Investigación Sobre Personalidad en Niños

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PERSONALIDAD EN LOS NIÑOS:

María del Carmen Ponce Ordoñez

Jeydy Melissa Chirinos Benítez

INTRODUCCIÓN

Todos los seres humanos somos únicos y singulares, aunque compartimos


semejanzas, existen muchas diferencias las cuales nos hacen peculiares y
distinguen de los demás. Las personas somos una unidad biológica y psicológica
producto de unas características propias, del ambiente en el que estamos
inmersos y de la historia ya vivida, podemos decir que influyen factores
ambientales junto a otros genéticos.
OBJETIVOS

1. Identificar mediante las teorías como es el desarrollo de la personalidad en


los niños.

2. Averiguar porque es importante prestar atención al desarrollo de la


personalidad del niño.

3. Investigar porque es importante el desarrollo de la personalidad en los


niños.
MARCO TEÓRICO

Los estudiosos de la psicología siempre ha tratado de comprender las diferentes


personalidades. Pero no fue sino hasta hace un siglo que los científicos
comenzaron a realizar observaciones científicas sistemáticas y a sacar
conclusiones de ellas.
Algunos teóricos ponen énfasis en las experiencias de la primera infancia, otros en
la herencia, y otros atribuyen el papel fundamental al medio ambiente.

¿Qué es la Personalidad?

Las personas nacemos con una herencia de nuestros padres, una carga genética
que forma las bases de nuestra personalidad, es una tendencia clara hacia unos
rasgos determinados. Esto es solo una tendencia, que contribuye a nuestra
personalidad futura, pero que no es determinante.

Desde el momento del nacimiento la personalidad se va formando en un continuo


proceso de búsqueda y definición de la propia identidad. Este proceso se va
complementando durante los años de la infancia y adolescencia, a través de las
experiencias y el aprendizaje de cada uno.

Al tratarse de un proceso que dura varios años, la personalidad va cambiando, va


desarrollándose poco a poco, reforzándose, modulándose y configurándose en lo
que finalmente será, los pequeños tienen que pasar por las distintas etapas de
este proceso, y es normal que tengan dificultades y cambios, por ello se debe ser
prudente y tener paciencia.

¿Cómo se forma la Personalidad del Niño?

El niño conoce el mundo a través de sus sentidos, en un principio tiene pocos


conocimientos sobre sí mismo.

La personalidad comienza a configurarse en contacto con un tú. El ser humano


forma su yo a través del tú es decir el niño comienza a tomar consciencia de si
mismo, comienza a darse cuenta que es una persona, para conocer sus
características físicas le basta con observarse en un espejo. El niño empieza a
conocerse viendo el reflejo de su imagen que las demás personas le dan. Es decir,
las opiniones que tenemos sobre el niño, son las que llegan a él como la imagen
del espejo. El niño no sabe definirse, utiliza lo que le reflejamos de cómo es si
decimos que es un niño travieso el pequeño se verá como travieso y empezara a
sentirse como tal. Si juzgamos eso que decimos como bueno o malo, el niño lo
verá como defecto o virtud.

¿Por qué es importante prestar atención al desarrollo de la personalidad del


niño?

Es importante que los niños y niñas construyan de forma adecuada las bases de
su identidad, de este modo serán adultos con una personalidad madura y firme, lo
que implica poder expresar sus opiniones, no dejarse influenciar, ser autónomos,
consecuentes y responsables.

Una personalidad madura es además la base de una autoestima adecuada. Por


todo ello si queremos que nuestros niños y niñas lleguen a ser adultos felices,
debemos prestar atención durante los primeros años a la construcción de las
bases de su personalidad y tener presente que como hemos mencionado, los
niños y niñas empiezan a formar la imagen de sí mismos a través del reflejo que
nosotros les transmitimos de lo que son es fundamental entonces prestar atención
detallada a ese reflejo que les transmitimos.

Para el desarrollo de esta identidad, el niño engloba diferentes informaciones:

1. La imagen de él mismo que tienen los demás. Los otros le sirven de


espejo al niño. Empieza a definirse basándose en las definiciones de los
demás.
2. Las ideas que tiene el niño sobre sí mismo.
3. Las interpretaciones de las opiniones de los demás y de las
propias y la mezcla de ambas.
4. Las diferentes experiencias que le aportan información sobre su
persona. (Si la gente me trata bien es que soy digno de cariño, si no lo
hacen es que no lo soy. Si acierto una pregunta es que soy listo, si no lo
hago soy torpe, etc.).
5. Los sentimientos que acompañan a todas estas opiniones propias y
ajenas.

El desarrollo de la personalidad de los niños

La personalidad es una entidad única y específica de cada persona que nos define
y nos caracteriza. La personalidad de los niños tiene unas bases genéticas, una
predisposición temperamental, pero éstas se van moldeando a medida que las
diferentes experiencias, interpretaciones y emociones asociadas permiten la
construcción de la propia identidad y el desarrollo de la personalidad.

Por estos motivos, es fundamental prestar atención al proceso que


propicia el desarrollo de la personalidad de los niños y fomentar la construcción de
una personalidad madura.

1. Permitir el desarrollo de una personalidad madura contribuye a su bienestar y


a su felicidad. Una persona con personalidad madura, tendrá una sana
autoestima, será capaz de tomar sus propias decisiones y no se dejará influenciar
por los demás.
2. El desarrollo de la personalidad tiene como puntos clave la infancia y
la adolescencia. Son dos etapas cruciales donde se asientan las bases de la
misma.

El desarrollo de la personalidad de los niños

La personalidad se va configurando desde el nacimiento, enmarcada en un


proceso continuo y permanente de búsqueda y definición de la propia identidad
que tiene como resultado la definición de un yo único. La personalidad es nuestra
forma más íntima de ser, sentir y pensar, engloba estas tres facetas.

El desarrollo de la personalidad de los niños comienza a forjarse en torno a los


dos años, cuando el niño toma conciencia de sí mismo como entidad diferente a
todas las demás realidades que le rodean. Para el desarrollo de esta identidad, el
niño engloba diferentes informaciones:

1. La imagen de él mismo que tienen los demás. Los otros le sirven de espejo
al niño. Empieza a definirse basándose en las definiciones de los demás.
2. Las ideas que tiene el niño sobre sí mismo.
3. Las interpretaciones de las opiniones de los demás y de las propias y
la mezcla de ambas.
4. Las diferentes experiencias que le aportan información sobre su persona.
(Si la gente me trata bien es que soy digno de cariño, si no lo hacen es que no
lo soy. Si acierto una pregunta es que soy listo, si no lo hago soy torpe, etc.).
5. Los sentimientos que acompañan a todas estas opiniones propias y
ajenas.
Autoconcepto, autoestima y personalidad de los niños

De esta manera el niño poco a poco va forjando una identidad, va creando un auto
concepto y una valoración del mismo, autoestima, sobre los que se apoya la
personalidad.
Es fundamental procurar el desarrollo de un adecuado auto concepto y una
sana autoestima para asegurar el desarrollo de una personalidad madura.

Estos son procesos personales, que requieren su tiempo para su desarrollo,


nuestro papel consiste en vigilar de cerca, con paciencia y procurarles
experiencias y opiniones positivas sobre sí mismos.

Cómo podemos fomentar el desarrollo de su personalidad

1. Apórtale una opinión positiva sobre sí mismo, que propicie interpretaciones


y emociones positivas sobre las que sustentar su auto concepto.

2. Ayuda a tu hijo a definirse. Para ello, muéstrale una imagen real, pero no la
critiques, juzgues o etiquetes.

3. Proporciona un ambiente donde el niño se perciba querido y se sienta


cómodo para expresar su yo.

4. Favorece un auto concepto adecuado y el desarrollo de una sana


autoestima. Valórale y enséñale a valorarse a sí mismo.

5. Fomenta el desarrollo de sus habilidades sociales. Ya que su desempeño


social, el papel que juegan en un grupo y la manera de desenvolverse socialmente
serán puntos clave a la hora de definirse.

6. Deja que haga cosas por sí mismo, que experimente y que sea. El desarrollo
de la autonomía es otro aspecto crucial para el desarrollo de la identidad.

7. Pregúntale siempre que es lo que quiere, que es lo que le gusta, y procura


no decidir por ellos.

8. No coartes su identidad, déjales ser. Evita etiquetas y clasificaciones.


PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA DEL DESARROLLO EMOCIONAL DEL
NIÑO

Las etapas que Freud considera son los tres estadios llamados pre genitales: oral,
anal y fálico, así como la fase de latencia, la pubertad y el estadio genital.

Etapa oral En esta etapa, que es la fase de organización libidinal en la que la boca
predomina como zona erógena debido a la función de la nutrición, el primer objeto
con el que el bebé tiene relación es el seno materno (biberón, chupón, etcétera);
de este modo, la madre es el primer contacto afectivo y de conocimiento del
mundo exterior. La necesidad fisiológica de succionar aparece desde las primeras
horas de vida. Pero una vez saciado el apetito, el bebé continúa durante el sueño
realizando movimientos de succión. Las condiciones afectivas con las que la
madre le proporciona la alimentación, pero también el confort y bienestar (alimento
emocional); conducen a que el niño logre una diferenciación entre el yo y el no yo
(entre la madre y él) y una manera de aprehender el mundo externo al final de
esta etapa.

Etapa anal El niño de l a 3 años atraviesa por la etapa anal, en donde la mayoría
de los intercambios con el adulto son a propósito del alimento y del aprendizaje de
la limpieza y control de esfínteres. Como lo menciona Dolto, por la conquista de la
disciplina de los esfínteres es que el niño descubre también la noción de su poder
y de su propiedad privada, implica un poder afectivo sobre la madre, a quien
puede satisfacer o no en sus demandas. Por otro lado, el niño alcanza un
desarrollo neuromuscular muy satisfactorio en este periodo de la vida, lo que le da
la posibilidad de moverse e imitar al adulto no solamente en sus palabras, sino en
todos sus gestos. En esta etapa, el niño es activo, explora el mundo, experimenta
placer al fabricar pasteles de arena, chapotear en el agua, meterse en el lodo,
golpear y arrojar objetos.

Etapa fálica Esta etapa se presenta alrededor del tercer año de vida y se
caracteriza por la fijación de la libido en los órganos genitales. En ella, por lo
general se observa la masturbación infantil secundaria, se incrementa la
curiosidad sexual; el niño quiere saber de dónde vienen los bebés y conocer el
significado del carácter secreto que tienen las relaciones entre los padres. Este
interés, muchas veces se despierta a partir del nacimiento de un hermanito y
aunque los adultos eludan el tema, el pequeño pronto asocia el vientre abultado
de la madre antes del nacimiento del bebé. Es la edad de los “¿Por qué?” y como
parte de la curiosidad del niño también descubre las diferencias sexuales; los
niños no son como las niñas, ellos tienen “algo” que ellas no poseen. Ésta es la
idea de Freud que ha sido más criticada y refutada y que le impidió entender la
feminidad. De acuerdo con su teoría, en esta edad es frecuente que aparezcan
juegos sexuales junto con fantasías de perder lo que tienen (temor a la
castración); mientras que la niña imagina que su clítoris puede crecer.

Etapa de latencia En esta etapa el superyó se encuentra lo suficientemente


desarrollado, de manera que el niño ha internalizado las normas para interactuar
con la sociedad y, en cierto modo, posee una estructura de personalidad que no
variará sensiblemente en etapas posteriores. Un niño que haya seguridad en esta
relación continuada con los padres y que ha logrado una solución satisfactoria de
sus conflictos emocionales en las etapas anteriores, está gradualmente en
condiciones de incorporarse a un grupo. Los resultados que logra en la escuela
están de acuerdo con sus dotes básicas y habilidades adquiridas.

Organización de la vida emocional desde el punto de vista del desarrollo

Desde una perspectiva del desarrollo, la comprensión de esta reacción afectiva


aparentemente simple requiere de distintos niveles. Es por esto que el desarrollo
emocional debe estudiarse junto con el desarrollo cognoscitivo y social, tomando
en cuenta la propuesta del holismo de que el individuo funciona como una
totalidad y ninguna parte puede entenderse por separado.

Dentro de este desarrollo emocional, el apego juega un papel muy importante.


Éste se refiere a una relación muy especial entre el bebé y quien lo cuida y que
evoluciona en el transcurso del primer año de vida y algún tiempo después, es un
constructo básicamente emocional. No sólo implica la existencia de un lazo
afectivo entre papá, mamá y el bebé, sino que también se caracteriza en términos
de la regulación de la emoción del bebé. El surgimiento de las relaciones
específicas de apego se refiere a la fase del desarrollo en la que el bebé adopta
un papel más activo en la regulación diádica; es decir, se pasa de una regulación
articulada por la persona que cuida al bebé, hasta lo que es verdaderamente
diádico. Entre los 6 y los 12 meses, el bebé dirige comunicados intencionales a la
persona que lo cuida, con el fin de lograr contacto, por lo que selecciona y altera
flexiblemente las conductas de su repertorio hasta que alcanza el objetivo de la
interacción o del contacto. Cuando se ve esta conducta activa es posible hablar de
apego. El primero de sus signos, presente de manera universal en bebés
normales hacia el final del primer año, es la angustia de separación, la cual
muestra un curso muy parecido en todas las culturas. Otro signo relevante del
apego es la conducta de la base segura por medio de la cual el bebé se mueve
cerca de la persona que lo cuida, a la quien tiene en el centro de sus
exploraciones. Los bebés se sienten más seguros al explorar, cuando su madre o
la persona que los cuida está cerca de ellos y atenta, y así mismo se refugian en
ella cuando se sienten amenazados.

Erik Erikson Teoría de la Personalidad

Erikson es un psicólogo del Yo freudiano. Esto significa que acepta las ideas de
Freud como básicamente correctas, incluyendo aquellas debatibles como el
complejo de Edipo, así como también las ideas con respecto al Yo de otros
freudianos como Heinz Hartmann y por supuesto, Anna Freud.

No obstante, Erikson está bastante más orientado hacia la sociedad y la cultura


que cualquier otro freudiano, tal y como cabía esperar de una persona con sus
intereses antropológicos. Prácticamente, desplaza en sus teorías a los instintos y
al inconsciente. Quizás por esta razón, Erikson es tan popular entre los freudianos
y los no-freudianos por igual.

El desarrollo de la confianza

Los bebes dependen de otras personas para que cuiden de ellos y sastifagan sus
necesidades, como alimento y protección desde la infancia hasta los 18 meses
tiene lugar la etapa del desarrollo que el psicólogo Erik Erikson llamo confianza
básica frente a desconfianza básica, en estos meses, los bebes aprenden en que
personas u objetos de su mundo pueden confiar, necesitan alcanzar un equilibrio
adecuado entre confianza que les permite tener relaciones íntimas con los demás
y desconfianza que les sirve para protegerse.

Para ayudar a los niños a desarrollar la confianza es importante que la madre o


persona que cuida del niño le brinde un cuidado sensible, atento y continúo.

El desarrollo de la autorregulación y la autonomía

La autorregulación es el control sobre el propio comportamiento para ajustarse a


las expectativas sociales. Los padres les dicen a los niños lo que pueden o no
pueden hacer. Conforme los niños van absorbiendo esta información empiezan a
regular su propio comportamiento, pasando del control externo hacia el control
interno o autorregulación.

Erikson llamó a esta etapa autonomía frente a vergüenza y duda. Si se han


desarrollado de forma ideal, los niños han pasado por la primera etapa con un
sentido de confianza básica en el mundo y un despertar del sentido de sí mismos.
Esto les permite empezar a confiar en su propio discernimiento. En esta etapa
surge una voluntad firme y no es raro que la palabra favorita de los niños en sea
¡No! como un modo de probar los límites y desarrollar su autonomía. Por este
motivo, a este nuevo comportamiento se le llama a veces negativismo.

La vergüenza y la duda también influyen en el modo en que los niños aprenden a


controlarse. Un poco de duda y auto desconfianza les ayuda a admitir que no
están preparados para hacer ciertas cosas, y un sentido de vergüenza les ayuda a
convivir con los demás. Los niños en la etapa de los primeros pasos necesitan que
los adultos les pongan límites. Sin embargo, muchos o demasiados límites pueden
hacer que los niños se vuelvan compulsivos para controlarse, y el miedo a perder
el control puede llenarlos de inhibiciones y hacer que pierdan su autoestima.

Conforme los niños se van volviendo más capaces de hacer entender sus deseos,
se van volviendo también más independientes. Alrededor de los dos años se
manifiesta su necesidad de autonomía. A esta edad surge una voluntad más fuerte
y pueden ser obstinados, lo cual es completamente normal. Los niños necesitan
poner a prueba el nuevo conocimiento de que son seres individuales con algo de
control sobre su mundo, pues esto es importante para su normal desarrollo.

Ya no se sienten cómodos cuando los demás deciden en todo momento lo que


deben hacer y quieren guiarse por sus propias ideas y buscar sus propias
preferencias. A menudo esto es interpretado como un comportamiento negativo,
por su tendencia a decir no y a resistirse a la autoridad, pero es un
comportamiento saludable y normal, que conducirá a resultados positivos.

Albert Bandura

Durante los primeros años como investigador, Albert Bandura se especializó en el


estudio del fenómeno de la agresión en adolescentes. Pronto se percató que,
aunque los elementos observables eran cruciales a la hora de establecer unas
bases sólidas y científicas para el estudio de ciertos fenómenos, y sin renunciar al
principio de que es el ambiente el que causa el comportamiento humano, cabía
también realizar otra reflexión.

El ambiente causa la conducta, ciertamente, pero la conducta también causa el


ambiente. Este concepto, bastante innovador, fue denominado determinismo
recíproco: la realidad material (social, cultural, personal) y el comportamiento
individual se causan mutuamente.
CONCLUSIONES

Se concluye que la personalidad no la forja la persona, es forjada por el cumulo de


experiencias que vivimos, por eso hay que cuidar que vivan y crezcan en un
ambiente agradable, con sentido del humor ante los fallos, con aceptación.

La personalidad futura será el resultado del temperamento y las acciones


educativas que reciba de los adultos que lo rodean.

BIBLIOGRAFÍA:
BIBLIOGRAFIA

Fayne Esquivel y Ancona, Emilia Lucio Gómez-Maqueo(s.f.). Psicodiagnóstico Clínico del


Niño.Manual Moderno

http://www.hacerfamilia.com/psicologia/noticia-desarrollo-personalidad-ninos-
20150407101323.html. (s.f.).

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