Fedro o Del Amor
Fedro o Del Amor
Fedro o Del Amor
Fedro o De la belleza
Platón
Diálogo de Platón (427-347 c de C) . Sócrates encuentra a Fedro leyendo un discurso
de Lisias sobre el amor y paseando a lo largo de las Murallas para meditar a solas
sobre aquel.
Fedro encuentra maravilloso el arte de Lisias, que al hablar del amor, dice que hay que
creer antes en las palabras de quien no nos ama que en las de un verdadero amante.
Éste arrebatado por su pasión, no sentirá gratitud alguna por su amado y le
abandonará cuando su ardor se haya extinguido.
En cambio, quien no ama, el amante no apasionado, equilibrará sabiamente sus
demandas con sus ofertas, será prudente y conducirá todo el asunto del modo más útil
para él y para el amado.
Es dado observar que cuando se refiere a aquel que no ama, se refiere concretamente
sólo al que no ama, dominado porla pasión. Sócrates opina que en cuanto al
contenido, Lisias ha dejado de analizar ciertos elementos y que hubiese sido bueno
hacerlo. Ante los pedidos de Fedro, Sócrates, ante todo, da una definición del amor, y
dice que el amor es esencialmente deseo. Pero hay dos formas de deseo, una es
aquella que tiende solamente al placer y la otra es la que tiende intelectualmente sólo
al bien.
El amor apasionado se acerca mucho a la primera, es deseo irresistible e insensato de
la belleza.
El amor no apasionado y sus ventajas, se desprenden porque es lo opuesto al amor
apasionado.
En el segundo discurso Sócrates va a explicar que no es verdad que la pasión propia
del amor, tenga únicamente carácter negativo, pues las actividades superiores del
hombre participan todas de un delirio que indican su origen divino. Para poder
comprender el valor y el alcance de este delirio, hay que comprender el valor y el
alcance del alma humana, debiendo para ello dejar bien sentado la inmortalidad del
alma.
El alma es inmortal como todo aquello que posee en sí mismo el principio de su
movimiento, y para ello presenta el bellísimo mito de la biga alada.
En este mito, podemos imaginar el alma como un coche alado, guiado por un cochero
alado y tirado por dos caballos; pero mientras en el alma de los dioses no hay
imperfección alguna, en la del hombre, los dos caballos son de naturaleza
absolutamente distintay opuesta: el uno blanco y noble, tiende al cielo, mientras el otro
negro y corpulento, tiende a la tierra; y entonces el cochero queda necesariamente a
merced de las dos tendencias de los caballos, que pugnan uno y otro por actuar según
sus tendencias.
A cada revolución astronómica, se forma un cortejo de dioses que, guiados por Zeus,
se dirigen a los confines del universo hasta asomarse al umbral del otro mundo que es
superior a éste, donde se hallan los valores eternos, es decir las Ideas.
Las almas de los hombres se unen al cortejo divino, pero su ascensión se ve
dificultada por la discordia entre los dos caballos, y una vez que han llegado al nivel
eterno no logran mantenerse en él.
Una vez vueltas a la esfera de nuestro universo, las almas que han visto por lo menos
una parte de los valores absolutos, es decir las Ideas, pueden continuar su existencia
celeste hasta la próxima revolución y si no degeneran, se quedan para siempre en
este estado; mientras que si degeneran olvidan lo que han visto en el mundo de la
eternidad y junto con aquellas que no han podido alcanzar la visión de ninguna Idea,
se vuelven pesadas y caen a tierra, donde vuelven a encarnarse.
Es importante ver el papel fundamental que juega el amor, no sólo en este diálogo,
sino en toda la obra de Platón, pues gracias al impulso que proporciona al alma, hacia
las cosas bellas, a las alas que hace crecer en ella,puede ésta remontar su vuelo
hacia la idea de la Belleza y empujándola a sumirse cada vez más en la contemplación
de lo absoluto, es decir de las formas eternas.
Un examen de los discursos, lleva a Sócrates, en la segunda parte del diálogo, a fijar
el objeto y los modos de la retórica verdadera, esta no es como querían los sofistas,
que por entonces dominaban una ciencia con un conjunto de reglas para persuadir a
los demás de la bondad de sus opiniones, sino mas bien una guía del alma hacia las
Ideas absolutas.
Según Sócrates el arte de la oratoria, es un medio de seducir a las almas por medio de
la palabra, tanto sea en los tribunales, en las reuniones públicas y en las reuniones
privadas.
Al final del discurso, deja Sócrates sentadas las bases de la retórica científica que se
opone a la retórica de los sofistas, que sólo buscan persuadir por medio de la palabra
sin importar la defensa de la verdad.
El mito de Theuth y de Thamus muestra claramente la posición de Platón al respecto.
El escribir queda relegado a un pasatiempo y no como una ocupación seria.
Para entender el alcance de la condena a la palabra escrita es menester el mensaje
que Sócrates le encarga a Fedro para que se lo lleve a Lisias y a todo escritor:
únicamente tiene valor las obras de aquellos que las compusieron con conocimiento
de la verdad, de aquellos que pueden salir en defensa de lo escrito
platon ...