Célula Eucariota
Célula Eucariota
Célula Eucariota
Contenido
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• 1 Organización
• 2 Fisiología
• 3 Origen de los eucariotas
• 4 Organismos eucariontes
• 5 Diferencias entre células eucariotas
o 5.1 Células animales
o 5.2 Células vegetales
o 5.3 Células de los hongos
• 6 Véase también
• 7 Referencias
o 7.1 Notas
o 7.2 Bibliografía
[editar] Organización
Las células eucariotas presentan un citoplasma compartimentado, con orgánulos
(membranosos) separados o interconectados, limitados por membranas biológicas que
son de la misma naturaleza esencial que la membrana plasmática. El núcleo es
solamente el más notable y característico de los compartimentos en que se divide el
protoplasma, es decir, la parte activa de la célula. En el protoplasma distinguimos tres
componentes principales, a saber, la membrana plasmática, el núcleo y el citoplasma,
constituido por todo lo demás. Las células eucariotas están dotadas en su citoplasma de
un citoesqueleto complejo, muy estructurado y dinámico, formado por microtúbulos y
diversos filamentos proteicos. Además puede haber pared celular, que es lo típico de
plantas, hongos y protistas pluricelulares, o algún otro tipo de recubrimiento externo al
protoplasma.
[editar] Fisiología
Las células eucariotas contienen en principio mitocondrias, orgánulos que habrían
adquirido por endosimbiosis de ciertas bacterias primitivas, lo que les dota de la
capacidad de desarrollar un metabolismo aerobio. Sin embargo, en algunos eucariotas
del reino protistas las mitocondrias han desaparecido secundariamente en el curso de la
evolución, en general derivando a otros orgánulos, como los hidrogenosomas.
Hoy en día existen pruebas concluyentes a favor de la teoría de que la célula eucariota moderna
evolucionó en etapas mediante la incorporación estable de las bacterias. Diferentes aportaciones
justifican el origen de los cloroplastos y las mitocondrias a partir de éstas.
Isabel Esteve, Discurso de presentación de Lynn Margulis en el acto de investidura doctora
honoris causa UAB2
El primer paso, al día de hoy, no se considera demostrado. A finales de los años ochenta
y principio de los noventa diversos trabajos no admitían las homologías propuestas
entre los flagelos de los eucariontes y de las espiroquetas.8 9 10 11 Margulis defiende que
las asociaciones entre espiroquetas y protistas apoyan su teoría, y "la comparación de
genes y genomas arqueobaterianos con secuencias de eucariontes han demostrado la
relación filogenética de ambos grupos".12 No obstante, desde su formulación por
Margulis, han surgido innumerables interrogantes. Margulis admite que este es el punto
de su teoría con más dificultades para defenderse y Antonio Lazcano, en 2002, previene
que para comprender el origen de este primer paso, se acepte o no su origen
simbiogenético, "es indispensable secuenciar no sólo los genomas de una gama
representativa de protistas sino también reconocer la importancia del estudio de la
biología de estos organismos".12
Ya en los años setenta surgió, como alternativa al origen simbiogenético de este primer
paso, la hipótesis de que éste se hubiese producido mediante invaginaciones,13 propuesta
que no contradice el paradigma neodarviniano y que, aún hoy, se considera plausible
por amplios sectores del mundo académico.
A Margulis le ha costado más de 30 años hacer valer su teoría hasta lograr demostrar la
incorporación de tres de los cuatro simbiontes, o si se quiere, dos de los tres pasos
propuestos (la incorporación de las espiroquetas no se considera probada).
El mundo académico se vio forzado a aceptar la parte de la teoría de Margulis que hoy se
enseña en todos los libros de texto: que las mitocondrias y los cloroplastos provienen, por
simbiosis, de antiguas bacterias de vida libre. La idea convencional, sin embargo, persiste aún
gracias a que la teoría de Margulis se suele presentar en una versión edulcorada que no capta el
fondo de la cuestión.
Javier Sampedro, Deconstruyendo a Darwin, p. 40
Afortunadamente, gracias a la genial bióloga estadounidense Lynn Margulis, hoy tenemos la
solución a este desconcertante enigma: una explicación científica mucho más sensata, lúcida y
creativa que la que se ha empeñado en sostener la ortodoxia neodarwinista durante los últimos
35 años, pese a tener la solución, publicada por Margulis en 1967, literalmente delante de sus
narices. La ortodoxia se ha resistido con uñas y dientes —en gran medida sigue resistiéndose—
a aceptar la teoría de Margulis por el sencillo hecho de que no encaja con sus prejuicios
darwinistas. Pero si usted logra liberarse de ese lastre irracional y anticientífico, verá
inmediatamente que la idea de Margulis no sólo es la correcta, sino que está dotada de un
luminoso poder explicativo. El modelo de Margulis sobre el origen de la célula eucariota no es
gradual, pero no le hace ninguna falta para ser factible. Implica un suceso brusco y altamente
creativo, pero también enteramente materialista, ciego y mecánico.
Javier Sampedro, Deconstruyendo a Darwin.15
Ahora tenemos cada paso y no hay eslabones perdidos en este tipo de simbiogénesis en la
formación de cilios. Formamos relaciones con las espiroquetas pero cada paso está analizado.
Para comprender este esquema hay que elegir cada elemento y ponerlo en orden porque en la
naturaleza este orden no existe. Empezamos con un esquema teórico y en la vida tenemos ya
exactamente lo que hemos predicho y todo va en la misma dirección.
Entrevista con Lynn Márgulis, Muchas de las cosas que nadie sabe de Darwin han pasado en
Chile, SINC, 27/11/2009
Las células animales componen los tejidos de los animales y se distinguen de las células
vegetales en que carecen de paredes celulares y de cloroplastos y poseen centríolos y
vacuolas más pequeñas y, generalmente, más abundantes. Debido a la carencia de pared
celular rígida, las células animales pueden adoptar variedad de formas e incluso pueden
fagocitar otras estructuras.
• Una vacuola central grande (delimitada por una membrana, el tonoplasto), que
mantiene la forma de la célula y controla el movimiento de moléculas entre
citosol y savia.
• Una pared celular compuesta de celulosa y proteínas, y en muchos casos,
lignina, que es depositada por el protoplasto en el exterior de la membrana
celular. Esto contrasta con las paredes celulares de los hongos, que están hechas
de quitina, y la de los procariontes, que están hechas de peptidoglicano.
• Los plasmodesmos, poros de enlace en la pared celular que permiten que las
células de las plantas se comuniquen con las células adyacentes. Esto es
diferente a la red de hifas usada por los hongos.
• Los plastos, especialmente cloroplastos que contienen clorofila, el pigmento que
da a la plantas su color verde y que permite que realicen la fotosíntesis.
• Los grupos de plantas sin flagelos (incluidas coníferas y plantas con flor)
también carecen de los centriolos que están presentes en las células animales.
Estos también se pueden encontrar en los animales de todos los tipos es decir en
un mamifero en una ave o en un reptil
Las células de los hongos, en su mayor parte, son similares a las células animales, con
las excepciones siguientes:
• Citoesqu • Citoesqu
eleto eleto
Orgánul • Núcleo • Núcleo
os (con (con
Nucléol Nucléolo)
o) • Retículo
• Retícul endoplas
o mático
endopla rugoso
smático • Retículo
rugoso endoplas
• Retícul mático
o liso
endopla • Ribosoma
smático s
liso • Aparato
• Riboso de Golgi
mas (Dictioso
• Aparato mas)
de • Mitocond
Golgi ria
• Mitoco • Vesículas
ndria • Lisosoma
• Vesícul s
as • Vacuola
• Lisoso central
mas (con
• Centros Tonoplast
oma o)
(con • Plastos
Centriol (Cloropla
os) stos,
Leucopla
• Peroxis stos,
oma Cromopla
stos)
• Microcue
rpos
(Peroxiso
mas,
Glioxiso
mas)
Estructu • Flagelo • Flagelo
ras (sólo en
adicional • Cilios gametos)
es • Pared
celular
• Plasmode
smos