Desarrollo Evolutivo 2 U 3 y 4
Desarrollo Evolutivo 2 U 3 y 4
Desarrollo Evolutivo 2 U 3 y 4
Introducción.
El desarrollo en la edad adulta se ve marcado por acontecimientos típicos, propios
de la edad: la jubilación, enfermedades crónicas, nuevos roles, como el de abuelos,
pérdidas familiares, etc. El desarrollo de la edad adulta es, por tanto,
cualitativamente distinto al de épocas anteriores.
La psicología del desarrollo se ocupa de todos los cambios del pensamiento,
vivencias y conductas durante todo el ciclo vital de la persona. Por tanto, nadie duda
de que pueda hablarse de una psicología del desarrollo de la edad adulta. Los
procesos de cambio, sin embargo, ofrecen características distintas en unas y otras
edades, aún a pesar de que puedan existir causas comunes.
Sistema esquelético
El envejecimiento también se refleja en los huesos y las articulaciones. Con el
tiempo su “desgaste” produce limitaciones en el movimiento y una fragilidad muy
propias de las personas ancianas.
El envejecimiento también se refleja en los huesos y las articulaciones. Con el
tiempo su “desgaste” produce limitaciones en el movimiento y una fragilidad muy
propias de las personas ancianas.
Huesos
Con el paso del tiempo hay una disminución de la densidad del hueso a causa de
una pérdida del calcio óseo, mucho más evidente en las mujeres tras la menopausia
(por la disminución de los estrógenos femeninos), pero también presente en los
varones, ya que el equilibrio de renovación de hueso se decanta por la destrucción.
Esta pérdida de masa ósea hace que el hueso sea más frágil, con mayor riesgo de
fractura ante traumatismos mínimos en los casos más extremos. Dicha osteopenia
se presenta con diferente intensidad en los diversos huesos y es evidente que la
fragilidad no sólo dependerá del grado de afectación del hueso, sino también de las
fuerzas a las que estará sometido; es decir, no tendrá la misma trascendencia la
pérdida de densidad en una falange de los dedos de la mano que en el cuello del
fémur.
Hormonas
También se producen cambios en las hormonas sexuales, que en la mujer, al
producirse la menopausia, son más acusados. La función ovárica está pre-
programada en las mujeres desde la etapa embrionaria (hay tantos óvulos para
desarrollar en tanto tiempo), de manera que cuando se “acaban” los óvulos cesa de
forma bastante brusca el ciclo menstrual habitual y baja radicalmente la producción
de hormonas femeninas.
Por esto la mujer se vuelve infértil y se deterioran los caracteres sexuales
secundarios: se produce un empobrecimiento del vello en las zonas sexuales, se da
un cierto grado atrofia genital, así como del tejido mamario glandular, cuyo tamaño
puede mantenerse a expensas del tejido graso, y se producen cambios psicológicos
y de la libido.
En los hombres se da también una disminución de la secreción de testosterona,
pero mucho más lenta y progresiva que conlleva una atrofia de los genitales y
dificultades para conseguir y mantener una erección correcta.
En las personas mayores es frecuente ver también una disminución de la capacidad
de reacción del tiroides, de manera que al organismo le es más difícil compensar
las necesidades del cambio de ritmo metabólico. En ocasiones estas alteraciones
son suficientemente intensas como para ocasionar un hipotiroidismo.
Músculos
Los músculos son las estructuras que se ocupan de dar movimiento al cuerpo por
las órdenes que reciben del sistema nervioso; dan estabilidad a la postura estática
y son una de las mayores reservas de proteínas del organismo, ya que están
formados por ellas.
En los ancianos hay una pérdida de masa muscular que puede llegar a ser de
hasta el 40%. Esto implica una mayor dificultad en la realización de las funciones
motoras, menor resistencia al ejercicio y es uno de los principales factores
determinantes de la dependencia de las personas mayores.
Aparato cardiovascular
En las personas mayores hay cambios en el corazón y los vasos sanguíneos
secundarios al envejecimiento y a las adaptaciones a éste.
El aparato cardiovascular lo componen el corazón y los vasos sanguíneos, arterias
y venas. La función del corazón, como ya es sabido, consiste en el bombeo de la
sangre para que ésta circule a través de las arterias para llevar al organismo
oxígeno y otros nutrientes y recoger por las venas los productos de desecho.
Piel
El envejecimiento de la piel es el cambio más evidente del paso del tiempo, de
manera que la imagen que tenemos de las personas mayores es en general con
canas y arrugas.
Se observa una mayor fragilidad de las capas superficiales cutáneas, en especial
entre epidermis y dermis. Hay una gran facilidad para la presentación de derrames
y hematomas superficiales.
Además de que estos cambios que se producen por el paso del tiempo,
habitualmente se añaden los efectos de la luz ultravioleta (el agente externo más
importante en las agresiones a la piel, con efecto acumulativo a lo largo de la vida),
los tóxicos ambientales, el tabaco y el estrés.
Aparato digestivo
Entendemos como aparato digestivo el conjunto de todos los órganos y sistemas
que están implicados en la nutrición. Las personas mayores presentan cambios
debidos al paso del tiempo en todos los tejidos y órganos del aparato digestivo, de
la boca hasta el intestino grueso, cambios que tienen múltiples implicaciones en
Boca y dientes
Con el paso del tiempo en la boca suele haber un adelgazamiento de las encías y
una disminución de la resistencia del esmalte dentario; ambos hechos llevan a la
pérdida de piezas dentarias. Hay también una disminución del número de papilas
gustativas y de la producción de saliva, lo que conlleva una menor percepción del
sabor de los alimentos y una disminución de la sensación de sed.
Esófago
A nivel esofágico hay una disminución de la motilidad y el cierre entre esófago y
estómago es menos efectivo.
Estómago
En el estómago también se da un descenso de la movilidad y una menor secreción
ácida, lo que causa digestiones más lentas y con un retraso en el vaciado gástrico.
Hígado
El hígado, con el tiempo, presenta una mayor dificultad para metabolizar sustancias,
y disminuye la producción de bilis, que se espesa. La vesícula biliar tarda más en
vaciarse y aumenta el riesgo de que se formen piedras en su interior.
Intestino delgado
El intestino delgado no sólo recibe un menor riego sanguíneo sino que también ve
disminuida su movilidad y padece una cierta atrofia de la mucosa, con lo cual puede
darse, a pesar de una ingesta correcta, una malabsorción de nutrientes como si
hubiera carencias en la alimentación.
Colon
En el colon también se produce una disminución del peristaltismo, de la movilidad,
y la mucosa se atrofia, con lo que se altera la absorción de agua de las heces, hecho
que produce tendencia al estreñimiento. Sin embargo, a causa de alteraciones
neurológicas y de la musculatura de los esfínteres, pueden darse situaciones de
incontinencia fecal.
Sistema nervioso
En las personas de edad se aprecian, con mayor o menor intensidad, diferencias
en la funcionalidad e incluso en la anatomía del sistema nervioso debidas al
envejecimiento.
El sistema nervioso también acusa el paso del tiempo, pues disminuye el número
de neuronas y aumentan las células de soporte y conectivas, que no tienen actividad
neuronal.
Neurotransmisores
Asimismo, se da un descenso de la producción de neurotransmisores y de sus
receptores (las llaves y cerraduras de la función cerebral y nerviosa) en todo el
sistema nervioso central y en las zonas de paso de los impulsos nerviosos desde
los órganos de los sentidos hacia los músculos y otros órganos.
Por todo esto se puede apreciar un enlentecimiento del pensamiento, una
disminución de la memoria, de la capacidad cognitiva y de las facultades de
aprendizaje que en un anciano sano no deben interferir en la realización de las
actividades habituales. En caso de que sí lo hagan se deberá descartar un proceso
de demencia.
También existen dificultades en la psicomotricidad por un peor control muscular y
posicional, que se agravan por la pérdida de masa muscular, cosa que acarrea
problemas en la coordinación de los movimientos.
Riñón
Con el paso del tiempo también se producen transformaciones de los órganos y
sistemas que forman el aparato urinario y genital y que se consideran propias de las
personas mayores, sin ser patológicas.
En los cambios del sistema genitourinario hemos de distinguir entre la función renal,
la vía urinaria y el aparato genital.
Función renal
Los riñones son los órganos en los cuales se efectúa una parte importante de la
“limpieza” de la sangre de las impurezas y desechos que genera el metabolismo.
Con el paso del tiempo los riñones pierden nefronas (los “filtros” por los que la
sangre circula para limpiarse) y el flujo sanguíneo renal disminuye, así que tienen
más dificultades para realizar su trabajo de depuración de la sangre para eliminar
los productos de desecho y manejar el equilibrio de los líquidos corporales. Todos
estos cambios hacen que la función renal sea lábil y que pueda verse alterada
fácilmente ante cualquier agresión, de manera que el manejo de fármacos que se
eliminan por esta vía sea más complicado.
Vía urinaria
El producto de la depuración de la sangre a través de los riñones es la orina, los
principales cambios se centran en la vejiga, que pierde elasticidad y además la
musculatura se debilita, lo que hace más difícil su control, hecho que comporta
problemas como la incontinencia urinaria. Éstos se agravan por alteraciones
neurológicas del control del reflejo consciente de la micción.
Aparato genital
El paso del tiempo se hace sentir de diferente manera en mujeres y en hombres.
En las primeras la menopausia, con la supresión del ciclo menstrual y la severa
disminución de hormonas femeninas (estrógenos y progesterona), produce una
atrofia de los órganos reproductores, es decir, los ovarios, el útero y las trompas de
Falopio disminuyen de tamaño.
En los varones, aunque hay una disminución de la producción de testosterona, la
hormona masculina, nunca es tan drástico como en las mujeres. En ellos se puede
apreciar una cierta disminución del tamaño de los testículos, la erección suele ser
más lenta y menos consistente y presentan un retraso de la eyaculación, que suele
ser de menor volumen.
4.8 Prolongevidad
La longevidad se refiere a la duración de la vida y usualmente implica una vida larga
o prolongada.
El término prolongevidad, fue acuñado en 1966 por Gerald J. Gruman, un médio
historiador, para describir los esfuerzos deliberados para extender la duración de la
vida, por medio de la acción humana. Algunos prolongevistas se muestran
excesivamente optimistas en sus predicciones y afirman que los problemas de la
muerte y el envejecimiento pueden superarse, eliminando virtualmente los límites
dela duración de la vida humana. Los prolongevitistas más conservadores han
propuesto un incremento más limitado en la duración de la vida, por lo general hasta
la edad de 100 años. Buscan romper el límite de los 110 años que ya es una barrera
formidable