Cap. 02. Mantenga Lleno El Tanque Del Amor
Cap. 02. Mantenga Lleno El Tanque Del Amor
Cap. 02. Mantenga Lleno El Tanque Del Amor
capítulo 2
Sin amor, las montañas son inaccesibles, los mares son imposibles de cruzar, los
desiertos son insoportables y las dificultades son lo más grave en nuestra vida. El
apóstol cristiano a los gentiles, Pablo, exaltó el amor cuando enseñó que todas las
realizaciones humanas que no están motivadas por el amor son, en definitiva, vacías.
El llegó a la conclusión de que en la última escena del drama humano, solamente tres
características permanecerán: «la fe, la esperanza y el amor. Pero el más grande
todos es el amor.»2
Me gustó la metáfora la primera vez que la oí: «Dentro de cada niño hay un "tanque
emocional", el cual debe ser llenado de amor. Cuando un niño se siente
verdaderamente amado crecerá normalmente, pero cuando el tanque de amor está
vacío, el niño se comportará mal. Gran parte del mal comportamiento de los niños se
debe a los anhelos de un "tanque de amor vacío"». Según lo dijera el doctor Ross
Campbell, un siquiatra especializado en el tratamiento de niños y adolescentes.
Mientras escuchaba eso pensé en los cientos de padres que habían desfílado por mi
oficina contándome las fechorías de sus hijos.
Nunca había visto un tanque de amor vacío dentro de esos niños, pero sí había visto
las consecuencias que eso había producido. Su mal comportamiento era una
búsqueda equivocada del amor que no sintieron. Estaban buscando amor en lugares
equivocados y por caminos equivocados.
Recuerdo a Ashley, quien a los trece años de edad estaba siendo tratada de una
enfermedad transmitida sexual-mente. Sus padres estaban destrozados. Estaban
enojado con Ashley, y se sentían mal con la escuela, a la que culpaban por enseñarle
sobre el sexo.
«¿Por qué hizo eso?», se preguntaban. Cuando conversé con Ashley, ella me contó
del divorcio de sus padres cuando tenía seis años.
—Pensé que mi padre se había ido porque no me amaba —dijo—. Cuando mi madre
se volvió a casar yo tenía diez años y sentí que ella ya tenía alguien quien la amara,
pero por mi parte todavía no tenía a nadie quien me amara a mí. Tenía mucha
necesidad de que me amaran. Entonces conocí a este muchacho en la escuela. Era
mayor que yo pero me gustaba. No lo podía creer. Era amable conmigo y en un
momento realmente sentí que me amaba. No quería tener relaciones sexuales, pero
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quería sentirme amada.
El «tanque de amor» de Ashley había estado vacío por muchos años. Su madre y su
padrastro habían provisto algunas de sus necesidades físicas, pero no se habían dado
cuenta de la profunda lucha emocional que se libraba dentro de ella. Ciertamente
amaban a Ashley y pensaban que ella sentía su amor. No fue sino hasta cuando ya
era casi demasiado tarde, que descubrieron que no habían estado hablando el
lenguaje de amor primario de Ashley.
¿Entiende lo que decía, realmente?: «Más que cualquier cosa, quiero que mi esposa
me ame». Las cosas materiales no reemplazan al amor humano. Una esposa me
decía: «Me ignora todo el día y luego quiere meterse en la cama conmigo. Detesto
eso.» Ella no es una esposa que odia el sexo; es una esposa que ansía
desesperadamente amor.
¿Podría ser que en lo más profundo de estas parejas heridas exista un invisible
«tanque de amor» con su medidor señalando que está vacío? ¿Podría ser que el mal
comportamiento, el alejamiento, las palabras groseras y la crítica fueran el resultado
de un tanque vacío? Si pudiéramos encontrar una manera de llenarlo, ¿podría
renacer el matrimonio? Con un tanque lleno, ¿podrían las parejas crear un clima
emocional en el que fuera posible tratar las diferencias y resolver los conflictos?
¿Podría el tanque ser la clave que hiciera funcionar el matrimonio?
Esas preguntas me llevaron a hacer un largo viaje. En el camino descubrí los simples
—pero poderosos— principios contenidos en este libro. El viaje me ha llevado no
solamente a través de veinte años de consejería matrimonial, sino a los corazones y
a las mentes de cientos de parejas a través de todos los Estados Unidos. Desde
Seattle hasta Miami, las parejas me han invitado a las recámaras de sus matrimonios
y hemos conversado con toda franqueza. Los ejemplos que hay en este libro están
sacados de la vida real. Solamente los nombres y los lugares han sido cambiados
para proteger la privacidad de aquellos individuos que han hablado con tanta libertad.
Estoy convencido de que mantener lleno el tanque del amor es tan importante para el
matrimonio, como es mantener el nivel correcto del aceite para el automóvil. Manejar
su matrimonio con un «tanque de amor» vacío puede ser mucho más grave que
tratar de manejar su carro sin aceite. Lo que usted está leyendo tiene el potencial
para salvar a miles de matrimonios y puede aun mejorar el clima emocional de un
buen matrimonio. Cualquiera que sea la calidad de su matrimonio ahora, siempre
puede ser mejor.
Antes que examinemos los cinco lenguajes del amor, sin embargo, debemos
dirigirnos a un importante pero confuso fenómeno: la eufórica experiencia
de «enamorarse».
NOTAS
1. Juan 13:35.
2. 1 Corintios 13:13.