Teoria X Y Mcgregor 1
Teoria X Y Mcgregor 1
Teoria X Y Mcgregor 1
McGregor en su obra “El lado humano de las organizaciones” describió dos formas
de pensamiento de los directivos, a estos los denominó Teoría X y teoría Y. Su idea
surgió a partir de la Revolución Industrial y el surgimiento de las primeras fábricas,
ya que con estas se dio la necesidad de gestionar la manera en que los trabajadores
llevaban a cabo sus labores.
Teoría X
Debido a esta premisa, considero al trabajador como ente pasivo al que se necesita
obligarle a trabajar, es un ser holgazán que tiende a trabajar lo menos posible y su
única motivación es obtener dinero. Considero al trabajador un ser incapaz de
gestionar cambios y conflictos, agregando lo poco ambiciosos.
El estilo de dirección ante esta teoría debe ser basada en el ejercicio de una
autoridad formal, señalando lo que debe hacer y cómo hacerlo, marcando los
tiempos de realización del trabajo, dictando normas a seguir y sometiendo a los
empleados a una constante presión, consiguiente que hagan los esfuerzos
necesarios para evitar ser sancionados, resumiendo esto a un estilo de dirección
autoritario.
Teoría Y
Esta teoría surge de la postura: las personas pueden aplicarse al trabajo con tanta
naturalidad como descansar, pueden autocontrolar su trabajo, ya que una persona
normal procura asumir responsabilidades, siendo la creatividad, ingenio e
imaginación algo que la mayoría tienen o pueden desarrollar.
Esta teoría ayuda a generar un clima de confianza ya que formar, dar información,
negociar objetivos y responsabilidades son fundamentales para el funcionamiento
de la empresa. Por lo tanto, se trata de ejercer un liderazgo que permita
participación y confianza, que permita al colaborador crecer y enriquecerse en el
trabajo y responsabilidad personal, enfocado en la consecución de objetivos en vez
de la autoridad y poder personal.
Se hace visible desde estas dos teorías que el trabajador actual ya no es motivado
por la coacción o temor como ocurrió en las primeras industrias, el moderno
encuentra sus motivaciones en el reconocimiento, la autoestima y capacidad de
realización. Por esto, McGregor propone un modelo de gestión de recursos
humanos denominado de “integración y autocontrol”, en el cual al establecer los
objetivos empresariales, se define las responsabilidades del empleado, sus metas,
y su propio proceso de crecimiento, unificando cómo se autoevaluará.
Hace un llamado a los gerentes, ya que es importante el clima generado por los
mismos, que va más allá de su personalidad o estilo de liderazgo, se trata de
transmitir integridad y coherencia con un conjunto de principios en los que el respeto
al ser humano es un asunto prioritario.
En los años setenta, William Ouchi al preocuparse por las causas de los bajos
niveles de productividad en Estados Unidos mientras que en empresas japonesas
aumentaban, al conocer estas causas dio lugar a la llamada Teoría Z. Esta se basa
en los principios de compromiso de empleo para toda la vida, lentitud en la
evaluación y promoción del personal, consenso en la toma de decisiones,
responsabilidad compartida (nadie es más responsable que otro), los empleados no
manifiestan su desacuerdo ni se rebelan contra superiores, existen reuniones
sociales donde se manifiestan los desacuerdos de forma sutil y amable, y por último,
total atención a los empleados, esto incluye los aspectos de la vida social y familiar.
El éxito de estos principios en Japón, causó que Estados Unidos los utilizara.
Matta Ríos, Vilma Ivonne, Estudio de las teorías X, Y y Z desde el punto de vista
motivación, con una muestra de la industria guatemalteca, Guatemala, USAC, 1987.