Biopilas Partes (Recuperado Automáticamente)

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7

La biodegradación o biorremediación de los hidrocarburos es un proceso mediante

el cual los microrganismos reducen los compuestos químicos a compuestos más


simples, es decir, de menor peso molecular. Por ello se presenta como una opción
muy viable para el tratamiento de los suelos contaminados con hidrocarburos.

Para que estas degradaciones se lleven a cabo, es necesario que existan las
condiciones ambientales adecuadas, así como la cantidad suficiente de
microrganismos degradadores de hidrocarburos, estos por lo general, son los
microrganismos autóctonos del sitio contaminado. En caso de que las condiciones
ambientales y las unidades formadoras de colonias (UFC) no sean suficientes, es
necesario incorpóralas en los sitios mediante procesos de ingeniería. Uno de los
principales problemas de la biodegradación, es que en presencia de altas
concentraciones del contaminante en el suelo, pueden existir efectos de toxicidad
sobre la población microbiana ya que esto excedería de tal forma que no
aguantarían los M.O. del sitio. Otro, es la insuficiencia de nutrientes en el suelo; sin
embargo, la presencia de cantidades mínimas de nitrógeno y fósforo mejoran la
posibilidad de biodegradación en el suelo. Los factores ambientales que afectan la
actividad microbiana y, por lo tanto, la biodegradación son el contenido de humedad,
temperatura, nutrientes inorgánicos (principalmente nitrógeno y fósforo), aceptores
de electrones (oxígeno, nitrato, sulfato), pH, presencia de metales pesados, tipo y
cantidad de material orgánico presente (carbono).

La biorremediación de los hidrocarburos se lleva a cabo principalmente por dos


grupos de microrganismos: las bacterias y los hongos. Las bacterias tienen un
crecimiento muy rápido y una mayor capacidad de adaptación a los medios
contaminados. La degradación depende de un adecuado suministro de agua, por lo
que es importante conocer la porción de agua disponible para los microrganismos.
Ésta puede conocerse indirectamente a través de la capacidad de campo, la cual
depende de la textura y porosidad del suelo. La biodegradación de los hidrocarburos
es óptima con un contenido de humedad entre 30 y 80 por ciento de la capacidad
del sitio. Los nutrientes inorgánicos principales para la biorremediación o
degradación son el nitrógeno y el fósforo. El primero es necesario para la síntesis
de proteínas y la pared celular, mientras que el fósforo es necesario para formar los
ácidos nucléicos.

El nitrógeno puede perderse rápidamente en el suelo debido a la lixiviación del


amonio y nitratos, así como por la desnitrificación del suelo. El fósforo se encuentra
frecuentemente limitado, debido a su baja solubilidad y biodisponibilidad. El fósforo
orgánico en suelos se encuentra principalmente en los ácidos húmicos. La
biorremediación depende principalmente de la actividad de los microrganismos
aerobios, por lo que se requiere un suministro adecuado de oxígeno al suelo.
Aproximadamente se requieren de 2 a 3 Kg de oxígeno por Kg de hidrocarburos
para asegurar una buena degradación de los contaminantes en el suelo. Cuando
los poros del suelo se encuentran ocupados por moléculas de agua, la difusión del
oxígeno es menor y se pueden presentar condiciones anóxicas. Para tener una
degradación aerobia es necesario tener aproximadamente 10% de poros libres en
la matriz del suelo. Los contaminantes orgánicos presentes en el suelo son la fuente
de carbono que los microrganismos requieren para la degradación.

Algunas consideraciones para definir si la degradación es factible son las siguientes:

1. Los hidrocarburos alifáticos son más fáciles de degradar que los compuestos
aromáticos.

2. Los hidrocarburos alifáticos de cadena recta son más fáciles de degradar que los
que tienen radicales, ya que el radical impide la biodegradación.

3. Los hidrocarburos saturados son más fáciles de degradar que los insaturados. La
presencia del doble o triple enlace dificultan la degradación.

4. Las cadenas largas de hidrocarburos son más fáciles de degradar que las cortas.
Los hidrocarburos con menos de 9 carbonos son difíciles de degradar, ya que son
tóxicos; el contenido óptimo de carbonos en la cadena para degradar es de 10 a 20.

La efectividad de la biopila depende de los siguientes factores:

1. Características del suelo.

2. Características de los contaminantes.


3. Condiciones climatológicas.

Las biopilas ofrecen un costo más competitivo con respecto a otras técnicas de
saneamiento de suelos.

Limitaciones

1. Los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) de cinco y seis anillos son


difícilmente degradables en las biopilas.

2. Las biopilas no son efectivas para concentraciones de HTP superiores a 50 000


mg/Kg.

3. La presencia de metales pesados pueden inhibir el crecimiento de


microrganismos.

Criterios para la selección de la tecnología

1. Establecer la extensión del suelo contaminado (volumen y datos del sitio).

2. HTP < 50 000 ppm.

3. Bacterias heterótrofas > 1 000 UFC/g en suelo seco.

4. pH entre 6 y 9.

5. Contenido de humedad entre el 70 y 95 % de la capacidad de campo.

6. Bajo contenido de arcilla y limo.

7. C: N:P:K debe ser aproximadamente de 100:15:1:1.

8. Metales tóxicos < 2 500 mg/Kg.

Bases técnicas para el diseño y construcción de la biopila

1. Selección del sitio

2. Preparación de la base

3. Aeración

4. Adición de humedad
5. Adición de nutrientes

6. Colección de lixiviados

Selección del sitio

El área debe contar con espacio adecuado y con los servicios que permitan la
instalación de aeración y distribución de agua. Se requiere un área plana para la
construcción de la biopila. El lugar debe ser suficiente para almacenar el suelo,
mezclarlo y prepararlo para la biopila.

Preparación de la base

La base de la biopila tiene tres funciones:

• Proporcionar una cimentación estable para soportar la biopila, así como el manejo
de las operaciones requeridas dentro de este sistema de tratamiento.

• La base proporciona una barrera contra la migración potencial del contaminante


en el suelo subyacente del sitio.

• La base debe contar con una pendiente de 2 a 3 por ciento para evitar el
almacenamiento de lixiviados en la base de la biopila.

La base de la biopila puede consistir en una capa de arcilla compactada, o bien, se


puede utilizar un área pavimentada como la de un estacionamiento o un patio de
almacenamiento.

Aeración

La biopila debe contar con un sistema de aeración para que exista el suministro de
oxigeno suficiente y de esta forma los microrganismos degraden los compuestos.
El suministro puede ser activo o pasivo. En ambos casos se requiere la instalación
de drenes, tuberías ranuradas o perforadas que se colocan a diferentes alturas a
través de la biopila, de manera que el aire penetre dentro de estas y que por medio
de los conductos se dé una aeración interna del sistema. En el método pasivo se
deja que el aire penetre naturalmente a los drenes. Los sistemas de ventilación
activa consideran sistemas de inyección y extracción de aire. Estos sistemas deben
actuar de manera que el flujo de aire esté justo arriba de las condiciones de oxígeno
límite, a fin de prevenir exceso de volatilización de los hidrocarburos que reduzcan
las emisiones de vapor hacia el exterior. Si los vapores son excesivos se instala un
sistema de carbón activado para la eliminación de vapores y olores. Cuando se trata
de hidrocarburos pesados como los provenientes de Diesel, no se requiere sistema
de extracción de vapores. Para obtener la tasa de degradación de los hidrocarburos
en la biopila se requiere una prueba de respirometría, en ella se mide la cantidad de
muestras de gas del suelo. Las mediciones se continúan hasta que se llega a un 10
por ciento. Para determinar la tasa de consumo de oxígeno, se mide el porcentaje
con el tiempo. La tasa de biodegradación se estima antes de iniciar la operación de
la biopila. Una disminución en la tasa de consumo de oxígeno se interpreta como
una disminución en la concentración de hidrocarburos dentro del sitio que se esta
analizando.

Adición de agua

Los microrganismos requieren humedad para transportar los nutrientes, llevar a


cabo los procesos metabólicos y mantener la estructura de la célula. Sin embargo,
un exceso de humedad es indeseable debido a que el agua ocuparía gran parte de
los poros del suelo, limitando la permeabilidad del aire y reduciendo la eficiencia de
aeración. Por otra parte, el exceso de agua incrementa la generación de lixiviados,
tanto de los hidrocarburos como de los nutrientes. El contenido de agua puede
cambiar a medida que se lleva a cabo el saneamiento. Por lo general, el aire penetra
en la biopila a menos de 100 por ciento de la humedad relativa y tiende a remover
la humedad a medida que se mueve a través de la biopila.

Por otra parte, el proceso de biodegradación convierte los hidrocarburos en CO2y


H2O lo que incrementa nuevamente el contenido de agua.

Aproximadamente se producen 700 mg de agua por cada 500 g de HTP


degradados.

El requerimiento de agua depende del clima del sitio de ubicación de la biopila. En


un ambiente seco y con bajo contenido inicial de hidrocarburos, por lo general se
requiere agregar agua. La práctica para el control de humedad se facilita cuando
existe un sistema de colección y control de lixiviados. Regularmente un ajuste inicial
en el contenido de agua es suficiente para eliminar la necesidad de adición de agua
durante la operación de la biopila. Si la biopila se cubre al terminar su construcción,
se calcula que existirá una pérdida de humedad entre 1 y 2 por ciento en un período
de 4 meses. Generalmente se recomienda que el suelo tenga un contenido de agua
entre 70 y 90 por ciento de la capacidad de campo si únicamente se le va a gregar
agua durante la etapa de construcción.

Adición de nutrientes

Los organismos requieren de una fuente de carbono para producir biomasa. Los
microrganismos que degradan los hidrocarburos en una biopila utilizan a estos como
fuente de carbono y energía. Los contaminantes y los compuestos orgánicos
naturales del suelo habitualmente suministran este carbono requerido, pero existen
otras sustancias que son nutrientes esenciales como el nitrógeno, el fósforo y el
potasio, que pueden estar en baja proporción con respecto al carbono. Los
nutrientes se disuelven en agua y se rocían en el suelo antes o durante la
construcción de la biopila, o bien, en forma granular mezclada con el suelo.
Asimismo, es factible agregar los nutrientes en el sistema de adición de agua
durante la operación. Cuando la pila se empieza a secar, una solución de nutrientes
en agua se aplica en la parte superior de la pila mediante un sistema de aspersión.
La solución de nutrientes pereda a través de la pila; sin embargo, el fósforo no
penetra más de 30 cm debido a la reacción química con el suelo.

Colección de lixiviados

Para un sistema permanente de biopilas se instala un sistema de colección de


lixiviados, que consta de una tubería perforada en la base de la biopila del lado hacia
donde se dejó la pendiente. El tubo se conecta a una canaleta que puede ser una
tubería de 4 pulgadas cortada en media caña, que finalice en un cárcamo de
bombeo y un tanque de almacenamiento de los lixiviados. Para biopilas menores se
puede conectar el sistema de colección de lixiviados al de extracción de vapores. Si
la biopila se construye con la humedad requerida no se producen lixiviados. (Iturbe
Arguelles , Flores Torres, Chávez López, & Roldán Martín, 2001)

Bibliografía
Iturbe Arguelles , R., Flores Torres, C., Chávez López, C., & Roldán Martín, A. (02
de Septiembre de 2001). Saneamiento de suelos contaminados con
hidrocarburos mediante biopilas. Ciudad de Mexico, Estado de Mexico,
Mexico. Recuperado el 02 de Abril de 2018

También podría gustarte