El Alumno Protagonista
El Alumno Protagonista
El Alumno Protagonista
PRIMERA PARTE
Esta primera parte se aboca al autoconocimiento por parte del alumno para que
pueda:
La felicidad está unida a un proyecto de vida que enriquece, ayuda a crecer y motiva
para continuar con entusiasmo frente a los desafíos que se presentan en la vida. Ese
proyecto tiene que estar en concordancia con quiénes somos y con lo que buscamos.
La función del docente, como tutor u orientador, es facilitar este proceso de elección
vocacional, dando las herramientas apropiadas a las circunstancias de los alumnos y
conduciéndolos sin imponer directivas ni condicionamientos en las actividades. Por
ejemplo, si soy docente de una escuela en una zona con dificultades económicas,
elegiré actividades orientadas a carreras cortas o a salidas laborales inmediatas. Pero
pueden darse aportes de fundaciones o becas que permitan a los alumnos realizar
estudios más largos y costosos. Por tanto, voy a estar abierto a las posibilidades de
esas alternativas desde el comienzo del proceso de orientación.
Son muchas y muy variadas las actitudes que pueden ayudar o entorpecer nuestra
labor como orientadores. El respeto y el cuidado que tengamos en la dirección de las
estrategias o actividades son clave para que los alumnos se sientan con libertad en sus
elecciones. Nuestra tarea consiste en ayudarlos a interpretar las consignas de las
herramientas (cuestionarios, inventarios, estudios de casos, aprendizajes de servicio,
proyectos de vida, emprendimientos, investigaciones, análisis de autores o de
historias, paneles con profesionales, etcétera) y a aunar los resultados de ellas para
volcarlos en la propia reflexión. La compaginación de estos resultados ayudará al
alumno a conocerse más a sí mismo para poder tomar una decisión. Este conocimiento
es una labor personalizada que el alumno debe llevar adelante por sí mismo, aunque
muchas veces necesita que el profesor o el tutor lo guíen en la reflexión y en la toma
de decisión.