Amonestac Pena

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 10

EXP. N.

° 05597-2008-PHC/TC

CAÑETE

RAÚL GUSTAVO

BORJAS ALMORA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 5 días del mes de mayo de 2009, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, integrada por los
Magistrados Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la
siguiente sentencia

ASUNTO

El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Miguel


Raúl Ballardo Velásquez, a favor de don Raúl Gustavo Borjas Almora, contra la
sentencia expedida por la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de
Cañete, de fojas 491, su fecha 10 de setiembre de 2008, que declaró infundada
la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 11 de julio de 2008, don Miguel Raúl Ballardo Velásquez


interpone demanda de hábeas corpus a favor de don Raúl
Gustavo Borjas Almora, y la dirige contra el juez del Segundo Juzgado Penal
de Chincha, don Luis Solari Oliva; y, contra los vocales integrantes de la
Segunda Sala Mixta de Chincha de la Corte Superior de Justicia de Ica,
señores Renán Quiroz Cárdenas, Bonifacio
MenesesGonzales y Luis Gutiérrez Remon, alegando la vulneración del
derecho constitucional al debido proceso, concretamente, el derecho a la debida
motivación de las resoluciones judiciales, así como a los principios
de razonabilidad y proporcionalidad relacionados con la libertad individual.
Refiere que ha sido sentenciado por el delito de omisión a la asistencia
familiar a la pena de dos años de pena privativa de la libertad suspendida por el
período de prueba de un año. Asimismo, señala que mediante resolución de
fecha 11 de enero de 2008, el juez emplazado ha dispuesto prorrogar el período
de prueba a la mitad del citado plazo, la que recién le ha sido notificada el 21
de febrero de 2008; esto es, cuando ya había fenecido el término de un un año;
donde, además, se le requiere para que en el plazo de tres días haga efectivo el
pago de las pensiones devengadas (S/. 30.000), lo cual vulnera los principios
de razonabilidad y proporcionalidad, toda vez que es imposible que en el plazo
de tres días pueda conseguir dicho monto, además que padece de la enfermedad
de diabetes mellitus. Señala también que el juez emplazado ha expedido la
resolución de fecha 3 de abril de 2008, que revoca la condicionalidad de la
pena, así como dispone su ubicación y captura, la que ha sido confirmada
mediante resolución de vista de fecha 5 de junio de 2008, la cual contraviene el
criterio establecido por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de
Justicia de la República.
Realizada la investigación sumaria y tomadas las declaraciones
explicativas, el favorecido Raúl Borjas Almora se ratifica en lo expuesto en la
demanda. Por su parte, el juez emplazado sostiene que la demanda resulta ser
temeraria y maliciosa, ya que lo que se pretende es perturbar y/o paralizar un
proceso judicial en ejecución, tanto más si se trata de un caso de omisión a la
asistencia familiar, en el que se tutela tanto el amparo familiar como el interés
superior del niño. De manera similar, los vocales emplazados coinciden en
señalar que la resolución de vista que confirma la apelada no vulnera el
derecho al debido proceso, ya que ha sido dictada luego de haberse aplicado
en forma sucesiva las medidas que establece el artículo 59º del Código Penal,
como son el requerimiento, la amonestación, la prórroga del periodo de
prueba y la revocatoria de la suspensión de la pena. Por último, señalan que si
bien existen certificados médicos que acreditarían el delicado estado de salud
del beneficiario, ello no determina que esté imposibilitado de cumplir con el
pago de los alimentos devengados.

El Primer Juzgado Penal de Cañete, con fecha 13 de agosto de 2008,


declaró infundada la demanda por considerar que la actuación de los
magistrados demandados no constituye una trasgresión constitucional que
afecten el derecho fundamental a la libertad personal o derecho conexo del
favorecido, dado que se trata de un proceso regular.
La recurrida confirma la apelada por similares fundamentos.

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio

1. El objeto de la presente demanda es que se declare la nulidad de la


resolución de fecha 3 de abril de 2008, y de su confirmatoria mediante
resolución de vista de fecha 5 de junio de 2008, que dispone revocar
la condicionalidad de la pena, así como ordena la ubicación y captura del
favorecido. Se alega la vulneración del derecho constitucional al debido
proceso, concretamente, a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, así como de los principios de razonabilidad y proporcionalidad,
toda vez que habrían sido dictadas sin tener en cuenta que la resolución
que dispuso la prórroga el período de prueba sólo otorgó el plazo de tres
días para el pago de las pensiones devengadas (S/. 30.000), lo que era
materialmente imposible; además que ha sido notificada luego de vencido
el plazo del período de prueba de un año, esto es, con posterioridad al 24
de enero de 2008.

Análisis del acto materia de controversia constitucional

2. La Constitución establece expresamente en el artículo 200, inciso 1, que el


hábeas corpus procede cuando se amenace o viole el derecho a la libertad
personal o sus derechos constitucionales conexos. A su vez, el artículo 2°
del Código Procesal Constitucional establece que los procesos
constitucionales de hábeas corpus (...) proceden cuando se amenace o
viole los derechos constitucionales por acción u omisión de actos de
cumplimiento obligatorio, por parte de cualquier autoridad, funcionario o
persona.

3. Ahora bien, conviene señalar que, conforme al artículo 59 del Código


Penal, ante el incumplimiento de las reglas de conducta fijadas en la
resolución que dispone la suspensión de la ejecución de la pena, el juez
puede según los casos: 1) Amonestar al infractor; 2) Prorrogar el período
de suspensión hasta la mitad del plazo inicialmente fijado, o 3) Revocar la
suspensión de la pena. Dicha norma no obliga al juez a aplicar tales
alternativas en forma sucesiva, sino que ante el incumplimiento de las
reglas de conducta impuestas, la suspensión de la ejecución de la pena
puede ser revocada sin necesidad de que previamente sean aplicadas las
dos primeras alternativas.

4. Que en el caso concreto, se aprecia que el beneficiario ha sido sentenciado


con fecha 24 de enero de 2007 por del delito de omisión a la asistencia
familiar a dos años y seis meses de pena privativa de la libertad suspendida
por el período de prueba de dos años (fojas 436); cuya condena ha sido
confirmada, pero reformada la penalidad mediante resolución de fecha 6
de junio de 2007, imponiéndole dos años de pena privativa de la libertad
suspendida, por el período de prueba de un año (fojas 442). Así también lo
entiende la resolución recurrida de fecha 10 de setiembre de 2008 (fojas
491).

5. Ya en ejecución de sentencia, previo requerimiento de pago de las


pensiones devengadas (fojas 445), el beneficiario fue amonestado,
otorgándosele 15 días para que cumpla con dicho pago (fojas 446). Ante el
incumplimiento, el juez de la causa, con fecha 11 de enero de 2008, dispuso
prorrogar el periodo de prueba a la mitad del plazo señalado, así como
concedió el plazo de tres días para el pago de los pensiones devengadas
(fojas 447), resolución que según refiere, ha sido notificada el 21 de febrero
de 2008. Y, con fecha 3 de abril de 2008, se revoca la condicionalidad de la
pena, así como se dispone su ubicación y captura (fojas 448). Apelada esta
decisión, fue confirmada mediante resolución de vista de fecha 5 de junio
de 2008 (fojas 453), con lo que se evidencia que el juez de la causa no
revocó lacondicionalidad de la pena de manera arbitraria e irrazonable,
sino luego de haberse aplicado en forma sucesiva las medidas que
establece el artículo 59º del Código Penal, y siendo que, además, en su
motivación, se describe de manera objetiva los hechos antes descritos.

6. En cuanto a la notificación de la resolución que dispone la prórroga del


período de prueba luego de vencido el mismo, esto es, con posterioridad al
24 de enero de 2008, es de señalar que si bien la referida resolución fue
notificada el 21 de febrero de 2008, ha sido expedida con fecha 11 de enero
de 2008, esto es, no estando aún vencido el periodo de prueba, resultando,
por tanto, plenamente válida, sin que por ello pueda afirmarse la existencia
de afectación de alguno de los derechos invocados.

7. A mayor abundamiento, podemos concluir que lo que en puridad pretende


el accionante no es la tutela urgente ante una supuesta vulneración
ilegítima de sus derechos constitucionales invocados, sino la revisión del
fondo de una decisión judicial que ha adquirido calidad de cosa juzgada
[resolución de fecha 5 de junio de 2008]. Al respecto, cabe señalar que si
mediante un proceso penal se determinó la responsabilidad penal
del accionante respecto del delito de omisión a la asistencia familiar,
siendo condenado a pena privativa de libertad suspendida bajo reglas de
conducta, resulta un imperativo que éstas deben ser cumplidas bajo
apercibimiento de revocársele dicha condicionalidad conforme lo
establece la ley penal sustantiva; mal haría este Colegiado al pretender
evaluar la pertinencia o no de las reglas impuestas y/o de la revocatoria de
la suspensión de la pena ante el no cumplimiento por parte del actor,
opción que, además, no se encuentra dentro de las facultades que la ley
otorga a este Tribunal Constitucional, dado que no es
una suprainstancia jurisdiccional, por lo que la demanda debe ser
desestimada.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda de autos.

Publíquese y notifíquese.

SS.
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
ETO CRUZ

EXP. N.° 02076-2009-PHC/TC


LIMA
RAFAEL FERNANDO
RAMOS MUÑOZ

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima (Arequipa), a los 3 días del mes de junio de 2009, la Sala


Primera del Tribunal Constitucional, integrada por los Magistrados Landa
Arroyo, Calle Hayen y Alvarez Miranda, pronuncia la siguiente sentencia.

ASUNTO

El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Pedro Hugo


Sánchez Rivera, abogado defensor de don Rafael Fernando Ramos Muñoz,
contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Penal para Procesos con Reos
Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 154, su fecha 24 de
noviembre de 2008, que declaró infundada la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 26 de setiembre de 2008, don Pedro Hugo Sánchez Rivera


interpone demanda de hábeas corpus, a favor de don Rafael Fernando Ramos
Muñoz, y la dirige contra el juez del Segundo Juzgado Penal de Cañete, don
Javier Donato Ventura López, con el objeto de que se declare la nulidad de la
resolución de fecha 17 de marzo de 2008 que revoca la suspensión de la pena
impuesta contra el favorecido, convirtiéndola en efectiva, lo que, a criterio del
actor, vulnera el derecho a la libertad personal.

Refiere que con fecha 25 de setiembre de 2006, el beneficiario de este


proceso ha sido condenado por el delito de omisión a la asistencia familiar a 2
años de pena privativa de la libertad, suspendida por el periodo de prueba de un
año, bajo ciertas reglas de conducta, siendo una de ellas la de cumplir con el
pago de las pensiones alimenticias devengadas. Asimismo agrega que mediante
resolución de fecha 12 de junio de 2007, el juez emplazado ha dispuesto
prorrogar dicho periodo de prueba por el plazo de 6 meses más, cuyo
vencimiento ocurriría el 24 de marzo de 2008. Señala también que no pudo
pagar las pensiones devengadas, debido a que se había quedado sin trabajo y
por cuanto no le era posible obtener el monto en el tiempo señalado; no obstante
ello, refiere que el juez emplazado con fecha 17 de marzo de 2008 ha decidido
revocar la suspensión de la pena, convirtiéndola en efectiva; que al haberse
solicitado su nulidad, fue declarada infundada dicha petición, y confirmada
por la Sala Superior Penal, lo cual constituye una actuación desproporcionada
que, a la vez, vulnera su derecho a la libertad personal.

Realizada la investigación sumaria y tomadas las declaraciones


explicativas, el juez emplazado sostiene que la resolución en cuestión ha sido
dictada con arreglo a ley; que luego de impugnada mediante nulidad, se declaró
infundada dicha solicitud, lo que fue confirmado por la instancia superior.

El Trigésimo Cuarto Juzgado Penal de Lima, con fecha 7 de octubre de


2008, declaró infundada la demanda por considerar que la resolución
cuestionada ha sido emitida dentro de un proceso regular, de conformidad con
lo establecido en el artículo 59º del Código Penal. Asimismo, señala que el
hecho de que, con posterioridad a ello, el favorecido habría cumplido con las
reglas de conducta, no implica que deba dejarse sin efecto la resolución en
cuestión; que en todo caso, ello es un asunto de exclusiva competencia del juez
ordinario.

La recurrida confirma la apelada, por similares fundamentos.

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio

1. El objeto de la presente demanda es que se declare la nulidad de la


resolución de fecha 17 de marzo de 2008, que revocó la suspensión de la
pena impuesta contra el favorecido por el incumplimiento de la regla de
conducta referida al pago de las pensiones alimenticias devengadas,
convirtiéndola en efectiva, lo que, a criterio del actor vulnera el derecho a la
libertad personal. Que este Tribunal considera que la resolución en cuestión
en términos generales reúne la calidad de resolución judicial firme, toda vez
que el pedido que solicitaba su nulidad ha sido declarado infundado, y
luego confirmado por la Sala Superior Penal.

La revocatoria de la suspensión en la ejecución de la pena privativa de la libertad


2. La Constitución establece expresamente en el artículo 200, inciso 1, que el
hábeas corpus procede cuando se amenace o viole el derecho a la libertad
personal o sus derechos constitucionales conexos. A su vez, el artículo 2°
del Código Procesal Constitucional establece que los procesos
constitucionales de hábeas corpus (...) proceden cuando se amenace o viole
los derechos constitucionales por acción u omisión de actos de cumplimiento
obligatorio, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona.

3. Este Tribunal en constante jurisprudencia ha precisado que el derecho a la


libertad personal no es un derecho absoluto, sino relativo. Ello quiere decir
que es susceptible de ser limitado en su ejercicio. No obstante, es claro que
las eventuales restricciones que se puedan imponer no están libradas a la
entera discrecionalidad de la autoridad que pretende limitar su ejercicio. En
ese sentido, la legitimidad de tales restricciones radica en que ellas deben
ser dispuestas con criterios objetivos de razonabilidad y proporcionalidad, a
través de una resolución judicial motivada.

4. Sobre esta base, según la normatividad penal vigente el


juez puede suspender la ejecución de la pena por un período de uno a tres
años siempre que se cumplan determinados requisitos, pero que en cualquier
caso, su vigencia estará condicionada al cumplimiento de la reglas de
conducta que necesariamente habrán de estar expresamente establecidas en
la sentencia condenatoria.

5. Sin embargo, el artículo 59 del Código Penal señala que si durante el


período de suspensión el condenado no cumpliera con las reglas de
conducta impuestas o fuera condenado por otro delito, el Juez podrá, según
los casos:: 1) Amonestar al infractor; 2) Prorrogar el período de suspensión
hasta la mitad del plazo inicialmente fijado, o 3) Revocar la suspensión de
la pena.

Sobre el particular, este Tribunal en reiterada jurisprudencia ha precisado


que dicha norma no obliga al juez a aplicar tales alternativas en forma
sucesiva, sino que ante el incumplimiento de las reglas de conducta
impuestas, la suspensión de la ejecución de la pena puede ser revocada sin
necesidad de que previamente sean aplicadas las dos primeras alternativas
(Exp. N.º 2517-2005-PHC; Exp. N.º 3165-2006-PHC; Exp. N.º 3883-2007-
PHC, entre otras).

6. Bajo tal perspectiva, de la disposición legal citada (artículo 59º, CP) se


desprende que en caso de procederse a la revocatoria de la suspensión de la
pena, ésta en principio debe tener lugar mientras dure el período de la
suspensión o período de prueba mediante resolución debidamente motivada,
previo requerimiento al interesado de que en caso de incumplimiento
procederá la revocatoria de la suspensión de la pena; sostener lo contrario
equivale a señalar que la revocatoria de la suspensión de la pena por
incumplimiento de las reglas de conducta procede en todos los casos una vez
que ha vencido el período de prueba, lo cual resultaría un contrasentido.

Análisis del caso materia de controversia constitucional

7. En el caso constitucional de autos, a fojas 36 obra la resolución de fecha 25


de setiembre de 2006, que condenó al favorecido por el delito de omisión a
la asistencia familiar a 2 años de pena privativa de la libertad, suspendida
por el periodo de 1 año, a condición de que, entre otras reglas de conducta,
cumpla con el pago íntegro de las pensiones alimenticias devengadas, bajo
apercibimiento de aplicársele las reglas contenidas en el artículo 59º del
Código Penal. Ya en ejecución de sentencia, el juez emplazado mediante
resolución de fecha 12 de junio de 2007 (fojas 42), decidió prorrogar dicho
periodo de prueba por el plazo de 6 meses más, cuyo vencimiento ocurriría
el 24 de marzo de 2008.

8. Asimismo, se advierte que mediante resolución de fecha 3 de marzo de 2008


(fojas 45), se le requirió al sentenciado a fin de que cumpla con el pago de
las pensiones alimenticias devengadas, bajo apercibimiento de aplicársele el
inciso 3 del artículo 59º del Código Penal. Por último, a fojas 47, se aprecia
que el juez emplazado mediante resolución de fecha 17 de marzo de 2008,
esto es, estando dentro del periodo de la suspensión, dispuso la revocatoria
de la suspensión de la pena por el incumplimiento de la regla de conducta
referida al pago de las pensiones alimenticias devengadas, convirtiéndola en
efectiva, revocatoria que se encuentra debidamente motivada pues expresa
de manera objetiva y razonada los fundamentos que sirvieron para su
dictado.

9. Que por lo demás, este Tribunal considera que si mediante un proceso penal
se determinó la responsabilidad penal del beneficiario respecto del delito de
omisión a la asistencia familiar, siendo condenado a pena privativa de
libertad suspendida bajo ciertas reglas de conducta, resulta un imperativo
que éstas deben ser cumplidas bajo apercibimiento de revocársele
dicha condicionalidad conforme lo establece la ley penal sustantiva, mal
haría este Colegiado al pretender evaluar la pertinencia o no de las reglas
impuestas y/o de la revocatoria de la suspensión de la pena ante el no
cumplimiento por parte del sentenciado dentro del período de prueba o ante
el cumplimiento posterior a la revocatoria de la suspensión de la pena,
opción que además no se encuentra dentro de las facultades asignadas a este
Tribunal, dado que no es una suprainstancia jurisdiccional, de lo que se
colige que no se ha producido la violación del derecho a la libertad personal,
por lo que la demanda debe ser desestimada.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda de autos.

Publíquese y notifíquese.

SS.

LANDA ARROYO
CALLE HAYEN
ÁLVAREZ MIRANDA

También podría gustarte