Acotado Donato Di Pietro

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Donato Di Pietro

GEOMETRIA DESCRIPTIVA

PROYECCIONES
ACOTADAS
1 ra . Edición

2001

L I B R E R I A Y E D I T O R I A L A LS I N A
Paraná 137 - (C1017AAC) Buenos Aires
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Buenos Aires, 2001

Diseño de Tapa, diagramación, gráficas y armado de interior:


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La reproducción total o parcial de este libro en cualquier forma
que sea, idéntica o modificada, no autorizada por el Editor, viola
los derechos reservados, incluído su uso por Internet o cualquier
otro medio electrónico. Cualquier utilización debe ser previa-
mente solicitada
INDICE GENERAL

CAPITULO I

EL PUNTO
1.1. REPRESENTACIÓN DEL PUNTO .......................... pág. 5
1.2. DISTANCIA ENTRE DOS PUNTOS ...................... pág. 7

CAPITULO II

LA RECTA
2.1. REPRESENTACIÓN DE LA RECTA .................... pág. 10
2.2. RELACIONES ENTRE DISTANCIAS OBJETIVA HORIZONTAL
Y VERTICAL DE PUNTOS DE UNA RECTA ........... pág. 11
2.3. APLICACIONES ............................................ pág. 13
2.4. PENDIENTE INTERVALO Y GRADUACIÓN
DE UNA RECTA ............................................ pág. 15
2.5. APLICACIONES ............................................ pág. 16
2.6. POSICIONES RELATIVAS DE DOS RECTAS ........ pág. 19
2.7. APLICACIONES ............................................ pág. 23
2.8. EJERCICIOS ................................................ pág. 25

CAPITULO III

REPRESENTACIÓN DEL PLANO


3.1. ESCALA DE PENDIENTE ................................. pág. 27
3.2. APLICACIONES ............................................ pág. 32
3.3. PARALELISMO E INTERSECCIONES ................. pág. 36
3.4. APLICACIONES ............................................ pág. 41
3.5. RECTA PERPENDICULAR A UN PLANO .............. pág. 43
3.6. REBATIMIENTO DE UN PLANO ........................ pág. 47
3.7. APLICACIONES ............................................ pág. 49
3.8. EJERCICIOS .................................................pág. 52
Indice General 5

CAPÍTULO IV

REPRESENTACIÓN DE SUPERFICIES
4.1. SUPERFICIES POLIÉDRICAS Y CURVAS ............ pág. 54
4.2. SUPERFICIE TOPOGRÁFICA ........................... pág. 56
4.3. INTERSECCIÓN DE UNA SUPERFICIE TOPOGRÁFICA CON
UN PLANO O CON UNA RECTA O CON UNA SUPERFICIE
CILÍNDRICA VERTICAL .................................. pág. 61
4.4. APLICACIONES ............................................ pág. 64
4.5. EJERCICIOS ................................................ pág. 70
COMENTARIO EDITORIAL

Proyecciones Acotadas

Este libro escrito por el Ingeniero Industrial Donato Di Pietro, ha


sido editado sucesivas veces desde su aparición, encontrándose en la
actualidad agotado.

Se ha decidido incorporarlo a la biblioteca electrónica Alsin@, en


formato de e-book, ya que el mismo es un clásico de la serie de libros
que la editorial posee referentes a geometría descriptiva y temas afi-
nes utilizando métodos de representación gráfica.

Este ha sido el primero de la serie con formato de libro electró-


nico, aunque el autor posee varios trabajos realizados, los que se irán
incorporando sucesivamente.

De los libros escritos por el autor se encuentran:

✏ Ejercicios de Cálculo Infinitesimal


✏ Geometría Analítica
✏ Geometría Descriptiva
✏ Geometría Analítica del plano, del espacio y Nomografía
✏ Mecánica Técnica

Esperando que esta incorporación sea evaluada como de impor-


tante consideración para el ámbito de la enseñanza técnica y profe-
sional, nos complacemos en brindar continuamente material para la
formación de nuestros profesionales.

Buenos Aires, Mayo de 2001

Librería y Editorial Alsina


CAPITULO I

EL PUNTO
1.1 REPRESENTACIÓN DEL PUNTO

1.1.1. El método de representación de las figuras por medio de sus


proyecciones acotadas, o método de los planos acotados, utiliza, a diferen-
cia del método de Monge, un solo plano de proyección. Su empleo resulta
ventajoso cuando deben representarse figuras de gran extensión horizontal
y escaso relieve. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando se hace la repre-
sentación de la superficie del terreno, cuyo relevamiento, por medio de las
proyecciones acotadas, permite construir los planos topográficos de la su-
perficie considerada. Los planos topográficos muestran la forma aproxima-
da del terreno y proporcionan todos aquellos detalles indispensables para
proyectar la construcción de caminos, canales, obras de fortificación, etc.

1.1.2. El plano único de proyección utilizado en el método de las pro-


yecciones acotadas, casi siempre horizontal, recibe el nombre de plano de
comparación, o cuadro. Lo indicaremos, generalmente, por medio de la letra
π y, salvo indicación especial, lo supondremos siempre horizontal.

π P1 π P1(5)
1 1

Representación Espacial Representación Acotada


FIG. 1.1
Geometría Descriptiva - Proyecciones Acotadas - Di Pietro 8

Considerado, entonces, un cuadro π, el punto arbitrario P queda indi-


vidualizado mediante su proyección ortogonal P1, sobre π y el número rela-
tivo n, que da, en cierta unidad, la distancia P1P, del punto P al cuadro π. En
la figura 1.1 el número n vale 5.
El número n, positivo, nulo o negativo, según que el punto esté enci-
ma del cuadro, en el cuadro o debajo del cuadro, constituye la cota o la alti-
tud del punto objetivo P y se escribe al lado de su proyección P1 tal como se
indica en la figura 1.1 para el punto P de cota 5.

1.1.3. En la figura 1.2 al punto A corresponde la cota negativa −3,


mientras al punto B, que pertenece al plano π, corresponde la cota cero.

A1 A1(−3)
B h B1 π
π B1(0)
1 1
A

Representación Espacial Representación Acotada


FIG. 1.2

1.1.4. Resulta, entonces, que un punto (propio) cualquiera, P, queda


perfectamente determinado mediante su proyección y su cota.
A la inversa, un punto cualquiera del cuadro y un número real (cota)
pueden representar siempre un punto único del espacio.

1.1.5. Para indicar el punto objetivo P, de proyección P1, y cota 3,25;


por ejemplo, escribiremos PP1 (3,25) o, simplemente, P1 (3,25).

1.1.6. Un plano en el cual se indicaron, al lado de las proyecciones de


puntos distintos, las cotas respectivas, se llama plano acotado. Tal es, por
ejemplo, el plano n dado en la figura 1.2.
A todo plano acotado debe acompañar, siempre, la escala, gráfica o
numérica utilizada para representar las longitudes. Solamente así podrá
reemplazarse, cuando sea necesario, un número (cota) por un segmento o
un segmento por un número.
Capítulo I: El Punto 9

En general, indicaremos la escala gráfica mediante un pequeño seg-


mento que representará 1 m de la figura espacial. La escala numérica será
una fracción que dará la razón entre un segmento del dibujo y el segmento
espacial correspondiente.

1.1.7. La elección del cuadro es, naturalmente, arbitraria. No obstan-


te, en trabajos topográficos de nivelación para caminos, canales, obras de
salubridad, etc., se adopta suficientemente bajo con respecto al terreno, de
modo que los puntos representados queden encima de él. Así, Obras
Sanitarias de la Nación ha adoptado como cuadro, es decir, como plano de
cota cero, el que está a 30,479 m debajo de la estrella central del peristilo
de la Catedral de Buenos Aires (fig. 1.3).
La Municipalidad de Buenos Aires utiliza como plano de comparación
para trabajos de nivela-
ción el mismo cuadro es-
tablecido por Obras Sani-
tarias. Con respecto a él
Peristilo de la Catedral pueden considerarse otros
de Buenos Aires planos de comparación,
17,475 m

de modo que, aun tratán-


19,00 m

dose de trabajos subterrá-


30,479 m

neos, las cotas resultan


36,144 m

Línea de la ribera positivas. En la nivelación


Cero del Mareógrafo para caminos se adopta,
del Riachuelo
generalmente, como pla-
Cero de las Obras de no de comparación, el co-
Salubridad rrespondiente al cero del
Cero de las Obras del mareógrafo del Riachue-
Puerto de Buenos Aires lo, situado 11,479 m más
alto que el de Obras Sa-
FIG. 1.3
nitarias.

1.2 DISTANCIA ENTRE DOS PUNTOS

1.2.1. Puntos A, B, C, ..., que pertenecen a un mismo plano paralelo


al cuadro (fig. 1.4), tienen, evidentemente, la misma cota. Y viceversa.
Geometría Descriptiva - Proyecciones Acotadas - Di Pietro 10

La distancia entre dos de tales puntos, A y B, por ejemplo, es igual a


la distancia entre sus proyecciones, es decir, AB = A1B1

D C
B
A

D1 C1 π
π 1 B1(3)
B1
A1(3)
A1

Representación Espacial Representación Acotada


FIG. 1.4
B

A
π π A1(2) 1
A1 h B1
B1(3)

Representación Espacial Representación Acotada


FIG. 1.5

1.2.2. Puntos A, B, C, ..., pertenecientes a una misma recta, r, per-


pendicular al cuadro, tienen la misma proyección. Y viceversa.
La distancia entre dos de tales puntos es dada, en la escala adopta-
da, por la diferencia entre sus cotas. Así, por ejemplo, la distancia entre los
puntos A y B (fig. 1.5) es AB = (5−2) unidades.

1.2.3. Sean A y B dos puntos cualesquiera del espacio (fig. 1.6). Lla-
maremos distancia horizontal entre A y B la distancia A1B1 entre sus pro-
yecciones, y distancia vertical entre los mismos puntos A y B el segmento
B’B = B1B − A1A medido por la diferencia entre sus cotas. Conducida por A
la paralela a la recta A1B1; es fácil notar, en seguida, que la distancia AB
Capítulo I: El Punto 11

entre los dos puntos considera- B


dos es dada, mediante la esca-
la utilizada, por la hipotenusa
del triángulo rectángulo que
tiene como catetos las distan- A B’
cias horizontal y vertical entre
los dos puntos objetivos A y B.
Conocidas, pues, las pro-
yecciones acotadas de los pun-
tos, así como la escala (gráfica
π A1 B1
o numérica), podemos hallar su
distancia objetiva. 1
Sean A1(10) y B1(4), por
ejemplo, los dos puntos (ver fig.
1.7). FIG. 1.6
Conducida por A1 la perpendicular a la recta A1 B1, se marca el seg-
mento A1C igual a (10−4 = 6) veces la unidad de medida.El segmento CB1
da, con aquella unidad, la distancia objetiva AB.

_ _
C CB1 = AB

B1(4)

90°
1

A1(10)
FIG. 1.7

Hemos hallado gráficamente la distancia AB.


Podemos hallarla, también, numéricamente.
Se mide, utilizando la unidad adoptada, el segmento A1B1. Sea 8 uni-
dades la longitud obtenida. La diferencia entre las cotas de los extremos del
segmento es (10−4 = 6) unidades. Entonces, AB = 82 + 62 unidades, o
sea, AB = 10 unídades.
CAPITULO II

LA RECTA
2.1. REPRESENTACION DE LA RECTA

2.1.1. Consideremos una recta arbitraria, r (fig. 2.1). Su proyección


sobre el cuadro es r1. Es evidente que el conocimiento de r1 no basta para
individualizar la recta r del espacio. Pero si conocemos, además, las cotas de
dos de sus puntos, de los que
A se proyectan en A1 y B1, por
ejemplo, la recta objetiva queda
r
perfectamente determinada.
En efecto, bastaría llevar
B
sobre las perpendiculares al
cuadro, por A1 y B1, los seg-
mentos A1A y B1B, que corres-
A1 r1 ponden, en escala, a las cotas
B1
del primer punto y del segundo,
respectivamente.
Una recta se representa,
π
pues, mediante su proyección
sobre el cuadro y las cotas de
FIG. 2.1
dos de sus puntos.
La figura 2.2 da la representación acotada de la recta cuyos puntos A
y B distan 2,5 m y 4 m del plano de comparación.

2.1.2. Resulta, entonces, que una recta, AB, por ejemplo, queda de-
terminada cuando se dan las proyecciones acotadas de dos de sus puntos
(fig. 2.2). Si las cotas de los dos puntos son iguales, la recta es paralela al
plano de comparación.
Tal es, por ejemplo, la recta determinada por los puntos C1(2) y D1(2).
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 13

Una recta paralela al cua-


dro puede ser dada, también, C1(2)
mediante su proyección y la D1(2)
única cota común a todos sus π E1 B1(4)
puntos.
Si las proyecciones de los A1(2,5)
puntos de la recta coinciden, la 1
recta es perpendicular al plano
π, bastando el único punto de
FIG. 2.2
coincidencia, E1, por ejemplo,
sin cota, para determinarla. El punto E2 es la traza de la recta.
Si se quiere individualizar un segmento de esta perpendicular, habrá
que dar, además de E2, las cotas de los extremos del segmento.

2.2. RELACIONES ENTRE DISTANCIAS OBJETIVA HORIZONTAL Y


VERTICAL DE PUNTOS DE UNA RECTA

2.2.1. Al referirnos, en el parágrafo 2.1.2., a las distancias objetivas,


horizontal y vertical de dos puntos, hemos prescindido del signo que puede
darse a cada una de aquéllas. Tratándose de más de dos puntos de una
misma recta, dispuestos en un orden cualquiera, conviene considerar tam-
bién el sentido según el cual es recorrido cada segmento determinado.

2.2.2. Dada una recta, r (fig. 2.3), puede imaginarse que un punto mó-
vil la recorre en dos sentidos distintos, opuesto uno al otro. Elegido arbitra-
riamente uno de los sentidos como positivo, el otro es negativo.
Toda recta en la cual se ha fijado el sentido positivo, y en consecuen-
cia también el negativo, recibe el nombre de recta orientada.

r A

B
FIG. 2.3 FIG. 2.4
Capítulo II: La Recta 14

2.2.3. Sean A y B dos puntos de una recta orientada (fig. 2.4) en la


cual se ha fijado, en forma arbitraria, como sentido positivo, el que va desde
A hacia B. Si se mide el segmento AB con una unidad gráfica, u, estableci-
da también arbitrariamente, se obtiene un número real, al cual se asignara
el signo positivo porque adnútimos que el segmento es recorrido desde A
hacia B. El número real obtenido constituye el valor o medida del segmento
(orientado) AB, o también distancia AB, y se representa escribiendo, sim-
plemente, AB. Resulta que, cualquiera sea el sentido positivo establecido,
los números AB y BA son de igual valor absoluto, pero de signos distintos.
Es decir, AB = −BA

2.2.4. Si A h A1 (a), B h B1 (b) y C h C1 (c) son puntos de una misma


B recta, los segmentos AB, BC y
CA son proporcionales a sus
proyecciones A1B1, B1C1 y
C C1A1, es decir, a las distancias
E
A horizontales de sus extremos.
D En efecto, si α es el án-
F
gulo agudo que la recta objeti-
va forma con su proyección so-
α bre el cuadro (fig. 2.5), puede
B1 escribirse, recordando nociones
A1 C1
elementales de trigonometría,

A1B1 = AB cos α
π B1C1 = BC cos α

FIG. 2.5 C1A1 = CA cos α

de donde
AB BC CA
= = [2.1]
A1B1 B1C1 C1A1

que es lo que queríamos demostrar.


En forma análoga puede demostrarse que los segmentos AB, BC y
CA son proporcionales a las distancias verticales de sus extremos. Bastaría
proyectar los segmentos sobre la recta B1B. Se obtendría, sin dificultad,
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 15

AB BC CA
= =
DB BE ED
o sea,
AB BC CA
= = [2.2]
b−a c−b a−c
que es la relación buscada (*).
Una tercera relación puede obtenerse dividiendo, ordenadamente, [2.2]
por [2.1]. Resulta, en seguida,

A1B1 B1 C 1 C1A1
= = [2.3]
b−a c−b a−c
que puede expresarse diciendo que las proyecciones de segmentos de una
misma recta son proporcionales a las distancias verticales de sus extremos.

2.3. APLICACIONES

2.3.1. Representada la recta en la forma ya establecida, determine-


mos la cota de uno cualquiera de sus puntos, del cual se da la proyección.
Trátese de la recta cuya
(B)
(C) representación acotada es da-
(A) da por la figura 2.6, y sea C1 la
proyección del punto cuya cota
quiere hallarse.
B1(3)
90° Girando alrededor de
C1 A B
1 1 construyamos el rebati-
miento, sobre el plano π, del
u
A1(5) plano que proyecta ortogonal-
mente la recta AB. El punto A
FIG. 2.6
se coloca en (A), sobre la per-
pendicular por A1 a la proyección A1B1, a una distancia A1 (A) = 5 unidades.
El punto B se coloca en (B), sobre la perpendicular por B1 a la A1B1, a una
distancia B1 (B) = 3 unidades.

(*) Téngase presente que AB, BC, CA, han sido considerados como
segmentos orientados.
Capítulo II: La Recta 16

La recta (A)(B) constituye, así, el rebatimiento de la recta objetiva AB.


Si a continuación se conduce por C1 la perpendicular a la A1B1, su
intersección (C) con (A)(B) da el rebatimiento del tercer punto C y, entonces,
el segmento C1(C), medido mediante la unidad fijada, de la cota c = ~ 4,1
del tercer punto C.
Hemos procedido gráficamente. Veamos ahora la resolución numérica.
La relación [2.3] establecida en el punto 2.2 anterior, entre las distan-
cias horizontales de puntos de una misma recta y las distancias verticales
correspondientes, permite escribir

A1B1 A1 C 1
= [2.4]
b−a c−a
Utilizando la unidad adoptada podemos medir A1B1 y A1C1. Se obtie-
ne A1B1 = 9 y A1C1 = 4.
Reemplazando, entonces, en [2.4] resulta

9 4
=
3−5 c −5
de donde
−8 + 45
c =
9
es decir,
c = ~ 4,11

(A) (C) (B)

A1(6)

C1

B1(10)
FIG. 2.7
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 17

2.3.2. Como problema recíproco, dada una recta, mediante las pro-
yecciones acotadas de dos de sus puntos, A y B (fig. 2.7), encontrar la pro-
yección de otro de sus puntos, C, del cual se conoce la cota c = 7,5.
Marcado, mediante la escala de dibujo, B1D = 7,5 se conduce por D
la paralela a la proyección A1B1, hasta encontrar en (C) el rebatimiento
(A)(B) de la recta. El pie C1 de la perpendicular por (C) a la A1B1 da la pro-
yección buscada. Esto gráficamente. Para la resolución numérica escriba-
mos otra vez la relación [2.4], es decir,

A1B1 A1 C 1
=
b−a c−a
Determinado, mediante la escala del dibujo, A1B1 = 18, puede escribirse

18 A1 C 1
=
10−6 7,5−6
de donde
A1C1 = 6,75

Marcado, entonces, con la escala, A1B1 = 6,75, se tiene en C1 la pro-


yección buscada.

2.4. PENDIENTE INTERVALO Y GRADUACION DE UNA RECTA

2.4.1. Se llama ángulo de


B inclinación, o simplemente incli-
FIG. 2.8 nación, de una recta que no es
ni horizontal ni vertical, el ángu-
r lo agudo que esa recta forma
con el cuadro (o sea, con su
C proyección sobre el cuadro).
A Así, la inclinación de la
π recta r (fig. 2.8) es el ángulo α.
B1 α Y se llama pendiente de
A1 una recta la tangente trigono-
métrica de aquel ángulo.
Indicando con p la pendiente se
tiene, entonces: p = tg α
Capítulo II: La Recta 18

2.4.2. Sean A y B dos puntos cualesquiera de la recta r.


Puede escribirse:
CB B1B − A1A
p = tg α = =
AC A1B1
es decir, la pendiente de una recta es el cociente que se obtiene al dividir la dis-
tancia vertical de dos de sus puntos por la distancia horizontal de los mismos.

2.4.3. Si la distancia vertical, B1B−A1A, de los dos puntos vale 1, la


distancia horizontal correspondiente, A1B1 se llama intervalo o módulo de la
recta r. Lo indicaremos con la letra i.
Se comprende, recordando nociones elementales de geometría, que,
cualesquiera sean los dos puntos de la recta, cuya distancia vertical vale 1,
el intervalo es constante.

2.4.4. De cuanto precede resulta, entonces, que p = 1 / i , es decir, para


una misma recta, los números que expresan, en la escala adoptada, la pen-
diente y el intervalo, son recíprocos. Así, por ejemplo, si p = 3 / 5, el interva-
lo vale 5 / 3 de la unidad de longitud.

2.4.5. Dada una recta mediante las proyecciones acotadas de dos de


sus puntos, se puede, evidente-
5
mente, como caso particular del
4
problema 2 del parágrafo anterior,
encontrar las proyecciones de los 3
puntos de la recta que tienen cota 2
entera. Cuando en la proyección de 1
una recta se ha marcado una serie 0
de puntos de cota entera (fig. 2.9),
se dice que la recta ha sido gra-
FIG. 2.9
duada.
El punto de cota cero, o sea, la intersección de la recta y del plano de
comparación, constituye la traza de la recta.

2.5. APLICACIONES

2.5.1. Graduar una recta dada mediante las proyecciones acotadas de


dos de sus puntos.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 19

FIG. 2.10
Sean A1 (7,6) y B1 (1,2) los dos puntos (fig. 2.10).
Rebatida sobre el cuadro la recta AB, se tiene el trapecio A1B1 (B)(A).
Sobre A1(A) se llevan, a partir de A1, segmentos, A11’, A12’, A13’, ...,
que representen las cotas 1, 2, 3, ... Procediendo como en 2.3.2 se obtie-
nen, sobre A1B1, las proyecciones de los puntos de cotas 0, 1, 3, ..., −1,
−2, −3, ... El punto de cota cero es, como ya se sabe, la traza de AB sobre
el plano de comparación. La construcción efectuada puede ser más simple
si se piensa que dos puntos consecutivos cualesquiera, de cota entera,
determinan sobre la recta objetiva segmentos iguales, cuyas proyecciones
sobre A1B1 son también iguales.

FIG. 2.11
Capítulo II: La Recta 20

Cualquiera de estas proyecciones iguales constituye, tal como se


estableció en 2.1, el intervalo de la recta.
Hallados, entonces, dos puntos consecutivos arbitrarios (pero conve-
nientes para el dibujo) de cota entera, C1 (6) y D1 (5), por ejemplo, basta lle-
var a uno y otro lado de C1, o de D1, segmentos consecutivos iguales al in-
tervalo C1D1.
La figura 2.11 obtenida es, evidentemente, más simple que la anterior.

7,
6−
1,2
Un
ida
de
s

−1 −2
1 0
3 2
5 4
7 6 B1(1,2)
9 8
A1(7,6)
FIG. 2.12
Otro procedimiento consiste en utilizar una regla graduada, tal como
lo indica la figura 2.12. Suministre el alunmo la explicación correspondiente.

2.5.2. Dada una recta graduada y la cota de uno de sus puntos, deter-
minar la proyección de este punto.
Trátese (fig. 2.13) de la recta r h r1 y sea 3,8 la cota del punto. La pro-
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 21

1: 200
FIG. 2.13
yección del punto estará, evidentemente, entre las proyecciones acotadas
con 3 y 4. Con más precisión, estará a una distancia de 3 igual a 8 / 10 del
intervalo.Y así para otros puntos.

2.5.3. Dada la proyección graduada de una recta, determinar la pen-


diente y la inclinación.
Trátese de la recta considerada en el número anterior. En el dibujo la
distancia horizontal de dos puntos consecutivos de cota entera, o sea, el
intervalo, es 11 mm, que en la escala 1 : 200 vale 2,2 m. La distancia vertical
correspondiente es 1 m. Entonces, la pendiente vale:
1
p = = 0,454
2,2
y la inclinación es dada por el ángulo agudo cuya tangente trigonométrica
vale 0,454. Resulta, recurriendo a una tabla de valores naturales, α = 27°.

2.6. POSICIONES RELATIVAS DE DOS RECTAS

2.6.1. Si dos rectas son paralelas, sus proyecciones son paralelas, y


como forman igual ángu-
lo con el cuadro, sus pen-
dientes son iguales, y en
consecuencia también
sus intervalos. Además,
sus cotas crecen en el
mismo sentido.
Puede establecer-
se, entonces, que la con-
dición necesaria y sufi-
ciente para que dos rec-
tas sean paralelas es
que sus proyecciones
sean paralelas, que sus FIG. 2.14
Capítulo II: La Recta 22

pendientes sean iguales y que sus graduaciones tengan el mismo sentido.


Así, por ejemplo, las rectas a y b (fig. 2.14) son paralelas, pues a1 es
paralela a b1, sus pendientes (2 -1) / 3 y (6 – 5) / 3 son iguales, y sus gradua-
ciones crecen en el mismo sentido.

2.6.2. Estamos en condiciones, ahora, de resolver el siguiente pro-


blema. Por un punto dado
conducir la paralela a una
FIG. 2.15
recta dada.
Sea AB la recta dada
y P el punto (fig. 2.15).
Por P1 se traza la pa-
ralela a la proyección A1B1
de la recta. Se marca, so-
bre la paralela,
P1Q1 = A1B1
y se acota Q1 con
2,4 + (9 − 4) = 7,4
La recta PQ es la paralela buscada.

2.6.3. Si dos rectas, a y b, se


cortan, su punto de intersección, P, 1
tendrá como proyección la intersec- 6
2 5
ción, P1, de las dos proyecciones, a1 y
4
b1; además, al punto P1, considerado 3
como perteneciente a una de las rectas 2
y a la otra, debe corresponder la misma 1 4
cota (fig. 2.16). 0 5
Recíprocamente, si las dos con- a1
diciones enunciadas se cumplen, las 6
FIG. 2.16 b1
dos rectas tienen un punto común.

2.6.4. Lo establecido en el número anterior permite indagar si dos rec-


tas cuyas proyecciones tienen un punto común se cortan.
Sean A1B1 y C1D1 las proyecciones acotadas de las dos rectas (fig.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 23

2.17). Y sea P1 su intersección. Procediendo gráficamente, se rebaten las


dos rectas en (A)(B) y (C)(D). Se determina sobre cada recta la cota del
punto que se proyecta en P1. Si P1(P) = P1(P)’, las dos rectas objetivas se
cortan en P y son, naturalmente, coplanares.

D1
A1

(A)

P1 (D)

(P)’
(P)
B1

C1

(C)

(B)

FIG. 2.17
Procediendo en forma numérica se determina la cota del punto P co-
mo perteneciente a la recta AB, primero, y a la recta CD, después. Si los dos
números obtenidos son iguales, las rectas AB y CD se cortan.

2.6.5. Cuando dos rectas objetivas, a y b, se encuentran, o sea, cuan-


do son coplanares, las rectas que unen los puntos de igual cota, de a y de
b, son horizontales del plano determinado.Sus proyecciones son, entonces,
todas paralelas entre sí (fig. 2.18). Si no lo son, las rectas dadas no son
coplanares y, por lo tanto, no se cortan.Tenemos así, a nuestra disposición,
otro procedimiento para reconocer si dos rectas cuyas proyecciones tienen
un punto común se cortan.Este procedimiento resulta útil cuando las pro-
yecciones a1 y b1 de las dos rectas se cortan fuera de los límites del dibujo
(fig. 2.19).Cuando las dos rectas objetivas se encuentran en un punto impro-
pio, es decir, cuando son paralelas, las proyecciones de sus horizontales
Capítulo II: La Recta 24

siguen siendo, naturalmente,


paralelas. b
a

2.6.6. Recíprocamente,
si las rectas que unen las pro-
yecciones de puntos de igual
cota de dos rectas son parale-
las, las dos rectas se cortan si
se cortan sus proyecciones, y
son paralelas si sus proyeccio-
nes son paralelas. π

2.6.7. De cuanto prece- FIG. 2.18


de resulta que dos rectas, ni horizontales ni verticales, son coplanares cuan-
do las rectas que unen las proyecciones de sus puntos de igual cota son
paralelas (*).

5
4
3 2
5
2
c1 3
1
a1 4 4
d1 5
3 2
6
3
b1
2
4

1 5

FIG. 2.19

(*) Se comprende que basta que sean paralelas dos de las rectas que
unen proyecciones de puntos de igual cota. Todas las demás se-
rán también paralelas.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 25

0 1 2 3 4 5 a1
3 4 5 6 7 8 b1
FIG. 2.20
2.6.8. Si dos rectas, que no son verticales, pertenecen a un plano per-
pendicular al cuadro, sus proyecciones coinciden.Si las dos rectas objetivas
son, además, paralelas, tienen el mismo intervalo y están graduadas en el
mismo sentido (fig. 2.20). Si las dos rectas objetivas pertenecientes a un
plano perpendicular al cuadro se cortan, puede obtenerse la cota del punto
común rebatiendo sobre el cuadro el plano que las contiene. Procediendo
así se ha obtenido (fig. 2.21) la cota, 4,3 del punto común 1, de las rectas
AB y CD.

u (D)

(A)

(I)
(C)
(B)

A1(5,8) C1(3) I1 B1(2,1) D1(8,6)


FIG. 2.21

2.7 APLICACIONES

2.7.1. Verificar, gráfica y analíticamente, que las rectas AB y CD,


cuyas proyecciones acotadas son dadas (fig. 2.22), se cortan. Dar, además,
la cota del punto de intersección. En forma gráfica, el rebatimiento de las dos
rectas muestra que I1 (I)’ = I1 (I) = 1,5 unidades. Las rectas dadas son, pues,
concurrentes y, en consecuencia, coplanares; la cota del punto co-mún es
1,5.En forma analítica se tiene, considerando la recta AB y recordando que
las distancias horizontales de pares de puntos de una misma recta son pro-
Capítulo II: La Recta 26

porcionales a las correspondien-


tes distancias verticales,

A1B1 A1I1
=
4− 0 x− 0
de donde:
4 A1I1
x=
A1B1
o sea, después de medir A1I1, y
A1B1 con la unidad establecida,

4 x 1,1
x= = 1,5
2,9

Considerando la otra recta,


es decir, la CD, se tiene:

C1D1 C1I1
=
2,5− 0,5 x− 0,5
de donde:

2 C1I1
x= + 0,5
FIG. 2.22 C1D1

o sea, después de medir C1I1, y C1D1


4
x= + 0,5 = 1,5
4
resultado igual al obtenido antes.

2.7.2. Determinar el ángulo formado por dos rectas.


Se comprende que si se rebate el plano de las dos rectas sobre el cuadro,
o sobre un plano paralelo al cuadro, el ángulo formado aparecerá en verda-
dera magnitud (*).
Sean, entonces, AB y AC las dos rectas (fig. 2.23). Señalemos la pro-
yección D1 del punto que pertenece a la recta AC y tiene su cota igual a 2.
La recta B1(2)D1(2) será una horizontal del plano de las dos rectas dadas.
Podemos rebatir este plano sobre el plano horizontal que pasa por BD.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 27

Durante la rotación, B y D no se mueven. El punto A, en cambio, gira, man-


teniéndose en un plano perpendicular a la horizontal BD, y su posición final
(A) estará, como se sabe, sobre la perpendicular por A1 a la horizontal B1D1
y a una distancia dada por la hipotenusa del triángulo rectángulo NA1M1
cuyos catetos son la porción A1N de aquella perpendicular y la distancia
A1M = 5−2 del punto A1(5). al plano horizontal (cota 2) sobre el cual se reba-
te. Se obtiene así, mediante los puntos (A), B1 y D1, el ángulo α formado por
las dos rectas dadas.

(*) Recordemos lo establecido en el capítulo IX del tomo primero acerca del


rebatimiento de una figura pertene-
ciente a un plano cualquiera, α, sobre
α P otro plano, β. El eje de rotación es la
intersección del plano α y el plano β.
90° Al rebatir un punto, P, de α sobre β
P1 (ver la figura), el punto P describe un
Q arco de circunferencia de radio QP
(P) (igual a la distancia de P al eje de
β rotación), situado en un plano per-
pendicular a ese eje. La posición final
(P) está sobre la perpendicular por Q al eje, y a una distancia Q(P) que es
dada por la hipotenusa del triángulo rectángulo QP1P, cuyos catetos son:
P1P = distancia de P al plano β, y QP1 = distancia entre el pie P1 de la per-
pendicular por P al plano β y el centro Q del arco que describe P al rebatir
el plano α.

2.8 EJERCICIOS

2.8.1. Hallar, analítica y gráficamente, la traza de una recta dada.


2.8.2. Sobre una recta graduada hallar, analítica y gráficamente, la
cota de un punto cuya proyección es dada.
2.8.3. Dadas las proyecciones acotadas de dos puntos cualesquiera,
determinar la pendiente de la recta que los une.
2.8.4. Dada la pendiente p de una recta que pasa por el punto A1(a),
así como su proyección r1, hallar la cota b de otro punto, B, de
la recta, conociendo su proyección B1.
Capítulo II: La Recta 28

FIG. 2.23
2.8.5. Dada la proyección de una recta, determinar su graduación
sabiendo que la recta pasa por un punto dado y tiene una pen-
diente también dada.
2.8.6. Dar las proyecciones acotadas de dos rectas paralelas cuales-
quiera.
CAPITULO III

REPRESENTACIÓN DEL PLANO


3.1 ESCALA DE PENDIENTE

3.1.1. Se sabe que, geométricamente, tres puntos no colineales, dos


rectas que se cortan, o dos rectas paralelas, determinan un plano.
La representación de esas figuras da, pues, la representación del
plano determinado.
B1(−1)

A1(4) B1(3)

FIG. 3.1
Así, por ejemplo, la figura 3.1 da la representación acotada del plano
que pasa por los, puntos A, B y C.

3.1.2. Dado un plano, ABC (fig. 3.2), individualizado en la forma indi-


cada, podemos determinar uno cualquiera, P1 de sus puntos, del cual se
conoce la proyección P1’. Para esto consideremos la recta CP, que perte-
nece, evidentemente, al plano. Ella corta la recta AB en D, que es. otro punto
del plano.
Rebatiendo AB puede hallarse la cota 0,33 del punto D; después,
rebatiendo la recta CD puede encontrarse la cota 1,17 de P1 que queda, así,
perfectamente determinado.

3.1.3. En el mismo plano ABC podemos representar, también, cual-


Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 30

−2 B1

O
D1

Tr
az
Recta de

ad
Máxima

el
Pendiente

Pl
an
oA
BC
4
E1

5 90°
A1

C1(4)

FIG. 3.2
quiera de. sus horizontales, la de cota 4, por ejemplo. Basta unir C1 con la
proyección E1 del punto de cota 4 que pertenece a la recta AB. La recta EC
es, pues, la horizontal pedida.
Todas las horizontales de un plano son paralelas, pues ellas son inter-
secciones de ese plano con distintos planos horizontales.
La horizontal de cota cero es la traza del plano sobre el cuadro.
Capítulo III: Representación del Plano 31

Las rectas de un plano, perpendiculares a una de sus horizontales (en


consecuencia a todas), constituyen las rectas de máxima pendiente del plano.
El ángulo recto que forma una recta de máxima pendiente con una de
las horizontales se proyecta, horizontalmente, en verdadera magnitud. La pro-
yección de una recta de máxima pendiente arbitraria es, en consecuencia,
perpendicular a la proyección de cualquiera de las horizontales del plano.

Rectas de Máxima Pendiente del plano

Horizontales
α del
5 Plano

4
3
2
π 1
a
az
tr

0
Representación
Espacial

Proyecciones de las
Rectas de Máxima
Pendiente del Plano

5
4

3
2
1
Representación
Proyecciones de
0 Acotada
las Horizontales
del plano

FIG. 3.3
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 32

Tal es lo que ocurre, por ejemplo, con la proyección r1 de la recta de máxi-


ma pendiente que pasa por el punto P del plano considerado en la figura 3.2.

3.1.4. En general, en todo plano pueden considerarse dos haces de


rectas paralelas notables. El
primero es el que está for-
mado por todas las horizon-
tales del plano; el segundo α
es el formado por todas sus
rectas de máxima pendiente.
Las rectas de uno de los t
haces son perpendiculares a
π 90°
las rectas del otro (fig. 3.3). T
Además, atento a lo estable-
cido en el número anterior,
las proyecciones de las hori-
zontales de un plano son
FIG. 3.4
perpendiculares a las pro-
yecciones de sus rectas de máxima pendiente.

3.1.5. En general, un plano queda perfectamente determinado me-


diante una de sus rectas de máxima pendiente.
En efecto (fig. 3.4), la
perpendicular t, en el plano
π, a la recta de máxima pen-
diente, r1 por la traza T de r1
r es la traza del plano α, que
queda, así, determinado por
sus rectas r y t.
π Como excepción, si la
recta de máxima pendiente
es perpendicular al cuadro
(fig. 3.5), hay un número infi-
nito de planos que tienen
como recta de máxima pen-
FIG. 3.5 diente la dada.
Capítulo III: Representación del Plano 33

3.1.6. En el método de las proyecciones acotadas un plano, que no es


ni vertical ni horizontal, se representa, casi siempre mediante la proyección
acotada de una de sus rectas de máxirna pendiente. Esta recta puede llevar
las cotas de dos de sus puntos o, más, comúnmente, ser graduada.

5
4
α
3
2
1 π
0

5
4
3
2 u
1
0

FIG. 3.6

Para significar, en el dibujo, que con la proyección acotada de la recta


de máxima pendiente quiere representarse no la simple recta, sino el plano
del cuál ésta es recta de máxima pendiente, se la dibuja con doble trazo rec-
tilíneo, tal como indica, por ejemplo, la figura 3.6. Esta doble línea, graduada,
constituye la escala de pendiente del plano. Se comprende que siendo infini-
to el número de rectas de máxima pendiente de un plano (todas mutuamen-
te paralelas), infinito es, también, el número de sus escalas de pendiente.
El intervalo y la pendiente de una recta de máxima pendiente consti-
tuyen el intervalo y la pendiente del plano representado.

3.1.7. En los mapas geológicos la representación del plano de un


estrato se hace, en general, como indica la figura 3.7.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 34

N
Dir
ecc
8° ión .
=2
ión
ac
lin

28°
Inc

FIG. 3.7
Una horizontal del plano (intersección del estrato con un plano hori-
zontal), da la dirección del estrato.
La recta de máxima pendiente, en vez de estar acotada, lleva indica-
do el ángulo de inclinación del plano del estrato.

3.1.8. Un plano horizontal queda perfectamente individualizado


mediante la cota de uno cualquiera de sus puntos. Un plano vertical queda
individualizado, en cambio, mediante su traza. En adelante, salvo indicación
especial, nos referiremos a planos que no son ni horizontales ni verticales.

3.2 APLICACIONES

3.2.1. Dado un plano mediante una recta de máxima pendiente, hallar


la cota de uno de sus puntos, del cual se conoce la proyección P1 (fig. 3.8).
La perpendicular por P1 a la recta de máxima pendiente da la hori-
zontal del plano, que pasa por P. Entonces, la cota de esta horizontal, o sea,
de su pie Q, es la cota de P. Para obtenerla puede hacerse el rebatimiento
de la recta de máxima pendiente. Resulta, aproximadamente, el valor 1,7.

3.2.2. Dado un plano mediante una recta y un punto situado fuera de


ella, dibujar su escala de pendiente.
Sean AB la recta y P el punto (fig. 3.9).
Graduada la recta AB se traza la horizontal PQ, de cota 2. La per-
pendicular a esta horizontal por P1(2) da la imagen de la recta de máxima
pendiente del plano.
Capítulo III: Representación del Plano 35

1,7 u

(Q) 5
4
Q1 3
2
1
0
u
P1

FIG. 3.8

B1(6)
5
4
3
Q1(2)
1
A1(0,5)

1
P1(2) 3 4 5 6

FIG. 3.9
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 36

Las paralelas a P1Q1 por los puntos de cota entera de la recta, per-
miten completar la escala de pendiente del plano.

3.2.3. Conducir en un plano, por uno de sus puntos, una recta de pen-
diente dada.

A1

8 C1

4 B1

1
3

2
(α)

FIG. 3.10
Sean α el plano, A1 la proyección de uno de sus puntos y ¾ la pen-
diente de la recta que pasa por A y está contenida en el plano (fig. 3.10).
Determinemos, en primer lugar la cota 7¼ del punto. Considerada ahora una
de las horizontales del plano, la de cota 4, por ejemplo, tratemos de hallar el
punto, B, en él cual esta horizontal es cortada por la recta pedida.
La diferencia de alturas entre los puntos objetivos A y B es:

(7,25 − 4) m = 3,25 m

Como la pendiente de AB debe ser ¾, puede escribirse

3,25 m 3
=
A1B1 4
Capítulo III: Representación del Plano 37

de donde A1B1 = 4,33 m

Es ésta la longitud, en el terreno, de A1B1. En el dibujo se tiene, en


cambio, teniendo en cuenta que el segmento unitario que representa 1 m
mide 1 cm,
A1B1 = 4,33 x 1 cm = 4,33 cm

Entonces, con centro en A1 y radio igual a 4,33 cm, se describe un


arco que corte la horizontal de cota 4. Los puntos determinados son dos, B1
y C1; dos son, pues, las rectas que satisfacen el problema propuesto. La
pendiente de las rectas es, en este caso, menor que la del plano.Habrá una
sola si el arco de circunferencia resulta tangente a la horizontal 4; la recta y
el plano tendrían, entonces, la misma pendiente.No habrá ninguna solución
si el arco no corta la horizontal; la pendiente de la recta sería, en tal caso,
mayor que la del plano.

3.2.4. Conducir por una recta dada, a, un plano de pendiente dada, p.


3 Consideremos (fig. 3.11) los
puntos A1(O) y B1(1) de la recta.
2 a Las proyecciones de las horizonta-
1
2 les de cotas 0 y 1 del plano pasa-
rán, respectivamente, por las pro-
yecciones A1 y B1 de los puntos de
la recta. Por otra parte, el intervalo
1
0 2 (o módulo) de la recta de máxima
3
B1 pendiente del plano vale:
1
i=
p
0 Se comprende, entonces,
que si con centro en B1 se cons-
A1
truye la circunferencia de radio i,
FIG. 3.11
la tangente por A1 da la posición
de la horizontal de cota 0 (traza) del plano. Este queda, así, perfectamente
determinado.El problema admite dos soluciones, una o ninguna, según que
puedan trazarse, desde A1, dos, una o ninguna tangente a la circunferencia,
esto es, según que la pendiente del plano sea superior, igual o inferior que
la de la recta.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 38

3.3 PARALELISMO E INTERSECCIONES

3.3.1. Si dos pla-


nos, α y β, son paralelos
h' (fig. 3.12), sus rectas de
máxima pendiente, r y r’,
r'
son paralelas. En efecto,
h esas rectas pueden ser
obtenidas cortando aqué-
π β r
γ llos mediante un tercer
plano, Y, perpendicular a
α las horizontales h y h’ de
α y β. Y recíprocamente.
En consecuencia, para
que dos planos sean pa-
FIG. 3.12
ralelos es necesario y su-
ficiente que sus escalas de pendiente sean paralelas, sus intervalos sean
iguales y las graduaciones tengan el mismo sentido.

La figura 3.13 da la re- 1


presentación acotada de dos
planos paralelos. 2

3.3.2. Dados dos pla- 3 2


nos, α y β, mediante sus
escalas de pendiente (figura 4
3
3.14), nos proponemos en-
contrar su recta de intersec- r'
5 4
ción. Si las dos escalas no
son paralelas, las horizonta-
les de uno de los planos no 5
son paralelas a las horizonta-
les del otro. Si considera- 6 r
mos, entonces, dos horizon-
tales de igual cota, 1, por
ejemplo, una de cada plano, FIG. 3.13
Capítulo III: Representación del Plano 39

ellas se encontrarán en un punto P1(1), que pertenece, evidentemente, a la


recta de intersección. Consideradas, del mismo modo, otras dos horizontales
de igual cota 5, por ejemplo, su punto común Q1(5) es otro punto de la inter-
sección de los dos planos. La recta P1(1)Q1(5) es, pues, la recta pedida.
6
Q1(5)
5

4
4

5 3
3
4
2
2
3
P1(1)
2 1

1 0 0
α β
FIG. 3.14
Si se quiere, puede graduarse la proyección P1Q1 conduciendo las
otras horizontales de igual cota. El procedimiento es análogo al establecido
en el método Monge. En efecto, las horizontales de cotas 1 y 5 no son sino
las intersecciones de α y β con los planos auxiliares, paralelos al cuadro de
cotas 1 y 5.

3.3.3. Si las escalas de pendiente de los planos α y β son paralelas


(fig. 3.15), las horizontales de los dos planos son paralelas y la recta de
intersección (supuestos α y β no paralelos) es horizontal. Basta encontrar,
entonces, uno solo de sus puntos.
Se puede cortar mediante un plano auxiliar, γ, dado por una escala de
pendiente arbitraria.
Las proyecciones A1B1 y C1D1 de las rectas, según las cuales γ corta
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 40

α y β, se encuentran procediendo como en el número anterior. El punto M1,


común a las proyecciones A1B1 y C1D1, es la proyección de un punto de la
horizontal según la cual se cortan α y β. Conducida, entonces, por M1 la per-
pendicular a las escalas de pendiente de esos planos, se tiene la intersec-
ción pedida.
Su cota puede ser obtenida considerando el punto M como pertene-
ciente a la recta AB o a la CD.

0
In
t

1
er

4
se
c

2 4
ci
ón

3 3
de

3
α
y

4 D1
β

B1 2
5
2 M1
A1
(α)
1
1 C1
(γ)
(β)
FIG. 3.15

3.3.4. Si se observa la figura 3.15, se nota que la parte útil del plano
auxiliar es la constituida por los segmentos A1C1 y B1D1 de sus horizonta-
les. De aquí una construcción simplificada del problema anterior.
Se trazan, refiriéndonos, por ejemplo, a los planos α y β dados en la
figura 3.16, dos paralelas cualesquiera, a las cuales consideraremos como
las horizontales 1 y 2, por ejemplo, del plano auxiliar. Se limita la primera en
los puntos A1 y C1 sobre las horizontales de cota 1, y la segunda en los pun-
tos B1 y D1 sobre las horizontales de cota 2.
La recta AB es la intersección del plano auxiliar y el plano α; la recta
CD es la intersección del plano auxiliar y el plano β. Se sigue, después,
como en el número anterior.
Capítulo III: Representación del Plano 41

3.3.5. Los puntos P y Q de los planos α y β, considerados en el núme-


ro anterior, tienen la misma cota, c, porque son puntos de la recta de inter-
sección, que es horizontal. Resulta, entonces, refiriéndonos a las rectas de
máxima pendiente de los dos planos, y recordando que las distancias verti-
cales entre puntos de una misma recta son proporcionales a las distancias
horizontales correspondientes,

2−c F1P1
=
c−1 P1E1
y
2−c H1Q1
=
c−1 Q1G1
de donde:
F1P1 H1Q1
= [3.1]
c−1 Q1G1

Los puntos P1 y Q1 dividen, pues, los segmentos E1F1 y G1H1 en par-


tes proporcionales.

2 0
A1
Q1

1
G1 M1 1
D1
C1 E1

0 P1
B1
2
(β) F1

(α) 3
FIG. 3.16
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 42

La relación [3.1] nos proporciona otra construcción, muy sencilla, pa-


ra encontrar la intersección de des planos cuyas escalas de pendiente son
paralelas.

1
E1
P1
2
4
F1
3
3
M1
H1
2
(α)
Q1 G1
1

(β)
FIG. 3.17

Unidos los puntos de igual cota se obtienen rectas, tales como E1G1
y F1H1 (fig. 3.17), cuyo punto común, M1, es un punto de la intersección. En
efecto, la perpendicular por M1 a las escalas de pendiente divide en partes
proporcionales los segmentos E1F1 y G1H1 (para demostrarlo bastaría con-
siderar los triángulos semejantes formados).

3.3.6. El punto de intersección de una recta, r, y un plano, α, se en-


cuentra, como en el método Monge, haciendo pasar por r un plano auxiliar
cualquiera, β. Este corta el plano dado según una recta, AB, que encuentra
la r en el punto buscado, P.
La figura 3.18 da la representación espacial y acotada del problema.
Como plano auxiliar se ha elegido el que tiene la recta r como recta de máxi-
ma pendiente. Trazadas dos de sus horizontales fue fácil la obtención de la
recta de intersección, AB, de los dos planos, primero, y del punto buscado,
P, después.
Capítulo III: Representación del Plano 43

(α) r1
β r
4
3
3 B1
2
B 2
A1
P
A 1
1
α 0

0 P1

FIG. 3.18

3.4 APLICACIONES

3.4.1. Por un punto dado conducir el plano paralelo a un plano dado.

3
A1 4

1,2 5
P1 6

7
B1

5,2
Q1

FIG. 3.19

Sea P1(1,2) el punto y A1(3)B1(7) la escala de pendiente del plano (fig.


3.19). Por P1 se traza la paralela a la recta A1B1, y se toma P1Q1 = A1B1. La
distancia vertical entre A y B es 7 − 3 = 4. Cuatro será, también, la distan-
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 44

cia vertical entre P y Q. Se acota, entonces, con 1,2 + 4 = 5,2 la proyección


Q1 del punto Q. La recta P1Q1, así acotada, es la recta de máxima pendiente
del plano buscado.

3.4.2. Hacer pasar por una recta dada un plano paralelo a otra recta dada.

B1

3 C1(2)

2
1
2 3 4
1 A1 5 6

D1(5)

E1(4)

FIG. 3.20
Sean AB y CD las dos rectas (fig. 3.20). Por un punto, A, por ejemplo,
de AB, se conduce la paralela AE a la CD. El plano determinado por las rec-
tas AB y AE es el buscado.

3.4.3. Hacer pasar por un punto una recta que corte dos rectas dadas
alabeadas que no contienen aquel punto.
Trátese del punto P1(2) y sean a1 y b1 las proyecciones acotadas de
las dos rectas (fig. 3.21).
La recta r, que constituye la solución del problema, debe pertenecer,
simultáneamente, al plano definido por P y a y al definido por P y b. Será,
Capítulo III: Representación del Plano 45

5
4
5
3
2
4 4 1
Q1(3)
P1(2) 0
1
3
a1

b1
1

FIG. 3.21
entonces, la intersección de ambos planos.
La construcción es simple. Uniendo P1 con los puntos de cota 2 de
ambas rectas se tienen dos horizontales, una de cada plano auxiliar. Tra-
zadas otras dos horizontales, las de cota 3, por ejemplo, se halla enseguida
la recta buscada r.
Una interesante aplicación del problema resuelto es ésta: encontrar
una recta que corte tres rectas alabeadas dadas, a, b y c.
Por un punto cualquiera, A, de a, por ejemplo, se conduce una recta
que corte b y c, tal como se hizo antes. Considerando otros puntos de a se
obtienen otras tantas rectas que satisfacen al problema.
Hay, pues, un número infinito de soluciones. Ellas definen un sistema
de generatrices de la superficie de un hiperboloide.

3.5 RECTA PERPENDICULAR A UN PLANO

3.5.1. Consideremos una perpendicular, a, al plano ∆ (fig. 3.22). La


recta a es perpendicular, entonces, a todas las rectas del plano ∆ que pasan
por el pie P. En particular, es perpendicular a la horizontal h.
El ángulo recto θ determinado por a y h se proyecta en verdadera
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 46

magnitud por tener uno de sus lados, el h, paralelo al cuadro. La proyección


a1 de a será, así, perpendicular a la proyección, h1, de h y también, enton-
ces, a la proyección de cualquiera de las horizontales (entre ellas la traza)
del plano.


P
h
θ a

t P1

90° a1
h1
r1

FIG. 3.22

Por otra parte, la escala de pendiente de un plano también es per-


pendicular a la proyección de cualquiera de las horizontales de aquél.
Resulta, en consecuencia, que la proyección, a1 de a, es paralela a la esca-
la, r1, del plano ∆.

3.5.2. Volvamos a considerar una recta, a, perpendicular al plano ∆


(fig. 3.23). Hemos visto que su proyección a1 es paralela a la escala de pen-
diente del plano. Podemos tomar como escala de pendiente la que es pro-
yección de la recta de máxima pendiente, r, que pasa por el pie P de la per-
pendicular.
Las proyecciones a1 y r1, por tener, entonces, el punto común P1, for-
marán una sola recta perpendicular a la traza t de ∆.
Por otra parte, la pendiente p de a es igual a tg α y la pendiente p’ de
r es igual a tg β. Y como α + β = 90°, porque al ser a perpendicular al plano
α lo es a r (el ∆ QPR es, así, rectángulo), puede ponerse:
Capítulo III: Representación del Plano 47

90°
r
a1 β
Q
t r1 α π
P1
R

FIG. 3.23

p = tg α y p’ = ctg α = 1 / tg α
es decir,
p’ = 1 / p [3.2]
y también, en consecuencia,
i’ = 1 / i [3.3]

siendo i e i’ los intervalos de a1 y r1, respectivamente.Es fácil notar, además,


que las graduaciones de a1 y r1 crecen en sentidos contrarios.

3.5.3. La relación [3.3] puede ponerse, si se quiere, en la forma

i i’ = 1 [3.4]

y tanto [3.3] como [3.4] muestran que la unidad es media proporcional entre
i e i’.

3.5.4. De lo establecido en 3.5.1 y 3.5.2 resulta, entonces, que la con-


dición necesaria y suficiente para que una recta y un plano sean mutua-
mente perpendiculares es que al mismo tiempo:
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 48

1° La proyección de la recta y la escala dependiente del plano sean para-


lelas.
2° Sus intervalos sean dados por números recíprocos.
3° La proyección de la recta y la escala de pendiente del plano sean gra-
duadas en sentidos contrarios.

3.5.5. Como problema, supongamos (fig. 3.24) el plano a dado por su


escala de pendiente. Se quiere conducir desde el punto P h P1 (3,5) la per-
pendicular al plano.

5
C1 4
D1
B1 3
−2
A1 2 −1
0
(α) 1 1
0 P1(3,5) 2
3
4
5
6
7 1
8
9
10

FIG. 3.24

La perpendicular por P al plano α tendrá como proyección la parale-


la por P1 a la escala de pendiente del plano. Para graduarla consideremos
un intervalo cualquiera, A1B1, de la escala de pendiente de α. Marcado
B1C1 = 1, perpendicular a la escala mencionada, y construido el triángulo
rectángulo A1C1D1, se tiene, recordando la propiedad de la altura B1C1,

A1B1 . B1D1 = 1

o sea, indicando con i el intervalo de la escala de pendiente del plano,

i . B1D1 = 1

De acuerdo con [3.4], el segmento B1D1 es, así, en la escala adopta-


da, el intervalo de la proyección de la perpendicular pedida. Es fácil, enton-
Capítulo III: Representación del Plano 49

ces, graduar esta proyección en sentido contrario al de la escala de pen-


diente del plano.
Si se quiere calcular numéricamente el intervalo de la proyección de
la perpendicular por P, se puede determinar primero el intervalo de la esca-
la de pendiente del plano.
Como en el dibujo A1B1 = 12,5 mm y la escala gráfica adoptada equi-
vale a la numérica 1 : 125, el valor real del intervalo de la escala de pendiente
es dado, en metros, por:

12,5 x 125
= 1,56625
1.000

El intervalo de la perpendicular pedida es, entonces, en metros,

1
= 0,64
1,5625

que, expresado en la escala establecida, da, en milímetros,

0,64 x 1.000
= 5,12
125

3.5.6. Procediendo en forma análoga se puede hacer pasar por un


punto dado, P, el plano perpendicular a una recta dada, a.
Todo se reduce a determinar la escala de pendiente del plano busca-
do. En particular, puede determinarse la escala de pendiente que pasa por
la proyección P, del punto.
Si se vuelve a la figura del número anterior y se considera la escala
de pendiente del plano α como la proyección graduada de la recta dada a,
la paralela por P1, con su graduación, constituirá la escala de pendiente del
plano perpendicular a la recta a.

3.6 REBATIMIENTO DE UN PLANO

3.6.1. Cuanto se ha establecido en el método de Monge acerca del


rebatimiento de un plano es válido para el método de las proyecciones aco-
tadas.Para hallar el rebatimiento de un punto, P, perteneciente a un plano
genérico, α, dado por su escala de pendiente, se puede considerar corno
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 50

eje de rotación una cualquiera, h, de sus horizontales, rebatiendo, entonces,


sobre el plano horizontal que corresponde al eje de rotación elegido. La posi-
ción final (P) del punto estará sobre la perpendicular por la proyección P1 al
eje h y a una distancia dada por la hipotenusa del conocido triángulo rec-
tángulo que tiene como catetos la distancia de P1 al eje de rotación y la cota
de P (con respecto al plano sobre el cual se rebate).

(α) 1

2
1
3
(P)
4

5
Q
6

P1(4,5)
h (P)

R
FIG. 3.25
En la figura 3.25 el punto P1 (4,5) del plano a ha sido rebatido sobre
el plano horizontal de cota 3. El cateto QP1 del triángulo rectángulo QP1R es
la distancia de P1 al eje de rotación; el otro cateto, P1R, es, en escala, la co-
ta (4,5 − 3) del punto P con respecto al plano horizontal de cota 3. La posi-
ción final del punto es (P), en un sentido u otro con respecto a Q.

3.6.2. Corno caso particular, si un punto pertenece a un plano per-


pendicular al cuadro, su rebatimiento sobre éste se encuentra, directamen-
te, sobre la perpendicular a la traza del plano y a una distancia igual a la cota
del punto. Es lo que hemos hecho, por ejemplo, en la figura 2.20.

3.6.3. Obtenido mediante el conocimiento de su proyección acotada el


rebatimiento (P) de un punto del plano genérico α, se puede, por afinidad,
encontrar el rebatimiento de cualquier figura del plano α.
Capítulo III: Representación del Plano 51

A1 D 1
1

2
C1
3
B1
Eje de Afinidad
4 O
(B)
5

(C)
6

(A)
FIG. 3.26
Recordemos que la proyección ortogonal de una figura plana y su
rebatimiento sobre el correspondiente plano de proyección son figuras afi-
nes. El eje de afinidad es la traza del plano que contiene la figura; la direc-
ción de afinidad es dada por la perpendicular a esa traza.
En la figura 3.26 hemos determinado el rebatimiento, sobre el plano
horizontal de cota 4, del triángulo ABC perteneciente al plano α.Rebatido el
punto A, mediante la construcción del triángulo rectángulo OA1D, se obtu-
vieron por afinidad los vértices (B) y (C). La figura (A)(B)(C) da la verdadera
magnitud del triángulo considerado.

3.7 APLICACIONES

3.7.1. Determinar la distancia de un punto a un plano.


Sabemos que si desde un punto, P, se conduce la perpendicular a un
plano, α, y Q es el pie de esa perpendicular, QP es la distancia del punto al
plano. Trátese, entonces, de un plano, α, dado por su escala de pendiente,
y sea P1(1) el punto (fig. 3.27).Se determina la perpendicular por P al plano
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 52

α. Su proyección es la paralela a1 por P1 a la escala de pendiente del plano.


El intervalo correspondiente es dado, en forma gráfica, por el ya conocido
triángulo rectángulo. La graduación es orientada en sentido contrario al de
la escala dada.
1
6
5
4
3
1 2
P1
0
1 1 (P)
0 (a) Q1 2
3
4
5
6
P 7
a1
8 (a)

α Q (Q)

FIG. 3.27
Determinada así la perpendicular por P, debe hallarse su intersección
Q con el plano α. Para esto, se considera el plano auxiliar que tiene como
recta de máxima pendiente la perpendicular a antes individualizada. Se
encuentra su intersección, b, con α. El punto Q1 común a las proyecciones
a1 y b1 es la proyección del pie de la perpendicular por P al plano α, y el
segmento P1Q1 es la proyección de la distancia pedida.
Rebatiendo, entonces, el plano vertical que contiene la recta a sobre
un plano horizontal conveniente para el dibujo, el de cota cero, por ejemplo,
se encuentra en (P)(Q) la verdadera magnitud (en la escala adoptada) de la
distancia del punto P al plano α.
Capítulo III: Representación del Plano 53

3.7.2. Conducir por un punto dado la perpendicular a una recta dada.


Por el punto se puede hacer pasar el plano perpendicular a la recta;
determinada la intersección de la recta y del plano, la recta que une esa
intersección y el punto dado es la perpendicular pedida.
Trátese, por ejemplo, de la recta cuya proyección es a1 y sea P1(6) el
punto (fig. 3.28).

8
7
6
5
4 Q1
3
90° 2
1 3
0
(Q)
4
a1 5

P1(6)
7
(R)
(a) S
a
R1

Q T
P

FIG. 3.28

Se determina la escala de pendiente del plano, α, que pasa por P y


es perpendicular a la recta a. Se sabe:
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 54

1° Que su proyección es paralela a la a1.


2° Que su intervalo es el recíproco del intervalo de a1.
3° Que su graduación crece en sentido contrario a la de a1.

Se determina luego la intersección Q de a y α recurriendo al plano


auxiliar que tiene a como recta de máxima pendiente.
La recta P1Q1 es la proyección de la perpendicular por P1, a la recta
a. El problema puede ser completado hallando la distancia del punto P a la
recta a.
Habrá que encontrar, entonces, la verdadera magnitud del segmento
QP, rebatiendo el plano α (al cual pertenece QP) sobre un plano horizontal,
el que contiene P, por ejemplo. Como la cota del punto Q no aparece, numé-
ricamente, en la figura, se puede rebatir otro punto cualquiera de cota ente-
ra de la recta QP; por ejemplo, el R, de cota 7, intersección de QP y la hori-
zontal de cota 7 del plano α.
Construyendo el conocido triángulo rectángulo se obtiene en (R) el
rebatimiento de R. Como el punto P no se mueve, por estar en la horizontal
a cuyo alrededor se gira, la recta (R)P1 da el rebatimiento de la RP. Y como
Q es uno de sus puntos, es fácil determinar, sobre la perpendicular por Q1 a
la horizontal 6, su rebatimiento (Q).
El segmento P1(Q) es, así, la distancia del punto P a la recta dada a.

3.8 EJERCICIOS

3.8.1. Graduar una recta conociendo su proyección y la escala de pen-


diente de uno de los planos que la contienen.
3.8.2. Dada la proyección de un hexágono, así como las cotas de tres
de sus puntos (no colineales), hallar las cotas de los vértices,
graduar los lados y dar la escala de pendiente del plano que lo
contiene.
3.8.3. Hacer pasar por una recta dada un plano de pendiente dada.
3.8.4. Por un punto dado hacer pasar un plano paralelo a dos rectas
dadas.
3.8.5. Encontrar la intersección de un plano dado por su traza, y un
plano arbitrario dado por tres de sus puntos no colineales.
3.8.6. Encontrar el punto común a tres planos.
Capítulo III: Representación del Plano 55

3.8 7. Encontrar la intersección de un plano vertical y una recta arbi-


traria.
3.8.8. Construir la representación de un triángulo equilátero contenido
en un plano dado, conociendo la proyección de uno de sus vér-
tices.
Sugestión: Determinar la cota del vértice dado; rebatir sobre un
plano horizontal el plano que contiene el triángulo; construir
sobre el plano abatido el triángulo; por afinidad encontrar, des-
pués, las proyecciones de los otros dos vértices.
3.8.9. Determinar el ángulo de dos rectas concurrentes dadas.
3.8.10. Determinar el ángulo formado por dos planos dados.
Sugestión: Conducir un plano perpendicular a la arista del die-
dro formado por los dos planos dados; determinar, después, por
rebatimiento la verdadera magnitud del ángulo formado por las
intersecciones de ese plano auxiliar con cada uno de los dados.
3.8.11. Determinar el ángulo de una recta dada y un plano también
dado.
CAPITULO IV

REPRESENTACIÓN DE SUPERFICIES
4.1 SUPERFICIES POLIEDRICAS Y CURVAS

4.1.1. Las superficies poliédricas quedan determinadas, evidente-


mente, si se conocen las proyecciones acotadas de todos sus vértices.
Las superficies poliédricas más usadas son la de la pirámide y la del
prisma. La primera es dada, en general, mediante su base, situada en el
cuadro, y la proyección acotada de su vértice. La segunda es dada, casi
siempre, mediante una de sus bases, situada en el cuadro, y la proyección
acotada de una de sus aristas laterales.
G1(7)
M M’’ M’ M’’’
0

H1(7)
1
C1’ F1(7)
2
C1(0)
D1’ E1(7)
3 B1’
D1(0)
4 B1(0)
A1’

5
A1(0)
6

7
N’ N’’ N
(α)
8
FIG. 4.1
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 57

4.1.2. En la figura 4.1 se tiene la representación de una superficie pris-


mática. Como ejercicio determinemos la sección producida por un plano
dado, α. Para obtenerla basta hallar la intersección de α con cada una de
las caras de la superficie. Consideremos, por ejemplo, la cara lateral cuya
traza es A1D1. Trazadas, en el plano α y en la cara, horizontales de igual
cota, 0 y 7, por ejemplo, la recta MN, determinada por los puntos comunes
a las horizontales trazadas, da la recta según la cual se cortan el plano α y
la cara cuya traza es A1D1. Se marca la parte útil A’1D’1.
En la misma forma se determinan los segmentos D’1C’1 C’1B’1 y
B’1A’1 correspondientes a las otras caras.
El cuadrilátero A’1B’1C’1D’1 da la sección pedida.

4.1.3. En la figura 4.2 se tiene la representación de una superficie


cónica de base c y vértice V.
V

P V1(9)
t'
c t Q
P1(4)

t'1
R’1(0)
Q1(0)
R1(0)
C1(0) t1

FIG. 4.2
Como ejercicio determinemos el plano tangente a la superficie por un
punto exterior dado. El plano buscado debe contener, como se sabe, el
punto exterior P, el vértice V de la superficie y la tangente por la traza Q de
la recta VP a la traza c1 de la superficie.
Sean V1(9) el vértice y P1(4) el punto exterior. Sobre la recta V1P1 se
marca Q1(0). Se traza una de las tangentes, t1, a la base c1.
Capítulo IV: Representación de Superficies 58

El plano determinado por los puntos V1(9) y P1(4) y la horizontal t1 es


el plano buscado. Puede trazarse, si se quiere, su escala de pendiente con-
duciendo por V1 la perpendicular a t1. Se comprende que si se conduce por
Q1 la otra tangente, t’1 a la traza c1, se obtiene el otro plano tangente a la
superficie por el punto exterior P.

4.2 SUPERFICIE TOPOGRAFICA

4.2.1. Las proyecciones acotadas encuentran su aplicación más


importante en la representación de la superficie irregular del terreno.
Una representación simple de la superficie del terreno es dada por el
plano acotado constituido por las proyecciones acotadas de puntos, conve-
nientemente elegidos, de la superficie. Tal es, por ejemplo, la figura 4.3.

C(6,3) A(4,2)
D(5,9)
F(6,4)
B(5,1)
E(5,6)

Escala 1 : 5.000
H(4,8)
G(6,6)

FIG. 4.3
Esta representación no constituye, en verdad, más que un registro de
cotas y no suministra al ojo, de un modo bien visible, la forma de la superficie.
Se prefiere, por lo antedicho, recurrir a un plano a curvas horizonta-
les, que se concibe imaginando la superficie del terreno cortada por planos
horizontales equidistantes y las líneas de intersección proyectadas ortogo-
nalmente sobre uno de aquellos planos, generalmente el de cota cero, y
acotadas con respecto a él (fig. 4.4).
Las líneas de intersección son las curvas de nivel, o las curvas hori-
zontales, de la superficie. La distancia entre dos planos secantes consecu-
tivos es la equidistancia de las curvas de nivel.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 59

1° plano secante

2° plano secante

3° plano secante

cuadro

FIG. 4.4

4.2.2. Veamos cómo se construyen las curvas de nivel.


Supongamos poseer un plano acotado, obtenido mediante trabajos
topográficos, y sean, por ejemplo, A1(29,62) y B1(34,15) dos de sus puntos.
Considerado rectilíneo el reco-
34 rrido sobre el terreno, entre A y B, se
B1(34,15)
33 determinan los puntos de cota entera
32 pertenecientes al segmento AB (fig.
31 4.5). Repetida la operación para otros
30 pares consecutivos de puntos del pla-
1 no acotado, se obtienen las curvas de
A1(29,62) nivel uniendo mediante trazos conti-
nuos todos los puntos que tienen la
FIG. 4.5 misma cota (fig. 4.6).

4.2.3. En una representación a curvas de nivel es fácil reconocer la


forma característica del terreno. Se recorre una cresta cuando moviéndose
desde las curvas de nivel de cota más alta hacia aquellas de cota más baja,
Capítulo IV: Representación de Superficies 60

34
34 33 34

33 32 33
34
32 31 32
B1(34,15)
33 34
31
31 30 33
32
30 32
31 30
31
30 30
34 33 32 A1(29,62) 1
31 30

FIG. 4.6
éstas aparecen presentando su concavidad. Es lo que ocurre, por ejemplo,
al ir desde A hacia B (fig, 4.7).
50
60
70
80
90
100

A(115)
110
100
90
80
70 C(36)
60 50 40

FIG. 4.7
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 61

Se recorre, en cambio, un valle, cuándo procediendo como en el caso


anterior las curvas van mostrando su convexidad. Tal es lo que ocurre, por
ejemplo, al ir desde B hacia C.
La línea AB de menor pendiente de una cresta se llama línea diviso-
ria. En ella se dividen las aguas pluviales hacia una y otra ladera. La línea
BC de menor pendiente de un valle se llama vaguada y hacia ella van las
aguas provenientes de los terrenos inmediatos.

4.2.4. La representación mediante un número finito, grande como se


quiera, de curvas de nivel, determina en forma solamente aproximada la
superficie irregular del terreno. Pero es evidente que disminuyendo, tanto
como sea necesario, la distancia entre los planos secantes consecutivos, o
sea, dando, para una zona determinada, un número suficiente de curvas de
nivel, la aproximación que puede obtenerse satisfará las exigencias de todas
aquellas cuestiones de interés práctico,
De cualquier modo, la superficie irregular del terreno no admite una
definición rigurosa porque sus distintos puntos no satisfacen ninguna ley
geométrico. Pero, con adecuadas convenciones, puede reemplazarse la
superficie dada por otra que difiera tan poco como se quiera de aquélla y sea
capaz de ser definida analítica-
mente. Consideremos, con tal 4
propósito, las dos curvas de nivel
determinadas por dos planos 3
horizontales consecutivos (fig. B1
4.8) e imaginemos la superficie
engendrada por el segmento de 90°
recta, AB, de longitud variable,
que apoyándose en las dos cur- A1
vas se mueve manteniéndose
constantemente normal a una de t
ellas, a la inferior, por ejemplo. La
FIG. 4.8
superficie geométrica, así engen-
drada, es una zona de la superficie reglada cuya generatriz es la entera
recta AB, que puede, prácticamente, substituir a la superficie verdadera del
terreno comprendida entre aquellas dos curvas de nivel. Y toda la superficie
del terreno puede ser sustituida por una serie de zonas análogas, capaces
Capítulo IV: Representación de Superficies 62

de ser definidas rigurosamente y que pueden permitir, en consecuencia, la


exacta resolución de todos los problemas relativos a las superficies.
La superficie convencional que, con la aproximación deseada, reem-
plaza a la irregular del terreno recibe el nombre de superficie topográfica.

4.2.5. Resulta, entonces, que una superficie topográfica puede ser


considerada como engendrada por una poligonal variable que se mueve de
modo que cada vértice se desliza, en la forma establecida, a lo largo de una
de las curvas de nivel.

4.2.6. Dada la proyección, P1, sobre el cuadro, de un punto de la


superficie del terreno, es fácil encontrar su cota.

A1
5

P1

B1 6

FIG. 4.9

Supongamos P1 comprendido entre las curvas de nivel de cotas 5 y 6


(figura 4.9).
Tratemos de conducir por P1 la normal a una de las curvas de nivel, a
la de cota 5, por ejemplo. Para esto, con centro en P1 y radio arbitrario, pero
conveniente, se describe un arco. que corte en dos puntos la curva de cota
5. Por tanteos, es fácil encontrar el radio necesario para que el arco toque
en un solo punto, A1, la línea de nivel. La recta A1P1 es la normal buscada.
Entonces, si B1 es el punto común a esta normal y a la curva de cota 6, el
segmento A1B1, no es sino una de las posiciones del segmento generador
de la superficie reglada que reemplaza, con aproximación suficiente, a la
superficie real del terreno comprendida entre las dos curvas de nivel dadas.
Basta determinar, entonces, mediante procedimientos ya conocidos, la cota
del punto P1 del segmento A1B1.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 63

4.3 INTERSECCION DE UNA SUPERFICIE TOPOGRAFICA CON UN


PLANO O CON UNA RECTA O CON UNA SUPERFICIE CILIN-
DRICA VERTICAL

4.3.1. Queremos determinar la intersección de una superficie topo-


gráfica con un plano dado por su escala de pendiente.
Los puntos comunes a cada curva de nivel de la superficie y a cada
horizontal, de igual cota, del plano, son, evidentemente, puntos de la inter-
sección.
Trátese, entonces, de la superficie representada por las curvas de
cotas 19, 20, 21, 22, 23 y 24, y del plano α dado por su escala de pendien-
te (fig. 4.10).

F1 G1 24 23
24
E1 H1 22
21 23
I1 20
D1 19 22
J1
C1
21
K1
B1
20
L1
A1 19
18

FIG. 4.10

Trazadas las horizontales del plano, de cotas iguales a las de las cur-
vas de nivel, los puntos, A1, B1, C1, ..., L1, son las proyecciones de los pun-
tos de intersección. Las respectivas cotas son, como es natural, las cotas de
las curvas de nivel o, lo que es lo mismo, de las horizontales del plano, a las
cuales pertenecen. Unidos A1, B1, ..., L1, mediante un trazo continuo, se
tiene, aproximadamente, la intersección buscada.

4.3.2. Cuando el plano secante es horizontal, la intersección que se


obtiene constituye una curva de nivel de la superficie. Si la cota del plano es
la de una de las curvas de nivel dadas, ésta es la intersección. Si, en cam-
Capítulo IV: Representación de Superficies 64

bio, se halla comprendida entre las cotas de dos de las curvas dadas, se
determinan, primero, una serie de puntos de cota igual a la del plano secan-
te, empleando el procedimiento indicado en 4.2.2; se unen, después, me-
diante un trazo continuo.

4.3.3. Particular interés tiene la intersección determinada por un plano


vertical.
Trátese del plano vertical dado por su traza t y sean 20, 25, 30, 35 y
40 las cotas de las curvas de nivel de la superficie (fig. 4.11).

A1 B1 C1 D1 E1 F1 G1 H1 I1 J1 K1 L1 M1 N1
40 35 45 40
30 25 35
20
30
25
15 20
1 : 5.000

FIG. 4.11

Los puntos A1, B1, C1, ..., comunes a la traza t y a las distintas curvas
de nivel, son, sin duda, las proyecciones de puntos de la intersección bus-
cada. Para obtener la forma de esta línea se rebate el plano secante sobre
el plano de comparación u otro horizontal conveniente. En la figura se ha
rebatido sobre el plano horizontal de cota 25. La línea obtenida constituye
un perfil de la superficie topográfica dada.
A veces resulta útil destacar bien las diferencias de cotas entre los
distintos puntos de intersección. Se representan, entonces, las alturas con
una unidad mayor que la empleada para las distancias horizontales. El reba-
timiento aparecerá, naturalmente, deformado, pero en perfiles de gran
extensión destaca los desniveles del terreno que, de otro modo, resultarían
imperceptibles.
En la figura 4.11 se ha empleado, para las cotas, una unidad que es
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 65

cinco veces la unidad dada por la escala 1 : 5.000 correspondiente a las dis-
tancias horizontales. La traza t del plano vertical puede ser, por ejemplo, la
proyección del eje de una carretera, o de una vía ferroviaria, o de un oleo-
ducto, etc. Tratán-dose de una carretera o de una vía ferroviaria, se, deter-
minan, casi siempre, otras intersecciones de la superficie del terreno utili-
zando planos verticales perpendiculares al eje longitudinal. Se obtiene,
entonces, una serie de perfiles transversales, o secciones.

4.3.4. La intersección de una recta con una superficie topográfico se


encuentra haciendo pasar por la rectta un plano cualquiera. Determinada la
intersección de la superficie con el plano auxiliar, los eventuales puntos
comunes a la recta y a la intersección hallada son los puntos buscados.

i1
0 10
20 40
30
I1
50

50
40
30 20
10
1

FIG. 4.12
En la figura 4.12 la recta dada es r. Por ella se hizo pasar el plano
cuya recta de máxima pendiente es la propia r. La intersección del plano con
la superficie topográfico es la línea i. Ella encuentra r en I, que es el punto
de intersección buscado.

4.3.5. Dada una superficie cilíndrica vertical, mediante su traza sobre


el plano de comparación, es fácil determinar la línea según la cual corta una
superficie topográfico. Sea t la traza de la superficie cilíndrica y sean dadas
las curvas de nivel de la superficie topográfica (fig. 4.13).
Capítulo IV: Representación de Superficies 66

t1 C1 D1 E1
B1 F1
G1
A1 3 H1

Escala Horizontal 1 : 1.000 1


Escala de Alturas 1 : 400
D E
C F
B G
A H

A1 B1 C1 D1 E1 F1 G1 H1

FIG. 4.13

Lo mismo que en la intersección de una superficie topográfica con un


plano, que no es sino un caso particular del problema que estamos consi-
derando, los puntos A1, B1, C1, ..., comunes a la traza t1 y a las curvas de
nivel, son las proyecciones de otros tantos puntos de la intersección. Para
evidenciar, gráficamente, las cotas de estos puntos, se puede rectificar la
traza t1, marcar sobre la recta obtenida las posiciones asumidas por A1, B1,
C1, .., y llevar, luego, sobre la posición de cada punto, la, cota correspon-
diente. Se obtiene, entonces, la línea ABC... que da el perfil, sobre un plano,
de la intersección buscada.

4.4 APLICACIONES

4.4.1. Determinar la parte del terreno visible desde un punto dado.


Trátese de la superficie del terreno dada por la figura 4.14, y sea
P1(12), por ejemplo, el punto.
Considerado un plano vertical, arbitrario, por P1(12), construyamos el
perfil correspondiente y marquemos sobre su rebatimiento la posición P del
punto dado. A partir de P, sobre la recta P1P, indiquemos la distancia PQ del
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 67

punto de observación al terreno. Las tangentes QRS y QT al perfil separan


en éste, las partes PR y ST visibles de la RS invisible.

Escala Horizontal 1 : 2.000 T


Escala de Alturas 1 : 200

Q
R
P
S

T1
P1(12,6) R1 S1 16 17
15
13 14
13
12 12
11
10
9

FIG. 4.14
Deshecho el rebatimiento se tiene en el plano a curvas de nivel las pro-
yecciones P1R1 y S1T1 de las porciones de perfil, visibles desde P. Haciendo
pasar por P otros planos verticales se obtienen otros tantos segmentos aná-
logos a los P1R1 y S1T1 que permiten limitar la zona visible pedida.

4.4.2. Dadas dos curvas de nivel de cotas dadas, a y b, respectiva-


mente, interesa a veces unirlas mediante un segmento de recta de pen-
diente dada, p, que parte de un punto dado, A, de la primera curva (o de la
segunda).
Si llamamos d la longitud de la proyección del segmento buscado, se
tiene:
Capítulo IV: Representación de Superficies 68

a−b
p=
d
de donde:
a−b
d=
p
Entonces, si con centro en A1 (fig. 4.15) y radio d se corta en B1 la
imagen de la curva de nivel de cota b, el segmento A1B1, es la proyección
del segmento buscado.

a
C1

B1
d
1
A1

FIG. 4.15
En la figura considerada hay dos segmentos, A1B1 y A1C1 que son
proyecciones de dos soluciones del problema. En general, hay tantas solu-
ciones como puntos comunes tienen el arco de circunferencia y la segunda
curva de nivel. Si no tienen ningún punto común, significa que la zona del
terreno comprendida entre las dos curvas de nivel tienen poca inclinación
como para admitir un segmento cuya pendiente es p.

4.4.3. La repetición del problema anterior permite hacer, sobre una


superficie topográfica, el trazado de una curva de pendiente constante, es
decir, de una curva cuyas tangentes forman un ángulo constante con el
plano horizontal. Trátese, por ejemplo, de la superficie topográfica repre-
sentada en la figura 4.16. Sean, además, A1(25) el punto inicial de la curva
pedida, p = 1/100 la pendiente dada y, tal como lo muestra la figura, e = 5 m
la equidistancia entre las curvas de nivel.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 69

25
C1
20
A1
15

10
B1 D1
5

E1

Escala 1 : 20.000

FIG. 4.16
Procediendo como en el número anterior, unamos mediante un seg-
mento de pendiente, 1/100, las dos primeras curvas de nivel, partiendo
desde el punto dado A1(25). Se tiene:
(25 - 20) m
d= = 500 m
1/
100
Con centro en A1 y radio igual a 500 m (en la escala del dibujo) se
corta en B1 la curva que sigue a la que contiene el punto inicial.
En forma análoga, partiendo desde B1 se determina sobre la curva de
nivel siguiente, con el mismo radio ya hallado, el punto C1. Y así sucesiva-
mente. Uniéndolos mediante un trazo continuo se obtiene una línea que, en
forma aproximada, tanto más aproximada cuanto menor es la equidistancia,
constituye la curva pedida.
Si recordamos lo establecido al final del número anterior, se com-
prende que para cada punto, sucesivamente hallado, los caminos posibles
son dos, uno o ninguno.

4.4.4. Sobre un terreno cuya superficie es dada mediante un número


suficiente de curvas de nivel, se debe construir una explanada rectangular,
horizontal, de la cual se dan la proyección horizontal A1B1C1D1 (fig. 4.17) y
la cota, 52. Alrededor de la explanada el terreno será desmontado, o terra-
Capítulo IV: Representación de Superficies 70

plenado, según sea necesario, debiendo ser 1 la pendiente en el primer caso


y 2/3 en el segundo. Determinar las líneas que limitan los planos de los even-
tuales desmontes y terraplenes que rodearán la explanada.

57 58
56

P
55
C1
54 Q
D1
E1
53 Sección PQ
P
52
52
52 R
M1 Q
N1
51 S
Sección RS

50

49

B1
48
A1 R
47

46
S

45
Escala 1 : 500

FIG. 4.17
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 71

Notemos, en primer lugar, que como la curva de nivel 52 pertenece a


la explanada, la parte M1N1C1D1 de ésta será obtenida por desmonte, pues
el terreno afectado es más alto que la horizontal M1N1.
La parte A1B1N1M1 será obtenida, en cambio, rellenando el terreno,
que ahí es más bajo que aquella horizontal.
De lo que precede resulta, entonces, que la primera parte será rodea-
da por tres tramos de taludes de desmonte, siendo los segmentos M1D1,
D1C1 y C1N1 sus límites inferiores respectivos.
La segunda parte será rodeada, en vez, por tres tramos de taludes de
terraplén, de los cuales M1A1, A1B1 y B1N1 son los límites superiores res-
pectivos. Se trata de hallar las intersecciones de los planos de esos taludes,
considerados dos a dos, así como las de cada uno de ellos con la superficie
actual del terreno.
Los planos de los taludes para el desmonte tienen como pendiente 1;
el intervalo correspondiente a 1 m de desnivel será, así, también 1 m, que,
en la escala de dibujo adoptada, vale 2 mm. Si se trazan, entonces, con ese
intervalo, tres sistemas de rectas paralelas, respectivamente, a M1D1, D1C1
y C1N1 y se las considera acotadas en sentido ascendente, comenzando
con la cota 52, que corresponde a M1D1, D1C1, y C1N1, se tienen las repre-
sentaciones, mediante sus horizontales, de los planos de los taludes para el
desmonte. Los puntos comunes a esas horizontales y a las curvas de nivel
de igual cota, el E1, por ejemplo, permiten determinar las intersecciones de
los planos del desmonte con la superficie del terreno. En cuanto a las inter-
secciones de cada plano con el siguiente, como sus pendientes son iguales,
quedan determinadas por las bisectrices de los ángulos rectos de vértices
D 1 y C 1.
Para la determinación de las líneas que limitan sobre el terreno los
tres tramos de terraplenes, se procede en forma análoga. Como la pendien-
te de sus taludes es 2/3, el intervalo es 3/2. A 3/2 m corresponde, así, en la
escala gráfica del dibujo, 3 mm. Es fácil, entonces, después de trazar las
horizontales de los tres planos y de considerarlas acotadas en sentido des-
cendente, hallar las líneas de intersección con la superficie del terreno.
En la figura se trazaron también dos secciones transversales: una,
PQ, en la zona del desmonte, y otra, RS, en la zona del terraplén.

4.4.5. En la figura 4.18 se da el trazado de una porción rectilínea de


Capítulo IV: Representación de Superficies 72

carretera. El ancho de la carretera es 12 m; su cota, constante en el tramo


considerado, es 395 m. Los planos de los desmontes, indicados con d, tie-
nen una pendiente 1 (α = 45°); los planos de los terraplenes, indicados con
t, tienen una pendiente 2/3 (α = 33° 40’).

395 400 405 405 410 415 420 425 430


400

1 2 d
3 4
5 t
6
t d 7 8 9
10
11 d
t 12
13
14
15
d

370 375
380 385 390 395 400
Escala 1 : 2.000
410
405
400
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 395 14 15
390
385
380
375
Perfil a lo largo del eje de la carretera

FIG. 4.18

El procedimiento utilizado para la determinación de las zonas de des-


monte y de terraplén es igual al del número anterior.

4.5 EJERCICIOS

4.5.1. Construir el perfil transversal, según la dirección AB, de la su-


perficie topográfica dada en la figura 4.19.
4.5.2. En el plano topográfico dado en la figura 4.20, hacer el trazado
de un camino de pendiente 10%.
Proyecciones Acotadas - Donato Di Pietro 73

85 90 95 100 105 110 115


24
120 23
22
A B 21
20
A 19

Escala 1 : 2.000

FIG. 4.19 FIG. 4.20

4.5.3. Dada una superficie topográfica, trazar una plataforma circular


horizontal, parte en desmonte y parte en terraplén.

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