptada por la otra. Pero la cuestión se
complica cuando se trata de contratos entre ausentes: ¿en qué momento queda
perfeccionada la venta? Y continúa luego: “…El sistema seguido por nuestro Código
sobre este punto no resulta claro, mientras el art. 1154 dispone que la aceptación sólo
hace perfecto el contrato desde que ella se hubiera mandado al proponente, el artículo
siguiente establece que el aceptante de la oferta puede retractar su aceptación hasta que
ella haya llegado al conocimiento del proponente; es decir, que mientras el primero adopta
el sistema de expedición, el último aparece adoptar el de la cognición”.
Sin embargo, profundizando aún más la Comisión Arbitral, en el mismo caso AMBEST
S.A. 14 citado, agregó que el Convenio se limita a decir ““…cualquiera sea el medio
utilizado para formalizar la operación que origina el ingreso, correspondencia, telégrafo,
teletipo, teléfono, etc.”. Esta circunstancia permite llegar a una primera conclusión y es
que el citado párrafo del artículo 1º se refiere sólo a los medios que se puedan utilizar
para la concreción de las operaciones, pudiendo serlo entre ausentes o entre presentes, y
como atribuir los ingresos provenientes de ellas. Esta afirmación autoriza a sostener que
el intérprete debe limitarse a analizar, en cada caso particular, si se trató de una
operación por correspondencia, telégrafo, teletipo, teléfono, o eventualmente encuadra en
el inelegante “etc.”, y no si es entre ausentes o presentes.”. Criterio que es ratificado por
la Comisión Plenaria al tratar el caso 15 .
En consecuencia, las Comisiones parecerían indicar que el último párrafo del art. 1°,
también se aplica a las operaciones entre presentes que terminen de ser concertadas a
través de alguno de los medios a que se refiere.(vrg firma de un contrato por provisión de
bienes en forma presencial y posteriores pedidos vinculados mismo por teléfono).
Como se indicó en el Capítulo III para atribuir el ingreso de una operación entre ausentes
al domicilio del adquirente, deben existir gastos computables o no computables en la
Jurisdicción del domicilio del adquirente.
Entendemos que la disposición es acertada porque los gastos en la Jurisdicción del
adquirente denotan actividad del contribuyente en la misma, más allá del tratamiento que
el artículo 3° del Convenio le otorgue a los mismos (vrg. Califica como no computables a
la compra de materia prima, gastos de propaganda y publicidad, etc.)
Ahora bien, al analizar esta disposición, surgen una serie de interrogantes que deberían
despejarse, algunos de los cuales son los siguientes:
Bulit Goñi indica que 17 : “tiene que ser un gasto atinente a esa actividad, vinculado a ella, y
no cualquier otro gasto” y en cita 33 indica “Un ejemplo extremo: si el presidente de la
sociedad hace un viaje de turismo a Bariloche y se detiene a dormir en La Pampa, no se
podrá pretender que ese gasto de hotel dio sustento territorial en dicha jurisdicción a una
operación que luego concierte con alguien situado en ella. Tiene que ser un gasto
vinculado con la actividad: y puede ser el mismo gasto de hotel si fue parte de su
actividad comercial.”
Chicolino y Fernández, expresan que 18 : “Cabe destacar que también resulta importante
considerar la magnitud del gasto y su grado de significatividad respecto de la totalidad de
los mismos. En resumen proponemos respetar el principio de la “realidad económica” y
considerar si el gasto representa verdaderamente actividad económica en la jurisdicción a
la cual se pretende atribuir base imponible, y considerar también si su existencia es un
factor determinante para asignar ingresos a la misma.” Y luego agregan en referencia al
gasto: “…pero si el mismo fue realizado en una jurisdicción determinada en forma casual
o sin la intención de establecer relaciones comerciales que posibilitaran la obtención o
generación de actividades en la misma, en función de su magnitud podría desestimarse
su consideración a los fines del Convenio Multilateral.”
Respecto de la entidad de los gastos en una Jurisdicción, la Comisión Arbitral -en CAPEX
S.A. 19 , HIDROELECTRICA EL CHOCON S.A. 20 y HIDROELECTRICA PIEDRA DEL
AGUILA S.A. 21 -, entendió que, si bien los contribuyentes habían realizados algunos
gastos como pasajes, estadías, etc. y gastos de correspondencia en la Jurisdicción
Mendoza antes del inicio de la prestación, los mismos no tenían la entidad necesaria para
otorgar sustento territorial necesario para considerar que fueron consecuencia de la
actividad de las empresas realizada en esa Provincia.
En HONDA MOTOR ARGENTINA S.A. 24 , la Comisión Arbitral expresó que los gastos de
publicidad y propaganda y otros gastos de escasa significación, aún cuando no tengan
por objeto concretar operaciones, tienen una relación directa con la actividad desarrollada
en la Jurisdicción, y que por ese hecho genera sustento territorial.
Por su parte, la Comisión Plenaria al tratar el mismo caso 25 expresamente indicó dos
cuestiones de suma relevancia:
1) Que el hecho de que los gastos no tengan por objeto concretar operaciones, no
significa que no tengan una relación directa con la actividad desarrollada en la
jurisdicción, y que se hayan producido por ese hecho, que es la situación prevista
en la norma.
2) Que los gastos sean de escasa significación no implica que no puedan ser
considerados a los efectos de la existencia de sustento territorial. Cualquiera sea
su magnitud evidencian la intención de extender la actividad en la jurisdicción en
que se soportan, y ello es suficiente para que su titular se convierta en sujeto
tributario de la jurisdicción, con la obligación de aplicar las normas del Convenio
Multilateral.
En consecuencia, analizando los casos concretos indicados al inicio se podía indicar que
los gastos atraen a los ingresos en la medida que se relacionen en forma directa a la
actividad que origina los ingresos, más allá de la cuantía del mismo.
V.2 ¿Se puede atribuir un gasto realizado en una Jurisdicción a otra u otras
Jurisdicciones?
Cuando una empresa inicia una campaña publicitaria puede contratar distintos medios
tanto locales como nacionales.
Esto se aplica para los medios gráficos, audiovisuales y de cualquier tipo, incluso a
publicidades en sitios web (vrg de Diarios on line), que puede ser acordada en una
Jurisdicción –o incluso en el exterior- pero ser observada en las restantes 23
Jurisdicciones y también fuera del país.
Asimismo, se puede contratar una pauta publicitaria en un Canal de Televisión que está
en el exterior y se emite por cable o sistema cerrado en el país. En este caso el gasto
será contratado en el exterior pero la publicidad podrá ser observada por todos los
habitantes de las distintas Jurisdicciones que estén suscriptos a cableoperadores que
exhiban ese Canal del exterior.
Bulit Goñi 26 indica que si un: “Contribuyente radicado en Buenos Aires publica un aviso en
un diario nacional que se lee en Salta; aunque no se realice en Salta ninguna actividad
efectiva para promocionar o vender sus productos, cualquier ingreso que obtenga de una
venta realizada a un comprador con domicilio en Salta, caerá dentro del régimen del
Convenio Multilateral y esos ingresos deberían ser atribuidos –a efectos de lo establecido
por el artículo 2°, inciso b) del Convenio- a la jurisdicción del domicilio del comprador…”
Nuestra opinión es coincidente con la de Enrique Bulit Goñi, ya que entendemos que por
más que el servicio de publicidad sea contratado en la Jurisdicción del contribuyente y sea
pagado en la misma, el gasto indica una extensión de la actividad del mismo en las otras
Jurisdicciones en donde se exhiba. Debe tenerse presente que es muy probable que
sujetos de otras Jurisdicciones pretendan comprar bienes o contratar servicios de los que
ha tomado conocimiento exclusivamente por la pauta publicitaria.
Sería importante que se establezca un criterio claro acerca de si puede darse el caso que
determinados gastos generen, por sus propias características, sustento territorial en todas
las Jurisdicciones.
El Convenio tampoco define por cuánto tiempo los gastos atraen a los ingresos.
En consecuencia, entendemos que resultaría razonable considerar que los gastos atraen
ingresos más allá de que se hayan realizado en el mismo Período Fiscal.
Respecto del Período Fiscal del Impuesto sobre los Ingresos Brutos es importante
mencionar que las 24 Jurisdicciones adheridas al Convenio establecen que el Período
Fiscal es el año calendario. Es decir, existe plena coincidencia.
Analizando el Convenio, surge que el artículo 5° del Convenio establece que para
determinar los coeficientes unificados aplicables a un Período Fiscal, se tomarán los
ingresos y gastos que surgen del último balance cerrado en el año calendario inmediato
anterior, y para el caso de no practicarse balances comerciales, se tomarán los que surjan
del año calendario inmediato anterior.
Y que el artículo 14° del Convenio establece que cuando se inicien actividades
comprendidas en el régimen general no corresponde aplicar el artículo 5° sino atribuir
íntegramente los ingresos a la Jurisdicción donde se ha iniciado la actividad. Entendemos
que la realización de gastos en una nueva Jurisdicción, implica el inicio de la actividad en
la misma.
Ahora bien, si adoptáramos las bases para determinar los coeficientes unificados que nos
indica el Art. 5° se efectuaría una discriminación entre contribuyentes que practican
balances comerciales y los que no. Por ejemplo:
a) Una Sociedad Anónima cuyo cierre comercial opera el 31 de enero de cada año,
para atribuir un ingreso por una operación entre ausentes de fecha 10/10/2010
debería analizar los gastos que surjan del Balance cerrado al 31/01/2009 –utilizado
para determinar los coeficientes unificados aplicables al Período Fiscal 2010- y
desde el 01/02/2009 hasta el 10/10/2010.
b) Una empresa unipersonal para atribuir un ingreso por operaciones entre ausentes
de fecha 10/10/2010 deberá analizar los gastos que surjan del Balance cerrado al
31/01/2009 –utilizado para determinar los coeficientes unificados aplicables al
Período Fiscal 2010- y desde el 01/02/2009 hasta el 10/10/2010.
Así, para todos los casos, -en el ejemplo citado- se considerarían los gastos de 21 meses
y 10 días.
Sobre esta cuestión, Althabe 28 opina que los gastos a considerar son los del Período
Fiscal anual, puesto que le parece razonable, equitativo y una buena regla de
interpretación.
En cambio el proyecto de modificación del Convenio del año 1988, preveía una
modificación al texto de las operaciones entre ausentes incorporando un plazo temporal
de dos ejercicios. Así el texto indicaba “…La inexistencia de dichos gastos, durante dos
ejercicios consecutivos determinará el cese automático de la atribución.”
Nos parece una solución razonable ese plazo temporal de dos ejercicios, pero
entendemos que con dicha redacción se produciría una situación no buscada que sería la
siguiente: una vez que exista un gasto que de lugar al sustento territorial en la Jurisdicción
y siempre que se verifiquen ingresos por operaciones entre ausentes que se deban
atribuir a la misma, a partir de allí continuará existiendo siempre sustento territorial.
Esto sería así, ya que el propio impuesto que se pague en cada período fiscal será un
gasto, en este caso no computable pero gasto al fin, que continuará generando sustento
territorial en esa Jurisdicción.
Si la operación se concretó, por ejemplo, por fax, resulta más simple la prueba.
Fotocopiando el fax –si es en papel térmico- y/o digitalizándolo y/o imprimiéndolo, se
podría guardar para acreditar el medio, ante los diferentes Fiscos.
Finalmente, y más allá de las restantes pruebas que puedan ofrecer y producir los
contribuyentes -documental, informativa, testimonial, pericial-, entendemos que resulta
conveniente dejar expresamente establecidas las características formales de los registros
a los efectos de evitar la aplicación de criterios dispares por parte de los contribuyentes y
de los fiscos fiscalizadores.
El Convenio 30 establece que “En la atribución de los gastos e ingresos a que se refiere el
presente Convenio se atenderá a la realidad económica de los hechos, actos y
situaciones que efectivamente se realicen.”
Hace varios años ya, que las Comisiones Arbitral y Plenaria utilizan el principio de la
realidad económica para determinar a qué jurisdicción atribuir los ingresos.
Esto resulta así, debido a que ante la falta de definición de domicilio del adquirente, en
muchas oportunidades los contribuyentes han entendido que se debían asignar los
ingresos a una determinada Jurisdicción, posteriormente se han encontrado con Fiscos
que con diferentes planteos han reclamado la asignación de los mismos y finalmente han
obtenido un resultado adverso ante la Comisión Arbitral y/o Plenaria, sobre todo respecto
de cuestiones sumamente opinables tal como se verá más adelante.
Es decir, que los Organismos de aplicación del Convenio deberían utilizar el principio de
la realidad económica con sumo cuidado ya que, como indica el Tribunal Supremo,
pueden verse afectados los principios de legalidad y de seguridad jurídica.
2) La misma empresa situada en la Jurisdicción “A” efectúa una venta en su local pero
en lugar de entregar la factura al comprador, se la envía por correo simulando que
fue una operación entre ausentes. El objetivo es beneficiarse con la asignación del
ingreso a otra jurisdicción que aplica una alícuota menor –existe sustento territorial
en la Jurisdicción “B” ya que con anterioridad se efectuaron gastos relacionados a
la actividad -
VII.1 DEFINICIÓN
Previo a analizar la cuestión del domicilio, debemos indicar que el Convenio le brinda al
término adquirente un alcance amplio. Así no sólo es adquirente quien compre un bien
sino también, por ejemplo, quien sea el prestatario de un servicio o el locatario de una
obra.
Indicado ello, debemos mencionar que la atribución de los ingresos al domicilio del
adquirente sólo corresponde ser aplicado a las “operaciones entre ausentes”. Esto ha sido
ratificado por la Comisión Arbitral que indicó: “Dentro del régimen general, no corresponde
la atribución de los ingresos (art. 2º inc.b) al domicilio del adquirente de los bienes, obras
o servicios, salvo que se trate de las operaciones concertadas entre ausentes por
correspondencia, teléfono, telégrafo, teletipo, etc. (art. 2º inc.b y art. 1º ambos in fine del
Convenio Multilateral).” 32
El último párrafo del art. 1° y el art. 2° in fine del Convenio, se refieren a atribuir los
ingresos de las operaciones entre ausentes a la Jurisdicción donde se encuentra el
domicilio del adquirente.
Sin embargo, no define cuál debe entenderse como domicilio del adquirente.
Entendemos que ésta es una presunción legal, “jure et de jure”, es decir, una presunción
que no admite prueba en contrario. No obstante, como veremos al analizar casos
concretos, en opinión de prestigiosa doctrina, la Comisión Plenaria no le otorgaría esa
naturaleza y aplicando el principio de la realidad económica llegaría a otra conclusión.
Podríamos analizar distintas alternativas para la definición de qué domicilio se debe tomar
como domicilio del adquirente:
1) El domicilio real de las personas 33 : que es lugar donde tienen establecido el asiento
principal de su residencia y de sus negocios.
2) El domicilio legal 34 : es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra,
que una persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y
cumplimiento de sus obligaciones, aunque de hecho no esté allí presente. Entre
otros:
Por otro lado, las distintas Jurisdicciones firmantes del Convenio, establecen la definición
de domicilio fiscal o tributario, en donde no siempre existe coincidencia.
Así, la Ciudad de Buenos Aires toma la definición del Código Civil, otras la del Código
Civil con ajustes (vrg. Provincia de Buenos Aires, Chubut, Jujuy, Misiones, Salta), otras
crean además domicilios tributarios especiales (vrg. Catamarca) y otros directamente no
toman la definición del Código Civil, sino que en el marco de sus potestades, definen qué
y cual debe ser considerado domicilio fiscal (vrg. Chaco, Corrientes, Entre Ríos, Formosa,
La Pampa, Neuquen, Rio Negro, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del
Estero, Tierra del Fuego, Tucuman).
Sobre la base de todas estas consideraciones, algunas preguntas que nos podemos
realizar, son las siguientes:
Dichos criterios, veremos que en algunos casos son contrapuestos y en otros son
coincidentes.
La Comisión Arbitral determinó que cuando se realiza una operación entre ausentes, el
flete a cargo del vendedor es un gasto que genera sustento territorial en la Jurisdicción del
comprador. En consecuencia, verificado el sustento territorial en la Jurisdicción del
domicilio del comprador a donde se entrega la mercadería, corresponde asignar los
ingresos por las operaciones entre ausentes a la misma.
El Fisco Provincial entendió que debía atenderse a la realidad económica –art.27 del
Convenio- y así considerarse la definición de domicilio en el campo tributario, indicando
que el mismo es el lugar donde se establece el centro de los intereses, que coincide con
el lugar donde el contribuyente entrega la mercadería.
La empresa atribuía los ingresos al domicilio del cliente conforme el Código Civil.
Entonces, podemos indicar que hasta el Caso Concreto BASF ARGENTINA c/Provincia
de Buenos Aires, era pacíficamente aceptado que en las operaciones entre ausentes se
debían asignar los ingresos al domicilio del adquirente conforme el Código Civil o el
domicilio fiscal definido por el Código Fiscal. No correspondía apartarse de este criterio ni
aplicarse el principio de la realidad económica.
Sin embargo, la Comisión Plenaria resolvió que independientemente de las formas en que
se concretan las solicitudes de provisión de bienes y/o servicios, debe asignarse el
ingreso a la Jurisdicción donde ocurre la vinculación económica entre vendedor-
adquirente, es decir, donde se entregan los bienes o se prestan los servicios. En el caso
en Tierra del Fuego. Esto teniendo en cuenta el principio de la realidad económica
contenido en el art. 27 del Convenio.
La empresa había atribuido los ingresos al domicilio del adquirente de donde había
recibido el pedido.
Lantermo S.A. atribuía los ingresos al domicilio del cliente -que estaba en otra
Jurisdicción- desde donde se habían realizado pedidos.
La Comisión Arbitral expresa que el último párrafo del inciso b) del artículo 2 no hace
mención a operaciones entre ausentes sino a medios utilizados para concertar las
operaciones. Y que en el caso de concertar las operaciones por esos medios, los ingresos
deben atribuirse a la Jurisdicción del domicilio del adquirente, independientemente que el
mismo los retire con flete a su cargo del domicilio del vendedor.
Como los clientes de Honda Motor Argentina S.A. van a retirar la mercadería del domicilio
del vendedor, la Comisión Arbitral presume que éstos deben haber confirmado
previamente la disponibilidad de los bienes, ya que no resulta razonable que envíen el
flete si no están seguros de la disponibilidad. Bajo esa presunción, entiende entonces que
tienen que haber concertado la venta por uno de los medios indicados.
La empresa había asignado los ingresos a las Jurisdicciones de Ciudad de Buenos Aires
y de Provincia de Buenos Aires debido a que eran los lugares de entrega de los bienes.
En este caso, la Comisión Arbitral, indica que el último párrafo del art. 1° del Convenio no
se refiere a operaciones entre ausentes, cuando así ha sido tratado y será tratado en
resoluciones posteriores tanto por la misma Comisión como por la Comisión Plenaria,
como así también por la doctrina.
En consecuencia, la Comisión Arbitral parecería indicar que este último párrafo se aplica a
las operaciones entre presentes que terminen de ser concertadas a través de alguno de
los medios a que se refiere.(vrg firma de un contrato por provisión de bienes en forma
presencial y posteriores pedidos de los mismos por teléfono).
CONECAR S.A. 47
La Comisión Arbitral determinó que los gastos de fletes desde el domicilio del vendedor al
domicilio del comprador –a cargo del primero-, generan sustento territorial en la
Jurisdicción del comprador. Como consecuencia de ello, los ingresos por operaciones
concertadas por medios electrónicos, deben atribuirse a la Jurisdicción del comprador
conforme último párrafo del art. 1°, del inciso b) in fine del art 2° y Resolución General
(CA) 83/2002.
La empresa sostenía que las operaciones eran entre ausentes pero que el cliente se
encargaba de retirar -con flete a su cargo- los bienes del domicilio de la empresa y
además no existía sustento territorial en la Jurisdicción del mismo.
ACCINSA S.A. 48
La Comisión Arbitral entendió que se trataba de operaciones entre ausentes porque los
clientes enviaban pedidos de compras por fax y correos electrónicos. En consecuencia,
los ingresos por venta de bienes deben asignarse a la Jurisdicción del domicilio del
adquirente sin importar si el adquirente retira la mercadería del domicilio del vendedor que
se localiza en otra Jurisdicción.
La empresa sostenía que la operatoria era entre presentes y que no correspondían ser
consideradas entre ausentes.
La Comisión Arbitral resolvió que cuando existe una relación permanente y fluida con el
comprador, se tiene la certeza del lugar de donde provienen los ingresos derivados de las
ventas, esto es de la Jurisdicción donde está radicado el comprador, más allá de que se
trate de operaciones entre ausentes o entre presentes.
Es decir, que ante clientes recurrentes con los cuales se mantiene una estrecha
vinculación comercial que se desarrolla por un largo tiempo, la Comisión Arbitral
entendería que ya no importa si la operación es entre ausentes o presentes. Deberían
asignarse los ingresos a la jurisdicción donde está radicado el comprador, siempre que
exista sustento territorial.
La Provincia de Buenos Aires sostenía que eran operaciones entre presentes y debían
asignarse los ingresos al lugar de entrega de los bienes que era el domicilio de la
concesionaria, desde donde los clientes los retiraban con fletes a su cargo.
ESTISOL S.A. 50
La empresa sostenía que eran operaciones entre presentes y que correspondía asignar
los ingresos a la Jurisdicción donde se concertaba y concretaba la operación (Provincia
de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires).
NIDERA S.A. 51
La Comisión Arbitral indica que tiene dicho que si los productos son vendidos
habitualmente y con regularidad a los mismos compradores que tienen sus plantas en
otras jurisdicciones, se supone que existe una negociación previa tras la cual se concreta
el negocio, es decir, no puede indicarse que son operaciones entre ausentes. Asimismo,
expresa que no está probado que las operaciones sean entre ausentes, por lo que
corresponde asignar los ingresos al lugar de entrega de los bienes.
A criterio de NIDERA S.A. los ingresos debían atribuirse a la Ciudad de Buenos Aires,
debido a que las operaciones en cuestión eran concertadas por vía telefónica o correo
electrónico recibido en la oficina central y el domicilio del adquirente era en la Ciudad de
Buenos Aires. No correspondía asignarlos a la Jurisdicción de entrega de los bienes.
La empresa había atribuido los ingresos al domicilio de la administración del cliente desde
donde le habían realizado los pedidos y -entendía- se había perfeccionado la compra.
INTERPACK S.A. 53
La empresa sostenía que las operaciones habían sido realizadas entre ausentes pero que
al no existir sustento territorial en el domicilio del adquirente no correspondían atribuirse
los ingresos a esa Jurisdicción.
La Comisión Arbitral entendió que deben tomarse para la definición de domicilio otras
acepciones fuera de la definición jurídica, como la económica, principio utilizando
habitualmente en el ámbito tributario. Así, entiende que cuando se habla de domicilio del
adquirente se parte del presupuesto de que ese es el lugar de donde provienen los
ingresos, que en el caso particular es aquél de donde se prestan efectivamente los
servicios.
La empresa sostenía que las operaciones eran entre ausentes y que su actividad
finalizaba en el momento en que la señal era recepcionada por Telepuerto Internacional
Buenos Aires (TIBA) en el nodo que posee en la Ciudad de Buenos Aires. Luego los
clientes en Santa Fe bajaban la señal y la distribuían a sus clientes. En consecuencia los
ingresos se atribuían a los domicilios de los clientes en la Ciudad de Buenos Aires que a
su vez, poseían sucursales en Santa Fe.
La Comisión Arbitral determinó que el domicilio del adquirente al cual deben atribuirse los
ingresos es el lugar real en el cual se cumple el objeto de la obligación, que es la
prestación del servicio. Agrega que, en este caso, se sabe que es en Misiones, y no en la
jurisdicción donde se encuentra o se domicilia el sujeto que efectúa la comunicación o
aquél desde donde se promueve alguna negociación.
La Ciudad de Buenos Aires, pretendía que los ingresos por las operaciones entre
ausentes se atribuyan a la Jurisdicción del domicilio del adquirente en la Ciudad de
Buenos Aires.
VIII.2.c. RESUMEN:
- El flete a cargo del vendedor que se utiliza para enviar los bienes a la Jurisdicción
donde está el domicilio del comprador genera sustento territorial a esa Jurisdicción
y ahí deben atribuirse los ingresos por las operaciones entre ausentes.
- Por aplicación del principio de la realidad económica, el criterio general sería que
deben asignarse los ingresos a la Jurisdicción donde se encuentra situado el
domicilio del adquirente donde se entregan los bienes o se presta el servicio.
- Incluso se llegaría a descartar el domicilio del adquirente para adoptar el criterio de
vinculación económica. Así se podría llegar a atribuir el ingreso a una Jurisdicción
donde se entreguen los bienes o se presenten los servicios y el adquirente no
tenga domicilio.
- Los ingresos se atribuirían al domicilio del adquirente aún cuando el mismo retire
los bienes del domicilio del vendedor e incluso con flete a su cargo.
- No sucedería lo mismo con los ingresos por servicios. Si el adquirente concierta los
servicios por uno de los medios previstos en el último párrafo del art. 1° pero el
mismo se presta en el domicilio del prestador, los ingresos se asignarían a la
Jurisdicción del domicilio de este último.
- En algunos casos se entendió que cuando las operaciones son permanentes con el
cliente y se extiende a lo largo del tiempo ya no importa si deben considerarse
realizadas entre presentes o entre ausentes, deben atribuirse los ingresos al
domicilio del adquirente al cual se destinarán los bienes. Esto, dado que producto
de la estrecha relación se conoce con certeza el destino de los mismos.
Entendemos que resulta conveniente que se deje expresamente establecido cuáles son
los criterios que se deben aplicar a los efectos de evitar interpretaciones dispares por
parte de los contribuyentes y de los fiscos fiscalizadores.
Por este motivo, la legislación debe adecuarse rápidamente a estos avances dado que no
existen razones para discriminar entre el comercio tradicional de bienes y servicios,
respecto de los comercializados por medios electrónicos.
En ese sentido, la Comisión Arbitral dictó la Resolución General 83/2002 con el objeto de
interpretar el tratamiento de las transacciones por medios electrónicos.
La misma –hoy Art. 16 de la Resolución General (CA) 2/2010- indica: “Las transacciones
efectuadas por medios electrónicos por Internet o sistema similar a ella se hallan
encuadradas en el último párrafo del artículo 1 del Convenio Multilateral del 18/8/1977.
A los efectos de la atribución de ingresos prevista en el inciso b) in fine del artículo 2 del
Convenio Multilateral del 18/8/1977, se entenderá que el vendedor de los bienes, o el
locador de las obras o servicios, ha efectuado gastos en la jurisdicción del domicilio del
adquirente o locatario de los mismos, en el momento en el que estos últimos formulen su
pedido a través de medios electrónicos por Internet o sistema similar a ella.”
Al referirse a esta norma, Serra 59 expresa que: “Vemos que presupone el hecho de que el
vendedor o locador ha efectuado gastos en la Jurisdicción del domicilio del adquirente o
locatario en el momento en que estos últimos formulen su pedido a través de los medios
electrónicos, por internet o sistemas similares. Es decir, debemos considerar que la
comunicación electrónica genera “gastos” para el receptor de la misma.”
De esta forma la Comisión Arbitral crea una ficción. Establece que cuando una operación
se concrete por medios electrónicos, se asume que el vendedor, prestador de servicios o
locador de obras, ha realizado en la jurisdicción del comprador, locatario o prestatario un
gasto que genera sustento territorial.
Ricardo H. Koss 60 expresó que: “Atento a que para poder efectuar el pedido, el comprador
debe incurrir en los gastos de conexión a la red, consumo de energía eléctrica y
amortización de la computadora, la Comisión Arbitral del Convenio Multilateral ha
cometido una "herejía": para poderle atribuir ingresos a la jurisdicción del comprador, ha
dictado la resolución general 83/2002…” para luego agregar: “…Dicho en otras palabras,
en los casos de operaciones efectuadas por Internet, el sustento territorial del vendedor
viene dado por los gastos efectuados por el comprador. Cometida la "herejía", la
conclusión es obviamente la del caso general: el ingreso se atribuirá a la jurisdicción del
domicilio del comprador.”
Por otra parte, en 2009, en el Décimo Primer Simposio sobre Legislación Tributaria
Argentina 63 , se expresó que “…debería efectuarse un distingo entre las operaciones en
las que el medio electrónico constituye un factor esencial, como podría ser la oferta de
productos por catálogo con la posibilidad de adquirirlos y pagarlos por ese mismo medio,
de aquellas en las que tal medio resulta irrelevante, como por ejemplo la emisión de un
dictamen por profesional enviado por correo electrónico, prestación que no debería sino
ser asignada al lugar de realización de la actividad.”, concluyendo que: “Se hace
necesario equiparar el tratamiento de las operaciones efectuadas por correspondencia,
teléfono, etc., con el aplicable a las transacciones por internet o similar. Ello sin perjuicio
de establecer un tratamiento especial para aquellas prestaciones en que la herramienta
tecnológica constituyera un factor esencial, mediante la reformulación del texto del
acuerdo.”
Estamos de acuerdo en que este tratamiento discrimina a las operaciones por otros
medios señalados en el último párrafo del art. 1° del Convenio y que crea una ficción que
no puede otorgar sustento territorial a Jurisdicciones en que no se produce el hecho
imponible.
Y esta ficción surge de una Resolución interpretativa de la Comisión Arbitral, por lo que la
misma carece de legalidad.
No obstante que de los propios considerandos de algunas de las Resoluciones surge que
se han realizado pedidos por correo electrónico -incluso se hace mención a la Resolución
citada- en ningún caso se aplicó la ficción. La solución buscada por las Comisiones sería
determinar de otra forma la existencia de sustento territorial y ante la verificación del
mismo, atribuir los ingresos al domicilio del adquirente.
Analizando la ficción creada por la norma, nos podemos preguntar cómo se resuelven
algunas situaciones como las siguientes:
1. Si el contacto con el cliente comienza por internet, y luego se continúa el mismo por
teléfono, se le envían folletos y material gráfico y finalmente concreta la compra por
fax, existe sustento territorial en la Jurisdicción del cliente?
Como vemos existen situaciones con soluciones que no serían del todo coherentes con el
principio del sustento territorial y serían discriminatorias según el medio utilizado para su
concreción.
Ahora bien, esto no significa que deba tratarse a todas las operaciones realizadas por
medios electrónicos de la misma manera que las concertadas por los medios indicados en
el último párrafo del art. 1 del Convenio.
a) Indirecto: Consiste en adquirir bienes tangibles que necesitan luego ser enviados
físicamente usando canales convencionales de distribución (envío postal y
servicios de courrier). Esta clase de comercio depende de factores externos como
por ejemplo, la eficiencia de los sistemas de transportes.
En tanto que respecto del Comercio Directo, sí podemos indicar que es una operación de
otro tipo.
Primero, deberíamos analizar si nos encontramos ante una operación concertada entre
presentes o entre ausentes.
Luego deberíamos analizar el lugar de celebración del contrato. Para ello, recurrimos a
Horacio A. García Belsunce 66 que indica que: “Conforme a las disposiciones del art. 1154
del Cód. Civil, los contratos entre ausentes (inclusive los celebrados mediante Internet) se
consideran celebrados desde el momento de la emisión de la aceptación de la oferta y en
el lugar de ella.”
Esta diferencia, hará que en el primer caso el lugar de celebración sea donde se
encuentra el cliente y en la segunda situación, sea en donde se encuentra el sitio “on-
line”.
Por el contrario, si la oferta parte del cliente y es el comprador quien la acepta, se podría
encontrar como solución la atribución de los ingresos al domicilio del comprador pero
sobre la base de una modificación al convenio y no de una resolución interpretativa.
En síntesis, podríamos indicar que cuando la utilización del medio electrónico funciona
como un medio de comunicación igual que el teléfono (Comercio Indirecto) no existirían
razones para discriminarlo respecto de este último. Pero cuando se trata de operaciones
de comercio electrónico “directo”, sí se debería diferenciar, atribuyendo el ingreso a la
Jurisdicción del vendedor o prestador si el cliente oferta y el vendedor o prestador acepta;
o a la Jurisdicción del comprador o prestatario si el vendedor o prestador oferta y el
primero acepta.
Creemos imprescindible que el Convenio sea modificado dando reglas claras, precisas e
indubitables de los criterios aplicables a la asignación de los ingresos, como también a la
asignación de los gastos, a la aplicación del criterio “convenio sujeto” o “convenio
actividad”, entre otros temas conflictivos mencionados al inicio.
- Los contribuyentes o futuros inversores –en el caso de que la consulta sea previa al
inicio de la actividad- deberían poder presentar su consulta antes de producirse el
hecho imponible o hasta el vencimiento de la declaración jurada respectiva.
- Los sujetos deberían detallar no sólo la consulta, sino también el tratamiento que le
correspondería conforme su criterio.
- La resolución de la consulta sería vinculante para el sujeto que la efectuó y para los
Fiscos 24 Jurisdicciones respecto de éste.
A los efectos de evitar dilaciones injustificadas por parte de las Jurisdicciones se podría
optar por: 1) establecer que el silencio sea positivo, es decir, que ante el silencio a la
consulta efectuada por el contribuyente, luego de transcurrido el plazo estipulado, se
considerará que la respuesta propuesta en la presentación es la correcta y/o 2) incorporar
a la legislación la posibilidad de plantear un recurso de amparo por mora en la tramitación
de la consulta.
En síntesis, nos parece importante que se cree un régimen de consulta vinculante que de
seguridad jurídica a los contribuyentes y futuros inversores, evitando así la aplicación de
criterios dispares por parte de los contribuyentes y de los fiscos que den lugar a
contingencias tributarias.
X. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En ese sentido, luego del análisis de los temas abordados, nos remitimos a las
consideraciones efectuadas a lo largo del trabajo y resumimos nuestras recomendaciones
en las siguientes:
2) Que respecto de los gastos que generan sustento territorial a los efectos del último
párrafo del art. 1°: a) Se definan las características cuantitativas y cualitativas que
deben observar; b) Se definan si ciertos gastos concertados y vinculados, en
principio, a una Jurisdicción (vrg. Gastos de publicidad y propaganda), pueden
generar sustento territorial en todas las Jurisdicciones del país; c) Incorporar un
plazo temporal de dos Períodos Fiscales consecutivos a los efectos de la atracción
de los ingresos estableciendo que el Impuesto sobre los Ingresos Brutos no genera
sustento territorial.
1
Ricardo Miguel Chicolino
2
Nos referimos al mismo en “Protocolo Adicional del Convenio Multilateral: Una nueva esperanza acerca de
su aplicación”, Sebastián M. Domínguez, Diario Ambito Financiero, Suplemento Novedades Fiscales, pág
145
3
CSJN, Fallos: 220:5; 243:465; 251:78; 253:47; 254:62; 316:3231; 317:218
4
Curso de Finanzas, derecho financiero y tributario, Héctor B. Villegas, Editorial Astrea, 8va edición, pág
284.
5
Derecho Tributario. Económico, Constitucional, Sustancial, Administrativo, Penal, La Ley, 2da. Edición,
pág 134
6
Tratado de Tributación, Tomo I, Derecho Tributario, Horacio A. Garcia Belsunce, pág 404.
7
Constitución Nacional y Tributación Local, Enrique Bulit Goñi, AD-HOC S.R.L., 1° Ed., pág 1642.
8
Del 18/08/1977
9
Finanzas Públicas y Derecho Tributario, Dino Jarach, Abeledo Perrot; Tercera Edición, pág 826
10
Bulit Goñi Enrique “El domicilio del adquirente en el Convenio Multilateral” Revista La Información,
XXXVIII, pag 740.
11
Horacio A. García Belsunce.
12
Tratado de Derecho Civil, Contratos I, Editorial Perrot, Séptima Edición Actualizada, pág 40.
13
Ambest S.A – Resolución (CA) 22/2006
14
Ambest S.A – Resolución (CA) 22/2006
15
Ambest S.A. – Resolución (CP) 18/2007
16
Honda Motor Argentina S.A. c/Provincia de Mendoza – Resolución CA 46/2009
17
Convenio Multilateral, Enrique Bulit Goñi, Ed. Depalma, pág 43
18
El Convenio Multilateral, Ricardo Chicolino y Oscar A. Fernández, Editorial Osmar D. Buyatti, 4ta. Edición,
pág 29 y sgte.
19
Capex S.A. - Resolución (CA) 4/1999.
20
Hidroeléctrica El Chocon S.A. – Resolución (CA) 5/1999
21
Hidroeléctrica Piedra del Aguila S.A.– Resolución (CA) 6/1999
22
El Convenio Multilateral – Análisis Teórico y Aplicación Práctica, Mario E. Althabe y Alejandra P. Sanelli,
La Ley S.A., Ed. 2001, pág 15.
23
Monsanto Argentina S.A. c/Provincia de San Luis – Resolución (CA) 16/2004
24
Honda Motor Argentina S.A. c/Provincia de Mendoza – Resolución (CA) 46/2009
25
Honda Motor Argentina S.A. c/Provincia de Mendoza – Resolución (CP) 26/2010
26
“El sustento territorial en el Impuesto a los Ingresos Brutos y el nuevo Convenio Multilateral” Revista La
Información T. XXXVII pág 24
27
El Convenio Multilateral – Análisis Teórico y Aplicación Práctica, Mario E. Althabe y Alejandra P. Sanelli,
La Ley S.A., Ed. 2001, pág 16.
28
El Convenio Multilateral – Análisis Teórico y Aplicación Práctica, Mario E. Althabe y Alejandra P. Sanelli,
La Ley S.A., Ed. 2001, pág 15.
29
Organizadas por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires.
Celebradas en la Ciudad de Junín - Provincia de Buenos Aires - Argentina - del 24 al 26 de agosto de 2006
30
Artículo 27
31
Autolatina Argentina S.A. c/Dirección General Impositiva, CSJN, 27/12/1996
32
Miguel Postiglioni e hijos SRL - Resolución (CA) 4/1994
33
Art. 89 del Código Civil.
34
Art. 90 del Código Civil.
35
Art. 101 del Código Civil.
36
Diccionario de la Real Academia Española, 22° Edición.
37
Carlos A. Corvalan Goñi – Resolución (CA) 3/1999
38
Basf Argentina S.A. c/Provincia de Buenos Aires - Resolución (CA) 3/2000
39
Basf Argentina S.A. c/Provincia de Buenos Aires - Resolución (CP) 12/2000
40
Marítima Challaco S.R.L. - Resolución (CA) 12/2001
41
Marítima Challaco S.R.L. - Resolución (CP) 15/2001
42
Tratado de Tributación, Tomo I, Derecho Tributario, Horacio A. Garcia Belsunce, pág 830.
43
Lantermo S.A. - Resolución (CA) 1/2003
44
Lantermo S.A. - Resolución (CP) 11/2003
45
Honda Motor Argentina S.A. c/Provincia de Mendoza – Resolución CA 46/2009
46
Honda Motor Argentina S.A. c/Provincia de Mendoza – Resolución CP 26/2010
47
Conecar S.A. – Resolución CA 48/2009
48
Accinsa S.A. c/Provincia de Santa Fe – Resolución CA 30/2010
49
Valtra Argentina Tractores S.A. c/ Provincia de Buenos Aires - Resolución CA 32/2010
50
Estisol S.A. c/Provincia de San Luis – Resolución (CA) 38/2010
51
Nidera S.A. – Resolución (CA) 12/2010
52
Sandvik Argentina S.A. – Resolución (CA) 16/2010
53
Interpack S.A. – Resolución (CA) 19/2010
54
Tesco Corporation Sucursal Argentina - Resolución (CA) 13/2007
55
Tesco Corporation Sucursal Argentina - Resolución (CP) 29/2007
56
Espn Sur S.R.L. c/Provincia de Santa Fe - Resolución (CA) 25/2008
57
Espn Sur S.R.L. c/Provincia de Santa Fe - Resolución (CP) 2/2009
58
Hotel Internacional Iguazu S.A. c/Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Resolución (CA) 33/2008
59
Convenio Multilateral, Análisis Integral, Juan Carlos Serra, Osmar Buyatti, 1ª. Edición, pág 28
60
Bienes inmateriales: su tratamiento en el impuesto sobre los ingresos brutos y en el convenio multilateral,
Koss, Ricardo H., Doctrina Tributaria Errepar (D.T.E.), Tomo XXVIII, Enero de 2007
61
Tratado de Tributación, Tomo I, Derecho Tributario, Horacio A. Garcia Belsunce, pág 835.
62
Organizado por el C.P.C.E.C.A.B.A. en la Ciudad de Buenos Aires del 18 al 20 de marzo de 2003.
63
Organizado por el C.P.C.E.C.A.B.A. en la Ciudad de Buenos Aires del 23 al 25 de septiembre de 2009.
64
Las Presunciones y Ficciones en el Derecho Tributario, Susana C. Navarrine y Rubén O. Asorey, Lexis
Nexis Argentina, 3ra. Edición, pág 2.
65
Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos, Segundo Informe de progreso del grupo de trabajo
sobre comercio electrónico y comercio exterior, pág. 1 y 2.
66
Tratado de Tributación, Tomo I, Derecho Tributario, Horacio A. Garcia Belsunce, pág 831.
XL
JORNADAS TRIBUTARIAS
CIUDAD DE MAR DEL PLATA, 17, 18 Y 19 DE NOVIEMBRE DE 2010.
TRABAJOS PRESENTADOS
EN LA COMISIÓN Nº 2
Autor/es:
Dr. Marcelo Gustavo Gómez
OBJETIVO
La finalidad del CM es atribuir los ingresos entre las distintas jurisdicciones en
las que se ha producido el hecho imponible generador del impuesto sobre los ingresos
brutos (o equivalente). La atribución se basa en distintos regímenes que se han acordado
convencionalmente: el régimen general y los regímenes especiales. Estas formas de
atribución, aunque convencionales, no son caprichosas ni nada semejante. Lo que buscan
es determinar una medida del “Nivel de actividad” en cada una de las jurisdicciones.
Creemos que los temas que vamos a enunciar se presentan con demasiada
frecuencia y, consecuentemente, necesitan una rápida respuesta por parte de las
autoridades. Sería muy importante que antes que se avance en otras cuestiones se dé
una solución definitiva: “Primero lo importante”
1
Resol C.A. 26/2008: Compañía Internacional de Tecnología y Servicios S.A 20/05/2008.
2
Marcelo G. Gómez. “Algunas cuestiones pendientes en el convenio multilateral”. En VIII Jornadas tributarias
provinciales. Junin 24, 25 y 26 de Agosto de 2006.
en materia del Impuesto Sobre los Ingresos Brutos. Ese sustento territorial se manifiesta
con la realización de algún gasto (de cualquier tipo) en esa jurisdicción, como está
planteado en el artículo 1º del convenio. En palabras del Dr. Enrique Bullit Goñi:
Quiere decir entonces que esos gastos originados por el desplazamiento son los que dan
“sustento territorial” ya que se ha confirmado la realización de actividad económica en la
jurisdicción a la que le son atribuibles los mismos.
Ahora bien, en 1977, año de promulgación del Convenio, era bastante lógico
suponer que la única forma de realizar una actividad fuera de la jurisdicción de origen
involucrara el desplazamiento efectivo hacia el lugar en que se quería desarrollar dicha
actividad. Ya sea realizando alguna publicidad en un medio local, enviando algún
representante o viajante de comercio o, directamente, instalando una sucursal por
mencionar algunos ejemplos. Todas estas formas reflejan actividad económica en la
jurisdicción que se trate e implican en consecuencia la atribución de algún gasto.
4
El más difundido es el programa “Skype” que sirve para comunicarse como si fuera en forma telefónica con cualquier
otra persona que posea conexión a Internet. Actualmente esta función la poseen varios programas o aplicativos en
muchos casos como una función adicional a su prestación principal.
operación. De esta manera, aunque puede traer otros problemas interpretativos, será de
aplicación y control más simple que una interpretación tan amplia como se le viene dando.
Además, esta interpretación reducirá el universo de aplicación a un espectro de aplicación
posible.
Una vez dada una correcta interpretación a las operaciones realizadas por
Internet, no quedamos exentos de desafíos, a nuestro entender mucho más importantes
como puede ser la fijación de la jurisdicción sede del contribuyente cuando hablamos de
negocios virtuales, tema sobre el cual seguramente vamos a debatir en adelante.
5
Doernberg, Richard L. y Hinnekens, Luc. “Electronic Commerce and Internacional Taxation”. En International Fiscal
Association, Kluwer Law International, La Haya – Holanda, 1999.
En realidad, en años anteriores las normas nacionales que admitían la
deducción como gasto de las amortizaciones, permitían reflejar en las mismas la
incidencia de los cambios en el poder adquisitivo de la moneda a través de índices
elaborados en base a los publicados por el I.N.D.E.C. Esta posibilidad de admisión del
ajuste por exposición a la inflación en el balance impositivo permitía, de alguna forma, que
el valor que expresen las amortizaciones no se deteriorara de manera significativa. Sin
embargo, la experiencia de nuestro país en la devaluación que tuvo lugar en el año 2001
puso en descubierto que las amortizaciones impositivas (sin ajustar por inflación)
expresan unos numerales que poco demuestran la realidad del “gasto” que se quiere
reflejar.
40.000,00
35.000,00
30.000,00
25.000,00
20.000,00
15.000,00
10.000,00
5.000,00
0,00
Impositiva Contable Bien Nuevo
• Los ingresos (y gastos) vinculados con actividades que se ejerzan en una sola
jurisdicción Si bien personalmente nos inclinamos por la adopción del criterio de
“convenio actividad”, observamos que la jurisprudencia cada vez más se acerca al
concepto de “Convenio Sujeto”. Simplemente queremos hacer la reflexión de que,
si se tiende a la adopción del criterio convenio sujeto porque se supone que la
actividad del contribuyente es inescindible, no podríamos tampoco separar los
guarismos para determinar coeficientes cuando coexistan actividades de los dos
regímenes, como se expresa en el párrafo anterior.
6
Resolución 14/2007 - Gilette Argentina S.A. – 28 de marzo de 2007.
CONCLUSIÓN
A la hora de analizar los conflictos que puede plantear la aplicación del
Convenio Multilateral, debemos tener en cuenta que no podemos brindar solución certera
a todas las dudas o interpretaciones particulares a cada uno de los casos. Entendemos
que, por sobre todas las cosas, el contribuyente debería aplicar las normas para la
atribución de ingresos y gastos siguiendo un orden de prelación entre las normas de
mayor jerarquía a las de menor. Pero además, aplicar el principio de la realidad
económica en la medida que, cuando se deba asignar un gasto o un ingreso, este de
cuenta en una medida razonable del nivel de actividad económica que se quiere gravar
con el impuesto sobre los ingresos brutos en la jurisdicción correspondiente.
Si, para determinar los coeficientes del régimen general, se deben aplicar los
numerales que surjan del Balance comercial, eso es lo único que se debe hacer. Sólo hay
que apartarse en los casos en que la norma lo dice y en supuestos muy especiales donde
la realidad económica hace que sea notoria la distorsión. El balance comercial,
confeccionado y auditado debidamente, es la fuente correcta para medir el nivel de
actividad en cada jurisdicción. Es el medidor de la actividad económica de la empresa en
general y es mucho más sencillo adaptar el balance a cada jurisdicción que dictar una
norma especial para cada caso. Los datos que pasen a formar parte de la determinación
de los coeficientes deben surgir de allí con las adecuaciones convencionales que
prescriben el convenio y toda su normativa accesoria y complementaria.
Debemos tener mucho cuidado con la aplicación para casos propios de las
resoluciones dictadas en casos particulares. Éstas no deben ser una regla, porque en
general no podemos conocer su origen y los determinantes de los cuestionamientos que
dieron lugar al conflicto. Al Convenio, si bien le hace falta una modificación de
importancia, tenemos que analizarlo más en su marco conceptual (que fue redactado por
todas las jurisdicciones) que en sus casos particulares. Si sostenemos estos conceptos va
a ser más fácil resolver los problemas.
(2) BULLIT GOÑI, Enrique. Convenio Multilateral, Buenos Aires, Ed. Depalma, 1992