Coya
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A) LA REQUISITORIA FISCAL
1.- Con fecha 19 de marzo del corriente año, el Sr. Fiscal Letrado
Especializado en Crimen Organizado, en cuanto a la imputación penal, respecto
de nuestro defendido expresó: “5) Se disponga el procesamiento de José María
Coya Alboa como autor responsable de un delito de abuso de funciones en caso
no previstos especialmente por la ley (por los hechos reseñados en el capítulo
IV)”.
Sin perjuicio de ello, el Sr. Fiscal agregó en la requisitoria: “En ninguno de
los casos se solicita la imposición de la medida cautelar de prisión preventiva, ni
otras medidas sustitutivas, por entender la fiscalía que no se verifican ninguna
de las causales que para su imposición exige el nuevo Código del Proceso Penal,
que se entiende aplicable – en este punto – a la causa en trámite, por tratarse
de norma más favorable a los indagados. En efecto se entiende, que no concurre
peligro de fuga, ni de frustración de la prueba, ni peligro para la seguridad de la
sociedad”.
2.- Con los debidos respetos que nos merece el Sr. Representante del
Ministerio Público, la defensa SE OPONE ENFATICAMENTE a lo expresado por
este en la requisitoria de autos.
3.- En rigor científico, la fiscalía actuante participa de la teoría
incriminatoria, realizando a criterio de la defensa, una inadecuada valoración de
la prueba obrante en la causa, de los hechos indagados en autos.
4.- Tanto del informativo testimonial brindado por más de 30 personas
en estos autos, como así también del cúmulo de probanzas agregadas en sus
más de 3.200 folios y 10 piezas, surgirá la absoluta falta de responsabilidad
penal por parte de nuestro defendido en los hechos en que se lo pretende
incriminar.
5.- Estima la defensa que el Sr. Fiscal, a la hora de emitir su
pronunciamiento, se circunscribe solamente a determinados elementos
aportados en el sublite por los denunciantes, lo que obviamente subjetiviza de
manera incuestionable, una adecuada valoración de la prueba.
6.- Son por estos motivos y por los que se expondrán a continuación Sra.
Juez, que esta defensa solicitará la clausura y archivo de estas actuaciones
respecto de nuestro defendido, en el entendido que no existe en su forma de
actuar, reproche alguno desde el punto de vista penal.
7.- Así las cosas, la defensa dará ingreso en los capítulos siguientes a la
argumentación fáctica y jurídica que demostrará la inocencia de nuestro
defendido en la causa, Sr. José Coya Alboa.
B) ANÁLISIS DE LA IMPUTACIÓN FISCAL
-CUESTION PREVIA-
1.- En este capítulo la defensa demostrará como no existe por parte del
Sr. José Coya, un desviamiento de su conducta que le permite atravesar la
legislación penal haciéndolo por ende autor del delito que la Fiscalía pretende.
2.- En primer lugar corresponde manifestar que existe una nítida y
prístina diferencia entre lo que fue un “Acuerdo de Servicios” y una
“Transacción” de estilo estrictamente comercial.
En efecto, en el casus debemos encuadrar y encriptar que el “Acuerdo de
Servicios” firmado entre ANCAP y PDVSA con intervención de la empresa EXOR,
forma parte sustancial como anexo a la “Transacción” sujeta a condición,
derivada (en el caso concreto) de una demanda promovida por la compañía
EXOR el 24 de mayo del año 2014.
Como la Sede podrá advertir, la empresa EXOR exigió el cumplimiento del
acuerdo y posterior transacción, pero NO FUE nuestro defendido Sr. Coya quien
resolvió esto a su “ciencia y paciencia”, ni este incumplió ni ordenó firmar el
“Acuerdo de Servicios”, fue todo el Directorio luego de haber recibió el informe
de la Gerencia de Servicios Jurídicos de ANCAP asesorando en tal sentido, por lo
que el Directorio que integraba nuestro defendido, actuó en consecuencia
siguiendo el asesoramiento jurídico brindado por el propio servicio funcional del
ente y no en forma “abusiva” como lo afirma el Sr. Fiscal en la requisitoria
resistida.
Resultaba absolutamente IMPOSIBLE realizar un llamado a licitación
pública, tal como lo expresa el Fiscal en literal d) del dictamen, según surge del
informe del Dr. Leonardo Bianchi (Gerente de Servicios Jurídicos de ANCAP) que
luce agregado infolios, el art. 33, literal c), numeral 3: exclusividad.
Sería EXOR el único legitimado a desistir de juicios y según el art. 33, lit.
b) del TOCAF, no se deben abonar honorarios pues no hay gastos que repetir
(art. 14, TOCAF).
3.- Cabe destacar y tener muy especialmente en cuenta que fue la
empresa EXOR quien contó (entre todas las firmas que ofrecieron sus servicios
de cancelación de deuda a ANCAP) con la aprobación y el acuerdo de la Junta
Directiva de PDVSA, acreedor de la misma; por lo que mal podría haber sido
otra solución cuando el acreedor fue quien aprobó la participación y avaló a
dicha empresa para la participación en este proceso de negociación con ANCAP.
Esto surge plenamente acreditado con la nota de fecha 20 de marzo de
2012, donde emerge sin hesitación que las demás ofertas recibidas por ANCAP,
no presentaron la voluntad conforme del acreedor (PDVSA), lo que resulta un
hecho elemental, de derecho y más aún de sentido común.
“El acreedor es quien impone las condiciones, NUNCA el deudor”
Volvemos a repetir una y otra vez, tanto en la declaración testimonial de
nuestro defendido, como así también en la del co-indagado Sr. Raúl Sendic, la
empresa ANCAP no fue quien eligió ni seleccionó a la empresa EXOR, ni a esta ni
a ninguno otra firma en la primera operación comercial (en la segunda
operación fue producto de la “Transacción” referida supra).
4. Resulta imprescindible para esta defensa hacer especial hincapié en
que el Directorio que integró el Sr. Coya, aprobó la “Transacción”, sujeta a
condición, teniendo muy especialmente en cuenta los informes jurídicos de
fecha 7 de octubre de 2014 y 11 de diciembre de 2014 (que también lucen
agregados en autos), y donde NO SURGE NINGÚN TIPO DE REFERENCIA EN
CONTRA DE SU FIRMA.
En este punto es importante ver detenidamente el documento referido,
el informe jurídico de los Servicios Jurídicos de ANCAP de fecha 7 de octubre de
2014, donde se destaca que en principio la empresa EXOR propone un “re-
perfilamiento” de la deuda de ANCAP con PDVSA, no haciendo ninguna mención
a una propuesta transaccional que pudiera dar por concluído el juicio
promovido por EXOR, concluyendo la Gerencia Jurídica “que esto debería ser
objeto de profundización entre las partes”.
Respecto al informe de fecha 11 de diciembre de 2014, resulta de
imprescindible lectura lo expresado en el Capítulo de los Considerandos que van
del 1 al 7, previos a la propuesta de Resolución, que también luce infolios.
5.- Se advierte que en la requisitoria fiscal, el Representante del
Ministerio Público omite un hecho muy significativo y absolutamente relevante
en el caso: la nota recibida por el Sr. Raúl Sendic de parte de PDVSA de fecha 20
de marzo de 2012 donde se informa por parte de PDVSA que se ha aprobado
por su Junta Directiva, la propuesta de EXOR y por lo tanto invita a ANCAP a
analizar la misma.
Por lo tanto, NO ES CIERTO lo afirmado por el Sr. Fiscal en su dictamen al
expresar: “La empresa EXOR se apersona al Sr. Presidente del Directorio Raúl
Sendic, en el año 2010, ofreciendo sus servicios financieros para elaborar una
“ingeniería financiera” que satisficiera a ambas partes en una operación de
cancelación de la deuda generada por ANCAP con PDVSA por adquisiciones de
crudo desde el año 2005, en el marco del “Acuerdo de Cooperación Energética”,
suscrito en la ciudad de Caracas, República de Venezuela (conocido como
“Acuerdo de Caracas”).
El dictamen expresa que el referido “Acuerdo de Caracas” se ejecutó en
diciembre de 2012, utilizando la “ingeniería financiera” propuesta por EXOR, lo
que es ABSOLUTAMENTE INEXISTENTE.
Lo cierto es que ANCAP canceló la deuda con PDVSA mediante una
operación directa con el Banco del Tesoro de Venezuela, que fue quien le
ofreció por nota de 26 de diciembre de 2012 (también agregada infolios)
dirigida al Dr. Leonardo Bianchi (Gerente de Servicios Jurídicos) la venta de los
instrumentos de crédito que tenía en su poder (los pagarés firmados por
ANCAP) detallando en su oferta el valor nominal de la deuda y el precio mínimo
de la misma, al cual finalmente fue cancelada el día 3 de enero de 2013.-
Esta cancelación anticipada de la deuda con PDVSA le permitió ahorrar a
ANCAP algo así como U$S 300.000.000 (Trescientos Millones de Dólares).
Corresponde manifestar en este mismo punto, que tampoco el Sr. Fiscal
en su requisitoria hace mención a que para realizar esta operación comercial,
fue necesario el dictado de una Ley Nacional, y para ello el Poder Ejecutivo
envió el mensaje al Parlamento Nacional, todo lo cual también luce informado
en estos autos (ver Investigación Parlamentaria, declaraciones testimoniales,
por ejemplo).
Así fue que el Ministro de Economía de la época, Cr. Fernando Lorenzo
concurrió junto con el Ministro de Industria, Energía y Minería también de la
época, Ing. Roberto Kreimmerman, al Parlamento a defender el proyecto de Ley
que avalaba el otorgamiento de un crédito presupuestal a la empresa ANCAP a
fin de proceder a cancelar la referida deuda.
Tampoco expresa en su vista el Sr. Fiscal que dicha iniciativa de parte del
Poder Ejecutivo culminó con la sanción de la Ley Nº 18.965 del 23 de agosto de
2012, habiendo sido VOTADA POR LA UNANIMIDAD DEL ESPECTRO POLITICO
NACIONAL.
Este crédito otorgado con destino exclusivo para el pago de la deuda por
la referida ley a ANCAP fue por U$S 517.300.000 (Quinientos Diecisiete Mil
Trescientos Millones de Dólares) y con eso se canceló un pasivo con PDVSA que
ascendía a más de U$S 800.000.000 (Ochocientos Millones de Dólares).
Por tanto, y por más esfuerzo que pongamos en ello, no logramos
comprender como puede atribuírsele a nuestro defendido el cometimiento de
un acto arbitrario, como seguro lo es el “abuso innominado de funciones”,
cuando su actuación resultó totalmente ajustada a derecho y fue respaldada
por una LEY de carácter NACIONAL, votada justa y expresamente a esos efectos,
y por la cual el país tuvo un ahorro significativo de más de 300 MILLONES DE
DOLARES.
6.- En el numeral 5) del dictamen del Sr. Fiscal, se afirma que ANCAP
incumplió con el “Acuerdo de Servicios”, por cuanto el Poder Ejecutivo resolvió
NO otorgar los fondos para la “Segunda Cancelación” de deuda con PDVSA.
En este punto también nos permitimos disentir con el Sr. Fiscal, pues esto
tampoco es cierto.
Como venimos de expresar ut-supra, en esta nueva instancia fue también
el Poder Ejecutivo precisamente quién tuvo la iniciativa parlamentaria y
promovió la Ley Nº 19.339 de 26 de agosto de 2015, por la cual se autorizó a
celebrar un contrato de préstamo con la empresa ANCAP para que esta
procediera a la cancelación anticipada por “segunda” vez la deuda con PDVSA
en esta oportunidad por un monto de U$S 267.000.000 (Doscientos Sesenta y
Siete Millones de Dólares).
7.- En la oportunidad, también debe advertirse a la Sra. Juez que nuestro
defendido, José Coya, no hizo más que aplicar (al igual que el resto del
Directorio de ANCAP) lo previsto en la referida Ley Nacional, por lo que tampoco
entiende esta defensa, en que consiste en este caso también, la imputación por
el delito de “abuso de funciones en casos no previstos especialmente por la ley”.
C) EL INCUMPLIMIENTO DE LA TRANSACCION
- INEXISTENCIA DE RESPONSABILIDAD-
CONCLUSIONES
Finalmente, esta defensa quiere manifestar que debe mantenerse
presente el carácter de última ratio del Derecho Penal, el cual se constituye
como un último escudo defensivo del Estado tendiente a proteger un mínimo
ético exigible.-
Conforme a lo expresado en el cuerpo de este escrito, al no haber sido
probado el perjuicio al Estado, al no haber actuado mediante ocultación u
engaño y al haber ausencia de dolo en el accionar de mi defendido, entiende
esta defensa que no corresponde se haga lugar a la requisitoria fiscal por la
imputación del delito penal de “abuso de funciones en casos no previstos
especialmente por la ley (art. 162 del Código Penal) al Sr. José Coya, solicitando
la clausura y archivo de estas actuaciones a su respecto.-
En función de ello, y tal como sostiene el doctrino español SILVA
SANCHEZ, “La visión del Derecho penal como único instrumento eficaz de
pedagogía político-social como mecanismo de socialización, de civilización,
supone una expansión ad absurdum de la otrora ultima ratio. Pero sobre todo
porque además, tal expansión es inútil en buena medida, porque somete al
Derecho Penal a cargas que este no puede soportar.-
Se trata de desviar al Derecho Penal las grandes cuestiones del
funcionamiento de la comunidad como tal, cuestiones que hoy por hoy ni las
instituciones políticas ni los grupos sociales son capaces de resolver”.-