Cirrosis Hepática
Cirrosis Hepática
Cirrosis Hepática
- Insuficiencia hepatocelular
- Hipertensión portal
ETIOLOGÍA
Dentro de las diferentes causas de la Cirrosis hepática destacan la infección crónica por el
virus de la hepatitis C (VHC) seguida del consumo excesivo de alcohol, la esteatosis hepática
no alcohólica y la infección por el virus de la hepatitis B (VHB).
SÍNTOMAS: Anorexia, náusea, vómito, diarrea, dolor vago en el CSD, fatiga, debilidad,
fiebre, ictericia, amenorrea, impotencia, infertilidad.
En torno al 40% de los paciente con cirrosis compensada presentan várices esofágicas. Las
várices gastroesofágicas no sangrantes son asintomáticas y su presencia (sin hemorragia)
no denota descompensación.
HISTORIA NATURAL:
COMPLICACIONES
En 30% de los pacientes con hipertensión portal y varices esofágicas ocurre sangrado en
alguna oportunidad; de éstos 70% puede resangrar y la tercera parte tiene riesgo de morir
en el segundo episodio.
Cuando tales medidas no surten un adecuado efecto, es necesario restringir, aun más, el
sodio de la dieta y proceder a realizar paracentesis de gran volumen evacuando 4 o 5 litros,
e infusión simultánea de albúmina o solución salina. Quedan como último recurso, en
pacientes que no sean candidatos a transplante hepático, los procedimientos de cortocircuito
(”shunt”) peritoneo venoso por cirugía o por medio de la implantación de un dispositivo
transyugular intrahepático (TIPSS por la sigla en inglés: Transjugular Intrahepatic
Portosystemic Shunt). Los primeros han venido cayendo en desuso debido a que tienen una
alta incidencia de complicaciones como son la coagulación intravascular diseminada y la
trombosis venosa. El TIPSS presenta también problemas a largo término sobre todo por el
desarrollo de encefalopatía hepática.
Una revisión sobre la fisiopatología de este trastorno publicada en Proccedings of the Society
for Experimental Biology and Medicine, pone de presente los eventos principales en la
encefalopatía, algunos de los cuales consisten en un déficit en la neurotransmisión por
expresión alterada de varias proteínas y enzimas ”clave”, dentro de las que están incluidas
la monoamino oxidasa B, la glutamino sintetasa y el receptor periférico tipo benzodiazepina.
Estas y otras alteraciones que producen un aumento del glutamato extracelular, son
atribuídas a un efecto tóxico del amonio y/o el manganeso, que normalmente son
metabolizados por el sistema hepatobiliar, y en la falla hepática son acumulados en el
cerebro.
TRATAMIENTO: