Impacto de Los Materiales de Construcción

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 43

Impacto de los materiales de construcción,

análisis de ciclo de vida

Publicado por Alfonso Aranda Usón y Sabina Scarpellini, Ignacio Zabalza Bribían, Sergio Días
de Garayo en 13 enero, 2014

Tradicionalmente en el sector de la construcción se han utilizado materiales de carácter local


tales como el ladrillo, la madera, el corcho, etc, lo que se traducía en unos costes energéticos
e impactos ambientales reducidos.

Asimismo, existía una adaptación del diseño del edificio a las condiciones climáticas locales,
lo que repercutía en una mayor calidad del edificio y un mayor confort térmico para los
ocupantes. En la actualidad, el uso masivo de materiales de carácter global como el cemento,
el aluminio, el hormigón, el PVC, etc, hacausado unincremento notable en los costes
energéticos y medioambientales.
Según diversos estudios, la fabricación de los materiales precisos para construir un metro
cuadrado de una edificación estándar puede suponer la inversión de una cantidad de energía
equivalente a la producida por la combustión de más de 150 litros de gasolina. Cada metro
cuadrado construido conllevaría una emisión media de 0,5 toneladas de dióxido de carbono
y un consumo energético de 1600 kWh (que variaría en función del diseño del edificio)
considerando solamente el impacto asociado a los materiales. La figura 1 muestra la
contribución relativa de los principales materiales de construcción en las emisiones de
CO2 asociadas a un metro cuadrado de un bloque de viviendas estándar, donde destaca el alto
impacto de materiales comúnmente usados en los edificios como el acero, el cemento o la
cerámica.

Metodología del Análisis de Ciclo de Vida


El Análisis de Ciclo de Vida (en adelante, ACV), es una de las metodologías más adecuadas
para evaluar el impacto ambiental de cualquier tipo de producto o servicio, y, por tanto, puede
aplicarse sobre un material o solución constructiva, o bien sobre un edificio o grupo de
edificios.

Es obvio que existe una interacción entre todas las etapas de la vida de un edificio: diseño,
construcción, uso, mantenimiento y disposición final del edificio. Por ello, una reducción de
la inversión en la etapa de construcción puede conllevar un aumento de la inversión en las
etapas de uso y mantenimiento del edificio.

En la actualidad, la metodología del ACV es aceptada como base sobre la que comparar
materiales, componentes y servicios alternativos. La metodología de aplicación general está
totalmente estandarizada a través de las normas UNE EN ISO 14040:2006 y UNE EN ISO
14044:2006, y consta de 4 fases interrelacionadas:

 Definición de objetivos y del ámbito de aplicación.


 Análisis de inventario, donde se cuantifican todos los flujos energéticos y materiales
entrantes y salientes del sistema durante toda su vida útil, los cuales son extraídos o
emitidos hacia el medioambiente.
 Evaluación de los impactos, donde se realiza una clasificación y evaluación de los
resultados del inventario, relacionando sus resultados con efectos ambientales
observables por medio de un conjunto de categorías de impactos (energía primaria
acumulada, potencial de calentamiento global, huella hídrica, etc.).
 Interpretación, donde los resultados de las fases precedentes son evaluados juntos, en
consonancia con los objetivos definidos en el estudio, para poder establecer las
conclusiones y recomendaciones finales. Para ello se incluyen diversas técnicas como el
análisis de sensibilidad sobre los datos utilizados, análisis de la relevancia de las etapas
del proceso, análisis de escenarios alternativos, etc.
En el caso de los edificios, existe un estándar metodológico actualmente en proceso de
desarrollo “Sustainability of construction works” del Comité Técnico 350 del Comité
Europeo de Normalización (CEN/TC 350). Este estándar proporciona un método de cálculo
basado en el ACV para evaluar el comportamiento medioambiental de un edificio y
comunicar los resultados de dicha evaluación. Según este estándar, el sistema a analizar debe
incluir las siguientes 4 etapas o subsistemas del edificio: producción, construcción, uso y
disposición final.

La aplicación de la metodología de ACV en edificios conlleva innumerables ventajas para


el sector de la construcción: facilita la toma de decisiones por parte de las empresas de la
construcción y organizaciones con vistas a la planificación de estrategias de ecoeficiencia en
la edificación, la identificación de oportunidades para mejorar los impactos
medioambientales en el sector de la construcción, considerando el ciclo de vida completo de
los edificios, el establecimiento de prioridades para el diseño ecológico o la eco-
rehabilitación de edificios, la selección adecuada de proveedores de materiales constructivos
y equipos energéticos, el establecimiento de estrategias y políticas fiscales para gestionar los
residuos de la construcción y el transporte de materiales, la definición de nuevos programas
de I+D+i, etc.

No obstante, en la actualidad, existen diversas barreras y obstáculos a superar para conseguir


una mayor aplicación del ACV en los edificios, entre los que cabe citar, los prejuicios
existentes acerca de la complejidad del ACV y la precisión de sus resultados en función de
las bases de datos o las aplicaciones informáticas utilizadas, las dificultades en la
comprensión y aplicación de los resultados del ACV debido al escaso conocimiento de la
metodología del ACV entre los agentes del sector, así como la falta de exigencias legislativas
y la falta de incentivos, que conlleva una baja demanda para la realización de estudios de
ACV en edificios.
Figura 1. Contribución de los materiales necesarios para la construcción de 1 m2 sobre las emisiones de
CO2 asociadas a su fabricación. Fuente: Cuchí A, Wadel G, Lopez F, Sagrera A, 2007.

Impacto energético y medioambiental de los materiales


de construcción
Desde una perspectiva de ciclo de vida, la reducción del impacto medioambiental de los
edificios pasa por el uso de materiales renovables o reciclados de la biosfera, como la madera,
las fibras animales o vegetales, las pinturas y barnices naturales, con bajo nivel de procesado
industrial. En todos estos casos, la mayoría de la energía asociada a su producción proviene
del sol, por lo que el consumo de energías no-renovables y las emisiones asociadas se reducen
considerablemente.

Al analizar los distintos productos cerámicos (ladrillos, baldosas y tejas) se observa que,
especialmente las baldosas cerámicas, tienen una gran energía incorporada, debido
principalmente al elevado consumo de gas natural durante su cocción. Respecto a las distintas
tipologías de ladrillos, el uso de ladrillos de arcilla aligerada y sobretodo de ladrillos silico-
calcáreos conlleva una clara disminución de los impactos energéticos y ambientales.
Conviene destacar el potencial de disminución de impactos existente, en los productos
cerámicos, asociado a una futura sustitución tecnológica de los actuales hornos de gas por
modernos hornos de biomasa, que en realidad, supondría un retorno a los orígenes de la
producción cerámica tradicional, caracterizada por su sostenibilidad, tanto en el ámbito
socioeconómico como en el medioambiental.

En cuanto a los aislamientos, el impacto de los aislantes convencionales con alto nivel de
procesado industrial -como el poliestireno o el poliuretano- es claramente superior al impacto
de materiales naturales como el corcho, la fibra de madera y la lana de oveja, o reciclados
como la fibra de celulosa.

Debido al uso cada vez más extendido de los tejidos sintéticos, la lana de oveja se ha
convertido, para la sociedad actual, en un producto con un mercado cada vez más reducido,
considerándose ya, en muchos casos, un “residuo” de difícil aprovechamiento. La creación
de empresas productoras de lana de oveja como aislamiento térmico de los edificios
permitiría convertir este “residuo” de nuestra época en una materia prima barata y abundante,
que, además, contribuiría a un desarrollo sostenible y equilibrado de las áreas rurales.

Por otra parte, la obtención de corcho en los bosques y dehesas del Sur de Europa es una de
las producciones más ecológicas que existen, ya que éste se extrae del árbol durante el verano
cada 10 años, sin causar daños al árbol y manteniendo vivo un ecosistema de alto valor
ecológico, que probablemente desaparecería por la roturación de tierras, en ausencia de
aprovechamiento económico.

No obstante, actualmente existe una cierta inercia al uso de los aislantes convencionales,
debido a la existencia de una red comercial más extendida y que, por tanto, conlleva un precio
normalmente más bajo, unida al desconocimiento y, a veces, el escepticismo existente entre
algunos diseñadores por otras soluciones mucho más respetuosas con el medio ambiente.
Para cambiar esta situación se debería fomentar, desde las distintas Administraciones, el uso
de materiales aislantes naturales y/o reciclados, que proporcionan un nivel de aislamiento y
confort térmico en los edificios similar o incluso mayor, promoviendo la creación de una red
comercial potente de aislantes ecológicos capaz de competir, en igualdad de condiciones, con
los aislantes tradicionales.
Etapa Elementos incluidos

Producción del edificio Materias primas

Transporte

Fabricación

Construcción del edificio Transporte

Procesos on-site de construcción

Uso del edificio Mantenimiento


Reparación y reemplazo

Rehabilitación

Consumo de energía final: calefacción, refrigeración, ventilación, agua ca


iluminación

Consumo de agua

Disposición final del Deconstrucción


edificio

Transporte

Reciclado / reutilización
Disposición final en vertedero / incineradora

En lo que respecta a los materiales basados en el cemento, la reducción de su impacto pasaría


por apostar claramente por la sustitución de materiales convencionales y combustibles fósiles
por materiales y combustibles alternativos para el proceso de fabricación del clínker. En la
mayor parte de los países europeos, el porcentaje de uso de combustibles alternativos en la
fabricación de clínker se sitúa por encima del 35% -llegando incluso hasta un 80% en el caso
de Holanda-, mientras que en España este porcentaje se queda tan sólo en un 5%, presentando
grandes diferencias entre las distintas Comunidades Autónomas.

El uso de combustibles alternativos en la industria cementera supondría una valorización


energética de distintos tipos de residuos, que, de otra forma, acabarían en un vertedero o
incineradora, ocasionando unos impactos medioambientales mucho más elevados. Esta
valorización permitiría convertir residuos en recursos, contribuyendo a cerrar el ciclo de los
materiales, concepto clave para alcanzar una verdadera ecología industrial.

Respecto a los materiales de construcción basados en la madera, en general presentan unos


impactos reducidos, más cuanto menos procesado industrial requiera cada producto concreto.
El balance en emisiones equivalentes de dióxido de carbono es casi neutro, debido al bajo
procesado industrial y sería negativo (absorción neta de emisiones) en caso de que el fin de
vida del producto fuese su reciclado o reutilización en vez de la incineración.

En el contexto actual donde se está promoviendo e invirtiendo grandes cantidades de dinero


en la captura y confinamiento del CO2 en las plantas termoeléctricas, debe considerarse que
el uso de madera estructural en los edificios conlleva, siempre que los procesos de tala sean
sostenibles (lo que conlleva la plantación de un árbol nuevo por cada árbol talado), una
captura previa de CO2 en los bosques y un almacenamiento de dicho CO2 durante toda la vida
útil del edificio (50 años como mínimo), que además puede extenderse en caso de
reutilización de la madera al final de la vida útil. Esto convierte a los edificios con estructura
de madera en auténticos “almacenes de CO2” que, deberían ser promovidos desde las
Administraciones.
Por todo ello, sería recomendable la modificación del actual marco normativo edificatorio
con objeto de promover el diseño de edificios con estructura de madera en detrimento de las
estructuras convencionales a base de hormigón armado, ya que, además de las claras ventajas
medioambientales, las estructuras de madera ofrecen una mejor resistencia en caso de
incendios.

A pesar de sus bajos impactos, los productos de madera presentan un cierto potencial de
mejora, relacionado, sobretodo, con la sustitución de las resinas convencionales de urea-
formaldehido y melamina-formaldehido por resinas naturales, que ofrezcan las mismas
especificaciones técnicas en el producto final. La obtención de resinas naturales es uno de
los oficios tradicionales que en muchas zonas se está extinguiendo. El empleo de nuevas
técnicas de explotación resinera para su uso en los distintos productos de la madera,
redundaría en una creación de empleo y de riqueza en las áreas rurales.

Finalmente, destacar que la disminución de los impactos en metales como el aluminio, acero
o cobre, requiere además de una racionalización en su uso, un aumento de la producción de
la industria secundaria del acero, aluminio y cobre en detrimento de la industria primaria.
Esta industria contribuye al agotamiento de las reservas de hierro, bauxita y cobre y engloba
procesos de alto impacto como la electrólisis y la piro/hidro-metalurgia. Desde las
Administraciones se deberían establecer incentivos al desarrollo de la industria secundaria
de estos productos, que contribuiría a aumentar su reciclaje, favoreciendo la transformación
de residuos en recursos que contribuyen a preservar las reservas minerales del planeta.

En la actualidad, el derribo de los edificios al final de su vida útil hace que sea muy difícil
separar los distintos materiales, acabando mayoritariamente en vertederos y/o incineradoras.
Por ello, para que el reciclaje de los materiales de construcción sea posible, es necesario
promover un cambio radical en el diseño de los edificios, de forma que se favorezca el
desansamblaje de los materiales constructivos al final de su vida útil. Este importante cambio
conceptual es ya una realidad en sectores como el del automóvil, donde la normativa vigente
propicia que los fabricantes de automóviles diseñen los vehículos para facilitar el reciclado
de sus distintos componentes a través de una adecuada selección de los materiales, cada vez
más de origen reciclado, y técnicas de ensamblaje.
Conclusiones
Una edificación sostenible se debería caracterizar por un equilibrio mantenido entre la
producción de materiales, su consumo para la construcción y/o rehabilitación de edificios y
el uso de los recursos naturales necesarios. Para evitar que la producción de materiales afecte
a los recursos naturales, es preciso promover el uso de las mejoras técnicas disponibles y la
innovación en las plantas de producción, y sustituir, en la medida de lo posible, el uso de
recursos naturales finitos por residuos generados en distintos procesos productivos, cerrando
los ciclos de los productos, lo que supone apostar claramente por la reutilización y el
reciclaje, y minimizando en cualquier caso el transporte de las materias primas y productos,
promoviendo el uso de recursos disponibles en ámbitos locales.

Este artículo está basado en los resultados obtenidos en el marco de distintos proyectos de
I+D pioneros en la aplicación del ACV en la edificación, en los que CIRCE participa
activamente, conjuntamente con otros centros de investigación nacionales y europeos. Entre
estos proyectos, caben destacar los siguientes:

• ENSLIC “ENergy Saving through promotion of LIfe Cycle analysis in building”, co-
financiado por la Comisión Europea, dentro del Intelligent Energy Programme
(EIE/07/090/SI2.467609).

• LoRe-LCA “Low Resource consumption buildings and constructions by use of LCA design
and decision making”, co-financiado por la Comisión Europea, bajo 7th Framework
Programme (FP7-ENV-2007-1 –nº 212531).

• Proyecto Singular Estratégico CICLOPE “Análisis del impacto ambiental de los edificios a
lo largo de su ciclo de vida en términos cuantificables de consumo energético y emisiones
GEI asociadas”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación dentro del Plan
Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011 y
Cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER (PSE-380000-2009-5).

• Proyecto ACV-SC, “Análisis de ciclo de vida comparativo de distintas soluciones


constructivas aplicables a edificios residenciales y terciarios”, financiado por el Ministerio
de Ciencia e Innovación y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional
FEDER (ENE2009-14714-C02-01).

Por Ignacio Zabalza Bribían, Sergio Días de Garayo, Alfonso Aranda Usón y Sabina
Scarpellini

Fundación CIRCE – Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos

Centro Politécnico Superior Universidad de Zaragoza.

Análisis del ciclo de vida


NATALIA RIEZNIK LAMANA
AGUSTÍN HERNÁNDEZ AJA
Madrid (España), julio de 2005.[1]
Análisis del ciclo de vida| Lámina 1. Correcciones en el ciclo de vida >>>

Índice General

 Definición
 Cuestiones clave: un indicador en construcción
o Orígenes
o Puntos fuertes: una herramienta para medir el impacto sobre el
medio ambiente
o Puntos débiles: complejidad y subjetividad
 Complejidad
 Subjetividad
o Responsabilidad social de las empresas
o Relación con la construcción sostenible
o Etapas del ciclo de vida
 Etapas del ciclo de vida en la arquitectura
o Algunas estrategias en el diseño derivadas de tener en cuenta el ACV
en arquitectura
 Sobre el edificio
 Sobre los materiales
 Aplicaciones: normalización y métodología
o ISO 14000: normalización de herramientas ambientales
 Orígenes
 ISO 14040 y ACV
o Metodología propuesta por la ISO 14040
 Objetivo y alcance del estudio
 Análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV)
 Análisis del Impacto del Ciclo de Vida (AICV)
 Interpretación
 Conceptos relacionados
 Más información
o Textos
 Construcción sostenible
o Recursos en internet
o Ejemplos de aplicación
 Madera
 Cemento
 Materiales de construcción (inglés)
 Bibliografía consultada

Definición
El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es un proceso para evaluar, de la forma más
objetiva posible, «las cargas ambientales asociadas a un producto, proceso o
actividad identificando y cuantificando el uso de materia y energía y los vertidos
al entorno; para determinar el impacto que ese uso de recursos y esos vertidos
producen en el medio ambiente, y para evaluar y llevar a la práctica estrategias de
mejora ambiental.

El estudio incluye el ciclo completo del producto, proceso o actividad, teniendo en


cuenta las etapas de: extracción y procesado de materias primas; producción,
transporte y distribución; uso, reutilización y mantenimiento; y reciclado y
disposición del residuo.» (SETAC, s.f.)[2].

De esta forma un ACV completo permite atribuir a los productos «todos los efectos
ambientales derivados del consumo de materias primas y de energías necesarias
para su manufactura, las emisiones y residuos generados en el proceso de
producción así como los efectos ambientales procedentes del fin de vida del
producto cuando este se consume o no se puede utilizar.

El ACV consiste por tanto en un tipo de contabilidad ambiental en la que se cargan


a los productos los efectos ambientales adversos, debidamente cuantificados,
generados a lo largo de su ciclo de vida.» (ANTÓN VALLEJO, 2004).

Cuestiones clave: un indicador en


construcción
Orígenes

Los primeros estudios enfocados sobre algunas etapas del ciclo de vida de ciertos
productos se remontan hacia fines de la década de los años 60 y principios de los
70. Esos estudios pusieron el énfasis en el análisis de la eficiencia, en el consumo
de la energía y sus fuentes, el consumo de materias primas y, en menor medida,
en la disposición final de los residuos generados.

En 1969 la Coca Cola estadounidense financió un estudio destinado a relacionar


y comparar el consumo de recursos para fabricar los envases para sus bebidas
con las emisiones asociadas a los procesos productivos correspondientes. Por la
misma época, también en Europa se estaba estudiando una especie de inventario
que más tarde se conoció como «Ecobalance». En 1972, en el Reino Unido, LAN
BOUSTEAD se dedicó a calcular la energía total que se requería para la
fabricación de diversos tipos de envases (de vidrio, plástico, acero y aluminio)
para bebidas. Sus conclusiones pueden consultarse en su artículo «LCA-How it
came about-The beggining in the UK», publicado en International Journal of Life
Cycle Assessment, 1 (3), 1996.

Al principio, se consideró que el consumo de energía tenía mayor prioridad


respecto de la generación de residuos, las descargas y emisiones hacia el medio
ambiente, entre otras cosas quizás porque todavía no había tantas demandas por
parte de la opinión pública para que las empresas tuvieran en cuenta la
prevención del deterioro ambiental, y porque el precio de los combustibles
energéticos había subido tan abruptamente como para justificar darle esa
prioridad.

Recuérdese además, que por esa época se produjo la crisis del petróleo, la que
afectó principalmente a los países no productores, y que se manifestó por
restricciones en la provisión de energía eléctrica, entre otras limitaciones al
consumo de energía procedente de combustibles fósiles. Luego de superada esa
crisis hubo un decaimiento en la importancia asignada al problema energético.

TRAMA Y TROIANO, 2001

Casi treinta años después, el ACV ha avanzado bastante pero, como expresa la
norma IRAM-ISO 14040, «se reconoce que el ACV está todavía en una etapa
temprana de su desarrollo», y hay quienes dicen que en realidad está en su primera
infancia.
Puntos fuertes: una herramienta para medir el impacto sobre el medio ambiente

Una de las principales virtudes del ACV, al igual que ocurre con otros indicadores
como la Huella Ecológica, es que permite integrar en un solo valor la complejidad
de los sistemas de producción y consumo de productos, haciendo visibles impactos
que otros indicadores no reflejan. En su cálculo se ha conseguido reflejar el factor
duración y los ciclos de reutilización y reciclaje. Dado su enfoque integral permite
saltar entre disciplinas relacionando diseño, fabricación, construcción y
mantenimiento. Finalmente, en relación al sistema de consumo actual, permite
valorar los productos desde el punto de vista de su impacto sobre el medio
ambiente contrastando el simple enfoque económico del mercado.
GONÇALVES, 2004

Puntos débiles: complejidad y subjetividad

Complejidad

Su desarrollo como método de valoración está todavía en sus etapas iniciales y


cargado de polémica:

 El ACV es una herramienta que por su complejidad resulta en procesos que


requieren tiempo y recursos materiales y humanos, muchas veces
incompatibles con la capacidad actual de la industria de desarrollar este
tipo de iniciativas.
 La información relativa a los inventarios de impactos ambientales en
el ACV requiere un elevado nivel de información sobre materiales y
procesos, que puede no estar disponible para un amplio espectro de
situaciones.
 La aplicación del ACV en productos complejos, en los que los límites del
sistema se extienden en una multiplicidad de actividades, puede resultar en
grados de complejidad incompatibles con evaluaciones fiables del Ciclo de
Vida. Es este el caso de la construcción en el que la complejidad es evidente.
 El ACV incide sobre una gran diversidad de variables que no poseen siempre
el mismo sentido, es decir, puede darse el caso de que la mejor opción
energética no sea la que genere menos residuos o emisiones. Además de
este condicionante, hay que considerar cuestiones como la definición de
escalas comunes de evaluación entre variables y situaciones distintas.
GONÇALVES, 2004

Subjetividad

Uno de los puntos débiles de la metodología del ACV es la subjetividad de la que


depende en algunos pasos del cálculo:

La metodología del ACV pretende objetividad y transparencia. En la fase


del Inventario de Ciclo de Vida (ICV) los valores de cargas ambientales
corresponden a un esfuerzo de objetivizar al máximo todo el conjunto de datos y
parámetros utilizados. Dichos valores pueden variar en función de la exactitud de
los datos y de su precisión. No ocurre así con la determinación de los impactos
ambientales introducidos en el paso Evaluación del Impacto del Ciclo de Vida.
Tanto su identificación, su evaluación, como su ponderación respecto a otros
impactos puede responder a criterios subjetivos.

La utilización de modelos para el cálculo de los impactos resulta a su vez una


fuente de subjetividad. Un modelo es una representación simplificada de los
fenómenos y mecanismos que se dan en la realidad. La elección de dónde y de qué
simplificación introducir no deja de ser parcialmente subjetiva. Diferentes
investigadores pueden desear usar diferentes modelos que corresponden a
diferentes premisas y simplificaciones.

La naturaleza de las elecciones e hipótesis que se hacen en el ACV, el


establecimiento de los límites del sistema, la selección de la fuente de datos, las
categorías de impacto, pueden ser subjetivas (ISO 14040). Diferencias en los
datos de entrada pueden causar diferencias en el alcance, límites geográficos, etc.
Estas diferencias pueden ser originadas por diferentes actitudes relacionadas con
el concepto de naturaleza e intereses: sector industrial, movimiento ecologista,
asociación de consumidores, gobierno...

ANTÓN VALLEJO, 2004

Esto influye por tanto en la validez y representatividad de los datos obtenidos:

La calidad e incertidumbre de los datos utilizados en el inventario influirán en la


interpretación de los resultados. En vistas a una mayor transparencia han habido
diferentes propuestas de normalización de los datos. Cabe destacar el trabajo
previo desarrollado por THE SOCIETY FOR PROMOTION OF LIFE-CYCLE
ASSESSMENT (SPOLD) (1997). Sin embargo el trabajo más reciente es el informe
técnico que propone la estructura y los requerimientos de los datos utilizados en
el inventario.
ISO, 2002

Responsabilidad social de las empresas

Actualmente se encuentran muchas páginas en la red que ofrecen sus servicios a


empresas para calcular el ACV de sus productos. Gracias a cierta inquietud en los
consumidores, las responsabilidades legales, sociales y políticas que pueden
implicar los impactos ambientales, y a algunas medidas que empiezan a tomarse,
como el ecoetiquetado, ciertas empresas empiezan a interesarse por el ACV;
especialmente en realizar estudios comparativos para determinar las ventajas y
desventajas medioambientales relativas de productos que pueden desarrollar la
misma función. Esto les permite identificar hacia dónde deberían dirigir
prioritariamente los esfuerzos para minimizar dichos impactos, al tiempo que
ofrecen una imagen de preocupación por el medio ambiente al consumidor. Si
continuaran y se apoyaran este tipo de iniciativas se podría lograr que cada
fabricante se hiciera responsable de saber de dónde vienen sus materias primas, su
energía y sus insumos, y cuál será el destino final de sus productos. El ACV podría
por tanto tener aplicaciones interesantes si se pone esa información de cada
producto a disposición del consumidor.

Relación con la construcción sostenible

Numerosos autores, como MARGARITA DE LUXÁN (1996), reivindican


el ACV como una herramienta necesaria en una arquitectura más sostenible:

Para descubrir la incidencia de la construcción y el alojamiento en los problemas


medioambientales hoy, se debe de analizar por entero el proceso que engloba la
edificación. Habitualmente al hablar de alojamiento, se valora la adecuación o la
conciencia energética de los edificios en función solamente del gasto o ahorro
energético en la climatización e iluminación durante su uso, así como la
contaminación que produce en su entorno inmediato. Sin embargo, las relaciones
entre edificación y medio ambiente son mucho más extensas y complejas.

Si se analiza la actividad entera que implica una construcción, se habrá de valorar


su incidencia medioambiental en todo el proceso:
 Extracción de rocas, minerales y materiales de todo tipo.
 Gastos energéticos y procedimientos para la fabricación de elementos
constructivos.
 Gastos energéticos y procedimientos para la fabricación de sistemas y
equipos de instalaciones.
 Transportes de materiales, elementos y equipos.
 Puesta en obra, medios y maquinaria.
 Gastos energéticos en climatización e iluminación y contaminación
derivada.
 Mantenimiento y uso, agua, residuos y vertidos.
 Reutilización y procedimientos para cambios de uso.
 Derribo y derivaciones del abandono de las edificaciones.

Al relacionar cada una de estas fases con los principales problemas


medioambientales actuales, se descubre la verdadera extensión de las
repercusiones derivadas de la construcción:

LUXÁN, 1996

Cuadro 1: Actividades relacionadas con la contrucción y su incidencia


medioambiental

Rocas
Fabric.
Industri Fabri. Constr Gasto Mant Reuti
sistem Gasto Derrib
ales elemen Transp uc. energé en. liz.
as, energé o.
Mineral tos orte a Puesta tico agua camb
equip tico Aband
es constru obra en climátiz usos io de
o, ilumin. ono
Materia c. obra . varios uso
instala
les

MUNDIALES

Cambio
climático e
x x x x x x x x
invernader
o

Agotamien
to del x x x x x
ozono
Deforestac
x x x x x
ión

Pérdida de
biodiversi x
dad

Contamina
ción de x x x x x x
mares

Gasto de
recursos
no x x x x x x x
renovable
s

LOCALES

Contamina
ción
x x x x x x x
atmosféric
a

Contamina
ción de
aguas x x x x x
continenta
les

Deterioro
del mar y x x x x x x
costas

Residuos
x x x x x x x x
tóxicos

Riesgos
industriale x x x
s

Erosión y
desertizaci x x x x
ón
Abuso de
recursos
x x x x
renovable
s

Ocupación
de suelo
x x x x x
con
vertidos

La corrección de muchos de estos problemas desde el campo de la construcción


viene unida a la revisión de procesos de los campos de la minería, la industria,
etc., y otros se encuentran indisolublemente ligados a replanteamientos
urbanísticos y sociales, pero no por ello han de olvidarse al hacer las valoraciones
globales de la arquitectura desde lo sostenible o medioambiental.
LUXÁN, 1996

Por tanto, para resolver los problemas generados a lo largo del proceso de
edificación se debe revisar e intervenir en la fase a la que están ligados:

 La obtención y extracción de materiales para la construcción, que


aproximadamente representan el 50 por 100 de los totales, se encuentran
ligadas a revisiones necesarias desde la minería y la industria.
 La corrección que debe darse en la fabricación de elementos constructivos,
sistemas y equipos avanzará en paralelo a las mejoras en los
procedimientos industriales, y sus resultados son imprescindibles para una
valoración global del gasto energético en la edificación.

Para apreciar su importancia, y a falta de muchos datos precisos, cabe


comentar como ejemplo que la energía gastada en la fabricación de los
elementos básicos, sin equipos de instalaciones, de una vivienda de
75m2 útiles, convencional, en bloques de 3 plantas, del nivel
correspondiente a las exigidas para la vivienda de promoción pública en
España en los años 80, representa el equivalente al consumo en calefacción
de la misma vivienda durante aproximadamente 45 años en el área de
Madrid y 51 en el área de Barcelona.

TENDERO, s.f.
 La fase en la que deviene del transporte a obra depende del
aprovechamiento de materiales y elaboraciones del entorno, del tipo de
transporte y de las distancias de recorrido a las que se vean obligados.
 La adecuación y reorganización que cabe irse planteando en la puesta en
obra implica la apreciación de las mejoras en rendimientos de maquinarias
y su diseño, y un mayor cuidado en el tratamiento provisional y temporal
de las condiciones naturales del entorno afectado.
 Las fases siguientes: las que habitualmente se ligan a la edificación, son
también determinantes; no podemos olvidar que el mantenimiento de los
edificios representa el 33 por 100 de la energía gastada, de la que el 12,5
por 100 del consumo total en España corresponde a las viviendas, lo que
equivale al 40 por 100 del consumo por habitante; que el consumo eléctrico
de las viviendas absorbe el 70 por 100 del producido; y que el 50 por 100
de la contaminación que sufrimos, deriva del alojamiento.

IDAE, 1993

Por tanto «la importancia en la elección de los elementos y materiales es


fundamental, y tiene una incidencia mucho mayor de lo que se supone
generalmente en el comportamiento de adecuación de los edificios y el gasto
energético» (LUXÁN, 1996).

Etapas del ciclo de vida

Las etapas del ciclo de vida, según GONÇALVES (2004), son:

1. Adquisición de materia prima: etapa de actividades de acción directa


sobre el medio natural. En este punto se incluye el material no renovable,
el agua y la biomasa de recolección.
2. Procesamiento de material a granel: tratamiento de la materia prima
(separación y purificación por ejemplo) para adecuar los materiales a
transformaciones posteriores.
3. Producción de materiales técnicos y de especialidad: algunos autores
combinan esta etapa con la anterior designándola «tratamiento de
materiales».
4. Fabricación y ensamble: en esta etapa se acaban de producir los
materiales de base y los materiales técnicos.
5. Transporte y distribución: con el actual sistema globalizado, esta etapa
adquiere especial importancia dadas las grandes distancias que deben
recorrer los productos para su comercialización en lugares distintos a
donde se han producido. En muchos casos, los componentes necesarios
para la fabricación del producto final también recorren importantes
distancias.
6. Uso y servicio: en esta etapa se contabiliza el mantenimiento y las
reparaciones que necesita el producto durante su uso por el consumidor
(algunos productos no pueden usarse directamente, necesitan acciones,
como por ejemplo los alimentos congelados). En esta fase también se
considera la reutilización interna de materiales, por ejemplo la reutilización
de botellas de cerveza en una casa.
7. Retiro y tratamiento: en este paso es clave la posibilidad de reutilización o
reciclaje de los materiales (valorización del material), en algunos casos es
posible cerrar los ciclos de vida insertando el material retirado en un punto
de la fabricación de un nuevo material.
8. Disposición, destino final: cuando el material no es valorizado termina su
ciclo de vida. En este punto se valora la forma en que éste es depositado
en el medio natural. En el depósito de un material se pueden tener en
cuenta y controlar sus características físico-químicas por ejemplo y tomar
medidas para evitar efectos negativos del material desechado sobre el
entorno.

Etapas del ciclo de vida en la arquitectura

El ACV de la arquitectura considera el Ciclo de Vida de los edificios o estructuras


físicas que constituyen el espacio urbano. Se podrían considerar las siguientes
etapas:

1. Extracción de recursos: en la construcción de edificios se utiliza una gran


variedad de materiales, algunos renovables, otros no. En cualquier caso, la
construcción dinamiza actividades con importantes impactos ambientales
como la tala de madera o la explotación de canteras.
2. Producción de materiales.
3. Distribución: los materiales tradicionales eran, por cuestiones de
transporte, materiales locales; actualmente con las facilidades de
transporte que existen, los materiales tienen orígenes geográficos
diversos, especialmente cuando incluyen ciertas maderas y metales de
orígenes lejanos.
4. Construcción: desde el punto de vista de un Análisis del Ciclo de Vida, los
edificios tienen la característica de que, en la gran mayoría de los casos,
son terminados en su lugar de implantación, el solar es en sí mismo una
industria donde los materiales se acoplan o se añaden en procesos físicos
de producción; además las construcciones suelen realizarse al descubierto
produciendo impactos medioambientales como el ruido o las partículas.
5. Ocupación y mantenimiento: los impactos más importantes derivados del
uso suelen ser los relacionados con el consumo de energía. La forma en
que se utiliza un espacio puede generar más o menos impactos
ambientales por los residuos generados, el consumo de agua, etc. En esta
etapa también es importante considerar las reparaciones, remodelaciones
o cualquier intervención que no implique la demolición.
6. Demolición: en un edificio que se va a demoler se puede considerar la
reutilización de ciertos componentes de su estructura, sus revestimientos,
etc. Otros pueden ser materiales reciclables. Los materiales desechados en
la demolición de una construcción suelen depositarse en el subsuelo. En
algunos casos, como el amianto, se necesitan tratamientos previos al
depósito.

Cuadro 2: El ciclo de vida de los edificios


Entradas Límite del Sistema Salidas

Energía Extracción de recursos Productos utilizables

Materiales Producción de materiales Residuos sólidos

Distribución Emisiones atmosféricas

Construcción Efluentes líquidos

Ocupación y mantenimiento Otras emisiones

Demolición Energía residual

Algunas estrategias en el diseño derivadas de tener en cuenta el ACV en arquitectura

Sobre el edificio
 Extensión del tiempo de vida del edificio. La extensión del tiempo de vida
permite ahorrar recursos y generar menos desechos ya que el número de
unidades consumidas disminuye si aumenta la duración de éstas. Hay
distintas medidas que permiten alargar la vida útil de un producto:
1. Materiales duraderos (que aguanten el desgaste y la degradación
ambiental): los materiales arquitectónicos suelen ser objetos
duraderos aunque, los elementos exteriores como pinturas y
revestimientos se degradan más rápidamente.
2. Materiales adaptables: en la elección de materiales y en el diseño
de estructuras, instalaciones, distribuciones interiores, etc. se
puede tener en cuenta que exista una futura necesidad de usarlos
para resolver nuevas funciones. En muchos casos este ejercicio no
se hace y sólo queda la opción de demoler.
3. Mantenimiento y reparación: intervienen directamente sobre la
vida útil de la construcción. Se podrían denominar acciones de
regeneración. Los impactos medioambientales por demolición y
construcción son en la gran mayoría de los casos superiores a los de
mantenimiento.
 Mejoras del proceso, administración e información. En arquitectura por
ejemplo la aplicación de soluciones de diseño bioclimático y de aislamiento
térmico permiten reducir el gasto energético, hay sistemas de reciclaje y
reaprovechamiento del agua, etc.

Sobre los materiales

 Selección del material. La selección de los materiales basándose en la


identificación de la fuente de materia prima, la evaluación de impactos
sobre el medio ambiente ocasionados por la adquisición, el procesamiento
y uso del material, y la administración del producto en el final de su ciclo
de vida. Se puede dar preferencia por ejemplo a materiales reciclables,
pero en cualquier caso la elección de materiales basada en su ciclo de vida
es una tarea muy compleja. Una iniciativa interesante por ejemplo es
el rotulado ecológico, pero está todavía en sus inicios y presenta
dificultades como es el elevado coste que presentan algunos productos
más ecológicos.
 Reducción del material. La reducción del material puede conseguirse
aumentando la eficiencia de los procesos (implica reducción de energía
consumida, etc.) y reduciendo la masa utilizada en la construcción. Por
ejemplo, aunque la vivienda está (o tendría que estar) relacionada con las
necesidades sociales, se puede optar entre tipologías más o menos
consumidoras de material y suelo (ciudad compacta frente a ciudad
dispersa, etc).
 Prolongación de la vida del material. El reciclaje de materiales tras la
demolición de edificios permite reducir la deposición en el medio natural
y la extracción de nuevos recursos. Aunque presenta desventajas respecto
a la reutilización ya que en ese proceso puede haber pérdidas o
degradación de materiales, transporte, etc.
 Distribución y trasporte eficaces. Tener en cuenta las necesidades de
transporte que implica la elección de ciertos materiales. Actualmente, con
la globalización, el coste económico que supone el transporte de dichos
productos, no refleja el impacto ambiental que genera. Este impacto se
relaciona con las distancias recorridas, la capacidad de los medios de
transporte utilizados (medios de mayor capacidad de transporte ofrecen
menos consumo por material transportado), el embalaje necesario (hay
productos que no necesitan ser empaquetados, los embalajes pueden ser
reutilizables o no, etc).

Lámina 1. Correcciones en el ciclo de vida

Aplicaciones: normalización y métodología


ISO 14000: normalización de herramientas ambientales

Orígenes
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
llevada a cabo en Río de Janeiro en 1992 [también llamada Cumbre de la Tierra]
se suscribió La Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, la que
contiene principios aprobados por los Estados para lograr acuerdos
internacionales que respeten los intereses de todos y protejan la integridad global
del ambiente. Específicamente, el Principio 16 dice: «Las autoridades nacionales
deben tratar de promover la internacionalización de los costos medioambientales
y la utilización de instrumentos económicos teniendo en cuenta el enfoque que,
en principio, los que contaminan deben asumir el costo de la contaminación sin
menoscabo del interés público y sin distorsionar el comercio ni la inversión
internacional.»

[...] la International Standards Organisation (ISO) y


la International Electrotechnical Commission (IEC), en agosto de 1991,
establecieron formalmente el Strategic Advisory Group on the
Environment (SAGE), cuya misión consistió en desarrollar:

 un enfoque común de la gestión ambiental similar a la administración de la


calidad;
 la capacidad de alcanzar y medir mejoras en el desempeño ambiental;
 normas internacionales para facilitar el comercio y eliminar las barreras
comerciales.

Se consideró que era responsabilidad de cada país definir criterios de control de


acuerdo con su realidad interna y teniendo en cuenta el efecto regional o global.
Para ello se deberían considerar criterios ambientales, niveles de contaminantes,
evaluaciones de riesgos para el ambiente y la salud, y especificaciones
tecnológicas para productos y procesos.

Como resultado del trabajo del SAGE, en enero de 1993, la ISO creó el Comité
Técnico 207, encargado del desarrollo de normas sobre Sistemas de Gestión
Ambiental (SGA), las que deberán incluir un amplio rango de disciplinas
ambientales. Estas normas están agrupadas en la ISO 14000.

La finalidad fundamental es promover una gestión más eficaz del medio ambiente
en las empresas u otras organizaciones y proporcionar instrumentos útiles
(prácticas óptimas de organización) para recopilar, interpretar y transmitir
información ecológicamente pertinente a fin de mejorar la actuación ambiental.

El conjunto de normas y guías ISO 14000 define la esencia de un sistema de


gestión ambiental y los procedimientos de auditoría necesarios para la
verificación. También define tres conjuntos de herramientas importantes de
implementar en un Sistema de Gestión Ambiental: evaluación del ciclo de vida,
evaluación del desempeño ambiental y etiquetado ecológico.

CEPIS, 1997

ISO 14040 y ACV


En el conjunto de normas anterior, la ISO 14040 es la relativa al ACV. Dada su
complejidad, esta normativa establece un protocolo al cual deberá ajustarse todo
estudio de ACV. La ISO 14040 da la siguiente definición del ACV:

«El ACV es una técnica para determinar los aspectos ambientales e impactos
potenciales asociados a un producto: compilando un inventario de las entradas y
salidas relevantes del sistema; evaluando los impactos ambientales potenciales
asociados a esas entradas y salidas, e interpretando los resultados de las fases de
inventario e impacto en relación con los objetivos del estudio.»
ISO 14040, 1997
Las categorías generales de impactos medioambientales que precisan
consideración incluyen el uso de recursos, la salud humana y las consecuencias
ecológicas (ISO, 1997). [...]

Dentro de la normalización ISO se deben distinguir normativas e informes


técnicos. A día de hoy se han elaborado cuatro normativas relacionadas con
el ACV:

 ISO 14040: Gestión medioambiental, ACV, Principios y estructura (1997).


Especifica el marco general, principios y necesidades básicas para realizar
un estudio de ACV, no describiéndose la técnica del ACV en detalle.
 ISO 14041: Gestión medioambiental, ACV, Definición del objetivo y alcance
y el análisis del inventario del ciclo de vida (1998).
En esta normativa se especifican las necesidades y procedimientos para
elaborar la definición de los objetivos y alcance del estudio y para realizar,
interpretar y elaborar el informe del análisis del ICV (LCI).
 ISO 14042: Gestión medioambiental, ACV, Evaluación del Impacto del Ciclo
de Vida; Environmental management LCA-LCIA/Life Cycle Impact
Assessment (2000).
En ella se describe y establece una guía de la estructura general de la fase
de Análisis del Impacto del Ciclo de Vida (AICV) (LCIA). Se especifican los
requerimientos para llevar a cabo un AICV y se relaciona con otras fases
del ACV.
 ISO 14043: Gestión medioambiental, ACV, Interpretación del ciclo de
vida. Environmental management, LCA-LCI (2000).
Esta normativa proporciona las recomendaciones para realizar la fase de
interpretación de un ACV o los estudios de un ICV, en ella no se especifican
metodologías determinadas para llevar a cabo esta fase.
Se han elaborado además documentos técnicos para ayudar a la elaboración de
estudios de ACV como son:

 ISO/TR 14047: Ilustrative examples on how to apply ISO 14042: Life cycle
assessment, Life cycle impact assessment (2002).
Proporciona un ejemplo de cómo aplicar la norma ISO 14042.
 ISO/CD TR 14048: Environmental management Life cycle assessment LCA
data documentation format (2002).
Este documento proporciona información relacionada con los datos
utilizados en un estudio de ACV.
 ISO/TR 14049: Ilustrative examples on how to apply ISO 14041 (1998).
Este informe técnico proporciona ejemplos para realizar un ICV de acuerdo
con ISO 14041. Estos ejemplos deberán entenderse como no exclusivos y
que reflejan parcialmente un ICV.

ANTÓN VALLEJO, 2004

Metodología propuesta por la ISO 14040

De acuerdo con la metodología propuesta por la normativa ISO 14040 un proyecto


de ACV puede dividirse en cuatro fases: objetivos y alcance del estudio, análisis
del inventario, análisis del impacto e interpretación.

Tal y como ilustra la figura siguiente estas cuatro fases no son simplemente
secuenciales. El ACV es una técnica iterativa que permite ir incrementando el
nivel de detalle en sucesivas iteraciones.

ANTÓN VALLEJO, 2004

Lámina 2. Las fases de un ACV de acuerdo a ISO 14040

Objetivo y alcance del estudio

En esta fase se define el tema de estudio y se incluyen los motivos que llevan a
realizarlo. Un objetivo podría ser por ejemplo comparar dos o más productos
diferentes que cumplen las mismas funciones, para aplicar la información que se
obtenga en la comercialización o en la reglamentación del uso de alguno de ellos.
Otra meta podría ser determinar posibilidades concretas de introducir mejoras en
el diseño de productos existentes, o en la innovación a través del diseño de nuevos
productos, etc.

También en esta fase se establece la unidad funcional. La unidad funcional


describe la función principal del sistema analizado. Un ACV no sirve para
comparar productos entre sí, sino servicios y/o cantidades de producto que lleven
a cabo la misma función. Por ejemplo, no es válido comparar dos kilos de pintura
diferentes que no sirvan para realizar la misma función, cubrir un área equivalente
con una duración similar.

En el caso de los sistemas agrícolas, por ejemplo, la principal función es la


producción de alimentos (AUDSLEY, 1997). En estos casos, normalmente se
considera como unidad funcional un kilo de producto fresco. La unidad funcional
proporciona una referencia respecto a la cual las entradas y salidas del sistema
pueden ser normalizadas en un sentido matemático.

Debido a su naturaleza global un ACV completo puede resultar extensísimo. Por


esta razón se deberán establecer unos límites que deberán quedar perfectamente
identificados. Los límites del sistema determinan qué procesos unitarios deberán
incluirse dentro del ACV. Varios factores determinan los límites del sistema,
incluyendo la aplicación prevista del estudio, las hipótesis planteadas, los
criterios de exclusión, los datos y limitaciones económicas y el destinatario
previsto.

ANTÓN VALLEJO, 2004

Según el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del


Ambiente (CEPIS), en los límites del sistema generalmente se incluyen:

 La secuencia de producción principal, es decir, desde la extracción de


materias primas hasta la eliminación final del producto, inclusive.
 Operaciones de transporte.
 Producción y uso de combustibles.
 Generación de energía, es decir, electricidad y calor (incluyendo
producción de combustible).
 Eliminación de todos los residuos del proceso.
 Fabricación del embalaje de transporte.

En los límites del sistema generalmente se excluyen:


 Fabricación y mantenimiento de equipos de producción.
 Mantenimiento de plantas de fabricación, es decir, calefacción e
iluminación.
 Factores comunes a cada uno de los productos o procesos en estudio.

Análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV)

El segundo paso es recolectar y cuantificar las entradas y salidas de materia y


energía correspondientes al sistema producto durante su ciclo de vida.

Esta fase comprende la obtención de datos y los procedimientos de cálculo para


identificar y cuantificar todos los efectos ambientales adversos asociados a la
unidad funcional. De una forma genérica denominaremos estos efectos
ambientales como «carga ambiental». Ésta se define como la salida o entrada de
materia o energía de un sistema causando un efecto ambiental negativo. Con esta
definición se incluyen tanto las emisiones de gases contaminantes, como los
efluentes de aguas, residuos sólidos, consumo de recursos naturales, ruidos,
radiaciones, olores, etc. Cuando se trabaje con sistemas que impliquen varios
productos, en esta fase se procederá a asignar los flujos de materia y energía así
como las emisiones al medio ambiente asociadas a cada producto o subproducto.
ANTÓN VALLEJO, 2004

Análisis del Impacto del Ciclo de Vida (AICV)

La estructura de esta fase viene determinada por la normativa ISO 14042,


distinguiendo entre elementos obligatorios y elementos opcionales (ver figura 4).

Los elementos considerados obligatorios son:

 Selección de las categorías de impacto, indicadores de categoría y modelos.


 Clasificación: en esta fase se asignan los datos procedentes del inventario
a cada categoría de impacto según el tipo de efecto ambiental esperado.
Una categoría de impacto es una clase que representa las consecuencias
ambientales generadas por los procesos o sistemas de productos.
 Caracterización: consiste en la modelización, mediante los factores de
caracterización, de los datos del inventario para cada una de dichas
categorías de impacto.
Cada categoría de impacto —por ejemplo acidificación— precisa de una
representación cuantitativa denominada indicador de la categoría, —por ejemplo
emisión de ácido equivalente. La suma de diferentes intervenciones ambientales
para una misma categoría se hará en la unidad del indicador de la categoría.
Mediante los factores de caracterización, también llamados factores equivalentes,
las diferentes intervenciones ambientales, emisiones de gases, por ejemplo, se
convierten a unidades del indicador. Es necesario el uso de modelos para obtener
estos factores de caracterización. La aplicabilidad de los factores de
caracterización dependerá de la precisión, validez y características de los modelos
utilizados.

ANTÓN VALLEJO, 2004

Lámina 3. Esquema de la clasificación y caracterización en la fase del AICV.


Ejemplo para la categoría de acidificación.

En la fase de elección, modelización y evaluación de categorías de impacto hay


cierta subjetividad ya que no todas las categorías están consensuadas. [3]

Un ejemplo de categorías de impacto que, según el CEPIS, se incluyen


generalmente es:

 Disminución de recursos.
 Efecto invernadero (directo e indirecto).
 Disminución de la capa de ozono.
 Acidificación.
 Nutrificación/eutrofización.
 Formación de oxidantes fotoquímicos.

Sin embargo las siguientes categorías están peor definidas o sólo son usadas por
algunos profesionales:

 Volumen de depósito en vertederos.


 Destrucción de paisajes.
 Toxicidad humana.
 Ecotoxicidad.
 Ruidos.
 Olores.
 Salud laboral.
 Recursos bióticos.
 Congestión.

También existen una serie de elementos opcionales que pueden ser utilizados
dependiendo del objetivo y alcance del estudio de ACV:

1. Normalización: se entiende por normalización la relación de la magnitud


cuantificada para una categoría de impacto respecto un valor de referencia
ya sea a escala geográfica y/o temporal.
2. Agrupación, clasificación y posible catalogación de los indicadores.
3. Ponderación: consiste en establecer unos factores que otorgan una
importancia relativa a las distintas categorías de impacto para después
sumarlas y obtener un resultado ponderado en forma de un único índice
ambiental global del sistema.
4. Análisis de calidad de los datos: ayudará a entender la fiabilidad de los
resultados del AICV. Se considerará obligatorio en análisis comparativos.

ANTÓN VALLEJO, 2004

Lámina 4. Elementos obligatorios y opcionales del AICV de acuerdo a la ISO

Una diferencia importante entre los diferentes métodos de evaluación de


impactos reside en la opción de analizar el efecto último del impacto
ambiental, endpoint, o bien, considerar los efectos intermedios, midpoints. Las
categorías de impacto ambiental intermedias se hallan más cercanas a la
intervención ambiental, permitiendo, en general, modelos de cálculo que se
ajustan mejor a dicha intervención. Éstas proporcionan una información más
detallada sobre de qué manera y en qué punto se afecta al medio ambiente. Las
categorías de impacto finales son variables que afectan directamente a la
sociedad, por tanto su elección resultaría más relevante y comprensible a escala
global. Sin embargo, la metodología para llegar a cuantificar el efecto último no
está plenamente elaborada, no existe el suficiente consenso científico, como se
menciona en HERTWICH (2002), necesario para recomendar su uso. Por todo ello,
actualmente, es más común recurrir a categorías de impacto intermedias.
ANTÓN VALLEJO, 2004
Lámina 5. Esquematización de las relaciones entre intervenciones ambientales,
impactos de efectos intermedios midpoints, impactos de efectos
finales endpoints y áreas de protección (UDO DE HAES ET AL, 1999b)

ISO 14042 define de manera implícita tres áreas de protección, AoP, como
categorías de impacto finales (salud humana, entorno natural y recursos
renovables). UDO HAES ET AL (1999a) en el primer informe del segundo grupo de
trabajo en AICV de la Society of Enviromental Toxicology And
Chemistry (SETAC) añade una cuarta: entorno modificado por el hombre (man-
made environment). Esta cuarta área cubriría los aspectos de protección de los
cultivos, bosques productivos, edificios y materiales de fenómenos como la lluvia
ácida o impactos de ozono. UDO DE HAES ET AL (2002) sugiere dividir el AoP, entorno
natural en dos: 1. Biodiversidad, que incluye la diversidad genética, de especies y
ecosistema y 2. Funciones de soporte a la vida, que se refiere a aquellas funciones
tales como: clima, ciclos hidrológicos, fertilidad de los suelos y ciclos
biogeoquímicos que regulan la vida en la tierra.
ANTÓN VALLEJO, 2004

Interpretación

La interpretación es la fase de un ACV en la que se combinan los resultados de


análisis del inventario con la evaluación de impacto. Los resultados de esta
interpretación pueden adquirir la forma de conclusiones y recomendaciones para
la toma de decisiones. Permite determinar en qué fase del ciclo de vida del
producto se generan las principales cargas ambientales y por tanto qué puntos
del sistema evaluado pueden o deben mejorarse. En los casos de comparación de
distintos productos se podrá determinar cual representa un mejor
comportamiento ambiental.
ANTÓN VALLEJO, 2004

En su artículo «De la sostenibilidad a los ecobarrios», VERDAGUER habla de la


importancia de este concepto como uno de los principios básicos de la
sostenibilidad:
La información constituye precisamente el elemento básico del siguiente
principio, que hace hincapié en la desmaterialización de los procesos. Si se
consideran el conocimiento y la experiencia como recursos fundamentales, la
sustitución generalizada de flujos de materiales por flujos de información y el
énfasis en los procesos de difusión, coordinación y planificación puede permitir un
mejor aprovechamiento de los recursos materiales y energéticos en todos los
órdenes. Extendiendo el concepto a la energía humana en general, considerada
como el recurso renovable por excelencia, y dentro de ciertos umbrales, la
sustitución de procesos basados en el uso intensivo de recursos materiales por
otros más volcados hacia el uso de recursos humanos puede constituir en muchos
casos la solución más innovadora y sostenible.

En relación con lo anterior, y de acuerdo con el principio relacional, cobra


especial importancia la necesidad de considerar los procesos en toda su
secuencia. En el ámbito de la producción de objetos, una herramienta esencial a
este respecto es el llamado análisis mina-vertedero, imprescindible a la hora de
establecer comparaciones entre la carga ambiental asociada a procesos diferentes
destinados a conseguir fines similares. En relación con el principio de prevención
y evitación, y con la idea global de cerrar los ciclos, este análisis puede contribuir
a diseñar procesos circulares del tipo mina-vertedero-mina en el que los residuos
de un determinado proceso, reducidos al mínimo, puedan pasar a formar parte
como materia prima o producto de mina del mismo u otro proceso. Este es un
campo especialmente estudiado por la denominada economía ecológica, frente a
la economía convencional que no tiene en cuenta a la hora de establecer valores
los costes asociados al impacto ambiental. Este tipo de análisis puede ayudar a
dilucidar con rigor si algunos procesos aparentemente inmateriales o de alta
eficiencia no van unidos en segunda instancia a otros procesos que pongan en
cuestión la supuesta sostenibilidad.

VERDAGUER, 2000

Conceptos relacionados
 Análisis mina-vertedero/análisis de la cuna a la tumba: sinónimos de
Análisis del Ciclo de Vida.
 Análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV) (CEPIS, 1997): sirve para
cuantificar el consumo de materias primas y energía, así como las
emisiones a la atmósfera y al agua y los residuos sólidos para un sistema
determinado (teóricamente «de la cuna a la tumba»).
 Construcción sostenible: en el artículo La construcción sostenible. El
estado de la cuestión (ALAVEDRA, DOMÍNGUEZ, GONZALO Y SERRA, 1998) se
recogen las siguientes definiciones:

La Construcción sostenible, que debería ser la construcción del futuro, se


puede definir como aquella que, con especial respeto y compromiso con el
Medio Ambiente, implica el uso sostenible de la energía. Cabe destacar la
importancia del estudio de la aplicación de las energías renovables en la
construcción de los edificios, así como una especial atención al impacto
ambiental que ocasiona la aplicación de determinados materiales de
construcción y la minimización del consumo de energía que implica la
utilización de los edificios.

CASADO, 1996

La Construcción Sostenible se dirige hacia una reducción de los impactos


ambientales causados por los procesos de construcción, uso y derribo de
los edificios y por el ambiente urbanizado.

LANTING, 1996

 Evaluación de Impactos del Ciclo de Vida: trata de relacionar los


parámetros identificados en la fase de inventario con medidas de
preocupación medioambiental como el calentamiento global o la
reducción de las reservas.
 Sistema producto (product system): la expresión sistema producto
(product system, en la bibliografía en inglés) proviene del enfoque
ingenieril inherente a los procedimientos del ACV. Los ingenieros admiten
que hay una multitud de operaciones y procesos diversos e individuales
que son necesarios para extraer materias primas y energía, elaborar
productos intermedios, diseñar, formular, fabricar, transportar y usar un
producto, y gestionar los residuos generados en cada eslabón de la cadena
de producción y disposición final. Esos procesos y operaciones están
vinculados en el ciclo de vida de un producto, y ese conjunto integrado de
procesos y operaciones es lo que constituye un sistema para ese producto.
(TRAMA Y TROIANO, 2001)
 Ecodiseño/diseño ecológico: «Concepto que se refiere a introducir
criterios ambientales en el diseño de productos, tratando de minimizar los
principales impactos ambientales en todo el ciclo de vida del producto.»
(GONÇALVES, 2004)

Cuadro 3: Estrategias de ecodiseño (KEILEAIN, 1998)

ESTRATEGIA GENERAL ESTRATEGIA ESPECIFICA

Prolongación de la vida del producto Duración adecuada

Adaptable

Confiable

Útil

Recuperable

Reutilizable

Prolongación de la vida del material Reciclable

Selección del material Reformulación

Substitución

Reducción de la densidad del material

Mejorías del proceso Transporte

Empaque

Mejores Métodos de Administración Administración de la Oficina

Administración de la Calidad Total

Contabilidad Medioambiental

Mejor Suministro de Información Etiquetado del Producto


Más información
Textos

CLEMENTS, RICHARD B. ET AL. (1997) Guía Completa de las Normas


ISO 14000 Barcelona, Ediciones Gestión 2000, S.A. (tr. del inglés: Ana García
Beltrán) ISBN: 84-8088-209-3
VÁZQUEZ ESPÍ, MARIANO (2001) «Construcción e impacto sobre el ambiente: el
caso de la tierra y otros materiales», Informes de la Construcción, vol. 52,
no. 471. También publicado en Boletín
CF+S 20: http://habitat.aq.upm.es/boletin/n20/amvaz.html
Ejemplo de aplicación de la herramienta del ACV para analizar y evaluar el
impacto sobre el ambiente de ciertos materiales de construcción. Se analizan
herramientas relacionadas con el ACV como energía incorporada, coste
exergético y coste material.

Construcción sostenible[4]

DAUMAL, FRANCISCO Y GERARDO GARCÍA (1978) «La energía y el ciclo vital del
edificio», CAU, n. 50, pp 30-37.
ESTEVAN, ANTONIO, MERCEDES LLOP, MARTA ROMÁN, ALFONSO SANZ Y PILAR
VEGA (1992) Análisis comparativo de externalidades y condicionantes de la
competitividad por modos de transporte Madrid: Dirección General de
Planificación Interregional de Grandes Infraestructuras. Ministerio de Obras
Públicas y Transporte.
MALDONADO RAMOS, LUIS (INVESTIGADOR RESPONSABLE) ET AL (1999) Determinación
del rendimiento y coste energético en la construcción de cerramientos de fábrica
de adobe, bloque de tierra comprimida y entramado, para su aplicación en
proyectos de desarrollo sostenible y política medioambiental Acción especial:
Memoria. Programa Nacional de I+D en Medioambiente. CICYT. Departamento
de Construcción y Tecnología Arquitectónicas de la UPM.
ROODMAN, DAVID M. & NICHOLAS LENSSEN (1995) A Building Revolution: How
Ecology and Health Concerns Are Transforming Construction Washington: World
Watch Institute. Traducción castellana: Revolución en la construcción, Bilbao:
Bakeaz, 1997.
VALERO, ANTONIO (2000) El marco termodinámico para iluminar la sociedad
actual, en Economía, ecología y sostenibilidad en la sociedad actual. José
Manuel Naredo y Fernando Parra (eds). Madrid: Siglo XXI, pp. 67-95.
WOOLLEY, TOM, SAM KIMMINS, PAUL HARRISON Y ROB HARRISON (1997) Green
Building Handbook London: E & FN Spon.

Recursos en internet

 Normativa:
o http://www.iso.org/iso/en/ISOOnline.frontpage

International Organization for Standardization (ISO): se puede a


acceder a una breve descripción de la serie de normas ISO 14000, y
comprar las series (standards)

o http://www.iso-14001.org.uk/index.htm

ISO 14000: tiene breves resúmenes y guías en línea, y permite


comprar manuales y standards

o http://www.cepis.ops-oms.org/

Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del


Ambiente (CEPIS) organismo de la Organización Mundial de la Salud
(OMS): en su página dispone de dos artículos relativos a la familia de
normas ISO 14000 con textos disponibles y una amplia bibliografía
comentada sobre el tema en el apartado «Evaluación del ciclo de
vida»:

 «Repindex 63: ISO 14000»


http://www.cepis.ops-
oms.org/eswww/proyecto/repidisc/publica/repindex/repi063.
html

 «Repindex 65: Familia ISO 14000»

http://www.cepis.ops-
oms.org/eswww/proyecto/repidisc/publica/repindex/repi065.
html

 Herramientas para la elaboración de ACV (ANTÓN VALLEJO, 2004):


o Gabi (Universidad de Stuttgart, Alemania):
http://www.lbpgabi.uni-stuttgart.de/
En contraste con las herramientas clásicas de ACV, este programa
ofrece además un análisis económico.
o Simapro (Pré-consultants, Paises Bajos):
http://www.pre.nl
Compara y analiza complejos productos descomponiéndolos en
todos sus materiales y procesos.
o Boustead (Bousted Consulting, Suecia):
http://www.ekologik.cit.chalmers.se
Aplicación para la industria química, plásticos, acero...
o Euklid (Frauenhofer-Institut, Alemania):
http://www.ivv.fhg.de
Productos industriales.
o KCL ECO (Finninsh Pulp and Paper Research Institute, Finlandia):
http://www.kcl.fi/eco/
Industria papelera.
o WISARD (PriceWaterHouse&Cooper, Francia):
http://www.pwc.com/es/es/index.jhtml
Análisis del impacto económico y ambiental del residuo sólido
municipal.
o Umberto (Ifeu-Institut, Alemania):
http://www.umberto.de/en/
Preparación de ACV, ecobalances empresariales.
o TEAM (Ecobilan, Francia):
http://www.pwcglobal.com
Muy completo; su base de datos incluye más de 500 módulos de
diferentes sectores.
Ejemplos de aplicación

En la red se pueden obtener múltiples ejemplos de análisis de vida de productos,


se pone a continuación una pequeña lista de análisis relativos a productos de la
construcción:

Madera

MARTÍN, ALICIA Y STOLKINER, MARTA (2004) «La Madera en la construcción y el


análisis del ciclo de vida», SAGPyA Forestal, número 31,
junio. http://www.sagpya.mecon.gov.ar/new/0-
0/forestacion/revistas/Revista31/analis31.pdf
Breve artículo en la revista Forestal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentos de Argentina (SAGPyA) con datos comparativos entre
materiales de construcción.

Cemento

CARDIM DE CARVALHO FILHO, ARNALDO (2001) Análisis del ciclo de vida de productos
derivados del cemento. Aportaciones al análisis de los inventarios del ciclo de vida
del cemento. Tesis doctoral de la Universidad Politécnica de Cataluña, doctorado
en Ingeniería Civil. http://www.tdx.cesca.es/TESIS_UPC/AVAILABLE/TDX-
0731101-125703/TESIS.pdf
Tesis doctoral sobre el análisis del ciclo de vida de productos derivados del
cemento. Tiene un detallado análisis de ciclo de vida de estos productos,
explicando y utilizando distintas metodologías, y una presentación previa sobre
el ACV en materiales de construcción.

Materiales de construcción (inglés)

Environmental Profiles of Building Materials, Components and


Buildings (BRE) (Perfiles medioambientales de los materiales de construcción,
componentes y construcciones).
http://cig.bre.co.uk/envprofiles/document.jsp?jsessionid=1792741118134435234
La fundación BRE lleva más de tres años realizando una base de datos de libre
consulta en internet. En su página se pueden consultar los perfiles
medioambientales de múltiples materiales constructivos, una certificación que
da BRE, la metodología utilizada para su elaboración, etc.

Bibliografía consultada
ALAVEDRA, PERE; DOMÍNGUEZ, JAVIER; GONZALO, ENGRACIA Y SERRA, JAVIER (1998) «La
construcción sostenible. El estado de la cuestión», Boletín CF+S,
4:http://habitat.aq.upm.es/boletin/n4/apala.html
ANTÓN VALLEJO, MA. ASUNCIÓN (2004) Metodología del análisis del ciclo de
vida, en Utilización del Análisis del ciclo de vida en la evaluación del impacto
ambiental del cultivo bajo invernadero mediterráneo, tésis doctoral de la
Universidad Politécnica de Cataluña,
. http://www.tdx.cesca.es/TESIS_UPC/AVAILABLE/TDX-0420104-
100039/#documents
AUDSLEY, J. (1997) Harmonisation of Environmental Life Cycle
Assessment. European Commission DG VI Agriculture. Final Report Concerted
Action AIR3-CT94-2028
CASADO MARTÍNEZ, N. (1996) Edificios de alta calidad ambiental. Ibérica, Alta
Tecnología, ISSN 0211-0776.
CEPIS (1997) «Repindex 63: ISO 14000», Repindex, Centro Panamericano de
Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, http://www.cepis.ops-
oms.org/eswww/proyecto/repidisc/publica/repindex/repi063.html
GONÇALVES, ARTUR JORGE DE JESÚS (2004) El análisis de ciclo de vida y su aplicación
a la arquitectura y al urbanismo, trabajo desarrollado en la asignatura Por una
ciudad más sostenible. El planeamiento urbano frente al paradigma de la
sostenibilidad del Doctorado en Ciudades, Periferias y Vitalidad Urbana. Madrid:
ETSAM.
HERTWICH, E. (2002) Epilog, en The Areas of Protection in Life Cycle Impact
Assessment. Global LCA Village, pp 1-2.
IDAE (1993) Guía de la energía. Instituto para la Diversificación y Ahorro de la
Energía, Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
KEOLEAIN, G.A. (1998) Prevención de la contaminación a través del diseño del
ciclo de vida, en Manual de Prevención de la Contaminación Industrial. México:
McCrawHill/InterAmericana, pp 253-294.
LANTING, ROEL (1996) Sustainable Construction in The Netherlands -A perspective
to the year 2010 , Working paper for CIB W82 Future Studies in Construction.
TNO Bouw Publication number 96-BKR-P007.
LUXÁN, MARGARITA DE (1996) Arquitectura integrada en el medio
ambiente, en La construcción de la ciudad sostenible. Primer catálogo español
de buenas prácticas. Madrid: Ministerio de Obras Publicas, Transportes y Medio
Ambiente. http://habitat.aq.upm.es/cs/
SETAC (1993) Conceptual Framework for Life-Cycle Impact Assessment Society
of Enviromental Toxicology And Chemistry, Foundation for Environmental
Education, Inc. Pensacola, Florida.
TENDERO, RICARDO (s.f.) Conferencia impartida durante el Seminario de
Arquitectura Integrada en su Medio Ambiente Citado por Margarita de Luxán en
«Arquitectura integrada en el medio ambiente» Madrid: ETSAM.
TRAMA, LUIS Y TROIANO, JUAN CARLOS (2001) «Análisis del ciclo de vida según las
normas de la subserie IRAM-ISO 14040», Construir, número 57, enero/febrero,
ISBN 987-01-0174-7.
UDO DE HAES, H.A.; JOLLIET, O.; FINNVEDEN, G.; HAUSCHILD, M.; KREWIT, W.; MÜLLER-
WENK, R. (1999a) «Best Avaible Practice Regarding Impact Categories and
Category Indicators in Life Cycle Assessment (I)», Journal of the International
Institute life Cycle Assessment, 4 (2): pp. 66-74
UDO DE HAES, H.A.; JOLLIET, O.; FINNVEDEN, G.; HAUSCHILD, M.; KREWIT, W.; MÜLLER-
WENK, R. (1999b) «Best Avaible Practice Regarding Impact Categories and
Category Indicators in Life Cycle Assessment (II)», Journal of the International
Institute life Cycle Assessment, 4 (2): 66-74.
UDO DE HAES, H.A.; LINDEIJER, E. (2002) The Areas of Protection in Life Cycle
Assessment Global LCA Village. March, pp 1-8.
VERDAGUER VIANA-CÁRDENAS, CARLOS (2000) «De la sostenibilidad a los
ecobarrios», Boletín CF+S,
14: http://habitat.aq.upm.es/boletin/n14/acver.html
WEIDEMA, BO PEDERSEN (1999) The SPOLD File Format'99 Brussels: Society for
the Promotion of Life-cycle assessment
Development, http://www.spold.org/publ/

Notas

[1]: Este artículo forma parte del trabajo de documentación Glosario de términos
clave relacionados con un urbanismo y una arquitectura más sostenibles realizado
en Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Escuela
Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, desarrollado gracias a una beca
del Ministerio de Educación y Cultura y bajo la tutela de AGUSTÍN HERNÁNDEZ
AJA.
[2]: http://www.setac.org/. Extraído de: Randa Group (consultoría ambiental,
gestión de riesgos y previsión social) .
[3]: Actualmente está en curso una iniciativa auspiciada por United Nations
Environmental Program (UNEP), y SETAC, dentro de la cual se pretende
establecer el marco general de la fase de AICV e identificar las necesidades de
investigación. Probablemente en el futuro éste será el marco de referencia para el
estudio de las diferentes categorías de impacto.
[4]: Fuente: VÁZQUEZ ESPÍ (2001).

También podría gustarte