El Delito de Prevaricato
El Delito de Prevaricato
El Delito de Prevaricato
CURSO:
Derecho Penal IV
DOCENTE:
GRUPO:
1. Introducción
2. Origen Histórico
1
SALAZAR, Alonso; “El prevaricato en el derecho penal costarricense”; En: Revista de Ciencias
Jurídicas N° 117 Setiembre - Diciembre del 2008. Edición digital extraída de:
http://www.latindex.ucr.ac.cr/ciencias-juridicas-117/ciencias-juridicas-117-05.pdf.
2
Ver en: www.rae.es
2
razón de ello se basa en que en la antigüedad el Derecho Romano conocía de la
llamada acción “Perduelito”, una acción que comúnmente se ejercía frente a la
violación de los deberes que incurría el magistrado. Por su parte, la “Lex Cornelia”
incluía dentro de sí la posibilidad de castigar al pretor que se apartara de la
correcta aplicación de las leyes3, hecho que también se encontraba contemplado
en el “Digesto”4. En ese sentido, la idea de castigar a un magistrado, pretor o juez
por el incumplimiento de sus deberes no era del todo extraña en la antigüedad; sin
embargo, y como bien lo afirma Carlos Fontán, en la antigüedad el término
prevaricato no solo hacía referencia a las sanciones que pudieran ser ejercidas
contra un magistrado, pretor o juez, sino que también dicho término aludía a las
sanciones que podían ejercerse por el contubernio entre las partes o a la
infidelidad de los apoderados o consultores. Por ejemplo, en el Derecho romano
se calificaba de prevaricador al acusador que, habiendo asumido ese carácter en
juicio público, llegaba a un entendimiento con el acusado para torcer la justa
decisión de la justicia, sentido que pasó la institución al Derecho canónico5.
Por ello es que no resulta del todo extraño (y curioso a la vez) que desde el punto
de vista del derecho comparado no exista uniformidad en cuanto al contenido de la
voz “prevaricato” debido a que en muchas legislaciones extranjeras se identifica al
prevaricato como un delito de patrocinio infiel tal cual era entendido en la
antigüedad. Por ejemplo, el artículo 271° del Código Penal Argentino
(perteneciente al Capítulo X titulado Prevaricato, el mismo que forma parte del
Libro de los Delitos Contra los Poderes Públicos y el Orden Constitucional)
establece que:
“Será reprimido con multa de pesos dos mil quinientos a pesos treinta mil, e
inhabilitación especial de uno a seis años, el abogado o mandatario judicial
que defendiere o representare partes contrarias en el mismo juicio,
3
SALAZAR, Alonso; Ob. Cit.
4
FONTÁN, Carlos; “Derecho Penal, Parte Especial”; Décima Edición; Editorial Abeledo Perrot;
Buenos Aires; 1985; pág. 889.
5
FONTÁN, Carlos; Ob. Cit.
3
simultánea o sucesivamente o que de cualquier otro modo, perjudicare
deliberadamente la causa que le estuviere confiada” (el subrayado es
nuestro)6.
6
Para mayor información leer el Código Penal de la Nación Argentina - Ley 11.179. Edición
digital extraída de: http://www.oas.org/juridico/spanish/mesicic3_arg_codigo_penal.htm.
7
ARBULÚ, Víctor; “El delito de prevaricato de jueces y fiscales”. Edición digital extraída de:
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/articulos/a_20110507_04.pdf.
4
Dicha concepción fue tomada por el vigente Código Penal de 1991, el cual
incorporó en el artículo 418° el delito de prevaricato, considerándose como sujetos
activos a jueces o fiscales. El texto original reprimía al Juez o el Fiscal que dictaba
resolución o emitía dictamen contrarios al texto expreso y claro de la ley, o citaba
pruebas inexistentes o hechos falsos, o se apoyaba en leyes supuestas o
derogadas8. Sin embargo, por Ley N° 28492 le suprimió el elemento descriptivo al
tipo penal “a sabiendas”9.
En ese sentido, hay que tener presente que el delito de prevaricato tal cual está
regulado en nuestra legislación sanciona al funcionario judicial o administrativo
que dicta resoluciones contrarias al texto de la ley o la funda en hechos falsos.
Esa es la línea conceptual de este delito el cual no sanciona el yerro sino el abuso
del derecho10.
8
Antigua redacción del Artículo 418° del Código Penal de 1991: “El Juez o el Fiscal que, a
sabiendas, dicta resolución o emite dictamen, contrarios al texto expreso y claro de la ley o cita
pruebas inexistentes o hechos falsos, o se apoya en leyes supuestas o derogadas, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años” (el subrayado es
nuestro).
9
Nueva redacción del Artículo 418° del Código Penal de 1991: “El Juez o el Fiscal que dicta
resolución o emite dictamen, manifiestamente contrarios al texto expreso y claro de la ley, o cita
pruebas inexistentes o hechos falsos, o se apoya en leyes supuestas o derogadas, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de cinco años”.
10
ARBULÚ, Víctor; Ob. Cit.
5
pues desde luego errare humanum est y por ello, no podría el ordenamiento
jurídico por una parte exigir del intérprete precisamente que dé sentido a la ley y
por otra castigarle por haberlo hecho11.
Al encontrarse este delito dentro del Capitulo III conocido como los Delitos contra
la Administración de Justicia, su bien jurídico tutelado, a diferencia de los delitos
contra la Administración Publica, posee un carácter específico pues pretende
tutelar el correcto funcionamiento de la Administración de Justicia. De allí que lo
que se pretende castigar vía penal son aquellos incumplimientos más graves de
los deberes jurisdiccionales (juez y fiscal).
De acuerdo al artículo 418° del Código Penal, el sujeto activo del delito de
prevaricato es el Juez o el Fiscal que dicta resolución o dictamen,
respectivamente. Sin embargo, algunos autores consideran que pueden ser
agentes de dicho delito los magistrados del Tribunal Constitucional, ya que éstos
ejercen función jurisdiccional, como lo hace un Juez del Poder Judicial.
Pues bien, respecto a la figura del Fiscal no caben dudas, dado que en nuestro
sistema penal, la función del mismo se encuentra en manos del Ministerio Público.
Sin embargo, en cuanto a la figura del Juez, existen algunas discrepancias
respecto a quienes se les debe considerar como tal, dado que la función que
11
ARBULÚ, Víctor; Ob. Cit.
6
ejerce un juez (función jurisdiccional o de administración de justicia) no solamente
la ejerce el Poder Judicial.
En tal sentido queda claro que el Poder Judicial no es el único órgano que ejerce
la potestad de administrar justicia, sino también lo hace el Fuero Militar y el Fuero
Arbitral. Por tanto, aquellos jueces, tanto del Poder Judicial como del Fuero Militar,
y los árbitros que ejercen la potestad de administrar justicia se encuentran dentro
del tipo subjetivo del delito de prevaricato.
Como hemos mencionado líneas arriba, si bien el Derecho Penal con este delito
pretende tutelar el correcto funcionamiento de la Administración de Justicia,
entonces a quien se pretende proteger seria al Estado, en una de sus funciones
7
más importantes la cual es de impartir justicia (función judicial). Siendo el sujeto
pasivo del delito de prevaricato el Estado.
Es por ello, que es preciso indicar qué actos procesales son considerados como
Resoluciones y Dictámenes. Para ello, creemos conveniente remitirnos al artículo
120° del Código Procesal Civil, el cual señala lo siguiente:
8
“Las Resoluciones son los actos procesales a través de los cuales se
impulsa o decide al interior del proceso o se pone fin a éste, pueden ser
decretos, autos y sentencias” (el subrayado es nuestro).
Después de haber realizado esta precisión, es necesario analizar cada uno de los
actos que tipifica, como supuestos de hecho, nuestro Código Penal para el delito
de prevaricato.
Sin embargo, no siempre un texto normativo es preciso o claro, por lo cual en ese
sentido se requiere de la interpretación del juez.
9
agravar la pena de un sujeto imputado, el juez podría indicar que aquél cuenta con
antecedentes penales, o podría a la vez citar algún hecho que no existe.
10
prevaricato como si lo está en la legislación española en su artículo 447° de su
Código Penal, que menciona que es delito de prevaricato cuando el magistrado
resuelve con manifiesta injusticia pero con grave omisión del deber objetivo de
cuidado.
3.6. Antijuricidad
En tal sentido, para no ser muy extensivos, veremos si existe alguna causa de
justificación de la conducta de un juez para ir en contra del texto claro de la ley.
Pues bien, una de las causas de justificación para este delito puede ser el control
difuso, dado que el artículo 138° de la Constitución Política reconoce el poder-
deber de los jueces para realizarlo, en tanto exista una incompatibilidad entre una
norma constitucional y una norma legal, donde se debe preferir a la primera. En
esa misma lógica, se debe preferir una norma legal sobre toda norma de rango
inferior.
Por tanto, si un juez inaplica una norma por control difuso, esta es una causa de
justificación que le concede la Constitución a los mismos. Sin embargo qué
sucede cuando un juez en vez de inaplicar una norma con contenido
inconstitucional, no lo hace. Ante esta interrogante, en principio de por sí no se
puede decir que el juez estaría cometiendo el delito de prevaricato, sino por el
11
contrario aplicaríamos la presunción de legitimad de las normas, dado que si cabe
la posibilidad de realizar una interpretación y darle sentido a dicha norma, no sería
necesario aplicar el control difuso.
4. Palabras finales
Por otro lado, hay que tener presente que el artículo 138° de la Constitución
Política del Perú reconoce el poder-deber de un juez de poder ir en contra del
texto claro de la ley, ello en tanto exista una incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, razón por la cual si un juez inaplica una norma
(vía control difuso) ésta sería una causa de justificación que le concedería la
Constitución.
5. Bibliografía
12
- SALAZAR, Alonso; “El prevaricato en el derecho penal costarricense”; En:
Revista de Ciencias Jurídicas N° 117 Setiembre - Diciembre del 2008.
Edición digital extraída de: http://www.latindex.ucr.ac.cr/ciencias-juridicas-
117/ciencias-juridicas-117-05.pdf.
- Ley N° 28492.
13