Experiencias Cercanas A La Muerte

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LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE

Se denominan experiencias cercanas a la muerte (ECM) a las percepciones que algunas personas
dicen haber tenido durante una enfermedad grave, un accidente o una parada cardíaca.

El término fue acuñado por un psiquiatra , Raymond Moody, en su libro Vida Después de la Vida ,
publicado en 1975. Una obra que se convirtió en un éxito de ventas y que ha sido traducido a varios
idiomas.

En su libro da cuenta de los relatos de unas ciento cincuenta personas, cincuenta de ellas
entrevistadas personalmente.

Personas que, supuestamente, habían estado clínicamente muertas o al borde de la muerte, y que
contaban experiencias similares. Moody no calificaba su estudio como científico, por considerar
que la muestra no era representativa de todas las culturas.

Entre la percepciones descritas están el encontrarse en un túnel, la visión de una luz brillante, un
ser místico, familiares o conocidos muertos, encontrarse fuera del cuerpo, revisión rápida de la
vida, o recordar lo que pasó en los momentos de la reanimación.

El fenómeno se ha descrito también por personas que no sufrían enfermedades graves, pero sentían
que se estaban muriendo, o en estados de meditación profunda. Es, por lo tanto un término vago,
ambiguo, que da lugar a todo tipo de especulaciones y controversias.

Estas ideas, difundidas por el cine, las novelas y series de televisión, son ya conocidas por un gran
porcentaje de la población. Son, para algunos, la prueba de la existencia de otra dimensión, otra
realidad que no percibimos normalmente, y de la inmortalidad de la conciencia, la mente o el alma,
como se le quiera denominar.

En la literatura médica los estudios más rigurosos están centrado en los supervivientes de una
parada cardíaca. Fisiológica y clínicamente la parada cardíaca, con independencia de su causa, es
el paso final más cercano al proceso de morir. Solo podemos hablar de muerte en esta situación.

Así, para uno de los investigadores más importantes de estos fenómenos, el doctor Sam Parnia,
director del Proyecto AWARE, y autor de vario libros, entre ellos uno imprescindible para entender
el tema, RESURRECCIONES, deberíamos hablar de Experiencias de Muerte Real, y centrar los
estudios en los pacientes con parada cardíaca demostrada.

Estos pacientes quedan inconscientes en el momento del paro y mueren de no mediar una
reanimación adecuada y una curación o control de la enfermedad que lo provoca.

Nos referimos a los pacientes con parada cardíaca súbita, inesperada. Otros paciente sufren la
parada cardíaca como consecuencia de una enfermedad incurable, esperada, y mueren.

La supervivencia sin secuelas de la parada cardíaca súbita es muy baja. Sobre todo en las paradas
que ocurren fuera del hospital (entre el 1 y el 3%).

Algunos de los supervivientes recuperan rápidamente su ritmo cardíaco, en unos segundos o


minutos. La mayoría precisan cuidados intensivos, para el tratamiento de la causa de la parada y
optimizar las consecuencias de la misma.
Luego permanecen en el hospital hasta ser dados de alta, con o sin secuelas. Entre estas se
encuentra el estado vegetativo, los déficit neurológicos, la depresión, la perdida de memoria o el
estrés postraumático.

Los estudios más rigurosos del tema son los prospectivos, donde se reclutan los pacientes
ingresados en el hospital durante un periodo de tiempo determinado , y se hace un seguimiento de
los mismos de acuerdo con un protocolo aprobado previamente, que incluye encuestas durante el
ingreso y después del alta hospitalaria.

La gran mayoría de los pacientes no recuerda nada de la situación vivida, pero un porcentaje de
alrededor del 10% tiene recuerdos consistentes con las ECM. Un pequeño porcentaje, el 2%, dice
haber visto y oído detalles del momento de la resucitación.

Se crea o no en los relatos , existe un problema con los estudios científicos de este tipo, ya que
siempre hay una reelaboración de los recuerdos, una reinterpretación, según las ideas, y
conocimientos previos de cada persona.

El mismo Moody dedica parte del libro a poner de manifiesto las similitudes de sus relatos con los
los que aparecen en algunas obras de Platón o en la la Biblia (todos sus entrevistados la conocían).

El último estudio publicado, y el de mayor rigor, es el estudio Awareness During Resuscitation


(conciencia durante la resucitación) impulsado por el proyecto AWARE.

Un estudio prospectivo de pacientes que sufrieron paradas cardíacas mientras estaban ingresados, y
en el que se habían colocado estanterías en distintos lugares del hospital , con imágenes que solo
podían ser visualizadas desde el techo, con el objeto de poder demostrar fehacientemente la
existencia de las experiencia extra corporales.

Si fuera cierto que podían ver lo que pasaba desde el techo de la habitación, fuera de su cuerpo,
podrían ver las imágenes.

Los resultados fueron publicados en el año 2014. De los 2060 pacientes estudiados, 330
sobrevivieron a la parada (16 %). De ellos, 140 tuvieron una primera entrevista, el resto estaban
demasiado enfermos o murieron.

Los pacientes fueron clasificados en dos grandes grupos: los que no tuvieron percepciones o
recuerdos de estar conscientes , 85 , y los que si los tuvieron , 55.

Solo 101 pacientes pudieron ser sometidos a una segunda entrevista, 46 del primer grupo, y todos
los 55 del segundo.

Este segundo grupo fue dividido en tres subgrupos, de acuerdo a una escala existente para valorar
estos fenómenos, denominada Greyson NDE Scale.

Esta escala consta de 16 preguntas. Cada pregunta se valora como 0, 1 ó 2, con un valor máximo de
32 puntos. Se considera que han tenido Experiencias Cerca de la Muerte los que puntúan más de 7.

De estos cincuenta y cinco pacientes, 46 no tuvieron recuerdos clasificables como ECM, aunque
algunos de ellos tenían otro tipo de percepciones, 7 tenían ECM, pero no conciencia visual o
auditiva de lo sucedido durante la parada.

Dos pacientes decían haber visto y oído lo que pasaba durante la reanimación, a pesar de estar
clínicamente muertos.

Estos dos paciente habían sufrido una parada de corta duración, por una arritmia denominada
fibrilación ventricular. Solo uno de ellos pudo ser entrevistado en profundidad, en una tercera
entrevista prevista en el protocolo, ya que el otro murió antes de poder realizar la misma.

Las limitaciones del estudio que reconocen los autores son: numero limitado de pacientes con
conciencia total de la parada (2 de 2060) , diferencias en el tiempo desde la parada cardíaca hasta la
entrevista entre los distintos pacientes, y la imposibilidad de probar su testimonio, ya que las
paradas tuvieron lugar, en su mayor parte, fuera de los sitios donde se colocaron las estanterías.

Los mismos autores están realizando actualmente el estudio AWARE II, con pacientes con parada
hospitalarias y extra hospitalarias, con monitorización de las variables que afectan al flujo
sanguíneo cerebral durante la reanimación.

En conclusión, no se ha podido demostrar fehacientemente la certeza de los testimonios sobre


observación del cuerpo desde fuera del mismo durante un paro cardíaco.

Mientras tanto, continua el debate sobre las causas de esas percepciones, que muchos dan como
ciertas , aunque solo sean testimonios personales prácticamente imposibles de demostrar, y sus
posibles causas.

Ruperto Matas Gutiérrez

Especialista en Medicina Intensiva.

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