YANKELEVICH y CHENILLO. La Arquitectura de La Política Inmgiratoria
YANKELEVICH y CHENILLO. La Arquitectura de La Política Inmgiratoria
YANKELEVICH y CHENILLO. La Arquitectura de La Política Inmgiratoria
En política de migración, los tres mil kilómetros de frontera con Estados Unidos otorgan a
México condiciones particulares, puesto que desde inicios del siglo XX el país se perfiló
migratoria.
interés al concluir la primera década del siglo XX. La preocupación por la confluencia de
ambos fenómenos coincidió con el estallido de la Revolución de 1910 y sobre todo con la
puesta en marcha, décadas más tarde, de políticas atentas a reclamos políticos y sociales de
constitución biológica y cultural del mexicano. En este trabajo, interesa mostrar la manera
___________________________________
177
transitar hacia una política altamente restrictiva a la inmigración, pero además lo hizo con
impregnó el quehacer político mexicano en los años veinte y treinta del siglo pasado.
En México, como en el resto de América Latina, desde los primeros años de vida
independiente, las elites gobernantes apostaron por una política de inmigración, en la que
depositaron todas las esperanzas de alcanzar el progreso nacional. Se partía del supuesto de
que el país estaba subpoblado y que para explotar las inmensas riquezas naturales
correspondía a los gobiernos abrir las puertas a todos los extranjeros laboriosos y honrados.
que una masiva llegada de colonos, de preferencia europeos, contribuiría a elevar el umbral
como parte de empresas colonizadoras. En tal sentido, la mayoría de las normas hicieron
referencia a las facilidades y condiciones en las que los nuevos pobladores debían
1
Entre otros autores, véase a ABOITES AGUILAR, 1995 y 1987; BERNINGER, 1974;
GONZÁLEZ NAVARRO, 1993 y 1960.
178
incorporarse a la vida nacional básicamente en calidad de agricultores.2 Nada se indicaba
sobre los orígenes nacionales de los potenciales colonos, de hecho la selección de los
colonizadores. Por otro lado, ninguna de estas disposiciones fijó un estatuto especial para
los inmigrantes individuales, quienes a la postre se insertarían en los centros urbanos para
registro de extranjeros ante las autoridades, pero prácticamente los únicos requisitos para el
ingreso al país fueron no ser vago ni delincuente, 3 no pretender alterar el orden público, 4 y
aunque estudios de caso han revelado que está disposición no siempre se respetó.5
2
Véase, por ejemplo las siguientes disposiciones en la obra de compilación de DUBLÁN y
LOZANO (DyL), “Decreto sobre colonización” (18 de agosto de 1824, doc. 416, t. 1, pp.
712-713); “Decreto del gobierno. Sobre colonización en Tamaulipas” (3 de octubre de
1843, doc. 2691, t. 4, pp. 620-621; “Decreto del gobierno. Se ratifican los relativos á la
concesión hecha á D. José Garay, para abrir una comunicación interoceánica” (5 de
noviembre de 1846, doc. 2918, t. 5, pp. 187-188)
3
“Prevenciones para evitar que se introduzcan en la República, extranjeros vagos y aun
criminales” (13 de diciembre de 1843), en DyL, doc. 2720, t. 4, pp. 668-669.
4
“Circular de la Secretaría de Guerra. Se trate y castigue como á piratas, á los extranjeros
que penetren armados con aspecto hostil, ó introduzcan armas ó municiones por algún
puerto de la República” (30 de diciembre de 1835), en DyL, doc., 1673, t. 3, pp. 114-115; y
“Circular. Extranjeros. Sean tratados y castigados como piratas en los casos que expresa”
(15 de noviembre de 1839), en DyL, doc. 2104, t. 3, p. 665.
5
ALANÍS ENCISO, 1996.
179
bajo los aspectos legal, económico y social, o sea en relación con el progreso moral y físico
del país”. Interesaba determinar si esos inmigrantes eran convenientes “a los intereses
envió a Hong Kong a un Delegado Especial con “la misión de inspeccionar a todos los
inmigrantes que, procedentes de diversas partes del Oriente, se embarcaran en los vapores
de las compañías que hacían el tráfico con puertos mexicanos”.6 Tales acciones se
implementaron para paliar la emergencia, pero aquella alerta sanitaria puso en evidencia la
“de todas las nacionalidades y de todas las razas” del mundo, al tiempo que –con claras
establecieron en México, y que funcionaron como un modelo que por cierto reveló una muy
larga vigencia, puesto que esas limitantes se reiteraron en las distintas legislaciones hasta
bien entrado el siglo XX, a las que se adicionaron otras que señalaremos más adelante.
6
LANDA Y PIÑA, 1930, pp. 7 y 8.
7
“Ley de Inmigración de 1908”, en Compilación histórica de la legislación migratoria en
México: 1821-2000, México, Coordinación de Planeación e Investigación del Instituto
Nacional de Migración, 2000, pp. 109-112.
180
El estallido de la Revolución Mexicana interrumpió el funcionamiento de un débil
aparato institucional dedicado al control inmigratorio. Sin embargo, el interés por promover
los extranjeros habían gozado hasta entonces. Un robusto nacionalismo atendió las más
diversas cuestiones desde los derechos de propiedad hasta los de carácter político. 8 Pero
algún ascendiente extranjero. Ante ello, la revolución potenció un imaginario que prometía
colocar bajo dominio nacional enormes fuentes de riqueza que estaban bajo control
foráneo. Todo ello en el marco de una política cultural que ensalzó el orgullo nacional,
Revolución.
inmediata posguerra. De tal suerte que, los primeros intentos por estabilizar la situación
política y económica del país, después de casi una década de revolución armada, vinieron a
coincidir con un fenómeno que desde entonces no ha dejado de reiterarse en cada uno de
8
YANKELEVICH, 2007.
181
los ciclos de la economía estadounidense: la expulsión de trabajadores migrantes. Desde
sentar bases institucionales para en el futuro afrontar “con mayor eficacia” ese problema. 9
sesiones extraordinarias, a los fines de expedir una Ley de Migración que reemplazaría a la
de 1908. En la introducción de ese documento, enfatizó que si bien la hospitalidad era una
virtud de los pueblos cultos, ésta debía limitarse “a las exigencias de la salud pública y de la
conveniencia nacional”. Explicó que los efectos de la crisis económica mundial afectaban
disminución del trabajo. El gobierno tenía la obligación de “velar por los intereses de los
amenazados por la irrupción de menestrales de otros países, que huyen de sus propios
cualquier otra época serían útiles para el progreso y para el bienestar del país, pero que
mexicanos”.10
9
CARDOSO, 1977.
10
“Decreto incluyendo la Ley que adicione la de Inmigración de 22 de diciembre de 1908,
entre las que se declara expedir el H. Congreso de la Unión, en el período de sesiones
extraordinarias”, en Diario Oficial de la Federación, (DOF), 7 de mayo de 1921, p. 1.
182
En septiembre de 1921, Obregón volvió a insistir. En el informe que rindió ante el
Congreso anunció la constitución de un par de comisiones técnicas que analizarían las leyes
que, en materia de extranjeros, estaban vigentes en Estados Unidos, Argentina y Brasil, con
el objeto de compararlas con las mexicanas y proponer las reformas pertinentes para
ingreso de extranjeros cuando resultara inconveniente para los intereses de los trabajadores
rebelión militar encabezada Adolfo de la Huerta paralizó buena parte de la labor legislativa.
El cuatrienio obregonista concluyó sin una nueva ley de migración. Las dificultades
para que estos proyectos alcanzasen estado legislativo, pueden explicar que el Ejecutivo
manera que todas las normas en materia migratoria se realizaron sin un debate público hasta
11
Diario de los Debates de la Cámara de Diputados del Congreso de los Estados Unidos
Mexicanos , 1 de septiembre de 1921, p. 2.
12
Cámara de Diputados, Proyecto de Ley de Migración, México, Imprenta de la Cámara de
Diputados, 1923, p. 3
13
“Decreto autorizando al Poder Ejecutivo para reformar la Ley de Inmigración de 22 de
diciembre de 1908”, en DOF, 21 de enero de 1926, p. 1.
183
mediados de los años cuarenta.14 Por el contrario, una serie de instancias consultivas y
retomó la iniciativa, y en marzo de 1926 fue promulgada una nueva ley que, por primera
vez, incorporó los dos afluentes del fenómeno migratorio: la inmigración y la emigración.
En relación a esta última, se hizo presente la voluntad protectora del nuevo Estado para con
las clases populares. Además de pretender documentar a todos los emigrantes, a los fines de
aspiraba a que en los contratos que firmaran mexicanos para realizar labores en el
repatriación, tal y como se consignada en la fracción XXVI del artículo 123 constitucional.
leer y escribir, requisito que no se estipulaba para ningún trabajador nacional que deseara
aparición tres cuestiones que desde entonces no han dejado de estar presente en la política
14
“Decreto por el cual se faculta al Ejecutivo Federal para que reforme la Ley de Migración
de los Estados Unidos Mexicanos”, en DOF, 18 de enero de 1930, p. 1; “Decreto que
autoriza al Ejecutivo Federal para reformar la Ley de Migración”, en DOF, 31 de diciembre
de 1934, p. 1; “Decreto que autoriza al Ejecutivo Federal para expedir, en un plazo que
fenecerá el 31 de agosto de 1936, la Ley General de Población”, en DOF, 31 de diciembre
de 1935, p.1.
15
Artículo 29 de la “Ley de Migración de los Estados Unidos Mexicanos”, en DOF, 13 de
marzo de 1926, pp. 1-8.
16
Artículo 65 de la Ley de Migración de 1926.
184
tributación, que en aquella ley era un impuesto directo, pero a la que más adelante se
sumarían fianzas y garantías monetarias, en teoría tendientes constituir una reserva para
segundo criterio estuvo dirigido a normar las diferencias entre inmigrantes y turistas, en un
esfuerzo que por un lado, marcaba las distinciones entre un ingreso temporal y uno
comienzo de los años veinte, en esta actividad destacó el michoacano Andrés Landa y Piña,
que durante más de tres décadas estuvo vinculado a los asuntos migratorios en la Secretaría
se supuso que las especificidades llegarían a través de una ley reglamentaria que nunca fue
elaborada. Entre tanto, comenzó una práctica institucional que definió normas y criterios a
185
económicas que desempeñaban, y en otros casos, hicieron su aparición criterios que
mitad de los veinte apuntó hacia un variado arco de nacionalidades y pertenencias étnicas.
ocupaciones y actividades sobre todo de tipo comercial. Las primeras disposiciones de esta
índole se remontan a mediados de 1924, cuando una circular confidencial restringió “la
inmigración de individuos de raza negra.”18 Dos años más tarde se ordenó a los agentes
provenían de Medio Oriente y la zona de los Balcanes. 20 Por lo general, los argumentos
raciales eran manejados confidencialmente, de manera que cuando era requerida alguna
explicación relacionada, por ejemplo, a las prohibiciones a los negros, se respondía que esta
inmigración resultaba perjudicial a las clases trabajadoras, toda vez que siempre estaban
dispuestos a emplearse por salarios inferiores a los que percibían los mexicanos. Muy
distinta fueron las justificaciones contra migrantes provenientes del imperio turco. En este
esquema de crédito en pagos semanales. Las campañas contra los “aboneros”, se sumaron a
17
SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES, 1927, p. 512.
18
Circular numero 33 del 13 de mayo de 1924 (AHINM, exp. 4-362.1-76, s.f.)
19
De acuerdo con una lista de “Circulares expedidas por la Secretaría de Relaciones
Exteriores en asuntos de Migración”, el 16 de noviembre de 1926 se emitió la circular núm.
193. AHINM, 4-350-1932-7
20
AHINM, exp. 4-350-1927-214. La medida puede verse en el DOF, 15 de julio de 1927.
186
otras que los “antichinos” ya habían comenzado a desarrollar consistentemente desde
inicios de ese decenio, pero que se potenciaron cuando la llegada de sirios, libaneses,
de personas, de los cuales menos 140 mil eran extranjeros. El aporte de la inmigración en el
total de la población era inferior al 1%, pero esta cifra de por sí reducida, contrastaba con la
país para permanecer en él o para volver emigrar algo más de 400 mil mexicanos. 22 Estos
agencias distribuidas en los litorales y las fronteras del país 23; en estas oficinas trabajaban
algo más de 300 personas entre agentes, inspectores, oficiales ayudantes, secretarías y
personal de servicio. Todo este personal estuvo dedicado a tareas de vigilancia e inspección
21
CHAO ROMERO, 2003; CRAIB, 1996; DAMBOURGUES, 1974; GÓMEZ
IZQUIERDO, 1991; HU, Evelyn, 1982; PARRA SANDOVAL, 2004
22
LANDA Y PIÑA, 1930, p. 22, SALAZAR ANAYA, 1996, p. 99.
23
La distribución por zona geográfica evidencia una sobrerepresentación de la frontera con
Estados Unidos, toda vez que en ella se ubicaban ocho delegaciones y 17 agencias, frente a
cinco delegaciones y tres agencias en el Golfo; una delegación y cinco agencias en la
frontera sur; y dos delegaciones, cuatro agencias y 10 sub agencias en el Pacífico. AALyP,
tomo 4, 4 de agosto de 1927.
187
de personas que entraban o salían del país. Por su parte, en las oficinas centrales en la
capital del país, laboraban una treintena de personas.24 Sobre este reducido núcleo recayó la
inmigrantes y emigrantes, así como atender el diseño legal y puesta en práctica de una
política de inmigración que pretendía trascender tareas de vigilancia sobre los flujos
migratorios.
El personal no era suficiente pero tampoco estaba capacitado, además los recursos
fiscales eran tan exiguos que como se apuntó en una carta dirigida al Secretario de
Hacienda en 1929: “el Servicio de Migración no puede responder a los fines que la Ley le
tiene señalados y ello se debe a que los elementos de que dispone y con los cuales cuenta
para su sostenimiento y desarrollo, son de tal manera restringidos que en ciertos casos nos
han constreñido a la verdadera impotencia.” Rafael Jiménez Castro, Jefe del Servicio
Secretaría de Gobernación y futuro secretario del ramo en la segunda mitad de los años
cuarenta, formuló serias críticas al proyecto que finalmente fue sancionado. Las
observaciones sostenían que México estaba sufriendo una “nutrida invasión de extranjeros
nocivos” y frente a ellos la ley no contemplaba ningún mecanismo específico para remediar
24
AALyP, Tomo 1, 4 de julio de 1925 y 30 de junio de 1926
25
AALyP, Tomo 7, 8 de abril de 1929.
188
la situación. Dos eran los afluentes de esta invasión, en primera instancia “los individuos de
raza color, cuya abundancia origina fenómenos etnológicos deprimentes en nuestra raza”; y
en segundo lugar, inmigrantes que con independencia “de su raza o nacionalidad“ llegan a
México sin intensiones de aumentar los factores de la producción, sino más bien para
gravitar sobre ella”. Villa Michel ejemplificaba este problema en colectividades dedicadas
que “sin profesión ni oficio, vienen a dedicarse a un comercio raquítico, vagando por las
ciudades y pueblos [...] con su capital al brazo convertido en medias, corbatas y otras
baratijas.” Dedicados a “consumir sin producir”, estos inmigrantes no hacían más que
desarrollo de empresas comerciales serias, y excluyendo “de todo intento mercantil a las
clases humildes que podrían vivir del pequeño comercio”.26 Villa Michel, bregaba porque la
acontecía y continuó sucediendo; toda vez que a las nacionalidades y “razas” ya aludidas,
desde 1929 se agregaron la rusa, la polaca y la china, prohibiciones que fueron ampliadas
26
AHINM, exp. 4/350-1929/426.
27
AGN, Secretaría General de Gobierno, exp. 2.360 (29) capeta 70, caja 9.
28
CARRERA DE VELASCO, 1974; y ALANÍS ENCISO, 2007.
29
AHINM, exp. 4/350-1229/420.
189
autoridades frente a la disyuntiva de optar entre una política de puertas abiertas o una de
carácter prohibicionista. El justo medio creyó encontrarse en una conducta basada en “una
rigurosa selección a los extranjeros”, y para ello se consideró oportuno que las medidas a
tomar deberían ser producto de un trabajo colegiado en el que confluyeran las experiencias
y opiniones de los funcionarios del Servicio Migratorio, a las que se sumarían las
Migratorio, estuvo detrás de estas propuestas. Este funcionario, sin más instrucción que el
responsabilidad con que hacía frente a los desafíos de su cargo, como por el empeño en
migratorias, gozaran de una unidad de criterio lograda a base del reconocimiento de sus
capacidades. Para Landa y Piña, las opiniones de los responsables de cada una de las
se podían extraer criterios que mejoraran procedimientos administrativos, pero también que
abonaran un debate en torno al perfeccionamiento de las normas que debían regir la política
migratoria. 31
Ley de 1926. Con el objetivo de incorporar “las necesidades y problemas más interesantes
de cada una de las oficinas del Servicio establecidas en las distintas regiones de la
30
AHINM, exp. 4-350-1929-426, tomo I.
31
AALyP, Tomo 2, 23 de abril de 1927.
190
“observaciones y sugestiones”.32 Semanas más tarde, se reunió la primera Convención de
Migración, donde se dieron cita todos los delegados y responsables de oficinas migratorias
del país. Dos fueron los objetivos de este encuentro; el primero, “procurar una unificación
de criterios en lo relativo a los procedimientos que deben aplicarse en los puertos marítimos
normar la conducta migratoria en los más variados rubros administrativos y fiscal. En este
turismo, así como crear una categoría intermedia entre inmigrantes y turistas, donde
tuvieran cabida extranjeros que venían a realizar alguna actividad esporádica en un plazo
no mayor a seis meses; tales como las que desenvolvían representantes comerciales o
requisito de saber leer y escribir para obtener la categoría de inmigrante. Esta disposición
había sido duramente criticada en la prensa argentina y española, señalando que en México
llegada de trabajadores, sobre todo rurales, que en su gran mayoría eran analfabetos. En
atención a esas críticas, el requisito fue anulado. Sin lugar a dudas, la recomendación de
mayor trascendencia fue crear un Consejo Nacional de Migración, como una instancia
elementos de inmigración deseables, según sus condiciones de raza o étnicas, aptitudes para
32
Exposición de motivos. Ley de Migración de 1930, en DOF, México, 30 de agosto de
1930, p. 1.
33
AALyP, Tomo 7. “Primera Conferencia de Migración”, 1929.
191
el trabajo, costumbres, etc. y según las regiones del país que pueden ofrecerse al asiento de
reuniones, a las que se sumaron opiniones de otras dependencias estatales así como de
agosto de 1930, revela que se tomaron en cuenta puntualmente las sugerencias emanadas de
la Primera Convención de Migración. El afán por elegir a los mejores inmigrantes se hizo
selectividad racial que apuntaban a una defensa del mestizo mexicano, sobre la base de
excluir a “razas” que lo amenazaban con una involución biológica; pero también se
cultura nacional. Se trataba de unificar a una nación fracturada tanto étnica como
34
AALyP, Tomo 7 “Informe acerca de los puntos principales aprobado por la reunión de
delegados, agentes y visitadores del Servicio de Migración con motivo de las reformas que
se pretenden introducir en la actual ley de la materia”. 1929.
35
“Exposición de motivos. Ley de Migración de los Estados Unidos Mexicanos”, en DOF,
México, 30 de agosto de 1930, p. 1.
192
socialmente; por eso, a pesar de que aún se consideraba de público beneficio la inmigración
individual o colectiva, ésta se restringiría a las “pertenecientes a razas que, por sus
condiciones, sean fácilmente asimilables a nuestro medio, con beneficio para la especie y
La Ley atendió también una serie de observaciones que iban desde los requisitos
para ingresar al país bajo las modalidades de turistas, inmigrantes y transeúntes, ajustaba
criterios sobre el registro, documentación y control sobre los ingresos de extranjeros como
sobre los mexicanos que emigraban; al tiempo que estipulaba cargas impositivas y
integrado por representantes de diversas dependencias públicas, cuya misión sería estudiar
las necesidades generales del servicio migratorio, analizar las reformas que deberían
con las necesidades de cada región. El CCM sería el órgano encargado de proponer las
tiempo que asesoría sobre facilidades y servicios necesarios para el desarrollo de las
actividades turísticas.37
Idem, p. 6
36
37
“Ley de Migración de los Estados Unidos Mexicanos”, en DOF, México, 30 de agosto de
1930, p. 16. El CCM quedó integrado por el Secretario de Gobernación, el Jefe del
Departamento Migratorio y las representación de las Secretarías de Relaciones Exteriores;
Comunicaciones y Obras Públicas; Hacienda y Crédito Público; Industria, Comercio y
Trabajo; Agricultura y Fomento; y los departamentos de Salubridad Pública y de Estadística
Nacional.
193
El CCM inició sus labores en diciembre de 1930. En este organismo se integraron
Landa y Piña, para entonces Jefe del Departamento de Migración, mostraron sus
pretensiones por forjar un espíritu de cuerpo, creando una particular actitud moral en el
38
AHINM, exp. 4-350-1930-448.
39
AHINM, exp. 4-350-1930-448. (Mayúsculas en el original)
194
extranjeros”, así como las disposiciones para distribuir y acomodar a los inmigrantes que ya
se encontraban en el país, “tomando como base que muchos no se dedican las labores que
que se enfrentaban los agentes para la aplicación de la Ley en las distintas regiones; así
como las necesidades específicas de las distintas oficinas migratorias. Por último, se
ejemplo, aseguró que México necesitaba “cerebros nuevos, aumento de brazos, inyección
de savia nueva en nuestra raza aborigen decadente” pero se pronunció por escoger
“tan útil y patriótico” como “rechazar la inútil y nociva”. Por ello, aseguró: “México debe
proceder con toda energía a cerrar sus puertas a la inmigración a todas luces indeseable, ya
común y amplio conocimiento del ramo” proponía restringir el ingreso de “los llamados
aboneros sirios, libaneses, polacos, etc. y también a los chinos, japoneses, indostanos”. Los
40
AHINM, exp. 4-350-1930-448 tomo 1/2.
41
AHINM, exp. 4-100(015)-1930-541.
195
primeros –explicaba– “perjudican a todo el comercio establecido al hacerle una
requería establecer cuotas de ingreso a los extranjeros, “cuotas como arma defensiva, una
barrera arancelaria para los hombres como los hay para las mercancías”.42
No muy distinta fue la opinión del destacado cirujano Ulises Valdés, ex director de
todos los chinos a través de siguiente plan: el gobierno debía trasladarlos a Manzanillo y el
de China, costear el resto del pasaje. Para que la medida no perdiera “fuerza moral” y hasta
tanto se verificase la salida del territorio nacional, se adoptaría “el sistema de concentración
desarrollarían “algún trabajo agrícola”, para lo que proponía el cultivo de arroz y de esta
viaje, y con objeto de reunir los fondos requeridos, Valdés sugería que ese dinero fuera
descontado de un porcentaje de sus ganancias. Aclaraba, sin embargo, que las condiciones
laborales debían mantenerse dentro de los marcos legales para que no pudieran alegar que
consideraba indispensable hacer una selección cuidadosa. Esos trabajadores “eran útiles
42
AHINM, exp. 4-100(015)-1930-541.
43
AHINM, exp. 4-100(015)-1930-541.
196
cuando aportaban “conocimientos de gran provecho para nuestras clases trabajadoras”, pero
no cuando “en igualdad de circunstancias” les hacían competencia. Confiaba en que los
responsables de las oficinas de inmigración en los puertos de entrada sabrían “con gran
tino, hacer la clasificación”. También sugería que a los extranjeros que declaraban
dedicarse a labores del campo, se les ubicara en terrenos agrícolas junto con grupos de
razonable. Se refería particularmente a los ciudadanos chinos, a quienes “se les obligará a
vivir del trabajo del campo que para esto son muy competentes, en grupos aislados, y en las
actividades distintas de las que declararon a su ingreso. Todo ello en el marco de conceder
prioridad, sobre cualquier otro problema del ramo, a los problemas generados por la
repatriación de mexicanos.45
Secretaría de Gobernación.46 Días más tarde se ordenó a los gobernadores de los estados
44
AHINM, exp. 4-100(015)-1930-541.
45
SECRETARIA DE GOBERNACIÓN, 1931, p.34.
46
Circular 91 del 30 de abril de 1931, en SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN, 1933, p.
61.
47
La circular estaba precedida por un documento del Departamento de Salubridad
justificando este acción en las costumbres de estos “grupos nómadas de nacionalidad
indefinida que el vulgo denomina húngaros”, agregando que su ocupación no estaba
197
agudizaron, un nuevo acuerdo, esta vez publicado en el Diario Oficial, se encargó de
algún trabajo corporal a cambio de un salario o jornal; y para cerrar la entrada a los
potenciales vendedores ambulantes, se agregó que tampoco podrían ingresar al país los
extranjeros que no contarán con un capital de por lo menos diez mil pesos y que de tenerlo
Estados Unidos era visto como un potencial conflicto en una coyuntura política donde
198
gubernamentales y de entidades de la industria, el comercio y el transporte, así como la
cobertura de prensa, otorgaron a la reunión una notable visibilidad. Una veintena de temas
conformaron la agenda de la reunión, que además fue enriquecida con una serie de
como Manuel Gamio, Julio Jiménez Rueda, Rafael Pérez Taylor, Rafael de la Colina y
“las penurias del erario nacional” estaban mermando la eficacia de las agencias
Andrés Landa y Piña fue insistente en este aspecto, al dar a conocer que un cuarto de millón
de nacionales habían retornado en el último bienio, y que los principales esfuerzos habían
sido los del traslado desde la frontera hacia el interior del país, pero el verdadero problema
radicaba “en el acomodamiento de esa masa humana para que pudiera subsistir.”52
aún más los espacios a los extranjeros. Se disertó sobre la necesidad de detectar a los
“falsos turistas”, es decir aquellos que una vez dentro del país, lejos de “pasear y gastar su
50
El Universal, México, 22 y 23 de julio de 1932.
51
El Universal, México, 24 de julio de 1932.
52
El Universal, México, 24 de julio de 1932.
199
abaratando la mano de obra,” como afirmó Rafael Pérez Taylor, oficial mayor de la
Secretaría de Gobernación. 53
Según datos que se hicieron públicos, entre 1928 y 1932 habían ingreso a México en
calidad de inmigrantes un promedio de 14 mil extranjeros al año. Esa cifra inferior al 0.1%
establecimiento de cuotas de migración, tal y como regían en Estados Unidos desde 1924.
Para lo cual, se estimó pertinente que el CCM evaluara esta iniciativa y la sometiera a la
fundamental es definir, quiénes, por qué y para qué han de entrar los inmigrantes a
México”, sostuvo José López Lira, ex rector de la Universidad Nacional y futuro integrante
los inmigrantes extranjeros y “los beneficios que pueden derivarse del intercambio de
En este sentido, fue el escritor Jorge Ferretis, entonces agente del Departamento
Migratorio, quien se llevó la más nutrida ovación después de presentar un trabajo en el que
los nuevos sentidos que debía imprimirse a las políticas de migración. El problema, como
somos nosotros?, se preguntaba Ferretis y qué utilidad podría tener la inmigración. “Hemos
intentado mezclar nuestra sangre a sangre europea, es decir, ampliar nuestro mestizaje, pero
53
El Universal, México, 26 de julio de 1932.
54
El Universal, México, 1 de agosto de 1932.
55
El Universal, México, 27 de julio de 1932.
200
posiblemente en ninguna región de España encontremos pobladores suficientes para
mestizar nuestro conglomerado indígena. España entera no nos serviría para tal fin.” Y a
partir de aquí se preguntaba “¿La humanidad blanca ha producido un tipo que debemos de
envidiar y que debe ser como patrón humano? ¿No estamos asistiendo a la bancarrota más
llevar de una región a otra a los aborígenes, para que viendo cosas diferentes, sintiendo la
además, esta propuesta respondía a la presión que los repatriados ejercían sobre las
su punto más elevado con la aprobación de dos resoluciones. “Razones étnicas” sirvieron a
debido “a que la mezcla de sangre, índice de cultura, hábitos costumbres, etc. los hacen
seres exóticos para nuestra psicología”.57 En octubre de 1933 se dio a conocer la circular
56
El Nacional, México, 2 de agosto de 1932.
57
AHINM, exp. 4/350.2.33/54.
201
250, que unificó todas las prohibiciones y restricciones hasta entonces vigentes. Este
documento negaba visados por razones étnicas a personas de raza negra, amarilla, malaya o
hindú; por razones políticas a los nacionales de las repúblicas soviéticas y a ministros de
que “la experiencia demostraba que las actividades económicas a las que se dedicaban
nacionales”, por lo que su inmigración se consideraba “poco deseable”. Así, cada uno de
anterior. Los grupos mencionados ya no podrían entrar ni como inversionistas, pero además
apartado especial a los judíos, cuya inmigración “más que cualquier otra, por sus
la Segunda Guerra Mundial, este será un tema recurrente en la gestión de las políticas
migratorias.59
58
AHINM, exp. 4/350.2.33/54.
59
Véase, GLEIZER, 2007.
202
Por otra parte, los esfuerzos en materia de documentación, estadística y censo de
inmigración que, con una escasa confiabilidad, por lo menos en el cómputo de los
emigrantes según lo admitió el propio Landa y Piña, sirvieron para justificar decisiones y
Pero además, en la primera mitad de los años treinta, despuntaron las primeras
prospectivas sobre la población nacional. Gilberto Loyo fue uno de ellos y, en un estudio
de tipo cultural muy atrasado” no debía apostar a un incremento poblacional por la vía de la
inmigración, toda vez que, y “como lo ha probado la experiencia, los países mestizos atraen
sobre todo aventureros, desechos sociales, elementos viciados que serán malos ciudadanos
61
en cualquier país, y que en países como el nuestro, serán pésimos.” Loyo no dejaba de
considerar las ventajas de fomentar una “buena inmigración”, aunque su diagnostico fue
capital humano, sobre la base de políticas atentas a la integración social y económica del
país. “A medida que mejoren las condiciones materiales y morales de las grandes masas
60
Landa y Piña, p. 25. En cuestiones inmigratorias, estas estadísticas tampoco resultaba
confiables, toda vez que no realizaban ninguna discriminación entre quienes ingresaban
como turistas y quienes como inmigrantes.
61
LOYO, 1935, pp. 373-374.
203
atrasadas, la inmigración de extranjeros podrá ser más abundante y mejor, y ello estará muy
Algunas de estas ideas aparecieron reflejadas en el Plan Sexenal de 1933 que dio
industrias nacionales.” Mientras que en materia de emigración, partiendo del supuesto que
las salidas colectivas a contrataciones que garantizaran los derechos laborales de los
desarrollo agrícola.63
los principales responsables del Servicio Migratorio. Quizás por ello, Andrés Landa y Piña
62
Idem, pp. 375-376.
63
PARTIDO NACIONAL REVOLUCIONARIO, 1934, pp. 37 y ss.
204
gubernamental, como un autentico convencimiento estimular y seleccionar a los mejores
plano en que se desenvuelven los países fuertes por su cultura, por su densidad de
Para este funcionario, el gobierno de Cárdenas era el primero que con capacidad
analítica, fijó normas prometiendo desenvolver una verdadera política demográfica para
enfrentar los problemas nacionales. La falta de aquellos criterios había sido la causa “de la
mayoría de los casos.” Muchos esfuerzos, señaló Landa, fracasaron por la carencia de un
programa de acción”, fijado ahora por el Plan Sexenal. Es decir, la determinación de que
“el aumento de la población debe procurarse ante todo por la abundante natalidad y por las
evidente que el problema demográfico había dejado de ser “una simple cuestión migratoria,
circunscrita casi a la fácil tarea de contestar SI o NO a los extranjeros que desean entrar a
nuestro país.” Sin embargo, todavía en 1935, la política “objetivamente puede calificarse de
PUERTAS CERRADAS”. Era esa política la que Landa y Piña llamaba a modificar para
secretas, era abrir las puertas hacia una incontrolable arbitrariedad que ejercida por agentes
migratorios y el propio servicio consular permitía cometer actos que “no tienen calificativo
64
LANDA Y PIÑA, 1935, p. 6.
65
Idem, pp 10-11.(Mayúsculas en el original)
205
para explicarse”. Landa y Piña, denunciaba que al amparo de esas disposiciones no sólo se
cerraban las puertas a casi toda inmigración, sino que se impedía la llegada de familiares de
impedir el ingreso “de padres y hermanos, los familiares más directos de un mexicano.
Landa y Piña, que desde hacía más de una década formaba parte del núcleo de
funcionarios que proveía de insumos para el diseño la política restrictiva, ahora sostenía:
“me siento profundamente satisfecho de haber luchado siempre por la abolición de las
que se estaba en los albores de una nueva actitud que pondría fin a un pasado en el que una
“montaña de prejuicios” no hacía más que esconder “un falso nacionalismo”, según
Dirección General de Población, al tiempo que se ampliaron las funciones del CCM. En
abril de 1935 el Secretario de Gobernación, Juan de Dios Bojórquez, informó que este
órgano colegiado quedaría integrado por diez miembros “que conozcan y opinen sobre
66
Idem, p. 13
67
Idem. p. 3
206
resulten inadecuadas para resolver dichos casos, o cuando la obscuridad o el silencio
de la ley lo hagan necesario.68
Pocos días mas tarde, Bojórquez reiteró que la reinstalación del CCM representaba
disposiciones”. Sobre la base de admitir que toda la política migratoria debería ser revisada
adoptar normas claras, teniendo en cuenta sus necesidades demográficas, sin tener que
pero sin poder México explicar el procedimiento en virtud de estar normado por
disposiciones que oficialmente no se pueden citar, aunque de hecho sean poco menos que
del dominio público”. Para enfrentar este problema, y como se venía señalando desde años
atrás, la única alternativa para legalizar las prohibiciones era “la conveniencia de señalar
68
AHINM, exp. 4-350-1935-228C. En este segunda época, integraron CCM, además del
Secretario de Gobernación y las autoridades de la Dirección General de Población, el
agente Jorge Ferretis, Miguel Othón de Mendizábal (sección de arqueología del Museo
Nacional) Adolfo Ruiz Cortines (Dirección de Estadística), el Manuel E. Bustamante,
(Departamento de Salubridad), Lucio Mendieta Núñez, (Departamento de Asuntos
Indígenas) Eugenio Maldonado, (Departamento de Prensa y Propaganda) y los vocales
Ricardo Rivera, Gabino A. Palma y Cristóbal Trápaga.
69
AHINM, exp. 4-350-1935-228B 1 de 3.
207
[…] una cifra anual para la inmigración de extranjeros de cada nacionalidad, según nuestras
necesidades demográficas”. 70
algunas de las razas o nacionalidades restringidas,” indicando que “de las condiciones
las restricciones en vigor, pero teniendo en cuenta que razones de índole político, social,
actividades, y que entre otras ventajas contiene la de no herir susceptibilidades” sobre todo
frente a gobiernos con quienes se tenía suscritos tratados bilaterales que incluían el ramo
migratorio. 71
En otra sesión del CCM, Jorge Ferretis llamó la atención sobre dos antiguos dilemas
posibilidades no sólo de poblar, sino y sobre todo de modernizar las labores agrícolas. El
que se dicten, que México no excluye como presunto inmigrante a ningún individuo en
70
AHINM, exp. 4-350-1935-228B 1 de 3.
71
AHINM, exp. 4-350-1935-228B 1 de 3.
208
hayan de admitirse”. Se trataba de un sofisma que no tardó en ser incorporado a las
practicas migratorias, mediante el cual se eliminaban las causas raciales o las pertenencias
razones que permitían a determinados grupos humanos ser más afines al alma mexicana. De
esta manera, concluía Ferretis, “no se exceptuará ni a los chinos”. El ejemplo era muy
claro: si un chino llevaba en México más de 20 años no se le podía impedir que gestione la
entrada de algún familiar”. Correspondía fijar “una cuota anual, digamos, de 3 ó 5, pero en
Población, hizo un llamado a los integrantes del CCM a redoblar los esfuerzos sugiriendo
1936, cuyos criterios esenciales estuvieron vigentes a lo largo de las siguientes cuatro
décadas. Esta legislación fue diseñada para dar respuesta a lo que se entendía como los
72
AHINM, exp. 4-350-1935-228.
73
AHINM, exp. 4-350-1935-228.
209
protección general, conservación y mejoramiento de la especie dentro de las
limitaciones y mediante procedimientos que señala esta ley.74
problemas poblacionales, tal y como había sugerido Gilberto Loyo se desechó una
Resulta difícil conocer todas las instancias que intervinieron en la redacción de esa
ley. Una de ellas fue el CCM, pero es de suponer que también participaron otros
en materia inmigratoria que conoció México. La Ley de 1936 prohibió a los extranjeros el
ejercicio de profesiones liberales (artículo 31); junto a ello y con el fin de asegurar a los
e industriales que los extranjeros podrían ejercer en los distintos lugares del país (artículo
el gobierno se reservaba el derecho de establecer sus lugares de residencia (artículo 7). Para
74
Ley General de Población” en DOF, México, 29 de agosto de 1936, p.1.
210
(artículos 84 y 87) y, por último, se definieron limitaciones al ingreso de técnicos
admitidos. La ley establecía que estas tablas “se formarían teniendo en cuenta el interés
después de enumerar todas las obligaciones que debían cumplir los extranjeros para
ingresar al país, remataba con la siguiente disposición: “Aún cuando se llenen todos los
cuotas por nacionalidad, orilló a los funcionarios a considerar que carecía de sentido
órdenes que la Secretaría de Gobernación emitía anualmente. Se pensó que había llegado la
de disposiciones emitidas por las autoridades en turno. De esta manera, en mayo 1937 a
través de la circular 930 se derogaron las restricciones “por razón de raza, nacionalidad y
libertad de acción al servicio consular para emitir visados de turistas sin fijar ninguna
75
Idem, pp. 4 y 6.
76
Idem, p. 2.
77
“Ley General de Población”, en DOF, México, 29 de agosto de 1936, p.6.
78
AHINM, exp. 4/350.2.34/54.
211
limitación, puesto que la propia ley establecía los criterios de selección profesional y
Resulta difícil reconocer la prédica de Landa y Piña en una legislación con tan
fuertes restricciones, entre las que, además, desapareció la categoría de colono agrícola
como uno de los visados que podían obtener los extranjeros. Sin embargo, la exhortación
migratorias un estudio que ponía en evidencia problemas medulares que hacían imposible
Piña probablemente fue el autor de este documento que calificaba a la flamante Ley de
personal con que contaba la autoridad migratoria y las obligaciones que establecía la ley,
tales como la vigilancia y control sobre el conjunto del territorio nacional. Pero de manera
especial destacaron dos observaciones, la primera versaba sobre los criterios para la
elaboración de las tablas diferenciales. La ley establecía que esos criterios debían fundarse
el gobierno carecía de estudios “desde el punto de vista étnico, biológico, etc.” sobre las
distintas comunidades de extranjeros, de tal forma que no sería de extrañar “que esas tablas
segunda observación aún más grave, apuntaba que varios artículos de la Ley de Población
212
garantizaban la libertad de trabajo y de movimiento a todos los habitantes de la república
mexicana respectivamente. 79
La nueva Ley conservó la existencia del CCM, al que cambió de nombre, para
llamarlo Consejo Consultivo de Población (CCP) con una integración intersecretarial muy
similar a la que establecía la legislación de 1930. 80 De las discusiones entre los integrantes
de este organismo es posible visualizar que se estuvo muy lejos de promover una política
discutió acaloradamente, y donde sólo la voz de Lucio Mendieta y Nuñez desentonó entre
aquella que con más ahínco defendió una ley sobre las que se proyectaban sombras de
violentaba garantías individuales, tan sólo las limitaba. Y llegado el momento de una
80
Las dependencias que participaron en el CCP fueron: Secretaría de Ecuación Pública,
Secretaría de Hacienda, Secretaría de Agricultura y Fomento; Secretaría de Relaciones
Exteriores; Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Secretaría de Economía
Nacional; Secretaría de la Defensa Nacional; Secretaría de Asistencia Pública;
Departamento de Salubridad Pública; Departamento del Trabajo; Departamento Agrario;
Departamento de Asuntos Indígenas; Departamento Autónomo de Prensa y Publicidad;
Departamento Central: Manuel Junco Cabrera; y Comisión Nacional de Turismo.
213
controversia constitucional, lo que correspondía era “estudiar la reforma de los preceptos
constitucionales”81.
constitucional en cuyo primer párrafo otorga a los extranjeros las mismas garantías
individuales que a los mexicanos. Pero la Ley no solo era anticonstitucional, sino que
Impracticable “porque cualquiera que fuese el número de vigilantes, nunca sería suficiente
intermediarios dedicados a extorsionar a los extranjeros”. Por último, la ley era valorada
como contraria a los intereses nacionales porque, a juicio de quien fue uno de los
“para acrecentar el criollismo y el mestizaje” y porque “el país necesita del capital, la
comercio.” En conclusión, “no debía reformarse la constitución para adoptar una política
pobre, miope, fundada en un criterio de líder obrero.” Debía abandonarse la idea de que las
leyes migratorias eran una forma de defensa de la economía popular, y por el contrario era
necesaria una total reformulación de la ley vigente, para suprimir todo vicio de
inconstitucionalidad.82
81
AHINM, exp. 47350-1935-228B
82
AHINM, exp. 47350-1935-228B
214
No hubo ninguna controversia constitucional y tampoco se reformó la ley, por el
contrario, y con el aval del CCP, las autoridades tomaron decisiones que no hicieron más
estaban vigentes cuotas de ingreso fijadas conforme a un porcentaje respecto del número
irrisorio de los flujos migratorios se evidenciaron en las cifras que autorizaron aquellas
tablas. Nunca hubo límites para inmigrantes procedentes de países de América y España; y
en los peores momentos sólo se permitió el ingreso de hasta cien nacionales de todos los
países restantes.83
Esas Tablas debían ser aprobadas por el CCP, a adonde se sometían los proyectos,
muchas veces con sólo una semana de anticipación a la fecha oficial para su publicación en
exhibidos por Mendieta y Núñez. En una sesión de octubre de 1938, donde debían
aprobarse las Tablas que regirían durante el siguiente año, Mendieta objetó imprecisiones
criterio de “raza” que el de nacionalidad. “Resulta ahora, decía Mendieta y Nuñez, que solo
83
AHINM, exp. 4/350.42/948. Véase las Tablas Diferenciales en DOF, 19 de noviembre
de 1937; 1º de noviembre de 1938; 2 de noviembre de 1939; 15 de octubre de 1940; 15 de
noviembre de 1941; 16 de diciembre de 1942; 30 de octubre de 1944; 31 de octubre de
1945; y 13 de diciembre de 1946.
215
porque un negro es de Guatemala debe ser admitido, o que un judío porque está
Tablas no se hacía más que trasladar a un sistema de cuotas las mismas imprecisiones que
recortar cuotas por nacionalidad cuando en realidad el criterio era de exclusión étnica. Pero
los problemas eran mayores cuando se inquiría sobre la base proporcional usada para fijar
determinado número de potenciales inmigrantes por nación de origen. Se suponía que esa
base debía guardar proporción con el número de residentes por nacionalidad. En teoría,
según la autoridad migratoria, esa proporción era del dos por ciento, pero a la mirada de
Mendieta y Núñez llamaba la atención la existencia de cuotas similares para ciertos países
de Europa que para Asia y África. Finalmente, Francisco Trejo, Director General de
Población, debió admitir que “no hay estadísticas correctas sobre los extranjeros que se
encuentran en el país” y que el criterio usado fue el aplicar ese dos por ciento a las “razas
política inmigratoria, y mucho más, cuando, acorralado por las observaciones de Mendieta
y Núñez, Trejo terminó por admitir que en la coyuntura mundial de 1938 “sería ciego
pensar que Europa no está contra México [...] por esa razón se ha pensado primero en
expresaba a través de la voz de Mendieta y Núñez, pero en cualquier caso, desde su alta
responsabilidad no podía más que avalar una política ambigua y sin más sustento que la
discrecionalidad de sus superiores. Como se puede suponer, las tablas de 1939 fueron
85
aprobadas respetando el proyecto original. Las cuotas de ingreso estuvieron vigentes
84
AHINM, exp. 4/350.42/948
85
Como en todas la Tablas Diferenciales no se estableció limitación de número a los
nacionales de todos los países americanos y España, pero en 1938 se fijó el límite de hasta
216
hasta 1946 y nada hace suponer cambios sustanciales en los mecanismos que regularon este
sistema, claro está que todas las Tablas Diferenciales, desde las primeras hasta las últimas,
Para concluir
¿Cómo hacer inteligible los discursos y las prácticas de una de las políticas migratorias más
acciones del siglo XIX, las elites gobernantes surgidas de la revolución de 1910, estuvieron
reclamos se vinculó con un recorte de los márgenes de acción de los extranjeros en los más
distintos ámbitos del quehacer nacional. Se trataba de erigir muros que protegieran al
mexicano para garantizar derechos políticos y sociales conculcados por un poderoso círculo
cíclicas crisis económicas en Estados Unidos, que desde 1920 y con intensidades variables,
217
gobiernos revolucionarios debían atender. En este contexto, las competencias laborales y
despoblado que además tenía un goteo permanente de sus habitantes hacia Estados Unidos;
de forma que sobre esta base era inviable el fomento de cualquier política de inmigración.
proclamados por el Constituyente de 1917, sino que también estuvo preocupado por
confidenciales y otros públicos, pero todos marcadamente arbitrarios, en una nación que
paradójicamente registraba uno de los índices de inmigración más bajos del continente.
oficiales. Es interesante observar los intentos por crear instancias de gestión política que
embargo, las urgencias del quehacer político marginaron, aunque no siempre, las opiniones
nacionalismo, siempre sobrepasó los deseos de articular los saberes con las prácticas, la ley
218
con la posibilidad de cumplirla. Por el contrario, al amparo de las normas legales, se
propiciaron todo tipo de corruptelas, haciendo de las restricciones una fuente inagotable de
lucro.
219
Siglas
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