Tesis Sonda de Campeche

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 237

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO

Programa de Posgrado en Ciencias de la Tierra

CENTRO DE GEOCIENCIAS

“Dolomitización y generación de porosidad


vugular en la brecha K/T del Campo
Cantarell, Zona Marina-Campeche”

Tesis
que para obtener el grado de

DOCTOR EN CIENCIAS
(Geoquímica y Petrología)

presenta

RICARDO MARTINEZ IBARRA

2009
Reconocimientos

Hago patente mi gratitud y reconocimiento al Instituto Mexicano del


Petróleo por permitir el uso de sus laboratorios de Sedimentología y
Diagénesis así como por haber solventado la mayor parte de los análisis
especiales, esenciales para el desarrollo de este trabajo. Así mismo un
agradecimiento especial a quien facilitó todo esto Dr. José Manuel Grajales
Nishimura.

También agradezco el apoyo de la Universidad Autónoma de México, al


Posgrado en Ciencias de la Tierra: Sede Centro de Geociencias y Sede
Instituto de Geología. De igual forma al personal de los laboratorios LUGIS
donde se desarrollaron parte de los análisis.

Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el


apoyo económico durante los primeros años de esta investigación.

Agradezco por todo el tiempo que dedicó en la dirección y revisión de esta


tesis al Dr. Jordi Tritlla i Cambra, sin su apoyo, consejo y amistad este
trabajo no habría salido adelante.

Agradezco los comentarios y revisión de la tesis así como su apoyo a todos


los miembros del Jurado. Dr Gilles Levresse, Dr. Dante Morán Zenteno, Dr.
José Manuel Grajales Nishimura, Dr. Esteban Cedillo Pardo, Dr. Eugene
Perry, Dr. Jacques Pironon.

Finalmente quiero agradecer toda la ayuda recibida por amigos y colegas


que tuvieron participación directa o indirectamente con el desarrollo de
este trabajo (Marcela Ugarte, Guillermo Aguilar, Gustavo Murillo, Ricardo
Torres, Luis Velasquillo, Carmen Rosales, Hugo Ramírez, Gloria Alba, Marta
Pereda, Gabriela Guzzy, Elena Lounejeva.. y los demás).
A mi esposa Martha

Todos los pensamientos que habitan el


espacio entre cada palabra aquí escrita
son para ti
A mis hijitos
Emiliano y Ricardo Ladislao

Nunca se sabe exactamente cómo será el


camino de un sueño ni cómo caminarlo
cuando estés en medio lo que no debes
olvidar es cómo termina el sueño
A mis Padres
Ladislao y Ma del Carmen

Esto querían de mi desde que yo era


pequeño ahora es suyo

Gracias por soñarlo


“Ninguna roca ha atraído mayor
atención que la Dolomita”

Bischof
CONTENIDO
página

Resumen
Abstract
I Introducción 1
• I.1 Objetivos 5
• I.2 Planteamiento del problema y justificación de la 6
investigación

II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la 13

generación de porosidad vugular


• II.1 Modelos de Dolomitización 13
• II.2 Principales interpretaciones sobre la generación de 25
porosidad vugular

III Campo Cantarell 31


• III.1 Generalidades 31
• III.2 Antecedentes de la brecha KT 34
• III.3 Origen y sedimentología de la brecha KT 36
• III.4 Estratigrafía 39
• III.5 Marco Tectónico 43
• III.6 Modelo Estructural del Campo Cantarell 46

IV Métodos y Técnicas 52
• IV.1 Descripción de núcleos 52
• IV.2 Microscopía óptica de secciones delgadas 53
• IV.3 Análisis geoquímicos 57
• IV.4 Inclusiones fluidas 65

V Tipos Texturales de dolomitas 78


• V.1 Selección y muestreo 78
• V.2 Clasificación textural de las dolomitas 79
• V.3 Origen de las texturas de la dolomita 93

VI Geoquímica de los carbonatos 97


• VI.1 Geoquímica de las fases carbonatadas 97
• VI.2 Discusión 111

VII Geoquímica de paleofluidos 117


• VII.1 Inclusiones fluidas y sucesión mineralógica 117
• VII.2 Modelado PVTX de los fluidos (salmueras e 129
hidrocarburos) atrapados en dolomitas y calcitas.
• VII.3 Estudio de Halógenos en inclusiones fluidas 137

VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad 149

vugular

• VIII.1 Depósito y potencial diagenético de los 149


componentes de la brecha KT
• VIII.2 Grado de dolomitización 150
• VIII.3 Modelo de dolomitización para la brecha KT y 152
naturaleza de los fluidos dolomitizantes
• VIII.4 Generación de porosidad vugular 156
• VIII.5 Mineralogía asociada a eventos postdolomitización 169
y disolución
• VIII.6 Incursión de hidrocarburos e interacción con 170
domos salinos
• VIII.7 Composición de hidrocarburos y condiciones 171
iniciales PVT en el Campo Cantarell

Conclusiones 175

Anexo 177

Referencias 209
Lista de figuras
Número de página
figura
1.1 Localización del Campo Cantarell y pozos estudiados 2

II.1 Composición isotópica de la dolomita para distintos tipos de


dolomitización según Warren (2000) 14

III.1 Columna estratigráfica esquemática representativa del Campo


Cantarell (Tomada de Grajales et al., 2002) 38

III.2 Migración de Yucatán Pindell (2006) 45

III.3 Evolución estructural de la estructura Cantarell-Sihil 49

V.1 Tipos texturales de dolomitas 87

V.2 Eventos de dolomitización por CL 90

VI.1 Valores de isotopia y elementos traza para la muestra C-2052 102

VI.2 Resultados graficados PARA δ14C, δ18O y 87Sr 105

VI.3 Gráfica de tendencia isotópica de C y O en carbonatos 107

VI.4 Resultados graficados para elementos traza 108

VI.5 Gráfica Sr vs Nº Muestras 110

VII.1 Paragénesis Mineralógica del Campo Cantarell: 125

VII.2 Paragénesis Mineralógica e inclusiones fluidas 126

VII.3 Microtermometría de inclusiones fluidas 127

VII.4 Diagrama paragenético para la brecha KT 128

VII.5 Modelado PVTX-Muestra 2052 131

VII.6 Modelado PVTX-Muestra 2074 132

VII.7 Modelado PVTX-Muestra 2277 133

VII.8 Modelado PVTX-Muestra 3001 135

VII.9 Modelado PVTX-Muestra C-99 136

VII.10 Diagrama Cl/Br vs Na/Br 142

VII.11 Diagrama Na/Cl vs Cl/Br 144

VII.12 Diagrama Cl/Br vs K/Cl 146

VII.13 Diagrama Li/Cl vs Cl/Br 147


VIII.1 Grado de dolomitización 151

VIII.2 Modelo de dolomitización 155

VIII.3 Porosidad secundaria durante dolomitización 158

VIII.4 Porosidad secundaria durante dolomitización 159

VIII.5 Porosidad secundaria durante dolomitización 160


VIII.6 Porosidad vugular originada por ácidos orgánicos 164

VIII.7 Porosidad vugular originada por ácidos orgánicos 165

VIII,8 Porosidad vugular originada por ácidos orgánicos 166

VIII.9 Proceso de dolomitización y generación de porosidad vugular 167

VIII.10 Composición de hidrocarburos 172

VIII.11 Composición de hidrocarburos 173

A1-1 Petrografía de inclusiones fluidas-Muestra 2052 180

A1-2 Microtermometría de inclusiones fluidas 181

A1-3 Modelado PVTX-Muestra 2052 185

A1-4 Petrografía de inclusiones fluidas-Muestra 2074 187

A1-5 Microtermometría de inclusiones fluidas 188

A1-6 Modelado PVTX-Muestra 2074 190

A1-7 Microtermometría de inclusiones fluidas-Muestra 2277 192

A1-8 Modelado PVTX-Muestra 2277 194

A1-9 Petrografía de inclusiones fluidas-Muestra 3001 197

A1-10 Microtermometría de inclusiones fluidas 200

A1-11 Modelado PVTX-Muestra 3001 202

A1-12 Petrografía de inclusiones fluidas-Muestra C-99 203

A1-13 Microtermometría de inclusiones fluidas 206

A1-14 Modelado PVTX-Muestra C-99 208


Lista De Tablas
Número de Página
Tabla
V.1 Lista de muestras estudiadas de la brecha kt 79

VI.1 Muestras de la brecha kt con estudios geoquímicos 97

VI.2 Resultados de analisis isotópicos y de elementos 99


mayores y traza

A1-1 Raman 182

A1-2 FTIR 183

A1-3 Microscopía confocal láser (clsm) 184


Resumen
El Campo Cantarell ha sido el yacimiento petrolero más importante de México por casi 30
años. Actualmente el Campo se encuentra en su etapa de declive. Bajo este entorno
resulta crucial contar con un estudio científico enfocado a reconocer el origen de la
calidad del yacimiento y de esta manera, aplicar dicho conocimiento a la exploración y
predicción del comportamiento de otros yacimientos petroleros con similar historia
diagenética. Este trabajo versa sobre la génesis de la dolomitización en Cantarell y los
procesos asociados en relación con la generación de porosidad vugular en la brecha KT.
Esta tesis pretende ser un estudio diagenético integral de la brecha KT y se ha llevado a
cabo aplicando una metodología que incluye métodos de petrología clásica, geoquímica
elemental e isotópica y geoquímica de paleofluidos. Aplicando técnicas de petrología
(microscopía de luz polarizada), catodoluminiscencia, microtermometría de inclusiones
fluidas, FTIR, fluorescencia UV, ,microscopia electrónica de barrido (SEM-EDS), técnicas de
“crush-leach”, análisis geoquímicos de elementos mayores, elementos traza, y análisis
geoquímicos isotópicos (C , O, Sr). Esta tesis propone un modelo de dolomitización masiva
que corresponde con un escenario concordante con el subambiente diagenético de “zona
de cinturón cabalgado” donde el bombeo de fluidos y fuente de magnesio sería a partir de
lo fluidos expulsados durante el evento compresivo de la formación de la estructura de
Cantarell. Los fluidos dolomitizantes se caracterizaron por presentar altas temperaturas,
comprendidas entre 80 y 120°C, predominando los valores entre 100 y 110°C, y
localmente altas presiones tal y como se deriva del modelado PVTX. Así mismo la
presencia de fluidos calientes en la génesis de la dolomitización en la brecha KT ha sido
corroborada mediante el comportamiento de la composición isotópica del oxígeno en las
dolomitas. El comportamiento de los halógenos en inclusiones fluidas sugiere la presencia
de una solución de origen marino, evolucionada mediante evaporación, intercambio
agua/roca y muy posiblemente dilución con salmueras de menor salinidad, ya que las
relaciones Na/Brm y Cl/Brm entre otras, se corresponden con aguas de mayor salinidad
que la encontrada en las inclusiones fluidas indicando, por tanto, que el origen de los
solutos está ligado a salmueras de origen evaporítico. También se determinó en base a
relaciones petrográfica y catodoluminiscencia que la primera generación de porosidad
vugular en la brecha BKS es congénita al proceso de dolomitización masiva. El origen de la
porosidad vugular final presente en el Campo Cantarell está relacionado en parte a la
incursión de ácidos orgánicos a través de fracturas y estilolitas. Parte importante de la
incursión de hidrocarburos está íntimamente ligada al fracturamiento desarrollado al
evento tectónico distensivo y por tanto al emplazamiento de domo salino al Este del
Campo.
Abstract
Cantarell oil field has been the main oil reservoir of Mexico for almost 30 years. Since few
years ago, the oil field has been declining its production. In this contest it is very
important to propose scientist studies focused to recognize the origin of the quality of the
oil field and using this knowledge to discover and predict the behavior of other oil fields
with similar diagenetic histories. This work is about the genesis of the dolomitization in
the Cantarell oil field and associated processes related to the genesis of vugular porosity
in the boundary K/T breccia. This thesis expect to be an essential diagenetic research of
the K/T breccia and has been carry out by applying a methodology that includes classic
petrology, elemental and isotopic geochemistry and paleofluids geochemistry. Specifically
the application of the techniques: polarized light microscopy , cathodoluminiscence, fluid
inclusions microthermometry, FTIR, UV fluorescence, scattering electronic microscopy
(SEM-EDS), crush-leach techniques, geochemistry analysis of trace and major elements
and isotopic analysis (C , O, Sr). The proposal of this thesis is a pervasive dolomitization
model that corresponds to the diagenetic sub-realm of the thrust belt zone in which the
pumping of fluids and magnesium source come from basinal fluids expelled during the
compressive stage of the Cantarell structure. The dolomitizing fluids were characterized
by their high temperatures of 80 to 120°C, prevailed 100 and 110°C values, and locally
high pressures derived from PVTX modelization. Likewise the presence of hot fluids in the
origin of the dolomitization in the K/T breccia has been corroborated with the oxygen
isotopic data in the dolomites. The halogen data from fluid inclusions suggest the
presence of marine fluids evolved by evaporation, rock-water interaction and probably
diluted with less salty brines because the ratios Na/Br and Cl/Br corresponds with fluids
with more salinity of that found in the fluid inclusions. Therefore the halogen data suggest
that the source of the solutes is linked to brines of evaporitic origin. Also it was found on
the basis of petrographic and cathodoluminiscence data that the first vugular porosity
generation in the K/T breccia is congenital to the pervasive dolomitization process. The
origin of the last vugular porosity in the Cantarell oil field is related to the arrive of
organic acids through stylolites and fractures. Also the arriving of hydrocarbons is linked
to the fractures development in an extension event and saline dome intrusion at the east
of the field.
I Introducción

I Introducción

El Campo Cantarell ha sido el yacimiento petrolero más importante de

México por casi 30 años. Forma parte de la provincia petrolera de la Sonda de

Campeche en el SE de México y se ubica a 75 Km al NW de Ciudad del Carmen

(UTM X=590000 a 610000, Y=2,136,000 a 2,154,000) (Figura I-1). Aunque

produce en unidades de edad Jurásico, Cretácico y Terciario, el yacimiento más

importante lo constituye la brecha del límite Cretácico-Terciario (brecha KT). Las

características diagenéticas de dolomitización, porosidad secundaria y

fracturamiento son las que le confieren a la brecha KT su gran calidad de

yacimiento.

A más de 30 años de su descubrimiento, Cantarell ha producido más de 12

mil millones de barriles de petróleo (PEP, 2007). Mantiene el sexto lugar en el

ámbito internacional con reservas de 7 mil millones de barriles de crudo y 3.9

billones de pies cúbicos de gas (2007). Sin embargo, actualmente el campo

Cantarell se encuentra en su etapa de declive. Bajo este entorno resulta crucial

contar con un estudio científico enfocado a reconocer el origen de la calidad del

yacimiento y, de esta manera, aplicar dicho conocimiento exploración y predicción

del comportamiento de otros yacimientos petroleros con similar historia

diagenética.

Este trabajo versa sobre la génesis de la dolomitización en Cantarell y los

procesos asociados en relación con la generación de porosidad vugular en la

brecha KT. En sistemas carbonatados, frecuentemente la dolomitización mejora la

calidad de los yacimientos, incrementando el tamaño del cristal, el tamaño de la

1
I Introducción

garganta de poro y disminuye la rugosidad del poro incrementando así la

permeabilidad de la roca carbonatada (Allan y Wiggings 1992). Este trabajo se

enfoca a la determinación de los procesos de dolomitización en la brecha KT y a la

generación de porosidad vugular en Cantarell, reconocidos como las

características diagenéticas de mayor importancia en la calidad del yacimiento.

LOCALIZACIÓN DEL CAMPO CANTARELL Y POZOS Figura I.1


ESTUDIADOS

C-3001
Kutz-1 C-3003D

C-3002D
C-3005D

C-99D

Chac-1

Chac-2

Gran parte de las rocas carbonatadas relacionadas con yacimientos de

petróleo sufren procesos de dolomitización (50% de los yacimientos carbonatados

son dolomias según Zenger et al., 1980, Warren 2000, Machel, 2005) y disolución

que las hacen excelentes yacimientos. En la Sonda de Campeche, los procesos de

2
I Introducción

dolomitización masiva han afectado a diferentes unidades carbonatadas con

edades comprendidas desde el Jurásico, hasta la brecha del límite KT. Esta

dolomitización tan extensa y penetrativa juega un papel primordial en el

desarrollo de estas unidades como yacimientos. Aunque ya se han llevado a cabo

tanto estudios diagenéticos como sobre el origen de la dolomitización en la

brecha KT (Grajales et al., 2001, Grajales et al., 2004, Martínez et al., 2003) aún

es un tema abierto a discusión debido principalmente a la escasez de estudios

diagenéticos. Sin lugar a dudas, es de primordial importancia lograr una mayor

comprensión de los fenómenos que causan la dolomitización, debido a que las

dolomías son las rocas carbonatadas que presentan mejores características de

porosidad y permeabilidad, así como contienen los principales yacimientos de

hidrocarburos del campo Cantarell y en la Sonda de Campeche.

En la actualidad es poco conocido las causas de los fenómenos de

corrosión- disolución (generación de porosidad “vugular”) y el impacto de los

procesos diagenéticos en etapas tardías en la evolución de porosidad secundaria

en las rocas carbonatadas. A este respecto, Esteban y Taberner (2003) sugieren

que los yacimientos carbonatados registran un evento importante de

mejoramiento de la porosidad debido a fenómenos de corrosión en condiciones

de sepultamiento profundo. Mazullo y Harris (1991) sugieren que debe existir una

relación entre la porosidad secundaria y los fluidos que preceden a la invasión de

hidrocarburos en los yacimientos.

Esta tesis pretende ser el primer estudio diagenético integral de la brecha

KT. Se ha llevado a cabo aplicando una metodología que incluye métodos de

3
I Introducción

petrología clásica, geoquímica elemental e isotópica y geoquímica de

paleofluidos. Esto se ha llevado a cabo aplicando técnicas de petrología

(microscopia de luz polarizada), catodoluminiscencia, microtermometría de

inclusiones fluidas, FTIR, fluorescencia UV, ,microscopia electronica de barrido

(SEM-EDS), técnicas de “crush-leach”, análisis geoquímicos de elementos mayores

y trazas, y análisis geoquímicos isotópicos (C y O).

4
I Introducción

I.1 Objetivos

El objetivo general de este trabajo ha sido conocer los procesos

diagenéticos y la evolución de los fluidos asociados que estuvieron involucrados

en la dolomitización y generación de porosidad secundaria en la brecha KT. Se

propone con este trabajo documentar y aproximarse al conocimiento de los

siguientes fenómenos en específico:

1. Explicar petrográfica y geoquímicamente la variedad de dolomitas en la

brecha KT, los procesos de generación de porosidad vugular y la

precipitación de cementos.

2. Establecer las principales características y origen de los fluidos asociados a

la dolomitización.

3. Identificar los principales procesos de generación de porosidad vugular en

el campo Cantarell.

4. Determinar los procesos que dieron origen a la dolomitización masiva en

los carbonatos que forman la brecha del Campo Cantarell

5. Llegar a establecer un modelo conceptual de sucesión de eventos

diagenéticos incluyendo los procesos de dolomitización y la impregnación

del yacimiento por los hidrocarburos.

5
I Introducción

I.2 Planteamiento del problema y justificación de la

investigación

1.2.1 EL problema de la Dolomitización

Abordar el tema de dolomitización requiere tener en cuenta las limitantes y

problemas sobre su origen, inicialmente enunciados por Fairbridge (1957), que

básicamente se resumen en que la existencia de dolomita extensiva, común en el

registro geológico, contrasta con la escasa dolomita que se forma en los

ambientes actuales y por otro lado la dificultad de sintetizar dolomita a

condiciones de laboratorio. Sin embargo, también deben considerarse otros

aspectos de la dolomitización que son de gran importancia y aun no han sido

resueltos satisfactoriamente. Estos problemas han sido planteados por Zenger

1996, y adquieren gran importancia en el desarrollo de este trabajo:

a) El origen y el significado de las texturas de la dolomita

b) La dolomita de reemplazamiento y la precipitación de cemento

c) El reconocimiento del modelo de dolomitización

d) La recristalización y reequilibrio geoquímico de las dolomitas con el

sepultamiento

e) El origen de la dolomita de sepultamiento profundo

6
I Introducción

a) El origen y el significado de las texturas de la dolomita. Una tarea aún

sin resolver es el reconocimiento de los factores que determinan la preservación o

destrucción de las texturas sedimentarias primarias durante la dolomitización, y si

las diversas texturas resultantes de fábrica retentiva (miméticas) y fábrica

destructiva (no miméticas) son producto de procesos de dolomitización

diferentes. Un problema básico consiste en explicar el significado de las

dolomitas con centros turbios, que preservan parcialmente la textura original de

la roca, y en los que la parte limpia que bordea a estos centros es muy

posiblemente es cemento y por esto no preserva rasgos texturales de la roca. Por

otro lado están los casos extremos en donde la textura es preservada aunque

exista un reemplazamiento total por dolomita, o en los que la textura primaria fue

totalmente destruida. Sibley y Greg, (1982) (1984) han dado respuestas a estos

cuestionamientos, aunque como se verá en el capítulo IV ninguna explicación es

satisfactoria para todas las texturas.

b) Dolomita de reemplazamiento y cemento de dolomita. Actualmente se

considera que el proceso de reemplazamiento implica la disolución del carbonato

precursor y consecuentemente la precipitación de dolomita, lo que implica la

generación de un espacio. Purser et al., (1994) declaran que un cemento es una

fase mineral que crece en un espacio, cualquiera que sea su tamaño, por lo que la

dolomita de reemplazamiento en sentido estricto sería un tipo de cemento. Esta

delimitación es un tema abierto a la investigación.

7
I Introducción

c) Reconocimiento del modelo de dolomitización. El reconocimiento de un

modelo en específico debe considerar características como geometría de la unidad

dolomitizada, la geoquímica de las dolomita y los fluidos relacionados sean

inclusiones fluidas o aguas de formación. De primordial interés resulta la

identificación de la fuente del magnesio y el mecanismo de bombeo de los fluidos

dolomitizantes. Entre las principales fuentes de magnesio destacan el agua de

mar, las formaciones evaporíticas y lutíticas. Sin embargo, el problema reside en

que la primera fuente únicamente explica modelos recientes y de ambientes

someros, no es congruente con la presencia de grandes masas dolomitizadas

antiguas ni con dolomías originadas por sepultamiento; la tercera fuente es

claramente insuficiente, por lo que las únicas fuentes viables para el origen del

magnesio son las relacionadas con formaciones evaporíticas. En los últimos años

ha tomado gran importancia el modelo de movilización de grandes masas de

fluidos por eventos tectónicos para explicar dolomitización extensiva en el

subsuelo. Esta sigue siendo una de las grandes incógnitas por resolver para la

dolomitización.

d) Recristalización de las dolomitas con el sepultamiento. Está

documentado que las propiedades petrográficas, mineralógicas y geoquímicas de

la dolomita evolucionan con el sepultamiento (Machel, 1997, Mounjoy, 2001).

Inicialmente, la dolomita es metaestable y generalmente rica en calcio,

pobremente ordenada y susceptible de disolverse. Esta dolomita metaestable

suele recristalizar, reequilibrar sus elementos traza así como su relación

isotópica. Consecuentemente, los isótopos de oxigeno cambian sus valores y la

cantidad de estroncio disminuye. El producto resultante de la diagénesis suele ser

8
I Introducción

una dolomita con diferente composición y textura que la inicial. Por lo tanto debe

tomarse en cuenta hasta que punto deben compararse la química de las dolomitas

modernas con las antiguas debido a que las primeras son metaestables y

evolucionan con el tiempo y sepultamiento a dolomitas más estequiométricas y

mejor ordenadas.

e) El origen de la dolomita por sepultamiento profundo. Las dolomitas de

sepultamiento se forman en la zona mesogenética definida en Choquette y Pray

(1970). Al asignar esta dolomita es importante determinar si la dolomitización

ocurre a profundidades mayores a 1000 m y si los fluidos y aguas de formación

responsables son totalmente independientes de condiciones cercanas a la

superficie. Varios autores han mostrado este tipo de dolomitización a

profundidades de al menos 1000 m (Mountjoy y Amthor, 1994). Uno de los

principales retos en este tipo de dolomitización es reconocer si la dolomita de

sepultamiento es debida principalmente a la diagénesis de dolomita preexistente

o si la dolomita de sepultamiento puede ser volumétricamente importante. Purser

et al., (1994), por su parte, sostienen que la dolomita de sepultamiento es

importante volumétricamente a partir de evidencias petrográficas de CL que

muestran que la dolomita que rellena fracturas también precipita en la matriz.

Otro gran problema con el reemplazamiento de una caliza bajo condiciones de

sepultamiento es el que se refiere a la fuente de magnesio y el bombeo

hidrodinámico del fluido que lo contiene. Por otro lado Purser et al., (1994) y

Machel (2004) coinciden en la dificultad de diferenciar con información

geoquímica entre una dolomita formada por reemplazamiento en la zona

9
I Introducción

mesogenética y una que fue formada tempranamente y que posteriormente

recristalizó durante sepultamiento. Por lo que es un reto muy importante en

estudios de dolomitización hacer esa distinción.

1.2.2 El problema de la generación de porosidad vugular en ambientes de

sepultamiento profundo

El segunda gran incógnita que abarca este trabajo es elucidar bajo que

procesos puede crearse porosidad secundaria (excluyendo la exposición

subaérea) y cómo puede reconocerse el origen de esta porosidad de

sepultamiento en un yacimiento.

En lo 80´s aparecen trabajos en los que se hace evidente que no toda la

porosidad por disolución en carbonatos se forma en ambientes eogenéticos o

telogenéticos (Choquette y James, 1987; Moore, 1989). Actualmente se piensa

que la diagénesis por sepultamiento profundo ha contribuido significativamente al

desarrollo de permeabilidad y porosidad secundaria por disolución en muchos

yacimientos carbonatados (Mazullo y Harris, 1992, Mateo y Taberner, 2003).

Para que la disolución de rocas carbonatadas se lleve a cabo, éstas deben

estar expuestas a fluidos que estén subsaturados con respecto al carbonato de

calcio. Esto puede suceder con cierta facilidad en ambientes meteóricos. Sin

embargo en el ambiente de sepultamiento profundo, uno de los principales

problemas de la generación de porosidad en este ambiente es cómo pueden ser

generados esos fluidos subsaturados con respecto al carbonato de calcio. El

10
I Introducción

reconocimiento de los fluidos responsables de la disolución de carbonatos en el

subsuelo está en investigación. Sin embargo se han reconocido algunos procesos

que juegan los roles principales en la generación de porosidad. Estos procesos

son la generación de CO2 y H2S por reacciones de la materia orgánica durante el

sepultamiento.

El CO2, H2S y grandes cantidades de de ácidos orgánicos son generados

durante la maduración de materia orgánica en las rocas madre (Mazullo y Harris,

1992). A medida que estos gases y ácidos orgánicos son expelidos de la roca

madre, el CO2 involucrado se combina con agua para producir ácido carbónico y

el H2S de igual manera se combina con agua para formar ácido sulfúrico. Esos

ácidos asociados con ácidos orgánicos pueden migrar grandes distancias

lateralmente así como verticalmente (Hanor, 1987) para constituir un frente que

disuelve carbonatos a medida que la migración de hidrocarburos se lleva a cabo.

Posiblemente una vez terminado el efecto de los ácidos, los fluidos del subsuelo

pueden entonces precipitar cementos de carbonato, Burrus et al. (1985)

argumentan que por esta razón muchos cementos contienen inclusiones de

hidrocarburos.

La formación de porosidad secundaria por disolución puede alternar con

episodios de cementación en repetidas ocasiones, dando como resultado historias

diagenéticas complejas de los yacimientos (Moore y Druckman, 1981; Mazzullo y

Harris, 1989, Moore, 1989). Debido a que estos fluidos pueden migrar grandes

distancias en sentido vertical y lateral, pueden afectar carbonatos de

sepultamiento medio a profundo.

11
I Introducción

Un problema básico es reconocer la porosidad formada en el ambiente

mesogenético ya que está representada por el mismo tipo de poros que se

pueden formar en el ambiente de agua dulce eogenético y telegenético (Mazullo y

Harris 1992). El reconocimiento de porosidad en ambiente de sepultamiento

profundo debería basarse estudios petrográficos combinados con análisis

isotópico de carbono y oxígeno de los cementos carbonatados asociados a este

tipo de porosidad (Allan y Wiggins, 1993).

Los problemas aquí postulados son abarcados de manera directa o

indirecta con el estudio específico de la dolomitización y generación de porosidad

vugular en la brecha dolomitizada del límite KT. La propuesta es el empleo

integral de técnicas petrológicas y geoquímicas aplicadas tanto a las fases

mineralógicas como a los paleofluidos. De importancia especial resulta el estudio

de estos paleofluidos por medio de técnicas de análisis composicional de

inclusiones fluidas acuosas y de hidrocarburos.

12
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

II Modelos de dolomitización y conceptos


sobre la generación de porosidad vugular

II.1 Modelos de Dolomitización

A continuación se describen los modelos de dolomitización más

reconocidos en la literatura. De acuerdo con Warren (2000) destacan los

siguientes: dolomita tipo Sabkha, dolomita lacustre, dolomita de agua marina,

dolomita de reflujo, dolomita de zona de mezcla, dolomita

organogénica/metanogénica, dolomita de sepultamiento profundo y dolomita

hidrotermal. Se presenta una descripción de los modelos desde el punto de vista

de formación de yacimientos y la manera de reconocerlos en base a sus

características geométricas, texturas y geoquímica. Las características

geoquímicas distintivas de los principales modelos se presentan en la figura II.1.

13
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

Composición isotópica de la dolomita para distintos Figura II.1


tipos de dolomitización según Warren (2000)

14
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

Los modelos de dolomitización de acuerdo con Warren (2000) pueden ser

subdivididos en tres grupos principales:

A) Modelos sindeposicionales:

Lacustre o tipo Coorong

Tipo Sabka

Marino Normal

B) Modelos de sepultamiento somero:

Reflujo

Mezcla

C) Modelos de sepultamiento profundo

Sepultamiento profundo

Hidrotermal

A) Modelos sindeposicionales

II.1.2 Lacustre (tipo Coorong)

Origen.- La dolomita en este modelo precipita en forma laminar y masiva

en el centro de cuencas lacustres, márgenes de playa y planicies de lodo. Esta

dolomita está representada en la región de Coorong en el SE de Australia, de

donde obtiene su nombre.

15
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

Textura y estructuras.- Las dolomías son estratiformes y suelen

presentarse en mantos de 1m de espesor. Texturalmente consisten de cristales de

dolomita de <10µ. Muestran buena preservación de estructuras sedimentarias

como rizaduras, concreciones, brechas de intraclástos, estromatolitos y

dolocretas.

Geoquímica.-La geoquímica refleja fluidos intersticiales evaporíticos con

δ18O positivo, elevado contenido de Sr y Na. Sin embargo, la disolución-

reprecipitación puede re-equilibrar los valores de isótopos estables y de

elementos traza.

II.1.1 Modelo tipo Sabka

Origen.- La dolomita tipo sabkha se forma cuando el agua marina fluye

sobre sedimentos perimareales en regiones áridas. La evaporación origina la

precipitación de minerales evaporíticos incluyendo a la dolomita. El incremento de

densidad de la salmuera originada por evaporación provoca que esta se percole y

dolomitice los sedimentos subyacentes. De esta manera el avance por densidad

provee el bombeo.

Textura y estructuras.- La dolomita de tipo sabka se asocia con sedimentos

de supramarea y contiene estructuras distintivas asociadas, tales como

estromatolitos algáceos, anhidritas nodulares, e intercapas eólicas. El tamaño de

cristal es comúnmente <10µ (microcristalino) en la dolomita de facies de

16
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

supramarea (Warren 2000), pero en facies sucrósicas de submarea pueden ser

más gruesas de 40-100µ (Allan y Wiggins, 1993).

Geoquímica.- Debido a que la dolomita de tipo sabkha se forma

singenéticamente a partir de la evaporación de agua de mar, las composiciones de

δ18O son pesadas, y el Sr y Na pueden ser altos mientras que el Mg y Fe pueden

ser bajos. La composición isotópica del Sr suele tener valores similares al agua de

mar al tiempo de deposición del sedimento (Allan y Wiggins, 1993). Sin embargo,

los valores geoquímicos pueden ser “reseteados” por recristalización tardía

durante el sepultamiento. Debido a que las dolomitas de supramarea y sabkha se

forman en la superficie, no contienen inclusiones fluidas bifásicas (Moore, 1989;

Warren, 1989). Las inclusiones monofásicas pueden estar presentes y mostrar

valores bajos de Tm (temperatura de fusión de hielo) indicativos de alta salinidad.

II.1.4 Modelo de agua marina

Origen.- La dolomita marina toma el Mg directamente del agua de mar. El

bombeo del magnesio es suministrado por las mareas o por convección

geotérmica “kohout” (Celdas de convección térmica que se desarrollan en

márgenes continentales (Land, 1989, Mazullo et al.,1995) se refieren a esta

dolomita como una dolomita de submarea.

Textura y estructuras.- La dolomita puede precipitar como un cemento

marino directamente en poros rellenos de agua de mar (Land, 1985) .El tamaño de

cristal varía de 10-50µ.

17
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

Geoquímica.- La dolomita marina deberá tener una composición isotópica

de Sr similar a la del agua de mar al tiempo de la deposición del sedimento,

Debido a que las dolomitas marinas se forman en ambientes a bajas

temperaturas, contendrían inclusiones fluidas de una sola fase con bajas

salinidades de 3.55 % peso de NaClequ. Valores de δ18º de +2º/00, valores de Sr del

orden de 1000 ppm, y salinidades de agua marina normal (datos en dolomitas de

Belice, Mazullo, et al., 1995).

B) Modelos de sepultamiento somero

II.1.3 Modelo de Reflujo

Origen.- La dolomita de reflujo se encuentra donde las salmueras

generadas en lagunas evaporíticas o cuencas abiertas fluyen a través de la calizas

infrayacentes y las dolomitizan. La evaporación del agua marina en lagunas o

cuencas hipersalinas causa la precipitación de yeso, que incrementa la relación

Mg/Ca de la salmuera evaporítica residual. La evaporación subsecuente origina la

precipitación de halita y de evaporitas potásicas, produciendo salmueras con

densidades superiores a 1.30 g/cc. Esas densas salmueras desplazan a los fluidos

intersticiales menos densos conforme van percolando a través de los sedimentos

carbonatados infrayacentes y los dolomitizan. Cualquier dolomita formada por

18
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

percolación de salmueras evaporíticas, incluyendo aquellas originada a partir de

sabkhas, puede ser referida como una dolomita de reflujo

Textura y estructuras.- La dolomita de reflujo puede ser reconocida de

varias formas. Generalmente aparece por debajo de niveles de evaporitas. El

porcentaje de dolomita decrece a profundidad, conforme se aleja de las

evaporitas. La distribución regional de la dolomita con frecuencia imita a la

unidad evaporítica suprayacente. La dolomita parece haberse formado antes de la

compactación y con frecuencia es de fábrica preservativa. El tamaño de cristal

puede variar ampliamente de cristalino fino a medio. Debido a que el proceso de

reflujo ocurre antes de la compactación, con frecuencia los yacimientos poseen

buena porosidad intercristalina.

Geoquímica.-Aunque los isótopos de carbono y oxígeno pueden no ser

diagnósticos para su reconocimiento, debido a que la dolomita puede

posteriormente recristalizar durante una invasión de aguas meteóricas o por

sepultamiento, la dolomita de reflujo presenta composiciones de δ18O pesadas y

contiene inclusiones fluidas predominantemente monofásicas, sugiriendo bajas

temperaturas de precipitación. Los isótopos de estroncio son muy útiles para

identificar las dolomitas de reflujo, debido a que estas comúnmente asumen la

relación isotópica de Sr típica de la evaporita a partir de la cuál la salmuera de

reflujo se originó. Debido a que el fluido inicial es agua marina los valores

isotópicos de Sr pueden ser correlacionados con la curva de variación isotópica

del Sr del agua de mar (Burke y otros, 1982 ) en el punto correspondiente a la

19
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

edad del depósito evaporítico a partir del cuál la salmuera dolomitizante se derivó

(Moore, 1989, Warren,1989).

II.1.4 Modelo de Zona de Mezcla

Origen.- El modelo de zona de mezcla de agua marina-meteórica está

basado en la idea de que la mezcla de agua meteórica con agua marina puede

producir un fluido subsaturado con respecto a la calcita y la aragonita, y

supersaturado con respecto a la dolomita. El Mg es suministrado por el agua

marina y el avance hidrodinámico provee la bomba hidrológica. Este modelo ha

sido ampliamente utilizado para explicar secuencias dolomitizadas antiguas con

ausencia de evaporitas. Sin embargo los dos problemas principales que presenta

este modelo son la ausencia de dolomita en casi todas las zonas de mezcla

modernas y el hecho de que el agua marina por si sola está más supersaturada

con respecto a la dolomita que cualquier mezcla de agua meteórica-agua marina.

Textura y estructuras.- Las dolomitas formadas en ambientes de zona de

mezcla tienen varias características distintivas. Quizás la más importante es la

ausencia de evaporitas cercanas y la presencia de fabricas diagenéticas

meteóricas, tales como porosidad móldica y cementos meteóricos vadosos o

freáticos. El cemento de dolomita es comúnmente transparente, está

relativamente libre de inclusiones, y exhibe complejas intercalaciones de calcita y

dolomita, con frecuencia en el mismo cristal (Ward y Halley, 1985, Humphrey,

1988). La dolomita generalmente es finamente cristalina, con texturas de

20
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

reemplazamiento caracterizadas por tamaños de cristal de <20µ y cemento con

cristales de <100µ.

Geoquímica.-La dolomita de la zona de mezcla deberá contener

concentraciones de Sr y Na menores que los valores para dolomita precipitada por

agua de mar o agua de mar evaporada. Debido a que las dolomitas de zona de

mezcla se forman en ambientes freáticos a bajas temperaturas contendrían

inclusiones fluidas de una sola fase con bajas salinidades de <3.5% peso NaClequ.

C) Modelos de sepultamiento profundo

II.1.6 Modelo de Sepultamiento

Origen.- Este tipo de dolomitización puede ocurrir en el subsuelo durante

el sepultamiento y levantamiento de una formación carbonatada (Allan y Wiggins,

1993). Estudios experimentales muestran que con el incremento de temperatura

se incrementa también la relación Mg/Ca (Hardie, 1987) de igual manera se

infiere que las elevadas temperaturas encontradas durante el sepultamiento,

superan las barreras cinéticas y favorecen la dolomitización. Las fuentes de fluido

más citadas para la dolomitización por sepultamiento son: a) salmueras

evaporíticas residuales ricas en Mg, b) agua de mar modificada, y c) aguas de

compactación de lutitas. La capacidad para generar dolomita de sepultamiento a

partir de salmueras evaporíticas residuales ha sido demostrada por estudios de

geoquímica de rocas y de fluidos así como de inclusiones fluidas (Broomhall y

Allan, 1987, Spencer, 1987). El rol del agua marina, modificada por procesos

21
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

diagenéticos de sepultamiento, es especulativo, y está basado principalmente

sobre el argumento químico de que la mayoría de las aguas de formación

sedimentarias por encima de los 60-70ºC, las cuales han evolucionado a partir de

agua de mar, son capaces de dolomitizar calizas (Hardie, 1987). El rol de las

aguas de compactación de lutitas, que son una mezcla de agua de mar y agua

expelida intercapa a partir de minerales de arcilla, es más especulativo, y está

basada en la intercalación entre cuerpos de dolomitas y unidades de arcilla,

(Mattes y Mountjoy, 1980), además tiene problemas de balance de masas por

cantidades inadecuadas de Mg en el fluido, cuando grandes volúmenes de

dolomita están involucrados (Morrow, 1982).

Textura y estructuras.- Debido a que el flujo del fluido en el subsuelo

puede ser lateral o a través de la formación, los yacimientos de dolomita de

sepultamiento pueden asumir muchas formas y tamaños. El avance hidrodinámico

y la alta densidad de la salmuera hipersalina originan un flujo lateral y en

profundidad de los fluidos de formación; asimismo, cuando hay compactación,

debido a sepultamiento normal o compresión tectónica, se origina un flujo lateral

y hacia arriba. El avance hidrodinámico asociado con el levantamiento de cadenas

montañosas (Bethke, 1986) y la compresión debido al acortamiento cortical

asociado con procesos de subducción o colisión continental ( Oliver, 1986; Leach

y Rowen, 1986) son las hipótesis de movimiento de fluidos a gran escala más

invocadas. El flujo vertical a lo largo de fallas y fracturas tiende a producir cuerpos

lineales y estrechos de dolomita.

22
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

Debido a que la dolomitización de sepultamiento normalmente ocurre

después de la litificación, la dolomita cruza cambios de facies deposicionales y

límites de formación. Las rocas completamente dolomitizadas son cristalinas

medias a muy gruesas (tamaños de cristal de 150µ hasta >>1mm) y están

comúnmente compuestas de dolomita no planar a planar-s de color café o gris

(roca huésped recristalizada), que gradan hacia dolomita blanca de relleno de

fracturas y vúgulos planar-e (precipitaciones directas de la solución). La dolomita

blanca comúnmente presenta una textura barroca (cristales de caras curvadas y

extinción ondulante). Su color blanco opaco es causado por la abundancia de

inclusiones acuosas bifásicas.

Geoquímica.-La dolomita de sepultamiento generalmente presenta

composiciones más negativas de δ18O que la dolomita temprana, como resultado

de su más alta temperatura de formación. Esta comúnmente contiene inclusiones

fluidas acuosas bifásicas con altas salinidades y temperaturas de

homogeneización >50ºC y pueden también contener inclusiones de petróleo, lo

que sugiere que la precipitación de la dolomita ocurrió durante la migración activa

del petróleo. Las composiciones isotópicas de Sr de muchas dolomitas de

sepultamiento son radiogénicas, indicando que las salmueras dolomitizantes

fueron alóctonas e interactuaron con feldespatos potásicos en sedimentos

siliciclásticos o rocas de basamento antes de entrar a las unidades carbonatadas

que dolomitizaron. Muchas dolomitas de sepultamiento están enriquecidas en Fe

y Mn por la misma razón, y luminescen en color rojo tenue bajo

catodoluminiscencia. Las dolomitas de sepultamiento están con frecuencia

23
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

asociadas con minerales accesorios comunes a mineralizaciones tipo Mississippi

Valley, por ejemplo; esfalerita, galena, fluorita, barita, pirita y marcasita.

II.1.7 Hidrotermal

Origen.- La dolomita hidrotermal ocurre en condiciones de sepultamiento a

temperaturas elevadas y presiones por fluidos (salmueras) que son de

temperaturas y presiones mayores que las del ambiente de la roca encajonante.

Esta dolomita se emplaza en la periferia o a lo largo de fallas o sistemas de

fracturas (Davies y Smith, 2006).

Textura y estructuras.- La dolomitización hidrotermal es controlada por las

estructuras y forma cuerpos reemplazados que son generalmente tabulares o

siguiendo planos de estratificación y fallas. Aunque el principal control es

hidrotermal, la facies y diagénesis temprana son importantes controles para las

fábricas y texturas de reemplazamiento así como el volumen y tipo de porosidad.

Geoquímica.- Datos geoquímicos obtenidos en el Trenton Group, Ontario

(Middleton et al., 1993) indican salinidades de 24 a 41 NaClequ y temperaturas de

homogeneización entre 100 y 220ºC.

24
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

II.2 Principales interpretaciones sobre la generación de

porosidad vugular

Se presenta una revisión de las interpretaciones sobre la generación de

porosidad en subsuelo más aceptadas:

1. Mezcla y enfriamiento de fluidos por Esteban y Taberner (2003),

2. Mezcla de fluidos saturados por Corbella (2002), Corbella et al., (2003),

3. Generación de porosidad por procesos de reducción termoquímica de

sulfato (TSR) por Machel (1995, 2001)

4. Generación de porosidad relacionada a ácidos orgánicos por Surdam et al.,

(1984)

II.2.1 Mezcla y enfriamiento de fluidos por Esteban y Taberner, 2003

Esteban y Taberner (2003), proponen que los grandes volúmenes de

porosidad formada durante etapas tardías de sepultamiento en yacimientos

carbonatados se explican debido a la corrosión por mezcla de fluidos de

formación y un fluido de fuente externa a temperaturas más altas. Estos autores

concluyen que la porosidad secundaria de sepultamiento se forma antes del

enfriamiento del sistema térmico y de la migración de petróleo. Exponen que la

mineralogía que caracteriza a estos eventos es como sigue:

25
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

1) La precipitación de dickita posdata la corrosión principal y es un buen

marcador de formación de porosidad secundaria por mezcla de fluidos

corrosivos durante el sepultamiento.

2) La fluorita parece ser un buen marcador de enfriamiento del sistema

térmico y migración de aceite.

3) Las firmas isotópicas de pirita-marcasita y celestita-barita sugieren

procesos de reducción de sulfatos. La fuente más probable de materia

orgánica para alimentar la reducción de sulfatos es la migración de

hidrocarburos.

4) El δC13 de cementos de carbonatos tardíos indican la liberación de CO2 de

origen orgánico.

II.2.3 Mezcla de soluciones saturadas por Corbella 2002, Corbella et al., 2003

Corbella propone que la disolución de carbonatos a profundidad es

causada por la mezcla de soluciones hidrotermales.

La mezcla en una roca carbonatada de dos soluciones hidrotermales

produce los mismos efectos que las mezclas a bajas temperaturas. Los fluidos

que circulan a través de rocas carbonatadas son saturados con respecto al

carbonato, debido a la cinética de esos minerales; sin embargo la mezcla de dos

soluciones saturadas no está generalmente en equilibrio con esos minerales. Por

26
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

el otro lado, la salinidad contrastante de las soluciones produce la subsaturación

de la mezcla con respecto a carbonatos, así como el pH diferente de las aguas

iniciales, debido a la presión de CO2 total de los fluidos. Estos efectos se pueden

combinar y compensar unos con otros en la mezcla, sin embargo no se puede

conocer a priori si una mezcla de dos fluidos saturados con un mineral

carbonatado causará disolución o precipitación de aquél carbonato.

Simulaciones llevadas a cabo por Corbella confirman que la mezcla de

soluciones hidrotermales saturadas con respecto a un mineral carbonatado

pueden ser más efectivas en disolver el carbonato encajonante que la reactividad

de los propios fluidos. Esto es aplicable para calcita y dolomita, y para el ambiente

de formación de depósitos minerales relacionados a paleosuperficies o MVT.

II.2.4 Generación de porosidad por procesos de reducción termoquímica de

sulfatos (TSR) Machel 1995, 2001

Los hidrocarburos originados por la maduración de materia orgánica

sedimentaria y sulfato proveniente de la disolución de anhidrita pueden sufrir

reacciones de oxidación reducción para formar calcita y ácido sulfhídrico (H2S).

Las reacciones son cinéticamente favorables a temperaturas mayores de 140°C

(Siebert, 1985), pero pueden ocurrir a temperaturas más bajas como de 100°C

(Machel, 1987). Si hay un exceso de hidrocarburos sobre el sulfato en la secuencia

y poco hierro disponible, entonces la serie de reacciones finaliza, y el fluido del

yacimiento es dominado por hidrocarburos y algo de H2S. Sin embargo, si el

27
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

sulfato excede a los hidrocarburos, el fluido resultante es dominado por H2S. Si el

Fe está disponible, el sulfuro de hidrógeno y azufre reaccionan con el fierro para

formar pirita y protones. Los protones generados por esas reacciones están

disponibles para participar en reacciones de disolución de calcita. Si el Fe no está

disponible en el sistema, entonces el ácido sulfhídrico con dióxido de carbono

subordinado dominan el fluido del yacimiento.

Los fluidos ácidos generados por reducción de sulfato (TSR) pueden ser

responsables de la disolución de feldespatos, carbonatos y sulfatos y la formación

de productos tardíos como illita, clorita, y pirita en sistemas de sepultamiento

profundo (130-210°C). El incremento de porosidad será dependiente directamente

de la disponibilidad y distribución espacial de hidrocarburos, sulfato y Fe.

La degradación térmica de hidrocarburos después del emplazamiento en el

yacimiento (a T mayores de 150ºC) permite la producción de CO2, H2S, metano, y

pirobitumen sólido (Tissot y Welte, 1978). Mientras que el CO2 y H2S se pueden

combinar con agua para incrementar la porosidad por disolución en la capa de

gas, la precipitación de pirobitumen sólido puede degradar la porosidad y

permeabilidad del yacimiento. La presencia de SO4-2 actúa como un catalizador en

el rompimiento del metano y puede acelerar la producción de fluidos intersticiales

agresivos (Sassen y Moore, 1988).

28
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

II.2.2 Generación de porosidad relacionada a ácidos orgánicos por Surdam

et al.,(1984)

Surdam et al., (1984), fueron los primeros en reconocer que los ácidos

orgánicos tienen el potencial de disolver minerales y crear porosidad vugular en el

subsuelo. Antes de esto, se creía que la porosidad vugular se originaba

principalmente por la acción del dióxido de carbono (Schmidt and McDonald,

1979). Lundergard et al., 1984 y Bjorlykke (1984) mostraron que el volumen del

CO2 disponible de la descarboxilación de materia orgánica era inadecuado para

explicar el volumen de la porosidad vugular en areniscas de la Formación Frio en

la Costa del Golfo EU. Surdam sugiere que los ácidos orgánicos derivados del

kerógeno en rocas madre tienen la capacidad de disolver minerales carbonatados

en el subsuelo. Estos ácidos expelidos generan porosidad vugular durante la

migración del petróleo, mejorando así el potencial de rocas almacenadoras de

hidrocarburos.

El principal cuestionamiento a esta hipótesis es si los ácidos orgánicos

pueden ser generados y expelidos por la roca madre en cantidades suficientes y

en el marco de tiempo apropiado, pero continúa siendo usada para explicar la

existencia de porosidad vugular en el subsuelo (Hansley y Nuccio, 1992).

Los principales procesos de generación ácidos orgánicos relacionados con

la generación de porosidad vugular en carbonatos son:

29
II Modelos de dolomitización y conceptos sobre la generación de porosidad vugular

1) La maduración térmica del kerógeno en la roca madre (Surdam y

Crossey, 1985)

2) Reacciones redox que involucran minerales oxidantes y kerogeno

(Crossey et al., 1986)

3) Reacciones redox que involucran hidrocarburos y minerales oxidantes.

4) Un cuarto proceso para generar aniones ácidos ha sido sugerido por

Lewan (1992). Este autor interpreta las diferencias entre los productos

de reacción en experimentos de anhidro e hidro-pirólisis, ha sugerido

que el H2O puede actuar como una fuente de hidrógeno durante la

maduración de kerógeno. El sugiere que los sitios de radical libre son

frecuentemente ocupados por hidrogeno derivado del agua durante la

maduración de kerógeno.

5) El petróleo por si mismo puede ser un agente importante en la

disolución de minerales; la combinación de petróleo, agua y oxidantes

puede crear un ambiente altamente corrosivo como resultado de la

producción de ácido carboxílico vía oxidación de alcanos.

30
III Campo Cantarell

III Campo Cantarell

Este capítulo integra el conocimiento general del Campo Cantarell, los

eventos tectónicos y estructurales que le dieron origen así como la

sedimentología y estratigrafía de la brecha KT.

III.1 Generalidades

lll.1.1 Características

El Campo Cantarell se encuentra ubicado en la Zona Marina (“offshore”), a

75Km de Ciudad del Carmen, Campeche (Figura I-1). El complejo ocupa una área

de 162 Km2 y está constituido por los campos Akal, Nohoch, Chac y Kutz,

mientras el yacimiento principal se localiza en la estructura Akal. Hasta finales del

2008 fue el principal productor de hidrocarburos del país, primero en reservas

probadas y segundo en reservas totales después del Campo Chicontepec. Es

además el sexto campo del mundo y es considerado, por sus reservas iniciales,

como un campo supergigante por la AAPG (PEP-1999). Produce hidrocarburos en

la brecha KT y en las dolomías del Cretácico Inferior, Medio y Jurásico Superior

(PEP, 1999). Estos yacimientos se encuentran en trampas estructurales, con

espesores de hasta 300m. La densidad del aceite que producen varía de 20-22

ºAPI.

El yacimiento principal del Campo se localiza en la brecha carbonatada

dolomitizada del límite KT (Grajales-Nishimura et al., 2001). La cima de esta

brecha se encuentra a profundidades variables, entre los 1,100 a 3,200 mbnm y

presenta espesores impregnados de hasta 300m. Se le atribuyen bajas

31
III Campo Cantarell

saturaciones de agua y alta transmisibilidad, debidas esencialmente a la gran

porosidad secundaria que presenta dicha brecha ( de 4 a 18%; Aquino, 1999)

originada esencialmente por procesos de dolomitización y fracturamiento. En gran

medida esta unidad contribuye a que el Campo Cantarell sea denominado el

yacimiento más importante en México (Santiago et al., 1984).

lll.1.2 Historia

Este campo fue descubierto con la perforación del pozo Chac-1 en 1976 en

brechas denominadas en aquel tiempo como del Paleoceno (Santiago 1980) y

ahora consideradas como brecha KT. Este Campo está constituido por los

yacimientos Akal, Nohoch, Kutz y Chac. En 1979 empieza su historia de

producción con el pozo Akal-1-A (plataforma 2007).

Históricamente, entre 1969-1970 se realizaron levantamientos de

sismología de reflexión que, junto con trabajos magnetométricos y gravimétricos,

evidenciaron la existencia de una cuenca sedimentaria que denominaron “Sonda

de Campeche”. Adicionalmente, se tenían evidencias de la presencia de

hidrocarburos en el mar desde 1971, a una distancia de 70Km (por un pescador

de la zona al cuál se le debe el nombre del campo, M. Cantarell). De la

información geológica y geofísica realizada destacaban las estructuras del Campo,

perforándose el primer pozo exploratorio Chac-1 y confirmándose la acumulación

de hidrocarburos en la Sonda de Campeche. Este hecho animó a realizar un

conjunto de trabajos de exploración, adquiriéndose perfiles sísmicos del área en

1979. Posteriormente, se perforó el pozo Akal-1, resultando productor en el

mismo intervalo Cretácico Superior-Paleoceno; este junto con otros pozos

32
III Campo Cantarell

provocó el inicio, en 1979, de la etapa de desarrollo y explotación del campo (PEP,

1999).

lll.1.3 Reservas

El Campo Cantarell está considerado como un campo supergigante (>4mil

millones de barriles de petróleo crudo (mbpc)) y ocupa el sexto lugar a nivel

mundial con su reserva original de 17700 mbpc. En El 2006 aportó un promedio

de 1millon 81 mil bpc y 718 millones de pies cúbicos de gas y 55% y 13% de la

producción nacional para ese año. Para el cierre de 2008 fue de 811 mil bpc por

día, la producción menor en 20 años, para el primer trimestre del 2009 la

producción del Campo Cantarell fué superada por el Campo Ku-Malob-Zaap. Por

ser un recurso no renovable a casi 30 años de inicio de su producción el Campo

Cantarell se encuentra en una etapa de declinación, lo que ha obligado a

prospectar nuevas áreas en aguas profundas del golfo de México, el paleocanal de

Chicontepec y campos marginales (Plataforma PEP, marzo, 2007).

lll.1.4 Play petrolero

Las rocas generadoras pertenecen a facies arcillosas del Jurásico, Cretácico

y Terciario, destacando las del Jurásico Tardío, principalmente las del Titoniano.

Las rocas almacenadoras son las calizas dolomitizadas y dolomías del

Kimmeridgiano, las calizas y brechas dolomitizadas y dolomías del Cretácico, así

como las brechas calcáreas dolomitizadas del KT y las calcarenitas del Eoceno. El

sello mejor conocido lo constituyen los materiales de caida del cráter de impacto

Chicxulub, compuestas por material bentonítico dolomitizado (Grajales-

Nishimura et al., 2001). Las mejores acumulaciones petroleras se encuentran en

33
III Campo Cantarell

zonas situadas al nivel de la brecha KT donde el fracturamiento y la diagénesis

actuaron favorablemente.

III.2 Antecedentes de la brecha KT

El estudio de la brecha KT se inicia con el conocimiento de las

características sedimentológicas en el subsuelo de la sonda de Campeche. Los

primeros datos sobre la brecha los reporta Meneses de Gyves (1980). En los

trabajos posteriores se consideró a dicha brecha como formada por depósitos de

talud en el borde de una plataforma carbonatada y se le asignó la edad de KT y/o

Paleoceno en los trabajos de Quezada Munetón (1990) y Santiago-Acevedo

(1980). Posteriormente, se le denominó “brecha Paleoceno-Cretácico Superior”

por Hernández-García (1993). Finalmente, Grajales et al. (1997) y Grajales-

Nishimura et al (2001) la incluyen como una sucesión sedimentaria carbonatada

detrítica del límite KT.

Grajales et al. (1997, 2001) y Murillo et al. (2002) consideran que la brecha KT es

parte de una sucesión sedimentaria cuyas características sedimentológicas y

estratigráficas sugieren su asociación genética con el evento que originó la

estructura de impacto meteorítico de Chicxulub en el norte de la península de

Yucatán. Esta brecha sufrió posteriormente una compleja historia de procesos

tectónicos de deformación y diagenéticos. De estos últimos es de lo que se ocupa

este trabajo.

Los antecedentes sobre estudios diagenéticos en la brecha son escasos.

Estos se inician con caracterizaciones petrográficas por parte de Pemex. Entre

estos cabe destacar los estudios diagenéticos desarrollados a través de un

34
III Campo Cantarell

proyecto FIDEPEMEX en 1997 por parte del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).

Este sería el inicio de una serie de trabajos en base a los proyectos de

investigación D.0002 y D.01003 en el IMP dirigidos por J. M. Grajales Nishimura

entre 1999 y 2005.

En el proyecto D.0002 se caracterizó la porosidad de la brecha y se inició

un estudio de microtermometría de inclusiones fluidas. En el proyecto D.1003 los

trabajos de diagénesis fueron complementados con estudios geoquímicos de

isotopía y elementos traza. A partir de estos se concluye que los procesos de

dolomitización tuvieron lugar en ambientes profundos, a temperaturas mínimas

que fluctúan entre 80 y 120ºC. Sin embargo, en estos trabajos se reconoce que no

se ha podido concluir con certeza el origen de los fluidos dolomitizantes. La

presencia de inclusiones de hidrocarburos indica que, al menos en parte, la

dolomitización fue contemporánea con el proceso de emplazamiento de los

hidrocarburos. Cabe mencionar que esta tesis ha sido realizada en el contexto de

estos proyectos.

El primer modelo desarrollado para explicar la dolomitización de la brecha

KT es el propuesto por Grajales-Nishimura (1997). En dicho modelo, este autor

propone que la dolomitización se produjo por bombeo de agua de marina del

Neógeno a través de fracturas, durante una etapa tectónicamente activa del

Mioceno. Posteriores estudios sobre la permeabilidad en función del

fracturamiento fueron realizados por Peñaloza (2003), que realizó una

caracterización petrofísica de la porosidad, y determinó que la forma y

distribución de los vugulos depende de la interrelación entre las fracturas y las

microestilolitas. Finalmente Martínez (1999) y Martínez et al. (2003) reconocen

35
III Campo Cantarell

dos eventos de dolomitización de alta temperatura. Proponen una serie de

eventos paragenéticos para la brecha KT dentro de un contexto de incursión y

relleno de hidrocarburos en el yacimiento.

III.3 Origen y sedimentología de la brecha KT

La brecha KT es el principal horizonte productor en el campo Cantarell.

Esta forma parte de la denominada sucesión sedimentaria del límite KT por

Grajales et al. (2000), (2004), Murillo et al. (2002) y quienes por sus

características han relacionado su génesis al evento del Impacto de Chicxulub en

la península de Yucatán.

Se han propuesto dos interpretaciones para explicar el origen sedimentario

de la brecha KT una por disolución y colapso (que implica exposición subaérea) y

otra por depósitos en ambientes de talud o agua profunda. El origen de la brecha

KT en la Sonda de Campeche ha sido señalado por varios autores (Meneses, 1980,

Santiago et al., 1984, Grajales et al. 2001) como un depósito de talud acumulado

a lo largo del margen oeste de la plataforma de Yucatán. Este origen está

soportado por las siguientes relaciones estratigráficas (Murillo, 2002):

1) La brecha está intercalada con sedimentos de aguas profundas del

Maastrichtiano y Paleoceno,

2) Las reconstrucciones paleogeográficas sugieren su relación con

ambientes de plataforma externa offshore de Campeche para el Cretácico

Tardío,

3) La gradación de la sucesión sedimentaria.

36
III Campo Cantarell

4) La arquitectura estratigráfica de los análogos en afloramientos de edad

similar en Chiapas, Tabasco y Cuba.

El origen de la sucesión sedimentaria del límite KT, incluida la brecha, se

adopta en este trabajo como el resultado del colapso del margen de plataforma

del oeste de Yucatán a consecuencia de la sismicidad inducida durante y

posteriormente al impacto meteorítico de Chicxulub en Yucatán, en el límite KT.

Por lo tanto, la brecha carbonatada KT forma parte de una sucesión sedimentaria

que fue depositada en la base del talud. El origen de la brecha KT ha sido

sustentado por Grajales (2001), Grajales et al. (2001), (2004), Murillo et al., (2002)

con base en sus relaciones estratigráficas, distribución, características

sedimentológicas y mineralógicas así como análogos de afloramientos

contemporáneos a ese tiempo.

Esta sucesión sedimentaria representa una compleja interacción de un

depósito de gravedad asociado con sedimentación balística y retrabajo tardío por

corrientes de tipo Tsunami. En la figura III-1, la Unidad 1 representa la parte

principal de un apron de carbonatos de base de talud, mientras la unidad 2 es la

parte superior de este cuerpo carbonatado ambas unidades conforman lo que en

este trabajo se denomina brecha KT. La mayoría de los fragmentos de las

unidades 1 y 2 fueron depositados bajo condiciones de flujos de gravedad, sin

embargo es probable que una parte de estos depósitos respondan a

sedimentación balística. La unidad 3 es el horizonte de ejecta que representa

dicha sedimentación balística. Las condiciones inestables de sismicidad

condujeron a la generación de corrientes de tipo tsunami afectando el margen de

37
III Campo Cantarell

la plataforma y generando flujos adicionales de detritos representados por la

unidad 4. Estas unidades se describen con más detalle a continuación, en el

apartado de estratigrafía.
Columna estratigráfica esquemática Figura III.1
representativa del Campo Cantarell (Tomada
de Grajales et al., 2002)

Pozo C-91
Well C-91

250 m Paleoceno

Capa Sello
200

150
Sucesión
sedimentaria
del límite K/T
100 Brecha
calcárea

50

0 Maastrichtiano
Superior/Medio

38
III Campo Cantarell

III.4 Estratigrafía

La sucesión estratigráfica en Cantarell se puede observar en la sección

geológica de la Figura III-5. La unidad basal consiste en niveles de evaporitas,

carbonatos, areniscas y limolitas del Calloviano. Las unidades sobreyacentes del

Kimmeridgiano consisten en lutitas y calizas oolíticas parcialmente dolomitizadas.

El Tithoniano consiste en calizas arcillosas y lutitas negras, que constituyen las

roca generadora de la cuenca. El Cretácico Inferior y el Cretácico Medio están

constituidos por dolomitas y calizas arcillosas. El Cretácico Superior y

específicamente las unidades del límite KT consisten en dolomías y brechas que

constituyen el yacimiento más importante del Campo. Las unidades Cretácicas son

sobreyacidas por lutitas del Paleoceno. El Eoceno está formado por calcarenitas

que constituyen un yacimiento secundario. Los materiales de edad Mioceno y y

posteriores están constituidos por unidades interestratificadas de carbonatos y

materiales clásticos.

La brecha carbonatada del límite del KT representa el depósito de un

evento sedimentario único, con características que la permiten diferenciar en 4

unidades (Grajales et al. 2002):

1) brecha carbonatada de grano grueso

2) brecha carbonatada de grano fino

3) horizonte con material de ejecta

4) brecha carbonatada estéril de grano fino.

39
III Campo Cantarell

1) Brecha carbonatada de grano grueso- Unidad 1

Es una brecha sedimentaria constituida por litoclastos dolomitizados grano

fino a medio, de formas angulosas a subredondeadas en una matriz escasa,

también dolomitizada. El tamaño de los litoclastos varía de escasos milímetros a

más de 25 centímetros y sus colores varían desde tonos crema a litoclastos café

oscuro y gris oscuro. Estos litoclastos corresponden principalmente a facies de

aguas someras (laguna, planicies de marea, bancos de arenas carbonatadas y

cuerpos arrecifales) (Grajales et al., 1999), aunque algunos de ellos parecen

pertenecer a ambientes de aguas profundas. Este depósito está gradado, con

disminución del tamaño de los fragmentos gradual hacia la cima. Se ha reportado

para esta unidad un espesor que varía de 100 a 300m.

La brecha presenta una dolomitización penetrativa profunda de fábrica

destructiva o retentiva (textura mimética o no mimética respectivamente),

dependiendo de las características texturales originales de los fragmentos y del

grado de dolomitización. Además de la dolomitización, esta unidad estuvo sujeta

a otros procesos diagenéticos como son disolución y fracturamiento que, junto

con la impregnación de hidrocarburos, la hacen el horizonte productor principal.

Esta brecha contiene fragmentos de anhidrita y carbonatos de ambientes

someros (lagunares y de intermarea) con porosidad fenestral, móldica, vugular y

fragmentos de dolomía con porosidad intercristalina, además de sistemas de

fracturas cementadas y no cementadas. Por micropaleontología los clastos son

40
III Campo Cantarell

asignados al Maastrichtiano, aunque contiene algunos fragmentos del Albiano.

(Grajales et al., 1999).

El origen para esta unidad es considerado por Grajales et al., (2000) como

un depósito de flujo de escombros al pie del talud como consecuencia de la

sismicidad asociada al impacto.

2) Brecha carbonatada de grano fino - Unidad 2

Esta brecha es similar a la de la unidad 1 con la diferencia que el tamaño de

los fragmentos disminuye y varía en promedio de 5cm a 1-10mm de base a la

cima respectivamente.. Los litoclastos son de color crema a café oscuro,

subangulosos a subredondeados, pobremente seleccionados y contienen escasa

matriz. Los contactos con la brecha de grano grueso basal (unidad 1) y la capa

sello con material de ejecta (unidad 3) son transicionales. Presenta estratificación

discreta hacia la cima. Su espesor es de 10 a 20m

La porosidad es principalmente móldica y vugular; el grado de

fracturamiento disminuye en relación a la unidad 1.

La edad y el ambiente de esta unidad son los mismos que en la unidad 1

(depósito por flujo de escombros al pie de talud y edad límite KT)..

41
III Campo Cantarell

3) Horizonte con material de ejecta - Unidad 3

Esta unidad consiste en mudstones a wackestones arcillosos laminados de

color verdoso, asociados con materiales de aspecto arenoso. El tamaño de los

fragmentos en la parte arenosa varía desde menos de 1mm hasta 6mm. Contiene

otros componentes como cuarzo de impacto, arcillas y foraminíferos

planctónicos. El alto contenido en arcillas le confiere la propiedad de roca sello

(Grajales et al., 1999). Esta unidad varía en espesor de 25 a 30 m.

El material de ejecta es lo que caracteriza a esta unidad. Este consiste de

fragmentos de roca de fusión, material vítreo, cuarzo con estructura lamelar, y

rocas metamórficas foliadas. Este material de ejecta forma la parte superior de la

Sucesión Sedimentaria del Límite KT, y se considera el límite KT.

4) Brecha calcárea fina “estéril” -Unidad 4

La brecha calcárea estéril es moderadamente clasificada, con estratificación

gradada. Está constituida por litoclastos dolomitizados correspondientes en su

textura original a mudstone, wackestone, packstone y grainstone de formas

subangulosas a subredondeadas y con dimensiones desde 1 mm a 2.5 cm.

La posición estratigráfica de esta unidad es variable, puede presentarse

dentro de la capa con material de ejecta (unidad 3) o sobreyaciendo a la misma.

Esta unidad no está dolomitizada o presenta una dolomitización incipiente.

También presenta ocasionalmente material de impacto.

42
III Campo Cantarell

III.5 Marco Tectónico

Con anterioridad a la apertura del golfo de México, los continentes que

circundaban el Atlántico estaban ensamblados en uno solo, lo que implica que el

Bloque de Yucatán tuvo su origen entre los basamentos de Venezuela y la Costa

del Golfo de EU en una orientación rotada 40 grados en sentido de las manecillas

del reloj con relación a Norte América (Pindell y Kennan 2001, Pindell et al, 2006).

Posteriormente de acuerdo con Pindell y Kennan (2001), el golfo de México

se abrió en dos etapas a partir del Triásico y hasta el Valanginiano de Cretácico

Inferior.

Etapa1

La primera etapa Sin-Rift se inicia en el Triásico y culmina en el Oxfordiano

temprano. En esta etapa Norte América inicia su migración al NW hacia Gondwana,

permitiendo un movimiento hacia el SE de la zona de cizalla Mojave-Sonora-

Huayacocotla y al mismo tiempo una apertura cortical asimétrica de dirección SE

en la ubicación del Golfo de México y el Bloque Yucatán se separa del margen

norte del golfo. Esta etapa establece la tendencia NE-SW del patrón del Rift

(extensión NW-SE) en la corteza continental atenuada (Figura III-2a).

La migración de Yucatán desde su posición Pre-Rift a la actual requiere que

la parte Este de México sea transformante en lugar de un margen de apertura.

Pindell y Kennan (2001) considera que Yucatán no contiene unido al macizo de

Chiapas durante la fase Sin-Rift dado que la cuenca salina Sin-Rift de Chiapas se

43
III Campo Cantarell

explica mejor por una transtensión temprana a lo largo de una falla cortical por

debajo de la cuenca.

Etapa 2

La segunda etapa del movimiento de Yucatán se inicia en el Oxfordiano

Temprano, al final del depósito de las sales y termina en el Valanginiano. Durante

esta etapa se da la apertura real del piso marino en el Golfo de México lo que

produce un ensanchamiento hacia el oeste de la corteza oceánica entre los

márgenes ya separados (Figura III-2b).

Pindell y Kennan (2001) consideran que el Macizo de Chiapas fue

acreccionado a Yucatán en esta etapa como consecuencia del inicio de la apertura

del piso oceánico en el Golfo Central y debido a que el polo de rotación cambió en

la etapa 2, la posición y orientación de las fallas transformantes también pudieron

haber cambiado. Esta nueva fase de movimiento tuvo una dirección más al Sur

que la anterior. La cordillera oceánica casi alcanzó la costa Mexicana y por lo

tanto, la nueva falla transformante a lo largo del este de México podría haber

transportado un borde de corteza adicional, lo que se cree es el Macizo de

Chiapas, y el cuál había sido emplazado allí durante la etapa Sin-rift por

movimientos transcurrentes senestrales dentro de México.

44
III Campo Cantarell

Migración de Yucatán Pindell (2006) Figura III.2

45
III Campo Cantarell

III.6 Modelo Estructural del Campo Cantarell

Los campos de Cantarell y Sihil se localizan en un complejo sistema de

estructuras compresivas costa afuera (offshore) en la Sonda de Campeche. La

geometría de la estructura Cantarell-Sihil varía desde una estructura simple

relacionada a una falla en el sur a un duplex que consiste en las estructuras

Cantarell y Sihil en la parte central y hasta un sistema más complejo que consiste

en bloques compresivos separados por fallas normales Terciarias en el norte

(Mitra et al., 2005).

II.6.1 Episodios Tectónicos

Las estructuras Cantarell-Sihil se formaron durante tres principales

episodios de de deformación (Mitra et al., 2005):

1. Un evento extensional del Jurásico al Cretácico Temprano.

2. Una fase compresiva del Mioceno.

3. Un evento extensional del Plioceno al Holoceno.

Estos tres episodios principales de deformación y estructuras relacionadas

se detallan a continuación:

1) Extensión

El primer episodio es un periodo de fallamiento normal que se extiende

desde el Jurásico Tardío al Cretácico Temprano. Esas fallas normales desplazan

las unidades del Tithoniano y Kimmeridgiano y terminan en el Cretácico Inferior.

Muchas de estas fallas tienen una dirección aproximada N-S, aunque algunas

46
III Campo Cantarell

rotaron durante periodos posteriores de deformación hacia el NW-SE. Algunas de

esas fallas parecen tener geometrías lístricas, y despegan en unidades del

Oxfordiano. La estructura Chac se formó en el borde de un bloque levantado

formado a lo largo de una de estas fallas normales, que posiblemente fue

reactivada durante el Terciario.

2) Compresión

Las estructuras de Cantarell y Sihil se formaron durante un episodio

compresivo del Mioceno. La falla Sihil se origina durante el Oxfordiano-Calloviano

y después es reactivada en el Mioceno. El movimiento del bloque alóctono sobre

esta rampa produce la formación de la estructura Cantarell. Muchas imbricaduras

frontales se originan en la separación superior y cortan a través de unidades

Mesozoicas y Terciarias en la cobertura alóctona. El sistema de imbricaduras que

marca el borde frontal de la brecha Cretácica alóctona es referido como el frente

cabalgado. Existen un conjunto de fallas inversas que cortan a través de la

cobertura alóctona. Algunas de estas fallas inversas están también asociadas a la

deformación compresiva. La más prominente de ellas es la falla inversa Nohoch

que marca el borde oeste de la estructura Nohoch. La falla Sihil y la estructura

Cantarell se presentan también plegadas por la estructura Sihil, relacionada con la

falla cabalgante sub-Sihil que termina en las unidades cretácicas (Mitra et al.,

2005).

47
III Campo Cantarell

3) Extensión

Después de la deformación compresiva tuvo lugar una fase extensiva, que

se desarrolló en el Plioceno y continuó hasta tiempos recientes. El Mioceno

muestra esta transición con algunas unidades plegadas del Mioceno Medio, que

se disponen en concordancia con las unidades plegadas cretácicas subyacentes,

mientras que las unidades del Mioceno tardío exhiben plegamiento ya relacionado

al fallamiento normal. Muchas de las fallas normales jurásicas preexistentes

fueron reactivadas durante esta fase extensional. Las fallas normales secundarias

terminaron en la falla Sihil y no penetraron la sección sub-cabalgada. Una falla

normal principal separa los bloques Kutz y Akal. Se cree que esta falla se

horizontaliza en el corrimiento Sihil. La mayoría de las fallas normales del

Terciario tienen una tendencia promedio N-S comparado con la tendencia NW-SE

de la estructura compresiva.

II.6.2 Evolución cinemática estructural del Campo Cantarell

La evolución estructural del complejo Sihil-Cantarell se representa en una

sección tomada al centro del Campo, donde son más evidentes los episodios

principales de deformación Figura III.3 (Mitra et al., 2005):

48
III Campo Cantarell

Evolución estructural de la estructura Cantarell- Figura III.3


Sihil a través del tiempo basada en
reconstrucción cinemática de secciones
transversales (Shankar Mitra et al, 2005)

49
III Campo Cantarell

a) La figura III-3a muestra la geometría de la cuenca en el Mioceno

temprano, después del episodio extensional del Jurásico-Cretácico. Una de

las fallas normales que afectan al Jurásico y Cretácico Inferior se muestra

en la figura III-3 (fallas normales similares se presentan en toda el área).

Las unidades del Cretácico Inferior muestran variaciones significativas en

espesor en toda el área. Estas variaciones en espesor sugieren que el área

fue sometida a un periodo de levantamiento tectónico, seguido por la

erosión parcial de las unidades del Cretácico Inferior en las áreas

levantadas.

b) Durante el Mioceno (Figura III-3b), el área fue afectada por episodios de

tectónica compresiva, formándose el cabalgamiento Shihil. Este pasó de

una superficie de despegue en el Oxfordiano-Calloviano a una rampa

cabalgada en el Mioceno Temprano. El movimiento sobre esta rampa

cabalgada originó la formación de la estructura Cantarell como un pliegue

combado-fallado de cima plana. Durante esta etapa es cuando se formaron

la mayoría de las imbricaduras, y la estructura Cantarell terminó a lo largo

de un sistema frontal de fallas de empuje cortando a través del Terciario.

Localmente, también se formaron un conjunto de fallas inversas a lo largo

de la zona de desplazamiento superior, tales como el cabalgamiento

Nohoch.

50
III Campo Cantarell

Debido al gran desplazamiento en el cabalgamiento Sihil, la estructura de

Cantarell tiene la apariencia de un pliegue fallado-combado puro. Sin

embargo la estructura probable es un pliegue de corrimiento de baja

amplitud con centro de Sal Oxfordiana y lutitas que fue progresivamente

cortado por el cabalgamiento Sihil. Durante el largo desplazamiento sobre

la falla Sihil, las unidades dúctiles del centro fueron expulsadas y parte de

la sal alcanzó las unidades del Cretácico durante fallamiento normal del

Terciario.

c) Después de la formación de la estructura Cantarell, se formó la

estructura Sihil y esta fue cortada por la falla sub-Sihil, que termina en las

unidades del Cretácico (Figura III-3c). La formación de la estructura Sihil

originó el plegamiento de la estructura Cantarell e incrementó su relieve

estructural. Por ello existe una estrecha relación entre las geometrías de

Sihil y Cantarell.

d) Posteriormente a la formación del complejo Cantarell-Sihill, las

estructuras fueron afectadas por un episodio de tectónica extensional que

abarca desde el Plioceno al Holoceno. Durante este episodio tectónico, un

conjunto de fallas normales desplazaron la estructura Cantarell, siendo

muchas de ellas fallas normales Jurásicas y Cretácicas reactivadas. Una falla

normal principal se formó encima de la rampa Sihil en la parte Norte de la

estructura y se horizontalizó en el despegue Sihil (Figura III-3d).

Finalmente, nuevos movimientos de estas fallas normales produjeron la

separación las estructuras Akal y Kutz.

51
IV Métodos y Técnicas

IV Métodos y Técnicas

Las metodologías y técnicas usadas tienen como objetivo principal la

obtención de información petrológica y geoquímica a partir de la cual se

desarrolla la discusión y los modelos diagenéticos propuestos en este trabajo. Se

presentan en tres grupos principales: técnicas petrográficas, técnicas geoquímicas

y técnicas aplicadas al estudio de inclusiones fluidas.

IV.1 Descripción de núcleos

La distribución y el grado de dolomitización de las unidades litológicas

estudiadas en el campo Cantarell fueron registradas, con el objeto de evaluar la

extensión y profundidad del fenómeno de dolomitización. Más de 60 muestras

fueron seleccionadas a partir de núcleos recuperados en 20 pozos,

correspondiendo estas principalmente a la brecha carbonatada del límite KT (ver

ubicación en figura I-1). Las muestras fueron seleccionadas de acuerdo a la

disponibilidad de núcleos de pozos, desarrollando criterios de muestreo y

procurando obtener la mayor representatividad a lo largo y ancho del campo. Sin

embargo, la mayor parte de la información corresponde a la parte central del

campo debido a la situación de los pozos con núcleos muestreables.

La descripción se enfocó esencialmente al registro de las características

diagenéticas observables macroscópicamente, haciendo especial énfasis en los

parámetros de tipo y distribución de porosidad, cementación y fracturamiento.

52
IV Métodos y Técnicas

Para un estudio más detallado se empleó un microscopio estereoscópico Nikon

SMZ-U con cámara integrada.

IV.2 Microscopía óptica de secciones delgadas

Previo a la aplicación de las técnicas petrográficas las muestras fueron preparadas

de acuerdo al siguiente procedimiento:

Las muestras provenientes de núcleos de sondeo fueron cortadas mediante una

sierra diamantada de baja velocidad y lubricada por agua (Struers Minitom), para

evitar tanto la deformación de los cementos carbonatados durante el corte de la

muestra como la impregnación por hidrocarburos utilizados como los lubricantes

habituales en las sierras diamantadas. Los paralelepípedos de roca así obtenidos

fueron impregnados en frío mediante una resina epoxy teñida de azul (azul de

metileno), como paso previo a la elaboración de las láminas delgadas. Esta

impregnación se lleva a cabo con el objeto resaltar la porosidad comunicada así

como su distribución. A continuación, una de las caras de la muestra fue

devastada a mano mediante el empleo de polvo abrasivo de carborundum de

tamaño de grano sucesivamente más fino. Se efectúo el pegado a un portaobjetos

de vidrio tamaño standard mediante una resina de índice de refracción similar al

bálsamo del Canadá. La muestra fue adelgazada hasta aproximademente 100

micras utilizando una laminadora Petrothin Buehler. El acabado de la muestra se

realizó a mano utilizando polvo abrasivo de carborundum hasta obtener una

lámina de aproximadamente 40 micras de grosor (carbonatos con colores de

53
IV Métodos y Técnicas

cuarto orden en la tabla de Michel-Levy). Finalmente las láminas así obtenida

fueron pulidas en un equipo petropol.

IV.2.1 Microscopía de luz transmitida y fluorescencia UV

Para el análisis petrográfico se prepararon 80 secciones delgadas de las

muestras más representativas. El estudio se realizó utilizando los microscopios de

luz transmitida polarizada Olympus BH2 y Zeiss Axioplan 2.

Estos estudios se enfocaron a la descripción y registro detallado de las

principales características petrográficas: tipo de dolomita, arreglo y tamaño de

cristales, así como de vúgulos y fracturas, tipo de cementos, sobrecrecimientos y

rasgos de disolución, entre otras. La clasificación usada es la propuesta por Sibley

y Gregg 1987. Este esquema de clasificación describe las texturas que se

producen como resultado de la cinética de nucleación y crecimiento de la

dolomita. Las principales divisiones de esta clasificación se basan en las

distribuciones del tamaño del cristal, pudiendo ser unimodal o polimodal, y sobre

la forma planar o no planar de los bordes de los cristales. La clasificación incluye

la descripción de aloquímicos y matriz, los cuales pueden estar reemplazados

total o parcialmente. Por otro lado, el relleno de fracturas incluye cemento y

dolomita que reemplaza cemento preexistente.

Parte de las secciones delgadas fueron teñidas en 30% de su área, con el

objeto de estimar la presencia de Fe de las diferentes fases carbonatadas,

54
IV Métodos y Técnicas

mediante la utilización del procedimiento de Dickson (1966), utilizando una una

solución de ferrocianuro de potasio. La calcita rica en fierro y la dolomita

presentan un característico color azul 40 segundos después de su tinción

(Dickson, 1966).

Las observaciones mediante fluorescencia UV se realizaron sobre secciones

delgadas pulidas de roca, empleando un microscopio Olympus BH2 equipado con

una lámpara de mercurio y filtro para luz ultravioleta. Estos estudios se

practicaron con el fin de reconocer la fábrica original de las muestras antes de ser

dolomitizada (ver Dravis y Yurewicz, 1985) y, de mayor interés para este estudio,

determinar si la dolomita responde a este efecto con algún tipo de zoneamiento.

IV.2.2 Microscopía de catodoluminiscencia (CL)

Las observaciones de catodoluminiscencia se basa en la propiedad de

muchos minerales de presentar luminiscencia cuando son bombardeados con un

haz de electrones. Las condiciones de luminiscencia ocurren en sustancias

cristalinas impuras, donde los iones huésped actúan ya como activadores o

inhibidores de la luminiscencia.

El bombardeo electrónico de dichos minerales causa la excitación de los

iones activadores que pasan a un estado de mayor energía. Después de un retardo

corto en tiempo, dichos iones excitados regresan a su estado inicial de energía y

55
IV Métodos y Técnicas

emiten radiación. La emisión en el espectro visible (fotones) es el responsable de

la luminiscencia.

La propiedad de un mineral a ser luminiscente o no está controlada por los

elementos traza que contiene. De esta manera se pueden tener activadores o

inhibidores de la CL. Del efecto de uno de ellos o la combinación de varios

dependerá la emisión de la CL, resultando débil, alta o no luminiscente. Los

activadores más comunes en los carbonatos son los elementos de transición (Mn,

Ag, Sn, Sb, Tl, Pb, Cr) y un gran número de tierras raras. El activador más

abundante e importante en la calcita y dolomita es el Mn. La emisión provocada

por este elemento en carbonatos varía de rojo-naranja a amarillo-naranja, con

espectros entre 570-640nm y 590-620 nm para la calcita y 640-680 nm en

dolomita.

Los elementos que actúan como inhibidores en los carbonatos y en la

mayoría de los minerales dominados por oxígeno son el Fe, el Co y el Ni

esencialmente, donde el principal inhibidor de catodoluminiscencia (CL) en

carbonatos es el Fe, por lo que el color e intensidad de la CL estarán básicamente

gobernados por la cantidades de Mn y Fe presentes (Walker y Burley, 1991).

Esta técnica se utiliza para evidenciar la presencia de crecimientos

episódicos evidenciados por la presencia de bandas de diverso color e intensidad

de luminiscencia. Estos cambios son el producto de la fluctuación en la química

de los fluidos a partir de los que precipitaron o interaccionaron.

56
IV Métodos y Técnicas

Para llevar a cabo este tipo de análisis se utilizaron secciones delgadas

pulidas con calidad metalográfica (espejo) mediante abrasivos de diamante. Estas

secciones pulidas fueron analizadas bajo un haz de electrones en un equipo de

catodoluminiscencia de cátodo frío constituido por un luminoscopio PATCO ELM-

3R montado en un microscopio Nikon Eclipse E400 equipadocon cámara

fotográfica fría de alta resolución. Los voltajes utilizados fueron de 10-15 KV con

corriente de entre 6000 a 1000 mA. Los análisis consistieron en la toma e

interpretación de imágenes de las principales características texturales y

diagenéticas que tuvieron respuesta a esta emisión.

IV.3 Análisis geoquímicos

IV.3.1 Análisis de isótopos estables de C y O

Los isótopos son átomos de un elemento cuyos núcleos contienen un mismo

número de protones pero distinto número de neutrones. En la naturaleza existen

unos 260 isótopos estables (no radioactivos). Las diferencias en la masa atómica

provoca diferencias importantes en el comportamiento de los isótopos en los

proceso naturales. La diferencia en el punto de ebullición entre la molécula ligera

(H216O) y la “pesada” (D218O) da lugar, por ejemplo, a que la primera sea

preferentemente extraída de sistema sometido a evaporación. Esta diferencia de

comportamiento provoca que, durante reacciones químicas o proceso físicos,

tenga lugar una separación de las moléculas de un mismo compuesto que

contienen cantidades distintas de los isótopos del mismo elemento. Este proceso

de separación recibe el nombre de fraccionamiento isotópico.

57
IV Métodos y Técnicas

Los elementos que se consideran en la aplicación de las variaciones de los

isótopos estables en procesos geológicos son cinco: H, C, N, O y S. Se estudia la

variación existente en un opuesto entre el isótopo pesado y el ligero: D/H,

13C/12C, 18O/16O, 34S/32S y 15N/14N. Estos elementos tienen una serie de

características comunes:

1. Número atómico bajo.

2. Diferencias de masa relativamente grande entre los isótopos del mismo

elemento.

3. La abundancia del isótopo pesado debe ser los suficientemente elevada como

para permitir determinaciones precisas.

4. Forman enlaces que varían de iónicos o covalentes. Los fraccionamientos son

mayores entre fases que tengan tipos o fuerzas de enlace mas marcadamente

distintos.

5. Todos ellos forman parte de un gran número de compuestos naturales.

En carbonatos (calcita, dolomita), los isótopos estables que se utilizan en

son los del oxígeno (16O, 18O) y el carbono (12C, 13C). Su abundancia en la

naturaleza es:

O 18O =0.20%, 16O =99.76%

C 13C =1.11%, 12C =98.89%

Estos pares isotópicos son de alto interés debido a que tienen una

diferencia de masa importante, fácil de analizar mediante un espectrómetro de

58
IV Métodos y Técnicas

masas convencional. Asimismo, estos isótopos presentan fraccionamientos

importantes en procesos naturales, como tales como interacciones agua/roca,

efectos de temperatura (calentamiento, enfriamiento), intercambios con materia

orgánica, etc., y por lo tanto pueden ser usados como trazadores de dichos

procesos.

Las relaciones isotópicas se expresan mediante la notación delta δ para

expresar las relaciones isotópicas. δ18O, δ13C se definen como:

δ18O = [(18O /16O muestra - 18O /16O estándar) / 18O /16O estándar ] * 1000

δ13C = [(13C /12C muestra – 13C /12C estándar) / 13C /12C estándar ] * 1000

Como se muestra en estas ecuaciones, el valor δ es la diferencia relativa y

no absoluta entre la relación entre la muestra y un estándar. Las diferencias son

expresadas en partes por mil para δ18O y δ13C y simbolizadas mediante el símbolo

“‰”. Si la relación 18O /16O (o 13C /12C) es menor en la muestra que en el estándar,

entonces la muestra está empobrecida en 18O (13C) con respecto al estándar, y el

valor δ es un número negativo. Por otro lado, si la relación 18O /16O es mayor en la

muestra que en el estándar, entonces la muestra está enriquecida en 18O relativo

al estándar, y su valor δ es un número positivo. Cuando el mineral en cuestión

presenta una composición isotópica empobrecida en el isótopo pesado es común

referirse a una composición “ligera”; en cambio, si está enriquecido en el isótopo

más pesado, se habla de composiciones “pesadas”.

59
IV Métodos y Técnicas

Los estándares usados para reportar la composición isotópica del agua y

los minerales carbonatados son el SMOW (Standard Mean Ocean Water) y PDB

(Peedee Formation Belemnite). El estándar SMOW es usado comúnmente para

reportar las composiciones isotópicas del oxígeno e hidrógeno (deuterio) en

fluidos y minerales silicatados; el estándar PDB es usado para reportar las

composiciones isotópicas de carbono y oxígeno de minerales carbonatados.

Cuando se comparan datos isotópicos, es mejor reportar todos los datos con

respecto a un único estándar. Esto necesita conversión de los datos de una

notación estándar a otra (SMOW a PDB o viceversa). Para conversiones entre

estándares PDB y SMOW, se usan las siguientes expresiones:

δ18O (SMOW) = [ (1.03086)* δ18O (PDB) ] + 30.86

δ18O (PDB) = [ (0.97006)* δ18O (SMOW)] -29.94

Procedimiento de preparación y análisis de δ18O y δ13C de los carbonatos:

Los análisis se realizaron en el laboratorio de isotopía estable de LUGIS de

la UNAM. Dependiendo del material a analizar, para cada muestra se separó el

cemento de calcita y/o dolomita, y/o la matriz con el auxilio de un disco de corte

montado en un micro taladro. Posteriormente las muestras fueron trituradas a

fragmentos menores de 1mm de diámetro en un mortero de ágata. Se realizó un

proceso previo de limpieza y posteriormente fueron pesados aproximadamente

25-40mg de cada muestra y se colocaron en un frasco reaccionador con 5-7 ml

de ácido ortofosfórico (H3PO4) al 100%. El CO2 producido fue separado y

60
IV Métodos y Técnicas

purificado criogénicamente a través de trampas de nitrógeno líquido (-190ºC) y

mezcla de hielo seco y alcohol (-80ºC).

Los recipientes con el CO2 purificado se colocaron en el sistema automático

de introducción del espectrómetro de masas para isótopos estables Finigan MAT

250 del Instituto de Geología de la UNAM, para determinar la δ13CVPDB de las

muestras. El espectrómetro da el resultado de cada análisis directamente en

unidades de δ13C y δ18O con respecto al patrón internacional VPDB.

IV.3.2 Análisis de isótopos de Sr (87Sr/86Sr)

La relación 87Sr/86Sr se utiliza como trazador del origen del Sr en los

minerales y, por ende, de los fluidos a partir de los cuales precipitaron. El 86Sr no

es de origen radiogénico mientras que el 87Sr es producto del decaimiento

radioactivo de 87Rb.

La composición isotópica del Sr ha variado con el tiempo como resultado

de los aportes relativos de Sr de origen continental o mantélico. El aporte

continental es más alto durante las épocas orogénicas, al aumentar la cantidad de

material erosionado, mientras que el aporte por parte del manto es más alto

durante los tiempos de rápida apertura del fondo marino. El gran flujo de Sr en

los océanos, combinado con el gran tiempo de residencia del Sr en los mismos

(>4 Ma) y la rápida velocidad de mezcla (103a) nos permite suponer que la

61
IV Métodos y Técnicas

relación 87Sr/86Sr en el agua de mar es globalmente homogénea para una edad

determinada (Veizer, 1989).

Una de las aplicaciones geológicas más comunes de la relación isotópica

del Sr en carbonatos es como herramienta de datación. Burke et al. (1982)

construyeron una curva de referencia basada en las relaciones de 87Sr/86Sr de

cientos de carbonatos marinos, registrando el cambio en la composición isotópica

del Sr del agua marina para todo el Fanerozoico. Este método es particularmente

útil en carbonatos que no han sufrido diagénesis avanzadas y en los que se pueda

estar seguro que no ha habido aporte de Sr exterior a los mismos. Únicamente en

estos casos es posible utilizar la relación 87Sr/86Sr para datar partes del

Cenozoico, Mioceno Medio y Temprano. Precisamente por este motivo, este

método no es aplicable en el presente trabajo.

Los isótopos de estroncio también se utilizan en forma muy efectiva como

trazadores del movimiento de fluidos, tanto en estos como en los minerales

precipitados. El Sr liberado por procesos diagenéticos se particiona en cementos

de carbonato y dolomita formados en el subsuelo. Debido a que el Sr es un catión

con dos valencias positivas, este substituye fácilmente al Ca en la red cristalina

del carbonato.

Procedimiento de preparación de muestras y análisis:

Se llevó a cabo un muestreo de cementos de calcita, dolomita y matriz con

micro taladro y disco de corte fino. La muestra obtenida se tritura en mortero de

ágata hasta fragmentos de 1mm de grosor. La muestra se limpia con agua des-

62
IV Métodos y Técnicas

ionizada en una cubeta ultrasónica, se deja secar y se pulveriza en mortero de

ágata. La muestra se pesa en una balanza analítica de gran precisión.

Posteriormente se lleva a cabo la separación del Sr de la matriz química

usando resina Sr SPEX la cual retiene o libera el Sr bajo diferentes condiciones de

acidez. Se elimina el blanco analítico del medio ambiente. Se elimina la capa

superficial de la muestra donde pudo haber intercambio químico con el entorno.

Se realiza una lixiviación con ácido acético ultra puro diluido en un baño

ultrasónico durante segundos. Se pesan 2-5 mg por cada 1000ppm de Sr en la

muestra.

La calcita es atacada mediante ácido acético al 10% y la dolomita por ácido

clorhídrico 2N. Posteriormente las muestras se disuelven en ácido nítrico 8N y se

procede a la separación en las columnas de intercambio catiónico.

Se coloca la muestra en la columna y se retiene el Sr utilizando la resina Sr

SPEC. Se colecta el estroncio concentrado después de haber pasado por la

columna de agua. Finalmente la muestra se disuelve en HCL y se carga al

filamento.

Los análisis se realizaron en un espectrómetro de masas con fuente iónica

térmica marca Finnigan MAT 252 del laboratorio LUGIS del Instituto de Geofísica

de la UNAM. Las muestras se introdujeron como cloruros y se midieron como

iones metálicos.

63
IV Métodos y Técnicas

IV.3.3 Análisis de elementos menores y traza mediante ICP-ES

Introducción

La concentración de un elemento menor o traza en una dolomita está

regida por el coeficiente de distribución (D) del elemento y su abundancia en el

fluido Padre. La manera más común de incorporar elementos menores y traza

dentro de los minerales carbonatados es por sustitución del Ca+2 en la red

cristalográfica. Su coeficiente de distribución se define como: la concentración de

de un elemento en un mineral es directamente proporcional a su concentración en

el agua.

(mme/mCa)(solido) = D * (mme/mCa) (agua)

m= concentración molar

me= metal

Ca= calcio

Los elementos traza más comunes en la dolomita son Sr, Na, Mn, Fe. El

coeficiente de distribución se aproxima a 1 a medida que su radio iónico se

aproxima al elemento mayor que sustituye para este caso el calcio, por lo que se

tiene:

Elemento Radio Iónico D

Sr 1.13Å 0.026 a 0.06

Na 1.00 Å 1.00

Mn 0.83 Å 5-30

Fe 0.78 Å 1-20

64
IV Métodos y Técnicas

Los análisis de elementos traza se llevaron a cabo en laboratorios del

Instituto Mexicano del Petróleo, de acuerdo al siguiente procedimiento:

Se obtuvo polvo de los cementos y matriz carbonatados por medio de un

micro taladro, posteriormente la muestra fue lavada en repetidas ocasiones con

agua desionizada. La muestra se secó a temperatura constante de 100ºC por 4

horas.

Se procedió a la digestión de 200 a 300 mg de muestra en agua regia (7 ml

de HCl y 2 ml HNO3) en un horno de microondas Anton Paar Multiwave 300,

mediante el uso del programa IMP-ALLOY.

Finalmente la muestra se analizó en un espectrómetro de emisión de

plasma con acople inductivo (ICP-OES) Perkin Elmer. Los resultados comprenden

el análisis de cuatro elementos traza; Fe, Mn, Na y Sr en unidades ppm. Al mismo

tiempo se obtuvo el contenido de Ca y Mg en concentraciones de %.

IV.4 Inclusiones fluidas

El estudio petrológico y microtermométrico de las inclusiones fluidas se

realizó en las instalaciones del IMP.

Por otro lado en algunas muestras escogidas, se aplicó una metodología que

complementa de estudio previo y que incluye la determinación de la composición

individual tanto de las inclusiones de agua e hidrocarburos. Esta metodología fue

65
IV Métodos y Técnicas

desarrollada por investigadores del G2R-CREGU-UHP en Nancy (Francia), en

donde se realizaron los análisis detallados de muestras representativas de los

cementos de calcita y dolomita. Las técnicas comprendidas son petrografía de luz

transmitida y UV, microtermometría, Espectroscopía Raman, Espectroscopía de

infrarrojo-transformada de fourier (FTIR), microscopía confocal de barrido láser

(CLSM) y modelado PVT y PIT.

IV.4.1 Petrografía

La petrografía de luz transmitida se llevó a cabo en un microscopio

petrográfico Zeiss Axioplan 2 en la sede del IMP (México). El reconocimiento del

origen de inclusiones fluidas se realizó siguiendo los criterios de Goldstein y

Reynolds, (1994). Los estudios de inclusiones fluidas se realizaron sobre

secciones doblemente pulidas.

La petrografía de inclusiones fluidas es un paso previo al análisis de las mismas

mediante microtermometría. En esta etapa se utilizan láminas gruesas de roca,

doblemente pulidas, y se define:

1. Los diferentes minerales que componen la secuencia mineral de cementos,

definida mediante el estudio de petrografía de cementos.

66
IV Métodos y Técnicas

2. En cada mineral, los diferentes tipos de inclusiones fluidas presentes (acuosa;

vapor; acuosa+vapor; acuosa+vapor+sólidos; hidrocarburos; hidrocarburos+gas;

hidrocarburos+gas+sólidos; hidrocarburos+gas+agua; hidrocarburos+gas+

agua+sólidos.

3. El carácter primario (asociado al crecimiento del cristal), secundario o pseudo-

secundario de las inclusiones (en exfoliación o fracturas ínter-cristalinas).

4. La presencia de asociaciones de inclusiones fluidas, en el sentido de Goldstein

Y Reynolds (1994), con evidencias de atrapamiento coetaneo de inclusiones

acuosas y de hidrocarburos.

IV.4.2 Petrografía de fluorescencia UV

La fluorescencia UV es la respuesta en luz visible de materiales expuestos

a luz ultravioleta (en el rango de longitud de onda de 200-300nm). Muchos

componentes orgánicos y la mayoría de los aceites fluorescen bajo luz UV. La

energía incidente es absorbida por el orbital π de cadenas C=C y después es re-

emitido causando fluorescencia. Los componentes aromáticos presentes en

pequeñas cantidades son por tanto los responsables de la fluorescencia de

aceites.

La composición de los hidrocarburos (HC) y, por lo tanto, su fluorescencia

dependen del origen, madurez térmica, y ciertos aspectos de migración y

degradación biológica. Además, las inclusiones fluidas que contienen aceite por lo

común fluorescen bajo radiación ultravioleta debido a la presencia de

67
IV Métodos y Técnicas

hidrocarburos aromáticos y componentes de nitrógeno, azufre y oxígeno.

Consecuentemente, se asume que las inclusiones de HC emiten colores de

fluorescencia dependiendo de su composición general, aunque recientemente se

discute si realmente se pueden utilizar estos colores para la estimación de la

composición de las inclusiones fluidas. Los HC de composición más aromática (HC

pesados) emiten radiación en colores amarillos y naranja, mientras que los de

composición más alifática (HC ligeros) emiten radiación en colores hacia el

extremo del azul o blanco.

La petrografía de fluorescencia UV ha sido usada principalmente para

simple identificación y clasificación de las inclusiones fluidas con hidrocarburos.

Para la identificación de inclusiones fluidas de hidrocarburos en las muestras se

empleó un microscopio Olimpus BH2 con lámpara de mercurio y filtros UV, Azul y

verde. Esta técnica se aplicó rutinariamente en la diferenciación de inclusiones

fluidas de petróleo de las acuosas.

IV. Microtermometría

La microtermometría es un estudio previo indispensable para todo tipo de

inclusiones fluidas, tanto acuosas como de hidrocarburos, que se realiza con

anterioridad a la aplicación de los métodos espectroscópicos (UVF, FTIR, Raman) o

de análisis directo (crush-leach). Del análisis microtermométrico en inclusiones

fluidas se obtienen tres tipos fundamentales de información:

1. Te = temperatura eutéctica del sistema

2. Tf = temperatura de fusión del último cristal de hielo dentro de la inclusión.

68
IV Métodos y Técnicas

3. Th = temperatura de homogeneización de la inclusión.

Generalmente, en inclusiones fluidas acuosas se observan estos tres parámetros,

pero en las de HC generalmente sólo se puede medir la Th.

En el laboratorio de diagénesis del IMP fueron estudiadas por

microtermometría 30 secciones doblemente pulidas de ~100µ de espesor. Las

muestras más representativas se estudiaron a altas y bajas temperaturas

mediante una platina térmica Linkam THSMG 600 montada en un microscopio

Nikon Optiphot-2. Los cambios de fase de las inclusiones fluidas fueron

observados en inclusiones de 3-7µ y fueron registrados y procesados en el

software PVTX de Linkam.

Para el caso de los estudios por parte del CREGU fue empleada una platina

MDS 600. La platina está montada en un microscopio Olympus BX 50. Imágenes

son adquiridas digitalmente usando una cámara de video a color Sony Exwave

HAD3. La platina ha sido calibrada usando inclusiones sintéticas de referencia

(Precisión de +/- 0.2 °C a temperaturas debajo de 100°C y +/-0.4 a temperaturas

mayores).

En ambas platinas las temperaturas de homogeneización fueron obtenidas

antes de la temperatura de fusión, considerando la fragilidad de las muestras de

Cantarell. Esto es debido a que a bajas temperaturas, el incremento volumétrico

debido a la formación de hielo induce a “stretching” sistemático de la cavidad de

69
IV Métodos y Técnicas

las inclusiones en carbonatos y después de cada medición de Tm es notable el

incremento de la Th de la inclusión.

Las temperaturas eutécticas de las inclusiones acuosas dieron información

confiable acerca de la asociación catiónica dominante. La salinidad, determinada

por la temperatura de fusión del hielo, está dada como % en peso de NaCl

equivalentes.

IV.4.4 Microespectrometría Raman

Cuando una sustancia es excitada por una fuente de radiación

electromagnética monocromática, la radiación puede ser dispersada de manera

inelástica (no hay absorción) por enlaces covalentes con una emisión en longitud

de onda que es característica del enlace. Las emisiones Raman son por lo común

espectros definidos, debido a que corresponden a energías de una vibración

particular o transiciones rotacionales de la molécula en dispersión.

La técnica consiste en que una fuente de luz visible de láser monocromática

se acopla a un microscopio óptico modificado, iluminando la muestra a analizar.

La señal Raman se colecta simultáneamente a través del mismo objetivo y es

analizada por un espectrómetro. El espectro es graficado como intensidad contra

la emisión de excitación en número de onda (recíproco de longitud de onda)

medido en cm-1.

70
IV Métodos y Técnicas

Los análisis Raman son aplicados a inclusiones no-fluorescentes. Las

inclusiones acuosas en sistemas petroleros, frecuentemente contienen gases

disueltos como son CH4, CO2, H2S y N2. Esos gases y especialmente metano,

controlan la morfología de la isopletade un sistema y, por ende, la reconstrucción

de las condiciones PVT de un fluido. Hemos utilizado para estos análisis la

microsonda Raman del G2R-CREGUI-UHP de Nancy (Francia). Esta microsonda

Raman es del tipo Labram (Jobin-Yvon) con filtro Notch. Una rejilla de 1800

canales por mm es usada. El detector es un CCD enfriado a –30°C. La radiación

excitante a 514nm es generada por un láser Ar+ (tipo 2020, Spectraphysics). La

resolución espectral es de 2 cm-1. Los espectros Raman son colectados en la

ventana espectral entre 2800 y 3600 cm-1 para obtener la vibración “stretching”

simétrica del metano (a 2910 cm-1 para el metano disuelto en agua) y la banda

larga correspondiente a las vibraciones stretching del agua, entre 3000 y 3500

cm-1. Los espectros Raman han sido obtenidos a la temperatura de

homogeneización de la inclusión gracias al acoplamiento de una una platina

microtermométrica Linkam acoplada al microscopio de la microsonda Raman.

La forma de la banda del agua da información acerca de la clorinidad de la

fase acuosa. La cuantificación del metano se obtiene a partir del área de la

relación de la banda CH4/H2O. Esta relación y la concentración molar de CH4 han

sido calibradas con inclusiones de referencia, con la ayuda de la ecuación de

estado de Duan.

El estudio se realizó sobre secciones doblemente pulidas, previamente

utilizadas para los análisis microtermométricos. La muestra debe ser transparente

71
IV Métodos y Técnicas

al láser y a la señal Raman, y además no fluorescente ya que esto enmascara las

señales.

IV.4.5 Estudios de FTIR (Espectroscopía de infrarrojo con Transformada de

Fourier)

Los enlaces de las moléculas vibran continuamente debido a la interacción

con las moléculas de su entorno inmediato. Si estos enlaces son excitados por

una radiación infrarroja, la amplitud de estas vibraciones se incrementará,

subsecuentemente decrecerán otra vez conforme la energía se dispersa o es

absorbida por las moléculas que la rodean. Únicamente ciertos incrementos en

energía vibracional son posibles y esos constituyen un espectro de absorción

característico. A mayores enlaces excitados mayor es la energía absorbida así, la

definición del espectro depende de la concentración. Para la mayoría de las

moléculas hay muchos tipos posibles de vibración (modelos de vibración). Esos

están basados ya sea en estiramiento simétrico o asimétrico, y en doblamiento,

que pueden ocurrir en muchos planos posibles y direcciones. Como consecuencia,

los espectros de absorción infrarroja aún de sustancias simples, pueden ser

complicados, con muchos picos atribuibles a diferentes modos de vibración

(Brown et al., 1988). Únicamente las vibraciones asimétricas que producen un

dipolo eléctrico fluctuante absorberán infrarrojo y producirán espectro

característico.

72
IV Métodos y Técnicas

Los análisis infrarrojo fueron aplicados a inclusiones de petróleo sobre las

mismas secciones doblemente pulidas usadas para los análisis

microtermométricos y de espectroscopia Raman. Este análisis es realizado por

transmisión, usando un diafragma circular o de punta de navaja con una apertura

de diámetro variable (> 8 µm). El procedimiento analítico para el análisis

cuantitativo se basa sobre la medición del área de las relaciones de banda

CH4/alcano y CH4/CO2. Este procedimiento lleva a las concentraciones molares de

CH4, CO2 y alcanos. Los espectros Infrarrojo Transformada de Fourier (FT-IR)

fueron registrados en inclusiones de petróleo usando un espectrómetro Bruker

Equinox 55, acoplado a un microscopio Bruker, el cuál colecta el haz infrarrojo

con objetivos “cassegrain” (x15 o x36) , en el laboratorio LEM en Nancy, Francia.

Los espectros de dolomita fueron obtenidos independientemente en los

alrededores de la inclusión. Posteriormente éste se resta al espectro registrado en

la inclusión de petróleo, con el objeto de eliminar la contribución del mineral. La

combinación de bandas del mineral son superimpuestas a las vibraciones

stretching de los grupos C-H del aceite. Sin esta sustracción del espectro de

dolomita el análisis cuantitativo es erróneo.

IV.4.6 Estudios CLSM (Confocal Laser Scanning Microscopy)

Debido a que la información composicional relacionada con inclusiones de

petróleo es incompleta, el laboratorio de CREGU ha desarrollado un procedimiento

original basado en las propiedades volumétricas de las inclusiones. De hecho, se

73
IV Métodos y Técnicas

puede considerar que la relación gas/aceite de la inclusión a una temperatura

dada es característica de una composición “única” del aceite. El gas vol. % de la

inclusión a una temperatura puede ser calculado midiendo el volumen del aceite

líquido de la inclusión por microscopía de barrido láser confocal (CLSM) y

midiendo el diámetro de la burbuja esférica de gas. CLSM puede estimar el

volumen de la cavidad de una inclusión de aceite con una precisión mejor al 95%

con una resolución espacial menor de 0.5µm. 0.5.

CLSM es una técnica de alta resolución de imágenes, con una resolución x-

y cerca de 0.1 µm y una resolución z de 0.3 µm. El principio se basa en el

rechazo de la fluorescencia emitida por planos fuera del plano de foco a través de

un agujero confocal localizado antes del fotomultiplicador.

Las mediciones han sido adquiridas en el Institut de Biologie Moléculaire

des Plantes en Strasbourg en un microscopio LSM Zeiss y en CREGU en un

microscopio Biorad Rainbow. Un polarizador ha sido colocado en el cabezal

confocal con el objeto de evitar la birrefringencia de la emisión de fluorescencia.

La radiación incidente es producida por un láser Argón a 488nm. La fluorescencia

es obtenida a mayor longitud de onda para producir la imagen de fluorescencia x-

y. Al mismo tiempo una imagen por transmisión láser es registrada. La platina se

mueve a lo largo del eje z con el objeto de obtener una serie de imágenes x-y. El

software IGOR es entonces aplicado al conjunto de imágenes, reconstruye los

hologramas y finalmente calcula el volumen del aceite líquido fluorescente dentro

de la inclusión.

74
IV Métodos y Técnicas

IV.4.7 Modelado termodinámico PTI y AIT

El modelado PIT de inclusiones de petróleo se basa en la ecuación de estado de

Peng-Robinson. El software PIT (Petroleum Inclusion Thermodynamics) produce

un diagrama P-T con las isopletas e isocoras del sistema y da una composición

estimada con propiedades físicas del aceite (densidad, GOR). Este usa las

temperaturas de homogeneización medidas mediante microtermometría así como

el volumen de la burbuja de gas medido por microscopía de barrido láser

confocal, y aplica el modelado termodinámico para describir las transiciones de

fase líquido-gas y el comportamiento volumétrico de las mezclas de

hidrocarburos. Todo esto se asocia con un modelo composicional de dos

parámetros (α,β) que describe el amplio rango de composiciones de los

hidrocarburos naturales. Según Pironon este método puede dar (1) estimaciones

útiles sobre las composiciones y condiciones de presión-temperatura de

entrampamiento de aceites en inclusiones fluidas y (2) conocimiento sobre los

procesos que han afectado a esos fluidos ya sea antes (separación liquido-gas,

lavado de gas, mezcla, etc.) del atrapamiento o después (p. ej. leakage).

El modelado AIT del sistema CH4-H2O-Sal se basa en la ecuación de estado

de Duan et al (1992), que permite dibujar la isopleta (curva de punto de

separación de fases) en un diagrama P-T. Por el momento, no existe una ecuación

de estado disponible para calcular la isocora de una inclusión fluida por encima

de la temperatura de homogeneización en el sistema CH4-H2O-NaCl. Por lo tanto,

se propone el método siguiente para fluidos ricos en agua con concentración de

75
IV Métodos y Técnicas

metano por debajo de 1 molal y NaCl concentración de (mNaCl) determinada por

microtermometría:

1) Determinación de la concentración del metano usando análisis Raman

unos cuantos grados por encima de la temperatura de homogeneización,

usando la curva de calibración relevante (T, m NaCl), que puede ser

extendida a fluidos que contienen sal.

2) Cálculo de la presión del fluido (Ph) a la temperatura de

homogeneización (Th) usando el modelo termodinámico de Duan et al.

(1992): la presión es calculada por un procedimiento iterativo para

reproducir la concentración del metano, determinado analíticamente, a Th y

para un fluido con una salinidad mNaCl.

3) La isocora es dibujada a partir del punto Ph-Th paralelo a la isocora de

un fluido libre de metano del sistema H2O-NaCl el cuál tiene la misma Th y

salinidad mNaCl que las inclusiones fluidas que contienen metano.

IV.4.8 Análisis crush leach

El análisis preciso de las cantidades de Na-Br-Cl en una inclusión fluida se

realiza mediante el método conocido como “crush-leach”, utilizando el método

descrito por Bottrell et al. (1988) e introduciendo las mejoras propuestas por

Yardley et al. (1993). Las muestras a analizar consisten esencialmente en

minerales sin exfoliación (cuarzo) aunque también se pueden realizar en

minerales con buena exfoliación (fluorita, esfalerita, dolomita, calcita) previo

76
IV Métodos y Técnicas

análisis petrográfico de los mismos. Han de ser muestras puras y contener una

sola familia de inclusiones fluidas primarias.

De uno a dos gramos de muestra son separados a mano, posteriormente

limpiados con ácido, lavados repetidas veces con agua bidestilada y limpiados una

vez más en una célula electrolítica durante dos semanas. Posteriormente estas

muestras son molturadas en un mortero de ágata y lixiviadas utilizando agua bi-

destilada como fase móvil. La composición en halógenos (Br, Cl, F) del lixiviado se

analiza mediante un cromatógrafo de líquidos. El Na se analiza mediante AAS. La

salinidad total de la solución se ha de reconstruir a partir de las estimaciones de

la salinidad obtenidas mediante otros métodos (microtermometría, Cryo-SEM-

EDS, etc.).

Los elementos del grupo de los halógenos son muy buenos indicadores

sobre el origen de los fluidos debido a la naturaleza tan conservativa que tienen

tanto el Cl como el Br en solución. Asimismo, la mayoría de las soluciones que

circulan en la corteza contienen Na en solución, y su concentración puede variar

en función tanto del origen de dichas soluciones (disolución o precipitación de

evaporitas, hidrólisis de minerales con Na) así como de la precipitación de

minerales que contengan Na a partir de las mismas (albita). Estos datos se pueden

evaluar mediante su representación en gráficos Br vs Cl y Na/Br vs Cl/Br y su

comparación con la composición media del agua del mar, salmueras de cuenca,

aguas magmáticas, aguas de sistemas geotérmicos y la evolución del agua de mar

durante su evaporación.

77
V Tipos Texturales de Dolomitas

V Tipos Texturales de dolomitas

En este capítulo se presenta la clasificación textural que hemos utilizado

para las dolomitas asociadas al fenómeno de dolomitización de la brecha KT. Los

tipos texturales determinados son el resultado del estudio de las secciones

delgadas aplicando las técnicas de petrografía de luz transmitida (polarización),

petrografía de fluorescencia UV y catodoluminiscencia. Se caracterizaron tanto la

dolomita de reemplazamiento que se presenta en la matriz y en fragmentos

como la dolomita que cementa vúgulos y fracturas.

V.1 Selección y muestreo

Los estudios petrológicos fueron realizados en muestras de núcleo de 17

pozos (tabla V-1) distribuidos en la parte Centro y Norte del Campo Cantarell

(Fig. I-1). Se realizaron secciones delgadas convencionales y pulidas para llevar a

cabo los diferentes estudios. Las secciones delgadas fueron realizadas a partir de

una muestra representativa del núcleo, considerando que debería de incluir todos

los elementos como matriz, clastos, sistema poroso, cementantes, fracturas y

estilolitas, entre los más importantes.

78
V Tipos Texturales de Dolomitas
LISTA DE MUESTRAS ESTUDIADAS DE LA TABLA V.1
BRECHA KT
Pozo Núcleo Pozo Núcleo
C-24D N3,C3,F8 C-3003D N1, C5, F10 y C4, F9
C-88H N1,C5 C-3068 N13,C3
C-99D N4C,C5 N5,C2 CHAC-1 N3,C3,F6 y C4 y N6,C3,PS
C-269 N1,C1 CHAC-2 N7,C2,F8
C-418D N3, C10, F28
C-2052 N1,C5
C-2074D N3,C2A N3,C2B
C-2079 N3,C1
C-2094D N2,C5 y C7
C-2277 N2,C1
C-2299 N1,C4,F18
C-3001 N1, C9
C-3002D, N1, C8, F26 y F28

V.2 Clasificación textural de las dolomitas

Se realizó una clasificación en base a los diferentes tipos texturales de

dolomitas encontrados en la brecha KT del Campo cantarell. Estas texturas son en

general producto de procesos de reemplazamiento pseudomórfico,

reemplazamiento no pseudomórfico y precipitación de cementos.

Con vistas a la aclaración de algunos términos, consideramos como

reemplazamiento pseudomórfico aquel en que la dolomita crece en continuidad

óptica con el material que es reemplazado. En cambio, consideramos como

reemplazamiento no-pseudomórfico aquél en el que escasean los sitios de

nucleación y no se conserva la textura original del material reemplazado. Por

último, consideramos como cemento de dolomita a cualquier dolomita que rellena

un poro, sin reemplazar a un cemento precursor (Sibley 1982).

79
V Tipos Texturales de Dolomitas

Los estudios petrográficos fueron realizados dentro del contexto de la

clasificación de Sibley y Gregg (1987). De esta forma se tienen los siguientes

grupos texturales:

Clasificación textural de dolomitas en la brecha KT del campo Cantarell


Sibley & Gregg,1987 Clasificación

Reemplazamiento Dolomita unimodal planar-s cristalina muy fina a DRF Dolomita de reemplazamiento muy fina

pseudomórfico criptocristalina de reemplazamiento pseudomórfico

parcial a total de fragmentos y matriz

Reemplazamiento Dolomita polimodal planar-e a planar-s , cristalina DRM Dolomita cristalina media. Núcleo turbio-

no pseudomórfico Dolomita polimodal cristalina gruesa planar-s a no DRG Dolomita cristalina gruesa. Núcleo turbio-

Dolomita polimodal cristalina gruesa no planar de DRB Dolomita de cristalina gruesa. Núcleo

reemplazamiento no pseudomórfico de fragmentos turbio-borde claro y barroca

Cementos Dolomita unimodal a polimodal planar-e a planar-s DCM Cemento dolomita cristalina media

Dolomita polimodal planar-s en relleno de cavidades DCG Cemento dolomita gruesa

Dolomita polimodal no planar en relleno de cavidades DCB Cemento barroco

Dolomita en sobrecrecimientos no planar en cemento DCS Sobrecrecimientos de cemento de

o dolomita de reemplazamiento previos dolomita.

V.2.1. Dolomita de reemplazamiento pseudomórfico cristalina muy fina a

criptocristalina (DRF).

En la clasificación de Sibley y Gregg (1987), esta dolomita corresponde a

una dolomita unimodal de grano fino a muy fino (<10µ a 20µ) planar-s o

criptocristalina, que principalmente se presenta reemplazando clastos y/o matriz

80
V Tipos Texturales de Dolomitas
(Fig. V-1a). El reemplazamiento pseudomórfico es un reemplazamiento volumen

por volumen (Supko 1977). Los materiales reemplazados pseudomórficamente en

las muestras estudiadas incluyen microfósiles de facies lagunares y lodo

microcristalino, que corresponde a la matriz de los clastos. Este tipo de

dolomitización se genera gracias a la presencia de una gran cantidad de sitios de

nucleación (Sibley, 1982).

La dolomitización por reemplazamiento de matriz y clastos, con textura

pseudomórfica, presenta luminiscencia tenue de color rojizo (Fig. V-2a).

Debido a que los clastos de la brecha son textural y composicionalmente

heterogéneos, este tipo de dolomita está sujeta a esa heterogeneidad. Esta

dolomita se presenta principalmente reemplazando fragmentos de carbonatos en

facies lagunares o fragmentos que en su origen correspondieron a calizas de

textura microcristalina.

V.2.2. Dolomita de reemplazamiento cristalina media (DRM).

Este tipo de dolomita puede presentarse tanto en la matriz como, en menor

proporción, mezclada con la dolomita de grano fino (DRF) anterior. Sin embargo,

aparece principalmente substituyendo fragmentos y consiste esencialmente en un

mosaico de dolomita de tamaño de grano medio (40µ a 100µ), unimodal, planar-e

a planar-s , aunque puede variar hasta no planar. Esta dolomita presenta centros

turbios transicionando a bordes claros, aunque en muchos de los casos se

observa completamente limpia (Fig. V-1b). Se ha observado mediante estudios de

81
V Tipos Texturales de Dolomitas
CL que posiblemente la dolomita clara corresponde a la recristalización de la que

contiene el centro turbio.

En algunos casos, existen fragmentos cuyo reemplazamiento dio origen a

texturas de dolomita media a gruesa con apariencia de cemento, aunque en

muchos casos esta dolomita está directamente relacionada con reemplazamiento

y no a una precipitación directa como cemento en una cavidad. Las bandas de

luminiscencia menos tenue corresponden a sobrecrecimientos de otro evento de

dolomita, mismos que pudieran estar relacionados con la dolomita limpia (Fig. V-

2b) y a su vez podrían representar un evento de recristalización.

V.2.3 Dolomita de reemplazamiento cristalina gruesa (DRG)

Esta dolomita se observa comúnmente reemplazando fragmentos de roca

precursora en la brecha. Generalmente, está constituida por un mosaico de

dolomita gruesa (200µ-1mm), polimodal, aunque algunas veces puede llegar a

ser unimodal. En general aparece bajo la forma de un mosaico de dolomita no

planar que, únicamente en los bordes con los vúgulos, llega a ser planar-s.

Debido a esto puede semejar cemento (planar-c) (Fig. V-1c). Dado el caso es

difícil diferenciar este tipo de dolomita de un cemento utilizando únicamente

microscopía de luz transmitida. Genera porosidad por disolución a manera de

vúgulos; dependiendo del grado de reemplazamiento/disolución de un fragmento

en específico será la porosidad vugular/móldica generada. Esta textura puede

variar de no planar a planar-s con cristales que aumentan de tamaño

82
V Tipos Texturales de Dolomitas
progresivamente a medida que se aproximan hacia zonas de fractura o vúgulos

(Fig. V-2c).

Una posible variación textural observada se corresponde con una dolomita

de reemplazamiento cristalina gruesa anhedral. Esta dolomita y suele aparecer

cerca de los bordes de fracturas cementadas. Es de tipo polimodal, no planar y

presenta cierta turbidez dentro de sus cristales debido a la presencia de

inclusiones fluidas. Es una dolomita no mimética que borra la textura previa de la

roca que dolomitiza, y parece estar relacionada con los mismos eventos de

dolomitización que los tipos anteriores de dolomita.

V.2.4. Dolomita de reemplazamiento cristalina muy gruesa-”barroca” (DRB)

Esta dolomita aparece ligada al fenómeno de dolomitización penetrativa

(“pervasive”), en donde la textura original queda completamente obliterada. Es

una dolomita polimodal de cristalización muy gruesa (con tamaño de hasta 2mm),

no planar y con extinción ondulante y luminiscencia de color rojo difuso (Fig. V-

2d)., formando mosaicos de empaquetamiento compacto. Cuando aparece cerca

de los bordes de vúgulos y/o fracturas, se observan las caras curvadas

características de la dolomita “barroca” (Fig. V-1d). Presenta cierto grado de

turbidez en sus cristales lo que le confiere un aspecto lechoso en observación

megascópica. Luminesce en rojo atenuado (Fig. V-2d).

83
V Tipos Texturales de Dolomitas
Esta dolomita barroca también pudo ser originada simultáneamente a la

generación del espacio poroso. Puede tener relación genética con la dolomita

gruesa DRG.

V.2.5. Cemento de dolomita cristalina fina a media (DCM)

Este tipo de dolomita aparece cementando espacios intercristalinos de

dolomita de reemplazamiento previa. Es una dolomita de tamaño fino a medio

(30µ-80µ), planar-c a planar-e y generalmente unimodal aunque en ocasiones

puede llegar a ser polimodal (Fig. V-1e). Algunas de estas dolomitas contienen

inclusiones fluidas en el centro de los cristales. Esta dolomita está relacionada a

una etapa de disolución de dolomita previa.

V.2.6. Cemento de dolomita gruesa (DCG)

Es una dolomita que cementa vúgulos que han sido originados por

disolución de clastos. Se trata de una dolomita gruesa (300µ-1000µ), que varía

de planar-c hasta dolomita barroca (Fig. V-1f); es generalmente unimodal aunque

en ocasiones puede llegar a ser polimodal. (Fig. V-1f). Ocasionalmente es no

planar, con cristales limpios de bordes ligeramente curvados que rellenan

parcialmente vúgulos y fracturas, asociada a HC.

Este cemento emite luminiscencia tenue en el centro de los cristales

seguida por una banda de luminiscencia más intensa (Fig. V-2f). Esta última

puede corresponder a un sobrecrecimiento de dolomita barroca.

84
V Tipos Texturales de Dolomitas

V.2.7. Cemento de dolomita barroca (DCB)

Esta dolomita es gruesa a muy gruesa (1-2mm ) no planar unimodal a

bimodal y presenta la típica morfología en “silla de montar” (cristales de caras

curvadas) y extinción ondulante (Fig. V-1g). Esta dolomita típicamente aparece

cementando vúgulos y fracturas, asociada a la presencia de hidrocarburos.

También se presenta como sobrecrecimientos de dolomita gruesa de

reemplazamiento (DRG).

Este cemento de dolomita presenta bajo catodoluminiscencia una serie de

bandas con luminiscencia que varían de rojo tenue a naranja. Este evento de

dolomitización puede llegar a recristalizar dolomita de reemplazamiento gruesa y

es común encontrar este cemento recristalizando la dolomita barroca de

reemplazamiento (Fig. V-2g).

V.2.8. Cemento en sobrecrecimientos (DCS)

Es un cemento de dolomita que aparece como sobrecrecimientos.

bordeando cristales de dolomita que contienen centros turbios.

Característicamente, este cemento presenta una gran cantidad de inclusiones de

hidrocarburos. De acuerdo a la clasificación de Sibley y Gregg (1987) esta

dolomita correspondería a polimodal no planar (Fig. V-1h).

85
V Tipos Texturales de Dolomitas
Algunas fracturas que presentan este tipo de dolomita registran la mayor

gama de bandas de luminiscencia observadas en este estudio, que van desde el

rojo tenue al naranja brillante y que se corresponden con variaciones sutiles en la

composición química de elementos traza en los cementos de dolomita. Este tipo

de sobrecrecimientos también se presenta en los cristales de dolomita de

reemplazamiento media en clastos, cuando estos están conectados por fracturas.

Lo anterior podría ser evidencia de que esta etapa de cementación por

sobrecrecimientos está relacionada a una etapa tardía de fracturamiento,

posiblemente aquella de la incursión de HC y ácidos orgánicos. En la figura V-2h

los sobrecrecimientos de mayor luminiscencia son considerados cemento, la

mayor parte de los cristales se interpreta como originada por reemplazamiento.

86
V Tipos Texturales de Dolomitas
TIPOS TEXTURALES DE DOLOMITAS FIGURA V.1
D
D o om
olllo
Do o m d mp
deee rrreeeeeem
miiitttaaasss d m plllaaazzzaaam
p m nttto
miiieeen
n o
o
DR
a) Dolomita muy fina (((D
D RFFF))) consiste de dolomita unimodal fina a muy fina (<10µ a 20µ ), planar-e,
R
se presenta reemplazando clástos y/o matriz principalmente. Se considera también dentro de este
grupo texturas afaníticas con dolomitización fábrica retentiva (p.ej fragmentos que provenientes de
facies lagunares).

DRF DRF

DRF

1 mm 1 mm
200µ

DR
b) Dolomita media (((D
D RM
R M)))... Dolomita unimodal media (40µ a 100µ ), planar a no planar con cristales
M
de bordes claros y núcleos turbios, se presenta en matriz y en clastos.

DRM
DRM
DRM

1 mm 1 mm
200µ

DR
c) Dolomita gruesa (((D
D RG
R G)))... Mosaico de dolomita polimodal gruesa (100µ-1mm), no planar con
G
cristales que aumentan de tamaño hacia zonas de fractura o vugulos.

DRG
DRG DRG

200µ 200µ 1 mm

DR
d) Dolomita muy gruesa-Dolomita Barroca (((D
D RBBB)))... Dolomita de cristalización gruesa, polimodal no
R
planar con extinción ondulante, con cierto grado de turbidez debido a numerosas inclusiones.

87
V Tipos Texturales de Dolomitas

DRB

200µ

Do
D
D o om
olllo
o miiitttaaa d
m d no
deee rrreeelllllleeen
n od
o deee cccaaavvviiid
d d deeesss (((vvvu
daaad
d ug
u gu
g ulllo
u urrraaasss)))---C
osss yyy fffrrraaaccctttu
o u C meeen
Ceeem
m n osss
nttto
o

DC
e) Cemento de dolomita media (((D
D CM
C M))) (30-80µ). Consiste de dolomita polimodal de grano fino
M
planar que ocupa espacios intercristalinos remanentes de la dolomita con sobrecrecimientos claros.
Algunas de estas dolomitas contienen inclusioses fluidas en el centro de los cristales.

DCM

200µ

DC
f) Cemento de dolomita gruesa (((D
D CG
C G)))... Dolomita polimodal de cristalización media a gruesa (200-
G
1000 µ), no planar con cristales límpios de bordes curvados que rellenan parcialmente vugulos y
fracturas, asociada a HC.

DCG

1 mm 200µ 1 mm

DC
g) Cemento de dolomita Barroca (((D
D CBBB)))... Dolomita polimodal gruesa (1-2mm), no planar con cristales
C
de caras curvadas y extinción ondulante, asociada a HC. Se presenta como sobrecrecimientos de
dolomita gruesa de reemplazamiento.

88
V Tipos Texturales de Dolomitas

DCB DCB
DCB
1 mm 1 mm 200µ

h) Cemento de dolomita que se presenta como sobrecrecimientos (DCS). Este tipo de dolomita ocurre
bordeando cristales de dolomita que contiene centros turbios, este cemento presenta gran cantidad de
inclusiones de hidrocarburos.

DCS
100µ

89
V Tipos Texturales de Dolomitas
EVENTOS DE DOLOMITIZACIÓN POR CL FIGURA V.2
EEEvvveeen
n osss d
nttto
o d do
deee d
d o om
olllo
o m ón
miiitttiiizzzaaaccciiió
ó np
n po
p orrr rrreeeeeem
o mp
m plllaaazzzaaam
p m nttto
miiieeen
n o
o
a) La dolomitización por reemplazamiento de matriz y clástos de textura fábrica retentiva presentan
luminiscencia atenuada de color rojizo.

200µ 200µ

b) Existen fragmentos cuyo reemplazamiento originó texturas de dolomita media a gruesa con
apariencia de cemento, sin embargo en muchos casos esta dolomita está relacionada a
reemplazamiento y no a precipitación directa como cemento. Las bandas de luminiscencia menos
tenue corresponden a sobrecrecimientos de otro evento de dolomita.

200µ 200µ

c) Existe también dolomita cristalina gruesa (en algunas muestras barroca) a manera de cemento
asociada a reemplazamiento. Esta dolomita pudo ser originada simultáneamente a la generación de
espacio poroso.

200µ 200µ

EEEvvveeen
n osss d
nttto
o d meeen
deee ccceeem
m n ón
ntttaaaccciiió
ó n
n

d) Diferenciación de eventos de cementación de calcita que presenta luminiscencia en color amarillo


de dolomita con luminiscencia color rojo.

90
V Tipos Texturales de Dolomitas

200µ 200µ

e) El evento de cemento de dolomita ocurre como una serie de bandas con luminiscencia variante.
Este evento puede recristalizar la matriz o como sobrecrecimientos de dolomita cistalina media
hasta barroca. Es común encontrar cemento recristalizando la dolomita barroca de
reemplazamiento.

200µ 200µ

200µ

200µ

f) Algunas fracturas registran la mayor gama de bandas de luminiscencia correspondientes a


variaciones sutiles en la química de los cementos precipitados.

200µ
200µ

91
V Tipos Texturales de Dolomitas

200µ 200µ

g) Cemento de dolomita rellenando parcialmente un vugulo donde se aprecia luminiscencia (tenue)


en el centro de los cristales seguido de una banda de luminiscencia más intensa.

200µ 200µ

h) Solo los sobrecrecimientos de mayor luminiscencia son considerados cemento, la mayor parte de
los cristales se interpreta como originada por reemplazamiento.

200µ 200µ

92
V Tipos Texturales de Dolomitas

V.3 Origen de las texturas de la dolomita

V.3.1 Modelos del proceso de dolomitización propuestos en la literatura

a) Teoría de fuente local

Uno de los procesos mas recurrentemente invocados para explicar la

diversidad de texturas producto de dolomitización es la teoría de la “fuente local”

(Murray 1960, Weyl 1960, Blatt et al. 1980). Esta teoría postula que la

dolomitización ocurre por reemplazamiento del Ca2+ de la roca precursora por

Mg2+ de un fluido, donde el CO32+ necesario para la reacción es obtenido del CO3

original. Esto implica que el ión carbonato es un componente conservativo y no es

introducido por el fluido dolomitizante. Esta teoría se basa en la siguiente

reacción:

2 CaCO3 + Mg2⇄ CaMg(CO3)2 + Ca2+

La teoría de la fuente local explica satisfactoriamente las características

texturales de la dolomía basándose en el hecho de que dos moles de calcita

exceden el volumen de un mol de dolomita (ver reacción), por lo que en un

momento dado para que continúe el crecimiento de dolomita se requerirán iones

de carbonato, los cuales serán tomados por la disolución de más calcita. Por

ejemplo la matriz micrita y fósiles reaccionan diferente, la primera se dolomitiza,

los fósiles se disuelven, pero el efecto final es que el sistema en general es

conservativo con respecto al ion carbonato. Esta teoría ha sido invocada para

93
V Tipos Texturales de Dolomitas
explicar generación de porosidad durante el proceso de dolomitización y la

dolomita de centro turbio y borde claro y la dolomita sacaroidea.

b) Teoría de nucleación y saturación de Sibley (1982).

Sibley (1982) propone que la textura de una dolomita depende de la

naturaleza de los componentes originales y de la distribución de los sitios de

nucleación a partir de los que crecen os cristales de dolomita. Así, el desarrollo

de una textura en particular está controlado por la mineralogía del material

reemplazado, el grado de saturación de la solución con respecto al mineral

reemplazado y la disponibilidad de sitios de nucleación para la dolomita.

En su teoría de nucleación y saturación, Sibley (1982) parte del principio de

que la dolomitización es una reacción de disolución-precipitación. Propone que

para el proceso de dolomitización la solución ha de estar saturada con respecto a

la calcita, aunque existe una zona pelicular, entre la dolomita y la calcita, en la

que la solución está subsaturada con respecto a la calcita. El mismo autor sugirió

que la condición de subsaturación con respecto a la calcita en la zona pelicular se

debe a que la precipitación de dolomita disminuye la concentración de iones de

Ca2+ y CO32- en la solución en esta zona, creando un gradiente de potencial

químico para la disolución de calcita. En algún punto, una roca puede estar

suficientemente dolomitizada para que la solución dolomitizante y la zona

pelicular tengan la misma composición. Por último, Sibley (1982) considera que

durante la dolomitización es factible que primero ocurra disolución ya que puede

haber una relación entre la subsaturación con respecto a calcita (aragonita o

94
V Tipos Texturales de Dolomitas
calcita HMC) y la abundancia de sitios disponibles para la nucleación por ataque

químico de la calcita.

c) Teoría de Dockal (1988).

Dockal (1988) amplia y explica termodinámicamente la teoría de

dolomitización de Sibley (1982). La dolomitización por reemplazamiento de

calcita es un proceso químico en donde la dolomita ocupa el espacio y volumen

de la calcita a través de los mecanismos de disolución de calcita y precipitación de

dolomita simultáneos sin cambio de volumen en la porción cristalina de la roca.

La disolución y precipitación ocurren en forma adyacente una de la otra con

presencia de una delgada capa de solución que separa la superficie de

crecimiento de dolomita de la superficie de disolución de calcita. Para que el

reemplazamiento se lleve a cabo se debe cumplir la condición de que la velocidad

“volumétrica” de disolución de calcita sea exactamente igual a la velocidad

“volumétrica” de precipitación de dolomita, independientemente de que las

velocidades de disolución-precipitación en los poros adyacentes sean diferentes.

Dockal (1988) argumenta que la condición de subsaturación con respecto a

la calcita se establece por un incremento en la presión de fluido de la capa límite

o zona, por encima de la presión del fluido en los poros. Este incremento en la

presión sirve para aumentar la disolución de calcita y retardar la precipitación de

dolomita. Esto se conoce como la “fuerza lineal de cristalización” de la dolomita.

Es importante considerar que:

95
V Tipos Texturales de Dolomitas
a) El potencial para la disolución o precipitación depende de la constante de

equilibrio de la reacción, la cuál es una función de la presión y temperatura

en el sitio de la reacción;

b) Las solubilidades de la calcita y la dolomita se incrementan con el

incremento de la presión

c) Un cristal en crecimiento ejerce una fuerza (fuerza lineal de cristalización) a

medida que crece y entonces modifica la presión del ambiente de reacción.

La disolución y precipitación de calcita y dolomita están gobernadas por las

actividades de los iones calcio, magnesio y carbonato en la solución y por las

constantes de equilibrio de los dos minerales. La disolución ocurre cuando la

solución está subsaturada con respecto al mineral, es decir, cuando la actividad

iónica producto de la solución con respecto a un mineral en particular es menor

que la constante de equilibrio para ese mineral. La dolomita precipita cuando la

solución está supersaturada, hecho que ocurre cuando el producto de la actividad

iónica excede la constante de equilibrio. El potencial para la precipitación o

disolución puede ser descrito como el resultado de la actividad iónica a partir de

la constante de equilibrio. Las velocidades (moles/tiempo) de precipitación y

disolución son una función de este potencial.

96
VI Geoquímica de los carbonatos

VI Geoquímica de los carbonatos

VI.1 Geoquímica de las fases carbonatadas

Los estudios de la geoquímica de carbonatos se emplearon para

caracterizar las fases mineralógicas carbonatadas en la brecha KT del campo

Cantarell. Estos estudios fueron aplicados tanto en la dolomita de

reemplazamiento en matriz y clastos así como en los cementos de dolomita y de

calcita. Se obtuvieron las relaciones isotópicas en valores de ‰ de δ18O, δ13C y

δ87Sr , así como la concentración en ppm de elementos traza (Fe, Mn, Sr y Na),

además del contenido en % de Ca y Mg. La tabla VI.1 enlista las muestras de

núcleo estudiadas.

MUESTRAS DE LA BRECHA KT CON ESTUDIOS Tabla VI.1


GEOQUÍMICOS

Pozo Núcleo
C-24D N3,C3,F8
C-88H N1,C5
C-99D N4C,C5 N5,C2
C-269 N1,C1
C-418D N3, C10, F28
C-2052 N1,C5
C-2074D N3,C2A N3,C2B
C-2079 N3,C1
C-2094D N2,C5 y C7
C-2277 N2,C1
C-2299 N1,C4,F18
C-3001 N1, C9
C-3002D, N1, C8, F26 y F28
C-3003D N1, C5, F10 y C4, F9
C-3068 N3,C3
CHAC1 N3,C3,F6 y C4
Chac-1 N6,C3,PS
Chac-2 N7,C2,F8

97
VI Geoquímica de los carbonatos
VI.1.1 Selección y muestreo

Para estos estudios se seleccionaron muestras de núcleos de pozo

representativas de las diferentes fases mineralógicas y texturales. Para el caso del

cemento de dolomita, se muestreó solo aquél que aparece en fracturas debido a

que el que aparece en vúgulos puede estar mezclado con dolomita de

reemplazamiento, como lo evidencian los estudios petrográficos (ver capítulo V).

El muestreo fue realizado empleando un microscopio estereoscópico y un taladro

micromuestreador.

La tabla VI.2 muestra los resultados de los análisis geoquímicos

especificando si la muestra corresponde a cemento de dolomita o de calcita, así

como si se trata de dolomita de reemplazamiento en clastos y/o matriz. Los

análisis se llevaron a cabo en los laboratorios del LUGIS de los Institutos de

Geofísica y Geología de la UNAM y el laboratorio central del IMP.

98
VI Geoquímica de los carbonatos

RESULTADOS DE ANALISIS ISOTÓPICOS Y DE ELEMENTOS MAYORES y TRAZA TABLA VI.2


* calcita, + dolomita

Isotopía elementos mayores y traza


Edad Muestra Descripción ð¹³CVPDB ð18OVPDB ð18OVSMOW 87Sr/86Sr Ca Mg Na Sr Mn Fe
(‰) (‰) (‰) % (ppm para ppm ppm ppm ppm
calcitas, %
para
dolomitas)
KT C-418D, N3, C10, *cemento 0.6 -10.1 20.4 0.708507 37.7 1670.0 396 139 157 26
F28
KT C-3003D, N1, C5, *cemento -17.5 -10.0 20.5 0.709288 37.0 2030.0 399 168 41 13
F10
KT C-3003D, N1, C4, *cemento -15.9 -9.6 20.9 0.709327 37.0 2500.0 433 201 27 12
F9
KT C-3002D, N1, C8, *cemento -0.9 -9.3 21.2 0.708899 37.7 3110.0 610 237 61 24
F28
KT C-3001, N1, C9 *cemento -1.1 -9.3 21.2 0.708907 38.0 2855.0 434 197 71 18
KT C-3002D, N1, C8, *cemento -1.1 -9.4 21.1 0.708878 36.3 2690.0 590 255 50 146
F26
KT C-99D, N4C,C5 *cemento -2.3 -9.2 21.4 0.708505 36.3 971.0 490 158 560 32
KT CHAC1,N3,C3,F6 *cemento 2.5 -2.3 28.5 0.707736 35.2 2930.0 972 148 1405 250
KT CHAC1,N3,C4 *cemento 2.7 -3.0 27.8 0.707780 34.2 2770.0 339 139 1280 2620
KT C-24D,N3,C3,F8 *cemento
KT C- *cemento
2299,N1,C4,F18
KT C-88H,N1,C5 +cemento -4.3 -7.2 23.4 0.708878 21.8 12.2 647 107 36 61
KT C-269,N1,C1 +cemento 1.3 -2.1 28.6 0.708656 19.8 12.5 455 38 35 40
KT C-2052,N1,C5 +cemento -1 -8.3 22.3 0.708856 21.2 13.0 652 56 43 21
KT C-2074D,N3,C2B +cemento -0.1 -5.7 25.0 0.708733 22.8 14.0 509 51 56 30
KT C-2074D,N3,C2A +cemento -0.0 -7.2 23.44 0.708834 21.0 13.5 355 55 30 16
KT C-2094D,N2,C5 +cemento -1.8 -7.2 23.3 0.708804 21.2 12.2 268 83 29 4
KT C-2094D,N2,C7 +cemento 20.2 12.2 434 78 38 14
KT C-2277,N2,C1 +cemento 2.3 -1.5 29.2 0.708616 20.4 13.0 330 39 27 43
KT C-2079,N3,C1 +cemento
KT C-3068,N3,C3 +cemento 1.3 -2.5 28.2 27.0 16.3 354 52 34 91
KT C-88H,C5 +matriz -1.7 -5.2 25.5 25.9 12.5 405 81 25 1220
KT C-99D,N4,c5 +matriz -5.1 -5.2 25.4 25.4 13.9 420 49 37 198
KT C-418D,N3,F21 +matriz 1.5 -2.0 28.7 40.9 0.6 708 52 150 1860
KT C-2052,N1,F6 +matriz 1.9 -5.5 25.1 26.2 15.0 1080 66 38 317
KT C-2052,N1,C1/8 +clasto 1.6 -5.4 25.2 25.6 15.0 126 43 33 46
beige
KT C-2052-N1,C8 +clasto gris 1.7 -6.9 23.7 24.6 14.7 318 31 57 1650
KT C-2074D,N3,F11 +matriz 0.9 -5.8 24.9 25.8 14.6 227 66 39 414
KT C-2094D,N2,C5 +matriz -1.8 -6.3 24.4 25.1 14.6 297 42 30 305
KT C-3001,N1,C9 +matriz -11.3 -6.8 23.8 36.6 2.5 263 90 30 1970
KT C- +matriz 2.0 0.7 31.6 27.7 12.9 496 87 15 725
3002D,N1,C8,F26
KT C- +matriz 1.3 0.1 31.0 27.6 13.9 445 65 39 597
3003D,N1,C5,F10
KT C-3068,N13,C5 +matriz 0.9 -3.2 27.5 25.8 14.7 513 62 45 393
KT Chac-1,N3,C3,F6 +matriz 2.8 -1.3 29.5 40.9 0.3 444 237 647 3860
KT Chac-1,N6,C3,PS +clasto 2.2 0.3 31.2 24.8 14.8 459 39 64 267
beige
KT Chac-2,N7,C2,F8 +clasto gris 2.4 1.7 32.7 20.0 15.5 327 49 16 311
KT Chac-2,N7,C2,F8 matriz 0.6 0.7 31.6 26.1 15.6 1670 49 9922 307
VI Geoquímica de los carbonatos

VI.1.2 Dolomita de reemplazamiento en matriz

Los resultados isotópicos y de elementos traza son consistentes entre

muestras texturalmente muy diferentes. Los valores de δ18O de la matriz varía en

el rango de +0.1 hasta -5.5 ‰; Lo valores obtenidos de δ18O en dolomita de la

matriz son mayores a los obtenidos para sus correspondientes cementos. Por otro

lado los valores de δ13C en su mayoría presentan un rango menor de dispersión

con valores de +2.9 a -1.8‰ con dos valores muy negativos de -5.1 y -11.3 ‰.

Se observó que estos valores más negativos de la composición isotópica del

carbono están relacionados con texturas no planares recristalizadas observadas

mediante catodoluminiscencia y/o en cristales de mayor tamaño (~100µ). Los

valores menos negativos de δ13C corresponden a muestras de la matriz con

textura fina-fábrica retentiva y es muy probable que representen a dolomias

heredadas.

La concentración de los elementos traza en la matriz de las muestras

presenta la mayor variación registrada en este estudio. Los rangos para el Na

varían entre 263 a 1670 ppm; para el Sr entre 42a 90 ppm; para el Mn de 15 a

150 ppm y para el Fe de 198 a 1970 ppm, presentándose en éste último la mayor

dispersión

100
VI Geoquímica de los carbonatos
VI.1.3 Dolomita de reemplazamiento en clastos

Se analizaron 43 fragmentos que por su textura resaltaban entre los

fragmentos de las muestras seleccionadas: una muestra correspondiente al campo

Cantarell (C-2052) (Fig. VI.1) y dos más correspondientes al bloque autóctono

(Chac-1 y Chac-2). La composición isotópica determinada para el clasto beige de

la muestra C-2052 es de δ18O -5.4‰ y δ13C +1.6‰; para el clasto gris de la

misma muestra es de δ18O -6.9‰ y δ13C +1.7‰ . La muestra Chac-1 presenta una

composición isotópica de δ18O +0.3‰ y δ13C +2.2‰, mientras que para la

muestra Chac-2 es de δ18O 1.7‰ y δ13C 2.4‰ (ver figura VI.2a) . Se observó para

la muestra de Cantarell que estos valores corresponden a texturas más

recristalizadas que las observadas en la muestra del bloque autóctono.

Los valores de la concentración de elementos traza para el clasto beige de

la muestra C-2052 son : Na 126 ppm, Sr 43 ppm, Mn 33 ppm y Fe 46 ppm, para

el clasto de color gris de la misma muestra son : Na 318ppm, Sr 31ppm, Mn

47ppm y Fe 1650 ppm. Para las muestras del bloque autóctono en muestra

Chac-1 los valores son : Na 459ppm, Sr 39ppm, Mn 64ppm y Fe 267 ppm y para

la del Chac-2 son : Na 327ppm, Sr 49ppm, Mn 16ppm y Fe 311 ppm.

101
VI Geoquímica de los carbonatos
Valores de isotopia y elementos traza para Figura VI.1
la muestra C-2052

d18O=-6.93
d18O=-8.30 d13C=1.71
d13C=-1.04 Mn=57.70 ppm
Mn=43.40 ppm Fe=1650 ppm
Fe=21.40 ppm Na=318 ppm
Na=652 ppm Sr=31.20 ppm
Sr=56.10 ppm

d18O=-5.45
d13C=-1.69
Mn=33.70 ppm
Fe=46.40 ppm
Na=126 ppm
Sr=43.40 ppm

VI.1.4 Cemento de dolomita

La mayoría de los análisis se realizaron sobre muestras obtenidas en

fracturas para eliminar en lo posible mezclarlas con la dolomita de

102
VI Geoquímica de los carbonatos
reemplazamiento. Los análisis fueron realizados sobre el cemento en conjunto de

la muestra y no se refieren a ningún sobrecrecimiento en específico.

Todos las composiciones isotópicas en δ18O de los cementos son negativas

dentro del rango de valores de -1.5 hasta -8.3 ‰, dominando los valores

comprendidos entre de -5 a -7‰. La composición isotópica en δ13C varía entre

+2.3 a -4.3, con un máximo de distribución de los valores cercano al 0‰, como

puede apreciarse en la figura VI.2a.

Es importante destacar, al igual que en los resultados isotópicos de la

matriz, que los valores de δ18O son más cercanos al 0‰ en las muestras del

bloque autóctono (campo Sihil). Sin embargo, algunas muestras presentan valores

menos empobrecidos en 18O, como las muestras de cemento del 2277 y C-269.

En este caso, se observó petrográficamente que, aunque los cristales de las

muestras 2277 y C-269 corresponden a dolomita barroca, esta es en realidad una

dolomita de reemplazamiento con sobrecrecimientos muy finos de cemento (ver

figura V.1f-g en el capítulo anterior), por lo que estos resultados isotópicos

pueden reflejar la composición isotópica del material precursor y no al cemento,

lo que explica en parte que estos resultados sean similares a los obtenidos en la

matriz de las muestras.

La composición en 87Sr/86Sr para los cementos de dolomita presenta un

rango muy pequeño de variabilidad, con valores entre 0.708616 a 0.708834 En

cambio, el bloque autóctono (Sihil) presenta valores de 87Sr/86Sr menos

radiogénicos, entre 0.707736 y 0.707780, diferentes a los del bloque alóctono.

103
VI Geoquímica de los carbonatos
Esto parece indicar la existencia de historias diagenéticas diferentes entre ambos

bloques, de tal forma que el alóctono estuvo afectado por fluidos que muy

posiblemente habrían intercambiado con materiales terrígeno, arcillosos o hasta

evaporíticos, ricos en Rb (ver figura VI.2b). Los elementos traza en los

cementos de dolomita presentan, en todos los casos, concentraciones bajas: para

el Na de 268 a 652ppm; para el Sr de 38 a 107ppm; para el Mn de 27 a 56 ppm y

para el fe de 4 a 61 ppm.

VI.1.5 Cemento de calcita

Todos los cementos de calcita analizados presentan una composición

isotópica en δ18O muy negativa, variando entre -9.2 y -10.1 ‰ PDB. Los valores

de δ13C varían de +0.6 a -2.6, con dos muestras con valores muy empobrecidos

en δ13C (-16 y -17.6‰) para dos muestras de un mismo núcleo provenientes del

pozo C-3003D (ver figura VI.2a) y que corresponden a dos cristales de calcita

escalenoédrica de hasta 4cm de largo.

Este cemento de calcita muestra las composiciones en 87Sr/86Sr más

radiogénicas que se han encontrado en el presente trabajo, variando entre

0.708507 hasta 0.70932, en donde los valores más cercanos a 0.709

corresponden a las calcitas escalenoédricas (ver figura VI.2a y b).

104
VI Geoquímica de los carbonatos
Los valores de los elementos traza en estos cementos de calcita presentan

concentraciones bajas con los siguientes rangos: para Na de 396 a 610 ppm; para

el Sr de 158 a 255ppm; para el Mn de 27 a 560ppm y para el Fe de 12 a 146

RESULTADOS GRAFICADOS PARA δ13C, δ18O y 87Sr Figura VI.2


a) Gráfica δ13C vs δ18O en la brecha del límite KT
La gráfica muestra los resultados isotópicos de C y O para cementos, matriz y algunos
fragmentos de la brecha KT. En general se muestra un empobrecimiento de 18O a medida
que las muestras varían de matriz (zona 1) a cementos (zona 2 y 3). Las calcitas son los
cementos más tardíos y presentan los valores más negativos de δ18O. También puede
observarse la similitud isotópica entre cemento y matriz para algunas muestras, siempre
apareciendo el cemento más empobrecido en 18O que la matriz.

Brecha KT campos Canterell y Sihil


5.00
CHAC1-N3 CHAC1-N3
CHAC1-N3 CHAC1-N3
C-2052-N1
C2277-N2 CHAC2-N7
C-2052-N1 C-2052-N1
C418D-N3 C3068-N3 3002D-N1
C2074D-N3 C-418-N3
C3002D-N1 C269-N1 C3003D-N3
C2074D-N3 0.00 CHAC2-N7
C-2074D-N3 C3068-N3
C2052-N1
-12.00 -10.00 -8.00 -6.00 -4.00 -2.00 0.00 2.00 4.00
C3002D-N1 C3001-N1 C88H-N1
C-2094-N2 C2094-N2
C99D-N4
C88H-N1 99D-N4
δ13C (% º PDB)

-5.00

Cemento de dolomita

Cemento de calcita
1 2 3-10.00
C3001-N1 Matriz

fragmento

-15.00
C-3003D-N1

C-3003D-N1

-20.00

δ18O (%º PDB)

b) Gráfica 87Sr/86Sr vs δ 18O en la brecha del límite KT

105
VI Geoquímica de los carbonatos
La gráfica de resultados isotópicos de Sr muestra que la matriz de dolomita y cementos de
dolomita están genéticamente asociados, cubriendo un rango para 87Sr/86Sr de 0.7085-
0.7090. Por su parte, los cementos de calcita son los más enriquecidos en 87Sr/86Sr y los
más empobrecidos son las muestras del bloque Sihil de los pozos Chac-1 y Chac-2.

0.709600

0.709400 Cemento de dolomita

0.709200 Cemento de calcita

0.709000 Matriz

0.708800 fragmento
87Sr/86Sr

0.708600

0.708400

0.708200

0.708000

0.707800

0.707600
-12.00 -10.00 -8.00 -6.00 -4.00 -2.00 0.00 2.00 4.00
d18O

c) Gráfica 87Sr/86Sr vs δ 13C en la brecha del límite KT


La gráfica de resultados isotópicos de 87Sr/86Sr contra δ13C muestra un comportamiento
similar a la del 87Sr/86Sr vs δ 18O donde cementos y matriz dolomitizados se agrupan y
solo se diferencian los cementos de calcita que son más enriquecidos en 87Sr/86Sr y los
de los pozos Chac-1 y Chac-2 del bloque Sihil que son los más empobrecidos.

106
VI Geoquímica de los carbonatos

0.709600

0.709400

0.709200

0.709000

0.708800
87Sr/86Sr

0.708600

Cemento de dolomita
0.708400
Cemento de calcita
0.708200
Matriz

0.708000
fragmento

0.707800

0.707600
-20.00 -15.00 -10.00 -5.00 0.00 5.00
d13C

Gráfica de tendencia isotópica de C y O en Figura VI.3


carbonatos
La gráfica muestra la variación isotópica con el sepultamiento e incremento de
temperatura de A hacia E (Dickson y Coleman, 1980).

C a m p o C a n ta r e ll
4 .0 0

Incremento del sepultamiento y


3 .0 0
temperatura del agua
2 .0 0
intersticial
A
B
1 .0 0
C
⎠ CVPDB

E
13

0 .0 0

-1 .0 0

-2 .0 0

-3 .0 0
-1 2 .0 0 -1 0 .0 0 -8 .0 0 -6 .0 0 -4 .0 0 - 2 .0 0 0 .0 0 2 .0 0

18
O VPD B

107
VI Geoquímica de los carbonatos

RESULTADOS GRAFICADOS PARA FIGURA VI.4


ELEMENTOS TRAZA
a) Gráfica Fe vs Nº Muestras
La gráfica muestra contenidos de hierro muy bajos para los cementos tanto de dolomita y
calcita, y variable en la matriz de dolomita.

Fe
ppm
2000.00
1900.00
1800.00
1700.00

1600.00
1500.00
1400.00 Cemento de dolomita
1300.00
1200.00 Cemento de calcita

1100.00
1000.00 Matriz

900.00
fragmento
800.00
700.00
600.00
500.00
400.00

300.00
200.00
100.00
0.00
0 5 10 15 20 25 30 35

Nº muestras

b) Gráfica Mn vs Nº Muestras
La gráfica muestra muy bajos contenido de manganeso excepto para tres cementos de
calcita, los mismos están enriquecidos en Fe en la gráfica anterior.

108
VI Geoquímica de los carbonatos

Mn
ppm
1600.00

1400.00
Cemento de dolomita

1200.00 Cemento de calcita

Matriz
1000.00

fragmento

800.00

600.00

400.00

200.00

0.00
0 5 10 15 20 25 30 35

Nº muestras

109
VI Geoquímica de los carbonatos
Gráfica Sr vs Nº Muestras FIGURA VI.5

Se observa en la gráfica una clara diferenciación entre los cementos de calcita y dolomita,
variando los de calcita de desde 150 a 250 ppm. Los valores tanto para los cementos de
dolomita y la matriz dolomitizada se restringen al intervalo de 30-100 ppm, característica
que los liga a un origen común.

Sr
ppm

300.00

250.00
Cemento de dolomita

Cemento de calcita
200.00
Matriz

fragmento
150.00

100.00

50.00

0.00
0 5 10 15 20 25 30 35

Nº muestras

RESULTADOS PARA δ18O


4.00

2.00
Cemento de calcita Cemento de dolomita Matriz y clástos de dolomita

0.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37

-2.00
d18O

-4.00

-6.00

-8.00

-10.00

-12.00
Núm ero de m uestras

110
VI Geoquímica de los carbonatos

VI.2 Discusión
VI.2.1 Evolución isotópica

La interpretación de los datos isotópicos obtenidos se basa en la

comparación con otros estudios realizados sobre rocas de la misma edad y su

comparación con la composición isotópica de carbonatos determinada para cada

edad geológica por Lohmann y Walker (1989). Asimismo, se toma en cuenta el

método de Allan y Wiggings, 1993 donde definen tres zonas posibles para

dolomitas de acuerdo a la temperatura a la que se forman, de temperatura alta,

temperatura baja y una zona de traslape. Por último, se considera el

fraccionamiento isotópico con aumento de la temperatura.

Para distinguir dolomitas de alta o baja temperatura se puede comparar la

composición isotópica del oxígeno en la dolomita muestra con la composición

isotópica del carbonato marino primario, inalterado por procesos diagenéticos.

Este material puede consistir de sedimentos carbonatados marinos, material de

conchas, y cementos que se han formado en equilibrio con el agua marina a

temperaturas superficiales. Por ello la composición isotópica de carbonatos

marinos provee de una línea-base útil de comparación para resultados isotópicos

de dolomita. Esta línea-base cambia con el tiempo.

Lohmann y Walker, (1989) establecieron una línea base para los

carbonatos marinos a partir del análisis de muestras parcialmente alteradas,

usando exclusivamente los valores de las menos alteradas. Así, para el Cretácico

111
VI Geoquímica de los carbonatos
establecen los valores de δ18O en carbonatos dentro del intervalo de -2.3 a +0.9

PDB.

Por otro lado, la metodología de Allan y Wiggings, (1993) consiste en

determinar el origen de una dolomita desconocida por medio de la comparación

de su sus rangos de composición isotópica para alta y baja temperatura cuyo

origen ha sido establecido previamente por medio de otras técnicas (petrografía,

inclusiones fluidas, isótopos de Sr, elementos traza). Al analizar ejemplos en la

literatura para dolomitas formadas en ambientes cercanos a la superficie o de

baja temperatura encuentran que la gran mayoría de estas dolomitas tiene valores

de δ18O más `positivos que -6.5‰, y las dolomitas tardías formadas durante

sepultamiento presentan valores de δ18O que son más negativos que -2.5‰. Por

lo que las dolomitas más positivas que -2.5‰ tendrían un origen de baja

temperatura y las dolomitas más negativas de -6.5‰ un origen de alta

temperatura.

De acuerdo con la figura VI.2a las calcitas tendrían un origen bien definido

de alta temperatura, mientras que la mayor parte de los cementos de dolomita ,

clastos y algunas muestras de matriz se encuentran en la zona de traslape donde

su origen puede ser alta temperatura (cementos) o corresponder a dolomita de

baja temperatura que recristalizó durante el sepultamiento (matriz y clastos),

también se diferencian muestras que caen dentro de la zona de baja temperatura,

estas últimas coinciden para las muestras de baja temperatura usando el intervalo

de línea base para el Cretácico de Lohmann y Walker, 1989.

112
VI Geoquímica de los carbonatos
A nivel general, se observa una evolución en la composición isotópica de

los cementos hacia valores más negativos en δ18O y δ13C respecto de la matriz

(Fig. V.2) Esta trayectoria comparada con la evolución isotópica de dolomías

formadas en diferentes ambientes sedimentarios y/o diagenéticos (fig. II-1)

sugiere un origen a partir de fluidos de alta temperatura en un ambiente de

sepultamiento para las muestras de la región 2 y 3 de la figura VI.2a. Los

cementos tardíos de sepultamiento típicamente muestran una progresión, de las

generaciones más jóvenes a más antiguas hacia composiciones isotópicas más

ligeras: sus valores de δ13C declinan solo ligeramente, mientras que sus

composiciones de δ18O decrecen a valores mayores de -10‰, (Figura VI.3). Esta

tendencia en los valores isotópicos ha sido reconocida en otras regiones por

Dickson y Coleman (1980) (para los campos C y D de la Figura VI.3) .

Es de destacar que el fraccionamiento de los isótopos de carbono

dependen muy poco del factor temperatura, por lo que se pueden utilizar para

trazar el origen del C en el mineral. Así, la composición isotópica en δ13C de

dolomitas a baja/media temperatura varía ampliamente, dependiendo de la

incorporación de C de diversas fuentes. Generalmente la composición isotópica

del carbono de una dolomita se interpreta en términos de presencia o ausencia de

carbono orgánico.

La variación de las composiciones isotópicas entre la matriz y los cementos

puede ser atribuida a un fenómeno de recristalización: se ha observado durante el

estudio petrográfico mediante CL que parte de la matriz ha sido recristalizada,

hecho que explicaría la tendencia lineal de los valores de δ18O más negativos de la

113
VI Geoquímica de los carbonatos
matriz hacia los valores de los cementos. Asimismo, se observa la disposición de

las composiciones isotópicas de los cementos en el diagrama δ18O vs δ13C, hacia

valores más negativos en δ18O a medida que estos cementos incluyen

sobrecrecimientos más tardíos y/o de mayor profundidad. Todas las evidencias

geoquímicas y texturales sugieren descartar los ambientes posibles de formación

someros y apoyan a la formación de los cuerpos dolomíticos a partir de una

historia de “sepultamiento” termo-bárica, en donde los fluidos dolomitizantes

están probablemente relacionados con los fluidos expulsados por la implantación

del régimen tectónico compresivo

Los valores muy constantes de 87Sr/86Sr en Cantarell evidencian una sola fuente de

fluido para todos los cementos de dolomita estudiados (Fig. VI.2b).

Diferenciándose claramente de los datos del bloque autóctono y de las calcitas

confiriendo así fluidos de origen diverso para cada uno (Fig. VI.2b).

Para el caso de las calcitas estudiadas en las muestras del Campo Cantarell

y bloque Sihil, los resultados como se aprecia en las gráficas (Fig. VI.2a)

corresponden a calcitas de sepultamiento para diversas etapas de cementación en

la historia diagenética. Los valores isotópicamente pesados de las calcitas de los

pozos Chac-1 y Chac-2 evidencian diferencias con respecto a los fluidos que

generaron las calcitas de los pozos en el Campo Cantarell. Los valores muy ligeros

en 13C para la muestra del pozo C-3003D podrían explicarse por contaminación

debido al gran contenido de inclusiones de hidrocarburos presentes en la

muestra. Otra posibilidad es que los valores tan negativos de las calcitas podrían

114
VI Geoquímica de los carbonatos
tener relación con un fenómeno de termorreducción de sulfato (TSR); la reducción

bacteriana quedaría en principio descartada por debido a que la temperatura de

formación de estas calcita, calculadas mediante el estudio de inclusiones fluidas,

es de 100ºC. Los valores más negativos en 18O y los valores más enriquecidos en

Sr los contienen los cementos de calcita, por lo que estas calcitas tal vez

correspondan a un evento genéticamente separado de la dolomitización.

VI.2.2 Evolución de elementos Traza

El bajo contenido de Fe y Mn encontrado para los cementos de dolomita no

permite asociarlos a un ambiente de dolomitización en específico ya que se

esperarían valores relativamente altos de Fe y Mn en cementos asociados a aguas

de formación y valores bajos para cementos relacionados al agua de mar (Veizer,

1983).

La mayoría de la dolomita marina contiene menos de 50 ppm Mn y Fe, en

tanto que la dolomita de subsuelo puede contener hasta 150000 ppm de Fe y

10000 ppm de Mn (Allan y Wiggins, 1993). Por comparación la mayor parte de los

datos (Fig. VI.4) de las dolomitas en este estudio sugieren que los elementos traza

no han sufrido cambios importantes en su concentración, conservando tal vez la

composición del carbonato de origen, y que la interacción con los fluidos

dolomitizadores no ha cambiado dicha composición en forma ostensible.

Para las muestras dolomitizadas (cementos de dolomita, matriz y clastos,

ver figura VI.5) los valores de Sr son bajos (<100ppm); durante la dolomitización,

el Sr por ser de radio iónico mayor que el Mg no substituye a este en la estructura

115
VI Geoquímica de los carbonatos
de la dolomita, aunque si que puede substituir al Ca, por lo que una dolomita de

cualquier manera tendría la mitad de estroncio que una calcita (Veizer 1983). El

contenido de Sr similar en la matriz y en los cementos de dolomita parece indicar

que tienen un origen común; los bajos valores de Sr son propios de dolomías de

sepultamiento, en contraste con los cementos de calcita y que además más

enriquecidos en 87Sr/86Sr. Los valores reabundancia de son incompatibles con un

origen de las dolomías precipitadas directamente a partir agua marina. Sin

embargo podría ser que el Sr se fue perdiendo con la diagénesis de dicha

dolomita debido a su coeficiente de partición <1 (reseteo geoquímico por

recristalización de dolomita).

El sodio tendría un comportamiento similar al estroncio, aunque debe

tomarse en cuenta que mucho del Na reside en inclusiones fluidas. Además la

presencia de Sr y Na en carbonatos es muy sensible a la velocidad de crecimiento

(efectos cinéticos), a velocidad de crecimiento más lenta, es más efectiva la

exclusión de Sr y Na. Respecto a los resultados de Na en las muestras se observan

en intervalos reportados para dolomitas de origen de sepultamiento (ver figura

VI.4).

De lo anterior se deduce que las bajas concentraciones de elementos traza

sugieren que se han conservado los valores del carbonato original y que aún con

la recristalización (a excepción del Sr) estos no han variado mucho con el

sepultamiento. La gran similitud de concentraciones de elementos traza en la

matriz de una muestra en comparación con las concentraciones de los mismos en

el cemento respectivo sugieren que dicho cementante tiene su origen a partir de

dolomita previa.

116
VII Geoquímica de paleofluidos

VII Geoquímica de paleofluidos

VII.1 Inclusiones fluidas y sucesión mineralógica

Las inclusiones fluidas son pequeñas cantidades de fluido (líquido y/o gas) que

fueron atrapadas a favor de pequeñas imperfecciones dentro de minerales cuando

que, en el caso que nos ocupa, aparecen en las unidades del yacimiento petrolero

dentro de las cuencas sedimentarias (Roedder, 1984, McLimans y Horsfield, 1987,

Narr y Burrus, 1990, Karlsen et al1993, Laresse and Hall, 1996). Se asume que los

fluidos atrapados dentro de las inclusiones son muestras representativas

(aliquotas) de los fluidos (salmueras, hidrocarburos) que circulaban en la roca

(fracturas, intersticios) en el momento de la formación del mineral (inclusiones

primarias) o posteriormente al mismo (inclusiones secundarias). Las inclusiones

fluidas son una fuente de información directa acerca de la evolución y migración

de los hidrocarburos y de las aguas de formación asociadas en cuencas

sedimentarias. Los fluidos contenidos en las inclusiones (petróleo, agua o gas)

pueden ser accesibles para análisis geoquímicos.

Tipos de Inclusiones Fluidas

El criterio más ampliamente utilizado es el que se basa en su origen. Se

consideran tres tipos principales (Roedder, 1984):

Inclusiones primarias:

Cuando un cristal crece o recristaliza en un medio fluido de cualquier clase, se

forman irregularidades capaces de atrapar pequeñas porciones del fluido, de tal

manera que cuando el cristal sigue su crecimiento, estas irregularidades con

117
VII Geoquímica de paleofluidos

fluido son selladas formándose las inclusiones primarias. Estas inclusiones son las

más representativas de las condiciones termodinámicas en el momento del

atrapamiento, y se caracterizan por aparecer aisladas o siguiendo los planos de

crecimiento o cristalográficos.

Inclusiones pseudo-secundarias:

Si un cristal se fractura durante su crecimiento, los fluidos pueden entrar dentro

de esta fractura, recristalizando el mineral huésped y quedando los fluidos

atrapados dentro del cristal. El posterior crecimiento de este mineral “sella” la

fractura. Este tipo de inclusiones se conocen como pseudosecundarias y

representan estados intermedios entre las inclusiones primarias y secundarias.

Para poder definirlas exactamente, es necesario que estén bien delimitadas las

fracturas dentro del cristal.

Inclusiones secundarias: Las inclusiones secundarias son las que se forman por

cualquier proceso posterior a la cristalización del mineral. Si un cristal se fractura

en presencia de un fluido, este último puede penetrar en la fractura y puede

provocar un proceso de disolución-recristalización del cristal huésped. El proceso

continuará con la reducción de la superficie del cristal, lo que usualmente produce

la captura de inclusiones secundarias.

Wilkins y Barkas (1978) dividieron a las inclusiones secundarias en dos subtipos:

las que se crean por la deformación frágil (cicatrización de fracturas) y las que

resultan por una deformación dúctil (plástica). Estos mismos autores proponen el

término de inclusiones de exsolución para aquellas que se forman por una

migración de fluidos durante los procesos de deformación dúctil, ya sea que los

118
VII Geoquímica de paleofluidos

fluidos vengan de fuera del cristal o resulten de procesos dentro del mismo

cristal.

En conclusión, las inclusiones primarias y pseudosecundarias nos dan información

del fluido presente durante el crecimiento del cristal y en cambio las inclusiones

secundarias proporcionan información sobre los fluidos que circularon por las

fracturas del cristal, después de que éste ya se había formado.

Otra manera muy sencilla de clasificar las inclusiones es a partir de las fases

(líquida, gaseosa, sólida) que presentan:

• MONOFÁSICA, si sólo presenta una fase.

• BIFÁSICA, si presenta 2 fases las cuales son la líquida y la gaseosa.

• TRIFÁSICA, si presenta 3 fases, que son la líquida, la sólida y la gaseosa.

• POLIFÁSICA, si presenta más de 3 fases.

Shepherd et al. (1985), así como Mangas y Sierra (1991) describen y resumen una

forma muy extendida de clasificar a las inclusiones, propuesta por varios autores,

basado en las diferentes proporciones de sólidos, líquidos y vapor presenten en el

interior de la inclusión.

Las inclusiones fluidas estudiadas en general corresponden a inclusiones

primarias alineadas a líneas o zonas de crecimiento de las diversas fases

minearalógicas estudiadas.

119
VII Geoquímica de paleofluidos

Inclusiones de agua Inclusiones de hidrocarburos

bifásicas mezcla monofásicas bifásicas trifásicas complejas

líquido+vapor Líquido+ HC líquido HC líquido+vapor Líquido+sólido HC múltiples

HC (halita)+vapor sólidos+líquido+vapor

liq+vqpor

Estudio de las inclusiones fluidas presentes en el campo cantarell

Los paleofluidos diagenéticos fueron caracterizados por medio del estudio

de las inclusiones fluidas presentes en las fases mineralógicas neoformadas

(cementos) que se desarrollaron en la brecha KT (Figs. VII.1 y VII2).

Con anterioridad al estudio microtermométrico, se realizó un estudio de

petrología de inclusiones fluidas situando las diferentes generaciones en la

secuencia mineralógica determinada en este estudio, donde el primer mineral

considerado es la dolomita de reemplazamiento en sus fases texturales más

gruesas que incluyen dolomita barroca. Este mineral fue considerado como la

primera etapa diagenética, por presentar en sus últimas etapas de crecimiento

zonas limpias con importante contenido de inclusiones fluidas. En varios casos se

ha observado la presencia de una pequeña cantidad de sulfuros entre los que se

encuentran pirita y marcasita. Dentro de la secuencia paragenética, las etapas

subsiguientes a la dolomitización de reemplazamiento son cementos precipitados

ya sea en fracturas o rellenando vúgulos. La segunda etapa diagenética consiste

en la precipitación de dolomita limpia como relleno de fracturas. Esta dolomita es

seguida por la precipitación de anhidrita (tercera etapa), aunque muchas veces

120
VII Geoquímica de paleofluidos

esta última es contemporánea a la dolomita barroca. En la misma posición de la

secuencia se encuentra la precipitación de calcita espática y la precipitación de

calcita escalenoédrica (cuarta etapa). Finalmente en la quinta etapa ocurre

precipitación de cuarzo (Fig. VII.1)

VII.1.1 Etapa 1: Dolomita de reemplazamiento

En esta dolomita la mayoría de las inclusiones se atraparon durante

episodios correspondientes al crecimiento cristalino (inclusiones primarias; Figura

VII-2). Este crecimiento es delineado principalmente por la presencia de

inclusiones vacías con disposición concéntrica según la bandas de crecimiento y,

en ocasiones, también por las inclusiones fluidas acuosas y/o de hidrocarburos.

La dolomita que caracteriza este estadio contiene inclusiones fluidas

acuosas bifásicas de forma generalmente rectangular, aunque también aparecen

bajo formas irregulares. Las inclusiones en este tipo de dolomita se presentan en

dos modalidades:

a) Inclusiones bifásicas de entre 6-10µ de diámetro, con proporciones

variables en su relación líquido-vapor

b) Inclusiones bifásicas, de tamaño inferior a 6µ de diámetro, con

proporciones líquido/vapor constantes de aproximadamente 0.9.

El primer grupo de inclusiones fluidas (6-10µ) es el más abundante, mientras que

las inclusiones del segundo grupo son mucho más escasas. Las temperaturas de

homogeneización obtenidas varían generalmente entre 80º y 120ºC aunque, en

un caso, se ha observado una Th de hasta 140ºC (C-2074D (Figs. VII.3 y VII4)). La

121
VII Geoquímica de paleofluidos

salinidad en las inclusiones fluidas de los pozos estudiados varía entre 2 y 8 % en

peso equivalente en peso de NaCl (wt % eq.NaCl), con un máximo situado

alrededor del 5% en peso eq. de NaCl. (Fig. VII.3)

Las inclusiones de hidrocarburos se disponen según las bandas de

crecimiento de los cristales de dolomita. Son inclusiones bifásicas a temperatura

ambiente, de color café y presentan una relación líquido/gas con proporciones

variables, y tamaños comprendidos entre de 6 y 30µ. La abundancia de estas

inclusiones es muy variable, y depende de cada muestra.

Bajo el microscopio de fuente UV se puede trazar una cierta cronología de

aceites. Las inclusiones de color de fluorescencia naranja corresponden a un

emplazamiento inicial de hidrocarburos, seguido de una familia más abundante

de inclusiones con color amarillo de fluorescencia y finalmente el atrapamiento de

una última familia de inclusiones fluidas de hidrocarburos con colores de

fluorescencia azules.

VII.1.2 Etapa 2: Dolomita de relleno de fracturas y vúgulos

Esta dolomita precipita en fracturas y en sobrecrecimientos presenta

inclusiones fluidas primarias localizadas tanto en el centro de cristales (Figura VII-

2g,h) como a favor de sus bandas de crecimiento.

122
VII Geoquímica de paleofluidos

En esta dolomita, las inclusiones acuosas poseen morfologías de cristal

negativo y suelen presentarse como inclusiones aisladas en el centro los de

cristales de dolomita. Son inclusiones bifásicas, con relaciones líquido-vapor

constantes y tamaños comprendidos entre 10 y 20µ. Estas inclusiones presentan

una temperatura de homogeneización (Th) comprendida entre 100 y 120ºC, con

salinidades calculadas de entre 6-8% en peso eq. de NaCl (Figs. VII.3).

Las inclusiones de hidrocarburos presentes son bifásicas, de color café y

presentan una relación líquido-gas de proporción variable (estimación visual entre

0.8 y 0.5) con tamaños comprendidos entre 10-50µ. Bajo microscopía UV, los

hidrocarburos presentes únicamente fluorescen en color amarillo tenue.

VII.1.3 Etapa 3: Anhidrita

La anhidrita precipita en espacios “vugulares” o en fracturas con

posterioridad a las etapas de dolomitización, aunque también se ha observado

como intercrecimientos anhidrita-dolomita en la dolomita de reemplazamiento.

Los tamaños de cristal varían desde unas centenas de micras hasta cristales de 3

cm de longitud, como sucede en muestras del pozo C-2092 y Chac-1. Los

cristales de menor tamaño contienen escasas inclusiones fluidas primarias

acuosas (Figura VII-2l); en cambio, en los cristales de mayor tamaño, aparecen

inclusiones fluidas de hidrocarburos, secundarias, a favor de los planos de

exfoliación, con fluorescencia en color amarillo.

123
VII Geoquímica de paleofluidos

Se obtuvieron escasos datos de Th, todos ellos alrededor de 140ºC(Figs.

VII.3 y VII4). Es de destacar que estas temperaturas de homogeneización son las

mayores registradas en este estudio.

VII.1.4 Etapa 4: calcita escalenoédrica.

La calcita escalenoédrica precipita posterior a las etapas de dolomita

rellenando fracturas. Esta calcita aparece como grandes cristales euhedrales en la

porosidad de los pozos del Norte del Campo Cantarell.

Las inclusiones fluidas acuosas detectadas en esta calcita aparecen

exclusivamente a favor de sus bandas de crecimiento (Figura VII-2n,o,p). Estas

inclusiones presentan relaciones líquido/vapor constantes, con temperaturas de

homogeneización que varían entre 80 y 95ºC para los pozos 3001, 3002D y

3003D y 90ºC (Fig. VII.3). Por desgracia y debido a problemas ópticos (limitante

de aberración en las lentes para poder observar la desaparición de la fase vapor

de una inclusión menor de 3 micras de diámetro, condensación sobre la ventana

de platina durante el enfriamiento, etc), no se obtuvieron datos de salinidad de

estas inclusiones.

Las inclusiones de hidrocarburo son, en su gran mayoría, secundarias. Son

bifásicas (L+V), trifásicas (L+V+sólido; Figura VII-4b) a polifásica (L+V+varios

sólidos), con una gran variación en la proporción de las fases y presentan

esencialmente fluorescencia de color amarillo, aunque también se han observado

inclusiones con fluorescencia azul.

124
VII Geoquímica de paleofluidos

VII.1.5 Etapa 5: Cuarzo

El cuarzo reemplaza a la dolomita o precipita en los vúgulos. Contiene

inclusiones fluidas primarias acuosas con temperaturas de homogeneización de

alrededor de 90ºC (Fig. VII.3). Debido a problemas ópticos, no se obtuvieron datos

de salinidad de estas inclusiones.

Este mineral también contiene inclusiones fluidas primarias de

hidrocarburo (Figs. VII.2t) que fluorescen en color amarillo.


Paragénesis Mineralógicas presentes en el Figura VII.1
Campo Cantarell: 1=Dolomita de
reemplazamiento o barroca, 2= Cemento
límpido de dolomita, 3= Anhidrita, 4=
Calcita espática o calcita escalenoédrica, 5=
Cuarzo.

1
3 1

3
3
2

4
1 5
3 3

125
VII Geoquímica de paleofluidos

Paragénesis Mineralógica e inclusiones Figura VII.2


fluidas

126
VII Geoquímica de paleofluidos

Microtermometría de inclusiones fluidas Figura VII.3

35
30 Dolomita DI
N U M E R O

25 Dolomita DII
20 Anhidrita
Calcita
15 Cuarzo
10
5
0
80 90 100 110 120 130 140
Temperaturas de Homogeneización (ºC)

25
Dolomita DI
20 Dolomita DII

15
10
5
0
2 4 6 8

Salinidad (Wt % NaCleq)

127
VII Geoquímica de paleofluidos

Diagrama paragenético para la brecha KT Figura VII.4

Disolución
Migración de HC
Dolomita
Dolomita Th=80-120ºC
2-8%Peso
Anhidrita equ. NaCl Th=100-140ºC 6-8%Peso equ. NaCl

Sulfuros Th=140ºC

Calcita
Calcita
Th=80-95ºC
Cuarzo 4-6%Peso equ. NaCl
Th=90ºC

tiempo

128
VII Geoquímica de paleofluidos

VII.2 Modelado PVTX de los fluidos (salmueras e hidrocarburos)

atrapados en dolomitas y calcitas

Se seleccionaron 5 muestras para el modelado PVTX de los fluidos

atrapados como inclusiones fluidas en los cementos de calcita y dolomita

estudiados. Estos estudios se realizaron en el laboratorio del CREGU-G2R-UHP de

Nancy (Francia) y estuvieron a cargo del Dr. Jacques Pironon (ver Anexo1). El

estudio comprende la identificación del origen y tipo composicional de las

inclusiones fluidas a partir de su análisis mediante microscopía de luz

transmitida, fluorescencia UV, microespectrometría Raman, micro-FT-IR,

microscopía confocal láser (CLSM) y el modelado de los resultados mediante el

software AIT(Aqueos Inclusion Thermodinamics) y PIT (Petroleum Inclusion

Thermodinamics) (Pironon et al.,1998, Pironon et al., 2001, Thiery et al., 2000 ).

Las muestras de dolomita fueron elegidas en función de su

representatividad textural por lo que han sido incluidas en este estudio dolomitas

de reemplazamiento y cemento de dolomita, ambos presentes cada muestra.

También se han incluido dos muestras de calcita escalenoédrica.

129
VII Geoquímica de paleofluidos

VII.2.1 Modelado PVTX en la Muestra 2052

Esta muestra está constituida por dolomita de reemplazamiento barroca y

cemento de dolomita barroca; en este último se realizó el estudio.

En la figura VII.5 se ha representado las isopletas e isocoras calculadas

mediante los datos obtenidos (ver anexo1). La ubicación de la isopleta del

petróleo es característica de los aceites pesados. No se observa intersección

alguna entre las isocoras calculadas para las inclusiones acuosas y las calculadas

para las inclusiones de hidrocarburos. Únicamente una isocora de hidrocarburo

intercepta la base de una isocora acuosa a 80 bares y 100ºC. Todo ello parece

indicar que las inclusiones acuosas y de hidrocarburos no son contemporáneas.

Este hecho vendría apoyado por la ausencia de cantidades importantes de metano

en las inclusiones acuosas, indicando que no existiría equilibrio termodinámico

entre las fases acuosa y de hidrocarburo.

130
VII Geoquímica de paleofluidos

Modelado PVTX Figura VII-5


(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora de agua)

VII.2.2 Modelado PVTX en Muestra C-2074

Esta muestra consiste de dolomita de reemplazamiento barroca y cemento

de dolomita barroca. Las inclusiones fluidas (acuosas e hidrocarburos) se

localizan en los sobrecrecimientos de cemento de dolomita barroca.

El diagrama P-T de la muestra C-2074 (figura VII-6) muestra dos isopletas y sus

correspondientes isocoras de petróleo y únicamente una isopleta de una inclusión

acuosa. Esta inclusión tiene Th mayor de 150°C, probablemente debida al intenso

131
VII Geoquímica de paleofluidos

stretching creado durante el muestreo o la preparación de la muestra. La

ubicación de las isopletas de petróleo es característica de un aceite pesado. La

intersección de las isocoras de petróleo y acuosas cae en tres dominios de P-T:

1000 bar/120°C, 400 bar/125°C y 200 bar/115°C alcanzadas durante la caida de

presión en el yacimiento.
Modelado PVTX Figura VII.6
(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora deagua)

132
VII Geoquímica de paleofluidos

VII.2.3 Modelado PVTX en Muestra C- 2277

Esta muestra está constituida por cristales zonados de dolomita con

centros turbios y sobrecrecimientos transparentes. Es común la presencia de

aceite residual que impregna los espacios intercristalinos dejados por los cristales

del cemento de dolomita.

El dagrama P-T (Fig. VII-7) muestra intersecciones (la intersección representa el

punto donde dos fluidos coexisten a la misma presión y temperatura, para este

caso los HC y el agua de las inclusiones fluidas) entre isocoras acuosas y de

petróleo a presiones más bajas de 400bar y temperaturas entre 100 y 115C. Las

isopletas de inclusiones acuosas se localizan encima de las isopletas de

inclusiones de hidrocarburos que se ubican a muy bajas presiones.


Modelado PVTX Figura VII.7
(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora de agua)

133
VII Geoquímica de paleofluidos

VII.2.4 Modelado PVTX en Muestra C-3001

Esta muestra está compuesta por cristales de calcita (calcita escalenoédrica) muy

ricos en inclusiones fluidas dispuestas al azar en la calcita.

El diagrama P-T de la muestra C-3001 es muy diferente a las otras muestras

analizadas. Las isopletas calculadas para las inclusiones de petróleo aparecen a

altas presiones, correspondiéndose con la presencia de aceites ligeros. En cambio,

las inclusiones acuosas son pobres en metano y sus isopletas se localizan a muy

bajas presiones. Como el fluido acuoso no está saturado en metano, no se puede

considerar que ambos tipos de inclusiones (salmuera e hidrocarburos) fueron

atrapadas al mismo tiempo. El aceite ha migrado probablemente junto con un

fluido altamente salino. Lo sorprendente es la ausencia de inclusiones acuosas

altamente salinas. La presencia de gotas de agua en aceite es un buen indicador

de la mayor mojabilidad del aceite que el agua en la calcita. Esta observación

podría explicar el transporte de agua en emulsiones de aceite y por tanto la

ausencia de una fase individual de salmuera.

Se observa (Figura VII-8) una primera intersección de las isocoras

calculadas para ambos sistemas (hidrocarburos y salmuera) alrededor de 1100

bar/110ºC: esta corresponde a las inclusiones de petróleo con Th muy baja. Un

segundo dominio se observa para presiones mayores o iguales a 450bar y

temperaturas entre 100 y 130C.

134
VII Geoquímica de paleofluidos

Modelado PVTX Figura VII.8


(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora de agua)

VII.2.5 Modelado PVTX para Muestra C-99

Esta muestra está constituida por cristales de calcita espática muy ricos en

inclusiones fluidas.

Para la muestra C-99, las Th de las inclusiones de agua son más bajas que las Th

de las inclusiones de petróleo (Figura VII-9). Consecuentemente no se puede

determinar claramente la intersección. Los sistemas de petróleo deducidos por el

análisis de inclusiones corresponde a tipos de aceite similares (aceites pesados).

135
VII Geoquímica de paleofluidos

La superposición de las isocoras acuosas y de petróleo da presiones de

atrapamiento y temperaturas menores que 350 bar y 100C.

Modelado PVTX Figura VII.9


(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora de agua)

136
VII Geoquímica de paleofluidos

VII.3 Estudio de Halógenos en inclusiones fluidas

Los halógenos son unos constituyentes muy importantes de las aguas de

formación sedimentarias. El Cloro es normalmente el anión mayor, constituyendo

más del 90% de los mismos. Se considera que los halógenos se comportan en

forma conservativa, es decir, que no intervienen en interacciones diagenéticas

agua-roca. Esto es debido a que en las rocas sedimentarias clásticas y en los

carbonatos prácticamente no existen minerales halogenados formadores de las

mismas. La única circunstancia en la que las interacciones agua-roca son

importantes es cuando el agua entra en contacto con cuerpos de sal.

Aparte de en los minerales evaporíticos, el Cl se encuentra en pequeñas

cantidades en los minerales hidroxilados, como las micas o el apatito. Estos

minerales posiblemente producen muy poco efecto sobre la concentración del Cl

en las aguas de formación sedimentarias. El Br y el I están considerados como

elementos no formadores de minerales en cuencas sedimentarias, pero pueden

presentarse concentrados en rocas arcillosas ricas en materia orgánica. El fluor

existe bajo la forma de fluorita y es probablemente el unico halógeno que puede

interaccionar fuertemente con la roca encajante.

Tanto las concentraciones absolutas como las relaciones entre los

halógenos se han venido utilizando como trazadores del movimiento de los

fluidos debido a su comportamiento conservativo. El trazado de este movimiento

se puede relacionar con la formación de cementos y la pérdida de porosidad en

reservorios de petróleo y como trazadores para la localización de depósitos de

137
VII Geoquímica de paleofluidos

sulfuros de Zn-Pb, al actuar éstas soluciones de cuenca como vehículo para la

formación de éstas mineralizaciones. Podemos concluir que la concentración en

halógenos que presentan las aguas de formación sedimentarias es un punto

importante a tener en cuenta antes de intentar entender cual es el origen de

éstas soluciones.

VII.3.1 Metodología

El análisis preciso de las cantidades de Na-Br-Cl-I en una inclusión fluida

se realiza mediante el método conocido como crush-leach, utilizando la

metodología descrita por Bottrell et al. (1988) e introduciendo las mejoras

propuestas por Yardley et al. (1993). Las muestras a analizar consisten

esencialmente en minerales sin exfoliación (cuarzo), aunque también se pueden

analizar las inclusiones fluidas que aparecen en minerales que presentan una

buena exfoliación (fluorita, esfalerita, dolomita, calcita), previo análisis

petrográfico. Han de ser muestras puras y contener una sola familia de

inclusiones fluidas primarias. De uno a dos gramos de muestra son separados a

mano bajo la lupa binocular, posteriormente limpiados con ácido, lavados

repetidas veces con agua bidestilada y limpiados una vez más en una célula

electrolítica durante dos semanas. Posteriormente éstas muestras son molturadas

en un mortero de ágata y lixiviadas utilizando agua bi-destilada como fase móvil.

La composición en Br, Cl y F del lixiviado se analiza mediante un cromatógrafo de

líquidos; el I se analiza utilizando un pre-concentrador on-line para adquirir la

suficiente sensibilidad. Los cationes (Na) se analizan mediante AAS. La salinidad

total de la solución se ha de reconstruir a partir de las estimaciones de la

138
VII Geoquímica de paleofluidos

salinidad obtenidas mediante otros métodos (microtermometría, Cryo-SEM-EDS,

etc.).

VII.3.2 Procesos que afectan la concentración de los halógenos

Evaporación de agua marina

La concentración de los halógenos durante la evaporación está controlada

por los coeficientes de partición entre los diferentes elementos con respecto a los

minerales que precipitan. El Cl y el Br se concentran en la solución residual a

medida que esta se va evaporando, hasta el punto en que la halita empieza a

precipitar. Durante la precipitación de la halita, el Br es excluido de la estructura

de este mineral, y su concentración aumenta en el agua mucho más rápidamente

que la concentración del Cl. A mayor tasa de evaporación empiezan a precipitar la

carnalita y la silvinita, que tienen un coeficiente de partición mayor con el Br que

en el caso de la halita, por lo que la disminuye la pendiente de la recta de

correlación Cl/Br.

Dilución por aguas meteóricas

La dilución del agua marina, más o menos evaporada, por agua meteórica

solo tiene el efecto de reducir las concentraciones de los halógenos de forma

proporcional. Las aguas de formación con concentraciones de Cl más bajas que el

agua de mar siguen la traza de la recta de dilución meteórica de Cl-Br.

Reacciones de hidratación-deshidratación

Las reacciones de hidratación aumentan la salinidad. Por ejemplo, bajo

condiciones de pH y de actividad de sílice adecuadas, los feldespatos potásicos

139
VII Geoquímica de paleofluidos

reaccionan con el agua para formar kaolinita. Esta reacción puede reducir el

volumen de agua en un 10/20%, incrementando la concentración en halógenos

proporcionalemente. Si este tipo de reacciones ocurren durante un metamorfismo

retrógrado, se produce la formación de inclusiones fluidas de alta salinidad.

Al contrario, las reacciones de deshidratación reducen la concentración en

Br y Cl de forma proporcional. Reacciones de este tipo pueden ser, por ejemplo, la

transformación de yeso a anhidrita o de esmectita a illita.

Aguas afectadas por cuerpos de sal y su diagénesis

El principal mecanismo para incrementar la concentración de halógenos en

una solución es la disolución de cuerpos de sal. Se ha de recordar que la halita

tiene un bajo coeficiente de partición con el Br. Así, si la halita recristaliza en

presencia de aguas con una concentración más baja que las asociadas con la

precipitación de la halita a partir del agua marina, éstas soluciones se

enriquecerán en Br debido a que el BrNa se disuelve preferencialmente con

respecto al NaCl. Este proceso se conoce como una disolución incongruente y está

asociado a la recristalización de cuerpos de sal bajo una relación agua/roca baja.

Este mecanismo ha de ser relativamente común ya que la mayoría de cuerpos de

sal están empobrecidos en Br en relación con las evaporitas primarias. Al

contrario, una disolución congruente (o total) de evaporitas produce soluciones

enriquecidas en Cl. Por otra parte, la halita de formación reciente contiene

abundantes inclusiones fluidas rellenas por agua marina altamente evaporada y

140
VII Geoquímica de paleofluidos

rica en Br. La ruptura de éstas inclusiones puede dar lugar a soluciones

enriquecidas en Br.

Otras sales como la silvita o la carnalita están enriquecidas en Br con

respecto a la halita. La disolución de silvita o carnalita daría lugar a aguas de

formación con diferentes relaciones Cl/Br que las producidas por la disolución de

halita. La disolución tanto congruente como incongruente de silvita daría lugar a

la formación de aguas enriquecidas en Br con respecto al agua marina evaporada.

VII.3.3 Halógenos en Cantarell

Dolomitas de Cantarell (Akal y Chac) y calcitas de Canarell (Akal): en el

diagrama Na/Br vs Cl/Br (Figura VII-10) se observa que los fluidos atrapados

provienen de agua marina evolucionada y que ha precipitado evaporitas,

esencialmente halita (los análisis se encuentran restringidos a la zona de

precipitación de esta haluro), modelizando muy bien la curva de evaporación del

agua marina. Estas salmueras residuales de la precipitación de evaporitas,

entraron al ciclo geológico como aguas connatas en el sedimento. Como el único

episodio principal de precipitación de halita en la cuenca es durante el Jurásico

basal, muy probablemente las soluciones dolomitizantes provienen de aguas

connatas contenidas, como mínimo, en las formaciones de esta edad, movilizadas

con posterioridad.

141
VII Geoquímica de paleofluidos

Diagrama Cl/Br vs Na/Br Figura VII.10

Las dos calcitas analizadas de Chac y una de Akal (C418D-N3-C10-F28) se

situan fuera de la trayectoria de evaporación del agua marina (T.E.A.M.), a valores

de Na/Br y Cl/Br superiores. Estas composiciones sugieren que los fluidos que

precipitaron estas calcitas provienen al menos en parte de salmueras secundarias,

producidas por la disolución de cuerpos de halita. La única dolomita del campo

Nix (fuera de Cantarell) analizada también se interpreta de la misma forma.

142
VII Geoquímica de paleofluidos

Mientras que las calcitas de Chac se situan cerca de la recta 1:1 en el gráfico, la

calcita de Akal se aleja de la misma recta. El desplazamiento hacia valores

inferiores de Na/Br con respecto a la recta 1:1 se intepreta como debido a la

pérdida de Na por parte de la solución y, posiblemente, su compensación con la

incorporación de Ca debido a procesos diagenéticos de albitización de las

plagioclasas.

En el diagrama Na/Cl vs Cl/Br (Figura VII-11) se observa que, al igual que en el

caso anterior las dolomitas de Cantarell (Akal y Chac) y dos calcitas de Cantarell

se situan alrededor de la TEAM, con ligeras variaciones debidas a su historia

diagenética. Una de estas calcitas se situa muy cerca de la composición del agua

marina prístina, aunque en el diagrama anterior se observaba como la salmuera

estaba efectivamente evolucionada.

143
VII Geoquímica de paleofluidos

Diagrama Na/Cl vs Cl/BR Figura VII.11

Las dos calcitas analizadas de Chac y una de Akal (C418D-N3-C10-F28)

continuan situándose fuera de la trayectoria de evaporación del agua marina

(T.E.A.M.), con composiones Cl/Br mucho más elevadas y relaciones Na/Cl

inferiores a 1. Esto indicaria que no solo existe un exceso evidente de Cl en las

salmueras, si no que además este exceso no se compensa únicamente por la

presencia de Na hecho que, junto con el poco peso de Br en la solución, indica

que estas salmueras han interaccionado con formaciones salinas y que,

posteriormente, han perdido parte del Na en reacciones agua-roca, como la

144
VII Geoquímica de paleofluidos

albitización, tal y como se habia visto en el comportamiento del gráfico anterior

(Na/Br vs Cl/Br).

El diagrama K/Cl vs Cl/Br (Figura VII-12) permite discriminar claramente las

calcitas de las dolomitas de Akal. La disposición de los análisis de los fluidos en

las dolomitas sugieren la presencia de una salmuera modificada por dilución; en

el caso de la única dolomita analizada de Chac, el fluido está empobrecido en K,

posiblemente debido a la precipitación de feldespato potásico autigénico. Las

calcitas de Chac se discriminan claramente de las dolomitas paragenéticamente

anteriores, presentando composiciones en K/Cl que claramente no se relacionan

con la TEAM directamente, si no que sugieren la intracción de una salmuera de

cuenca con rocas siliciclásticas ricas en feldespato potásico, cuya hidrólisis causó

un aumento en la cantidad de K en el fluido. Esta tendencia es más acusada en las

calcitas de Chac.

145
VII Geoquímica de paleofluidos

Diagrama Cl/Br vs K/Cl Figura VII.12

La interacción con rocas siliciclásticas queda más en evidencia en el diagrama

Li/Clvs Cl/Br (Figura VII-13). Las dolomitas se encuentran ligeramente

enriquecidas en Li con respecto al agua marina; las calcitas en general

muestran un comportamiento más errático aunque todas ellas se encuentran

enriquecidas en Li.

146
VII Geoquímica de paleofluidos

Diagrama Li/Cl vs Cl/Br Figura VII.13

Todas las dolomitas presentan salmueras cuyo origen hay que buscarlo en

aguas marinas evaporadas pasado el punto de precipitación de la halita. Estas

salmueras entraron al ciclo geológico como aguas connatas atrapadas en

147
VII Geoquímica de paleofluidos

sedimentos, muy posiblemente durante la formación de los depósitos evaporíticos

jurásicos. Tal y como se observa en todos los diagramas, su composición inicial se

encuentra modificada esencialmente por fenómenos de mezcla con salmueras de

otros orígenes, posiblemente más diluidas, que modificaron su salinidad total y su

composición original. Una dolomita (Nix) no obstante presenta un

comportamiento diferente, aunque se ha de recordar que esta muestra no

proviene del campo Cantarell. Los fluidos en esta dolomita son comparables a los

fluidos encontrados en Cantarell, si bien presenta unas relaciones Na/Br y Cl/Br

mucho más elevadas, las relaciones Na/Cl, K/Cl y Li/Cl son similares, sugiriendo

que la salinidad se haya modificada por la interacción con cuerpos y/o salmueras

que han lixiviado halita durante su historia. Los cuerpos de halita suelen ser

pobres en K y Li, hecho que explicaría la casi inexistente modificación de su

composición.

Las calcitas presenta un comportamiento más errático, pero sus fluidos

están más enriquecidos en Li y K que las dolomitas, sugiriendo que, al menos en

parte, tienen su origen a partir de salmueras que han interaccionado con niveles

siliciclásticos. Este punto es muy interesante, ya que podría indicar un cambio en

el régimen hidrodinámico diagenético y, por lo tanto, explicaría el porque del fin

del proceso dolomitizador y el origen tanto de las calcitas finales como de los

fenómenos de corrosión pre-carga del sistema. En efecto, la mezcla entre al

menos dos salmueras, una residual de la dolomitización y en equilibrio con

carbonatos, y la otra externa, en equilibrio con rocas siliciclásticas podria expicar

en parte los procesos de corrosión tardíos y la precipitación de la mineralogía

“anómala” (celestina, anhidrita, fluorita, etc.).

148
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

VIII Modelo de dolomitización y origen de la


porosidad vugular

VIII.1 Depósito y potencial diagenético de los componentes de la

brecha KT

Como se mencionó en el Capítulo III, la brecha representa la parte principal

de un aprón de carbonatos de base de talud bajo condiciones de flujos de

gravedad (Grajales et al., 2000). Es una brecha sedimentaria constituida por

litoclastos que corresponden principalmente a facies de aguas someras (laguna,

planicies de marea, bancos de arenas carbonatadas y cuerpos arrecifales)

(Grajales et al., 1999). Estos litoclástos de facies someras constituyen el principal

potencial diagenético para posterior disolución y generación de porosidad

secundaria. Otra característica a tomar en cuenta es que parte de estos

fragmentos de inicio conservan porosidad heredada como son porosidad

fenestral, móldica, vugular y fragmentos de dolomía con porosidad intercristalina.

Adicionalmente los contornos entre los clástos podrían considerarse como planos

donde posiblemente contribuyen con porosidad y permeabilidad en etapas

diagenéticas de soterramiento somero a intermedio para migración de fluidos

diagenéticos. Posterior al depósito durante sepultamiento moderado a profundo

ocurre compactación de la brecha donde se desarrollan estilolitas favorecidas en

su desarrollo por los contactos entre fragmentos.

149
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

VIII.2 Grado de dolomitización

La brecha KT se presenta en más del 90% como una brecha calcárea con

dolomitización penetrativa, aunque en menor proporción puede estar

parcialmente dolomitizada o, en casos aislados, no dolomitizada. Asimismo, se

observó que los núcleos estudiados que corresponden a la parte central del

Campo son los que presentan dolomitización penetrativa de fábrica destructiva y

texturas más gruesas, mientras que los de la parte norte presentan

mayoritariamente texturas de dolomitización de fábrica retentiva. Las

características físicas y químicas de los componentes de la brecha KT controlan el

efecto de la dolomitización. El tamaño y composición de los clástos determinan el

área disponible para la interacción fluido-roca así como la solubilidad de los

minerales carbonatados. Del grado e intensidad de la actuación de cada uno de

estos agentes en un punto específico dentro del campo dependerá la intensidad

de la dolomitización.

Sin embargo, en general el grado de dolomitización intenso responde a un

proceso que ha sido muy efectivo, por lo que prácticamente no han quedado

vestigios de la brecha carbonatada precursora (solamente algunas facies de

criptoalgas no fueron dolomitizadas. Es de destacar que, en base a análisis

efectuados mediante MEBUAR (Microscopio Electrónico de Barrido de Ultra Alta

Resolución) (Fig. VIII-1) se observó que no quedan restos del carbonato original

en los centros turbios de los cristales de dolomita gruesa y dolomita barroca de

reemplazamiento y en cemento. Por último es de destacar que la estequiometría

150
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
de la dolomita de reemplazamiento y de los cementos concuerdan con el grado de

pureza de las dolomitas.

Volumétricamente la dolomitización por reemplazamiento masiva es la de mayor

importancia mientras que los cementantes de dolomita aparecen en proporciones

menores a 5%.
Grado de dolomitización evidenciado en las Figura III.1
imágenes donde en orden ascendente de
aumento los cristales de dolomita barroca no
presentan impurezas de calcita (comprobado
mediante análisis de EDAX), tan solo
presentan imperfecciones cristalinas.

151
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

VIII.3 Modelo de dolomitización para la brecha KT y naturaleza

de los fluidos dolomitizantes

El modelo propuesto en este trabajo es un modelo de dolomitización cuya fuente

es agua marina evaporada y adicionalmente modificada. Se basa en el hecho de

que la mayoría de las aguas de formación han evolucionado a partir de agua de

mar y, en principio, son capaces de dolomitizar calizas (Hardie, 1987), para que el

magnesio contenido en las aguas de formación sea suficiente para la

dolomitización masiva el modelo de dolomitización más apropiado tendría que

ubicarse en un escenario concordante con el subambiente diagenético de “zona

de cinturón cabalgado” propuesto por Heydary (1997), mismo que soluciona el

bombeo de fluidos y fuente de magnesio a partir de lo fluidos expulsados durante

el evento compresivo, lo que lo postula como un mecanismo viable para Cantarell

por su historia tectónica.

En base a las características texturales de las dolomías estudiadas así como a los

estudios realizados en inclusiones fluidas primarias en dolomita de

reemplazamiento y en los cementos de dolomita, los fluidos dolomitizantes se

caracterizaron por presentar altas temperaturas, comprendidas entre 80 y 120°C,

predominando los valores entre100 y 110°C, y localmente altas presiones tal y

como se deriva de las modelizaciones PVT. La presencia de fluidos calientes en la

génesis de los cuerpos dolomíticos ha sido corroborada mediante el

comportamiento de la composición isotópica del oxígeno en los mismos. Así, se

han registrado valores de δ18OPDB <3‰.

152
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

Composicionalmente, los fluidos analizados presentan aproximadamente el doble

de salinidad que el agua de mar (6-8% NaCl equ), lo que en principio excluye a

esta como posible fuente de magnesio y sugiere su origen a partir de agua marina

evolucionada posiblemente por evaporación como la fuente principal de magnesio

para la dolomitización. El comportamiento de los halógenos asimismo sugiere la

presencia de una solución de origen marino, evolucionada mediante evaporación,

intercambio agua/roca y muy posiblemente dilución con salmueras de menor

salinidad, ya que las relaciones Na/Brm y Cl/Brm (fig VII-20) entre otras, se

corresponden con aguas de mayor salinidad que la encontrada en las inclusiones

fluidas indicando, por tanto, que el origen de los solutos hay que buscarlo en

salmueras de origen evaporítico. Estas salmueras se incorporaron a las unidades

litológicas como agua de formación e intercambiaron con éstas durante su

historia geológica.

Así, la evaluación de los datos geoquímicos obtenidos durante este estudio

sugiere que la dolomitización es producto de una historia de fluidos compleja en

la que, al menos, existe una influencia importante de salmueras de origen

evaporítico, que pasaron a ser aguas de formación y que tuvieron un tiempo de

residencia elevado en la roca. Asimismo, la baja salinidad de las inclusiones

fluidas se puede interpretar como producto de la modificación de estas salmueras

debidas a la interacción agua-roca y su posible dilución. Estas salmueras serian

asimismo las responsables del transporte del Mg necesario para dolomitizar las

unidades carbonatadas cretácicas. Así, la fuente del Mg se debe de buscar en la

movilización de fluidos en relación con las evaporitas jurásicas, aunque no se

153
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
pueden excluir fuentes locales, volumétricamente poco importantes, de Mg como

la presencia de cuerpos de dolomía primaria de origen sedimentario o diagenético

temprano, de los cuales no queda rastro geológico debido a la alta intensidad del

fenómeno dolomitizador principal, que habría borrado todo rastro.

Asimismo, es de destacar que las composiciones 87Sr/86Sr halladas en las

dolomías y dolomitas de la brecha KT son radiogénicas, indicando que las

salmueras dolomitizantes fueron alóctonas y que intercambiaron con sedimentos

ricos en Rb, como pueden ser las arcillas relacionadas con evaporitas.

Las características geológicas, texturales y geoquímicas hasta aquí

discutidas sugieren que el proceso dolomitizador obedece a un ambiente hasta

hace poco denominado de “sepultamiento profundo” (“burial dolomitization”),

aunque ultimamente, viendo el papel preponderante del flujo de fluidos en las

cuencas sedimentarias sujetas a compresión, se ha pasado a denominar como

“dolomitización termobárica”. Así, el modelo de dolomitización de Cantarell ha de

quedar restringido a un modelo de ambiente profundo, con características únicas.

El mecanismo más factible para la movilización de grandes cantidades de fluido,

considerando las características geológicas y evolución del campo Cantarell en el

tiempo, obedecería a un modelo de empuje tectónico de fluidos (subambiente

diagenético de “zona de cinturón cabalgado” propuesto por Heydary, 1997) (flujos

dolomitizantes a gran escala; Oliver, 1986; Leach y Rowan, 1986) (expulsión de

fluidos en regimen termobárico; Warren 1999). Las unidades evaporíticas,

sirvieron como superficies de despegue para la formación de las estructuras

154
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
compresivas de la Sierra de Chiapas, en cuya parte frontal enraizan las estructuras

tectónicas compresivas del Campo Cantarell. Estas estructuras compresivas

actuaron a la vez como vías de flujo preferencial de los fluidos expulsados

durante la orogenia chiapaneca. Así se explicaría por una parte el gran volumen

de fluido necesario para poder dolomitizar grandes porciones de la serie

carbonatada mesozoica (incluida la brecha KT), la conservación del calor en los

fluidos a grandes distancias y el origen evaporítico de los electrolitos en

disolución (detectados en las inclusiones fluidas). Por consiguiente, los procesos

deformativos de la Sierra de Chiapas probablemente actuaron como una “bomba”

de flujo y calor para los fluidos expulsados a partir del prisma sedimentario

Mesozoíco.
Modelo de dolomitización propuesto Figura VIII.2
Modelo estructural tomado de Mitra et al.,
2005

BKT

BKT

Fluidos dolomitizantes

155
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

VIII.4 Generación de porosidad vugular

La porosidad secundaria generada en Campo Cantarell a nivel de la brecha

KT puede ser dividida en dos sistemas; un sistema de porosidad generado

durante el proceso de dolomitización de la brecha, y un sistema de generación de

porosidad por disolución (a través de fracturas y estilolitas) previo y posiblemente

durante etapas tempranas de incursión de HC. La generación de porosidad

durante la dolomitización se explica desde el punto de vista de la disolución de

constituyentes de composición subsaturada respecto a dolomita prevalecientes

antes del proceso de dolomitización. El segundo sistema de generación de

porosidad vugular puede ser explicado como el producto de la interacción de

ácidos orgánicos derivados de la generación del petróleo y su interacción con

fluidos diagenéticos prevalecientes en el sistema. Durante este evento se

conectaron los vúgulos generados en la dolomitización y se modificó todo el

sistema poroso previó aumentando la porosidad por disolución y mejorando la

permeabilidad.

Generación de porosidad durante dolomitización

Para el primer caso la relación entre desarrollo de porosidad y

dolomitización ha sido ampliamente discutida debido a la importancia de las

dolomias como rocas yacimiento (Moore 1989, Dravis and Muir, 1992, Purser et

al. 1994). Purser et al (1994) textualmente señala que la dolomitización “ puede

generar, preservar o destruir porosidad, dependiendo de las fábricas y texturas de

los carbonatos que son reemplazados, velocidad, composición del fluido, sistema

156
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
agua-roca y duración de los procesos” . En el caso del presente estudio evidencias

petrográficas sustentan la generación de porosidad durante la dolomitización.

Esto puede significar que la porosidad vugular está íntimamente relacionada al

proceso de dolomitización, es decir este proceso disuelve y no necesariamente se

requieren fluidos reactivos de otra naturaleza como pueden ser hidrocarburos u

otros procesos ajenos a la dolomitización.

La dolomitización de la brecha KT es un ejemplo para la literatura científica

donde el proceso de dolomitización por reemplazamiento genera porosidad. Esta

peculiar característica se debe en gran parte a la naturaleza composicional de la

brecha. Como se presento en el capítulo V la naturaleza multicomposicional y

multitextural de la brecha KT en conjunto con fluidos subsaturados respecto a

carbonato de calcio son los responsables de la formación de porosidad vugular

por disolución diferencial de clástos y otros componentes en la brecha. La

peculiaridad de esta porosidad es que durante la dolomitización de clástos se

generaron desde espacios intercristalinos hasta disolución completa de los

fragmentos, con fases intermedias entre estos, dando como resultado generación

de porosidad vugular muy heterogénea en su geometría (Figs. VIII-3 a VIII-6).

157
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Porosidad secundaria durante dolomitización Figura VIII.3
Dolomitización y porosidad : A); Fragmentos completamente reemplazados
por dolomita. La dolomitización de este tipo de granos no dio lugar a
porosidad debido posiblemente a su composición original no reactiva con los
fluidos dolomitizantes, B) Fragmento parcialmente reemplazado donde la
dolomitización ha sido selectiva y ha generado porosidad; c) disolución
completa de un clásto, esta disolución total previa a la dolomitización dio
origen al crecimiento de cemento de dolomita barroca en espacios libres.

B
B

C
A
C C

158
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Porosidad secundaria durante dolomitización Figura VIII.4
Dolomitización y porosidad : A); Fragmentos completamente reemplazados
por dolomita. A´) variante de A donde la dolomitización produjo porosidad
intercrisatalina, B) Fragmentos combinados con dolomitización de
reemplazamiento y cemento de dolomita debido a que una parte del grano se
disolvió previa o durante la dolomitización ;C) disolución completa de un
clásto, esta disolución total por dolomitización dio origen al crecimiento de
cemento transparente de dolomita barroca en espacios libres.

B


C
B A

A C

159
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Porosidad secundaria durante dolomitización Figura VIII.5
Estilolitas (a) y fracturas (b y c) fueron los medios de conducción de fluidos
dolomitizantes

b c

160
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Esta heterogeneidad puede ser el resultado de los siguientes fenómenos

que actuaron alisladamente o en conjunto: disolución completa de fragmentos de

composición calcítica alta en magnesio (HMC), aragonita y fragmentos de

evaporitas. Disolución parcial de clastos de composición heterogénea variando

entre las anteriores y calcita baja en magnesio donde se produce dolomitización

gruesa y generación de espacio cristalino en proporción varianble de 20-80% de

generación de espacio poroso. Finalmente clástos reemplazados de dolomita

media que generan solo porosidad intercristalina de <10% (ver figuras del

capítulo V y VIII-3 a VIII-5).

La característica distintiva de este tipo de evento diagenético es la creación de

porosidad tipo móldica de clástos presente en las muestras de núcleo de la

brecha KT. Se enlistan a continuación las principales evidencias que sustentan

esta propuesta:

• El hecho de que los núcleos no dolomitizados no contegan vúgulos. Esto

también implica que la formación de vúgulos no es pre-dolomitización.

• En el núcleo del pozo C-99D la parte superior corresponde a la brecha fina

estéril, esta brecha está dolomitizada y contiene vúgulos sin impregnación

de hidrocarburos y no está fracturada. Hacia la parte inferior pasa a brecha

de granulometría de mayor tamaño esta brecha está impregnada de

hidrocarburos en vúgulos y fracturas. Lo anterior explica que la carga de

hidrocarburos es a través de las fracturas alimentando los vúgulos. Esta

parte de brecha de grano más grueso se impregnó debido a su

161
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
fracturamiento tardío por ser más competente que la brecha fina estéril

que no se fracturó y por lo tanto no se impregnó. La porosidad y

dolomitización en la parte superior indica que la dolomitización no se

relaciona al evento de fracturamiento que carga al yacimiento (mayor

posibilidad es que sea a través de estilolitas y fracturamiento asociado

como se ha mencionadoanteriormente en este capítulo). Esto es evidencia

de que la porosidad vugular en cuestión no está relacionada a disolución

asociada a generación e incursión de hidrocarburos. Por lo tanto la

dolomitización masiva es pre-emplazamiento de hidrocarburos.

• La evidencia petrográfica indica que la dolomitización en vúgulos no está

directamente relacionada con la incursión de hidrocarburos, solo los

vúgulos conectados por un evento de fracturamiento subsecuente

alimentan los vúgulos y como se verá más adelante los ensanchan, o crean

nuevos.

• Evidencias texturales producto de análisis detallado petrográfico,

fluorescencia UV y catodoluminiscencia. Revelan que lo que podría llamarse

cementación de un vúgulo no es más que dolomita de reemplazamiento en

un clasto texturalmente grueso. Los centros de luminiscencia similar a la

matriz y los múltiples sitios de nucleación (de arreglo caótico no un arreglo

de crecimiento de pared hacia el centro de los cristales), las características

texturales descritas en el capítulo de resultados, distribución y arreglo de

cristales.

162
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Disolución de carbonatos y generación de porosidad vugular por incursión

de ácidos orgánicos

Con los trabajos de Surdam et al., (1984); Surdam y Crossey, (1985) los

ácidos orgánicos fueron considerados responsables de generación de porosidad

vugular. Su hipótesis sugiere que los ácidos orgánicos son liberados de la roca

madre antes de la generación del petróleo. Esos ácidos expelidos generan

porosidad vugular durante la migración del petróleo, mejorando así el potencial

de rocas almacenadoras de hidrocarburos.

En el Campo Cantarell, este modelo puede funcionar para la disolución de

material carbonatado que se produce a través de estilolitas generando vugulos y

/o aumentando la porosidad previa. También podría interpretarse como los

responsables de la mejora de la permeabilidad comunicando porosidad

preparando así las vías para la posterior carga de hidrocarburos en Cantarell (Fig.

VIII-6 a VIII-9).

163
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Porosidad vugular originada por ácidos orgánicos Figura VIII.6
Fracturas que conectan vugulos. La forma de los vugulos ha sido modificada
por disolución causada por el paso y relleno de hidrocarburos.

164
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Porosidad vugular originada por ácidos orgánicos Figura VIII.7
Modificación de porosidad por fluidos relacionados al emplazamiento de HC
(a,b,c,). d) detalle de residuo oscuro producto de disolución de dolomita, este
remanente de disolución está compuesto por una mezcla porosa de polvo de
dolomita con hidrocarburo. Este tipo de disolución también es común que
afecte bordes de cristales (e) y matriz (f).

a b

C-2052N1

c d

e f

165
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Porosidad vugular originada por ácidos orgánicos Figura VIII.8
Disolución que genera porosidad vugular a partir de fracturas y estilolitas.
Disolución no asociada a procesos de dolomitización. Observese que el
sistema poroso no es selectivo de la fábrica.

166
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

Proceso de dolomitización y generación de porosidad vugular Figura VIII.9

Proceso de dolomitización y generación de porosidad vugular

Depósito de la becha carbonatada del KT

Sepultamiento y fracturamiento
generación de compresivo y
estilolitas-vias estilolitas
para circulación tectónicas
de fluidos circulación de
diagenéticos fluidos
dolomitizantes

Proceso de dolomitización y
dolomitización- generación de
diversidad porosidad vugular
textural de diferencial entre clástos
dolomitas

Incremento de de
la porosidad por
Fracturamiento tectónico ensanchamiento
distensivo-reapertura de de vugulos y
estilolitas tectónicas- fracturas-
conductos para disolución incursion de HC
por la acción de ácidos al yacimiento
orgánicos

También existe evidencia en cristales de dolomita que son corroídos ya sea en

sus bordes o a través de sus planos de crecimiento y crucero y donde se han

atrapado inclusiones de hidrocarburos, evidenciando que el petróleo mismo pudo

ser el agente corrosivo. En la muestra 2277 se observan evidencias de disolución

de dolomita por hidrocarburos. Los planos de crecimiento de la dolomita son

planos de debilidad para la disolución. Existe una parte importante de la matriz

que se puede volver receptora de hidrocarburos, esto ocurre siempre asociada a

167
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
vúgulos que han sido agrandados por disolución donde este efecto ha penetrado

a manera de halo alrededor del vúgulo parte de la matriz, el mejor de los casos es

cuando esta matriz está dolomitizada por dolomita de grano medio a grueso con

cristales planares-e, la disolución afecta los límites entre los cristales y no se

requiere un volumen importante a disolver para que los hidrocarburos se alojen

entre la porosidad intercristalina.

168
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

VIII.5 Mineralogía asociada a eventos postdolomitización y

disolución

La evolución de los paleofluidos post-dolomitización consiste de la precipitación

de minerales en varias etapas.. Existe una etapa relacionada a los fluidos post

dolomita donde ha precipitado anhidrita y otra parte donde los fluidos están

relacionados a disolución con precipitación de pirita y marcasita. Una segunda

etapa de disolución está relacionada a la precipitación de calcita y donde fluidos

saturados en carbonato de calcio relacionados a incursión de hidrocarburos y que

han interactuado con domos salinos. También se presentas fluidos más tardíos

relacionados a corrosión de carbonatos donde ha precipitado cuarzo.

La distribución de las paragénesis dentro del campo permite diferenciar dos

zonas de precipitación importante de esta última calcita escalenoédrica en la

parte norte con los pozos 3001, 3002D, 3003D y otra en la porción Suroriental

del Campo con los pozos Chac-1 y Chac-2. También la precipitación de anhidrita

está restringida a ésta última porción del Campo. El cuarzo ocurre en la parte

central. Las temperaturas encontradas en las calcitas escalenoédricas y cuarzo,

son menores que las encontradas para las dolomitas y anhidrita evidenciado fases

diagenéticas de precipitación tardía. Por su parte la anhidrita es posterior a

dolomita barroca con cristales tabulares hasta de 3 cm.

169
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

VIII.6 Incursión de hidrocarburos e interacción con domos

salinos

Durante el evento distensivo relacionado a la incursión de ácido orgánico ocurre

emplazamiento de domos salinos a través del fracturamiento que vincula también

fluidos diagenéticos que generan precipitación de calcita y forman parte de vías

de migración e incursión de hidrocarburos al yacimiento.

La importancia de estos eventos es que en su inicio sirvieron como vías para el

conducto de fluidos agresivos que disuelven carbonatos. Este es el evento

diagenético más importante para la formación del yacimiento en la brecha KT del

campo Cantarell. Para su formación se requirieron dos fenómenos coincidentes en

el tiempo. El cambio de régimen tectónico de compresivo a distensivo con la

generación de un sistema de fallas normales e intenso fracturamiento. Los efectos

de este fracturamiento generaron vúgulos y reactivaron fracturas antiguas así

como estilolitas. Este evento por lo tanto conectó gran parte del sistema poroso

previo. Corresponde al último evento de fracturamiento que ha sido observado en

el Campo Cantarell y se caracteriza por fracturas no cementadas impregnadas de

hidrocarburos. Su origen post-dolomitización está evidenciado porque corta a los

cementos de dolomita que rellenan cavidades. Este fracturamiento es muy

importante porque comunica a las porosidades formadas previamente y por tanto

aumenta la porosidad y la permeabilidad de la brecha calcárea. Ejemplos de este

fracturamiento se observan en muestras de núcleo de los pozos C-418D (N-2),

Chac1 (N-5 y N-6), Chac-2, C-2092D, C-269D (N-1); los dos primeros del bloque

autóctono (Sihil).

170
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular

VIII.7 Composición de hidrocarburos y condiciones iniciales

PVT en el Campo Cantarell

Composición de paleofluidos de petróleo en la brecha KT del Campo Cantarell

Derivado de los estudios composicionales de inclusiones fluidas el aceite atrapado

en inclusiones es aceite pesado (Figs. VIII-10 y VIII-11) excepto en la muestra C-

3001 donde han sido detectados aceites ligeros (ver anexo1). El CO2 está presente

con una concentración mol % entre 0 y 1. No se observaron gas o condensados en

las inclusiones. Fueron identificadas diferentes tipos de inclusiones de petróleo:

inclusiones incoloras con fluorescencia azul y contenido de alcanos ligeros,

inclusiones amarillas a café con color de fluorescencia amarillo pálido a café y

contenido de alcanos pesados. El aceite está asociado con sal y salmueras en la

calcita escalenoédrica pero no se observaron cubos de sal en dolomita.

Las inclusiones acuosas son pobres en metano. Posiblemente debido a que el

agua en equilibrio con los aceites pesados pobres en metano de Cantarell también

contiene escaso metano.

171
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Composición de hidrocarburos Figura VIII.10

CLSM

30

25

20
Gas (Fv %)

15
Aceite volátil

10 Aceite pesado

0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
Th C

172
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
Composición de hidrocarburos Figura VIII.11

curva AB

0.9
Gas seco
Gas húmedo
0.8

0.7 Condensado

0.6

Aceite ligero
0.5
b

0.4

Aceite pesado
0.3

0.2

0.1

0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1 1.1
a

Paleo-condiciones PVT de paleofluidos de petróleo

Las condiciones de temperatura de entrampamiento caen entre 100 y

130°C. Las condiciones de presión son variables con sobre presiones

extremadamente altas (≥ 1Kbar) para las muestras C-2074, C-2052 y C-3001,

deducidas a partir de las isocoras con la Th más baja. Tales presiones altas

podrían corresponder a condiciones litostáticas alcanzadas en las primeras etapas

de la saturación de aceite del yacimiento. Otro régimen de presión alrededor de

400bar es deducido de las muestras C2074, C-2277 y C-3001. Esas condiciones

podrían corresponder a condiciones hidrostáticas inducidas por fracturamiento.

Finalmente regimenes de baja presión (<350 bar) y podrían ser interpretados

173
VIII Modelo de dolomitización y origen de la porosidad vugular
como el resultado de la producción de aceite actual marcado por disminución de

presión (ver figuras en capítulo VII).

La presión que decrece con el tiempo podría ser la responsable del

“stretching” de las inclusiones. Por consecuencia, reequilibrio transformaciones

post-entrampamiento podría ser la explicación para el amplio histograma de Th

para las inclusiones de petróleo. El stretching podría marcar los diferentes

episodios del decremento de la presión confinante. Las inclusiones con

hidrocarburos ligeros y de color claro muestran la Th mayor. Las inclusiones de

petróleo con muy baja Th son de color y características de aceites pesados. Este

tipo de aceite podría haber llegado al yacimiento primero mientras que el aceite

más ligero pudo hacerlo después.

174
Conclusiones

Conclusiones

Las evidencias geoquímicas y texturales sugieren la dolomitización de la brecha

KT a partir de una historia de “sepultamiento” termo-bárica, en donde los fluidos

dolomitizantes están probablemente relacionados con los fluidos expulsados por

la implantación del régimen tectónico compresivo.

Ell modelo de dolomitización masiva sugerido corresponde con un escenario

concordante con el subambiente diagenético de “zona de cinturón cabalgado”

donde el bombeo de fluidos y fuente de magnesio sería a partir de lo fluidos

expulsados durante el evento compresivo de la formación de la estructura de

Cantarell.

Los fluidos dolomitizantes se caracterizaron por presentar altas temperaturas,

comprendidas entre 80 y 120°C, predominando los valores entre 100 y 110°C, y

localmente altas presiones tal y como se deriva del modelado PVTX. Asímismo la

presencia de fluidos calientes en la génesis de la dolomitización en la brecha KT

ha sido corroborada mediante el comportamiento de la composición isotópica del

oxígeno en las dolomitas.

El comportamiento de los halógenos en inclusiones fluidas sugiere la presencia de

una solución de origen marino, evolucionada mediante evaporación, intercambio

agua/roca y muy posiblemente dilución con salmueras de menor salinidad, ya que

las relaciones Na/Brm y Cl/Brm entre otras, se corresponden con aguas de mayor

175
Conclusiones

salinidad que la encontrada en las inclusiones fluidas indicando, por tanto, que el

origen de los solutos está ligado a salmueras de origen evaporítico.

También se determinó con base en relaciones petrográfica y catodoluminiscencia

que la primera generación de porosidad vugular en la brecha BKS es congénita al

proceso de dolomitización masiva.

El origen de la porosidad vugular final presente en el Campo Cantarell está

relacionada en parte a la incursión de ácidos orgánicos a través de fracturas y

estilolitas.

Parte importante de la incursión de hidrocarburos está íntimamente ligada al

fracturamiento desarrollado al evento tectónico distensivo y por tanto al

emplazamiento de domo salino al este del Campo.

176
Anexo

ANEXO

Modelado PVTX

Se seleccionaron 5 muestras para el modelado PVTX de los fluidos

atrapados como inclusiones fluidas en los cementos de calcita y dolomita

estudiados. Estos estudios se realizaron en el laboratorio del CREGU-G2R-UHP de

Nancy (Francia) y estuvieron a cargo del Dr. Jacques Pironon. El estudio

comprende la identificación del origen y tipo composicional de las inclusiones

fluidas a partir de su análisis mediante microscopía de luz transmitida,

fluorescencia UV, microespectrometría Raman, micro-FT-IR, microscopía confocal

láser (CLSM) y el modelado de los resultados mediante el software AIT(Aqueos

Inclusion Thermodinamics) y PIT (Petroleum Inclusion Thermodinamics) (Pironon

et al.,1998, Pironon et al., 2001, Thiery et al., 2000 ).

Las muestras de dolomita fueron elegidas en función de su

representatividad textural por lo que han sido incluidas en este estudio dolomitas

de reemplazamiento y cemento de dolomita, ambos presentes cada muestra.

También se han incluido dos muestras de calcita escalenoédrica.

Los estudios microtermométricos se realizaron tanto sobre inclusiones

acuosas como inclusiones de hidrocarburos. Inicialmente, se determinaron las

temperaturas de homogeneización, sin exceder los 150ºC para evitar una posible

decrepitación térmica de las inclusiones. Debido a que las inclusiones fluidas

contenidas en carbonatos pueden decrepitar durante los ensayos

177
Anexo

microtermométricos a baja temperatura, debido a la expansión de las fases

sólidas formadas, la obtención de temperaturas de fusión del hielo fue limitada

para evitar la destrucción de las mismas. La homogeneización de las inclusiones

acuosas fue siempre por desaparición de la burbuja de vapor. Cuando la burbuja

de vapor o de gas es de alta movilidad, las mediciones pueden ser realizadas con

precisión. Sin embargo, la fase de vapor y/o gas frecuentemente se fija a la pared

de la inclusión y no se mueve con el incremento de la temperatura. En este caso la

Th se determinó etapa por etapa mediante una serie de episodios de

enfriamiento-calentamiento (Método cíclico ver Goldstein y Reynolds, 1994).

A1.2.1 Muestra 2052

Esta muestra está constituida por dolomita de reemplazamiento barroca y

cemento de dolomita barroca; en este último se realizó el estudio. La apariencia

oscura de los cristales de dolomita zonados es debida a la presencia de

inclusiones decrepitadas naturalmente.

Esta muestra contiene inclusiones fluidas acuosas bifásicas (liquido +

vapor) a temperatura ambiente (Figura A1-1). Las Th medidas presentan valores

que varían entre 75 y 120°C, con dos máximos situados entre 85°C y 110°C

(Figura A1-2). Las temperaturas de fusión del hielo en las inclusiones acuosas

varían entre –8°C y 0°C (Figura A1-2). Las temperaturas de homogeneización más

altas probablemente son debidas a alteraciones inducidas por el calentamiento de

la muestra.

178
Anexo

Las inclusiones de hidrocarburos petrográficamente parecen haber sido

atrapadas al mismo tiempo que las acuosas (Figura A1-1). Las inclusiones de

hidrocarburos son bifásicas de color café e incoloras. Estas últimas fueron

reconocidas por emitir fluorescencia color azul, mientras que las de color café

emiten fluorescencia de color amarillo crema. Las temperaturas de

homogeneización de estas inclusiones varían entre –25 y +120°C (Figura A1-2). El

histograma de distribución muestra un máximo situado a 105°C. No se observó

relación alguna entre el color de fluorescencia de las inclusiones y la Th. Es de

destacar que la Th media de las inclusiones de hidrocarburos es mayor que la Th

media de las inclusiones acuosas estudiadas, por lo que es la primera vez, que se

reporta este comportamiento.

179
Anexo

Petrografía de inclusiones fluidas-Muestra Figura A1-1


2052

a) Inclusiones de agua, b) inclusiones de


hidrocarburos, c) inclusión de hidrocarburo y
correspondiente fluorescencia UV en d)

a b
23

24
1

10

100 µm 15 µm

c d

100 µm

180
Anexo

Microtermometría de inclusiones fluidas Figura A1-2

181
Anexo

Microespectrometría Raman

La tabla A1.1 muestra los resultados del contenido de metano en las inclusiones

de las muestras estudiadas. De 14 inclusiones estudiadas en esta muestra se

observaron nueve inclusiones con contenido de metano por debajo de los límites

de detección. Para las restantes 5 la concentración de metano es muy baja, de

entre 0.00129 y 0.0408 molal.


Raman Tabla A1.1

Contenido de Metano Datos Raman Tabla1

Muestra Inclusión espectro TC A (CH4) A(H2O) (CH4)/(H2O) m(CH4) Th m(CH4)


C-3001 100 t128-t132 130 335 3542473 0.000095 0.0056 78.1 0.0056
C-3001 101 t130 130 254 1539148 0.000165 0.0092 una fase 0.0092
C-3001 105 t134 100 613 1768636 0.000347 0.0228 78.2 0.0228
C-3001 104 t136 100 139 2307784 0.00006 0.003 77.8 0.003
C-3001 108 t135 100 318 2246540 0.000142 0.009 78.3 0.009
C-2052 21 t794 110 740 2793984 0.000265 0.0159 97.6 0.0159
C-2052 34 t796 110 0 1539148 0 0 83.1 0
C-2052 35 t797 110 1100 1763664 0.000624 0.0408 84.2 0.0408
C-2052 37 t798 110 0 2307784 0 0 84.2 0
C-2052 39 t799 110 0 2246540 0 0 85.9 0
C-2052 40 t800 110 0 2246540 0 0 80.4 0
C-2052 10 t801 110 1154 4407308 0.000262 0.0158 110.1 0.0158
C-2052 11 t802 110 0 0 0 0 11.5 0
C-2052 46 t803 110 1310 5801376 0.000226 0.0137 84.9 0.0137
C-2052 12 t804 110 861 4016197 0.000214 0.0129 90.3 0.0129
C-2052 3 t805 110 0 0 0 0 109.6 0
C-2052 1100 t806 110 0 0 0 0 87.7 0
C-2052 101 t807 110 0 0 0 0 82.9 0
C-2052 103 t808 110 0 0 0 0 83 0
C-2074 A25 t886 130 742 903552 0.000821 0.0563 >150 0.0563
C-2277 59 t1032 120 620 776825 0.000798 0.0557 91 0.0557
C-2277 60 t1033 120 182 660772 0.000275 0.0195 89.8 0.0195
C-2277 58 t1034 120 620 870789 0.000712 0.0502 108 0.0502

Microespectrometría FT-IR

Los resultados de micro-FT-IR en cinco inclusiones fluidas de hidrocarburos

estudiadas muestran la presencia de componentes alifáticos, CO2 y CH4 (tabla A1-

2). El contenido de CO2 varía de 0.4 a 1 mol%, el contenido de CH4 varía de 22.7 a

34.7 mol%, la relación alifática CH2/CH3 corresponde con la estimada de la cadena

alifática larga y varía de 1.4 a 3.3. Las inclusiones incoloras muestran las

relaciones más bajas de CH2/CH3

182
Anexo

FTIR Tabla A1.2

Contenido de gas Datos FTIR Tabla 2

Muestra espectro n inclusión (CH4)m (CO2)m (Alk)m CH2/CH3m


C-99 JP930 1 19.6 0.3 80.1 5.3
C-99 JP931 2 29.7 0.2 70.2 3.2
C-99 JP932 34 31.9 0 68.1 4.1
C-99 JP933 100 33.3 0.1 66.6 3.9
C-99 JP935 47 30.8 0.5 68.7 4
C-99 JP936 102 46.1 0.2 53.7 4.8
C-99 JP937 103 32.2 0 67.8 5.8
C-2052 JP938 16 34.7 1 64.3 3.3
C-2052 JP939 29 36.9 0.5 62.6 1.9
C-2052 JP940 23 34.5 0.5 65 3
C-2052 JP941 1 32.4 0.4 67.2 1.4
C-2052 JP942 2 22.7 0.9 76.5 3.3
C-2074 JP943 1 11.8 0.8 87.3 3.3
C-2074 JP944 a1 24 0.5 75.4 3
C-2074 JP945 2 22.8 0.6 76.7 2.2

Microscopía Confocal Láser (CLSM)

Los resultados de las mediciones volumétricas para 10 inclusiones se presentan

en la tabla A1-3 . El porcentaje de gas de las inclusiones varía entre 1.5 y 20.4%.

183
Anexo

CLSM Tabla A1.3

Mediciones volumétricas CSLM tabla3

Muestra inclusión volumen de volumen de Fv (gas%) Th C Fv (gas%)


fase vapor inclusión
C99 47 2504 36695 6.4 102.1 6.4
C99 48 16 606 2.6 75.7 2.6
C99 84 357 2656 11.8 112.4 11.8
C99 54 27 957 2.8 79.8 2.8
C99 53 82 3000 2.7 74.3 2.7
C99 63 4 207 1.7 74.7 1.7
C99 2 45 2565 1.7 73.4 1.7
C99 7 144 2065 6.5 81.9 6.5
C99 30 128 3729 3.3 96.9 3.3
C-3001 63 7417 19373 27.7 92.3 27.7
C-3001 69 10 486 2 41.1 2
C-3001 71 4986 19301 20.5 136.5 20.5
C-3001 72 239 5083 4.5 45.1 4.5
C-3001 55 54 1847 2.9 56.4 2.9
C-3001 58 24 1060 2.3 34 2.3
C-3001 57 128 1712 6.9 53.6 6.9
C-3001 59 6 533 1 50.2 1
C-2052 17 12 500 2.4 95.6 2.4
C-2052 23 258 5800 4.3 104.1 4.3
C-2052 29 299 2253 11.7 116.8 11.7
C-2052 1 435 2872 13.1 119.9 13.1
C-2052 2 113 3191 3.4 90.9 3.4
C-2052 4 60 1446 4 93.1 4
C-2052 45a 51 790 6.1 103.4 6.1
C-2052 45b 39 488 7.4 7.4
C-2052 45c 1 97 1.5 86.1 1.5
C-2052 43 1231 4809 20.4 101.5 20.4
C-2074 a1 493 5348 8.4 100.9 8.4
C-2074 a2 92 1220 7 102.2 7
C-2074 a3 29 794 3.5 101 3.5
C-2074 a4 33 1418 2.3 106.4 2.3
C-2074 a5 950 26637 3.4 89.7 3.4
C-2074 b1 523 6400 7.6 7.6
C-2074 b2 65 4070 1.6 133.3 1.6
C-2277 51 33 1090 3 67.9 3
C-2277 54 11 277 4 88.8 4
C-2277 55 40 1025 3.8 94.3 3.8

Modelado PVTX

En la figura A1-3 se ha representado las isopletas e isocoras calculadas mediante

los datos obtenidos. La ubicación de la isopleta del petróleo es característica de

los aceites pesados. No se observa intersección alguna entre las isocoras

calculadas para las inclusiones acuosas y las calculadas para las inclusiones de

hidrocarburos. Únicamente una isocora de hidrocarburo intercepta la base de una

184
Anexo

isocora acuosa a 80 bares y 100ºC. Todo ello parece indicar que las inclusiones

acuosas y de hidrocarburos no son contemporáneas. Este hecho vendría apoyado

por la ausencia de cantidades importantes de metano en las inclusiones acuosas,

indicando que no existiría equilibrio termodinámico entre las fases acuosa y de

hidrocarburo.

Modelado PVTX Figura A1-3


(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora de agua)

185
Anexo

A1.2.2 Muestra C-2074

Esta muestra consiste de dolomita de reemplazamiento barroca y

cemento de dolomita barroca. Las inclusiones fluidas (acuosas e hidrocarburos) se

localizan en los sobrecrecimientos de cemento de dolomita barroca (Figura A1-

4).

Las inclusiones acuosas son monofásicas a bifásicas y presentan

temperaturas de homogeneización que varían de 80 a 140°C, con un máximo de

distribución bien delimitado situado a 110°C(Figura A1-5).. La homogeneización

ocurre en fase líquida. Las temperaturas de fusión del hielo en las inclusiones

acuosas se localizan entre –10 y –1°C, con un máximo de distribución situado a –

4°C y que corresponde a una salinidad del 6 % en peso eq. de NaCl (Figura A1-5).

Cuando pudo ser medida, la temperatura eutéctica del sistema acuoso se sitúa

alrededor de –30°C indicando la presencia de otros cationes además del Na+. Las

inclusiones acuosas parecen presentar una población principal de salinidad baja a

intermedia y Th de 110°C.

Las inclusiones de petróleo son bifásicas, con colores que van del amarillo

al rojo y colores de fluorescencia variables (azul intenso, amarillo pálido, café

claro), también se presentan escasas inclusiones monofasicas incoloras con

colores de fluorescencia azul. Las inclusiones de hidrocarburos están asociadas

con inclusiones acuosas. Algunas inclusiones de hidrocarburo (Figura A1-4)

muestran la presencia de una fase acuosa adicional. Las inclusiones rojas

muestran una rara heterogeneidad de su contenido, su color y fluorescencia no

son uniformes.

186
Anexo

Solo una Th ha sido medida cerca de –2°C para las inclusiones de

hidrocarburos
Petrografía de inclusiones fluidas-Muestra Figura A1-4
2074

Inclusiones de hidrocarburo

100 µm 50 µm

20 µm 20 µm

187
Anexo

Microtermometría de inclusiones fluidas Figura A1-5

188
Anexo

Microespectrometría Raman

Unicamente fué posible el estudio de una inclusión en esta muestra con contenido

de metano muy bajo de 0.0563 molal (tabla A1-1).

Microespectrometría FT-IR

Los resultados de micro-FT-IR en tres inclusiones fluidas de hidrocarburos

estudiadas muestran la presencia de componentes alifáticos, CO2 y CH4 (tabla A1-

2). El contenido de CO2 varía de 0.5 a 0.8 mol%, el contenido de CH4 varía de 11.8

a 24.0 mol%, la relación alifática CH2/CH3 corresponde con la estimada de la

cadena alifática larga y varía de 75.4 a 87.3. Esta muestra presentó los contenidos

más bajos de metano.

Microscopía Confocal Láser (CLSM)

Los resultados de las mediciones volumétricas para 7 inclusiones se presentan en

la tabla A1-3 . El porcentaje calculado de gas de las inclusiones varía de 1.6 a

8.4%.

Modelado PVTX

El diagrama P-T de la muestra C-2074 (figura A1-6) muestra dos isopletas y sus

correspondientes isocoras de petróleo y únicamente una isopleta de una inclusión

acuosa. Esta inclusión tiene Th mayor de 150°C, probablemente debida al intenso

stretching creado durante el muestreo o la preparación de la muestra. La

ubicación de las isopletas de petróleo es característica de un aceite pesado. La

intersección de las isocoras de petróleo y acuosas cae en tres dominios de P-T:

189
Anexo

1000 bar/120°C, 400 bar/125°C y 200 bar/115°C alcanzadas durante la caida de

presión en el yacimiento.
Modelado PVTX Figura A1-6
(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora de agua)

A1.2.3 Muestra C- 2277

Esta muestra está constituida por cristales zonados de dolomita con

centros turbios y sobrecrecimientos transparentes. Es comun la presencia de

aceite residual que impregna los espacios intercristalinos dejados por los cristales

del cemento de dolomita.

190
Anexo

Las inclusiones acuosas son de dos fases y muestran un amplio rango de

valores de Th, de 75 a 120ºC (Figura A1-7). Las temperaturas de fusión de

inclusiones acuosas se midieron en tres tipos de inclusiones: inclusiones de dos

fases (L+V) a baja y alta temperatura; inclusiones de dos fases (L+V) a alta

temperatura; e inclusiones de tres fases (Lo+Lw+V, Lo= aceite líquido, Lw=agua

líquida, V=vapor), El histograma de temperaturas de fusión (Figura A1-7) muestra

una distribución de Tm entre -10 y 0°C. Se obtuvieron dos valores de salinidades

a Tm de -10°C (14 w% NaCLeq) y Tm de -4ºC (6.5 wt% NaCl eq.). La temperatura

de fusión de una inclusión de tres fases fue de -4ºC.

Las inclusiones de hidrocarburos se localizan en los bordes de las zonas de

crecimiento de los cristales dolomita. Estas inclusiones están asociadas con

inclusiones que en su momento fueron impregnaciones de hidrocarburos y por

recristalización fueron entrampadas como inclusiones fluidas. Dos tipos de

inclusiones fluidas de hidrocarburo fueron observadas mediante fluorescencia UV:

(1) inclusiones fluidas oscuras que presentan color de fluorescencia café; (2)

inclusiones fluidas de color amarillo claro que presenta con color de fluorescencia

en amarillo intenso. En algunos casos, las inclusiones de hidocarburo sufrieron

stretching y dieron origen a pequeñas inclusiones “satélite”.

La homogenización de las inclusiones de hidrocarburos es a fase líquida. El

histograma de Th (Figura A1-7) es amplio con un rango de de 45 a 120º C, con

moda de Th en 95ºC.

191
Anexo

Microtermometría de inclusiones fluidas Figura A1-7

192
Anexo

Microespectrometría Raman

Tres inclusiones fluidas fueron estudiadas en esta muestra resultando contenido

bajo en metano que varía de 0.0195 a 0.0557molal (tabla A1-1).

Microespectrometría FT-IR

Esta muestra no presenta las características necesarias para ser estudiada por

esta técnica. Se requiere la presencia de inclusiones grandes (>20 µm) y de una

gran transparencia del cristal de carbonato en las vecindades de la inclusión.

Microscopía Confocal Láser (CLSM)

Los resultados de las mediciones volumétricas para 3 inclusiones se presentan en

la tabla A1-3. El porcentaje de gas de las inclusiones varía de 3.0 a 4.0%.

Modelado PVTX

El diagrama P-T (Fig. A1-8) muestra intersecciones (la intersección representa el

punto donde dos fluidos coexisten a la misma presión y temperatura, para este

caso los HC y el agua de las inclusiones fluidas) entre isocoras acuosas y de

petróleo a presiones más bajas de 400bar y temperaturas entre 100 y 115C. Las

isopletas de inclusiones acuosas se localizan encima de las isopletas de

inclusiones de hidrocarburos que se ubican a muy bajas presiones.

193
Anexo

Modelado PVTX Figura A1-8


(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora deagua)

A1.2.4 Muestra C-3001

Esta muestra está compuesta por cristales de calcita (calcita escalenoédrica)

muy ricos en inclusiones fluidas dispuestas al azar en la calcita. Los cristales

presentan una apariencia oscura debido a que un gran número de inclusiones

aparecen decrepitadas y con evidentes pérdidas de fluido (Figura A1-9).

Las inclusiones acuosas son bifásicas y se encuentran dispersas en el seno

de los cristales de calcita. Estas inclusiones homogeneizan por desaparición de la

burbuja de vapor hacia la fase líquida. Las Th obtenidas varían entre 70 y 120°C,

con un máximo de distribución situado alrededor de 80°C (Figura A1-10). Las

194
Anexo

inclusiones bifásicas acuosas muestran gran variabilidad de Tmhielo con un

máximo localizado a –3°C (Figura A1-10), aunque esta variabilidad no parece

estar controlada por la disposición de las inclusiones con respecto al cristal de

calcita, ya que las inclusiones con Tmhielo alrededor de –12ºC aparecen en la

misma zona que las inclusiones que presentan menor salinidad. Las temperaturas

eutécticas medidas se sitúan entre –46 y –40°C, sugiriendo la presencia de otras

sales en solución (CaCl2) además de NaCl.

Las inclusiones de hidrocarburo presentan una morfología que varía desde

cristales negativos hasta formas irregulares elongadas. Bajo luz polarizada, las

inclusiones de hidrocarburos presentan un cambio importante en su relieve según

la orientación: el contorno de la inclusión desaparece en una orientación y es muy

contrastado a 90º, hecho que indica que el índice de refracción del aceite es muy

similar al de la calcita, aproximadamente de 1.5. El número de fases presente en

estas inclusiones varía de una (monofásica) a cuatro (tetrafásica) (Figura A1-9).

Las características físicas exhibidas por las inclusiones con hidrocarburo

son muy variables, con morfologías que van desde cristales negativos hasta

elipsoidales, y colores que va café a amarillo claro o incoloras. Las inclusiones

incoloras son normalmente monofásicas; las inclusiones amarillas tienen un

contenido en fases muy variable mientras que las inclusiones café son en la

mayoría de los casos tetrafásicas. La respuesta fluorescente a la luz UV en estas

inclusiones es variable tanto en color como intensidad. Generalmente, las

inclusiones amarillas presentan colores que varían desde el azul grisáceo hasta

café pálido (Figura A1-9); las inclusiones de color café presentan una

195
Anexo

fluorescencia que varía entre color café-crema a café muy pálido y las inclusiones

incoloras presentan colores de fluorescencia azules. Las inclusiones trifásicas

están compuestas por hidrocarburo, salmuera y gas (LHC+Laq+Vgas) o por

hidrocarburo, gas y sólido (LHC+V+S). Las inclusiones tetrafásicas están

compuestas por aceite, agua, gas y sólido (LHC+Laq+Vgas+S). La fase sólida suele

ser un cubo perfecto de halita (Figura A1-9) o un mineral redondeado de índice

de refracción alto, probablemente calcita. La fase acuosa dentro de las inclusiones

de color café se encuentra dispersa en el hidrocarburo bajo la forma de pequeñas

gotas (Figura A1-9).

Las temperaturas de homogeneización de las inclusiones de hidrocarburos

varían de –25 a +140°C (Figura A1-10). El histograma es muy amplio con un

posible máximo situado a +55°C. Las temperaturas de homogeneización bajas se

obtuvieron después del congelamiento entre 0 o -20°C. Es de destacar que

raramente la burbujas son esféricas; ocasionalmente, se observa la nucleación de

dos o tres burbujas en una misma inclusión, sugiriendo que la nucleación se da

en un hidrocarburo de alta viscosidad (Figura A1-9).

196
Anexo

Petrografía de inclusiones fluidas- Muestra Figura A1-9


3001

Inclusiones fluidas multifásicas con sólidos


precipitados de diversa composición

(C -3 0 0 1 , 5 3 ) (C -3 0 0 1 , 6 0 )
c ra c k s

Vapor
phases

10 µm 5 µm
- 1 3 0°C - 4 7 °C

brine 10 µm
mineral

Gas phase

Brine droplets

197
Anexo

-150°C 25°C 130°C

ice
brine

NaCl
oil
gas

25 µm 25 µm

198
Anexo

Microtermometría de inclusiones fluidas Figura A1-10

199
Anexo

Microespectrometría Raman
Los resultados de concentración de metano para 5 inclusiones fluidas son bajos

variando entre 0.0030 y 0.0228 molal (tabla A1-1). En cambio se muestra un

incremento del contenido de metano con respecto a la salinidad del fluido acuoso.

Microespectrometría FT-IR

Esta muestra no presenta las características mínimas necesarias para poder ser

estudiada mediante esta técnica. Se requiere la presencia de inclusiones grandes

(>20 µm) y sobretodo de una gran transparencia del cristal de carbonato en

alrededor de la inclusión.

Microscopía Confocal Láser (CLSM)

200
Anexo

Los resultados de las mediciones volumétricas para 8 inclusiones se presentan en

la tabla A1-3. El porcentaje de gas de las inclusiones varía de 1 a 27.7%. Este

último valor es el más alto registrado considerando todas las muestras

estudiadas.

Modelado PVTX

El diagrama P-T de la muestra C-3001 es muy diferente a las otras

muestras analizadas. Las isopletas calculadas para las inclusiones de petróleo

aparecen a altas presiones, correspondiéndose con la presencia de aceites ligeros.

En cambio, las inclusiones acuosas son pobres en metano y sus isopletas se

localizan a muy bajas presiones. Como el fluido acuoso no está saturado en

metano, no se puede considerar que ambos tipos de inclusiones (salmuera e

hidrocarburos) fueron atrapadas al mismo tiempo. El aceite ha migrado

probablemente junto con un fluido altamente salino. Lo sorprendente es la

ausencia de inclusiones acuosas altamente salinas. La presencia de gotas de agua

en aceite es un buen indicador de la mayor mojabilidad del aceite que el agua en

la calcita. Esta observación podría explicar el transporte de agua en emulsiones de

aceite y por tanto la ausencia de una fase individual de salmuera.

Se observa (Figura A1-11) una primera intersección de las isocoras

calculadas para ambos sistemas (hidrocarburos y salmuera) alrededor de 1100

bar/110ºC: esta corresponde a las inclusiones de petróleo con Th muy baja. Un

segundo dominio se observa para presiones mayores o iguales a 450bar y

temperaturas entre 100 y 130C.

201
Anexo

Modelado PVTX Figura A1-11


(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora deagua)

A1.2.5 Muestra C-99

Esta muestra está constituida por cristales de calcita espática muy ricos en

inclusiones fluidas (Figura A1-12).

Las inclusiones acuosas son bifásicas con temperaturas de

homogeneización entre 75 y 90°C (Figura A1-13), con homogeneización a fase

líquida. Debido a la frecuente destrucción de las inclusiones después del

congelamiento, solo algunas temperaturas de fusión fueron medidas en las

inclusiones acuosas. Las Tm varían entre –5 y –1°C (Figura A1-13). Considerando

202
Anexo

el bajo número de mediciones, no se propone la utilización de un diagrama Th vs.

Tm.

Las inclusiones de hidrocarburo se localizan hacia el centro de los cristales

o a lo largo de zonas de crecimiento. Las inclusiones de hidrocarburo pueden ser

monofásicas incoloras hasta tetrafásicas de color amarillo a café rojizo. Sus

formas varían de pseudo-esféricas a muy irregulares (Figura A1-12). Las

inclusiones tetrafásicas están compuestas por hidrocarburo, agua, gas y un

sólido (LHC+Laq+Vgas+Scalcita/halita). El sólido muestra un alto índice de refracción y

contornos redondeados, tratándose probablemente de calcita. El tamaño de las

inclusiones es muy variable y se sitúa entre 1 y más de 100 µm de diámetro. Los

colores de fluorescencia varían desde el azul en las inclusiones monofásicas, a

café en las polifásicas (Figura A1-12), con un rango amplio de intensidad. Sus

temperaturas de homogeneización están comprendidas entre 60 y 110°C con un

máximo de distribución alrededor de 75°C (Figura A1-13). Se han observado

diversas inclusiones de hidrocarburo en las que aparecen sólidos orgánicos

alrededor de una grán burbuja de gas. La Th en estas inclusiones es superior a

150°C, por lo que parece tratarse de inclusiones que han sido afectadas por

fenómenos post-atrapamiento. La gran cantidad de gas junto con la presencia de

sólidos (bitumen) indica la degradación de los hidrocarburos presentes en dicha

inclusión.

El comportamiento térmico de las inclusiones de hidrocarburo de cuatro

fases es muy especial y puede ser descrito para la inclusión de la figura A1-12 .

Esta inclusión contiene un sólido redondeado, un hidrocarburo líquido, una fase

203
Anexo

líquida acuosa y una fase de vapor. El congelamiento de las fases acuosas y del

aceite fue observado a temperaturas por debajo de –50°C, apareciendo fracturas y

fases sólidas. Durante el calentamiento de la inclusión se observa una fusión

continua de la fase de hidrocarburo. El eutéctico de la fase acuosa ocurrió a –

23.5ºC y también fue observado a la misma temperatura en las inclusiones

circunvecinas. Este dato indica la presencia de una salmuera con NaCl como

electrolito dominante; la fusión del hielo ocurrió a –2.3°C aunque aun existen

sólidos alrededor del mineral y en la fase gas. Estos funden a +18°C y pueden ser

asumidos como hidratos de gas. Durante el tratamiento térmico, fueron

observados cambios en la forma y volumen de la fase mineral.

204
Anexo

Petrografía de inclusiones fluidas-Muestra C-99 Figura A1-12


Inclusiones fluidas de hidrocarburo y
fluorescencia UV

50 µm 50 µm

50 µm

205
Anexo

25 µm
-150°C +2°C +30°C

Microtermometría de inclusiones fluidas Figura A1-13

206
Anexo

Microespectrometría Raman

Debido a la emisión de fluorescencia de esta muestra al ser iluminada con el haz

láser, no se pudieron obtener datos de concentración de metano.

Microespectrometría FT-IR

Los resultados de FT-IR en siete inclusiones fluidas de hidrocarburos estudiadas

muestran la presencia de componentes alifáticos, CO2 y CH4 (tabla A1-2). El

contenido de CO2 varía de 0 a 0.5 mol%: el contenido de CH4 varía entre 19.6 y

46.1 mol%, la relación alifática CH2/CH3 corresponde con la estimada de la cadena

alifática larga y varía de 53.7 a 80.1.

Microscopía Confocal Láser (CLSM).

Los resultados de las mediciones volumétricas para 9 inclusiones se presentan en

la tabla A1-3. El porcentaje de gas de las inclusiones se obtuvo a 23ºC y varía de

1.7 a 11.8%.

207
Anexo

Modelado AIT-PIT

Para la muestra C-99, las Th de las inclusiones de agua son más bajas que las Th

de las inclusiones de petróleo (Figura A1-14). Consecuentemente no se puede

determinar claramente la intersección. Los sistemas de petróleo deducidos por el

análisis de inclusiones corresponde a tipos de aceite similares (aceites pesados).

La superposición de las isocoras acuosas y de petróleo da presiones de

atrapamiento y temperaturas menores que 350 bar y 100C.

Modelado PVTX Figura A1-14


(linea contínua = isocora de HC, linea
interrumpida = isocora deagua)

208
Referencias

Referencias

• Al-Aasm I.S., Packard J. J., 2000, Stabilization of early-formed dolomite: a tale


of divergence from two Mississippian dolomites, Sedimentary Geology V
131,3-4 p. 97-108

• Allan, J.R. and Wiggins, W.D., 1993, Dolomite Reservoirs: Geochemical


techniques for evaluating origin and distribution, AAPG Continuing Education
Course Note Series #36, 129 p.

• Amthor J.E., and Friedman G.M., 1992, Early –to Late- Diagenetic
Dolomitization of Platform Carbonates: Lower ordovician Ellenburger Group,
Permian Basin, West Texas, Jour. Of Sed. Petr. V.62, N-1, p. 131-144.

• Anisimov, L. A., 1978, Conditions of abiogenic reduction of sulfate in oil-and


gas-bearing basins. Geochem. Int. 15, 63-71 translated from Geokhimiya 11,
1692-1702.

• Aquino-Lopez, J,A. 1999, El Gigante Cantarell: Un ejemplo de producción


mejorada. Tercera conferencia internacional conjunta AMGP-AAPG, Octubre
10-13. Veracruz, México

• Banner J.L., Hanson G.N., Meyers, W.J., 1988, Determination of initial Sr


isotopic compositions of dolostones from the Burlington-Keokuk Formation
(Mississippian): Contraints from cathodoluminiscence, glauconite paragenesis
and analytical methods, Jour. Of Sed. Petr. V.58, N-4, p. 673-687.

• Blatt, H., Middleton, G., Murray, R., 1980, Origin of Sedimentary Rocks:
Prentice-Hall, New Jersey.

• Brady Patrick V., Krumhansl James L., 1996, Papenguth Hans W., Surface
complexation clues to dolomite growth, Geochimica Et Cosmochimica Acta v
60, n 4 ,p. 727-731

209
Referencias

• Bethke, C. M.,1986, Hydrologic constrainsts on the genesis of the Upper


Mississippi Valley district from Illinois Basin brines: Econ. Geol., Vol. 81, p.
233-249.

• Bjorlykke K, 1984, Formation of secundary porosity: how important is it? In:


McDonald DA, Surdam RC (eds) Clastic diagenesis. AAPG Mem. 37: 277-282.

• Bojorquez-Peralta M.-PEP. 2007, Cantarell, el campo más productivo de


México. Plataforma PEP, n3 pp.2-4.

• Bodnar, R.J 1992, Revised equation and table for freezing point depressions of
H2O- salt fluid inclusions (abs): PACROFI IV, Program and abstracts, Lake
Arrowhead, CA, v. 14, p.15.

• Bottrell, S.H.; Yardley, B.W.D. and Buckley, F., 1988, A modified crush-leach
method for the analysis of fluid inclusions electrolytes. Bull. Mineral., 11, 279-
290.

• Broomhall, R. W. And Allan, J. R. 1987, Regional caprock-destroying dolomite


on the Middle Jurassic to Early Cretaceous Arabian Shelf: SPE Formation
Evaluation, Vol. 2, p. 435-441.

• Burrus R. C. Cercone K.R. & Harris P M 1985, Timming of hydrocarbon


migration: Evidence from fluid inclusions in calcite cements, tectonics and
burial hystory. In carbonate cements revisted,vol,spec.pub . N36 (ED. Harris PM
& Schneiderman N.M) pp.277-289. Society of Economic Paleontologists and
Mineralogists.

• Carothers WW and Kharaka YK, 1978, Aliphatic acid anions in oil field waters-
implications for origin of natural gas. AAPG Bull 62: 2441-2453.

• Clayton, R. N., Skinner, H.C., Berner, R.A., and Rubinson, M. 1968, Isotopic
compositions of recent South Australian lagoonal carbonates Geochim.
Cosmochim. Acta. Vol. 32, p. 938-988

• Choqette P.W. y Pray L.C 1970, Geologic nomenclature and classification of


porosity in sedimentary carbonates. AAPG. Bull. 54, 207-250.

210
Referencias

• Choquette, P.W., and James, L.C., 1970, Geologic nomenclature and


classification of porosity in sedimentary carbonates: American Association of
Petroleum Geologists Bulletin, v. 54, p. 207-250.

• Chou L., Wollast R., 1985, Steady-state kinetics and dissolution mechanisms of
albite. Am J Sci 285, pp 963- 993.

• Corbella M. 2002, Modelización geoquímica de disolución de carbonatos por


mezcla de fluidos hidrotermales aplicada a los depósitos minerales. Tesis
Doctoral. Univ. Aut. De Barcelona.

• Corbella M and Ayora C.2003, Role of fluid mixing in deep dissolution of


carbonates. Geol Acta, v.1,N 4, 305-313.

• Crossey LJ, Surdam R C, Lahann R W, 1986, Application of organic/inorganic


diagenesis to porosity prediction. In Gautier (ed) Roles of organic matter in
sediment diagenesis. SEPM Spec Publ 38: 147-156.

• Davies G. R. y Smith L. B. 2006, Structurally controlled hydrothermal dolomite


resrvoir facies: an overview. AAPG Bull. V. 90. N 11, 1641-1690.

• Dickson J.A.D. 1966, Carbonate identification and genesis as revealed by


staining. Jour Sed Petrol. 36. 491-505.

• Dickson J. A. D., and Coleman, M. L., 1980, Changes in carbon and oxigen
isotope composition during limestone diagenesis: Sedimentology, v.27,p. 107-
118.

• Dockal, J. A., 1988, Thermodynamic and Kinetic Description of Dolomitization


of Calcite and Calcitization of Dolomite 'Dedolomitization'. Carbonate and
Evaporites, Vol. 3, No. 2, p. 125-141

• Dravis J. Yurewickz D. A. 1985, Enhanced carbonate petrography ussing


fluorescence microscopy. Jour Sed Petrol. 55. 795-804

• Dravis and Muir.,1992, Burial Dissolution in Limestones and Dolomites -


Criteria For Recognition and Discussion of Controls: A Case Study Approach
(Part 1: Upper Jurassic Haynesville Limestones, East Texas; Part 2: Devonian

211
Referencias

Upper Elk Point Dolomites, Western Canada, AAPG/CSPG Short Course


"Subsurface Dissolution Porosity in Carbonates, Calgary, Canada, 176 p.

• Duan, Z.H, Moller N. & Weare J.H. 199, An ecuation of state for the CH4-CO2-
H2O system. 2 Mixtures from 50ºC to 1000ºC and 0 to 1000bar. Geochm.
Cosmochm. Acta, 56, 2619-2631.

• Esteban M. y Taberner C. 2003, Secondary porosity development during late


burial in carbonate reservoirs as a result of mixing and or cooling of brines.
Jour Geoch Expl. 78-79, 355-359.

• Fairbridge, R.W., 1957, The dolomite question. In: LeBlanc, R.J.,Breeding,


J.G._Eds.., Regional Aspects of Carbonate Deposition.Spec. Publ.-SEPM vol. 5,
pp. 125–178

• Folk R. L.1962, Spectral subdivision of limestones types: in classsification of


carbonate rocks. AAPG mem.1, 62-84.

• Fontes, J.Ch. and Matray, J.M., 1993, Geochemistry and origin of formation
brines from the Paris Basin, France. 1. Brines associated with Triassic salts.
Chem. Geol., 109, 149-175.

• Goldstein R. H. and Reynolds. 1994, Systematics of fluid inclusions in


diagenetic minerals. SEMP Short course 31, 199p.

• Grajales-Nishimura, J.M., Carreño, A.L., Padilla-Avila, P., Sánchez-Ríos, M.A.


Pérez-Cruz, Ligia; Morán-Zenteno, D., Schaaf, P. Y Morales-Contreras, J.J.,
1997, Fechamiento de secuencias sedimentarias en México por correlación con
la curva de 87Sr/86Sr del agua de mar, INAGEQ, v.3, p. 311

• Grajales, J. M., Pardo, E., Rosales, C., Martínez, R., 1999, Geología y petrofísica
de las brechas productoras del Campo Canterell. Reporte interno del proyecto
CAA-0402-IMP, 104p

• Grajales-Nishimura, J.M., Cedillo-Pardo, E., Rosales-Dominguez, M.C.,


Martínez-Ibarra, R., García-Hernández, J., Romero-Peñaloza, R., y Cabrera-
Toledo, C., 1999, Geología y petrofísica de las brechas productoras del Campo

212
Referencias

Cantarell, Proyecto FIDEPEMEX-CAA-0402, Inst. Mex. del Petróleo-PEMEX, 108


p.

• Grajales, J,M, Cedillo, E., Rosales, M.C. Morán, D.J., Alvarez, W., Claeys, P.,
Ruiz, J., García, J., Padilla, P., and Sánchez, M., 2000, Chicxulub impact: the
origin of reservoir and seal facies in the southeastern Mexico oil fields,
Geology, v. 28, n. 4, p. 307-310.

• Grajales-Nishimura, J.M., 2001, Origen, diagénesis e importancia petrolera de


la secuencia carbonatada del límite Cretácico-Terciario en el sureste de
México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Geología,
Tesis de Doctorado, 230 p.

• Gregg, J. M. a. Sibley., D.F. 1984, Epigenetic dolomitization and the origin of


xenotopic dolomite texture, Journal of Sedimentary Petrology, 54(3): 908-931.

• Hanor, J. S., 1987, Origin and migration of subsurface sedimentary brines: Soc.
Econ. Paleontologists and Mineralogists Short Course No. 21, 247 p.

• Hansley P. L., Garven, G. and Freeze, R. A. 1984, Theoretical analysis of the


role of groundwater flow in the genesis of stratabound ore deposits-I.
Mathematical and numerical model: Amer. Jour. of Sci., Vol. 284, p. 1085-
1124.

• Hansley P. L., Nuccio V. F., 1992, Upper Cretacous Shannon Sandstone


Reservoirs, Powder River Baasin, Wyoming: evidnce for organic acid diagenesis.
AA PG Bull 76. Pp 781- 791.

• Hardie. L. A. 1987, Dolomitization: a critical view of some current views: Jour.


Sed. Petrology, Vol. 57, p. 166-183.

• Harrison W J and Thyne G D, 1994, Geochemical models of rock-water


interactions in the presence of organic acids. In Pittman E D and Lewan M D
(eds) Organic acids in geological processes. Springer-Verlag, Berlin. 482p.

• Heydary, E. 1997, Hydrotectonic models of burial diagenesis in platform


carbonates based on formation water geochemistry in North American

213
Referencias

sedimentary basins. In: Montañez,I.R, Gregg, J.M. & Shelton, K.L. (eds)
Basinwide Diagenetic Patterns: Integrated Petrologic,Geochemical, and
Hydrologic Considerations. Society of Economic Paleontologists and
Mineralogists,Special Publications, 57, 53-79.

• Hernández-García, R., 1994, Cretaceous carbonate breccia reservoirs of the


Campeche Area, Mexico, in First Joint AAPG/AMGP Research Conference,
Geological Aspects of Petroleum System, Mexico, D.F., October 2-6, p. 19-22.

• Heydari, E., Moore, C. H., 1989, Burial diagenesis and TSR, Smackover
formation, southeastern Mississippi salt basin Geology 17, 1080-1084.

• Hitzman M.W. 1999, Routine staining of drill core to determine carbonate


mineralogy and distinguish carbonate alteration textures. Minelalium
Deposita.34, 794-798.

• Humphrey, J. D. 1988, Late Pleistocene mixing zone dolomitization,


southeastern Barbados, West Indies: Sedimentology, Vol. 35, p. 327-348.

• Illing, L. V. 1959, Deposition and diagenesis of some Upper Palaeozoic


carbonate sediments in Western Canada: in Proc. Fifth World Petrol. Congr.,
Sect. I, Paper 2, p. 23-50.

• Karlsen D.A., Nedkvitne T., Larter S.R., and Bjorlykke K., 1993, Hydrocarbon
composition of authigenic inclusions: Application to elucidation of petroleum
reservoir filling history: Geochimica et Cosmochimica Acta, v. 57, p. 3641-
3659.

• Land, L.S., 1982, Dolomitization, Education Course, Note Series # 24, AAPG

• Land, L.S., 1985, The origin of massive dolomite: Journal of Geological


Education, v. 33, p. 112-130.

• Land, L. S., 1989, Dolomitization and dolomite recrystallization, Hope Gate


Formation, North Jamaica; reassessment of mixing-zone dolomite: Geol. Soc.
Amer., Abs. wiht Prog., p. A220-A221, (abs.).

214
Referencias

• Leach, D.L. and Rowen, E. L. 1986, Genetic link between Ouachita foldbelt
tectonism and the Mississippi Valley-type lead-zinc deposits of the Ozarks:
Geology, Vol. 14, p. 931-935.

• Lewan M D, 1992, Primary oil migration and expulsion as determined by


hydrous pyrolysis. Proc 13th World Petroleum Congr. 1991, vol 2. John Wiley,
Chichester, p 215-223.

• Luo P, and Machel H.G., 1995, Pore size and pore throat types in a
heterogeneous dolostone reservoir, Devonian grosmont Formation, Western
Canada Sedimentary Basin, AAPG Bull, v.79, N 11, p.1698-1720.

• Lundergard P D, Land L S, Galloway W E, 1984, Problem of secondary porosity:


Frio Formation (Oligocene), Texas Gulf Coast. Geology 12: 399-402.

• Machel, H. G., 1987, Saddle dolomite as a by-product of chemical compaction


and thermochemical sulfate reduction. Geology 15, 936-940.

• Machel H. G. Krouse, H. R., and Sassen, R., 1995, Products and distinguishing
criteria of bacterial and thermochemical sulphate reduction: Applied
Gechemistry, v. 10, p. 373-389.

• Machel Hans G,1987, Saddle dolomite as by product of chemical compaction


and thermochemical sulfate reduction, Geology,v.10, p.936-940.

• Machel H.G., Mason R. A, Mariano A. N, Mucci A., 1991, Causes And Emission
Of Luminescence in Calcite And Dolomite, in Liminiscence Microscopy:
Quantitative and Qualitative Aspects, Barker, Ch.E., and Kopp. O. C., eds. Spec.
Pub. SEMP, p. 9-26.

• Machel H.G., Burton, E.A., 1991, Factors Governing Catodoluminiscence in


Calcite and Dolomite, And Their Implications For Studies of Carbonate
Diagenesis, in Liminiscence Microscopy: Quantitative and Qualitative Aspects,
Barker, Ch.E., and Kopp. O. C., eds. Spec. Pub. SEMP, p. 37-58

215
Referencias

• Machel H. G. Krouse, H. R., and Sassen, R., 1995, Products and distinguishing
criteria of bacterial and thermochemical sulphate reduction: Applied
Gechemistry, v. 10, p. 373-389.

• Machel Hans G., 1997, Recrystallization versus neomorphism, and the concept
of `significant recrystallization' in dolomite research, Sedimentary Geology , v
113, n 3-4, p. 161-168

• Machel Hans G., 2000, Dolomite Formation in Caribbean islands- Driven by


plate tectonics?!, Jour. Of Sed. Res., v.70, N.5, p.977-984.

• Machel H. 2001, Bacterial and thermochemical sulfate reduction in diagenetic


settings. Sedimentary Geology, 140, 143-175.

• Machel, H.G. 2004, Concepts and models of dolomitization: a critical


reappraisal. In: Braithwaite,C.J.R., Rizzi, G. & Darke, G. (eds) The Geometry and
Petrogenesis of Dolomite Hydrocarbon Reservoirs'. Geological Society,
London,Special Publications, 235, 7-63.

• Machel H. 2005, Investigations of burial diagenesis in carbonate hydrocarbon


reservoir rocks. Geosc. Canada. V. 32, N3. 103-128.

• MacGowan D B and Surdam R C, 1990, Carboxilic acid anions in formation


waters, San Joaquin Basin and Louisiana Gulf Coast. Geology 12: 399-402.

• Malone Mitchell J., Baker Paul A., Burns Stephen J., 1996, Recrystallization of
dolomite: An experimental study from 50-200°C, Geochimica Et Cosmochimica
Acta , v 60, n 12, p. 2189-2207

• Martínez-Ibarra, R., Cedillo-Pardo E., and Grajales-Nishimura, J.M., 2000,


Early hydrocarbon migration in the Cantarell Field, Southeastern
Mexico:constraints from fluid inclusions, AAPG Annual Convention,
NewOrleans, A93

• Martínez-Ibarra, R., Cedillo-Pardo, E, Grajales-Nishimura, J.M.. 2002,


Dolomitization and Hydrocarbon Migration in the Cantarell Oil Field,
Southeastern Mexico. Evidence From Fluid Inclusions ;Halifax, Nova Scotia,

216
Referencias

Canada; Eight Biennial Pan-American Conference on Research on Fluid


Inclusions.

• Martinez, I.R., Tritlla, J., Cedillo, P.E, Grajales, N.J.M, Murillo, M.G.,2003, Brine
and hydrocarbon evolution during the filling of the Cantarell Oil Field (Gulf of
Mexico) ;Journal of Geochemical Exploration ;v 78-79;pp 399-403.

• Mattes, B. W. and Mountjoy, E. W. 1980, Burial dolomitization of the upper


Devonian Miette buildup, Jasper National Park, Alberta: in Zenger, D. H.,
Dunham, J. B., and Ethington, R. L., eds., Concepts and Models of
Dolomitization, Soc. Econ.

• Mazullo y Harris 1991, Mesogenetic dissolution: its role in porosity


development in carbonate reservoirs. AAPG Bull. 76, 607-620.

• Mazzullo, S.J., Bischoff, W.D., Teal, C.S., 1995, Holocene shallow-subtidal


dolomitization by near-normal seawater, northern Belize. Geology 23 _4.,
341–344.

• Meneses de Gyves, J., 1980, Geología de la Sonda de Campeche: Boletin


Asociación Mexicana Geólogos Petroleros, v. 32, n. 1, p. 1-26.

• Middleton, K., Coniglio, M., Sherlock, R., Frape, S.K., 1993, Dolomitization of
Middle Ordovician carbonate reservoirs,southwestern Ontario. Bull. Can. Petrol.
Geol. 41 _2., 150–163.

• Min Yoo Chan, Il Lee Yong, 1998, Origin and modification of early dolomites in
cyclic shallow platform carbonates, Yeongheung Formation (middle
Ordovician), Korea, Sedimentary Geology, v 118, n 1-4, p. 141-157

• Mohamed M, H., 1998, The massive dolomitization of platformal and basinal


sequences: proposed models from the Paleocene, Northeast Sirte Basin, Libya,
Sedimentary Geology, v 116, n 3-4, p. 199-22

• Moore C.H. and Druckman Y.,1981, Burial diagenesis and porosity evolution.
Upper Jurassic Smackover, Arkansas and Louisiana. Am. Assoc. Petrol. Geol.
Bull. 65, 597-628.

217
Referencias

• Moore C H, 1989, Carbonate diagenesis and porosity. Developments in


Sedimentology 46. Elsevier, Amsterdam, 338p.

• Morrow, D.W. 1982, Diagenesis 1. Dolomite-Part 1: The chemistry of


dolomitization and dolomite precipitation: Geosci. Canada, Vol. 9, p. 5-
13.Paleontologists and Mineralogists Spec. Publ. 28, p. 259-297.

• Moss Steve J., Tucker Maurice E., 1996, Dolomitization associated with
transgressive surfaces---a mid-Cretaceous example, Sedimentary Geology v
107, n 1-2 p. 11-20

• Mountjoy, E.W., Amthor, J.E., 1994, Has burial dolomitization come of age?
Some answers from the West Canada Sedimentary Basin. In: Purser, B., Tucker,
M., Zenger, D. _Eds..,Dolomites — A Volume in Honor of Dolomieu. Spec.
Publ.-Int. Assoc. Sedimentol. vol. 21, pp. 203–229.

• Mountjoy, E.W., Machel, H.G., Green, D., Duggan, J., Williams-Jones, A.E.,
2000, Devonian matrix dolomites and deep burial carbonate cements: a
comparison between the Rimbey-Meadowbrook reef trend and the deep basin
of west-central Alberta. Bull. Can. Petrol. Geol. 47 _4., 487–509.

• Murillo-Muñetón, G., Grajales-Nishimura, J.M., Cedillo-Pardo, E., García-


Hernández, J., Hernández-García,S., 2002, Stratigraphic Architecture and
Sedimentology of the Main Oil-Producing Stratigraphic Interval at the Cantarell
Oil Field: the K/T Boundary Sedimentary Succession, Society of Petroleum
Engineers, Paper SPE-7431.

• Murray, R.C. 1960, Origin of porosity in carbonate rocks. Journal of


Sedimentary Petrology, 30,59-84.

• Nuccio V. F., 1992, Upper Cretacous Shannon Sandstone Reservoirs, Powder


River Baasin, Wyoming: evidnce for organic acid diagenesis. AA PG Bull 76. Pp
781- 791.

• Oliver, J. 1986, Fluids expelled tectonically from orogenic belts: their role in
hydrocarbon migration and other geologic phenomena: Geology, Vol. 14, p.
99-102.

218
Referencias

• Orr W.L. 1974, Changes in sulfur content and isotopic ratios of sulfur during
petroleum maturation: Study of Big Horn Basin Paleozoic oils. Am. Assoc.
Petrol Geol. Bull. 58, 2295-2318.

• PEP 1999, Complejo Cantarell en “Las reservas de hidrocarburos de México”.


Petroleos Mexicanos Exploración Producción.p.p.13-22.

• Pironon, J., Canals, M., Dubessy, J., Walgenwitz, F., & Laplace-Builhe, C.1998,
Volumetric reconstruction of individual oil inclusions by confocal scanning
laser microscopy. European Journal of Mineralogy,10, 1143–1150.

• Pironon, J., Thiery, R., Ayt Ougougdal, M., Teinturier, S., Beaudoin, S., &
Walgenwitz, F. 2001, FT-IR measurements of petroleum fluid inclusions:
Methane, n-alkanes and carbon dioxide quantitative analysis. Geofluids, 1, 2–
10.

• Purser, B.H., Tucker, M.E. & Zenger, D.H. (eds).1994, Dolomites - A Volume in
Honour of Dolomieu. International Association of sedimentologists, Special
Publications, 21.

• Quezada-Muñetón, J.M., 1990, El Cretácico medio-Superior y el límite


Cretácico Superior-Terciario Inferior en la Sierra de Chiapas: Boletín Asociación
Mexicana Geólogos Petroleros., v. 39, n. 1, p. 3-98.

• Radke, B.M. and Mathis, R.L., 1980, On the formation and ocurrence of saddle
dolomite: Jour. Sed. Petrology, v. 50, p. 1149-1168

• Roedder, E 1984, Fluid inclusions. Reviews in mineralogy 12. Mineral Society of


America. 646p.

• Saller, A.H., 1984, Petrologic and geochemical constraints on the origin of


subsurface dolomite, Enewetak Atoll: an example of dolomitization by normal
seawater: Geology, v. 12, p. 217-220.

219
Referencias

• Santiago-Acevedo, J.1980, Giant Fields of the Southern Zone-Mexico. En Giant


oil and gas fields of the decade 1968-1978. Edited by Michel T. Halbouty.
AAPG.USA.

• Santiago,J., Carrillo-Bravo, J. y Martell-Andrade, B., 1984, Geología Petrolera


de México,en Evaluación de Formaciones en México, editado por
Schlumberger, p.1-3

• Sassen, R., 1988, Geochemical and carbon isotope studies of crude oil
destruction, bitumen precipitation, and sulfate reduction in the deep
Smackover formation. Org. Geochem. 12, 351-361.

• Sclumberger 1980, Explotación Petrolera en México. p.p. II-10 a II-13

• Schmidt V and McDonald D A, 1979, The role of secondary porosity in the


course of sandstone diagenesis. In Scholle PA, Schluger P R (eds) Aspects of
diagenesis. SEPM Spec Publ 26: 175-207.

• Schott J and Berner R A, 1983, X-ray photoelectron studies of the mechanism


of iron silicate dissolution during weathering. Geochim Cosmochim Acta 47:
2233-2240.

• Shelton, K. L, Bauer, R. M., Gregg, J. M., 1992, Fluid-inclusion studies of


regionally extensive epigenetic dolomites, Bonneterre Dolomite (Cambrian),
Southeast Missouri: Evidence of multiple fluids during dolomitization and
lead-zinc mineralization, GSA Bull, v.104, p. 675-683.

• Shepherd, T.J. Rankin, AH & Alderton DHM 1985, A practical guide to fluid
inclusion studies. Blackie, London, 239p.

• SIBLEY, D.F., 1982, The origin of common dolomite fabrics: clues from the
Pliocene: Journalof Sedimentary Petrology, v. 52, p. 1087–1100.

• Sibley, D.F. and Gregg, J.M., 1987, Clasification of dolomite rock textures,
J.sedim. Petrol., 57, 967-975.

220
Referencias

• Sibley, D.F., Nordeng, S.H., Borkowski, M.L., 1994, Dolomitization kinetics in


hydrothermal bombs and natural settings. J.Sediment. Res., Sect. A 64 _3.,
630–637

• Siebert R M, 1985, The origin of hydogen sulfide, elemental sulfur, carbon


dioxide and nitrogen in reservoirs. SEPM, Gulf Coast Seccional Meet, Abstr,
Programs. Austin TX, vol 6, p 30-31.

• Spirakis C.S. and Heyl A.V. 1988, Possible effects of thermal degradation of
organic matter on the carbonate paragenesis and fluorite precipitation in
Mississipi Valley.type deposits. Glogy, 16, pp. 1117-20.

• Spirakis C.S. and Heyl A.V. 1995, Interaction between thermally convecting
basinal brines and organic matter in genesis of Upper Mississippi Valley.
Trans. Institution of Mining Metallurgy. (Sect B: Appl. Earth sci.), 104, p.p.
B37-B45.

• Stewart, P.K., Ruiz, J. And Holmes, C.W., 1987, Use of stromtium isotopes to
constrain the timing and mode of dolomitization of Upper Cenozoic sediments
in a core from San Salvador, Bahamas, Geology 15: 262-265

• Sun, S.Q.,1995, Dolomite Reservoirs: Porosity evolution and reservoir


characteristics:AAPG Bull, p.186-204.

• Supko P. R., 1977, Subsurface dolomites, San Salvador, Bahamas Journal of


Sedimentary Research 47: 1063-1077

• Surdam R.C. and Crossey L.J. 1985, Mechanism of organic/inorganic reactions


in sandstone/shale sequences. In Relationship of organic matter and mineral
diagenesis. Soc. Ecom. Paleontologists and Mineralogists Short Course 17,
177-272

• Stoakes, F. A., and Wendte, J. C. 1987, The Woodbend Group: in Krouse, K. K.


And Burrowes, O. G., eds., Devonian Lithofacies and Reservoir Styles in Alberta,
Can. Soc. Petrol. Geol. Core Conf. No. 13, p. 153-170.

221
Referencias

• Surdam R C, Boese S W, and Crossey L J, 1984, The chemistry of secondary


porosity. In: McDonald D. A, Surdam RC (eds) Clastic diagenesis. AAPG Mem.
37: 127-149.

• Surdam R.C. and Crossey L.J. 1985, Mechanism of organic/inorganic reactions


in sandstone/shale sequences. In Relationship of organic matter and mineral
diagenesis. Soc. Ecom. Paleontologists and Mineralogists Short Course 17,
177-272

• Surdam R C and Yin P, 1994, Organic acids and carbonate stability, the key to
predicting positive porosity anomalies. In Pittman E D and Lewan M D (eds)
Organic acids in geological processes. Springer-Verlag, Berlin. 482p.

• Taylor, H. P. 1974, The application of oxigen and hydrogen isotope studies to


problems of hydrothermal alteration and ore deposition Econ. Geology., vol.
69, p. 843-883.

• Thiery, R., Pironon, J., Walgenwitz, F., & Montel, F. 2000, PIT (petroleum
inclusion thermodynamic): A new modeling tool for the characterization of
hydrocarbon fluid inclusions from volumetric and microthermometric
measurements. Journal of Geochemical Experimental,69–70, 701–704

• Tissot B P and Welte D H, 1978, Petroleum formation and ocurrence. Springer,


Berlin, 538p.

• Tobin R.C., 1991, Diagenesis, thermal maturation and burial history of the
Upper Cambrian Bonneterre dolomite, southeastern Missouri; an interpretation
of thermal history from petrographic and fluid inclusion evidence, Org.
Geochem. V. 17, N.2, p.143-151.

• Trudinger P.A., Chambers L.A. and Smith J.W. 1985, Low-temperature sulphate
reduction: biological versus abiological. Can. J. Earth Sci. 22, 1910-1918.

• Veizer J. And Hoefs J., 1976, The nature of O18 /O16 and C13 /C12 secular trends
in sedimentary carbonate rocks, Geochimica Et Cosmochimica Acta , V 40,
p.1387-1395.

222
Referencias

• Veizer, J., 1989, Strontium isotopes in seawater through time: Ann. Rev. Earth
Planet. Sci., v.17, 141-167.

• Véizer et al., 1997, Strontium isotope stratigraphy: potential resolution and


event correlation: Palaeo:geography, climatology, ecology, v.132, p.65-77

• Walker, G. And Burley, S.D., 1991, Luminiscence petrography and


spectroscopic studies of diagenetic minerals, in Barker, C.E., and Kopp, O.,
eds., Luminiscence microscopy: Quantitative and qualitative aspects: SEMP,
Sort course notes, v.11, pp. 83-96.

• Ward, W. C., and Halley, R. B. 1985, Dolomitization in a mixing zone of near-


seawater composition, Late Pleistocene, northeastern Yucatan Peninsula: Jour.
Sed. Petrology, Vol. 55, p. 407-420.

• Wanless H R, 1983, Burial diagenesis in limestones. In: Sediment diagenesis


Parker A and Sellwood B W (eds). Reidel Pub. Co., Dordrecht. 379-417 p.

• Warren, J.K., 1989, Evaporite Sedimentology: Importance in Hydrocarbon


Accumulation. Prentice-Hall, Englewood Cliffs, NJ,285 pp.

• Warren, J.K., 1999, Evaporites: Their Evolution and Economics.Blackwell


Scientific Publications, Oxford, 438 pp.

• Warren John, 2000, Dolomite: occurrence, evolution and economically


important associations, Earth-science Reviews, V 52, n 1-3, p. 1-81

• Winter, B. L, Jhonson C.M, Simo, J.A., Valley J.W., 1995, Paleozoic Fluid History
of the Michigan Basin: Evidence from Dolomite Geochemistry in the Middle
Ordovician St. Peter Sandstone, Jour. Of Sed. Res., V.A65, N 2, p. 306-320.

• Willey L M, Kharaka Y K, Presser T S , Rapp J B, Barnes I, 1975, Short chain


aliphatic anions in oil flield waters and their distribution to the measured
alkalinity. Geochim Cosmochim Acta 39: 1707-1711.

• Worden, R. H., Smalley, P. C., 1997, The thermal impact of sulfate reduction in
the Khuff Formation. In: Hendry, J.P. (Ed.), Extended Abstract Volume of the
Geofluids II ’97 Conference, Belfast, pp 423-426.

223
Referencias

• Wu Yongqiang, Wu Zhuodan, 1998, Diagenetic modification of dolomite in


middle Ordovician carbonates, Taiyuan City area, China, Sedimentary Geology,
v 116, n 1-2, p. 143-156

• Yang Wenbo, Spencer Ronald J., Krouse H. Roy, 1995, Stable isotope and major
element compositions of fluid inclusions in Devonian and Cambrian dolomite
cements, western Canada, Geochimica Et Cosmochimica Acta v 59, n 15, p.
3159-3172

• Yardley, B.W.D.; Banks, D.A.; Bottrell, S.H. and Diamond, L.W., 1993, Post-
metamorphic gold-quartz veins from N.W. Italy: the composition and origin of
the ore fluid. Min. Mag., 57, 407-422.

• Zenger, D.H., Dunham, J.B. and Ethington, R. L., 1980, Concepts and Models of
Dolomitization, SEMP, Spec. Publ. 28, p. 259-297Burke, W. H., Denison, R. E.,
Hetherington, E. A., Koepnick, R. B., Nelson, H. F., and Otto; J. B. (1982)
Variation of seawater 87Sr/86Sr throughout Phanerozoic time: Geology, Vol.
10, p. 516-519.

• Zenger, D.H., 1996, Dolomitization patterns in the widespread Bighorn


Formation Upper Odovician., Western Craton, USA.Carbonates Evaporites 11
2., 219–225.

224

También podría gustarte