El Hombre de La Gorra Marrón
El Hombre de La Gorra Marrón
El Hombre de La Gorra Marrón
No hace mucho tiempo paseaba por la ciudad un hombre que llevaba puesta
sobre su cabeza una gorra de color marrón. Al llegar a la estación de ferrocarril,
el hombre se metió en el vestíbulo y se detuvo a contemplar a la gente que entraba y
salía cargada con sus maletas, sus bolsas y sus carteras. En esas estaba cuando, de
pronto, exclamó con voz alta:
-¡Vaya, vaya!
-¡Vaya, vaya!
A la salida del túnel había un edificio muy alto con grandes ventanales oscuros.
Tenía todas las ventanas cerradas y desde fuera no podía verse lo que la gente hacía
en el interior puesto que los cristales hacían el efecto de un espejo en el que se
reflejaban el cielo y las nubes. El hombre de la gorra marrón se detuvo
frente al edificio y esperó a ver si alguien abría
alguna de aquellas ventanas. Pasó el tiempo y las ventanas permanecían cerradas.
Entonces nuestro hombre dijo casi gritando:
-¡Vaya, vaya!
Cuando vio que todas las ventanas continuaban carradas a cal y canto, gritó de
nuevo, y esta vez con mucha más fuerza:
-¡Vaya, vaya!
-¡Vaya, vaya!
-¡Vaya, vaya!
-A nosotros no nos hace ninguna gracia que usted vaya gritando por todas partes
"¡Vaya, vaya!". Pero como no hay ninguna ley escrita que prohíba decir por la calle
"¡Vaya, vaya!", tenemos que dejarlo en libertad.
Franz Hohler
a) ¡Ya, ya!.
b) ¡Vaya, vaya!.
c) ¡Venga, venga!.
a) La acera estrecha.
a) Doce fuentes.
b) Un pequeño lago.
c) Varios elefantes.
a) Al joven desnudo.
b) Al cielo.
c) Al ave de rapiña.