Documento Salud
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El dolor lumbar es una queja muy común por una razón simple. Dado
a que la columna lumbar está conectada a la pelvis, que es a donde se
transfiere la mayor parte de su carga de peso y el movimiento del
cuerpo se lleva a cabo. Normalmente, esta es una zona donde las
personas tienden a poner mucha presión, como al levantar por ejemplo
una caja pesada, torciéndose para mover una carga pesada, o
transportando un objeto pesado. Estas actividades pueden causar
lesiones repetitivas que pueden conducir a daños en las partes de las
vertebras lumbares.
Dolor de cuello
Mala postura
Trabajar en un escritorio durante demasiado tiempo sin cambiar
de posición
Dormir con el cuello en una mala posición
Sacudidas de cuello durante el ejercicio
Lesión
Falta de aliento
Sudoración
Náusea
Vómitos
Dolor en el brazo, el hombro, la mandíbula o el cuello
Análisis de sangre
Radiografías
Una tomografía axial computarizada (TAC)
Imágenes por resonancia magnética (IRM)
Electromiografía (EMG – examen que verifica la salud de los músculos
y los nervios que controlan los músculos)
Punción lumbar (punción raquídea)
Dependiendo de los resultados de estas pruebas, tu médico te puede
canalizar con un especialista. El tratamiento para el dolor de cuello puede
incluir:
Vasos linfáticos
Los vasos son la parte del sistema
linfático que forman una red a
cargo del transporte de la linfa
desde los tejidos hacia el sistema
vascular reincorporándola al
torrente sanguíneo. Los vasos
linfáticos recorren todo el cuerpo
(exceptuando el sistema nervioso
central, la médula ósea y los
cartílagos). Se comunican entre sí a través de un entramado en forma
de red de finos vasos los llamados “capilares linfáticos”.
Linfa
La linfa es un líquido que forma parte del sistema linfático y que posee
un color amarillento que está formado en un 90% por agua. Lo demás,
son proteínas, grasas, restos de células muertas, bacterias, células
malignas (en el caso de un cáncer) y de células propias de la sangre
como pueden ser los glóbulos blancos.
La linfa necesita ser depurada de su contenido, por lo que está
constantemente siendo filtrada por los nódulos linfáticos (ganglios
linfáticos) antes de volver al circuito general. En ese filtrado se elimina
ese 10% que describimos anteriormente a través de los vasos
linfáticos.
Los vasos linfáticos empiezan como unos pequeños tubos dentro de los
mismos tejidos corporales llamados capilares linfáticos
mayoritariamente contenidos en la piel, el tubo digestivo y en el
aparato respiratorio. Los diminutos capilares forman luego vasos más
grandes (similares a los vasos capilares sanguíneos). Esos vasos más
grandes convergen hasta formar conductos linfáticos mayores. Si nos
centramos en el conducto torácico, el cual recorre la columna vertebral
(desde la segunda vértebra lumbar terminando en la vena subclavia
izquierda). En su extremo inferior, estos vasos linfáticos se ensanchan
hasta formar la cisterna del quilo.