Diferencias Entre Alabanza y Adoración
Diferencias Entre Alabanza y Adoración
Diferencias Entre Alabanza y Adoración
Como introducción al estudio del significado de la adoración, sería útil tener una
perspectiva más clara sobre algunas de las diferencias entre la alabanza y la adoración.
Con frecuencia operan en diferentes campos. A veces, sin embargo, es casi imposible
diferenciar entre alabanza y adoración; diferentes individuos al mismo tiempo pueden
expresarías en un culto. Al levantar las manos o danzar delante del Señor, ¿los creyentes
alaban o adoran? Podrían hacer ambas cosas, pues las formas externas de la alabanza y
la adoración son a menudo idénticas.
Es casi tan difícil separar la alabanza de la adoración como dividir el alma y el espíritu.
Parece seguro que el alma y el espíritu son dos aspectos diferentes del hombre, pero se
vuelve muy difícil identificar las diferencias. Cuando uno siente cierto impulso, ¿cómo
puede determinar si viene del espíritu o del alma? Sólo hay una cosa bastante aguda
para separar entre el alma y el espíritu, y es la Palabra de Dios (Hebreos 4:12) Ni
siquiera puedo analizar la diferencia en “propio ser”. De modo semejante, la alabanza y
la adoración son dos entidades diferentes, pero es a menudo imposible separarlas.
Así que, las diferencias entre la alabanza y la adoración en este capítulo son casi
hipotéticas. Se entiende mejor la esencia de la adoración al examinar esas diferencias
"hipotéticas.
Segundo: La alabanza puede ser a veces distante, pero la adoración es, por lo general,
íntima. El corazón del hombre no tiene que estar cerca de Dios para que ocurra la
alabanza. En una ocasión, Jesús dijo que las rocas clamarían si sus discípulos no lo
alababan (Lucas 19:37-40). Es obvio que las rocas no tienen una relación con el Dios
Todopoderoso, y no existirá nunca una interacción de personalidades entre Dios y una
roca, pero la alabanza todavía es posible. Cualquier persona o cosa puede alabarlo; los
árboles, las montañas, los ríos, el sol, la luna y las estrellas alaban al Señor (Salmo
148:3-12), aunque Dios no tiene relación con ninguno de ellos.
Hay excepciones al punto siguiente, pero por regla general la experiencia afirma que la
adoración va acompañada de cantos más lentos, y la alabanza de cantos más rápidos. No
es que el compás lento siempre denote adoración, y que el compás rápido sea igual a la
alabanza; más bien, el compás de los cantos lentos es más adecuado a la adoración, y los
cantos más rápidos se prestan más a la actividad que caracteriza a la alabanza. Por
supuesto hay excepciones ocasionales, pero estas generalizaciones ayudan a entender
las diferencias entre la alabanza y la adoración. En realidad, una de las mejores mane-
ras de decidir si un canto es un coro de alabanza o de adoración es considerar no sólo la
velocidad del compás sino el tema de la letra.
En Lucas 7, la mujer que le ungió los pies a Jesús es un ejemplo de una buena
adoradora; no se tocaron instrumentos musicales delante de ella, ni estaba cantando,
pero adoraba de la manera más notable y loable. La adoración no es una actividad
musical sino una función del corazón.
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Otra diferencia entre la alabanza y la adoración se puede ver en que, a veces, hay que
empezar a alabar con mucho entusiasmo. A menudo es necesario agitar el cuerpo y el
alma para alabar al Señor. La adoración parece funcionar a un nivel diferente, sin incluir
un esfuerzo humano al mismo grado. Se caracteriza más a menudo por el deleite
silencioso y retraído en la presencia de Dios.
El espíritu está dispuesto a adorar, pero el cuerpo es débil y reacio. Como la alabanza se
expresa de modo físico, requiere que se estimule el cuerpo. Sin embargo, puesto que la
adoración es más una función del espíritu, lo que se necesita no es estimular el cuerpo,
sino desatar el espíritu.
Algunas personas se preocupan de la dirección de sus cantos: ¿Se dirige el canto a mí,
mi prójimo o Dios? Los cantos que se dirigen a Dios no son necesariamente mejores ni
que los que hablan de Él. Lo que le interesa a Dios, es que los creyentes entren en dulce
comunión con Él. ¿Alabo ahora, o estoy adorando?" Hay que apartarse de lo mecánico y
concentrarse en agradar al Señor mediante la expresión del amor debido a Él.
Algunos han cometido el error de igualar la alabanza con el atrio exterior y la adoración
con el atrio interior Es barrera tan fuerte entre las dos es artificial. Muchas de las
actividades corporales empleadas en la alabanza, por ejemplo, se emplean también en la
adoración. Al alzar las manos, ¿se alaba o se adora? Podrían ser ambas cosas, o
cualquiera de las dos. En la adoración se pueden usar todas las formas externas de la
alabanza como los clamores, gritos, aplausos, palmoteos o cantos; pero la adoración
también puede existir sin ninguna actividad en tanto que la alabanza siempre se
caracteriza por alguna forma de manifestación física. ¿Cuál es la más elevada de estas
dos expresiones? La que sea inspirada por el Espíritu Santo para la ocasión.
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